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Resumen
El aceite de hígado de tiburón constituye una de las principales fuentes de ácidos grasos
poliinsaturados, pero su olor y sabor característicos han exigido la aplicación de procesos
tecnológicos que mejoren sus propiedades organolépticas. Se estudiaron formulaciones de
bebidas lácteas a partir de yogur y leche entera en polvo, enriquecidas con aceite de hígado de
tiburón microencapsulado en niveles de 6 a 9% para el primer alimento y 25 a 27 % para el
segundo. Se utilizó el aroma de piña y café con leche para enmascarar el sabor del aceite. Se
obtuvo como resultado que el yogurt de piña tuvo buena calidad sensorial y un aporte en EPA y
DHA de 0,15 y 0, 57g/100g de producto, la bebida láctea de sabor café con leche presentó muy
buena calidad sensorial y un aporte en EPA y DHA de 1,15 y 4,38 g/100 g de producto
respectivamente.
Summary
The liver fish oil is the one of the principal base of poliinsaturated fatty acids, their scent
and characteristic flavor have demanded the application of technological processes that you
improve their organoléptics properties. Were studied formulations of Milky drinks from yogurt
and powdered whole milk, enriched with microencapsulate shark liver oil in levels from 6 to 9%
for the first food and 25 to 27% for the second. It was obtained as a result that the yogurt
pineapple flavoured had good sensorial quality and a contribution in EPA and DHA 0,15 and 0, 57
g/100 product respectively, and the milky drink of coffee milk flavour presented very good
sensorial quality and acceptance, as well as a contribution in EPA and DHA 1,15 and 4,38 g/100
product respectively.
Introducción
Los ácidos grasos de cadena larga especialmente el ácido eicosapentanoico (EPA) y el
docosahexaenoico (DHA) han adquirido gran importancia por sus efectos en la salud y en la
nutrición humana. Los mismos están presentes fundamentalmente en los animales de origen
marinos, siendo los peces y los productos industriales que se obtienen de estos las fuentes más
importantes, según Oomen y Hu1.
La necesidad de suplementar la alimentación con EPA y DHA debido al déficit que se
observa en su consumo ha motivado a la industria de la alimentación humana y animal a buscar
procedimientos que permitan aumentar la ingesta de estos ácidos grasos a través del desarrollo de
alimentos modificados, fortificados o enriquecidos, de acuerdo con lo informado por Alvídrez-
Morales2. Sin embargo, su olor y sabor característico así como su alto grado de instauración que
los hace susceptibles a la oxidación, han exigido la aplicación de procesos tecnológicos que
garanticen una mayor estabilidad y mejoren sus propiedades organolépticas.
Kolanowski y otros3,4 han aplicado la microencapsulación mediante el secado por
atomización, donde las moléculas de aceite son cubiertas por un soporte que permite enmascarar
sus características organolépticas y facilitar su consumo. De esta manera se puede aumentar la
ingestión de aceites de pescado mediante el enriquecimiento de alimentos de consumo habitual,
tales como productos de panadería, formulas infantiles, mayonesas, margarinas y aderezos, entre
otros.
Debido a los múltiples beneficios para la salud que reporta el consumo de alimentos ricos
en ácidos grasos polinsaturados y con el objetivo de incrementar su ingesta, nos proponemos
desarrollar productos lácteos enriquecidos con aceite de hígado de tiburón microencapsulado,
evaluar sus propiedades sensoriales, aceptación y aporte nutricional.
Métodos
Se evaluó la aplicabilidad de aceite de hígado de tiburón microencapsulado en una bebida
láctea y en yogurt como fuente de ácidos grasos en el desarrollo de productos nutricionalmente
mejorados.
Aceptabilidad
Se determinó la preferencia de los productos desarrollados aplicando una prueba de
ordenamiento con un panel de nueve jueces entrenados en estos tipos de productos, los
resultados fueron interpretados a través del Test de Friedman utilizando el valor absoluto de los
rangos obtenidos en las evaluaciones dadas por los catadores según la ISO 8587 10.
A la variante de mayor preferencia se le aplicó una prueba afectiva mediante una escala hedónica
de 9 puntos que abarca desde la categoría “me gusta extremadamente” hasta “me disgusta
extremadamente”, con la participación de 80 consumidores, de acuerdo al método de Andalzua-
Morales11.
Resultados
El porcentaje de aceite microencapsulado fue de 82, lo cual garantiza buena estabilidad de
los ácidos grasos y reduce el olor y sabor característico del aceite de hígado de tiburón, lo que
favorece su uso en el desarrollo de los productos nutricionalmente mejorados.
En la figura 1 se muestra el diagrama obtenido para los ácidos grasos presentes en el
producto microencapsulado.
Figura 1. Perfil de ácidos grasos en aceite de hígado de tiburón microencapsulado
40
b
35
30
ab
Suma de rangos
25
20 a a
15
10
0
1 2 3 4
Variantes
R - Suma de rangos
J - Número de jueces
P – Número de muestras
Diferencias mayores que 10.73 indican que las muestras son significativamente diferentes.
V1- V2 1
V1- V3 9
V1- V4 18
V2- V3 10
V2- V4 19
V3- V4 9
No existió diferencia entre las variantes 1, 2 y 3 aunque se seleccionó la variante 2 con 7 g
de aceite de hígado de tiburón como la más aceptada. La prueba afectiva aplicada ubicó el
producto desarrollado en la categoría de “me gusta un poco” correspondiéndose con un valor de 6
puntos.
La figura 3 muestra las tres variantes de la bebida láctea elaborada (V1-25%, V2-27% y V3-
29% de adición de aceite de hígado de tiburón) que fueron evaluadas sensorialmente siguiendo el
mismo procedimiento descrito para el yogurt, Al aplicar la prueba de Friedman para el producto
instantáneo de sabor café con leche se obtuvo un valor de F = 13.8, superior al estadígrafo de la
tabla para nueve catadores y tres muestras (6.22).
Diferencias mayores que 8,31 indican que las muestras son significativamente diferentes.
V1- V22
V1- V314
V2- V316
Como se puede observar las variantes 1 y 2 no fueron diferentes entre sí, pero fueron
significativamente diferentes de la variante 3, para un 5% de error. La V2 fue la más aceptada por
los catadores, ya que alcanzó la menor puntuación.
30
b
25
Suma de rangos
20
a a
15
10
0
1 2 3
Variantes
Conclusiones
Es posible la adición de un 9% de aceite de hígado de tiburón microencapsulado al yogurt
natural y un 27% a una bebida láctea saborizada sin afectar significativamente sus propiedades
organolépticas.
Los resultados de la evaluación sensorial mostraron aceptación por los productos
desarrollados ubicándolos en las categorías de “Me gusta un poco” para el yogurt y “Me gusta
mucho”para la bebida láctea. Los niveles de EPA y DHA en los productos desarrollados se
encuentran en el orden de 1,15 y 4,38 g/100g en la bebida láctea y de 0,15 y 0,57 g/100g para el
yogurt.
El consumo de un vaso de 200 mL de la bebida láctea aporta 0,23 g de EPA y 0,87 g de DHA
y la ingesta de 100 g de yogurt aporta 0,15 g de EPA y 0,57 g de DHA, por tanto ambos productos
cubren el requerimiento diario de DHA, y la bebida láctea el 100% del EPA, mientras que el yogurt
cubre el 68% del requerimiento diario de este ácido graso, por lo que pueden considerarse dentro
de la categoría de productos enriquecidos.
Referencias bibliográficas
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