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El amor

explota:
el debut
sexual de
los hijos
Vení a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará. Julio Cortázar Adiriana Piterbarg

LAS LÓGICAS
DEL COORDINADOR
DE GRUPOS
Ricardo Klein

Trabajo, derechos
humanos y
movimientos
sociales
Carlos Núñez

DE LA PSICOLOGÍA
SOCIAL AL
PSICOANÁLISIS
IMPLICADO
Alfredo Grande y equipo

Demandas
y deseos en las
organizaciones
Carlos Martínez

ETICA Y PODER EN
ÉPOCAS DE CRISIS
Adriana Zambrini
54
Prevención y promoción en salud mental comunitaria

Trabajo, derechos humanos


Director
Román Mazzilli
Secretario de redacción
Walter Vargas
y movimientos sociales
Redacción:
Luis Gruss, Daniel Seghezzo, Carlos Núñez desde donde se posiciona,tanto hacia adentro como hacia fuera,inser-
Denise Najmanovich, Patricia cedis@topmail.com.ar t‡ndose y participando activamente en las posibilidades de producci—n
Mercado y reproducci—n social.
Publicidad ÀQuiŽn se salva del terror a la desocupaci—n? Freudianamente podemos decir que la relaci—n del sujeto con el tra-
Daniel Tripoli, María Eugenia Conde ÀQuiŽn no teme ser un n‡ufrago de las nuevas tecnolog’as, bajo es una relaci—n libidinal, con una importancia central en la cons-
Colaboran en esta edición o de la globalizaci—n, o de cualquier otro de los muchos tituci—n subjetiva, donde interviene en la producci—n y regulaci—n de la
Carlos Núñez, Alfredo Grande, Miriam mares picados del mundo actual? econom’a ps’quica, incorporando al sujeto a la realidad y a la comuni-
Rellán, Oscar Mongiano, Sandra Los oleajes, furiosos, golpean.... dad humana.
López. Flora Herrera, Adriana Eduardo Galeano (Patas arriba) Si la cuesti—n del trabajo,en el universo cultural,no remite s—lo a la
Piterbarg, Adriana Zambrini, Maria producci—n de bienes, sino que tambiŽn habla de un espacio de relacio-
Rosa Quartino, Carlos R. Martínez, nes,de constituci—n y afirmaci—n de identidades, de comunicaci—n, de

E
Mario Malaurie, Carlos Liendro, l presente trabajo aborda la cuesti—n de las condiciones de vida campo de conflicto y de cultura...
Ricardo Klein, Ruth Gramajo, Patricia emergentes en nuestras sociedades a partir de la implantaci—n de Si el trabajo es la pr‡ctica que pone en juego al lugar de pertenen-
Garrote. las pol’ticas neoliberales y los cambios operados en el mundo cia, de autoestima y de reconocimiento social...
Corresponsales del trabajo,a partir de la precarizaci—n laboral, junto a la situaci—n de ÀQuŽ se pierde del sujeto, entonces, cuando es despojado del traba-
Juan Díaz (Bahía Blanca) desempleo y ambas, estrechamente ligadas a la condici—n de exclusi—n jo?
Juan Lovari (La Plata) social. Cuando el trabajador sin empleo, queda atrapado por un presente
Carlos Torta (Mar del Plata) Las transformaciones econ—micas, pol’ticas y sociales vividas en apremiante, se enfrenta al no lugar para sus proyectos existenciales,a
Marta Carbonero (Bariloche) nuestros pa’ses en las œltimas dŽcadas, con la acentuaci—n de las ine- la dificultad de imaginar, a la degradaci—n de un futuro desocupado.
Rodrigo Campos Alvo (Tucumán) quidades sociales,han tenido graves consecuencias sobre el conjunto La flexibilizaci—n de la Organizaci—n del Trabajo, de sus relaciones
Montse Fornos (España) de la ciudadan’a, con un alto impacto en los sectores m‡s populares. contractuales y salariales,articulado al desempleo estructural y al pro-
Raúl Sintes (Uruguay) Entiendo que los derechos humanos,adem‡s de ser el sostŽn de los de- ceso de exclusi—n social, con sus omnipresencias extorsivas,constitu-
Pedro Mascarenhas (Brasil) rechos civiles y pol’ticos, se constituyen desde la posibilidad de ejercer yen sin duda situaciones experienciales plenas de incertidumbre, an-
Enrique Guinsberg (México) los econ—micos,los culturales, los sociales. gustia y sensaci—n de pŽrdida para el trabajador, ese ser humano que a
Terenzio Formenti (Italia) Derechos en fin, que acompa–an y ensanchan a los otros, y que se la vez enfrenta la presi—n de un discurso hegem—nico para que descar-
Jacinto Inbar (Israel) tornan tan imprescindibles como los anteriores para practicar una ciu- te antiguos valores y saberes que han sido declarados obsoletos y en
Rosa Jaitin (Francia) dadan’a plena, pero cuyo ejercicio se encuentra particularmente difi- desuso y se adapte r‡pidamente a los nuevos modelos de producci—n
Ilustraciones: Modigliani cultado por la descomunal y desigual acumulaci—n capitalista. subjetivos.
Este trabajo intentar‡ dar cuenta de la pr‡ctica interdiscursiva con la Desde todos lados le llegan verdaderos ÒmanualesÓ de c—mo deben
que se fue conformando desde una Organizaci—n No Gubernamental, ser sus nuevas relaciones con el trabajo, con la familia,con el placer,
un Programa de Promoci—n y Prevenci—n en Salud Mental Comu- con los compa–eros, en fin, con la sociedad, siguiendo una l—gica Òna-
nitaria, trabajando sobre los efectos en la subjetividad de la Precariza- turalÓ de la competencia, bajo el peso de la culpabilizante amenaza,que
ci—n Laboral y el Desempleo se–ala que de no cumplirlo, deber‡ hacerse cargo individualmente de
A partir de 1997, un grupo de trabajadores de la Salud Mental nu- la responsabilidad por el fracaso.
cleados alrededor del CEDIS (Centro de Estudios y Desarrollos para ÒNo podemos perder el trenÓ dec’an algunos hace unos a–os, mien-
la Inclusi—n Social) comenzamos a reunirnos para retrabajar lo que por tras a oscuras entregaban los ferrocarriles ....
separado advert’amos en nuestros diferentes ‡mbitos,eto es, que la pre- De no lograr las metas de la Òreconversi—nÓ exitosa el œnico escena-
carizaci—n de las relaciones de empleo y/o su falta, se traduc’a en una rio posible ser‡ el de los desechos,de los descartables, de hombres y
precarizaci—n de las relaciones sociales,deteriorando el sentido de ciu- mujeres que desde el vac’o mismo llegan a la consulta con profundas
dadan’a de los sectores m‡s vulnerables y exponiŽndolos cada vez m‡s dificultades, aœn para pedir ayuda, producto de la humillaci—n, del do-
a conflictivas situaciones en nuestros campos de intervenciones. lor, de la sensaci—n de Òya no serÓ
Decidimos as’,comenzar a operar a travŽs de espacios gratuitos de Condenados al no lugar, habitar‡n espacios de anonimato y soledad
car‡cter preventivo y comunitario dirigido a Jefes/Jefas de Hogar sin que los hunden aœn m‡s hacia adentro,cada vez m‡s lejos de su dere-
empleo, en el marco de una situaci—n sanitaria donde predomina un cho a la integraci—n social.
fuerte incremento en demandas hacia los servicios de Salud Mental es- Con el derrumbamiento del ciclo expansionista del Capital, que lle-
tatales, debido a la emergencia de situaciones de crisis y a la creciente ga hasta mediados de los setenta,con la crisis del modelo fordista de
pauperizaci—n social producci—n, se abre una nueva fase de acumulaci—n, con la mundiali-
zaci—n de capitales, con la retirada del estado de bienestar y el predo-
Redacción y As’ estuvimos m‡s de dos a–os con un dispositivo de atenci—n sema-
nal en la sede de la Central de Trabajadores Argentinos, en el gremio minio del mercado en la regulaci—n de las relaciones sociales y que a
partir de la implementaci—n del desempleo estructural y la precariza-
Publicidad de los Docentes Universitarios, en Vecinales, en el Distrito Descentra-
lizado Municipal de Villa Hortensia, y en diversas vecinales y centros ci—n hacen sentir sus efectos en los modos de subjetivaci—n de esta Žpo-
Conesa 473 P.B. ÒBÓ de salud de Rosario. ca.
(1426) Capital - Argentina Plantea Alicia Stolkiner que toda pr‡ctica en Salud Mental tiene que No son necesariamente los s’ntomas de patolog’as cl‡sicas los que se
Tel/fax: (54-11) 4553-1226 tender de alguna manera a antagonizar con la tendencia a la fragmen- presentan, sino expresiones que implican una fuerte articulaci—n con lo
E-mail: roman@campogrupal.com taci—n social y a la ruptura de los v’nculos sociales. Apunta a procurar social y que constituyen nuevas demandas en salud mental, nuevas for-
Website: www.campogrupal.com la transformaci—n en sujetos activos de aquellos que pasivamente est‡n mas en que se manifiesta el sufrimiento subjetivo.
Impresi—n: GŽnesis S.A. situados en un lugar de sometimiento a las circunstancias y esto, natu- Asistimos a situaciones plenas de desesperaci—n,tristeza, dolor inter-
Distribuci—n: Motorpsico (Capital) ralmente,debe empezar por nosotros mismos. no,soledades,desbordes de angustia junto a otras expresiones en las que
En Chile: Librer’a Olejnik Desde all’ nos convocamos. siempre est‡n presentes las rupturas con los lazos sociales.
En Uruguay: Mario Cambiasso Por ello cada vez m‡s estamos frente a verdaderas cat‡strofes narci-
Campo Grupal es una publicaci—n Algunos recorridos... s’sticas, donde la devastaci—n de la autoestima y la autoimagen empu-
de Ediciones Presencia. jan por la cornisa a un yo fragmentado y a la deriva que peligrosamen-
Para dar cuenta de complejas situaciones articuladas alrededor del te puede querer aferrarse a diversas soluciones m‡gicas o a la identifi-
Suscripciones tema de la precarizaci—n laboral y el desempleo darŽ un rodeo que em-
pieza sobre la cuesti—n del trabajo en relaci—n al sujeto y a lo social.
caci—n con figuras fuertes que de distintos modos respondan a lo inme-
diato,sin lugar para procesar el pasado y el presente,para analizar el
Por 11 ediciones anuales: El trabajo es para el hombre una necesidad profundamente social, proceso hist—rico e imaginar un futuro.
Argentina: $ 55.- que lo nombra como trabajador, adquiriendo un rol con el que se iden- Aparecen alrededor del tema del desempleo, por supuesto, proble-
AmŽrica Latina: u$s 50.- m‡ticas vinculadas a la violencia familiar, a la xenofobia, a la explota-
tifica y por el cual obtiene reconocimientos y retribuciones de diversa
Otros pa’ses: u$s 60.-
’ndole, constituyendo un marco referencial en el entramado ps’quico, ci—n infantil, a la segregaci—n, al alcoholismo, adicciones, etc.

Director:
CASA, Centro de Asistencia Eduardo Garc’a Dupont
Psicológica y Psicopedagógica
PSICODRAMA NUESTRAS ACTIVIDADES PARA EL CICLO LECTIVO 2004:
SERVICIOS CON ARANCELES INSTITUCIONALES:
PSICOANALITICO - Atenci—n a pacientes. - Supervisiones cl’nicas - Pasant’as cl’nicas.
Clínica - Formación en Psicodrama. - Supervisiones de Pericias Psicol—gicas - Cursos de Psicolog’a Forense
Libros de Clínica y Psicodrama. (Pr‡ctica Pericial) - Cursos de Actualizaci—n en Psicoan‡lisis
SEMINARIO CENTRAL:
Abierta la inscripción 2004 - Sedes Mar del Plata y Buenos Aires
ÒCAMINOS POSIBLES DE LA HISTERIA A LA FEMINIDADÓ
Av. Rivadavia 16217 1°P. dto. 1 Haedo Prof. Eduardo Garc’a Dupont
Tel: 4659-7954 psicocasa@infovia.com.ar Informes: Arévalo 1840 Cap - Tel/Fax: 4774-6465
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Campo Grupal / 2 Yo no prosigo, prefiero dormitar sobre la herida. Alberto Girri


carse,de proyectar la vida porque en definitiva, apunta a crear un mo-
delo de trabajador m‡s d—cil, m‡s adaptado a sus requerimientos Cursos de:
El desempleo, como la exclusi—n involucran a la sociedad de mane- Coordinador de
ra global y se constituyen en analizadores desde donde repensar las Recursos Expresivos
profundas desigualdades de las actuales transformaciones, donde s—lo
importan los logros de la adaptaci—n a los requerimientos del modelo Coordinador en
imperante. Psicodrama
Obviamente, no hay sociedad que posea un 40% de su poblaci—n ape-
Certificados Oficiales
nas subsistiendo y adem‡s sin brœjula identitaria que se mantenga, sin
que implosione, dando expresi—n a otras formas del malestar cultural.
Uriarte 2322 - Cap.Fed.
Retornos Tel/fax 4775-3135/5424
E-mail: buma@webar.com
www.mascarainstituto.com.ar
He dejado para el final un tema que atraviesa permanentemente esta
cuesti—n de la precarizaci—n y el desempleo y es la presencia perma-
nente de indicios del Terror, de aquello no metabolizado, que reapare- Grupo de Supervisión y Estudio
ce en el cuerpo social.
Pasados 25 a–os de la implementaci—n del siniestro y sistem‡tico La práctica clínica
Plan de la Dictadura, al Terror de Estado Genocida le sigui— el Terror
Econ—mico que aquŽl pudo implantar. y cuyas manifestaciones, de pro-
en Psicoanálisis
fundo efecto subjetivo, hemos ido encontrando a lo largo de esta pr‡c- • De los síntomas
tica y que ligan las siniestras sombras de las ÒFuerzas de tareaÓ con los a la dirección de la cura
hechos de la hiperinflaci—n y la posterior hiperdesocupaci—n como la • Posición del analísta
continuaci—n del genocidio por otros medios y que requiri— de la per- en la entrada en análisis
versa base de sustentaci—n alcanzada a travŽs de la sistem‡tica desapa- Jueves 13 a 14.30 hs.
rici—n forzada de personas. Y todo ello permanece oculto, tras la natu- $ 10 por reunión
ralizaci—n del desempleo. Es que la operatoria del terror tiene un alcan-
Lic. Carlos Vilaseca 4781-5033
ce mucho m‡s vasto que el del tiempo de su aplicaci—n y cubierto con
la fachada de la indiferencia o de la aceptaci—n acr’tica opera siniestra-
mente en las subjetividades y en diversos dispositivos institucionales.
De all’ la necesidad de rescatar aquello que hace al proceso hist—ri-
co,tanto individual como social, y que ha quedado tapado por el terror
ENCUADRE
Es necesario asimismo, examinar las condiciones en la que se pro-
y la fragmentaci—n y que parecen hechos aislados, inconexos pero que
sin embargo tienen tanta fuerza como para actuar sobre el aparato ps’- PSICODRAMÁTICO
duce la situaci—n de desempleo, para desmitificar esta versi—n acerca quico, desbord‡ndolo traum‡ticamente.
de su inevitabilidad y que en todos lados es igual.
Obviamente que su implantaci—n no va a ser igual en un territorio ya
Estos trabajadores sin empleo,los desaparecidos sociales de hoy, son
como sufrientes exiliados que deambulan err‡ticamente en sus propios
GESTÁLTICO
devastado, que en uno con fuerte cultura solidaria,con memoria o con
su falta y todo ello se va a expresar en las diferentes estrategias subje-
territorios sin poder ser reconocidos y portan como ayer la condena del
miedo. Los Òy algo habr‡n hechoÓ, Òpor algo ser‡Ó se han transforma-
Talleres y Grupos
tivas-individuales o grupales- que puedan trazarse para resistir.
Y diciendo esto, ya estamos hablando de los efectos del Terrorismo
do hoy en Òno se capacit—Ó, en Ònunca le gust— el trabajoÓ o peor aœn
en Ò Žl se lo busc—Ó que se constituyen en verdaderos recursos discur-
de Psicodrama
de Estado y la fundamental importancia que el trabajo por los dere- sivos que sirven para escaparse de un espejo que refleja una imagen si-
chos humanos tiene por delante. niestra que nadie quiere ver.
La realidad del trabajo cotidiano, hoy est‡ constru’do, desde ese so- Los genocidas practicaban la tortura tambiŽn cuando reclu’an pro- • Individual • Pareja
porte de disciplinamiento social que constituye el desempleo y la ex-
clusi—n social.
longadamente a los secuestrados y para desestructuralos ps’quicamen-
te se les imped’a de la posibilidad de la mirada y la escucha de otro en
• Familiar
De los abordajes que llevamos a cabo se desprende con claridad que el que sostenerse.
a travŽs de la ruptura de los espacios colectivos, la fragmentaci—n y el Verdadera demolici—n ps’quica que tambiŽn hoy sufren los trabaja-
sometimiento se busca lograr sujetos que pasivamente acepten los dic- dores sin trabajo,cuando no son vistos ni escuchados socialmente, sin Resolución rápida
tados del Pensamiento Unico, transformando la vida cotidiana de los
colectivos trabajadores, creando mutaciones a partir de la continua
posibilidad entonces de establecer lazos libidinales.
Fernando Ulloa con su amplia pr‡ctica en el campo grupal, nos
de conflictos a
desvalorizaci—n, de la puesta en duda sobre la historia del trabajador, aporta claridad, cuando dice Òla encerrona tr‡gica es un concepto que través del juego
de sus conocimientos, de la cultura del trabajo en s’. extraje de mi quehacer en el campo de los derechos humanos, princi-
Quiero se–alar desde este aspecto que a la toma de ganancias efec- palmente referido a la tortura como situaci—n l’mite. En ella la v’cti-
tuada por el Capital, se le suma diariamente una enorme expropiaci—n ma est‡ a merced de algo que rechaza con todas sus fuerzas,circuns-
4702-4847
simb—lica, que est‡ intentando desarticular una manera de vivir, de ubi- tancia que se da cada vez que alguien depende para vivir de algo o al- 15-4417-0049

Instituto de Investigaciones Grupales


Dir: Graciela Jasiner

Coordinaci—n de Grupos
¥Programa de Especializaci—n
con MultiRecursos TŽcnicos
(para Coordinar Grupos en el campo de la Salud, la Educaci—n,
lo Organizacional y lo Comunitario)

Encuentros informativos:
Martes 9 de Marzo 20 hs.
MiŽrcoles 17 de Marzo 15 hs.

Informes: 4833-7808 - info@ingrupos.com.ar Página web: www.ingrupos.com.ar


Guatemala 4334 (entre S. Ortiz y Aráoz) Capital

El santo conoce sin viajar, comprende sin mirar,consuma sin actuar. Lao Tse Campo Grupal / 3
OBJETOS PERDIDOS
Ruth
ruth@hipertextual.com.ar

"Dios es amor"
Ella tiene cinco años y se sienta
en el banco de la iglesia. Tiene
desatados los cordones de sus guien que lo maltrata o simplemente lo ÒdistrataÓ, neg‡ndolo como co,por fuera de las empresas y en lugar de verticalidad institucional,
botas y balancea sus diminutos
sujeto. No hay all’ sino dos lugares, dominado y dominador, margina- se organiza horizontal y aut—nomamente en los territoriosÓ. Y ac‡, en
pies. El niño que se sienta frente
a ella intenta una mirada grave. do y marginador sin tercero que represente la leyÓ. este otro parto de la historia, el piquetero-trabajador desempleado- rea-
A ella le da mucha risa su mane- Conceptos de Ulloa, que parecer’an haber estado presentes cuando liza la acci—n de trabajar para transformar la realidad, operaci—n con
ra de mirar. A ella le gusta ese un asistente a nuestros talleres explicaba que con sus cuarenta a–os de la que tambiŽs se transforma subjetivamente.
niño de cabello claro que se ha edad y sus veinte de ferroviario le hab’an hecho ÒsaberÓ que ya no te- Dicho todo esto Àes posible un trabajo comunitario sobre este tema?
sentado frente a ella, mirándola. n’a edad para otro trabajo,que lo que conoc’a no serv’a y que estaba No solamente lo considero como posible, sino que constituye un de-
Le gusta porque no conoce a nin- Òfuera de todoÓ. saf’o necesario para la construcci—n de ‡mbitos de reflexi—n, que a su
gún niño de cabello claro, le gus- El terror a la exclusi—n social,emerge como malestar presente en las vez promuevan redes solidarias, participativas y creativas,generando la
ta porque no se parecen en na- nuevas demandas instaladas en la cultura actual, formando parte de las interpelaci—n cr’tica de lo cotidiano y lo acontecido y como espacios de
da. Le gusta que sea el hijo del din‡micas subjetivas de esta cotidianeidad. elaboraci—n donde se posibilite la reconstrucci—n de nuevas identidades
pescador y que tenga desordena-
Sobre esto es v‡lido recorrer la cita de Le—n Rozitchner Òparecer’a individuales y colectivas descentrando las posiciones de desecho.
da su ropa. Pero ya lo ha visto
otra vez, en la parte trasera de la que el terror s—lo est‡ presente, cuando est‡ presente la amenaza del- Por supuesto que no desconozco las dificultades que se enfrentan.
camioneta, entre canastos podri- poder represivo. Pero el terror tiene una vida subterr‡nea mucho m‡s La implementaci—n de pol’ticas neoliberales ya tiene una larga his-
dos, sentado sobre una gruesa honda y duradera. Permanece profundamente en la sociedad,aœn mu- toria de arrasar territorios y desbaratar horizontes, pero justamente
soga de barco, que huele a vien- cho a–os despu–es de ser ejercido, s—lo que no se nota. El efecto fun- porque hoy el discurso de la imposibilidad es tan aplastante es que hay
to y sal. También le gustan aque- damental del terror consiste en que no accede a la conciencia. La an- que buscar los instersticios por donde transcurra la resistencia.
llos fantásticos peces sin cabeza, gustia que produce al aterrarnos nos escinde, penetra en la profubdi- Y si entre muchos valores que ha aportado el campo de la lucha por
le gusta pasar sus dedos por el dad del cuerpo y la conciencia queda anulada en su capacidad de cr’- los derechos humanos, hay uno que se destaca es Žse de que aœn en los
filo de las escamas, le gusta pen- tica y de pensamientoÓ momentos m‡s negros de la historia, se puede resistir a travŽs de revi-
sar que podría cortarse si quisie- Hoy, desde la problem‡tica del desempleo y otras formas de desva- sar lo hecho e inventar nuevas experiencias sociales, otras alternativas.
ra, le gusta escuchar el musical
limiento, continuamos asistiendo a efectos de la demolici—n subjetiva Y por ello esta pr‡ctica,como muchas otras que est‡n llevando a ca-
pregón que anuncia su llegada y
que su madre la envíe buscar que posibilitan la destrucci—n yoica y su entramado simb—lico reedi- bo desde diversos movimientos que apuntan a reivindicaciones socia-
aquellos peces, pescados por el tando antiguos mecanismos de culpabilizaci—n de la v’ctima, que diri- les, con chicos de la calle, con la lucha de las mujeres de los barrios,
padre del niño especialmente pa- giŽndose al s’ mismo lo impotentizan y le hacen cargar una sanci—n pu- con el tema del gatillo f‡cil, con jubilados,con temas de seguridad co-
ra ella, y verlos resbalar de un la- nitiva, dirigida al sujeto, pero que a la vez es sanci—n disciplinaria, que munitaria, etc. nos interpelan continuamente con relaci—n al sentido de
do a otro sobre el platillo de la se muestra al conjunto de la sociedad. nuestras pr‡cticas y a su lugar social.
balanza, como en un baile de lu- Las situaciones l’mites desbordan el aparato ps’quico,lo desorgani- ÀDesde d—nde ubicamos el ejercicio de nuestras pr‡cticas y alrede-
náticos errantes. zan ante la imposibilidad de elaborar las situaciones traum‡ticas. Por dor de quŽ ejes?
El pastor comienza a decir cosas ello, como equipo interdisciplinario de salud,propusimos un espacio Este Programa como como dec’a antes forma parte de un esquema
que ellos no comprenden. Habla grupal donde asistir e intervenir ante el efecto y las transformaciones de Promoci—n y Prevenci—n en Salud Comunitaria y cuando remar-
de la ‘Nueva Jerusalén’, y mien-
de todo tipo que desde el desempleo y la precarizaci—n laboral impac- camos la Promoci—n es porque Žsta se relaciona plenamente con el
tras todos están volcados sobre
sus biblias como sonámbulos, tan sobre las condiciones subjetivas, familiares y sociales de los traba- campo de los determinantes en Salud, quiero decir lo que hace a las
ellos levantan la vista y se que- jadores asistentes y tambiŽn nos ubicamos a nosotros mismos desde condiciones de vida y de trabajo, al ejercicio y desarrollo de las habi-
dan suspendidos en una mirada nuestras propias pr‡cticas precarizadas y devaluadas, en el marco de lidades y h‡bitos de vida personales, a los entornos f’sicos donde vi-
de mutua fascinación. Ella apoya un pa’s perifŽrico y en las condiciones de la actual globalizaci—n im- ven las personas, a todo aquello referido al material biol—gico, cultural
tímidamente los labios en la pal- perante. y social que dota a un ser humano de mejores posibilidades de vida
ma de su mano, cierra los ojos y Enfrentamos as’ diferentes trastornos de las actividades y funciones plena.
sopla como si diera vida a un in- ligadas al narcisismo, agigantadas por el vac’o y la soledad, paso pre- Es decir a promover situaciones, elementos, contextos, leyes y for-
secto dormido. El la imita, y a ella vio a la ruptura de todos los lazos sociales y quedando en lugar de los mas organizacionales que favorezcan la salud y por lo tanto est‡ ple-
le ha quedado en la boca la sen- perdidos proyectos de vida, s—lo la urgencia por sobrevivir, a veces a namente consustanciado con la cuesti—n de los derechos humanos.
sación de un beso.
cualquier costo. Finalmente remarco que ante tanta fragmentaci—n, tanto desmem-
Se–alaba Freud que las cat‡strofes naturales solidarizan el cuerpo bramiento y exclusi—n, los movimientos sociales, entre los que tienen
CENTRO PARA social,en tanto que las cat‡strofes sociales lo desagregan y dividen. un sitio especial los de derechos humanos, ofrecen un marco: el de la
LA PERSONA Estas œltimas situaciones empujan a quien las padece a estados de complejidad, el de operar buscando los anudamientos de las diversida-
Trabajo Corporal Integrador angustia,a veces incontrolable, que lo retrotraen a experiencias pretŽ- des que atraviesan, entrecruzan y traspasan los sectores que los com-
Psicomotricidad ritas de desamparo y desvalimiento, cuando desde su prematurez in- ponen y que ya no pueden ser contenidos en los l’mites de las cuestio-
Reflexología fantil requer’a de los cuidados de otro que pueda protegerlo. nes sectoriales.
Sesiones individuales y grupales Y cuando esto no ocurre se resiente cada vez m‡s la convivencia en Los movimientos sociales tienen una gran tarea en el horizonte que
Seminarios la trama social. es la de articularse con otros actores sociales, con agrupamientos de
Supervisiones Volviendo a otro concepto de Ulloa Òen el empobrecimiento subje- trabajadores,de desocupados, de estudiantes, con las universidades,
tivo,que constituye el rasgo mayor de la Cultura de la Mortificaci—n con representaciones pol’ticas y con todos aquellos sectores dispues-
Directora: María Angélica Familume
la valent’a deja paso a la resignaci—n acobardada y se produce una tos a concebir nuevas formas solidarias que posibiliten otras luchas
Paraguay 1465 - 1º "B" -Capital merma del accionar cr’tico. La queja no se recibe de protesta y la in- m‡s inclusivas, m‡s participativas y por supuesto m‡s aceptadoras de
4812-9106
mafamilume@fibertel.com.ar
fracci—n nunca llega a cobrar valor de transgresi—n y adem‡s la refe- las diferencias.
rencia a la muerte y lo mortecino afecta al cuerpo,que se muestra ago-
biado por la fatigaÓ. Sociedad Argentina de Psicodrama
Escuela Argentina Ante toda esta dura realidad,de la historia de la lucha por cambiar S.A.P. (1980-2004)
la misma surgen nuevos sujetos sociales que nos mencionan otras ins-
de Psicosofía cripciones en la construcci—n de subjetividad. Como la lucha organiza- Escuela de Psicodrama
Directora: Ada Fanelli
tiva que surgida desde los barrios m‡s carecientes,al calor del fuego se Formación teórico-vivencial
Nueva Carrera eleva y se extiende por todo el mapa, escribiendo con humo negro por Ciclo lectivo 2004 • Abierta la inscripción
Cosultor en Terapias Alternativas todo el territorio de nuestro pa’s las se–ales que hacen legible la injus-
Psicología Holìstica - Filosofía Oriental ticia social y que corporizan a quienes se pretend’a invisibilizar. Coin- Talleres abiertos
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sistema productivo, en vez de huelga, se interrumpe la circulaci—n de
Informes: 4958-7394 mercanc’as, en lugar de ocupar la f‡brica, se ocupa el espacio pœbli-
e-mail: sapsec@socargpsicodrama.com.ar

RESIGNIFICACIÓN Profesorado en Psicolog’a Social (4 a–os) Seminario teorico vivencial


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Campo Grupal / 4 Escribir es un acto de amor. Si no lo es, no es más que escritura. Jean Cocteau
Diván, piquete y psicoanalismo

De la psicología social
al psicoanálisis implicado Centro de Formaci—n
en Psicolog’a Social
-Liniers-
ACTIVIDADES 2004
Alfredo Grande, Miriam Rellán, Oscar Mongiano, Sandra v’a. Sin embargo, no habr‡ ni m‡rtires ni v’ctimas. No habr‡ fracasos, Carrera de Psicolog’a Social: 3 a–os.
López y Flora Herrera * aunque seamos, y no pocas veces, derrotados. Pero la derrota es una Directora: Norma Espa–—n
psicoanalisisimplicado@yahoo.com.ar contingencia yoica, que nada tiene que ver con los que Òfracasan al Carrera de Psicodrama: 3 a–os.
triunfarÓ que Freud describiera. No hay profec’a instituyente que no Directora: Adriana Piterbarg
I parte: ÒTraves’a institucional que no tiene la seguridad de una devenga, en su contradictorio proceso de institucionalizaci—n, institui-
Area Comunidad:
tierra prometida pero si la convicci—n de una apuesta compartidaÓ do. Pero es necesario discriminar entre instituido e instituido burocra- - Grupo para padres de adolescentes.
tizado. En esta œltima contingencia, los encuadres devienen baluartes. Gratuito
- Adultos Mayores, trabajo con el cuerpo

A
puesta colectiva. Convicci—n de que futurizar sucesos nos Se genera una dialŽctica negativa donde la espiral es regresiva. Son las
y grupo de reflexi—n. T e r e s i t a P Ž r e z
obliga a un presente de consistentes decisiones. Te—ricas, formas de fin de la historia en una escala de micropol’tica institucio- -Formaci—n de auxiliares de personas con dis-
pol’ticas, tŽcnicas. El psicoan‡lisis implicado es una de esas nal. Cuando las teor’as y las pol’ticas se encuentran en esta encrucija- capacidad, a cargo de la Fund. de artistas dis-
capacitados. Arancelado. S e r g i o M Ž n d e z.
decisiones. Nacido hace diez a–os como emergente no contingente, da solamente hay dos modos de resoluci—n: la reaccionaria y la revo-
por lo tanto necesario, de un seminario dictado por el Dr. Alfredo lucionaria. En la primera se observa la hegemon’a de los mandatos, Area Profesional:
Grande en la Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados. Su t’- los dogmas, la repetici—n, el Žnfasis exagerado, la sobreactuaci—n de -Maestr’a en Psicolog’a Social. Arancelado
Coordinaci—n:: R o m ‡ n M a z z i l l i
tulo: ÒEl Edipo despuŽs del Edipo: del psicoan‡lisis aplicado al los roles, y al decir de Bleger, la superfetaci—n. Hay multiplicaci—n pe- - Grupo de Investigaci—n. Gratuito.
psicoan‡lisis implicadoÓ. Primer traves’a que intent— sacudir los te- ro no hay multiplicidad. Mas de lo mismo y menos de lo diferente. Norma Espa–—n - Mercedes Alvarez
rritorios del psicoanalismo, tal como fuera descripto por Roberto Cas- Hay una proliferaci—n de mecanismos de microglobalizaci—n: las sec-
Area cultural:
tel (1). Ahora hablamos de una segunda traves’a. Pero no se trata de tas. Los intercambios se estereotipan y predomina una especie de cre- - Teatro -Debate, sobre textos de Gabriela
una llegada triunfal, al modo del CŽsar al conquistar las Gallias. Nues- do laico donde el l’der de turno es la œnica fuente de raz—n y justicia. Acher. 12 de marzo, 20hs (A la gorra)
tra llegada es m‡s bien la del caminante que ni siquiera est‡ demasia- Demasiados papistas para tan pocos papas. La revolucionaria es el
Informes: Te. 4653-5046
do convencido de que haya hecho camino al andar. Lo que podemos atravesamiento del paradigma, con la firme decisi—n de conmover has- e-mail: epsliniers@hotmail.com
afirmar es que no est‡ vencido y que tampoco ha dado nunca Òni un ta donde sea posible, la ciencia oficial. Como lo hizo Freud con la http//ar.geocities.com/psicologiasocialiniers
paso atr‡sÓ. Por eso llega pero al mismo tiempo vuelve a partir, qui- Neurolog’a, como lo hizo Pichon Rivi•re con el psicoan‡lisis. Pero si
z‡ a la pol’tica, al arte, a la ciencia, al combate. TambiŽn a la psicolo- la revoluci—n es un sue–o eterno, al decir de AndrŽs Rivera, tiene di-
g’a social, recuperando en ella el fundamento deseante y libertario que ferentes despertares. En este momento nuestro despertar es el psicoa-
so–ara Pich—n Rivi•re. Porque hablar de implicaci—n, es hablar del ni- n‡lisis implicado, en el cual psic—logos sociales, psic—logos, militan-
vel fundante. De las esencias. De lo que denominamos el Òpsicoan‡- tes de asambleas populares, cristianos de base, docentes, artistas pl‡s-
lisis de la plazaÓ en relaci—n excluyente e incompatible con el Òpsi- ticos, han encontrado en los seminarios de Buenos Aires y Mar del
coan‡lisis del palacioÓ. Del div‡n al piquete, evidenciando la marca Plata (2) un tiempo y espacio donde se comprueba, de diferentes ma-
social en la cl’nica actual. Pero esa marca social y por lo tanto colec- neras, que todo tiempo pasado no fue mejor. Porque en ese pasado el
tiva, ten’a que estar presente tambiŽn en el dispositivo de transmisi—n. psicoan‡lisis y los grupos operativos no hab’an encontrado aœn sus
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El Òdiv‡nÓ de la clase magistral, el seminario teoricista, la conferencia coordenadas de encuentro. ReciŽn ahora algunos psicoanalistas est‡n
engolada y soberbia, deb’a dar paso al ÒpiqueteÓ de los grupos opera- recordando que adem‡s de la escuela francesa e inglesa, Pich—n Rivi•- El Se–or de los Anillos. Ana S.
tivos. Donde la teor’a discursiva fuera, ahora s’, superada por una teo- re y JosŽ Bleger son pensadores sin los cuales, al menos para nosotros, Karacic. Desde el 16 de marzo 19hs
r’a encarnada en cada sujeto. Por tal motivo el psicoan‡lisis implica- es imposible seguir pensando. Y pensar es construir los dispositivos Civilizaciones Fara—nicas.
do hace palanca en el mismo punto de m‡xima consistencia de la psi- te—ricos, tŽcnicos, pol’ticos, libidinales, estŽticos que permitan el des- J.Estigarribia.
colog’a social: el colectivo autogestionario. Donde otra forma de pen- pliegue de eso que llamamos vida. Donde la concepci—n amplificada Desde el 8 de marzo, 19:30hs
Lectura compartida:
sar al sujeto se abre camino. ÒLa subjetividad es el decantado identi- de los v’nculos afirmen para siempre la visi—n de Rosa Luxemburgo:
Joseph Conrad con D.Mourelle.
ficatorio de la lucha de clasesÓ. Clases sociales y clases instituciona- Òla libertad de los dem‡s prolonga la m’a hasta el infinitoÓ Y esta li- Desde 10 de marzo, 19hs
les. Es entonces el grupo operativo el espacio privilegiado en el cual bertad es la que el psicoan‡lisis implicado pretende sostener. Sin ne-
esta lucha puede descifrarse, levantando los obst‡culos resistenciales cesidad de repetirla tres veces, ni siquiera una. Solamente ejerciendo
que podr’an cristalizarla. Resistencias libidinales, pol’ticas, hist—ricas, y promoviendo el pensamiento cr’tico hacia todos y hacia cada uno de ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
Lectura de Poes’a. Manuel Lozano
sociales, ideol—gicas, institucionales. Promover los modos yoicos de nosotros. An‡lisis colectivo de la implicaci—n, que incluye la produc- 9 de marzo a las 19:30hs
producci—n de subjetividad en detrimento de los modos superyoicos. ci—n te—rica que en este campo grupal pretende asomarse. Cl’nica de Escritura. Daniel Mourelle
Desalojar los Ideales de Supery—, verdaderos cultivos de pulsi—n de 5 de marzo a las 19 hs
II Parte: ÀDe quŽ hablamos cuando hablamos de formaci—n en êconos - E.Fiamingo-F.Capellini
muerte, para recuperar los Ideales del Yo, cultivos de pulsi—n de vida. Inauguraci—n 26 de marzo a las 19.30hs
Sin embargo, el camino a recorrer es dif’cil, hasta el mismo extremo Psicoan‡lisis Implicado con grupos operativos?
donde Icaro quem— sus alas. El anatema de ser Òlos idiotas del pese- Laprida 1963 PB ÒBÓ Tel/Fax: 4803-9764
breÓ ser‡ una de las tantas cruces que habr‡ que sostener en nuestra Haciendo un an‡lisis intrasistŽmico del esquema conceptual, refe- E-mail: espacioylc@yahoo.com

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El hombre puede creer lo imposible, pero jamás creerá lo improbable. Oscar Wilde Campo Grupal / 5
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“Arriba ni una teja para


cubrir la cabeza;
abajo ni un centímetro de tierra
donde asentar el pie”
Antiguo proverbio Zen.
rencial y operativo de la psicolog’a social pensada por el Dr. Enrique do de producci—n subjetiva superyoica. Los predominios son observa-
Mi abuela decía que Montevideo Pichon Rivi•re, podemos encontrar articulaciones posibles entre el dos e interpretados en los niveles manifiestos y latentes de la conduc-
tenía el piso hueco. Era una ita-
psicoan‡lisis implicado y aquella disciplina, que fundamentan la per- ta. El an‡lisis de lo expl’cito y la interpretaci—n de lo impl’cito a tra-
liana gorda y temperamental
que, inesperadamente, mientras tinencia de un trabajo interdisciplinario en la formaci—n. (3 y 4) vŽs de la unidad de trabajo: emergente Ð intervenci—n - existente da-
amasaba ravioles o exquisitos Estas articulaciones son por lo menos en tres niveles: r‡n las caracter’sticas de los modos de producci—n de subjetividad pre-
dulces de nombre olvidado, po- 1-Nivel de la gŽnesis: ambos desarrollos te—ricos nacen a partir de dominantes.
día hacer declaraciones de esa una cr’tica al psicoanalismo, es decir Òel psicoan‡lisis del palacioÓ.
índole. Yo era demasiado pe- Partimos de cuestionamientos te—ricos con relaci—n a conceptos freu- Son caracter’sticas del modo de producci—n yoica:
queño para entender. Me imagi- dianos y a sus aplicaciones. As’ como Pichon Rivi•re propon’a sacar - la apropiaci—n colectiva del producto, aprendizaje socializado y
naba, creo, que ella ejercía una el div‡n a la calle, hoy decimos que es justo y necesario, en tŽrminos construcci—n de un ECRO grupal
extraña forma de adivinación, de justicia social y satisfacci—n de las necesidades insatisfechas (b‡si- - un afecto predominante de ternura primaria que redundar‡ en una
que en las mezclas de harina, cas y no tan b‡sicas y no por ello menos necesarias), hacer una praxis conducta cooperativa entre los integrantes
huevos y mieles leía sus orácu- del psicoan‡lisis de la plaza, comprometido en la construcci—n de pro- - toma de conciencia de la necesidad como conducta opuesta a la sa-
los. Pero en ese momento lo
cesos autogestivos mediante el an‡lisis de la implicaci—n y de los mo- turaci—n de la conciencia por los medios invasivos de comunicaci—n
que más me interesaba era el
sabor de sus artes. Por eso dos de producci—n de subjetividad. - plasticidad y dinamismo de las estructuras
nunca llegué a saber si maneja- 2-Nivel conceptual: al ser el ECRO de la psicolog’a social un siste- - uso instrumental de los mecanismos de defensa
ba alguna clase de información, ma abierto de ideas, que alcanzan una vasta generalizaci—n por la ope- - operatividad como criterio de verdad
que luego traducía a su modo, o raci—n de ir de lo general a lo particular y viceversa, de una forma - la singularidad como nivel superador de todas las particularidades
si dominaba magistralmente la constante, permite la investigaci—n activa, es decir involucrando a los aportadas en el grupo
metáfora. sujetos del aprendizaje en la construcci—n de los conceptos y en la
El asunto del vacío de basa- aplicaci—n de los mismos. Los conceptos son herramientas para el co- Son caracter’sticas del modo de producci—n superyoico:
mento empezó a preocuparme nocimiento, no son el resultado a posteriori, sino que entre teor’a y - expropiaci—n del producto por parte de unos pocos que ejercen
muchos años después, cuando pr‡ctica hay un movimiento totalizante que produce un conocimiento cierta dominaci—n, seducci—n sobre los otros como forma de acapara-
ella ya no estaba para darme superador de ambas. La utilizaci—n del ECRO de la psicolog’a social miento de la fuerza productiva. En s’ntesis se apropian de la plusval’a.
explicaciones. Porque si era
como herramienta en la formaci—n de psicoan‡lisis implicado tiene - captura de toda la producci—n deseante
cierto lo que mi abuela afirma-
ba, y generalmente lo era, está-
una direccionalidad, es decir utilizamos la herramienta con un fin: - adoraci—n en lugar de amor, incapacidad para albergar sentimien-
bamos, por decirlo así, viviendo pensar al psicoan‡lisis como un analizador de la cultura y utilizar los tos de odio hacia el represor
en el aire. Es verdad que La instrumentos derivados de este pensar en la planificaci—n de un cam- - actuaci—n por mandato, amenaza, prohibici—n o castigo
Ciudad Vieja y buena parte del bio social y subjetivo, (la ÒyÓ es un coordinante en problemas en esta - acumulaci—n de particularidades, m‡s de lo mismo
Barrio Sur están asentados so- propuesta ya que deber’amos alterar el orden de los tŽrminos cuantas - aparece como figura el rol del idiota del pesebre, aquel que enun-
bre una maraña de pasadizos, veces sea posible). cia la existencia del pesebre, lo antagoniza pero no lo elimina, es el
túneles y sótanos, en su mayor 3-Nivel metodol—gico-tŽcnico: el mŽtodo de la Psicolog’a Social es contestatario inhibido en su nivel deseante que resulta incapaz de ge-
parte tapiados y olvidados. La el mŽtodo dialŽctico, una de sus premisas fundamentales es el an‡lisis nerar una singularidad. (7)
ciudad, en su origen plaza fuer- de las partes contradictorias del objeto. Es decir el principio de iden- - rigidez y estereotipia de los mecanismos de defensa
te, creció apoyándose en los tidad de los opuestos o contrarios, fuente din‡mica de los procesos so-
restos de la muralla que la de- ciales. Es el grupo operativo el instrumento para el logro de una pra- Marie Langer escribi—: Òno renunciaremos ni al marxismo ni al psi-
fendía. De tanto en tanto, pro-
testando por la demolición de un
xis en la medida que permite aprender a pensar, a vencer a travŽs de coan‡lisisÓ(8). Los autores pensamos de manera similar. No renun-
viejo edificio, aparecen vesti- la cooperaci—n y la complementariedad en las tareas los obst‡culos ciaremos ni a la psicolog’a social ni al psicoan‡lisis implicado. Al
gios: sótanos, túneles y corredo- epistemol—gicos (inherentes al objeto) y epistemof’licos (inherentes al menos y al mas, este es nuestro deseo colectivo.
res subterráneos construidos sujeto) a partir del cuestionamiento de los esquemas referenciales. El
con las rocas de la muralla origi- sujeto del aprendizaje en tanto y en cuanto realiza esta operaci—n de Notas y datos bibliogr‡ficos:
nal. Pero algo me decía que mi subjetivaci—n har‡ consciente aquello que sabe pero que no sabe que 1-Castel, Roberto. ÒEl psicoanalismo. El orden psicoanal’tico y el poderÓ. Editorial Si-
abuela no hablaba de eso. glo XXI (1974)
sabe (un saber del inconsciente) siguiendo la genial frase freudiana. El 2-Organizado por ATICO y la cooperativa ALETHIA. Ricardo Silva fue el coordinador
Cuando empecé a notar que an‡lisis de la implicaci—n incluye la revisi—n del esquema referencial docente. Cursaron en un semestre 30 alumnos con distintas pertenencias, tanto profesio-
los vecinos guardaban la verdad primario del sujeto del aprendizaje (aquel con el que llega al grupo); nales como laborales.
en el sótano, que las emociones la bœsqueda del nivel fundante de la subjetividad y el esclarecimiento 3-Pichon Rivi•re, Enrique. ÒDel Psicoan‡lisis a la Psicolog’a Social I, II y IIIÓ, Edicio-
corrían por soterrados y silen- acerca de las formas en que el sujeto est‡ implicado o sobreimplicado nes Nueva Visi—n (1985)
ciosos pasadizos y que sólo ex- 4-Zito Lema, Vicente. ÒConversaciones con Enrique Pichon Rivi•re sobre el arte y la
cavando profundo podía apare-
en la tragicomedia social (an‡lisis hist—rico de las pol’ticas del poder locuraÓ, cap. VI, Ediciones Cinco (1976)
cer algún vestigio de las mura- y de los modos de producci—n). ÒImplicarse es subvertir nuestro lugar 5-Grande, Alfredo. ÒEl Edipo despuŽs de El EdipoÓ, p‡g. 40. Editorial Top’a. (1996)
llas, me hice psiquiatra. Tiempo de miembros de todas las masas artificiales que sostienen al sistema 6-Grande, Alfredo. ÒPsicoan‡lisis Implicado: la marca social en la cl’nica actualÓ, Edi-
represor. Es recuperar el lugar para el asombro y la indignaci—nÓ(5). torial Top’a (2002)
después, absolutamente pálido,
7-Grande, Alfredo. ÒPsicoan‡lisis Implicado: la marca social en la cl’nica actualÓ, Edi-
comprendí que, aún intentando Lugar al que solamente se accede preguntandose sobre lo obvio, sobre torial Top’a (2002)
remover esas enormes rocas aquello que por tan cercano se hace invisible, desnaturaliz‡ndolo, vol- 8-Langer, Marie. Cuestionamos 1. Granica Editor. (1972)
mohosas, seguíamos viviendo viendo a dar significado a aquello que ha sido vaciado de sentido. Es-
bajo tierra. Mucho más me llevó taremos hablando entonces de la soga en la casa del ahorcado (6). En- * (Miembros del equipo docente del Seminario de Psicoan‡lisis Implicado
entender que estábamos obse- tendemos a la soga como un analizador que permite resignificar las Buenos Aires)
sionados en encontrar apoyo, condiciones de inexistencia, ya que no se trata de subsistir en un sis-
aunque fuera en la tierra firme tema represor, sino de no existir como negaci—n del ser. Los ahorca-
de algún túnel subterráneo.
dos son aquellos inexistentes para el sistema, los nuevos desapareci-
A mi abuela la mató la diabetes.
Se levantaba en la madrugada dos. ÀAlguien puede decir que no pertenece o est‡ en riesgo de perte-
para comerse, a escondidas, los necer a esta clase de no-sujetos? La finalidad del dispositivo de grupo
dulces que elaboraba para no-
sotros, eso decía, durante todo
el día. Quizás por eso no me
operativo ser‡ crear las condiciones de posibilidad para que el inte-
grante ponga en juego y se cuestione su modo de producci—n de sub-
jetividad. Este poner en juego dar‡ lugar a un modo particular de in-
PSICOLOGIA
explicó que no hay más remedio
que vivir en el aire. Cuando al
fin lo entendí, tuve que volver a
teracci—n y organizaci—n grupal. Si lo que predomina es el nivel de-
seante de las subjetividades puestas en juego habr‡ en el grupo un mo- SOCIAL
do de producci—n subjetiva yoica; si por el contrario, lo que predomi-
hacerme psiquiatra. na es el mandato, la prohibici—n, la amenaza, el castigo, ser‡ un mo-
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de los hijos
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ÒMuy lejos del mar, se enciende otra sal, "LA ARGENTINA
y crece en sus ojos como un destello Y SUS INSTITUCIONES"
que no te deja dormir... Panel: Dr. Gregorio KAMINSKY,
El amor ciego no se controla Lic. Cristian VARELA y
el amor explota.Ó Lic.Roberto MONTENEGRO
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E
l debut sexual de los hijos le mueve el piso a cualquiera... y
sino, el que estŽ libre de movimientos que arroje el primer Informes: 4983-2278 - 4981-2193
profil‡ctico. Podr’amos pensar que en estos casos el problema es que Òel
ÀC—mo no sentir un sacud—n cuando de golpe y porrazo esas amor no explotaÓ.
dulces criaturitas que constru’an castillos de arena con su baldeci- La virginidad ha dejado de ser aquella ÒjoyaÓ que enorgullec’a a Grupo Ananké
to y su pala, ahora hacen otras cosas en la playa? nuestras abuelas, o bisabuelas, convirtiŽndose en una carga pesa- Artes y Psicoterapias
Esos locos bajitos, al decir de Serrat, que un buen d’a dejan de da que quien lleva no sabe muy bien donde dejar. De este modo re-
lata su experiencia la novelista çngeles Mastretta:
ser bajitos y se vuelven Ð y nos vuelven Ð cada d’a m‡s locos. Primera Escuela de
D.W.Winnicott, quien siempre me ha resultado un buen sostene-
dor en el intento - no del todo fallido - de ser una madre suficien- ÒMe dijeron que la virginidad era un tesoro, pero cuando lleguŽ Terapeutas Escénicos
temente buena; dec’a que los padres de adolescentes simplemente a la Facultad de Ciencias Pol’ticas a los veinte a–os, cargada con
semejante tesoro, fui vista con tal conmiseraci—n que aœn me doy Abierta la inscripción
ten’an que sobrevivir... De eso se trata, y despuŽs de todo, afortu-
nadamente, la adolescencia de los hijos es solamente una vez. pena al recordarme. ÀY ni siquiera te masturb‡s? Me pregunta- para el ciclo 2004
En mi caso, no s—lo cuento con dos hijos en Òedad de merecerÓ, ron... ConsiderŽ de un d’a para otro que ser’a mi deber ponerle re-
sino tambiŽn con una buena cantidad de pacientes adolescentes Ð medio a semejante desatino. Y se lo puse. PasŽ entonces de la fe- 4659-4007 4443-8965
Informes:

y no tanto Ð que transitan por el ansiadotemido debut sexual. ria de la abstinencia a la del derroche...Ó grupoananke@ciudad.com.ar
Litto Nebbia cantaba ÒSi algo ha cambiado eso es nosotros...Ó,
y as’ como se han ido modificando tantas cuestiones en diferentes Las dudas m‡s corrientes en los adolescentes no pasan por un
—rdenes de la vida cotidiana, el Òcu‡ndoÓ y el Òcon quiŽnÓ del de- dŽficit de informaci—n sobre lo sexual, sino por falta de claridad en Instituto de
but sexual tambiŽn ha variado. cuanto al momento oportuno y a quien ser‡ el elegido como parte-
naire. Psicodrama Moreno
A–os atr‡s, muchos muuuuchos a–os atr‡s, el momento del de- Director Dalmiro Bustos
but sexual estaba socialmente establecido: las mujeres deb’an lle- ÀC—mo situarse desde el rol de padres de estos adolescentes que
gar v’rgenes hasta el casamiento y los hombres debutar lo antes se mueven en un mundo donde las relaciones amorosas tienen
otros ritmos, otros c—digos, otras expectativas, otro funcionamien- Trainning en psicodrama
posible con alguna Òmujer de la vidaÓ. Este era el paradigma vi-
to? para profesionales.
gente y quien no lo respetara contar’a con la inquebrantable cen-
sura de los otros. DespuŽs el paradigma dej— de ser el matrimonio Los seres humanos estamos encadenados a las transformacio-
nes, y las transformaciones de los hijos necesariamente nos van Palermo – Informes
y pas— a ser el amor, es decir que para hacer el amor hab’a que es-
transformando en otros padres. Lo cierto es que m‡s all‡ o m‡s ac‡ de 9 a 16 hs.
tar profundamente enamorado/a y no esperar que una libreta lo
certificar‡. En muchos casos se trataba entonces de un debut com- de cualquier intento por detenerlo Òel tiempo no paraÓ y cuando
Òel amor explotaÓ, se inunda el clima familiar con una mezcla de Tel.: 4862-7867
partido con un primer gran amor. psicodrama@sion.com
ÀY quŽ pasa hoy al respecto?ÀCu‡les son los paradigmas actua- alegr’a y desconcierto. Debut sexual que nos lleva de la mano a
les? ÀD—nde quedaron los primeros grandes amores? ÀCœando y reandar nuestros propios comienzos.
con quien ÒdebutarÓ sexualmente? Hace unos d’as un art’culo del Clínica Salud
diario La Naci—n sosten’a que los adolescentes se inician sexual-
mente m‡s temprano, (alrededor de los quince a–os para ambos se-
SEMINARIO ANUAL Psicoanálisis Implicado y Cambio
Analizador de la cultura
xos), estableciendo relaciones menos comprometidas. "Siempre quise cambiar
En estos ciber tiempos, donde los v’nculos virtuales pueden ser Coord. General Dr. Alfredo Grande algo y no pude"
"Implicarse es subvertir nuestro lugar de miembros de todas las masas
m‡s reales que los otros, donde las relaciones espor‡dicas gozan
de buena prensa, he notado que el rango et‡reo para el debut se-
artificiales. Es recuperar el lugar para el asombro y la indignación" Un fin de semana
xual se ha ampliado considerablemente. As’ como algunos empie-
Docentes Coord. Grupo Operativo recreativo-terapéutico
Lic. Eurgenio Alonso Lic. Ps.Soc. Oscar Mongiano
zan m‡s temprano, otros lo hacen mucho m‡s tarde. Lic. María Casariego Ps. Soc. Miriam Rellán Ultimo fin de semana de marzo
En el ‡mbito cl’nico, es frecuente observar j—venes de m‡s de Lic. Lidia Glutsman Ps. Soc. Flora Herrera 4803-3528 15-4444-6818
veinte a–os que todav’a no han logrado concretar una relaci—n se- Lic. Lelia Sarmiento Ps. Soc. Sandra López 4801-2928 15-5307-0655
xual completa, con el concomitante conflicto que esto les acarrea: www.clinicasaludycambio.com.ar
Inf. 4553-3800 / psicoanalisisimplicado@yahoo.com.ar
mœltiples inseguridades, baja autoestima, trastornos de ansiedad,
Av. Independencia 1656 Dto 2 Cap. Fed. • Inicio: 12 de abril
dificultades para relacionarse con sus pares, etc.
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Dirección: Lic. Raul Cela
INSCRIPCIÓN Psicólogo Clínico. Psicodramatista. Analista Institucional.
CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y 2004 Asistencia -Formación -Investigación
ASESORAMIENTO EN PSICOLOGÍA PRÁCTICA
os
Individual/Pareja/Familia/Grupo
ñ
36 a CLÍNICA Abierta la inscripción a los grupos de
Presidenta: Dra. María Rosa Nodar formación de terapeutas y coordinadores de
Secretaria: Lic. Susana Bricht RENTADA grupo año 2004. Grupo inicio en: Filosofía,
Zen y vida cotidiana (todo público).
Director
RESIDENCIA EN PRÁCTICA CLÍNICA Dr. Bernardo Kononovich
rcela@ciudad.com.ar.
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niños, adolescentes, adultos, parejas y familias
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Ningún hombre es feliz sino por comparación. Thomas Shadwell Campo Grupal / 7
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Etica y poder
en épocas de crisis
Adriana Zambrini mento de un proyecto moralizador del mundo, que organiza amenaza frente a un poder que requiere de la masificaci—n
zambrini@imagencristal.com.ar los valores en relaci—n a la funcionalidad a un sistema que homogŽnea de lo mismo.
se otorga el derecho natural del bien y del mal. Todo pensamiento o acci—n creativa, que proponga otra
ÒEn todo ser racional existe la capacidad para distin- Un proyecto de vida Žtico, por el contrario prioriza la li- relacionalidad de los signos, que produzca lenguaje, que de-
guir lo verdadero de lo falso, de sopesar las evidencias y bre expresi—n de una comunidad o de sus individuos, como sestabilice las verdades œnicas, es vivido como una fisura al
de confrontar el mundo con las ilusiones. En esta capaci- singularidades constituidas por una grado de potencia. sistema e inmediatamente resignificado como un atentado
dad es donde reside nuestra dignidadÓ La potencia, dice Spinoza, es un grado de intensidad que contra la paz . Una paz que al decir de Negri Òqueda signa-
Spinoza nos caracteriza a cada uno como singularidad, y que se ma- da por la fatiga de la lucha y la usura de las pasiones. Se re-
nifiesta en el cuerpo y el esp’ritu a travŽs de nuestra capaci- duce a la condici—n miserable de la mera supervivenciaÓ.

E
l diccionario etimol—gico define por crisis: el punto dad de afectar y ser afectados. Una potencia que es interior La desigualdad entre ricos y pobres, tan honda y siempre
decisivo, el momento inestable. Es cortar, separar, de- a la Naturaleza, que nos incluye en ella y no nos define por tan igual a si misma, se instala en el lugar de lo heterogŽneo,
cidir. ninguna cualidad racional. que denota una diferencia de potencias, cuando en realidad
Es el momento decisivo y grave de una persona, situaci—n Por lo tanto la vida es una problematizaci—n permanente, es solo una diferencia de poderes.
o colectividad. que nos enfrenta a la responsabilidad de experimentar la me-
Esta definici—n de crisis me cuestiona la utilidad de la jor relaci—n posible entre todos los cuerpos que coexistimos ÒLa modernidad misma se define como crisis, una crisis
misma, para determinada imagen de pensamiento que nece- en la naturaleza. La destrucci—n de cualquier elemento de la nacida del conflicto ininterrumpido entre las fuerzas inma-
sita de la potencia colectiva para establecerse. misma atenta contra nuestra propia destrucci—n, ya que par- nentes constructivas, creativas y el poder trascendente que
Quiero partir de la hip—tesis de una cultura de la crisis y ticipamos de una misma masa de fuerzas aunque en grado apunta a restaurar el ordenÓ A. Negri.
no una cultura en crisis. diferente. Pero Àc—mo construir un devenir-sujeto colectivo, no de la
Por lo tanto la crisis como productora y funcional a un de- La crisis como enfrentamiento de poderes, del poder de crisis, sino de la potencia?
terminado juego de poder. control contra el poder de acci—n, en funci—n de un orden Pensar en tŽrminos de potencia consiste en cambiar una
Antonio Negri ya nos alerta de la necesidad de la crisis en que organiza la acci—n y por lo tanto el deseo, promueve una metaf’sica siempre trascendentalista por una ontolog’a,
la modernidad, lo que el define como Òel orden contra el de- disminuci—n en nuestra capacidad de actuar y de pensar, que siempre inmanentista. Esto es, que el hombre recupere su
seoÓ. De este modo se impone un poder trascendente cons- nos aleja de nuestras fuerzas, ya sea como individuos o co- poder en el mundo, la confianza en su pensar y accionar.
tituido contra un poder inmanente constituyente. mo comunidad. Renunciar a los absolutos del Bien, de lo Justo... en nom-
Pensar en tŽrminos de crisis nos ubica en una oposici—n La crisis, al relacionar los elementos en cuesti—n de modo bre de los cuales todo est‡ justificado, hasta la muerte. Este
binaria, de opuestos, que caracteriza nuestra imagen de pen- tal que el problema quede enunciado como conflicto, o sea pensamiento de los absolutos confirma su poder en la segu-
samiento occidental. Gobierna de este modo la producci—n como enfrentamiento de intereses y fuerzas, demora al suje- ridad de lo œnico y no de lo relativo al flujo de los aconteci-
de ideas y de afectos, y somete a los cuerpos a una puja de to en un aislamiento individual, oponiendo la realidad a un mientos, sin embargo en el momento de actuar justifica
fuerzas donde las fuerzas del orden ganan la partida a las supuesto mundo interno. cualquier acci—n acomodando la lectura de los mismos en
fuerzas activas de creaci—n. Los valores de la cooperaci—n y la solidaridad, producidos funci—n de objetivos no siempre expl’citos, y que responden
Bergson ya nos advierte del peligro de los problemas mal a partir de la mezcla de los cuerpos, se cambian por rivali- a intereses que aseguren el control de cualquier manifesta-
planteados, que encierran a los elementos en cuesti—n en una dades establecidas previamente por un juego que valora la ci—n de autonom’a. À Ser‡ esto a lo que se llama hipocres’a?.
relaci—n que solo confirma el campo de lo imposible, que competencia y la posesi—n de bienes o ideas œnicas, antes Cambiar la crisis, siempre instrumental al juego de poder
desde una justificaci—n trascendentalista reafirma la idea de que la existencia como movimiento y relaci—n de heteroge- de dominaci—n, por una distancia cr’tica en el pensamiento
un ser carenciado frente al modelo o ideal siempre imposi- neidades. y la acci—n, es una tarea de multitudes, de una subjetividad
ble de lograr. El intento nuevamente de separar la subjetividad personal colectiva que cambie el rŽgimen de signos cerrado y autore-
Esta convicci—n de lo inalcanzable que opera como orde- de la subjetividad social, o de desligar la subjetividad social ferencial, por un territorio abierto al movimiento de las
nador del pensamiento y la acci—n, somete el deseo del hom- del agenciamiento donde Žsta se produce, es un intento ma- ideas y de las circunstancias.
bre a un peregrinar ininterrumpido por objetos que obturan nipulador de los diversos agentes de Žste agenciamiento, de Formular problematizaciones que vayan al ritmo de la
la proliferaci—n deseante. Este mundo de objetos y sujetos aislar al individuo o a ciertos sectores de la comunidad que realidad cambiante, y no insistir en preguntas mal formula-
relacionados de un modo determinista y alienante, en la bœs- podr’an ser potenciales agentes de cambio, si recuperasen la das que nos dejan boyando en una circularidad repetitiva, al
queda infructuosa de una completud imaginaria que inte- conciencia discriminadora entre verdad e ilusi—n. servicio de que el deseo quede capturado en aislamientos in-
rrumpe el devenir, cambia en el hombre el poder de la ac- El efecto anestesiante del estado permanente de crisis, co- ternos que no son ingenuos.
ci—n y la experimentaci—n como expresi—n de su potencia, mo estado ambiguo, inestable, justifica la acci—n decidida de Dice Nietzsche que lo ingenuo es una acci—n que no se
por el poder de posesi—n reaseguradora del objeto. Una me- los que se autoproclaman esclarecidos. propone ninguna finalidad previa. Opera por resonancias y
taf’sica que destituye a una ontolog’a. Pol’ticos, empresarios, docentes, terapeutas, publicistas.... relaciones mœltiples de sus elementos, experimenta con la
El hombre alejado del ser y su potencia, cambia la liber- la lista de lugares sociales autoesclarecidos es interminable, vida y la produce. No hay enfrentamiento, sino resistencia
tad y la confianza en si mismo, por la seguridad y el miedo nutriŽndose de la potencia de quienes los ocupan transitoria- ante lo que se impone como una verdad œnica. Hay afirma-
a perder lo constituido. mente, ya que para ser un conspicuo representante del juego ci—n de los valores que permiten el despliegue de la autova-
La crisis como tal, podr’a pensarse en tŽrminos de la ins- hay que renunciar a la autonom’a de la acci—n y el pensa- loraci—n y la cooperaci—n.
talaci—n de este mecanismo de control, en tanto se parte de miento, a cambio de la ilusi—n de prestigio y seguridad. Hablar de afirmaci—n y no de oposici—n, cambia el eje de
la convicci—n de un sujeto dŽbil y culpable que debe ser con- Al ser actores de estos movimientos deben quedar some- la crisis por el de producci—n y problematizaci—n.
trolado y manipulado hacia una finalidad preestablecida, tidos a sus consecuencias, por lo tanto deben ofrecer a cam- Para que advenga un nuevo sujeto social, que priorice la
que opera como garant’a del bien y de la salud, en tanto Žs- bio ciertos flujos vitales como rehenes del juego. vida como afirmaci—n, es necesario excluir del cuerpo social
ta implica la adaptaci—n a los par‡metros de una organiza- Nuevamente la separaci—n y divisi—n de los flujos que y de su pensamiento la naturalizaci—n de la explotaci—n y la
ci—n social que desde una trascendencia del poder de domi- permiten garantizar zonas de crisis en cualquier individuo. dominaci—n de sus singularidades, por sobre su derecho a la
naci—n, estipula las reglas de juego de lo correcto y lo inco- Cada sujeto es parte del juego reproductor de crisis. autodeterminaci—n.
rrecto. El que no se somete e intenta entramar con una realidad Cambiar un proyecto moral por un proyecto Žtico, que
La crisis, entonces podr’amos pensarla como un instru- siempre cambiante, afirmar su diferencia, es marginado y despliegue las potencias singulares de la comunidad.
clasificado como amenaza. El problema abre y construye un espacio posible en la
Nutrirse de afectos de desencanto, angustia, miedo, dolor, efectuaci—n, en tanto las circunstancias se construyen desde
E.I.P. Equipo Interdisciplinario Paso otorgan la seguridad de que ningœn cambio es posible, y que el poder hacer. Aquellas fuerzas reactivas, en tanto no go-
Dra. Alicia Siguelboin (Abog.) y Lic. Silvia Schverdfinger (Psic.) solo hay que dejarse llevar por la certeza de lo imposible. biernen operan como reguladoras necesarias en un vaivŽn
Lo heterogŽneo, lo m—vil, lo cambiante, es vivido como con la vida.
AREA LEGALES Pero cuando las fuerzas de organizaci—n se transforman
Dra. Alicia Siguelboin y equipo. en fuerzas de dominaci—n y control, se interrumpe este de-
Previsional - Familia
Mediaciones oficiales y privadas
www.clinicagrupal.com.ar venir y sobreviene la crisis como su expresi—n.
Si existe una crisis, Žsta es la del juego de un poder de or-
* Grupos terapéuticos. ganizaci—n que busca trasladar su mecanismo de la crisis al
AREA PSICOLOGÍA CLÍNICA * Supervisión y seguimiento de proyectos plano de lo individual, para liberarse de sus propias contra-
Lic. Silvia Schverdfinger y equipo. * Grupos de reflexion a cerca de las masculinidades dicciones, ya que este juego se alimenta de las fuerzas de-
Psicoterapia individual - pareja - familia seantes de la misma multitud que intenta controlar.
* Taller interactivo "Herramientas para el afrontamiento La crisis es separaci—n, y es esta separaci—n la que permi-
Psicodiagnóstico - Psicoprofilaxis de situaciones de crisis y cambio" te el afianzamiento de una organizaci—n de las fuerzas pro-
Orientación Vocacional - Temas de Adopción * SEMINARIO ANUAL DE PSICODRAMA Y GRUPO 2004 ductivas del hacer y la apropiaci—n de las mismas.
Charla informativa: 3º viernes de marzo 19 hs. Mientras el sujeto aislado reproduzca en la intimidad de
G.ET. Grupos de Encuentros Terapéuticos
¿Cómo queremos vivir hoy, qué deseamos para el mañana? Informes: 4804-5811 su vida cotidiana, la crisis de este juego de poder, al liberar
su potencia y capturarla al mismo tiempo en prejuicios,
Entrevista individual sin cargo Coordinador: Lic. Guillermo Vilaseca mandatos religiosos milenarios, manipulaciones de ideas,
Miembro de IASOM Asociación Internacional de Estudios del Varon - Miembros de IAGP Asociación Internacional de Grupos etc., que est‡n al servicio de inmovilizar su poder creativo,
Tel: 4962-4583 info@interdisciplinario.com.ar
www.interdisciplinario.com.ar www.varones.com.ar estar‡ convencido de ser culpable de no llegar al modelo
ofrecido como meta de la vida. Se parte de una existencia

Campo Grupal / 8
Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos. Plutarco
CURSOS DE
PSICONEUROINMUNOLOGIA
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Y OTRAS DEMENCIAS SENILES
- BASES NEUROBIOLOGICAS
DE LA MEMORIA
A cargo de la
Dra. María Rosa Quartino
culpable. diferencia de los existentes, su configuraci—n cultural y re- Medica neurologa-psicoterapeuta
De este modo, el poder se libera de ser cuestionado en sus ligiosa.
4522-1371 4523-2450
fines y puede moverse con impunidad, ya que es puesto en El poder se hace profŽtico, se habla en nombre de un dios, mrquartino@yahoo.com.ar
tela de juicio el individuo siempre imperfecto, y no el juego del Bien, de la Justicia. Una guerra moral que desconoce la
mismo. Cuanta responsabilidad tenemos los terapeutas en potencia Žtica de lo humano.
esta manipulaci—n macabra, que hace de la existencia una Y todo se desmorona!!! El mejor pretendiente del mode- SEMINARIO
pesadumbre justificada!! lo muestra sus miserias: el pueblo no debe saber de quŽ se
Se nos vende como figuritas a intercambiar la convicci—n trata... debe dormir en su sue–o de asno!!! no hay que de- PSICOPATOLOGÍA
de nuestros males como producto de nuestros errores. De sasnar!! EN GRUPOS, PAREJAS
esta manera no se cuestiona lo que produce el mal, o sea lo La prensa no debe hablar, no debe mostrar. La comunica-
que nos aleja de nuestro poder hacer, sino que nos sentimos ci—n muestra su verdad.
Y FAMILIAS
responsables de los efectos que estos mecanismos produ- El tercer mundo denuncia, tiene poco que perder. Una Destinado a estudiantes y trabajadores
cen, sin ver que nuestra responsabilidad pasa por no tener parte del primer mundo que queda afuera se al’a a las fuer- de la salud, educación, coordinadores
un pensamiento cr’tico que conozca los modos y los meca- zas dispersas y configuradas del tercero, el mapa cambia su de grupo, etc.
nismos de operar de este juego y sus objetivos, reproduciŽn- distribuci—n pero aœn persiste el mismo territorio, aunque fi- Docente: Lic. Norberto Lipper
dolos ciegamente. surado, con sus contornos abiertos. Peligro!!! hay que refor-
Informes: 4854-1263
Somos empleados œtiles de lo que genera nuestra misma zar el control del centro, inhibir toda producci—n de consis-
destrucci—n. tencia... e-mail: norlip@2vias.com.ar
Spinoza ya en el 1600 se preguntaba porquŽ el hombre lu- El mundo sangra en el cuerpo de miles de inocentes an—-
cha por su propia esclavitud. Tanto la esclavitud del exitoso nimos.
como la del perdedor en esta trama. Trama tramposa que El mundo de la representaci—n cae, las calles se pueblan www.familiaysucesiones.com.ar
nos hace perder contacto con nuestra propia esencia, esen- de una multitud que no se reconoce en sus gobernantes... Familia y
cia de intensidades mœltiples, que queda capturada en la ÀSer‡ el fin de lo que se ha dado en llamar democracia? Sucesiones
apolog’a del dolor o del sometimiento a resultados siempre ÀHabr‡ que inventar otra nominaci—n que responda a una
imaginarios. realidad donde las relaciones de fuerzas est‡n en crisis? Suscribase al Newsletter enviando un mail a:
Es as’ como situaciones de extrema urgencia como el ÀCrisis..? Hab’amos dicho que era un punto decisivo, un familiayplanificacion-subscribe@gruposyahoo.com.ar
hambre, la desocupaci—n, la enfermedad por negligencia so-
cial, es cuestionada como disfunciones del sistema por ma-
momento inestable donde algo hay que cortar. Donde se im-
pone decidir.
Dra. Mirta Susana Núñez
la praxis de sus representantes, y no como producciones ÀPero de quŽ crisis hablamos? ÀDe la que es funcional al Abogada - Mediadora
mismas de este agenciamiento de poder. Hay culpables, y agenciamiento, con sus preguntas prefijadas, sus jerarquiza- Psicóloga Social
no un sistema perverso que financia a sus secuaces. ciones bien identificadas, su campo de posibilidad limitado Telfax 4373-1938
El pensamiento que opera en estos agenciamientos, actœa a los intereses del juego? o Àde una crisis que deviene dis- Cel. 15 5375-5546
por analog’a y semejanza, por lo tanto inmediatamente toda tancia cr’tica, movimiento problematizador, campo de posi-
manifestaci—n social de una operatoria manipuladora, es bilidades, potencia colectiva?
asemejada y analogada a toda producci—n individual: el Una Žtica de lo plural a diferencia de una bipolaridad mo-
hombre reproduce en su vida cotidiana los mismos movi- ralizante. Un desierto a poblar, un plano a construir, una ale- Escribir desde
mientos de este agenciamiento de poder, pero por falta de
una distancia cr’tica no percibe su reproducci—n, sino que la
gr’a de afirmaci—n que resiste a la tristeza de lo inm—vil.
Una ruptura de paradigmas, un cambio en la relaci—n de
el vac’o
vive como producci—n propia. De este modo el agencia- los signos, un modo otro de pensar y sentir la vida, un ac- -taller literario-
miento no queda cuestionado y el sujeto queda capturado en cionar que construya realidad, un sujeto que priorice la pre-
una subjetividad colectiva que no percibe como tal, sino que sencia del otro, que capte en una intuici—n vital que el aden- Luis Gruss
se percibe como una entidad aislada y desadaptada. tro y el afuera habitan un mismo espacio.
A tales fines la ciencia muchas veces ofrece sus conoci- Un sujeto dispuesto a construir nuevos lenguajes, a po-
mientos para reaseguro de la no desestabilizaci—n de la or- blarse de nuevas sensaciones.
Informes al
ganizaci—n de control necesaria. Una tarea imposible de hacer en soledad. 4958-7525
ÀExiste enfermedad mental que no sea la reproducci—n de Cada vez m‡s se impone emigrar de nosotros mismos, ex-
la enfermedad social? ÀHay subjetividad por fuera del mun- perimentar las mezclas de cuerpos, en lugar de transferir lgruss@ciudad.com.ar
do? fantasmas que a su vez nos transfieren.
Toda una estŽtica de la soledad y del miedo ante lo impre- À Ser‡ esto poblar la vida?
decible.
Una estŽtica de la vida coagulada en representaciones que
denuncian la identidad y la jerarquizaci—n como mecanis-
ÒMientras el pensamiento es libre, luego vital, nada est‡
comprometido, cuando deja de serlo, todas las dem‡s opre-
Estudie en Villa Urquiza
mos tranquilizadores.
Un cuerpo saturado por el ansia de objetos y un esp’ritu
siones se vuelven posibles y ya realizadas, cualquier acci—n
se vuelve culpable y toda vida se ve amenazadaÓ. Carreras Oficiales
anestesiado a las sensaciones de lo inŽdito. Deleuze Con Articulación Universitaria
El mundo de la tristeza que hace alianza con la impuni-
dad. • Psicología Social
Pero estos mecanismos aplastantes de la analog’a, la se-
mejanza y lo idŽntico, no solo operan desde lo externo a lo Un Posgrado diferente • Consultor Psicológico (Counseling)
interno, no, su poder expansivo llega al mundo en su com-
en Psicología Social • Periodismo
plejidad: el llamado primer mundo, modelo, ejerce su juicio
sobre el llamado tercer mundo, una mala copia. Es as’ como • Articulación del pensamiento de Pichon Rivière con:
Duración 3 años
en el tercer mundo se denuncia la corrupci—n y la perversi—n Freud, Bion, Anzieu, Reich, Foucault, Derrida y otros. Desarrollo Personal
de los representantes, mediatizada por la justificaci—n de
que aœn nos falta para llegar a la perfecci—n del modelo que
• Deconstrucción de conceptos: trabajando los clisés y Especialización para Counselors
estereotipos de la formación.
se debe encarnar. Cursadas especiales para alumnos del interior del país
Se completa el juego perverso: el modelo existe, solo hay • Técnicas de acción.
que identificarse a Žl. Todo se reduce a un tema de buenos • Diseño y Coordinación de Talleres. Instituto Superior de Enseñanza Intercambio
y malos pretendientes... (A-1289)
Pero bueno, aqu’ estamos: se declara la guerra... Àa quŽ?.
Lic. Ricardo Klein ABIERTA LA INSCRIPCION
A la ƒtica. A la diferencia. Al poder de la potencia. Aguirre 929 Capital Tel: 4775-7960 Triunvirato 4654 1º Cap. Tel: 4521-0578
El discurso del soberano es de ’ndole moral, se hace la ricklein@sinectis.com.ar
guerra en nombre de la esencia humana y se desconoce la intercambio@interlink.com.ar

La poesía es el vino de los demonios. San Agustín Campo Grupal / 9


Como la mente Placer no vivido y economía libidinal
enferma y cura
al cuerpo Demandas y deseos
Maria Rosa Quartino
mrquartino@yahoo.com.ar en las organizaciones
Lo que llamamos mente es el re-
sultado del funcionamiento del
cerebro: los pensamientos, las Carlos R. Martínez
creencias, las ideas, las espe- confluenciapsicosocial@fibertel.com.ar
ranzas, resultan de actividades

Q
eléctricas y químicas que tienen ueremos referirnos a las organizaciones donde se trabaja (em-
lugar en las celulas del cerebro presas, organizaciones de salud, educaci—n, cooperativas), en
o neuronas. De modo que cabe este caso a la tensi—n entre la bœsqueda de la satisfacci—n de di-
hablar del poder de la mente, es versas necesidades, deseos y aspiraciones por parte de los sujetos que
decir de cómo ésta controla la pertenecen a ellas, el padecimiento y sufrimiento que el transitar en
salud y la enfermedad. La medi- esas organizaciones les implica y la generaci—n de la energ’a ps’quica
cina psicosomática ya incluso
necesaria para lograr los objetivos organizacionales.
desde la época de la medicina
griega entendía esta correlación M‡s all‡ que el trabajo sea un lugar de realizaci—n de deseos indivi-
pero es recién en la década del duales esto no debe hacer perder la perspectiva que para los sujetos es
‘80 que surge un nuevo concep- un proceso esencialmente colectivo que lo vincula con otros sujetos y
to, la psiconeuroinmunoendocri- con la realidad social. Asume una identidad con relaci—n a su funci—n
nología, cuando se descubre y a la organizaci—n a la que pertenece, llev‡ndolo a tomar partido ante
que los sistemas nervioso, endó- situaciones por acci—n u omisi—n.
crino e inmune tienen receptores Hay una brecha entre lo que se enuncia como funci—n y la tarea es-
en células críticas que pueden pecifica en el trabajo cotidiano, los sujetos en las organizaciones, gran
recibir y enviar información por parte del tiempo lo destinan a dar cuenta de lo que no ha sido planifi-
moléculas mensajeras de y a ca-
cado, tomado previamente en cuenta, lo inesperado. Como resultado de
da uno de los sistemas mencio-
nados. Dichas moléculas de pro- la alienaci—n, y la intensidad de informaci—n y tareas que deben efec-
teinas son los neurotrasmisores tuarse en tiempo reducido, la calidad de los v’nculos se deterioran pro-
y los neuroreceptores que per- duciendo un empobrecimiento de la experiencia. En s’ntesis el trabajo
miten transformar las emociones es dar cuenta de lo que acontece, m‡s all‡ de la funci—n especifica.
positivas y negativas que perci- En las organizaciones, que no dejan de ser expresi—n de una parte de
ben las personas a traves de los la sociedad, circulan concepciones diversas dependiendo de las ideas y
estimulos externos en informa- valores dominantes, pese a eso como expresi—n del contexto que las
ción hacia todo el organismo, in- atraviesa se busca, desde una concepci—n esencialmente individualista,
formación que tiene lugar gra- seguridad y Žxito, persiguiendo una ilusi—n de felicidad.
cias a una multiplicidad de reac-
El Žnfasis que muchos sujetos ponen en el trabajo est‡ relacionado
ciones qúimicas que estimularán
o inhibirán el funcionamiento de con que encuentran ah’ el œnico lugar de reconocimiento narcisistico,
las hormonas, y del sistema in- los espacios familiares y comunitarios para estos sujetos se han dese-
munológico tisular y celular. rotizado al convertirse en relaciones deshumanizadas o displacenteras.
Este nuevo concepto significa un Esto no es diferente dentro de las organizaciones a las que pertenecen,
nuevo paradigma en el trata- pero es en esos ‡mbitos donde est‡n acostumbrados a percibir al otro
miento médico ya que la enfer- segœn las reglas de la competencia, donde triunfar tiene un sentido di-
medad no solo resulta de la in- ferente, primordialmente econ—mico.
vasión en el organismo de un Estos mecanismos est‡n especialmente inscriptos en organizaciones
agente patógeno sino que hay donde, la fantas’a circulante sostiene la creencia de que el desempe–o
que estudiar la interacción entre
individual ser‡ reconocido como cada sujeto espera, logrando no solo
éste y el huésped. De modo que
la curación no solo dependerá la seguridad esperada, tambiŽn los roles y las funciones deseadas, para
de la intervención quirúrgica o lograrlo los sujetos, aceptan reglas y sostienen conductas acordes a los
de la instauración de complejos requerimientos de la organizaci—n. Desconociendo generalmente que la
sola situaci—n de trabajo y los movimientos intersubjetivos que este siones o conflictos.
fármacos sino también de traba-
jar el sistema de creencias del moviliza son generadores de sufrimiento, Por otra parte la percepci—n sobre la tensi—n hist—rica entre empresa
paciente para lograr que éste Las contradicciones e incongruencias en la aplicaci—n y sostenimien- y trabajo se ha modificado, el trabajo es objetivamente prestaci—n asa-
colabore activamente en su tra- to de los valores y normas de la propia organizaci—n, como as’ tambiŽn lariada, para muchos pasa a ser desde una mirada individual, solo un
tamiento y curación. la naturalizaci—n de lo que sucede negando que sea resultado de la in- lugar de despliegue de deseos, bœsqueda de pertenencia, reconocimien-
Es sabido que las personas que teracci—n entre los sujetos que conforman esa estructura con diversos to e ilusi—n de un campo de desarrollo y crecimiento individual.
tienen más conección con su fa- En los grupos y las organizaciones es imperioso obtener energ’a ne-
niveles de responsabilidad o la imposici—n de valores que los sujetos no
milia, con sus amigos o con gru- cesaria para sostener los objetivos y las tareas relacionadas, el propio
pos de apoyo tienen un índice reconocen como propios, la mentira, la simulaci—n, el relativismo en el
doble discurso o la brecha entre lo que se dice y lo que se hace; son ele- resultado de lo que se hace trae aparejado una perdida o aumento de la
de mortalidad más bajo a partir energ’a. Los grupos y las organizaciones se sostienen en el tiempo si
de cualquier patología. Las per- mentos generadores de padecimiento y sufrimiento, que en muchos ca-
sos no pueden expresar y deben reprimir para evitar sanciones, exclu- logran mantener la megantropia, es decir incorporar mayor volumen de
sonas con personalidad tipo A,
con mal control de la agresión energ’a del que utilizan. Su generaci—n, bœsqueda y utilizaci—n es uno
que viven bajo continuo estres, de los problemas centrales de toda organizaci—n, la calidad de los v’n-
tienen peor pronóstico si sufren culos, tipos de liderazgos y condiciones de aprendizaje son, entre otros,
una enfermedad cardíaca. Los ESCUELA DE PSICODRAMA factores estratŽgicos como generadores de esa energ’a.
factores psicosociales son muy DE SAN MIGUEL La rutina y la repetici—n obturan el pensamiento, evitan la produc-
importantes en los casos de ci—n de nuevos conocimientos, causas que dificultan la generaci—n de
muerte súbita. Las psicoterapias Dirigida por la energ’a buscada como tambiŽn, Òlas internasÓ o los conflictos que
tienen provienen de v’nculos esteriotipados. En s’ntesis todo lo que no con-
por finalidad modificar el sistema Lic. Adriana Piterbarg
temple alguna de las necesidades de los sujetos genera desinterŽs, Òla
de creencias, la flexibilización de
CICLO 2004 singularidad de la experiencia se disuelve a favor de una repetici—n es-
las actitudes, y la positivización
del pensamiento mediante la ac- tandarizadaÓ.
ción de la palabra del terapeuta. • Cursos de formación en Psicodrama, Cuando el resultado es negativo la generaci—n de una nueva energ’a
A nivel biológico ésta actúa de
señal en las neuronas promo-
Niveles I, II y III.
viendo la produccion de mensa- • Training en Dirección de escenas.
jeros químicos cuando la palabra
es analizada en las areas senso- • Curso de Técnicas de acción aplicables en el
riales primarias de la corteza ce-
rebral. trabajo grupal.
Luego hacia areas del sistema
limbico (cerebro emocional) y
• Curso de Psicodrama aplicado a la educación.
N º 2 IA
por otras regiones cerebrales • Psicoterapias individuales y grupales con CD COLOG
que interpretan analizan y sinte-
orientación psicodramática. PSI IAL Y S
tizan a través de una compleja de I
red neuronal, estableciéndose SOC NALIS
OA
PSIC
una suerte de “conversación cru- Sarmiento 1478 2° piso San Miguel • Rivera 488
zada” entre neurotrasmisores de
diferentes partes del cuerpo pro- Lomas de Zamora • Santa Fe 3946 9º B Capital
vocando cambios en el procesa- Informes: 4431-8773 4742-8343 15-4079-0745
miento de la ansiedad. e-mail: adrianapiterbarg@arnet.com.ar

Campo Grupal / 10 La voz de la sangre es una elegía inimterrumpida. Cioran


POR H O(humoresPORgrupales)G
Walter Vargas
mwvargas@yahoo.com

En plena cavilación, azuzado por


aporías de vieja data, tropiezo con
un tesoro insospechado, con un
texto deslumbrante: El suplicio de
las moscas, de Elías Canetti. Sí,
individual impacta en la econom’a libidinal y en las relaciones entre los dos los miembros de la organizaci—n en especial en las 1000 empresas Canetti, el mismo de Masa y poder
actores. Los ritmos de los cambios crean demandas cuantitativas y cua- lideres, consiste en programas de capacitaci—n a los que se accede por y de La lengua absuelta, Canetti el
litativas; se necesita aprehender (importaci—n de energ’a). No s—lo los Internet, donde cada participante debe elegir un menœ de temas a cum- búlgaro sefardí, Premio Nobel, no-
sujetos: los sectores, los equipos, sino tambiŽn el conjunto de la orga- plir con Òla libertadÓ de hacerlo segœn sus posibilidades, en horario de velista, ensayista, dramaturgo y,
nizaci—n est‡ demandado y deber‡n buscar respuestas. trabajo o en su tiempo libre. cómo no, recién me entero, aforis-
La importaci—n de energ’a se logra a partir de diversas t‡cticas y tŽc- Los impulsores de esta forma de capacitaci—n argumentan como ven- ta, vale decir, baqueano en el com-
nicas definidas de forma conciente o inconsciente por los diferentes taja que la experiencia en otros pa’ses muestra que en el primer a–o el plejo, quebradizo arte de la senten-
miembros de la organizaci—n. promedio de uso: en horario de trabajo 75% y en tiempo libre 25% pe- cia breve.
Y hete aquí que dentro de tamaña
El control, dominio y disciplinamiento de sus miembros, la motiva- ro al cabo del tiempo esos promedios se invierte, por lo que el tiempo fecundidad, el tesoro insospecha-
ci—n a partir del reconocimiento, espacios de planificaci—n, cursos tŽc- libre pasar‡ a ser tiempo de formaci—n en los requerimientos que cada do, digo, se me hacen significativas
nicos, formaci—n en habilidades necesaria para el sostenimiento de sus organizaci—n demanda. algunas palabras que, me permito
funciones, son algunas de las que imparten la direcci—n de las organi- La acumulaci—n de la organizaci—n sea esta econ—mica, cognitiva, de suponer, fueron escritas para que
zaciones. poder, no deja de ser placer no vivido o sublimado por los sujetos que hoy, ahora, maticen y alumbren
Sus integrantes tambiŽn impulsan y sostienen acciones relacionadas la componen. En ese recorrido entre ilusi—n-desilusi—n, cooperaci—n- una de mis obsesiones más perti-
con la generaci—n de energ’a ps’quica que contribuyen de forma indi- competencia, euforia-fracaso se va generando una subjetividad al ser- naces: ¿conocemos o no conoce-
recta a la concreci—n de los objetivos organizacionales. Encuentros in- vicio de la acumulaci—n. mos a nuestros congéneres?
formales entre integrantes de la organizaci—n donde se abordan temas Diversas son las disciplinas y profesionales que trabajan organiza- No me refiero, claro está, a gene-
referidos a conflictos, expectativas y el acontecer diario, formarse por cional y grupalmente, formando equipos, resolviendo conflictos, do- ralizaciones y tipologías más o me-
nos ajustadas, más o menos afor-
iniciativa propia en temas que son estratŽgicos ante futuras promocio- tando de habilidades comunicacionales, de negociaci—n o de creativi- tunadas, fundidas en el hierro de
nes, hasta espacios terapŽuticos que en muchos terminan siendo fun- dad, abordando el sufrimiento y padecimiento de la cotidianeidad del respetables y ponderables comar-
cionales a la aceptaci—n y/o sometimiento de la cultura de la organiza- trabajo, generando energ’a ps’quica necesaria para continuar sostenien- cas de las ciencias sociales: antro-
ci—n. do la tarea cotidiana. pología, sociología, psicología, et-
Por lo general la aceptaci—n de la cultura por parte de los sujetos que Todos contribuyen a generar las condiciones al servicio de la econo- cétera, que dicho sea de paso, se
trabajan es necesaria, pero con ello, se resignan criterios de libertad, m’a libidinal. La pregunta es cual es la posici—n de los profesionales nutren casi exclusivamente del cal-
necesidades y deseos propios al servicio del proyecto comœn. Esta re- entre la demanda de los que contratan, la demanda de los sujetos con do de lo conjetural, lo cual, des-
signaci—n individual y grupal pospone la bœsqueda de placer propio. La los que se trabaja y desde que concepci—n de sujeto parten para traba- pués de todo, no está tan mal. Pe-
direccionalidad de la energ’a grupal pasa al servicio de los objetivos or- jar con ellos. ro no, cuando digo conocer o no
ganizacionales. En el tiempo, facilita la acumulaci—n de voluntades, conocer a nuestros congéneres
pienso, en realidad, en las derivas
energ’a, creatividad, recursos. La acumulaci—n no deja de ser el resul- Bibliograf’a de nuestras tramas vinculares, pi-
tado de c—mo se resuelve el par satisfacci—n-insatisfacci—n en tŽrminos Pichon-RiviŽre. - El Proceso Grupal Ð Edit. Nueva Visi—n
chonianamente hablando, en la in-
grupales e individuales. Katz y Kahn - Psicolog’a social de las Organizaciones - Edit. Trillas
mediatez cotidiana, en el pan pan
La apropiaci—n del tiempo libre ha sido uno de los objetivos de las Bifo, Franco Ð La fabrica de la infelicidad Ð Edit. Traficantes de sue–os
que instituye y constituye los mo-
organizaciones. Al salir de sus trabajos los sujetos generalmente siguen Antonio Gramsci - Antolog’a ÀQuŽ es el hombre? - Edit. Siglo XXI
dos conque somos habitados por
atrapados por las contingencias del mismo. Encuentros posteriores fue- otros y, por añadidura, cobijamos a
ra de horario de trabajo necesarios para la elaboraci—n de ansiedades, Güemes 3950 Bs.As. otros. Los otros que no son, desde
tambiŽn son espacios de producci—n de las forma para superar obst‡cu- Te/fax: 4831-3738/6197 luego, el chofer del 60, la cajera
los, energ’a ps’quica al servicio de la organizaci—n, la familia igual- fundacion@alumine.org.ar del banco o el vendedor de mante-
mente aporta su energ’a para que los sujetos sigan ÒrindiendoÓ y perte- les de la esquina. Los otros ama-
ABIERTA LA
LA INSCRIPCIÓN
INSCRIPCIÓN dos, o por amar, o que vamos
neciendo. ABIERTA amando; los otros reclamados para
A fines de los 90 se introdujo un sistema de formaci—n y capacita- PARA ABRIL
PARA ABRIL DEDE 2004
2004
nuestro cosmos afectivo, los otros
ci—n laboral expresi—n de la apropiaci—n del tiempo libre. Dirigido a to- que padecemos o hacemos pade-
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siempre. Y acto seguido se despa-
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bicioso y temerario por antonoma-
sia. Cabría, eso sí, honrar la esta-

• Psicología Social en el ámbito institucional • tura del intento: una vocación con-
denada al fracaso, pero imprescin-
dible y, por qué no, maravillosa, pa-
ra un aprendiz de carpintero de

6to. Seminario Anual Glew, para una joven docente de


Flores, para un señor mayor de
Barrio Norte...
OPERACION PSICOSOCIAL Conocer y comprender son pala-
bras mayores. Graham Greene su-
po escribir que cuando el hombre
EN LAS ORGANIZACIONES tomó nota de esa imposibilidad in-
ventó a Dios: alguien capaz de
comprender.
Estrategias, tácticas y técnicas
De abril a diciembre de 2004 Talleres Psicodrama
- Cultura, conflicto y cambio - Ejercicios, relaciones e ilusiones de poder - Mecanismos de y Creatividad - 2004
exclusión / inclusión - Diagnóstico - Proceso y técnicas de indagación - Entrevista de presentación, Lic. Dolores De Cicco (UBA)

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Los ríos de la poesía manan sin rumbo y no es preciso que confluyan. Elías Canetti Campo Grupal / 11
CINE/FILIA La amenaza del vacío
Patricia Garrote
paggarrote@yahoo.com.ar
Resistencia
Perdidos en Tokio
Sofía Coppola está creando una
nueva historia de amor, una historia
a la escala
sin fronteras ni edades. Dos esta-
res absolutamente despojados, sa- Mario Malaurie mos aceptado que puede concebirse un espacio unidimensional
bios, compartiendo códigos propios info@psicosocial.com.ar donde un objeto Ðun punto- podr’a solamente deslizarse en uno u
de comunicación, entendimiento y otro sentido a lo largo de una recta infinita, que en el espacio bidi-
comprensión mutuos.

V
ivimos una cotidianeidad de par‡metros conocidos, de al- mensional es posible dibujar figuras planas, un cono o un rostro en
La historia fue situada en Japón, no
importa, un lugar en Oriente donde
gœn modo manejables. Manipulamos tiempos cortos, espa- el pizarr—n, y que sacados de tales teorizaciones vivimos redonda-
conviven la sabiduría Zen con una cios reducidos. Eventualmente memoramos tiempos pretŽ- mente en un espacio tridimensional donde todo es volumŽtrico y los
feroz concentración de celulares, ritos o futuros, a–os, lustros, dŽcadas en la experiencia personal, o objetos pueden evolucionar hacia arriba o abajo, adelante o atr‡s, a
cámaras digitales e informática, siglos y aun milenios en el relato de lo hist—rico, o vastedades me- derecha o izquierda. Hasta podemos captar el continuum espacio-
productos de la globalización. Una gamŽtricas Ðel latifundio de un italiano en la Patagonia, la distancia tiempo, lo que supone la inclusi—n de la dimensi—n cuarta, formula-
alegórica forma de transición entre entre Buenos Aires y Tokio o la que nos separa de Marte; de tanto ci—n que debemos a Einstein. Pero ya imaginar espacios de un or-
el hombre postmoderno y la máqui- en tanto un documental nos instala en las magnitudes llamadas cos- den superior est‡ fuera de nuestras posibilidades; bien digo imagi-
na de innovación. mol—gicas, donde los recorridos se miden en a–os luz y los tiempos nar, ya que si hablamos de simbolizar lo desconcertante deja de ser-
Desde la segunda Guerra Mundial son poco menos que infinitos. Nos inquieta saber, por caso, que lo: cualquier estudiante de Ciencias Exactas se habitœa a manipular
fue aumentando en Occidente el in- nuestro sistema solar tiene ÒapenasÓ 4.500 millones de a–os, y m‡s ecuaciones que remiten a espacios n-dimensionales. La situaci—n se
terés por todo lo Oriental, y es que
hay una similitud práctica del Zen
todav’a que nos anuncien su muerte para dentro de otros 5.000, co- complicar’a si alguien Ðobviamente un matem‡tico- nos plantease
con un pensamiento occidental en mo si tal singularidad nos ata–ese en el tŽrmino de nuestras vidas: la alternativa de un ‡mbito llamado fractal: ÒÀC—mo pensar’as un
constante cambio, que lleva a los el Sol convertido en gigante roja, luego en enana blanca, el colapso espacio accesible que tuviese no dos ni tres, sino 3,4 (s’, tres coma
conceptos en los que el hombre de sistema todo, nosotros mismos as‡ndonos en una parafernalia cuatro) dimensiones?Ó. La confusi—n se apoderar’a de nosotros. No
sustentaba sus valores a un estado gal‡ctica. Pero cuando accedemos a nociones tan de borde como lo obstante, en lo visual la idea no nos es tan ajena: el monitor de una
de permanente confusión. es el posible tama–o del universo o el di‡metro de un quark, nues- PC nos muestra en su protector de pantalla una espiral que se agran-
La era del vacío, el aislamiento, el tro sistema psicol—gico de medidas hace crisis. Saber que un cien- da mientras el zoom de una supuesta c‡mara travelea un acerca-
individualismo materialista, el hedo- t’fico belga intenta calcular la masa completa del cosmos, que al miento; en lo micro, que a su vez se agranda, una part’cula de la fi-
nismo y las expresiones singulares, momento del Big Bang lo que hay cabr’a entre las fronteras de un gura tambiŽn es espiralada; nuevos acercamientos, ya la part’cula
se van desdibujando para dar paso ‡tomo y habr’a sobrado ÒespacioÓ, que existen microuniversos que de marras ha emulado la espiral original y aparecen nuevos embrio-
a nuevas modalidades de subjeti-
vación. ÒvivenÓ su ciclo completo en fracciones de nanosegundos, que lo nes de espirales que crecen en tama–o, y as’ hasta el infinito. Una
Coppola cuenta la historia en un que podr’a ser captado all’ en los cielos por el m‡s portentoso y no aplicaci—n pr‡ctica del fractal se da en cartograf’a: un pa’s tiene una
universo virtual donde los protago- inventado radiotelescopio es minœsculo frente a la materia oscura superficie fija medida en kil—metros cuadrados, pero Àcu‡ntos kil—-
nistas encuentran cada vez menos tambiŽn presente e invisible, nos saca de quicio. M‡s aœn: nuestro metros lineales mide su borde? Una l’nea recta vista desde un satŽ-
cosas a las que aferrarse. Ellos van proverbial conservadurismo -Àforma humana del Principio de Iner- lite se transforma en una sinusoide al acercarnos, con lo que la lon-
ocupando un “no lugar” que no tie- cia?- nos obliga a sostener lo que existe, a rechazar, dentro de cier- gitud var’a. Uno puede decir que percibe, en un sistema cartesiano
ne que definirse necesariamente tos l’mites, todo cambio, a hacer la plancha en una meseta que pre- dado, una recta. Alejado una distancia suficiente, observa que dicha
desde el aislamiento, sino que tiene tendemos sempiterna. Sin embargo, y mal que nos pese, nuestra recta no era m‡s que un peque–o tramo de una curva mayor, una se-
que ver con la capacidad de poder existencia transcurre literalmente en el medio de una descomunal noidal; luego de otro salto la onda deja de serlo en la peque–ez de
trasladarse de un lugar a otro con- sus vericuetos y volvemos a percibir una recta; y as’ sucesivamen-
explosi—n. En efecto, el estallido primigenio que dio origen a lo que
siderando como propio el lugar
donde se está. Y es que en la era llamamos universo, y con Žl al tiempo, al espacio y a sus conteni- te. ÀExiste un efecto tal en el signo lingŸ’stico? Un significante re-
del imperio, el nomadismo se vuel- dos, no ha cesado y por lo que se sabe no cesar‡ jam‡s. Algo explo- mite a un significado, pero enfocado Žste, bajo la barra resistente,
ve virtud, las paredes se derrum- t— hace quince mil millones de a–os y, si bien en ese ÒmomentoÓ la s—lo encontramos nuevos significantes cuyos significados nos reen-
ban y todos ocupamos el “no lugar” situaci—n debi— haber sido hecat—mbica, lo cierto es que la paz apa- v’an a otros significantes en una ÒfractalidadÓ continua en pos de la
tanto en lo social como en lo políti- rente de los cielos no es otra cosa que la continuidad de la expan- generaci—n de sentido.
co. si—n ÒresidualÓ bajo par‡metros imperceptibles. No deja de ser ex- Un div‡n, una paciente, una historia: ÒEstoy en sus manos, me
El hombre nómada apunta a una tra–o que nuestra insistencia en la repetici—n, el status-quo, contra- tiene dominada; cualquier cosa que digo me gasta y yo reculo, y no
nueva civilización transgrediendo diga tan flagrantemente la naturaleza de las cosas, siempre en mo- puedo hacerle lo mismo por miedo a perderlo, vivo pensando en
las fronteras territoriales y raciales, vimiento como ya Her‡clito pregonaba a la hora de sus chapuzones que me va a dejarÓ. Ella est‡ atrapada en una escala, en una parte
destruyendo los particularismos. del sistema de coordenadas, s—lo percibe una regi—n del campo, de
pot‡micos.
La película marca un constante mo-
vimiento nómade. Los protagonis- Pasados hoy nosotros por el agua de la escuela y el colegio, he- algœn modo un aspecto dimensional. Es como quien frente a una
tas se apropian de los espacios, los cuesta arrojase una bola que siempre vuelve porque no llega a la ci-
renuevan y crean nuevas articula- ma, insistiendo en la creencia de una situaci—n œnica; s—lo un salto
ciones de conocimiento, afectos y
cooperación, forman una verdadera
Impro en el impulso le permitir’a trascenderla y admitir que algo existe
m‡s all‡, tal vez otra pendiente en sentido contrario. La compulsi—n
máquina de innovación, se niegan Seminario teórico cuatrimestral repetitiva del neur—tico funciona como una encerrona donde cual-
a transitar antiguos sistemas de va-
lores para ir adquiriendo autonomía
Coordinación de Grupos: quier variante es impensable, y si lo es, ser‡ vivida como infactible;
frente a tal pobreza de texto es preciso escribir, inscribir en lo sim-
y autovaloración, van creando sus cuerpo e intervención b—lico un decir inaugural. La repetici—n freudiana tiene, en boca del
propias posibilidades. Lo virtual y lo Análisis de bibliografía y discusión de materiales de campo. protagonista (el primero que agoniza...) una explicaci—n ÒfundadaÓ
posible unidos marcan un tránsito
hacia lo real, una máquina revolu- Coordinación: Lic. Patricia Mercado que cierra el circuito mnŽmico: visi—n privada de las leyes de Mur-
cionaria.
Actividad abierta y gratuita:
No es casual que la historia trans-
curra en un lugar donde los perso-
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Campo Grupal / 12 Una hora de ascensión por las montañas hace de un ruin y un santo dos criaturas muy parecidas. Nietzsche
DESDE MEXICO
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La iglesia mexicana parece em-


pecinada en fracasar en todas las
grandes campañas que inicia, y
ahora otra vez lo ha logrado con
su férrea oposición a la utilización
de la píldora de anticoncepción
un problema que suponga la inclusi—n de un agujero negro, un me- de emergencia, o pastilla del día
s—n, una supernova. Hasta la Nasa, que trabaja con grandes medi- siguiente –medicamento que impi-
das, con m—viles que desarrollan decenas de miles de kil—metros de el embarazo al tomarse poste-
por hora, se las arregla muy bien con las ecuaciones de Newton y riormente a una relación sexual
muy de tanto en tanto recurre a las formulaciones relativistas. Pero que, por olvido o descuido, se
realizó sin precauciones- reciente-
ningœn cient’fico ignora que hasta que nadie mande otra cosa la uni- mente aceptada por la Secretaría
versalidad f’sica responde a las f—rmulas de Lorenz y Mincovsky, de Salud, pero que para esa insti-
matem‡ticos que pusieran en s’mbolos las ideas de Einstein, donde tución religiosa es abortiva pese a
se demuestra cabalmente que las configuraciones newtonianas res- que la absoluta mayoría de los
ponden tan s—lo a un caso particular. profesionales opina lo contrario.
En matem‡tica, por otra parte, ningœn desarrollo te—rico o aplica- Hace poco tiempo el fracaso cleri-
ci—n realizada dentro de los rangos de nuestra experiencia pr—xima cal fue peor: fiel a sus conocidas
es capaz de desmentir sus postulados de arranque, pero hete aqu’ posturas inquisitoriales lanzó una
que un tal Gšdel tuvo la audacia de poner a Žstos en duda tanto pa- frenética campaña para evitar la
ra las operaciones b‡sicas como para las de gran complejidad. Es as’ proyección de la película El crí-
men del padre Amaro, que basa-
como forzando los l’mites demostr— en su cŽlebre teorema Òde in- da en una antigua novela del por-
completudÓ que nuestras cuentas dejan de funcionar a partir de al- tugués Eça de Queirós fue adap-
gœn borde difuso, donde comienza a regir otro juego axiom‡tico. En tada al presente por un conocidor
cualquier ciencia ÒexactaÓ se parte de principios tomados como in- escritor católico progresista. La
conmovibles y se llega a conclusiones l—gicas en base a la deduc- iglesia, enfurecida porque se
ci—n, la inducci—n y la analog’a. El caso es que podemos llegar a al- mostraba a un sacerdote que te-
gunas verdades pese a que tales principios han dejado hace rato de nía relaciones sexuales con una
ser confiables. Volviendo a la f’sica, cualquier ingeniero resuelve de sus feligresas -más cuando
problemas ampar‡ndose en la solvencia de principios que se desmi- para ello se protegían con el
gajaron cuando Heisenberg postul— una alternativa, el principio de manto de la vírgen- y otras con-
ductas favorables al poder de
incertidumbre. Un arquitecto jam‡s dejar’a de proyectar bajo el su- otros curas (confrontados a uno
puesto de un basamento plano, a menos que la magnitud de su pro- partidario de la Teología de la Li-
yecto le obligara a considerar geodŽsicas en vez de l’neas rectas, pe- beración), lanzó una furibunda
ro ÀquŽ obra podr’a exigir una atenci—n matem‡tica sobre la curva- campaña publicitaria con manifes-
tura terrestre, si hacen falta ciento once kil—metros para trazar en el taciones, sermones a cargo de
phy, hay una narrativa que justifica la conducta e invalida todo ca- suelo un arco que se corresponda con un ‡ngulo de apenas un gra- múltiples curas, etc. sin lograr lo
mino alterno. Hay un goce calesitero resistivo a las opciones; si bien do sexagesimal con vŽrtice en el centro del planeta? Si el dise–o Ðde deseado ante el respeto del go-
no es posible no gozar, es el psicoan‡lisis la instancia que ofrece al muy baja probabilidad, quiz‡s una urbanizaci—n oblonga- se exten- bierno -hoy en manos de católi-
goce opciones donde lo mort’fero pueda ser acotado. diese por una superficie gigantesca de modo que lo que llamamos cos que, a diferencia de no hace
Es, asimismo, el cambio de escala lo que posibilita un Òm‡s all‡ Òla verticalÓ en un extremo distase de ser paralela a otra en el extre- muchos años, aceptan abierta-
del principio de realidadÓ y al mismo tiempo lo que permite estable- mente sus convicciones religio-
mo opuesto, entonces la longitud de una viga a ras del piso ser’a me- sas- a la libertad de prensa, cine,
cer si los axiomas que nos referencian siguen siendo v‡lidos. Toda nor que la de sus paralelas a distintas alturas y ese detalle incidir’a etc.
la f’sica de Newton, deslumbra en su universalidad mientras nos en el c‡lculo del hormig—n. Es una probabilidad tan baja como la de El resultado fue abrumador y ca-
movemos en tiempos y espacios Ðy su articulaci—n, la velocidad- trasladarse por el espacio a la velocidad con que lo hiciera el hipo- tegórico: esa película se convirtió
restringidos a ciertos valores, pero la Teor’a de la Relatividad, en su tŽtico Òviajero de LangevinÓ, a setecientos noventa y nueve ocho- en el mayor éxito de taquilla en
abarcaci—n, recluye toda esa f’sica a un rango parcial: cuando la ve- cientos avos de la velocidad de la luz, quien habr’a encontrado a su toda la historia del cine mexicano,
locidad de un m—vil se acerca a C, la de la luz, la l—gica de Euclides regreso una poblaci—n terr’cola varias dŽcadas envejecida. pese a que no pocos que la vie-
y de Arist—teles se distorsiona como una estructura que vira del ace- El principio de incertidumbre de Heisenberg es Ðcon toda certi- ron no la definen muy bien desde
ro al caucho; el espacio cœbico y cuadriculado que nos ense–aron al- dumbre- inquietante: un experimento f’sico no tendr’a realidad ob- el punto de vista cinematográfico.
guna vez comienza a parecerse, al decir de Einstein, a una especie jetiva, sino que depender’a de la posici—n y mirada del observador. Pero una vez más pudo mostrar-
de molusco. El mismo tiempo, Òpor siempreÓ inamovible, sufre va- se el poder de la iglesia pero al
Planteo que se corresponde punto a punto con un criterio que hoy la revés: todo lo que prohíbe tiene
riaciones s—lo metaforizadas en los relojes derretidos de Dal’; Àc—- ciencia admite sin ambages: el observador construye el objeto. tal éxito que no pocos han inten-
mo imaginar un atajo que acorte un camino supuestamente m’nimo? Vuelvo al div‡n, en tanto experiencia de la subjetividad donde im- tado crear prohibiciones falsas
M‡s aœn, Àc—mo representarse un atajo en el tiempo? Hace rato que porta c—mo el sujeto se escucha a s’ mismo y c—mo se posiciona para reunir espectadores que
la astrof’sica plantea la existencia de tœneles de interconexi—n r‡pi- frente al otro inscribiendo un nuevo lugar en el Otro, en tanto gatilla muy probablemente de otra ma-
da entre galaxias separadas por millones de a–os luz. Hay pues una el reconocimiento del propio deseo y el acceso a una mayor riqueza nera no tendrían.
f’sica de lo cotidiano, de lo pr—ximo, cuyas leyes nos son mediana- escalar y dimensional desde la que pueda ser escrito otro texto. La Con el atáque a la píldora ocurrió
mente accesibles, y otra que rige el microcosmos de las part’culas compulsi—n a la repetici—n, corset donde lo simb—lico narra su po- lo mismo, pese a que en primera
subat—micas, y aœn otra que gobierna el espacio-tiempo de lo enor- breza, ofrece el beneficio secundario de los lugares conocidos y Òli- instancia desde el arzobispo pri-
me. braÓ de posibles nuevos textos blandiendo la amenaza del vac’o. mado del país hasta humildes sa-
La f’sica cl‡sica, la matem‡tica, la geometr’a, que mal que mal te- cerdotes -junto al coro de institu-
nemos aprendidas, son ciencias que desde antiguo han trascendido ciones afines a la institución-
amenazaron tanto con el consi-
a la gente comœn porque dan cuenta de lo perceptible, tienen apli-
caci—n pr‡ctica. La cu‡ntica en cambio, o las geometr’as no eucli- PSICODRAMA, guiente castigo divino como con
la excomunión a quienes la utili-
dianas, no; en el orden cotidiano podemos hacer c‡lculos simples o
complejos, medir magnitudes diversas, pero nadie nos va a plantear CREATIVIDAD zaran. En pocos días la venta de
las diferentes marcas comerciales
de la pastilla subió notoriamente
Primera Escuela Privada de Psicología Social
Y GRUPOS y, tal vez peor aún, varias encues-
fundada por el Dr. Enrique Pichon-Riviere
tas indicaron el cada vez menor
Coord. general: acatamiento de mujeres de todos
S. Schverdfinger y C. Pavlovsky los sectores sociales a las premi-
MEDIACION Seminario Anual 2004 sas clericales sobre sexualidad y
Sup.: Dr. Tato Pavlovsky
anticoncepción. Pese a lo cual la
JORNADAS INTENSIVAS iglesia mantiene y refirma sus co-
Abril a Noviembre de 2004. 3er. o 4to. sábado de cada mes. ¥ CURSOS DE FORMACIîN nocidas posturas al respecto, que
De 12 a 19 horas. Total: 8 Jornadas. Comienza el sábado 17-4-04 EN PSICODRAMA Y parten de la cúspide vaticana y
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en reconocida decadencia en el
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Certificados de Introductorio y Entrenamiento homologados en Ministerio de ¿Pérdida cada vez mayor de con-
Justicia y Derechos Humanos de la Nación. (Hab.72-Resol.284/98). Charlas explicativas sin cargo tacto con la realidad, posturas
fundamentalistas inflexibles o, co-
CHARLA INFORMATIVA: MIÉRCOLES 31 DE MARZO DE 2004 - 20 HS. Coord. institucional: Silvia Schverdfinger mo ironizan algunos conociendo a
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Esta fiebre de formas que es la vida. Juan L. Ortíz Campo Grupal / 13


Wilhem Reich
MARZO
EN LA Energía y
CASONA
PR—XIMA MILONGA:
psicología de masas
20 DE MARZO
TE ESPERAMOS!!! los vecinos Carlos Liendro
que creemos que un barrio carlosliendro@ciudad.com.ar
mejor es posible)

W
ilhelm Reich (1897-1957) ha llegado a ser conocido co-
mo el padre de las psicoterapias corporales. Pero tanto
DOMINGO 14 ÁGRAN DêA
su vida como su obra han ido mucho m‡s all‡ y poco a
DE MANCHAS! PINTANDO poco se va re-descubriendo distintos aspectos en los que trabaj— e
HUMAHUACA!!! investig—: psicoan‡lisis, sexolog’a, psicolog’a social, bioenergŽti-
El domingo 14 nos encontra- ca, orgonom’a, ecolog’a.
mos a pintar los frentes de Fue disc’pulo directo de Freud desde muy joven. Dirigi— el Se-
algunas casas con los murales. minario TŽcnico del Policl’nico psicoanal’tico de Viena (donde se
atend’an gratuitamente pacientes) en la dŽcada del Õ20. A partir de
Habr‡ algo de mœsica y colo- los acontecimientos de 1927 (desocupaci—n, huelgas, matanzas de
res para desparramar. manifestantes) comienza a militar pol’ticamente. Crea junto a
otros psicoanalistas los primeros centros de ÔHigiene mentalÕ (1):
Se largan los talleres ÒLo que yo aportŽ al movimiento de Higiene mental fue la consi-
de marzo !!!! deraci—n de la neurosis como un problema social: la neurosis de
masasÓ (Reich habla de Freud)
En 1930 se encuentra en Berl’n. Crea la ÔSexpolÕ (Liga para la
Funci—nes de teatro espont‡- pol’tica sexual proletaria) dentro del programa del partido comu-
neo del grupo TEA, nista alem‡n. Trabajar‡ en barrios obreros. En 1933, cuando el na-
EN SU NOVENO A–O zismo sube al poder debe huir de Alemania. Hasta aqu’ hab’a es-
CONSECUTIVO!!! crito: El car‡cter compulsivo, La funci—n del orgasmo (primera
versi—n 1927), Psicoan‡lisis y marxismo, La irrupci—n de la moral Reich se preocupaba cuando se dejaba de lado lo social y lo se-
sexual, La lucha sexual de los j—venes. xol—gico. Por eso Žl comenz— a estudiar la coraza muscular en los
Seminarios de tŽcnicas y di- Entre 1933 y 1934 suceden dos hechos peculiares: es expulsado bebes (3) y remarcaba la importancia de lo preventivo en la infan-
n‡micas psicodram‡ticas y de de la Asociaci—n Psicoanal’tica Internacional y del partido comu- cia y la educaci—n (4). Sab’a que no alcanzar’an todos los divanes
juego. nista alem‡n. La edici—n de los siguientes libros puede explicar al- del mundo para curar las neurosis de masas (lo que la sociedad y
go. Aparece ÔAn‡lisis del car‡cterÕ. la cultura enferma)
Donde est‡n las diferencias con Freud por la pulsi—n de muerte Describo a continuaci—n algunos temas que me ha permitido de-
Seminario de dramaturgia sarollar no solo sus teor’as sino su pr‡ctica:
(car‡cter masoquista). TambiŽn edita ÔPsicolog’a de masas del fas-
cismoÕ, donde explica el fen—meno de las masas y el nazismo por 1) La aparici—n del sida y su abordaje (la sexualidad y la cultura,
YOGA las estructuras caracteriales: individuos criados desde la infancia discriminaci—n y prejuicio) 2) La violencia (estudios sobre aumen-
en familias autoritarias dominadas por el padre, la iglesia, la tota- tos de suicidios y homicidios en adolescentes, abuso sexual en ni-
Taller de huerta organica lidad del complejo de las instituciones. Entre 1934-39 vivir‡ en –os, mujeres golpeadas) 3) Contaminaci—n ambiental (como pro-
Dinamarca, Suecia y Noruega. Edita una revista de psicolog’a po- ducen c‡ncer, PCB) (5). 4) Los piqueteros (las nuevas formas de
l’tica y sigue desarrollando nuevas formas terapŽuticas. Son tera- participaci—n de los movimientos sociales en trabajos y v’nculos.
Taller de dibujo y pintura 5) La ley de sexualidad reproductiva para todos (el an‡lisis de por
pias activas que actœan sobre la coraza caracterial (tŽcnica del an‡-
para iniciados. lisis del car‡cter) y la coraza muscular (todo lo que despuŽs fue de- quŽ y quienes se oponen).
sarrollando la bioenerg’a y las psicoterapias corporales). Sus traba- Las lecturas estructuralista, del posmodernismo, del lenguaje,
Encuentro literario jos en ese per’odo van hacia la biof’sica y descubre un tipo de ra- nos han hecho perder una visi—n social del todo en movimiento.
'Literatura viva' diaci—n que llama Ôorg—nÕ. En 1939 es contratado por la New Por eso Reich a pesar de los silencios, olvidos y omisiones siem-
School Social Researches en New York. Los nazis comenzaban a pre est‡ volviendo, como un retorno de lo reprimido.
invadir toda Europa. El centro de sus estudios es la energ’a., por
Seminario de psicoan‡lisis Notas
esos sus œltimos a–os trabaj— sobre astrofisica contaminaci—n am-
biental. (2). Edit— en EEUU: La funci—n del orgasmo (versi—n ac- (1) Freud y Reich en la dŽcada del Õ20/Trabajo presentado en las
Escuela de teatro, tual), La revoluci—n sexual, La biopat’a del c‡ncer. Ether, Dios y el jornadas de Investigaci—n Psicolog’a- UBA (2) El desierto emocio-
Iniciados y avanzados diablo, Superposici—n c—smica, Contactos con el espacio (estos nal- art’culo (3) Children of the future. W. Reich (4) Aspectos de
tres œltimos libros no est‡n traducidos, como mucha de su biblio- la autorregulaci—n. Neill- Reich / Trabajo de presentado en las Jor-
grafia) nadas de Investigaci—n de Psico-UBA. (5) Contaminaci—n ambien-
Taller del gozo, del programa tal, efectos sobre la poblaci—n.
Reich plantea que la primera energ’a humana es su sexualidad.
de salud del hospital Pirovano La sexualidad como vida. El orgasmo (en pareja) como capacidad
de descarga (no compulsiva o violenta) sino como sentimiento de CURSO INTENSIVO
Expresi—n art’stica ternura y de entrega. DE FORMACIÓN PSICOANALÍTICA
Sus biogr‡fos lo describen en per’odos: marxista, psicoanalista,
Torneos de ping pong orgonomico; en un Reich europeo y otro americano. Abierta la Inscripción 2004
Algunos toman de sus teor’as partes y se habla de lo neo-reichia-
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Campo Grupal / 14 El pájaro de sol canta con lluvia. Rodolfo Alonso


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Yo nací un día que Dios estaba enfermo, grave. Cesar Vallejo Campo Grupal / 15
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El indeciso coordinador de grupos


1/ Doy vueltas en torno a un ár-
bol seco. Reclamo la devolución
del cuerpo amado. Espero el día.
Me han dicho que estoy perdido
en los pasillos de una fiebre. Y
que deje de aguardar lo que se
ha ido. No voy a discutir. Sonrío.
Miento que muy pronto la ausen-
cia va a cesar. Que vendrán nue-
vos rostros bajo el sol de nuevos
días. Pero una vez que todos se
han marchado -y la casa vuelve
a estar en sombras- regreso al
jardín del que nunca he salido y
sigo girando como un disco de
vinilo. Mudo. Quieta la danza. Ricardo Klein nunca acatado, siempre discutido. Por eso l—gicas. Porque de eso se
Roto el camino. ricklein@uolsinectis.com.ar trata, de entender su funcionamiento. Lejos de acatar, comprender. No
2/ Mientras espero barro las ho- es tomarlas e idealizarlas. Es descenderlas a tierra, bajarlas, discutirlas,

S
jas esparcidas en el patio, ali- o–aba... dialogar con ellas y Ðcomo fruto de ese di‡logo y como resultante del
mento a los pájaros, entro y sal- El taller que iba a coordinar esa tarde era sencillo. Una mera proceso de internalizaci—n- crear cada uno su propio c—digo, no un
go de los cuartos como un fan- aproximaci—n al rol del coordinador, centrada en una fantas’a mandamiento. Por eso roto. Rotura semejante a la comida del ‡rbol
tasma indeciso. Hojeo vagamen- guiada de encuentro con un viejo maestro, al cual preguntarle lo que prohibido que Ða la manera interpretativa que plantea Kushner del mi-
te unas revistas y vuelvo a las fo- cada uno quisiera saber. La consigna agregaba que la sabia palabra ad- to del EdŽn- nos da la potencialidad de lo humano. Humanidad nece-
tos olvidadas. Después caliento saria para coordinar.
vendr’a en formas visuales a las que habr’a que prestar suma atenci—n.
agua para el té de la cura y la
esperanza. Me levanto. Me sien- La idea posterior era que cada uno dibujara dicha respuesta y luego Por œltimo, el manual tiene un dibujo de aquello que Ðtridimensio-
to. Me acuesto con los brazos en sintetizara las ideas que Žsta suger’a. nalmente- era visible en el sal—n tras la puerta. En esas tablas, tanto las
gruss. Sueño en voz alta. Vuelvo No contaba -y estaba totalmente fuera del campo de lo posible para rotas como las que aœn no lo estaban Ðy que a la vez estaban para ser
a caer y levantarme. Doy vueltas m’- elÉ llamŽmosle aspecto potencial del encuentro. He aqu’ que a rotas- se le’an estas palabras (a las cuales Ðen algunos casos- he agre-
y exijo la restitución de lo que ese taller de iniciaci—n vino un reconocido coordinador grupal. Digo gado entre parŽntesis un brev’simo resumen de lo que luego el maes-
nadie se ha llevado. Invoco de potencial pues maestro por maestro, imaginen Uds. el resultado de tro agreg— respecto a quŽ significaba cada una o bien a su fuente bi-
rodillas a un dios desconocido. Y aquel fant‡stico encuentro. No apelarŽ a vuestra imaginaci—n, pues da- bliogr‡fica):
en ese acto la ausencia toma do que me permiti— quedarme Ðy adem‡s utilizar- el material produci- I- L—gica de las contradicciones o polaridades. (DialŽctica, Pi-
fuerza, carne de llanto, jugos do, todo mi trabajo ser‡ el de un mero transcriptor. chon-Riviere, Perls).
preñados de vientos que soplan II- L—gica del punto de urgencia. (Pichon-Riviere)
Empecemos por su dibujo, que consist’a en una habitaci—n en la cual
desde abajo. Todo lo que hago
es inútil. Porque no existe en la hab’a una especie de rŽplicas de aquellas dos tablas que me hac’an re- III- L—gica de la confianza en el procesando, ligado a la regula-
memoria ningún lugar tranquilo. cordar las entregadas en el Sina’. Hab’a un par en una esquina, cuyo ci—n organ’smica. (El concepto de procesando lo desarrollŽ para dar
3/El enigma es mujer. Una can- texto estaba borroneado, casi tachado; m‡s hacia el medio de la sala movilidad al concepto est‡tico de proceso Ð La regulaci—n organ’smi-
ción calienta el pie que se balan- otro par ten’a una especie de dec‡logo -Àmandamientos?- y m‡s hacia ca es un concepto de la Gestalt).
cea desnudo fuera de la sábana. la esquina izquierda otro par roto, con letras en las cuales pareciera que IV- L—gica de la direccionalidad. (Dada por la tarea, y que el coor-
Sobrevivo. Permito hacer. Me de- el dec‡logo anterior continuaba. Una cinta Ðcompuesta a la manera de dinador tender‡ a direccionar, no a dirigir).
jo acunar. Mientras espero doy Moebius- las envolv’a, o mejor dicho las entrelazaba, con la leyenda V- L—gica de lo diverso. (Lo no œnico; lo diverso tomado en pari-
vueltas en torno a una luz opaca. Òlas l—gicas del coordinadorÓ inscripta en su tela. Abajo, a la derecha, dad y por lo tanto no valorativa).
Paso el tiempo alumbrando esce- unas hojas se apilaban bajo la car‡tula Manual de Instrucciones. VI- L—gica de la incompletud. (Aceptando la castraci—n y cierto
narios en ruinas. Pero ya nadie placer posible; remite a la l—gica del Ideal del Yo contrapuesta a la del
abre las puertas. Nadie nada en
la piscina. Y alrededor la noche Perdonen. Estoy yendo demasiado veloz en el relato. Me salteŽ un Yo Ideal).
me esconde entre sus piernas. Y paso, ni peque–o ni poco importante. Tanto los antiguos griegos Ðcon- VII- L—gica de la demora. (Tendiente a un recorrido m‡s largo, que
en el centro, el vacío. Y más allá sultores asiduos del or‡culo- como todo tirador del I-Ching que se pre- demore el goce libidinal; ni ya ni inmediato Ð A la vez no implica inac-
ninguna cara amable, ningún pul- cie sabe que el arte se halla -m‡s que en la respuesta- en la pregunta ci—n ni una l—gica del congelamiento).
món reconocible, ninguna piel formulada. Es el encuentro (de maestros) lo que produjo este produc- VIII- L—gica del advenimiento o pasaje del adicto al diciendo.
erizada por mis manos. El reloj to. Uno que preguntaba; otro que respond’a. (Que ir‡ del a-dicto o no dicho, al e-dicto o dicho por otros, y de all’ al
siempre da la hora. El gato maú- Y la pregunta versaba: -Maestro; ÀQuŽ es lo que no puedo olvidar en dicto o dicho, para arribar al diciendo).
lla. La vaca es solamente vaca. mi tarea de coordinar? ÀQuŽ es lo que no puedo dejar de lado? IX- L—gica de la integraci—n. (Ampliando Ðdesde conceptos de
Tiendo la cama, hago y deshago Y la respuesta fue la imagen de una puerta de madera con las pala- Perls- la idea freudiana de recuerdo y elaboraci—n).
el nudo marinero. Mientras espe- X- L—gica del pacto de hermanos. (En la destituci—n del padre y la
bras ÒL—gicas del coordinadorÓ grabadas en su textura, que -con un
ro enciendo un fuego. La nieve
no se derrite. Las llamas no se cartel indicador que dec’a: Òpor aqu’ no pases de largoÓ- invitaba a en- renuncia previa a ocupar su lugar).
propagan. Y yo, libre de ilusio- trar. XI- L—gica vivencial-experiencial. (Lo cual implica que el trabajo
nes, sigo dando vueltas y más Al abrirla, sobre la pared del fondo, se hallaba la imagen descripta es vivencial en aras de lograr constituir una experiencia).
vueltas de pez o de caballo. Cri- anteriormente. Rotas tablas -Àde la Ley? (Àde cual Ley?), otras nuevas, XII- L—gica de la alteridad. (Donde la existencia del otro Ðel alter-
nes duras. Oscuras las escamas. y un trazo, un recorrido, que Ðcual banda de Moebius- iba de unas a me define en la aceptaci—n de las diferencias Ð A la vez, desde el coor-
Nervioso el galope. otras, tornando a las primeras. Tirado en el piso, en un borde, unas ho- dinador, refiere a la no ajenidad, a la implicaci—n del mismo con sus
4/Podría decir, como en el teatro, jas se caratulaban: Manual de Instrucciones. Es sabido lo aburrido y te- afectos en juego).
la mesa está servida. La niña me dioso que puede resultar leer un manual Ðcomo ocurre con cada art’- XIII- L—gica del Moebius subjetivo. (Cuyas bandas circulan de lo
ha dejado. Y en la estación del culo electrodomŽstico que compramos en cuyo caso m‡s de una vez intrasubjetivo a lo intersubjetivo y viceversa).
amor no se detienen los trenes. XIV- L—gica de la resignificaci—n. (Del considerar en el a posterio-
enchufamos y empezamos a tocar los botones para verlo funcionar. As’
Podría pensar en algo. Pero
siempre es mejor el ritmo de la lo fundimos o perdemos mœltiples funciones que poseen sin nosotros ri la intervenci—n en funci—n de su operatividad).
sangre. ¿Partir? El muerto no saberlo. Por eso este escrito remite al manual. En otros hablarŽ del uso. XV- L—gica del sostŽn del deseo. (SostŽn necesario de la tarea, di-
sabe que llueve. Pero aún así Y el manual comienza diciendo: ferente al empuje de la misma, a la vez que tendiendo a la construcci—n
husmea tormentas en el aire, du- a- Yo, tanto el Manual como el Instrumento, sirvo para ser olvidado y desarrollo del autosostŽn).
da, no se apaga. Porque si todo en la realizaci—n de la tarea, pues si me est‡s recordando a m’ no esta- XVI- L—gica del jugando. (Por la cual el coordinador espera Ðlo
estuviera clausurado, y si fuera r‡s en contacto con aquellos con los que est‡s trabajando. cual al decir de Winnicott a veces no es en vano- sosteniendo la apues-
cierto que los grillos duermen pa- b- No te darŽ el camino por el cual transitar, solo Ðcomo brœjula o ta, diferenciando lo que es juego de lo que es azar).
ra siempre en una caja, y si viejo mapa estelar- te se–alarŽ un rumbo (sirviŽndote como brœjula), XVII- L—gica del existente. (Lo cual implica reconocer d—nde es-
nuestros nombres no estuvieran describiendo la posici—n a adoptar bajo la celeste esfera (si me usas co- toy parado Ðtanto yo como cada uno de los otros-; existente en tanto lo
escritos en la nieve, entonces, que est‡ dado y no lo que me gustar’a que fuese u ocurriese).
mo mapa estelar). Dos temas diferentes de este mismo instrumento.
por fin, habría que agitar los pa-
ñuelos en el muelle. Pero los bu- Direccionar y posicionar. Y considero que de esto se trata todo. XVIII- L—gica de la no perpetuaci—n. (Llamada tambiŽn de cierre,
ques enormes no han llegado al c- Retomando el esp’ritu freudiano, recordemos que cuando el maes- cuya perspectiva debiera estar inclu’da en todo planteo de interven-
puerto aún: prefieren seguir po- tro desarrollaba tal o cual tŽcnica de trabajo se–alaba que Žsta le resul- ci—n).
sados como albatros en el agua. taba œtil a Žl, valga decir que deb’a ser adaptada por el usuario tras ve- XIX- L—gica de É lo no agotado a ser pensado. (O sea, abierto el
Hay sol sobre las olas, navega- rificar su uso y las causas de Žste. planteo a poder seguir pensando, a seguir descubriendo otras l—gicas
ciones, secretas rutas en donde d- Pongo Žnfasis en el concepto de herramienta, a veces poco toma- posibles que rigen el procesando grupal y la tarea de coordinaci—n).
el mar no duele. Espasmos. Y do en cuenta en ciencias sociales, dado que son meras palabras, Òapa-
yo, mientras espero, sigo dando rentementeÓ menos precisas que los objetos de las ciencias duras, o de Cada uno de ellos implica un desarrollo, una explicaci—n de uso. Ca-
vueltas y más vueltas como un aquellas tŽcnicas que operan con lo concreto y no con la subjetividad. da uno de ellos -como un caleidoscopio- se ve condicionado con otras
padre de la plaza. Me rebelo. Y a fin de dar cuenta de la direccionalidad y el posicionamiento del coor-
e- Las tablas. Met‡fora de mandato. Las tablas rotas. De roto man-
exijo a los altísimos poderes la
inmediata devolución del cuerpo dato. De transgresi—n. Exactamente. Este instrumento Ðadem‡s de pa- dinador. Cada movimiento de cada una de ellas va produciendo juegos
amado. ra ser olvidado en el uso de sus funciones- es para ser transgredido, de luces -y de sombras- en las otras. Cada una implica otros escritos.

Campo Grupal / 16 Niños: no hagan lo que yo hice. No podía caminar. Y traté de correr. John Lennon

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