0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas121 páginas
Joseph de Maistre intentó salvar los valores del Antiguo Régimen durante la revolución francesa de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Aunque sus esfuerzos por regenerar la masonería y recuperar los valores tradicionales estaban condenados al fracaso ante el avance de las nuevas ideas revolucionarias, su profundidad intelectual y brillantez hacen que su figura perdure más allá de su época e ideologías.
Joseph de Maistre intentó salvar los valores del Antiguo Régimen durante la revolución francesa de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Aunque sus esfuerzos por regenerar la masonería y recuperar los valores tradicionales estaban condenados al fracaso ante el avance de las nuevas ideas revolucionarias, su profundidad intelectual y brillantez hacen que su figura perdure más allá de su época e ideologías.
Joseph de Maistre intentó salvar los valores del Antiguo Régimen durante la revolución francesa de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Aunque sus esfuerzos por regenerar la masonería y recuperar los valores tradicionales estaban condenados al fracaso ante el avance de las nuevas ideas revolucionarias, su profundidad intelectual y brillantez hacen que su figura perdure más allá de su época e ideologías.
Edició n de FSB Valencia, Agosto 2019 INTRODUCCIÓ N DE LA PRESENTE EDICIÓ N
La permanencia del conde De Maistre
Pocos personajes de los ú ltimos siglos han logrado sobrevivir a
la depuració n de las nuevas corrientes después de haber sido representantes del Antiguo Régimen. Y uno de ellos es Joseph de Maistre.
Cuando la evolució n de los tiempos se impone, poco o nada se
puede hacer paa impedir la libre caída. Y aunque utilizamos la palabra evolució n, deberíamos haber dicho involució n, porque desde el punto de vista tradicional lo que está transcurriendo es una clara involució n, o si hablamos de evolució n debería matizarse que es evolució n hacia el caos.
Habiendo sido un conocido y convencido masó n, De Maistre
intentó convertirse en un baluarte de la tradició n, recuperando los valores perdidos y haciendo una regeneració n de ideas de una manera muy decidida y potente.
En un momento en que Europa se debatía entre la resistencia
del Antiguo Régimen y el avance hacia una nueva sociedad burguesa y revolucionaria, Josep de Maistre intenta salvar la esencia, esa esencia que ya no se vivía con plena conciencia desde las instituciones que él mismo pretendía salvar. Y he aquí el problema, el Antiguo Régimen tenía que caer porque no había una élite consciente de su necesidad de regeneració n. Tan só lo hubo reacció n, y ante la reacció n de cualquier tipo nadie puede evitar que haya buenos y malos militando en ambos bandos, en una constante que se repetirá de forma reiterada y cíclica hasta nuestros días.
Pero De Maistre hizo una aportació n de profundidad, y ese
detalle es lo que hace de él una figura por encima de su tiempo y má s allá de los tiempos, aprecidado en la edad contemporá nea incluso por quienes de forma natural deberían de ser sus enemigos.
Su intento de regeneració n intentó enfocarlo hacia dos sentidos.
Por una parte, para salvar la esencia del Antiguo Régimen, recuperando aquellos valores que desde hacía tiempo ya casi nadie vivía, lo cual estaba condenado al fracaso, tal y como se vio, a pesar de que en Europa hubo una reacció n postrevolucionaria que, por un momento, parecía suponer un triunfo de los esfuerzos de pesonajes como De Maistre, pero la fuerza revolucionaria perduró y se fortaleció pudiendo, poco a poco, durante todo el siglo XIX, enquistarse de forma irreversible en todos los sectores de la sociedad.
El otro intento de regeneració n lo situó en la misma masonería a
la que pertenecía. Consciente de que esa institució n, devenida en algo especulativo y no por ello forzosamente negativo, de fuertes raíces traicionales, estaba siendo desviada y utilizada en gran medida para conseguir los objetivos contra los que luchaba en el á mbito social y político, contribuyó , también sin éxito, para evitar que esa institució n acabara siendo un importante motor de los ideales revolucionarios. Décadas después, René Guenó n elogiaría su intento, habiendo intentado él mismo, por un momento, imitar la acció n de aquél en el mismo á mbito masó nico.
En el presente escrito se refleja un aspecto de esa lucha por
conservar y revalorizar lo que estaba a punto de clausurarse para siempre. Y vemos aquí un valor intelectual y brillantez que le hace duradero má s allá de las ideologías y de los tiempos.