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PROVERBIOS

!Y ahora abordamos el libro de Proverbios, mencionado en un montón de contextos más allá


del cristiano. Puedes acudir a cualquier página de Proverbios y sacar un consejo rápido. Se
va a distinguir del resto de la literatura del Antiguo Testamento porque trascenderá la fe
hebrea al tratar todos los temas cotidianos que podamos; economía familiar, amistades,
peleas y reconciliaciones, amor, relación de esposos, educación de los hijos, sistemas de
gobierno, etc. Pero no es una colección de “tweets”, de consejitos sueltos, porque veremos
que muestra una clara intención en su totalidad, con una estructura muy clara.

Forma parte de los libros sapienciales de la Biblia. Comienza con una introducción teórica
para asentar las bases de lo que se trata, para que no olvidemos la esencia del libro, ya
que esa clave la encontramos en la “antología de la Sabiduría” que aparece en dicha
introducción. No vamos a ver demasiadas historias, pero sí muchos aforismos de manera
secuencial, pequeños consejos en los que, como en Salmos, utilizará paralelismos para
que se memoricen mejor. Tengo de Proverbios un recuerdo especial, porque el primer
versículo que memoricé en mi vida fue Prv 15:1: “La blanda respuesta quita la ira. Mas la
palabra áspera hace subir el furor”. Que nos aconseja cómo debemos actuar en medio de
una discusión. No levantes la voz, intenta ablandar la respuesta.

Introducción, capítulos 1 a 9. Hay un verso que nos indica claramente el contexto


(recordad el peligro de no tenerlo en cuenta), desde el que interpretar todo el libro,
Proverbios 1:7: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos
desprecian la sabiduría y la enseñanza.” Se personifica “La Sabiduría”. La dama
sabiduría irá buscando a los jóvenes para instruirles. Menciona “proverbios de Salomón”,
y esto nos ha hecho creer que todos los proverbios son escrito de él. Es verdad que
podemos leer en el libro de Reyes que escribió muchos proverbios, pero el propio libro de
Proverbios nos dice que no todo lo que hay lo escribió Salomón. Además, se mencionan
“los sabios” (no necesariamente hebreos), un tal Agur, una madre, y también encontraremos
el acróstico de la mujer virtuosa, que no sabemos muy bien quién lo escribió.

A partir de Prv 1:8 dice: “Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre”. ¡Qué importante es
la pedagogía paterna! Ayuda a no ir por el camino de los malos consejos ni de malas
amistades. Anima a adquirir la sabiduría, pero muy importante, antes ¿“porqué”?: “Hijo
mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis mandamientos, haciendo estar atento tu
oído a la sabiduría; si inclinas tu corazón a la prudencia, si invocas a la inteligencia y pides
que la prudencia te asista; si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un tesoro,
entonces entenderás el temor de Jehová y hallarás el conocimiento de Dios, porque Jehová
da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia”.

A veces se entiende la sabiduría como saber muchas cosas. Pero la “Sabiduría” es la


inteligencia aplicada a la vida, y la inteligencia aplicada a la vida es el respeto a Dios
desde el conocimiento de Dios. Así, de manera ordenada y correcta, es como debemos
aplicar la inteligencia en la vida. En el capítulo 3 habla de la obediencia, de que para ser
sabio primero hay que “obaudire”, obedecer “, oír hacia”, inclinar tu oído a la Palabra de
Dios, “saber escuchar” la palabra de tu padre. Prv 3:2: “Hijo mío, no te olvides de mi ley
y que tu corazón guarde mis mandamientos. porque muchos días y años de vida y de paz te
aumentarán”. De nuevo “porqué”, no solo qué.

Algunos versículos super conocidos: Prv 3:5-6: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no
te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus
veredas”. 3:9: “Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos;
entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de
mosto”. 4:4: “Él me enseñaba, diciendo: Retén mis razones en tu corazón, guarda mis
mandamientos y vivirás”.

Frente a eso, a partir del capítulo 5, la amonestación contra la pereza, contra la falsedad,
contra la impureza, contra el adulterio; nos explica el cuidado que debemos tener con
nuestro corazón, con nuestros impulsos y con nuestros deseos. Y finalmente, a partir del 8:
La excelencia de la sabiduría. La “Sabiduría” se personifica: “Yo, la Sabiduría, habito con
la cordura y tengo la ciencia de los consejos”. Prv 8:12. La Sabiduría buscando… El
capítulo 9 cierra esta introducción. Prv 9:10: “El temor de Jehová es el principio de la
sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia”. Así que esta primera “oda a la
sabiduría” ya nos sitúa. Todo finalmente va a tener que ver con Dios.

Y con esa sabiduría personificada, con esa voz del padre hablándonos, llega ya la parte
más práctica de los capítulos 10 al 31. No obstante, encontramos en su interior algunas
secciones muy diferenciadas. En primer lugar, del 10:1 al 22:16, lo que se conoce como los
“Proverbios de Salomón”. Ahí tratará una serie de problemas de todo tipo. Algunos
detalles. Prv 11:25: “El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él
será saciado”. 12:20: “Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero alegría
en el de quienes aconsejan el bien”. 13:3: “El que guarda su boca guarda su vida, pero el
que mucho abre sus labios acaba en desastre”. 13:20: “El que anda con los sabios se hará
sabio, pero el que se junta con los necios sufrirá daño”.

O hablando de la gestión de las emociones. Prv 15:15: “Todos los días del desdichado son
difíciles, pero el de corazón alegre tiene un banquete continuo”. De la vida y conducta en el
capítulo 16, como el tema de gestión del orgullo. Prv 16:18: “Antes del quebranto está la
soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu.” Que continúa en el capítulo 17 con
temas de justicia. Prv 17:9: “El que encubre la falta busca la amistad; el que la divulga,
aparta al amigo”. O 17:15: “El que justifica al malvado y el que condena al justo, ambos son
igualmente abominables para Jehová”.

Y a partir del 22:17 unos versículos (que hasta en ocasiones van numerados aparte), que
se conocen como. “De los sabios”: “Inclina tu oído, escucha las palabras de los sabios
y aplica tu corazón a mi sabiduría”. ¿Quiénes son estos sabios? Te animo a que googlees
y que busques: “Palabras de Amenemopé”, un manuscrito egipcio, probablemente anterior
a Proverbios, y que, desde aquí hasta el final del capítulo 24, tiene muchos textos paralelos
y casi calcados. Aquí hay sabiduría que se ha rescatado incluso de los egipcios
conformando una oda extraordinaria. Claro que los que incluyeron estos textos aquí
sabían cuál era su fuente.

Pero esto nos enseña un principio fundamental: Donde hay sabiduría, ahí está Dios,
que todo lo que es verdadero le pertenece al Señor; que toda fórmula matemática
verdadera, la descubra quién la descubra, es de Dios. Toda obra bella le pertenece al
Señor, todo. Stg 1:17: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto…”. Esto
nos habla de un concepto teológico fundamental, la gracia común, que está repartida por
todo el mundo. Salmo 19:1: “Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la
obra de sus manos”. Isaías 6:3: Y el uno al otro daba voces diciendo: “¡Santo, santo, santo,
Jehová de los ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!”. Sabiduría que Dios ha
dado a los seres humanos para que vivan mejor, y la Biblia la reconoce.

En el capítulo 25 vuelve a hablar por boca de Salomón. Prv 25:1: “También estos son
proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá:” (Libro
de los Reyes). Recuperando toda la sabiduría de los hebreos hasta el capítulo 29. Me
encanta el 27 17: “El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo”.

En el 30 aparecen las palabras de Agur, un sabio no israelita igualmente. Fijaos como


riman estas secciones. Introducción, Salomón, sabios no israelitas, Salomón otra vez,
y Agur de nuevo no israelita. Prv 30:7-9: “Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes
que muera: Vanidad y mentira aparta de mí, y no me des pobreza ni riquezas, sino
susténtame con el pan necesario, no sea que, una vez saciado, te niegue y diga: ¿Quién es
Jehová?, o que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi Dios”.

En el capítulo 31, del 1 al 9, algo muy bonito. Ahora quién habla ya no es un padre
aconsejando a su hijo, como en el prólogo; sino una madre instruyéndole, rimando con
aquel. Y para terminar, Prv 31:10-30, el famoso pasaje de la mujer virtuosa, que es un
acróstico. Una mujer de la A, a la Z, que trasciende el contexto del hogar, tiene sus propios
negocios, es generosa. Prv 31:25: “Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por
venir”. Y es muy interesante que, en la Biblia hebrea, después de esta mujer virtuosa, el
siguiente libro no es Eclesiastés, como en la nuestra, es Rut, seguido por Cantar de los
cantares. Fijaos que bien estructurado lo tenían los hebreos. Termina Proverbios con la
mujer virtuosa, y luego pone un ejemplo de tal mujer, Rut (Booz la va a llamar así).
Y después, el libro de Cantar de los cantares, rescatando una sensualidad sana y preciosa.

Para finalizar, dos peligros o advertencias a considerar. El primero es estimar los


proverbios como absolutos. Hay gente que cree que los proverbios son promesas de
Dios para ellos. Pero no son “matemáticas”, no son promesas absolutas. Nos hablan de
principios generales, y va a primar más la belleza y la rima, porque también riman las
ideas, como vimos en Salmos. Por eso, es importante ir viendo las lecciones de manera
secuencial. Va a primar la belleza, lo bonito, lo bueno en general, antes que la precisión y la
exactitud. No siempre se cumplirán a rajatabla los proverbios, porque la vida es mucho más
compleja.
Pero si todo se da de manera normal, natural, eso sí va a ocurrir. Por ejemplo: “El alma
generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será saciado” Prv 11:25 Por
supuesto que quien le dé el pobre le irá mucho mejor que a quien retrae su mano. Pero
puede venir una guerra y no cumplirse literalmente. Y por eso el Señor no está
incumpliendo su promesa. Se trata de principios generales, no de absolutos, que se
complementan con otros en situaciones particulares. 1 Pedro 4:12-13: “Amados, no os
sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os
aconteciera. Al contrario, gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de
Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”.

El segundo peligro es el de leerlos aislados. Podemos acudir a Proverbios como


a Twitter, pero recordemos el contexto: “El principio de sabiduría es el temor del
Señor”. Nos usemos los proverbios buscando la garantía de que todo nos va a ir bien en la
vida, sino preguntándonos ¿De qué manera puede este proverbio apuntar al temor del
Señor en mí? Creo que mi Señor me va a bendecir por el amor que me tiene. Pero si no lo
hace, por algo será. Por eso en la siguiente lección veremos Eclesiastés, que es la
contraparte de Proverbios. ¿Qué pasa cuando Proverbios no funciona…?

Por último, en el Nuevo Testamento, Jesús recupera este “principio de la sabiduría”. Si en


Proverbios una mujer personificaba la sabiduría, Colosenses nos habla de que Jesús en
persona encarna la Sabiduría. Col 2:3: "”…en quien están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y del conocimiento”. Leamos para conocer a ese Jesús, para respetarle,
escucharle, “obaudire” obedecerle. Si observamos la estructura de Proverbios a la luz
de Jesús, viendo que él es nuestra sabiduría, podremos sacarle mucho más partido.
Además, Jesús recuperará esa tradición cuando hable por parábolas, “mashai”,
“proverbios”, en griego “parabolé”.

Que Dios nos ayude a buscar la sabiduría, es decir, a buscar a Jesús. No se trata
solamente del “qué” proverbios), sino sobre todo del “por qué” (Jesús). Que utilicemos
este libro no simplemente como “un tweet” para que nos vaya bien en la vida, sino para
conocer más al Señor. Así que espero que disfrutemos de Proverbios, que nos cuidemos
de los peligros mencionados y comprendamos la preciosa estructura de Proverbios
dialogando con otros libros, como veremos en la siguiente lección.

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