Está en la página 1de 7

Suicidio

La palabra suicidio deriva del latín y significa “matarse a sí mismo”. Si se culmina, se


trata de un acto mortal que satisface el deseo de la persona de morir.

En psiquiatría, el suicidio es la principal emergencia; el homicidio y el hecho de no


diagnosticar una enfermedad médica subyacente potencialmente mortal también son
urgencias, aunque menos frecuentes. El psiquiatra puede proporcionar una atención
óptima, pero aun así el paciente puede acabar suicidándose.

La idea más importante sobre el suicidio es que prácticamente siempre es el resultado de


una enfermedad mental, por lo general la depresión, y es susceptible de tratamiento
psicológico y farmacológico.

Términos que conforman la ideación y el comportamiento suicida

Etiología

1) Factores sociológicos (Teoría de Durkheim): Divide a los suicidios en tres


categorías especiales:

 Suicidio egoísta; que se aplica a las personas que no están bien integradas
en ningún grupo social, lo que explica, por ejemplo, el hecho de que las
solteras son más vulnerables al suicidio que las casadas, y ambientes rurales.

 Suicidio altruista; que se aplica a aquellas personas cuya tendencia al


suicidio deriva de su excesiva integración en un grupo, como el caso de un
soldado japonés que sacrifica su vida en una batalla mediante el Harakiri.
 Suicidio anómico; se aplica a las personas cuya integración en la sociedad
está alterada hasta tal punto que no pueden seguir las normas habituales de
conducta, como por ejemplo, durante los cambios drásticos de economía,
inestabilidad social, perdida de los valores de la sociedad.

2) Factores psicológicos

Según Freud, el suicidio representa la agresividad dirigida hacia el interior contra un


objeto de amor introyectado, ambivalente catéxico. Dudaba de que pudiera haber un
suicidio sin el deseo previo reprimido de matar a alguien.

Según Menninger, el suicidio representa un homicidio invertido debido a la ira del


paciente contra otra persona. Este asesinato retroflejo se dirige hacia el interior o se
utiliza como excusa para el castigo. También describió un instinto de muerte dirigido
contra uno mismo (el concepto de thanatos de Freud) y tres componentes de hostilidad
en el suicidio: el deseo de matar, el deseo de ser matado y el deseo de morir.

Teorías recientes, que se nutren de fantasías que suelen incluir deseos de venganza,
poder, control o castigo; expiación, sacrificio o restitución; escape o sueño; rescate,
renacimiento, reunión con los muertos o una nueva vida o aquellas donde subyacen las
dinámicas de grupo como En los suicidios en masa como los de Masada, los de
Jonestown o los del culto de la Puerta del Cielo.

3) Factores biológicos: La disminución de las concentraciones de serotonina en el


sistema nervioso central (SNC) a nivel de la corteza cerebral y/o tronco
encefálico está implicada en la conducta suicida. Un grupo del Instituto
Karolinska de Suecia fue el primero en observar que el descenso de las
concentraciones de ácido 5-hidroxiindolacético (5-HIAA), un metabolito de la
serotonina, en el líquido cefalorraquídeo (LCR) lumbar se asociaba a conducta
suicidas.

4) Factores genéticos: La conducta suicida, como otros trastornos psiquiátricos,


tiende a presentar una incidencia familiar. En estos pacientes, los antecedentes
familiares aumentan el riesgo de suicidio consumado o en grado de tentativa en
la mayoría de los grupos diagnósticos.

Factores de riesgo y asociados para el suicidio

1. Sexo: Los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres, pero éstas intentan
suicidarse o tienen ideaciones suicidas cuatro veces más que ellos, independientemente
de la raza.

2. Método: La tasa más alta de suicidios consumados por hombres se relaciona con los
métodos usados (p. ej., armas de fuego, ahorcamiento, precipitaciones), mientras que las
mujeres suelen tomar una sobredosis de psicofármacos o veneno. Globalmente, el
método más frecuente es el ahorcamiento.

3. Edad: Las tasas aumentan con la edad.

a. La tasa de suicidio masculino alcanza el máximo a partir de los 45 años; la del


femenino, lo hace a partir de los 65 años.

b. Las personas mayores se intentan suicidar menos, pero tienen más éxito cuando lo
hacen.

c. En los últimos años, el ascenso más rápido es entre hombres de 15-24 años.

4. Raza: En Estados Unidos, dos de cada tres suicidios son cometidos por hombres
blancos. El riesgo es menor entre personas que no son blancas. Las tasas de suicidio
entre los norteamericanos nativos e inuits superan la media.

5. Religión: La tasa más alta se observa entre los protestantes y la más baja, entre los
católicos, judíos y musulmanes.

6. Estado civil: La tasa se duplica entre las personas solteras en comparación con las
casadas. Las personas divorciadas, separadas o viudas muestran tasas cuatro o cinco
veces superiores a las de las casadas. Las personas homosexuales corren más riesgo que
las heterosexuales.

7. Empleo: Generalmente, El suicidio es más frecuente en las personas en situación de


desempleo que en las que tienen trabajo, no obstante, casi que de forma paradójica,
cuanto más alto es el nivel social de una persona, mayor es el riesgo de suicidio, pero un
descenso en la escala social también aumenta el riesgo. El trabajo, en general, protege
contra el suicidio.

En las clasificaciones según el empleo, tradicionalmente se ha considerado a los


profesionales, en particular a los médicos, como el grupo con el mayor riesgo de
suicidio. Otras profesiones de alto riesgo son las de agente de policía, dentistas, artistas,
mecánicos, abogados y agentes de seguros.

8. Salud física: Las enfermedades médicas o quirúrgicas suponen un factor de alto


riesgo, sobre todo si se asocian con dolor, enfermedad crónica o terminal, figuran: la
perdida de la movilidad, la desfiguración, el dolor crónico e intratable, la cirrosis.

9. Fármacos: Algunos fármacos pueden causar depresión, que en algunos casos induce
al suicidio. Entre ellos se encuentran la reserpina, los corticoesteroides, los
antihipertensivos y algunos antineoplásicos.

10. Enfermedades mentales: Casi el 95% de las personas que se suicidan o lo intenta
presentan un trastorno mental diagnosticado: los trastornos depresivos suponen el 80%,
la esquizofrenia el 10%, y la demencia y/o el delírium el 5%. De todas las personas con
trastornos mentales, el 25% presentan también dependencia del alcohol y tienen un
diagnóstico dual, por ejemplo, como es en el caso de los individuos con trastorno de
ansiedad, específicamente angustia y fobia social.

Por otra parte, el trastorno límite de la personalidad se asocia con una tasa elevada de
comportamiento parasuicida. Se cree que el 5% de las personas con un trastorno
antisocial de la personalidad cometen suicidio, sobre todo los reclusos de prisiones, de
tal manera que los presos muestran la tasa más alta de suicidio de cualquier grupo.

11. Otros factores de riesgo:

a) Antecedentes familiares de suicidio o depresión


b) Antecedentes de abuso físico o sexual durante la infancia
c) Antecedentes de comportamiento impulsivo o agresivo
d) Acceso a medios letales o armas de fuego
e) Fantasías de reunión con los seres queridos ya muertos
f) Sensación de desesperanza

Suicidio de médicos

En el 2018, a partir de la Reunión Anual de la American Phychiatric Association (APA)


se reveló que la tasa de suicidio entre médicos es más elevada que en la población
general, en Estados Unidos una revisión halló que la tasa de suicidio en médicos es de
28 a 40 por 100.000, mayor a la presentada en población general de 12,3 por cada
100.000. Schernhammer, et al. encontraron que el Riesgo Relativo (RR) para suicidio en
los hombres médicos era 1,41 y 2,27 para las mujeres médicas, comparado con la
población general.

Los estudios indican que los médicos que se suicidan presentan un trastorno mental, por
lo general un trastorno depresivo, de dependencia de sustancias o ambos. En
comparación con la población general, los médicos, tanto hombres como mujeres,
utilizan significativamente más las sobredosis de fármacos y menos las armas de fuego
para suicidarse; el acceso a los fármacos y el conocimiento de sus efectos tóxicos son
factores importantes en los suicidios de los médicos.

En esta profesión, se considera que los que presentan un mayor riesgo son los
psiquiatras, seguidos por los oftalmólogos y los anestesistas, pero todas las
especialidades son vulnerables.

Tratamiento del paciente suicida

1. No dejar nunca solo al paciente suicida; eliminar cualquier objeto potencialmente


peligroso de la habitación.

2. Examinar si la tentativa estaba prevista o era impulsiva. Establecer la letalidad del


método, las posibilidades de descubrimiento (si el paciente estaba solo o había
notificado a alguien) y la reacción al ser salvado (frustración o alivio). Averiguar si han
cambiado los factores que motivaron la tentativa.
3. Los pacientes con depresión grave pueden recibir tratamiento ambulatorio si sus
familias son capaces de vigilarlos estrechamente y si es posible iniciar con rapidez el
tratamiento. En los demás casos se requiere hospitalización.

4. La ideación suicida de pacientes alcohólicos suele remitir en unos días con la


abstinencia. Si la depresión persiste después de que hayan desaparecido los signos
psicológicos de la abstinencia del alcohol, entonces debe sospecharse una depresión
mayor. Todos los pacientes suicidas intoxicados por el alcohol o las drogas necesitan
una nueva evaluación una vez que se encuentran sobrios.

5. Las ideas suicidas de los pacientes esquizofrénicos se deben tomar en serio, porque
tienden a emplear métodos violentos, sumamente letales y, a veces, extraños.

6. Los pacientes con trastornos de la personalidad responden sobre todo a la


confrontación empática y la ayuda para resolver el problema que precipitó la tentativa
de suicidio y al que ellos, por lo general, contribuyeron.

7. Se aconseja una socialización prolongada para combatir el trastorno que contribuye a


la automutilación; la hospitalización breve no suele influir en este comportamiento
habitual. Los pacientes parasuicidas pueden mejorar con una rehabilitación duradera; a
veces, se precisan ingresos hospitalarios breves e intermitentes, pero no cabe esperar
que un tratamiento corto modifique de forma significativa la evolución.

Estrategia general para la evaluación del paciente suicida

Algunas preguntas sobre emociones y comportamientos suicidas (EXTRA)


Conducta Parasuicida

Este término se introdujo para describir a los pacientes que se automutilan (p. ej., se
hacen cortes en la piel), pero que no desean morir. Los estudios indican que cerca del
4% de los pacientes de los hospitales psiquiátricos se han hecho cortes, con una
proporción entre mujeres y hombres de casi 3 a 1.

Se observan autolesiones en cerca del 30% de los consumidores de sustancias tóxicas


por vía oral y en un 10% de los adictos a drogas por vía intravenosa ingresados en las
unidades de tratamiento de drogodependencias.

Características de los pacientes con conductas

 Estos pacientes suelen estar en la década de los 20 años de edad, y ser solteros o
casados.
 La mayoría se cortan con delicadeza, y no toscamente, y lo hacen en privado,
con una hoja de afeitar, un cuchillo, un trozo de cristal o un espejo.

 Los cortes afectan principalmente a las muñecas, los brazos, los muslos y las
piernas; es poco frecuente que se corten la cara, las mamas o el abdomen.

 La mayoría de las personas que se provocan cortes manifiestan no sufrir dolor, y


se justifican con motivos como la ira contra sí mismos o los demás, el alivio de
la tensión y el deseo de morir.

 La mayoría presentan un trastorno de la personalidad y son significativamente


más introvertidas, neuróticas y hostiles.

 Es frecuente el abuso de alcohol y de otras sustancias, y la mayoría han


intentado suicidarse.

También podría gustarte