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UNIVERSIDAD ABIERTA INTERAMERICANA

Facultad: Psicología y Relaciones Humanas

Carrera: Licenciatura en Psicología

Asignatura: Psicología de los géneros

Docente a cargo: Mariana Scioti

Docentes adjuntas: Lucia Rojas, Magali Loyola

Auxiliar Docente: Maca Pando

Campus: Berazategui

Cursada: Viernes, Turno tarde. Berazategui 2023

Estudiante: Leguiza Víctor Damian

Fecha de entrega: 30/10/2023


1- A partir del texto de Blas Radi, se puede realizar un análisis del cortometraje

en general en lugar de centrarse en una escena en particular. El autor destaca que, al

abordar el género en el contexto de las políticas públicas, siempre se pone énfasis en las

mujeres y en el reconocimiento de la identidad de las personas trans. Sin embargo, el

autor señala una problemática en este último punto, ya que parece que el colectivo trans

no es escuchado más allá del reconocimiento de su identidad, lo que invisibiliza otras

situaciones como la violencia de género y la desigualdad de oportunidades. Estas solo se

consideran un problema cuando afectan a personas cis.

Durante el cortometraje, se presentan distintos estereotipos de género,

situaciones de violencia y desigualdad, pero de manera inversa a la realidad. Sin

embargo, nunca se hace mención del colectivo trans. Blas Radi utiliza el termino

cisexismo para referirse a la creencia, explicita o inconsciente, de que las personas trans

son menos importantes que las personas cis y, por lo tanto, sus problemas no son

urgentes.

2- El estereotipo de roles de género más evidente que se puede observar en el

cortometraje se encuentra en la escena inicial. En ella, una mujer decide no hablar con

el protagonista, ya que no lo considera apto para discutir asuntos importantes,

prefiriendo en su lugar hablar con su pareja, otra mujer. Esta inversión ficticia de roles

puede relacionarse con la idea tradicional mencionada en el texto de Burín, que

establece que los hombres ocupan una posición privilegiada. Se los considera no solo

más fuertes, sino también más inteligentes y racionales que las mujeres, lo que los hace

más aptos para abordar asuntos de la esfera pública.

Esta concepción de los hombres como seres racionales, como menciona Burin,

ha llevado a la idea de que la sexualidad, vista como una cuestión natural alejada de la

racionalidad, es experimentada como una necesidad incontrolable o una fuerza que


viene del cuerpo. En consecuencia, se argumenta que un hombre sexualmente excitado

no puede ser responsabilizado por sus acciones y la responsabilidad recae en las mujeres

que, según esta creencia, provocaron esa excitación. Este tema se refleja en las escenas

finales del cortometraje, donde la pareja del protagonista lo culpa por el abuso sexual,

argumentando que no debería vestirse de manera provocativa

3- En la escena que transcurre desde el segundo 44 hasta el minuto 1:20, puede

identificarse dos conceptos mencionados por la autora Diana Maffia: Los sexos son

únicamente masculino y femenino y la familia es una unidad natural. En esta escena, un

hombre entabla una conversación con una vecina en la puerta de su edificio, quien

menciona dificultades en la reunión de consorcio. Sin embargo, la mujer decide no

continuar la conversación, considerando que estos asuntos no son apropiados para

discutir con un hombre, sino más bien con una mujer.

Esta escena refleja, de manera inversa, como se afirma en primer lugar la

existencia de solo dos sexos, los cuales naturalmente conllevan una identificación

subjetiva de genero con el sexo anatómico, una elección sexual siempre heterosexual y

roles predefinidos. En esta realidad ficticia, el hombre, en una familia conformada por

una mujer y su hijo, desempeña el papel determinado por su “naturaleza” de hombre

dentro de la estructura familiar. Se encarga del cuidado de su hijo y es considerado

menos apto para abordar asuntos en el ámbito público, según la percepción de su vecina

del edificio.

En lo que respecta al segundo concepto de Maffía, "las relaciones sexuales

tienen como fin la procreación", se podría analizar la escena del minuto 1:50 cuando el

protagonista se encuentra con Nissar, un hombre al que su esposa, por razones

religiosas, lo obliga a afeitarse y a llevar un velo en la cabeza. Esto podría interpretarse


como una opresión sexual hacia este personaje, quien se ve forzado a mostrar la menor

cantidad de piel posible y a ocultar su cabello.

4- Cuando Conell aborda el tema de las masculinidades, presenta diversas

definiciones de la masculinidad. Una de estas proviene de enfoques semióticos, que la

describen como algo opuesto a la feminidad, a través de un sistema de diferencias

simbólicas. La idea central es que un símbolo sólo puede ser comprendido dentro de un

sistema de símbolos, lo que significa que las masculinidades se originan a partir de un

sistema de relaciones de género. El autor señala que el género funciona como una forma

de ordenamiento social, y dentro de ese ordenamiento existe una masculinidad

hegemónica que considera a las mujeres subordinadas a los hombres.

Algunos hombres recurren a la violencia para mantener el dominio sobre las

mujeres justificándose en su ideología de supremacía. La escena de acoso callejero al

protagonista, que culmina en abuso sexual, podría servir como un ejemplo de intento de

dominar al otro mediante la fuerza. Conell argumenta que esta misma violencia no solo

refleja los intentos de dominación, sino también las limitaciones de la masculinidad

como una jerarquía completamente establecida o legítima, ya que si lo fuera, no sería

necesario intimidar a los demás de esta manera.

5- Algunos de los ideales de género masculino tradicionales propuestos por

Burin, podrían ubicarse en la escena del abuso sexual perpetrado por un grupo de

mujeres contra el protagonista. Por ejemplo, el ideal de “mandar a todos al diablo”

desde el cual se plantea que la masculinidad se construye sobre la base de la violencia.

En esta escena el grupo de mujeres establece su dominio sobre el protagonista mediante

la fuerza, mostrándose insensibles ante su sufrimiento.


Otra escena en la que se pueden identificar los ideales de la masculinidad

tradicional es cuando la esposa del protagonista acude a verlo después de que ha sufrido

el abuso. Los ideales de "nada femenino" y "ser un hombre duro" podrían inferirse en

esta escena, ya que la mujer parece mostrarse algo distante e insensible ante el

sufrimiento de su pareja, llegando incluso a sugerir que quizás el abuso fue culpa suya

debido a su vestimenta. Por otro lado, el ideal de "ser una persona importante" podría

ubicarse cuando, en presencia de su pareja víctima de abuso sexual, ella menciona que

no pudo ayudarlo porque estaba en una reunión importante y aparentemente "dejó a

todos impresionados", cumpliendo así con el ideal de que ser un hombre se mide

mediante el éxito y la competitividad.

6-

7- Para pensar las subjetividades sexuadas como construcciones históricas el

concepto de género fue una herramienta fundamental. En un principio, se partió de la

idea de género como los estereotipos de lo masculino y lo femenino, volviendo a este

concepto opuesto al sexo biológico. En esta oposición entre genero y sexo, se entiende

que todos los comportamientos, actividades, actitudes, roles y en general, todo lo

masculino o femenino, son construcciones culturales que el cuerpo sexuado acepta.

Luego estas ideas se profundizarían aún más, con la perspectiva

deconstructivista de Judith Butler, la cual plantea que el sexo no es algo natural sino

construido, y que solo desde el genero se puede pensar al sexo como natural. Estas ideas

cuestionan al binarismo hombre – mujer, dando lugar a las identidades transgénero.

8- Los ejes de la Educación Sexual Integral (ESI) que podrían relacionarse con

el cortometraje son principalmente el primero, que aborda el reconocimiento de la

perspectiva de género, y el tercero, que se refiere a la valoración de la afectividad. En


esta realidad ficticia en la que los hombres asumen los roles tradicionalmente asignados

a las mujeres en una sociedad patriarcal, podemos observar diversos ejemplos en los que

las mujeres ejercen poder y ponen a otros en desventaja, lo que genera desigualdades

sociales.

En algunas escenas, se considera a los hombres como menos inteligentes o

menos capacitados para abordar asuntos en la esfera pública, como lo vemos en la

escena inicial entre el protagonista y su vecina. En otras, se les representa como

incapaces de recordar tareas simples, como la forma de servir un café, como se muestra

en la escena de la comisaría. También se puede observar que el protagonista queda

relegado a las responsabilidades de cuidado, como llevar a su bebé a la guardería, que

está dirigida por otro hombre.

La opresión ejercida por las mujeres (en representación de los hombres) llega a

la violencia física en la escena de abuso sexual, donde el protagonista es la víctima. Más

adelante, su pareja lo cuestiona y sugiere que el abuso podría deberse a la forma

provocativa en que se viste, culpabilizándolo por lo sucedido. Esto podría interpretarse

como una forma coercitiva de afecto, un reclamo originado en los celos que solo sirve

para justificar la violencia de género y sexual perpetrada.

9- Desde la perspectiva psicoanalítica, se habla sobre elecciones inconscientes,

que determinan el género de una persona. Esta se produce a partir de la articulación de 3

niveles propuestos por Lacan, en los que el género se conforma. En primer lugar, a nivel

de las identificaciones que dan la identidad auto percibida, en segundo lugar, al nivel del

objeto de atracción, que llevan a la elección homo o hetero y en tercer lugar a nivel de la

sexuación, que hace referencia al modo de satisfacción de cada uno. Por otro lado,

Lacan también marco, que estos tres niveles son paradójicos y contradictorios entre sí,

es decir, se puede tener una identificación masculina con un deseo homosexual, o auto
percibirse una identidad femenina en un cuerpo biológico masculino y sentirse atraído

por las mujeres.

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