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REHABILITACION FISIC
 Í N D I C E

R1 ...,¡ '.\:,\ lllOl1R.\FI C1\ Vil

(. 01 1\IH>R.\rll1Rí:" XI
R1 \ ' "L1RL:" Xlll
P Rl)l Olol) XV
P 1u 1 ,\ ( 10 XVII
RH.. 0'\l)t 1\111 N 1 º" XIX

S l·CC I Ó N l

Temas esenciales de la cinesiología 1

CAl'l 1 l L() l Puesta en marcl1a 3

ÜONALD A. NEUMANN, PT, P11D

C.\rt n 1 P 2 Estructura y función l1ásicas de las articu laciones 26

A. jOSEPll THRELKELD, PT, P11D

C.\rl rL L l1 3 Músculo: El generador' tí/timo ele fuerza ele/ cuerpo 42

Ü 1\VID A. BROWN, PT, P11D

(Al'I Tl 1 L1 4 Principios biomecá11 icos 58

ÜEBORAH A. NAWOCZENSl<I, PT, P11D
ÜONALD A. NEUMANN, PT, Pi ID

AP I N D I U l 89

Sccc 10N JI

Extremidad superior 91

C.\Plfl l l l 5 El complejo elel hombro 93

ÜONALD A. N EUMANN, PT, P11D

C.\PI f l 10 6 El complejo elel coelo y el antebrazo 136

ÜONALD A. NEUMANN, PT, PI ID

( ,\ Pll U 1t1 7 La mufteca 176

DONALD A. NEUMANN, PT, P11D

V
Vl lndiCI'

(\P I l l i_t ) 8 la mano 198

ÜONALO A. NEUMA N, PT, P11D

A I' I NP I C E 11 247

Sccc1óN IU

Esqueleto axial 249

CAP l l L• LO 9 Esqueleto axial: Osteología y artrología 253

ÜONALD A. NEUMANN, PT, PHO

C \1'11 L Lt) I 0 Esqueleto axial: lllteracciones de múscu los

y atticulaciones 316
DONALD A. NEUMANN , PT, PHO

C.\1'1 t L LO 11 Cinesiología de la masticación y la ventilación 359

DONALD A. NEUMANN, PT, PHO

APr 'DICE 111 387

5F CC 1ÓN lV

Extremidad inferior 391

CAl' l I U LO l2 La cadera 393

OONALD A. NErn.IANN, PT, PHD

C Al' l I U LO 13 La rodilla 441

OONALD A. NEUMANN, PT, P11D

C.\ 1' 11 ¡_,LO 14 El tobillo y el pie 485

ÜONALD A. NEUMANN, PT, P1tO

CAP 1 1U L O l5 Ci11esiología de la marcha 532

GUY G. SIMONEAU, PT, PHD, ATC

At>I '\DI C E 1V 582

Í ND I C.[
or \l:\TE RI A :- 589
-
SECCIÓN 1

Temas esenciales
--- de la cinesiología
1('.:_
FM

Ejo de O e
(0)
PC
rotación
PS

~
~
MI
ME• PS
BME.

LW
 FM

s(ee l Ó N
Eje de rotación
•
® PC
PS FM

Temas esenciales
de la cinesiología
BMI
1 BMF1 PS
BME~

( \1'11 t 1 o 1. Puesta en marcha

l. \f'l l t l l1 2: Estructura y función básicas de las arLiculacioncs .. PC

e \ l'l ll 1 L) 3: Músculo: El generador últ imo ele fue rza del cuerpo
<... \l'l 1 l 1l~ -1 : Principios biomecánicos
,\1•1'- Pl l [ 1: Material relacionado con los temas esenciales de cinesiologin

La Sección l se divide en cuatro capítulos, cada uno de los cuales describe un 1emn dis-
tinto relacionado con In cinesiología. Esta sección proporciona la base para exposiciones
cinesiológicas más especificas sobre las distintas regiones del cuerpo (Secciones 11 n IV). El
Capitulo l aporta la terminología introcluct0ria y los conceptos biomecánicos relac1onados
con la cinesiologia. El Capítulo 2 presenta los aspectos anatómicos )' funcionales básicos
de lns articulaciones: los puntos de pivote necesarios para el movimiento del cuerpo. El
Capitulo 3 analiza los aspectos anatómicos y funcionales básicos del músculo esquelético,
la fuente que produce el movimiento activo y la estabilización de las articulaciones. En el
Capítulo 4 se ofrece una exposición más detallada y un análisis cuanlitativo de muchos de
los principios biomecánicos introducidos en el Capítulo l.
 CAPÍ fULO l

Puesta en marcha
D ONALD A. NEUMANN, PT, PHD

¿Qué es la cinesiología?, 3
CINEMÁTICA. 3
Traslación comparada con rotación , 4
Osteocinemática, 5
Planos de movimiento. 5
Eje de rotación. 5
Grados de libertad de movimiento, 7
Osteocinemática: una cuestión
de perspectiva, 7
Artroclnemática, 8
Morfología típica de las articulaciones. 8
Movimientos fundamentales entre
superficies articulares, 8
Movimientos por rodamiento-
des/izamiento. 9
ÍN DICE
Rotación, 1O Interacción entre músculos y
Movimientos que combinan rodamiento- articulaciones, 17
deslizamiento y rotación, 10 Tipos de activación muscular, 17
Predicción de un patrón artrocinemático Acción de un músculo en una
basado en la morfologia articular, 11 articulación, 18
Posiciones de bloqueo y laxas de una Terminología relacionada con
articulación, 12 las acciones de los músculos, 19
DINÁMICA, 11 Palancas musculoesqueléticas, 20
Fuerzas musculoesqueléticas, 12 Tres clases de palancas, 20
Influencia de las fuerzas 'sobre los tejidos Ventaja mecánica, 22
musculoesqueléticos: conceptos Compensación entre fuerza y distancia, 22
introductorios y terminología, 12 GLOSARIO, 23
Fuerzas internas y externas, 15 RESUMEN, 25
Momentos musculoesqueléticos , 16

INTROD UCCIÓN sanitario implicado en la práclica de la rehabilitación física.

¿Qué es la cinesiología?
La etimología ele la palabra cinesiología procede del griego
hinesis, moverse, y - logia, estudio. Cinesiologla del sistema mus-
culoesquelético: Fundamencos ele la rehabilitación física es una
gula que se centra en las interacciones anatómicas y biomecá-
nicas del sistema musculoesquelético. La belleza y compleji-
dad ele estas interacciones han inspirado la obra de dos gran-
des artistas: Miguel Ángel Buonarroti ( 1475-1564) y Leonardo
da Vinci (1452-1519). Es probable que su creación inspirara
la ele la obra clásica Tabula e Sceleli el Musculorwn Corporis
Humani, publicada en 1747 por el anatomista Bernhard
Siegíried Albinus (1697 -1770). Un ejemplo de esta obra apa-
rece en la figura 1.1.
La principal intención ele este libro es que los estudinntes
y médicos cuenten con Ju11damentos parn la práctica de la
rchabililación física . Como base para abarcar los aspectos
estructurales y funcionales del movimiento y sus aplicacio-
nes cllnicas, apa rece una revisión detal lada de la anatomía
del sistema musculoesquelético, incluida su inervación . Hay
exposiciones sobre las condiciones normales y anormales
producto de la enfermedad y los traumatismos. Un conoci-
miento sólido de la cinesiologla permite desarrollar una eva-
luación racional, un diagnóstico preciso y un tratamiento
eficaz de los trastornos musculoesqueléticos. Estas capacida-
des son la piedra angular de la profesionalidad de cualquier
Este libro sobre cinesiología se apoya en tres áreas de cono-
cimiento: la anatomla, la biomecánica y la fisiologfa. La anato-
mía es la ciencia ele la forma y la estructura del cuerpo
humano y sus panes. La biomecánica es una disciplina que se
nutre ·de los principios de la física para estudiar cua111itativa-
mcnte la interacción de las fuerzas en un cuerpo vivo. La fisio-
logía es el estudio biológico de los organismos vivos. Este
manual se nutre de una malla de principios seleccionaelos de
la biomecánica y la fisiologia. Este enfoque permite razonar las
funciones cmcsiológicas del sistema musculoesquelético en
vez de memorizarlas.
El resto del capítulo expone conceptos biomecánicos fun-
damentales y tenninologfa relacionada con la cincsiología. El
glosario al final del capilulo resume muchos de los términos
esenciales. En el Capítulo 4 se ofrece una aproximación más
profunda y cuantitativa a la biornecánica aplicada a la ci nesio-
logia.
CI NEMÁTICA
La cinemática es una rama de la mecánica que describe el movi-
micnlo de un cuerpo, sin atender a las fuerzas o momentos que
producen el movimiento. En biomecánica, el término cuerpo
se emplea ele forma vaga para describir tocio el cuerpo, o cual-
quiera de sus partes o segmentos, como huesos o regiones
individuales. Por lo general, hay dos tipos de movimientos:
traslación y rotación.
3
4

FIGURA 1.1. 1lustrarion del librl' de :111awmm 1<1/>ultll' S1 dcti t"I ,\ltr-t 11l1>nt111 Cor ¡>1>11~ llunr1111i { l 7-t7), de:
Bcrnhard S1cgfricd r\lb1nth.

Traslación comparada con rotación
La traslctción describe un mo,·1111iento li neal en el que Lodas la::.
panes de un cuerpo rígido se mueven en paralelo )' en la
misma chrección que cualquier otra parte del cuerpo. L'I tras-
lación se produce en linrn 1cc:tc1 (rccti/111rn) o en linea cw va
«U1 l'il111c<1). Al caminar, por ejemplo, un punto de la cabeza se
nnu:ve de íornrn por lo general curvilínea (Fig. 1.2).
La rc>lelcio11, por el comrario, des1:ribe el 1mwimicnto en que
un cuerpo ngido se muc\'C en una traycnona circular sobre
un CJC . Co1rn1 rcsuhaclt), tocios los puntos del cuerpo giran

0% 10% 20% 30% 40% 50%
FIGURA 1.2. Trn5lación ascendemc y clcsccndc111c de un pu1110 ele
la pane superior de l;i cabeza en una traycctori;i cur1·ilinca durante
la marcha. El eje X muestra el porcentaje de duración de un ciclo
de la nrnrcha entero.
simultáneamente en la misma dirección angular (p. ej .. en
sentido horario o antihorario) )'el mismo núme ro ele grados
El movimiemo del cuerpo humano, en conjunLo, suele des-
cribirse como una traslación del cc111ro de nwsa del cuerpo.
localizado por lo general jusw anterior al sacro. Aunque el
centro de masa ele una persona se traslade por el espacio, éste
es impulsado por los músculos que hacen ro1<1r las extrem icla-
des. Que las extremidades rotan se aprecia obserrnndo la tra-
yectoria recorrida por el pui'lo ele una mano durante la flexió n
del codo (Fig. 1.3). (En ci nesiología es habitual emplear las
expresiones «rotación ele una articulación» y «rotación de un
hueso» como intercambiables.)
El punto pivote del movimiento angular se denomina eje <le
FIGURA 1.3. Mediante un ílash cstroboscópico, una cámara captn la
rotación del ;intebrazo. Si no íuera por las restricciones anaLómic;is
del codo, el ame brazo podría. Lcóricnmcntc . girar 360 grados sobre
un eje de rolación localizado en el codo (circulo rojo).
((1p1111h1 1 P11t'sld l'n mtm lw 5
,fAB; A.oí.. .:1 ¡.,·._,Conversiones
....
~--·- ::.t"'~-
habitualcs.cntre
..... --.....,.......-.,
--~ .. .• 1unidades
. •. .-...
·~
d•
lasí mcdiCj'oilcs ci~e'inátiCas ~ - " _
1 metro (m) = 3,28 pies (ít) 1 pie = 0,305 111
1 m =39,37 pulgadas (in) 1 pulgada= 0 .0254 rn
1 centímetro (cm) =0,39 pulgadas 1 pulgada= 2,54 cm
1 m = 1,09 yardas (yd) 1 yd = 0,91 m
l kilómetro (km)= 0,62 mill:is (mi) l mi= 1,61 km
1 grado = 0,0 J 74 rndianes (rncl) l rnd =57.3 grados
10Wció11. El eje se halla en el punto clonde el movimiento clel
cuerpo que rota es cero. En el caso de la ma)"oría de los movi-
mienLos del cuerpo, el eje de rotación se localiza en o muy
terca ele la estructura ele la art iculación.
El mo1·imirnto del cuerpo, con independencia ele la trasla-
ción o rotación, puede describi rse como activo o pasivo. Los
111ol'i111ic111os aclil'OS son generados por los músculos estimula-
dos. Los nwvimicnlos pasivos . por el rnntr;11·io. est;ín generados
por fuentes distintas de los músculos, como el empL~jón de
01ra persona, la a1 racción de la gravedad, etc.
Las principales variables relacionadas con la ci nemática son
la posición. la 1·elocidad )' la aceleración. Se necesitan unida-
des cspecíl'icas ele medición para registrar cuamitatirnmemc
est<IS \·ariabks. Las unidades en mctros o pies se cm pican para
la traslación. )' los grados o rad ianes para la rotacion.
Cincsiologfrr cid Sis1..:mc1 Mt1sc11/ors1¡11clé1irn empica el Sistema
i11tcnwcio1111/ ele unidades adoptado en 1960. Su abrcl'iaLura es
SI , del rrancés S_vsti'mc l111crnc11io1wl. Este sistema de unidades
está ampl iamente aceptado en muchas revistas relacionadas
con la ci nesiología )' la rehabi litación . Las conl'ersiones cine-
m<\ticas ent re las unidades 1mis corrientes del SI )' otras unida-
des aparecen en la labia 1.1 .
Osteocinemática
PLANOS DE MOVIMIENTO
La os1coci11c111ciliccr describe el movimiento ele los huesos res-
pecto a los tres planos card inales (principales) del cuerpo:
sagital, rrontal y horizontal. Estos planos ele movimiento se
describen en el contexto de una persona de pie en la posición
anatómica corno en la rigura 1.4. El plano sagital discurre
paralelo a la suwra sagital del cráneo, divid iendo el cue rpo en
las secciones derecha e izquierda. El plano írontal se extiende
paralelo a la sut ura coronal del cráneo, dividiendo el cuerpo
en dos secciones, anterior y posterior. El phlnt) horizontal (o
transverso) cursa paralelo al horizonte y divide el cuerpo en
las secciones superior e in íerior. Un ejemplo de los términos
usados para describí r la osteocinemál ica aparece en la tabla
l.2. Los términos más especíncos se describen en los capít u-
los que describen las distintas regiones del cuerpo.
EJE DE ROTACIÓN
Los huesos rolan alrededor de una articulación en un plano
perpend icular a un eje de rotación. El eje suele localizarse en
el segmento com·exo de la articulación. El hombro, por ejem-
6 Sadó11 1 Temas 1·sn1u<1lt•s <k la rnrrsio/or_ia
FIGURA 1.4. Los tres planos cardinales ele una persona de pie en la
pos1c1ón anat(imica.
plo, permite el mov1m1ento en los tres planos y, por tamo.
cuenta con tres ejes de rotación (Fig. 1.5). Aunque los tres ejes
onogonalcs se describan como estacionarios, en realidad,
como en tocias las articulaciones, cada eje se desplaza durante
la amplitud del movimiento. El eje ele rotación se mamendría
estacionario sólo si el extremo convexo ele una articulación
íuera una esfera períecta, que se articulara a la períección con
un miembro recíprocamente cóncavo. Los segmemos conve-
xos de la mayoría de las aniculaciones, como la cabeza del
húmero en el hombro, son esferas imperíectas cuyas curvatu-
ras superficiales cambian. El tema de la migración de los ejes
de rotación se ampliará en el Capitulo 2.
Plano sagital Plano frontal
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-
Flexión y extensión Abducción y aducción
Flexión dorsal)' ílexión plantar Inclinación lateral
Anteversión y retroversión Desviación radial y cubital
Eversión e inversión
Eje vertical
EíeML
\
~
I
FIGURA1.5. La articulación glenohumeral derecha (hombro) mues-
tra tres ejes ortogonales de rotación y los planos asociados de movi-
miento angular: la ílexión y extensión (ílechas curvas blancas) se pro-
ducen sobre un eje medial-lateral (M L) de rotación; la abd ucción )'
aducción (ílcchas curvas rojas) se producen sobre un eje anteropos-
tcrior (AP) de rotación; la rotación i111crna )' externa (ílechas curvas
grises) se producen sobre un eje \'ertical de rotación. Cada eje de
rotación tiene un código de color con su plano asociado de mo\'i-
mie1110. L1s ílechas rectas paralelas a cada eje representan la ligera
traslación potencial del húmero respecto a la escápula. Esta ilustra-
ción mues1ra los grados de libertad del movimic1110 angular)' el trns·
lacional. (En el texto aparece una descripción más amplia.)
Plano horizontal
Rotación interna (medial) y externa (lateral)
Rotación axial
--
GRADOS DE LIBERTAD DE MOVIMIENTO
Los grados de libertad del movimiento son el número de mo\'i-
mienLos inclependiemes que perm ite una arLiculación. Una
articulación puede mostrar hasw tres grados de libertad angu-
lar. que corresponden a las tres dimensiones del espacio.
Como se describe en la figura 1.5, por ejemplo, el hombro
presenta tres grados de libenacl angular, uno por cada plano.
La mu1ieca pennite dos grados de libertad, y el codo. solo
uno.
A menos que se especifique lo comrario en este li bro. el tér-
mino grados ele libertad nrneslra el número de planos de movi-
miento angular que permile una aniculación. Desde la pers-
pectiva ele la ingeniería, los grados de libertad se apl ican a los
movimientos angulares)' de Lraslación. Tocias las art iculacio-
nes sinoviales del cuerpo poseen al menos cieno grado de
uaslación, causado ele modo activo por el músculo. o pasiva-
mente por la laxitud natural de las eslrncluras articulares. Las
ligeras traslaciones pasivas que se dan en la mayoría de las
arliculaciones se denominan 111ovimie11tos accesorios y se defi-
nen en Lres direcciones lineales. Desde la posición anatómie<1,
las direcciones corresponden a las de los tres ejes de roLación.
En la aniculación glenohumeral relajada, por ejemplo, el
húmero se traslada pasi,·arnente en sentido anLeroposLerior,
medial-lateral)' superoinferior (ver Fig. J .5). En muchas art i-
culaciones, sobre LOdo en la rodilla )' el wbillo, el grado de
traslación se emplea clínicamente para probar la inLegridacl de
los ligamemos.
OSTEOCINEMÁTICA: UNA CUESTIÓN DE PERSPECTIVA
En general, las superlkies articuladas de dos segmenLos cor-
porales constituyen una art iculación. El movimiento de una
articulación se considera, por tanto , desde dos perspectivas:
(1) el segmento proximal puede rotar sobre el segmenLO disLal
relativameme fijo, y (2) el segmento distal puede rolar sobre
el segmento proximal relalivamente fijo. Estas dos perspecti-
vas aparecen en la ílexión de rodilla ele la figura 1.6. Por ejem-
plo, un término como ílexión de rodilla describe sólo el moví-
FIGURA 1.6. La osLeocinemáLica
de la rodilla en el plano sagital es
un ejemplo de (A) la cinemática
del segmento distal sobre el proxi-
mal, y (B) la cinemática del seg-
memo proximal sobre el distal. El
eje de rotación se representa con
un círculo en la rodilla.
A Perspectiva de la tibia sobre el fémur
7
miento relativo entre el muslo )' la pierna. No describe cuál de
los dos segmemos está girando en realidad . A menudo, para
ser claros, es necesario establecer qué hueso se considera el
segmento rotatorio principal. Como en la figura 1.6, por ejem-
plo, donde los términos 1110\'imienlo de la tibia sobre el fémur
o movimiento del i'émur sobre la libia describen de íorma ade-
cuada la osteocinemática.
La ma)'Oria ele los movimiemos habiLuales realizados con
las extremidades superiores comprenden la rotación ele scg-
menlos disLales sobre segmentos proximales. Esto refleja la
necesidad de ace rcar o alejar objetos del cuerpo con la mano.
El segmento proximal de una articulación de la extremidad
superior suele estabilizarse con los músculos o la gravedad,
mientras el segmento clis1al. relativameme libre, gira.
Comer o lanzar una pelota son dos ejemplos habiluales de
ci nemática ele un segment o distal sobre otro proximal en las
extremidades superiores. Las extremidades superiores son
cienameme capaces de real izar movim iemos cincrnálicos ele
un segmento proximal sobre otro d isLal. como flexionar o
extender los codos miemras se praclican flex iones de brazos.
... Las extremidades inferiores realizan habi1 ualmcnte movi-
mientos cinemáLicos ele segmentos distales sobre oLros proxi-
males, y ele proximales sobre distales. Estos movimientos cine-
máticos reflejan, en pane, las dos rases principales de la
marcha la Jase de apoya, cuando la exLrem idacl en comacLo
con el suelo sopona la carga del peso corporal, y la(c1sc de osci-
laci611 de la pierna, donde la extrem idad avanza hacia delante.
Además de la marcha, muchas otras actividades emplean
ambas eswnegias cinemáticas. Flexionar la rodilla como pre-
paración para dar una patada a un balón , por ejemplo, es un
tipo de movimiento cinemático de segmentos cl iswles sobre
proximales (fig. L.6A) Descender hasla quedar en cuclillas,
por el contrario, es un ejemplo ele movimiento cinem~nico de
un segmento proximal sobre otro distal (Fig. 1.68). En esle
úlLimo ejemplo, se exige una demanda relativamen1e grande al
músculo cuádriceps ele la rodilla para controlar el descenso
gradual del cuerpo.
Flexi6n de la rodilla Segmento proximal
libre
. ..... -.
-,
'", '
Segmento distal libre
Segmento distal fijo
B Perspectiva del fémur sobre la tibia
8

Lo::. término~ caden.1 c111cma11c1 abicrtn) cadena c111en1atica

cerrada se empican con lrccucncia en la literatura st1bre rcha-
bilitadon física y en la clínica para describir el concepLo de la
cinemática relatl\'a ele los scgmenins. 4 -"' Por cadena l'incma11G1
se entiende una serie ck: cslablincs )'articulados, nm10 In pel-
vis, el muslo. la pierna ) el pie. en la extremidad mlcrior. Los
Lérminos «ah1cna>> y «Cerrada» se suelen emplear para indicar
si el extremo di5ial de una ex1 rc111 idad esl<\ fijo en el suelt1 o en
otro obje10 inmó\'il. Por a1elc11c1 1111r111cilic<1 <1bicrta se cmicnde
Tróclea -~,_,_.~
una s11uaeión en la que el segmcmo distal de una cadena cine- (convexa)
mática, como el pie en 1~1 extremidad in íenor, no rstcí JUo en el
suelo u otro ob1cto inmt'l\'il. Por ianto, el segmenw distal 1icne
libertad para 1110\'erse (ver Fig. 1.6A). Una rnclrnc1 ci11rnwlirn Cavidad sigmoidea
ccrriula es una situacion en la que el segmento distal ele la mayor (cóncava)
cadena cinemauea rslcl _fiJo en el :.uclo o en 01 ro ob1eto in mm 11.
En este caso, el segmemo proximal tiene libenad par;i mtwerse
(ver Fig. l .6B). Estos Lermi nos se empican mucho para descri-
bir 111e11.xlos ele aplicac1on de resistencia sobre musculas y hg;1-
mcmos, sobre todo en la rodilla. '1 FIGURA 1.7. La anirnlac:iun humerncuhnal del 1:11dt1 es un ejrm¡>ki
Aunque sea unél 1erm inolog1a muy útil. los términos cadena de rdadon ll111\'e\t1-nmc;l\ .1 t'lll rr dti!'> -.up1.·rfít1t"• .1111cul,11,·-. 1 .1 1w
cinemm1ca abíena y cerrada &m a menudo ambiguos. Desde la dt•;1 clel liumrrü .:s n11wcxa. > la i;;wkt1d -.1~111n1dt-.1 m.1rnr ckl 1."uhiw
perspectiva ck h1 ingeniería, es1ns IL'rminos se aplican mas a la t'S UlllCil\';\,
i11tcrclr¡ic11drnci11 ci11rnwtica de una serie de eslabones ngiclos
conectados. lo que no es exactameme lo mismo que las dd1nt- Artrocinemática
ciones previns aquí expuestas. Desde esta pc r~pcc t in1. la
cadena está «<:errada» si e1111bos ntrcmos ec;ian fijos a un l)bjeto MORFOLOGÍA TÍPICA DE LAS ARTICULACIONES
comun, algo llltl) parecido a un dn:uiw cerrado. Ln este rnso, La c1rtmw1t·11wtiu1 describe d 111111·11111t·11r11 en11 e las '1111r1.Ji< 1r'
el movim iento de cualquier eslabon requiere un ~tjus1 e cincma- C1rtiwlarrs de las al'I iculacioncs. Como se clc~cnbc 111a-. .1 fomlt1
lirn de uno o mas del resto de lt)s eslabones de la cadena en el cap11ulo 2. la forma de las supcrhcies a111nilarcs puede se1
«Abnr» la cadena desconectando un extremo de su inserc1nn desde plana hasta rnrrn. No obs1antc. la mayona de la~ ~uperft ­
fija i11tc1Turnpe esta intL'rclcpenclencia cine1m1Licn. Fsta Lerm i- cics articulares son cu1Yas. de modo que una superíicic es rclau-
nolog1a mas precisa no se aplica de forma u11i,·ersal en todas las ,·amemc nm\'exa )' la otra rcla1i\·¡1111c11te cónca\'a ( Fig. 1. 7). La
disciplmas de la ingeniería y la salud . PL1r ejempln. pracucar relación <:om·exLH:nrKa,·a de la ma)'nna de las aniculacionc~
una sentadilla parcial con u11;1 sola pierna suele describirse d í- mejora su congruencia, aumenta el arca de superficie pt1ra disi-
nicameme como el llll)\'1mienlo de una cadena cmemat1La par las ruerzas del COntaClt), )' ayuda a dirigir el 1110\'llllienW
cerrada. Podría argüirse. sin embargo. que es el mm 11rnento de l'nt re kb huesos.
una cadena cinemálica abierta, porque la pierna contralmcral
no está fija en el suelo (es decir, el circui1n formado por Lodo el MOVIMIENTOS FUNDAMENTALES ENTRE LAS SUPERFICIES
cuerpo está abierto). Para C\'itar coníusiones, este libro empica ARTICULARES
los té rminos cadena cincmfü ica abicna )' ce rracla pocas veces, l::xisten lre:, 1110\'il11ÍClllOS l'undamelllalcs entre las superficies
)' lo mejor es establecer de modo explícito qué scgmemo (pro- an u.:ulares: rodamiento. dcsli:am1cn10 y rniación.11 Estos
ximal o distal) se eonskkra ftjo )'cuál se considera libre. 1110\'imien1os se producen cuando una supe rlicie con\'exa se

Movimiento Defini ción Ana log ia

Rodamiento Mtiltíples pu11tvs de una superfü:ic Un neumá1ico que rueda por la calle
anicular entran en comacto con múluplcs
puntos de otra supcrncíe anicular
Deslizamiento Un solo pu111<> de una supcríicie articular entra en Un nc u111;'uico csl:ltico que se desliza por un 1ramo
comacto con múhiples puntos de otra superíicic de calle helado
anicular
r
Rotación Un solo punto de una superíicic articular gira sobre Un juguete que da \'Licitas sobre un punto del suelo
f,
un solo pumo de otra superficie anicular
 9

Movimiento artrocincnu\tico de una superficie convexa sobre otra cónca va

Movimiento a rtrocinemático de una superficie cóncava sobre otra con vexa

FIGURA 1.8. Tres movimientos fundamen tales entre superficies fl rticulares: rociamiento, dcslizamiemo y rotación. A.
i\fo1·imicmo anrocinemáti co de una superíici c co111·cxa sobre otra cóncav¡i; B, iVIOl'imicntn an rocinemáti co de una superfi-
cie cónca1·a sobre otra convexa.

mueve sobre oLra cóncal'a, y viceversa (Fig. 1.8). Aunque se
usan oLros térm inos, ésLos son útiles para visualizar los mo1·i-
mientos relaLivos ele una aniculación. Los términos se definen
formalmente en la tabla 1.3.
Movimientos por rodamiento-deslizamiento
Una de las formas pri ncipales en que un hueso gira en el espa-
cio es mediante un roda111ic11to de su superficie anicular sobre
la superíicie articular ele oLro hueso. El movimiento de la
figura l .9A corresponde al de una superficie conl'exa sobre

L
10 Sc(dlln 1 Tono~ csrnrialcs ele lo rinrsiolo>;w
A B
FIGURA 1.9. Arlrocinemática de la articulación glenohumeral durante la abducción. La cayidad glenoidea es cóncava,)' la cabeza del humero
es convexa. A. Mol'imiemo an rocinemático de rodarnicnto-clcsliwmiento de una supcrlkic anicular convexa sobre una superf'icic articular cón-
cm•a rela1 iqmeme estátic:,1. B, Ctmsecucncias del rodamiento cuando el deslizan,i!ento n11Tec1or no es suficiente.
oLra cóncava en la an iculación glenohumeral. La conLrncción
del músculo supraespi noso hace rodar la cabeza convexa del
húmero sobre la ligen' concavidad de la fosa glenoidea En
esencia , el rociamiento dirige la Lrayecwria osteocinernática ele
abducción de la diáfisis del húmero.
El rodamiento ele una superficie convexa suele exigir un
desl izamiento concurrente en dirección opuesta. Como se
muestra en la figura L9A. el dcs/izamicnlo en dirección in ferior
ele la cabeza del húmero contrarresta la mayor pane de la
migración superior potencial que se produce durante el ro-
clamierno ele dicha cabeza. La compensación cinemática de
Cabeza -- - - - Epicóndilo
medial
Fosita - ---j
articular
FIGURA 1.10, La pronación del anLebrazo es un ejemplo de 1110\'Í-
miemo giratorio entre la cabeza del radio)' la cabeza del húmero.
Bolsa subacromial
Tracción
del su praespinoso
rodamiento-desl izamiento es análoga a la del neumático de
un coche que gira sobre una placa de hielo. El potencial ele
giro anterior del neumático sobre el suelo helado queda
<.:ontrarrestaclo por un cleslizamiemo corni nuo en la dirección
opuesta a la de la rotación. Un ejemplo patológico clásico ele
una superficie convexa que rueda sin el desl izamiemo com-
pensatorio aparece en la figura l.9B. La cabeza del húmero
experimenta una Lraslación ascendente y compri me los tejidos
delicados del espacio subacromial. La migración altera la loca-
lización relativa del eje de rotación, modificando así los brazos
ele palanca ele los músculos que cruzan la articulación gleno-
humeral. Como se mueslra en la Íigura l .9A, el rociamiento y
cleslizamiemo concurremes aumenLan al máximo el desplaza-
miento angular del húmero en abducción, y reducen al
mín imo la traslación neta emre las superficies articulares. Este
mecanismo es especialmeme importante en articulaciones en
las que el área de la superficie articular del segmento convexo
supere a la del segmenLo cóncavo.
Rotación
Ot ra de las formas principales ele giro de un hueso es me-
cliante la rotación ele su superficie articular sobre la superficie
articular de oLro hueso. Esto pasa por ejemplo cuando el radio
del antebrazo rota sobre la cabeza del húmero clurame la pro-
nación del amebrazo (Fig. 1.10). Otros ejemplos son las rota-
ciones interna y externa de la articulación glenohumeral en 90
grados de abducción, y la ílexión y la extensión de la cadera.
La rotación es el mecanismo primario de gi ro articu lar cuando
el eje longitudinal del hueso largo es perpendicular a la super-
ficie articular del otro segmemo.
Movimientos que combinan rodamiento-deslizamiento y
rotación
Varias articulaciones del cuerpo combinan la anrocinemática

A B
FIGURA 1.11 . La extensión de la rodilla muestra una combinación de roda miento y deslizamiento con rotación . El cóndilo
del Íémur es convexo, y la meseta de la tibia es un poco cónca\'a. A, Extension del fémur sobre la tíbi;i (rodilla). B. Extensión
de la libia sobre el fémur (rodilla)
del rodamiento-deslizamiento y la ele la rotación. Un ejemplo
clásico ele esta combinación es la flexión y extensión de la
rodilla. Como se muestra durante la extensión del Íémur sobre
la tibia (Fig. 1.1 IA), el fémur rot<1 un poco en sentido interno,
al tiempo que el cónd ilo del fémur ruecb y se desliza respecto
a la tibia fija. Esta anrocinemática se muestra también en la
figura l. l lB, mientrns la tibia se extiende respecto al fému r
fijo. En la rod illa, el movimiento ele rotación que se produce
con la ílexión y extensión se da de forma automática y está
vinculado mecánicamente con el movimiento principal de
extensión. Como se describe en el Capítulo 13, la rotación
automática se basa en la íorma de las superficies articulares de
la rodilla. La rotación conj unta ayuda a asegurar el bloqueo de
la articulación ele la rodilla cuando ésta está extendida por
completo.
PREDICCIÓN DE UN PATRÓN ARTROCIN EMÁTICO
BASADA EN LA MORFOLOGÍA ARTICU LAR
Como se dijo previamente, la mayoría de las superfi cies
articulares ele los huesos son convexas o cóncavas.
Dependiendo del hueso que se mueva, una superficie convexa
puede rotar sobre una superficie cóncava o viceversa (compa-
rar la Fig. l.llA con la Fig. 1.118). Cada escenario presenta
un patrón artrocinemático de rodamiemo-cleslizamiemo dife-
rente . Como se muestra en las figuras l. llA y l.9A en el caso
del hombro, durante un movimiento de supe1ficie convexa sobre
superficie cóncava, la superficie convexa rueda y se desliza en
C 1pt1u/c1 1 P11c~l<l 1·11 mt1rd w 11
direcciones opuestas. Como se ha descrito al1lcs, el desliza-
miento contraclireccional contrarresta la tendencia de trasla-
ción inherente al rociamient o ele la superficie convexa.
Durante un movimiento de superficie cóncava sobre superficie
convexa, como se muestra en la figura l. ll B. la superíicie cón-
cava rueda y se desliza en direcciones pe1recidas Estos dos prin -
cipios son muy útiles para \'isual izar la artroci nemática
durante un movimiento. Además, los principios sirven de base
para algunas técn icas de terapia manual. El terapeuta puede
aplicar fuerzas externas que ayuden o dirijan la anrocinernú-
lica normal ele la articulación. Por ejemplo, en ciertas circuns-
tancias, la abducción glenohumeral se racilita aplicando una
fuerza en dirección inlú ior en la porción proximal del
húmero, simultánea a un esfuerzo de abducción activa. No
obstante, los principios de la artrocinemática requieren cono-
cer la morfología de las superficies articulares.
Principios artrocinemáticos del movimiento
• En el caso del movimiento de una su¡mficie convexa sobre otra
cónwva, la porción convexa rueda y se desliza en direcciones
opuestas.
• En el caso del movimiento ele ww superficie cónwva sobre otra
convexa, la porción cóncava rueda y se desliza en direcciones
similares.
12
POSICIONES DE BLOQUEO Y LAXAS DE UNA ARTICULACIÓN
Las dos superficies aniculares de la mayoría de lns dianrosis
{aniculaciones simwiales) «encajan» a la perfección en un<1
sol<1 posición, por lo general al l'inal o cnsi al final ele la ampli-
tud del movirn ienLo. Esta posición ele congruencia mü;.;ima se
cieno mi na posición de '1/oc¡ucv. En esta posición. la mayoría de
los ligamentos )' panes ele la cápsula se mantienen tensos.
aponanclo un elemento ele estabilidad natural a la articula-
ción. Los movimiemos accesorios son mínimos en la posición
ele bloqueo.
En el caso ele muchas articulaciones de la c;.;trcmielad infe-
rior, la posición de bloqueo se asocia con una fun ción habi-
tual. En la rodilla, por cJem plo, la posición de bloqueo es la ele
e;.;tensión completa, una posición que suele adoptarse en
bipedcstación. El efecto combinado ele l;i máxima congruen-
cia articular)' del estiramiento de los ligamenLos ayuda a ofre-
cer esLabil idacl Lransarticular a la rodilla.
Cualquie r OW\ posición distinLa a la ele bloqueo se deno-
mina posición laxa. En eslas posiciones, los ligamentos )' la
cápsula estún relativamente laxos, permitiendo un aumenLo ele
los 111ovimic11tos accesorios. La aniculación es, por lo general,
menos congruenLe cerca de su arnpliLud med ia. En In cxLrem i-
clad iníerior, las posiciones laxas ele las principales articulacio-
nes tienden a la ílexión. Estas posiciones no suelen emplearse
durante la bipeclestación, pero con rrecuencia las preíieren los
pacientes durante los largos períodos ele inmovil izadón. como
el reposo estirado en la cama.
_ PU N ~f O DE . 1 N•T18E.R E. S ~ .. l .1 _ __,
El peso corporal comparado con la masa corporal
Un kilogramo (kg) es una unidad de masa que indica el número
de partículas de un objeto. Un kilogramo no es una unidad de
fuerza o peso. Bajo el influjo de la gravedad, una masa de 1 kg
pesa 9,8 N. Esto es el resultado de la gravedad que actúa
atrayendo la masa de 1 kg hacia el centro de la tierra con una
aceleración de unos 9,8 m/s2. Si una persona pesa 63 kg, la
gravedad atrae el centro de masa de la persona hacia el centro
de la tierra con una fuerza equivalente a 63 kg (667 N).
A menudo, sin embargo, el peso del cuerpo se expresa en
kilogramos. Se asume que la aceleración generada por la
gravedad que actúa sobre el cuerpo es constante y, por motivos
prácticos, se pasa por alto. Técnicamente, no obstante, el peso
de una persona varía inversamente al cuadrado de la distancia
entre la masa de la persona y el centro de la tierra. Una persona
en la cima del monte Everest a 8.852 m pesa un poco menos
que una persona con la misma masa al nivel del mar.s La
aceleración debida a la gravedad en el monte Everest es 9,782
m/s2. mientras que al nivel del mar es 9,806 m/s2.4
DINÁMICA
La dindmiw es unn rama ele la mecánica que describe el erecto
ele las fuer: as sobre el cuerpo El Lema de la cl inam ica aparece
nhorn porque se apl ica al sistema musculoesquclético. En el
Capitulo ·f se cla una explicación más amplia )' clctallada ele
este Lema.
Desde una perspecth''' cinesiológica, unafurr:::o puede ser un
«e rnpL~j c o tracción» que genera, interrumpe o modifica el
mo\·imiento. Por tanto, las fuerzas aportan el impulso definitivo
para el movimiento y la esLabilización del cuerpo. Como des-
cribe la segunda ley de Newton, la cantidad ele una lucrza (F)
se mide como el produclO ele la masa (m) que recibe el impulso
o tracción. rnuhiplicaclo por la acclernción (a) de la masa. La
fórmuln F = 11111 dcmuesLrn que , si la nrnsa es constan Le , una
íuerza es directamente proporcional ;i la nccleración de la masa;
al medir b íuerza se obtiene la aceleración y \'ice,·crsa. Una
íuerza es nula cunnclo la aceleración de h1 masa es cero, y vice-
versa.
Según el SI, la unidad de fuerzn es el 11rwtn11 ( N): 1 N = 1
kg x J. m/s2. El cqui,·alerue inglés cid nc\\"ton es la libra Ub):
1 lb = 1 slug x l l"t/s2 (-f,448 N = l lb).
Fuerzas musculoesqueléticas
INFLU ENCIA DE LAS FUERZAS EN LOS TEJ IDOS
MUSCULOESQUELÉTICOS: CONCEPTOS INTRODUCTORIOS
Y TERMINOLOG!A
Las mismas íuerzas que mueven y estabi lizan el cueqx) también
poseen la capacidad ele cleíonnarlo y daiiarlo. La manera rnmo
las fuerzas o cargas se aplican con más rrecucneia sobre el sis-
tema musculocsquelético se ejemplifica en la figura l . 12. (Ver el
glosario al final de esLe capítulo, donde aparecen cleíiniciones.)
Los tejidos sanos resisten cambios en su forma. La fuerza ele ten-
sión que estira un ligamemo sano, por ejemplo. se contrarresta
con una Lensión intrinseca generada por el Lcj iclo clongadLl.
Cualquier tej ido clebiliLaclo por una eníermedad o un trauma-
tismo puede no ser ca1x1z ele resistir adecuadamente la aplicación
ele las cargas descritas en la figura 1. l 2. La porción proximal del
íémur debili tada por una osteoporosis, por ejemplo, puede frac-
turarse a consecuencia ele una caída por comprcsió11 o torsión (tor-
cedura), cizal/cm1ic1110 o.µc:xió11 del cuello del f"émur.
La capacidad inherente ele los tej idos conjuntivos para tole-
r.-ir carg.-is se observa a nivel experimental trazando gráfica-
mente 1.-i camiclad de fue rza requerida para cldorm<lr un cone
de Lejido.6 La figura l . 13 muestra la Lensión que genera un
ligamento que se ha estirado hasta un punto ele fallo mecánico.
El eje vertical de la gráíica se denomina tc11sió11 (<'sirés), término
que denota la resistencia interna generada mientras el tejido
opone resistencia a su deformación, dividida por su fü'ea trans-
versal. El eje horizontal se denomina elongación, que es la rela-
ción ele la longitud del tejido deformado respee10 a su longitud
originalª Un proced imiento similar se desarrolla comprimiendo,
no est irando, una muestra de cartílago o hueso, por ejemplo, y
trazando gráficamente el grado ele t~nsión del tejido.
 ( 111•1111/11 1 /'11, , ,,, '11 111111d111 13

La fi gura l.1 3 mucst ra cinco zonas (1\ a E). En In ::ona A,

el lignmemo ligeramente estirado o elongaclo produce sólo
una pequei'la tensión . ísta región no lineal de tensión baja
rcílqa el hecho ele que las fibras cnlúgcnas del ligamento
deben tensarse antes de poder medir una tensinn signiíica-
ti va. La ::ona B muest rn la relación lineal entre la tensión )' la
elongación ele un ligamento normal. 1 a relación de tension
)'elongación en un material elástico es una medida de su / igi-

SIN CARGA •
TENSIÓN •
COMPRESIÓN FLEXIÓN
dc::. Todos los tejidos normales del sistema musculne~quelé­
tico muestran cicrw grado de rigidez. El térmi no d 1nico

• «tirantez» sue le impl icar un estado p;uológico ele rigidez

CIZALLAMIENTO TORSIÓN CARGA
COMBINADA
FIGURA 1.12. r:orma en que las fue rzas o carg<ts se aplican con llHl)'Or
frecuencia sobre el sistema musculoesqucletico bmbién se muestra
la carga combinada de torsión ) compresión (Con autorización de
Nordin l\I, Frnnkcl VH: 8i<>111rcha11ics <?_{bones. IJa\lt 11im11cd1e1111t:. o/ tl1.-
M11sculosl1ekwl Systcm, 2." cd . Filadclíia. Lea & Febiger, 1989.)
anormalmente alw.
La zona B de la figura 1. 13 suele denominarse ::cma dcíslirn
de la curva de tensión elongación . El grado de esuramicnto
(elongación) apl icado sobre el ligamento en esrn zona es signi-
íicativo )' probablemente se experimente durante muchos
movimientos naturales del cuerpo. Dentro de esta zona. el
tejido vuelve a su longitud o forma originales una vez que des-
aparece la fuerza dcformame. El área s11uada por deba10 de la
curva (en rojo) rcprescrua la energía clr dcformacicí11 l'lc1stica. La
ma)•or panc ele la energin ut il izacln parn deformar el tejido se
libera cunndo desaparece la fuerza aplicadn. lnclu!iO en un
senudo estático, la energía elástica puede hacer un trabajo útil
para el cuerpo. Cuando se estiran , incluso en grado mode-
rado, dentro de la zona el:ística, los ligamentos y otro~ tejidos
conjumivos que rodean los múscu los realizan implmantes
funciones de estabilizacion art icular.

Y/X = rigidez

Zona plástica

X
B
Zona elástica

amplitud fisiológica
Elongación(%)
FIGURA 1.13. Curva de tensión-elongación de un:i muestra ele ligame1110 que se ha esti rado hasta el puntll de fallo mec;í-
nico (rotura). El ligamento se considera un tej ido elástico. La wna A mucs1n1 la región no lineal. La w 11e1 13 (zona clástic;i)
muestra la relación lineal entre la tensión y la distensión, lo cual pone en e\·idencia la ngidez del tejido. La ZOllll e pre-
senta la propiedad mecánica de la plmt1cidad. Las ::011as O)' E muestran los pumos de fallo mecánico progresivo del tejido
(l\lodilkado con autorización de Neumann DA: Anhrokmcsiologit cons1dern1ions íor 1hc aged adult. En Guccionc t\,\
(ed): Geriallic Plrysiwl T/1erapy, 2:' ed. Chicago, Mosby-Year 13ook, 2000.)
14 5raio11 I Ti:n1m <'S c'11ri<1/n de 111 ci11rsiole1,~ie1
Antagonísmo productivo : capacidad del cuerpo
1ma convertir la tensión 1rnsiva en trabajo útil
Como se ha dicho, el tejido conjuntivo produce tensión cuando se
estira. Como la tensión es una fuerza, tiene la capacidad de llacer
un trabajo. En este libro aportamos varios ejemplos donde la ten-
sión producida por los tejidos conjuntivos estirados realiza fun-
ciones útiles. Este fenómeno se denomina antagonismo produc-
tivo y se ejemplifica con un par de músculos en el modelo
simplificado de la figura 1.14. Como se ve en el centro, parte de
la energía producida mediante la contracción activa del músculo
A se transfiere y almacena como energía elástica en los tejidos
conjuntivos estirados del músculo B. La energía elástica se libera
mientras el músculo B se contrae de forma activa para clavar el
clavo en la tabla (abajo). Parte de la energía contráctil producida
A
B Brand PW: Clinical Biomrdrunics o{ tlic• l lwul. 51.
A
por el músculo B se emplea para estirar el músculo A, y el ciclo
se repite.
Esta transferencia y almacenamiento de energía entre múscu-
los opuestos es útil para la eficiencia metabólica general. A
menudo este fenómeno se expresa de distintas formas en los
músculos multia1i iculares (es decir, músculos que cruzan varias
articulaciones). Pensemos en el músculo recto femoral, un
músculo que flexiona la cadera y extiende la rodilla. Durante la
fase ascendente del salto, por ejemplo, el recto femoral se contrae
para extender la rodilla. Al mismo tiempo, la cadera en extensión
estira el recto femoral activo por delante de la cadera. Como con-
secuencia, se reduce al mínimo el acortamiento general del recto
femoral, y se mantiene así un nivel bajo de tensión pasiva útil en
el músculo.
..
FIGURA 1 .14. tl loclelo simplificado que 111uesLra
un par de musculas opucsLos rodeando una arti-
culnción. En la imagen suprrim; los músc ulos A y
13 aparecen relajados. En el centro. el músculo A
(en rojo) se eomrae para generar la fuerza necesa-
ria con que le\'a1w1 r el martillo a fin ele golpear el
clavo. En la imagen i11fa ior, el músculo B (en
rojo) se estfl con1 rayendo, y conduce el man illo
co111ra el clavo al mismo tiempo que el músculo
A se estira. (Mocliíi rnclo con auLOrización de
Louis, CV Mosby, l 985.)

La ZOIHI ( de la figura 1. 13 llllleSl rn una propiedad l11CC<I·
nica del tejick1 conjuntivo e~t irndo que se llama plasliciclocl. En
este estirnmiento extremo )' anormalmente grande. el tejido
sólo consigue un incrcmentl) marginal ele la tensión mientras
sigue elongñndL1se. En este pum o, el lig;1111cnto experimenta
un íallo microscópico)' sufre una ddormacion permanente. t:I
área por deba jo ele la cun«l ten gris) reprcsenlll la c11l' l}i1C1 ele
clcjon11crcim1 plástica. A diferencia de h1 energía de defon11nc1lm
elástica (región B). la energía plástica no se puede recuperar
totalmente cuando desaparece la fuerza deforman te. A medicln
que prosigue la elongación, el ligamento alcanza su pun LO ini-
cial de íal lo en la .:011c1 D )' cxim pleta el follo en la w 11a f:. .
La gráfica de la íigura 1.13 110 muestra la variable del
tiempo. Los 1c1idos en los que la curva de tensión-elongación
cambia en función del tiempo se consideran viscoclcistiu>s. 1a
mayoría ele los tejidos del sistema muscu loesque lét ico rn uc~­
mm al menos cie rto grndo de \'iScoelast iciclad (Fig. 1.15). Un
fenómeno de los materiales ,·iseoel:\sticos es la íluencia. Como
se muestra en la rama ele la íigura 1. 15, la íluencia descnbe la
deformación progresiva de un material expuesw a una carga
constame en el 1iempo. i:: I fe nómeno de la ddorrnadón p1\1-
gresiva explica por qué unn pe rsona es más alta por la mafüina
que por la noche. La compresión constante del peso corporal
sobre la columna durante el día expulsa litcralmeme el liquido
de los discos intervenebraks. El líquido se reabsorbe por la
noche mient ras se duerme en una posición en In que el cuerpo
no esLá soporrnndo peso.
La cun·a de tensión-elongación de un material viscoclast1co
también es sensible a la "daliclad de carga del tejido. Por lo
general, la pendiente de una relación de tensión-elongación
bajo Lension o compresión aumenta a lo largo de la zona elás-
tica del Lejido a medida que aumema la ,·clocidad de carga.I'
La susceptibilidad de los tejidos conjuntivos ,·iscoelásLicos a la
velocidad de carga protege las estructuras circundantes del sis-
tema musculocsquelético. El cartílago an icular de la rodilla.
por ejemplo, se vuel\'e más rígido a med ida que aumenw In
velocidad de compresión ,7 como al correr. El numenLo de la
rigidez proporciona mayor protección al hueso sub)'accnte en
un momento en que las fuerzas articulares son máximas.
A Fuerza interna B Fuerza interna
Fuerza
de reacción
articular
o o
l
Fuerza externa Fuerza externa
( <l/•1111/11 / /'111·,111111 111<111ht1 15
/~::.:.-:::¿;:~~~--- f.
------::Cfi
....'_
'1
I \
'~-' 8am
6pm
FIGURA 1.15. La rama dl'i .irbol ílllll'Slra un<l pwpicdad tkpL·nd1cntc
del 11r111pl' asociada Cllll un 111111criul nsu >dmlfut Al c:olg<ll una carga
en la mma a las Ham, se nra una ddornMc.:1011 inmediata ,\ la-; (l pm.
la <.::irga ha gi.:nrraclo un.1 ddor111.1cilm ad1c10nal ck la mm<l . lCon
autoriz;1cio11 de Panjabi f\ 1M. Wh ile 1\ 1\ : llirm1rd1c111u' i11 1/ic
1\/11swlc1~l1clc1af Sysll'lll . Nue\'a York, Chun:hdl u,·ingswnc . 2ll0 1.)
FUfR7AS INTERNAS y rx r-RNAS
Las pnncipnlcs fu erz:is que actúan para mm'er )' cst.1bdizar el
sistema musculoesquclético se di\'iden por mot ivos de U)ll\'e-
niencia en dos grupos: internas)' externas. Lasft1l'1::m i111crnas
las generan estructuras loc;11izadas clrn1n1 del cuerpo. Estas
fuerzas son «actirns,. o «pasivas ... L1S fuerzas actl\'<15 son
generaclns por músculos es1imulaclos, por lo general ba¡o con-
trol \'Olllntnrio. Por el contrario, las lucrzas paSÍ\'aS suelen
generarse por l.i tensión de los tejidos conjuntirns pcrian icu-
lares. incluidos tejidos rnnjunti,·os 1111rnmusculares. ligamen-
tos )' cápsula articular Las fuerzas ac:ll\'as produc1dns por los
musculos suelen ser las mayores de tocias las fuerzas internas.
Las (11crzcis c.xlrn111s son producto de fuerzas que actuan
desde{rrrrn del cuerpo. Estas fuerzas suelen tener su origen en
la at rnccit'n de la grnl'ec/cu/ sobre la masa de un segmento cor-
poral o una carga externa, como maletas o pesas «libres», o
por nmraoo físico , como el aplicado por un ternpellln en la
extrem idad de un pacicnLe. La figura l. l 6A muestra un par de
fuerzas internas y externas en oposición: una fuerza in1 erna
(muscular) que ejerce una trncción sobre el antebrazo, )' una
fuerza externa (gravllllloria), que lira en dirección opuesta del
flG URA 1.16. Vis1n de In anicu l arn~n del
1.:odo )' de los huesos asociados en el plano
sngual. A, Se mucs1ran fuerzas mtcrnas
(musculo) )' externas (gr.wrclacl) que actúan
vcnie<ilmente pero en scmiclo opuesto. Los
dos vecwrcs 1icnen dis1 in1a mngnitud )' dife-
rentes puntos de aplicación en el amebrnzo.
B. Lt fuerza de rcaceion articular se miacle
pnra impedir la acclcrac1ón <1scenden1c del
antebrazo. (Los \'CCtorcs se dibujnn n escala
rclat iYa.)
16
cen1 ro de masa del an1ebrazo. Cada fucrza sr dibuja median-
te una ílecha que representa un \'Cctor. Por definición, un 1n-
cor es una magnitud determinada por su módulo y dirección.
(l\lagnitucks tollll) ta masa o la wloc1dad Slll1 escalares ) no
,·ec1orialcs. Un esrnlar es una magnitud completamente espe-
cifknda por su magnitud )'que no tienl' dirección.)
Para describir por completo un vcnor en un anal isis bio-
mecanico, har que conocer su magnitud. dirección, sentidll )'
punto de apl icación. Las fuerzas descritas en la figura l. l 6r\
mue5tran estos cuatro factores:
l . La nwgnil11cl de cnda \'ector se manifiesta en la longitud
(linea de acción) de la ílecha.
2. La tlirccción de los \'Cctores dc: fuerza se muestra
mediante la orientación espacial del astil de las ílechas. Amba5
fuerzas se orient<111 vcrticalmentt, por lo gener;il clennicbs
como la chrccción Y. La dirección de una ful'rza también o;e
describe por el ángulo formado emre el astil de la llecha y una
línea de rcfercnti<1 En este libro, la dirección de una fuerza
muscular y la dirección de la grnwclad se denominan respec ·
tivamentc li11ccr ele /11cr:::a )' lí11ct1 de grnvcclcrcl.
3. El sentido de cada \"CCtor de luerz:t esta indicado por
la o riemación de la pllllla de la ílccha. t.:n el ejemplo
mostrado en la figura l. l6A , l;l fuerza inLerna acllta
hatia arriba en un sr111ic/n Y positivo, }' la fuerz:t externa
actua hacia ab;tjo en un scnticla )' ncgatil'v.
4. El p111110 de apliwcio11 ele los vecto res se siLua donde la
base de la flecha ele un vector contacta con la parte del cuerpo.
El punto de aplicación de la fuerza muscular se halla donde el
músculo se inserta en d huest). El w1~1do ele i11se1ció11 es el
angulo form;ido entre el tendón ele un músculo )' el eje longi-
tudinal del hueso en el q ue se inse rta. En In l'i gurn 1. l6t\ , el
ángulo de msercion tiene 90 grados. 1:1 ángulo de 111serc1on
vana con la flexi(rn del codo. El punto ele apl icncion ele la
fuerza externa depende de si é5la es resultado de la gr;l\'cdad
o producto ele una resistencia aplicada mediante contacto
físico. L'l gravedad anüa sobre el wHiu ele 111asc1 del segmento
corporal (ver Fig. 1. l 6A, circulo en el antebrazo). [J pu1110 de
aplicación de una resistenci;i generada por contacto f1sico
puede estar en cualquier punto del cuerpo.
Factores requeridos para describir por completo un vector en
la mayorla ele los análisis biomecánicos
• Magnitud
• Dirección (linea de fuerza o lrnea de gravedad)
• Sentido
• Punto ele aplicación
--- - - -- - -- - -- - - -- - - -- '
Tanto el empuje como la tracc1on , todas las fuerzas que
actúan sobre el cuerpo pueden causar una trasbción potencial
del segmento. L'l dirección de la traslación depende del efecto
neto de tocias las fuerzas aplicadas. Como en la figura l. l 6A
la fuerza muscular es tres veces ma)'Or que el peso del ante·
brazo, el dccto neto de ambas fuerzas impulsa el ame brazo en
sen1ido \'enical asc.:endcntc. En realidad, por lo general unn
(11cr::c1 de rcc1ffió11 nnicular entre las superficies de la anicula-
dón evita la nccleracit'in hacia a rribn del antebrazo. Como se
muestra en la figura 1. l 6B, el extremo dbwl del humero ejerc.:e
una acc.:ión dcsce11dcnte sobre el extremo proximal del ante·
brazo mcdiamc la fuerza de rcaccic'>n . La mngn11ud de la fuerza
de reacción anicular es igual a la dilerencia entre la fuerza
muscular y la fuerza externa. C\11110 resultado. la suma de
todas las íucrzns \'Crticales que <1ct u;m 5obre el antebrn;:n est<í
e4uilibrada, )' la aceleración nctn del antebrazo en direccion
ven ical es cero. El sistema está, por tamo, en un c1111i/il>rio
lineal \'~fdlirn.
Momentos musculoesqueléticos
Las fuerzas que se ejercen sobre el cuerpo tienen do5 resulta-
dos. Primero. como se muestra en la figura l . l 6t\, las fuerza~
pueden trasladar potcnci;1Jmen1e un scgmenw del rnerpo
Segundo, las fuerzas, si actuan a una clistcmcia del eje ele rota·
ción de la art iculac:ion, puedi.:n prtlClucir ttM rotadón pntcncial
de la a111culac1ón. Ln distancia mas cona entre el eje de rota·
ClÓl-l ) ' la fuerza Se denomina l1ra::_o cft' /)(l/WtlCI. rl producto de
una fuerza)' de su brazo de palanc:;i es un momento { 11wmrn10)
El rnomenLo puede considerarse l'\) 1110 el equi\'alcnte rotatono
ele una fuerza Una lucrza crnpUJ<l) 1ira de un objeto de forma
ti ne<ll , rnientras que un momento hace g1rnr un objeto Sl)bre un
eje de rotacion
Los momentos se producen en planos ::.obre un eje de l\)ta-
ción. La figura 1. 17 muestra los momcn1os producidos en el
plano sagital por las fuer:a~ interna!> r externas llltroducidas en
la l'igura 1. 16. El 11w 111cn10 interno se defi ne como el produc10
de la fuer:a mterna (musculo) r el brazo de p:tlanca del
Fuerza interna (Fi)
Momento interno : Momento externo
-
, ... ......
( o '
\
' ' .... -~J'
Fi x O Fe)( 01
Fuerza externa (Fe)
FIGURA 1.17. Equilibrio ele los nH,mcntos internn y externo qut'
a<.:lúan en el plano s.1gital sobre el c¡c de n1tación cid cocl\1 lcírrnl11
pc:quc1'10). El 1110111c111c11111a110 t'S produeto de la fucr: a interna por el
brazo de palanca del momc1110 interno (f)l 1: 1 m\lmento 1111enw
puede hacer gtrnr el antcbrn::o en scnudo c.: t1111rnno a las ;1gu1as del
reloj. El 1110111c11l<l t'.\'lcnw es prncltl<.:l\l de hi fuerza ex1crna (gravedad)
)' del brnzo de palanca del momento i111cmo (D1 ). El mo111en10
cxtcrnn puedt' h;iccr girar el antebrazo en sc1111do horano. Lo~
momcn1os i111erno y externo son iguales, es clec:ir, muestran un
estado ele cqutlibno rotatono estattco (Los \'C<.:tores se dibujan •1
escala rclat iva.)

momento interno. El /mizo de palanca ele/ nwmi:nta in temo (ver
fig. l. l 7D) es la distancia perpend icular emre el eje de rota-
ción y la línea de fuerza (lfnea de acción de la fuerza). Como se
muestra en la figura J .17, el momento imerno tiene la capaci-
dad de girar el antebrazo en sentido ant ihorario, o ele lkxión.
El momento externo se define corno el producto ele la fuerza
externa (gravedad) y del brazo ele pahmca del momento
externo. El brazo de palanca del monrrnto externo (ver Fig.
1.17 ,Di) es la distancia perpendicular entre el eje ele rotación
y la línea ele acción o ele fuerza . El momento externo posee la
capacidad de girar el antebrazo en sentido contrario, o de
extensión. Como los momentos interno)' exte rno son iguales
en la figura l. l 7, no se produce rotación alguna en la articu-
lación Este estado se denomina cc¡uíli/Jrio rotalorio estático.
Interacciones entre músculos y articulaciones
El término interacción entre nHísC!llos y artirnlacivncs alude al
efecto global que una fuerza muscular tiene sobre una articula-
ción. En este tema se ahondará a lo largo del libro. Una fuerza
muscular que aCLúa con un brazo ele palanca no nulo genera un
momemo, )' la posibilidad de hacer girar la <lrliculación. Una
fuerza producida por un músculo que carezca ele brazo de
palanca del momemn (es decir, la íuerza muscular pasa por el
eje de roLación) no causará un momento o roiación . La fuerza
muscular, sin embargo, sigue siendo importallle, porque suele
represenLar una fuente de estabilidad para la articulación.
TIPOS DE ACTIVACIÓN MUSCULAR
Se considera que un músculo es act i\'O cuando lo estimula el
sistema ner\'ioso. Los músculos prod ucen fuerza mediante
tres tipos ele activación: isométrica, concéntrica )' excént rica.
La fisiología ele los tres tipos de acth·ílción se describe con
detalle en el CapíLulo 3 )' se resume a conti nuación.
La activación isométrica tiene lugar cuando un músculo pro-
duce una fuerza mienLras mantiene una longitud constante.
Este tipo ele acti,·acit'ln se ded uce del origen ele la palabra iso-
métrirn (del griego isos. igual: y mctro11 , medida o longitud).
Durante una activación isométrica, el momento int erno pro-
ducido en una articulación es igual al momento externo; ele
ahí que no se acone el músculo ni rote la articulación (Fi1ib'
l.18A)
La activación concénlriw tiene lugar cuando un músculo pro-
duce una fuerza mienLras se contrae (se acorta) (Fig. l .18B).
Literalmente, concéntrico significa «que se dirige al centro»
Durante una activación concéntrica, el momento interno de la
articulación supera el momento externo opuesto. Esto se relleja
en que el músculo se contrae )' provoca la rotación de la arti-
culación en la dirección del músculo acti\'ado.
La activación excéntrica , por el contrario, tiene lugar cuando
un músculo produce una fuerza acli\'a mientras se elonga. La
palabra excéntrico significa literalmente «que se aleja del cen-
tro». Durante una activación excémrica, el momento externo
en torno a la articulación supera el momento interno. En este
caso, la articulación gira en la dirección dictada por el
momemo externo relat i,·amenLe mayor, como el producido
por el cable en la figura l.l8C. Muchas actividades comunes
17
El momento hace que el mundo gire
Tocio el munclo experimenta momentos ele una forma u otra.
Los músculos y la graveclad están constantemente compitienclo
por el clominio del momento alrededor del eje de rotación de las
articulaciones. La dirección de la rotación de un hueso en una
articulación manifiesta qué momento domina más. Además, las
fuerzas de contacto manual aplicactas sobre objetos suelen
convertirse en momentos.
Los momentos se emplean para desenroscar el tapón de una
botella, girar una llave inglesa, balancear un bate de béisbol y
abrir una puerta. En el último ejemplo, la puerta se abre por el
producto del empuje sobre el tirador de la puerta multiplicado
por la distancia perpendicular entre el tirador y el gozne. Abrir
una puerta empujando a sólo un par de centímetros del gozne
es muy difícil, aunque se aplique una gran fuerza de empuje.
Por el contrario, puede abrirse una puerla con un ligero empuje,
.~ie mpre y cuando se aplique en el tirador de la puerta, que está
colocado a propósito a bastante distancia clel gozne. El momen-
to es el producto ele una fuerza y ele su brazo de palanca.
Ambas variables tienen la misma influencia.
Los momentos intervienen en la mayoría de las situaciones
terapéuticas con pacientes, sobre todo cuando se trata de la
evaluación del ejercicio físico o de la fuerza. La fuerza de una
persona es producto tanto de su fuerza muscular como de la
distancia entre la línea de fuerza del músculo y el eje ele
rotación. Como se explicará más adelante en el capítulo 4, la
longitud del brazo de palanca del momento de un músculo
cambia constantemente durante la amplitud del movimiento.
Esto explica parcialmente por qué una persona es por
naturaleza más fuerte en ciertas amplitudes del movimiento
articular.
Los terapeutas suelen aplicar resistencia manual en sus
pacientes como un medio de evaluar, facilitar y desafiar la
actividad ele músculos concretos. La tuerza aplicada contra la
extremiclacl ele un paciente suele percibirse como un momento
externo por el sistema musculoesquelético del paciente. Un
terapeuta puede desafiar un grupo concreto de músculos
aplicando un momento externo mecliante una pequeña fuerza
manual ejercicla a gran distancia de la articulación o una
fuerza manual mayor ejercida cerca de la articulación. Ambos
métodos producen el mismo momento externo sobre el
paciente. Modificar las variables de la fuerza y el brazo de
palanca del momento externo permite el empleo de distintas
estrategias función de en la fuerza y destreza del terapeuta.
recurren a acti,·aciones excéntricas. El pone r lentamente un
vaso de agua en una mesa, por ejemplo, se produce meclianLc
la acción de la gravedad sobre el amebrazo )' el agua. El bíceps
acLiYaclo se elonga lentamente para conLrolar su descenso. El
músculo tríceps, aunque se considere un «extensor» del codo,
probablemente está inacti\'O durante este proceso concreto.
18

Tn·s tipos de acti\al'IOll must·ular

lsométric~• Concéntrku l'. t'('llt rira

FIGURA 1.18. Tres tipos de ac1ivacion 11n1scular mientras el músc ulo pcnoral maror inu.·ma de fo rma <ictiva rotar intt'rnnmrnLc la ani rnh1don
del hombro (glenohurnera\). En cada dibttjll, el momento interno es pmducw tk- la lucrza muscular (en rojo)}' ~u brazo de palanca: el 11101m·nw
externo es producto de l::t íucr::a del cable (t'n gris) )' su brazo de pal;mra. Rc1x11Tsc: en que: el brnzn cMcrno dl' momento y, por 1anl<l, l'I
momento externo. es distinto ~n cada ilustrac1on. A, Se aprecia una activac1c'ln isometrirn cuando el 111omt' ll lo mternn es igual al monH'l1to
externo. B. Se muestra una ac1h·ac1u11 concentnca cuando el momento 1111crno excede al externo. C. Se ,1prcr1a una acll\'acion cxn·ntnca
cuando el momento externo supera al 1mcrno ( Los \'Cctorcs no se d1hu1a11 a cs(:ala )

El térmi no «contracción» suele usarse como sinónimo ele
«activación», con independencia de que el músculo en rcali -
clacl se esté aconanclo, clongando o 111an tcnga una longitud
constan te. El término «contraerse» signiíica literalmente
c11co.~c 1w >'· por tanto, su c111pleo puede ser equivoco cuando
se describa una activación isomet rica o excém rica .
Téc111came111e, la contracción de un musculo se produce sólo
durante una acu,·ación conccntnC<l
ACCIÓN [)[ UN MÚSCULO EN UN/\ l\R llCULACIÓN
La c1ccio11 ele 1111 111tísculo en una w ticulacio11 se deíine por su
capacidad para gencrnr un momento en una dirección )' un
plano de rotación concretos. El nombre de la acción ele un
músculo se basa en una nomenclaturn establecida. como llc-
xión o extensión en el plano sagital, abducción o aducción en
el plano írontal, etc. Los términos «acción muscular» y «accion
aniculani se usan de forma imcrcambiable en el libro, según el
contexto de la exposición. Si la acción se asocia con una acti-
vación muscular no isométrica, la osteocmemática resultante
supondrá el movimiento del segmento distal sobre otro proxi -
mal, o viceversa, según la estabilidad relativa ele los dos seg-
mentos que forman la articulación.
La cincsiologfa nos perm ite determinar la acción de un
músculo sin depender sólo de la memoria. Supongamos que
un estud iante quiere determinar la acción de la porció11 pmtl'-
rior del clc/1viclcs en la arliculación glcnohumeral (del hombro).
En este análisis concreto, se asumen dos cosas. L-i primera que
el húmero es el segmento más libre de la arnculación. y que la
escápula está fija, aunque podría asunmse lo contrario. La
segunda, que el cuerpo está en la posición anatómica en el
momento de la activación muscular.
El primer paso del análisis consiste en clelerminar los pla-
nos ele movimiento rotatorio (grados de libertad) de la anicu-
lanon . En este caso. la aniculac1on glcnohL1mcral pcnntte la
rotat:ion en los tres planos ~ \'Cr Fig. l.5). La l'igllrn 1. l 9A
muc:ma la capacidnd ele In pnrcinn posterior del deltoides
para rotar el húmero en el plat1l) ft't)ntnl. El eje de roincit)n ck
la aniculndón pasa en dircccit'ln anteropostcrior por 1,, cabew
del humero. En la posición anatómirn. la l111ca ele fuerza de la
porción posterior del deltoides pasa por debajo del eje de rota-
ción. Supomcndo que la escapula es estable, la pon.:1ón po:.te-
nor del deltoides hace rornr el hL1mcro en aducción , con una
fuerza igual al producto de la fuerza muscular por su brazo de
palanca del momento interno. l:sta misma lógica se aplica
para determinar la acción del musculo en los planos honzon-
tal )' sagital. Como se muestra en In íigurn l. l 9B y C. resulta
evidente que el músculo también es un rotador extenw (late-
ral) y un extensor ele la aniculacion glenohumeral.
Esta lógica se usa para determinar la ncción de walc¡111c1
11111St11lc> del cuerpo en Cllalquier aniculación . Si es posible
conscgltlrlos, son útiles un modelo ele esqueleto articlllado )'
un trozo de alambre que reproduzca la linea de fuerza de un
müsculo para aplicar esta lógica. Cste ejercicio es especial-
mente úul para analizar músn1los CLt)'a acción cambie dcpen-
diendn de la posición de la <ll'liculación . Uno de estos nmscu-
los es la porción posLerior del clelLOicles. En la posickm
anatóm ica, esta porción es acluuom de la articulación glenohu-
mcrnl. Si se eleva el brazo (en abducciún) por encima de la
cabeza, la linea de íucrza del músculo se desplaza hasta el /ac/¡1
~uprrior del eje de rotación . En consecuencia. la porción postc-
nor del deltoides abduce acti\'amente el hombro. Este cambio
se \'tsualiza con la ayuda de la figura 1. l 9A. El ejemplo mues-
tra que un músculo puede desarrollar acciones opuestas, según
la posición de la articulación en el momento ele la activación
muscular. Es imponantc, por tanto, establecer una posición de
referencia para la aniculación cuando se analicen las acciones
 19

l'la110 frontal Plano horiwnlal Plano sagital

B
Vista superior Vista lateral
FIGURA 1.19. tvlllltiplcs acciones de la porción posterior del clelwides rn la an k:ulación glcnohu1111?1-.1I. A, Aducción en rl
plano fron tal. B, Rotación externa en el plano horizomal. C, Extensión en el plano sagi1.1I. El brazo ck p;tlam:a del momcnlll
interno se cxucndc desde el c1c de rotación (círrnlo pcquciio en la cabezn cid humero) hasta la 111tcNTc1011 perprnd1rnlar
con la hnl'<I de fuerza del mllsn1lo

de un músculo. Una posición ele refcrcm:ia habitual es la posi- gi ran el \'Olante ele un coche. Gi rar d \'1)lan1e a la de recha, lll\r
ción anatóm ica (ver r ig. 1.4). A menos que se diga lo conLr:i- ejemplo, se produce por la acción de la mano derecha que lo
rio, las acciones de los músculos descritas en las Secciones 11 a gira hacia aba.10 }' la mano izquierda que lo gira harn1 arriba.
IV suponen que la articulación está en la posición anatóm1rn. Aunque las manos produzcan fuer;:as en distintas d1recdones
lineales. generan un momenw sobre el ,·olame en la misma
Terminología relacionatla con las acciones de los músculos dirección rotatoria. Otro ejemplo lo constituyen los musculos
Los términos siguientes se empican parn describir las acciones ílexores ele la cade ra)' los extensores lumbares que for man un
de los músculos: par ele fuerzas que gira la pelvis en el plano sagital sobre
l. Agonisw es el múst:ulo o grupo muscular m;\s dircna- ambas articulaciones coxofemoralcs (Fig. l 20).
mente tmplicado en el in icio y la ejccucion de un mo\'imicnto
concreto. Por ejemplo, el músculo tibial anterior es el agonisl<I
del movimiento de dorsiílexión del tobillo.
2. Antagonislll es el músculo o grupo ele músculos que ejer-
cen la acción opuesta a un agonista concreto. Por ejemplo, los
músculos gastrocnemio )'sóleo se consideran antagonistas del
tibial anterior.
3. Un par de músculos se consideran sincrgistas cuando
cooperan en la ejecución de un mo,·imiemo concreto. En rea-
lidad, la mayoría de los 1110\'imientos importantes del cuerpo
implican la participación de muchos músculos que actúan
como sinergistas. Consideremos, por ejemplo, los músculos
ílexor cubiLal del carpo)' ílexor rad ial del carpo durante la ílc-
xión de la muñeca. Los músculos actúan ele modo sinergista
porque cooperan para ílexionar la mu1ieca. No obstante , cada
músculo debe neutralizar la tendencia del otro a mover latcro-
lateralmeme la mui'\cca (desviación radial }' cubital). La pan\-
lisis de uno ele los músculos afecta de forma importante a la
acción global ele1 otro.
Otro ejemplo ele sinergia muscular es la constituida por un
FIGURA 1.20. Vis1n lateral del p¡¡r ele lucrzas íormnclo por dos
par ele fuerzas muscular. Un par de fuerzas muscular se cons- músculos rcprCSl'ntíllÍVOS de l¡¡ ílcx1ón (recto femoral )" psonsil1aco) )'
tituye cuando dos o más músculos producen simultáneameme los músculos extensores ele la espalda (erector de la columnn).
fuerzas en distintas direcciones lineales, aunque los momen- cuando se commcn pnra la an1eroílcxi1'n de In peh·1s. Los brazos de
tos actúen en la misma dirección rotatoria. Un ejemplo palanca del momento 1111erno emplcndos por los müsculos aparecen
corrieme de par de fuerzas se produce cuando las dos manos como líneas negras. El eje de rotnción :.\traviesa ambas caderas.
20
Palancas musculoesqueléticas
TRES CLASES DE PALANCAS
Las palancas son máquinas sencillas compuesLas por una barra
apoyada sobre un ejr o fulcro. El balanc1n es un ejemplo clá-
sico de palanrn. Una ele las funcione'> ele la palanca es conver-
Lir unn fuerza en un momemo. Corno :;e \'C en el balancín ele
la figura 1.21, un hombre de 672 N sentado a 0,9 l m del
punto de pivote produce un momenLo que equilibra a un niño
que pesa h1 miLacl que él, pero se sienta al doble de la distan-
cia del punto de pivole. En la figura 1.21. los momentos
opuestos son iguales:
PCh X D = PCn X D1
Como se indica, el ni1io dispone de un brazo de palanca
mayor (D1). i::I brazo de pa/crnrn describe la longitud relati va
del brazo de palanca ele una f'ue rza corn.:rcta.
Las Íuerzas internas )' externas pwduccn mamemos por
todo el cuerpo mediame un sistcmn de palancas óseas. Las
fuerzas mas importantes afectadas por (><llancas musculoes-
queléticas son aquéllas producidas por los musculos, la graw-
Palanca de primera clase
PCn
FIGURA 1.21 . El balancin rnns11tu}"e una palanca upica de primera da~. El peso corporal del hombre (PCJ.) es 672 N. Se sienta <l 0,91 m del
punto de pt\'l)le (D). El peso corporal del 1111)0 tPCn) es solo 336 N. Se sienta :i 1,82 111 del punto de pi\·otc (D1 ). l:I balancm mamicnc el cqu1-
libno porque el momcmo clcxt rórsum pl'Clduc1do por el lwmbre es de In misma magnitud que el momcnio si111st mrsum producidn por el di1n):
672 N x 0,9 1 m = 336 N x 1,82 m.
dad )' el contaclo físico con el medio ambiente. L1s pal<1nrns
c;e clasifican en de primera, 'l'~twcla \ ll'l'ltTd das<.
Palancas de primer genero. Como se \'l' en la rigura
1.2 1, las palancas ele primera clase t icncn un eje de rotackm
-;iLUado entre bs fuerzas opuestas. Fn el cue rpo. un ejemplo
ele palanca de primera clase son los músculos extensores 'k
In cabeza y el cuello que controlan la postura ele la C<lbeza en
el plnno sagital (Fig. l.22A). Como en el ejemplo del balan-
un, la cabeza mantiene el equilibrio cuando el proclucLo de la
fuerza muscular (Fl\I) )' el brazo ele palanca del momento
interno (13i\t I) es igual al producto del peso de la cabeza (PC)
)' su brazo de palanca del momento externo (Bi\I E). En las
palanrns ele primera clase, las fuerzas internas)' exLernas sue-
len actuar en el mismo sentido, aunque produzcan momen-
tos en sentidos opuestos.
Palancas de segunda clase . Las palancas de segunda clase
tienen dos rasgos únicos. Primen), su eje de rotación se loca-
liza en el extremo ele un hueso. Segundo , el músculo o fuerza
imerna posee un ma)'Or brazo de palanca que la Íucrza
externa. Como se muestra en la figura l .22B. el grupo de
müsculos de la pantorrilla empica una palanca ele segunda
clase parn producir el momentn nc<.:esario para ponerse de
Nr
"\.
 ( <l/11111ftl / />lll'\ltl t'H /JlcHdlCI 21

Pala nca de primera clase

Datos de las palancas de primera clase:

Fuerza muscular (FM) =desconocida
Peso de la cabeza (PC) = 46,7 N
Brazo de palanca del momento interno (BMI)
= 4 cm
Brazo de palanca del momento externo
(BME) = 3,2 cm
Ventaja mecánica= 1,25
FM X BMI = PC X BME
FM = PC X BME
FM BMI
FM = 46,7 N x 3,2 cm
4 cm
A FM = 37,4 N

Palanca de segunda clase .. Datos de las palancas de segunda clase:

Fuerza muscular (FM) =desconocida
Peso corporal (PC) =667 N
Brazo de palanca del momento interno (BMI)
= 12 cm
Brazo de palanca del momento externo
(BME) =3 cm
Ventaja mecánica = 4
FM X BMI = PC X BME

FM = PC X BME
BMI

FM =667 N x 3 cm
12 cm
FM = 166,8 N

B
Datos de las palancas de tercera clase:
BME Fuerza muscular (FM) = desconocida
PC
Peso externo (PE}= 66,7 N
Brazo de palanca del momento interno {BMI)
Palanca de tercera clase
=5 cm
Brazo de palanca del momento externo
(BME} = 35 cm
FM
Ventaja mecánica =O,143
FM X BMI = PE X BME

FM = PC X BME
BMI
FM =66,7 N x 35 cm
5cm
e FM = 467 N
PE
FIGURA 1.22. E1c111plos an:uomicos ele palancas de primera (A ), segunda (B) )' tercera (C) clase. (Los ,·ectorcs no est<in <libujados a escala.) Los
datos de los recuadros de la de recha permiten Céllcular la fuerza muscular requerida para mantener el equilibrio rotatorio estático. Repá rese en que
la ventaja mecánica aparece en cada uno de los recuadros. La acti\·ación muscular es isom~trica en tocios los casos. sin que ha)'a mo,·imicnto en
la articulación.

>
22
pun11lla~ Ll c.1e de rotación de csla acCll111 aira\'iesa las amcu-
larnmes nmat;usofalángicas. El brazo de palanca del mo-
memo mtcrno de los músculos de la pantorrilhl es mucho
ma)'or que el del morne111 0 externo usado por el peso corpl)-
ral. Las palancas de segunda clase son p1KO habituales en el
sistema musculoesquelélico.
Pa la11n1-. ck tncern cla-.L Como las pal ancas de
scgundn clase, tienen su ej e de rotación localizado en el
extremo ele un hueso. Los músculos ncxores del tlXlo
empican una palanca ele tercera clase para producir el
momento de ílexión requerido para sostener una mancuerna
(Fig. l .22C). A diferencia de lns palancas de segunda clase.
el peso externo sostenido por las de 1ercera clase siempre
tiene mayor brazo de pa lanca que la fuerza muscular. Las
palanrns ele te re era clase son las mas usadas por el sistema
muse uloesquelético.
VrN l/\J/\ MrCANICA
La 1·c11lt1jC1 111ccci11irn (VM) de una palanca musculoesquelética S('
define como In relación e111rc el brazo de palnncn del momemn
interno }' el brazo de palanca del momemo externo. Segun
donde este localizado el eje de rotación, lns palancas de primera
clase pueden tener una ~ l similar, mferior t) mayor ele uno.
Las palancas de segunda clase siempre tienen una Vl\ I mayor
que uno. Como se muestra en los cuadros de la fi gura 1.22A }'
B, los sistemas de palancas con una VM ma}'Or ele uno pueden
igunlar la ecuación del equilibrio de momentos mediante una
fuerz;1 interna (muscular) inferior a la luerza externa. Las palan-
<.:as de tercera clase siempre Liencn una VM inferior a uno.
Como se muestra en la Figura l .22C, para mantener la ecuación
del equilibrio de momemos, el músculo debe producir una
fucr;::a muc:ho mayor que la fuerza externa opuesta.
La ventaj a mecáni ca (VM) es igua l al brazo de palanca d el
momcnto interno / brazo de palanca del momento externo
• Las pnlancas de primera clase ch1sc pueden 1cncr una Vivl
menor, igual o mayor que l.
• Las palancas ele segunda clase siempre tienc11 una VM mayor
que l .
• Las 1><1lancas ele tercera clase siempre llenen una Vf\I menor
que 1.
La ma}'Oría de los músculos del sistema musculoesquelético
íuncionan con una vemaja mecánica mucho menor que 1, y, tal
,·ez sea más apropiado denominnrla cl es\'em~j a mecánica.
Consideremos, por ejemplo , d músculo b1eeps en el codo, el
cu:klnccps en la rodilla, y el supraespinoso }'el deltoides en el
hombro. Estos músculos se insertan en el hueso rclati\'amente
cerca del rJe de rotación de la an iculación. L1S fuerzas cxtern<is
que se oponen a l;i acción de los músculos suelen ejercer su
iníluencia bastante distalmc11tc a la arttculaoón, como en la
mano o en el pie. Consideremos las demandas de fuerza
impuesLas a los músculos supraespinoso }' deltoides para man-
tener los 90 grados de abducción del hombro miemras se man-
Liene un peso externo ele 35,6 N en la mano. En este ejemplo,
supongamos que los musn1los ttcnen un hrn;:o de palnnca del
momcnw i111erno de 2.5 cm > que el centro de masa del peso
c:-.1erno tiene un brnzo dc palanca del momerno externo de 50
cm. (P:irn simplificar, se pas<i por alw el peso de la extrcm1-
clad.) La Vt\'I 1/20 requiere que el musculo tenga que prod ucir
7 1 1,7 N de fuerza, o il'rillll' l'l'Cl'S el peso ele la carga externa!
Como principio general, los músrnlos esqueléticos producen
luerws ,·arias veces superiores'' In!> cargas externas que se les
oponen. Dependiendo de 1:1 forma del musculo)' la con figura-
cion ele la nniculación, un c1erw porcentaje de fuerza muscu-
lar se traduce en fuerzas de compres1tin o cizallamiento impor-
tantes en las superficies articulares. Los tejidos pcriarticulares.
como el cartílago articular, las bolsas adiposas> las bolsas sino-
\'talcs, deben absorber o disi pai parcialmente estas graneles
.fw.,.zas miogc1ws (producidas ¡mr 11111~1 11 /n~). Si falla esw prolec-
cu'ln, las an iculaciones pueden degenerar parcialmente. ser
dolorosas y estar crónicamcnlc 1nllamaclas. Esta presentación
es el signo característico ele la t)Steoan ntis gra\'C.
rnmpe11sf!c1011" Pntre ful'rza v r//<:tr111c1"
Como iC ha descrito prc,·iamente, la ma}'ona de los musculos
estan obligados a producir una fucr;:n mucho mayor que la
resistencia aplicada por la carga externa. A primera \'ista, e~tc
diseño tal \'ez parezca lleno de lallos; '>111 embargo, es absolu-
1amente necesario cuando se tienl'n en cuerna las grandes dis-
l<1nc:ias y velocielatles que experimentan los puntos m:\s dista-
les de las extremidades.
f:I lrctlmjo es el producto ele la rucml por la distancia (\'cr
Cap. <f). Además ele convenir una fuc r;::a en momento. las
palancns musculoesquelét icas con\'ienen el trabajo de un
músculo que se comrae en el Lrabajo de un hueso que gira. La
ventaja mecánica de una palnnca musculoesqudéticn dicta
c:ómo se condene el Lrabajo: bien con unn fuerza relati\'a-
mente grande ejercida sobre una cl1stanc1a con n. bien con una
lucrza pequei'ia ejercida sobre una gran disrnncia.
Conside remos la pequei1<i venta,ia 111ccánica de 1/20 clcscri1a
antes para los músculos supracspinoso y cleltoicles. EsLa l'Cll-
taja impl ica que el lllÚScUJo elche produd r una ruerza 20 \·eces
maror que el peso de la carga externa. ~in embargo, lo que
también ha}' que Lener en cuema es que los músculus necesi-
tan aconar su longitud solo un 5% ( 1/20) al contraerse para
que el cemro de masa de la carga se eleve por la accion ele
abducción. Un <iconamiento mu}' pequeño de los músculos
produce un desplazamiento angular muy grande del brazo.
Aunque en la abducción todos los puntos del brazo com-
parten el mismo desplazamiento )' la 1rnsma l'elociclacl w1¡.:11 -
/e1 r, los punlos más d istales del brazo presentan un
dcsplazamicmo }' l'elocidad li11cc1ks mucho mayores. La capa-
cidad de unn comrncción ele peque1'm ampl illld para generar
grandes ,·clocidades en lél extremidad puede suponer un;-i
imponame ventaja fisiológica para el musculo. Como se
cxplicn en el Capítulo 3, un müsculo produce su fuerza
máxima sólo clurame una amplitud rela11vamcnte cona de su
longitud total.
En resumen , la ma}'oría ele los sistemas musculares )'
nniculares del cuerpo funcionan con unn ventaja mecánica
p

< tl/'tllll1• I !'111·,111, 11 111<11t IJ,¡ 23

inferior a uno. Los músculos )' las a111culacioncs subraccntcs
deben. por 1anto, «pagar el prec.:1n» generando y disper:,ando
respec11,·amente, fuerzas rclati,·nmente graneles, incluso en
actividades con cargas aparcn1cme11 1c bajas. Ob1ener una
velocidad lineal alta del ex1remo d1s1al de las extremidades es
ncc.:csario parn gcner•ll ¡.\l<\ndc~ fucr:as de con1ac10 en el
medio ambiente. Estns íucr:<\S elc,·adas se usan para 11npubar
<.:\)n rap1ckz objetos sns1t·111dos L'll In mano, como una raqueta
de tenis, o para acelerar Ja.., l'XI rem idadcs como C'ipres1cm
nr1 1sti<.:a )' dcponh·a. <.:onw en la danza.

Alteración quirúrgica de la ventaja mecánica de un músculo: tenerse en cuenta antes de exagerar quirúrgicamente el brazo de
teniendo en cuenta la compensación palanca del momento interno del músculo. A menudo, el mayor
momento potencial adquirido al aumentar el brazo de palanca
Un cirujano puede practicar una operación y transferir un
«contrarresta» funcionalmente la pérdida de velocidad y
mllsculo-tendón como medio para restablecer parcialmente la
distancia del movimiento.
pérdida de momento interno de una articulación. Consideremos,
por ejemplo, la parálisis completa de los músculos flexores del
codo después de una poliomielitis. Esta parálisis puede tener
consecuencias funcionales profundas, sobre todo si se produce
bilateralmente. Un método para restablecer la flexión del codo
consiste en reorientar quirúrgicamente el tendón inervado del
tríceps hacia el lado anterior del codo (Fig. 1.23). El tríceps, que
ahora discurre por delante del eje medial-lateral de rotación del
codo, pasa de ser extensor a flexor. La longitud del brazo de
palanca del momento interno para la flexión puede exagerarse, si
se quiere, aumentando la distancia perpendicular entre el tendón
transferido y el eje de rotación. Al aumentar la ventaja mecánica
del músculo, el músculo activado produce un mayor momento
para un mismo nivel de fuerza muscular. Esto puede tener un
resultado beneficioso, según las circunstancias específicas del
paciente.
Siempre que se aumenta la ventaja mecánica de un
músculo, existe una compensación mecánica importante.
Aunque tiene lugar un momento mayor por unidad de fuerza
muscular, un grado de acortamiento muscular dado causa una
reducción del desplazamiento angular de la articulación. Como
resultado, la contracción completa de un músculo puede
producir un momento amplio, si bien la articulación tal vez no
complete toda la amplitud de movimiento. En esencia. la
amplitud de movimiento activo «Va por detrás .. de la contracción r !GURA l 23 . Tnmsíercnc1.1 anterior del 1nceps después de una
muscular. La reducción del desplazamiento angular y la p•1riilis1s de los músculos ílc'iorcs del codo. El tendón dd 1riccp~
velocidad de la articulación pueden tener consecuencias ~ l'l1'11Aa mediante un 111irr10 ele Í<lsci,1. (De 13unnell S: RcslMlllA
funcionales negativas. Esta compensación mecánica debe llex1on w 1he paralyuc clbo\\. / 8<1111· )1>1111 Swg '33A:566. 1951 )

GLOSARIO cuando se refiere cspcc1firnmen1e al poLencial de un

Absorción de choques: capacidad para disipar fuerzas.
Acción de palanca: longilltd rcla11"a del brazo de palanca
poseída por una fuerza particular.
Acción muscular: potencial de un músculo para producir un
momcn10 inLerno en un plano concreto de mo\'imíento y
una dirección rotatoria (también se llama acció11 articulC11;
músculo para girar una aruculación). Los términos que
describen una acción musn1lar son flexión, extcnsion, pro-
nación, supinación, etc.
Aceleración: cambio de "cloc1clad de un cuerpo en el uempo.
expresado en términos 1incales (m/sl) y angulares (graclos/c;1).
Activación concéntrica: acti\'ación de un músculo que se
acorta mienLras procluc.:c una fuerza.
24
Activación excéntrica: activación ele un músculo que se
elonga mientras prod uce una fuerza.
Activación isométrica: activación ele un músculo que man-
tiene una longiwcl constante miemras produce una i'uerza.
Ángulo de inserción: ángulo rormado por el tendón ele un
músculo y el eje longitudinal del hueso en el que se inserta.
Antagonismo procluclivo: fenómeno en que la tensión relati-
vamente baja de los tejidos conjuntivos estirados realiza
una función útil.
Artrocinemática: movimientos ele rodamiento, deslizamiento y
rotación entre las superficies arüculares ele las aniculaciones.
Brazo de palanca del momento externo: distancia perpendi-
cular entre el eje ele rotación y la línea ele acción de una
ruerza externa.
Brazo de palanca del momento interno: distancia perpendicular
entre el eje ele rotación y la línea de acción ele la ruerza (interna)
de un músculo.
Cadena cinética (también llamada cinemática): serie ele esla-
bones o segmemos artirnlados. como la conexión entre la
pelvis, el muslo, ln pierna y el pie en la extremidad inferior.
Carga: térm ino general que describe la aplicación ele una
fuerza sobre un cuerpo.
Centro de masa: punto en el cemro exacto ele la masa ele un
objeto (también llamado centro de gravedad cuando se
tiene en cuenta el peso de la masa).
Cinemática: rama de la mecánica que describe el 1110\'imienlo
ele llll cuerpo, sin reparar en las fuerzas o momentos que
produzcan el movimienLo.
Cinemática de un segmento dis tal sobre otro proximal:
tipo ele movimiento en que el segmento distal ele una arti-
culación gira respecto a un segmen to proximal íijo (tam-
bién llamado cadena cinemática nbiena).
Cinemática ele un segmento proximal sobre otro dis ta l:
tipo ele movimiento donde el segmento proximal ele una
articulación gi ra respecto a un segmento distal íijo (llamado
también melena ci nemática cerrada)
Cizallamiento: fuerzas ejercidas sobre un material que actúan
en direcciones opuestas pero paralelas (corno la acción de
un par ele tijeras).
Compresión: aplicación ele una o más fuerzas que aproximan
con presión uno o varios objetos. La compresión tiende a
acortar y ensanchar un material.
Deslizamiento: un pumo único ele una superficie articular
ent ra en contacto con muchos pumos de otra superficie
articular.
Desplazamiento: cambio en la posición lineal o angular ele un
objeto.
Dinámica: rama ele la mecánica que describe el efecto de las
fuerzas sobre el cuerpo.
Deformación: relación entre la longitud cldormacla ele un
tej ido y su longiwd original.
Distracción: movimiento ele dos obJetos que se alejan uno del
otro.
Eje de rotación: línea imaginaria que se extiende a través de
una articulación)' sobre la cual se produce la rotación (tam-
bién llamado punto de pivote o centro ele rotación).
Eje longitudinal: eje que se extiende dentro )' en paralelo a
un hueso largo o un segmento corporal .
Elasticidad: propiedad de un material que se manifiesta en su
capacidad para recuperar su longitud original después ele
suprimir una fuerza cleíormame.
Equilibrio lineal eslát ico: estado de un cuerpo en reposo
donde la suma de tocias las fuerzas es igual a cero.
Equilibrio rotatorio estático: estado de un cuerpo en reposo
donde la suma ele LOclos los momentos es igual a cero.
Escalar: magnitud. como velocidad o temperatura. que se espe-
cifica por completo por su magnitud)' no tiene dirección.
Fluencia: deformación progresiva ele un material expuesto a
una carga constante en el tiempo.
Fricción: resisLencia al movimiento entre dos superficies en
contacto.
Fuerza: tracción o em puje que produce, detiene o modifica
un 1110\'imicnto.
Fuerza activa: tracción o empuje generados por el músculo
estimu lado.
Fuerza de reacción articular: tracción o ern pttje prod ucidos
por1..una superficie anirnlar contra otra. por lo general con
el fin ele mantener el equilibrio lineal est<1tico ele una ani-
cul;tción )' sus hu esos asociados.
Fuerza de la gravedad: aceleración potencial ck un cuerpo
hacia el centro ele la tie rra debida a la gravedad.
Fuerza externa: tracción o empuje producidos por fuentes
localizadas íuera del cuerpo. como la gnwedacl ) el con-
tacto físico contra el cuerpo.
Fuerza interna: tracción o cm¡)uje producidos por una estruc-
tura localizada dentro del cuerpo. Con frecuencia la fL1erza
inte rna se refi ere a la que prod uce un músculo activo.
Fuerza pasiva: tracción o empuje generados por fuentes dis-
tintas al rnúsrnlo estimulado, como la tensión ele los tejidos
conjuntivos perianiculares estirados, el contacto frsicü , etc.
Grados de libertad: número de movimientos independientes
permit idos por una aniculación. Una articulación puede
tener tres grados de traslación )' tres de rotación.
Línea de fu erza: dirección de la fuerza ele un músculo.
línea de gravedad: di rección ele la fuerza gravi tatoria sobre
un cue rpo.
Masa: cantidad de materia ele un objeto.
Momento externo: producto ele una fuerza externa y su brazo
ele palanca del momemo externo.
Momento interno: producto ele la fuerza interna por el brazo
ele palanca con el que actúa.
Movimientos accesorios: ligeros movimientos involuntarios
y pasivos que permiten la mayoría de las ankulaciones
(también llamados «juego articular»).
Movimiento activo: movimiento producido por un músculo
activo (estimulado).
Movimiento pasivo: movi miento producido por una fuente
distillla al músculo activado.
Músculo agonista: músculo o grupo ele músculos que estún
directamente relacionados con el inicio)' la ejecución de un
movimiento partirnlar.
Músculo antagonis ta: músculo o grupo de músculos que

ejercen la acción opuesta a un músculo agon ista concreto.
Osteocinemática: mo,·imiemo de los huesos respecto a los
tres planos cardinales o principales.
Par de fuerzas: inter11cción ele dos o más músculos que
actúan en distintas direcciones lineales, pero prod ucen un
rnoinenlo en la misma dirección rotalOria.
Peso: fuerza gnwitatoria que actúa sobre una masa.
Plasticidad: propiedad que muestra un mmerial cuando per-
manece deformado de modo permanente después ele reti-
rar una fuerza.
Flexión (Plegadura): efecto ele una fuerza que cleformn un
material <lCt uando perpendicularmente al eje mayor
del m<llerial. Un tejido plegado se comprime por su lado
cónca\'O y se somete a tensión sobre su Indo convexo. El
momento de plegadura es una medida cuantitati\'a de ésta.
Simi lar al momento en general ele plegadura es el producto
ele la fuerza de dobladura por la distancia perpend icular
entre la fuerzn y el eje de rotación del doblam iento.
Pos ición de bloqueo: ünica posición en la mayoría ele las ani-
culaciones del cuerpo donde lns superficies nn icularcs son
más congruentes)' los ligamentos se tensan al máximo.
Posiciones laxas: posiciones ele la mayoría de las articulacio-
nes ele 1 cuerpo, donde las superficies an iculares son menos
congruentes y los ligamentos est<ín relajados.
Presión: fuerza por unidad ele superficie.
Rigidez: relación emre la tensión (fuerza) )' la deformación
(elongación) ele un mmerial elást ico.
Rodamiento: muchos pumos a lo largo de una superficie
<lrt icular rotatoria entrnn en contacto con múlt iples puntos
ele otra superficie articular.
Rotación: rno,·im iento m1gular donde un cuerpo rígido se
rnue\'e en una trayectoria ci rcular sobre un punto de pivote
o un eje ele rotación.
Rotación: un solo pumo de una superficie articular ent ra en
comacto con un solo punto de otra superficie articular
(como una peonza).
Rotación axial: movimiento angular de un objeto en una
dirección perpendicular a su eje longit ud inal . usada a
menudo para descri bir un movimiento en el plnno horizon-
t<ll
Segmento: cunlquier parte ele un cuerpo o extremidad.
Sinergistas: dos músculos que cooperan para ejecutar un
movimiento concreto.
Tensión: íuerza generncb cuando un tejido se resiste a la
deíormación, divid ida por su área transversal (también lla-
mada esLrés).
Torsión: aplicación ele una fuerza que retuerce un material
sobre SLI eje longitudinal.
25
Tracción: aplicación ele una o mús fuerzas que separan un
material. (También se llama fuerza de distracción.) Se
emplea para denotar la tensión imerna de un tejido que
opone resistencin nl estiramiento.
Traslación: mo,·imiemo line11I en el que todas las panes de un
cuerpo rígido se mueven en paralelo )'en la misma direc-
ción que cualquier otro punto del cuerpo.
Vector: variable, como la velocidad o la fuerza, que se especi-
fi ca completamente por su mngnitud )'su dirección.
Velocidad: cambio en la posición ele un cuerpo en el tiempo,
expresado en té rminos lineales (m/s2) y angu lares
(grados/s).
Ventaja mecánica: relación entre el brazo ele palanca del
momento interno y el brnzo de palnnca del momento externo.
Viscoelasticidad: propiedad de un mmeríal expresada por un
cambio en la relación tensión-elongación en el tiem po.
RESUMEN
Se han expuesto muchos ele los princi pios biomcc<'inkos bási-
CQ.s y los términos )' conceptos csencinles empleados para
explicar In materia de la ci ncsiología. Los CapíLulos 2 a-+ apor-
tan conceptos iidicionalcs sobre los temas esenciales de In
cinesiología. Este material si rve ptlra sentar las bases de con-
ceptos más nnatómicos, empezando por el complejo del hom-
bro del Capítulo 5.
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 C A P l ll l o 2

Estructura y función básicas de las articulaciones

j OSEPH THRELKELD, PT, PHD

CLASIFICACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LAS
ARTICULACIONES , 26
Clasificación basada en la estructura
anatómica y el potencial de movimiento , 26
Sinartrosis, 26
Anfiartrosis, 26
Diartrosis: Articulación sinovial, 27
Clasificación de las articulaciones sinoviales
basada en la analogía mecánica, 28
Simplificación y clasificación de las
articulaciones sinoviales: articu laciones
ovoides y sellares, 31
ÍNDICE
EJE DE ROTACIÓN, 32 Cartílago articular, 34
MATERIALES BIOLÓGICOS QUE FORMAN Fibrocartílago, 36
TEJIDOS CONJUNTIVOS EN LAS Hueso, 37
ARTICULACIONES , 32 EFECTOS DEL ENVEJECIMIENTO , 38
Fibras, 33
EFECTOS DE LA INMOVILIZACIÓN EN
Sustancia fundamental, 33 LA FUERZA OE LOS TEJIDOS CONJUNTIVOS
Células, 34 DF UNA J\RTICULACIÓN , 39
TIPOS DE TEJIDOS GONJUNTl\IOS QUE PATOLOGÍA ARTICULAR, :rn
FORMAN LA ESTRUCTURA DE LAS
ARTICULACIONES , 34 '·
Tejido conjuntivo irregular denso, 34

INTRODUCCIÓN tipos ele an intlacinncs en el cuerpo, que se clcfincn como

Una arciw/acicín es la unión o punto de pivote cnt re dos o m:ís
huesos. El movimiento del cuerpo en conjunto se produce
sobre tocio mediante la rotación ele huesos en articulaciones
ind ividuales. L1s articulaciones también transfieren }' disipan
íuerzas debidas a la gra,·eclacl )' la activación ele los músculos
a través del cuerpo.
La arcrología -estudio ele la clasilicación, la estructura y la
[unción de las articulaciones- es una de las bases importantes
del estudio global de la cinesiología. El envejecimiento, In
inmovilización , los traumatismos y las cnfcrmeclacks afectan a
In estrucwra y, final mente, a la función de las art iculaciones.
Estos factores también iníluyen de modo sign ificativo en la
cal idad y la cantidad del mO\·irniento humano.
Este capítulo se centra en la estructura anatóm ica y la
función generales ele las art iculaciones. Los capítulos de
las Secciones 11 a IV abordan la ana1ornín específi ca y
la función detallacla ele cada articulación del cuerpo. Esta
información cletallacla es un requisito previo para rehabi 1itar
con efi cacia a las personas con disfunciones anicularcs.
CLASIFICACIÓN Y DESCRIPCIÓN
DE LAS ARTICULACIONES
Clasificación basada en la estructura anatómica
y el potencial de movimiento
Un méLoclo corriente para clasi fi car las articulaciones se cen-
tra sobre todo en la estructura anatómica y su poLencial de
movimiento (Tabla 2 .1). 27 Según este esquema, existen tres
26
~i11 t1 rtrnsis, w!fiartro.->is y diartrosis .
SINARTROSIS
Una si1wrtrosis es una unión entre huesos que se mantienen
unidos por tc_jido conjuntivo irregular denso. Esta unión rela-
tivamcn u: rígida permi te poco o ningú n movim ien to.
Ejemplos de sinart rosis son las suturas del cráneo, los dientes
alojados en la mand íbula)' los maxilares, la articulación tibio-
peronea distal, y las membranas ínteróseas del antebrazo y la
pierna. Hay quien también clasi fi ca como sinartrosis las lámi-
nas epi fisarias ele los huesos en crecimiento.27 Como la fun-
ción de una epífisis es más el crecimiento esquelético que et
movim iento, esta clasi fi cación no se emplea aquí.
L1 función de una sinartrosis es un ir huesos y transmitir
fuerzas ele un hueso ni siguiente con un movimiento anicular
mínimo. Lns si nartrosis permiten dispersar fuerzas por un
üren ele contacto relativamente grnnde, lo que reduce In po-
sibilidad ele lesión.
ANFIARTROSIS
Una anfilrrlrosis es una unión entre huesos formada sobre Lodo
por l'ibrocan ílago y/o cnnílago hialino. Quizás el ejemplo más
familiar ele anfianrosis sean las sinconclrosis entre cuerpos ver-
tebrales. Estas articulaciones emplean un disco intervertebral
)' el núcleo pulposo encerrado en él para ofrecer un cojín
rugoso y elástico que absorba y disperse las fuerzas entre vér-
tebras adyacemes. Otros ejemplos de an fian rosis son la sínfi-
sis del pubis)' la articulación manubrioesternal. Estas art icu-
laciones permiten movimientos relativamente restringidos.
También transmiten )' dispersan las íuerzas entre huesos.
 ( 1tpt111/11 1 J \ltU<llll<I \ /lllHWll /l¡f\hCI' i/!' /il\ Wllt 11/t1<11illl'\ 27

Material articular Movimiento disponible Función principal Ejemplos

Sinartrosis Tejido conjumivo Imperceptible Une huesos formando un;i u111d.1d Suturns del cráneo
irregular, denso runcíonal; dispersa fuerzas a 1\rticulación alveoloclentaria
través de huesos adyace111es
Anfümrosis Canílago hialino o Mínimo o moderado Apona un<1 combinación de Disco in1crvt'rtebral (en las
Fibrocanilago movimienLo bas1.1111c restri ngido s111condrosis entre cuerpos
)' de absorcion de choques 1•crtebrales)
An 1culacion xifoesternal
Sínfisis del pubis
Anicul;ición manubriocstcrn;il
Diartrosis El espacio articular real Amplio t\pona los puntos de pivme Anu:ulación glenohumcrnl
(aruculación está lleno de liquido principales para el movim1c1110 J\niculación tibiofcmornl
sinovial) sinovi:il y rodeado por del sisu:ma musculocsquelc1ii::o (rodilla)
una cápsula Anirnlación i11tcrfnl;íng11.:;i
Articulación inLCrl'crtehral
cigapoíisaria

'·

DIAR fROSIS: ARTICULACIÓN SINOVIAi
Unn clicrrtrosis es una articulación que conLiene una cavidncl
nn icular llena ele líquido. Dada la presencia de una memhmna
::.inovial , las dian rosis se de1wmi nan con frecuencia artic11/<1-
cim11•s sinovia/es. La mayoría de las nn iculaciones de las extre-
1rndacles superiores e inferiores son articulaciones sino\·ialcs.
Las d1anrosis se especializan en el movimiento }' siempre
muestran siete elememos (Fig. 2.1) La nwidad articular está
llena de ( 1) líquido sinovial, que nutre)' lubrica (2) el cart1lago
artirnlw. que recubre los ext remos de los huesos. L1 articula-
ción está encerrada en una envoltura periférica ele tejido con-
juntivo que forma (3) la cápsttl<r artiwlar. EsLa cápsula se com-
pone ele dos capas hisLOlógicamcnt e direrenciaclas. La capa
imerna se compone de (4) una mcm/mrna sinovial fina , cuyo
espesor medio es ele tres a diez cclulas. La membrana nctua de
barrera frcnte a los capi lares ad)'•ll'entcs, permitiendo ::.t)l1) el
paso ck líqu ido y solutos del plnsma sanguíneo al liquidt>
si novial ele una aniculadon normal. Las células sangu1neas )'
las proternas graneles. como los an1 icucrpos, suelen quedar
íucra del espacio sinovial. L.is cdulas de la membrana sino\lal
tambien producen }' m'rndcn hialuronalO )' glUCl)prOlClll<lS
lubricantes (es decir, lubncrna) al liquido articular.lh
La capa externa o fibrosa de la cápsula articular de la diar-
l rosis se compone ele Lcjid~) rnnjunti vo irregular denso. La
capsula articular proporciona la unión entre los huesos )'
consLituye un receptáculo pnra el contenido articular. Ciertas
regiones de In cápsula nbrosn son m ás espesas para lin111 ar o
controlar movimientos cspccificos. Las regiones engrnsadas de

Elementos asociados SIEMPRE

con las diartrosis:
• LIQuido sinovial Ligamento
• Cartílago articular
• Cápsula articular Cápsula
• Membrana sinovial fibrosa
• Ligamentos capsulares Membrana
•Vasos sanguíneos sinovial
• Nervios sensitivos
Elementos asociados A VECES Bolsa adiposa
con las diartrosis: FIGURA 2.1. Elemc111os :i~o­
• Discos intraarticulares o meniscos Cartílago articular ciados con una d1artrn~1~
• Rodete periférico 11pica. No se dibujan los plie-
• Bolsas adiposas gues smoviales.
• Pliegues sinoviales

L
28
Lejido conj unLivo representan (5) los ligamcnlos capsulares.
Ejemplos de ligamentos capsulares prominentes son los hga-
memos glenohumcralcs a111eriorcs y el ligame1110 colateral
med ial de la rodilla. La cápsula an icular está irrigada por (6)
pequeños vasos sa11g11íncos con capilares que penetran hasta la
unión de la cápsuln fibrosa )' la membrana sinovial. (7) Los
nervios sensitivos también proporcionan a la cápsula fibrosa
receptores para el dolor y la propioecpción.
Para adaptarse al amplio cspecu·o de formas an icularcs )'
demandas funcionales, a veces existen otros elementos en las
diartrosis (ver Fig. 2. 1). Los discos inlraarliwlares o meniscos
son almohadillas de fibrocartílago situadas entre las superfi-
cies articulares de las diartrosis. Estas estructuras aumentan la
congruencia articular y mejoran la dispersión de fuerzas. Los
discos intraaniculares y meniscos se hallan en vanas articula-
ciones del cuerpo (ver el cuadro). Los meniscos en ocasiones
se encuentran en las articulaciones dgapofisarias de la
columna, pero su función, consrnncia y frecuencia siguen
siendo materia de cliscusión. l.ll.29.>0
Los discos intraarticulares (meniscos) se encuentra n en
varías diartrosis del cuerpo
• Tibiofemornl (rodilla)
• Radiocubiial dis1al
• Esiernoclavicular
• Acromioclavicular
• Temporomandibular
' TABLA 2.2. Clasificación de las clia-;.-ll~>~is o artic~lal·~mt~s ~inovi~·it.;s por analogía
MovimJentos angulares principales
Trocleanrosis Sólo ílexión y ex1ens1ón
Trocoide Roiación de un miembro en torno
a un solo eje de rotación
Elipsoidea Movimiento biplanar (ílexión y
exiensión, y abducción y aducción)
Enanrosis Movimiento en 1res planos (ílcxión y
extensión, abducción y aducción, y
rotaciones i111erna y externa)
Anrodiales Los mo,·imiemos tipicos incluyen un
deslizamiento (traslación) o una com-
binación de rotación y deslizamiento
Sellares o Movimiento en dos planos; la rotación
en silla de emre los huesos es posible, pero
moniar limilacla por la naturaleza "encajada"
de la aniculación
Condilartrosis Movimiento en dos planos: ílexión
y extensión, y abducción y aducción,
o ílexión y cxiensión, y rotación axial
(rotaciones interna }' exierna)
Do~ grandes diart rosis del cuerpo poseen un rodete perifc-
rico de fibrocar11lago. n rodete se cx11ende desde los bordes
óseos ele la ca\'idad glcnoiclca del hombro)' del aceUbu lo de
la cadera. Estas csu·ul·turas cspeci;1lizadas aptman profundi-
dad al cxt remo cónca' o de c~tas an irnlacione::. y engrosan b
inse rción de la cápsula artirnlar. L1s /}()Isas ele grasc1 Liencn un
lamafio )' posinón vanables y se slluan en la sustanna de la
cápsula articular, intcrpuesrns entre la cápsula fibrnsa y la
membrana sinovial. l::.stas bolsas son más evidentes en las
nniculaciones del codo }' la rodilla. Engrosan In cápsula
nn icular, haciendo que la superficie interna de ésta llene los
espacios sinoviales no articulares (recesos) formados por con-
tornos óseos ineongrucnLes. En este sentido, las bolsas de
grasa red ucen el volumen de líquido sino\'ial necesario para
el correcto funcionarniento ar11cular. ~· estas bolsas aumentan
de tamaiio o se inílaman, se puede alterar la mccan ica de la
articulación.
Clasificación de las diartrosis basada
en su ~na l ogía mecánica
Hasta el momento. las articulaciones se han dasilkado en
tres categorías am plias segun la esl ructurn nnaLóm 1ca )' el
consiguiente nwvimicmo potencial: sinartrosis, anfianrosis y
dianrosts. Como conocer las aniculac1ones s111ovialcs es cru -
cial para comprender la mccúnica clcl movimiento, éstas Sl'
subclasifican comparándolas ton objetos o lormas mecánicas
fa miliares (Tabl:1 2.2).
- ~
Analogía mecánica Ejemplos anatómicos
El gozne de una puena Articulación humerocubital
Articulación imcrfalángica
La manilla de una puerta Aniculac1ón rad1ocubi1al proximal
Articulación allamo-odontoidea
Elipsoide convexo achatado con Aniculación radiocarpiana
un receptáculo cóncavo
Superficie convexa esférica emparejada Articulación glenohumernl
con un cuenco cóncavo Aniculación coxofcmoral
Superficies relativamente planas y Articulaciones intercarptanas
opuestas, como un libro en una mesa Articulac.:iones intcrtarsimws
Cada miembro 1iene una superficie curva Articulación
reciprocamcnie cóncava o convexa y trapedometaca rpiana
oriemada en ángulos recios, como un Aniculación eslernoclavicular
jinete y la silla de montar
Sobre todo una superficie convexa esférica Aniculación metacarpofalángica
que aumenta de iamaño en una dimensión, Articulación tibiofemornl (rodilla)
corno un nudillo; se empareja con una
concavidad poco profunda
 ( 11¡111t1/1i .! [.,(111111111/ 1 /1111111111 />t1Sft th .lt" /1/\ tll lh 11/t1t1t>llt'S 29

A B

FIGURA 2.2. Tmckar11\lSis lA) cjemphfir;tda en la

:1r11culación hu111crllCt1b11;1I (B). El eje de r1llanon
tes decir. el punto de p11·01c) represc111.1clo por la
cla1ija.

Las 1roclclll'I ros is se parecen al gozne de w1a puerta, f'or- A B

maclo por un pasador central rodeado de un cilindro huc1:0 )'
más grande (r:1g. 2.2A). El mo1·imicn10 angular de las 1roclc-
anrosis se produce sobre todo en un plano s11uado en ángulo
reCLo respccLo al eie ele rotación. La arurnlac1ón humerocub1-
1al es un claro c.1emplo ele trocleartros1s (flg. 2.26). Como en
tocias las articulaciones sinoviales, ade1rn\s ele ln rotacion
se prod uce una ligcrn traslación (es decir, deslizamienw).
Aunque el parecido mecánico es rnc1wr. las arliculaciones
1111crfalángicas de los dedos 1arnb1cn se consideran 1rodcar ligamento anular
tl'OSIS,
L1s arlirnlc1cim1c~ t rocoidcs cstün formadas por un perno
t:entrnl rodeado ele un cilindro más largo. A diícrcncin de las
trocleanrosis. el segmento mó1·il de las articulaciones trLx-oi-
deas se orienta en pnralelo al eje de rot;1dón. Esta orientación FIGURA 2.3. t\nkuladón lroniidea (A} qcrnpli licacla en la an1cula-
met:anica prodttt:c el movimiemo angulnr primario de la rota- ciún r·.1choc11h11,1I 1Ho:-:imal ( B}. El t'Jl' ele rowción es1i'I rqm'semaclo
don, parecido a In rotacion del pomo de una puerta en torno por In clavija
<\un eje central (F1g. 2.3A). Dos ejemplos cxcele111cs de an1-
culaciones trocoides son la artículacion radiocubi1al proximal. ción elipsoiclca (Fig. 2.46). La esfera aplanada del segmento
que aparet:e en la figura 2.3B, )' la art irnlación atlanto-oclon- com·exo de la articulación (es decir, los huesos del carpo) no
llliclea entre la apófisis odontoides de la segunda vérLebrn l·er- pueden rolar axialmente dentro del cnnal alargado (es decir. el
vical y el arco anterior ele la primera vértebra cervical. radio clisLal) sin luxarse.
Las articule1cio11cs clipsoidcas tienen una su-
perficie alargada convexa en una dimensión que
se articula con una superficie cóncava alargada A
(Fig. 2.4A). Las superficies elípticas coincidcn-
1es restringen mucho la rotación cmre las dos
superfi cies, pero permiten movimientos en dos
planos, definidos por lo general como ílexión-
extcnsión )' abducción-aducción. L1 articula-
ción radiocarpiana es un ejemplo ele anicula-

FIGURA 2.4. Ar11culnc16n elipsoiclca (A) e¡empliíicndn

en la aniculacit'in rathocnrpiana (B). Lo:> dos CJCS de ro1a-
e1on esti'ln rcprcscmados por las claYijas 1mcrscctaclas.

L
30
Las articulaciones csferoiclcas o enartrosis tienen una superíi-
cie convexa esférica que se acopla a una cavidad cupulifonne
(Fig. 2.5A). Esta articulación permite el movimiento en tres pla-
nos. A diferencia de las articulaciones elipsoideas, In simetna de
las curvas de las dos superílcies acopladas de la enartrosis per-
mite la rotación axial sin luxación. Son enartrosis del cuerpo la
aniculación glenohumeral )' la aniculación coxofemoral.
Las articulaciones artrodia/es están formadas por dos super-
ficies planas o relativamente planas. Los movimientos combi-
nan el desl izamiento y cierta rotación de un elemento respecto
al otro, como un libro que se deslizara sobre una mesa (Fig.
2.6A). Como se ve en la figura 2.6B, la mayoría de las articu-
laciones intercarpianas se consideran anrodias. Las fuerzas
internas que causan o restringen el movimiemo entre los hue-
sos del carpo están generadas por la tensión de músculos o
ligamen los.
Cada elememo de las articu/acio11cs sellares tiene dos super-
fi cies: una es cóncava )' otra convexa. Estas superficies se
orientan entre sí aproximadameme en ángulo recto y son rccí-
procameme curvas. La forma de silla de montar se aprecia
mejor usando la analogfa ele la silla y el jinete (Fig. 2. 7A).
De clelame a atrás, la silla presenta una superficie cóncava
que va del borrén de la silla hasta la pane posterior. Late-
FIG URA 2,6, L1 artrodia está formada por
la oposición de dos superllcies planas
(A). El libro que se mueve sobre la mesa
es análogo al deslizamiento y la rotación
combinados de la IV y V <1niculaciones
carpometacarpianas (B).
FIGURA 2.5. i\r11culació11 e~ícroidca o
c11anros1s (A) ejemplificad<1 en la ar11-
culación rnxofcmoml (B). Los 1res c1cs
ele rotación se representan mediante
las tres d:w1ps intcrscctadas.
rolateralmemc, la silla es convexa y se exuende desde un
estribo hasta el otro. El jinete está también cloblemcnle cu r-
vado, y presenrn una curva convexa)' otra concava para ajus-
tarse a la forma de la silla. La articulación carpomctacarpiana
del pu1gar es el rnás claro ejemplo de una an iculación sellar
(Fig. 2.78). La naturaleza reciproca de bloqueo de esta an1n1-
lación permite un movimien to ampl io en clos planos, pero
limita la rotación entre el trapecio y el primer metacarpiano
L'1s artirnlacicmcs rnndílcas se parecen a las enan rosis ex-
cepto en que la panc cóncava de la aniculación es poco pro-
funda (Fig. 2.8A). Las condilanrosis suelen permitir 2 grados
de libertad de movimiemo. Los ligamentos o la incongruencia
ósea restringen el tercer grado. Las aniculaciones conclílcas
suelen estar pareadas, como la rodilla (Fig. 2.88), las articula-
ciones temporomandibulares y las articulaciones atlantoocci-
pitales (es decir, los cóndilos del occipital con la primera vér-
tebra ce1vical). La articulación metacarpofolángica de los
dedos es otro ejemplo de cond ilanrosis. La raíz de «cóndilo»
significa «nudillo».
La cinemática de las articulaciones condíleas varia según la
esuuctura articular. En la rodilla, por ejemplo, los cóndilos del
fémur se ajustan dentro de la ligera concavidad proporcionada
por la meseta Libial. Esta articulación pe1111itc movimientos de
Hueso ganchoso
 C11p1111lt1
A Cóncavo
ílexión-ex1cns1ón )' rotación axial. L1 abducción-aducción, sin
embargo, está restringida sobre todo por los ligamentos.
Simplificación y clasificación
de las articulaciones sinoviales: Articulaciones
ovoideas y sellares
A menudo resulta cliíicil clasiíicar las diartrosis basándose
sólo en una analogía mecánica. La articulación metacarpofa-
lángica (condílca) y la articulación glcnohumcral (csfcroic.lca),
por ejemplo. tienen formas parecidas, pero difieren conside-
rablemente en la magnitud relativa del movimiento}' la fun-
ción general. Las articulaciones siempre muestran sutiles
variaciones que hacen menos aplicables las descripcio nes
mecánic;:is sencillas. Un buen ejemplo de la diferencia c 11 1re
la clasificación mecánica }' la función real se aprecia en las
FIGURA 2.8. Condilanrosis (A). que presema una analogía con la
articulación tibrofemoral (rodilla) (B). Los dos ejes de rotación se
represeman con cla\'ijas. El mo\'imiemo en el plano frontal de la rodi-
lla se bloquea por la tensión del ligamemo colaternl.
.! hll 1111111 <t 1· /t111t '"º h<f\lcm ,/,· /11, 11111111lt1d11111·, 31
FIGURA 2.7. l.:t :1n1culació11 sellar (A) se ejcmplil il:a wn la
articulacion r.1rpomctacarp1ana del pulgar (B). l.:1 silla de A
representa el hueso trapecio. El «Jlllete», si cstu\•1crn. repre-
scmaría la base del primer mctarnrpiano. Los do:. ejes de
rotación apare,·cn en B.
suaves ondulaciones que caracterizan las articulaciones 111ter-
carp1anas e íntcrtarsianas. Estas articulaciones producen
movimiemos multiplnnares compkjos que son incoherentes
co'n su senci lla clasi fi cación 111ecániu1 «planar». Para superar
esta d iíicultacl. una clasi fi cación simplificada reconoce sólo
dos formas articulares: la aniculadon ovoidea >' la articula-
ción sellar (Fig. 2.9). En esencia, todas las diartros1s, con la
excepción notable de las artrodias. se pueden indwr en este
esquema.
Las w·ticulacicmcs Moidcas tienen superficies pares que coin-
ciden }' son imperfectamente esféricas u ovoideas, con porcio-
nes adyacentes que poseen una cur\'atura superficial cam-
biante. En todos los casos, la superficie articular de un hueso
es convexn y la otra, cóncava.
Las artiwlacio11es sellares ya se han descrito. Cada segmento
presenta superíicies cur\'aS pareadas ele dirección opuesta y
FIG URA 2.9. Dos formns h:lsirns de superficies nnicul:ircs. A. La
stcp<'1ficic t>l'oitk es unn cnracteristica tk In mayoría de las diartrosis
del cuerpo (p. ej. las articulaciones cmmfemoral. radwc:irpiana,
metacnrpofalángica )' de Ja rodilla). El dibuJt1 muestra sólo l:i parte
convexa de la art icu l acit~n. Una parte rcdproca111cnte concava com-
pleta el par de superlkics :tniculares O\'Oidcs. 13, La supcr{idc sellar es
el segundo tipo básico de superficie ankubr. con una superficie cón-
cava y otra con\'exa. L1 superficie arucular asociada de la otra mitad
de la arnculación se muestra de modo que una superficie cóncava se
ajust<iri<i n la superficie con\'exa de su pareja.
32

que se orientan aproximadamente 90 grados entre sí. Es1e sis-
tem:i !>i mpliíicaclo de clasificación perm iLc la gencralizac1l111 de
los pa1rones anrocinemat1cos de mo\'imicnto como roda-
mienlo, clcslizam1ento o ro1acíón (\'Cr Cap. J) Fc,ta generaliza-
ción se emplea en tocio el libro.
materiales b;\sicos que componen los tejidos COllJllnlirns de
una an iculncion son las fibras , la ~us1w1¡ ra {11ncfc1111t·111c1/ y la~
r1'/u/as. Estos mntcriaks biolllgirns se mezclan en d istintas
proporciones basada~ en las demandas mccanic1s de la articu-
lación.

EJE DE ROTACIÓN
A
En la analogía con el gozne ele una puena (ver Fig. 2.2A),
el eje de rOLacit'>n (es deci r. la clavija que at ravicsa el gozne)
está fiJo porque se rnamienc eslático durante 1:1 rotación de Fémur Tibia
la puena. Con el eje de rotación fijl), todos los puntos de lu
pucna experimen1an arcos iguak s ele rotación. No obstanLc,
en las aniculac1oncs anatómicas, el eje de rolación pocas ,·cccs
está fijo, si es que alguna lo esta, durante 1:1 rotación ósea.
Hallar la posición exacta de l eje de rotación en las articulacio-
nes anatómicas no es, por tanto, tan obvio. En la figura 2. 1OA
aparece un método simplificado para calcular la posicion del Tibia
eje ele rotación de las articulaciones anaLórn1cas. La intersec-
ción de las dos lineas perpend iculares a los segmentos a )' a',
y b >' b' define el eje i11sta11tci11co de rotacio11 del arco de 90 gra-
dos de la ílexión de la rodilla. El término instantáneo mani-
fi esta que la localización del eje sólo es cien a para el arco par-
ticular ele movimiento. Cuanto más pequei'ia sea la ampli1ud
angular usada para calcular el eje inslanLáneo más precisa será
la estimació n. Si se traza una serie de líneas para seguir la
secuencia de peque1ios arcos angulares de mo,·imien10, se 8
podra trazar gn\ficamentc la localizac1ón de los ejes instama-
neos pnrn cada porción del nrco de movimiento (Fig. 2. 1OB) . Fémur
La Wl)'ectorin de lns local izaciones se riadas de los ejes instan-
táneos de rotación se dcnt)mina fl'olutcr. La trn)·ec1oria del eje f{}
instantáneo de rotación es más larga y compleja cuando las
Epicóndilo - -
superficies art iculares acopladas Slm menos congruentes o sus lateral
radios de curvatura presentan mayores cnmbios, como en la
rodilla. Cuanto menores sean los arcos individuales usados
para el cálculo, más precisa será la 1rayccLo ria del eje instantá-
neo de rOLación resulLanLe.
En muchas snuaciones clínicas prác1icns hay que realizar
cálculos sencillos para localizar el C.JC ele rotación ele una an i-
culación. Estos cálculos son necesarios cuando se practiq ue la
goniomctrícr, se mida el momento de una articulación o se
fabrique una prótesis o una onesis. Hace falta una serie de
mediciones rad iológicas para identifi car con precisión el eje
instantáneo de rotación de una art iculación (ver Fig. 2.1 OA).
Como este método no es práctico en siluacioncs clínicas ordi- FIGURA 2.10. l\létodll simplificado pam determmar el CJe 111stamáne11
narias, se asume que la del eje promedio de mtación se cln en de mtación para un arco ele 90 grados de ílex1on de la rodilla (A).
tocio el arco de movimiento. EsLc eje se localiza mediante un l\lccliame radiografía, se idcmific:in clos puntos (;i )' b) en la mese1a ck
relieve anatómico que coincide con el segmento con"cxo de la la tibi<1. Manteniendo estatico el fémur. esws 1111s111os puntos se ic.lcn-
articulación. t1f1can a los <.JO grados ele ílexión (;i· )' b'). A commuadón, se dibujan
clns lineas perpendiculares a a )' a',)' by b·. El punto ele imerseccion
de estas ckis lineas pcrpcndicularl's cletcnnina el eje instantílnco de
MATERIALES BIOLÓGICOS QUE FORMAN LOS rotación drl :irco de movimiento de 90 grados Estl' misnw método SI.'
TEJIDOS CONJUNTIVOS DE LAS ARTICULACIONES
-- ~~-
repite con :1rcos mucho menores de mo,·imiento, lo que gencm \'lino~
ejes de rotación ligen1111c11Le distintos (B). La tr:i)'ectoria de los ejes
La composición, la proporción y la d isposición ele los materia- «migratorios• se denomina c\·oluta. En la rodilla, la 111edia del eje ck
les biológicos que componen el 1ejido conjumirn de las arti- rotación se orienta en c11rección medtal-lateral, atr.wesandu el epicon-
culaciones iníluyen mucho en su rendimiento mecánico. Los clilo lateral cid fémur.

Materiales esenciales que forman los tejidos
conjuntivos de las articulaciones
• Fibras
Colágeno (Li pos l y 11)
Elastina
• SusLancia fundamen Lal
Glucosmninoglicanos
Agua
SolLnos
• Células
Fibras
En las <trticulaciones h<')' cl istimos tipos de fibras cohígenas )'
fibras elásticas. Lns.fl/Jrns colágenas se componen de subunida-
des cortas (fibrillas) que se unen en una csLruct ura he licoidal
como peque1'las hebras. Estas hebras se unen formando un
filamento , y varios filarnenlos se unen en espiral para formnr
un cordón. Se han descrito doce tipos de rilxas colágenns,n
pero sólo dos tipos constituyen la mnyoría del colágeno de las
articulaciones normales: las fi bras colágenas tipo l )' 1l. Las
.fibras colágenas tipo l son íibras rugosas y gruesas que se agru-
pan en fascículos)' se elongan muy poco bajo tensión . Al ser
relativamenLe rfgidas. estas fibras son ideales para unir y sos-
tener las articulaciones entre los huesos. El colágeno tipo 1 es,
por Lanto, la proteína pri ncipal ele los lignmenlos )' las C<ipsu-
las articulares fibrosas. Este tipo ele colágeno también l'orma
los fascículos fi brosos paralelos que conforman los tendones,
es decir, las estructuras que transmiten la fuerza de los
músculos a los huesos.
Dos tipos predominantes de Cibrns colágenas
en articul.aciones normales
• Tipo /: fi bras rugosas y espesas que se elongan muy poco
al esLirarse; componen ligamenLos. tendones y cápsul¡is
fibrosas.
• Tipo /J : fi bras más fi nas y menos rígidas que las del tipo I;
proporcionan un armazón enLreLejiclo y flex ible para
mantener la fo rma y la consistencia generales de estruc-
LUras como el cartilago hialino.
Las fibra s colágenas tipo 11 son más finas que las ele tipo l y
poseen un poco menos de resistencia a la tracción. Estas fibras
aponan un armazón entretejido y ílexible parn mantener In
íorma y consisLencía generales de estructuras más complejas,
como el cart ílago hialino. El colágeno tipo 11 aporta íuerza
internn al tejido del que forma parte.
Además ele colágeno, los tejidos conjuntivos de las articu-
laciones tienen cantidades variables de fibrns de clasliiw. Estas
!'i bras están íormaclas por ltna mal la ele íibrillas de elastina ,
si milar a una red, que resiste las fuerzas de tensión (estira-
miento) pero «ceden» más cuando se elongan. Los tejidos con
gran proporción ele elastina recuperan rápidamente su íorma
L
33
original después de haberse clel'ormaclo. Esta propiedad es útil
en estructuras que soponan una deformación signi ficativa.
como el cartílago de la oreja, o en cienos ligamentos vertebra-
les que ayudan al hueso a recuperar su posición original des-
pués del movimiento.
Sustancia fundamental
Las fibras colágenas )' ele elastina están sume rgidas en una
matriz saturada de ngua llamada susca11ciaf1mdc1111rnwl. La sus-
tancia íunclarnental ele los tejidos articulares se compone ele
gl11wv1111i11ogliw 11os (GAG), <1g11<1 y ~olt1tos . Los GAG son
<iminoglucósidos que se ramiíican mucho y esL<h1 ca rgados
negativamente.)' están mU)' un iclt1s al agu<t. Estructuralmente ,
los GAG parecen largos ce pillos muy hidrófilos por su carga
negativa (Fig. 2. 11). El agua aporta un med io líquido p<tra la
difusión de nutrientes por el tejido. Además, el agua contri-
buye a las propiedades mecánicas del tejido. La tendencia de
los GAG a embebe r )' retener agua provoca la hinchazón del
tejido. EsLa hinchazón est<1 llmitacla por las fibrns de colágeno
o el<tstina ancladas en una estructura adyacente de sustenta-
ción. como el hueso o bandas dens<1s de fibras. La interacción
entre las fibras restrictivas )' los GAG que se hinchan apona
una estructura Lumescente que resiste la com presión, como un
globo o un colchón lleno de agua. Un ejem plo de este rnme-
rial estructuralmente dinámico es el canílago art icular. Este
tej ido importante proporcionn una superfi cie ideal que recu-
bre las an iculaciones y es capaz ele el ispersar la inÍi nidacl de
fuerzas repetitiv<is que afectan <t lns articulaciones a lo largo ele
la \'ida.
--'<~---- LÍQUIDO
INTERSTICIAL
FIBRILLA DE
COLÁGENO
AGREGADO DE LA RED DE COLÁGENO
FIGURA 2.11 . Dibujo esquemáLico de la organización molecubr dtl
canílago. Las moléculas ele glucosaminoglicanos (GAG) cst;\n f'orma-
clas por un centro de ácido hialurónico en el cual se insertan monó-
meros de proLeoglicanos, los cuak s ado ptan la configuración de un
cepillo. La molécula de GAG del di bujo cstú entrelazada con íibrillas
colágenas. El 3gua ocupa gran parte del espacio de la 111a1 riz. (De
Nordin M. Frankel VH: Bcrsic Bio1111:dw11ic~ cif lhc M11Sculosllelcl<I/
Syslmr . 2:' ed. Filadelfia. Williams & \.\iilkins, 1989.)
34

Células sión inmediata que restringe el 111lWimiento indeseable entre

las células ele los Lejidos conjunLivos de las aniculaciones son
responsables de su mamenimicnto }' reparación. Al contrario
que las células del músculo esquelético, 110 confieren propie-
dades mecánicas signilkativas al tej ido. Los componentes
dai'tados o viejos se el1mina11, }' se fabrican }' rcmodelan nue-
vos componentes. Las células de los tejidos conjunLivos de las
articu laciones suelen ser, por lo general, escasas, y están espa-
ciadas entre los filamentos de fibras, o embebidas en regiones
con abundantes GAG. Esta escasez de cclulas, jumo con una
irrigación sanguínea limitada suele derivar en una escasa o
incompleta capacidad de curación de los tejidos articulares
daiiados o lesionados.
TIPOS DE TEJIDOS CONJUNTIVOS QUE FORMAN
LA ESTRUCTURA DE LAS ARTICULACIONES
En las articulaciones predominan cuatro Lipos de tejidos con-
juntivos: /ejido conjuntivo irregular denso, ccirlílago artiwla1;
fibrocartílago y Jiucso. Los detalles anatómicos y funcionales de
estos cuatro tipos se enumeran en la tabla 2.3. Ésta tambicn
presenta las correlaciones clínicas asociadas a cada Lejiclo.
Tejido conjuntivo irregular denso
El tejido co11ju11tivo il'l'cgular cle11so se halla cn la capa externa
fibrosa de la cápsula articular}' en los ligamentos. Estructural-
mente, este tejido conjuntivo tiene una elevada proporción de
fibras colágenas tipo 1que se distribuyen en haces y se alinean
para resistir las tensiones naturales que soporta el tejido. Los
haces de tejido conjunlivo funcionan con tn<íxima efi cacia
cuando el estiramiento es paralelo a su eje mayor. Cuando se
tensan , los ligamentos y la cápsula articular generan una ten-
los huesos.
La c<'lpsula articular fibrosa }' los ligamemos oponen re-
sistencia a fuerzas de varias direcc1oncs. Para conseguirlo,
los fasdcu los de fibras se distriburen en varias direcciones
clominames dentro del te.pdo conjumivo, a diferencia del ali -
neamiento paralelo hallado en los fascículos de colágeno de
los tendones (F1g. 2. 12).<"211 El contenido de GAG }' fibras de
elastina suele ser bajo en el tejido conjuntivo irregular denso.
Cuando un traumatismo o una enfermedad provocan laxi-
tud en el ligamento o las cápsulas, los musculas adoptan un
papel más do111111ante en la rest riccion del movimiento articu-
lar. Incluso cuando los músculos que rodean una articu lación
laxa desde el punto ele vista ligamentario son fuertes, hay una
perdida de estabilidad arucular. En comparac1on con los liga-
mentos, el apone ele fuerza de los músculos es más lento
debido al retardo electromecánico necesario para generar
fuerza activa. El alineamiento ele las fi.lerzas musculares no
suele ser ideal para restri ngir los movimientos articulares
no deseados, y a menudo éstas no consiguen ofrecer la fuerza
de fr<!t1ado óptima.
Cartíl ago articular
El C<fflflago artic11lcll' es un tipo especializado de cnrtilago 11ia-
lino que forma la superficie de las art icu laciones que sopor-
tan cargas. El canilago articular que reviste ll)S extremos
articulares de los huesos tiene un espesor de entre 1 y -+ mm
en áreas de compresión baja,}' de 5 a 7 mm en áreas de com-
presión elcvada.1c.,2s El tejido es avascular y ancural. A dife-
rencia del cart ílago hiali no regubr, el cartílago art icular
carece de pericondrio. Esto permite que superficies opuestas
de cartílago sean superficies ideales para soportar cargas. A

Fascículos paralelos
de colágeno
Fascículos de fibras colágenas
de organización irregular

TEN DON

LIG AMENTO
FIGURA 2.12. Representación esquemática de la organización fib rosa de tendones y ligamcmos. A, Los
fasclculos de colágeno de un 1r11cló11 están estrechamente u111dos y organizados en paralelo unos res-
pecto a 01ros. Su organización permite a los tendones trans11111ir las íuerzas rnudireccionalcs de ten-
sión de un musculo sin 1cner que tensar previamente los fasdrnlos de col:igeno. Las células que man-
tienen este tejido conjuntivo (fibroblastos) son pocas y cs1;\n aplanadas c111rc los faseieulos ck
colágeno. B, Los /igcunl'l!los tienen fascículos ele colágeno CU)'ª dispos1c1on entre si es menos paralela.
Esto permite a los ligamc111os aceptar fuerzas de tensit\n procedentes de varias direcciones distintas, al
tiempo que mantienen jumos dos huesos. Los fasclculos pueden organizarse en paralelo a las líne:is
más habituales de tensión. Los fibroblastos del ligame1110 no aparecen en el dibujo, pero son pocos y
aplanados.
 ( cr¡111ulc1 2 E~r r1111ur<1 \' /uumin hasirn' 1k '"' cll llt u/11cioncs 35

Sustan cia
íuuda111cntal
Localización (GAG+ Agua+ Especialización Correlación
anatómica Fibras Solutos) Células mecánica clinica

Tejido Compone la capa Alto contenido de Bajo contcmdo Células dispersas muy Mantienen juntos los La rotura del complejo
conjuntivo fibrosa externa de Obras colágenas en sustnncia compnm1cbs entre huesos y rest ringcn del ligamento l'Olatc-
irregular la cñpsula a11icular tipo 1 íund;1111cntnl las l'ibms los movimic111os no ral laternl del wbi llo
denso Forma ligamentos L1 mayorla de los deseados de las arti- puede causar una
tejidos tienen poco culacioncs; rcsisren inestnbiliclad 111c1lial-
contenido de fibras la tensión en varias lateral de la arr icula-
de clastina direcciones cíón del tobillo
Las fibras paralelas
se distribu)'en en
fasciculos orienta-
dos en v:trias
di reccioncs

Cartllago Recubre los exr remos Alto contenido de Altn wntenido Número modcrndo Resisten )'distribuyen Durante la las(· inicial
articular de los huesos l'ibrns colágenas en sustancia de células; son íuerzas de compre- de la osteoartlitis.
articulados de las upo 11. las fibras fundamcnt~I aplanadas cerl-a de la sión (carg.1 articular) los GAG salen de lo
aruculnciones ayudan a anclar el supcríictc articular)' )' las íuerzas de ciw- proíundo drl tejido )'
s111ovfales l'artllago en el redondeadas en las llam1cnto (desliw- reducen la capacidad
¿_
hueso subcondrnl y capas 1m\s proíundas miento superficial); de dismhut:1ón ele las
a contener la sus- del cart llago coeficiente muy bajo íuerzas; el hueso
1ancia íundamcnt:tl de íricción adyacen te se cngros.1
y absorbe el aumento
de íucm1. que a
menudo caus.1 la íor-
mación de osteól'itos

Fibrocartílago Compone los discos Fasdculos Contcmdo mode· Número moderado de Aportan sost~n y El desgarro del disco
mtervertebrales y el 111ultidireccionales rado ck sustan- células redondas, que estabilidad a las intervcncbral puede
disco de la slníisis ck colflgeno tipo 1 cia runclamen tal se encuent rnn en las an iculacioncs; su deja r s.1lir el núcleo
de l pubis lagunas celulares íunción principal es pulposo central
l'orma los discos "absorber choques". (hernia) )' presionar
int rnnrticulares resistiendo y clistri- un nervio espinal
(meniscos) de las huyendo las ruerzas o una miz nervios.1
aruculaciones compresivas y de
tibiofcmoral, cizalla miento
estcrnoclavicular,
acro111ioclavicular )'
rnd iocubital distal
ronna el rodete de la
rosa glcnoiclca )' del
al·ctflbulo

Hueso Forma las trnbéClllas D1stnbución especia- B.1jo contenido Número moderado de Resisten la deíonna- La osteoporos1s de
del sistema muscu- )izada del colágeno de GAG células aplanadas ción: máxnna resis- columna produce la
locsque lét ico upo 1 para formar entre las capas de tencia cont r:i las pérdida ele trabéculas
lan1inillas y osteo- colágeno; se ha llan íucrzas compresivas óseas y con1 cn1do
ncs, )' crear una muchas c~lulas pro- debidas al peso cor- mineral en el cue rpo
mal la parn las sales gcnitoras en las capas poral y a la íucrza vertebral de la
minerales (p. ej., nbrosas extenms muscular columna; lo que tal
cristales de ailcio) (periostio) e internas Crean una palanca vez denl'c en una
(endos110) rigida que transmite íracturn del cuerpo
la íucrza muscular y vertebral al caminar o
esrnbiliza el cuerpo induso al toser

semejanza del periosLio del hueso, el pcricondrio es una hoja Ésta es una ventaja a la que no tiene acceso el cartílago
de tejido conjuntivo que recubre la mayor parte del canilago. articular.
Contiene vasos sanguíneos y un aporte inmediato de células En la sustancia íundamental de las distintas capas o zonas del
primi tivas que mamienen y reparan el tejido subyacente. cartílago ariicular (Fig. 2.13A) se localizan condrot:itos de dis-
36

Superficie artícular

Condrocito linea ondulada o azul Hueso esponjoso linea ondulada o azul

FIGURA 2.13. Dos dibujos csqucrn<ítko$ del ..:artílago articular hiali1w. /\, Orga111zacit\n de las cdula::. lcondrocllo~) t:n l ;1 ~t1s1:111-
cia fundamental del cartilago ;uucular. Los cnndrociws ;1planados cct"l':I de la supnfinc artkul:tr ::.L' sitúan i.:11 la ::oncr 11111grn<"1t1/
,11prr(rcial (ZTS) )'se oricnt;m paralelos a la superficie arw.:ular. La Z1~ nimprcnek L'n 1orno ;11 10-20 >o del l'~J>L'•,or del Lar11la~n
1

:micular. Las cclulas ele la ;:m1a ml'<lia son mas redoncleacla::. )'se orga111:a11 rada \·e: m;\s en colu11111;1s hncia la ::111111 ¡111>f1111d11. Un.1
rcgit\n de canrlagn calcilkado (::mw rnlti/icwlcr) une la zona profunda con el hueso subrnndrnl ~uhracc 111c. El b11rdc ele la :1111a
calcificada que lind:t con la zona proíunda SL' conoce c1111w fmni ele u1ki/jfc1rití11lticlrn1c1rl1))'11p1u1c una barrc1~1;l1;1difusi1 1 n1·111n:
el rnrulago articular}' el hueso subraccntc. Los nu1ricn1rs }'gases deben pasar del hqu1dn sino\ i:1l a lf<l\'éS ele 111d,b las t\lp.h ekl
carulago articular pnra nmnr !lis condrtx·nns. mnudas las cdulas ele la base ele b ::ona profunda 1;1 t·11mp1ó1t111 1111cn11111'11lc
(acción de •Ordc11o») del cartílago anic.:ubr :t}'Ltda al prt)l.:C!:>t1 de cliíu~1on. 13, En L'Slt' d1bu1n ap<lll't'C b orga111:;Klllll de la~ /1l>1<C\
wlagcrws del canilago anirnlar. En la zona tangencial superficial. el n1lügcnu se oricnt:1 c11 paralel11 a la suprrlktt' anícular, > lnrnw
un \'Clcado íibro~o que ayuda a oponer rcsislt•ncia a la abmsion ele la superficie ~1n kular. L1s lfüra~ '>C \'t1clw·n lllL'nPs t:111gcnc1.1-
lcs )'su oricnwcwn más obhn1:1 en la wna media. parn 1e1m111ar casi pt'lpl'nchcubres a la supl'rfint' an 1cular t'n 1,, :tina prt1h111cla
Las fib1~1s mas prolundns se nnclan en la :ona calciíi<.:<1da p;1ra mamencr el rnrulagt1 u111do al hu.:so subnmclml !:>Uh}"acemc

tintas formas. Estas células es1án bmiadas r alimentadas por
nutrientes suspend idos en el líquido sinodal. L1 nutrición esl<l
facili tada por la acción de «Orclei'lo» producida por la dcformn-
ción de la superficie an 1cular durante la carga mtermilentc de
las aniculaciones. Los condrocitos estan rodeados de fibras cola-
genas, prcclominamcmente ele tipo 11. Como se muestra en 1<1
figura 2. l 3B, las fibras se orieman para formar una red rcst ri<:-
tiva o «armazón» que da más estabilidad estructural al tejido.
Las flbras mas profundas en la zona calcificada se anclan con fir-
meza en el hueso subconclral. Estas íibras se unen con las fibras
orie111aclas verticalmente en la zona adyacente que. a su vez. se
vinculan con las orientadas en sentido oblicuo de la zona media.
y finalme111e con las fibras orientadas transversalmente de la
zona tangencial superficial. las series de fibras enlazadas quími-
cameme forman una estructura íibrosa, semcjanLe a una red,
que atrapa las grandes moléculas de GAG bajo la superficie ani-
cular. Los GAG, a su vez, atraen el agua. que aporta un elemento
único de rigidez al cartílago articular. La rigidez aumenta la
capacidad del cartílago para soportar adecuadamente las cargas.
El canilago articular distribuye )' dispersa fuerzas compre-
sivas por el hueso subcondral. También reduce la fricción
entre superficies aniculares. El coeficiente de fricción entre dos
superíicics revestidas ele cartílago articular y humedecidas con
líquido sinovial es muy bajo, entre 0.005 >' 0,02 en la rodilla,
por ejemplo. Es 5 a 20 veces menor y más resbaladizo que el
del hielo sobre hielo, que es de O, J .17 Por tanto, el impacto de
las ac11v1cladcs normales en carga se reduce a una tension que
suele ser absorbida si n claiiar el sistema esqueletico.
La ausencia de pcricond rio en el cartílago articular tiene la
consecuencia negati,·a de eliminar una fuente inmediata de
fibroblastos pericondricos primiti\'OS para la reparación.
Aunque el c:irtílago anicular sea capaz de m;111Lener y reabas-
tecer su matriz , los cla11os signiricmivos en un canílagl1 Mticu-
lar aduho suelen repararse poco o nada.
Fibrocartílago
Como su nombre implica. el J'ibrocanílago tiene un comenido
mucho mayor de fibras que otros tipos de cartílago. El tejido
comparte funcionalmente propiedades del tejido conjunti\'O
irregular denso )' del canílago anicular. l·asciculos densos de
colágeno tipo 1 se disponen en múltiples di recciones con un
moderado número de GAG. Como se ve en la figura 2. 14. los
conclrocítos redondos residen en lagunas que se hunden en
una densa red de colágeno.
J;I fibrocartílago forma grnn parte ele la sustancia de ll1s dis-
cos intervenebralcs. el rodete, >' los discos localizados en la
sínfisis del pubis > otras aruculaciones de las ex1re111idades
(p. e.1 .. los memscos de la rochlla). Esws estructuras arudan a
sostener y estabilizar las art iculaciones, as1como a disipar las
fuerzas ele compresión. Como se ve en la i"igura 2.1-+A. los
memscos de la rochlla disipan las fuerzas de compresión clis-
pers<indolas raclialmcme. L:i densa red ele íibras colágenas
 l !lf'llll/11 ..! l \(/ lldl111l 1 /1111111111 /i1f\fl <I' ./e ft1, 1011< 11/¡¡, iOllt"~ 37

COMPRESIÓN dunmacion de lo~ proclucws ck desecho met:ibólirns en el

f1brocanílago de las anhanrnsis mqora con la acc1on de
«ordc11o» producida por el soporte 1111crmi1en1e del pc!>o.11
1 ste principio es e\'identc en los discos intcnntcbralcs :idul-
tl)S, que se nutren insur1Cie111emente cuando la columna se
mantiene en pos1ur;1s lijas duramc mucho tiempo. Si n una
nut rición correcta, los cliscos pucclcn degenerar p;Hcialmcntc
)' perder pane ele su funcion protectora.
Un riego sangumco dircclo prnetrn el borde externo ele las
cst rucwras l'ibrocarulaginosas donde estas se unen a ll)S liga-
mentos (p. ej., la columna \'Crtcbral) o en las cápsulas :micu-
lnrcs (p. ej., la rodilla). [n las aniculaciones aduhas. puede
haber cierta reparación del fibrocartílago claiiado cerca ele la
pcril'cna vascularizada; pm qcmplo, en el 1ercio externo ele los
Menisco (corte) men iscos de la rodi lla r en las laminillas externas de los dis-
cos imcrvcnebrales. Las regiones mús profundns ele las esl rul:·
1uras ele fi brocartílago, muy parecidas al canílago Mticular,
muestran poca o impcrccp1ible curación por la fal ta de dispo-
nibilidad ele fibroblas1os inclife1l'nnados.n.21.21

Hueso
CI hueso proporciona un 5oportc ngiclo al cuerpo y dow a los
musculos del cuerpo con un s1s1ema de palancas. La corucal
externa de los huesos largos del esqueleto adulto cuenta con
una cl iúfisis compuesta de hueso t:nrtical compacw )' dcn:.o
(l;ig. 2. 15). Los cxt remos de los huesos largos estún revestidos

Estructura microscópica
del fibrocartílago
FIGURA 2.14. Organizat:ion h1stologKa drl lilm)carulago. A. Sccuon
1ra11,,\l·r.;.il ele una muesira cunc1for111c 1.:ompnmida de íibro1.::uul.1gt)
(mc111sco). lomada de la rodilh1 L1 llll'lllSCt) db1pa parualmemc la
lunzn ck compresion dispcrs:índola l'n direct:iün radial como rnu,.,,_
l ran l a~ _
µnl1c1s. 13. Dibujo csqucmruico ck una scccíon 111ic1\1srnpit'~1
del cc111 ro ck u11<1 mucs1ra ch.> 111 c111~ni hlmican ilaginoso.

1ambién pcrm ile al 1ej iclo resistir las fuerzas de tracción )' ciza-
llamicnto en múhiples planos. Por tanto, el fibrocartílago es
ideal para absorber choques en regiones del cuerpo que
soportan elevadas íuerzas muhidireccionales. Esta función l:i
realiza óptimamente en los meniscos de la rodilla y los discos
imcn·cnebrales ele la columna vertebral.
El pcricond rio que rodea el fibrocartílago está poco organi-
zado >' contiene pequeños vasos snnguíneos local izados sólt)
ce rca del borde perifé rico del 1cjich El fib rocartílago es en
gran medida aneural y, por tamo, no genera dolor ni pan id pa
en la propiocepción, aunque 1al ''ez haya unos pocos rcccp10-
res neuralcs en la periferia donde el librocartílago refuerza un
FIGURA 2.15. Sección 1mnswrsal ele 1:1 arquitcnurn interna de h1
ligamcmo o una cápsula articular.
porrn'ln proximal del fomur. Rcparcse en las áreas m:is espesas de
La nutrición del íibrocart ilago adulto depende en gran hueso compac10 en torno a la ch;iíis1s. )' en el hue,,o es¡:xm¡oso que
medida de la difusión de nutrientes por el líquido sinovial de ocupa la ma)·or pane de la rcg1011 medular. (De ~eumann DA t\11
las diartrosis. En las anfianrosis, como el disco inter\'ertebral Ai tlu ills /lome S111dy Ca11rsr: ·¡/u· :>v1101·i11/ )oiiu: A111110111y, fumrion. 1111<1
adulto. los nutrientes se difunden por el líquido comeniclo en Dys/1111rtio11. The Onlwpcdic Sccuon nf 1he American Phr~1c1l
el hueso trabecular aclyaccmc. La difusión ele nutrientes y la Themp)' t\ssociation, La Cmssc. \\'I, 1998.)

38
por una lnminn delgada de hueso compacto c¡uc recubre una
red interconectiva de hueso esponjoso. Los huesos del esque-
leto axinl adulto, como los cuerpos de las \'értebrns. poseen
una capa externa de hueso cortical que rodea una zona central
ele soporte de hueso esponjoso.
La subunidad estrw:tural de hueso corlit:al es el os1co11 o sis-
lt'lllCI de /iavcrs, que organiza las fibras col:ígenas, predomi-
namemcllle ele tipo 1, en una serie única de espirales concén-
tricas formando lmnirnllas (í-ig. 2.16). La matriz de hueso
contiene cristales ele fosfato cálcico, que permiten al hueso
soportar cargas compresivas enormes. Los osteoblasLOs están
encerrados en estrechas lagunns (es decir, espacios) ent re las
laminillas del ostión. Como el hueso se deforma mur poco. los
vasos sanguíneos pueden adcnt rarse en la sustancia desde el
periostio)' las supcríides internas del cndosLio. Los vasos pue-
den girar para discurrir a lo largo del eje mayor del hueso por
un túnel en el centro de los conductos ele Havers. El tej ido
conjuntivo del periostio y del endosuo está muy ,·ascularizado
e inervaclo con receptores sensitivos ele la presión y el dolor.
El hueso es un Lejido mu)' dinámico. Se n:modcla constan-
lcmenLe como respuesta a las fuerzns que soporta con la acLi-
vidacl Íisica )' como respuesta al inílLIJO hormonal que regula
el equilibrio sisLémico del calcio. Ln eliminación a gran escala
de hueso corresponde a los ostcoclastos. células especializadas
c¡ue se originan en la medula osea. Los fibroblasLos primi1ivos
para reparar el hueso proceden cid periostio y endostio. )' de
los tejidos pcri\·asculares distribuidos entre los conductos
\'nscularcs del hueso. De los tejidos implicaclos en las articula-
Laminillas
intersticiales
Laminillas
circunferenciales - - -
internas
Trabéculas
de hueso
esponjoso
FIGURA 2.16. Organiznción h1s10lóg1ca del
hueso conic:il. (De Faw<.:cll DW: A TcxtbooJ1 o/
1-/istology . 12! cd Nueva York, Chapm:m &
H:ill. Dibujado segun Benninghoíf A: Ld1rlmc/1
cln A11atm11ic ilcs l\k11sd1rn. Bcrlln. Urban )
Schwam·nbcrg, 199-U
Conductos de Volkmann
•
ciones. los huesos son los que llenen la 111;1yor capacidad para
remodelarse, repararse> regenerarse.
El hueso muestra su mayor fuerza cuando se ve ct1mprim1do
a lo largo del eje mayor de su dic\fisis. lo que puede compararse
con ejercer una carga sobre una paji Ln. Los extn.-mos ele los hue-
sos largos reciben fuerz.1s compresivas muhid1receionalcs a tra-
vés de las superficies del canílago art icular que soportnn el peso.
Las tensiones se dilúnclcn por el hueso subcondral subyacente
y en la red de hueso esponjoso, que n su \'CZ actúa como una
serie ele puntales que redirigen las fuerzas hacia el eje mayor del
hueso cortical diafis.1rio. Esta organización es1ructural rcdmge
las lucrzas parn absorberlas y transmit irlas aprovechando la \'en-
laja del especial disc110 arquitectónico unico del hueso.
EFECTOS DEL ENVEJECIMIENTO
El envejec1111ien10 se asocia con cambios h1stologicos en el
tej ido con,iuntivo que, a su vez. pueden causar cambios mecá-
nicos en la íunción articular. El ritmo)' el proceso de cm·e.1e-
cimicn.Lo del Lcj ido son individuales y pueden verse modifica-
dos, posill\'a o negntivamenle. por los 11pos )' la frecuencia de
las nctiviclaclcs, y por ím:lores mcdicos y nutncionalcs.l E11 el
senudo mas lato, el envqccimicnto se acomparia de un cnlcn-
tecimíenlo del ritmo de sustiLución y reparación de las fibras
y GAG.i 11 Los eíectos ele los microtraummismos se acumulan
en el uempo y producen lesiones subdmicas que tal vez pro-
gresen a un fallo estructural o un cambio mensurable de las
Laminillas circunferenciales externas
...,,....-~_.
sanguíneos
Fibras
de Sharpey

propiedades mecánicas. Un ejemplo cl1111co de esLe fenómeno
es el deterioro \•inculado a la edad de los ligamentos y las cap-
sulas asociados a la articulación glenohumeral. La reducción
del soporte estructural ele estos tej idos puede culminnr finnl-
111cnLe en una tendiniLis o en desgarros de los músculos del
manguito de los rotadores.22
El envejecimiento también influye en la elasticidad meG\-
nica de los GAG del tej ido conjuntivo. El número y el tama1io
de las moléculas de GAG proclucidns por las células e1wejeci-
das son menores que las producidas por células jóvenes.i. 11
Este cambio en los GAG provoca una disminución de la capa-
cidad hidrófila, que reduce la hidratación de los tejidos con-
junuvos. El tejido menos hidratado tiene menos fuerza com-
presiva. Los tejidos conjunlivos más secos no se deslizan con
LanLa fac ilidad unos sobre otros. Conw resultado, los íascfculos
de ílbras de los ligamentos no se alinean tan rápido ame las
fuerzas impuestas, lo cual reduce la capacidad del tejido parn
resistir al máximo una fuerza aplicada rnn rapidez. La posibi -
lidad de que se formen adherencias enLre los planos de tejido
previamente móvil aumenta; por tanto, las articulaciones enve
jecidas pueden perder amplitud de movimiento con mayor
rapidez que las articulaciones jóvenes. El cartílago articular
envejecido contiene menos agua y es menos capaz de atenuar
y distribuir las fuerzas impues1as a través del hueso adyacente.
La alteración relacionada con la edad del metabolismo del
tejido conj untivo en el hueso co11tribu)1e a qtte la curación de
las lracturas sea más lenta. La alteración del meLabolismo tam-
bién con1ribuye a la osteoporosis, sobre todo la osteoporos1s
sen il o de tipo ll , que adelgaza el hueso conical y trabecular
en ambos sexos9
EFECTOS DE LA INMOVILIZACIÓN EN
LA FUERZA DE LOS TEJIDOS CONJUNTIVOS
DE UNA ARTICULACIÓN
La actividad física iníluye en la cant iclaJ )' organización de las
ílbras y de los GAG en los tejidos conjuntivos. Con un nivel
normal de actividad fisica, esLOs tejidos pueden resistir adecua-
damente la amplitud natural de las fuerzas 1mpues1as al sistema
musculoesquelético. Cuando se inmoviliz,1 una articulacion
durante un período largo. la estructura)' la función de los teJI·
dos conjuntivos asociados mucs1ra11 cambios acusados. La
resistencia mecánica del tejido se reduce de acuerdo con la dis-
minución ele fuerzas debidas a la inmovi lización. Es una res-
puestn normal a una situación anormal. Escayolar una pane
del cuerpo y obligar a una persona a guardar cama son ejem-
plos donde la inmovilización reduce cspeuaculannentc el nivel
de la fuerza impuesta al sistema musculocsquelético. Aunque
por razones distintas. la parálisis o la debilidad muscular 1am-
bién reducen la fuerza sobre el sistema musculoesquelético.
El ritmo de declive de la resistencia del Lejido conjunu,·o
depende en cieno grado de la actividad metabólica normal del
tejido específico. La inmm·ilización produce una reducción
acusada de la resisLencia a la tracción ele los ligamentos ele la
rod illa, por ejemplo, en un período de algunas semanas_ Jl),2K
39
Las primeras manifestaciones bil>qu11111cas de esta rcmodch1-
cion se detectan en cuestion de chas después de la inma\'1hzn-
c1ón.12. 1K Incluso después ele interrumpir la inmovilizacion }'
al termino de un programa amplio ele CJercicio posL11111Kw1li-
zarn'm. estos liga111en1os siguen ofreciendo menos resistencia a
la tracción que los que nunca sufrieron una inmOl'iliz<l·
cion.12.28 Otros tejidos comn el hueso )' el cartílago tambicn
muestran una pérdida de ma!><I, \'Olumcn )'resistencia c.lcspucs
de una inmo\'ilizaeion .11 ' 1 los resultados de es1 udios cxpcn-
mcntales concluyen que lo:. LCJido:. pierden rápidamente rcs1s-
1cncia como respuestn a la reducción ele la carga. L1 recupera-
ción completa ele la fuer;:a dcspues de restablecer la carga es
mucho más lenta)' n menudo incompleta.
La inmo,·ilización de una articulación durante un largo
período suele ser necesaria parn íavorccer la curación dcspues
ele una lesión como la frac tura ele un hueso. Se requiere juicio
clmico para hallar el equilibrio entre los eíectos negativos
potenciales de la inmovilizncilm )' la necesidad de lograr la
curack>n. El mantenimiento ele la resistencia de los 1ejic.los
penaniculares requiere el uso racional de la inmo\'il1zncion ,
uua vuelta rápida a la carga )' una temprana intcn·encion con
rehabililllción.
PATOLOGÍA ARTICULAR
Los traumatismos de los 1ejidos con_iuntivos de una nnicu la-
c1on pueden deberse a un solo episodio (traumatismo agudo)
o como respuesta a una acum ulación ele lesiones menores
durante un período prolongado (Lraummismo crónico). Los
tnwmcllismos agudos a menudo producen una afectación detec-
table. La torcedura o un esuramien10 excesi,·o de un liga-
mento o cápsula articular prorncan una reacción inílamatona
aguda. La articulación 1amb1cn se puede \'OhTr estructural-
mente mestable cuando el 1cjido conjuntivo lesionado no es
capn ele mantener los límites naturales de movimiento.
Las articulaciones que suelen sufri r inestabi lidad traumá-
tica aguda se asocian por lo general con los brnos ele palanca
más largos del esqueleto )' son. por tanto. las que es1ñn
expuestas a elevados momen1os externos. Por esta razón, la::.
articulaciones tibioíemoral, tib1oastragalina )' glenohumeral
sufren con frecuencia lesiones ligamentosas agudas arnmpa-
1iadas ele inestabilidad resultante .
Los traumatismos agudos tamh1én pueden provocar fractu -
ras intraarticulares que afeclen al canilago articular)' al huc~O
subconclral. La red ucción o rcalineamienLo de los fragmemo::.
rract urados ayuda a rcsrnblece r las funciones ele un dcsliza-
1111cnto armónico y de fricción lx~j n en las superficies an icula-
res. Esto es vital para la recuperación máxima de la fun<.:iün.
Aunque el hueso adyacente a una articulación cuenLc con
mucha capacidad de reparación. la reparación del cllnilag1)
articular suele ser incompleta}' produce áreas mecánicamente
mfcriores ele la superficie articular. propensas a la degcnem-
ción. El aumento focal de la tensión por una mala alineacion
ele las superficies, jumo con el deterioro de la fuerza del canf-
lago articular, puede derivar en osteoanritis postraumática.
La reparación de las esmtcturas aniculares íibrocartilagino-
40

5a!> lesionadas depende de la proximidad > la aclecuac:1on

del apone sanguíneo. Una rOLura de la región más externa del
menisco de la rodilla próxima a los vasos sanguineos embebidos
en la cápsula tnl vez se cure por complclo.21.H Por el contrario,
las roturas ele la circunferencia interna de un meniscl) no suelen
curar por completo. Tambien es éste el caso de !ns laminillas
internas del disco intervencbral adulto que no llenen capacidad
para cumrse después de sufrir lesiones signi íicmivas.11
Los 1rn11111e1tis11ws crónin>s suelen clasificarse como un tipo
ele «síndrome por sobreuso» )' reflejan la acumulación ele
lesiones relativamente menores no reparadas. L'ls cápsulas y
los ligamentos an iculares que sufren lesiones crónicas pier-
den de forma gradual su función ele contención, si bien la
inestabilidad anicular puede quedar disi mulada por la con-
tención sustitutiva de los músculos. En este caso, tal vez
aumenten las fuerzas arncularcs debido a una protección
muscular exagerada de la ;1niculación. Sólo cuando la anicu-
lac1ón es solicitada de forma repentina o se ,.e rorznda por un
llllWimicnlo extremo se ,·uelvc aparente la inestnbilidad .
La incsrnbilidad rccurre111e puede causar situaciones de carga
anormal sobre los tejidos articulares, lo cw1l 1al \'ez cleri\·c en fallo
mecánico. Las superficies cid cartílago articular)' el fibrocartílago
pueden l'ragmentarsc ton una pérdida concurren1e de GAG )' la
consiguiente pérdida de resistencia a las íuerzas tompresivas }'de
cizallamicnto. Los estadios iniciales de degeneración suelen mos-
trar una superficie aspera o «fibrilada» (fig. 2. 17). Una región
fibrilada de canílago nnicular puede desarrollar CM posteriori-
dad grietas o fisuras, que se extiendan de la superficie hacia las
capas media o profunda del tejido. Estos cambios reducen la cali-
clacl ele la absorción de choques del tejido.
Dos afecciones que suelen causar clisfunción anicular son la
ostcoanritis (OA) y la anrills reumatoide (AR). L'l osteoanritis
se caracteriza por una erosión gradual del canílago articular
con un escaso componemc tnflammorio.7 Algunos se refieren a
la OA como «OSteoartrosis» para subrayar la falta de un com-
ponente tnflamatorio e\'idemc. A mechda que progresa la ero- FIGURA 2.17. i'v licmfotogrnfín clcctrónil'a ele la superllcie anicular del
sión del canílago anicular, el hueso subconclral subyacente se n'>ndilo femoral <k In rodilla del cada\•e1 embalsmrndo de un ,·nrcin de
mineraliza más y, en los casos gm\'es, se con\'1ene en la super- 7 l arios, ch)nde se contras1:111 ll'!> niveles ele dege neración. A, Canllago
ficie que soporta la rnrga cuando la almohadilla ele cartílago anicular ele unn región ele aspeew aparentrmentc «normal• del con-
articular está completamente desgastada. L'l capsula articular dil1) lmeml del ícmur. L1 tcxtum ondulada pero lisa ele l;i supc rhcic
íibrosa )' la membrana sinovial se distienden y espesan. La arti- representa el proceso nt1rmal de cm·c¡ecimiento del cartilag\) hialino
culación gravemente afectada puede ser completameme inesta- (200 X). 13, Can1lago articular fibrilado ele una región del cond1lo
ble y luxarse, o fusionarse sin dej•W que haya movimiento. medial ckl fcmur ele la misma wdilla qut' J\ (225 X). C. lmagm
aumentada ele 13 (600 X) que muestra la rcg11111 rugo!>a o ck,hilach<icla
La frecuencia de los casos ele OA aumenta con la edad y
del cnnilago (pw1111s dcjlal1e1). FI caso inferior«<.:» mucstrn un c~mclro­
preseman varias manifestaciones. La OA idio¡idriw se produce cito expue:-.w. que suele esiar enterrado en la mmri;:. t \ licmgrafia~ por
en ausencia ele una causa específica; afecta sólo a una arucu- conesía del cloctnr Robe n J\forccraf1, Escuela ele Meelit.:111a de la
lación o a unas pocas, sobre todo a las que soportan las müxi- Uni\ crsid;icl de o,1kota del Sur. Sioux Falls, Smuh Dako1a.)
mas cargas: cadera, rodilla }' columna lumbar. L'l OA Jcrmiliar
u OA ~rncralizac/a afecta a las articulaciones ele la mano )' es
más frecuente en las mujeres. L'l OA po:.traumatica puede afcc- dcs1acada de la AR. La disíunción articular se man1lics1n por
rnr a cualquier cl ian rosis que se haya \'is10 expuesta n un trau- una in fl amación significativa de In cüpsula, la membrana sino-
matismo de sur.ciente gravedad. vial y la sinovm. El cartílngo articular queda expuesto a un
La artritis n·w11atoidc cliíicre mucho de la OA, clnclo que se proceso enzimfüico que puede erosionar con rapidez la super-
trata de un trastorno auioinmunitario sistémico del tejido ficie articular. L1 Cé\psula anieular se distiende por la tumefac-
conjuntivo con un intenso componente inílammorio.111 La ción e inl'lamación recurrentes, lo cual causa a menudo una
destrucción de múh1ples arltculacioncs es una manifestación acusada 111estabilidacl anicular y dolor.
 ( 11p1tult• 2
RESUMEN
Las articulaciones son la base de l llll)\'imicnto musculoesquc-
lético y permiten la cst:ibilidacl y In dispersión de las fucrzas
internas y externas Existen quios esquemas de clasiíicarn'111
para catcgorizar las aniculacioncs >'exponer sus caractcns11c;1:>
dinámicas )' cmcmattcas. Los lllO\'irrncntos de las aniculaoo-
ncs anatómic:is suelen ser complejos por su íorma asi1rn.:trk;1
}' la incongruendn de sus superficies. El eje ele rotación sude
calcularse con el íin ele realizar med iciones cl ínicas.
La función )' la elasticidad de las articulaciones se deter-
mina a pan ir de la arquitectura}' los tipos de tejidos que for-
man las articulaciones. La capacidad ele reparación de los teji-
dos articulares dai'rados está muy rclacronacla con la presencia
de una irrigacion sanguínea directa y de la disponibilidad de
células mad re. La salud y longevidad de las aniculacioncs se
ven afectadas por la edad , las cargas, los tr;1wnatismos )' cic r-
tos estados morbosos.
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28. \\\.)\l 'íl \ l•t)llll': \l.\. Sal<:S TJ.) llll'l''· rh,· b1tllllt'l'h;um.1l .111tl llltl1JJho-
il1git:.1l t h.111gl'' 111 thl' mcclial l'<'ll:ucr.11hg.1111cm t>Í 1hl' r.1hh1t ,1hcr 11111110-
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30. \'u<;\\', !--c:thl'r 1. l laughton \'1\1: Licc1 ¡011111111:11isl'i of liw >..l' l\'llal ,pam·:
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ll)M
 CAPÍTULO 3

Músculo: El generador último de fuerza del cuerpo

D AVID A . BROWN, PT, PHD

EL MÚSCULO COMO ESTABILIZADOR
ESQUELÉTICO: GENERACIÓN DE
UNA CANTIDAD ADECUADA DE FUERZA
CON UNA LONGITUD DADA , 42
Morfología muscular: Forma y estructura , 43
Arquitectura muscular, 43
Músculo y tendón: Generación de fu erza , 45
Curva de longitud-tensión pasiva, 45
Curva de longitud-tensión activa, 46
Suma de la fuerza activa y la tensión pasiva:
Curva total de longitud-tensión, 48
ÍNDIC E
Fuerza isométrica: Desarrollo de la curva
del momento interno-ángulo articular, 49
EL MÚSCULO COMO MOTOR ESQUELÉTICO:
MO DULACIÓN DE LA FUERZA, 51
Modulación de la fuerza a través ele la
activación concéntrica o excéntrica:
Relación de fuerza-velocidad, 51
..
Activación del músculo por el
sistema nervioso, 53
Reclutamiento, 53
Codificación del índice, 54
Fatiga muscular, 55
Electromiografía: Ventana al control
neural del múscu lo, 55

INTRODUCCIÓN rnnocimiento permite la aplicadon racional ele intervcncione::-.

Las posLuras esLables son producto de un equilibrio entre las
fuerzas actuanLes. El movimiento. por el contrario, se produce
cuando las fuerzas actuantes están desequilibradas. La fuerza
generada por los músculos es el pnncipal medio para con1ro-
lar el complejo equilibrio entre In postura}' el mo,·imienlO. El
músculo controla la postura )'el movimiento ele dos formas:
( 1) estabilización de los huesos. y (2) mo\'imienLo de los hue-
sos.
Este capilulo aborda el papel de músculos y 1enclones en la
generación, modulación y transmisión de fue rzas. Estas fun-
ciones son necesarias para fijar )'/o mover las estrucwrns
esqueléLicas. Se esLUdia la forma en que los músculos estabili-
zan los huesos generando una caniiclad adecuada de fuerza
con una longilud dada. La generación de fuerza se produce de
forma pasiva (es decir, mediame la res1s1encia de un músculo
al estiramiento) )', en mucho maror grado, acLiva (es decir.
mediante contracción activa).
A continuación, se estudian las formas en q ue los músculos
modulan o cornrolan la fuerza para que los huesos se muevan
suave)' enérgicamente. El movimiento no rmal está mu)' regu-
lado de forma precisa, con independencia de las infinitas fuer-
zas que impone el emorno a una tarea determinada.
El enfoque permite al esLUdiante de cinesiología compren-
der los múltiples papeles de los músculos en el con1rol de las
posturas )' movimientos empleados en las 1areas diarias.
Además, el 1crapeuta Lambién posee la mformación necesaria
para formular hipótesis clínicas sobre las alteraciones muscu-
lares que imerfie ren con las actividades funcionales. Es1e
42
con las rnales mejorar la C<lpaciclacl ele las personas.
EL MÚSCULO COMO ESTABILIZADOR
ESQUELÉTICO: GENERACIÓN DE UNA CANTIDAD
ADECUADA DE FUERZACON UNA LONGITUD
DADA
Los huesos sostienen el cuerpo humano en su imeracción con
el entorno. Aunque muchos Lcj1dos que se insertan en el esque-
leto sosLcngan el cuerpo, sólo el músculo puede adaptarse n
íucrzas exLernas súbitas o prolongadas que desesLabilizan el
cuerpo. EL tejido muscular está 1dealmente adap1ado para esw
función porque está \'inculado tanto al medio exLerno como a
los mecanismos de control interno que le ofrece el sistema ner-
vioso. Bajo el control fino del sis1cma ner\'ioso. los músculos
generan la fuerza necesann para estabilizar las estructuras
esquelé1icas en gran variedad de condiciones. Por ejemplo. los
músculos ejercen un control fino para esiabilizar los dedos q ue
manejan un diminuto escalpelo en una o peración ocular.
Tnmbién pueden generar grandes fuerzas durante los segundos
íinales de un levantamiento «a peso muerto» en halterofilia.
El conocimiento del papel especial de los músculos en la
generación de fuerzas esLabihzadoras comienza con una apre-
ciación del grado en que la morfología y arqui1ec1ura de
müsculos }'tendones afecta a la amplitud de fuerza disponible
en un músculo dado. Se estudian los componentes del mus-
culo que producen tensión pasiva cuando éste se elonga (o
estira) , o la fuerza activa cuando el sistema nervioso estimula

l. Morfología de los músculos
2. Organización eslructural de los músculos esqueléticos
J. Tejidos conjuntivos de los músculos
4. Área de sección transversal fisiológica
5. Ángulo de distribución pennifonne
6. Curva de longilud- tensión pasiva
7. Componentes elásticos en serie)' en par:llclo de los múscu
los y tendones
8. Propiedades elásticas y viscosas de los músculos
9. Curva de longiwd-lensión activa
10. Histología de las fibras musculares
l l . Curva ele longitud-tensión LOtal
12. Fuerza isométrica y desarrollo ele la curva del momento
interno-ángulo an icular
13. Propiedades mecánicas y fi siológicas que afectan a la curva
del momento inLerno-ángulo articular
el músculo. También se exam ina la relación entre la ruerza >'
longitud de los músculos y su in íl ujo en el momento isomé-
trico generado en una articulación. La tabla 3. les un resumen
ele los conceptos principales tratndos en esta sección.
Morfología muscular: Forma y estructura
La morfología muscular describe la forma básica de todo un
músculo. Los músculos presentan muchas fo rmas, que refle-
jan su función última. La figura 3.J muestra dos formas
corrientes de músculo: fusifo rme y penniforme (del laLin
penna, pluma). Los 11nísculos fusiformes, como el bíceps bra-
quial, ofrecen fibras que discurren en paralelo unas respecto a
otras y en relación con el tendón central. En los nwsrn/os pe11-
11iformes, las fi bras se di rigen oblicuamente al tendón central.
Los músculos penniformes se clasi fican a su vez en unipenn i-
formes, bipenniformes o mulLipenniforrnes, depend iendo del
número de series de fibras anguladas de forma parecida que se
inserten en el tendón central.
La fibra muscular es la unidad estrucLUral del músculo, su
espesor oscila entre 10 y 100 micrómetros. y su longitud varía
entre l y 50 c m. 17 Cada fi bra muscular es en realidad una
célula individual con múltiples núcleos. El tejido conjuntivo
que rodea y sostiene el músculo clesempefia muchos papeles.
Parecido al tejido conjuntivo que se aprecia en otras estructu-
ras del cuerpo. el tej ido conjuntivo del músculo se compone
de fi bras embebidas en una sustancia fundamental amorfa. La
mayoria de las fibras son de colágeno y el resto, de elastina. La
combinación ele estas dos proteínas proporciona fuerza ,
soporte estructural y elasticidad al músculo.
En el músculo hay tres tipos de tejido conjuntivo, diferen-
tes aunque relacionados estructuralmeme: el epimisio, el peri-
misio y el endomisio (Fig. 3.2). El epimisio es una est ructura
resistente que rodea toda la superfi cie del vientre muscular y
lo separa de olros músrnlos. En esencia, el epimisio da forma
al vientre del músculo. El epimisio contiene fascícu los de
fibras colágenas fi rmemente entretejidos y muy resistentes al
43
estiramiemo. El prrimisio se encuentra debajo del epirnisio, y
divide el músculo en fascícu los que ofrecen una vía a los vasos
sanguíneos y nervios. Este tej ido conjuntivo, como el epimi-
sio, es fuerte y grueso y resistente al estiramiento. El endomí-
sio rodea las fibras musculares individuales. Se compone ele
una red relativamente densa de fibri llas de colágeno que están
en parte conecLaclas con el perirnisio. A 1ra\'éS de conexiones
laterales con la fi bra muscular el endomisio t ransrn iLc parte de
la fue rza contráctil al tendón .
Aunque los tres tipos de tejidos conjuntivos se describan
como entidades di ferenciadas, esLán interconectados ele tal
forma que pueden considerarse una hoja ininterrumpida de
tejido conjuntivo. Todo el tej ido conj untivo que encierra un
músculo contribL1ye directa o inclirccwmente a formar los ten-
dones del músculo.
Arquitectura muscular
Todo músculo y sus tendones tienen un:1arquiteCLura distinta
y, como consecuencia, pueden generar dist intos grados de
fuerza. Conocer la arquiLectura muscular permite predecir el
papel funcional de un músculo dado durante la estabilización
tle las estructuras esqueléticas. El área transversal fisiológica )'
el ángulo de clisLri bución penni forme son dcLerminanLes prin-
ci pales del grado y la fuerza prod ucida por el músculo.
El área transversal .fisíológiw del músculo reíleja la cantidad
de proteínas contráctiles disponibles para generar fuerza. En
general, el área transversal (cml) de un músculo fusi forme se
calcula dividiendo el volumen del músculo (cm3) por su lon-
gitud (cm). Un músculo fusi forme con muchas fibras gruesas
tiene un área transversal mayor que un músculo de longit ud )'
morfología si milares con menos fibras y más finas. El potencio/
de fue rza máxima de un músculo es, por tanto, proporcional a la
Penniforme Fusiforme
FIGURA 3.1. Dos formas habituales de los músculos, Ítlsifonnes )'
pennifonnes. Se constiLUyen distintas formas con una oriernación
di fe reme de las fibras respecto al tendón de conexión. (Modi ficado
ele Williarns PL: Grays Anatomy: The Anatomical Basis of i\lll'dici11c a11el
S11 rgc1y, 38.ª ccl Nueva York, Churchill Livingstone, 1995.)
44

A Vientre muscular

Fascículo

B Fibra muscular ----- ----

------------

Núcleo

Mitocondria

Endomisio

FIGURA 3.2. En el músrnlo se idc111ifü:;111 ucs upns de tcj1dn 1:011junt1\'tl. A. 1:1vicntrl' 111usrnlar cstn encerrado en r l q1i·
misio }' luego :.e subcli,·idc en faSt'1culos indl\'iduale::. por la 11fü·m11s1ün del pt'nm1sw. B, Cad;i íihra muscular est,1 IT\'l'Slida
de 1·11c/01111sio }' contiene ''ari ns m1oíibrillas. (ivlodific:1do de \Villiams PI.: Grcrv'.' A11<1tm111•: Tlir A111Ut>111irn/ &1sis o/ ,\lnlit"inc
c111C/ S111gl'ly. 38.ª cd. Nucrn York. Church11I U\'111~sw11c. 1995.)

su111c1 cid círC<1 rra11svc1sc1I de /ocias las fi/Jras. En cond iciones nor-
males, cuanto más grueso es el músculo, mayor es el potencial
de fuerza. Medir el área transversal de un músculo fusi forme
es relativamente sencillo porque tocias las fibras discurren
paralelas. No obstante, hay que tener cuidado cuando se miela
la sección transversal de los músculos penniíormes, )'ªque las
íibras discurren en distintos ángulos unas respecto a otras.
El á11g11/o de distribucio11 pcnnifonnr designa el angulo de
orientación entre las fibras musculares)' el tendón (Fig 3.3).
Si las fibras musculares se insertan paralelas al tendón, el
ángulo se deíine como O grados. En este caso, en esencia toda
la fuerza generada por las fibras musculares se transmite al
tendón de una aniculación. Sin embargo. si el ángulo de dis-
tribución penniíorme es mayor que Ogrados (es decir, oblicuo
al Lendón), sólo una pane de la fuerza producida por las íibras
musculares se transmite al Lcndón. En let)ria, un musculo con
un angulo ele cl1s1nhución pcnn iforme ce rcano a O grados
transmiLc toda la fuerza al Lcndon, mientras que el mismo
músculo con un úngulo cc rcanLl a 30 grados transmite el 86%
de su fuerza al tcnclon. (El coseno de '30 grados es 0.86.)
Por lo general, los músculos pcnnifonnes producen ma)'t)r
fuerza 1rníxima que los músculos fusiformcs de Lamai'lo simi-
lar. Al orientarse las fi bras obl icuamente al tendón central. los
mu~ulos pcnniíonnes a_¡usian mas íibrns a una Iongil ud dacia.
Esta estrategia de ahorro de espacio ofrece a los músntlos pen-
ni fonnes un úrea l ransversal fi siológica relat ivamcntc grande y.
por tanto, una capacidad relativamente grnnde para generar
más fuerza. Consideremos por ejemplo, el músculo gastrocne-
mio multipenni fo rmc que debe gcnernr fuerz<lS mu)' grandes
durante los saltos. Resulta interesame que la red ucción de l;i
 Cu¡11111/11 J
--- - - Vector de fuerza
de las fibras
musculares
Angulo
de orientación
pennilorme
(0) =30·
Vector de fuerza a 90º
respecto al tendón
FIGURA 3.3. Músculo unipcnniformc ron las íihras musculares
orientadas en un ángulo de 30 grados (0).
Lransferencia de fue rza de las fibras penniformes al Lendón,
debido al mayor ¡\ngulo de distribución penni forme, sea
pequeña en compmación con el gran pOLencial de fuerza pro·
porcionado por el aumento del área Lransversal íisiológica.
Como se aprecia en la figura 3.3, un ángulo de clistribuciün
penniforme de 30 grados permite a las fibras transferir el 86%
de su fuerza por el eje mayor del tendón.
Músculo y tendón: Generación de fuerza
CURVA DE LONGITUD-TENSIÓN PASIVA
El músculo posee proteínas contráctiles empaquetadas por
una red de tejidos conjumivos, a saber, el epi misio, el perimi-
sio y el endomisio. En la tabla 3.2 se enumeran las funuoncs
de estos tejidos. Los tejidos conjun1 ivos son ligeramente elás-
ticos y, como una banda de caucho, generan fuerza de resis-
tencia (es decir, tensión) cuando se elongan.
Por razones más funciona les que anatómicas, los tejidos
conjuntivos del músculo y el tendón se han descrito como el
componente eláslico paralelo y el componente elástico en se1ic. La
Hueso CE paralelo
(Tejido conjuntivo)
CE en serie
(Tendón)
(Actina y miosina)
Componente contráctil
1\ltNu/i1 11 ,i:1·1u·wtlor1111111111 tk {lit 1:::111/d 11a·11'•' -+5
TABLA 3 .2 . Funciones del tejido conjuntivo ~
: del músculo .1
l. Proporciona la estructura macroscópica al músculo
2. Si1ve de paso a los vasos sangulncos >'nervios
3. Genera tensión pasiva al oponer resislencia al estiramiento
4. Ayuda al músculo a recuperar su forma despuéS de
un estiramiento
5. Transfiere íucrza comrác1 il al tendón y a través de la aniculadón
elongación o estiramiento de todo el músculo elonga los ele-
mentos del tejido conjuntivo (Fig. 3.4). El componente elás-
tico paralelo dcíine los tejidos conju111ivos que rodean o se
ordenan en pélralclo a las proteínas contráctiles que provocan
la conLracción del músculo. El componente elástico en serie,
por el contrario, define los tejidos conjuntivos del Lene.Ión.
Como el tendón se orienta en se ne con las proteínas conLrác-
tiles, las fuerzas activas producidas por estas proteínas se
transfieren d1rcctameme al hueso y a 1ravés de la articulación.
Estirar un músculo extendiendo una articulación elonga el
componente elástico paralelo y en serie, generando una resis-
tencia o rigidez en el músculo pa reddas a las de un nlllellc. La
resisLencia se denomina le11si<i11 pasiva porque no depende de
la comracctón activa o volitiva. El concepto ele componemes
elás1icos en serie o en paralelo es una descripción si111pl1ficada
de la anatom1a; sin embargo. resulta ú1il para explicar los 111vc-
les ele resistencia generados por un músculo estirado.
El tendón tiene varias propiedades mecánicas únicas.
Debido a la orientación longiLudinal y el espesor de sus fibras
colágenas, el tendón resiste grandes fuerzas que de otro modo
dañarían el tejido muscular. Las Bbras musculares se reducen
en diámetro hasta el 90% al mezclarse con el tejido tendi-
noso. 12 Como resuhado, la fuerza que atraviesa una íibra mus-
cular por área transversal (es decir, la tensión) aumenta signi-
ficativamenLc . En cada extremo de una fibra muscular hay un
pliegue amplio de sarcolema (es deci r, la membrana que rodea
la fibra muscular), que se intcrdigi La con el tejido conjuntivo
del tendón. Este pliegue asegura que las fuerzas grandes se
distribuyan por un área amplia, reduciendo así la tensión
sobre el músculo.
Hueso FIGURA 3.4. Componentes c.:ontnic-
tilcs y componentes clasticos (CE)
que generan fuerza en el tejido
muscular. El componente contrflctil
reprcscma los puentes cruzados de
CE en serie nc1 ina }' miosina. El rnmponente
elás1ico en paralelo (paralelo al
(Tendón) componcmc contráctil} representa
d 1ej1do conjuntivo del mC1srnlo. El
componcmc elástico en sene (en
serie con wdo el músculo) repre-
senta los tejidos conjunuvos del ten-
dón. Los tejidos conjun11vos en
paralelo >' en serie ac1uan de íorma
parecida a un muelle.
46
e de un músculo a la clongactón aumenta con la velocidad del
·o
·¡¡;
e da1ios propios de un esmamiento rapiclo y forzado. L1s pro-
~ ptedades viscosas del músculo prolongan la aplicación de
Longitud critica
OISTENSIÓ ~
TENSIÓN
Longitud muscular
Aumento del estiramiento
FIGURA 3.5. Curv:i generalizada de lo11g11ucl-tcns1ón pasiva. A mcchcla
que el musculo 5<' csura progrcsivmni:nU.'. el tcpdo se mantiene dtstcn-
clido t"Oojo"} durante su longitud inietal acortada hasta que alcanza una
longitud cr11tca a pa111r de la cual com1cnz:1 :1 generar tensión. Superada
esta longuucl critica. la tensión aumcnt:1 como una íunción cxponenc1al.
Cuando los componentes elásticos en serie y paralelo se esti-
ran en el músculo, se genera una wrva de lo11gitud-tcnsi611 ¡wsivcr
(Fig. 3.5). La curva se parece a la obtenida al estirar una banda
de goma. Al nproximarse a la íorma de una íunción matemá-
tica exponencial, los elementos pasivos del músculo comien-
zan a generar tensión pasiva después de alcanzar una longitud
cntica en la que todo el tejido distendido c·aílojado") ha adqu1-
ndo un nivel inicial de tension. Una vez alcanzada esta longi-
tud critica, la tensión se incrementa de modo progresivo hasta
alcanzar niveles de rigidez muy elevados. A mayores tensiones.
el tejido falla. La sencilla curva ele longitud-tensión pasiva
representa un elemento impona11le de la capacidad del mús-
culo y tendón para generar íuerzn. Est:l capacidad es especial-
mente importante para longitudes lllU)' graneles, cuando las
fib ras musculares comienzan a perder su capacidad para gene-
rar fuerza activa. La lensión pasiva estabiliza las estructuras
esqueléticas frente a la gravedad y responde a las perturbacio-
nes y otras cargas impuestas. La elongación pasiva del tendón
de Aquiles del wbillo durante el pedaleo descendente en
ciclismo, por ejemplo, permite transmitir las fuerzas de la
cadera y musculares al cigüefrnl de la bicicleta. 6 Esta capacidad,
sin embargo. queda limüada por la lcnLa adaptabilidad del
tejido a las íuerzas externas de rápido cambio y debido al grado
signiíicativo de elongación inicial que debe producirse antes de
que el tejido pueda generar suíicieme tensión pasiva.
El tejido muscular estirado presenta propiedades de elasti-
cidad y viscosidad. Ambas propiedades influyen en el grado )'
velocidad de tensión pasiva desarrollada por un músculo esti-
rado. Los músculos estirados muestran elasticidad porque
almacenan temporalmente pane de la energía creada por el
estiramiento. La energía almacenada, aunque relativamente
escasa en comparación con el potencial completo de fuerza del
musculo. ª}'Uda a prc,·emr lestones durante la elongación
maxima. La \'iscosidac/. en este contexto, describe la resistencia
dependiente de la \'elocidacl encontrada entre las supcríicies
de 1cjidos adyacentes parecidos al liquido. La viscosidad es
depend iente ele la velociclad: por tanto, la resistencia interna
estiramiento. L1 "iscosidad ayudan proteger el músculo ele los
íuerza para permitir una elongación más gradual, lo cual
reduce el riesgo de rotura de tejidos. En resumen, la nscosidad
)' la elasticidad sirven de mecamsmos amortiguadores que pro-
tegen los com ponentes estructurales de músculos y tendones.
CURVA DE LONGITUD-TENSIÓN ACTIVA
El tejido muscular presenta un dise1io un ico para generar
ruerzn activmnenLe en respuesta a un cstfmulo del sistema ner-
vioso. Esta sección describe los medios para generar fuerza
activa. Finalmente, la fuerza activa )' la tensión pasi''ª deben
transmitirse a las estructuras esquelcucas. La interacción cmre
h1s fuerzas activas)' pasivas se estucha en la sección siguiente.
Como se dijo con antelación, !ns fibras musculares consti-
tuyen el clememo funcional básico del músculo. Además, cada
fi bra o célula musculares se compone de muchos filamentos
diminutos llamados miofib ril las. Las miof'ibrillc1s son los ele-
mentos contráctiles de la l'ibra muscular y tienen una estruc-
tura característica. Cada miofibril la tiene l a 2 micrómetros ele
di<\mctro y consta de muchos miofilwncntos. Los elememos
principales de los miofilamentos son dos tipos de proteínas: la
e1c1111a )' la miosina. La organización regular de los miofilamen-
tos produce el aspecto caracteristico en bandas de las miofibri-
llas al mirarlas por el microscopio (Fig. 3.6). L1 actina y la
m1osina interactúan físicamen te a través de los puentes cruza-
dos (es decir, proyecciones del fil amento de miosina) y otras
estructuras conjuntivas. Por mecl io del endomisio, las mioíi-
bri llas terminan conectandose con el tendón. Esta red conjun-
tiva elegante, íormada con miofilamentos y tejidos conjunti-
vos, pennite la distribución un iforme de la fuerza por el
músculo y su transmisión eficaz a las estructuras esqueléticas.
Bandas A Bandas oscuras por la presencia de íilamentos gmesos
ele miosina
Bandas 1 Bandas claras por la presencia ele filamentos íinos de
actina
Banda H Región de la banda A donde la actina y la miosina no
se solapan
Lineas M Espesamiento de la región media ele filamentos
gruesos de miosina en el centro de la
banda H
Discos Z Región donde filamentos sucesivos de actina se
entremezclan. El disco Z ayuda a anclar los íilamemos
íinos

FIGURA 3.6. Li microfo1ografía dcc1rónica de las miofibnllas muestra la organización regular en bandas de los m10-
filamcn1os· ac1ina y miosina. (Oc Fawceu DW Th1· Cdl riladdfia, \\'B Saundcrs, 1981.)
Al inspeccionar la fibra muscular, resultan evidenLes unas
bandas distintivas oscuras y claras (Fig. 3. 7). Las bandas oscu-
ras, las bandas A, corresponden a la presencia ele miosi11c1 , los
Banda Disco Banda Banda
H Z A 1
n 1 1 1 1
z z
Actina Miosína
FIGURA 3.7. De1allc de la organización regular en bandas de las mio-
fibrillas. donde se i1precia la posición de la banda A, la banda 1, la
banda H )'el disco Z. La imagen aumenti1da de una sarcómera mues-
tra la comribución de los filamentos de miosina y actina en la orga-
nización en bandas. (Modificado de Guyton AC, Hall JE: Tcxtbooh of
Mcclical Physiology, 1O.• ed. Filadelfia, W B. Saunders, 2000.
Modificado en Guyton de Fawceu D\V: Bloom and Fawccu. A
Tcxtboolt o.f Histology. Filadelfia. WB. Saundcrs, 1986. Dibujo 01 iginal
ele Sylvia Colan/ Keenc. Reproducido con autorización de Edw<1rd
Arnold Limited.)
-t 7
filamentos gruesos. La miosina tnmbién contiene proyeccio-
nes, llamadas put'll/cs cruzados, que se organizan en pares (Fig.
3.8). Las bandas claras. las bandas 1, contienen actina, los fila-
menLos finos (ver Fig. 3. 7). En una fibra muscular en reposo.
los filarnenLos de actina se solapan parcialmente a los filamen-
tos de miosma. En el microscopio electrónico las bandas reve-
lan un patrón más compl~jo que se compone ele bandas Ji,
líneas M y discos Z (Tabla 3.3).
El patrón en bandas se repiLe a lo largo del músculo. Cada
unidad se denomina sarcómerct, y se extiende desde un disco Z
al siguieme. La sarcómera se considera el generador ele íuerza
activa de la fibra muscular. El conocimiento de los episodios
contráctiles activos que se producen en la sarcómera permite
comprender la mecánica de la conLracción muscular dado que
este proceso se repite ele una sarcórnera a la siguienLc.
El modelo actualmente aceptado para describir la generación
ele íuerza activa se denomina hipátesis ele los fila111c11tos clcslizcm-
lcs }' íue concebida independientemente por liugo Huxlerll y
Anclrew Huxley (no es pariente).<1 En este modelo, la íucrza
acti,·a se genera cuando los filamentos de actina se deslizan
sobre los filam entos de miosina, lo cual causa la aproximación
de los discos Z y el estrechamiento de la banda H. Esta acción
provoca el solapamiento progresivo ele los fi lamemos ele ac1ina
y miosina, ele modo que la longitud ele la sarcómera se acorta
aunque los mismos íilamentos no se acorten (Fig. 3.9). Cada
puente cruzado se une al filamento aclraceme ele actina, de
modo que 13 íucrza generada depende del número de uniones
simultáneas ele puentes cruzaclos/ncti na. Cuanto ma)'Or sea el
48

FIGURA 3.8. Imagen más deta-

llada ele una sarcomera que mues-
tra la cstrunura de los puentes
cruzados creada por las cabezas
ele miosina )' su unión a los fila-
mentos de ac1tna. Repárese en que
el filamento de actina también
comiene Iris proteínas troponina )'
tropomiosina. La troponina es rcs-
pons.1ble de exponer los filamen-
tos de <\Ct ma a la cabeza ele mio-
si na. permiuenclo así la formación
ele puentes <.:ruzaclos. (Modilkado
ele Berne RJ\.I, Levy MN: P1i11ciplcs
1if Pliysiolog1•, 2! ed. St. Louis,
Mosb)', 1996.)

SUMA DE LA FUERZA ACTIVA Y LA TENSIÓN PASIVA:

número de enlaces de puentes cruzados, mayor será la cantidad
de fuerza activa generada en la sarcómera.
Como consecuencia de la organización entre la actina )' la
miosina en una sarcómera, el grado ele fuerza activa depende,
en parte, ele la longiwd instantánea de la fibra muscular. Un
cambio de longitud de las fibras -sea mediante contracción
activa, sea mediante elongación pasiva- altera el grado de
solapamiento entre los puentes cruzados y los filamentos de
actina. La curva de longi tud-tensión activa de una sarcómera
se ofrece en la figura 3. 1O. L1 longitud ele reposo ideal de una
fibra muscular o sarcomera es la longitud que permite d
mayor número ele enlaces ele puentes cruzados y. por tanto, la
máxima fuerza activa potencial. A medida que la sarcómera se
elonga o acorta desde su posición en reposo. el número de
uniones potenciales de puentes cruzados se reduce de modo
que se gene ran menos c.:nnticlades de ruerza acLiva, incluso en
condiciones ele activación completa. La curva resLlltante de
longitud-tensión activa se describe en forma de una U in\'er-
tida con su pico en la longitud ideal de reposo.
El término relación de longi tud-íuerza es más apropiado
para tener en cuenta la terminología establecida en este libro
(ver la definición de fuerza y tensión en el capítulo 1). La frase
lo11gitud-1c11sión se usa, no obstante, por su amplia aceptación
en la literatura sobre ílsiología.
CURVA DE LONGITUD-TENSIÓN TOTAL
La curva de longitud-tensión activa, cuando se combina con
la curva de longitud-tensión pasiva, nos da la curva de longi-
tud -toi.1sión total de músculo. La combinación de fuerza
activa y tensión pasiva permite un alto grado de fuerza
muscular sobre una gran amplitud de longitud muscular.
Consideremos la curva de longitud-tensión total del musculo
de la figura 3. 11 . f\ longiwdcs acortadas (a), inferiores a la
longiwd activa de reposo, e iníeriores a la longitud que genera
tensit'n pasiva, la fuerza act1,·a predomina en la capacidad
muscular de generar fuerza del músculo. f\sí, la fuerza
aumen ta rápidamente a medida que el músculo se clonga
(estira) hasta su longitud de reposo. Cuando la fibra muscu-
lar es estirada más allá de su longiwd de reposo (b) la tensión
B C 1 - -.._.._._,.---1 D
100
I 1111111 1111111 IC
I 1111111 1111111 IB
1- 111 1111"'IA

0-t-~~~--.~~~~....-~~~....,...~~~--,
D
o 2 3 4
Longitud de la sarcómera (micrómetros)

FIGURA 3.10. Curva de longitud-tensión acuva de una sarcómera

Filamento de miosina
FIGURA 3.9. Acción de los íilamcmos deslizantes que se produt:e
cuando las cabezas de miosina se unen y scparnn del íilamento de
actina. L1 fuerza contrác11l se genera durnme los golpes de íuerza del
ciclo. (De Gurton AC. l lall JE: Tex1bool1 o.f i\leclical Pli_y~iology, 10.' cd.
Filaclelíia, W B. Saunders, 2000.)
parn cuatro longitudes específicas ele la sarcómera (derecha superior,
A a O). Los íilamentos de aCLina (A) se solnpan de modo que se
redu<.:e el número ele uniones de los puemcs cruzados. En B y C. los
filamentos ele actina )' miosina se organizan para penm11r un numero
óptimo de uniones de los puemcs cruzados. En D. los filamentos de
actina se sitúan fuera del alcance de las cabcws de miosina de modo
que no hay posibilidad de unión con los puc111es cruzados. (De
Gtt)'ton AC, Hall JE: T1·xtbooll of 1\feclical Physio/cigy, 10.• ed. Filadelfia.
WB. Saunders. 2000.)
 Cc1p11ulP J 1\111srnlu: El ,l.(rnrrwlor 1i/1111H• de fua-:.11 cid rn1•1¡><• _,_
".<49

- Fuerza total
La fuerza isoméLrica 1mbdma de un músculo suele emple-
- Fuerza activa arse como un indicador general ele la lücrza máxima ele un
- Tensión pasiva músculo }' puede indicar la recuperación molora.3.io.111 En el

-e:
·O
"¡:)
marco clínico no es posible medir directamente la longitud o
fuerza ele los músculos act ivados al máximo. No obstame, es
posible medi r isométricarnente la generación de momrnto
o
~ interno de un músculo en varios ángulos articulares cliíeren-
~ tes. L1 íigura 3. 12 muestra la curva del momento interno
e:
·O fre nte al del ángulo articular de dos grupos de músculos en
·¡¡;
c: condiciones ele esfuerzo máximo isométrico. La curva ángulo
~ an icular-momemo es el equivalente rotatorio de la curva

A Flexores del codo

100
a b e
Longitud en aumento

FIGURA 3.11 . Curva de longitucl· Lensión total de un musn1lo típico.

Con longitudes acortadas (a), toda la fuerza se genera activameme. A
o
...e:
Q) o
.... E
-
medida que la íibra muscular se esti ra por encima ele su longitud de
reposo (b). la tensión pasiva comienza a contribuir a la fuerza toial.
·=
ó ')( •C\1

En c. el músculo se estira LOdavia más y la tensión p:isiva constituye E E

Q) ;::g
la mayor parte ele la fuerza total. E~
o
::E
pasiva comienza a contribuir de modo que la disminución ele
la fuerza activa se contrarresta con el aumemo ele la tensión
pasiva, con lo cual se aplana esta pane ele la curva ele longi-
tud-tensión total. Esta porción característica de la curva ele
longitud-tensión pasiva permite al músculo rnamener niveles
o 30 60 90 120
altos ele fuerza incluso cuando el músculo se estira hasta un Ángulo articular del codo (grados)
punto donde se com promete la generación ele fuerza activa. A
medida que la fibra muscular se estira más (c), la tensión
pasiva domina la curva de modo que los tejidos conjuntivos B Abductores ele la cadera
están casi en tensión máxima. Los niveles altos ele tensión 100 -
pasiva son más evidentes en los músculos biarticulares colo-
cados en posiciones ele sobre-elongación. Por ejemplo, a
medida que se extiende la muñeca, por lo general los dedos
se ílexionan un poco pasivamente debido al esli ram iemo
experimentado por los músculos ílexores ele los dedos que
o
...e:
Q) o
.... E
-
cruzan la cara amerior ele la muñeca. El grado de tensión
pasiva depende en parte de la rigidez natural del músculo.
·= ')(
o 'C\1
EE
~
Q)
E~
Fuerza isométrica: Desarrollo de la curva o
::E
del ángulo articular-momento interno
Como se definió en el Capítulo 1, la activación isométrica del
müsculo es un proceso por el cual el músculo produce fuerza
sin cambiar de modo signiíicalivo su longitud. Esto ocurre ele · 10 o 10 20 30 40
modo natural cuando la articulación que cruza un músculo Ángulo articular de la cadera (grados)
estimulado ve restringido su movimiemo. La restricción suele
deberse a una fuerza producida por un músculo antagonista. FIGURA 3.12. Curva de momento interno frc111e al ángulo articular ele
dos grupos de músculos en condiciones de esfuerzo máximn isomé·
las fuerzas producidas isométricameme aponan la estabilidad
trico. La fo rma de las curvas es muy distinta para cada grupo muscu-
necesaria a las articulaciones y al cuerpo en conjunto. La lar. A, El momento interno de los ílexores del codo es máximo en un
amplitud de una íuerza producida isométricameme por un ángulo de unos 75 grados de ílexión. B, El momento interno de los
músculo dado reíleja la suma de las fuerzas activas y pasivas abductores ele la cadera es máximo en un ángtllo en el plano frontal
dependientes de la longitud . de - 1Ogrados (es decir, 1O grados hacia la aducción).
50

A B

Exploración de los motivos de la existencia de un trazado ímico

de la curva del ángulo articular-momento isométrico para un
grupo muscular determinado

·- Considérense las implicaciones funcionales asociadas con la forma

Disminució n de la longitud del músculo
Aumento del bruzo de palanC•l d el momen to del músculo
FIGURA 3.13. La longitud muscular y el brazo de palanc;i tienen un
impacto sobre el momento del esfuerzo nuiximo de un músculo
ciado. A, El músculo está cerca de su lon)!.H Ud 111<\ximn. >'el brazo de
palanca del 1111wimic1110 muscular (líne;i rnja) esta en su longitud más
cona. B, La longitud muscular se ncona, )' la longitud del brnzo ele
pnlanca del momento muscular es máxinrn. (MndiÍicado de LeVeau
BF: \\111/iwns & Lissnt•r's Biomcchcmits 1>{ /11mw11 /1101io11, 3.• cd.
Filadclíia, WB. Saunders, 1992.)
de la curva del ángulo articular-momento de un grupo muscular.
indudablemente, la forma está relacionada con el tipo de las
demandas de la fuerza externa sobre la articulación. En el caso de
los flexores del codo, por ejemplo, el potencial del momento
interno máximo es mayor en las amplitudes medias del movi-
miento del codo, y mínimo cerca de la extensión y flexión comple·
tas (ver Fig. 3.12A). No es coincidencia que el momento externo
-efecto debido a la gravedad sobre los objetos sostenidos en la
mano- sea también máximo en las amplitudes medias del movi-
miento del codo, y mínimo en los extremos de este movimiento.
En el caso de los músculos abductores de la cadera, el poten-
cial de momento interno es máximo cerca del punto neutro (o
grados de abducción) (ver Fig. 3.12B). Este ángulo articular
coincide con el ángulo aproximado donde los músculos abduc-
tores·de la cadera son más necesarios para la estabilidad en el
plano frontal durante la marcha. Pocas veces se requiere mucho
momento de abducción de la cadera en una posición de máxima
abducción de la cadera.
longi t ud-Lensión total de un grupo muscular. El morncntn
interno producido isométricamente por un grupo de múscu-
los puede determinarse pidiendo a la persona que genere una
contracción de esfuerzo máximo contra un momento externo
conocido. Como se describe en el Capítulo 4, se puede deter-
minar un momento externo usando un aparalo que perciba Ja

Variable "'al:..:.le=1=
·a=
d=ª ----'E""j"e"=m~p.~lo
Mecánica: Aumento del
brazo de palanca del
momemo interno
Mecáriica: Reducción del
brazo de palanc;i del
momento interno
Fisiológica: Reducción de
la activación muscular
Fisiológica: Reducción sig-
nificativa de la longitud
muscular en el momento
de la activación neural
"-"'c=
lí=n=
i c=o-------E=
Desplazamiento quirúrgico
del trocámer mayor para
aumen1:1r el brazo de
palanca del momemo
interno de los músculos
abductores de la cadera
P"~,. 1 e lecto i111 a tras Utla
fractura grave de
la rótula
Lesiones en la porción pro
funda del nervio peroneo
Lesión en el nervio radial con La reducción de la fuerza de los
parálisis de los músculos
extensores de la muñeca
· f=
ec=t=o_.d..,e=l-'"n"'10=1~
n=e 1"1l=
" o...-i=n.,.te=r""n=
o------P_.o=s=
ib.__le"'"""co
=1=
1s,_e=c=
u=e1=
1c=i=
a ~c=
lí=
n=ic=ª---
Reducción del grado de fuerza muscular La disminución de la fuerza de los
requerido para producir un nivel dado abductores de la cadera puede
de momento de abducción de la cadera reducir la fuerza generada a través
de una articulación coxo-femoral
inestable o dolorosa; se considera
un mecanismo "protector" de la
Aumemo del grado de fue rza muscular articulación frente a fuerzas dañinas
de los extensores de la rodilla El aumento de la fuerza necesaria
requerido pam producir un nivel dado para extender la rodilla tal vez
de momento de ex1e11sión de la rodilla incremente el desgaste de las super-
ficies nniculares de la articulación
Reducción de la fuerza de los músculos de la rodilla
dorsiílexores Reducción de la capacidad para
caminar con seguridad
músculos extensores de la muñeca Prensión ineficaz debido a la contrac-
provoca que los músculos ílexores de ción excesiva (acortamiento) de los
los dedos ílexionen la muñeca al músculos ílexores de los dedos
realizar la prensión
 t 11p11u/1 1 3
fuerza cx1erna (dinamóme1ro) a una chs1anc1a conocida del eje
de rolación de la aniculación. Como la medición se realiza en
el estado isomé1rico del músculo. se asume que el momento
interno es igual al momento exLerno.
La forma de la curva del ángulo anicular-momemo en un
esfuerzo máximo es mu)' especrficn de cada grupo ele múscu-
los (ver Fig. 3.12A )' B). Su forma aporta información impor-
tanlc sobre los fac1ores fisiológicos y mecánicos que deter-
minan el momen10 producido por el grupo muscular.
Consideremos los siguientes dos factores que se mueslran en
la figura 3.13. Primero. la /o11gi111cl muscular cambia a medida
que cambia el ángulo anicular. Como se describió previa-
men1e, la producción de fuerza de un músculo -activ<1 )'
pasiva- depende en gran medida de la longitud muscular.
Segundo, el ángulo <1nicular cambiante altera la longitud del
brazo de palanca del momen10 de que dispone el músculo.
Como se alteran simulLáneamentc la longitud )' el brnzo de
palanca por la roLación articular, no siempre es posible saber
qu~ inílu)'e más en la determinación de la forma final ele la
curva del ángulo articular-momento. Un cambio en cualquier
variable -mecánica o íisiológica- altera la expresión clínica del
momento interno producido por el músculo (Tabla 3.-f).
La curva del ángulo anicular-momento de los abductores de
la cadera que aparece en la figura 3. l 2B depende sobre todo de
la longitud muscular, como se aprecia por la reducción lineal
del momenLo máximo producido rnn ángulos de abducción ele
la cadera progrcsivamenLe mn)'ores. Con independencia del
grupo muscular. la combinación de unn fuerza muscular Lota!
alta (basada en ln longitud ele los músculos) y de un brazo de
palanca grande (basado en la longitud del brazo de palanca del
momento) producen el máximo momento interno relativo.
En resumen, las mediciones del momento interno difieren
según el ángulo articular, con independencia del esfuerzo
máximo. Es, por tanto, importante que las mediciones clínicas del
momento isométrico incluyan el ángulo articular para que sean
válidas íutu111s compnraciones. L1 prucbn de la fuerza isomét rica
en distintos ángulos articulares permite carncterizar la ampliLud
funcional de la fuerza de un músculo. Esta información tal vez sea
necesaria para detenninar la adecuación de una persona para una
cierta tarea en el trabajo. sobre tocio si la tarea requiere un
momento interno crítico en ciertos <\ngulos articulares.
EL MÚSCULO COMO MOTOR ESQUELÉTICO:
MODULACIÓN DE LA FUERZA
La secc1011 nnterior abordó el tcmn de la forma en que el
músculo activado isoméLricamente puede estabilizar el sistema
esquelético; esLa sección estudia la íorma en que los músculos
gradúan activamente las fuerzas mientras cambian de longitud.
algo necesario para mover el sistema esquelético. La graduación
acuva de la fuerza muscular requiere un mecanismo que con-
trole la excitación del tejido muscular. El sistema nervioso actúa
como «controladorn que regula el grado de activación del
músculo de acuerdo con las demandas concretas de una tarea.
Por ejemplo. si la tarea es npumar con precisión a una diana
.\ltt\t tlltl: [/ ~l'/1<'11t</01 11/111nP c/.· /111· 1 ~'' .Id, u,-,¡11> 5l
pequei'la, el controlador debe poder realizar ajustes en dérnnas
de segundo en los niveles de activación de un número relat1,·a-
me11tc peque1'lo de fibras musculares. Con esta estrategia de
con1 rol , el dedo que apun1n no debe variar el curso cunndo se
impongan perturbaciones o resistencias externas. Si la Larca es
producir un mo\'imiento enérgico, el controlador debe entonces
<1Ctivar con rapidez)' eficacia gran número ele fibras musculares
Conocer el papel ele la nctivación muscular en la generación
de 1110\'imiento comienza con la apreciación ele cómo se mo-
dula la fuerza muscular mientras el musculo se acona o clon~a.
~e estudian las formas en que se gradúa la fuerza mediante la
nclivación neural. También se examina la reducción de la fuerza
que se produce con la fatign muscular. Finalmente, se illlroducc
el uso de la electromiograím como herramienta para compren -
der la activación de los músculos durnntc el movimien10.
Modulación de la fuerza a través
de la activación concéntrica o excéntrica:
Relación de fuerza-velocidad
El i;istcma nervioso estimula los musculos para generar u opo-
ner resistencia a una íuerza mcdiamc ac1h·ación conccntnca .
cxc~ntrica o isométrica. Duran1c la acti\'ación concéntrica, el
musculo se acorta (se contrae); durante la activacion exccn-
Lrica, el músculo se elonga: )'durante la activación isométrica.
la longiLLKI del músculo se man11cne constante. Duranle la acti-
vación concéntrica )' excénlrica, la velocidad del cwn/Jio ele lon-
gitud está significativamente relacionada con la capacidad ele
íucrza máxima del músculo. DurnnLe la activación concéntrica,
por ejemplo, el músculo se contrae con una velocidad máxima
cuando la carga es imperceptible (Fig. 3.14) . A medida que
- - - - - - - Sin carga
- - - - - Carga pequeña
-
o
eQ):
.E _ _ _ _ Carga media
/
/
(11 /
t:: /
oo /
/
/
<(
,, ,,_ _ _ _ Carga grande
""
Carga muy
grande
/ (velocidad = O)
<---6----6'~.C....~~~~~~~~~...;;.._~
Tiempo (después de la estlmulación)
FIGURA 3.14. Relación entre la carga del músculo (res1slcncia
externa) )' la velocidad máxima de aeonamicmo. (La ''ek1cidad es
igual a la pendiente de la hnca ele pumas suspensivos.) En 1:1 condi-
dón de sin carga el m(lsculo es capaz de aconarsc a gran velocidad
A nwchda que el músculo soporta progn·si,·amente una carga ma)'OI'.
se reduce la velocidad maxim.1 tk nconam1cnlo. Al final. con una
carga mu)' grande. el músculo es incapaz de ncortarsc )'la \'cloc1d:id
es igual a O. (Adap1ado de f\.lcC.omas AJ: S/1d~tal Musck: fo1 rn f:.
Functimi. Champriign, IL, l luman l<incLics. 1996.)
52 S1·c111111 t lcmm rsi-nc wll'.- ck la '1111·"0/11w<1
Excéntrica -=z-- Concéntrica
..-----------o Clll/seg _ _ _ _ _ _ _ _.,.
Velocidad de elongación Velocidad de acortamiento
FIGURA 3.15. Curva tcórn.:a de íuerza-velocidad ele un músculo
ac11vo. La ac1ivacion concéninca aparece a l:i derecha, y la activación
excéntrica a la izquierda. Li acti vación isométricn se produce en el
punto de velocidad cero de la gráfica.
aumenta la carga, cltsminuye la velocidad de contracción
máxima del músculo. En cieno punto, una carga muy grande
provoca una velocidad de contracción igual a cero (es decir, el
estado isométrico).
La activación excéntrica necesita tenerse en cuenta por sepa-
rado ele la activación concéntrica. En la activación excéntrica,
una carga que apenas supera el nivel de íuerza isoméu·ica causa
una lenta elongación del músculo. La velocidad de elongación
aumenta a medida que se aplica una carga mayor. Hay una
carga máxima que el músculo no puede resistir, y más allá de
este nivel ele carga, el músculo se elonga sin control.
La curva teórica de íuerza-velocidad para el músculo
durante su activación concéntrica, excéntrica e isométrica sue-
le representarse con la luerza en el eje de Y (venical) y la velo-
cidad de acortamiento y elongación en el eje de X (horizontal)
(Fig. 3. 15). Por lo general, durante el esfuerzo máximo en una
activación concéntrica, el grado de fuerza muscular es inversa-
mente proporcional a la velocidad de acon amicnto muscular.
Durante una activación excéntrica máxima, la fuerza muscular
es, hasta cieno punto, directamente proporcional a Ja velocidad
de elongación muscular. La expresión clínica de la relación de
íuerza-velocidacl de un músculo es una relación ele velocidad
angular an icular-momemo. Este tipo de datos derivan de la
c/inamometría isoci11ética (ver Cap. 4).
La relación inversa entre la capacidad ele un músculo de
generar una fuerza máxima >' su velocidad de acortamiento
estú relacionada con el concepto de potencia. La potencia, o
ritmo ele trabajo, se expresa como el producto de la fuerza por
la velocidad de contracción (es decir, el área por debajo ele la
rn rva en el lado derecho de la figura 3. LS). Una potencia mus-
cular constante se puede mantener aumentando la carga
(resistencia) mientras se reduce proporcionalmente la veloci-
dad de contracción, o viceversa. Es un concepto muy parecido
a cambiar de marcha mientras se monta en bicicleta.
Un músculo que se contrae concéntrícamenle para so-
ponar una carga real iza un trabajo positivo sobre la carga. Por
PU N 1O O L 1 N 1 l. R l. S 3 . 2,
Combinación de las relaciones de longitud-tensión
y fuerza-velocidad
Aunque las relaciones de longitud-tensión y fuerza-velocidad de
un músculo se describan por separado, en realidad son de
efecto simultáneo. En un momento dado, un músculo activo está
funcionando con una longitud específica y con una velocidad de
contracción también específica, incluso isométrica. Por tanto,
resulta útil generar un gráfico de superficie que represente la
relación tridimensional entre la fuerza, longitud y velocidad de
contracción del músculo (Fig. 3.16). La representación gráfica
no incluye el componente de longitud-tensión pasiva del
músculo. El gráfico muestra, por ejemplo, que un músculo que
se contrae a gran velocidad cuando su longitud global está acor-
tada produce niveles relativamente bajos de fuerza, incluso con
un esfuerzo máximo. Por el contrario, un músculo que se con-
traiga a una velocidad baja casi isométrica, dentro de la amplitud
media de su longitud global (es decir, cerca de su longitud
óptima) produce una fuerza activa sustancialmente mayor.
FIGURA 3.16. El grMico de superficie representa la relación tri·
dimensional entre fuerza, longitud y velocidad de co111racc1611 de
los músculos durante un esfuerzo máximo. El trabajo posiuvo
manifiesta Ja ac11vac1011 muscular concéntrica; el trabajo negativo
describe la nctn-<1c1on muscular excéntnca. (De Wintcr DA
Biomcclianics mu/ ¡\l/oior Co111ml l~/ 1lw11w1 Moveme111, 2:' cd.
Nueva York, John Wiley & Sons. lnc., 1990.) Este material apa-
rece con autorlwción deJohn Wilcy & S\)115, lnc.
el contrario, un músculo activado excéntricamente írentc a
una carga excesiv¡1 está realizando un trabajo negativo. En el
segundo caso, el músculo almacena la energía que aporta la
carga. Por tanto, lt)S músculos actúan como aceleradores
activos del movimiento contra una carga mientras se con-
traen (es decir, mediante activación concéntrica) o como
«frenos» o decelcradores cuando se aplica una carga y el
músculo activado se elonga (es decir, mediante activación
excéntrica).
 < 11¡11111/0
Activación del músculo por el sistema nervioso
Se han examinado varios mecanismos importallles que expli
can la generación ele fuerza muscular. De la máxima im por-
tancia es, sin embargo, el que los musculos se excítcn con
impulsos que genera el sistema nervioso, específicament e las
motoneuronas a que se localizan en el asta ventral de la
médula espinal. Cada motoneurona a presenta un axón que
se extiende fuera de la médula espinal y conecta con múlti -
ples fibras musculares localizadas a lo largo de lodo un
músculo. La motoneurona a )' LOdas las fibras musculares
inervaclas por ella se denominan unidad motora. Debido a esta
organización, el sistema nervioso puede producir fuerza
muscular con pequei'las contracciones que afectan sólo a unas
pocas fibras musculares, y graneles contraccíones que impli-
can a la mayoría de ribras. La excítación de las motoneuronas
a puede tener muchos orígenes, por ejemplo, aferemes,
inLerneuronas medulares y neuronas corticales descendentes.
Cualquiera de estas fu entes puede activar una motoncurona
a reclutando primero la moLOncurona y luego provocando frc-
cuencias ele activación secuencial más altas. La secuencia de
activación de las motoneuronas, llamada frecuencia de esti111u-
lació11 , permite que el músculo reclutado genere grandes can-
tidades de fuerza. Del tema de la activación de las motoneu-
ronas se hablará más adelante.
RECLUTAMIENTO
Por reclutamiento se entiende la ac11vac1ón inicial de moto-
neuronas que da como resultado la generación de potenciales
de acción que excitan las fibras musculares asignadas. El sis-
Lema nervioso recluw una unidad motora alterando para ello
el potencial de membrana ele la motoneurona a . El proceso de
facilitación constitll)'C la suma de las entradas inhibidora y
facilitadora que da como resultado un potencial de acción
umbral que hace que la motoneurona propague la excitación
a las fibras musculares. Una vez activadas las fibras muscula-
res, se produce una contracción muscular y se genera una
pequeüa cantidad de fuerza. La tabla 3.5 enumera la secuen-
cia principal ele aconLecimienros que provocan la aclivac1ón
de las fibras musculares. Al reclutar más motoneuronas, se
activan más fibras musculares y, por tanto, se genera más
fuerza en todo el músculo.
Las motoneuronas presentan distintos tamaflos y se conec-
tan con las fibras musculares ele distintas características con-
' ráctiles (Fig. 3. 17). El tamaiio de la motoneurona iníluye en el
orden en que la recluta el sistema nervioso (es decir, lns moto-
neuronas más pequeñas se reclutan antes que las grandes). Este
principio se llama P1i11cipio del iamatio de Hc1111ema11. Se demos-
tró y desarrolló experimentalmente por pnmera vez a finales de
la década de L950 por obra de Elwoocl 1lenneman.7 El princi-
pio describe el reclutamiento ordenndo de las unidades moto-
ras, especiíicaclo por el tama1'10, que permite el desarrollo suave
)1 controlado de fuerza.
Las fibras musculares conectadas con motoneuronas
pequeñas tienen respuestas, de duración relativamente larga }'
amplitud reducida (ver Fig. 3.17, derecha). L'ls unidades
motoras asociadas con estas fibras se clasifican como L (len-
J i\111,rnlo. H .~r111·1tu/or 11/t1111<1 ck /urr.:<l tlcl rnopti 53
, TABLA 3-.-S ~ Sc~~tencia principal de ~~;s-~ril
t_~a ac tiva~ió11 ~le l~s,J!br~s _1~1.P~~ul µ_rcf) . _ _;,¡
l. El potencial ele acción se inicia )' propaga por un axón
motor
2. La acctilcolina es liberada por lns tenninaciones axónicas en
la unión neuromuscular
3. L1 aceulcolina se une a los receptores de la placa motora
terminal
4. Los iones sodio y potasio entran y despolarizan
la membrana muscular
5. El potencial de acción del músculo se propaga por
la superficie de la membrana
6. Los túbulos transversos despolarizados llevan a la liberación
de los iones calcio alrededor de las miofibrillas
7. Los iones calcio se unen a la troponma, lo que causa
la liberación de la inhibidón sobre los puentes de actina-
miosina
8. La actina se combina con el adcnosintrifosfato (ATP), una
molécula suministradora ele energía
9. Se libera energla para producir el movimiento de los puentes
cruzados de miosina
¿10. Los filamentos gruesos y finos se deslizan unos respecto
a otros
11. El enlace de actina y miosina se rompe y se restablece
si la conccmración de calcio es lo bastante alta
tas) porque las fibras responden con lentitud a los esllmulos,
o LO (lentas, oxidativas). La O reíleja el perfil histoqu11mco.
Las fibras LO muestran relativamente poca fatiga (es decir.
pérdida de fuerza durante una activación sostenida).
Las fibras musculares conectadas con motoneuronas gran-
des tienen respuestas relativamente breves en duración y de
gran amplitud (Fig. 3.17, izquierda). Las unidades motoras
asociadas con estas fibras se clasifican como RF (rápidas y
fáciles de fatigar), o RG (rápidas y glucolílicas), lo cual reíleja
su perfil histoquímico. Las fibras RG se fatigan con relativa
raci 1iclad.
Existe todo un espectro de unidades motoras interme-
dias que muestran perfiles fisiológicos e histoqulmicos
entre las unidades motoras rápidas y lentas (Fig. 3.17,
medio). Las unidades motoras asociadas con estas fibras se
denominan RF (resistentes a la fatiga). Las fibras muscula-
res a las que inervan se denominan FOG para represe ntar
la uti lización combinada de fuentes de energía oxidati vas y
glucolíticas.
Los tipos de unidades motoras descritos en la figura 3.17
abarcan un gran abanico de respuestas fisiológicas de las
fibras de los músculos esqueléticos. Las motoneuronas reclu-
tadas antes (más pequeñas) producen contracción de fuerza
menor y mayor duración. Las motoneuronas reclutadas más
tarde (más grandes) suman fuerzas sucesivamente mayores de
duración más corta. Mediante este espectro, el sistema ner-
vioso activa las íibras musculares que mantienen posturas
estables durante largos períodos de tiempo y, cuando es nece-
sario, producen trenes de íuerza breves para movimientos
más rápidos.
54 Sccrnm 1 Temas <'scncralcs dt" 1<1 t rm:siologw

Tipo de
unidad motora RF RF L

Perlil RG LO
FOG
histoquímico

Motoneurona

FIGURA 3.17 . Clasificación ele los

tipos de unidades motoras de un
músculo basándose en el perfil his- Unidad
toqulmico, el tamano }' las caracte- motora
ristic;is de la contracción (contrácti-
les). (Modificado de Berne RM,
leV)' MN: Principies ~( Physiology,
3." ed. St. Louis, Mosby, 1996.)

5
4

~
Respuestas 3
contráctiles 2
1
o

Curvas
de fatiga
10% L
mseg o 100

100%

o
o 100

100%
o
o 100 200

min o 2 4 6 o 2 4 6 60 o 2 4 6 60

CODIFICACIÓN DEL fND ICE
Después de reclutar una motoneurona específica, la fuerza
muscular se modula medianLe un incremento en la frecuencia
de la excitación, un concepto denominado codificación del
índice. Aunque un único potencial de acción en una fibra de
músculo esquelético dura l a 2 milisegundos (ms), la contrac-
ción ele la fibra muscular puede durar hasta 130 ms en una
fibra L. Dada la larga duración de la contracción, es posible
que un número de potenciales de acción continuados se ini-
cien durante una misma contracción inicial.-! Si se deja que
una fibra se relaje por completo ames del siguiente potencial
de acción, la contracción de la segunda fibra genera una fuerza
equivalente a la ele la primera contracción (Fig. 3. 18). Si el
siguiente potencial de acción se inicia ames de que se haya
relajado la contracción precedente, se suman las contracciones
musculares y generan un nivel mayor de fuerza máxima.
Como alternativa, si el siguiente potencial de acción se inicia
más cerca del nivel ele fuerza máxima de la contracción inicial.
la fuerza será incluso mayor.
Una serie de potenciales de acción que se repitan, separados
por un intervalo adecuado de tiempo, genera una serie de con-
tracciones mecánicas ariadidas, denom inada téla nos 1io f usio-
nado. A medida que se acorta el imervalo de tiempo, el tétanos
genera mayor fuerza hasta que los picos y valles sucesivos de las
conrracciones mecánicas se fusionan en un único nivel estable
ele fuerza muscular, denominado tétanos fusionado (o lclaniza-
ción) (ver Fig. 3.18). El tétanos fusionado representa el máximo
nivel de fuerza posible de una fibra muscular. Las unidades
motoras, por tamo, activadas a una frecuencia elevada son capa-
ces de generar una fuerza global ma)'or que el mismo número
de unidades motoras activadas a una frecuencia menor. Como
las unidades motoras se distribu)ren por todo el músculo, las
fuerzas contráctiles de las fibras se suman por todo el músculo
y, finalmeme, se transmiten al tendón y por la articulación.
 Ccrpi/11/0 J
5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55
Frecuencia de estimulación (veces por segundo)
FIGURA 3.18. La suma de las contracciones n11.1scularcs individuales
se regisLrn con gran \'ariedad ele frecuenci11s de es1imul11ción.
Repárese en que, con l'recuencias bajas ele estim ulación (5-10 por
segundo). 1;, conL racción inicial se relaja antes ele que pueda sumarse
la siguiente comracción. Con frec uencias progresil·arnente más altas,
las contrncciones se suman para generar niveles mayo res ele fuerza
hasLa que se produce una contracción fusionada (tetanización). (De
Guyton AC. Hall JE: Texlbvvli vf Mcdiwl Physiulvgi•. 1O.• ed. Filadelfin,
WB. Saundcrs, 2000.)
Fatiga muscular
A medida que las [ibras musculares se estimulan repetida-
mente , la fuerza generada por una fibra termina disminu-
yendo, aunque la frec uencia ele activación siga siendo la
misma (Fig. 3.19). El declive en la fuerza muscular en condi-
ciones de aCLivación estable se denomina fatiga muscular. En
teoría, la ratiga muscular se produce por procesos metabólicos
o por fracaso de los mecanismos íisiológicos implicados en el
sistema neuromuscular. El sistema nervioso suele compensar
la fatiga muscular aumentando el indice de activación o reclu-
tando otras unidades motoras, con lo cual se mantiene un
nivel estable de fuerza. Cuando un músculo activo comienza
a fatigarse y su rendimiento comienza a declinar, un período
de reposo permite que el músculo recupere su nivel normal de
rendimiento. El período de reposo requerido depende del tipo
e intensidad de la conrracción .t Por ejemplo, un músculo que
se fat igue con rapidez por un ejercicio de gran intensidad y
corta duración se recupera tras un reposo ele segundos a
minutos. Por el contrario, un músculo que se fatigue lema-
mente con un ejercicio ele baja intensidad y larga duración
requiere hasta 24 horas para recuperarse.
~
·--
!:: (/)
•Q) co
E
o Q)
üí
(/) ::i
·-co c.
(/)
N Q)
........
Q) -
::i
u..
Estímulos
Tiempo
~ f11sculo: El gc11aaclor lillimu tic .fua::u cid CUt'I po 55
La fatiga implica a diversos elementos localízaclos por el sis-
tema neuromuscular. Es conveniente pensar que la fatiga se
produce básicamente en los elementos neuromusculares cen-
trales o peri féricos. En lafaliga central tal vez inílu) an factores1
psicológicos, como la percepción del esfuerzo, y/o factores
neurofisiológicos, como la disminución del control sobre las
interneuronas y las motoneuronas localizadas en la méd ula
espinal. En el caso de la fatiga central, los esfuerzos volunta-
rios para activar el grupo de motoncuronas se vuelve subóp-
timo cuando se pide a una persona que genere una contrac-
ción muscular máximaD Durante un esruerzo máximo. el
sistema nervioso inicia vías inhibitorias para prevenir la act i-
vación eficiente de grupos de rnotoneuronas. Los retrasos o
bloqueos ele la conducción de las vías, como en la esclerosis
múltiple, deterioran Ja capacidad para activar los grupos ele
motoneuronas. ts Cuando la fatiga central sea el posible meca-
nismo que comribuya a una disminución de fuerza muscular,
el ánimo verbal o las órdenes en voz alta pueden mejorar
momentáneameme el rendimienlo.
LaJaliga pcri.ferirn es producto de fac tores neurofisiológicos
relacionados con la propagación de los potenciales ele acción
por los nervios motores, y la transmisión de la activación a las
fibras musculares. El terminal nervioso motor, donde el ner-
vio motor inerva las fibras musculares, puede experimentar
u11 fallo ele Lransmisión, de modo que el potencial de acción
no se propague por el sarcolema.'' La activación repetitiva de
unidades motoras puede causar una reducción gradual ele la
liberación ele acetilcolina.2 Como la acet ikolina es el transmi-
sor esencial responsable de activar el sarcolema, una reduc-
ción gradual de su liberación aminora la contracción resul-
tante ele un músculo concreto. Pueden haber factores
bioquímicos implicados en la faliga peri férica. La composición
química del citoplasma de la íibra muscular puede experimen-
tar gran variedad de cambios que reduzcan la producción de
fuerza en el Liempo.s
Electromiografía: Ventana al control neural
del músculo
Cuando se activa un músculo mediante el sistema nervioso, se
generan potenciales eléctricos. El registro de esos potenciales
de acción amplificados con electrodos especiales se denomina
electromiografía (EMG) Las se1iales EMG pueden indicar la
sincronización relativa y el nivel relativo de activación neural
FIGURA 3.19. La íatiga muscular se manifiesta en la
reducción de la íuerza durante una activación isoméLrica
sostenida. A medida que los estímulos continúan en el
tíempo, disminuye la producción de fuerza del músculo.
56 .'in. 1ó11 f Tt 111<1~ l'\t'llc 111/rs cfr /u unc~t(llll,l(ICI
de un musculo)', por tanto, son utilcs para conocer el papel de
un músculo concreto en el cont rol de un movimiento dacio.
En ciertas condiciones, la magrntucl ele la señal EMG tambi~n
indica los niveles relativos de íucrza muscular.
Cuando se acLiva una unidad motora, el impulso eléctrico
viaja por el axón hasta llegar a las placas motoras terminales
de las íibras musculares. Corno el Lejido que rodea las fibras
musculares es conducto1 eléctrico, la despolarización posLe-
rior de las fibras musculares activadas induce una señal eléc-
trica mensurable, que percibe un electrodo siwado cerca de
las f'i bras musculares. La señal se denomina 1'0le11cial de acción
de la unidad motora (PAUM) )' se aprecia con electrodos intra-
musculares (insenados en las fibras musculares) y electrodos
de superficie (situados sobre la piel que cubre el músculo) .
Dependiendo de las características de la unidad motora, la
íuerza máxima se consi.gue 20 a 150 rns después de la despo-
larización. Existe, por tanto, un retardo electromecánico entre
la aparición de la actividad eléctrica del músculo y la genera-
ción ele Íuerza mecán ica. H.I~ Co1110 se ha descrito, existen dos
mecanismos para modular la fuerza muscular: el recluta-
miento )' la írecuencia de esumulación. A medida que
aumenta el número de unidades moLoras activas en el mús-
culo mediante su reclutamiento, se produce un mayor número
de PAUM. La suma de estas señales genera una se11al EMG de
mayor amplitud. A med ida que aumenta la frecue ncia de acti-
vación de las unidades mmoras, se <la ~111 mayor número ele
PAUM en un período dado de uempo. También se produce
una señal EMG ele mayor amplitud, lo cual suele incl icar un
mayor nivel de fuerza del componente contráctil activo del
músculo.
Se recomienda cautela al inLcrpretar los cambios en la
amplitud EMG en condic1ones dis11mas a la de activación 1so-
métrica. Cuando se elonga o acona un músculo act ivado, la
fuente de la seiial eléctrica cambia su oricnLación respecto al
electrodo que recoge la sc11al. Por tanto. la señal puede repre-
sentar una recopilación de PAUM de distintas regiones ele un
músculo o incluso ele distintos músculos.
Debido a la relación de longiLUcl-tensión )' fuerza-velocidad
de los músculos, la amplitud EMG puede variar considerable-
menle a medida que un músculo produce una fuerza medianLe
activaciones no isométricas. Consideremos los siguientes dos
ejemplos extremos. El músculo A produce una fuerza submá-
xima ciada mediante una activación excéntrica a su longilllcl
óptima para generar fuerza, con una velocidad ele elongación
relativamente alta. El músculo B produce una fuerzn submá-
xima equivalente medianLe una activación concéntrica a su
longitud no óptima para generar fuerza, con una velocidad de
acortamiento relativamente alta. Bnsánclose en las relaciones de
longiLUd-tensión y fuerza-veloc1dad, el músculo A actúa con
una ventaja fisiológica relativa para producir fuerza. Por tanto,
el músculo A requiere el reclutam iento de menos moLoneuro-
nas, y con frecuencias de descarga menores, que el músculo B.
Los niveles EMG son iníeriores cuando el movimiento lo rea-
liza el músculo A, aunque ambos músculos produzcan fuerzas
submáximas equivalentes. Usar la magnitud EMG no es una
herramienta válida para comparar la íuerza interna producida
por estos dos músculos. Nn obstante, la EMG es una herra-
mienta útil para esLc fin si los dos músculos actúan en simila-
res condiciones de nctivadón , longitud)' ''eloctclad.
La EMG puede practicarse co11 electrodos de c:lblc fino
(insertos) o de superficie. Los electrodos de supe rficie son
fáciles de aplicar )' no son mvasivos. }' deLecian sefialcs de una
gran area del músculo. Los electrodos de cable fino, insertos
en el vientre muscular, confieren nw)•or espcciíiciclad por lo
que a la región muscular se refiere, as1 como permiten captar
müsculos más profundos que no son accesibles cuando se
emplean electrodos de supcrlkie. No obstante, los electrodos
de cable fino requieren un mayor nivel de habilidad técnica y
preparación antes de ser aplio1dos con segu ridad; por Lanto,
los electrodos de superficie suelen usarse con maror frccuen-
cia en la práctica clinica.
Como las se1iales EMG se originan como sellales muy
pequeñas, hay un riesgo elevado ele que haya ruido eléctrico
aJeno. El ruido se controla de varias formas. l .a configuración
dife rencial de los electrodos (dos elect rodos de capLnción eléc-
tricamente emparejados) se emplea para sustraer las senales de
ruido qúe suelen registrar ambos electrodos. La preparación
acb:uacla de la piel asegura que se registren con eficacia lns
minúsculas señales EMG. lo que no ocurre cuando se aplican
sobre piel sin prepnrar. El en1orno de grabación se aísla elec-
lricamente para que el ruido no ent re en el equipo. Las scfta-
lcs eléctricas se preampliíican en el electrodo en \'cz de hacerlo
una vez que la se11al se haya transmiudo a un amplificador dis-
tante, con el fi n de reducir al mínimo el ruido producido por
el movimiento del cable. El íiltrado de la señal (es decir, la eli-
minación de írecuencias especificas de In sel'1al eléctrica) se
emplea parn reducir la intcrícrencia de las scl'iales elC:clric:ls
procedentes de fuemes conocidas. Puede haber ruido de bap
frecuencia, por ejemplo ele fuemes ele energla conectadas al
enchufe de la pared . Un nitro diseñado para elimi nar la mayo-
ría de las señales elécLricas de 60 Hz reduce s1gniíica1ivameme
el ruido de estas fue ntes.
La sel'ial EMG tiene que ser procesada para ser útil en la
mterpretación cines1ológica. Las se1iales sin procesar son el
pulso bifásico origi nal que capta el electrodo. Con f'recuencia ,
In sc11al sin procesar se «suaviza» y/o imegrn . Por suavizado
(smoothing) se entiende el allanam1cmo ele los picos y valles
que se aprecian en las se1ialcs eléctricas bifásicns. El suavizado
permite la cuantificación en tocio momento de la señal porque
elimina los cambios transitorios en los valores máximos de la
sc1ial. la integración es un térm ino matcmáLico que describe la
medición del área por debajo de la curva. Este proceso per-
mite la cuantificación EMG acumulativa o el promedio EMG
clurame un período fijo ele tiempo. Las señales suavizadas y/o
integradas se emplean en aparatos ele retroalimentación (bio-
feedback). como los visuales o los de señales de audio, )' para
conLrolar ot ms aparatos, como estimuladores eléctricos. con el
fin ele ayudar a la activación muscular para un umbral prees-
tablecido de activación voluntaria.
Cuando se compara la intensidad de una sc11nl EMG proce-
sada entre distinLos músculos, a menudo es necesario que la
señal se normalice respecto a una sefial de referencia común.
 Cupitulo 3
---
EsLo es sobre todo necesario cuando la magnitud ele la EMG
se compara entre personas o ent re sesiones, lo cual exige vol-
ver a poner los electrodos. Un método habitual de normaliza-
ción comprende referir la se1'i al EMG sin procesar ele un
músculo a la sei'ial producida mientras una persona realiza
una contracción isomél r ica voltrnlaria máxima. Entonces es posi-
ble realizar comparaciones válidas sobre la intensidad relativa.
expresada como porcentaje e.le la activación neural del
músculo durante cierta actividad .
La colección de señales EMG clurame el movimiento,
cuando esté suplememado por mediciones cinemáticas y ciné-
ticas, aporta un método exhaustivo para analizar la contribu-
ción muscular a un movimiento. La EMG también aporta
información sobre el control neural de los movimientos
voluntarios. Un terapeuta puede usar la EMG para compren-
der las alteraciones fisicas que causan un movimiento no fu n-
cional. Este conocimiemo permite luego la identificac ión ele
diagnósticos asociados con disfunciones del movimiento y la
aplicación de estrategias adecuadas de intervención.
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 CA P ÍTULO 4
=

Principios biomecánícos
D EBORAH A . NAWOCZENSKT, PT, P HD
D ONALD A. NEUMANN, PT, P HD

LEYES DE NEWTON: APLICACIÓN Al
ANÁLISIS DEL MOVIMIENTO , 58
Leyes del movimiento de Newton, 58
Primera ley de Newton: Ley de la inercia, 59
Segunda ley de Newton: Ley de la
aceleración, 60
Relación de fuerza (momento)-aceleración. 60
Relación de impulso-momento, 62
Relación de trabajo-energía, 62
Tercera ley de Newton: Ley de
acción-reacción, 64
INTRODUCCIÓN Al ANÁLISIS DEL
MOVIMIENTO: ESTABLECIMIENTO DE
LAS BASES, 65
Antropometría , 65
Diagrama de cuerpo libre , 65
Pasos iniciales para establecer un diagrama
de cuerpo libre, 66
Marcos de referencia, 67
Representación de fuerzas, 69
ÍNDICE
Métodos gráficos del análisis de fuerzas, 69
Composición de las fuerzas, 69
Resolución de las fuerzas, 70
Comparación de las fuerzas y momentos
internos !rente a los externos, 72
Influjo del cambio del ángulo
articular, 72
Métodos analíticos del análisis tj~
las fuerzas, 73
Comparación de dos métodos para
Análisis dinámico, 83
determinar el momento
articular, 73
Aspectos clfnicos relacionados con
la fuerza y el momento articulares, 74
«Protección» articular, 74
Aplicación manual de momentos externos
durante el ejercicio, 76
INTRODUCCIÓN Al ANÁLISIS DEL
MOVIMIENTO: MÉTODOS CUANTITATIVOS
DE ANÁLISIS , 79
Análisis estático, 79
Pautas para la resolución de problemas, 79
Problema 1, 79
Resolución de la fuerza muscular y el
momento interno, 80
Resolución de la fuerza de reacción
articular, 80
Problema 2, 81
Resolución del momento interno y la fuerza
muscular. 81
Resolución de la fuerza articular, 83
Sistemas de medición cinemáticos
y dinámicos, 83
Sistemas de medición cinemáticos:
Electrogoniómetro, acelerómetro,
técnicas por la imagen y aparatos
de seguimiento electromagnético, 84
Sistemas de medición dinámicos:
Aparatos mecánicos, transductores y
aparatos electromecánicos, 87

INTRODUCCIÓN
-- - -
Puede resulLar abrumador barajar wdos los facLores que inílu-
yen en el movimiento humano. Muchos méLodos de trata-
miento empleados en la rehabilitación l"lsica dependen ele una
descripción precisa del movimiento y de una evaluación íiable
de la respuesla de la persona al Lralamicnto. la justificación y
el resultado de las inLervenciones quirúrgicas y convenciona-
les también suelen medirse por los cambios en la cualidad )'
cantidad del movimiento. Como respuesLa a esLos factores.
pueden ULilizarse variedad de técnicas de análisis para evaluar
el movimienLO, desde la observación visual hasta sofisLicf\clos
análisis del movimiemo y Lécnicas por la imagen. Con mayor
írecuencia, la complejidad del análisis del movimiento se sim-
plifi ca comenzando con una evaluación básica de las fuerzas
sobre un segmemo corporal rígido. Las leyes del movimiento
de NewLon ayudan a explicar la relación entre íuerzas y su
impacto en las articulaciones individuales, asi como en el
movimiento total del cuerpo. Incluso a un nivel básico ele aná-
lisis, esta información se emplea para conocer los mecanismos
de la lesión, y dirigir el método ele tratamiento. Los avances
58
Lecnológicos siguen mejorando la capacidad de comprensión
e iníluyen en el rendim iento humano.
LEYES DE NEWTON: APLICACIÓN AL ANÁLISIS
DEL MOVIMIENTO
El resultado de wdo análisis del movimiento eslá en último Lér-
mino determ inado por las fuerzas apl icadas sobre el cuerpo que
se mueve. En el siglo XVI 1, Isaac Newton observó que las íuer-
zas estaban en relación con la masa y el movimiemo de forma
predecible. Su obra Pl1ilosophiae Natura/is Pri11cipia Mathematica
(1687) estableció las leyes y princi pios básicos de la mecánica
que forman la piedra angular del análisis del movimiento
humano. Eslas leyes. denominadas ley de la inercia, ley de la
aceleración )' ley de la acción )' reacción, se conocen en con-
junto como las leyes del movimiento y forman la armazón de la
que derivan las técnicas avanzadas de análisis del movimiento.
Leyes del movimiento de Newton
Este capilulo aplica las le)•es del movimiento de Newton para
introducir Lécnicas de análisis con que describir la relación
 Ca¡nwlo .¡ Pi inn ¡nos lno111«a1111cvs 59

emre las fuerzas aplicadas sobre el cuerpo y las consecuencias
de estas fuerzas sobre el movimiento humano. (A lo largo del
capítulo, se emplea el término «cuerpo» cuando se elaboran
los conceptos relacionados con las leyes del movimiento y los
métodos de análisis cuantitativo. El lector debe saber que este
término también se emplea ele forma inLercambiable con tocio
el cuerpo humano; un segmento o parte del cuerpo, como el
antebrazo; un objeto, como una pesa que se levanta; o el sis-
tema considerado, como la interfaz pie-suelo. En la mayoría
de los casos, se usa el término sencillo cuerpo para describir
los conceptos principales.) Las leyes ele Newton se aplican al
movimiento lineal y rotacional (angular) (Tabla 4.1).
PRIMERA LEY DE NEWTON: LEY DE LA INERCIA
La primera ley de Newton establece que un cuerpo se mantiene
en reposo o conserva una velocidad lineal constante excepto
cuando se ve compelido a cambiar su estado por una fuerza
externa. Se requiere una fuerza para empezar, detener o alterar
el movimiento lineal. La aplicación de la primera ley de
Newton al movimiento rotacional establece que un cuerpo se
mantiene en reposo o conserva una velocidad angular cons-
tame sobre un eje de rotación a menos que se vea compelido a
cambiar de estado por un momento externo. Sea el movi-
miento lineal o rotacional, la primera ley de Newton describe
el caso en que un cuerpo se mantiene en equilibrio. Un cuerpo
está en equilibrio estático cuando su velocidad es cero, o en ec¡ui-
librio dinámico cuando su velocidad no es cero, sino constante.
En cualquier caso, la aceleración del cuerpo es igual a cero.
Términos clave asociados con la primera ley de Newton
• Equilibrio estático
• Equilibrio dinámico
• inercia
• Centro ele masa
• Momento de inercia
• Radio de giro
para alLerar la velocidad de un cuerpo. La inercia de un cuerpo
es directamente proporcional a su masa (es decir, la cantidad
de materia que constituye un cuerpo). Por ejemplo, si dos
cuerpos tienen distintas masas pero se mueven con velocida-
des lineales similares, se requiere una fuerza mayor para alte-
rar el movimiento del cuerpo ele mayor masa.
Tocio cuerpo tiene un pumo sobre el cual la masa se distri-
buye por igual. El punto, llamado centro ele masa, es aquel
donde la aceleración de la gravedad acLúa sobre el cuerpo.
Cuando se somele a la gravedad, el centro ele masa de un
cuerpo suele describirse como su centro ele gravedad. En el caso
del cuerpo humano erguido, el centro de masa se hal la justo
anterior a la segunda vértebra sacra (Fig. 4 .1 A). El centro ele
masa de los segmentos del muslo y la pierna de una persona
aparece en la figura 4 .lB y C, respectivamente. Durante el
movimiento, el centro de masa cambia continuamente, siendo
su localización una función ele la posición y el tamat'lo de los
segmemos individuales del cuerpo. En el apartado ele
«Antropometría» se expone información adicional sobre el
centro ele masa ele los segmentos del cuerpo.
,., El momento ele inercia de un cuerpo es una cant idad que
muestra su resistencia a un cambio en la velocidad angular. A
cliíercncia ele la masa, su equivaleme lineal, el momemo ele
inercia de una masa depende no sólo de la masa del cuerpo,
sino también ele la distribución de dicha masa respecto a un
eje de rotación.<> Como la mayor pane del movimiento
humano es más angular que li neal, es importante conocer el
concepto ele momento de inercia de una masa. El rnomemo de
inercia (1) de una masa aparece definido en el cuadro, donde
n indica el número de panículas en un cuerpo. m l es la masa
de cada partícula del cuerpo y el 1 es la distribución o distan-
cia ele cada parLícula al eje ele rotación.
Momento de inercia de una masa
11 2
1 = :¿ m¡d¡ (Ecuación 4.l)
í ~ 1

La primera ley de Newton también se llama ley ele la iner-

cia. la i11 ercia se relaciona con la cantidad de energía requerida La distancia media entre el eje ele rotación y el cemro de
Ley Componente lineal
Primera: Un cuerpo se mantiene en reposo o con una
Ley ele la inercia velocidad lineal constante excepto cuando se ve
compelido por una fuerza externa a cambiar su
estado
Segunda: La aceleración lineal de un cuerpo es directameme
Ley de la aceleración proporcional a la fuerza que la causa, en la
misma dirección en que la fuerza actúa, y es
inversamente proporcional a la masa del cuerpo
Tercera: Para toda fuerza hay una fuerza igual
Ley ele la acción-reacción y en dirección opuesta
~-~-- - ---_ --- ---"
j
Componente rotacional
Un cuerpo se mantiene en reposo o con una velocidad
angular constante sobre un eje de rotación excepto
cuando se ve compelido por un momemo externo a
cambiar su estado.
La aceleración angular de un cuerpo es directamente
proporcional al momento que la causa, en Ja misma
dirección rotaLoria en que actúa el momento, y es
inversameme proporcional al momento de inercia
del cuerpo
Para todo momento de una fuerza respecLo a un eje ele
rotación hay otro momento igual y en dirección opuesta
60
FIGURA 4.1. Centro de mnsas del cuerpo humano (A) en el plano
frontal. También aparece el centro de masas del segmento del muslo
(B) y el segmemo de la pierna (C).
masas de un cuerpo se denomina radio de giro. La letra gnega
rho (p) representa el radio ele giro. Al sustituir p, el radio de
giro, por el en la ecuación del momemo de inercia (Ecuación
4.1) se obtiene la ecuación simplificada 4.2 que aparece en el
cuadro. Las unidades de 1 son kilogramos-metros al cuadrado
(kgm2). La ecuación describe que la resistencia de un cuerpo
a un cambio en su velocidad angular es proporcional a la masa
del objeto (rn) y la distancia al cuadrado entre el cent ro de
masas del objeto y el eje de rotación ( p2).
Momento de inercia de una masa
1= m . p2 (Ecuación 4.2)
El hecho de que p aparezca al cuadrado en la ecuación 4.2
tiene implicaciones biomecánicas importanLes. Consideremos,
por ejemplo, que durante la fase de oscilación de la marcha toda
la extremidad inferior se acorta por los movimientos combinados
de ílexión de cadera y rodilla)' dorsiílexión del tobillo. El acor-
tamiento funcional de la extremidad reduce la distancia media
de las partículas de masa de la extremidad respecto al eJe de rota-
ción transversal de la aniculnción coxofcmornl. La reducción del
momento ele inercia ele la pierna disminuye la fuerza requerida
por los músculos ílexorcs ele la cadera para acelerar la extremi-
dad hacia delante. Alternativamente, la fuerza de un músculo
dado puede hacer avanzar la extremidad inferior con mayor rapi-
dez al cam111ar cuando ésta está llexionada que cuando está esti-
rada. El cambio de la posición articular (es deci r, aumento de la
ílexión de cadera y rodilla, y la clorsiílexión del tobillo) empic-
ado para reducir la resistencia al movimiento angular se hace
más evidente cuando una persona pasa ele anclar a correr.
Los deportistas suden tratar ele comrolar el momemo de
mercia de la masa de tocio el cuerpo alterando la posición de
los segmentos inclivicl uales. Este concepto queda bien ejempli -
ficado con los saltadores de trampolín que reducen el momento
de inercia para completar con éxito míthipks saltos mortales en
el aire (Fig. 4.3A). El deportista puede adoptar una posición
extrema de plegamiento colocando la cabeza entre las rodillas,
manteñ1endo brazos y piernas muy juntos, desplazando asi
más masa corporal cerca del eje ele rotación. Basándose en el
principio ele «conservación del momento angular», al reducir
la resistencia al movimiento angular aumenta la velocidad
angular. Por el contrario, el deportista puede aminorar o dete-
ner la rotación adoptando una posición desplegada, o estirando
las extremidades (Fig. 4.3fi). L1 masa de las extremidades se
aleja del eje medial-lateral de rotación, con lo cual aumenta la
resistencia al mov1111iento angular y se reduce el índice de giro.
SEGUNDA LEY DE NEWTON: LEY DE LA ACELERACIÓN
Relación de fuerza (momento)-aceleración
La segunda ley de Newton establece que la aceleración de un
cuerpo es directameme proporcional a la fuerza que la causa,
se produce en la misma dirección en que actúa la íuerza y es
inversameme proporcional a la masa del cuerpo. De la segunda
ley de Newton se deriva una ecuación que relaciona la fuerza
(r), la masa (m) )' la aceleración (a) (ver Ecuación 4.3).
Conceptual meme, la ecuación 4 .3 define una rclacic>n de fuerz.a-
accleración. Consideremos una relación de causa y efecto, el
lado izquierdo de la ecuación; la fuerza (F) puede verse como
una causa porque. representa la interacción entre un cuerpo y
el medio externo. El lado derecho, m ·a, representa el cfecto de
la interacción sobre el sistema. En esta ecuación, LF designa la
suma o la fuerza «neta» que actúa sobre un cuerpo. Si la suma
de las fuerzas que actúan sobre un cuerpo es cero, la acelera-
ción también es cero y el cuerpo está en equilibrio lineal. Como
se expuso antes, este caso se describe en la primera ley de
Newton. Sin embargo, si la fuerza neta produce una acelera-
ción, el cuerpo viaja en la dirección de la fuerza resultante.
Segunda ley d e Newton d el movimiento lineal que cuantifica
una fuerza
I:F = m . a (Ecuación 4 .3)
1 Newton (N) = 1 kg/s2

P U N TO O E l N ,:r E R 1: S 4 . 1
Estudio detallado del momento de inercia de un cuerpo
La figura 4.2 muestra el concepto de momento de inercia de un
cuerpo. Se considera que un objeto rectangular consta de cinco
masas puntuales (Mr-Ms). cada una de 0,5 kg. El objeto tiene liber-
tad para girar en el plano horizontal. En este ejemplo, el objeto rec-
tangular puede girar por separado sobre dos ejes verticales de rota-
ción (Y1 y Y2). Las distancias (r1-rs) son de O,1 de longitud,
representando la distancia entre cada partícula de la masa (M1-Ms)
y entre las partículas de las masas indicadas y los dos ejes de rota-
ción. El eje de rotación Y2 discurre por el centro de masas del objeto
(M3). Los cálculos siguientes muestran cómo la distribución de la
masa de las partículas. respecto a un eje dado de rotación, afecta
mucho al momento de inercia de la masa del objeto que gira.
11
11
11
11
11
11
11
11
11
FIGURA 4.2. Objeto rectangular con la posibilidad de girar sobre
dos ejes separados de rotación (Y 1, Y2). Liis dos series de cálculos
asociados con cada eje de rotación muestran por qué la distribu-
ción de la masa de un cuerpo afeCLa al momento de inercia de la
masa. Se asume que el objeto consta de cinco puntos de masas
iguales (m1-1m), localizados a distancias es1ablecidas (d1-<h) una
de otra y de los ejes de rotación. El centro de masa de todo el
objeto se localiza en 1113 (circulo rojo).
El equivalente angular de la segunda ley ele Newton esta-
blece que un momento (m) produce una aceleración angular
(a) del cuerpo proporcional, y en la dirección rotatoria del
momento, e inversamente proporcional al momento de iner-
cia del cuerpo (1) (ver Ecuación 4.4 en el cuadro). En esta
ecuación, Lm designa la suma de los momentos «netos» que
actúan y hacen girar un cuerpo. Concepwalmente, la ecua-
ción 4.4 define una relación de momento-aceleración angular.
En el sistema musculoesquelético, el productor principal de
un momento es el músculo. Por ejemplo, el músculo bíceps
que se contrae produce un momento neto de llexión en el
Ct1¡111ult1 .¡ Prnlll/llch lirc>llll'((UlfCllS 61
. _ . t
Consideremos que Y1 es el eje de rotación. El momento de inercia de
la masa se determina usando la ecuación 4.1 y sustituyendo los valo-
res conocidos (ver el cuadro). Acontinuación, consideremos que Y2 es
el eje de rotación. Las partículas de las masas se distribuyen de modo
diferente si se considera cada eje por separado. Como se aprecia en los
cálculos, el momento de inercia de la masa, si consideramos que Yz es
el eje, es 5,5 veces menor que si consideramos Y1 como el eje. Una
razón de la reducción del momento de inercia es que las partículas de
lamasa MJ, que coincide con el eje Y2, ofrece resistencia cero ala rota-
ción del objeto rectangular. Como principio general, por tanto, el
momento de inercia de una masa sobre un eje de rotación que pasa
por el centro de masas de un cuerpo siempre es menor que el
momento de inercia sobre cualquier eje paralelo.
Ej e Y1
11
l= r m,d,2
i = 1
'· = m,d ,2 + 1112 (d,.,)2 + m, (d,.,..)2 + m. (d,,,.,,,)2
+ 111> ( d l •lol-< ·•)2
= 0,5 kg (O, l m)2 + 0,5 kg (0,2 m)2 + 0,5 kg (0.3 m)2
+ 0,5 kg (0,4 m)2 + 0,5 kg (0,5 m)2
= 0,275 kgm2
Ej e Y2
11
i. 1
= m, (d,.,)2 + m, (d,)2 + m. d 2 + m. (d,)2 + m, (d._,)2
=0,5 kg (0,2 m)2 + 0,5 kg (0,1 m)2 + 0.5 kg (O m)2
+ 0,5 kg (O, 1 m)2 + 0,5 kg (0,2 m)2
= 0,05 kgm2
Todos los segmentos del cuerpo humano se componen de distin-
tos tejidos, como hueso, músculo, grasa y piel, y no tienen una den-
sidad uniforme. Esto hace más difícil el cálculo del momento de iner-
cia que el cálculo de la masa. Los valores para el momento de inercia
de los distintos segmentos corporales se han generado a partir de
estudios de cadáveres, modelos matemáticos y distintas técnicas por
la imagen.2.4,7.s.1s
codo mientras se acelera el movimiento de la mano hacia la
boca. El momento (m) de la fuerza llexora respecto al eje
transversal del codo es directamente proporcional a la acele-
ración angular e inversamente proporcional al momento de
inercia de los segmentos móviles de antebrazo y mano.
Segunda ley de Newton del movi miento rota torio que
cuantifica un momento
km= ] X a (Ecuación 4.4)
62
A Aumento B Red ucción
de Ja \'Clociclad angular ele la velocidad angular
FIGURA 4.3. Un salwdor ele trampohn sirve de CJCmplo sobre como
el momen10 de inercia de la masa de un eje meclial-laiernl (pumo
negro) puede alterarse con cambios en la posición del tronco )' lns
extremidades. En la pos1c1on A, el sallador reduce el momento de
inercia de la masa. lo cual aumenla la l'elocidad angular del giro En
la posicion B, un cambio en la posicion ele las extremidades prol'o;.;a
un 111<1yor momento de la inercia ele la masa y reduce la ,·elociclacl
angular del giro.
Relación de impulso-momento
Relaciones adicionales se derivan de la segunda ley de New1on
ampliando y adap1ando Las ecuaciones 4.3 y 4.4. Una de estas
relaciones se especifica como la relación de impulso-1110111c1110.
L1 aceleración es el índice de cambio de velocidad (6v/t).
Si sustiLuimos esta expresión por la aceleración lineal en la
ecuación 4.3, tendremos la ecuación 4.5 (ver el cuadro). La
ecuación 4.5 puede modificarse en la ecuación 4.6. El pro-
ducto de la masa y la velocidad en el lado derecho de la
Ecuación 4.6 define el momento lineal de un objeto que se
mueve. El 1110111e1110 describe la camidad de movimiento que
posee un cuerpo. El momemo suele representarse por Ja letra
p y su unidad es el kgm/s. El producto de Ja fuerza y el tiempo
P lJ N TO O E l N 1 ERES · 4 . 2 !J
Momento de inercia lle una masa y diseño de una prótesis
En el diseño de una prótesis para una persona con una amputa-
ción, debe tenerse en cuenta el momento de inercia de la próte-
sis. El uso de materiales muy ligeros en la confección de una
prótesis de pie, por ejemplo, no sólo reduce la masa total de
la prótesis, sino que también provoca un cambio en la distri-
bución del centro de masas, desplazándolo en sentido proximal.
Como resultado, la resistencia impuesta a la pierna durante la
fase de oscilación de la marcha es menor. La utilización de mate-
riales ligeros disminuye los requerimientos energéticos en una
persona con una amputación.
en el lado izquierdo de la ecuación 4.6 se llama impulso, y
mide lo que se requiere para cambiar el momento de un
cuerpo. El momemo lineal de un objeto puede cambiarse con
una gran fuerza ejercida duranle un breve instame o una
fuerza pequefü1 durante un período largo. La ecuacion 4.6
define la relación de im¡mlso-1110111cnto.
F = m Av/t (Ecuación 4.5)
Fx t : m x v (Ecuación 4.6)
Momento lineal ( p) = Masa X Velocidad lineal
Impulso lineal = Fuerza x Tiempo
Lé1 relación de impulso-momento lineal aporta otra perspec-
tiva con la que estudiar el renclimiemo humano, as1 como
adquirir conocimienlos sobre los mecanismos ele lesión. El
concepto de relación de impulso-momento suele emplearse
para diseñar equipo deportivo o de ocio para proteger de lesio-
nes a los usuarios. El calzado para correr con suelas que absor-
ben los choques y los cascos para bicicle1a con almohadillado
protec1or son ejemplos de disei'los pensados para reducir las
lesiones al aumentar el tiempo o duración del impacto con el
fin de reducir al mínimo el pico de fuerza del impacto.
La segunda ley de New1on implica que el momen10 puede
aplicarse al caso rotatorio en la relación de impulso-momento
angular. Parecido a las sustituciones y adaptaciones para la
relación lineal , la relación angular puede expresarse mediante
la sustit ución y adaptación de la ecuación 4.4. Al sustituir
6.w/1 (cambio de la velocidad angular) por a (aceleración
angular). se obtiene La ecuación 4. 7 (ver el cuadro). La ecua-
ción 4.7 puede convertirse en la ecuación 4.8, el equivalente
angular ele la relnción de impulso-momento.
m = 1 Aw/t (Ecuación 4. 7)
mt = l XW (Ecuación 4.8)
Momento angular (L) =1 x Velocidad angular
Impulso angular =Momento angular x Tiempo
Relación de trabajo-energía
Hasta este punto, se ha descrito la segunda ley de Newton
usando (1) las relaciones de fuerza (momemo)-aceleración
(Ecuaciones 4.3 y 4.4), y (2) las relaciones de impulso-
momento (Ecuaciones 4.5 a 4.8). La segunda ley de Newton
puede modificarse para obtener la relación ele trabajo-energía.
Este tercer enfoque se usa para estudiar el movimiemo
humano al analizar el grado en que una fuerza o mome1110
puede mover o girar un objeto durante ciena distancia. El tra-
bajo (W) en un sentido lineal es igual al producto de la mag-
nitud ele la fuerza (F) aplicada sobre un objeto y la distancia
que se desplaza el objeto en la dirección ele la fuerza mientras
se aplica (Ecuación 4.9 en el cuadro). Si no se produce movi-
miento alguno, no hay trabajo mecánico. las unidades que se
usan más corriememente para describir el trabajo son unida-
 Ct1p1111/11 -1 P111ttl/lllh l>11>11ttY<111icos 63

~~ - -- --- -- - -- - - - .
PU N TO O E I NT Í:-RI~ S 4.J ' _ ]

Estudio detallado de la relación de impulso-momento
Numéricamente, un impulso se calcula como el producto de la
fuerza media (N) y su tiempo de aplicación. El impulso también
puede representarse gráficamente como el área por debajo de
una curva fuerza-tiempo. La figura 4.4 despliega la curva tuerza·
tiempo de la componente horizontal de la tuerza de cizallamiento
anteroposterior aplicada por el suelo contra el pie (fuerza de
reacción del suelo) cuando el individuo corría sobre una plata·
250-r-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~---,
forma. La curva es bifásica: el impulso en dirección posterior
durante el contacto inicial con el suelo es negativo; y el impulso
en dirección anterior durante la propulsión es positivo. Si los
dos impulsos (es decir, las áreas debajo de las curvas) son
iguales, el impulso neto es cero, y no hay cambio en el momento
del sistema. En este ejemplo, sin embargo, el impulso en direc-
ción posterior es mayor que el de sentido anterior, lo cual mani-
fiesta que el momento anterior del corredor l1a disminuido.

o 200
Qj
::s ...o 150
Qj "' ·¡:
~
.......e:
ro e
100
<C
o(J

:2
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50
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(J
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...
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Q)
-50 A
"O
........ ...o Impulso en dirección

-z...
ro
N
·¡:
~
U>
o
·100 posterior

Q) a. -150
::s
u.
-200

-250
o 15 30 45 6C
Tiempo (mseg)
FIGURA 4.4. Representación gráfica de las 1\reas por debajo de la curva Íllcrz:Hiempo donde se muestran los
impulsos (A) en direccion posterior y (B) en clireccion anterior del componemc horizomal de la íucrza de reacción
del sucio al correr.

des equivalentes: el newton-metro (Nm) y el julio (l). Parecido
al caso lineal, el trabajo angular se define como el producto de
la magniLud del momemo (m) aplicado sobre el objeto, y la
distancia en grados o radianes que gira el objeto en la di rec-
ción del momemo, mientras éste se aplica.
Trabajo (W)
W (lineal) = F x distancia
W (angular) = m x grados
La relación ele trabajo-energía describe el trabajo mecánico
en términos de gasto ele energía. La energía puede conside-
rarse como la medida del «combustible» de que dispone el sis-
tema para realizar trabajo. La relación de trabajo-energía
es especialmente útil para el estudio de la marcha en el ser
humano. El trabajo mecánico de la marcha suele ser el indica-
dor global de las demandas metabólicas del cuerpo, sin 1ener
en cuenta los complicados detalles del movimiento.
Las relaciones ele trabajo-energ!a antes descritas en las
ecuaciones 4.9 y 4.10 no Lienen en cuema el tiempo durnmc
el cual se aplican las fuerzas o momentos. No obstante, en la
ma)'Oría ele las actividades diarias, lo imponame suele ser la
velocidad a la cual una fuerza realiza un trabajo. La razón tra-
(Ecuación 4.9) bajo por unidad de tiempo se define como potencia. La capa-
(Ecuación 4 .1O) cidad de los músculos para generar una potencia adecuada es
crítica para el éxito del movim ienLo o para comprender el
impacto de un tratamiento. En la pisla ele baloncesto, por
ejemplo, suele ser la velocidad a la cual salta un jugador por
un rebote lo que determina el éxito. Otro ejemplo de la impor-
tancia del Indice de trabajo es el de un anciano con enferme-
dad de Parkinson que tiene que cruzar una calle transitada en
el espacio de tiempo determinado por el semáforo.
64 Stll:itin 1 Tc111C1S l!St11nc1/cs ck la c111t's10/ogia

La polencia (P) es el trabajo (W) dividido por el tiempo (ver

Ecuación 4.11). Como el nabajo es el producto de la fuerza
(F) y la distancia (el), el índice de trabajo se redellne en la
ecuación 4 .12 como el producto de la fuerza y la \'elocidad
(d/t). La potencia angular también se define como en el caso
lineal, usando los análogos angulares de fuerza y velociclacl,
momento (m) }' velocidad angular (w), respectivamente
(Ecuación 4.13).
Potencia (P)
P=Wlt
P (lineal) = F . dxldt o F . v
P (angular) = m . w
La tabla 4.2 resume las definiciones}' unidades con que se
describen muchas de las mediciones físicas relacionadas con la
segunda ley de Newton.
Empleo de la potencia angular como medida del rendimiento
muscular
El concepto de potencia angular suele usarse como una medida
clínica del rendimiento muscular. La potencia mecánica
producida por el cuádriceps, por ejemplo, es igual al momento
interno neto producido por el músculo multiplicado por la
velocidad angular media de la extensión de la rodilla. La
potencia se usa con frecuencia para designar la transferencia
(Ecuación 411) neta de energía entre los músculos activos y las cargas
(Ecuación 4.12)
externas. La potencia positiva refleja el índice de trabajo
realizado por los músculos activos concéntricamente contra una
(Ecuación 4 .13) carga externa. La potencia negativa, por el contrario, refleja el
índice de trabajo hecho por una carga externa contra los
músculos activos excéntricamente. Esta información puede
utilizarse como herramienta de investigación y diagnóstico de la
función normal y patológica.

TERCERA LEY DE NEWTON: LEY DE LA ACCIÓN-REACCIÓN que LOdo efecto que un cuerpo ejerce sobre otro está contra-
La tercera ley del movimiento de Newton establece que para rrestado por el efecto que el segundo cuerpo ejerce sobre el
t0da acción hay una reacción igual y opuesta. Esta ley implica primero. Los dos cuerpos interactúan simultáneamente )' la

:· TABLA 4 .2 . Mediciones fisicas asociada-s con la segu nda iey-dc Ncwion - --- ~
Aplicación lineal Aplicación rotacional
Medición flsica Definición Unidades Definición Unidades
Distancia Desplazamiemo lineal Metro (m) Desplazamiento angular Grados(º)*
Velocidad Índice de clesplazamiemo lineal Metros por segundo Indice de desplazamiento angular ºIs
(mis)
Aceleración Índice de cambio de la velocidad m/s2 Índice de cambio de la velocidad angular º/s2
lineal
Masa Cantidad de materia ele un objeto; kilogramo (kg) Inaplicable
iníluye en la resistencia del
objeto a un cambio de su
velocidad lineal
Momento de Inaplicable Camidad y distribución de la maLeria en kgm2
inercia de un cuerpo un objeto; iníluye en la resistencia del
objeto a un cambio de la velocidad
angular
Fuerza Empuje o l racción; masa por kgm/s2 (N) 1naplicable
aceleración lineal
Momento de una Inaplicable Fuerza por el brazo de palanca Nm
íuerza

Impulso Fuerza por Liempo Ns Momento por Liempo Nms

Momento lineal Masa por velocidad lineal kgm/s Momento de mercia por la velocidad angular kgm2°/s
Momento angular Inaplicable Inaplicable
Trabajo Fuerza por desplazamiento lineal Nm (julios) Momento por desplazamiento angular
Nm (julios)
Potencia Índice de trabajo lineal Nm/s o ]Is (vatios) fndice de trabajo angular
Nm/s o j/s (vatios)

Pueden usarse rad i ~nes en \'CZ ele grados

- C11p1tulo -1
Fuerzas
poda les
FIGURA 4.5. Descnpc1ón de las fuerzas cnlre el suelo y el pie duramc
la parte inicial del ciclo de marcha. Las fuerzas de reacción del suelo
(ílechas rojas) actúan en sentido superior )' posterior, mientras que
las fuerzas podales (ílechas negras) actúan en sentido inferior)' ame-
rior.
consecuencia queda especificada por la ley de la aceleración:
LF = ma. Es decir, todo cuerpo experimenta un efecto disltnto
y ese efecto depende de su masa. Por ejemplo, una persona
que cae de un tejado de un edificio de dos plantas ejerce un;:i
fuerza sobre el suelo, y el suelo ejerce una fuerza igual y en
sentido opuesto sobre la persona. Debido a las discrepancias
en la masa entre el sucio y la persona, el efecto o aceleración
experimentada por la persona es mucho mayor que el cfecLO
«experimentado» por el suelo. Como resulLado, la persona
puede sufrir una lesión grave.
Tal vez la aplicación más direcla de la ley de la acción-reac-
ción de Newton es la íuerza de reacción que ejerce la superficie
sobre la cual se camina. El pie produce una fuerza contra el
suelo debido a las aceleraciones de todos los segmentos corpo-
rales implicados. De acuerdo con la tercera ley de Newton, el
suelo genera una fuerza de reacción sobre el pie en la dirección
opuesta pero de igual magnitud (Fig. 4.5). La fuerza de reacción
del suelo cambia de magnitud, dirección y punto de aplicación
sobre el pie/calzado durante la marcha. Las fuerzas ele reacción
del suelo se miden mediante plataformas de fuerza (ver apar-
tado sobre los Sistemas de medición cinemáticos y cinéticos en
este capítulo), y las fuerzas se suelen usar como datos para el
análisis cuantitativo del movimiento humano.
INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS DEL MOVIMIENTO:
ESTABLECIMIENTO
---- DE LAS BASES
En la sección previa se hizo una descripción de la naturaleza
de la relación causa-efecto entre la fuerza y el movimiento
como ponen en evidencia las leyes de NewLon. Aunque pueda
resultar relativamente simple conceptuar el papel de los mús-
P1111n¡>111\ hllllllt'Canirns 65
culos en el movimiento humano, también es importante com-
prender el impacto ai'laclido de la gravedad)' de otras íuerzas
externas La observación y el análisis del movim iento deben
tener en cuenta el eíccto neto de la actividad muscular, las
íuerzas internas resultantes, as! como todas las fuerzas exter-
nas, sobre la cantidad )' calidad del movimiento. El apartado
siguiente describe los métodos para el análisis básico del
movimiento, empezando con una imroducción a la anLropo-
metria, la medición de las características de diseno del cuerpo
humano. Esta sección también describe cómo los cambios de
las fuerzas y momemos externos tienen un impacto sobre la
respuesta muscular. el movimiento articular )' la fuerza de
reacción articular.
Antropometría
La antropometría deriva ele la raíz griega cmthropos (hombre)
)' metro11 (medida). En el contexto del análisis del movimien-
to humano, la antropometría se define ampliamente como
la medición de cienos rasgos físicos de diseno del cuerpo
humano, como longitud, masa, \·olumcn, densidad, centro de
ntasa, radio ele giro y momento de mercia de la masa. Estos
parámetros ele los segmentos corporales son esenciales para la
conducción de análisis cinéticos)' cinemáticos del movimiento
normal y patológico. El análisis del movimiento con frecuencia
requiere mformación sobre la masa ele los segmentos incli,;-
duales o la distribución de la masa en un segmemo dado. Estos
factores determinan las propiedades inerciales que los múscu-
los deben superar para generar movimiento. La informac ión
antropométrica también es valiosa para el diseño del ámbito
laboral, los muebles, herramientas y el equipo deportivo.
Mucha ele la infonnación sobre el centro de masa y el
momento de inercia de la masa de los segmentos corporales ha
derivado de estudios con cadáveres:' En la tabla 1 del Apéndice
lA aparecen datos antropométricos sobre los pesos ele los dis-
lintos segmentos corporales y localizaciones de los cemros ele
masa. Otros métodos parn obtener esta información son los
modelos matemáticos y las técnicas por la imagen, como la
tomografía computarizada y la resonancia magnética.
Diagrama de cuerpo libre
El análisis del movimiento requiere tener en cuenta todas las
fuerzas que actúan sobre el cuerpo. An tes de cualquier análi-
sis, se constl'll}'e un diagrama dt' cuerpo libre para íacililar el
proceso de resolución ele problemas biomecánicos. El dia-
grama de cuerpo libre es una «instantánea» o bosquejo que
representa la interacción entre un sistema )' el medio que lo
rodea. El sistema considerado puede ser un solo segmento
rígido, como el pie, o constar ele \'arios segmentos, como la
cabeza, los brazos y el tronco. Éstos se pueden considerar en
conjunto como un solo sistema rígido.
Un diagrama de cuerpo libre requiere dibujar cuidadosa-
mente todas las fuerzas relevantes que actúen sobre el sistema.
Estas íuerzas pueden ser producidas por músculos: la grave-
dad, como refleja el peso del segmento; un líquido; la resisten-
cia del aire; la íricción. y las fuerzas de reacción del suelo. Se
emplean l1echas para indicar los vectores de fuerza.
66
RA
~t
FRSv
FIGURA 4.6. Diagrama de cuerpo hbre ele un \'Clocista. Las fuerzas
externas que actúan sobre el sistema son la fuerza generada por el
peso corporal (PC) del corredor, )' las luerzns de comacto: la fuerza
de reacción del suelo (FRS) en las direcciones vertical (Y) y horizon-
tal (X), y la fucrw creada por la resistencia del aire ( RA). (Los \'Ccto-
res de fuerza no cslñn dibujados¡¡ csc;lla.)
La forma de definir un diagrama de cuerpo libre depende
del propósito del análisis. Constderemos el ejemplo de la
figura 4.6. En este ejemplo, el diagrama de cuerpo libre repre-
senta las .fuer::as externas que actúan sobre el cuerpo de una
persona durante la fase de despegue o ele propulsión al correr.
En este ejemplo, el «sistema» se define como la porción infe-
rior del tronco y las extremidades inferiores. Los vectores de
las rue rzas externas comprenden el peso de los segmentos cor-
porales combinados, que se han reducido a un solo vecLor
denominado peso corporal (PC) y las fuerzas de contacto. Las
fuerzas de contacto son las fuerzas de reacción del suelo
(FRS). en las direcciones vertical (Y) )' horizontal (X), y la
resistencia del aire (RA).
El sistema así descrito puede especificarse de modo dis-
tinto, dependiendo del análisis. Asumamos que Liene interés
examinar las principales fuerzas verticales que actúan sobre la
región del pie y el tobillo estando ele pumi llas (Fig. 4.7). El
sistema de imerés se redefine como el pie, y está representado
como un eslabón rígido simplifi cado aislado del resto del
cuerpo. El diagrama de cuerpo libre implica figurativamente
«cortar» la articulación. los efectos de la fuerza muscular sue-
len distinguirse de los efectos de otros tejidos blandos, como
la cápsula y los ligamentos articulares. Aunque se determine la
contribución de los músculos individuales que actúan sobre
una articulación, suele usarse un único vector de la fuerza
muscular resultame (FM) para representar la suma total de
todas las fuerzas musculares. Para completar el diagrama de
cuerpo libre. se muestran la fucru de reacción del suelo (FRS)
y el peso del pie (PP) de forma parecida a la descrita para el
análisis de la figura -t.6.
Como se ,.e en el diagrama de cuerpo libre en la figura 4.7 ,
se ident ifica una fuerza ele cotll<lCtO adicional: la fuerza de rcac-
d1i11 articular (FRA). El té rmi no reacción implica que una
superficie art icular empuja la oLrn superficie an icular con una
fuerzn igual y opuesta. La fuerza de reacción anicular reprc-
sema el efecLo acumulativo o neto de las ruerzas transmitidas
ele un segmemo a otro.5 Las fuerzas ele reacción articulares
están causadas sobre tocio por la activación ele los músculos}'
por la tensión pasiva ele los ligamentos estirados y la gravedad
(peso corporal). Las fuerzas pasivas de los tejidos blandos esti-
rados son relativamente pequenas en magnitud y a menudo se
excluyen del análisis.
Clrn icamenLe. reducir la fuerza ele reacción art icular es un
objetivo principal ele los programas ele Lrmamiento concebidos
parn aliviar el dolor y preven ir la degeneración articular. Con
frecuencia, los tratamiemos se encaminan a reducir las fuerzas
arllcularcs mediante cambios en la magnitud de la actividad
muscular }' sus patrones de acuvación o mediante una reduc-
ción del peso transmitido por una aruculación. Consideremos
el caso del paciente con osteoartritis en la articulación coxofe-
moral. La magnitud de la fuerza de reacción articular se
reduce haciendo que el paciente reduzca la velocidad de la
marcha, con lo cual disminuye la magnitud ele la activación
muscular. Como alternativa, puede usarse un bastón para
reducir las fue rzas que pasan por la articulación coxofemo-
ral.1 t Si la obesidad es un factor, se recom ienda un programa
para perder peso.
PASOS INICIALES PARA ESTABLECER UN DIAGRAMA DE
CUERPO LIBRE
Los elementos clave para empezar a resolver un problema
sobre movim iento humano pasan por la determinación del
propósito del análisis, identificar el cuerpo, e indicar todas las
FM i ! FRA
- - Articulación
del tobillo
FIGURA 4.7. Diagrama de cuerpo libre del sistema del pie. Aparecen
las siguientes fuerzas verticales: ruerza de los músculos ílexores plan-
tares (FM); fuerza de reacción anicular (FRA): peso del pie (PP) )'
íuerza de reacción del suelo (FRS). Los vectores no están dibtuados a
escala.

"'--'----=-.._...._ '------x
FIGURA 4.8. Diagn1mn de cuerpo libre en que se :usla el sisu:ma. como la combinac1t111 del pcst' y el brazo dere-
cho: fuerza resultante de los músculos abductores del hombro (FM): fuerza de reacción de la an iculm:1ó11 gle-
nohumeral (FRA); peso del brazo (PB); y peso de 1<1 n1rga (PC). El eje de rotación se mucstrn como un circulo
rojo hueco en la :miculaciün glcnohumeral. (Modificado de LeVcau BF: \\lillimns é.v Liss11('1''.' 8i(l11Jl'dra11ics o/
ffurnan Motio11. 3:' cd. Filadelfia. WB Saunclers. 1992.)
fuerzas que actúan sobre ese cuerpo. El siguiente ejemplo pre-
senta los pasos para ayudar a la consuucción de un diagrama
de cuerpo libre.
Consideremos la situación de una persona que levanta hue-
ralmenle un peso, como se ve en la figura 4.8. Se asume que
este sistema está en equilibrio estático, y la suma ele LOclas las
fuerzas y momentos opuestos son iguales. Un objetivo del
análisis podría ser determinar cuánta íuerza muscular se
requiere para que los músculos abductores de la articulación
glenohumeral mantengan el brazo a 90 grados de abducción;
otro objetivo pod1ía ser determinar la magnitud de la fuerzn
de reacción de la articulación glcnohumeral durante esta
misma actividad.
Paso/, al establecer el diagrama de cuerpo libre. es identi-
ficar )' aislar el sistema considerado. En este ejemplo, el sis-
tema es la combinación del peso y tocio el brazo.
El paso 11 consiste en establecer un marco ele referencia que
permita idemificar la posición y movimiento ele un cuerpo
respecto a un punto, localización o eje conocidos (ver Fig. 4.8,
referencia X-Y). En el siguiente apartado se dan más detalles
para establecer un marco de referencia.
El paso 111 muestra las fuerzas internas y externas que
actúan sobre el sistema. Las fuerzas internas son las produci-
das por el músculo (FM). Las fuerzas externas son la tracción
gravitatoria del peso de la carga (PC) )'el peso del brazo (PB).
Las fuerzas externas aparecen cliblüaclas en la figura en el
punto aproximado de aplicación. La localización del vector
(PB) actúa en el centro de masa de la extremidad superior y se
determina con datos antropométricos, como los que aparecen
en el Apéndice lA.
L'I dirección de la FM interna se dibuja en una dirección
opuesta al movimiento potencial producido por las fuerzas
externas. En este ejemplo, la rotación producida por las fuer-
zas externas, el PB y el PC junto con sus brazos de palanca,
tiende a mover el brazo en sentido horario o en aducción. Por
tanto, la línea de fuerza ele la FM. combinada con su brazo de
Cuprlu/o ·I />1111, '/"''' '11cmwrnnicfü 67
PC
PB
palanca, tiende a girar el brazo en sentido antihorario o en
abducción.
El paso IV del procedimiento consiste en mostrar las fuer-
zas de contacto que actúan sobre el sistema. Como se asume
que es1e sistema está en eq uilibrio estático, se pasan por alto
las fuerzas de contncto corno la resistencia del aire. Otra fuerza
ele contacto que se considera es un empuje o trncciLin apl ica-
dos sobre la cara externa del cuerpo, como l;i resistencia
manual de un terapeuta o un jugador contrario en una prucbn
deportiva. En este ejemplo, In única fuerza de contacto rele-
vante es la fuerza de reacción articular (FRA) creada en la arti-
culación glenohumeral. Inicialmente, la dirección de la íuerza
nrticular tal vez no sea conocida. pero. como se explica m:is
tarde, suele dibujarse en una dirección opuesta a la dirección
ele la fuerza muscular dominante. La dirección precisn de In
FRA se deLermina después del nnálisis estático >' ele calcular las
variables desconocidas. Este método ele análisis se expone
detall<iclamente en el apartado siguiente de este capítulo. El
cuadro resume los pasos délve para establecer el diagrama ele
un cuerpo libre.
Pasos iniciales para establecer un diagrama de cuerpo libre
Paso /: Identificar y aislar el sistemél.
Paso 11: Establecer un marco de referencia.
Paso 111: Ilustrar las fuerzas internas (muscular) y externas
(gravitatoria) que actúan sobre el sistema.
Paso IV: Ilustrar las fuerzas de contacto que actúan sobre el
sistema, que suelen incluir la fuerza de reacción articular.
MARCOS DE REFERENCIA
Para describir con precisión el mo\•imiemo o determinar fuer-
zas desconocidas. hay que establecer un sistema de referencia
y un sistema de coordenadas asociado. Esta información per-
mite obtener la posición )' dirección de movimiento ele un
cue rpo, un segmento o un objeto respecto a cieno punto,
68 Sccc11i11 1 Trmns rs~nr1C1k~ de /11 w11·si1iltt,~lu
A Sistema dl' B Si~lcnrn de
1·cfcrcncia relalh o y r efcr cnciu uhsoluto
localización o eje de rolación conocidos de un segmemo. Si no
se identifica un marco de referencia y un sislema de coordena-
das, resulla muy difícil interprelar y comparar mediciones en
los ámbitos clínico y de invesligación.
Se eslablece arbitrariamente un sistema de referencia dcn-
lro o fuera del cuerpo. Los sisLcmas de referencia usados para
describir la posición o el movuniemo deben considerarse en
su aspecto relativo o global. Un sistema de referencia relativo
describe la posición de un segmento corporal respecto a un
segmemo adyacenle, como el pie respeclo a la pierna, el ante-
brazo respcclo al brazo, o el Lronco respecto al muslo, como
se mueslra en la figura 4.9A. Se realiza una medición compa-
rando el movimiento emre un punto anatómico ele referencia
o las coordenadas de un segmemo con el pumo anatómico de
referencia o las coordenadas ele un segundo segmemo. En la
práctica cllnica la goniometría aporta un ejemplo de un s1s-
lema de coordenadas relalivo. La ampli tud del movimiemo ele
la articulación del codo, por ejemplo, describe una medición
que usa un sistema relativo de referencia definido por los ejes
mayores de los segmemos del brazo y el antebrazo, con un eje
de rotación que atraviesa el codo.
No obstanLe, los sisLemas de referencia relfüivos carecen de
la información necesaria para definir un movimiento respecto
a un pumo fijo , o su local ización en el espacio. Para analizar
el movimiento respeclo al suelo. la dirección de la gravedad ,
u Olro tipo de marco de referencia exlerno en el espacio, hay
que definir el siswma de referencia absoluto o de laboratorio. La
posición del tronco con respecLo a una referencia horizontal es
un ejemplo de una medida hecha con respecto al sisLema de
referencia absoluto (Fig. 4.9B).
FIGURA 4.9. Dos tipos de sistemas de referencia. A,
Describe un sistema de referencia rcla1ivo donde el
tronco gira 100 grndos respecto al muslo. B, Describe un
sistema de referencia absoluto donde el 1roncC1 gira 65
grados respecto al plano horizontal (X).
La elección de un sistema ele referencia u otro ciará resulta-
dos diferentes. La figura 4.9 muestra el empleo de un sisLema
de referencia absoluto y otro relativo para describir la posición
del tronco durame la actividad ele levamarse de una silla, si
bien los resultados son distintos. El uso de dos sistemas de
referencia diferenciados para describir la misma «instantánea»
de una actividad, con distintos resultados, pone de manifiesto
la importancia ele idemificar el sislema de referencia cuando se
describa el movimiento humano.
Ya se mida el movimiento mecl iame un sistema ele referencia
absoluto o relativo, la localización de un punto o segmento en
el espacio se especifica usando un sisLema de coordenadas. En
el análisis del movimiemo humano, el sistema de coordenadas
cartesiano es el más empleado. El sislema cartesiano utiliza coor-
denadas para localizar un punto en un plano mediante la iden-
tificación de la disLancia emre el punto y cada una de las dos
líneas imersectadas o, en el espacio mediante la distancia a cada
uno de los tres planos que se imerseccionan en un punto. Por
tanLo, este sisLema es bidimensional (2D) o tridimensional (3D).
Un sistema 20 se define mediame dos ejes imaginarios perpen-
diculares entre si. Los dos ejes (X, Y) suelen colocarse de modo
que uno sea horizontal (X) y el oLro venical (Y), aunque se los
puede orientar de manera que faciliLen soluciones cuantitalivas.
Suele usarse un sisLema 20 cuando el movimiento que se des-
cribe es prcdominamemente planar (es decir. en un plano).
como la flexión y extensión de la rodilla durante la marcha.
En la mayoria de los casos, el moviimento humano se pro-
duce en más de un plano. Incluso la rodi lla. cuyo movimienLo
se considera que se produce predominantemente en el plano
sagital durame la marcha, también experimenta pequeñas

A FA
FIGURA 4.10. Composición vectorial ele fuerzas paralelas, coplanares. A, Dos vectores de fuerza actúan sobre la rodilla; el peso del segmento
(pierna) (PS) y el peso de la carga (PC) aplicada en el tobillo. Estas fuerzas se suman para determinar la fuerza resultante (FR). El signo nega-
tivo indica tracción descendente. B, El peso de la cabeza (PCa) y la fuerza de tracción (FT) actüan sobre la misma linea pero en direcciones
opuestas. La fuerza resultante (FR) es la suma algebraica de estos vectores.
rotaciones en los planos horizontal y írontal. Para describir
adecuadamente los movimientos que se producen en más de
un plano, se necesita el sistema de reíerencia 30. El sistema
30 tiene tres ejes, cada uno perpendicular u ortogonal respecto
a los otros. En contraste con la descripción planar del sistema
20, las coordenadas en un sistema 30 dete1m inan cualquier
pun to o vector en el espacio respecto a los ejes X, Y y Z.
Un sistema de coordenadas tiene que indicar la di rección del
movimiento y su posición, tanto en un sentido lineal como rota-
cional. Por convención, la mayoría de los sistemas de coordena-
das se diseiian de modo que los movunientos lineales hacia la
derecha, aniba y adelante se definen como positivos, mientras
que los movimientos a la izquierda, abajo y atrás son negativos.
La dirección de una íuerza que produce un movimiento se
deíine mediante la dirección en que se acelera el objeto. Los
movimientos rotatorios o angulares se describen en el plano
(sagital, írontal, horizomal) en que se mueve un segmento, que
es perpend icular al eje de movimiento. La dirección de la rota-
ción de un segmento puede describirse en sentido horario o en
anlihorario, o como flexión o extensión (ver Cap. 1), depen-
diendo de la situación. En este libro, la dirección del momento
que produce una rotación está dete1111inada por la dirección (p.
ej., antihorario, flexión) del segmento que se acelera. Una con-
vención más matemática para determinar la dirección de un
momento recurre a la regla de la mano derecha.s Esta convención
se describe en el Apéndice 1B.
En conclusión, el análisis 30 es más complejo q ue el análi-
sis 20, pero o frece u n perfil más exhaustivo del movimiento
humano. Hay íuentes excelentes que describen las técnicas
para realizar análisis 30, y algunas de estas reíerencias se
hallan al íinal del capítulo. l.3.17.18 El análisis cuantitativo
expues10 en este texto se centra en las técnicas de análisis 20.
Representación de fuerzas
Las fuerzas se representan mediante vectores, de distintas
maneras dependiendo del contexto del análisis. Varios vectores
Capllu lo 4 Pnnupws bio111cw11icus 69
0 1 FT - PCa =FR 1
l ~erza
FT
+FR
de tracción) (fuerza resulla11le)
1~: ~~1 .
B
pueden combinarse y representar un único vector. Este método
& representación se denomina composición vectorial. Como
alternativa, un solo vector puede «descomponerse» en varios
componentes. Esta técnica se denomina resolución vectorial.
La representación de vectores median te la composición y
resolución aporta los medios para comprender cómo las íuer-
zas rotan o trasladan segmentos corporales y causan rotación,
compresión o d istracción de las superíicies articulares.
La composición y resolución de fuerzas se consigue
mediante métodos gráíicos de análisis o trigonometr!a de
ángulos rectos. Estas técnicas son necesarias para representar
y calcular las íuerzas articulares y musculares.
METODOS GRÁFICOS DEL ANÁLISIS DE FUERZAS
Composición de las fuerzas
La composición vectorial permite combinar ele forma senci lla
y gráfica varias ruerzas copla nares paralelas en una sola Juuzn
resultante (Fig. 4.10) En la figura 4. lOA, el peso del segmento
de la pierna (PS) y el peso de la carga (PC) se suman gráíica-
mente con una regla y un factor de la escala dele1minaclo para
los vectores. En este ejemplo, la íuerza resultante (FR) actúa
hacia abajo y tiene tendencia a la distracción (separación) de
la articulación de la rodilla, si no se le oponen orras fuerzas.
La figura 4. lOB muestra un aparato de tracción cervical que
emplea un sistema de poleas lastradas, que actúa en dirección
opuesta a la fuerza creada por el peso de la cabeza. Una suma
sencilla nos da el valor de la íuerza resultante. El signo posi-
tivo de la FR indica u na ligera fuerza neta de distracción
ascendente sobre la cabeza y el cuello.
Los vectores de foerzas que actúan sobre el cuerpo pueden
ser coplanares, pero no siempre actúan en paralelo. En este caso,
los vectores individuales se construyen mediante el método del
po/rgono. La figura 4.11 muestra cómo el método del pol!gono se
aplica a un modelo en el plano fromal para calcular la íuerza de
reacción sobre una cadera protésica en apoyo monopodal. Con
las flechas de longitud proporcional a la magnitud y en la orien-
70
PC
A B
FIGURA 4.11 . A, Tres fuerzas actúan sobre la pelvis de una persona
en apoyo monopodal sobre una prótesis, a saber, fuerza ele los abduc-
tores ele la cadera (FAC). peso corporal (PC) >' fuerza de reacción de
la prótesis (FRP). B, El método del polígono (de la «punta a la cola•)
se emple;i para detenrnnar la magnitud y dirección de la FRP, bas:\n-
dose en la magnitud )' elirecc1ón de la FAC )' el PC. (De Neumann
DA: H1p abductor musde activ1t)' in persons who walk wi1h a hip
prothes1s while using a cm1e and carrying :i load. Phys Tlicr 79:1 163-
1176. 1999, con autorización de la Physic:al Therapy Associatíon.)
tación correcta, los vectores del peso corporal (PC) y la fuerza de
abducción de la cadera (FAC) se suman de fo1111a que una se
dibuja con su origen en el extremo de la anterior (Fig. 4 llB).
El efecto combinado de los vectores del PC y la FAC se deter-
mina poniendo el origen del vector de la FAC en la punta del
vector del PC. Completando el polígono obtenemos la íuerza de
reacción de la prótesis (FRP), que muestra su magnitud y direc-
ción (ver Fig. 4.118, línea de puntos). En este caso, el vector
resultante representa una íuerza de reacción y, por tanto, se
dirige en un sentido opuesto a la suma de los otros dos vectores.
También puede consu-uirse un paralelogramo para determi-
nar la resultante de dos fuerzas coplanares pero no paralelas.
En vez de situar los vectores uno a continuación del otro,
como se expuso en el ejemplo anterior, el vector resultallle se
obúene dibujando un paralelogramo basado en la magnitud y
dirección de los dos vectores de fuerza que lo componen. La
fi gurn 4.12A nos da un ejemplo del método del paralelogramo
para combinar varios vectores en uno resultante. Los vectores
de fuerza F1 y F2 (ílechas negras) se generan por la tracción de
los músculos nexor profundo y superficial de los dedos en su
Lrayecto palmar (anterior) a la articulación metacarpoíalán-
gica. La diagonal. que se origina en la imersccción de F1 )' F2,
representa la fuerza resultante (FR) (ver Fig. 4.12A, ílecha roja
gruesa). Debido al ángulo entre F1 }' Fi, la fuerza resultante
tiende a separar los tendones de la articulación. Cl ínicamente,
este fenómeno se describe como la fuerza en arco de Jlrdw por
el aspecto que tienen los tendones parecido a una cuerda
conectada cm re los dos extremos de un arco. En la anritis reu-
maLoide, la fue rza en arco de ílecha puede romper los liga-
mentos >' luxar las aniculaciones metacarpofalángicas (Fig.
4.12B).
En muchos casos, sobre todo cuando se analizan las fue r-
zas musculares. el mét0do del paralelogramo puede descri-
birse como un rectángulo. de modo que las componentes de
la fuerza resultante se orientan perpendicularmente cnt re sí.
Como se aprecia en la figura 4.13, las dos fuerzas perpendicu-
lares se denominan componcnlcs normal _v tc111gcm:ie1l (FMN
y FMr). la hipotenusa del triángulo rectángulo es la fuerza
muscular resultante (FM).
En (esumen, cuando dos o más fuerzas aplicadas sobre un
segmento se combinan en una sol::i fuerza resultante, la mag-
nitud de la fuerza resultante se considera igu;'ll que la suma de
los vccLOres que la componen. La fuerza resultante se deter-
mina gráficamente tal y como se resume en el cuadro.
Resumen de la composición grMica de los vectores de fuerza
• Pueden combinarse vectores de fuerzas paralelas mediante
una sencilla suma de vectores (f-ig. 4.10).
• Pueden componerse vectores de fuerzas coplanares no
pamlelas mediante el método del polígono (Fig. 4 .11)
o el mé1odo del paralelogramo (Figs. 4.12 )' 4.13).
Resolución de las tuerzas
La sección anterior incide en el método ele composición ele las
fuerzas, donde las fuerzas coplanares múltiples que actúan
sobre un cuerpo son reemplazadas por una sola íucrza resul-
tante. En muchas siluaciones clínicas, conocer el efecto de los
componentes mdividualcs que producen la fuerza resultante
puede ser más relevante para elllender el impacto de estas
fuerzas sobre el movimiemo articular y la carga de las articu-
laciones, así como para desarrollar estrategias especificas de
tratamiento. La resolución vectorial es el proceso consistente en
remplazar una sola fuerza resultante por dos o más fuerzas
que, cuando se combinan. son equivalentes a la fuerza resul-
tante original.
Una de las aplicaciones más útiles de la resolución de fuer-
zas comprende la descripción y el cálculo de las componentes
rectangulares de una fuerza muscular. Como se aprecia en
la figura 4.13, las componentes rectangulares de la fuerza
muscular son perpendiculares emre si y se denominan compo-
nentes normal y Langencial (FMN y FMr). La componente nor-
mal representa la componeme de la fuerza resultante del mús-
culo que actúa perpendicularmente al eje longitudinal del
-
 ((1¡111t1/o ·/ l '1111t 1pws hwmcrnnicos 71

-,::o--- Ligamentos colaterales

estirados

FIGURA 4.12. A, Se i:mplea i:I

método del paralelogramo
para ilustrar el efcc10 de dos
vectores de fuerza (F1 >' F2).
producidos por la comracc1011
de los músculos ílexorcs
A superficial }" profundo de los
Luxación palmar dedos sobre la aniculacron
de la articulación Ligamentos mc1acarpofalangica (MCF). El
metacarpofalángica __ colaterales rotos 1•ecwr de la fuerza rcsultamc
,
1
(FR) genera una fuerza de
, arqueamiento sobre los tejidos
_,.,,,,."' .... ' conjuntil'os de la ani cu l acit~ n
/
MCF. B. En un dedo con anri-
/~ 'l lis reumatoide, la fuerza resul -
/
, '
tante, con el tiempo. puede
, ~"
,, romper los ligamcmos r causar
/,1
/
luxación palmar de la arttcula-
.,,,"' l\ c1ón me1acarpofalangica.
,~ '

segmento corporal. Dacio el brazo de palanca del momento
interno (ver Cap. 1) asociado con esta componente de fuerza,
un efecto de la fuerza normal de un músculo es la rotación (es
decir, produce un momento). La fuerza normal también puede
causar una traslación del scgmemo corporal.
La componeme tangencial representa la componeme de lri
fuerza resultante del músculo que se dirige paralelamente al
eje longiwdinal del segmemo corporal. El efecto de esta fuerza
es comprimir)' estabilizar la an iculación o. en algunos casos.
distraer o separar los segmemos que forman la articulación . la
componente tangencial de una fuerza muscular no produce
un momemo cuando pasa por el eje de rotación, ya que no
1iene brazo de palanca (ver Fig. 4.13, FMT). L'l tabla 4.3
resume las características de las componentes tangencial y
normal de la fuerza de un músculo. como en la figurn 4. 13.

Componente normal Componente tangencial

Actúa perpendiculannente Actúa en paralelo a un

a un segmento corporal segmento óseo
A menudo representada por FN, A menudo representada
pero también puede serlo por Fr. pero también puede
por Fv, según la elección del serlo por Fx, según la elección
sistema de referencia del sistema de referencia
Puede causar rotación y/o Puede haber traslación como
traslación: compresión o distracción
Puede haber rotación si el enlre las superficies
brazo de palanca > O articulares
FIGURA 4.13. La fuerza muscular (FM) producida por el músculo Puede haber traslación como
brnquiorradial se representa como la hipotenusa (diagonal) del rec- compresión, distracción
tángulo. La fuerza normal (FMN) }' la fuerza tangencial (FMr) 1am- o cizallamiento entre las
bién aparecen. El brazo de palanca del momento interno (BMI) es la superficies articulares
distancia perpendicular entre el eje de ro1ación (círculo rojo) >' FMN.
72 Sección 1 Tt'11111s csr11cinks de lc1 tincsiologw
íM
A externo, las fuerzas externas producen un 1110111c11to exlcrno. Por
PC
FM
Eje de
rotación
B tra la fuerza del músculo bíceps (FM) en cuatro posiciones dis-
PCr
PS
PC
Diagrama de cuerpo libre
FIGURA 4.14. Resolución de las fuerzas internas (en rojo) y las fuer-
zas externas (en negro) de una persona que realiza un ejercicio de
extensión isométrica de la rodilla. A, Se describen los sigutemes vec-
Lores de fuerza resultantes: fuerza muscular (FM) de los extensores de
la rodilla; peso del segmento de la pierna (PS), y peso de la carga (PC)
aplicada sobre el tobillo. B, El diagrama de cuerpo libre muestra los
vectores resultantes en sus componenles rectangulares: componente
normal de la fuerza muscular (FMN); componente tangencial de la
fuerza muscular (FMr); componente normal del peso del segmento
(PSN); componente tangencial del peso del segmento (PSr); compo-
nente normal del peso de la carga (PCN), y componente tangencial
del peso de la carga (PCr). Tanto en A como en B. los círculos abier-
tos en rojo marcan el eje transversal de roLación de lit rodilla.
Repárese en que el sistema de referencia XV está girado de modo que
las fuerzas tangenciales se orientan en la d irección X, y las fuerzas
normales se orientan en la dirección Y. (Los vectores no aparecen
dibujados a escala).
Comparación de las tuerzas y momentos internos freo/e a los
externos
Los ejemplos presentados has1.a este punto sobre los mélodos
para descomponer las fuerzas en las componentes nom1al y tan-
gencial se han cemrado en las fuerzas y momentos producidos
por el músculo. Como se <lesc1ibe en el capitulo 1, los múscu-
los. por definición, producen fuerzas o momentos internos. La
descomposición de fuerzas en las componentes nmmal y tan-
gencial también puede aplicarse a las fuerzas externas que actúan
sobre el cuerpo humano. como las de la grnvedad, la carga o
peso externos, y la resistencia manual aplicada por un fisiolera-
peULa. En presencia de un brazo de palanca del momento
lo general. en la condición de equilibtio. el momento externo
actúa sobre el eje de rotación de la articulación en la dirección
opuesta a un momento interno dado.
La fi gura 4.14 ilustra la resol ución de las fuerzas externas e
imernas para una persona que está realizando un ejercicio de
extensión isométrica de la rodilla. Tres fuerzas resultantes se
muestran en la figura 4. l 4A: la fuerza de los músculos exten-
sores de la rodilla (FM), el peso del segmento de la pierna (PS)
y el peso de la carga externa (PC) aplicada sobre el tobillo. El
peso del segmento de la pierna y la carga externa actúan en los
cemros de masas respectivos. La figura 4.146 muestra las fuer-
zas internas resultantes y las fuerzas externas divididas en sus
componentes normal y tangencial.
Influjo del cambio del ángulo articular
La magnitud rel:::ttiva ele las componentes normal )' tangencial
de la fuerza aplicada sobre un hueso depende de la posición del
segmento de la extremidad. Consideremos primero cómo el
cambio de la posición angular de unn articulación altera el
ángulo ele inserción del mt,sculo (ver Cap. 1). La figura 4.15 mues-
tintas de la articulación del codo, cada una con un ángulo dis-
linto de inserción (a) en el antebrazo. Cada ángulo de inserción
provoca una combinación diferente de las componentes tangen-
cial (FMr) y normal (FMN). Las fuerzas tangenciales crean fuer-
zas de compresión o distracción en el codo. Al actuar con un
brazo de palanca (BMI), las fuerzas nonnalcs también generan
un momento interno (es decir, rotación potencial) en una arti-
culación. Como se muestra en la figura 4. l 5A, un ángulo de
inserción relativamente pequeño favorece una fuerza tangencial
relativameme mayor, que dirige un mayor porcemaje de la
fuerza muscular total para comprimir las superficies articulares
del codo. Como el ángulo de inserción es inferior a 45 grados,
la fuerza langencial supera la fuerza normal. En un ángulo de
inserción de 45 grados, las fuerzas tangenciales y normales son
iguales, siendo cada una en torno al 71 % de la resultante.
Cuando el ángulo de inserción del músculo alcanza 90 grados
(Fig. 4.15B), se dispone del 100% de la fuerza total para girar la
articulación y producir un momento.
Como se aprecia en la figura 4. 15C, la magnitud de las
componentes de Ja fuerza continúan cambiando mientras pro-
sigue Ja flexión del codo. El ángulo de inserción de 135 gra-
dos produce componentes iguales de fuerza tangencial y nor-
mal, cada una en torno al 71 % de la resultante. Como
la fuerza tangencial se aleja ahora de la articulación, produce
una fuerza de distracción o separación sobre la articulación.
Cuando el ángulo de inserción supera los 135 grados
(Fig. 4.15D). la componente tangencial supera la com ponente
normal.

A FM
FIGURA 4.15. La variación del ángulo FMr
anicular del codo altera el ángulo de
inserción (a) del músculo en el antc-
bnizo. Estos cambios a su vez alteran
la magnitud de las componentes nor-
mal (FMN) y tangencial (FMr) de la
fuerza del músculo bíceps (FM). La
proporción de FMN y Hlr respecto a
la FM aparece en los cuatro recuadros:
A. Angulo de inserción de 20 grados. a•20º
B, Ángulo de inserción de 90 grnclos; FM..-.94(FM)
FMN• ,34(FM)
C. Angulo de inserción de 135 grados:
)' D, ángulo de inserción de 165
grados. El brazo de palanca del
momento interno (BMI) aparece dibu-
jado con una línea negra, que se
extiende del eje de rotación a la inter-
sección perpendicular con la FMN. El íM
BMI se mantiene constame de A a D C o
(Modificado de Le\'eau BF. Williams &
L1ss11crs 810111eclia11ics of Human 1\1011011,
J.• ecl. Filadelíia, \VB Saunders, 1992.)
En la figura 4.15A a D, el momemo interno es el producto
de la FMN y el brazo de palanca del momento interno (BMl).
Como la FMN varía con los cambios en el ángulo de inserción,
la magnitud del momemo interno cambia naturalmente
durante la amplitud del movimienLo. Este concepto ayuda a
explicar por qué las personas tienen más fuerza en cienos
pumos de la amplitud del movimiento articular. La capacidad
del músculo para generar momento depende no sólo del
ángulo de inserción y de la magnitud de la FMN, sino también
de otros factores fisiológicos expuestos en el Capítulo 3, como
la fuerza muscular, el tipo de activación (isométrico, concén-
trico o excéntrico) y la velocidad de activación del músculo.
Los cambios del ángulo articular también afectan al extremo
externo o de «resistencia» del sistema musculoesquelético.
Volviendo al ejemplo del ejercicio de extensión isométrica de la
rodilla, la figura 4.16 muestra cómo un cambio del ángulo
anicular de la rodilla aíecta a la componeme normal de las fuer-
zas externas. El momento externo experimemado por la persona
que hace ejercicio es igual al producto del brazo de palanca del
momento externo (BME) por Ja componente normal de las fuer-
zas externas (PCN o PSN). En la figura 4 .16A no hay momento
externo en el plano sagital porque los vecLores de fuerza PS y PC
atraviesan el eje de roLación y, por tanto, no tienen brazo de
palanca. La figura 4.16B }' C muestran cómo se aplica una fuerza
exlerna mayor sobre la persona con la rodilla extendida por
Co¡11111lo -1 P1111ci¡110.' hiomccci11icos 73
B FM-=FMi.
a=90º
FMr~O(FM)
FMN= 1,00(FM)
FM
n=165º
Cl=135º
FMr=,97(FM)
FMr=,71 (FM)
FMN=,26(FM)
FMN=,71(FM)
completo en comparación con la rodilla flexionada 45 grados.
Aunque las fuerzas externas PS y PC sean las mismas en los tres
casos, el momento exLerno es mayor cuando la rodilla está com-
plelamente extendida. Como principio general, el momento
externo aplicado sobre la articulación es máximo cuando el vec-
tor resullante de las fuerzas externas es perpendicular al hueso
o al segmento corporal en un ángulo recto.
METODOS ANALÍTICOS DEL ANÁLISIS DE FUERZAS
Hasta el momento, la composición }' resolución de un sistema
de fuerzas se describe sobre Lodo mediante un método gráfico
para deLerminar la magnitud de las fuerzas. Un defecto de este
método es que requiere un alto grado de precisión para repre-
sentar con exactitud las fuerzas analizadas. En la solución de
problemas que implican componentes rectangulares, la «trigo-
nometría de ángulos rectos» proporciona un método más pre-
ciso para el análisis de fuerzas. Las funciones trigonoméLricas
se basan en la relación que existe entre los ángulos }' lados de
un triángulo rectángulo. Para la revisión de este material remi-
timos al Apéndice lC.
Comparación de dos métodos para determinar el momento
articular
En el contexto de la cinesiología, un momenco es el efecto de
una fuerza que tiende a mover un segmento corporal sobre un
74 Secció11 I Temas rsrncialcs de la ci 11csiología

A 90º de fl exión B 45º de fl exión e ou de flexión (exlensión completa)

BMl2

PC
PC
BMl=ll
FIGURA 4.16. Una variación del :.íngulo articular de la rodilla afecta a la magniwd de la componente normal de las.fuerzas l'Xtcmas generadas
por el peso del segmento de la pierna (PS) y el peso de la t:lrga (PC) aplicada sobre el tobillo. L1s componentes normales de PS y PC se mani·
Íiesum como PSN y PCN, respectivamente. Se experimentan distintos momentos externos con disli111os ángulos de lii rodilla. Los momentos exter-
nos máximos se generan cuando la rodilla emí completameme extendida (C), dado que PSN y PCN son más grandes e iguales a la magnitud
completa de PS }' PC, respectil·amente. No se producen mome111os externos cuanrlo la roclill;i se ílcxiona 90 grados (A), yii que PSx y PCNson
igu;iles a cero. (BM l1 es igual al brazo de palanrn del momento externo de PSN; 13M li es igual al b1<1zo de palane1 del momcnw externo de PC 1.)

eje de rotación articular. El momento es el equivalente rotatorio
de una fuerza. Matemáticamente, el momento es el producto
ele una fue rza y su brazo de palanca, )' tiene unidades de Nm.
El momento es una cantidad vectorial, con magnitud y di rec-
ción.
los dos métodos para determinar el momemo ofrecen
idénticas soluciones matemáticas. Los métodos se aplican al
momento interno y al externo, asumiendo que el sistema en
cuestión está en equilibrio rotacional (es decir, la aceleración
angular en la artic\.tlación es igual a cero).
Momento interno
El primer método para determinar el momenro imerno apa-
rece en la figura 4.18 (letras en negro). El momento interno se
describe como el producto de la FMN (la componente normal
ele la fuerza muscular resultante IFM ] por su brazo de palanca
[BMI1 ]) El segundo método, en letras en rojo en Ja figura
4. 18, no requiere la fuerza resultante y su descomposición en
componentes rectangulares. En este método, el momento
interno se calcula como el producto ele Ja fuerza resultante
(FM) y el BM!i (es decir, el brazo de palanca del momento
interno que se extiende entre el eje de rotación y una intersec-
ción perpendicular a la FM). Ambos méLodos clan el mismo
momento interno, porque ambos cumplen la definición de
un momento (es decir, el producto de una fuerza y su brazo
de palanca asociado). La fuerza y el brazo ele palanca asociaclo
de cualquier momento dacio debe11 i11lersecarse en un ángirlo de 90
gracias.
Momento externo
La l'i gura 4. 19 muestra un momento externo aplicado en el
codo mediante una resisLencia producida por un cable (des-
crito como R). El peso del segmento corporal se pasa por alto
en este ejemplo. El primer método para determinar el
momento externo se ofrece en letras negras. El momento
externo se muestra como el producto ele RN (la componente
normal ele la fuerza resistiva del cable) por su brazo ele palanca
(BME1) El segundo método, en letras rojas, emplea el pro-
cluclO ele la fuerza resistiva resultante del cable R y su brazo de
palanca (BlvlEi). f\ l igual que con el momento interno, ambos
métodos dan el mismo momento externo porque ambos cum-
plen la definición de momento (es decir, el producto ele una
fuerza ele resistencia [externa! y su brazo ele palanc<i asociado).
Aspectos clínicos relacionados con la tuerza
y el momento articulares
«Protección» articular
Algunos Lratamientos en medicina rehabili1 aclora se encami -
nan a reduci r la magnitud de la fuerza sobre las superficies
articulares durante la práctica ele una actividad física. El pro-
pósito ele este tratamiento es proteger una aniculación debili-
tada o dolorosa frente a fuerzas grandes )' potencialmente
dañinas. Este resultado se consigue reduciendo la velocidad
del movimiento (potencia), mediante la absorción ele choques
(p. ej., calzado acolchado) o limitando las demandas de fuerza
mecánica impuestas al múscu lo.
Reducir al mínimo las fuerzas articulares ele origen muscu-
lar puede ser importante para personas con prótesis o reem-
plazo anicu\ar artificial. A las personas con sustitución ele
cadera, por ejemplo, se les suelen aconsejar formas para redu-
cir al mínimo grandes fuerzas innecesarias producidas por los
músculos abductores ele la caclera.9.10.12 La figura 4.22 mues-
tra una sencilla representación esquem<itica de la pelvis y el

- -
f>"°lJ N-;f"°ÓDE 1 N T I1J R I~ s 4. 5
Diseño de ejercicios resistidos para igualar los momentos
Internos y externos potenciales
El concepto de alterar el ángulo de una articulación suele
utilizarse en los programas de ejercicio para ajustar la magnitud
de la resistencia experimentada por el paciente o cliente. Suele
ser deseable diseñar un programa de ejercicios para que el
momento externo se ajuste al momento interno potencial del
músculo o grupo muscular. Consideremos una persona que prac-
tica un ejercicio de «flexión de bíceps» como en la figura 4.17A.
Con el codo flexionado 90 grados. los momentos interno y
externo potenciales son máximos, ya que el producto de cada
A FM
BME
PC
B
FM
BME
PC
fémur en apoyo monopodal sobre la exLremidad inferior dere-
cha que tiene una cadera protésica. La instantánea de la fase
de apoyo monopodal de la marcha asume una condición ele
equi librio estático (es deci r, la pelvis no experimenta acelera-
ción respecLo al fémur) . Para mantener el equilibrio en el
plano frontal, hay que equilibra r los momentos interno (en
semido anlihorario) y externo (en sentido horario) en la
cadera ortostática: el producto de la fuerza de los abducLOres
de la cadera (FAC) por su brazo de palanca D debe ser igual al
peso corporal (PC) por su brazo de palanca D1, o FAC x D =
PC X Di. El brazo de momento externo de la cadera tiene una
longitud casi el doble que la del brazo de momento interno.
La disparidad ele la longiLud ele los brazos de palanca requiere
que la fuerza muscular sea casi el doble que la fuerza del peso
corporal con el fin de mantener el equilibrio. En Leoría, reclu-
Cap1111/c1 .¡ P1mupios l>i<llllt'(<lllin1~ 75
- - - - - - - - - - .=----- - - - - - - - - - - - .. ..,
)
fuerza resultante (FM y PC) y sus brazos de palanca (BMI y BME)
son máximos. En esta posición única del codo, los momentos
interno y externo son máximos y están ajustados óptimamente. A
medida que se altera la posición del codo en la figura 4.178, el
momento externo se mantiene máximo. A medida que el codo se
acerca a la extensión, el ángulo de inserción del músculo y la
fuerza muscular normal (FMN) se reducen, con lo que decrece el
potencial para generar momento interno. Una persona con debili·
dad significativa del músculo flexor del codo tal vez tenga dificul-
tad para sostener un objeto en la posición B. aunque quizá no la
tenga en la posición A.
FIGURA 4.17. El cambio cid anguk) clr ílcx1on del codo ahcra los
momentos interno )' externo. A, L1 pos1c1on de 90 grados del codo
aumcma al máximo el momento interno y el externo. B, Con el codo
cercano a la extensión, el momento externo se mantiene máximo. si
bien se reduce el momcn10 interno (es decir, el producto de la FMN y
el BMI). (FM es la fuerza muscular; FMN es la componente normal de
la fuerza muscular; BMI es el brazo de palanca del momemo interno;
PC es el peso de la carga; BM E, es el brazo de palanca del momento
ex1erno.) (Modificado de LeVeau BF: Wi//iams &· Lissners Biomuhm1ics
o( Human Molion , 3.' ed. Filadelfia. WB Saunders, 1992.)
cir el peso corporal excesivo, llevando pesos más ligeros, o lle-
vando cargas de ciena forma, puede reducir el brazo ele
palanca del momento externo en la cadera.9 l a reducción de
momentos exLernos innecesariamenle grandes puede reduci r
las demandas innecesarias de fuerza a los abductores de la
cadera y a las caderas protésicas.
Cienos procedimientos onopédicos ejemplifican cómo se uti-
lizan los conceptos de protección articular en rehabilitación.
Consideremos el caso de una osteoartritis grave de cadera que
provoca la destrucción de la cabeza del fémur y una reducción
asociada del tamaño del cuello y cabeza femorales (Fig. 4.23A).
La pérdida ósea aco11a la longitud del brazo de palanca del
momemo interno (D) disponible de los músculos abductores de
la cadera: por tanto, se generan mayores fuerzas musculares y
arLiculares para mamener el equilibtio en el plano frontal. Un
76 Sección 1 Temas esenciales de la cinesiología
!Momento interno: FMNx BMI1 = FM x BMl1 I Momento externo: RN x BME1
FIGURA 4.18. El momento interno de flexión (producido por el
músculo) del codo se detennina mediante dos méLodos distintos. El
primer méLodo (en letras negras) se expresa como el producto de la
íuerza normal del músculo (FMN) por su brazo ele palanca (BMI 1). El
segundo método (en letras rojas) se expresa como el producto de la
fuerza resuhante del músculo (FM) por su brazo de palanca (BM '2).
Ambas expresiones dan momentos internos equivalemes. El eje de
rotación se describe como el circulo negro vacio del codo.
procedimiento qu1rurg1co que intenta reducir las fuerzas
articulares sobre la cadera consiste en la recolocación del trocán-
ter mayor en una posición más lateral (Fig. 4.23B). Este procedi-
miento aumenta la longitud del brazo de palanca del momento
interno ele los músculos abductores de la cadera. Un aumento del
brazo de palanca del momento interno reduce la fuerza requerida
por los músculos abductores para generar un momento dado
durante la fase de apoyo monopodal de la marcha.
P UNTO DE I N T E Rl~ S 4 . 6
El método «abreviado» para calcular el potencial relativo
del momento
El segundo método empleado para medir los momentos interno y
externo, en letras rojas en las figuras 4.18 y 4.19, se considera un
«atajo», porque no es necesario descomponer las fuerzas resultan-
tes en las fuerzas que las componen. Consideremos primero el
momento interno (ver Fig. 4.18). El brazo de palanca del momento
interno (descrito como BMl2) -o brazo de palanca- de la mayoría
de los músculos del cuerpo se evalúa cuantitativamente visuali-
zando la distancia más corta entre un músculo dado y el eje de
rotación de la articulación asociada. Esta experiencia puede practi-
carse con la ayuda de un modelo esquelético y un cable que
representa la línea de acción de la fuerza resultante muscular
(Fig. 4.20). Como se ve en la figura, el brazo de palanca es mayor
en la posición A que en la posición B; no es coincidencia que el
momento interno máximo de los flexores del codo sea también
mayor en la posición A que en la posición B. En general, el brazo de
palanca interno de cualquier músculo es mayor cuando el ángulo
de inserción del músculo es de 90 grados respecto al hueso.
=R x BME 2
L
FIGURA 4.19. Se aplica un momento externo sobre el codo mediamc
una resistencia generada por la tensión de un cable (R). El peso del
segmemo corporal se pasa por alto. El momento externo se deter-
mina con dos métodos distinLos. El primer método (en letras negras)
se expresa como el producto ele componente normal de la resistencia
(RN) por su brazo de palanca (BME1). El segundo método, en letras
rojas, se expresa como el producto de la fuerza resultante de la resis-
tencia (R) por su brazo ele palanca (l3ME2). Ambas expresiones dan
momentos externos equivalentes. El eje de rot<tCión se describe como
el círculo negro vacío del codo.
Aplicación manual de momentos externos durante el e¡ercicio
Los momemos externos o de resistencia suelen aplicarse
manualmente durante los programas de ejercicio. Por ejem-
plo, si un paciente está iniciando un programa de rehabilita-
ción de la rodilla para fortalecer el músculo cuádriceps, el
fisioterapeuta puede aplicar al principio resistencia manual a
"!]
A Bíceps B
FIGURA 4.20. Se emplea un cable para reproducir la línea de
acción del vect0r de íuerza resultante del músculo bíceps acti vado.
El brazo de palanca del momento interno se muestra como una
linea roja; el eje de rotación del codo aparece como un círculo
negro. Repárese en que el brazo de palanca es mayor cuando el
codo está en la posición A que en la posición B. (Modificado de
LeVeau BF: Williams & Lissner~ Biomeclu1111cs of Human Motion, 3.ª
ed. Filadelfia. WB Saunders, 1992.)
Contimía

l UJ N 1 O O E N ER •S 6 Co
A continuación consideremos el momento externo.
Clínicamente, suele ser necesario comparar con rapidez el
momento externo generado por la gravedad u otras fuerzas exter-
nas aplicadas sobre una articulación. El brazo de palanca de una
fuerza externa, como el BME2 en la figura 4.19, puede tener que
ajustarse para coincidir más eficazmente con el momento interno
potencial de la musculatu ra. Consideremos, por ejemplo, el
momento externo de la rodilla durante dos posturas en cuclillas
(Fig. 4.21). Al visualizar el brazo de palanca del momento externo
entre la rodilla y la línea de acción del peso corporal, se puede
H -45º de flexión (senladilla parcial)
A 90º ele fl exión (scntadilla completa )
Peso corporal Peso corporal
los extensores de la rodilla en In región media ele la Libin. A
medida que aumente In íuerza ele la rodilla del paciente, el
íisioterapeuta podrá ej ercer una íuerza mayor en la región
meclin ele la tibia o la mismn ruerza cerca del tobillo.
Como el momento externo es el producto ele una fuerza
(resistencia) y su br<1zo de palanca asociado, puede aplicarse
un momento externo equivalente mediante un brazo ele
palanca relativamente cono y una gran íuerza externa, o un
brazo de palanca largo y una fuerza externa menor. Como se
muestra en la Figura 4.24, el mismo momento externo (15
77
-- . _ _ _ __ "!I
llegar rápidamente a la conclusión de que el momento externo es
mayor cuando la sentadilla es mayor (A) en comparación con una
sentadilla parcial (B). La capacidad para determinar la demanda
relativa impuesta sobre los músculos por el momento externo es
útil para proteger una articulación dolorosa pero por lo demás
normal. Por ejemplo, suele aconsejarse a las personas con dolor
artrítico entre la rótula y el fémur que limiten las actividacles que
impliquen agacharse e incorporarse de una posición en cuclillas.
Esta actividad impone grandes demandas sobre el músculo cuá-
driceps, lo que aumenta las fuerzas compresivas sobre las super-
ficies articulares.
FIGURA 4. 21. El grado do: fkxiün en u11~1 scn-
tadilln afcna sig11iricati1·;1111c111c a la magnitud
del momcmo cx11.:m11 lll'liduddo por el ¡>l'SU
del cuerpo <11rcdcclor de la rodilla. El 1110111cmo
externo rdatil'o, clcntrn del plano S<1gitnl, se
calculn comparando la distnncia que separa el
vector del peso del cuerpo (situado postc-
rionnentc) del eje de w tación 1rans1·crsal de
la rodilla. El braw ele palaneet del momelllo
externo (Bi\IE), y pti r tan to, el momen to ex-
terno 1.: rcado por l'I peso corporal, es mayor en
A que en B.
Nm) aplicado sobre la pierna puede estar generado por dos
combinaciones distintas de fuerzas eXLernas y brazos de
palanca. Repárese en que la fuerza ele resistencia aplicada en la
pierna es mayor en la figura 4.24A que en la figura 4.24B. L1
mayor fuerza de contacto puede ser incómoda para el paciente
y debe tenerse en cuenta durante la aplicación ele resistencia.
Tal vez se precise un brazo de palanca muscular mayor, como
en la fi gura 4.246, si el fisioterapeula opta por oponer resisten-
cia manualmente a un grupo muscular potencialmente tan
fuene como el cuádriceps.
78 Sccció11 I Tcnws esencia/e> de lc1 cí11t~~iologia

A 8

FAC

FAC X D PC
MOMENTO INTERNO

D D,

( o t
\.... . /
PC X 01
FRA
MOMENTO EXTERNO

'·

FIGURA 4.22 . A, La fuerza de los músculos abductores de la cadera derecha (FAC) produce el momenLO necesario para la estabilidad de la pel-
vis en el plano frontal durante el apoyo monopodal de la extremidad inferior derecha. Se establece la estabilidad rotatoria, asumiendo un equi-
librio estático, cuando el momenLO sinistrorsum es igual al momento dexlrorsum. El momento sinistmrston es igual a la FAC por su brazo de
palanca (D). y el momento dextrorsum es igual al peso corpornl (PC) por su brnzo de palanca (D 1). B. Esta pal¡inc¡i de primera clase simplillca
el modelo mostrado en A. La fuerza de reacción articular (FRA) . asumiendo que todos los vectores <le fuerza actüen verticalmente, se muestra
como una fue rza ascendente con una magnitud igual a la suma de la fuerza de los abductores de la cadera y el peso corporal. (Reproducido }'
modificado con autorización de Elsevier Science Publishing Co., !ne., ele Neumann DA. Biomechanical analysis oí selected principles of hip
joint protection. Arthl' CMe Res 2:146- 155, 1989. Copyright 1989 by the Anhritis Health Pro[essions Association.)

FIGURA 4.23. Alteración, por enfermedad o ciru-

gía, del brazo de palanca del momento interno de
los músculos abducLOres de la cadera. A, Cadera
derecha con degeneración parcial ele la cabeza del
Íémur, lo cual reduce la longitud del brazo ele
palanca del momento interno (D) respecto a la
fuerza de los abductores de la cadera (FAC). B,
Intervención quirúrgica donde se recoloca el tro-
cánLer mayor en una posición más lateral, con lo
cual aumenta la longitud del brazo de palanca del
momento interno (D) respecto a la fuerza de los
abductores de la cadera. (Adaptado y modificado
con autorización de Neumann DA. Biomechanical
analysis oí selected principies of hip joim protec-
lion. Arthr Carc Res 2: 146-155, 1989. Copyright
1989 by the Arthritis Health Proíessions
Association.)

A !Momento externo = 15 Nml B ¡Momento externo = 15 Nml
INTRODUCCIÓN Al ANÁLISIS DEL MOVIMIENTO:
MÉTODOS CUANTITATIVOS DE ANÁLISIS
En el apanado anterior, se introd ujeron conceptos que apor-
taron el marco para la aplicación de métodos de análisis cuat1-
1ítativos. Se aplican muchos métodos para resolver problemas
en biomecán ica. Estos méwdos se emplean para evaluar (1) el
efecto ele una fuerza en un instante en el tiempo (relaci611 de
f uerza-acdemción); (2) El efecto de una fuerza aplicada en un
intervalo de tiempo ( relación de im ¡n1lso-momc11to), y (3) la
aplicación de una fuerza que causa que un objeto se mueva
cierta distancia (relac ión de trabcVo-encrgia). El fftétodo con-
creto seleccionado depende del objetivo del análisis. Los apar-
tados siguientes de este capítulo tienen por íin el análisis de
fuerzas o momentos en un instante 1empon1I, es decir, el
método ele fuerza (momento)-aceleración.
Al comparar los efeclos de una íuerza y la aceleración rcsul-
lante en un instame, pueden definirse dos situaciones. En el
primer caso, la aceleración tiene un valor cero porque el
objeto está parado o se mueve a velocidad constante. Ésta es
la rama ele la mecánica conocida como eslálirn. En la segunda
silllación, la aceleración tiene un valor que no es nulo porque
el sistema está sometido a fue rzas o momentos no equilibra-
dos. Esta área del estudio se conoce como dinámica. El análi-
sis estático es el método más sencillo para resolver problemas
en biomecánica y es el o~j et i vo de este capítulo.
Análisis estático
Los estudios biomecánicos a menudo analizan situaciones de
equilibrio estático para simplificar el método ele análisis del
movimiemo humano. En el análisis estálico. el sistema está en
equilibrio porque no experimenta aceleración. Como consecuen-
cia, la suma ele las fue rzas o momentos que actúan sobre el sis-
tema es cero. Las fuerzas o momentos en una dirección son igua-
les a las fuerzas o momentos en la dirección opuesta. Como las
aceleraciones lineal y angular son iguales, se pasa por alto el
efecto inercial de la masa y el momento de inercia ele los cuerpos.
Las ecuaciones 4. l 4A y 13 de equilibrio de fuerzas se usan
para el movimienlo l raslato rio pfanar y aparecen en el cuadro.
Para el movim iento rowcio11al , las fuerzas actúan con unos bra-
zos de palanca y generan un momento respecto a un eje . En el
79
FIGURA 4.24. Se aplica el mismo
momento externo ( 15 Nm) sobre d
musculo cuádriceps usando una resis-
tencia relativamente grande)' un brnzo
ele palanca pequer'lo (A). o una resis-
tencia relati vamente pequei'w )' un
largo brazo de palanca (B). Los brnzos
de palanca del momento externo se
muestran con lineas rojas que se
extienden desde el eje medial-laten1I
de rotación de la rodilla.
caso ele equilibrio rotacional estáttco. la suma de los momen-
tos en un eje ele rotación u OLro punto es cero. La ecuación
4. 15 del equilibrio de momentos también se incl uye en el cwt-
clro. Esta ecuación implica que la suma de los momentos si nis-
trórsum debe ser igual a la suma ele los momentos en sentido
horario. El modelo de balancín de la Figura 4.228 es un ejem-
plo simpl ificado de equilibrio rotacional estático. La FAC por
su brazo de palanca (D) crea un momento potencial sinistrór-
sum (abducción) mientras que el PC por su brno de palanc:l
(D1) crea un momento potencial clextrórsum (aducción) . Se
asume que en cualquier instante los momentos en oposición
en la cadera son iguales.
Análisis es tático: Fuerzas y momelllos están equilibrados
Ecuaciones del equilibrio ele fuerzas
2:Fx =O (Ecuación 4. 14A)
2:Fr= 0 (Ecuación 4. l 4 B)
Ecuación del equilibrio de momentos
2:111 = O (Ecuación 4. l 5)
PAUTAS PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
Las pautas enumeradas en la labia 4.4 ayudan a calcular la
magnitud y dirección de la fuerza y momento musculares y la
fuerza de reacción articular. Los dos siguientes problem<1s
ejern pli ílcan el uso de estas pautas para resolver problemas en
una situación de equil ibrio estático.
Problema 1
Consideremos la situación ele la figura 4.25A, donde una per-
sona genera una fuerza muscular isométrica en el coclo mien-
tras sostiene un objeto en la mano. Asumiendo que ha)'ª eqw-
librio, hay que resolver tres variables desconocidas: ( 1) el
momento interno (muscular), (2) la fuerza muscular )' (3) la
fuerza de reacción anicular en el codo. Para empezar, se ela-
bora un diagrama ele cuerpo libre. Se indica el eje ele rotación
y todos los brazos ele palanca (Fíg. 4 .25B) Aunque en este
punto la dirección ele la fuerza articular (de reacción) (FA) es
desconocida. se asume que actúa en una di rección contraria a
80
la tracción cid musculo. l: s1a suposicion e:. c:rena en un anali -
sis donde la ventaja mecánica del sistema sea menor que uno
(es Clecir, cuando las fuerzns musculmcs s~m su pe riores a lns
lucrzns ele resiste ne in externa) (\'er Cnp. 1). Si despues de
rcsoh'cr el problemn. la fucr::a anicubr es ptisit iva, entonces
la suposición inicial es 1.:orrecta.
Como todas las íucrzas resultantes mostradas en este pro-
blema actúan en paralelo al eje Y, no es nel'esario descompo-
ner las fuerzas resultantes en los \'CClores que las componen.
No h<l)' fue rzas que ncwen en la dirección ck X (horizonwl).
Resolución de la fuerza muscular y el momento interno
Los momemos externos que se originan por el peso del seg-
mento del brazo y la mano (PS) )'el peso de la rargn (PC) gene-
ran un momento clextrórsum en el coclo. Pnra que el sistemn
man1 cnga el cqui librio, el musculo ílexor del codo debe generar
un momenLo inLerno (llcxión) en sentido opuesto, que actúe en
sentido amihorario. Esta suposición ele la existencia de equili-
brio rotacional permite us.1r la ecuación -+.15 para resolver la
magn11ud del momento interno)' la fuerzn muscular:
.tm = O
MomenLo interno= momento exLerno
Momemo interno = (PS x BME 1) + (PC x BME2)
\!omento imerno = l 17N x 0. l 5 m) + (60 "J x 0.35 m)
f\ lomemo interno = 23.6 Nm
CI momento nnisculnr rcs ulwnte (i nLerno) es la suma neta
de tocios los músculos que ílexionan el codo Este tipo de aná-
lisis no apona información sobre la distribución del momento
entre los distintos must:ulos ílexores del codo. Esto requiere
procechmicmos más sofisticados, como lns tecnicas de opumi -
zactón y modelación de los músculos, que quednn fuera del
alcfmce de esLe libro.
1a fuerza muscu lar reque rida para mantener el nnLebrazo
en una posición estútica en un instante dado en el tiempo se
calcula di\'iclienclo el momento externo por el brazo ele
palanca del momcmo interno:
f\lomento interno= momento exte rno
FM x 13MI = (PS X l3ME 1) + (PC X 13ME2)
fuerza muscular (FM). ( 17 N X O, 15 m) + (60 N X 0,35 111)
0.05 ll1
íf\l=-+71N
La magn itud ele la fuerza muscular es seis \'eccs mayor que
la magniLud ele las fue rzas externas (es decir, el peso del seg-
memo de l brazo y la mano, )' el peso de la carga) . La mayor
necesidad de fuerza se explica por la disparídnd en la longitud
del brazo de palanca usado por los ílexores del codo en com-
paración con la longitud de los brazos de palnnca usados por
las dos fuerzas externas. L1 disparidad en In longitud del brazo
ele palanca no es única en el modelo ele la ílexíón del codo,
fTABlA 4.4. Paut:~s par~ -~bte1ie;:t;i~~~·~ay mo-;;·~cnt~
1 musculares, y 1~1 f~~crza sic reac~· ~ó ·~ a~·ti~~l~.!:_ ~
1. Dibuja el diagrama de cuerpo libre y muestra todas las fuerzas
que actúan sobre el cuerpo o sistemri cons1derado_ Es neees.1-
rio establecer un sistema de referencia XV que especifique la
orientación deserida de le1s íuerzas. A menudo es con"eniemc
designar el eje X par:1lclo e1l segmento corporal e1isle1clo (por lo
gcnernl, un hueso largo), y el eje Y perpendicular al scg111cn10
corporal
2. Se descomponen todas las fue rzas cn sus componentes
tangenciales)' normales
3. Se identifican los brazos ele pe1lanca <le cada fuerza. El brazo de
palanca asociado con un mome1110 ciado es la distancia per-
pendicular entre el l'Je de ro1acion )' la fuerza. Repárese en que
la fuerza de rcacc.:ión nni<.:ular no tendr-' un br<lzo de palanca.
porque suele p<1snr por el centro de la an icularión
·f. Emplea las ccundoncs 4. H y -f.15 para resolver el problema
s1110 qtte es comuna todos los sistemas anit.:ulares-musculan:s
de 1 cuerpo. Por esta razón, la 111a)'t11'ia de los músculns del
cuerpo generan una i'uerza muchas veces 1n<l)'Or que el peso
de la carga extcrna. [ste principio requiere que el hueso )'el
canilngo articular absorban grandes fucr:as nniculare::. pro-
ducto de acti,·1cladc:. aparentemente poco estrcs.1ntes
Resolución de la tuerza de reacción articular
Como la ruerza de.: re;Kción anitular lFt\) es la única variable
clesconocicla que queda en la figura 'f.25B, esta vanablc se
determina rnt'dia11te la ecuación 4.1-IB.
LFy =O
F~l - PS - PC - FA = O
- FA = - FM + PS + PC
- 1-A =-471 N + 17 N + 60 N
-FA = -394 N
FA= 394 N
El \'alor positi\·o de la fuerza ele reacción art icular verifica
la suposición de que la fuerza articular actuaba hacia nbajo.
Como la fuerza muscular suele ser la m~xima íuerza que acLüa
en una aniculaeton, la dirección de In fuerza articular net:i
debe oponerse n In 1racción del músculo. Sin est<I fuerz:i, por
ejemplo, el músculo que aparece en la figura 4 .25 provocarin
una acele ración ascendente del anLebrazo, lo cual causaría
mestabi lidacl anicular. En resumen. la fu erza articular npor-
Lada en este cnso por el húmero sobre el antebrazo aporta la
fuerza neces.1ria para mantener el equilibrio estático lineal en
el codo. Como se dijo antes, la fucrza de reacción articular no
produce un momento porque se asume que actúa por el eje dc
rornción y, por tanLo, su brazo ele palanca es igual a cero.

y
A
FM
Eje de
rotación---O
PS
• PC
8 Fuerza muscular (FM) =desconocida
Peso del segmento (PS) = 17 N
Peso de la carga (PC) = 60 N
FA FM Fuerza anicular (FA) en el codo= desconocida
Brazo de palanca (BMI) de la FM = 0.5 m
Brazo ele palanca (BME1) del PS = 0.15 111
Brazo de palanca (BME2) del PC = 0.35 111
PS
PC
Problema 2
En el problema 1, el antebrazo se rnanLenía horizontal. c1)n lo
que las fuerzas internas y externas se oriemabnn perpendicu-
lares al antebrazo. Aunque esta presemación simplifica mucho
los cálculos. no representa una situación biomccánirn habi-
Lual. El problema 2 muestra una silllación más corriente en la
que el antebrazo se mant iene en otra posición que la horizon -
tal (Fig. 4.26A). Como resultado del cambio ele posición cid
amebrazo. el ángulo de inserción ele los músculos flexores del
codo y el ángulo de intersección de las fuerzas con el ante-
brazo ya no son perpendiculares. En principio, LOclos los oLros
aspectos de este problema son idénticos al Problema 1,
excepLo que los vectores resultantes tienen que descompo-
nerse en componentes rectangulares (X e Y). Esto requiere
adoptar pasos adicionales y realizar cálcL1los trigonométricos.
Asumiendo que haya equilibrio, hay que determi nar tres varia-
bles desconocidas: (l) el momento interno (muscular), (2) la
fuerza muscular y (3) la fuerza de reacción articular del codo.
La l'i gura 4.26B ejemplifica el diagrama ele cuerpo libre, en
este caso el antebrazo, mantenido a 30 grados por debajo de
la horizontal (0). Para simpl ificar los cálculos, se establece el
marco ele referencia X-Y, de modo qL1e el eje X sea paralelo al
segmento del antebrazo. Se indican todas las íue rzas que
( <1¡>1111/11 ..¡ Prim 111111, h1c1111n 0 11it1>.\ 81
FIGURA 4.25. Problema l. A. L:jerticio de íb:ión
isomét rica del codo comra el peso de la rnrga sos-
tenida en la maiw. El nntchr;izo se mantiene en la
posición horizont:ll, paralelo al eje X. 13, Díagramn
de cuerpo libre del ejercido, donde se: inclU)'t un
recuadro con las abreviaturas )" datos necesarios
p;1ra resolver el problema. El eje med io-knc ral de
rotncilín del codo se muestra con un cin:uk1 rojt1
vacío (A modiÍirndo de LeVc<tll BF: \\ 'i/li"ms é-'
Ussnt'I'\ llio111rchm1ic s clf llw11w1 ¡\/111itm. 3:' cd .
'· Fih1delfia. WB Saunclers. 1992.)
actúan sobre el sistema )' se descomponen en sus rcspecLh·as
componentes tangenciales (X) )' normales (Y). El ;\ngulo de
inserción en el antebrazo de los llexorcs del codo \a ) es
60 grados. Todos los datos numéricos y la inl'ormación gene-
ral se enume ran en el cuadro relacionado con la figura 4.26.
Resolución del momento interno y la fuerza muscular
Lm = O
Momento imerno = momento externo
Momento interno= (PS> X 131V1!21) + (PCr x BM Ei)*
J\llomenLo interno = (cos 30º x 17 N x O,l 5 111) +
+ (cos 30º x 60 N x 0,35 m)
Momerno interno = 20,4 Nm
• Las compon!.'ntcs Jltll'llW1"s (Y) (PSy >' PCy) dt h1s ftte r~as resuhm11cs se
c111plc<111 en este cálculo porque csws 1·eclt11Ts i ntcrscctan los bra;:os de
pal;mca de los 1111>111cnt0s externos (OJ 5 111 y 0.35 m) en ángulo recto.
Usar !:is íuc rzas externas rcsult•tntes (PS y PC) requiere el c¡\Jculo de
las longitudes ele los brazos de p:ilanc:i perpcncl icnlarcs ;i estas fuerzas.
Estas longitudes •<~justadas• d e los brnzos de palanca se rnlctt lan con
elatos aportados en es11: problema. Este méLOdo l'S 1gu<1lmcnte 1·;iliclo.
82

Ángulo del segmenlo del antebrazo respecto a

la horizontal (O) = 30•
Fuerza muscular (FM) = desconocida
=so•
Ángulo de inserción de la FM en el antebrazo (u)
Peso del segmento (PS) = 17 N
PSx = (sen U) X PS
PS1 {cos O) x PS
Peso de la carga (PC) = 60 N
PCx " (sen O) x PC
PCy (cos O) X PC
Fuerza articular (FA) en el codo = desconocida
Brazo de palanca interno {BMI) de la FM1 = 0.5 m
Brazo de palanca externo {BME 1) del PS, = 0,15 m
PC Brazo de palanca externo (BME2) del PC1 = 0,35 m

FIGURA 4.26. Problema 2. A, Ejercido de FM

B
ílexión isométnca del codo contra una carga
FMy
idéntica a la de la Íigura 4.25. El antebrazo se
mantiene 30 grados por debajo de la posición
horizontal. 13, Diagrama de un cuerpo libre
donde aparece un recuadro con las abreviatu-
ras y datos necesarios para resolver el pro-
blema. C. x muestran los vect0res de la
íucrza de reacción an icular (r:A) en respuesta
a la biomecánica ofrecida en 13. (A modifi-
cado de LeVcau 13F: Williams & Lissncr~
Biomcdwnics uf Human /Vlotion, 3:' ed.
r:iladelfia, Wl3 Saunders, l 992.)

PCy

La fuerza de los ílexores del codo requerida para generar el Como se ha util izado como longitud del brazo de palanca
momento interno se determina med ianLc: 0,5 m, el último cálculo proporciona la magnitud del vector
perpendicular asociado, FM>: y no FM. La fuerza muscular
Momento interno = momenlo externo resultante se determina mediante:
FM>· X BMI = (PS>' X BMEt) + (PCy X BME2)
FM = FM>/sen 60º
FMy =(cos 30° X 17 N X 0,15 m) + (cos 30º x 60 N x 0,35 m)
0,05 m FM = 408 N/0,866

FMy = 408 N FM = 471,l N

 Cl1p1tulo .¡ Priuripios hiomcrn11icos 83

la componente 1angencial de la ruerza muscular, FMx, se La fuerza de reacción articular resultame tiene una magni-
resuelve así: tud de 394,1 N y se dirige hacia el codo en un ángulo de
60 grados respecto al segmemo del antebrazo (es decir, el eje
FMx = FM x cos 60°
X). El ángulo es el mismo que el ángulo de inserción del mús-
FMx = 471,J N X 0,5 culo, un recuerdo del papel dominante del músculo en la
determinación de la ma~nitud y di rección de la fuerza de reacción
FMx = 235,6 N
articular.

Resolución de la fuerza articular Análisis dinámico

La fuerza de reacción anicu lar (FA) y sus componentes nor-
mal y tangencial (FAy y FAx) se muestran por separado en la
figura 4.26C. (EsLo es as[ para aumentar la claridad ele la ilus-
tración). En realidad, las fuerzas articulares actúan al mismo
tiempo en el extremo proximal del segmenLo del anLebrazo
junto con las otras fuerzas. Se asume que las direcciones de
FAy y FAx actúan hacia abajo (negativa) y a la derecha (posi-
tiva), respectivamenLe. Son direcciones que se oponen a la
fuerza del músculo. l as componentes rectangulares (FAy y
FAx) de la fuerza articular (FA) se determinan usando las
ecuaciones 4. l 4A y B.
LFy = O
FMy - PS>· - PC>' - FAy =O
- FAy = - FMy + PS>' + PCy
-FA>' = -408 N + (cos 30º X 17 N) + (cos 30°
-FAr = -341,3 N
FAy = 341.3 N
LFX =o
-FMx + PSx + PCx + FAx = O
FAx = 235,6 N + (sen 30° X 17 N) - (sen 30°
f'A, = 197,1 N
Como se aprecia en la figura 4.26C, la fay y la FA, actúan
hacia abajo y a la derecha, respectivamente, en una dirección
opuesta a la fuerza del músculo. La magnitud ele la fuerza
articular resultante (FA) se determina usando el teorema de
Pitágoras:
FA ={(FAy2) + (FAx2)
FA= 1341,3 N2 + 197,l N2
FA= 394,l N
El análisis estático es el método más básico para el análisis
cinético del movimiento humano. Es1a forma de análisis se
emplea para evaluar fuerzas aplicadas sobre el ser humano
donde hay poca o ninguna aceleración angular o lineal. En
contraste, cuando se producen aceleraciones lineales o angu-
lares debido al desequilibrio de fuerzas, hay que emprender
un análisis dinámico. Caminar es un ejemplo ele movimiento
debido al desequilibrio de fuerzas, en que el cuerpo esLá en un
estado constante de pérdida y recuperación del equi librio con
cada paso. Por tanto, el análisis dinámico de la marcha es un
análisis habitual de la ciencia del movimiento.
•• Las fuerzas dinámicas que actúan sobre el cuerpo se mielen
directamente con distintos instrumentos. como un transduc-
tor de fuerza. Las fuerzas dinámicas generadas en el cuerpo
suelen medirse ele fo rma indirecta basándose en las leyes del
movimiento ele Newton (ver Punto de interés 4.7). Obtener
X 60 N) las fuerzas y momemos en condiciones dinámicas requiere
conocer la masa o el momento ele inercia del segrnemo, y la
aceleración lineal o angular (ver Ecuaciones 4. 16 y 4.17 en el
cuadro). Los elatos antropométricos aportan las características
inerciales de los segmemos corporales (masa. momento de
inercia de la masa), as[ como las longitudes de los segmentos
corporales y las localizaciones ele los centros articulares. Los
elatos cinemáticos, como el clesplazamienLo, la velocidad y la
aceleración de los segmentos, se mielen mediante técnicas ele
laboratorio.
X 60 N)
Análisis dinámico de la fuerza y el momento
Ecuaciones de fuerza
LFx = max (Ecuación 4 16A)
(Ecuación 4.16B)
LFy = may
Ecuación del momento
Lrny = la (Ecuación 4.17)

Otra caracteristica de la fuerza ele reacción arücular que es

interesante es la dirección de la FA respecto al eje (X) del ante- SISTEMAS DE MEDICIÓN CI NEMÁTICOS Y DINÁMICOS
brazo. Se calcula usando la relación : Este apartado presenta métodos y sistemas corrientes para
reunir datos dinámicos y cinemáticos en el estudio del movi-
Lan µ = FA/FAx miento humano. 1.13,14-16 Remitimos al lector a las Lecturas
µ = tan-1 (341 ,3 N/197,l N) Adicionales al fina l ele este capítulo donde se abordan más
ampliamente los usos, ventajas e inconvenientes de estas téc-
p = 60º nicas de medición.
84
Sistemas de medición cinemáticos: Electrogoniómetro,
acelerómetro, técnicas por la imagen y aparatos
de seguimiento electromagnético
El anúlisis dcLal lado del movimiento requiere un registro ol~jc­
ti\·o )' cuidadoso del lllll\'i miemo de las articulaciones )' d
cuerpo en conjunto. El análisis sude incluir un registro ele la
posición, desplazamiento, ,·clocidad )' :iceleración. El análisis
se usa parn medir ind irectamente las fuerzas producidas por el
cuerpo o para c\·aluar la cual idad )'cantidad del mo,·imienw
sm imponnr las fuerzas)' momentos El análisis cinemático se
realiza en una ,·ariedad de ámbitos como el deponh·o. el ergo-
nómico)' la rehabil itación.
Electrogoniómetro
Los electrogoniómetros miden el desplazamiento angular de
lns art iculaciones durante el movi miento. El aparato suele
consistir en un potenciómetro eléctrico situado en el punto de
pi,·ote (gozne) de dos brazos rígidos. Ln rotación de un potcn-
ciómetro calibrado mide In posición angular ele In aniculncíón.
El resultado puede enviarse a un registro gráfi co u oscilosco
pio, o con mayor frecuencin se em•1an los cintos numéricos a
un programa iníormatico. Los brazos del electrogoniómctro se
/;,1 vJ
FIGURA 4.27 . Elcmogonit)mCLro íijaclo al muslo >' la pierna ele un
paciente. El eje del goniómetro contiene el potenciómetro}' se alinea
sobre el eje medial-lateral de rotación de la rodilla. Este anstrumento
en concreto sólo registra el mo,·imiento en un plano.
fijan con esparadrapo a los segmemos corporales, de modo
que d del eje de rotación cid gl)niómetro ~ :ihnee aprox1ma-
damcnte con el eje de rotación articular (F1g. 4.27). Los datos
sobre la posición ob1en idos por el elcc1 rognnióme1ro y combi-
nados con los elatos tempornlcs se con\'1enen matem;\tica-
mentc en \'elocidad y acelerac1ün angulares. Aunque el elcc-
trogoniómet ro constituye un medio directo )' bar:ito de
capt urar el desplazamiento angular de lns an iculacinnes, es
molesto p:irn el pacienLe y es difíci l de <tjustar y asegurar sobre
los tejidos musculnr y adiposo. Los electrogoniümetros tnnxin-
les miden b rorncion articular en tres planos; no obstante. es1e
sistema 1iende n constrci'lir d movimiento naturnl.
Acelerómetro
Los acelerómetros son nparatos que miden In ncelernc1on del
segmento al que se l'ijan. Los acelcrómctros son transductores
de fuerza compuestos por una galga extcnsométrica o por un
circuito piezorresisti\·o que mide las fuerzas ele reacc1ün aso-
ciadas a una aceleración dada. Basándose en la segunda ley de
Newwn, la aceleración se dcterm inn como la relación ele la
fuerza di\'iclida por una masn conocida.
Técnicas por la imagen
Las técnicas por la imagen son los méwelos de mayor uso para
reunir dalos sobre el mo\'imiento. Hay muchos tipos disti ntos
ele sistcmns. Esta exposición se limitan los .;istcmas enumera-
dos en el cuadro.
Técnicas por la imagen
• Fotograíia
• Cinematografla
• Vicleografü1
• Optoelectrónica
r\ dife rencia de l clectrogoniómctro )' el acclerómctro, que
mielen el movimiento directamente de un cuerpo, los mctodos
por la imagen suelen requerir un condicionamiento achc1onnl
de la sc1'1al, procesado e interpretación de datos antes de obte-
ner unas conclusiones válidas.
Ln Jotogrnfía es una de lns técnicas más amiguas para medir
los elatos cinemáticos. Con el obturador ele la cámara ab1cno,
se usn la luz de un cstroboscopio lumi niscente para trazar la
localización ele marrndores refl cctantes en la piel de una per-
sona que se mueve (ver Cap. 15 )' Fig. 15.3). Conociendo la
frecuencia ele la luz estroboscópica, los datos del clesplazn-
miento angular pueden conven irse en datos de velocidad
angulnr y aceleracit'm angular. Además de usar un estrobosco-
pio como fuente de luz imermitentc, se usn una cámnra de 35
mm con unn fuente de luz constante )' se tomnn múltiples
fotografías del movimiento.
La cincmatogrnfia, el arte ele la fo togral'ra en movi miento,
fue tiempo atrás el método más popular pnra registrar el movi-
miento. Ln cinematografía de nha ,·elociclael, con película de
16 mm, permite la medickm de mO\'im iemos rápidos.
 Ct1¡11111ln -1 Prí11, ipios hitnJh'Cci11it 1" 85

acti\'idades de análisis desde nad<1r hasta escribir a máquina.

Algunos sistemas permiten capturar el rnO\rimiento al aire
libre y procesarlo con posterioridad. Otro rasgo óptimo del
sistema es que los pacientes no están llenos ele cables y otros
aparatos electrónicos.
La vptoelcctrónica es ot ro tipo popular de sistema cinemá-
tico de adquisición que usa marcadores acti\'OS que eviten pul-
sos secuencialmente. La luz se detecta med iante cámaras es-
peciales que la proyectan en una supe rficie ele diodos
semiconductores. El sistema permite recoger datos a alta \'elo-
cidad de muestreo, obteniéndose datos 30 en tiempo real. El
sistema tiene capacidad limitada para adquirir datos fuera ele
un ambiente controlado. Las personas pueden sentirse traba-
das por los cables conectados a los marcadores acLivos. Los
sistemns de Lclemetría permiten registrar elatos sin conectar a
las personas a aparatos, aunque son vulnerables a las interfe-
rencias eléctricas ambientales.

Aparatos de seguimiento electromagnético

Los aparatos ele seguimiento elect romagnético mielen seis gra-
FIGURA 4.28. Se emplean marcas rcílcctames para indicar los pun- dos ele libertad del movimiento (tres rotacionales )' tres de
tos anatómicos >' dete rminar el dcspl¡izamiemo wgular ele las articu- traslación), aportando elatos sobre la posición y orientación
laciones durante la marcha. La localización de las marcas se registra durante las actividades estáticas y dinámicas. Se aseguran
con una cámara de ,·releo que puede operar con írecucndas variables unos peque1ios receptores en la piel sobre cienos puntos ana-
de muestreo. (Por cortesía de Pe;ik Performance Technologies, lnc., tómicos de referencia. Los datos sobre la orientación y posi-
Englewood. Colorado.) ción ele los receptores localizados en un rango especifico de
operación se envían al sistema de captura ele elatos.
Una desventaja de este sistema es que los Lransmisores y
Conociendo la velocidad de l obturador, se realizó un análisis receptores son sensibles al metal que haya en su proximidad. El
laborioso y d igital fotograma a fotograma del movimiento en mernl distorsiona el campo electromagnético generado por los
cuestión . Se practicó el análisis digital de los puntos anatómi- transmisores. Aunque la telemetría está dispon ible para estos
cos ele referencia o ele marcadores que llevaban los sujetos. Se sistemas, la mayoría runcionan con cables que conectan los
realizó el análisis bidimensional del movimiento con la ayuda receptores al sistema de captura de datos. Los cables limitan el
ele una cámara; el anál isis tridimensional requiere dos o más volumen de espacio en el que puede registrarse el movimiento.
cámaras. En cualquier sistema ele análisis ele movimiento que emplee
En su mayor pane , el análisis ele fotogramas y con cinema-
tografía se usa poco para el est udio del movimiento humano.
Los métodos no son práclicos por el tiempo requerido para íi l-
mar la película)' analizar nwnualrncme los elatos. La viclcogm-
fía ha reemplazado estos sistemas y es uno ele los métodos más
populares para recoger información cinemática en el ámbito
clínico y ele labormorio. El sistema suele consistir en una o
más videocámaras, una grabadora. un monitor, un procesador
de imágenes o una interfaz que digitaliza la señal analógica, un
aparato ele calibración y un ordenador. Los procedimientos
implicados en los sistemas ele vídeo suelen requerir marcado-
res que se adhieren a punLos anaLómicos seleccionados. Los
marcadores se consideran pasivos si no están conectados a un
FT
aparato electrónico o una fuente ele energía. Los marcadores
pasivos si r\'en ele fuente lumínica al reílejar la luz y devolverla
a la cámara (Fig. 4.28). Se iclentiíican en el espacio las coorde-
FIGURA 4.29. Con un dinamómetro manual se mide el momemo de
nadas bi- )' tridimensionales ele los marcadores con un orde-
extensión isornétrica del codo producido por el músculo tríceps. El
nador )' luego se emplean para reconstruir la imagen (modelo producto de la fuerza de resistencia (FR) por su brazo de palanca
ele segmentos) para el posterior análisis cinemático. (BME), asumiendo que existe un equilibrio estático, es igual al pro-
Los sistemas de vídeo son muy \'ersáti les )' se usan para duclü de la fuerza del níccps (FT) por su brazo ele palanca (Bivll).
 Scccicin I Tt·mc1s l'>t"lltlClk~ de la ci11c\11>/c~ia
86

1600
-
1400 -
- ( "\ - 1-

{\ I
~
1200 >- /' ~
I I ~-~ FRSv _- - -
-
'\
)
1000 ·-
- J l

--z
cu
800
-
-
1\..... cAM' lí
I
' -
FIGURA 4.30. Datos de una plata-
N
...
Q)
600
\
:::J
forma de fuerzas que muestran la LL 1
fuerza de reacción del sucio (FRS) 400
en las direcciones vertical (\/), medio-
lateral (ML) }' ameroposterior (AP)
- ~ \ -
durante una prueba de marcha nor- 200 - / \
mal. V \
)
...... ¡....-:--=- - . - -. ' - ~ / '\
o .. -
~

- '\ 1
\.
--
- -vv ~ FRS ML
~

-200 -

-400
~
- ~LI

1
FRSAP
1 1

o O, 1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0

Tiempo (segundos)

FIGURA 4.31 . Dinamometrla isocinétiea. El sujeto genera un momento de fle-

xión de rodilla con un esfuerzo máximo}' con una ,•elocidad angular articular de
60 grados/s. La máquina funciona en su «modalidad concéntrica», ofreciendo
resistencia a los músculos que se contraen. Reparese en que el eje medial-lateral
ele rotación de la rodilla derecha se alinea aproximadamente con el eje de rota-
ción del dinamómetro. (Por concsla de Biodcx Medica! S}'Stems, lnc., Shirley,
Nue\'a York.)

..
 87

- - - - -----=----- --
oE -i Ñn E 1fl ! s
-~~--_,-~

u.Ñ :r o- 4·,:1 _ . ~ - - •J

Introducción a la «dinámica inversa,, para obtener las fuerzas y
momentos internos
La medición de las fuerzas de reacción articulares y los momentos
netos producidos por músculos en condiciones dinámicas suele
realizarse directamente mediante un método llamado dinámica
inversa.16 Este método recurre a datos de antropometría, cinemá-
tica y fuerzas externas, como la gravedad y las tuerzas de contacto.
Las aceleraciones se determinan empleando la primera y segunda
derivadas de los datos de la posición-tiempo, respectivamente. La
importancia de adquirir datos precisos de la posición es un requi-
sito para la seguridad del método, porque los errores en la medi-
ción de los datos de la posición amplifican los errores en el cálculo
de la velocidad y la aceleración.
En dinámica inversa, el sistema bajo estudio suele definirse
como una serie de eslabones. La Figura 4.32A muestra la relación
entre los modelos de segmentos anatómicos articulados de la
extremidad inferior. En la Figura 4.329, los segmentos se desarti-
culan y se identifican las fuerzas y momentos individuales para
cada segmento. El análisis de una serie de eslabones suele empe-
zar con el análisis del segmento más distal. en este caso el pie. La
información reunida mediante las técnicas de análisis del movi-
miento, por lo general basada en cámaras, proporciona los datos
para las ecuaciones dinámicas del movimiento. Esta información
comprende la posición y orientación del segmento en el espacio, la
aceleración del segmento y el centro de masa del segmento, y la
fuerza de reacción que actúa sobre el extremo distal del segmento.
A partir de estos datos. se determinan la fuerza de reacción y el
momento muscular neto en la articulación del tobillo. Esta informa-
ción se utiliza como base para el análisis continuado del segmento
proximal más cercano. la pierna. El análisis procede hasta haber
estudiado todos los segmentos o vínculos del modelo. En el cua-
dro aparecen varias asunciones adoptadas en dinámica inversa.
Asunciones hechas en dinámica inversa
• Todo segmemo o eslabón tiene una masa fija que se
concentra en su cenLro ele masas.
• La localización del cenLro de mt1sas de cada
segmento se mamienc fijo durante el movim1emo.
• Las amculaciones de este modelo se consideran
"· trocletll'1rosis sin fricción .
• El momento de inercia de cada segmento
c:s cons1a11te duran te el movimiento.
• La longitud ele los segmemos se manucne constante.

FAv y

L,
Muslo (M) FAx
FIGURA 4.32. ~todclo de eslabones de In ex1remidacl inferior mm
puesto de tres segmcmos: muslo (M), pierna (P) y pie (Pi). En A.
el cemro de masas (CM) de cada scgmcmo se rcpresema como un FAv
pumo fij o (circulo rojo): CM~1. CMP y CMr,. En U, los segmcntns
se desarticulan para determinar las fuerzas }' los momentos inter- Pierna
nos. empeznndo por el segmento más d1stnl, el pie. Las ílcchas cur-
Pierna (P)
vas y rojas representan los momentos alrededor ele los ejes de rota-
ción. (PS, peso del segmemo: FA, )' FA» fuerzas articulares en las
direcciones horizontal (X) y vertical (Y), FRS, y FRSy, lucrzas de
FAy ~o
reacción del suelo en las direcciones honzontal (X) y \'CJ'lical (Y). FAy
Pie (Pi) FAx-
FRS,

Pie PS FRSv
A
B

sensores cutáneos para registrar el movimiento de los huesos,
existe error potencial asociado con el movimiento de la piel >'
los tejidos blandos.
Sistemas de medición dinámicos: Aparatos mecánicos,
transductores y aparatos electromecánicos
Aparatos mecánicos
Los aparmos mecánicos miden la rucrza aplicada a panir del
grado ele deformación o compresión del material cleíormablc.
Con medios puramente mecánicos, la deformación del mate-
rial causa el movimiemo de un dial. Los ,·atores numcncos
asociados con el dial se calibran hasta una fuerza conocida.
Algunos de los aparatos mecánicos más corrientes para medir
la fuerza son la báscula de bano, el dinamómetro manual )' el
88
dinamomctro de la fUt:rza de prensión. El di nmn ómetro
manual, por ejemplo, permite una medición clín ica útil cid
momento interno producido por un pacicmc (Fig. 4 29) En
el ejemplo, el dinamómct ro mide una fue rza de resistencia
(FR) como respuesta a un csíuerzo máximo. producido isomc-
tncamcnte por el momento extensor del codo. La fuerza del
tnccps (FT) se determina di\'idicndo el momento externo (FR
x BM E) por el brazo de palanca del mo mento interno.
Transductores
Se hnn creado y empicado ampliamente d istintos tipos de
transductores para medir la fucrza. entre otros galgas extenso-
mctricas }' piezoeléctricas. transductores p1czorrcsistivos }'
capacitivos. En esencia, estos transductores íuncionan sobre el
pri ncipio de que una íucrza ap licada deforma el transductor,
lo cual provoca un cambio de voltaje. Los impulsos del trans-
ductor se convie n en en med iciones út iles mediante un pro-
ceso de calibración.
Uno de los transductores más habituales para recabar
datos cineticos mient rns una persona camina, da pasos o
corre es la plataf vrrna ele (11crza. Las plataformas ele íucrza
cm pican cuarzo piczoeléct rico o transductores o galgas
exLc nsométrirns sensitivos a la carga en tres d i reccion<:s
o n ogonales. La p latafo rma de fuerza miele las componemcs
ve rtical, med ial-lateral y anteroposterior de la fuerza de
reacción del suelo (Fig 4 30). Cada componente tiene una
forma }' magnitud caracterísllcas. Los datos ele la íuerza de
reaccit'>n del suelo se usan como base para el análisis dina-
mico poste rior.
Aparatos electromecánicos
Uno de los aparatos electromecánicos mas populares para
medir el momenLO mterno en una aniculacion específica es
el clinarrn>mclro isocíncriw. El aparaLO mide el momento
interno producido mientras se mantiene una velocidad angu-
lar an icular constante. 1:1 sistema isocinético se aj usta parn
med ir el momento producido por la mayo r!a ele los principa-
les grupos musculares del cuerpo. La máquina mide los d atos
cinét icos que producen los músculos durante los tres ti pos de
activación: concéntrica, isométrica }' excéntrica. El usuario
determina la velocidad angular, que varía entre O grados/seg
(isométrica) y hasta 500 grados/seg en la activación no iso mé-
t rica . La figura 4.3 1 muestra a una persona que ejerce un
csíucrzo máximo, mo mento ílcxor de la rodi llri durante una
contracción concéntrica ele la musculatu ra ílcxora ele la rodi-
lla de recha. La dinamometría isocinética oírece un registro
objetivo ele los daws c111cticos musculares, producidos por
los elistintos tipos ele activación muscular a múltiples \'eloci-
dadcs. El sistema también apona retroalimentación in mediata
de cintos cinéticos, que puede servir como íuente de biorre-
Lroril imemación duran Le el entrenamiento o la rehabilitación.
BIBLIOGRAFÍA
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111111 IJ1·f,>1m11t1t111 '\u"'·' ,,,rh. '.:>pnngl'r-\~rl.1¡.:, t•>•N
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 ,
A PE N D 1 e E 1

Apéndice IA: Selección de datos antropométricos La l'igura lC. I muestra el uso de la Lrigonometría para
La tabla que aparece después apona datos amropométricos de determinar las componentes ele la fuerza de la porción poste-
un hombre ele 670 N. rior del músculo deltoides durante la anivación isométrica. El
ángulo ele inserción (a) del músculo en el hueso es 45 grados.
Apéndice 18: La regla de la «mano derecha» Basándose en el sistema pan icular ele rderencia. las compo-
Como se elijo en el CapíLulo 1, un momento se deíine como nentes rectangulares de la fuerza muscular (FM) se etiquetan
una Jucrw 11111/lipliwda por su brazo de palanca. La íuerza es la como FMv (fuerza tangencial) y FM;.; (fuerza normal). Dacia
magnitud vectorial que posee módulo )' dirección. Sin una rue rza muscular constante de 200 N, se pueden determi-
embargo, la longitud del brazo de palanca puede tratarse nar la Hh y la I M ~ como sigue:
como un vector o como una magnitud escalar. Cuando se
tenga en cuenta el brazo de palanca como vector. el momento FM;.: = FM sen '+5º = 200 N X 0.707 = Hl ,4 N
se calcula como el producto ele dos vectores. La multiplicación fM\ = FM cos 45º = 200 N X 0.707 = l •f 1.-+ N
de dos vectores onogonales (la fuerza )' su brazo ele palanca)
mecl im1le la mu\Liplicación de productos cruzados da un ter- Si se conocen la FMY y la FM;.;, se determina la FM (b hipo-
cer vector (.momento) perpend icular al plano que conLiene los Lcnt1Sa) con el teorema ele Pit:ígoras:
otros dos vectores. Usando este esq uema, los ílexores del codo
ele la figura 1.17, por ejemplo , producen un vector de FM2 = FlVl;.;2 + F1vJy2
momemo interno que se dirige hacia o desde la página. La f'M =VHl.-f2 + 1-tl ,'f2
regla de la «mano derecha}> es una convención que se usa para
asignar una dirección a un prod ucto vectorial. Los dedos de la Ftvl e 200 N
mano derecha giran en espiral en la dirección del segmento
que gira. La dirección positiva del momento se define por la
di rección del pulgar extend ido. En la íigura l. 17 la dirección
del momenlo inlerno se dirige hacia «Íuera» ele la página, o en
una dirección Z positiva.

Apéndice IC: Revisión básica de la trigonometría

L1s funciones trigonométricas se basan en la relación que
existe entre los ángulos y los lados de un triángulo reclángulo
Los lados del triángulo pueden representar distancias. 111agni-
LUd de íuerzas, velocidad y otras propiedades Íísicas. Cuatro
de las funciones trigonométricas corricmcs empicadas en el
<1nálisis cuantitativo se h<1\lan en la rnbla siguiente. Las funcio-
nes trigonométric<ls tienen un valor especííico para un ángulo
ciado. Si se conocen los vectores que representan dos lados ele
un triángulo rectángulo. el lacio restante del triángulo puede
determinarse usando el teorema ele Pitágoras: a2 = b2 + el,
donde a es la hipotenusa del triángulo. Si se conocen un lado
)' un ángulo distinto del ángulo recto, las panes restamcs del
1riángulo se determinan usando una de las cuaLro funciones
1rigonométricas enumeradas en la tabla.

Funciones tri gono mé tricas para u n tr iá ngu lo usadas ha biwal-

ment c en los a nális is biomecáni cos
F 1111ció11 trigo11ométrica Defi11ició11
~~~-'--~~~~~~~~- FIGURA IC.1. Dado un angulo de inserción de la porcion pos1enor del
Seno (sen) Lado contrario/hipotenus;i deltoides (cJ = f5 grados) y la fuerza resulwrnc de la po rción posterior
Coseno (cos) Lado ad)•acente/hipotenusa del deltoides (FM). se determinan las dos componentes rectangulares
ele la fue rza muscular (FM;.; )' FMy) usando relaciones trigonoml'tric<is.
Tangente (lan) Lado contrario/lado ad)'acente
El eje de rol ación ele la articulación glenohumeral se mucst ra con un
Cotangen te (cotg) Lado <ld)•acente/laclo contrario círculo \·acio en la cabez•t del h(tmcro.
89
90

Peso del segmento* Localización de los centros ele masa

Cabrw: 46,2 N (6,9%) Cabeza: En el seno esfenoiclal, 4 mm más allá del borde antcromíerior de la silla turca.
(En la superficie lateral, sobre la fosa temporal, o cerca de la línea nasión-inión.)
ú1beza y cuello: 52,9 N (7,9%) C<1be::a y cuello: En la superficie inferior del es!enoides o a 23 ± S mm de la lamina
cuadrilátera del esfenoides. (En la superficie lateral, 1O mm anterior a
la esco1adura sigmoidea de la mandibula)
Cabeza, cuello y tronm: 395,3 N (59%) C<1be:w, cuello y cronco: Amerior a la XI vértebra 1on\c1ca
Extremidad superior
Extremiclad superior: Justo por encima de la aniculación del codo
Brazo: 18.1 N (2,7%) Brazo: En la cabeza medial del tríceps, adyace111e al surco del nervio radial; S mm proximal
al extremo dis1al de la inserción del deltoides
Antclmr::o: 1O.7 N ( 1,6%) Antebrazo: 11 mm proximal a la porción más distal de la inserción del pronador redondo;
9 mm anterior a la membrana interósea del antcbmzo
Memo: 4 N (0,6%) Mano: (en reposo): En el eje del 111 metacarpiano, por lo general 2 mm a nivel profundo de
Ext r.:miclacl s11pc1for: 32,8 N (4,9%) la superficie cutánea volar; 2 mm proximal al pliegue cutáneo palmar mmsverso, en ángulo
Antebrazo y mwro: l'l,7 N (2,2%) entre el pliegue longitudinal radial y el pliegue transverso proximal
Extremidad iníerior
Excremidad inferior: Justo por encima.ele la articulación de l:i rodilla
Muslo: 65 N (9,7%) fl'luslo: En el músculo aductor cono (o aductor mayor o v:isto medial); 13 mm medial a la línea
áspera, profundamente al canal de los aductores; 29 mm por debajo del vértice del
triángulo femoral y 18 mm proximal a las fibras más dislates del músculo aductor cono
Pierna: 30,2 N (4,5%) Pierna: 35 mm por debajo del músculo poplltco. en la parte posterior del músculo tibial
posterior; 16 mm por encima del ex1remo prox11n:il del u~ndón de Aquiles; 8 mm pos1enor a
la membrana interósea
Pie: 9,4 N (1,4%) Pie: En los ligame111os plantares, o JUStO superlkial a los müsculos adyace111cs profundos del pie:
Extrcmiclacl 11ifnio1: l04.5 N (15,6%) por debajo de las mitades proximales del 11 )' 111 huesos cuneiformes; en una línea entre el
Pierna y pie: 40,2 N (6%) ce111ro de la articulación del tobillo y el antepié en el plano del 11 metatarsiano
Tocio el cuerpo: Anterior a la segund:i ,·énebra s.1cra

• Expm..1elc> c11 11ew1,111., (N) y en d p<>r.:..:111:1¡c del peso corporal tOLal.

Ba,,.-ido en Dt·mpsll' r \\' 1 1<J55: ~pa,-c rcc¡ucnmcms for 1hc sc:ucd opo:rnwr. \\'ADC- rR-55-159 Wn!(hl P;111c1-Sl>ll A11 Force B:1:.c, L•>S ,·alores sobre el peso de
l.1 t:ab.:z:1 se ob1urn:ro11 tk 13mun,· )' i-1sthc r. l<J89. La localiz:1ció11 de los ccn1ros de masa :;onde Dc111ps1c1, cxccpw los del i:ucqw }'las ex1 rc111idadcs completas.

Las componentes normal >' tangencial de las f uerzas exter- N. La fuerza muscul;ir resultante (hipotenusa del triángulo) se
nas, como las ejercidas por una polca anclada en la pared, el deriva usando la relación de las componentes rectangulares:
peso corporal, o la acción manual del Lerapeurn, se determi-
nan de forma similar a la descrita para la fuerza muscular Sen 45" = FM:VFM
(interna). FM = 141,4 N/sen 45º
La lrigonometría también se usa para determinar la magni-
tud de la fuerza resultante cuando se conocen uno o más com- FM SI! 200 N
ponentes del ángulo de inserción. Consideremos el mismo
e3emplo dado en la figura IC. l, pero pensemos que el objetivo St sólo se conocen la FMv y la FMx, el ángulo de inserción
del análisis sea la determinación de la fuerza muscular de la FM se determina usando Ja tan-t a im·ersa. Repárese en
resultante de la porción posterior del músculo deltoides. que las componentes de la fuerza siempre tienen una magni-
El ángulo de inserción del músculo es 45° >' la FMx es 14 l ,4 tud inferior a la magnitud del vector resultante.
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SECCIÓN 11

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SECC IÓ N 11

Extremidad superior

C.\1'11 L LO 5: El complejo del hombro

C\1'1 1L u.1 6: El complejo del codo y el anLebrazo ..
C.\ 11 11 UL(l 7: L1 mu1'leca
C\1' 11 L!LtJ 8: La mano
API:-.: DILE 11 : Material reíe reme a la inervación e inserciones ele los músculos de la
extremidad superior

La Sección 11 se compone de cuatro capítulos, cada uno de los cuales describe la cine-
siología de una región anicular importante de la extrem idad superior Aunque aparezcan
como entidades anatóm icas diíerenciadas, las cuatro regiones cooperan íuncionalmente
para que la mano pueda interactuar de íorma óptima con el entorno. La clisrupción de la
íunción de Jos músculos o articulaciones de cualquier región puede interferir en gran
medida con la capacidad ele la extremidad superior en conjunto. Como se describe en la
Sección 11 , las alteraciones ele los músculos y articulaciones de la extrem idad superior pue-
den reducir en gran medida la calidad o la íacilidad en la ejecución ele muchas actividades
importantes relacionadas con el cuidado personal, el sustento y el ocio.
 CAPITULO 5

El complejo del hombro

DONALD A. N EUMANN , PT, PHD

OSTEOLOGÍA, 93
Esternón , 93
Clavícula, 94
Escápula , 94
Porciones proximal a media del húmero, 97
ARTROLOGÍA, 98
Articulación eslernoclavicular, 100
Características generales, 100
Tejido conjuntivo periarticular. 101
Cinemática, 101
Elevación y descenso, 102
Pro tracción y retracción, 102
Rotación axial {longitudinal) de
la clavícula, 103
Articulación acromioclavicular, 103
Características generales, 103
Tejido conjuntivo periarticular, 103
Cinemática, 104
Rotación ascendente y descendente, 104 Cinemática general del hombro durante
«Ajustes rotacionales» en el plano
l1orizontal y sagital de la articulación
acromíoclavicular. 104
Articulación escapulotorácica, 105
Cinemática, 105
Movimiento de la articulación
escapulotorácica: Complejo de
- - --======================
ÍNDICE
movimientos de las articulaciones
esternoclavicular y acromioclavicular,
105
Elevación y descenso. 105
Protracción y retracción, 106
Rotación ascendente y descendente, 106
Articulación glenohumeral , 107
Características generales, 107
Tejido conjuntivo periarticular, 108
Estabilidad estática de la articulación
glenohumeral, 11 1
Arco coracoacromial y bolsas asociadas, 11 1
Cinemática de la articulación glenohumeral.
112
Abducción y aducción, 112
Flexión y extensión, 114
Rotación interna y externa, 115
Resumen de la artrocinemática de
la articulación glenohumeral, 117
la abducción , 117
Ritmo escapulohumeral, 117
Interacción de las articulaciones
esternoclavicular y acromioclavicular, 117 y extienden el hombro , 130
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y
ARTICULACIONES, 118
Inervación de los músculos y articulaciones
del complejo del hombro, 118
Músculos de la articulación
escapulotorácica, 122
Elevadores de la articulación
escapulotorácica, 122
Depresores de la articulación
escapulotorácica, 122
Protractores de la articulación
escapulotorácica, 123
Retractores de la articulación
escapulotorácica, 123
Rotadores ascendentes y descendentes
de la articulación escapulotorácica,123
Músculos que elevan el brazo, 123
Músculos que elevan el brazo en
la articulación glenohumeral, 124
Rotadores ascendentes en la articulación
escapulotorácica, 126
Función de los músculos del manguito
de los rotadores durante la elevación
del brazo, 129
Músculos que mueven en aducción
Músculos que rotan interna y externamente
el hombro, 132

INTRODUCCIÓN
Nuestro estud io de la extremidad superior se inicia con el
complejo del hombro, una serie de cuatro articulaciones com-
prendidas por el esternón, la clavícula, las costillas, la escápula
y el húmero (Fig. 5. 1). Esta serie de arliculaciones aporta una
gran amplitud ele movimiento a la extremidad superjor, con lo
cual aumenta la capacidad para manipular objetos.
Traumatismos o enfermedades suelen limitar el movimiento
del hombro, provocando una significaLiva reducción de la efi-
cacia ele toda la extremidad superior.
Pocas veces un solo músculo actúa de modo aislado en el
complejo del hombro. Los músculos trabajan en «equipos»
para producir una acción muy coordinada que se expresa
sobre múltiples articulaciones. La naturaleza cooperadora de
los músculos del hombro aumenta la versatilidad , control y
amplitud de los movimientos activos. Dada la naturaleza de
esta relación funcional de los músculos, la parálisis o debili-
dad de cualc¡uíer 1miswlo suele inLerrumpir la secuencia ci ne-
mática natural de todo el hombro. Este capíLulo describe
varias de las sinergias musculares imponanLes que existen en
el complej o del hombro )' cómo la clebilidacl de un músculo
puede afectar al poLencial de generación de lüerza de otros.
OSTEOLOGÍA______ _ _ __
Esternón
El esternón se compone del manubrio, el cuerpo y la apófisis
xifoides (Fig. 5. 2). El manubrio posee un par de escotaduras
claviculares ovales, que se articulan con las claviculas. Las
escotaduras costales , localizadas en el borde lateral del manu-
brio, sirven de inserción a l<ls dos primerns costillas. La esco-
tadura y ugular se localiza en la cara superior del ruanubrio.
entre las escotaduras claviculares.
93
94

lver Fig. 5.3. superlkie inferior). La superficie inferior del

extremo lateral ele In clnvícula está marcada por el l11bérrnlo
conoideo y la línea lrapczoidca.

Escápula
La escápula ele fo rma triangular tiene 1rcs (111g11los: i11jcrio1; supe-
rior y lateral (Fig. 5.5). La palpación del ángulo in ferior aporta
un método adecuado para seguir el movimiento de la escápula
durante el movimiento del brazo. La escápula Lambién Licne
tres bordes. Con el brazo cl escan~ado en el lado, el /Jvrde medial
o vcrlcbral discurre casi paralelo a la columna vertebral. El
borde lclleral v axilar discurre del ángulo inferior hasta el
ángulo lateral ele la escápula. El borde supaior se extiende
del ángulo superior lnteralmenLe hacia la apól'isis coracoicles.

Vista rullcrior
Músculo esternocleidomastoideo

FIGURA 5.1. Articulaciones del complejo del hombro derecho.

Características osteológicas del esternón

• Manubrio
• Escotaduras claviculares Músculo subclavio
• Escotaduras costales
• Escotadura yugular 11

Clavícula
Vista desde arriba, la diáfisis ele la clavícula es curva, con su
superfi cie anLerior por lo general convexa en semido med ial y
cóncava lateralmente (Fig. 5.3). Con el brazo en la posición
anatómica, el eje mayor ele la clavícula se orienta ligeramente
por encima del plano horizontal )' en Lomo a 20 grados pos-
terior respecto al plano frontal (Fig. 5. 4; ángulo A). El exL remo
esternal y medial prominenLe )' reclondeaclo ele la clavícula se
articula con el esternón (ver Fig. 5.3). La carilla articular ester-
nal ele la clavícula (ver Fig. 5.3, superficie i_nferior) descansa
cont ra la primera costilla. Lateral y ligeramente poslerior a la
escotadura costal está la evideme i111presí611 del ligamenlo coslo-
clavicular, una inserción ele este ligamento.

Características osteológicas de la clavícula

• Carilla articular esternal
• lmpresión del ligamento costoclavicular VII
• Carilla articular acromial
• Tubérculo conoideo
• Unea trapezoidea FIGURA 5.2. Vista anterior del esternón con eliminación de la clavf-
cula y las costillas izquierdas. La linea de puntos en to rno a la esco-
tadura clavicular muestra las inserciones de la cápsula en la articula-
El extremo lateral o acromial ele Ja clavícula se articula con ción esternoclavicular. En rojo aparecen las inserciones proximales
la escápula en la cari lla articular acromial, ele forma ovalada del músculo.
 ( llJ'lllilc• ) 11eclllt/'11/ol 1/d lw111/111• 95

Superfic ie s uperior

Anterior

FIGURA 5.3. Superficies superior

e inícri11r de In clal'lcula derecha.
L1 linea ele punLo;. t:n to rno a los
extremos de la clal'lcula muestra
l:is inserciones ele la cápsula
articular. En ro10 ólparcccn l:is
111sercioncs prox11nalcs de lllS
músrnlos: las cl1staks en gris.

Superfici e inferior

Anterior

FIGURA 5.4. Vista superior de :imbos hombros m la posición an:11ómica. Ángulo A: la oncntactón ele la cla\'intla esta desviada unos 20 grados
posteriormen1e al pl:ino frontal. Ángulo B. la orientación de la escápula (plano escapular) se dcsv1a unos 35 grados anteriormente al pl:1110 fron-
1:11. Ángulo C: retro,·ersión de la cabeza del húmero unos 30 grndos posteriormente al eje medial-lateral del codo. La clavícula )' el acromion
derechos se han eliminado para exponer la porción superior de la nrticulación glenohumcral derecha.
96

Yista posterior \ 'is ta antcn o1

Porción superior del trapecio Porción media y anterior del deltoides

FIGURA 5.5. Superficies posterior ( A))' antcnor (13) de la escápuh1 ckrcdia. 1as111scrcilines prl)ximalc~ de los 1m1sn1los aparecen en rojo. > la!>
inscrcmncs distales en gris Las líneas tk p1111lt>S suspensivos muestr.111 Iris 111scn.:ioncs t.:apsulares en torno a la a111culacion glen,1hurnernl.

l .a escápula se articula con la cabeza del húmero en la hge-

Características osteológicas de la escápula ramentc cóncava rnvidad glr11oidca (cid griego glenc. cuenco, y
• Ángulos: inferior, superior )' lateral
t'iclas, parecido a) (Fig. 5.56). La cavidad glenoidea se melina
• Borde medial o vertebral
• Borde lateral o axilar hacia arriba unos 5 grados respecto al borde medial de la escá-
• Borde superior pula (f=ig. 5.6). En reposo, la escapula suele apoyarse comra la
• Fosa supraespinosa
• Fosa infraespinosa
• Espina
• Ralz de la espina
• Acromion
• Carilla articular del acromion
• ca,·idad glenoidea
• Tubérculos supraglenoideo e infraglenoidco
• Apófisis coracoides
• Fosa subescapular

La supe ríicie posterior ele la escápula se divide en una íose1

supl'<lespi11osa y una fosa i1ifrnespi11osa por la espina. La profun-
didad ele la fosa supraespinosa la llena el músculo supraespi-
noso. El extremo medial ele la espina rebaja su altura en la raí::
de la espina. Por el contrario, el extremo lateral de la espina
gana altura considerable y se aplana en el acromion ancho )'
prominente. El acromion se extiende en dirección lateral }'
anterior. íormando una cresta horizontal sobre la cavidad gle- FIGURA 5.6. Vista anterior de la escápula derecha que muestra una
noidea. La wrill<r articular dd acromion sobre ésLe marca la 111clinnción ascenclcmc ele unos 5 grados de la ca\'iclad glenoiclca res-
superílcie de la articulación acromioclavicular (ver Fig. 5. l 7B). pecto al borde medial de la escápul:i.
 97

Vista s upe rior Lucahzados en el borde supeno1 e 111fcrior de la Ca\'ldacl glc

no1dca están los 111/n'rwlos s11¡11agk110iclco e i11Jraglc11oiclro. F.stos
tubérculos si1'\'en de inserdon proximal a la cabeza larga del
b1ceps ) tríceps braquiales, rcspecth«1n1e11te (ver Fig. 5.5B).
Cerca del borde superior de la ca\·iclad glenoidca esta In prn111 1-
nemc apcí{isis corncoidrs , que signil'ica «con forma ele picn de
Lateral cuer\'O». La apófisis coracoiclcs se proyena abru ptamente ele In
escápula, sirviendo de inserc1on a ligamentos y músculos (Fig.
Ligamento conoideo 5. 7). La fosa suhcsrn¡nclar se local iza en la superficie anterior ele
la escápula. La conca\·idacl presemc en la fosa se llena con el
Ligamento grueso músculo subescapular (\'Cr F1g. 5.5B).
trapezoideo
Porciones proximal a media del húmero
~-- Músculo
Ligamento La ce1/Jcw del laimcro, con casi la mi tad de una eslera de
pectoral menor
coracoacromial
cuerpo, forma el componen1c COll\'CXO ele la aniculación gle-
Cabeza corta del bíceps nohumeral (Fig. 5.8) . La cabeza se orienta en sentido medial
y coracobraquial
)'supe rior, formando un ángulo ele unos 135 grados ele incl i-
FIGURA 5.7. Primer plano ele la apofisis corncoides derecha vista nación con el eje mayor ele la di{1Íisis del húmero (Fig. 5.9t\).
desde m-riba. Las inserciones prox1nrnlcs cid músculo aparecen en Respecto al eje medial-lateral que atra\'icsa d codo. la cabcz.1
rojo )' las inserciones diswles, en gns. La 111scrc1ón del ligamemo c;e
muestra en color gris clcuo r rodeada ele un:i l111ct1 ck puntos suspcn-
del húmero gira en sentido posterior unos 30 grados en el
si vos plano horizontal (Fig. 5.98). Esta rotación, conoc1cla como
rc1mvrrsici11 (del latín rt'lro, hacia am1s, y \'Crlo, girar). onenta
la cabeza del húmero en el plano escapular para an1cularsc
superficie posterolaternl del tórax con la cavidad glenoidca con la ca\'iclacl gleno1dca (F1g. 5.-+, ;\ngulo C)_
orientada unos 35 grados anterior al plano frontal (ver Fig. El cuello anatomiw del húmero separa la superficie arlirnlar
5.4, ángulo B). Est<l orientación ele la csn1pula se denomina lisa e.le la cabeza ele la diúl'isis proximal (Fig. 5 8A) . Los pro111i-
¡i/e1110 escapular. La escápula )' el húmero tienclen a seguir este 11en1es lllberculos menor )' mayor rodean las circunlcrencias
plano cuando el brazo se lc"anta por encima de la cabeza. anterior)' lateral del extn.·mo proximal del húmero (Fig. i.8B) .

\'b ta ante rior Vi sta ~upc rior

Redondo menor
Tubérculo Carilla inferior
mayor
Carilla media
Surco lnfraespinoso ---JI-.
intcrtubercular

Subescapular en Lateral
el tubérculo
Subescapular
Carilla superior

Pectoral mayor--+-if-
- - Redondo mayor
B

,,
'í

;1
:1
Deltoides en
Coracobraquial
el tubérculo FIGURA 5.8. Caras antcnor (A) )' supenor (B) del humero derecho
La linea de puntos en A 111ucs1ra las inserciones capsulares en 1orno
a la articulación glenohumcral. La inserción distal de los musc.:ulos
A riparece en gris.
98
B
FIGURA 5.9. Húmero derecho donde se muestra un «angulo de inclinación» de 135n entre la diáfisis y la cabeza del húmero en el plano lron-
tal CA) y la ret rovcrsión de la cabeza del hu mero res pecio a la poreión distal del húmero ( B).
El /u/)(' rculo menor se proyccui ele fo rma bruscn )' en seruiclo
amerior para la inse rción del músculo subescapular. El
tubérculo mayor, grande y redondeado, cuenLa con unas cari-
llas superi01; media e inferior que marcan la inserción distal ele
los músculos supraespinoso, infraespinoso )' redondo menor,
respeclivamente (Figs. 5.8B y 5. J. 0).
Hay crestas aÍilaclas que se extienden cliswlmente desde el
lado anterior ele los tubérculos mayor y menor. Estas crestas
reciben las inserciones distales ele los músculos pectoral
mayor y redondo mayor (ver Fig. 5.8A). Entre estas crestas
está el surco interluberculcir (bicipitctl), que aloja la cabeza larga
del tendón del bíceps braquial. El músculo dorsal ancho se
inserta en el suelo del surco intertubercular, medial al tendón
del bíceps. Distal y lateral a la terminación del surco intertu-
bercular eslá el lubérwlo delloicleo.
Características ostcológicas de las porciones proximal a
media del húmero
• Cabeza del húmero
• Cuello anatómico
• Tubérculo menor y cresta
• Tubérculo mayor y cresta
• Carillas superior, media e inferior del tubérculo mayor
• Surco intenubercular (bicipital)
• Tubérculo cleltoideo
• Surco del nervio radial (surco espiral)
El surco del nervio rodia/ discurre en sentido oblicuo sobre
la superíicie posterior del húmero. El surco separa las insercio-
nes proximales de la cabeza lateral y med ial del tríceps (ve r
Fig. 5.1 O). Viajando d istalmeme, el nervio radial cursa en
espiral en torno al lado posterior del húmero en el surco espi-
ral, dirigiéndose hacia el lado d istal-lateral del húme ro.
ARTROLOGÍA
La articulación más proximal del complejo del hombro es la
arliculación i.:slernoclavicular (ver Fig. 5.1). La chwícula,
mediante su inserción en el esternón, actúa como un saliente
mecánico que mantiene la escápula a una distancia relativa-
mente constamc del tronco. Localizada en el extremo lateral
ele la clavícula está la crrliculación acromioclaviwlar. Esta articu-
lación y sus ligamemos asociados insenan con íirmeza la escá-
pula en la clavícub. El punto ele contacto cmre la superficie
anterior ele la escápula y la superficie posterolateral clcl tórax
se denomina arliwlaciün escapulotorácica. En este caso, el tér-
mino no impl ic a una articulación anatómica real, sino la inter-
íaz ele dos huesos. El movimiento de la art iculación esca-
pulotorácica es un resultado directo ele los movimientos indi-
viduales que se producen en las articulaciones esternoclavicu-
lar y acromioclavicular. La posición ele la escápula en el tórax
aporta una base de operación para la arliculación gle11ol111mera/,
 lllf'lllllto 5 1.1ui111¡•k11• tkl lw111/n,1 99

\ 'ista postcrio1
Cuatro articulaciones en el complejo del hombro
l . Estcrnoclavicular
Músculo
,..___ infraespinoso 2. Acromiodavicular
3. Escapulo1orácica
Carilla media -1. Glenohumcral

Músculo
redondo menor Las articulaciones del complejo clel hombro funcionan
Carilla inferior como una se rie ele vínculos. tocios los cuales coopcrnn para
aumentar al máximo la amplitud de l movimiento de la extre-
midad superior. Un ''ínculo debi litado, doloroso n inestable
en cualquier punto de la cadena reduce signiíicat1\'amcmc la
eficacia de todo el complejo.
Antes de hablar del análisis cinemático ele lns articul:iciones
esternoclavicular y acrornindavicul:ir, hay que de íin ir los

Músculo trícepS----1- 'i!

(cabeza medial) ~
\.i: -1111~--
\
Músculo tríceps
(cabeza lateral)
movimienLos de la articulación escapulOLorácica (Fig. 5. 1 1).
los movimientos principales de la an iculación escapulmorá-
cica son elevación)' descenso, protracción y retracción , }' rota-
ción ascendente )' descendente.

1!!t.

FIGURA 5.10. Carn pos1erior de la porción proximal del humero

derecho. Las 111scrc1oncs proximales ele los musculos aparecen en
Movimientos de la articulación cscapulotorácica
• Elevación >' descenso
• Protracción y retrncción
• Rotación ascendente y clcscc11dc111c

rojo, }' las distales en gns. La línra cit' punte>~ muestra las inscrc10ncs
capsulares de la aruculación glcnohumcral.
el vínculo más distal del complejo. El término «movimiento
del hombrO>l describe los mo\'im1entos combinados de las
articulaciones glcnohumeral }' cscapulotorácica.
Eln ·acion . La escápula se desliza en scmiclo supcrwr sobre
el tórax , como al encogerse ele hombros.
Desce nso. Desde una posición elevada, la escápula se des-
liza en senLiclo in ícrior sobre el tórax.
Protrncción. El borde medial de la escápula se clc~ l iza en
sentido anterior-lateral sobre el tórax alejándose de la línea
media.

Elevación y descenso Retracción y protrncció11 Rotación cleseendenle y ascendente

FIGURA 5.11 . MO\'llllicmos de la escápula derecha contra la supcrí1cic pos1erolateral del türax. A, Elevación )' dc~cnso. B. Retracción y pro-
traccit\n. C, Rotación drscenclente )' ascendente.
100 '.>au,111 /1 btrn111tle1tl '11/lt'I f<li
Manubrio
l¡j··
Rctraccion. El borde medial de la escápula se desliza en
sentido posteromedial sobre el tórax hacia la línea medía,
como al jumar los omoplatos.
Rotal'ión ascendente . El ángulo inferior de la escápula gira
en dirección superolateral de modo que la rnviclacl glenoidea
mira hacia nrriba. Esta rotación se produce como un compo-
nente natural del brazo que se eleva.
Rotación d rsce nde nte. El ángulo inferior de la escápula
gira en una dirección infero medial de modo que la cavidad
glenoiclea mira hacia abajo. Este movimiento se produce como
FIGURA 5.12 . Aniculacionrs rstrr-
nod:wirnlarrs. L1 cápsula >' la scc:·
c.: 1011 lateral de1 fascículo anterior
del hgamemo rnsiocla"1cul;ir se
h;111 chm1naclo en el lado 1zqu1erclu
-·
un componente natural del descenso del brazo desde el lado
)' una posición elevada.
Articulación esternoclavicular
CARACTER ÍSTICAS GENERALES
'-•' nrt1culación estcrnoclavicular (E() es unri aniculacil'm
compleja. que comprende el cxt remo med ial de la cladculn, la
escotadura clavicular en el esternón )' el borde superio r del
<.:artilago ele la primera costilla (Fig. 5.12). La articulación es la
FIGURA 5.13. Vista anterolmcral ele las superficies ani-
culares de la articulac1t)n esternoclavicular derecha. La
aniculación se muestra abierta para exponer sus super-
ficies articulares. Los diámetros longitudinales (m rojo)
se extienden gni~m1 nwdo en el plano fron tal entre los
puntos superior e inferior de las superficies articulares.
Los diametros transversns (en gris) se extienden gmsso
moclo en el plano horizontal entre los puntos :mtcrior >'
posterior de las superficies aniculares.

articulación basilar de la extremidad superior, que une el
esqueleto axial con el esqueleto apendicular. Como tal, la arti-
culación EC soporta demandas funcionales únicas que acepta
una compleja superfi cie articular con forma sellar (Fig
5.13)68 Aunque muy variable, el extremo medial de la claví-
cula suele ser convexo a lo largo de su diámetro longitudinal.
y cóncavo a lo largo ele su diámetro transverso. La escotadura
clavicular en el esternón suele tener l"orma reciproca, con un
diámetro longitudinal ligeramente cóncavo )' un diámetro
transverso un poco convexo.
TEJIDO CONJUNTIVO PERIARTICULAR
La articulación EC está envuelta en una cápsula reforzada por
los ligamentos eslcrnoc/aviculares <mterior y posterior (ver Fig
5.12). La superficie interna de la cápsula está cubierta por la
membrana sinovia\. !\demás, la articulación se estabiliza ame-
rionneme por la cabeza esternal del esternocleidomastoideo y,
posteriormente, por los músculos esternotiroicleo y esterno-
hioicleo. El ligamento intr:1'Clavicular expande la escotadura
yugular, conectando el extremo med ial de las clavículas dere-
cha e izquierda.
Tejidos que estabilizan la articulación EC
• Ligamentos esternoclaviculares anterior y posterior
• Ligamento interclavicular
• Ligamento costoclavicular
• Disco anicular
• Músculos esternocleidomastoideo, esternotiroideo
y esternohioideo
El ligamento costoclavicular es una estructura fuerte que se
extiende desde el cartílago de la primera costilla hasta la
impresión de este ligamento en la superficie in l"e rior de la cla-
FIGURA 5.14. Articulación esternoclavitular
de recha y movimientos osteocinernálicos de la
clavícula. Los movimientos son elevación y
descenso en un plano casi frontal (en rojo),
proLracción y retracción en un plano casi hori-
zontal (en gris), y rotación clavicular posterior
en un plano casi sagital (en blanco). El eje ver-
tical (gris) y el eje anteroposterior (rojo) siguen
el código cromático de los planos correspon-
dientes de movimiento. El eje longitudinal se
muestra mecliame la línea ele puntos.
Cttp11tilo 5 [/, <•rnplciP ./('/ /111111/11,1 1() 1
vícula. El ligamento tiene dos fascículos diferenciados de
fibras que discurren perpendiculares uno respecto al ot ro.6~ El
fascículo anterior discurre oblicuamente en una di rección
superior )' lateral. )' el fascículo más posterior se dirige obl i-
cuamente en una dirección superior y medial (ver Fig. 5.12).
El ligamento costoclavicular eswbiliza con flnn ew la anicula-
ción EC y limita los extremos de tocio movimiento clavicular,
excepto el 1110,·imiemo descendente de la clavícula (es decir.
descenso).
El disco articular ele b articulación EC la divide en dos ca\'i-
clacles articulares med ial y lateral diíerenciaclas (ver Fig. 5. 12).
El disco es una pieza aplanada de fibrocartílago que se inserta
en sentido inferior cerca del borde lateral ele la escotadura cln-
vicular y, en sentido superior, en la cabeza ele la cla\'icula y en
el ligamento interda\'icular. El borde externo restanLe del
disco se insena en la superficie interna ele la cápsula. El disco
opera como un amortiguador de choques de la articulación,
para lo cual aumenta el área superíicial ele contacto articular.
Este mecanismo de absorción funciona aparentemente bien,
dado que la artritis degenerativa por b edad es poco l'recuente
eo esta aniculación.16
La gran estabilidad ele la articulación EC se debe a la orga-
nización ele los tejidos conjuntivos perianicub res circunclan-
tes. 12 Grandes fuerzas en dirección medial por la clavícula
suelen causar fractura de la diáfisis del hueso en vez de luxa-
ción de la articulación EC. Las fracturas claviculares son más
frecuen tes en hombres de menos ele 30 ai'los. Con frecuencia
estas frac turas son producto de accidentes en depones ele con-
tacto o accidentes de t ráíico. s1
CINEMÁTICA
La osteocínemática de la clavícula se define como 3 grados de
libertad. Cada grado de libertad ele movi miento se asocia con
uno de los tres planos cardinales: sagital, fro11wl y horizontal.
102
/
cos1;11a Esternón
A
La clavícula se eleva y deprime, se protrne y retrae, y gi ra
sobre el eje longitudinal del hueso (Fig. 5.14). En esencia,
todo movimiento funcional del hombro comprende al menos
algún movimiento de la clavicular sobre la aniculacíón EC.
Os1cocinemática de la articulación EC
• Elevación y desce nso
• Pro1racción y retracción
• Rotación axial de la clavlcula
Elevación y descenso
L1 elevación )' descenso de la clavícula se producen aproxima-
clamrnte paralelas al plano frontal sobre un eje antcroposteríor
ele rotación (ver Fig. 5.14). Se ha registrado un máximo de
unos 45 grados de elevación )' 1O grados de descenso.I us La
elevación y el descenso de la clavícula se asocian con un movi-
miento similar de la escúpula.
L1 anrocinematica de la elevación )' descenso de 1<1 clav1-
cula se produce a lo largo del diámetro longitudinal ele la arti-
culación EC (\'C~r Fig. 5.13). La elevación de In clavlcula se
produce mientras In superficie convexa ele su cabeza rueda en
sentido superior)' se desliza simultáneamente en sentido in fe-
rior sobre la conrnviclad del esternón (Fig. 5. l 5A). El liga-
mento costoclavicular estirado ayuda a estabilizar la posición
de la clavícula. El descenso de la clavícula se produce por la
acción de su cabeza que rueda en sentido inferior>' se desliza
en semiclo superior (Fig. 5.1513). El descenso completo de la
clavícula elonga y csLíra el ligamento interclavicular )' la por-
dón superior ele los ligamentos capsulares:'
Protracción y retracción
L1 protractión y reLracción de la clavícula se producen casi
paralelas al plano horizontal sobre un eje vertical de rotación
(ver Fig. 5.14). El eje aparece en la figura S. L4 haciendo inter-
sección con el esternón. dado que, por convención, un eje de
rotación siempre hace intersección con el miembro convexo de
una articulación en un movimiento concreto. Se han registrado
al menos 15 a 30 grados de rotación en todas direccio-
FIGURA 5.15. \'ista antc1 ior ck u11 d1agr::una
mcc<mico ele la ,mronnemmírn del roda-
111icn10 v ck~liz:1 111 ic11to du rantl' la elcrnción
(A) > d~sccnso ( 13) ele 1,1 dm·1rnla sobre la
aniculacit'n cstcrn,,clav1rnlar de recha. Los
ejes de ro1ac1ón se 111ues1rn11 en d1rccC1ó11
amcroposterior cc1ca de la cabeza de la claví-
cula. Aparecen las estructuras cs1iradas como
ílechas elongadas y finas, y la~ estructuras
laxi:is como llech;is en tirabuzón. Repárese en
A que el ligamento costnchw1n1lar rs11rado
produce: un:i fuerza descrndcntc en la di rec-
cion del dcshzanm:mo. U 1¡?,amc1110 costocla-
viculnr = LCC. capsula ~11pc1for = CS, liga-
mento intcrdavicular = LIC....)
ncs.11,;i;,5¡; Lo~ mo\'imientos en el plano honzontal ele la cla\'í-
cula se asocian con un mo\'imiento parecido ele 1)rot rncc1ón y
retracción de la escápula.
La ~nrocincmát1ca de la protracción )' retracción de la cla-
vlcula se prod uce a lo largo del di:\mctrt) transverso de la
articulación EC (ver Fig. 5. 13). La retracción se produce
miemrns la superficie articular cóncava de la cla\'ícula rueda)'
se desliza posteriormente sobre la superficie con\'exa del ester-
non (Fig. 5.16). La ampl itud final de la retracción clonga los
fascículos anteriores del ligamento costocla\'icular )' k)s liga-
memos capsulares anteriores.
La artrocinemát1ca de la protracción sobre la aniculación
EC es parecida a la de la retracción, excepto en que se produce
en dirección antenor. Los extremos de la protracción se pro-
ducen durante un movi miento que implica una extensión
Vista superior
FIGURA 5.16. Vista superior de un diagrama mecl\nico ele la artrod-
ncmática de rodamien10 y dcslizamicnio durante la rc1 rnccit~n ele la
cl<wicula en la articulación cs1ernocbvicular derecha. t;I eje 1·cnical
de rotauon atra1·iesa el es1c1 nón. Se mues1ra11 las rstnu.:1uras estira-
das como ílcchas elongadas >' finas. y las cs1runuras laxas aparecen
como ílechas en tirabuzón. (l.igamc1110 cos1ocla11cular = LCC. liga-
mento capsular ;interior = LCA; ligamcnius capsulares pos1criores =
LCI')
 lt1¡>1IHlc1 :i 11 L<llllf'/,•¡11 rld l1r1m/111> 103

Canlla articular
del acromion

FIGURA 5.17. Anirulacmn acronuodadcular derecha. A. \'1~1:1 ,mtcnor que muestm la 11atu1~1lt:z.a rn pendiente de h1
amculación. B. Vista postawr ele hi amculación abiena por dctr;ls, &1ndc se muestra la mnlla art1lt1h11 <il-1 au1111111111 ~ el clN·ll

máxima hacia clelanle. L1 tirantez excesiva del fascículo poste-

rior del ligamento costoclaviculnr. el ligamento capsular pos-
terior)' los músculos rctraCLorcs de la escápula puede limitar
la prolracción clavicular extrema.
Rotación axial {longitudinal) de la clavícula
El tercer grado de libertad de movim1emo en la aniculacion
[( es una rotación ele la cla\'1cula sobre el eje longitudinal del
hueso (ver Ftg. 5.14). Cuando el hombro se mueve en abduc-
ción o se ílexiona. un punto sobre la cara superior de 1:1 cla\'1-
cula gira posteriorrncnle unos -10 a 50 graclos.2e>.63 Mientras el
brazo vuelve al costado. la cla\'ícula vueh-e a girar hasta su
posición original.
La anrocinemática de la rotación clavicular comprende un
giro de la cabeza de la clavícula en torno a la superficie lateral
del disco articular. La roLación posterior completa ele la claví-
cula se considera la posición de bloqueo de la articulación
EC.1>8
Tejidos que estabilizan La articulación AC
• Li~memos capsulares de la a11iculación AC supc1ior e infe1ioi
• Deltoides y parte superior del trapecio
• Ligamento coracoclavicular
• Disco articular
Articulación acromioclavicular
CARACTERÍSTICAS GENERALES
La articulación acromiodav1cular (1\ C) es la aniculacion cntrc
el extremo lateral de la clavícula )' el acromion ck 1;, escapula
(fig. 5.17 A). La carilla anicular del acromion se oncnla
mcd1almcntc )' un poco en c;cnudo superior. encajando con ht
can\la articular acromial de la cla\'lcula. Un disco arucula1 de
íorma variable está presente en casi todas las aniculaciones t\C.
L1 articulación AC suele describirse como una anfianrosis.
lo cual reílcja el contorno prcclominantcmeme plano de las
superficies articulares. Las superficies articulares varían de
planas a un poco convexa::. o cóncavas (Fig. 5.178). Como las
superlkies articulares son sobre LOclo planas, no se describe
aqui la anrocinemál ica de rodamiento)' cleslizarnic1110
TEJIDO CONJUNTIVO PERIARTICULAR
La articulación AC está rodeada por una cápsula rcforzad<1 por
los ligamwros inferior .Y supaim (Fig. 5. 18). El ligamento cap-
sular supe rior se refuerza medwme inserciones del clcilo1clcs )'
el trapecio.

FIGURA 5.18. Vista a111erior de la arucu-

lación acromioclavicular derecha con sus
múltiples ligamentos circundantes.
Llgament}
conoideo
ligamento
Ligamento coracoclavocular
trapezoideo
l 04 5ctcrr111 // F\t rcnricfad s11pc11or
Luxación de la articulación acromioclavicular
La articulación AC es propensa a la luxación por la naturaleza
inclinada de la articulación y la elevada probabilidad de sufrir la
acción de grandes fuerzas de cizallamiento. Consideremos una
persona que cae y se golpea el extremo del hombro contra el
suelo (Fig. 5.19). La fuerza de reacción contra el suelo en direc-
ción medial puede desplazar el acromion medialmente y debajo
de la carilla articular de la bien estabilizada clavícula. Los liga-
mentos coracoclaviculares, en especial el ligamento trapezoideo,
resisten por naturaleza ese desplazamiento de la articulación
AC.20
En ocasiones, la fuerza aplicada sobre la escápula supera la
resistencia a la tracción de los ligamentos, lo cual provoca su
rotura y la luxación completa de la articulación AG. Existe amplia
literatura sobre la evaluación y tratamiento de la articulación AC
FIGURA 5.19. \'isla amenor del hombro que choca comra el
suelo )' con la fuerza del i111 pacw dirigida hacia el acron11on.
Repárese en el aumcmo de la tensión )'en el desgarro parcial del
hgamcmo corncoch:ll'lcular (LCC).
El ligamento coracoclavicular aporta csLabihdad adicional a
la articulación AC (ver Fig. 5.18). Este extenso ligamemo se
compone de los ligamentos trapczoidco )' conoideo. El liga-
mento 1rc1pezoiclco se extiende en dirección supemlaLeral desde
la superficie superior de la apófisis coracoides hasta la línea
trnpezoiclea en la cla\'ícu la. El ligomrnw co11oidco se extiende
casi verticalmente desde la base proxnnal de la apófisis cora-
coides hasLa el tubérculo conoideo en la clavfcula.
Las superficies aruculares de la articulación AC están reves-
Lidas con una capa de íibrocan ílago )'a menudo separadas por
un disco articular completo o incompleto. Una disección
extensa de 223 articulaciones AC reveló la presencia ele discos
completos en sólo el 10% de las articulaciones.'" L1 mayoría
ele las aniculaciones posefa discos incompletos, que aparecían
fragmentados )' gastados. Según OePalma, '" los discos incom-
pletos no son anomalms estructurales. smo mas bien muestras
ele la degcncrnc1Lin que suele afectar a esta articulación.
CINEMÁTICA
Existen diferencias fum:1onalcs C\'tdentes entre las an1culac10-
nes AC y EC. La aniculación CC permite un movim1enLo rela-
ti\'O de extensión de la cla\'1cula, lo cual guia la trayectoria
general ele la escápula. La articulación AC, por el contrario,
permite mo,'imientos sutiles }' a menudo ligeros de la escá-
pula. Los ligeros movimientos ele la aniculación AC son fisio-
lógicamente importantes, porque permiten un grado máximo
ele movilidad a la articulación escapulotorácicn.M
Los movimientos ele la escápula en la an1culaciün AC se
describen en tres grados ele libertnd (Fig. 5.20A). Los movi-
mientos principales son rotación ascendente )' descendeme.
Los movimiemos secundarios de ·~juste rotacional amplifican
o «afinan» la posición final de la escápula contra el tórnx. 1'1 La
ampliLucl del movimiemo de la aniculación AC es difícil ele
medir, y no se hace en situaciones clírncas típicas.
OsLeocincmática de la articulación AC
• Rotación ascendente y dcscendemc
• Ajustes rotacionales en el plano horizontal
~---
• Ajus1es rotacionales en el plano sagital
-- - - - -- - - _______ _,
Rotación ascendente y descendente
La rotación ascendeme ele la escápu la en la articuladon AC se
produce miemras la escápula «sale hacia arriba )'afuera» res-
pecto al borde lateral ele la clavícula (Fig. 5.20A). Los informes
\·arian, pero puede haber hasta 30 grados de rotacion ascen-
dente miemras el brazo se levanLa por encima de la
cabcza.2<> Jtt63 El movimiento contribuye con un amplio com-
ponente de rotación ascendente general en la articulación
escapulotorácica (,·er Fig. 5. L1C). La rotación descendente en
la articulación AC devuelve la escapula a su posición anató-
mica, un movimiento que se asocia mecánicameme con la
aducción o extensión del hombro. Aunque la íigura 5.20A
muestra la roLación ascendeme }' descendente ele la escápula
como un movimiento puro en el plano fron Lal , los movimien-
tos naturales se producen en el plano escapular.
La rotación ascendente completa de la escápula en la arti-
culación AC se considera la posición ele bloqueo.68 Este movi-
miento ejerce un estiramiento considerable sobre la cápsula
articular AC inferior)' sobre el ligamento coracoclavicular.
11Aj11stes rotacionales» en el plano 11orizontal y sagital de la
articulación acromioclavicular
Las observaciones cinerradiográficas de la articulación AC
durame el movimiento del hombro re\'elan peque1ios movi-
mientos de pivote o giro de la escápula en torno al extremo
lateral de la clavícula (ver Fig. 5.20A).~<1 Estos mov11nienLos
llamados de ajuste roLacional afinan la posición ele la escápula
o se suman al !Otal ele su movimiento sobre el Lórax.
Los ajustes en el plano horizontal de la aruculación AC se
producen sobre un eje venical que hace que el borde medial
 105

B \isla superior A

e Vista lalern l ROTACIÓN ":::

ASCENDENTE:.
Y DESCENDENTE_:

FIGURA 5.20. Vista posterior que muestra la ostcocmcmallc•1 de la .1rt1rnlac1011 anomiocl;l\'in1lar clcn:-
cha Los mo,·1micntos primarios de rotacion ascendente y descendente aparecen en rojo. Los ajustes en
el plano honzomal )'sagital, considerados mo,·m1icnws sccund:ufos, aparecen en gris r en blanco, res-
pcct1vamcntc Rcparcsc en que cada pliino de mo\'lmicnto tiene un código crom:uico con un eje corres-
pondiente de rotación. B )' C muestran ejemplos del ajuste en el platll) hormrntal durante la protrac:-
ctün cscapulmon\cic:a (B) )'el ajuste en el plano sagital clurnntc la cb«11:1on ~scapulotonicirn (C ).

ele la escápula pivolc alejándose o acercándose a la superficie
exLerna del tórax. Los movimientos en el plano sagital de la
articulación AC se producen sobre un eje medial-lateral. lo
que provoca la inclinación o pivote del ángulo inferior aleján-
dose o acercándose de la superficie externa del tórax. Se han
registrado ajustes rotacionales entre 1O y 30 graclos.<U 1.63
Los ajustes en el plano horizontal y sagital de la articulación
AC mejoran la cualidad y cantidad del movimiento de la arti-
culación escapulotorácica. Por ejemplo, durante Ja protrac-
ción de la escápula, pequeños ajustes en el plano horizontal de
la aniculación AC permiten a la superficie anterior de la escá-
pula cambiar su posición mientras sigue el comorno curvo del
tórax (Fig. 5.20B). Un ajuste parecido se produce en el plano
sagital durante la elevación de la escápula (Fig. 5.20C). Sin
estos ajustes rotacionales, la escápula se ve obligada a seguir la
trayectoria cxacw de la clavlcula sin capacidad para afinar su
posición respecto al tórax.
tórax6i En la posición anatómica , la escápula se suele hallar
entre las vénebras 11 )' VI 1, con el borde medial localizado
unos 6 cm lateralmente a la columna. Esta postura «en
reposo» de la escápula varía consiclerablememe de una per-
sona a otra.
Los movimie111os de la articulación escapuloLOrácica son un
elemento muy importante de la cinesiología del hombro. La
gran amplitud del movimiento del hombro se debe, en parte,
al amplio movimiento de que goza la articulación escapuloto-
rácica.
CINEMÁTICA
Movimiento de la articulació11 escapulotorácica: Comple¡o
de movimientos de las articulaciones esternoclavicular
y acromioclavicular
Los movimientos entre la escápula y el tórax son producto de
una cooperación entre las articulaciones EC )' AC.

Articulación escapulotorácica Elevación y descenso

La articulación escapuloLOrácica no es una articulación de La elen1ción escapular en la articulación escapulotorácica se
ve rdad per se, sino más bien un punto ele contacto entre la produce como un complejo de rotaciones de las aniculaciones
superficie amerior de la escápula y la pared posterolmeral del EC )' AC (Fig. 5.2 1A). En su ma)'Or parte, el movi miento de
106

Vista posterior

Articulación AC

·-.
',, •,

.
\
\

·-'
+ .''
1
,
~ ROTACIÓN
\DESCENDENTE
''
' \

'',
\,,_
.
,/
B ··' e
FIGURA 5.21 . t\ , Ek,~1cwn c~c1 pulo1orfü: ira como la sumn de 13 (dc\'aC i l~ll ck' hi articulación EC) y C (mtal'llin dcsn·nckrm· ck la ar11rulau1111 ,\C)

encogerse de hombros es resultado clircctn del curso de la
escápula que sigue la trnycctona de la chwícula que se eleva en
torno a la articulación EC (Fig. 5.21 B). La rotación clcsccn-
dcntc de la escápula en la articulación t\C permite a la cscn-
pula mantenerse casi \'ertical durante la elc\'ación (Fig.
5.21 C). Ajustes adicionales de la aniculación AC <l)'Udan a
m<1ntener la escápula a rns del tórax. El descenso de la csd-
pub en la aniculación escapulotorácica se produce como la
acción inversa descrita para la elevación.
Protracción y retracción
La protracción de 1<1 escápula se produce mediante una suma
de rotaciones en el plano horizontal de las articulaciones EC )'
t\C (Fig. 1.22A). La escápula sigue la trayectoria general de la
clavícula que sobresale en torno a la nniculación EC (Fig.
5.228). L1 articulación AC puede aumentar o ajustar el grado
de prmracción escapulotorácica contribuyendo con distintos
ajustes en el plano horizontal (Fig. 5.22C). La prmracción
cscapulotoracica aumenta la cxtc1b1ón hacia delante.
Como la protrncción cscapulotorácirn se produce nimo la
suma de la:. aniculaciones EC }' AC. la reducción del mtwi-
miento en una ;iniculación pucclc compensarse al menos p<1r-
e1almcntc con un aumento en la mrn. C<) n ~ i clcrcmos. por
ejemplo, un caso de artritis degenerati\'a gra"e wn reducción
cid nW\'imiemo ele la aniculack'm ..\C. La articulación EC tal
vez lo compense contribU)'Cndo con un mayor r,rado de pro-
tracc1ón, lo cual limlla el grado ele pérdida de extensión anle-
rior de la extremidad superior.
La retracción de la escápula se produce de forma similar
pero inversa. La retrncción de la escápula suele producirse en
el contexto ele at rner un objeto hacia el cuerpo. como ti rar de
una polea anclada en la pared, subir por una cuerda o mete r
el brazo por una manga.
Rotación ascendente y descendente
La rotación ascendente ele la articulación escapulotorácica

Vis ta :.upcrior
.... -. ,
.
'1
, / AJUSTES EN
/ El PLANO
PRO TRACCIÓN + ,,- HORIZONTAL

Articulación AC
Articulación EC
B e

FIGURA 5.22. A. Pro1racción escapulowrác1ca como suma de 13 (protrncción ck la aniculacitin EC) >' C (ligeros ajustes en el plano honzontal
de la aniculación AC>.
 107

Vii; ta posterior

Articulación AC

+ ' \
\
\
\

ROTACION \
'' ASCENDENTE '.,
'\ \
...... _, '
. \ \

' '
B . . __ _,' \ '
e

FIGURA 5.23. A. Rmac1ün ascende111c c:sl'apulo1orácica como >lll11'1 dt· B {elc\'acion ele lo1 ;intc:uladón EC) > C (rotactl'lll asccnLknte di· l.1 .1111-
culación t\C).

íorma parte integral de la elevación de l brazo por encima de la
cabeza (Fig. 5.23A). Este movimiento sitúa la cavidad gleno1-
dea en una pos1c1ón que sostiene )' estabiliza la cabeza del
húmero en abducción (elevada). La rotación ascendente com-
pleta de la escápula se produce como la suma ele la elevación
clavicular en la aniculación EC (r-1g. 5.23 13) y la rotación
ascendente escapular clt' la arLiculación AC (rig. 5.23C). [stas
rOLaciones duales en el plano fronta l se producen en torno a los
ejes paralelos EC )' AC, lo cual permite un total de 60 grados
de rotación escapular. La escápula tal \'CZ gire hacia arnba )'
estrictamente en el plano frontal como en abducción real, pero
suele seguir una trnycctoria más cercana a su propio plano.
L1 rotación descendente ele la escápula se produce micnt ras
el brazo v1.1elvc al costado desde una posición elevada. El
movimiento se describe como parecido a la rotación aseen-
dente, excepto en que la cla\'1culn se deprime en In nn1cula-
ción EC )' la escápula gira hacia abajo en la aniculacion 1\C. í:I
lllO\'imiemo de rotación dcsn:ndeme suele terminar cuando la
escápula ha vuelto a la posición ,111atóm1c;i.
Articulación glenohumeral
CARACTERÍSTICAS GENERALES
La aniculacion glcnohumeral (GI 1) es la aniculacil111 formada
cmre la cabeza grande )' comTxa del húmero y la rnnca\'idad
superficial de la ca\'idad glcnoidca (Fig. 5.24). Esta at ueula-
ción actúa .JUllLO con la escápula en movimiento parn producir
una gran amplitud del movimiento del hombro. Cn h1 posi-
ción anat6111ica, la superficie articular de la caviclad glcnoidca
se dirige en sentido amerolatcral en el plano escapular. En la

Cápsula fibrosa
Rodete glenoideo
ligamento
transverso (cortado) Cartílago
articular
FIGURA 5.24. Vista ;1111cnor de una sección fromal Vaina sinovial
de la articulación glcnohumeral derecha. Reparcsc del tendón
del bíceps -===1~lUlll
en la cápsula fibrosa, la membrana sino\'lal
(en rojo) >' la cabeza larga del tendón del btccps. La Tendón del bíceps
bolsa axilar se 111ucs1rn como un rcccsn en la cflp- braquial _ _ ___,,i;.-11-1•
sula inferior. (cabeza larga)
108 Sarn111 JI fa 1wn1c/(I(/ 'L1p1·11c11
El «ajuste laxo" de la articulación glenohumera l
La superficie articular de la cavidad glenoidea cubre sólo un
tercio de la superficie articular de la cabeza del húmero. Esta
diferencia de tamaño hace que sólo una pequeña parte de la
cabeza del húmero entre en contacto con la cavidad glenoidea.
En un adulto normal, el diámetro longitudinal de la cabeza del
húmero es en torno a 1,9 veces mayor que el mismo diámetro
de la cavidad glenoidea (Fig. 5.25). El diámetro transverso de la
cabeza del húmero es unas 2,3 veces mayor que el diámetro
Tendón del bíceps braquial
(cabeza larga)
mayoría <le las personas, la cavidad glcnoiclea está un poco
girada hacia arriba. Esta posición depende del grado de incli-
nación ascendente fija respecto a la cavidad (ver Fig. 5.6) )'el
grado de rotación ascendente de la escápula en su posición
«en reposo».
En la posición anatómica, la superficie articular de la
cabeza del húmero se dirige en sentido medial y superior, así
como posteriormente por su retroversión natural. Esta orien-
Lación sitúa la cabeza del húmero directamente en el plano
escapular )', por tanto, directamente contra la cara arnerior de
la cavidad glenoidea (ver Fig. 5.413 y 5.4C).
TEJIDO CONJUNTIVO PERIARTICULAR
La amculación GH está rodeada por una cápsula fibrosa, que
aísla la cavidad articular imerna de la mayoría de los tejidos
circundantes (ver Fig. 5.24). La cápsula se inserta a lo largo
del borde de la ca,·idacl glenoiclea y se extiende hasta el cuello
anatómico del húmero. Una membrana sinovial reviste la
pared irnerna de la cápsula articular. Una extensión de esta
opuesto de la cavidad glenoidea. Al describir la articulación GH
como una articulación esferoidea (enartrosis). se da la impresión
errónea de que la cabeza del hümero se ajusta dentro de la
cavidad glenoidea. La estructura real de la articulación GH se
parece más a la de una pelota de golf presionada contra una
moneda. La estabilidad articular se consigue mediante la tensión
pasiva producida por los tejidos conjuntivos periarticulares y por
las fuerzas activas que producen los músculos, no por el ajuste
de los huesos.
Apófisis coracoides
FIGURA 5.25. \'isla hueral de la ar11cu-
lac1ón glcnohumcral derecha con la
aniculacíon abierta para exponer las
superficies ar1íc.:ulares. Repárese en l:i
extensión del espacio subacromit1I
tlcb<1,io del arco corncoacro míal. El d i•'·
111c1ro longi1ucll11al se describe en el
plano frontal y el díámeLro 1rnnsversl1,
en el pl:ino horizontal.
membrana sinovial cubre la porción intracapsular del Lenclón
de la cabeza larga del bíceps braquial. Esta membrana sinovial
continúa rodeando el tendón del b1ceps cuando sale ele la Cétp·
sula articular}' desciende por el surco intertubercular.
El volumen potencial del espacio de la cápsula anicular GI 1
es casi el doble que el 1amai'lo de la cabeza del húmero. jumo
con una cápsula expandible y de ajuste laxo, la articulación
GH permite mucha movilidad. Esta movilidad es evidente en
el grado de traslación pasiva posible en la aniculación GH. La
cabeza del húmero puede salir de la cavidad una distancia
considerable sin causar dolor o traumatismo en la articula-
ción. En la posición anmómica o de aducción, la porción in íe-
rior de la cápsula aparece como un receso laxo llamado bolsa
axilar.
Los músculos del manguito de los retadores (subescapular,
supraespinoso, infraespinoso y redondo menor) y los ligamen-
tos capsulares se mezclan en la cápsula fibrosa. aportando la
mayor parte ele la estabilidad a esta aniculación. La cabeza
larga del bíceps también contribuye a la estabilidad articular. H
 L09

Ligamento
acromioclavicular

Espacio
subacrom1al

FIGURA 5.26. \'1sw anterior de la arti- UgamenlJ

conoideo
L1gamen10
culación gknohumeral dcm:ha que Ligamento coracoctavicular
muestra las ,.,¡gu1cmcs c:intcténstKas trapezoideo
externas de la cápsula arucul<1r: lus
ligamentos rnpsulares, corncohumcral
y coracoacromial. Repárese en el espa-
cio subacromial entre la panc supe1for
de la cabcz.i cid humert' > la inlrasu-
perficie del ano1111on.

glc11ol111111tTalcs (capsule1rcs) (Fig. 5.26). La tensión pasi,·a de los

Tejidos que estabilizan la articulación GH
• ~lúsculos del manguno de los rotadorcs (subescapular.
supmespinoso, iníracspinoso )'redondo menor).
• ligamcnws capsulares de la aniculación GI l.
• lig¡1111c1110 coracohumcral.
• Cabeza larga del biceps.
• Rodete glenoideo.
Las capas externas de las paredes anterior e inferior de la
cápsula articular se espesan )' forta lecen por la presencia de
tejido conjuntivo fibroso que recibe el nombre de ligcr111c111os
ligamentos capsulares limita los extremos de la rotación }' tras-
lación de la articulación GH.
La exposición siguicmc aborda la anatomía y función esen-
ciales de los ligamentos capsulares de la aniculación GI l. Para
más detalles, remitimos al apartado de Lecturas Adicionales,
como las obras de Curlll y Bigliam.; La tabla 5.1 enumera las
inserciones distales ele los ligamentos y los mo,·imtcntos que
tensan los ligamemos capsulares. Esta información rcsulLa útil
para conocer la causa de las limitaciones del movimienLo que
puede haber después ele cirugía ele reparación o una lesión ele
la cápsula.

ai·t irnlaciún cnülítunéral

Ligamento Inserciones distales Movimientos que tensan la estructura

Ligamento glcnohumeral superior
L1gamemo glcnohumeral medio
Ligamento glcnohumcral inferior
(tres porciones: banda anterior,
banda posterior )'conexión con
la bolsa axilnr)
ligamento coracohumeral
------
Cuello anatómico, por encima del tubérculo Aducción completa y/o traslación iníenor
menor del húmero >' posterior del húmero
A lo largo de la cara amcrior del cuello Traslación anLerior del húmero y/o roLación
anmómico externa
En forma de hoja amplia en los bordes Todas las fibras: abducción
an1eroinícrior y posteroinferior del cuello Bcmcla anterior: abducción y rotación externa
anatómico Bando posterior: abducción )' rotación imerna
L1do anterior del tubérculo mayor del Extremos de la rotación externa, ílex16n }'
humero extensión; desplazamiento inferior (traslación)
ele la cabeza del húmero
11 0
Arco coracoacromial
Músculo supraespinoso
Mi1sculo ínfraes inoso
Rodete glenoide~º--~~~~
Cavidad glen o,,,,,
id""ea.,_____,f--l¡¡<-fH-IN>'i~.Mi,,......_
Músculo ----+---ll'c-~
redondo menor
Banda posterior
Los ligamenws capsulares ele la an iculacion CI ! constan ele
bandas complejas ele fibras colügcnas ent relazadas, dividida~
en las bandas superior, media e inferior. La mejor forma de
visualizar los hgamemos es con una ' 'isw interna de la articu-
lación GH (f1g. 5.27). El ligcrmrnlc> glrnohwnrrnl superior pre-
senta su inscrcion proximal cerca del tubérculo supraglcnoi -
dco, jusLo anterior a la inserción de la cabeza lnrga del bíceps.
[I ligamento, con la cápsula asociada, se inserta distalmentc
cerca del cuello anatómico del húmero por encima del
tubérculo menor. El ligamento se \'uelve especialmente tenso
en aducción completa o durante las traslaciones inícrior y pos-
terior del humcrn.·n .65
El ligc1111e1110 glc110/ll1111cral medio presenta una inserción pro-
ximal ancha en las caras superior r media del borde amenor
de la cavidad glcnoidea. El ligamento .se mezcla con la cápsula
anterior y el tendón del musculo subcscapular, para luego
insertar.se a lo largo de la cara amerior del cuello anatóm ico.
Este ligamento aporta un ancl¡~je sustancial anterior a la arti -
culación GH, oponiendo resistencia a la traslación anterior del
húmero y a tos extremos de la rotación extcrna.41
El ligwncnto glc11ohw11rrnl inferior se inserta en sentido proxi-
mal a lo largo del borde anLtroinferio r de la cavidad glenoidea,
incluido el rodete glenoideo ad)'acente. Distalmcnte, el liga-
mento glenohumeral inferior se insena como una hoja ancha en
los bordes ameroinferior y posteroinferior del cuello anatómico.
Este ligamento capsular inferior con forma de hamaca
posee tres com ponentes distintos; una /Jw1dc1 crntcrior, Ltna
banda posterior)' una hoja de tejido que conecta estas bandas
}' se conoce como bolsa axilar (ver Fig. 5.27).41 La bolsa axi-
lar )' los ligamentos capsulares inferiores que lo rodean se
vuelven especialmente tensos a unos 90 grados de abducción,
Tendón del bíceps braquial (cabeza larga)
Ligamento coracoacrornial
FIGURA 5.27 . Lnra (;nci.tl dl' I,\
an ínth\cwn glc11t1hu111L·rnl dncd1a
Apólisis coracoides que 111Ut''tm l.1 supcrfinl' 1111ern.1
_,,._..,..,__ _ __ Ligamento glenohumeral superior di.' b .m1n1lat ll'll . Se ha c'll ;udo el
húmcm p.u.1 e'pnncr lo, hgamcn-
lOS eap ... uhm·, }' la c.1\ 1clad gle11t11-
dca. Rcp:uT~l' rn el p1\11rn11t•nte
arco cor;1n1;1n111111al ) la hnba ~ub­
Ligamento glenohumeral medio ;Krom1al. h1 n1lo1 rosado apart•n·n
los <u.11 w mtN:ulos del 111;111gu110
de lt1; l'lll.tdnrcs. La mrrnhr.ma
Banda anterj-ir Ligamento sino,·1.11 ap;11L·n· en m.1n
Bolsa axilar glen?humeral
inferior
s1cncln llll elcmentl1 import~111le ele la l''il:tbil1dacl a111e1\1pll!>Le·
rior ele la nnieulación CI 1en c~tn pl)Sición.1>2.110 En b pos1uo11
de abcluce1ón , las bandas r111terior y posterior se \'Uel\'cn trn-
sas en los e'\trcmos de l:t rotación externa l' 111terna. rec;pcct1-
\'íllllentc.
La cápsula ele la anirnlacion GH renhl' el reíuerzo .1cl1cio-
nal del ligw111:1110 corncnl11uncrnl (ver Figs. 5.26 y 5.27). Este
ligamento se exLicnde desde el borde lateral ele la apófisis
coracoides hasta el lado anterior del lllbérculo maror del
húmero. El ligamento coracohumcral :,e mezcla con la capsula
}' el tendon del supraespmoso, Lens<indose en los e.'\tremos de
la rotaC'lón externa, ílexll)n )' extcnsion . El ligamento también
opone resistencia al desplazamiento inferior (es decir. trasla-
ción) de l<l cabeza del húmero.1" 1
La cápsula de la aniculación GI 1 recibe un refuerzo e-,truc-
Lural significativo a tra\'CS de las inse rciones ele los cuatro
n11ísrnlos del nw ngui/o d1· los mtadorcs (ver Fig. 5.27). El mús-
culo subesc:lpular se halla justo antcnor a la cápsula, )' los
músculo~ supraespinoso, infracspinoso )' redondo ma}1or se
extienden en semiclo superior y posterior a la cápsula. Estos
músculos aportan la ma)'Or pane de la estabil idad a l:i :irncu-
lación durante el movimiento activo.
L1 cabeza del húmero y la cavidad glcnoiclca estan revesti-
das de can1lago hialino. U borde de la cavidad glcnoidca está
rodeado ()l11' un anillo de fibrocartílago. conocido como 1Cldr1c
glc11oiclro (ve r Fig. 5.27). La cabeza largn del bíceps se ongma
como una extensión parcial del rodete glcnoicleo. En torno al
50% de la prof'und idad global de la ca\'idacl glenoiclea se mri-
bu}1e al rodete glenoideo.21 El rodete da profundidad a la con-
cavidad de la cavidad , aportando cswbilidad adicional a ta
aniculación.

ESTABILIDAD ESTÁTICA DE LA ARTICULACIÓN
GLENOHUMERAL
Normalmente, ele pie en acLitud dcscansnda con los brnzn!-> a
Jos lacios. la cabeza del hüme1\1 se mantiene estable en In cm i-
dad glenoiclea. F.sta estabilidad se denomina l'~lcllitcr porque ~e
d<t en reposo. Ln mecanismo para con1mlar la estabthclad
estática de la arttculadón GH se h<b•1 en la analogia de
una pelota comprimida contra una superficie inclinada
(Fig. 5.28A) l En reposo, las estruuurns superiores ele la c<Íp·
sul:i , como el ligamento coracohumeral, generan las íucrzas
principales ele estabilizacion entre la cabeza del húmero )' la
ca\"iclacl glenoiclca. Combinando este \'cctor de la fuerza cap-
sular con el vector de íucrza de la gravedad, se obtiene una
fuerza compresiva de bloqueo orientada en ángulos rectos a la
superficie de la cnv1clad glcnoiclea. La fuerza de comprc:;it)n
comprime con fi rmcza la cabeza clel humero conl ra la cnvidnd
glcnoidea, con lo cunl opone resistencia a cualquier desce11so
del húmero. El plano ind inado glenoidco también actúa como
crcsrn parch\I que so:;tiene parle del peso del brazo.
Los datos elcctromiogrMicos (E\IG) sugieren que el su-
praespinoso. )'en menor grado el mu:;culo dchoidcs, nponan
una íuentc secundaria de estabil idad estfüica mediante la
generación ele fuerzas acti\'as que se d irigen casi en parnlclo al
\'l'Cto r de fue rza capsular superior. Es interesante que
Basmajian y Bazantl llegaran a In conclusión ele que los
músculos dispuestos \'Crt1calmente. 1.:nmo d bíceps. Lncep!> >
porción media del deltoides, no estan por lo general aCll\'lh a
la hora de aponar estabilidad estüt1e<l, incluso cuand1.1 se
aplica una tracción descendente sign ilkm i\·a sobre el brazo.
Un componente i111 pon ante del mecanismo de bloqueo
estático es una posturn cscnpuloton\cica que mantiene la cm·i-
clad glenoiclca en ligera rotación ascendente. La tensión pasiva
de las estrucwrns superiores de la cápsula se reduce significa-
m·amente cuando la escápula pierde esta posición de rotac1ün
A abajo por la nwiclacl glenoidea oncntacla
B sumar 1-rt·tores de íucrzas.
< 11111111/P 1 f:l u•1111•/, /•' ,/, I h11m/l11> 111
ascendente ti ·ig. 5.28B). Una pl1..,wra ele rotación descenden te
crónica puede asociarse con una «mala post ura» o tal \'ez sea
secundaria a una parúlisis o dcbi licbd de ciertos museulos.
como la pnroon superior del lrapc1.·io. Con indepcnclcnc1n de
la causa. la pncl1da ele la pns1c1ón de rotacion a.:;cenclrnte
aumentad angulo cm re los \'CCWres de fuerza creado~ por las
cstructurns capsulares superiore:; > la grn,-cdad La suma de
\'ectores ele las fue rzas procluc1cla:; por las estructuras capsula-
res superiores)' la gnwcdad nos da ahora un:i rucrza compre-
siva reducida. La gr;wedad pueclc lirar del h úmcm hacia abajo
por el interior de la cm·idacl glenoidea. La aniculnción GH
puede tcrmmm siendo mec<\nicamcntc inestable ) acabar
subluxada pnr completo.
L1 presión 1ntraanicular norm<llmente negati,·a en la articu-
lación GI 1ofrece una rucme secundaria ele estabilidad estática.
La li bcrnción cxpcrimcnwl ele la presión de la cúpsula de la ani-
culación GI 1mando se la al ra\'1csa con una agLtja ha 111os1rndo
que provoca subluxación inkrior de la cabeza del húmero. 11 La
punción de In capsula iguala la pres1on a ambos lados. elnrn-
nando hl ligera fuerza de succión c.•nt re hl cabeza y la l..'<1\ldacl.
ARCO CORACOACROMIAL Y BOLSAS ASOCIADAS
El arw cornn>acromicrl esta íormado pt)I' el ligamento corarna-
cromial r el acrom i1.m ele la escapula l \'er figs. 5 .2 5 ) 5 .2 7).
El liga111rntu ((1rctcot1cm111ie1/ se insena entre el b1.1rde an1cnor
del acm11110n ) el borde lateral de la ap1.lfisis cor,lrn1des
El arco coracoacmmial funciona como lecho de la articula-
ción GI l. 1 n un adulto sano. ex1Sll' ...olo en 1orno a 1 cm de
distancia enlre la i nfrasuperricic clcl arco y la en be za clcl
húmcro.-17 l: ste importante espado stt/}(lcromial contiene el
músculo }' tendtín supraespi nosos. la bolsa subacromial, In
cabe:a largn del b1ccps y parte ele la cüpsula superio1.
Se localizan ocho bolsas en el hombro.O$ Algunns de las
bolsas son c:>.1e1h1ones directas de la membrana sino\'lal ele la
FIGURA 5.28. Mecanismo «de hloquco»
estático ele l:i articulación glrntihumcral
(GH). A. L1 rncrda muestra un,1 lul·r:a
muscular que manuenc la candad gknmdca
en ligem rot<1c1t\n asc:endcme, En t'sta posi-
ción, la trnsion pash·a de la csu uctura cap-
sular superior tensa (ECS) se suma a la
íuerza producida por la gra,-cdad (G), lo
cual nos da la íuerza tic cnm1m:s1011 (F(). L1
fue rza de <.:timprcsión aplicacl::t c,ohrc la
ligera inclinac1\\n ele la c:iddad glcnmdca
+<bloquea• la arucul;ición. B. Con la pcrd1cl<1
de la postura ck rotación ascendente de la
escápula (cuerda conatla), el cambio del
iingulo entre los vectores de la FCS )' la G
reduce la magnitud de 1,1 íuerz;i de compre-
sión en la aniculae1t)!l GH. En cunscrncn-
cia, la cabew del húmero se desliza hacia
ahora wrucalmcnte Las lineas de puntos
mdirnn el mcwdo del paralelogramo para
112 '.:a'(t ltlll /1 E\"/ll'llll.ic1tl
articulación GH, como la bolsa subescapular, mientras que
otras se consideran estructuras separadas. Todas se sitúan en
regiones donde se desarrollan íucrzas de lricción significaih·as
entre los tcncloncs, cápsula )' hueso, musculo )' lignmento, o
ent re dos músculos. Dos bolsas imponanLes se localizan supe-
riores a la cabeza del húmero (Fig. 5.29). La bolsa subacromiul
se halla demro del espacio subacromial por encima del
músculo supraespinoso )'debajo del acromion. Esta bolsa pro-
tege el musculo )' el tendón supraespinosos, relati,·amel1le
blandos )' \"lllnerables, de la inírasupcríicic rígida del acro-
mion. L1 bo/s<1 s11bdc/10ídca es una extensión lateral de la bolsa
subacromial que limiLa las fuerzas de fricción entre el deltoi-
des y el tendón del supraespinoso )' la cabeza del húmero.
CINEMÁ1 1CA DE LA ARTICULACIÓN GLENOHUMERAL
La art iculación GH es una articulación universal porque
el movimienLo se produce en los Lrcs grados de libcnad. Los
movimientos principales de la aniculnción GH son ílexión )'
extensión, abducción)' aducción,)' rotación interna y externa
(Fig. 5.30).
Para hablar de la amplitud del mo,·1m1ento de la articula-
ción GH se usa la posición anatómica de Ogrados como pumo
de rderencia neuLra. En el plano sngnal, por ejemplo, la lle-
xión se describe como la roLnción del húmero anterior a la
posición de O grndos. La exLensión, por el contrario, se des-
cribe como In rotación del húmero posterior a la posición de
\ m1.·nud,, l-C <k ..... 11ht: un t:ua110 mn\lm1rntl' t.'11
.:xt.:1hl~'ll ho11:,.,m,tk~ uamb1c11 11:im;1do .1duu1t\n \ .1hduu..U.'ll hon:r1nt¡1les\ [( nl1.Wl·
nucnto "": JUlxluc.r dr""k un.1 ¡x.•~Ku.>ll 1llh.. 1JI <k '-)\) )t1.1d,..... d1.· .1hdu\.t..hlll El hunh.'h' x
tllfü'\;.: t'll '4..'lllnl,1 ,\lltl'n(•r llurJlllC' t.l 111."\hlll ht,n:,,m.11 \ "'ll ~·m1d,, 1x'~'-"n,1r dm.mtc
b "\:\h,.·11'-u.m h1.,n:tmt.1l
FIGURA 5.29. Vista anterior de una sc<.:<:1on
Lransversal del plano frontal de la anit:ulac1ón
glcnohumernl derecha. Repárese en las bolsas
subacromial )' subdeltoidea en el espacio sub-
ncro1111al. fombién aparccrn lns 111úsrnl.1s del-
toides)' supracspinoso.
'"I'""'''
ü grados. [( termino h1pen:Mens1on no se emplea para descn
b1r la amplitud normal del mtw1m1cntt) del hombro.
\ 'inunlmente. cualquier mornn1ento ,·oliti,·o de la <1rt 1cuh1-
ció11 GH comprende el mo,·1 m1c1110 de la an icubción escnpu-
lowrác ica, asi como kis nitwimit'ntos asocindos ele l a~
nn iculaciones EC )' AC. No obstnnte, a continuación nos c:cn-
t rn rcmos en la cinemátirn aislada tic la nniculnción GI l.
Abducción y aducción
L1 nbduccion )" la aduccion se dcf111cn l rachcionalmente como
In rotacion del húmero en el plano frontal sobre un eje orien-
tado en dirección anteropostcnor (\"l:r Fig. 5.30). Este eje se
mnnticne n 6 mm del centro gcoml'lrico de la cabeza del
humem durante la abcluccion com ple1a.4tl
La an roci nemátirn de la abclucoon comprende el rodn-
micnw en sentido superior de In cnbezn con\'exa del humero
ni tiempo que se desliza en sentido in ícrior (Fig. 5.31). Esta
anroci ncmálica de rodamien10 )' deslizamiento se produce a
lo largo o cerca del dü\metrn longnudinal de In ca,·iclacl glenot-
dea. La artrocinemáticn ele la adtttTWn es parecida '' la abduL
c1ón. pero en dirección inwrsa.
La íigura 5.31 muestra que una porcion del musculo
supracsp111oso se inscnn en la c;\psula superior de la an icula-
ción GI l. Cunnclo el muscuk1 se contrae parn producir 1110\'1-
micnto, las fuerzas se transíieren por la c;ípsula, ;1ponandt)
csLabilidad dinámica a la an iculacilrn . (Pnr estnbiliclacl d111t1-
mirn nos referimos a la esLnbiliclad conseguida mientras se
l.t .11l11,ul.iui... n l1H lltXll'n ~ mue,·c la articulación.) r\ mcd1cla que cont inúa In abcluccit:m .
In cnbeza prominente ckl humero despliega )' estira la bolsa
axilar del ligamento capsular iníenor. La tensión rcsuhnntc de
In cápsuln iníerior actún de hnmaca que sostiene la cabczn del
Bolsa subacromial
Músculo y tendón supraespinoso Ligamento capsular
Membrana sinovial
Rodete glenoideo
Bolsa subdeltoidea
Bolsa
axilar
- l 11

de la superficie articular ele la cabeza del húmero es casi el

doble que el cliáme1ro long1111d111al de la cavidad glenoidea. La
an rocinemática de la abclucc1on muestra cómo un roclamiemo
y deslizamiento simultaneo<; pcrm 11cn que una superíicie c011 -
\'Cxa m<\s grande ruede sobre una superficie cóncarn mucho
menor sin sali rse de la superíicie art icular.
Sin un deslizamiento infe rior suficiente durante la abduc-
ción, el rodamiento superior de la cabe:a del húmew termina
llc\'ando a una compresión de la cabeza del húmero contra el
arco coracoacromial. L1 cabeza humeral de un adulto que
sube por la cavidad glenoidea ~111 un desli: amiemo inferior
parCJO recorreria los 10 mm del espacio coracoacromial tras
sólo 22 grados de abducrn'm (ftg. 5.32A). Esta situación
pro\'oca una compresión ele la cabeza del húmero contra el
músculo supracspinoso, su tendón )' la bolsa contra el rígido
arco coracoacromial. Esta compresión es dolorosa )' bloquea
aün l11 éÍS la abducción (Fig. '5.32 B). Las mcclicíones radíogra-
í1cas i11 1 ivo en hombros sanos muestran que durante la abduc-
1

ción en el plano escapular. la cabeza del húmero se manucnc

esencialmente estática o puede trasladarse en sentido superior
so!o una distancia insigrnficame 1; H~t< El deslizarn1en10 mlc-
nor concurrente ele la cabeza del humero compensa la rna)'Ot
panc de la tendencia a la traslat it'm superior inhercme ele la
cabeza del húmero. En person<ls sanas. el mecanismo de com-
pensación aport a espacio sufic iente par:i el tendón del
supracspinoso )' la bolsa subacrnminl.

l'lbclucción en el plano frontal frente al plano escapula1

ADUCCIÓN
La abducción del hombro en el plano fro ntal suele cm plcar~e

~
...: como movimiento reprcsentnti\'O para c,·aluar la función
.

FIGURA 5.30. Mt1culación glcnohumcral de recha don<le se muestran

los movimicmos ostcocincmatkos conl'cncil' nalcs del humero. Lo!>
movimientos son abducción y aclulTi<~n (en rojo). íl cxión )' t'xtcnsion
(en bl:111co) r rotación interna )' externa (en gris). Rep<íresc en que
cada eje ele rotación sigue un códigt1 cromático con su plano n irn:s-
pondicntc de movimi ento; el eje medial-lateral en blanco; el eje \'l'r-
ucal o longitudi nal en gris, y el e¡c an tempustcrior en rojo.

humero.-11 Una rigidez excesiva de la cápsula inferior debido a

una «capsulitis adhesiva» puede limitar la extensión completa
del movimie1110 de abducción.
Una articulación GH sana permite aproxi madamente J 20
grados de abducción. No obstante, se ha registrado gran varie-
dad de valores.2.1<>.21,,JH La abcluccion completa del hombro
requiere una rOLación ascendente simulltmea de 60 grados de
la escápula )' se hablará ele ella en un apartado postc1'ior de
FIGURA 5.31. Artrocinem tllirn de In aruculadón glenohumcral dcn.•-
este capitulo.
ch:i durante la abducción acll\'a El müsnllo supracsp11wst>se con-
trae para generar el rodmrncnto superior de la cabeza del hümcro [I
Importancia de la artrocinemática de rodamiento y desliza- hgamcnto capsular inferior (LCI) tenso sosucne la cabeza del húmero
n11e11to de la articulación glenohumeral como una hamaca l\'er 1ex10) Repnrcsc en que el ligamento capsular
La an rocinemática ele rodamiento)' deslizamiento que aparece :;upcrior (LCS) se mantiene rclatl\·amcmc tenso por la tracción del
en la fi gura 5.31 es esencial para completar la amplitud com- mustulo supraespinoso. Los tc¡ick1:; estirados se mues1ra11 como lar-
pletn de abducción. Recuérdese que el diámeLro longitudinal g;1s ílcc:has negras.
114
general del hombro. A pesar de su empico habitual, este mo,·i-
rniento no es muy nmural. La elevación del húme ro en el
plano escapular (unos 35 grados anterior al plano frontal)
suele ser un mo' imienw más funcional )' nat urnl.
Las diferencias funci onales entre la abducción en el pltrno
fronlal )' la abducción en d plano escapular se mueslran con
el siguiente ejemplo. lntentese la abducc1on máxima del hom-
bro en el plww .fro11w/ p11 ro micnt ras se evita de forma cons-
ciente cualquier rolación exlerna rnncurreme. La dificultad l)
impos1bilidacl para completar los extremos de este movi-
miento se deben en parte a que el tubérculo ma)'or del
húmero comprime el contenido del espacio subacromial con-
tra el punto bajo del arco coracoacromial (Fig. 5.3-+A). Para
completar la abducción en el plano frontal, hay que combinar
la rotación externa del humero con el esfuerzo de abcluccion .
Esto nsegura que el tubérculo mayor no toque el borde poste-
rior de la infrasuperficic del acromion.
A continunc1ón, mutvase en abducción completa el brazo
en el plano cswp11/ar. Este mo\'im icnto de abducción suele rea-
lizarse sin necesidad de rotación externa del hombro. H La
compresión se C\'lla porque la abducción en el pltmo escapu-
lar siLúa el vtnice del tubé rculo ma)'Or por debajo del punLo
relali\'amcnLe alto del arco coracoacromial (Fig. 5.34B) . La
abducción en el plano escapular también permite a la cabeza
humeral en retroversión natural encajar más d irectamenLe en
la ca\'idacl glenoidea. Las inserciones proximal }' distal del
musculo supraesptnoso se sitúan a lo brgo ele una linea recta.
Estas di íerencias mecánicas ent re la abducción en el plano
frontal )' escapular deben lenerse en cuenta al c,·aluar )' tratar
a paciemes con disfunción en el hombro, sobre todo si se sos-
pecha una compresión crón ica.
-
Flexión y extensión
l a flexión )' extcnsion de la articulación GI 1 se definen como
una rotnoon del humero en el pl;mo sag1t.ll sobre un eje
medial-lmeral ele rntación (\L'r Fig. 5. 30). Si el mMim 1cnto se
prod uce estrictamente en el plano .;,1gital. In anrocincmática
comprende el giro de la cabeza humeral sobre un pumo un
tanto fijo en la superficie ele la cavidad glcno1dea. No es nece-
sario que haya rodam ien to o deslizamiento. <. omo se apreoa
en la figura 5.35, l:i acciün de gim de la cabe::a del húmero
tensa la mayor parte ele las cstructurns capsulares circunclan-
Lcs. La tensión de la cápsula posterior esti rada puede causar
una ligera traslación anLerior del humero en los extremos ele
ílexión.21
Las mediciones directas han mostrado que la flexión ele la
articulación GH se ,1socia con una ligera rotacion 111tcrna del
humero.H l:sLc mov1mientt) SLll il es dificil de apreciar con una
observación circunstancinl ~ l ientras la an1culncion GI 1 se ílc-
\tona mas de 90 grados, la tensión del ligamento coracohume-
rnl estirado produce un pequciio momento de l'\)tadon inLcrna
~obre el humero.
La aruculación GI 1 puede conseguir ni menos L2l) grados
de llexión. La capacidad de llexionar el hombro hasta cnsi 180
gratk)s comprende la rotacion ascendente )' concurrente de la
an iculac10n escapulotoracica
La extensión completa del hombro se produce en una posi-
Cltm de unos -+5 a 55 grados cletras del plano l'romal. Los
e:-.trcmo~ de este 1110\ 1m1cnto estiran los ligamentos capsula-
res anteritires provocando una ligera 11H.:linación ante rior ele la
escápula. Esla inclinación anterior puede mejorar la extensión
hacia at r<\s.

Bolsa subacromial

1 cm
de traslación

A B
FIGURA 5.32. A. Modelo de la ri ni culncit~n glenohumcral que mues1ra una p.: lota del w111a1'\o de la cabeza humeral de un aclulw
rodando sobre una superficie aplanada lgleno1dea). Basándose en la presunnon de qut· la cabez,1 del hu111cro es un.1 esfera con
una circunícrcncia ele 16.3 cm. ésta se trasladan\ l cm hacia aniba siguiendo un deslizamicmo superior tabduccwn) ele solo 22
grados. l:.srn magnnud de 1raslación hr1ría que 1<1 cabeza del ht11rn:ro qued:1ra comprimida cnntra el arl'l\ cornco;Kronfr1I. n.
Representación anatómica del modelo usado en A. Reparcsc en que la abducción si11 un clcsliz:in11cnto inícnor connttTClllc pro-
voca la compresión ele la cahl·;:a del humero comra el arn1 e impide que siga el mtwim1t•1110 de ahduccion

¡,,::: -----~~~~-------~-.
, P UN T O DE I N TER ES 5.3
- ~ ..... ---~--.--:::- -= --=· ~ .....----=.......=: -
Síndrome de compresión crónica del hombro
La compresión repetida de la cabeza del húmero y/o el tubérculo
mayor contra el contenido del espacio subacromial suele derivar
en un «Síndrome de compresión crónica,,,21 El síndrome se
caracteriza por la incapacidad de mover el hombro en abducción
de forma natural e indolora. La afección suele darse en
deportistas y obreros que mueven repetidamente los hombros en
más de 90 grados de abducción, aunque también se observa en
personas relativamente sedentarias. La compresión de la cabeza
del húmero contra el arco coracoacromial se detecta en las
radiografías normales (Fig. 5.33), así como con resonancias
magnéticas. ss
Muchos factores predisponen a las personas a sufrir el
slndrome de compresión crónica. Un factor es la incapacidad de
los müsculos -como el manguito de los rotadores o el serrato
anterior- para coordinar óptimamente la artrocinemática de la
abducción de la articulación GH .9.17.33 Otros factores son la
postura relajada del tórax,2s la degeneración de los müsculos del
Rotación interna y externa
Desde la posición anatómica, la rotación interna )'externa de
la articulación GH se define co111l1 una rotación axial del
húmero en el plano horizontal (\'c r Fig. 5.30). Esta rotación se
produce sobre un eje vert ical o longitudi nal que discurre por
la diáfisis del húmero. La anrocinemática de la rotación
externa se produce sobre los diámetros trans,·ersos de l;i
cabeza del húmero }' la ca\'idad glenoidea (\'er Fig. 5.25). La
cabeza del húmero rueda simultrtneamente en sentido poste-
nor )' se desliza en sentido anterior por la ca\'idad glen01dea
(F1g. 5.36). La anrocinemática ele la rotación imerna es s1m1-
lar, excepto en que la dirección del rodamiento }' el desliza-
miento es inversa.
Ccrp111r/o i H 1111up1"111 dd lwm/1ro 11 5
T
~
-~- .. -~ -
manguito de los rotadores, la inestabilidad de la articulación GH,
la tirantez o las adherencias en la cápsula de la articulación GH y
la reducción del volumen del espacio subacromial.46 El último
factor tal vez se derive de la forma anormal del acromion, de la
presencia de osteófitos en torno a la articulación AC o de la
hinchazón de las estructuras en torno al espacio subacromial.
Con independencia de la causa, cada vez que se produce una
compresión (impingement), los delicados tendón supraespinoso
y bolsa subacromial sufren nuevos traumatismos. La cabeza
larga del bíceps y la cápsula superior de la articulación GH tal vez
se vean también comprimidos y sufran traumatismo. Los
objetivos terapéuticos son reducir la inflamación del espacio
subacromial, mejorar el estado ele los músculos del manguito de
los rotadores, mejorar la conciencia cinestésica del movimiento y
tratar de restablecer la artrocinemática natural del hombro. La
educación ergonómica es también un factor de los posibles
objetivos.
FIGURA 5.33. Radio¡?,rnf1a cll' una
pcr:;on<I co11 «Stndwmc de co111prc-
~1l1n rn1111rn• que imcma l,1 ,1bduc-
lll)l1 completa cid brnz:o. RcpMcsc t·n
l,1 pos1cron de la cabc;:a del humero
nmlrn l'I acromion (comp<lrcsc nm la
l 1g. 5.12B). (Por cortesía de Garr l..
'>odcrbcrg.)
El rodamiento )' deslizamiento simultáneos de In ro1acion
interna)' externa permiten que el diámetro wms,·crso mucho
mayor ele la cabeza del húmero ruede sobre el <írea superficial
mucho menor de la ca\'idad glcnoiclca. La importancia íisioló-
gica ele estos deslizamientos anterior)' posterior es e\'idcnte si
\'Ol\'emos al modelo de la cabcw humeral ele la figura 5. 32A,
aunque haya que mirar la cabeza humeral rodando sobre el
diümetro trans\'erso ele la ca\'1clad glcnoiclea. Si. por ejemplo.
se producen 75 grados de rotación externa mediante un roda-
miento posterior sin deslizamiento anterior concurrente, la
cabeza se desplaza en senudo posterior unos 38 mm. Este
grado de traslación clesanirnla por rnmpleto la articulación,
porque el dictmrtro trw1svcrso completo de la ca\'idad glcnoidca
116 5Cfcion /1 [xonnid(l(/ supr1 ior
FIGURA 5.34. Vista de perfil de la ani-
culación glcnohumeral derecha que
compara la abducción del hú mero en
A: el plano íromal real (ílecha roja) y
B: el plano escapular (ílccha gris). En
A y en B, la c~ll' idad glenoidea se
orienta en el plano escapular. También
aparecen los punLos bajo }' alLo rclati-
\'OS del arco coracoacromial. En B se
muestra la línea de fue rw del músc ulo
supraespinoso que cursa por el arC0
subacromial. A B
ABDUCCIÓN
EN EL PLANO FRONTAL
es sólo unos 25 mm . Sin embargo, nornwlmente la rotación
externa completa sólo da 1 a 2 mm de traslación posterior ele
la cabeza del húmero,21 lo cual muestra una «C01Tección» con
deslizamiento anterior que acompai'la al rodamiento posterior.
Desde la posición anatómica, suelen ser posibles unos 75 a
85 grados ele rotación imerna y unos 60 a 70 grados de rota-
ción externa, aunque existe mucha \'ariación entre las perso-
FIGURA 5.35. VisLa lateral de la llexión de la articulación glenohume-
ral derecha en el plano sagi1al. Se muestra un pumo en la cabeza del
húmero que gira sobre un punto de la cavidad glenoidea. Las estruc-
turas estiradas aparecen como !lechas largas. (CP =cápsula posterior;
LCI = ligamemo capsular inferior, y LCH =ligamento coracohumeral.)
ABDUCCIÓN
EN EL PLANO ESCAPULAR
nas. En una posición de 90 grados ele abducción, la am plitud
del mo..virniento en rotación externa suele aumentar hasta casi
90 grados. Con independencia de la posición en la que se pro-
duzcan las rotaciones, suele haber movimiento en la an icula-
ción escapuloLOrácica. La rotación in terna máxima suele com-
prender protracción escapular, y la rotación externa máxima
suele incluir retracción escapular.
Yisla s uperior
Anterior
FIGURA 5.36. Vista superior de la anrocine mfuirn de rod¡uniemo }'
cleslizamienw clurame la rotación externa acth·a de la an iculación
glenohumeral derecha. Se muestra la contracción del músculo
infraespinoso (en rojo oscuro) que causa el rodamien to posterior del
húmero. El músculo subcscapular y el ligamemo capsular an terior
(LCA) generan tensión pasiva al es1i rarse. La cápsula posterior (CP)
se mantiene relativamente Lensa por la Lracción del músculo infraes-
pinoso contrnido. Las dos ílechas negras gruesas rep resentan fuerzas
que cent ralizan}'. por tanto, estabi lizan la cabeza del húmero durante
la roiación externa. Los tejidos estirados se muestran como ílechas
fi nas y largas.
n
 LU/llLHlo 5 H rnmf'kl<> del lw111lm1 117

-~ DE lN fERES _ 5 . 4
Centralización de la cabeza del húmero: Función especial
de los músculos clel manguito !le los rotaclores
Durante todos los movimientos volitivos de la articulación GH,
las fuerzas de los mlisculos activos del manguito de los
retadores se combinan con las fuerzas pasivas de los ligamentos
capsulares estirados para mantener la cabeza del húmero en la
posición correcta en la cavidad glenoidea. Como ejemplo de este
mecanismo. pensemos en la figura 5.36 donde aparece el
músculo infraespinoso contraído para producir rotación externa
activa en la articulación GH. Como parte del músculo
infraespinoso se inserta en la cápsula, su contracción impide que
la cápsula posterior se muestre laxa durante el movimiento. Este
mantenimiento de la tensión en la cápsula posterior, combinado
con la rigidez natural del músculo activado, estabiliza el lado
posterior de la articulación durante la rotación externa activa. En
un hombro sano, el lado anterior de la articulación también está
bien estal)ilizado durante la rotación externa activa. La tensión
pasiva del músculo subescapular estirado, la cápsula anterior, el
ligamento capsular GH medio y el ligamento coracohumeral
añaden rigidez a la cápsula anterior. Las fuerzas, por tanto, se
generan a ambos lados de la articulación durante la rotación
externa activa, sirviendo para estabilizar y centralizar la cabeza
del húmero contra la cavidad glenoidea. Un mecanismo parecido
actúa durante la rotación interna activa.
Resumen de la artrocinemática de la artic11lació11
glenolwmeral
En la tabla 5.2 aparece un resumen de la artrocinemática )'
osteocinernálica ele la aniculación glenohumeral.
Cinemática general del hombro durante la abducción
Hasta este pumo, este estudio ele la artrología del hombro se ha
centrado sobre tocio en la estructura y fu nción de las articula-
ciones individuales. La siguiente exposición se centra en la
secuencia ele movi miento entre las articulaciones. La razón ele
ser es el movimiento ele abducción del hombro. La capacidad
para mover en abducción completa de forma naLUral e indolora
es una muestra ele la salud del hombro. El conocimiento de la
interactuación ele las articulaciones del hombro durante este
movimiento es un requisito para entender la patología del
hombro y la eficacia de las intervenciones terapéut icas.
RITMO ESCAPULOHUMERAL
El estudio que más se cit:i sobre h1 cinemMica ele la abducción
del hombro fue publicado por lnman )' colaboradores en
1944.ll> Este est udio clásico se centró en la abducción del
hombro en el plano fron tal. lnman escribió que la abducción
o ílexión ele la aniculación GH se producía simult;\ncamemc
con la rotación ascendente de la escápula, una obscrnKión
para la que acuf\ó el término ri/1110 rswpulolwmernl
En un hombro sano, existe un rit mo o sincron ización cine-
máticos naLurnles entre la abducción glcnohumernl )' la rota-
ción ascendente escapulotorácica. lnman in formó ele que este
ritmo era sorprendentememe constante clurnnte la mayor
parte de la abducción, con una relación de 2: l. Por wdo 3 gra-
dos de abducción del lwmbm se daban 2 grncl11s de e1/Jducció11de la
artiwlación CH y J grado de rotaci611 mcc11ck11 te de la articulo-
ción esca¡ndotorácica. Basándose en este ritmo, un arco com-
pleto de 180 grados de abducción del hombro es el resultado
de la abducción simultánea de 120 grados ele la aniculacion
Gli y los 60 grados de rotación ascenclerne escapulotorácica
(Fig. 537).
Desde el momento ele la obra origi nal ele lnman en 194-1-,
e'Stucl ios adicionales han estud iado la cinem;~tica de la abduc-
ción del hombro con én fasis en el movimiento en ei plano
escapular,2. 19,35.43,48 )'en el movimiento levantando distintas
cargas.36 EsLos esLUclios llegaron a la conclusión de la existen-
cia de un ritmo escapulohumeral ligeramente distimo y menos
consistente. Por ejemplo, Bagg )' Forrest2 desu"ibicron una
relación en la rotación glenohumerak1-escapular media ele
3,29: 1 ent re 21 grados y 82 grados de abducción; 0,71 : t entre
82 grados)' 139 grados ele abducción, y 1,25:1cnu c139 gra-
dos)' 170 grados de abducción . Con independencia de las dis-
timas relaciones obtenidas en la literatura, la relación clásica
ele 2: 1 ele lnman sigue siendo un axioma válido para la C\'alua-
ción del movimiento del hombro. Es fáci l de recordar)' sigue
ayudando a conceptuar la relación general entre el movi-
miento del húmero )' la escápula cuando consideramos los
180 grados de abducción del hombro.
INTERACCIÓN DE LAS ARTICULACIONES
ESTERNOCLAVICULAR Y ACROMIOCLAVICU LAR
La investigación ele lnman fue el primer esLUclio ele envergadura
que midió la contribución ele las an iculaciones EC )' AC a los
60 grados de rotación ascendente escapulotorúcica.2t- Los datos

artrocinet ática

Osteocinemática Plano de movimiento/eje de rotación Artroci nemát ica

Abd ucciónhid ucción
Rotación interna/externa
Flexión/extensión )' rotación
interna/externa
(en 90 grados ele abducción)
Plano frontal/eje allleroposterior de rotación
Plano horizontal/eje vertical ele rotación
Plano sagital/eje medial-lateral de ro tación
l~odwniento _ydes/izcrmien/o a lo largo del diámetro
longitudi nal de la articulación
Rodamic11to y deslizamienlo a lo largo del diámetro
transverso de la articulación
Rotación ent re la cabeza del hú mero y la cavidad
glenoielea
118
180º !
60º
Rotación ascendente
de la articulación
escapulotorácica
FIGURA 5.37. Vista postcrmr del comple.10 del hl)lllhro derecho de!>-
pucs de mo,·cr el brazo 180 grados en abducc1011. Lvs 60 grados de
r01acilin ascendente ele la articulacilin cscapulotorácica y los 120 gra-
dos ele rt bducción ele la articulación glcnohumcral (Gl 1) aparecen
clibujndos en rosa. La rotación escapular ascendente ap<lrccc como la
suma de 30 grados de elevación de la articulación cs1crnocladcular
(EC) )' lt)s 30 grados de rotación ascendente de la riniculación acro-
m1oclavicular (AC). La rotación posterior de la clavlcula en la anicu-
lac1on EC está representndn por la ílccha circular en torno a la por-
rn)n media ele la diáfisis del hueso.
siguicmcs se basan en csn investigación. Los 180 grados ele
abdui.:ción se han dividido en una fase inicial y otra posterior.
Fase inicial: abducción de 90 grados del hombro
Asum1cnclo un ritmo cscapulohumeral de 2: 1, la abducción
del hombro hasta 90 grados se produce como una suma de 60
grndos de abducción GI 1 y 30 grados ele rotación ascendente
escapuloLOrácica. Los 30 grados de rotación ascendente se
producen sobre tocio mediante 20 a 25 grados sincrónicos ele
elevación clavicular en la articulación EC )' 5 a 1O grados ele
rotación ascendente en la articulación AC (Fig. 5.38: fase ini-
cial). Otros ajustes rotacionales sutiles se producen al mismo
tiempo en la articulación AC.<>3
Fase posterior: abducción de 90 a 180 grados
del hombro
Ln abducción cll'I hornbrl) ele 90 a 180 grados se produce
cOllll) una suma de 60 grados aclicicinales de abducción ele la
articulación GH )' 30 grados adicionales de roLación ascen -
dente cscapulcfü)r<l<.:tca. DuranLe esta lase posterior. la da\'1 -
cula se: eleva sült) 5 grados adicionales en la aniculación 1 l
La escapula. por el contrario, gira hac1n nrriba en la nnicula-
cinn AC 20 a 25 grados (ver í-ig. 5.38; fase íinal). Al final ele
lns 180 grados de abducción, los 60 grados de rotación asc:en-
dcnte escapulotorncica se componen de )0 grados de c:kva-
c1ón ele la aniculnción EC y 30 grados de rotación ascenclcme
de la articulacion AC (Fig. 5.37).
Rotación posterior de la clavícula
lnman y colaboradores pudieron clemostrnr med iante técnicas
in vivo que la cla\'trnla gira poste riormente unos 40 grados
durnmc la fose f"ina l de 1n abducción del hombro (Fig. 5. W) .
La rotación postenor se describió durante l:i dcsaipctón de h\
cinemática de la articulación EC. El mecanismo que genera
esta ro.~ación se muestra de forma esquemática en la íigura
5.40. Al comienzo de la abducción del hombro, la escapula
com icnza n girar hacia arriba en la mi icuh1c1ón AC. est irancio
el liga men to cornrnclnvicular re fat i\'amente rígido ( i-ig.
5.·IOB). La incapacidad ele este ligamento para elongarse de
modo significath·o restringe aún mas la rotación ascenclcme
en esta articulac1lln ~egún lnman .~t· la tension del ligamc1fü1
estirado se tr<rnsf1ere a la región del tubérculo conoideo de In
clavícula. un punto posterior al eje longitudinal del huest1. 1 a
aplicación de estn fuerza gira la clavículn con forma ele m<'lni
vela en sentido posterior (Fig. 54013). Esw rotación ace rca la
inserción da\'icular del ligamento corncoclavicular a la apoli-
sis coracoides, descargando un poco el ligamento y permi-
tiendo a la escápula seguir con sus 30 grados finales de rota-
ción ascendente. lnman2ti describe este mecanismo como unn
«característica fundamenta l del movimiento del hombro» si n
el cual no es posible su abducción completa.
En la tabla 5.3 se resumen los principales acontecimientos
cinemáticos del complejo del hombro durame las fases poste-
rior)' final ele la abducción del hombro. Los datos se basan en
la mvestigación de lnman, que usó un muestreo limitado. Los
valores reales varian ciertamente entre la población.
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
Inervación de los músculos y articulaciones
del complejo del hombro
INTRODUCCIÓN AL PLEXO BRAQUIAL
Tocia la extremiclnd superior recibe iner\'ación sobre lOclo del
plexo braquial (Fig. 5.4 1) El plexo braquial está formado por
la consolidación de las raiccs ele los ne1Yios \'entrales de
los nervios espinales mixtos C')-T l. UlS raíces \'entralcs de e,,
y Cr. forman el tmnw superior, C; forma el tronco medio)' CH)'
T 1 forman el tnmco inferior. Los troncos cursan una disurncia
 LllJ'lllllo 1 ~ H WlllJll1·10 1/d /11>nrlm1 11 9

-.g
11)

30
1

'...--
Elevación de la articulación EC
......
cu
....
.. ..
-
~ 20
o
e
.9!
E
10
1
1
- - - - - - - - - - - - - · 1- -
1

---- --- ......

Rotación ascendente de la articulación AC
·~ o
Inicial Posterior
:lE
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 11 0 120 130 140 150 160 170 180

Abducción del hombro (grados)

ol
1i- 11
FIGURA 5.38. Trazado grafrw que muestra la relación de clc\'ac1t'ln de la aniculacion c~tcrnoda\' rcular (EC) y la
rotación ascendente del¡\ :uurnlación acromiochwirnlar (AC.) duran te la abducción completa del hombro. Los 180
grados ele abducción se cli\'idcn rn lus fases inicial )' po!>tcnnr. (Dibujado a p<m ir de lo!> datos tk lnmnn VT.
Saundcrs M, 1\bbott LC: Obst:r\';itions on the function 1il' thc sh1ntldcr joint._/ Bcmc .J11i111 St11g 26A: 1- 32, 19-H.)
....
~o
:s 'ti
- 11)

.~ ~ 40
> C)
cu -
ü (.) 30
... w
.Q e
Q; :Q 20
Vi ~
&. :; 10
,g :E 0-1-------------
--
'ü cu
cu cu
~ ~
Inicial
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 11 0

Abducción del hombro (grados)

120 130 140
Posterior
150 160 170 180

1i- {11
FIGURA 5.39. Tra;:ado graíico que muestra la n:lac1c'ln de rotación posterior de la cl;l\JCUla en la aniculacil'ln estcr-
nocla\'ieulur ([C) hasw la nbduccit'm completa del hombro. (Drbujado a partir ele los cl:uo~ tk lnnrnn \'T, Saunders
f\1, Abbo11 LC: Obscrvm1on~ on thc funclion ol thc shnulcll'I' joi111 . j Bo11r Joi111 S111g 26A: 1- 32, 1944.)

Rotación posterior
ele la clavícula

Articulación AC
Articulación EC

Clavícula

Ligamento Esternón
coracoclavicular

Apólisís
coracoides

anlerior
A
FIGURA 5.40. ¡\lecánirn ele la rol:lcil'ln posterior de la cla,·icula dcrechn A, En reposo en la pos1rn'111 ;malomica. las nr11culaciones ncmm1od;l·
\'icular (t\C) y esternoclm·icular (fC.) aparecen con el ligamento rnracodn\'iculnr representado por una cuerda laxa. B. Mientras el muscul1)
sermto :interior gira J¡¡ escapula hacb arriba, cl lignmemo coracnclm·rcttlnr aparece tenso. L-i tcnsil'ln c.:rcacla en d hgamemo estirndo gira la cla-
\'ic:ula en forma de mani\·ela en cl1rcccil~n posterior. dejando qrn.: 1::t art rrnlaclón 1\ C complete ln l'ot:1e11m completa hncia nrriha.
120
•
Articulación EC Articulación AC
Fase inicial 25 grados de elevación 5 grados de rotación 30 grados de rotación 60 grados de abducción
O a 90 grados ascendemc ascendente
Fase posLerior 5 grados ele elevación y 25 grados de rotación 30 grados de rotación 60 grados de abducción
90 a 180 grados 35 grados de rotación posterior ascendente ascendente
de la clavlcula
Total 30 grados de elevación y 30 grados d e rotación 60 grados de rornción 120 grados de abducción
O a l 80 grados 35 grados de rotación posterior ascendcme ascendente
de la clavícula
~---------------------------~-----------------------~---------------~~---------------~----._.......
D.11lh11« 111111:111 \ 1, '·ll"1'kr~ ~ l . tlhlwtt l.C: Oh>C1\'.t111ms ,,11 th•• 11111.iion ol thc ,1w11ldcr ¡111111 / /1m1c /111111 ~111.~ 2.Cv\ 1-li. 19+1 lt\l¡\tllh'- ,,,101·'" '<' h.111 rcdo1hk.ido
1a:one:-o ch.· ...1mplidclad llt.'H' son cen';l1Hh .t lo~ \'alt'lf\'"' t\rl~maks_)
----
11
,,r

t "x' 1t.·t1u1~re íl°'lnnon \'\h_·rna s1 l.1 .1hdut'4.'lc.\n ::.4.' p1ol\'lH.:.• c:n d pi.Uh' ln1m~1I

cona ames de formar las divisiones w11crior o pc>slcrior. Las
divisiones se reorganizan en tn:s fascículos clenommaclos segun
su relat.:ión con la arteria axi lar. Los íasdrnlos se rnmifican e11
ramos, c¡ue inervan los músculos de la extremidad superior)'
la porción lateral del tronco.
INERVACIÓN DE LOS MÚSCULOS DEl l IOMBRO
La mayoría de los músculos del complc¡o del hombro reciben
su inervación motora de dos regiones del plexo braquial: ( 1)
nervios que se ramifican del íascículo posterior, como los ner-
\'ios axilar, subescapular }' toracoclorsal. )' (2) ner\'ios que se
ramifican de los segmentos mas proximale!> del plexo, como
los ncr\'ios dorsal de la cscápuh1, torácico largo, pec1 ornlcs y
suprncscapula r. Una excepción de este esquema ele incn·ación
es el n!i;tsculo trapecio, iner\'ado sobre toclt) por el XI ner\'io
craneal, con menos iner\'ación sensorial)' motora de las raíces
,·entr:ilcs de los ne r\'ios ce rvicnlcs ~u pcri o rcs.hH
Las rarees de los nerl'ios motores principales que tncr\'an
los músculos ele la extremidad supcnor aparecen enumeradas
en el Apénd ice 11, panc A. El r\pcnd1ce 11, partl' B muestra los
musculas clave usados por to general para prt)bar el estado
funcional de las raícc~ de los nen lth ,·cmralcs C5-T1.

DIVISIONES
Nervio dorsal
Fascículos de la escápula

Lateral

Posterior
Medial

FIGURA 5.41. Plexo hmqmal. (De Jobc Radial

l\ IT. Wrigh1 PE: Pcnphcrnl ncrl'c injuries:
En Canalc ST (ed): Campbdl~ Opcmti w·
Ortlw¡1<1cdrcs, 9:' cd . ,·ol. 'l. St Louis.
l\losby. 1998.) Cubital

Nervio cutáneo
medial del brazo

Porción superi or----+~~
del trapecio
INERVACIÓN SENSORIAL DE LAS ARTICULACIONES
DEL HOMBRO Y EL TEJ IDO CONJUNTIVO CIRCUNDANTE
La aniculación este moclavicular recibe inervación sensorial
(aferente) de las raices ele los nervios (1 )' (~ ele! plexo CCr\'i-
cal.<"'l Las an iculaciones acrom iocla\'icular y glcnohumeral reci-
ben inerqKión sensorial a través ele las rnices de los ncr\'ios C;
)' Ce, por medio ele los nervios supraescapular y axilar.•'8
Acción de los músculos del hombro
La mayoría ele los músculos del complejo del hombro se agru-
pan en dos categorías: estabi lizadores proximales o mo\'iliza-
dores clisLales. Los estabi/izcrclores proximales son músculos que
tienen su origen en la columna vertebral , las costillas y el cní-
neo, y se insenan en la escápula )' la clavícula. Ejem plos de
esLos músculos son el serrato anLerior y el Lrapecio. Los movi-
/izac/ores elisia/es son músculos que se originan en la escápula y
la clavícula y se insertan en el húmero o el antebrnzo. Ejemplos
ele dos movilizaclores distales son el c\elLoicles )'el bíceps bra-
quial. Como se describe más adelanLe, la función óptima ele
todo el complejo del hombro se basa en la interdependencia
funcional entre los estabi lizadores proxi males y los rnoviliza-
clores distales. Por ejemplo, p<H"a que el deltoides genere un
momento d icaz de abducción en la aniculación glenohume-
ral , la escápula debe estabilizarse con ri rmeza conlra el tórax
por acción del serrato anterior. En casos de parálisis del mús-
culo serraLo anterior, el músculo deltoides es incapaz ele expre-
sar sti función ele abducción complela. A continuación darnos
varios ejemplos que refuerzan este punto imponante. La ana-
tomía)' la inervación específicas de los músculos del com plejo
del hombro se muestran en el Apéndice 11 , parte C.
121
Elevador de la escápula
Romboides menor
Romboides mayor
FIGURA 5.42. \'isla posterior de la porcil'\11
superior del trapecio. el elevador de la esc:i-
puh1, rl romlxiiclcs ma}'tlr )' el mmbnicks
rnc1wr como ck\'adores de la anicula<.:iün
cscapulotonkica.
~IiiÑrT.ERES Sr. 5 • ~
Parálisis de la porción superior del trapecio: Efectos en la
estabilidad de las articulaciones esternoclavicular y
glenohumeral
La parálisis de la porción superior del trapecio puede deberse
a lesiones del nervio accesorio (XI par craneal) . Con el tiempo,
la articulación escapulotorácica puede experimentar un
descenso o protracción acusadas y una rotación descendente
excesiva por la tracción de la gravedad sobre el brazo. Una
clavícula en posición crónica de descenso puede causar al
final una luxación superior de la articulación EC.7 A medida
que desciende el extremo lateral de la clavícula, el extremo
medial se ve forzado hacia arriba por la acción ele fulcro de la
primera costilla. La diáfisis deprimida de la clavícula puede
acabar comprimiendo los vasos subclavios y parte del plexo
braquial.
Tal vez una de las consecuencias más corrientes de la
parálisis crónica de la porción superior del trapecio sea una
subluxación inferior de la articulación GH. Recuérdese que la
estabilidad estática de la articulación GH se basa en parte en
una cabeza del húmero que se mantiene contra el plano
inclinado de la cavidad glenoidea. Con la parálisis crónica del
músculo trapecio. la cavidad glenoidea pierde su posición de
rotación ascendente, con lo que el húmero se desliza
interiormente. La tracción descendente impuesta por la gravedad
sobre un brazo sin soporte puede causar una distensión de la
cápsula de la articulación GH y terminar derivando en una
subluxación irreversible. Esta complicación suele observarse
después de hemiplejías fláccidas.
122 .'>t•aion /1 E.x1 rn11iclrnl 'tlf>l'I im
Músculos de la articulación escapulotorácica
ELEVADORES DE LA ARTICULACIÓN ESCAPULOTORÁCICA
Los múscu los responsables de la elevación de la escápula y la
clavícula son la porción superior del trapecio, el elevador clr: la
rscdpu/a y. en menor grado. el ro111boidcs (Fig. 5.42). n La
porción superior del Lrapecio oírece soporte posLUral a la cin-
LLLra escapular (escápula y clavícula) La post ura ideal de la
ci nlllrn escapu lar st1ele definirse como una ligera elevación y
ret racción ele la escápula, con la cavidad glenoiclea orientada
un poco hacia arriba. La porción superior de l trapecio, que se
inserta en el cxLrcmo lateral ele la clavícula. apona una acción
ele palanca excelente en la aniculación EC para el manteni-
miento de esta posLUra.
DEPRESORES DE LA ARTICULACIÓN ESCAPULOTORÁCICA
El descenso ele la aniculación escapulOLorñcica corresponde a
la porción inferior dl'i lrnpeciv, d dorsal anclio. el pectoral menor
)' el su /Jc/a vio (Fig. 54 3).29 .w El müsculo dorsal ancho
---1- - - 1 - - 4 -
·,_,¡.1'4.l.#.{4.:i:H-- -+-+-4---0orsal
A
deprime la ci ntura escapular ejerciendo Lracción sobre d
hümcro )' la escñpula en sentido inferior. La íutrz<l que gene-
ran los músculos depresores se dirige a trnvés de la escápula y
la extremidad superior y se npl irn contra un nbje10, como en
el caso del muelle ele la figura 5."f 3r\.
Si el brazo está bloqueado físicamente por el descenso. la
íuerw de k1s músculos depresores puede elevar el tórax res-
pecto a b escápuln fija y el brazo. Esta acción sólo se produce
si la escápula esLá más cstabíl iwda que el tórax. Por ejemplo,
la figura 5.44 muestra a una persona sen1acla en una silla de
ruedas que usa los depresores escapulotonícirns para ali\'iar la
presión de los tejidos supe rÍicial a los tubérculos isquiáticos.
Con el brnzo apoyado con firmeza en el rcposabrazos de la
si lla. la contracción ele la porción inferior del trapecio )' el
músculo dorsal ancho Lira del tórax y la pelvis hacia arriba
hacia la escápula f°ija. Es un movimiento muy út il sobre todo
para personas con LeLraplejía, que carecen de la fuerza sufi-
ciente en el tríceps para levantar el peso clel cuerpo durante la
extensión del codo.
Pectoral
rnen or --'----11..-L.l.--'-"'-......
Porción inferior
del trapecio
8
ancho Anterior
FIGURA 5.43. A. Vista posterior ele la porción iníerior del trapecio )'
el músculo dorsal ancho deprimiendo la aniculación cscapulotor:'\-
cica. Estos músculos ejercen tracción descendente contra la rcsis1cn-
cia del mecanismo del muelle. B, Vista anterior de los músculos pec-
toral menor )' subcJa,·io durante la misma acti\'iclacl descrita en A.

PROTRACTORES DE LA ARTICULACIÓN ESCAPULOTORÁCICA
El nHísrnlo scrrnto anterior es el principal protractor ele la ani-
culación cscapulotorácica (Fig. 5.45A). Este músculo ancho
presenta Ltna excelente acción tk palanca para la prot racción,
sobre tocio en el eje vertical de rotación ele la articulación EC
(Fig. 5.458). La íuerza de la protracción escapular suele trans-
ferirse por la articulación Gl-1 )'se emplea para empujar hacia
delante y extender el brazo. Las personas con debilidad del
músculo serrato anterior tienen problemas para realizar movi-
mientos de empuje anterior. Ningún otro músculo puede rea-
lizar este mismo efecto de protracción sobre la escápula.
RETRACTORES DE LA ARTICULACIÓN ESCAPULOTORÁCICA
La ¡mrci1)11 media ele/ mlisculo trapecio tiene una línea ele fucrzn
óptima para retraer la escñpula (Fig. 5.46). Los músculos rom -
boides y la porción inferior del trapecio actúnn como retracton.:s
secundarios. Tocios los ret ractores son especial me me activos
mientras se usan los brazos para acti\'idades de tracción como
escalar y remar. Los músculos aseguran la escápula en el
esqueleto axial.
Los retracLOres secundarios son un ejemplo excelente de la
función de es1os músculos como sinergistas, compartiendo
acciones idénticas. Al mismo tiempo, actúan como antagonis-
t t1¡111t1l1• 1 11 e 11111¡1/, /•' ,/d l1.m1/>111 123
FIGURA 5.44. La pon:inn inl't:nnr del 1rapcc10 )' el 1lHb1.·ull1 d or~al
;1ndw :iparcccn lrrnntando lo~ tuhc rrn los i~qu1á1kos dd <NCnlO lk
l:i '>i lla dr ruedas. La cnntranwn de estos muscult)s ln·anta rl .,q;
mento de la pehis} rl tronni h.1c1a el scgmrmo íijo 'k l.1 ~ .....1pul;1'
el .hra:!o.
1as directos. Durante un esfuerzo \'igoroso de retraccinn, la
1endencia a la elevación de lns romboides se neutraliza con
la tendencia al descenso de In porción inferior del trapecio. Sin
embargo, un com ponente de cada una ele las líneas ele fuerza
de los músculos se suman )' pt'l)duccn retracción pura ( \'e 1
Fig. 5.-+6).
La parálisis completa del músculo 1rapccio )'. en menor
medida, de los romboides, reduce significati\'amentc la capa-
cidad de retracción ele la escápula. La escápula tiende a «de'>-
vinrse» un poco en protraccion debido a la protraccton par-
ciahnente sin oposición del musculo serrato anterior.i
ROTADORES ASCENDENTES Y DESCENDENTES
DE LA ARTICULACIÓN ESCAPULOTORÁCICA
Los músculos que realiwn la ro1ación ascendente )' clcsccn-
clentc de la articulación cscapulmorácica se exponen a conti-
nuación en el contexto del mo\'imienlo de todo el hombro
Músculos que elevan el brazo
El término «elevación» del brazo describe el movimiento actl\'O
de levantarlo por encima ele la cabeza sin especificar el plano
exacto ele movimiento. La elevación del brazo corresponde a los
músculos clasificados en tres grupos: (l) músculos que cle\'an
124 5,.,mm 11 f\·11t'1111cf11cf '11/l•'I i<11

Vi'>ta '> llpcrim

Músculo
serrato
anterior

FIGURA 5.45. ~lusculo serrato anterior. A. Este mllsculo cxpansl\'O se ex1tcnde amcrior a la esc,lpulfl y se mscnfl a lo largo de toda lfl longitud de
su borde medial. L<l línefl tic fuerza del musculo prot rae la escápub }'el brnzo en un movimiento de empuje o extcnsion hacia delante. Las Íibrns
qrn: ,e mscrt:ln cerca del ángulo inferior pueden ª>'udar •11 dcscen~n cscapulotorác1ro. B. \ 'ista superior de la cintura esrnpular dcrcchr1 donde apa-
rece el momento ele protmcc1ón producido por el músculo serrato amenor, es decir. el producto ele la fuerza muscul¡ir 111uhi pl1cad<1 pM el brnzo
de p<ilnnrn del momento inte rno (BMI) <isociado. El cjr de ro1acit~n <1par1:cc cOllll1 un círculo rojo que recorre 1" aniculadón cs1crnoclm·1cular

(es deci r. abducen o ílcxionan) el húmero en la aniculadón

GI 1: (2) músculos escapulares que controlan la rotación ascen-
dente y la protracción de la articulación escapulOLorácica; )' (3)
músculos del manguito de los rotadores que controlan la esta· El músculo serrato anterior y la maniobra del ejercicio
bilidacl clinárnicn y la anrocinem<\tica de la aniculación GI l. de «flexión» ele brazos
Otra acción importante del músculo serrato anterior es exagerar
Músculos responsables de la elevación del brazo
la fase final de la postura en decúbito prono durante las flexiones
• Musculas clr la articulación GH
de brazos. La fase inicial de una flexión corresponde sobre todo
Deltoides
al tríceps y a la musculatura pectoral. Una vez que los codos
Supraespinoso
están completamente extendidos, el pecho se eleva aún más del
Coracobraquial
suelo por la protracción deliberada de ambas escápulas. Este
Blccps (cabeza larga)
componente final de la flexión se debe sobre todo a la
• M1isc11los de la artic11lació11 cscapulatarac1rn
contracción del músculo serrato anterior. Bilateralmente, los
Serrato anterior músculos elevan el tórax hacia las escápulas estabilizadas y fijas.
Trnpecio
Esta acción del serrato anterior puede visualizarse girando la
figura 5.45A 90 grados dextrórsum e invirtiendo la dirección de
• Miiswlos del manguito de los rotadorcs
---- la flecha sobre el serrato anterior. Los ejercicios concebidos para
fortalecer el serrato anterior incorporan este movimiento.14
MÚSCULOS QUE FLEVAN EL BRAZO EN LA ARTICULACIÓN
GLENOHUMERAL
Los músculos principales que mueven la articulación GH en ílexión corresponde sobre LOdo :i la porción anterior del del-
abducción son las porciones anterior y media del deltoides, y toides, al coracobraquial )' la cabeza larga del bíceps braquial
el supraespinoso (Fig. 5.4 7). La elevación del brazo durante la (Fig. 5.48). El momento isométnco maximo generado por los

Porción media del trapecio
Romboides
Porción i11ferlor
del trapecio
FIGURA 5.46. Vista postcntlt <le las porctolll'S media e infcno1 del
trapecio, y los romboides que cooperan en 1:1 rl'tracdón ele la <ll'ltru-
lación esrapulotoracica. 1 a~ lineas de fuerza pu111e:idas del rnmhoi-
clcs y la pordt~n inícrior del trapecio se wml1111:111 para gcrn:r:u u1 1::i
sola íuerza de retracción que se muestra con un:i ílecha rtTl<I.
ílcxores y nbducLOrcs del hombro se mucst ra en dos posicio-
nes aniculnres en la tabln 5.4.
Las lincns de íucrza de In porción media del deltoides )' el
supraespinoso son parecidas durante la abducción del hombro.
Ambos músculos se acli\'nn al comienzo de la elevación, lle-
gando al nivel máximo cerca de los 90 grados de abducd<'m.
Cabeza larga
del bíceps
125
Porción
media-----~k.:::-:-r.
del deltoides
FIGURA 5.47. Vista antenor q ue mue~tm l;is porciones media y ante-
riZir del dchn ides y el supraespinoso comu abductores de la articula-
dt\n gkntihumcral.
Ambos rnusculos pn:scnran un brazo ele pal:rnca del momento
int erno relevante c¡ue se mantient: esencialmente constante a
unos 25 mm durante la mayor parte de la abducción.""'
Los músculos deltoides }' supraespmoso contribuyen por
igual al momento total de abclucc1on de la articulnc1ón GH.21
Con el deltoides paralizado, el müsrnlo supraespmoso suele
poder renlizar la abducción completa de la aniculaci6n GH. El
momento, no obstame. se reduce. Con el supraespinoso para-
lizado u roto, la abducción completa suele ser dificil o impo-
sible por la aheraciün de la artrocincmática de la articulación
GI l. La abducción activa completa no es posible con una pará-
'º lisis combi nada del deltoides y el supracspinoso. l ll
FIGURA 5.48. Vista lateral de la porción antcnor del deltoides,
el c.:oracobraquml )' la cabeza larga del bíceps que ílcxionan la
a11 iculación glcnohumcral en el plano sagi tal puro. El eje
mcclial-lateral de rornción se nrnestrn en el cent ro de la cabeza
del húmero. También aparece un brazo de palanc;i del
momento interno que intersccc1011n solo la lmc;i ele fuerza ele
la porcion ;interior del deltoides.
126 Snrn111 11 1 \tll'midcrcl 'll/lt'n<11
•
ROTADORES ASCENDENTES DE LA ARTICULACIÓN
ESCAPULOTORÁCICA
La roLación ascendente de la escápula es un componcmc t•sen-
Grupo de músculos Posición para la prueba Momento (kg-cm) cial de la elc\'acion del brazo. En dist inLo grado, el scrr:uo
anterior)' tocias las plwciones del trapecio cooperan durante hl
Flexores 45° de flexión 566 ± 24
Extensores 0° de flexión 812 ± 40 rotación ascendente (Fig. 5.-t9). Estos musnilos mucwn la
escápula durante la rotación ascendente y, lo que es 1gual -
Abductores 45º de abducción 562 ± 23 men1e imponan1e , ol rcccn puntos estables de inserción a loe;
Aductores 45° de abducción 1051 ± 59
movilizadorcs d isrnlcs, Cl)lllO el deltoides y el supracspinoso.
Rotadorcs internos 0° de rotación 592 ± 27
Rotaclorcs externos Oº de rotación 335 ± 15 Interacción de los músculos trapecio y serrato anterior
l\kd1:1 de ± 1 error C>l:lndar. elatos ele 20 jü,·cncs rnr<\llcs en dos pos1cm· El eje de rotación de la rotación ascendente ele la escápula apa-
ne> para la pruclx1. rece representado en la íigura 5.49 cuando atra\'iesa la esc;\-
Conwr,11.'m: 0,09$ N-111/kg-cm. pula en dirección anteroposterior. l:stc eje es un medio ade-
D<llO> de ~lurrny t-IP, l ime DR. (,ard inrr Glll, )' 01ms: '>houldcr 11101io11 m1d cuado para analizar el potencial de los músculos que ro1<1n h1
nlll~Lic s1rcngth oí normal mcn and wo111c11 in 1wo agl' groups. Clin Or1/iop
182 267-273. 1985.
escáp ula. El eje de rotación de la escápu la en giro asccndcnLc
eSL;'\ cerca de la raíz de la espina dura nte la Íasc inicial de la
abducción del hombro, )' cerca del acromion durante la !ase
posterior de la abducc1ón.2

__ PU N ~ l ~O D E 1N l

El par de fuerzas do la rotación ascendente: Una analogía

conocida
La mecánica del par de fuerzas de la rotación ascendente es
parecida a la mecánica de tres personas que entraran por una
puerta giratoria. Como se aprecia en la figura 5.50, tres personas
empujan el pasamanos de la puerta en distintas direcciones
lineales, pero producen momentos en la misma dirección rotatoria.
Es probable que esta forma de interacción muscular mejore el
nivel de control del movimiento además de amplificar el momento
máximo de la escápula.

FIGURA 5.49. \'ista postcnor ele un hombro sano que muestra la

1mcracción muscular emrc los rota<lores escapulown\cicos ascenden·
les )' los abductores glcnohumerales. Ll\ abducción del hombro
requiere un «arco cinético» muscular entre el húmero y el esqueleto
axial. Repárese en que har dos ejes de rotación: el eje escapular lorn-
lizado cerca del acromion )' el eje de la articulación glcnohumeral
localizado en la cabeza del húmero. Los brazos de momento interno
de todos los músculos se muestran como lmcas negras. (DEL =del-
101dcs/supraespinoso. PST = porción superior del trapecio, PMT =
porción media del trapecio, PIT = porción iníenor drl trapecio, )' SA
= serrino anterior.)
FIGURA 5.50. Vista superior de tres pcrso11;1s que generan un par
de íuerzas para 111nvcr una puerta girntoria. Las tres personas son
como los tres nnisculos de la figura 4.49 que giran h1 esc~pula
hacia arriba. (PST = porción superior del tmpccio. PIT = porción
iníerior del 1rapcc10. SA =serrato amerinr.) Cada una de estas per-
sonas, o músculos, actúa con un brazo de palanca del momento
interno distinto (dibujado a escala real),)' se combinan para gene-
rar un momento sustancial rn una misma dirección rotatoria.
- Ct1p1111/1> 'i /1 u>lllf'/1·¡11 ,/d i111mlm1 l27

100 - - • Serrato anterior (fibras inferiores) Ln porc1on superior del 1rapecit1 debe eb·ar la claviculn
oE Porción superior del trapecio durante la fose inicial ele la abducción, al tiempo que equilibra
Porción inferior del trapecio
')( 75
la tracción inferior de la pon:1011 míerior del Lrapccio durante
(!)•CU la fase posterior de la abducción. 1:1 músculo serraLo anLerior
:E E
UJ - muestra un aumento gradual ele la ampl itud cl urallle toda la
"C Q) 50 - am plitud ele la abducción del hombro.
ctl "C
"C Q)
Ln l'i gura 5.49 muestra la line<1 de fuerza de la rorción
·-·s;.... ....e:
'¡:ij'
media del trapecio que al ravic.~a el eje de rotación ele la esc:i
~ ~ 25 pula que gira. En este caso, la porción media del trnpe<.:io
...o
-
ll.

30 60 90 120 150 165

Ángulo de abducción del brazo (grados)
FIGURA 5.51. Patrón de acli\'aciün E~ IG ele las pnrcioncs superior r
med ia del tnipecio )' las fibrns inícriorcs clcl serrato amcrior dur;111 1 ~·
l<t <thclucción del hom bro en el plano escapular. (Datos de Bagg SO,
forrcst WJ. Elcctromyogmphic stud)' ol thc scapular rot:uors during
:ir111 abdut:tion in the scapul<t planc. /\111 j Phys 1\ lrd 65: l l 1- 12'+.
1986.)
Las fibras superiores e inferiores del trapecio y las fibras
inferiores del serrato amenor forman un par de fuerzas que
gira la escápula hacia arriba (\·er Ftg. 5.49). Las tres fuerzas
musculares giran la escápula en la misma dirección. La por-
ción superior del Lrapecio gira la escápula hacia arriba
med iante su inserción en la cl:wícula. El scrralo amcrior es el
roiador ascendenle más eíicaz por su brazo de palanca ma)'OI'
para esta acción.
l la quedado demostrado que la porción inferior del trape-
cio es panicularmeme acti,·a durante la fase posterior de la
abducción del hombro (Fig. 5. 5 J ).2 En comparación, la por-
ción superior del trapecio muestra un numemo significati\'O
del ni\'cl de actirnción EMG durante el inicio de la abducción
del hombro, para luego experimemar un aumemo gradunl de
la activación duramc el resto de In nmplitucl del 1110\'imiento.
pierde su acción ele palanca c.:on In que contribu}'e al momento
de rotación asccndeme. Este músculo sigue contnburendo
con una fuerza de retracción necesaria sobre la escápula, que ,
junto con los músculos romboides, ayuda a equilibrar el íor·
midable efecto de protracción del se1Tato amerior. L1 domi-
nancia neta entre la porción media del trapecio y el se rn\lli
anterior du rante la elevación del brazo determina la posicion
fim1I de retracción-prtMncción de la escápula en giro asccn-
clcnlc. La debilidad ele la porcion mccl ia del trapecio o del
serrato amerior imcrrumpe In posición en reposo de la ese<\
pula. La escápula tiende a desplazarse en retracción rclati\ .1
n í:lndo el serrato anterior est:\ dcbilnado. )' en pro1racc1ón
relati\'a cuando es la porción mecha del trapecio la clebtlnada.
En resumen , durame la clevnción del brazo, el serrato ante-
rior y el trapecio controlan la mecánica de In rotación ascen -
den te de la escúpula . El serrato anterior tiene una 111il)' M
acción de palanca para este 111\)\'imicnto. Ambos músculos son
sinergisws de la rotación asccndcnle, pero agonistas)' .mtago
nistas, puesto que se oponen)', por tanto, limitan parcialmente
su potencial de proLracción )' retracctón.
Efectos de la parálisis de los rotadores ascendentes de la
articulación escapulotorácica
Parálisis del trapecio
La parálisis completa del trapecio suele causar clificuhad
moderada a grave de la elevación del brazo por encima ele In

\
Serrato anterior

A
FIGURA 5.52 . ~lecánica pa1ológ1ca ele la escápula alada. A, L1 escápula derecha «sobresaliente• se debe a la dch1hdad acusada del musculo
serrato amenor derecho. L1 escápula alada se cx<1gcra cuando se aplica resis1enc1a al esfuerzo de 11bclut:t:it)ll del hombro. B, Análisb c111cs1t'k'-
g1co de la escápula alada. Sin una íucrza adecuada de rotación asccnclcntc del serrato anterior (ílccha gris), l<t c~cápula se nieh-e inestable ) no
resis1c la tracción del clehoides. En consecuencia, la íuerza del dchoides (ílecha bidireccion<tl) hace qur la csc\pula mir hacia abaio )'se ¡>rn-
duzca la abducción parcial de la articulación glcnohumeral.
128 :-,,.. wm 11 1 \llo111tla.t '"11<"' hll
Vis tn pos terior
FIGURA 5.53. Vista posterlllr del homhm derecho qu• muestra llh
musculos sup1~1cspinoso, 1nfrncspínoso > redondo llll'IHIL Rcparc:.t•
en que las 1 n~rcwncs distales de estos musculos ,,e 1m:zdan )' rclu,·1-
::an las caras superior }' posu:rior ele la «:l p~u l a an icul:1r.
cabeza. No obstante. la tarea suele poderse com plctar en toda
su ampliwcl siempre }' e1tanclo d serrato anterior esté loLnl -
mentc incr\'aclo. La cb·ac.:ión del bmw en el plano frontal
puro es bastamc di ficil porque requiere que la plll'ción medw
del trapecio genere una poderosa fuerza de retnKcwn sobre la
escápula. 7
FIGURA 5.54. \'1sta an1enor del hombro clcre-
cho donde el musculo subr:.t«1pular se mezcla
con la cápsulri an terior antes de insertarse en
d tubérculo menor del humero. El musculo
subrscapul:ir ap;trece con ílechas di,·ngcmes.
que reílcjan la::. dos direcc rtlnes princ1palc~ de
las ftbms. ·1a111bien apnn:ccn los 11111~culos
supmespinosti )' corncobraquh1I. el tcndl!n ele
la cabeza larga del bircps )' los ligamemos
cor:tcohumcral > coracoarmmial. Músculo
coracobraquial
(corte)
Parálisis del serrato anterior
La par<1lts1s o clcbiltclacl del must Uk) serrn1 n anterior prn' orn
un;i cli'.>ntpción anisada de la c1nc<;mlogi;i normal del hombro.
La cl iscapaciclacl puede ser lign;1 con una parálisis pardal. o
profunda si la paralt'>b es completa. La par.tlis1s del sl'l'rnto
;imenor puede producirse por el sc1breestirnm1e1110 del ncn'io
toracirn largoº" o poi una les1011 medular a tm cl ccn ·1cnl o de
las rnícc.., ncr\'iosn-;.
Por ki general, la-.. personas con panllis1s completa o gra\'e
del se muo antcrk)r 110 pueden clc\'ar los brazos por encuna de
90 grnckls de abduccion. Esta limitación pe rsiste aun nmnclo
los musndos trnpec.:io y los abductores glcmihumcralc.., cc;tcn
completamente 111tactos. Los in1emos por cle\'ar el brazo.
sobre tocio con\ ra una rcsis1cnc1:1, pro\'ornn el giro cxcesi,·o
hacia a b;~j o de la escapula con su borde med ial sobresaliendo
hacin fuera. Esta pn~tu rn cnracterístiGl '> Llelc dcnL>minarsc
«escüpula alach1» U·ig. 5.52A). ormalmentc, si el -;crrato
antcnnr cuenta con 111c1Yac1l'ln completa. proclun· una lucr:a
que gira la cscapuh1 lrncia arriba. En a u~cncia ele una fuerza
aclecuacb de rowcinn asccncle111 c -;ubre la escapula, la nint rnc-
ción ckÍ ckltoicles > el supracspinoso gcnna una linea ck
íucrza gencrnl qur rnta la cscapub huua aliajCl ) hacia el
húmero t i:tg. 5.52B). E::.tc Jllll\ 11111cn10 arhmnal se ~oci:l rnn
un rap1do acortamicnio excesi"o ele los muse ulos abd uc:tore::.
glcnohumeralcs. Coflll) predice la relacil'ln de lucrza-,·dlll'tdad
y lnngt1ud-tcns1on del musculo l\'Cr Cap. '3). el ntpidn anHta-
micn10 cxccsi\'O de esws mu.,culos reduce su pl)tc1K1al ele
íucrz;i 111úxi111a. La reducción ele la producuun de fuerza de
los abducLOrcs glc1whumcrnlcs conos. junto con la mtaciün
clescenclcntc de b t!>Cápula. reduce la amplitud del mo,·i-
mien tt' > el potcncial ele momento del brnw que se clc\'<1.
Un anúlisis de la mecánica p:\lt)lógica asoc.:1acla con la clcbí -
liclad dd sc1T<1to anterior apona un:i lección \'aliosa sobre la
Cabeza corta del bíceps (corte)
Músculo coracobraquial (corte)
- - ' -- - ' !"-L-.r " '
Vis ta anterior

imponancia cinesiológica de este músculo. Normalmente,
duranLe la elevación del brazo, el sctTaLO amcrior produce
un momento de rotación ascenclenLe sobre la escüpula que
supera el momento de rotación clesccnclentc procluciclo por
Jos músculos deltoides y supraespinoso acti\'OS. Resulta intc-
resanLe que una ligera debiliclad del serrato anterior pueda
interrumpir la anrocinemáLica normal del hombro. Sin la
amplitud normal de la rotación ascendente de la escápula, es
más probable que el acromion interfiera la anrocinemática de
Ja cabeza del húmero en abducción . Los estudios han demos-
trado que las personas con síndrome de compresión crónica
tienen una menor rotación ascendente de la escápula y una
reducción relat iva ele la actividad EMG del serrato anterior
durante la abducción.33
FUNCIÓN DE LOS MÚSCULOS DEL MANGUITO
DE LOS ROTADORES DURANTE LA ELEVAC IÓN DEL BRAZO
El grupo de músculos del manguito de los rotaclores com-
prende el subescapular, s upraespinoso, infraespi noso y
redondo menor (Figs. 5.53 y 554) Tocios estos músculos
muestran activiclacl EMG signiricativa con el brazo elevado por
encima de la cabeza.JO La actividad EtvlG refleja la función ele
estos músculos como ( 1) reguladores ele la estabilidad articu-
lar dinámica, y (2) controladores ele In anrocinemá1ica.
Reguladores de la estabilidad tlinámica en la articulaci611
gle11olwmeraf
El ajuste laxo entre la cabeza del húmero)' la cavidad glcnoi-
clea permite una gran amplitud ele movimiento en la articula-
ción GH. La cápsula anicular circundante, por tanto, debe
estar libre de los ligamentos que restringirían ele otro modo el
movimiento. El cliseflo anatómico de la articulación glcnohu-
meral f'a vorece la movil idad a expensas ele la estabi lidad. Una
función esencial del grupo del manguito de los rotaclores es
r::~t:';i;:;;~=~;=;;~~~ Supraespinoso
. FIGURA 5.55. Vista anterior del .hombro de recho .
129
. i>'u'; NTo' DE HN T ER ~·!S .~ 5 '. s .~ - - __::...:.i
Luxación anterior espontánea de la articulación glenohurneral
La estabilidad dinámica de la articulación GH suele reducirse
cuando los sistemas neuromuscular y/o musculoesquelético
dejan de aportar la rigidez necesaria a la cápsula articular. Un
movimiento como meter el brazo en un abrigo o lanzar una
pelota puede causar una luxación espontánea de la cabeza del
húmero, lo cual sucede con mayor frecuencia en dirección ante-
rior. La mecánica patológica de la luxación anterior suele com-
prender los movimientos combinados de rotación externa y
abducción del hombro. Durante estos movimientos, la contrac-
ción muscular saca la cabeza del húmero por el lado anterior de
la cavidad glenoidea. Además del control estabilizador aportado
por los müsculos del manguito de los rotadores, los ligamentos
GH medio e inferior y el borde anteroinferior del rodete glenoideo
suelen impedir la luxación anterior de la cabeza del húmero. La
luxación anterior puede romper parte del rodete glenoideo.42.45
La forma o tamaño anormales de la cabeza del húmero o de la
cavidad glenoidea predisponen a la inestabilidad de la
..
articulación GH.59
compensar la íalta de estabi lidad natural ele la articulación
GI l. La inserción distal de los músculos del manguito de los
rotadores se mezcla con la cápsula de la articulación GI1 antes
ele insertarse en la porción proximal del húmero. La organiza-
ción anatómica crea un manguito protector en torno a la art i-
culación (ver Figs. 5.53 )' 5.54). En ninguna otra panc del
cuerpo tamos músculos forman pane estructural tan ín tima
ele la est ructura periarticular de una aniculación.
Antes en este capítulo se habló de la f'un ción estabi lizadora
dinámica del músculo iníracspi noso durante la rotación
externa (\·cr Fig. 5.36). Esta estabilización dinámica es una
que mucs-
el pctr ele.fuerzas ent re el deltoides y los musculos del man-
l ra
guiw de los rotado rcs durante la abducción activa del hom-
bro. La línea de fuerza en semi do superior del deltoides causa
el r(1da111icmo de la c:ibcza del húmero hacia arriba. El
supracspinoso hace rocl:tr la cabeza del húmero durn111e la
abducción y comprime la articulación para ganar estabilidad.
El resto de los músculos del manguito de los rotadores
(subescapulai-, infracspinoso y rcckmdo menor) ejerce una
fuerza de l raslación clescenclente sobre la cabeza del húmero
para contrarrestar la traslación superior excesiva. Repárese en
el brazo ele palanca del momento interno empicado por el
deltoides y el supracspinoso.
130 Srcdo11 // h:trn111clm/ ,u11r1101
-- ~---~~......--------~~
1 U N T Ó _ D E. 1.'N Tlfo i': s. s .·9·
Vulnerabilidad del supraespinoso al desgaste excesivo
El músculo supraespinoso puede ser el más utilizado de todo el
complejo del hombro. Además de su papel de ayudar al deltoides
durante la abducción, el músculo también aporta estabilidad
dinámica y a veces estática a la articulación GH.
Biomecánicamente, el supraespinoso soporta grandes fuerzas
internas, incluso durante actividades muy rutinarias. El
supraespinoso tiene un brazo de palanca del momento interno
para la abducción del hombro de unos 25 mm. Cuando se sostiene
una carga en la mano 50 cm distal a la articulación GH, se crea
una ventaja mecánica de 1:20 (es decir, la relación del brazo
de palanca del momento interno del músculo respecto al brazo de
palanca del momento externo de la carga). Una ventaja mecánica
de 1:20 implica que el supraespinoso debe generar una fuerza 20
veces mayor que el peso de la carga (ver Cap. 1). Estas grandes
fuerzas, generadas durante muchos años, pueden romper
parcialmente el tendón del músculo cuando se inserta en la
cápsula y el húmero. Por suerte, las grandes demandas de fuerza
funcit'm esencial de todos los miembros del manguito de los
rotaclores. Las fuerzas producidas por el manguito no sólo
mueven de forma activa el húmero, sino que tambifo estabi li-
zan y centralizan su cabeza en la cavidad glenoidea. La estabi-
lidad clinam ica ele la articulación GI 1 requiere un sistema ncu-
romuscular y musculoesquelético sano.
Controladores activos de Ja artrocinemática
de Ja articulación gle11ohumeral
En el hombro sano, el manguiLo de los rotnclores controla gran
parte e.le la anrocinemática activa de la aruculación Gl-IY' La
contracción del músculo supraespinoso orientado en sentido
horizontal prod uce una fuerza ele compresión di rectamente en
la cavidad glenoicka. La fuerza de compresión estabiliza la
cabezri del húmero con firmcza en la rnv1clacl durante su wcla-
miento superior (Fig. 5.55). Las fuerzas de compresión entre
las superficies articulares aumentan linealmente de Oa 90 gra-
dos ele abducción del hombro, lleg;mdo a una magnitud del
90% del peso corporal.4Q El área superficial para disipar las
fuerzas articulares aumenta hasLa un máximo entre 60 grados
}' 120 grados de elevación del hombro. j7 Este aumento del
¡\rea superficial ayuda a mantener la presión en niveles fisioló-
gicos tolerables.
Funciones de los músculos del manguito de los rotadores en
el control activo de la artrocinemática de la articulación GH
• Supraespi11oso: Comprime la cabeza del húmero
directamente contra la cavidad glenoidea.
• S11beswp11/w; i1ifmespinoso y rcdo11dv menor: Producen una
fuerza de traslación inferior sobre la cabeza del húmero.
- -en ___________________
• l11fraespi11oso y redondo menor: Rotan la cabeza del húmero
--sentido externo. _,
Sin una fuerza adecuada del supraespinoso, la línea de
fuerza casi vertical del clelLoides contraído liende a comprimir
- .,. ~ ..:--:=..-~----~ -- - - -
~
se comparten con la porción meclia del deltoides, aunque, a pesar
de todo, el supraespinoso soporta una fuerza sustancial. Las
personas con rotura parcial clel tendón del supraespinoso deben
sujetar objetos cerca del cuerpo para reducir así las demandas de
fuerza sobre el músculo.
El desgaste excesivo del músculo supraespinoso puede
asociarse con el desgaste excesivo de otros músculos del grupo
del manguito de los rotadores. Esta afección más general suele
denominarse «Síndrome del manguito de los rotadores». La
afección comprende roturas parciales de los tendones del
manguito, inflamación y adherencias de la cápsula, bursitis, dolor
y sensación generalizada de debilidad muscular. El tendón del
supraespinoso es especialmente vulnerable a la degeneración si
se acompaña de deterioro de su riego sanguíneo relacionado con
la edad.ª Dependiendo de la gravedad del síndrome del manguito
de los rotadores, la ar1rocinemática de la articulación GH puede
verse interrumpida por completo e inmóvil. Esta afección tan
discapacitante suele denominarse capsulitis adhesiva
escapulohumeral.
la cabeza del húmero en scnLido superior comra el arco
coracoacromial. bloqueando así la abducción completa. Este
cíccLo suele obscr\'arsc después de la rotura ct1mpleta del ten-
dón del supraespinoso. Aciemas de la rnmpreo;iLm producida
por el supraespinoso, el resto de lo~ musculos del manguiw
de los rotadores ejercen una fuerza ele descenso inferior sobre
la cabeza del húmero durame la abcluccion (\'er Fig. 5.55). La
fuerza dirigida en sentido inferior contrarresta gran parte de la
tendencia del músculo deltoides a Lrasladar el húmero en sen-
tido superior durante la abcluccion.4l Durnnte la abduccil'lll en
el plano frontal , el infraespinoso y el redondo ment">r rotan el
húmero en sentido externo para aumentar el espacio entre
el wbél"culü ma) 0r }'el acromion.
1
Músculos que mueven en aducción
y extienden el hombro
l a tracción del brazo cuntra In resistencia ofrecida al trepar
por una cuerda o desplazarse por el agua reqlllere una con-
Lraccion forzada de los poderosos musculos aductores}' e~acn ­
sores del hombro. Estos músculos son capaces ele generar un
momento isométrico mayor que el ele cualquier otro grupo ele
múscu los del hombro (ver Tabla 5.4).
El músculo dorsal ancho que aparece en la figura 5.-+3t\ )' b
porcit>n cstcnwwstal cid pectoral mayor ele la figura 5.56 son los
mayores de los músculos nducLores }'extensores del hombro.
Con el húmero en una postura estable. In contracción del dor-
sal ancho puede elevar la pelvis hacia la pane del Lronco supe-
rior. Las personas con paraplejía suelen usar esta acción
durante la deambulación con muletas )' onesis como sustitu-
tas de los ílexores de la cadera debilitados o pnral izados.
Los músculos redondo mayor; cabeza larga del tricl'¡>S, porción
poslerio,- del deltoides, infracspinoso 11 redonclo 111c11or también
son agonistas ele la aducción }' extensión del hombro. Estos
 13 1

=::s:::::..--=-- - - Porción
clavicular

FIGURA 5.56. \ 'b1a ,mtcnor del musnilu pcc10-

Pectoral
mayor rnl ma)'Or ckrcdw que mucslrn la l1111c11111 de
:1ducckm/cx1cnsion de la porcion CSll'l'lllll:u~1a l.
--+---Porción Tambien se 11111cs1ra la porción ci;\\'1cular del
esternocostal pcc1oral ma)'or

músculos 1ienen sus inserciones proximales en la escápula
inestable inherentememe. Es la responsabilidad principal de
los músculos romboides estabi lizar la escápula durante la
aducción y exLcnsión activas de la articulación glenohumcral.
Esta función estabi lizadora es evidente en los movimientos de
retracción y roLación descendenle que se producen natural-
mente con la aducción del hombro. La figura 5.57 muestra la
relación sinergista emre los romboides y el redondo ma)'Or
durante un esfuerzo de aducción resistido del hombro. Las
fibras del pcc1oral menor (ver Fig. 5.438) )' el dorsal nncho
que se insertan en Ja escápula ª)'lldnn a los romboides l'n la
rotación desccnden1c.
Todo el grupo del manguito ele los rotaclores es <lCLivo
durante la aducción y extensión del hombro. :i..1 L1s fuerzas pro-
ducidas por estos músculos a}•udan directamente la acción o
estabilizan la cabeza del húmero contra la cavidad glc11111dea. '~

FIGURA 5.57 . Vista postenor de un hombro donde se muestra la

i nteracc i l~n muscular entre los ro tado rcs esciipuloton\t'1cos des-
cendentes }' los aduc1orcs glcnohumcrales (y ex1en!>twcs) del
hombro derecho. Por razones de claridad, no aparece la rnbcza
larga del 1ríccps. Se muestra el musculo redondo mayor con su
brazo ele pal:inca del momento 1mcrno (línea negra) que se
extiende de la articulación glcnohumcral. Los rombo1clcs apare-
cen con el momento interno que se extiende desde el e.1e de la
escápula. (Ver texto para m;'s de talles.) (Rld = redondo n1aror,
DA= dorsal ancho. IF = infmcspi noso y redondo menor. PPD =
porción posterior del deltoides. RB = mmboides).
132 Sen ion 11 b:1 re mu/ad .;upn rm

--r-u r,rTo ~-~~---

-º E:~-' ' N T E R,~ s s. , o

- -
~-- - - -- --- - -- -- _

Descripción de la porción posterior del m(1sculo deltoides

La porción posterior del deltoides actúa como extensor y aductor del
hombro. Este músculo también es el extensor /1orizontal primario
del hombro. La contracción vigorosa de la porción posterior del
deltoides durante la extensión horizontal completa exige que la
escápula esté firmemente estabilizada por la porción inferior del
trapecio (Fig. 5.58).
Puede ocurrir la parálisis completa ele esta porción del músculo
debido al estiramiento excesivo del nervio axilar. Las personas con
esta parálisis describen frecuentemente una dificultad para combinar
la extensión completa del hombro con la extensión horizontal, como
cuando se introduce el brazo en la manga de un abrigo.

FIGURA 5.58. Porción posterior hipertrofiada del deltoides derecho de un indio Tirio pescando con arco. Rep;irest en la podcros.1 acción
sinergista entre la porción inferior del trapecio (PIT) derecho y la porción posterior del deltoides (PPD) derecho. La porción inferior del
trapecio debe anclar la escápula en la columna y aportar una inserción proximal íija para la porción posterior del dchoidcs activada con
fuerza. (Por cortesía del doctor Mark .J. l'lotkin : 1:1lcs írom a Shaman's Apprc111icc. Viking-Pcnguin, Nue va York, 1993.)

Músculos que rotan interna y externamente

el hombro
MÚSCULOS ROTADORES INTERNOS
Los músculos principales que rotan internamente la articula-
ción GH son el subescapular; porció11 w11crior del delwidcs, pec-
toral mayo1; dorsal ancho y rec/011c/o 111ayor. Muchos de estos
rotaclorcs internos también son poderosos extensores y
ad uctores, como los que se empican para nadar.
La masa muscular total ele los rotadorcs internos del hom -
bro es mucho mayor que la e.le los rotaclorcs externos. Este
factor explica por qué los rotadorcs internos del hombro
producen un momento isométnco 1,75 \'Cces mayor que los
rotadores externos (ver Tabla 5.4). w Los momentos máxi-
mos de los rotaclores internos también superan a los de los
rotaclores externos rnanclo se mielen isocinéticamente, en
condiciones concéntricas y cxcéntricas.17
- 133
Vista su1>crior
FIGURA 5.59. Vista superior del hombro derecho donde se muestra
la acción en grupo de los rotadorcs internos sobre el eje vertical de
rotación de la articulación glcnohumcml En este caso, la cscapuh1
está fip )' el húmero tiene libcnad para girar. L'l linea de fuerza del
músculo pectoral ma}'or aparece con su brazo de palanca del
momento interno. Repárese en la anrocmemática de rodairnento )'
deslizamiento del movimiento cüncavo-convexo. Por razones de cla-
ridad, no aparece la porcion amcrior del deltoides.
Los músculos que gi ran internamente la articulación Gl 1
suelen describirse como rotaclores del húmero respecto a una
escápula ílja (Fig. 5.59). La anroci nemática de este movi-
miento se basa en la cabeza convexa del húmero que gira
sobre la cavidad glenoidea fija. Consideremos, por ejemplo, la
FIGURA 5.60. Vista superior del hombro derecho donde aparecen las acciones de tres rotadores internos cuando el segmento distal (humeral)
está fi10 y el 1ronco tiene hbcnacl para girar. La línea de fuerza del pectoral mayor aparece con su brazo de palanca del momento interno que
se origina sobre el eje venical de la articulación glenohumeral. El recuadro ofrece la an rocinemática del rodamiento y deslizamiento dunmtc el
movimicmo cóncavo-convexo.
función muscular )' la c111cmá11ca cuando el húmero se man-
11ene en una posición fi1a ) la escápula tiene libertad para
girar. Como se muestra en la figura 5.60, con suficiente fuerza
muscular, la escápula )' el l ronco pueden girar sobre un
humero fijo. Repárese en que la an rocinemática de la rotación
ele la escápula sobre el húme ro irnpl it:a una cavidad glcnoidca
cóncava que rueda y se desl iza en direcciones parecidas sobre
la cabeza convexa del húmero (Fip,. 5.60).
MÚSCULOS ROTADORES EXTERNOS
Los principales músculos que giran externamente la an1cula-
ción glcnohumeral son el i11frcrcspi11oso, d redondo mrnor y la
porción poslc1ior dd dd1oiclcs. El suprnespinoso ayuda a la rota-
ción externa siempre y cuando la articulación glenohumeral
esté entre una posición neutra y una rotación externa com-
pleta.25
Los rotadores externos son un porcemaje relativamente
pequer1o ele la masa muscular total del hombro. Por tanto, la
rotndón externa con esfuerzo máximo produce el müs pequei'ro
momento isométrico de cualquier grupo de músculos del hom-
bJ;o (\'er Tabla 5.4). Con mdepcndeneia del potencial rclativa-
meme bajo del momento máximo, los rotadores externos toda-
vía deben generar contracciones concémricas de gran \'cloc1dad.
como cuando se amia el brazo hacia atrás para lanzar una
pelota. Mediante la acti vaci<~n excéntrica, estos mismos múscu-
los deben desacelerar la rotación interna del hombro en la fase
de lanzamienLo: un pico de velocidad cercano a 7.000
grados/s.18 Estas grandes demandas de fuerza impuestas a los
músculos relativamente pequeños infraespinoso y redondo
menor pueden causar roturas parciales del músculo y la cápsula.
lo cual deriva en el síndrome del manguiw de los rotadorcs.l4
Vista superior
--------
1
1
I '
I
''
 e ¡\ p TUL O 6

El complejo del codo y el antebrazo

DüNALD A. NEUMANN, PT, PttD

OSTEOLOGÍA, 136
Porciones media a distal del húmero , 136
Cúbito, 138
Radio, 139
ARTROLOGÍA, 140
Parte 1: Articulaciones del codo, 140
Características generales de las
articulaciones humerocubital y
humerorradial, 140
Tejido conjuntivo periarticular, 141
Cinemática, 143
Consideraciones funcionales de la
flexión y extensión, 143
Artrocinemática de la articulación
humerocubital, 144
Artrocinemática de la articulación
humerorradial, 145
Parte 11: Articulaciones del antebrazo, 148
Características generales de las
ÍNDICE
articulaciones radiocubitales proximal
y distal, 148
Estructura articular y tejido conjuntivo
periarticular, 149
Articulación radiocubital proximal, 149
Articulación radiocubital distal, 150
Cinemática, 152
Consideraciones funcionales de la
pronación y supinación, 152
Artrocinemática de las articulaciones
radiocubitales proximal y distal, 152
Supinación, 152
Pronación, 153
Pronación y supinación con el radio y
la mano fijos, 154
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y
ARTICULACIONES, 155
Revisión de la neuroanatomía , 155
Curso de los nervios musculocutáneo,
radial, mediano y cubital por el codo,
antebrazo, muñeca y mano, 155
Inervación de los músculos y articulaciones
del codo y antebrazo, 158
Función de los músculos del codo , 160
Flexores del codo, 160
Acción muscular individua/ de los flexores
del codo, 161
Biomecánica de los flexores del codo, 163
Producción de momento máximo de los
músculos flexores del codo. 163
Extensores del codo, 164
Componentes musculares, 164
Análisis electromiográfico de la extensión
del codo, 165
Demandas de momento sobre los
extensores del codo, 166
Función de los músculos supinadores y
pronadores, 168
Músculos supinadores, 168
Músculos pronadores, 172

INTRODUCCIÓN Las cuatro articulaciones del complejo del codo y antebrazo

El complejo del codo y el antebrazo se compone de tres hue-
sos )' cuatro articulaciones (Fig. 6.1). Las cirliculacioncs humc-
rornbilal y humerorraclicil íor111an el codo. Los movi rnientos ele
flexión y extensión del codo suponen un medio para ajustar la
longitud funcional global ele la extremidad superior. Esta fun-
ción se emplea para muchas actividndes importan tes, como
comer, coger objetos, lanzar cosas y para la higiene personal.
El radio y el cúbito se articulan entre sí dentro clel codo en
las articulc1cio11cs radiocuhitalcs proximal y clislc.11. Esta serie ele
articulaciones permiLe a la palmn ele la mano girar hncia arriba
(supinación) o abajo (pronación). sin requerir el movimiento
del hombro. La pronación y supinación pueden realizarse
junto con, o con independencia ele, la flexión y extensión del
codo. L'l interacción entre las articulaciones del codo y el ame-
brazo aumenta en grado sumo la amplitud de desplazamiento
eficaz de la mano.
136
1. i\rticulnción humerocubital
2. Articulación humerorradial
3 Articulación radiocubital proximal
4. Articulación racliocubital distal
OSTEOLOGÍA
Porciones media a distal del húmero
Las superfi<.:ies anterior y postcnor de las porcroncs mccl1a a
distal del húmero aportan inserciones proximales a los múscu-
los braquial )' cabeza medial del tríceps braquial (Figs. 6.2 )
6.3). El extremo distal de la diáfi sis del húmero termina
medialmen1e en la tróclea y el cpicóndilo medial, y lateral-
mente en el capítulo y el cpicóndilo lateral. la tróclca recuerda
una bovina vacía y redonda. A ambos lados de la tróclea están
sus /J<>rcles medial y latercil. El borde medial es prominente)' se

..
 Ltl/'lltilc> (1 11 11>111plc¡r1 del u>i/11 1 el t11Hdm1::1• 137

El q1iui11clilc> mrclia/ del húmero se proyecta mcclialmenlc

desde la tródea (\'er íigs. 6.2 y 6.4) Esta estructura promi-
nente )' fácil de palpnr sirve de inserción proximnl al hga-
mcmo colntt:rnl mcchal del codo. así como a los músculos pro-
naclorcs del ,mtcbrm:o )' ílcxorcs de la muñeca.
El cpinmclilo larrrnl del humero. menos prommcntc que el
epin'111dtll) mcchal . sm·e de mscrción proximal al ligamento

A1hculac1ón
humerorradial------;~r.~ir-tifi'-'l!lilQ,..~ Vista anterior

Articulación radiocub1tal
proximal

,__ _ _____ Articulación

radiocubital distal

FIGURA 6.1. i\niculaciones del compl.:jo del codo>' antebrazo.

extiende más lejos distalmcntc que el labio lateral adyacente.

A medio cami no entre los bordes med ial y lateml está el surco
troclear que, mi rado en sentido posterior a anterior, traza una Músculo
espiral ligeramente hacia la dirección medial (Fig. 6.4) . Lafosa braquiorrad1al ---~tu. Cresta supracondilea medial
coronoiclea se local iza justo proximal al lado anterior ele la tró-
clea (ver Fig. 6.2).
Músculo pronador
redondo
(cabeza humeral)
Caracteristicas ostcológicas ele las porciones media a distal
del húmero
• La tróclea con su surco )' los bordes medial )' lateral
• Fosa corono1dca
• Capitulo
• Fosa radial Tendón común
• Epicóndilos medial y lateral de los extensores-
• Crestas supracondlleas medial y lateral supinadores
• Fosa olecraniana Borde Borde
lateral medial
FIGURA 6.2. C:rn1 :interior del hümero derecho. Las inserciones pro-
Directameme lateral a la tróclea está el capíwlo. El capítulo ximales de los músculos apnrcccn en rojo. L1s líneas rlf pwito.\ mucs-
forma casi la mitad de unR csíera. Una pequeña fosa radiCJI se 1ran las inserciones capsulares de 111 aniculnción del codo.
halla j uslo proximnl al lado ante rior del capítulo.
LJ8 ~cu 11>11 11 Ex11r11111l111I 'll/>1·1w1

Vista posterior Cúbito

El cúbito presenta un extremo proximal mu)' grueso con apo-
;¿ ~ fisis diferenciadas (figs. 6.5 > 6.6). El okl 1e1111111 forma la pu111a
/;.., ~ proximal, grnnde r roma dcl cúbito, esa punta que notamo:. en
-~ ~
el codo (f=ig. 6. 7). L1 superficie posterior rugosa del olécranon
recibe la inserción del musculo tríceps brnc1uial. La cr1iofisis
to1m10iclcs se prorecta brusc.:mnente a pan ir del cuerpo ante-
.· h rior ele la porción proximal del cúbito.

Características osteológicas del cúbito

• Olécranon
• Apófisis coronoides
• Escotadura troclear )'cresta longitudinal
• Escotadura radial
• Cresta del músculo supinador
• Tuberosidad del cúbito
• Cabeza del cúbito
• Apófisis cstiloides

La cst:o/Cfdttm 1roclcar del cúbito es una apófisis grnnclc con

forma de mandíbula, localizada entre las puntas a111criorcs del
olecranon )' la apófisis coronoicles. Esta cscoiaclura cóncava se
articula firmemente con la tróclea de forma recíproca del
húmero, formando así la articulación humerocubital. Llna
crcsla loll,~iludinal elevada divide la cscotndura troclenr por
debajo de su linea med ia.
La csw1ail11rn radial del cubito es una depresión articular
JLISto lateral a la cara infenor de la escotadura troclear (wr l ig.
6.7). Extcnchcnclose en sentido distal )' un poco dorsal de la
escotadura rndial está la Cl't'S/CI del mlisrnlo s11¡ii1wdor, c1ue
mnn:a las inserciones distales para parte del ligmnenw rnlatc-
ral lateral r el músculo supinador. La 111/lcmsiclad del ni/1i10 e~
una impresión rugosa justo chstal a la apófisis coronoidcs. for-
mada por ln mserción del músculo braquial (ve r Fig. 6.5)
La rn/¡c:::e1 del c¡j/Jito se localiza en el extrcnw distal de e~1e
hueso (Fig. 6.8). La ma)'or parte ele su cabeza redondeada está
revestida de cartílago articular. La apófisis cstiloidcs (del griego

H(11nero derecho: vista inferior

Tendón común de los Tendón común ele los
llexores-pronadores exlensores-supinadorcs
Tróclea
FIGURA 6.3. Cara posterior del hümero derecho. Las inserciones Surco troclear 1
proximales de los músculos aparecen en rojo. La!> lineas de puntos
mucstr:m las insen:1ones capsulares de la an iculación del nido Borde lateral Borde medial

Epicóndilo - - - f f -
colaieral lateral del codo, así como a los músculos supinado- lateral .;:;,.>,.--- Epicóndilo
res del antebrazo)' extensores ele la muñeca. lnmecliaiamente medial
proximal a ambos epicóndilos están las crestas supracondílcas
medial y lateral. Surco del nervio cubital
En el lado posterior del húmero, justo proximal a la tróclea, Fosa olecraniana
ha)' una fosa olecraniana muy profunda )'ancha. Sólo una fina
Posterior
lámina de hueso o membrana separa la fosa olecraniana de la
fosa coronoidea. FIGURA 6.4. fa tremo distal del húmero derecho. vista infcriM.

h
 LLl/'llt1lc1 I• ( / u>mplr¡t• tld ccidc• \ 1 11llltd>1t1;:c1 139

Vista anterior Radio

En posición de supinación complcLa, el radio se exticnclc
paralelo )' lateral al cúbito (ver r-1gs. 6. 5 )' 6.6). El extremo
Escotadura troclear proximal dd radio es pequeño }'como wl constilll)'c un com-
Escotadura
radial

Vista posterior

.......;~---iMúsculo braquial
Múscu10 -------G_~;;::~~
sobre la luberosiclacl
del cí1b1lo trlceps

Biceps en la
tuberosidad del radio - - --+--+-t- Músculo pronador
redondo (cabeza
Músculo flexor
superficial - -- - i
cubital) de los dedos

Músculo
supinador - - - - - --t- ir-.....:i,fffff---, Músculo sup111ador
(inserción proximal
en ta cres1a)
Músculo flexor - -tt-- - Músculo llexor
superficial - - --t-1--1 profundo Músculo flexor
prolundo - - - -- +-
de los dedos
(en línea oblicua)
de los dedos
• de los dedos •'*'-+----- - Músculo
biceps
1>raq111al

Músculo
Aponeurosis del:
• Extensor cubital del carpo
pronador redondo
• Flexor cubital del carpo
• Flexor profundo de los dedos

Músculo flexor largo - -+--

del pulgar

-111-- - - Músculo
pronador
l'íil.-:...:-..~'<'<t"-t--'\lt--- Membrana Músculo extensor largo - --+-+'-+llllll J
redondo
interósea del pulgar

Músculo pronador -.....--#---/--~Vll-.,......,411-~l­

cuadrado

r f/ 11- - t - - - t t t - -- M(ISCUIO
exlensor
Músculo extensor - -- - + - -ffH,IJ/ corto
11 /--11111 -- - - Escotadura del índice del pulgar
cubital
Músculo---·
braquiorradial

FIGURA 6.5. C:tra :1n1erior del radio)' cúbi10 derechos. Las insercio-
nes proximales de los músculos aparecen en ro10 y las inserciones
distales en gris. Las linc:1s de puntos suspcns1,·os mues1mn las mser-
c1ones capsulares del codo)' la mu1ieca. }'de las aniculacioncs rncho-
cubilales proximal y distal.

Apófisís
estiloides

stylos, pilar, y eiclos. parecido a) se pro}'CCta distalmentc desde
la región posteromedial de la porción distal extrema del
cúbito.
FIG URA 6.6. Carn posterior del racho}' Cúbi10 derechos. L1S mscrcio-
nes proximales de los músculos aparctcn en rojo )' las 111scn:1011cs
distales en gns. Las lineas de puntos mues1ran las inserciones capsu-
lares del codo)' la mu1ieca, }' de las articulaciones radiocub11alcs pro-
ximal y distal.
l40 Sad¡in 11 Ext1nnidt11' superior

Vista lal~•·al músculo bíceps brnquial se inscna en el rae.lío en la 111hcmside1d

del radío, una región rugosa localizada en el borde anteromc-
dial de la porción proximal del radio.
El extremo distal del racl io se articula con los huesos del
carpo y forma la articulación radiocarpiana de la muf1cca (ver
f ig. 6 8). La c:scolculura wl>ital de la porción distal del radio
recibe la cabeza del cúbito en la articulación rncl iocubital distal.

ARTROLOGÍA

Parte 1: Articulaciones del codo

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS ARTICULACIONES
HUMEROCUBITAL Y HUMERORRADIAL
La art iculación del codo se compone ele las aniculacione!>
humerocubital y humerorradial. El <~ ustado encaje cmrc la tró-
clea y la escotadura troclear en la articulación humerocubital
aporta la mayor parte de la estabilidad estructural del coclo.
Los primeros anatomistas clasificaron el codo como una
troclectrLrosis o e1rliculació11 troclear debido a su movi miento
uniplanar predominante ele flexión y extensión. El término
trocleanrosis modifi cada es en realidad más apropiado porque
el cúbito experimenta un ligero grado de rotación axial (e!>
decir, rotación sobre su propio eje longitudinal) y movim iento
laterolateral al flexionarse y ex1enderse.2Y Los bioingcnicro::.
deben tener en cuenta estos movimientos accesorios «txtra-
sagitales» relativamente pequenos en el disc1io ele prótesis de
codo. Sin prestar atención a este detalle, es más probable que
los implantes protésicos muestren laxitud prematura.l

FIGURA 6.7. Vista lateral (radial) de la porción proximal del cúbito

··'
:..
derecho, con el radio suprimido. Repárese en la fo rma ele boca de la Escotadura cubital ...,
escotadura troclcar. (articulación radiocubital dis)li!)".j

..)_(~
ponente estructural relativamente menor del codo. No obs-
tame, su extremo distal es mayor y forma una porción impor- Depresión para
el disco articular
Lante de la aniculación ele la muf1eca.
Apófisis estiloides
Tubérculo dorsal
Características osteológicas del radio
• Cabeza
• Fosita articular
• 1i.tberosidad del radio Lateral Medial
• Escotadura cubital
• Apófisis cstiloides

La cabeza del radio es una estructura similar a un disco loca-

lizada en el extremo proximal más distante del radio. la
mayor parle del borde externo ele la cabeza del rad io est<l
cubierta con una capa de carLílago arLicular. El borde ele la
cabeza del radio entra en contacto con la escotadura radial del
cúbito, formando la articulación radiocubital proxi mal.
La superficie superior ele la cabeza del radio se compone ele FIGURA 6.8. Extremo distal del radio)' cúbito derechos con los hue-
una depresión cupul iforme su perucial llamada fo sila articular. sos del carpo suprimidos. El antebrazo está en supinación completa.
Esta concavidad revestida ele canílago se articula con el capí- Repárese en la prominencia de la cabeza del cúbito y en la apóÍisis
lLllo del húmero y fonna la articulación humerorradial. El esLiloiclcs cercana.

C úbito valgo normal Ctí bito \'algo c~cc~ i\ 11
FIGURA 6. 9. A, El eje de rotación del codo {linea roja) se cxucnde un poco oblicuamente en una direccion nll'chal-latcral a tran·.; del rnpnulo
y la tróclea. El nibito en valgo normal del codo aparece con el antebrazo des\'1ado lateralmente unos 18 grados cksclc el eje long1tud111al del eje
del húmero. B, La deformidad en cúbito val;¡o excesivo se muestrn cnn el ame brazo des1·imlo 30 grados lateralmente . C. L1 dcfo rmidnd en whito
varo se muestra con el antebrazo desviado 5 grados meclial111e111c.
«Ángulo en valgo,, normal del codo
La flexión y extensión del codo se produce sobre un eje
medial-lateral de rotación. que atraviesa la vecindad del
cpieóndilo lateral (Fig. 6.9A).45 De medial a lateral, el eje
discurre algo superiormente debido en parre a la prolongación
distal del borde medial ele la tróclea. La asimetría ele la tróclea
hace que el cúbito se desvíe lateralmente respecto al húmero.
El ángulo natural en el plano frontal adoptado por el codo
extendido se denomina cúbito valgo. (Suele usarse el término
«ángulo de alineación», lo cual reíleja el hecho de que el
ángulo valgo tiende a mantener los objetos que se portan ale-
jados del lado del muslo al caminar.) En extensión compleLa
del codo, el ángulo de alineación normal es unos 15 grados:' ~
En ocasiones, el codo extendido puede mostrar un cúbito
valgo mayor ele 20 grados (Fig. 6.9B). Por el contrario, el ante-
brazo puede mostrar una deformidad en cúbito varo menos
habitual, donde el amebrazo se desvía hacia la línea media
(Fig. 6.9C) Valgo y varo son términos derivados del lat ín giro
hacia ft1era (abducción) )'giro hacia de11tro (aducción), respec-
tivamente.
TEJIDO CONJUNTIVO PERIARTICULAR
La cápsula articular del codo encierra tres aniculaciones distin-
tas: la humerocubital. la humerorradial y la radiocubital proxi-
1-H
C úhito rnr o
mal (Fig. 6.10). La cápsula es delgada y está reforzada antenor-
mente por bandas oblicuas de tejido fibroso. Una mcmlmma
sinovial reviste la superficie interna de la cápsula (Fig. 6. 1 1).
La cápsula articular del codo se lonalece con una serie exce-
siva de 1igamentos colaterales (T<lbla 6. 1). Estos ligamemos
son una fuente imponante de estabilidad para la articulación
del codo. El ligamento colatcrnl medial consrn de los
fascículos ele fibras transversas, posteriores y amenores (Fig.
6.12). las fibras anteriores son las más fuertes y rígidas del
ligamento colateral mediaJ.41 Como tal, estas íibrns ofrecen la
resistencia más significativa cont ra una fuerza en valgo (abduc-
ción) del codo. Las fibras anteriores surgen de la porción ante-
rior del epicóndilo medial )' se insenan en la porcion medial
de la apófisis coronoides del cúbito. L"I mayoría de las fibras
ameriores se vuelven tensas cerca de la extensión cornpkta. •l
Sin embargo, unas pocas fibras se tensan en flexión completa.
El fascículo e.le íibras ameriores, en conjunto, aporrn cstahili-
clacl articular a través de toda la amplit ud del movimiento.H
Las fibrns posteriores del ligamento colateral medial se inser-
tan en la porción posterior del epieóndilo medial, así corno en
el borde medial del olécranon. Las fibras posteriores se tensan
en los extremos de la flexión del codo n.~1 Una tercera sctie
poco desarrollada de fibras transversas del ligamento colateral
medial discurren desde el olécrnnon hasta la apófisis coronoi-
142 Sctcit>11 // Ext rcmidml ~upci 1ur

Fosa coronoidea

Tróclea
Capítulo
~
·~
io
~
·oe:
·~
,¡;.
Ligamento
colateral
lateral
Ligamento Cresta
Ligamento colateral longitudinal
anular medial
Fosita
articular

Ligamento anular
Cuerda oblicua

1Cúbit
Cúbito. ( ! !
. ~
·g
+,11::

Vista anterior FIGURA 6.11 . Vista anterior del codo derecho desaniculado para
FIGURA 6.1O. Vista anterior del codo dercd10 donde aparece la c<íp- exponer bs articulaciones humcrocubital y humcrcirradial. El borde
sula )' los ligamemos colaterales. de la mticulaci1\n radiornbital proximal aparece dentro de la c:\psula
del 1:oclo. Re p<hcsc en el área pequeña en la escotadura troclear
carente de canilago anicular. La membrana sinovial que redste el
lado imerno de l:i cápsula se muestra en rojo.

des del cúbiLo. Como esws fibras tienen su origen y se inser-

Lan en el mismo hueso, no ofrecen estabilidad articular signi-
ficativa.
Ligamentos Movimientos
El ligamento colateral lateral del codo está menos defin ido y que aumentan la tensión
es más variable en su fo rma que el ligamento colateral medial
Ligamento colateral medial Valgo
(fig. 6.13).27 El ligamento tiene su origen en el epicóndilo
(fibras ameriores)* Extensión y en menor grado
lateral y se divide inmediatamente en dos haces de fibras. Uno ílexión
de estos haces, conocido tradicionalmente como el ligc1me1110
colateral radial , se abre en abanico y se mezcla con el liga-
mento anular. Un segundo haz de fibras, el ligamenlo colateral Ligamemo colateral medial Valgo
(fibras posLeriores) Flexión
lacera/ (cubital), se inserta clistalmeme en la cresta del músculo
supinador del cúbiLo. Estas fibras se tensan en ílexión com-
pleta.-11 Ligamento colateral lateral Varo
Todas las fibras del ligamento colaLeral laLeral y la cara pos- (componente colateral radial)
Lerolateral de la cápsula estabilizan el codo ante las lúerzas en Ligamento colateral lateral Varo
varo.36 Al insertarse en el cúbito, el ligamento colateral lateral !componente colateral lateral Flexión
(cubital) y las flbras anteriores del ligamento colateral medial (cubital)]
actúan como «cables de sujeción» colaterales del codo, estabi- Ligamemo anular Distracción del radio
lizando el curso del cúbiLo durame el movimiento en el plano
sagital. • El ,·algo primario iguala los estabilizadores en \'aro.

C ara media l
Ep1cónd1lo
medial
Cuerda
Porción anterijo
~/ti'lllM<A- Porción posterior
Porción
transversa
Cúbito
Los ligmncntos del codo Lienen mec:anorreceptores, a saber,
órganos de Golgi, terminaciones de Ruffini , corpúsculos de
Pacini }' terminaciones ner\'iosas libres. 111 Estos receptores
aportan información importante al sistema ner\'ioso para
mejorar la propiocepció11 )' dcteclar los límites de seguridad
ele la tensión pasi\'a de las cst rucLU ras del codo.
Como en todas las articulaciones, la nrticulación del codo
posee presión de aire intracapsular. Esta presión, que se deter-
mina por la relación del \'Olumen de aire al \'olumen del espa-
cio, es mín ima cuando la cápsula es más lnxa o menos rígida.
La presión de ai re intrncapsular es mín ima en unos 80 grados
de ílexión. ' ~ Esta posición articular suele ser una «posición
cómoda» cuando se tiene inílamación )' tumefacción arucula-
res.26 Mantener el codo hinchado en una posición ílexionada
puede mejorar el bienestar, pero también pred ispone a sufr ir
una co111rnc1u ra por llexión del codo (ele la raíz latina wntrnr-
tura , acercar).
CINEMÁTICA
Consideraciones t11ncio11a/es de la flexión y extensión
La ílexión del codo perm ite importantes funciones íisiológi-
cas, como tirar, levamar con el brazo. comer y barrer. La inca-
pacidad para llc\'arse la mano a la boca para comer, por ejem-
C ara lateral
Ligamento anular
Cresta del músculo supinador
( tl/'111111> (1 l / 11•lllt•/1·¡,1 .Id u•.11• 1 1 I <lllll"/>111:.1• 143
FIGURA 6.12. (.n111 ponentl'S del lig.rn1cnlo wlatl·ral medial
de l codo dcrcd1l)
Ligamento .
colateral medial
plo, limita significn Livamcnte el ni,·d el<'.' independencia íun-
cional. Las personas con lesiones medulares por cnnma de la
raíz netYiOSa de C1 prcsclllan esta discapacidad pmÍuncJa
debido a la parálisb total de los músntlos ílexorcs del codo.
-La extensión del codo se prod uce en acti\·iclacles como lan-
zar objetos, em pujar)' extende r el brnzn. La pérdida de exten-
sión completa debido a una comractura de llcx1on cid codo
suele estar causada pot la rigidez acusada de los musculos íle-
xorcs del codo. los musculas se \'Ueh-cn anormalmente rígi-
dos después de largos periodos ele inmovilización en una posi-
ción flexio nada )' acortada. l n llexión a largo plazo Lal \'C: sea
el resultado de llevar un reso clespucs de una fractura, una
inílamación de la articulación del codo. espastic1dad de los
músculos ílexores del codo. una parnlts1s del músculo tríceps.
o una cicat riz sobre la porción anterior del codo. Además de
la tirantez de los músculos ílexores. puede haber un aumento
de la rigidez de la cápsula amerior )'de las porciones anterio-
res de los ligamentos colaterales.
La amplitud max1ma del movimiento p:1si,·o del codo es de
5 grados de hiperextcnsión a 145 grados de ílexión (r-ig. 6. l5A
)' 13). No obstante, las investigaciones indican que \'nri<lS activi-
claclcs normales de la vida diaria usan sólo un arco limitado <le
mo\"imicnto, por lo general entre 30 y LJO grados de ílcxión.W
A diferencia de las articulaciones de la extremidad inferior.
FIGURA 6.13. Componentes del lig<1mcntl1 c.:olaternl
lmeral del codo derecho.
Cúbito
144 Sadnn 11 f:strcmidad ~upcrior
Contractura por flexión del codo y pérdida de la extensión
anterior del brazo
Una de las consecuencias más discapacitantes de una
contractura por flexión del codo es la reducción de la capacidad
de extensión del brazo. La pérdida de extensión anterior varía con
el grado de contractura por flexión del codo. Como se aprecia en
la figura 6.14, un codo que se pueda extender por completo (es
decir, con una contractura de Ogrados) muestra una pérdida de
Ogrados del área de extensión anterior. El área de extensión
-
anterior se reduce sólo un poco (menos de un 6%) con una
contractura por flexión de menos de 30 grados. Una contractura
por flexión que supere los 30 grados provoca una pérdida mucho
mayor de extensión anterior. Como se aprecia en el gráfico, una
contractura por flexión de 90 grados reduce la extensión total en
casi un 50%. Reducir la contractura por flexión a menos de 30
grados es. por tanto, un objetivo funcional importante para los
pacientes después de un traumatismo en el codo, una
inmovilización prolongada o una sustitución articular.

90 -
85 -
80 -

_"'.... ....o
Q)
•(\J

Q)
75
70 -
65
"O ·¡:
"'Q)
60 -
"O 'E55 -
:o"'
.Q; e: 50 -
c.:2 45
Q) !/)
"O e:
40
Q)
Q)- 35 -
·-X
~ Q) 30 -
e: Q) 25
Q) "O
....
(.) 20
o 15 -
Q.
10
5
o
5 1o 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 1 00 105 11 o 115 120 125 130 135 140
Contractura por flexión del codo
(grados)

FIGURA 6.14. Gráfica del porcenu~jc de pérdida del :irea de exte nsión an terior del brazo - del codo a los dedos- en función de la
gravcd;id de una cont ra<.:tura por flexión del codo en el eje horizontal. Re párese en el ri umcmo brusco de la reducción de la exten-
sión cuando la contractura por flexión supera los 30 grados. Las figuras ele la parte inferior de la gr<ífica muestran la pérdida pro-
grcsil·a de extensión manifestada en el aumemo del área semicircular a medida que la cont raCLura por ílcxión se vuelve más grave.

como la rodilla. la pérdida de los extremos del movimie1110 del
codo suele causar mínimas alteraciones funcionales.
Artrocinemática de la articulaci6n lwmerocubital
La articulación humerocubital es la formada por la escotadura
l roclear cóncava del cúbito en torno a la tróclea convexa del
húmero (Fig. 6.1 6). En una sección sagital, la articulación
humerocubital semeja una enanrosis. El vínculo mecán ico
nrrne entre la tróclea )' la escotadura troclear limi ta el movi-
miento esencialmente al plano sagital. El cartílago hialino
recubre unos 300 grados ele la superficie articular sobre la tró-
clea en comparación con sólo 180 grados ele la escotadura tro-
clear. Para que la articulación hurnerocubital se extienda pasi-
vamente por completo, se requiere suficiente extensibilidad en
la dermis, los músculos llexores. la cápsula anterior y las fib ras
anteriores del ligamento colateral medial (Fig. 6.1 7A). Una
vez en extensión completa, la articulación humerocubital se
estabiliza por el aumento ele la tensión en la mayoría de las
fibras anteriores del ligamento colateral medial, la cápsula
anterior y los músculos ílexores, sobre tocio el tendón ancho
del músculo braquial. La punta promineme del olécranon
adopta form a de cui'\a dentro de la fosa olecraniana. La forma-
 145

145' -.g
( /)
140

120
~
....
s
o
'tJ
o(.) 80
100
D
Qi 60
'tJ
e
:~ 40
Cl>
¡¡: 20

O Puerta Jarra Silla Periódico Cuchillo Tenedor Vaso Teléfono

A -5' B Actividades de la vida diaria

FIGURA 6.15. Amplitud del mm·11111cnto del codo. A, Codo sano que muestra l'I grmk1 de amplilud de 5 gmdo5 cli.: hipcrextcnsiün h;tst.1 l·l'i
grados de ílcxión. El «arco funcional» ele 100 grados de los 30 a 130 grado~ ele ílexiún que apan:L'l' rn rOJl> ~e basa en el hiswgrnnrn. 13, LI 1 11~­
tograma muestra la amplitud del mo1·11111emo del codo que suele ncL:cs1rnrsc para hac.:cr las sigu1c111cs ar1iv1dacks de la 1·ida diana: ahnr una
¡iurrtcr, verter líquido ele una jw rn. lcv:111tarsc ele una 'illc1. sostener un pn 111diu1. cortar con un t11d111/¡1, llL'l"1f'SC un 1cnnlt1r a la bl>GI, lirl'ar~l· un
l'CISO n la boca)' coger el tclr{mw (f\lod1íicaclo con autori:arnín ck :'llt)l'rq ur. :\skew Lj. An K'\J. > otro=- A h1nmcch:mu.: al study of nonnal funl' -
tional clbow motion.j Bo11l'jo1111Sw.~63A872-876. 1981.)

ción ósea cctópica excesiva (del griego rcro. íuern, )' topos.
lugar) en torno a la fosa olecraniana puede limitar la extensión
pasiva completa.
Durante la ílexión de la art ic:ulac:ión hurnerocubital, la
superficie cóncava de la escotad ura trodcar rueda)' se desliza
por la superficie convexa de la tróclea (Fig. 6.1 ?B). La llexión
pasiva completa del codo requiere la elongación de la cápsula
posterior, los músculos extensores, el nervio cubitalH )' cier-
tos ligamentos colaterales, sobre todo las fibras posteriores del
ligamento colateral medial.
ciad del cubito hasta la porc:mn d istal ele la tubcro~1cbcl del
rad io. Otra banda sin nombre se locali::a en el ext remo distal
m<is remoto ele la membrana i11tcró:,ca.
La membrana intcrósca tiene \'arias !'unciones rc lm:ionada=-
<.:on In transmisión de fue rza por la extremidad supc1wr.
Corno se aprecia en la l'igura 6.20, en torno al 80% de la íucrza
de compresión debida al peso en carga en el antebra;;o cruza
la mu1"1eca entre el lado lateral del carpo)' el radio. El 2o•x, rcs-
tame de la fuerza de compresión pasa por el lado medial del

Artroci11emática de la articulación lwmerorradial

La articulación humerorradial se sit úa en tre la fosita ank:ular
cupuliforme de la cabeza del rad io )' el capítulo redondeado
de forma reciproca. En reposo en extensión completa, existe
poco o ningún contacto físico en la ::miculación humerorrn-
dial.17 Durante lajlexió11 activa la contracción muscular tira de
la fosna contra el capítulo.3º La anrocinemática de la ílcx16n )'
extensión consiste en el rodamiento }' deslizamiento de la
íosita del radio por la convexidad del capítulo (Fig. 6.18).
En comparación con la articulación humerocubital, la
aniculación humerorradial aporta una estabilidad estructural
mlnima al codo. No obstame, ofrece una resistencia ósea Tróclea
importante ame las íuerzas en vulgo.31
Carlllago articular
Transmisión de tuerza por la membrana interósea
del antebrazo
La mayoría de las fibras de la membrana imerósea del ante-
brazo se alejan del radio en una dirección medial oblicua )'
distal (Fig. 6.19). Unas pocas bandas poco densas, separadas FIGURA 6.16. Sección sagital de la articulación humerocubital donde
)' poco ddinic\as se extienden perpendiculares a la principal aparecen las superficies arucularcs coincidentes de la escotadura t ro-
dirección de las íibras ele la membrana. Una ele estas bandas, dear y la tróclea. La membrana s1mwial que rcl'istc el bdo interno ele
la cuerda oblicua, discurre desde el lado lateral de la LUberosi- la l'apsula aparece en rojo.
l46 Sccdo11 11 E.xi rcmi<lad ~u¡icnvr

FIGURA 6.17. Sccciún sagital ele la articulación

humerocubiLal. A, La articulación descans:i en
extensión completa. 6 . La articulación se ílc-
xiona pasivamente hasLa b ílexión completa.
Repárese en que en ílexión completa, la apófisis
coronoides del cúbito encaja en la fosa coronoi-
dea del húmero. El eje medial-laternl de rotación
se muestrn en el centro de la tróclea. Las estruc-
turas estiradas (tensas) se muestran como íle-
chas finas y elongadas, mientras que las estruc-
lllras laxas aparecen como !lechas onduladas.
(CA = cápsula amerior. CP = cápsula posterillr,
FA-LC1' 1= fibrns anteriores del ligamento colme-
rnl medial, FP-LCM = fibras posteriores del lig<1-
memo colateral medial.) Ver el texto parn más
detalles.

carpo y el cúbito, por el <<espacio cubilocarpiano». n Debido a Olécranon

la dirección de tas fibras de ta membrana interósea, parte de la
íuerza en dirección proximal que atraviesa el radio se lrans-
Escotadura lroclear
íiere por la membrana hasta el cúbito.3<1 Esle mecanismo per-
mite compartir la fuerza de compresión en la muñeca, que Apófisis coronoides
cruza el codo a través de la aniculación humcrocubi1al, con lo
cual se reduce la fuerw que debe cruzar et área lim itada ele la
aniculación humerorracl ial. >V Los tejidos perianicularcs de las
·,
articulaciones racliocubi1ales proximal y distal también lrans- Jf
. ~-
fiercn una porción ele ta l'uerza ele compresión del radio al
cúbito.
La mayoría de los músculos ílexores del codo. y sobre lodo
lodos los músculos pronadores )' supi nadores pri ncipales, Líe-

FIGURA 6.18. Sección sagital de l<1 articulación humcrorrndial

durame la llexión. Repárese en el eje medial-lateral ele roL<1ción en el
cemro del capítulo. Las estructurns esti rndas (tensas) aparecen como
ílechas elongadas y finas, y las estructuras laxas aparecen como íle-
chas onduladas. Nótese la elongación del ligamento colaternl cubital
durante la ílexión.
Apófisis estiloides
FIGURA 6-19 . Vista amerior de la membrana interósea del antebrazo
derecho. Nótese el contraste de la dirección de las fi bras de la cuerda
oblicua.
 147

La dirección predominante de las fibras de la membrana

interósea no se :1linea para resist ir las f11n<;C1s aplirnclc1s cliswl-
111c11 lc sobre el rnd io. Por ejemplo. llevar una mnletn pesada
con el codo extendido hace que la fuerza de d istracción pnse
casi enteramente por el radio (F1g. 6.2 l ). La 1rncc1l'111 distal
sobre el raclto rclap más que tensa la membrana mterósea, nm
lo que se precisa que otros tejidos menos capaces. como la
cuerda oblicua )' el ligamento anular, acepten el peso de la
carga. La contracción del braquiorrad ial u otros muscutos que
suele estar irnpl icacla en la presinn ª)'Ucla n ma111c11cr el rad io

Cúbito

Ligamento
anular tenso

Articulación------,~--\ti4~1.41--­ Espacio
radiocarpiana cubitocarprano

FIGURA 6.20. La.fc1cn::a de comprcsiá11 que atr:ll'icsa la mano se 1rnns-

mite principalmente por el carpo (11 l) l'n la articulación radiocar-
piana y por el radio (#2). Esta fuerza cs!lrn la membrana interosca
(ílcchas gmcsas y tensas) que transfiere pnne de In fuerza de compre-
sión al cúbito (113) )' codo en la aniculnción humerocub1tal (#4) Las
fuerzas de compresión que cruzan el codo se dirigen íinalmcnte hacia
el hombro (#5). Las estructuras es1iradns (tensas) npnrecen como ílc-
chas Íinas )' elongmb s.

nen sus inserciones distales en el radio. L1 comracción de

estos músculos ejerce tracción proximal sobre el radio contra
la articulación humerorradial.44 Una función adicional de la
membrana interósca cs. por tanto. transferir un componente
de la fue rza muscular aplicada sobre el radio r el cúbit o. Esto FIGURA 6.21 . Sostener una carga, como una maleta, qcrcc una
.fc1rrw de dis1r11ccil'm en dirección distal que actúa en particul:ir sobre
sucede mediante un mecanismo parecido al del peso en ca rgn
el radio. Esta dis1rncción relaja la mcmhrann imcn)sca que se mues-
sobre el antebrazo. Un mecanismo que permite a dos articula- tra con ílechas rnr\'as por encima ele la membrana. Otras estrunuras.
ciones «Compartin1 estas fuerzas de compresión reduce el des- como la cuerda oblicua. el ligamento anut.1r r el músculo braquiorra-
gaste a largo plazo de cada una de las articulaciones. El fallo dial, deben ª>'udnr a sostener In carga L1s estructuras esuradas (ten-
de la integridad de este mecanismo puede provocar detenoro sas) aparecen como ílcchas finas > clongadas, )' las estructuras laxas
articular y posible os1eoartritis. se muestrnn como ílcchas cur\'as.
 148 )l'líJtlll // ht1011icf<1i/ ~llf'lll1>I
FIGURA 6.22. Los intemos por evitar una carda pueden inducir una
poderosa íuerza en ,·algo que estire en exceso o ro mpa el ligamento
colateral medial.
FIGURA 6.23. Luxación posterior de la articulación humerocubital.
(De O'Driscoll SW Elbow clislocaiions. En i\lorrer BF (cd.): Tl1c
Elbow cmd irs Disordas, 3.• cd. Filadelfia. \VB Saunders, 2000, p. 41 O.
Con autorización de la l\l<1)•0 Foundation for l\lcchcal Education and
Research.)
)' In carga contra la articulación humcmrradial. Los síntomas
de un dolor profundo en el antebrazo en personas que llevan
cargas pesadas cluranLe mucho tiempo pueden deberse a fatiga
de estos músculos. Sostener cargas por el amebrazo a nivel del
hombro, por ejemplo un camarero que lleva una bandeja de
comida, dirige el peso proximalmente por el radio donde la
membrana intcrósea ayuda a dispersar esta carga de forma
más uniforme por el antebrazo.
CAUSAS TRAUMÁTICAS DE LA INESTABILIDAD
DE LA ARTICULACIÓN DEL CODO
La lesión de los ligamentos colaterales del codo puede pro\'O·
car una inestabilidad acusada de éste. El ligamento colateral
medial es propenso a lesionarse cuando el codo totalmente
extendido recibe una fuerza violenta en valgo, a menudo por
una caída (Fig. 6.22). La cápsula anterior tal vez se vea impli-
rnda en la lesión en valgo si la articulación se ve forzada tam-
bién en hipercxtensión. El ligamento colateral med ial también
es susceptible de lesionarse por una fuerza repetitiva en valgo
en actividades sin peso en carga, como lanzar una pelota de
béisbol. o rematar un balón en \'Oleibol.
En las lesiones graves de codo, la escotadura Lroclcar del
cúbiLo puede sufri r 1uxación poslcrior de la t róclea del
húmero ffig. 6.23). Esta luxación sue le estar causada por una
caída sobre el brazo )' la mano estirados )'. por Lanto, puede
asociarse con una fractura de la porción proximal del radio)
el capitulo del humero.
Parte 11: Articulaciones del antebrazo
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS ARTICULACIONES
RADIOCUBITALES PROXIMAL Y DISTAL
El radio r el cúbito se unen por la membrana interósca
y las articulaciones radiocubiLales proximal y distal. Esta
serie de articulaciones, situadas a ambos lados del antebrazo,
le permiten girar en pronación y supinación. La supi nación del
<lntcbrazo deja la palma ele la mano boca arriba, o supina, y la
pronación, boca abajo o prona. Esta rotación del antebrazo se
produce sobre un eje de rotación que se extiende ele la cabeza
del radio y por la cabeza del cúbilo, un eje que intersecla y
conecta ambas articulaciones radiocubitalcs (Fig. 6.24).n
Como se aprecia en la figura 6.24. la pronación y supina-
ción aportan un mecanismo que permite la «rotación» incle-
pcndieme de la mano sin una rotación obligatoria del cúbito
o el húmero. Una persona con una amplitud limitada de pro-
nación o supinación debe depender de una mayor rotación
interna o externa del hombro para realizar actividades como
apretar un tornillo o girar el pomo de una puerta.
La cinemática de la rotación del antebrazo es más compli-
cada que lo que implica la sencilla te rminología de «palma
hacia arriba y hacia abajo». Es cieno que la palma gi ra, pero
sólo porque la mano y la mu1ieca se conectan con el rad io )'
110 con el ctibito. El espacio entre la porción dislal del cúbilo y
el lado medial del carpo permite a los huesos del carpo rotar
con libertad -a lo largo del radio- sin interferencia de la por-
ción distal del cúbito.
b

Articulación
radiocubital distal
FIGURA 6.24. Visu1 :1111crior del ante bmzo derecho. A, En supinación
wtal con el radio)' el cúbito paralelos. 13. Movimiento en pronación
completa con el radio que cruza el cúbiw FI eje de rotación (linea de
pumos) se exuende obhcuameme sobre el antebrazo desde la cabeza
del radio hasta la cabeza del cúbito. El radio )' la mano (en rojo) son
el segmento distal del complejo del antebrazo. El húmero>' el cubito
(en gris) son el segmento proximal del complejo del antebrazo.
Repá rese en que el pulgar se mantiene jumo al radio durn nte la pro-
nación.
En la posición anatómica, el antebrazo está en supinación
completa cuando el cúbi10 y el radio se hallan paralelos el uno
respecto al otro (Fig. 6 24A). Durante la pronación, el seg-
mento distal del complejo del amebrazo (es decir, el radio y la
mano) rota y cruza por encima de un cúbito escncialmcme fijo
Olécranon
Ligamento colateral
~•¡;_;...;..u-- Superfrcíe articular
radial (cortado)
de la escotadura
troclear
A B
FIGURA 6.25. Ar11culac1ón radiocubital proximal vista desde arnba. A, El radio se mantiene pegado a la csco1adura racha! del cllb1to por la pre-
sencia del ligamento anular. B. Se supnmc el radio, quedando expuesta la supcríic1e interna del componente cóncavo de la articulac1on racho-
cubital proximal. Repárese en el canilago que reviste todo el amllo libroóseo. El ligamento cuadrado está cortado cerca de su inscrc1ón en el
cuello del radio.
l.tt¡n111/¡1 (• /:/ l0111plt'Jll cid t11tl¡1 1 d a111clir11::0
(Fig. 6.24B). El cúbito. mediante su firme inserción en el
húmero en la articulación humcrocubital, se mantiene en
esencia estático durante los movimicmos de pronación y supi-
nación. Un cúbito estable ofrece un importante vinculo rígido
sobre el cual pivotan el radio, la muiieca )' la mano. Sólo se
produce un mov11nie1110 mu}' ligero en el cúbito duramc la
supinación y la pronación.3 El cúbito tiende a rotar ligera-
mente en el plano fron1.al dura111c la pronación y supinación
activas; hacia la abducción (valgo) du rante la pronación, y
hacia la aducción (varo) durante la supinación. A no ser que
se trate del disciio ele una prótesis ele codo, este ligero movi -
miento accesorio del cúbito no es clínicameme significativo.
ESTRUCTURA ARTICULAR Y TEJIDO CONJUNTIVO
PERIARTICULAR
Articulación radiocubital proximal
La articulación racliocubital proximal, la articulación humcro-
cubital y la articulación humerorrndial comparten una capsula
anicular. Dentro de esta cápsula, la cabeza del radio se man-
ti~ne contra la porción proximal del cúbito mediante un ani-
llo fib roósco. Este anillo se compone de la escotadura radial
del cúbito )' del ligamento anular (Fig. 6.25A). En torno al
75% del anil lo se compone del ligamento anular, y el 25%, de
la escotadura radial del cúbito.
El ligamento ami/11r es una banda circular espesa de tejido
conjuntivo, que se inserta en el cúbito por ambos lados de la
escotadura radial (Fig. 6.25B). El ligamento se ajusta pcrfcc-
Lamente en torno a la cabeza del radio, )' mantiene la porción
proximal del rad io contra el cúbi1.o. La circunfe rencia in1crna
del ligamento anular está revesLicla de cartílago para reducir la
fricción contra la cabeza del radio durante la pronación )' supi-
nación. L1 superficie externa del ligamemo recibe inserciones
de la cápsula del codo, el ligamento colateral radial y el
músculo supinaclor. El ligamenco rnadrado es un ligamento
cono )' fuene que surge justo por debajo de la esco1ad ura
rad ial del cúbito y se inserta en la superficie medial del cuello
del radio (Fig. 6.25B). Este ligamento aporta apoyo estructu-
ral a la cápsula de la aniculación radiocubital proximal.
Escotadura radial
(con cartílago)
Ligamenlo anular
(con cartílago) - -n-..,_--;.
Liga111en10 cuadrado (cortado) ~
'3
0
LSO St•ccio11 /1 b:trcmidw/ ;;11¡iawr
Luxaciones de la articulación radiocubital 1iroximal: El
síndrome de la subluxación distal de la cabeza del radio
Una tracción vigorosa sobre el antebrazo a través de la mano
puede hacer que la cabeza del radio se deslice por el lado distal
del ligamento anular. Los niños son especialmente propensos a
Causa s de la subluxación dista l rl e In cabeza del rndio
Al poner ropa Al subir escaleras
Articulación radiocubital distal
La articulación racliocubital distal consta ele la cabeza convexa
del cúbito que se ajusw en una concavidad poco profunda fo r-
mada por la escotadura cubital sobre el radio y la superíicie
proximal de un disco articular (Fig. 6.27 A). Esta importante
articulación estabiliza la porción distal del antebrazo durante
la pronación y supinación.
El disco articular de la articulación racl iocubital distal tam-
bién se llama .fibrocartílago triangular, nombre que alude a su
forma y tipo predominante de tejido. Como se ve en la figura
6.2 7A, el lacio lateral del disco se insena a lo largo ele todo el
borde ele la escotadura cubital del radio. El cuerpo principal
del disco se abre en abanico horizontalmente en forma triangu-
lar, con su vértice inserto medialmente en la depresión ele la
cabeza del cúbito y la apófisis estiloicles adyacente. Los bordes
anterior)' posterior del disco son ininLerrurnpidos con los liga-
este síndrome debido a la laxitud ligamentaria y al aumento de la
posibilidad de que otros tiren de sus brazos (Fig. 6.26). Una de
las mejores formas para prevenir esta luxación es explicar a los
padres que tirar con brusquedad de la mano de un niño podría
causar esta luxación.
FIGURA 6.26. Tres ejemplos ele causas del sin-
drome ele subluxación distal ele la cabeza del
radio. (Adaptado con autorización de Lcns RM:
Dislocmkms ol thc chi ld's r ibo\\'. En Mt11Tt'}' BF
(cd. ): Thr clholl' wid lrs /Jisonlr1s, 3:' cd. l: ilaclelíia.
\Vl3 Saunclcrs, 2000. Con auto riwcion de la i\layo
Foundation íor tvlcdkal Educaiion ami Rcscarch.)
mc111os carpomctacarpianos dorsales y palmares (ligamentos pal-
mares !anteriores] y dorsales 1 posteriores! de la aniculación
radiocubital) (Fig. 6.27A y B). La superficie proximal del disco.
junto con los ligamentos capsulares, mantiene con firmeza la
cabeza del cúbito en la escotadura cubital del raclio.3>
Introducción al complejo cubitoca1pia110
El disco articular fo rma parte de una serie más larga de tejido
conjuntivo conocido como compl~jo cubiwcarpic1110)7.42 Este
complejo suele denominarse com¡il~¡o fibrocarlllago triangular.
El complejo cubitocarpiano ocupa la mayor pane del espacio
emre el extremo distal del cúbito y el lacio cubital de los huesos
del carpo. Varios ligamentos ele la muñeca, como el ligamento
colateral cubital , se incluyen en este complejo (ver Fig. 6.278).
El complejo cubitocarpiano es el princi pal estabilizador de la
articulación radiocubital distal , panicularmeme importante
 15 1

durante la dinámica de la pronac1on )' la sup111ac1on. 01 ras

esLn.icturas que aponan estabilidad articular son el musculo Estabilizadores ele la articulación rncliocubital distal
pronador cuadrado, la cápsula articular, el tendón del músculo • Complejo cubitocarpiano (complejo del íibroc;inílago
extensor cubi1al del carpo )' la membrana inLcrósca. Los triangular).
desgaJTos o clisrupcioncs del complejo cubitocarpiano. en c5pc
• Cápsula arncular.
cial del disco.23 causan a ,·eces luxacion completa o inestabili-
• ~lüsculo pronador cuadmdo.
dad generalizada de la aniculación racliocubi1al distal, haciendo
tos movimientos de pronación )'supinación, así como los movi- • Tendón del músculo extensor cubital del carpo.
mientos de la mui'leca, dolorosos )' difíciles de realizar.11 (Del • Membrana interósea.
complejo cubiLocarpiano se habla más en el Cap. 7).

Radio Radio Cúbit~

/,..---+~-- Ligamen10 capsular dorsal

/f,.,-.::---lllilri-- Cápsula articular (corte)

.........,...,.,l'Hr- Cabeza del cüb110
l
Inserción del disco a1 liculac mllll\\H1--- ligamento capsular
Ligamento colateral cubilal palmar
(corte)

Disco a1licular (superficie proximal) lffl-- - Ligamento colateral

A cubila! (corle)

Canfla articular Canlla articular Disco arlicular

del escafoides del semilunar (superficie d1scal)

FIGURA 6.27. Visl:'I anterior de la an iculacu.:m radiocubital dis1:1I. A, La cabeza del cubito SL' ha separado ck la conca\'1dad formada por la -;uprr-
fi cie proximal del dist:n an icular y "1 escotadum cubital del radio. 13, Se lrn indinado un pon) la porción disLal del an1ebrazo parn exponer parte
de la superficie disial del disco articular }' sus concKiones con el hgr1111emo eapsular palmar de Ja an i c u l ~1C i ón radiocubital dist:il. l·I disco
articular (también ll:urn1do fibrocartílago tmmgulnr), los ligamcnws i.:apsularcs }' el lig;unenw i.:olmeral rubnal SL' denominan rnkuivamcmc
complejo cubi1ocarp1a110. En el texw aparecen descripciones mas detalladas. Las canll:is arucularcs de los luu:~o) cscalo1clcs }' s.:nulunar wn b
porción dis1al del mdw muestran impres1c111e'> hechas por csws hue~os del carpo en la articulación rad1ocarp1ana de la mu1"1eca.
O'(Neuuo)

80
60
Pronación
40 - -
- D
Neutro ¡g o n
"C
20

LJ
- D D
75' ~ 20
(.!) ~
- -
85° 40
Supmación
~

60
80

Vaso Tenedor Silla Puerta

1
Jarra Cuch11to Teléfono Penod1co
...
B
A Actividades de la vida diaria
FIGURA 6.28. Am pli1ud del movimiento del complejo del antebrazo. A, Amebrno s:mn que muestra el grado de amplitud: O a 85 grados de
supinación >' O a 75 grados de pronación. La posición neutra de Ogrados aparece con el pulgar hacia arriba. CtllllO en el caso del codo. existe
un •arco funcional» de LOO grados (en l'l)jO). Este arco den\'a del histograma de la figurn 13. B, El hisLOgrama muestra el grado de rotacion del
antebrazo que personas sanas suelen requerir para realizar las s1gu1entes acti\'idades de la \'ida diaria: 1Je,<1rsc un 1·11s<1 a la boca. Jle,·arsc un 1t·nr-
do1 a la boca, le,·amarsc de una silla, abnr una puerta, 1·ener liquido de una jarra, cortar con un cucliillo, coger el 1d1:/c1110 }' sostener un paió-
dico. (?.lodilkaclo con auwrización de t'-.lorrC}' 13~ Askew LJ, An KN . y otros. A biomcchanical study of normal fu11c1ional elbo" · mouon.) Bo11t'
Joi11t Swg 63A:872-876, 198 1.)
152 Sacio11 11 Extremidad superior
1 LJ ,~ fl O DE 1 N f E R ES 6•..J
Asociación funcional entre la pronación y supinación
del antebrazo, y la rotación del hombro
Las rotaciones interna y externa activas del hombro se vinculan
funcionalmente con la pronación y supinación activas. La
rotación interna del hombro suele producirse con pronación.
mientras que la rotación externa del hombro suele darse con
supinación. La combinación de estas rotaciones del hombro y el
antebrazo permite girar la mano casi 360 grados en el espacio,
en vez de los 170 a 180 grados que permitirían la pronación y
supinación por sí solas. Cuando se someten a pruebas clínicas la
fuerza y amplitud del movimiento del antebrazo, hay que tener
cuidado de eliminar el movimiento o momento con origen en el
hombro. Para conseguirlo. se prueba la pronación y supinación
del antebrazo con el codo flexionado 90 grados con el epicóndilo
medial del húmero ejerciendo presión contra el costado del
cuerpo. En esta posición es fácil detectar cualquier rotación no
deseada del hombro.
CINEMÁTICA
Consideraciones funcionales de la pronación y supinación
La supinación del antebrazo se produce cl uranLe muchas acti-
vidades que comprenden la rotación de la superíicie palmar
de la mano hacia la cara, como al comer, lavarse)' afeiLarse. La
pronación del <lnLebrazo, por el coLHrario, se emplea para que
la superficie palmar de la mano baje un objeto, como al coger
una moneda o levanwrse ele una silla.
FIGURA 6.29 . L:i ilustración ele la
izquierda muesLra la cara an terior de
un alllebrazo derecho Lras completar
la supi1wdci11 completa. Durante la
supinación, el radio y la mano (en
rojo) giran sobre el hümero )' el
cübito fijos (en gris). También apa-
rece el músculo pronaclor redondo
inactivo pero estirado. Visto desde
arriba el antebrazo derecho, los dos
dibujos muesLran la an rocinemática
de las aniculaciones radiocubiLales
proximal )' distal. Las esLructu ras
estiradas (tensas) aparecen como ílc-
chas Íinas y elongadas. )' las estructu-
ras laxas aparecen como llechas
onduladas. En el Lexto aparecen más
detalles.
La posición neutra o de referencia cero ele la rotación del
anLebrazo es la posición con el pulgar hacia arriba, a medio
camino emre la pronación y supinación completas. Como
media, el antebrazo gira unos 75 grados de pronación )' 85
grados ele supinación (Fig. 6.28A) Como se aprecia en la
figura 6.28B, varias acLiviclades de la vicia diaria requieren sólo
unos 100 grados de rotación del antebrazo, desde unos 50
grados de pronación hasta 50 grados ele supinación.28 De
forma parecida a la aniculación del codo, exisLe un «arco fun-
cional» del l 00 grados. un arco que no comprende las ampli-
tudes Lerminales del movimiento. Las personas que no pueden
recorrer los últimos 30 grados ele rotación completa del ante-
brazo siguen siendo capaces de realizar muchas acliviclacles
rutinarias ele la vicia diaria.
Artrocinemática de las articulaciones radiocubitales
proximal y distal
La pronación y supinación requieren el movimiento articular
simultáneo de las arliculacióliéS i'adiocubilales proximal y dis-
tal. La restricción ele una art iculación limiLa el movimienLo de
la otra ..,
Supinación
La supinación ele la articulación racl iocubital proximal se pro-
duce como un giro ele la cabeza del radio en el anillo fibro-
óseo íonnaclo por el ligamenLo an ular }' la escotaclma radial
del cúbito (Fig. 6.29, dibujo inferior) La supinación de la arLi-
culación racliocubital distal se produce mienLras la escoLadura
cubiLal cóncava del radio rueda }' se desliza en direcciones
similares sobre la cabeza del cúbiLo (Fig 6.29, dibujo supe-
Anterior
Lateral
Apófisis
estiloides
Anterior
Lateral
Artículndón radíocubital proximal clcsclc arrílrn
F
Anterior
Medial
Apófisis estiloides
\rticulación radiocubilal di, la l
desde arriba
Anterior
Medial
Bíceps sobre la tuberosidad del radio
1\rticulación radiocuhilal pro\imal
d esde arriha
rior). Durante la supinación, la superíicie proximal del disco
articular se mantiene en contacto con la cabeza del cúbito. En
la amplitud final de la supinación, el ligamento capsular pal-
mar se estira hasta su longitud máxima, creando una rigidez
que estabiliza la articulación de forma natural. 4250
Pronación
La anrocinemática de la pronación en las aniculaciones radio-
cubiLales proximal y distal se produce por mecanismos simila-
res a los descritos respecto a la supinación (Fig. 6.30). Como
se ve en el dibujo superior de la figura 6.30, la pronación com-
pleta elonga al máximo el ligamento capsular dorsal en Ja arti-
culación radiocubital distal, mientras el ligamento capsular
palmar se relaja hasta el 70% de su longitud original.44 L'l pro-
nación completa expone la superficie articular de la cabeza del
cúbito (ver el asterisco de la Fig. 6.30, dibujo superior), vol-
viéndose Íácilmente palpable.
Rostrlccio11es a Ja amplitud pasiva de Jos movimientos
de JJronación y supinación
Las restricciones de la amplitud pasiva de los movim ientos de
pronación y supinación se producen por la tirantez de los
músculos y/o los tejidos conjuntivos. Ejemplos de estos teji-
dos aparecen en la tabla 6.2.
Articulación humerorradial: Una articulación «compartida»
por el codo y el antebrazo
Durante la pronación y supinación activas. el extremo proxi-
mal más alejado del radio se articula con el cúbito en dos pun-
..
C11pr1u/11 (' El<• 1111pk111 cid '1>tlr• \ d c1111"1>rn::c1 153
FIGURA 6.30. 1.a ilustracion de la i::quicrda rnues-
trn el an1cbrazn derecho después de compil'tar la
prn11at'icl11. Durrinte In pronación, el radk1 }' la
mnno (en rojo) giran sobre el húmero }' cubno
fijos (en gns). rambién se muestra el musculu
bíceps inacth·o pero estirado. Como se aprecia en
la figura 6.29. los dos chbujos muestran una \'ísta
superior ele la artrocinemática de las articulaciones
racliocubitalcs proximal }' distal. Las estructurns
cstiracla5 (tensa~) aparecen como ílcchas r111as }'
elongada~. }' l a~ estructuras laxas se mucstrnn
corno ílcchas ondulndas. Los astcrisrns marc:in el
pumo expuesto en la cara amerior de la cabeza del
cúbito, que es \'isible una \'ez que el rndio row
totalmente en iorno al cúbiw en pronación com-
pleta. En el tcxw aparecen más detalles.
los. Primero, como se describe en las figuras 6.29 y 6.30, la
circunferencia de la cabeza del radio se articula con el anillo
fibroóseo de la articulación radiocubilal proximal. Segundo, la
fosila articular de la cabeza del radio establece contacto con el
capitulo del húmero en la articulación humerorradial. Durante
la pronación, por ejemplo, la íosiia articular de la cabeza
del radio gira contra el capitulo redondeado del húmero
(fig. 6.31 ). Cualquier mo\'imicnto del complejo del codo y el
nntebrazo comprende un movimiento ele la art iculación
humerorraclial. Una limitación del movimiento ele la art icula-
ción humerorradial puede in terrumpir, por Lamo, la ílcxión y
extensión y la pronación y supinación.
Limitan la supinación Limitan la pronación
Pronaclor redondo. pronaclor Brceps o músculos supinadorcs
cuadrado
Ligamento capsular palmar Ligamento capsular dorsal en la
en la articulación racliocubilal articulación radiocubital distal
distat20
Cuerda oblicua, membrana
mterósea y ligamento
cuadrado7. t9
Complejo cubitocarpiano Complejo cubitocarpiano
 154 .Sccc1011 /1 b ·tromtlad s11prno1

Pronación y supinación con el radio y la mano fijos

Hasta este punto, se ha descrito In cinernáLica de la pronación
)' supinación como una rotación del radio y la mc1110 respecLo a
un húmero y cúbito fijos o esL;íticos (ver Figs. 6.29 y 6.30). La
rotm:ión del antebrazo se prod uce cuando se asume que la
extremiclad superior no está en una posición cn carga. A conti-
nuación , se describe la pronación y supinación cuando se
Capítulo•--- -.!il!>.Jll--- Epicóndilo asume que la extremidad superior está en una posición en
medial
carga. En este rnso, el húmero y el cúbito giran respecLo a un
Fosita---- radio y una mano fijos o estáticos.
artícular Consideremos una persona que apoya el peso del cuerpo
sobre una extremidad superior, con el codo )' la muñeca
extend idos (Fig. 6.32A). La articulación glenohumeral dere-
cha ele esta persona se mant iene en pane en rotación interna.
El cúbito )' el radio se sitúan en paralelo en supinación com-
pleta. (El «Cilindro» que atraviesa los epicónd ilos del húmero
ª )'Uda con la orientación de esta posición.) Con el radio )' la
mano en posición fija cont ra el suelo, la pronación del ante-
brazo se produce mcclianLe una rowción estema del húmero y
el cúbito (Fig. 6.328). Debido al ajuste estructural perfecto de
FIGURA 6.31 . Visia anterior de un codo derecho durante la prona-
la an i et,~lació n humerocubital, la rotación del húmero se trans-
ción del amebrazo. Duran te: l;1 pronación, la ínsita aníc:ulc1r de la
cabeza del rndio debe girar contra el capitulo. La rotación se produce fiere, casi grado a grado, al cúbi Lo que est;í rotando. La vue ha
sobre un eje que coincide con el ej e de rotación de la articulación a la posición ele supinación completa implica la rotación
rndiocubital proximal. interna del húmero )' el cúbito, respecto al radio )' mnno fijos.
La íigura 6.328 muestra un interesante 11par de fuerzas»
muscular empicado en la pronación del antebrazo para la
posición en carga. El músculo infracspi noso gi ra el húmero

Lateral

Articulación radiucu bital

proxima l desde a rriba
Anterior
Lateral
PRONACIÓN

En supinación

Articulación radiucubilal
Lateral Lateral
A 8 dista l d esd e arriba
Anterior Anterior Anterior
FIGURA 6.32 . A, El di bujo muestra a un hombre que apora el peso del cuerpo sobre el antebrazo derecho, que está en supinacion complcla (es
decir, los huesos del antebrazo se hallan paralelos). El radio se mantiene íijo en el suelo a 1raYés de la muñeca; sin embargo, el húmero >'el cúbito
tienen libenad para rota r. B, El húmero)' el cúbito han girado unos 80 a 90 grados externamente desde la posición inicial mostrada en A. Esta
rotación produce pronación del antebrazo mientras el cúbito gira sobre el radio fijo. Nótese la aClÍ\'iclacl mosLrada en los músculos infraespinoso
)' pronaclor cuadrado. Los dos cuadros muestran una vista superior ele la anrocinemática ele las articulaciones radiocubitales proximal )' distal.

Peso en carga Sin carga (radio y
(radio y mano fíj os) mano libres para girar)
Mticulació El ligamento anular y La cabeza del radio gim
radiocubital la escotadura radml dentro de un anillo
formado por el
proximal del cúbito giran sobre
la cabeza ftj<t del radio ligamcmo anul<tr >' la
escotadura radial del
cúbito
Articulació La c;ibeza convex<t del La conc;ividad de lt1
racliocubital cúbito se desliz¡¡ en escotad ura cubital del
distal dirección opucst<t radio rueda y se desliza
dentro de la escotadura en dirección similar
cubital cóncava sobre la cabeza
del radio convexa del cúbito
respecto a una escápula fija, miemras el músculo pronador
cuadrado gira el cúbito respecto a un radio fijo. Ambos mús-
culos, que actúan en ambos extremos de la extremidad supe-
rior, producen fuerzas que contriburen a un momento de pro-
nación en el antebrazo. Desde una perspectiva ternpéutic<l, el
conocimiento de b mecánica muscular de l<l pronación y supi-
nación desde la pe rspecliva en carga y sin rnrga ofrece cstnue-
gias adicionales de ejercicio para fortalecer o estirar los mús-
culos del antebrazo )' el hombro.
El lado derecho ele la íigura 6.32B muestra la an rocinemá-
tica de las articulaciones radiocubitales mientras el radio )' la
mano se mantienen estáticos. En la articulación radiocubital
proximal, el ligamento anular)' la escotadura radial del cúbito
giran sobre la cabeza fija del rad io (,·er l~ig. 63213, dibujo
superior). En la an iculación rad iocubital distal, la cabeza del
cúbito gira sobre la escotadura cubital fija del radio (\'er Fig.
6.32B, dibujo inferior). En la tabla 6.3 se resume )'compara la
an rocinemática activa de las aniculaciones radiocubitalcs en
condiciones de carga y sin carga de la extrem idad superior.
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
Revisión de la neuroanatomía
Curso de los nervios musculocutáneo. radial, mediano y cubi-
tal por el codo, antebrazo, muñeca y mano
Los nervios musculocutáneo, radial, mediano )' cubital apor-
tan inervación motora y sensitt''ª a los músculos)' tejidos con-
juntivos del codo, antebrazo, rnu1icca y mano. L'I vía anató-
mica de estos nervios se describe como base de este capítulo)'
los dos siguientes sobre la mui'leca y la mano.
El nervio musculocut<ínco, formado por las raíces nerviosas
de (5.1, inerva los músculos bíceps braquial, coracobraq uial y
braquial (Fig. 6.33A). Como su nombre implica, el nervio
musculocutáneo inerva los músculos para luego seguir clistal-
memc como un nervio sensiti\'O de la piel e inerrn la porción
anterior del antebrazo.
155
El ncrl'io rnclial. formado por las rmces ne1Y1osas ele CJ-T1
es una cont111uación directa del fasc1Culo posterior del plexcJ
braquial (F1g. 6.33B) Este gran nen·10 cursa por el surco que
llc\'a su nombre por el húmero e inen·a los músculos tríceps
)' ancóneo A continuación, el ne1Yio radial emerge lateral-
mente en la porción chstal del humero para 111e1Tar los
músculos que se insertan en o cerca del epicónclilo lateral.
Proxi mal al codo, el ncr\'iO radial inerrn el músntlo
braquiorradial una peque11a porción lateral del músculo bra-
quial. y el müsculo extensor radial largo del <.:arpo. Distal al
codo, el ner\'io radial se compone de los ramos superíici:-11 y
profundo. El ra 1110 supr1ficial es puramente sensitivo, e inern1
las caras posterolaLerales de la porcion dist:-11 ext rema del ante
brazo y l:-1 mano, sobre todo concentrado en el «espacio inter-
digi tal» dorsal del pulgar. El ramo ptt!fundo contiene las íibras
motoras restantes del nervio radial. L:ste ramo motor incrva
los músculos extensor radial cono del carpo }' el supinador.
Después de mra\'esar un tüncl intramuscular por el músculo
supinador, la sección final del nervio radial discurre hacia el
lado posterior del antebrazo. Este ramo termi nal , a menudo
denominado nervio interóseo posterior, ínen·a el extensor
cubital del carpo )' ,·arios músculo:. del antebrazo, que actúan
en la extensión de los dedos.
El 11crl'io 111ccliw10, formado por las raíces nerviosas dr
C11-T1. cursa hacia el codo para inervar la ma)•ona de los mús-
culos que se msenan en o cerca del ep1cónchlo medial del
humero. Estos músculos comprenden los ílcxorcs de Ja
mu1ieca y los pronadorcs del antebrazo (pronador redondo,
ílexor radial del carpo )' pal mar largo), )' el músculo 11exor
superficial de los dedos a nivel más profundo (Fig. 6.33C). Un
ramo profundo del nen·io mediano, a menudo llamado nervio
intc róseo anterior, iner\'a los músculos profundos del ante-
brazo: la mi tad lateral del lkxor profundo de los dedos, el fle-
xor largo del pulgar)' el pronador cuadrado. La porción prin-
cipal del nervio mediano prosigue clistalmente )' cruza la
mu1'icca por el canal carpiano, a cubierto del ligamento trans-
verso del carpo. A continuación, el nervio iner\'a vnríos de los
músculos intrínsecos del pulgar)' los dedos laterales. El ner-
"'º mediano aporta fibras scnsitirns a la porción lateral de la
pal ma, la superficie palmar del pulgar>' los dos cleclos y med io
laterales (ver Fig. 6.33C, cuadro sobre l<l distribución senso-
rial del ncnfo mediano). Esta iner\'aci6n sensiti\'a es especial-
mente rica )' se concentra en los extremos distales de los dedos
índice)' corazón.
El 11ervio cu/Jiwl, integrado por las rafees nen iosas ele C1:1-T 1,
se compone ele un ramo directo del fascículo medial del plexo
braquial (Fig. 6.330). Tras cursar en sentido posterior hasta el
cpicónclílo medial, el nervio cubital íncrva el musrnlo ílcxor
cubital del carpo )' la mitad medial del flexor profunclo ele los
dedos. A continuación , el nervio cruza la muricca por fuera del
canal carpiano )' aporta mer\'aeión motora a muchos de los
músculos intrínsecos de la mano. El nervio cubital aporta iner-
vación sensitiva a estructuras cutáneas del lacio cubital de la
mano, incluidos el lado medial del dedo anular)' todo el mer'li-
quc. Esta inervación sensiti\'a se concentra especialmente en el
dedo mel'lique y el borde cubital de la mano.
156 Sección 11 E.xllrmiclad superior

A NERVIO MUSCULOCUTÁNEO (C5.1)

Plexo braquial
Fascículo lateral

Músculo deltoides

Nervio cutáneo
FIGURA 6.33. Cursos de los nervios lateral del brazo
periféricos del codo, la mu1'teca y la
mano. El dibujo siguiente muestra la
via y el orden genernl proximal a dis-
Músculo coracobraquial
tal de la inervación ele los músculos. Músculo redondo menor
La localización ele algunos músculos
se altera ligeramente por razones ele
la exposición. Las raíces principales
de cada nervio aparecen entre Cabeza
paréntesis. (De A a D modificado Músculo corta
con autorización ele deGroot j: bíceps
Condalive Neurowwtomy, 21.ª ed. braquial { eabeza
Norwalk, Appleton & Lange, 1991. larga
Fotografía ele Donalcl A. Neumann.)
A, Curso del nervio musculocutáneo
derecho que inerva los músculos
coracobraquial, bíceps braquial y
braquial. La distribución sensitiva
aparece a lo largo ele la porción late-
ral del antebrazo. También aparecen
los componentes motor )' sensitivo
del nervio axilar. - - - Nervio axilar
Nervio cutáneo lateral
del antebrazo

Distribución sensitiva

Co111i111ia
 157

B ~ERVIO RADIAL !C5-T11 Plexo braquial

Fascículo lateral
Fascículo posterior
Fascículo medial

Músculo tríceps braquial -

C•beza '"'"'~ ·
•••
....
· Cabeza medial del tríceps braquial
[ Cabeza larga .

Nervio cutáneo posterior del brazo

G rupo de extcnsorcs-
s upinador es
Músculo braquiorradial 't
,, ~
Nervio cutáneo dorsal
del antebrazo

Músculo extensor radial largo del carpo "' ,

,, ,,
,..
Músculo ancóneo "
l

, ·1 ~
/ ' mi
I
/ I
/ I~~
Ramo superficial
' / ' / ' . .\
Músculo extensor radial corto del carpo del nervio radial
Músculo extensor común de los dedos ' / ' / '~ I '
I
I
I
I
I
I
,..f'
1' 1

Músculo extensor del meiiique '

I
/
I
,
' \ ;fil
~ !
\
I I
''1 Área de inervación
''
I I .
I 1 , concentrada
Músculo extensor cubital del carpo I I I
I I I · '
f
/ I I
I I I
~
1\\\ ~
Músculo supinador'""' ,' 1 : t~
1
I I 1 1
/ / 1 \
M(1sculo abductor largo del pulgar ' 1 t \ Distribución sensitiva
, ' , J
\
\

Músculo extensor corto del pulgar •

' , ' I I
'
1
I \
' \
• 1o extensor largo del pulgar '
Muscu I '1
\

Músculo extensor del indice '

FIGURA 6.33 . Co111111uacicm. B, Curso general del nervio radial derecho cuando iner\'a la mayoría de los músculos cx1ensores del brazo. amc-
brazo, muñeca )' dedos. En el tex10 aparecen más <lc1alles sobre el orden proximal a distal de la incr\'ación muscular. La disiribución scnsiti,·a
del nervio radial aparece con su área de inc1Yación concentrada en el «espacio imerdigi1al» dorsal de la mano.
Cm111mi11
158 .'>ru w11 11 E\"I inmdwl ·'"I'""'"

Plexo braquial

Fascículo
medial

Distribución sensorial

FIGURA 6.33. C<mlimwrnm. C.

Curso del nen·io mediano dcre-
d10 que incrva los musculos
C NERVIO MEDIANO (C6-Til
pronadorcs. los ílcxorcs de la
Porción humeral
murieca, los ílexorcs l<lrgos
(sin ramos)
(cx1 rinsccos) de los dedos
(excepto el ílexor profundo de
los dedos anular >' meliique). la
mayoría ele los músculos 1111rín- Grupo de flcxores-pronadores
secos del pulgar )' los dos lum-
bricales laterales. Se mucs1ra la
chs1ribución scnsi1 Í\''1 con su Mí1sculo pronador redondo
área ele inervación concentrada
a lo largo del extremo elisia! ele Músculo flexor radial del carpo
105 dedos índu:c )' corazón.
l~cwadrv , El nerno mediano
apon<l mcrYación scnsonal a la
piel que cm raen contacto natu-
ral en el 1110\•im1c1110 ele prcn- Músculo flexor superficial
Slllll e111rc el pulgar)' los dedos. de los dedos
Sensación:
Músculo flexor largo--..:~-' nervio mediano
del pulgar

Músculo oponente Sensación:

del pulgar nervio cubital

Músculo flexor corto

del pulgar

Músculos lumbricales (mitad lateral)

Co1111111w

Inervación de los músculos y articulaciones El fisioterapeuta expeno puede anticipar la extensión de la

del codo y el antebrazo afectación sensitiva o motora después de una lesión aguda. Las
El conocimiento ele la inervación de los músculos, clennis y actividades terapéuticas como el entablillado, el fonaleci-
articulaciones es una iníormación clínica útil en el tratamiento miento selectivo, los ejercicios de amplitud del movimiento)'
de las lesiones de los nen"ios periféricos o las raíces nerviosas. la formación de los pacientes pueden iniciarse casi de inmc-
 159

O NERVI O CUBITAL (Cx-T1l

Plexo braquial
Fascículo lateral Área de inervación concen trada
Fascículo medía!

Distribución sensitiva

Ramos cutáneos

-__,,___ Palmar corto

Músculo abductor del meñique

Músculo oponente del meñique

Músculo flexor del meñique

() lnteróseos dorsales
CLAVE { o lnteróseos palmares
O Lumbricales (mitad medial)
FIGURA 6.33. Ccmti11uaciá11. D, Curso del ncn·io cubitnl derecho cuando incrvii la 111:ir(1ría de los musculos inirinscrns
ele la mam), mduiclos los dos lumbricales mediales. L1 d1slribución scnsiu\'a ap:irecc con su área ele merv:ición concen-
trada a lo lMgo de wda l:i regkm del dedo índice y la cam cubital ele la mano

diato después de la lesión. Este enfoque proactivo reduce al
mín imo el riesgo potencial de ddorm iclad )' dal'lOs sobre la
piel )' aniculaciones insensibles. con lo cual se limita el grado
de discapacidad permaneme.
INERVACIÓN DE LOS MÚSCULOS
Los músculos ílexores del codo tienen tres fuentes distintas de
inervación peri férica: el musculocutáneo par¡¡ el bíceps brn-
qnial y el braquial, el nervio radial para el brnquiorracl ial y la
porción lateral del braquial, y el nervio med iano para el pro-
naclor redondo, que es un ílexor secundario. Por lo contrario,
los músculos extensores del codo, el tríceps braquial )' el
ancóneo, tienen una sola fuente de iner\'ación, que es el ner-
vio mediano. Las lesiones de este nen'io puden prorncar pará-
lisis completa ele los músculos extensores del codo. Por suene,
la inervación redundame de los músculos ílexores del codo
160 )eú itin 11 E.•<11t't111cfc¡¡/ )ll/lt't 1111

INERVACIÓN SENSORIAL DE LAS ARTICULACIONES

Articulación lwmerocubital y artlculació11 lwmerorradial

Músculo Inervación Las articulaciones humerorraclial )' humerocubilal )'los tejido~
Flexores del codo conjuntivos circundantes reciben inerw1ción sensorial de la~
Braquial Nervio musculocutáneo (C5-6) mices de los ner\'iOs Có·ll Estas raíces de ner\'ios afe rentes lle
13iceps braquial Nervio musculocutáneo (CH) gan pri ncipalmente a través ele los nervios musculocutáneo >
Braquiorraclial Nervio radial (C~-6) radial }' los nervios cubital )' media1w. ~ 1
Pronador redondo Nervio mediano (C6-7)
Extensores del codo Articulaciones radiocubitales proximal y distal
Tr!ceps braquial Nervio radial (C1.s) Ln articulación radiocubital proximal}' la cápsula circundantl'
Ancóneo Nervio radial (C1.s) del codo reciben la inervación senslll\'a de las raíces ne1Yio>.1~
Supinadores del antebrazo C<, 1 del nervio mediano.11 La articulación rndiocubital chstal
13iceps braquial Nervio musculocutáneo (C5-6) recibe la ma)'or parte de su iner\'ación sensitiva de la rníz ncr
Supinador Nervio radial (C6) "iosa C1-1 del nervio cubital. 18
Pronaclorcs del antebrazo
Pronador cuadrado Nervio mediano (C6-7)
Función de los músculos del codo
Pronador redondo Nervio mediano (Cs-T1 ) Los músculos que se insenan cl istalmemc en el cúbiLo ílcxio-
nan o extienden el codo, sin rnpacichld para mo,·er en pron.1-
L1 mcl\..1~1011 pnnc1pal ele los mú!><.ulos .1p;lr~lC mm· p;tr~mcsis.
c1on o supinnción el antebrazo. Por el contrario. los músculos
que se i)1sertan distalmeme en el racho pueden , en teorín, ílt.'
x1onar o extender el codo, pero tnmbién presentan caparnlad
ayuda a preservar la imponante función de llevar la mano a la potencial de mover el antebrazo en pronación o supinación.
boca, requerida para acti\'idacles esenciales como la alimenta- Este concepto básico es el tema funclnmental en gran parte clrl
ción. resto de este capítulo.
Los músculos que ejercen la ¡mmación dd c111tclm1zo (prona- Los músculos que actúan sobre tocio en b mui1eca también
clor redondo, pronador cuadrado )' otros músculos secunda- cruzan la articulación del codo. l'or esta razón, muchos ele los
rios que tienen su origen en el epicóndi lo medial) cuentan con músculos de la mui'teca tienen capacidad potencinl para llexionar
la inervación del nervio mediano. La supinación del antebrazo o extender el codo.3 Este potencial es relativamente mínimo) ll l)
corresponde al músculo bíceps braquial por medio del nervio se hablará más de él. La anatomía e inervación de los músculo!>
musculocutáneo }' el músculo supmador, así como otros del codo)' el antebrazo aparecen en el 1\1Jéndice 11, panc C.
músculos secundarios que surgen del cpicóndilo lateral )' la
porción dorsal del antebrazo, a través del nervio radial. En la FLEXORES DEL CODO
tabla 6-4 se resume la inervación primnria y periférica de los El bíceps braquial, el braqwal, el braquiorradial y el pronador
músculos del codo )' el amebrazo. Esta tabla deriva del redondo son los principales músculos flcxorcs del codo. Cada
Apéndice 11, panc A que enumern los princi pales nervios uno de estos músculos produce una íucrza que pasa anterior
motores e.le Lodos los músculos ele la extremidad superior. El al eje medinl-hueral de roLación del codo. Las variables cstn tc
Apénd ice 11, parte B muestra los músculos clnvc que suelen turalcs )' biomecánirns níincs de estos músculos aparecen cn
usarse para probar el estado runcional de las ralees de los ner- la tabla 6.5 .
vios vemrales C5-T 1.

Contracción
Capacidad de trabajo Excursión Fuerza máxima Acción de palanca
Area (c1112) Brazo (cm) ele
M1ísculo Vo/11111 e11 (c111J) Lo11gi111d (cm)·t trn11sversal fisiológica 1110111e1110 i11t e mo ~'

Blceps braquial (cabeza larga) 33,4 l3,6 2,5 3,20

13iceps braquial (cabeza corta) 30,8 15 2, 1 3,20
Braquial 59,3 9 7 1,98
Braquiorradial 21,9 16,4 1,5 5,19
Pronador redondo 18,7 5,6 3,4 2,01
Lo.is propiedades c~1nic1urales aparecen en 111~"ª l.1:; \'anablcs b1omccánícas afmc. apar,·<en ·" rih.1 en ncgma
t l.;.1 1011!\llU<i del \'tcmrc de los múscul0> st mide i'll 70 ,;radch de Oc,ión.
r
f El b1.m1 del nmmcmo in1crno se mide con d codo llcx1onado IOll ¡;rad<'S ,.¡ amcbr.1w en sup111.1n,111 ,·omplc1.1
lDal"S de r\n KN, llu1 FC. ~ lom•o BE r 01ro;. ~lu'th•; .1cross 1hc clho\\' JOllH'. A hwmcch.1111c.1l .m,1Jr,., J lli.•mf,h 1 ~:659-669. 1981 )

b
 161

El bíceps produce sus mayores niveles electromiográficos

(EMG) cuando genera al mismo tiempo ílexión y supinación,'i
corno al llevarnos una cuchara a In boca. El bíceps muestra
niveles relativ<1mente bajos ele acti\'iclad EMG cuando la lle-
:-:ión se pracllca con el amebrazo en pronación clclibcracla.
Esta falla de activación muscular !>C \'Criíica medrnntc autopal-
Ligamento transverso
pación.
El músculo lmu¡uial se halla a 111\'cl profundo del bíceps,
con su origen en la porción amerior del húmero, )' se inserta
clistalmentc en la porción proximal más extrema del cúbito
(Fig. 6.35). Según la tabla 6-5, el músculo braquial prcscma
una sección transversal fisiológic¡¡ ele 7 cm2, la máx11na de
cualquiera de los músculos que cruzan el codo. Por compara-
ción, la cabeza larga del bíceps tiene un área trnns,·ersal de
sólo 2,5 cm2. Basándose en su gran sección transversal fisioló-
gica, se espera que el músculo braquial genere la fuerza
máxima entre los músculos que cruzan el codo.
Músculo bfceps
braquial (cabeza larga)

fllllf l ---f--ll-- Músculo

braquial

Epicóndilo
medial

Músculo
braquiorradial - -+-ilffHH "'-'----+-- Aponeurosis
bicipital Bíceps braquial _ _-11----mi
(cabeza larga) Músculo bíceps
braquial
(cabeza corta)

Cúbito

Músculo
braquial

Apófisis esliloides

FIGURA 6.34. V1su1 amerior de los musculos bíceps braquial )' bra-
quiorradial derechos. El músculo braquial se halla a nivel profundo Tendón
del bíceps.
del bíceps.-1----1---e.'///
braquial

Acción muscular individual de los flexores del codo

El músculo bíceps braquial se inserta proximalmente en la
escápula y distalmente en la tuberosidad del radio (Fig. 6.34)
las inserciones distales secundarias se adentran en la fascrn
profunda del antebrazo a tra,·és de la hoja aponeurótica lla- FIGURA 6.35. Vista amerior del músculo braquial derecho a nh·el
mada aponeurosis bicipital. profundo del músculo bíceps.
] 62 Seaim1 11 Ext rc111idad st1¡>1T1c>1

Músculo braquial: El «Caballo de trabajo» de los llexores del codo

Además de su gran área transversal, el músculo braquial también
presenta el máximo volumen de todos los flexores del codo (ver
Tabla 6.5). El volumen muscular se mide registrando el volumen
de agua desplazado por el músculo.3 Ese gran volumen muscular
sugiere que el músculo tiene gran capacidad de trabajo. Por esta
razón, el músculo braquial se llama también el «Caballo de
trabajo» de los flexores del codo.s Este nombre se debe en parte
a su gran capacidad de trabajo, pero también a su participación
activa en todos los tipos de actividad flexora del codo, lenta o
rápida, o combinada con pronación o supinación. Como el FIGURA 6.37. Vista lateral que muestrn la línea ck fuerza ele los tres
músculo braquial se inserta distalmente en el cúbito, el ílexores principales del codo. El brazo de momento interno (líneas
movimiento de pronación o supinación no influye en su longitud, negras) de cada músculo se di buja aproximadamente a escala.
línea de fuerza o brazo de momento interno. Repárese en que el codo se ha ílexionado unos 100 grnclos. con el
tendón del bíceps en 90 grados de inserción con el radio. En el texto
aparecen más detalles. El eje medial-lateral de 1\1hlción del codo apa-
rece atravesando el rnpílulo.

El músculo braquiorraclial es el más largo de los músculos

del codo, y se inserta proximalmente en la cresta supracondí-
lea lateral del húme ro, y clistalmente cerca de la apófi sis esti-
loides del rad io (ver Fig. 634) El acortamiento m<íximo del
Músculo braquio rradial genera ílexión máxima del codo )' rotación del
braquiorradial antebrazo casi hasta la posición neutra. Los estudios EMG
sugieren que el braquio rradial es uno de los principales ílexo-
res del codo, sobre todo durante movimientos rápidos contra
una gran resistencia.5.10.12
El músculo braquiorraclial se palpa con facil idad en la cara
anterolmeral del antebrazo. La llexión resistida del codo en
una posición de unos 90 grados de ílexión y rotación neutra
del antebrazo hace que el músculo adopte l'orma de arco de
ílecha sobre el codo (Fig. 6.36). El arqueamiento de este
músculo aumenta su momento de flex ió n hasta una longitud
q ue supera la de los otros fl exores (ver Tabla 6.5).

Movimiento Momento (kg-cm) Momento (kg-cm)

Varon es Mujeres

Flexión 725 (154) 336 (80)

Extensión 421 (109) 210 (61)
Pronación 73 (18) 36 (8)
Supinación 9 1 (23) 44 (12)
* Se rditrcn :1 los 1ntwi111icnl0s prindpaks dd cod<.l y el ~tnltbrazc.l. Las d<.·s.,·iat'iülll'::-
i:st~lndar aparecen entre parCmcsis. Los datos proceden de 104 pt.:rso11:1s S~lnas: edad de
los " u·oncs s -11 ;ii\,>s, celad de las 11111jcrcs = 45, 1 a1ios. El cocl<> s.· m:Hll i<'llC m <lll gr:1·
dos de ílcxión con l'<>tnción ncu1r:1 cid :1111cbmzn. Los datos s.m sólo ele la cx1rcmiclad
<.lo111inan1c .
FIGURA 6.36. Se muestra la cleíormidacl «en arco de ílecha» del
Co n ,·crsioncs~ 0,98 N·mfk~..<:111
músculo braquiorradial derecho sobre el codo duranLe una activa- (Datos ele t\skcw t,J. 1\11 KN . ~IOITC)' BI: r <lll\l~: lsnmctnc cllkl\\' strcngt h m lt\)J'lll:lt
ción isométrica de esfuerzo máximo. i11dl\•1cluals. Clit1 (lrrlwp 222:2(>1 -266. l\J!17 .l
 ( llJ>llU/11 (> { / n1111p/c¡<1 i/d t 11.111 1 r/ Ullfl'h1<1;:1> 163

Biomecánica de los flexores del codo
Producción de momento máximo de los músculos flexores del codo
L1 figura 6.37 muestra la línea de fuerza de los lres ílexores prin-
cipales del codo. L1 fuerza del momento de flexión varía cons1-
derablemen1e bas.indosc en la edad, H sexo, experiencia en el
«levamamiento de peso»,49 velocidad de contracción muscular)'
posición de las articulaciones de la extremidad superior.52 Según
un eswdio de Gallagher y colabornclores, H el lado dominante
produjo niveles significativamente mayores de momento de fl e-
xión, trabajo )' potencia. Sin embargo, no se hallaron diferencias
significativas en ambos lados por lo que se refiere a la extensil'm
del codo y la pronación )' supinación del antebrazo.
El esfuerzo máximo del momento de flexión es 725 kg-cm en
los hombres y 336 kg-cm en las mujeres, en personas sanas ele
mediana edad. (Tabla 6.6).4 Como se cl ice en la tabla 6.6, los
momentos de flexión son en torno a un 70% mayores que
los momentos de extensión del codo. Además, los momentos de
los ílcxores del codo con el antebrazo en supinación son en
1orno a un 20-25% ma)'Orcs que los producidos con el antebrazo
en pronacion completa:'º Esta diferencia se debe al aumento del
brazo de palanca ílcxor de los musculos bíceps y braqutorradial
cuando el antebrazo está cerca o en supinación completa.
Los datos biomecán icos y fisio lógicos se usan para predecir
el máximo momento de flexi ón producido por los músrnlos
ílexorcs del codo en la ampliwd total de l movirnirnto (Fig.
6.38A). La predicción del momento máximo de todos los
músculos se produce en unos 90 grados de flexión , lo cual
concuerda en general con las mcdtctoncs reales del momento
hechas con personas sanas.411.~'>
Los dos factores principales responsables de la íorma global de
la curv<l de momc1110-c\ngulo mnximo de los ílexores del codo

o Momento llei.or frente a án~ulo articular del codo C'O

"O
.~ 1,00
-g 1,00
.~
iV iV •
E
g 0,70 oEe: 0,80
...o Todos
r:!
~ o
~ 0.60
0,35

-
i¡::
Blceps
o :;:
eQ) ('O
...~ 0,40
N

~º·ºº
::¡; u.
Braqulorradlal
o 25 50 75 100 125 o 25 50 75 100 125
l_ L v 1
l_ L v
A Ángulo articular del codo (grados) B Angulo articular del codo (grados)

Ur azo ele mom ento t1e\Or frc11te a ángulo arlkttlar del codo

70 -

-
E
-
E
oe:
....
60
FIGURA 6.38. J\ , Predicción ele las 1.:un·as de momento-angulo 1so-
mé1rico m<tx1mo ele los tres musculos ílexores primanos del codo

-Q)
e:
50 b;isánclose en un modelo teórico que 111corpora la arqu11ectu1<1 de
cada músculo, la relación ele l nngi tud -tcn~i cín }'el bnizo de 111orncn10

-
E
o 40
e:
OJ
interno. 13, Las relaciones de longitud-tensión de los ll't'S múscukis
aparecen como una íuerza ílexora normalizada trazada graíicamcnte
frente al ;ingulo articular del nxh C, La longitud del brazo ele
o 30 momento mtcrno de cada músculo c;c traza gr:Hicamcntc frente al
E ángulo articular del codo. El ¡\nguln articular ele cada \'ariablc
Q)
'O máxima se muestra en rojo. (D:itos ele J\ )' 13 de An K1 . Kaufman KR.
o 20
N Chao EYS: Physiological considcrat ions nf musclc íorcc through the
...
('O

ID
elbow joinl. j /Jim11ccltw1ics 22: 1249- 1256, 1989. Da10s dt' C, obte-
10 - nidos de Amis ,\/\, Dowson D. Wright V: ivlusclc strengths :md
musculoskclctal gcnmCl1'}' oí thc uppcr limb. E11,1(11.~ 1\lccl 8·41-48.
1979.)
o
o 30 60 90 125

1
l_ L v
e Ángu lo articular del codo (g rados)
164 5ndón 11 Extrcmulcrd superior
son (l) el poLencial de Juerza de fl exión máxima del músculo y
(2) la longiLud del brazo de palanrn ele/ momenlo interno. Los
datos Lrazaclos en la figura 6.38B predicen que la fuerza máxima
de LOclos los músculos se produce con una longitud muscular
que corresponde a unos 80 grados ele flexión. Los datos trazados
en la figura 6.38C predicen que la media del brazo de palanca del
momento interno máximo ele todos los músculos se produce con
unos 100 grados de íle>:ión. En este ángulo articular, la inserción
del tendón del bíceps en el radio es unos 90 grados (ver Fig.
6.37). Esta condición mecánica aumenta al máximo el brazo de
palanca del momento interno de un músculo y, por tanto, la con-
versión de la fuerza en momento articular. Resulta interesante
que los datos ele las íiguras 6.388 y e predigan el pico de los
momemos de ángulos articulares por lo general similares.
Bíceps braquial poliartrodial: La ventaja fisiológica de combinar
la flexión del codo con la extensión del 11ornbro
El bíceps es un músculo polianrodial que puede producir
fuerzas en múltiples articulaciones. Como se describe más
adelame, la combinación ele la flexión activa del codo con la
A B Velocidad de contracción
=7 cm/segundo
Velocidad de contracción
~ " 5 om/sog"°'"
~·'"~(
~~~~~
ª
~~
~i
FIGURA 6.39. A , Este modelo muestra a una persona de pie en la
posición anatómica con un músculo bíceps de 30 cm de longitud. B.
Después de una contracción de 1 segundo, el bíceps se ha contraído
23 cm, causando un movimiento simultáneo de 90 grados de flcxíó11
del codo y 45 grados de flc:xión del /10mbro. El bíceps se ha acortado
con una velocidad de comracción de 7 cm/seg. C, El bíceps y la por-
ción posterior del deltoides aparecen activos en un movimiento
Hpico de tracción. La contracción dura 1 seg y causa un movimiento
simultáneo ele 90 grados ele ,µexió11 del codo y 45 grados de extensión
del hombro. Debido a la contracción de la porción posterior del del-
toides, el biceps se acortó sólo 5 cm, con una velocidad de contrac-
ción de sólo 5 cm/seg.
exLensión del hombro es una fonnn natural y elkaz ele produ-
cir momenLo flexor en el codo genernclo por el bíceps.
Por r<'lzones expositivas asum iremos que en reposo en la
posición anatómica el bíceps tiene unos 30 cm ele longitud
ffig. 6.39A). El bíceps se acorta hasta unos 23 cm después de
un movimiento acti,·o que combina '+5 grados de fle>:ión del
hombro y 90 grados ele flexión del codo (Fig. 6.39B). Si el
movimiento se re<'l lizó en l segundo, el músculo experimema
una velocidad med ia ele contracción ele 7 cm/seg. Por el con-
trario, consideremos un méLodo más natural pem eficaz de
aclivación del bíceps que combi1rnj7cxió11 del codo co11 cx1c11sió11
del /10111/no (Fig. 6.39C). Durante una actividad como levantar
una carga pesada lateralmente, por ejemplo, el bíceps produce
flexión del codo mientras, al mismo tiempo, se elonga por el
hombro en extensión. En efecto, la cont racción de la porción
posterior del delLoicles reduce el acortamiento neto del bíceps.
Basándose en el ejemplo ele la f'igura 6.39C, la combinación de
la llexión del codo con la extensión del hombro reduce la
media ele la ve locidad de com racción del bíceps a 5 cm/seg. Es
2 cm/seg más lento que combinar la flexi ón del codo con la
fl exión del hombro. Corno se describe en el Capítulo 3, la pro-
ducción máxima ele íuerza de un músculo es mayor cuando su
velocidad de cont racción se acerca <'I cero o es isomélrica.
El modelo sencillo descrito aquí ilustra uno de los muchos
ejemplos en que un músculo unianrocl ial, corno la porción
posterior del clelLoides, mejora el potencial de fuerza de otro
músculo. En el ejemplo, la porción posterior del deltoides sirw
ele poderoso extensor del hombro para un \'igoroso mo\'i-
miento de tracción. Además, la porción posterior del deltoides
ayuda a conLrolar la velocidad óptima de conLracción y la lon-
gitud operativa del bíceps durante el movim iento ele flc>:ión del
codo. La porción posterior del deltoides, sobre todo durante
actividades ele gran potencia, es un sinergista muy importante
de los flexores del codo. Consideremos las consecuencias de
realizar el levantamiento descrito en la figura 6.39C con la
parálisis total ele la porción posterior del de!Loicles.
EXTENSORES DEL CODO
Componentes m11sc11/ares
Los extensores principales del codo son el 1ríccps braqt1ial y el
ancóneo. Estos músculos convergen en un tendón común que
se inserta en el olécranon del cúbito (Figs. 6.41 y 6.42).
El músculo tríceps braquial presenta tres cabezas: larga,
lateral y medial. La cabeza largC1 tiene su inserción proximal
en el tubérculo iníraglenoicleo de la escápul<'I, con lo cual el
músculo puede extender y mo,·er el codo en aducción. La
cabeza larga tiene un volumen amplio, mayor que el de los
otros músculos del codo (Tabla 6. 7).
Las cabezas lateral y medial del tríceps tienen sus insercio-
nes proximales en el húmero, a ambos lados y a lo largo del
surco del nervio radial. La cabeza medial tiene una inserción
proximal extensa en el lacio posterior del húmero)' ocupa una
localización relativamente parecida a la del músculo braquial
en el lado anterior del hueso
El músculo ancóneo es un músculo triangular peque1'lo que
se extiende por el lado posterior del codo. El músculo se loca-
- < t1¡11111l1• (1
¡n@IMdMl§llltli•M
«Acción inversa» de los músculos flexores del codo: ejemplo
clínico
La contracción de los músculos flexores del codo suele realizarse
para girar el antebrazo respecto al brazo. Sin embargo, la
contracción de los mismos músculos puede girar el brazo
respecto al antebrazo siempre que la cara distal de la extremidad
superior esté bien fija. Un ejemplo clínico de la utilidad de esta
«contracción inversa» de los flexores del codo se muestra con
una persona con tetraplejía de CG (Fig. 6.40). La persona presenta
parálisis completa de los músculos del tronco y las extremidades
liza entre el epicóndilo lmeral del húmero y una banda a lo
largo de la cara posterior de la porción proximal del cúbito
(ver Fig. 6. 41 ). El músculo aneó neo aparece corno una cuana
cabeza del mecanismo de los músculos extensores, similar al
músculo cuádriceps en la rodilla.
El tríceps braquial produce la mayoría del momento exten-
sor total del codo. Comparado con el músculo tríceps, el
ancóneo tiene un área transversal relm ivameme pequeña y un
brazo de palanca pequeiiO para la extensión (ver Tabla ó. 7).
Análisis e/ectromiográfico de la extensión del codo
la extensión de esfuerzo máximo del codo genera ni\'elcs
máximos EMG a panir de Lodos los componentes del grupo
ele extensores del codo. Durante los esfuerzos submáximos <le
extensión del codo, se reclutan músculos distintos sólo con
H «1111¡•/c¡o 1/d w ilo \' el wuclin1::0 165
inferiores, pero mantiene una fuerza casi normal en los músculos
del hombro, flexores del codo y extensores de la muñeca. Con la
cara distal de la extremidad superior bien fija por acción de los
músculos extensores de la muñeca, los músculos flexores del
codo pueden generar suficiente fuerza para rotar el brazo hacia el
antebrazo. Esta maniobra permite a los músculos flexores del
codo ayudar a la persona a sentarse. Es interesante que la
artrocinemática de la articulación humerocubital durante esta
acción implique un rodamiento y deslizamiento en direcciones
opuestas.
FIGURA 6.40 . Un;1 persona con tc lmpkpa a
111\'el medio (ccr,·ican usa sus musculos pnra
ílcxmnar el t:odo y lc\'antar el tronco ele la
colchoncia. Rcparesc en que la porc1011 chstal
del ;mtchrazo se mamirnc fija por accwn ele
los m11sn1los e.xtcnson:s ck la mu1kla.
l?cnwdm. r\nrocincmáticl de la amculacion
humcrocuhital duramc este monmicnto. L1
rnpsula anterwr está relajada y la t:apsula
postcnor, tensa.
cienos niveles de esfuerzo.~8 El ancóneo suele ser el músculo
que primero inicw )' mantiene niveles bajos ele fuerza de
extensión del codo.21 A medida que aumenLa gradualmente el
esfuerzo de los extensores, la cabeza medial del tríceps suele
estar a continuación en línea para unirse al ancóneo:ttt La
cabeza medial se manuene activa en la mayoría ele los movi-
m1emos de extensión del codo.1 2 La cabeza medial se ha deno-
minado el «<:aballo ele trabajo» de los extensores y funciona
como el equivalente extensor del músculo braquial.-tll
Sólo después de que las demandas sobre los extensores del
codo aurncmcn hasta niveles moderados a ele\'aclos, el sistema
nervioso recluta la cabeza huera! del Lriceps, seguida ele cerca
por la cabeza larga. La cabeza larga actúa como un extensor «de
reserva» del codo. equipado con un gran volumen adecuado
para tnreas que requieran un ele\'aclo rencl imiemo ele trabajo.
166

Músculo tríceps
braquial -----4-1~1 1·11\'
{cabeza larga) \111'11- - - - ir-- Músculo tríceps
braquial
{cabeza lateral)

Músculo tríceps 1tt11irttt- -+-- Músculo tríceps

braquial braquial
{cabeza lateral) (cabeza medial)

Músculo tríceps
braquial
{cabeza larga)

Músculo
ancóneo Olécranon

FIGURA 6.41 . Vis1a po~1rnor de los musculo::. inccps braqmal > FIGURA 6.42. \.,na \l~la pos1crior mucslrn la cabeza medial del 1rlceps
anwncu derechos. La cab<:za medial del iriceps st· halla a nin'l pro- hraqwal derecho. Las cabezas larga )' la1crnl del 1rtccps se hrm supn-
fundo ele las cabezas larga)' la1cral )', por tanto, no es \'1si blt. 1111do parcialmente para ¡·xponcr la cabeza nll'dial 111as proíuncla.

Co111 rncción
Capacidad de 1rnbajo Excursión Fuerza máxima Acción de palanca
Área (cm2) Brazo (cm) de
M1ísculo Volumen (cm.!) Lo11git11<l (cm)t transversal fisiológica momento inrerno'f

Trlccps braquial (cabeza larga) 66,6 10,2 6,7 l ,87

Tríceps braquial (cabeza medial) 38,7 6,J 6, 1 l,87
Trfccps braquial (cabeza lateral) 47,3 8;f 6 1,87
Ancónco 6,7 2.7 2,5 0,72

L., ... JlH'Jllt'cl:tcl..~s 1..".5tn1tw1.1I.:,. ,ql,lf\'l\'n fil nu·s1,·.1 Lh \',\11,1hk, h1t,mrc.lnu. .;\S r\Í111<.·~ .tp.m·u.·n .1rnh.1 t:'ll nrgrn.1
'< L1 l<'n~urnl dd \'IC"ntn: dt.· h.h lll\N.ul,,.,. :-1..• nrnk l'll 7ll ~r.u.1<'' ele lkx1nn ,
i U lir.m> lid momento 1111t·t m> ..;: mide "'" el '"""' ti"'""'·"''' :1 l llll t'r:idu>.
\ll,111'> <k ,\n Kt\. Hui re. \11111,·o Llr:) <>lí<»: ~ l lt>dt' .1<n"' 1hr dho" ¡1>1111. ,\ lHllllll'lh.1111,,11 .m.tl),15.j 81.m1nl1 l ·1 M<J .(>óll, 19HI .1

Demandas de momento sobre los extensores del codo driccps para esiab1hzar la rodilla. Constdcremos la postura
Los músculos extensores del codo aportan estabilidad estát ica habitual para lle\'ar peso en la extremidad superior con los
al codo. algo parecido a la íorma en que suele usarse el cuá- codos parcialmente ílcxionados. Los músculos extensores
- ( crp111r/,1 (• / / um1p/c111 .Id wcln 1· el 11111"111<1~0 167

Ley de la parsimonia
El patrón de reclutamiento jerárquico descrito por las acciones
de Jos distintos miembros de los extensores del codo no es
ciertamente la única estrategia del sistema nervioso para
modular los niveles de momento extensor. Como con la mayoría
de los movimientos activos, el proceso de activación muscular
varía mucho de músculo a músculo y de una a otra persona. Sin
embargo, parece que existe un patrón general de reclutamiento
jerárquico para los extensores del codo. Este método de
activación de grupos de músculos ejemplifica la ley de la
parsimonia, un principio expreso de otros trabajos.24.35 En el
contexto presente, la ley de la parsimonia establece que el
sistema nervioso tiende a activar los menos músculos o fibras
nerviosas posibles para el control de una acción dada.
Recuérdese que es responsabilidad del pequeño ancóneo y la
cabeza medial del tríceps controlar actividades que requieren un
nivel menor de momento extensor. Es cuando se requiere un FIGURA 6.43. Se muestra el 1nccps generando un momento extensor
momento extensor más dinámico o muy resistido que el sistema a través del n)(lo pam abrir con rapidez una pucna. Rcparcse en que
nervioso selecciona la cabeza larga - mayor y poliartrodial- del el rndo se cxuende m1enl ras la porcion <111terior del deltoides ílex1n11;1
müsculo tríceps. Este patrón jerárquico de reclutamiento él hombro. 1a porckm amcnor del delLoidcs debe oponerse }' supe
muscular tiene sentido práctico desde una perspectiva r;1r el momenlll ck llis extensores del hombro proclut:iclo por la
energética. Consideremos, por ejemplo, la ineficacia de tener l\thcza l:irg<1 del t m:cps. En d 1cx10 aparece una descripcion mas el,1
sólo la cabeza larga del tríceps, en vez del ancóneo, para realizar bomcla 1o::. brazo,., ele palanca del momemo interno apare1:cn nmio
tipos de mantenimiento de nivel muy bajo de estabilización del hm·as negra-; en el t'(C de rornnon de las anicularionc::..
codo. Se necesitarían fuerzas musculares adicionales de los
flexores del hombro, asumiendo que las fuerzas gravitacionales
son inadecuadas, para neutralizar el potencial indeseado de Factores b10mecánicos que influyen en la magnitud del
extensión del hombro de la cabeza larga del tríceps. Una tarea momento de los extensores del codo
sencilla precisaría mayor actividad muscular de lo que es De íorma parecida a los músculos ílexores del codo. los extenso-
necesario. Como las pruebas EMG y la intuición general res del rndo producen un momento de nivel máximo cuando el
sugieren, las tareas con niveles bajos de fuerza suelen realizarse
codo se ílcxiona unos 90 graclos 9 4l1 A diferencia de los ílexores
con músculos uniartrodiales. A medida que aumentan las
demandas de fuerza, se reclutan músculos poliartrodiales
mayores, además de los necesarios músculos neutralizadores.

estabilizan el codo ílcxionaclo mediante contracción isomé-

trica o activación cxcént rica ele velocidad muy b'*· Por el
contrario, se requieren estos mismos músculos para generar
momentos de extensión dinámicos )' muy grandes mediante
activaciones concéntricas o excénLricas de gran velocidad .
Consideremos act ividades como lanzar una peloLa, levantarse
con las manos de una silla baja o abrir con rapidez una pucna.
Como con muchas actividades explosivas de empuje, la exten-
sión del codo suele combinarse con cieno grado de ílexión del
hombro (F1g. 6 ...¡. 3). La funcion de ílexión del hombro de la Cúbito
porción anterior del deltoides es un componente sinergista
imponantc del empuje hacia delante. L1 porción amerior del A 8
deltoides produce un momento de ílexión del hombro que
mueve la extremidad hacia delante )'neutraliza la tendencia a
la extensión del hombro de la cabeza larga del Lríceps. Desde FIGURA 6.44. El brazo de momento m1crno del 1riceps a1xm:ce con
una perspectiva fisiológica, combinar la ílexión del hombro el codo ílcx1onado a 90 grados (A) y extendido por completo :i cerca
con la extensión del codo reduce al mínimo el ritmo )' grado ele Ogrados (B). El hrnzo de momento aumema en extensión, porque
de acortamiento que requiere la cabeza larga del tríceps para el olécmnon exucndc la di~1an cia cnt re el eje de rorndün }' la imcr-
extender por com pleto el codo. sct·c:it\n pcrpendirulnr con In línl'a ele íucrza del tríceps.
168 Scaum 11 h1w111clw/ ,11¡>ai111

Em1Jleo de los músculos del hombro para susliluir la parálisis estabilidad del codo usando una musculatura más proximal es un
del tríceps concepto clínico muy útil. Este concepto también se aplica a la
extremidad inferior, dado que los extensores de la cadera son
Las fracturas de la columna cervical pueden causar tetraplejia ele
capaces de extender la rodilla incluso en ausencia del músculo
Cs. con pérdida ele la función motora y sensitiva por debajo del
nivel de la raíz nerviosa Cs. Los síntomas son parálisis de los cuádriceps, siempre y cuando el pie esté fijo en el suelo.
músculos del tronco y las extremidades inferiores, con parálisis
parcial de los músculos de las extremidades superiores. Debido a
la preservación de ciertos músculos inervados por CG y otros
nervios por encima de él, las personas con este nivel ele
tetraplejía tal vez sean capaces ele realizar muchas actividades
funcionales independientes. Ejemplos son levantarse de la
posición de sedestación, vestirse y pasar de la silla de ruedas a la
cama. Los fisioterapeutas y médicos que se especializan en
enseñar a moverse a personas con tetraplejia desarrollan
estrategias de movimiento que permitan a un músculo inervado
sustituir parte de la pérdida funcional impuesta por un músculo
paralizado.34 Este arte ele la «sustitución muscular» es un
componente esencial para aumentar al máximo la eficacia de
movimiento de una persona con parálisis.
Las personas con tetraplejia de CG presentan parálisis acusada o
total ele los músculos extensores del codo, dado que estos
músculos reciben la mayor parte de su inervación nerviosa por
debajo de CG. La pérdida de extensión del codo reduce la capacidad
para extender el brazo. Actividades como levantarse de un asiento
o desplazarse de la silla de ruedas se vuelve una labor muy intensa
y dificil. Un método valioso de sustitución muscular recurre a los
músculos proximales del hombro inervados, como la porción FIGURA 6.45. Dc~cripcwn de un;i persona con tctrnplej1a de C
clavicular del músculo pectoral mayor y/o la porción anterior del usando la porcion chwicul:lr inerl'ada del pt•ctoral tn:l)'Or )' la ante·
deltoides para extender y bloquear de modo activo el codo (Fig. rior dt:I deltoides (!lecha roja) para traccionar el humero haci;i la
6.45).16 Esta capacidad de un músculo proximal para extender el lmea mecha. Ct1n la muncca fi.1a cn la c;ima. los mu~culos girnn el
codo requiere que la mano se fije con firmeza a algún objeto. En codo en L'xtcnsion. Una vez bloqueado en extensión , el codt1cstabll'
estas circunstancias. la contracción de la musculatura del hombro permite que toda l;i exll"t'lll1dad acepte el peso sin t·omba~ por su
mueve en aducción y/o flexiona horizontalmente la articulación csl;ibon medio. Se ;1sumc que el modelo ck J;i figurn tiene par<\lis1s
glenohumeral, tirando del húmero hacia la linea media. Controlar la total del tríceps.

del codo. el momento máximo de los extensores no se produce
cuando el músculo adquiere el brazo de palanca del momento
exLensor máximo. Por el contrario, el brazo de palanca del
momento interno de los exLcnsores del codo es máximo cerca de
la extensión completn. 3 Estn posición sitúa el grueso olécrnnon
cmre el eje articular de rotación y la linea ele íuerza del tendón
del tríceps (Fig. 6.44). El hecho ele que el momemo máximo de
los extensores del codo se produzca cerca de los 90 grados de fle-
xión, en vez de cerca ele la extensión, sugiere que la longitud
muscular, )' no la acción de palanca, influye mucho en la deter-
minación del punto de la amplitud del movimiento en el que se
produce naturalmente el momento ele extensK'm del codo.
Función de los músculos supinadores
y pronadores
La línea ele íuerza de la mayoría de los músculos pronadores y
supinadores del antebrazo aparece en la íigurn 6.46. l' ara
mowr en pronación o supinación, un músculo debe poseer
dos características biomccánicas. Primera, el músculo debe
presentar una inserción en el húmero y el cúbito, y la otra en
el radio)' la mano (ver el músculo supinador de la Fig. 6.46A
o el pronador redondo en la Fig. 6.46B). Los músculos como
el braquial o el extensor cono clel pulgar no pueden mover el
antebrazo en pronación o supinación. Srgull(/a, el músculo
debe tener una línea de íuerza c¡ue intcrscccione el eje de rota-
ción de la pronación )'supinación. Por regla general, cuanto
más cerca esté una linea de íuerza de un músculo ele una inter-
sección perpendicular con el eje ele rotación, müs probable es
que el músculo sea un generador significati\'O de momento
(p.ej .. ver el pronador cuadrado en la Fig. 6.4613). Los múscu-
los CU)'a línea ele ruerza discurre paralela nl eje de rotación tie-
nen un ángulo de Ogrados de imersección y, por tanto. no tie-
nen brazo de palanca para la pronación o supínación.
MÚSCULOS SUPINADORES
Los principales músculos supinadores son el s11pinador )' el
l>íccps lmu¡11ial. Los músculos secundarios con un potencial

S upinador e s P ronaclor c s
Bíceps
Pronador
cuadrado - -H:i,.,,...,
'"--~-Extensor
del índice
A B
FIGURA 6.46. Linea de luerza de los sup111.1don:~ tA) )' lllS pmnado-
res (B) del antehra:o duramc un morn111c1110 ;lC11,·o. RcparcS1: l"I\ el
grndo en el cual lOdl'S los músculos mtc rslTnonan el CJC de mtacllm
del antebrazo (línea de puntos). Por razones de claridad, 11L) aparcrcn
dibuíados tocios los supimKk1res y pront1dorcs secundarios.
limitado para la supinación son los extensores radiales de la
mufieca, que se insertan cerca del cptcóndilo lateral: el extcn-
sor largo del pulgar)' el extensor del 111d1cc t'·cr Fig 6 4bi\).
El braquiorradial puede considerar:;c un supin<\dor )' pron<\-
clor secundario, pero su potencial es escaso.'>.1t1.12 La contrac-
cíón del braquiorraclial puede ayuclnr a la supi nación hasta la
posición neutra desde una posición de pronación complctn }'
a la pronación h<lsta la posición neutra desde una posición de
supinación complcrn. n Un estud10 E~I G muestra acti\'lcbd
ltmitada sólo durante la pronacion y supinación de gran
potencia y arco cono. >
Músculos supinadores primarios
• Supinaclor
• Biccps braquial
Músculos s upinadores secundarios
• Extensores radiales del carpo
• Extensor largo del pulgar
• Extensor del indice
• Braquiorradial
Supinador frente a bíceps braquial
El 111úsc11/o s11pi11adnr presenta una completa inserción proxi-
mal (Fig. 6.47). Una serie superficial de fibras surge del cpi-
cóndi lo lateral del húmero y de los ligamcmos colateral late ral
y anular. Una sene más profunda de fibras n<\ce del cúbito
cerca y a lo largo de la cresta del músculo supinaclor. Ambas
series de fibras musculares se inscnan a lo largo del tercio pro-
xnnal del radio. Desde una perspecuva en pronación (ver Fig.
6.47), el supinador está elongado y en una posición excelente
para rotar el rad io en supinación. El supinaclor sólo cuenta
169
con inserciones mínimas en el humero y pasa demasiado ccrca
del eje medial lateral de rowción en el codo para producir un
momcmo signiíicat ivo.
El músculo supinador es un supinador implacable del a1111:-
brazo, parecido ni músculo braquial durante la llexión del
codo. El músculo supinador genera actividad EMG si~niltca­
th•a durante la supinación del antebrazo. con indq>1:ndenc1a
del ángulo del codo o la velocidad o potencia de ln acción:1;
El músculo bíceps, también un supinador primario, suclc
reclutarse normalmente durante nct ividadcs ele supi nnciún de
potencia superior, sobre todo las asociadas con ln lkxion del
codo.
El sistema nervioso suele reclutar el múscult) ::.upmador
para tareas de baja potencia qu1: requieran sólo un mo,·i-
miemo de supi nación, micntrns el biceps se mantiene relati\'a-
mente inact ivo. (Esto concuerda con b le)' de la pitrsimoni:i
descrita ames.) Sólo durante movi mirntos de supinación dc
potencia moderada o alta muestra el bíceps auindad nvlG
significativa (r:ig. 6.-f8). Usar el grnn musculo b1ecp:; poliar-
trodial para realizar una tare:i sencilla de baja potencia llll e~
una respue:;ia motora eficaz. Se requieren mtbeulo~ ;td1c1ona-
les, como el t ríccps y la pnrcil'> n posterior del deltoides, para
neutralizar (;ltalquicr acción inclcscahlc cid bíceps en el hom-
bro y el codo. Entonces. un mn\'imiento sencil lo se ,·ud"e
cada vez mas complicado y cacl:i vez consume mas cm·rgia de
lo ;\bsolutamemc necesario.
1
-4if~<:.....----- ligamento colateral radial
1-'.1.-- - - - -- ligamento anular
¡'I ·~~~----__;; Ramo profundo
1
del nervio radial
11
f:R.
FIGURA 6.47 . Vista lateral del nnt~l'llkl supmador derecho l:I r;11110
profundo cid nervio radial ap;Hccc ~ahcndo entre las íibras prllÍun-
das )' superf1cmlcs del müscukl. LI m:rnü r<ldial eur::.a d1s1almcntc.
como el ncr\'iO i111rróseo dors.11, para 111cr\'ar k's muscukh rxtcnsll-
rc:s dr los dcdt'!> )' c:I pulgar.
170

S upinación aclh a
Potencia baja

Supinador

Bíceps FIGURA 6.48 . >cnal L:'-.IG dl· rnatro

musculos duramc trr~ 111\'rlcs dc -..upina-
Pronador redondo
l'ion actil'a. l.a actil'idad Et\ l(, m111ima
dc k1~ rnu:-ndos pronadorc!> durante
una !>Upinac1011 de gran potencaa tal \·e=
rcllcje el nh'l'I bajo de actil'iclad excén-
Potencia alta trica de csws músnilos. (1\locl1lirnclo
Potencia moderada
ele BasmaJian j\': ,\Jusdc~ Al1w. Thrn
Fwa lio11s l~cl'rnkcl hv Elrctn>myo,i;mp/ry.
Supinador ~-~ •/\~ y.'tJ'(\.......
, ' • ,J '
~,'"'-,......,,·;f"'~.( 4 :' ed. Baltimorc. \\'illtams & \\'ilkin~.
Bíceps """-"'~ ..._,._,,_..,...,\/ 19/ Hl

Pronaclor redondo

Pronador cuadrado

Flexión de 90" del codo

B
T90= B x BMI
Too= 500 N x 1 cm
Too= 500 Ncm

i\rliculadón radiocubital proximal por dclnís

T30= By x BMI
T30 =(seno 30 X 500 N) X BM
T3o = 250 N x 1 cm
T3o = 250 Ncm

Flexión ele 30º del codo

.J"
11
Ar!i culuclón radiocuhilal proximal por detrás N
g;--~
z

FIG URA 6.49. Diícrcncia en la capacidad del lm.:cps para produl'ir un momento de sup111ación cuando el nido esta llexionado 90 grados.)' con
el codo ílexionado 30 grados. Anilm. La nsta l<11cral mucstra el b1ccps inserto en el radio en un angulo ele 90 grados. El musculo (B) se con-
trae p:irn mol'er el antebt~zo en supinación con una fuerza máxima ele 500 N. Los <.:nlculos mues1ran que el momento máximo de supinación
con un ángulo del codo ele 90 grados (l •Jt1) es 500 Ncm lcl prodl1<:10 de la fuerza maxima (B) por el brazo de palanca del momcmo imerno de
1 cm (B:-.11)1. Alx1jo, El ;ingulo ele inserción del bíceps en el racho es 30 grados. L1 fuerza del bíceps de 500 i\ (B) debe rc::;oh·ersc tngonomé-
1ncamc111c en otrn que genera supinac.:1611 (B» )' otra que discurre parnlela al r:idio (B,). Los calculos demuestran que el momento 111:\ximo de
supinack)n con el codo ílexionaclo 30 grados se rccluc:c a 250 ~<.:m (el seno de 30 grados = 0.5. )' el coseno de 30 grados= 0,86).

b
,..
Potencial de momento en supinación y pronación
En conjunto, los supinadores producen casi un momento
isométrico un 25% mayor que los pronadores (ver Tabla 6.6).
Esta diferencia puede explicarse en parte por el hecho de que los
músculos supinadores poseen casi el doble de área transversal
fisiológica que los músculos pronadores.22 Muchas actividades
funcionales dependen de esa mayor fuerza de supinación.
Consideremos la actividad de usar un destornillador para apretar
un tornillo. Cuando se realiza con la mano derecha, se genera un
movimiento dextrórsum mediante una contracción concéntrica
de los músculos supinadores. La dirección del surco de un
tornillo normal refleja la dominancia de la fuerza de los músculos
supinadores. Desafortunadamente para las personas zurdas, la
rotación dextrórsurn del antebrazo izquierdo debe realizarse con
los pronadores. Una persona zurda usa con frecuencia la mano
derecha para esta actividad, lo cual explica por qué tantas
personas son ambidiestras.
El musculo blteps lmu¡uial es un poderoso músculo supina-
dor del antebrazo. El bíceps tiene en torno a tres veces el área
transversal fisiológica del músculo supinador.21 El papel
dominante del b1ccps como supmador se \Trifica palpando el
L
17 J
biceps durante una sene ele: monmicntos de prnnac.:ion a su pi
nac:ion rapidos ) forzado-,, sobre todo con el codo ílexionaclo
90 gr;1d11s t\ medida que el antebrazo adopta pronacmn, el
tcndon cid b1ceps l'l1\ ucke la porcion proximal del radio. rn
una pos1c1on de pr\mauon completa, la co111racción actl\·a del
mu:,culo biccps puede «hacer girar .. el radio bruscamente cn
supmaoón.
La cl1cacia del b1ceps como supinador es máxima cuando d
cod0 se llexwna unos 90 grados. El momento de supinanon
con t•I codo lkx1onado 90 grados puede producir el doble de
momento que con el codo cerca de la extensión completa.
Con un angulo en el codo de 90 gmdos, el tendón del h1c:cps
se aprox1mn n un ;íngulo de inserción de 90 grados en el radio
(Fig. 6.49, w ,·;/1<1). [sta ::.ituación biomec<inica permite logr::u
toda la 111ag111t ud dl' un esrucrzo máximo ele íuerza del bíceps.
computada en 500 N en In fi gura 6.49, arriba, generada i.:a5i
en a ngu los 1T i.: t o~ al eje de rotación del antebrazo.
Pustcriormente, toda la íurrza del bli.:cps se muhi plirn pl)r el
brazo de momento interno ele 1 cm calculado para la supina-
ción, c¡ue proclui.:e 500 Ncm de momento. En contraste. con-
si~leremos la dicacia reducida del bíceps como supinador
cuando el codo se ílexiona 30 grados (Fig. 6.49. e1bc~jo). f:stt:
<íngulo del c:odo cambia el <ingulo en el que se inserta el ten-
dón del b1ccps en el racho a unos 30 grados. Este ángulo ele
inscroon reduce In fuer;:a que emplea el bJCcps para la sup1-
FIGURA 6.50. Comrnccion vigorosa dl·
los musculas bíceps. supinaclor y
extensor largo del pulgar de la cx1rcmi-
dad superior derecha para apretar un
wrnillo con una rotación en ~mido
horario usando un clcstl11rnllador. El
musculo tnccps se acth·a isomctnca·
mente p;1rn ncmr.ilizar la poderosa ten-
dencia drl bíceps a flexionar el codo
172 :i<(C11m /1 Ex11,·1111dcul :mpai1•r
Pronador
red ondo
FIGURA 6.51 . Vista a111cri0r de los músculos pronad0r redondo )'
pronaclor cuadrnclo de la extremidad superior dercch<I.
nación (es decir, la fuerza generada perpend icular al rad io) a
250 N (B>'). Un componente ele fuerza incluso mayor del
bíceps, denominado Bx, se dirige proxirnalmeme por el radio
en una dirección paralela al eje ele rotación del anLebrazo. Este
cornponenLe de la fuerza no Liene brazo de rnomenLo para la
supinación. Como se aprecia en los cálculos ele la íigura 6.49,
abajo, el momento ele supinación eficaz con una contracción
muscular ele esfuerzo máximo produce 250 Ncm.
El problema an tes mencionado muestra que con una fuerza
muscular de esfuerzo máximo equivalente, el momento ele
supinación se reduce un 50% debido al cambio en el ángulo
del codo. Clínicamente, esLa di ferencia es imporLante para
evaluar la prod ucción ele momento con un aparato para med ir
la fuerza , o cuando se asesora sobre ergonomía.
Cuando se necesitan momentos ele supi nación ele gran
potencia para hacer girar con fuerza un tornillo, se emplea el
bíceps para ayudar a otros músculos como el supinador )' el
extensor largo del pulgar (Fig. 6.50). El codo suele mante-
nerse ílexionaclo unos 90 grados para aumentar el potencial
ele momenLo de supinación del b1ceps. El mantenimiento de
esta postura del codo durante la tarea requiere la cocontrac-
ción simulLánea del músculo tríceps con el biceps. El Lríceps
apona una fuerza esencial durante esta acti\'idacl, porque
impide que el bíceps llcxione el codo y el hombro duran te los
esfuerzos ele supi nación. La acción del bíceps sin oposición
hace que el destornillador se salga del surco del Lomi llo en
cada esfuerzo, algo poco efi caz. Al insertarse en el cúbiLo en
contra del radio, el tríce ps puede neutralizar la tendencia del
bíceps a flexionarlo sin interferir la taren de supinnción. Esta
cooperación muscular es un ejemplo excelente de cómo dos
músculos actúan como sinergistas en una act i\·iclacl. al mismo
tiem po que siguen siendo antagonistas directos.
MÚSCULOS PRONAOORES
Los músculos principales de In pronnción son el pm1wclor cua-
clmdo y el pronador n:clonclo (Fig. 6. 51). Los músculos J'lexor
radial del carpo)' palmar largo son pronadores secundarios que
se insertan en el epicóncl ilo medial del hümern (ver Fig. 6 46B).
Músculos pronadores primarios
• Pronador redondo
• Pronador cuadrnclo
Músculos pronadorcs secundarios
• Flcxor radial del carpo
• Palmar largo
r .u.N.Tio o mílN TE.RE S:'f6. 9 ']
Vuelta a la ley de la parsimonia
Las actividades de baja potencia que comprenden la pronación
aislada suelen ser iniciadas y controladas por el músculo
pronador cuadrado. En este capítulo se ha desarrollado el aspecto
de la función de los músculos uniartrodiales por lo general más
pequeños y los músculos poliartrodiales mayores. En todos los
casos. el reclutamiento jerárquico de los músculos sigue la ley de
la parsimonia. En el codo, las actividades de flexión o extensión
de baja potencia tienden a ser controladas o iniciadas por los
músculos braquial, ancóneo o la cabeza medial del tríceps. Sólo
cuando se requieren acciones de potencia relativamente mayor el
sistema nervioso recluta el gran bíceps poliartrodial y la cabeza
larga del tríceps. En el antebrazo, las actividades de supinación y
pronación de baja potencia están controladas por el pequeño
supinador y el pronador cuadrado; las acciones de gran potencia
requieren la asistencia del bíceps y el pronador redondo. Sin
embargo, cada vez que se reclutan los músculos poliartrodiales,
se necesitan músculos adicionales para estabilizar sus acciones
no deseadas. Aumentar la potencia de cualquier acción del codo y
el antebrazo crea un aumento brusco y desproporcionado de toda
la actividad muscular general. No sólo los músculos
uniartrodiales aumentan su actividad, sino también los músculos
poliartrodiales «de reserva» y otros varios músculos
neutralizado res.
 C11p11ul<1 (1 C:l u1111p/qo cid u1<l<1 v d 1111tdnu;;:o 173

,\rticulacitín r adiocubital dislnl desde ahajo

Pronador cuadrado ,- ' "'e

I
"'01
CI.

CI.
C>

' \

'
-... -- ...... ---
''
'
B e
En supinación completa En supinación completa En posición media

FIGURA 6.52. A, L1 vista amcrior de la aniculacion radiocubital distal muestra la linea de fuerza del mt'tsrnlo pronador cuadrado que íntcrsrca
el eje de rotaCÍ(~n del antebrazo (varilla blanca) en un ángulo recto. B. Aparece la linea de fuerza del pronador cuadrado, con su brnzo de palanca
del momento imcrno, con la muiieca suprimida y el amebrazo en supinación completa. El pronador cuadrndo produce un momento de pro-
nac1on, que es el producto de la íuerza del músculo pronador )'el brazo de· palanca del momento interno, y una furrz.i de c~rnipresión entre
las superficies nrticulares (ílechns opuestas). C, Es1a función dual del pronador cuadrado se muestra m1cn1ras el musculo mueve rl antebraw
en pronación hasta la posi<.:ión media. También aparece la artrocinenníticn de roclmnicnw-y-dcslizamicnto.

tiende a permanecer en supinación cronica debido a la acción

Pronador cuadrado frente a pronador redondo
El músculo pronador cuadrado se localiza en el extremo distal
1rn\s alejado ele la porción anterior del antebrazo, a nivel pro-
fundo de todos los ílexorcs del carpo y los ílcxores extrínsecos
de los dedos. Este músculo plano y cuadrilateral se inserta
entre las superficies anteriores del cuarto distal del cúbito y el
radio. En general, ele proximal a distal, el pronador cuadrado
tiene una ligera oblicuidad en la dirección de las fibras, simi-
lar aunque no tan angulada como la del pronador redondo.
El pronador cuadrado es el músculo pronador más activo y
más usado, implicado en todos los movimientos de prona-
ción, con independencia de las demandas de energía o el
grado de flexión asociada del codo.l'l
El músculo pronador redondo cuenta con dos cabezas:
humeral y cubital. El nervio mediano pasa entre estns dos
cabezas. El pronador redondo actúa de pronador primario del
antebrazo. además de ser un flexor secundario del codo. Este
músculo pronador redondo genera su máxima actividad EMG
durante las acciones de pronación de mayor potencia,<• como
tratar de desatornillar un torni llo muy apretado con la mano
derecha o lanzar una pelota de béisbol. El tríceps es un siner-
gista importante del pronador redondo, requerido a menudo
para neutralizar la tendencia del pronador redondo a fl exionar
el codo.
En casos de lesión del nervio mediano proximal al codo,
todos los músculos pronadores quedan paralizados, y la pro-
nación activa queda esencialmente perdida. El antebrazo
sin oposición de los músculos supinador y bíceps inervados.
Pro11ador cuadrado: Papel dual como productor de momento
y estabilizador de la artic11/ació11 radiocubital distal
El pronador cuadrado presenta un buen disel'io biomecánico
para producir un momento eficaz y estabilizar la articulación
radiocubital distal :") El pronador cuadrado tiene una línea de
fuerza orientada casi perpendicular al eje de rotación del ante-
brazo (Fig. 6.52A). Este discrio aumenta el potencial del
músculo para producir momento. La fuerza que produce el
pronador cuadrado genera un momento de pronación. Al
mismo tiempo, comprime la escotadura cubital del rad io direc-
tamente contra la cabeza del cúbito (Fig. 6.52B). Esta fuerza de
compresión aporta un elemento importante de estabilización a
la articulación radiocubital distal, que prosigue durante la pro-
nación (Fig. 6.52C). La fuerza del pronador cuadrado también
dirige la articulación durante su anrocinemática natural.
En la articulación sana, la articulación absorbe sin diricul-
tad la fuerza de compresión del pronador cuadrado y otros
músculos. En casos de artritis reumatoidc grave, el cartílago
articular, el hueso y el tejido conjuntivo perianicular pierden
su capacidad para absorber adecuadamen1e las fuerzas articu-
lares. Estas fuerzas compresivas miógenas (del griego myo,
músculo, y genrsis, generación) pueden resultar pc1judiciales
para la estabilidad articular. Las mismas fuerzas que ayudan a
estabilizar la articulación en estado sano pueden causar su
destrucción cuando hay una enfermedad.

L_
 C A P Í l ULO 7

La muñeca

DONALD A. NEUMANN, PT, PHD

OSTEOLOGÍA, 176
Porción distal del antebrazo, 176
Huesos del carpo, 177
Canal carpiano, 180
ARTROLOGÍA, 180
Estructura articular y ligamentos
de la muñeca, 180
Estructura articular, 180
Articulación radiocarpiana, 181
Articulación mediocarpiana, 181
Ligamentos de la muñeca, 181
ÍNDIC E
Cinemática del movimiento de la muñeca, 184 Función de los múscu los en la muñeca , 191
Osteocinemática, 184 Función de los extensores de la muñeca, 191
Artrocinemática. 185 Anatomía muscular. 191
Flexión y extensión de la muñeca, 185 Actividad de los extensores de la
Desviación radial y cubital de la muñeca, muñeca al cerrar el puíío, 192
187 Función de los flexores de la muñeca, 194
Inestabilidad carpiana, 188 Anatomía muscular, 194
Consideraciones funcionales sobre
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS
Y ARTICULACIONES, 190
los flexores de la muñeca, 195
Inervación de los músculos y articulaciones Función de los desviadores radiales
de la muñeca , 190 y cubitales. 195

INTRODUCCIÓN OSTEOLOGÍA

La mu1ieca contiene ocho pequeños huesos carpianos, que en
conjulllo actúan como un «espaciador» ílcxible entre ante-
brazo)' mano (fig. 7 .1). Además de varias pequeñas articula-
ciones inLercarpianas, la muñeca o carpo funciona como dos
articulaciones principales. La llrticulaci611 radiocarpimrn se
encuentra entre el extremo distal del radio )' la fi la proximal
de los huesos del carpo. Justo distal a esta articulación está la
articulación mediocarpiana, localizada entre la fila proximal )'
distal de los huesos del carpo. Estas dos articulaciones permi-
ten la ílexión y extensión de la muf\eca y el movimiento late-
rolateral en lo que se denomina desviación radial )' cubital. La
articulación radiocubilal distal se considera más parte del
complejo del antebrazo que de la muiieca debido a su papel
en la pronación y supinación.
La posición de la mu1ieca afecta significativamenLe a la fun-
ción de la mano. Muchos músculos que controlan los dedos
tienen su origen extrínseco a la mano, con las inserciones pro-
ximales local izadas en el antebrazo. Por tanto, la posición de
la muñeca es crítica para establecer la relación ele longitud-
tensión ele los músculos extrínsecos ele los dedos. Una mu1ieca
débil , dolorosa o fus ionada suele adoptar una posLUra que
imerfiere con la longi tud óptima de la musculmura exLrínseca.
La cinesiología de la muñeca está mu)' \'inculada con la cine-
siología de la mano.
Porción distal del antebrazo
La superficie dorsal ele Ja porción distal del radio tiene varios
surcos)' áreas elevadas que a)•uclan a guiar muchos de los ten-
dones de los müsculos extrínsecos (Fig. 7 .2). Por ejemplo, el
tubcrrn/o dorsal (o de Lisrcr) pnlpable sep:m1 los tendones de
los músculos extensor radial cono del rnrpo y extensor lnrgo
del pulgar.
Características os1eológicas ele la porción distal del antebrazo
• Tub~rculo dorsal o de Lis1cr en el racho
• Apófisis csuloides del mcho
• Apófisis esuloides del c(1bi10
• Superficie articular distal del radio
La superficie palmar de la porción distal del radio es la
localización ele las inserciones proximales de la cápsula de la
mu11crn y los gruesos liga1111tntos radiocnrpianos palrna1·cs
(Fig. 7.3). La apófisis esliloidcs del radio se prO)'ecta distal mente
desde el lado lateral del radio. La apófisis csliloidcs ckl ni/Jito.
mucho más aguda que su par radial, se extiende clistalmentc
desde la superficie posteromcdial del cúbito.
La su¡mficic articular diswl cid radio es cóncava en ambas
direcciones medial-lateral y amcroposterior (ver Fig. 6.278).

176
- ( d/'lllflcl 1 l 11 muilfCcl 177

un ángulo de unos 25 grados en direccion cubital (medial) (Fig.

7.4A). Esia í11cli11c1cici11 cubital pennite a b rnuiieca )' la mano
adopwr un giro mayor en desviación cubital que en desviación
radial. Como resultado de esta inclinación, la desviación radial de
la mul'lcca queda limitada por la compresion del lado lateral del
carpo contra la apoílsis estilniclcs del radio. Segundo, la superfi-
cie articular distal del radio adopta un ángulo de unos 10 gracltis
en dirección palmar (Fig. 7 •H3). Esto explica, en pane, la mayor
amplitud de ílexión que de cxLcnsión de la muñeca.

Huesos del carpo

En dirección radial (laieral) a cubital, la fila proximal de hue-
sos del carpo son: escafoides. semi lunar, pirnmidal y pisi-
forme. La fila distal se compone del trapecio, trapezoide,
hueso grande y hueso ganchoso (Figs. 7.2. 7.3, 7.5 y 7.6).

Articulación Fila p roximal de huesos de l carpo

mediocarpiana • Escafoides
• Semilunar
• Piramidal
Cúbito---
• Pisifom1e
Fila distal ele huesos del carpo
• Trapecio
• Trapezoide
• Hueso grande
• 11 ucso ganchoso

FIGURA 7.1. ll ul'SOS )' anu.:ulacioncs pnncipalcs de la mu1ic.:a.

la fi ln proximal de huesos del carpo está unida ele forma

Las carillas se íorman en el cnrtilago nnicular mediante indcn- relativamente laxa. En contraste, la fila distal de huesos del
1acioncs de los huesos escafoides y semilunar del carpo. carpo está estrechamente unida por poderosos ligamentos, lo
El extremo distal del radio tiene dos conrigumcioncs de impor- que genera una base rigida y estable a la articulación con los
tancia biomecánica. Primero, el extremo distal del radio adopta metacnrpianos.

Vista dorsal
¡,
\

Músculo
Músculo extensor extensor cubital
radial largo del carpo del carpo
FIGURA 7.2. Carn dorsal de los huesos del carpo
de1't'cho. L'lS inserciones distales de los músculos
aparecen en gris. las lineas de pu111os muestran la Músculo extensor
inserción proximal de la cápsula clorsal de la radial corto del carpo
mu1icca.

Surco para el extensor

radial largo del carpo
y el cxlensor radial corto ---~~~~li!!
del carpo

Músculo
braquiorradial
178 Scccin11 11 Extremidad ~llfll'1Wr

,
I
,¡

Músculo flexor Músculo fl exor

cubital del carpo '-.._;7f"--...~~~-=!-?f'--,;f#.lf!-- radial del carpo
Hueso ganchoso y--~~ _31l.!!!;f--- Trapezoide
apófisis unciforme
-~~~--- Músculo abductor FIGURA 7.3. Carn palmar de los huesos del
Pisiforme largo del pulgar carpo derecho. Las inserciones proximales ele
Músculo flexor --~ los músculos aparecen en gris. Las lineas de
cubital del carpo Tubérculos puntos muestran la inserción proximal de la
Piramidal --~ Polos distal c:ípsula palmar de la 111u1'1cca.
y proximal del escafoides
Apófisis estiloides
Apófisis estiloides
Surco para el extensor largo del pul-
gar y el abductor largo del pulgar

Músculo braquiorradial

Músculo pronador ~-~~-~¡"""':r--

cuadrado ~

A continuación se presenta una descripción anatóm ica
general de cada uno de los huesos del carpo. La capacidad
para visualizar la posición relativa y la rorma ele estos huesos
es útil para conocer la anatom ía ligamentaria y la cinemát ica
ele la mt11ieca.
ESCAFOIDES
El esca[oides, o navicular, recibe este nombre por su parecido
vago con un barco (del griego scaplws, barco). La mayor pane
del «casco» o porción iníerior del hueso descansa sobre el
radio; el área ele carga del «barco» está ocupada por la cabeza
del hueso grande (ver Fig. 7.3). El escaíoides está en comacto
con cuatro huesos del carpo y con el radio.
El escafoicles tiene dos superficies convexas llamadas polos.
El polo proximal se articula con la carilla escafoidea del radio
(ver Fig. 6.27). El polo distal del escafoides es una superficie
un poco redondeada, que se articula con el trapecio y el tra-
pezoide. El escaroicles tiene un 111/Jl'rrnlo más bien grande y
romo, que se proyecta en sentido palmar desde d polo distal.
El tubérculo del escafoides se palpa en el lado rad ial de la base
ele la p<1lrna de In mano.
La superlk ie clistal-medinl es mur cónca\'a y recibe la
mitad lateral de la cabeza promineme del hueso grande (\'er
Fig. 7 3). Una carílla peque1ia en el bdo medial entrn en con-
Lacto con el semi lunar. El escaíoicles y el radio se localizan en
la vía directa ele la mayor pane ele la transmisión ele fuerza por
la mu1'ieca. Las lesiones por caídas sobre la mw'ieca extendida
)'desviada raclialmente suelen terminar en fractura del escafoi-
des. La íracLUra de escafoides se produce con más írecuencia
que cualquier mra fractura de los huesos del carpo. La cura-
ción suele retrasarse si la fract ura se halla en el polo proximal
del escaíoides porque a menudo no hay riego sanguíneo o es
mínimo en esta región. El l 7% de tocias las rracturas de esca-
roides se asocia a otras lesiones a lo largo de la vía en carga de

A Vista anterior B Vista medial

o
:o
"'
o:: FIGURA 7.4. A, Vista anterior de la porción distal
del rnclio que muesLra una inclinación cubiwl de
unos 25 grados. B. Vista medial de la porción distal
del radio donde aparece una inclinación palmar de
unos 1O grados.

Inclinación cubital Inclinación palmar

 C11p1111l11 I I ,, mrrtiú11 179

.- -""'

.-~ ....

FIGURA 7.5. \'ista del canal c:ar-

piano de la mu1ien\ ckrecha c:on
eliminación de todos sus nm1po- Hueso ganchoso
nentes. El ligamento transverso y apófisis unciforme -~----,.....

del carpo nparecc tcchanclo el Trapecio y tubérculo

canal.
Surco del flexor radial del carpo

Tubérculo para el escafoides

Hueso grande
Escafoides

la muf1cca )' la mano. w Las lesiones asociadas a menudo
implican la fractura r/o luxación del semilunar y la fractura
del trapecio y la porción distal del radio.
SEMILUNAR
El semilunar es el hueso central ele la fila proximal, incrustado
entre el escaíoiclcs y el piramidal. Como el escafoides, la
superficie proximal del semilunar es convexa para ajustar en
la carilla cóncava del radio (ver Fig. 6.27B). La superficie dis-
tal del sem ilunar es muy cóncava, lo cual da al hueso forma de
media luna (ver Fig. 7.3). Esta superíicie anicular recibe dos
convexidades: la miLad medial ele la cabeza del hueso grande
y parte del \'énice cid hueso ganchoso.
PIRAMIDAL
El piramidal ocupa la posición más cubnal en la muñeca, .1usto
medial al semilunar. La superíic1c lateral del piramidal es larga
)' plana para articularse con un;1 superíicie de forma si mi lar
sobre el hueso ganchoso.
PISIFORME
El pisiforme, es decir, «con forma de guisante». se articula

Ligamenlo colateral cubital

FIGURA 7.6. Sección transversal en el pl11no írom:il de
la muricc<1 derecha )' porción distal del antebrazo que Receso preestiloideo
Ligamento colateral radial
muestra J¡¡ forma de los huesos )' tejidos conjunuvos.
Disco articular
con extensión de menisco -f~~~;;¡¡¡¡iii;¡íi~~
Receso sacciforme - + -- ---11
(en la articulación
radiocubital distal)

180 Sawm 11 Extl\"1111d11cl su¡>Cncl1
Enfermedad de Kienbiick: Necrosis avascular del semilunar
La enfermedad de Kienbéick es un trastorno ortopédico doloroso
de etiología desconocida, que se caracteriza por necrosis
avascular del semilunar.39 Sin riego sanguíneo adecuado, el
semilunar puede fragmentarse y acortarse, lo cual altera
significativamente la posición relativa de los otros huesos del
carpo. En los casos graves, el semilunar puede sufrir un colapso
total, interrumpiendo la cinemática normal de toda la muñeca.
Esto suele ocurrir con más frecuencia a las personas que
realizan labores manuales.
El tratamiento de la enfermedad de Kienbéick puede ser
conservador o radical, dependiendo de la gravedad. En las
formas iniciales o relativamente leves de la enfermedad - antes
de que se fragmente el semilunar y se vuelva esclerótico- , el
tratamiento implica la inmovilización con yeso. En los casos
más avanzados, se puede elongar quirúrgicamente el cúbito
para reducir la compresión en la articulación radiocarpiana.
Como alternativa, el radio se puede acortar quirúrgicamente
para conseguir el mismo efecto de descarga.2s El escafoides, el
trapecio y el trapezoide también pueden fusionarse para añadir
estabilidad al lado radial de la muñeca.
laxamcnte con la superÍicic palmar del piramidal. El pisiíorml'
descansa sobre h1 superficie palmar del piramidal. Este hueso
fácil de mover y palpar es el punto de inserción de varios
músculos y ligamentos. Por lo demás, el pisiforme tiene poca
importancia fu ncional en In cinemática de la mu11cca.
HUESO GRANDE
Es el mayor de los huesos del carpo, y ocupa una posición
central en la mu1'1eca. La gran cabeza de este hueso se articula
con la concavidad profunda generada por el escafoides }' el
semilunar. El eje de rotación de todo movimiento del carpo
pasa por el hueso grande. El hueso grande está bien estabi li-
zado entre el ganchoso y el trapezoide mediante poderosos
ligamentos cortos.
La superficie distal del hueso grande se une con rigidez a la
base del tercer y, en menor grado, segundo y cuano metacar-
pianos. Esta articulación rigida permite al hueso grande y al
tercer metacarpiano actuar como una sola columna, apor-
tando estabilidad longitudinal significativa a toda la mut'leca y
la mano.
TRAPECIO
El trapecio, o multiangular mayor, tiene una fo rma asimétrica.
La superficie proximal es ligeramente cóncava para articularse
con el escafoides. Tiene especial importancia la superficie dis-
Lal con fomrn sellar, que se articula con la base del primer
metacarpiano. L1 articulación cnrpometacarpiana es una arti-
culación muy especializada que pennite gran amplitud de
movimiento al pulgar.
Un tubérculo apuntado y delgado se proyecta desde la
superficie palmar del trapecio. Este tubérculo y el tubérculo
p
palmar del escafoides sirven de inserci<.'in al lado laLeral del
ligamento transverso del carpo (ver Fig. 7.5). Inmediatamente
medial al tubérculo palmar hay un surco evidente para el ten-
dón del musculo ílexor radial del carpo.
TRAPEZOID[
El trapezoide, o muhiangulnr menor, es un hueso peque1io
incrustado entre el hueso gmnde y el trapecio. El trapezoide,
como el trapecio, tiene una superficie proximal que es ligera-
mente cóncava para la art iculación con el escafoides. El hueso
forma una articulación basL;:inte finne con In base del segundo
metacarpinno.
HUESO GANCHOSO
El ganchoso recibe su nombre por la apofisis unciforme que se
proyecta desde su superficie palmar. El ganchoso tiene unn
forma general de pirámide. Su base o superficie distal se ani
cula con las bases del IV }' el V metacarpianos. Esta articula
ción permite movilidad a la cara cubital de la mano, 1mis apn.•-
ciable cuando la ahuecamos.
El vértice del ganchoso, su superficie proxi mal, se proycct<l
hacia las superficies cóncavas del semilunar. La apófisis unci-
forme y el pisiforme sirven de inserción al lado medial del
ligamento t ransvcrso del carpo (ver Fig. 7. 5).
Canal carpiano
Como se muestra en la figura 7.5, el lado pal mar de los hue-
sos del carpo forma una concavidad. Arqueandose sobre es1a
concavidad hay una banda fibrosa gruesa de tej ido conjuntivo
conocido c:omo el ligamento transverso del carpo. Este liga-
mento se conecta con cua1ro puntos elevados en la porción
palnrnr del carpo, es decir, el pisiforme y la apófisis uncil'o rme
en el lado cubital y los tub<:rculos del escafoides y el trapecio
en el lado radial. El ligamcmo transverso del carpo sirve de
punto primario ele inserción de muchos músculos localizados
en la mano, así como del músculo palmar largo, un músculo
ílexor de la rn ui'teca.
El ligamento transverso del carpo conviene la concavidad
palmar creada por los huesos del carpo en el rn11n/ rnrpin110. El
canal sirve de paso al nervio mediano y los tendones de los
músculos extrínsecos ílexores de los dedos.
ARTROLOGÍA
Estructura articu lar y ligamentos de la muñeca
ESTRUCTURA ARTICULAR
Las articulaciones principales ele la rnuñecn son la arlicu/acicln
radiocarpinna y la artiwlació11 mediocarpicma (ver Fig. 7. 1).
Existen articulaciones i111crcarpia11as mucho menos significati-
vas entre los huesos adyacentes del carpo (ver Fig. 7.6). Lns
articulaciones intercarpianas contribuyen al movimiento de
la mut'leca mediante peque1'1os movimientos deslizantes. En
comparación con la gran amplitud del movimiento de las ani-
culaciones radiocarpiana y mediocarpiana, el movimiento de
las articulaciones imercarpianas es relativamente pequei'lo. No
 ( t1/>lftdc17 Lct mwkrn 18 1

obstante, es importante para compleLar la nmplitucl toLal del Articutació11 mediocarpia11a

movimiento de la mut"lern.
Arliculaciones de la muñeca
• An iculación radiocarpiana
• Articulación mecliocarpiana
Compart imiento medial
Compartimiento lateral
• Articulaciones intercarpianas
Articulación radiocarpiana
Los componentes proximales de la aniculación racliocarpiana
son las superficies cóncavas del radio y el disco articular adyn-
cente (fig. 7. 7A). Los componentes clisLales ele esta articula-
ción son las superficies proximales convexas del escafoides y
el semilunar. El piramidal también se considera parle ele la
articulación radiornrpiana porque con una desviación cubital
completa su superficie medial entr<' en cont acto con el elíseo
anicular (ver Fig. 7.6).
La gruesa superficie articular de la porción distal del rad io
y el disco articular reciben y dispersan las lüerzas que pasan
del carpo al amebrazo. Aproximadamente el 20% de la fuerza
de compresión total que cruza la muñeca pasa por el disco. El
restante 80% pasa directamente por el escafoides y el semilu-
nar al raclio.20 Las áreas de contacto en la articulación radio-
carpiana tienden a ser máxi mas cuando la muñern está exten-
dida y en desviación cubital. H Ésta es una posición de la
muñeca en la que se obtiene mayor fuerza de prensión.
La articulación mediocarpiana es la que existe enLre las íilas
proximal y distal ele los huesos del carpo (ver Fig. 7 .7). Ll
cápsula que rodea la articulación mediocarpiana es contigua a
las articulaciones inlercarpianas.
La articulación rnediocarpiana se divide en los com parti-
mientos articulares medial )' lateral.38 El compa rtimiento
medial, más grande, está formado por la cabeza convexa del
hueso grande y por c:l vérLice del hueso ganchoso, )' encaja en
el receso cóncavo compuesto por las superficies distales del
escafoides, semilunar y piramidal (fig. 7 .713). L1 cabeza del
hueso grande encaja en este receso cóncavo de forma muy
similar a una enartrosis.
El compa rtimicnlo laleml ele la aniculación mecliocarpiana
se forma con la unión del polo distal ligeramemc convexo del
escafoicles y las superficies proximales ligeramente cóncavas
del trapecio y el trapezoide. El compartimiento laLeral carece
de la forma ovoide pronunciada del companimiento med ial.
L1 cinemmorracl iografía del movimiemo ele la 111u1icca mues-
tra menos movimiento que en el compartimiento mediaJ. 17
Pgr esta razón, et análisis artrocinemático ele la articulación
mediocarpiana se centra en el companímícnto medial.
LIGAMENTOS DE LA MUÑECA
Muchos ele los ligamemos ele la muf1eca son peq ueiios y clifí-
cilcs ele aislar. No obstame, la naturaleza irrelevante no mani-
fiesta su importancia cincsiológica. Los ligamentos de la
muiieca son esenciales para mantene r el alineamiento inter-
carpiano natural )' para transferir fuerzas por el carpo.2 Los
músculos aportan fuerza para el 1110\'itniemo activo ele la

Vista dorsal

Disco articular Ligamento colateral radial (cortado) Escafoides

Ligamento Semilunar (polo proximal)
Escafoides
escafosemilunar
Semilunar Ligamento dorsal de la cápsula
Ligamento A ' "··');:~l"""~iil;;::;;;;;'~ Ligamento escafotrapecial (cortado) Escafoides
colateral cubital (polo distal)

\i'f.;~~.,.-.......:......i._ Ligamento escafotrapecial Trapecio

(cortado}
Cabeza B Trapezoide
del hueso grande
Hueso ganchoso Hueso grande

O Compartimien to medial
Articulncíón med iocaq >iana
{D Compartimiento lateral

A
FIGURA 7.7. A, Disección de la mu tiern derecha que muestra una vista dorsal ele las articulaciones racliocarpíana y meclioca1·piana. En el texto
se ofrece una descripción de los ligamentos y mros tejidos blandos. B , En rojo )' en gris destac;:m los compartimientos lateral y medial de la arti-
culación mediocarpiana.
L82 Sntic>ll 11 l.x1nwlilcr1/ s11¡ic11111
-
!""::"-~ - -- - - - - - - --- - - ~ ---- ------ - - - -~
mento trans\'erso del carpo (ver Figs 7.6 )' 7.8l. Este liga-
I · 1ABLA.'i: 1 .· Ligamentos intrínsecos y extrínsecos !
mento sólo con l'iere parte de la estabi lidad lateral ele la
~ ele la mw1eca. 1
muñeca. Una porción importante depende ele los músculos
Ligamentos extrínsecos extrínsecos. como el abductor largo del pulgar y el extensor
cono del pulgar. El ligamento colateral radial está más de-
Ligamento radiocarpiano dorsal
sarrollado en senticlt) palmar-lateral que dorsal-lateral. Estas
Ligamento colateral radial l'ibras, por tanto, se tensan al máximo cuando la desviación
Ligamentos radiocarpianos palmares cubital de la mui'ieca se combina con extensión.
• Radio-h.grande A ni,·el profu ndo y separados ele la cápsula prllmar de la
• Radiosemilunar mui'teca hay varios ligamenLos grandes )' robustos conocidos
• Radioescafosemilunar colectivamemc como ligamrnlos nrdiornrpiwws palmares, ent re
Complejo cubitocarpiano los que se hallan el lig,amcnto rcrdio-l1.gm11clc, el rmlinscmi/1111ar
• Disco anicular )'en un plano más profundo, el ligamc1110 rndiocsc,Uoscmilunar
• Ligamento colateral cubital (Fig. 7.9). Cada ligamento nace ele un :irea rugosa en la por-
• Ligamento cubiiocarpiano palmar ción distal del rnclio, discurre distalmente en cl ireccil'> n cubila!
Ligamentos intrínsecos )'se insena en lrl superf'icic palmar de \'arios huesos del carpo.
Ligamentos cortos de la fila distal Los ligamentos radiocarpianos palmares son mucho más fuer-
tes )' espesos que los ligamentos racliocarpíanos dorsales.
Ligamentos intermedios
Existe una tensión signilkmiva en estos ligamentos incluso en
• Lunopirami.clal
• Escaíosemilunar una posición neutra y relajada ele la muiieca.>h En general, los
• Escarotrapecial ligamentos rndiocarpíanos palmares se tensan al máximo en
extensión CL)mpleta ele la 111u1ieca. ~L1
Ligamentos largos
• lntercarpiano palmar Existe una serie compleja ele tej idos conjunt i\'OS cerca del
Bílnda laternl: llbras entre el hueso grande y el escafoides borde cubital de la 111u1ieca c.:onocicla como complejo rnbitocc1r-
Banda medial : fibras entre el hueso grande y el piramidal /liw10. Este grupo ele tejido conjunt í,·o suele llamarse complejo
• lntcrcarpiano dorsal: fi bras entre el escaíoicles y el piramidal fibrocani laginoso triangular (CFCT).2Ll El complejo cubiwcar-
piam1 comprende el disco articular, el ligrlmento colateral
cubitrll y el ligamento cubitocarpiano pal mar (\'er 1-ig. 7 9).
mu1icca, y los ligamentos aponan el control y la dirección a la EsLa serie compleja ele tejidos ocupa la mayor parte del espa-
an rocinemát ica. Los ligamentos af'ectaclos por lesiones y en rer- cio cu/Jitocwpiww entre la porción distal del cúbito y los hue-
meclacles vuelven la muiicca vulne rable a la deformación y In sos del carpo (Fíg. 7.1 O). El espacio cubitocarpiano permite a
inestabi 1id ad. los huesos del carpo moverse en pronación )' supinación con
Los ligamentos de la munern se clasí nc;1n como extrínsecos el radio, sin interferencia cid extremo distal del cúbito.
o intrínsecos. n Los ligamentos extrínsecos presentan sus El disco arlirnlc1r, la principal característica de l complejo
inserciones proximales fuera de los huesos del carpo, pero se
insertan distalrnentc en ellos. Los ligamentos intrínsecos, por
el contrario, presentan sus inserciones proximales y distales en
Vista dorsal
los huesos del carpo (Tabla 7.1 ).

Ligamentos extrínsecos
Una cápsula fibrosa rodea la superficie externa de la mut"leca
y la articulación rad iocubital distal. Dorsalmente, la cápsula se
espesa un poco para íormar banch1s ligarnentarias conocidas Ligamentos
como ligamentos racliocarpianos dorsales (Fig. 7.8). Los liga- dorsales cortos
mentos son íinos y mu)' difíciles de dis1ingui r ele la cápsula. Ligamento de la fila distal
En general , los ligamentos racliocarpianos dorsa les escafotrapecial -~~o:>.:
discurren distalmente en una dirección cubital, de la porción Ligamento
distal del radío hasta las supe rficies dorsales del cscaíoiclcs )' Ligamento colateral cubital
el semilunar. Una serie más grande y poco e\·idcnte ele fi bras colateral radial
se ex1iencle hasta el piramidal. Los ligamentos rad iocarpianos
dorsales refuerzan el lacio posLerior de la articulación radiocar-
piana, tensándose en ílexión completa.JO
La porción lateral de la cápsula ele la mu1ieca se refuerza
con fibras llamadas lígwncnw colotc:ml raclic1/. Estas fibras se
insertan µroxima lmente en la apófisis esti loícles y clistalmenLe
en el tubérculo del escafoides, el trapecio y el adyacente liga- FIGURA 7.8. Ligamcmos dorsales de la muf\eca derecha.

Ligamento transverso del carpo
(cortado)
FIGURA 7.9. Ligamentos palnrnn:s de la
mu1,cc;i derecha. Se ha con;ido }' ckspb·aclo
el hg;uncnto rnmsverso del carpo p.1ra 111ll'>-
1rar los ligamentos subyacemes
cubitocarpiano, se inserta clc-,cle la escotadura cubual del
racho hasta cerca ele la apóíisis cstiloicks del cubito ( \TI' 1-ig.
6.27). Este disco es un componente estructural irnponantc ele
la articulación racliocubital distal >' In <1rt iculación rndi0car-
piana. La figura 7.6 muestra una sección t rnnsversal en el
plano fron tal del espacio cubitocarpiano. la cual muestra
una extensión poco defin ida de menisco del disco anicular. >s
La extension de menisco del disc\1 suele considerarse el homó-
logo meniscal cubit0<.:arpiano, lo cual es un vestigio de su fun -
ción antigua de conectar el carpo con d piramidal. Entre la
extensión de menisco del disco )' el ligamento colateral cubi-
tal está el pequeño receso 1nccstilmclm, un espacio lleno de
s111ovia. Este espacio se distienck con frecuencia y duele por
artritis rcumaLoicle. Los desgarros del disco articular pueden
dejar que el líquido sino\'ial se extienda desde la articulación
racliocarpiana hasta la articulacil.'l n racliocubital distal.
Pisiforme sobre
el píramidal
Apófisis estiloides
FIGURA 7.10. Radiograíi;i de la muncrn dcrcch:i que mucstrn ll•S
huesos del Cilrpo y el espado cubHOl'<ll'piano.
( tl/'llllf<> i f.<1 HHllh'ul 18 3
Vista ¡mimar
.9
'C
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a:
z
~
o
,;i-
El li~a111c1110 wllllc111/ t u/111e1/ es un espc<;mrnenl\1 del ladll
cubnal de la cápsula del carpo l11gs. 7.6 y 7.8). r1 liga111c11Lo
'>l' origina en la ap\lÍísis esti klid c~ ckl lUbtto, cru:a el l..'spaL·in
cubiwcarpiano, )'se inserta dbtalmentc en el ladt1 cubital del
pimm idal proyectándose dbtalmcntc h;1sta la base del V mct:t-
cnrpiano. La cles\'iacitin raclial compkta de la mu1ieL·a dLlll)!.<l
el ligamento colateral cubnal y h1 capsula ci rcundante . U
musculo extensor cubital del c.1rpo ayuda al ligamento colate
ral cubnal a reíor:ar el borde cubnal de la mufleca.'
El lige1111cn1c1 rnb11on11 p1w111 palnwr es una banda espesa de
iqido conjunti,·o que tiene su origen en el borde anterior del
clisco articular (\Tr í'ig. 7.9). rl ligamento se inserta distal-
mcme en las superficies palmares del semilunar }', en mennr
grado, el piramiclal Y' Se tensa en extensión completa de la
nnuieca y en desviación cubital complcta.111
Ligamentos intrínsecos
Lo!> ligamentos intrinscc:os de la muñeca se cl;1siíican crn1w
cortos, imermedios o largos l ,·cr Tabla 7. 1). H Los lig<1111rn1C1\
Clllt11s del carpo conectan los huesos de la fila distal p()f sus
superficies palmar, dorsal e mteróscas (Figs. 7.8 }' 7.9). los
ligamentos conos estabilizan } unen con firmeza la hla de
huesos, permitiéndoles lunnonar como una sola uniclacl
mcc<Ínica. Hay ln's ligamcnws i111crn1cdios en la 111u11cca. El li,l(ll-
111rnlo semil111wr-pirw11iclctl es una conLinuación fibrosa del liga-
mento rncliosem ilunar pal mar (ver Fig. 7. 9). El /ig<1111cn10 csrn-
.foscmílwwr es una colección ancha de fibras que une el
escafoides con el semilunar (\'cr fsg. 7.7A). \'arios lige1111c111<>.,
csw(otrapccialcs reíucr::an la arnculación cmrc el cscafo1dcs }
el 1rapccio (ver Figs. 7. 7 A )' 7 .8)
Dos liga111e111os rclati\·amente /(figos están prcsen1es en la
mut'lcca. El ligamento i111crrn1 ¡iicmo pal111ar se inserta con fir-
meza en la superficie palmar del hueso grande (\'er Fig. 7.9).
El ligamento se bi furca pmx 11wllmentc en dos grupos de fibra~
184 :>ffl l<lll /1 Ex11,·111rc/cu/ ~11/ll'lllll
FIGURA 7.11. Os1eocmc1rni1ica ele la mu11eca. A. Flexión)' extensión. B. Des\'iac1on radial)' rnbi tal. Notcsc que la ílcxwn supera
la extensión )' la des\'iadón cubirnl supera la desviación radial.
que forman una V invertida. El pilar lateral ele la V invertida
se forma con fibras del hueso grande al escafoides; el pilar
medial se compone de fibras ent re el hueso grande y el pira-
midal. Un ligamento fino , el liga111c1110 i11tcrcc11 piww do1se1I ,
ofrece estabilidad transversa a la muñeca al unir el escafoides
al piramidal (ver Fig. 7.8).
Cinemática del movimiento de la muñeca
OSTEOCINEMÁTICA
La os1eocinemá1ica de la muneca se limita a 2 grados ele liber-
tad de mo\'imiento: ílexión )' extensión , y desviación cubital )'
radial (l=ig. 7.11). La circunducción - movimien10 ci rcular
completo ele la muñeca- es una combinación de los movi-
mientos ames mencionados, y no un tercer grado de libertad
de 1110\'imientO.
Excepto por los mínimos movimientos accesorios pasivos,
la muneca no gira sobre un eje longitudinal a través del radio.
Este movimiento está bloqueado por el encaje óseo ele la art i-
culación radiocarpiana y la di rección de las fibras de muchos
ligamentos radiocarpianos.25 La aparente rotación axial de la
palma -pronación y supinación- se produce en las articulacio-
nes rad iocubitales proximal y distal clel antebrazo. Los movi-
mientos del antebrazo requieren que la mano se mueva con el
radio, no con independencia de él. La falta de este tercer grado
ele libertad en la articulación radiocarpiana permite que los
músculos pronadores y supinadores transfieran momemos a
través ele la mui'leca a la mano que actúa.
La muñeca rota en el plano sagital unos 130 a l 40 grados
(Fig. 7. 1 lA). Como media , la mu1'ieca se flexio na ele O grados
a unos 65 a 80 grados, y se extiende ele O grados a unos 55 a
70 grados. ts.22.29 Como con cualquier articulación dianrodial.
la ampliLud de mo,•im1cnto de la muüeca vana con la edad y
el estado de salud , o si el movimiento es activo o pasi\'o. La
ílexión total por lo general excede la extension unos 1O a 15
grados. La extensión final puede estar limitada por rigidez en
los gruesos ligamentos radiocarpianos palmares. En algunas
personas, una inclinación palmar de la porción distal del radio
por encima de la media puede limitar la amplitud de exten-
sión (ver Fig. 7.-+B).
La mu1ieca rota en el plano frontal unos 45 a 55 grados
(Fig. 7.1 LB). 11uH1 Ln desviación radial y cubital se mide
como el ángulo entre el radio )' la diáfisis del tercer meLacar-
piano. La desviación cubital de la mu1icca se produce cnt re O
y unos 30 grados. L1 desviación radial se da entre O y unos 15
grados. Debido a la inclinación cubital de la porción distal del
radio (ver Fig. 7.4A), la desviación cubital máxima suele ser el
doble que la desviación radial.
• P U N TO D E 1 N T E R É S 7 . 2
1 J
«Posición funcional» de la muñeca
Muchas actividades diarias requieren 45 grados de movimiento
en el plano sagital: de 5 a 1Ogrados de flexión, y de 30 a 35
grados de extensión. Además, muchas de las actividades diarias
requieren 25 grados de movimiento en el plano frontal: de 15
grados de desviación cubital a 1Ogrados de desviación radia1.s.21
El tratamiento médico de muñecas muy dolorosas o inestables
requiere a veces fusión quirúrgica. Para reducir al mínimo la
alteración funcional de este procedimiento, la muñeca puede
fusionarse en la posición funcional «habitual»: de 1Oa 15
grados de extensión y 10 grados de desviación cubita1.s.21

FIGURA 7.12. Los ejes de rotación mcdial-lmcrnl (cm gris)}' antcrn-
posterior (en rojo) del mo,·imicnto de la muñeca aparecen at11we-
sando la base del hueso grande.
La mayoría de los rno\'imienlos rnuurales de la mufieca
emplean una combinación de movimientos en los planos fron-
tal y sagital. El arco continuo máximo ele movimiento en la
muñeca se da ent re la exlensión completa/desviación radial y
la ílexión completa/desviación cubital.
ARTROCINEMÁTICA
Los estudios han cuant ificado la cinemálica de los huesos del
carpo usando distintos métodos, a menudo como requisito
para el disel'io de prótesis de la aniculación de la cacleraH
Eslos métodos son los siguientes:
• Radiograíías
• Disección anatóm ica
• lnserción de clavos en huesos
• Imágenes tridimensionales computarizadas
• Digitalización sónica
• Cinematorracliografía
• Estereoíotografía
• Sistemas oproeléctricos
• Aparatos de seguimiento magnético
A pesar de la multitud de estucl ios, existen varias explica-
ciones sobre los detalles precisos de esta cinemática.
Se asume que el eje de rotación del movim iento de la
mui'leca pasa por la cabeza del hueso grancle.+ll El eje discurre
C11p1111/n I L<1 m1mr.-11 185
en dirección medial-lateral para la ílexión )' extensión, y en
dirección anteroposterior par<\ la desviación radial y cubital
(Fig. 7 12). Aunque los ejes se describen como estátlcos, en
realidad migran un poco durante toda l<l amplitud del movi-
miento.2' La firm e articulación entre el hueso grande y la base
del 111 metacarpiano causa la rotación del hueso grande para
dirigi r el curso osteocinemático de toda la mano.
L1 muticca es un sistema cl ianroclial con movi miento
simultáneo en las aniculaciones rad iocarpiann y mediocar-
piana. La siguienLe exposición sobre anrocincmática se centra
en la rel<1ción dinámica entre estas dos articulaciones.
Flexión y extensión de la muñeca
Se han creado varios modelos para definir las cont ribuciones
angulares indi\'idu<llcs de las articulaciones rad íocarpiana y
mediocarpiana al movi miento total en el plano s;1gital de la
mrn"leca . 1 u. 1 2.n.20.N.~1 La ci nernáLica esencial del plano sagital
comprende movimientos que se producen en la columna cc11-
1ral de la muficcn (es decir, la que forma la serie de anicula-
cioncs entre el radio, semilunar, hueso grande y 11l metacar-
piano) (l=ig. 7 .13). Dentro de esL<l columna, la articulación
racliocarpinna está representada por la articulación entre el
rad ío)' el semilunar, y el compartimie1lll) medial de b articu-
lación mediocarpiana está reprcsenLado por la articulación
entre el semilunar )' el hueso grande. Se asume que la articu-
lación carpomctacarpian<1 es rígida y existe entre el hueso
grande y la base del 111 metacarpiano. Aunque esta descrip-
ción mecán ica de la nnuieca represe11le una simplificación de
una anrología muy compleja. muestra muchas ele las carnet<>
rístícas primord iales ele la <lrtrocinemálica de la mu1ieca en el
plano sagital.
Interacción dinámica entre las articulaciones de la columna
central de la muñeca
La art rocinemática de la extensión ele la muñeca se basa en las
rotaciones sincrónicas convexocóncavas en las art iculaciones
Articulación
carpometacarpiana
rad iocarpiana
FIGURA 7 .13. Vista lateral de la columna central dr la m uf1era. El eje
de rotación de la ílcxión y extensión aparece como un círculo
pequef10 que atraviesa el hueso grande.
l86

Vista lateral

Articulación
radiocarpiana

FIGURA 7.14. \ lodclo de la n)lu11111a central de la 111u1kL':I lkrcd1a donde aparn'l· la ílex1011 y t'Xte1h1lll1 1,1 111u1il'c;1
clel ccntro aparece en reposo. en una p,1,,iciún neutra. l.a anrm:i11L·nu\1ic<1 de roda1111cn1,1-r-clcsliw111icnl\l .1p;m:cc en
l\)jo en el c:\,11 tk la aniculaci[ln r:icl il)C:lrphm:i. )' en gri., para la rinirnl:tciL111 111l'cl il1c;1rp1ana. Durnnlt' h1 n .trns1011 de
la 111u1il'G1 U;:q111rrcla). los liga1111.:ntL1' 1aclit1c;1rpianos clt)r:.all'~"' mucs11-.u1 laxt)~) lt•'> ligamcmos ratl1l1rarp1a1w' pal-
mares. ten~tl'> <;e pwduce una ;11 lltll'll1L'll1atic;1 im·cp,,1 clur.1111c 1<1 ílcxi11n de la rnunt'ta til1·1.:d111).

rad1ocarpiana y mcdiocnrpiana. En la aniculacion radiocar-
piana. que aparece en rojo en la íigura 7. 14, la extensión se
produce mientras la superficie convexa dd semilunar rucdn
dorsalmente sobre el radio al tiempo que se cksl izn en sentido
palmar. La rotación dirige la superficie distal del semilunar en
una dirección dorsal extendida. En la aruculación medioca1 -
piana en gris en la figura 7.14, la cabeza cid hueso grande
rueda dorsal mente sobre el semilunar al tiempo que se desliza
en di rección palmar. La combinación de la an rncinemática de
e1111bas art iculaciones produce unos 60 grados ele extensión
Lotal de la muñeca. Una \'entaja de que las dos an iculaciones
contriburan al movimiento es que se consigue una amplitud
total significati\·a mediante rotaciones moderadas de cada ar11-
culación individual. Mec<lnicame111e, es1:1 combinación per-
mite a cada art iculación mO\·erse en un arco de movimiento
más restri ngido y estable.
La extensión completa de la muiieca e longa los ligamentos
rad iocarpianos palmares (\'er Fig. 7.14) )' la cápsula palmar)'
los músculos ílexores del carpo }' los dedos. L1 tensión en
estas estructuras estabiliza la mrnieca en su posición blo-
queadn de extensión .1 i La estabilidad de la extensión de la
mui'lcca es útil cuando el peso se aguanta con la extremidad
superior durante au h·idades como andar a gatas )' le\'antar el
cuerpo al trasladnr el cuerpo de 1<1 silla de ruedas a la ca111:1
La an rocincmát ica de la ílexión de la 111L11'leca es parecich1 ''
la descrita para In extensión. aunque a la inversa (ver f1g.
7. 1-t). La muneca no es mur estable en llexión complcla )' e.;t;\
poco adaptada para aceptar fuerzas de carga que soporte la
extremidad superior.
Describir la ílex1on y extensión ele la mw'lcca usando el
conceplo de la columna central es una descripción exce lentL'
de un proceso bastamc complejo. No obstante, una limitnciL1n
del modelo es que no tiene en cuenta todos los huesos dd
carpo que participan en el mm·1mie1110. Por ejemplo. d
modelo pasa por alto la cinemática del escafoides en la ar11n1
larión radiocarp1ana. En resumen, la anrocmcmática del esca-
foides sobre el radio es parecida a la del srn1i lunar durante la
ílexión )'extensión. excepto en una característica. Basándo<.c
en el distinto tanrnr'lo )' curvatura de los dos huesos. el esL·a
foicles rueda sobre el rad io a una \·elociclad disti111a que el
semilunar.2" Esta diferencia hace que ha)'a un ligero despla:a-
miento entre el escafoides y el semilunar al íinal del
mo\'imiento completo. Normalmente, en una muncca sana. el
grado de desplazamiento se reduce por la acción de los liga-
 ( <l/'1111111 ;- 1<I 1111111<"«1 187

Vista palmar

Articulación
mecliocarpiana
Tubérculo
del escafoides
Articulación
Disco radiocarpiana
articular

FIGURA 7.15. Radiogrnlbs )' dcsc ripcit\11 mccanica de la anrm;inc111álirn de la des\·iacion radial >' ntbital de la rn ui,eca derech:t. 1a anmcine-
mát1l·a de rodamientO-)'·<ksl1zamicnw aparece en rojo p<Ha la aniculacinn rad1ocarp1ana. y en gris suan: para la aruculación mcdmcarp1a11a
(la anrocincmauc1 se basa en las obS1.·n·ac1one~ ele cinematmradiogralia nhtenicla~ en la :\h1rqm'llc Un1n·r~ll), :\lih\·aukcc. \\'l. t·n 1999.)

mentos, sobre todo por el ligamento escafoscmi lunar (\'cr rig.
7.7A). Este ligamento puede sufrir daños mediame la luxación
escafoscmilunar 1raumá11ca, sino\'i tis crónica por anntis reu-
matoicle e incluso por cxéresis quirurgica ck un gangliün. La
rotura del ligamento escafosemilun;11· predispone a la inestabi-
lidad de la articulación escafoscmilunar, lo cual interfiere con
la ci nemática naLural ele la rnuiieca. >
Desviación radial y cubital de la muñeca
Interacción dinámica entre la articulación radiocarpiana
y la articulación mediocarpiana
Como la ílexión )' la extensión, la cles\'iación radial y cubital
se produce mediante rotaciones coiwexocónca\'as sincrónicas
en las articulaciones racl iocarpiana y mecl íocarpiana. La an ro-
cinemática de la desviación radial )' cubiLal , sin embargo. es
ligcrameme más complicada que la de la ílexión )' extensión.
Durante la desviación cubital. las art iculaciones radiocar-
piana )' mecl iocarpiana contribuyen casi por igual al movi-
mie1110 general ele la 1mu1cca (Fig. 7.15). En la articulación
radíocarpiana que aparece en rojo en la figura 7.15, el escafoi-
des. semilunar )' piram idal ruedan cubitalmentc y se deslizan
radialmcnte una distancia significativa. El grado de desliza-
miento radial es C\'idente si reparamos en la posición final del
semilunar respecto al radio en la des,·iadlin cubital cornplcw.
L1 dcs\'lación cubnal en la aniculac1on mecliocarpiana se
produce sobre tocio con el rodamiento cubital )' el desliza-
miento un poco en sent ido radial del hueso grande. La ampli -
tud completa de la dcs\'iacion cubital hace que el piramidal
entre en contacto con el disco articular. La compresión del
hueso ganchoso contra el piramidal em puja la fila proximal ck
huesos del carpo radialmentc contra la apófisis estiloides del
radío. Esta compresión ayuda a estabilizar la mui'leca para
acti\'idades que requieran graneles fuerzas de prensión.
La desviación rad ial de la muñeca se produce mediante una
anrocinemática parecida a la descrita para la des\'iación cubital
(\'cr Fig. 7. 15). El grado de des\'iación rad ial en la articulación
rncl iocarpinna está li mitado porque el lado radial del carpo
comprime la apófisis estiloides del radio. L1 maror parte de la
desviación radial de la muñeca se produce, por tanto, en la ani
culación mcdiocarpiana. El hueso ganchoso )' el pi ramidal se
separan al final de la des\'iación radial completa.
Tensión en el sistema de «V doble» de los ligamentos durante
la desviación radial y cubital
L1 anrocinemática del mo,1mtemo de la muñeca corresponde
en su parte acti,·a a los músculos, pero está controlada por la
188 Srcrnm 11 htll'l11ichul supnu11
·-------- -~~~-
P-lJNTO DE 1- NTERÚS 7 .3
Artrocinernática adicional sobre la fila proximal de huesos
del carpo
La cuidadosa observación de la desviación radial y cubital
durante la cinematorradiografía de una serie de placas estáticas
revela una artrocinemática más complicada que la hasta aquí
descrita. Durante el movimiento, la fila proximal de huesos del
carpo «rueda» un poco en flexión y extensión y, en mucho
menor grado, «gira». El movimiento de balanceo es más
apreciable en el escafoides y, en menor grado, en el semilunar.
Durante la desviación radial, la fila proximal se flexiona un poco:
durante la desviación cubital, la fila proximal se extiende un
poco.11 Nótese en la figura 7.15, sobre todo en la radiografía, el
cambio de posición del tubérculo del escafoides entre los
extremos de la desviación cubital y radial. En desviación cubital
completa, el escafoides gira unos 20 grados en extensión
respecto al radio. El escafoides parece «levantarse» o elongarse,
lo que hace que el tubérculo se proyecte distalmente. En
desviación radial completa, el escafoides se flexiona unos 20
grados más allá de la posición neutra, menguando su estatura
con su tubérculo aproximado al radio. Un acortamiento
funcional del escafoides permite unos pocos grados más de
desviación radial antes del bloqueo completo contra la apófisis
estiloides del radio. El mecanismo exacto responsable de la
ligera flexión y extensión de la fila proximal de huesos del carpo
durante la desviación radial y cubital no es del todo conocido,
aunque se han ofrecido muchas explicaciones.2s,31 Lo más
probable es que el mecanismo esté dirigido por fuerzas
generadas por los ligamentos estirados y las compresiones
entre los huesos móviles del carpo.
tensión pasiva de los ligamentos. Un sistema de ligamentos en
V doble muestra una íorma en que los ligamentos ayudan a
controlar la desviación radial y cubital (Fig. 7. 16).33 En la
posición neutra, los cual ro ligamentos del sistema en V doble
aparecen como dos V in ven idas. La V inven ida representa los
Vista pnlmar
FIGURA 1 .16. Tensión y relajación del sistema de ligamentos •en V doble• de la mu11eca. Los liga memos colaterales tambi~n aparecen. Los hue-
sos se han bloqueado por razones de simplicidad. Las lineas tensas represen1an ligamemos bajo presión cada vez mayor.
•
- pilares medial y lateral del ligamen to intercarpiano palmar
~ (ver Fig. 7.9). L1 V invertida proximal está íormada por íibrns
de los ligamentos cubitocarpiano palmar y radiocarpiano pal-
mar. Los cuatro pilares del mecanismo ligamentarío soportan
una ligera tensión incluso en la posición neutra. Durante la
desviación cubital, la tensión pasiva se eleva en diagonal pot
la mufleca mediante el estiramiento ejercicio sobre el pilar late
ral del ligamento intercarpiano palmar y las fibras del liga
men to cubitocarpiano pal mar. 3(, Durante b desviación rndinl,
se crea tensión en la diagonal contraria mediante un est ira-
miento del pilar medial del ligamento i1Hcrcarpiano palmar y
fibras del ligamento radiocarpiano palmar. Un aumemo gra-
dual de la tcnsion ele estos ligamentos constituye una íucme
importante de comrol del movimiento, así como de estabili-
dad dinámica de los huesos del carpo.
Tensiones creadas en el sistema «en V doble» de los
ligamentos durante el movimiento en el plano frontal
Durame la drsv1e1ci1i11 cubital, la tensión aumenta en el:
Pilar lateral del ligamemo imercarpiano palmar
·• Ligamemo cubitocarpiano palmar
Durante la desviación radial, la tensión aumenta en el:
Pilar medial del ligamento imcrcarpiano palmar
Ligamcmo in1crcarpiano palmar
L1 tensión en los ligamentos colaterales estirados del sistema
en V doble ayuda a determinar la amplitud final de mov1-
micmo de la desviación radial y cubi1al. La desviación cubital
pasiva está limitada por la tensión en los ligamentos colaterales
radiales y cubitocarpianos palmares est irados. La desviación
radial, por el contrario, está limitada por la tensión de los liga-
mentos cubitales }' radiocarpianos palmares estirados.
Inestabilidad carpiana
La mecánica patológica de la inestabi lidad carpiana se da ele
muchas íorrnas.32. En esencia, tocios los tipos ele ineswbilidncl
ta~ Articulación
-..,..\.... radiocarpiana
~
~o
~-
Rad\O
 <.11¡iu11l11 í I 11 m11llet<1 189

FUERZA DE COMPRESIÓN
Colapso rotacional ele la muneca. Mecánicameme, la
mufleca se compone de una fila proximal móvil de huesos del
carpo intercalados o imerpuestos entre dos estruclllrns rígidas:
Meta-
carpiano el amebrazo }' la nta distal de huesos del carpo.14 Como los
vagones descarrilados de un tren de mercancías, la fila proxi-
Fila mal de huesos del carpo es propensa al colapso rotacional en
distal zigzag cuando se ve comprimida por ambos ext remos (Fig.
estable
7. 17). Las íuerzas de compresión que cruzan la mrnieca son
o causadas por la acLivación muscular )' el contacto con el
ambieme circundante. En la mayoría ele las personas sanas, la
mui'leca se mantiene perfectamente estable de por vida. El
~ colapso )' posterior luxación articular se previenen con la
~\
'&.~ resisLencia ofrecida por ligamentos, tendones y articulaciones
~ intercarpianas.
Antebrazo ~ El semilunar es el hueso del carpo que se luxa con mayor
~
o frec uencia.39 Como ningún músculo se inserta en el semi lu-
o nar, la estabilidad corresponde a los ligamentos)' el contacto
JJ
en con huesos adracemes, sobre todo el escafoides (Fig 7.18A).
)>
r El escafoides actúa como un eslabón mecánico en1re el semi-
lunar }' la fil a distal rígida ele huesos del carpo. La conti nuidad
FIGURA 7.17. Descripción mu)' esquemática del hundimiclllo <•en
zigzag» de la columnn central ck la muñeca después de sufrir una dc ·cste eslabón requiere que el escafoides esté bien estabili-
gran fuerza de compresión. zado por los ligamentos imrínsecos. Consideremos, por ejem-
plo, una caída sobre la mano extendida con una frnc1ura resul-
tante de escafoides y desgarro del ligamemo escafoscmi lunar
carpiana producen una pérdida íuncional debido a una pérdida (Fig. 7.188). La disrupción del eslabón mecánico del escafoi-
del alineamiento anmómico normal. Los ejemplos siguientes des suele denvar en luxación del semilunar. Como se aprecia
describen dos tipos corrientes de inestabilidad carpiana. en la figura 7. 188, el semilunar suele luxarse, por lo que su
supcríicie articu lar distal se orienta en scnliclo dorsal. Esta
afección se denomina clínicamente incswbilidacl del segmento
Dos tipos corrientes de inestabilidad carpiana mtcrcalado dorsal (ISID) (Fig. 7.19). La lesión de otros liga-
!.Colapso roLacional de la muñeca: Deformidad «en zigzag» mentos. como el semilunar-piramidal , puede provocar la diso-
Inestabilidad del segmento intercalado volar (ISIV) ciación del sem ilunar con sus superficies articulares distales,
Inestabilidad del segmento intercalado dorsal (1510)
2.Translocadón del carpo
oriemaclas en sentido volar (palmar). Esta afección se deno-
mina inestabilidad del segmento intercalado volar (ISIV).3t Con

FUERZA DE COMPRESIÓN

A
8

FIGURA 7.18. A, Al actuar a través r¡\a distal

de los ligamentos, el escafoides
constlluye un eslabón mecánico
entre el semilunar relativamente
móvil y la fila distal rfgida de huesos
del carpo. B, Las fuerzas de compre-
sión que atra,·iesan la muñeca por
una calda pueden fracturar el esca-
foides )' romper el ligamento escafo-
semilunar. La pérdida del eslabón
mecánico del escafoides suele pro- Ligamento
,·ocar mestabilidad y/o luxación del escafosemilunar
semilunar.
190 Scu 11111 /1 1\l,.·1111.lad .\llJl<'lflll
Semilunar
(desplazado
dorsalmente)
Radio
FIGURA 7.19. Radiograf1a ck perfil que murs1rn h1 luxacion y poste-
rior deformidad ro1ac1llnal del scmilurnir t• n dirección dors;\I.
Ll1111parcsc con la íi~u m 7. 18 B. (Por concs1a tk Jllil f\la rion. CI IT,
O rR. }' Thllmas Hitchcot·k, f\ID. f\ tarshficld Clin1c, f\ larshficlcl. \VU
FIGURA 7.20. Dibujo que muestra cómo la incl1nacion ele la porción
distal del radio predispone •I suf1ir 1ranslocacion culm.11 del t<irpo. Lls
fuerzas de comprcsion (Fl) que cruzan la mulicca se co1wier1en en ( 1)
un vct:tor ele fuerza que actua perpendicular a la arucul:ición rad1ocar-
piana (1\) y (2) un vector de fuc rzn (F,) que d1scurn: paralelo a h1 ani-
rnlacion radiocarpiana. La fuerza Fy comprime y cstabil1z;1 la anicula-
dt\n rndiocarpiana con una magnitud cercana al 90% dc Fe (coseno de
20 grndos X Fe). L1 fuerza 1\ tiende a trasladar el carpo en dirección
cubital, con una magni1ud del 42% de F<. (seno de 25 grados X Pd.
Nótese que la direcciün de las fibrns de los ligamemo~ mdiocarpianos
palmares opone resistencia a rsta traslación cubnal natural del carpo.
Cuanto mayor sea la inclirn1ción cubilnl r/o mayor sea In fuerza de
compresión en la mu1'lc<:<1, mayor será el potencial ele traslación cubital.
independencia del tipo de colapso rotacwnal, las consccuen
cias pueden ser dolorosas )' cliscapacitaclorns. Los cambk)s de
In an rocinemál ica nm u mi mi vez c reen regiones ele mucha tcn-
sion. que al final producen destrucción articular)' cambios de
la morfología del carpo. Una mu1'lcca dolMosa )' an rít ira es
probable que no apone una plataforma c~tablc a la mano L n.t
111u1'leca que hara sufrido un colapso puede acortar su longt
lllcl, lo cual altera la relación ele longilllcl-tcnsión )' los brazl)S
ele momento de los musculos que cruznn la muñecaH
Translocación cubital del carpo. Como se dijo antes. el
e'tremo distal del radio se angula lmerola1eralme111c de mndl)
que su superficie arucular se inclina cub11almente unos 25
grados (\'er Fig. 7.4A). La inclinación cubital del radio crea
una tendencia natural en el carpo a deslizarse (trasladarse) en
dirección cubit <ll. La f'i gura 7.20 muestrn que una murieca Cl)n
una inclinación cubital ele 25 grados 1icnc una íuerza de trao;-
lación cubital del 42% de la íuerza de compresión total que
cruza la mu1ieca. t\ esta fuer:a de 1rnshlc1on se oponen nmu
ralmcnte fuerzas pnsivas de distintos ligamentos extnnscn)~.
como el ligamcnw radiocarpiano palmnr. Una cnfcnncd.ld
Cl)ll10 la artritis reumatoide debi lita sig111íicmivamente los hga ~
mcnws del carpl1. Una traslación cubital cxcesi,·a puede altc
rar ele forma sign ifirnti,·a la biomednicn de toda la muliet:a )'
la mano.
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
Inervación de los músculos y articul aciones
de la muñeca
INERVACIÓN MOTORA DE LOS MÚSCULOS
El 11cr\'io raclial merva todos los musculos que cruzan el lado
ck1rsal ele la muticrn (ver Fig. 6.338). Los músculos CU)il
nct:ión princi pal se t:rn tra en la mu1ieca son el extensor radial
largo del carpo, el extensor radial cono del c:nrpo y el exten-
sor cubital del carpo. Los nervios mnliww y rnbiwl incivnn
wdos los músculos que cruzan el lado pnlmar de la mu1icra,
mcluidos los llexorcs primarios de la mur'lcca (Fig. 6.33C }'
O). Los músculos llexor radial del carpo )' palmar largo estan
inervados por el nervio mediano; el flexo r cubital del carpo
está inervaelo por el ne rvio cubital. Las raíces de los nervios
motores que inervan tocios los músculos ele la extremidad
superior aparecen enumeradas en el Apéndice 11 , parte 1\ . FI
Apéndice 11, parte 13 muestra los músculos claw que surkn
usarse para probar el estado funcional de las raíces de los ner-
vios ventrales Cs-T1.
INERVACIÓN SENSORIAL DE LAS ARTICULACIONES
Las arLiculaciones radiocarpiana )' mediocarpiana reciben
fibras sensoriales de las raíces de los nervios c(l./ que viajan
con los nervios mediano)' radial.7.8 L1 inervación de la ar11c11-
lación mediocarpiana corresponde a los nervios sensitivos que
viajan a la raíz del nervio Cs a través del ramo profundo del
nervio cubital.7
 ( •1/'lltrlll ';" l 11 llllllltul 191

Función de los músculos en la muñeca
Aparte del músculo ílexor cub11al del carpo. ningún tendón de
un músculo extrinscc.:o se inserta direcLamcntc en los huesos
del carpo. La mayoría ele los músculos eje rcen su accion prin-
cipal en la mu11eca a tnn-és de sus inserciones distales en la
base de los metacarpianos y falanges. Los musculos extnnse-
cos de la mano, como el extensor largo del pulgar y el ílexor
supc ríicial de los dedos, se consiclernn en clernlle en el
Capítulo 8. Las inserciones)' la inervación ele los músculos de
la mu1'1cea aparecen en el ,\pcndice 11. parte C.
Como se muestrn en la íigurn 7.12, el eje de roLacion de
t0do 111ovimie1110 del carpo se localiza en In base del hueso
- -
grande. Ningun musculo de la muril:ca la nu::;1 clirectame111e
en sentido nmeropostcnor o mcdinl-lmeral a e;.tc eje de
roracilm. Todoc; los mu..,cttlt)S. lkW tanto, tienen brazos dl'
momento de ltingiLud ,·ari;1bk para 1mxlucir momcnttis en k1s
planos sagnnl )' froma l. 1 1 e-.;tensor radial cono del carpo. ptw
qcmplo. discurre dorsal mente hasl<l el c1c de rotant'11 mechal-
lntcral )' lmeralmeme hasta el eje alllt' l\)postcrior ele rotacion.
l'.stc músculo cuenta con un hrn;:o de momento parn la cxtcn-
sil111 de In mutil'cn ast como para hl des,·iación radial.
La tabla 7.2 enumera las ;\reas transwrsaks de la marona
de los músculos que cruzan la mrnil'l.'a. l:sta información si rw
p:ir:-i predeci r el potencial de fuerza rela1h·o de un múseulo.11
1\lgunos estudios describen la posil'ilm }' longitud de los bra
- - :os de momento de la marona de k)s müsculos del carpo que

~
Bl A 7. 2. Arca l ransvcrsal de la mayon a
los músculos. que cruzan la mm\eca
Flexor potencial de la mu1ieca
Flexor proíundo de los dedos
Flcxor superficial ele los dedos
Flcxur cubital del rnrpo
Flexor largo del pulg:1r
Flexor radial del carpo
Abductor largo del pulgar
Extensor con o del pulgar•
Todos los músculos llcxores
Exte11sor potencial de la mmicca
- ---
Extensor cubital del carpo
Extensor común de los dedos
Extensor radial largo del carpo
Extensor radial corto del carpo
Extensor largo del pulgar
Todos los músculos extensorest
Ap11l\111l,ldO.
t $t- l"Wlll)l"O d CXICll'-'lf dd IOdKl" )" d \"\ll"ll'<lí dd 111\"l\l<tl"
\D.n<" ,t,· f1ck R· l.d1111l.11hl LO, $m1th 11-:
F1l.1tklli.1. Ftl 0,1\"b. 1'1113 1
cruzan la cabeza Jel hucSl1 grande. v; 1 a combinacinn tic CSIOS
dalos ofrece un rnl'Locl() lit il para cnkular la accion }' pt1trndal
Área transversal (cm!) de torque rclaiivo ele los musculos de la mu1icca (Ftg. 7.2 1)
Clmsidercmos, por cjcmpk1, el extensor cubital dd carpo ) el
10,8
lk.\or cubnal del cupo. t\I reparar en la locnlizanon de cada
10,7
5,0 musculo respecto al eje de 1\1tación, e;. C\'iclcnte que el extrn
2,9 sor cubital del carpo es un extensor y des\ iaclm cuhnnl. )' que
2,16 el llcxor cuh11nl del cwpn es un íle-.;m } des,·1.1tltw cubital.
1,84 C..01110 ambos musculos 1ie11c11<'ireas tr<tnS\Trsalcs parecidas. e~
0,40 probable que prod uzcan ni \'elcs comparables de fuerza. Para
33,8 calcular la producción de nwmento relatt\'O. hay que multipli-
Área transversal (cm1) car el área trans\·ersal de cada musculo por d bra;:ti ck
momento interno. Por tanto. el muscult1 extensor l'Ubital del
5,30 carpo se considera müs potente rn11ll1 clesviaclor cubi1al que
4,30
como extensor; el llexor cubital del carpo se considera un
3, 14
2,22 potente ílcxor }' des,·iador cubital.
0.56
15,5
FUNCIÓN DE LOS EXTENSORES DE LA MUÑECA
Anatomía muscular
1os 1rcs extensores principales de la mu11cca son el cxtcnsm
ª'"""''"'"'' C1011..d 1'm.-,1,•lc~1 . 4 • .-,1 rcrdwl largo cid cnrpo, el cx1t·11scn- rcrclwl mrto del cw ¡m }'el rxlcn-
~or cu/Jita/ del carpe> (Fig. 7.22). El extensor comun ele los

FIGURA 7.21 . Perspccti\•:i distal :1 tr:wés

del canal carpiano ele la muñeca derecha Palmar
paremia a la de la figura 7.5. El tmzado
~ :§$·~ ~ ..<)
gráfico muestra el cl1ca trn11svase1/ y el
. .~ O'~. ~
/Jra::a ck 11w111rntv i11lt'nt1> de la niarorfa de
los músculos que cruzan la mu1kca a
nivel de la cabeza del hueso gmndc. El Vista dorsal
área que ocupa c:1da músculo en 1:1 cua-
~,</, ~"
· ~~~
~"
~q,<;
- .-
nexor
del apo

'°4'~
• c1eT:::t
Q,~31//t '?).>.,
fltX«

lfle>Of
•otund!
Rw>r
~<;!11)0

Flexo•
Trapecio
Abd\Jctor

.
IMOO
delpol¡¡ai
o>~ 'fo_,.
,.,..
"'o;:·
"'1/

dricula es proporcional a su área transver- del0$dedos l•roo <',t

del putoar "'°'-< • Extensof
sal y. por tanto, manifiesta su producción %. -del~
relall\"<l de fuerza máxima. El CJC mrdi:1l- Eie ~.

lateml (~ 1 L) de rotación de la mu1iccn (en

gris))' el eje antempostcrior (AP) de row-
ML
.. Gaochoso ztlsoo
7
~11e
Extensor rJcr..lt
• laroo del carPO
Extensor 1oc11a1 • Exlensor

ción (en rojo) intersccciomm en el hueso

grande El brazo ele momento interno de
EX'lensor
tubi131
dele.upo
Extensor
comoode
Jos dedos
.
CO<IO delC3<po 1aroo
dll,,..loo,

~é
• 1
~ ~
cada músculo para una acción concret:I es O'~~ ¡;:..<> (I>

igual a l<1 distancia lineal de cada músculo

q,,.'?.r,o_,. '<,{:-_</, é
..,,.{.I>
"4-ó.. ~q,<;
respecLO a estos ejes. La longitud ele cada ~/ ¡¡¡~
brazo ele momemo interno (exprcs.1do en
cm) se manifiesta por las marcas princi- Dorsal
pales. Asumimos que la muiieca se man- 1 cm
tiene en una posición neutra.
192 Scuiti11 JI Extrcmic/wl 'll/1tTin1

Extensor cubital
del carpo
Epicón dilo
medial Extensor propio del 59dedo

Extensor radial largo

Extensor cubital del carpo Extensor radial Extensor radial Extensor
del carpo ---!~-+-~ largo del carpo corto del carpo largo del pulgar

FIGURA 7.23. Vista oblicui1 dorsal de la sección Lmnsversal de los

Lencloncs ele los músculos extensores ele la nrn1'leca y de los dedos
que pasan por el relimiculo ele la muñeca. Todos los músculos que
cruzan la cam dors<1I ele la mu1'leca discurren por uno de los seis
canales fibrosos hundidos en el retináculo de los músculos exLenso-
rcs. El rc>vcstimiemo sinovial aparece en rojo.
Abductor largo
Extensor propio del pulgar (cortado)
del 5º dedo Las inserciones proximales ele los extensores primarios ele
Extensor corto la mu11ect1 se loct1lizan en y cerca del epicónclilo lateral
del pulgar (cortado)
(«extensor-supinaclorn) del húmero y en el borde dorsal del
Retináculo de los músculos cúbilo (ver Figs. 6.2 y 6.6). Distahnente. los exLensores radia-
extensores --Ll:::i.l'I
les largo y cono cid carpo se insenan lt1clo a lado en las bases
dorsales del 11 y 111 meL<1Carpianos; el extensor cubital del
carpo se insena en la base dorsal del V metacarpiano.
Extensor propio del 2º dedo Los tendones ele los músculos que cruzan el lt1do dorsal )'
dorsal-radial se t1seguran en la muñeca mediante el rclináculo
ele los músculos extensores (Fig. 7.23). El retináculo envuelve la
FIGURA 7 .22 . Vista posLerior del :rnLebrazo derecho donde aparecen apófisis estiloides del cúbito para insenar palmarmente el
los músculos exLcnsores primarios de la mur'leca: extensor radial músculo ílexor cubital del carpo , el pisiforme )' el ligamento
largo del carpo, exLensor radial cono del carpo )'extensor cubital del pisimetacarpiano. El retináculo se in.sena en la apófisis estiloi-
carpo. El exLensor común de los dedos aparece como un extensor de des del radio y el lig<1menLo colateral rad ial. Entre el retináculo
la mu1'leca por su gran potencial parn ayudar en esta acción. También de los músculos extensores y la superficie dorsal del carpo hay
aparecen muchos ele los extensores secundarios ele la mu1'leca. seis canales fibroóseos que ucogen los Lendones a lo largo de
sus vainas sinoviales. El rctináculo de los músculos extensores
dedos es capaz de generar un momento signiíicativo ele exLen- impide que los tendones «se <1rqueen» y alejen de la articula-
sión ele la mui'leca, pero parLicipa sobre todo en la extensión ción radiocarpiana duranLe la extensión activa. El retináculo )'
de los dedos. 0Lros extensores secundt1rios ele la mufiect1 son los tendones asociados Lambién ayudan a que los ligamentos
el extensor del índice, el extensor propio del 5° dedo y el capsulares dorsales estabilicen el lado dorsal ele la muñeca.
extensor largo del pulgar. La función ele estos músculos se
esLUdia con más detalle en el Capíwlo 8. Actividad de Jos extensores de la muñeca al cerrar el puño
La función principal ele los extensores ele la muñeca es situar y
estabilizar la muñeca durante actividades que implican los
Músculos extensores de la mufteca dedos. De panicular importancia es el papel de los músculos
Pdniarios extensores de la muúeca a la hora ele cerrar el purio. Para
• Extensor radial largo del carpo demostrarlo, se cierra )' abre el puño con rapidez y se repara en
• Extensor radial corlo del carpo 1<1 poderosa <1Ct iviclacl sincrónirn ele los extensores del carpo.
• Extensor cubital del carpo
l os músculos extrínsecos ílexores ele los dedos, a saber, ílexor
Secu ndarios profundo de los dedos )' ílexor superficial de los dedos. pasan
• Extensor común de los dedos a una dislancia palmar significativa del eje medial lateral ele
• ExLensor propio del 2° dedo rotación de la mu1ieca (ver Fig. 7.2J). Su contracción como lle-
• Extensor propio del 5° dedo
• Extensor largo del pulgar xores primarios de los dedos genera un momento de llexión
significativo en la mwieca que debe contrarrestarse con los
 l ctpmr/11 1 1<1 m111it'u1 l93

600

FIGURA 7.24. t-.lecanismo de los musculas implicados en la aplica·

rión de una prensión podcrnsa. 1~1 c.:ontrncción de los ílcxores largos
de los dedos ílexiona los dedos. pero tambien gen~m un 1110111rnw
s1111ulttinro clr _Pcxión tk 111 11111f1ua. l:\ acth·acion ck los extensores de
la muiieca, como el extensor radial cono del carpo, es nec.:esan:1 para
bloquear la tendencia a la ílcxión de In 111u 1'icca causada por los ílc-
xores nctívados de los dedos. De este modo, los músculos extensores O+-~~~~~~~~~~~.--~---,.--~......,
de In mufiern mantienen la longitud óptimn de los músculos ílc:.¡ores
dr los dedos pnra ílexionarlos con cl1cncia. Los brazos ele momento
90 60 30 o 30 60 90
Ángu lo de la muñeca (grados)
interno del t•x tcnsor radird corto del carpo}' los llcxores tk 1<1-; dedos
aparcn·n con !meas en negrita. FIGURA 7.25. Furr:n., de compresión pnxlucida5 por una prcn~w11
de csfucr:o m:íx11110 en chstinta~ pos1c11111cs de la 111u11cca. L1 fucrw
de prcn ~1t\n l\l<lXI 111:-t ~e prmlun: con uno~ 10 g,raclos de cx1c11s1011.
músculos extensores (Fig. 7.24). Cuando se aplka una pren- lD:-tL05 de tres SllJClll::.. Con autlm::acion lk lnman \ '"I, Ralston 11)

sión fuerte sobre un o~jeto, los extensores de la muñeca man-
tienen la muf'leca en unos 35 grados de extensión )'en unos 5
grados ele clcs\'iación cubital. t 9 Esta posicion mejora la re lacion
de longitud-tensión ele los flexores extrínsecos de los dedos, lo
cual facilita la fuerza máxima de prensión (Fig. 7 25).
El músculo extensor de la mu1'leca más activo al cerrar el
pul''lo ligeramente es el extensor radial cono del carpo. A
medida que aumema la fuerza ele prensión . el extensor cubi-
Ll-11 del carpo. seguido de cerca por el extensor rad ial largo del
carpo, se unen al extensor cono aclivado.24 Actividades que
requieren una prensión repetiti\'a }' forzada, como manillar o
jugar al tenis, pueden fatigar en exceso los extensores de la
mufl eca, sobre todo el hiperactivo extensor radial corto del
carpo. La afección llamada epicondilitis o .-codo de tenista» es
producto de la tensión e inflamación resuhnnte de la inserción
proximal de los extensores de la m u1'leca.~
Como se aprecia en la figura 7.25. la fuerza de prensión se
reduce significativamente cuando se flexiona la mlu)cca por
completo. u1 reducción de la fuerza de prensión es prod ucto
de una combinación de dos factores. Primero, }' quizá el prin-
cipal, los ílexores de los dedos no pueden generar fuerza sufi-
ciente porque funcionan en una longitud muy cona (laxa)
sobre su cun·a ele longitud-tensión. Segundo, los extensores
ele los dedos sobreestiraclos, en especial el extensor común de
los dedos, crean un momento extensor pasivo en los dedos.
que reduce aún más la fuerza de prensión efectiva. Esta com-
binación de hechos fis iológicos explica por qué una persona
con parálisis de los extensores del carpo tiene dificultad para
producir una prensión eficaz aunque los ílexores de los dedos
se mantengan completamente inervados. Los imemos por
producir una presión de esfuerzo máximo cuando los exten-
sores de los dedos eswn paralizados generan una postura de
lO<ld 1- /1111111111 \\í1lh111g. B,1hímorc. \\'1ll1a11b & \\ 1lk11i:.. 1981 )
flexion digital con flexió n ele In mut'lc1.:a (fig. 7.26t\) La c~tn­
bilizac1ón de la muñeca en un grado ele extensión mnror 1xr-
miLe a los músculos ílexores de los dedos casi t nplicar la
fuerza ele prensión (i=ig. 7.26B). La prc\'ención manual u one-
sica ele la flexión de la muñeca mantiene los flexores extnnse-
cos de los dedos en una longitud elongacla que permite una
mayor producción de fuerzn.
Por lo general, la persona que aparece en la figura 7.26
lleva una férula que mantiene la mui\eca en 10 a 20 grados de
extensión. Cuando el ner\'iO radial no reinen•a los músculos
extensores del carpo, suele transferirse quirúrgicamentc un
tendón de otro músculo para crear un momento de extensión
del carpo. A menudo, el músculo pronador redondo, inervndo
por el ncr,·io mediano, se conecta con el tendón del músculo
extensor radial corto del carpo. De los tres extensores pnma-
rios del carpo, el extensor radial corto del carpo se localiza
más central en la rnu1i eca y tiene el máximo brazo de
momento para la extensión (ver Fig. 7.2 1).
Músculos llexores del carpo
Prima r ios
• Flexor radial del carpo
• Flexor cubital del carpo
• Palmar largo
Secuncforios
• Flexor profundo de los dedos
• Flexor superficial de los dedos
• Flexor largo del pulgar
194 )1'1l /clll /1 [\l 1!'11!hlc1d ~ll/'t'I icll
----

FIGURA 7.26. L na person,1 nin pa1~1hs1s de los

11111sculos cx1cnsti1Ts de: la 1m11il'rn clen:d1<1. dcspucs
ck una les1tin del ncr,·io 1.uh:il. ~t·ncr:1 lllhl prenswn
ele csíuerzo máx1111Li con un d111a1110111t•1ro. A. r\
pesar de qur los 1m1sctdt)S lkxorc~ de lo~ ckdos prc-
scnrnn incr\'a<.:ión normal. la fuerza ck prenswn
maxima solo es u11as 10 hb rns. 13. l.a misma pl'rsona
estabili:a la mu1kca par:t 1mpcchr que "(.' llr:-.1011c
clurame rl c~ lucn:o de prensión. Nt)lcse que la fucr2:1
de prcns1011 t:as1 ::-<.' ha 1riphcado.

FUNCIÓN DE LOS FLEXORES DE LA MUÑECA

Anatomía muscular Vista anterior
Los 1res ílexores primarios de la muñeca son el.flcxor rndic1/ del
cwpo. el .fkxor rnbiwl del u11po y, cuando existe y está comple-
tamente formado. el pe1/m(lr lwgo (Fig. 7.27). El musculo pal-
rnc11· largo está ausente en casi un 10% ele la pobladón .
Cuando está presente, es muy \'ariable )' puede tener \'anos
pequer'ios tendones. Los 1endo11es de estos músculns se idcn-
Epícóndilo medial
tilkan fácilmente en la porción distal antenor de la mui'leca,
sobre tocio el urante mm poderosa :Kl i\•arn)n isomét rica. El
ligamento palmar del cnrpo. dificil ele iden11ficar en la palpa-
ción, se sit ua proximal al ligamento trnns\'crso del carpo. Esta Músculo~---~~·, ,,,

estructura, análoga al n.:tináeuh1 ele los musculos extensores. pronador redondo

estabiliza los tendones ele los m useulos ílcxores ele la muricca
)' c\'ita el arqueam iento excesivo durante la ílexión.
Músculo flexor _.__ _.....
Otros músculos secundarios rnpaces de ílcx1onar la Músculo flexor
radial del carpo
mu11eca son los ílcxorcs extrínsecos de los dedos (flexor pro- radial del carpo
fundo ele los dedos, ílexor superficial de los dedos }' ílcxor Músculo flexor
largo del pulgar). Con la mu1ieca en una posición neutra, el superficial de los dedos
abductor largo del pulgar)' el extensor cono del pulgar tienen
un brazo ele momento cono pnra la ílcxión ele la mu1ieca (\'er
Fig. 7.2 1). Estos músculos secundarios del carpo se estudian
con mayor detalle en el Capnulo 8.
Las inserciones proximales ele los íl exorc~ primarios de la
mu1'\eca se localizan en o cerca del epKonchlo medial («ílexor-
pronaclon>) del húmero }' en el borde dorsal del cúbito \\'er
Figs. 6.2, 6.3 y 6.6). Tccnicamente, el tendon del musculo íle-
xo1· radial del car1m no cruza In mwicca por el canal carpiano.
sino que pasa por un canal separado formado por un surco en
FIGURA 7.27. Vista :interior del antebr:i:o dcrcchn donck ap::m:Cl'l1
el trapecio y la fnscia del aclyaceme ligamento trnns\'crso del los musndtis ílcxores primarios de l:i muiiec:i: llrxor radi:il del carpo.
carpo (Fig. 7 28). El tendón del ílexor radial del carpo se palmar largo )' llexor cubital del carpo. El llcxor supcrficml ele 11)5
inserta distalmente en la base palmar del 11 }'. a \'eces. el 111 dedos aparcct' como ttn llcxor del c:irpo pnr su gran potencial en l::r
metacarpiano. El mllsculo palmar largo presenta una inserción asistcnda de esta accion. Se muestr;1 d musculo pnmador rccloml1'
distal amplia sobre tocio en la gruesa aponeurosis de la palma aunque no nc,1011:1 la llllllil'C:l.

de la mano. El 1cndón del flcxor cubitnl del rnrpo discurre d1s-
ialmente para insenarse en el pisiforme )'. en un plano super-
ficial al ligamento trans,·erso del carpo. en los ligamemos p1s1-
ganchoso )' pisimetacarptano. y en la base palmar del \
metacarpiano.
Consideraciones funcionales sobre los flexores de la mufleca
Basándose en el brazo ck palanca del rnomemo interno )' el
área trans"crsal (,·er Fig. 7.21 )'Tabla 7.2), el musrnlo llexor
cubital del carpo produce el m;1ximo momento llexor cle los
tres músculos llexores primarios de la nn u'lcca.
Además de los flexores primarios ele la 111u11eca, el ex1ensor
cubital del carpo muestra una acti,·idad electromiogralka
(EMG) s1g111íicati,•a durante la llexion acti,·a de la mui'leca.1
Esta actividad HIG relleja la acuviclacl excéntrica del
músculo, )'ª c¡Lte produce una íuerza que ayuda al ligame11Lo
colaLeral cubiLal a esLabil izar el lado cubital de la mw"leca. El
espacio cubitocarpiano es rrágil en esencia por su falta de
refuerzo osco (ver Fig. 7 .10).
los musculos llexores rnllial y cubiwl del carpo actuan ele
modo si nergisLa para flexio nar la mwkca; si n embargo, impi-
den la capacidad ele ambt1s para la cksvia<:inn radial )' cubital
(\'er Fig. 7.2 l). Dependirndl1 del nivel relnti\'O de act1,·ación
de los dos músculos, la postura de llex1on del carpo se com-
bina con distintos gmdos de desviacion radial o cubital.
La tabla 7.2 muestra los rnusculos que: flexionan la mu1icca
con un área transversal total doble ck la de los niúscuk)s que
extienden la mu1'lcrn. Una disparidad parecida se observa en
Vista palmar
Ligamento pisimetacarpiano
Ligamento pisiganchoso
FIGURA 7.28. Cara palmar ele la mu1icrn derecha que mut"strn l a~
inserciones distales de los lkxorcs primarios del carpo. Nótese que el
tendón del musculo llc:-.or radial cid rnrpt' cursa por una \;una
snuada dentro de las fibras ~upcrf1ciales del hgamcmo trans,·crso del
carpo. Se ha ~uprimiclo l.1 maror pane de l,1 inserción clist:il del
milsculo p<1l111ar brgo junw con b aponcurosb p<1lmar.
ltl/'illllt• ;- '" lllllih'ttl 195
la clom inancin de rucr;:a de los flc:xorcs sobre los CXLensores
(Tabla 7. 3). Tienen especial intercs los lkxores cxt nnscc:os ele
los dedos \flexorcs p1\1lundo y sup1:rhcial de los dedos). a los
que n1rresponden ca-.1 lkh tercio::. del arca transversal total de
los llexores de la 111u1iec:1. l\lucha::. ncti,·idadcs que requieren
unn prension püclern:;a, conw lcvai 11 ar )' llll.Wtr übjc10::. pesa-
dos requicn:n tambicn graneles 1mllnentos isometrictl~ de los
fkxores ele la muñel'a. 1a coacti,·ac1on de los extenst11-es de la
mtuiern suele ser necesaria para lllll\ er la mu1icca en exten-
sión y mantener una longitud fa,\1rablc: de aetivarnrn ele los
lkxorcs de los dedos.
FU NCIÓN DE LOS DESVIADORES RADIALES Y CUBITALES
Los musculos capaces dc produur des,·iacion radial de la
mtukca son los exirnsores radiales largo y cono del carpo. los
extensores largo )' co1w del pulgar, el llcxor radial del carpo.
el abcluclor largo del pulgar )' el llexl1r largo del pulgar (ver
Fig. 7.21). En la pl1sk1on neutra de 1:1 nnuieca, l'I t'xtensnr
radial largo del cilrpl) pOSt'C el productt) de área transvcrs.-il )
el brazo de momemn maximos para el momento de dcs\'ia-
cion radial , seguido plll' el alx luuo1 largo del pu lgar )' el
cxtc 11sor rad ial cono del <.:arpo. El extrnsor co1'll1 del pulgar
t1ene el maximo br.1::l1 de momento de tl)(los los dt'S\ iadores
radiales. si bien, prn su arca trans\'l·rs;1I tan peque1ia. la pro-
ducc1011 de momentt) ele este muscuk1 es bastantt' peque11a.
Los rnusculos abductor largo del pulgar )' cx1en5t1r cono cid
pulgar aportan una estabilidad i111pt1n~1111e al lado radial ele la
mu1"lcca .1unto con el ligamento colateral radial. Cl1111ll se ;1p1·e-
eia en la tabla 7 .3. los músculos des\ladorcs r;1d1.1les generan
en torno a un 15'),, mas de nwmento isomct rico que los
musrnlos desviadores cubitalcs.l'
La figura 7.29 nn1cs1r:i la conLracl'ion ele los mLtscu los cles-
,·iaclt)rcs rncliales mientras se usa un martillo. Todos estos
músculos pasan lateralmente hasli\ el eje de rotanón antero-
postenor de la 111u1icca. L'l acción del extensor rndial largo del
carpo )'el llexor radial del rnrpo, apreciable en k1s brazos de
momento, si rve ele ejemplo de la rnoperación ele dos muscu-
los sinc rgistas para una acción )'antagonistas en otra. Al opo-
nerse los potenciales de ílcxion > extensión de ambos. estos
; TABLA 7.3. Magnitud y posición art icui~·r para cl-1;11);nc1~to - Í
isométrico máximo de los movi mientos de la muri cca ¡
Movimiento Media del momento Ángulos del
del carpo máximo (Nm) momento máxi mo
Flexión 12,2(3,7) 40° de ílexión
Extensión 7, l (2,1) De 30° de ílexión a 70°
ele extensión
Des,•iación radial 11.0 (2) 0° (ncu1ro)
Desviación cubital 9,5 (2,2) 0° (neutro)
Ül:'.'o\ 1,h,' 1tmts est.md.u ,•tHh' 1'\trl'llh.'~1::-i Rt·~uh.1dt"- tfd t':-1u1.htl dr lhl·: \ '.lfl\lll'.'l'
.u.luhv-. .... uh.h.
l tlll\"\'í~lt'lll'.;; 1 \(\ ' ·IH
\ll.•h" ti,· L'\.·lp 'L l•th:r~m \I B.th.h.m.tn '' \l,•\lmtnn •~'Hlll'tllt nwm~m'
~1.'11\'l,th•tl h~ thl· "n ...1 1Hll"'4. k ... 11\ 1lt \h.Ht""'\ll'l1'h'll .1nd r.uJ1.1l·uln.11 1h_
0
·\ 1.Hhlll I
IJl¡tlflú "·"' ~q· J 171-117~. J\.)\.l('I ~
196 Sació11 11 Ex1 remídacl superior
-
músculos estabilizan la mui1eca en una posición exLenclida )' contraen de forma sinergista para realizar la des\'iación cubi-
necesaria para asir el martillo con efi cacia. Lal, aunque también estabilizan la mul'leca en una posición ele
ligera extensión. Dada la poderosa asociación funcional entre
los músculos flexo r >'extensor cubitales del carpo, la lesión ele
Desviadores radiales de la muti.eca cualquiera de estos músculos puede incapacitar la cinética
• Extensor radial largo del carpo general de la desviación cubital. Por ejemplo, la anrilis reuma-
• Extensor radial corto del carpo LOide suele causar inflamación )' dolor en el tendón del exten-
• Extensor largo del pulgar
sor cubiLal del carpo cerca de su inserción distal. Los intentos
• Extensor cono del pulgar
• flexor radial del carpo por conseguir la desviación cubital con mfnima o ninguna
• Abducwr largo del pulgar activación del doloroso músculo extensor cubital del carpo
• flexor largo del pulgar dejan sin oposición la acción del músculo ílexor cubital del
carpo. La postura resultanLe de flexión ele la muñeca no es
adecuada para una prensión eficaz.
Los músculos primarios capaces de des\'iación cubital ele la
mu1'1eca son el extensor cubital del carpo )' el flexor cubital del Desviadores cubitales de la muúeca
carpo. La Figura 7.30 muestra la comracción de ambos mús- • Extensor cubital del carpo
culos desviadores cubitales para clavar un clavo con el marLi- • Flexor cubital del carpo
Uo. TanLo el flexor como el extensor cubitales del carpo se

FIGURA 7 .29. Los músculos que gene-

ran desviación radial ele la muñeca apa-
recen preparados para clavar un clavo
con un martillo. Las imágenes del
espejo son rcílejos de objetos siLuados
en la cara posterior. El eje de rotación
atradesa el hueso grande r sólo apare-
cen los brazos de momenLo imerno del
extensor radial corto del carpo (ERCC)
y el ílexor radial del carpo (FRC). No
aparece el músculo ílexor largo del pul-
gar. (ERLC = extensor radial largo del
carpo: ALP =abductor largo del pulgar;
ELP = extensor largo del pulgar: ECP =
extensor corto del pulgar.)

FIGURA 7.30. Músculos que generan

des1·iación cubital mientras se chll'a un
clavo con un martillo. Ui imagen reíle-
jada en el espejo muestra las cst ructuras
de la cara posterior. El eje ele rouición
aLraviesa el hueso grande y se muestrnn
los brnzos de momento interno del
ílexor cubital del carpo (FCC) y el exLen-
sor cubital del carpo (ECC).

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Ti mi ns ~11~ Jahnl<c JP. Krah SF. y tltros· ~IR 1m.1g111g oí 1hc ma¡l>r 1.1rp.1I :.1.1b1-
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 CAPÍTULO 8
========- =-== =

La mano
DONALD A. NEUMANN, PT, PHD

===== = =========
TERMINOLOGÍA, 198
OSTEOLOGÍA, 199
Metacarpianos, 199
Falanges, 200
Arcos de la mano, 200
ARTROLOGÍA, 201
Articulaciones carpometacarpianas, 201
Articulaciones carpometacarpianas 11 a V,
202
Características generales y soporte
ligamentario, 202
Estructura y cinemática de las articula-
ciones, 202
Articu lación carpometacarpiana del pulgar,
204
Cápsula y ligamentos de la articulación
carpometacarpiana del pulgar, 206
Estructura de la articulación sellar, 206
Cinemática, 207
Abducción y aducción de la articulación
carpometacarpiana del pulgar. 208
Flexión y extensión de la articulación
carpometacarpiana del pulgar, 208
Oposición de la a11iculación
=======-===-- - - -
ÍNDICE
carpometacarpiana del pulgar. 209
Articulaciones metacarpofalángicas, 211
Dedos, 211
Características generales y ligamentos.
211
Cinemática de la articulación
metacarpofalángica. 213
Pulgar, 215
Características generales y ligamentos. 215
Articulaciones interfalángicas, 216 ··
Dedos, 216
Características generales y ligamentos.
216
Cinemática de las articulaciones
interfalángicas distal y proximal, 217
Pulgar, 217
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS
Y ARTICULACIONES , 217
Inervación de los músculos, piel
y articulaciones de la mano, 217
Función muscular de la mano, 218
Flexores extrínsecos de los dedos, 218
Anatomía y acción articular de los
flexores extrfnsecos de los dedos. 218
=====-===-===- - -
Extensores extrínsecos de los dedos, 222
Anatomía muscular, 222
Acción de los extensores extrínsecos
de los dedos, 225
Extensores extrínsecos del pulgar. 225
Consideraciones anatómicas
y funcionales. 225, 226
Músculos intrínsecos de la mano, 228
Músculos de la eminencia tenar, 228
Músculos de la eminencia hipotenar, 230
Dos cabezas del músculo aductor del
pulga1; 231
Músculos lumbricales e interóseos, 232
Interacción de los músculos intrínsecos
y extrínsecos de los dedos, 235
Abrir la mano: Extensión de los dedos, 236
Cerrar la mano: Flexión de los dedos, 238
LA MANO COMO ÓRGANO EFECTOR , 239
Deformidades articulares causadas
por artritis reumatoide, 240
Deformidad en zigzag del pulgar, 240
Destrucción de las articulaciones
metacarpofalángicas del dedo, 241
Deformidades en zigzag de los dedos, 243
-=-=-=---=-='-

INTRODUCCIÓN Debido a su enorme complejidad biomecánica, la func1 l'l1 \.

de la mano comprende una región desproporcionadamemc ll

Antecedentes
r\1 igual que los ojos }' la piel, la mano sirve como un impor-
tante órgano se n ~orial para la percepción de lo que nos rodea
(Fig. 8.1). La mano es también un órgano efector primario de
la mayoria ele nuestros componam1entos motores complejos.
Adcm:\s, las manos ayudan a ex1)l'esar emociones mediante
gcsLos, el lacto. la habilidad y la capacidad artística.
Los l 9 huesos )' las L9 articulaciones de la mano se ponen
en 1110\'imiento por la nccit\n de 29 músculos. Biomecánica-
mente, estas estructuras interactúan con unn eficacia enorme.
L1 mano también puede usarse de forma muy primitiva, como
gancho o maza. Sin embargo. es más frecuente que la mano
actúe como un instrumento muy especialiwdo que realiza
manipulaciones muy complejas que requieren ni,·cles infinitos
de fuerza )' precisión.
198
grande de la corteza del encéfalo (Fig. 8.2). Las cnfenneclacks 11
o lesiones que <lfectan a la mano suelen crear discapacidades p
igualmente desproporcionadas. Una mano Lt)talmeme incapa- Sl
citada por una artritis reumatoide o una lesión nerviosa, por
ejemplo . puede reducir drásticamente la imporlante funcitm
ele las restantes iirticulaciones ele la e.xlremidad superior. Este
capítulo describe los pri ncipios de la cincsiología de muchos
de los problemas musculoesqueléLicos que se tnllan en el
ámbno médico )' rehabilitador.
TERMINOLOGÍA
- -------- ---- ----
La mu1ieca o carpo tiene ocho huesos carpianos. La mano pre-
senta cinco metacarpianos, a menudo denominados colccti\'a-
mente «metacarpo». Cada uno de los cmcn dedos con tiene
•
FIGURA 8.1. Existe una relación funnonal mur estrecha cntn• l:i
mano )' los ojos.
una serie de falanges. Los dedos se nombran numéricamcme
de uno a cinco. o como el pulgar. indice , corazón, anular )'
me1iiquc (Fig. 8.3A). Por rndio se emiende un hueso metacar-
piano )' sus ralanges asociadas.
Cada dedo presenta dos arriwlacioncs i 1 llc1:falá11giw~: unn
interfalángicn proximnl (1 FP) )' otra interfalangica distal (1 FO)
(,·er Fig. 8.3A). El pulgnr tiene sólo dos falanges)'. por tanto, solo
una nniculación interfalángica (IF). L1s arllculaciones entre los
metacarpianos)' las falanges proximales se llaman ar1iwlacio11cs
metawrpc~{alángicas (lvtCF). Las articulaciones entre el ext remo
proximal de los metacarpianos)' la fila distal de huesos del carpo
se denominan artiwlacio11cs ccupo111c:tacarpia11crs (CMC).
Articulaciones comunes a los radios de la mano
• Articulación carpometacarpiana (CMC)
• Articulación me1acarpofalángica (t-ICF)
• Articulaciones imerfalángicas (IF)
El pulgar sólo tiene una articulación IF
Los dedos tienen una articulación intcrfalángica proximnl
(IFP) >' una articulación imeríalángica distal (IFO)
La figura 8.38 muestrn vanas caracteristicas de la anmomia
externa ele la mano. Observemos los pliegues palmares que sur-
Lll/'111111•8 / 11mt11111 199
can la pkl de la man(). ~u funcion es la ele «bisagrns,, dnmi -
cas que marcan la znna clnnck la piel se repliega durante el
mo\'1mierno y aumenian la friccion palmar para mqorar la
segundad ele la prens1on. La kKali: al'ión de los pliegues sirw
de referencia cl 111ica util ele b an<11omrn suby<Kcntc Los p/il'-
guc~ cligiwlcs distal )' medio son supcrlk iales a la~ anu.:ulacio-
nes 1FD e IFP. Los pliegues digitales proximales se lucalizan
distales a la linea articular de las aniculac1ones J\ICI. Los plie-
gues palmares pro.\imalcs )' distales mejoran con el plega-
miento de la dermis durante la ílc:-.ión ele las articulaciones
1v1cr~ de los dedos. 1.:l p/icguc tenor se ínrma por el plcg;1micn1n
de la dermis cuando el pulgar se nHll'\'l' cruzando In palma. En
el lacio palmar (anterior) de la mw1crn están los 1ilic,l(lll'S pro-
ximales }' distales del n11 po.
OSTEOLOGÍA
Metacarpianos
Los metacarpianos. como los dedos. se nombran numt>rka-
mcnte del uno al cinco, empezando por el ladL) radial (hneran.
.. La moríologia de cada metm:arpiatw suele ser parecida
(Figs. 8.4 )' 8.5). IJ primer metacarpiano (pulgar) es el mns
ClWIO )'robusto. Obsér\'eSC que el SL'gundo me1acarp1ano suele
ser el mas largo.) que la longitud de ll)S tres hueso~ restantes
dismmure en dirección radial a cub11al (medial).
Carncterísticas ostcológicas de un metacarpiano
• Diáfisis
• Base
• Cnbeza
• Tubérculos para los ligamentos colaternlcs
Cada metacarpiano presenta una diáfisis elongada con
superficies articulares en atnbl)S extremos (Fig. 8.6). La supcr-
íieic palmar de la diaíisis es un poco cónca\'a en sentido lon-
gitudinal para acomodar muchos músculos y tendones en esta
región. Su extremo proximal, o />ase , se anicula con uno n más
huesos del carpo. L1S bases de los metacarpianos 11 a\ poseen
pcquei'\as carillas para articularse con las bases ele los meta-
carpianos ¡¡clyaccntes.
El extremo distal de cada metacarpiano prcscnlc\ unn gran
cabeza convexa que, en conjunto. es \'isible en los «n udillos»
del bdo dorsal del pui'w. Un par de 111/>rrrulos postn íorrs mar-
can los puntos de inserctón de los ligamentos colaterales en las
articulaciones MCI'.
Con la mano en reposo en la posición analómica. el meta-
carpiano del pulgar se orienta en un plano distinw de los otros
dedos. Los metacarpianos 11 a\' se al mean por lo general lme-
rolateralmente, con sus superíicies palmares orientadas en
sentido anterior. La posición del meLacnrpiano del pulgar gira
casi 90 grados meclinlmcme (es deci r, en sentido interno) res-
pecto a los otros dedos (\'er Fig. 8.3A). La rotación orienta h1
superficie palmar sensible del pulgar hacia la linea media de la
mano. La prensión óptima depende de la ílexión del pulgar en
un plano que imerseccione, en \'C: de que siga en paralelo. el
200 ~et CÍtlll JI E\t ll'lniclcul s11¡i1·rio1
-------
plano de los dedos ílexionados. Además, el metacarpiano del
pulgar se sitúa bien anterior, o palmar, a los otros metacarpia-
nos (Fig. 8. 7). Esta posición del metacarpiano y el trapecio se
debe a la proyección palmar del polo distal del escal'oides.
La localización del primer metacarpiano perm ite a tocio el
pulgar moverse con libenacl por la palma hacia los dedos.
Vinualmeme tocios los movimienLos ele prensión, desde la
prensión digital o con la mm10, requieren que el pulgar inter-
actúe con los demás. Sin un pulgar sano )' rnó,•il, la función
general de la mano se reduce sustancialmenLe.
El pulgar que rota medialmente requiere una terminología
ún ica para describir su movimiemo )'su posición . En Ja posi-
ción anatómica, la superl'icie dorsal ele los huesos del pulgar
(es decir, la superficie donde se hunde la uiia del pulgar) se
orienta lateralmenLe (Fig. 8.8). Por tanto, la superfic ie palmar
se orienLa meclialmente; la superficie radial, en sentido ante-
rior, y la superl'icie cubital, en dirección posterior. La term i-
nología para describir las superficies de los huesos del carpo y
tocios los otros huesos de los dedos es normal: una superficie
palmar se orienta en sentido anterior, la superficie rad ial se
orienta laLeralmeme, etc.
Falanges
La mano cuenta con 14 l'alanges (de la raíz griega plwlanx, ali-
neación de soldados). Las falanges de cada dedo se denomi -
nan proximal, media y distal (ver fig. 8.3A). El pulgar sólo
tiene una fa lange proximal y otra disLal.
FIGURA 8.2. Un homúnculo motor del
encéfalo muestra la rcprcsc111ación som::i-
LOtóp1ca de las panes del cuerpo. El
homúnculo sensorial del encéfalo hu-
mano tirnc una representación similar.
(Según Peníield >' Rosnusscn: Ceirl>rnl
Co rlex t~f /\lm1. Thc Macmillan Co ..
1950.)
Características osteológicas de una falange
• Base
• Diáfisis
• Cabeza
• Tuberosidad (sólo la falange distal)
Excepto por diferencias de tamaño, todas las falanges de un
dedo concreto tienen la misma morfología (ver Figs. 8.4 y
8.5). Las falanges proximal y media de cada dedo presentan
una base cónrnva, una diCifisis y una rnbeza convexa . Como los
metacarpianos, sus supe1{icies palmares son un poco cóncavas
longitud inalmente (ver Fig. 8.6). La falange distal de cada
dedo tiene una base cóncava. En su extremo distal hay una
tuberosidad redondeada que ancla el pulpejo carnoso al final
ele cada dedo.
Arcos de la mano
Obsérvese la concavidad natural de la superficie palmar ele la
mano relajada. El control de esLa concavidad hace que la mano
pueda sostener y manipular con seguridad objetos de forma )'
lamaiio muy variados. La concavidad natural de la palma ele
la mano se mantiene mediame tres sistemas de arcos inLegra-
dos: dos transversos )' uno longitudinal (Fig. 8.9). El arco
transverso proxinrnl está formado por la fila distal de huesos del
carpo. Este arco carpiano es una estructura rígida y estática
que forma el canal carpiano. Como muchos arcos de edificios
y puemes, los arcos ele la mano se mantienen en pie con una

--- --~-
Articulación
interfalángica
distal
Metacarpiano Huesos Articulación Articulación
del carpo carpometaca rpiana metacarpofalángica
(con hueso sesamoideo)
Pliegue
palmar
distal
FIGURA 8.3. Vista palmar de la anatomía básica de la mano. A,
Huesos y articulaciones principales. B. Puntos anatómic.:os externos.
piedra angular central. El hueso grunde es la pied ra angular
del arco transverso proximal . reforwdo por poderosos liga-
mentos intercarpianos.
El arco transverso disto/ pasa por las articulaciones MCF. En
contraste con la rigidez del arco proximal. los dedos del arco
distal son móviles. Para apreciar esta movilidad, imagine que
transforma la mano completamente plana en una mano ahue-
cada que rodea una pelota de tenis. La flexibilidad transversa
de la mano se produce por acción de los metacarpianos peri-
féricos (!, IV y V) que «se desploman» en torno a los meta-
carpianos cencrales más estables (!! y lll). La piedra angular
del arco transverso distal se forma con las articulaciones MCF
de estos metacarpianos centrales.
El arco longitudi11al de la mano sigue la forma general de los
radios 11 y 111. El metacarpiano del extremo proximal de este
arco se une con firmeza al carpo mediante !<Is articulaciones
carpometacarpianas (CMC). Estas articulaciones rígidas son un
elememo importante de la estabilidad longitudinal de la mano.
La falange o extremo distal del arco tiene mucha movilidad. La
20 1
movilidad se manifiesta al flexionar }' extender los dedos. La
piedra angular del arco longitudinal son la segundn y tercera
articulaciones MCF. Nótese que las articulaciones MCF son
pied ras angulares de los arcos longitud inal y transverso distal.
Como se aprecia en la figura 8.9, los tres arcos ele la mano
están unidos mecánicamente. Ambos arcos transwrsos se unen
por una «viga ele unión rígida» formada por los metacarpianos
11 )' 111.l'J En una mano sana, este eslabón mecánico refuerza la
estabil idad ele todo el sistema ele arcos. En una mano con una
anropaLía, el fallo estrucLural ele un arco debi lita los otros. Un
ejemplo clásico es la destrucción de las aniculaciones MCF por
una artritis reumatoicle grave. Como esta articulación es una
piedra angular ele los arcos transversos longiLUeli nal y distal, su
destrucción tiene decLos devastadores para todo el sistema de
arcos. Esto explica en parte por qué la mano con :inriLis reu-
maLoicle grave suele adoptar una forma plana.
ARTROLOGÍA
Hay que definir la terminología que describe el movimiento
de.los dedos y el pulgar. Las descripciones siguientes asumen
que un movimiento concreto se inicia en la posición anató-
mica, con el codo extendido, el antebrazo en supi nación com-
pleta y la mufleca en una posición neutra, El movimiento de
los dedos se describe ele forma habitual usando los planos car-
dinales del cuerpo: .~cxió11 y extensión en el plano sagital . )'
abducción y wlucción en el plano fromal (fig. 8. lOA-0). El
dedo med io es el dedo de referencia para describir la abduc-
ción y aducción. El movimiento laterolaLeral del dedo medio
se denom ina desviación radial y cubital.
Como el pulgar gira casi 90 grados respecto a los otros
dedos. la term inología empleada para describir su movimiemo
es distinta a la ele los otros dedos. flexión es el movimiento de
la superficie palmar del pulgar en el plano rrontal sobre la
p<1lrna. Extensión es la vuelta del pulgar a la posición anató-
mica. Abducción es el movimienLo anterior del pulgar aleján-
dose de la palma en un plano casi sagital. Aducción es la vuelta
del pulgar al plano de la mano. Otros términos que se usan
con frecuencia para describir el movimiento del pulgar son
abducción cubital para la fl exión. abducción radial para la
extensión, y abducción palmar para la abclucción.55 Oposición
es un término especial del contacto directo con la }'ema de
cualquier dedo. Reposición es un movimiento desde la oposi-
ción completa hasta la posición anatómica.
Articulaciones carp ometacarpianas
REVISIÓN
Las articulaciones CMC ele la mano forman la <1niculación
entre la fi la distal de los huesos del carpo y las bases ele los
cinco metacarpianos. Las aniculaciones CMC se localizan en
el extremo proximal más alejado ele la mano.
La figura 8.11 muestra un ejemplo mecánico de la 1110\'ili-
dad relativa de las aniculaciones CMC. Las articulaciones ele
los dedos segundo y tercero mosLradas en gris se unen con
rigidez al carpo distal . forma ndo un pilar cent mi estable en la
202
•

Flexor profundo Q
de los dedos ~
Flexor superficial
de los dedos
~.'
. ,,
. ,,

FIGURA 8.4. \'1.;ta pahn,1r de lo~

Flexor y abductor Flexor largo clel pulgar huc~,1~ de la 1m111,·c;i }' 111a1w dc1r-
del meñique --.:•• ~,... c,:h¡1s. L•lS 11N:1c.:1oncs prox1111.llc~ de
Aductor del pulgar
y 1interóseo palmar k1:. musculos ap.ireccn en n11l1 ' h-.
Aductor del pulgar in"crcwnes d1s1:1ks en grb.
(cabeza transversa) --l/1!,--"!ll----1._.._--fi¡..; Flexor corto del pulgar
y abductor corto
Oponente del meñique del pulgar

lnteróseos palmares -~---l'+f-T---w Oponente del pulgar

Aductor del pulgar (cabeza oblicua)
Oponente del meñique ~~";/'
Flexor cubital del carpo Flexor radial del carpo
Flexor del meñique Abductor largo del pulgar
Abductor del meñique
Flexor cubital del carpo
Semilunar

mano. En contraste. las articulaciones C~lC mñs periféricas
aparecen en ro.10 r forman los bordes radial )' cubnal mó,·ilcs.
capaces ck replegarse en torno al pilar central ele la mano. con
lo cual alteran la forma de la palma. El contraste en la 1mwi li-
dad de estas dos series de articulaciones explica la dinámica
descrita antes al hablar del arco trans\'erso distal.
La funcit~n ele las an iculaciones CMC permite a la conca\'i-
dacl de la palma adaplarsc a la forma de muchos objetos. Esta
característica es una ele las funciones mñs impresionantes de la
mano humana. Los objetos cilíndncos, por ejemplo, pueden
asirse con firmeza, con los dedos índice y medio si tuados parn
rcíorzar la seguridad de In prensión (Fig. 8. l2). Sin esta capa-
cidad, la destreza ele la mano se reduce a un movimiento pri-
mitivo de prensión en bisagra.
ARTICULACIONES CARPOMETACARPIANAS 11 A V
Características generales y soporte /igamentario
L1 seguncln articulación CMC se forma con la aniculac1ón
entre la base dilatada del 11 metacarpiano y la superficie distal
del trapezoide y, en menor grado. el hueso grande y el trape-
cio (,·er Figs. 8.4 y 8.5). La tercera aniculación C~IC se forma
sobre tocio con la articulación entre la base del lll rnetacar-
piano )' In supcríicic distal del hueso grande. La cuarta articu-
lacion C~ I C se compone de la articulación de la base del I\'
mctncarpiano )' In superficie distal del hueso ganchoso )', en
menor grado. el hueso grande. La quinta anicul<lción Cl\IC
consta de la articulación entre la base del V metacarpiano)' In
superficie distal del hueso ganchoso. Las bases de los mctncnr-
pianos 11 a V tienen pequeñas carillns para las inserciones entre
sí de las art iculaciones intermetacarpianas. Estas articulaciones
a)'udan a estabilizar las bases de los mctarnrpinnos 11 n V. con
lo cual refuerzan las articulaciones carpometacnrpianas.
Todns las aniculaciones CMC de los dedos se rodenn ele
cápsulas articulares)' están reforzadas con los ligamentos dor-
sales. palmares e interóseos. Los ligamcmos dorsales están
especialmente desarrollados. sobre todo en torno a la an1cula-
ción CMC media (Fig. 8.13).
Estructura y cinemática de las articulaciones
Las aruculaciones CMC de los dedos 11 y 111 se clasifican como
articulaciones sellares complejas (Fig. 8. H).5~ Sus superficies
articulares apuntadas y coincidentes perm iten muy poco
mo\'imiento. Como se ha dicho con anterioridad, la estélbili-
dad ele estas articulaciones hace que el 11 y 111 metacarpianos
aponen un pilar central a la mnno.
 (11¡>1111/11 ~ l..1.1 lllt!lltl 203

Falange proximal

FIGURA 8.5. Visw dorsal de los huesos ""' '-"",,___ Extensor común
de l<l muf1eca )' mano derechas. Las inser- de los dedos y
ciones proximales de los 111\\sculos apare- extensor
cen en rojo )' las inserciones disu1les en del meñique
Extensor corto del pulgar--~..~:!:'
gris.

Extensor radial corto del carpo -~,.--l,Jll.,----~-

Extensor cubital del carpo
1interóseo dorsal

Extensor radial largo del carpo

Falange Falange
disltalA~~ Cabeza
~I~ ~ ~Falange proximal
Articulación ,__
inlerfalángica distal
·~·~Base
Articulación ~
~ ..
· Cabeza
interfalángica proximal Tubérculo posterior

Articulación
carpometacarpiana

Articulación
radiocarpiana

Carillas
para el 11
metacarpiano
FIGURA 8.7. RadiograÍía de perfil con cnfasis en la proyercion pal-
mar del pulgar (primer metacarpiano), escafoides y trapecio. Nótese
FIGURA 8.6. \/isla radial de los huesos del tercer radio (metacarpiano el contraste en la orienrnción espacial del hueso grande )' los onos
)' falanges asociadas), incluyendo el hueso grande de la mtuieca. huesos mc1:1crirpianos.
204 5rcrn!ll /1 Exirrmiclml supaio1
r
Vista P.a lmar Visla lateral

(/)
e:
~
~ FIGURA 8.8. Vistas palmar y lateral de la
mano donde se muestra la orientación
de las superficies óseas del pulgar dere-
cho. Nótese que los huesos del pulgar
están rotados 90 grados respecto a los
otros huesos de la mu1'\eca y la mano.

Trapecio

La base plana a ligeramente convexa de los metacarpianos

!V )' V se anicula con una superficie articular un poco cóncarn
íormacla por el hueso ganchoso (ver Fig. 8 . 14). 17 Dos articu-
laciones CMC cubitales contribuyen con un elemento sutil
pero importante ele movilidad para la mano.3 Como se apre-
cia en la figura 8.11, las articulaciones CMC cuarta y quinta
hacen que el borde cubital ele la mano se pliegue un poco
hacia el centro de la mano, con lo cual se ahonda la conca\'i-
dad palmar. La movilidad cubital , a menudo llamada ahueca-
miento de la mano, se produce mediante ílexión anterior )'
ligera rotación de los metacarpianos cubitales hacia el dedo
corazón. El IV metacarpiano se ílexiona unos l.O grados y el \1
metacarpiano más móvil se flexiona unos 20 a 25 grados. Las
formas irregulares y variadas de eslas superíicies arliculares
impiden una descripción anrocinemática usual. la movilidad
de estas aniculaciones CMC cubitales se aprecia al observar el
movimiento de las cabezas del IV )' V metacarpianos mientras
cerramos el pul'io (fig 8. 15).
Arco longitudinal
Articulación carpometacarpiana del pulgar
Arco transverso distal CARACTERÍSTICAS GENERALES
La articulación CMC del pulgar se localiza entre la base del
metacarpiano del pulgar y el trapecio (ver Fig. 8.4). Esta ani-
culación es la más compleja ele las articulaciones CMC y per-
mite movimientos muy extensos al pulgar. La forma sellar
Arco transverso
única de esta articulación permite al pulgar oponerse por
proximal completo, con lo cual resulta fáci l tocar las yemas ele los otros
electos. Con esta acción, el pulgar rodea objetos sobre la palma
FIGURA 8.9. La concavidad natural de la palma de la mano se man- ele la mano. La oposición mejora mucho la seguridad de la
tiene por medio de tres sistemas de arcos integrados: uno longitudi- prensión, algo especialmente útil al asir objetos esféricos o

l
nal y dos transversos. cilínd ricos.
 (11p1tu/08 la mmw 205

FIGURA 8.10. Sistema nominal de los movimientos de la mano. A a O, t\lm·imiento de los dedos. E a !. , t\lovimicnlO del pulgar. (A. extensión
ele los dedos; 13, ílexión de los dedos: C, aducc1ón ele los dedos; D, abducción de los dedos; E. extensión del pulgar; F. ílexión del pulgar. G.
aducción del pulgar; 1-1, abducción del pulgar; e 1, oposiciün del pulgar.)

Articulación
carpometacarpiana
del pulgar (primera)

FIGURA 8.11 . Vista palmar de la mano de recha que muestra una des-
cripción mcc¡\nica de la mo,·iliclad de las cinco fll'tieulacioncs carpo- FIGURA 8.12. La movilidad de las articulaciones carpometacarpianas
metacarpianas. las articulaciones pcnítricas -1. IV y ,. (en l'OJO)- son ele la mano mejora la seguridad en la prensión de ob¡ctos, como un
mucho más mó\'iles que las dos articulaciones centrales (en gris). cilindro.
206 ),·u hlll // 1 \lll"lllltl.11/ '"/'• 1 f<'I

Vista dorsal

,....._...,..._,,_...._......,._.._.... Ligamenlos
intercarpianos FIGURA 8.13. Lado dors.11 <k l.1
dorsales
m;mti dcrl'l·ha que mul.':.tra b l.lp·
,_:;¡""-~_;;;:"""'"....,...."""'"--"""-- Ligamentos sula ) los h~.11111.·ntos qu.: .::.t.1h1h .
carpometacarp1anos :an h1~ a111u1h1t:11)ncs carp11mr1.1 -
dorsales 1.·arp1<111a'.'>.

Las grandes demandas funciona les 1mpue<;tas a la anicula- que pro\'tKan 1c11:.1on en ellos. l:n gern:r,11. la exten-.1011.
cion CMC del pulgar suelen derivar a menudo en una afección abducción y oposidón del pulgar clnngnn la ma)'Oria de lo:.
dolorosa clenom inadn nn riLis de la articulación «basilar». El ligamentos. Los cinco ligamentos enumerados en la tabla 8.1
térm ino basilar se refiere a que la aniculnción OvtC es la base son importantes cstabil izaclnrcs de la aniculación Cl\K. drl
articular de todo el pulgnr. La artritis ele la articulación basilar pulgar.4.ló.211i.41 Fn conjunto, opl1m·n resistencia a la lcnden
puede ser muy discapacnadora. y afecta a menudo a mujeres clil de la aniculacion (\IC a luxarse Cuando estos ligamen1ns
de cmcuema o sesenta anos..¡ 1 se debilitan por la accion de la anrit1-.. la articulación se lu\a
con freGuencia lateralmente rcspeuo al trnpccio.
CÁPSULA Y LIGAMENTOS DE LA ARTICULACIÓN
CARPOMETACARPIANA DEL PULGAR
L1 cápsula de la articulación CMC del pulgar es ele mu u raleza ESTRUCTURA ARTICULAR SELLAR
laxa para permitir una gran amplitud de mo,·imiento. La cap- 1 a aniculacion C i\IC del pulgar es la an 1culanón sellar clasila
sula se espesa. sin embargo, por la prcsentta de ligamemos }' del cuerpo (Hg. 8 17). La caractensllca principal de una a1t1
se refuerza con la contracción acti\'a de los musculos. culación sellar es que cada superficie articular es comT\a l'll
Se h;in usado muchos nombres para describir los ligmncn- una dimensión)' conrn''<l en la otra." 111 11 cliw11r1m /011,~1l11t/1-
tos de la articulación CMC del pulgar.~ .lh.H Este texto incor- 11c1I ele la superficie nn icular del 1rnprcit1 ('n Fig. 8.17) es plW
pora el esquema para nombrar los ligamentos basado en sus lo general cóncavo l'1l dirección palmar a dorsal. Esta supcrfi
inserciones en el t rnpecio, 110 en el metacarpiano del pulgar de es análoga al con1orno del diámetro antcroposterior ele una
(ver Fig. 8.8). La terminología para describir lo!> ligamenlns de silla ele montar. FI contorno de la superlic1e articular pmxim.11
las <1rt1culaciones C~ I C no está bien establec.:1da ). por 1<11110. del metacarpiano dd pulgar tiene la forma reciproca de la des
puede diferir de otrns fuentes. nila para el trapecio (\Tr Fig. 8. 17). 1: 1 di<imctro longi1udm.1I
La articulación ctvlC del pulgar está rodeada por cinco liga- de la supcrncie articular del metacarpiano cs convexo en
mentos (Fig. 8.16) .2 r:n la tabla 8 .J aparece un resumen de las di rccción palmar a dorsal. Su d i;\mct ro l rans"erso es concavo
inserciones principales ele estos ligamcmos )' los mo,·imicntO!> en di rección medial a lateral.

1
1ABLA 8. ( Ligamento~ de la articu-l~ci¡ín carpometac~rpi~na del pulgar* -- - ~

Nombre Inserción proximal Inserción distal Posiciones de mayor tensión

Oblicuo anterior Tubérculo palrn<1r del 1rapccio Base palmar del meLaearpiano Abducción, extensión y oposición
del pulgar
Colaieral cubitalt Ligamento transverso del carpo Base palmar-cubital Abducción, extensión y oposicion
del metacarpiano del pulgar
Primer Lacio dorsal de la base Base palmar-cubital del metacarpiano Abducción )' opos1c1ón
interrnetacarpiano del 1l metacarpiano del pulgar con el colateral cub11:1l
Oblicuo pos1erior Superlkie pos1erior del 1rapecio Base palmar-cubital del 111c1acarpiano Abducción )' oposición
del pulgar
Colaicral radial'f Superficie radial del 1rapccio Superílcie dorsal del metacarpi:1110 Todos los movimiemos en distinto
del pulgar grado excepto la extensión

l l1:. 11\1111hrt"'S tk h.):-. l1_.:..1ml·ntt.h"" h.1 ....m L"ll. 1.l 11lSt"h.h.H\ -.."n l.1'> .. U(l\'fÍu:it.·' dt.:l lí.\fll'" ''' ' 1K• .._.n d mct~lc.1rp1.llhl di.·1 pul~.tr
,. l ~tmh1cn lbm.1df) h~tn"·"""" •l)hh\_uf1 p.tl111ar• 1Mr -.u m"'· h. hlll l'rl d me1.tl..11p1.llh'
' l.11ulncn 11.lm~uh, h~.tmcnh' "'d'"n"'tl·r,1di,tl,..
- ( tl/'llU/11 !'{ Lt1 111<111,1 207

CINEMÁTICA
Ligamentos Los movimientos princi pales de la an iculación OvlC se dan en
intermetacarpianos --~..........~~---~..... 2 grados de libertad. Como se aprecia en la figura 8.18, la
palmares abduccion )' la aducción se 1m1ducen por lo general en el
Ligamentos plano sagnal. y la ílexión )' la e:-.tcrbton ocurren generalmente
carpometacarpianos en el plano írontal. Al ser una an iculacion sellar, cada uno de
palmares (cortados) los dos ejes de rotación pasa por una superficie an icular nm-
\'exa cli ícren1e.! 1
La oposición y 1cpos1c1on del pulgar de rivan mecarnca-
mcnLe de los dos planos primarios ele movimicnLo de la ani-
culación C\IC. La cinemática de la oposición )' reposición se
exponcln\ después de la descnpciün de los dos tfü)\'tmientos
FIGURA 8.14. L1do palmar de h1 mallll derecha que mucsna las primarios.
superficies intnna~ de las anit'ulacioncs carpomctacarpianas 11 a \'.
Se han o milido la c;1psula )' lt)S ligamenws rnrpo metaearpinnos pal-
ma res de los dedos 11a V

FIGURA 8.15. tvlol'iliclad de las aniculacioncs carpome1aca rpia11as rnbilales ( IV)' V) de la ma no izquierda. A, La mano cerrad;i pero relajada.
13, Con el purio ccrrndo con fue rza. los 111usculos ílexores de los dedos lkxionan y giran los meiac<i rpíanos cubitales.

V ista palmar Vista lateral

~"-----1 metacarpiano ---~

FIG URA 8.16. \'1s1as p;dmar )' l<iternl
de los ligamemos <k la anicul<icrün Ligamento intermetacarpiano
carpomctac;irpiana del pulgar clcre- Ligamento colateral cubital
c:ht). Nótese la 111scrcit\n distal del
abduc:ior (;irgo dc:I pulgnr en la d p· Ligamento oblicuo posterior
sula de la ani ntlat'it\n car¡x1111ewcar- ~~~----- Ligamento oblicuo anterior
111ana del pulgar.
Ligamento colateral radial
...,._---- -Abductor largo del pulga,...r---~

L- --1-+----- - Flexor radial del carpo

Extensor radial largo del carpo
208

Vista 1>alnrnr Flexi6n y extensión de la articulación carpometaca1pia11a

del pulgar
Ln llcxión )'extensión acLi\'aS de b <ll'lÍL'ulacicín OvlC del pul-
gar se asocian rnn el istin tos grados ele rotación axinl del meta-
carpiano. Durante la ílcxión. el metacarpiano rota un poco
mecl i,1lmente (es decir, hacia el 111dedo); durante la extensión,
el metacarpiano rota un poco lmeralmente (es deci r, se separa
del 111 dedo). La ligera rotación axial es cviclenLe al obser\'ar el
cambio de orienLación de la u11a del pulg<ir elllre la cxlension
)' llexión complclas. l.:sta rotación no se considera un tercer
grado de libertad ele movimienw porque no puede e.iccutarse
Cápsula con
el ligamento con indcpenclencia ele los ol ros movimientus.
colateral radial En la posición anatómirn, el metacarpiano clel pulgar
adopta una posición casi ele extensión completa. Desde esta
posición , la articulación CMC puede extenderse sólo unos l O
a J 5 grados aclidonales.11 Desde la extensión completa. el
metacarpiano del pulgar se ílexiona sobre b palma unos +5 a
50 grados.
La an rocinem<\Lica de la llexión )' cxLensión ele la articub-
ción Ovl.C se basa en el movimiento ele la supc rlkie anicular
"O
cóncava del metacarpiano sobre el di<ímett\1 c.:onvcxo (trans-
o

FIGURA 8.17. La articul;ición rnrpome taca rpiana del pulgar de recho

aparece abicna p<ira exponer la l'onna sellar de la <1n iculación. Los
di;ímetros longitudinalC'.'S aparecen en gris y los diámetros trans,·ersos
en rojo.

Abducción y af/ucción de Ja articulación carpometacarpiana

del pulgar
En la posición de aducción de la anicul:lción CMC, el pulgar
se halla en el plano ele la mano. L<'I abducción máxima, en con-
traste, sitúa el metncarpiano del pulgar unos 45 grados ante-
rior al plano de la palma.11 La abducción completn abre el
espacio interd igital del pulgar, formando una amplia curva-
tura cóncava )' úLil para asir objeios grandes (Fig. 8. J9A).
También se emplean distintos grados ele abducción en la arti-
culación CMC al asir y/o manipular peque1ios objetos enLrc el
dedo indice y el pulgar (Fig. 8. l 9B)
La aru-ocinemática ele la abducción )' la aducción se basa en
la superficie articular con\'exa del metacarpiano del pulgar
que se mueve sobre el diámetro cónca\'O (longitudinal) fijo del
Lrapecio (ver Fig. 8. l 7).H.3ll DuranLe la a/Jclucció11, la superíicie
anicular convexa ele la cabeza del metacarpiano rueda pal-
marmenLe y se desliza dorsal mente sobre la superficie cóncm·a
FIGURA 8.18. Osteocinemática biplanar primaria ck la mticulación
del trapecio (Fig. 8.20). La abd ucción completa de la anicula-
carpometaca rpiana del pulgar de recho. Nótese que la Hbduccion )'
ción CMC elonga el músculo aductor del pulgar y la mayoria aducción se prodm:en sobre un ejc medial-lmernl de n.itación (en
de los ligamentos de la aniculación CMC, sobre lOcio los que gris); la flexión )'extensión se producen sobre un eje a111cropos1crior
esLán hund idos en torno a la cara posterior ele la cúpsula 11rt i- de ro1aci611. El 1110\'imiento más complejo ele oposick111 rcqltierc una
cular. La an rocinemática de la aducción se produce en el orden combinación de estos dos mo,·imienws prinrnrios. (En el texto ;1pa-
inverso al descriLo para la abducción . recc11 m<ís detalles.)

FIGURA 8.19. Abducción de la articulación carpometacarpiana del pulgm /\,La alxlucción maxnna de 45 grados abre el espauo 1mer-
digit:tl del pulgar. B, Abducción moden:ida para una manipulación fim con el dedo indtcl'
verso) del trapecio (\'cr Fig. 8. 17). Durante la.flexión, la super-
ficie cónt:a\'a del metacarpiano rueda )'se desliza en dirección
cubital (medial) (Fig. 8.21 r\).n Un surco somero en el diáme-
tro trnns\'crso del trapecio ayuda a guiar la ligera r\Hac1on
FIGURA 8.20. Anrocinem;\tica de la abduccion de la articuhK1on car-
pomctacarp1ana del pulgar. La abclucc1t'ln completa csura d hga-
memo oblicuo anterior (LOA), el ligamento mtermetacarpianll (Ll~I)
)' el musculo aductor del pulgar. Un músculo responsable del rocia-
miento acti1·0 ele la anindaci\in es el abducwr largo del pulg:ir.
Nótese la analogía emrc la anrocinematica de la abclucrn'r. n )' un
1·aquero carendo hacia delamc en su silla de montar: mientras el
1·aquero cae hacia delante (abducción amenor), un punto en su
pecho «rueda" en sentido an1cnor. si bien un pun10 de su trasero ~se
desliza» pos1eriorme111c.
C11¡•1111/,1,'{ 1 ~1 111<1111• 209
medial del metacarpiano. La ílcxión completa clonga tejidos
como los del ligamento colateral radial.'-~
Durante la t'Xlcmi1in de la ankulac.:ión C\IC. el metacar-
piano concal'o rueda y se desliza en dirección lateral (radian
sobre el cliúmctrn 1rans1·crso de la ;1 rtic.:ulación (l:ig. 8.2 1B). El
surco sobre la supc ríicie articular del trapecio dirige la ligera
rotación lateral del mctacarpiano. l l il1 L\ extensiün comple1a
rcqllterc la elongación del ligamento oblicuo antcnor. La tabla
8.2 muestra un resumen ele la cinemútica ele la llexion-cxtcn-
sión )' abclucción -aducc.:ión ele la articulación CMC del pulgar.
Oposición de la articulación carpometacarpiana del pulgar
Para facilitar la expos1c1ón , la figura 8.22A muestra el arco com-
pleto de oposición cli1·idiclo en dos fases. En la primrra(c1sc, el
metarnrpiano del pulgar se muc,·e en abducción. [;n la ::.cgunda
fase, el me1acarpiano abduciclo se ílexiona y gira mcdialmcntc
sobre la palma hacia el meñique. L1 figura 8.226 muestra con
detalle la cinematiea ele este complejo mo\'imicnto. Durante la
abducción, la base del metacarpinno del pulgar sigue un curso
en dirección palmar sobre la superficie del trapecio. Durante la
lkxión-rOLación mcclial , la base de este mcLacarpi<rno gira un
poco, meclialmente, dirigida por el surco en la superficie del
trapecio.>.'! L1 íuerw muscular, sobre todo la del musculo opo-
ne111c del pulgar, dirige el metacarpiano hacia el lado medial
extremo ele la superficie articular transl'crsa del trapecio. L1
articulación CMC en abducción parcial aumenta la tensión
pasiva de cienos tejidos conjuntivos. Por ejemplo, cl aumento
ele la tensión del ligamento oblicuo posterior estirado fa\'orecc
la rotación medial ele la diáfisis del metacarpiano. 111
Como resulta evidente por el cambio de la oricntnción de
lc1 uña del pulgar, la oposición completa incorpora al menos
45 a 60 grados de rotación medial del pulgar. La articulación
C~IC del pulgar no es la causante ele tocia esta rotación.
Grados menores de rotación axial, en íorma ele mo1·1mie111os
accesorios, se producen en las articulaciones Ci\ 1F e 1F del
210 )t't"trc>n /1 [.\·1r,·rnid111/ Sll/lt' l"flll
~~~~~~~-

Rotación
medial

Surco para
el flexor radial
del carpo

Vista superior del trapecio: Curso del movimienlo de los metacarpianos

Palmar
FIGURA 8.21 . Anrocincmáti<.:a ele la ílexión y extensión de la aniculacion carponmacarpiana del pulgar. t\ , La ílcxion se asti·
cia con una ligera rotación medial, que c<iusa clo11g<1<.:ió11 del ligamento colmeral radial. El ligamento oblicuo an terior est<i
laxti. B, La extensión se ast1<.:ia con una ligera rotación btcral, que musa la elongación del ligamento oblicuo an terior. El curso
aproximado cid movimiento cid mctarnrpiano y el trapecio aparece rn el recuadro. Nótese lrt analogía e111rc la aru\)cinem;i-
tica de la extensión)' la caida l:ucrnl ele un vaquero de: la silla ele montar: micntrns el ,·aquero me hacia un lado (extensión).
puntos de su pecho )' trnse ro «nu:dan }' se deslizan» en 1:1 misma clin:cci(1n lrtteral.

Movimiento Osteocinemática Geometría articular Artrocinemática

Abducción y ad ucción
Flexión y extensión
Movimiento en el plano sagital sobre La convexidad (diámetro longitudinal) Abducción: rodamiento palmar
un eje medial-lateral de rotación a del metacarpiano se mueve sobre la )' deslizamiento dorsal
través del metacarpiano superficie cóncava del trapecio Aducción: rodamiento dorsal
)' deslizamiento palmar
Movimiento en el plano frontal sobre El diámetro cóncavo (transverso) del Flexión: rociamiento
un eje a111eroposterior de rotación a metacarpiano se mueve sobre la y deslizamiento mediales
través del trapecio superficie convexa del trapecio Extensión: rociamiento
y deslizamiemo laterales

• La oposición )' reposición no aparecen p1>rquc tkrh·an de los l1lLWi111icntos en los dos planos pricnamis (en d texto aparecen müs cxplirncionesl .
 211

pulgar. LI rnerpn del trapecio tambtc.'n rota mcdtnlmente un

poco contrn el escafoides y el l rnpezoide.4l1 La rol ación del l rn-
pccio. probablemen te resultado de la tensión pasi,·n ele los
ligamrnLos ll'l15lls. amplifica la magniLud final ele In rotación
del metacarpiano. El dedo meti tquc CLlnlribu}'e n la oposicion
con un tllll\ttntcmo ele acampananrn:nto de la\' art1culacion
Ci\IC. Este mornnicnto permite ,1 la yema del pulgnr entrar en
firme contacto con la yema del me1i1que.
La opo!>icion rnmplcta es h1 pnsicion de bloqueo de la :ll'li-
culación Ci\ IC del pulg;n. 51 [ 11 C!>la posición, la an irnlación
Ct\ lC suele estar bajo el cont rol <Kl i,·o del múscuk). t\ luchos
de los ligametHO!> se lOrsionan )'tensan. La n:¡)()Si(ic>11 de la ;mi-
culación Ct-. IC de\'lteln: el me1acarpiano de la l)posicitin com-
pleta a la pos1cion ana1óm1ca. Ls1e mo,·i111itn10 11npltca la
anrocintm<i1 1ca de aducción y cx1cnsión-rniacil'>n lateral del
mcincarpinno del pulgnr.

Articulaciones metacarpofalángicas
DEDOS
Características generales y ligamentos
Las aniculaciones Jl.ICF de lns dedos son bastanLc grandes,
ovoides )' ~e silllan entre las cabl'zas com·exas ele lt1s metacar-
pianos )' las supe rficies proximales cüncavas somerns de las
fa langes pro:-.1malcs (Fig. 8.23). El tnO\'imiemo ele la an1cula-
ción t\ICI· se pmdu<.:c sobre lllCll) rn dos planos: llc\ltlll )

;----- - - - - - Articulación
'1 interfalángica distal

B \ _/. ,
Flexión/rotación medial ' ¡ -~ .__._________ Articulación
Abducción
interfalángica proximal

Surco para el
flexor radial
del carpo Articulación
metacarpofalángica
~~­
~~
Yisln superior del tra pecio: curso
del movimiento del metacarpinno

Palmar
FIGURA 8.22. ( i11cmn11ca de la opos1rn111 de la articulación ra1po-
111e1ac:upiana cid pulgar. A, Las clos lases de oposición: ( 1) abdur- :f!l<fi!~~~tlf.~~~'f}L.:_____ Articulación
cilin }' (2) ílcxion n rn rrnacilin medial. 13. Ci nrn1;itica detallada ck las carpornetacarpiana
dos fases de la llpnsil:it\n: el ligamcmo nhlinw posterior aparl'l'C
tenso: el músculo oponeme del pulgar aparece contrnído ten t\110).

FIGURA 8.23. Ankul:iril)nc~ del dedo mdite.

2 12

Ligamentos cola terales articulación tvlCF en cl ircc.:c.:ion palmar obl icua, el ligaml'lllo
de la articulación interfalángica forma dos panes cliferenc:iadns: La porci1i11 en forma ele rnrdon

d\~
del ligamento, que es gruesa )' luene. ) se 111scna distal mente
Falange proximal en la cara palmar del exm•mo proximal de la falange ) la pi>1 -
. ~ t'iún e1cccscl1 w consta de íihrns ílabelif11rn1cs, que se inscn.111
Ligamentos ·
Cápsula dorsal
palmares ~ distalmentc a lo largo ck cach1 ligamento palmar.
Porción
. e¡_
corditorm Situadas palmares a cada articulación tl lCF har est ructLuas
Vaina fibrosa del ded Ligamentos colaterales
\ \ Porción
. ~ accesoria
J de la ar hculación
similares a ligamentos llamadas ligamentos pci/mcrrc:s (o 1'1•11111·, ¡
metacarpofaláng1ca (,·cr F1g. 8.24). Estos liwuncntos son como discos gntc~th r
~~ densos de hbrocanilago. í:I cxl remo distal de CiKhl liga mm to

) -e:,
~~~
\~\
~
o>
o
FIGURA 8.24. Vist:i latcral de los ligamentos colatcralc:~ y tejidos con-
junti\'OS asodadt)S ele las anicular1oncs mctacarpolalangrra. imcrla-
langica proximal e mtcrfalangica dbtal del dedo
extensión en d plano sagital , )' abducción }' aduc.:c.:it\n en el
plano frontal.
La estabilidad mecánica de la Mticulación l\ ICF es crítica
para la biomccamrn general ele la mano. Como se dijo antes,
las articulaciones 1'. ICF son piedras angulares que ~osticncn los
arcos mó,·iles de la mano. En una mano sana, la estabilidad ele
las articulaciones MCF se k)gra mediante una serie elaborada
ele tejidos conjunti\'OS interconectados. Hundidos en la cáp-
sula de cada articulación ¡1,1cr ha)' un par de ligamentos cola-
terales radial)' rnbi tal )'un ligamento palmar (Fig. 8.2-+). Cada
li~11111cnto colcllt'I ,¡/ ticnc su inscrcil'ln proximal en los tubércu-
los posteriores de la cabeza del metacarpiano. Cruzando la
se inse rta en la base de cada falange proximal. En esta rcgion,
los ligamcn1os son relati\'Hmcnle gruesos)' rígidos. Los L'XLrc-
mos proximales más delgados )' elástico5 de los ligamcntl)S
palmares se 111scnan en el metacarpiano, Jllsto proximales .1 la
cabeza. Vainas fibrosas, que forman Lúnelcs o poleas para los
músculos ílcxores exLrí11sccos de los dedos, se anclan a 111vel
inmeclimamente superficial a los ligamenws palmares. La lun-
ción primana de los ligamentos palmares es fortalecer la ;11 t1-
culación l\ t(r ) oponer resistencia a la h1perextensitll1 le-.
decir, la amplitud de movimiento posterior m<\s allá de la pn-.1-
ción ele. 0").
La íigurn 8.2'5 ilustra :1:;pcctos anatomil'O'.'> ele las artirnla-
ciones ~ICI~ l:I componente c.:óncm'l) dl' la .irticulac1t111 \ll 1
está formado por la supcrftc1c amcular de la falange proximal.
los ligamentos colaterales ) la superficie cltir~al del ligamrn111
pal mar. LsLo5 tejidos forma n un reccptantll) tri latcml acll'
cuado para recibir las c.:abc.rn~ de los metnc1rpianus. La estruc-
tura aporta estabilidad anH.:ular y aumentad arca cll' contat lll
articular. Insertados emre ll)S ligamento~ palmares ha) tru .
/igamnll<l., mctacwpiw1t1s 11<111.wrrsos /ll t~f1111c/(I~ ( \'Cr F1g. 8 2 "i)
La cstrucl ura ancha y pinna que se forma ayuch1 a estabilizar
los cual 1\1 metacarpianos mccl iaks.

Vainas fibrosas
de los dedos """"ibS~~~

FIGURA 8.25. \ '1sta dorsal de h1 maiw

rnn rnlasis en lo:. 1c¡1clos l·nn1ut1111 •h
pcnartic.:ularc;. ele las anil'uh1t·wn~~
111r1 :1rnrpoíalan~1c1:.. Sr han supnnmlL)
,·arios hucsns 111rt:icarpianos pnra '' 'P',_
11n las disti111:1s cstrunuras articuhm· ~

FIGURA 8.26. Movi1111cntos accesorios pasivos de las aniculac1011c:.
me1acarpoíal<íngicns al asir un cilindro. La ro1ación axial del dl·cln
fndicc es muy aprcci<lbk.
Cinemática de las articulaciones metacarpofalángicas
Osteocinemática
Además de los movimientos de ílexión y exLensión, )' de
abducción)' aducción, en las articulaciones MCF se producen
movimientos accesorios sustanciales. En la an iculación MCr
relajada )' casi extendida, es posible apreciar el grado de tras-
lación pasiva en dirección anteroposterior, en dirección latcro-
lateral, r distracción. Nótese el grado de rotación axial pasiva
ele la falange proximal contra la cabeza del metacarpiano.
Aunque limitados, estos movimientos accesorios de la anicu-
lación MCF permiten a los dedos adoptar mejor las form as ele
los objetos, aumentando así la seguridad y el control ele la
prensión (Fig. 8.26). La amplitud de esta rotación axial pasi''ª
en las articulaciones MCF es mayor en los dedos anular )'
mei'lique, con una media de rotación de unos 30 a 40 graclos.2<>
La articulación MCF de los dedos permite movimiento
sobre todo en los 2 grados de liberiad
• La flexión y extensión se producen en el plano sagital sobre
un eje medial-la1eral de roiación.
• La abduccic\11 y aducción se producen en el plano frontal
sobre un eje anteroposterior de rotación.
Ambos ejes de rotación pasan por la cabeza del metacarpiano
L1 ampl itud general de ílexión )'extensión en las articula-
ciones MCF aumenta gradualmente ele los dedos ll a v.1 En la
segunda articulación MCF (índice) se dan unos 90 grados de
ílexión y unos 110 a 115 grados en la quinta articulación . L1
mayor movilidad en las articulaciones MCF más cubitales es
Ccr11r111l11 H Ltt 11w1w 213
parecida a la de las articulac1ones CMC. Las articulaciones
MCF se pueden hipercxtender pasivamente mas ali;\ ele Ja
posición neut ra en una ampl itud considerable ele 30 n 45 gra-
dos.
La abduccion y aducción en las aniculaciones t\ICr se pro-
duce en unos 20 grados a ambos ladtlS de la línea mcclia for-
mada por el tercer metacarpiano. L1 movilidad es máxima en
Jos dedos 11 y V donde los dedos aclracemes no limitan el
movimiento. 1
Artrocinemática
Cada cabeza de un metacarpiano tiene una forma ligerameme
distinta, pero en general estan redondeadas por el ' 'énice )'
son casi planas en la superficie palmar (\'er Fig. 8.6). El caru-
lago articular reviste tocia la cabeza y la mayor parte de la
superficie palmar. La relación cónca\'o-convexa de las superfi-
cies articulares es evidente (Fig. 8.27). El diámetro k1ngit ucli-
nal de la articulación sigue el plano sagital: el diámetro trans-
verso más cono sigue el plano lrontal.
L1 artrocinemática de la ar11culac1ón i\1CF se basa en la
S':_lperficie arucular cóncava de la falange que se mue,·c sobre la
cabeza convexa del metacarpiano. Durante la extcnsiun activa ,
l<l base ele la fa lange proxim<ll rueda )'se desliza en dirección
dorsal bajo la acción del músculo extensor común de lo!> dedos
(Fig. 8.28A). Fn unos 60 a 70 grados de ílexión, la porcion en
ft)rma ele cordón de los ligamentos colaterales se tensa ;ti
máximo. L1 forma excéntrica )' redondeada ele la cabeza del
metacarpiano es responsable del cst1ramie1110 ele los ligamen-
tos colatcrnlcs.1., A O grados ele extensión (Fig. 8.28B), los liga-
Vista d orsal
Ligamentos
Ligamento palmar colaterales
FIGURA 8.27. Vista dorsal de la aruculac1ón mctacarpofriJ,111g1ca
abiena para exponer la forma de la!> !>Upcrfancs articulares 11 diáme-
tro longnudmal de la articulación aparece en gris: el da;\llll'lm tr:rns-
Yerso, en rojo.
214 :>t-n wn 11 E.\t lt'Hllt/wl s11pl·1w1

Músculo extensor común

de los dedos (ECO)

Ligamento palmar tenso

: :

8 e
FIGURA 8.28 . Anrocinemátirn )' extensión acti va ele la articulación mct~1ca rpn ra l ángica. A. La extensión acti,·a se inicü1 en una posicion ele 70
grados ele ílexión. El músculo extensor común ele los dedos (ECD) aparece co111rayéndose e init.:iando I¡¡ cinemática de rodamicnw-y-clesli;:a-
miento. El ligamenlO colateral radial se tensa cluran1c la ílexión. 13, Con O grnclos ele extensión, el ligamento colaternl radial está relmi,·a111c111c
relaj<tdo. C, La hiperextensión rel ;~a más el ligamenw colatcrnl radial pero cs1ira ;'l l máximo el ligame1110 palmar. Nótese que el eje de rotadon
de este movimiento está en la dirección medial-lateral, a Lra,·és de Ja c;1lxza del metacarpiano.

memos colaterales se relajan mient ras el ligamento pnlmar se

despliega y establece contacto total con la cabeza del metacar-
piano. L'1 hi perextcnsión completa está limitada por el estira-
miento del ligamento palmar (Fig. 8.28C). La an rocinemát ica

FIGURA 8.29. An rocinemática de la llexión acti,·a ele las articulacio-

nes metacarporal:íngica. i111eríalángica proximal e i111eríalc1ngica dis-
1al cid dedo índice. El ligamento colatcrnl radial se tensa en hl arti-
culación 111etacarpoíalángica duran te la ílcxión. La flexión elonga la
cápsula dorsal y otros tejidos conjuntirns asociados. Las articulacio-
nes aparecen flexionadas por la acción de los músculos llexor super-
fic ial ele los dedos y ílcxor proíunclo de los dedos. El eje de rotación
de la flex ión y extensión ele las tres articulaciones adopl<i una direc-
ción medial-lateral, a tra,·és del miembro convexo de la articulación.
FIGURA 8.30. f\nroc inemátic;i de la abducción acli\'a ele la ~m i cula­
ción metacarpofalángica. La abducción es m:ti\·ada por el primer
músculo interósco dors:il (ID1). En abducción completa, el ligamcnw
ct)lmcral cubital está tenso)' el ligame1110 col<1ternl radial laxo. Notesc
que el eje de rotación ele este mo\'irnicntt> aclop1a una dirección anic-
ropostcrior, a tra1·és de la cabcz<i cid metacarpiano.

de la ílexión MCF es parccichl a la descrita para la extensión
excepto en que el rodamiento )' deslizamiento clel mcLacar-
piano se producen en direcdón pahm11· (Fig. 8.29).
L'l posición ele /Jlo<fw.:o de la aniculación tvlCF es unos 70
grados de !lexión. '" En esta posición el 1110,·imicnto acceso1fo
es mínimo. La ma)'Oría de las fibras ele la porción en forma ele
cordón de los ligamentos colaterales se tensan La posición ílc-
xionacla, por Lanto, ofrece estabilidad susta1H.:ial a la base ele
los dedos. Cerca ele la extensión, los ligamentos colaterales se
relajan, permitiendo los movimientos accesorios 1rn\ximos.
La anrocinemálica de la abducción )' aducción ele las an i-
culaciones MCF es parecida a la descrita para la ílexión )'
Relevancia clínica de la posición de bloqueo
en las articulaciones metacarpofalángicas
Después de una intervención quirúrgica o un traumatismo, la
mano suele quedar temporalmente inmovilizada para favorecer
la curación y aliviar el dolor. Durante un período prolongado, es
probable que los tejidos conjuntivos inmovilizados en una
longitud acortacla se vuelvan cada vez más rígidos y resistentes
a la elongación. Para reducir la posibilidad de tirantez en los
ligamentos colaterales de las articulaciones MCF, la mano suele
ferulizarse con las articulaciones MCF flexionadas hasta 60 a 70
grados (Fig. 8.31 ). Esta posición de ()loqueo de las
articulaciones coloca los ligamentos colaterales3Gy los
músculos extensores extrínsecos en una posición relativamente
elongada y tensa. Esta posición puede impedir el acortamiento
posterior de estos tejidos.
FIGURA 8.31. Posición corriente parn la ínmoviliwción prolon-
gada de la mano. La posición ílexionada ele las an ícuh1cioncs
mctacarpofalángicas clonga los ligamentos colaterales )' el mús-
culo extensor común de los dedos. Las anículadoncs interfalán-
gica proximal e interfalángica distal estan inmm,ilizadas cerca de
la extensión completa para evitar contrat.:turns por flex ión de
estas articulaciones. (En el tex to aparecen más detalles.)
{ <l/lllUIO (:\ /1! 111(!/llt 2 15
extensión. Durante la a bel ucción ele la an iculación tv1 CF del
índ ice, por ejemplo, la fa lange proximal rueda)' se desliza en
clirccciLín radial (Fig. 8.30). El primer músculo in Leróseo dor-
sal dirige la artrncincmñtica ck rodam iento y deslizamiento.
El grado ele abducción )'aducción activa en las articulacio-
nes 1vlCF es significativamente menor en ílexión compkla que
en extensión completa. Dos factores explican esta di ferencia.
Primero, los ligamentos colaterales se tensan cerca ele la fl e-
xión completa. L1 tensión pasiva acumulada en estos liga-
mentos aumenta lcóricamcnLe la fue rza ele compresión emrc
las superficies articulares. con lo cual se reduce el movimiento
activo. Segundo, en la posición de unos 70 grados de flexión ,
la superficie an icular de las falanges proximales entra en con-
LacLo con la porción palmar aplanada de las cabezas ele los
metacarpianos (\'er Fig. 8.28A). Esta superlkie relativamente
plana bloquea la anrocinemálica normal necesaria para una
amplitud máxima de movimiento ele abducción )' aducción.
PULGAR
C~racterísticas generales y ligamentos
La aniculación MCF del pulgar consta de la an iculación entre
la cabeza convexa cid pri mer metacarpiano y la superficie pro-
ximal cóncava de la fa lange proximal del pulgar (Fig. 8.32) .
Suele haber un par de huesos sesamoideos dentro del lado
palmar de la cápsula anicular.
La estructura básica y la anrocinemática ele la articulación
IVICF del pulgar son parecidas a las de los dedos. No obstante,
existen diferencias acusadas en la osteocinemálica. Los movi-
miemos activos )' pasivos de la art iculación MCF del pulgar
son signi fi cat ivamcnte menores que los ele las de los dedos.
Por propósitos prácticos, la articulación ivlCF del pu lgar sólo
permite 1 grado de modmicn10: flexión )' extensión en el
plano frontal:l7 Desde la extensión completa, la falange proxi-
mal del pulgar puede llexionarse de modo acti\'o unos 60 gra-
dos sobre la palma hacia el dedo med io. La figura 8.33 mues-
Articulación Articulación Articulación
metacarpofalángica carpometacarpiana radiocarpiana (muñeca)
Articulación Articulación Hueso sesamoideo
interfalángica interfalángica
proximal distal
FIGURA 8.32. Vista de perfil ele muchas superfi cies articulares ele la
111lHieca )' la mano. NüLese el hueso sesamoideo sobre el l:iclo palmar
de la <i niculacíón mctacarpofahíngica del pulgar.

2 16 S«cci1i11 11 E_,·¡r,·mi.lclll ~11prriur
tra la anrocinem<ilica ele b articulación tvlCF durante la ílc-
xión activa a cargo de los músculos llexores int rínsecos y
extrínsecos. A di ferencia ele las articulaciones ~1ICF de los
dedos. la hiperextensión de la aniculación MCF del pulgar
suele limitarse a unos pocos grados.
La abducción y aducción activas ele la articulación tvlCF del
pulgar están muy limitadas y, por tanto, se conside ran mo\'i-
micntos accesorios. Esto puede observarse en la mano al tra-
tar de mover ele íorrna activa en ad ucción o abducción la
l'alange proximal al tiempo que se estabiliza con ri rmeza el
metacarpiano del pulgar. Los ligamentos colmerales de esta
articulación restringen ele forma acusada este movimiento. La
escasez ele este movi miento aporta estabilidad longitudinal :i
toe.lo el rncl io del pulgar. Los momentos ele la abcl ucción y la
aducción que cruzan la articulación MCI- del pulgar son trans-
feridos proxlmalmeme por la articulación CMC.
Articulaciones interfalángicas
DEDOS
Las articulaciones interíalángicas proximal )' distal ele los
dedos permiten sólo l grado ele movimiento: ílexión y exten-
sión. Desde una perspectiva estructural y funcional , estas arti-
culaciones son más sencillas que las an iculaciones MCF.
Características generales y ligamentos
Las articulacio11cs i11te1falci11giccrs (IF) prnxi111alcs están formacl:ts
por la articulación entre las cabezas de las ralanges proximales
FIGURA 8.33. AnrocínemáLica de la ílexión acth·;i de las articulacio-
nes metacarpofalángicas e interíalángicas del pulgar. La ílexión se
activa por los músculos ílexor l¡irgo del pulgar y ílexor cono del pul-
g<ir. El eje de rot;ición de la llexión y extensión ele es1as articulacio-
nes adopta una dirección anLeroposterior. a tra,·és del miembro con-
l'exo ele las articulaciones.
e
Vista dorsal
Ligamento palmar
Ligamentos
colaterales
FIGURA 8.34. \'isla dorsal de las ank:ul;idones interíahíngic;1 prox i-
mal e imcrlahíngíca distal abiertas para 111osLrnr la fo rm;i de las "-Hpl't-
íicies anículares.
y las bases de las falanges med ias (fig. 8.34). La superficie
anicular de una articulación IFP aparece como una estructura
machihembrada parecida a la que se usa en carpintería para
unir planchas ele madera. La cabeza de la fa lange proximal
presenta dos cóndilos redondeados, separados por un surco
central somero. La superficie opuesta a la falange media tiene
dos carillas cóncavas someras separadas por una cresta cen-
tral. La articulación 1nachihembrada ayuda a di rigir el 1mwi -
miento ele llexión y extensión, y restringe la rotación axial.
Las articulaciones IFP están rodeadas por una cápsula que
está reforzada por los ligamentos colaterales radial )' cubital. La
porción en forma ele cordón del ligamento colateral en la ani-
culación IFP li mita signi ficativamente la abducción}' aducción.
Como con la articulación MCF, la porción accesoria del liga-
mento colateral se mezcla y refuerza el ligamento palmar (\'er
Fig. 8.34). Las conexiones anaLórnicas entre los ligamentos
colaterales)' el ligamento palmar forman un asienLo seguro parn
la cabeza ele la fa lange proximal. Los ligamenLos «rienda» pal-
mares en la articulación IFP forta lecen la conexión e11Lrc el
ligamento palmar y la falange media. De forma parecida a los li-
gamentos palmares, esLos ligamenLos oponen resisLencia a la
hi perextensión ele la articulación lFP.6.14 La hi perextensión
exLrema de la articulación IFP es una lesión deport iva corriente.
con desgarro del ligamento palmar y los ligamentos «rienda» .
Las articulaciones inte1falá11gicas distales OFD) se forman
entre las cabezas ele las falanges medias y las bases ele las falan-
ges distales (ver Fig. 8.34). La estructura ele la aniculación IFD
_l
.......

L 1p11u/¡1 ~ Ltr 111,11111 2 17

y el Lejido conjumivo circunclamc es en esencia l<l mism<l que

PUNfO DE INTERÉS 8.2 1
]a ele la aniculación IFP, excepto por la ausencia de los liga-
rnenLos «rienda».
«Posición funcional» de la muñeca y la mano
Cinemática de las articulaciones i11terfalángica proximal
Algunas afecciones, como un ictus grave o una tetraplejía de nivel
e i11terfalá11gica distal
superior, suelen causar una deformidad permanente de los dedos.
Las articulaciones 1FP se llexionan unos 100 a 120 grados. Las La deformidad suele ser inevitable, con independencia del tipo o
aniculacíones IFD muestran menos fl exión, unos 70 a 90 gra- momento de la intervención terapéutica. Los médicos suelen usar
dos. Como las an iculaciones MC~ la flexión ele la aniculación férulas que favorecen una posición de la mano que preserva al
IF es mayor en los dedos más cubitales. Suele haber una hipe r- máximo su potencial funcional. Esta posición, a menudo llamada
extensión mín ima en las aniculaciones 1FP, si bien las anicu- posición funcional, aparece en la figura 8.35. Las claves de esta
lacíones IFD preseman hastn 30 grados ele hiperextensión. posición son: muñeca: 20 a 30 grados de extensión con ligera
desviación cubital; dedos: 45 grados de flexión de la articulación
La amplitud del movimiento ele llexión es ma)1or en las ani-
MCF y 15 grados de flexión de las articulaciones IFP e IFD, y
culaciones IFP que en las art iculaciones IFD. La flexión y pulgar: 45 grados efe abducción. Esta posición funcional deja la
extensión de las arLiculaciones 1 F de los dedos anular y rne1ii- mano un poco ahuecada, con la muñeca en posición para lograr
que se producen junto con una ligera rowción axial. Durante una longitud óptima de los músculos flexores de los dedos.
la flexión, esta rotacíón gira el pulpejo de las yemas hacía la
base del pulgar. La rotación axial permite a esLos dedos entrar
en COlllaCtO con mayor encncia con el pu]gar.27
Los parecidos en la estructura articular generan una anro-
cinemática simi lar en las articulaciones IFD e IFI' Durante la
flex ión activa ele la articulación IFP, por ejemplo, la base cón-
cava de la falange media rueda y se desl iza en dirección pal -
mar por la tracción ele los músculos flexo res extrínsecos de los
dedos (ver Fig. 8.29). Durame la fl exión, la tensión pasiva cre-
ada en los tejidos conjuntivos estirados sobre el lado dorsal de
la articulación ayuda a dirigi r y estabil izar la artrocinemálica
ele roclamiento-y-deslizamiento.
En conLrasle con las articulaciones MCF, la tensión pasiva
de los ligamemos colaterales en las articulaciones Ir: se man-
tiene relati,·amente constante durante la am plitud del movi -
miento. Quizá la forma más concémrica de la C<1beza de las FIGURA 8 .35 . «Pcisición íuncional» de la mrn1eca y la mano.
falanges impida un gran cambio en la longitud ele estos liga-
mentos colaterales. La posición ele bloqueo de las articulacio-
nes lf Pe IFD se encuentra cercana a la extensión completa,55
lo más probable causada por el est irnm iento de los ligamentos
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
palmares. Durante períodos de inmovilización de la mano, las
Inervación de los músculos, piel y articulaciones
aniculacioncs lF suelen ícrulizarse en extensión completa o
casi completa (ver Fig. 8.3 l). Esta posición sorneLe a csLira- de la mano
miento los ligamenLos palmares, los ligamentos colaterales, )'
los músculos ílcxores extrínsecos de los dedos, reduciendo así INERVACIÓN DE MÚSCULOS Y PIEL
la posibilidad de una contractura por ílexión de estas anicula- La inervación de los músculos y piel de la mano aparece en la
ciones. figura 6.33. El nervio rndial inerva los músculos cxLensores
extrínsecos de los dedos. Estos músculos, localizados en la
PULGAR cara dorsal del antebrazo, son el extensor com ún de los
La estructura )' fun ción de la articulación IF del pulgar son dedos, el extensor del mef1ique, el extensor del indice , el
parecidas a las de las articulaciones 1F de los dedos (ver Fig. extensor largo del pulgar, el extensor cono del pulgar )' el
8.33). El movimiento se limiLa sobre todo a l grado de liber- abductor largo del pulgar. El ner\'io radial es responsable ele la
tad, lo que permite una ílexión act iva de unos 70 grados. La sensación de la cara dorsal ele la mu1icca )' la mano, sobre tocio
an iculación 1 F puede hiperextenderse pasivamente más allá de en torno a la región dorsal del espacio interdigiLal Lenar.
la posición neutra unos 20 grados. Este movimiento suele El nervio mediano inerva la mayoría ele los músculos 11exo-
emplearse para apl icar una fuerza entre el pulpejo del pulgar )' res extrínsecos ele los dedos. En el antebrazo, el nervio
un objeLo, como meter un taco en la pared. El grado ele hipcr- mediano inerva el músculo flexo r superficial de los dedos. Un
extensión pasiva suele aumentar con los Mios debido al esLira- ramo del nervio mediano (nen·io interóseo anterior) inerva la
miento a que se someten las estructuras palmares, incluido el mitad lateral del ílexor proíundo de los dedos, el ílexor largo
ligamento palmar. del pulgar )' el pronador cuadrado.
2 18 Sau1•11 11 I \lln111d11d '11¡•c1 ""

El ner\'iO mediano entrn en la mano por el canal carpiano, cl pulgar y el dcdti 111d1cc. C. llll'I\ a cl drdo medio, ) c. s
a nivel profundo del ligamento transverso del carpo. Una vez incn-a k1s dedos anular y meñ it¡Lll'. l.a!-o articulaciones l:"ll(.
en la mann, el nervio mediano ine rva los músculos que for- lnmhicn c:st;\n iner\';tdm, por nen·itb -.en:-.l>ri.des de In raí;:: d1'I
man la em inencia tennr (rlcxor ct11lo del pulgar, abductor nenfo Ct< a 1r;l\'e.., dl'I ramo profundo del ne 1Yio cuhit;11.21•
cono del pulgar y oponen1e del pulgar) > los dos múscttlth
lumbricales laterales. El ner\'lo mediano es n:sponsable de la Función muscular de la mano
sensación en la cara palmar-lateral de In mano, 111cluidas las Los músculos que mue' en los dedos '>l' clas1hcan como 1XI 1111
)'emns y la cara palmar ck los tres dedos)' medio lmerales. \CWS o i1111111~ao~ de la mano (fabla 8 3). l.11'. músculo:-. e.\trm
El nervio cubital inerva la mi tad medial de l 111usculo flexor secos t il'ncn su insel l'lll ll proximal l'l1 el antehra;::o t..\ en algt1
prorundo ele los dedos. Disrnlmentc, el nervio cubi tnl cruza la no::, casos. rn punlLb ma:-. proximales, inclus\1 en los cpicónclilll'>
mu11eca superficial al canal carpiano. En la mano, el ramo del humero. Lo!> 111usculo::i inl rínsccos. en l·ontrnstc, tienen '>lis
motor profundo del ner\'io cubital inerva los músculos hipo- msercioncs prox1111;1k-. ,. distales en la 11li111t'. C1)mo resumen ,
1enarcs (flexor del mci'liquc, abductor del me11ique, oponc111e referencia. la anawm1a dc1al1;1da > la inen acion de los mu...n1
del menique )' palmar nino) )' los dos musculos lumbricales h; ele la mano se olrt·n·n en el Apend1n· 11. parte C.
medrnlcs. IJ ramo motor prorundo prosigue lateralmente, a La mayo ria de In... mm·i miemos acl l\tl::> de la mano. com1)
nivel prorunclo de la mano, 1x1ra inervar los músculos palmar nbri r )' ce rrar k)s dedos, requieren una coopernción pren'>a
e imeróseos dorsales, y final mcnie el músculo ad uctor del pul- ent re los músculos L'\l rínst'ctb e intrínscni:- de l:t mano. y lt,..,
gar. El nervio cubital es responsable de la sensación en el musrnlos ele la munL'rn.
borde cubital de la mano, induida la maror parle dé h1 piel del
dedo y medio cubitales. FLEXORES EXTRÍNSECOS DE LOS DEDOS
Las mices de los nervios motores que iner\'an los musculos Anatomía y acción articular de Jos flexores
de la ex1re midacl superior aparece n enumeradas en el extrínseeos de los dedos
1\péncl ice 11, pane A. En el Apéndice 11, parte 13 aparecen los 1.os músculos lkxorcs cxtnnsccos tk lo'> dedos son el llc:-;01
músculos clave que suelen usarse para comprobar el es1ad1.) suprríidal de lns dedo-.. cl ílcxor proíund11 ck l11s cll'dos y d
íuncional de las raíces de los nervios ventrales C1-T1. lkxor largo del pulgar ll igs. 8.36 )' 8. 37) 1-.ws musntln!-> pre
...ent.1n in:>erc1tinc-. pni'\1111aks amph<b en el c¡m:ondilo mnh.11
del humtTtl ) en 1.i.. reg1nnt''> del amcb1.1:0.
INERVACIÓN SENSORIAL DE LAS ARTICULACIONES
l] ,·1cntre rnmnd.11 del /1.-.wr s11pc1 Jtwd tic /n, drcfo, ~l' lt1l.I·
El tejido conjunlivo perian icular ele los dedos cucnia con una liza en la porcion a11tn1nr del antebrn:o. JU:ittl a ni ,·el prl'·
ri<:a ine rvación sensorial. Se necesita mucha retroal imentación lunclo de los 1re:; llex1wes primarios de la 111 u1kca )' el músculo
neurnl para controlar los 1110\'imiemos íinos >' complejos. En pronaclor redondo l' cr hg. 8.36). Lt)S cualro tendones cruzan
su ma)'or parte, las articulaciones ele la mano reciben la sen- la 111u1ieca y c111 r;111 por el lado palmar de In mano. A ni,·el dt•
sación de las mismas ra1ces nerdosas que incr\'an los derma- la falange prox11nal, cada tendón se di\ 1de para dejar p¡bll .11
tomas superpuestos. Esws ratees nerviosas \'tajan con los ner- tendon del músculo lkxor profundo de los dedos (Fig. 8. 38).
vios radial. med iano y cubital de la siguiente forma: C<• incr\'a Las dos porciones ele cada lendon se reunen parcialmente
n uzan la art iculaei\111 lf- P y se insertan a ambos lados de h1
r ' . - . ~ ~- r• ~
cara palmar de la falange media -i11
TABLA 8.3 . Músculos intrínsecos y extrínsecos Ln acción primaria del músculo ílexor supcríicial ele k1!:>
de la mano dedos es flexionar las articulaciones l l·P. Este músculo, !>in
Músculos exUínsecos Músculos intrínsecos embargo. puede flexionar todas las aruculaciones que cruza.
L:n general. con la excepción del dedo 111e111que, cada 1cndon
Flexores de los dedos Eminencia tcnar del musculo supcrl icial se controla relall\·amente )'con inclc
Flcxor superficial de los dedos Abductor cono del pulgar
Flcxor profundo de los dedos
pendencia de los ciernas. 1::s1a inclependencin íuncional e!> l'\'i
Flexor con o del pulgar
Flexor largo del pulgar Oponen1c del pulgar denle en el dedo ind ice.
1::1 vien1rc muscular del .nrxor ¡>n!f1111tlo ele los dedos se localiza
Extensores de los dedos Eminencia hipotcnar
en el plano muscular más profundo del antebrazo, a ni\'el pn1-
Extensor común de los dedos Abductor del me1'tquc
Extensor del índice Flexor del 111c1,1que fundo del músculo flcxor superficial de l11s dedos (,·er Fig. 8. 37)
Extensor del meñique Oponente del me1,ique Una vez en la mano, los tendones pasan por el tendón di,·idido
Palmar cono del músculo superficial. Cada tendón prolundo cominúa lueg1)
Aductor del pulgar (dos clistalmcnte para inscnarse en el lado palmar ele la base de la
cabezas) falange distal (ver f- ig. 8.38. dedo índice). í:l lle:-:or profundo es
el unico ílexor de la ~11 t1culación IFD, pcrn nimo el llcxor super-
Extensores del pulgar lumbricales (cuatro)
Extensor largo del pulgar lnteróseos
ficial . aruda a ílexit'llilr todas las articulaciones que cniza.
Extensor cono del pulgar Palmares (cuatro) El músculo flcxor proíundo de los dedos cid dedo indice
Abductor largo del pulgar Dorsales (cuatro) puede controlarse con rclauva independencia de los otros ten·
dones del ílexor prnfuncln. Los tres 1encloncs restantes, .;1n

1

Visla palmar
j) l // Pronador redonclo
~ (cortado)
~ Flexor radial del carpo
Epicóndilo lateral ·•
,¡ (cortado)
} - Palmar largo
(cortado)
Flexor cubital del carpo
(cortado)
Pronador redondo --1-_;1 Flexor superficial ele los electos
(cortado)
Flexor largo Flexor prolundo de los dedos
del pulgar
FIGURA 8.36. \'isl.1 •1llll·1wr del a111ch1.1:l1 der.·d1l' d,,nde se 1e<,;1h;1
el nn1scul11 ílc\or ~Ujll't hnal dl' l<lS dl·do... Rep;ul' ...l' l'l1 ll1~ n1 n·1110 ...
ptWrnnales CMl.ul1h d,· l1lS íle\Ofl'~ ck 1,1 llllllÍCl'a )" el llfllll;\d\lt
r.:clondo.
embargo. cstan inlen:oncc1ack1s Ctlll distintos fasc1cu los
musculares, que suelen impedir la fk\11m ¡1l';lad;1 de la ;\l'l1cu-
lanon IFD de un .,olo dedll. Para aprl'Uar c~ta intcn.:oncx1on,
se sujeta el dedo cornzon y se exllendcn ni 1rniximo tochlS sus
articulaciones. .t\ I tiempo que se mantiene esta posición . se
intenta ílexionnr ele forma act iv¡¡ so/o la anicu lación 1Fn del
cleclo anular. LH inrnpaciclad o cl iíin1l1 ncl para realizar este
mo\'imiento se debe a In exccsh·a ckmgación del \'icmn:
muscular del ílexor profundo por la extensión del dcck1
medio. Esta maniobra suele usarse para inhibir la acción del
ílcxor profundo. aislando asi la acet(m ílexora de b an icula-
ción IFP del músculo ílcxor superfirn1l de los dedos.
El músculo .flcxor lc1rgo del pulgw se halla en el plnno
muscular mcís proíundo del antebrazo. justo lateral al músculo
ílexor profundo de los dedos (\'t'I' Fig. 8. 37). Este músculo
cruza la mu1icca }'se 111sc1w distalmentc en el lado palmar de
la base de la falange distal del pulgar. El musculo llcxor largo
del pulgar es el unico ílcxor de la aruculacion IF del pul~ar )'
eje rce un momento ele ílcxión en la::. nn iculacioncs 1'1CF )'
CMC del pulgar)' en la aniculnción de la 11n11icca.
Distal al canal carpiano. la ve1ii1C1 w 1111 i11 de los .Pc'l'.orcs de los
dedos rodea los tendones de los musculos flexores profundo)'
supcríicial de los dedos. Esla membrana tenmna en la porción
proximal de la palma. excepto por una continuación distal en
torno a los tendones del quinto dedo (\"Cr Fig. 8.38). La \'Clina
sinol'ial dd _Pcxm permanece en contacto con el tenclon del
( tl¡>lllllu li /,1111111111 2 19
Visla palmar
""'-. .u ' "'"'"" """"'
Flexor profundo de los dedos
Pronador
cuadrado -~-+-1
Lumbricales
''~~~~~~1--- Flexor superficial
de los dedos (cortado)
FIGURA 8.37 . \'isla an1crior del an t.:br:1:0 dcrcch u dl11ttk '>l' 1\'~al t:m
los rnusl.'ui.1s llcxm profundo ck l o~ dcdu ... r llcxcir larg,1 tkl pulgar.
Los müscuk>' l11111hricalcs aparecen l'llll '>ll i11scn:il111 cn ilh tl·ndo11c..;
cid ílcxor pmíundo. Rcparcsc en que l1i... t'\tn:mos pro\lmalc-. ) d1..,-
1:iks del mu:;t·uln lll·xor superfk1al lk lo!> dedos cstan nmad1l~
músculo fl cx(11' largo del pulgar en su insercion distal en el
pulgar.
Los trndoncs ele los músc:ulos llcxores cxl rínsccos de los
dedos se dingcn a su inserción distal en los correclorc-. osteo-
fibrosos de prlHecc1ón conocidos nmw 1·ai11as cligi1<i/r' filnosa~
(n.'r Fig. 8.38, qumto dedo). Las membranas comienzan pro-
ximahrn.·nte como una continuacion de la espesa aponeurtlsis,
juslo deba jo ele la piel de la palma. ¡\ lo largo de mela dedil.
las membranas se anclan en las íalanges y en los ligamentos
palmares (\'er Fig. 8.24). 1luncl1clas en cada membrana digital
hay bandas poco diferenciadas de tq1tkl llamadas polre1'> fln:o-
ras (\·cr Fig. 8. 38, A1.~. C1~l en el dedo anular). A 111\'el pro-
fundo ele estas polcas hay una mcmlmrna si11ol'ie1/ dig11al, que
rodea los tendones ílexores d e~cle el pliegue palniru· clist;il
hasta la arti<:ulación IFD . Esta rncmbrnna sirve de íucme
nut ricional p<Ha los tendones enceffados. El líquido simwial
secretado por la membrana reduce la fricción entre los tendo-
nes ele los músculos ílexores profundo )' supt'ríicial de los
dedos. Un tendón rasgado en la membrana digital puede
curarse con adherencias en las \'ainas digiLales de los tendones
adyacentes. Suele iniciarse la ferulización )' el cjen:ic10 eles-
220 .)l'tdc111 /1 Estrtm1clt1tl '"f11'11•11

Vista 1>alnrnr
Músculo llexor profundo
de los dedos (cortado)

Músculo flexor superficial

de los dedos (cortado)

Vaina digital fibrosa

Membrana sinovial digital Músculo llexor largo del pulgar

Lumbricales

• 'I

FIGURA 8.38. Vista palmar que mue:,tr;\ ,.ai 1as estructuras rmponantes de la mano Rep;i1e5l· en el tk1/11 nh'riic¡uc y ...u \01111a cl1bital íib1w;a > l.1
'~1111.1s1nm·1:1I cuba tal que encierra los tendones ele los muse ulos Ocxorcs c-.mnsccos Al e/re/o cmu/crr se le ha qu11a,k1 la '·ama digital. para trn'-
trar asa la \'aana sano,·ial clagital (en mjo) }'la., polcas anular (A1.;} }'cruzada ((.1 1) El clrclo 1111'clic> muestra la ... pok·a~ cxt1rp.1das para exponer
las inserciones distales de los mllsculos ncxon:!'> ~upcríicial }' profundo de los dedos. El cledo 111dicr tiene 011\lltda una 1mrct0n del tcndún cid
ílexor supcafa:ial de los dedos, con lo cual se ve el tendón más proíundo del 11111s1:ulo Ocxor proíundo de los dedos}' el lumbrical inscrttl. El
¡nclgt1r muestra las polc<tS oblicua)' anular ju11tu con la rnina sino,•ial raclrnl, mtka11do el tcnckm del llcxor !:irgo del 11ulgar.

pués de la cirugía para facilitar el desliznmiento libre ele los ción de los músculos flexorcs cx t rfn~erns de los cleclos ;1leja·
tendones clcnt ro de la vaina. rían los Lcndones del eje de rotación de la articulación.

Anatomía y función de las poleas flexoras
La íigura 8.38 muestra las polcas flexoras hundidas en la
membrana digital fibrosa. Se han descrito cinco poleas anula-
res, designadas como A1 a As.1 3 Las polcas principales (A2 y
Aü se insertan en la diáfisis ele las íalanges proximal y media.
Las poleas menores (At. A3 y A5) se inse rtan directamenle en
el ligamento palmar en cada una de b s tres articulaciones del
dedo. Se han descrito Lambién tres polcas cruzadas menos dife-
renciadas (C1 a C3). Las poleas cruzadas se componen de
fibras finas y flexibles que se entrecruzan sobre los tendones
en regiones donde las membranas dignales se doblan durante
la flexión .
Las poleas flexoras, la aponeurosis palmar )' la piel com-
parten una función similar de sustentación ele los Lendones
subyacentes a una distancia relativamente fija de las anicula-
ciones. l.7 Sin esta función, la fuerza producida por la contrae-
Papel de los músculos estabilizadores proximales
durante la flexión activa de los dedos
Los flexorcs extrínsecos de los dedos son capaces mccánica-
mcme ele flexionar múltiples articulaciones, desde la anicula-
cion iro hasta, al menos en Lcorín , el codo. Para que estos
músculos aíslen su potencial de flexión en una sola articula-
ción de la mano, se requiere que otros músculos actúen de
modo si nergisla con los músculos ílexores extrínsecos de los
dedos. Consideremos el músculo ílexor superficial ele los
dedos realizando la flexión aislada de la articulación IFP (ng.
8.41 ). Al inicio de la contracción, el extensor común de los
dedos debe acLuar como estabilizador proximal para pre,·e111r
que el fl exor superÍicial de los dedos flexione la aniculacion
MCF )' la muñeca. Como la longitud del brazo ele momento
ílexor del músculo ílexor supe rficial de los dedos aumenta de
modo progresivo en las articulaciones más proximales, unn

Base anatómica del «síndrome riel canal car¡i iano»
Los nueve tendones de los músculos flexores extrínsecos de los
dedos discurren con el nervio mediano a través del canal carpiano
(Fig. 8.39). Los tendones están rodeados por dos membranas
sinoviales separadas que reducen la fricción entre las estructuras.
Una membrana sinovial cubital rodea los ocho tendones de los
músculos flexores superficial y profundo de los dedos, mientras
que una membrana sinovial radial diferenciada rodea el tendón del
m(Jsculo flexor largo del pulgar. Las actividades manuales que
requieren posiciones prolongadas y extremas de la muñeca
pueden irritar estos tendones. Dado que el compartimiento del
canal carpiano está cerrado y es relativamente pequeño, la
hinchazón de las membranas sinoviales puede aumentar la presión
Nervio cubital
Músculo flexor profundo ----"~~---=---..__..__..._____,.
de los dedos
FIGURA 8.39. Visttl transversa de la entraclt1 del carwl carpiano de la mu1icca derecha. La membrana sinovial cubital (en rojo) rodct1
los tendones ele los músculos ílcxores supcrfü:ial y proíundo ele los dedos. La membrana sinovit1l rachal rodea d tendón del musculo
ílcxor largo del pulgar.
fuerza relativamente pequeña en una articulación distal se
amplifica hasta generar un momento mayor en las aniculacio-
nes más proximales. La figura 8.41 mues1ra que una íuerza de
20 N en el tendón superficial produce un momento ele 15
Ncm en la articulación lFP, un momento de 20 Ncm en la arti-
culación MCF, y un momento de 25 Ncm en la articulación
mecliocarpiana de la mu1ieca. Cuan10 mayor sea la fuerza pro-
Ca/'11111<1 8 L,, m1111<1 22 J
sobre el nervio mediano. Puede derivar en síndrome del canal
carpiano, que se caracteriza por dolor y/o parestesia en la
distribución sensorial del nervio mediano. Con la progresión del
síndrome, la debilidad y atrofia musculares pueden darse en la
eminencia tenar. Las presiones en el canal carpiano de personas
con este síndrome aumentan significativamente durante muchas
actividades de la mano.46 Las presiones aumentan sobre todo
durante los extremos de los movimientos de muñeca, como cerrar
el puño. El síndrome del canal carpiano puede asociarse con el
uso prolongado de un teclado de ordenador. El diseño alternativo
de teclados estándar puede reducir los extremos de los
movimientos al escribir a máquina y, por tanto. la gravedad de
esta dolorosa afección.3s
Nervio mediano
Membrana sinovial radial
Músculo llexor largo del pulgar
ducida por el ílexor superficial de los dedos, mayores serán las
demandas ele fuerza impuestas a los estabilizadores proxima-
les. Los estabilizadores proximales incluyen el extensor ele los
dedos y, de ser necesario, los extensores del carpo. El grado ele
fuerza e interacción musculares requerido para una acción
sencilla de ílexión de la articulación IFP es realmente mayor
ele lo que parece en primera instancia.

222 Srn 1<111 JI E>:tn'mic/<11/ Sllflt'llc>i
Biomecánlca de una polea flexora rota
Como se ha dicho antes, una función de las poleas flexoras es
mantener una longitud casi constante del brazo de momento de
los tendones flexores. En el caso de una polea rota o dañada, la
fuerza del músculo que se contrae llace que el tendón se separe
del eje de rotación de la articulación, fenómeno llamado
«deformidad en arco de flecha» del tendón. Esta deformidad de un
tendón aumenta significativamente el brazo de momento interno
del tendón y, a su vez, aumenta la ventaja mecánica del músculo.
Como se describe en el Capítulo 1, el aumento de la ventaja
mecánica de un músculo tiene dos efectos sobre la mecánica
articular: (1) amplificación del momento producido por nivel de
fuerza muscular y (2) reducción de la rotación angular de la
articulación por distancia lineal del acortamiento muscular. Las
implicaciones clínicas negativas de una polea flexora rota afectan
sobre todo al segundo factor. Para ejemplificar este efecto sobre la
Polcas intactas
A cm. Con esta longitud de brazo de momento, una excursión por con-
Polt•11s rol as
Flexión pasiva de los dedos por acción de tenodesis
de los músculos flexores de los dedos
La posición de la muñeca altera significativamente la longítud
de los ílexores extrínsecos de los dedos. Una implicación de
esca disposición se aprecia al extender de modo activo la
muñeca y observar la flexión pasiva de los dedos y el pulgar
(Fig. 8.42). La fuerza responsable de la ílexión de los dedos se
gene ra por el estiram iento al que se someLen los ílexores
extrínsecos de los dedos, como el ílexor profundo de los
dedos. El estiramiento de un músculo polianrodial en una
art iculación, lo cual genera un movimiento pasivo en la otra,
se denomina e1cción de tenodesis de un músculo. La figura 8.42
muestra que en la posición de ílexión completa de la muñeca,
los dedos -sobre todo el índice- se extienden pasivamente por
una acción de tenodesis similar causada por el estiramiemo de
los extensores extrínsecos de los dedos. La Lenodesis se pro-
duce en distintos grados esencialmeme en Lodos los músculos
poliartrodiales del cuerpo.
>
prensión, asumamos que con las poleas A2, A3 y A4 intactas, el
brazo de momento del tendón del músculo flexor profundo de los
dedos es 0,75 cm en la articulación IFP (Fig. 8.40A). Una
contracción muscular de 1,5 cm produciría teóricamente unos 11 5
grados de flexión de la articulación IFP.7 Un dedo con las poleas
rotas, como se aprecia en la Figura 8.408, puede provocar un
aumento doble del brazo de momento del flexor profundo de los
dedos sobre la articulación IFP. Por consiguiente, una contracción
muscular de 1,5 cm, en teoría, produce sólo unos 58 grados de
rotación articular, en torno a la mitad del movimiento producido
con las poleas intactas. Asumiendo que la amplitud máxima de
acortamiento del flexor profundo de los dedos sea unos 2 cm,1el
dedo con una polea rota no se flexiona por completo, sea cual
fuere el esfuerzo. Esta pérdida ele eficacia de contracción-rotación
tiende a ser más profunda cuando se rompe la polea A4.4s La
rotura de una polea suele requerir corrección quirúrgica.
FIGURA 8.40. Mecánica patológica de la!> polcas ílcxoras rolas. A, Con
las polcas intactas, el brazo de momento de los ílexores de los dedos
sobre la articulación interfalángica proximal (IFP) es en torno a 0,75
tracción ele 1,5 cm del músculo ílcxor profundo de los dedos prodtKC
en teona unos 11 5 grados de ílcxión en la articulación in1crfal:íng1ca
proximal. 13, Con la rotura de las polcas Ai y A1. el arquea111ie1110 del
1cndón en la articulación interfalángica proximal doblaría la longuud
del brazo de momento hasta 1.5 cm. En cs1c caso, una excursión por
co111racc1ón de l ,5 cm del músculo ílcxor profundo de los dedos pro-
ducirla sólo unos 58 grados de ílcxión de la m ticulacíón íntcrfaláng1ca
proximal.
EXTENSORES EXTRÍNSECOS DE LOS DEDOS
Anatomía muscular
Los músculos extensores extrínsecos de los dedos son el
extensor común de los dedos, el extensor del índice y el exten-
sor del menique (ver Fig. 7.22). El extensor común de los
dedos y el extensor del mei'lique se originan en un tendón
común en el epicóndilo lateral del húmero. El extensor del
índice tiene su inserción proximal en la región dorsal del ante-
brazo. El músculo extensor común de los dedos, por lo que se
refi ere a su área transversal, es el extensor predominante de
los dedos. El término «común» se refiere a la serie de cuatro
tendones extensores que actúan sobre los cuatro dedos.
Además de actuar como extensores de los dedos, el extensor
de los dedos tiene un excelente brazo ele momento como
extensor del carpo (ver Fig. 7 .2 1).
El músculo exten sor del meñique es un pequeño músculo
íusiíorme a menudo interconectado con el extensor de los

Momento de flexión
de la articulación IFP = 15 Ncm-
0,75 cm
Momento de flexión
de la articulación, MCF = 20 Ncm -
Momento de flexión de la
articulación de la muñeca= 25 Ncm - - .._.._.Q._..-
Extensor
común de
los dedos
FIGURA 8.41 . Activación muscular requerida pnra producir el senci-
llo movimiento de ílexión de In aniculnción imeríalángica proxim<1I.
Una íuerza de 20 N producid<1 por el músculo ílexor superficial ele
los dedos crea un momento de flexión por toclns las articulaciones
que cruza. Debido a los brazos de momento cada vez ma)'ores en l<1s
articulaciones más proximales. los momentos de ílexión aumentan
progresivamente en dirección proximal de 15 a 25 Ncm. Para nislar
sólo la ílexión ele la articulación interíalángicn proximal, los múscu-
los extensor común de los dedos )' extensor rndial del carpo deben
oponer resistencia al eíecto ele flexión del ílexor superíicial de los
dedos en la muñeca y las articulaciones mctacarpofalángicas.
dedos. Con el extensor de los dedos }' el extensor del meñique
extirpados. el extensor del indice, a nivel más profundo, y los
músculos extensores ext rlnsecos del pulgar quedan completa-
mente expuestos (Fig. 8.44). El extensor del índice cuenta con
un solo tendón que sirve al dedo índ ice.
Los tendones de los músculos extensor común de los
dedos, extensor del Indice y extensor del meñique cruzan la
muñeca por canales revestidos de membrana sinovial. locali-
zados demro del retináculo de los músculos extensores (ver
C.11¡11111/11 :-! l11111m111 223
FIGURA 8.42. «Acción de tenodcsis~ ele ltis musculos ílcxores de lo:.
dedos de una persona sana. Miemras la mtuieea esl<\ extrncl1cb, el
pulgar )' los dedos se ílexionm1 automflt 1c<llllentc por el cst1ramic1110
a que se someten los llexores extrínsecos de los dedos. L;i lk·x1l~n es
pnsiva, sin csíucrzo por parte del sujc10.
Fig. 7.23). Dtstal al re1ináculo, los tendones cursan hacia los
dedos de forma mU)' \•ariable (Fig. 8.-+5). Los tendones del
músculo extensor de los dedos suelen estar interconectados
por varias jw1c111rae tendinum . Esrns bandas ele tej ido conjun-
Livo estabil izan el ángulo de aproximación de los tendones a la
base de las articulaciones MCF Los tendones de los muscules
extensor del indice y extensor común de los dedos suelen via-
jar en paralelo. mezclándose con el tejido conjuntivo en el
dorso de la falange proximal (Fig. 8.46).
La organización anaLómica de los tendones extensores de
los dedos es muy distinta de la de los flexores ele los dedos.
Los tendones ele los ílexores de los dedos discurren por una
membrana digital bien definida hacia una única inserción
ósea discreta. En contraste, las inserciones distales de los
extensores de los dedos carecen de una membrana digna!
definida o un sistema de poleas. Los tendones extensores ter-
minan i111egrados en una expansión fibrosa ele tej idos con-
juntivos, localizada tocio a lo largo del dorso de cada dedo
(ver Fig. 8.45). La serie compleja de tejido conjuntivo se
llama aparato extensor. Se empican otros términos como apo-
neurosis dorsal o aparato extensor.111 so El aparato extensor
sirve como inserción distal primaria del extensor ele los dedos
y la mayoría de los músculos intrínsecos de los dedos. El
apartado siguiente describe la anatomía del aparato extensor.
Un aparato extensor parecido pero menos organizado existe
para el pulgar.
Mecanismo extensor de Jos dedos
Una peque1ia tira de tendón del músculo extensor de los
dedos se inserta en la base del lado dorsal de Ja falange proxi-
mal. El resto del tendón se aplana }' íorma una banda crntral
224

! UN.TO DE IN . íF.~ RES 8.5 . •

Implicaciones clínicas de la tenodesls en personas con
tetraplejía
La acción natural de tenodesis de los flexores extrínsecos de los
dedos tiene implicaciones clínicas importantes. Un ejemplo es el
de una persona con tetraplejía de CGque presenta parálisis de los
flexores y extensores de los dedos, pero muestra inervación de
los músculos extensores del carpo. Las personas con este nivel
de lesión medular suelen emplear una acción de tenodesis para
muchas funciones, como coger un vaso de agua. Para abrir la
mano y asir el vaso do agua, la persona deja que la gravedad
flexione la muñeca. A su vez. esto estira el músculo extensor común
de los dedos, parcialmente paralizado (Fig. 8.43A). En la figura
8.43B, la extensión activa de la muñeca estira los flexores
paralizados de los cledos, como el flexor profundo de los dedos, el
cual crea suficiente fuerza pasiva en estos músculos para asir el
vaso. El grado de fuerza pasiva de los flexores de los dedos se
controla con el grado de extensión activa de la muñeca.

Flexor
profundo
de los dedos~=..,,.,--±---\
tenso

FIGURA 8.43. Una personn nrn tctraplc.11a en el nin·( de C., t·111plca la •an:ión de tcnodcsis» pnrn asir un ,·aso de agua. A.
P:m1 iniciar la prensión, la mano se abre por acción ck la ~rnn:cl acl flcxio11<111cl0 la 111u1ieca. El musculo extensor rn111ún ele
los dedos esti rado (tenso) genera fucrz:i p:isiva que exticnclc parci;ilmrnte los dedos. B, Al extender de íonna activa la
mu1ieca por acción del musculo extensor radial largo del carpo inervado (en ro10), los ílexorcs ele los dedos estirados
-como el ílcxor profundo de los dedos- crean una íucrz:1 pasil'a que arud<1 a asir el rnso.

que constituye la «Columna» del mecanismo extensor (ver
Figs. 8.45 )' 8.47). La banda central cursa distalmentc y se
inserta en la base dorsal de IH ralange media. Antes ele cruzar
la articulación l f P, dos bandas latcralrs divergen de la bnncla
central. L'ls bandas se localizan dorsales al eje ele rotación de
las articulaciones lFP e IFD, )'se fusionan en un tcndt>n 1c1111i-
11al que se inserta en In base dorsal ele la fala nge distal. Las
múltiples inserciones del mecanismo exLensor en lélS ralangcs
permiten al músculo extensor de los dedos transferir la ruerza
extensora distalmente por todo el dedo.
Además de insertarse en las fa langes, el aparato extensor se
inserta en la superfi cie palmar del dedo med iante dos csLrnc-
turas: el aparato dorsal )' los ligamentos rct inaculares (ver
Figs. 8.45 y 8.4 7). La aponeurosis dorsal es una hoja ancha, casi
triangular, de aponeurosis local izada en el extremo proximal
del mecanismo extensor. El aparato dorsal contiene Hbrns
transversas)' oblicuas. Las fí/iras 1ra11svcrsas o bandas «sagita-
les» discurren perpendiculares al eje largo del tcndon del
extensor ele los dedos. Las Hbras transversas de ambos lados
del tendón extensor se insertan en el ligamento palmar, con lo
cual forman una «aponeurosis» en torno al extremo proximal
ele la falange proximal. Las fibras Lransversas, por tanto, trans-
miten íuerzas del músculo extensor ele los dedos que extien-
den la falange proximal. Además, las íibras trans\'ersas man-
tienen el tendón del extensor de los dedos sobre el lado dorsal
de la nniculación i\lCF
Las .filmrs nli/icuas cursan disLal y medialmente para l'un-
dirse con las bandns laterales y cent ral. Los músculos intrínse-
cos de la mano (lumbricales e imeróseos) se insertan en el apa-
rato extensor mediante las fibras oblicuas del aparaLo dorsal.
 111p1111lc18 lt1111,11111 225

Vislll dorsal La figura 8.47 muestra esta estn1cturn ele los primeros
músculos i111 e róseo dorsal y 1um brical del dedo 111d ice.
Los múscu los intrínsecos 111cclia111c esta conexión ayudan
al músculo extensor común de los dedos a extender las arti -
culaciones 1r:P e IFD.
Ep1cóndilo medial Localiz:1do en el extremo distal del mecanismo extensor
hay un par ele finos ligctmrnws 1cti11ct(1tlarcs ohlic1ws (ver fig.
8.-f7). Las l"ihrns surgen prnximalmente ele la vai na digital
f'i brosa, justo prnximalcs a la an in dación l FI~ y cursan en sen-
tido oblicuo y distal para inscn ar<;c en las bandas laterales. Los
ligamentos ª)'Udan a coordinar el movimiento entre i<ls articu-
laciones IFP e lfD de los dedos, un punto del que se hablará
más adelante en este capitulo. En la tabla 8--1 se resumen los
Abductor largo del pulgar aspectos anatómicos y funcionales del mecanismo extensor.

Extensor largo del pulgar __,,___-+- Acción de los extensores extrínsecos de los dedos
Extensor del índice Extensor corto del pulgar La contracción aislada del músculo cx1c11sor co111w1 tic los dn/os
produce hipcrcxtcnsión ele las anic:ulacioncs ~ICf (f-1g. 8.48)
Retináculo de los Sólo en presencia de la activacion de los musculos mtnnsecos
músculos extensores puede el extl'llSor de los dedos extender por completo las arti-
culaciones IFP e IFD.
Abductor del meñique
CXTENSORES EXTR ÍNSECOS DEL PULGAR
Consideraciones anatómicas
Extensor común
Los musculos t'xtensores extnnseni::. del pulgar son el n:1rnsor
de los dedos (cortado) largo del ¡i11lg111. el extensor wrto del p11lge1r y el e1lu/11dor le1rgo
cid pul.~<11 (ve1 rig. 8. -f 7). Estos musnilos ele incrvac1nn radial
prcselllan sus in!>crciones prox1male:-. en la región dorsal del
FIGURA 8.44. Vislrl dorsal de la cx1rcmidad superior derecha donde antebrazo. Los tendones de estos musculos compont•n la
dcs1,1c:111 los muscul1is e:.;1c11sores de ltis dcdns: d extensor dcl 111din', «tabaquera anntúmirn» situada en el lado radial ele la 111 u11cca
l'I c:.;1cnsor larg11 del pulgar, el extensor <.:orl (1 del pulgar y el ahdul:-
1or largo del pulgar. Nú1cnse los cx 1 rc1110~ proximales conadn~ del
cx1ensor cubi1al del rnr¡x1 )'el ex1ensor n1mu11 ck los dedo:..
Inserción terminal
Bandas laterales del aparato extensor

FIGURA 8.45. Vis1a ck1rsal de los rnúsr.:u- Conexiones intertendinosas

los, tendones )' mecanismo extensor ck
h1 mano derecha Las membranas sino-
\'1alcs aparecen en n1lor mjn oscuro r el
rctmaculo ele le>~ musculos cx1cnsorcs
en color rojo claro.
(juncturae tendinum) --~~~-!:!;';~-';-';'~ ,,...........__ Músculo extensor
Extensor del indice --~\"::::~~~...,...... del meñique
Extensor común de los dedos --~":lt--H:~~~-7,.,,=-c==--:-
Músculo abductor
del meñique

Extensor radial largo del carpo

Extensor radial corto del carpo

Abductor largo del pulgar
/fj) ·~~-- Retináculo de los
músculos extensores

~--- Músculo extensor

cubital clel carpo
226 Scain11 // Ex1rc1111cle1cl ~upcrwr

(Fig. 8.49). Los tendones del abductor largo del pulgar y el

extensor rnrto del pulgar viajan juntos por un canal fibroso
Tendón dentro del retináculo de los musculas extensores del carpo
del músculo (ver Fig. 7.22). Distal <\I rctináculo, el tendón del abduuor
extensor largo del pulgar se inserta sobre lOdo en la superlkic radial-
del índice dorsal de la base del metacarpiano del pulgar.5·1 El extensor
cono del pulgar se inserta distalmenLe en la base dorsal de la
falange proximal del pulgar. El tendón del extensor largo del
pulgar cruza la muñeca por un canal separado dentro del rcti-
extensor náculo y por un surco justo medial al 1ubérculo dorsal del
de los dedos radio (ver Fig. 7. 23). El extensor largo del pulgar se inscna
distalmente en la base dorsal ele la fa lange distal del pulgar.
Ambos tendones extrínsecos contribuyen a la acción del
mecanismo extensor del pulgar.

FIGURA 8.46. Los dos te ndones extensores del dedo índice derecho.
El tendón del musculo extensor de los dedos del índice (sct1alado
con el dedo de la mano izquierda) se halla lateral al tendón del exten-
sor del índice.
Consideraciones t1111cio11ales
Las múhiples acciones del extensor largo del pulgar, el exten-
sor cono del pulgar y el abductor largo del pulgar se com-
prenden al reparar en su linea de fuerza respecto a los CJes
anteroposterior y medial-lateral de las aniculaciones que cru-
zan (ver Fig. 8.48). EL músculo cxtrnsor largo del pulgar
extiende las articulaciones 1F. MCF y CMC del pulgar. El mus-
culo discurre hasta el lado dorsal del eje medial-lateral de la
articulación CMC )', por tanto, es capaz también de mo\'er esta

Inserción distal del extensor

largo del pulgar -~~
FIGURA 8.47 . Vista
radial (lateral) de los
músculos, tendones }'
mecanismo extensor de Inserción del abductor corto
la mano derecha. del pulgar --~~

Aductor del pulgar

 227

Componente Anatomía pertinente Importancia funcional

----~

Banda central Cominuación directa del tendón del músculo
extensor de los dedos; se inserta en el lado
dorsal de la base de la falange media
Bandas laterales Formadas por divisiones de la banda central; las
bandas se fusionan y forman un solo tendón terminal
para insertarse en el lado dorsal de la falange distal
Aponeurosis dorsal Las fibras transversas* conectan el tendón extensor
con los ligamentos palmares a ambos lados en la
articulación MCF
L1s fibras oblicuas cursan distalmente y se fusiomm
con las bandlls laterales y central; actúan como
inserciones primarias o secundarias de los músculos
lumbricales e interóseos
Ligamemos Constan ele fibras delgadas ele curso oblicuo que
retinaculares conectan la membrana digital fibrosa con las bandas
laterales del mecanismo extensor
l) Sirve de «columna» del mecanismo extensor
2) Transmite la fuerza de extensión ele los músculos extensor
de los dedos, interóseos y lumbrical a la falange mecha
Transmi1en las fuerzas de extensión de los músculos extensor
ele los dedos, imeróseos y lumbricales a la falange distal
Las fibras tranvcrsas (1) estabiliz1111 el tendón del extensor de
los dedos en la cara dorsal de la articulación MCF; (2) fom1an
una aponeurosis en torno al extremo proximal de la falange
proximal. El extensor de los dedos usa esta aponeurosis
para extender la articulación MCF
Las fibrns oblicuas transfieren fue rzas de los músculos
lumbricales e interóscos a l11s bandas laterales y central,
y, ele este modo, las fibras oblicuas ayudan a extender las
aniculaciones IFP e IFD
Ayudan a coordinar el movimiento entre las aniculaciones
IFP e IFD de los dedos

• También llamadas lm11d:1' ><1gilillcs.

aruculación en aducción. El extensor largo del pulgar es único El músculo extensor rnrto drl pulgar es un cxtenso1 de las
por su capacidad de realizar las tres acciones que comprenden articulaciones MCí y C!vlC del pulgar; el abd11L101 lw>:o di:/
la reposición del pulgar: exLensión, rotación lateral y aducción pulgar es un extensor de la aniculación CMC del pulgar. El
de su metacarpiano. músculo también es un abductor primario ele la articulación

FIGURA 8.48. Función de los músculos extensores

extrínsecos de la mano. La acción de cada músculo
está determinada por la orienLación de la linea de
fuerza respecto a los ejes de rotación de cada ani- Articulación
cul;1ción (los ejes mediales-laterales en gris; los ejes Aparato dorsal
interlalángica
antcroposteriores en rojo). La contracción aislada (libras transversas
y oblicuas)
del músculo extensor común de lns dedos (ECO) Abductor corto
mueve en hiperextensión las articulaciones meta- del pulgar
carpofalángicas. La extensión completa de ltts arti-
Articulación
culaciones interfalángicas requiere la ayuda de los
metacarpolalángica
musculos intrínsecos. Los músculos extensor largo
del pulgar (ELP), extensor cono del pulgar (ECP) )'
abductor largo del pulgar (ALP) son extensores pri-
marios del pulgar. Las inserciones del abductor
cono del pulgar apnrcccn mezclach1s wn el tendón Articulación
distal del extensor largo del pulgar. carpometacarpiana
228 '>cawn 11 Lx11m11clad supn 1111

activan los músculos desviadores cubitales para estabil izar la

mui'leca ante una desviación radial indeseada. La activación es
aparente al palpar el tendón elevado del llexor cubi1al del
carpo, localizado justo proximal al pisiforme, durante la
extens1ün rapida del pulgar.

MÚSCULOS INTRÍNSECOS DE LA MANO

La mano contiene 20 músculos in1 rínsecos. A pesar ele su
tamai10 relativamente peque110, estos musculos son escncinles
para el control fino de los dedos. Topográficamente , los
músculos in1 rínsecos se cli\'iclen en cual ro se ries:
l. r.ruseulos de la eminencia tcnar
• AbduclOr cono del pulgar
• í-lcxor cono del pulgar
• Oponente del pulgar
2. Muscu las ele la eminencia hipotcnar
FIGURA 8.49. Músculos de la «labaqucrn anatómica». • Flcxor del me1'lique
• Abductor del mctlique
CMC porque su linea de fuerza es anterior al eje de rotación • Oponente del meñique
medial-lateral de la art iculación. La acción dual del abductor • Palmar con o
largo relleja su inserción en la esquina radial-dorsal de la base 3. Dos cabezas del aductor del pulgar
del metacarpiano del pulgar. L1 articulación CMC está refor-
zada por fibras del músculo abductor largo que se insertan en 4. Lumbricales e interüseos
su cápsula y trapccio adyacente. Las acciones de todos los
músculos que actúan sobre el pulgar aparecen resumidns en la Músculos de la eminencia tenar
tabla 8.5. Consideraciones anatómicas
Los extensores largo y cono del pulgar, y el abductor largo Los músculos a/Jductor corto del pulg,<11; µnor corto del pulr,w \'
del pulgar son tocios potentes desviadores radiales de la oponrnll' dd pulgar inervados por el nervio mediano fonnnn el
mur"leca (ver Fig. 7.21). Durante la extcnsion del pulgar, se volumen de la eminencia tenar (ver Fig. 8.38). El ílexor cono

Articulación CMC Flexión Extensión

Aductor del pulgar Extensor cono del pulgar
Flexor corto del pulgar Extensor largo del pulgar
Flcxor largo del pulgar Abductor largo del pulg<1r
Articulación CMC Abducción Aducción
Abducior corto del pulgar Aductor del pulgar
Abducior largo del pulgar Exicnsor largo del pulgar
Primer interósco dorsal
Arlicul<1ción CMC Oposición Reposición
Oponente del pulgar Extensor largo del pulgar
Flcxor corto del pulg<1r
Abducior corto del pulgar
Flcxor largo del pulgar
AbducLOr largo del pulgar
Articulación MCF* Flexión Extensión
Aducior del pulgar Exicnsor largo del pulgar
Flcxor cono del pulgar Exlensor cono del pulgar
Abducior corto del pulgar
Flcxor largo del pulgar
Articulación IF Flexión Extensión
Flcxor largo del pulgar Exiensor largo del pulgar
Abducior corto del pulgar (por su inserción en el mecanismo extensor)

En el caso de la .1nol'11l.1c1on MCf '<' '""'llk"r'<I que h:i)' "'t" un ¡\r.ttln de hhcnad
 ( 11p1t11/11 '" , ,, llltl/ltJ 229

lnteróseos palmares
de los dedos---=--.......:,-;:..;"-'-'--~---.-:~----'~
Aductor del pulgar
(cabeza transversa)

FIGURA 8.50 . Vista pahm11 de k>-.

musculos profundos de la mano clcrc Flexor corto del pulgar
l ha 1v~ müsculos abductores)' ílcxo- Flexor del meñique (cortado)
res de las eminencias tenar e hqwie- (cortado) -'!!--~A.1~~
nar !t<' han t·onado para exponer lo~
musnilos sub)•acemes oponrnte del
pulgar y oponeme del 111c1iíquc . Primer interóseo palmar

Aductor del pulgar

(cabeza oblicua)

Flexor corto del pulgar (corlado)

Abductor corto del pulgar (corlado)
Flexor del meñique
(cortado) Ligamento transverso del carpo
Canal del flexor radial del carpo

del pulgar liene dos pon.: ionc-.: una uthl'::ct super [iti<1/ , que
L'Om prcncle la mayor parte cid musculo, y una utlir::11 pn>-
/1111c/<1, que constituye una peque1ia "cric ele fibras pow delin1 -
clas, a menudo dcsr.:ritas r.:omo parte ele las fibrns oblicuas del
aductor del pulgar.;; [sLe capnulo sólo aborda la cabeza
Flexor largo superíicial al hablar del ílexor cono del pulgar. A rnvel pro-
del pulgar (FLP)
íundo del abdunor cono del pulgar está el músculo oponente
del pulgar (Fig. 8.50). Los tre!> musculas tienen inserciones
pniximales en el ligamcnw trans\'erso del carpo, los huesos
adyacentes del carpo )' los tqidos conju111 ivos. El abduclor )'
flcxor conos Licnen inserciones distales simi lares en el laclt)
radial de la base de la falange proximal. CI abductor cono del
pulgar se insena en el lack1 mdinl del mecanismo extensor
del pulgar; el ílexor cono del pulgar con írccucncia se i11scna
en un hueso sesamoideo, )' el oponente del pulgar se inserrn
distalmente en el borde radinl del metacarpiano del pulgar.

FIGURA 8.51. Accit\n ele los músculos 1cnarcs e hipotcnarcs durante
la oposición del pulgar >' ahuecamiento del mci'1íque . La íurn;ic111
muscular se basa en la llnea de lurrzri de los músculos respecto a los
ejes de mtación de cada aniculac1on. (Los ejes mecliales-laien:iles en
gns, los ejes ameroposteriores en ro10.) Aparecen otros musculos en
c~lado acuvo como el ílexor largo del pulgar )' el ílexor profundo de
los dedos del meñique. El ílcxor cuh11al del carpo (FCC) estabiliza el
p1s1fonne para el abductor del mc111que. (F = ílexor cono del pulgar
)' ílcxor del me1iique: O= oponente del pulgar)' oponente del 111e1i1-
que; A = abductor cono del pulgar y abductor del me1iique.)
Consideraciones funcionales
Una responsabilidad primarin de los músculos de la em111en -
cin tenar es la posición del pulgar en distimo grado ele oposi -
ción, por lo general para lacilitar la prensión. Como se di.10
antes, la oposición com hi nn elementos de abduclión , flexión
y rotación med ial de la aniculación CMC. Cada músculo de la
eminencia tenar es agonist¡1 de al menos un componenLc de la
oposición )' un sinerg1sta de otros varios (ver Tabla 8 .5).l~
La acción de cada uno de los músculos lcnares se basa en
su linea de fuerza respcclO a un eje particular de rornc1ón (í-1g.
8. 51). Los abductores largo }' cono del pulgar mue,·cn el
metacarpiano en abducción respecto al plano de la palma. El
ílcxor cono del pulgar, )' en menor grado las íibrns mediales
del abductor cono del pulgar llexionan el pulgar en las ani-
 e
230 ~t'ülllll /1 1\lr1·m1i/11c/ ,11¡•1' llcl1

El abductor)' el llexor del mci'lique tienen inserciones dis-

El abductor corto del pulgar como extensor sinergista de la
articulaclón lnterfalángica del pulgar
El abductor corto del pulgar tiene amplias inserciones en el
mecanismo extensor del pulgar.ss Esta inserción permite al
abductor corto asistir a la extensión de la articulación IF (ver
Fig. 8.48).M Las personas con lesión del nervio radial suelen
recurrir a esta función como sustituto después de la parálisis
del extensor largo del pulgar. El médico debe ser consciente del
potencial de esta estrategia de sustitución al probar la
integridad de la inervación del nervio radial del pulgar.
tales pareddas en el borde medial de la base de la falange pro-
ximal del meñique. Algunas fibras del abductor tamh1tn se
extienden hasta el lacio cubital del mecan ismo extenso1. El
oponente del me1'lique tiene su inserción distal en el borde
cubital del V metac:irpiano, pro:rnnal a la arnculación MCT
Consideraciones funcionales
Una fun ción común de los músn1 los hipotenares es ahuecar el
borde cubital de la mano)' dar profundidad al arco transverso
distal (\'er Fig. 8.51), El ílexor del mefüque ílexiona las arti-

culaciones MCF y CMC. El músculo oponeme del pulgar tiene

una línea ele fuerza que gira meclialmcnte el pulgar hacia los
«Fracción de tensión» ~e un músculo
dedos. Como el oponente del pulgar presenta su inserción dis-
tal en el metacarpiano, toda su fucrza contráctil se dedica a El aductor del pulgar tiene una sección transversal relativamente
controlar la art iculación CMC. grande y, por tanto, es capaz de generar grandes fuerzas activas.
La lesión del nervio med iano puede inhabilitar tocios los Como método para comparar las áreas transversales de éste y
componemes de la oposición. La emmencia tenar se aplana otros músculos, Brand y colaboradores9 han asignado a cada
músculo por debajo del codo una fracción de tensión relativa.
por la atrofia muscular. La incapacidad para oponer el pulgar
Esta medición se determina dividiendo la sección transversal
reduce en gran medida la función de prensión de tocia la fisiológica de un músculo por el área transversal total de todos
mano. No obstante, se conserva un 30% del momento de los músculos por debajo del codo (Tabla 8.6). Este valor,
abducción del pulgar debido a la presencia del músculo expresado como porcentaje, constituye un cálculo de la
abductor largo del pulgar iner\'aclo por el nemo radial.5 capacidad de fuerza relativa de cada músculo. El aductor del
pulgar tiene una fracción de tensión casi el doble que la de la
Mtísculos de la eminencia llipotenar media de todos los músculos de la eminencia tenar. Los
Consideraciones anatómicas cirujanos han usado los datos de la fracción de tensión para
Los músculos de la emmencia hipotcnar son el Jkxor del mcr'li- decidir sobre el músculo más apropiado para la cirugía de
reconstrucción de la mano.
que, el nbductor del mcllic¡ue, el oponente del mcliic¡ue )'el pal-
mar corto (ver Fig. 8.38) . El abductor del mef1iquc es el rn;\s
superficial y medial ele estos músculos, )' ocupa el borde cubi-
tal extremo de la mano. El relativamente pequeño músculo
ílexor del meiiique se localiza justo l::ucrnl y, a menudo, mez- Supinador 7,1
clado con el abductor. A nivel proíundo ele estos músculos Extensor radial cono del carpo 4 ,2
está el oponente del mei'liquc, el mayor de los músculos hipo- lntcróseo dorsal (Indice) 3,2
Abductor largo del pulgar 2, 1
tenares. El palmar cono es un músculo relativamente fino e
Aductor del pulgar 3.0
insignificante del espesor de un sello ele correos. Se insena Pronador cuadrado 3,0
entre el ligamento transverso del carpo y un área de piel justo r:lcxor profundo de los dedos (índice) 2,8
distal al pisiforme. El músculo palmar cono surge de lo alto r:lexo r largo del pulgar 2,7
de la eminencia y ayuda a ahuecar el borde cubital de la Flexor superficial de los dedos (Indice) 2.0
mano. Oponente del me1iique 2,0
La disposición anatómica general de los músculos es pare- Oponente del pulgar 1,9
cida a la de los músculos ele la eminencia tenar. El flexor del Abductor del meñique 1,4
meñique )' el oponeme del meñique comparten inserciones Extensor largo del pulgar 1,3
Flexor cono del pulgar 1,3
proximales en el ligamcmo Lrans\'erso del carpo y la apófisis
lnteróseo palmar (Indice) 1,3
unciforme del hueso ganchoso. El abductor del mc1"lique pre- Abductor cono del pulgar l ,l
sema amplias inserciones proximales en el ligamento pisigan- Extensor común de los dedos (Indice) l ,0
choso, en el pisiíorme )' en el tendón del llexor cubital del Extensor cono del pulgar 0,8
carpo. Durante la resistencia o la abducción rápida del meñi- Flexor del me1iique 0,4
que, el ílexor cubital del carpo se pone rígido para estabilizar Lumbrical (Indice) 0,2
la inserción del abductor del me1iique. Este efecto se verifica
().uos de Bmnd PW. 1Jc.1th RB. Thom¡»<>n OE· Rdauw 1rnS1on and 1>oirn11.1I
palpando el tendón del músculo llexor cubital del carpo justo excur>1011 of musctc. m 1hr forean11 and h:md J liand Sul): ('¡\ 20•1-219. 19~1
proximal al pisiforme mientras se realiza este movimiemo.

•
 Ca¡mulo 8 La mww 231

Flexión Aducción
Cabeza }
transversa
Músculo aductor
Cabeza del pulgar
oblicua
Cabeza ~
transversa
Músculo
Cabeza aductor
oblicua del pulgar

A B
FIGURA 8.52. Acción biplanar del músculo aductor del pulga1· con unas tijeras parn ílcxión (A) y aducciói1 (B) de la articulación carpometa-
carpiana. Tamo en A como en B, la cabeza transversa del aductor del pulgar produce un momemo significmivo por su largo brazo ele momento
sobre un eje an teroposterior (en rojo, A) )' un eje medial-lateral (en gris, 13). El músculo aductor del pulgar tambicn es un poteme ílexor ele la
aniculación metacarpofalángica. ..

culaciones MCF y CMC quinLas. Cuando es necesario, el
abductor del me11ique extiende este dedo para un mayor con-
trol de la prensión. El oponellle del me11ique com rola la rota-
ción del quimo metacarpiano hacia el dedo medio. La con-
Lracción de los flexores largos del meí'lique, Corno el ílexor
profundo de los dedos, también comribuye al movimiento ele
ahuecar la mano en la quinta articulación CMC.
La lesión del nervio cubital puede causar parálisis completa
ele los músculos hípotenares. La eminencia hipotenar se
vuelve plana por la atrofia muscular. Ahuecar el borde cubital
se hace difícil o imposible.
Dos cabezas del mlÍsculo aductor del fJU/gar
El músculo aductor del pulgar es un músculo con dos cabezas
situado a nivel profun do del espacio inLercligital del pulgar, pal-
mar respecto al segundo)' Lercer mcLacarpianos (,·er Fig. 8.50).
La cabeza obliwa tiene su inserción proximal en el hueso grande,
en las bases del segundo)' tercer metacarpianos>' en otros tejidos
conjuntivos adyacentes. La cabeza transversa triangular presenta
su inserción proximal en la superficie palmar del tercer metacar-
piano. Ambas cabezas se unen ames de insertarse en el lacio cubi-
tal de la base ele la falange proximal del pulgar y, a menudo, en
un hueso sesamoideo situado cerca ele la aniculación MCF

Articulación Articulación Articulación Tendón del extensor común

interfalángica distal interfalángica proximal metacarpofalángica de los dedos (cortado)

FIGURA 8.53. La acción combinada de

los músculos lumbricales e interóseos
los muestra como ílexores de la anicu-
lación metacarpofalángica )' extensores
de las aniculaciones interíalángicas. El
lumbrical muestra el mayor brazo de
momento de la ílexión en la articula-
ción meLacarpofalángica (T = trape-
zoide)
232 5l'tdt>ll 11 h1101111lt1tl >llj>l'lltll
La gcnerac1on de fuerza max1ma del aductor del pulgar
ejerce un \'igoroso momento de aducción y ílexión en el pulgar.
La fuerza es imponanic cuando se ase con ll rmeza un objeto
entre el pulgar y los dedos. L'l íigura 8.52A muestra el gran
potrndal ele flexión del aductor del pulgar en la articulación
C~ I C. 'iótese el mu)' largo brazo de palanca de la cabeza trans-
"ersa en esta acción. Basándose en la acción de palanca)' la frac-
ción de tensión , el aductor del pulgar se considera el ílexor m:is
potente de la art iculación O.ilC.7 La íigura 8.5213 muestra el
muy grande brazo de palanca de la cabeza trnnsversa del aduc-
tor del pulgar en la aducci6n de la aniculadón O•ilC.7 Con el
dedo indice bien estabilizado, el primer musculo interósco dor-
sal ayuda al aductor del pulgar en esta función .
Músculos lumbricales e interóseos
Los lwnl>riwlcs (del latín lum/nirns, gusano de tierra) son cua-
tro músculos muy delgados que tienen su origen en los ten-
dones del músculo ílexor profundo de los dedos (ver Fig.
8.38). Al igual que el llcxor profundo de los dcck1s, los lum-
bricales tienen una fuente dual de inervac1on : los dos lumbri-
cales laterales est:in incr\'ados por el ncr\'io mediano, y los dos
lumbricales mediales, por el nervio cubital.
Los cuatro lumbricales muestran unn ncusacla variación
anatómica en su tam;li\o e insercioncs.55 Desde sus inserciones
proximales tendinosas. los lumbricales cursan n nivel palmar
hasta el lignmento metacarpiano profundo. para luego rodear
l nteróseos palmares
FIGURA8.54. Vista palmar de la acción en el plano frontal de los músculos interóseos palmares ( JPI a IP.i) e intcróseos dorsales (ID1 a ID.¡)
en las articulaciones metacarpofalángicas de la mano. El músculo abduc1or del meriique aparece modendo este dedo en abducción .
el 1(1(/o radial de las aruculaciones :-.ter: D1s1almentc, los lum
brieales se mezclan con las fibras oblicuas de la aponeurosis
dorsal (ver Fig. 8. 4 7, primcr lumbrical). La inserción el is1al
permite a los lumbricales ejercer tracción sobre las banda..,
central )'laterales del mecan ismo extensor.
La función de los lumbricales ha -.ido objeto de cstudt()
durante muchos anos (\'er bibliografia 2, 10, 32, 3-+, -+3) 52).
l .a contracción ele los músculos produce extensión de las an1
culaciones IFP e IFD, )' ílcxión ele las art iculaciones MCEl Esta
acción en apariencia paradójica es posible porque los lumbrica-
les discurren en sentido palmar hasta las articulaciones 1v1cr )'
en sentido dorsal hasta las aniculacioncs 1FP e 1FO (Fig. 8. 5 3)
De wdos los musculos intrínsecos de la mano. los lumbri-
cales tienen la mayor longitud ele fibras, aunque su fracción de
tensión es la mcnor.".h Esta estructurn anatómica sugiere que
estos músculos son capaces de generar sólo pcquer'las cant ida
eles ele fuerza snbrc una el istancia rclat i\'amentc larga.
Los músculos i11tc1osws se nombran según su localizac1¡m
en las regiones entre las díúfisis de los metacarpianos (ver Ftgs.
8.4 y 8.5).55 En general, los músculos mteróscos actúan en
las aniculaciones t-. ICr= para separar los dedos (abducc1ün) ¡)
juntarlos (aducción). l .<1 anatomía )' an:ion precisa de cada
músculo inte rósco son ligeramente clist111tas. IH.'ill.5>
Los cuatro músculos interóscos pal111<11rs son pequeños )' dl'
una sola cabeza. y ocupan la región palmar de los espacios
tnteróscos. 55 Los trc~ músculos intcróSCl)S palmares de los
lnleróscos dol'sales
Abductor
del meñique

PUNTO DE I N 5 _8 _
Biomecánica muscular de la oposición subtérmino-lateral (asir
una llave)
Asir un objeto entre el pulgar y el lado lateral del índice es una
función importante de la mano. Esta acción suele denominarse
oposición subtérmino-lateral. Varios músculos interactúan para
producir esta prensión, sobre todo el primer interóseo dorsal y el
aductor del pulgar, dos músculos inervados por el nervio cubital.
Se exige una fuerza especialmente grande al primer músculo
interóseo dorsal durante esta prensión. Esta demanda se aprecia
al palpar su vientre prominente durante la prensión, unos 2,5 cm
proximal al lado lateral de la articulación MCF del dedo índice.
Para que la prensión sea eficaz, el primer músculo interóseo
dorsal debe aportar una fuerza de prensión fuerte contra la
FIGURA 8.55. Visté\ dorsal de la mecánica muscular de la «Oposi-
ción subténnino-latcrnl» (asir un<l llave) ilustrnda en color rojo
claro; el aductor del pulgar y el ílcxor cono del pulgar aparecen
generando prensión con el pulgar (PF1} En rojo oscuro se aprecia
el primer músculo interóseo dorsal oponiendo fuerza de prensión
contra el pulgar mediante el índice ( PF1). El brnzo ele momcmo
externo (BME) ele la articulación metacarpoíalángica es igual a 5
cm; el brazo ele momento interno (13ivll) ele la articulación meta-
carpofalángica es igual a 1 cm.
t 11pu11/o I'! La m.r11ti 233
poderosa tuerza del pulgar (PF1 frente a PFr en la Fig. 8.55). La
flexión, el «más poderoso» de los movimientos clel pulgar,2s
corresponde sobre todo al aductor del pulgar y al flexor corto del
pulgar. El brazo de momento interno del primer interóseo dorsal
para la abducción de la articulación MCF del índice es 1 cm. La
fuerza ele prensión aplicada por el pulgar contra la articulación
MCF del índice act(1a con un brazo de momento «externo» de
unos 5 cm. Esta diferencia en la acción ele palanca en la
articulación MCF requiere que el primer interóseo dorsal produzca
una fuerza 5 veces mayor que la aplicada por el pulgar. Como
muchas actividades funcionales requieren una fuerza en pinza que
supere 45 N, el primer músculo interóseo dorsal debe producir
una fuerza de abducción de 225 N. El müsculo esquelético es
capaz de producir unos 28 N/cm2; por tanto, un müsculo
interóseo dorsal normal, con un área transversal de unos 3,8 cm2,
produce sólo unos 106 N de fuerza. is La fuerza estabilizadora
adicional necesaria para el dedo índice corresponde a otros
mt'1sculos, como el segundo y tal vez el tercer interóseos dorsales.
Con una lesión del nervio cubital, el músculo aductor del
pulgar - el músculo de prensión primaria del pulgar- y todos los
müsculos interóseos quedan paralizados. La fuerza para la
oposición subtérmino-lateral se reduce significativamente
después del bloqueo nervioso del nervio cubital. La región en
torno al espacio interdigital dorsal se ahueca por la atrofia de los
músculos superpuestos (Fig. 8.56). Una persona con una lesión
del nervio cubital suele depender del músculo flexor largo del
pulgar (inervado por el nervio mediano) para compensar
parcialmente la pérdida de la prensión del pulgar. Esta
compensación es evidente por la flexión parcial ele la articulación
IF del pulgar, o signo de Froment. La prensión sigue siendo débil,
porque los músculos interóseos dorsales no pueden estabilizar la
acción de la fuerza de flexión del pulgar.
Atrofia del primer
músculo interóseo dorsal
FIGURA 8.56. Una persona con una lesión del ne1Yio cubital tra ta
ele realizar una oposición subtermino-laternl. Nútcsc la atrofia de
la región del primer músculo intcróseo do rsal. La llexión de In
an iculación imeríalángica del pulgar es un medio de compensar
la parálisis del músculo aductor del pulgar.
234 Srccio11 11 htrnnidcrcl s11pc11c11

Lumbricales lnteróseos dorsales Interóseos palmares

Inervación Laterales: nervio mediano
Mediales: nervio cubital
Inserciones Borde lateral del aparato dorsal
distales del mecanismo extensor
Características Produce una fuerza relativamente
comráctiles peque1'la sobre una larga excursión
Acción primaria Flexión de la articulación MCF )'
extensión de la articulación IF
Comentarios Puede haber considerable variación
anatómica
Nervio cubital
Aparato dorsal del mecanismo extensor
y la falange proximal
Produce una fuerza relativameme grnndc
sobre una excursión cona
Abd11cci611; ílcxión de la articulación
MCF )'extensión de la articulación IF
El primer mteróseo dorsal se inserta casi
en exclusiva en la falange proximal
del dedo indice
- - ----
Nervio cubital
Aparato dors.11 del mecanismo
extensor
Produce una fue rza relativamente
grande sobre una cona excursión
Acl11cci6n; flexión de la articulación
MCF y extensión de la articulación 11

dedos presentan sus inserciones proximales en las superficies través de sus inserciones en el mecanismo extensor, discurren
palmares)' los lados del segundo, cuarto}' quimo metacarpia- dorsales a las aniculac1ones JF de los dedos (ver Fig. 8.53). Al
nos (ver Fig. 8.50). Estos músculos tienen sus inserciones dis- igual que. los lumbricales, la contracción de los interóseos pro-
tales primarias en las fibras oblicuas del aparato dorsal. Los voca la ílexión ele la art iculación MCF >' la extensión de las
inLeróscos palmares mueven en aducción las aniculaciones articulaciones IE Los imeróseos producen mayores momentns
MCF ll , IV y V hacia la linea media de la mano (Fig. 8.54). El de flexión en las articulaciones MCF que los músculos lum-
músculo imeróseo palmar del pulgar ocupa el primer espacio bricales. A pesar de que los lumbricales tienen un brazo de
interóseo palmar }' presenta su inserción distal primaria en el palanca más largo para esta acción, la fracción de tensión 20
lacio cubital ele la falange proximal del pulgar, }' a menudo en veces mayor de los músculos interóseos les aporta una venta.1a
un hueso sesamoideo en la aniculación MCF.55 Este músculo abrumadora en el momemo de ílexión (ver Tabla 8.6). En con-
Oexiona la aniculación MCF del pulgar, llevando el primer traste con los lumbricales, los interóseos producen fuerzas
meu1carpiano hacia el dedo medio ele la mano. relativamente mayores, pero sobre una excursión más cona.25
Los cua1ro músculos i11tcróseos dorsales ocupan los lados dor- La tabla 8.7 resume algunas ele las d iferencias y parecidos
sales de los espacios imeróscos (ver Fig. 8.44). En contraste con entre los músculos lumbricales e interóseos.
los imeróscos palmares, los músculos dorsales son bipennifor-
mes. Por regla general, los in1eróseos dorsales tienen insercio-
nes distales en el lado de la base de la falange proximal
y en las fibras oblicuas del aparato dorsal. El primer
músculo interóseo dorsal se inserta sobre todo en hueso. Los
interóseos dorsales mueven en abducción las articulaciones
MCF de los dedos índice, medio y anular lejos ele la linea de
referencia imaginaria que atraviesa el dedo medio (ver Fig.
8.54). La abducción de la quima articulación MCF corresponde
al abductor del meliique del grupo de músculos hipotenares.
Además de mover en abducción y aducción los dedos, los
músculos interóseos y el abductor del meñique son una fuente
imponame de esLabiliclacl dinámica para las articulaciones
MCF. Si superponemos las dos manos visualmente en Ja figura
8.54, es evidente que cada articulación 1\ifCF de los dedos
recibe un par de músculos abductores y aductores. Cada par
actúa como una serie de ligamemos colaterales di námicos, que
aportan fuerza a las articulaciones MCF y, por Lamo, al sistema
ele arcos de la mano. Al aCLuar en pares, esta musculatura
intrínseca también controla el grado de roLación axial permi-
tido a las articulaciones MCF
En distintos grados, los músculos interóseos palmares y
dorsales presentan una linea de fuerza que discurre palmar FIGURA 8.57. Posiciones extrinseca-plus e intrínseca-plus de la
respecto a las articulaciones MCF. Los músculos interóseos, a mano.

L
 ( t1111t1c/¡18 Lu m1rn11 235

Articulación
interfalángica
proximal

Articulación
interfalángica I
I
distal \

A. Fase inicial

Flexor
radial
del carpo
(FRC)

B. Fase media

~ ,
/ --------
, ''' I
,

C. Fase final
FIGURA 8.58. Visw lmernl de las interacciones de los músculos intrínsecos)' extrínsecos de un dedo durante la aper-
tura de la mano. Las lineas de puntos suspensivos muestran las posiciones de partida. A, fase inicial: El extensor
común de los dedos extiende la articulación metacarpofalángica. B. f'ase media: Los músculos intrínsecos (lumbrica-
les e interóseos) ayudan al extensor común de los dedos en la extensión de las articulaciones in1eríalángicas proximal
y distal. Los músculos tntrinsecos también producen un momento de ílexión en la articulación me1acarpoíalángica
que impide que el extensor común de los dedos mueva en hiperextensión la articulación me1acarpoíalángica. C, Fase
íinal: La activación muscular sigue durante la extensión completa del dedo. Nótese la activación del ílexor radial del
carpo para ílexionar un poco la mu1'leca. Obsérvese la migración proximal del aparato dorsal entre la ílexión y la
extensión complern. (La intensidad del color r~jo manifiesta la intensidad relativa de la actividad muscular.)

Interacción de los músculos intrínsecos
y extrínsecos de los dedos
La contracción de los músculos intrínsecos de la mano (lum-
bricales e interóseos) produce la flexión de las articulaciones
MCF y la extensión de las articulaciones IF (ver Fig. 8.53).
Esta posición se denomina posición intrínseca -plus. En con-
1 traste, la contracción de los mlisculos exlrínsecos (extensor de
los dedos, ílexor superíicial ele los dedos y ílexor profundo de
los dedos) produce una posición de hiperextensión de las arti-
culaciones MCF con flexión ele las articulaciones IF: la posició11
extrínseca-plus. Las dos posiciones aparecen en la figura 8.57.
Los movimientos más significativos ele los dedos comprenden
la interacción muscular de los músculos intrínsecos y extrin-
sccos. Como se describirá más adelante, el mecanismo exten-
sor genera la acción de palanca mecánica entre estas series de

l
236
musculos. La interacción entre los músculos intrínsecos )'
extrlnsecos produce muchas combinaciones de movimientos
ele los dedos y el pulgar. [ 1 siguiente análisis aborda la inter-
acción muscular de un dedo duranLe dos tareas fundamenta -
les: abrir y cerrar la 111ww. Gran parte de este material, sobre
todo el que comprende las acciones de los lumbricales e intc-
róseos, sigue siendo controvertido. Un factor que complica las
cosas es que las personas suelen seleccionar distimas combi-
naciones de músculos de la mano para realizar las mismas
La reas funcionales. 26
ABRIR LA MANO: EXTENSIÓN DE LOS DEDOS
Abrir la mano suele realizarse antes de asir un objeto. La
acción es producto de los movimientos coordinados de exten -
sión de las articulaciones MCF e IF de los dedos. La exLensión
del pulgar se prod uce med ianLc una accion coord inada de
todas sus articulaciones.
Actividad muscular primaria
L1 máxima resistencia a la extensión completa ele los dedos
suele proceder no ele fuentes externas, sino ele la resistencia
pasiva generada por el estiramiento de los músculos ílcxorcs
extrinsecos de los dedos, en panicular el llexor prorunclo ele
los dedosB La fuerza ele reLroceso pasivo inherente a esLe
músculo es responsable de la postura parcialmente ílexionacla
de una mano relajada.
Los extensores primarios de los dedos son el extensor co1111111
de los dedos>' los mtísrnlos inlrínsccos, específicamente los lum-
bricales e interóseos (Fig. 8.58).10.34 Los lumbricales muestran
un nivel EMG mayor >' más consistente que los inLeróseos
cluranLe la extensión ele los declos.34
La figura 8.58A muestra cómo el músculo extensor común
ele los dedos ejerce una fuerza sobre el mecanismo extensor,
moviendo las articulaciones MCF en extensión. Los músculos
FIGURA 8.59. Intentos por cx1cncler los dedos con una lesión del ner\'io cubital y parálisis de la mayoría de los músculos intrínsecos de los dedos.
A, Los dedos mediales muestran mano en garra con las articulaciones mctacarpofalángicas h1percx1endidas y los dedos parcialmen1c ílexionados.
Nótese la atrofia de la eminencia hipo1cnar y los espacios interóseos. 13, Al ma111ener ílexionadas manualmcme las aruculacioncs mc1acarpofo-
lángicas, el extensor común de los dedos, inervado por el nervio radial, es capaz de extender por completo las articulaciones inLerfalángicas.
intrínsecos ejercen un efecto directo e indirecto sobre la mecá-
nica ele extensión de las articulaciones IF (Fig. 8.58B )' C). El
l:{cclo directo corresponde a la trnccion proximal sobre las ban-
das del mecanismo extensor; el efecto ill(/in'fl<> depende de la
producción de un momento de ílex1ón en la aniculación 1\ICE
[\ momento ele ílex1ón impide que el musculo extensor ele los
dedos hiperextienda la articulación MCJ; una acción que
podría disipar prematuramente la mnyor parte de su íuerza
contráctil. Sólo con l<l articulación MCF incapaz de moverse
en hiperexLensión puede el extensor ele los dedos contribuir a
unil extensión dirnz de la aniculación IF a través ele las ban-
das del mecanismo extensor.
Los músculos extensor ele los dedos e mtrínsccos debrn
cooperar para realizar la extensión completil de los dedo!>. 1as
acciones opuestas de estos músculos en la articulación MCF
les perm iLcn funcionar ele modo sine rgista en las arti<:ulacio-
nes IE La importancia de esta relación cooperadora es apa-
rente si observamos a una persona con una lesión del nen·10
cubital (Fig. 8.59A). Sin la resistencia activa de los lumbnca-
lcs o interóseos en los dos dedos mechales, la activación dd
extensór común ele los dedos causa la característica dispo~1
ción en garra ele los dedos. Las articulaciones MCF se hipe
rexticnclen. y las articulaciones IF se mantienen parcialmemc
ílexionaclas. Suele denominarse postura «intrínseca-minus»
por la falta de musculos intrínsecos inervaclos. (Esta postura
es similar funcionalmente a la postura «extnnscca-plus» dc~­
cri1a antes.) Sin d momemo ele ílex1on de la articulación M( 1
que normalmente aportan los músculos int rínsccos, el exten
sor común ele los dedos es capaz sólo de hiperextender las
articulaciones MCf: Esta postura crea la tensión pasiva del
músculo ílexor profundo ele los dedos estirado, con lo cual se
limita aún más la extensión completa de la articulación 11 .
Como se aprecia en la figura 8.59B, mediante el momento ele
ílcxión aportado por la otra mano sobre la articulación MCI
b
 { <1p1t11/¡1,') l.t1 lllc!lll' 237

Extensión activa de los dedos relaja el tendón profundo, lo cual reduce al mínimo la resis-
4. tencia p<isiva de la extensión de la art iculación lF
La articulación t\
IFD se extiende · \j
Función de los flexores del carpo durante la extensión
ele los decíos
Ln act ivación de los músculos ílcxorcs del carpo suek acom-
pa1iar la extensión de los dedos. Aunque la acti,·idad se des-
3. cribe sólo respecto <11 músculo llexor radial clel carpo en la
El ligamento
retinacular
figura 8.58, Lambién se act ivan otros nexores del carpo. Ll}S
se estira ílexores del carpo pnlían el pode roso potencial de extensión
del músculo extensor ele los dedos en la mu1'ieca. La mu1ieca
1. se ílexiona un poco durnnte la extensión completa de los
Activación muscular dedos, sobre todo cuando se hace rápidamente. (Com párese la
FIGURA 8.60. Transferencia ele la fue rza pasiva del ligamemo rctina- Fig. 8.58A con la Fig. 8.58C) La ílexión de la mu1icc1 ayuda
cular estirado duranic la extensión ¡ictiv¡¡ del dedo. La secuencia nume- a mantene r una longit ud optima del extensor de los dedos
rada (1a 4) muestrn el orden cron¡)lógico de los acontecimientos. durante la extensión activa ele los dedos.

(es decir. una fuerza que normalmente generan los músculos Los ligamentos retinaculares producen fuerzas pasivas
imrínsecos), la contracción del músculo extensor corn ün de Corno se aprecia en la figura 8.-f?, los ligamentos n:Linacularcs
los dedos extiende por completo las articulaciones lí: El blo- presentan inserciones proxi1nalcs a ambos lados de las mem-
queo ele la hiperextensión ele la articulación MCF también branHs digitales fi brosas que rodean los ttndones ílcxon:s.

C ierre de la mano
Articulación
inlerfalángica Extensor radial Extensor común
proximal Articulación corlo del carpo de los dedos
ielacarpolalángica (ERCC) (ECO)
Articulación
interfalángica _l~
distal
-----,-
,_,,'
-~
'-,,...

A. Fase inicial
Flexor superficial
de los dedos (FSD)

/
.., ....,_, ------
,\ _ ... __ _
., " "
/

/
/
..,,,..--'
I,
\ ~' ~
~~'
l'
._,
1'
' 1

B. Fase final
FIGURA 8.61 . Vista kneral ele la inLeracción de los músculos intrínsecos y extrínsecos de un dedo al cerrar con fuerza la mano. Las lineas de
puntos suspensivos muestran las posiciones iniciales. A, Fase inicial: El ílcxor profundo de los dedos, el ílexor superficia l ele los dedos )' los
músculos in te róseos ílexionan activamente las füticulacinncs del dedo. El músculo lumbrical ¡¡p;ircce inm.:tivn (en blanco). 13, F;isc íin¡¡I: L;i ac1 i-
vación de los músculos conti núa sin cambios esenciales du rante la ílexión completa. El lumbrical se mantiene inactivo. pero se esti ra por ambos
extremos. El músculo extensor radial cono del carpo aparece extendiendo un poco la muñeca. El extensor común de los dedos ayuda a des-
acelerar la ílexión de la articulación metacarpofa lángica. Nótese la migración distal del ap;iraw dorsal entre: las fases inicial y final ele la ílexitín.
(La intensidad del color rojo muestra la intensidad relativa ele la actividad muscular.)
238 St·cwm 11 L\11n11id11tl 't1/lt' 111w
justo proximales a la aniculación IFP. Los extremos dislales de
estos ligamentos se insertan en las bandas laterales del meca-
nismo extensor. Cada ligamemo rctinacular cursa desde el lacio
palmar de la aniculación IFP hasta el lado dorsal de la anicu-
lación IFD. Su dirección oblicua ayuda a coordinar la exten-
sión entre las articulaciones IFD e IFP.21 Los músculos exten-
sor común de los dedos e intrínsecos extienden la articulación
1FP, que esti ra el ligamento retinacular (Fig. 8.60, pasos 1-3).
La fuerza pasiva del ligamento retinacular elongado se trans-
fiere distalmeme, lo cual ayuda a iniciar la extensión de la arti-
culación IFD (Fig. 8.60, paso 4). El ligamento rctinacular se
llama a veces «ligamento de en lace», lo cual sugiere su proba-
ble papel en la sincronización de ambas articulaciones.
El ligamento reúnacular puede tensarse debido a artritis,
traumatismos o contractura de Dupuytren. La contractura de
Dupuytren es una afección de proliferación nodular en la ías-
cia palmar de la mano que causa una poslUra ílexionada de los
dedos sobre el lado medial de la palma. La tirantez de esta
estructura puede causar una contractura por ílcxión de la arti-
culación IFP. Los intentos por extender pasivamente la articu-
lación IFP con un ligamento retinaculnr tenso suelen asociarse
con una extensión pasiva de la articulación IFD.
CERRAR LA MANO: FLEXIÓN DE LOS DEDOS
El cierre ele la mano requiere una ílexión coordinada de las
articulaciones MCF, IFP e 1FD ele los dedos jumo con la íle-
xión y oposición del pulgar.
Acción muscular primaria
Los músculos necesarios para cerrar la mano dependen en
parte de las articulaciones específicas que tienen que ílexio-
narse y de los requisiLos de fuerza de la acción. La ílexión ele
los dedos comra una resistencia considerable (es decir, cerrar
el puño con fuerza) requiere la activación de los músculos íle-
xor profundo de los dedos, ílexor superficial ele los dedos e
imeróseos (Fig. 8.61A). Las fuerzas ele los músculos jlexores
profundo y supe1ficial de los dedos se combinan para ílexionar
las tres articulaciones de los dedos. Los dedos ílexionados
traccionan varios milímetros el mecanismo extensor distal-
mente.
Al cerrar la mano comra una resistencia considerable, los
músculos interóseos muestran un nivel muy alto de actividad
EMG-34 Los músculos interóseos pueden producir momentos
relativamente grandes de ílexión en la articulación MCE Los
músculos lumbricales, en contraste con los inleróseos, no
muestran en esencia actividad EMG durante el cierre resislido
o no de la mano. la falta de activación no significa que los
lumbricales sean incapaces de producir fuerzas útiles.
Recuérdese que los lumbricales se insenan entre el ílexor pro-
fundo y el mecanismo extensor. Durante la ílexión activa de
los dedos, los lumbricales se estiran en una dirección proximal
debido a la contracción del músculo ílexor profundo y, al
mismo tiempo, al estiram iento en dirección distal debido a la
migración distal del mecanismo extensor (Fig. 8.61 B. ílecha
bidireccional en el lumbrical). Entre la extensión completa de
los dedos y la ílexión activa completa un lumbrical debe esli-
rarsc una distancia extraordinana:ll El estiramiento genera un
momento de ílexión pasiva en la articulación MCF, que suple-
menta el 11101111~1110 ele _µcxió11 pasiva producido por los muscu-
los interóseos y ex1 rinsecos.
La lesión del nervio cubital puede causar parálisis de la
mayoría de los músculos intrínsecos, lo cual produce una
debilidad apreciable en la prensión. Al cerrar el pu1'10, la
secuencia ele ílexión ele las aniculacioncs se ve alterada.
Normalmente, al menos en los 1res dedos radiales las arucula-
ciones IFP e IFD se ílexionan primero, seguidas muy ele cerca
en el tiempo por la ílexión de las articulaciones MCF. Cuando
los músculos intrínsecos están paralizados, sobre todo si están
sobrecstiraelos por hiperextensión crónica ele las articulacio-
nes MCF. el inicio de la ílexión ele las articulaciones MCI: se
retrasa un poco. La ílexión asincrónica resultante puede mter-
ferir la calidad ele la prensión.
En contraste con un puí'lo cerrado con fuerza, el puf10
cerrado con suavidad produce actividad EMG casi exclusiva-
mente en el músculo ílexor profundo de los dedos. Como este
músculo cruza todas las articulaciones de los dedos, su acti-
vación sola es minimamenle adecuada para cerrar el pu1io con
suavidad. El músculo ílexor superficial de los dedos funciona
más como un músculo ele reserva, volviéndose activo al cerrar
el puiio con fuerza, o cuando se requiere la ílexión aislada de
la aniculación 1FP.
El músculo ex1ensor ele los dedos mues1ra actividad l;MG
consistente al cerrar la mano.33 Esta actividad reíleja el papel
del músculo como un freno a la extensión de la articulacion
MCE Esta importante función estabil izadora permite a lo!> lle-
xores largos de los dedos desviar su acción distalmente a las
articulaciones IFP e IFD. Sin la coacLivación del extensor de
los dedos, los ílexores largos de los dedos agotan casi su
potencial ele ílexión en las articulaciones MCF más proxima-
les, reduciendo su potencial para acciones m¡\s refinadas en las
articulaciones más distales.
Función de los extensores del carpo durante la flexión
de los dedos
Cerrar el puño con fuerza requiere una activación sinergista
poderosa ele los músculos extensores del carpo (ver Fig. 8.61,
extensor radial cono del carpo). La actividad de los extenso-
res del carpo se verifica palpando el dorso del antebrazo mien-
tras se cierra el pu110. Como se explicó en el Capítulo 7, la
función primaria de los extensores del carpo, incluido el
músculo extensor de los dedos, es neutralizar la poderosa ten-
dencia a la ílexión del carpo de los ílexores extrínsecos activa-
dos de los dedos (ver Fig. 7.24). La extensión de la muneca.
miemras se cierra la mano, también ayuda a mantener una
longitud óptima de los músculos ílexores extrínsecos de los
dedos. (Compárese la Fig. 8.6 lA con la Fig. 8.61 B). Si los
extensores del carpo se paralizan, los inLentos por cerrar el
puño generan una postura de ílexión de la muñeca y ílex1ón
de los dedos. Cuando se combina con el aumento de la ten-
sión pasiva del extensor de los dedos sobreesliraclo, los ílexo-
res activos de los dedos, excesivamente acortados, no pueden
producir una prensión eficaz (ver Fig 7 26).

- C<l/11111111
LA MANO COMOÓRGANO EFECTOR
La mano actúa como un órgano efector ele la extremidad supe-
rior para sostener, manipular y asir. Para sostener, la mano
actúa ele forma inespecífica para coger o estabilizar un objeto,
a menudo dejando libre la oLra mano para una tarea más espe-
cifica. La mano puede usarse también como plataforma para
transferir o recibir fuerzas, como al sostener la cabeza cuando
estamos cansados o al levantarse de una posición sedeme
Puede considerarse que la mano funciona ele las siguientes
formas:
• Sostener
• Manipular:
Repetitivo y brusco
Continuo y íluido
• Prensión al asir con toda la mano o en pinza
Prensión de potencia
Prensión de precisión
Oposición subtérmino-laternl
Prensión en oposición terminal pulgar-índice
Prensión en garfio
Quizá la función más variada de la mano sea su capacidad
para manipular objeLOs dinámicamente. El número ele formas
en que los dedos manipulan objetos es en esencia infinito. En
un semido muy general, la mano manipula objetos ele dos for-
mas fundamentalmeme distimas: los movimientos de los
dedos pueden ser repelilivos y bruscos, como al teclear o ras-
carse y, por el contrario, co11ti1rnos y fl uidos. en los que el ritmo
y la intensidad del movimiemo están controlados, como al
escribir o al coser. Y, por supuesto, muchos tipos, si no todos
los tipos de manipulación digital, combinan estos elementos
del movimiento.
La prensión describe la capacidad ele los dedos y el pulgar
para asir, sostener, agarrar y coger objetos. A lo largo de los
años, se han acuñado varios términos para describir las
muchas formas de prensión)l .39 La mayoría de las formas de
prensión son con la mano o con los dedos (pinza). en las que
se emplean sobre w do el indice y el pulgar. Eslas fo rmas ele
prensión se subclasifican basándose en la necesidad ele potc11-
cia (mucha fuerza con poca precisión en la tarea) o precisión
(alto nivel de exactitud con poca fuerza). Básicamente, la
mayoría de las actividades de prensión se agrupan en uno de
estos cinco tipos:
l. La prensión de potencia se usa cuando se requiere estabi-
lidad y grandes fuerzas, y poca precisión. La forma de los
objetos que se asen tiende a ser esférica o cilíndrica. Usar un
martillo es un buen ejemplo ele prensión ele potencia (Fig.
8.62A). Esta actividad requiere grandes fuerzas de los múscu-
los ílexores de los dedos. sobre todo de los dedos cuano y
quinto; de los músculos intrfnsecos de los dedos, sobre todo
los interóseos, y del aductor del pulgar y la musculatura íle-
s
1.1 IJIUll«il 239
xora . Los extensores clcl ca rpo son necesarios para estabi lizar
la rnu11eca parcialmente extendida.
2. La prensión de precisión se usa cuando se necesita comrol
y/o una acción delicada duramc la prensión (Fig. 8.62B y C).
El pulgar suele mantenerse en abducción parcial, )' los dedos
se ílcxionan parcialmente. La prensión ele precisión emplea el
pulgar )' uno o más dedos para mejornr la seguridad o ai'ladir
grados variables ele fuerza. La prensión de precisión se modi-
fica para adaptarse a objetos de distinto tamaño, para lo cual
se altera el contorno del arco transverso distal ele la mano (Fig.
8.62D n F)
3. La oposición su/Jténnino-latcrnl (asi r una llave) se usa
cuando se requieren graneles fuerzas para estabilizar un objeto
emre el pulgar)' el borde lateral del dedo indice (Fig. 8.62G).
La prensión en pi nzn de potencia es una forma muy útil de
prensión, que combi na la potencia del ad uctor del pulgar )' el
primer intcróseo dorsal con la destreza y agudeza sensorial del
pulgar )' el índice. La biomecánica de la opos1c1ón subtér-
mino-latcral aparece en la figura 8. 55.
4. La oposición 1enni1wl p11lgar-f11clicc confiere control fino
p~rn sostener objetos entre el pulgar)' el índ ice si n necesidad
de polencia. Este lipo de prensión en pinza adopta muchas
formas, como oposición de las yemas (Fig. 8.62H e l). L"I pren-
sión de oposición tenmnal de las yemas se usa sobre todo con
objetos diminutos, cuando se requiere precisión )'destreza. La
oposición terminal ele los pulpejos aport<1 un área mayor ele
superficie para el contacto con objetos más graneles. lo cual
aumeni:-1 la seguridad de la prensión.
5. La prensión en gwfio es una forma de prensión en la que
no interviene el pulgar. Se forma con la ílexión parcial de las
articulaciones l FP e l FO ele los dedos. Esta prensión suele
usarse ele forma estática durante períodos prolongados ele
tiempo, como al coger el asa de una maleta (Fig. 8.62j). La
fuerza de la prensión en garfio suele estar determinada por un
nivel relativamente bajo de actividad del músculo ílcxor pro-
funclo de los dedos.
Las categorías ele la prensión descritas no inclU}'en todas las
formas posibles en que puede usarse la mano como órgano
efeclor. Estas definiciones establecen una referencia común
para la comunicación a nivel clfnico. Como ejemplo, conside-
remos la terminologia para describi r los métodos de usar tres
herramiemas habituales. Como se aprecia en la íigura 8.63A,
apretar un tornillo requiere una pre11siá11 en pinza de precisión
para coger el tornillo, y una prensión de potencia combinada con
una prensión en pinw de potencia de la mano para atornillarlo.
La manipulación o rotación del destornillador en este caso se
realiza mediame supinación del complejo del antebrazo.
Como se aprecia en la figura 8.636, una tarea con una mano
y una llave inglesa requiere una prensión de pou~ ncia de los
dedos med iales y la mnnipulación de los dedos índice y pul-
gar. Como ejemplo final, consideremos asir unos alicates (Fig.
8.63C) . El pulgar y el índice adoptan una oposición subLér-
mino-lateral modificada; el brazo superior de los alicates está
en comacto con la palma; y el otro brazo se manipula por
acción de los músculos ílexores de los dedos.
240 Scct'i1i11 11 Ext irmidad suprri111
•
~~~~~~~~~~

FIGURA 8.62. Una mano sana realiza funciones prensiles corrientes. A, Prensión de potencia. B, Prensión de precisión para sostener un huevo.
C, Prensión de precisión para lanzar una pelota de béisbol. D a F, tvtodificaciones ele la prensión de precisión ahern ndo la concavidad del arco
transverso distal. G, Oposición subténnino-lateral. H, Oposición tcrminnl de las yemas pulgar-índice. t. Oposición terminal ele los pulpejos
pulgar-índice. j , Prensión en garfio.

Deformidades articulares causadas
por la artritis reumatoide
Uno ele los aspectos más destructivos ele la artritis reumatoicle
es la sinovitis crónica. Con el tiempo, la sinovitis tiende a
reducir la resistencia a la tracción ele los tejidos conjuntivos
perianiculares. Sin la restricción normal ele estos tejidos, las
fuerzas de contracción ele los músculos)' del med io ambiente
externo pueden destruir la integridad mecán ica ele una articu-
lación . Con frecuencia la articulación adopta un ali neamiento
defectuoso, se muestra inestable )' sufre deformaciones per-
manentes. El conocimiento de la mecánica patológica de las
deformidades corrientes ele la mano asociadas con la artritis
reumatoide es un requisito para un tratamiento eficaz.
DEFORMIDAD EN ZIGZAG DEL PULGAR
La artritis reumatoide avanzada suele causar deformidad en
zigzag del pulgar. Como se define en el Capítulo 7, la defor-
midad en zigzag describe el colapso de múltiples articulacio·
 ! 11p11u/1• .'i lt1 11111111• Hl

FIGURA 8.63. Ejemplos de la ter111111ología para describir el uso de tres herramientas corrientes. A. Uso de un destornillador mech;1nll' Cl/'11·
sició11terminal de precisión con la mano derecha combinando prrnsion ele ¡nnh1ó11 )'oposición tcrmi11e1/ p11/>ic11 -111clirr de la mano izquierd;1. 13. 1 ,1
tarea con una mano para ajustar una lla\'e inglesa requiere prn1.~ie111 c/r polrll< ie1 ele los dedos mcdinlcs )' ¡m·11\ion dr 111w1ip11/ado11 del 1nd11.:c )
el pulgar. C, Manipulélr unos alicmcs requiere que el pulgar y el índll'c gl'ncn:n oposició11 s11htcm1i110-/c111Te1/. [J hra::o superior de 111' alir:lll''>
se sostie11f en la palma,)' el brMo inícrior sr nw11ipula con la accion de lo-, musculos ílcxorcs ele los d edo~.

nes interconectadas en direcciones alternativas. Un ejemplo
corriente de esta deformidad afecta a la flexión )' aducción de
la articulación CMC, hiperextensión de la articulación l\ICF >
flexión de la articulación IF (Fig. 8.6-+). En este ejemplo el
colapso del pulgar se inicia con la mcstabiliclacl ele la articula-
ción CMC.38 Los ligamemos que normalmente refucrzan el
lado med ial de la articulación , como el ligamento oblicuo
anterior y el ligamento colate ral cubi Lal, se debi litan y/o rom-
pen por el proceso morboso. Poste riormente, la base del
metacarpiano del pulgar se luxa del borde lateral del trapecio.
Una vez que se produce esta luxación, los músculos aduc:tores
y ílexores conos, que a menudo sufren espasmos, mantienen
el metacarpiano del pulgar rígidameme contra la palma. Con
el tiempo, la enfermedad reumatoide tal vez haga que los
músculos se vuelvan fibróticos >' se acorten de modo perma-
nente, manLeniendo la deformidad de la articulación CMC.
Los esfuerzos por extender el pulgar rígido y alejarlo de la
palma provocan con frec uencia una deformidad compensato-
ria en hiperextensión de la articulación MCE El ligame1110 p<ll-
mar debilitado ofrece poca resistencia n las fuerzas producidas
por los músculos extensores largo)' cono del pulgar. La clcfor-
miclacl final en arco ele flecha de estos tendones en la articula-
ción MCF aumenta su acción de palanca como extensores, lo
cual contribuye aún más a la deformidad en hiperextensión .
La articulación IF tiende a mantenerse ílcxionada por la ten-
sión pasiva del músculo ílexor largo del pulgar es1iraclo.
El tratamiento clínico de una clcformiclacl en zigzag del pul-
gar depende de la mcc;\nica del colapso y la grn' edad de la
enfermedad inicial. L1 feruli zac1on >'º cirug1a suelen estar
mdic.:adas para restablecer un correcto alineamiento arucuhu,
sobre todo de la aniculacion (}.IC. A menudo se procede a la
rcconstruccion ele la art1culaciün O..JC con el tenclon del íle-
xor radial del carpo.1 2 Dacia la naturaleza cronica ele la artrit is
reumatoicle y la complej idad de la articulación CMC, la susti-
wci<'i n por una prótesis no ~Ltdc tener éxito.
DESTRUCCIÓN DE LAS ARTICU LACIONES
METACARPOFALÁNGICAS DE LOS DEDOS
La artritis reumatoicle a\'anzada suele asociarse con clcform1
dades de la articulación t-.ICf ele los dedos. Dos ddonrnclacles
corrientes son la luxacion palmar y la desviación cubital (hg.
8.65)
l11xación palmar de la artic11lación metacarpotalángica
Cuando los dedos se flexio nan para la prensión , los Lcncl\ll1CS
ele los músculos flexores supcrfk ial y profundo de los dedos
se desdan en dirección palmar, a su paso por la aniculac1on
MCF (Fig. 8.66t\). Esta ílexion natural hace que los tendones
generen una fuerza que causa deformidad en arco de flecha en
dirección palmar. Cuanto mayor sea el grado ele flcx1on.
mayor es la magnitud de la fuerza de arqueamiento. l:sta
fucrza se transfiere por la polca flcxora , el ligamento palmar,
los ligamentos colaterales y, finalmemc , por el tubérculo pos-
te rior ele la cabeza del metacarpiano.
242 Sección // Extrc111iclad supcri.11·
-------

Deformidad en zigzag del pulgar Desviación cubital

La deformidad por desviación cubital de la articulación MCF
se compone de una excesiva desviación cubital y traslación o
deslizam iento cubitales de la falange proximal. Esta cleíormi-
clad es habitual en los casos ele artritis reumatoicle avanzada, a
menudo junto con luxación palmar de la art iculación MCF
(ver Fig. 8.65).
En todas las manos -sanas o no- varios factores favorecen la
desviación cubital de los dedos. Entre estos factores están la
tracción de la gravedad, la estructura asimétrica de la articula-
ción MCF y la tracción de los tendones extrínsecos a su paso
por las articulaciones MCF22,49,56 Posiblemente el factor más
iníluyente es la presencia ele fuerzas en dirección cubital pro-
ducidas por el pulgar hacia los dedos. Como se muestra en la
figura 8.67 A, la fuerza de contacto del pulgar hace que la arti-
culación MCF del dedo índice se vea empujada en sentido
Extensor cubital. Esta posición ele la articulación aumenta la desviación
largo o doblamiento del tendón del músculo extensor común ele los
del pulgar
dedos (ECO) a su paso por la articulación MCE La desviación
genera una fuerza en arco de flecha del tendón en dirección
cubital. .~n la mano sana, las fibras transversas del aparato dor-
sal mantienen el tendón centralizado sobre el eje ele rotación.

FIGURA 8.64. Vista palmar que muestra la mecánica patológica de

una deformidad en zigzag del pulgar debido a artritis reumat0ide. El
metacarpiano del pulgar sufre luxación lateral en la articulación car-
pomeiacarpiana, lo cual provoca hiperextensión ele la articulación
mrn1carpoíalángica. La articulación interíalángica se mantiene par-
cialmente flex ionada por la tensión pasiva del músculo ílexor largo
del pulgar, estirado y tenso. Nótese que la defo rmidad en arco de ílc-
cha del tendón del extensor largo del pulgar en la articulación meta-
carpoíalángica crea un brazo de momento extensor grande. lo cual
aumenta la mecánica de la clefonniclad.

En la mano con artriLis reumatoicle grave, los ligamentos

colaterales pueden romperse por la fuerza constante de defor-
midad en arco de flecha. Con el tiempo, la falange proximal
puede trasladarse en dirección palmar, luxando por completo
la articulación MCF (Fig. 8.668).49 La luxación palmar puede
colapsar los arcos transversos y longitudinal ele la mano, dán-
dole un aspecto plano.
El tratamiento clínico de las articulaciones MCF con luxa-
ción palmar depende de la gravedad de la artritis reumatoide
y del grado ele destrucción articular. La cirugía con sustitución
articular puede estar o no indicada. La formación del paciente
que aprende formas de «proteger» la articulación ele nuevas
clefonnidacles constituye pane imponame del tratamiento.
FIGURA 8.65 . Mano en que se aprecian las deformidades habiwales
Los pacientes aprenden métodos para realizar actividades que causadas por un caso grave de artritis reumatoide. Especialmeme evi-
no impongan demandas excesivas a los músculos ílexores de den tes son: luxación palmar de la articulación metacarpoíalángica,
los dedos. Ejercicios como apretar una pelota ele goma no son desviación cubila/, d~formidad en cuello de cisne y deformidad en ojc11.
apropiados para pacientes con debilidad acusada de los liga- (En el texto aparecen más de talles.) (Por cortesía de Teri Bieleíeld, PT,
mentos colaterales. CHT; Zablocki VA Hospital, Milwaukee, WI.)
 CllJ'llHlil 8 L<I mww 243

Lu\ación pa lmar de la articulacion metacarpofal:íngica (!\lC FJ

Articulación
metacarpofalángica Articulación
\ -7"""';:;;:;=+- Ligamentos colaterales

~
estirados

Arco estable

''

A
Luxación palmar
de la articulación
metacarpofalángica , - _
1

, '

Arco hundido

B
FIGURA 8.66. Mecánica patológica ele la luxación palmar progresiva ele la articulación metacarpofaláng1n1 del dedo. A. La combadura de los
tendones de los músculos ílexores superficial }' profundo de los dedos en la articulación metacarpofalángica produce una fuerza. en dim:nón
palmar. de deformidad en arco de flecha contra el ligamento palmar. la polea asociada r los ligamentos colaterales. En la mano sana. la tensión
pasiva de los ligamentos colaterales estirados opone una resistencia adecuada a la tracción palmar sobre las estructuras articulares. 13. En un
dedo con artritis reumatoide, la fuerza de deformidad en arco de flecha puede romper los ligamentos colaterales debilitados. Como resultado.
la falange proximal tal vez termine por luxarse en dirección palmar, provocando una pérdida ele l:i cstabtl idad cstructun1I del sistema de arcos
de la mano.

En los casos de artritis reumatoidc, una rotura de las fibras
transversas permite al tendón deslizarse hacia el lado cubital
del eje de rotación de la articulación (Fig. 8.67B). En esta posi-
ción, las íuerzas producidas por el músculo extensor de los
dedos presentan un brazo de momento que puede amplificar
la postura de desviación cubital. Esta situación inicia una
acción autoperpetuante de desviación cubital cada vez mayor.
Cuanto mayor sea la desviación cubital, ma)'Or es el brazo de
momento para producir torque de desviación cubital. Con el
tiempo, el ligamento colateral radial debi litado o sobreestirado
puede romperse. dejando que la falange proximal rote )' se
deslice cubitalmente, lo cual deriva en luxación completa de
la articulación (Fig. 8.67C).
El tratamiento de la desviación cubital suele tener por obje-
tivo reducir la magnitud de las íuerzas de desviación cubital
de la articulación MCF El uso de una Íérula y enseñar al
pacieme ayudan a desacelerar el ciclo de deformación.44 La
corrección quirúrgica implica transíerir el tendón del músculo
extensor de los dedos hacia el lado radial del eje de rotación
de la articulación MCF.57 El rcalinenmiento quirúrgico ele la
mufieca está a veces indicado porque la presencia de una
deíormidad en la muñeca puede alterar el ángulo de aproxi-
mación de los tendones extrínsecos a la articulación tvlCF.
DEFORMIDADES EN ZIGZAG DE LOS DEDOS
Dos patrones en zigzag suelen asociarse con la artritis reuma-
toide avanzada: la deíormidad en cuello de cisne y la dcfor-
midad en ~ja\ (ver fig. 8.65). La sinovitis crónica y el subsi-
guiente alineamiento cleícctuoso de la aniculación IFP son las
causas primarias ele estas deformidades. Ambas deformidades
suelen asociarse con desviación cubital y luxación palmar de
las aniculaciones MCF
Deformidad en cuello de cisne
La deformidad en cuello dC' rnnc se caracteriza por hiperexten-
sión de la articulación 1FP con ílexión de la articulación 1FO
(ver Fig. 8.65, dedo corazón). La posición de la articulación
MCF es variable. Los músculos intrínsecos de la 1nano con
24+

Desarrollo ele la d esviación cu bital

Fibras
transversas
rotas del
aparato
dorsal

-,

FIGURA8.67. Estadios del dcsarrnlln ck la desviación cubital de l<i nniculación mct<1carpofahíngica del dedo Indice. A, Las fuer-
z;i~cubitales del pulgar producen una 1uerza natuml ele arqucm11icnto en arco de flecha sobre el tcnck~n dcsvi¡iclo del músculo
extensor común de los dedos (cCD). 13, En l¡i artritis reum:11oidc, la rotura ele las fibras trans\·crsas del aparato dorsal permite al
tcndün extensor actuar con un brazo de momento que aumenta el wrquc ck dcsnación cubital de la articulación metacarpofa-
hlngica. C. Con el tiempo, el ligamcnw colateral radial (LCR) puede romperse, lo cual causa deformidad en dcs\·iación cubital.

artritis reumatoide suelen estar cont rníclos y íibróticos.
Cuando los ligamentos palmares de la articulación IFP están
lesionados o debi litados, la contractura de los músculos intrín-
secos puede provocar fi nalmente el colapso ele las articulacio-
nes 1rP en hipcrextensión (Fig. 8.68A). La posición hiper-
ex1endicla hace que las bandas laterales del mecanismo
extensor adopten dorsalmente dcíormidad en arco de ílecha.
alejadas del eje de rotación ele la articulación IFP. La cldormi-
dad en arco de ílecha aumenta el brazo de momento de los
músculos intrínsecos para extender la articulación IFP, con lo
cual se acentüa la deformidad en hiperextensión. L'l articula-
ción IFD tiende a mantenerse ílcxionada debido al estira-
miento a que se somete el tendón del músculo ílexor profundo
de los cleclos en la articulación 1FI~
La deformidad en cuello ele cisne también puede deberse a
traumatismo ele los ligamentos, o espasticiclacl ele los múscu-
los intrínsecos. Con indepencleneia de la causa, el tratamiento
suele consistir en fe rulizaeión o lim itación qui rúrgica del
graclo de hi pcrextensión ele la nn iculación IFP.
Deformidad en ojal
L'l <lc{ormidacl en ojal se describe como ílexión de la articula-
ctón IFP e hiperextensión de la articulación IFD (ver Fig. 8.65,
dedo indice). (El término «en Ojal» describe el aspecto de la
cabeza de la falange proximal al deslizarse por el ojal creado
por lns bandas laterales desplazadas.) Las articulaciones se
hunden en un patrón reciproco simi lar al descrito en la defor-
midad en cuello de cisne . La causa primaria de la deform idad
 Capitulo 8 La mano 245

Ligamento palmar
sobreestirado
Banda
central rota

FIGURA 6.68. Dos defo rmidades corrientes de los dedos con artritis reumatoide. El dedo medio muestra la mecánica pat0lógica de la deform i-
dad e11 cuello de cisne (A). Los músculos inLrínsecos hiperaclivos (en rojo) tienen un efecto de hiperextensión crónica de la aniculación imerfa-
lángica proximal. Con el tiempo, los ligamentos palmares debilitados sufren sobreesti ramiento, lo cual permite a la articulación imerfalángica
proximal deformarse en hiperextensión intensa. En esta posición, las bandas laterales producen defo rmidad en arco de ílecha de la articulación
interfalángica proximal y ello acentúa la deformidad en hiperextensión. La articulación interfalángica distal se mantiene parcialmente ílexio-
nada por el aumentO de la tensión pasiva en el tendón estirado del músculo ílexor profundo de los dedos.
El dedo índice muestra la mecánica patológica de la defonnidcul en ojal (B). Como resultado de la art ritis reumatoide, la banda central se rompe
y las bandas laterales se deslizan en dirección palmar respecto a la articulación interfalángica proximal; por tanto, la aniculación interfalángica
proximal pierde su único medio de extensión. Cualquier tensión en las bandas laterales produce ahora flexión de la an iculación imerfalán-
gica proximal. La aniculación interfalángica distal se mamiene hiperextendida por el aumento de la tensión pasiva ele las bandas laterales tensas.

en ojal es el desplazamiento anormal de las bandas del meca-
nismo extensor, por lo general como resultado ele la sinovitis
crónica ele la articulación IFP Biomecánicamente, la banda
central se rompe y las bandas laterales se deslizan al lado pal-
mar del eje de rotación ele la articulación IFP (Fig. 8.68B). Por
consiguiente, las fuerzas transferidas por las bandas laterales
desplazadas de origen activo o pasivo flexionan la articulación
IFP en vez ele la extensión normal. La an iculación IFD se man-
tiene hiperextenclicla debido al aumemo de la tensión ele las
bandas laterales estiradas y al acortamiento de los ligamentos
retinaculares. La deformidad inicial en ojal se trata con feruli-
zación de la articulación IFP en extensión. Tal vez se requiera
cirugía para reparar la banda cemral y/o realinear las bandas
laterales dorsales a la articulación lFP. En la artritis reumatoide
grave, la cirugía no siempre es beneficiosa si los tej idos con-
juntivos son excesivamente débiles.
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 APÉNDICE 11

Parte A: Inervación de los músculos de la extremidad superior

Raiz nerviosa
Músculo C1 c2 C3 C4 o C<> C7 1
es TI

SerraLO anterior X X X X
Romboides, mayor y menor
-
X X
l
t
~- ·-- 1

Subclavio X ,_ X
Supracspinoso X X X
lnfraespinoso (x) X X
-- ....
Subcscapular X X X
---
Dorsal ancho X X X
- e-- -- f-

Redondo mayor X X X
--- 1 ~-
- · ~-
Pectoral mayor (clavicular) X X X
--..
Pectoral mayor (cstcrnocostal) X X X X
--
Pectoral menor
r
1
-
(x) X X X
t-- 1
Redondo menor X X
Deltoides j X X
Coracobraquial 1- '
--
X X
Blceps X X
Braquial
- X X
-- -
·- '-
Tr!ceps X X X X
--- -
Ancónco X X
+ ¡..

Braquiorradial X X
Extensores radiales largo y corto del carpo
Supinador
-
·-
X
X
X
X
r X
(x)
X
- -

Extensor de los dedos

- X
1 X X
- ,_
Extensor del mc1'lique ,_ X X X
1-

Extensor cubital del carpo ..__ X X X

Abductor largo del pulgar X X X
Extensor cono del pulgar X X X
·-
Extensor largo del pulgar X X X
Extensor del indice X X X
Pronador redondo X X
Flexor radial del carpo X X X
Palmar largo 1 (x) X X X
--
Flexor superíicial de los dedos 1 X X X
1
Flcxor profundo de los dedos 1y 11 X X X
Flexor largo del pulgar (x) X X X
Pronador cuadrado X X X

~
--- ._
Abductor cono del pulgar
Oponente del pulgar
X
X
X
X
1
1
X
X - X
X

247
248 St'tcion 11 Apo1diu· 11

Raíz nerviosa
Músculo
-- -
(1 J (2
1
-.-
o 1 c-1 l o -,-- o c-;-r (8 TI
Flexor cono del pulgar X ;\ X X
Lumbricales 1 y 11
- --- -- <Ü )\ X X
Flexor cubital del carpo X X X
- -- --- --
Flexor profundo de los dedos 11 1 )' 1_v _ _ X X X
Palmar corto 1 (x) X X
1 1

Abductor del mci'tique {x) X X

Oponente del 111ef1ique
-
-
-
-
-- --
--

lmeróscos palmares
--
lmeróseos dorsales
--- --
--
Flexor del mel'lique
1- -t
(x)
(x)
X
X
X
X
X
X
X
X
Lumbricales 111 y lV
- -- -- 1 {x) X X
Aductor del pulgar 1 1 X X

(x) mfnimo respaldo de la l11cr.11urn: X. 5•'1l0tle 111ocb:icl11 ele la l11cra1um, X, mucho sopo1l<' de la lhc1.11ur.1
~lodífkado de Kendall Fr, McCrcary AK. Pro,1mn- l'C ~luS<:ks· Tc<1111g ancl Funcuon. 4' ccl Bal11111orc. \\'ilh:1ni- & \\'1lk111>. l lJQ3 0.11,,, h.\5.l<IV:> en un.1 recopil.l\tt>ll de \,1111>
fuemcs sobre lileratura :maiom"•'

Parte B: Músculos clave para probar la función Parte C: Inserciones e inervación de los músculos
de las raíces de los nervios ventrales (C5·T1) de la extremidad superior
La tabla muestra los músculos clave que suelen usarse para
MUSCULATURA DEL COMPLEJO DEL HOMBRO
probar la función individual de las raíces de los nervios ven- Coracobraquial
trales del plexo braquial (C;;-T 1) en la clrnica. La reducción de Inserción proximal: vénice ele la ap61'i sis corncoicles mediante
la fuerza de un músculo clave puede manifestar una lesión de un tendón común con la cabeza cona del bíceps
la ralz del nervio asociado. Inserción distal: cara medial ele la porción media de la diáfi-
sis del húmero
Inervación: nervio musculocutáneo
Rafees de
los nervios Muestra de los movi mientos Deltoides
Músculos clave ventrales de la prueba lnsercio11es proximales:
-- - - -- --
Blceps braquial (5 Flexión del codo con supinación Porción anterior: superficie anterior del extremo lateral
del amebrazo de la clavicula
Porción media Abducción del hombro Porción media: superficie superior del borde lateral del
del deltoides acromion
Extensor radial C6 Extensión de la mu1)cca Porción posterio r: borde posterior de la espina ele la
largo del carpo )' desviación radial escápula
Inserción distal: 1uberosidad delto idea del húmero
Extensor radial (7 Extensión del codo
largo del carpo Extensión de los dedos Inervación: nervio axilar
(articulación metacarpofaláng1ca)
lnfraes pinoso
Flexor profundo Ca Flexión de los dedos (aniculadón
Inserción proximal: fosa infraespinosa
de los dedos interfalángica distal)
Inserción distal: carilla media del tubérculo mayor del
lnteróseos T1 Abducción y aducción de húmero
dorsales los dedos Inervación: ner\'iO supraescapular
y palmares

Dorsal ancho
Inserciones proximales: hoja posterior de la íascia toracolum
bar, apófisis espinosas )' ligamentos supraespinosos de la
mitad inferior de las vértebras Loráeicas y wdas las vér-
tebras lumbares. cresta sacra media, cresta posterior del
ilion, cuatro costillas inferit11·cs, un área pequei'la cerca
del ángulo iníerior de la ese<\pula e intercligitaciones
musculares del músculo obl icuo externo del abdomen
l11serció11 disw l: suelo del surco intenubercular del húme ro
/11l!rvació11: nervio subescapular medio (toracodorsal)
rtcvaclor de la escapula
Inserciones proximales: apóíisis transversas de C1.1. )'
tubérculos posteriores de las apófisis transversas de CH
Inserción distal: borde medial de la escápula entre el ánguili
superi or )' la raíz de la espina
/11ervaci611: ramos ventrales de los nervios espinales (C3.~) )'
el nervio escapular dorsal
Pectoral mayor
l11~ercio11es proximalt.'s:
Porción clavicular: borde anterior de la mitad medinl de
la clavícula
Porción esLernocostal: borde lateral del manubrio )'
cuerpo del esternón )' los canílngos de las primeras
seis o siete costillas. Las fibras costales se mezclan con
tiri llas musculares de l músculo obl icuo externo de l
abdomen
Inserción diswl: cresta del tubérculo mayor del húmero
Inervación:
Porción clavicular: nervio pectoral lateral
Porción esternocostal : nervios pectorales medial )' lateral
Pectoral menor
Inserciones proximales: cara externa de la 111 -V costilla
Inserciones distales: borde medial del coracoides
lncrración: nervio pectoral medial
Romboides mayor y menor
Inserciones proximales: ligamento nucal y apófisis espinosas
de C7-T;
Inserción distal: borde medial de la escápula, de la raíz de la
espina hasta el ángulo iníenor
Inervación: nervio escapular dorsal
Serrato anterior
Inserciones proximales: superficie externa ele la región lateral
ele las costillas 1 a IX
Inserción distal: tocio el borde med ial de la escápula, con una
concentración de íibras cerca del ángulo iníerior
Inervación: nervio torácico largo
Subclavio
Inserción proximal: cerca del can llago de la primera costilla
Inserción distal: superficie inferior de la cara media de la cla-
vicula
Inervación: ramo del tronco superior del plexo braquial (Cs.ó)
Aprndic1· 11
Subescapular
Inserción proximal: fosa subcscapular
Inserción distal: tubérculo menor del húmero
lncr\'C1ció11: nervios subcscapularcs superior e inferior
Supracspinoso
Inserción proxime1I: íosa supraespinosa
Inserción distal: carilla superior del tubérculo m<l)'Or del
húmero
/ner vacicin: nervio supracscnpular
Redondo mayor
Inserción proximal: angulo 111íerior de la escápula
Inserción distal: cresta del tubérculo menor del húmero
l11crvación: nervio subescapular inferior
Redondo menor
Inserción proximal: superficie posterior del borde lateral de
ln escápula
Inserción distal: carilla 111íerior del tubérculo mayor del
húmero
Inervación: nervio axilar
Trapecio
Inserciones proximales (wdas las porciones): porción medial
de la línea nucal superior )' protuberancia occipital
externa, ligamento nucal , apófisis espinosas )' ligamen-
tos supracspinosos de las siete vértebras cervicales y
todas las vértebras torácicas
/11scrcioncs distales:
Porción superior: borde posterosuperior del tercio lateral
de la clavícula
Porción media: borde medial del acromion
Porción iníerior: borde superior de la espina de la escá-
pula
Inervación: primaria del nervio accesorio (nervio craneal
XI); secundaria directamente de los ramos ventrales ele
C2. 4
MUSCULATURA DEL CODO Y EL ANTEBRAZO
Ancóneo
l11scrc1ón proximal: lado posterior del epicóndilo lateral del
húmero
Inserciones distales: entre el olécranon y la superíicie proxi-
mal del lado posterior del cúbito
Inervación: nervio radial
Biccps braquial
Inserciones proximales:
Cabeza larga: 1Ubérculo supraglenoideo de la escápula
Cabeza cona: vértice de la apóíisis coracoides de la escá-
pula
Inserciones distales: tuberosidad del radio; también en el
tejido conjuntivo profundo del antebrazo a través de la
aponeurosis bicipilal
lnavación: nervio musculocutáneo
250 Apé11clice 11

Braquial
Inserción distal: superficie posterorraclial ele la base del
Inserción proximal: cara distal de la superficie anlerior del
segundo metacarpiano
húmero
l11ervació11: nervio radial
Inserciones distales: apófisis coronoides y tuberosidad en la
porción proximal del cúbito
Extensor cubital del carpo
Inervación: nervio musculocutáneo (peque1ia contribución /11serciones proximales: tendón común ele los extensores y
del nervio radial) supinadores que se inserLa en el epicóncl ilo lateral del
húmero )' en el borde posterior del tercio medio del
Brnquiorradial cúbito
Inserción proximal: dos tercios superiores de la cresta supra- Inserción distal: superficie posterocubirnl ele la base del
conclílea lateral del húmero qui nto metacarpiano
Inserción dista l: cerca de la apófi sis estiloicles en la porción /11ervació11: nervio radial
distal del radio
Inervación: nervio radial Flexor radial del carpo
Inserciones proximci/es: tendón común de músculos llexores
Pronador redondo y pronadores que se inserta en el epicóndilo medial del
húmero
Inse rciones proximales:
Inserciones dis1ales: supe rfic ie palmar de la base del
Cabeza humeral: epicónclilo medial segundo metacarpiano )' una pequeña banda en la
Cabeza cubital : medial a la tuberosidad del cúbito base del tercer metacarpiano
l11serción dista l: superficie lateral de la porción media del Inervación: nervio mediano
radio
Inervación: nervio med iano Flexor cubital del carpo
Inserciones proximales:
Pronador cuadrado Cabeza humeral: tendón común de músculos llexores y
Inserción proximci/: superficie anterior de la porción distal pronaclores que se inserta en el epicóndilo med ial del
del cúbito húmero
Inserción distal: superficie anterior ele la porción distal del
Cabeza cubital: borde posterior del te rcio medio del
cúbito
radio
fnserciones dis1ales: pisiforme, ligamentos pisiganchoso y
Inervación: nervio mediano
pisimetacarpiano, y base palmar del quinto metacar-
piano
Supi nador Inervación: nervio cubital
Inserciones proximales: epicóndi lo lateral del húmero, liga-
mento colateral lateral y ligarnemo anular, y cresta del Palmar largo
músculo supinador del cúbito /11sercíó11 proximal: tendón común de músculos llexores y
Inserción distal: superficie lateral de la porción proximal del pronadores que se inserta en el epicónd ilo medial del
radio húmero.
Inervac ión: nervio radial Inserción distal: porción central del ligamento transverso del
carpo y aponeurosis palmar de la mano
l11ervació11: nervio mediano
Tríceps braquial
Inserciones proximales: MUSCULATU RA EXTR ÍN SECA DE LA MANO
Cabeza larga: porción posterior del húmero, superior y Abductor largo del pulgar
lateral al surco del nervio radial Inserc ión proximal: superficie posterior ele la porción media
Cabeza lateral: porción posterior del húmero, inferior y del radio y el cúbito, y membrana interósea adyacente
medial al surco del nervio radial lnse rciones distales: superficie radial-dorsal ele la base del
Cabeza medial: porción posterior del húmero, inferior )' metacarpiano del pulgar, que incluye la cápsula de la
med ial al surco del nervio radial articulación carpometacarpiana del pulgar
Inserción distal: olécranon del cúbito Inervación: nervio radial
Inervación: nervio radial
Extensor común ele los dedos
MUSC ULATURA DE LA MUÑECA fn serción proximal: tendón común de los músculos extenso-
res y supinadores que se inserta en el epicóndilo lateral
Extensor radial corto del carpo del húmero
Inserción proximal: tendón común de los extensores y supi- I11se rciones dis1ales: mediante cuatro tendones, cada uno en
nadores que se inserta en el epicóndilo lateral del la base del mecanismo extensor y en la base dorsal de la
húmero )' en la porción distal de la cresta supracondílea falange proximal ele los dedos
lateral del húmero l11ervació11: nervio radial

[xtcnsor del meñique
Inserción proximal: lado cubital del \•iemre del músculo
extensor de los dedos
Inserciones distales: el tendón suele dividirse, uniéndose al
lado cubiLal del tendón del extensor de los dedos
l11ervació11 : nervio radial
E.'< tensor del índice
Inserciones proximales: superfi cie posterior de la porción
media a distal del cúbito y la membrana interósea adya-
cente
Inserción distal: el tendón se mezcla con el lado cubital del
tendón del índice del músculo extensor de los dedos
Tnervación: nervio radial
Extensor corto del pulgar
Inserciones proximales: superficie posterior de las porciones
media y distal del radio y la membrana imerósea adya-
cente
Inserción distal: base dorsal de la falange proximal y el meca-
nismo extensor del pulgar
Inervación: nervio radial
Extensor largo del pu lgat
Inserciones proximales: superficie posterior de la porción
media del cúbito y la membrana intcrósea adyacente
Inserción distal: base dorsal de la falange distal y mecanismo
extensor del pulgar
Inervación: nervio radial
rlexor profu ndo de los dedos
Inserciones proximales: tres cuartos proximales del lado ame-
rior y medial del cúbito y la membrana interósea adya-
ceme
In serciones distales: mediante cuatro tendones, cada uno en
la base palmar ele las falanges distales de los dedos
Inervación :
Mitad medial: nervio cubital
Mitad lateral: nervio mediano
Flexor superficial de los dedos
Inserciones proximales:
Cabeza humerocubital: tendón común de los músculos
ílexores y pronadores que se inserta en el epicóndilo
medial del húmero y en el lado medial ele la apófisis
coronoides del cúbito
Cabeza radial: mediame cualro tendones, cada uno en
los lados ele las falanges medias de los dedos
Inserciones distales: mediante cuatro tendones, cada uno en
los lados de las falanges medias de los dedos
Inervación: nervio mediano
r\exor largo del pulgar
Inserciones proximales: porción med ia de la superíicie ante-
rior del radio y la membrana inlerósea adyacente
25 1
lnsrrción distal: base palmar de la falange distal del pulgar
Inervación: nervio mediano
MUSCULATURA INTRiNSECA DE LA MANO
Abductor del meJiiquc
Inserciones proximales: ligamento pisiganchoso, pisi forme, y
Lendón del músculo ílexor cubitnl del carpo
In serciones distales: lado cubital de la base ele la falange pro-
ximal del meñ ique; también se inserta en el mecanismo
extensor del meñique
Inervación: nervio cubital
Abductor cono del pulgar
Inserciones proximales: ligamemo Lransverso del carpo,
tubérculo del trapecio y tubérculo del escaíoides
Inserción distal: lado radial de la base de la falange proximal
del pulgar; también se inscna en el mecanismo exten -
sor del pulgar
f11ervació11: nervio mediano
Aductor del pulgar
Inserciones proximales:
Cabeza oblicua: hueso grande, base del ll y 111 metacar-
pianos, y ligamentos capsulares adyacentes de las art i-
culaciones carpomctacarpianas
Cabeza transversa: superíicie palmar del lll metacar-
piano
Inserciones distales: ambas cabezas se insenan en el lado
cubital de la base de la falange proximal del pulgar )' en
el hueso sesamoideo medial en la articulación merncar-
pofalángica; también se insena en el mecanismo exten-
sor del pulgar
Inervación: nervio cubital
lnteróseos dorsales
In serciones proximales:
Primero: lacios adyacemes del l (pulgar) y ll metacarpianos
Segundo: lados adyacenles del 11 y JlI metacarpianos
Tercero: lados adyaccmes del 111 y IV metacarpianos
Cuarto: lados adyacemes del IV y V metacarpianos
Inserciones distales:
Primero: lado radial de la base de la falange proximal del
indice y fibras oblicuas del aparato dorsal
Segundo: lado radial de la base de la falange proximal del
dedo corazón y fibras oblicuas del aparalo dorsal
Tercero: lado cubital ele la base ele la fa lange proximal del
dedo corazón y fibras oblicuas del aparato dorsal
Cuarto lado cubital ele la base de la falange proximal del
dedo anular y fibras oblicuas del aparato dorsal
Inervación: nervio cubital
Flexor del meñique
Inserciones proximales: ligamento lransverso del carpo y apó-
íisis unciforme del hueso ganchoso
252 Apénclicr /1

Inserción distal: lado cubital de la base de la falange proximal Oponente del pulgar
del meí'lique Inserciones proximales: ligamemo transverso del carpo >'
Inervación: nervio cubilal tubérculo del trapecio
Inserción distal: superficie radial ele la diáfisis del metacar-
ílcxor corlo del pulgar piano del pulgar
Inserciones proximales: ligamento transverso del carpo )' Inervación: nervio mediano
tubérculo palmar del trapecio \

In serciones distales: lado radial de la base de la falange pro- Palmar corto

ximal del pulgar; también en el hueso sesamoideo late-
ral de la aniculación metacarpoíalángica
Inervación: nervio mediano
Lumbricales
Inserciones proximales:
Dos mediales: lados adyacentes ele los tendones del
músculo flexor profundo ele los dedos, ele los dedos
meñique, anular y corazón
Dos laterales: lados laterales de los tendones del ílexor
profunclo de los dedos corazón e índice
Inserción distal: borde lateral del mecanismo extensor
med iante las fibras oblicuas del aparato dorsal
Inervación:
Dos mediales: nervio cubital
Dos laterales: nervio mediano
Oponenlc del mcfliquc
In serciones proximales: ligamenLo transverso del carpo y apó-
fisis unciforme del hueso ganchoso
Inserción distal: superficie cubital de la diáfisis del V meta-
carpiano
l11e1vación: nervio cubital
Inserciones proxima les: ligamento transverso del carpo)' las-
cia palmar justo distal )'lateral al pisiforme
Inserción distal : piel del borde cubital de la mano
Inervación: nervio cubital
lnteróseos palmares
lnsercio11es proximales:
Primero: lado cubital del metacarpiano del pulgar
Segundo: lado cubital del 11 metacarpiano
Tercero: lado radial del lV metacarpiano
C~ano: lado radial del V metacarpiano
Insercion es e/isla/es:
Primero: lado cubi tal de la falange proximal del pulgar,
que se mezcla con el aductor cid pulgar; lambicn se
insena en el hueso sesamoideo medial en la arucula-
ción metacarpofalángica
Segundo: lado cubital del mecanismo extensor del índice
mediante las fibras oblicuas del aparato dorsal
Tercero: lado rad ial del mecanismo extensor del dedo
anular mediante ribras oblicuas del aparato dorsal
Cuarto: lado radial del mecanismo extensor del meñique
mediante fibras oblicuas del aparato dorsal
Inervación: nervio cubital
 SECCIÓN 111

Esqueleto axial

l
S E CC I ÓN 111

Esqueleto axial

C.\1•11 u 1 ll 9 Osteología y artrología

C \1'11 l lü 1O Interacciones de músculos y articulaciones
C.\PI 1l ' I o 11 Cinesiología de la masticación y la ventilación
API ::.; Dlt 1 11 1: Material referente a las inserciones e inervación de los músculos del
esqueleto axial

La Sección lll se centra en la cinesiología del esqueleto axial: el cráneo, las vértebras,
el esternón y las costillas. La sección se divide en tres capítulos, cada uno de los cuales des-
cribe un aspecto cinesiológico distinto del esqueleto axial. El Capítulo 9 presenta la osteo-
logía y artrología, y el CapílUlo 10 presenta las interacciones de músculos y articulaciones.
El CapllUlo 11 describe dos aspectos especiales sobre el esqueleto axial: la cinesiología de
la masticación y la vemilación.
La Sección 111 presenta varias funciones superpuestas sobre el esqueleto axial. Estas fun -
ciones son (1) la «estabilidad central» y la movilidad general del cuerpo; (2) la ubicación
óptima de los sentidos de la visión, oído y gusto; (3) la protección de la médula espinal,
el encéfalo y los órganos internos, y (4) act ividades corporales como la mecánica de la ven-
tilación, la masticación, el pano, la tos y la defecación. Las alteraciones musculoesqueléti-
cas del esqueleto axial pueden limitar cualquiera de estas cuatro funciones.

b
 CAP TU l O 9

Osteología y artrología
D ONALD A . NEUMANN, PT, PHD

ÍNDIC E
OSTEOLOGÍA, 257 Sincondrosis entre cuerpos vertebrales, Rotación axial, 291
Componentes básicos del esqueleto axial, 277 Flexión lateral, 291
257 Consideraciones estructurales del disco Deformidades estructurales de la columna
Cráneo, 257 intervertebral lumbar, 277 torácica, 292
Occipital y temporal, 257 Disco intervertebral como amortiguador Cifosis excesiva, 292
Vértebras: ladrillos de la columna, 257 hidrostático, 278 Escoliosis, 294
Costillas, 257 CINEMÁTICA REGIONAL DE LA COLUMNA, Región lumbar, 296
Esternón, 258 281 - Anatomía funcional de las estructuras
Columna vertebral, 260 Región craneocervical , 281 articulares de la región lumbar (L1·S1),
Curvaturas normales de la columna Anatomía funcional de las articulaciones de 296
vertebral, 260 la región craneocervical, 282 Cinemática ele la región lumbar, 298
Línea de gravedad que pasa por el Articulaciones allantooccipitales, 282 Cinemática en el plano sagital, 298
cuerpo, 261 Complejo de la articulación atlantoaxial, Cinemática en el plano horizontal:
Soporte ligamentario de la columna 283 Rotación axial, 307
vertebral, 262 Articulaciones cigapofisarias Cinemática en el plano frontal: Flexión
Características osteológicas regionales, 266 intracervicales (C2-7), 283 lateral, 307
Región cervical, 266 Cinemática en el plano sagital, 284 RESUMEN DE LA CINEMÁTICA DE LA
Vértebras cervicales típicas (CJ·6), 268 Flexión y extensión, 285 COLUMNA VERTEBRAL , 307
Vértebras cervicales atípicas (C1·2 y C1). 268 Articulación atlantooccipital, 285
Región torácica, 269 Complejo de la articulación atlantoaxial, 285 ARTICULACIONES SACROILÍACAS, 308
Vértebras torácicas típicas (T2·T10), 269 Articulaciones intracervicales (CN), 286 Consideraciones anatómicas, 308
Vértebras torácicas atípicas (T1 y fo.12), Protracción y retracción, 286 Estructura articular y soporte ligamentario,
271 Cinemática en el plano horizontal, 286 308
Región lumbar, 271 Rotación axial, 286 Fascia toracolumbar, 310
Sacro, 273 Complejo de la articulación atlan toaxial. 286 Cinemática, 310
Cóccix, 273 Articulaciones intracervicales (CH), 287 Consideraciones funcionales, 311
ARTROLOGÍA, 273 Cinemática en el plano frontal, 288 Alivio de la tensión, 311
Unión intervertebral típica, 273 Flexión lateral, 288 Estabilidad durante la transferencia de
Articulación atlantooccipital, 288 cargas: Mecánica de la generación de
Terminología para describir el movimiento,
Articulaciones intracervicales (CN}, 288 un momento de nutación en la
275
Región torácica, 288 articulación sacroilíaca, 312
Estructura y función de las articulaciones
Anatomía funcional de las estructuras Efecto estabilizador de la gravedad, 312
cigapofisarias y las sincondrosis entre
articulares torácicas, 289 Efecto estabilizador de ligamentos y
cuerpos vertebrales. 276
Cinemática de la región torácica, 290 músculos, 312
Articulaciones cigapofisarias, 276
Flexión y extensión, 290

INTRODUCCIÓN
El esqueleLo axial comprende el cráneo, la columna vcnebral,
las costillas)' el esternón (Fig. 9.1). Este capílUlo presenta las
interacciones cinesiológicas entre la osteología y la artrología
del esqueleLo axial. El imerés se centra en la región craneocer-
vical, la columna vertebral y las aniculaciones sacroilíacas, y
en la forma en que las numerosas articulaciones aportan esta-
biliclacl )' mov1111iemo al Liempo que Lrans fk ren cargas por el
esqueleto axial. Los músculos desempeñan un gran papel en
In función del esqueleto axial )' son el temn principal del
CapílUlo LO.
Las enfermedades. los traumausmos y el envejecimiento
normal pueden generar variedad de problemas neuromuscu-
lares y musculoesqueléticos que afecten al esqueleto axial. Los
255
256 Srw1>n /11 Fsc¡11dcto axi1d

CHANl. 0

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lo (."(lf(/ dol'Stl/ (}T((ÍIWI ,,,., l'ubii
nuliv ,·fa numa .Je 1witntc111 /Jqlfioil
t1lwro. tn {tnlf¡/o anttrior
Ctí/Jito - - - - + 1 ?7h~~f-j'j~~~~~lt\tt--- Flmur
UtuUo ----+,.. 1ivní111,~r uun·or
FIGURA 9.1. Vista anterior del esqueleto de un varón
C't1rpo - - - - 1 f'
~=--- C(1bt:t1 ""e•/ .m rt1Undtt
Curl/o adulw. (De Grays AnalOmy: Tl1c A1uuomirnl Basis of
Meclicinc and S111;ge1y, 38.ª ed. Nueva York, Churchill
Livingstonc, l 995.)

l;SQUELF.TO tll'ENDICU/,J\H
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1 '+ -- - - - Peroné
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Mol~o./0111~1/ial

Moltolo lu1'ml

trastornos de la columna vertebral con frecuencia se asocian tebral aumentan la posibilidad de compresión de los tejidos
con dolor y alteraciones, sobre todo por la estrecha relación conjuntivos sobre los tejidos neurales. El conocimiento ele la
anatómica entre el tejido neural (médula espinal y raíces ner- osteología y anrologia detalladas del esqueleto axial es crucial
viosas) y el tejido conjuntivo (vértebras y ligamemos asocia- para apreciar la mecánica patológica asociada, asi como la
dos, discos y diartrosis). Un «disco desplazado», por ejemplo, razón de las intervenciones clinicas.
puede aumentar la presión sobre los nervios espinales adya- La terminología empicada para describi r la localización
centes o la médula espinal, generando dolor, debilidad relativa o la región del esqueleto axial puede diferir de la usada
muscular y reflejos aminorados. Para complicar más el cuadro, para describir el esqueleto apendicular. En la tabla 9.1 se
ciertos movimientos )' posturas habituales de la columna ver- expone un resumen de esta terminología
 Cc1¡1i1Ulo 9 Q ,1cologw \'artrología 257

cabeza (Fig. 9.3). La línea 11ucal 111fcrior marca el borde ante-

rior de la inserción del músculo semicspinoso de la cabeza.

Término SiJtónimo Definición

Características osteológicas relevantes
Posterior Dorsal Dorso del cuerpo
Occipital
Anterior Ventral Pane frontal del cuerpo
• Protuberancia occipital externa
Medial Lmea media del cuerpo • Línea nucal superior
Lateral Lejos de la linea media del cuerpo • Línea nuca! inferior
• Agujero magno
Superior Craneal Cabeza o pane superior del cuerpo
• Cóndilos del occipital
Inferior Caudal Cola o parte inferior del cuerpo • Porción basilar
t.11s definiciones asunien qut la persona adopta la posición anatómica. Temporal
• Apófisis mastoides

OSTEOLOGÍA El agujero magno es un agujero ci rcular grande localizado en

Componentes básicos del esqueleto axial
CRÁNEO
El cráneo es la cubiena ósea del encéfalo, y protege el cerebro
y los órganos de los semidos (ojos, orejas, nariz y sistema ves-
tibular) y ofrece un medio para ingerir ali mentos y líquidos.
Occipital y temporal
El occipital forma la mayor parte de la base posterior del crá-
neo (Fig. 9.2). La protuberancia occipital externa es un punto
palpable en la línea media, que sirve de inserción al ligamento
nucal y a la pane medial de la porción superior del músculo
trapecio. La línea 1wcal superior se exLiencle laLeralmenLe desde
la protuberancia occipiLal externa hasta la base de la apófisis
mastoides del temporal. Esta línea fina pero claramente apre-
ciable marca las inserciones de varios músculos extensores de
la cabeza y el cuello, como el trapecio )' el esplenio de la
la base del occipital, que sirve de ''ía de paso a la médula espi-
nal. Un par de prominentes cóndilos del occipital se proyectan
desde los bordes anterolaterales del agujero magno, formando
el ·componentc convexo de la articulación atlantooccipital. La
porción basilar del occipital se halla justo anterior al borde
anterior del agt~ ero magno.
Cada uno de los dos temporales forma parte de Ja superficie
lateral externa del cráneo, y rodean}' comprenden el conducto
auditivo externo (ver Fig. 9.2). La apófisis mastoides. una
estructura íácil de palpar, se sitúa justo posterior a la oreja
Esta apófisis prominente sirve de inserción a muchos múscu-
los, como el esternocleidomastoideo.
VÉRTEBRAS : LADRILLOS DE LA COLUMNA
Además de aportar un elemento de estabilidad al tronco y cue-
llo, la columna vertebral protege la médula espinal y los ner-
vios espinales. Una vez fuera de la columna vertebral, las ral-
ees nerviosas forman un ramo ventral y un ramo dorsal ele un
nervio espinal (Fig. 9.4). Las vértebras dorsales medias mues-
tran muchas de las características anatómicas y íuncionales ele
cualquier vértebra ciada (Fig. 9.5 y Tabla 9.2).

COSTILLAS
Doce pares de costillas encierran la cavidad torácica, for-
mando una caja protectora para los órganos cardiopulmona-
res. El extremo posterior de una costilla Lípica presenLa una
Etmoides cabeza, un cuello )' un tubérculo c1rlicular (Fig. 9.6). La cabeza
y el tubérculo se articulan con una vértebra dorsal , formando
Hueso dos diartrosis: las articulaciones costovertebral y costotrans-
"l lagrimal versal, respectivamente (Fig. 9.56). Estas articulaciones anclan
Nasal el extremo posterior de una costilla a su vértebra respectiva.
Una articulación costovertebral conecta la cabeza de una costi-
lla con un par ele carillas costales que abarcan dos vértebras
adyacentes y el disco intervenebral correspondiente. Una arti-
wlación costotransversal conecta el Lubérculo articular de una
costilla con una carilla costal en la apófisis transversa de una
vértebra correspondiente.
El extremo anterior de una costilla se compone de canilago
FIGURA9.2. Vista lateral del rn\neo. hialino aplanado. Las costillas 1a X se insertan en el esternón,
258 '>cu itin 111 fac¡11rkln ct\icrl

Vista infr rior

Protuberancia occipital externa
Músculo trapecio
Línea nuca! superior
Músculo semiespinoso de la cabeza Línea nucal inferior
Músculo esplenio de la cabeza

Músculo esternocleidomastoideo
Línea nucal media
Músculo longísimo de la cabeza
Músculo dlgástrico (vientre posterior) Apófisis mastoides
Músculo oblicuo superior de la cabeza
Cóndilo del occipital
Músculo recto posterior mayor de la cabeza
Vlúsculo recto posterior menor de la cabeza Conducto auditivo externo
Músculo recto lateral de la cabeza
Apó fisis estiloides
Músculo estilohioideo
Músculo recto anterior de la cabeza
Músculo largo de la cabeza

FIGURA 9.3. Vista iníerior del occipital y el temporal. Las smuras lambdo1dca~ separan el occipital mcclialmrntc, del temporal lmcrnlmcmc.
Las inserciones distales de los músculos aparecen en gris. y las inserciones prox11nak5 en rojo.

compleumclo así la caja torácica en semiclo amerio r (ver Fig. costilla inmediatamente superior. Las costillas Xl y Xll lll) se
9.1). El cartílago de las cosLillas 1a VII se insena directamente inse rtan en el esternón , sino que quedan andadas por los
en el borde lateral del esternón a través de siete articulaciones músculos abdominales laterales.
estcrnocostalcs (Fig. 9.7). El cartílago de las costillas VIII a X
se mscna en el esternón fusionándose con el cartílago de la ESTERNÓN
El esternón es ligeramente convexo y rugoso en sentido ante-
rior, }' un poco cóncavo y liso posteriormente. El hueso uenc
Arteria vertebral Ganglio simpático
tres porciones: el manubrio (del lat!n «mango»). el cuerpo )' la
Rafz de un nervio apofisis xi ío ides (del griego «espada») (ver Fig. 9. 7). Desde el
ventral punto de vista del desarrollo, el 111w1ubrio se fusiona con el
Apófisis costal cuerpo del esternón en la arliculación mcmubrioeslernal. una
an iculación fibrocanilaginosa que a menudo se osifica en la
Ramo ventral
/ d e l nervio
vcjez. 110 Justo lateral a la esco1adurc1 yugular del manubno
espinal están las escotaduras claviculares de las articulaciones cstcrnod11-
19'>,>,....-- Apófisis vicula1es. Inmediatamente inferior a la articulación esternoda-
transversa vicular ha}' una escOLadura costal que recibe la cabeza de la
Ramo dorsal primera costilla en la primera arLiculaci611 estcniocostal.
del nervio
espinal
Ganglio espinal Caracterislieas osteológicas del est<:rnón
• Manubrio
• Escotadura yugular
• Escotaduras claviculares para las articulaciones
esLernoclavicularcs
• Cuerpo
• Escotaduras costales para las articulaciones
FIGURA 9.4. Sección transversal de la médula espinal donde apare- esternocostales
cen las rnfces de los nervios cervicales que íorman un típico nervio • Apófisis xifoides
espinal. Nótese la relación entre las estructuras neurnles, las vértebras
óseas, la duramadre y la arteria vcncbrnl. (Modificado con autoriza- Articulaciones intraesternales
ción de Magee DL: Orthopedic Physirnl !lssrss111eirl, 3." ecl. Filadelfia, • Articulación rnanubriocstcrnal
WB Saunders, l997 .) • Articulación xifoesternal
• C11¡11111/o 9 Ostn>/c~l<I \ 1111mlogw 259

Vista laternl
Carilla articular superior Apófisis articular superior
Apófisis transversa
Carilla costal-~~ Vista superior
Apófisis espinosa
Agujero intervertebral

Disco
intervertebral ./"'"<S:ll~-carilla
costal

Articulación
coslotransversal
Carilla articular superior

A B Articulación costovertebral

FIGURA 9.5 . Características esenciales de una v~n cbra. A, Visw lrucral de In VI y VII vértebras (Tl, y T7) B, Vista superior de la VI v~ n cbra con
la costilla derecha.

Parle Descri pción Función primada

Cuerpo
Disco inlerven ebral
Sincondrosis entre
cuerpos vertebrales
Pedículo
lámina
Conducto vertebral
Masa cillndrica grande y redondeada de hueso esponjoso Estructura sustentante primaria de la columna
rodeado por una corteza Íina de hueso vertebral
Anillo grueso de íibrocanílago entre los cuerpos vertebrales Amortiguador>' espaciador de la columna
de C2 y en niveles iníeriores a ~ste vertebral
Slnfisis íonnada entre las superficies superior e inferior de un Enlace primario entre v~rtebras
disco intervertebral y los cuerpos de las vértebras adyacentes
Proyección dorsal gruesa y cona de hueso de la porción Conecta el cuerpo vertebral con las porciones
med ia a superior del cuerpo vertebral posLeriores de una vértebra
L'lmina vertical fina de hueso que conecta la base de la Protege la cara posierior de la médula espinal
apófisis espinosa con cada apófisis transversa. (El término
láminas describe las láminas derecha e izquierda)
Conducto central localizado jusLO posLerior al cuerpo de la Protege la médula espinal
v~rtcbra. El conducto está rodeado de pedículos y li1minas

Agujero inLervertebral Abertura lateral entre dos vértebras adyacentes Vía de paso a las raíces nerviosas que eni ran y
salen del conducto vertebral
Apófisis transversa Proyección horizontal de hueso ele la unión de una lámina Inserciones para músculos, ligamentos y coslillas
y un pedículo
Carilla costal Impresiones redondeadas formadas en los lados laternles de Pumos de inserción para las cabezas de las
(en el cuerpo) los cuerpos de las v~rtebras dorsales. La mayoría de los costillas (articulaciones costovertebrales)
cuerpos de las vértebras dorsales Lienen carillas superior e
iníerior a ambos lados
Carilla costal (en la Proyección horizontal ele hueso íormada por la unión de una PunLos de inserción para el lllbérculo al'licular ele
apófisis transversa) lámina y un pedleulo las costillas (articulaciones cosLOlransversales)
Apófisis espinosa Proyección en la linea media dorsal del hueso desde Inserciones en la línea media para músculos
las láminas y ligamemos
Apófisis articulares Apóíisis articulares verticales pareadas que surgen de la unión Las carillas articulares superior e iníerior
superior e inferior; ele una lámina y un pedículo. Cada apóíisis tiene carillas íorman pares de al'liculaciones cigapofrsarias
incluye las carillas articulares lisas reves1idas de cartllago. En general, las (intervertebrales). EsLas dianrosis gulan
articulares y las articu- carillas articulares superiores se orienian en sentido posle- la dirección y magnitud del movimienlo
laciones cigapofisarias rior, y las carillas articulares inferiores, en sentido amerior intervenebral
(imervertebrales)

1

260 Semcm 111 facrudcto ct.xrc1I
Vista inferior
~
Ángulo
1Extremo posterior 1 . ... .
Tubérculo articular ·,.,· • '"" " ,
para la apófisi1
transversa
~.1
Carilla articular
para el cuerpo
de la vértebra
r
Cuello
Cabeza
Cuerpo
A 1Extremo anterior 1 ·:. '
FIGURA 9.6. Tlpica cos1illa derecha. A, Vista inferior B, Vis1a pos1erior.
El borde lateral del cuerpo del esternón está marcado por
una serie de escowduras costales que reciben los cartílagos de
las costil las 11 a VII . La artrología de las articulaciones esterno-
costales se expone con detalle en el Capítulo 11. La apófisis
xifoides se inserta en el extremo inferior del cuerpo del ester-
nón mediante la articulación xifoestemal. Como la articulación
manubrioesternal, la articulación xifoesternal se conecta prin-
cipalmente con íibrocartílago. La articulación xifoestemal
suele osificarse a los 40 alios de edad . t to
COLUMNA VERTEBRAL
La palabra «tronco» describe el cuerpo de una persona, inclui-
dos el esternón y las costillas, pero sin contar la cabeza, cue-
llo y extremidades. La palabra columna vertebral describe toda
la serie de vértebras, exclutdos las costillas, el esternón y la
pelvis. Los tém1inos superior e inferior se usan de modo inter-
cambiable con los términos craneal y caudal, respectivamente.
La columna vertebral suele constar de 33 segmentos verte-
brales. Está dividida en cinco regiones. Normalmenee hay siete
vértebras cervicales, doce torácicas (clorsales), cinco lwnbcH"es.
cinco sacras y cuatro coccígeas. Las vértebras sacras y coccígeas
suelen estar fusionadas en los adultos, formando los huesos
sacro y coccígeo. Las vértebras individuales se abrevian ele
modo alfanumérico; por ejemplo, C2 es la segunda vértebra
cervical, T6 es la sexta vértebra dorsal y Lt es la primera lum-
bar. Cada región de la columna vertebral (p. ej., cervical o lum-
bar) tiene una morfologia general caracterísLica que refleja su
función específica. Las vértebras localizadas en las uniones cer-
vicotorácica, toracolumbar y lumbosacra suelen compartir
e
Tubérculo articular para
la apófisis transversa
B
caracteristicas que reflejan la transición entre las regiones prin-
cipales de la columna vertebral. No es inhabitual, por ejemplo,
que las apófisis transversas de C1 tengan carillas similares a las
dorsales para recibir una costilla, o L5 puede tener un aspecto
«sacro» (es decir, fusionada con la base o porción superior del
sacro).
Curvaturas normales de la columna vertebral
la columna venebral del ser humano consiste en una sene de
curvaturas reciprocas en el plano sagital. En bipedestación y
en reposo, las curvaturas definen la postura «neutra» de la
columna vertebral (Fig. 9.BA). las regiones cervical y lumbar
son por naturaleza convexas en sencido anterior y cóncavas
posteriormente, y ofrecen una alineación llamada lordosis, que
significa «curvatura posterior». El grado de lordosis suele ser
menor en la región cervical que en la región lumbar. las regio-
nes dorsal y sacrococcrgea, en contraste, exhiben cifosis natu-
ral. La cifosis describe una curva cóncava en sentido anterior
y otra convexa en sentido posLerior. la concavidad ante1ior
deja espacio a los órganos de 1as cavidades torácica y péhrica.
Las curvaturas naturales de la columna vertebral no son
fijas, sino dinámicas y cambian de forma durante los mo\'i-
mientos y las distintas posturas. la extensión de la columna
vertebral acentúa la lordosis cenrical y lumbar, pero reduce la
cifosis dorsal (Fig. 9.BB). En contraste , la flexión de la
columna vertebral reduce o aplana la lordosis cervical )' lum-
bar, pero acentúa la cifosis dorsal (Fig. 9.BC). Por el contrario,
la curvatura sacrococcigea es fija, cóncava en sentido anterior,
convexa en sentido posterior. Esta cmvatura es esenciulmente

Músculo esternocleidomastoideo
Escotadura clavicular
(articulación
esternoclavicular)
Escotadura costal
(primera articulación
esternocostal)
Escotadura costal
(IV articulación
esternocostal)
Músculo recto
del abdomen y línea alba
FIGURA 9.7 . Vista anterior del esternón, parte de la clavícula derecha
y las primeras siete costillas. Se aprecian las siguiemes aniculaciones:
(1) articulaciones intraesternales: (manubrioesternal y xifoest.ernal),
(2) articulaciones esternocostalcs y (3) articulaciones esternoclavicu-
lares. La inserción del mllsculo esternocleidomastoideo aparece en
rojo. Las inserciones del músculo recto del abdomen >' la linea alba
aparecen en gris.
fija por la posición ele la pelvis y mecliame las aniculaciones
sacroilíacas.
La columna vertebral embrionaria es ciíótica en toda su
extensión. La lordosis de las regiones cervical y lumbar se
manifiesta después del parto, en asociación con la maduración
motora y la poslLlra erecta. En la columna cervical, los múscu-
los extensores ejercen tracción sobre la cabeza y el cuello
mientras el bebé comienza a observar lo que le rodea. En la
columna lumbar, el desarrollo de los músculos ílexores de la
cadera ejerce tracción sobre la convexidad de la columna lum-
bar hacia delame como preparación para la deambulación.
Una vez que el niño se mantiene ele pie, la lordosis natural de
la columna lumbar ayuda a dirigir la línea ele gravedad del
cuerpo a través ele la base de apoyo constituida por los pies.
Las curvaturas en e] plano sagital de la columna venebral
ofrecen fuerza y resistencia elástica al esqueleto axial. Una
columna vertebral ele curvatura recíproca actúa como un arco.
Las fuerzas de compresión entre las vértebras se comparten
parcialmente por la tensión ele los tej idos conjuntivos y
músculos estirados a lo largo del lado convexo de las curvatu-
Cu¡111ulu 9 0.11colog111 v cll'/1olog10 26 1
ras. Al igual que sucede con los huesos largos como el fémur,
la fuerza y estabilidad ele la columna vertebral re llejan su
capacidad para «ceden> un poco bajo una carga, en vez ele
soportar esLáticamente graneles ruerzas de compresión.
Una consecuencia potencialmente negativa de las curvaLu-
ras naturales de la columna es la presencia de fuerzas ele ciza-
llamiento en regiones de transición entre curvas. Las fuerzas
de cizallamiemo pueden causar laxiLUd prematura ele las
rusiones vertebrales quirúrgicas, en especial las practicadas en
las regiones cervicotorácica y Loracolumbar.
La línea de gravedad a través del cuerpo
Aunque muy variable, la línea ele gravedad que acLúa sobre
una persona en bipeclestación en una postura ideal pasa por la
apófisis mastoides del temporal, amerior a la ll vértebra sacra,
posLerior a la cadera y anterior a la rodilla y tobillo (Fig. 9.9).
En la columna ve rtebral, la linea de gravedad pasa por el lado
cóncavo del vértice de la curvatura ele cada región.li Como
consecuencia, la postura ideal permite a la gravedad pl'oducir
un momenLo que ayuda a mantener la forma ópt ima de cada
~.urvat ura espinal. El momenLo externo debido a la gravedad
es máximo en el vértice de cada región: C.1.j, Te, y L1.
La imagen ele la figura 9.9 es más ideal que real porque la
postura de cada persona es única y transitoria, Los factores
que alteran la relación espacial entre la línea ele gravedad y las
curvaturas vertebrales son la disposición de la grasa, la posi-
ción y magnitud ele las cargas sostenidas por el tren superior,
las formas ele las curvaturas regionales indi\'icluales, la muscu-
latura, la exLensibilidad del tejido conjumivo y el embarazo.
En contraste con el dibujo ele la figura 9.9, hay quien describe
la línea ele gravedad a través 4 \l o justo anterior a las vénebras
lurnbares.813 Para el fisioterapeuta, lo importante es conocer las
consecuencias biomecánicas ele cada relación. La gravedad
que pasa posterior a la región lumbar prod uce un momento
constanLe de extensión sobre la columna lumbar, lo cual íaci-
lita la lordosis natural. Como alternativa, la gravedad que pasa
anterior a la región lumbar produce un momento constame ele
flexión. En cualquier caso, el momento externo debido a la
gravedad, o la carga externa, debe neutralizarse mediante fuer-
zas activas de los músculos o fuerzas pasivas ele los tejidos
conjuntivos. La línea de gravedad discurre anterior a la unión
lumbosacra y las aniculaciones sacroilíacas.
Factores estructurales también favorecen la forma ele las
curvas naturales, como los discos intervenebrales cuneiformes
o los cuerpos vertebrales, la orientación de las articulaciones
cigapofisarias, y la tensión de ligamentos y músculos. Los dis-
cos intervertebrales de las regiones cervical y lumbar inferior
son, por ejemplo, más gruesos anteriormente, lo cual favorece
la convexidad amerior ele estas regiones.
El alineam iento normal en el plano sagital de la columna
vertebral puede alLerarse por enfermedades como espondilo-
sis anquilosante, espondilol istesis y distrofia muscular, o por
osLeoporosis o debilidad muscular asociadas con el envejeci-
miento. A menudo, se clan fo rmas menores ele posturas anor-
males o erróneas en personas sanas (Fig. 9.10). La lordosis
cervical o lumbar excesiva compensa la cifosis dorsal excesiva
262 Sadm1 111 Esc¡udrto 11.xicr/
Lordosis lumbar
A B
FIGURA 9.8. Vista de pcríil ele las rnrvaturns en el plano sagirnl de la rnlurnna venebrnl. A, Posición cstálica neutra en bipc-
dcstación. B. La extensión de l:i columna venebrnl aumenia las lordosis cervical y lumbar, pero reduce (extiende) la cifosis
dorsal (torácica). C, L1 ílexión de la columna venebrnl reduce la lordosis cervical }' lumbar. pero aumenta l:i cifosis dorsal.
y viceversa. La hiperlordosis de la figura 9.lOC, por ejemplo,
describe una lordosis lumbar y cifosis dorsal exageradas y
combinadas. La pelvis se desvía anleriormente, lo cual fuerza
las caderas en extensión. Con independencia de la causa o
localización, las curvaturas anormales ailcran la relación entre
la lineii de gravedad y cada región vertebral. Cuando son gra-
ves, las curvaturas vertebrales anormales aumentan la tensión
sobre los músculos, ligamemos, huesos, discos, articulaciones
cigapofisarias y raíces de los nervios espinales. Las curvas
;mormales también modifican el volumen de las cavidades
corporales. Una cifosis dorsal exagerada, por ejemplo, puede
reducir de forma significativa el espacio para los pulmones y
expandirlo durante una inspiración honda (Fig. 9.11).
SOPORTE LIGAMENTARIO DE LA COLUMNA VERTEBRAL
La columna vertebral cuenta con el sostén ele una amplia serie
de ligamentos. Los ligamentos espinosos limitan el movi-
miento, mantienen la curvatura natural de la columna, y pro-
tegen indirectamente la médula espinal. Los principales liga-
mentos del conducto vertebral aparecen en la figura 9.12. la
estructura y función básicas de cada ligamento aparecen resu-
midas en la tabla 9.3.
El ligamento anwrillo tiene su origen en la superficie ante-
rior ele una lámina y se inserta en la superficie posterior de la
e
lámina inferior. Los ligamentos son más gruesos en la región
lumbar. El nombre de ligamemo amarillo reíleja su elevado
contenido de tejido conjuntivo elástico amarillo.1 io La tensión
pasiva en una serie de ligamentos amarillos estirados limita la
ílexión de 1<1 columna vertebral, con lo cual protege el disco
intervcnebral de una compresión excesiva. La figura 9.13
muestra el incrememo de la lensión en un ligamen10 mnarillo.
Repárese en que entre la extensión neutra y la llexión com-
pleta el ligamen10 se ha elongado (tensado) un 35% respecto
a su longitud original en reposo.71 La llexión por encima de
los limites fisiológicos puede romper el ligamento y permitir
lesiones por compresión en el disco intervenebral.2 El liga-
mcnlo amarillo se halla justo posterior a la médula espinal. L1
hipercxtensión excesiva de la col umna puede meter el liga-
mento amarillo y pinzar la del icada médula espinal.
Los ligamc111os supmcspinosos e i11tercspi11osos se extienden
en1re apóíisis espinosas adyacentes. Como resulta evidente
por su posición, limitan la ílexión. En la región lumbar, los
ligamentos supraespinosos e imerespinosos suelen ser las pri-
meras estruclllras que se rompen en llexión extrema:' Los liga-
mrntos i11tertransvcrsos se extienden entre apófisis transversas
adyacentes, tensándose en la llexión lateral contralateral.
En la región cervical. los ligamentos supraespinosos se
espesan y extienden hasta el cráneo convenidos en el liga-
• 263

menlo nuca/. La robusta membrana consta ele una banda bila-

minar ele tejido fibroelástico que se inserta entre las apófisis
Apófisis mastoides espinosas cervicales y la protuberancia occipital externa del
occipital. Como el centro ele nwsa de la cabeza se local iza
anterior a la col umna cervical, la gravedad flexiona de modo
natural la región craneosacra.21 La tensión pasiva del liga-
mento nuca! estirado a1'iade un elemento peque1io pero útil ele
sostén a cabeza y cuello. El ligamento nuca! también ofrece
una inserción en la línea media a los músculos, como el trape-
cio )' el esplenio ele la cabeza y el cuello. El ligamenLO nuca!
expl ica la dificultad para palpar la apófisis espinosa en la
Segunda vértebra sacra
región cervical media a superior (Fig. 9.14).
Articulación coxofemoral El lígamrnlo longitudinal anterior es una estructura larga con
for ma de cinta que se inserta emre la porción basilar del occi -
pi1al y toda la longitud ele las superficies anteriores de todos
los cuerpos vertebrales, incluido el sacro. Este poderoso liga-
mento es estrecho por su extremo craneal y se ensancha en
sentido caudal. Fibras del ligamento longiwdinal amerior se
mezclan y refuerzan la porción aclyaceme del elíseo intervene-
Articulación de la rodíl la bra1.1 10 El ligamento longitudinal amerior aporta estabilidad
axial a la columna vertebral, limitando la extensión o la lordo-
sis excesiva en las regiones cervical )' lumbar.
El ligamento lo11giludi11al posterior es una banda inimerrrum-
picla de tejido que se extiende por toda la longitud de las
superficies posteriores de todos los cuerpos vertebrales, entre
Tobillo
el eje (C1) y el sacro. El ligamento longitudinal posterior se
(articulación tibioastragalina)
. localiza en el co11ducto vertcbml, justo anterior a la médula
~ espinal. Los ligamemos longitudinales posterior y anterior
reciben su nombre de acuerdo con su relación con el cuerpo
Línea cfi4il·avcdad
vertebral, y no con la médula espinal. En tocia su longiwcl , el
FIGURA 9.9. Linea de gravedad de una persona con una ligamemo longitudinal posterior se mezcla )' rduerza los dis-
postura ideal en bipcdesLación. (Modificado ele Neumann DA: cos intervenebrales.1 JO Cranealmente, el ligamento longiwcli-
Arthrokinesiologic considerntions fo r the <1ged adulL. En Guccione nal posterior es una estrucLUra ancha. que se estrecha al des-
AA (ed): Geriatric Pliysiwl Tlrcrapy, 2." cd. Chicago, Mosby-Ycar cender hacia la región lumbar. La delgada porción lumbar
Book, 2000.)
limita su capacidad para refrenar la protrusión posterior del

TIPOS DE POSTURAS ERRÓNEAS

A e D E

FIGURA 9.1O. Representación esquemática de posturas erró-

neas habituales en el plano sagital. (De McMorris RO: Fauhy
postures. Pedialr Clin Nortlr Am 8:217, 1961.)

1 1
1 1 1
Postura Cifosis Hiperlordosis Espalda Espalda
BUENA relajada Lordosis plana redonda
errónea juvenil
264 Sccció11 111 Est/t1dcto w:ie1/
•
LIGAMENTO
INTERTRANSVERSO

LIGAMENTO CAPSULAR
(ARTICULACIÓN
CIGAPOFISARIA)

LIGAMENTO
INTERESPINOSO

LIGAMENTO -
LONGITUDINAL
ANTERIOR

FIGURA 9.12. Ligamentos principales que estabilizan la columna 1·er-

tcbral. (Modificado de Whitc AA, Panjab1 l\llM: Cli11ical Biomcclwnics
o{ the Spi11c, 2:' cd. 1-ih1clclfia , JB Lippincoll. l 990.)

disco (desplazado). Al igual que con el ligamento longitudinal

FIGURA 9.11 . Vista de perfil ele una persona con esponchlitis anqui-
losantc. Nótese la pronunciada cifosis torácica )' el aplanamiento ele
la región lumbar. (De Pollcy HF, Hunclcr GG: R/1cumatolc>g1c
hllervkwi11g and Pliysical Exa mi11atio11 o{ tlie joi11ts. Filadelfia, WB
Saunders. 1978.)
anterior, el ligamento longitudinal postenor aporta estabilidad
axial a la columna.
Una cápsula articulor rodea y refuerza cada articulación ciga-
poíisaria (Fig. 9.15). La cápsula es relativamente laxa, sobre
LOdo en la región cervical donde se requiere una gran amplitud
de movimiento. Aunque sea relativamente laxa en postura neu-
tra, la cápsula de las articulaciones cigapofisarias está bajo pre
s1ón cuando se estira. En la región lumbar, la cápsula acepta
hasta 1.000 N de tensión antes de ceder.ll1 Esta tensión limita
los extremos de tocios los movimientos intcrvenebrales,
exccpLo el de extensión. La cápsula de las anículaciones ciga-
pofisa rias se refuerza con los músculos adyacenLes (multifido)
y el tejido conjuntivo (ligamentos amarillos), algo particular-
mente evidente en la región lumbar.%

Nombre lnsercíones Función Comentario

Ligamento amarillo Entre la superficie anterior ele una limita la ílexión Contiene un elevado porcentaje ele elastina.
lámina y la superficie posterior Se sitúa posterior a la médula espinal.
de la lámina inferior Es más grueso en la región lumbar
Ligamentos Entre las apófisis espinosas Limita la ílexión El ligamento nucal es la extensión cervical y
supraespinosos e adyacentes de C1 hasta el sacro craneal de los ligamentos supraespinosos,
interespinosos y aporta una estructura en la linea media
para las inserciones musculares, y soporte
pasivo a la cabeza
Ligamentos Entre las apófisis transversas Limita la ílexión lateral Unas pocas fibras salen por la región cervical.
intertransversos adyacentes comralateral En la región dorsal, los ligamentos están
redondeados y entremezclados con los
músculos locales. En la región lumbar, los
ligamentos son finos y membranosos
Ligamento Entre la porción basilar del Añade estabilidad a la
longitudinal occipital y tocia la longitud de las columna vertebral
anterior superficies anteriores de todos limita la extensión o lordosis
los cuerpos vertebrales, incluido excesiva de las regiones
el sacro cervical y lumbar
•
- Ccr¡ntulo 9 Ostwlo,¡;111 v w·1rolugía 265

Nombre Inserciones Función Comentario

Ligamento En Loda la longiLUd de las Miade estabilidad vertical a Se sitúa en el conducto vertebral, justo anterior
longitudinal superficies posteriores de tocios la columna vertebral a la médula espinal
posterior los cuerpos vertebrales, entre el Limita la ílexión
axis (C1) y el sacro Refuerza el anillo fibroso
posterior
Cápsula de El borde de cada articulación Refuerza y sosLiene la Se tensa en los extremos de todos los
las articulaciones cigapofisaria articulación cigapofisaria movimiemos imervenebrales, excepto la
cigapofisarias extensión

EXTENSIÓN FLEXIÓN 1(
FISIOLÓGICO ,, TRAUMATISMO

1 1
1 i FLEXIÓN
EXTENSIÓN
COMPLETA
1
•1
NEUTRO
TCOMPLETA INSUFICIENCIA

1 1 1

~
1
TENSIÓN
1
1 1
1
1 1
1
1 1
1
1 i
1
1
1 1
o 5 15 50 70
ALARGAMIENTO(%)
A B
FIGURA 9.13. Biomecánica funciona l del ligamento amarillo durante la extensión)' ílcxión. A, El ligamenLOamarillo se relaja en
extensión y se esLira en ílexión. La ílexión excesiva puede causar un traumatismo. 13, La relación de tensión-alargamiemo del liga-
mento amarillo aparece entre la extensión completa hasLa un pumo de insuficiencia (rotura) en ílexión extrema. Nótese que el
ligamento muesLra insuficiencia en un punto un 70% más allá de su longitud laxa completa. (Datos ele Nac:he111son A, Evans J:
Some mechanical propenies of the third lumbar interlaminar ligmnent. .J Biomech 1:21 1-220, 1968.)

Vista posterior

Cápsula de
la articulación
cigapolisaria

Ligamento
intertransverso
Ligamento interespinoso

FIGURA 9.15. Vista posterior de la 11 y 11 1 vértebras lumbares. La cáp-

FIGURA 9.14. Ligamento nuca! de una mujer.joven y delgada.
sula de la aniculación cigapofisaria derecha se ha eliminado para
mostrar el alineamiento vertical de las superficies articulares. La vér-
tebra superior aparece girada hacia la derecha para exponer al
máximo las superficies articulares de la articulación cigapofi saria
derecha.
266 Sección 111 Esc¡11dt:lt> axial

Estructuras intraarticulares de las articu laciones cigapofisarias
La mayoría de las articulaciones cigapofisarias contienen
estructuras intraarticu/ares localizadas entre el lado interno de la
cápsula y la periferia del cartílago articular. Las estructuras
contienen pequeñas bolsas de grasa mezcladas con finas hojas
de tejidos conjuntivos que se extienden parcialmente en la
articulación. Estas estructuras - denominadas meniscoides
fibroadiposos- ayudan a proteger el tejido expuesto y la
membrana sinovial de las fuerzas de compresión durante los
extremos del movirniento.66 Se localizan varias formas diferentes
de estructuras intraarticulares dentro de las articulaciones
cigapofisarias lumbares que aparecen ilustradas en la figura 9.16.
Los rneniscoides pueden participar en una afección aguda «de
bloqueo anterior». Durante la flexión, un meniscoide puede
plegarse sobre sí mismo y quedar alojado bajo la cápsula
adyacente. El rneniscoide puede actuar entonces como una lesión
ocupante de espacio, bloqueando la extensión cornpleta.1 2

8
FIGURA 9.16. Estructunis intraani-
culares de las articulaciones cigapo-
. .,,J).~.· fisarias lumba res. A, Li sección
.. ~

fronwl muestrn los meniscoicles

fi bro<ldiposos que se extienden por
1
1:1 c:widad articular desde la cápsula.

~
13, Vista de pcríil del cart ílngo articu-
lar de una articulación cigapofisaria
l.· abierta que muestra distintas formas
ele una estruc1ura intraanicular: MF.
tejido meniscoide fibroadiposo: TC,
borde de tejido conjuntivo, y BA,
bolsa de tejido adiposo. (De Bogcluk
N: Clinical 1\ncuomy of 1h1' Lwnl>ar
Spine, 3:' ecl. Nueva York, Churchill
Livingstonc, L997.)

CARACTER ÍSTICAS OSTEOLÓG ICAS REG IONALES Vista s uper ior

El dicho de que la «función es producLo de la estructura» es

muy aplicable al estudio ele la columna vertebral. Aunque
todas las vértebras tienen un aspecto morfológico común,
cada una también presenta una forma específica que relleja su
función única. La sección siguiente, junto con la tabla 9.4,
muestra las características osteológicas espedficas de cada
región ele la columna vertebral.

Región cervical
L1s vértebras cervicales son las más pequeñas y móviles de
todas las vértebras con movilidad. El alto grado de movilidad es
esencial para la gran amplitud de movimiento requerida por la
cabeza. Quizás el rasgo anatómico más especial )' único de las
vénebras cervicales sea la presencia de agt~jeros transversos loca-
lizados en las apó11sis transversas (Fig 9 .17). La arteria vertebral
asciende por estos agl~eros, cursando hacia el agujero magno
para llevar sangre al encéfalo )' la médula espinal. En el cuello,
la arteria vertebral se localiza inmediatamente anterior a la
salida de las raíces de los nervios espinales (ver Fig. 9.4).
Las vértebras cervicales 111 a VI muestran características casi
idénticas y, por tamo, se consideran lípicas ele esta región. Las
dos vértebras cervicales superiores, el atlas (C 1) y el axis (C2)
y la Vil vértebra cervical (C1) son atípicas por razones ele las FIGURA 9.17. Vista superior ele siete vé rtebras cervicales del mismo
que hablaremos en el siguiente apartado. espécimen humano.
 ~---
.
-
-:-=-~~,.;¡¡¡;r.-_o-_ ~ - - --
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1
Cuerpo Carillas art. superiores Carillas art. inferiores Apófisis espinosas Conducto venebral Apófisis transversas Comentarios
Allas (C1) Ninguno Cóncavas, se orientan por Planas o un poco Ninguna, sustituidas Triangular, el mayor Las mayores de la región Dos grandes masas
lo general en sentido cóncavas, se orientan por un pequeño de la región cervical cervical laterales, unidas por
superior por lo general en tubérculo posterior los arcos anterior y
sentido in ferior posterior

Axis (C2) Alto con un diente que se Planas a un poco convexas, Planas, se orientan en Las mayores de la Grande y triangular Term inan en los tubérculos Contiene la gran
proyecta verticalmente se orientan por lo general sentido anterior e región cervical, anterior y posterior apófisis espinosa
en sentido superior inferior bifldas

C3-ó Más ancho que profundo: Planas, se orientan en Como arriba Bifidas Grande y triangular Terminan en los tubérculos Se consideran vértebras
presenta apófisis sentido posterior y anterior y posterior ce~;cales tlpicas
superior

C1 Más ancho que profundo Como arriba Transición a las Grandes y Triangular Gruesas y prominentes, tal A menudo llamada
vértebras dorsales prominentes, vez con un gran tubérculo «Vértebra prominente•
tlpicas fáciles de pal par anterior que forman una por su gran apófisis
«costilla extra» espinosa

Ti-T11 Igual anchura que
profundidad.
Carillas costales para
inserción de cabezas de
las costillas 11 a lX
Tt y T to-12 Igual anchura que profundi- Como arriba
dad.
T1 tiene una carilla costal
completa para la 1 cosLilla y
una carilla parcial para la
11 costilla
T to-12 tienen carillas costales
completas
L1-'
Más ancho que profundo.
Ls tiene forma cuneiforme
(más alta en sentido
anterior que posterior)
Planas. se orientan sobre Planas. se orientan Largas y apuntadas, Redondo, menor que Se proyecta ho rizontal- Consideradas vértebras
todo en sentido posterior sobre todo en sentido se inclinan en el cervical mente y un poco dorsales tlpicas
anterior sentido inferior posterior.
Tienen dos carillas
costales para los
tubérculos de las costillas
Como arriba Como arriba Como arriba T10.12 pueden carecer de Consideradas vértebras
carillas costales dorsales atlpicas por
la forma de inserción
de las costi llas
Un poco cóncavas, se Lt--+ un poco convexas. Robustas)' Triangular, contiene Delgadas. se proyectan Las apófisis articulares
orientan en sentido medial se orientan en sentido rectangulares la cola de caballo lateralmente superiores cuentan
a posteromedial lateral a amerolateral con cuerpos mamilarcs
Ls plana, se orienta en
sentido anterior y un
poco lateral

Sacro Planas se orientan en Ninguna Ninguna. Como arriba Ninguna, remplazadas por
Fusionudo. sentido posterior y un remplazadas por múltiples tubércul os
El cuerpo de la l vértebra poco medial mültiples transversos
sacra es más evidente mbérculos
espinosos

Cóccix Rudimentarias Rudimentarias Rudimentarias Termina al principio Rudimentarias

Fusión de 4 vénebras del cóccix
IV
rudimentarias
°'
-.J
268 St:edcin 111 bc¡udrto 1t'\ie1/
Vértebras cervicales típicas (C3-6)
C1-<i presentan pequeños cuerpos de forma recLangular, más
anchos laLerolaLeralmeme que en senLido amc roposterior (Figs.
9.17 y 9.18). Las superficies superior e inferior de los cuerpos
no son Lan planas como las de la mayoría de las otras \'énebras,
sino curvas )' con escotadura. Las superficies superiores son
cóncavas laLerolateralmeme, con ganchos elevados en sentido
posterolateral llamados apófisis unciformes (uncus significa gan-
cho). Las superficies infe riores, en contraste, son cóncavas en
sentido anteroposterior, con bordes anterior y posterior elon-
gados. Cuando se articulan, se forman pequeñas articulaciones
u11covertebrales entre la apófisis unciforme y la porción adya-
cente de la vértebra superior emre (3 }' C1. Las articulaciones
uncovenebrales suelen llamarse «articulaciones ele Luschka»,
por ser la primera persona que las describió. w Pequei'tas fisu-
ras se extienden desde las articulaciones uncovenebrales por
los anillos externos adyacentes de los discos intervertebrales.
La íunción exacta de las articulaciones uncovertebrales no está
clara, aunque es probable que aporten estabilidad a las sincon-
drosis entre los cuerpos de las vértebras cervicales-33
Los pedículos de (3-0 son conos y curvos en sentido pos1e-
rola1eral (ver Fig. 9.] 7). Láminas muy delgadas se extienden
en sentido posteromeclial desde cada peclfculo (Fig. 9.20). El
conducco vertebral triangular es grande en la región cervical
Vista a nterior
FIGURA 9.18. Vista anterior de la columna vertebral cervical.
para acomodar el espesamiento de la médula espinal asociado
con la formación del plexo cervical y el plexo braquial.
Dentro ele la región de C3-ó, las apófisis an iculares superior
e inferior consecutivas forman una «columna» articular conti-
nua, interrumpida por las articulaciones cigapofisarias (Ftg.
9.21). L1s carillas articulares de cada articulación cigapofisaria
son lisas y planas, con superficies articulares orientadas a
medio camino entre los planos vertical y horizontal. Las cari-
llas articulares superiores se orientan en sentido posterior y
superior, mientras que las carillas articulares inferiores se
orientan en sentido anterior e inferior.
Las apófisis espinosas de (3.(l son cortas, siendo algunas
bífidas (es decir, dobles) (ver Fig. 9.17, (3). Las apófisis trans-
versas son extensiones laterales conas que terminan como
Lubérculos anterior y posterior de forma variable. Los tubérculos
son únicos ele la región cervical y sirven de inserción a los
músculos, como el escaleno anterior, el elevador de la escá-
pula y el esplenio del cuello.
Vértebras cervicales atípicas (C1 -2 y C1)
Atlas (C 1)
Como su nombre indica, la función primaria del atlas es
sostener la cabeza. Al no poseer cabeza, pedículo, lámina o
apófisis espinosa, el atlas consiste esencialmente en dos gran-
eles masas laterales unidas por los arcos anterior y posienor
(Fig. 9.22). El arco anterior cono uene un tubérculo a111c1 ior
para la inserción del ligamento longituchnal anterior. El arco
posterior, mucho más grande, forma casi la mitad de una cir-
cunferencia de todo el anillo del atlas. Un pequeño tubérculo
posterior marca la línea media del arco posterior. Las masas
laterales sostienen las apófisis articulares prominentes.
Las caiil/as ar!iculares superiores, grandes y cóncavas, se
orientan cranealmente, en general, para recibir los cóndilos
del occipital, grandes y convexos. Las carillas articulares mfe-
riores son planas a ligeramente cóncavas. Las superficies de
estas carillas suelen orientarse en semido inferior, con los bor-
des laterales en pend iente descenclemc, unos 30 grados res-
pecto al plano horizontal (Fig. 9.22B). El atlas presenta apófi-
sis transversas grandes y palpables, por lo general las más
graneles de las vértebras cervicales.
Axis (Ci)
El axis presenta un cuerpo grande y alto que sirve de base
a la apófisis odontoicles de proyección ascendente (Fig. 9.23A y
B). Parte del cuerpo elongado está formado por el resto del
cuerpo del atlas y el disco participante. La apófisis odontoides
aporta un eje vertical rlgido para la rotación del atlas }' la
cabeza (Fig. 9.24). Un par de apófisis articulares superiores se
proyecta lateralmeme desde el cuerpo (ver Fig. 9.23A). Estas
apófisis grandes, planas y un poco convexas presentan carillas
superiores por lo general en posición craneal, y tienen una
pendiente de 30 grados que encaja con la pendiente de las
carillas articulares inferiores del atlas. Un par de robustos
pediculos y un par de apófisis transversas se proyectan desde
las prominentes apófisis articulares superiores del axis (ver
Fig. 9.23B) . Un par de apófisis articulares inferiores se proyec-
• '"''"'''!-:'"

,
( 11/'111111• 1) ( hl<'•''•';l:hl 1 269

Oste6fitos cervicales: Una posible consecuencia de una
discopatía
Una función importante de los discos intervertebrales sanos y
bien hidratados es descargar las articulaciones uncovertebrales.
Este efecto de descarga o «amortiguamiento» aparece ilustrado
en la unión intervertebral de C2.3 de la figura 9.19. El efecto tal
vez se reduzca en el caso de un disco degenerado o
deshidratado. Con el tiempo, el aumento de la fuerza de
compresión sobre la articulación uncovertebral puede estimular la
Vista anterior
formación de un osteófito (espolón óseo), como el de la
articulación intervertebral de C3.4 en la figura 9. 19. Los osteófitos
se desarrollan de acuerdo con la centenaria Ley de Wolff. que
establece que «el hueso se deposita en áreas de gran tensión y se
reabsorbe en áreas de poca tensión». Un gran osteófito puede
invadir la salida de la raíz de un nervio espinal. produciendo un
síndrome por pinzamiento del nervio con dolor y debilidad por
toda la distribución periférica.

Agujero intervertebral

•C2
Nervio espinal CJ

Ramo dorsal
Disco intervertebral sano (C2-C3) - -

Osteófilo en torno a la C3' Ramo ventral

articulación uncovertebral (CJ·C•) ------:::~

Disco intervertebral degenerado - -

Nervio espinal C4

Tubérculo anterior
C4 de la apófisis transversa

FIGURA 9.19. Imagen mejorada por ordenador que muestra la relación emre la salud de un disco mte1l'rncbral)
la compresión de las articulaciones unco1·enebrales adyacentes El disco 1111e1Yenebral entre Ci )' Ci aparece sm10
)'con una estructura completa111c111c h1clratada. La altura cid disco actúa como espaciador, descargando las anicu-
laciones uncovcncbralcs. En contraste, el disco cmrc C1 y C.1 aparece clcgcncraclo. con una estructura aplanada.
Como resultado. la articulación uncovenebml de C1.4 ad)'<ICCntc h;1 desarrollado un gran ostcóíito por el aumcnw
de la compresión) la tensión resultante entre sus superficie~ articulares. El osteófüo comprime clemcmos del ne r-
vio espinal e~. lo que puede generar dolor irradiado por la distribución periférica del llt'r\'10.

tan en sentido inferior desde los pedículos, con carillas articu-
lares orientadas en sentido anterior e inferior (ver Fig. 9.21).
La apófisis espinosa del axis es bífida y muy ancha. Esti1 apó-
fisis espinosa prom inente y fácil ele palpar sirve de inserción a
muchos músculos, como el semicspinoso del cuello.
<<Vértebra prominente» (C1)
C1 es la vén ebra cervical más promi nente, con muchas
características de las vértebras dorsales. C7 puede presentar
una gran apófisis transversa, como muestra la figura 9.18. Un
tubérculo anterior hipertrófico sobre la apófisis transversa
puede dar lugar a una costilla cervical extra, la cual tal vez
comprima el plexo braquial. Esta vértebra también tiene una
gran apófisis espinosa apuntada, earacteristica de otras vérte-
bras dorsales (ver Fig. 9.21).
Región torácica
Vértebras dorsales típicas (T2-T10}
Las vértebras dorsales 11 a X muestran caracteríslicas similares
(ver Fig. 9.5). Los pedículos se orientan posteriormente desde
el cuerpo, lo cual reduce el tamaño del conducto vertebral res-
pecto a la región cervical. Las grandes apófisis transversas se
l)l"O)'Cctan en sentido postcrolateral, cacb una ele las cuales
contiene una carilla costal que se articula con el tubérculo de
la costilla corrcsponclientc. Láminas cortas }' grues.1s forman
una base amplia para las apófisis espinosas de pendiente hacia
abajo. Las apófisis aniculnres presentan carillas que se orien-
tan casi vert icalmente, con las carillas superiores orientadas
por lo general en sentido posterior, )' las carillas inferiores por
lo general en sentido anterior. Las articulaciones cigapofis.1rias
se alinean cerca del plano frontal (Fig. 9.25).

hn
270 Scaion 111 Esc¡udcto axial

V ista posterolateral Vista lateral

FIGURA 9.20. Vista posterolateral de la IV vértebra cervical.

FIGURA 9.21. Vista lateral de la columna vertebral cervical.

Vista superior

FIGURA 9.22. Alias. A, Vista

superior. B, Vista anterior.

Vista anterior

Cada cabeza ele las costil las 11 a X forma una articulación un par ele cari llas costales que se expanden en una unión
costovertebral al articularse en la unión ele los cuerpos verte- intervertebral. La raíz ele un nervio espinal dorsal (imercostal)
brales de T1.2 a T9.10. La cabeza ele una coslilla se articula con sale por un agujero interven ebral dorsal correspondiente. El F

FIGURA 9.23. Axis. A. V1st•l anterior. B, Vista superior
agujero intcrYertebral se localiza justo anterior a las articula-
ciones cigapoíisarias.
Vértebras dorsales (torácicas) atípicas {T1 y fo .12)
La primera y las dos úllimas vértebras dorsales son considera-
das mfpi cas sobre LOclo por la manera pan icular ele inserción
de las costillas. Tt presenta una cari lla costal complcLa en sen-
tido superior que recibe LOda la cabeza de la primera costilla}'
una carilla parcial en sentido iníerior que recibe una porción
de la cabeza de la 11 costilla (ver Fig. 9.21). La apófisis espi-
nosa de T1 es especialmente elongada }'a menudo es tan pro-
minente como la apóíisis espinosa de e,. Los cuerpos de l 11
y T 12 presentan una cari lla costal completa para la articulación
con las cabezas de las costillas XI )' XI1, respectivamente. El
Vista SUJlcrior
FIGURA 9.24. Vista superior de la articulación at lamoaxial mediana.
( t1p1111/,1 •J Ch1,·n/1~1<1 1 wtn>lt>,~lll 27 1
---
Vista superior
cuello de las costillas XI } }..I 1 no suele íormar aniculacwnes
con las apófisis trans1't'rsas et)ITespondientes.
Región lumbar
Las vértebras lumbares presentan cuerpos enormes }' am:hos,
adecuados para soportar todo el peso de la cabeza, tronco}' bra-
zos (Fig. 9.26). La masa Lotnl de las cinco vénebrns lumbares es
casi d doble de la ele las siete vértebras cctYicales (Fig. 9.27).
l:n su mayoría, las 1·énebras lumbares poseen carnctcristi-
cas similares. L1s láminas y pcdtc.:ulos son conos y gruesos, }'
forman las paredes posterior}' laterales del conducto vertebral
de íorma casi triangular. finas apófisis transl'ersas se proyec-
tan casi lateralmente. Las apóíisis espinosas son anchas}' rcc-
tnngulnrcs, y se proyectan horizontalmellle desde la un ión ele
Vista lateral
FIGURA 9.25. \lisia lateral de las l'értcbrns dorsales VI a VIII.
272 Scu11111 111 Es1¡t1dt'1t> 11\icll

Vista superior

FIGURA 9.26. \ 'ista superior de

n•ncbra lumbar.
la \ '

cada lám ina (Fig. 9.28). Esta íonna es distinta de la ele las apo-
íisis espinosas apuntadas y en pendiente de la región dorsal.
Pequeñas apófisis me1111ilcin:s se pro)·ectan desde las superfirn:s
posteriores de cada apófisis anicular superior. Estas estructu-
ras si1'\'en de puntos de inserción a los músculos muhilklos.
Las cari llas aniculares ele las vértebras lumbares se orientan
casi en vemcal. Las carillas superiores son moderadamente
cóncav;1s, orientadas en sentido medial a posterornedinl. Corno
se aprecia en la l'igura 9.26, las superficies de las carillas supe-
riores de la rcg1011 lumbar superior ticntkn a orientarse terca
del plano sagital )' las superficies ele las carillas superiores ele la
región lumbar rnedi;1 a infc 1for tienden a orientarse a medio
camino entre los planos sagital )' frontal. Las carillas articulares
inícnores encajan recíprocamente con la lorma y onen1ae1ón

16 -
14 -
- - -
-
12 -

íii 10 -
-
o
E
(Q
-
- - -
~

~ 8
(Q

"' - -
(Q
:E 6 - - - - - - - - -
- -
- -
4
-- -

2 -
o 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
C1 C2 C3 C4 es C6 C7 T1 T2 T3 T4 T5 T6 T7 T8 T9 T10 T1 1 T12 L1 L2 L3 L4 L5
Vértebra
FIGURA 9.27. :--lasa, en gramos, ele las ,·éncbras de un espécimen humano adulto.

b
 273

Vista lateral llas se articulan con las t:ari llas inferiores de Ls para formar las
articulat:íones cigapofisarias de L5-S1 (ver fig. 9.3 l). La gran
carilla mrrirnlar se articula con el ilion , formando la articula-
t:ión sacroilíaca. El sacro se estrecha cauclalmenLe para íormar
el vértice. un punto de articulación con el cóccix.

Cóccix
El cóccix es un hueso triangular peque1'lo que consta de cua-
tro ,·énebras fusionadas (\'er Fig. 9.31 ). La base del cóccix se
une con el vén ice del sacro en la articulación sacrococcígca. La
articulación tiene un disco fibrocanilaginoso y se mantiene
unida por ,·arios ligamentos peque1ios. La articulación sacro-
coccígea sude fusionarse en la vejez. En los jóvenes persis1en
peque11as <trliwlacioncs intcrcoccígcas; no obstante, suelen
íusionarse en la adultcz.1 111

FIGURA 9.28. Vista huera( de la l vértebra lumbar. ARTROLOGÍA

de las carillas articulares superiores. En general, las carilbs Unión intervertebral típica
an iculares iníeriores son un poco convexas, y su orientación La típica unión intervertebral presenta tres panes que se aso-
general es lateral a anterolateral (ver Fig. 9 28). cián con el movimiento y la eswbilidad: las apófisis transver-
Las carillas inferiores ele L5 se aniculan con las carillas sas y espinosas, las art iculaciones cigapofisarias )' las sincon-
superiores del sacro. Las articulaciones cigapofisarias resultan- clrosis entre cuerpos vertebrales (Fig. 9.33). L<ls tres partt>s
tes de Ls-51 se orientan por lo general mucho 1mís cerca clel comparten funcio nes comunes, aunque cad<l una 1cng<1 un<l
plano frontal que otras articulaciones lumbares. Las anicuhl- runción predom inante (Tabla 9.5). Las apo(isis espinosas y
ciones cigapofisarias de Ls-51 son una fuente importante de lrw1svcrsas íuncionan como palant:as que aumcnLan la \'enl aja
estabilidad anteroposterior para la unión lumbosaera. mecánica de los músculos y ligamentos que mue,·en }' estabi-
lizan la columna vertebral.
Sacro Las arliwlucioncs cigapofiscirias son sobre lodo responsables
El sacro es un hueso triangular cuya base se oriema en sentido ele guiar el movim iento intcrvertebral, ele íorma mu)' parecida
superior)' el vértice en sentido inferior (Fig. 9.30). Una íun- a los raíles ele un Lren. La geometría, tammio )' orientación
ción importante del sacro es transmitir el peso de la columna espacial de las carillas articulares de cada articulación cigapo-
vertebral a la pelvis. En la infancia, cada una ele las cinco vér- nsaria inlluyen mucho en la dirección del movim iemo inter-
tebras separadas del sacro se une meclianLe una membrana \'Cltcbrnl.
cartilaginosa En la madu rez, el sacro se ha fusio nado en un
solo hueso, pero sigue manten ienelo las características anató-
micas típicas de una vértebra genérica.
La superficie anterior (pélvica) del sacro es lisa y cónc:.wa, )'
fo rma parte de la pared posterior de la cavidad pélvica (ver Porción Función
Fig. 9.30). Cuatro pares de láminas ventrales (pélvirns) sc1cras
transmiten los ramos venLrales de los nervios espinales que Apófi sis espinosa y apófisis Proporciona una palanca a los músculos
fo rman gran parle del plexo sacro. La superficie dorsal del sacro transversas y ligamentos con el fi n de generar o
es convexa )' rugosa por las inserciones ele músculos y liga- restringir el movimiento, así como
mentos (Fig. 9.Jl). Varios tubérculos espinales y laterales se1ia- esLabilizar la columna vertebral
lan los restos de las apófisis espinosas )' transversas rusiona-
das, respectivamente. Cuatro pares de agL~jcros dorsales sacros Articulación cigapoíisaria Guia el movimiento vertebral
dejan paso a los ramos dorsales ele los nervios sacros.
Si ncond ros is entre cuerpos Absorbe los choques y disu'ibuye la
La superficie supe rior del sacro muestra una clara represen-
vertebrales carga por toda la columna vertebral.
tación del cuerpo ele la primera vértebra sacra (Fig. 9.32). El Confiere estabilidad inien·enebral.
borde anterior aíilado del cuerpo de Si se llama pnm10111orio Sirve de punto aproxi mado a los ejes de
del sacro. El triangular conducto sacro aloja )' protege la cola ele rotación del movimiento.
caballo. Los pedículos son muy gruesos >' se extienden laLeral- Actúa como espaciador intervenebral
meme formando las alas laterales del sacro. Las robustas C1pó- deformable
fisis articulares superiores presenLan carillas articulares que se
orientan por lo general en senLido posteromedial. Estas cari-
27<f Snti1111 /// Esc¡11dr1" 11xwl

. PU N TO DE INTERES 9 . 3

Cola de caballo periféricos bañados en líquido cefalorraquídeo y se localizan en el

La médula espinal y la columna vertebral tienen distintos ritmos
de crecimiento. Como consecuencia, el extremo caudal de la
médula espinal adulta suele terminar junto al agujero
intervertebral de Ll-2 (Fig. 9.29). Los nervios lumbosacros deben
viajar una gran distancia antes de llegar a sus agujeros
intervertebrales correspondientes. En conjunto, los nervios
elongados parecen una cola de un caballo y de ahí su nombre (en
latín cauda equina). La cola de caballo es una serie de nervios
conducto vertebral lumbosacro.
Un traumatismo o una fractura graves de la región lumbosacra
pueden dañar la cola de caballo, pero dejar indemne la médula
espinal. Los daños en la cola de caballo pueden causar parálisis y
atrofia musculares, sensaciones alteradas y reflejos reducidos. La
espasticidad con reflejos exagerados suele producirse por daños
en la médula espinal.

4
5
6
7
8 FIGURA 9.29. Relación de la médula espinal }' las mices nerviosas de l:\ rnlumm1 \'el'-
9 tcbrnl. Las raíces ner\'iosas de la médula espinal en negro se numcrnn de C1a S>. Los
agujeros imervenebrnlcs por los que pasan las mices nerviosas aparecen se1ialados
10 por los números ele la columna derecha. En el acluho, la médula espinal es m<is cona
11
que la columna vertebral. L1 médula espinal termina j unto Hl agujero inter\'enebral
ele L1 .2. (De 1laymaker W, Woodhall 13: Pai¡ilicral Nc1w /11juric>, 2.·' ccl. Filadcllla, \l\I B
12 Saunclers, 1995.) ·

L1

Cola de caballo
3

SI
2
3
4
5
Coc.1
 C.crp1111/1> •J ( h1c1>/c>,~111 1 11> 1rc>/11~111 275
-----

Vista anterior Vista posterolateral

Psoas
mayor
Apófisis
transversa
Cuadrado
lumbar

FIGURA 9.31 . Vista posLcrola1cr;1I de b1 región lumbosacra. 1.as inscr-

cinncs ele los múscuk1s rnuhiíitlns, crn:tor de la colum na )' )',IULt'o
ma)'Of" aparecen en roj11.

TERMINOLOGÍA PARA DESCRIBIR EL MOVIMIENTO

El movimiento de una unión in1en·enebral es escaso. Cuando
se co111empla en todas las regiones ,·enebrales, estos peque11os
movimientos permiten considerable rotación angular. La ClSl<'-
Promontorio Agujeros Cóccix Piramidal Carilla auricular c>cincmdtica de la columna vertebral, incluida la cabeza, des-
del sacro sacros (se articula con cribe el plano)' dirección de ro1ación ele una región dada. Los
ventrales el sacro)
movimientos se definen por lo general según sus planos, con
FIGURA 9.30. Vista anLcrior de la rcgit~n lurnbosacra. Las inscrcil1ncs
de los músculos piramidal. ilíaco y psoas 111'1)'01' aparecen en rojo. Las
inserciones del músculo cuaclraclo lumbar aparecen en gris. Vista superior

Las sincondrosis entre cuerpos vertebrales íuncionan sobre

Lodo para amoniguar choques y distribuir cargas. Además, las
sincondrosis emre cuerpos vertebrales aiiaclen estabilidad a las
vértebras, sirven de punto ele aproximación a los ejes de rol<l-
ción y funcio nan como espaciaclorcs inte rvertebralcs ddorm;1-
bles.
La imeracción de las tres panes funcionales ele las vértebras
es necesaria para el movimiemo vertebral normal. La disfun-
ción mecánica en cualquier parte puede causar un trastorno
y/o compresión de los tejidos neurales. El conocimiento de la
relación espacial)' física entre neurología, osteología)' artrolo-
gla de la columna vertebral es un elemento esencial de la com-
prensión ele la causa )' Lra1amiento del dolor y disfunción FIGURA 9.32. \'ista suprrior del sacro. Las inserciones ele los muscu·
medulares, con independencia ele la etiología. los ilíacos aparecen en rojo.
276

FIGURA 9.33. Un modelo mlll·s-

las tres panes funcio11.1lc~ tic
11-.1
una u111ün imcr\'ertebrnl t1pira:
Apófisis transversa-+---=!-- las apófisis transvcrsas y espino-
Carilla articular inferior--c;:;::;=;=f- Cuerpo vertebral sas, h1s art iculncioncs cigapolisa-
rias )' la s111condrosis entre cun-
!!!!:=--------,~Agujero intervertebral
pos \'Crtcbrnlcs, incluido el d1sni
mtcr\'cncbml. La union ck l. 1.2
Disco intervertebral ;1parccc con ílexión }' dcsli~a­
(sincondrosis} m1cnto cm re las superficies de las
carillas articulares de las art11:ula-
rioncs c1gapofisarias.
Apófisis espinosa

un eje ele rotación asociado que se locnliz:i aproximadamente
en el cuerpo de la sincondrosis entre cuerpos venebrales
(Tabla 9.6). Por convención, el movimiento de la columna
venebral, incluida la cabeza sobre la columna cervical, se pm-
duce en dirección craneal a caudal, con la dirección del movi-
miento marcada por un punto en el lacio anterior del seg-
mento vertebral más craneal (superior). Durame la rotación
axial de C1.5 a la izquierda, por ejemplo, u n punto en el
cuerpo anterior de e~ gi ra a la izquierda, aunque la apófisis
esp inosa gi re a la de recha.
La tcr111i110/ogía arcrocincmcíliw describe el movimiento rela-
tivo entre las superficies de las carillas articulares ele una arti-
('ltbció11 cigáporisaria ciada. L1 ma)'oria ele las supcrrines
articulares son planas o casi planas )' términos como aprnx1-
mac100. separación }'deslizamiento describen la anrocinem<i-
uca ("labia 9. 7).
ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DE LAS ARTICULACIONES
CIGAPOFISARIAS Y LAS SINCONDROSIS
ENTRE CUERPOS VERTEBRALES
Artic11/aciones cigapotisarias
La columna venebral contiene veinticuatro pares de articula-
ciones cigapoíisarias. Cada una está formada por la articula-

Terminología común Plano de movimiento Eje ele rotación Otra terminología

Flexión y extensión Sagital Meclial-lateral Inclinación amcrior y posterior
Flexión lateral a la derecha o izquierda Frontal /\ntcroposterior Inclinación lateral a la derecha o izquierda
Rotación axial a la derecha o izquierda• l lorizontal Vertical Rotación, torsión
L1 t<llnm>n .1M.1l ck b columnas.o define J><>r b dor<cuon de tnlwnmcnw de un Jlllllll' "" d ¡.,,¡,, '""""''' dd cueqXJ wnd>rill

Terminología Definición Ejemplo funcional

Aproximación de superficies
articulares
Se¡wrc1cill11 (espaciamiento)
entre superficies articulares
Deslizamir11to entre
superficies articulares
Una cnrilla articular tiende a moverse mfls erren de su carilln Extensión o aumento de la lordosis
opuesta. La aproximación articular suele estar causada por una de la columna lumbar
íuerza ele cu111prcsió11
Una carilla articular tiende a separarse de su carilla opuesta. La Tracción ternpéutica
separación articular suele estar causncla por una fuerza de dis1rncció11
Una carilla articular se traslada en dirección lineal o curvilínea con el La ílex1ón-extensión de la columna
plnno de la aniculación. El deslizamiento entre superficies aniculares cen·1cal media a inferior
está mus.ido por una fuerza en dirección tangencial a las superficies
articulares. Al deslizamiento entre superficies articulares se le opone
una fuerza de cizallmnic1110

l UN l O D E l N l €fR E S 9.4
Acoplamiento espinal
El movimiento de la columna vertebral en un plano suele
asociarse con un movimiento automático y, a veces, casi
imperceptible en otro plano. Este fenómeno cinemático se
denomina acoplamiento espinal. Aunque se han descrito
muchos patrones de acoplamiento, el patrón más consistente
comprende una asociación entre rotación axial y flexión lateral.
La razón mecánica del acoplamiento espinal varía entre
regiones, y a menudo no está clara. Las explicaciones son la
acción de los músculos, el alineamiento de las carillas
articulares y la geometría de la curva fisiológica.1s Esta última
explicación se demuestra usando un cilindro flexible como
modelo de la columna. Se dobla el cilind ro unos 30 a 40 grados
en un plano para reproducir la lordosis o cifosis naturales de
una región concreta. Al tiempo que se mantiene esta curva, se
«flexiona lateralmente» el cilindro y se aprecia una ligera
rotación axial automática. La flexión biplanar del cilindro flexible
crea aparentemente tensiones desiguales que se disipan en
forma de torsión. No obstante, esta demostración no explica
todos los patrones de acoplamiento observados clínicamente en
la columna vertebral.
ción entre superficies de cari llas opuestas (ver Fig. 9.15).
Mecánicameme, las articulaciones cigapofisarias se clasifican
como arlrodias. Aunque las excepciones y las variaciones natu-
rales son corrientes, las superficies articulares de la mayoría de
estas articulaciones son esencial rnente planas. Las superficies
articulares un poco curvas aparecen sobre todo en las regiones
cervical superior y lumbar.
l a palabra apófisis significa «excrecencia», muestra de la
naturaleza sobresalieme ele las apófisis aniculares. Al acLUar
como barricadas mecánicas, las apófisis articulares permiten
cien os movimientos y bloquean otros. La orientación del
plano de las superficies ele las carillas en cada aniculación
iníluye en la cinemática en distintas regiones ele la columna
vertebral. Como regla general, las supeificies de las carillas '1ori-
zo11tales favorecen la rotación axial, mientras que las supaficics
de las ca rillas verticales (en el plano sagital o frontal) b/oquca11
la rolación axial. Sin embargo, la mayoría ele las superficies ele
las articulaciones cigapoíisarias se orientan un poco entre la
horizontal y la vertical. la figura 9.34 muestra la típica orien-
tación articular ele las carillas de las regiones cervical, dorsal y
lumbar. El plano de las superficies de las carillas explica en
parte por qué la rotación axial es mucho mayor en la región
cervical que en la región lumbar. Factores adicionales que
iníluyen en el movimiento predominante ele cada región ver-
tebral son los tamaños de los discos intervenebrales, las ror-
mas de las vértebras, las acciones locales ele los músculos, y las
inserciones ele las costi llas o ligamentos.
Síncondrosis entre cuerpos vertebrales
las sinconclrosis se forman mediame las conexiones entre dis-
cos intervertebrales, caras terminales ,·enebrales y cuerpos
Ca¡ntulo 9 Ostco/ogia v artmlogic1 277
~!GURA 9.34. Orientaciones espaciales típicas para las superfic ies
seleccionadas ele carillas articulares superiores ele vértebras cen·icales,
dorsales y lumbares. La línea r~ja indica el plano de la carilla articular
superior, medida contra una linea de referencia \'Crtical u horizontal.
vertebrales adyacentes. Anatóm icamente, csLc complejo
an icular se clasifica como cu~{iartrosis.
Consideraciones estructurales del disco intervertebral lumbar
La mayor parte de lo que se sabe sobre los discos intervene-
brales se basa en datos de la región lumbar. Este interés espe-
cífico en esta región reíleja la mayor incidencia de hernias
(rotura) de disco. Los discos de otras regiones vertebrales
poseen características estructurales ligeramente diferente s.";
Núcleo pulposo y ani llo fibroso
Los discos intervertebrales constan ele un núcleo pulposo cen-
tral rodeado por el anillo fibroso (Fig. 9.35). El núcleo pulposo
es un gel de consistencia pulposa localizado en la porción
media a posterior del disco. Consiste en un 70% a 90% ele agua
y func iona como un amortiguador hidráulico rnoclificado que
disipa )' transfiere cargas entre vén ebras consecutivas. El
núcleo pulposo se espesa por la presencia ele proteoglucanos
ram ificados relativamente grandes. Cada proteoglucano es un
agregado ele muchos glucosam inoglucanos hidrófilos unidos a
las proteínas centrales.12 El núcleo también contiene fibras
colágenas tipo 11, fibras elásticas y otras proteínas no colágenas.
En las personas muy jóvenes el núcleo pulposo contiene unos
rocos conclrocitos que son restos del primitivo notocordio. l ll1
El anillo.filJrosn ele los discos lumbares contiene 10 a 20 capas
concéntricas o anillos ele fi bras colágenas Como la masa ele
una rosquilla que cercara la crema de dentro, los anillos de
colágeno encierran y atrapan físicamente el núcleo central ele
base líquida. la fuerza de compresión aumenta la presión
hidrostática del núcleo pulposo encerrado e inundado ele agua.
El aumento de la presión absorbe los choques de la sincondro-
278 ::.rccion /fl fa<¡udrto <l\1<1/
Núcleo pulposo
FIGURA 9.35. El disco intervcrtcbral aparece extraído de la cara ter-
minal vertebral. (Modificado de Kapan<lji LA: T/1c PhysiolcJKY oj Joints.
vol. 3. Nuevn York, Churchill Livingstonc, 1974.)
sis entre cuerpos vertebrales. El anillo fibroso contiene material
parecido al que se halla en el núcleo pulposo, pero difiere sólo
en la proporción. En el anillo, el colágeno constittt)'e hasta el
50% al 60% del peso seco, en comparación con sólo el 15% al
20% del núcleo pulposo. ll
Los discos intervenebrales afladen considerable estabilidad
a la columna vertebral, además ele sel' amc)rtiguaclores. La fun-
dón estabilizadora del disco se debe sobre tocio a la configura-
ción estructural de las fibras colágenas del anillo fibroso. Como
se aprecia en la íigura 9.36, las fibras se orientan en un patrón
geométrico preciso. En la región lumbar, los anillos ele colá-
geno se disponen en unos 65 grados respecto a la ve rtical, con
fibras de las capas ad)•acentes dispuestas en direcciones opues-
tas.12.111 Esta disposición estrucwral opone resistencia a la dis-
tracción (separación vertical), el cizallamiento (deslizamiento)
)' la torsión.12 Si las fibras colágenas discurrieran casi en ven i-
FIGURA 9.36. Organización detallada del anillo fibroso con el nüdeo
pulposo omi1ido. Las fi bn1s colágenns se disponen en múh1plcs capas
concéntricas. con las fibras ele las otras rnpas chspues1as en idémieas
direcciones. La oricmaeión de las fibras colágenas (rcprescmadns por
()) es unos 65 grados respeclo a In n'rllcal. (De 13ogcluk 1\1: C/111iw/
A11a10111_v t~{ thc Lwnl>ar Spinc. 3:' cd. NUC\'3 York, Churchill
Lhringstone, 1997 .)
cal, el disco opondría resistencia a las rucrzas de distracción,
pero no a las de deslizamiento o torsión. En contraste. si todas
las fibras corrieran en paralelo a la parte superior del cuerpo
vertebral, el disco opondría resistencia al c:izallamiento o la tor-
sión, pero no a la distracción. El ángulo de 65 grados proba-
blemente representa un compromiso geometnco que ofrece
resistencia a la tracción freme a los movimientos habllualcs de
la columna lumbar. Las fuerzas ele distracción son un compo-
nente inherente de ílexión, extensión )' ílexión lateral. lo cual
se produce cuando un cuerpo vertebral se inclina ligerameme
>'· por tanto, se separa respecto a su vecino. Las fuerzas ele c1za-
llamiento )' torsión son pronunciadas durnme casi tocios los
mo,rimientos de la columna vertebral. Debido al patrón alter-
nante de las capas del anillo, sólo se tensan las fibras colágenas
orientadas en la dirección del deslizamiento o torsión. Las
fibras en cualquier 01 ra capa se relajan.
Placas terminales vertebrales
Las caras 1en11i1wb vntcbralcs son finas cubiertas de te,11do
hialino y fibrocanílago situadas en las superíic:ies superior e
inrerior de cada cuerpo venebrnl. Las fibras colngenns del ani-
llo fibroso se mezclan con las caras terminales de dos vénl'bras
consecutivas (Fig. 9.37). El enlace ana1óm ico l.'ntre las placas
tcrminnles )' el :millo forma la adhesión pnmaria em re las \'ér-
tebras. Las caras term inales, al ser scm iirnpcrmeablcs, también
permiten el paso de los nutrien1es de los vnsos sa ngumeo~ por
el cuerpo vertebral hasta las regiones más profundas del & ;co.
Disco intervertebral como amortiguador hidrostático
La columna vencbral es Ja estructura ele sustentación primaria
del tronco y el cuello. Aunque lllU)' clepenchente ele la posición
de la columna, aproximadamente el 80% ele la carga de dos
vénebras lumbares recae sobre la sincondrosis entre los cuer-
pos vertebrales. El restante 20% recae sobre estructuras poste-
riores, como las articulaciones cigapofisarias y las láminas.4
Los discos intervcnebrales tienen un diseño exclusivo de
amortiguadores, que protegen el hueso de las fuerzas de wm-
presión prod ucidas por el peso corporal )' la contracción de
los músculos. Las fuerzas de compresión desplazan las placas
Placa terminal vertebral
Anillo -+++++1-1~1
fibroso
FIGURA 9.37. El cune vertical de la sincondrosis ctllre cuerpos \Tr-
tebralcs muestra la estruclllra de las caras terminales vencbralcs. Lo~
dos 1crdos illlcrnos del anillo fibroso se mezclnn con la plm.:a 1crn11·
nal, formando su componente íibrocanilaginoso. El 1erc10 externo
del anillo fibroso se mezcla direciamentc con el hueso (es de<.:ir. la
apófisis anular). (De 13ogcluk N: C/111irn/ l\naromy o{ thc Lw11/Jar Sp111t',
3:' ed. Nuern York, Churchill li\'lngstone. 1997.)
 279

terminales ha<.:ia dentro y haoa el mtclco pulposo (í-tg. 9.38).

Al estar llenas casi exclusi\'amentc ele agua y, por tanto, al ser
casi incomprimibles, el nuclco responde clcl'ormánclosc en
sentido rad inl )' hacia íuna contra el anillo fibroso (Fig.
9.38t\). A la deformidad radial se opone la tension creada en
A
los anillos csurados de fibras colagcnas y elásticas. La resisten-
cia imerna rcíuerza las paredes del anillo fibroso (Fig. 9.386).
Como resultado. se crea resistern.:1a al retorno del líquido con-
tra el núcleo pulposo)' las caras Lcrminalcs ,·enebrales, lo cual
refuerza Lodo el disco )' desplaza la carga a la siguiente vérte-
bra (Fig. 9. 38C). Cuando desaparece la fuerza ele compresión
de las carns terminales, las íibras colágenas )' elústicas estira-
das \'llel\'en a su longitud original previa a la carga)' se prepa-
ran para otro ciclo de amoniguactón de choques. Según \Vhite
y Panjab1 ,lt)(, dos pioneros del eslllclio de la biomecaniea de la
columna, el disco aporta poca resistencia a las peque1'las Cfü._
gas compresivas, pero más resistencia a las graneles. Por tanto,
el disco permite ílcxibilidacl con cargas bajas y aporta estabili -
dad cuando son grandes. rllú
El mecarnsmo de absorción de choques protege el disco de
dos formas (ver Fig. 9.38). Primero, las fuerzas de compresión
sé alejan del núcleo, hacia el anillo.)' vuelta al núclco )' las pla-

'
cas terminales. 1.: ste proceso requiere tiempo, lo cual reduce el
ritmo de carga, aunque no necesariamente la magnit ucl.
Segundo, el mecanismo permite n las fuerzas de compresión
ser compartidas por múltiples estructuras, lo cual limna la
B
presión sobre un solo tejido.

Medidas de la presión en vivo en el núcleo pulposo

Las mediciones de la presión en ,·ivo del núcleo pulposo en
la región lumbar han confirmado por lo general que descan-
sar en clecúbno supino produce una presión discal relativa-
mente baja .111).71.72.H.11~ Estas mediciones han a)'udado a

e
o~
e:
500 ..~1
C1> 450 O Nachemson
e:~
-o 400

,
·¡:; • Wilke y otros ..
.s
(/) 350 ~
C1>
"O
C1> 300
FIGURA 9.38. tvlecanismo de transmisión de fuerza por un d1st:0
c..
:o
ro
250 ..
¡¡¡
imervenebral. A, La compresión del peso corporal y la comrncción ro 200
..c:
musc ular (jlednr grcrn,k) elevan la presión hidrostática del núcleo o
"O 150
pulposo. A su vez, el aumento de la presión eleva la tensión del ani-
llo fibroso (flechas pcquc1ic1s). B. El aumento de la tensión del amllo
inhibe la expansión radial del núcleo. La presión nuclear en alza tam-
ro
.!::!
e;;
E
100 1
....
o 50
bién se ejerce hacia arriba )' abajo contra las caras terminales \'ene- z
brales. C, La presión del núcleo rduerza el :millo fibroso perif~nc~1.
convirtiéndolo en una cstrueLUra sustentante estable. La presión ter-
o
mina transmitiéndose por las caras terminales a la siguiente vértebra. FIGURA 9.39. Comparación entre los clmos de dos estudios sobre h1
(De Bogduk N: C/iniw/ Anatomy of tlw Lun11Jc1r Spint', 3." ed. Nueva presión imrndiscal (\·er texto). C<1da estudio midió en \'ivo la presión
York, Churchill Livingstone, 1997.) ele un nüclco pulposo lumbar de una persona de 70 kg durante pos-
turas )' actividades normales. Las presiones se normalizan en bipe-
destación. (lllodificado ele \Vilke 11-J, Nccí P. Caimi 111, )' ouos: NC\\
in ,·i\·o measurements of prcssures i11 thc intervencbral clise 111 daily
life. Spinc 24:755-762 , 1999.)
280 S1·~w111 111 Es1¡udct1) m1tl/

Contenido hídrico de l disco intervertebra l: Influencia del ciclo

di urno y los cambios relacionados con la edad en la altura
general
Cuando una columna vertebral sana deja de soportar la carga del
cuerpo, como al dormir en cama, la presión del núcleo pulposo
es relativamente baja.71 La baja presión, combinada con la
naturaleza hidrófila del disco, atrae agua al anillo fibroso y el
núcleo pulposo. Corno resultado, el disco se hincha un poco
1
cuando dormimos. Cuando nos despertamos y estamos Cifosis dorsal
8
erguidos, el peso en carga sobre la columna vertebral expulsa el
agua del disco. El ciclo de dilatación y contracción del disco
produce una variación diaria de 1,1% en la altura general. Uno 'º
11
es más alto por la mañana. En torno al 56% de la pérdida total
de altura durante el día se recupera después de sólo 2 horas de
reposo en cama.53
La estructura del disco intervertebral cambia con la edad.99
Un disco viejo tiene un menor contenido de proteoglucanos y,
3
por tanto, su capacidad de atraer y retener agua es menor. El Lordosis lumbar
contenido hídrico del núcleo pulposo al nacer es un 88%, pero
se reduce al 65-72% a los 75 años de edad. El disco envejecido
contiene más colágeno y menos elastina, siendo así más fibroso
y menos flexible. Un núcleo pulposo más seco y menos elástico
tiene menos capacidad de amortiguar el cuerpo vertebral frente
a las fuerzas de compresión excesivas. Como consecuencia. los
~ Cifosis sacrococcígea
cuerpos y las caras terminales vertebrales tal vez experimenten
microfracturas y reabsorción ósea, y deriven al final en una
pérdida progresiva y permanente de altura. El grado de pérdida FIGURA 9.40. Cun·a1uras nnrmalcs en l'I pl:uw sagnal ck l:is rrg1l)l\C'>
de altura es mayor en personas con osteoporosis grave de la ele la columna \'Crtebral. Las cu1v:i1u ra~ 1t'pn:scm:111 las posturas 1wr-
columna vertebral y con fracturas debido a osteoporosis, que 111alcs en reposo de la región.
causan una cifosis exagerada llamada «joroba de viuda».

aumentar los conocimientos sobre los medios de reducir las kvantnr una carga con las rodillas ílcx1onadas impone menos
lesiones cliscales. Las presiones cliscales mayores se producen presión sobre los discos lumbares que le,·antarla con las rodi-
en actividades que combinan una inclinación anterior y una llas rectas, lo cual requiere una actividad más vigorosa clt' los
contracción vigorosa de los músculos del tronco. los datos músculos ele la espalda , )' (3) senLMSc en una postura incli-
obten idos en dos estudios distintos son com parados en la nada )' relajada hacia delante produce mayor presión cliscal
íigura 9.39.7 '·'ºª Ambos estudios avalan tres puntos: (1) la que sentarse erguido. Estos puntos sirven ele base teórica para
presión discal es mayor cuando se sostiene una carga delante muchos programas de formación concebidos para prevenir las
del cuerpo, sobre todo si uno se incl111a hacia delante; (2) hernias de discos lumbares.

Flexión Extensión Rotación axial f lexión lateral

Ligamento nucal V!sceras cervicales Anillo fibroso Ligamentos imcrtransversos
Ligamemos imerespinosos (esófago y tráquea) Cápsula de las articulaciones Anillo fibroso contralateral
y supraespinosos Anillo fibroso an terior cigapofisarias
Ligamentos ama rillos Ligamento longiwdin¡¡J anterior Ligamentos alares Cápsula de las articulaciones cigapofisarias
Cápsula de las articulaciones
cigapofisarias
Anillo fibroso posterior
Ligamento longitudinal
posterior

La hsta l\t.l mdup: J.15 hlllllo.tdones del nlll\'11\lle l\ltl \.':\\.l'.'o.td.b Jl'OI musculos e.sumdos (.)por l.t rul~1':ot d~ n'llllJlr61t'Ul gcncrada en 1.l~ .1r11n1 l.h.:1onc~ c1~1pofo....m.1~ r {'11 l.1,S sinn1ndn_.~, ...
cmre cucq¡o:; ,·cnchr.1lcs

PU N TO DE I NTERES 9.6
. .
,
Medición del movimiento de la columna vertebral : Revisión
El movimiento de la columna vertebral se ha medido de forma
manual y radiográfica, así corno mediante el uso de sistemas de
seguimiento externo. Las mediciones manuales en vivo emplean
herramientas sencillas e incruentas, como goniómetros,
inclinómetros y reglas flexibles. Aunque estas herramientas sean
sencillas y baratas, carecen de gran precisión para medir el
movimiento en las distintas regiones de la columna vertebral.
Las técnicas invasivas en vivo se utilizan para medir la rotación
de clavos implantados directamente en la columna vertebral.
Aunque más precisas, estas mediciones presentan limitaciones
prácticas evidentes.
Quizás las mediciones cinemáticas en vivo más precisas de la
columna vertebral sean las radiografías. Las placas planares de
varias secuencias individuales de un movimiento se
reconstruyen con el uso de un ordenador para medir la rotación
y traslación de la columna vertebral. La radiografía biplanar
cuenta con la ventaja de registrar movimientos en tres
dimensiones. Las principales desventajas de estas técnicas son
la exposición de las personas a dosis bajas de radiación y el
tiempo y coste del procedimiento.
Las mediciones cinemáticas más complicadas comprenden
sistemas de seguimiento externo computarizados que registran y
digitalizan el movimiento. La posición relativa o absoluta de las
dianas situadas sobre o cerca del tronco se registran mediante
cámaras especializadas. Una herramienta más sofisticada cuenta
con un sistema de seguimiento electromagnético computarizado
que puede registrar el movimiento en 6 grados de libertad (tres
de traslación y tres de rotación). Los campos electromagnéticos
emitidos por una fuente externa fija se detectan mediante
sensores remotos prendidos en el cuerpo. Un programa
informático calcula la posición casi real en el tiempo y la
orientación de los sensores respecto a la fuente.
CINEMÁTICA REGIONAL DE LA COLUMNA
Esta sección describe la ampliLud y la dirección predominanLe
de los movimientos ele distintas regiones ele la columna vene-
bral. El punto cero o de reíerencia usado para describir el
movimiento es la postura en reposo de la región en bipeclesta-
ción (Fig. 9 .40).38.52 La amplitud del movimiento citado en
este capítulo puede variar de los datos presentados en oLros Lra-
bajos. La variabilidad refleja las diferencias en las Lécnicas de
med ición y en la flexibilidad de los sujeLos. Como en cualquier
otra pane del cuerpo, la am plitud del movimiento varía según
el sexo, las enfermedades, el nivel de acLiviclad y la edad .
Los tejidos conj untivos que rodean la col umna vertebral
limitan los extremos del movimiento (Tabla 9.8). Al restringir
el movimiento, Jos tejidos conjuntivos - incluidos los presen-
tes en el músculo- ayudan a proteger la delicada rnéd ula espi-
nal y a mantener una postura óptima. En casos de traurna-
tismo o uso excesivo, los Lejidos biológicos pueden generar
tensión excesiva corno rnedio para proteger el segmento verte-
bral lesionado. Los espasmos de los músculos locales después
C11prnclc1 <J Os1n1/oxru 1· <ll'tmlo,t;ur 28 1
de una lesión por aceleración-desaceleración (lesión por lmi-
gazo) del cuello son una expresión habitual ele esta rigidez
rel1eja de la musculatura. En casos ele en rermedacl, corno una
art ritis reumaLOicle gnwe, la movilidad ' 'enebral lirn itacla no
tiene una runción protCCLOra, sino que forma parte inlrínseca
del proceso patológico. El conocimiento del papel específico
ele los Lcji<los conjunt i\'OS en la limitación del movimiento es
útil pnra cl isenar actividades terapéut icas para personas con
dolor o disíunción de columna.
Región craneocervical
Los términos <<región crancoce rvical» y «cuello» se emplean
ele fonna intercambiable. Ambos té rmi nos se refieren a la serie
combinada de tres an iculaciones: atlc111tooccipiwl. aclw1toaxial
y las articulc1cio1111s ci,e,apo(isarias intrncuvicolcs (Ci-1). La orga-
ni zación general empleada para p resenLnr la anatornía y cine-
mática regionales de la región crancocen'ical se muestra en la
tabla 9.9. La exposición comienza con una revisión ele la ;111a-
tom í;1 f'uncional seguida de una expl icación ele la cinemática.
organ izada por los planos de movimierno.
. La región crnneoccn'ícal es el úrea con llW} 0r movimiento 1
ele tocia la columna vencbrnl. Aniculaciones mur especializa-
das racilitan la posición ele l<t C<tbeza, CJUC atarie a la \'iSión,
audición, ol fato)' equilibrio. Como con los múltiples eslabo-
nes del complejo del hombrl1, las aniculaciones ind ividuales
ele la región crnneocervical interactúan con enorme coord ina-
ción. La tabla 9. l O es un resumen ele la am r litucl media de los
movimientos faci litados por cada porción de la región craneo-
cervical. H.3 l .H77.78$3.l\l6
Anatomía funcional de las arliculaciones de la región
craneocervical
Articulación atlantooccipitnl
Complejo de la articulación atla ntoaxial
Articulaciones cigapoJ'i sarias int racervicaks (C2.1)
Cinemática en el plano sagital de la región craneocervical
Osteocinemática de la ílexión y extensión
Anrocinemática de la ílexión y extensión
Articulación atlantooccipital
Complejo de la articulación atlantoaxial
Articulaciones cigapofisarias int racervicales (C2.7)
Osteocinemática de la protracción y retracción
Cinemática en el plano horizontal de la región craneocervical
Osteocinemática de la rotación axial
Anrocinemática de la rotación axial
Complejo de la articulación atla ntoaxial
Articulaciones intracervicales (C2.1)
Cinemática en el plano frontal de la región craneocervical
Osteocinemática de la ílexión lateral
Anrocinemátlca de la ílexión lateral
Articulación atlantooccipital
Articulaciones imracervicales (C2-1)
282 ScLci1í11 111 Esqudcia 11xh1/

,,.. TAB LA 9 .1 O. Amplilud a proximada del movimiento de los tres planos de movimiento de las articulaciones cieW 1
región craneocervical ~-•
Articulación o región Flexión y extensión Rotación axial Flexión lateral
(plano sagital, grados) (plano horizontal, grados) (plano frontal, grados)
Aniculación aLlamooccipital Flexión: 5 Inapreciable Unos 5
Extensión: 10
Total: 15
Complejo ele la articulación aLlantoaxial Flexión: 5 40-45 Inapreciable
Extensión: 1O
Total: 15
Región intracervical (Cu) Flexión: 35 45 35
Extensión: 70
Total: 105
Total de la región craneocervical Flexión: 45-50 90 Unos 40
Extensión: 85
l'otal: no- 13 5

ANATOM ÍA FUNCIONAL DE LAS ARTICULACIONES rnezcla ·con la 111rmlm1nlr c11/w1tooccipital )'el ligamento longi-
DE LA REG IÓN CRANEOCERVICAL wd inal ante rior (Fig. 9.42) En sentido posterior, la cápsula
está cubie rta por una fi na y ancha mrnt/mrna allantooccipitnl
Articulaciones atlantooccipitales poscaior ( f ig. 9.43). Como se ap recia en el lado derecho de
Las aniculaciones at lanLooccipi tales aportan movimiento la íigura 9.43, la aneria vertebral aLrnviesa la membrana
independiem e del cráneo respecto al atlas. Las an iculaciones mlantooccipital posterior para entrar en el agujero magno.
están formadas por los cóndi los sobresalientes )' con\'exos del Esta arte ria lleva sangre al encéfalo. La estructura cónca\'O-
occipital q ue encajan en las caril las articulares superio res recí- convexa ele las an iculaciones mlantoocci pi L<Ües pcrm itc la
procamente cóncavas del atlas (Fig. 9.4 J). La relación de con- rotación angular en dos grados de libertad . Los movimientos
gruencia convexo-cóncava aporta estabilidad estrucwral inhe- principales son flexión y extensión . La flexión lateral es
rente a la articulación. ligera. La rotación axial está lllll)' restringida )' no se conside ra
Suele haber bolsas ele grasa intraarliculares entre la cápsula un grado ele 1ibenad.
articular )' los bordes del can!lago art icular.<>(, En semido
anterior, la cápsula ele cada articulación atlantooccipital se
Vista a nter ior
Cápsula de la - - - ligamento longitudinal anterior (rorlado)
articulación • . ·" Occipital
atlantooccipital
Membrana atlantooccipital
anterior
Articulación Apófisis transversa
atlantoaxial
(cigapofisaria) Cápsula de la articulación
expuesta atlantoaxial (cigapofisaria)
Cápsula de la articulación
ligamento cigapolisaria
longitudinal
posterior (cortado) Tubércul}
anterior Apófisis
Apófisis Tubérculo transversa
Ligamento posterior
transversa
longitudinal
Cápsula de anterior (cortado) _ _ __..,
la articulación
atlantoaxial FIGURA 9.42. Vista anterior que muestra los tejidos conj untivos aso-
(cigapofi saria)
ciados con la articulación atlantooccipilal )'el complejo de la articu-
Apófisis espinosa lación mlanwaxial. El lado derecho ele la membrana atlantl)Occipital
se ha suprimido para mostrar la cápsula ele la aniculacil)n atlcmwoc·
FIGURA 9.41 . Vista posterior ele las articulaciones mlantooccipitales cipital La cápsula de la articulación atlantoaxial derecha (cigapoftsa-
expuestas. El cráneo est<1 rotado hacia delante para exponer las ria) también se ha eliminado para exponer sus superficies articulares.
superficies articulares de las articulaciones. Nótese la membrana tec- La médula espinal }' los cuerpos ele e ~ >' (4 se han suprimido para
toria que cruza entre el atlas)' el cráneo. mostrar la orientación del ligamento longitudinal posterior.
 ( tl/•itrc/11 <) ( hr.·c1l11.~rcr \' tffl m/11,c,1c1 283

Vista posterior Las dos ar1 1rnlc1uo11cs dgci¡mfiswius de la articulacion atlan-

Ligamento amarillo
FIGURA 9.43. Vist:i posterior que muestra los tejidos conjuntil'OS
asociados con la aniculaci(ín atlanto0<.:c:ipit11I )' el complejo ele 1<1 arti-
culación mla11toax1al. El l:ido izquierdo ele la membrana atlantoocci-
pilal posterior y la t:á psula subyacente de la articulación atlantoocci-
pital se han suprimido. También se han eliminado las l<íminas y las
apofis1s espinosas ele Ci y C1, la medula espinal y el ligamemo longi-
llldinal posterior y la mcmbrnn:i tcctoria para exponer los lados pos-
teriores de los cuerpos vertebrales )' el cliente del axis.
Complejo de la arliculaci6n allantoaxial
El complejo ele la articulación atlantoaxial consta de dos
estructuras articulares: una articulación mediana y un par de
articulaciones cigapofisarias laLcrales. La articulación atlantoa-
xial media está formada por la apófisis odontoides de Ci que
se proyecta por un anillo creado por el ligamemo transverso y
el arco anterior del atlas (Fig. 944). El complejo articular pre-
sema dos cavidades sinoviales. La cavidad anterior más
pequena consta de una membrana sinovial que rodea la arti-
culación entre el lado anterior de la apófisis oclontoides y el
borde posterior del arco anLerior del alias. Una pequeria cari-
lla anterior en el lado anterior de la apófisis oclontoicles marca
esta an iculación (ve r Fig. 9.23A). La cavidad posterior mucho
mayor tiene una membrana sinovial que separa el lado poste-
rior de la apófisis odontoides del axis y una sección revestida
de cartílago del ligamento transverso ele/ alias. Como la apófisis
odontoides actúa como eje venical, la articulación atlantoaxial
suele describirse como una articulación trocoidea.
toaxial est¡\n fo rmadas por la aniculación de las carillas articu-
lares inferiores del atlas con las carillas superiores del axis (ver
Fig. 9.42). Las superficies de estas articulaciones cigapofisanas
son casr planas )' se orientan cerca del plano horizontal. un
dise1'10 que aumema al máximo la libertad de rotación axial
El complejo de la articulación allamoaxial pem1ite dos gra-
dos de libertad. l:n 1orno a la mitad de la rotación total en el
plano horizontal (axial) de la región crnneocervical se produce
en el comple¡o de la aniculación atlantoaxial. El segundo
grado de libenad es la ílexión y extensión. La ílexión lateral
está muy lim itada)' no se considera un grado de libertad.
Membrana tectoria y ligamentos alares
Toda revisión de la anatomía luncional del complejo ele la
an iculacicín atb 11toax1al debe incluir una descripción de la
membrana tcctoria y los ligamentos alares, tejidos conjunti-
vos que ayudan t1 c:onectar el axis con el cráneo. Como se
expuso, el liga111cn10 1rnnsverso del atlas establece un con-
tacto firme con el lado posterior de la apófisis odomoides del
axis (ver r:i~. 9.++) . jus10 posterior <ll ligamento transverso
hay una ht'.Jª finn e )' anc:ha de tejido conjuntivo llamada
mcm/Jrcma tcctoria. Como cominuación del ligamemo longi-
tudinal posterior, la membrana tectoria se insena en la por-
ción basilar del occipi1al, justo anterior al borde del agujero
magno (ver rig. 9.41). L1 membrana tcctoria refuerza la
inserción entre el cráneo )' la columna cen·ical al limitar los
extremos de la ílexrón )' extensión.
Los ligcmicnto~ alwn son cordones fibrosos robustos que
pasan en sentido oblicuo ascendente )' lateralmente desde el
vértice de la apófisis odontoides del axis hasta los lados media-
les de los cónd ilos del occipital (Fig. 9.45). Clínicamente
denominados «ligamentos occipitoodontoideos», los ligamen-
Los alares limitan la rotación axial ele la cabeza y el alias res-
pecw al axis.79 Algo que resulta cvideme por su posición es
que los ligamen1os alares limitan Lambien la flex ión lateral.
Arliculacio11es cigapofisarias intracervicales (C2-1)
Las superficies de las carillas de las articulaciones cigapofisarias
de Ci 1 se orieman como tablas en un tejado con 45 grados de
inclinación, aproximadamente a medio camino entre los pla-
nos frontal y horizomal (ver Fig. 9.2 1, articulación de Cn)

Vista superior
Ligamento longitudinal anterior (corte)
Arco anterior
Ligamento alar------~ Apófisis odontoides (C2)
FIGURA 9.44. Vista supenor de la apófisis o<lon- Cavidades sinoviales---,4~~ Apófisis transversa
toides del axis y su relación estmc1ural con la Carilla articular superior---":::::~ Agujero transverso
articulación atlantoaxíal mcdi:i. La médula espi-
Ligamento transverso
nal se ha suprimido )' la membrana 1ec1oria está
conada. Las membranas sinoviales aparecen en Membrana tectoria (corte)
rojo.

Apófisis espinosa
284 ~ru 11111 111 ht¡urlc1c> ll\1111

Vista poster ior Esla onemac:ion procura gran l1bcnad ele mo\'imiento en los
Apófisis odontoides del axis
occipita¡ Lrcs planos, un pumo de referencia de la artrología cervical
,,.-y
CINEMÁTICA EN EL PLANO SAGITAL DE LA REGIÓN
CRANEOCERVICAL
Cápsula de ~=...-Apófisis Osteocinemática de la flexión y extensión
la articulación transversa
atlantoaxial Aunque muy ,·anabk, se producen unos 130 a 135 grado<> de
(cigapofisaria) ílexión }' extcnsiün en la región craneocer\'ical. La posLura neu-
tra en reposo de In región crancocervical es unos 30 a 35 gra-
dos ele extensión (\'er Ftg. 9.40). Desde la posición extendida,
Membrana tectoria
(cortada) la región craneocervieal se extiende 85 grados adicionales) se
Apófisis espinosa ílexiona 45 a 50 grados (Figs. 9.46 y 9.47). En general, la fle-
FIGURA 9.45 . Vista posterior del complejo de la articulación atla1110- xión )' la extensión se producen de íormn sccuencinl en direc-
axial. El arco posterior del :itl:is, la membrana tcctoria )' el ligamemo ción craneal n cauclalH Una secuencia anormal de esLc patrón
transverso del atlas se han cortado para exponer el lado posterior de ele movimicmo puede 111:111iícs1ar inestabilidad intcrvencbral.
la apófisis odomoidcs del :ixis y los ligamentos alares. Las líneas dis- En torno ni 20-25% de tocio el movimiento en el plano
cominuas indican el segmento omniclo del ligamemo transverso del sagital ele la región crancocervical se produce en la anicula-
alias. ción aLlantooccipi1al y en el complejo ele la articulación mlan-
toaxial, y el resto en las an iculaciones cigapofisarias de C2 ;JB
El eje ele rowción ele la flexión )' extensión se extiende aproxi-
maclan1cnte en dirección medial-lateral en cada una de las tres

Extensión craneocen ical

Conducto auditivo
) externo
Apófisis estiloides

A B

Articu lación atlantooccip ital Complejo de ta a rticulación a tlantoaxial Región intr acervical <Cz.7)
FIGURA 9.46. Cine111á11ca de la extensión craneoccrvical. A, An iculación allalllooccipital. B, Complejo de la articulación atlantoaxial. C, Rcgion
intracervical (C2.1). Los tejidos clongados y tensos aparecen se1'\alados con ílechas ncgrns )' dclg:idas.
 C11¡111ult1 <J Osln>l1~w \ c111mlog1<1 285

Flexión craneoccn ical

- ugamento
longitudinal
FLEX/6f;J anterior

Occipital

+-""'"",.........'-'-Cápsula de
la articulación
cigapolisaria

A e
Arlicuhlción atlantooccipital Complejo de la articulación atlantoaxial Región inlracervical (Ci-C7 l
FIGURA 9.47. Cinemática de la ílcxión craneoccrvical. A, Aniculac16n atlamooccipital. B. Complejo de la amculación allamoaxial C, Región
imracervical (C2.1). Nótese que en C la ílexión relaja el ligamento longitudinal anterior y aumenta el espacio entre las láminas y apófisis espi·
nosas adyacemes. Los tejidos elongados y tensos aparecen se1~alados con ílech¡¡s negras y delgadas; los tejidos rcl<1jados aparecen con una íle-
cha negra ondulada.

regiones articulares: los cóndilos del occipital en la articula-
ción atlantooccipital, la apófisis odontoides del axis en el com-
plejo de la articulación atlantoaxial y los cuerpos de C2-1.23
Los extremos de la ílexión y extensión se limitan sobre tocio
por la tensión de los tejidos localizados posterior o anterior-
mente a los distintos ejes de rotación (ver Tabla 9.8). La íle-
xión también está limitada por las fuerzas de compresión del
borde anterior del anillo fibroso, mientras que la extensión
está limitada por las fuerzas de compresión del borde poste-
rior del anillo fibroso.
El volumen del conducto vertebral cetvical es máximo en
ílexión completa y mínimo en extensión compleLa.44 Por esta
razón, una persona con estenosis (estrechamiento) del con-
ducto vertebral puede ser más propensa a lesiones medulares
durante actividades de hiperextensión. Los episodios repeti-
dos de lesiones relacionadas con hiperextensión pueden cau-
sar una mielopatía cervical (del griego myelo, médula espinal,
y pathos, padecimiento) y déficits neurológicos relacionados.
Artrocinemática de la flexión y extensión
Articulación atlantooccipital
Como los arcos de madera de una mecedora, los cóndilos del
occipital ruedan hacia atrás durante la extensión y hacia
delante durante la flexión en las carillas anicularcs superiores
cóncavas del atlas. Basándose en la artrocinemática tradicional
convexa-sobre-cóncava, los cóndilos se deslizan un poco al
mismo tiempo en dirección opuesta a la del rodamiento (Figs.
9.46A y 9. 47A). La tensión de la membrana tectoria, las cáp-
sulas articulares y las membranas atlantooccipitales limita la
extensión del rodamiento de los cóndilos.
Complejo de la articulación atlantoaxial
Aunque el movimiemo primario del complejo de la anicula-
ción allantoaxial sea la rotación axial, la estructura articular
permite unos 15 grados de ílexión y extensión. Como espacia-
dor entre el cráneo y el axis, el atlas anular pivota hacia
delante durante la ílexión y hacia atrás durante la extensión
286
(Figs. 9.466 }' 9.·HB). La extension del movimicmo de pivote
está limiwda en pane por Ja apófisis oclontoidcs del axis que
entra en contncto con la articulación atlantoaxial media.
Articulaciones intracervicales (C2-7)
La ílexión y extensión en C2.7 se producen sobre un arco ele
movimiento que sigue el plano oblicuo marcndo por las carillas
articulares de l:is articulaciones cigapofisarias. Durante la cxlrn-
sión, que se inicia en la columna cervical inferior (C4.7), las ca1i-
llas articulares inferiores de las vértebras superiores se deslizan
en sentido inferior y poste1ior respecto a las carillas articulares
superiores de las vértebras inferiores (Fig. 9.46C). Estos movi-
mientos producen aproximadamente 70 grndos ele extensión .
La extensión completa se consiclern la posición de bloqueo de
las articulaciones cigapofisarias cervicales, así como de otras
regiones de la columna vertebral. Esta posición provorn un con-
tacto articular )' una carga máximos. El cleslizamiemo inferior
de las carillas aniculares de las vértebrns superiores tiende a
relajar la cápsula articular. la posición ele bloqueo ele la mayo-
ría de las diartrosis aumenta la tensión de la cápsula circundante
)'los ligamentos asociados. Las articulaciones cigapofisarias son
una de las pocas excepciones a esta regla general.
La .flexión también se inicia en la columna ccrv1cal inferior
(C4.1).l·t Los movimientos son inversos a los descri tos para la
extensión. Las cari llas articulares inferiores de las vénebras
superiores se deslizan en sentido superior y ;111tcrior respecto
a las carillas articulares superiores de las vértebras inferiores.
Como se aprecia en la figura 9.47C, el deslizamiento entre las
carillas aniculnres produce unos 35 grados de ílexión. La ílc-
xión estira la cápsula de las articulaciones cigapofisarias y
reduce el área de contacto articular.
30 - Osteoclnemática de la rotación axial
-
1§
25 - importante, íntimamente relacionadn con la visión }' la audi-
.2
- -
-¡¡;
"O 20 - cal gira unos 90 grados hacia cada lado. con una amplitud total
~ -
e
•O 15 - miento 1otal en el plano horizontal de los ojos. el campo visual
·¡¡;
e
.!! ~
>< 10
Q) - factores como la amplitud del movimiento y la vista.
>-
e
•O
º)(
Q)
5 -
¡¡:
o 1 1 1
1 1
C2-C3 C3- C4 C4-C5 C5- C6 C6-C7
Unión intervertebral
FIGURA 9.48. Media de los mo,·im1entos de ílcx1t'ln )' cx1ensión cer-
vicales in l'ilm de diez especímenes. Los cla1os se expres.1n como por-
centa.ie de la amplitud 1otal del movimiento en el plano sagital en la
región cervical. (Datos de Colmes A, Han ZI 1, Dang GT, y otros:
Changes in cervical canal spinal volume during in vitro ílexion-
extension. Spi11c 2 1: 1313-13 19, 1996.)
l:n general. se dan unos 105 grados de ílexión )' extensión
ccr\'1cales como resultado del deslizamiento entre las superfi-
cies de las aniculaciones cigapofisnmts. Esta gran amplitud de
1110,·imicnto se debe en parte al arco de movimiento relativa-
mente lnrgo y sin impedimento que ofrece el plano oblicuo de
las superficies de las cnri llas. Como med ia. se dan unos 20
grados de movimiento en el plano sagital en cada unión inter-
venebral entre C2.3 y C¡,.7, Es un movimiento angular consi-
dernblcmcnte mayor que el de la región dorsal superior adra-
cente. El máximo desplazamiento angular tiende a producirse
entre C5 )' G,,-H lo cual es posible que explique la incidencia
relativamente alta de espondilosist-S )' fracturas relacionadas
con h1perílexión en este nivel tFig. 9 48).
Osteocinemálíca de la protracción y retracción
Además de la ílexión y extensión en la región craneocerdcal,
la cabeza lambién puede trasladarse hacia delante (protrac-
ción) y hacia atrás (retracción) en el plano sagital J HLa pro1rnc-
ció11 de la cabeza ílexiomi la columna ccr\'ical inferior a media
)' exuende la región craneocervical superior (Fig. 9.SOA). La
rl'll'CICcit~n de la cabeza, por el contrario, extiende o yergue la
columna ce1Yical inferior a media y ílexiona la región craneo-
cervicnl superior. En ambos movimientos. la columna cer\'lcal
inferior a media sigue la traslación de la cabeza. Aunque la
protracción )' retracción de la cabezn sean movimiemos fisio-
lógicamente normales)' útiles. también pueden asociarse con
posturas erróneas. Los períodos prolongados de protracción
pueden deri,·ai· en una postura inclinada hacia delante cró-
nica, lo cual aumenta la tensión de los músculos extensores
craneocervicales.
CINEMÁTICA EN EL PLANO HORIZONTAL
DE LA REGIÓN CRANEOCERVlCAL
La rotación axial de la cabeza )' el cuello es una función muy
ción. Como se aprecia en la figura 9.5 l , la región craneocervi-
ele casi 180 grados. Con 150 a 160 grados adicionales de movi-
se aproxima a 360 grados, con poco o ningún movimiento del
tronco. Este amplio campo visual depende, por supuesto, ele
En torno a la mitad de la rotación axial de la región craneo-
cervicnl se produce en el complejo ele la articulación atlantoa-
xinl, dcpcndicnclo el resto ele la C21. lll< La rotación de la arti-
1
culación mlantoocci pital se restri nge por la situación a nivel
profundo ele los cóndilos del occipi tnl en las carillas articul:1-
res superiores del atlas.
Artrocinemática de la rotación axial
Complejo de la articulación atlantoaxíal
El complejo de la articulación atlantoaxial está diseñado para
una máxima rotación en el plano horizontal. El diseño resulta
más evidente por la estructura del axis (C2). con la apófisis
L

- - .........- -- - . - - - - -
PUNTO DE I NTE RÉ S 9 . 7
Flexión y extensión y su efecto sobre el diámetro del agujero
intervertebral
La flexión aumenta el diámetro de un agujero intervertebral
cervical; la extensión, por el contrario, lo reduce.113 La mecánica
de esta relación aparece en la flexión de C3.4 en la figura 9.49A y
B. Como se aprecia en la figura 9.49B, el deslizamiento
ascendente y anterior de la carilla articular inferior de C3 aumenta
significativamente el diámetro del agujero intervertebral de C3.4.
La flexión, por tanto, deja más espacio al paso de un nervio
espinal. Este principio tiene relevancia clínica en casos de
estenosis de un agujero intervertebral por la formación de
Posición neutra
FIGURA 9.49. Presentación de cómo afecta la ílexión entre (1 )' (; al tamaño del agt~jcro imervenebral. A, En la posición neutra, lns
superficies de las carillas de la articulación cigapofisaria están en m<\ximo comacto. El tamaiio del agujero interwncbral respcéto a l;i cir-
cunferencia del nen·io saliente se indica en rojo. B. La ílex1ón completa reduce el Mea de contacto con la articulación cigapofisaria: sm
embargo, aumenta la abertura pam el paso del nervio.
odontoides y las carillas articulares superiores casi horizonta-
les (ver Fig. 9.34). El atlas con forma de anillo «gira» sobre la
apófisis odontoides, produciendo unos 40 a 45 grados de
rotación axial en ambas direcciones (Fig. 9.51A). Las carillas
articulares inferiores planas a ligeramente cóncavas del atlas se
deslizan en una trayectoria circular sobre los amplios «hom-
bros» de las carillas articulares superiores del axis. Estas
superficies también se han descrito como un poco convexas
cuando se tiene en cuenta el espesor del cartílago articular.
Debido a la limitada rotación axial permitida por la articula-
ción atlantooccipital, el cráneo sigue la rotación del atlas,
esencialmente grado a grado. El eje de rotación ele la cabeza )'
el alias sigue la apófisis odomoides ele protección venical. La
rotación en el plano horizontal del atlas se acompaña de ligera
ílexión lateral hacia el lado contrario.79
287
-- - - - - - ·.-.----- - -· ....---- --- - , .
:
osteófitos. Un osteófito grande que comprima una raíz nerviosa
causa radiculopatía. Los síntomas son dolor que irradia por el
brazo ipsolateral, por lo general por la vía del dermatoma cervical.
Los pacientes con este problema describen dolor fulgurante por el
brazo. Esto junto con la hiperextensión craneocervical y/o flexión
lateral hacia el lado de la estenosis. Este movimiento es habitual
en los hombres cuando se afeitan debajo del mentón. La tracción
cervical con el cuello parcialmente flexionado ensancha el agujero
intervertebral estenosado. La tracción terapéutica puede
descomprimir la raíz de un nervio espinal irritado y a menudo
reduce los síntomas dolorosos.
Flexión completa
L'l tensión en los ligamentos alares aumenta con la rotación
del complejo de la articulación aLlantoaxial, en especial en el
ligamento localizado opuesto a la dirección ele la rotación.N
La tensión de los ligamentos alares y cápsulas de las articula-
ciones cigapofisarias laterales junto con los músculos del cue-
llo limitan la rotación axial.
Articulaciones intracervícales (C2-1)
La rotación de C2.1 está dirigida sobre tocio por la orientación
espacial de las superficies de las carillas de las articulaciones
cigapofisarias. Las superficies de las carillas se orientan unos
45 grados entre los planos horizontal )' frontal (\'cr Fig. 9.34).
Las carillas inferiores se deslizan en semiclo posterior )' un
poco inferior por el mismo lado que la rotación, )'en sentido
anterior )' un tamo superior por el lado opuesto al de la rota·
288 Srccili11 111 Esqueleto ll\:ia/

Protracción Retracción

( ~

A
FIGURA 9.50. Protracción y retracción del cráneo. A, Durante la protracción del cráneo, h1 colum na cervical iníerior-a-
media se ílexiona mientras se extiende la región craneocervical superior. B, Durame la retracción del cráneo, por el con-
trario, la columna cervical inferior-a-media se extiende miemras se ílexiona la región craneocervical superior. Nótese el
cambio de la distancia entre las apóílsis espinosas de C1 -2 durame los dos movimientos.

ción (Fig. 9.51B). Se dan unos 45 grados de rotación axial por
cada lado en la región de Cn, casi igual a la permitida en el
complejo de la articulación aLlamoaxial. La rotación es
máxima en los segmentos vertebrales más craneales.
CINEMÁTICA EN EL PLANOFRONTAL
DE LA REGIÓN CRANEOCERVICAL
Osteocinemática de la flexión lateral
Aproximadamente existen 40 grados de flexió n lateral por
ambos lados en la región craneocervical (fig. 952). Los extre-
mos de este movi miento se evidencian al tratar ele tocar el
hombro con la oreja. La mayor parte ele este movimiento se
produce en la región ele C2-1; sin embargo, puede haber unos
5 grados en la articulación atlantooccipital. La flexión lateral
del complejo ele la articulación atlantoaxial es desdeñable.
Artrocinemática de la flexión lateral
Articulación atfantooccipital
Se produce un pequei'lo grado ele rodamiento laterolateral ele
los cóndilos del occipital sobre las cari llas articulares superio-
res del atlas. Es probable que en los extremos de la flexión
lateral haya una ligera aproximación articular unilateral por el
lado de la flexión lateral y una ligera separación articular por
el lacio contrario al de la flexión lateral (Fig. 9.52A).
Articulaciones intracervicafes (C2-7)
La artrocinemática ele la flexión lateral de los segmentos verte-
brales C2-7 aparece ilustrada en la figura 9.52B. Las carillas
articulares infe riores del lado de la flexión lateral se deslizan
en sentido in ferior y un poco posterior, y las carillas articula-
res inferiores por el lado contrario al ele la flexión lateral se
deslizan en sentido superior y un poco anterior.
Los aproximados 45 grados de inclinación de las carillas
articulares de C2-1 indican un acoplamiento mecánico entre
los movimientos en los planos frontal y horizontal. Como una
vértebra superior sigue el plano de la carilla art icular de
una vértebra inferior, se da al mismo tiempo un componente
de flexió n lateral y rotación axial. Por esta razón, la flex ión
lateral y la rotación axial en la región cervical media y baja se
acompañan mecánicamente de una tendencia ípsolateral; por
ejemplo, la flexi ón lateral a la derecha se produce con ligera
rotación axial a la derecha, y viceversa. La expresión del aco-
plamiento, sin embargo, puede alterarse por la acción muscu-
lar en la articulación atlantooccipital.
Región torácica
El tórax se compone ele la relalivameme rígida caja torácica,
formada por las costillas. las vértebras dorsales y el esternón.
La rigidez de la región cumple tres funciones: (1) aportar una
base estable a los músculos para controlar la región craneocer-
vical; (2) la protección de los órganos intratorácicos, y (3) la
capacidad mecánica de la respiración (ver Cap. 11).

Rotación axial craneocervical
Cápsula de
la artículacíón -
cígapotisaria
Conducto vertebral
Complejo de la articulación atlantoaxial (CJ-C2)
FIGURA 9.51. Cinemática de la rotación axial craneocervical. A, Complejo de la articulación atlantoaxial. 13, Región intracen·1cal (Ci.1).
ANATOMÍA FUNCIONAL DE LAS ESTRUCTURAS
ARTICULARES DEL TÓRAX
La columna dorsal cuenta con 24 articulaciones cigapollsarias,
l2 a cada lado. Cada aniculación presenta carillas articulares
bilaterales que por lo general se orientan en el plano frontal,
con una leve pendiente que varia entre O y 30 grados respecto
a la vertical (ver Fig. 9.34) Aunque las articulaciones cigapofi-
sarias aportan el mecanismo principal de la movilidad del
tórax, su potencial para el movimiento queda restringido por
las articulaciones cosLOvertebrales y costotransversas adyacen-
tes. Estas articulaciones fijan mecánicamente al esternón la
mayor parte de la región torácica en sentido anterior. Las arti-
culaciones costovencbrales y costotransversas actúan durante
la ventilación, un tema del que se hablará en el Capítulo 11.
Ctipuulo 9 Os1rologi<1 \ 111 trologw 289
Región intracervical (C2-C7)
La mayorfn de las artiwlacioncs costovertebrales conectan la
cabeza de una costilla con un par de carillas costales y con el
borde adyacente de un disco intcrvertebral (Fig. 9.53A y B)
las superllcics articulares de las aniculaciones costovencbra-
Ies son ligeramente ovoides! to y se mantienen juntas sobre
todo por la presencia de los /igamc111os capsulares y cos10vcrtc-
bralcs a111eriores.
Las articulaciones coslotransvcrsas conectan el tubérculo
articular de una costilla típica con la carilla costal en la apófi-
sis transversa de una vértebra dorsal correspondiente. Una
cápsula articular rodea esta diartrosis (Fig. 9.53A y B). El
extenso ligamento coslolransverso (de casi 2 cm de largo) ancla
el cuello de una costilla con toda la longitud de una apófisis
transversa correspondiente. Además, cada articulación costo-
290 Sadc111 111 Esi¡ud crn ttl:rtrl

Flexión lateral cr aneocervical

Apófisis mastoides

A
Articulación atlantooccipital Región intracer vical (C2-C7)
FIGURA 9.52. Cinemática de la ílexión lateral crancocervical. A. Aniculación athmtooccipital. La función principal del músculo rccw
lmeral de la cabeza es ílexionar la1eral111cme esta articulación. Nótese la ligera compresión >'distracción de Iris superíicics articulares.
B, Región intraccrvical (Cn). Nótese el patrón de acopl:imicnto ípsolateral emre la rotación axial)' la ílexión lateral (en el tex to apa-
recen más detalles). El tejido elongado y tenso apan'cc sci'ralado con ílcchas negras y delgadas.

transversa se estabi liza con un ligamento coslotranwcrso supe-
rior. Este poderoso ligamento se insen a entre el borde supe-
rior del cuello de una costilla y el borde inferior de la apórisis
transve rsa ele la vértebra inmed iatamente superior (Fig
9.53A) Las costillas XI y Xll suelen carecer de aniculaciones
costotransversas.
Las ,·értebrns dorsales están bien estabilizadas por las costi-
llas y las articulaciones cosLOvenebrales y cosLotransversas
asociadas. La estabilidad protege la médula espinal de los trau-
matismos. Durante una calda, por ejemplo, el impacto sobre
la columna dorsal es absorbido en pane )' disipado por las
costi llas y los músculos y tejidos conjunt ivos asociados.

Aspectos anatómicos clave de las articulaciones CI NEMÁTICA DE LA REG IÓN TORÁCICA

costovertebrales y costotransversas
Cinemática de la flexión y extensión
Cada arliculació11 costovertebral
• Conecta la cabeza de una costilla típica con un par de carillas
Aunque la amplitud del movimiemo ele cada unión inten·er-
costales del borde adyaceme de un disco imervertebral tebral dorsal sea relativamente peque11a, el movimiemo acu-
adyacente. mulativo es considerable en tocia la columna dorsal (Tabla
• Está estabilizada por los ligament0s cos10venebral anterior y 9. 11). Se clan aproximadamente 30 a 40 grados ele .fkxió11 )' 20
capsular. a 25 grados de extensión en la región torácica. Esta cinemática
Cada articulación costotransversa aparece en el contexto ele la ílexión y extensión en LOcla la
• Conecta el tubérculo articular de una costilla típica con la región toracolumbar en las figuras 9.54 y 9.55 . Los extremos
carilla costal en la apófisis transversa de una vértebra dorsal de la extensión se limitan por la compresión potencial entre
correspondiente. las apófisis espinosas adyacentes, sobre todo las de las ,·éne-
• Está estabilizada por un ligamento capsular (cos10transverso) y bras dorsales medias. En general, la magnitud de la ílexión Y
el ligamento costotransverso superior. la extensión aumenta en dirección craneal a caudal.
- 29 1

VistR s uperolatcral

~~...,....-':T- Ligamento longitudinal

posterior

Ligamento longituclínal
anterior
Ligamento costotransverso
superior ::Z:-tt:-7.'."~ ligamentos costovertebral
anterior y capsular de
FIGURA 9.53. Aniculacilmes costotra1b,·c1s;b) Apófisis espinosa
la articulación costovertebral
costovencbmlcs de la reg1on ton\cica 111ed1:1. A.
Vista superobtcral que destaca la cstruu ura )' Par de carillas costales
tejidos conjunti,·os de las ;mit:ulacioncs t:l)Sto- de la articulación
costovertebral
1rans,·ersas )' cOSlO\'ertebralcs :isodados con las
vénebr::is dorsales VI a \'111. Se ha omitido la \'111
cosulla pnrn exponer las r:irillas costales de las ligamento costotransverso
anict1lacioncs costovencbralcs )' costot1«111s1·cr- A superior (cortado}
sas asociadas. 13, La vista superior mucs1rn la
cápsula de las articulaciones costownebrnlcs )' Vista superior
cosio1ransvers.1$ ii:qilierdas nmada para expo- Apófisis transversa
ner las superficies articulnres. Nótense Iris rela-
ciones espaciales entre el nuclco pulposo. d ani-
llo íibroso )' la médula espinal.

Carilla articular superior

ligamentos capsular A11iculación costovertebral

y costovertebral anterior expuesta
Anillo fibroso
8 Núcleo pulposo

La anrocinemá1ica de las aniculaciones cigapoÍisarins de la
columna dorsal es por lo general similar a la descrita parn C2-1.
Hay sutiles diferencias relacionadas sobre todo con las d1s1i111as
formas de las ,·énebras )' las dis1intas orientaciones espacinles de
las carillas articulares. L.1 flexión entre T ~-<" por ejemplo, se pro-
duce mediante un deslizamiento superior )' un poco amerior ele
las superÍicies de la carilla infe rior de T1 sobre las superficies de
la carilla superior de Tc. (Fig. 9.54A). L"I extensión se produce
mediante un proceso inverso (Fig. 9.55A).
torm:olumbar en la ngura 9.56. La rotación enlre T<, )' T;, por
ejemplo. se produce mientras las carillas an iculares in f'eriores de
T<- alineadas casi en el plano fromal se deslizan una cona disian-
cia comrn las carilla!> articulares superiores de T1 <\lineadas de
fonnn parecida tFig. 9.56A). En general, la libenacl de rotación
axial se reduce en la columna dorsal en dirección craneal a cau-
dal. En la columna dorsal media a inferior, las articulaciones
cigaponsarias orientadas más \'erticalmeme 1ienden a bloquear
el mo\'imiemo en el plano horizomal

Cinemática de la rotación axial Cinemática de la flexión lateral

Se dan aproximadamenle 30 grados ele rotación en el plano La oriemación predominante en el plano fron1al ele las super-
horizontal (axial) por cada lado en la región torácica. Esle movi- ficies ele las cari llas dorsales sugiere una relativa libenacl de
miemo se describe junto con la ro1ación axial en toda la región flexión la1eral. Esle mo\·imienlo potencial nunca se expresa
por complew, por la es1abilizació11 que aportan bs inserciones
ÍTABL A 9 . 1 1. Amplitud aproximada del movimiento e n en !ns cos1illas. La flexión la1eral en la región ion\cica se ejem-
(!os tres plan os para la región to rácica plilka junto con la llcxión lateral de toda la región 1oracolurn-
bar en la figura 9.57. Se dan unos 25 grados de ílexión lateral
Flexión y extensión Rotación axial Flexión lateral por cada lado de la región dorsal. La magnitud de es1e mo\'i-
(plano sagital, (plano horizontal, (plano frontal,
grados) grados) grados) miento intervenebral se manliene rclati\'amente co11s1ante en
1oda la región torácica. Como se \'e en la figura 9.57 A. la fle-
Flexión: 30-40 30 25 xión la1eral de T6 sobre T1 se produce mientras la superficie
Extensión: 20-25 de la carilla inferior ele Tc. se desl iza en sentido superior sobre
Total: 50-70
el Indo contralateral a la flexión lateral. y en semido inferior
h>s mornnitmos <·n d pl.1110 hon:omJI )' fr<>nt.11 J>C d.m h>C•~ un '*''"
l.t<h> '-"' sobre el lado ipsolateral a la flexión lateral. Nó1esc que las cos-
datos,.. bas.1n en cak11los "" p11hhL.•r de L'bsen-.1c1,,n.-; '""'"'Ar:lfkas y ¡:1>1111•111c1rtJ tillas descienden ltgerameme sobre el lado de la ílexión lateral
292 Sndón 111 Es<¡t1rk10 cr>:ic1I

Flc:\ión toracolumbar

Ligamento
interespinoso
Ligamento -
supraespinoso

A B

Región tonícica Región lumbar

FIGURA 9.54. Cinemática de la ílexión toracolumbar en un arco de 85 grados: suma de 35 grados de ílcxión dorsal
y 50 grados de ílexión lumbar. A, Cinemática de la región torácica. 13, Cinemática de la región lumbar. Los tejidos
clongados }1 tensos aparecen se1~alados con nechas negras }' dclgndas.

y se elevan un poco por el lado opuesto a la ílcxión lateral.
Como en la columna cervical, la ílexión lateral y la rotación
axial se acoplan mecánicamente de forma ipsolateral. 107 El
acoplamiento es más evidente en la columna dorsal superior
donde las carillas articulares poseen una orientación más cer-
cana que las de la región cervical inferior. La iníluencia del
acoplamiento decrece y es inconsisteme en las regiones dorsa-
les media e inferior.
DEFORMIDADES ESTRUCTURALES DE LA COLUMNA DORSAL
El mamenimiento ele la columna en un alineamiento normal
de por vicia requiere un delicado equilibrio entre fuerzas
imrlnsecas, gobernadas por músculos y estructuras oseoliga-
memarias, y fuerzas extrínsecas gobernadas por la gravedad.
Cuando el equilibrio se rompe , se produce deformidad. Las
hernias de disco y las compresiones de raíces nerviosas son
relativameme poco frecuentes en la columna dorsal. Estos
datos pueden deberse, en pane, a la movilidad intervertebral
relativamente baja y a la gran estabil idad que aporta la caja
torácica. No obstante, las anomalías posturales torácicas se
producen con relativa frecuencia. La columna dorsal, que
forma en torno a la mitad de la longitud de la columna verte-
bral, es especialmente vulnerable a los efectos de la gravedad
y la t0rsión. Los dos ejemplos más corrientes de anomalias
posturales de la columna dorsal son el exceso de cifosis y esco-
liosis. Los apartados siguientes repasan la biomecánica de
estas afecciones. En otras referencias bibliográficas se hallará
más información detallada, tratamiento médico y fisioterapi a
(ver referencias 25, 32, y 36).
Cifosis excesiva
Como media, se aprecian unos 42 grados de cifosis natural
en bipedestación (ver Fig. 9 .40).52 Sin embargo, en algunas
personas existe una cifosis excesiva que puede causar limita-
ciones funcionales. La forma adquirida ele cifosis excesi\'a
puede ser consecuencia de un traumatismo o de inestabili-
dad vertebral relacionada, una enfermedad o cambios en el
tejido conjuntivo asociables a la edad. En general, la cifosis
dorsal relacionada con la edad suele ser ligera y no es debili -
tame.
 Ca¡ntulo 9 Ostcoloxw _1 ar1ro/c>¡.:1<1 293

Extensión toracolumbar

Flexores de la cadera

- Ligamento
longitudinal
anteri or
- Ligamento
Cápsula de~--J,~ longitudinal
la articulación anterior
cigapolisaria

A Región torácica Región luml>ar

FIGURA 9.55 . Cinemática de la extensión ton1columbar en un arco de 35 a 40 grados: la suma de 20 a 25 grados de extensión
do rsal y 15 grados ele extensión lumbar. A, Cinemática de la región torácica. B. Cinemática de la región lumbar. Los tejidos clon-
gados y tensos aparecen set'ialaclos con ílechas negras )' delgadas; los tejidos relajados aparecen con una linea negra arqueada.

Las dos afecciones más corrientes asociadas con la ci fosis
son la enfermedad de Scheuermann y la osteoporosis. La enfer-
medad de Scheuermann o «cifosis juvenil» es una afección
hereditaria que se inicia en la adolescencia. Aunque la causa de
la enfermedad se desconozca, se caracteriza por el pinzamienLo
del lado anterior de los cuerpos venebrales, lo cual termina
causando y perpetuando una cifosis excesiva. Hasta el 10% de
la población adolescente muestra signos de este trastorno. 111
La osteoporosis ele la columna suele asociarse con una cifo-
sis dorsal excesiva, sobre tocio observada en ancianos. Las
frac turas por compresión ele las vértebras dorsales con osteo-
porosis terminan causando una reducción de la altura ele los
cuerpos vertebrales. El acortamiento ele las vértebras dorsales
medias puede iniciar un ciclo biomecánico que acelera la
deformidad por ílexión. La Íigura 9.56 muestra un escenario
mecánico asociado con la progresión de la cifosis intensa.76 En
la postura ideal de la columna, la línea de fuerza generada por
el peso del cuerpo cae ligeramente sobre el lado cóncavo del
vértice ele las curvaturas cervical y dorsal normales (Fig.
9 58A). La gravedad actúa con un brazo ele palanca del
momento exlerno que puede mantener las curvalUras dorsal y
cervical normales. Asumamos que la postura de la figu ra
9.58A crea un pequeño lOrque de extensión cervical y un
pequel"io momento de ílexión dorsal. En la columna dorsal, la
cifosis natural está limitada por íuerzas ele com presión sobre
el lacio anterior ele las sincondrosis entre cuerpos vertebrales.
Las vértebras debi liladas por osteoporosis y con discos imer-
vertebrales deshidratados pueden ser incapaces ele resistir las
fuerzas ele compresión amerior. Con el tiempo, las fuerzas de
compresión reducen la altura del lacio anterior de la sincon-
drosis entre cuerpos vertebrales, acentuando así la ci fosis (Fig.
9.58B). En este punto, se inicia un proceso de deformación
patológica. El aumento ele la postura flexionada desplaza b
línea ele fuerza generada por el peso del cuerpo más en sen-
294

Rotación axial toracoluml>ar

Región tor:kica

/ Rotación axial
toracolumbar de 35º
125°

Regi(>n lumbar
Vista superior

I Carilla inferior de L1
Vista superior
FIGURA 9.56. Cinemática de la rotación axial LOracolumbar mie111ras la mu,1cr gira la carn 125 grados a la derecha. La
rotación axial loracolumbar desc ribe un arco de 35 grados: suma de 30 grados de rolación dorsal )' 5 grndos de rotación
lumbar. A. Cinemática de la región torácica B. Cincm:itica de la región lumbar.

tido anterior, lo cual aumenta la longitud del brazo de
momento externo (BME') y la magnitud de la postura cifótica
flexionada. Como resultado, las regiones dorsal y cen'ical de
la columna pueden sufrir un momento moderado de flexión
(ver Fig. 9.58B). Se necesiLa un incremento ele la fuerza de los
músculos extensores)' los ligamentos para mantener el tronco,
cuello y cabeza erguidos. El aumento de la fuerza pasa por las
sincondrosis emre cuerpos vertebrales, creando peque1ias
fracturas por compresión en los cuerpos vertebrales. En este
punto )'ª está bien establecido el circulo vicioso.
La postura torácica que aparece en la figura 9.58B puede
progresar, en casos extremos, a lo que se aprecia en IH figura
9.58C. En bipedestación, la linea de fuerza generada por el
peso del cuerpo ha creado un pequeño momemo de extensión
de las vénebras superiores y un gran momento de flexión dor-
sal. Nótese que a pesar de la gran cifosis dorsal, la persona
puede extender la región craneocervical superior lo bastame
como para mantener una ![nea de visión horizontal. El punLO
principal de la figura 9.58C es apreciar el impacto biomecá-
nico y fisiológico que un gran momento de flexión externa
puede tener a la hora de predisponer a una persona a sufrir
una cifosis dorsal exagerada. Las fracturas por compresión
debidas a osteoporosis pueden acelerar el proceso cifótico.
Escoliosis
La escoliosis (que en griego significa «Cun·mura») es una
deformidad de la columna vertebral que se caracteriza por
curvaturas anormales en los tres planos, sobre todo en el fron-
tal )' horizonrnl (Fig. 9.59) La deformidad con frecuencia
comprende la columna dorsal. st bien rnmbién se ven afectas
con frecuencia otras regiones de la columna. La escoliosis
suele defin irse como fu ncional o estrucLUral. La escoliosis Ju11-
cional puede corregirse con la desviación activa de la postura.
mientras que la escoliosrs estructural es una deformidad fija que
- Cc1p1111lc• 9 Osu·c1lvg111 ,. wtrologia

Región torácica
295

Flexión lateral toracolumbar Carillas superiores de T6

Región lumbar

Carillas superiores de L,

FIGURA 9.57. Cinemática de la ílexión lateral toracolumbar en un arco de aproximadamente 45 grados: suma de 25 grados de ílex1ón lateral
torácica)' 20 grados de ílex16n lateral lumbar. A, Cinemática de la región torácica. B, Cinemática de la región lumbar. Nótese el patrón de ligero
acoplamiento contralateral )' ílcxión lateral de la región lumbar. El tejido elongado )' te nso aparece con una ílecha negra y delgada.

PC PC PC
FIGURA 9.58. Vistas de perfil de la relación biomecánica emrc la linea de fuerza generada por el peso del cuerpo (PC) )' los distintos grados de
cifosis torácica. En cada uno de los tres modelos, los ejes de rotación aparecen como el punto medio de las regiones torácica r cervical (círcu-
los negros). Los brazos de momento externo que emplea el peso corporal aparecen con líneas de puntos suspensl\'OS. A, En el caso de una per-
sona en la postura ideal en bipedestación y con cifosis torácica normal, el peso del cuerpo crea un pequeño momento de extensión cervical )'
un pequetio momento de ílexión torácica. B. En el caso de uné1 persona con cifosis torácica moderada, el peso del cuerpo crea un moderado
momento de ílexión cervical )' dorsé1l (Btv\C:', brazo de momento externo en la columna dorsal media; BME, brazo ele momento externo en la
columna cer,•ical media; BM I. brazo de momento interno de la fuerza de los músculos extensores del tronco). C. En una persona con cifosis
torácica gra,·e. el peso del cuerpo causa un peque1io momento de extensión cervical }' un gran momento de ílexión torácica. Los tres modelos
se basan en radiografías de paciemes. (De Neumann DA: Anhrokinesiologic consideralions for the aged aduh. En Guccione AA (ed): Geriolric
Pliysical Tl1erapy. Chicago, t-losby-Year Book. 2000.)
2 96 .':>caion 111 Esc¡urlcto cmcrl
Método para calcular la fuerza de compresión de las
sincondrosis entre cuerpos vertebrales producida por una
cifosis torácica moderada
La fuerza de compresión ejercida sobre una sincondrosis
torácica media en bipedestación es igual a la suma de las
fuerzas generadas por el peso corporal, cualquier carga
levantada y la fuerza muscular. La cantidad de fuerza de
compresión intervertebral requerida para mantener la postura de
la figura 9.588 se calcula asumiendo un estado de equilibrio
estático: el producto de la fuerza del peso corporal (PC) y el
brazo de momento externo (BME') es igual al producto de la
fuerza muscular por el brazo de momento interno (BM 1).
Asumiendo que el BME sea el doble de largo que el BMI, el
equilibrio rotatorio en el plano sagital requiere una fuerza
muscular que doble el PC. Asumamos que tenernos una persona
de 180 libras (1 libra=4.448 newtons) con el 60% del PC
situado por encima de la región torácica media. Se necesita una
fuerza de los músculos extensores de unas 216 libras (2 x 108 lb)
para mantener la postura flexionada. Cuando se tiene en cuenta
el efecto del PC, se ejercen unas 324 libras de fuerza de
compresión (216 libras de fuerza muscular más 108 lb de PC)
sobre una sincondrosis entre cuerpos vertebrales dorsales
medios. Aplicar la misma solución biornecánica a la postura
ideal mostrada en la figura 9.58A da una reducción de 67% en
la fuerza en la sincondrosis. Esta reducción se basa en la
postura ideal con una longitud de los brazos de momento
interno y externo casi iguales. Aunque este sencillo modelo
matemático no sea totalmente preciso, subraya la importancia
de la postura y su profundo efecto sobre las fuerzas producidas
en una sincondrosis entre cuerpos vertebrales.
no se corrige por completo con una desviación activa de la
postura.
Aproximadamente del 80% al 90% de los casos ele escolio-
sis estructural se denominan idiopcíticos, lo cual significa que
la afección no tiene una causa biológica o mecánica apa-
rcntc. 106 La escoliosis idiopática suele afectar a chicas adoles-
centes. La mayoría del 10-20% de los casos restantes está
causado por afecciones ncuromusculares o musculoesqueléti-
cas o por anomalías congénit:is. En estos casos, las fuerzas
desequilibradas que producen la escoliosis se deben a polio-
mielitis, distrofia muscular, lesiones medulares, traumatismos
o parálisis cerebral. 25
Por lo general, la escoliosis se describe por la localización, la
dirección y el número de curvaturas fijas en el plano frontal de
la columna vertebral. El patrón más habitual de la escoliosis
consiste en una sola curva lateral, con el vértice en la región de
T1-11. I9 Muchos otros patrones comprenden una curva secunda-
ria o compensatoria, sobre todo en la columna lumbar. La
dirección de la curva lateral primaria se define por el lado de la
convexidad de la deformidad lateral. Como las vértebras dor-
sales son las que se ven más frecuentemente afectadas por esco-
liosis, suele haber asimetría en la caja torácica. Las costillas del
lado de la cavidad dorsal se acercan y las costillas del lado de
la convexidad se separan. El grado de Lorsión, o deform idad en
el plano horizontal, se mide con una radiografía estándar de la
posición rotada de los pediculos venebrales.
La deformidad en la escoliosis estructural suele mostrar un
patrón de acoplamiento espinal contralateral fijo que afecta a
la ílexiÓn lateral y la rotación axial. Las apófisis espinosas de
las vértebras afectas suelen aparecer rotadas, en el plano hori-
zontal, hacia el lacio de la concavidad ele la curvatura torácica
fija. Esto explica por qué suele haber una «giba costal» en el
lacio convexo de la curvatura en d plano frontal. Las costi llas
se ven forzadas a seguir la ro1ació11 de las vénebras dorsales.
El mecanismo del patrón de acoplamiento fijo no se conoce
por completo.
Región lumbar
ANATOMÍA FUNCIONAL DE LAS ESTRUCTURAS
ARTICULARES DE LA REG IÓN LUMBAR (L1-S1)
Regió11 de l 1·l4
Las superficies de las carillas de las articulaciones cigapofisa-
rias lumbares se orientan casi en vertical, con una inclinación
mode rada a intensa en el plano sagital. La orientación de la
carilla articular superior de Li, por ejemplo, es unos 25 gra-
FIGURA 9.59. A, Vista posterior de las curvaturas excesivas
dorsal derecha y lumbar izquierda en el plano frontal. B,
Asimetría postura! en el plano horizontal. Nótese el abuha-
miento costal anormal en el lado derecho, )'el «hueco• en el
izquierdo. (De Ganland JJ: Fundamc111a/s of Ortlwpcdics.
Filadelfia, WB Saundcrs, 1979.)
- tal ele unos 40 grados (a) en bipeclestación (Fig 9.61A) .52
297

Articulación
cigapofisaria Dacio este ángulo, la fuerza resuhame generada por el peso
deT10-T11 corporal (PC) crea un cizallamiento anterior (PCs) y una
íuerza compresora (PC;-.; ) que actúa normal (perpend icular) a
la superficie superior del sacro. La magnitud del cizallamienLo
Unión anterior es igual al producto del PC por el seno del ángulo
toracolumbar sacrohorizomal. Un ángulo sacrohorizomal típico de 40 gra-

Articulación
cigapofi saria
de T12-L1

Unión
lumbosacra
Articulación
cigapofisaria
de L5.S1

FIGURA 9.60. Vista posterior de las uniones toracolurnbar y lumbo-

sacra. Nótese la transición en la orientación de las superficies de las
carillas en las articulaciones cig<1pofisarias entre las dos uniones. El
espécimen óseo muestra una desviación en el plano írontal en las
articulaciones cigapoÍisarias de Lq-L; y Ls-S1. Este tipo de variación
es corriente.

dos respecto al plano sagital (ver Fig. 9.34). Esta orientación

favorece el movimiento en el plano sagital a expensas de la
rotación axial. Esta tendencia es evidente incluso en las regio-
nes torácicas media a in ferior.
Las superficies de las carillas cambian de orientación más
bien bruscamente en o casi en la un ión toracolumbar (Fig.
9.60). La brusca transición en el plano fron tal a sagital tal vez
explique la incidencia relativamente alta ele paraplejías trau-
máticas en esta unión. El tórax, que la caja torácica mantiene
con rigidez relativa, tiene libertad para flexionarse como una
unidad sobre la región lumbar superior. Un gran momento de
flexión generado por el tórax puede concentrar una excesiva
tensión de hiperílexión en el extremo de la región lumbar
superior. Si es lo bastante grave, la tensión puede fracturar o
luxar los elementos óseos y posiblemente dañar el extremo
caudal de la médula espinal o la cola ele caballo. Los aparatos
de fijación quirúrgica implantados para inmovilizar una unión
toracolumbar inestable son especialmente susceptibles a fallos
a la tensión en comparación con otras regiones de la columna
vertebral.
Unión de Ls-S1
Como cualquier unión intervertebral tlpica, Ja unión de L5-S1
tiene una sincondrosis en sentido anterior y un par de articu-
laciones cigapofisarias posteriormente. Las superficies ele las
carillas de las articulaciones cigapofisarias ele Ls-51 suelen
orientarse en un plano más frontal que las de otras regiones
lumbares.
La base (arriba) del sacro se inclina de forma natural en
sentido anterior e inferior, formando un ángulo sacrohorizon-
FIGURA 9.61. Vista lateral que muestra la biomecánica responsable
de las fuerzas de cizallamiento en las sincondrosis entre los cuerpos
vertebrales de L;-S1 y la región lumbar media (L~.q) . El ángulo sacro-
, horizontal (a) de Ls-St es el ángulo entre el plano horizontal )' la
superficie superior del sacro (A). El PC (peso corporal) es el peso del
cuerpo situado por encima del sacro. PC~ es la íuerza normal del
peso corporal en dirección perpendicular a la superÍicie superior del
sacro. PCs es la íuerza de cizallamiento del peso corporal en direc-
ción paralela a la superficie superior del sacro. La íuerza articular
(FA) de la articulación cigapoíisaria de L;-S1 aparece como una fle-
cha gris )' cona. El vector de la fuerza del músculo erector de la
columna activo aparece al cruzar Ls-St (ES/5-1) (B). ES/5-1 N es la
fue rza normal del músculo en dirección perpendicular a la superficie
superior del sacro. ES/5-1 s es la íuerza de cizallamiento del músculo
en di rección paralela a la superficie superior del sacro. El vector de
íuerza del erector de la columna aparece al cruzar LH (ES/3-4) (C)
ES/3-4N es la íuerza normal del músculo en di rección paralela a la
superficie superior de L4 . ES/3-4s es la íuerza ele cizallamiento del
músculo en dirección paralela a la superficie superior de L4. En el
texto aparecen más detalles. (Creado con la ayuda ele Cuy
Simoneau )
298 Sm:ió11 111 Esi¡udctc> cLxicrl
Espondilolistesis anterior en Ls-81
Espondilolistesis anterior es un término general que describe el
deslizamiento o desplazamiento anterior de una vértebra
respecto a otra. Esta afección suele darse en la unión de Ls-S1.
El término espondilolistesis deriva del griego «espondilo»,
vértebra, y «listesis», deslizarse. El grado de deslizamiento
anterior suele estar graduado en gravedad entre 1 y IV. La fig ura
9.62 muestra una espondilolistesis grado 2. Asociada con
espondilolistesis anterior se aprecia una fractura bilateral de la
porción articular, una sección de las vértebras lumbares a medio
camino entre las apófisis articulares superior e inferior (ver Fig.
9.31 ). Los casos graves de espondilolistesis anterior pueden
lesionar la cola de caballo, ya que este fascículo de nervios pasa
por la unión de Ls-81 .
Como se describe en la figura 9.61A, el aumento de la lordosis
lumbar abre el ángulo sacrohorizontal normal, lo cual incrementa
la fuerza de cizallamiento anterior entre Ls-Si. los ejercicios y
otras acciones que generen hiperextensión forzada de la columna
lumbar suelen estar contraindicados para los casos
de espondilolistesis anterior. Como se aprecia en la figura 9.61B,
el vector de fuerza del músculo erector de la columna que cruza
Ls-S1 (ES/5-1) crea una fu erza de cizallamiento anterior (ES/5-1 s)
paralela al cuerpo superior del sacro. La dirección de este
cizallamiento es una función de la orientación de las fibras
adyacentes del erector de la columna y del ángulo sacrohorizontal
de 40 grados. En teoría, una fuerza muscular mayor aumenta el
cizallamiento anterior e inferior de la unión de ls-S1, sobre todo
si la activación muscular también exagera la lordosis regional.
Las fuerzas de cizallamiento en dirección anterior producidas
por el músculo erector de la columna a nivel lumbar se dan
sobre todo en la unión de ls-S1 y no, por regla general, en toda
la región lumbar. Como se aprecia en la figura 9.61 C, en una
postura normal, las superficies superiores de los cuerpos de las
vértebras lumbares medias se sitúan por lo general en una
postura de orientación más horizontal. El erector de la columna
que cruza estas regiones produce un cizallamiento posterior
sobre las sincondrosis entre cuerpos de las vértebras lumbares
(ver Fig. 9.61C, ES/3-4s) .63 Este cizallamiento muscular puede
compensar mucha de la fu erza anterior natural que se da al
levantar cargas grandes por delante del cuerpo.
FIGURA 9.62 . Esponclilolístesis de segundo grndo. (Modificado
ele Magee DL: Orthopedic Pliysical Asscssme11t, 3:' ed. Filadelfia,
WB Saunders, 1997.)
dos produce una íuerza de cizallamiemo anterior en la unión
de b-S1 igual al 64% del PC impuesto. El aumento del grado
de lordosis lumbar aumenta el ángulo sacrohorizontal. Si el
ángulo sacrohorizotllal aumentara hasta 55 grados, por ejem-
plo, la fuerza ele cizallamiento amerior aumentaría a un 82%
del PC impuesto. En bipeclestación o seclestación, la lordosis
lumbar puede aumentar debido a este grado de inclinación
anterior ele la pelvis (ver Fig. 9.68A). (La inclinación de la pel-
vis se define como el arco cono ele rotación en el plano sagi-
t<1I de la pelvis respecto a los íémures. La dirección ele la incli-
nación se mani fiesLa en la dirección ele la rotación ele las
crestas de la pelvis.)
Varias estructuras estabilizan el alineamiento ameroposte-
rior de la unión ele L5-St, sobre todo el ligamento longitudinal
anterior )' el ligamento iliolumbar. El ligamento longitu-
dinal anterior cruza anterior a la un ión de L5-S1. El ligamento
i/iolumbar surge de la cara in íerior de la apófisis transversa de
Ls y fibras adyacentes del músculo cuadrnclo lumbar. El liga-
memo se inserta infe riormeme en el ilion , justo anLerior a la
articulación sacroilíaca, y en la cara superolaternl del sacro
(ver Fig. 9.74). Como par bilme ral, los ligamentos iliolumba-
res aponan un anclaje firme entre las vértebras lumbares iníe-
riores y el ilion y sacro subyacentes. 112
Además ele los tejidos conjunLi\'OS, las anchas y robustas
carillas art iculares de las articulaciones cigapofisarias ele L5-St
aportan estabilidad ósea a la unión de L5-S1. La inclinación en
el plano casi fron tal de las superficies de las carillas opone
resistencia a pane del cizallamiento ante rior en esta región.
Este bloqueo crea una fuerza en la articulación cigapofisaria
(ver Fig. 9.61A, !lecha FA). Sin una estabilización adecuada, el
extremo in íerior ele la región lumbar puede deslizarse hacia
delante respecto al sacro. Esta afección anormal y potencial-
mente grave se denomina esponclilolistesis.
CINEMÁTICA DE LA REGIÓN LUMBAR
En la tabla 9.12 aparece una lista ele la media de la amplitud
del movimiento de la región lumbar. En bi peclestación , la
región lumbar de un adulto sano suele exhibir unos 40 a 45
grados ele lorclosis.~2 La lordosis lumbar es mayor en l<1s muje-
res que en los hombres, siendo máximas las diferencias des-
pués de la quinta década de vicia (Fig. 9.63). 7 En comparación
con l<1 bipedestación , la seclestación reduce la lordosis lumbar
en torno a 20-35 grados.
Cinemática en el plano sagital de Ja región lumbar
Aunque los datos varían según los estudios y poblaciones. en
torno a 50 grados de ílexión y 15 grados ele extensión se dan
en la columna lumbar sana.so.a2 Es una ampl itud del movi-
miento sustancial si tenemos en cuenta que comprende sólo
cinco uniones intervertebrales. Este predominio del movi-
miento en el plano sagital se debe en gran medida a la desvia-
ción prevalenLe en el plano sagital de las superficies de las
carillas ele las articulaciones cigapofisarias lumbares. Como
principio general, el grado de ílexión y extensión lumbares se
incrementa ele modo gradual en dirección craneal a caudal.
Las siguientes exposiciones cinemáticas abarcan la cinemá- (
 - 299

-( /)
o
"O
60
55
-ti- Hombres
__..... Mujeres
...
Cll

FIGURA 9.63. Trazado gráfico ele los cambios

en Ja lordosis lumbar con el e1l\'cjecimicnto.
-...
C)

Cll
.&l
50
45 ·

(Datos de /\monoo- Kuofi HS: Changcs in 1hc E 40

Jumbosacrnl angle. sacra! inclination and thc .2
(/) 35
curvaiure oí the lumbar spine cluring aging. ·¡¡;
Acta Anal 145:373-377, 1992.) o 30
...o
"O
_, 25
20
2 3 4 5 6
Década

¡ ~f2~A~1-1plitud··;,;..l~i~1;Hla -d el m~vimicnto c;1-· rl 1ABLA 9 ' 13. Organiz~c-i ón -(¡C I~ c-i.~emá~i~-i~·~I ~l plami '~
lo~lli~ ' plan~>S de 'm_ovimic nto para la región lumhar J sagital ele ·' ª regió1~_ !t!1E~ar . ___ __ .. _ __ J
Flexión y extensión Rotación axial Flexión lateral Flexión de la región lumbar
(plano sagital, (plano horizontal, (plano frontal,
grados) Efecto sobre el diámetro del agujero intervertebral )' la migración
grados) grados)
del anillo pulposo
Flexión: 50 5 20 Éxtensión de la región lumbar
Extensión: 15
Total: 65 Efecto sobre el diámetro del agujero imer,•enebral y la migración
del anillo pulposo
Los ll10\'11lliClllOS en el plano honwmal r fron1al -;.• dan hacia un w lo lado Datos Ritmo lumbopélvico durante la flexión y extensión del tronco
de rea rey, )' 01 ros. t 984: Pearey .mcl T1hrc\\'al. 1QIH.

Efecto de la inclinación pélvica sobre la columna lumbar

Correlaciones terapéuticas y eincsiológicas entre la inclinación
tica lumbar y las poderosas relaciones cinemáticas entre la pélvica anterior y el aumento de la lordosis lumbar
región lumbar, el tronco en conjunto y las extremidades iníe- Correlaciones terapéuticas y cinesiológicas emre la inclinación
riores (Tabla 9.13). pélvica posterior y la reducción de la lordosis lumbar
Postu ra en sedestación y su efecto sobre el alineamiento de
Flexión de la región lumbar las regiones lumbar y craneocervical
La figura 9.54 muestra la cinemática ele la flexión de la región
lumbar en el contexto de la flexión del tronco y las caderas. La 40- ~
ílexión de la pelvis sobre los Íémures (caderas) aumenta la ten-
sión pasiva de los músculos isquiolibialcs estirados. Con el s"'
e;¡
35 -
exlremo inferior ele la columna venebral íina por las anicula- 'C
~ 30-
ciones sacroilíacas, la flexió n continuada de la región lumbar ~ -
media e inferior inviene la lordosis natural de la región lumbar. "'E 25 -
~
Durante la ílexión entre L2. 3, por ejemplo, las carillas ~
Q)

e
articulares iníeriores de L2 se deslizan en sentido superior )' •o
·;:e
20 -
-
amerior, respecto a las carillas superiores de LJ (ver Fig. ~ 15 -
9.548). Como consecuencia, las fuerzas musculares y graviia- ..!!!
cionales se lransfieren lejos de las aniculaciones cigapoíisarias, "' 10 -
"'
·¡:;
las cuales aguantan por lo general en Lorno al 20% ele la carga e
!? 5-
vcnebral total en bi pedestación e recta.~ y hacia los discos y "'
·¡¡;
Q)

ligamentos espinosos posteriores. Los discos están compri mi- a:

.........
º _.._...._.,........,.__~_._~, ~~-'-~,-'-~~-'-....-
, ~

dos miemras los ligamenlos poslcriores están tensos. En fle- Cápsula de la articu- Disco ligamentos ligamento
xión extrema, la cápsula articular ele las articulaciones cigapo- lación cigapotisaria supraespinoso e amarillo
lnterespinoso
fisarias totalmente estirada restringe la migración anterior
FIGURA9.64. Los resultados ele experimentos con cadá,·eres muestran
adicional de una vértebra superior.Ye.. La posición flexionada la resistencia relath·a que ofrecen los tejidos no musculares comra un
extrema reduce de modo significativo el área de comacto con momento de ílexión en la columna lumbar. Las mediciones se registra·
las superficies de las carillas de las articulaciones cigapofisa- ron en los extremos de la ílexión lumbar en el momento de insuficien-
rias. Parad~jicamente, aunque una columna lumbar ílexio- cia del tejido. (Datos de Adams Mi\, Huuon WC, Stolt JRR: The resis-
nada por complelo reduce la íuerza total sobre una articula- tancc to ·ncxion of the lumbar intervencbral joint. Spine 5:245-253,

L
1980.)
300 )t'tcwn 111 Esqud1·1c1 cl\ICll

ción cigapofisaria dada, la presión (íuerza por área de unidad)
aumenta sobre el área superíicial reducida bajo contacto. Una
presión alta puede dañar las an 1culaciones con superíic1es
aniculares anormal mente desarrolladas.
Como medio ele comparación, la figura 9.64 muestra la
resistencia relativa que ofrecen los tejidos conJLmtivos locales
a la ílexión extrema en la región lumbar."' Tiene interés clintco
la resistencia relativamente grande que ofrece la cápsula
articular estirada que rodea las articulaciones cigapoíisarias
estiradas. En la columna lumbar ílexionada, la tensión pasiva
de la cápsula de las articulaciones cigapoíisanas ílexionadas
reduce la carga por compresión sobre los discos intervenebra-
les. Stn embargo. una cápsula articular debilitada o sobreesti-
rada tal vez no pueda generar suficiente tensión para proteger
los discos de lesiones. Las cápsulas de las aniculacioncs ciga-
pofisarias se estiran en exceso por una postura sedente y cró-
nica con la espalda hundida.
r·lcxión lumbar: "u efecto '>Obre el cliamctro del agujero
intervcn cbrnl y la migración del anillo pu lposo
Respecto a la posición neutra, la ílextón completa de la
columna lumbar aumenta el diámetro de los agujeros imerver-

Hernia del núcleo pu l¡1oso
El nombre formal de un disco roto o desplazado es hernia del
núcleo pulposo. La mayoría de las hernias comprende una
significativa migración posterolateral o posterior del núcleo
pulposo hacia la médula espinal o las raíces de los nervios
espinales (Tabla 9.14 y Fig. 9.65). La protrusión nuclear, la forma
más leve de hernia, tal vez cause dolor local de espalda por la
presión ejercida contra la porción posterior del anillo y/o el
ligamento longitudinal posterior. Las hernias que provocan
prolapso, extrusión o secuestro ejercen presión directa sobre
elementos neurales. Como consecuencia, el dolor suele irradiar de
la espalda hacia dermatomas asociados por las extremidades
inferiores. La debilidad muscular y los reflejos alterados de los
tendones profundos de las piernas pueden ser producto de la
compresión de los tejidos neurales.
Aunque una hernia de disco suele causar lumbalgia, nadie con
lumbalgia presenta afectación discal. La lumbalgia puede deberse a
cierto número de factores con independencia o sumados al
prolapso discal. Son factores esguinces de músculos-ligamentos,
inflamación de las articulaciones cigapofisarias sacroilíacas, e
irritación o compresión de raíces nerviosas. A menudo la razón del
dolor es desconocida, y en ocasiones el dolor remite
espontáneamente. El dolor, en general, se da con relativa
frecuencia, incluso en personas por lo demás sanas.
El porcentaje de personas con lumbalgia por hernia de disco es
incierto, pero significativo. Las personas con hernia de disco han
generado muchas investigaciones sobre los métodos de
diagnóstico,4o los mecanismos de las hernias,69 la epidemiología
asociada,70.101 la rehabilitación físicas1y la eficacia de la cirugía.as
Dos mecanismos suelen intervenir en las hernias de disco.2,3
El primer mecanismo comprende una fuerza de compresión muy
grande y repentina sobre la columna lumbar flexionada o, lo más
probable, flexionada y en rotación axial (girada). Este mecanismo
suele asociarse con un solo episodio como una caída o el levan-
Definición del tipo nuclear
Pro1rusión El núcleo pulposo desplazado se mantiene en
el anillo fíbroso. pero puede crear un bullo
por presión sobre la médula espinal
Prolapso El núcleo pulposo desplazado llega al borde
pos1erior del disco, pero se mantiene en las
capas externas del anillo fibroso
Extrusión El anillo fíbroso se rompe, dejando escapar
por completo del disco al núcleo pulposo
que entra en el espacio epidural
Secuestro Porciones del núcleo pulposo y fragmentos del
anillo fibroso quedan alojados en el espacio
epidural
l os upos se rcp1tSCouan en magni1udes cada l'CZ mayores de gra•·edad.
De Magcc Dl: Onhopeclic Phys1cal Assessmem. 3.' ed. l'h1lnclclphia, WB
Saundcrs, 1997 .

----- Anillo fibroso f

Fibras anulares interrumpidas e
Material t1
nuclear libre
() ~ p
~<>evo E

~
---(--~)~\) L;
rit
Ci

~
pl
PROTRUSIÓN EXTRUSIÓN es
D in1
PROLAPSO SECUESTRO po
FIGURA 9.65. Tipos de hernías de disco. (De ~ lagce DL: 01tl10pec/ic Pltysical l\ssessme111. 3.• ed. Filadelfia. WB Saunders, 1997.) rio
res

b

tamiento de una carga pesada. El segundo mecanismo comprende
una serie de múltiples fuerzas de compresión de poca magnitud, a
menudo impuestas sobre la columna lumbar flexionada. Este
mecanismo del prolapso suele producirse de forma gradual por
microtraumatismos acumulativos, como tras muchos años de
levantamientos o inclinaciones repetitivos con una espalda
excesivamente flexionada.
La columna flexionada y/o con giro lumbar deja el disco
mecánicamente vulnerable a la protrusión. Una columna
flexionada estira y adelgaza el lado posterior del anillo porque el
gel nuclear se ve desplazado en sentido posterior, a menudo bajo
una gran presión hidrostática.71 El grado de presión hidrostática
será mayor cuanto mayor sea la activación de los músculos del
tronco, por lo general como respuesta a grandes momentos
externos. Con una presión hldrostática lo bastante alta, el gel del
Factores que favorecen la hernia de disco en la columna
lumbar
• La propensión a las fisuras o rowras del anillo posterior que
deja una vla al ílujo del material del nüclco.
• Un núcleo lo bastante hidratado estrucLunilmente y capaz
de ejercer una presión elevada.
• Incapacidad del anillo posterior para resistir la presión
radial del núcleo.
• Una carga axial aplicada sobre la columna doblada
(ílexionada) y girada.
tcbrales en un 19% y aumenta el volumen del conduuo ver-
tebral un l l %.·•5 Terapéuticamcntc , la ílexión de la región
lumbar suele emplearse para reducir de modo temporal la pre-
sión sobre la raíz de un nerYio lumbar comprim1do por un
agujero obstruido. En ciertas circunstancias, esta ventaja tera-
péutica potencial tal vez se asocie con un inconveniente tera-
péutico potencial. Por ejemplo, la ílexión de la region lumbar
genera fuerzas de compresión sobre el lado anterior del disco,
lo cual tiende a hacer migrar el núcleo pulposo en sentido
posterior.JO La magnitud de la migración es peque r~a en las
columnas sanas. En una persona con el ani llo posterior debi-
litado, la migración posterior del núcleo pulposo aumenta la
presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas. Estos
efectos terapéuticos de la ílexión en la región lumbar deben
tenerse en cuenta al planificar un programa de ejercicios para
personas con lumbalgia generalizada.
Extensión de la región lumbar
La extensión de la región lumbar es esencialmente lo contra-
rio ele la ílexión (ver Fig. 9. 558) y aumenta la lordosis natural.
Cuando la extensión lumbar se combina con extensión com-
pleta de las caderas, la tensión pasiva de los músculos ílexores
estirados de la cadera ayuda a mantener la lordosis por l::t
inclinación anterior ele la pelvis La extensión entre L1 y Ll,
por ejemplo, se produce mientras las caril las articulares infe-
riores de L2 se deslizan en sentido inferior y un poco posterior
respecto a las carillas superiores de LJ. La extensión completa
301
núcleo crea o halla una fisura preexistente en el anillo posterior.
Una columna rotada parcialmente deja tensas sólo la mitad de las
fibras posteriores del anillo, con lo cual reduce la resistencia
potencial que puede aplicarse contra el gel nuclear que avanza.
A pesar de la abundancia de literatura y evidencias anecdóticas,
todavía no hay una sola explicación de causa y efecto que sirva
para todas las formas de hernia de disco. Los cuatro factores
enumerados en el cuadro parecen ser especialmente importantes.3
El prolapso discal puede producirse incluso en ausencia de
traumatismos o sobrecargas mecánicas. Una postura habitual y
crónica de sedestación con la columna lumbar flexionada y
abombada puede predisponer a sufrir migración posterior del
núcleo pulposo. Una postura lumbar crónicamente flexionada
puede, con el tiempo, forzar el anillo posterior hasta un punto
donde no puede resistir una potente migración posterior del
núcleo inducida por la hiperflexión. No obstante. esta explicación
es objeto de revisión porque la incidencia de prolapsos discales en
la región lumbar es muy baja en culturas en las que la gente suele
estar en cuclillas con la columna lumbar casi en flexión máxima.
El disco lumbar sano con el anillo fibroso intacto es muy
resistente a la hernia de disco, incluso ante una gran fuerza de
flexión. La razón de esta incidencia relativamente alta de prolapsos
discales en las culturas occidentales sigue sin explicarse del todo.
Deben tenerse en cuenta varios factores que comprenden distintas
variables, tal vez interrelacionadas. Los factores son sobrecargas
mecánicas, patologías, mala nutrición, la edad, el estilo de vida,
lesiones previas. el hábito laboral, aspectos socioeconómicos y la
genética.
aumenta el grado de la carga)' el área ele contacLO en las art i-
cu laciones cigapofisarias.
En la postura neutra de bipedestacrón, el disco sano es la
estructura pnmaria que soporta la carga de la región lumbar.
Como wl . los elíseos sanos reducen la carga impuesta sobre las
articulaciones cigapofisarias y. por tanto, las protegen de un
desgaste excesi\'O. En los discos enfermos o muy deshidraLa-
dos. una mayor proporción de la carga tOLal se desplaza a las
articulaciones cigapofisarias. No es inhabitual que una per-
sona con una discopatia grave desarrolle osteoartritis en las
articulaciones cigapofisarias lumbares.
Ex lcnsió11 de la columna lumbar y su eft:cto sobre el
diámelro del agujero inlcrvcnebrnl y La migrncion
del anillo pulposo
Respecto a la posición neutra, la extensión 1umbar com-
pleta reduce el diámetro ele los agujeros intervenebralcs un
11 % y el volumen del conducto vertebral un 15 %.~5 Por esta
razón, los médicos suelen sugerí r a las personas con compre-
sión de una raíz nerviosa por estenosis del agL~cro intervene-
bral que limiten las actividades que impliquen htpcrextensión.
La extensión, no obstanLe, tiende a hacer migrar el anillo
fibroso en sentido anterior)ll Las personas con protrusión o
prolapso del núcleo pueden hallar que la extensión reduce el
dolor asoci;1do con la presión sobre la médula espinal o las raí-
ces nerviosas. La postura Lordótica lumbar normal tal vez res-
trinja la migración del núcleo pulposo de un disco debilitado
302 Sccc1m1 111 Esquclclo ¡txicrl

Ritmos lumbopéh icos usado~ durante la flexión del tronco

Flexión normal de la columna Flexión limitada de las caderas Flexión lumbar limitada con
lumbar y las caderas con excesiva flexión lumbar fl exión excesiva de las caderas
FIGURA 9.66. Tres ritmos lumbopélvicos distintos empleados para la ameílcxión del tronco hacra el suelo con las rodillas rectas. A, El ritmo
lumbopt lvico típico consiste en unos 40 grados de ílexión de la columna lumbar>' 70 grados de ílexión de las caderas (la pelvis sobre los fému-
res). B. Con ílex1ón limitada de las caderas (p. ej .. por tirantez de los isquiotibialcs), se requiere mayor ílcxión de la columna lumbar y <lors:1I
inferior. C, Con movilidad lumbar limitada, se requiere mayor ílexión de las aniculaciones coxoíemorales. Las ílechas rojas indican la movili-
dad linmacla o rcstri ngida.

y no se acerque a los elementos neurales. Es incierto si el
núcleo pulposo migra de íorma similar en el caso de discos
sanos o degenerados.'º
Ritmo lumbopélvico durante la flexión y extensión del tronco
Junto con las articulaciones coxofcmorales, la región lumbar
aporta el mayor punto de pivote a la ílexión y extensión del
tronco, sobre todo durante actividades como la ameílexión, la
escalada y el levantamiento de pesos. La relación cinemática
entre la columna lumbar y las articulaciones coxofemorales
durante los movimientos en el plano sagital se denomina ritmo
lumbopélvico. El conocimiento del ritmo lumbopélvico normal
durante la ílexión y extensión del tronco a}ruda a disunguir la
patología que afecLa a la columna y las caderas.
Ritmo lumbopélvico durante la ílexión del tronco
Consideremos la acción habiLUal de la ameílexión del
tronco hacia el suelo con las rodillas estiradas. Este movi-
miento se mide como una combinación de unos 40 grados de
flexión lumbar y 70 grados de fl exión coxal (pelvis sobre los
fémures) (Fig. 9.66A).27 Aunque son posibles muchas estrate-
gias, las caderas y la columna lumbar se suelen flexionar
simultáneamente durante el arco de flexión del tronco, ini-
ciándose el mov11n1emo en la columna lumbar.75 La figura
9.66B y C muestra los ritmos lumbopélvicos anormales aso-
ciados con una restricción acusada de la movilidad de las arti·
e
culactones coxofemorales (B) o la región lumbar (C). Tanto en $
B como en C, el grado de ílexión general del tronco es redu- ~
cido. Si se requiere más ílexión del tronco, las articulaciones St
coxofernorales o la región lumbar pueden compensar mutua- e
mente la movilidad limitada de la otra. Esta situación tal vez
aumente la tensión sobre la región que compensa la falta.
Como se aprecia en la figura 9.668, con ílexión limitada de la ce
cadera por la restricción de la extensibilidad de los isqui0Lib1a- ca
les, por ejemplo, la anteílexión del tronco requiere mayor fle· ni1
xión de columna lumbar y dorsal inferior. Finalmeme, la fle· ra1
xión exagerada puede estirar en exceso los tej idos conjumivos SOi
posteriores, como los ligamentos interespinosos, el anillo un,
fibroso posterior, el ligamento longitudinal posterior, la cáp· de
sula de las articulaciones cigapoíisarias y la fascia toracolum·
bar, o aumentar la tensión sobre los discos y las articulaciones 1
cigapofisarias. E
En contraste, como se aprecia en la figura 9.66C, la mov1li· dest
ciad limitada de la columna lumbar puede requerir mayor íle· fase
xión de las articulaciones coxofernorales. Pueden necesitarse tron
mayores fuerzas de los músculos extensores de la cadera que, exte1
- Ritmos lumbopélvicos normales durante la extensión del tronco
303

lsquiotibiales

Peso corporal Peso corporal Peso corporal

Fase inici;.11 Fase media Terminación

FIGURA 9.67. Tres ritmos lumbop~lv1cos tipicos en tres fases empicados para extender el tronco desde amcílcxión. El mO\imielllo se divide
arbitrariamente en tres fases cronológicas (A a C) En cada íase se asume que el eje de rotación de la extensión del tronco atra1·icsa el cuerpo
de Ll. A, En la fase inicial, la extensión del tronco se produce en 11111}10r medida por la extensión ele lt1s caderas (la pelvis sobre los fémures),
con la poderosa activación de los músculos extensores de la cadera (glúteo mayor e isquiocibiales). B, En la j(ISC ml!dic1, la extensión del tronco
se produce con un ma>1or grado de extensión de la columna lumbar. La fase media requiere un aumento de la activat:ión ele los músculos e.x1en·
sores lumbares. C, Durante la termin<1ción del movimiento, la actividad muscular suele cesar una vez que la linea de fuerzt1 del peso del cuerpo
se sitúa posterior a las caderas. El brazo de palanca del momemo externo empleado por el peso corporal se representa con una lfnca negra.
Cuanta mayor es la intensidad del color rojo. mayor es la intensidad relativa de la activación muscular.

como consecuencia, aumentan la fuerza de compresión en las
caderas. En las personas con caderas sanas este aumento de
nivel relativamente bajo de la íuerza de compresión suele tole-
rarse sin degeneración o malestar de los cartllagos. En una per-
sona con una afección previa de cadera (p. ej., osteoartritis y
una asimetría articular macroscópica), el aumento de la fuerza
de compresión puede acelerar los cambios degenerativos.
la columna lumbar (Fig. 9.67B a C).75 Este ritmo lumbopél-
vico normal reduce las demandas sobre los músculos extenso-
res lumbares y las articulaciones cigapofisarias y discos subya-
cen tes, con lo cual se protege la región de tensiones altas. El
retraso de la extensión lumbar desplaza la demanda de
momento extensor a los poderosos extensores de la cade ra
(isquiotibiales y glúteo ma} or), en el momento en que el
1

momento de ílexión externa sobre la región lumbar es

Ritmo lumbopélvico durante la extensión del tronco
El ritmo lumbopélvico típico usado para extender el tronco
desde una posición de anteílexión aparece en una serie de
fases consecutivas en la ílgura 9.67A a C. La extensión del
tronco con las rodillas extendidas suele iniciarse mediame la
extensión de las caderas (Fig. 9.67 A). Le sigue la extensión de
máximo (el brazo de momento externo se muestra con una
linea negra, ver Fig. 9.67 A). En este escenario, la demanda
sobre los músculos extensores lumbares aumenta sólo después
de que el tronco está lo bastante erguido, y se ha reducido el
brazo de palanca del momento externo respecto al peso del
cuerpo (Fig. 9 67B) Las personas con lumbalgia grave tal vez
304 ~ca1m1 111 E~<¡udcto '""''

Inclinación péh ica anterior con c:xtensión lumbar Inclinación pélvica posterior l'On fl e:xión lumba1·

Extensores
lumbares

Extensores
de la cadera

A
( B
(
Extensión interverlcl>nil lumbar Fle:xión inten crlcbral lumbar
Conducto vertebral

Disco
i intervertebral
Núcleo
Ligamento pulposo
interespinoso

e
Agujero
intervertebral 1..
Nervio espinal

D J
FIGURA 9.68. Inclinación anterior )' posterior de la pelvis)' su efecto sobre la cincmatirn de la columna lumbar. A)' C. La 1nc/i11acio11 cm/l'lior
de 1<1 pe/vis extiende la columna lumbnr )'aumenta la lordosis. Esta acción tiende a desplazar el núcleo pulposo en sentido anterior y reduce el
diámetro de los agltjeros inte rven cbrnlcs. 13 y D, La i11cli11ació11 posl('rior ele la p1•lvis ílcxiona la colum na lumb:ir )' reduce la lordosis. Esta acción
tiende a desplazar el núcleo pulposo en sentido posterior y aumc111a el di ñmctro de los agujeros intervencbrnles. La act ividad muscular se repre-
senta en rojo.

difieran a propósito de la contracción activa de los músculos
extensores lumbares hasta que el tronco esté casi vertical.
Después de ponerse de pie y erguidos, los músculos de la
cadera y la espalda suelen estar inactivos siempre y cuando el
vector de fuerza generado por el peso c.lel cuerpo se halle pos-
terior a las articulaciones coxofemorales (Fig. 9.67C).
Efecto de la inclinación pélvica sobre la columna lumbar
La ílexión y extensión de la columna lumbar se produce
mediante dos estrategias de movimiento fundamentalmente
distimas. La primera estrategia suele usarse para desplazar al
máximo el tren superior del tronco y las extremidades supe-
riores respecto a los muslos, como al levantar objetos o tratar
de alcanzarlos. Como se aprecia en las figuras 9.66 y 9.67. esta
estrategia combina ílexión )'extensión máximas de la columna
lumbar con un arco amplio de movimie11Lo del tronco y de la
pcl\'iS sobre los fémures (cadera). Una segunda estrategia con-
siste en inclinar la pel\'is en un arco relativame11Le corto. con
el tronco casi estacionario. Como se aprecia en la figura 9.68A
a O, la inclinación pélvíca anterior o posterior acentua o
reduce la lordosis lumbar. Medida en bipedestación, existe
una relación aproximada de uno a uno entre el cambio de la
inclinación pélvica y el cambio asociado ele la lordosis lum-
bar.~'> El cambio de la lordosis altera la posición del núcleo
pulposo en el disco y altera el diámetro ele los agujeros inter-
venebrales.
El eje de rotación ele la inclinación pdvica atraviesa las dos
aniculaciones coxofemorales. Esta asociación mecánica vin-
cula estrechamente el mo,·im1e1110 (pelvis sobre fémures) de
las articulaciones coxoíemorales con el de la columna lumbar.
Esta relación se expone con más detalle en el siguieme apar-
tado)' de nuevo en el CapíLUlo 12.
- 305
FIGURA 9.69 . Relación entre los músculos llcxores de la cadera ten-
sos, la mclinaeión pél\'ica amerior excesiva}' la lordosis lumbar cxa-
gcnicla. El eje ele rOLación mcdial-laLeral ele lii caden1 se mucsm1 con
un circulo blanco. A, Se muestra una contractura en ílexiün de la
cadera dcrec.:ha mediante el ;111gulo (a ) formado emre el fémur (linea
roja) }' una linea blanca que representa la pos1c1ón de la pelvis (es
decir, una linea que conecta las espinas ihacas amero-)' postcrosupc-
rio r). La cadera izquierda es normal y se 111a111 icnc flexionada para
manLencr la pelvis todo lo indinada posteriormente (neuLra) posible.
B, Con ambas piernas apo}'adas en la colchoneta, la Lension creada
en los llexores tensos y acortados de la cadera derecha inclma la pel-
vis en senudo anterior, exagerando la lordosis lumbar C\'idente en el
espacio creado en la región lumbar. La contractura de los ílcxorcs de
la cadera sigue presenLc, pero enmascarada por la posición de incli-
nación anterior de la pelvis.
Correlaciones tcrapcuticas y cincsiológieas
entre la inclinación pélvica anterior y el aumento
de la lordosis lumbar
La inclinación anterior activa ele la pelvis se debe a la acción
de los músculos extensores ele la espalda )' ílexores de la
cadera (Fig. 9.68A). El fortalecimiento y el aumento del con-
Lrol de esLos músculos favorecen en teoría una posLurn más
lordótica ele la columna lumbar. Aunque esLa idea sea intri -
gante, no se sabe si una persona puede adopLar )'mantener ele
modo subconsciente una postura pélvica aprendida reciente-
mente. No obstame, mamener la postura lordótica natural de
la columna lumbar es un principio funclamemal sostenido por
Ivlcl<enzieC>s para personas con hernia de disco. El aumento de
la extensión lumbar reduce la presión interna del clisco7J y, en
algunos casos. reduce la presión ele contacto entre el material
nuclear desplazado )' los elementos neurales. w Lo!> signos de
esto ultimo suelen describirse clíni<.:amcme como «cemraliza-
ción» de la lumbalgia. lo cual sign ifica que el dolor cliscógeno
(ames en las extrem idades inferiores por compresión de las
raíces nerviosas) migra hacia la region lumbar.22 L-i centraliza-
ción, por tanto, sugiere una reducción de la presión discal
sobre la raíz nerviosa.
La región lumbar puede mostrar una lordosis 111U)' exage-
rada poco deseable desde la perspecti va médica. L1 mecánica
patológica de la lordosis intensa implica a menudo una con-
traclllra en ílexión de las caderas con gran aumento de la ten-
sión pasiva de los músculos ílexores de la cadera (Fig. 9.69A
)' B). Posibles consecuencias negativas ele la lordosis exagerada
son el aumento ele In fuerza de compresión sobre las articula-
ciones cigapofisarias )' el aumento de la fuerza de cizalla-
micnlo amcrior en la unión lt1mbosacra, lo cual posiblemente
derive en esponchlolistesis.
Correlaciones terapéuticas y cinesiológicas cnt re
la inclinación pclvica posterior )' la rcduccion
de la lordosis lumbar
La inclinación posterior activa de la pelvis se produce por
la acción de los músculos abdomi nales r extensores ele la
cadcrn (Fig. 9.68B). fl fonalccimiento )'el aumcntll del con-
trol consciente del pacicnLe de estos músculo!> favorecen en
teoría una reducción de la lordosis lumbar. Este concepto fue
la marca registrada del «ejercicio de ílexión de \\'illtams», un
método Lcrapéutico que recalcaba el estiramienLo de los mús-
culos ílexores de la cadera )' exLcnsores de la espalda, )' el for-
talecimiemo de los músculos abdominales y extensores de la
caclera. tl1<1 En principio, estos ejercicios son más apropiados
para personas con dolor de espalda relacionado con lordosis
lumbar excesiva y aumento significat ivo del ángulo sacrohori -
zontal (ver Fig. 9.6 1). Esta postura , según Williams, se asocia
con discopalias degenerativas, estenosis del agujero intcn-er-
tebral lumbar, formación de osteófitos con irritación ele raíces
nerviosas)' espondilohstesis anterior de la región lumbar infe-
rior.
Postura sedente y su efecto sobre el alineamiento
de las regiones lumbar y craneocervical
Son muchas las personas que pasan mucho tiempo sentadas,
en el trabajo, la escuela, en casa o en un vehículo. Las postu-
ras de la pelvis)' la columna lumbar tienen mucha iníluencia
en la postura de otras :'lreas de la columna ,·en ebral. El Lema
ele la postura sedente tiene implicaciones terapéuticas para el
tratamiemo y prevención de los problemas ,·enebrales.
Aunque la poslllra de la pelvis pueda desviarse en tres planos
en las articulaciones coxofemo ralcs, la exposición siguieme
aborda los efectos de la posll!ra ele la pelvis en el plano sagital
sobre las regiones lumbar y craneocer\'ical.
Consideremos el contraste clásico entre las posturas seden-
tes «errónea» e ideal (Fig. 9.70A )' B). En la postura encorvada
306 Sccdcm 111 Esqucll.'lo vxial
- - - - --- - - -
PUNTO O E 1 N T E R I! S 9 . 1 l
Ejercicios de flexión y extensión para el tratamiento de la
lumbalgia: Conocimiento de las .. compensaciones,,
Como se describe, la flexión y extensión de la columna lumbar
tienen grandes consecuencias, por lo general biomecánicamente
contrastables, sobre las articulaciones intervertebrales, desde
migración discal hasta carga relativa sobre las articulaciones
cigapofisarias (Tabla 9.15). Existe considerable controversia sobre
la eficacia de los distintos métodos de ejercicios para el tratamiento
de la lumbalgia. Un método de ejercicios que recalca la flexión, por
ejemplo, puede ser la intervención biomecánica más apropiada para
un paciente, pero no para otro. Las complicaciones suelen surgir de
la falta de comprensión de la disfunción mecánica exacta origen de
la lumbalgia. Aunque la mecánica y el tratamiento de la lumbalgia
son a veces obvios, el diagnóstico médico exacto no lo es en
muchos casos~
Queda fuera del alcance de este capltulo una exposición profunda
sobre las distintas variables de fisioterapia para el tratamiento de la
lumbalgia crónica. Sin embargo, como principio general, se usa la
fisioterapia para diseñar ejercicios que fortalezcan y estabilicen la
región lumbar, enseñar a los pacientes formas de reducir la carga o
la tensión sobre la región lumbar durante las actividades de la vida
diaria, y para favorecer una amplitud del movimiento indolora y más
normal. Con independencia del método terapéutico específico, el
fisioterapeuta y el médico deben conocer las contraindicaciones
biomecánicas relevantes para el diagnóstico. Adquirir este
conocimiento requiere un saber profundo de la anatomía y
cinesiologla de la región lumbar y años de práctica clínica.
o errónea de la figura 9.70A, la pelvis se inclina en sentido
posterior con una columna lumbar ligeramente flexionada
(aplanada). Finalmente, esla poslura puede causar un acona-
miemo adaplativo de los Lejidos que mantienen esla postura
(ver el cuadro). Una postura sedente encorvada habitual
puede, con el tiempo, estirar en exceso y debilitar el anillo
fibroso poslerior, reduciendo su capacidad para bloquear la
protrusión del núcleo pulposo.
Tejidos que, acortados, predisponen a sentarse
con la espalda encorvada y una inclinación pélvica posterior
• Músculos isquiotibiales
• Ligamento longitudinal anterior
• Fibras anteriores del anillo fibroso
La poswra sedente encorvada suele aumenlar el brazo ele
palanca del momemo exlerno entre la linea ele fuerza del peso
del tren superior y las vértebras lumbares. Como consecuen-
cia, el ma)10r momento flexor incremema la íuerza de compre-
sión sobre el borde anterior de los discos lumbares. Las medi-
ciones de la presión en vivo suelen mostrar mayores presiones
en los discos lumbares en la postura encorvada que con una
postura sedente erecta. los
La poswra sedente de Ja pelvis}' la columna lumbar influye
mucho en la postura de todo el esqueleto axial, incluida la
región craneocervical. Consideremos el contrasle de las postu-
-. -- - ----- -
_
' TA Bl A 9 15. Consecuencias hiomcnínicas
de la fl ex ión y extensión lumharcs
J
Consecuencias biomecánicas del movimiento
Flexión l. Tiende a hacer migrar el núcleo pulposo
posteliormente, hacia el tejido neural
2. Aumenta el tamaño del orificio de los agujeros
intervertebrales
3. Transfiere la carga de las articulaciones
cigapoÍisarias a tos discos intervertebrales
4. Aumenta la tensión de los tejidos conjuntivos
posteriores (ligamentos amarillos, cápsulas de
las articulaciones cigapofisarias, ligamento
longitudinal posterior) y el borde posterior
del anillo fibroso
5. Comprime el lado anterior del anillo fibroso
Extensión l. Tiende a hacer migrar el anillo pulposo
ante1ionnente, lejos del tejido neural
2. Reduce el tamaño del orificio de los agujeros
imervertebrales
3. Transfiere la carga del disco intervenebral a las
articulaciones cigapofisarias
4. Reduce la tensión de los tejidos conjuntivos
posteriores (ver arriba) y el borde posterior
del anillo fi broso
5. Estira el lado anterior del anillo fibroso
ras sedemes de la figura 9.70. Por lo general , la postura plana
de la región lumbar (ver Fig. 9.70A) se asocia con una nUt)'Or
protracc1ón de la cabeza_ 11 Sentarse con la columna lumbar
flexionada adelanta las regiones dorsal }' cervical iníerior por
flexión excesiva. Para mantener una linea de visión horizontal
- como la que se precisa para mirar el monitor del ordenador- ,
la región craneocervical superior debe compensarlo exten-
diéndose un poco. Con el tiem po, esta postura tal vez provo-
que el acortamiento adaptativo de los pequeños músculos
suboccipitales posteriores. Como se aprecia en la figura 9.70B,
la postura sedenle ideal con lordosis nalural y aumento de la
inclinación pélvica anterior extiende la columna lumbar. La
modificación de la poslura de la base (cara inferior) de la
columna tiene un influjo beneíic1oso sobre la postura de todo
el esqueleto axial. La columna dorsal más erguida y extendida
faci lita una base más retraída (extendida) de la columna cervi-
cal, permitiendo una postura con el mentón hacia denlro más
deseable. Como la base de la columna cervical eslá más exten-
dida, la región craneocervical superior tiende a flexionarse un
poco adoptando una postura más neutra.
La poslura sedente ideal de la figura 9. 70B es difícil de
adoptar y mantener por muchas personas, sobre Lodo durante
varias horas seguidas. La fatiga suele aparecer en los músculos
extensores lumbares. Una pbstura sedente encorvada y pro-
longada es un peligro laboral. Además de los posibles efectos
negativos de una región lumbar en flexión crónica, la posturn
--
Peso corporal
FIGURA 9.70. Postura sedente y sus erectos sobre el alinearnirmw de las regiones lumbar>' crancocervical. A. Con una postura enrnrvada. la
columna lumbar se ílcxiona, lo cual reduce la lordosis normal. Como consecuencia, la cabeza tiende a adoptar una poswra •adelantada» (ver
1cx10). B, Con una postura sedente ideal íavorecida por un COJin, la columna lumbar adopta una lordosis normal, lo cual facilit;\ una postura
con el mentón me11do, más deseable para la cabeza.
encorvada aumenta también la tensión muscular de la base de
la columna cervical. La posLUra adelantada de la cabeza
aumenta el momento de ílexión externa sobre la col umna cer-
vical en conjunto, lo cual requiere mayor producción de
fuerza de Jos músculos extensores y los tejidos conJUl1livos
locales. La postura sedeme puede mejorar con una combina-
ción de concienciación, fortalecimiento y estiramiento de los
músculos adecuados, uso de gafas y asientos ergonómicos con
un respaldo lumbar adecuado.
Cinemática en el plano horizontal de Ja región lumbar:
Rotación axial
Se dan sólo 5 grados de rotación en el plano horizontal en
cada lado de la región lumbar. Este movimiento se aprecia en
el contexto de la rotación de la región toracolumbar en la
figura 9.5613. La rotación axial a la derecha, entre L1 y L2, por
ejemplo, se produce mientras la carilla articular iníerior
izquierda de L1 se aproxima o comprime contra la carilla
articular superior izquierda de L2. Al mismo tiempo, la
carilla articular iníerior derecha de L1 se separa (distrae) de
la carilla articular superior derecha de L2.
El grado real de movimiento intervenebral durante la rota-
ción axial está muy limitado en la región lumbar. Sólo se han
medido l, l grados de rotación axial unilateral en la unión
intervertebral de L3.4.93 La orientación casi en el plano sagital
de las articulaciones cigapoíisarias bloquea físicamente la rota-
ción axial. Como se ve en la figura 9.568, las articulaciones
cigapoíisarias localizadas contralaterales al lado de la rotación
comprimen y bloquean todo nuevo movimiento. La rotación
axial también está restringida por la tensión creada en las cáp-
sulas estiradas de las articulaciones cigapofisarias3S y las íibras
estiradas del anillo fibroso.54 Una rotación axial mínima de L
a 3 grados por unión intervenebral lesiona las superficies de
las carillas articulares y el anillo fibroso.12
La resistencia natural a la rotación axial aporta estabilidad
307
Peso corporal
vertical en todo el extremo iníerior de la columna vertebral.
Los bien desarrollados músculos multíl'idos lumbares )' las
articulaciones sacroilíacas relativamente rígidas refuerzan esia
es1abilidad.
Cinemática en el plano frontal de Ja región lumbar:
Flexión lateral
Se dan unos 15 a 20 grados de ílexión lateral a cada lado de la
región lumbar.s i Excepto por diferencias en la oriemación y
es1ructurn de las articulaciones cigapoíisarias. la an rocinemá-
tica de la ílexión lateral es en esencia la misma en la región
lumbar que en la región 1orácica. Los tejidos blandos del lado
opuesto a la ílexión lateral limitan el movimiento (ver Fig.
9.578). El núcleo pulposo migra ligeramente hacia el lado
convexo de la ílexión.
Como en las regiones cervical )' torácica, la ílexión lateral
de la región lumbar se acompaña de cantidades relativameme
pequeñas de rotación axial, y viccversa.18.42.82 Aunque la mag-
nitud )' dirección precisa del acoplamiemo varíe entre perso-
nas y en la misma región lumbar, las investigaciones sugieren
un patrón comralaLeral general. La ílexión lateral activa a la
derecha. por ejemplo, suele acompmiarse de ligera rotación
axial a la izquierda.93 Los mecanismos que explican el péllrón
de acoplamiento de la columna lumbar no están claros.
RESUMEN DELA CINEMÁTICA
DE LA COLUMNA VERTEBRAL
Los siguientes puntos resumen los principales temas cine-
máticos ele la columna vertebral :
l. La columna cervical pennne cantidades relativamente
grandes de movimiento en los tres planos. Lo más notable es
el alto grado ele rotación axial en el complejo de la articulación
atlantoaxial. Se necesita una amplitud grande del movimiento
308
para la onentación espacial del cuello )' la cabeza, donde
encontramos los sentidos del oído, la \'ISia, el olfato )' el equi-
librio.
2. La col111111w dorsal permite un grnclo relativamente cons-
tant e de ílcxión lateral. Esta <:aracterísuca cinemática relleja la
oriemación general en el plano frontal de las articu laciones
cigapoíisarias combinada con la función estabi lizadora de las
costillas.
3. La columna dorsal sostiene )' protege el tórax y los órga-
nos que encierra. Como se describe cn el Capíiulo 11, una
función importante del tórax es aportar un medio mecánico
para la \'entilación.
4. La columna toracolwnbar, en dirección craneal a caudal,
permite cantidades cada ,·ez mayores de ílexión y extensión, a
..
expensas de la rotación axial. Esta característ ica reíleja, entre
otras cosas, la progresiva transformación ele la orientación ele
las an iculaciones cigapoíisarias, de los planos horizontal/fron-
tal en la unión cervical-dorsal hasta casi el plano sagital en la
región lumbar. La oriemación prevalentc casi en el plano sagi·
tal )' vertical de la región lumbar favorece de modo natural la
ílexión )' la extensión, pero restringe la rotación axial.
5. La columna lumbar, junto con la ílexión )' extensión de
las caderas, forma el punto de pivote primario para el movi-
miento en el plano sagital de todo et tronco.
ARTICULACIONES SACROILÍACAS
Las articulaciones sacroilíacas marcan la transición enlre et
extremo caudal del esqueleto axial )'el esqueleto apendicular.
Las aniculaciones análogas en el ex1 remo craneal del esqueleto
axial son las articulaciones estemocla\'lculares del complejo
del hombro. L1s articulaciones eslernoclav1culares y sacroilía-
cas poseen características estructurales únicas y necesarias
para satisfacer demandas fonciona les también únicas. La
rorma sellar de la articulación esternoclavicular tiene por fin
primario la movilidad. En comraste. la gran articulación
sacroilíaca nrny ajustada está concebida sobre todo para apor-
tar estabilidad, siendo la movilidad secundaria, aunque no por
ello deje de ser una fonción importante.
Las diferencias estructurales de las articulaciones eslerno-
claviculares y sacroilíacas suelen reflejar las diferencias de las
funciones generales de las extremidades superiores e inferio-
res. Las articulaciones esternoclaviculares d1sfnnan de tres
grados de libertad de movimiento, una necesidad cla,·e para
mover las manos en el espacio. Las articulaciones sacroilíacas,
en contraste, son estables y relativamente rígidas, )'aseguran
una Lransferencia eficaz ele las cargas entre la columna vene-
bral, las extrem idades inferiores)' el sucio.
La relación exacta entre la estructura)' función de la articu-
lación sacroiliaca es controvertida.<> l7,R7.9i L'I localización de
las articulaciones sacroilíacas parece volverlas susceptibles a
sufrir tensiones anormalmente grandes por la asimetría en la
longilud de las piernas y la postura anormal de la columna o
la pelvis. Sin embargo. no se ha llegado a un acuerdo univer-
sal sobre el mecanismo que describ<1 el deterioro o alinea-
miento defecLuoso ele la aniculación sacroi l!aca como causa
coniente de lumbalgia. Se ha llegado a conclusiones mixtas
sobre la eíicacia de las pruebas cl1111cas diagnósticas y las imer-
vcnc1ones clínicas.bl1.<111.1lis Se suma a la ambigüedad clinit:a de
la articulación sacroilíaca la fa lta de una terminología estandar
que describa la anatomía y cinesiología. Corno resultado, la
importancia biomecánica y clínica de la articulación sacrnilia-
rn suele infravalorarse o sobrc\'alorarsc.
Consideraciones anatómicas
Las demandas estructurales a que se someten las aniculauo-
nes sacroilíacas se abordan en el contexto de todo el anillo pd-
1•irn. Los componcmcs del anillo pél\'ico son el sacro, el par de
articulaciones sacroilíacas, los tres huesos de la hemipelvis
(i lion, pubis e isquion))' la articulación de la sín fisis del pubis
(í=ig. 9 7 1) El anillo pélvico transfiere el peso del cuerpo de
modo bidi reccional entre el tronco)' los fémures. La fuerza del
an illo pélvico depende del ajus1e }'estabil idad del sacro, cnca-
jacJo entre las dos mitades de la pelvis. El sacro, :melado por
las dos art iculaciones sacroilíacns. es la piedra angular del ani-
llo péh-ico.
ESTRUCTURA ARTICULAR Y SOPORTE LIGAMENTARIO
La articulación sacroilíarn se localiza JUSlO anterior a la espma
ilíaca posterosuperior del ilion . Estructuralmente, la articula-
ción se compone ele una articulación relati\'amenle ngicla
e111rc la carilla auricular (del lat1n auridc, orejiia) del sacro y la
cari lla auricular correspond icn1e cid ilion. La superficie articu-
lar de la articulación tiene J'orma semicircular de bumerán,
con el ángulo abierto del «bu meran» en sentido posterior (Fig.
9. 72). Aunque el cartílago anicular revista ambas carillas
auriculares de la articulación. es m¡\s grueso por el lado del
sacro.llt>
En la infancia, la articulación sacroihaca tiene todas las
caracteristicas ele una dianrosis. siendo móvil y estando rode-
ada de una cápsula plegable. Entre la pubertad y la primera
FIGURA 9.71 . Anillo pékico. L:1s ílcdMs muestran la direcrn\n de la
fuerza del peso del cuerpo entre el tronco }' los fémures <Jlcd1c1;; cJ ..,.
c¡•nclnurs y latC'ralcs) }'entre los fémures)' el tronco (/lahas asw1tlfn-
1cs y mediales). La piedra angular del anillo pd\'ico es el s..1cro enca-
jado enLre los dos ilion. (De K:ip:mdji IA: Thr Physinlvgv vfjoints. \ 'OI.
3. Nuev:1 York. Churchill u,·ings1011c, 197'+ .)
- Capitulo 9
FIGURA 9.72. Carillas auriculares de la articulación sacroiliaca. A,
Carilla ilíaca. B, Carilla sacra. (De Kapandji Ji\; The Physiology <?{
joints, vol. 3. Nueva York, Churchill Livingstone, 1974.)
adultez, la articulación sacroilíaca cambia gradualmente ele
una diartrosis a una anfianrosis modificada.1s Lo más notable
es la transición de una superficie articular lisa a otra rugosa.
Una articulación sacroilíaca madura posee numerosas eleva-
ciones y depresiones de contorno recíproco, con bordes afi la-
dos en el hueso y el cartílago anicular (Fig. 9.73).101 Con el
envejecimiento, la cápsula articular se fibrosa cada vez más, es
menos plegable y menos móvil.87 La presencia de osteófüos y
defectos en y en Lomo a la articulación es algo relativamente
FIGURA 9.73. Sección transversal horizontal de una tomografía com-
putarizada (TAC) a nivel ele las articulaciones sacroilíacas. Nótense
las superficies articulares irregulares. (De Weir J, Abrahams PH: A11
lmagi11g Atlas o{ Human A11atomy . $1. Louis, Mosb)'·Year Book, 1992.)
CUNE: #l. recto del abdomen; #2, psoas mayor; #3, ilíaco; #4, glú-
teo menor: #5, glúteo medio: #6, glúteo mayor: #7, sacro; #8, ilion;
#9, aniculación sacroilíaca.
Osteolo~ia y 111·1rolugit1
común, incluso en adultos jóvenes. Las adherencias íibrosas se
309
clan en ambos sexos, antes en los hombres y después de la
menopausia en las mujeres.94 Hacia la octava década de la
vicia, el cartílago hialino se adelgaza y deteriora, y en algunos
casos la articulación se osifica por completo. Los antropólogos
recurren de fo rma rutinaria al estado de la aniculación sacroi-
líaca como método fiable para determinar la edad aproximada
de un espécimen.
Los cambios más bien espectaculares de la esLrucwra
articular de las articulaciones sacroil íacas entre el nacimiento
y la ancianidad son ele alguna forma parecidos a los de las arti-
culaciones que desarrollan osteoanritis.24 Por razones inexpli-
cables, los cambios similares a degenerativos se dan con más
frecuencia en el cartílago del lacio del ilion .47 Es probable que
los cambios degenerativos no sean patológicos, en el sentido
estricto de la palabra, sino una respuesta natural a la carga
cada vez ma)'Or asociada con la deambulación )' el aumento
del peso corporal asociado con el crecimiento. Las superficies
ele naLUraleza rugosa e irregular del hueso subcondral y el car-
Lílago articular oponen resistencia al movim iento entre el sacro
y el ilion.104 Sin embargo, la articulación sacroilíaca no está
exenta de la OSteoanritiS degenerativa.
La aniculación sacroilíaca se refuerza con tres ligamentos
primarios: sacroil!aco anterior, interóseo y sacroilíaco poste-
rior.37, LIO Los hgamenLos sacrotuberoso y sacroespinoso ofre-
cen una fuente secundaria de estabilidad .
ligamentos que estabilizan la articulación sacroilíaca
Primarios
• Ligamento sacroiliaco anterior
• Ligamento interóseo
• Ligamentos sacroiliacos posteriores corto y largo
Secundarios
• Ligamento sacrotuberoso
• Ligamento sacroespinoso
El ligamento sacroilíaco anterior es un espesam ienLo de las
porciones anterior e in[erior ele la cápsula (Fig. 9 74) ·16 Esta
cara ele la aniculación puede forta lecerse con las porciones ele
los músculos piramidal e ilíaco que cruzan la articulación.
El ligamento inleróseo es una serie muy robusta y masiva de
fibras múltiples cortas que ocupan la mayor parte del espacio
abierto a lo largo del borde posterior)' superior de la articula-
ción. Este ligamento está expuesto en el lado izquierdo de la
figura 9.74, habiendo om itido parte del sacro y otros ligamen-
tos locales. El ligamento interóseo forma el enlace más sustan-
cial entre el sacro y el ílion.110
El lado posterior de la articulación sacroilíaca está reforzado
por los ligamentos sacroi/íacos posteriores cortos y largos (fig.
9. 75). La serie amplia pero relativamente fina ele ligamentos
sacroilracos posteriores cortos se origina a lo largo del lado poste-
rolateral del sacro. Los ligarnenLos discurren en sentido supe-
rior y lateral para insertarse en el ilion, cerca ele la tuberosidad
ilíaca y en la espina ilíaca posterosuperior. Muchas ele estas
fibras se mezclan con el ligamento interóseo más profundo.
310 Sección 111 Esc¡udt:tv uxial
Vista anterior
ligamento
iliolumbar
Agujero ciático
mayor
Ligamento
sacroespinoso
Ligamento
sacrotuberoso
Sínfisis del pubis
FIGURA 9.74. Vista amerior de la región lumbosacra y la pelvis que
muestra los ligamentos princi pales de la región, sobre Lodo los de la
articulación sacroilíaca. A la izquierda, se ha omitido parte del sacro,
las porciones superíiciales del ligamento iliolumbar y los ligamentos
sacroiliacos anteriores para exponer la carilla auricular del ilion )'el
ligamento imeróseo más proíundo.
Fibras del bien desarrollado ligamento sacroilíaco posterior largo
nacen de las regiones del 111 y IV segmemos sacros, para luego
cursar hacia una inserción en la espina ilíaca posterosuperior
del ilion. Muchas fibras del ligamenlo sacroilíaco posterior se
mezclan con el ligamemo sacrotuberoso.
Aunque los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso no
cruzan la articulación sacroilíaca, ayudan a su estabilización
indirecta. El ligamento sacrotuberoso es grande y surge de la
espina iliaca posterosuperior, de la porción lateral del sacro y
del cóccix, insertándose distalmente en la tuberosidad isquiá-
tica. La inserción distal se mezcla con el tendón del bíceps
íemoral (isquiotibial lateral). El ligamento sacroespinoso se loca-
liza a nivel proíundo del ligamemo sacrotuberoso. surgiendo
del borde lateral del extremo caudal del sacro y el cóccix, y se
inserta distalmente en la espina ciática.
FASClA TORACOLUMBAR
Se cree que la íascia loracolumbar liene un papel funcional
importame en la estabilidad mecánica de la región lumbar,
incluida la aniculación sacroilíaca.103 Esle tej ido es más
amplio en la región lumbar, donde se organiza en las hojas
anterior, media y posterior. Tres hojas de la fascia loracolum-
bar rodean y dividen en compartimientos los músculos poste-
riores de la región lumbar (Fig. 9 76)
Las hojas anterior y media ele la fasc ia toracolumbar reciben
su nombre por su posición respecto al músculo cuadrado
lumbar. Ambas hojas están ancladas meclialmente en las apó-
fisis transversas de las vértebras lumbares y, en sentido infe-
rior. en las crestas ilíacas. La hoja posterior de la fascia toraco-
lumbar se halla sobre la superficie posterior del músculo
erector ele la columna y, a nivel más superficial, del músctuo
dorsal ancho. Esta hoja ele fascia toracolumbar se inserta en las
apófisis espinosas ele LOdas las vértebras lumbares y el sacro, y
en el ilion cerca ele las espinas ilíacas posterosuperiores. Estas
inserciones esqueléticas amplias aportan estabilidad mecánica
a la articulación sacroilíaca. La estabi lidad mejora con las
inserciones de los músculos glúteo mayor y dorsal ancho.
Las hojas posterior y media ele la íascia loracolumbar se
fusionan por sus bordes laterales, íormando un rafe lateral.
Este tejido sirve ele inserción a los músculos obl icuo interno)'
transverso del abdomen. La importancia funcional ele estas
inserciones musculares se clarifica en la exposición de la
mecánica ele los levantamientos del Capítulo 10.
Cinemática
Se dan movimiernos de traslación y rotación relativamente
peque1ios en la aniculación sacroilíaca, sobre lodo en el plano
sagital.26.S0,89,95 Los datos de los estudios que miden los movi-
mientos varían considerablemente. Los valores medios típicos
oscilan entre 0.2 y 2 grados para la rotación , )' 1 a 2 para la
lraslación.26,50,YS Se ha med ido una ampl itud del movimiento
pasivo. de 7 a 8 grados durante los extremos ele los movimien-
tos bilaterales de caclera.89 Es probable que los movimientos
de la articulación se cien como una combinación de fuerza ele
compresión sobre el cartflago articular y el ligero movimiento
entre las superfic ies articulares.
Vista posterior
Ligamento intertransverso
Ligamento supraspinoso
Espina ilíaca
posterosuperior
Ligamentos sacroilíacos
posteriores cortos
Ligamentos sacroilíacos
posteriores largos
-----Agujero ciático mayor
~,...,.--.,...c--ef!i/'"--JL!----- Ligamento sacroespinoso
,.-----Ligamento sacrotuberoso
Agujero ciático menor
FIGURA 9.75. Vista posterior de la región lumbosacra derecha )' la
pelvis que muestra los ligamentos principales que refuerzan la arncu-
lación sacroilfaca .
- ---- Vista superior
psoas mayor
cuadrado
lumbar
Erector Jilioc~s~al
de la columna [.!.ong1s1mo Multífido
Se han propuesto varios términos y ejes de rotación para
describir el movimiento de las articulaciones sacroilíacas.ó.48
Aunque ninguna terminología describa por completo los com-
plejos movimientos de traslación y rotación multiplanar, se
usan dos términos normalmente para este propósito: nutación
y conLranutación. Descri ben los movimientos limitados al
plano sagital, sobre un eje de rotación medial-lateral que atra-
viesa el ligamento interóseo (Fig. 9.77). La nutación (que sig-
nifica inclinación) se define como la inclinación anterior rela-
tiva de la base (superior) del sacro respecto al ilion. La
contranutación es un movimiemo invertido definido como la
inclinación posterior relativa ele la base del sacro respecto al
ilion. (Nótese que se usa el término relativa para ambas defi-
niciones.) Como se aprecia en la fi gura 9.77, la nutación y
comranutación se producen mediante rotación del sacro sobre
el ilion (como se definió antes) o mediante rotación del ilion
sobre el sacro, o por ambos movimientos al mismo tiempo.
Movimientos de la articulación sacroilíaca
l. La 11utació11 se produce por rotación anterior del sacro sobre
el ilion, rotación posterior del ilion sobre el sacro o por
ambos movimientos al mismo tiempo.
2. La contranwación se produce por rotación posterior del sacro
sobre el ilion, por rotación anterior del ilion sobre el sacro
o por ambos movimientos al mismo tiempo.
Consideraciones funcionales
La aniculación sacroillaca cumple dos funciones: (1) alivio ele
la tensión en el anillo pélvico y (2) un medio estable para
transferir cargas entre el esqueleto axial y las extremidades
inferiores.
ALIVIO DE LA TENSIÓN
Los movimientos de la articulación sacroilíaca, aunque leves,
permiten aliviar la tensión del anillo pélvico. Este alivio ele la
tensión es especialmeme importante durante la cleambulación
y, en las mujeres, durante el parto.
Durante la deambulación, el patrón de ílexión y extensión
recíproca de las extremidades inferiores hace que cada lado de
la pelvis gire un poco fuera de la fase del otro. A una velocidad
Capitulo 9 Os1cologü1y art rologi11 311
Transverso del abdomen FIGURA 9. 76 . Vista superior ele
Oblicuo interno del abdomen una sección transversal hori-
zontal de la espalda a nivel de la
111 vénebra lumbar. Las hojas
anterior, media y posterior de la
fascia toracolumbar aparecen
rodeando distintos grupos de
músculos.
de marcha normal, el talón ele la extremidad inferior
aclelanLacla golpea el suelo. En ese instante, la tensión de los
músculos y ligamentos de la cadera genera torsiones dirigidas
en sentido opuesto sobre las crestas ilíacas derecha e
izquierda.6 Las torsiones son más notables en el plano sagital.
como la nutación y la contranutación, y en los planos horizon-
tales. Las torsiones imrapélvicas se ampliíican al aumentar la
vélocidacl ele la marcha. Aunque ligeros, los movimientos ele las
articulaciones sacroilíacas durante la marcha ayudan a disipar
tensiones de otro modo potencialmente dañinas que se con-
centrarían en el anillo pélvico. Es probable que la articulación
ele la sínfisis del pubis tenga un papel simi lar en este proceso.
Los movimiemos de la articulación sacroilíaca aumentan
durante las contracciones del pano y el alumbramiento.16 Un
aumento signi Ficativo ele la laxitud articular se produce
durante el último tri mestre del embarazo y es especialmente
notable en las mujeres durame el segundo embarazo en com-
paración con el primero. El aumento ele la nutación durante el
parto hace girar la porción inferior del sacro en semído poste-
rior, con lo cual aumenta el tamai'to ele la salida pélvica y favo -
rece el paso del feto. Las superficies articulares de las articula-
Nutación Contra nutación
D Inclinación sacra anterior D Inclinación sacra posterior
D Inclinación ilíaca posterior D Inclinación ilíaca anterior
FIGURA 9.77. Cinemática de la articulación sacroilíaca: A, Nutación .
B, Contramnación (ver definiciones en el Lexlo). Las rotaciones sacras
se resallan en gris, y las rotaciones ilíacas en blanco. El eje ele rota-
ción del movimiento en el plano sagital se muestra con el círculo
pequeiio.
312

cioncs sacroilíacas son más lisas en las mttjeres }' ofrecen
menos resistencia a estos leves mov11111e111os fisiológicos.
ESTABILIDAD DURANTE LA TRANSFERENCIA DE CARGAS:
MECÁNICA DE LA GENERACIÓN DE UN MOMENTO
DE NUTACIÓN EN LA ARTICULACIÓN SACROILÍACA
El plano de las superficies articulares de la articulación sacroi-
líaca es casi vertical. Esta orientación vuelve la articulación
vulnerable al deslizamiento, sobre tocio cuando se soportan
grandes fuerzas. La nutación de la articulación sacroilíaca
eleva las fuerzas de compresión y cizallamiento (fricción)
e111re superficies articulares, lo cual aumenta la estabilidad. t0·1
La posición de bloqueo de la aruculación sacroilíaca es
la nutación completa. Las fuerzas que crean un momento ele
nutación estabilizan la articulación sacroilíaca. Los momentos
se generan por la gravedad, los ligamentos estirados y la acti-
vación muscular.
El momento de nutación aumenta la estabilidad de la
articulación sacroilíaca. Este momento se produce mediante
tres fuerzas
l. La gravedad
2. La tensión pasiva de los ligamentos estirados
3. La activación muscular
Efecto estabilizador de la gravedad
La fuerza descendente de la gravedad generada por el peso del
cuerpo discurre por las vértebras tum bares, por lo general
anterior al punto medio de las articulaciones sacroilíacas. Al
mismo tiempo, la gravedad produce una fuerza de compre-
sión ascendente en las caderas que se transmite de las cabezas
de los fémures a los acetábulos.1H Cada fuerza actua con un
brazo de momento que crea momentos de nutación en direc-
ciones opuestas sobre la aniculacion sacroiliaca (Fig. 9. 78A).
El momento generado por el peso corporal (destacado en gris)
rota el sacro ante riormemc respecto al ilion, mientras que el
momento generado por la fuerw ele compresión ele las cade-
ras (en blanco) hace girar el ilion en sentido posterior respecto
al sacro. El momento de nutación «bloquea» la articulación
aumentando la fricción entre las superficies articulares rugo-
sas y recíprocamente contorneadas.'1\1 H}I Este mecanismo
depende de la gravedad }' de la congruencta de las superficies
articulares, más que de las estructuras extraaniculares como
ligamemos y músculos.
Efecto estabilizador de ligamentos y mtísculos
La gravedad y el peso que soporta la pelvis producen la pri-
mcrn línea de estabi lidad ele las anic:ulaciones sacroilíacas. La
estabilidad es adecuada para actividades que comprenden una
carga estática relativamente baja entre la pelvis y la columna
vertebral, como sentarse }' levantarse. Para el caso ele cargas
mayores y más dinámicas, las articulaciones sacroilíacas son
reforzadas por los ligamentos }' músculos. Como se describe
en la figura 9. 78B, el momento ele nutación estira muchos de
los tejidos conjuntivos de la anirnlación sacroi líaca, como los
ligamentos sacrotuberoso e intc róseo. El aumento ele la ten-
sión de estos ligamentos comprime las superficies de la articu-
lación sacroi líaca.
Además de los ligamentos, va rios músculos del tronco y la
cadera refuerzan y estabilizan la aniculación sacroilíaca (Tabla
9.16).ivi Se requiere estabilidad adicional durame actividades
como levantar pesos. llevar cargas o correr. La acción estabili-
zadora de muchos de estos músculos se basa en sus inscrcio-

Efectos estabilizadores del momento de nutación

Ligamento Músculo erector

interóseo de la columna

Ligamento
sacrotuberoso ~
Músculo bíceps fem oral

Peso corporal
B e
Gravedad Ligamentos estirados Fuer1.a muscular activa
FIGURA 9.78. El momemo de la nutación aumema la estabilidad de la articulación sacroilíaca. A. Las dos fuerzas que se origi-
nan sobre todo por la gravedad -el peso corporal y la compresión de la articulación coxofemoral- generan un momento de
nutación en la aniculación sacroillaca. Cada fuerza tiene un brazo de momcmo (lineas negras) que actúa desde el eje de rot:t-
ción (circulo en la aniculación). B, El momemo de nutación estira los hgamemos imeróseo >' sacrotuberoso que finalmente
comprimen y estabilizan la articulación sacroilíaca. C, La contracción muscular (en rojo) crea un momento de mnación acti\'o
en la articulación sacroillaca. Nótese el bíceps femoral que transmite l:t tensión por el ligm1ien10 sacrowheroso.

nes en ta fascia wracolumbar y los ligamentos sacroespinoso y
rotuberoso.92 Las fuerzas contráctiles de los músculos de la
sa~la 9.16 pueden estabilizar la articulación sacroilíaca (l)
ta nerando fuerzas activas de compresión contra las superficies
;;ticulares; (2) aumemando la magn iLUd del momento de
nutación y, por tanto, poniendo en marcha un mecanismo ele
bloqueo activo; (3) ejerciendo tracción sobre los tejidos con-
·untivos capaces de reforzar la aniculación,s4.l02 y (4) cual-
~uier combinación ele efect~s. Como ejemplo, consideremos la
interacción muscular clescnta en la figura 9.78C. la contrac-
ción del músculo erector de la columna indina el sacro en sen-
tido anterior, mientras que la contracción de los músculos
recto del abdomen y bíceps femoral puede inclinar el ilion en
sentido posterior, dos elementos que producen momento de
nutación. Mediame la inserción directa, d bíceps femoral
aumema la tensión del ligamento sacrotuberoso. La interac-
ción muscular explica en parte por qué el íorLalecimiento e
hipertrofia de muchos de los músculos ele la tabla 9.16 se rcxo-
miendan para el tratamiento de una articulación sacroi liaca
inestable. Además, el aumento ele la fuerza de los músculos
glúteo mayor, dorsal ancho, erector de la columna y oblicuos
internos incrementa la estabilidad de la articulación sacroiliaca
mediante sus conexiones con la fascia toracolumbar.
IAB L~ '< Q 16. Mtlsculos ~1.uc refuerzan y estabilizan
1
• l
l a · ;\rt_ic~!! ?~ión s.acroil!arn · ~ 23. DvorakJ . Panjabi Mt\I, N0\'0111)' JE,)' otms: In vivo ílexion/cxtcn$1011 t1l
• Erector de la columna
• Multlfldos lumbares
• Músculos abdominales
a. Oblicuos internos )' externos
b. Recto del abdomen
• lsquiotibiales (como el bíceps femoral)
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 CAPÍTULO ]o

Interacciones de músculos y articulaciones

DONALD A. NEUMANN, PT, PHD

INERVJ\CIÓN DE LOS MÚSCULOS Y
ARTICULACIONES DEL TRONCO Y REGIONES
CRANEOCERVICALES, 31 7
Inervación del ramo ventral, 317
Plexo, 318
Inervación segmentaria, 318
Inervación del ramo dorsal, 319
Inervación segmentaria, 319
REGIONES DEL TRONCO
Y CRANEOCERVICAL , 319
Acción de los músculos del tronco
y la región craneocervical, 320
Producción de momento interno, 320
Consideraciones especiales para el estudio
de la acción de los músculos en el
esqueleto axial, 320
Músculos del tronco. Sección 1: Anatomía de
la acción de músculos individuales, 322
Serie 1: Músculos de la porción posterior
del tronco (músculos de la «espalda,,},
322
Músculos de las capas superficial
e intermedia de la espalda, 322
Músculos de la capa profunda de la
espalda, 323
Erector de la columna, 324
Músculos transversoespinosos, 325
Grupo de músculos segmentales cortos, 328
Serie 2: Músculos de la porción
anterolateral del tronco (músculos
«abdominales»}, 329
Formación de las vainas del músculo
recto del abdomen y la línea alba, 329 craneocervical, 343
Anatomía y acciones de los músculos
abdominales, 331
ÍNDI CE
Serie 3: Músculos adicionales (psoasilíaco
y cuadrado lumbar}, 333
Músculos del tronco. Sección 11:
Interacciones funcionales entre
los músculos, 334
Que aportan estabilidad central al tronco,
335
Estabilizadores musculares
intrínsecos del tronco, 335
Estabilizadores musculares
extrínsecos del tronco, 336
Que controlan el movimiento de incorporar
el tronco desde decúbito supino, 337
Músculos de la región craneocervical.
Sección 1: Anatomía y acción
de los músculos individuales, 340
Fascia cervical, 340
Serie 1: Músculos anterolaterales de la
región craneocervical, 340
Esternocleidomastoideo, 340
Escalenos, 341
Largo del cuello y largo de la cabeza,
342
Recto anterior de la cabeza y recto late-
ral de la cabeza, 342
Serie 2: Músculos posteriores de la región
craneocervical, 343
Esplenio del cuello y de la cabeza, 343
Músculos suboccipitales, 343
Músculos de la región craneocervical.
Sección 11: Interacciones funcionales entre
los músculos que cruzan la región
Que estabilizan la región craneocervical,
344
Que producen movimientos amplios y bien
coordinados de la cabeza y el cuello:
Mejoría la posición de los ojos, oídos y
nariz, 346
TEMAS BIOMECÁNICOS SELECCIONADOS
SOBRE LEVANTAMIENTO DE PESOS:
REDUCCIÓN DE LAS LESIONES DE ESPALDA,
349
Mecánica muscular de la extensión de la
región lumbar mientras se levantan pesos,
349
Cálculo de la magnitud ele la fuerza
impuesta sobre la región lumbar durante
el levantamiento, 349
Formas para reducir las demandas de
fuerza sobre los músculos de la espalda
durante el levantamiento, 350
Papel del aumento de la presión intraabdo-
minal durante el levantamiento, 352
Fuentes adicionales de momento de exten-
sión para el levantamiento, 353
Generación de tensión pasiva por el
estiramiento del sistema ligamentario
posterior, 353
Tensión generada por los músculos
transferida por la fascia toracolumbar,
354
Acercamiento a la técnica de levantamiento,
354
Dos técnicas contrastadas de
levantamiento: mediante inclinación de
espalda y con sentadilla, 354
Resumen: Factores que contribuyen a un
levantamiento seguro, 356

INTRODUCCIÓN - - - - estabilizan el tronco }' la pelvis, producen momento en el

Los componentes osteológicos y artrológicos del esqueleto
axial se exponen en el Capítulo 9. Este capitulo se centra en
las interacciones entre músculos y articulaciones del esqueleto
axial. Los músculos del esqueleto axial controlan la postura,
3l6
tronco para el movimiento y aportan movilidad fina y estabi-
lidad a la cabeza y el cuello para Ja colocación óptima de los
ojos, oídos y nariz.
La estructura anatómica ele los músculos del esqueleto axial
varía considerablemente en longitud, forma, dirección de las

fibras, área 1ransversal y acción ele palanca en las articulacio-
nes subyacentes Tal variabil idad refleja las diversas demandas
irnpuesias sobre la musculatura, desde el levantamiento y
transporte manual de obje1os pesados, hasta producir movi-
mientos sutiles de la cabeza para acentuar una conversación
viva.
Además de la variabilidad ele los músculos del esqueleto
axial, éstos cruzan múltiples regiones del cuerpo. El músculo
trapecio, por ejemplo, se inserta en la clavícula y la escápula
con el esqueleto apendicular, y en la columna vcnebral y el
cráneo en el esqueleto axial. la rigidez refleja de la muscula-
tura por inflamación de la porción superior del trapecio puede
afectar a la cualidad del movimiento de toda la extremidad
superior y la región craneocervical.
Consideremos los múltiples reflejos neurológicos que exis-
ten en la región craneocervical que ayudan a coord innr la
vista, el ofdo y el equilibrio. La disfunción musculnr de es1a
región se asocia, por tanto, con cefalea in1ensa, vértigo, ten-
sión emocional e hipersensibilidad a la luz y el sonido.
El objetivo primario de este capítulo es dilucidar la estruc-
tura y función de los músculos del esqueleto axial. Esta infor-
mación es esencial pam la evaluación y el 1ra1amiento de gran
amplitud de trastornos musculoesqucléticos como alinea-
miemos posturales defectuosos, distensiones de músculos y
tejidos blandos, y hernias de disco.
INERVACIÓN DE LOS MÚSCULOS
Y ARTICULACIONES DE LAS REGIONES
DEL TRONCO Y CRANEOCERVICAL - - -
El conocimiento ele la organización de la inervación periférica
de los músculos del tronco y craneocervicalcs comienza con
una apreciación de un nervio espinal típico (Fig. 1O. l). Cada
nervio espinal está formado por la unión de una raíz de un
nervio vent ral y otro dorsa l: la raíz del nervio ventral contiene
sobre lodo axones eferentes que inervan la impulsión 11101ora
Espacío subdural
C(1¡111u/11 10 t11tn c1n 111111•, dt• muse u/o~ y mflrn/arionr~ 317
de los músculos y otros órganos cfcc1ores asociados con el sis-
tema vegetativo. La rc1íz lle/ nervio dorsal contiene sobre tocio
dendritas aferentes con el soma de la neurona localizada en un
ganglio adyacente a la raíz dorsal. Las neuronas sensitivas
1ransmi1en información a la médula espi nal de los músculos,
articulaciones, piel y otros órgano::. asociados con el sistema
nervioso vegetal ivo.
Protegidas por el conducto vertebral, las raíces de los ner-
vios vcnt rales y dorsales se unen para formar un 11ervio espinal
mixto. (El adjelivo «mixLO» 111anilies1a 4uc el nervio espinal
contiene ribras motoras y sensi1 ivas.) Una vez dentro del agu-
jero intervertebral, el nervio espinal se espesa por la emergen-
cia de neuronas motoras y sensitivas y por la presencia del
ganglio de la raíz dorsal.
La columna vertebral conliene 31 pares de nervios espina-
les: 8 cervicales. 12 torácicos. 5 lumbares. 5 sacros y 1 coccí-
geo. Las abrevia1uras C, T, l y S con el número correspon-
diente en subíndice designa cada nervio espinal o raíz nerviosa,
por ejemplo, ( 5 y Te.. L'l región cervical cuenta con siete vérte-
bras pero ocho nervios cervicales. El nervio suboccipi1al (C1)
sale ele la médula espinal entre el occi pital y el arco pos1erior
del ntlas (C1). El nervio espinal C11 sale de la médula espinal
ent re la Vll véncbra cervical (C1) y la primera vértebra dorsal
(T1). Los nervios espinales T1 e iníeriores salen de la médula
espinal por debajo de sus respectivos cuerpos vertebrales.
Una vez que un nervio espinal sale por su agujero íntcrver-
Lebral, se divide ele inmediaLO en un ramo vcntrctl y otro dorsal.
El ramo vemral forma nervios que incrvan los músculos, ani-
culaciones y piel de la porció11 a11Lerolateral del tronco y cuello y
todas las extremidades. El ramo dorsal, por el contrario, forma
nervios que inervan los músculos, articulaciones y piel de la
porción posterior del tro11co y el cuello.
Inervación del ramo ventral
Cada ramo vemral de un nervio espinal forma un plexo o pro-
sigue como un solo nervio que inerva tejido de forma mU)'
segmenta l.
FIGURA 10.1. Sección transversal de la médul;i
Gan~liode
la ra1z dorsal espinal que muestra las raíces dorsal (sensorial) y
ven1ml (motora) que forman un nervio espinal. El
nervio espinal se divide en un ramo dorsal rcl<ni-
vamenle pequeño y un ramo ventral mucho más
gmnde. (Modificado con au1orizac1611 de jcnkins
DB: liol/í11gshead's Fu11ctio11al A11atomy of thc Llmbs
w1d Bacl1, 7.ª ed. Filadelfia, WB Saundcrs, 1998.)
3 18

INERVACIÓN DE LOS RAMOS VENTRALES

(A) Plexo (B) Inervación segmenta!

1 Cervical (C,..)
Nervios intercostales (T1-12)
Músculo: 1. largo del cuello y
largo de la cabeza Músculo: 1. Músculos intercostales (T2·T12¡
2. diafragma 2. Músculos •abdominales•
Piel: porción superior del pecho (T1·L1)
y hombros (nervios Piel: porción anterolateral del tronco (T1- 12)
supraclaviculares) (nervios cutáneos anteriores)
Articulación: articulación Articulación: artículación esternocostal
esternoclavicular

- ¡ r
1
Nervios meníngeos
Braquial (Cs·T1) recurrentes (C1·S•)
FIGURA 10.2. Ejemplos de tejidos aso<:iados Músculo: romboides

~
úsculo: ninguno
con el esqueleto axial e incrvaclos por ra mos Piel: ninguno Piel: ninguno

)J
ventrales de los nervios cspi11ales, a través del Articulación: ninguno Articulación: sincondrosis
entre cuerpos vertebrales
plexo (A) o la inervación scgmc111al (B).
t
Lumbar (L1..
Músculo: psoas mayor .
Piel: ninguno
Articulación: articulación
sacroillaca (L3 •)

+
Sacro (L•·S.)
Músculo: 1. glúteo mayor (por acción del
cambio del grado de lordosis
lumbar)
2. piramidal (como estabilizador
de la ai1iculación sacroilíaca)
Piel: ninguno
Articulación: articulación sacroilíaca
(L..Sz)

PLEXO toma intercostal y una serie de músculos intercostales que

Un plexo es un emrecruzam iento de ramos ventrales que for-
man nervios periféricos. Los cuatro plexos principales, excluido
el pequeiio plexo coccígeo, están formados por ramos ventra-
les: cervical (C1.-1). braquial (Cs-T1), lumbar (T12-L1) y sacro
(L-1-S1). Con la excepción del plexo cervical, la mayoría de los
nervios que salen de los plexos braquial, lumbar y sacro iner-
van estructuras asociadas con el esqueleto apendicular. Sólo
unos pocos nervios de los plexos braquial, lumbar y sacro iner-
van csu·ucturas asociadas con el esqueleto axial (Fig. 10.2A).
INERVACIÓN SEGMENTARIA
Los ramos ventrales y ramos asociados que se mantienen
como nervios individuales rorman los nervios intercostales o
meníngeos recurrentes. i:stos inervan tejidos de múlLiples seg-
mentos o niveles del esqueleto axial. Esta forma de inervación
se denomina «inervación segmentaría» (Fig. 10.28).
Nervios intercostales {T1-T12)
Cada uno ele los 12 ramos ventrales de los nervios espinales
dorsales forma un nervio intercostal , que inerva un derma-
comparten el mismo espacio intercostal. El ramo ventral de T1
forma el primer nervio inLercostal >' parte del tronco in fc1 ior
del plexo braquial. Los ramos ventrales de T1-T12 también
inervan los músculos del tronco anterolateral (es decir, los
músculos «abdommales»). El ramo ventral de T12 forma el
último nervio intercostal (subcostal) y parte del ramo ventral
Lt del plexo lumbar.
Nervios meníngeos recurrentes
Pequeños nervios se ramifican a partir de la cara proximal
extrema del ramo ventral de cada nivel espinal. Estos ncr\'ios,
como el nervio meníngeo recurrente (sinovertebral), aportan
inervación sensitiva y simpática a los Lejidos conjuntivos que
rodean la médula espinal o los que refuerzan cada sincondro·
sis entre cuerpos vertebrales. !O Como se aprecia en la figura
10.1 , cada nervio meníngeo recurrente cursa de vuelta al agu-
jero intervenebral, de ahí su nombre de «recurreme» , para
mervar la duramadre, el periostio, los vasos sanguíneos, el
ligamento longitudinal posterior y áreas adyacentes de la por-
ción superficial del an illo fibroso. El ligamento longitudinal
-
anterior recibe inen·ación sensorial de pequeños ramos del
319

ramo vemral y conexiones simpáticas adyacentes. lll

El núcleo pulposo y las porciones más profundas del anillo
fibroso no reciben inervación sensitiva. Es probable que el
dolor localizado de un núcleo pulposo herniado se deba a la
presión contra la porción superficial del anillo fibroso poste-
rior o el ligamento longi tudinal posterior. Como se descri be
en el Capitulo 9, es probable que un disco herniado que causa
dolor o entumecimiento que irradie por la extremidad se deba
a presión del disco contra un nervio espinal, al salir por el
agujero intervertebral.

Inervación del ra mo dorsal

INERVAC IÓN SEGMENTARIA
De cada nervio espinal se ramifica un ramo dorsal, que inerva
estrucLLm'ls de la espalda de modo scgmemario (Fig. 10.3).
Con la excepción ele los ramos dorsales de C1 y C2, de los cua
les se habla por separado, l<Xlos los ramos dorsales son meno-
res que sus ramos ventrales correspondientes. En general, los
ramos dorsales cursan una distancia rclalivamente corta en
sentido posterior, aportando ( 1) inervación segmentaria a la
túnica profunda de los músculos posteriores ele la espalda. (2)
Ramos
sensación al dermmoma ele la porci6n posterior de la espalda y dorsales $1 ·3
(3) sensación a los ligamentos ele la rnra posterior de las vérte- Ramos ghileos
del nervio
bras y cápsulas de las articulaciones cigapofisarias (Tabla 1O. 1). cutáneo
El ramo dorsal ele C1 (nervio «suboccipital») es sobre tocio pos1eóor

un nervio motor. que iner\'a los músculos suboccipitales. El

ramo dorsal de C2 es el ma)'Or de los ramos dorsales cer\'ica- Ramos ghiteos
del ne1vio
les. lnerva músculos locales )' coniribu)'e a la formación del cutáneo - -tt--
poste(oo(
nervio occipital mayor (C2.3). Este gran nervio aporta inerva-
ción sensorial a la porción posterior del cuero cabelludo hasta
la parte superior de la cabeza. FIGURA 1O.3. Disl ribuci6n rut;ínca de los ramos dorsales de lo~ ner-
vios espinales. Los nervios se numeran en el lado derecho como 2C
en el caso del nen·io Ci, 1T para T1. cte. Las apMisis espln\lsas de los
distinws niveles vertebrales se numeran en el lado izquierdo t 7C
para C1, 1L para L1, cte.). La linea ele puntos del lado 1zqu1crdo
-
l AB LA 1O.1. Ejemplos de tej idos inervados por los
muestra el limite latcrnl de la piel merYacla por los ranws clors::ilcs.
(De \Villiams PL, Banniste1 LH , Bcrry t\1 , )' otros: Grnys t\1111101111•.
nu~ios dorsales de los nervios espinales 38:' ccl. Nue,11 York. Churt·h1ll '" ings1onc. 1995.)
Niveles espinales de Ct-55
Músculo
REGIONES DEL TRONCO Y CRANEOCERVICAL
l. Músculos de la capa profunda de la espalda, como el erector de
la columna y el músculo transversoespinoso (C2-S3) Introducción
2. Músculo esplenio de la cabeza (CH)
3. Músculos suboccipitales (C1) Los músculos del esqueleto axial se organizan en clos caLcgo-
Piel rías: ( l) la regió11 cid 1ru11w y (2) la rcgiti11 mrnwccn•iccr/ (Tabla
Porción posterior del tronco (C2-S5)• 10.2). Los músculos de cada categoría se organizan en dos
Articulación
series. basándose en la localización general.
1. Cápsula de las articulaciones cigapofisarias
El material ele cada categoría se presenta en dos secciones,
2. ligamentos de la cara posterior de una vértebra
3. Aniculaciones sacroilíacas )' ligamentos asociados (L5-S2) la primera cubre la anatomía )' las acciones de músculos indi-
viduales, y la segunda abarca ejemplos de las interacciones
1os rnm<>s dorsales de los nemos s.1aos 111fe11on•, -;e íus1011a11 con los mmos funcionales entre los músculos o grupos de músculos afines.
dorsales de los nen'ios coccigcos (stllo s~ns<>11.1k~). A lo largo de esLc capítulo se anima a consultar el Capítulo 9
320 Sccci1111 111 Esqudrlo axial

para repasar la osteología pertinente relacionada con las inser-

ciones ele los músculos. Deben consultarse el Apéndice 111 , Organización de la presentación de los músculos del tronco
y la región crnneoccrvical
panes A a C, para un resumen ele la anatomia muscular e iner-
Mrísculos <le/ Lro11co
vación detalladas de los músculos del esqueleto axial. Sección 1: Anatoml:i y acción de los músculos individuales
Sección 11 : Interacciones funcionales entre los müsculos
Mrísculos <le la regió11 cra11eocervica/
Sección 1: Anatomía y acción de los músculos individuales
Sección 11: Interacciones funcionales entre los músculos
MC.sculos del tronco
Serie 1: Miísculos de la porció11 posterior <lel tron co (nuíscu/os
<le la «espalda»)"
Acción de los múscu los del tronco
Ca{'a superficial
Trapecio, dorsal ancho, romboides. elevador de la escápula y la región craneocervical
y serrato anterior
Cctpa i11tcrmediat PRODUCCIÓN DE MOMENTO INTERNO
Serrato posterosupcrior Por convención, la «fuerza» de una acc1on muscular del
Serrato postcroinferior
Capa profunda esqueleto axial se expresa como un momento interno. defi-
Tres grupos nido por los planos sagital, front al y horizontal. En cada
J. Grupo del erector de la columna (espinoso, longlsimo. plano, el potencial de momento in1erno máximo es igual al
iliocostal) producto ele ( 1) la fuerza muscular generada paralela a un
2. Grupo transversoespinoso plano, y (2) la longitud del brazo ele momento interno dispo-
Músculos semicspinosos
Multffidos nible para el músculo (Fig. 10.4).
Rotadores La orientación cspnci<tl ele la línea ele fuerza de un músculo
3. Grupo de músculos segmentales conos dett-rmina su eficacia en la produccion de una acción con-
Músculos intcrespinosos creta. Consideremos, por ejemplo, el musculo oblicuo externo
Músculos intertransversos <lcl abdomen que produce una fuerza sobre la porción la1eral
Serie 2: M1ísculos de la porci611 a11terola1era/ del 1ro11co del tórax, con una linea de fuerza oricmada unos 30 grados
(rmíscu/os 11abdomi11ales1>) respecto a la venical (f'ig. 10.5). El vector de fuerza resultante
Recto del abdomen del músculo puede divid irse trigonomélricnmente en compo-
Oblicuo interno del abdomen nenLes desiguales ele fuerza vertical )' horizontal. El compo-
Oblicuo externo del abdomen nente de fucrza vertical -en torno al 86% de la fuerza máxima
Transverso del abdomen
del músculo- es1á disponible para producir momento de íle-
Serie 3: Mrísculos adicio11ales x1ón o ílexión lateral. El componente de fuerza horizontal -en
Psoasilíaco torno al 50% de la fuerza máxima del músculo- produce un
Cuadrado lumbar momemo de rotación axial. (Este cálculo se basa en el coseno
Músculos ele la región craneocervical ele 30 grados que equivale a 0,86 y el seno de 30 igual a 0,5.)
Serie 1: Músculos tle la región craneoccrvical <111terolateral Para que un músculo conLribuya con todo su po1cncial de
Esternocleidomastoideo fuerza hacia la rotación axial , su línea de fuerza global debe
Escalenos dirigirse únicamente en dirección horizontal. Para que un
Escaleno anterior músculo contribuya con todo su potencial de fuerza en ílexión
Escaleno medio o ílexión lateral, su línea de fuerza general debe dirigirse ver-
Escaleno posterior ticalmente. Las lrneas de fuerza ele los músculos que controlan
Largo del cuello
Largo ele la cabeza el movimiento del esqueleto axial tienen una orientación espa-
Recto anterior de la cabeza cial que varía en un amplio espectro, desde casi vertical hasta
Recto lateral de la cabeza casi horizontal.
Serie 2: M¡jscu/os <le la región cra11eocervical posterior Mayor proporción de la masa muscular total del tronco se
desvía más en sentido vertical que horizontal. Esto explica en
Grupo superficial
Esplenio del cuello parte por qué los momentos de esfuerzo máximo suelen ser
Esplenio de la cabeza mayores para los movimiemos en los planos frontal y sagital
Grupo profundo (músculos «Suboccipitales») que para los movimientos en el plano horizontal.8.6·1
Recto posterior mayor ele la cabeza
Recto posterior menor de la cabeza CONSIDERACIONES ESPECIALES PARA EL ESTUDIO DE
Oblicuo superior de la cabeza LA ACCIÓN DE LOS MÚSCULOS EN EL ESQUELETO AXIAL
Oblicuo inferior de la cabeza
Para entender la acción de los músculos en el esqueleto axial
•Los musculos se cbsil1can como 1xnenedcn1cs ,1l •I ronco• o • lo e región es necesario tener primero en cuenta el músculo durante sus
crnneoccf\ical• segun la localíznc1.in de l;o mayurra de sus inscrc1onc~.
tDc estos músculos se habla en el C.:111r1ulo 11. activaciones unilateral y bilateral. La activación bilaternl suele
 Capítulo I O lntcraccim1es de muscu/os y artírnlacicmcs 321

Plano sagital Plano frontal

FLEXIÓN
\
LATERAL

~ 1
FIGURA 10.4. Músculos seleccio-
nados del tronco que producen
\ momento interno en c;icla uno
de los planos cardinales. El mo-
mento interno es igual al pro-
cl ucto de la fuerza muscular
1. Recto del en un plano dado y su brazo
zí) abdomen de palanca del momento interno,
1
mostrado con líneas de trazo
grueso. Se elige T6 como eje re-
A B lliocostal torácico
presentativo de rotación (pe-
quci\o círculo abierto). En cada
Multífíd o caso, la fue rza de una acción
muscular se determina por la dis-
tancia y cspaciación espacial de la
linea de fuerza del músculo res-
pecto al eje de rotación.

e del abdomen

producir ílexión o extensión puras del esqueleto axial.
Cualquier potencial para la flexión lateral o la rotación axial
se neutraliza con fuerzas opuestas ele músculos contralatera-
les. La actívación unilateral, en contraste, tiende a producir lle-
idón o extensión del esqueleto axial, con cierta combinación
de llexión lateral y rotación axial contralateral o ipsolmeral. El
....,,.fti111m.:-::::....-..i.,J...,.'8--.\- Fuerza ho rizonta1
(momento de rotación axial)
-...:::s....-:1>J+--t-Músculo oblicuo externo
del abdomen
Fuerza vertical
(momentos de flexión y flexión lateral)
FIGURA 10.5. Línea de fuerza del músculo oblicuo externo del abdo-
men dirigida en el plano sagital, con una orientación espacial de unos
30 grados respecto a la vertical. El vector de fuerza resultante del
músculo (en rojo) se divide trigonométrica mente en una fuerza verti-
cal para la producción de momentos de ílexión y flexión lateral, y una
fuerza ho rizontal para la producción de momento de rotación axial.
término ílexión lateral del esqueleto axial implica llexión late-
ral «ipsolateral».
La acción ele un músculo en el esqueleto axial depende, en
parte, del grado relativo de íijación o estabilización de las
inserciones del músculo. Como ejemplo, consideremos el
efecto de una contracción de un miembro del grupo erector de
la columna, un músculo que se inserta en el tórax y la pelvis.
Con la pelvis estabilizada, el músculo extiende el tórax; con el
tórax estabilizado, el músculo rota (inclina) la pelvis. Si el
tórax y la pelvis tienen libertad de movimiento, el músculo
puede al mismo tiempo extender el tórax e inclinar la pelvis
en sentido anterior. A menos que se diga lo contrario, se
asume que el extremo superior (craneal) ele un músculo está
menos constrefl ido y, por tanto, es más libre para moverse que
su extremo infe rior o caudal.
Dependiendo de la posición del cuerpo, la gravedad ayuda
u opone resistencia a los movimientos del esqueleto axial. La
lenta ll.exión de la cabeza desde la posición anatómica, por
ejemplo, suele estar controlada por la activación excéntrica ele
los músculos extensores del cuello. La gravedad en este caso
es el «ílexor» primario de la cabeza, mientras que los múscu-
los extensores controlan la velocidad y extensión de la acción.
La rápida ílexión de la cabeza requiere un estallido ele activa-
ción concéntrica de los músculos flexores del cuel lo, porque
la velocidad deseada de movimiento es mayor que la que pro-
duce la acción de la gravedad . A menos que se diga lo contra-
rio, se asume que la acción de un músculo se produce por
contracción concéntrica, haciendo girar un segmento del
cuerpo contra la gravedad o cont ra alguna otra rorma de resis-
tencia externa.
322 .'>nd1111 111 fa1111rk111 1t\111I
Músculos del tronco. Sección 1:
Anatomía y acción de los músculos individuales
La sección siguiente describe las relaciones entre la anatomía
y las acciones de los músculos del tronco.
SERIE 1: MÚSCULOS DE LA PORCIÓN POSTERIOR
DEL TRONCO (músculos de la "espalda»)
Los músculos de la porción posterior del tronco se organizan en
tres capas: superficial, intermedia)' profunda (ver Tabla 10.2).
Mtísculos de las capas superficial e intermedia
de la espalda
Los músculos de la capa superficial de la espalda aparecen en
el estudio del hombro (ver Cap. 5). Comprenden el trapecio,
dorsal ancho, romboides, cle\'ador ele la escápula y serrato
anterior. El trapecio y el dorsal ancho son más superficiales,
seguidos del romboides a nivel más profund o y el elevador de
la escápula. El müsculo serrato anterior se localiza más lateral
en el tórax.
En general, la activación bilateral ele los músculos de la
P UNTO DE I N T ERÉS 10 . l
Músculos de la capa superficial de la espalda: Un ejemplo de
músculos que «Comparten» acciones entre los esqueletos axia l
y apendicular
El Capítulo 5 describe las acciones de los músculos de la capa
superficial de la espalda basándose en su capacidad para rotar el
esqueleto apendicular (es decir, l1 úmero, escápula o clavícula)
hacia un esqueleto axial fijo (es decir, cabeza, columna vertebral o
costillas). No obstante, los mismos músculos son igualmente
capaces de realizar la acción «inversa» (es decir, rotar segmentos
del esqueleto axial hacia el esqueleto apendicular fijo). Esta
acción muscular se muestra al hacer referencia a las acciones del
trapecio y el romboides al tensar un arco. Como se aprecia en la
figura 10.6, varios músculos producen la fuerza necesaria para
estabilizar la posición de la escápula y el brazo en abducción. Las
fuerzas producidas por la porción superior y media del trapecio, y
el romboides hacen girar simultáneamente la columna cervical y
dorsal superior a la izquierda, según señalan las flechas
bidireccionales. Este efecto de rotación axial «contralateral» se
muestra para la vértebra CG en el recuadro de la figura 10.6.
Mientras el músculo ejerce tracción sobre la apófisis espinosa de
CGhacia la derecha, el lado anterior de la vértebra gira hacia la
izquierda. El trapecio y el romboides también estabilizan la
escápula ante la tracción de la porción posterior del deltoides, la
cabeza larga del tríceps y el músculo serrato anterior. Estas
acciones compartidas de los músculos de la capa superficial de la
espalda muestran la eficacia inherente del sistema muscular. En
este ejemplo, unos pocos músculos ejercen acciones múltiples
que comparten los esqueletos axial y apendicular.
capa superior extiende la región 11clyacen1e del esqueleto axial.
La activación unilateral la fl exiona lateralmente )', en la mayo-
ría de los casos, genera rotación axial de la región.
Los músculos ele la capa mtermecha de la espalda son el
serrato posterosuperior y el serrato posteroi nferior. Se localizan
a nivel profundo del romboides y el dorsal ancho. El sc1ra1o
posterosuperior )' posteroinferior son músculos finos que pro-
bablemente contribuyen poco al mo\'imiento o estabilidad del
tronco. Su función está mas relacionada con la mecánica de la
ventilación y, como tal , se describe en el C<1pitulo l l.
Los músculos de las capas superficial e intermedia de la
espalda se denominan con frecuencia «músculos cxtrinscc.:os»
porque, desde una perspectiva embriológica, se asociaron ori-
gin<1lmentc con los «brotes» frontales de las extremidades )'
sólo más tarde migraron dorsalmente a su posición final en la
espalda. Resulta interesante que músculos como el elevador
de la escápula, el romboides )' el serrato anterior, aunque se
localicen en la espalda, sean en realidad músculos de las extre-
midades. Todos los músculos extrínsecos de la espalda están
inervados por ramos ventralcs de los nervios espinales (es
decir, el plexo braquial o los nervios intercostales).
Vista superior
~e~;
anterior
FIGURA 10.6. Acciones de varios músculos del hombro derecho)'
porción superior del tronco mientras un arquero tensa el arco.
La porción superior y media del trapecio)' el romboides mues1ran
la acción dual (l ) girando 1;1 columna cervical)' dorsal superior 11
la izquie1tla (ver recuadro) )' (2) estabilizando la posición de la
escápula derecha respecto al tórax. Las flechas bidireccionales
mues1ran los músculos que hacen girar al mismo tiempo la apóíi
sis espinosa hacia la escápula )' estabilizan la escápula contra h1
1racción de la cabeza larga del tr!ceps. la porción pos1erior del del-
toides y el semuo anterior.
- Ca¡11111lo IV /111.:racncmt'' ck 11111si11los 1 11111111l11uo11r~ 323

Grupo Dirección general

(y profundidad relativa) Músculos individuales de las fibras Comentarios
Erector de la coltmma lliocostal lumbar Craneal y lateral La acción de palanca más eficaz para la ílexión lateral
(superfícia l) lliocostal torácico Vertical
lliocostal cervical Craneal y medial
Longísimo torácico Vertical Grupo erector ele la columna más desarrollado
longísimo del cuello Craneal y medial
Longisimo de la cabeza Craneal y lateral
Espinoso torácico Vertical Poco definido. se fusiona con los músculos semicspinosos
Espinoso del cuello Vertical
Espinoso de la cabeza Vertical
Tra11sversoespi11oso Semiespinoso
(intermedia) Semiespinoso LOrácico Craneal y medial Cruza las uniones intervencbrales VI a VIII
Semiespinoso del cuello Craneal y medial
Semiespinoso de la cabeza Vertical
Multífidos Craneal y medial Cruzan dos a cuatro uniones intervertebrales
Rotad ores
Rotador corto Craneal y medial El rotador largo cruza una unión intervertebral; el
Rotador largo Horizontal rotador cono cruza dos uniones interven ebrales. Los
rotadores están más desarrollados en la región torácica
Seg111e11tales cortos lmerespinosos Vertical Ambos músculos cruzan una unión imervertebral
(prnf1111d<1)
1nten ransversos Vertical Más desarrollados en la región cervical.
Los 1mísculos interespinosos se mezclan con los
ligamentos interespinosos

Músculos de la capa profunda de la espalda
Los músculos de la capa proíun da ele la espalda son ( l ) el
grupo erector de Ja columna, (2) el grupo transversoespinoso
y (3) el gntpo segmenta! cono (Tabla 10.3). La organización
anatómica ele los grupos erector de Ja columna y transversoes-
pinoso aparece en la figura L0.7.
En general, de nivel superíicial a proíunclo, la longit ud ele
las fibras de los músculos de la capa profunda se vuelve pro-
gresivamente más cona. Un músculo del grupo, más superfi-
cial, erector de la columna puede extenderse virtualmente a
tocia la longitud de la columna vertebral. En eomrnstc, los
músculos del grupo segmenta! con o más proíunclo cruzan
sólo una unión imervenebral.
Aunque prevalezcan las excepciones, los músculos de la
capa profunda de la espalda se inervan segmentalmcnte a tra-
vés de los ramos dorsales de los nervios cspi nales.lH Por ejem-
plo, un músculo particularmente largo del grupo erector ele la
columna está inervado por múltiples niveles a lo largo ele
la médula espinal. Embriológicameme. y a diferencia de los
músculos ele las extremidades y Ja porción amerolaicral del

Vista superior

FIGURA 10.7 . Sección transl"<::r-

sal de T.¡ que muestra la organi-
zación topognHica de los gru-
pos ele músculos erector de la
columna )' transvcrsoespinoso.
No aparece el grupo de múscu-
los scgmcntales conos.

Músculos erectores
de la columna
324 Sección 111 Es<¡ue/cto axial
Vista posterior
lliocostal cervical
__.,,..,,..~!'---,~
~-----Tendón
FIGURA 10.8. Músculos del grupo erector de la columna. Porrazo-
nes de claridad, se han conaclo los músculos iliocostal izquierdo,
espinoso izquierdo y longisimo derecho jusw superiores al tendón
común. (De Luugens K, Harnilton N: I<inesiolagy: Scientific Basis o[
/-fuman Motia11, 9.ª ccl. Madison, Wl, Brown and Benchmark. L997.
The McGraw-HiU Companies.)
tronco, los músculos de la capa profunda de la espalda man-
tienen su localización original dorsal respecto al cilindroeje.
Por esta razón, estos músculos suelen denominarse «músculos
intrínsecos» de la espalda.
Como regla general, la mayoría ele los músculos intrínsecos
de la espalda están inervaclos por los ramos dorsales de los
nervios espinales adyacentes. En contraste, la mayoría de los
músculos extrínsecos de la espalda, como el dorsal ancho y el
serrato posterosuperior, están inervados por los ramos ventra-
les de los nervios espinales a través del plexo braquial o los
nervios intercostales.
Erector de la columna
El erector de la columna es un grupo de músculos grandes y
poco definidos que discurren por ambos lados de la columna
vertebral, grosso modo la anchura de una mano a partir de las
apófisis espinosas (Fig. 10.8). La mayoría se local iza a nivel
profundo de la capa posterior ele la fascia toracolumbar y los
músculos en las capas intermedia y superficial de la espalda.
El erector de la columna se compone ele los músculos espino-
sos, longlsimos e iliocostales. Cada músculo se divide topo-
gráficamente en tres regiones, dando lugar a un total de nueve
músculos (ver Tabla 10.3). Los músculos individuales se sola-
pan y varían mucho de tamal'\o y longitud.
El grueso ele los músculos del grupo erector de la columna
tiene una inserción común en un tendón ancho y espeso loca-
lizado a nivel superficial del sacro (ver Fig. 10.8). Este tendón
común ancla el erector de la columna en muchas localizacio-
nes (Tabla 10.4). A partir de este tendón común surgen tres
columnas verticales de músculos poco organizadas: espinosos,
longísimos e iliocostales.6.19,84
Músculos espinosos
Los músculos espinosos son el espinoso torácico, el espi-
noso del cuello y el espinoso de la cabeza. En general, se inser-
tan superiormente en las caras laterales ele las apófisis espino-
sas o en el ligamento nuca! de la región cervical. Los músculos
espinosos suelen ser indistintos ele los músculos circundantes
o están · ausentes por completo. El espinoso ele la cabeza,
cuando está presente, suele mezclarse con el semiespinoso de
lliocostal la cabeza.84
lumbar
Músculos longísimos
Los músculos longísimos son el longísimo torácico, el lon-
gísimo del cuello y el longísimo de la cabeza. En conjunto, son
común los más grandes y desarrollados del grupo erector de la
columna. Las fibras de los músculos longísimos se abren en
abanico en sentido ci-aneal desde el tendón común y se inser-
tan entre el extremo posterior de las costillas y las apófisis
transversas y articulares de las vértebras locales. En el cuello,
el longísimo del cuello se angula ligeramente en sentido
med ial para insertarse en los tubérculos posteriores de las apó-
fisis tranversas ele las vértebras cervicales (Fig. 10.8) El longi-
simo de la cabeza, en contraste. se angula un poco lateral-
mente para insertarse en el borde posterior de la apófisis
mastoides del temporal. La angulación más oblicua ele la por-
ción superior del longísimo ele la cabeza y el cuello sugiere
que estos músculos ayudan a la rotación axial ipsolateral de la
región craneocervical.
Músculos iliocos tales
Los músculos iliocostales son el iliocostal lumbar, el il iocos-
tal torácico y el iliocostal cervical. Ocupan la columna más
lA BLA : 1O..4·. ', ~n?rn:io!1~s A~l; te.n M 1.1. i¿91tu~~!:1~ <!~1
!_._~e.}a ,coJ~.~~~ _, _ _ _ ~ _ ~
l. Crestas sacras medianas
2. Apófisis espinosas y ligamemos supraespinosos de la región
torácica inferior y toda la región lumbar
3. Crestas ilíacas
4. Ligamento sacrotuberoso y sacroilraco
5. Músculo glúteo mayor
6. Músculos multifidos
b

lateral del grupo erector de la columna. Los músculos iliocos-
tales discurren en sentido craneal desde el tendón común. Los
músculos iliocostales lumbar y torácico se insertan por lo
general laterales al ángulo de las costillas. El iliocostal cervical
se inserta en los tubérculos posteriores de las apófisis transver-
sas de las vértebras cervicales medias, jumo con el músculo
longísimo del cuello.
Resumen del grupo erector el e la columna
Los músculos erectores de la columna cntzan una distancia
considerable del esqueleto axial. Esta característica anatómica
sugiere un diselio más adecuado para controlar los movimien-
tos macroscópicos de todo el esqueleto axial que para el con-
trol ele los movimientos finos en uniones intervenebrales indi-
viduales. Como grupo, la contracción bilateral del erector de
ta columna extiende el tronco, el cuello o la cabeza (Fig. l 0.9).
Al insertarse en el sacro y la pelvis, el erector de la columrw
puede inclinar la pelvis en sentido anterior, con lo cual acen-
túa la lordosis lumbar. (La inclinación pélvica describe una
rotación en el plano sagital de la pelvis sobre las caderas. La
dirección de la inclinación está indicada por la dirección de la
rotación de las crestas ilíacas.) Como se aprecia en la figura
I0.9A, la inclinación anterior ele la pelvis se acentúa por el
aumento de la tensión en los músculos ílexores de la cadera
estirados. como el ilíaco.
Dorsal Erector Ilíaco
A ancho de la columna (tenso)
Músculos transversoespinosos Glúteo
(multífidos) mayor
Dorsal Erector
B ancho de la columna lsquiotibiales
FIGURA 10.9. Patrones de activ<1ción muscul<tr de una persona sana
mientras extiende el tronco y la cabeza. las extremidades superiores
e inferiores se levantan de la superficie de sosLén. A. Visla de períil.
8, Vis1a posterior. Nótese en A que el músculo ilfaco estirado contri-
buye a la posición de inclinación amcrior de la pelvis.
C11¡n111/11 I O /111rraccicmr' ele 111mrn/o, y orliwle1cíonrs 325
Cuando se contraen unilateralmente, los músculos iliocos-
tales, localizados lateralmente, son los ílexores laterales más
dicaces del grupo erector de la columna. Los componentes
craneales o cervicales de los músculos longísimos o iliocostn-
les ayudan a la rotación axial ipsolateral, sobre todo cuando la
cabeza y el cuello giran por completo contralateral mcnle. El
músculo iliocostal lumbar ayuda un poco a la roLación axial
ipsolatcral.
Músculos transversoespinosos
Localizado inmediatamente a nivel proíundo de los músculos
erectores de la columna está el grupo de músculos transverso-
cspinosos: los semiespinosos, multífidos y rotadores (Figs.
J 0.11 y 10.12). Los músculos semiespinosos se localizan a
nivel superíicial; los mulLlíiclos, a nivel inLcrmeclio y los roia-
clores, a nivel profundo.
El nombre transversoespinoso se refiere a las inserciones
generales ele la mayoría de los músculos (es decir, desde las
apófisis transversas de una vértebra hasta las apófisis espino-
sas de una vértebra silllada por encima). Con pocas excepcio-
nes, estas inserciones alinean la mayoría de las íibras muscu-
lares en una dirección craneal y medial. Muchos de los
músculos del grupo transversoesprnoso son moríológicamente
muy parecidos, variando sobre todo en la longitud y en el
número de uniones intcrvencbralcs que cruza cada musculo
(Tabla 10.5).
Müsculos sem iespi nosos
Los músculos semiespinosos son el semiespinoso torácico,
el semiespinoso del cuello y el semiespinoso de la cabeza (Fig.
10. 1 1). En general, cada músculo o serie principal de íibras ele
cada músculo, cruza seis a ocho uniones intervenebralcs. El
semiespinoso torácico se compone de muchos fascículos íinos,
interconectados por largos tendones. Las íibras musculares se
inscnan en las apófisis transversas ele T¡;.10 y en las apófisis
espinosas ele C6-T4.
El músculo semiespi11oso cid rnel/o, mucho más grueso y
desarrollado que el scmiespinoso torácico, se insena en las
apóÍisis transversas ele las vértebras dorsales superiores y en
las apófisis espinosas de C2.5. Las íibras musculares que se
insertan en la prominente apóíisis espinosa del axis (Ci) están
especialmente bien desarrolladas y son importantes estabiliza-
dores de los músculos suboccipitales.
El músculo semiespinoso de la ca/Jeza se halla a nivel pro-
íunclo de los músculos esplenio y trapecio. El músculo nace
Media del número de
uniones intervertebrales
Músc_t_1l_
o_ _ _Lo
_n~gitud relativa cruzadas
Semiespinosos L1rgos 6-8
Muhiíidos Intermedios 2-4
Rotado res Conos 1-2
326 Scuion 111 fai¡uckw lt\flll
-
1 lJ N TO D E 1 N 1 E R l. S 1 O. - """- __ _ _ u. _ ~-

Fuerzas generadas por los músculos extensores lumbares lleva una carga.1s Es grande el contraste con la gran respuesta
mientras se llevan cargas externas EMG de los mismos músculos cuando se lleva la misma carga
anterior al tronco.
Dada la posición ventral de los ojos y brazos, las cargas externas
Nótese en la figura 10.1 Ola gran disparidad en la EMG del
suelen manipularse, pasarse y llevarse en la parte anterior del
erector de la columna cuando se llevan cargas en la mano en el
cuerpo. Los músculos extensores lumbares, como el erector de
lado ipsolateral o contralateral del músculo extensor lumbar. La
la columna, se activan continuamente para producir grandes carga contralateral requiere un mayor momento de flexión lateral
fuerzas internas como respuesta a estas cargas externas de
producido unilateralmente por el erector lumbar de la columna,
disposición ventral. Las demandas de fuerza sobre toda la serie así como por otros músculos extensores lumbares. Esta
de músculos extensores lumbares suelen ser grandes por la poca información es valiosa para dar consejos sobre métodos seguros
ventaja mecánica general de los grupos de músculos (es decir, la
para llevar cargas en la mano, sobre lodo cuando se sospecha
relación del brazo de momento interno-externo; ver Cap. 1). Un una lesión unilateral muscular, articular o de los tejidos
músculo erector de la columna típico de la región lumbar. por conjuntivos.
ejemplo, puede tener un brazo de palanca del momento interno
de 5 cm, mientras que el brazo de momento externo de una carga
sostenida en la mano puede ser de hasta 70 cm, la distancia 16 -
horizontal entre el cuerpo de la vértebra lumbar y la mano O 10% Peso corporal
extendida. Dada una ventaja mecánica de O,o? (5/70), los
~
-
D 20% Peso corporal
músculos extensores deben producir una fuerza 14 veces mayor
que el peso de la carga (es decir, reciproca a la ventaja :E' 12 -
mecánica). Por ejemplo, sostener un galón de agua que pesa >
unos 35,6 N a una distancia de 70 cm por delante del pecho u -
requiere al menos 498 N de fuerza de los músculos extensores
lumbares. Si se tiene en cuenta el momento externo adicional
generado por ambos brazos extendidos, la fuerza total requerida
-
'#.
8-
~

de los músculos extensores lumbares es más del doble. Aunque

esta fuerza muscular es sólo el 25% del potencial de fuerza
máxima total de los músculos extensores lumbares, 10 este
ejemplo explica en parte por qué la columna lumbar y los
4 - ~~
~

músculos extensores asociados son vulnerables a las lesiones
cuando se manipulan materiales relativamente ligeros.
En el caso de personas vulnerables a la lumbalgia
discapacitadora, debe limitarse el acarreo de cargas, sobre todo
cuando se llevan delante del cuerpo. Si tienen que llevarlas,
deberán ser lo más ligeras posible, y se llevarán todo lo cerca del
cuerpo que sea posible. Llevar una carga directamente sobre la
cabeza reduce las demandas sobre los müsculos del tronco.
Aunque llevar cargas de este modo es popular en algunas
regiones del mundo, tiene la desventaja de aumentar las fuerzas
de compresión sobre la región craneocervical, la cual no está
pensada para llevar grandes cargas. Una alternativa es llevar las
cargas en una mochila. Como se aprecia en el estudio
electromiográfico (EMG) de la figura 10.1 O, llevar cargas en una
mochila estándar genera, como promedio, casi la misma
magnitud del erector lumbar de la columna que cuando no se
1-
- -
o
lpsolateral Posterior Contralaterat Anterior
Posición de carga
FIGURA 10.10. tdcdia de 1·alorcs clcctromiográíicos (El-.IG)
-cxprcsndos como porcentaje ele la con t rncdl~ll iso111é1rica volun-
taria 111;\xima (CIVM)- de los mllsculo~ crct"1orcs lumbares de la
columna duran1e la deambulación )' el aca1..-co de cargas de clu~
wmaMs )' en cuatro posiciones. Ln posición de acarreo sobre el
eje X se basa en la posición de la cargn respecto a la resptu.'~ta
El\IG m1c111rns se camina sin llcl·ar una carga. (Datos de Cook
HI. Ncumann DA: The eífccls of load placemcm on 1he HIG
ac111·ur of thc low back musdcs dunng load carry b)' men and
womcn. Ergo110111ics 30: 1413-1423, 1987.)

sobre tocio de las apóÍisis t rnnsversas de lns vértebras dorsales
superiores. El músculo se espesa superiormente al insenarse
en una región bastante grande del occipital , ocupando gran
pane del área entre las líneas nucales superior e iníerior (ver
Fig. 9.3).
Los músculos semiespinosos del cuello y la cabeza son los
más grandes que cruzan el lado postenor del cuello. Su gran
Lamai'lo }' la dirección casi vertical ele las íibras aportan un
momento de extensión signiíicati\'o a la región craneocervical.
Los músculos semiespinosos derecho e izquierdo de la cabeza
son fáciles de palpar como cordones gruesos y redondos a
ambos lacios de la línea media ele la porción superior del cue-
llo, especialmente evidentes en bebés)' en adultos musculosos
)'delgados (Fig. 10.13).
~lultífidos
Los músculos multifidos se sitúan debajo de los muscules
semiespinosos. El plural «multlfidos» indica más bien una
colección de fibras múltiples que una serie de músculos indi-
viduales. Tocios los mulLiíidos Cl)111panen una dirección)' lon-
--TAB J'f10~6 . -lnser~i~t~;s inül tiplc¡ lk lo~ ~ul~lfido~ -,
en IJ!ifrgión lumbosacra
Inserciones inferiores
l. Apófisis mamilares de las vénebras lumbares
2. Ligamentos lumbosacros
3. Porción más profunda del tendón común del erector de la
columna
4. Superficie posterior del sacro
5. Espina ilíaca posterosuperior de la pelvis
6. Cápsula de las articulaciones cigapofisarias
Inserciones superiores
¡ . Apófisis espinosas lumbares
gitud parecidas de las fibras, que se extienden enLre la porción
posterior del sacro y Ci. En gene ral, los multíficlos se originan
en la apófisis Lransversa ele una vénebra y se insenan en la
apófisis espinosa de una véncbra siLUacla dos a cuatro segmen-
tos por encima (ver Fig. 10.12).
Vista posterior
Semiespinoso de la cabeza
Semiespinoso del cuello
Semiespinoso torácico
FIGURA 10.11 . Vista posterior de los müsculos scmiespinosos mas
superficiales del grupo de trans,·crsoespinosos. Por razones de clan-
dacl. se incluyen sólo el semiespinoso izquierdo del cuello, el sem1cs-
pmoso torácico izquierdo )' el sem1espmoso de la c.1beza derecho.
(De luugens K. Hamilton N: Kincsiologv: Scicntific Basis of /-111111a11
Motion , 9.ª ed. Madison, \\11, Brown iind Benchmark, 1997. The
McGraw-M ill Companies.)
Vi..,ta posterior
327
J
Rotador corto
Elevador
de las coslillas
lnterespinoso
FIGURA 10.12. Vista pos1cnor de los müsculos más prolundos del
grupo 1ransvcrsocspinoso (mul11nclos )' rotaclores) )'los musculo!> del
grupo segmenta] cono (intcrcspinoso e imcnrans,·crso). Los muscu-
los imen ransw rsos se mucs1 rnn scilll en el lado derecho de la n:g1lin
lumbar. Los müsculos elevadores de las costillas intervienen en la
inspi ración forzada )' de ellos se habla en el Capitulo 11. (De
Lullgcns K Hamilton N: /(incsiologv: Sricnt[~c Bc1sis o.f llumcr11 1\/(llio11,
9:' ccl. i\ladison, WI, Bmwn :md 13cnchmark, 1997. Thc l\k(ornw-
l lill Companies.)
Los muhificlos eslán más desarrollados y son más gruesos
en la región lumbosacra (Tabla 10.6)_;1 Las fibras musculares
de la región lumbar ocupan la mayor pane del espacio cón-
cavo formado entre las apófisis transversas )' espinosas. En
Lacia la región lumbar, los muhíficlos se acercan a las apófisis
espinosas en ángulos esencialmente rectos respeclo al eje
mayor ele cada apófisis espinosa correspondiente.4!! Este
ángulo es sólo aparente en una vista de perfil. Esta línea ele
fuerza conviene al máximo una fuerza en un momento. Los
muhífidos. por lamo, son una fuente esencial de un momento
de exlensión )' estabilidad para la base ele la columna. L1
fuerza excesiva de los muhífidos lumbares - por contracción
activa o espasmo protector- suele expresarse clínicamenLe
como una lordosis exagerada.
328 .Sccciti11 11 I Esc¡uelcto Cl'<ii1I
Rotado res
Los rotado res son los más profundos del grupo de múscu-
los transversoespinosos. Como los muhíficlos, los rotadores
constan de una gran serie de fibras musculares individuales.
Aunque los rotadores salen de toda la columna vertebral, están
mejor desarrollados en la región torácica (ver Fig. 10.12).
Cada fibra se insena emre la apófisis transversa de una vérte-
bra y la lámina y base de la apófisis espinosa de una vértebra
situada uno o dos segmentos por encima. Por definición,
el músculo rotador corto abarca una unión intcrvertebral, y el
mtísculo ro/ador largo abarca dos uniones intervcrtebrales.
Rcsumt•n del grupo de musculos trnnsvcrsoespinosos
Los músculos transversoespinosos son aquellos que, por lo
general, cruzan menos uniones in1crven ebrales que el grupo
erector de la columna. Esta característica sugiere que, en gene-
ral, los músculos están concebidos para produci r movimien-
tos controlados finos en el esqueleto axial, al menos en com-
paración con el grupo erector de la columna.
Al contraerse bilateralmente, los músculos transversoespi-
nosos extienden el esqueleto axial {ver Fig. 10.9B). El aumento
del momento de extensión exagera la lordosis lumbar y cervi-
cal y reduce la cifosis torácica. El tama1io y grosor de los mús-
culos transversoespinosos es máxima en cada extremo del
esqueleto axial. Cranealmente, los semiespinosos del cuello y
FIGURA 10.13. Una mujer sana de 22 m)os muestra el contorno de los
músculos semiespinosos derecho e izquierdo activados de la cabeza.
Se aplica resistencia manual contra el esfuerzo de extensión de la
cabeza. El pumo rojo sel'iala la apófisis espinosa de la vértebra C1.
-
la cabeza son extensores muy bien desarrollados de la región
craneocervical; caudalmente, los multifidos lumbares son
extensores muy bien desarrollados de la región lumbar.
Al contraerse unilateralmente, los músculos Lransversoespi-
nosos ílcxionan lateralmente la columna; sin embargo, su
acci<'>n de palanca se li mita por su cercanía a la columna verte-
bral. Los músculos transvcrsoespinosos de orientación más
oblicua ayudan a la rotación axial contralateral. A partir de una
apófisis transversa relativamente fija, la contracción de un solo
multíficlo o rotador largo derechos, por ejemplo, puede girar
una apófisis espinosa superior hacia la derecha y. por tanto
hacer rotar el lado anterior de la vt'ncbra hacia la izquierda'.
Comparados con todos los músculos del tronco. los transver-
soespinosos son rotadores axiales secundarios. La acción de
palanca para la rotación axial es rclai ivamente escasa por la
proximidad del músculo a la columna vcncbral. Comparemos,
por ejemplo, los multííidos con el músculo oblicuo externo del
abdomen en la íigura 10.4C. Además, la línea de fuerza preva-
lentc de las fibras del músculo Lransvcrsoespinoso se dirigen en
sentido más vertical que horizontnl , con lo cual aportan un
mayor potencial de fuerza a la extensión que a la rotación axial.
Grupo de músculos segmenta/es cortos
El grupo de músculos segmentalcs con os se compone de
los infercspinosos y los i11t ercrc111svcrsos (ver Fig. 10.12). (A
menudo se usa el plural para describir todos los miembros de
la serie completa de estos músculos). Se hallan a nivel pro-
íundo del grupo de músculos transversoespinosos. El nombre
«segmcntales cortos» alude a la longitud extremadamente
corta y la organización muy segmentada de los músculos.
Cada músculo interespinoso o intcrtransverso cruza una
unión intcrvcrtebral. El grupo de músculos scgmentales cor-
tos sale a lo largo ele toda la columna vertebral, excepto en la
región torácica. Estos músculos están más desarrollados en
la región cervical, donde es crítico el control fino de la cabeza
y el cuello.
Cada par de músculos intcrespinosos se sitúa a ambos
lados, y a menudo se mezcla con el ligamento intercspinoso
correspondiente. Los interespinosos tienen una acción de
palanca relativamente favorable y una dirección óptima de las
fibras para producir momento de extensión. La magnitud de
este momento es relativamente pequeña aun si consideramos
el pequeño tamatio de los músculos.
Cada par de músculos in ten ransvcrsos derecho e izquierdo
se localiza ent re apófisis transversas adyacentes. Como grupo,
la anatomía de los músculos intcnransvcrsos es más compleja
que la de los interespi nosos.S·t En la región cervical, por ejem-
plo, cada músculo intertransverso se divide en otros anterior
y posterior pequeños, entre los que pasan los ramos ventrales
de los nervios espinales.
Como grupo, la contracción unilateral de los intertransver-
sos ílexiona lateralmente la columna vertebral. Aunque la
magnitud del momento de ílexión lateral es relativamente
pequeña en comparación con otros grupos de músculos, es
probable que el momento aporte una fuente importante de
estabi lidad intervenebral.
• Cc1pi111/o I O /11trracri(l11rs de musrnlos y <1rlín1/crcic>11cs 329

Resumen del grupo de músculos scgmc11talcs <:ortos
Los músculos imerespinosos e inLcrtransvcrsos son p;ires
cortos y múltiples de fibras, cada uno de los cuales cruza sólo
una unión intervertebral. La nawraleza muy segmentada ele
estos músculos contribuye al control íi no del esqueleLO <ixial.
Estos músculos también aportan una fuente rica de retroali-
mentación sensorial segmenta\, sobre tocio en la región cranc-
ocervical. 10 La retroalimentación ayuda a coordinar la posi-
ción ele la cabeza y el cuello con la posición de los sistemas
visual y aud itivo.
SERIE 2: MÚSCU~OS DE LA PORCIÓN ANTEROLATERAL
DEL TRONCO (MUSCULOS «ABDOMINALES»)
Los músculos de la porción anterolaternl del tronco son el
recto del abdomen, el oblicuo externo del abdomen, el obli-
cuo interno del abdomen y el transverso del abdomen (Fig.
10.14A a O). Como grupo, se los suele denominar músculos
abdominales. El recto del abdomen es un músculo largo en
forma de cinta, localizado a ambos lados de la línea media del
cuerpo. Los músculos oblicuo externo, obl icuo interno y
transverso del abdomen - los abdominales laterales- son
anchos y planos, y están situados en los planos superficial a
profundo, sobre la c<ira lmeral del abdomen.
Los músculos abdominales tienen varias funciones íisioló-
gicas y cinesiológicas (Tabla 10. 7). Este capítulo hace hincapié
en las funciones cinesiológicas de los músculos.
Formación de las vainas del músculo recto lle/ abdomen
y la lfnea alba
Los músculos oblicuo externo. oblicuo interno )' transverso
del abdomen de los lados derecho e izquierdo del cuerpo se
íusionan en la línea media del abdomen mediante una mez-
cla ele tejidos conjunt ivos. Cada músculo c.:on tribuye con
una túnica b ilarn inar delgada de tejido conjuntivo que fin<il -
mente forma las vainas anterior y posterior del músculo recto
ele/ abdomen. Como se aprecia en la figura l 0. 15, la vaina
anterior se l'orma con tejido conjunti vo ele los músculos
oblicuo externo y oblicuo interno del abdomen. La vaina
posterior se forma con tej ido tonjuntivo del oblicuo interno
y el transverso del abdomen. Ambas vai nas rodean el mús-
culo recto del abdomen, ele orientación vertical, }1 continúan
medialmente para fusionarse con tejidos conjuntivos idénti-
cos del otro lado del abdomen .71 (Esta estructura anatómica
general pe rtenece a la pared abdominal situada por encima
del nivel de las crestas ilíacas. Por debajo ele este nive l
ambas vainas, an terior y posterior, cursan anteriormente al
músculo recto del abdomen.) Los tej idos conjuntivos se
espesan y entrecruzan al atravesar la línea media, formando
la línec1 al/Ja. Anatómicamente, la línea alba se describe corno
un nafe tendinoso», que discurre longitudinalmente entre
la apóíisis xiíoiclcs y la sínfisis del pubis y la cresta del
pubis. 11-1

••• • •! 1 • 1

Funciones fisiológicas Funciones cinesiológicas

1. Sostienen y protegen las vísceras abdo minales
2. Aumentan la presión illlraabdominal en la espiración forzada del
aire de los pulmones, el vómito, la micción, la deíecación y el
pano
3. Aumentan la presión intratorácica duran te la espiración íorzada
del aire ele los pulmones
1. Mueven y estabilizan el tronco
2. Sostienen la columna lumbar y la articulación sacroilíaca durante
acciones íorzadas como el levanLamienLO de cargas pesadas
3. Estabilizan las inserciones óseas proximales de los músculos de la
cadera y la rodilla

Músculo Inserciones laterales Inserciones en la línea media Acciones en el tronco

Oblicuo externo Lado lateral de las costillas Cresta ilíaca, lfnea alba y vainas Bilateralmente: flexión del tronco e inclinación
del abdomen !V-XII contralaterales del músculo recto posterior de la pelvis
del abdomen Unilateralmente: flexión lateral y rotación
contrala1eral del tronco
Oblicuo interno Cresta ilíaca, ligamento inguinal. Costillas IX-XII , línea alba y Bilateralmeme: como arriba, además aumentan
del abdomen y íascia toracolumbar vainas contralaterales del la tensión de la fascia toracolumbar
músculo recto del abdomen Unilateralmente: flexión lateral y rotación
ipsolateral del tronco
Transverso del Cresta iliaca, íascia toracolumbar, Línea alba y vainas contralaterales Bilateralmente: compresión de la cavidad
abdomen superficie interna ele los del músculo recto del abdomen abdominal, aumento de la tensión de la fascia
canílagos de las costillas VI-XII toracolumbar
y ligamemo inguinal
330 Sacion 111 Esc¡tt<"lcto mwl

Músculo
oblicuo externo
Músculo recto del abdomen______.~........___
del abdomen

~\'r:~-Vama
del músculo
recto anterior

1~~- Ligamento
inguinal

A B

Músculo
Músculo oblicuo Fascia
interno del abdomen toracolumbar
Fascia
toracolumbar
Vaina del músculo
recto anterior

~~-Ligamento ~!--- Ligamento

inguinal inguinal

e o
t
a
FIGURA 10.14. Los cuatro músculos abdo1111nalcs de la porción antcrolatcrnl del tronco. A, Recto del abdomen con supresión de la vmna del h
músculo recto amerior. 13, tvtúsculo oblicuo externo del abdomen. C, Músculo oblicuo interno del abdomen. u ni\·el prolundo del oblicuo
externo del abdomen. D, l\lúsculo transverso del abdomen. a ni\'el profundo de otros músculos abdominales. (De Luugcns K. Hamilwn N:
l
Kinesw/ogy: Scit'llt!frc Basis of H11mc111 i\lotion, 9.• cd. Madison, WI, 13rown and Benchmark, 1997. The l\lcGraw-Hill Comp:m1cs.) ¡;
-- Ca¡11t11/p 1tl /111t·1 el< t ic111c, <le 111usc 111,,, 1· <1rtirnlt1cit111cs

Vista supcríol'
33 1

Músculo recto Línea alba

FIGURA 10.15. Visi;1 transversal

del abdomen
....----t--......
horizontal de la pared anterior
del abdomen aprox11nadamcnte
al nivel de la 111 vértchrn lumbar.

Músculo Músculo Tejidos conjuntivos

oblícuo externo oblicuo interno de los músculos laterales del abdomen
del abdomen del abdomen

A11atomía de los músculos abdominales Acciones ele los mlÍsculos abdominales

El mrísculo recto del abdomen consta de las mi tades derecha La acció11 bila/crcrl de los abdominales reduce la distancia entre
e izquierda, separadas por la línea alba. Cada mitad del la apófisis xifoides >' la sínl'isis del pubis. Dependiendo del
músculo discurre longitudinalmente, ensanchándose al segmento corporal y su estabilidad. la contracción ele los
ascender por una vaina abierta formada entre las vainas ante- 111(1sculos abdominales puede ílcxionar el tórax >' la columna
rior y posterior del músculo recto del abdomen. lntersecan )' lumbar superior, indinar la pelvis en sentido posterior, o
refuerzan el músculo tres bandas fibrosas llamadas interseccio- ambas cosas. L1 figura 10.16 muestra un ejercicio de abdomi-
nes tendinosas. Estas bandas se mezclan con la vaina del recto nales en diagonal que impone una demanda relatirnmcmc
anterior del abdomen. El músculo recto del abdomen nace de grande sobre los músculos oblicuos cid abdomen. Durante la
la región de la cresta del pubis)' circundanLe, y se inserta en llex1ón del tronco en el plano sagital, las tendencias a la rota-
sentido superior en la apófisis xifoides y los cartílagos de las
costillas V a VI l.
La organización anatómica de los músculos oblicuo
externo, oblicuo interno y transverso del abdomen es distinta
a la del recto del abdomen. En conjunto, los músculos latera-
les tienen su origen lateral o posterolateral sobre el tronco )'
discurren en dirección distinta hacia la línea media, para ter-
minar mezclándose con la línea alba y las vai nas comralaLera-
les del músculo recto del abdomen (Tabla l0.8).
El músculo oblicuo externo ele/ abdomen es el mayor y más Pectoral mayor ---1:-::::-"~:..-;::11.
superficial de los músculos abdominales laterales. Los múscu-
Serrato anterior
los oblicuos externos discurren en una dirección inferomedial,
como si lleváramos las manos en los bolsillos. El músculo obli -
cuo interno ele/ abdomen se localiza a nivel inmediatamente pro-
fund o del músculo oblicuo externo, forma ndo la segunda Transverso
capa de los abdom inales laterales. La mayoría de sus fibras se del abdomen
originan en la cresta iliaca y la fascia toracolumbar adyacente.
Desde este punto de inserción lateral , las fibras cursan en una
dirección craneal y medial hacia la línea alba y las costillas
inferiores. Como se aprecia en la figura 10.14C, las insercio-
nes del músculo oblicuo interno se extienden hasta el liga-
mento inguinal. La dirección media de las fibras del músculo
oblicuo interno es casi perpendicular a la dirección media de
las fibras del músculo oblicuo externo que se le superpone.
El músculo transverso del abdomen es el más profundo de los
músculos abdominales, siendo sus funciones primarias
aumentar la presión imraabdominal y estabilizar la región
lumbar por medio de sus inserciones en la íascia toracolumbar. FIGURA 10.16. Pairón de activación muscular de una persona sana
Los músculos transverso del abdomen y oblicuo imerno com- que realiza un abdominal cruzado que incorpora ílexión del tro nco )'
parten muchas inserciones, incluida la fascia toracolumbar. rotación nxinl hncin la izquierda.
332 Scccio11 111 b.i¡uclcto axial

ción axial opuesta y la ílexión lateral de los distintos múscu-
los abdominales se neutralizan por los músculos derechos e
izquierdos opuestos.
Los ejes de rotación de todos los movimientos de la
columna vertebral se desvían en sentido posterior en el
tronco, a través de los cuerpos vertebrales. Como consecuen-
cia, los músculos abdominales, sobre todo el recto del abdo-
men, poseen una acción de palanca muy favorable para gene-
rar momento de ílexión del tronco (Fig. 10. 17). Nótese en la
fi gura 10.17 que, con la excepción del músculo psoas mayor,
tocios los músculos tienen un brazo de momento para produ-
cir momentos en los planos sagital y frontal.
Al contraerse unilateralmente, los músculos abdominales
ílcxionan el tronco lateralmeme. Los oblicuos internos y exter-
nos son muy eficaces en esta acción debido a su acción de
palanca relativamente favorable (es deci r, sus largos brazos de
momento) (Fig. 10.17) y, en pareja, su área transversal relati-
vamente grande. El área transversal combinada de los oblicuos
internos y externos a nivel de L4-l5 es casi el doble que la del
músculo recto del abdomen.58
La ílcxión lateral del tronco suele implicar a los músculos
ílcxores y extensores del tronco. Por ejemplo, la ílcxión laLeral
cont ra resistencia a la derecha exige una contracción de los
músculos oblicuos externo e inLcrno derechos, el erector dere-
cho de la columna y el transversoespinoso derecho. La coacti-
vación amplifica el momento frontal total al tiempo que esta-
biliza el tronco en el plano sagital. Distintas acciones
musculares pueden verificarse estudiando la posición de los
músculos respecto a los ejes de rotación (ver Fig. 10.17).
Los músculos oblicuos interno y externo del abdomen son
los rotadorcs axiales más eficaces del tronco. El potencial de
rotación axial se debe a su área transversal combinada relati-
vamente grande y a la acción de palanca favorable (ver Fig.
10.4C, longitud extendida del brazo de momento del músculo
oblicuo externo del abdomen). Durante la rotación axial, el
músculo oblicuo cx1crno actúa de modo sinergista con
el músculo obl icuo interno contralaternl (ver Fig. 10.16). En
pareja. los músculos oblicuos externo e interno del abdomen
de ambos lacios del cuerpo producen una línea de fuerza dia-
gonal que cruza la línea media a través de sus inserciones
mu1uas en la línea alba. Cuando se contraen juntos, los dos
músculos reducen la distancia entre un hombro y la cresta ilía-
ca contralateral. Al considerar cada músculo por separado, el
músculo oblituo externo es un rotador cont ralatcral del
tronco, y el músculo obl icuo interno es un rotaclor ipsolateral
del tronco. Aunque anmómicameme se consideren müsculos
separados. durante la rotación activa del tronco, los músculos
oblicu9s externo e interno de lados opuestos actuan como
uno solo, unidos en la línea media por la línea alba.
Las demandas ele momento impuestas a los rotaclores axia-
les del tronco varlan considerablemente según la naturaleza de
la actividad dacia. Las demandas de momento son relativa-
mente grandes duramc las rotaciones axiales de gran potencia,
como al esprintar, al luchar y al lanzar un disco o una jabalina.

Vista superior
Anterior

Oblicuo externo
del abdomen
o Oblicuo interno
....
'O
del abdomen ~
Q) ro
·g_ Fe ML Transverso del abdomen fil.
.!::! o.
(1)
«i
a; Psoas mayor Cuadrado lumbar ;¡;
o
::r
_,
1ií o

~~
~ ~& Erec1or de lliocostal
~/,;; "~ la columna-( L ..
<>~ ~ ong1s1mo a..
~~*a
'% ~ Multílido !
i.u

Posterior
FIGURA 10.17. Vista transversal horizontal de varios músculos del tronco a nivel aproximado ele la 111 vé r-
Lebra lumbar. Se muestra el potencial de los músculos para producir un 111ome1110 en los planos sagital y
fromal. El eje ameroposterior (AP) ele rotación (en rojo) y el eje de rotación medial-lateral (ML) (en negro)
se interscccionan en el centro ele la III vértebra lumbar. Los músculos localizados ameriores y posteriores
al eje medial-lateral tienen la posibilidad potencial de ílexionar y extender el tronco, respec1ivamen1e; los
músculos situados a la derecha e izquierda del eje anteroposterior tienen el potencial de flexionar lateral-
mente el tronco a la derecha e izquierda, respectivame111e.

Las demandas son muy bajas durante ac1ividades que impli-
can un giro lenlo del lronco en posición erguida , como al
caminar. Como la rotación axial se produce en el plano hori-
zontal, los músculos no uenen que superar el momento
externo generado por la gravedad.-16 Su resistencia principal es
la causada por la inercia del tren superior }' la tensión pasiva
del estíramienco de los músculos antagonistas.
Momento interno máximo de los flexores del tronco frente
a los extensores del tronco
En un adulLO sano, la magniLud del momento de ílexión del
Lronco durante un esfuerzo máximo suele ser inferior al
momento de extensión del tronco durante un esfuerzo máximo.
Aunque los datos varíen según el sexo, la edad, la salud )' h1
velocidad angular del aparato, las relaciones entre ílexores }'
exLensores detem1inadas isométricamcme suelen osci lar enLre
0,5 l y 0,77.8.65 Aunque los músculos ílexores del tronco posean
una mayor acción de palanca para el momemo en el plano sagi-
tal , los músculos extensores del tronco poseen más masa y, lo
que es igualmente importame, una mayor orientación vertical
general de las fibras musculares.H.511 El potencial de momento
relativamente mayor de los músculos extensores de la espalda,
al menos isométricamente, refleja el papel prcdominame del
músculo en contrarrestar la gravedad, sea para mantener un11
poslllra erguida o para llevar cargas delanle del pecho.
Papel ele los extensores del tronco como «Sinergistas
rotacionales,, de los músculos oblicuos del abdomen
Aunque los músculos oblicuos externos e internos se consideran
los rotadores axiales primarios del tronco, pocas veces actúan
solos durante esta actividad. Los rotadores axiales secundarios
del tronco son el dorsal ancho ipsolateral, los componentes más
oblicuos de los músculos longísimo e iliocostal, y los músculos
transversoespinosos contralaterales. Además de contribuir, al
menos mínimamente, al momento de rotación axial, los
rotadores axiales secundarios realizan la función más importante
de contrarrestar el potencial de flexión del tronco de los
músculos oblicuos del abdomen.39 La rotación axial del tronco a
la izquierda, por ejemplo, requiere la poderosa activación de los
músculos transversoespinosos derecho e izquierdo de la región
torácica.22 La actividad bilateral opone resistencia a la tendencia
a la flexión bilateral de los músculos oblicuos del abdomen.
Los músculos multífidos ofrecen estabilidad en la extensión a
la región lumbar durante la rotación axial.48.83 La patología que
afecta a las articulaciones cigapofisarias o a los discos de la
región lumbar puede asociarse con debilidad, fatiga o inhibición
refleja de estos músculos. Sin una activación adecuada de los
multífidos durante la rotación axial, los músculos oblicuos
parcialmente sin oposición crearían, teóricamente, una sutil
desviación de flexión hacia la base de la columna. Tal desviación
puede explicar en parte la postura redondeada (flexionada) de la
región lumbar que suele verse en personas con espondilólisis o
discopatfa de la columna lumbar.
333
SERIE 3: MUSCULOS ADIC IONALES
(PSOASILÍACO Y CUADRADO LUMBAR)
Aunque el psoasilíaco )' el cuadrado lumbar no se consideran
anatómicamente corno músculos del tronco, estos mús<.:ulos
están estrechamente asociados con el movimiento de esta reg1on.
Psoasllíaco
El psoasilíaco es un musculo grande compuesto de dos porcio-
nes: el ilíaco}' el psoas mayor (ver Fig. L2.29). Como la mayo-
ría de los flexores ele la cadera, el psoasilíaco está inervado por
el nervio íemoral, un ramo grande del plexo lumbar. El ilíaco
tiene una inserción proximal en la rosa ihaca )' la porción late-
ral del sacro, justo anterior y superior a la articulación sacroi-
líaca. El psoas mayor se inserta proximalmente en las apófisis
transversas ele T12 a L5, incluidos los discos intervenebralcs.
Los dos músculos se fusionan distales al ligamento inguinal )'
se insertan en un solo tendón en el trocanter menor del íémur.
El psoasilraco es un músculo largo, que ejerce una potente
Lníluencia cinética sobre la columna lumbar, la unión lumbo-
sacra y la articulación coxofemoral. Extendiéndose anterior a
la cadera , es un ílexor dominante, que desplaza el femur hacia
la pelvis o la pelvis hacia el fémur. En d último movimiento.
el psoasilíaco puede inclinar la pelvis en semiclo anterior, un
movimiento que aumen La la lordosis de la región lumbar (ver
Fig. 9.68A).
Función del psoas mayor en la región lumbosacra
En la posición anatómica, el psoas mayor muestra una ac<.:ión
de palanca eficaz en la flexión lateral ele la columna lumbar. -15
Poca o ninguna acción de palanca existe para la rotación
axial. La capacidad ílexora )' extensora del psoas mayor
diíierc a lo largo de la región lumbosacra (Fig. 10.18). En la
unión de L;-51. el psoas mayor tiene un brazo aproximado de
momcmo de 2 cm para la ílcxión.5<J El psoas mayor es, por
tanto, un ílexor eíicaz del extremo iníerior de la columna
lumbar respecto al sacro.
------
FIGURA 10.16. Vista lateral del psoas mayor que muestra sus lineas
de fuerza múhiples respecto al eje medial-lateral de rotación en las
uniones intervertcbralcs de T 1 2-L~ >' L>-51. Nó1cse que las líneas de
fuerza pasan cerca o a través de los ejes, con la excepción de L~-$1.
El brazo de momemo de ílexión del psoas mayor en L~-51 se mues-
tra como una linea negra cona.
334
Progresando en sentido superior hacia L1, la linea de fuerza
del psoas mayor se desplaza gradualmeme en sentido un poco
posterior, pasando por o justo posterior a los múltiples ejes
mediales-laterales de rotación. Esto reduce o elimina su capa-
cidad llexora o extensora. El psoas mayor no es un flexor
dominante ni un extensor de la región lumbar, sino un estabi-
lizador vertical clominante.72 El término «estabilizador veni-
cl\I» describe una función muscular de estabilización de una
región del esquelc10 axial en una posición casi \'ertical mien-
1ras se mantiene su curva fisiológica natural. Debido a la falta
ele una acción eficaz de palanca en la región lumbar, el psoas
mayor desempe1'la un papel mlnimo a la hora de inlluir direc-
tamente en el grado de lordosis.72 El psoasilíaco, como la
mayoría de los llexores de la cadera, puede aumemar de modo
indirecto la pos1ura lordótica de la columna lumbar al inclinar
la pelvis en sentido anterior.
Mediante las inserciones en la columna lumbar, el psoas
mayor permite un control excelente de las posiciones en d
plano sagital del tronco respecto a los muslos. sobre todo en
sedes1ación:10
Acciones del psoasilíaco
Ilíaco
• Flexor predominante de la cadera, de los fémures sobre la
pelvis, >' de la pelvis sobre los r~mures.
Psoas mayor
• Flexor lateral de la región lumbar.
• Flexor de la columna lumbar inferior (L5) respecto
al sacro (51).
• Estabilizador vertical de la columna lumbar.
Cuadrado lumbar
Anatómicamente, el músculo cuadrado lumbar se considera
un músculo de la pared abdominal posterior. El músculo se
inserta en sentido inferior en el ligamento iliolumbar )' en la
Vista posterior
- - - - Cuadrado
lumbar
FIGURA 10.19. Vista posterior del músculo cuadrado lumbar. (De
Luugens K, Hamilton N: Kinesiology: Scientifrc Basis of Human Molion,
9.ª cd. Madison, WI, Brown and Benchmark, 1997. The McGraw-
Hill Companies.)
cresta ilíaca, )' en sentido superior en la XII costilla )' los Vér-
Lices de las apófisis transversas de L1-4 (Fig. 10.19). El espesor
relativo del músculo es evidente al observar la figura 1O 17. El
cuadrado lumbar está inervado por los ramos Yentralcs de los
nervios espinales T12-L1.
Al contrae rse hi/a1cnd111c111c, el cuadrado lumbar es un
extensor de la región lumbar. Su acción se basa en la linea de
fuerza que pasa unos 3,5 cm posterior al eje medial-lateral de
rotación en L1. ~'1
Al con1raerse 1111ilatcralmcntc. el cuadrado lumbar prcsema
una acción de palanca relativamente favorable como llexor
lateral ele la región lumbar. '>9 Si n embargo, el potencial de
ro1ación axial del cuadrado lumbar es mlnimo.
Clínicamente, el cuadrado lumbar suele denominarse ~ele­
vador de la cadera» cuando se describe su papel al caminar,
sobre LOdo en personas con paraplejía en o por debajo del
nivel neurológico de L1. Al elevar un lado ele la pelvis, el cua-
drado lumbar levanta la extremidad inferior hasta que el pie
deja el sucio durante la fase de balanceo de la deambulación
con st~jeción ortopédica.
Acciones del cuadrado lumbar
Bilateralme111e
• Extensión de la región lumbar.
• Es1abilización vertical de la columna lumbar, incluida
la unión lumbosacra.
Unilateralmente
• Flexión lateral de la región lumbar.
• Elevación de un lado de la pelvis.
Tanto el psoas mayor como el cuadrado lumbar aportan
estabilidad muscular sustancial a la columna lumbar. Ambos
músculos discurren casi \'erticalmente a ambos lados ele las
vértebras lumbares (\'er Fig. 10.17). Una poderosa contrac-
ción bilateral de ambos músculos apona una estabilidad ver-
tical excelente a locla la base de la columna incluida la unión
de Ls-S1.
Músculos del tronco. Sección 11: Interacciones
funcionales entre tos músculos
La Sección 1 describe las acciones individuales de los
músculos del tronco. Estas acciones aparecen resumidas en
la 1abla 10.9. La Sección 11 se centra en las interacciones fun-
cionales de los músculos del tronco durame dos acLivicladcs:
(1) al generar es1abilidad cenLral al tronco,)' (2) al controlar el
movimiento de llexión del tronco desde decúbito. La segunda
interacción ejemplifica una relación cinesiológica clásica entre
los músculos del tronco y la cadera.
Interacciones funcionales de los músculos del tronco
• Proporcionar estabilidad central al tronco.
• Controlar el movimiento tradicional de ílexión del tronco
desde decúbito.
- 335

Músculo Flexión Extensión Flexión lateral Rotación axial*

Trapecio XX XX XX (CL)
Músculos espinosos (como grupo) XX X

Longísimo torácico XXX XX

Longísimo del cuello XXX XX XX (IL)
Longísimo de la cabeza XXX XX XX (lL)

Jliocostal lumbar XXX XX)< X (IL)

Iliocostal torácico XXX XXX
Iliocostal cervical XXX XXX XX (IL)

Semiespinoso torácico XXX X X (CL)

Semiespinoso del cuello XXX X X (CL)
Semiespinoso de la cabeza XXX X
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Multffidos XXX X XX (CL)

Rotado res XX X XX (CL)
Músculos interespinosos XX
Músculos imenransvcrsos X XX
Recw del abdomen XXX XX
Oblicuo externo del abdomen XXX XXX XXX (CL)
Oblicuo interno del abdomen XXX XXX XXX (lL)
Transverso del abdoment
Psoas mayor X X XX
Cuadrado lumbar XX XX
Cl = roianon Cl>n11.1la1cr:il. IL • ro1ac10111p><•l.11cr.1I
t Actúa sobre iodo .1umc111anclo la presión 11111.Mlxlonunal r. med1a111e las m>eruones en la lasc1a 101~1colu111b.1r, l''-lab1hza la reg1t>n lumb.11
A menos que se dig•• lo n>n1rano. las accionl-s clcsrnbcn el mo\'imicmo de la cap.1.upeiitw •> laicral de lo> musn•los respcc10 a su cam mfcnor t• mcchal fips. Se ,1;umc q11c l.1s .1ruonc>
se produc~n en la 1xi:;1dó11 :m:uómica, com1·a unn l\'Sis11·nc1a cx1erna. El po1cnc1al rd:1til'o ele 1m músculu 1x1m 111<1,·cr ,, estabilizar un región sc asigna con una X, mlnima: XX. mode-
rada: XXX, máxima. lMs.1ndos1t 1.•11 el brazo de 1n.JlllCl\hl (ucc.:ion de pal.ln<.';l). el .ht.t ll',\ll)Yt:rs;'I }'la chrccc1ün de l.1' í1hr11s: - 111(ln1ficsla l.1 .1uc;cnci.1 de una ~cción 11mscula1 cfü.:41z .

QUE APORTAN ESTABILIDAD CENTRAL AL TRONCO
La fuerza muscular activa aporta la íorma primaria de estabi-
lidad a la columna vcnebral. Aunque los ligamentos )' oLros
tejidos conj umivos suponen una fuente secundaria de esLabi-
lidad, sólo los músculos pueden ajustar la magniLUd y sincro-
nización de sus fuerzas.
los músculos del tronco aportan estabilidad central a éste
y, por tanto, al cuerpo en conjunto. La estabilidad permite al
tronco mamener una poswra estática incluso bajo el inílujo de
momentos externos desestabilizadores. La onda de la activa-
ción muscular ele los músculos del tronco se experimenta
cuando tratamos de mantenernos en pie o sentados rectos en
un autobús o un tren que estén acelerando.
La estabilidad central del tronco establece una base para
que los músculos muevan las extremidades. Durante la ílex1ón
de los hombros, por ejemplo, el músculo transverso del abdo-
men se vuelve acLivo 38,9 microsegundos antes que la porción
anterior del músculo deltoides.36 Resulta interesante que para
el mismo movimiento, personas con una historia ele lumbal-
gia presenten un retraso triple en el inicio de la aclividad EMG
del músculo transverso del abdomen. Cuándo se asocia el
retraso de la activación del músculo con la lumbalgia es una
pregunta intrigante.
los estabilizadores musculares del tronco pueden dividirse
en dos series basadas sobre todo en la organización anatómica:
intrínsecos y extrínsecos. Los estabilizadores musculares i11Lrf11-
secos son músculos relativamenLc conos y segmentados que se
insertan sobre todo en la región de la columna ,·enebral. Estos
músculos actúan en el ajuste fino de la estabilidad de los múl-
tiples segmentos de la columna vertebral. Los estabilizadores
musculares extrfnsccos, en contraste, son músculos bastante lar-
gos que se insertan, parcial o totalmente, en estructuras exter-
nas a la región de la columna venebral, como el cráneo, la pel-
vis, las costillas )' las ext remidades inferiores. Estos músculos
contribuyen a la estabilidad general del tronco y ofrecen un
eslabón semirrígido entre la columna vertebral )' las extremi-
dades inferiores.
Estabilizadores musculares intrínsecos del tronco
Los estabi lizadores musculares intrlnsecos del tronco son los
grupos de músculos transversoespinosos y segmentales cor-
tos. La mayorla de estos músculos se organizan ele un modo
relativamente segmentado y cruzan unas pocas uniones inter-
venebrales. Las variames líneas de fuerza de los estabilizado-
res intrlnsecos (Fig. 10.20A) les permiten ejercer un control
fino sobre la estabilidad cemral en todos los planos. Como se
336

A) Estabilizadores
musculares
intrínsecos
lntertransverso
e interespinoso
(cruza 1 segmento)
B) Orient<1ción espacial bral. Sin tal control, 1<1 columna vertebral es vulnerable a una
(a) de la línea de fu erza curvatura o inestabilidad vertebrales exageradas.
de un músculo
Porcentaje de fuerza:
Horizontal (FH) Esiabilizadores musculares intrínsecos del tronco
Vertical (Fv) l. Grupo transversoespinoso
Músculos semiespinosos
a= Oº Multifidos
FH= 0% Rotado res
Fv= 100%
2. Grupo segmenta! cono
Músculos interespinosos
Músculos intenransve rsos

Semiespinoso del cuello (l =15º

Estabilizadores musculares extrínsecos del tronco
(cruza 6-8 segmentos) FH= 26%
Fv= 96% Los est<1bil izadores musculares extrínsecos del l ronco son los
abdominales. el erector ele la colum na, el cuadrado lumbar y

Multífido a= 20º
(cruza 2-4 segmentos) FH= 34%
Fv= 94%

Rotador largo a= 45º

(cruza 2 segmentos) FH = 71%
Fv= 71%

Rotador corto ex - ao·

(cruza 1 segmento) FH= 98%
Fv = 17%

Transverso del abdomen

Recto del abdomen
FIGURA 10.20 . Representación esquemática de la oriemación espa-
cial de las líneas de íuerza de los estabilizadores intrínsecos. A, Las
líneas de fuerza de los músculos se muestran en el plano fronta l. El
nú me ro ele uniones intervencbrales que cruza cada músculo aparece
entre paréntesis. B, El ángulo (a) formado respec10 a la posición ver-
tical muestra la orienrnción espacial de las líneas de íuerza de cada
músculo. El porcentaje de fuerza muscular dirigida venicalmen1e es
igual al coseno ele a; el porcentaje de íuerza muscular dirigida hori-
zontalmente es igual al seno de a. Asumiendo que la acción ele
palanca sea adecuada, las fue rzas musculares de dirección verL ical
producen extensión y ílexión lateral, y las fuerzas de dirección más
horizomal producen ro1ación axial.

aprecia en la figura 10.208, la orientación espacial de la línea

de fue rza ele cada músculo (a) produce un eíecto único ele
estabilización sobre la columna vertebral. los músculos
interespinosos e intenransversos, que discurren en sentido
vertical, producen el 100% de su fuerza en la dirección verti-
cal (Fv). En colllraste, el músculo rotador cono de orientación
casi horizontal genera cerca del 100% de su fue rza en la
FIGURA 10.21 . Patrón típico ele activación ele varios estabilizadores
dirección horizontal (fo). El resto de los músculos producen musculares externos. Una persona sana actil·a músculos para estHbi·
fuerzas que se dirigen en diagonal. Las fuerzas musculares lizar el cuerpo frente a una íuerza externa. La activación aporta esta-
dirigidas por todo el espectro del plano horizontal mejoran el bilidad cern ral al tronco y la región lumbosacra y aumema la rigidez
control triplanar de la estabi lidad central en la columna verte- entre el tronco, las ex1remidades inferiores y el suelo.
--
los músculos ele la cadera qu~ conectan la pelvis con las extre- externa. Nótese la concentración de la acthidacl muscular en la
337

idacles in feriores. Los estab11tzadores externos aportan esta-
:lidad central al tronco, mediante la regulación ele la rigidez
del tronco. )' entre el tronco )' las extremidades inferiores. La
estabilidad central es especialmente imponante en las regiones
lumbar y lumbosacrn. donde fuerzas externas aplicadas sobre
el tren superior del cuerpo pueden desarrollar una acción de
palanca desestabi lizadora sobre las regiones más caudales o
inferiores del esqueleto axial. La inestabil idad de la base ele la
columna puede provocar Ltn alineamiento onostático defec-
tuoso ele toda la colu mna vertebral )' predisponer a sufri r alte-
raciones relacionadas como (l) espondilolistesis o espondi-
losis, (2) lordosis anormal y (3) fuerzas lcsionales en las
articulaciones cigapofisarias, sacroilíacas y en las sincondrosis
entre cuerpos vertebrales.
Estabilizadores musculares extrínsecos primarios del tronco
• Músculos de la porción anterolateral del tronco
Abdominales
reeto del abdomen
oblicuo externo del abdomen
oblicuo interno del abdomen
transverso del abdomen
• ErecLOr de la columna
• Cuadrado lumbar
• Psoas mayor
• lvtúsculos que conectan la pelvis con las extremidades
iníeriores: músculos de la cadera
La figura 10.21 muestra una persona que activa sus estabi -
lizadores musculares externos como respuesta a una íuerza
región inl'erior ele 1<1 columna. (Aunque los estabil izado res
intrínsecos Lambién están activos por las razones descritas, se
han omitido en el dibujo por motivos ele claridad.) La acLiva-
ción de los músculos psoas mayor, cuadrado lumbar y erector
de la columna aportan estabilidad vertical sustancial a las
regiones lumbar y lumbosacra en los planos íromal y sagital. La
co-contraccíón de los músculos abdom inales -en concreto el
transverso del abdomen- refuerza la estabilidad de la región
lumbar al aumentar la tensión en la rascia toracolumbar, con lo
cual se crea un efecto de «Corsé» en la región lumbar.
La activación de los músculos abdominales es esencinl para
la estabilización ele la pelvis ante b tracción de los músculos
extensores del tronco. sobre todo el erector de la columna.
cuadrado lumbar y músculos de la cadera (ve r Fig. 10.21).
Con la pelvis bien estabi lizada. las fuerzas que tienen un
impacto sobre el tronco se transfieren con eficacia por las arti-
culaciones sacroilíacas. la pelvis y, parn concluir. por las ext re-
midades in feriores. Los ejercicios de fon<tlecimiento, dise1'rn-
clos para aumentar la estabilidad de la región lumbar y
porción inferior del tronco. son aquellos que trabajan los
1Í1úsculos del tronco )' caderas en todos los planos.
QUE CONTROLAN EL MOVIMIENTO DE INCORPORAR EL
TRONCO DESD E DECÚBITO SUPINO
Los múscu los del tronco interactúan entre sí)' con los múscu-
los ele la articulación coxofemoral durante muchas activida-
des. Consideremos, por ejem plo. los movimientos com bina-
dos del tronco )' las caderas mientras movemos un bate de
béisbol, practicamos pminaje artístico o paleamos nieve. Parn
SLtbrayar esta imponanLe relación sinergista, las exposiciones

#1 lsométricos #2 Rotación del tronco #3 Rotaciún del tronco #.J Rotación d e la ¡>elvis
hacia la pelvis estática y la pelvis hacia las (y/o p iernas ) hacia
piernas estáticas el tronco estático

Ejemplos: Ejemplos: Ejemplos: Ejemplos:

1. Balanceo del tronco
erguido estando sentados
sobre un balón medicinal.
2. Mantener rígidos el tronco
y la región lumbar mientras
se mantiene una postura
típica de flexiones de brazos.
3. Manteniendo el tronco y la
región lumbar rígidos en una
posición a gatas, se eleva
un brazo y su pierna
contralateral'
1. Flexiones parciales
de tronco ("garbancitos")
2. Como arriba. pero
incorporándose mediante
movimientos en el plano
diagonal del tronco.
3. Flexiones de tronco
laterales
1. Flexiones completas
de tronco*
2. Como arriba, pero
incorporando el movimiento
en el plano diagonal
del tronco y la pelvis
1. lñclíñación pélvica
posterior en decúbito supino
2. Flexión de caderas contra
la gravedad o con algún tipo
de resistencia'
3. Elevación de las piernas
extendidas
4. Como arriba, pero
incorporando movimientos
de piernas en el plano
diagonal

FIGURA 10.22. Categorias de ejercicios de íon alecimiento de abdominales. con ejemplos seleccionados. Los ejemplos marcados
con asterisco aparecen di bujados.
338 .S1Hio11 111 Esc¡uckto <L\'10/

siguientes se centran en las acciones musculares de las «ílexio-
nes de abdominales».
Se emplean varias estrategias para fortalecer los músculos
abdominales. El objetivo común de los ejercicios es aumentar
la fuerza y comrol de estos músculos, a menudo como medio
para mejorar la estabilidad central del tronco. En un sentido
muy amplio, los ejercicios de abdominales se agrupan en cua-
tro categorías. En la columna 1 ele la figura 10.22, los múscu-
los abdominales producen una fuerza isométrica para mante-
ner una distancia constante entre la apófisis xi foides )' la por-
ción anterior de la pelvis. En las columnas 2 a 4, los múscu-
los abdommales se contraen para reducir la distancia entre la
apófisis xifoides y la porción anterior ele la pelvis. De estos
ejemplos, quizá el ejercicio más conocido sea la ílexión están-
dar del tronco, que se muestra en la columna 3.
Una ílexión de abdomi nales se practica en decúbito supino
con las piernas )' caderas ílexionadas )' se divide en dos fases.
La fase ele ílcxión inicial del tronco termma cuando las escá-

A Fase de íle\ión
del tronco

Dorsal ancho

Oblicuo externo Oblicuo interno Transverso

del abdomen del abdomen del abdomen

B Fast! de flcxiün
de las cadera'

'\

lliaco
FIGURA 10.23. T!pico patrón ele activación de una muestra de músculos mientras una persona sana realiza una ílexión de abdominales. La
imensidad del color rojo se relaciona con la intensidad <'Sumida ele la activ<lción musculm. A, La fose ele flcxió11 ele/ tronco del ejercicio comprende
una poderosa activación de los músculos abdomin<lles. sobre todo el recio del abdomen. B. La fose ele flexión de los cculaos del ejercicio com- F
prende la poderosa ac1ivación de los músculos abdominales y fiexores de la cadera. Nótese en B la gran comribución c111emá1ica de l<l peh•is d
sobre los íémures para la maniobra de flexión del tronco. n
 ! t1}'1/11/o l Ll l111~1cttfl1lllt':. <k 11111:.c ul11.\ 1• t11 lirn/<1no11cs 339

uias se le,·antan de la colchoneta (Fig. 10.23A). la fase pos-
fenor de la flexión de las caderas comprende 70 a 90 grados
de flexión de la pelvis sobre los fémures (Fig. 20.238). Como
se aprecia en la figura 10.23A, la fase de flexión del tronco se
debe sobre todo a la contracción de los músculos abdomina-
les, en especial el recto del abdomen.2 Las porciones superior
e inferior del recto del abdomen responden con igual inLensi-
dad durante este movimiento:l7 El músculo dorsal ancho, que
discurre anterior a la columna torácica superior, ayuda a fle -
xionar esta región; la porción esternocostal del pectoral mayor
ayuda a que avancen las extremidades superiores)' la cabeza
hacia la pelvis.
Durante la fase de flexión del tronco del ejercicio, la columna
10 racoiumbar se flexiona y la pelvis se inclina posteriormente
aplanando la columna lumbar. El nivel EMG de los músculos
fl exo res de la cadera es relat ivamenLe bajo, con independencia
de lí'I posición de las caderas y roclillas.2 La flexión parcial de
las caderas antes del ejercicio aumenta la tensión pasiva del
glúteo mayor, lo cual ayuda a la postura ele inclinación poste-
rior de la pelvis.
Durame la fase de Jlexió11 de las caderas del ejercicio, la peh•is
y el tronco giran hacia los fémures. la fase de flexión de las
caderas corresponde a la contracción activa de los músculos fle-
xorcs de la cadera. Aunque cualquier músculo flexor de la
cadera puede realizar esta acción, la figura 10.23B muestra a los
músculos iliaco y recto femoral como participantes activos. Los
niveles EMG relativos de los musculos ilíaco, sartorio y recto
femoral son significativamente mayores cuando las piernas se
mantienen fijas a la superficie de sostén.2 El eje de rotación
durante la fase de flexión de las caderas del ejercicio se desplaza
hacia las articulaciones coxofemorales. Los músculos abdomi-
nales se mantienen activos isométricamente, manteniendo la
región toracolumbar flexionada contra la pelvis que gira.
La flexió n completa del tronco im pone distinLas cwgas de
tra/Jc~jo mecánicas sobre los músculos abdominales en compa-
ración con los músculos flexores ele la cadera (en este con-
texto, el trabajo es el producto de la fuerza muscular por la
distancia que se contrae). Durante la fase de flexión del
tronco, los músculos abdominales producen trabajo haciendo
girar el tronco hacia la pelvis; durante la fase de flexión de las
caderas, los músculos fl exores ele la cadera producen trabajo
comrayendo y haciendo girnr la pelvis )' el tronco hacia los
fémures.
Las personas con músculos abdominales moderadamente
débiles suelen mostrar una postura característica cuando
intentan realizar una flexión completa de abdominales.
Durante el intento, los müsculos flexores de la cadera domi-
nan la actividad. Como resultado, hay flexión toracolumbar
mínima )' excesiva)' «temprana» flexión de la pelvis sobre los
femures. La comracción dominante de los músculos flcxores
de la cadera exagera la lordosis lumbar, sobre tocio durante el
inicio de la maniobra:12

Vista inferior
Posterior

Extensor y flexor Extensor y flexor

lateral izquierdo lateral derecho
Semiespinoso de la cabeza

Esplenio de la cabeza
Esternocleidomastoideo
Longísimo de la cabeza
Digástrico (vientre posterior)
o
...
'O
Q)
'5
cr E'e ML
.~

...
ro Oblicuo superior de la cabeza
-
~
Q)
ecto posterior mayor de la cabeza
Recto posterior menor de la cabeza
Recto lateral de la cabeza

Recto anterior de la cabeza

Largo de la cabeza
a.. Flexor y flexor
Flexor y flexor ..,
<(

lateral izquierdo i..u lateral derecho

Anterior
FIGURA 10.24. Acción potencial de los músculos que se insertan en la supcrl1c1e iníerior del temporal y occipnal. Las acciones de los musculos
de las aniculaciones atlantooccip1tales se basan en su localización respecw al eje de rotación medial-lateral (ML) (en rojo) y anteroposterior (en
negro) a nivel de los cóndilos del occipilal. Nótese que las acciones de la mayoría de los músculos se centran en uno de los cuatro cuacl rnntes.
340 Scccic111 lll Esc¡11ck10 axwl

Esternohioideo Vena yugular anterior

Esternotiroideo Fascia media (visceral)
Omohioideo

wm~P::iWih"ft-- Vena yugular interna

Escaleno anterior
fl::,~~;::;:;:~ ~~~~~=~~~~~ Vena yugular externa
FIGUR/\ 10.25 . Vista transversal
Escalenos medio
y posterior-nw.~:t.-J Arteria carótida horizontal del cuello a niqc.) ele la
Vaina carotídea Vl vértebra cervical. Repárese en
Longísimo de 1a cabeza-1ll!IC~~~~~ los Lres componemes de la fascia
Longísimo del cuello Plexo braquial cervical.
Arteria vertebral
Mullifido
y rotadores largo y corto Fascia profunda
Semiespinoso del cuello (prevertebral)

Semiespinoso de la cabeza Fascia superficial

Esplenio de la cabeza y el cuello (de revestimiento)
Trapecio
Vista superior

Músculos de la región craneocervical. Sección 1: por pequeños nervios sin nombre que se ramifican desde el
Anatomía y acción de los músculos individuales plexo cervical.
Los apartados siguientes describen la anatomía y acciones
individuales de los músculos que actúan exclusivamente en la Esternocleidomastoideo
región craneocervical. La musculatura se divide en dos series: El esternocleidomastoideo es un músculo muy prominente
los músculos de la región anterolateral y los músrnlos ele la local izado a nivel superficial en la cara anterior del cuello (Fig.
región posterior (ver Tabla 10.2). LO 26) En sentido in ferior, el músculo se inserta con dos
La figura 10.24 muestra muchos ele los músculos de la
región craneocervical como ílexores o extensores, o los ílexo-
res laLerales derechos e izquierdos, dependiendo de su inser-
ción respecto a los ejes de rotación de las articulaciones aLlan- Fascia superficial Recubre toda la región del cuello. El tejido
LooccipiLales. Aunque la íigura 10.24 describe sólo las (de revestimiento) también rodea e interconecta los músculos
acciones musculares en la an iculación atlantooccipital, la trapecio y esLernocleidomastoideo
posición relativa de los músculos aporta una guía útil para el La fascia superficia l se inserta o es continua
conocimiento de las acciones ele otras articulaciones de la a muchas estrucLU ras del área:
región craneocervical. En senlido superior
El hioides y la fascia muscular circunclame
FASCIA CERVICAL La mandíbula
La fascia cervical rodea y divide en compartimientos muchas La apófisis mastoides
La línea nucal superior
estructuras del cuello, como músculos y estructuras neurovas-
El músculo temporal
culares. La fascia cervical se divide en Lres componentes: En sentido inferior
superficial (de revestimiento), media (visceral) y profunda Fascias pectoral y deltoidea
(preven ebral) (Fig. 10.25 y Tabla 10.10). Estos componentes Acromion
exclU)'en la fascia subcuLánea que se hunde en el músculo pla- Clavícula
tisma. Son funciones imponames ele la fascia cervical proteger Manubrio
los músculos, aportar sostén estructural y protección a las vís- En sentido posterior
cerns cervicales y a las est ructuras neurovasculares, )' ayudar a Ligamento nuca!
Apófisis espinosas de las vértebras cervicales
transferir fuerzas entre músculos.
Fascia media Rodea y protege las visceras cervicales;
SERIE 1: MÚSCULOS DE LA REGIÓN CRANEOCERVICAL (visceral) tráquea, esófago y tiroides
ANTEROLATERAL
Fascia profunda Rodea la gran serie ele müsculos de l:i región
Los músculos ele la región craneocervical amerolateral apa-
(preve rtebral) craneocervical localizada posterior a las
recen enumerados en la tabla 10.11. Con la excepción del vísceras cervicales y anterior al trapecio. La
esternocleidomastoideo, inervaclo sobre todo por el nervio fascia es continua a la fascia toracolumbar.
espinal (XI), los oLros músculos del grupo están inervados
 Ct1p1tulo 1O lr1tcrnnw11c~ de 111u~rn/e1, v w t1rn/acio11rs
- 34 1

estos músculos tienen capacidad potencial para flexionar la

columna cervical media e inferior, y de extender la columna
cervical superior y las articulaciones atlamoaxial y atlantooc-
Esternocleidomastoideo cipital. La acción muscular varía dependiendo de la postura
Escalenos inicial de la región craneocc rvical.
Escaleno anterior
Escaleno medio Escalenos
Escaleno posterior En conjunto, los músculos escalenos se insertan entre los
Largo del cuello tubérculos y apófisis transversas de las vértebras cervicales
Largo de la cabeza
medias e inferiores y en las primeras dos costillas (Fig. 20.29).
Recto amerior de la cabeza
Recto lateral ele la cabeza Las inserciones específicas de estos músculos aparecen enu-
meradas en el Apéndice 111 , parte B. serie l. El plexo braquial
cursa entre el escaleno anterior y el escaleno medio (ver Fig.
10.25). La hipertrofia excesiva o espasmos de estos músculos
o su fascia asociada comprimen el plexo braquial y pueden
causar trastornos motores y sensoriales en las extremidades
superiores.
La función de los músculos escalenos depende de las inser-
ciones esqueléticas que estén más fijas. Asumiendo que la
columna cervical está bien estabilizada, los músculos escale-
nos elevan las costillas para ayudar con la inspiración durame
la respiración; asumiendo que los músculos escalenos se con-
traen con una base inferior ÍíJa en las dos primeras cosullas,
sus acciones potenciales se vuelven evidentes al usar el esque-
leto para reproducir la línea de fuerza. Al contraerse unilate-
ralmente, los músculos escalenos ílexionar lateralmente la
columna cervical. La rotación axial está limitada en los escale-
nos medio y posterior debido a la orientación casi vertical de
los músculos. El escaleno anterior de orientación más oblicua
tiene capacidad potencial para la rotación axial contralatcral
de la columna cervical.
Cuando se contraen bilateralmente, los músculos escalenos
FIGURA 10.26. El músculo esternocleidomastoideo izquierdo anterior y medio presentan un brazo de momento limitado
durante la rotación aCLh·a de la cabeza y el cuello a la derecha. El
músculo se aprecia como un cordón grueso entre la apófisis mastoi-
des izquierda, justo debajo ele la oreja,)' la articulación esternoclavi-
cular izquierda. Son visibles las porciones estema! y clavicular del
músculo.

cabezas: una medial (esternal) y otra lateral (clavicular) (Fig.

10.27). A pan ir de esta inserción, el músculo asciende en sen-
tido oblicuo cruzando el cuello para insertarse a lo largo de
una linea delgada, que se extiende por gran parte de la apófi-
sis mastoides del temporal, y en la mitad lateral de la linea
nucal superior.
Cuando actúa unilateralmente, el esternocleidomastoideo
es un ílexor lateral y rotador axial contralateral de la región
craneocervical. La acción ele rotación axial se muestra en la /
figura 10.26. Bilateralmente, la acción en el plano sagital del
esternocleidomastoideo depende del nivel de la región craneo-
cervical. En una vista de perfil de una persona con una pos-
tura normal, se aprecia que el esternocleidomastoideo cruza el
cuello oblicuamente. Por debajo de la región de C3, el ester- FIGURA 10.27. Vista anterior del músculo es1ernocleiclomas101deo.
nocleidomastoideo cruza anterior a los ejes mediales-laterales (De Luugens K, Hamilton N: Kinesiology: Scientific Basis of /-fuman
de rotación; por encima de C3, el músculo cruza posterior a Mo!ion, 9.ª ecl. Madison, W I, Brown and Benchmark, 1997. The
los ejes mediales-laterales de rotación. Cuando actúan juntos, McGraw-Hill Companies.)

342 Sffcid11 /// Esc¡uclcto axial
P U•N.T O DE 1 Nd hE R E.s 110. 4
Tortícolis
El tortícolis (del latín tortus, torcido, y col/um, cuello) describe
una afección de contracción crónica de al menos uno de los
músculos cervicales, por lo general el esternocleidomastoideo.
La afección puede ser congénita o adquirida. El acortamiento del
músculo puede deberse a una masa fibrosa o ser señal de una
enfermedad neurornuscular. A menudo se desconoce la causa
del tortícolis.
Una persona con tortícolis unilateral que afecte al
esternocleidomastoideo derecho o izquierdo suele adoptar una
postura craneocervical asimétrica que refleja los componentes
de la acción muscular (Fig. 10.28). Los padres de un niño con
tortícolis aprenden a menudo a estirar el músculo tenso y a
colocar y masajear al niño con el fin de favorecer la elongación
del músculo afecto. En los casos de contractura grave, el
músculo se libera quirúrgicamente, sobre todo en las cabezas
esternal y clavicular.es El tratamiento postoperatorio suele
consistir en fisioterapia para mantener la posición corregida del
cuello y reducir la formación de tejido cicatriza!.
FIGURA 10.28 . El to rtícolis congénito afecta al músculo esterno-
cleidomastoideo derecho de un nif'lo de 10 m'los. (De Tac hcljian
MO: Pedicuric Ortliopcclics. Filadelfia, WB Saunders, 1972.)
para flexio nar la columna cervical, sobre tocio en las regiones
in feriores. Las inserciones cervicales de los tres músculos esca-
lenos se dividen en varios fascículos ind ividuales (ver Fig.
10.29). Como un sistema de cables de alambre que estabilizan
una gran antena, los escalenos aportan excelente estabilidad
bi lateral y vertical a la columna cer\'ical media e in ferior. El
control fi no de la región craneocervical superior es probable-
mente responsabilidad de músculos más peque1'1os y especia-
lizados, co1no el recto amerior ele la cabeza )' el suboccipi tal.
-
Vista a nterior
1
Escaleno
anterior Escaleno
medio
Escaleno
posterior -- - .
FIGURA 10.29. Vista anterior de los músculos escalenos. Los escale-
nos posterior y amerior se muestran a la derecha: el escalentl medio
se muestra a la izquierda. (De Luugens K, Hamihon N: J<inrsiology:
Scientific Basis Qf Human Motion, 9.ª ed. Maclison, WI, Brown and
Benchmark, 1997. The !lilcGraw-Hill Companies.)
Largo del cuello y largo de la cabeza
Los músculos largo del cuello y largo de la cabeza se sitúan a
ni,•el profundo de las vísceras cervicales (tráquea )' esófago)
a ambos lados de la columna cervical (Fig. 10.30). Estos
músculos actúan como ligamentos longitudinales anteriores
dinámicos, aportando un elemento importante de esLabilidad
vertical a la región.
El músculo largo del cuello se compone de múltiples
íascículos que se adhieren estrechameme a las superficies
ameriores de las tres vénebras dorsales superiores y tocias las
vértebras cervicales. El músculo asciende por la región cervi-
cal a través ele múltiples inserciones entre los cuerpos de las
vértebras, los tubérculos anteriores de las apófisis transversas
)' el arco anterior del atlas. El músculo largo del cuello es el
único que se inserta por completo en la superficie anterior de
la columna vertebral. Comparado con los escalenos y el ester·
nocleiclomastoicleo, el músculo largo del cuello es un músculo
relativamente delgado (ver Fig. 10.25). Las fibras más anterio·
res del músculo flexionan la región cervical. Las fi bras más
laterales actúan junto con los escalenos para la estabilidad ver·
tical ele la región.
El músculo la rgo ele la cabeza surge ele los tubérculos ante·
riores de las apófisis transversas ele las vértebras cer\'icales
medias a inferiores y se inserta en la porción basi lar del occi·
pita! (ver Fig. 10.24) . La acción primaria del músculo largo de
la cabeza es llexionar y estabilizar la región craneocervical
superior. La flexión lateral es una acción secundaria.
Recto anterior de la cabeza y recto lateral de la cabeza
Estos músculos son cortos y nacen ele las apófisis transversas
elongadas del atlas (C1), insertándose en la superficie inferior
- Vista a n terior
Recto anterior
de la cabeza
~m.i:_ _ ___L_ Larg o
Recto lateral de la cabeza
de la cabeza
FIGURA 10.30. VisLa amerior de los músculos profundos del cuello.
Se mues1rnn los siguientes musculos: largo derecho de l¡i \.'t1beza,
recto anterior derecho de la cabeza, recto lmeral derecho ele la cabeza
y largo izquierdo del cuello. (De Luugcns K. Hamihon N: Kinrno/og1•
Scic111ific Basis cif Human 1\1011<>11 , 9 • cd. l\laclison, \VI, Brown and
Benchmark, 1997. The McGraw-1 hll Companies.)
del occipital (ver Fig. 10.30). El recio lateral de la cabeza se
insena lateralmente en el cónd ilo de l occipital; el recio ante-
rior de la cabeza, el más pequeño ele los músculos rectos, se
inserta ele inmediato amerior al cóndilo del occipilal (ver Fig.
10.24).
Las acciones de los músculos recto anterior de la cabeza )'
recto lateral de la cabeza se limitan a la articulación atlantooc-
cipital. donde los músculos controlan dos grados de libertad
de movimiento articular (ver Cap. 9). El recto anterior de la
cabeza es sobre todo un ílexor )' el recto lateral de la cabeza,
un ílexor lateral.
SERIE 2: MÚSCULOS DE LA REG IÓN CRANEOCERVICAL
POSTERIOR
Los músculos de la región craneocervical posterior aparecen
enumerados en la tabla 10.12. Están inervados por los ramos
dorsales de los nervios espinales cervicales.
Esplenio del cuello y de la cabeza
Los músculos esplenio del cuello )' esplenio de la cabeza son
un par de músculos largos y finos, cuyo nombre deriva de su
parecido con una venda (del griego sple11io11 , venda) (Fig.
10.32). El par ele músculos esplenios nacen de la mitad in fe-
rior del ligamento nuca! y las apófisis espinosas de C1-Tc,,
justo a nivel profundo del músculo trapecio. El músculo csp/c-
11io de la cabeza se inserta cranealmentc justo a nivel profundo
del esternocleidomastoideo, a lo largo ele una línea delgada
que se extiende por la apófisis mastoides )' el tercio lateral de
la linea nuca! superior (ver Fig. 10.24). El esplenio del cuello se
insena en los tubérculos posteriores de las apófisis transversas
de C1.J. Gran parte de su inserción cervical la comparte con el
músculo elevador de la escápula.
Cuando se contraen umlatcmlmente, los músculos espie-
343
mos generan ílexión lateral ) rotación axial ípsolateral de la
cabeza y la columna cemcal. Cu<tndo se co111raen bilateral-
mente, los músculos espk1110s extienden la región craneocer-
dcal superior.
Músculos suboccipitales
Son cuatro pares ele músculos loc<11izaclos a nivel mur pro-
fundo del cuello, inmeclimamente a nivel superficinl ele las
articulaciones atlamooccip1tal )' atlantoaxial (Fig. 10.33).
Estos músculos gruesos )' relam·ame111e conos se msenan
emre el atlas, el axis r el occipital. Sus inserciones musculares
específicas aparecen enumeradas en el Apéndice 111, parte B,
serie JI. Los músculos suboccipitalcs no son fáciles ele palpar.
Se hallan a nivel profundo de la porción superior del trapecio,
el grupo ele esplenios y el semiespinoso de la cabeza (ver Fig.
10.24).
L1 función primaria de los músculos suboccipitales es
aportar control íino al movimicmo ele las aniculaciones atlan-
tooccipital y atlamoaxial. Junto con los músculos rectos ante-
rior )' lateral de la cabeza, esrns articulaciones especializadas
aumeman el número de mov1miemos posibles en la región
craneocen·ical superior para onentar los ojos, orejas )' nariz.
Como se muestra en la figura 10.34, no hay dos músculos que
tengan idénticas acciones en ambas <1rliculaciones.
Músculos esplenios
Esplenio del cuello
Esplenio de la cabeza
Músculos suboccipualcs
Recto posterior tnll)'OI" de la cabeza
Recto posterior menor de la cabeza
Oblicuo superior de la cabeza
Oblicuo inferior de la cabeza
Músculos de la región craneocervi cal. Sección 11:
Interacciones funcionales entre los músculos que
cruzan la región craneocervical
Casi 30 músculos cruzan la región craneocervical, como los
que actúan exclusivamente en ella (Tabla 10.13) )' los que se
clasi fi can corno músculos ele la región posterior del lronco que
cruzan la región craneoce1vical (p. ej., lrapecio y longísimo de
la cabeza).
Esta sección se centra en las interacciones funcionales de los
músculos que cruzan las regiones craneocervicales durante dos
acti,1dades: (1) es1abilizar la región craneocen'ical )' (2) produ-
cir los movimientos de la cabeza )' cuello que mejoran la fun-
ción de los sistemas ,·isual, auditi\'O )'olfativo. Aunque haran
otras interacciones íuncionales de estos músculos, las dos acu-
vidacles aportan un formato para describir los principios clave
de la cinesiología de esta región importante del cuerpo.
344 .)t:won 111 bc¡udt:to cL'l:ral
Vulnerabilidad de los músculos largo del cuello y largo de la
cabeza a las lesiones por aceleración
La columna cervical es vulnerable a las lesiones por aceleración
(por latigazo), sobre todo como resultado de accidentes de
automóvil. La vulnerabilidad se debe en parte al gran momento de
inercia de la cabeza relativamente pesada. Un impacto que genere
una gran velocidad angular de la cabeza crea un momento angular
proporcionalmente grande en toda la región craneocervical. Si se
dirige en el plano sagital, el momento de la flexión o extensión de
la cabeza puede dañar los tejidos que se tensan o comprimen en
exceso. El momento dirigido en el plano frontal puede generar un
latigazo por flexión lateral, lo cual también daña el tejido.
Los latigazos asociados con l1 iperextensión cervical suelen
crear mayor distensión de los músculos y tejidos blandos que los
latigazos asociados con la flexión cervical.68 La mayor amplitud de
la hiperextensión puede distender gravemente los músculos
flexores y las vísceras cervicales, y puede comprimir en exceso las
articulaciones cigapofisarias y las caras posteriores de la columna
cervical (Fig. 10.31A). La extensión máxima de la flexión queda
parcialmente bloqueada cuando el mentón pega con el pecho (Fig.
10.31 B).
La investigación sobre réplicas de cabezas, cuellos y torsos
humanos ha mostrado que los músculos largo del cuello y largo
B
FIGURA 10.31. Durante las lesiones por aceleración (por latigazo), la extensión cervirnl (A) suele exceder la ílexión
cervical (B). Como resultado. las estructuras amenores de la región cervical son más \'Ulncrables a las lesiones por
sobreuso. (De Ponerí1cld JA, DeRosa C: Mcchanical Nrch Pain: PcrspWil'fs in Functwnal Arwtomy. Falaclelíia, WB
Saunders. 1995.)
Interacciones funcionales de los músculos que cruzan la
región craneocervical
l. Estabilización de la cabeza y cuello.
2. Producción de movimiemos de cabeza y cuello que
mejoran la visión y audición.
de la cabeza son especialmente vulnerables a las lesiones por
distensión y latigazo asociado con hiperextensión. El latigazo por
hiperextensión excesiva produjo un 56% de distensión
(elongación) del músculo largo del cuello y el latigazo por flexión
lateral excesiva produjo un 57% de distensión del músculo largo
de la cabeza.18 Ambos niveles de distensión pueden causar daños
en el tejido.
Clínicamente, una persona con una lesión por hiperextensión
suele mostrar una acusada sensibilidad a la palpación y espasmos
protectores en la región del músculo largo del cuello. La
sensibilidad a la palpación puede asociarse también con
distensión excesiva de otros músculos flexores, como el
esternocleidomastoideo y el escaleno anterior, y las vísceras
cervicales. El espasmo del músculo largo del cuello tiende a
producir enderezamiento de la columna cervical, carente de su
lordosis normal. Las personas con distensión o dolor en el
músculo largo del cuello suelen tener problemas para encogerse
de hombros. Sin una estabilización adecuada del músculo largo
del cuello y otros flexores, la porción superior del trapecio pierde
una inserción craneal estable y, por tanto, se convierte en un
elevador ineficaz de la cintura escapular.68 Este cuadro clínico es
un ejemplo excelente de la interdependencia de la función
muscular, en la que la acción de un músculo depende de la fuerza
de estabilización de otro.
QUE ESTABILIZAN LA REG IÓN CRANEOCERVICAL
los músculos que cruzan la región craneoccrvical componen
gran parte del volumen del cuello, sobre todo en las regiones
lateral y posterior de las vértebras cervicales (ver Fig. 10.25).
Cuando se activan con fuerza, esta masa de músculo protege
las vísceras del cuello, los discos imervenebrales, las anicula-
- Cc1pít11lv 10
Esplenio de la cabeza
FIGURA 10.32. Vista posterior de los músculos esplenio izquierdo
del cuello, esplenio derecho de la cabeza y elevador ele la escápula
derecha. Aunque no sean visibles. el elevador ele la escápula presenta
inserciones cervicales similares a las del músculo esplenio del cuello.
(De luttgens K, Hamilton N: I<in es iology: Scie111ijlc Basis oj Hw1u111
Motion , 9.0 ed . Madison, W I, Brown ancl Benchmark, 1997. The
McGraw-Hill Companies.)
ciones cigapofisarias y los tejidos neurales. Los ejercicios con-
tra resistencia suelen practicarlos deportistas de deportes ele
contacto como forma ele hipertrofia ele esta musculatura. No
obstante, la hipenrofia por sí sola no previene las lesiones ele
cuel\o. Por ejemplo, los datos sobre biomecánica ele las lesio-
nes por latigazo sugieren que el tiempo requerido para reac-
cionar a una lesión inminente y generar una fuerza estabiliza-
dora sustancial puede exceder el tiempo del episodio de lesión
P U!'N ~ l O DE 1 N T E R E~l O . 6 _ ____ __
Músculos especializados que controlan las articulaciones
atlantoaxial y atlantooccipital: Un ejemplo de ajuste fino del
patrón de acoplamiento cervical
Los músculos especializados que controlan las articulaciones
atlantoaxial y atlantooccipital ejercen control fino sobre el
movimiento de la región craneocervical superior. Un beneficio de
este nivel de control fino se relaciona con el patrón de
acoplamiento de la región cervical. Como se describe en el
Capítulo 9, existe un patrón de acoplamiento ipsolateral en la
región cervical entre los movimientos de rotación axial y flexión
lateral. La rotación axial, debida sobre todo a la orientación de las
superficies de las carillas de las articulaciones cigapofisarias
cervicales, se asocia con ligera flexión lateral ipsotateral y
viceversa. La expresión de este patrón de acoplamiento puede
quedar eclipsada por los músculos especializados que controlan
las articulaciones atlantooccipital y atlantoaxial. Consideremos,
1111t·r,1ccim1cs ele nws~ ulos y a rlit11lacio11c~ 345
Recto posterior
menor de la cabeza
Oblicuo inferior Recto posterior
de la cabeza mayor de la cabeza
FIGURA 10.33. Vista posterior de los músculos suboccipitales.
Aparecen el oblicuo superior izquierdo de la cabeza, el oblicuo infe-
rior izquierdo de la cabeza, el recto posterior menor izquierdo ele la
cabeza y el recto posterior mayo r derecho ele la cabeza. (De luugens
K, Hamihon N: l<inesiology: Scie111¡{ic Basis 1f /-l11mw1 Motio11, 9." ed.
M:tdison, W I, Brown and Benchmark, 1997. The McGraw-Hill
Companies.)
por latigazo. IS Por esta razón, los deportistas necesitan antici-
par una siLUación potencialmente dai'lina y contraer la muscu-
latura del cuello a11Les del impacto. La sincron ización de la
contracción musclllar parece tan importante para la proLec-
ción del cuello como la magnit ud de la fuerza muscular.
Además ele proteger el cuello, las fuerzas que producen los
músculos aportan la fuente primaria de estabilidad vertical a
la región craneocervical. La «carga crítica» ele la columna cer-
vical (es decir, la máxima carga compresiva que el cuello, si n
el soporte muscular, puede aguantar antes de combarse) se
sitúa entre 10,5 y 40 N (entre -2,4 )' 9 libras) Es inferior que
el peso de la cabeza.66.67 La interacción coordinada de los
músculos genera fuerzas que, como medía, se dirigen por el
eje de rotación de cada unión intervertebral. Al pasar por estos
múltiples ejes, las fuerzas comprimen los segmentos interver-
tebrales, con lo cual se estabilizan sin doblarse.
Es probable que la imeracción muscular asociada con la
escabilización de la región craneocervical comprenda el con-
. • _ _ __________ 3
por ejemplo, el acoplamiento entre la rotación axial derecha y la
flexión lateral derecha (ver Fig. 9.52B). Para mantener un
horizonte visual nivelado durante la rotación axial, el músculo
recto lateral izquierdo de la cabeza, por ejemplo, produce un
ligero momento de flexión lateral izquierda de la cabeza. Esta
acción muscular compensa la tendencia de la cabeza a flexionarse
a la derecha con el resto de la región cervical durante la rotación
axial derecha. De forma parecida, la flexión lateral derecha de la
región de CH que también deriva en rotación axial derecha de la
columna cervical, puede acompañarse de una ligera
compensación de momento de rotación axial izquierda de la
cabeza por acción del músculo oblicuo inferior de la cabeza. En
ambos ejemplos, el movimiento de la cabeza y los ojos se
mantiene con mayor precisión en el plano horizontal, lo cual
facilita el seguimiento visual de un objeto en movimiento mientras
se gira la cabeza.
346
-
Scaion 111 Esq11dr10 crxi<lf

Músculo Flexión Extensión Flexión lateral Ro tación axial*

Esternocleidornaswideo XXX X* XXX XXX (CL)
Escaleno anterior XX XXX X (CL)

Escaleno medio X XXX

Escaleno posterior XX
Largo del cuello XX XX
ReclO anterior de la cabeza XX (sólo AAO) X (sólo AAO)
Recio laleral de la cabeza XX (sólo AAO)
Esplenio de la cabeza XXX XX XXX (ll )
Esplenio del cuello XXX XX XXX (IL)
Recto posterior mayor de la cabeza XXX (AAO y AAA) XX (sólo AAO) XX (1 L) (sólo AAA)
Recto posterior menor de la cabeza XX (sólo AAO) X (sólo AAO)
Oblicuo inferior de la cabeza XX (sólo_AAA) XXX (IL) (sólo AAA)
Oblicuo superior de la cabeza XXX (sólo AAO) XXX (sólo AAO)

' Las porci(•nes superiores del es1ernoclcidomas1oideo cx1 iendcn la región c~r.-ic:1I superior. la :or1iculación :ul"ntoaxial r la anicuh1cion :itlan10<x:npital
El polencial rclali\'O de un músculo para mo\'cr o estabilizar un región se designa con una X, mfni ma; XX. moderada; XXX, máxima~ - m<lnifiesta 1.t :l\IS1.'llrl<l d~ una acción
mt1S<·uh1r din1z. AAO. ~niculítd6n Ht l.mtvoccipiwl: .·\AA. ~1nicul;1ción ~Hh1mo~1xinl: CL. rot¡.1dón ton1r;.1lnten1I: 11.• rotadón ip5obterat

trol más preciso perm iLido por los músculos segmentales cor-
tos como los multífidos, rotadores e interespinosos. La estabi-
lidad de la región aumenLa con otros músculos más largos,
como los escalenos, esternocleidomastoideo, elevador de la
escápula, semiespinoso ele la cabeza y del cuello, y trapecio.
En conjunto, forman un amplio sistema de cables que asegura
la estabilidad vertical, sobre todo en los planos frontal y sagi-
tal. La figura 10.35 muestra un grupo ele músculos que
actúan como cabestrantes para mantener un alineamiento
anteroposterior ideal de la región craneocervical. En un plano
ideal, se contrarresta la co-contracción ele los músculos 11exo-
res y exLensores y, como consecuencia, se esLabiliza vertical-
mente la región. Nótese que los músculos ele la figura 10.35A
esLán anclados en sentido inferior por varias estrucLUras di fe-
rentes: el esternón, la clavícula, las costillas, la escápula y la
columna vertebral. Estas estructuras óseas deben estabilizarse
con otros músculos, como la porción inferior del trapecio y el
subclavio para asegurar la escápula )' la clavícula, respectiva-
mente.
QUE PRODUCEN MOVIMIENTOS AMPLIOS Y BIEN
COORDINADOS DE LA CABEZA Y EL CUELLO: MEJORÍA
DE LA POSICIÓN DE LOS OJOS, OREJAS Y NARIZ
La región craneocervical perm ite máxima movilidad triplanar
respecto a cualquier región del esqueleto axial. Los movimien-
tos amplios son esenciales para mejorar la orientación espacial
de Jos ojos, orejas y nariz. Aunque tocios los planos de movi-
miento son importantes en este sentido, la sección siguiente
recalca el movimiento en el plano horizontal.
La figura J 0.36 presenta el movimiento total del cuerpo
que muestra una serie ele interacciones musculares para maxi-
mizar la extensión ele roLación axial de la región craneocervi-
cal. Nótese que la roLación axial com pleta de la región craneo-
cervical confiere a los ojos al menos 180 grados ele campo
visual. Como se muestra, la rotación a la derecha depende de
la activación simultánea ele los músculos esternocleidomastoi-
deo izquierdo y escaleno anterior (Fig. 10.36A); el esplenio
derecho de la cabeza y el cuello; los erectores de la columna
superiores derechos, como el longísimo ele la cabeza, y los
músculos transversoespi nosos izquierdos, como los multífidos
(Fig. 10.368). La act ivación de estos músculos genera la
potencia rotacional requerida para mover la cabeza y el cuello,
así como para estabi lizar al mismo tiem po la región craneocer-
vical en los planos fro ntal y sagital. Por ejemplo, el poLencial
de extensión que aportan el esplenio de la cabeza y el cuello y
los erectores superiores de la columna se conLrarresta con el
poLencial de 11exión del esternocleidomastoideo y el escaleno
anterior. Además, el potencial de 11exión laLeral a la izquierda
del esternocleidomastoideo izquierdo se contrarresta con el
potencial de flexión lateral derecha del esplenio derecho ele la
cabeza y el cuello.
La rotación axial completa de la región craneocervical
requiere interacciones musculares que se extienden por el
tronco y extremidades infe riores. Consideremos, por ejemplo,
la activación de los músculos oblicuos derechos e izquierdos
del abdomen (ver Fig. 10.36A). Aportan la mayor parte del
momento necesario para hacer girar la base de la región cra-
neocervical. Como se aprecia en la figura 10.368, los múscu-
- Ce1¡11111/o I ü /11t tTilffÍllllL'$ rlc mw;rn/os y w 1irn/11cim1c, 347

Oblicuo
superior
de la
cabeza----t-- Desequilibrio muscular asociado con una postura de
Recto lateral anteflexión crónica de la cabeza
deJa cabeza
La postura ideal que aparece en la figura 10.35A muestra un
sistema de cabestrantes craneocervicales de equilibrio óptimo.
La tensión muscular excesiva de cualquiera de los músculos
puede alterar la estabilidad vertical de la región. Tal interrupción
es una postura de inclinación crónica de la cabeza hacia delante,
Recto posterior que comprende la protracción excesiva de la región
menor de la cabeza craneocervical (Fig. 10.35B). La inclinación hacia delante
habitual de la cabeza puede darse por dos razones distintas.
Recto posterior
mayor de la cabeza Primero, una hiperextensión (latigazo) del cuello puede lesionar
los músculos anteriores, como el esternocleidomastoideo, largo
Semiespinoso del cuello
del cuello y escaleno anterior. Como resultado, el espasmo
Vista posterior
crónico de los músculos distendidos desplaza la cabeza hacia
ARTICULACIÓN ATLANTO OCCIPITAL ARTI CU LACIÓN ATLANTOAXIAL delante, lo cual causa excesiva flexión, sobre todo en la unión
FLEXIÓN ROTACIÓN cervicotorácica. Un signo clínico que suele asociarse con la
MÚSCULOS FLEXIÓN EXTENSIÓN LATERAL FLEXIÓN EXTENSIÓN AXIAL' postura inclinada hacia delante de la cabeza es el realineamiento
Recto anterior del músculo esternocleidomastoideo en el plano sagital. El
de la cabeza XX X extremo craneal del músculo, normalmente alineado posterior a
Recto lateral la articulación esternoclavicular, se desplaza anteriormente hasta
de la cabeza XX una posición directamente por encima de la articulación
Recto posterior esternoclavicular (comparar la Fig. 10.35A con B) .
mayor de la XXX XX XXX XX (IL) Una segunda causa de inclinación hacia delante crónica de la
cabeza
Recto posterior
cabeza se relaciona con el acortamiento progresivo de varios
menor de la XX X músculos anteriores del cuello. Tal cuadro comprende la
cabeza protracción voluntaria de la región craneocervical para mejorar
Oblicuo inferior
de lacabeza XX XXX (IL) el contacto visual con objetos manipulados delante del cuerpo.
Esta actividad es típica cuando miramos el monitor de un
Oblicuo superio ordenador. Esta posición, si se mantiene mucho rato, puede
de la cabeza XXX XXX
alterar la longitud funcional en reposo de los músculos y
'CL = rotación contralateral: IL = rotación ipsolateral. termina por transformar la postura hacia delante en una postura
«natural».
FIGURA 10.34. Vista posterior que muestra las líneas de fuerza ele Con independencia de los factores que predisponen a esta
músculos que ejercen control exclusivo de las articulaciones atlanto- postura crónica. la postura en sí somete a tensión los músculos
occipital y atlamoaxial. Las articulaciones permiten dos grados pri- extensores, como el elevador de la escápula y el semiespinoso
marios de mO\'imiemo. Nótese que la inserción del músculo semies- de la cabeza (ver Fig. 10.358). El músculo suboccipital, como el
pinoso del cuello apon a una base estable a los músculos recto recto posterior mayor de la cabeza, puede fatigarse debido a su
posterior mayor de la cabeza y oblicuo inferior de la cabeza. dos de prolongada actividad de extensión requerida para «nivelar» la
los músculos suboccipitales mayores y más dominantes. la tabla cabeza y los ojos. Con el tiempo, el aumento de la tensión
resume las acciones de los músculos en las articulaciones atlantooc- muscular de toda la región craneocervical puede derivar en
cipital y atlanLOaxial. El potencial relativo de un músculo para reali- espasmos musculares localizados y dolorosos o puntos
zar un mo\'imiento queda asignado con una X, mín ima; XX, mode- neurálgicos, habituales en los músculos elevador de la escápula
rada; XXX, máxima. La raya horizontal se1iala (ó- ) la ausencia de y suboccipital. Esta afección suele asociarse con cefaleas y
producción de un torque eficaz. dolor irradiado al cuero cabelludo. La clave de la mayoría de los
tratamientos de la postura de inclinación crónica hacia delante
de la cabeza consiste en restablecer una postura craneocervical
óptima mediante la mejora de la conciencia postura!, el diseño
ergonómico del puesto de trabajo y ejercicio terapéutico.

los erectores de la columna y trnnsversoespinosos de toda la
región posterior del tronco se activan para contrarrestar la
poderosa tendencia a la llexión del tronco generada por los
músculos oblicuos del abdomen. El músculo dorsal ancho es
un rotador ipsolateral del tronco cuando la articulación gleno-
humeral está bien estabilizada por otros músculos. Músculos
de la cadera izquierda seleccionados rotan la pelvis)' la región
lumbosacra insena hacia la derecha respecto al fému r iz-
quierdo fijo.
348 Sección lll Esc¡udcw axiC1/

Postura ideal Anteroflexión crónica de la cabeza

Esternocleidomastoideo

A B

FIGURA10.35. A, CuaLro músculos actúan como cabos de retenida que mantienen una postura ideal de la
región craneocervical. B, Mecánica asociada con una postura crónica indinada hacia delante de la cabeza
como se describe en el Punto de Interés 10.7. La posición de protracción ele la región craneocervical impone
mayor tensión sobre los músculos elevador de la escápula y semiespinoso de la cabeza. El recto posLerior
tna}'Or de la cabeza - uno de los músculos suboccipitales- aparece extendiendo activamente la región craneo-
cervical superior. Los músculos muy activos y con gran Lensión aparecen en color rojo más intenso.

Escaleno anterior

Esplenio de la
cabeza y el cuello
Músculos
Ir nsversoespin
(multífidos)

Oblicuo externo
del abdomen

A
FIGURA10.36 . Patrón de activación típico de músculos seleccionados de la región craneocervical, tronco y
caderas, mientras una persona sana gira Lodo el cuerpo a la derecha en el plano horizontal. A, Vista anterior.
B. Vista posterior.
-
TEMAS BIOMECÁNICOS SELECCIONADº S SOBRE
Capílulo IV /111t•1e1tdo11cs el<' 11111~rnlos y wticulacionrs

ELEVACION ----
LEVANTAMIENTO DE PESOS: REDUCCION DE LAS
--
LESIONES DE ESPALDA

Levantar objetos pesados supone una demanda considerable

para muchos músculos del cuerpo (Fig. 10.37). Levantar
pesos puede generar grandes compresiones, tensiones y fuer-
zas de cizallamiemo por todo el cuerpo, sobre Lodo en la base
de la columna. En cieno nivel critico, las fuerzas que tienen
un impacto sobre la región lumbar superan la tolerancia
estructural de los músculos y ligamentos locales, las anicula-
ciones cigapoftSarias y las sincondrosis entre cuerpos vertebra-
les. Levantar cargas es un factor de riesgo asociado con lum-
balgia en Estados Unidos y está muy relacionado con el
trabajo.25,41 ,43.53 La discapacidad asociada con lumbalgia es Erector de la columna
y transversoespinosos
un problema sign ifica tivo tanto en términos de costes como de
sufrimiento. Un 30% de la mano de obra ele Estados Unidos
maneja con regularidad objetos ele forma potencialmente
daflina, incluidos levantamientos.63
Este tema de la biomecánica de los levantamientos describe
(1) por qué la región lumbar es vulnerable a las lesiones por
levantamiento de pesos y (2) cómo pueden reducirse las fuer- Glúteo
zas de la región lumbar para disminuir la posibilidad de mayor
lesión.

Mecánica muscular de la extensión de la región

lumbar mientras se levantan pesos
El grado ele fuerza producida por los músculos extensores de
la porción posterior del tronco está muy relacionado con el
grado de fuerza impuesta sobre los tejidos conjuntivos (tendo-
nes, ligamentos, fascia, discos) de la región lumbar. Las seccio-
nes siguientes se centran en el papel de los músculos durante
los levantamientos y en cómo se modifican las fuerzas produ-
cidas por los músculos para reducir la tensión sobre las estruc-
turas de la región lumbar.

CÁLCULO DE LA MAGNITUD DE LA FUERZA IMPUESTA

SOBRE LA REGIÓN LUMBAR DURANTE EL LEVANTAMIENTO
Se ha realizado una investigación considerable para cuantificar
las fuerzas y momentos relativos que se imponen sobre las dis-
tintas estructuras de la región lumbar durante los levanta-
mientos.1.3.31.56,70 Esta investigación ayuda a médicos y miem - FIGURA 10.37. Patrón de activación típico de músculos selecciona-
dos cuando una persona sana levanta una carga.
bros de las agencias gubernamentales a desarrollar pautas y
limites seguros para los levantamientos, sobre todo en el
ámbito laboral.1 2.13.23.29.35,37.4'1 Tienen panicular interés en los
levamamientos las variables de pico de fuerza o momento que disponible en la mayoría de los centros médicos. Un método
producen los músculos; la tensión que desarrollan los liga- más sencillo pero menos preciso ele calcular fuerzas impuesLas
mentos estirados, y las fuerzas de compresión y cizallamiento sobre la región lumbar recurre a cálculos basados en la supo-
que se desarrollan contra los discos intervenebrales y las arti- sición del equilibrio estático (ver Cap. 4).
culaciones cigapofisarias. La medición de estas variables no El apartado siguiente presema los pasos para realizar estos
suele hacerse direcLamente, sino con un equipo sofisticado cálculos y determinar la fuerza de compresión sobre la vérte-
que permiLe cálculos indirectos o cálculos basados en mode- bra L2 mientras se levanta una carga en el plano sagital.
los de una variable deseada. Tal equipamiemo no suele estar Aunque este ejemplo hipotético aporta un grado limitado de
350 '>t'i, ion 111 bc¡udclc> mwl
míormación sobre un acontecim1enio b1omecánico más bien
complejo. proporciona un cono<.:imtento valioso sobre la rela-
ción matemática entre la fucrw producida por el músculo }' la
fuerza de compresión impuesta a una estructura representa-
tiva de la región lumbar.
La fi gura 10.38 muestra los datos requeridos para hacer un
cálcu lo general ele la fuerza de compresión conLra la vértebra
Li duranLc un levan1amicn10. El sujeto aparecen medio levan-
wmien10 ele una carga de peso moderado, un 25% del peso
corporal. El eje de rotación del movimiento en el plano s.1.gi-
t:1l se orienta en dirección medial-l:1teral en la región de L! (\•er
Fig. l 0.38, circulo abierto). El cálculo de la fuerza de compre-
sión es un proceso de l res pasos.
El paso l consiste en una ecuación que determina el equili-
brio estc\Lico sobre el eje ele rOLación . La ecuación cspeciCica que
la sumn ele los momenLos interno y exicrno en el plano sagi1al
es igual a cero. Esla suposición pc rmi1e calcular el momento
in1 erno (muscular) determinando el momenl o exicrno
impueslo por las fuerzas externas. NóLesc que se describen los
dos momentos externos: uno debido a la carga externa (CE) )'
otro debido al peso del sttjeto (PC) localizado por encima de L1.
La íuerza ele los músculos extensores (FM) se define como la
FM generada en el lado posterior (extensor) del eje de rotación.
Como se ve en el paso 1, los músculos extensores ele la espalda
producen un momento inLerno de 125,6 Nm para aguantar el
1110111cn10 exLerno combinado de la carga y el peso corporal.
El método de equilibrio estático para calcular la fuerza de
compresión sobre la vértebra L2 requiere tres pasos
P11so 1. Se formula una ecuación del equilibno estático donde la
suma ele los momentos interno y externo en el plano sagital
es igual a cero. Este paso permite determinar el mom cn10
illlento producido por los músculos extensores de la espalda.
Paso 2. Determina la fuerza de los rntlsculos exte11sorcs requerida
para generar el 1110111e1110 extensor i111erno.
Paso J. Se determina la fuerza de co111presió11 (reacciv11) (FR) sobre
la superficie superior de Li como la suma de los vectores
producidos por (1) la íuerza de los músculos extensores de la
espalda, (2) la carga externa y (3) el peso del cuerpo. L2 debe
producir una íuerza de reacción ascendente (llamada FR) que
se oponga a la CE, el PC y la FM .
El paso 2 consiste en calcular el grado de fuerza de los
músculos extensores que se necesita para mamene r el
momento interno. Si asumi mos que los músculos exLensores
ele la espalda Lienen un brazo de momcn10 interno de 5 cm,
los músculos extensores deben producir al menos 2.5 12 N de
fuerza rara levantar la carga.
El paso J sirve para calcular In fuerza de reacción }'compre-
sión total impuesta sobre la vfatebra Li durante el le\'allla-
m1ento. (El término reacción implica que la vértebra Li debe
«empujar» conira las otras fuerzas ele acción descendente.) Un
cálculo general de esta fuerza se realiza asumiendo que existe
equilibrio estáLico C~: fuerzas = O). Se asume que et músculo,
el peso corporal y las fuerzas de carga externa son paralelos
-
entre s1 }'se dirigen en pcrpendtlul,u a la superíicie superior
de 1.2. (Esta presuncion crea un pequeño error en el cálculo d
la fuerza de compresión. Un méwclo mas \'álido requiere e~
uso de la trigonometría parn determ inar lo~ componentes del
peso corporal y la carga exLerna que actúan realmente en per-
penclicubr a L2.) La luerza el ~ n:acdón >'compresión (ver Fig.
10.38, vector FR) es ele la nusma magnllucl pero en dirección
opuesta a la suma de la FM, el PC )' la CE.
La solución a este ejemplo h1 potc1 1co sugiere que se ejerce
una fuerza de compresión de 3.232 N sobre w cuando se
levanta unn carga externa que pesa 200 '\!. Para desplegar esta
magmtucl de fuerza en la perspectiva chnica, consideremos los
dos punLos siguientes. Primero, d 1ational lnstilute of
Occupational Safety ancl 1lcahh (N IOSH) ha establecido las
paurns para proteger a los 1rabajadnres ante cargas excesivas
en la región lumbar causadas al levantar >' manipular materia-
les. N1051 l ha rccomendndo un limite superior de 3.100 N de
fuerza ele compresión sobre L1-S1. 1'1.ii 1 Segundo, la capacidad
máxima de acarreo de carga!> de l:i columna lumbar se esta-
blece en 6.400 N,3!l casi el doble de la fuerza de seguridad
max1ma recomendada por el NlOSl 1 [I hmile de 6.-400 N de
fuerza se aplica a varones de 40 ano!>. Fs un límite máximo
que decrece 1.000 N en cada década posterior. Estos ,·alores
de las íuerzas son etilculos generaks que no se aplican por
igual a tocias las personas cuando levaman pesos.
Es muy probable que el modelo estático in fravalore la
lücrza compresiva real sobre la vcnebrn Ll por dos razones.
Primero, porque el modelo sólo 1icnc en cuenta la fuerza
musntlnr producida por los músculos extensores de la
espalda. Otros músculos, en especial los de orientación casi
vertical de las fibras como el recto del abdomen )' el psoas
maror, ciertameme se afiaden a la compresión de tipo muscu-
lar sobre la columna lumbnr. Segundo, el modelo contiene la
suposición de un estado de equilibrio estático. con lo cual
pasn por alto las fuerzas adicionales necesarias para ncclerar el
cue rpo y la carga ascendente. Un levantamiento rápido
requiere más fue rza muscular e impone mayor compresión y
cizallam iento sobre las articulaciones y Lcj idos conju111ivos de
la región lumbar. Por es1a rnzón, suele recomendarse que las
personas levanten pesos lenta >' suavemente, una situación
que no siempre es práctica en el ambito laboral.
FORMAS PARA REDUCIR LAS DEMANDAS DE FUERZA
SOBRE LOS MÚSCULOS DE LA ESPALDA DURANTE
EL LEVANTAMIENTO
Un punto esencial que hay que tener en cuema, a part ir ele los
cálculos realizados en el paso .3 de la figura l 0.38, es que el
vector de la FM es con mucho la vnriable más inílu)'enle para
determinar la magnitml ele la fuerza de compresión.
Reducciones proporcionales de la fuerza muscular tienen un
efecto máximo en la reducción de la fuerza de compresión
general sobre las estructuras de la región lumbar.
El factor primario responsable de las grandes fuerzas nece·
sarias de los músculos lumbares durante los levamamientos es
la disparidad emre la longitud de los brazos de momento
 35 1
-
( 11/'llu/11 /l) l nlt'ldlthllll'' "" 11111,111/1" 1 11i11<11/t1¡1Cll1t''

Datos
• Brazo de momento interno (01) = 5 cm
• Peso corporal total = 800 N
• Peso corporal parcial (PC) por encima de L2 = 65% del peso
corporal total o -520 N
•Brazo de momento interno del PC (02) = 13 cm
• Carga externa (CE) = 25% del peso corporal total = 200 N
• Brazo de momento externo de la CE (03) = 29 cm

FIGURA 10.38. P•lSos sc¡~u1dos

Paso 1. Establecer el equilibrio en el plano sagital
para cakular la fuerza de rear·
Momento interno = Momento externo (PC x 02 + CE x 03) c1on-romprcsión (lºR) sobre la
\'Cl'lcbrn L2 cuando se levanta
Momento interno = (520 N x 0,13 m) + (200 N x 0,29 m) una t:a rga. La bio111crnn1ra !>e
limita ;11 plano s:lgilal, sob re un
Momento interno = 125,6 Nm eje de rotacion l'll L¿ (1:1rrulti
abierto). Los e<\lculos siguen
ll't's pasos: ( 1) cst;ihlecc1 d
Paso 2. Calcular la fuerza de los músculos extensores (FM)
cquihbri0 en el plantl '><lgnal.
(2) calcular la fuerza de ltl!>
Momento interno (FM x 01) =Momento externo (PC x 02 +CE x 03)
m1heulos cxtcnson:~ )' ( '3)
FM = (520 N X 0,13 m) + (200 N X 0,29 m) l·:ikular h1 fuerza de rcarc1on
0,05 m cn111prcs1ón lllll' ;H:tun sobre
l.~ 1as soluciones m:uc111a1 1 ca~
FM =2.512 N asumen un estado ele equili-
brio cs1n1 ico. (Tocla5 las abrc-
viaturns aparecen deí1nidas t·n
In~ recuadros.)
Paso 3. Calcular la tuerza de reacción-compresión (FR) sobre L2

Fuerzas>: = O

·FM + CE + ·PC + FR =O

FR =2512 N + 520 N + 200 N

FC =3.232 N

interno )' externo. Se asume que el brazo de momento interno
(D1) de la figura 10.38 tiene 5 cm. Los músculos extensores
tienen, por tanto, una desventaja mecánica en el tamano )'
deben producir una fuerza mucho mayor que el peso de la
carga que se levanta. Como se ha demostrado previamente, el
levantamiento de una carga externa que pesa el 25% del peso
corporal produce una fuerza de compresión sobre L2 cuatro
veces el peso corporal.
Los esfuerzos terapéuticos>' fo rmativos encaminados a redu-
cir la posibilidad de lesiones de espalda suelen di rigi rse
a reducir las demandas de fuerza muscular con cuatro métodos.
Primero, reducir el ritmo del levantamiento. Como se ha
dicho previamence, reducir la velocidad del levantamiento
reduce proporcionalmente el grado de fuerza de los músculos
extensores de la espalda.
Segundo, reducir el peso de la carga externa. Este pumo es
ob\'io, pero no siempre posible.
Tercero, reducir la longillld del brazo de momento externo
de la carga externa. Probablemente sea el método más eficaz>'
práctico ele reducir las fucrzas de compresión sobre la región
lumbar. Como se muestra en la figura 10)8, una carga debe
levantarse entre las piernas parn reducir al mínimo la distan-
cia entre la carga >' la región lumbar. Como se calculó, el
levantamiento de una carga pesada con esta técnica ideal pro-
duce una fuerza de compresión sobre la región lumbar que se
mantiene cerca de los límites superiores de seguridad pro-
puestos por el NlOSH. Levantar la misma carga con un brazo
de momento externo más largo crea fuerzas de compresión
muy grandes)' potencialmenlc peligrosas en la región lumbar.
La figura 10.39 muestra el trazado gráfico de las fuerzas ele
compresión sobre el disco L'1·S1como una fun ción del tamano
de la carga y la distancia entre la carga y la parte anterior del
pecho.12 Aunque sea un ejemplo extremo, el trazado gráfico
predice que aguantar una carga externa de 200 N 50 cm por
delante del cuerpo crea una fuerza de compresión de unos
4.500 N, lo cual supera mucho el limite superior de seguridad
de 3.400 N. En el día a día, levantar un objeto entre las pier-
nas no siempre es práctico. Consideremos el acto de deslizar
352 Srccio11 111 Es1¡w:lcto m:ic1/
oe
FIGURA 10.39. El gráfico mues1ra la fuerza de ·o-
·- Z
..."'a.
Q) -
compresión del disco b-51 como una función del
tamaiio de la carga y la dis1ancia a la qt1e se sostie-
1
nen las cargas delante del cuerpo. Las dos líneas E
o -1"'
horizontales rojas mueslran ( l) la máxima capaci-
dad de acarreo de cargas de la región lumbar :tilles
() o
~
Q)
"O ·-
cu "O
de la insuficiencia estructural. y (2) los límites de
N-
._ Q)
seguridad superiores de la fuerza de compresión
sobre la columna lumbar determinados por el
National lnstllutc of Occupational Safety and
Heahh. (Gráficn modificada de Chaffin DB,
<1>
it
e 2000
Q)
Andersson GBJ: Occupational Bíomecliamcs, 2.' cd.
Nuevn York, j ohn Wiley and Sons, 1991 .)
un paciente obeso hacia la cabecera de una cama de hospital.
La incapacidad para reducir la distancia entre el centro de
masa del paciente (localizado anterior a Si) y quien lo levanta
puede comprometer en gran medida la seguridad de esa per-
sona.
Cuarto, aumentar el brazo de momento imcrno disponible
para los músculos extensores de la región lumbar. Un brazo de
momento interno para la extensión más grande permite gene-
rar un momemo ele extensión ciado con menos fuerza muscu-
lar. Como se dijo, menos fuerza muscular suele signiíicar
menos fuerza sobre los elementos vertebrales. El aumento de
la lordosis lumbar aumenta el brazo de momento interno dis-
ponible para los músculos erectores de la columna lumbarn
Los levantamientos con una lordosis lumbar acentuada no
siempre son prácticos ni deseables. Levantar cargas muy pesa-
das del suelo, por ejemplo, tiende a fl exionar la columna lum-
bar, lo cual reduce la lordosis. Incluso si se practica el levanta-
miemo mientras se mantiene una lordosis lumbar exagerada,
el aumento asociado ele la fuerza de compresión sobre las arti-
culaciones cigapofisarias tal vez no se lolere bien .
Las cuatro fo rmas de reducir el grado de fuerza requerida
por los músculos extensores de la espalda durante un
levantamiento
1. Reducir la velocidad del levantamiento
2. Reducir la magnilud de la carga externa
3. Reducir la longitud del brazo de momento externo
4. Aumentar la longitud del brazo de momento interno
PAPEL DEL AUMENTO DE LA PRESIÓN INTRAABDOMINAL
DURANTE EL LEVANTAMIENTO
En 1957, Bartelink7 introdujo la noción de que la maniobra de
Valsalva (por el anatomista italiano, 1666-1723), usada por lo
general para levantar cargas, ayudaba a descargar y, por tamo,
proteger la columna lumbar. La maniobra de Valsalva describe
la acción del aumento voluntario de la presión intraabdominal
8000 Máxima capacidad Distancia de la carga
de acarreo de cargas
7000 { - · - - 20cm
- --30cm
6000 Limite superior de "seguridad" - - - - - 40cm
~
en de la fuerza de compresión ---50cm
5000 (NIOSH)
4000
t
--· -- .
3000
,-
1000 ,-· -- . --·
100 200 300 400 500
Carga externa sostenida en las manos (N)
mediante la contracción vigorosa de los músculos abdomina-
les con la glotis cerrada. La maniobra de Valsalva deja la
columna vertical }' rígida por la alta presión del abdomen que
asciende contra el diafragma y desciende contra el suelo de la
pelvis. Al acluar como un «globo imraabclominal» hinchado,
Banelink propuso que la activación de este mecanismo
durante los levantamiemos pod ía reducir en parte las deman-
das sobre los músculos extensores lumbares y, por Lamo, redu-
cir la fuerza de compresión sobre la columna lumbar.
Aunque la noción del aumento de la presión intraabdomi-
nal como forma para reducir las íuerzas de compresión sobre
la columna es intrigante, los estudios han refulado la ,·alidez
biomecánica del concepto. 5.3457 61 La contracción de los
músculos abdominales produce íuerzas que aumentan la com-
presión vertical sobre la columna lumbar. Como los músculos
abdominales fl exionan la columna lumbar, su activación
poderosa requiere el aumemo de las fuerzas de contraequili-
brio de los músculos exLensores, lo cual se suma a la compre·
sión miógena global sobre la columna lumbar. Sin embargo, es
probable que la mayoría de las personas se beneficien de la
maniobra de Valsalva durante los levantamientos. En una per-
sona sana, el aumento de la compresión sobre la columna
lumbar, sobre todo cuando se produce mediante la cocontrac·
ción de los músculos circundantes, supone una íuente eficaz
de estabilidad vertical a la región. Los músculos como el trnns·
verso del abdomen y el oblicuo interno del abdomen se mues·
tran muy activos durante el levantamienLo, 16.17 aportando un
efecto adicional de corsé en la región lumbar posterior. La
poderosa contracción ele estos músculos también opone resis-
Lencia a torsiones indeseadas y generadas por el levantamiento
asiméLrico de una carga externa.
En resumen, la maniobra de Valsalva, que suele realizarse
durante los levantamientos, es probablememe una acción
benéfica que aporta un elememo importante de estabilidad a
la columna lumbar. El aumento de la estabilidad es el resul-
tado del incremento de la compresión lumbar miógena y la
acción de rigidez directa sobre la columna lumbar. El aumento
de la presión intraabdominal durante el levantamiento es mas

una consecuencia de una comracción poderosa de los múscu-
los abdominales que un método para descargar la columna
lumbar.
FUENTES ADICIONALES DE MOMENTO DE EXTENSIÓN
PARA EL LEVANTAMIENTO
La capacidad para generar fuerza máxima de los musculos
extensores lumbares de un adulto joven típico se calcula en
unos 4.000 N. to Al asumir un brazo de palanca del momcmo
interno de 5 cm, se espera c¡ue este grupo de músculos pro-
duzca unos 200 Nm de momento de extensión del tronco.
Aunque este cálculo varía según las personas, sirve de útil
referencia para la exposición siguiente. Dado un momento
hipotético máximo a los extensores voluntarios del tronco de
unos 200 Nm, ¿cómo se explica que un levantamiento
requiera momentos de extensión que superan con mucho 200
Nm? Por ejemplo, la persona del dibujo que levanta la carga
en la figura 10.38 habría superado este umbral teórico ele 200
Nm si la carga externa aumentara hasta un 80% ele su peso
corporal. Aunque sea un peso considerable, no es inhabitual
que una persona levante con éxito cargas mucho mayores,
como las que levantan los obreros que realizan tareas pesadas
y los halterófilos de competición. Los intentos por explicar
este dilema aparente han propuesto dos fuentes secundarias
de momento de extensión: (1) la tensión pasiva generada por
el estiramiento del sistema de ligamemos posteriores)' (2) la
tensión generada por los músculos y transferida por la fascia
toracolumbar.
Generación de tensión pasiva por el estiramiento
del sistema ligamen/ario posterior
Cuando se estiran, los ligamentos sanos y la fascia muestran
algún grado de elasticidad natural. Esta cualidad permite al
Media d e la tensión máxima
Ligamento (N)t
Ligamento longitudinal posterior 90
Ligamentos amarillos 244
Cápsula de las articulaciones 680
cigapofisarias
Ligamento interespinoso 107
Hoja posterior de la fascia 500
Loracolumbar, ligamentos
supraespinosos y aponeurosis
q ue cubren los músculos
erectores de la columna
Total
1 La tensión máxima media es la tensión de cada tCJ•do estirado en el punto de rotura
l El brazo de momento extensor es la distancia perpendicular entre los puntos de 111scrc1ón de los ligamentos y el CJC mcdial ·latcral de rmaoon en una ,·értebra hunb~r represen-
lauva
l El momento extensor pasivo máximo se c:1lcula con el producto de ' y 2.
Daros de Bogduk N, Twome)' L. Cli111wl /\11aro111y of rl•c Lumbar 5¡1111(', 2! cd. Nueva York. Churcholl Livmgstone, 199 1
(..a¡11111/o lO /111crcrnro11cs ele musculo., y e1111rnlado11t'S 353
tejido conjuntivo almacenar temporalmente una pequeña panc
de la fuerza que inicialmente causa la elongación. La anteíle-
xión como preparación para el levantamiento elonga progresi-
vamente varios tejidos conjuntivos de la región lumbar)', pre-
sumiblemente, la tensión pasiva desarrollada en estos Lejidos
ayuda al momento de extensión.2 1 Estos tejidos conjuntivos,
con el nombre colectivo ele sistema liga111e111ario posterior, inclu-
yen el ligamento longitud inal posterior. el ligamento amaril lo,
la cápsula de la articulación cigapofisaria, el ligamento interes-
pinoso y la hoja posterior de la fascia toracolumbar.JO
En teoría, en torno a 72 Nm del momento extensor pasivo
total se produce por el estiramiemo máximo del sistema hga-
mentario posterior (Tabla 1O.14). •0 La suma de este momento
pasivo a los 200 Nm hipoléticos de momento activo da un
total de 272 Nm de momemo de extensión disponible para el
levantamiento. Un sistema ligamentario posterior totalmente
implicado (estirado) puede, por Lanto, generar en torno al
25% del momento ele extensión total para el levantamiento.
Nótese, sin embargo, que este 25% ele reserva de momento
pasivo sólo está disponible después de c¡ue se ílexiona al
máximo la columna lumbar, algo poco corriente durante un
levantamiento. Incluso algunos halterófilos de competición
que parecen realizar los levantamientos con la región lumbar
encorvada evitan los extremos de ílexiónH Suele creerse que
la ílexión máxima de la columna lumbar debe evitarse durante
los levamamientos.54 .5'5 La región lumbar debe mantenerse en
una posición lordótica casi neuLra, «ni hiperlordótica ni hipo-
lordótica»H La posición neutra de columna lumbar alinea
aparentemente los músculos extensores locales para oponer
resistencia más eficaz al cizallamiento anterior producido en la
columna lumbar durante el levantamienLo.:H Aunque la posi-
ción neutra de la columna lumbar pueda reducir la posibili-
dad de lesión de la región lumbar, recluta sólo una peque11a
Brazo de momento extensor Momento d e extensión pasiva máxi ma
(m)2 (Nm)3
0,02 l,8
0,03 7,3
0,04 27,2
0,05 5,4
0,06 JO
71.7
354 Seccí1i11 111 Es<¡11dr1ti 11xwl
porción ele la reserva disponible de momento pasivo total para
ayudar a la extensión. La mayor pane del momento ele exten-
sión se genera mediante la contracción activa de los múscu-
Jos.69 El tej ido muscular puede fortalece rse mediante ejercicio
contra resistencia con el íin de cubrir las graneles demandas
impuestas por el levantamiento.
P U N T O O E l N T E R E S 1 O. 8 .
Período de «Silencio eléctrico" de los músculos erectores de
la columna
Tal y como se ha descrito, la flexión de la columna lumbar activa
el sistema ligamentario posterior que produce un momento de
extensión pasivo, con lo cual alivia potencialmente parte de las
demandas de fuerza impuestas a los músculos extensores. La
expresión completa de este fenómeno de descarga se
demuestra colocando electrodos EMG de superficie en el grupo
de músculos erectores de la columna lumbar. El paciente dobla
lentamente el tronco hacia delante mientras mantiene caderas y
rodillas todo lo extendidas posible. Mediante este movimiento
se aprecia un grado variable de actividad EMG en el erector de
la columna, lo cual refleja la actividad excéntrica de este
músculo mientras se anteflexiona el tronco. Una vez en flexión
lumbar completa, la señal EMG del grupo erector de la columna
suele cesar.2s El peso del tronco flexionado se sostiene por
completo con el momento pasivo generado por el sistema
ligamentario posterior totalmente estirado, así como por los
tejidos conjuntivos estirados del erector de la columna
eléctricamente silente. Desde la posición de flexión, el sujeto
vuelve de modo activo y rápido el tronco a la posición erecta.
Mientras la columna lumbar se extiende progresivamente, la
reserva de momento pasivo del sistema ligamentario posterior
decae de modo progresivo. El momento de extensión se genera
de modo activo mediante la contracción de los músculos
erectores de la columna, como evidencia el gran incremento de
la señal EMG.
Tensión generada por los músculos transferida
por la fascía toracolumbar
La íascia toracolumbar es más gruesa y se desarrolla con
máxima extensión en la región lumbar (ver Fig. 9.76). Gran
parte del tejido se inserta en la col umna lumbar, el sacro y la
pelvis en una posición posterior al eje de rotación ele la región
lumbar. Teóricamente, por tanto, la tensión pasiva de la íascia
toracolumbar estirada puede producir un momento de exten-
sión en la región lumbar y, como tal, tal vez aumente el
momento creado por la musculatura lumbar.
Para que la fascia toracolumbar genere tensión útil , debe esti-
rarse y mantenerse tensa. Esto ocurre de dos íormas. Primera, la
fascia se estira con la antellexión y ílexión ele la columna lumbar
como preparación para el levantamiento. Segunda, la fascia se
estira mediante la contracción activa de los músculos que se inser-
tan en la fascía toracolumbar, como el oblicuo interno del abdo-
men, el transverso del abdomen, el dorsal ancho y el glúteo mayor.
Estos músculos se mantienen activos durante el levantamiemo.
-
La contracción vigorosn de los músculos abdominales se
produce nawralmente mientras una person;:i le\'anta un objeto.
Este fenóme no se asocia con un aumento de la presión intraab-
dominal. En teoría, una fuerza de contracción generada por el
oblicuo interno clel abdomen )' el trnns\'erso del abdomen
puede transferirse posteriormeme a la fascia toracolumbar para
generar un momento de extensión en la región lumbar. La
dirección horizontal prevalente de las fibras de la ma)'or parte
J ele la lascia toracolumbar limita el grado de momento de exten-
sión que puede producirse9 La fuerza generada por los müs-
culos abclominnles tal vez produzca indirectamente 6 Nm de
momento ele extensión en la columna l um bar~º en compara-
ción con los aproximados 200 Nrn ele momento ani,·o genera-
dos por los músculos extensores lumbares. Aunque el
momento real de extensión es pequeño, la tensión transferida
por la fascia LOracolumbar puede ser un soporte estíltico impor-
tante para la región lumbar, ele modo parecido a un corsé.
Los músculos dorsal ancho)' glúteo 1n<1)1or también pueden
contribuir indi rectamente al momento ele extensión lumbar
mediante las inserciones en la íascia torncolumbar. Los dos
músculos se insertan con amplitud en la fascia toracolumbar.
Ambos se muestran activos durante el le\'antamicmo, pero por
razones clistintns (fig. l 0.40) El glúteo mayor estabiliza y con-
trola las caderas. El dorsal ancho ayuda a transferir In carga
externa que se lc\'anta ele los brazos al tronco. Además de
insertarse en la íascia torncolrnnbar, el dorsal ancho se ínsena
en la cara posterior ele la pelvis, el sncro )' la columna.
Basándose en estns inserciones y su brazo de momento relativo
para la producción de extensión lumbar (ve r Fig. 10.17), el
dorsal ancho presenta Lodos los atríbutos de un exLensor de la
región lumbar. La dirección oblicua ele las fibras del músculo
mientras asciende por el tronco también puede aportar estabí-
liclad de torsión al esqueleto axial, sobre todo cuando se mues-
tran bilateralmente activos. Esta estabilidad es cspccíalmente
útil cuando se sostienen graneles cargas de modo asimétrico.
Acercamiento a la técnica de levantamiento
Se han realízado muchas investigaciones para defi nir la técnica
más segura para levantar cargas, sobre todo respecto a h1 pos-
tura de la columna 1umbar. t<i .w .21.1, H.r-.t1.7s.rn No hay una técnica
que se considere más segura que otras para todas las personas
en el amplio espectro de situaciones de levantamiento.
DOS TÉCNICAS CONTRASTADAS DE LEVANTAMIENTO :
MEDIANTE INCLINACIÓN DE ESPALDA Y CON SENTADILLA
El levantamiento con la espalda encorvada y el levantamiento
con sent<1dilla representan los extremos biomecánícos de un
amplio conti nuo de posibles estrategias de levantamiento (Fig.
l 0.4 l ). El /cva111wnie11/o con la espalda e11corvculc1 se realiza
sobre todo extendiendo las caderas)' región lumbar, mientras
las rodillas se mantienen ligeramente flexionadas. Esta estrnte-
gia se asocia con una mayor ílexión ele la región lumbar. sobre
todo al comienzo del levantam iento. Además, el levanta-
miento con la espalda encorvada crea largos brazos ele
momento externo entre el tronco y la columna lumbar, )' entre
la carga y la región lumbar. El mayor momento externo
 355

ELEVACIÓN El le\'amam1cnto con 5cntadtlla suele presentarse como la

más segura de las dos tcc:n1cas porque pre,·iene lesiones de
espalda. No hay pruebas c1ent1fic.\s tajantes que respalden esta
creencia clínica tan arraigada.7<1 Como sucede con otros
muchos principios clinicos afianzados, la ,·entaja de un con-
<:cpto o técnica concretos suelen al menos prtrcialmcntc con-
trarrestarse con alguna desventaja. Esto es así con la ventaja
Músculos aparente del levantamiento <:on semad illa sobre el lc\'anta-
miento con la espalda cncor\'ada. Aunque el primero reduzca
hls demandas sobre los músculos extensores de la región lum-
bar. suele crear marores demnndas sobre las rodillas. n H El
grado extremo de ílexión i111cial de las rodillas asociado con la
semadilla completa impone grandes demandas de fuerza al
Dorsal ancho músculo cuádriceps prtra extenderlas. L'ls fuerzas imponen
presiones muy grandes sobre la!> art iculaciones tibioíemoral )'
ícmororrotuliana. Lns personas sanas toleran graneles presio-
nes en estas articulaciones sin consecuencias negat ivas, pero
lns personas con rod illas anrít icns )' dolorosas, no. El di<:ho de
que los levantam ientos con las piernas <1salvan la espalda )'
estropean las rodillas» Lienc, por tanto, cierta validez.
Otro factor que hay que considerar al evaluar los beneficios
del levantamiento con sentad11la sobre la otra técnica es el tra-
bajo total requerido para lc,·amar la carga. El trabajo mec;\ntco
realizado durante el b·antamie1110 es igual al producto del
Glúteo
peso del cuerpo y la carga extcrnn multiplicados por el despla-
mayor zamiento vertical del cuerpo y la carga. El levantamiento ron
la espalda encorvada es un 21% n un ·34<x, más «cf"icaz» llll'ta
bólicame111e que el levantnmicnto con sentadilla en té rminos
de trabajo realizado por nivel de consumo de oxígcno.112 El
levantamiento con sentadilla requiere más Lrabajo porque hay
que mover en el espacio una mayor proporción de la masa
total del cuerpo.
FIGURA 10.40. Vislll postenor de un p:urón de acti,•ación upico de
musculos seleccionados de una persona sana que lc\'anta una car!?.a
con las manos. El ligamemo suprnespinoso aparece c:longado }' somc: Levantamiento
tido a una tensión en aumenw. con la espalda encorvnd u

requiere un mayor momento de extensión de los músculos

extensores del tronco. En combinación con una columna lum-
bar ílexionada al máximo, el le\'antamiento con la espalda
encorvada crea grandes fuerzas de compresión y cizallamiento
posiblemente dañinas sobre los chscos.
El levantamie1110 con scnradilla, en contraste, suele iniciarse
con las rodillas ílexionadas al máximo. Las rodi llas se exticn-
den durante el levantamiento, impulsadas por los músculos
cuádriceps (Fig. 10 .4 1B). Depend iendo de las característicns
frsicas ele la carga y la prol"unclidrtd inicial ele la senLadilla, la
región lumbar puede mantenerse cnsi hipcrextendida, neutrn
(lordosis normal) o flexionada durante el levamamienlo.
Quizá la mayor ventaja del levantamiento con sentaclilla sea
que suele permitir elevar la carga de forma más natural entre A
las rodillas. El le\'antamiento con scntadilla, en teoría, puede FIGURA 10.41. Dos esulus de k\·nn1.11mcnto diferentes. A. lmc10 dd
reducir el brazo de momento de la carga )' el tronco )', como levantamiento con la espalda cncon·ada. B, Inicio del levantamiento
consecuencia, reducir las demandas de momento exLensor con scnwdilla. Los ejes de mt:1c11\n aparecen en las an iculac1oncs
sobre los músculos de la espalda. coxoíemoral }' de la rodilla.
356 Secciá11 111 Esqueleto axial

Consideración Razón Comentario

Se mantiene la carga externa tan cerca Se reduce al mínimo el brazo de momento externo, Mantener la carga entre las rodillas durante el
del cuerpo como sea posible
Se practica el levantamiento con la
columna lumbar en una postura lo
más lordótica y neutra posible. Se
evitan los extremos de flexión y
extensión. La posición exacta de la
columna varía según la comodidad
y lo más práctico
Durante los levantamientos, se
utilizan al máximo los músculos
extensores de las caderas y rod illas
para reducir al mínimo las
demandas de fuerza sobre los
músculos lumbares
Reducir la distancia vertical y
horizontal a la que hay que elevar
una carga
Evitar hacer giros durante el
levantamiento
Los levantamientos deben ser lo más
lentos y armónicos posible según lo
permitan las condiciones
Los levantam ientos deben tener una
base bastante ancha y ligeramente
inestable aportada por las piernas
Cuando sea posible, se usará la ayuda
de un aparato mecánico o de otras
personas para los levantamientos
lo cual reduce las demandas de momento y levantamiento es ideal, pero no siempre es
fuerza sobre los músculos de la espalda posible
Concentrarse en mantener la columna lum bar en Los levantamientos con ílexión o extensión
una posición lorclótica neutra ayuda a prevenir mínima a moderada de la columna lumbar
los extremos de flexión y extensión de la pueden ser aceptables para algunas personas,
columna. La contracción vigorosa de los según la salud y experiencia de l levantador y
músculos extensores de la espalda, con la la situación. La ílexión o extensión mínima a
columna lumbar flexionada al máximo, tal vez moderada tienen una ventaja biomecánica:
produzca fuerzas dañinas sobre los discos La flexión mínima a moderada aumenta la
intervertebrales. En contraste, la contracción tensión pasiva generada por el sistema
vigorosa de los músculos extensores de la ligamentario posterior, posiblemente
espalda con la columna lumbar extendida al reduciendo las demandas de fuerza sobre
máximo puede lesionar las articulaciones los músculos extensores
cigapofisarias La extensión mínima a moderada acerca las
articulaciones cigapofisarias a su posición
de bloqueo, aponando mayor estabilidad a
la región
Las fuerzas muy grandes producidas por los Las personas con artritis de cadera o rodilla
músculos extensores lumbares pueden dañar pueden ser incapaces de usar con eficacia los
los mismos músculos, los discos músculos de las piernas para ayudar a los
intervenebrales, las caras terminales músculos de la espalda
vertebrales y las articulaciones cigapofisarias Los levantamientos con sentaclilla favorecen el
uso de los músculos de las piernas, pero
también aumentan las demandas de trabajo
general sobre el cuerpo
Reduci r al minimo la distancia que se desplaza Usar asas o una plataforma ele altura variable
una carga reduce el trabajo total del puede ser útil
levantamiento, con lo cual se reduce la fat iga;
acortar la distancia que se desplaza la carga
reduce los extremos de movimiento de la
región lumbar y las extremidades inferiores
Las fuerzas de torsión aplicadas a las vértebras El ambiente laboral bien diseñado reduce la
predisponen a sufrir lesiones en los discos necesidad de realizar giros durante los
intervertebrales levantamientos
Un levantamiento lento y armónico reduce el
gran pico de fuerza que generan los músculos
y tej idos conjuntivos
Una base relativamente ancha de apoyo aporta
mayor estabilidad general al cuerpo, lo cual
reduce la posibilidad ele una caída o un
resbalón
Usar ayuda durante los levantamientos reduce la Usar una grúa mecánica o la colaboración de un
demanda sobre la espalda del levantador "segundo hombre" es prudente en muchos
principal ámbitos

Resumen: Factores que contribuyen
a un levantamiento seguro
Más que recurrir al levamamiemo con senladilla o con la
espalda encorvada, la geme suele elegi r una técnica indivi-
dualizada (estilo libre). Las técnicas de estilo libre permiten
combinar ciertos beneficios de ambos levantamientos. Los
obreros han informado de un límite de seguridad máxima
autopercibido y mayor cuando levantan pesos con un estilo
libre en vez de con una técnica rfgicla.76 Aunque no sea ideal
para Lodo el mundo ni aplicable a cualquier tarea, la técnica
de la figura 10.38 presenta dos características de seguridad:
(1) la columna lumbar se mantiene en una posición lorclótica
casi neutra y (2) la carga se levanta entre las piernas. Estas Y
otras consideraciones de las técnicas para levantamientos
-
seguros aparecen también enumeradas en la tabla 10.15.
Las personas con una historia o propensión a sufrir lesiones
lumbares deben seguir estas tres consideraciones de semiclo
común : (1) conocer los llmites físicos propios, (2) pensar en
el levantamiento antes de hacerlo y (3) con unos límites prác-
ticos y sanitarios, mantener una salud Íísica y cardiovascular
óptima.
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 CAPÍTULO 11

Cinesiología de la
masticación y la ventilación
DONALD A . N EUMANN, PT, PHD

PARTE 1: MASTICACIÓN, 359
OSTEOLOGÍA Y DIENTES, 359
Anatomía superficial regional, 359
H11esos individuales , 359
Mandíbula, 359
Maxilar superior, 361
Temporal, 361
Hueso cigomático. 362
Esfenoides, 362
Hioides, 362
Dientes, 362
ARTROLOGÍA, 363
Estructura ósea, 363
Cóndilo mandibular, 363
Fosa mandibular, 363
Disco articular, 364
Estructuras capsulares y ligamentarias, 365
Osteocinemática, 365
Protrusión y retracción, 365
Movimiento de lateralidad, 366
Depresión y elevación, 367
Í NDICE
Artrocinemática, 367 ARTROLOGÍA, 377
Protrusión y retracción, 368 Tórax, 377
Movimiento de lateralidad, 369 Articulación manubrioesternal, 377
Depresión y elevación, 369 Articulaciones esternocostales, 377
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Articulaciones intercondrales, 378
Y ARTICULACIONES , 369 Articulaciones costotransversas
Inervación de músculos y articulaciones, 369 y costovertebrales, 378
Anatomía y función de los músculos, 370 Cambios del volumen intratorácico durante
Músculos primarios de la masticación, 370 la ventilación, 378
Masetero, 370 ACCIONES MUSCULARES DURANTE
Temporal, 371 LA VENTILACIÓN , 379
Pterigoideo medial, 371 Músculos de la inspi ración tranquila, 379
Pterigoideo lateral, 371 Diafragma. 379
Músculos secundarios de la masticación,
Músculos escalenos, 380
372 Músculos intercostales, 380
Resumen de la acción de los músculos
Músculos de la inspiración forzada, 381
individuales, 372 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica:
Control muscular de la apertura y cierre
alteración de la mecánica muscular, 382
de la boca, 372 Músculos de la espiración forzada, 383
Músculos abdominales, 383
TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES, 374
Transverso del tórax e intercostales, 384
PARTE 2: VENTILACIÓN, 375

PARTE 1: MASTICACIÓN
La masticación es el proceso de mascar, desgarrar )' mole r los
alimentos con los clientes. Este proceso comprende una inLer-
acción de los músculos ele la masticación, los dientes)' el par
de articulaciones temporomandibulares (ATM) Las articula-
ciones forman el punto de pivote emre la mandíbula )' la base
del cráneo. Las ATM son de las articulaciones más empleadas
del cuerpo no sólo durante la masticación. si no también
durante la deglución )' al hablar. La primera pane de este capí-
tulo se centra en el papel cinesiológico ele la ATM durante la
masticación.
OSTEOLOGÍA Y DIENTES
Anatomía superficial regional
La figura 11.1 muestra la anatomía superficial asociada con la
ATM. El c611dilo rncmdibular se ajusLa en la fosa mandibular del
temporal. El cónd ilo se palpa justo anterior al concluclo audi-
tivo externo (es deci r, la abe rt ura del o iclo). La inserción cra-
neal del músculo temporal se realiza en una región ancha)' un
poco cóncm·a del cráneo conocida como .f(Jsa temporal. Los
huesos temporal, parietal, frontal, esfenoides y cigomático
contribuyen a formar la fosa temporal.
Otra anatomía superficial ad icional asociada con la f\TM es
la apójlsis mastoides del temporal, el ci11g11/o de /e1 mcmdílnila o
gonil>n )' el arco cigomático. El nrco cigomático se forma con la
unión de la apófisis cigomáLíca del temporal )' la apóíisis tem-
poral del hueso cigomático
Huesos individuales
La mandibula, los maxilares superiores, el temporal, el hueso
cigomático, el esfenoides y el hioides están relacionados con la
estructura o función de la ATIVI .
MANDÍBULA
La mandíbula es el m<\s grande de los huesos faci ales (ver Fig.
11 . l ). Es un hueso con mucha movi lidad, suspendido del crá-
359
360 Scccivn 111 Esq11dr10 ct\WI

Vista lateral

Apófisis coronoides
(inserción del músculo
temporal)

Escotadura
mandibular
Músculo
pterigoideo
Cóndilo medial
mandibular

Músculo
masetero

Cónd ilo de la articulación

temporomandibular Gonión Agujero mentoniano
Gonión Músculo Arco
masetero cigomático FIGURA 11 .2. Vista h11crnl de la mnndíbula. Aparecen las inserciones
musculares.
FIGURA 11 .1 . Vista lateral del cráneo con especial atención a los
puntos óseos de reíerencia anatómica asociados con la articulación
temporomandibular. Las inserciones proximales de los músculos La apófisis coronoides es una proyección triangular de hueso
tem poral y masetero aparecen en rojo. fino que se extiende hacia arriba desde el borde anterior de la
rama mandibular. Esta apófisis es la inserción infenor prima-
neo por músculos, ligamentos y la cápsula de la ATM. Los ria del músculo temporal. El cóndilo de la manclibula se
músculos de la masticación se insertan directa o indirecta- extiende hacia arriba desde el borde posterior ele la rama. El
mente en la mandíbula. La contracción muscular lleva los cóndilo forma el componeme óseo convexo de la ATM. El cue-
dientes hundidos en la mandibula contra los dientes hundidos llo de la mandíbula es una región ligeramente reducida situada
en las maxilas fijas. inmediatamente debajo del cóndilo. El músculo pterigoideo
lateral se inserta en la super{icie anteromedial del cuello de la
mandibula. en una pequeña depresión llamada fosa ptcrigoidea
Caracteristicas osteológicas relevantes de la manclibula
(Figs. 11.2 y 11.4).
• Cuerpo
• Rama mandibular
• Gonión
• Apófisis coronoides Incisivos
• Cóndilo
• Cuello Caninos
• Escotadura mandibular Premolares
• Fosa pterigoidea

Molares

Las dos porciones principales de la mandíbula son el

cuerpo y las dos ramas (Fig. 11.2) . El cuerpo, la porción hori- Extremo de
zontal del hueso, acoge los 16 clientes adultos inferiores laapófLSis
(Fig. 11.3). Las ramas mandibulares se proyectan verticalmente coronOOes
desde la cara posterior del cuerpo (ver Fig. 11.2). Cada rama
cuenta con una superlicie externa e interna, cuatro bordes y
dos apófisis en su cara superior, la apófisis coronoides y la Polo
lateral
apófisis condílea. Entre las apófisis condílea y coronoides se
extiende la escotadura mandibular. Los bordes posterior e infe- Polo Cóndilo
rior de la rama se unen en un ángulo fácil de palpar. Los medial mandibular
músculos masetero y pterigoideo medial -dos músculos pode- FIGURA 11 .3. La mandibula vista desde arriba. Aparecen los nombres
rosos de la masticación- comparten inserciones parecidas en de los dientes permanentes. El eje mayor {laterolateral) de cada cón-
la región del ángulo de la mandlbula. dilo mandibular mterseca en un ángulo aproximado de 160 gmdos.

b
 - Vista interna (medial)
Cap11u/o 11 Cinc~iologw ele la 111t1:.lirndó11 y la vc111i/aci611 361

Cóndilo
mandibular

Fosa
pterigoidea
FIGURA 11 .4. Vista interna del
Apófisis lado derecho de la mandibula. El
coronoides hueso es bisecado en el plano
sagital medio. Las inserciones de
o
Orificio los músculos milohioideo y geni-
mandibular hioideo aparecen en rojo; la inser-
ción del vientre anterior del mús-
culo digástrico y el músculo
Sínfisis Músculo pterigoideo medial aparece en
mentoniana pterigoideo
medial gris. NóLese que íalta una de las
(inserción muelas del juicio (tercer molar).
del músculo
genihioideo)

Fosa digástrica Linea milohioidea

(inserción del vientre anterior (inserción del músculo
del músculo digástrico) milohioideo)

MAXILAR SUPERIOR TEMPORAL

Los maxilares superiores derecho e izquierdo se fusionan y forman
un solo maxilar superior. El maxilar supe1ior está fijo al cráneo
medianle articulaciones rtgiclas en los huesos adyacentes (\•er Fig.
11.1). Los maxilares superiores se extienden en sentido supe1ior
fonnando el suelo de las fosas nasales y la órbita de los ojos. Las
porciones horizontales inferiores acogen los dientes superiores.
Hay dos huesos temporales, uno a cada lado del cráneo. La
fosa mandibular forma la concavidad ósea de la ATM (Fig.
11.5), y está limitada anteriormente por el tubérculo articular y
posteriormente por el tubérculo postglenoideo y la porción tim-
pánica del temporal. Al abrir por completo la boca, los cóndi-
los de la mandlbula se deslizan anterior e infe riormente por el
par de eminencias articulares en pendiente.

Vista inferior
Tubérculo Apófisis cigomática, Arco Apófisis temporal
postglenoideo hueso temporal cigomático del hueso cigomático

FIGURA 11.5. Vista inferior del cráneo donde

destacan la fosa mandibular, la lámina lateral de la
apófisis ptcrigoides y el arco cigomático.

Lateral

Posterior + Anterior
Fosa Lámina lateral de la a¡>ófisis Músculo pterigoideo
mandibular pterigoides (inserción lateral (cabeza superior) Medial
del mC1sculo pterigoideo medial)
362 Srcrnm /// /:sc1udcto 1l\1et/

Vista posterior
Características osteológicas relevantes del esfenoides
• Ala mayor
• Lámma medial de la apófisis pterigoicles
• Lámina lateral de la apófisis pterigoides

HIOIDES
El hioides es un hueso con forma de U localizado en la base
de la garganta, justo anterior al cuerpo de la lll vértebra cervi-
cal. El rncrpo cid hioiclcs es convexo en sentido anterior. Las
astas mc1yoffs forman los lacios ligeramente curvos. El hioides
está suspendido sobre todo ele los ligamentos estilohiodeos
Músculo Lámina medial Lámina lateral Agujero bilaterales. Varios músculos c¡ue intcr\'ienen en el movimiento
pterigoideo de la apófisis de la apófisis redondo
medial pterig oides pterigoides ele la lcngun, la clcglucitm y el habla se insertan en el hioides
(ver r:ig. 1 l .20).
FIGURA 11 .6. Vista postcnor del csícnoides extraído del cráneo.
Aparece en rojo la i nscrt'il~ll 1m1ximal del músculo ptcrigoideo Dientes
medial.
Las maxilas )' la mand1bula cont icnen 16 dientes permanentes
(ver en la rig. 11.1 los nombres ele los clientes inferiores). La
cstructLu11 de cada dil'nte rcíleJa su fundon en la masticación
Características ostcológicas relevantes del temporal (Tabla l 1. 1).
• Fosa mandibular
• Eminencia articular Cad.1 diente prl·srnta do.., panes básicas: la corona} la raiz
• Tubérculo postglenoideo (Fig. 1 1.8). 1ormalmcntl'. la w1mw está cubierta ele esmalte y
• Apófisis estiloides se localiza prn cncllllil ele la cncta. L1 rni;: de cada dieme está
• Apófisis cigomática huncl1cla en el hueso alveolat. l .os ligamrntos pcriodm11e1/rs a)'U-
clan a mscnar la-. nm:es de los clientes en los ah'éolos.
Las cuspide-. Slll1 de\'itoone:. córneas que salen ele la super-
La apófisis cstiloiclcs es una extensión larga y delgada de lkie e.le los clientes. l .a posicicín i11tcrc11spal mcíxima describe la
hueso que sobresale de la cara inferior del temporal (,·er Fig. posicion de la 111and1bula cuando las cúspides de los dientes
11.1). La apófisis apuntada sirve de mserción al ligamento l1puestos est;\n en m:'lx1mo contacto. El término se usa con fre-
estilomandibular (del que se hablará más adelan te) )' tres cuencia C\)l1lt1 sinonimo ele rcl<1cicí11 céntrica, sobre tocio al des-
pequef1os músculos (cst ilogloso, cstilohioideo y est ilofarín- cribí r la posrción rclat iva ele las superficies articulares de la
geo). La crpófisis cigomcilica del temporal forn1¡\ la mitad poste- ATi\l. La posicimt ¡)()stum/ relajada de la mandíbula permiLc un
rior del arco cigomático (ver Fig. 11.5). poco ele «espacio libre» interoclusal entre los dientes superio-
res e inferiores. Nornrnlmente, los dientes establecen comacto
HUESO CIGOMÁTICO sólo durante In masticación y la degl ución.
Los huesos cigom<íticos derecho e izquierdo constituyen
la mayor pane de las meji llas )' la porción lateral de las órbi-
Vista lateral
tas de los ojos (ver Fig. 1 1. 1). La a¡)(~fisis tcmpornl ele un
Inserción parcial

~)
hueso cigomático c:ontribll)'e a formar la mitad anterior del
de la cabeza 1empor81
arco cigomático (,·er Pig. 1 1.S). Una gran panc del músculo superior del músculo Ala
masetero se inscna en el hueso cigomát ico y el arco cigomá- pterigoideo lateral t\\ayor de¡ ""'so
tico adyacente.
Lámina lateral de
la apófisis pterigoides
eslenoides
~cigomático
ESFENOIDES (inserción de la cabeza
Aunque el esfenoides no forme parte de la estructura ele la inferior del músculo ·- - --Borde
ATM, aporta inserciones proximales a los músculos pterigoi- pterigoideo lateral) ) ~ cortado
del arco
deos medial y lateral. Cuando se articula con el cráneo, el esfe- cigomático
noides se sitúa transversalmente sobre la base del cráneo. Las
características osteológicas relevantes del esfenoides son el ala
mayo1; la lámina medial de la ap~(isis ptcrigoidcs y la lámina latc-
rnl de la apófisis ptcrigoidcs (Fig. 11 .6). Al omit ir una sección FIGURA 11 .7. Vbtil lateral del lacio derecho del cráneo con una sec-
del arco cigomático, se pueden ver las superfici es laterales del ción del arco cigomático eliminada. Son visibles el ala mayor)' el lado
ala ma)'OI' y la lám ina lateral de la apófisis pterigoides (Fig. lateral de In lámina lateral de In apóíisis pterigoides. Nótcnse las inser-
11.7). ciones en ro jo de bs ckis cnbezas del músculo pterigoideo lmeral.
f
- ( t1¡1r111/,1 //
Nombres Funciones
Incisivos Cortar los alimentos
Caninos Desgarrar los alimentos
Premolares Triturar los alimemos en partículas
más pequeñas
Molares Moler los alimentos en parlfculas
pequeñas para la deglución
JIBIROLOGÍA
La ATM está fo rmada por el cónd ilo de la mandibu ln que
encaja con laxitud en la fosa mandibular cid temporal (ver f-ig.
l l. l). Es una diartrosis que permite una gran amplitud de
rotación así como traslación. Un clisw ctl'licular amortigua las
fuerzas musculares repetiti\'aS )' pülcnc1almeme grande!> pro-
pias de la masticación. El disCt) separa la articulación en dos
cavidades an rocl ialcs (1-ig l l .9). La Clll'iclcul arliculw in/rrim
está entre la cara inferior del disco y el cónd ilo mandibular. 1 a
cavidad articular superior, de ma)'Or tamaño, se encuentra
entre la superficie superior del chsco )' el hueso formado por
la fosa mandibular)' la eminencia ar11cular.
Aunque las ATM derecha e izquierda actúan juntas. cada
cw1I retiene su capnciclad para fun cionar con independencia
relativa. La masticnción se realiza de modo asimétrico , pues
un lado de la mandíbula ejerce m~s fuerza al morder que el
otro. El lado dominante suele denom111arse lado «operante»,
mientras que el otro se llama lado «compens.1don1.20 Se impo-
nen distintas demandas sobre los musculos )' aniculac1one!>
del lado operante )' el lado compensador.
Tejido gingival
Raíz
FIGURA 11 .8. El cliente y sus estructur:is de S1)Stén pcriodomal. Se ha
exagerado mucho la anchura de los 1ignmcntos pcriodontalcs
para mejorar la ilustración. (De Okeson J P: 1\ larwp,cm,·111 o{
Temporomandibu/ar Disorclcrs cmd Occ/11sio11. 4:' ed. Chicago, Mosb)'.
1998.)
< "'"'''''"·~w .l1· /111111f\ll<1h1tlf11/111cr11r/mrtlll 363
Números Caracteristicas estructurales
Maxilares, 4 Bordes cortantes
t<.landibulares, 4
!\!axilares, 2 Dientes permanentes más largos: la corona presenta
Mandibulares, 2 una sola cúspide
Maxilares, 'f La corona presenta dos cúspides (bicúspides);
Mandi bulares, 4 el segundo premolar iníerior pL1ede tener tres cúspides
Maxilares, 6 La corona presenta cuatro o cinco cúspides
Mandibulares, 6
Estructura ósea
CÓNDILO MANDIBU LAR
El cóndilo mandibular tiene forma aplanada ele antcnor a pos-
terior, con una longitud medrnl-IMcrnl que es el doble de su
longitud antempostcrior (\'er Fig. 11.3). 4 " El cóndilo suele ser
c.on\'exo )' posee prO)'ecciones ronns de hueso llamadas polos
medial y lateral. El polo medial es mfü, prominente que el late-
ral. Cuando se abre o cierra la born , el borde externo del polo
lateral puede palparse como un punto bajo la piel justo ante-
rior al conducto auditivo externo.
L1 superf1c1e arucular del cóndilo mandibular esta reves-
tida de una capa íina pero densa de lt1iclo co11jw1111·0 fibroso.
Este tejido absorbe mejor las cargas asociadas con la mastica-
ción que el c:mílago hial ino )' posee un proceso reparador
superior.5ó Ambas funciones son importantes cuancln se tie-
nen en cuenta las demandas extraordinarias impuestas n las
superficies aniculares.-1s
FOSA MAND IBULAR
La fosa mandibular del temporal se divide en dos superficies:
articular )' nn articular. La supaficic c1rticu/ur de la fosa se
forma con el LUbérculo articular, que ocupa la pnred nnterior
en pend iente de la fosa (ver Figs. 11.5 y 11.9). Esta superíicie
gruesa y lisa que soporta cargas está revestida de una capa
dens.1 ele fibrocartílago. La apertura completa de la boca
requiere que los cóndilos se deslicen hacia delante por el
tubérculo art icular. La pend iente del tubérculo articular varía
considerablemente según las personas pero suele orientarse
unos 70 grados respecto al plano horizontaPLJ La pendiente
afecta a la v1a que siguen los cóndilos durante la apertura y
cierre de la boca.
La su¡mficit: no articular de la fosa se compone de una
lámina muy fina de hueso y fibrocartílago que ocupa gran
parte de las paredes superior (cúpula) )' posterior de la fosa
(ver Fig. 11.5). La fina región no es una superficie adecuada
para soportar cargas. Una gran fuerza aplicada sobre el men-
tón puede fracll\rar esta región de la fosa, posiblemente des-
plazando incluso fragmentos óseos demro del cráneo.
364 St'ccio11 111 Esc1111.:lrto axial

Vista lateral
Cavidad articular superior Regiones del disco articular
··....
Posterior Intermedia Anterior

Conducto auditivo externo

Superior
Láminas - [ .
retrodiscales Inferior

Cápsula de la articulación --::·-*"~~

temporomandibular Cabeza
superior
Músculo
} pterigoideo lateral
Cabeza
inferior

FIGURA11.9. Vista lateral de una sección transversal en el. P.lano sagil<il de una articulación tcmporomandibular normal. La mandibula está en
una posición imercuspal máxima, con el disco en un<i pos1c1ón ideal respecto al cónchlo y el hueso tempoml.

Disco articular sentido ~uper~or para acomodar la máxima convexidad de la

El disco articular de la ATM se compone sobre todo ele tejido em111cncia articular. La región anterior del disco se insen
. ..d ( a en
conjuntivo fibroso denso que, con la excepción cle..su perife- vanos teJ1 os ver el cuadro).
ria, carece de riego sanguíneo (ver Fig. 11.9). El tejido es íle- ~I cspeso1: del_ disco varía entre sus regiones amerior y pos-
1
xible pero firme por su allo contenido en colágeno. Toda la terior. la región mtermcdia más fina tiene sólo 1 mm de espe-
L
sor. ~ Las re~iones anterior y posterior 11enen un espesor doble
5
periferia del disco se inserta en la cápsula circundante de la
n
articulación. o tnpl~. ~l. disco esLá constrel1ido en la región intermedia.11 La
e
El disco se divide en tres regiones: poslerior, intermedia y constncc1on, ílanqueacla por las regiones anterior y posterior
Ct
anLerior (ver Fig. l 1.9). La forma de cada región permite al ~dyacentes m.ás espesas, forma un hoyuelo en In superficie
fe
disco acomodar el contorno del cóndilo y la fosa. La región 1nfenor del disco. E~ 1~osición intercuspal máxima, la región
di
posterior del disco es convexa en senlido superior y cóncava en ahuecada de la reg1on tmcnnedia del disco se ajusta entre el
b<
sentido inferior. La concavidad recibe la mayor parte del cón- borde anterosuperior del cóndilo y la eminencia anicular de la
su
dilo ele forma muy parecida a una enanrosis. El exLremo de la fosa. 33 la posición del disco protege el cóndilo cuando se des-
región posLerior se insena en unas láminas retrodiswles .ele liza hacia clelame por la eminencia articular durante la fase
tie
organización laxa, que contienen fibras colágenas y elasuna posterior ele la apertura completa de la boca.
ffi<
(ver el cuadro). Las conexiones establecidas por las lámmas du
anclan el disco en senLido posLerior en el hueso. Una malla ele du
grasa, vasos sanguíneos y nervios sensoriales llenan el espacio La región anterior del disco articular se inserla en:
es
entre las láminas superior e inferior. l . La periferia de la porción superior del cuello de la del
mandibula junto con la cápsula an terior de la ATM.
2. El tendón de la cabeza superior del músculo ptengoidco LIG
La región posterior del disco articular se inserta en: lateral.
3. El temporal, justo anterior a la eminencia articular. EIL
l. La /dmi11a retrodiscal inferior rica en colágeno, que, a su vez, ra/
se inserta en la periferia de la porción superior del cuello
suel
de la mandibula jumo con la cápsula de la ATM. El disco articular aumenta la congruencia ele la ATM para
2. La lámina re1rodiscal superior rica en elastina que, a su vez, les>
reducir la presión por comacto. El disco añade estabilidad a la ciale
se insena en la lámina timpánica del temporal justo
articulación Y ayuda a guiar el cóndilo de Ja mandíbula post
poslerior a la fosa.
durante el movimiemo. En una ATM sana, el disco se desliza del t
con el cóndilo que se traslada. El movimiento está regido por tales,
La región intermedia del disco es cóncava en sentido infe- la presión intraanicular, por fuerzas musculares}' por los liga- Cicla~
rior y, por lo general, es plana en sentido superior. La región memos colaLerales que insenan el cóndilo en la periferia del en el
anterior es casi plana en senLiclo inferior y un poco cóncava en disco.
La
 C<i¡>llulo / l
A laternl ele la cápsula. Los desgarros o la elongación excesiva del
Conducto
auditivo
externo-......
...._I_.
Arco
cigomático
B se inserta en el lado medial del disco. Aunque este ligamento
Flb<as ha<;wntalos }
internas
Ligamento
Fibras oblicuas lateral
externas
FIGURA 11 .10. A , Ligamento lateral de ln :1111rnlac1ón tcmporoman-
dibular. B, Fibras principales del ligamento lateral: oblicuas )' hon-
zontales.
Estructuras capsulares y ligamentarias
CÁPSULA FIBROSA
La ATM y el disco están rodeados de una cápsula fibrosa laxa.
Las superficies internas de la cápsula están revestidas de una
membrana sinovial. En sentido superior, la cápsula se inserta
en el borde redondeado ele la fosa mandibular, tan anterior
como la eminencia articular. En sentido inferior, la cápsula
forma los ligamentos colatemles que se insertan en la periferia
del disco articular. En sentido amerior, la cápsula y parte del
borde anterior del disco se insertan en el tendón de la cabeza
superior del músculo pterigoideo lateral (ver Fig. ] 1.9).
La cápsula sostiene la articulación, produce sinovia)' con-
tiene terminaciones nerviosas sensoriales. Medial y lateral-
mente, la cápsula es firme y aporta estabilidad a la articulación
durante movimientos laterales como los que se producen
durame la masucación. Anterior )' posteriormente, la cápsula
es laxa y permite que el cóndilo y el disco se trasladen hacia
delante cuando la boca está abierta.
LIGAMENTO LATERAL
El ligamemo primario que refuerza la ATM es el ligamento latc-
,.al (temporoma11dibula1) (Fig. 11.lOA). El ligamento lateral
suele describirse como una combinación de fibras horizonta-
les y oblicuas (Fig. 11 . l OB).59 Las fibras oblicuas más superfi-
ciales cursan en dirección amerosuperior, desde la porción
posterior del cuello de la mandíbula hasta los bordes laterales
del tubérculo articular y el arco cigomático. Las fibras horizon-
tales, más profuncias, comparten inserciones temporales pare-
cidas. Cursan en sentido horizontal y posterior para insertarse
en el polo lateral del cóndilo mandibular.
La función primaria del ligamento lateral es estabilizar el lado
l.111r,11>lt1~i<1 clr la 111<1stre111u111 \' la 1·c111ilawjn 365
ligamento lateral pueden provocar que el disco se mueva
medial mente por la tracción ele la cabeza superior del músculo
pterigoideo lateral. Como se describe en Anrocinemática, las
fibras oblicuas tienen una íunción especial para guiar el movi-
miento del cóndilo durante la apertura de la boca.H
LIGAMENTOS ACCESOR IOS
Los liga111c11tos cslilonwnclilni/a,- y csfenomanc/ibu/u,- son los liga-
mentos accesorios de la ATM. Se localizan mediales a la cápsula
articular (r:ig.11.11 ). Los ligamentos ayudan a suspender la
mandíbula del cráneo. La base del ligamento esfenomandibular
pueda tener algún efecto estabilizador sobre el disco, lo más
probable es que los ligamentos cstilomandibular y esfcnoman-
dibular tengM un papel muy limitado en la fu nción ele In ATM.
Tejidos conjuntivos sustentantes de la ATM
Disco anicular
C1psula fibrosa
Ligamentos colaterales
Ligamento TM lateral
Ligamento esíenomandibular
Ligamento estilomandibulnr
Osteocinemática
Los descriptores osteocinemállcos del movimiento mandibu-
lar son protrusión y retracción, movimiemo de lateralidad y
depresión y elevación (Figs. l l. 12 a l 1.14 ). Todos estos movi-
mientos se emplean durante la masticación. Para un análisis
más detallado ele los movimientos mandibulares, remitimos al
lector a la obra clásica de Posseh,51 de la cual ha hecho un
resumen Okeson.47
PROTRU SIÓN Y RETRACCIÓN
La prolrusión de la mandíbula se produce cuando se traslada
a111e,-iormente si n rotación significativa (Fig. l l. l2A). La pro-
trusión es un componente importante ele la apertura máxima
Visla medial
Espina del esfenoides
FIGURA 11 .11 . Vista medial de la cápsula ele la articulación tempo-
romandibular que muestra los ligamentos estilomandibular y csíeno-
manclibular.
1/
JURA 11 .12. Protrusión (A)}' retracción (13) de la manclibula.
ula se produce en direc-
:ción es un componente
ena y en protrusión .
díbula se produce sobre
itera! (Fig. l l.13A). La
ovimiemo de lateralidad
Excursión lateral
(
/
Retracción
B
activa puede describirse corno contralateral o ipsolateral hacia
el lado de la acción de los músculos primarios. En los adultos,
se considera normal una media de 11 mm ele excursión unila-
teral rnáxima.60 El movimiento ele lateraliclad ele la rnandibula
suele combinarse con otras traslaciones y rotaciones ligera-
mente breves. Normalmente, el curso específico del movi-
miento se guía con el contacto entre los clientes opuestos)' la
íorma de la fosa mandibular.
B Vista superior
- Depresión
FIGUR
DEPRESIÓN Y ELEVACIÓN
la depresión de la mandíbula abrt' la be
fundamental del acto ele comer (F1g. l
máxima de la boca suele producirse du1
bostezar y camar. En los adultos, la bocas
50 mm si se mide la distancia entre los be
de los diemes anteriores superiores e infc
interincisal suele ser lo bastame grande e
«nudi llos» de un adulto (articulaciones i1
males). Sin embargo. la masticación ne
media ele apertura máxima de 18 mm o u
FIGURA11 .15. Anrocinematica
de la apenura de la boca: fase
inicial (A) )' fase final (13).
 (<1¡>1111/11 11 Cí11rsw/",li'<I ck /cr nre1,11u1t u>11 \' /cr 1·c111i/acio11 367

Depresión Elevación

B
FIGURA 11 .1 4. Depresión (A})' clc,·acion (B) de la mandlbula

DEPRESIÓN Y ELEVACIÓN
La depresión ele la mandíbula crl>rc la boca, un componente
fundamental del acto ele comer (f-ig. 11. l 4A). La apertura
máxima de la boca suele produci rse durante acciones como
bostezar)' cantar. En los adultos, la boca se abre una media de
50 mm si se mide la distancia entre los bordes de los incisivos
de los clientes anteriores superiores e inferiores.oo La apertura
interincisal suele ser lo bastante grande como para meter los
«nudillos» de un adulto (articulaciones interfalángicas proxi-
males). Sin embargo, la masticación normal requiere una
med ia de apertura máxima de 18 mm o un 36% del máximo.
No poder meter dos nud illos entre los bordes de los incisivos
su periores e inferiores se considera anormal. La elevación ck la
mandíbula cierra la boca, una acción con la que se muelen los
alimentos durante la masticación (Fig. l 1.14B).
Artrocinemática
El movimiento de la mandíbula suele comprender una
acción bilateral de las ATl\I. L1 función anormal ele una arti-
culación interfiere con la func ión de la otra. Los principios
siguientes ayudan a comprender la anrocinemática ele la
ATM: ( 1) durante el movimirnto rotacional, el cónd ilo mand i-

Apertura d e la boca
A Fase inicial B Fase final

FIGURA 11 .15. An rocinern!itica

de la apertura de la boca: íasc
inicial (A} >'fase final (B)

Ligera traslación
368 Seccio11 111 Esqueleto a.xi<•l
Alteración mecánica Interna del complejo disco-cóndilo
Los problemas mecánicos de la ATM pueden causar alteraciones
de la masticación. Una causa habitual de alteración es el
desarreglo interno del complejo disco-cóndilo.47 La afección se
define como una posición anormal del disco respecto al cóndilo y
la fosa. La alteración puede estar causada por la forma anormal
del disco, el estiramiento excesivo de los ligamentos colaterales,
una inflamación crónica, la pérdida de elasticidad de la lámina
retrodiscal superior o la presencia de fuerzas anormales del
músculo pterigoideo lateral.34
Alteración mecánica interna del complejo disco-cóndilo
• Desplazamiento del disco
Dolor, chasquidos y amplitud limnada de la apen ura
de la boca.
• Luxación discal crónica
Dolor, amplitud muy limitada de apertura de la boca,
inílamación que posiblemente de ri ve en ostcoanritis
Con independencia de la causa de la alteración mecánica, el
disco y el cóndilo se trasladan de forma alterada uno respecto al
otro. Esta afección se denomina desplazamiento del disco. Incluso
en reposo, la región intermedia del disco se desplaza anterior y
medial al borde anterior del cóndilo. Los intentos por abrir la boca
por completo pueden recolocar bruscamente el disco en su
FIGURA 11.16. Estadios de la alteración mecá-
nica interna de la articulación tem poromandi-
bular. Aniw lación normal (A). desplazamiento
del disco (B), luxación del disco (C), compre-
sión de los tejidos retrodiscalcs (D), retrodiscitis
y destrucción del tejido (E) )' osu~oan rosis (F).
(Modificado de Farrar W B, McCany W L: A
Clinical Outline of Temporo111c111dib11lcrr j oi111
OiC1g11osis a11d Treat111e11 t, 7! ed. Momgomery,
AL, Normandic Publications, 1983.)
bular rueda respecto a la superficie mferior del disco, y (2)
durante el movimiento de 1raslcrció11, el cóndilo mand ibular y
el disco se deslizan juntos. Se denom ina tra slación del com-
plejo disco-cóndilo. El disco se estira en la dirección del cón-
dilo que se traslada.
-
posición ideal. El movimiento brusco puede provocar un
chasquido único o recíproco, dependiendo del grado de
desplazamiento discal.47.s2
Un disco desplazado puede derivar en luxación crónica. El
disco se mantiene en una posición anormal anterior y medial
respecto al cóndilo en reposo (posición de bloqueo) y durante
todo el ciclo de apertura y cierre. Una ATM con un disco luxado
crónicamente no suele emitir chasquidos porque el disco no suele
recolocarse ni «reducirse» a su posición ideal durante el
movimiento. La posición anormal del disco bloquea la traslación
anterior del cóndilo. La apertura de la boca queda limitada, lo cual
a menudo se asocia con una desviación de la mandíbula hacia el
lado afecto. Una articulación con luxación discal crónica o
alineamiento defectuoso suele inflamarse y doler. En los casos
graves, los tejidos articulares pueden degenerar y volverse
artríticos (Fig. 11 .16). Como en el caso de otras diartrosis, una
ATM artrítica puede emitir crepitaciones durante el movimiento y,
en los casos extremos, puede anquilosarse y fusionarse.
El curso clínico de un paciente con alteración mecánica interna
del complejo disco-cóndilo es muy variable. A menudo el paciente
refiere una historia prolongada de movimientos indoloros con la
emisión de chasquidos. La afección empeora de modo gradual o
repentino, con períodos recurrentes de agudización del dolor, cese
de los chasquidos, y episodios de bloqueo o movimiento muy
limitado.26 La afección suele exacerbarse con bostezos forzados.
traumatismos menores de la mandíbula o una intervención dental
que requiera abrir la boca durante un tiempo prolongado.
PROTRUSIÓN Y RETRACCIÓN
Durante la promisión )' retracción, el complejo formado por
el cóndilo mandibular y el disco se traslada en sentido ante-
rior y posterior, respectivamente, respecto a la fosa (ver Fig.
l l. l 2A y B). El cóndilo y el disco siguen la pendiente deseen·
368 Scw1>11 /ti Esc¡11cll'to m:wl
P UNTO D E 1 N T ll:I~ ES 1 1 . .1
Alteración mecánica interna del comp lejo disco-cóndilo
Los problemas mecánicos de la ATM pueden causar alteraciones
de la masticación. Una causa habitual de alteración es el
desarreglo interno del complejo disco-cóndilo.47 La afección se
define como una posición anormal del disco respecto al cóndilo y
la fosa. La alteración puede estar causada por la forma anormal
del disco, el estiramiento excesivo de los ligamentos colaterales,
una inflamación crónica, la pérdida de elasticidad de la lámina
retrodiscal superior o la presencia de fuerzas anormales del
músculo pterigoideo lateral.34
Alteración mecánica interna del complejo disco-cóndilo
• Desplazamiento del disco
Dolor, chasquidos)' amplitud limitada de la apertura
de la boca.
• Luxe1ció11 discal crónica
Dolor, amplilud muy limitada de apertura de la boca,
inílamación que posiblemente denve en osteoartrius
Con independencia de la causa de la alteración mecánica, el
disco y el cóndilo se trasladan de forma alterada uno respecto al
otro. Esta afección se denomina desplazamiento del disco. Incluso
en reposo, la región intermedia del disco se desplaza anterior y
medial al borde anterior del cóndilo. Los intentos por abrir la boca
por completo pueden recolocar bruscamente el disco en su
FIGURA 11.16. Estadios de la alteración mecá-
111ca interna de la aruculación temporornandi-
bular. Aniculadón normal (A), desplazamiento
del disco (B). luxación del disco (C), compre-
sión de los tejidos rctrodiscales ( D). retrod1scitis
y clest rucción del tej ido (E) y osteoanrosis (F).
(Modificado de Farrar WB, McCany WL: A
C/inico/ 0111li11e of Tempommc111dib11lar joint
Diagnosis C111d TreC1t111e11L, 7 ." ed. Montgomery,
AL, Normandic Publicalions, 1983.)
bular rueda respecto a la superficie iníerior del disco, )' (2)
durante el movimiento ele traslación, el cóndilo mandibular y
el disco se deslizan juntos. Se denomina traslación del com-
plejo disco-cóndilo. El disco se estira en la dirección del cón-
dilo que se traslada.
_ _ _ _ _ _J.j
posición ideal. El movimiento brusco puede provocar un
chasquido único o recíproco, dependiendo del grado de
desplazamiento discal.41.s2
Un disco desplazado puede derivar en luxación crónica. El
disco se mantiene en una posición anormal anterior y medial
respecto al cóndilo en reposo (posición de bloqueo) y durante
todo el ciclo de apertura y cierre. Una ATM con un disco luxado
crónicamente no suele emitir chasquidos porque el disco no suele
recolocarse ni «reducirse» a su posición ideal durante el
movimiento. La posición anormal del disco bloquea la traslación
anterior del cóndilo. La apertura de la boca queda limitada, lo cual
a menudo se asocia con una desviación de la mandíbula hacia el
lado afecto. Una articulación con luxación discal crónica o
alineamiento defectuoso suele inflamarse y doler. En los casos
graves, los tejidos articulares pueden degenerar y volverse
artríticos (Fig. 11.16). Como en el caso de otras diartrosis, una
ATM artrítica puede emitir crepitaciones durante el movimiento y,
en los casos extremos, puede anquilosarse y fusionarse.
El curso clínico de un paciente con alteración mecánica interna
del complejo disco-cóndilo es muy variable. A menudo el paciente
refiere una historia prolongada de movimientos indoloros con la
emisión de chasquidos. La afección empeora de modo gradual o
repentino, con periodos recurrentes de agudización del dolor, cese
de los chasquidos, y episodios de bloqueo o movimiento muy
limitado.2s La afección suele exacerbarse con bostezos forzados,
traumatismos menores de la mandíbula o una intervención dental
que requiera abrir la boca durante un tiempo prolongado.
PROTRUSIÓN Y RETRACCIÓN
Durante la protrusión )' retracción, el complejo formado por
el cóndilo mandibular )'el disco se traslada en sentido ante·
rior y posterior, respectivamente , respecto a la fosa (,·er Fig.
l l.l 2A y B). El cóndilo)' el disco siguen la pendiente deseen-
 C<l/lll!llo J1 C111csi1•/o.t;rt1 tic la mcrstr(<ltWll \ ICI 1·r111ilaoó11 369

dente de la eminencia articular. La mandlbula se desliza un trusion) esta linrnaclo. en parte, por la tensión de la lámina
poco hacia abajo durante la protrusión )' un poco hacia arriba retrodiscal superior elástica )' estirada. La región intermedia
durante la relracción. El camino seguido por el movim iento del disco se traslada hacia delante mientras se mantiene enLre
\'<tría según el grado de apenura de la boca. la cara superior del cóndilo r la eminencia articular. Esta situa-
ción del disco aumema al máximo la congruencia articular )'
MOVIMIENTO DE LATERALIDAD reduce la gran \'ariación de la tensión intraarticular.
El movimiento de lmeralidad comprende sobre todo una tras- La anrocmemática del cierre de la boca se produce en orden
lación laterolateral del cóndilo )' disco dentro de la fosa . Las inverso al descrito para la apertura. Cuando la boca está
roLaciones multiplanares leves suelen combinarse con movi - abierta por completo)' preparada para cerrarse, la tensión ele
miento ele lateraliclad. H La figura 11.13 B muestra un ejemplo la lámina rctrodiscal superior comienza a retraer el disco, ini-
ele movimiento de lateralidacl combinada con ligera rotación ciando la fase inicial del cierre. La fase final está dominada por
en el plano horizontal. El cóndilo izquierdo fonna un punto la rotación del cóndilo en la concavidad del disco, que con-
de pivote con la fosa mientras el cóndilo derecho gira un poco cluye cuando se establece contacto entre los dientes superio-
en sentido anterior )' medial. También se producen ligeras res e inferiores.
rotaciones en los planos frontal )'sagital, sobre todo debido al
efecto del cónd ilo )' disco que se deslizan por la eminencia
articular en pend ienLe. INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
DEPRESIÓN Y ELEVACIÓN Inervación de los músculos y articulaciones
La apenura )' cierre de la boca se producen respectivamente Los músculos ele la masticación y su mcrvación aparecen enu-
por la depresión )' elevación de la mandíbula. Durante estos merados en la tabla l l.2. Basándose sobre todo en el tamaño,
movimientos. las ATM experimentan una combinación de
rotación )' traslación entre el cóndilo mand ibular, el disco art i-
cular y la fosa. Como la rotación y la traslación se dan ele
forma simultánea, el eje ele rotación está en constante movi -
miento. En el caso ideal, los movimientos de ambas arucula- Músculos prima_ri_o_s _ _ Inervación
ciones confieren una ampliwd máxima a la apertura de la
boca con una tensión mínima sobre las superficies articulares. Masetero Ramo del nervio mandibular, una
división del V nervio craneal
La artrocinemática de la apertura de la boca en sus fases ini-
cial )' fin al aparece en la figura l Ll 5. La fase inicial, que cons- Temporal Ramo del nervio mandibular, una
tituye el primer 35 a 50% ele la ampl itud del movimien to, división del V nervio craneal
comprende sobre todo rotación de la mandíbula respecto al P1erigo1deo medial Ramo del nervio mandibular, una
cráneo.57.67 Como se aprecia en la figura l l. l 5A, el cóndilo dwisión del V nervio craneal
rueda posteriormente en la superficie inferior cóncava del Pterigoideo lateral Ramo del nervio mandibular, una
disco. La dirección del rodamiento está relacionado con la división del V nervio craneal
rotación de un punto de la rama mandibular. El rodamiento Músculos secundarios Inervación
balancea el cuerpo de la mandibula en sentido in ferior )' pos-
Gnipo supmhioideo
Lerior. El eje de rotación no es fijo, sino que migra en la vecin- ---
dad de los cóndilos.20.so Digástrico (vientre posterior) Nervio facial (Vll nervio craneal)
El rodamiento del cóndilo estira la porción oblicua del liga- Digástrico (v1e111re anterior) Nervio alveolar inferior (ramo del
mento lateral. El aumento de la tensión del ligamento ayuda a nervio mandibular, una dwis1ón
iniciar la fase final de la apertura de la boca.~9.59 del V nervio craneal)
La fase final ele la apertura de la boca comprende el 50 a Genihioideo C1a través del nervio hipogloso
65% fin al de la amplitud total de movimiento. Esta fase está (XII nervio craneal)
marcada por una transición gradual de rotación primaria a tras- Milohioideo Nervio ;1lveolar inferior (ramo del
lación primaria. La transición se aprecia fácilmente al palpar el nervio mandibular, una división
cóndilo de la mandíbula durante la apertura total de la boca. del V nervio craneal)
Durame la traslación, el cóndilo y el disco se deslizan juntos en Estilohioideo Nervio facial (VII nervio craneal)
dirección anterior e inferior por la pendiente de la eminencia
Grupo infrnhioideo_ __
articular (Fig. l l . l 5B). Al final de la apertura, el eje ele rotación
se desplaza en senLiclo inferior. El pumo exacto del eje es di fi- Omohioicleo Ramos vemrales de C1.3
cil de definir porque depende de la relación única de rotación- Esternohioideo Ramos ventrales de C1.3
traslación ele la persona.JO En la fase final de la apertura, el eje Esternotiroideo Ramos vemrales de C1.3
suele estar por debajo del cuello de la mandíbula.2º
Tirohioideo Ramos vemrales de C1 (a 1ravés
La apertura total de la boca estira )' tracciona al máximo el del XII nervio craneal)
disco en sentido anterior. El grado de traslación anterior (pro-
370 Sacío11 111 Esc¡11dc11> axi<1/ -

\
A B
FIGURA 11.17. Los múscu los maseLero (A) r temporal (B). (Modiíicado de Okeson JP: 1v/ana~cmcr11 1~/
Temporornw1dil>ufa,. Oisorde,.s and Ocd11sio11 , 4." cd. Chicago. Mosby, 1998.)

los músculos de la masticación se dividen en dos grupos: pri- El masetero cuenLa con dos series ele f'ibras superficiales )'
marios)' secundarios. Los músculos primarios son el masetero. profundas. Las fibras más superfi ciales, de mayor tamaño, dis-
temporal, pterigoideo medial y pterigoideo lateral. Los múscu- curren en sentido inferior y posterior, y se insertan cerca del
los secundarios son mucho más pequeños. Los músculos pri - gonión de la mandíbula. Las fibras más profundas discurren
marios de la masticación están inervaclos por el nervio mandi- más verticalmente y se insertan en las regiones superiores de
bular, una división del nervio trigémino (V nervio craneal). la rama mandibular.
Este nervio sale del cráneo a Lravés del agujero oval (ver Fig. La contracción bilateral de los maseteros eleva la mandíbula
1] .5)
La membrana sinovial y la porción central del disco articu- Excursión lateral activa
lar ele la ATM carecen de inervación sensorial. La periferia del
disco, la cápsula, el ligamenLo lateral y los tejidos retroclisca-
les poseen fibras álgidas y rnecanorreceptores.M.66 Los meca-
norreceptores y los nervios sensoriales ele la mucosa oral, los
ligamentos perioclontales y los músculos apenan al sistema
nervioso una fuente rica ele propiocepción. Esta íueme de
información ayuda a proteger los tejidos mediante acciones
Articulación
reílejas neuromusculares )' permite la coordinación entre los temporomand ibular
músculos y la articulación . La inervación sensorial de la ATM
corresponde a dos ramos del nervio mandibular: el nervio
auriculotemporal y el nervio masete1ino.

Anatomía y funci ón de los músculos

MÚSCULOS PRIMARIOS DE LA MASTICACIÓN
Los músculos primarios de la masticación son el masetero, tem-
poral, pterigoicleo medial y pterigoicleo lateral. En el Apéndice
111. Parte D, aparece un resumen ele las inserciones musculares.

Masetero
El masetero es un músculo grueso y poderoso, fácil ele palpar
justo por encima del gonión ele la mandíbula (Fig. 11.l 7A)
Tiene su origen en el arco cigomático y el hueso cigomático
(ver Figs. 11.1 y 11.5) y se inserta en sentido inferior en la
superficie externa de la rama mandibular (ver Fig. 11.2).
1 1
FIGURA 11 .18. Vista del plano fron tal que muestra la interacción
muscular durante el mMimiento de la1era/idad activa a la izquierda de
la mandíbula. Esta acción puede dnrsc durante la moledura laterola-
Leral de los alimcnLos durame la masLicación. Los músculos que pro-
ducen el movimiento aparecen en rojo.
- C11¡11111lo 11 Ci111·,111/0¡~111 dt' la lll<hli1uuo11 1 ltt 1rr111/crcw11 371

para que los dientes emren en contacto durante la masucacíon.
La linea de fuerza de las fibras superficiales es casi perpendicu-
lar a la superficie de mordida de los molares. La función pri-
maria del masetero es desarrollar graneles fuerzas entre los
molares para moler y triturar los alimentos con eficacia. L-1
acción bilateral de los maseteros tambien genera una ligera
protrusión de la mandíbula. La contracción unilateral del
masetero causa una ligera excursión ipso/accral de la mandíbula.
Tal acción puede darse el urantc un movímiento lateral ele moli-
miento durante la masticación (Fig. 11. 18). Las múltiples
acciones del masetero son úttles para una masticación eficaz.
Temporal
El temporal es un músculo plano }' ílabeliíorme que ocupa
gran parte de la concavidad de la fos,-i temporal del craneo (Fig.
l l. l 7B). A panir de la inserción craneal, el músculo lorma un
tendón ancho que se estrecha clistalmeme por un espacio for-
mado entre el arco cigomático}' el lado lateral del cráneo (ver
Fig. l l.5). El músculo se mscna distalmeme en la apófisis
coronoides )'el borde anterior y la superficie medial de la rama
mandibular (ver Fig. l 1.2). Las contracciones bilaterales de los
músculos temporales cle1•c111 la mandíbula. L-is fibras posteriores
oblicuas de van y mueven en n:1 rncció11 la mandíbula.
De forma parecida al músculo masete ro, el temporal cursa
un poco medialmeme al acercarse a su inserción distal. La
contracción uni lateral del músculo temporal, como al masti-
car con movimientos laterolatcrales, causa una ligera c.xcursicln
ipsolatcral de la mandíbula (Fig. 1118).
Pterigoideo medial
Los músculos pterigoideo medial y masetero tienen un tamaño
y línea de fue rza similares (compárese k1 Fig. 11. 17A con la
Fig. 1l . l 9A) El músculo pterigoicleo mecl ial surge ele la super-
lkie medial de la lámina lateral de la apófisis pterigoicles del
esfenoides (ver Figs. 11 5 }' 11.6). A partir de esta inserción,
cursa paralelo a las fibras superficiales del masetero para inser-
tarse en la superficie interna de la rama cerca del gonión ele la
mandíbula (\'er Figs. l 1.2 y 11.4). Cuando actúa bilateral-
mente, la contracción de los músculos pterigo1dcos mediales
eleva )'. en un grado limnado, mueve en protrus1ón la mandi-
bula. Debido a la línea de fuerza oblicua del músculo respecto
al plano frontal, una comracción unilmeral produce una excur-
sión co111ralatcrnl mur eficaz de la mandíbula (ver Fig. 11.18).
Pterigoideo lateral
El músculo pterigoideo lateral tiene una cabeza superior y una
inferior (Fig. l l.19B). L-i rnbczc1 superior surge del ala mayor
del esfenoides. L-i cabeza i1~fcrior, considerablemcme mayor,
surge d e la superficie lateral de la lámina lateral de la apófisis
pterigoicles. En conjunto, el múscu lo discurre casi horizontal
para insertarse en (1) el cuello de la mandíbula en la fosa pte-
rigoidea, (2) el disto ar11cular y (3) la cápsula de la ATM (ver
Fig. 11.9). U.<i5 Las inserciones distales precisas siguen siendo
o~jeto de clcbme.27 En torno al 65% de las fibras de la cabeza
superior se insertan en la fosa pterigoiclea (ver F1g. 1 1.2); las
restantes se insertan en la pared medial de la ccipsula, > una
porción relativamente pcquer'la en el lado med ial del disco
articular. La activación ele la cabeza superior ejerce una rucrza
ameromeclial sobre la capsula y el disco. Esta acción muscular
puede estar implicada en la mecárnrn patológica del desplaza-
miemo antcromeclial excesivo del cl i sco.1~ Tocia la cabeza in fe-
rior se inserta en la fosa pterigoidea.
La contracción unilateral de ambas cabezas del músculo
pterigoicleo lateral produce una eficaz excursión w11trale11eral
ele la mandibula (ver Fig. 11 .18). La contracción muscular
unilateral hace girar el cóndilo ipsolateral anteromccl ialmente

Cabeza superior del músculo

pterigoideo 1a1eral

1
1 Cabeza inferior del músculo
1 pterigoideo lateral
J
/
/
,,..,.
_,, /

A
FIGURA 11 .19. A, Vista medial del músculo p1crigoideo medial derecho. 13, Vista lateral de las dos cabezas del müsculo pterigo1deo lateral. (A.
con autorización de Okeson JP .\/c111agc111rn1 of fr1111x111>111<111dib11lar Dis11r<las ancl Occ111,io11. -1! ecl. Chicago. t-.losbr. 1998. B. modificado de
Kaplan AS>' Assael LA: Tt-mpororna11dib11/c11 D1.~ordcrs: Diag11om arul Trn1tmc111. Filadelíra, \\IB Saunders, l 99 1.)
3 72 Sccció11 111 Esquc'lew dxial
Interacciones funcionales de los músculos masetero y
ptetigoídeo medial
Los mllsculos pterigoideo medial y masetero forman una
aponeurosis en torno al gonión de la mandíbula. Las
contracciones bilaterales simultáneas de estos músculos ejercen
una fuerza de mordida muy poderosa entre los molares. Estas
fuerzas promedian 419 N en los adultos.34 La fuerza de mordida
entre los molares es aproximadamente el doble que la fuerza de
mordida entre los incisivos.
Al actuar sobre lados opuestos de la mandíbula, el masetero y
el pterigoideo medial también producen una fuerza de dirección
lateral sobre la mandíbula. Como se aprecia en la figura 11.18, la
contracción simultánea del pterigoideo medial derecho y el
masetero izquierdo produce desviación lateral izquierda. La
contracción de estos músculos de modo sinergista puede
producir una poderosa fuerza de cizallamiento entre los molares
y la comida en ambos lados de la boca. La acción muscular
combinada es muy eficaz para moler y triturar los alimentos
antes de la deglución.
en el plano horizontal. Por lo general, un músculo pterigoicleo
lateral derecho o izquierdo se contrae ele modo sinergista con
otros músculos durante la masticación. Por ejemplo, corno se
aprecia en la figura 11.18, el movimiento de masticación que
implica movimiento ele lateral idad a la izquie rda está contro-
lado por los músculos pterigoideos medial y lateral derechos
y por el masetero y temporal izquierdos.
La contracción bilateral de los pterigoicleos laterales pro-
duce una poderosa protrusión de la mand íbula)" Corno se des-
cribe en Control Muscular de la Apertura y Cierre de la Boca,
las dos cabezas de Los músculos pterigoicleos laterales Lienen
papeles antagonistas durante la apertura y cierre de la boca. La
mayoría de los datos sugieren que la cabeza inferior es el depre-
sor primario de la mandíbula, sobre todo clurame la apertura
resistida de la boca.Jl.37.42 La cabeza superior ayuda a controlar
la posición del disco y la aniculación clurame la elevación de la
mandíbula.Jl.37 Esta !'unción es especialmente importante
durante el cierre unilateral y resistido de la mandíbula, como
cuando mordemos un objeto duro entre los molares.
MÚSCULOS SECUNDARIOS DE LA MASTICACIÓN
Los músculos suprahioideo e in frahioicleo se consideran
músculos secundarios de la masticación (ver Tabla 11.2). Las
fuerzas producidas por estos músculos se transfieren di recta o
indirectamente a la mandibula (Fig. 11.20). Los músculos
suprnhioicleos se insertan emre la base del cráneo, el hioides y
la mandíbula; los músculos infrahioideos se insenan superior-
mente en el hioides e inferiormenLe en el cartílago tiroides, el
esternón y la escápula. Las inserciones mand ibulares ele tres
de los músculos suprahioideos -vientre anterior del digás-
trico, el genihioicleo y milohioideo- aparecen en la fi gura
11.4. El Apéndice lll , pan es E y F, comprende las inserciones
e inervaciones de los músculos suprahioideos e infrahi oideos.
Vienlre poslerior
del digástrico ~-/-----'~
FIGURA 11 .20. Músculos suprahioidco (en rojo) e inírahíoidco que
se insenrin en el hioides. Los músculos esLernotiroideo }' tirohioideo
se hallan a nivel profundo del esLernohioideo y no son l'isibles.
(Modiíicado con autorización de l<aplan AS )' Assacl LA: Tern-
poromandibular Disorclers: Di<1gnosis cmd Trwlmc111. Filadelíia, W B
Saunclers, 199 l.)
Con el hioides estabil izado por la act ivación de los múscu-
los in írahioicleos, los músculos suprahioicleos ayudan a la
depresión de la manclibula.1'> Los músculos suprahioicleos e
in frah ioicleos también intervienen en el habla, el movimiento
de la lengua y la deglución , así como en el control del bolo ali-
menticio antes de la deglución.
RESUMEN DE LA ACCIÓN DE LOS MÚSCULOS INDIVIDUALES
La tabla 11 .3 ofrece un resumen de las acciones individuales
de los músculos ele la masticación.
CONTROL MUSCULAR DE LAAPERTURA Y CIERRE DE LA BOCA
Apertura de la boca
La apertura de la boca depende sobre tocio ele la comracción ele
la cabeza inferior del músculo pterigoidco lateral y el grupo de
müswlos suprahioicleos. Esta acción se describe en la figma
l l.22A mientras la boca se abre como preparación para mor-
der una uva. La cabeza infe rior del pLerigoideo lateral es el
principal responsable ele la traslación anterior (protrusión) del
cóndilo mandibular. H Este músculo también imerviene en el
par ele fuerzas con los músculos suprahioicleos que se con-
traen. El par ele fuerzas hace girar la mandíbula sobre su eje de
rotación, moslraclo con un circulo blanco debajo del cuello de
la manclibula. Aunque la rotación mandibular es mínima
durante la rase final ele la apertura ele la boca, facilita los extre-
mos ele esta acción. La gravedad también ayuda a abrir la boca.
Como se ha descrito antes, el disco y el cónd ilo se deslizan
hacia delante como una unidad durante la fase final ele la aper-
tura de la boca. El disco se estira y soporta tracción anterior
 373

Elevación Depresión
Músculo (cierre ele la boca) (!pcrtura de la boca) Movimienlo de la1cralidad* Protrusión Retracción
Masetero XXX X (lL) X
Pterigoideo medial XXX XXX (CL) X
Pterigoideo lateral (cabeza superior) 1' XXX (CL) XXX
Pterigoideo lateral (cabeza inferior) XXX XXX (CL) XXX
Temporal XXX X (IL) XXX
(fibras posteriores)
Grupo de músculos suprahioideos XXX X*

CL: excursión contrnlatcrnl IL: excursión 11»<>lateral

• Estnbihza o a¡usrn la posK1ón del disco
• !>ólo por acción d1rec1a de los musculos gc111h101dco. 1111l,1h101deo )' d1gásmco (\·1cmn: anterior).
1\I potencial relativo de un nntsc:ulo par3 1110\'t:r l;1 m.mdlhula se le asignan los signo~ X, mínima; XX, moderada: XXX, 11u\xima; -m.1nil11.:~l~1 la .wsenoa ele un;t .u:<.: 1Qn nHhllll.u
e fiC'1Z.

Tensión muscular ¡iaslva vsu posible influjo sobre la postura de los trastornos de la ATM, la literatura no respalda
la mandíbula inequívocamente una relación de causa y efecto entre estas
Basándose en la anatomía de los músculos, es lógico asumir que variables.69
la postura de la cabeza puede influir en la postura en reposo de la
mandíbula.s.22.39 Consideremos, por ejemplo, la postura crónica ,\ nleroflc\.i(m de la cabeza
inclinada hacia delante de la cabeza descrita en los Capítulos 9 y
1O. La persona que aparece en la figura 11 .21 muestra una
variante de esta postura. Obsérvese que la cabeza protraída (hacia
delante) se combina con flexión de la columna cervical inferior y
dorsal superior, y con extensión de la región cervical superior y
craneocervical. Esta postura estira los músculos infrahioideos,
como el esternohioideo y el omohioideo, que pueden crear una
tracción inferior y posterior sobre el hioides. La tracción se
transfiere a la mandíbula a través de los músculos suprahioideos
como el vientre anterior del digástrico. Como resultado, la
mandíbula soporta tracción en una dirección de retracción y
depresión. Debido a la inserción del músculo omohioideo en la
escápula, la mala postura de la cintura escapular puede ejercer
indirectamente tensión adicional sobre la mandíbula.
Alterar la postura en reposo de la mandíbula cambia la posición
de su cóndilo en la fosa. Un cóndilo desplazado en sentido
posterior puede, en teoría, comprimir los delicados tejidos
retrodiscales, generando inflamación y espasmos musculares. Los
espasmos del músculo pterigoideo lateral tal vez sean un
mecanismo protector natural para hacer sobresalir la mandíbula y
alejarla de los tejidos retrodiscales comprimidos. Los espasmos FIGURA 11 .21 . La postura inclinada hacia delante de la cabeza
crónicos de este músculo pueden situar el disco anormalmente muestra un mecanismo por el cual la tensión pasiva de músculos
anterior y medial al cóndilo. Como se describe en el Punto de suprahio1dcos e mfrahioideos seleccionados altera la postura en
Interés 11.1 , esta situación predispone a sufrir un estado de reposo de la mandibula. La mandibula sufre tracción en senudo
alteración mecánica del complejo disco-cóndilo. Aunque los datos inferior )' posterior. cambiando la pos1c1ón del cóndilo en la articu-
sugieren una asociación entre la postura craneocervical anormal y lación temporomandibular.

del pterigoiclco lateral se insene directamente en el disco, se

de (1) los ligamemos colaterales que insertan el disco en muestra rela1ivamente inactiva micn1ras la boca es1á abiena.
el cóndilo que se 1raslada y (2) el aumemo de la presión
imraarticular creada por la activación de la cabeza inferior del Cierre de la /1oca
músculo pterigoideo lateral. Aunque la cabeza superior El cierre de la boca contra una rcsis1encia requiere sobre !Ocio
374 Srcticm 111 hc¡udcto <lYie1I

Abertura de la boca Oclusión de la boca

FIGURA 11 .22 . lmcracción de

músculos )' articulaciones mien-
tras se abre (A) y cierra (13) la
boca. El grado relativo de la acti-
vación muscular se muestra con
1mensidad diferente en color
rojo. En B la cabeza superior del
músculo pterigoideo lateral ap<1-
recc activa excéntricamente.
(Estas localizaciones de los ejes Músculo
ele rotación de A y B son c{llcu- masetero
los aproximados.)

---
' -p -uÍ'Ñ .T o~ D;É- i Ñ-T ER -(~ S ..•l 1.4
.
~
-~- ~~~
El papel especial de la cabeza superior del músculo
pterigoideo lateral en el ajuste de la posición discal
La posición específica del disco respecto al cóndilo mientras se
muerde depende del tipo de resistencia creada por los objetos
que se mastican. Mientras se cierra la boca contra una
resistencia relativamente baja, como la de la uva de la figura
11.228, la fina región intermedia del disco suele estar en su
posición ideal entre el cóndilo y la eminencia articular. Durante
la aplicación de una fuerza de mordida grande y asimétrica, la
posición del disco tal vez tenga que ajustarse. La mordida
unilateral de un caramelo duro entre los molares, por ejemplo,
reduce momentáneamente la presión intraarticular de la ATM
ipsolateral. Hasta que se rompe el caramelo, actúa de
espaciador entre la mandíbula superior e inferior, lo cual reduce
el contacto articular. Durante este episodio, una contracción
concéntrica forzada de la cabeza superior del músculo
pterigoideo lateral puede hacer sobresalir el disco hacia
delante, con lo cual se desliza su región posterior más gruesa
entre el cóndilo y la eminencia articular. La superficie más
gruesa aumenta la congruencia de la articulación y ayuda a
estabilizarla contra las fuerzas irregulares aplicadas sobre la
mandíbula en conjunto. Las fibras del músculo pterigoideo
lateral que se insertan en el cuello de la mandíbula pueden
aguantar, si fuera necesario, el cóndilo contra la eminencia
articular.
la contracción de los mtísculos nwsetem, ptcrigoideo mcc/111/ y
temporal (Fig. J l.22B). Todos tienen un brazo de momento
(acción de palanca) muy favorab le para esta acción. Las fibras
posteriores, más oblicuas, de los músculos temporales tam-
bién mueven la mandíbula en n:trncción . Esta acción traslada
la mandíbula en dirección posterosupcnor, lo cual aruda a
recolocar el cóndilo en la fosa.
La cabeza superior del músculo ptc1 igniden lacera! se activa
cxcént ricameme mientras se cierra la boca. La activación
tiende a ser máxima en el lado «operante» ele la mandibula (el
más implicado en la masticación).47 La activación excémnca
ejerce una tensión amcrior sobre el disco y el cuello ele la man -
cllbula. La tensión estabiliza }' coloca en posición óptima el
disco entre el cóndilo y la eminencia articular. La activaclún
muscular también ª>'uda a equilibrar la fuerza ele retracción
generada por las fibras posteriores del músculo temporal.
TRASTORNOS TEMPOROMANDIBULARES
Trastorno temporomandibular (TTM) es un término ampho > a
menudo vago que define un número de problemas clínicos
que afectan al sistema masticatorio)J;lll Los TTM suelen aso-
ciarse con una disfunción primaria de los músculos o la
esm.1c1ura articular.43.ól Las disfunciones musculares suelen
responder de modo más favorable a un tratamiemo conscrva-
dor.53 Además del dolor de los músculos y aniculae1on
durante el movimiento, los signos >' síntomas comprenden
ruidos articulares, reducción de las fuerzas de mordida con los
 ( ap1111/,, 11 Ci11e~io/¡1¡,;w 11.- la m1MIHI( lt>11 v la vcn1ilacivn 175

molares, amplitud limitada de la apertura de la boca, cefaleas

por tensión, bloqueo articular, dolor referido a la cara y cuero
cabelludo y bruxismo nocturno (es decir, rechinamiento exce-
sivo de los dientes durante el suc1'lo).
t
Capacidad
No hay una sola explicación mecánica o fisiológica que pulmonar total

abarque la miríada ele síntomas asociados con los TT!vl.<>l Ln

mecánica paLológica impl icada en un LrasLOrno pan icular
puede surgi r de un acontecimiento traumático aislado, como
una caída, un golpe en la cara o hipercxtcnsión/hiperílcxión
cervical grave (latigazo). A menudo, la mecánica patológica
Capacidad
exacta es desconocida. Pocas pruebas científicas respaldan una residual
relación de causa)' efecto directa entre una mala oclusión de funcional
1.000 •
los dientes y un TT~1.\l.5tl Volumen Espiración
El tratamiento de los TTf\,1 es mixto y depende sobre todo residual
de la naturaleza del problema fundamentat. 11.2J.2H.3tl t
Dentistas, fisiote rapeutas y asesores colaboran en ocasiones en Tiempo

el tratamiento de TTM. La imervcnción quirúrgica es poco
habitual y suele realizarse sólo cuando el dolor es tan intenso
o el movimiento está tan límnado que la caliclacl ele vida empe-
ora significativamente. Los tratamientos conservadores no
quirúrgicos de los TTM aparecen enumerados en el cuadro de
la página siguiente.
FIGURA 11 .23. Volumen r capac1dacl de los pulmones en un aduhn
normal. La capacidad pulmonar es la suma de dos o más \•olumcnrs.
lCon autorización de Gurton AC )' M<1)' JE: Tfxt/100/( u/ {\lcc/rrnl
Ph1•s10lor.v. 10.° ed. Filadelfia. \VB Saunders, 2000.)
Mecánic<1 de la inspiración

Tratamiento conservador habitual para trastornos

tcmporomand ibulares
• Ejercicio y corrección postu ra(
• Técnicas ele biorreLroacción/rclajación
• CriOLerapia o termoterapia
• Formación del paciente
• Movilización articular
• Ultrasonidos
• Modificación de la conducta ---",...+- . -- Intercostales
• FarmacOLerapia internos
• Terapia oclusal (alteración de la estructura de los dientes o
la posición de la mandibula)
• Aparatos de onodoncia
A

PARTE 2: VENTILACIÓN
La ventilación es el proceso mecánico por el cual se inhala }'
exhala aire por los pulmones y vías respiratorias. Este proceso
r!tmico se produce 12 a 20 veces por minuto en reposo y es
esencial para la supervivencia. Este capítulo se centra ahora en
la cinesiología de la ventilación.
La ventilación perm ite el intercambio de oxígeno y dióxido
ele carbono emre los alvéolos pulmonares y la sangre. Este
intercambio es esencial para el mw1bolismo oxidativo de las
fibras musculares. El proceso convierte la energía química
acumulada en ATP en energía mecánica necesaria para mover
y estabilizar las articulaciones del cuerpo.
La intensidad relativa de la ventilación puede describirse
como «tranquila» o «forzada». En la población sana, la venti-
lación tranquila se produce durante actividades relativamente
sedentarias cuyas demandas metabólicas son bajas. En con-
LrasLe, la ventilación forzada se produce durante actividades
B
FIGURA 11 .24. Mecánica muscular ele la inspiración . A, Esta a11alo-
gh1 mucsLra la ley de Boylc. El aumento del volumen de un pistón
reduce la presión del aire de la cámara del pistón. La presión ncga-
ti1•a del aire crea succión que atrae el aire externo de mayor presión
por una abcnura en la pane supenor del pistón. B. En este adulto
sano se muestra cómo la contracción de los músculos pnmanos (dw-
íragma, escalenos, illlercostales) ele la inspiración aumema el volu-
men int rawracico, lo cual a su vez expande los pulmones )' reduce la
presión alveolar. La presión alveolar negativa atrae aire de la a1 mós-
fera a los pulmones. El descenso del diafragma se muestra con un par
de ílechas verticales negras.
 376 5t"t(Uill /// bt¡udclo 1l\i<11
agotadoras que requieren un intercambio rápido y volumi-
noso de iiire, como el ejercicio, o en presencia de algunas
enfermedades respiratorias. Existe gran variedad de imensida-
des ventilatorias emre la venti lación tranquila)' forzada .
La Ggura 11. 23 muestra los volúmenes)' capacidades pul-
monares del adulto normal. Como se aprecia, la capacidad pul-
monar total es de 51/i luros de aire. El volumen corriente se
deGne corno el volumen de aire que enLra )'sale de los pulmo-
nes durante cada ciclo vcntilatorio. En reposo, el volumen
corrieme es lfi liLro y aumenta en torno al 60% ele la capaci-
clcicl vilCll cluranLe el ejercicio.
La vemilación es producto de una combinación de fuerzas
activas )' pasivas que alteran el volumen del tórax expansivo.
Según la ley de Boylc, el volumen ocupado por un gas, como el
aire, es inversameme proporcional a la prcsicln ejercida por el
gas. El aumemo del volumen ele la cámara de un pistón, por
ejemplo, red uce la presión del aire conten ido (Fig. l l.24A).
Como el aire íluye esponLáneameme del área de mayor a
menor presión. la presión externa relativamente alta fuerza la
entrada de aire por una abertura en la parte superior del pis-
tón. Dicho de otro modo, la presión negativn del pistón suc-
ciona aire.
la ley de Boyle establece que el volumen )' la presión ejercida por
un gas son inversamente proporcionales.
j efecto, los músculos tienen que trabajar más durante la
Gran pane de la física de la vemibción humana se basa en
la relación inversa entre el volumen y la presión de un gas.
Durante la inspircición, el volumen inLraLOrácico aumenta por
la conLracción de los músculos que se inserLan en las costillas
)'el esternón (Fig. l l .24B). A medida que el Lórax se expande,
la presión del mediastino, que ya es negatiYa, se reduce aún
Intercostales
externos
Pleura parietal
Pleura visceral
Intercostales
internos
Diafragma
FIGURA 11 .25. Caja ósea del tórax con los pulmones, las pleuras
parietal }' visceral, }' los músculos intercostales )' diaíragma.
(Modificado con autorización de ~lcNaugh1 AB y Callander R:
lllumated Physiology. Nueva York, Churchill livings1onc. 1975.)
Factores que se oponen a la expansión del tórax
El trabajo realizado por los músculos de la inspiración debe
superar el retroceso elástico natural del tejido pulmonar y las
articulaciones que forman el tórax. Se requiere trabajo adicional
para superar la resistencia del aire inspirado a su paso por las
vías respiratorias. La cantidad de aire que llega a los alvéolos
depende de la reducción de la presión alveolar, que se determina
en parte por el efecto neto de la contracción de los músculos y
las propiedades mecánicas que se oponen a la expansión del
tórax.
Varios factores pueden oponerse a la expansión del tórax. La
edad avanzada, por ejemplo, se asocia con aumento de la rigidez
de las articulaciones y tejidos conjuntivos que forman el tórax.is
Sin embargo, el parénquima pulmonar pierde retroceso elástico y
se vuelve más flexible con la edad. La flexibilidad, en este
contexto, es una medida de la distensibilidad de los pulmones
producida por un descenso dado de la presión transpulmonar o la
pendiente de la curva de volumen-presión. Cuando se combinan.
el sistema total (tórax y pulmones) muestra una reducción neta
de la flexibilidad con el envejecimiento.ea Se requiere una mayor
reducción de la presión para inspirar un volumen dado de aire. En
inspiración. Esto explica en parte por qué el envejecimiento suele
asociarse con una ligera reducción del volumen corriente y un
ligero aumento de la frecuencia respiratoria.
Enfermedades y posturas anormales también se oponen a la
expansión del tórax. La artritis reumatoide, por ejemplo, puede
aumentar la rigidez del cartílago de las articulaciones
esternocostales, con lo cual éstas oponen resistencia al aumento
del volumen intratorácico. En los casos graves de escoliosis o
cifosis puede limitarse físicamente la expansión del tórax.
más, creando una succión que expnndc los pulmones. L1
expansión resulwntc de los pulmones reduce la presión al,·co-
lar por debajo de la presión atmosferica , con lo cual termina
por entrar aire ele la mmósfera a los pulmones.
La espiración es el proceso por el cual se expulsa (exhala)
aire de los pulmones al medio ambiente. Según la analogía del
pistón descrita ames, la reducción del volumen ele la cámara de
un pistón aumenta lt1 presión del aire comcnido, íorzando su
salida al exterior. La espiración de los seres humanos se pro-
duce por un proceso parecido. La reducción del volumen
imratorácico aumenta la presión alveolar>' expulsa el aire de
los alvéolos a la atmósfera.
La espiración tranquila es sobre todo un proceso pasivo que
no depende de la activación de los músculos. Cuando los
músculos de la inspiración se relajan después de la contrac-
ción, el volumen intratorácico se reduce naturalmente por el
retroceso elástico ele los pulmones, tórax y Lejidos conjunLivos
de los músculos inspiratorios estirados. L1 espiración forzada.
como la que se produce al LOser o soplar una vela, requiere la
íucrza activa producida por los músculos espiratorios, como
los abdominales.
 < ap1111f1> J 1 Ci11t·swfo~1 11 dt' h1 mmtiwcion v la w 111ilacio11 377

Articulación esternocostal
1

Posterolateralmente 1 1
Unión Unión condroesternal
• Vén ebrns dorsales costocondral {debajo de los ligamentos costovertebrales
anteriores y capsulares)
• Costillas
• Músculos y membrana intercostales
Anteriormente
• Cartílagos costales
• Esternón
• Músculos y membranas intercostales
Superiormente
Ligamento
• Costillas superiores y clavlculas manubrioesternal
• r:ascia cervical que rodea el esófago y la tráquea sobre la articulación
• Músculos del cuello manubrioestern al

lnferionnellle
• Diafragma
Escotadura costal
de la IV unión
ARTROLOGÍA condroesternal
{articulación
Tórax esternocostal)

La caja torácica o tórax es un sistema cerrado que funciona como

los fuelles mecánicos de la ventilación (Fig. 11 .25). La cara interna
del tórax está sellada del exterior por varias estructuras (Tabla
11.4). Aunque este capítulo se centra en el tórax corno fuelle VI
mecánico, el tórax también (l) protege los órganos y grandes
vasos cardiopulmonares; (2) sirve de base estructural a la columna
ce1vical, y (3) ofrece un punto de inserción a los músculos que
mueven y estabilizan la cabeza, cuello y extremidades superiores.
Articulaciones del tórax FIGURA 11 .26 . Vista anterior de pane de la pared torácica donde se
muestran la aniculación manubrioesternal , las articulaciones ester-
El tórax cambia de forma clurame la venti lación mediante el
nocostales con las uniones costocondrales )' condroesternales, y las
movimiento de cinco articulaciones: manubrioesternal, esterno- articulaciones imercondrales. Se han eliminado las costillas del lado
costales, intercondrales, costot ransversas y costovenebrales. izquierdo para exponer las escotaduras costales.

Articulaciones del tórax

• Aniculación manubrioesternal
• Articulaciones esternocostales (y las uniones costocondrales
y condroesternales)
• Articulaciones intercondrales
• Articulaciones costotrnnsversas
• Articulaciones costovenebrales
ARTICULACIÓN MANUBRIOESTERNAL
El manubrio se fusiona con el cuerpo del esternón en la unión
marwbrioesternal (Fig. l l.26). Esta articulación fibrocan ilagi-
nosa es una anfian rosis, parecida a la estructura de la sínfisis
del pubis. Un disco parcial llena la cavidad ele la aniculación
manubrioesternal, que se osifica por completo a edad avan-
zada. Ames de osificarse, la articulación puede cont ribuir
modestamente a la expansión del tórax .
ARTICULACIONES ESTERNOCOSTALES
Bilateralmente, los exLremos carti laginosos anteriores ele las
primeras siete costillas se articulan con los lados laterales del
esternón. En un sentido amplio, estas articulaciones pueden
recibir el nombre ele articulaciones estemocostales (ver Fig.
1126). Debido al cartílago entre el hueso y las costillas y el
esternón, cada articulación esternocostal se divide en una
unión costocondral y oLra concl roesternal.
Las uniones costocondrales representan la transición entre el
hueso y el cartílago ele los extremos anteriores de cada costi-
lla. Ni nguna cápsula ni ligamento reíuerzan estas uniones. El
periostio de las costillas se transforma gradualmente en el
periconclrio del cartílago. Las un iones costoconclrales pe.nni-
ten muy poco movimiento.
Las uniones condroesternales se forman entre los extremos
mediales del cartílago ele las costillas y las pequeñas carillas
costales cóncavas del esternón. La primera unión conclroester-
nal es una sinartrosis, que establece una conexión relativa-
mente rrgicla con el esternónM Las articulaciones 11 a VII son
de naturaleza sinovial y perm iten un ligero deslizamiento. A
veces hay discos fibrocarti laginosos, sobre tocio en las articu-
laciones inferiores, en las que suelen faltar las cavidades. Cada
378 5cn1t111 /// bc¡ttdc111 cL'\1<1/

diartrosis está rodeada por una cápsula fonalcdda por los lig<1-
111cnros costo1·crtcbrn/cs anteriores. Suele hallarse un ligamento
intraartiwlar en la segunda unión condroesternal.M
ARTICULAC IONES INTERCONDRALES
Los bordes opuestos ele los canilagos de las costillas VI a X for-
man pequeñas articulaciones i111crconclralcs revestidas ele mem-
brana sinovial, reforzadas por los ligamentos intcrwndralcs (Yer
Fig. 11.26). Las costillas XI y XII no se insertan en sentido
amerior en el esternón.
ARTICULAC IONES COSTOTRANSVERSAS
Y COSTOVERTEBRALES
El extremo posterior de las costillas se inserta en la columna ver-
tebral mediante las aniculaciones costotrnnsversas )' coswwne-
bralcs. L'ls arciwlacioncs costovcrtdnalcs conectan las cabezas de
cacla una de las doce costillas con los lados correspond ientes ele
los cuerpos ele las véncbrns dorsales. L1s orticulacioncs costo/ rans-
vcrsas conectan los tubérculos de las costillas 1 a X con las apófi-
sis transversas de las vértebras dorsales correspondientes. L1S cos-
tillas XI y XII suelen carecer de articulaciones costotrnnS\'ersas. La
anatomia )' las estructuras ligamentarias de estas articulaciones
aparecen desc1itas e ilustradas en el Capítulo 9 (ver Fig. 9.53).
Cambios del volumen intratorácico durante
la ventilación
CAMBIOS VERTICALES
Durante la inspiración, el diámetro \'ertical del tórax aumenta
sobre tocio por la contracción y posterior descenso ele la
cúpula del diafragma (ver Fig. l l .2fB). Durante una espira-
ción tranquila, el diafragma se relaja, permitiendo el retroceso
elástico ascendente de la cúpula hastn su posición en repo~o.
CAMBIOS ANTEROPOSTERIORES Y MEDIAL-LATERALES
La eb·ación y depresión de las cosullas > el esternón produ-
cen cambios en los diámetros anteroposterior y medial-lateral
del tórax. En distinto grado, las cinco articulaciones del tórax
contribuyen a estos cambios de diámetro.
Dun111le la i11spirnció11, el cuerpo de las cost illas se eleva en
una ll'<l)'CCtoria por lo general perpendicular al eje de rotación
que cursa entre las articulaciones costotrnnsversas )' costo\·er-
tcbrales (Fig.11.27). El cuerpo en pendiente descendente de
las costillas gira hacia arriba y hacia fuera, aumentando el
volumen intratoracico de los diámet ms anteroposterrni >'
med ial-lateral. SL'ilo una ligera wtación de las aniculacinncs
posteriores produce un desplazam iento n:lativamentc grande
del cuerpo de las costillas. Este mecanismo se parece un tanto
a la rotación ele un asa de cubo.
L'l trayectoria especifica del mo\'i1111ento de una cosulla
dada depende en parte de su forma unica, así como de la
orientación espacial del eje de rotacion c¡ue discurre por las
articulaciones costotransversa y coStlWencbrnl. En las seis ws
tillas superiores el eje establece un ángulo aproximado de 25 a
35 grados con el plano frontal; en las seis costillas in.fer iorc:s el
eje establece un angulo aproximado de 35 a 15 grado~ con el
plano frontal. El cspec1men anatómico usado para la rigura
l l.27A muestra un angulo aproximado de 35 grados. ísta
ligera di ferencia de angulación hace que las costillas supcrro-

Vista antcrosuperior
FIGURA 11.27. \'1sta supcnor de
la V cosulla que muestra el meca-
nismo ele «asa de cubo» ele la ele-
vación de las costillas durnmc la
inspirack1n. La linea de puntos
de l;i costilla muestra su posición
previa a la inspiración. La ck\·a-
ción de la costilla aumenta los costotransversa
ch1'mct ros ameroposterior (AP) )' Articulación costovertebral
medial-lateral (ML) del tórax. La
costilla conecta con la columna
vcnc bral a través de las ;inicula-
ciones costotransversa y costo- A
venebral (A) y con el esternón
mediante la articulación estcrno-
costal (B). Durante la eb·ación.
el cuello de la cosulla se muc,·e
Vista anternsuperior
sobre un eje de rotac1ün que
cursa entre cada articulación cos-
tol ransvcrsa y costovcncbral. La
costilla elevada crea una torsión
en el cartílago asociado con la
an iculación esternocostal.

B
 Cc1p11u/o 11 Ci11csiolo.!(W ck la masticacili11 y /u vcntilaciú11 379

res se eleven un poco más en dirección anterior, con lo cual
facilitan el movimiento amerior y ascendente del eslernón.
Las costillas )' el esternón que se elevan crean una ligera
combadura y torcimiento ele los canílagos ílexibles asociados
con las articulaciones del tórax. Como se aprecia en la figura
J l.27B, la Lorsión creada en el canílago retorcido ele una arti-
culación esternocostal almacena un componente ele energía
que se emplea para elevar las costillas. La energía se recaptura
parcialmente durante la espiración, mientras la caja torácica
retrocede hasta su esrndo de constricción relat iva.
Durante la espiración, los músculos ele la inspiración se rela-
jan, lo que permite a las costillas y el esternón volver a su posi-
ción previa a la inspi ración. El descenso del cuerpo de las cos-
tillas, combinado con movimientos in ferior y posterior del
esternón, reduce los diámetros anteroposterior y medial-pos-
terior del tórax.
ACCIONES MUSCULARES DURANTE
LA VENTILACIÓN
Un número extraordinario de músculos y articulaciones inter-
actúan durante la ventilación. Las acciones de mU)' distintos
músculos pueden producir efectos parecidos en el volumen
intraLOrácico cambian te. La redundancia proporciona un sis-
tema responsable y muy adaptable, algo necesario si tenemos
en cuenta la complejidad de las demandas simultáneas sobre
los músculos que se insertan en el tórax. Con la excepción del
diafragma, los músculos de la ventilación pueden usarse al
mismo tiempo para otras funciones, como el control de los
movimientos del tronco, cuello y extremidades superiores.
Todavía queda mucho por aprender sobre la función ele los
músculos de la vemilación. Mucho de lo que se sabe se deter-
mina med iante un análisis indirecto ele la activación muscular.
El análisis indirecto comprende la medición del tipo de fibra
y los datos del área transversal,44 las presiones ventilatorias,7
el EMG humano y anirnal ,16.55 las imágenes ópticas45 y eco-
gráficas." y la determinación de los efectos de la estinrnlación
nerviosa-3 Las observaciones clínicas de los efectos de la pará-
lisis muscular después de una lesión medular han ayudado a
comprender el funcionamiento normal de los músculos+s
Cualquier músculo que se inserte en el tórax puede colabo-
rar en la mecán ica de la ventilación. Todo músculo que
aumente el volumen intratorácico se considera un músculo de
la inspiración. Todo músculo que reduzca el volumen intralo-
rácico se considera un músrnlo de la espirnción. La anatomía y
la inervación detalladas de los músculos de la ventilación se
ofrecen en el Apéndice 111, parte G en concreto.
Músculos de la inspiración tranquila
Los músculos de la inspi ración tranquila son el dia fragma, los
escalenos e intercostales. Estos músculos se consideran prima-
rios porque se muestran activos durante todas las intensidades
<le trabajo. La contracción activa del diafragma se cled ica por
completo a la mecánica de la inspiración. Los intercostales )'
escalenos también estabilizan y hacen girar pan es del esqueleto
axial. El modo de acción y la inervación ele los músculos pri-
marios ele la inspiración aparecen resumidos en la tabla 11.5.
DIAFRAGMA
El diafragma es una túnica musculotendinosa cupuliforme que
separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal (Fig.
11.28). Su superficie superior convexa es el suelo ele la cavi-
dad torácica y su superficie inferior cóncava es el Lecho de la
cavidad abdominal.
El diafragma presenta tres porciones basadas en sus inser-
ciones óseas: la porción coslCll surge de los bordes superiores de
las seis costillas inferiores; la porción estema/, relativamente
pequeña y variable, nace del lado posterior de la apófisis xifoi-
des, y la porción lumbar, más gruesa, está anclada a los cuerpos
de las tres vértebras lumbares superiores medianle dos inser-
ciones tendinosas cliferenciables llamadas pilares derecho e
izquierdo. Dos arcos aponeuróticos insertan el diafragma en las
superficies externas ele los músculos psoas mayor y cuadrado
lumbar. La porción lumbar del diafragma contiene las fibras
más largas y de orientación más ven ical.
las tres series ele inserciones peri fé ricas del diafragma con-
vergen en un centro tendi noso en la porción superior ele la
cupula del músculo. Cada mitad del diafragma recibe su iner-

Músculo Modo de acción Inervación Localización del dibujo

Diafragma 1. El diafragma aumenta el diámelro vertical del tórax al hacer Nervio frénico Capítulo 11
descender )' aplanar su cúpula (ramo ventral C3.5)
2. El aumento de la presión intraabdominal causado por el descenso
del diafragma expande lateralmente las costillas inferiores
3. Una vez estabilizado por el aumento ele la presión intraabdominal,
1<1 contracción continuacb de las fibras costales del diafragma
eleva las costillas medias e inferiores
Escalenos Los escalenos anterior, medio y posterior elevan las coslillas Ramos ventrales de los Capítulo 10
superiores y el esternón nervios espinales (Cn)
Intercostales Los intercostales, sobre todo el paraesternal interno, elevan Nervios intercostales Capítulo 11
las costillas. Los intercostales estabilizan los espacios intercostales (ramos ventrales (T2-12)
y previenen el hundimiento interno de la pared torácica superior
380 Scwón 111 Esqudrw cmc1I
Cavidad torácica
8 entre la columna cervical y las dos costil las superiores (ver
FIGURA 11.28. Acción del diafragma durante el í111c10 de la inspira-
ción: 1, centro tendinoso; 2, fibras musculares (porción costal); 3,
pilar 1zqu1erdo: 4. pilar derecho; 5. hmto aóruco, 6, hiato esofágico,
7, porción del músculo psoas, }' 8, porción del músculo cuadrado
lumbar. (Mochficado de Kapandji IA: Tlw P11y~ioloJ:)' of joints, vol. 3.
Nueva York. Churchill Livingstone, 1974 .)
vación del nervio frénico , con raíces nerviosas que se originan
en las rafees ventrales de C3.5, pero sobre tocio de C4.
El diafragma es el músculo más importante y eficaz de la
inspiración, y realiza entre el 70% y el 80% del trabajo de la
inspirac1ón.36 Esta función se debe en parte a la capacidad del
músculo para aumentar el volumen mtratorácico en tres diá-
metros; venical, medial-lateral y anteroposterior.
Con las costillas inferiores estabilizadas, la contracción ini-
cial del diafragma hace descender y aplana su cúpula. Esta
- . -- --
..__ P u-.-N To- o E í 'Nñ iCí'Ciíi_s i 1:. 6 · . ~
Posiciones variables del diafragma
Dada la posición del hígado en el abdomen, el lado derecho del
diafragma se sitúa un poco más arriba que el izquierdo. Durante
la inspiración tranquila, la cúpula del diafragma desciende 1,5
cm. Durante la inspiración forzada, el diafragma se aplana y
desciende 6 a 10 cm.64 Durante una inspiración máxima, el lado
derecho desciende hasta el nivel del cuerpo de Tu; el lado
Izquierdo desciende hasta el nivel del cuerpo de fo.
En posición erguida, la gravedad hace descender la posición
del contenido del abdomen. Por esta razón, la cúpula del
diafragma descansa más abajo en bipedestación o sedestación
en comparación con el decúbito supino. Las personas con
disnea o respiración entrecortada asociada a una enfermedad
respiratoria suelen reparar en que respiran con mayor facilidad
en sedestación. El diafragma puede contraerse gran distancia
antes de encontrar oposición del contenido del abdomen en
posición sedente.
acción de pistón aumenta el diümetro vertical del tórax al
11empo que reduce el diámetro ver11cal del abdomen. El des-
censo del diafragma encuentra la oposición del aumento de la
presión intraabclominal. del contenido abdominal compri-
miclo y ele la tensión pasiva de los músculos abdominales esu-
raclos, como el transverso del abdomen. El aumento de la pre-
sión imraabdominal hace que las costillas inferiores se
expandan lateralmente. La resistencia nawral del abdomen
estabiliza la cúpula del diafragma, permitiendo la contracción
ele la porción costal del músculo con el fin de elevar las cosu-
llas. La elevación se \•isualiza invirtiendo la dirección de las
cabezas de las flechas de la figura 11.28. La acción del clta-
frngma sobre las costillas expande la porción media e inferior
del tórax en sus diámetros a11tcmpostcrior y medial-lateral
MÚSCULOS ESCALENOS
Los mlisculos escalenos a11lcrio1; medio y posterior se insenan
Cap. 1O). Si asumimos que la columna cervical está bien esta-
bilizada, la contracción bilateral de los músculos aumenta el
volumen intratorácico al elevar las costillas superiores y el
esternón. Los músculos escalenos se muestran activos junto
con el cltafragma durante cada ciclo inspiratorio.11
MÚSCULOS INTERCOSTALES
Anatomía de los músculos intercostales
Los intercostales son una serie de tres tún icas finas de muscu-
los que ocupan los espacios intercostales. Cada serie de
músculos intercostales de un espacio intercostal dado está
incrvacla por un nervio intercostal ad}'aceme.
Los i111ercostalcs externos son los más superficiales, paree1-
dos en profundidad y dirección de las fibras a los músculos
oblicuos externos del abdomen (ver Cap. 10). Hay siete por
costado, y cada intercostal externo surge del borde inrcrior de
una costilla y se inserta en el borde superior de la costilla
inmediatamente inferior (ver 1-;ig. 11 .25, lado derecho). Las
fibras cursan en sentido oblicuo entre las costillas en una
dirección inferior y medial. Los imercostales externos están
más desarrollados lateralmente. Cerca del esternón, los inter-
costales externos son muy finos )' terminan en la membrana
intercosial externa.
Los intercostales internos están a nivel profundo de los exter-
nos y son parecidos en profunclidad y dirección de las fibras
al músculo oblicuo interno del abdomen. También hay siete
por lado, de forma similar a los intercostales externos Una
di ferencia principal es que las fi bras de los intercostales inter-
nos discurren perpendiculares a las fibras de los intercostales
externos (ver Fig. 11.25, lado derecho). Los intercostales
internos están más desarrollados en la región paraesternal;
posteriormeme, terminan en la membrnna intercostal interna.
Los intercostales íntimos son los más profundos y menos
desarrollados de los intercostales. Discurren paralelos y a nivel
profundo de los intercostales internos. Las fibras de los inter-
costales !mimos cerca del ángulo de las costillas, a menudo lla-
mados subcostales, pueden cruzar uno o dos espacios inter-
 (<1p1t11lv 11
costales. Los intercostales ínumos estan mas desarrollados en
la porción inferior del tórax.
f 1111ción de los músculos intercostales
Al expandir los espacios intercostales, los músculos intercos-
tales tienen la capacidad potencial de alterar el volumen del
tórax al elevar una costilla inferior, deprimiendo una cosulla
superior, o realizando ambas acciones. La estrategia específica
usada por los distinLos músculos intercostales durante las dis-
tintas fases de la ventilación es incien a )' un tema objeto de
controversia.24 La enseñanza convencional es que los inLercos-
tales externos se asocian más con la inspiración y los internos se
asocian más con la cspiración.63.64 Aunque esta asociación se
ha comprobado en estudios EMG, no está clara esta sencilla
distinción funcional. 12.35.55 Por ejemplo, los intercostales
externos e internos son activos durante la inspiración."' Los
estudios también sugieren que los intercosLales paraesternt\lcs
internos se muestran más activos durante la inspiración que la
serie más lateral de músculos intercosLales.N La serie lateral de
intercostales {internos y externos) muestran considerable ac11-
vación durante la rOLación axial del tronco. De forma parecida
a los «abdominales oblicuos,. (ver Cap. 1O), los imercosrnlcs
externos más laterales se muestran más activos durante la
rotación contralaLcral del tronco y los intercostales inLernos
más laterales son más activos durante la rotación ipsolateral
del Lronco.55
«Respiración paradójica .. después de una lesión medular a
nivel cervical
En las personas sanas, la ventilación suele comprender un patrón
característico de movimiento entre el tórax y el abdomen. Durante
la inspiración, el tórax se expande hacia fuera debido a la
elevación de las costillas y el esternón. El abdomen puede
sobresalir un poco por el desplazamiento anterior de las vísceras
abdominales, comprimidas por el descenso del diafragma.
Una lesión medular completa a nivel cervical por debajo de la
vértebra C4 no paraliza el diafragma porque su inervación
corresponde sobre todo a la raíz nerviosa de C4. Sin embargo, los
músculos intercostales y abdominales suelen quedar paralizados
por completo. El paciente con este nivel de lesión medular suele
mostrar un patrón de «respiración paradójica».45 La mecánica
patológica de este patrón respiratorio ayuda a mejorar el
conocimiento de la interacción normal del diafragma, los
intercostales y los abdominales durante la inspiración.
Sin la acción de rigidez de los intercostales en los espacios
intercostales, el descenso de la cúpula del diafragma crea una
succión interna del pecho, que constriñe la porción superior del
tórax, sobre todo en su diámetro anteroposterior. El término
respiración paradójica describe más la constricción que la
expansión normal de la caja torácica durante la inspiración.4s La
constricción del tórax puede reducir la capacidad vital de una
persona con una lesión medular aguda a nivel cervical. En los
adultos sanos, la capacidad vital es de unos 4.000 mi. En torno a
3.000 mi de esta capacidad corresponden a la contracción y
<.111n.1c•lo,l!l!I tic la 111e1srh111 ui11 \'la l'l'lllil<1t11in 381
En resumen. el cuerpo humano ofrece aparentemente
varias estrategias para activar los músculos inLercosLales.
Ambas series ele músculos pueden elevar o deprimir las costi-
llas, depencl icndo del trabajo impuesto sobre el sislemn vcnti-
latorio y las demandas de momento impuestas sobre el tronco
en conjunto, )' cuál ele las dos costillas adyacemes tiene más
libenad de movimiento. H
Una fun ción de los intercostales que está clara es su capa-
cidad para cs1<1l>ilizar los espacios i11tc1ros1alcs. Duranic la inspi-
ración, los músculos intercostales se contraen para dar rigidez
a la caja torácica:' Con la ayuda de los músculos escalenos, la
acción de rigidez impide que la pared toracica sea succionada
en parte por la reducción de la presión intratorác1ea causada
por la contracción del diafragma. n
Músculos de la inspiración forzada
La inspiración fo rzada requiere que músculos adicion<tlcs ayu-
dan a los músculos primarios de In inspiración. En conjunto, los
músculos adicionales se llaman n11isc1ilos de la inspirncion {or~ad11.
o 1misculos acccsmios ele la inspiración. La iabla 11.6 ofrece una
muestra del modo de acción de varios músculos de la inspira-
ción forzada. Cada músculo tiene una linea de acción que puede
aumemar de modo directo o ind irecto el volumen intratorñcico.
Los músculos enumerados en la tabla l l.6 aparecen ilustrados
en otras panes de este manual. Los 111(1sculos serratos posteroin-
descenso completo del diafragma. La capacidad vital de una
persona inmediatamente después de una lesión medular a nivel de
C4 puede descender hasta 300 ml.64 Aunque el diafragma esté
funcionando cerca de su capacidad normal, la constricción en vez
de la expansión normal del tórax limita la inhalación de 2.700 mi
de aire. Varias semanas después de una lesión medular, los
intercostales atónicos suelen volverse llipertónicos. El aumento
del tono muscular puede actuar de freno a la pared torácica, como
se observa por el hecho de que la capacidad vital de un adulto de
tamaño medio con una lesión en C4o por debajo suele volver a
casi 3.000 mi.
Además de la constricción de la porción superior del tórax
durante la inspiración, una persona con lesión medular aguda
suele mostrar una protrusión anterior acusada del abdomen
durante la inspiración. Los músculos abdominales atónicos y
paralizados ofrecen poca resistencia a la migración anterior del
contenido del abdomen. Sin esta resistencia, la contracción del
diafragma presenta poca acción de palanca para expandir las
costillas medias e inferiores. Esta mecánica patológica también
contribuye a la pérdida de capacidad vital después de una lesión
cervical.
En sedestación, la persona con una lesión medular aguda a
nivel cervical puede beneficiarse de un vendaje abdominal
elástico. En posición sedente, la cúpula del diafragma descansa a
nivel más bajo que en decúbito supino. Un vendaje abdominal
ofrece una resistencia adicional beneficiosa para el descenso del
diafragma hasta la recuperación anticipada de la firmeza de los
músculos que sostienen la pared abdominal anterior.21
382 Scccion 111 bq11clt·10 ct'(icr/

Localización
Músculo Modo de acción Inervación del dibujo
Serrato Aumenta el volumen intratorácico al elevar las costillas Nervios intercostales Capitulo l J
posterosuperior superiores (ramos ventrales Ti-:»
Serrato Estabiliza las costillas inferiores para la comracción Nervios intercostales Capítulo l l
posteroinferior del diafragma (ramos ventrales T9-12)
Elevador de Aumenta el volumen intratorácico al elevar las costillas Ramos de los ramos dorsales Capitulo 10
la costilla superiores de los nervios espinales dorsales
(largo y corto) adyacentes
Esternocleido- Aumenta el volumen intratorácico al elevar el esternón Fuente primaria: nervio accesorio CapíLtilo 10
mastoideo y las costillas superiores (XI nervio craneal)
Dorsal ancho Aumenta el volumen intratorácico al elevar las costillas Nervio toracodorsal ((6.s) Capítulo 5
inferiores; esta función requiere que los brazos estén fijos
lliocostal torácico Aumema el volumen intratorácico al extender el tronco; Ramos dorsales adyacentes Capitulo 10
y cervical (erector estabiliza el cuello para la comracción del de los nervios espinales
de la columna) esternocleidomastoideo y los escalenos
Pectoral menor Aumenta el volumen intratorácico al elevar las costillas Nervio pectoral medial (C1.s) Caplwlo 5
superiores; requiere la activación ele músculos como el
trapecio y el elevador de la escápula para estabilizar ésta
PeCLoral mayor Aumenta el volumen imratoráctco al elevar las costillas Nervios pectorales lateral Capítulo 5
(porción medias y el esternón; esta función requiere que y medial (Cs-T1)
esternocosta1) los brazos estén íljos
Una mayor flexión o abducción de los hombros aumenta
la linea de fuerza vertical de las fibras musculares respecto
a sus inserciones torácicas; esta estrategia aumenta
la eficacia de este músculo para expandir el volumen
intratorácico
Serrato amerior Aumenta el volumen intratorácico al elevar las costillas Nervio torácico largo (Cs-1) Capitulo 5
Cuadrado lumbar Estabiliza las costillas inferiores para la contracción del Ramos ventrales de T12-L3 Capitulo 10
diafragma durante el inicio de una inspiración forzada

ferior y posterosuperior aparecen en la figura 11.29; los múscu-
los elevadores de las costillas aparecen en la figura 10.12.
Los músculos de la inspiración fo rzada suelen usarse para
aumentar la frecuencia )' el volumen de aire inspirado. Estos
músculos también pueden compensar la disfunción de uno o
más músculos primarios de la inspiración, como el diafragma.
Esta compensación suelen emplearla personas con enferme-
dad pulmonar obstructiva crónica grave.
ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA: ALTE-
RACIÓN DE LA MECÁNICA MUSCULAR
La enfermedad pulmonar obstrucliva crónica (EPOC) es un tras-
torno que suele incorporar tres componentes: (l) bronquitis
crónica, (2) enfisema y (3) asma. Los síntomas son inflama-
ción crónica y estenosis de los bronquiolos, tos crónica y
mucosidad en las vías respiratorias, con distensión excesiva )'
destrucción de las paredes alveolares. Una complicación signi-
fica tiva de la EPOC es la pérdida del retroceso elástico de los
pulmones y el colapso de los bronquiolos. Como resultado, el
aire se mantiene atrapado en los pulmones al final de la espi-
ración tranquila o forzada. Esta complicación se llama hiperex-
tensión de los pulmones. t0.54 En los casos avanzados, el tórax se
mantiene en un estado crónico de extensión casi completa,
con independencia de la fase real de la ventilación. El tórax de
una persona con EPOC suele adoptar forma de barril.
La presencia excesiva de aire en los pulmones al final de la
espiración altera la geometría de los músculos de la inspira-
ción, sobre todo el diafragma. Durante el ciclo ventilatorio, el
diafragma se aplana y se mantiene en una posición ano rmal-
mente baja. El cambio de posición y forma del diafragma alte-
ran su longitud en reposo y la línea de fuerza _~¡ Estos dos facto-
res reducen la eficacia del diafragma durante la inspiración.
Operar a una longitud acortada sobre su curva de longitud-
tensión compromete la producción de fuerza. Además, al fun-
cionar en una posición más baja se redirige la linea de fuerza
de las fibras costales del diafragma en sentido más horizontal.
Esto resta efi cacia a la elevación de las costillas. En una posi-
ción lo bastante baja, la linea de fuerza del músculo puede
atraer paradójicamente las costillas inferiores hacia dentro. con
lo cual se inhibe la inspiración.
Debido al compromiso de la función del d iafragma, las
personas con EPOC avanzada suelen depender de Jos múscu-
los de la inspiración forzada junto con otros rnusculos prima-
rios de la inspiración . Incluso en reposo, la ventilación parece
 383

sobre tocio e.le! retroceso elástico del tórax, pulmones )' dia-
fragma relajado. En los pulmones sanos el aumento de la pre-
sión alveolar asociada con el proceso pasivo es suficiente para
exhalar los aproximados 500 mi de nire nom1almen.Le asocia-
dos con la espiración tranquila.
Durante la espiración forzada, la contracción actl\·a de los
músculos es necesaria para reducir con rapidez el volumen
intratorácico. Los n11ísculos ele la cspirnciónfor::.acla son los cua-
tro músculos abdomi nales, el 1ransverso del tórax y los inter-
costales. Los modos ele acción ele los músculos de la espira-
ción forzada aparecen resumidos en la tabla LJ 7.

MÚSCULOS ABDOMINALES
Los músculos abdominales son el rccLo del abdomen, el obli-
cuo externo del abdomen, el oblicuo interno del abdomen y
el transverso del abdomen (ver Cap. l O). La contracck'm de
estos músculos licnc un efecto directo e indirecLO sobre la
espiración forzada (Fig. 11.30). Al acwar directamenLe, la
contrncción de los músculos abdominales flexiona el tórax >
deprime las cos1illas y el esternón. Estas acciones reducen de
modo forzado y con rapidez el volumen intratorácico. como <11
Loser, estornudar o exhalar vigorosamente hasta los lími tes del

Mecánica de la espiración forzuda

Serrato
posteroinferior

FIGURA 11 .29. Viw1 posterior de los músculos serrato postero~upc­

rior }' serrato posteroinícrior. Se considera que son los musculos
1111ermedios de la espalda, situados a nwel profundo del romboides}'
el dorsal ancho. (Modificado con autonzac1ón de Luugens K.
l lamihon N: Kinesiology: Scie111ific Basis of liumcm 1\,/01io11 , 9.• ccl.
Madison, Wl, Brown nnd 13enchmark, 1997. The McGmw-Hill
Companies.) ·

trabajosa. Músculos como los escalenos, esLernodeidomastoi-

deo, erecLor de la columna y pectoral mayor pueden obser-
varse contrayéndose. A menudo, una persona con EPOC
puede Lenerse en pie o caminar con el cuerpo parcialmente
doblado mientras pone uno o ambos brazos sobre un objeto
estable, como el respaldo de una silla, un carriLo de la compra
o un andador.2 Esta estrategia esLabiliza las inserciones dista-
les de los músculos de los brazos, como la cabeza esLernal del
pectoral mayor y el dorsal ancho. Como consecuencia, estos
músculos ayudan a la inspiración elevando el esternón y las
costillas. Aunque este método aumenta el número de múscu-
los disponibles para ayudi'lr a la inspiración, también aumema
la sobrecarga ele la bipeclestación y la deambulación, iniciando
FIGURA 11 .30. t\ctivación muscular durante una espiración forzada.
con frecuencia un circulo vicioso de aumento del cansancio y
La comracc1ón ele los músculos abdominales. transverso del tórax e
disnea. intercostales internos aumema las presiones intratorác1ca e mnaab-
dominal. El retroceso pasivo del diafragma está indicado por el par
Músculos de la espiración forzada de ílechas \'erticales negras. Los 1mercostales externos pueden mos-
La espiración tranquila suele ser un proceso pasivo, a cargo trarse activos en distintos grados, si bien no aparecen en el dibujo.
384 )t'rt1t111 /// Esc¡11dr1111L\1<1/
Tl
Esternón
p U·N!T o DE 1 N TER(: s l l. 8

Transverso
Diafragma
FIGURA 11 .31 . Vista interna de la pared anterior cid tórax donde
aparecen los musculos transverso del tórax (en rDJO), intercostales
internos, dmfrngma y u-:ins,·erso del abdomen. (Modificado con auto-
rización ele Lullgens K, Hamillon N: /(i11rnology: Scie111ific Basis o/
/-111111an Motion, 9.' ecl. rvtadison, WI , 13mwn ancl 13enchmarl<, 1997.
Thc McGrnw-l lill Companies.)
Funciones fisiológicas importantes de los músculos
ahllominales
La espiración forzada depende sobre todo de los músculos
abdominales. Estos músculos participan en varias funciones
fisiológicas, como cantar, reír, toser y responder adecuadamente
a un reflejo faríngeo cuando nos ahogamos. Estas dos últimas
funciones son especialmente vitales para la salud y la seguridad.
Toser o «aclararse la garganta» con vigor es una forma natural
de eliminar secreciones del árbol respiratorio, reduciendo así la
posibilidad de una infección pulmonar. También se emplea una
contracción poderosa de los músculos abdominales para
desalojar objetos encajados en la tráquea.
Las personas con los músculos abdominales debilitados o
paralizados por completo deben aprender métodos alternativos
para toser o que otros ayuden «manualmente» a esta fun ción.
Consideremos, por ejemplo, una persona con lesión medular
completa a nivel de T4. Dada la inervación de los músculos
abdominales (ramos ventrales T1-L1), es probable que esa
persona tenga los músculos abdominales paralizados por
completo. Las personas con los abdominales paralizados o muy
debilitados deben tener precaución especial para evitar
ahogarse.

volumen de reserva espiratoria (ver Fig. 11 23). Cuando
actúan indirectamente, la contracción de los abdominales
-sobre todo el transverso del abdomen- aumenta la presión
i111raabdominal )' comprime las vísceras del abdomen. El
aumento de la presión puede forzar hacia arriba el diafragma
relajado y meterlo en la cavidad torácica. De este modo, la
contracción activa de los abdominales saca ventaja del dia-
fragm a)' su forma de paraca!das para nyudar a expeler el aire
del Lórax. Como se describe en el Cap!LUlo 1O, el aumento ele
la presión intraabclominal también se emplea durame activi-
dades que implican la maniobra de Valsalva, como la defeca-
ción, el pano y el levantamiento de cargas pesadas.
Aunque los múscu los abdominales se describan aquí como
músculos de la espiración forzada, su contracción también
mejora la inspiración. Mientras el diafragma se \'e forzado
hacia arriba durante una espiración máxima, se estira hasta un
punto óptimo de su cur\'a de longitud-tensión. Como consc
cuencia, el músculo está más preparado para iniciar una con
tracción rm'ls forzada en el siguicnLe ciclo inspiratorio.
TRANSVERSO DEL TÓRAX E INTERCOSTALES
El músculo transverso del tórax, también llamado triangular
del esternón o estemocostal, es un músculo de la espiración
forzada. El músculo se localiza en el lado interno del tórax, )'

Localización
Músculo Inervación del dibujo
Músculos abdominales l. Reducen el volumen intratorácico al ílexionar el tronco Nervios intercostales; Capitulo 10
recto del abdomen y deprimir las costillas ramos vemrales T1-L1
oblicuo externo del abdomen 2. Comprimen la pared abdominal y su contenido, lo cual
oblicuo interno del abdomen aumenta la presión intraabdominal; como resultado,
transverso del abdomen el diafragma relajado es empujado hacia arriba, y eso
reduce el volumen intratorácico
Transverso del tórax Reduce el volumen intratorácico al cleprunir las costillas Nervios intercostales (ramos Capitulo 11
ventrales adyacentes)
1ntercostales Los intercostales. sobre todo las fibras internas, reducen Nervios intercostales, ramos Capítulo 11
el volumen intrawrácico al deprimir las costillas ventrales T2-T12
 ( u¡11tu/11 11
se abre en abanico en dirección oblicua e iníerior entre las
cinco costillas superiores)' el esternón (Fig. 11.31). La acti\'a-
ción neural del músculo se acompaf\a de la de los músculos
abdominales durante la espiración íorzada. 15
Los intercostales, sobre LOdo las íibras internas, deprimen
las cosLillas durante la espiración íorzacla.12
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go1cl muscles m T~IJ ch~orclcrs dunng SIJIK "'nd111lm~. 1 Cl111111>1111111tl
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 A PÉNDICE 111
MÚSCULOS DEL ESQUELETO AXIAL Parte B: Músculos de la región Parte C: Miscelánea. El músculo cuadrado lumbar
Parte A: Músculos del tronco craneocervical Parte O: Músculos de la masticación
Serie 1: Músculos de la porción posterior Serie 1: Músculos de la región Parte E: Músculos suprahioideos
del tronco craneocervical anterolateral Parte F: Músculos infrahioideos
Serie 11: Músculos de la porción Serie 11 : Músculos de la región Parte G: Músculos relacionados sobre todo con la
anterolateral del tronco craneocervical posterior ventilación

Parte A: Músculos del tronco Espinoso del cuello

Inserciones inferiores: ligamento nuca! y apófisis espinosas ele
SERIE 1: MÚSCULOS DE LA PORCIÓN POSTERIOR C1-T 1
DEL TRONCO In serciones superiores: apófisis espinosa de C2
En el Apéndice 11aparecen las inserciones e inervaciones de los
Espinoso de la cabeza
músculos de la túnica superficial de la porción posterior del
Se mezcla con el semiespinoso ele la cabeza
tronco (trapecio, dorsal ancho, serrato anterior, etc.)
l11ervació11 del erector ele la columna: ramos dorsales ele los
Grupo erector de la columna nervios espinales ady'1cenles (C3-L5)
Músculos iliocostales, longísimos y espinosos
Iliocostal lumbar
Grupo tra11sversoespinoso
Músculos nrnltificlos, rotadores y semiespinosos
Inserciones inferiores: tendón común*
In serciones superiores: superficie inferior del ángulo de las Multífidos
costillas Vl a Xll inserciones i"!feriores Ownbares): apófisis marnilares de las
vértebras lumbares, ligamemos lumbosacros, porción
Iliocostal torácico
profunda del tendón común del erector ele la columna,
In serciones i11feriores: superficie superior del ;\ngulo de las
superficie posterior del sacro, espina ilíaca posterosupe-
costillas Vl a Xll
rior ele la pelvis )' la cápsula de las articulaciones cigapo-
Inserciones superiores: ángulo ele las costillas 1 a Vl
fisarias lumbares y lumbosacras
lliocostal cervical ln saciones inferiores (torácicas): apófisis transversas de T1-12
Inserciones inferiores: ángulo ele las costillas lll a Vll In serciones inferiores (ce rvicales): apófisis articulares de CJ-7
Inserciones superiores: tubérculos posteriores de las apófisis l11serciones superiores: apófisis espinosas de las vértebras loca-
transversas de C4-6 lizadas por encima de los segmentos intervenebrales 2-4
111ervació11: ramos dorsales de los nervios espinales adyacen-
longísimo torácico tes (C.t-53)
Inserciones inferiores: tendón común
Inserciones superiores: apófisis transversas de T1-L2 y áreas Retadores: largo y corto
entre el tubérculo y el ángulo ele las costillas lll a XII lnserciones inferiores: apófisis transversas ele todas las vérte-
bras
longísimo del cuello Tnsercíones superiores: apófisis espinosas de las vértebras loca-
Inserciones i11feriores: apófisis transversas de T 1-1 lizadas por encima de los segmentos intervenebrales 1 a 2
In serciones superiores: tubérculos posteriores de las apófisis Nota : el rotador largo cruza dos uniones interven ebrales; el
transversas de C2-6 rotador corto, más horizontal, cruza sólo una unión
imervenebral
longísimo de la cabeza /11ervación: ramos dorsales de los nervios espinales adyacen-
Inserciones inferiores: apófisis transversas de 11-5 y apófisis Les (C4-L4)
articulares de C4-7
Inserciones superiores: borde posterior de la apófisis mastoi- Semiespinoso torácico
des del temporal lnserciones inferiores: apófisis transversas de 'fo- 10
Inserciones s11pe1iores: apófisis espinosas ele C6-T~
Espinoso torácico
In serciones inferiores: tendón común Semiespinoso del cuello
Inserciones superiores: apófisis espinosas de Tt-6 Inserciones inferiores: apófisis transversas de 11-6
Inserciones su.pcriores: apófisis espinosas de C2-5, sobre todo C2
Semiespinoso de Ja cabeza
• Es1e ancho tendón conecia el ex1remo inferior ele la ma)'or pane del crecwr de In In serciones infe riores: apófisis transversas de C1-T1 y apófisis
columna con la base del esqueleto axial. Las inserciones cs¡>ecíÍicas cid tendón cen1ml articulares de C.1-6
son las cres1as sacros medias, lns apófisis espinos:os )'los ligarnemos supraespinosos de la
región 1orácica inferior y 1ocla la región lumbar, las cre.stas ilíacas, los ligamenios sacro- In serciones superiores: entre las líneas nucales superior e infe-
tuberoso y sacroiliaco, l' los 1111iscl1los glíneo mayo1· )' mul1lflclos. rior del occipital
387
388 Ap.:n<ho· 111
lnt:1 vación de los 1111ísculos semicspinosos: ramos dorsales de
los nervios espinales adyacentes (C1-T6)
Grupo segmenta/ corto
~lúsculosinterespinosos e intenransversos
~ l úsc ul os inte res pinoso~
Estas parejas de músculos se insertan con regularidad entre
apófisis espinosas adyacemes de las vénebras cervicales,
excepto C1 y C2. y las vénebras lumbares. En la columna
dorsal, los músculos interespinosos sólo se clnn en las regio-
nes superior e inferior extremas
Inervación: ramos dorsales de los nervios espinales adyacen-
tes (CJ-ls)
\ lusculos in tcrtransversos
Estos músculos pares derecho e izquierdo se msenan entre
las apófisis transversas adyacentes de todas las vénebras cer-
vicales, las vértebras dorsales inferiores )' lumbares. En la
región cervical, los músculos imenransversos se subdividen
en pequeiios músculos anteriores y posteriores, según su
posición respecto a los tubérculos anterior y posterior ele l:1s
apófisis transversas, respectivameme. En la región lumbar,
los músculos intenransversos se subdividen en peque1ios
músculos laterales y mediales, según su posición relalivn
entre las apófisis transversas
Inervación: los músculos mtertransversos amenores, poste-
riores y laterales están inervados por ramos ventrales de
los nervios espinales adyacentes ((3-Ls); los músculos
intenransversos mediales, en la región lumbar, están
mervados por los ramos dorsales de los nervios espinales
adyacentes (L1-Ls)
SERIE 2: MÚSCULOS DE LA PORCIÓN ANTEROLATERAL
DEL TRONCO. MÚSCULOS «ABDOM INALES»
Oblicuo externo del abdomen
l11sacio11t:s lalerales: lado lateral de las costillas IV a XI 1
Inserciones mediales: mitad anterior del reborde externo de
la cresta ilíaca, línea alba )' vainas contralmerales clel
músculo recto del abdomen
Inervación: nervios intercostales (Ts-12), nervios iliohipog<\s-
trico (L1) e ilioinguinal (L1)
Oblicuo interno del abdomen
l11scrcioncs laterales: dos tercios ame1iores del reborde medio
ele la cresl<l il!aca, ligamento inguinal y fascia toracolumbar
Inserciones mediales: costillas IX a XII, línea alba y vainas
comralaterales del músculo recto del abdomen
l11avación: nervios intercostales (T11-12), iliohipogástrico (L1)
e dioinguinal (L1)
Recto del abdomen
Inserciones superiores: apófisis xifoides y canilagos de las cos-
tillas V a VII
Inserciones inferiores: cresta del pubis y ligamentos adyacen-
tes que sostienen la aruculación de la sínfisis del pubis
Inervación: nervios intercostales (T1-12)
Transverso del abdomen
Inserciones laccralcs: dos tercios anteriores del reborde
interno de la cresta ilíaca, fascia toracolumbar, superficie
interna de los carnlagos de las costillas VI a XII y liga-
memo inguinal
Inserciones mediales: línea alba y vainas contralateralcs del
músculo recto del abdomen
Inervación: nervios intercostales (Ts-12). iliohipogástnco (L1)
e ilioinguinal (L1)
Parte B: Músculos de la región craneocervical
SERIE 1: MÚSCULOS DE LA REG IÓN CRANEOCERVICAl
ANTEROLATERAL
Largo de la cabeza
/11sc1óoncs inferiores: tubérculos anteriores de las apófisis
transversas de C36
Inserción supe1ior: superficie infenor de la porción basilar del
occipital, inmediatamente anterior a la inserción del
músculo recto anterior de la cabeza
Inervación: ramos ventrales de los nervios espinales (C1-3)
1 argo del cuclJo
Porción o/J/icua superior
/11scrcio11cs inferiores: LUbérculos anteriores de las apófisis
transversas de C1.;
/11sación supc1ior: tubérculo en el arco anterior de C1
Porció11 vertical
Inserciones in(e1io1n: superficie amerior de los cuerpos de
Cs-T3
Inserciones superiores: superficie anterior de los cuerpos de
C2-~
Porció11 oblicua i11ferior
/11scrcio11es infc1iorcs: superficie anterior ele los cuerpos de T1.3
Inserciones superiores: tubérculos anteriores de las apófisis
transversas de C5-<l
Inervación: ramos ventrales ele los nervios espinales (C2-s)
Recto ante1ior de Ja cabeza
Inserción inferior: superficie anterior de la apófisis transversa
de C1
Inserción superior: supe rficie inferior de la porción basilar del
occipital. inmediatamente anterior al cóndilo del occipital
Inervación: ramos ventrales de los nervios espinales (C1-2)
Recto lateral de la cabeza
Inserción inferior: superficie superior de la apófisis transversa
de C1
Inserción superior: superfi cie in ferior del occipital. inmediata-
mente lateral a la sección media del cóndilo del occipital
Inervación: ramos vemrales de los nervios espinales (C1-ü
Escale11os
Escaleno anterior
Inserciones supctiorcs: tubérculos ameriores de las apófisis
transversas ele CH
Inserción inferior: borde interno de la primera costilla
[scaleno medio
Inserciones superiores: tubérculos posteriores ele las apófisis
transversas de C2.1
Inserción inferior: borde superior de la primera costilla, pos-
terior a la inserción del músculo escaleno amerior

Escaleno posterior
Inserciones i11fe1iores: tubérculos posteriores de las apófisis
transversas de C;.1
Inserciones s11pe1iores: superficie externa de la 11 costilla
Inervación <le los músculos escalenos: ramos ventrales de los
nervios espinales (CM)
Esternocleidomastoideo
Inserciones inferiores: cabeza esternal, superficie anterior de
la cara superior del manubrio del esternón; cabeza clavi-
cular; superficie posterior del tercio medial de la clavlcula
Inserciones superiores: superficie lateral de la apófisis masloi-
des del temporal y mitad lateral de la línea nucal superior
del occipital
Inervación: nervio accesorio (XI nervio craneal). Una inerva-
ción secundaria son los ramos ventrales del plexo cervi-
cal medio y superior, que cal vez apone información sen-
sorial (propioceptiva)
SERIE2: MÚSCULOS DE LA REG IÓN CRANEOCERVICAL
POSTERIOR
Esplenio ele la cabeza
Inserciones inferiores: milad inferior del ligamento nuca] y
apófisis espinosa ele C1-T 4
Inserciones superiores: apófisis mastoides del temporal y ter-
cio lateral de la línea nucal superior del occipital. Estas
inserciones son inmediatamente mediales a las insercio-
nes del esternocleidomastoideo
Inervación: ramos dorsales de los nervios espinales (C2-a)
Esplenio del cuello
Inserciones inferiores: apófisis espinosa de T3-0
Inserciones superiores: tubérculos posteriores de las apófisis
transversas de Ct-3
Inervación: ramos dorsales de los nervios espinales (C2-t1)
Músculos suboccipitales
Oblicuo inferior ch: la cabeza
Inserción inferior: vértice de la apófisis espinosa de C2
Inserciones superiores: borde inferior de la apófisis transversa
deCt
Oblicuo superior de l:i cabeza
Inserción inferior: borde superior de la apófisis transversa de
C1
Inserciones superiores: emre el extremo lateral de las lineas
nucales inferior y superior; lateral a la inserción del
músculo semíespinoso de la cabeza
Recto posterior mayor ele la cabeza
Inserción infe1ior: apófisis espinosa ele C2
Inserción superior: inmediatamente medial al extremo lateral
de la linea nucal inferior
Recto poc;tcrior menor de la cabeza
Inserción i1~(e rior: tubérculo del arco posterior de Ci
Inserción superior: inmediatamente amerior al extremo
medial de la línea nucal inferior, justo posterior al agujero
magno
Inervación de los músculos SLiboccipitales: nervio suboccipital
(ramo dorsal C1)
Apnidicc 111 389
Parte C: Miscelánea. Músculo cuadrado lumbar
Cunclraclo lumbai
Inserción inferior: ligamento iliolumbar )' cresta del ihon
Inserciones superiores: costilla XII y vértices de las apófisis
Lransversas ele L1..¡
In ervación: T1 2-L1 (ramos ventrales)
Parte O: Músculos de la masticación
Masetero: Fibras superficiales y profundas combinadas
Inserciones proximales: superficies infcrolarerales del hueso
cigomático y superficies inferiores del arco cigomático
Irisación distal: superficie externa de la mandíbula, entre el
gonión y justo debajo de la apófisis coronoides
Inervación: ramo del nervio mandibular, una div1s1ón del V
nervio craneal
-1empornl
Inserciones proximales: fosa temporal y superficies profundas
de la fascia temporal
Inserciones distales: vénice y superficies mediales de la apófi-
sis coronoides ele la mandíbula )' todo el borde anterior
de la rama mandibular
Inervación: ramo del nervio mandibular, una división del V
nervio craneal
P1c1igoicleo medial
Inserción proximal: superficie medial de la lámina lateral de
la apófisis pterigoides
Inserción distal: superficie interna de la rnancllbula entre el
gonión y el agLuero medial
Inervación: ramo del nervio mandibular, una división del V
nervio craneal
Ptcrigoideo latcrnl
Cabeza superior
Inserción proximal: ala mayor del esfenoides
Cabeza inferior
Inserción proximal: superficie lateral de la lámina lateral de la
apófisis pterigoides
Inserciones distales: fosa pterigoiclea sobre la mandlbula, y
disco y cápsula articulares ele la articulación temporo-
manclibular
Inervación: ramo del nervio mandibular, una división del V
nervio craneal
Parte E: Músculos suprahioideos
Digastrico: \'icnli l' po~Le 1fo r
Inserción proximal: incisura mastoidea del temporal
Inserción distal: aponeurosis fascial inserta en la cara lateral
del hioides
Inervación: nervio facial (Vll nervio craneal)
Dig:istrico: \ 'icnt ll' anterior
Inserción proximal: aponeurosis fascial inserta en la cara late-
ral del hioides
Inserción distal: base de la mandíbula cerca de su línea media
(fosa digástrica)
Inervación: nervio alveolar inferior (ramo del nervio mandi-
bular, una división del V nervio craneal)
Gcnihioideo
Inserción proximal: una pequeña región en la linea media de
la cara anterior de la superficie interna de la mandlbula
(sfnfisis mentoniana)
390 !\pen<licc 111
Inserción distal: cuerpo del hioides
Inervación: C1 a través del nen~o hipogloso (XII nervio cra-
neal)
Mi lohioiclco
Inserción proximal: superficie interna ele la mandíbula, bila-
teralmente en la linea milohioidca
Inserción c/is1e1/: cuerpo del hioides
Inervación: nervio alveolar inferior (ramo del nervio mandi-
bular, una división del V nervio craneal)
[stilohioideo
Inserción proximal: base de la apófisis estiloides del temporal
Inserción distal: borde anterior del asta mayor del hioides
fnervación: nervio facial (VII nervio craneal)
Parte F: Músculos infrahioideos
Omohioideo
Inserción inferior: borde superior de la escápula, cerca de la
incisura ele la escápula
Inserción superior: cuerpo del hioides
In ervación: ramos ventrales de C1.1
[ stcrnohioideo
Inserciones i11fe1iores: superficie postenor del extremo medial
de la clavícula, porción posterosuperior del manubrio del
esternón y ligamento esternoclavicular posterior
Inserción superior: cuerpo del hioides
Inervación: ramos ventrales ele C1.3
Esternotiroideo
In serción infe1ior: parte posterior del manubrio del esternón
y del cartílago de la primera costilla.
Inserción supe1ior: ca11ílago tiroide.
lncn•ación: ramos ventrales de C1.1
1irohioideo
Inserción inferior: cartílago tiroides
Inserción supe1ior: unión del cuerpo y el asla ma)'Or del hioides
Inervación: ramos ventrales ele C1 a través del Vll nervio
craneal
Parte G: Músculos relacionados sobre todo
con la ventilación
Diafragma
I11 sercio11es inferiores
Porción costal: superficies internas ele los cartilagos y regio-
nes óseas adyacentes de las costillas VI-XII
Porción estema!: lado posterior de la apófisis xifoides
Porción lumbar: (l) dos arcos aponeuróticos que recubren las
superficies externas ele los músculos cuadrado lumbar y
psoas mayor; (2) pilares derecho e izquierdo, que se ori-
ginan en los cuerpos de L1.3 y sus discos interven ebrales
Inserción superior
Tendón central cerca del centro ele la cúpula del músculo
Inervación: nervio frénico (C3.5)
lnLcrcostales externos
l11sercio11es
Siete por costado; cada músculo Liene su origen en el borde
inferior ele una costilla y se inserta en el borde superior ele
la cosulla inmediatamente infcnor. Las fibras son las mas
superficiales de los músculos intercostales, )' discurren en
dirección inferior y medial. Las fibras se desarrollan más
lateralmente
Intercostales int erno!>
l nsercio11es
Siete por costado; cada músculo tiene su origen en el borde
inferior de una costilla y se inserta en el borde superior de
la costilla inmediatameme iníerior. Las fibras discurren en
un plano inmediatamente profundo a los músculos intercos-
tales externos. Las fibras de los imercostales internos clíscu-
rren en una dirección inferior y un poco lateral, casi perpen-
dicular a la dirección de los imercostales externos. Las fibras
de los intercostales internos están más desarrolladas en la
zona adyacente al esternón. paraesternalmente
lntcrco!>tales íntimos
l11sercio11es
Cada músculo surge del borde inferior de una costilla cerca
de su ángulo y se inserta en el borde superior de la segunda
o tercera costillas inferiores. Las fibras cursan en paralelo y
a nivel profundo de los intercostales internos. Las fibras de
los intercostales íntimos localizados cerca del ángulo ele las
costillas, a menudo llamados subcostales, pueden cruzar
dos espacios intercostales. Los intercostales íntimos están
más desarrollados en la porción inferior del tórax
Inervación de los intcrcostolcs: nervios intercostales (ramos
ventrales T1.1 i)
Flevadores de las costillas
Inserciones superiores: extremos de las apófisis transversas de
C1·T11
Inserciones inferiores: superficies externas de las costillas,
entre el tubérculo y el ángulo. Cada uno de los doce
músculos se inserta en la costilla inmediatamente inferior
a su inserción vertebral
Inervación: ramos de los ramos dorsales ele los nervios espi-
nales adyacentes
Serrato posteroinfcrior
Inserciones supe1iores: superficies posteriores de las costillas
IX-XII, cerca de sus ángulos
Inserciones inferiores: apófisis espinosas )' ligamentos
supraespinosos de T11-LJ
/11ervació11: nen~os intercostales (ramos ventrales T9.12)
Serrato posterosuperior
In serciones superiores: apófisis espinosas de C6-T3.
Inserciones inferiores: superficies posteriores de las costillas 111-
1v. cerca ele sus ángulos.
Inervación: nervios intercostales (ramos ventrales T2.5).
1 ransverso del tórax
Inserciones inferiores: superficies internas del tercio inferior
del cuerpo del esternón y superficies adyacentes de la
apófisis xifoides
Inserciones superiores: superficies internas de los cartílagos ele
las costillas 11 a VI
Inervación: nervios intercostales (ramos ventrales adyacentes)
 SECCIÓN IV
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Extremidad inferior
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SE C C I ÓN IV

Extremidad inferior

e \1'111 l 1l 12 . La cadera
e \l'l t t w 1 3 La rodilla
C \1'11 l 1 t) 14 El LObillo y el pie
C \l't t l 10 1'i · Cinesiología ele la marcha
1\1 •1 ' l ll l l I\ Material referente a las inserciones e inervación de los músculos de la
extremidad inferior

La Sección lV se divide en cuatro capitulos. Los Capítulos 12 a 14 describen la cinesio-

logía de las principales articulaciones de la extremidad inferior; el Capitulo 15 describe la
cinesiologia de la marcha, expresión funciona l final de la cinesiología ele las extremidades
inferiores. Para cada extremidad, en torno al 60% del ciclo de la marcha, la extremidad
inferior se encuentra en «la fase de apoyo», en la que el extremo distal de la extremidad
permanece fijo en el suelo. Durante la «fase de oscilación ele la pierna» -el 40% restante
del ciclo ele la marcha- , el extremo distal de la extremidad no tiene trabas y liene libertad
de movimiento. Los Capítulos 12 a 14 describen la función de los músculos y articulacio-
nes desde dos perspectivas: cuando el extremo distal de la extremidad está fijo y cuando
está libre. El conocimiento de ambos tipos de acción aumenta mucho la capacidad para
apreciar la belleza y complejidad del movimiento humano, así como para diagnosticar, tra-
tar y prevenir alteraciones relacionadas del sistema musculoesquelético.
 CAPÍTULO 1 2

La cadera

ÜONALD A. NEUMANN , PT, PHD

ÍNDICE
OSTEOLOGÍA, 394 Ritmo lumbopélvico, 410 Función general de los rotadores
Hueso coxal, 394 Rotación de la pelvis sobre los fémures internos de la cadera. 422
Ilion, 394 en el plano sagital: Inclinación anterior Músculos extensores de la cadera, 422
Pubis, 396 y posterior de la pelvis, 412 Anatomía y acción individual, 422
Isquion, 397 Rotación de la pelvis sobre los fémures
en el plano frontal, 412
Función general de los extensores de
Acetábulo, 397 Rotación de la pelvis sobre los fémures la cadera, 424
Fémur, 397 en el plano horizontal, 41 3 Músculos abductores de la cadera, 428
«Ángulo de inclinación», 398 Artrocinemálica, 413 Anatomía y acción individua/, 428
«Ángulo de declinación», 398 Mecanismo abductor de
Estructura interna de la porción proximal INTERACCIÓN OE MÚSCULOS la cadera, 429
del fémur, 400 Y ARTICULACIÓN, 413 Músculos rotadores externos de la cadera,
Inervación de los músculos 430
ARTROLOGÍA, 400 y articulación, 413
Anatomía funcional de la arlículación Anatomía funciona/ de los «rotadores
1nervación sensorial de la cadera, 416 externos cortos», 431
coxofemoral, 400 Función muscular de la cadera, 416
Cabeza femoral, 400 Función global de los rotadores
Músculos flexores de la cadera, 41 7 externos, 432
Acetábulo, 401 Anatomía y acción individual, 417
Alineamiento acetabular, 401 Momento máximo producido por
Función general de los flexores de la los músculos de la cadera, 432
Cápsula y ligamentos de la cadera, 403 cadera, 418
Posición de bloqueo, 406 Ejemplos de enfermedades de cadera, 433
Músculos aductores de la cadera, 420 Razón de la intervención quirúrgica
Osteocinemática, 407 Anatomía funciona/, 420
Osteocinemática del fémur sobre la pelvis, y terapéutica seleccionada, 433
Función general de los aductores de Fractura de cadera, 433
410 la cadera, 420
Rotación del fémur en el plano sagital, Osteoartritis de cadera, 433
Función de los aductores en Intervención terapéutica para una
410 el plano frontal, 420
Rotación del fémur en el plano frontal, Función de los aductores en
cadera dolorosa o estructuralmente
410 el plano sagital, 420 inestable, 435
Rotación del fémur en el plano Músculos rotadores internos de la cadera, Intervención quirúrgica después de
horizontal, 41 O 420 una fractura o una osteoartritis, 436
Consecuencias biomecánicas de la coxa
Osteocinernática de la pelvis sobre
vara o la coxa valga, 437
los fémures, 410

INTRODUCCIÓN
La cadera es la aniculación entre la gran cabeza esférica del
fému r y la cavidad profunda del acetábulo ele la pelvis. Esta
gran articulación permite el movimiento simultáneo entre la
extremidad inferior y la pelvis. Por su localización en el
cuerpo, una cadera con un traumatismo o una patología suele
causar gran variedad de limitaciones funcionales, como difl-
cultad para andar, vestirse, conducir, levantar y acarrear car-
gas y subir escaleras.
La cadera presenta muchas características anatómicas que
le con fi eren estabilidad en bipedestación, al caminar y correr.
La cabeza del fémur está estabilizada en una cavidad profunda
rodeada por una serie extensa de ligamentos capsulares.
Muchos músculos grandes y fuertes aportan los momentos
necesarios para impulsar el cuerpo hacia arriba y adelante. La
debilidad de estos músculos tiene un profundo impacto sobre
la movi lidad del cuerpo en conj unto.
Las coxartropatias y lesiones de cadera son bastante
corrientes, sobre todo en personas muy jóvenes y ancianos.
Una malformación de cadera en un bebé es propensa a la luxa-
ción . La cadera de un anciano es vu lnerable a la artropatía
degenerativa. La osteoporosis avanzada junto con el riesgo ele
caídas predisponen a los ancianos a una elevada incidencia ele
fracturas de cadera.
En este capítulo se describe la estructura de la cadera, sus
ligamentos y cápsula asociados, y las acciones ele la rnuscula-
393
 394 .Sctció11 /\ ' Ex11nniclml 111/L'IÍ01

tura circundante. Esta información consttture la base del tra-

tamiento )' diagnóstico de problemas musculoesqueléticos de Características osteológicas del ilion
esta región del cuerpo. Superficie externa
• Líneas glúteas posterior, anterior e inferior
• Espina ilíaca anterosuperior
OSTEOLOGÍA • Espina ilíaca ameroiníerior
• Cresta ilíaca
Hueso coxal • Espina ilíaca posterosuperior
Cada hueso coxal constituye la unión de l res huesos: ilion, • Espina ilíaca posteroinferior
pubis e isquion (Figs. 12.1)'12.2). Los coxales o huesos inno- • Escotadura ciática mayor
minados derecho e izquierdo se conectan emre sí anterior- • Agujero ciático mayor
mente en la sínfisis del pubis)' posteriormeme en el sacro. los • Ligamentos sacromberoso y sacroespinoso
S11pe1ficie interna
huesos coxales)' el sacro forman la pelvis (del latín, que signi-
• Fosa ilíaca
fica cuenco). En bipedestación, la pelvis suele estar orientada • Superficie auricular
de modo que, vista lateralmente, una línea vertical pasa entre • Tuberosidad ilíaca
la espi na ilíaca anterosuperior y la espina del pubis (ver Fig.
J2.1).
La superficie externa del hueso coxal tiene tres característi-
ILION
cas relevantes. El ala ílabeliforme y grande del ilion forma la
mitad superior. Justo debajo del ala esLá el acetábulo hondo y La superficie externa del ilion estñ marcada por las lrnrns ~/ti­
cupuliforme. justo inferior y un poco medial al acetábulo está teas posterior; anterior e i11fe1 io1 (ver Fig. 12. L). Estas lineas
el gran agujero obturador. Este agujero cstú cubierto por una arudan a identificar los puntos de inserción de los músculos
111c111brn110 olnuratriz (ver Fig. 12.2). glúteos en la pelvis. En el extremo más anterior del ilion está

Visla later al

Músculo oblicuo interno del abdomen

Músculo oblicuo externo del abdomen
Músculo tensor de la fascia lata
Músculo glúteo mayor
- Espina ilíaca anterosuperior FIGURA12.1 . Vista lateral del
Espina iliaca posterosuperior hueso coxal derecho Las
Linea glútea posterior __ ...,......,,::;¡¡r41-_ Línea glútea inferior rnscrcioncs musculares pro-
x11nales aparecen en r~¡o: las
Espina ilíaca --1.-1-..,'t!,l Espina ilíaca anteroinferior distales, en gris.
posteroinferior

Músculos géminos superi or->¡;-w-~-4- '

e inferior

Músculo aductor largo

Músculo semimembranoso Músculo grácil
Músculos bíceps femoral Músculo aductor corto
(cabeza larga} y semitendinoso Músculo obturador externo
Tuberosidad isquiática Músculo Músculo
aductor mayor cuadrado femoral
 L<l/lllU/o 12 LL1 caclrrn 395

Vic;ta anterior

Músculo oblicuo
externo del abdomen
Músculo sartorio

Músculo
glúteo menor
Músculo
aductor mayor aductor
corto
Músculo psoasilíaco Musculo
obturador
externo

FIGURA 12.2. Cara anterior de la pelvis, sacro y porción proximal del f~mur derecho. Las inserciones proximales aparecen en rojo: las inser-
ciones distales. en gris. Se ha eliminado una sección del lacio izquierdo del sacro para exponer la superficie auricular de la articulación sacro1·
llaca. Las inserciones pélvicas de la cílpsula en torno a la articulación sacroilíaca se indican con líneas de puntos.

la espina ilíaca anterosuperior fáci lmente palpable (ver Figs.
12.l y 12.2). Por debajo de esta espina está la espina ilíaca
anteroinferior. La prominente cresta ilíaca, el borde superior del
ilion, continúa en sentido posterior y termina en la espina ilía-
ca posterosuperior (Fig. 12.3). El tejido blando superficial a la
espina ilíaca posterosuperior suele estar marcado por un
hoyuelo en la piel. La espina ilíaca posteroinferior menos pro-
minente marca el borde superior de la escotadura ciática
mayor. Los ligamentos sacroluberoso y sacroespinoso salvan el
orificio de esta escotadura para fo rmar el agujero ciático mayor.
La cara interna del ilion tiene dos superficies (ver Fig.
l 2.2). En su parte anterior, la Josa ilíaca, cóncava y lisa, está
ocupada por el músculo ilfaco. En su parte poste1ior, la super-
ficie auricular se articula con el sacro en la articulación sacroi-
liaca, que aparece en el lado derecho de la figura 12.2. justo
posterior a la superficie auricular está la gran tuberosidad iltaca,
grande y rugosa, formada por las inserciones de los ligamen-
tos sacroil íacos.
396 Sección 1\1 Ex1n:111idml injcrio1

PUBIS
Características osteológicas del pubis La rama superior ele/ pubis se extiende en sentido <interior
• Rama superior del pubis desde la pared anterior del acetábulo hasta el gran cuerpo apla-
• Cuerpo nado del pubis (ver Fig. 12 2). En la superficie superior de la
• Linea pectínea
rama superior esta la línea pectínea, que marca la inserción del
• Espina del pubis
• Sínfisis del pubis y disco músculo pectíneo. La espina del pubis se proyecta desde la
• Rama inferior del pubis rama superior del pubis, y sirve de inserción al ligamento
inguinal.

Vista posterior

Tensor
de la fascia lata

Erector de la columna
y multífidos

ligamentos sacroespinoso
y sacrotuberoso

Gémino superior
1\1+!::::;~~~'---~ait:..,.e...~~ Glúteo mayor

Glúteo medio

Cuadrado femoral

Aductor mayor

Vasto medial

FIGURA 12.3. Cara posterior ele la pelvis, sacro y porción proximal del fémur. Las inserciones proximales ele los músculos aparecen en rojo; las
inserciones distales, en gris.
 C<q111u/11 12 l<I cculcrn 397

Los dos huesos del pubis se articulan en la línea media por Fémur
medio de la articulación Íibrocartilaginosa sí1!fisis del pubis. El fémur es el hueso más largo y fuerte cid cuerpo humano (Fig.
Esrn articulación -que suele clasifi carse como una aníian ro- 12.4). Su forma, robustez y longitud rcílcjan la poderosa acción
sis- está revestida de cartílago hialino }' ligamentos de sostén. de los músculos }' contribuyen a la longitud ele la zancada al
Hasta 2 mm de traslación y 3 grados de rotación se dan en la caminar. En su extremo proximal , la cabeza del fémur se pro-
articulación de la sinfisis del pubis.83.85 Estructuralmente, la yecta medialmemc para su articulación con el acetábulo. El cue-
sínfisis del pubis compleLa el anillo pélvico anterior. Como se llo del fémur conecta la cabeza con la diáfisis. El cuello sirYe
describe en el Capitulo 9, otros componentes que forman el para desplazar lateralmente la porción proximal ele la diáfisis del
anillo pélvico son el sacro, el par de articulaciones sacroilíacas fémur alejándola ele la articulación, con lo cual se reduce la
y los huesos coxales. La sínfisis del pubis disminuye la tensión posibilidad de una compresión ósea contra la pelvis. Distal al
del anillo pélvico durante la marcha y, en las mujeres, clurame
el pano. La rama inferior del pubis se extiende del cuerpo del
pubis en sentido posterior hasta su unión con el isquion (ver Vista ankrior
Fig. 12.2). Músculos obturador
interno y gémínos
ISQUION
La aguda espina ciática se proyecta desde el lacio posterior del
isquion, justo por debajo de la escotadura ciática mayor (ver Músculo pi ramidal---¡_¡~~~~
Fig. 12.3). La escollldura cidtica menor se localiza caudalmente a Músculo glúteo
la espina. Los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso con- menor
vienen la escotadura ciática menor en un agujero ciático menor. Músculo vasto
lateral
Músculo psoasilíaco~~=-:

Caracterís ticas os teológicas d el isqui on Músculo vasto medial

• Espina ciálica
• Escotadura ciáltca menor
• Agujero ciático menor
• Tuberosidad isquiática
• Rama del isquion

Proyectándose en sentido posterior e inferior desde el ace-

tábulo está una gran tuberosidad isquiática (ver Fig. 12.1).
Esta estructura palpable sirve de inserción proximal a muchos
músculos de la extremidad inferior, sobre todo los isquiottbia-
les. Esta rama del isquion se extiende an1eriormente desde la
tuberosidad isquiática, terminando en la unión con la rama
inferior del pubis (ver Fig. 12 2)

ACETÁBULO
SiLUado justo por encima del agujero obturado está el acetá-
bulo cupulifonne >' de gran tamaño (ver Fig. 12.1). El acetá-
bulo forma el cuenco de la cadera. Los tres huesos de la pelvis
forman parte del acetábulo, el ilion y el isquion constituyen el
80% y el pubis el 20% restante. Las características especificas
del acetábulo se exponen en el apartado Artrología.

Caracte rísticas osteológicas del fémur

• Cabeza del fémur
• Cuello del Íémur
• Linea intenrocantérea
• Trocánter mayor
• Fosa trocantérea
• Cresta intertrocantérea
• Tubérculo cuadrado
• Trocánter menor
• Línea áspe ra
• Linea pectinea (espiral)
• Tuberosidad glútea
• Lineas supracondíleas
lateral y medial
• Tubérculo de los aductores
Cóndilo
medial
FIGURA 12.4. Cara amerior del fémur derecho. Las inserciones pro-
ximales de los músculos aparecen en rojo; las inserciones d1s1ales, en
gris. Las inserciones femorales de la cápsula de la articulación coxo-
femoral y de la cápsula de la articulación de la rodilla aparecen con
líneas de pumos.
398 Snri1111 /\' l·\110111clacl 111/n 1111

Vista medial unión del cuello y la diáfisis del fémur (fig. 12.6). Esta estruc-
lura prominente y fácil de palpar si rve de inserción elisia! a
muchos músculos. f:n la superficie med ial del Lrocánter mayor
Fosita -11¡1--~·
hay una pequeña lóvca llamada Jos<1 crocantcn:a (Figs. 12 5 y
de la cabeza Glúteo medio
femoral 12.7). Esta fosa recibe la inserción distal del músculo obtura-
Obturador interno
ygéminos dor externo.
En sentido posterior, el cuello del Íémur se une con la cliafis1s
Obturador externo
en la fosa trocan térea en la cresta inlcrtrocanté1rn sobresaliente (ver Fig. 12.6). El tubcr-
Psoasilíaco rnlo cuadrculo, la inserción distal del musculo cuadrado íemoral,
en el trocánter menor es un área ligeramente elevada en la cresta j usLo por debajo de la
fosa trocantérea. El tmcá11ter me1101 se proyecw bruscamente
desde el extremo inferior de la cresta en dirección posteromc-
Pectíneo dial. El trocánter menor sirve de inserción chstal mayor del mús-
culo psoasilraco, un importante ílexor ele la cadera.
El tercio medio ele la cara postenor ele la diáfisis del fcmur
Aductor corto está eviclenteme11lc marcado por unn cresta vert ical llamada
línea áspera. Esta linea elevada sirve ele inserción a los muscu-
Vasto intermedio los vastos del cwídriceps. muchos de los músculos aductores
y la fascia intermuscular del muslo. En sentido proximal , la
Línea áspera línea áspera se divide en la linea pcctmea medialmente y en la
Aductor largo línea glútea lateralmente (ver Fig. 12.6). l:n el extremo clr!>tal
del Íémur, la línea áspera se divide en las lí11cas suprnw1ulllc11s
lateral y medial. t;I cuhérwlo de los ac/11c/on:s se localiza en el
extremo distal de la línea supraconclilea medial.
Aductor mayor
«ÁNGULO DE INCLINACIÓN»
El ángulo de i11di11ació11 del Íémur clescnbe el ángulo en el
Músculo articular
de la rodilla plano íromal enlre el cuello y la cara medial de la diáfisis del
fému r (Fig. 12.8). J\ I nacer, este ángulo mide unos 140 a 150
- - - Aductor mayor grados. Dada la carga que recibe el cuello del Íém ur dura11Lc la
en la linea supracond ílea
y tubérculo de los aductores marcha, este ángulo suele reducirse n su valor normal en la
aclultez de unos 125 grados.62 Como se aprecia en la ligura
12.8, este ángulo proporciona un alineamiento óptimo a las
Gastrocnemio
(cabeza medial) superficies articulares.
Puede haber un cambio en el ángulo de inclinación debido
a factores congéniLos o adquiridos. En general. la coxa vara
describe un ángulo de inclinación menor de l 25 grados. La
FIGURA12.5 . Carn medial del Íémur derecho. Las inserciones pro;-a- coxa valga describe un ángulo de inclinación superior a 125
males de los müsculos se indican en rojo; las inserciones distales, en
grados (Fig. 12.88 )' C). Estos ángulos anormales alteran el ali-
gris. Las inserciones femorales de la cápsula de la articulación coxo-
femornl y la cápsula de la articulación de la roclilla se indican con
neamiento entre la cabeza del fémur y el acetábulo, lo cual
lineas de pumos. ahera la biomecánica de la cadera. En los casos graves el ali-
neamiento cleícctuoso puede causar un desgaste articular
anormal o luxación de cadera.
cuello, la diáfisis del fému r cursa un poco medial, por lo que las
rodillas y pies se sitúan más cerca de la l!nea media del cuerpo. «ÁNGULO DE DECLINACIÓN O ANTEVERSIÓN »
La diáfisis del fémur muestra una ligera convexidad ante- El ángulo ele torsión del fémur describe la rotación relativa entre
rior (Fig. 12.5). Al ser una columna larga que recibe cargas la diáfisis y el cuello del fémur. Normalmemc. \'iSlíl desde
excéntricas, el fémur se arquea un poco cuando soporta el arriba, la cabeza del fémur se proyeclíl una media de 1O a 15
peso corporal. En consecuencia, la tensión a lo largo del hueso grados ameriormcntc a un eje transversal que atraviesa los
se disipa mediante compresión en la porción posterior de la cónd ilos del fému r. Este grado ele Lorsión se llama w11cvrr~ió11
diáfisis y mediante la tensión en la porción anterior. Este 11ormal (Fig. 12.9A). Junto con el ángulo normal de inclina-
arqueamiento permite al fémur soponar cargas mayores que si ción, un ángulo de anteversión ele 15 grados permite un
fuera perfectamente recto. alineamiento y congruencia articular óptimos (ver alinea-
En sentido anterior, la lrnea í11terlroca11térea marca la inser- miento de los puntos rojos de las Figs. l 2.8A y 12.9A).
ción distal de los ligamentos capsulares (ver Fig. 12.4). El tro- Se considera anormal iodo ángulo de torsión muy distinto de
cá11ter mayor se extiende lateral y posteriormente desde la 15 grados. Un ángulo de torsión bas1an1e mayor de J 5 grados
 Cc1p1111ll• 12 l.ti wckrn 399

Vista posterior
Glúteo medio

Cresta intertrocantérea
Cuadrado femoral
sobre el tubérculo
Psoasilíaco del cuadrado

Pectíneo sobre la línea peclínea

Aductor mayor
Glllteo mayor
en la tuberosidad glútea
Aductor corto
FIGURA 12.6. Cua posterior del lcmur derecho L1S inscruoncs
proximales de los musrulos se indican en l'OJO; las insm:ioncs
distales, en gris. Las inscrcionc:. l'cmurnlcs de la capsula de la t1ni -
culac1ón coxofemoral )' la cápsula ele la aniculac1l'l11 de la rodilla
se indican con lineas ele puntos

Bíceps femoral
Aductor largo
(cabeza corta)

Aductor mayor sobre

la línea supracondilea medial
y tubérculo de los aductores
Epicóndilo medial Epicóndilo lateral
Gastrocnemio (cabeza lateral)
Gastrocnemio Poplíteo
(cabeza medial)

Escotadura
intercondilea
se denomina a11tevcrsió11 excesil'<l (Fig. 12.98). En contraste, un
ángulo de torsión de bastame menos de 15 gmdos (es decir, cer-
cano a O grados) se considera retroversión (Fig. 12.9C).
Por lo general, los bebés nacen con unos 30 grados de ante- Vista superior
versión femoral. u~ Con el creci miemo óseo y el aumento de la
ac1iviclacl muscular, este ángulo suele disminuir a 15 grados a Anterior
los 6 años de edad.71.87 La amevcrsión excesiva suele asociarse
con luxación congénita, incongruencia anicular <1cusada >'
aumemo del desgaste del cartílago anicular. La ante,·crsión
excesi\'a en los niños también puede asociarse con patrones
anormales de la marcha como «andar ele pumillas».7º Andar
de pumillas es un paLrón ele la marcha con postura exagerada
de rolación interna de las meleras. Este patrón de la marcha en
apariencia es un mecanismo compensador empleado para Obturador externo
guiar la cabeza del fémur en antcversión cxcesi\'a ele modo en la fosa trocantérea
más clirecLo en el acetábulo (Fig. 12. 1OA >' B). Con el tiempo, Glúteo medio
los niños pueden desarrollar contractura de los músculos rota-
dores imernos y ele dislimos ligamenios, con lo cual se reduce FIGURA 12.7. Vista superior del fémur derecho. Las mserciones dis-
la ampliLUd de rotación exLerna.ll Aproximadameme el 50% tales de los musculos aparecen en color gris.
400 Sección IV Ex1rrn11c/c11I i11frno1
Angulo de inclinación
A Normal B Coxa vara
ele los nii'los que nndan ele puntillns suelen terminar por andar
normalmente.IS El patrón de la marcha mejora sobre todo por
la compensación esltuctural de 0 1ras porciones ele la extremi-
dad inferior, en especial la tibia.
ESTRUCTURA INTERNA DE LA PORCIÓN PROXIMAL
DEL FÉMUR
Hueso compacto y hueso esponjoso
Caminar genera tensión, compresión, combadura, cizalla-
miento y torsión de la porción proximal del fémur (ver
Capitulo l). Cada tipo de fuerza produce una clase distinta de
tensión sobre la porción proximal del fémur. (La tensión es
una resistencia producida por el tejido como respuesta a una
carga externa.) Con el fin de tolerar tensiones repetidas de por
vida, la porción proximal del fémur debe oponer resistencia y
absorber la energía mecánica. Estas dos funciones son llevadas
a cabo por dos tipos mll)' distintos de hueso. El hueso compacco
es muy denso e inflexible, con capacidad para soportar gran-
des cargas externas. Este tipo de hueso es especialmente
grueso en la corteza, la capa externa, o la porción inferior del
cuello del fémur y toda la diáfisis. Estas regiones soportan
grandes fuerzas de torsión y cizallamiento (Fig. 12.12). El
hueso esponjoso, en contraste, consta de un retículo tridimen-
sional de trabéculas ramificadas. La consistencia relativamente
«esponjosa» de este hueso absorbe las fuerzas externas. El
hueso esponjoso tiende a concentrarse a lo largo de lineas de
tensión y forma retículos trabeculares.H En la figura 12.12 son
visibles un retfculo trabecular arqueado y un retículo trabecular
media/.65 El patrón general de la red trabecular cambia cuando
la porción proximal del fémur soporta fuerzas anormales
durante un periodo largo de tiempo.
ARTROLOGÍA
Anatomía funcional de la articulación coxofemoral
La cadera es la articulación esferoidea clásica del cuerpo.
Amplios ligamentos y grandes músculos mantienen la cabeza
del fémur asegurada dentro del acetábulo. Gruesas capas de
FIGURA 12.8. Porción proximal del
Íémur: A. Angulo normal de mchna-
c1ón; B, Coxa w1111 , y C, Coxa valga.
El par de pumos rojos de cada figura
muestran los distinlos alineamientos
de las superficies ele la aruculación
coxoíemoral. En A se muestra el ali-
ncamiemo óptimo.
C Coxa valga
cartílago, músculo y hueso esponjoso en la porción proximal
del Íémur ayudan a reducir las grandes fuerzas que habitual-
mente cruzan la cadera. La insuficiencia ele cualquiera de estos
mecanismos de pro1ección por enfermedad o lesión suele lle-
var al deterioro de la estructura articular.
CABEZA FEMORAL
La cabeza íemoral se sitúa JUSIO por debajo del tercio medio
del ligamento inguinal. Como promedio , los ce ntros ele las dos
cabezas femorales de un adulto distan entre si 17,5 cm.53 La
cabeza del fémur forma unos dos tercios de una esfera casi
perfecta (Fig. 12.1 3).26 Situada un poco posterior al centro de
la cabeza hay una fosita bien visible (ver Fig. l 2.5). Toda la
superíicie de la cabeza femoral está revestida de cartílago
articular, excepto la región de la fosita. El can llago tiende a ser
más grueso en una región ancha situada por encima y ante-
riormente a Ja fosita de Ja cabeza femoral (Fig. 12.14) .~2
Características osteológicas de la cabeza femoral y el
acetábulo
Cabeza femoral
• Fosita de la cabeza femoral
Acetábulo
• Escotadura aceLabular
• Ligamento transverso del acetábulo
• Rodete acetabular
• Superficie semilunar
• Fosa acetabular
El ligame1110 redondo (ligamento de la cabeza del fémur) dis-
curre entre el ligamento transverso del acetábulo y la fosita ele
la cabeza femoral (ver Fig. 12.13). El ligamento redondo es
una vaina tubular de tejido conjuntivo revestido de sinovia
que añade poca estabilidad a la articulación . En el ligamento
redondo hay una rama de la arteria obturatriz. Este vaso
pequeño no siempre presente aporta un riego sanguíneo
mfnimo a la cabeza femoral , dado que el riego principal
corresponde a las arterias que cursan a través de la cápsula
articular.

ACETÁBULO
El acetábulo es una cavidad cupuliforme, honda y semiesférica
que acoge la cabeza del fémur. El reborde óseo del acetábulo
es incompleLO cerca de su polo inferior, donde se abre la esco-
tadura acetabular (ver Fig. 12. L). El ligamento transverso del
acetábulo expande la escotadura acetabular.
El rodete acetabular es un anillo de fibrocartílago que rodea
Ja circunferenci a del acetábulo (ver Fig. 12.13). El rodete tiene
A Anteversión normal
B Anteversión excesiva
C Retroversión
FIGURA 12.9. Angulo de torsión o declinación entre el cuello )' la
diáfisis del fémur. A, Ante\•ersión normal; B, Anteversión exceswa; )'
C, Retroversión. El par de puntos rojos de cada figura muestra los
distintos alineamientos de las superficies de la articulación coxofc-
moral. En A se muestra el alineamiento óptimo.
Capitulo 12 La cadera 401
un área transversal triangular, CU)'ª base se insena a Jo largo
del borde del acetábulo. Pegado a la escotadura acetabular, el
rodete se mezcla con el ligamento transverso del acetábulo.
El rodete dota de profund idad a la concavidad y abraza con
firmeza la periferia de la cabeza femora l. El rodete acetabular
añade estabilidad a la aniculación. La luxación traumáuca de
la cadera suele rasgar el rodete.
La cabez<1 del fémur entra en contacto con el acetábulo sólo
a lo largo de su supc1ficic semilunar con forma ele herradura (ver
Fig. 12. 13). Esta superficie está recubierta ele carlilago articu-
lar, más espeso a lo largo ele la región superoanterior de su
cúpula (ver Fig. 12.1 4).42 Las regiones ele cartílago más espeso
corresponden grosso modo a las regiones de mayor presión arti-
cular durame la marcha.13 Durante Ja marcha, Las fuerzas arti-
culares íluctúan entre el 13% del peso corporal durante la fase
de oscilación de la pierna hasta más del 300% del peso corpo-
ral durante la fase de apoyo (Fig. 12.15, fuerza coxal durante
la marcha).13 Durante la fase de apoyo, la superficie semilunar
se aplana ligeramente mientras la escotadura acetabular se
dilata, aumentando así el área de contacto )' reduciendo el pico
de presión:l7 Las fuerzas que sopona el acetábulo durante la
marcha también se transfieren a la articulación sacroilíaca y la
articulación de la sínfisis del pubisn La hipomovilidad de
estas articulaciones puede aumentar la tensión en la cadera, lo
cual es posible que cause un desgaste excesivo.
La Josa acetabular es una depresión situada a nivel profundo
del suelo del acetábulo. Como la fosa no entra en contacto
normalmente con la cabeza femoral, está desprovista de caní-
lago. En vez de eso, contiene el ligamenLo redondo. grasa, una
membrana sinovial y vasos sanguíneos.
ALI NEAMIENTO ACETABULAR
En la posición anatómica. el acetábulo se proyecta lateralmente
desde la pelvis con un grado vanable de inclinación inferior )'
anterior. La displasia acetabular describe una afección congé-
nita o adquirida en la que el acetábulo tiene forma anormal y
mala ali neación. Un acetábulo mal alineado no cubre adecua-
damente la cabeza femoral , lo que causa a menudo luxación
crónica y osteoanritis.50 Dos ángulos describen el grado en que
la forma del acetábulo recubre la cabeza del fémur· el ángulo
del borde central y el ángulo de anteversión acetabular.
Ángulo de recubrimiento
El ángulo de recubrimiento (también llamado ángulo ele
Wiberg) describe el grado en que el acetábulo cubre la cabeza
femoral en el plano fromal (Fig. I 2.16A). El ángulo de recu-
brimiento es muy variable pero, como promedio, mide unos
35 a 40 grados en las radiografias de adultos.• El ángulo nor-
mal de recubrimiento aporta una repisa protectora de la
cabeza femoral. Un alineamienLo más vertical (es decir, un
ángulo menor) ofrece menos protección a la cabeza del fémur
)' se asocia con un aumemo del riesgo de luxación. I
Ángulo de anteversión acetabular
El ángulo de a11tcversión acetabular describe el grado en que el
acetábulo rodea la cabeza femoral en el plano horizomal. 1 Un
402 Sección IV Extremidad i11/friM

FIGURA 12.10. Dos siLuaciones mueslran a

la misnrn persona c~m anteversión excesiva
de la porción proximal del fémur. A, Los
puntos rojos muesLran el alincamiemo
dcfenuoso de la cadera en bipedestación y
en la posición anmómica. B, Como se apre-
ch1 por el alineamiento de los puntos mjos,
la bipedcstación con la c;1dcra en roLación
inLerna mej ora la congruencia articular.

A Anteversión excesiva B Anteversión excesiva con aducción del antepié

ángulo normal de anteversión acetabular de unos 20 grados cadera. Las personas con anLeversión excesiva del Íémur y el
deja al clescubierLo parte de la superficie anterior de la cabeza acetábulo son susceptibles de sufrir luxación coxokmoral
íemoral (fig.1 2.16B). El grueso ligamento capsular anterior anterior, sobre tocio en los extremos ele la rotación externa.
de la cadera y el tendón del psoasilíaco cubren esle lado de la

PU N fO DE INTERE S 12 . l , _. .

Anteversíón natural del fémur: Reflexíón sobre desarrollo
prenatal general de la extremidad inferior
Durante el desarrollo prenatal, las extremidades superior e
inferior experimentan una ro tación axial significativa (Fig . 12.11 ).
Unos 54 días después de la concepción, las extremidades
inferiores han rotado internamente (medialmente) unos 90
grados. Esta rotación gira la región de la rótula de la rodilla hacia
su posicíón anterior fin al. En esencia, las extremidades inferiores
adoptan una pronación permanente. Esto ayuda a explicar por
qué los músculos «extensores" -como el cuádriceps y el tibia!
anterior- se orientan en sentido anterior, y los músculos
«flexores» - como los isquiotibiales y el gastrocnemio- se
orientan en sentido posterior después del nacimiento. El ángulo
final de torsión entre la diáfisis y el cuello del fémur refleja el
grado de esta rotación medial.
La consecuencia funcional de la rotación medial de las
extremidades inferiores es que las superficies plantares de los
pies asumen una posición plantígrada y de pronación adecuada
para caminar. Esta posición de pronación es evidente por la
posición medial del dedo gordo del pie respecto a la extremidad
inferior, parecida a la del pulgar cuando el antebrazo está en
pronación completa. Otras características anatómicas como la
naturaleza oblicua de los dermatomas de las extremidades
inferiores y la torsión de los ligamentos torcidos de la cadera (ver
Figs. 12.17y12.18) reflejan la rotación medial durante el
desarrollo de las extremidades inferiores.

>>

e o
FIGURA 12.11. Rotación moríológica de las yemas de las extremidades durante el desarrollo prenatal. A, Hacia los 48 días, las extremi-
dades se extienden ven1ralmenle y las manos y pies se orienlan unos hacia otros. 13, A los 5 l días, los codos se ílexionan y las manos se
curvan sobre el tórax. C, Hacia los 54 dias, las plantas de los pies se orientan una hacia la otra. D, Hacia los 54 días, las yemas de las
extremidades han «rotado internamente» casi 90 grad os. Hacia esta fase del desarrollo, los codos se orientan caudalmente y las rodillas
cranealmeme. (De Moore KL: Thc Devc/oping Human, 6 ª ed. Filaclelíia, WB Saunders, 1998.)
- Ccr¡111tt/1> 12 L1 u rckni 403

l'~on
' '\
\~f

Ligamento
isquiofemoral
l

Ligamento
iliofemoral
Ligamento
iliofemoral
Superficie semilunar

Ligamento
redondo
(cortado)

Ligamento
transverso
del acetábulo

FIGURA 12.13. Articulación coxolcmoral derecha abicna para expo-

ner sus n)mponemcs internos.

FIGURA 12.12. Sección en el plano fronrnl que muestra la arqu11cc-

1urn interna de la porción proximal del ft mur Nótcnsc las <\reas más
gruesas de hueso compacto en torno a la diáfisis. )' el hueso espon-
joso que ocupa la ma)'or parte de la región medular (imcrna).
También se muestran dos retículos trabcculares del hueso esponjllSO.
(De Neumann DA: /In Artritis /-lome Study Course: Thc Sy1wvie1 / jc>int:
l\natomy, Fu11ctio11 w1c/ Dysfu11ctio11. Thc Onhopcdic Seclion oí thc
American Ph)'sical l hcrnp)' Associmion. l998.)
CÁPSULA Y LIGAMENTOS DE LA CADERA
Una mcmbrcm(I sinol'ial re\'iSte la superficie interna ck la cáp-
sula de la cadera. La superficie externa de la cápsula está refor-
zada por los ligamentos iliofcmoral, pubofemoral e isquiofe-
moral (Figs. 12.17 y L2. l8) . La tensión pasiva de estos
ligamentos y ele los músculos circundantes limita los extremos

Cabeza femoral Acetábulo

FIGURA 12.14. Espesor medio

del canilago arucular. según su Anterior Anterior
distribución por la cabeza del
ít mur y acetábulo derechos. Las
claves definen los distintos espe-
sores. Los puntitos rcprcseman
los pumos de las muestras obte-
nidas. Para una mejor orienta-
ción, compárese este dibujo con
la figura 12.13. (De Kurrnl Hj,
Oberlander W: Thc thickness of
thc canilage in thc hip joint. j
l\nw 126: 145- 155, 1978.)
•
fil
:!: 3,5 mm

< 3,5 "" 2,5 mm

•
DIDill
:!:2,5 mm
< 2,5 ""2,0 mm

§ < 2,5"" 1,5 mm ~ < 2,0"" 1,5 mm

< 1,5"" 1,0 mm

IIlil < 1,5"" 0,5 mm EJ
D < 0,5 mm D < 1,0 mm
404 Sección IV fa:Lrcmidad i11f1:T1t.Jr

3,5 -
-
3 - ...-

ro~
o~
Eo
2,5 - -
~
ºo
e-
2-
>< o
o o
o 111 ...-
... Q)
c. FIGURA 12.15. Gráfica que 111uestra
CQ
:; -
.S:! ~ 1,5 - el cálculo de un 111odelo computari-
zado ele la fuerza de la articulación
~ .2 coxofemoral en distinws momentos
CQ .9-
~~ - del ciclo de la marcha. La fase de
~!E apoyo cubre entre el 0% y el 60% del
u.. -
0,5 - - -
ciclo, y la fase de balanceo de la
pierna, entre el 60% y el 100% del
ciclo. (Datos de Dalstra M. Huiskes R:

o '
n 11
Load Transfer across the pelvic bone.
j Bio111echa11 28:715-724, 1995.)

o 8 30 40 60 75 85 100
Contacto Pie Porción Elevación Despegue de Contacto
EVENTOS inicial plano media de del talón los dedos del talón
del talón la fase del suelo del pie
de apoyo
Porcentaje del ciclo de la marcha

de todos los movimientos de la cadera (Tabla 12. l).2 1 Los tres
ligamentos están al menos parcialmente tensos durante la
extensión completa ele la cadera.
El ligamento iliofemoral (o ligamento Y) es una lámina muy
gruesa y fuerte de tejido conjuntivo que se parece a una Y
invertida. Proximalmente, el ligamento iliofemoral se insena
cerca de la espina i.líaca anteroinferior y a lo largo del borde
adyacente del acetábulo. Unas fibras forman el fascículo
medial y otras el fascículo linera!, los cuales se insenan en
ambos extremos ele la línea in tenrocamérea del fémur.
El movimiento ele extensión completa ele cadera estira el
ligamento iliofemoral y la cápsula anterior.SS La rotación
externa completa elonga el fascícu lo lateral y el ligamento ilio-
femora t.21

FIGURA 12.16. Dos ángulos describen la extensión en que

Ángulo de «recubrimiento»
Ángulo de antcvcrsión acetabular
1 Anterior
Medial +
Posterior
Vista superior
el acetábulo cubre de modo natural la cabeza del fémur.
A, El á11gulo de recubrim iento muestra la cobertura relativa
que apon a el acetábulo a la cabeza del fémur en el plano
frontal. Este ángulo se forma por la imersección de una
línea de referencia ven ical (línea de puntos) y una línea
que conecta el borde superior del acetábulo con el centro
de la cabeza femoral. También aparece el ángulo normal
Lateral de 125 grados de inclinación de la porción proximal del
fémur. B, El ángulo de a11leversíó11 acewbular describe la
extensión en que el acetábulo rodea la cabeza femoral en
el plano horizontal. Si se mide desde arriba, este ángulo
suele ser de unos 20 grados. Como se ap recia, el ángulo
se forma por la intersección de la línea de referencia ante·
roposterior (línea de puntos) y una línea que cruza el
borde del acetábulo. También se muestran los 15 grnclos
de anteversión proximal de la porción proximal del fémur.
 (.(1¡111u /o 12 La rndaa 405

Vistll anterior
PU N TO D L l N TER LS J_ __ l

Oísplasia evolutiva de la cadera: Un caso de alineamiento

defectuoso del acetábulo
La displasia evolutiva de la cadera (DEC) es una afección infantil
que implica la formación anormal (es decir, displasia) de la
cadera.3 La causa de DEC no está completamente clara, pero el
estrés físico anormal sobre la cadera - ín utero o durante la
primera infancia- puede interferir con la formación y
alineamiento articulares.
La DEC suele asociarse con un acetábulo poco profundo o
con alineamiento anormal (es decir, un ángulo de recubrimiento
pequeño). Por tanto, la cabeza femoral se «desvía», por lo Cabeza del fémur expuesta
general superior y posteriormente respecto al acetábulo. la
pérdida de un fulcro estable para el movimiento coxofemoral
puede cambiar los brazos de palanca y la longitud operativa de
los músculos coxofemorales, lo cual produce debilidad funcional
de la articulación. ~~~~-Músculo
Un niño con parálisis cerebral presenta una probabilidad obturador
externo
especialmente alta de DEC. La displasia de cadera suele ser
resultado de un «desequilibrio» muscular, retención de reflejos
primarios y ausencia de estímulación de la carga sobre los
huesos. las deformidades de la cadera como la coxa valga y la
anteversión excesiva del fémur o el acetábulo suelen asociarse
con DEC.75
El tratamiento de la DEC depende de la edad del niño y de la
etiología. En el neonato, la colocación de férulas o el uso de un
yeso en la cadera en abducción suele practicarse con el fin de
«asentar» la cabeza femoral directamente en el acetábulo. Con el FIGURA 12.17. Cápsula anterior y ligamemos de la cadera derecha.
tiempo, esta posición puede estimular la formación de una El mlisculo psoasilíaco aparece cortado para exponer el lado anterior
forma articular más normal. En los niños más mayores suele de la articulación. Nótese que parte de la cabeza íemoral sobresale
JUSlO medial al ligamento iliofemornl. Esta región suele estar cubierta
estar indicada la cirugía. Se practica osteotomía con
realineamiento de la pelvis y/o de la porción proximal del fémur por una bolsa.
para mejorar la estabilidad y aumentar el área de superficie para
soportar el peso en carga.14.30.64

El ligamento iliofemoral es uno de los ligamentos más grue- Vista 1)()slcrior

sos y, por tanto, uno de los más fuenes del cuerpo. En bipe-
clestación con la cadera en extensión completa, la superficie
anterior de la cabeza femoral descansa contra el ligamento
iliofemoral. La tensión pasiva de este ligamento supone una
importante fuerza estabilizadora que opone resistencia a la
extensión continua de la pelvis sobre los fémures. Las perso-
nas con paraplejía suelen usar la tensión pasiva de un liga-
mento iliofemoral elongado (o tenso) para ayudar a la bipe-
Trocánter mayor
destación (Fig. 12.19).
Aunque más finos y más circulares que las fibras del liga-
mento iliofemoral, los ligamentos pubofcmoral e isquiofemo-
ral se mezclan y refuerzan las caras inferior y posterior de la
cápsula. El ligamento pubofemoral se inserta a lo largo del borde Protrusión
anterior e inferior del acetábulo y en porciones adyacentes de de la membrana sinovial
la rama superior del pubis y la membrana obturatriz (ver Fig.
12.17). Las fibras se mezclan con el fascículo medial del liga-
mento iliofemoral, tensándose durante la abducción y exten-
sión extrema de la cadera.
El ligame1110 isquiofemoral se inserta en las caras posterior e
inferior del acetábulo, sobre todo en el isquion adyacente (ver FIGURA 12.18. Cápsula posterior y ligamentos de la cadera derecha.
406 Sección IV Exlremidcrd i11faior -
Movimiento coxofemoral Magnitud del movimiento coxofemoral Ejemplos de los tejidos que limitan los extremos del movimiento

Flexión 80º (con la rodilla extendida) Músculos isquioLi biales y grácil

120º (con la rodilla ílexionada Fibras inferiores del ligamento isquiofemoral.
por completo) Cápsula inferior
Extensión 20° de extensión Sobre todo el ligamento iliofemoral y la cápsula anterior; algunos
(con la rodilla extendida)" componentes de los ligamemos puboíernoral e isquiofemoral
0° (con la rodilla ílexionada Músculo recto femo ral
por compleLo)
Abducción 40° Ligamento pubofemoral, cápsula inferior, músculos aductores e isquiotibiales
Aducción 25° Fibras superiores del ligamento isquiofemoral, cintilla iliotibial y músculos
abductores como el tensor de la íascia lata
Roiación inLerna 35° Ligamemo isquioíemoral, músculos rotadores externos (p. ej., piramidal)
Rotación externa 45° Fascículo lateral del ligamemo iliofemoral, cimilla iliotibial y músculos
rotadores internos (p. ej., glúteo menor, Lensor de la fascia laLa)

• lmplica 20 gmdos de extens ión más allá tic la posición ncut r:i de cero gr.idos.

Fig. 12.18). Fibras de este ligamento se unen a las fibras posición de bloqueo no se asocia con su posición ele máxima
circulares localizadas a nivel más proíunclo de la cápsula. congruencia articular.85 Las supe rficies articulares se ajustan
Otras fibras más superfi ciales trazan una espiral en sentido con máxima congruencia en 90 grados ele ílexión con abduc-
superior y lateral sobre la porción posterior del cuello del ción y rotación externa moderadas. En esta posición, gran
fémur para insenarse cerca del vértice del trocánter mayor (ver parte ele la cápsula y ligamentos asociados se han «desenro-
Fig. 12.17). Estas fi bras superficiales se tensan durante la rota- llado» y adoptado un estado más relajado, aiiadiendo sólo un
ción interna y extensión completas; fibras superiores y fibras poco de tensión pasiva a la articulación.
inferiores y una porción ele la cápsula inferior cercana se ten-
san durante la flexión .
Además ele los tres ligamentos principales, la cápsula se
compone ele fibras circulares y longitudinales densas. Estas
fibras están cubiertas por los ligamentos más superficiales. Las
fibras longitudinales son más extensas en la cápsula anterior, a
nivel profundo y están hundidas en parte en el ligamento il io-
femoral. Las fibras circulares - zona conocida como zona orbi-
cular ele la cápsula- se localizan más extensamente sobre la
capa interna de la cápsula, formando un anillo en torno a la
base del cuello del fémur.85
Posición de bloqueo de la cadera
La extensión completa (unos 20 grados más allá de la posición
neutra) ele la cadera tuerce o «desplaza en espiral>) gran parte
ele Los ligamentos capsulares hasta su posición más tensa. Si
afladimos ligera rotación interna y abducción a la extensión
completa, se elongan algunos componentes de todos los liga-
mentos capsulares (Fig. 12.20). Este hecho es útil cuando se
trata de lograr un estiramiento máximo de los ligamentos cap-
sulares ele la cadera.
Como la posición ele extensión completa, ligera rotación
FIGURA 12.19. Persona parapléjica en bipedestación con la a)'uda de
interna y abducción de la cadera elonga la mayoría de los liga-
onesis en rodillas y tobillos. La inclinación posLerior de la pelvis )' el
mentos capsulares, se considera la posición de bloqueo de la
tronco, respecto a las articulaciones coxoíemoralcs, estira los liga-
cadera. El aumento ele la tensión pasiva generada por los liga- menLos ilioíemorales. Esu~ estiramiento genera un momemo ílexor
mentos capsulares estirados ofrece estabilidad a la articulación pasivo en la cadera, que ayuda a estabilizar la pelvis y el Lronco en
y reduce el movi miento accesorio pasivo o «juego articular». bipedestación. (De Somers MF: Spi11al Coffl lnjwy: funcli1111e1I
Resulta interesante que la cadera sea única debido a que su Re/wl>ilit<1Lio11. Norwalk, 1\ppleton & Lange, 1992.)
 C.a¡111u/c> 12 /_ti rn<krn 407

Vista a n terior Posterior

Lateral + Medial
Ligamento
isquiofemoral "'. Anlerlor
Vista superior
Ligamento isquiofemoral tenso por
la cxlensión y rotación inlerna
Ligamento

L.
iliofemoral Ligamento
pubofemoral
.--...,;;;:o...
A

Ligamento pubofemoral lenso

por la extensión y abducción

Ligamento
iliofemoral tenso por
B la extensión
FIGURA 12.20. A , La cadera en pos1rn'm neutra, con los tres ligamentos capsulares identificados. B. Vista supenor de la cadera en su pos1c1on
de bloqueo, es decir, completamente extendida con ligera abducción )' rotación interna. Esta pos1c1ü11 clonga al menos algunos componentes
de los l res ligamentos capsulares.

Osteocinemática m1cmo. L'l reducción del movimiento coxofemoral puede ser

Es1c npanado describe la amplitud del mov11111enLo ele In un indicador inicial ele una enfermedad o Lraumm ismo de
cadera y los íactores que permiten o restringen este movi- cadera. Suele asociarse con dolor, debilidad muscular o Lrau-

P U . N ~T O OL 1N 1 L R E S l 2 . 3 _

Presión intracapsular de la cadera

Presión atmosférica
La presión intracapsular de la cadera sana suele ser menor que la e; 760
presión atmosférica. Esta presión relativamente baja crea una :e 700
succión parcial que se opone a la distracción de las superficies E
§. 600
articulares, aportando un elemento adicional de estabilidad a la
cadera. 36 mL 24 mL
Wingstrand y colaboradoresss han estudiado el efecto de la
posición articular y la hinchazón capsular sobre la presión
intracapsular de caderas de cadáveres. Excepto en los extremos del
movimiento, las presiones se mantuvieron relativamente bajas
durante la mayor parte de la flexión y extensión. Cuando se inyectó
líquido en la articulación para reproducir un edema capsular, las
presiones aumentaron espectacularmente durante una mayor
porción de la amplitud del movimiento (Fig. 12.21 ). Con o 20 40 60 80 100 120 140 160
independencia de la cantidad de líquido inyectado, las presiones Flexión de la cadera (grados)
siempre se mantuvieron mínimas en la amplitud media del
movimiento. Estos datos ayudan a explicar por qué personas con FIG URA 12.21 . Presión inLracapsular de la articulación coxoíemo-
capsulitis e hinchazón de la cadera se sienten más cómodas si ral de cadáveres como una función del ángulo de ílexión de
mantienen la cadera en flexión parcial. La reducción de la presión cadera. Las cuatro lineas curvas md1can las relaciones de ángulo )'
intracapsular disminuye la distensión de la cápsula inflamada. Por presión después de la inyección de distintos volúmenes de liquido
desgracia, con el tiempo, la posición flexionada puede causar una en la cápsula. (Datos de Wingstrand 1-1 . WingSLTand A, Krantz P:
contractura debido al acortamiento adaptativo de los músculos lmracapsular and aunosphenc prcssure in the dynamics and sta-
flexores y los ligamentos capsulares de la cadera. bilily oí the hip. Acta Orthop Sccmd 6 1:23 1-235, 1990.)
408 Sección IV fatrcmiclml i11(t•1 ior

matismo óseo }' articular. El movimiento limitado de cadera
puede imponer limitaciones funcionales significativas al cami-
nar o al atarse los cordones de los zapatos.
Dos términos describen la amplitud del movimiento de
cadera. La osteocinemálica coxofcmoral del ft'mur sobre la pelvis
describe la rotación del fémur sobre una pelvis relalivamente
fija. La os1eocí11emática coxofemoral de la pelvis sobre los jemu res,
en contraste, describe la rotación de la pelvis, y a menudo del
tronco, sobre los fémures relativamente fijos. Con indepen-
dencia de si se considera el fémur o la pelvis el segmento en
movimiento, la osteocinemática se describe en la posición
anatómica. Los nombres de los movimientos son los siguien-
tes: flexión y exlensión en el plano sagital, abducción y aducción
en el plano frontal, y rotación interna y externa en el plano
horizontal. El término horizontal se usa asumiendo que la per-
sona está de pie en la posición anaLómica.
Los registros de la amplilud del movimiento de cadera
emplean la posición anatómica como el punto de reíerencia
neutro o de O grados. En el plano sagital, por ejemplo, la fle-
xión del fémur sobre la pelvis se describe con la rotación del
fémur anterior a la posición de O grados. La extensión , el
movimiemo inverso, se describe como la rotación del fémur
posterior a la posición de Ogrados. El término hiperextens1ón
no se emplea para describir la amplitud normal del movi-
miento de la cadera.
Como se aprecia en la figura 12.22, cada plano de movi-
miento se asocia con un eje único de rotación. El eje de rota
ción de la rotación interna y externa suele llamarse eje «longi-
tudinal» de rotación. El eje longitudinal de rotación también
se llama eje vertical. Esta última descripción asume que el
sujeLo está de pie con la cadera en la posición anatómica. Este
eje se extiende como una línea entre el centro de la cabeza
femoral y el centro de la articulación de la rodilla. Debido al
ángulo de inclinación de la porción proximal del fémur y al
arqueamiento anterior de la diáfisis del fémur, la mayoría del
eje longitudinal de rotación se halla fuera del fémur (ver r:ig.
12.22A y B). La localización extrameclular del eje tiene impli-
caciones en la compresión de :tlgunas de las accio11es de los

Rotnción en el plano sagital Rotación en el plano frontal

(J lq

;so~ ~inclinación
~ pélvica anterior»

)FLEXIÓN
·~
#
\'I>~
u sr:.'Yl>'q,

Rotación en el plano horizontal

FIGURA12.22. Os1eocinemática de la articulación coxofemoral derecha. Las rotaciones del fémur sobre la peh•is )'de la pelvis sobre los fému-
res se producen en tres planos, indicados con ílechas rojas. El eje de rotación de cada plano de movimiento aparece como un punto rojo. loca-
lizado en el centro de la cabeza femoral. A, La vista de perfil muestra las rotaciones en el plano sagital sobre un eje transversal de rotación. B. La
vista frontal muestra las rotaciones en el plano frontal sobre un eje anteroposterior de rotación. C. La vista superior muestra las rotaciones en el
plano horizm11al sobre un eje longitudinal o vertical de rotación.
 C<l/)Hulo 12 Líl cadera 409

Rotación coxofemoral del fémur sobre la pch is

FLEXIÓN PLANO SAG ITAL

\-Ll'h--!-- Ligamento
iliofemoral

PLANO FRO NT AL

ROTACIÓN INTERNA ROTACIÓN EXTERNA

e Ligamento iliofemoral
(fascículo lateral)
FIGURA 12.23. Amplitud máxima aproximada del movimiento pasivo del Íémur sobre la pelvis (cadera) en el plano sagital (A). en el plano
frontal (B) y en el plano horizontal (C). Los ligamemos y músculos, elongados y tensos, se indican con ílechas negras. El tejido relajado se
muestra con una flecha negra ondulada.
410 Sccdo11 IV Extremidad inferior
músculos, un punto del que se hablará rnás adelante en csLe
cap[tulo.
A menos que se diga lo conLrario, las siguienLes exposicio-
nes sobre la osLeocinemáLica incluyen el promedio ele las
ampliLucles del movimiento pasivo de la cadera. También se
describen los tej idos conjuntivos y músculos que lirn iwn el
movimiento (ver Tabla 12.1 ). Los músculos empleados para
producir y controlar el movimiento coxoíemoral se expond rán
después en esLe capítulo. Aunque los movimiemos del fému r
sobre la pelvis y de la pelvis sobre los fémures se suelan pro-
ducir al mismo tiempo . se expondrán aquí por separado.
OSTEOCINEMÁTICA DEL FÉMUR SOBRE LA PELVIS
Rotación del fémur en el plano sagital
Como promedio, con la rodilla ílexionada por completo, la
cadera se j1exiona L20 grados (Fig. 12.23A).72 Tareas como
ponerse en cucl illas y atarse los cordones de los zapatos sue-
len requerir la llexión com pleta de cadera.35 Con la rodilla
extendida, la flexión ele cadera se limita a unos 80 grados por
la tensión pasiva de los músculos isquiotibiales )'gráci l esLira-
dos.1 o La ílexión compleLa ele la cadera rel~ja la mayoría de los
ligamemos, pero estira la cápsula inferior.
La cadera suele exte11derse unos 20 grados más allá de Ja
posición neutra.72 Cuando la rodilla está flexionada por com-
pleto durante la extensión de cadera, la Lensión pasiva del
músculo recto femoral estirado, que cruza la cadera y la rodi-
lla. reduce la exLensión de cadera hasta casi la posición neutra.
La extensión completa de cadera aumenta la Lensión pasiva de
la mayoría de los Lejiclos conjuntivos capsulares, sobre tocio el
ligamento iliofemoral, y los músculos ílexores de la cadera.
Rotación del fémur en el plano frontal
Como promedio, la cadera se mueve en abducción 40 grados
(Fig. 12.23B).72 Este movimiento esá limitado sobre todo por
el ligamento puboíemoral y los músculos aductores e isquio-
tibiales. La cadera se mueve en aducción 25 grados desde la
posición neutra.7 Además de la irueríerencia con la extremi-
dad contralaLeral, la tensión pasiva de los músculos abducto-
res de la cadera estirados. la cintilla iliot ibial y las libras supe-
riores del ligamen to isquiofemoral limitan la aducción
completa.
Rotación del fémur en el plano llorizontal
Como la mayoría de los movimientos. la rotación interna y
externa ele la cadera muestra una gran variabilidad interindi-
vidual. Como promedio, la cadera rolCl internamente unos 35
grados respecto a la posición neutra (Fig. 12.23C).72,77 Con la
cadera en extensión completa, la rotación inLerna máxima
elonga los músculos rotado res externos, como el pi rarnidal. y
porciones del ligamento isquiofemoral. En los adultos sanos.
el grado de rotación interna se mantiene sin cambios esencia-
les con la cadera flexionada o exLendida.72
La cadera extendida rota externamente un promedio de 45
grados. La tensión excesiva del tensor de la fascia lata, la cin-
tilla iliotibial y el fascículo lateral del ligamento iliofemoral
lirniLa la rotación externa completa. La posición de ílexión
coxofernoral reduce sign ificativamente el movimiento activo
de rotación externa a 30 a 35 grados.
OSTEOCI NEMÁTICA DE LA PELVIS SOBRE LOS FÉMURES
Ritmo lumbopélvico
El extremo caudal o infe rior del esque leto axial se une con fir-
meza a la pelvis mecl iarlle las articulaciones sacroilíacas. Como
consecuencia, la rotación de la pelvis sobre las cabezas femo-
rales suele cambiar la configuración ele la columna lumbar.
Esta impona111e relación cinemática se conoce como ritmo
lumbopélvico, del cual se habló en el Capít ulo 9. Este con-
ce pto reaparece en este capiLulo centrado en la ci nesiología ele
la cadera.
La l'igura 12.24 muestra dos tipos divergentes de ritmo
lumbopélvico que suelen usarse durante la ílexión coxoíemo-
ral de la pelvis sobre los fémures. Aunque Ja cinemáLica que se
mueslra se limite al plano sagital, los conceptos se aplican n las
rotaciones pélvicas en 10dos los planos.
La figura 12.24 muesLra un ejemplo de ritmo lum/Jopélvict>
ipsodircccio11e1/ , donde la pelvis y la columna lumbar rotan en In
misma dirección. Este movimiento aumenta al máximo el des-
plazamiento angular de tocio el tronco respecto a las extremi-
dades infe riores. y es útil para aniviclacles como incrementar la
capacidad ele alcance de las extremidades superiores. La cinc-
Ritmo lumbopélvico
«co nt rad i rcccional»
Ritmo lum bopélvico
«ipsodireccional»
FIGURA12.24. Dos Lipos cli,·ergenLes de rilmo lumbopélvico empica-
dos para hacer girar la pelvis sobre los fémures fijos. A, El ritmo
«ipsoclireccional» describe un movimiento en donde la columna
lumbar y la pelvis rown en la misma dirección, con lo que se m11plía
el movimiemo global del tronco. B, El ritmo «COnlrndireccional» des-
cribe un movimie11to en donde la columna lumbar y la pelvis rotan F
en direcciones opuesLas. En el texto aparece una explicación p
ampli;ida. L
 G1p1111l11 12 La cadera 411

Rotación coxofemoral de la pelvis sobre los fémures

(con el tronco supralumbar cst:ílico )

FLEXIÓN
(inclinación pélvica
anterior)
PLANO SAG IT AL

\
~
EXTENSIÓN
(Inclinación pélvica
posterior)

A
1

l ABDUCCIÓN PLANO FRONTAL ADUCCIÓN

Músculo tensor
de la fascia lata
Ligamento y cintilla iliotibial
pubofemoral --!--+--,.._.,"

Músculo -+--~-/
aductor corto

ROTACIÓN INTERNA ROTACIÓN EXTERNA

:a-
110
na
·lia
es-
e
.an FIGURA 12.25. Máxima amplitud del movimiento pasivo de la pelvis sobre los fémures en el plano sagital (A), en el plano frontal {B) y en el
ón plano horizontal (C). El movimiento implica que el tronco supralumhar se mantiene esencialmente estático duranl<' el movimien10 coxofemoral.
Los ligamentos)' músculos elongados y te nsos aparecen con ílcchas negras; los tejidos relajados se muestrnn con ílcchas negras Yonduladas.
4 12 Sección IV Extremidad í11{nio1
mática del ritmo lumbopélvico ipsodireccional se expone con
detalle en el Capítulo 9. En contraste, durante el 1ílmo lumbo-
pélvico contradireccional, la pelvis rota en una dirección mien-
tras la columna lumbar gira al mismo tiempo en la dirección
contralia (Fig. 12.248). La consecuencia importante de este
movimiento es que el tronco supralumbar (la pane del cuerpo
situada por encima de la primera vértebra lumbar) permanece
esencialmente estático mientras la pelvis gira sobre los fému -
res. Este tipo de ritmo se emplea al caminar y bailar y otras
actividades en que la posición del tronco supralumbar, con la
cabeza y los ojos, tiene que mantenerse fija en el espacio, con
independencia de la rotación de la pelvis. De esta manera, la
columna lumbar actúa como un «desacoplador» mecánico que
permite a la pelvis y el tronco supralumbar moverse con inde-
pendencia. Una persona con la columna lumbar fusionada
serla incapaz de girar la pehris sobre las caderas sin una rota-
ción asociada ele panes del tronco supralumbar. Esta situación
anormal resulta evidente cuando esa persona camina.
La fi gura 12.25 mt1estra la osleocinemática coxofemoral de
la pelvis sobre los fémures, organizada según el plano de
movimiento. Esta cinemática se basa en el ritmo lumbopélvico
contradireccional. La amplitud ele los movimientos mostrados
en cada figura se ha calculado usando fotografías de adultos
jóvenes y sanos. En la mayoría de los casos, el grado de rota-
ción de la pelvis sobre los fémures queda restringido por las
limitaciones naturales del movimiento de la columna lumbar.
Rotación de la pelvis sobre los fémures en el plano sagital:
Inclinación pélvica anterior y posterior
La ílexión de la cadera se produce en un arco limitado
mediante una inclinación anlelíor (Fig. l2.25A) de la pelvis
Trn~·ectorias a rticulares del movimiento coxal
Acetábulo
"' Trayectoria de la abducción
"' y aducción
""
o
sobre las cabezas femorales estáticas. Como se dijo en el
Capítulo 9, la «inclinación» pél\llC:a es una rotación en el
plano sagital de la pelvis respecto al Íémur. La dirección de la
inclinación -anLerior o posterior- se basa en la dirección de la
rotación de un punto siluado en la cresta ilíaca. El aumento
asociado ele la lordosis lumbar contrarresta la mayor parte del
movimiento anterior no deseado del tronco supralumbar La
inclinación anterior de la pelvis se produce sobre un eje trans-
versal de rotación que atraviesa las cabezas ele ambos Íémures.
En sedestación con 90 grados de ílexión coxofemoral. un
adulto normal consigue unos 30 grados de flexión coxofemo-
ral adicional de la pelvis sobre los fémures antes de quedar el
movimiento restringido por la columna lumbar extendida por
completo. La inclinación anterior completa de la pelvis relaja
el ligamento iliofemoral y elonga la cápsula inferior.
Como se aprecia en la figura l 2.25A, las caderas se exti en-
den de 1O a 20 grados a partir ele la postura sedente ele 90 gra-
dos mediante una inclinación posterior ele la pelvis. La columna
lumbar se ílexiona o aplana mientras se inclina la pelvis. 'El
ligamento iliofemoral y el músculo psoasilíaco se elongan ligc
ramente.
Rotación de la pelvis sobre los fémures en el plano frontal
Las rotaciones de la pelvis sobre los Íémures en los plano:.
frontal y horizontal se describen mejor si asumimos que una
persona está en apoyo monopodal. La extremidad en carga se
denomina cadera de apoyo.
La abducctón de la cadera en apoyo se produce al elevar la
cresta ilíaca del lado de la cadera sin carga (Fíg. 12.258). Si
asumimos que el tronco supralumbar se mantiene estático, la
columna lumbar debe combarse en dirección opuesta a la pe!-
Superficie semilunar
~o
-1)
o
(1\
Trayectoria de la rotación FIGURA 12.26. Dibujo «mecánico•
interna y externa de la cadera derecha. Las superíic1es
arucularcs se exponen dejando el
íémur abierto como una puerta
sobre un gozne. La trayectoria del
movimiemo anicular de la cadera
en el plano frontal y horizomal se
produce a lo largo de los d iá metro~
longitudinal (rojo) y 1ransverso
(gris), respectivamente.

\'IS que gira. ~e aprern1 una convexidad laLeral en la reg1on
lumbar hacia el lado de la cadera en abducción.
Ln nbducd<111 coxofcmoral ele la pelYis sobre los fémures se
restringe n unos 30 grados debido sobre wdo a los limites
n:\lurales de la cu1Ya1ura lateral de la columna lumbar. L'l
11ran1ez acusada de lo~ musculos aductores }'/O la 1-rs1riccion
del ligamento pubofcmoral lnnitan la abducción coxofemoral
de la pcl\'is sobre los fémures. Si existe una contractura gra,·e
de los aductores, la cresta 1haca del lado de la cadera sin carga
se ma111cnclra por clc1'c!ío de la cresta ilíaca ele la cadera de
apoyo, lo cual 1111erfiere graveme111c con la marcha.
La ad11aio11 wxo{cnwral de l<'I cadera de llpoyo se produce
mediante el descenso ele la cresta iliaca del lado ele la cadera sin
carga. Es1c 111ovimic1110 genera una ligera conca\'iclad lateral
en la región lumbar del lado de la cadera en aducción. Una
columna lumbar hipomóvil y/o una reducción acusada de la
longiwd ele la ci111illn il io1 ibial o de los músculos abductores
de la cadera, como el glú1co medio, el piramidal o el 1ensor ele
1<1 fascia lata, pueden restringi r los ext remos ele este mo,·i-
111ie1110.
Rotación de la pelvis sobre los fémures en el plano horizontal
La rotación ele la pelYis sobre los fémures se produce en el
plano horizontal sobre un eje longitudinal de rotación (Fig.
12.25C). La mtc1e:io11 interna en apo}'O se produce cuando la
cresta 1haca del lado de la cadera sin carga girn hacia delante
en el plano horizomal. Durante la mtaci1i11 externa, por el con-
trario, esta misma cresta 1hnca gira hacia atrás en el plano hori-
zolllal. 51 la pel\'IS rota por deba_10 de un l ronco rela1 iYamenle
estático, In columnn lumbar debe rotar en dirección opuesta a
la dirección en la que rota la pelYis. El modesto grado ele rota-
ción axial que normalmente per111i1e la columna lumbar limita
la rotación complc1a potencial ele la cadera en apoyo. En bs
personas sanas los ligamentos }' la cápsula ele la cadera no se
es1iran ele modo significa1ivo dura111e Ja rotación de la peh·is
sobre los fémures en el pl:ino horizomal.
Artrocinemática
Durante el movimiento coxofemoral , la cabeza casi esférica del
fémur se mantiene asentada con firmeza dentro ele los confi -
nes del acetábulo. Las paredes pronunciadas del acetábulo,
junto con el firm e ajuste del rodete acetabular, limitan una
:s traslación excesiva entre las superficies articulares. La arLroci-
~1 nemálica ele la cadera se basa en los principios tradicionales de
.a las superficies convexas sobre cóncavas o cóncavas sobre con-
~1 vexas (ver Cap. 1).
CI
La figura 12.26 muestra una ilustración "mecánica" de una
;e
)5
cadera abierta para permitir visualizar las trayectorias del
:o movimiento articular. La abducción y aducción se producen
sobre el diámetro longitudinal de las superficies articulares (en
rojo). Con la cadera extendida, las rocacioncs interna y externa
se producen sobre el diámetro transverso de las superficies
articulares (en gris). Lapcxi15n y la extensitín se producen como
un giro emre la cabeza del fémur)' las superficies semilunares
del acetábulo. El eje de rOLación de esLe giro pasa por la cabeza
femo ral.
Lttpr1ul11 12 /4¡ wclrrn 413
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIÓN
Inervación de los músculos y la articulación
INERVACIÓN DE LOS MÚSCULOS
El plexo lumb.n } el plexo saCJ\1 nacen de las raíces ncr\'1osas
de T1 • a <)4 t\e1v1os del plexo lumbar inc1van los musculos
ele la porrn'm anterior r mecha! del muslo, incluido el músculo
cuadnceps femoral. Nernos del plexo sacro inervan los
musculo~ ele la porción posterior y lateral de la cader::1, la por-
ción posterior del muslo y toda la pierna.
Plexo lumbar
El plexo lumbar cstú formado por las ramas \'cn1ralcs de T 1!-
L4. Este plexo da origen a lo~ nervios femora l y obLuradtw
(Fig. 12. 27A). El nervio Je moral . la rama mayor del plexo luni-
bar, esté\ fornrnclo por hls raíces ne rviosas de L2-L·1. Rw11c>s
motores incrvan la mayoría de los músculos ílexorcs de la
c;idcra y todos los extensores de la rodi lla. En la pelvis, prnx1 -
111al al lignmcnlll inguinal, el nervio femora l incrva los múscu-
los psoas mayor, psoas menor e iliaco. Distal al ligamcntti
inguinal , el nervio femornl ine1Ya los músculos sartorio. parte
del pec11neo }' el cuad riceps. El nervio femoral presenLa una
amplia clistnlmnon sensorial que cubre grnn parte ele la piel de
la cara a111cromcdial del muslo. Los ramos sensoriales del ncr-
\'IO femoral 111erYan la piel de la cara anteromcclial de lo:i
p1enrn, p11r mcd11) del nenfo safeno cutáneo.
t
llCS primarias de inervación muscular del plexo lumbar
Nervio femoral (Lz-L1)
Ncr,·io oh1urador (Lz-L~)
1
Como el ncr\'io femornl , el nervio o/1turador se form;:i a pan ir
de las ramas ,·cn1rales de las raíces ncr\'iosas de L2-L-1 /~rn11os
111ot<1l'e$ 1ncrvan los músculos <lductores ele la cnclera. El nervio
ob1urnclor se el ivicie en las ramas amerior )' pos1erior ;1 su paso
por el agujero obwrndor. La rama posterior iner\'n el músculo
olm1rador cx1crno }' la cabeza o:imerior del aductor mayor. La
rama a111crior incrva parte del pectíneo, el acluc1or corto, el
aducwr l;1rgo )' el gn1cil. El ne1vio obturador tiene una dislri/1u-
do11 sensorial cutánea en la porción medial del muslo.
Plexo sacro
El plexo sacro, local1zado en la pared posterior ele la pclYis, se
forma con las ramas vemrnles de L.¡-$.¡.ss La mayoría ele los
ncr\'ios del plexo sacro salen de la pch'is a través del agujero
ciático mayor para inervar los músculos posteriores de la
cadera (Fig. 12.276).
Tres nervios peque1'los inervan cinco de los seis «rotadores
externos conos» de la cadera. Los nervios se nombran por los
musculos que inervan. El nervio del mllsrnlo piramidal ($1.2)
inerva el piramidal clcmro ele la pelvis. Fuera de la pel\'is, el
nervio de los nuíswlos obturador interno y gémino s11pcrior (L5-$2)
)' el nervio de los mtisrnlos wadrado .femoral y gémino i1~{crior
(L-1-S1 ) viajan para incrvar sus músculos respec1ivos.
414 Sección LV Exi remidad inferior

PLEXO LUMBAR

L4

'-....... NERVIO OBTURADOR (L2.~)

Ramo posterior

Músculo obturador externo

Nervio cutáneo
femoral lateral

;;y·.3
Músculo aductor largo
GRUPO DE MÚSCULOS
CUÁDRICEPS Nervio obturador
Músculo recto femoral

Músculo vasto medial

~:·/::/)
Músculo vasto intermedio Ramo cutáneo ·· -:.· :·•' Nervio safeno
del nervio obturador :·.-:·:: ·::.:
: :·. .:.:f
::·.:::;:
.:· ..,;.

A DISTRIBUCIÓN SENSORIAL
FIGURA 12.27. Curso y orden general de proximal a distal de la inervación de los músculos por el nervio femoral y el nervio obturador (A) y
el nervio ciático (B). Las localizaciones de algunos músculos respecto a la articulación se han alterado un poco por razones de claridad. Las rai·
ces de cada nervio aparecen entre paréntesis. (Modi ficado de deGroot J. Correlative Neuroa11alomy. 21.• ed. Norwalk, Appleton & Lange, 1991.)
Co11li111ía

Los nervios glúteos superior e inferior se llaman así por su

Fuentes primarias d e inervación muscular
de la pierna procedentes del plexo sacro
• Nervio del músculo piram idal (St-2).
• Nervio de los músculos obturador interno y el gémino
superior (Ls-$2).
• Nervio de los músculos cuadrado femoral y gémino
inferior (L4-$1).
• Nervio glúteo superior (L4-$ 1).
• Nervio glúteo inferior (Ls-52).
• Nervio ciático (L4-$3) con las porciones del nervio tibia! y
peroneo común.
posición al salir por el agujero ciático mayor. El nervio glúteo
superior (L4-$1) inerva los músculos glúteo medio, glúteo
menor y tensor de la fascia lata. El nervio glúteo inferior (Ls-52)
proporciona la única inervación del músculo glúteo mayor.
El nervio ciático (L4-$3), el más ancho y largo del cuerpo,
sale de la pelvis por el agujero ciático mayor, por lo general
inferior al piramidal. El nervio ciático consta en realidad de
dos nervios: el tibia! y el peroneo común , ambos envueltos en
una vaina de tejido conjuntivo. En la porción posterior del
muslo, la porción tibia/ del nervio ciático inerva todos los
músculos bianiculares del grupo de los isquiotibiales y la
 Ce1p1111/o 12 La rndcra 415

Músculo glúteo medio

NERV IO CIÁTICO
(L.1-S .1)

Nervio del obturador interno

y gémino superior

Nervio del cuadrado femoral

y gémino inferior

MÚSCULOS ISOUIOTIBIALES
Músculo semitendinoso _........,..,.

Músculo semimembranoso

Músculo bíceps femoral

(cabeza larga)

Músculo aductor mayor

Nervio
peroneo común
(l4·$2)

B
FIGURA 12.27. Co11ti11uació11.

cabeza posterior (extensora) del músculo aductor mayor. La
porción del peroneo comiin del nervio ciático inerva la cabeza
cona del músculo bíceps femoral.
El nervio ciático se ramifica en sus componentes tibia! y
peroneo común, por lo general justo por encima de la rodilla.
No es infrecuente, sin embargo, que la división se produzca
más proximalmente, cerca de la pelvis. Una división proximal
al agujero ciático mayor suele dar como resultado que el ner-
vio peroneo común atraviese el músculo piramidal cuando el
nervio sale de la pelvis.85

L
416 Scccitm 1\1 Extrrn1id<1d i1~/oio1

Superior
Las raíces ele los nervios motores que inervan los músculos
PLANO SAGITAL Poslerior + Anterior
ele la extremiclacl inferior aparecen enumeradas en el Apéndice (cm) (vista lateral)
IV, parte A. El Apéndice lV, parte 13 muestra los músculos clave Interior
10.0
que suelen usarse para probar el estado funcio nal de las raíces
ele los nervios ventrnles ele Li-$1.

INERVACIÓN SENSORIAL DE LA CADERA

Por regla general, b cápsula de la cadera recibe inervación sen-
5.0
sorial procedente ele las mismas raíces nerviosas que inervan los
músculos que la recubren . El nervio lernoral emite filamentos
nerviosos a la cara anterior ele la cápsula coxofemoral. Ramos Recto
nerviosos entran en la cápsula art icular posterior procedentes femora l
ele tocias las raíces del plexo sacro.12.1i; El nervio obwraclor
emite ramos a la cara medial de la cadera y de la articulación ele o.o "
la rodi lla. Esto expl ica por qué la inlbmación de la cadern
puede percibirse como dolor en la región medial de la rodi lla. "
Función muscular en la cadera
t\ lo largo ele este capítulo, la línea ele fuerza de ,·arios muscu- -5,0
los aparece ilustrada en relación a los ejes ele rotación de la
cadera. La íigura 12.28. por ejemplo. muestra una representa-
ción en el plano sagital de los músculos ílexores )' extensores
sign ificativos ele la cacleraHl.li Aunque la íigura 12.28 apone
conocimiento ele la runción potencial ele varios músculos ele 111 -10,0
cadera, hay que considerar dos limiLaciones. Primera, la línea ,, mayor
de [uerza ele cada l1lÚSCLllO 110 represcnLa un veclor de fuerza , :'. (post.)
sólo la dirección general de la fuerza del músculo. la ngura no :: /
'
ofrece la información necesaria para comparar la «fuerza» - o 5,0 0,0 -5,0 (cm)
rnomenLo- potencial ele cada músculo. Esta comparación
FIGURA 12.28. Vist<l lateral qui.' muestra la línea ele fuerza en el plano
requiere datos ad icionales, sobre todo del área transversal ele
sagital de \'arios müsndos que cruzan la cadera. El eje de roLación len
los músculos. Segunda, las líneas ele fuerza y las longitudes de
rojo) se dirige en dírcccion lrilnsvcrs:il illravcsando la cabeza femoral.
los brazos ele palanca ele la figura l.2.28 son aplicables sólo en Los músculos ílexores se mul'strnn con lineas continuas y los extenso-
la posición <1natómica. Una vez que la cadera abandona esta res con líneas de Jllllllt)s. El brazo de momento interno, cmplcadn por
posición , la acción )' el momento potencial de cada músculo el müsculo rcc10 lc moml, se 1·cprcsenta con una linea negra gruesa.
rnmbian. Esto explica en parte por qué el momento interno de lPor rnzones de clariclacl. no aparece el músculo reno interno.}

Flexores Aductores Rotadores internos Extensores Abductores Rotadores externos

Principales Principales Accesorios Principales Principales Principales
Psoasiliaco Aductor largo GlúLeo menor Glúteo mayor GlúLeo medio Glúteo mayor
Tensor de Aductor cono (fibras anteriores) Bíceps femora l Glúteo menor Piramidal
la fascia lata Pectíneo GlC11eo medio (cabeza larga) Tensor de Ob1urador imerno
Sartorio Recto interno (fibras anteriores) Semitendinoso 1a fascia la ta Gémino superior
Recto femora l Aductor mayor Tensor de la fascia lma Semímembranoso Accesorios Gérnino inferior
Aductor largo (ambas cabezas) Aductor largo Aductor mayor Piramidal Cuadrado femoral
Pectíneo Accesorios Aductor cono (cabeza posterior) Sanorio Sartorio
Accesorios Bíceps femoral PecLíneo Accesorios Accesorios
Aductor cono (cabeza larga) Semitendinoso Glúteo medio Glúteo medio
Recto interno Cuadrado femoral Semimembranoso (l"ibras posteriores) (fibras posteriores)
Glúteo menor Glúteo mayor Glúteo menor
(fibras anteriores) (fib ras inferiores) (fibras posteriores)
Obturador cxLerno
Bíceps femoral (cabeza larga)
*G1dn acclón asttmc la conlracdón de un músculo qt1c se on~in.t en l.1 pos1ción an:uón11ca. ).luchos de c-s1os múSl'ulos 'ic n~n d1s11ntas ;tcc1oncs si se ~0111r.1cn en otra pos1C'ivn 1.1uc
b an;llornica .
 lupu11l1• 11. 1,1 n1dl'1<1 4 17

Sartorio (cortado)
'--~--maco

Piramidal Ligamento iliofemoral

FIGURA 12.29. i\lusrnlos de la
región anterior ele la t:adcm. El
lacio derecho muestra los mu!>culos
ílcxoreS )' aducLOrcs print'ipaJrs de
la cad~ra . 1'1ucho5 de lo:. 111usculos
del lado 1zquicrclo Sl.' h.111 conado
p<Ha exp1111cr los musculo~ adunor
cono )' adut:10r mayor.
~-+-+--Pectíneo (cortado)
Pectíneo - -!-.ffif:-!fff:!li Obturador externo
Grácil Aductor largo (cortado)
Aductor largo -~H
Recto interno (cortado)
Sartorio--'!---!--
Aductor corto
Cintilla iliotibial - - + - 1 >!-...+--+--Aductor mayor
Vasto lateral-+-!c!:':-.\\
Recto femoral --'--'-"'-"

Recto femoral (cortado)

Vasto medial (cortado)
Sartorio (cortado)

un grupo muscular durante un esfuerzo máximo, vana Anatomía y acción intlividual

durante la amplilucl del movimiento.
t\ lo largo de es1e capíwlo, la ~H:c i ón de los músr.:ulos se ha
considerado principal o accesoria (Tabla 12.2) . La designación
de la acción de los musculos se basa en datos como el brazo
de palanca, el wmario del músculo, )'. cuando se cli~pone de
ello, informes de estudios anatómicos y EMG. A menos que se
diga lo comrario, las acciones de los músculos se basan en una
contracción concéntrica, que se origina en la posición anmó-
mica. Un músculo con una acción rclativameme insignifi-
camc, o una acción que sea más suswncial lejos de la posición
anatómica, no aparece en la tabla J 2.2. En el Apéndice IV,
parte e se hallará una lista cleLallada de las inserciones de los
músculos de la cadera.
MÚSCULOS FLEXORES DE LA CADERA
Los ílexores principales de la cadera son el psoasilíaco, sarto-
rio, Lensor de la fascia lata, recto femoral, peclíneo y aducLOr
largo (Fig. 12.29). 17 La figura 12.28 muesLra el excclenLc
brazo de palanca ílexor con que actuan muchos de estos mús-
culos. Los ílexores secundarios de la cadera son el aductor
cono, recto interno }' las Íibras anteriores del glúLeo menor.
El musculo psoasi/1C1to es grande y largo, )' se expande entre la
última vénebra dorsal )' la porción proxi mal del fém ur (ver
Fig. 12.29). r\natóm icamel1le. el psoasilíaco consta ele dos
musculos: el ilíaco )' el psoas ma)'OI'. El ilíaw se 111sena en la
fosa ilíaca }' el borde lateral extremo del sacro. justo por
encima de la aniculación sacroilíaca. El psoas nwyor se insena
a lo largo ele las apófisis transve rsas ele la última vértebra dor-
sal )' todas las véncbras lumbares, incluidos los discos imer-
vcnebrnles. Las fibras del ilíaco }' el psoas maror se fusionan
justo por delante de la cabeza femoral (ver F1g. 12.29, lado
derecho). Un tendón íorrna los anclajes del musculo en el
l'émur, cerca y sobre el trocánter menor. Durante su curso
hasta su inserción distal, el ancho tendón del pstiasilíaeo se
desvía posteriormente unos 35 a 45 grados, justo después de
cruzar el borde del pubis. Con la cadera en extensión com-
pleta esta reflexión incrementa el ñngulo de inserción del Len-
clón en el fémur, con lo cual aumenta el brazo ele palanca del
músculo, )' por tanto, su capacidad para flex ionar la cadera.
El psoasilíaco es un ílexor coxoíemoral potente. tanto de
los fémures sobre la pelvis como de la pelvis sobre los fému-
res. tn la posición anatómica. el psoasilíaco no es un rotador
418 Seccicin IV Ext1emidcul 111Jerior
eficaz. Con la cadera en abducción, el psoasillaco ayuda a la
rotación externa.99
El músculo psoasilíaco genera fuerzas que cruzan las regio-
nes lumbar y lumbosacra as! como la cadera.2.37.76 El ilíaco,
mediante la inclinación anterior de la pelvis, puede acentuar
la lordosis lumbar si la pelvis no está bien estabilizada por un
músculo como el recto del abdomen. El psoas mayor apona
una excelente estabilidad vertical a la columna lumbar (ver
Cap. 10).
El psoas menor se sitúa anterior al vientre muscular del
psoas mayor. Este músculo delgado se insena en sentido pro-
ximal entre la XII vértebra dorsal y la 1 vértebra lumbar, y dis-
talmente en la pelvis cerca de la línea pectínea. A diferencia
del psoas mayor, el psoas menor tiene poca o ninguna impor-
tancia funcional en el movimiento coxofemoral. El psoas
menor está auseme en el 40% de la población.85
El sartorio, el músculo más largo del cuerpo, tiene su origen
en la espina illaca anterosuperior (ver Fig. 12.29). Este
músculo fusiforme y delgado cursa en sentido inferior y
medial sobre el muslo para insertarse distalmente en la super-
fic ie medial de la porción proximal de la tibia (ver Fig. 13 7).
El nombre sanorio se basa en la ra!z latina sartor, referida a la
posición de los sastres sentados con las piernas cruzadas. Este
nombre describe la acción combinada del músculo de flexión,
rotación externa y abducción de la cadera.
El tensor de la fascia /ala se inserta en el ilion justo lateral al
sartorio (ver Fig. 12.29). Este músculo relativamente corto se
inserta en sentido distal en la porción proximal de la cintilla
iliotibiaJ.85 La cintilla se extiende distalmente a la rodilla hasta
el tubérculo externo de la tibia, o tubérculo de geray.
La cintilla ilioLibial forma parte ele un tejido conjuntivo más
extenso llamado fasc ia laca del muslo.36 Lateralmeme, la fascia
lata se engrosa por las inserciones de los músculos tensor de
la fascia lata y glúteo mayor. En múltiples localizaciones, la
fascia lata se dobla hacia dentro entre los músculos, formando
vainas fasciales diferenciables llamadas tabiques intermuscula-
res. Estos tabiques separan los principales grupos musculares
del muslo según su inervación. Los tabiques, junto con la
mayoría de las inserciones de los músculos aductores, están
anclados en el fémur a lo largo de la linea áspera.
En la posición anatómica, el Lensor de la fasc ia lata es un
ílexor y abductor principal de la cadera. El músculo también
es un retador interno accesorio de la caderaM Como su nom-
bre indica, el tensor de la fascia lata aumenta la tensión de esta
fascia. La tensión en sentido inferior a través de la cintilla ilio-
tibial ayuda a estabilizar la cara lateral de la rodilla extendida.
La tensión repetitiva de la cimilla iliotibial puede causar iníla-
mación en su punto de inserción cerca del tubérculo externo
de la Libia. Para realizar un estiramiento de una cintilla ilio-
tibial excesivamente tensa en extensión de rodilla, es necesa-
rio incorporar movimientos de aducción y extensión de la
cadera.
La porción proximal del músculo rectofemoral emerge entre
una V invertida formada por el sartorio y el tensor de la fascia
lata (ver Fig. 12.29). Este gran músculo bipenniforme tiene su
inserción proximal en la espina ilíaca ameroinferior y a lo
largo del borde superior del acetábulo y dentro de la cápsula
articular. junto con los otros viemres del cuádriceps, el recto
femoral se insena en la tibia a través del ligamento rotuliano.
El recto femoral es responsable de casi un tercio del momento
ílexor isométrico total de la caclera.4tl Además, el recto
femoral es un extensor principal de la rodilla. Las acciones
biarticulares combinadas ele este importante músculo se abor-
dan en el Capitulo 13. La anatomía y función del pectíneo)' el
aductor largo se describen en la sección sobre los aductores de
la cadera.
Función general de Jos flexores de la cadera
Flexión coxofemoral de la pelvis sobre los fémures:
Inclinación pélvica anterior
La inclinación amerior de la pelvis se realiza mediante un par
ele fuerzas ele los íl.exores ele la cadera >' los músculos extenso-
res lumbares (Fig. 12.30). Con los fémures fijos, la contrac-
ción de los flexores de la cadera hace girar la pelvis sobre el eje
transversal que atraviesa ambas caderas. Aunque la figura
12.30 muestre los músculos psoasilíaco y recto femoral, cual-
quier otro mtíscu/o capaz de flexionar los fémures sobre la pelvis es
igualmente capaz de inclinar la pelvis c>n sentido anterior.
Clínicamente, el aspecto más importante de la inclinación
anterior está relacionado con el aumemo de la lordosis de la
columna lumbar. Una lordosis mayor aumenta las cargas com-
presivas sobre las articulaciones cigapofisarias lumbares.
Una postura lumbopélvica con lordosis lumbar normal
mejora el alineamiento de LOda la columna (ver Cap. 9).
Algunas personas tienen dificultad para mamener la lordosis
lumbar en bipedestación. El aumento de la rigidez del tejido
conjuntivo en torno a la columna lumbar y/o el aumento de la
FIGURA 12.30. Par ele fuerzas enLre dos músculos ílexores ele la
cadera representativos y el erector de la columna en la inclinación
anterior de la pelvis. Los brazos ele momento del erector de la
columna y el recto femoral se señalan con las lineas negras. Nótese el
aumemo ele la lordosis en la columna lumbar.
 Capitulo 12 La cadera 419

Ad ivadón norma l de los músculos abdominales

Activación reducidn de los músculos abdominales

B
FIGURA 12.31. Papel estabilizador de los músculos abdominales durante una elevación unilateral ele la pierna recta. A, Con activación normal
del recto del abdomen, la pelvis se estabiliza y se previene la inclinación anterior por tracción de los músculos ílexores ele la cadera. B, Con
activación reducida del recto del abdomen, la contracción de los músculos ílcxores de la cadera causa una acusada inclinación anterior de la
pelvis. Nótese el aumento de la lordosis lumbar que acomparia la inclinación amerior de la pelvis. La activación reducida del músculo abdo-
minal se muestra con un color rojo más claro.

resistencia pasiva de los músculos isquiotibiales favorece una
columna lumbar relativamente plana (un poco llexionada). La
relación cuantitativa emre el grado de ti rantez de los isquioti-
biales y la postura de la pelvis y la columna lumbar sigue
siendo controvertidaH
Flexión coxotemoral de los fémures sobre la pelvis
La llexión coxofemoral de los fémures sobre la pelvis se rea-
liza mediante una sinergia entre los ílexores de la cadera y los
músculos abdominales. Esta cooperación es más evidente
durante actividades que requieren grandes cantidades de
fuerza de los ílexores de la cadera. Consideremos, por ejem-
plo, el ejercicio de elevación de las piernas extendidas que
suele usarse para fortalecer los músculos abdominales. Esta
acción requiere que el recto del abdomen genere una potente
inclinación posierior de la pelvis con el fin de neutralizar el
poderoso potencial de inclinación anierior de la pelvis de los
músculos ílexores de la cadera (Fig. l 2.31A). Sin una estabi-
lización suficiente del músculo recto del abdomen, la con-
tracción de los músculos ílexores de la cadera se malgasta
inclinando la pelvis en sentido anterior (Fig. 12.3 18). La
excesiva inclinación anterior ele la pelvis acentúa la lordosis
lumbar.
La patomecánica que se muestra en la figura 12.3 1Bes más
grave en situaciones en las que los músculos abdominales sean
débiles, pero Jos ílexores coxofemorales se mantengan relati-
vamente fuertes. Con la excepción de la poliomielitis o la dis-
trofia muscular, este patrón de debilidad es bastante poco
habitual. Lo más corriente es que los músculos abdominales
sólo sean moderadamente débiles, secundario a atrofia por
desuso o cirugía abdominal. En este caso, las personas pueden
desarrollar lumbalgia por el aumento de las fuerzas de com-
presión sobre las articulaciones cigapofisarias de las vértebras
lumbares crónicamente extendidas por completo.
420 °'<'< tWll /\' E.\ll<' flll</c1t/ 111/1'1!1>1
MÚSCULOS ADUCTORES DE LA CADERA
Los aductores principales ele la cadera -;on el pectíneo, aduc-
tor largo, recio mterno. aductor cono }' aductor maror (\'er
Fig. 12.29). Los aductores secundarios son el bíceps femornl
(cabeza larga), el glúteo mayor, sobre todo las fibras in l'eriores,
>' el cuaclrndo femora l. La línea de l"uc rza de estos músculos
<1parece en la l"igura 12.33.
Anatomía tu11cio11al
El grupo ele los músculos aductores ocupa el cuadrante medial
del muslo. Topográficamente, los músculos aductores se orga-
nizan en tres capas (Fig. 12.3-n. El pectíneo, aductor largo )'
grácil ocupan la rnpa s11pc1:ficial. Proximalmente, estos múscu-
los se insertan a lo largo de las ramas supenor e inferior del
pubis y el cuerpo adyaeenle del pubis. Disialmentc , el pectíneo
y el aductor largo se insertan en la superficie posterior del
fémur, cerca)' a lo largo de distintas regiones de la línea áspera.
El largo y delgado músculo grácil se insena distalmentc en el
lado medial de la porción proximal de la tibia (ver Fig. 13. 7).
La capa media del grupo de aductores se compone del
musculo ac/11<..101 corto, de forma triangular. El aductor cono se
inserta en la pelvis sobre la rama inferior del pubis )' en el
fémur a lo lnrgo del tercio proximal de la linen áspera.
La rn¡w ¡nofuncla del grupo de adue1ores está ocupada por
el enorme y triangular aductor mayor (ver r-ig. 12.29, lado
izquie rdo, y r-ig. 12.40 , lado derecho). Este gran músculo se
insena sobre todo en la rama del isquion y en pnnc de la tube-
rosidad isquiát ica. A pan ir de su inserción proximal , el aduc-
tor mayor formn las porciones anterior )' posterior.
Ln ¡mrci<ln a111crior ele/ aductor mayor llene dos grupos de
fibras: horizontales y oblicuas. El grupo relativamente
peque11o de libras horizontales cruzn desde la rama mferior del
pubis hasta el extremo proximal de la lmcn nspcrn, a menudo
llamado aductor menor. Las fibras más grandes)' oblicuas dis-
curren desde la rama del isquion h<1sta casi toda la longitud de
la línea áspern. hasta la línea suprncondilea medial. Ambas
porciones de la cabeza anterior están incrvaelas por el nen·io
obturador, que es típico ele los músculos aductores.
La rn/Jc:::a posterior e/el c1duc1or mayor se compone de un;1
masa gruesa de fibras que surgen de la región de In pelvis
ad)1aeente a la tuberosidad isquiática. A partir de esta inser-
ción posterior, las fibras discurren \'erticalmente )' se insertan
como un tendón sobre el tubérculo de los aductores en el lado
medial de la porción distal del fémur. La porción posterior del
aductor mayor está inervada por el ne r\'io tibial, un ramo del
nervio ciát ico, ni igual que los músculos isquiotibinles. Por
tener una ubicación , inervación y acción parecidas a las ele los
músculos isquiotibiales, la porción posterior suele llamarse
también cabezn extensora del aductor mayor.
Función general de los aductores de Ja cadera
La línea de fue rza de los aduCLores se aproxima a la cadera
desde mu)' distintas orientaciones. Funcionalmente. por
tanto, los músculos aductores producen momentos en todos
los planos en la cadera.17,61 La sección siguieme aborda las
acciones principales de los ad uctores en los planos fron tal y
sagnal. La ;1cc1on secundaria de e:.to:. musculos como rorndo-
res internos se expondrá mas adelante en este capnulo.
Función de los aductores en el plano frontal
Ln funcion mas e\"idcnte de los mustult)S aductores es la pro
el uccion de momento aductor. El momento controla In cincm:i
tita ele la aducción coxofcmornl de los fcmures sobre la pckb
y de la pcl\'iS sobre los fémures. La l'i gurn 12.35 muestra un
ejemplo de los músculos ad uctores -:ontrayéndose bilateral
mente para controlar ambas formas de movimiento. En el lado
derecho, \'arios aductores aceleran el fcmur hacia la pelota. ,\1
\'1gor de esta acción se suma la rotactt'ln descendente o descen~o
de la cresia iliacn derecha, un mo\'i1111ento controlado a trn\'es
ele la aducción coxofemoral de In peh•1s sobre los lcmures en la
cadera izquierdn. Aunque sólo el aductor mayor aparece en d
lado izquierdo, otros aductores ª)'Udan a realizar esta acción.
Función de los aductores en el plano sagital
Con independencia de la posición de In melera, las fibras poste-
riores del musculo aductor mayor son poderosas extensorns de
la cadera, ni igual que los músculos 1S<.1uiotibiales En general , d
resto de los músculos aductores son ílexores o extensores,
dependiendo de la posición de In caclera. t 1.t''1 Consideremos.
por ejemplo, el aductor largo Cl)fllO un musculo aductor reprc-
sentnti\'O durante un csprint rápido (fig. l2.36r\). Desde una
positiün ele al menos 50 a 60 grados de nexion coxofemoral . la
línea de ruerza del aducLOr largo es pc>slcrior al eje u·;111s,·ers<1I de
la <"lrticulación. En esta posicion. el aductor largo presen1a un
brazo ele pnlnnca exlensor capnz de generar un momento de
extension , parecido nl de la porción posterior del aductor
mayor Desde una posición de lll('ll()S de 60 grados ele nexitm
coxofemoral, la línea de fuerzn del nductor largo se despla;:a
clllll'I immcntc al eje tran\'ersal de rotación (Fig. 12.368). fl
aductor largo tiene ahora un brazo de palanca ílexor que genem
un momento ílexor similar al recto femoral, por ejemplo.
LL)S aductores aportan una fuente util ele momento ílexor )'
ex1ensor a la cadera. Los momentos bid ireccionales son útiles
durante los movimientos cíclicos ele gran potencia, como la
carrera, el cicl ismo, correr cuesta arriba )' realizar sen1acli llas
profundas y leva111arse. Cuando la cadera está cnsi en ílexiún
completa, los aductores están mecanicamente preparados parn
n)•udar a los extensores. En contrnste, cuando la cadera esta
casi extendida por completo, están mecánicamente prepara·
dos para a)'uclar a los ílexores. Estn función utilitaria de los
aductores puede explicar en parte su susceptibilidad relati\'a <1
las lesiones por tensión al correr.
MÚSCULOS ROTADORES INTERNOS DE LA CADERA
En la posición analómica, no hay rotaelores internos pri ncipa-
les de In cndera porque ningún músculo está situado óp1ima-
mente en el plano horizontal para producir torque de rotacion
interna. Son rotadores internos nccesonos las fibras anteriores
del glúteo menor )' el glúteo medio. el tensor de la fascia lata.
el aductor largo. el aductor corto )' el pectmeo (Fig. l2.37)
Los isquiotibiales mediales (es decir. semitendinoso y semi-
rnembranoso) también actúan como rotadores imernos acce-
sorios de la cade ra . ~5
 <<1p1111fo 12 L.1 u11la11 421

Efecto de la contractura de los flexores de la cadera en

bipedestación
Las caderas que se mantíenen flexionadas mucho tiempo suelen
sufrir una contractura en flexión. Esta situación suele asociarse con
espasticidad de los flexores de la cadera, debilidad de los extensores
de la cadera. artritis o displasia de la cadera, o confinamiento en una
silla de ruedas. Con el tiempo, el acortamiento adaptativo de los
músculos flexores y los ligamentos capsulares limita la extensión
completa de la cadera.
Una consecuencia de la contractura en flexión de la cadera es una Glúteo
mayor
alteración de la biomecánica normal de la bipedestación.
Normalmente, estar de pie requiere muy poca energía muscular. En Ligamento
bipedestación, la cadera se estabiliza mediante una interacción de iliofernoral
dos momentos opuestos: el peso del cuerpo y la tensión pasiva de
los ligamentos capsulares anteriores de la cadera tensos. Corno se
aprecia en la figura 12.32A, estar de pie con las caderas casi
extendidas por completo dirige la fuerza del peso corporal un poco
posterior al eje transversal de rotación de la cadera. La fuerza del
peso corporal se convierte en un pequeño pero útil momento
extensor de la cadera. La cadera no sigue la extensión por el
momento flexor pasivo generado por los ligamentos capsulares
estirados. El equilibrio estático formado entre las fuerzas de la
gravedad y los tejidos conjuntivos estirados reduce al mínimo la
necesidad de una activación muscular «costosa» desde el punto de
vista metabólico.
Si hay una contractura en flexión de la cadera, ésta se mantiene
parcialmente flexionada cuando la persona trata de permanecer de
pie. Esta postura redirige la fuerza del peso del cuerpo anteriormente
a la cadera, creando un momento flexor (Fig. 12.32B). Mientras la
gravedad suele extender la cadera en bipedestación, la graveclad A
actúa ahora como un flexor coxofemoral. Para prevenir la flexión
completa en una sentadilla, se requieren momentos extensores
activos de músculos como el glúteo mayor. A su vez, el coste
metabólico de estar de píe se incrementa y, con el tiempo, aumenta
el deseo de sentarse. A menudo, sentarse mucho tiempo perpetúa Peso corporal Peso corporal
las circunstancias que iniciaron la contractura por flexión.
FIGURA 12.32. Elcc10 de una contractura por ílexión de h1 caclern
Permanecer de pie con una contractura en flexión de la cadera
altera la capacidad articular para disipar óptimamente las cargas de sobre la b1omccánica de la bipedcstacion A. Estando de pie con
compresión. Por lo general, la bipedestación con las caderas casi en las caderas extendidas por completo. la fuerza del peso corporal
cae un poco posterior al eje de ro1ación de la cadera. [ I peso cor-
extensión completa sitúa las regiones de presión articular mayor
sobre las regiones donde el cartílago articular es más grueso. Estar poral, por tamo. causa un momento cx1cnst1r en la cadera. La cap-
sula )' los ligamenws anteriores de la cadera se 1ens:111, lo cual
de pie o caminar con una cadera parcialmente flexionada hace que
l~s regiones de mayor presión articular pasen por las regiones más
impide que siga la extensión coxal. B, Un mtc1110 por permanecer
finas de cartílago. Esta disposición no disipa óptimamente las cargas de pie )'erguido con una con1 r:ic:tura por íl cxil~n en l;i cadera redi-
rige la fuerza del peso corporal anterior a las aniculaciL)ncs coxo-
de compresión que cruzan la articulación (ver Fig. 12.32A y B,
compárense los puntos rojos en la interfaz articular). Como íemornlcs )' genera un momento ílexor coxal El musn1lo glúteo
maror (en rojo) se mantiene acll\'O para impedir que las articula-
resultado, el cartílago articular no es capaz de proteger el hueso
subyacente de las grandes fuerzas que suelen producir los músculos ciones c.:oxoíemoralcs sigan ílcx1onándose. El ligamcmo 11iofemo-
activados. ral )' el musculo pso:is ma)'Or lll ll)' tenso5 es1<ín se1ia lad o~ con ílt:-
chas negras. En A )' en B. el circulo rojo en el cenll'o de la cabeza
Clínicamente, las personas con artritis o bursitis dolorosa de la
cadera son susceptibles de sufrir contracturas por flexión. Es fe mornl rcprescma el e1c de rotac1l'ln. El par de puntos rojos deno-
1an el solapamicmo rcl;itivo del can ílago ;in icular (en el 1exto se:
importante reducir la inflamación con medicamentos y fisioterapia
para poder tolerar actividades que favorezcan la posición extendida. da una descripción mas dcwllada). (De Neumann DA: An
Anhrius llomc Stud)' Coursc· The Synovial j01n1 t\11e11omv.
Los ejercicios de extensión de cadera fortalecen los músculos
Functicm oncl Dysf1111ctio11. The Onhopedic Sccuon oí the American
extensores, al tiempo que estiran los flexores coxales y las
estructuras de la cápsula anterior. Physical Therap)' Association. 1998.)
422 Settión IV Ex1trn1idcul 111jaio1

Superior nos. Este patrón de marcha puede controlarse mejor incre-

Medial + lateral mentando la activación del músculo glúteo mayor, un potente
PLANO FRONTAL
extensor y rotador externo.15 La anatomía de los retadores
(cm)
(por detrás) Inferior
internos se describe en olras secciones (ver Figs. 12.29 y
12.44).
10,0
Función general de los ro/adores internos de la cadera
Biomecánica de los músculos aductores como rotadores
internos de la cadera
Muchos de los músculos aductores son capaces ele producir
5,0
un momento de rotación interna en la cadera cuando el
cuerpo está en la posición anatómica.17.tH.85 Esta acción puede
ser difícil de conciliar si consideramos que la mayoría de los
aductores se insenan en el lado posterior del fémur a lo largo
0,0 de la línea áspera. El acortamiento de estos músculos parece
hacer girar el fémur externa en vez de internamente. Lo que
hay que tener en cuenta , sin embargo, es el efecto que el
~ arqueamiento natural de la diáfisis del fémur liene sobre la
~~
Aductor , ~-< linea ele fuerza ele los músculos. El arqueamiento siLúa gran
-5,0 corto - -'.-,it' <!?..
,, ~ parte de la línea áspera anterior al eje longitudinal de rotación
'1':n "\
I <>
.~o
'
._,,, "'-l
J. ele la cadera (Fig. l 2.38A). Como se aprecia en la figura
1- ·
·~
\'
,, ,,,
1'8,
' c;-
12.38B, el componente de fuerza horizontal de un músculo
13 \\J ' 13 aductor, como el aductor largo. se sitúa a11tc1iorme11te al eje de
'º·t~ ~ 1' , "<>:.. ', , ·~
-1''& ,~ rotación. La fuerza de este músculo, por tanto, actúa con un
-10,0 1 g,
Ql.
e~::;-11 ' , ,o,,.,"%i , ,
, , brazo ele palanca necesario para producir rotación interna.
,- o~ · ' ~ \ ',
t ü.S I \ \~ \
1
1
.s
<(
1
1
' 1
\ \~ 1
'z Potencial funcional de los músculos rotaclores internos durante
la marcha
5,0 0,0 -5,0 (cm)
Desde la perspectiva ele la pelvis sobre los fémures, los rotado-
FIGURA 12.33. Vista posterior ele la lfnea ele fuerza en el plano íron- res internos realizan una función suti l pero importante
tal de vanos músculos que cruzan la cadera derecha. El eje de rota- durante la marcha. Durante la fase de apoyo, los rotadores
cion (en rojo) se dinge en dirección ameropostcrior atravesando la mternos mueven la pelvis en el plano horizontal por encima
cabeza íemoral. Los abductores aparecen representados por lineas de un fémur relativamente fijo (Fig. 12.39).33.66 La rotación
continuas )' los aductores, por líneas de puntos p~lvica sobre Ja cadera derecha es evidente por la rotación
anterior de la cresta ilíaca izquierda. Los músculos rotadores
Con la cadera ílexionada 90 grados, el polencial ele internos derechos, por tanto, aponan cierto impulso a la
momemo ele rotación interna de los músculos rotadores imer- ext remid ad contralaLeral (izquierda) en fase de oscilación. Du-
nos se incrementa espectacularmente. Eslo queda claro con la rante una marcha relativamente rápida, se impone una mayor
ayuda de un esqueleto y un trozo ele cordel para reproduci r la demanda sobre los músculos rotadores internos para incre-
línea ele fuerza de los músculos, como el glúteo menor y las mentar la longitud de zancada de la extremidad inferior con-
fibras anteriores del glúLeo medio. Flexionar la cadera cerca de tralateral.
90 grados orienta la línea de fuerza de estos músculos casi per-
pendicular al eje longitudinal de rotación. El brazo de palanca MÚSCULOS EXTENSORES DE LA CADERA
rotador interno de la porción amerior del glúteo medio, por Anatomía y acción individual
ejemplo, es ocho veces mayor entre O y 90 grados de ílexión.1 5 Los extensores ele la cadera principales son el glúteo mayor,
Resulta interesante que, incluso varios músculos rotadores los isquioLibiales (cabeza larga del bíceps femoral, semitendi-
externos, como el piramidal, cambien su brazo de palanca noso y semirnembranoso) y la porción posterior del aductor
para conven irse en rotaclores internos a 90 grados ele ílexión. mayor (Fig. 12.40).17.25 Las fi bras posteriores del glúteo
Estos cambios en la acción muscular explican por qué el medio son extensoras accesorias. Como se dijo con anteriori-
momento de rotación interna de las personas sanas es casi un dad, los músculos aductores pueden exLender la cadera siem-
50% mayor con la cadera ílexionacla y no extendida:'' Estos pre y cuando esté flexionada más ele 50 grados.17
fenómenos explican en parte el patrón de marcha con excesiva El gltíleo mayor tiene numerosas inserciones proximales en
rotación interna que suele apreciarse en personas con paráli- el lado posterior del ilion, sacro, cóccix, ligamentos sacrotube-
sis cerebral. Con un escaso control de los músculos extenso- roso y sacroilíaco posterior, y la fascia adyacente. El músculo
res de la cadera, la postura ílexionada resultante de la cadera se inserta en la cintilla ilioLibial ele la fascia lala, junto con el
mejora el rnomemo potencial de los músculos retadores inter- Lensor de la fascia lata, y en la LUberosidad glútea del fémur. El
 C..<1¡>1111/<1 J2 Lcr nulcra 423

Grupo de musculos uductores

ORGANIZACIÓN INSERCIONES PROXIMALES
Capa profunda Capa media Capa superficial

Aductor
mayor

(Porción
posterior)
Grácil

FIGURA 12.34. Organización anatómica e inserciones proximales del grupo ele músculos aductores.

glúLeo mayor es un extensor y rotaclor externo primario de la
cadera.
Los mtísculos isquiotibialcs prcscman su inserción proximal
sobre el lado posLerior de la tuberosidad isquiática y se inser-
5 tan distalmeme en la Libia y el peroné. Basándose en estas
1 inserciones, los isquiotibiales extienden la cadera y flexionan
1
1
la rodilla. La anmom ia )' íunción de la porcion postcnor del
acluclor mayor se describen en la sección sobre los ad ucwres
de la cadera.
L1 figura J2.28 muestra la lrnca de fuerza de los extensores
principales de la cadera. En la posición extendida, la porción
posterior del aductor mayor ofrece el ma)'Or brazo de

s
a

·r

1-
FIGURA 12.35. Acción de coope-
ración bilateral de los muscules
aductores miemras se da una
patada a un balón. El músculo
Pectíneo . ~_,__,_ _ _ _,_Aductor aductor mayor izquierdo aparece
r, mayor produciendo aducción de la pelvis
i- Aductor corto sobre los fémures. Sr muestran
J I' varios mi:;sculos aductores dere-
:o chos produciendo activamente
Aductor largo momento ele aducción clt' los f<'n1111cs
·i-
sobre la pelvis. acción necesaria
n-
para acelerar el balón.
~n

e-
lo
el
El
424

FIGURA 12.36. Acción dual en el Aductor largo como extensor d e la cader a Ad u ctor largo como tlexor d e la cadera
plano sagital del músculo <iductor
largo duran te un csprim. A, Con
la c<idcrn ílexionada, el aduCLor
largo está en posición de exLende r
la cadern, jumo con el aductor
mayor. B. Con la cadera exLcn-
clida, el aductor largo está en
posición para ílexionar la cadera,
junto con el recto íemoral. Estas
acciones comrnrias se basan en el
cambio de la línea de acción del
aductor largo respecto al eje
t ransn~rsa l de rotación de la
cadera.

momento para la extensión, seguido muy de cerca por el
bíceps femoral y el semitendinoso. El semimembranoso }' el
glúteo mayor Lienen las áreas transversales mayores ele todos
los extensores.<'9
Desde una posición ele 75 grados ele ílexión, los isquiotibia-
les y el acl uc1or mayor producen magniLUdes casi iguales de
momemo extensor, o en torno a un 90% del momento exten-
sor total de la cadera.<>\) La mayor parte del momento restante
lo genera el glúteo mayor.
Función general de los extensores de la cadera
Extensión coxotemoral de la pelvis sobre los fémures
Los apartados siguientes describen dos situaciones diferentes
en las que los músculos extensL)res de la cadera controlan la
extensión de la pelvis sobre los fémures.
Extensores coxo[cmorales realizando una inclinación
posterior de la pelvis Con el tronco supralumbar relaLi,·a-

(desde arriba)
5,0
""'f ••~d11cto ~ - ~ec1,· Posterior
• • ••~ lc1r
....00 •.'~e.. 0..
...... .... Lateral + Medial
.. . Anterior

o.o Vista s uperior

·5,0 Eje
longitudinal
de rotación
Anterior

Medial+ Lateral

Posterior
5,0 o.o -5,0
FIGURA 12.37. Vista superior que muestra la línea ele íuerza en el
plano horizontal ele varios músculos que cruzan la cadera. El eje Ion·
gitudinal de rotación está en la dirección superoiníerior a través de la
cabeza femoral. Por razones de clariclacl, no aparecen los músculos
tensor de la fascia !ata, sanorio e ísquio1ibiales. Los rotado res exter-
nos están se1ialados con lineas cominuas )' los rotado res imernos con
líneas de punws.
A
FIGURA12.38. Función de los músculos aduCLorcs como rotadon:s
(cm) internos de la cadera. A, Debido al arqueamiento anterior de la clia-
fisis del fémur, un gran segmento de hi línea áspera len rojo)
discur re anterior al eje longitudi nal ele rotación. 13, Vista superior de
la cadera derecha que muestra la línea de íucrza horizomal del mús-
culo aductor largo. El músculo genera un momento de rotación
interna al producir una fuerza que pasa anterior al eje de rOLación
(punto blanco en la cabeza femoral). El brazo de palanca usado por
el aducwr largo se señala con una línea negra gruesa. El circulo de
puntos representa el comorno de la porción media de la diáfi sis del
Íémur en 1<1 región de la inserción distal del aductor largo.
 -ns

Vista superior
15% 30% 50%

Aduclor largo

Glúleo medlO (fibras anteriores)--_.,_-!>"

y glúteo menor

Tensor de la fascia lala

15%
30%
50%
Por centaje del ciclo de marcha
FIGURA 12.39. Pairón de ac1M1c1ón de \'anos musculos de la cadera derecha duranie dis1i111as íascs del ciclo de marcha. Los rowdores mtt·r-
nos de la cadera (tensor de la fascia lata. ghheo menor, porciones amenores del glúteo medio )' aclucwr largo) aparecen girando la pelvis en el
plano horizontal sobre un Íémur derecho rclaiivamente fijo. (Comp:\rense las im<\genes superior e iníenor.) Los musculos tensor de 1<1 lascia
la1:1 y glúteos funcionan como abductores coxoíemorales comrolando la estabilidad en el plano fronial de la pelvis. (Las imágenes se prepara-
ron a pan ir de fotogrníias de una persona rn minando a velocidad n:lativamcntc rá pida en torno a l ,9 111/s. Est<1 velocidad de marcha relativa-
mc111c r:\ pid;1 ha exagerado el grado normal ele rotación en el plano horizontal du rante la marcha.)

mente estático, los músculos abdominales y extensores de la
cadera actúan como un par de íuerzas para inclinar en semido
posterior la pelvis (Fig. 12.41 ). La inclinación posterior
extiende las caderas y reduce la lordosis lumbar.
El mecanismo muscular implicado en la inclinación poste-
rior ele la peh~s es parecido al descrito para la inclinación
amcrior de la pelvis. (Compárense las Figs. 12.30 y 12.41.) En
ambas inclinaciones, existe un par de íuerzas emre los múscu-
los de la cadera }'el tronco. Como consecuencia, la pelvis gira
en un arco relali\•ameme cono, usando las cabezas íemornles
como pivote.
Extensores coxofemoralcs cont rolando una inclinación
anterior del cuerpo. La inclinación anterior del tronco en bipc-
426 Sccció11 /\! Extronic/<1d infrrior

:t--~- Glúteo medio

Glúteo mayor (cortado)
Glúteo mayor - - ! - - Piramidal
Gémino superior
FIGURA 12.40 . Músculos posterio- ,,___.__ Obturador interno
res de la cadera. El lado izquierdo Gémino inferior
muestra los músculos glúteo mayo r

¡
Cuadrado femoral
e isquiotibiales (cabeza larga del 1"f'!"- - - ! -- Glúteo mayor (cortados)
bíceps femoral , semitendinoso y Bíceps femoral
semimembranoso). El lado derecho Semitendinoso (cortados)
muestn1 los isquiotibiales cortados Semímembranoso
para exponer el aductor mayor y la
cabeza cona del bíceps femoral. El ~,.i!!---!- Aductor mayor
lado derecho muest ra el glúleo Bíceps femoral
medio )' cinco de los seis rowdo res (cabeza corta)
exlernos conos, a saber, piramidal,
Bíceps femoral
gémino superior e inferior, oblura- (cabeza larga) (cortado)
dor in1erno y cuadrado femornl.

:..1.IL-~-
Grácil (cortado)
----~--!-- Semitendinoso (cortado)
-"-'--!-- Semimembranoso (cortado)

destación es una act ividad muy corriente. Consideremos, por

ejemplo. la inclinación amerior del tronco para lavarse la carn en
el lavabo. El sopone muscular de esta postura casi estática de las
caderas es sobre lódo responsabilidad de los músculos isquioti-
biales. Consideremos las dos íases ele una inclinación anterior
del tronco que aparece en la fig. 12.42. Durante una ameílexión
suave (Fig. 12.42A), la fuerza del peso del cuerpo se desplaza
justo anterior al eje transversal de rotación de la cadera. Esta
postura ligerament.e ílexionada de las caderas queda restringida
por la activación mínima de los músculos glúteo mayor e isquio-
Libiales. Durante una ílexión más significat iva del tronco, la
fuerza del peso del cuerpo se desplaza más anteriormente al eje
tranversal de rotación coxofemoral (Fig. 12.428). Mantener esta
postura ele ílexión acusada requiere mayor activación muscular
de los isquiotibiales. Sin embargo, el glúteo mayor se mantiene
relativameme inactivo en esta posición, algo que se verifica pal-
pando el músculo y a partir de los datos EMG.20 Este aparente
aumento de la responsabilidad de los isquiotibiales, en compa-
ración con el glúteo mayor, puede explicarse biomecánica y
FIGURA 12.41 . Par de fuerzas entre los músculos exlensores repre-
fisiológicamente. Una inclinación anterior significativa cwmenta
selllmivos de la cadera (glúteo mayo r e isquiotibiales) )' los músculos
el brazo de palanca del momento extensor de los isquiotibiales, abdominales (recto del abdomen )' oblicuo exlerno del abdomen)
al tiempo que reduce el brazo ele palanca del momento extensor que inclinan posteriormente la pelvis. Los brazos ele palanca de cada
ele la cadera del glúteo mayor69 (Compárense los pumos de 15 grupo muscular aparecen señalados con una línea negra. Nólese la
y 30 grados de la gráfica ele la Fig. 12.42.) La inclinación ante- reducción de la lordosis ele la columna lumbar. La extensión de la
rior optimiza mecánicamente el momento extensor potencial de cadera estira el ligamento iliofemoral.
 C. 11¡11111/0 12 Lct wdac1 427

Ligera a ntcflexión Antefl exión sig nificath a

_..,,,...,__ _.___Erector d--~~

la columna en
w
o: 9
oen
Glúteo -:----~
z /:).
w /::,.
mayor ....
><- 8 - /:). /:).
w :E o
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o-
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o
........~--!'--- l squiolibiales
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Z<
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<...1 o
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CL. o 5
w
o o
o o
o
N 4
<
o: 15° 30° 45° 60º 75º
al FLEXIÓN DE LA PELVIS
SOBRELOSFéMURES(GRADO~

A B f- (- r r
D. Aductor mayor
~
o Semitendinoso
Peso corporal Peso corporal O Glúteo mayor

FIGURA 12.42. los músculos extensores de la cadera aparecen controlando la antcílexión de la pelvis sobre los muslos. A, la ligera anteílextón
del tronco desplaza la íuerza del peso del cuerpo un poco anterior al eje medial-lateral de rotación de la cadera. 13, Una anteílexión más signi-
íieaLiva del tronco desplaza la íuerza del peso del cuerpo más anLeriorrnente. La mayor flexión de las caclerns hace girar las tuberosidades isqui:l-
ticas en sentido posterior, con lo cual se incrernema el brazo de momenw extensor coxal de los isquiolibialcs. La línea tensa (la punta de la fle -
cha en los músculos isquiotibiales estirados) indica el aumento ele la tensión pasiva. Tanto en A como en 13, las demandas relativas impuestas
sobre los músculos aparecen con el sombreado en rojo. A la derecha aparece una gráíica que muestra la longiwd ele los brazos de momemo
extensor coxal ele los extensores seleccionados ele la cadera como una íunción ele la ameílexión. (Datos de Pohtilla JF: Kinesiology oí hip extcn-
sion al selected angles of pelviíemoral extension. Arclt Phys Med Reltabil 50:2'1 1-250, 1969.)

los isquiotibiales. Una inclinación anterior significaliva elonga
los músculos isquiotibiales en las articulaciones coxofemoral y
de la rodilla. La elongación aumema de modo significalivo la
íuerza pasiva de estos músculos que, a su vez, ayudan a soste-
ner la posición parcialmente ílexionada de las caderas. Por estas
razones, los isquiotibiales parecen estar preparados únicamente
para sostener la posición de la cadera asociada con la inclinación
anterior del tronco. Aparentemente, el sistema nervioso recluta
el gran músculo glúteo mayor para actividades que requieren un
momento sustancial de extensión coxofemoral, como subir un
tramo de escaleras.
Extensión coxofemoral de los fémures sobre la pelvis
En conjumo, los músculos extensores de la cadera se reclu-
tan con frecuencia para producir un gran momemo exten-
sor coxofemoral de los fémures sobre la pelvis y acelerar
la inclinación amerior y ascendente del cuerpo. Con-
sideremos, por ejemplo, las demandas impuestas a los
extensores de la cadera derecha mien tras se asciende por
una montaña empinada (Fig. l2 .43). La posición llexionacla
de la cadera derecha mientras el escalador lleva una mochila
pesada impone un gran momento externo (flexión) en la
cadera. Sin embargo, la posición flexionada favorece una
mayor generación de momento extensor por pane de los
músculos extensores de la cadera.69 Además, con la cadera
muy flexionada, muchos de los músculos aductores pueden
producir un momen to extensor, con lo cual ayudan a los
extensores principales de la cadera.
428 Sccci1111 /\/ Estn:midail i1!fnior

El músculo ghlleo medio se inserta proximalmenle en la

FIGURA 12.43. Se imponen demandas relativamente alt;1s a los
músculos extensores de la cadera miemras se asciende por una mon-
taña )' se soporta una carga externa.
MÚSCULOS ABDUCTORES DE LA CADERA
Anatomía y acción ínclivídual
Los músculos abducLOres principales de la cadera son el glú-
teo med io, gl úteo menor y tensor ele la rascia lata 9 .1 7 El pira-
midal y el sartorio se consideran abduCLorcs accesorios ele la
cadera (ver Figs. 12.29, 12.40 y 12.44) .
superficie externa del ilion por encima de la línea glútea ante-
rior. El músculo se inserta cl istnlmente en la cara laLCl'al del
trocánter mayor. La inserción distal ofrece al glúteo medio el
mayor brazo ele palanca abduCLor de todos los músculos
abductores (ver Fig. l 2.33). El glúteo medio 1ambién es el más
grande de los músculos abductores de la cadera )' represcma
en torno al 60% del área transversal towl ele los abductores.9
Basándose en los estudios anatómicos y EMG, el glúteo
medio se di\'icle en tres porciones funcionales y anmórnicas
independientes: anterior, medio )' posterior.Y.xo Aunque todas
las fibras contribuyen a la abducción, en la posición anmó-
mica las fibras anteriores hacen rotar internamente la cadera y
las fibras pos1eriores la extienden )' la hacen rotar externa-
mente Estas acciones cambian considerablemente cuando el
movimien to no se realiza en la posición anatómica. 1<>
El mtíswlo ghíleo menor se halla a nivel profundo )'un poco
anterior al glúteo medio. Este músculo se insena proximal-
meme en el ilion, entre las lineas glúteas anterior e in ferior. y
dis1almen1e en la cara anterior del trocánter mayor. El gluteo
menor es más pequei'lo que el glúteo med io y representa en
torno al 20% del área transversal ll)tal de los abductores.''
Las acciones del glúteo menor son parecidas a las del glú-
teo meclio,9 sobre tocio respecto a la abducción .~ 1 Una excep-
ción notable es el potencial ele ílexión de las íibras anteriores
del glúteo menor (ver Fig. 12.28).
El tensor de la fascia law es el mtlll)r ele los tres abductores
pri ncipales ele la cadera y representa en torno al l l % del area
Lrm1sversal lotal de los abductores.'! La anatomía del tensor de
la fascia lata se expond rá en 01ro apartado de este manual.

Glúteo mayor (cortado)

FIGURA 12.44. Músculos profundos de la Ligamento sacroespinoso

región posterior y lateral de la cadera. Los Glúteo medio (cortado)
músculos glúteos medio )' mayo r están
cortados para exponer los músculos más Ligamento sacrotuberoso
profundos.
.,:· ·
/'
Gémino inferior
Obturador externo
(profundo)
Obturador interno Cuadrado femoral

(.

Glúteo mayor (cortado) n

q
e
R
 C11p1111/o /2 L.1 L<11lo,1 429

Mecanismo abductor de la cadera El momcmo de abclucc1011 producido por los musculos

Control de la estabilidad en el plano frontal de la pelvis
durante la marcl1a
El momento de abducción producido por los músculos
abducLOres de In cadera es esencial pnrn controlar In cmema-
1ica en el plano fromal de la pelvis sobre el fémur duran1e la
marcha. Duran1c In mayor pane de In fase de apoyo, los
abduciores ele la cadera estabilizan la pelvis sobre el fémur
relativamente fijo (ver Fig. 12.39). 3151 Dura111e la fase de
apO)'O, por u1nL o, los nbclucLores de In cadera Lienen el papel
de controlar la pelvis en el plano fronta l y, como se expuso con
amerioridad. en el plano horizontal.
abductores de la cadera es especialmente imporlallle durante
la fase de apL))'O monopoclal de la marcha. Durante cs1e
momenLo, In pierna contraria cstn lenrntacla del sucio )' en
período hacrn delamc. Sin el momento adecuado abducwr
sobre la ex1remidad en carga, la pelvis}' el tronco i.::icrian sin
control hncin el Indo sin carga. La activación del musculo
abducior ele la cadera se vcriílca palpando el gluleo medio
justo por encima del trocánter mayor. El músculo derecho,
por ejemplo, adquiere fi rmeza mientras la pierna izquierda se
le\'anLa del suelo. La bolsa se rosa localizada en el punto de
inserción d1stnl de los músculos abductores de la cadern puede

FAC
éJ'
!!
...;:,

-§
~ Momento en sentido antihorario , ·-
PC
/J
(interno)
•.
o
~ 1
~ ,, 1
ro o 01
1
~
-&
~
'" 1
1
FAC x D 1
~
s ~ Momento en senlido horario
y
-§"" (externo)
s ~ /
--... '\.
/¡j / \
a ~ ~ o .,
FRA
e
\ / · ~
Peso ....... ./

corporal PC X0 1
(PC) Datos de la muestra
O = 4,39 cm, 01 = 8,64 cm
~ Peso corporal total (PC) = 760.6 N
{f
"- Ecuación del equilibrio de los momentes
~ Momento antihorario = Momento 11orario
~
·~ FAC x O= 516 PC)' x 01
t'
- - 111 631 ,3 N x 8,64 cm
FAC = -
·§ 4,39 cm
~ FAC = 1242,5 N
~
~
' Ecuación del equilibrio de fuerzas
Fuerza ascendente = Fuerza descendente
f.: FRA =FAC + PC
'
¡¿:~ FRA =631,3 N + 1.242,5 N
FRA = 1.873,8 N
jo) • excluye el peso de J,1 extremidad inferio1 de1echa

FIGURA 12.45. Oiagmma en el plano íromal que muestra Ja función ele los músculos abductores de la cadera derecha durante el apoyo mono-
podal sobre la cadera derecha. A la izqu1crd:i, la pelvis y el tronco están en equilibm) es1;\11co sobre la cadem derecha. La suma de los momen-
tos en el plano írom:il es igual a cero. El momc1110 antihorario (cm:ulo cominuo) es el producto de l:i fuerza ele los nbductores ele l;i cadera (FAC)
por el brazo de pnl:inca (D); el 1110111c 111 0 lwrario (círculo discon ti nuo) es el producto del peso corporal (PC) por el brnzo de palancn (D1). La
estabilidad estáticn se pmduce cuando la Fi\C X O= PC X 01. El modelo del balanc.:fn (derecha) simplifica los principales acontccimiemos
dinámicos durnntc el apoyo monopocl;il. Una fue rza de reacción articular (FRA) aLraviesn el íulcro del balancrn (aniculación coxoícmoral). Los
dmos de la muesirn del recuadro se cmplran en las ecuaciones ele equilibrio de momentos)' de fuerzas. Esi;is ecuac10nes determinan la mng-
nilud de Ja fuerza ck los abductores de la cadern >.la fuerza de rcacc1on articular necesana durante el apoyo monopoclal. (Véase texto.) Nó1ese
que, por razones de s1mplicidad, los calculas asumen la exis1cnc1a ele un equilibrio estático >'que todos los ''eclorcs de fuerza actúan en clirec-
c1ón vertical. (De Neumann DA: Biomcchanical anal>·sis of sclcctcd principies oí h1p ¡oinl protection. A11h1 Can: Res 2: 146-155, J989.
Reproducido con au1onzación de Ar1J1,.iti~ C<11t· Rcscorch. ©American College of Rheu111aiok1m•.)
430 Sccrn!11 /\/ Fxtronulad rnjnim
inílamarse. La bursitis trocanlérea resulta muy dolorosa, sobre
todo durante la acuvación de los musculos abductores
durame el apoyo monopodal.
La función estabilizadora en el plano frontal de los múscu-
los abductores de la cadera es un componente muy impor-
tante de Ja marcha. La fuerza producida por los abducLOres
durante la fase de apoyo constilllye la mayor pane de las fuer-
zas compresivas generadas en la cadera.
Papel de los abductores de la cadera en la producción de la
fuerza articular o de contacto de la articulación coxotemoral
La figura 12.45 muestra los factores principales implicados en
la estabilidad en el plano frontal de la cadera derecha durante
el apoyo monopodal en la marcha. Las fuerzas de los abduc-
tores de la cadera }' del peso corporal actúan como fuerzas en
oposición que se equilibran sobre la cabeza del fémur de la
extremidad en carga. La pelvis es comparable a un balancín,
con el fulcro represenrndo por la cabeza femoral. Cuando el
balancín está equilibrado, el momento antihorario {interno)
producido por la fuerza de los abductores de la cadera (FAC)
es igual al momento horario (externo) del peso del cuerpo
(PC). El equilibrio de momentos opuestos se denomina equi-
librio rotatorio estático (ver Cap. 4) .
Durante el apoyo monopodal, los músculos abductores de
la cadera, en especial el glúteo medio, producen la mayoría de
las fuerzas en la cadera.1l Este punto importante se demuestra
con el modelo de la figura 12.45. Nótese que el brazo de
palanca del momento interno (D) usado por los músculos
abductores ele la cadera tiene en torno a la mitad de la longi-
tud del brazo de palanca del momemo externo (D 1), usado
por el peso corporal.53.63 Dada la disparidad de esta longitud ,
los músculos abductores de la cadera deben producir una
fuerza que dobla la del peso corporal para conseguir estabili-
dad durante el apoyo monopoclal. A cada paso, por tanto, la
pelvis se ve empujada contra la cabeza fe moral por la fu erza
combinada de los músculos abductores de la cadera y la trac-
ción del peso del cuerpo. Para conseguir equilibrio lineal está-
tico, la fuerza descendente se contrarresta por una fuerza de
reacción articular de igual magnitud, pero orientada casi en la
dirección contraria (ver Fig. 12.45, FRA).60 lnman calculó que
la fue rza de reacción articular se dirige LO a 15 grados respecto
a la vertical, un ángulo en el que iníluye mucho la orientación
del vector ele fuerza de los músculos abductores de la cadera.
Los datos de la figura 12.45 permiten calcular la magnitud
de la fuerza de los abductores de la cadera y la fuerza ele reac-
ción articular. Las ecuaciones de equilib1io de fuerzas y momen-
tos asumen que la suma de los momentos en el plano frontal }'
de las fuerzas verticales en la cadera derecha son igual a cero.
Como se aprecia, se da una fuerza de reacción ele la articulación
coxofemoral ele 1.873,8 N cuando una persona ele 760,6 N está
en apoyo monopodal sobre la exu·emiclad derecha durame la
marcha. En Lomo al 66% de la fuerza de reacción articular pro-
cede de los músculos abductores de la cadera. Estos cálculos
demuestran que se genera una fuerza ele reacción articular en la
cadera de unas 2,4 veces el peso corporal durante el apoyo
monopoda l. Mientras la persona camina, esta fuerza es mayor
~-r--~-~ -·~ ~ ~ ---- .,.
P, lJ,W I' O DE 1 N T' ~ RlE·S l 2 . 5.
Debilidad de los mí1sculos abductores de la cadera
Varias afecciones médicas se asocian con debilidad de los
músculos abductores de la cadera. Estas afecciones son
distrofia muscular, síndrome de Guillain-Barré y poliomielitis.
Los abductores también pueden debilitarse por artritis
coxofemoral, inestabilidad coxofemoral o cirugía de la cadera. El
indicador clásico de la debilidad de los abductores de la cadera
es el signo de Trendelenburg positivo.21 Se pide al paciente que
permanezca de pie en apoyo monopodal sobre la cadera débil.
Se produce un signo positivo si la pelvis cae hacia el lado de
la extremidad sin carga: en otras palabras, la cadera débil
«adopta» aducción de la pelvis sobre el fémur (ver Fig. 12.258).
El médico tiene que ser cauto en la interpretación y
documentación de los resultados de esta prueba. El paciente
con un músculo abductor débil de la cadera derecha, por
ejemplo, puede dejar caer la pelvis hacia la izquierda. La
debilidad se enmascara con frecuencia por una inclinación
compensatoria del tronco a la derecha. La inclinación del tronco
hacia el lado de la debilidad reduce la demanda de palanca del
momento externo sobre los músculos abductores al reducir la
longitud del brazo de momento externo (ver Fig. 12.45, 01 ).
Durante la marcha, esta inclinación compensatoria hacia el lado
de debilidad se denomina «cojera del glúteo medio» o «marcha
de Trendelenburg compensada». El uso de un bastón en la
mano opuesta a los abductores de cadera debilitados corrige
este patrón de marcha anormal.6
por las aceleraciones ele la pelvis sobre la cabeza femoral. Las
investigaciones con galgas extensométricas implantadas en una
prótesis ele cadera muestran que las fuerzas de compresión
articular llegan a ser 2,5 a 3 veces el peso corporal durante la
marcha. Estas fuerzas aumentan a 5,5 veces el peso corporal al
correr.4.74 Incluso actividades funcionales diarias normales pue-
den generar fuerzas articulares muy altas. Hoclge y colaborado-
res29 regisLraron presiones (fuerzas por unidad de superficie) ele
l8 MPa en el acetábulo mientras un adulto sano se levanta ele
una silla. Para apreciar la magnitud de esta presión, considere-
mos que la presión del aire en la cámara ele un neumático es
unos 9,2 MPa. Durante el proceso ele levantarse, las presiones
sobre el acetábulo llegan a ser 90 veces la presión ele todo un
neumálico.19 Las fuerzas articulares tienen funciones fisiológic¡is
importantes, como estabi lizar la cabeza íemoral en el acetábulo,
ayudar a la nutrición del cartílago anicular y aportar el estímulo
para el desarrollo nonnal de la estructura anicular durante la
infancia. El cartílago anicular y el hueso trabecular deben pro-
teger la articulación dispersando estas graneles fuerzas. Una
cadera con artritis puede no ser capaz de ofrecer esta protec-
ción.
MÚSCULOS ROTADORES EXTERNOS DE LA CADERA
Los músculos rotadores externos principales de la cadera son
cinco de los seis «rotaclores externos cortos» , el glúteo mayor
y el sartorio. En la posición anatómica, los músculos cons1dc-
rados accesorios son las fibras posteriores del glúteo medio)'
¡ __ Cc1piwlo 12 La cadcrn 431

Bipedestación estática Rotación externa activa ele la pelvis sobre el fémur

•',
1

'

Vista superior ,
I

Músculo
obturador interno
A B
FIGURA 12.46. Visla superior que mucslra la orientación)' acción del músculo ob1urndor in1erno. A, En bipeclcstación eslática,
el músculo obturador interno se des\'ia l30 grados a su paso por la polea rormada por la cscotadurn ciálica menor. 13, Con el
fémur fijo durame la bipedestac.:ión, la conlrncción de este músculo genera rotación externa de la pelvis sobre el fémur. Nótese
que la fuerza de compresión generada en esta aniculación es el resuilado de la conlracción del músculo.

el glúteo menor, la cabeza larga del bíceps femoral y el obtu-
rador externo. El último músculo es un rotaclor accesorio por-
que en la posición anatómica su línea de fuerza se halla sólo
unos pocos milímetros posterior al eje longitudinal ele rota-
ción (ver Fíg. 12.37).
Anatomía fu11cio11al de los «ro/adores externos cortos,, o
pelvilrocantéreos
Los seis «pelvitrocantéreos» de la cadera son el piramidal ,
obturador interno, gérnino superior, gémino inferior, cua-
drado femoral y obturador externo (ver Figs. 12.17. 12.40 y
1244). La línea ele fuerza de estos músculos se orienta sobre
todo en el plano horizontal. Esta orientación es óptima para la
producción de un momento de rotación externo. De [orma
parecida a la de los músculos infraespinoso y redondo menor
en el hombro, los rotaclores externos cortos también aportan
estabilidad al lado posterior de la articulación.
El piramidal se inserta proximalmente en la superficie ante-
rior del sacro, entre los ramos ventrales salientes de los nervios
espinales sacros (ver Fig. 12 29) Al salir de la pelvis por el
agujero ciático mayor, el piramidal se inserta sobre la cara
superior del trocánter mayor (ver Fig. 12.44).
Además de la acción ele rotación externa, el piramidal ejerce
una acción accesoria como abductor ele la cadera. Ambas accio-
nes resultan aparentes por la línea ele fuerza del músculo res-
pecto al eje ele rotación de la cadera (ver Figs. 12.33 y 12.37).
El nervio ciático suele salir de la pelvis por debajo del
músculo piramidal. Como se ha dicho antes en este capítulo,
el nervio ciático puede atravesar el vientre del piramidal. Un
piramidal acortado puede, por ejemplo, comprimir e irritar el
y nervio ciático. Esta afección, llamada «Sinclrome del pirami-
clal»,85 suele tratarse estirando el músculo mediante una com-
binación de aducción y rotación interna desde una posición
cercana a la extensión coxolernoral completa.
El músculo obturador interno surge del lacio interno de la
membrana obturatriz y del ilion adyacente (ver Fig. 12.44). A
partir ele este origen, las fibras convergen en un tendón )'salen
ele la pelvis por el agujero ciático menor. la polea fija aportada
por la escotadura ciática menor desvia el tendón unos J 30
grados al acercarse a la íosa trocantérea del fémur (Fig.
12.46A). La contracción ele este músculo con el fémur fijo,
como durante la fase ele apoyo de la marcha, hace que la pel-
vis rote sobre el fémur (Fig. 12.468). La fuerza producida por
el obturador interno comprime la superficie articular. Esta
fuerza ele compresión puede ayudar a estabilizar la articula-
ción durante la rotación activa de la pelvis.
Los 1mísculos géminos superior e inferior se localizan a ambos
lados del tendón central del obturador interno (ver Fig.
12.44). Los géminos (en latín gemelos) son dos músculos
pequeños con inserciones proximales a ambos lados de la
escotadura ciática menor. Cada músculo se mezcla con el ten-
dón central del obturador interno en una inserción común en
el fémur. Inmediatamente por debajo del gémino inferior está
el músculo cuadrado femoral. Este músculo plano surge del
lado externo de la tuberosidad isquiática y se inserta en el lacio
posterior de la porción proximal del fémur.
El músculo obturador externo surge del lado externo de la
membrana obturatriz y el ilion adyacente (ver Fíg. 12.1 7) El
''ientre de este músculo es visible en el lacio anterior después
ele quitar los músculos aductor largo y pectíneo (Fig. 12.29,
lacio izquierdo). El músculo se inserta posteriormente en el
fémur en la fosa crocancérea (ver Figs. 12.5 )' 12.7).
432 St'ttl<lll /\ ' E\Uc'llllilt1</ 111/t'I lll/

FIGURA 12.47 . Acción ele los

müscultis ro taclores externos ) ~''""""'~~--+-- Músculo
durante la rotación externa de la transversoespinoso
pcl\'is sobre el íemur de la cadem - 1 - - - - '1-- Glúteo medio
derecha. Los musculos extensores (fibras posteriores)
ele la espalda también aparecen Piramidal
haciendo girar el tronco.

Cuadrado
femoral

Glúteo
mayor

F11nció11 general de los rotadores externos
Como se dijo para los rotadores internos ele la cadera,
el potencial funcional de los rotadores externos es más e\'i-
deme duramc la rotación de la pelvis sobre los fému res.
Consideremos, por ejemplo, los músculos rotadores externos
derechos que se contraen para hacer girar la pelvis sobre el
fémur (Fig. 12.47). Con la extremidad inferior derecha firme-
mente en contacto con el suelo, la contraccil~n concéntrica de
los rorndores externos derechos aleja c.:on rapidez el lado ante-
rior de la pelvis y el Lronco del fémur fijo. La acción en el
plano horizontal de plantar un pie)' girar hacia el lado contra-
rio es una forma natural ele cambiar bruscamenle de dirección
mientras se corre. Si se necesita, la activa<.:ión excéntrica ele los
rotadores internos puede desacelerar esta acción. La coactiva-
ción muy rápida de los músculos aductores que ayuda a des-
acelerar la rotación externa de la pelvis puede causar una
lesión por tensión repetida de dicho5 musculos. El meeanbmo
de la lesión tal \ 'CZ explique la incidcncin relath·anKntc alta de
«tirones» de los músculos aductores duranLc muchas acti\'icla-
dcs deport ivas que comprenden la rntaddn rápida de la pel\'is
)'el tronco mientras se corre.
MOMENTO MÁXIMO PRODUCIDO POR LOS MÚSCULOS
DE LA CADERA
Varios estudios han medido la producción del momemo má-
ximo de los músculos de la cadern. H 4'> La tabla 12.3 muestra
un resumen ele la media de los momentos máximos (isocine-
ticos) producidos por hombres)' muje res sanos ele distintos
grupos de edad.8 Estos datos normativos son útiles para e\'a-
luar el progreso y establecer metas para personas en progra-
mas de entrenamiento de la fuerza de los músculos de la
cadera.

. .
Ho_.!:!1bres j óvenes Ho~bres mayo res M~eres j óvenes Maj_eres mayo res
Grupo muscular (X = 28 años) (X = 54 aiios) (X= 2 7 ai\os) (X = 53 ai\os)

Extensores 177 ('12) 157 (22) 110 (37) 10 .1 (27)

Flexo res 152 (50) l J3 (2 t) 91 (24) 6 7 (21)
Aductores 121 (26) 99 (1 8) 82 (26) 63 (17)
Abductores 103 (26) 75 (18) 66 (19) 48 (14)
Rotadores internos 72 ( 17) 61 (21) 47(13) 3-t (9)
Rotadores externos 65 (24) 50 (15) 43 (13) 32 (11)

Las de~\'tnc1ones estandar 5'"' muestran entre p.ir~mcs1s. Los momentos se m1thcru11 h<XlllClll.llllcnlc ·' 30''/scg r se obllll<' la nwd1.1 de l.1 .1111pl11utl nimplcta del mtw11111cnto.
Lt>S 1110mcn10~ se prcscntnn en <>rckn de ma)\1f ,1 111-'ll(>f 1o~ cln10s se basan en 72 personas >.lll.b entre 2ll )" 81 .uios ck cchtcl \~l,1cl1IK.1dt1 <k C:th.tl.m TD. Jolmson ~ IE. Lm ~. )'
mros Qu:1111n:11il'C 111e:1surcments ofh1p ;1r~11g1h 111 thlíac111 ,\)\C ¡;mups. Clm Onlw¡> Ht>: 1 l6·1~~. 198\J.)
 Lir¡>rllilt> 12 Lc1 cmk111 433

120 l:sta sección describe estas afecciones. seguidas por unn expo-
\ sición de In biomecnn ica clínica asoc:iada con iruervenciones
110 \
• CADERA DERECHA terapéuticas r qu1rurgicas scleccionadns.
100
" \ \
\
\

\\ • CADERA IZQUIERDA
Fractura de cadera
\\ \\
E Ll fractura de cadera (porc1011 pro:-.11nal del fémur) es un

' ' ' ',,.

\ \
90 \ \
z__, imponante problemn sanitario )' económ ico en Estados
\\
o \ Unidos.11 En torno al 20% de las persorn1s con frac:Lura de
1-
z
80 '\ cadera mueren en un plazo de 1 año por factores directameme
UJ
' '
,~,
,, relacionados con es1as fracLUras.-13 Casi el 80% de las personas
,,' ,,
:¡: 70
o ''~ mayores de 65 ai'los que sufre fractura ele cadera son muje-
~
' res. 3ll
60 ,~,

50
40
30 ...__~~t--~~~~-1-~~-+-~~-1-~~i~
·10 o 10
ÁNGULO COXOFEMORAL (º)
FIGURA 12.48. 1Sta gralu:a mut•strn el efcrw de la ;Hnpliwd dl'I
111ovi1111cmo coxoírrnornl en el plano frontal ~obre el nwmento 1$0·
metrico máximo de los ;ibduc1orcs de la cadera de 30 pcrsonris sanas.
El angulo coxofemoral ck - 1O gradt1::. repn::>enta un;i pos1cio11 de
aduceion completa donde lllS mtisculos adoptíln una longnud rclíll1 ·
1•11mcntc l[lrga. (Díllos di: Nrnmann Di\. Sodcrhcrg Gl . Cook T\I ·
Comparison of max1111al 1:;t1mi:tric h1p ¡\lxJurwr musdt• l\1rque:. h1.·t·
wecn lup sides. PliysThc1 (18:496-502. l988.)
,,,,,
'\, ,,
El riesgo de frac1urn de cndera se dobla cada década a par-
tir de los 50 M10s. 22 Dos íac1ores primarios asociados en gran
,,, medida con la inrnlcncia maror de fractura de cadera en los
ancianos son la osteoporosis relacionada con la edad )' la ele-
'~
,·ada incidencia de caídas. Otros factores propuestos por
Cummings )' 'entt 11 aparecen en la tabla 12. -+ .
20 30 40
Osteoartritis de cadera
La osteoanrítis de cadera es una enfermedad que se mamfiesta
sobre todo por el deLerinm del cnnílago anicular. Sin un
mecanismo adecuado que disipe las cargas. las superlk1es arti-
culares pueden degenerar rnpidamente y cambiar de forma.
Los signos clin it"OS de la osteoan ritis de cadera se enumc-
rnn en d recuadro de la página 434. La ostet1a1unis de cadera
suele llamarse an rn is degcncrati,·a de cadera. El 1c1 mino
«anrosis» suele usarse para describi r una afeccionen t.1 que la
articulación degenera pero no se inflama.

Relación del ángulo articular de la cadera versus

el momento máximo
En comraste con los datos isociné1icos prescmaclos en la rnbln
12.3. el momento m<1ximo producido por los músculos ele la
cadera suele medirse isométricamente en varios angulos aru-
s culares distintos. La forma única de la cu1Ya del ángulo arurn- Pérdida del equilibrio
,- lar-momemo de un grupo de musculos si rve para identifi car J
los puntos en la amplitud del movimiento donde las deman- Insuíiciencia de los reílejos protectores
das funcionales musculares son máximas. Consideremos, por (p. ej., tiempo de reacción lento, sedantes, demencia, debilidad
a muscular)
ejemplo, la curva del ángulo anicular-momenLO isoméLrico de
los músculos abductores de la cadera en adultos jóvenes )' i
Caída
sanos (Fig. 12.48).n Los músculos abductores de la cadera
producen el momcmo máximo en aducción completa (cerca de Energía potencial disipada sobre todo en la región coxofemoral
la posición asociada con el apo)'O monopoclal). En cont rastc . i
el momento potencial ele los abductores es mínimo en la lon- Insuficiencia de la absorción local de choques
gitud más acortada ele los músculos que corresponde a 40 gra- (p. ej .. reducción de la grasa en torno a la cadera,
dos de abducción. lrónicamemc, la cadera en abducción casi dcbilidacl/mrofia de los musculos de la cadera, impacto sobre
máxima es la posición que se sugiere para medir mnnualmenle superficies duras)
la fuerza de los abductores ele la cé1dera.w J
Disminución de la resistencia de los huesos
(p. ej., osteoporosis, adelgazamiento de la corteza ósea, pérdida
Ejemplos de enfermedad es de cadera de trabéculas)
RAZÓN DE LA SELECCIÓN DE LAS INTERVENCIONES i

-nh.l
s. 1
TERAPÉUTICAS Y QUIRÚRGICAS
Dos de las causas más corrientes ele alteración coxoíemornl D~
Fractura ele cadera

Cummin¡:' SR 'lr1 lll \IC: .-\ h\'p..>1h.-sw Thr •.>u;e; ,,f 111p fr.1ctllrt> J G•rc>1111>/
son fractura de la porción proximal del fémur )' osteoanri11s. \l.'cl S.:1-l-I \1ltl7-\ll l I l<ll:N
434 Srcuo11 1\1 Ext rcmidnd 111/rnc11

Los signos cllnicos de la osteoartritis de cadera son

• Dolor
• Sinovitis
• Pérdida de espacio articular
• Atrofi a muscular
• Formación de hueso hipenrófico
• Reducción de la amplitud del movimiento
• Alteración de la marcha
La osteoanritis de cadera puede clasificarse como una
enfermedad primaria o secundaria. La os1coarui1is de cadera
primaria o idiopática hace referencia a una afección artrítica
sin causa conocida. La osteoarcritis de cadera secu11daria, por el
contrario. hace referencia a una afección artrítica producto ele
una alteración mecánica conocida de la aniculación. Puede
deberse a un traumatismo, una insuficiencia estructural como
(un deslizamiento epi íisario) de la cabeza del fém ur, una asi-
metría anatómica como una amevcrsión excesi\'a del acetá-
bulo. discrepancia en la longitud de las piernas, necrosis avas-
¿Cuá l es la causa de la osteoartrllis primaria de cadera?
La causa exacta de la osteoartritis primaria de cadera sigue
sin estar clara. Aunque la frecuencia de la osteoartritis - en
cualquier articulación- aumenta con la edad, la enfermedad
no se desencadena únicamente por el proceso de
envejecimiento.46 Si esto fuera cierto, entonces todos los
ancianos sufrirían esta enfermedad. Las causas de la
osteoartritis son complejas y no se basan en un sencillo
fenómeno de desgaste. Aunque el estrés físico pueda
aumentar la frecuencia y el grado de desgaste de una
articulación,6s no siempre deriva en osteoartritis. Otros
mecanismos relacionados con la osteoartritis son el
metabolismo de la matriz fundam ental del cartílago, la
genética. factores del sistema inmunitario, disfunciones
neuromusculares1s y factores bioquímicos.46

Momento antihorario Momento horario

/ ,--,
/ \
= 1 o '
'' _ r
......
...... /
PC x 01

Datos de la muestra
O= 4,39 cm, 01 = 8,64 cm
Peso corporal total {PC) = 760,6 N
Fuerza del bastón (FB) = 75,6 N. 02 =35 cm

Ecuación del equilibrio de los momentos

Momentos antihorarios = Momentos horarios
FAC x D + FB x 02 =(5/6 PC)' _ 01
FAC =(631,3 N X 8,64 cm) - (75,6 N X 35 cm)
Peso 4,39 cm
corporal FAC = 639,7 N
{PC)
Ecuación del equilibrio de fuerzas
Fuerza ascendente =Fuerza descendente
FRA + FB = 516 PC + FAC
FRA = -75.6 N + 631 ,3 N + 639,7 N
FRA =1.195,4 N
Fuerza del
bastón (FB) • excluye el peso de la extremidad inferior derecha.

FIGURA 12.49. Diagrama en el plano írontal que muesLra cómo la íuerza de un basLón (FB) aplicada por la mano izquierda prodm:e un
momento en el plano frontal sobre la cadera derecha durante el apoyo monopodal. Este momento producido por el bastón puede reducir al
mínimo las demandas de momento sobre los músculos abducLOres de la cadera derecha. Nótese que el momento liornrio (círculo disconumto)
debido al peso del cuerpo (PC X D1) se equilibra por los mome111os cmtilwrarios (clrculos continuos) de la fuerza de los abductores de la cadera
(FAC X D) y la fuerza del bastón (FB X Di). Los datos del recuadro se empican en las ecuaciones para el eqll1hbno de los momentos }" las
fuerzas con el fin de resolver la fuerza de los abductores de la cadera }' la fuerza de reacción articular (FRA). El brazo de palanca usado por la
fuerza del bastón se representa mediante Di. (Véase la Fig. 12.45 donde aparecen abreviaturas adicionales e información básica.) Por razones
de simplicidad, los cálculos del recuadro asumen la presencia de equilibrio estático y que todos los vectores de fuerza actúan en dirección ,·er·
tical. (De Neumann DA: Hip abductor muscle acth·it)' in persons with a hip prothesis while carr}'ing loads in one hand. Phys Tlier 76: 1320·
1330, l 996. Con autorización de APTA.)
- Momento antihorario Momento horario
C.t1p11ulc> 12 1a rntkrct
435

--,
o
..... /
/ \ / '\
= 1
\
o
,.
1 +1
\
o 1
y
' ,_,.,,.., / ' ....... _ _,,,, /
FACx D ce x D2 Pe x D1

Peso
corporal
(PC) Carga contralateral (CC)

Datos de la muestra
D = 4,39 cm. 01 = 8,64 cm
Peso corporal total (PC) =760,6 N
D2 = 35 cm. Carga contralateral (CC)@ 15% PC =114, 1 N
Ecuacl6n de equilibrio de los momentos
Momento antihorario =Momento horario
FAC X D +ce X D2 = (5/6 PC)· X D1
FAC = (114,1 N x 35 cm)-(631.3 N x 8,64 cm)
4,39 cm
FAC = 2.152,1 N
Ecuaci6n de equilibrio de fuerzas
Fuerza ascendente = Fuerza descendente
FRA = 5/6 PC + FAC + ce
FRA =-631,3N+2.152,1N+114,1 N
FRA =2.897,5 N
• excluyo si peso de la extremidad 1111e1!01 derec/la.

FIGURA 12.50. Diagrama en el plano frontal que muestra cómo un peso sujetado por la mano izquierda aumenta s1gmficaiivamente la fuerza de
los abductores de la cadera derecha (FAC) durante el apoyo monopodal. Dos momentos en sentido horario (círculos discontinuos) se producen
en la cadera derecha por el peso corporal (PC X D1) >' la carga contralateral (CC X Di). Para el equilibrio de la cadera derecha, los momentos
en sentido horario deben ser equilibmdos por un momento en sentido amihomrio (circulo cominuo) producido por la fuerza de los abductores
de la cadera (FAC X D). Los datos del recuadro se emplean en las ecuaciones de eqwlibrio de momentos)' fuerzas con el fin de resolver la fuerza
de los abductores de la cadera y la fuerza de reacción anicular (rRA). D2 es igual al brazo de palanca usado por la carga comralaicral (CC).
Remitimos a la Fig. 12.45 donde aparecen abreviaturas adicionales e información básica. Por razones de simplicidad, los cálculos del recuadro
asumen la presencia de un equilibrio estático)' que todos los vectores de fuerza actúan en una dirección ,·enical. (De Neumann DA: H1p abduc-
tor muscle activit)' in persons with a hip prothesis while carr)'ing lot1ds in one hancl. Phys Tlicr 76: 1320-1330, 1996. Con autorización de APTA.)

cular de la cabeza femoral (en fermedad de Legg-Calvé-
Penhes) o luxación congénita. Es más probable que las perso-
nas que realizan un trabajo físico pesado requieran hospitali-
zación por la osteoanritis de cadera.82
Intervención terapéutica en una cadera dolorosa
o estructuralmente inestable
Empleo de un bastón y métodos correctos para llevar
cargas externas
La rehabilitación física de una cadera dolorosa o estructural-
mente inestable incluye instrucciones para la marcha asis-
tida-IO y actividades funcionales, ejercicio,H.81 métodos para
aliviar el dolor y entrenamiento aeróbico. Además, los médi -
cos suelen dar consejos sobre la forma de proteger la cadera
de grandes fuerzas mientras se camina.H Un método para pro-
teger la cadera es llevar un bastón en la mano contraria a la
cadera afecta. El empleo de un bastón reduce las fuerzas
articulares causadas por la activación de los músculos abduc-
tores de la cadera. 59.60 La figura 12.49 muestra cómo la apli-
cación de la fuerza de un bastón en la mano izquierda genera
una fuerza de reacción articular en la cadera derecha de
l.195,4 N. Esto implica una reducción del 36% de la fuerza
de reacción articular si se compara con la que se produce
cuando no se usa bastón (ver Fig. 12.45 para comparar).
436 Srccion /\1 F1:11,·111itlad 111/ó i<'t

FIGURA 12. 51 . Las rndiogrnfías muestran dos formas corrientes de fijación interna para el tratamiento de fracturas de
la porción proximal del fémur. A, Uso de un tornillo de comprcs1on para reparar una fractura imenroc:mtérca. El tor-
nillo está dise1)ado como un pistón, que se comprime ligcramcmc bajo li1 cmga del peso del cuerpo. L:i compresión
aumenta el contacto de hueso con hueso en el pumo de l:i fractura. B, Empleo ele tres clavos para estabilizar una frac-
Lurn del cuello del fémur. (Por conesl:1 de 1vlichael Anclerson. 111.D.. Blount Onhopcdic Clinic. l\lilwaukcc, WI.)

Los métodos para llevar cargas externas mflu)'en en las
demandas impuestas a los músculos abductores de la cadera )',
por tanto, a la articulación coxoíemoral subyaccnte.52.56.57 Las
personas con caderas dolorosas, inestables, reemplazadas qui -
rúrgicamente deben tener cuidado con las consecuencias de
llevar una carga en la mano opuesta o contrnla1cral a la cadera
aíccia.~ .~').58 Como se aprecia en la figura 12.50, la carga con-
tralateral tiene un brazo de palanca del momento externo muy
grande (D2), lo cual crea un momento en sentido horario sus-
tancial sobre la cadera derecha. Para la estabilidad en el plano
frontal , los abductores de la cadera derecha deben crear un
momento en sentido anti horario lo bastante grande como para
equilibrar los momentos en sentido horario debidos a la carga
(CC x Di))' el peso corporal (PC x Di). Como resultado del
brazo de momento relati,·amente pequeno disponible para los
músculos abductores de la cadera (D), el grado ele fuerza de
los abductores durante el apoyo monopoclal es 111U)' grande.
Como se aprecia en los cálculos de la fi gura 12.50, una carga
contralateral de sólo el 15% del peso corporal ( 114 , l N) pro-
voca una fuerza de reacción articular de 2.897,5 N. Una
cadera sana suele tolerar este grado de fuerza sin dificultad.
Ha}' que tener cuidado, sin embargo, si está comprometida la
estabilidad estructural de la cadera.
La exposición amerior se centra en los métodos que reducen
las demandas de fuerza a los músculos alxluctores de la cadera
como medio para reducir la íuerza de contacto articular sobre
caderas dolorosas o inestables. Aunque estos métodos consigan
el erecto deseado, la reducción de las demandas íuncionrdcs
sobre la cadera 1nmbién puede perpelll:ll' una debi lidad prolon-
gnda de los músculos abductores de la cadera, lo cual, a su vez,
provoca desviaciones de la marcha."i Los médicos deben
aíromar el reto dual de proteger una cadera \'ttlnerable de fuer-
zas excesivas )' potcncialmeme dar'linas de los abductores. al
tiempo que se incrementa la fuerza funciona l y la resistencia
física de los abductores. Esto requiere conocimientos sobre la
mecánica anormal )' normal ele la cadera en el plano frontal . la
patología específica de la afección del paciente y los síntomas
que sugieren que In cadera está sufriendo íuerzas potencial-
melllc 11oci\•as. Los signos )' síntomas son dolor excesivo, des-
viación acusada de la marcha, inestabilidad coxoíemoral gene-
ral izada y posición anormal de la extremidad inferior.
l11terve11ción quirtírgica después de una fractura
u osteoartritis
La cirugía suele estar indicada para reparar fracturas de
cadera. El tipo de reparación quirúrgica depende de la locah·
zación )'gravedad de la íracturaJ3 L1 figura 12.51 muestra
dos tipos corrientes de JUcrción interna utilizados en la repara·
 ( op1111/c1 12 La cadc:ra 437

cion de una fraCLura de la porcion proximal del Íémur. El

grado de peso impuesto sobre la cadera después de la c1rug1a
suele estar limitado hasta que el pumo de la fractura muestre
amplia C\'idencia de curación.
La llrtroplastio 101e1/ ele cculcrn suele estar indicada cuando
una persona con coxanropatía, con írccuencia ostcoan ritis,
tiene un dolor constante que limita significativamente la íun-
ción )' calidad de vida. Esta operación sustituye la anku lac it~n
aíecta por materiales biológicamente inenes (Fig. 12.52). La
prótesis de cadera se asegura con cemento o con íijación bio-
lógica, aportada por el crecimiento óseo sobre la superíicic de
los componentes implantados. Aunque la anroplastia total de
cadera suele ser un procedimiento exitoso, la laxitud prema-
tura del componente íemoral y/o acetabular puede ser un pro-
blema postopcratorio.2H Grandes cargas ele t0rsión entre el
implante protésico y la interíaz ósea pueden co111ribuir a la
pérdida ele la fijación.51-1<1Sla que se tengan suficientes datos a
largo plazo de los ensayos clin icos, cominuará el debate sobre
los materiales más duraderos )' los métodos más eficaces.
Consecuencias biomecánicas de la coxa vara y la coxa valga
El ángulo medio de inclinación del cuello del Íémur es 12 5
grados. El ángulo puede cambiar debido a una reparación qui-

FIGURA 12.53. Ostcowmí<i en \'aro de una cadera con necrosis

al'ascular de la cabeza ícrnoral. Se aprecia 1,1 exéresis de l:i cu1)<1 de
hueso en el extremo proximal de la diáfisis del Íémur. El aumento ele
la posición \·ara de este paciente tfü'JOró la congruencia ele la super-
Íicie en carga de la c<1clera. [( punto ele la osteowmia se estabilizó con
una lámina ele metal. (Por rnnes1a de lllichael Anclers1)n. \1.0.,
Bloum Orthopechc Clinic. ~ltlwaukcc , \\' l.)

rúrgica o a una íractura ele cadera o a un ángulo de inclinación

clisel'1ado en una prótesis. t\dicionalmente, una operación lla-
mada osteotomía de coxe1 ve1rcr (o valga) altera de modo inten-
cionado un ángulo preexistente ele inclinación. Esta operación
comprende la sección de unn cu11a de hueso de la porción pro-
ximal del íémur, lo cual cambia la orientación de la cabeza del
Íémur respecto al acetábulo.<'"' Uno de los objetivos de esta
1
operación suele ser mejorar la congruencia de las superíicies
1
en carga ele la cadera (F1g. 12.53).
:¡ Con independencia del tipo y razón de la cirugía de cadera,
s el cambio del ángulo de inclinación de la porción proximal del
Íémur alLera la estabi lidad , 1ensión y íunción ele los músculos.
Estas alteraciones pueden 1cner dectos biomecánicos posit i-
vos o negativos. La figura l 2.54A muestra dos eíectos biomc-
cánicos positivos de la coxa vara. La posición en varo aumenta
el brazo de momento de la íuerza ele los abductores de la
cadera (compárense las líneas ele punt0s D1 y O). La ma)10r
FIGURA 12.52. Racliograíia de una artroplastia total ele cadera. El acción de palanca aumenta el momento ele abducción produ-
componente femoral es de una aleación de acero muy fuerte que se cido por unidad de íuerza de los músculos abductores de la
le cementa dentro del conducto medular. El cono tiene un rews11-
i- cadera. Esta situación es útil para personas con debilidad en
m1e1110 poroso, lo cual permite al hueso pél\'ico crecer dentro ele la
prótesis )' conseguir Íijación biológica. (Por cortesía de t.lichacl
estos músculos. Reducir lns demandas de íuerza sobre los
'ªa- t\nderson, t-1.0., Blount Onhopeclic Clinic, tvlilwaukee, WI.) abductores ele la cadera micnLras se camina ayuda también a
438 Snt1ti11 /\' fa·tro111d11tf 111/1·11111

A: POSITIVOS C: POSITIVOS
1. Aumento del brazo de 1. La reducción del brazo
palanca (D') de los de palanca flexor
abductores (I") reduce el momento
de la cadera. ÁNGULO (a) de flexión (FCA 2 I");
DE INCLINACIÓN (125º) reduce la fuerza de
2. El alineamiento puede ~ cizallamiento sobre el
mejorar la estabilidad~ NORMAL
cuello del fémur.
articular.

2. Aumenta la longitud
funcional del músculo
abductor de la cadera.

COXA VAR A COXA VAL GA

(90º) (150º)

8: NEGATIVOS O: NEGATIVOS
1. El aumento del brazo de 1. Reduce el brazo de
palanca flexor (I') palanca (D") de los
aumenta el momento de abductores de la
flexión (FCA x I'); cadera.
aumenta la fuerza de
cizallamiento sobre 2. El alineamiento tal vez
el cuello del fémur. favorezca la luxación
articular.
2. Reduce la longitud
funcional del músculo
abductor de la cadera.

FIGURA 12.54. Comraste de los efectos biomccánicos posíli\'OS )' negativos de la coxa vara}' coxa valga. Como referencia, aparece una cackrn
con un ángulo de inclinación normal (a • 125 grados) en el centro de la figura. Des el brazo de palanca del momento interno usado poi la
fuerza de los abducwres de la cadera: 1 es el brazo de palanca del momento flexor del cuello del fémur.

proteger las caderas artríticas o protésicas de un desgaste exce-
sivo. Se practica una osteotomía en varo para mejorar la esta-
bilidad de la aniculación alineando la cabeza íemoral más
directamente dentro del acetábulo.
Un eíecto potencialmente negativo de la coxa vara es el
aumento del momento ílexor generado en el cuello del fémur
(Fig. 12.548). El brazo de palanca del momento ílexor (línea
de puntos I') aumenta a medida que el ángulo ele inclinación
se acerca a 90 grados. El aumento del momento Oexor in-
crementa la tensión en la cara superior del cuello del fémur.
Esta situación puede causar una fractura del cuello del fémur o
una insuficiencia estructural de la prótesis. Una coxa vara acu-
sada aumenta el cizallamiento vertical entre la cabeza femoral
>' la epiíisis adyacente. En los niños, esta sit uación puede deri-
var en una aíccción llamada deslizamiento epifisario de la
cabeza femoral. La coxa vara puede reducir la longitud funcio-
nal de los músculos abductores de la cadera, lo cual reduce la
capacidad de generar fuerza de estos músculos }' aumenta
la posibilidad de una «Cojera del glúteo medio». La pérdida de
fucrza muscular tal vez quede compensada por el aumento del
momento abductor potencial adq uirido por el aumento
del brazo ele palanca ele los abductores de la cadera.
La coxa valga puede ser producto de una intervención qui-
rúrgica o una pmologia como la displasia ele cadera. Un efecto
potencialmente positivo de la posición en valgo es la reduc-
ción del momento ílexor sobre el cuello del fémur (ver F1g
12.54C, compárese I" con I'). Esta situación reduce el cizalla-
mtento vertical en el cuello del fémur. La posición en valgo tal
vez aumente la longitud funcional de los músculos abductores
de la cadera, con lo cual tal vez aumente su capacidad de
generar íuerza. En contraste, un cíecto potencialmeme nega-
livo de la coxa valga es la reducción del brazo de palanca dis-
ponible para los abductores ele la cadera (ver Fig. 12.540,
compárese D" con D). En los casos extremos de coxa valga, la
cabeza femoral se sitúa más lateral respecto al acetábulo, lo
cual posiblemente favorezca la luxación.
 CAP lJ L O l 3

La rodilla
DONALD A. NEUMANN, PT, PHD

OSTEOLOGÍA, 442
Porción distal del fémur, 442
Porción proximal de la tibia y el peroné, 442
Rótula , 444
ARTROLOGÍA, 445
Consideraciones anatómicas
y de al ineamiento generales, 445
Cápsula y estructuras relacionadas, 445
Membrana sinovial y estructuras
asociadas, 446
Articulación femorotibial , 447
Estructura articular, 447
Meniscos, 447
Consideraciones anatómicas, 447
Consideraciones funcionales. 449
Osteocinemática de la articulación
libiofemoral, 449
Flexión y extensión, 450
Rotación interna y externa, 450
Artrocinemática de la articulación
tibiofemora l, 451
Extensión activa de la rodilla, 451
Rotación de bloqueo de la rodilla. 452
Flexión activa de la rodilla, 453
Rotación (axial) interna y externa
de la rodilla, 453
ÍNDICE
Articulación femororrotuliana, 453
Cinemática de la articulación
femororrotuliana, 453
Trayectoria y área de contacto de la
rótula con el fémur. 453
Ligamentos colaterales , 454
Consideraciones anatómicas, 454
Consideraciones funcionales, 454
Ligamentos cruzados anterior y posterior,
456
Consideraciones generales, 456
Ligamento cruzado anterior, 458
Anatomía funcional, 458
Mecanismos lesivos del ligamento cru-
zado anterior. 458
Ligamento cruzado posterior, 458
Anatomía funcional, 458
Mecanismos lesivos del ligamento cru-
zado posterior, 460
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS
Y ARTICULACIONES , 461
Inervación de los músculos y articulaciones,
461
Función muscular en la rodilla, 461
Músculos extensores y rotadores-flexores, 461
Cuádriceps: Mecanismo extensor
de la rodilla. 461
Consideraciones funcionales. 461
Consideraciones anatómicas. 462
Acción del cuádriceps en la rodilla:
Conocimiento de las interacciones
biomecánicas entre los momentos externo
e interno, 463
Cinétíca de la articulación fernororrotuliana.
467
Músculos rotadores-tlexores de la rodilla. 468
Anatomía funcional, 469
Acción conjunla de los músculos flexores-
rotaclorcs, 471
Producción de un momento máximo de
los m(1sculos flexores rotadores
de la rodilla, 472
Producción de un momento máximo en la
rodilla: efectos del tipo y velocidad
de la activación muscular. 473
Sinergia entre los músculos monoarticulares
y blarliculares de la cadera y la rodilla, 473
Alineamiento anormal de la rodilla, 477
Plano frontal, 477
Genu varo con osteoartritis
unicompartimental de la rodilla, 477
Genu valgo excesivo, 479
Plano sagital, 479
Genu Recurvatum, 479

INTRODUCCIÓN acortar la longuud funcional de la extremidad inferior: de lo

La rodilla se compone de las articulaciones íemorotibialcs lme-
ral y medial )' la nniculación femororrowliana (Fig. 13. 1). El
movimiento de la rod illa se produce en dos planos que permi-
ten nexión y extensión en el plano sagital,)' rotación interna y
externa en el plano horizontal. Fundonalmente, estos movi-
mientos pocas veces se producen con independencia del
movimiemo de otras articulaciones de la extremidad inferior.
Consideremos. por ejemplo. la imeracción entre cadera, rodi-
lla y tobillo al corre r o subir o ponerse de pie. La poderosa
asociación fun cional de las aniculaciones de la ext remidad
inferior se reíleja en el hecho de que In 1rnt)'Oría de los múscu-
los que cruzan la rodilla también cruzan la cadera o el 1ob1llo.
La rodilla desempei'la imponames íunciones biomecárncas.
muchas de las cuales se expresan al caminar )' correr. DuranLc
la rase de oscilación de la marcha, la rodilla se nexiona para
contrario, el pie no dejaría fácilmente el comacto con el suelo.
Durante la ínsc ele apoyo, la rodilla se mantiene ligeramente íle-
xionacla para perm itir la absorción de choques, la conse rvación
de energía)' In trnnsmisión de fue rzns a rnwés ele la ex1rem1clad
inferio1·. Correr requiere que la rodilla se mueva en una ampli-
tud mayor ele movimiento. sobre todo en el plano sagital. El
cambio rápidü de dirección mientras se corre (regates) requiere
libertad adicional de mo\'imiento en el plano horizontal.
La estabilidad de la rodilla se basa sobre todo en las restric-
ciones de sus Lcjíclos blandos más que en la coníiguración
ósea. Los enormes cóndi los femorales se articulan con las
superficies cnsi planas de la tibia )' se mantienen en su sitio
mediante una amplia cápsula ligamentos.'l y grandes múscu-
los. Con el pie firmemente en contacto con el suelo, estos teji-
dos blandos suelen soportar graneles fuerzas, ele los músculos
y de fuentes externas. La lesión de los ligamenLos y el cartílago
441
442 'iccci1111 /\' E"<lr.:1111dacb rn/<'llClll'\
Articulación
femororrotuliana
FIGURA 13.1. Rad1ogrnfia en la que
Articulación
aparecen los huesos y aniculaciones
femorotibial
asociadas ele la rodilla.
medial y lateral
son dos consecuencias habituales de las grandes demandas
funcionales impuestas a la rod illa. El conocimiento de la ana-
tomía y cinesiología de la rodilla es un requisito esencial para
comprende r el mecanismo lesivo y sabe r cuál es la interven-
ción tcraptul ica más eficaz.
OSTEOLOGÍA
Porción distal del fémur
En el extremo distal del fémur están los grandes cóndilos late-
ral y medial (del griego kondylos , nudi llo) (Fig. 13.2 >' 13.4).
Los epicó11dilos lateral y medial se proyectan a panir de los cón-
dilos, ofreciendo puntos de inserción elevados para los liga-
mentos colaterales. Una gran escotadura intercondílea separa
los cóndilos lateral y medial, formando una vía ele paso a los
ligamentos cruzados (Fig. 13.4). Resulta interesante que una
escotadura más estrecha de lo normal puede aumentar la posi-
bilidad de una lesión del ligamento cruzado anterior. •06
El cartílago articular recubre gran pane de la superficie del
cóndilo fe moral. La superficie anicular de la tibia sigue una
curva que es plana a convexa de adelante a atrás (Fig. 13.5).
El extremo más distal de cada cóndilo femoral es casi plano,
lo cual aumenta el área para soportar la carga.
Los surcos lateral y medial están marcados levemente en el
cartílago de los cóndilos femorales (ver Fig. 13.4). Cuando la
rodilla está extendida por completo, el borde anterior de la
Libia se alinea con estos surcos. La posición de los surcos
muestra la asimetria de la forma de las superficies articulares
medial y lateral del fémur. La superficie medial se curva lige-
ramente, lateralmente de atrás a adelante, y se extiende más en
sentido amerior que la superficie articular lateral. Como se
explicará más adelante en este cap!tulo, la asimetría de la
forma de los cóndilos afecta a la cinemática en el plano sagital
Fémur
Articulación tibioperonea
proximal
Tibia
Peroné
Caracterlsticas osteológicas ele la porción distal del fémur
• Cóndilos lateral y medial
• Epicóndilos lateral y medial
• Escotadura imercondilea
• Surcos lateral y medial (en el canfü1go ele los cóndilos
femorales)
• Surco troclear
• Carillas lateral )' medial para Ja rótula
Los cóndilos femorales se fusionan en sentido anterior para
formar el surco lroc/ear (ver Fig. 1.3.4). Esta estructura con
forma de polea se art icula con el lado posterior ele la rótula,
formando la articulación femororroLUliana. El surco troclear es
cóncavo laterolateralmente y un poco convexo de adelante a
atrás. Los lados inclinados del surco forman las carillas lacera/
y medial. La carilla lateral más pronunciada se extiende más
proximalmente y se proyecta más en sentido anterior que la
carilla medial. La forma de la carillii lateral ayuda a estabilizar
la rótula en el surco durante el movimiemo ele la rodilla.
Porción proximal de la tibia y el peron é
El peroné es esencialmente un hueso que no soporta la carga
del peso del cuerpo. Aunque no tiene una función directa en
la rodilla, este delgado hueso refuerza el lado lateral de la tibia
)' ayuda a mantener su alineamiento.
La cabeza del peroné sirve de inserción al músculo bíceps
femoral )'al ligamento colateral lateral. El peroné se inserta en
el lado lateral de la tibia mediante las aruculaciones tibiopero-
neas proximal y distal (ver Fig. 13.2). La estructura y función
de estas articulaciones se exponen en el Capítulo 14.
 443

Vista anterior La función primaria de la ub1a es transferir el peso a tra\'es

de la rodilla hasta el tobillo. Su extremo proximal se acampana
en los cóndilos medial y la1cral. que forman superficies anku-
lares para la porción distal del fémur (ver Fig. 13.2). Las
Tubérculo
de los aductores
superficies superiores de los cóndilos forman una región
Epicóndilo lateral ancha y plana, a menudo llamada meseta de la tibia. la meseta
Epicóndilo medíal
Cintllla lliotibial
presenta dos superficies an iculares lisas que reciben los gran-
en el cóndilo lateral des cóndilos femora les, formando las articulaciones tibiofc-
Apófisis estiloides morales de la rodilla (ver Fig. 13.4). La superficie articular
Cóndilo medial
Músculo medial, más grande. es plana a ligeramente cóncava, mientras
bíceps femoral Inserción del que la superficie articular lateral es plana a ligeramente con-
Articulación ligamento rotuliano
tibioperonea proximal
M. peroneo largo
M.extensor largo
Grácil =i
Sartorio Tendones
de la pata
vexa. Las superficies articulares están separadas en la linea

Vista posterior
de los dedos --~ Semitendinoso de ganso Músculo plantar
Tubérculo
ere los aductores
Músculo extensor Gastrocnemio
largo del dedo gordo (cabeza medial) Epicóndilo lateral
Eplcóndilo medial

Semimembranoso

Articulación
tibioperonea proximal

peron eo corto

Músculo Músculo sóleo ---w,~·1.

peroneo tercero Línea del sóleo - --W.ff-1

Maléolo medial

FIGURA 13.2. Vista anterior de la porción distal del Íémur, tibia y

peroné derechos. Las inserciones proximales de los músculos apa·
recen en rojo, las inserciones distales en gris. Las lineas disconu-
nuas muestran las inserciones de la cápsula de la articulación de la
rodilla.

Características osteológicas d e la porción proximal

ele la libia y el p eroné
Porció n prox imal del peroné
• Cabeza
Porción proximal de la tibia
• Cóndilos medial y lateral
• Eminencia intercondilea
• Área imercondílea anterior
FIGURA 13.3. Vista posterior de la porción distal del fémur, ub1a y
• Área imercondílea posterior
peroné derechos. Las inserciones proximales de los mlisculos apare-
• Tuberosidad de la Libia
cen en rojo, las inserciones distales en gris. Las líneas discontinuas
• Linea del sóleo
muestran la inserción de la c<\psula art icular de la rodilla.
444 Srlllclll /\ ' /·\tl<'llH<l11t/r, 111/t°tlcl/1''

11b1<1. La 1Uberos1dad de la tibia sirve dl' 111serc1011 distal para

Carilla latera Carilla medial el músculo cuád ric.:cp!> femoral. En el lado posLerior de In por-
ción proximal de la tibia se halla la rugl1sa l111w del sülco, que
cursa en diagonal en di rección clisLal a medial (flg. 13. ~).

Epicóndilo medial Rótula

Epicóndilo lateral La rólula es un hueso de forma casi mangular embebido en el
Cóndilo lateral Cóndilo medial tendón del cuád riceps. Es el hueso scsamoiclrn mas granel e del
cuerpo. La rótula tiene una base cur\'a en scm iclo superior y
un vtrlíce apuntado en sentido inferior (Figs. l3.6 )' l3 7) En
una bipedestacion relajada, el vértice de la rótula se sitúa .1usto
proximal a la interlinea articular de la rodilla. La supc1Jícic
m11aior subcutánea de la rólllla es con\'exa en tocias dircct"io-
nes. La base ele la rótula es rugosa debido a la inscrcion del
:::ov~-Area intercondílea tendón del cuáclnceps. El ligamento roluliano se inserta entre
anterior el vértice de la r6tul;1 )' la tuberosidad de la tibia.

FIGURA 13.4. Osteologia de la rótula derecha, la superficie articular Caracleristicas osteológicas de la rótula
de la porción distal del fémur }' de la porción pmx1111al de la Libia. • Base
• Vértice
• Superficie anterior
media por una cn1i11c11cia intercondilr:a formada por los
• Superficie :micular posterior
tubérculos interconcl ílcos medial)' lateral. Las áreas i11tcrco11c/í- • Cresta vertical
lcas anterior )' posterior ílanquean ambos lados de la eminen- • Carillas impar. lateral }' med ial
cia. Los ligamentos cruzados )' los meniscos se insertan a lo
largo de las regiones intercondíleas.
La promineme 111bcrosidad de la tibia se localiza sobre la La superfinr e11 l1U1lc11 postcrwr ck la rotula esla cub1c11a de
superficie anterior de la porción proximal de la diáfisis ele la cartílago articular de hasta-+ a 5 mm de espesor. u Esta super-
ficie conlacta con el surco troclear del fémur, fo rmando la arti-
culación femoron\)tu liana. El l'Speso cartílago ayuda a disper-
Vista lateral
sar las grancll's fuerzas de compresión c¡ue cruzan la
articulación. Una fft'Slc1 vertical redondeada discurre longitu-
dinalmente de arriba abajo sobre la superíic1e poste1for ele la
rotula. A ambos lados de esLa cresta estan las carillas lateral y
Músculo gastrocnemio llll'dial. La cw illa lateral más grande )' ligeramente cóncava
(cabeza lateral) - - -:::!: c:oincicle con el contorno general de la carilla lateral del surco
Ligamento -~~ troclear del fémur (ver Fig. 13.4) . L1 carilla medial muestra
colateral lateral variaciones anatómicas sign ificativas. Una tercera carilla impar
Músculo poplíteo existe a lo largo del borde medial extremo ele la carilla medial.

Músculo bíceps femoral ~=~.s

Articulación á
Ligamento colateral lateral tibioperonea proximal Anterior Poster ior ~

Músculo extensor Ligamento rotuliano l.

largo de los dedos r
Músculo peroneo largo Cresta vertical g
fi
Músculo tibial anterior Carilla lateral
impar
p
1 l Inserción
"111l1Il~"---del ligamento ---'o.¿¡:~ ri
1

J~I rotuliano

FIGURA 13.6 . Superficies anterior }' posterior de la rótula derecha. La

FIGURA 13.5. Vista lateral de la rodilla derecha L1.s inserciones pro·
xinrnlcs de músculos }' ligamentos se muestran en rOJO: las insercio-
nes distales, en gris. Nótese la forma cur''ª de la superÍicie articular
ele los cóndilos femorales.
l.
g1
mserción del tendón del cuadriceps aparece en gris; la inscrc1on pro·
x1mal del ligamento rotuliano se muestra en rojo. Nótese el t:.utílago
arucular liso que recubre 1:1 superíicie arucular posterior ele la rótula.
 (11111111/t> 1¡ 111 ll)(/11/11 445

FIGURA 13. 7. \/isla alllcnor de

la rodilla derecha donde se
Ligamento colateral medial mucslran muchos músculos
y Lejidos conjun Li vo~. LCls lcn-
Fibras del retináculo medial de la rótula
dones de la pata ele g:mso se
Semitend:J-'noso han conado para exponer d
Grácil Tendones de la pata re1in;lculo me<lial de la róiula
;;::;;;rr:-- Sartorio de ganso (cortados)
Ligamento líbioperoneo anterior

Ligamento rotuliano

ARTROLOGÍA puede ex1enderse en sentido inferior por la rodilla hasla el

Consideraciones anatómicas y de alineamiento
generales
ALINEAM IENTO NORMAL DE LA RODILLA
la diáfisis del fémur se angula un poco medialmeme en su
descenso hacia la rodilla . Esta orientación oblicua se debe al
ángulo natural de 125 grados de inclinación de la porción pro-
ximal del fémur (Fig. 13.8A). Como la superficie articular de
la porción proximal de la tibia se orienta casi horizontal, la
rodilla forma un ángulo en su lado la1eral de unos 170 a 175
grados. Este alineamiento normal de la rodilla en el plano
frontal se denomina rodilla valga.
La variación en el alineamiento normal ele la rodilla en el
plano frontal no es algo poco corriente. Un ángulo lateral infe-
rior a 170 grados se denomina rodilla valga excesiva (Fig.
l3.8B). En contraste, un ángulo lateral que supere unos 180
grados se denomina rodilla vara (Fig. l 3.8C).
El eje longitudinal o vertical de rotación ele la cadera se
) definió en el Capítulo 12 como una linea que conecta la
cabeza femoral con el centro de la articulación de la rodilla.
Como se aprecia en la figura 13.8A, este eje longitudinal
tobillo y el pie. El eje une mecánicamente los movimientos en
el plano horizomal de las articulaciones principales de toda la
extremidad inferior. Las rotaciones en el plano horizontal que
se producen en la cadera, por ejemplo, afectan a la postura ele
las aniculaciones más distales como las del pie. Es1e tema se
aborda más en detalle en el Capítulo 14.
Cápsula y estructuras relacionadas
La cápsula fibrosa de la rodilla envuelve las articulaciones
tibiofemorales medial y lateral y la articulación femororrotu-
liana. Las inserciones proximales y distales de la cápsula en el
hueso se muestran con lineas discon tinuas en las fi guras 13.2
y l 3.3. La cápsula ele la rod illa recibe un refuerzo imponante
de los músculos, ligamentos y fascia. Cinco regiones reforza-
das de la cápsula se describen a continuación }'se resumen en
la tabla 13. l.
La cápsula anterior de la rodilla se inserta en los bordes de
la rótula y el ligamento rotuliano, reforzada por el músculo
cuádriceps y las fibras ele/ recináculo de la rótula. Las fibras reti-
naculares son extensiones del tejido conjuntivo que reviste los
músculos vasto lateral}' \'asto medial}' la cintilla iliotibial (ver
Fig. 13.7). Esta amplia serie de fibras en forma de red conecta
446 S«ccion IV Extrrnric/crck~ i11/ri icncs
el fémur, la ubia, la rótula, el ligamemo rotuliano, los ligamen-
tos colaterales y los meniscos.
La cápsula lateral de la rodilla se refuerza con el ligamemo
colateral lateral (peroneo), fibras del retináculo lateral de la
rótula y la cintilla iliotibial (Fig. 13.9). La estabilidad muscu-
lar depende del bíceps femora l, el Lendón del músculo poplí-
Lco y la cabezn laLeral del músculo gastrocnemio.
Genu valgo normal
170-175°
._)
\ del semimembranoso (Fig. 13. 11 ). La cápsula medial se
Desviación excesiva en el plano frontal
Genu valgo excesivo Genu varo
FIGURA 13.8. Desviaciones de la rodilla en el plano frontal. A, Genu
valgo (rodilla valga) normal. También aparecen el ángulo normal de
125 grados de inclinación de la porción proximal del fémur y el eje
longitudinal de rotación a 1ravés de tocia la extremidad inferior. B )'
C muestran desviaciones excesivas en el plano frontal.
La cápsula poscclior esta reforzada por el ligamento pophteo
oblicuo y el ligamento poplíteo arqueado (Fig. 13.10). El liga-
mento poplflco oblicuo se extiende entre el tendón del scmi-
mcmbranoso -en el cual se origina gran panc del ligament o-
), el cóndilo lateral del fémlll'. Este ligame11Lo se tensa durante
la extensión complela de la rodilla , cuando la tibia rota exter-
namente respecto al fémur. El ligamrnto poplíteo arqueado se
origina en la cabeza del peroné para luego dividirse en dos fas-
clculos. El fascículo más grande y prominente se arquea sobre
el tendón del músculo poplíteo y se inserta en el área intercon-
dilea posterior de la Libia. Un fascículo inconsistente )' más
peque1io se inserta en el lado posterior del cóndilo lateral del
fémur, y a menudo en un hueso sesamoideo (o Jlabella) hun-
dido en la cabeza lateral del músculo gastrocnemio. La cápsula
posterior está reforzada por los músculos poplíteo, gastrocne-
mio e isquiotibiales, sobre todo por las extensiones fibrosas
del tendón del semimembranoso. A diferencia del codo, la
rod illa no presenta un bloqueo óseo ame la hiperextensión.
Los músculos y la cápsula posterior limitan la hiperextcnsión.
La cápsula ¡Josterolateral de la rodilla se refuerza con el liga-
mento poplíteo arqueado, el ligamcmo colateral lateral )' el
músculo y tendón poplíteos. Esta serie de tejidos suele deno-
minarse complejo arqueado.
La cápsula medial de la rodilla es tnU)' amplia y cubre toda
la región posteromedial a anteromcdial de la rodilla.109 La cáp·
sula se refuerza con el ligamento colateral medial y fibras del
rctináculo medial de la rótula, y con expansiones del tendón
refuerza todavía más con los tendones planos ele los músculos
sartorio, grácil y semilendinoso, denominados colectivamente
tendones de la pata de ganso. La cápsula medial y estructuras
asociadas aportan estabilidad a la rodilla.
MEMBRANA SINOVIAL Y ESTRUCTURAS ASOCIADAS
Bolsas (bursae) , bolsas ele grasa y pi/egues
La su perficie interna de la cápsula de la rodilla está revestida
por una membrana sinovial. La organización anatómica de
esta membrana es la más compleja y amplia del cuerpo. 120 La
complejidad se debe en parte al desarrollo embrionario torsio·
nado de la rodilla.71
La rodilla tiene hasta 14 bolsas que se forman en las unio·
nes de tejidos que soportan grandes fricciones durante el
movimicnto.120 Estas uniones entre tejidos incluyen tendón,
ligamento, piel, hueso, cápsula )' músculo (Tabla 13.2).
Aunque algunas bolsas son sencillas extensiones de la me111·
brana sinovial, otras se forman fue ra de la cápsula. Las activi·
dades que comprenden fuerzas excesivas y repetitivas en estas
uniones de tejido suelen derivar en bursitis, es decir, inflama· a
TI
ción de la bolsa.
Las bolsas adiposas suelen asociarse con las bolsas que d
n
rodean la rodilla. La grasa y la sinovia reducen la fricción entre
partes móviles. En la rodilla, las bolsas de grasa más amplias
se asocian con las bolsas suprarrotuliana e infrarrotuliana pro· b
funda. le
 Ct1/lllulo /3 La 1t><lille1 447

Región de la cápsula Refuerzo de tejido conjuntivo Refuerzo muscular-tendinoso

_;_~~~~~"'-~~~-

Anterior Ligi11ncmo rotuliano Cuádriceps

Fibras de los reti náculos de la rótula
Lmcral Ligamento colateral lateral Bfceps femoral
Fibras del retináculo lateral de la rótula Tendón del músculo poplltco
Cimilla iliotibial Cabeza lateral del músculo gastrocnemio
Posterior Ligamento poplíteo oblicuo Músculo popliteo
Ligamento popliteo arqueado Músculo gastrocnemio
Músculos isquiotibiales
Pos1erolateral Ligamento poplíteo arqueado Tendón del músculo poplíteo
Ligamento colateral lateral
Medial Ligamento colateral medial Expansiones del te nd~~n del semimembranoso
Fibras del retináculo medial de la rótula Tendones del sartorio, grácil )' semitendinoso

Articulación femorotibial El borde imerno ele los meniscos, en contrnste, es escncial-

meme avascular. Los meniscos son en esencia ancurnles.
ESTRUCTURA ARTICULAR
exceplO cerca de los cuernos.
Encaje óseo
L'ls articulaciones femoro1ibialcs medial y la1eral se forman
entre los grandes cóndilos femorales convexos y los cóndilos
Vista lateral
1ibiales más pequeños y casi planos. La gran área superficial de
los cóndilos femorales permile un amplio movimiento a la
rodilla en el plano sagital en ac1ivídades como correr, ponerse
en cuclillas y lrepar. La estabi lidad anicular no depende sólo
de la congruencia ele los huesos, sino también ele las fuerzas y
la comención física de los músculos, ligamemos, cápsula,
meniscos )' el peso del cuerpo.

Meniscos
Tendón
Consideraciones anatómicas del cuádriceps
Los meniscos medial y lateral son elíseos carti laginosos con
forma ele media luna localizados en la anícul<1ción de la rodi-
lla (Fig. l3. l2A y B). Los meniscos transforman las superficies
aniculares casi planas de la libia en asientos someros para los
cóndilos femorales. Tendón del poplíteo
Los meniscos están anclados en la región imercondllea de
la libia por sus cuernos anterior y posterior. El borde ex1erno de
los meniscos se insena en Ja tibia )' la cápsula adyaceme con Fibras del retináculo
los ligamentos coronarios (meniscotibialcs) (ver Fig. 13. l 2A). Los lateral de la rótula
ligamentos coronarios son relativamente laxos, lo cual permi1e
a los meniscos, sobre todo al la1eral, pivotar con libertad
Músculo tíbíal anterior
l. durame el movímiemo. Un delgado ligamento transverso
.- conecta los dos meniscos por su panc anterior. J..J,,,.Ul,llllL.. Músculo extensor
1- Varios músculos cuentan con inserciones secundarias en los largo de los dedos
lS meniscos. El cuáclriceps y el semimcmbranoso se insertan en
\· ambos meniscos.67 El músculo poplíteo se insena en el
menisco lateral. Mediante es1as inserciones, los músculos ayu-
1e dan a estabilizar Ja posición de los meniscos durante el movi- FIGURA 13.9. Vista lateral de la rodilla derecha que muestra múscu-
re m1emo activo de Ja rodilla. los)' tejidos conjuntirns. L1 cmtilla 11iotibial. la cabeza lateral del gas-
as El riego sanguíneo de los meniscos es mayor cerca del trocncmio )' el bíceps femoral están cortados para exponer mejor el
:J· borde periférico (externo). La sangre procede ele los capilares ligamento colateral lateral, el tendón del músculo poplíteo y el
localizados en la membrana sinovial ad)raceme y la cápsula. ta menisco huera!.
448 Scaió11 /\' Extri>micladcs i1~{crit1rcs

Vista posterior

. - - - - - -- Gastrocnemio: cabeza medial

(cortada)
'~r.:::--"."'" M(Jsculo plantar (cortado)

Gastrocnemio: cabeza lateral

(cortada)

FIGURA 13.10. Vista posterior de la rodilla

derecha donde se destacan las porciones Sartorio
pri ncipales de la ctlpsula posterior: los liga-
mentos poplíteos oblicuo }' arqueado. Las
cabezas lateral}' medial del gastrocnemio y el Ligamento colateral medial
músc ulo plantar se han cortado para exponer (inserto en el menisco medial)
la cápsula posterior. Obsén·ese el músculo Ligamento colateral lateral
poplíteo a nivel profundo ele la rosa poplítea, Ligamento poplíteo arqueado
parcialmente cubierto por la expnnsión Ligamento poplíteo oblicuo
fibrosa del músculo semimembrnnoso.
Ligamento
tibioperoneo posterior

Extensión fascial
del semimernbranoso ---'~

V ista medial

Tendón del cuádriceps FIGURA 13.11 . Vista medial ele la rodilla derecha
Semimembranoso donde se muestran músculos y tejidos conjt1111ivos.
Los tendones de los músculos san orio }' gnícil se han
cortado para exponer mejor las porciones an terior Y
PosterioJ- posterior del ligamento colateral medial.
. Ligamento
Anterior colateral
medial

Unión de tejidos Ejemplos
Ligamento y Lendón Bolsa entre el ligamenLo colateral lateral
y el tendón del músculo bíceps femoral
Bolsa entre el ligamento colateral medial
y los Lendones de la pata de ganso (gn'lcil,
semilendinoso y sanorio)
Músculo y cápsula Bolsa innominada emre la cabeza medial
del gastrocnemio y el lado medial
ele la cápsula
Hueso y piel Bolsa subcutánea p,.errv1u/ia11a entre
el borde inferior de la rótula y la piel
Tendón y hueso Bolsa semimembranosa localizada entre
el tendón del müsculo semimembranoso
y el cóndilo medial de la libia
Hueso y músculo Bolsa suprarrotuliana emre el fémur
y el cuád riceps femoral (la más grande
ele la rodilla)
Hueso y ligamemo Bolsa infrarrotuliana profunda entre la tibia
y el ligamento rotuliano
Los dos meniscos Lienen forma y méLodos distintos de
insertarse en la tibia. El menisco med ial tiene forma oval o de
e y su borde externo se inserta en la superficie profunda del
ligamemo colateral medial y la cápsula adyacente; el menisco
lateral tiene forma circular o ele Oy su borde externo se inserta
sólo en la cápsula lateral (Fig. 13 13) El tendón del músculo
poplíteo discurre entre el ligamento colateral lateral y el borde
externo del menisco lateral.
Ligamentos asociados con los meniscos
• Ligamentos coronarios
• Ligamento transverso
• Ligamelllo meniscofemoral posterior
a ele la rodilla.<>ti A cada paso, los meniscos se deforman perifé-
El menisco lateral también se inserta en el fémur por medio
11
del ligamento meniscofemoral posterior (ver Figs. 13.12A y
y
13.13). El ligamemo nace del cuerno posterior del menisco
lateral y se inserta en el fémur junto con el ligamento cruzado
posterior. Este y otros ligamentos meniscofemorales son a
veces la única inserción ósea del cuerno posterior del menisco
laterat.120
Consideraciones funcionales
La función primaria de los meniscos es reducir la tensión com-
presiva en la articulación femorotibial. Otras funciones son
estabilizar la articulación durante el movimienlo, lubricar el
cartílago articular, reducir la fricción y guiar la anrocinemática
de la rodilla. El apartado siguiente descri be el papel de los
meniscos en la transferencia de cargas a través de la rodi lla.
Ccrp1111lo 13 La ,.oclilla 449
Desarrollo y función de los pliegues
Durante el desarrollo embrionario. la rodilla experimenta una
transformación física significativa. Los tejidos mesenquimales se
espesan y finalmente se reabsorben formando compartimientos
primitivos, ligamentos y meniscos. La reabsorción incompleta
del tejido mesenquimal durante el desarrollo da lugar a tejidos
llamados pliegues.23 Los pliegues son plegamientos de las
membranas sinoviales. Los pliegues pueden ser muy pequeños e
irreconocibles, o tan grandes que casi separen la rodilla en los
compartimientos medial y lateral. Los pliegues refuerzan Ja
membrana sinovial de la rodilla.
Los tres pliegues de la rodilla son (1) el pliegue
suprarrotuliano o superior, (2) el pliegue inferior (llamado
ligamento mucoso por Vesalio en 1515),23 y (3) el pliegue
medial. El ligamento medial, más prominente, tiene cerca de 20
nombres, como ligamento alar, rotuliano sinovial y banda medial
intraarticular. Los pliegues se dan en aproximadamente el 25% al
50% de las rodillas.
Los pliegues que son anormalmente grandes, o que se espesan
por irritación o traumatismo, provocan gonalgia. El pliegue medial
es el que más veces resulta implicado en un síndrome doloroso de
los pliegues. El tratamiento comprende reposo, antiinflamatorios,
ejercicio isométrico y resección por artroscopia.
Meniscos como amortiguadores. Durante la marcha, las
fuerzas ele compresión en la articulación ele la rod illa suelen
llegar a ser 2 a 3 veces el peso corporal. Durante la extensión
isocinética máxima de la rod illa, las fuerzas pueden llegar a ser
nueve veces el peso del cuerpo.flS Al casi triplicar el área de
comacto articular. los meniscos reducen ele modo signi ficativo
la presión (es decir, la fuerza por unidad de superlkie) sobre
el cartílago articular. to3 Una meniscectomía completa del
men isco lateral aumenta el pico de las presiones por contacLo
un 230%,91 al tiempo que aumema igualmente el riesgo ele
sufrir anritis relacionada con la tensión repetitiva. La repara-
ción quirúrgica de un menisco, y no su exéresis, es claramente
el tratamienLo ele elección.102
Los meniscos soportan en torno a la mitad ele la carga total
ricameme al sufrir compresión.108 Este mecanismo permite
absorber parte ele la fuerza ele compresión ele la rod illa en
fo rma ele tensión circunferencial en cada menisco. Por tanto,
un menisco roto pierde su capacidad para absorber cargas.
Osteocinemática de la articulación femorotibial
La articulación [emorotibial posee dos grados de libertad ele
movimiento: ílexión y extensión en el plano sagital y, siempre
y cuando la rodi lla esté ligeramente ílexionada, rotación
interna y externa en el plano horizontal. Estos movimientos
pueden ser tanto ele la tibia sobre el fémur como del fémur sobre
la libia (Fig. 13.14 y 13 15) El movimiento de la rodilla en el
plano fromal sólo se produce de modo pasivo, limiLaclo a unos
6 a 7 graclos.lll
450 .'>rfLWll /\ ' E1;11<·111rcluck' r11/c1111/l'>
Vistu superior
Gastrocnem10 (cabeza medial)
Gastrocnemio (cabeza lateral)
Bíceps femoral
Tendón poplíteo
Ligamento colateral lateral
Ligamento
meniscofemoral posterior
Ligamento cruzado posterior
Ligamento coronario
Grasa infrarrotuliana
A Ligamento rotuliano
FIGURA 13.12. A, La superficie superior de la tibia muestra los me111scos
}' ligamentos colaterales cortados. los ligamentos cruzados }' tendones. 13,
La vista superior de la tibia derecha marca los puntos relativos de inser·
ción de los meniscos (en gris) )' ligamcl1ltls cruzados (en negro) en la
región intcrcondflca.
FLEXIÓN Y EXTENSIÓN
La ílexión y extensión de la rodilla se producen sobre un eje
transversal de rotación. La amplitud del movimiento varía con
la celad )' el sexo, pero en general las rod illas sanas se ílexio-
nan de 130 a 140 grados y hasta 5 a 10 grados ele hiperexten-
sión. 7. u11
El eje medial-lateral de rotación en la ílexión y extensión no
es fijo, sino que migra con los cóndilos femorales. La trayec-
toria cun·a del eje se conoce como «evoluta» o cemro instan-
táneo de rotación (Fig. 13.16).ll 1 En la trayectoria del eje
inílU)'e la curvatura excéntrica de los cóndilos (emora-
les.3º50.110
El eje migratorio de rotación tiene irnplic::iciones biomecá-
nicas y cl ín icas. Primero, el eje migratorio altera la longitud
del brazo de palanca del momento interno de los músculos
ílexores y extensores. Esto explica, en parte, por qué el
momento interno durante esfuerzos máximos varía según la
amplitud del mo\'imiemo. Segundo. muchos aparatos exter-
nos que se prenden a la rodilla, como goniómetros u onesis de
bisagra, giran sobre un eje fijo de rotación. Durante el movi-
miento de la rodilla, los aparatos externos pueden rotar en un
plano distinto al de la pierna. Como consecuencia, una on e-
sis de bisagra, por ejemplo, tal vez actúe como un pistón res-
Sartorio
Ligamento colateral medial
Menisco medial
ligamento cruzado anterior
Ligamento transverso
Ligamento cruzado posterior
Cuernos anterior y posteri or Cuernos anterior y posterior
del menisco lateral del menisco medial
8 Ligamento cru zado anterior
pecto a la pierna, generando fricción y abrasión cutáneas.
ROTAC IÓN INTERNA Y EXTERNA
La rotación interna y externa de la rod illa se produce en un
plano horizontal sobre un eje vertical o longitudinal de rota·
ción. Este movimiento también se llama rotación «axial». En
general, la rotación en el plano horizontal aumema cuanto
ma}'Or sea la ílexión de la rodilla. Una rodilla ílexiom1da 90
grados permite unos 40 a 50 grados de rotación total.80J:N La
amplitud del movimiento de rotación externa por lo general
supera Ja rotación interna en una relación de 2: 1.86 Durante Ja
extensión completa, sin embargo. la rotación en el plano hori-
zontal está esencialmente ausente. La rotación queda blo-
queada por la tensión pasiva de los ligamentos estirados y por
el aumento ele la congruencia ósea de la articulación.
Como se aprecia en la fi gura 13. 15, la rotación de la rodilla en
el plano horizontal se produce por rotación de la tibia sobre el
fémur o del fémur sobre la tibia. Ambas formas ele rotación apor·
tan un elemento funcional muy importante a la movilidad de la
extremidad inferior en conjunto. Consideremos, por ejemplo,
una maniobra de regate brusca de 90 grados para cambiar de
dirección en carrera. El tronco }' la pelvis giran sobre el fémur.
mientras éste gira sobre la tibia. El Capitulo 14 clesc1ibe la rota·
ción de la tibia sobre el pie relativamente fijo.
 Capr111ltl IJ Lu ,,)(/ill11 .¡.5 ¡

Vista poslerior

Mecanismo habitual de lesión ele los meniscos de la rodilla

Las roturas de menisco suelen producirse por la rotación
forzada en el plano horizontal de los cóndilos femorales sobre
Ligamento cruzado anterior
una rodilla en carga y parcialmente flexionada. La torsión de la
rodilla comprimida puede pinzar y desgarrar el menisco. Un
fragmento roto o plegado de menisco puede bloquear el
movimiento y generar el síndrome de «rodilla bloqueada».
Ligamento El menisco medial se lesiona con mayor frecuencia que el
colateral medial Ligamento colateral
lateral menisco lateral. El mecanismo de la lesión suele implicar una
Tendón poplíteo fuerza externa aplicada sobre la cara lateral de la rodilla.
Menisco medial (cortado) Esta fuerza -a menudo descrita como «fuerza en valgo»-
Menisco lateral genera una posición excesiva en valgo de la rodilla y distiende el
ligamento colateral medial. El menisco medial puede romperse
Ligamento al ser estirado entre las superficies articulares comprimidas y
meniscofemoral su inserción en el ligamento colateral medial tenso.
posterior
Ligamento cruzado
posterior

Artrocinemática de la articulación fe morotibial

EXTENSIÓN ACTIVA DE LA RODILLA

FIGURA 13.13. Vista posterior de las estructuras profundas de la
rodilla derecha tras quitar todos los músculos)' la cápsula posterior.
Repárese en los meniscos, ligamemos colaterales )' ligamemos cruza-
dos. Nótese que el tendón poplíteo cursa entre el menisco lateral )'el
ligamento colateral lateral.
La figura 13.17 muestra la anrocincmática de los últimos 90
grados de extensión activa de la rodilla. Durante la cxtensicí11 de
la tibia sobre el Jcm11 r, la superficie anicular de la libia rueda y
se desliza en semido amcrior sobre los cóndilos femorales
(Fig. JJ.17 A). Los meniscos soportan tracción anterior ejer-
cida por el músculo cuádrice.ps que se contrae.

Flexión ) e'tcnsión en el 1>la no sagital

,-,
.
1
'
' \
I

5-10º de
hiperextensión

' -.

A Perspectiva de la tibia sobre el fémur B Perspectiva del fémur sobre la tibia

FIGURA 13.14. Mo\'imiento de la rodilla en el plano sagnal. A, Perspecti\·a de la tibia sobre el íémur. B, Perspectiva del
fémur sobre la tibia.
452 Sctu011 /\1 h;11r111iclacks i11/c1101c\

Rotación e n el plano horiwntal

Rotación de la tibia sobre el fémur Rotación del fémur sobre la tibia

Rotación
Q1~~11'V externa de
la rodilla

,,'
'
1

A Rodilla flexionada 90º B Anterior

Medial + Lateral
Vista superior Posterior
FIGURA13.15. Rotam'm (axial) de la rodilla en el pbno horizontal. A, Rotación de la tibia sobre el Íémur. B, Rotación del Íémur sobre la uhia.

Durame la extc11sui11 del fémur sobre la tilJia, como al La mecánica de la rotación de bloqueo responde poi lo
levantarse de una sentadi lla completa, los cónd ilos femorales menos a tres factores: la forma del cóndi lo medial del fému r,
ruedan simuiláneamente en sentido amerior y se deslizan pos- la tensión pasiva del ligamento cruzado anterior y la tracción
teriormeme sobre la superficie articular de la tibia (Fig. lateral del músculo cuádriceps (Fig. 13. 18). 33,9<.J El factor más
13. l 7B). Esla anrocinemática a)'ucla a limitar la magnitud de
la traslación anterior del fémur sobre la libia. El cuádriceps
dirige el rodamiento de los cóndilos femorales. El cuádriceps
también estabiliza los meniscos ante el cizallamiemo posterior
causado por el fém ur que se desliza.

Rotación de bloqueo de la rodilla

El bloqueo de la rodilla en extensión completa requiere unos LO
grados ele rotación externa. 59 L1 acción de bloqueo rotatorio se
llama rotación axial automática o de bloqueo, bas,.índose en la rota-
ción observable de la rodilla durante los últimos 30 grados de
extensión. La rotación externa es distinta de la rotación axial de Eje migratorio
la figura 13.15. La rotación de bloqueo se ha descrito cinemáti- de rotación
camente como una «rotación conjunta».120 Este Lipo de rota- "E\'olula"
ción se vincula mecánicamente con la cinemática de la flexión y
extensión, y no puede realizarse de modo independiente.
Para observar la rotación de bloqueo de la rodilla, un com-
par'lcro se sienta con la rodilla flexionada unos 90 grados. Se
dibuja una línea sobre la piel entre la tuberosidad de la tibia y
el vértice de la rótula. Después de completar la extensión de la
tibia sobre el fémur, se vuelve a dibujar la línea entre los mis-
mos puntos anatómicos de referencia y se aprecia la rotación
externa de la tibia. Un mecanismo de bloqueo parecido pero
menos evidente se produce clurame la extensión del fémur
sobre la tibia (compárese la Fig. 13.17A con B). Al levantarse ele
una semadilla, por ejemplo, la rodilla se bloquea en extensión
miemras el fémur gira internamente respecto a la Libia fija. Con
independencia de si es et muslo o la pierna el segmento móvil,
ambos movimientos de extensión de la rodilla de la figura FIGURA 13.16. La rodilla al ílexionarse genera una migración del eje
J3. l 7A muestran una articulación que gira externamente transversal de rotación. Esta migración se describe como evoluta o FI
lit
durante su extensión completa. polar del cemro ins1a1m\neo de rotación.

irnportanLe es la forma del cóndilo medial del fémur. Como se
aprecia en la figura 13. L8B, la superficie articular del cóndilo
medial se curva lateralmente unos 30 grados cuando se acerca
al surco troclear. Como la superficie articular del cóndilo
medial se extiende más en sentido anterior que la del cóndilo
lateral, la tibia «sigue» esta trayectoria curva en sentido lateral
durante la extensión completa de la tibia sobre el l't~mur.
Durante la extensión del fémur sobre la tibia, el fémur sigue
una trayectoria curva medial sobre la tibia. En todo caso, el
resultado es la rotación externa de la rodilla en extensión com-
pleta.
FLEXIÓN ACTIVA DE LA ROD ILLA
La arlrocinemática de la ílexión activa de la rodilla se produce
de forma inversa a lo que se aprecia en la figura 13.17A y B.
Para desbloquear una rodilla extendida por completo, la arti-
culación debe rotar prime ro internamente. Esta acción
depende sobre Lodo del músculo poplíLeo. El músculo puede
rotar el fémur externamente para iniciar la flexión del fémur
sobre la tibia, o rotar la tibia internamente para iniciar Ja íle-
xión de la tibia sobre el fémur.
ROTACIÓN (AXIAL) INTERNA Y EXTERNA DE LA ROD ILLA
Como se dijo con anterioridad, la rodilla debe estar parcial-
mente ílexionada para que haya rotación independiente en el
plano horizontal entre la libia y el fémur. Una vez ílexionada, la
artrocinemáLica de la rOLación interna y exLerna implica una
LOrsión entre los meniscos y las superficies articulares de la tibia
,\ E'lensión de la tibia sobre el fémur
/ ºó Rotación de bloqueo
FIGURA 13.17. Artrocinemática activa de Ja extensión de la rodilla. A, Perspecuva de la tibia sobre el fémur. B, Perspectiva del fémur sobre la
tibia. Tanto en A como en B, el menisco experimenta tracción por el cuádriceps que se contrae.
Capllulo 13 /.a rodille1 453
y el fém ur. La roLación en el plano horizontal del fémur sobre
la tibia hace que los meniscos se deformen un poco, cuando se
comprimen entre los cóndilos femorales que giran. Los menis-
cos se estabilizan mediante conexiones con la musculatura
activa como los músculos poplíteo y semimembranoso.
Articulación femororrotuliana
La articulación femororrotuliana es la interfaz entre la cara
articular de la rótula y el surco troclear en el fémur. El
músculo cuádriceps, las superíicies articulares y las íibras
retinaculares estabilizan la articulación (ver í-ig. 137).
Mientras la rodi lla se ílexiona y extiende, la superficie articu-
lar de la rótula se desliza sobre el surco troclear del fémur.
Durante la ílexión de la tibia sobre el fémur, la rótula se des-
liza sobre el fémur; durante la ílexión del fémur sobre la tibia,
el fémur se desliza sobre la rótula.
CINEMÁTICA DE LA ARTICULACIÓN FEMORORROTULIANA
Trayectoria y área de contacto de la rótula con el fémur
Los estudios con cadáveres han aportado descri pciones detalla-
das sobre las regiones de contacto y presión articular en la arti-
culación femororrotuliana.37.56.82 Los datos de estos estudios y
las observaciones cinerradiográficas se han empleado para
construir el modelo de la figura 13.19. Con 135 grados de fle-
xión, la rótula entra en contacto con el fém ur cerca de su polo
superior (Fig. 13.19A). En esta posición flexionada, la rótula
descansa por debajo del surco troclear, haciendo de puente
B E>.tensi6n del fémur '>Obre la tibia
Rotación de bloqueo
454 Scccion IV fa11vmidades 111fc1ww.

A Factor es que dirigen la rotncion d e bloqueo sobre la escotadura intercondílea del fémur (Fig. L3. l 9D). [ n
esta posición, el borde lateral de la carilla lateral y la carilla
-n
impar de la rótula comparLen el contacto articular con el fémur
""
(Fig. 13.19E). Miemras la rodilla se extiende hasta 90 grados
de flexión , la región de contacto sobre la rótula comienza a
migrar inferiormente (Fig. 13. l 9B). Entre 90 y 60 grados de
1. Forma del cóndilo flexión, la articulación femororrotuliana mantiene la ma)'or
medial del fémur área de contacto con el fémur (Fig. 13.190 y E).82 El \'alor
máximo del área de contacto es sólo del 30% del área supcr'Íi-
cial total de la rótula. La presión articular (fuerza de compre-
sión por unidad ele superficie), por tanto, puede elevarse a
2. Tensión del niveles signiricativos en la articulación femororrotuliana.
ligamento cruzado Mientras la rodilla se extiende durante los últimos 20 gra-
anterior
dos de flexión, el punto de contacto principal sobre la rótula
migra hacia el polo inferior (Fig.l3. l 9C). En extensión com-
3. Tracción lateral pleta, la rótula descansa por completo sobre el surco iroclcar,
del cuádriceps contra la bolsa de grasa suprarrotuliana. En esta posición y
con el cuádriceps relajado, la rótula puede moverse con liber-
tad en el surco troclear. No obstante, ílcxionar la rodilla hasta
unos 20 o 30 grados, reduce esta movtlidad. La rótula se
Rotación externa
asienta en el surco troclear y queda estabilizada por la tensión
del cuádriceps y los tejidos conjuntivos locales estirados.
Ligamentos colaterales
CONSIDERACIONES ANATÓMICAS
Extensión El ligamento colateral medial o tibia! (LCM) es una cstnictura
ancha y plana que abarca el lado medial de la articulación (ver
Fig. 13.11). Varias estructuras se mezclan)' refuerzan el 1CM,
sobre todo las fibras del retináculo medial ele la rótula y la cáp-
U C urso de la tibia sobre los cóndilos femorales
sula medial.
El LCM se compone de las porciones anterior y posterior.
La porción ante1ior, más grande, consta de una serie relauva-
mente bien definida de fibras superficiales de unos l O cm ele
largo. Distalmente, estas fibras se mezclan con fibras del reti-
náculo medial de la rótula antes ele insertarse en la cara
medial-proximal de la tibia. Las inserciones de las fibras se
hallan justo posteriores a las inserciones de la pata de ganso.
De proximal a distal, la porción anterior del LCM discurre en
una dirección ligeramente oblicua posteroante1ior.
La porción posterior del LCM consta de una serie cona de
' fibras, a nivel profundo de las fibras anteriores. Estas fibrns tie-
,'- - ' 1
.... 60º de flexiór l ' -
' 1
nen amplias inserciones distales en la cápsula articular poste-
1
1
romedial , el menisco medial y el tendón grueso del músculo
semi membranoso.
' --
, ', '
90º de flexió1- - _J ' El ligamento colateral lateral o peroneo consta de un cordón
' fuene y redondo que discurre casi vertical entre el epicóndilo
', _____ ,
lateral del fémur hasta la cabeza del peroné (ver Fig. 13.9).
FIGURA 13.18. Mecanismo de bloqueo de la rodilla. A, Durante la Distalmente, el ligamento colateral lateral se mezcla con el
extensión final de la tibia sobre el fémur, tres factores contribuyen al tendón del b!ceps femoral. A diferencia ele su homólogo
mecanismo de bloqueo de la rodilla. Cada factor contribuye a la des- medial, el LCM, el ligamento colateral lateral no se inscrrn en
viación en rotación externa de Ja tibia respecto al fémur. B, Las dos el menisco adyaceme (ver Fig. 13.13).
ílechas rojas muestran la trayectoria de la tibia sobre los cóndilos
femorales durante los últimos 90 grados de extensión. Nótese que el CONSIDERACIONES FUNCIONALES
cóndilo medial curvo del fémur ayuda a dirigir la tibia hasta su posi-
La función primaria de los ligamentos colaterales es limitar el a
ción de bloqueo y rotación externa.
movimiento excesivo en el plano frontal. Con la rodilla exten- r
dida, la porción anterior del LCM opone resistencia básica- e
 C.a¡nrulo JJ La rodilla 455

¡\ Rodilla flexionada 135 B Rodilla flexionad a 90 C Rodilla ne,ionada 20°

D C urso d el desl izamiento E Superficie urticular posterior

d e la rótula sobre el fémur de l a rótu la

Vasto Vasto
' ntermedio lateral
Vasto
medial
~

'_,.

135° ' Carilla impar

............ .·

Ligamento rotuliano
FIGURA 13.19. Cinemática de la articulación femororrotuliana durante la extensión activa de la tibia sobre el fémur. El círculo pintado en A-C
muestra el punto de máximo comacto entre la rótula y el fémur. Mientras la rodilla está extendida, el punto de contacto sobre la rótula migra
del polo superior al polo inferior. Nótese que la bolsa de grasa suprarrotuhana se halla a nivel profundo del cuádriceps. D y E muestran la tra-
yectoria y áreas ele contacto ele la rótula sobre el surco troclear del fémur. Los valores 135, 90, 60 y 20 grados indican la ílexión de la rodilla.

mente a una tensión en valgo o en abducción. El ligamento
colateral lateral. en comparación, ofrece resistencia básica-
mente ame una tensión en varo o de aducción. 'º~ Muchos
otros tejidos aportan distintos grados ele restricción ante fuer-
zas en valgo o varo aplicadas sobre la rodilla (Tabla 13.3).104.1 18
) Una función secundaria de los ligamentos colaterales es
:1 limitar el íinal del recorrido de extensión de la rodilla. Esta
función la comparten con la cápsula posterior, el ligamento
poplíteo oblicuo, los músculos ílexores de la rodilla y el liga-
mento cruzado anterior. La figura 13.20A y B muestra el
aumento de la tensión pasiva del LCM y la cápsula posterior,
l· miemras la rodilla adopta la posición de bloqueo en extensión
l· completa del fémur sobre la libia. En ílexión, la cápsula y los
ligamentos están relativamente distendidos (ver Fig. 13.20A).
La extensión completa -con rotación de bloqueo- elonga los
ligamentos colaterales un 20% más allá de su longitud en íle-
xión completa.' i s Aunque sea un estabilizador valioso, un
LCM lenso es especialmente vulnerable a las lesiones por ten-
sión en valgo (es decir, abducción) con el pie fijo en el suelo.
Esle mecanismo lesivo forma parte del clásico "clip" en el
Íútbol, los ligamentos colaleralcs lambién ofrecen resislencia
limilada en los exlremos del recorrido articular en rotación
interna y externa con la rodilla parcialmente ílexionada.1 t8 La
tabla 13.4 oírece un resumen de las funciones y mecanismos
habituales de lesión de los ligamentos principales de la rodi-
lla, incluida la cápsula posterior.
456 Sección IV l:xtremicladcs i11fcrio1n

Fuerza en valgo Fuerza en varo

~~~~~~~~-

Resistencia primaria Ligamento colateral medial, sobre todo las fibras anteriores Ligamemo colateral lateral
Resistencia secundaria C'\psula medial Complejo arqueado (ligamemo colateral lateral, cápsula
Cápsula posteromedial (incluye el tendón del músculo posterolateral, tendón poplileo y hgamemo poplitco
semi membranoso) arqueado)
Ligamentos cruzados anterior y posterior Cinlilla iliotibial
Contacto óseo lateral Tendón del biceps femoral
Compresión del menisco lmeral Contacto óseo medial
Fibras del retináculo medial de la rótula Compresión del menisco medial
Pata de ganso (tendones del sartorio, grácil Ligamentos cruzados anterior y posterior
y semitendinoso) Gastrocnemio (cabeza lateral)
Gastrocnemio (cabeza medial)

Asumimos que la rodilla C>l:I complewmeme exlcmhd,1

Ligamentos cruzados anterior y posterior
CONSIDERACIONES GENERALES
La palabra «Cruzado» describe la relación espacial de los liga-
mentos que se cruzan en el surco troclear del fémur (Fig.
13.2 1A y B). Los ligamentos cruzados son estructuras intra-
capsulares cubiertas por una amplia membrana sinovial.
Como la mayoría de la superficie de los ligamentos se halla
entre la membrana sinovial y la cápsula, los ligamentos cruza-
dos se consideran «extrasinoviales». Los ligamentos son irri-
gados por pequeños vasos de la membrana sinovial y tejidos
blandos circundantes.
Los ligamentos cruzados reciben el nombre de acuerdo con
su inserción en la tibia (ver Fig. 13.1 2A y B). Ambos ligamen-
tos son gruesos y fuertes. lo cual refleja su importante papel
en la estabilidad de la rodilla. Al actuar jumos. los ligamentos
cruzados anterior y posterior oponen resistencia a todos los
movimienLos exLremos de la rodilla (ver Tabla 13.4). Los liga-
mentos cruzados ofrecen. sin embargo, la mayor panc de su
resistencia a las fuerzas de ciza/lamicnro c1111eroposteriorcs entre
la tibia y el fémur. Estas fuerzas surgen sobre todo de la pro-
gresión en el plano sagital intrínseca a la marcha. las sentadi-
llas, las carreras y los saltos.17 Los ligamentos ayudan a guiar
la arlrocinernática de la rodilla.
La lesión de los ligamentos cruzados puede derivar en mcs-
tabilidad acusada de Ja rodilla. Como los hgamenLos cruzados
no se curan espontáneamente por sí solos, la reconstrucctón
quirúrgica a menudo requiere el empleo de un autoinJcrto
(tendón rotuliano y/o Lendón ele los isquiotibiales/aductores)
y, con menos frec uencia, un aloinjerto {l igamento artificial).
Aunque estas reconsLrucciones tengan un éxito razonable en
el restablecimiento de la estabilidad básica, la cinemática natu-
ral de la rodilla reparada nunca vuelve a ser completamente
normal. Una revisión retrospectiva de la literatura sugiere que

A Ligamentos r elajados d11l'ante la fl cxi(rn n Ligamentos tensos durante la extensión

Mecanismo de bloqueo
FIGURA 13.20. Vista medial de la
rodilla que muestra la elongación
del hgamemo colateral medial )'
la cápsula posterior y el liga-
mento poplíteo oblicuo durante
Fémur
la extensión activa del fémur
sobre la tibia. A, Durante la fle-
xión de la rodilla, el ligamento
colateral medial, el ligamento
Cápsula posterior
popliteo oblicuo y la cápsula y ligamento poplíteo ),.....:=::::~~~~-Cápsula posterior
posterior están relativamente dis- oblicuo distendidos y ligamento poplíteo
oblicuo tensos
tendidos. B, Las estructuras se
tensan mientras la rodi lla se Ligamento colateral
medial tenso
extiende ele modo activo por la
contracción del cuádriceps.
Nótese la rotación de bloqueo de
la rodilla durante la extensión i i
final. a a
FJ(
\
Vista medial a111
 Capítulo 1J ltJ rodilla 457

Estructura Función(es) Mecanismos habituales de la lesión ~~~~~~~~~

ug:imcnto colateral l. Resistencia a la abducción o valgo
medial 2. Resistencia a la extensión excesiva de la rodilla
3. Resistencia a la rotación axial
Ligamento colateral l. Resistencia a Ja aducción o varo
lateral 2. Resistencia a la extensión de la rodilla
3. Resistencia a la rotación axial
Cápsula posterior l. Resistencia a la extensión completa de la rodilla
2. El ligamento popllteo oblicuo opone resistencia
a la rotación externa
3. La cápsula posterolmeral opone resistencia al varo
Ligamento cruzado 1. La mayoria de las fibras resisten la traslación
anterior anterior de la tibia o la traslación posterior
excesiva del fémur
2. La mayoría de las fibras limitan la extensión
completa de la rodilla
3. Resisten los extremos del movimiento en varo,
en valgo )' la rotación axial
Ligamemo cruzado l. La mayoria de las íibras resisten la traslación
posterior posterior de la tibia o la traslación amerior
excesiva del fémur
2. La mayorla de las íibras se tensan en ílexión
completa
3. Algunas fibras se tensan con hipercx1ensión
máxima y en los extremos de los movimientos
en varo, en valgo y rotación axial
)
l. Fuerza en valgo con el pie en el sucio
2. Hiperextensión grave de la rodilla
1. Fuerza en varo con el pie en el suelo
2. l-liperextcnsión grave de la rodilla
l. Hiperextensión o hiperextensión combinada con rotación
externa de la rodilla
l. Hiperextensión de la rodilla
2. Gran íuerza en valgo con el pie en el suelo
3. Cualquiera de las situaciones anteriores combinadas con un
gran momento de rotación axial interna (p. ej., giro externo
y íorziido del íémur sobre una tibia íija)
l. Hiperílexión de la rodilla
2. Lesiones con excesiva traslación posterior de la tibia
respecto al Íémur
3. l lipcrextensión grave ele la rodilla con apertura
posterior de la articulación
4. Una gran fuerza en valgo o varo con el pie en el suelo
5. Cualquiera de las situaciones antenormeme expuestas
con un gran momento de rotación axial

1 \Vista late ral B Vista a n ter ior

.-
e
.e

tll Surco troclear

(para la rótula)

Ligamento cruzado anterior

Ligamento Ligamento
Ligamento cruzado anterior --'iifl•J.~ cruzado
cruzado
posterior posterior

teo

:eral

FIGU RA 13.21 . Ligamentos cruzados amerior )' posterior. A, Vista lateral B, Vista anterior. Los dos fascículos de íibras del ligamento cruzado
amerior son evidentes en A.
458 Sn:cio11 IV fa:t rr1111tlad1·s 11if1·1 wrcs
la posibilidad de gonartrosis (o artrosis) de la rodilla aumenta
signiíkativameme después de una lesión del ligamento cru-
zado anterior.3 5
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
Anatomía funcional
El ligamemo cruzado anterior (LCA) se inserta a lo largo de
una impresión de unos 30 mm en el área intercondilea anterior
de la meseta libial.36 A partir de esta inserción, el ligame1110
discurre oblicuamente en una dirección posterior, un poco
superior y lateral para insenarse en el lado medial del cóndilo
lateral del Íémur (ver Fig. 13.21A y B). L'ls íibras colágenas del
LCA se retuercen unas sobre otras y forman fascículos o haces
en espiral. Los fascículos suelen denominarse posterolateral y
ameromedial por su inserción relativa en la tibia.36 El fascículo
posterolateral es el componente principal del LCA.
La longitud)' orientación cid LCA espiral cambian a medida
que rota la articulación de la rodilla. Algunas fibras del LCA se
mantienen tensas en toda la ampliwd del movimiento, pero la
mayoria, sobre todo en el fascículo posterolateral, se vuelven
más tensas mientras la rodilla llega a la extensión completa (Fig.
13.22A). junto con la cápsula posterior, los ligamentos colate-
rales y los músculos isquiotibiales, el LCA produce una tensión
útil que ayuda a estabilizar la rodilla extendida o casi excendida.
Mecanismos lesivos del ligamento cruzado anterior
El LCA es el ligamento de la rodilla que se lesiona con mayor
frecuenc ia en actividades deportivas como el Íútbol ameri-
cano, el esquí alpino, el baloncesto y el Íútbol. Una lesión del
LCA puede darse junto con una lesión de otras estructuras,
como el ligamemo colateral medial y el menisco medial. Una
de las exploraciones más conientes y relati\'amente sencillas
de la integridad del LCA es la prueba ele/ cajón a11te1ior. El com-
ponente básico de esta prueba comprende ejercer tracción
anterior sobre la pierna con la rodilla flexionada unos 90 gra-
dos (ver Fig. 13.22A y B). En una rodil la normal, el LCA
aporta casi el 85% de la resistencia total pasiva a la traslación
anterior de la tibian Una laxitud anterior de 8 mm más que
la rodilla contralateral es un signo de una rotura del LCA.
Con la rodilla ílexionada y «desbloqueada» , las estructuras de
estabilización secundarias como la cápsula posterior, los liga-
mentos colaterales y los músculos flexores oírecen menos
resistencia a Ja traslación anterior de la tibia. El espasmo de los
músculos isquiotibiales puede limitar la traslación anterior de
la tibia )' enmascarar una rotura del LCA.
El curso oblicuo del LCA por la rod illa permite que al
menos una porción de esta estructura oponga resistencia a los
extremos de todos los movimientos. Aunque la orientación
espacial del LCA aporte mucha estabilidad, también predis-
pone a las lesiones de ligamenco. Como se aprecia en la tabla
13.4, el LCA se tensa como resultado de muchos movimientos
de la tibia sobre el Íémur y el fémur sobre la tibia. Un hallazgo
común a muchas lesiones del LCA es su estiramiento a alta
velocidad cuando el ligamento está sometido a tensión. Esto
puede suceder, por ejemplo, cuando el pie se planta íirme-
mente en el suelo y el Íémur experimenta una rotación externa
v1goro5<'\ y/o traslación posterior. Como se aprecia en el modelo
esquelético de la íigura 13.21, este movimicnco jumo con una
íuerza en valgo, puede elongar )' romper el LCA.
Otro mecanismo habitual de las lesiones del LCA consiste
en una hiperextensión excesiva de la rod illa mientras el pie
está Íijo en el suelo. Las fucrzns muy grandes producidas por
el músculo cuáclriceps durante esta accion pueden aumentar
la gravedad de la lesión . La hipercxtensión acusada implica
con frecuencia un traumatismo de los ligamemos colaterales y
1<1 cápsula posterior.
LIGAMENTO CRUZADO POSTERIOR
Anatomía funcional
El ligamento cruzado posterior (LCP) es otra íuente impor-
Lnnte de resistencia a las fuerzas ele cizal lamiemo anteropostc-
rior de la rodilla. Un poco más grueso que d LCA. el LCP se
extiende desde el área imcrcond rlca posterior de la Libia hasta
el lado lateral del cóncl ilo medial del fémur (\'er Fig. l 3.121\ )'
13. )' 13.21A )' B). El curso de este ltg:unemo es más vertical y
un poco menos oblicuo que el del LCA.
La anatomía especííica del LCP es vanable. Cuenta con dos
fascículos: uno anterior más grande (amerolaterai). que forma
el \'Olumen del ligamento, y otro posrcrior más peque11o (pos-
teromediai). 15.42.S~
A menudo hay presentes dos componentes accesorios del
LCI) En casi el 70% de las rodi llas, se encuentra un ligamcmo
meniscoíemoral anterior o un ligamento men iscofemoral pos-
terior.~'> Estos ligamenLos tienen unn masa ele sólo el 20% del
LCP y. por tanto, desempeñan un papel menor en la estabili-
dad. Las Íiguras 13.12A )' 13. l3 muestran un segmento del
ligamento meniscoíemoral posterior, más habitual, que se ori-
gma en el menisco lateral )' se mezcla con las íibras posterio-
res del LCP.
Como el LCA, algunas ftbras del LCP se mantienen tensas en
toda la amplitud del movimiento. L1 mayor pane del ligamento
(las fi bras anteriores más graneles), sin embargo, se tensan en los
extremos de la ílexión.36 Como se aprecia en la figura 13.22C, el
LCP se tensa por la contracción ele los músculos isquiotibiales )'
el consiguiente deslizamiento posterior ele la Libia. Sumar una
comracción poteme del cuádriceps a una contracción presente
de los isquiotibiales reduce la tensión )' cstiramiemo del LCP.48
Una de las exploraciones más corrientes de la integridad
del LCP es la prueba del cajün posterior. Esta prueba implica
empujar la pierna en sentido posterior con la rodilla ílex10-
nacla 90 grados (Fig. 13.22D). Normalmcme, el LCP aporta en
torno al 95% de la resistencia pasiva total a la traslación pos-
terior de Ja Libia.U A menudo, después de una lesión del LCP.
la tibin se hunde posteriormente contra el fémur. Esta obser-
vación, jumo con una prueba positiva del cajón posterior,
sugiere una rocura del LCP.
Otra íunción importante del LCP es limitar el grado de tras-
lación ante1ior del íémur sobre la tibia fija. Actividades como
una semadilla rápida )' aterrizar tras un salto con la rodilla
parcialmente ílexionada crean una gran íuerza de cizalla-
miento amerior sobre el fémur y contra la tibia. El Íémur no
se desliza más allá del borde anterior de la tibia gracias a la
 Cc1p11t1lo 1 3 l d 1odil/a 459

LCA tenso
Contracción
del cuádriceps

A Extensión activa de la rodilla B Prueba del cajón anterior

LCP tenso

:1
a

n
;-
P, C Flexión activa de la rodilla D Prueba del cajón posterior
FIGURA 13.22. Interacción entre la contracción muscular y los cambios de tensión de los ligamentos cruzados. A, La contracción del músculo
r cuádriceps extiende la rodilla y desliza la tibia en sentido anterior respecto al Íémur. La extensión de la rodilla también elonga la mayor pane
'
del ligamento cruzado anterior (LCA), la cápsula posterior, los músculos isquiotibiales y los ligamentos colaterales (no aparecen). Nótese que
el cuádriceps y el LCA mantienen una relación antagonista en la mayor parte ele la amplitud final de la extensión. B, La prueba del cajón ante-
10 rior evalúa la integridad del LCA. C. La contracción de los isquiotibiales ílexiona la rodilla y desliza la tibia en sentido posterior respecto al
la fémur. La ílexión ele la rodilla elonga el músculo cuádriceps y la mayoría de las fibras del ligamento cruzado posterior (LCP). O, La prueba del
a- cajón posterior compmeba la integridad del LCP. Los tejidos tensos se se1ialan con ílechas negras finas.
10
la
460 Sección IV Extremidades i11fc1io1<''
1 N. T E Í~ É,:5 13 . 3 ']
-~
Patrón alterado de activación muscular después de una lesión
del ligamento cruzado anterior
La contracción del músculo cuádriceps causa una traslación
anterior de la libia respecto al fémur. Esta traslación puede
aumentar la tensión en la mayoría de las fibras del LCA.105 La
contracción de los músculos isquiotibiales, en contraste, causa
traslación posterior de la libia, lo cual relaja la mayoría de las
fibras del LCA.79 Después de una lesión del LCA, los
isquiotibiales suelen sufrir espasmos. La flexión resultante de la
rodilla puede ser un mecanismo para limitar el estiramiento de
un LCA dañado o reconstruido.1 La estimulación de los
receptores del estiramiento de un LCA dañado pero intacto
puede desencadenar espasmos en los músculos isquiotibiales.
Esto, a su vez, puede causar la inhibición refleja del músculo
cuádriceps.69 Esta «desviación a la flexión» de origen muscular
de la rodilla sitúa la libia relativamente posterior a los cóndilos
del fémur, lo cual descarga la mayoría de las fibras del LCA.
Después de una lesión o reconstrucción del LCA, puede
desarrollarse un patrón de activación muscular durante la
marcha que favorezca una mayor activación de los isquiotibiales
e inhiba el cuádriceps.119 En teoría, el aumento de la activación
de los isquiotibiales en una rodilla con deficiencia del LCA puede
compensar en parte el desplazamiento anterior excesivo de la
tibia respecto al fémur.77
Consideraciones sobre los ejercicios contra resistencia durante
la rehabilitación postoperatoria del ligamento cruzado anterior
Se han escrito muchos volúmenes sobre el LCA, sobre todo por lo
que se refiere a temas de biomecánica,66.73.92 reconstrucción
quirúrgica y curación,22.29.43,121.122 resultados a largo plazo tras la
reparación quirúrgica.so y la rehabilitación postoperatoria2,4.5.24.114.11s
y conservadora.2s Gran parte del debate y la controversia asociadas
con estas obras sobre el LCA queda fuera del alcance de este libro.
Un tema del que se habla aquí es el fortalecimiento del cuádriceps
como parte de la rehabilitación del LCA.
Algunas personas, tras la cirugía reparadora del LCA, limitan la
actividad del cuádriceps durante la marcha. La debilidad del
músculo puede perdurar a pesar de la mejora de muchas
mediciones funcionales.64 La reducción de la fuerza funcional del
cuádriceps tal vez cause una pérdida de la extensión terminal
activa, deficiencias de la marcha y un desgaste excesivo del
cartílago articular de la rodilla. El fortalecimiento y la activación
general del cuádriceps son, por tanto, objetivos importantes de
cualquier programa de reparación del LCA.
Dependiendo de la edad del paciente, el tiempo que haya
transcurrido desde la operación y la gravedad de la lesión, tal vez
sea prudente limitar el grado de tensión impuesta al injerto del LCA
en proceso de curación. Algunos métodos de fortalecimiento del
cuádriceps están contraindicados o son al menos cuestionables,
Lensión del LCP, la cápsula anicular y el músculo. El musculo
poplíteo, que discurre casi paralelo al LCP, puede companir
una porción de la fuerza que soporta este ligamento nmural-
mente.42
Mecanismos lesivos del ligamento cruzado posterior
Las lesiones del LCP suponen sólo del 5% al 20% de LOdas las
lesiones de rodilla. H La mitad de las lesiones del LCP se pro-
ducen con daiios en otras estructuras de la rodi lla, sobre todo
el LCA y la cápsula posterolateral. Se han propuesto tres meca-
nismos para la rotura de l LCP (ver recuadro).W Las caldas
sobre la rodilla en hipcrílexión son el mecanismo más habitual
de lesión. La lesión más habiLual con alto grado de energ1a del
LCP es la lesión por golpe comra el <<salpicadero», en donde
la rodilla de un pasajero se golpea contra el salpicadero del
coche, desplazando la tibia en sentido posterior respecto al
fémur. La hiperextensión grave con ape rtura del lacio postcnor
de la articulación puede causar una lesión combinada del
LCA, el LCP y la cápsula posterior. En la labia 13.4 aparecen
mecanismos adicionales de lesión del LCP.
Tres mecanismos corrientes d e lesión d el LCP
l. Hiperílexión
2. Traumatismo pretibial (lesión por golpe con el «Salpicadero»)
3. Hiperextensión
sobre todo durante la fase inicial de la rehabilitación. Muchos
informes advierten contra la extensión resistida de la rodilla (tibia
sobre el fémur) en ángulos inferiores a 70 grados de extensión
completa 12.25.61.88,126 Cuando la rodilla se aproxima a la exten-
sión completa, el cuádriceps activo produce un cizallamiento
anterior sobre la tibia, que puede distender el LCA (ver Fig. 13.22A
y B). Cuanto mayor sea la fuerza del cuádriceps, mayores serán el
cizallamiento anterior y la carga subsiguiente sobre el LCA.47 Como
respuesta a estos informes, los médicos aconsejan rutinariamente
ejercicios que se concentran en cargar el músculo cuádriceps
durante los últimos 45 grados de la extensión del fémur sobre la
tibia.12,46 Estos ejercicios con frecuencia se llaman de «cadena
cinética cerrada». Ejercicios como minisentadillas, sentadillas con
resistencia elástica, medias sentadillas con una pierna, y press de
piernas produjeron igual4 o menos alargamiento del LCA que los
ejercicios contra resistencia de la tibia sobre el fémur. como
levantar el tobillo lastrado.46.113.12s La extensión del fémur sobre la
tibia puede demandar una coactivación de los músculos
extensores y flexores de la rodilla, lo cual aumenta la estabilidad de
la rodilla y limita las fuerzas de cizallamiento anteroposterior. Este
método de ejercicio tal vez limite la tensión impuesta sobre el LCA
y, al mismo tiempo, aporte resistencia adecuada contra el
cuádriceps. En cierto punto del proceso de rehabilitación, la
tensión del LCA puede facilitar la curación y considerarse
terapéutica.115 -
 Ce1p1wlt1/l L111,1tl11lt1 461

INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
Inervación de los músculos y articulaciones
INERVACIÓN OC LOS MÚSCULOS
El músculo cuadnceps femoral está inervado por el nervio
femoral (ver Fig. 12.2 7A). Como el tríceps en el codo, el grupo
de exLensores ele la rodilla está inervado por sólo un nervio
periférico. Por tamo, una lesión completa del ner\'io femoral
puede provocar una parálisis total ele los músculos extensores
de la rodilla. Los músculos ílexores y rotadores de la rod illa
están inervaclos por varios nervios de los plexos lumbar y
sacro, pero sobre todo por la porción tibia! ele/ nervio ciático (ver
hg. 12.27B). L'l tabla 13.5 ofrece un resumen de la inervación
motora de la rodilla.
Las raíces de los nervios motores que inervan todos los
músculos de la extremidad in íerior aparecen enumernclas en el
Apéndice lV, parte A. El Apéndice IV, panc B muestra los mús-
culos ch\\·e que suelen usarse para comprobar el estado fun -
cional de las raíces nerviosas vemrales Li-$1.
INERVACIÓN SENSORIAL DE LA ARTICULACIÓN
La inervación sensorial de la rod illa corresponde sobre todo a
las raíces nerviosas ele LJ a Ls, transponadas por grupos de
nervios ameriores y posteriores.ss.M El grupo pos1crior deriva
de los nervios tibia! posterior y obturador. El ner\'io tibia! pos-
terior (una rama de la porción tibia! del nervio ciático) pro-
porciona la mayor inervación afereme de la articulación de la
rodilla. Aponn inervación sensorial a la cápsula posterior )'
ligamentos nsocinclos, }' a la mayoría de las estructuras inLer-
nas de la rocli lln en sentido anterior hasLa la bolsa de grasa
ínfrarrotuliana . Las fibras arcrcntes del nervio obturador son la
razón de por qué la inílamación de la articulación ele la cadera
se percibe a menudo como «dolor referido» en la región
medial ele la rodilla.
El grupo anterior de nen'ios sensoriales de la rodilla se com-
pone sobre todo de ramas sensorinles del nervio femora l. Las
ramas articulares del nervio femora l inervan la mayoría de la
cápsula anteromedial )' anterolmeral )' los ligamentos asocia-
dos. El grupo nmerior también contiene ramas sensoriales del
nervio peronco común y el nervio S.'lÍeno (LJ.4).
Función muscular en la rodilla
MÚSCULOS EXTENSORES Y ROTADORES-FLEXORES
Los músculos de la rodilla se describen en dos grupos: los
exlensores de la rodilla (el cuáclriceps) y los ílexores-rotadores
de la rodilla. La anatomía de muchos de estos músculos se
expone en el Capilulo 12. Consúltese el Apéndice IV, pane C,
donde aparece un resumen de las inserciones y la inervación
ele los múscu los ele la rodi lla.
Cuádricevs: Mecanismo extensor de la rodilla
Consideraciones func1onales
t-.lediame activaciones isométricas, excéntricas)' concéntricas,
el músculo cuádriceps femoral realiza múltiples funciones en

Músculo Acción Inervación Plexo

Sartorio Flexión, rotación externa y abducción de la cadera Nervio íemoral Lumbar

Flexión y ro tación interna d e la rodilla
Grácil Flexión y aducción de la cadera Nervio obturador Lumbar
Flexión y ro taci ón interna d e la rodilla
Cuádriceps íemoral
Recto femoral Extensión de La rodilla y flexión de la cad era Nervio femoral Lumbar
Vastos Extensión de la rodilla
Poplíteo Flexión y ro tación interna de la rodilla Nervio tibial Sacro
Semi membranoso Ex tensión de la cadera Ne rvio ciático (porción tibia() Sacro
Flexión y rotación interna de la rodilla
Semi tendinoso Extensión de la caclern Nervio ciálico (porción tib ial) Sacro
Flexión y rotaci ón interna de la rodilla
Bíceps femoral Flexión y ro tación externa de la rodill a Nervio ciático (porción pcronea común) Sacro
(cabeza cona)
Bíceps femoral Ex tensión de la cadera Nervio ciático (porción t ibial) Sacro
(cabeza larga) Flexión y ro tación externa de la rodilla
Gastrocnem io Flexión de la rodilla Ne rvio tibial Sacro
Flexión plantar del tobill o
Plantar Flexión de la rocl illa Nervio tibia( Sacro
Flexión plantar del tobillo

Las acciones que ,,fc,wn a In rodilla aparecen en ncgrna. Los musculos se cnmncr~in en ,wdcn cksccnd~1111• Sl'Allll la rner.'llcrón de las 1.1fcc> ncn·iosas.
462 Secció11 IV Extremidades infaiorcs í
VI RF tacLo del talón durame la marcha, la rodil la se ílexiona ligera-
meme como respuesta a la localización posterior de la fuerza
de reacción del suelo en sentido posLerior. El cuádriceps
activo excéntricamente cont rola la ílexión. Al acLuar como un
muelle, el músculo ayuda a amortiguar el impacto de la carga
sobre la articulación. Esta protección es especialmeme útU
durante cargas ele alLO impacto, como al aterrizar ele un salto,
al correr o al bajar un escalón elevado. Una persona cuya rodi-
lla lleve un onesis o esté fusionada en extensión completa
carece de este mecanismo naLural de amortiguación.
En los ejemplos previos, la acLivación excéntrica del cuádri-
ceps se emplea para acelerar la ílexíón ele la rodilla. La contrac-
ción concénlrirn de este músculo, por el contrario, acelera la
Libia o el fémur durante la extensión de la rodi lla. EsLa acción
suele utilizarse para elevar el centro de masa del cuerpo, como
al correr cuesta arriba, al saltar o al ponerse de pie desde una
posición en seclestación.

FIGURA 13.23. Sección transversal del músculo cuádriceps derecho.
Las ílechas muestran la línea de fuerza aproximada de cada porción
del cuáclriceps: vasto lateral (VL), vasto imermedio (VI), recto femo-
ral (RF), vasto medial largo (VML) y vasto medial oblicuo (VMO)
la rodilla. MedianLe activación isométrica, el cuádriceps estabi-
liza y ayuda a proteger la rodilla; mediante activación excén-
lrica, el cuádriceps controla el ritmo de descenso del centro de
masa del cuerpo , como al sentarse o agacharse. La accivación
excéntrica aporta amortiguación a la rod illa. En la fase de con-
Consideraciones anatómicas
El músculo cuádriceps femora l es un poderoso y gran músculo
extensor, formado por el reCLo femoral, el vasto lateral , el vasto
medial y el vasto intermedio a nivel más profundo (Figs. l3.7
y 13.23). El gran grupo ele músculos vastos produce en torno
al 80% del momenLo extensor total ele la rodilla, mienLras que
el recto femoral produce en Lorno al 20% (Fig. 13.24).54 La
contracción de los músculos vasLos sólo exLiende la rodilla.
L'l contracción del recto femoral causa ílexión de 1<1 cadera y
exLensión de la rodilla.
Todas las cabezas del cuádríceps se unen para formar un
poderoso Lenclón que se insena en la base de la rótula. El ten-
dón del cuáclriceps continúa distalmente como el ligamento
roLuliano, uniendo el vértice de la róLula con la LUberosidad de
la Libia. Los músculos vastos laLeral y medial se insertan en la
cápsula y los meniscos por medio de las fibras retinaculares
(ver Fig. 13. 7). El músculo cuádriceps y su Lenclón, la rótula
y el ligamento rolUliano suelen describirse como el meca-
nismo exLensor de la rodilla.
El músculo recto femoral se inserta en la pelvis cerca de la
espina ilíaca ameroinferior. Los músculos vasLos. sin embargo,
se insertan en una amplia porción del fémur, en especial la
porción anterolateral de la diáfisis y en la línea áspera (ver

250 Extensores de la rodilla

ez 225
200
• Flexores de la rodilla
FIGURA 13.24. Momemo máximo ele la -
rodilla producido por los músculos que ~ 1
75
la cruzan. Nótese el potencial de ·x 150
momento relativamente grande del grupo ·m 125
de músculos vastos. (Datos de Hoy MG. E
Zajac FE, Gordon ME: Musculoskeletal -
o 100

moclel oí the human lower extremity ) ~ 75

Biomechan 23: 157-169, 1990) g
::¡¡:
50
25
¡:
Vastos Recto femoral lsquiotibiales Gastrocnemio Otros

A Grúa
FIG URA 13. 25. Analogía c111rc una grüa (A) }' la rodilla (B). En la grua, el brazo de palanca es la d1s1a1ma cm re el eje )' el extremo de
la pieza de metal que actüa como una rótula.
Figs. 12.-+ )' 12 6) Aunque el músculo vasto lateral sea el
mayor del cuádriceps, el vasto medial se extiende más dis1al-
mcn1c hacia la rodilla.
El músculo vasto mcdie1/ se compone ele fibras que aclop1an
dos direcciones disLintas. Las fibras oblicuas más distales (el
vasto medial «obl icuo») se acerca a la rótula en un ángulo de
50 a 55 grados, medial al tendón del cuádriceps; las restantes
fibras más longitudinales (el vasto medial «largo») se acerca a
la rótula en un ángulo de 15 a 18 grados, medial al tendón del
cuadriccps (ver Fig. 13.23).H Esias dos series de fibras forman
el vientre de un músculo anatómicamente distinto: el vasto
meclial.n Las dos series de fibras Lienen líneas de fuerza dis-
tintas sobre la rótula. Aunque las fibras oblicuas constiLuyan
sólo un 30% del área transversal ele Lodo el músculo vasto
medial,97 la u·acción oblicua sobre la rótula tiene implicacio-
nes imponanLes para la estabi lización y orientación de la
rótula al cursar o deslizarse por el surco troclear del fémur.
El músculo más profundo del cuádriceps. el vasto interme-
dio, se localiza debajo del recto femoral. A nivel profundo del
vasto intermedio se halla el músculo articular de la rodilla. Este
músculo contiene unos pequei't os grupos de fibras musculares
que se insertan proximalmente en el lacio amerior de la por-
ción distal del fémur, y dis1almente en la cápsula anterior. EsLe
músculo ejerce tracción sobre la cápsula y la membrana sino-
vial en sentido proximal durante la extensión activa de la rocli-
lla.120 El músculo articular de la rodilla es análogo al músculo
articular del codo.
Ro1ula: Aumento del brazo de palanca extensor de la
rodilla. Funcionalmeme, la rótula desplaza el tendón del cuá-
dnceps en semido anterior, lo cual aumema el brazo de
palanca del momento interno del mecanismo extensor de la
rodilla. De esta forma, la rótula aumenta el potencial de
( <1¡>1111111 /.J Lc1 mdi/111 463
B Rodilla
momcmo del cuádriceps. 1a figura 13.25 muestra una analo-
gía cmre una grúa mecánica y la rodilla. Ambas usan un «espa-
ciador» para aumen1ar la clisiancia entre el eje ele rotación y hi
fue rza interna de «clevack'>n». Cuanto mayor sea el brazo ele
palanca del momento inLerno, mayor será el momento in1crno
producido por un mismo nivel de fuerza generado por el cuá-
driccps de la rodilla (o transferido por el cable de la grúa).
Acción del cuádriceps en la rodilla: Conocimiento de las
interacciones biomecámcas entre los momentos interno y externo
En muchas actividades que realizamos erguidos, el momemo
externo (ílexor) de la rodi lla es produc10 de la carga cx1erna a
desplazar multiplicada por su brazo ele palanca. El momemo
in terno (extensor), por el contrario, es el producto ele la fuerza
del cuádriceps multiplicada por su brazo de palanca. La com-
prensión del cómo se producen estos momentos opuesLos y de
cómo imeractúan es un componente importante para conse-
guir una rehabilitación eficaz de la rodilla.
El cuádriceps frente a la demanda impuesta por el
momento externo: comparación entre la ex tensión de la
Libia sobre el fémur y extensión del fémur sobre la 1ibia.
Los ejercicios ele fortalecimiento del cuádriceps suelen depen-
der de momemos externos generados por la acción ele la gra-
vedad al actuar sobre el cuerpo. La magnitud de los momen-
tos externos varía según cómo se extienda la rodilla. Durante
la extensión de la tibia sobre el fémur, el brazo de palanca del
momento externo del peso de la pierna aumenta de 90 a Ogra-
dos de flexión de la rodilla (Ftg. 13.27A a C). En contraste.
durante la extensión del fémur sobre la tibia, el brazo de
palanca del peso ele la pane superior del cuerpo decrece de 90
a O grados de llexión de la rodilla (Fig. 13.27D a F). La ngura
13.27 muestra las relaciones entre el momento externo re la-
464 Sección IV Extremidades inferiores
tivo para cada uno de los métodos de extensión ele la rodilla
en una amplitud del movimiento seleccionada.
La in formación ele la gráfica ele la figura 13.27 es útil para
diseñar ejercicios ele íonalecimiento del cuádriceps, sobre
todo para personas con una patología ele rod illa. Por necesi-
dad, los ejercicios que suponen un desafío irnponante para el
cuádriceps también generan tensión en la articulación ele la
rodilla y sus tejidos conjuntivos asociados. Clínicamente, esta
tensión se considera terapéutica o dañina dependiendo del
tipo y gravedad de la patología o la lesión. A personas con un
dolor femororrotuliano intenso o con artritis dolorosa, por
ejemplo, suele aconsejárseles que eviten las graneles fuerzas
generadas por el cuáclriceps.112 Las fuerzas musculares suelen
ser bastante graneles cuando responden a graneles momentos
externos. Como se aprecia en el sombreado en rojo de la grá-
fica ele la figura 13.27, los momentos externos son relativa-
mente graneles: de 90 a 45 grados ele ílexión durante la exten-
sión del fémur sobre la tibia, y ele 45 a O grados ele llexión
durante la extensión ele la tibia sobre el fémur. La reducción
ele los momentos externos relativamente graneles se consigue
modificando la manera en que se aplica resistencia contra los
músculos extensores ele la rodilla. Una carga externa, por
PU N¡1T.O O E 1 N TE .RES 13 . 5
Consecuencias de una patelectomía
Según un estudio, se produce una pérdida aproximada del 20%
del brazo de palanca del momento interno después de una
patelectomía.63 Promediado respecto a la amplitud completa del
movimiento, el brazo de palanca del momento interno de una
rodilla patelectomizada se reduce de 4,7 cm a 3,8 cm. Estos datos
sugieren que, en teoría, una rodilla sin rótula tiene que generar un
A Con rótula
FIGURA 13.26. Contracción del
cuádriceps en presencia de una
rótula ( A))' en su ausencia (B). En
ambos casos, el cuádriceps man-
tiene el equilibrio en la rodilla
respondiendo a dos magniLudes
iguales de resistencia externa. El
brazo de palanca (línea negra) se
reduce en B por la patelectomfa.
Como consecuencia. el cuádriceps
debe producir mayor fuerza para
extender la rodilla. Esta mayor
fuerza articular es transferida a
través ele la articulación íemoroti-
bial.
ejemplo, puede aplicarse en el tobil lo durante la extensión de
la tibia sobre el fémur entre 90 )' 45 grados de flexión. A este
ejercicio puede seguirle un ejercicio consistente en levantarse
de una posición de sentadilla parcial, un movimiento que
incorpora extensión del fémur sobre la tibia entre 45 )' O gra-
dos de flexión. La combinación ele ambos ejercicios ele la
forma descrita genera momentos externos de mín imos a
moderados en el cuáclriceps durante una amplit ud continua
del movimiento.
Relación entre el ;\ngulo articular y el momento interno
del múscul o cuádriceps. El momenLo máximo ele extensión
ele la rodilla suele producirse emre 45 y 60 grados de ílexión
(Fig. l.3.28). S~.98.1 10 Como se aprecia en la línea roja disconti-
nua de la figura 13.28A, el momemo ele esfuerzo máximo de
extensión de la rodilla se mantiene al menos en el 90% del
máximo entre 80 y 30 grados ele fl exión. Esle gran potencial
de momento en 50 grados de recorrido articular del músculo
cuádriceps se emplea durante muchas acLi\'idacles que incor-
poran la cinemáLica del rémur sobre la Libia, corno subir un
escalón a1Lo72 o mantener una sentacl illa parcial durante la
práctica de algún depone, corno el baloncesto o el fútbol ame-
_ _...:
25% más de fuerza para producir un momento interno extensor
equivalente. El aumento de la fuerza muscular tiene que
compensar la pérdida proporcional de brazo de palanca. Como
consecuencia, la mayor fuerza muscular aumenta la fuerza de
compresión sobre la articulación femorotibial, generando un
desgaste adicional del cartílago articular (Fig. 13.26).
B Sin rótula
FI
lll ;
ex
70
llla
 C:. uJ>rlulo U / 11 n1c/1//a -f.65

Extensión de la tibia sobre d fémur(,\.( ·¡

A 90 de fl exión B 45 ' ele tlexion eo (extensión co mp leta }

70%

Momento
F O (erguido)
externo relativo
(%del máximo) te_¡
E 45 de fll•\itm (Sl'll la di lla parcial)
---~~1·0~~~-4-5-
. ~~~~20~
, ~~_,,o•

Ángulo de la rodilla (grados)

i EXTENSIÓN

O 90° d e tlexion (sentadilla )

Peso corporal
Extensión del fémur sobre la li bia (O. J• 1
FIGURA 13.27. ~fomentos externos (ílcxión) impuestos a la rodilla entre la ílcxión (90 grndos) y la extensión completa (0 grndos). La exten-
sión de la tibia sobre el fémur aparece en A-C, y la extensión del fémur sobre la tibia en D-F Los momemos externos son iguales al producto
del peso del cuerpo o la pierna por el brnzo de palanca del momento externo (BME). u1 gráfica muestra la relación del momento externo -nor-
malizado respecto al momento máximo (100%) para cada modo de extender lri rodilla- para ángulos aniculares de la rodilla seleccionados. (La
extensión de la tibia sobre el femur se muestra en negro; la extensión del fémur sobre la tibia en gris.) Los momentos externos por encima del
70% para cack1 medio de extensión aparecen sombreados en rojo suave. El incremento ele k1 mtensiclad del color rojo del músculo cuádriceps
marca el aumc1110 de la demanda sobre el músculo )' la riniculación sub)•ricentc, como rcspursrn al aumento del momento externo.
466 Secció11 IV Extremidades ilij1:riores

A 130
ez
- 120
~
"C
....o La línea roja discontinua
muestra los momentos superiores al
~ 11 o 90% del máximo
(1)
"C
e:
·O
·¡¡; 100
e
- (1)

><
(1)
(1) 90
"C
o
E
·;e
• (1J 80
E

- o
ed)
E
70
o
:E
FIGURA 13.28. Variables biomc-
cánicas relacionadas con el 60

.
90 75 60 45 30 15 5
momento extensor de la rodilla
durante un esíuerzo máximo. A, Ángu lo de la rodilla (grados)
La gráfica muestra el momento
.-....
·~
extensor de la rodilla entre 90 gra-
dos y casi O grados de ílexión de • +'f
rodilla. Los momentos extensores
de la rodilla se producen isométri-
camente, con la cadera extendida.
-
B 5,5

~
E
60

B, La gráÍica muestra la relación (/'l

c.
entre el brazo de palanca del (1)
u 5,0 Brazo de palanca 55
momento interno del cuádriceps ·¡:
"O
,...
(eje y, izquierdo en rojo) y la Ion- •(1J o
:::J ::::1
gitud del músculo recto íemoral u <O
;::;:
(eje y, derecho en negro) entre 90 a; 4,5 50 e:
grados y casi O grados de ílexión "O Q.

de rodilla. Los datos sobre la Ion- o Q.

....e:(1)
gitud muscular se calcularon
usando un esqueleto humano. Los - e 4,0
~
...
...o
('O

-
45 (')
datos sobre el momemo y el brazo
de palanca se basan en una pobla-
ción de varones sanos. (Datos de
Smidt GL: Biomechanical analysis
o
e:
(1)
E
o
-
('O
3
o...
3,5 40 ~
oí knee ílexion and extension. j
a;
E
-
(')

-
Biomeclian 6:79-92, 1973.) "O
(1J
3
u
e:
(1J
3,0 35
~
c.
(1)
"C
o 2,5
N
30
90 75 60 45 30 15 5
....
(1J

IXl Ángulo de la rodilla (grados)

·~ ·~ ·~

ricano. Nótese el rápido declive del pOLencial de momen to
interno miemras el ángulo de la rodilla se aproxima a la exten-
sión completa. Resulta interesante que el momento externo
aplicado sobre la rodilla durante la extensión del fémur sobre
la tibia también decline rápidamente durante la misma ampli-
tud del movimiento (ver Fig. 13.27, gráfica). Parece haber una
coincidencia biomecánica en el potencial de momento interno
del cuádriceps y los momentos externos aplicados contra el
cuádriceps durante los últimos 45 a 60 grados ele extensión
del fémur sobre la tibia. Es1a coincidencia explica, en parte, la
popularidad de los ejercicios en «Cadena cinética cerrada» que
se centran en aplicar resistencia contra el cuáclriceps mientras
la persona está de pie y erguida y en los últimos 45 a 60 gra-
dos de extensión del fémur sobre la tibia.
Las variables brazo de palanca del momento imerno y lon-
gitud muscular iníluyen mucho en la forma de la curva del
ángulo-momento extensor de la rodilla (Fig. l3.28B). El brazo
de palanca influye en el momemo, y la longitud muscular
influye en el potencial de fuerza muscular (ver Cap. 3). No es
posible determinar con certeza qué variable -el brazo de
palanca o la longitud muscular- 1iene mayor iníluencia sobre
la producción del máximo momento del cuádriceps. El poten-
cial del momento extensor ele la rodilla (ver Fig l3.28A) y la
longitud del brazo ele palanca del momento interno del cuá-
driceps (ver Fig. 13.28B) alcanzan el máximo en unos 45 gra-
dos de ílexión.
Pérdida de la extensión completa ele la rocli tia. La inca-
pacidad para extender la rodilla por completo es un fenómeno
clínico bas1ame corriente. Los factores que con frecuencia
impiden la extensión completa de la rodilla se clasi fican grosso
modo en tres categorías: ( 1) reducción ele la producción de
fuerza del cuáclriceps, (2) excesiva resis1encia de los tejidos
conjuntivos y (3) fallos anrocinemáticos. La labia 13.6 pre-
senta ejemplos clínicos ele estas categorías.
Cinética de la articulación femororrotuliana
Las fuerzas ele compresión en la articulación femororrotuliana
pueden llegar a superar 3,3 veces el peso corporal mientras
subimos escaleras, y alcanzar 7,8 veces el peso corporal al rea-
lizar ílexiones máximas ele rodilla. IOO Tales fuerzas articulares
reílejan la magnitud de las fue rzas producidas por el músculo
cuáclriceps. Un fact or adicional es el ángulo que adopta la arti-
culación de la rodilla en el momento de la activación muscular.
Para ejemplificar estos fac1ores, consideremos la fuerza sobre la
aniculación femororrotuliana durante una semadilla parcial
(Fig. 13.29A). La fuerza del mecanismo extensor se transmite
proximal y distalmente por el tendón del cuádriceps (TC) y el
ligamento rotuliano (LR), de forma muy parecida a un cable
que cmza una polea fip. El efecto resultante o combinado de
estas fuerzas se dirige hacia el surco troclear del fémur como
una fuerza articular (FA). El aumento de la ílexión ele la rodilla
al adoptar una sentadilla más pronunciada incrementa signi fi -
cativameme las demandas de fuerza al mecanismo extensor y
finalmente a la articulacion femororrotuliana (Fig. 13.298). El
aumento de la ílexión de rodilla asociada con la sentacl illa más
Ca¡mulo 13 La rodillc1 467
1ABLA 13 .6. Sclccc1011 de fa.sto1es que~~)l'1ye~a ¡;~
incar,!'.ci~~~Lpai~~t~~ l_!!ld_f[J_a !.?.~!,i~P.ls tcunrnte '
f actor Ejemplos cl!nicos
Reducción de la Atrofia por desuso del cuádriceps
producción de después de un traumatismo y/o una
fuerza del inmovilización prolongada
cuádriceps Desgarro del nervio femoral
Hernia discal que comprime las ralees
nerviosas LJ o L4
Dolor intenso
Hinchazón excesiva de la rodilla
Resistencia excesiva Tirantez excesiva de los isquiotibiales
de los tejidos u otros músculos ílexores de la rodilla
conjuntivos Rigidez excesiva del ligamento cruzado
amerior, la cápsula posterior o los
ligamentos colaterales
Cicatriz en la piel de la rosa poplítea
Hinchazón excesiva de la rodilla
Fallos anrocinemát1cos Falta del mecanismo de rotación
de bloqueo
Falta de deslizamiento anterior de
la libia*
Bloqueo del menisco u otra alteración
mecánica
Falta de deslizamiento superior de
la rótula*
!>e asume la ex1cns1iln de la 1ib1J sobre <I ftmur
pronunciada también reduce el ángulo formado por la intersec-
ción de los vectores de fuerza TC y LR. Como se aprecia en la
adición ele vectores, la reducción del ángulo de estas fuerzas
aumenta la magnitud de la FA entre la rócula y el fémur.
Dos factores interrelacionados que aumentan la fu erza
de compresión en la articulación femoron otuliana
l. Aumemo de las demandas de íuerza sobre el músculo
cuádriceps.
2. Aumento de la ílexión de la rodilla.
Mi entras se practica una sentadilla , la pres1on
(fuerza/superficie) en la articulación femororrotuliana es
máxima entre 60 y 90 grados de ílexión de la rodilla. El área
de contacto en la articulación femororrotuliana también
es máxima entre 60 y 90 grados ele ílexión (ver Fig.
l3. l 9E). l0.56.82 Sin esta gran área que disperse las fuerzas,
la presión en la articulación femororrotuliana podría llegar a
un nivel intolerable. Que el área ele contacto máximo de la
articulación esté en las posiciones que reciben las mayores
fuerzas de compresión sirve para proteger la articulación
frente a la degeneración. Este mecanismo permite que las arti-
culaciones femororrotulianas sanas toleren graneles fuerzas de
compresión ele por vida, a menudo con poco o ningún des-
gaste o malestar apreciables.
468 'lrn ion /\' Ex11m11c/cuk~ 111f<'1101r'
Debilidad del cuádriceps: mecánica patológica del retraso en
la activación de los extensores
Las personas con debilidad moderada del cuádriceps suelen
mostrar considerable dificultad para completar el recorrido
de extensión de la tibia sobre el fémur, lo cual suele apreciarse
en sedestación. Esta dificultad persiste incluso cuando la
carga externa se limita al peso de la pierna. Aunque la rodilla
pueda extenderse por completo de forma pasiva, los esfuerzos
de extensión activa suelen no llegar a los 15 a 20 últimos grados
de extensión. Clínicamente, esta demostración característica de
la debilidad del cuádriceps suele denominarse «déficit de
extensión activa».
El déficit de extensión activa de la rodilla suele ser un
problema persistente y complicado durante la rehabilitación
postoperatoria de la rodilla. La mecánica que causa esta afección
durante la sedestación es la siguiente: cuando la rodilla se
aproxima a la extensión terminal, el momento interno máximo
potencial del cuádriceps es mínimo, mientras que el momento
externo (flexor) opuesto es máximo. Esta disparidad natural a-
penas es evidente en personas con la fuerza del cuádriceps
intacta. En los casos de debilidad muscular moderada, la
disparidad suele provocar déficit de extensión activa.
La tumefacción o un derrame en la rodilla aumenta la
posibilidad de un retraso de la activación de los extensores. La
tumefacción aumenta la presión intraarticular, lo cual puede
impedir físicamente la extensión completa de la rodilla.123 El
aumento de la presión intraarticular puede causar inhibición refleja
de la activación nerviosa del músculo cuádriceps.1983 Los métodos
que reducen la tumefacción de la rodilla tienen un papel importante
en cualquier programa de ejercicio terapéutico de la rodilla.
1raycctoria de la arliculacion ícmororrot 1iliana. Durante
la extensión activa de la rodilla, varias estructuras guían o diri -
gen la róLula por el surco troclear del fémur (ve r siguiente
recuadro). Al actuar solas, cada estructura ejerce una tracción
medial o lateral sobre la rótula cuando se desliza por el surco
(Fig. 13.31). Cuando estas fuerzas se equilibran entre si, coo-
peran para que la rótula discurra por el surco con la menor
Lensión posible entre las superficies articulares.44 Si las fuerzas
no se equilibran entre sí, la rótula puede no discurrir de modo
óptimo o incluso luxarse. El aumento de la tensión debido a
una trayectoria anormal puede derivar en artritis, condroma-
lacia, luxación recurrente de rótula o síndrome álgico de la
articulación íemororrotuliana.
Estructuras que dirigen la rótula por el surco troclear
del fémur ·
• Músculo cuádriceps
• Tendón del cuádriceps
• Ligamento rOLuliano
• Cintilla iliotibial
• Fibras de los re1ináculos de la rótula
• La forma de las superficies amculares
la línea de íuerza general del cuád rieeps tiende a ejercer
tracción sobre la rótula en semido superior y lateral respet:to
a su ligamento. El grado de 1racción lateral ejercicio por el cua-
driceps suele llamarse 1i11gulo Q (Fig. 13.32). 12 Este ángulo se
íorma entre ( 1) una línea que representa la tracción resultante
del cuáclriceps, que se extiende entre un punto cerca ele la
espina iliarn anterosupc rior >' el punLt1 medio de la rótula. y
(2) una linea que conecta la tuberosidad de la tibia con el
punto mecho de la rótula Existen distintos <lngulos Q scgün el
sexo: 15,8 grados en las mujeres y 11,2 grados en los hom-
5'
bres. Se cree que un ángulo Q mayor de 15 grados com ri-
buye a generar dolor en la articulación fcmororrorn liana. con-
clromalacia )' luxación de rótula. Esta suposición cuenta con
pocas pruebas ciemíficasJ ll
L• tendencia a la tracción hueral del cuád riccps genera Lma
fuerza natural en arco ele flec ha sobre la rótula (ver r1g.
13.31). Una función imponante ele las fibras obl icua:. del
músculo vasto medial es la de contrarrestar la tendencia
del músculo cuáclriceps en conjunto a luxar la rótula latc:ral-
memeH Las fibras del rcunáculo medial de la rótula21 ) la
carilla lateral elevada naturalmente en el surco troclcar del
fémur oponen resistencia a la invasión lateral ele la róLula
Una combi nación de ,·arios ÍaCLores esLructurnles y funcio-
nales pueden derivar en una trayectoria lateral excesi\'a de la
rótula (Tabla 13. 7). L1 trnyectoria anormal suele asocrnrse
con una inclinación anormal de la rótula en su curso por el
surco. Un surco troclear ptxo profundo es un precl ictor l'iable
de una inclinación lateral cxceSi\'a de la rt~tula en las mujeres,
sobre tocio cerca de la extensión completa de la rodilla.% Con
el tiempo, la inclinación anormal puede derivar en aumento
de la tensión sobre el canílago articular )' luxación lateral
recurrente. Jt\
El aumemo del ángulo Q por alineamiento óseo defectuoso
es un posible factor que contribuye a la trarcctoria lateral
excesiva de la rótula.iK Cuanto mayor sea el <\ngulo Q, mayor
será el efcno de desviación lmeral sobre la rólllla. Los íactores
que aumentan el ángulo Q Lam bién Licnclen a aumcmar la
rodilla ,·alga. Estos factores son el sobrcestiramiento del liga-
mento colateral medial, una postura de rotación interna/aduc-
ción de la cadera, excesiva pronación del pie )' el sexo. Los
datos reunidos en un grnn hospiLal de medicina deponiva
mostraron que la luxación recidivante ele la rótula constiLUyó
el 58,4% de tocias las luxaciones en las mujeres, fre nte a sólo
el 14% en Jos hombres.20 (Ver Tabla 13.8 en la que aparece un
resumen parcial de estos datos.) El ángulo Q mayor de las
mujeres tal vez explique esta grnn disparidad.
An
Músculos flexores-rotadores de la rodllla Los
Con la excepción del gastrocnemio, todos los músculos que cab
cruzan posteriores a la rodilla tienen capacidad para ílexionar en
y rotar Ja rodilla en sentido interno o externo. El grupo asl lla- su j
mado ele ílexores-roLadores de la rodi lla comprende los del
isquiotibiales, el sa1torio, grácil y poplíteo. A diferencia del laei<
grupo de extensores de la rodilla, que están inervados por el Figs
nervio femoral, los músculos ílexores-rotadores tienen tres E
fuentes de inen·ación: femoral, obturador y ciático. lado
L
 Ca¡>itu/,, 1J 1a n"lilla 469

A Sen tadilla par cial

Peso del cuerpo y carga

Peso del cuerpo y carga Peso del cuerpo y carga

FIGURA 13.29. Relación emre la proíundidad de una sentadtlla r la íuerza ele compresión en la articulación femororrotuliana .
A, El mamenimiento ele una sentadilla parcial requiere que el cuáclriceps transmita una íuerza a tra\'éS del 1cndon del cuáclri-
ceps (TC) y el ligamento rotuliano (LR). La suma de los vectores TC )' LR permite estimar la íuerza articular íemororrotuliana
(FA). B, Una sentadilla más pronunciada requiere ma)10r íuerza del cuátlriccps debido al mayor momento externo (ílexión)
ele la rodill¡¡. Además, la mayor ílexión de I¡¡ rodilla (B) reduce el ángulo entre TC )' LR, )'. por consiguiemc, produce una
mayor íuerza articular emre I¡¡ rótula y el Íémur.

Anatomía funciona/
Los mtiscu/os isquiolibialcs (semi membranoso, semitencl inoso y
cabeza larga del bíceps femoral) tienen su inserción proximal
en la tuberosidad isquiática. L'l cabeza corta del bíceps tiene
su inserción proximal sobre el borde lateral de la línea áspera
del fému r. Distalmente, los tres isquiotibiales cruzan la articu-
lación de la rodilla )' se insertan en la tibia y el peroné (ver
Figs. 13.9 a l 3.11).
El músculo semimembrnnoso se inserta distalmente en el
lado posterior del cóndilo medial de la tibia. Otras inserciones
distales adicionales de este músculo son el ligamento colateral
medial, ambos meniscos, el ligamento poplíteo oblicuo )' el
músculo poplíteo. En la mayor parte de su curso, el tendón
del semi1cndi11oso se halla inmediatamente posterior al
músculo semi membranoso. Justo proximal a la rodilla, el ten-
dón del semilendinoso cursa en sentido anterior hacia la
inserción distal sobre la cara ameromedial de la libia. Ambas
cabezas del bíceps femoral se insertan en la cabeza del peroné,
junto al ligamento colateral peroneo.
4 70 Sccuv11 IV Extrt:1111i/<1cb 11 1/c1101t''

Todos los músculos isquiotibiales, excepto la cabeza cona
del bíceps femoral, cruzan la cadera y la rodilla. Como se des-
cribe en el Capítulo 12. los tres isquio11biales bian iculares son
extensores de la cadera mu)' eficaces, sobre tocio en el comrol
ele la posición de la pelvis )' el tronco sobre el fémur.
Además ele ílexionar la rodilla, los isquiotibiales mediales
(semimembranoso y sem itenclinoso) rotan internamente la
rodilla. El bíceps femoral rota la rodilla externamente. La rota-
ción horizontal se produce cuando la rodilla está ílexionada.
Esta acción en el plano horizontal ele los isquiotibiales puede
apreciarse si palpamos los tendones del semitendinoso )' el
bíceps femoral detrás de la rodilla mientras la pierna rota repe-
tidamente en sentido interno y externo. Esto se hace mientras
el sujeto está sentado con la rodilla ílexionada 70 a 90 grados.
Mientras se extiende gradualmente la rodilla, el punto de
pivote de la extremidad inferior al rotar se desplaza de la rodi-
lla a la cadera. En extensión completa, la rotación de la rodil la
cesa porque la rodilla se bloquea mecánicameme y la mayoría
de los ligamentos se tensan. Además, el brazo de palanca de los
isqutotibiales durante la rotación interna)' externa de la rodilla
se reduce signilkati\•amente en extensión completa.
Los musculos sartorio y gracil presentan sus inserciones pro-
ximales en distintas porciones de la pelvis (ver Cap. 12). En Ja
cadera, ambos músculos son llcxores ele la cadera. pero tienen
acciones opuesLas en los planos fromal y hori zonLal.
Distalmente, Jos tendones del sanorio )' el grácil vi <~j an lacio a
lado por el lado medial de la rodilla para insertarse en la por-
ción proximal de la diáfisis de la Libia, cerca del músculo scmi-
tencli noso (ver Fig. 13. 11). Los tres tendones yuxtapuesto:o. del
sartorio, grácil )' semitendinoso se insertan en la tibia usando
una hoja común y ancha de tejido conjuntivo llamada pata de
ganso. En conjunto, los músculos de la pata de ganso son rota-
dores internos eficaces de la rodilla. Los tejidos conjuntivos
sostienen los tendones de los músculos de la pata ele ganso
justo poslcríores al eje medial-lateral de rotación. Aunque estos
músculos no se inserten en el fémur, su inserción indirecta
mcdianLc Lcjido conjumivo les permite ílcxionar y girar inLer-
namcntc la rodilla.

P UN T O DE I N TE R É S 1 3.7

Dos afecciones dolorosas corrientes que afectan a la

articulación femororrotuliana
El dolor femororrotuliano es una afección normal de personas que
practican deporte, principalmente entre practicantes de atletismo
y luego entre jugadores de fútbol americano y fútbo1.20 El dolor
articular también se da en personas que no practican deportes.
Las personas sin una historia de un traumatismo pueden también
experimentar dolor articular. Los casos tal vez sean leves, con
sólo un malestar generalizado en torno a la porción anterior de la
rodilla, o graves con luxación o subluxación recidivantes de la
rótula.
Con el tiempo, algunos de los pacientes con dolor
femororrotuliano desarrollan cambios degenerativos en las
superficies articulares, afección llamada condromalacia rotuliana
(del griego chondros. cartílago, y malakia, reblandecimiento). Este
término describe la degeneración excesiva del cartílago en el lado
posterior de la rótula.90.109 Las personas con esta afección suelen
experimentar dolor retrorrotuliano y crepitación, sobre todo al
ponerse en cuclillas o al subir escaleras empinadas o después de
estar sentados durante un período prolongado. El cartílago se
reblandece, se exfolia y fragmenta. Dependiendo del grado de
desgaste articular e inflamación asociada, la condromalacia puede
resultar muy dolorosa.
Las causas exactas de la condrornalacia son desconocidas. La
afección se produce con frecuencia en jóvenes y mayores, activos
o sedentarios. y no siempre evoluciona a una osteoartritis más
generalizada de rodilla. En algunos casos, la condromalacia se
asocia con osteoartritis de toda la rodilla. La figura 13.30 muestra
Posterior +
Lateral

Medial
Anterior

un caso extremo de osteoartritis de una rodilla cadavérica con

degeneración en toda ella. Basándose en la biomecánica descrita, FIGURA 13.30. Superficie distal del Íémur )'rótula izquierdos de
la rodilla ele un cadáver. Este espéc11ncn es de una persona con 111
se suele recomendar a las personas con condromalacia, artritis
activa o síndrome álgico generalizado en la articulación conclromalacia rotuliana y os1eoann11s generalizada de la rod1lb. m
femororrotuliana, que no realicen actividades en cuclillas, sobre Nótensc las superficies irregulares )' la acusada degeneración del P<
todo cuando se lleven cargas. can flago del remur }' la rótula. Sic
rú

_ _ _ _ _ _ _ _¡._
 Ct1¡11t11lt1 /J Lt1 wdilltr 471

F uerzas directrices principales que actuan sobre la r ótula

Fuerza general
del cuádriceps

FIGURA 13.31 . Fuerws clirectrit:cs

principales que actúan sobre 1:1 !FUERZAS EN DIRECCIÓN LATERAL ! 1FUERZAS EN DIRECCIÓN MEDIAi]
rotula cuando se muew por el Cintilla iliotibíal Músculo vasto medial (fibras oblicuas)
surco troclcar del Íémur. Cada
cstruc1 ura muestra una 1cnclcnc1a
11:1tural a CJerccr tracción sobre la
Fuerza de «arQueamiento•
rótula en scmido lateral o mecha!. sobre la rótula - --,.....:=:=.,__;;_4 111
En la maroría ele los casos, las fuer-
zas opuestas se contrarrestan de
modo que la rótula se mueve ópti-
Fibras del retináculo lateral de la rótula Fibras del retináculo medial de la rótula
mamente durante la ílcxion )' la
extensión.

l .ABl A 13 . i. P~slbles caus-a s yejl:mpl~s d~ tr~ycc;~1~~ lacio med ial de la rodilla en personas con laxitud cró111c::1 clcl
ligamemo colmeral medial. !IN
lJ.!ueral excesiva de la rótula . _ _j
El músculo poplllco es un músculo triangular local izado a
Anomalia estructural nivel profundo del gastrocnemio en la fosa poplítea (ver Fig.
o fun cional Ejemplos cspeclficos 13. 1O). Por medio de un poderoso tendón intracapsular, el
íensión excesh·a Tensión ele la cintilla iliotibial y/o fibras músculo poplíteo se inscna proximalmente en el cóndilo late-
de los tejidos blandos del retináculo lateral de la rótula ral del fémur, entre el ligamento colateral lateral )' el menisco
laterales lateral (ver Fig. 13.9). El poplíteo es el único músculo de la
Laxitud excesiva laxilud del ligamento colateral medial rodilla con inserción intraeapsular. Después de salir de la cap-
de los tejidos blandos y/o las fibras del retináculo medinl de la sula posterior, el popliLeo presenta una amplia inserción en el
mediales rótula lado posterior de la tibia. Fibras del músculo poplíteo se inser-
Displasia ósea Carilla lateral hipoplásica en el surco tan en el menisco lateral )' se mezclan con el ligamento poplr-
troclear del fémur (es decir, tco arqueado.
surco troclear poco profundo) La anatomía y la acción de los músculos gastrocncmio )'
plantar se aborda en el Capítulo l4.
Posición anormal Rótula alta
de la rómla
Acción conjunta de los músculos flexores-rotadores
Alineamiento Aumento del ángulo Q Los músculos ílexores-rotadores de la rodilla realtzan sus
defectuoso Aumento del valgo ele rodilla
acciones óptimamente durante la marcha y la carrera. Los
de la rodilla Antcversión excesivn de la cadera
Torsión externa excesiva de la rodilla ejemplos de estas acciones se exponen por separado para los
movimientos de la Libia sobre el fémur )' del fémur sobre la
Debilidad muscular Debilidad y atrofia de las fi bras oblicu:is 1ibia.
del músculo vasto medial
Control de La osteoci nemática de la tibia sobre el fémur.
Una acción importame de los músculos ílexores-rotadores es
Los músculos de la pata ele ganso aportan estabilidad diná- acelerar o decelerar la tibia durante la marcha o la carrera. Por
mica significativa al lado medial de la rodilla. junto con el liga- lo general, estos músculos producen fuerzas relativamente
mento colateral medial, la tensión activa de los músculos de la bajas a moderadas, pero con una wlocidad relativamente alta
pata de ganso opone resistencia a la rotación externa y a la ten- de acortamiento o elongación. Una de las funciones más
sión en valgo en la rodilla. Se recomienda la recolocación qui- importantes ele los musculos isquiotibiales, por ejemplo, es
rúrgica de los tendones ele la pata ele ganso para reforzar el frenar el avance de la tibia en la pane final de la fase de osci-
472 .'iL'Lri<'n /\' ExLn:midadcs 111/a iorcs
Línea
de fuerza
del cuádriceps
Músculo vasto lateral
Músculo recio femoral
Músculo vasto medial
(«largo»)
Músculo vasto intermedio
Músculo vasto medial
(«oblicuo»)
FIGURA 13.32. Linea ele ruerza del conjunto del cuádriceps y línea
de íuerza ele cada uno ele los músculos que componen el cuáelriceps.
El músculo vaslO medial se di vide en sus dos grupos ele f'íbras predo-
minantes: el oblicuo y el largo. La tracción lateral neta que ejerce el
cuádriceps sobre la rótula se muestra con el ángulo Q. (Ver más deta-
lles en el texLO).
lación. MeclianLe su acción excéntrica, los músculos reducen
el impacto ele la extensión completa de la rod illa. Con-
sideremos también un esprint o el ascenso rápido de una
cuesta. Estos mismos músculos se contraen con rapidez
para acelerar la ílexión de la rodilla con el fin de acortar la lon-
gitud funcional ele la extremidad inJerior durante la rase de
oscilación.
Control de la osleocincmálica del fému r sobre la Libia.
La demanda muscular necesaria para controlar los movimien-
tos del fémur sobre la tibia suele ser mayor y más compleja
que la necesaria para controlar los movimientos más habitua-
les de la tibia sobre el fémur. Un músculo como el sartorio,
por ejemplo, tal vez tenga que controlar al mismo tiempo
hasta cinco grados ele libertad de movimiento (dos en la rodi -
lla y tres en la cadera). Como ejemplo, pensemos en Ja acción
Base cinesiológica para el tratamiento de la trayectoria
anormal de la articulación femororrotuliana
Gran parte del tratamiento ortopédico y de fisioterapia para la
trayectoria anormal de la rótula comprende la alteración del
alineamiento de las articulaciones femorotibial y
femororrotuliana. La cirugía se practica con frecuencia para
mitigar el efecto de las fuerzas laterales exageradas que actúan
sobre la rótula. Ejemplos de ello son la liberación del retináculo
lateral de la rótula y el realineamiento del mecanismo extensor,
sobre lodo de las libras oblicuas del músculo vasto mediaf.31
La fisioterapia para la luxación crónica de la rótula
comprende el aprendizaje del control selectivo de las fibras
oblicuas del músculo vasto medial, el estiramiento de los
tejidos blandos y el uso de calzado con plantillas que reduzcan
la pronación excesiva del pie. Se ha sugerido el uso de
vendajes para ayudar a guiar la rótula y/o alterar el patrón de
activación muscular de los músculos vastos.34 Aunque se base
en principios biomecánicos fiables, la eficacia de la fisioterapia
para la activación selectiva de las fibras oblicuas del músculo
vasto medial con el fin de corregir la trayectoria anormal o la
luxación recidivante de la rótula sigue siendo un tema de
debate J0.93·96.121
ele varios músculos ílexores-rotadores ele la rodilla mientras
corremos para coger una pelota (Fig. 13.33A) Mientras el pie
derecho esLá apoyado con firmeza en el suelo, el fémur dere-
cho, la pelvis, el tronco, el cuello, la cabeza }' los ojos giran
hacia la izquierda. Nótese el curso diagonal ele los músculos
que se contraen e111re el peroné derecho y el lado izquierdo del
cuello. La acción muscular resume la sinergia i111ermuscular.
En esLe caso, la cabeza cona del músculo bíceps femoral ancla
Ja cadena cinética diagonal en el peroné. El peroné, a su vez,
está anclado a la Libia mediante la membrana interósea y otros
músculos.
La estabilidad y el control de la rodilla requieren la interac-
ción ele fuerzas producidas por músculos y ligamentos.'l La
interacción es especialmente importante para el control de los
movimiemos en los planos horizontal y frontal. Como ejem-
plo, remitimos a la figura 13.33B. Con el pie derecho en el
suelo, la cabeza corta del bíceps femoral acelera el fému r inter-
namente. Mediante activación excéntrica, los músculos de la
pata de ganso ayudan a lrenar la rotación interna del fémur y
la pelvis sobre la tibia. El grupo de músculos de la pata de
ganso acLúa como un ligamento colateral medial dinám ico al
oponer resistencia a la rotación externa y a los momentos en
valgo producidos en la rodilla. La acción ele los músculos tal
vez ayude a compensar la laxiwd o debilidad ele un ligamento
colateral medial.
Producción de un momento máximo por los músculos
flexores-rotadores de la rodilla
El momento ílexor máximo de la rodilla suele tener lugnr
cerrn de la extensión completa y declina de modo constante a

las luiilacioncs' arliculilrc ' atendiendo
% de luxaciones según el sexo
Luxación Hombres
Hombro (recurrente) 38,1
Hombro (aguda) 22,1
Rówla (recurrente) 14,0
Rótula (aguda) 11,0
Dedos ele la mano 5, 1
Codo 5, 1
D.1ll>S n.·n>¡(1do, de ks1onc, dcponl\.1' duram.- un 1..:mltlo lle m.1> de I .1ñ1" en l.1 l nowr<1<l.id de R1xheQ1·r. ~·o;mn <k \k1hcm.1 Dqll>rll\',I
Uf~dr lux-arh.\ltt.•' rct urri:mc."'5 ck w1ul.1 l'll l.l;;:;, mu1ett:.;;.
7 El numero d1: lux.ic1nncs SI.: cxpn:c.,, Hlllhl un JlORClll<.lJl' e.Id ll\lll1Cl\l ll1li11 ck k<1lm~ ... "<gun el !>CMl
Patos de Dclhl\cn l<E, Lmt11e1· f)~I .\thl.. uc lllJHric~: C<lonp.111,011 hy ;1gc, ' i)•ll l . ,mcl ¡ttnda. Amj ~/'""' ,\ h'cl l4 :21H·22~. lll/I('
medida que la rodilla se ílexiona progrcsivameme (Í'ig.
l3.34A).111' Aunque los isquiotibiales tengan su brazo de
p•1lanca máximo con la rodi lla ílexíonacla unos 45 grados (r:ig.
13.348), los músculos producen el mayor momento ílcxor de
rodilla cuando están elongados por completo. La ílexión de la
cadera para clongar los isquiotibiales favorece un ma}'Or
momemo ílexor ele rodilla.<> La relación de longiwd-tensión
parece ser un factor que iníluye mucho en la magnitud del
momento ílexor potencial de los isquiotibialcs.
Se dispone de pocos datos sobre la capacidad de los
músculos rotaclores internos r externos para generar un
momento máximo alrededor de la rodilla. Con la cadera }'
rodilla ílcxionaclas 90 grados, los rOLadores internos }' exter-
nos ele la rod illa producen un m.omento mflxi mo ele unos 30
Nm. toi Con la cadera}' rod illa ílexionadas sólo unos 20 gra-
dos. el momento máximo de rotación interna supera el
momento de rotación externa en un 40%.
s isométricas (isocinélicas).52 El cleclívc del momento máximo se
-- I' ........ ----· ...... ;_..._,....._,., - --=z-.
--- - - - - ... _
. --:-..
-
-~-
- ----·-
~ -~
a WN .T O D E, .1 N T E R E'.S 1 3 . 9:
•S
1-
Músculo poplíteo: La «llave ele la rodilla"
~l
r- El músculo poplíteo es un importante rotador interno y flexor
de la articulación de la rodilla. Como rotador interno, el poplíteo
ia
se considera la «llave" de la rodilla. Mientras la rodilla
y extendida y bloqueada se prepara para la flexión (p. ej., cuando
]e
empezamos una sentadilla), el poplíteo aporta un momento de
al rotación interna que ayuda a desbloquear mecánicamente la
~n rodilla.3 Recuérdese que la rodilla está bloqueada
al mecánicamente por una combinación de extensión y ligera
lO rotación externa. El desbloqueo de la rodilla para flexionarse y
realizar una sentadilla requiere que el fémur gire en sentido
externo sobre la tibia. Esta acción sobre el fémur es evidente
enseguida si se observa la línea de fuerza oblicua del músculo
detrás de la rodilla (ver Fig. 13.10). Al insertarse en el cuerno
posterior del menisco lateral, el poplíteo estabiliza el menisco
lateral durante este movimiento de flexión-rotación.
(.111'11ult1 /3 L.11 n><lilla 473
% tota l de les iones según el sexo
Mujeres Hombres Mujeres
1,9 1,9 0, 1
3,8 l.l 0,3
58,4 0,7 4.6
34,0 0,5 2,7
0,3
1,9 0,3 0,1
11111•')\nt~ :.e tk"·'"' r1 .111<> ¡>.>«.-n
Producción de un momento máximo en la rodilla: efectos del
tipo y la velocidad de la activación muscular
Clínicamente, el momento interno de la rodilla suele medirse
usando clinamometrla isocinética (ver Cap. 4). Con este tipo de
medición , la aniculadón rota de modo que la longnud }' el
brazo de palanca de los músculos estén cambiando constame-
mente durante cien a amplitud del mo\'lmicnto. La dmamome-
t ría isocinética permite medir los momentos imernos durante
la acLi,·ación concéntrica, isométrica }'excéntrica de los mús-
culos. En general, los momentos internos producido!> mecliame
acti\•ación excéntrica o isométrica son marores que los que se
producen en contracción concéntrica. Basándose en la curva de
fuerza-velocidad de los músculos (ver Cap. 2), los momentos
muscu lares producidos concéntricamentc declinan a medida
que aumenta la velocidad de comracción.6tl.4 0.52 La figura
13.35 muestra la gráfica del momento máximo producido por
los extensores y ílexores ele la rodilla durante activaciones no
produce durante las contracciones concénLricas ele los extenso-
res }' ílexores ele la rodilla. En contraste, los momentos máxi-
_, mos se mantienen en esencia constantes durante el aumento de
la \'elocidad de activación excéntrica.
Sinergia entre los músculos monoarticulares y biart1cutares
de la cadera y la rodilla
Combinaciones t1picas de mm imientos: e\.tcnc,ion de
cadera} rodilla o ne, ión ele cadern y rodilla. Muchos movi-
mientos realizados con las extremidades inferiores compren-
den acciones cíclicas de extensión de la cadera y la rodilla o
ílexión de la cadera}' la rodilla. Estos patrones de movimiento
son componentes fundamentales de la marcha, la carrera, el
salto y la escalada. L"I extensión de la cadera }' la rodilla
impulsn el cuerpo hacia delante o arriba, mientras que la íle-
xión de la cadera )' la rodi lla aclclnnta o hace balancear
Ja extremidad inferior. Estos movimientos se controlan en
parte con una sinergia entre los músculos monoaniculares
)' biarticulares, muchos de los cuales cruzan la cadera y la
rodilla.
4H
----,<'---- Esternocleidomastoideo
(en el lado anterior)
--"--"+- Oblicuo externo derecho del abdomen
(en el lado anterior)
Transversoespinoso derecho
Bíceps femoral
(cabeza corta)
Frenadores:
Grupo de la pata de ganso
A B
La figura 13.36 muestra una interacción de músculos
durante la fose de extensión de la cadera )' la rodilla al correr.
Los músculos \'astos y glúteo mayor -dos músculos monoar-
ticulares- se contraen de modo si nérgico con los músculos
bianiculares semitendinoso y recto fe moral. El grupo ele
músculos \•asLos del cuádriceps >' el semitendinoso están eléc-
tricamente activos, si bien el momento neto de la rodilla favo -
rece la extensión. El acortamiento activo del músculo vasto no
sólo extiende la rodilla, sino que también elonga o estira el
músculo scrnitenclinoso activo. Como el músculo semiLendi-
noso se elonga en la rodilla mientras simultáneamente pro-
duce extensión coxofemoral. se producen pocos cambios
generales de la longitud muscular. Por tanto, el semitendinoso
extiende la cadera pero en realidad se contrae o acorta una dis-
tancia relativamente con a.
La acción del músculo semiLend inoso favorece una produc-
ción relativamente alta de fuerza por nivel de activación ner-
viosa o esfuerzo. La base fis iológica de este fenóme no se apoya
en las relaciones de fuerza-velocidad y longitud-tensión del
músculo. Consideremos sobre todo el efecto de la velocidad
de contracción sobre la producción de fuerza muscular. La
fuerza muscular por nivel de esfuerzo aumetlla bmscamente
mientras se reduce la velocidad de co111racción (ver Cap. 3).
Como ejemplo, un músculo que se contraiga al 6,3% de su
velocidad máxima de acon.amiemo produce una fuerza en
Lomo al 75% del valor máximo. Reducir la velocidad de con-
derecho
FIGURA 13.33. A . Va rios musculos
nmtrnlan la rotación de la cabeza
cuello, tronco. peh·is )' Íémur hac;~
l.1 pelota que se aproxima Como el
pie derecho esta fijo en el sucio, la
rodilla derecha actúa como un
1111portamc punto de pirntc B. El
co11t10I del mo,·imiento tk la rodi-
lla derecha en el plano horizontal
se muestra desde arriba. La u1beza
n1rw del bíceps femoral se contrae
par:i acckrnr el lémur imcrna-
mcntc (es decir, la ankularn\n de
l.1 f\)dilla adopta rotación externa).
La Íucr:a anil·a de los museulns ele
h1 pata de ganso. junto l·on la
lucr::a p;isl\·a del ligamento nilate-
rnl 11ml1al lL C~t) cstiradt), ª) uda a
clceckrar o ltmit:1r h1 rotao:ión
i::-.tcrna ele la mdilla.
Vista desde arriba
tracción a sólo un 2,2lX, del máx11no (es decir, casi isométnco)
eleva la producción de fuerza hasta el 90% del máximon En
el movimiento de extensión ele la cadera )' la rodilla, los
músculos vastos, al extender la rodilla, aumentan indirecta-
mente la fuerza de extensión coxofemoral al reducir la veloci-
dad de contracción del músculo sern iLcncl inoso.
Consideremos a conLinuación el efecto de la longitud
muscular sobre la fuerza pasiva producida por un músculo.
Basúnclose en la relación ele longitud-tensión pasiva de un
músculo, la resistencia o fuerza interna del músculo, como el
semitcndinoso. aumenta a medida que se estira. El semitendi-
noso -así como todos los isquiottbiales bian.iculares- actúa
como un «transductor» al transferir la fuerza ele los músculos
vastos que se comraen a la cadera que se extiende.
Durante la extensión activa de la cadera y la rodilla, los
músculos glúteo ma)'Or y recto femoral mantienen una rela·
ción parecida a la que exisle entre los vastos y el semitencli·
noso. En esencia, el poderoso glúteo mayor monoanicular
aumenta la fuerza de extensión de la rodilla al extender la
cadera. Ésta, a su vez, estira el recto femoral acti,·ado. En este
ejemplo, el músculo recto femoral es el transductor biarticu-
lar, que transfiere fuerza del glúteo ma)'Or a la extensión de la
rodilla. Un resumen de éstas y otras interacciones musculares
usadas durante la ílexión de la cadera y la rodilla aparecen en
la tabla 13.9.
La interdependencia entre los músculos extensores de la
 Caprtulo 13 La mili/111 475

A 65

-
E
-
z
~
=t;
60

o... 55
~
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:;::
C1>
"O 45
o
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·x
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E 40

-o
e:
C1>
E 35
FIGURA 13.34. Variables biomecá- o
nicas relacionadas con el momenLo :E
ílexor de la rodilla du rame un
esfuerzo máximo. A, La gráfica 30
muesLra el momento ílexor ele la 5 15 30 45 60 75 90
rodilla entre casi Ogrados y 90 gra- Ángulo de la rodilla (grados)
dos de ílexión. Los momenLos lle-

·~
xores se generan isométricamente,
con la cadera extendida. B, Esta
gráfica muestra las relaciones entre
5 ·~ ·~ 45
el brazo de palanca del momento B
imerno de los isquiotibiales (eje y
~
de la izquierda, en r~jo) y la longi-
,) LLtd de estos músculos (eje y de la "O
n derecha, en negro) entre casi Ogra-
...o r-
,5 ~ o
dos y 90 grados de ílexión ele rocli- C1> ::J
(Q
lla. Los datos sobre la longitud
l-
i- muscular se bt1san en una pobla-
...o
"O
4 40 e:
;::¡:

)( c.
ción de varones sanos. (Datos de C1> c.
:;:: (o!) . et>
el Smidt GL: Biomechanical analysis '!l!/t¡(j
o (fe¡, o
of knee ílexion and extensión. ) ...e: Os .

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Biomechcm 6:79-92, 1973.) C1>
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Ángulo de la rodilla (grados)
res
en ·~ ·~ ·~
la
476 Sawlll /\ ' EXllt'llllllucb 111/rllCJtl'\

Transductores Acción
Músculos monoarticulares Acción biarticulares aumentada

Exlerisión de rodilla Vastos Extensión de la rodilla Isquiotibiales bianiculares Extensión coxofemoral

y cadera activa Glúteo mayo r Extensión coxoíemoral Recw femoral Extensión ele rodilla
Flexión de rodilla y Psoasi liaco Flexión coxofemoral lsquiotíbiales bianiculares Flexión de rodilla
cadera activa Bíceps femoral Flexión de la rodilla Recto femoral Flexión coxofemoral
(cabeza cona). poplíteo

IX Le1b.:r Rl Shdrwl Mu>Lk Srma111< ""'' F1111<1w11 ll.1l11111orc, \\'1ll~1n\5 & W1lk11ts. 19<>2

cadera y la rodilla permite un desarrollo de fuerza muy eficaz.
Es1a interdependencia se tiene en cuenta cuando se evalúan
actividades funcionales que requieren la extensión combinada
ele la cadera y la rodilla, como levantarse de una silla. La debi-
lidad de los músculos vastos puede dificultar la extensión de
la cadera, mientras que la deblliclacl del glüteo mayor puede
dificultar la extensión de la rodilla.
Combinadoncs ali picas de mo\ imicnto!>: ílexión coxal
}' cxten!>ion de rodilla, y e\.tcnsión Co\.ofemoral )' ílexión
ele rocl i lla. Consideremos patrones de movimiemo de la
cadera y la rodilla ajenos a los patrones más t!picos descritos
aquL La ílexión coxoíemoral puede darse con extensión de la
rodilla (Fig. 13.37 A) o la extensión de la cadera puede produ-
cirse con ílcxión ele rodilla (Fig. 13.37B). Las consecuencias
fisiológicas de estos movimientos son muy distintas ele las des-
critas en la íigura 13.36. En la figura 13.37 A, el músculo biar-
ticular recto femoral debe acortarse mucho, }'con una veloci-
180
o 160
E c
:~
e•---•---
.s
140
120
Q)
dad relativamente mayor, para ílexionar la cadera y extender
la rodilla. Incluso con un esfuerzo máximo, la extensión activa
ele la rodilla suele estar lim itada durante esta acción.
Basándose en las relaciones de longitud-tensión )' fuerza-velo-
cidad cid músculo, el recto femoral no puede desarrollar una
fuerza máxima extensora de la rodilla. Los isquiotibiales están
sobrecstirados en la cadera y la rod illa. con lo cual oponen
resistencia pasiva a la extensión de la rodilla.
L1 situación descrita en la figura 13.37 A se aplica al
movimiento descrito en la figura l 3.37B. Los isquiotibiales
biaruculares deben contraerse hasta una longitud muy cona,
un movimiento que a menudo se acompatia de calambres.
Además, el músculo bianlcular recto femoral se sobrecstira
tanto en la cadera como en la rodilla, con lo cual se op(1ne
e
¡,
c
Razón o cociente entre el momento extensor máximo y el 11
momento flexor máximo
n
En general, los músculos extensores de la rodilla producen un
momento unos dos tercios superior al de los músculos flexores "'
ll
de la rodilla.13 Un factor importante que explica esta diferencia
es el momento relativamente grande producido por los
músculos vastos (ver Fig. 13.24).54 La rótula alimenta
significativamente el brazo de palanca disponible del cuádriceps.
n
ti

E Las investigaciones han tratado de definir una relación normativa p

o 100
:E: entre el momento máximo de los extensores vflexores de la rodilla
80
para ayudar a los médicos a establecer objetivos apropiados para el
60 entrenamiento de la fuerza isocinética.13.51 Por desgracia, se ha A
hallado que las relaciones de momento varían considerablemente, lo
120 -60 o 60 120 180 240 300
cual reduce su utilidad clínica. Grace y colaboradores39 informaron p
Velocidad angular de la rodilla (º/s) de la existencia de una relación entre el momento de los extensores E
y flexores de 1,67:1 (es decir, los extensores produjeron un
FIGURA 13.35. Momcmo máximo generado por los músculos exten-
momento máximo un 67% mayor que el de los flexores) en 172
sores de la rodilla (línea gruesa superior) )' los müsculos ílexores ele
varones universitarios. En otro estudio, las relaciones entre el
la rodilla (linea inferior discontinuos). Las velocidades positivas
momento máximo de los extensores y flexores de la rodilla se G
denown actividad concémrica (aconamiemo muscular) )' las veloci-
midieron a tres velocidades isocinéticas distintas en 100 personas d1
dades negativas expresan actividad excémrica (elongación muscular).
sanas.124 Los resultados fueron 1,39:1 a 60 grados/seg; 1,27:1 a
Los datos proceden de 64 \'arones sanos no cmrenados. (De E1
180 grados/seg, y 1,19:1 a 300 grados/seg. La diferencia de los
Horstmann T, Maschmann J. Ma)'er F. y otros: The iníluence of age ar
momentos máximos entre los músculos flexores y extensores se
on isokinetíc torque of the upper and lower leg musculature in
redujo a medida que aumentaba la velocidad de contracción. ce
sedentary men. /ru j Sports Med 20:362-367, 1999. Georg Thíeme
Verlag.) A!
 Cc1p1wl1• JJ L1 n11lillt1 477

FIGURA 13.36. Acción ele \'arios músculos

monoanicularcs y bianiculares d11 ra11Le la fase de
extensión de la cadera )' la rodilla en carrera.
Obsérvese que los músculos \'astos extienden la
rodilla, que a continuación estira el extremo dis-
tal cid músculo semitcndinosl1. El müsculo glú-
teo mayor extiende la cadera, que a continuación
cslira el extremo proximal del músculo recto
femoral. Los músculos bh1r1iculares estirados
aparecen wn fl echas negras. El estiramiento de
los músculos bian icularcs activos reduce la velo-
cidad }' el grado de contracción general. (En el
texto aparecen 1rnís delalles.)

pasivamente a la ílexión ele la rod illa. Por ambas razones, la rod illas. cada companimienlo sopona en teoría fu erzas ele
ruerza )' la amplitud del movimiento ele ílexión ele rod illa sue- reacción articular iguales a aproximadamente el 22% del peso
len limitarse al movim iento desfasado. corporal. (Ver las dos ílechilas de la Fig 13.38t\) Durante la
Los movimientos atípicos de la figura l.3.37A y B pueden marcha, sin embargo, las fuerzas lo1<1lcs de reacción ele la rodi-
tener un propósito útil. Consideremos el movimiento de dar
una patada a un balón. La energía elástica se acumula en el
A Flexión coxofemoral
músculo recto femoral estirado por el movimiento preparato-
y extensión de rodilla
rio y combinado de extensión coxofemoral y llexión de rod i-
lla. La acción ele golpear el balón comprende una contracción
rápida y completa del músculo recto femora l para ílexionar <11
mismo tiempo la cadera )' extender la rodilla. El objetivo ele
1 esta acción es disipar toda la fuerza del músculo recto femoral
lo más rápidamente posible. Por el contrario, actividades
como caminar o correr al trote recurren al empleo de múscu-
los bianiculares, ele modo que las fuerzas se desarrollan con
más lemitucl y ele modo repetitivo y cíclico. Los músculos
recto femoral y semitenclinoso, por ejemplo, tienden amante-
ner una longitud relativamente rija durante gran pane del
ciclo de activación. De este modo. los músculos evitan ciclos
repetitivos ele almacenamiemo y liberación inmediata ele can-
tidades relativamente graneles ele energía. Los músculos com-
parten niveles más moderados de fuerzas activas y pasivas, B Extensión coxfemoral
con lo cual mejora la eficacia metabólica del movimienLo. y flexión de rodilla

Alineamiento anormal de la rodilla

PLANO FRONTAL
En el plano fro nLal, la rod illa se alinea normalmeme en unos
5 a 10 grados de valgo. La desviación de este alineamienLo se
denomina genu valgo o genu varo.
Recto femoral «Sobreestirado»
Genu varo con osteoartritis unicompartime11tal pasivamente
de la rodilla
FIGURA 13.37. Movimielllos de (A) ílextón c~1xoíemornl y extensión
En una rodilla de alineam iemo normal, las lúerzas de reacción de rodilla, y (B) extensión coxofemornl y flexión de rodilla. En ambos
anicular durante la bipedesLación pasan casi por igual por los movimientos, la contracción casi máxima de los músculos bianicula-
compartimiemos lateral y med ial de la rodi lla (Fig. 13 38A). res (en rojo) provoca un estiramiento casi máximo de los músculos
Asumiendo que el 44% del peso corporal se localiza sobre las antagonistas bianiculares (llechas negras).
478
Fuerza s de r eacción en una rodilla normal
A En bipedestaci6n
B Durante la marcha
FIGURA 13.38. A, En bipedcsuic1on, una fuerza igual ;il -H% del
peso corporal (PC) pasa cerca del centro ele las articulaciones ele la
rod ill;i. Las superÍicies articulares lateral y medial ele la tibia respon-
den con fuerzas iguales al 22% del peso corporal. 13, Duran te la mar-
cha, una fuerza igual a 1res ''eces el peso corporal pasa medial a la
amculación de la rodilla, creando un momento ,·aro a cada paso. La
direcc1c>n de esta fuerza hace que la superficie articular medial de la
Jibia responda con mayor fuerza de reacción que la superficie articu-
lar lmcrnl. (Los vectores de las fuerzas no se han dibujado a escala.)
B medial. Ambas rodillas presentan
185° Artritis
en el lado•
medial de
la rodllla
A Genu var o e Milwaukec.)
lla aumentan a casi tres veces el peso corporal. El aumento se
debe al erecto combi nado de la activación muscular)' las rucr-
zas ele reacción produc:iclas por el sucio durante la fase de con-
tacto del talón. Como el talón suele golpear el sucio justo late-
ral a su línea media, la foerza de reacción del suelo resultante
pasa justo medial a la rocltlla (Fig. l3.38B). Por tanto, se crea
un momento ,·ar·o neto a cada paso. Por esta razón , las fuerzas
de reacción del sucio clurame la marcha suelen ser mayores en
el compartimienLo medial.
La mayoría ele las personas tolera la carga di námica asim~­
t rica sobre las rod illas con poca o ninguna diriculLacl. En otras,
el compartimiento medial experimenta un desgaste excesivo,
que finalmente deriva en osteoanritis unicompanimental.-t> El
adelgazamiento del canilago articular en el lado medial puede
inclinar la rodilla en genu varo (Fig. 13.39A). Puede iniciarse
un círculo vicioso: la cldormidad en varo aumema la carga
sobre el compartimiento medial, lo cual gene ra una mayor
pérdida del espacio articular medial, lo cual causa una mayor
deformidad en varo, etc. La figura 13.3913 es una proyección
rachográfica anterior que muestra un gen u varo bilateral.
Ambas rodillas muestran signos ele osteoanritis anicular
mcclinl (pérdida del espacio articular medial e hipertrofia ósea
reactiva en torno al compartimiento med inl). El tratamiento
del genu varo suele rnmprender cirugín, como una osteotomía
tibial alta. El objetivo de esta operación es corregir la defonni-
dad en varo)' reducir la carga sobre el compartimiento medial
(Fig. l 3.39C).111 Además de la cirugía, están indicadas oncs1s
FIGURA 13.39. Genu ,·aro bilateral
con osteoannus en el comparll-
miento medial de la rodilla derecha.
A, La deíorm1dad en varo de la rodi-
lla derecha se asocia con un aumento
ele la fuerza de reacción articular
en el compartimiento medial. 13,
Proyección anterior con el suje10 (un
varón de 43 aMs) de pie. con gcnu
rnro bilateral }' osteoartritis arucular
una disminución del espacio articular
medial e hi pen rofia ósea en torno al
compartimiemo medial. Para corregir
la deformidad de la rodilla derecha
(D), se procedió a la cxéresis quirur-
gica de una cuña de hueso mediante
un proccdim1cmo llamado osteoto-
mía tibial alla. C, La radiografía
muestra la rodilla den::cha despucs de
la exéresis de la cuña ósea. Nótese el
cambio del alineamiento an icular si
se compara con la misma rodilla en
B. (Por conesla de joseph Dadcs,
M.O .. Milwaukee Orthopedic Group.
Sinai Samarit;m Medica! Cen1cr.

Genu valgo excesivo
FIGURA 13.40. Genu \'algo excesivo ele la rodilla derecha. En este
ejemplo, la delo rmiclacl en \'algo es el resultad~) del alineamicmo
anormal de los extremos proximal y distal de la cxtrcmidnd inferior
(en rojo). L1 coxa vara y/o la pronación cxccst\'a del pie puede
aumentar la 1cnsión en valgo de la rodilla. Con el 11empo, una 111'l)"tlr
tensión en ''algo en la rodilla puede aumentar la distensión del ltga-
mc1110 colateral medial (LCtvt) )' m1me111ar la fuerza de comprcsil~n
sobre el comp:m irniento lateral de la rodilla. Nt\1csc que la pronatil)n
excesiva del pie, con el arco medial hundido, hace que la 1ibia mlc
intcrnameme en bipedes1<'1eión.
pedales para reducir la tensión sobre las rodillas con artritis
medial. Las plantillas ele cu11a lateral reducen el momento en
varo sobre la rodilla y. por tanto, la carga sobre el comparti-
miemo meclial.16
t ar1111l1• I l l a ''"''"" 479
Genu valgo excesivo
Varios factores biomccánicos pueden provocar un genu ,·algo
excesivo (Fig. 13. 40). Suele ser el resultado del alineamiento
anormal de ambos extremos ele la extremidad inferiot. Como
se aprecia en la íigurn 13.40, la coxa vara (es decir, un ángulo
del cuello de inclinacio11 del fémur menor de 12 5 grados) o la
pronación excesiva del pie Lal vez aumenten la Lcnsión en
valgo sobre la rodilla. Con el tiempo, esta tensión puede dis-
tender )' por tanto dcb11itar el ligamento colateral medial. La
bipedestación con una clcformiclacl en valgo de unos 1Ogrados
mñs de lo normal dirige la mayor parte ele la fue rza articular
hacia el compartimiento lateral.<>2 La cirugía de sustitución de
la rodilla tal vez esté indicada para corregir una deformidad en
Yalgo, sobre todo si es dolorosa o produce una pérdida funcio-
nal o perjudica la calidad de \•ida. La figura 13.+ l muestra una
ostcoan ri Lis bilateral grave ele rodilla. con genu valgo acLtsaclo
en la rod illa derecha)' genu varo en la izquierda. Esta deformi-
dad en rotación externa se corrigió qu1rúrgicamente con susti-
tución bilateral de las rodillas (Fig. 13.-1 l O.
PLANO SAGITAL
Genu recurvatum
La extensión completa con ligera rotación externa es la posi-
ción estable )' ele bloqueo de la rodilla. En bipedcstadón en
esta posición de blt1queo. la rodi lla suele esLar hipcrextendida
unos 5 a 10 grados en parte por la inclinación posterior ele la
meseta tibial. La hipcrextcnsión dirige la línea de gravedad del
peso del cuerpo ligeramente anterior al CJe transversal de rota-
ción de la rodilla. La grm·edacl. por tanto, produce un ligero
momento de extensión que ayuda de modo natural al bloqueo
de la rodi lla, lo cual pcrmiLe al cuñdriccps relajarse en bipe-
destación. Normalmente. a este momento de extensión asis-
tido por la gra\'edad se le oponen la tensión pash·a de la cáp-
sula posterior estirada )' el estiramiento de los musculas
ílexores de la rodilla.
L'\ hipcrcxtensión más al lñ de 10 grados se denomina genu
recurvatum (del latín grnu. rodilla y rccurvare. posteroílexión).
La causa primaria del genu recurvatum es un momento exten-
sor de la rodilla crónico y potente que termina por sobrcestirar
las estrucLUras posteriores ele la rodil la. El momenLo extensor
tan poderoso puede tener su origen en un escaso control pos-
tura] o en una enfermedad neuromuscular que cause espastici-
dacl del cuádrieeps y/o parálisis de los ílexores de la rodilla.
480 Sección /\! E.xtrcmi<lac/c;; i1!fcriorc;;

FIGURA 13.41 . Alineación anómala bilateral de

las rodillas en el plano fronta l en una mujer
de 83 ai'tos. A, Deformidad clásica ele rodillas "en
r<ífaga", con gcnu m igo excesivo en la derecha y
genu va ro en la izquierda. B )' C son racliograÍías
de la paciente en A, antes y después ele la susti-
LUción ele rodilla. Nótese en B. la fo rmación de
hueso hipertrófico en las áreas con sobrecarga.
Con genu valgo excesivo, la tensión es mayor en
el compartimiento lateral; con genu varo, la ten-
sión es mayor en el companimiento medial. (Por
cortesía de Joscph Davies, M D., Milwaukee
Onhopeclic Grou p, Sinai Sarnaritan Meclical
Cemcr, ívlilwaukee.)

Informe de un caso: Patomecánica y tratamiento de un genu
recurvatum grave
La figura 13.42A muestra un caso grave de genu recurvatum de
la rodilla izquierda causado por una parálisis muscular fláccida
debido a una poliomielitis contraída 30 años atrás. La deformidad
ha progresado lentamente los últimos 20 años mientras esa
persona seguía andando sin una ortesis de rodilla. La mujer
presenta parálisis parcial del cuádriceps y de los flexores de
cadera izquierdos. y parálisis completa de los flexores de la rodilla
izquierda Su tobillo izquierdo completamente paralizado se fijó
quirúrgicamente en unos 25 grados de flexión plantar.
Varios factores interrelacionados son responsables del
desarrollo de la deformidad de la figura 13.42A. Debido a la fijación
en flexión plantar del tobillo, la tibia debe estar inclinada en sentido
 C11¡n111/o 1J La roclil/11 48 1
Gcnu rccurrntum
A Sin corregir U Corregido

Cápsula
sobreestirada
y llexores
de la rodilla
paralizados

Tobillo
fusionado
en 25gde flexión
plantar

Peso corporal Peso corporal

FIGURA 13.42. Sujeto que mut•stra genu recun·atum acusado en la rodilla izquierda secundario a poliomielitis. Además ele la dcbi-
liclacl muscular esporádica en tocia l:i extremidad inícrior izquierda, el wbillo izquierdo se íusionó quirúrgicameme en 25 grados de
ílcxión plamar. A, Dcsc:ilzo )' de pie. el peso del cuerpo :ictll:i con un brazo de momento externo (llM E) anormalmente grande en
la rodilla. El gran momento extensor resultante amplilka la magnitud de la deformidad en hipcrcxtcnsión. B, El sujeto es capaz de
reducir la gra\'edacl ele la dcíonrnclad en hipercxtensión llc,·ando unas clcponi,·as con taloneras especiales. El calzado inclina la tibia
)' In rodilln hncin delnmc, lo cual reduce In longitud del brazo ck mo111c1110 externo cleformante ele l:i roclilln.

posterior para que la planta del pie establezca contacto completo
con el suelo. Con los años, esta posición inclinada de la tibia
hiperexliende la rodilla y sobreestira las estructuras posteriores de
la rodilla. Tiene especial importancia el que la parálisis total de
los músculos flexores de la rodilla no ofrezca resistencia directa a
la deformidad por hiperextensión de la rodilla. Además, cuanto
1 mayor es la deformidad por hiperextensión, más largo es el brazo
de palanca del momento externo del peso corporal para perpetuar
la deformidad. Sin una ortesis de rodilla, la deformidad por
hiperextensión entra en un círculo vicioso, permitiendo el
estiramiento ininterrumpido de las estructuras posteriores de la
rodilla y la progresión de la deformidad.
La rodilla actúa como vínculo medio de la extremidad inferior.
Por consiguiente, la articulación de la rodilla es vulnerable a las
tensiones deformantes debidas a patología musculoesquelética en
ambos extremos de la extremidad inferior. Este caso muestra
cómo un tobillo con excesiva flexión plantar fija predispone a
sufrir genu recurvatum. Como se aprecia en la figura 13.428, se
usó una ortesis de tobillo relativamente sencilla y barata para
tratar la deformidad por hiperextensión. Llevar deportivas con una
alza en el talón permite una reducción excelente de la gravedad
del genu recurvatum. La cuña de talón inclina la tibia y la rodilla
en sentido anterior, lo cual reduce significativamente la longitud
del brazo de palanca del momento externo deformante de la
rodilla. El peso corporal produce ahora un momento de
hiperextensión bastante pequeño en la rodilla, mantiene la tibia en
su sitio mediante inclinación anterior y mediante la rigidez
aportada por la artrodesis del tobillo.
 CAP l l lllO 1 4

El tobillo y el pie
D ONALD A . N EUMANN, PT, PHD

OSTEOLOGÍA, 486
Términos y conceptos básicos, 486
Huesos individuales, 486
Peroné, 486
Porción distal de la tibia, 487
Huesos del tarso, 487
Radios del pie, 490
ARTROLOGÍA, 490
Terminología de los movimientos
y posiciones, 490
Ejes de rotación, 491
Estructura y función de las articulaciones
asociadas con el tobillo, 491
Articulaciones tibioperoneas, 491
Articulación tibioperonea proximal, 491
Articulación tibioperonea distal, 492
Estructura articular, 492
Ligamentos, 492
Articulación tibiotarsiana, 492
Estructura articular. 492
Ligamentos, 493
Cinemática, 494
Estructura y función de las articulaciones
asociadas con el pie, 497
Articulación subastragalina. 497
Estructura articular. 497
Cinemática, 498
Articulación transversa del tarso, 500
Estructura articular y ligamentosa, 500
ÍNDICE
Articulación astragalonavicular, 500
Articulación calcaneocuboidea. 501
Cinemática, 504
Arco longitudinal medial del pie, 504
Consideraciones anatómicas, 505
Consideraciones funcionales, 505
Forma anormal del arco longitudinal
medial, 506
Acción combinada de las articulaciones
subastragalina y transversa del tarso,
507
Interacciones articulares durante la fase
de apoyo de la marct1a, 507
Fase de apoyo inicial: Pronación de la arti-
culación subastragalina, 507
Fase de apoyo medio a final: Supinación
de la articulación subastragalina. 51 O
Articulaciones intertarsianas distales. 511
Estructura y función básicas, 511
Articulaciones cuneonaviculares. 511
Articulación culloideonavicular. 511
Complejo de las articulaciones
intercuneales y cuneocuboideas. 511
Articulaciones tarsometatarsianas. 512
Consideraciones anatómicas
y cinemáticas, 512
Articulaciones intermetatarsianas, 512
Estructura y función, 512
Articulaciones rnetatarsofalángicas, 513
Consideraciones anatómicas
y cinemáticas, 513
Deformidades del primer dedo, 513
Articulaciones interfalángicas, 514
Acción de las articulaciones del antepié
durante la fase de apoyo final de
la marcha, 515
INTERACCIÓN DE MÚSCULOS
Y ARTICULACIONES
Inervación de músculos y articu laciones,
516
Anatomía y función de los músculos, 517
Müsculos extrínsecos. 517
Músculos del compartimiento anterior
517
Anatomla muscular. 517
Acción articular. 518
Músculos del compartimiento lateral.
520
Anatomía muscular. 520
Acción articular. 521
Músculos ele/ compartimiento posterior,
521
Anatomía, 521
Acción articular: flexión plantar
y supinación. 523
Parálisis muscular por una lesión de
los nervios peroneo o tibial, 527
Müsculos intrínsecos, 528
Consideraciones funcionales
y anatómicas, 528

INTRODUCCIÓN Aunque no se subraye en csLe capitulo, las funciones sensoria-

La función primaria del tobillo y el pie es amortiguar el cho-
que )' propulsar el cuerpo durarne la marcha. Durante la mar-
cha y en la carrera. el pie debe tener la ílexibilidacl suficiemc
para amortiguar el impacto de millones de contactos a lo largo
de la vida. La ílexibilidad también permite que el pie se aclaplc
a las configuraciones espaciales in numerables enLre éste )' el
sucio. Caminar )' correr requiere asim ismo que el pie se man-
tenga bastante rígido para soportar las enormes fuerzas de pro-
pulsión durante la fase de despegue del pie. Los pies sanos
satisfacen estos requisitos en apariencia paradójicos de amor-
tiguación y propulsión por medio de la interacción de articu-
laciones interrelacionadas, tejidos con junti\'os y músculos.
les del pie sano tam bién ofrecen med idas imponan1es de pro-
Lección )' con1rol a la extremidad inferior. Este capítulo 1icnc
por fin establecer una base firme para cmencler la e,·alunción )'
el tratnm1cntn de numerosos trastornos que afectan ni tobillo r
al pie, muchos de los cuales están cinesiológicame111e relacio-
nados con el 1110\'imiento de toda la extremidad inferior.
Muchos de los Lemas ci ncsiológicos traLados en es1e capí-
tulo también se relacionan específicamente con el proceso de
la marcha, un tema del que se habla en profundidad en el
Capítulo 15. La í1gura 15.12 Str\'lrrt ele referencia ele la tenni-
nología empleada en este capítulo para describir las distintas
fases del ciclo de la marcha.
485
486

OSTEOLOGÍA
Términos y conceptos básicos
Tobillo Pie
NOMBRE DE LAS ARTICULAC IONES Y REG IONES
El término iobi llo describe sobre tocio la an iculación tibiotar- Retmpié
siana. aunque también incluye dos articulaciones relaciona- Huesos Huesos
das: las articulaciones tibioperoneas proximal y distal. El ter- Tibia, peroné )' astrágalo Calcáneo y astrágalo"
mino pie describe todas las estructuras distales a la libia y el Articulaciones Articulación
peroné. Nótese que esta clasificación incl uye el astrágalo como Tibiolarsiana Subastragalina (astragalocalcánea)
pane del tobillo y del pie. El astrágalo es un hueso muy Tibioperoneas proximal
y distal
importante, pues ejerce un papel esencial en la ci nesiología
Mediopié
local del tobi llo y del pie , y en la cinesiología ele toda la extre-
Huesos
midad inferior.
Navicular, cuboides y cuneiformes
La !'i gura 14. l muestra una visLa general ele la terminología Aniculaciones
que describe las regiones del tobillo y el pie. Los términos Transversa del tarso
anterior y posterior tienen un significado convencional Astragalonavicular
cuando se refieren a la tibia y el peroné (es decir, la pierna). Calcaneocuboiclea
En referencia al LObillo y el pie, estos términos se usan como lntenarsianas distales
imerc<1mbiablcs de disrnl y proxinrnl respectivameme. Los lér- Cuneonavicular
minos dorsal y plantar describen las caras superior e inferior Cuboicleonavicular
del pie, respectivamente. Complejo intercuneiforme
y cuneocuboideo
En el pie hay tres regiones compuestas por una serie ele
A ntepi é
huesos y una o más an irnlaciones. El retropié se compone del
Huesos
astrágalo, el calcáneo y la articulación subastragalina; el medío-
Metmai'sianos y falanges
pié consta ele los restanLes huesos del tarso, incluid,, la articu- Articulaciones
lación transversa del tarso )' las articulaciones intenarsianas Tarsomelatarsianas
distales ele menor tamaño, y el c1111epié está formado por los l mennetmarsianas
metatarsianos y las falanges )' tocias las articulaciones distales, Melatarsofah\ngicas
así como las articulaciones tarsometatarsianas. L<'l tabla 14.1 lnlerfalángicas
ofrece un resumen ele la organización de los huesos y articu-
el :is1ri\galo se intlurc como h11t·s,1 clcl lt>hillc> y hueso del pk.
laciones del tobi llo y el pie.

PARECIDOS ENTRE LAS ARTICULACIONES DE LA PORCIÓN considera que el pisiforme de la muiieca es un hueso sesamoi-
DISTAL DE LA PIERNA Y LA PORCIÓN DISTAL DEL BRAZO deo, el carpo y el tarso tienen siete huesos. La con figuración
El tobillo y el pie tienen varias características que son estruc- general del metatarso )' el metacarpo, así como las fala nges
wralmente parecidas a las de la muñeca )' la m<'lno. El radio en más distales, es casi idéntica. Una excepción noLable es que el
el antebrazo y la tibia en la pierna se articulan con una serie primer dedo del pie no está tan desarrollado funcionalmente
de huesecil los, el carpo )' el tarso, respect ivamenLe. Cuando se corno el pulgar en la mano.
Corno se describe en el Capítulo 12, tocia la extremidad
inferior gira interna o meclialmente durante el desarrollo
Vista lateral Superior
embrionario. Como resultado, el primer dedo del pie se sitúa
(dorsal)
en el lado med ial del pie y la parte superior del pie constiwye
Posterior + Anterior
(proximal) (distal) su superficie dorsal. Esta orientación es parecida a la de la
Inferior mano cuando el antebrazo se halla en pronación compleLa
(plantar)
(Fig. 14.2). Esta posición plantígrada del pie se emplea para
caminar y permanecer ele pie.

Huesos individuales
PERONÉ
El peroné largo y fino se sitúa lateral y paralelo a la tibia (ver
Figs. 13.2 y 13.3). La wbeza dd peronc se palpa justo lateral al
cóndilo lateral de la tibia. L1 diáfisis delgada del peroné trans-
Retropié Meso pié Antepié
fiere una pequeña fracc ión de la carga por la pierna. la mayor E
FIGURA 14.1. Terminología esencial usada para describir las regiones parte de la cual se transfiere a la tibia que es más gruesa. La n

_ _ _,___l
del pie)' el lobillo. diáfisis del peroné continua distalmente para formar el malé- l
 Caj>11Hlo l ·1 11 tol>11ln \' d pk 487

CJon externa del pie en h1pcdesta<.:1on. Esta torsión de la pierna

se denomina torsión tib1al. bas.'mclose en la orientación del
extremo distal del hueso respecto a su extremo proximal.

HUESOS DEL TARSO

Los siete huesos del tarso é1parecen en cuatro perspet'li\'é'lS d is-
tin1as en las fi guras 14.4 a 14.7.

Características osteológicas del peroné y la porción

distal de la Libia
Astrágalo
• Superficie troclcar
• Cabeza
• Carillas anterior, media y posterior
• Surco astragalino
• Tubérculos lateral y medial
Calcáneo
• Tuberosidad
• Apófisis lateral y medial
• Carillas anterior, media )' posterior
• Surco del calcáneo
• Sustemáculo del astrágalo
NaviculM
• Tuberosidad
Cwias medial, intermedia y lat crnl
FIGURA 14.2. Similitudes topográficas ent re el antebrazo en prona- • Arco transverso
ción)' el pie. Nótense el pulgar y el dedo gordo sobre el lado medial
de la extremidad respectiva. Cuboides
• Surco para el tendón del músculo pcroneo largo

olo lateral (del latín mal/eus, manillo) afilado )' fácil de palpar Astrágalo
El maléolo lateral actúa como polca para los tendones ele los El astrágalo es el hueso del tarso mas proximal. Su supnfilir
pcroneos largo )' corto. El maléolo lateral también forma la trodwr o dorsal es una cúpulé'l redonda, com·exa en senudo
pared lateral del tobillo o articulación tibiotarsiana (Fig. 14.3). é'lnteropostcrior )' un poco cónca\'a en senlido medio (íig.

Características osteológicas del peroné y la porción

distal de la tibia Vista anterior
Peroné
• Cabeza del peroné
• Maléolo lateral
Tibia ligamento interóseo
• Maléolo medial
• Escotadura peroneal
Articulación
ligamento tibiotarsiana
PORCIÓN DISTAL DE LA TIBIA tibioperoneo anterior
El extremo d istal de la tibia aumenta su tamai'lo para acomodar Maléolo medial
las cargas transferidas a través del tobillo. En el lado medial de Maléolo lateral
la porción distal de la d iáfisis ele la Libia se halla el prominente
maléolo medial. En el lado la1eral esLá la carilla peroncal, una
concavidad triangular que acoge el extremo d istal del peroné
en la articulación Libioperonea distal (ver Fig. l 4. IO).

Ángulo de torsión de la tibia

FIGURA 14.3. \lisia amcrior del extremo distal de la tibia. peroné)'
r En los adultos, el extremo distal de la tibia gira sobre su eje astrágalo derechos. La aruculac1ón de los tres huesos forma l;i anicu-
a l11a) 1or unos 20 a 30 grados respecto a su extremo proximal. ~7 lación tibiotarsiana (del tobillo). La linea de pumos muestra la mscr-
La torsión natural es evidente por la posición ele ligera rota- ción ele la cápsula articular del tobillo.
 -+88 'iúuon /\ ' /: \l ll'n11cl11tlo 111/1·11tl11·,

Visla superior Vista illforior

Músculo flexor largo de los dedos

Músculo flexor corto

Músculo extensor de los dedos
largo del dedo gordo
Músculos aductor del
....d~-r''!!-::-- Müsculo interóseo dorsal dedo gorclo y flexor
Músculos corlo del dedo gordo
Músculo extensor Falange distal inleróseos plantares -=::::::::::--::-:-;:--;::1\
corto de los dedos-+;zz;:¡;ju Falange media Músculos abductor
y flexor corto
Falange proximal Músculos abductor del dedo gordo
y flexor del V dedo
~~~-Huesos sesamoideos
lateral y medial
~~- Músculo aductor del dedo
gordo (cabeza oblicua)
Músculos
Cuneiforme medial interóseos plantares Músculo peroneo largo
Músculos abductor
Músculo peroneo corto y fl exor del V dedo Músculo tibial anterior
Cuneiforme intermedio
Surco para el músculo Músculo tibia! posterior
peroneo largo
Músculo flexor corto
del dedo gordo
Músculo
cuadrado plantar
Articulación
con el maléolo medial Surco para el músculo
flexor largo del dedo gordo
Músculos flexor corto de los electos
y abductor del dedo gordo

Tuberosidad
del calcáneo
FIGURA 14.5. \'ísta inferior (plantar) ck los huesos del tobillo ) pie
FIGURA 14.4. \ '1s1a superior lclorsal) de los huesos del tobillo y pie clcn:chos. L1s inserciones proximales ele los musculos aparecen en
dercchtls. Lts msercioncs prox1m:iles de los musculos aparecen en mio. las mscmones distales, en gris.
ro10. las msercmncs distale:;, en gris.

14.6) . El canil:igo reviste la superficie troclear y los lados
adyacentes, creando unas superficies aniculares lisas para la
an iculac1011 tibiot:irsiana. La prominente rn/lrw del astrágalo
se proyecta hacía delante )' ligeramente medial hacia el
na\'icular. En el adulto, el eje mayor del cudlo del astrágalo
sitúa la cabeza unos 30 grados medial en el plano sagital. En
los ni1íos pequeños, la cabeza se proyecta mcchalmeme unos
40 a 50 grados, lo cual explica en panc el aspecto con frecuen-
cia 11wentdo de sus pies.
La íigura l+.8 muestra tres cnnll;1s articulares en la superfi-
cie plantar (inferior) del astr:\galo. 1 as wri//w; anterior y media
son ligeramente curvas y a menudo ininterrumpidas entre si.
Nótese que el canílago articular que reviste estas carillas tam-
bién cubre la cabeza adyacente del astrágalo. La cwi//a posterior
concm·a )'oval es la más grande. C(1mo conjunto funcional , las
tres carillas se aniculan con las tres carillas ele la superficie dor·
sal (supenor) del calcáneo, formando la articulación subastra·
galina. El surco talar es un surco que discurre oblicuamen1e )'

Vista med ial

FIGURA 14.6. \lista medial dl' los

huesos cid tobillo r pie dcrerlws

Falange Falange
media proximal
 ( upuu/c• 1-1 U 1t1h11/ci 1 d 111, -f89

\ isla latcrnl
Carilla para la articulación
con el maléolo lateral

FIGURA 14. 7. \ 1s1a l:11cral de los huesos

del Lobillo }' pie clc rn:hos.

Seno
del tarso
Falange Falanges
proximal distales

se localiza entre las carillas amcromcclial )' posterior. rior) a la punta del maléolt) medial. Esta tubcmsicbcl sir\'e de
Los tubérrnlos lateral )' 111ediol se localiznn en la superfic ie inserción diswl al 111 ü~culo tihial postcnor.
posteromcdial del astrágalo (ver Fig. l-1-4). Un surco formado
entre estos tubérculos sir\'e ele polca al tendón del músculo Cuneiformes medial, intermedio y lateral
ílcxor largo del dedo gordo (\"Cr F1g. 14. l 1). En conjunto. los huesos cuneiformes actuan como espaciador
entre el na\'icular y tres metatarsianos 111edialc:, (\'c r 1ig. l •t.·n.
Calcáneo Los cun<:iformes contribu)"cn a formar el 111w 1rcm~1·crse1 del
El calcáneo, el mayor de los huesos del wrso. esta preparado pie, contribuyendo en parte a la co1wcxiclad ck)rsal de la
para soportar el impacto del talün contra el sucio cluranlc la región media del pie. El cuneiforme hucral presenta una cari-
marcha. L1 gran tuberosidad del ccrlccínco rugosa recibe la inser- lb para art icuhusc con una porc1t'ln de la supcrl°i<.:ic mccl ial del
ción del tendón de Aquiles. La superficie planiar de la tubero- cuboides
sidad tiene unas apofisis lateral )' mcclwl que si1Ten de 111ser-
cion a n1uchos de los músculos intrínsecos)' a la fascia plamar Cuboides
profunda del pie (ver Fig. 1-1.5). Como su nombre ind1ca, el cuboides tiene seis superlit.:ies, tres
El calcáneo se art ic.:ula Clm otros huesos del tarso sobre sus de las e un les se articulan con los hueso-. ad)·acentes (\'er hgs.
supcríicies dorsal )' anterior. La superficie dorsal contiene tres 14.4, 14.5 y 14.7). La superficie distal se articula Clll1 las b<1ses
cnri llas que se unen a las carillas <KorrespondienteS>l del astrá- de los metatarsianos IV> V. El cuboidc~ es, por tamo. homo-
galo (\·er Fig. 14.8). Las rnrillas c111tc1wr y media son relativa- logo al hueso ganchoso de la mui'leca.
mente peque1"las )' casi planas. La rnri/la posterior es grande )'
con\'exa. )' se adapta a la forma cóncava de la carilla posterior
igualmente grande del astrágalo. Entre la cnrilla posterior y
medial hay un surco oblicuo y ancho llamado el swrn dd calccí-
11co. Este surco está ocupado por las inserciones proximales de
varios ligamentos que estabilizan la articulación subastragalina.
Con la articulación subastrngalina an iculacla. los surcos del cal-
cáneo y el astrflgalo forman un túnel en la articulación subastra-
galina llamado seno ele/ tarso (ver Fig. 14. 7).
La superíicie anterior rclati\·amente pequei'la del calcáneo Cavidad para la cabeza
se une con el cuboides en la articulación calcaneocuboidca. El del astrágalo
Ligamento deltoideo
s11stc111<let1lo del astrágalo se pro) ecta mecliahnente como una
1
Ligamento
repisa horizontal que sale de la superficie dorsal del cak:ínco. calcaneonavicular plantar
El sustentáculo se halla cleb~jo )' sostiene las caiillas medias de Músculo tibial posterior
Músculo flexor
la articulación subastragalina (ver Fig. 14.6). largo de los dedos
Carilla anterior
Navicular Carilla media
Ligamento interóseo Ligamento cervical
El hueso na\·icular debe su nombre a su parecido con un barco. con surco del calcáneo
Su superficie proximal cóncm·a (el «Casco») recibe la cabeza del Tendón ele Aquiles
Músculo flexor largo
astrágalo en la articulación astragalonavicular (\-er Fig. 14.4). del dedo gordo
La superficie distal del mwicular rnntiene tres carillas relativa- FIGURA 14.8. Vista superior del as11":1gall1 ,·ucl10 lateralmente para
mente planas que se articulan con los tres huesos cuneiformes. revelar su lado planiar )" el l;1do dorsal del rnlcimco. Obscn·ense l::ts
La superfi cie medial del navicular presenta una cubcrosidad tres carillas articulares sobre el astrágalo )' el calc:ineo. (Se han cor-
promineme. fácilmente palpable 2,5 cm inferior y distal (ante- tado los h¡!,amc111os interoseo) cen·ical. y mühiples 1encloncs.)
490 Scaín11 1V Extrrmíchrdl's in{critirc'

Toda la superficie proximal del cuboides se aniwla con el

calcáneo. Esta superficie es plana o ligeramente curva. La
superficie medial tiene una carilla oval para articularse con el
cuneiforme laternl )', en ocasiones. una carilla muy pequei'\a
que se articula con el navicular. Un surco cliíerenciaclo
discurre por la superficie plantar del cuboides, ocupado por el
tendón del músculo peroneo largo.
Características osteológicas ele un metatarsiano
• Base (con las carillas aniculares para articularse
con las bases de los metatarsianos ad}1acentes)
• Diáfisis
• Cabeza
• Apófisis estiloides (sólo en el V metaL<HSi<rno)

RAD IOS DEL PIE

Un rad io del antepié se define corno un metatarsiano y la serie
de fa langes asociadas.
Metatarsianos
Los cinco metatarsianos unen la hi lera d istal de los huesos del
tarso con las falanges proximales (ver Fig. 14.-+). Los metatar-
sianos se numeran del 1 al V, empezando por el lado med ial.
El primer metatarsiano es el más cono y grueso, y el segundo
suele ser el más largo y el que se articula con mayor rigidez en
la hilera distal ele huesos del rnrso. Estas carac1crislicas morfo-
lógicas reflejan las grandes ruerzas que pasan por el lado
med ial del anLepié durante la fase de despegue del pie en la
marcha. Cada metatarsiano cuenta con una hase en su extremo
pro ximal, una diáfisis y una cabeza convexa en su extremo dis-
tal (ver Fig. 14.4, primer metatarsiano). Las bases de los meta-
t<1rsianos cuentan con pequei1as w rillas articulares que marcan
el punto ele articulación con las bases de los metatarsianos
ad) accmes. La carilla articular del primer metawrsiano está
1 Las aniculaciones pri ncipales del tobillo y el pie son las arli-
ausente en ocasiones. Longitudinalmente , las diáfisis de los
metatarsianos son un poco cóncavas sobre su lado plantar.
Esta forma arqueada mejora la capacidad de los metatarsianos
para soportar cargas (ver Fig. 14.6). La superficie plantar de la
rnbeza del primer rne1atarsia110 cuenta con dos cari llas peque-
i'ias para articularse con dos huesos sesamoideos que están
embut idos en el tendón del músculo ílexor corto del dedo
gordo. El V metatarsiano cuenta con una promi nente apófisis
estiloides justo lateral a su base, que marca la inserción del
músculo peroneo cono (ver fig. 14.7).
Falanges
Al igual que en la mano, el pie cuenta con 14 íalanges, a saber,
proximales, medias y distales (ver Fig. 14.4). El primer dedo
- que suele llamarse dedo gordo- cuema con dos falanges, lla-
madas proximal y distal. En general, cada falange presenta una
bllse cóncava en su ext remo proximal, una dicífisis y una cabeza
convexa en su extremo distal.
Caracterísllcas osceológicas de una falange
• Base
• Diáfisis
• Cabeza
ARTROLOGÍA
rn/acionc~ tibiolarsiww , suhasl ragali1w y 1rn11svcrsn del lílrso. El
astrágalo participa mecánicamente de las tres articulaciones.
Las múltiples articulaciones del astrágalo ayudan a explicar la
forma compleja del hueso, con casi un 70% de su superficie
cubierta de cartílago articular. El conocimiento de la forma del
astrágalo es crucial para comprender la artrología del tobillo y
el pie.
Terminología de los movimientos y posiciones
La terminología empleada para describi r los movimientos del
tobillo y el pie incorpora dos tipos de definiciones: una serie
fundamental y una aplicada. La terminología fundw1w1líll des-
cribe los movi mientos del pie o el tobillo perpendicularmente

A Defini ciones de los movimientos B Definiciones de los movimientos

fund a mentales aplicados
FIGURA 14.9. A, Las definiciones
de los mo1·imientos íundamcntales
PRONACIÓN: SUPINACIÓN: se basan en el movimiemo de cual-
( ABDUCC{ÓNI EVERSIÓN INVERSIÓN quier porción del Lobillo o pie en un
-l ADUCCION ABDUCCIÓN ADUCCIÓN plano perpendicular a los tres ejes
! (eje vertical) FLEXIÓN DORSAL FLEXIÓN PLANTAR
estándar de rotación: ven ical, ante·
EVERSIÓN/ l roposterior (AP) y medio-lateral e
INVERSIÓN~
(e¡eAP) - \~
~ Vista (M L). I3, Las cleÍiníciones del rnovi·
n
~lateral miento aplicado se basan en el
!_ ~ ( \
movimiemo que se produce per- E
----
~ORSALI
pendicularmente respecto a uno de
¡ FLEXl{?N
FLEXION PLANTAR
los ejes oblicuos de rotación del píe
y el tobillo.
s
S(

(eje ML) la

Movimiento Eje de rotación
~~~~~~~---=-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~---=-~
Plano del movimiento
Flexión plamar
Medio-lmeral Sagital
Flexión dorsal
Inversión
Anteroposterior Frontal
Eversión
Abducción
Vertical Horizomal
Aducción
Supinación Variables elememos de inversión,
Oblicuo (varia según aducción )' flexión plantar
aniculación)
Pronación Variables elementos de eversión,
abducción y flexión dors.11
a los tres ejes estándar de rotación (Fig l 4.9A). La .µt'xión dor-
sal (extensión) y la flexión plw1tar describen el movimiento
paralelo al plano sagital, sobre un eje medio-lateral de rota-
ción. La eversión )' la i11l'crsiü11 describen el movimicnLo para-
lelo al plano írontal , sobre un eje anteropostcrior de rotación.
La abducción y la aducción describen el movimiento en el plano
horizontal (transverso), en torno a un eje vertical (superoiníc-
rior) de rotación. En las articulaciones principales del tobillo
y el pie, las definiciones fundame ntales son inadecuadas por-
que la mayoría de los movimientos del tobillo )' el pie se pro-
ducen más sobre un eje obl icuo que sobre los tres ejes de rOla-
ción ortogonales estándar que se ven en la figura 14.9A.
Unn segunda tcrminologla más aplicada se emplea para des-
cribir movimientos que se producen en perpendicular a un eje
oblicuo ele rotación (Fig. 14.913). La pronacicln describe un
movim ienLo que cuenta con elementos de eversión, abducción
y clorsiílexión. La supinacron, en comraste, describe un mo\'i-
miento que tiene elementos de inversión, aducción )' 11exión
plantar. La orientación del eje oblicuo de rotación ele la figura
14.9B varia según la aniculación principal pero, en general.
tiene un grado ele inclinación similar al ilustrado. El grado de
inclinación exacto de cada eje de rOLación de las articulaciones
principales se describirá en secciones subsiguientes.
La pronación y la supinación suelen ser movimientos «tri-
planares». Lamemablemenle, esta descripción es confusa. El
término triplano implica que el movimiento «corta» los tres
planos cardinales, y no que la aniculación que exhibe este
movimiento posee tres grados de libertad. L'l pronación}' supi-
nación se producen sólo en un plano, sobre un eje (oblicuo) ele
rotación. La tabla l 4.2 resume la terminología usada para des-
cribir los movimientos del tobillo y el pie, incluyendo la termi-
nologia que describe posLUras anormales o deformidades.
Ejes de rotación
Se asume que los movimientos del tobillo y el pie se producen
sobre ejes ele rotación que se mamienen casi estáticos durame
la amplitud del movimiento. Aunque esta suposición no sea
C11p1uil" 14 H t11hillt• v d pie 491
Ejemplo de deformidad fija o postura anormal
Pie equino
Pie cavo
Varo
Valgo
Abducto
Aducto
Tenninologra inconsistente: suele implicar uno
o más componentes ele supinación
Terminología inconsistente: suele implicar uno
o más componentes ele pronación
aplicable a tocias !ns aniculnciones, permite expl icar un sis-
tema bastal1le complicado de fo rma rclaLi,·arncntc sencilla. Los
eies de rotación y los modelos cinemáticos del tobillo y el pie,
más complicados y probablemente más precisos, se describen
en otra parte del libro. (Ver bibliografía 1, 1O, 45 y -1-8.)
Estructura y función de las articul aciones
asociadas con el tobillo
Desde una perspectiva anatómica, el Lobillo incluye una arti-
culación: la nniculación tibiotarsiana. El movi miento ele la
articulación tibiotarsinna provoca un ligero mo\'imiento en la:,
articulaciones tibiopcroneas proximal )' distal. Debido a esta
asociación fu ncional, las Lrcs articulaciones se abordan en el
apartado dedicado al «tobillo».
ARTICULACIONES TIB IOPERONEAS
El peroné está unido a la cara lateral de la tibia por dos nnicu-
lacioncs: la articulación tibioperonca proximal y la articula-
ción tibioperonea distal (ver Fig. 13.2). La membrana 1meró-
sca -una capa de tejido conj unti\'O que discurre cmrc la tibia
)' el peroné- también ayuda a mamener los huesos urnclos. La
membrana intcrósea nporta una inserción a muchos músculos
que afectan al pie y al tobillo.
Articulación tibioperonea proximal
La aniculación tibioperonen proximal es una cl1anrosis locali-
zada justo lateral y debajo ele la rodilla. La articulación se
forma con la cabeza del peroné)' la cara posterolateral del cón-
dilo lateral de la tibia (ver Fig. L3.5). Las superficies articula-
res son por lo general planas o un poco ovales, cubiertas ele
cartílago anicular.
La articulación tibioperonea proximal está encerrada en
una cápsula reforzada por los ligamentos anterior y posterior
(ver Figs. 13.7 y 13.10). El tendón del músculo poplíteo
aporta estabilización adicional cuando cruza justo posterior a
In articulación. Se necesita una estabilización firme en la arti-
culación tibioperonea proximal para que las fuerzns del
492

músculo bíceps Íemoral )' el ligamento colaLeral laLeral de la Vista posterior

rodilla se Lransíieran con eficacia del peroné a la tibia.

Tejidos conjuntivos que estabilizan la articulación

tibioperonea proximal Surco para los tendones de
los m(1sculos libia! posterior
• Ligamentos capsulares y nexor largo de los dedos
• Tendón poplíteo

Articulación tibioperonea distal Ligamento transverso

Estructura articular
La art iculación Libioperonea distal está rormada por la su per- Porción [ Ligio. delloideo ~~
n> -

libioastragalina- Porción ~¡
ficie an icular med ial convexa de la porción distal del peroné tibiocalcánea Ligamento
y la carilla peroneal cóncava ele la tibia (Fig. 14.10). Los ana- peroneoaslragalino
Surco para el tendón del músculo posterior
tomistas suelen clasificar esta art iculación como una sinartro- llexor largo del dedo gordo
sis porque perm ite muy poco movi miento y está llena de Ligamento
Ligamento astragalocalcáneo medial calcaneoperoneo
tejido conjuntivo irregular y denso. La membrana sinovial
que reviste esta an iculación suele seguir sin interrupción
hasta la membrana sinovial que recubre la aniculación tibio- Tendón deAquiles
(cortado)
carsiana.

Ligamentos
El liBamento i11terósco apona el vínculo más fuerte entre los
extremos distales de la tibia )' el peroné.55 Este ligamento es
una extensión distal de la membrana interósea. Los ligc1111r.:11tos
tibioperolH:Os c111tr.: rior )' posterior (dislal) también reruerzan la
articulación tibioperonea distal (Figs. 14.10 y 14.l 1). Una
unión estable entre la porción distal de la tibia y el peroné es
esencial para la estabilidad y íunción de la aniculación tibio-
tarsiana.
Ligamentos de la articulación tibioperonea dis tal
• Ligamento interóseo
• Ligamento tibioperoneo anterio r
• Ligamento tibioperoneo posterior
FIGURA 14. 11 . Vista posterior de la región del tnbillo derecho que
mucstrn los ligamentos principales de las articulaciones tibiopcronea
cliswl, ti biowrsiana )' subastrng;1li11a. La lí1m1 de puntos suspensivos
se1iala las inserciones de la cápsula de la an iculación Libimarsiana
(clrl tobillo).
ARTICULAC IÓN TIBIOTARS IANA
Estructura articular
La aniculación tibiotarsiana está formada por la unión ele la
superficie troclear y los lados del astrágalo, con la cavidad rec-
tangular for mada por el ext remo distal de la tibia y ambos
maléolos (ver Fig. 143). La articulación LibioLarsiana suele
denominarse la «mortaja» del tobi llo, por su parecido con la
ensambladura que usan los carpinLeros (Fig 14. 12) La forma
cóncava de la pane proximal de la monaja del LOhillo se man-

Vista anterolateral Forma de la articulación

tibiotarsiana

Mortaja
de un carpi ntero
Ligamento tibioperoneo
posterior

Ligamento tibioperoneo
anterior (cortado)

FIGURA 14.1 0. Vista anterolateral de la articulación ti bioperonea dis- FIGURA 14.12. Similitud en la fo rma de la articulación tibimarsiana
tal con el peroné desplazado para mostrar las superlk ies arLiculares. (A) y la mortaja de un carpimero (B).
 ( t1/1Jt11l1• ¡..¡ El 11>/1Jl/111 d /ll• ' 493

\ ista nll'<lial El ligamento colateral medial de la articulación tibiotar-

siana se denomina también ligamcnl<l clcltoidco. Es íuene y
T
i cxpansi\'O (Fig. l 4. 13). El \'érLice del ligamenlo triangular está
Porción tibionavicular Maléolo
b medial anclado en el makolo medial, abricnclose la base en abamco
Ligamento Porción tibiocalcáne~
en tres grupos de fibras superfici,1les. La::. inserciones distales
1
delloideo Porción libioastragalina
de esltb li bras se enumeran en el recuadro. Las íibras Libiotar-
sianas más profundas se mezclan. y íonakcen la cápsula
medial de la articulación tib1otarsiana

Inse rciones distales de los tres componentes

Tendón del músculo Ligamento
l1b1al posterior calcaneonav1cular
(cortado) plantar
FIGURA 14.13. Vista medial ele la región del wb1llo clcrcd10 que
muc!>lrn el ligamento colateral mecha!
uene gracias a los tejidos conjuntl\'OS que unen la tibia con el
peroné. Es tnleresame que el 1írea total ele contacto de
la an iculación tibiotarsiana sea unos 350 mm2, cifra relativa-
mente pequelia en comparación con los 1. 120 mml }' los
1.100 mm2 ele la rodilla y la cadera. respectivamente.
Ligamentos
Una fina rnps11/a rodea la articulactón tibiotarsiana.
Externamente, la cápsub está reforzada por los ligamentos
colaterales que limilan la im-c rsitín }' eversión exccsivns del
astrágalo en la concavidad rectangular.
del ligamento de ltoideo
• Las íibras Li bionaviculares se insertan en la tuberosidad
del na,,icular.
• Las fibras libiocalcánea~ se insertan en el sustentáculo
del ast rágalo.
• 1ns fibras 1ib1otarsianas se insenan en el lllbérculo medial )'
el Indo acl)•nccnte del astrágalo.
La función prinrnria del ligamento dcltoiclco es limitar la
eversión de las aniculacioncs tibiotarsi.ma. subastragalina }'
astragalonavicular. Los esguinces del hgamcnw deltoideo son
relativamente poco corrientes clcbido, en panc, a la fuerza del
ligamento }' a que el maléolo lateral sin·e de bloqueo osco
frente a una e\•ers1on cxceSl\'íl.
Los ligc1111c11cos tnlcttcralcs lc11rraks ckl tnhil k1 comprenden klS
ligamentos peroneoas1rngalinl1 amerior )' posterior}' el calcanc-
operoneo Debido a la incapacidad rclat1,·a del maléolo mechal
para bloquear el lado medial de la mona¡a del tobillo, la ma)O·
ría de los esguinces de tobillo implican inversión excesiva)' una
lesión subsiguiente de los ligamentos colaterales laterales.12
El ligc1mrn10 pcro11coastragali110 anccnor se inserta en la cara
anterior del maléolo lateral )'cursa en sentido anterior )' medial
al cuello del astrágalo (Fig. l 4. 14). De l o~ ligamentos laterales,
éste es el que se lesiona con maror frecuencia. La lcs1on se debe
con frecue ncia a la inversión o aducción excesivas del tobi llo.

Vista latera l

Ligamento Ligamento tibioperoneo anterior

tibioperoneo posterior
Ligamento peroneoastragalino anterior
Ligamento cervical
Ligamento bifurcado
FIGURA 14.14. Vista lateral ele la región del
tobillo derecho que destaca el ligamento Tendón de Aquiles
colaieml latcrnl. (cortado)
Ligamento
calcaneoperoneo

Retináculo inferior
de los músculos peroneos
494 5ndn11 /\' Ex1rn11iclwk.' ili/crinn·,
T
sobre wdo cuando se combinan con ílexión plantar; por ejem- Vista superior
plo, cuando metemos el pie sin darnos cuenta en un agu-
jeroJAó El ligcrmc:11lo rnlca11i:opcm11c:o cursa en sentido in ferior y
posterior desde el vénice del maléolo lateral hasta la superncie
M. extensor largo
lateral del calcáneo (ver Fig. H.1-0. Este lígamemo opone del dedo gordo
resistencia a la inversión ele las articulaciones tibicnarsiana y Músculo peroneo tercero
M. tíbial anterior Músculo extensor largo
subastragalina. Los ligamentos calcaneoperoneo y peroneoas-
Ligamento de los dedos
tragalino anterior limitan la inversión en la ma}'Or pane ele la deltoideo Músculo extensor corto
amplitud de la clorsiílexión y llexión plantar. 7 Retináculo inferior de tos dedos (cortado)
de los músculos Retináculo inferi or
extensores de los músculos extensores
Astrágalo
Maléolo medial
Tres componentes principales de los ligamentos de la tibia Maléolo lateral del peroné
colaterales laterales del tobillo Músculo ~ Músculo peroneo corto
tibial posterior Músculo peroneo largo
• Ligamento peroneoastragalino anterior
Músculo flexor largo Ligamento
• Ligamento calcancoperoneo de los dedos peroneoastragalino posterior
• Ligamento peroncoastragalino posterior Músculo flexor largo Tendón de Aquiles
del dedo gord o
El ligamrnto pc:ro11eoastrngcrli110 posterior tiene su origen en el FIGURA 14.15. \'isla superior de una scccion lmnsvcrsal de l.1.1rticu-
lado posleromedial del maléolo lateral )' se insertn en el lación tibiotarsiana derecha. Se man1ie11c el astragalo pcrn ::.e han cor-
wbérculo lateral del astrágalo (ver Figs. l-1. l l y 14 14). Sus tado ltis maléolos laLeml medial )' todos los tendones.
fi bras discurren horizontalmenLe por el Indo posterit)r de la arti-
culación tibiotarsiana, en dirección oblicua anlerolateral a pos-
teromedial (Fig. l 4.15). La fu nción primaria del ligamento pcro- vis1a cinemático ''inculados con la traslación anterior y poste-
neoastragalino posterior es estabi lizar el astrágalo en la mortaja. rior del (lStrágalo, respecti,·amentc. La tabla 1-f.3 oírece un
En pan icular, limita la abducción excesiva del astrágalo, sobre resumen de los movimientos que Lensan significativamente los
tocio cuando el tobillo est;í en ílexión dorsal rnmpleta.7 ligamentos p ri ncipak~ del tobillo. Esta información a)'ucla a
La porción ii!fcríor cid ligamrntv perv11coasrrngali110 consti- explicar el motivo de las distinLas pruebas manuales ck puesta
lU)'e una pequefia banda gruesa (ver Fig. l 4 .11) cuyas fibras en tensión ele los ligamentos para e\'aluar la irnegriclad de los
continúan meclialmente hasta la cara posterior del maléolo mismos trns la tensión del tobillo.
medial , íormando parte ele la pared posterior de la articula-
ción tibiotarsiana. Osleocinemálica
En resumen, los ligamentos colaterales mediales y laterales La an iculación tibiotarsiana posee un grado ele libertad de
del Lobi llo limitan la inversión y eversión excesivas ele las arti- movimiento. El rnovimierno se produce sobre un eje de roLa-
culaciones a las que cruzan. Como la mayoría ele los ligamen- ción que pasa por el cuerpo del astragalo y por los extremos
tos cursan en sentido ameroposLerior, también limitan la tras- de ambos m(lléolos. Como el malé0lo lateral es inferior y pos·
lación ameroposterior del astrágalo en la mortaja. Como se terior al maléolo medial, lo cual se vcririca mediante palpa-
describe en el apartado sobre anrocinemátiea. los movimien- ción, el eje de rotación se separa un poco de un eje medio-
tos de fl exión plantar y fl exión dorsal están desde el pumo ele lateral puro Como se ()precia en la figura l 4. 16A y B. el eje

Ligamentos Articulaciones principales Movimientos que estiran o elongan los ligamentos

LigamenLo del toideo (porción Li biolJlrsiana) Articulación tibioiarsiana
Ligamento deltoideo (porción tibionavicular) Articulación ti biOLarsiana
Articulación astragalonavicular
Ligamento deltoideo (porción tibiocalcánea) Articulaciones ti biotarsiana
y subastragalina
Ligamemo peroneoastragalino anterior Articulación Li bio1arsiana
Ligamento calcaneoperoneo Articulación ti bio1arsiana
Aniculación subastragalina
Ligamento peroneoastragalino posterior Articulación Libiotarsiana
Eversión, ílexión dorsal con deslizamiento posLcrior
asociado del astrágalo en la mortaja
Eversión, ílexión plantar con deslizamiento anterior
asociado del astrágalo en la mortaja
Eversión
Eversión, abducción X
p
Flexión plantar con deslizamicnLo anterior asocüido e·
del astrágalo en la mortaj a, inversión , aducción C4
la
Flexión dorsal con deslizamiento posterior asociado del
tr
astrágalo en la mortaja, inversión
Inversión
Flexión do rsal con deslizamiento posterior asociado del
astrágalo en la mortaja. abd ucción, inversión

' La i1!for111aciim se hasa e11 111ovi111ie11tos del pie si11 carga co11 la pierna estacio11aria.
 495

Articulaciún tibiotarsiana

ABDUCCIÓN/
ADUCCIÓN
(e1e vertical)

ji¡ FL EXlqN DORSAL

FLEXION

:-f
PLANTAR

l~~~L) '
n
A
Vista posterior Vista superior

FIGURA 14.16. Eje de ro1ación )' os1cocincmá1ica de la aniculación ti biotarsiana. El eje de ro1ación ligcramcme oblicuo ele la an iculación 1ibio-
1:1rsiana (l'n rojo) se aprecia pM detrás V\ ) r desdr arriba (13). Ca E muestran los componentes principales de los mo,·1111ientos acti,·os ck clor-
s1ílcxión )' ílcxit\n pb111ar. 'io1csc que la llexion ck)J'sal ( D) ~ comb111;1 con ligera abduccion r e,·crsión. que son los 01ros componemes ele la
pronacion: la ílcxión plantar (E) se combina con ligera aducción e ilwcrsión, que son los llll'OS rnmponemes ele la supinación.

de rotación (en rojo) se inclina un poco en sentido superior)
anterior, mientras cruza del lado l;11 eral al med ial de l astrú-
galo a tra\'éS de ambos maléolos.27 El eje se des\'ia del eje
medio-lateral puro unos JO grados en el plano frontal (Yer
Fig. 14. 16/\) )' 6 grados en el plnno horizontal (\'e r Fig.
l 4. l 6B). Debido al grado de inclinación del qe ele rotación,
la ílexión dorsal se asocia a una ligera abd ucción )'eversión,
y la 11exión plantar a una ligera aducción e im·crsión. (Estos
pequci'los componentes secundarios se aprecian en la Fig.
l 4. l 6A )' B.) La articulación tibiotarsiana. por deíin ición,

Articulación tihiotarsiana
FLEXIÓN DORSAL FLEXIÓN PLANTAR
Cápsula
anterior

FIGURA 14. 17. Vis1n huera( ele

la anrocinemfüica de la anicu-
laciün tib101arsian:1 durante ílc-
xión dorsal pasiv:i (A) y llexil'n
plantar ( 13). Las cst rucluras Cápsula
posterior
estiradas ttcnsas) aparecen
como ílech:is finas }' clongaclas;
las cs1rncturas laxas se mues-
tran con ílcchas ondulantes.

Ligamento
A B calcaneoperoneo
496 .'it'l<l<'ll /\' I \llcn11c/<1,/i-s 111Jn """'

FIGURA 14.18. 1':1ctnrcs que .1u111cn-

tan In cst:1b11idad mccá111ca cll: la
1 Tibia aniculal'wn tihwt.1rs1ana en lkx1ün
dorsal ni1111iba A..-\umentn de la
tensión J)¡l~I\ .1 l'll ,·anos te11ck1~ rnn-
JUl1t1\·os} mu:>l:ulns. B. L1 supnhnc
troclear del a-;1 rágaln es ma-. ancha
Trayectoria (vista superior
de la tibia por delante que por clctras t lrnea

(Peroné ~~
roja). La l l'i\)T<.:tnria de la lkxit'ln
dorsal pn11c L'I segme nto tibwprro-
Ligamento B FLEXIÓN DORSAL nco cúncm 1l dr la «n10na1a,. Cll lnn-
calcaneoperoneo - -1-"r-A,'--__,._._ COMPLETA tacto cnn la pnrt'ión antt:ril'r más
ancha dl'I a<>tr;1galo. lo cual cau~1 un
Músculo -1----:::::>ci..u efecto ck nifü1 t•n la an icularnm
peroneo largo
A

produce por tanto un mo\'imienlo de prnnac1on y supina-
ción. Como resultado de diferencias relath·amente pequeñas
en la orientación del eje medio-lateral puro, los componemes
principales de la pronación y supinación en l¡i articulación
tibiotarsiana son, con mucho, l<i .~exión dorsal )' la p exión
pla111ar (Fig. l4.16D )' E):I~
Se h<i medido un promedio de 26 grados de ílexión dorsal
)' 48 grados de ílex1ón plantar en la an1culación ubiotar-
siana. H El movimiento asociado de(¡¡ ar11cul<lción sttb<lstrnga-
lina puede contri bui r i::on un 20% ele este 1110,·imiento Lotal.
La posición ele O grndos (neutra) ele la artit:ulación t ibimar-
siana se define con el pie a 90 grados respecto <i la pierna. La
nexión dorsal )' la ílexión plantar de la articulación tibiotar-
siana tienen que \'tsualizarse cuando el pie no eslá en carga
(lev<intado del sucio )' con libertad de rotación) y cuando el
pie está en carg<i durante la fase de apoyo ele la marcha.

::::·
~ Artrocinemálica
&. o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 La exposición s1gu1ente <isume que el pie no está en carga )'
o 500
(.) llene libertad ele rotación, según la tabla 14.3. Durante lafle-
o(/) ·\icin clorsal. la superficie superior cid astrágalo rueda hacia
~ 400 delante respecto a la piern<i <il tiempo que se deslizan poste-
a; riormente (Fig. 1-1. 17). El deslizamiento posterior simultáneo
'O
~ 300
perm ite al astrágalo gi rar hacia delante sin mucha traslación
anterior. U\ f'i gura 14. 17A muestra cómo el ligamento calcane-
e:
·O operoneo se tensa como respuesta a la tendencia al desliza-
·¡¡; 200
miento posterior del segmento astragalocalcáneo. Por regla
l.1!
Q, general, cualquier ligamento colaternl que aumente de tensión
oE
(.)
100 por traslacíón posterior del <istrágalo también se tensa cada
Q) \'eZ más en ílcxión dorsal completa. La ílcxión dorsal m;íxi1na
"O o-+---.---.--..--.----..--~-_,..--.--.......---. clonga la cápsula posterior )' todo tejido capaz de 1ransmilir
o 10 20 30 40 70 80 90 100 un momento llcxor plantm. como el tendón ele Aquiles.
o e o Q) e: Fase de oscilación
ü:9 ~ ::"º
g:<§ Durante la .nrxicl11 plantar. la supcrncic superior del asll':ígalo
E.::
o Q)
a.
.,
c._
rueda hacia atrás mientras el hueso se desliza al mismo ucmPo
(.>"O a: (3'0
"' Q)

en sentido antenor (Fig. 14. l 7B). Por regla general. nwlquier

Porcentaje del ciclo de la marcha
FIGURA 14.19. Trnzado gráfico de la íuerzn de compresión sobre la
aniculacit'm 1ibiotarsiana ele una persona normal durante la fase ele
apO)'O ele la marcha (0 a 60% del ciclo ele la marcha). El área sombre-
ada en rojo representa la fase de despegue cid pie durante la marcha.
(Datos de Stauffer R '. Chao EYS, Bre\\'stcr RC. force and :--totion
analrs1s of the normal, diseascd. ancl prosthctk anklc ,ioint. Cli11
0 11/wp /~d Ri:s 127:189-196, 1977.)
ligamento colateral que se tense cada ,·cz más durante la tras-
lación anterior del astrágalo también se"ª tensando más en íle-
xión plantar completa. Aunque no se aprecie en la figura
14. 176, el ligamento pcroneoastrag<ilmo anterior y la porción
tibionavicular del ligamento deltoiclco se tensan en ílexión
pl<imar completa (\·er Tabla 14.3). L<i ílexión plantar también
estira los músculos ílexores dorsales)' la cápsula anterior.

Estabilización progresiva de Ja articulación tibiotarsiana
durante la fase de apoyo de la marclla
DuranLe el contacto in icial del Lalón, el 1obillo realiza con rnpi -
dc:: llcxión planiar para que el pie clc:iciencla hacia el sucio
l''er Fig. l 5. l 50). Tan pro1110 como ~e llega a la fase de pie
plano de la marcha. la pierna comicn::i ,1 rl1tar hacia delante
(ílex1ón dorsal) sobre el pie. La ílex1ón dorsal continua hasta
¡usto después del despegue de talón . [n este punto del ciclo
·de la march<1. el tobi llo se vuelve rncl<1 \'CZ mas estable debido
a la mayor 1ensión de muchos ligamcntns colaterales est irndo::.
y de los músculos llexores plantares estirados (Fig. H . l 8A).
El LObillo en ílexión dorsal se estabi liza aun méis CU<1t1do h1
porción amerior ancha del astréigalo se aloja en el componen1e
1ibioperonco de la monaja (Fig. 14. 18B). El efecto ele ctuia
hace que las porciones distales de la ubia y el peronc se apar-
ten ligernmcnLe. A esta acción opone resistencia la Lcnsión de
los ligamemos Libiopcroneos distales)' In membrana imcrósca.
Al inicio ele la fose de despegue del pie de la marcha, la an i
culación tibio1arsi:111a está bien estabili:ada y preparada para
aceptar las fuerzas de compresión que pueden llegar a superar
mas de 4 veces el peso corporal (Fig. J'I 19).4<1
La ligera expansión ele la concavidad de la mortaja en fle -
xión dorsal méiximn cnusa un ligero movimiento del pernnc>.
La línea de (úerw de los ligamemos tibiopcroneos ante1for )'
posterior (d istal) estirados y la membrana imerósea prod uce
una ligera traslack'>n superior del peroné que se transfiere en
sentido supenor a la aniculación uhiop1:ronea proximal. Pllr
O D .• HN T~, li fs -:-.i°-4 . l
--·-~~~
lesión de tobillo durante la flexión dorsal o la flexión plantar
extremas
Las articulaciones tibioperoneas proximal y distal y la membrana
interósea están relacionadas funcional y estructuralmente con la
articulación libiotarsiana. Esta relación se vuelve aparente
después de una lesión relacionada con flexión dorsal extrema;
por ejemplo, al aterrizar tras una caída. Una flexión dorsal
extrema y violenta de la pierna sobre el astrágalo puede hacer
Que la mortaja «explote» hacia fuera, rompiendo muchos de los
ligamentos colaterales. El ensanchamiento explosivo de la
mortaja también puede lesionar la articulación tibioperonea distal
y la membrana interósea, el llamado esguince alto de tobillo.
La flexión plantar completa -la posición laxa de la articulación
tibiotarsiana- afloja la mayoría de los ligamentos colaterales del
tobillo y todos los músculos flexores plantares. La flexión plantar
completa también hace Que las porciones distales de la tibia y el
peroné «alivien la presión» sobre el astrágalo. La flexión plantar
sitúa la parte más estrecha de la tróclea astragalina entre los
maléolos, con lo cual alivia la tensión de la mortaja. La carga de
todo el peso sobre un tobillo en flexión plantar completa pone la
articulación tibiotarsiana en una posición relativamente inestable.
Llevar tacones altos o aterrizar :ras un salto en una posición de
flexión plantar. por lo general invertida, aumenta la posibilidad de
dañar la mortaja.
Ld/'ltltlt• J / I / h>/>1//1• 1 .-1 /'ll' 497
esta rnzon, la aniculación tibiopcrnnea proximal esta mas rela-
cionada func1o nnlmeme con el tobillo (articulación tib10Lnr-
sia11a) que con la rodilla aclyaLcn1e.
Estructura y función de las articulaciones
asociadas con el pie
ARTICULACIÓN SUBASTRAGALINA
La articulac1C>11 subastragalina rnnsis1e en una serie de ani<.:u-
lacioncs rormadas por las cari llas posteríor, meclia )' anterior
del calcaneo )'el as1ragalo (\'el' Fig. 14.8). (los libros de ana-
tomía suelen limiiar la descripción de la anículacion subas1ra-
galina a las prommentes carillas postenores. rdinenclose a ella
como la aruculae1ón astragalocalcünea. H)
Para apreciar la amplitud del mornnicnto de la an iculack111
subastrngalina , se puede asir con firm eza el calc::ínCl) si n carga
y girarlo en sentido laterolatcrnl }'de for ma rotatoria. Durante
este 111ovímíc1110, el astréigalo se mamicne casi rijo en la articu-
lación tibiotars1ana. La pronacmn }' supinación dummc las
acth·idacks sm carga se producen mientras el calcaneo se
mue,·e respec10 al astrágalo íi.10 <;in embargo, la mayona de
las acLividacles se producen mientras el calcáneo está rcla1h·a-
men1e fijo ba,10 la carga del peso del cuerpo. Esta sil uacion
requiere una ci11emúLicc1 más compleja que implicn que la
pierna y el as1ragalo giren Sl1bre un calcáneo mas estable. La
mo\'ilidad de la aruculacion suba~tragalina penni1c <11 pie
adoptar pos1c:1ones independiente~ ele la orienrncwn del tobi-
llo y la pierna. [s1a función es c.,c11cial en acll\'tcladcs rnmn
caminar cuesw arri ba, permanecer de pie con los pies separa-
dos)' mantene r el equilibrio en un barco que se balancea.
Estructura articular
La prominente art1rnle1riti11 posin ior de la aniculac1ón subas-
tragalina ocupa en torno al 70'X1 dd área articular total (\'cr
Fig. 1-t.8). La carilla posterior Cl'>ncava del astrágalo descansa
sobre la canlln posterior com·exa del calcáneo. La cstabiliclnd
anicular la proporciona la íorma de las superfi cies an1culares.
el peso del cuerpo. los ligamentos interóseos y los músculos
activos. Las artirulacio11cs a111aiu1 \' media se componen de
pequelias superficies anicularcs casi planas.
Ligamentos
La articulación posLerior ele la articulación subastragalina se
refuerza med iante una serie de tres ligamentos delgados, cuyo
nombre responde a su localización: ligamcnLos astragalowlai-
11cos medial, posterior y lateral \\·er Figs. 14.11 , 14.13 )' 14. 14)_
Estos ligamentos no suelen considerarse estabilizadores pri-
marios de la aniculación subastrngalina.
L1 articulación subastragalina se estabiliza mediante varios
ligamentos. El ligamenLo calcaneoperoneo )'el ligamemo del-
Loicleo se expusieron ames al hacer referencia a la articulación
Libiotarsiana. Los ligamemos más sus1aneiales que sólo cruzan
la articulación subastragalina son los ligamentos imcrósco y
cer\'ical. Anchos y planos, estos hgamemos discurren oblicua-
mente por el seno del tarso )'. por tanto, son difíciles de \'er
a menos que ::.e abra la articulación, como en la íigura 14.8. El
498 'it'(<"ltlll /\' EYtn·1111t/adn 111/1·11111<''

ligw11r1110 i111crnsro tiene dos íasoculos. anterior )' posterior.
planos ) diferenciados. Estos fascículos surgen del surco del
calcáneo )' se insertan superior )' medialmente en el surco
astragal ino )'las regiones adyacentes. El li¡:a111rnto ccrl'ical. mas
grande, tiene una disposición oblicua de las fibras parecida a
la del ligamemo precedente. pero se llKali za más l:lleral en el
seno del tarso. Distalmente, el ligamento ce rvical cursa en sen-
tido superior )' med ial para insertarse sobre todo en la super-
ficie inJ'erolatcral del cuello del astrágalo (de ahí el nombre
«cen·ical>•) (ver Fig. H.H). En conjunto, los ligamentos inter-
óseo )' ccn·ieal aportan la unión de tejido conjuntiYo más
fuerte entre el astrágalo y el calcáneo.~i
amentos que limitan la eversi611 extrema
la articulación subastragalina
• Fibras mediales del ligamento intcróseo (astr:igalocalcánco)
[ Lal (ve r Fig. H .20A) y a 16 grados respecto al plano sagital
• Porción tibiocalcánea del ligamento dcltoidco
_ _____ __,
Ligamentos que limitan la inversión extrema
de la articulación subastragalina
• Ligamento cer\'ical
• Ligamentos calcaneoperoneos
los ligamemos de la arttlttl.1t·1l1n -.ub,lSlragalina controlan
los extremos de la ewrsion e 11wcrs1ón (\'er los recuadros).
Cinemática
Osteocinemática y artrocinemática
La an roci nemática de la ;1rt iculadon subast rngal ina com-
prende un deslizam iento entre los tres grupos ele carillas, pro-
vocando un arco curvilíneo de movimiento ent re el calcaneo )'
el astrágalo. El eje de rotación de este t11l1\'imic1110 ha sido des-
crito por ,·arios investigadores. (\'er bibliografía 17. 19. 28. 44
)' 56.) Aunque existan variaciones Clll1Sidcrables de una per-
sona a otra, el eje de rotación suele describirse como una línea
que atra\'iesa la porción posterolmeral del talón)' cursa por la
articulación subastragalina en direcciones anterior, medial )'
superior (Fig. 1-UOA a C, en ro.10). Segun t\ lanter,21l el eje ele
rotadón suele situarse a 42 grndos respeuo al plano horizon-
(ver Fig. 14.208).
CI calcáneo se mue\'c en pron<lcitín y supinación sobre el
astrágalo. o \'iceversa cuando el pie está apoyado. en una tra-
rectoria perpendicular al eje de rotación (\'er las ílechas circu-
lares rojas en la Fig. 14.20A a () Dado el grado de orienta-
ción general del eje, sólo dos de los tres componentes
princi pales ele la pronación )' su pinación son Íúcilmente e\'i-

Articulación subaslragalina
ABDUCCIÓN/ADUCCIÓN
(Eje vertical)

¿_l_::b.
FLEXIÓN DORSAU
FLEXIÓN PLANTAR
(Eje ML)

\ ~~ ~
EVERSIÓN/
INVERSIÓN
(EjeAP)
1

'
"l1..1.l
1

¡
~
r -;__
,J t6 . L~)-)_1,i::::r
\ ' (;
)
.!'

1
!
1~
V
E VERSIÓN/
INVERSIÓN
(Eje AP)

A Vista medial B
~ Vista superior

FIGURA 14.20. Eje de rotación)' ostcocincm:\w.:a de la aniculación subastragnlina. El eje de rotación (en rojo) aparece de perfil ( A) y por encinta
( B): el l?JC de roiación apnrece de nuc1·0 en C. D, l\lol'imiento de pronac1M. con los componentes pnncipalcs ele e1·crsion )' nbducción. E,
1' lo,·imien10 de supinación. con los componcnics principales ele inl'ersión }' nducdón.
 C.upr111/o l·I U 111/irl/o y d pii: 499

Posición de bloqueo y laxa de la articulación subastragalina articulación, sino una posición que aumenta la estabilidad del
Además de controlar la posición del retropié, la articulación mediopié.
subastragalina también controla indirectamente la estabilidad de La pronación completa de la articulación subastragalina, en
las articulaciones más distales, sobre todo la articulación contraste, aumenta la flexibilidad general del mediopié. Una vez
transversa del tarso. Aunque la relevancia de este concepto se más, retomando el modelo del esqueleto, la eversión máxima del
expondrá más adelante en este capítulo, la supinación completa calcáneo destuerce las caras medial y lateral del mediopié, que
de la articulación subastragalina restringe la flexibilidad general adoptan una posición más o menos paralela. La posición laxa de
del mediopié. Un modelo esquelético ayuda a mostrar este
la articulación subastragalina suele describirse como pronación
principio. Con una mano estabilizando el antepié, se «balancea,, máxima. lo cual implica la reducción de la estabilidad del
al máximo el calcáneo que adopta inversión completa y se mediopié. Hay que hacer el esfuerzo de apreciar, en un
repara en que la cara lateral del mediopié «cae» respecto a la compañero. el aumento de la flexibilidad del mediopié mientras el
cara medial. Como resultado, las articulaciones calcáneo pasa gradualmente de eversión máxima a inversión
astragalonavicular y calcaneocuboidea se tuercen máxima. Corno se describe en apartados posteriores. la capacidad
longitudinalmente, lo cual aumenta la rigidez del mediopié. Por del rnediopié para cambiar de mayor a menor flexibilidad tiene
esta razón, la supinación máxima de la articulación implicaciones mecánicas importantes durante la fase de apoyo de
subastragalina se considera la posición de bloqueo. La la marcha.
descripción no implica una congruencia máxima de la

dentes en la articulación subastrngalina: inversión )'eversión, Amplitud del movimiento

)'abducción y aducción (ver Fig. l4.20A }' 13). La pro1wció11. Grimston )'co laboradores' ~ registraron la amplitud del mo,·i-
por tanto, tiene componentes principales de C\'crsión )' alx/11c- miento acti\'o del complejo del 10billo (combinación ele las
ció11 (Fig. l4 .20D); la s11pinació11 tiene componentes principa- articulaciones tibiotarsiana y subastragalina) ele 120 Sl0etos
les de inl'crsión )' aducción (Fig. 14.20E). El calcáneo puede agrupados por la edad. La am plit ud del mo\'imiemo de la
moverse en flexión dorsal y ligera flexió n plantar respecto al inversión y eversión y ele la abducción y aducción aparece
astrágalo , si bien este mo\'irniento es peque1'io. enumerada en la tabla 14.4. Promediada en LOdos los gru pos
Por razones ele sencillez, la osteocinemática ele la articula- de edades, la inversión total su pera en c;1si el doble la ever-
ción subastrngalina se muestra gi rando el calcáneo comra un sión: inversión , 22,6 grados; eversión, 12,5 grados. Aunque
astrágalo fijo e inmóvi l. Durante la marcha. sin embargo, estos elatos incluyan un ligero mo,·imiento ele la articulación
cuando el calcáneo está relativamente inmóvil por la carga del tibiotarsiana, la relación del movimiento ele inversión a ever-
peso del cuerpo. la pronación )'supinación ele la articulación sión es acorde con los datos obtenidos a partir de la articula-
subastragalina se produce sobre tocio por rotación del astrá- ción subastragalina por si sola.21 La amplitud del movimiento
galo y la pierna. e.le eversión está limitada naturalmente por el maléolo lateral,

Edad (aiios) Inversión Eversión Abducción Aducción

9-13 26,7 (0,7) 10,5 (0,4) 41,6 (1 ,0) 42 ,2 ( U )

14-16 28,8 (1 ,4) 12,6 (0,8) 46,8 (1,5) 42,4 (2,6)
17-20 27 ,l ( 1,3) ll ,9 (0,7) 45,0 (l ,3) 31,0 (13,6)
21-39 20,5 (l ,3) 15,2 (0,9) 38,2 ( 1,9) 34,5 (9,6)
40-59 20,7 ( 1,5) l 3 ,8 (0,9) 33,2 (1 ,9) 29,9 (1,7)
60-69 17,1 (1,1 ) 12 ,3 (0,6) 31,7 (l ,O) 27,9 (1.6)
70-79 17,l (l,O) l 1,4 (0,6) 3 1,3 (1,5) 27, 1 (1,3)
Promedio 22.6 12,5 38,3 33,6

Em 1\.' p~rcn1 r~b

'";'L.1 . . ,ll1lt.'Ul.u:ion('5 suh.bl ragahn~ r t1h1u t.ll'S1.tn., form.m d (\)lll pll'Jll .i.ruutl.u- del wb11l0. Los chuos l>l\_"l('Cdt.'ll ck JX'fS(lll(l;i san:1'- de tlistilll05 g.n1p1..lS c.k· cd.td , yel Pl\'llllL~dín dt." kl:-
d:llU5 se obl U\'O cru:;.mdo .unbos _,.cxos H
500 Sccrnm /\' E.x1n·n11cladcs t11/<'1111rcs
Mediciones clínicas estándar de la amplitud del movimiento de
la articulación subastragalina
La amplitud del movimiento de la articulación subastragalina suele
medirse clínicamente mediante el uso de un goniómetro estándar.
Obtener una medición válida y fiable con este medio resulta difícil
y, tal vez, imposible.36 Las causas de los errores en la medición se
deben a la incapacidad de dar con un goniómetro rígido y
estándar que siga el arco de pronación y supinación, compuesto
por el movimiento de los tejidos blandos adyacentes y las
articulaciones circundantes. Como método para mejorar la validez
de esta medición, los médicos suelen registrar el movimiento de
la articulación subastragalina como un movimiento más sencillo
de inversión y eversión del retropié (calcáneo).
La terminología más bien estricta descrita para el movimiento
subastragalino no siempre es aceptada en el ámbito clínico y de la
investigación. Los «recortes" en la terminología limitan por
que se proyecta distalmentc, y el grueso ligamento deltoicleo.
Como se aprecia en la tabla 14.4, la amplitud máxi ma ele la
abducción y la ad ucción es casi equivalente.
ARTICULACIÓN TRANSVERSA DEL TARSO
Como se dijo con anterioridad , la articulación LibiOLarsiana
(del tobillo) permite el moYimiento sobre tocio en el plano
sagital. La articulación subastragal ina, si n embargo, permite
una 1rayectoria más oblicua ele mo\'imiento consistente en dos
componentes primarios: im·ersión y eversión, y abducción )'
aducción. Esta sección describe cómo la articulación trans-
versa del tarso permite una trayectoria ele mo,·imiento incluso
más oblicua, que pasa casi por igual por los tres planos cardi-
nales. Durame el soporte del peso, la pronación y supinación
ele la región del mediopié permite que el pie se adapte a ,·arie-
clad ele contornos y superficies (Fig. 14 21)
La aniculación transversa del tarso mantiene un<l estrecha
relación funcional con la articulación subastrngalina. Como se
dirá más adelante, estas dos articulaciones principales coope-
FIGURA 14,21 . Las :irticuh\ciones tra11s1·ersas del tarso permiten la
pronación y supinación estando de pie sobre superÍicies irregulares.
desgracia la capacidad para mostrar con eficacia los detalles
precisos de la cinesiología del tobillo y del pie. Por razones como
las descritas, la pronación y supinación de la articulación
subastragalina suelen denominarse «eversión e inversión» del
calcáneo, respectivamente. La eversión, por ejemplo, es sólo un
componente, más que un sinónimo, de la pronación. Las
comparaciones de los datos sobre la amplitud del movimiento
entre estudios suelen ser difíciles a menos que los movimientos
se definan explícitamente.
Clinicamente, la expresión «articulación subastragalina neutra»
suele usarse para establecer una «línea de base" o referencia para
evaluar pies con ortesis.9.30 La posición neutra o de Ogrados de la
articulación subastragalina se consigue colocando el calcáneo del
sujeto en una posición que permita exponer por igual los lados
lateral y medial del astrágalo y palpar la mortaja. En esta posición,
la articulación está a un tercio de distancia de la eversión completa
y a dos tercios de la inversión completa.
ran en el control de la mayor parte ele la pronación y supina-
ción ele todo el pie.
Estructura articular y ligamentosa
La an icLdación trans,·e rsa del tarso. también llamada articula-
ción ele Chopart, consta de dos articulaciones: la c1s1ragalm1(1-
viwlor )' la wlccwcornboidrn. Aunque estén funcionalmcn1e
relacionadas, cada an iculación es clis1ima desde el punto ele
,·isla anatómico. Como una articulación compuesta, la anicu-
lación transve rsa del tarso se es1abil iza mediante el arco longi-
tud inal med ial, con ligamentos especializados, una cápsula
articular )'. si es necesario. con músculos.>" Las estructu-
ras articular )' ligamentosa de las an iculaciones <lStragalonavi-
cular >' calcaneocuboiclea se describen por separado.
Articulación astragalonavicu/ar
La articulación astragalonavicular es la articulación emrc la
cabeza com·exa del astrág<llo )' la conca\'iclad conLinua for-
mada por el lado proximal del navicular )' la superficie dorsal
del ligamento calcaneonavicular plamar (flgs. 14 .8 y l 4 .22).
El ligamento wlrnnconavicu/ar plantar es grueso y ancho, y
cubre el espacio entre el sustentáculo del astrágalo)' la super-
ficie plantar del navicular (Fig. 14.23). Al actuar como
«Suelo» ele la aniculación astragalonavicular, este ligamento
sostiene la cabeza del astrágalo. Este sos1én es imponante
cuando permanecemos ele pie porque el peso del cuerpo
deprime la cabeza del astrágalo hacia el sucio. La superficie del
ligamento calcaneonavicular planlar que emrn en contacto
directo con la cabeza del astrágalo está re\'esticla de Íibrocartí-
lago liso. 35
La articulación astragalonavicular está encerrada en una
cápsula fina)' ele forma irregular. En sentido posterior. la cáp-
sula está engrosada por el ligamento imeróseo de la articula-
ción subast ragalina (\'er Fig. 14 .8). La cápsula se rdl1erza
todavía más clorsalmente con el /igwnento astraga/011avirn/ar
 l 1IJ'llt1/11 IJ H 111/111/11 y .-1 prc SO i

•W
o:
w Articulación
.....
z subastragalina
<
Articulación
astragalonavicular

Complejo de las articula- Articulaciones

Art1culac1ones{ ciones intercuneales cuneonaviculares
mtertarsianas y cuneocuboidea
·¡¡: distales Artteulaciones - -...--- ~'*'='~--Complejo de las
e cuneonaviculares
en Artieulac1ón , articulaciones
w cuboideonavicular
:E intercuneales
Articulación{ Articulación y cuneocuboidea
lransversa aslragalonavicular
del tarso Articulación Articulaciones
calcaneocuboldea tarsometatarsianas

•W

~{ Articulación
tü subastragalina
a:

A B

FIGURA 14.22. A. 1lucsos > arurul.tl.'lllllCS dest1 niculadas del pie clcrct:ho desde dos perspccti,·as: postcro~upcnür (A) r amcrosupcnnr {13) i\
111lll'strn h1 organización glt1lx1I de l<ts r1niculncionc:s del pie.

clorsol )' latcrnl meme con las fibrns cab1neom\\'iculares del
li.~e1mc1llo b!frrrcado (ver Figs. 14.13 y 14.14). ~ l edialmen t e, la
c:lp:.ula de la articulación astragalonavicular se fusiona con el
borde nntcrior del ligw111:1110 ckltoiclco.
La forma esfcro1clea de la art 1culactün aslragalona\'icular
permtte una rotación sig111ficat1\·a hacia el lado medial del
mcdiopié. El grado de mov1hclacl se rnch-e rnpidameme apa-
rente al girar el med iopié rcspcclo al rctropié.
cularcs) reruerzan el lado dorsolateral ele la an iculnción nstragn
lonavicular. L'ls fibras laierales (calcaneocuboideas) cruzan dor-
sales a la articulación calcnneocuboi<lea y ío1111an la urnón p11-
maria entre los dos huesos.~ ~ Los ligamentos plantares largo )
corto rcfuerzan el lado plantar de la articulación calcaneocubt)l-
dca (,·er Fig. 14.23). El /i~o111rn1c> p/Cl111ar largo, el más largo del
pie, surge ele la superficie plantar del calcáneo, justo anterior a

Articulación ca/caneocuboídea
La articulación calcaneocubo1clca constituye el componente
lateral de la articulación t rans\'crsa del tarso, formada por la
unión de la superficie antenor (distal) del calc,1neo )' la super-
ficie proximal del cuboides (ver rig. 14.22). Cada superficie
arucular tiene una ligera cun·atura concaYa )' convexa que,
cuando se articula, forma un encaje de bloqueo doble que
opone resistencia al deslizamiento. La articulación es, por
ltlnto, n.:l<Ui\'amente inflexible y aporta un elemento de rigidez
a la columna lmcral del pie. La mo\'ilidad limitada de la ani·
culadón calcaneocuhoiclca contrasta con el amplio movi-
miento permilido a la articulación astragalona,·icular. Músculo flexor largo
de los dedos (cortado)
La superficie dorsal de la eñpsula de la articulación ealcanc-
Músculo flexor largo
ocubo1dca se engruesa por la presencia del ligamento calca11ro- del dedo gordo (cortado)
culm1elco clorso/ t,·er Fig. 14. 14). L'l articulación mejora su esta-
biltclad con tres ligamentos adicionales. El ligcunrnto bif11nc1el<J es
una banda de tejido con forma de Y cura base se inserta en el
calcáneo, juslo dorsal y lateral al borde de la articulación calca- FIGURA 14.23 . Ligamentos ) trndl1ncs n ni\·el proíundo ele lt1 cara
neocuboiclea. La base del ligamento se ensancha en los fasdcu- plr1ntar del pie derecho. Nl)ICSl' el curso de los tendones ele los
los ele íibrns lateral }'medial. Las fi bras mediales (calcaneonavi- 111u~culos peronco largo }' 11b1al posterior.
502

Pronación del 1>ie (vista dorsal-medial)

-.....--;-~ Arti culaci ón

subastragalina

Supinación del 1>ie (vista plantar-medial)

FIGURA 14.24. Pron<ición )'supinación del pie derecho sin carga que 11111estrn el juego de las aniculaekmes sub;1stragalina )' 1rn11s1Trsa
del tarso. Con el calG\nco fij o, la pronación)' supi nación se conccmran sobre todL) en el mcdiopié (A )' C). Con el calcáneo li bre. la pro-
nrteión )' supinación se producen como un<i suma del 11101·imicnto del rctropié )'el 111cdio pié (B )' C). El nwl'i111ient0 del rctropil' se
scfüi lrt con ílechas grises; el 111ol'i111icntli del mcdinpié se rn <i rrn con ílcchrts rojas. El músntlo tibirtl posterior <iparcce en D dirigiendo la
supinación acti1·a del retropié y el mediopié.

la tuberosidad del calcáneo. El ligamento se inserta en la super- cid ligamento plantar largo )' se inserta en la superficie plantar
fi cie plantar de las bases de los tres o cuatro metatarsianos late- del cuboides. t\l pasar perpendicular a la articulación calcane-
rales. El li;.:a mrnlv planlc1r rnrlo, también llamado ligamento cal- ocuboidea, los ligamentos plantares a1xHtan una estabilidad
caneocuboicleo plantar, surge justo anterior y a ni\'el profundo estructural excelente al borde lateral del pie.
 t11puul1• H l l 11•/•11/1• 1 d ¡>11• 503

A Vista medial Vista superior

Articulación transversa del tarso: l~j e oblicuo

ABDUCCIÓN/ADUCCIÓN FLEXIÓN DORSAUFL EXIÓN PLANTAR
(Eje vertical) (Eje ML)

~ EVERSIÓN/ :1 EVERSIÓN!
Ll INVERSIÓN ~ INVERSIÓN
(EjeAP) (EjeAP)

F Vista medial Vista superior

FIGURA 14.25. Ejes de rotación r osteoc111emtltica de ln arnrnlaciün transwrs.1 del t.1rso El i:ic /011git11c/11wl de rotación se muestra en
rojo de perfil (A )' C) )' desde arriba (13). Lo;. 11101·imientos que se proclucm sobre e~te CJt' ( 0 ) son ¡>n.>11e1tic•11 tton un componente prm-
eipal de cvcrs1on)) tE) s11pi11e1rion tcon un componente pnnupal ele im-crsión). 11 qc c•hl1c w>de rotac1on ,,. muestra en rojo de 1~rf1l
(F y H) y clesck arrib;1 (G). Los mo\'llnu:ntos que se proclucrn s1)bre este eje son ()) p1c>11c1<1i>11 (con componcmc;. principales ele ahclm -
ción )' ílex1ón dorsal) )' (j) s11pi11crd<111 (n)n componrntcs pn11<: 1pak~ ele aduccion ) Jk,11m ¡Jlantar).
504 Scccicm 11' E.xi ro111dad,·, 111/t'l 1c•1 cs
Cinemática
La articulación Lrnnsversa del Larso pocas veces aCLúa sin un
movimienLo asociado de las articulaciones cercanas, sobre
LOclo la aniculación subasLragalina. Para apreciar el compo-
neme de pronación y supinación que se produce pri ncipal-
meme en la articulación Lransvcrsa del Larso, se aguan La el cal-
cáneo con firmeza mientras se mueve el mecliopié en
pronación y supinación máximas (Fig. 14.24A y C). Durante
esLe movim ienLo, el navicular rota axialmente la articulación
asLragalonavicular. La combinación de rotaciones ele las arti-
culaciones subastragal ina y Lransversa del tarso constituye la
mayor parte de la pronación y supinación del pie (Fig. 14.2413
y D). Como se aprecia en las figuras, la movil idad del amepié
también comribuye a la pronación )'supinación del pie.
Osteocinemática
La descripción de la función ele la articulación transversa del
tarso se complica por tres factores. Primero, existen dos ejes
ele rotación separados. Segundo, la amplitud y di rección del
movimiento de la articulación Lransversa del tarso pueden ser
distintas durante las actividades en carga )' sin carga. Tercero,
la función estabilizadora ele la articulación transversa del tarso
en el mecliopié está iníluicla por la posición ele la articulación
subastragalina. Estos factores se abordarán en los apartados
siguientes.
Ejes de rotación. Mamcr2tl describió dos ejes ele rotación
para el movimiento de la articulación transversa del tarso: lon-
gillldinal y oblicuo. El movimiento en la articulación transversa
del tarso se produce en un plano perpendicular a esLos ejes. El
eje /011giludinal casi coincide con el eje anteroposLerior (Fig.
l 4 .25A a C), con movimienLos primarios ele e1•crsión e inver-
si<5n (Fig. 14.250 y E). El eje oblicuo, por el contrario, tiene un
acusado ángulo de inclinación vertical y medio-laLeral (fig.
l 4.25F a H) El movimiento sobre esLe eje se produce libre-
meme corno una combinación de abducción y flexión dorsal
(Fig. 14.251) )' aducción y.J7exión plantar (Fig. l 4.25J). La com-
binación ele los movimientos sobre ambos ejes produce la ver-
dadera forma de pronación y supinación (el movimiento que
expresa al máximo los componentes en los tres planos cardi-
nales). El movimiemo de la aniculación transversa del tarso
vuelve el mediopié muy aclapLable.
La amplitud del movimiento de la articulación transversa
del Larso es di fícil ele medi r y aislar de las articulaciones
adyacentes. Mediante inspección visual y manual, resulta evi-
dente que la amplitud ele supinación del mecl iopié es casi
el doble que la ampl it ud de pronación. El grado de inversión
)' eversión puras del mediopié se produce con un pat rón simi-
lar al observado en la articulación subastragalina: unos 20 a 25
grados de inversión y 10 a 15 grados de eversión.
Artrocinemática
La mejor forma de describir la artrocinemáLica ele la articula-
ción transversa del tarso es jumo con el movim iento del retro-
pié y el mediopié. Consideremos el movimiento de supinación
activa del pie sin carga (ver Fig. 14.240). El músculo tibia!
posterior. et)n sus multiplcs inserciones. es el supinador prin-
cipal del pie. Debido a la rigidez relativa ele la articulación cnl-
caneocuboidea, el calcáneo itwcrtido y en aducción siLúa la
columna lateral del pie «deb<~jo» ele la columna medial del
antepié. Un punto de pi,·oLc imponante ele este mo\'imiemo
es la art iculación astragalonavicular. La tracción del músculo
tibial posterior cont rihuye a la rotación del navicular y a la ele-
vación del arco medial (empeine) del pie. Durnme este t11LWi-
miento, la superficie proximal cónca,·a del navicular y el liga-
mento calcaneona,·ieular plamar giran en torno a la cabe::a
convexa del astrágalo.
La pro1wción del pie sin carga se produce por una cinema-
Lica parecida pero inversa a la descrita. La tracción del mús-
culo peroneo largo contribuye a deprimi r el lado medial >' a
elevar el lado lateral del pie.
Arco longitudinal medial del pie
El empeine cóncavo cara<:Lerist ico del lacio medial del pie se
mantiene sobre LOclo gracias al ww /011,gitudi1wl 111c:diC1/ (f'ig.
14.26). La piedra angular de este arco se localiza cerca ele la
articulación astragalonavicular.
El arco longitudinal medial es la principal estructura amor-
tiguadora y sustenta111e del peso del pie tn carga. Los huesos
que cont ribuyen a forma r el arco medial son el calcáneo, <1Strá-
galo, na\'icular, cunei rormes y los tres metatarsianos mcdiaks.
Sin esta configuración arqueada, las graneles fuerzas ele acción
rápida que se producen al correr, por ejem plo, superarían la
capacidad fisiológica de los huesos parn soportar la carga.
Otras estructuras adicionales que contribuyen a reducir las
fuerzas que acLúan sobre el pie son las almohad illas de grasa
plamares, la rascia plantar superficü1 I y los huesos sesamoideos
local izados en la base plantar del primer dedo (dedo gorck)).
Además del arco longilLldinal medial, existe un arco secun-
dario transverso (ver Fig. 14.26). Este arco se tratará más ade-
lante en una sección dedicada a las aniculaciones intertarsia-
nas distales.
FIGURA14.26. El lado medial de un pie normal muestra el arco lon-
gitudinal medial (en blanco))' el arco trans,·erso (en negro).

Consideraciones anatómicas
La articulación astragalona\'icular y los tejidos conjunt i,·os
asociados forman la piedra angular del arco longitudinal
medial. La altura )' fo rma general del arco longitud inal medial
se mantienen mediante la gruesa fascia plantar, el ligamento
cakaneona\'icular plantar, la estabilidad de las articulaciones
Arco normal
Ar co hund ido
FIGURA 14.27. ~lodelos del pie que muestran un mecanismo de
sopone del peso del cuerpo en bipcdestac16n A, Con un arco long1-
tudmal medial normal, el peso del cuerpo se sostiene )' disipa
mediame la elongacil)n ele la íascia plantar. mnrc¡id¡i con un muelle
rojo. La huella ele la planw del pie ml1es1rn J¡i conen,·idnd del arco
normal. B, Con un nrco longiLudinal medial anormalmente hundiclll,
la fascia plantar sobreestirncla )' debilitada. marcada con un mrn:lle
rojo sobrcestirndo. no puede soportar o chs1par adecuadamente el
peso del cuerpo. En consecuencia, d1s1111ws músculos intrínsecos y
extrínsecos se acll\'an como fuente sccundann de sostén del arco. 1a
huella de la plmll'1 del pie muestra la depresión del arco y In pérdida
de la forma carnc:tcrlstica del empeine.
c-.1,,1111/<1 1-1 11 111/111/11, d ¡i11· 505
tarsometmarsianas mediales. los ligamentos plantares conos )'
los músculos in trínsecos)' extrínsecos del pie.
Fascia plantHr. La íascia planta1 del pie apona el sosten pri-
mario del arco longitudinal mcdial.1<> L'l fascia se compone de
una amplia serie de fascículos longitudinales )' trans,·ersos.
muy fuertes)' gruesos, de tejido rico en colágeno.~-; L'l fascia
planLar cubre la planta y los lados del pie)' se organiw en hojas
superficial y profunda. Las fibras superficiales se insertan sobre
todo en la gruesa de rmis )' actúan reduciendo las fue rzas de
cizallamienLo )' amortiguando los choques. La fascia plantar
profunda más extensa se inserta posteriormente en la apófisis
medial de la tuberosidad del calcáneo. A partir de este ongen,
los grupos lateral , medial y central de fibras cursan en sentido
anterior, mezclándose y cubriendo la primera capa de los
músculos int rínsecos del pie. El grupo principal cent ral y
mayor ele fibrns se extiende en sentido anterior hacia las cabe-
zas de los metatarsianos, donde las fibras se insertan en los
ligamentos plantares que cubren las articulaciones mctatarso-
íalángicas y las \'aínas fibrosas de los tendones ílexorcs de los
dedos adyacentes. Por tanto, la extensión activa de k)s dedos
del pie estira la banda cent ral de la fascia profunda , ai'ladiendo
tensión al arco longitudinal medial. La importancia funcional
de este punto se describe más adelante en este capitulo.
Consideraciones funcionales
El arco longuudinal medial del pie sano se sostiene mediante
dos fuerzas primarias: (1) la fuerza activa ele los músculos )'
(2) la fuerza pasiva producida por la combinación de elastici-
dad y resistencia a la tracción combinadas ele los tejidos con-
juntivos, y la forma ele los huesos. Cuando se está de pie con
facilidad, las fuerzas pasivas suelen ser suficientes para soste-
ner el arco. L'ls fuerzas activas se requieren durante acciones
más dinámicas)' estresantes como ponerse de puntillas, cami-
nar y correr. L'l exposición siguiente se limita a las fuerzas
pasivas que sostienen el arco. El papel de las fuerzas muscula-
res se descri bi rá más Larde en es1e capitulo.
Fuerzas pash·as que s o~ ti c nc n el arco longitudinal
medial. En bipedestación, el peso del cuerpo atra\'iesa la mor-
taja y se distribuye por el arco longitudinal mecltal )'. final-
meme, por las bolsas de grasa y la gruesa dermis situada sobre
tocio en el talón y el antepié ( regil~n de las cabezas ele los meta-
tarsianos). Lns fue rzas del peso del cuerpo se distribu) en por 1
una región amplia del pie (\'cr rccuad ro).6 la presión bajo el
antepié suele ser máxima en la región de las cabezas del 11 )'
lll metatarsianos. Se produce una presión sustanc1almc111c
ma)'Or durante la marcha e incluso más al correr )' saltar.
Distribución de las fuerzas de compresión (porcentaje)
del pie en bipcclcstación
• Rc1rop1é (talón), 60%
• Antepié, 28%
• Mediopié, 8%
506 .)n lin11 11 • /:si ft'llli<lt1clt's 111/tTiP1t'\

FIGURA 14.28. A, Un caso de clcformiclacl ie\'C en pie rnrn de etiología desconocida. B '' E. 1'lues1ran signos u otrns deft,rmidadcs que pueden
estar asociados con pie rnn1: (13) Formación de c1llosidadcs lx~jn las cahe:ns de los me taiarsianus: (C\ dcforn1id;1d en pie equino \ílcxion plan-
tar) del an tcpié; (D) pronación del antcpié respccio al retropié nrn el pie en ap<lyn: ( E) an1na111icn1P d.: la columna medial del pie. ( De Ri<:hardson
EG: Ne urogcnic disordcrs. En C:111alc ST (cd): Cwuphd/'s Opcrntil·c Or//r(lpctcdil~. \'t'I. -1. 9:' cd. St. L<•uis. i\losbr-Ycar Bl1l1k. 1998.)

El peso del cuerpo tiende a hundir el astrágalo en sentick1
inferior y a aplanar el arco longit udinal medial. Esta acción
aumenta la distancia entre el calcáneo y las cabezas de los
metatarsianos. La tensión de los tejidos conjuntirns estirados.
sobre tocio la fascia plantar profunda, aCLúa como un tirante
para traviesas semielástieo que cede un poco ba jo la carga,
permit iendo sólo una depresión marginal del arco (Fig.
14.27A, el muel le se estira). Al actuar como un armazón. el
tirante para Lnl\'iesas sostiene y absorbe el peso del cuerpo.
Los experimentos con cadáveres muestran que l::i fascia plan-
tar es la est ructura principal que mantiene la altura del arco
longitudi nal medial. ICi Las secciones practicadas en esta fascia
reducen la rigidez del arco un 25%.
Con el .irco deprimido, el retropié tiende a adoptar una
ligera pronación. Esto resulta 1mís evidente en una \'isla pos-
Lcrior en la que el calcúneo adopta una ligera c\'ersión respecto
a la tibia. MienLras el pie está sin carga, como cuando apo)'a-
mos el peso del cuerpo en la otra piern.i, el arco de naturaleza
elástica)' ílexible \'Uel\'e a su altura pre\'ia a la carga. El calcá-
neo se mueve un poco en inversión para recuperar su posición
neutra, permitiendo que el mecanismo repita una \'ez más su
fu nción mnoniguadora.
Estar ele pie con comod idad sobre unos pies sanos requiere
poca o ninguna actividad ele los músculos intrínsecos y extrín-
secos del pie.2 La alt ura y íorma del .irco longiwclinal medial
están controlados sobre tocio por los anclajes pasi,·os de los
tejidos conjunti\'OS descritos con un muelle en la ligura
14. 27A. La cont ribución act iva ele los músculos se requiere
cuando estamos de pie sólo corno una «línea de apoyo secun -
daria», por ejemplo cuando se soponan cargas pesadas o
L·uanclo el arco carece ele un sostén inherente por la presencia
de tejidos conjuntivos sobrcest irados. >t Basmajian y Stecko2
registraron respuestas E1v1G significativas de los músculos
intrínsecos)' tibial posterior sólo después ele que el arco ele un
pie sano soportara un exceso de carga de J. 780 N.
Forma anormal del arco longitudinal medial
Pie plano: «Depresión» del arco longitudinal medial. El
pie plano describe una depresión crónica o un arco longitudi-
nal med ial anormalmente bajo.H La fascia plantar puede estar
sobreest irada con la aniculación subasLragalina en pronación
cxcesi\'a, lo cual pro,·oca una postura en ,·algo del retropié , en
la que el calet\neo está en eversión y alejado de la línea mecli<l.
El antepié suele estar en abducción y el astrágalo y el navicu-
lar se deprimen, lo cual suele causar la formac ión ele una
callosidad en la piel ad)·accntc. Un pie con esta deformidad
moclerncla a grave suele comprometer la capacidad para trans-
ferir rnrgas por el pie. Como se aprecia en la figura 14.2 7B, las
fuerzas activas ele los músculos intrínsecos )' extrínsecos,
como el tibial posterior, tal ,·ez tengan que compensar la falta
ele tensión de los tejidos conjuntirns sobreestirados. El
aumento ele la actividad muscular en bipcclcstación puede

nmtnblllr i\ la fatig:l )" a cltSlllllOS SllllOtnaS por sobrccarg,t
como dolor. síndrome drl comp.min\l\.>ntn tibial. espolonc:.
oscos e 111ílamación de la fascta }' el 1cpdo nmjunti\·l1.
El pie plano se describe a men udo L·omo una deformidad
ngida o ílexiblc.-11 El pie con pk p/<1110 rrgido ln'r Fig. l-f.27B)
nrnestra una depresiún clcl an:o incluso sin carga. EsLa drfor-
midad suele se r congénita. sccumlaria a una malfor macion
ósea o articular, como coalcsctncin del tarso (es decir. fusiun
parcial del calcáneo con el a~t rag.110 lijo en eversión) . El p11:
plano tal \'e:!: sea también resultado de una paralisis espastu:a
Dada In naturaleza fija }' la pos1bihdad de producir smtom.1s
dolorosos. el pie plano rígido tnl \"C:: requiera correccion qu1-
rurgica durante la mfancia.
El pie plc111t1 ~c:xi/Jlr es la ÍtHtna ma~ corrieme ele deprcsion
del arco. rl <lrco longitucl1 11al med ial parece normal sin carga,
pero se deprime en exceso cuando soporta el peso ck l
cuerpo. Un pie pl<mo flex ible suele ast1cinrse con ot rns <llhl·
nrnlíns estructurales )'/ o mecrnismos compensatorios qu1:
provocan pronación cxccs1\·a del pie. Pocas \'Cccs csL:l indi-
cada la inter\'ención quirurgica para los pies planos llcx1blc-;.
1:1 tratamiento sude cons1s111 en onesis. cal:ado t:spectal )
CjelTICIO
Pie cavo: «Elevación» anormal de l arco longitudinal
medial. En su rornlil menos compliL"ada. el pir cm·11 describe
un arco longitudinal medial ele dc\'ncion anormal.41 L<\ alt:c
ción sue le ser idiopátirn y no progresi,·n. Como se aprecia rn
la fi gura 14.28, un arco elc\'aclo Liencle n situar las cabe::as ele
los metatarsianos más perpendiculares respecto al sucio.
Puede haber fo rmación de rnllostdades debajo de las rnbe;:as
ele los metatarsianos ) metatarsalg1a. y suele tr<11arse con cal-
zado especial )' onesis. L n arco long11uclmal medial anormal-
mente elc\'ado no es una afccul'll tan n11T1cme como un arco
:11wrmalme111e bajo.
Los casos gra\'es ele pie ca''º tal ,·cz sean secundarios a tra~­
Lornos neuromusculares. conw la cnfcnned<1d ele Charrnt-
Mnrie-Toot h, poliomielitis >" parnlisis cc rebra1.-11 En csios
casos, el pie cavo sude aSLKiarse con t)tros problemas progre-
-
, - .
... - - ~·-...
- --
PUNTO DE l N 1 ERES 1 4. 4
Asociación entre el arco elevado y la fractura por sobrecarga
Un estudio sobre 449 candidatos al ejército de tierra. mar y aire
de Estados Unidos mostró una mayor incidencia de fracturas
por sobrecarga en los pies con arcos de elevación anorma1.21la
mayor altura del arco implica una postura de mayor supinación
del retropié y un aumento asociado ele Ja rigidez del pie. Con la
pérdida de flexibilidad, el pie soporta una mayor tensión, lo cual
es posible que contribuya a la mayor frecuencia registrada de
fracturas. Resulta interesante, probablemente por razones
distintas, que el estudio mostrara una mayor incidencia de
fracturas por sobrecarga en los pies con arcos anormalmente
bajos. No obstante, Jos participantes del estudio soportaron un
nivel muy alto de preparación física.
<11¡•1111/1• H H 1t>/>1//,, 1 d ¡111 507
~l\·lis umw dcllmllldad rn g.111.1 clr 111::. dedos del pie. mantc:
tic l.1 fasua plantar l' hipl'tpr1,naLwn compensatona cid ante-
p1c IJ tratamiento comprcnlk ciru~ia) ont:sis.
ACC IÓN COMBINADA OC LAS ARTICULACIONES
SUBASTRAGALINA Y TRANSVERSA DEL TARSO
Interacciones articulares durante la tase de apoyo
de la marcha
l'nr lll gcncr;1I. cu:lnclli el p1l' nll l''>l<I t:n carga. b 1m1n;tc1nn
11m·111a la planta del pil' haua luna. mienL rns que la prona-
nun k) hace hacia dentro Outantl' d apoyo del p1:st'. la prLl-
n.tLion )' SUJ1il1ilCIOn del ()ll' pnmiJl'll ¡l la pierna) al <ISll.lgalo
n,l,tr en los tres planos rc~pl'l'l<l .11 calcaneo un tanto fi10. Lsta
11nponante funcion cilll's11lk>g1ca c;e Mquesta sobre llldl1
mcdiamc la inLnacción ck la ;11tintlacion subasLrngal ina , la
a1ticu lnciLlll trnns\'crsa del w r~o )' l'i arco longitud inal med ial.
h1 los pies snnos el art\l longitudi nal med ial St' elc\'a )'eles·
dende Liclicamcrnc Ll urnntc l'I delo de la marcha. Durantl' la
maror parte de la fase dl' .tptiyo l'I :irco se deptiil1t: ligeramc11k
n1nw respuesta a la carga prtlgn'"''"ª del pe:-.l1 del rncrpo (1 1g.
l -1.29r\ ). ~ Las t'St ruct ura<, qul' ll)ltlnl'n resistencia .1 la dcprl'-
..,1011 del arcoª) udan .1 .1h~tnhl·r la tens1on del peso del cuerpo
). por tanto, protegen el pil' ....11hrc 111dl1 :.u~ estrunura-, l'"L"\".
Durante el pnmcr 30-31•;,, del ciclo ele la march<I h1 art irnl.1-
chm subast ragal ina '.">C 111 lll'W l'll pmnacil'in n C\'l'Piilln,
..,umnnclo un ckmcnt1' de lle:-.ihi11dad ;1J ll1l'tli11pil' t h g.
l ·L29B).ti Al rinal de la lasc ck <1p1)yu, d mnl se cb·a micnt r;b
b an iculación subast rngalina l' l1 ..,upinaciun de ja el mccl iopie
rdaJ ivamcnte rígido. el pie l'St;I l'n[l)lll'CS bien preparacl\~ para
so1xmar d gran momento llc'\lll al que es sometido durante la
fase de despegue. La cap<KJdad del pie para 1ransílirmarsc
rcpct idamcmc ele una cst ruct ura ílc-.;iblc )' amortigtt•ldl)ra en
una palanca mas ngida 1:11 cad;1 ndo de la marcha e~ una de
las acciones más i111ponnn1c~ )' dinicamcnte rclc,·antes del
pie Como se el ira mas adelante. la anirnlaci<'m subastrag<il ina
es h1 articulación pri ncipal que d irige In cinemática ele prnna-
ciLin )'supinación del pie.
Fase de apoyo inicial: Pronación de la articulación
subastragalina
~
Mecanismo cinemático ele la pronación. lnmecltatamente
.1 ckspués de la fase de contac111 del talón durante Ja marcha.
la articulación tibiotars1ana en llex1ón dorsal )' la <lrllculación
subastragalina en ligera supinacion adoptan llcxion plantar
y pronación. respecll\'a111cntc. 1n pronación de la aniculación
:mbastragalina durante la fase de apoyo se controla con
dt)S mecanismos. Primero, el calcáneo se incli nn en e\'c rsión
como resultado de la fucrzn ele reacción del sucio que pasa
justo med ial al punto de etlntncw entre el suelo)' la porción
lateral del calcáneo. El impacto simultaneo del talon dcsplaw
la c;1beza del astrágalo llll'cl1almc111e en el plano horizontal
> caudalmente en el plano sagnal. Respecto al calcaneo.
este movimiemo del astragalo mue,·e en abcluccion )' ílexión
dorsal la anieulacion subast ragnlina. Estos movimientos
se a1us1an a la clcfinicion de pronaciún. Un modelo de es-
queleto a rt icttlado nyuda a visuali:ar este 1110\'im ie nt o.
508

100
A iU
:.e Q)
Q) 'iij'
~E E 90
.a
o Q)
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co o 80
- c.
Q) -
"C

FIGURA 14.29. A, Porcentaje de 1·arindón de la altura del arco

longitudinal medial duranle la fase de apoyo (O a 60%) del
ciclo de la marcha. En el eje vertical, el valor del 100% es la o 10 20 30 40 50 do 70 80
~\
90 100
altura del <HCO cuando el píe no está en carga clurame la fase
de oscilación. B, Amplitud del rnovirniemo en el plano fron- 8
tal de la articulación subastragalina (es decir, inversión)' cver-
sión del calcáneo) durante la fase de apoyo. El nrea sombre-
ada en rojo rcpresenu1 la fase de despegue del pie duranLc la t
marcha. INVERSIÓN

EVERSIÓN
~ DESPEGUE,

o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
e
•O
o
e
<l>C
=>·O "
::>' o(J) Fase de oscilación
o - 0>-0
El
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o, "'"'
0.-0

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(J)"' (J) (J)

O"'o
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o"''O -
8<..>
~
"'
'O

8 Porcentaje del ciclo de la marcha

Segundo. durante la fase ele apoyo inicial. la tibia y el peroné,
y en menor grado el fémur. rolan internamente después del
contaclo inicial del talón. 11,.111 Debido a la configuración
envolveme de la articulación tibiotarsiana. la pierna en rota-
ción interna incremema la pronación de la aniculación subas-
tragalina. Suele argüirse que con el calcáneo en contacto con
el suelo. la pronación ele la art iculación subastragalina es la
causa. más que el resultado. de la rotación interna ele la
pierna. Ambas perspectivas son válidas.
La amplitud de la pronación ele la articulación subastragalina
durante la fase ele apoyo inicial es relativamente pequeña. 2 a J
grados como media, y dura sólo en torno a I/~ de segundo
durante una marcha a velocidad promedio. El grado y la velo-
cidad de la pronación influyen en la cinemática de las articula-
ciones más proximales de la extremidad inferior. Estos efectos
se aprecian al exagerar y enlentecer hasta el extremo la prona-
ción del retropié durante la fase ele carga inicial de la marcha.
Consideremos la demostración que aparece en la figura J 4.30.
De pie sobre un pie fijo y en carga. se procede a la rotación íor-
zada )' lenta ele la pierna y se aprecia la pronación asociada del
retropié (articulación subastragalina) y la depresión simultánea
del arco longit udinal medial. Si el mo,·irniento es lo basrnnte
forzado, esta acción tiende también a rolar imernamentc, fle-
xionar un poco y mover en ad ucción la cadera, y a crear una
tensión en valgo en la rodilla (Tabla 14.5). Estos asi llamados
eventos mecánicos son exagerados y no se producen hasta ese
grado y con ese patrón preciso cuando se carga la extremidad y
con una velocidad de marcha normal. No obstante. debido a los
vínculos de la extremidad inferior, la pronación excesiva o des-
controlada del retropié podria exagerar una o más ele estas
acciones artic:ulares relacionadas mecánicamente. Desde el
pun to ele vista clínico. una persona que adopta una pronación
excesiva al comienzo ele la íase de apO)'O suele refc1i r dolor
medial en la rodi lla. aparenlemente por una tensión en ,•algo
neta y por el sobreestirarniento subsiguiente del ligamento cola-
teral med ial. No siempre es obvio si es la hiperpronación la que
causa la tensión en valgo de la rodi lla o viceversa.
Aunque muy aceptada, no se ha establecido ele modo con-
clusivo una relación ci nemáLica predecible enLrc la magnitud
y la sincronía ele la pronación excesiva y la rotación interna
excesiva de la extremidad iníe rior. ~l1 Las mediciones exactas
ele estas relaciones cinemáticas mientras un sujeto cam ina son
r ( 11/1111!/c> / / / / 10/11//c> \' r/ ('IC 509

FIGURA 14.30. Con el pie íijo, la rotación inicnrn y

completa ck la extremidad inferior pro\'oca los
siguientes mo\•irnirmos asociados: promicion (Cl'l'l"-
sión) del 1'L't ro pie. clcpresi<in del arn) lnngit uclinal
medial )' trnsion en \'algo ele la roclill~1 . Re1xín:sc en
que al tiempo que se produce l:i pr\111acitin del
rcll"\1pic . el sucio obliga al :intcpié y al 111ediop1c a
adoptar una pus1ciún de rchui,·a supinacion

- __...,,. . - ~ - ~ - -- - ~ - -
1écnicameme difíci les. La cinemál ica en sí es muy variable y
PU N T O DE 1 N T E. R É~S 1 4 . 5· --
poco definida. Algunos estudios llegan a la conclusión ele que - .:_ .... .".:- _;;,. ·-~ -~~

la cinemática es la rotación de un solo hueso, mienLras oLros

in forman ele roLaciones relativas entre huesos:'º Se necesitan Ejemplo de la versatilidad cinemática del pie
estudios adicionales en esta úrea ames ele llegar a determinar Al comienzo de esta sección se estableció que la pronación del
una causa defin ida)' relaciones de efectos. Estas relaciones son pie sin carga se produce sobre todo como la suma de la
importantes porque son la base de muchos de los ejercicios)' pronación de las articulaciones subastragalina y transversa del
onesis empleados para reducir las afecciones dolorosas rela- tarso (ver Fig. 14.248). Esta suma de movimientos no se
cionadas con la pronación excesiva. produce necesariamente cuando el pie está en carga. Con el pie
en carga o fijo en el suelo, la pronación del retropié puede
hacer que el rnediopié y el antepié, que reciben una fuerza
contraria y ascendente del suelo, giren y adopten una
supinación relativa (ver Fig. 14.30). Esta relación cinemática
recíproca entre el retropié y las regiones más anteriores del pie
muestra la versatilidad del pie, que amplifica la acción de otro
Aniculación Acción
cuando el pie no está en carga (ver Fig. 14.24B) o contrarresta
C:idera Rotación interna, ílexión y aducción la acción del otro cuando el pie está en carga (ver Fig. 14.30).
Rodilla Tensión en valgo
Anicul:ición subastragalina Pro11ació11 ()• depresión del arco
(retropié) longitudinal medial) Beneficios cinesiológicos del control de la pronacion
Anicul::ición transversa Inversión (supinación) normal. Desde una perspectiva cinesiológica, la pronación
del t:irso (mediopié) controlada ele la at'liculación subastragalina durante el
com ienzo ele la fase de apoyo tiene varios efectos mecánicos
5 10 Snt 11111 IV f \l 11·miclcu/c:; i11/o illlf'
ut1lcs. La pronación de la articulación subastragalma perm11c
la rotación imerna del nstnígalo, y de tocia la extremidad infe-
rior contra un calcáneo apoyado con ri rmcza. Es cieno que la
poderosa orientación horizontal ele las caril las ele la articula-
ción subastragalina sugiere esta acción. Sin tal mecanismo
articular, la superficie plantar del calcáneo «g1rarn1» como unn
peonzn sobre la superficie sobre la que se camina, junto con la
pierna en rotación medial. La actirnción excéntrica ele los
musculos supinadores, como el tibia\ posterior, puede ayudnr
a desacelerar la pronación )'opone r resistencia a la depresión
del arco longitud inal medial. La pronackin co111rolada ele la
articulación subastragalina favorece la llcxibilidad relativa del
mcd1op1é, con lo cual el pie se acomoda a las variadas formns
y contornos del sucio.
Con.;ecuencias ele la pronac1on excesiva. Existen innu-
merables ejemplos de cómo el alineam ienll) defectuoso del pie
afecLa a la cinemática de la marcha. Una sitwu.:ión corriente se
produce por una pronación excesiva o poco controlada de la
an1eulación subastragalina durante la fase de apoyo. Este tras-
torno tiene múltiples musas, como (1) lax11ud o debilidad del
mecanismo que normalmente controla )'sostiene el arco lon-
gitud inal medial; (2) forma o movilidad anormales de los hue-
sos del tarso; (3) anteversión femora l excesiva, y (4) debilidad
muscular generalizada y/o reducción de la llexi bilidad. En
todo caso, un fallo estructural causa el valgo cxcesi\'O (ever-
sión) del rctropié después del contnclO del talón contra el
suclo.29 Con frecucncm, la pronación excesiva ele la articula-
ción subastragalina es una compensación por el movimiento
excesivo o restringido de la extremidad in ferior, sobre todo en
los planos fromal y horizontal. La deformidad csl ructural más
corriente del pie es el varo del rctro¡>ié (varo describe un seg-
mento del pie que se invierte hacia la línea media.) Como res-
puesta a esta deformidad, la articulación subastragalina suele
sobrecompensarla con pronación excesiva, en velocidad y/o
magnitud, para asegurar que la cara med ial clcl antepié entra
en contacto con el suelo durante la fase de apoyo. 30,38,52
Compensaciones parecidas se producen como resultado
del varo ele/ antepié. La rotación imerna excesiva )' asociada
del astrágalo y la pierna puede en algunos casos crear una
«reacción en cadena» de compensaciones y trastornos cine-
máticos en LOda la exl remidad , como los descritos en la figura
14.30. La secuencia ci nemática anormal en tre la libia y el
fém ur causa un aumento del «ángulo Q» ele la rod illa y una
tracción lateral neta del cuádriceps o ele la cintilla iliotibial
sobre la rótula.38 Estas situaciones predisponen al paciente a
sufrir una disfunción de la articulación fcmororrotuliana. Por
esta razón, los médicos anotan la posición de la articulación
subastragalina mientras el paciente está de pie )' camina
cuando evalúan la causa del dolor de la articulación fe moro-
rrotuliana.
La patomecánica subyacente ele la pronación excesiva del
pie es compleja )' no se conoce totalmente. La patomecánica
puede afectar a muchas relaciones cinemáticas. entre las dis-
ti111as articulaciones del pie o entre el pie y el resto de la extre-
midad inferior. Incluso si la patornecánica se localiza en el pie,
1 PU N 1 O DE 1 N f L R l. S 1.4, .. 6
Ortesis para el pie
Los médicos están de acuerdo por lo general en que ciertos
tipos de ortesis para el pie y calzado especializado controlan la
pronación excesiva de la articulación subastragalina.J.20.29.34 En
general, una ortesis podal es un instrumento que se inserta en
el calzado para modificar la mecánica del pie. Con más
frecuencia, se introduce una cuña en la cara medial de la
ortesis, lo cual controla en teoría el índice, grado y secuencia
temporal de la pronación de la articulación subastragalina.
Como adjunto de las ortesis, ciertos médicos subrayan también
la necesidad de mejorar el «control excéntrico» de los
músculos que desaceleran la pronación y otros movimientos
asociados y mecánicamente vinculados con la pronación {ver
Tabla 14.5). Estos grupos de músculos son los supinadores del
pie y los rotadores y abductores externos más proximales de la
cadera. Este enfoque terapéutico trata de reducir la velocidad de
pronación así como la velocidad de carga del pie.
el movimiento anormal del anLepk puede com pensarse con
un movimiento anormal clcl retropié )' dccvcrsa. 1\clemas, fac -
tores exltí nsccos rnmn el calzado, una nncsis, el terreno)' la
velocidad de la marcha o la carrera alteran las relaciones cine-
mfüicas del pie)' la extremidad infcnor. U conocimiento de la
cincsiología completa de toda la extremidad inferior e:. un
requisito definitivo para el lratmmento eficaz del dolo1 o del
alineam iento defectuoso del pie.
Fase de apoyo medio y apoyo final: Supinación
de la articulación subastragalina
Mecanismos cinemáticos relacionados con la supina-
ción. En torno al 15-20% del ciclo de la marcha. toda la extre-
midad en aporo 11wic11e espectacularmente su 1110\'tmicnto en
el plano horizontal de rotación interna a extcrna. 17 La rotacion
externa de la pierna mientras el pie esta ªPº>'ado en el sucio
coincide grosso 111oclo con el inicio de la rnse ele oscilacion de la
extremidad inferior contralateral. Con el pie en carga apo)'ado
con firmeza, la rotación externa del femur, seguido por la tibia,
111v1ene gradualmente la dirección del astrágalo de rotacit'm
111terna a externa. Como resultado, en torno HI 35% del ciclo de
la marcha. la articulación subastragalina en pronación (e\•er-
sión) comienza a adoptar supinación (\'er Fig. l 4.29B). Como
se aprecia en la figura 14.31 , con el reLropié en supinacion, el
mediopié )'el a111epié deben girar HI mismo tiempo )' adoptnr
pronación relativa para que el pie mamenga un co111acto total
con el suelo. Al final de la fase de apoyo, la articulación subas-
tragalina en supinación completa)' el arco longitudinal med ial
elevado y tenso convienen el mcd iopié en una palanca 111ns
rígida. Músculos como el gastrocnem io y el sóleo aprovechan
esta estabilidad para trnnsferir fuerzas por el tendón de Aquiles
al mcdiopié }' a las cabezas de los metatarsianos durante In fase
de despegue del pie en la marcha o la carrera.
Una persona que, por la razón que sea, mantenga una pro-
nación relativa al final de la fase ele apoyo suele tener dificul-

1ad para es1abilizar el mediopié en un momento en que es
necesario. Como consecuencia, 1al \'ez se requiera acli\'idad
excesiva de los músculos exlrínsecos e inlrínsecos del pie para
reíorzar el arco longi1udinr1l medial. Con el liem po, la hipernc-
1iviclacl puede deri\'ar en foliga muscular generalizada)' sindro-
mes dolorosos como el síndrome del companimiemo 1ib1al.
ARTICULACIONES INTERTARSIANAS DISTALES
Lis an iculacioncs in1enarsianas dislales describen una colec-
ción ele aniculaciones o complejos articulares (ver Fig. 14.22
)'el recuadro). Es1as aniculaciones es1án rodeadas de una cáp-
sula }' una membrana sinovial ininterrumpidas. En eonjun10
las aniculacioncs inierrnrsianas distales ª)'Udan a la anicula-
ción lransvcrsa del larso a prod ucir pronación)' supinación en
lodo el mcdiopié. Los movim iemos de estas articulaciones son
pequef\os. La función primaria de es1as aniculaciones es apor-
lar es1abilidad al med1opié median1e la formación del arco
transverso.
La colección de las articulaciones interla rsianas distales es:
• Articulaciones cuneonaviculares
• Articulación cuboidconavicular
• Complejo articular intercuneal y cuncocu boideo
Estructura y función básicas
Articulaciones cuneonaviculares
Tres articulaciones se f"orman en1re la cara amerior del navicu-
lar}' las superficies posteriores ele los 1rcs huesos cuneiformes.
Rodeando esias aniculaciones hallamos los ligamentos planta-
res }' dorsales. La superficie ligeramente cónca,·a de cada
511
FIGURA 14.31 . Con el pie fi10. l;i rotación
l''tcrna }'completa de la extremidad inferior
provoca los s1gu1emes movim1cntllS as()cia-
düs: supinación (inve rsión) del rctropi(· )'ele-
vación del arco longit uclinal m~dial. Nótese
que mientras se produce la supinación del
rctrop1e. el antcpié >' el mediop1c se mue,·en
en pronación para mantener el contacto con
el sucio.
cuneiforme se ajusta en una de las 1rcs carillas un poco conve-
xas de la cara anterior del navicular. L1 gnm carilla medial del
n:l\'icular recibe el gran cunei íorme medial. L1 íuntion princi -
pal de las aniculaciones cuneonaviculares es ª>'udar a lransfc-
rir disrnlmeme los movimientos de pronación y supinación a
tran~s de la pane interna del mediopié hacia el amepié.
Articulación cuboideonavicular
Esla an iculación relat ivameme peque1'la y íi brosa se lornliza
en1re la cara lateral del navicular}' el quimo más proximal del
lado medial del cuboides. Es1a articulación vincula los compo-
nentes lateral y medial de la articulación trans,·ersa del tarso,
con lo cual a)'ttda a transferir los movimientos de pronación y
supinación por las regiones más proximales del mediopié. La
articulación cuboideonavicular se refuerza con los ligamentos
dorsal, plamar e intcróseo.
Complejo de las articulaciones intercuneales y cuneocuboideas
Tres an iculaciones forma n este complejo: dos en1re los cunei-
formes y una emre el cuneiforme lateral y la super{icie medial
del cuboides. Las superficies articulares son sobre todo planas
)' se alinean casi en paralelo con el eje ma>•or de los me1a1ar-
sianos. Los huesos del tarso se man1icnen unidos por los liga-
mentos plantar, dorsal e in1eróseo.
El complejo de las aniculaciones imercuneales )' cuneocu-
boidcas forma el arco transverso del pie (Fig. H .32A). Es1e
arco apona estabilidad 1ransversa al med1opié. Bajo el peso del
cuerpo, el arco 1ransverso se hunde un poco, permitiendo dis-
pe rsar el peso del cuerpo por las cinco cabezas de los meta1ar-
sianos.<• El arco recibe soporte dinám ico de los músculos
intrínsecos; los músculos ex1rínsecos como el 1ibial pos1crior
y el peroneo largo; los 1ejidos conjumi\•os. y su piedra angu-
lar, el hueso cuneiforme imermedio.
512 Scrri1í11 IV E.xt rnnidcuks i11/cri11rcs

estricta de pronac1on o supinac1on. No obstante, los movi-

mientos de esta aniculación aportan funciones útiles, como
permitir al lado medial del pie adaptarse mejor a las irrcgula-
riclndcs de la superficie al caminar lFig. l -+.320. La primera
art iculación tarsometatarsiana nponn un clerncnLo ele llcxibili-
dad al arco longit ud inal medial. Durante la íase ele carga ele la
marcha, el primer radio cede (ílexión dorsal) un poco bajo la
íuerz;1 del peso del cuerpo. La rigidez del primer rad io limita
la capacidad de amort iguación de choques del m-co longitudi-
nal rnedial n

ARTICULAC IONES INTERMETATARSIANAS

FIGURA 14.32. Características estructurales y funcionales del mediopié
y el amepié. A, El arco transverso se forma por el complejo de las arti-
culaciones imercuneales }' cuncocuboidea. 13, El segundo radio cstabk
se refue rza por la situación rctras<lda de la segunda an iculación t<1 rso-
111c1<1tarsiana. C, La combinación ele llexión plamar y eversión de la
articulación ta rsometatarsiana izquie rda del primer rnclio permite al
antepié ad<lpwrse a 1<1 supcrlkic de la roca.
Estructura y función
Las bases de los cuatro metmarsianos laterales están interco-
nectadas con los ligamcmos plantares, dorsales e interóseos.
Tres peque1ias d iartrosis intcrmctntarsianas íorman los pumos
de contacto ent re las bases del 11 , 111 y IV metatarsianos.
Aunque interconec1acla por ligamentos, una articulación ver-
dadera no suele formarse eni re las bases clel 1 y 11 metawrsia-

ARTICULACI ONES TARSOM ETATARSIANAS

Consideraciones anatómicas
Cinco articulaciones tarsometaLarsianas se íorman por la ani-
culación emre las bases ele los metatarsianos )' las supcríicies
distales ele los tres cuneiformes y el cuboides (ver Fig. 14.22).
Especiíicameme , el primer metatarsiano se anicula con el
cunei íorme medial, el segundo con el cuneiforme intermedio,
y el Lercero con el cuneiíorme lateral. Las bases del IV )' V
metatarsianos se articulan con la superíicie distal del cuboides.
Las superficies articulares de las an iculaciones tarsometa-
tarsianas son en esencia planas. Los ligamentos dorsal, plantar
e imeróseo a1iaden estabilidad a estas an iculaciones. De las
cinco articulaciones Larsometatarsianas, sólo la primera cuenta
con una cápsula bien clesarrollada.55

Consideraciones cinemáticas
Las articulaciones tarsometatarsianas sirven de base articular a
los radios del pie. La movi lidad es menor en la 11 articulación
metatarsiana debido, en pane, a la posición en cw'la de su base
entre los cunei form es med ial y lateral. Por consiguiente, el
segundo radio forma un pilar central estable a tra,·és del pie,
parecido al tercer radio ele la mano (Fig. J 4.32B). Esta estabi-
lidad es útil al íinal ele la fase ele apoyo cuando el antepié se
prepara para la dinámica del despegue del suelo.
La movil idad es máxima en las articulaciones tarsometatar-
sianas más peri féricas, y consiste sobre todo en dorsirlexión y
ílexión plantar, combinadas con inversión )' eversión. En el
primer radio, la ílexión dorsal se produce naturalmente con la
inversión, y la ílexión plantar con la eversión (Fig. l4.33A y
B). u Nótese que estas combinaciones de movimientos son atí- FIGURA 14.33. Os1eocine1m'ttica de la primera aniculación t¡¡rsornern-
picas en el tobillo y el pie porque no se ajustan a la clel'i nición 1arsiana: Flexión dorsal e i1wersión (A) y ílcxión plantar}' e'·crsión (B).
 t.ur1111/,1 ¡.¡ l:l 1,1/111/¡1 y d pír 513

nos. Esla falta de articulación aumenta el 1110\·imienLo rclmi\'(.1 Vista supel'ior

del primer radio, de forma parecida a la mano.:>s Sin embargo,
a diferencia ele la mano, los exLrernos distales ele los cinco
meLmarsianos se inLcn:onectan con los ligamentos rnetatarsin-
nos transversos profundos. Un lige ro movim iento en lns <11li-
culaciones intermetatarsianas aumenta la llexibi lid<1d ele las
nniculacioncs tarsometatarsianas.
ARTICULACIONES METATARSOFALÁNGICAS
Consideraciones anatómicas
Cinco an iculaciones metatarsofnlángicns se fo rman entre las
cabezas convexas de los mctmarsianos y la conca\'iclncl somera
del extremo proximal ele las falanges proximales (ver Fig.
14 .22). Estas articulaciones se palpan unos 2,5 cm proximales
al espacio interdigitnl ele los dedos.
Un cartílago articular cubre el extrerno distal ele las cabezas
de los metatarsianos (Fig. 14.34). Un par de li,\iwncntos collllt'-
ra/es atraviesan las articulaciones metatarsofalángicas, mez-
clándose)' reforzando la cápsula. Como ocurre en la mano, los
ligamentos colaterales curs;1n obl icuamente en di rección dor-
sal-proximal a plantar-d istnL formando una porción ci líndrka
gruesa y una porcion accesoria llabe li fo rmc.
La porció11 accesoria se inserta en el grueso y denso li~<1-
111c1110 pla11tar, localizado en el lado planrar de la aniculación.
El ligamento esu:\ surcado por el paso de los tendones llexores.
Fibras ele la lascia planlar profunda se conectan con los liga-
melllos planLares }' las \'ainas de los tendones llexores. Dos
hw:sos seswnoiclcos localizados en el tendón del músculo ílexor
cono del dedo gordo dcscnnsan sobre el ligamemo plamar de
la primera aniculnció11 mctatarsofalángica (Fig. 14.35).
Au11que no se aprecie en la figu rn l'f.35, cuat ro liga111cntos
mcllllarsicmos l rw1s1•crsos profundos se mezclan y une11 con los
ligamentos plantares ad} accntes de las cinco articulaciones
1 conjuntivo que es esencialmente inseparnble de la cápsula
metaLarsofalángic.:as. Al inLerconcctar los ci nco ligamentos, los
ligamelllos metatarsianos Lransversos ayudan a mantener el
pri mer radio en un plano parecido al ele los radios menores,
con lo cual el pie se adapta mejor para la propulsión y el
soporte del peso que para la mani pulación. En la mano, el liga-
mento metacarpiano transve rso profundo conecta sólo los cua-
tro últimos dedos, dejando libre el pulgar para In oposición.
Ligamento plantar
y huesos sesamoideos
FIGURA 14.34. \'ist<1 meclhil de la primera articulación metatarsoía-
lángica que muestra la porción íunicular accesoria de los ligamentos
capsulares (colaterales) mediales. La porción accesoria se insena en el
ligamemo plantar y los huesos ses;1moideos. (De Haines R, i\.lcDougall
A: Anatomy of hallux valgus. j f3cmc )oint 5111~ 36-B:272. 195-f.)
Inserción distal ele los músculos
Articulación extensores largo y corto
interfalángica ~ '~
··, de los dedos (cortada)
Músculo extensor largo • Articulación
del dedo gordo (cortado) interfalángica distal
' ,' > ' ~ ,- Articulación
Músculo exlensor corto ·1 ~- ;<tk , _ interfalángica proximal
de los dedos (cortado) , •' ' ~ t' Expansión digital dorsal
Ligamento plantar
Huesos sesamoideos
Músculo flexor corto
del dedo gordo u:.»l'"-"'..,__ Músculo extensor
Músculo abductor corto de los dedos
del dedo gord o
FIGURA 14.35 . Músculos>' art iculaciones de la supcrlkie dors;il del
;rntcpic clcrL'Cho. La 111i1ad distal del primer 111e1;u;irsb110 se ha elimi-
nado para exponer la supcríicic cónrn,·a de la primera articulación
mcLatarsofahíngka. Un par de huesos sesamoideos se localizan a
ni,-cl profundo ele la pri mt.>ra an iculat:ic'>n mrtaiarstiral :.ingit:a. La
fa lange proximal del segundo dedo del pie se ha omitido para expo-
ner el Indo cón<;a\'o de la an irnlación intcrfal;ingica proximal.
Una ccipsula .fi/Jw~a encierra cada una ele las articulaciones
mctaLarsofalángicas )'se mezcla con l0s ligamentos colaterales
y los ligamentos plantares. Un 111ca111ismo cxtc11sor apenas defi-
nido cubre el lacio dorsal de las articulaciones mcLatarsoíalán-
gicas. Esta estruct ura se compone de una fina hoja ele Lejiclo
dorsal y los tendones extensores.
Consi<leraciones cinemáticas
El movimiento ele las articulaciones melatarsofo lángicas se
produce en dos grados de libertad. La <'Xtc11sió11 (ílexión dor-
sal) y la .flcxió11 (ílexión plantar) se producen aproximada-
mente en el plano sagital sobre un eje medio-lateral; la alufuc-
c:ió11 y la nducció11 se producen en el plano horizontal sobre un
eje vertical. Ambos ejes ele rotación se inLersccan en el centro
de las cabezas de los metatarsianos.
La mayoría ele las personas muestran destrcz;1 limitada en
los movimientos de las nniculaciones metatarsofolángicas,
sobre todo en abducción y aducción. De modo pasivo, los
dedos se pueden mover en hiperextensión unos 65 grados y
llexionarse unos 30 a 40 grados. El primer dedo suele mostrar
mayor hipcrcxtensión hasta casi 85 grados.
Deformidades que afectan a la articulación
metatarsofalángica del primer dedo
Hallux rigidus y hall ux valgus . El hall ux rigidus o «l imi-
tus» en su forma menos grave es una afección que se caracte-
riza por la acusada lim itación del movimiento y por el dolor
en la an iculnción rnetalarsoíalángica del primer dedo. r\unque
 5 J4 'l!'CI i1!ll /\1 Í:\l IClllitf111/c~ itl/rl ltl/C~
la causa ele la afección no este clara, los cambios degenerativos
suelen seguir a un traumatismo local. s.¡ A medida que avanza
ta afección, tos osteófitos que se forman en el dorso de la
cabeza del metatarstano pueden bloquear la hiperextensión.
La limilactón del movimiento )' el dolor en esta articulación
pueden tener un impacto significath·o sobre la marcha. Por lo
general, caminar requiere unos 65 grados de hiperextensión
de las articulaciones metatarsofalángicas mientras el talón se
eleva al final de la fase de aporo.1 5 Una persona con hallux
rigidus suele caminar sobre la superficie externa del pie afecto
con el fin de evitar la nccesidnd de hiperextender la primera
aniculación mctatarsofalángica al final de la fase de apoyo. Se
recomienda a las personas afec1adas llevar calzado ele suela
rígida para caminar y evitar subir o bajar cuestas. Con fre-
cuencia se aconseja cirugía en los casos más graves.42
L1 característica c.:entral del hall ux valgus es una desviación
lateral progresiva del primer dedo. Aunque In cleíorm iclad
parezca afectar sobre ltldo n la ari iculación metatarsofalángica,
la mecánica patológica del hallux valgus suele aíccL<ll' a LOcio el
primer radio (fig. 1 <f.361\ y B). Como se aprecia en la radio-
grafía , el hallux valgus se asocia con ad11rció11 excesiva del pri-
mer metatarsiano en su anicutación tarsometatarsiana. Suele
denominarse en In literatura médica «metatarsus primus
varus».1 t L1 posición de aducción del metatarsiano termina
por hundir la falange proximal en abducción excesiva, lo cual
expone la cabeza del metatarsiano formando un juanete. Si la
articulación mctatarsofalángtca adop1a una posición de
abducción por encuna de 30 grados, la falange proximal suele
comenzar a situarse en e\•crsión o a girar sobre su eje longitu-
dinal.42 El juanete o bu1110 también se denomina «hallux
abducto-valgus» con el fin de dar cuenta de las desviaciones
en los planos horizontal )' írontal.
L1 rotación axial progresiva de la íalanp,e proximal abdu-
FIGURA 14.36. Hallux valgus. A, Características
múhiplcs del hal lux valgus )'deformidades asocia-
das. 13, La radiografía llllll'Strn la p:uomccánica a
menudo asociada con hallux valgus: l:i aducción
del primer metawrsiano es cvidemc por el aumento
del ángulo cmrc el 1)'el 11 metmarsi:inos; la abduc-
ción de l:i falange proximal con subluxación de l:i
articulación mc1marsofaláng1c:i: el desplazamiento
del hueso sesamoideo lateral, la rornciün (e\·crs1ón)
de las fol:ingcs )' la cxpos1c1ó11 de la cabeza del
metatarsiano. (De R1chardson EG: Disordcrs of the
hallux. En Cmmle ST (ecl): Cc1111f'bt'I/~ Üf'c'rmiw
Ort/1opedics, vol. 4, 9:' ed. St. l.ouis, Mosby-Year
Book, 1998.)
A
cicla crea un dcscquilibno muscular en las luerzas que nor-
malmente alinean la anicuhlcion metatarsofalángica. El mús-
culo abductor del dedo gordt) se desplaza hacia la cara plan-
tar ele la pnmera ar11culac:1on metatarsofalángic:a. La tracción
sm opos1e1011 del musculo acluc:tor del dedo gordo y de la
cabeza lateral del ílc\or cono del dedo gordo aumenta progre-
si\-¡1mctHe la des\ mnón lateral de la falange proximal. Con el
tiempo, el ligamento colateral medial y la cápsula sobrees1ira-
clos pueden debilitarse o l't)mpersc. suprimiendo as1 una
fueme tmponante de rcfuer:::o del lado medial de la articula-
ción. 21l Las personas con hallux valgus acusado evitan cargar
peso sobre la primera arucu lac:ión mctatarsofalángica, lo cual
hace que los mciatarsianos laterales asuman una ma)'Or pro-
porción de la rnrga. La pa1omcccín ica del hallux valgus acu-
sado comprende u11 hund imiento en zigzag del primer radio,
pareciclti a la desviación cubital de la an iculacion melacarpo-
íalángica de la mano reumaioidc (ver Cap. 8).
Aunque la etiología del hallux valgus no este del tocio clara,
la gcnetica, el calzado incorrecto, la pronación ele los pies que
causa un<1 tensión en ,·algo del cleclo gl1rdo )' la asimetría de los
huesos)' articulaciones c.:ontribu)'en a est<1 alccción . El espectro
completo del hallux n1lgus grave suele asociarse con luxación }'
osteoanritis de la aniculac1ón metatarsofalángica. metatarso varo
(aclducus), ' 'algo del primer dedo, formación ele juanetes en la
articulación medial, dedo en martillo del segundo dedo. callosi-
dades y metatarsalg1a.H La inter\'ención quirúrgica suele estar
indicada en los casos de dcfonrnclad y disfunción importantes.
ARTICULACIONES INTERFALÁNGICAS
Como los dedos de la mano, los dedos del pie tienen una <1rti-
rnle1ció11 i11tC1 (e1lc111g1rn pmximal y otra i11tnfalcíngica distal. El
primer dedo, análogo al pulgar, cuenta sólo con una artirnla-
ción interfaJ¡\ngica (ver Fig. 14 .22A).

Pie normal
Pie 1>lano
FIGURA 14.37. El «decto de rnbcstrante» de In fascin plnntnr se mues-
tra al ponerse de puntilbs. El rnbcst rante es un aparato para n:mok:nr
cabos que <.:onsiste en un cabo enrollado en un cilindro que se ha<.:e girar
con una pal:mca. El cabo o cuerda es análogo a la fascia plantar, )' el
cilindro es como las aniculaciones metmarsofahmgicas. A. En un pie
nom1al, la contracción de los músculos ílexorcs plamnrcs cxtrlnsccos
eleva el calcáneo. con lo cual se transfiere el peso del cuerpo hncia
delante sobre l:is cnbezas ele los metatarsianos. La hiperextensión resul-
tante de las articulaciones mctmarsofalángicas (disco blanco) estira la
fascia plantar en el arco longitudinal medial (muelle rojo). El aumemo
de la tensión del estiranuento fonalcce el mcchopté }' el nmepic l.:1 con-
tracción de los músculos imnnsccos aporta un refuerzo adicional al
arco. B, El pie plnno suele mostrar un an..:o longitudinal medial nm muy
poco soporte. Al tratar ele ponerse de puntillas. d amepié se hunde l n~jo
la carga del peso del cuerpo. La reducción de l:i hipercxtcnsión de las
articulaciones metatarsofalángicas limita In utilidad del efecto de cabes-
trante. Incluso con la 1xxlerosa acti\'ación de los músculos inuinsccos.
el arco se mantiene plano}' el mccliopié y el a11tcp1c, inestables.
( <1/11111/t> H u l<>/111/P\' d ¡>it 5 15
Todas las aruculacioncs interfolñngicas del pie poseen
carnctcríst icas anatomicas parecidas. La an iculación se com-
pone de la cabeza con\'exa de la falange más proximal que se
articula con la base cóncava de la falange más distal. La falange
proximal del segundo dedo se ha omitido en la figura 14.35
para exponer el lado cóncavo ele la an iculación interfalángica
proxi111al. La estruCLura y !'unción de los tejidos conjunt i\'OS de
las articulaciones interfalángicas son por lo general iguales a
las descritas para las articulaciones me1atarsofaláng1cas. Los
ligamentos colaterales, los ligamentos plantares )' las cápsulas
están presentes pero son menores y están menos defin idos.
L1 movilidad ele las articulaciones intcrfalángicas se limiLa
sobre todo a la ílexión y extensión. La amplitud de la llexión
suele superar la de la extensión )' el 1110\'imiemo 11ende a ser
ma)•or en las articulaciones proximales que en las distales. La
extensión está limitada sobre todo por la tensión pasiva de los
músculos llexores ele los dedos y los ligamentos plantares.
ACCIÓN DE LAS ARTICULACIONES DEL ANTEPIÉ DURANTE
LA FASE DE APOYO FINAL DE LA MARCHA
Las an iculaciones del ame pié abarcan tocias aquéllas asociadas
con los rad ios, desde las tarsomeLntarsianas hasta lns inLerfa-
lángicas distales de los dedos. Dependiendo de la lase de la
marcha, estas articulaciones aportan ílexibilidad o estabilidad
al antepié.
Durante la pane final de la fase de :1poyo el med1opié y el
antepié deben ser rclmivamente esL<1blcs o rigiclos para aceptar
las tensiones asociadas con la íase de despegue del pie.
Además de la acti\'aCión ele los musculas intrínsecos )' extrín-
secos, el pie se estabiliza aún más al aumentar la tensión del
arco longitudinal medial. El aumento de la Lensión se produce
gracias a un mecanismo llamado «CÍecLo de cabestrnl1lc», que
se muesLra al ponerse de puntillas como en la figura l 4.37 A.
Debido a las inserciones de la fascia plantar en las falanges
proximales, la hiperextensión de las articulaciones metmarso-
falflngicas aumenta la tensión del arco longitudinal medial.
Mient ras se eleva el talón y la mayor parte del pie, el peso del
cuerpo se desplaza en sentido anterior hacia las cabezas de los
metatarsianos mediales, donde las bolsas de grasa )' los huesos
sesamoideos y la rigidez del segundo radio aportan una base
adecuada de sosLén para la acción de los músculos ílexores
plnntares.
En contraste con los pies sanos, observemos la patomecá-
mca ele una persona con «pie plano» inestable que trate ele
ponerse de puntillas (Fig. 14.37B). Aunque esta persona no
presente ningún déficit neuromuscular, se produce una pér-
dida significat iva del grado de elevación del talón incluso con
un esfuerzo muscular máximo. Si n un arco longitudinal
medial eficaz, el mediopié )' el amepié desbloqueados e ines-
tables se hunden ba.10 el peso del cuerpo. Por consiguiente, la
reducción de la hiperextensión de las articulaciones metatar-
soíalángicas limita la utilidad del efecto de cabestrante para el
estiramicnLo ele la íascia plantar.
En la tabla 14.6 aparece un resumen de las funciones
imponantes del tobillo )'el pie durante la fase de apoyo de la
marchn.
516 Srú ic111 /\' Exlrt'mii/(/(/rs in/rrion·~

INTERACCIÓN DE MÚSCULOS Y ARTICULACIONES
Inervación de músculos y articulaciones
INERVACIÓN DE LOS MÚSCULOS
Los músculos extrínsecos del tobillo )' el pie presentan sus
inserciones proximales en la pierna,)' unos pocos se exl ienden
en sentido proximal hasLa la porción clisLal del muslo. Los
músculos int rínsecos, en contrasLe, presentan sus inserciones
proximales )' distales clenl ro del pie .
Los músculos extrínsecos se disponen en tres comparti-
mientos de la pierna: anterior, lateral )' posterio r. Cada com-
partimiento está inervaclo por un nervio motor distinto. El
compartimiento anterior está inervado por la rama profunda
del nervio peroneo; el compartimiento lateral por la rama
superficial del ne rvio peroneo, y el compartimiento posterior
por el nervio tibial. Todos ellos son ramas del nervio ciáLico,
íonnado por las raíces nerviosas L.1-S1 del plexo sacro.
Lateral a la cabeza del peroné, el nervio peroneo común
(L-1-S2) se divide en una rama pro funda y otra superficial (Fig.
14.38). La rama profunda del nervio pcronco inerva los múscu-
los de l compart imiento anterior: tibia! anterior, extensor
largo ele los dedos, extensor largo del dedo gordo )' peroneo
tercero. La rama profunda sigue clistalmente hasta inervar el
músculo extensor cono ele los dedos (un músculo intrínseco
localizado en el dorso del pie). Tamb1c11 aporta incrvacion
sensorial a un área cutánea Lriangul<1r en el esp<1cio intercl igi-
lal entre el 1 )' 11 dedos. La rama supcr{icial del 11avio ¡)(T011cc>
inen·a los músculos peroneos largo )' cortt) del comparti-
miento lateral. Luego, conLinúa en sent ido d istal conll) ne1vio
sensorial de gran pane ele la piel de las caras dorsal )' lateral
de la pierna )' el pie.
El llcrvio ti/Jial (L4-Sl) y sus rnmas terminales inen·an el
resto ele los músculos intrínsecos y exLrinseeos del tobillo}' el
pie (Fig. l 4.39). Los músculos del cornpanirnienLo posterior
se cJi,·idcn en superficiales y profundos. La serie de músculos
superficiales comprende los músculos de la pantorrilla: gas-
trocnem io y sóleo, en conjunLo denom inados tríceps sural, )'
el pequerio músculo plamar. La serie ele músculos prorunclos
rnmprenclc el libia! posterior, ílcxor largo del dedo gordo )'
ncxor largo de los dedos. A medida que el nervio tibia! Se
ace rca al lado medial del LObi llo, emiLc un n1mo sensorial a la
piel del talón.
J usLo posterior nl 111n l é~1lo medial, el ne rvio tibia! se bifmca
en el llt'fvio plantar medial (L.¡-52) }'el 111.'f'l'ío ¡ilcrntar lateral (L1-
S3). Los ncn·ios plantares aportan sensació n a la piel de la
mayor parte del lado plantar del pie e inervación 111owrn a
todos los músculos int rínsecos, excepto el exll.'nsor cono ele
los dedos. La organización de la inervación de los músculos

~ri~1dp;t} ~ .~¡~,·!fl~ ~egi91ie.~:_c,!..ur,~n,~~ 1~Elc}j'~-i>.2I~>.:.~l~~-~

Fase inicial Fases media y final
Arlic11lació11
R e~ió11 represe11tatiw1 Acció11 f 1111ció11 deseada Acció11 F1111ció11 deseada

Tobillo Tibiotarsiana Flexión planlar Permi1e un rápido Flexión dorsal seguida de Articulación estable
con1acto del pie rápida flex ión plantar para aceptar el peso
del cuerpo, seguido
de la impulsión para
la fase de despegue
Retropié Subaslragalina Pronación )' Rotación interna de la Continúa la pronación, Permite rotación cxlcrna
depresión del arco extremidad inferior seguida de supinación de la extremidad
longitudinal medial Permite al pie actuar )' ele elevación del inferior
como amortiguador arco longitudinal medial Convierte el mediopié en
una palanca rígida para
el despegue del pie
Mecliopié Transversa del Inversión rela1iva Permite extensión Eversión relativa Permile al mediopié )'
tarso para contrarrest;u complela de la anlepié mantener un
la fuerza ele reacción aniculación contacto firme con el
del suelo subastragalina suelo
Antepié Me1marsol~1lángi cas 1nsigniíicame - Hiperextensión Aumenta la tensión ele
la fascia plantar
Meclianle el efec10 de
rnbesl rante, eleva el
arco longitudinal
medial y estabiliza el
rnediopié )' el antepié
para el despegue
del pie
 LtlJ'tlll/11 / .¡ E/ 111/111/" \ d pie 5 17

Víst:i anterior

NERVIO
PE RONEO
COMÚN (L.1-S2l

Nervio articular o recurrente

de Luschka

NEIWIO PERONEO
PROFUN DO
'V'JL_l__ Músculo tibia!
NERV IO anterior Nervio
PERONEO peroneo FIGURA 14.38. Curso)' orden general pi\)XÍ·
común mal a distal de la incrl'ación ele los museulos
SUPERFICIAL
por pane de h1s r<tmas proíund;i )' supcrfk ial
del n~ rl'in pcrtmco común. L1s rake::. 11cr-
Músculo extensor largo
1•ioS<1s prnna11as ap;irccen entre parrmcsis
de los dedos
Músculo peroneo (l\lodificado n>n .miorización de clt:Gmo1 J.
largo Corrdcww Nrt11\l<lll<Uc1111.1 . 2 J .• cd "-:orn ak.
Músculo extensor largo Applcton & L;ingl'. l Q9 I .)
del dedo gordo Nervio
M(1sculo peroneo peroneo
corto superficial
Ramo sensorial
(nervio peroneo +-T_...-Músculo peroneo
superficial) tercero

Nervio
peroneo
profundo
Nervio sural
(sensorial)
DISTRIBUCIÓN SENSORIAL

intrínsecos del pie se parece a la ele la mano. El nen·io plnnrnr
med ial es igual que el ncr\'ÍO med iano, micmras que el nervio
plantar laLeral es análogo al nervio cubital. L1s tablas 14.7 )'
14 .8 ofrecen un resumen de la incrvacion motora de lo~
músculos int rínsccos )' cxt rínsecos del tobillo )' el pieH 'i~
Como referencia adicional, las raíces nerviosas motoras que
mcrvan todos los músculos de la extremidad inferior aparecen
en el Apéndice IV, parte A. El Apéndice IV, parte B oírece los
músculos clave que suelen usarse parn probar el esLado fun ·
cional ele las raíces nerviosas ventrales Li·S ~.
INERVACIÓN SENSORIAL DE LAS ARTICULACIONES
La articulación 11biot<1rsicma recibe 111e1Yatión sensorial de la
rama profunda del nervio peroneo. L1 información deLallacla
sobre In iner\'ación sensorial ele las aniculnciones más disLalcs
del tobillo es lirn iwcla . En general , la ine rvación sensorial ele
las aniculaciones del pie corresponde sobre LOdo a los ramos
nerviosos que cruzan la región. Las anirnlaciones principales
suden recibir muhiplcs fucmes de inervación sensorial, que
\'lajan a la médula espinal sobre todo a través de las raíces ner-
\'IOsas S1 y S2. lt{
Anatomía y función de los músculos
MÚSCULOS EXTR ÍNSECOS
Las funciones primarias de los múscu los del tobilk1 )' el pie
son proporcionar comrol estático, impulso dinámico )' amor-
tiguación a la porción distal de la extremidad inferior. Estas
funciones se realizan con los músculos intrínsecos)' extnnse·
cos. En el Capitulo 15 aparece una exposición adicional sobre
la imeracción muscular durame la marcha.
Como los músculos extrínsecos cruzan múltiples articulacio-
nes. realizan múltiples acciones. L1s acciones principales se
aprecian si reparamos en el punto donde los tendones cruzan
los ejes de rotación de las aniculaciones tibiotarsiana )' subast ra-
galina (Fig. 14.40). Aunque la figura 14.40 está mu}' simplifi-
cada (falta la nn iculación transversa del tarso y otros compo-
nentes de la pronación >' supinación del tobillo y el pie), es úLil
para comprender las ncciones ele los músculos extrínsecos.
Músculos del compartimiento anterior
Anatomía de los músculos
Los cuatro músculos del companimiento anterior aparecen
enumerados en el cuadro. En conj unto, eslos músculos prcti·
518 Scccion IV Extn·H1icl<1elcs i11{criorcs

Vista posterior
Nervio ciático ) }
NERVIO TIBIAL
(L4-SJ) _ __.,l""
Nervio
peroneo
// :/
·~/ ""''º '"'"'
común

Ne.vio libial )\

7( \ \ Nervio plantar
Músculo gastrocnemio \ , ·• " lateral
··<:_ . . ::\
FIGURA 14.39. Curso y orden general Nervio > ( ··, ··.\
Músculo poplíteo
proximal a distal de la inervación de los plantar medial \ '.)
'-'
músculos por parte del nervio libia!
y sus ramos. Las mices nerviosas Músculo plantar DISTRIBUCIÓN SENSORIAL
primarias están entre paréntesis. (Mo- 1
dificado con auLOrización de deGroot J: Músculo sóleo
Correlative Neu rotmalomy, 21." ed.
Norwak, Appleton & Lange, 1991.) Músculo ti bial posterior
,I
Músculo flexor largo tr/
1
Nervio sural
(sensorial)
de los dedos

Nervio
plantar medial

Nervio
plantar lateral

biales presenLan sus inserciones proximales en las caras anLe-

rior y lateral de la mitad proximal de la tibia, el peroné y la Músculos del compartimiento anterior de la pierna
(«flexo res dorsales» pretibiales)
membrana interósea (Fig. 14.41). Los tendones de estos mús-
Músculos
culos cruzan el lado dorsal del tobillo, restringidos por los reli-
• Tibia! anterior
náculos superior e inferior de los músculos exlensores, recubienos • Extensor largo de los dedos
por una membrana sinovial. Localizado más medialmente se • Extensor largo del dedo gordo
halla el tendón prominente del músculo tibia! anterior que • Peroneo tercero
cursa clistalmenLe hasta la superfi cie medial-plantar del hueso
lnervació11
cuneiforme medial. El tendón del músculo extensor largo del • Porción profu nda del nervio peroneo
dedo gordo pasa justo lateral al tendón del tibia] amerior,
mientras discurre hacia la superficie dorsal del primer dedo del
pie. Los tendones ele los músculos extensor largo de los dedos Acción articular
y peroneo tercero progresan lateralmerne sobre el dorso del Los cuatro músculos pretibiales son ílexores dorsales porque
tobillo. Los cuatro tendones del músculo extensor largo de los cruzan anteriores al eje de rotación de la articulación tibiotar-
dedos se insertan en la superficie dorsal ele las falanges media siana. El músculo Libia/ anterior también mueve en inversión la
y distal por medio de la expansión digital dorsal. (Este tejido es articulación subastragalina al pasar justo medial al eje de rota-
estructuralmente análogo al mecanismo extensor de los dedos ción (ver Fig. 14.40). El tibia! anterior mueve en inversión)'
de la mano.) El músculo peroneo tercero forma parte del mús- aducción la articulación astragalonavicular, y sostiene el arco
culo extensor largo de los dedos y tal vez se considere com.o el longitudinal medial.
quinto tendón de los extensores. El músculo peroneo tercero Las acciones primarias de l músculo extensor lm go cid dedo
se inserta en la base del V metatarsiano. gordo son flexión dorsal ele la articulación tibiotarsiana )'
 Capitulo H El 1t1l11/lt1y d p1r 519

Nervio Músculos Nervio Músculos

Rama proíunda del nervio peroneo Tibia! anterior Rama proíunda del nervio peroneo Extensor con o de los dedos
Extensor largo de los dedos
Nervio plantar medial Flexor cono de los dedos
Peroneo tercero
Abductor del dedo gordo
Extensor largo del dedo
Flcxor cono del dedo gordo
gordo
Lumbrical (11 dedo)
Rama superficial del nervio peroneo Peroneos largo y cono Nervio plantar lateral AbducLOr del quimo dedo
Nervio tibia! Plantar Cuadrado plantar
Tibia! posterior Flexor del quinto dedo
Flexor largo de los dedos Aductor del dedo gordo
Flexor largo del dedo gordo lnteróseos plantares
Gastrocnemio y sóleo lnteróseos dorsales
Lumbricales (dedos 111 a V)
• 1o~ mu'4.:uh)'i s<· cnumt•rom t'll un orden dcsccmkn1t· ~l'ncral de inc1vadón dl'
las. ri.llct.'!t lll'I \10S..'tS . 1'" musculos se cnu11wra11 rn un ordc11 dcsccndcmc general de 111c1'\·ac1ó n de
l.l~ r.uu·s ncn ·1os as.

Vista a nl cr ior
extensión del primer dedo. La inversión ele la articulación
subastragalina es imperceptible por su pequei'lo brazo ele
palanca, al menos cuando se anal iza en la posición anató-
mica. Además de la flexión dorsal del tobillo, los músculos
extensor largo ele los declos y pero11co tercero mueven el pie en
eversión.
Los múscu los prelibialcs son más activos durante el
comienzo de la fase de apoyo )' ele nuevo clurame la rase ele
oscilación de la marcha (ver Fig. 15.29, tibial amcrior).
Durame el comienzo del apoyo, los músculos se activan
Tibia! anterior
Peroneo largo

FLEXIÓN DORSAL FLEXIÓN DORSAL

INVERSIÓN EVERSIÓN

Extensor largo Extensor largo de los dedos

del dedo gordo y peroneo tercero

-\P.!~- Extensor largo

Retináculo superior del dedo gordo
Peroneo tercero de los músculos exte nsores -~"""''

Retináculo inferior
Tibia! posterior Peroneo corto de tos músculos extensores ""':::::::::jw.AJ-lti'\\~,'a
Flexor largo de los dedos •
·~ Peroneo largo
Flexor largo del dedo gordo / ~ ~ Extensor corto
Tendón de Aquiles ;.. ~ de los dedos -...+Z!~
't""' "" ~

FLEXIÓN PLANTAR ~ Í FLEXIÓN PLANTAR

INVERSIÓN s·~ ~
%·,
EVERSIÓN
~

FIGURA 14.40. Acciones múltiples de los músculos que cruzan las

articulaciones Libiotarsiana )' subastragalina, vistas desde arriba. Las
acciones de los músculos se basan en su posición respecto a los ejes FIGURA 14.41 . Músculos pretibiales de la pierna: 11b1al anterior.
de rotación de las articulaciones. Nótese que los músculos realizan extensor largo de los dedos, extensor largo del dedo gordo )' peroneo
múltiples acciones. tercero. Los cua1ro músculos mueven el tobillo en ílexión dorsal.
520
Vista lateral
"
Extensor largo de los dedos
Maléolo
Retínáculo inferior
lateral ----JL.il'./.._ de los músculos extensores
Retináculo de
los músculos
peroneos
Peroneo corto
FIGURA 14.42. Vista lateral de los músculos de la pierna. Nótese que
tamo el peroneo largo como el peroneo cono (ewrsores primarios)
utilizan el maléolo lateral de polea para cambiar de dirección.
excéntricamente para controlar la velocidad de la fl exión plan-
tar (el período entre el contacto del talón en el suelo y la posi-
ción plana del pie). La flexión plantar controlada es necesaria
para un aterrizaje suave del pie. Mediante una activación
excéntrica similar, el músculo tibia! anterior desacelera la
depresión del arco longitudinal medial, incluida la pronación
del retropié. Durante la fase de oscilación, los músculos preti-
biales mueven activamente en fl exión dorsal el tobillo y
extienden los dedos del pie para asegurarse ele que todo el pie
se levanta del suelo.
La capacidad para mover en flexión dorsal activa Lodo el pie
casi en el plano sagital requiere un equilibrio exacto de fuer-
zas de los músculos pretibiales El i nílt~j o de la eversión y/o
abducción del extensor largo de los dedos y el peroneo tercero
debe contrarrestar la inversión y aducción del tibia] anterior.
Vista plantar
Flexor largo de los dedos Flexor largo del cledo gorclo
(cortado)~!~~~__., (cortado)
Peroneo corto
Tibial posterior
Peroneo largo
Flexor largo del dedo gordo
(cortado}
FIGURA 14.43. Vista pbntar del pie dcred1n que muestra el curso
distal de los tendones de k)s müscult)S pcronl'O hirgo. Jll'l'Olln1 rnno
)' tibial posterior. Los tendones de los músculos lkxcir hirgo dl' k)s
dedos )' ílextir largo del dedo gordo están n 1r1adns.
Con parálisis aislada del músculo tibia! ante rior. aunque poco
habiLual , el tobillo toda\'ia se 111 ueve en dorsifkxion, si bien el
1110\'imicmo tiende a una ligera ewrsión )' abducción .
Músculos del compartimiento lateral
Anatomía de Jos músculos
Los músculos pcronco largo )' pci-onco cono, a menudo rnn-
siclerndos eversores del pie, ocupan el companimicrno lateral
ele los músculos de la pierna (Fig. L4.42). t\mbos músculos se
insertan proximalrneme a lo largo ele la porción lateral del
peroné. El tendón del peroneo largo, el más superficial de los
dos, cursa distalmente una distancia considerable. Después de
pasar por detrás del maléolo lateral. el Lendón emra en el lado
plantar del pie a través de un surco en el cuboides. El tendón
discurre a continuación entre los ligamentos plantares largo)'
con o hasta su inserción final en la cara plantar-lateral clel pri-
mer radio (Fig. 144 3).
Compartimiento lateral d e la pierna (los «eversores»)
Mríscu/os
• Peroneo largo
• Peroneo cono
l11 ervaci611
• Porción superficial del ne rvio peroneo
El tendón del músculo peroneo cono discurre posterior al
maléolo lateral junto al músculo peroneo largo (\'cr Fig.
14.15). Ambos tendones peroneos ocupan la misma \'aina
sino\ial a su paso por debajo del rctincículo ele los 11111scu/os
pe roncos , que malíene los tendones posteriores al maléolo late-

ral. El tendón del músculo peronel) cono se separa del tendón
del peroneo largo)' cursa hacia su inse rción distal en la apóíi -
sis est iloides clel V metatarsiano.
Acción a1ticular
Los músculos Jll'l(>llf.'O lcugo r prnmco ((l/((I son los e\'crsorcs pri-
marios de las articulaciones del pie (\'er F1g. l-+.40). Ambos
músculos también ejercen ílexión plantar de la an iculauón
t ibiotarsiana. El maléolo laternl, que sir\'c de polen íijn, hace
cursar los tendones peroneos posteriores ni eje ele rotaeit~ n ele
la aniculnción tibiotarsiana. Aunque no se aprecie en la figurn
14. 40. los musculos peroneos largo )'cono t:imbién muen~n en
abducción las aruculaciones subastragalina }' transversa del
tarso. Los musculos aportan estabilidad al lado externo de la
articulación tibiotarsiana. Suelen aconsejarse ejercicios ele forta-
lecimiento de los lllúsculos peroneos para personas con antece-
dentes de esgui nces ele tobil lo en inversión recurrente )' lesión
de los ligamentos lnterales lesionados.
La inserción distal del músculo peronco largo apona una
FIGURA 14.44. Línra dr fuerza de los clis1imos músculos llcxores
plantares ele puntillas. Nótese que el peroneo largo (en negro) }' el
tibia! posterior (en rojo) fcmnan un cabcstrillu que sostiene los arcos
tmns\·ersos )' longnuclinal medial. La trnccilSn del gas1rocnem10 r
tibia! posterior causa una ligera supinac1011 del retropié, que a1'aclc
más estabilich1d al pie.
C11¡11111/i1 ¡.¡ f./ 1<1/11/111 ,. d p1t· 52 1
línea ele fuerza ideal para la pronactón del antepié. Esto se evi-
dencia por una ligera depresión (ílcxión plantar) del pri mer
radio cluranLc un esfuerzo máximo de pronación del pie sin
carga. El músculo peroneo largo también estabilizn la 1 articu-
lación tarsometatarsiana contra la tracción medial del músculo
tibial antcnor. Sin esta estabtlidad, el primer racho migraría
medialmentc. predisponiendo n la persona a sufrir una defor-
midad en hallux 1·algus.
Los músculos peroneos largo)' cono se muestran más acti-
vos durante la parte mecl ia a nnal de la fose de apoyo,'\Ll
cuando la nniculación subastragal ina se mueve en supinación
)'la articulación del tobillo en ílexión dorsal se prepara para la
ílexión plantar. La activación de los músculos peroncos dismi-
nuye la l'clocidad y la amplitud de la supinación de la articu-
lación subastragal ina. Con el primer rad io fijo en el sucio, el
retropié en supinación crea una posición de pronación relativa
del mecliopié )'el antepié (\'er l~ig. l 4.31 ). Si hny parúlisis del
músculo pcroneo largo, la poderosa tracción de supinación
del músculo tibial posterior no encuentra oposicion alguna.
Como resultado, el antepié sigue al retropié en su mO\'llniento
de supinac1on, haciendo que esa persona cammc !>obre el
borde externo del pie.22
Dura111 e la fase de despegue del pie, los músculos pcnmeos
ayudnn a otros músculos a la flexion plantar ele la articulación
tibiotarsiana. La posición lateral de los músculo!> peroneos
ayuda a neutralizar la poderos.1 tendencia a la inn:·rs1ón (supi-
nación) de lo:. ílexores plantares restantes, inclwdo el 11bial
posterior, lo:. ílexores extrínsecos ele los dedos del pie,)'. en un
grado limitado, el gastrocnemio. Además, a rneclida que se
eleva el talón, la contracción de los músculos pcroneos, sobre
Lodo el peroneo largo, ayuda a transferir el peso del cuerpo del
borde lateral al medial del antepié. Esto desplaza el centro ele
masa del cuerpo hacia el pie contrario, que inicia el comienzo
ele la fase de apoyo de la marcha.
La fuerza C\'ersora del músculo peroneo largo estabiliza el
pie al contrarrestar la poderosa tracción medial de los nume-
rosos músculos inversores- ílexores plnmares. Esto es especial-
mente evidente cuando el talón se eleva al ponerse de punti-
llas (Fig. 14.44). Los músculos peroneo largo)' tibial posterior
de poderos.1 activación se neutralizan al formar un «cabestri-
llo» funcional que sostiene los arcos 1rans1•erso )' longnudinal
medial del pie. El efecto neto e.le esta acción muscular mue\'c
en ligera supinación el retropié sin carga, lo cual aumenta la
estabilidad del pie. Esta estabilidad es necesaria para que el
momenLo de ílexión plantar requerido para ponerse ele punt i-
llas se transfiera con eficacia sobre las cabezas ele los metatar-
sianos.
Músculos del compartimiento posterior
Anatomía
Los músculos del compartimiento posterior se dividen en dos
grupos. El grupo ele músculos superficiales ele la pantorrilla se
compone del gastrocnemio, el sóleo (juntos forman el tríceps
sural) )' el plamar (Fig. 14.45A )' B). El grupo de músculos
profundos está formado por el tibia! posterior. el ílexor largo
de los dedos )' el ílexor largo del dedo gordo (Fig. 14. 46).
522 Seccion IV E.x1n•111i<laclcs infcrion:s

expansión tendinosa que, después ele la inserción del tendón

Músculos del compartimiento posterior de la pierna del músculo sóleo, fo rma el tendón de Aquiles. El ancho y
Grupo supe1ficial (« ílexores plamares») plano múswlo sóleo se halla a nivel profundo del gastrocne-
• Gastrocnemio mio. se origina sobre todo en el lado posterior ele la porción
• Sóleo proximal del peroné y la porción medin de la tibia. El sóleo se
• Plantar une con el tendón de Aquiles para su inserción distal en la
Grupo profrm<lo («inversores») tuberosidad del calcáneo. El gastrocnemio cruza la rodil la.
• Tibial posterior pero el sóleo no. La im portancia f'uncional de esta organiza-
• Flexor largo de los dedos ción anatómica se expondrá más Larde ele la Sección. El mris-
• Flexor largo del dedo gordo wlo plantar nace ele la línea supracondílea lateral del fémur. El
l11ervació11 vientre fusiforme del músculo tiene sólo 7 a 10 cm ele largo,55
• Nervio tibia] inusualmente pequeño sobre tocio cuando se compara con los
músculos circundantes. El músculo plantar cuenta con un
tendón muy largo y delgado que cursa entre el gastrocnemio
Grupo de músculos s uperficiales. El nnisculo gastrocnc- y el sóleo, para term inar fusio nado con el borde medial del
mio forma el vientre prominente de la pantorrilla. Este tendón ele Aquiles.
músculo bicipital se inserta mediante dos cabezas diferencia-
das en la cara posterior ele los cóndilos medial y laLeral del Grupo de músculos profundos. Los músculos tibial pos-
fémur. La cabeza medial, de mayor Lamaño, se une con la terior. ílexor largo del dedo gordo y ílexor largo ele los dedos
cabeza lateral a medio camino de la pierna y forma una se localizan d e b~j o del músculo sóleo (ver Fig. l4.-+6) En

Músculo plantar

Músculo
Músculo gastrocnemio
gastrocnemio (cabeza lateral)
(cabeza medial)
Músculo sóleo

r
]
y
e
le
le
d
A B C¡

FIGURA 14.45. Músculos superficiales del companimiemo posterior de la pierna derecha. A, Músculo gastrocnemio; B, re
Músculos sóleo )' plantar. gr

~,,.__--Músculo plantar
(cortado)
.._,.'"'""---Músculo
gastrocnemio
(cortado)
Tibia
Maléolo lateral
Tendón de Aquiles
(cortado)
FIGURA 14.46. Müsculos profundos del companímiemo postcnor de
la pierna derecha: tibial posterior, ílexor largo ele los dedos y ílcxor
largo del dedo gordo.
conjunlo, estos músculos surgen del lado posterior de la tibia.
peroné)' la membrana inlcrósea. El músculo tibia! posterior.
de local ización más central, está enmarcado)' cubierto parcial-
mente por el músculo ílexor largo del dedo gordo lateralmente
y por el ílexor largo de los dedos mcd ialmente. En sus unio-
nes musculotendinosas, los tres músculos con el nervio y ane-
ria tibiales yuxtapuestos entran en la cara plantar del pie desde
su lado medial (ver Fig. 14.43). La posición de los tendones
a su paso por el tobillo y el pie expl ica el poderoso compo-
nente de supinación (inversión) de estos músculos (ver Fig.
14. 40). Los músculos tibia! posterior, ílexor largo de los dedos
y el paquete vásculo-nervioso antes mencionado cursan por el
canal del tarso, localizado a nivel profundo del retináculo de
los músculos flexo res (Fig. 14 .4 7). El canal del tarso es aná-
logo al canal del carpo en la muñeca. El «síndrome del canal
del tarso» (análogo al síndrome del canal del carpo) se
caracteriza por el atrapamicnto del nervio tibia! debajo del
retináculo ele los músculos ílexores y la parestesia subsi-
guiente en la cara plantar del pie.u
C11¡111ul11 H El !01111/11 1 d
1 /lle' 523
El tendón del músculo jlcxo1 largo e/el dedo gordo cursa chs-
talmente por el tobillo dentro de un surco formado entre los
tubérculos del astrágalo )' el borde inferior del sustentaculo
del aslraga lo (ver Fig. 14. 11). Bandas fibrosas convierten este
surco en un canal revestido de una capa sinovial , que ancla la
posición del tendón.ss L'\ posición un tanto profunda (lateral)
del tendón respecto a los músculos tibia! posterior y ílexor
largo ele los dedos explica por qué el flexor largo del dedo
gordo no se considera como una estructura del canal del tarso.
Una vez en la cara plantar del pie, el tendón del ílexor largo
ele los dedos cursa entre los dos huesos sesamoideos de la pri-
mera aniculación metatarsofah\ngica, para insertarse final-
me111e en el lado plantar ele la base ele la íalange distal del pri-
mer dedo (ver Fig. 14.43).
El tendón del jlcxor largo de los dedos cursa d1s1almente por
el tobillo post erior al maléolo medial. Casi al nivel ele la base
de los metatarsianos, el tendón principal del ílexor largo de los
dedos se divide en cuatro tendones más pequeños, cada uno
de los cuales se inserta en la base ele la falange distal ele los
dedos más pequef1os (ver Fig. 14 .43).
El tendón del mtíscu/o tibia/ postcrio,. se halla justo anterior
al tendón del ílexor largo de los dedos en un su rco compar-
tido en el lado posterior del maléolo medial (ver Fig. 14.47).
Una vez en la cara plantar del pie, el tendón del musculo tibia!
posterior pasa a nivel profundo del retináeulo ele los múscu-
los ílexores, superficial al ligamento dehoideo. En este punto.
el tendón se divide en las porciones superíicinl y profunda,
eslablecienclo inserciones en cada hueso del tarso, excepto el
astrágalo, y en las bases de varios de los metatarsianos más
centrales (ver Fig. 14.43). Las amplias inserciones sostienen el
arco longitudinal med ial. Un tendón roto puede provocar el
hundimiento del arco longitudinal medial y una reducción ele
la altura del astrágalo.2'>.37 La inserción distal, más prominente
y Íácil de palpar. del músculo tibial posterior se encuentra en
la tuberosidad del navicular.
Los tendones de los músculos tibia! posterior y ílexor largo
ele los dedos emplean el maléolo med ial como una polea fija
que dirige su fuerza posterior al eje de rotación de la articula-
ción tibiotarsiana. Se describe una polea análoga de los tendo-
nes pcroneos, a su paso posterior al maléolo lateral (ver Fig.
14.42). Los tendones de los músculos tibial posterior y ílexor
largo de los dedos se mantienen posteriores al maléolo medial
gracias al retináculo de los músculos ílexores. Resulta intere-
sante que el ílexor largo del dedo gordo use una polea distinta
para la flexión plantar, formacla por los tubérculos medial y
lateral del astrágalo y el sustentáculo del astrágalo.
Acción articular: Flexión plantar y supinación
Con la excepción de los músculos peroneos largo y cono,
todos los músculos que ejercen flexión plantar en la articula-
ción tibiotarsiana también mueven en supinación las articula-
ciones subastragalina y transversa del tarso. Esta poderosa
tendencia a la inversión se aprecia reparando en la posición
ele los músculos del compartimiento posterior respecto a la
articulación subastragalina en la figura 14 .40. Los músculos
ílexor largo de Jos dedos y ílexor largo del dedo gordo ejercen
524 'lrttlllll /\ ' l· \uc·1111tltuks 111/c'I11111·,

MiÍsculo tibia! posterior

Músculo llexor largo de los dedos

Re tináculo de los mí1sculos llexores

Arteria libia! ¡1oslerior
y nervio tibia!

Músculo abductor del dedo gordo

FIGURA 14.47. Vista medial del re11naculo de los musculos ílexorrs que cubre los tcndonl'S de los 111usn1los ulml
posterior, ílexor lllrgo ele los dedos )' el paquete v;\sculo-ncrvioso tibi::il p0stcrior. (De Rid 1<mlso11 EG: N1.·u rtlgt:ni<
clisorders. En Canale S 1 (cd): Camphrl/5 Opt:ratil'c Onl1l>J1llrdics, vol. .¡. <.J:' cd. St. Lt,uis. f\ losb)'· Year ílook, 1991{.)

P UN I O D L I N T ERES 14 . 7 -- - ----~- -

Músculos llexores plantares que actúan como extensores ele Flexión dorsa l Flex iún 1>lantar
la rodilla con flexión con extensión
de rodi lla de rodilla
Una función importante de los músculos flexores plantares es
estabilizar la rodilla en extensión.33 La importancia de esta
función se vuelve evidente cuando se observa la marcha de
una persona con debilidad en los músculos flexores plantares.
Sin la necesaria acción de frenado o desaceleración del
músculo en el tobillo, la pierna avanza mediante la flexión
dorsal del tobillo con demasiada rapidez y demasiado lejos
durante el período medio a final de la fase de apoyo de la
marcha. Como se aprecia con un sóleo debilitado, durante la
bipedestación (Fig. 14.48A) la pierna en rotación anterior
desplaza la fuerza del peso del cuerpo posterior al eje medio-
lateral de rotación de la rodilla. Este desplazamiento puede El sóleo debilitado
es incapaz
crear un momento de flexión de la rodilla repentino y a de desacelerar
menudo inesperado. El tobillo en flexión dorsal produce, en la flexión dorsal
este caso, en un momento flexor en la rodilla.
Una función importante del músculo sóleo es la de oponer
resistencia a la rotación anterior excesiva de la pierna, con lo
cual mantiene el peso del cuerpo sobre o justo anterior al eje
de rotación medio-lateral de la rodilla. Con el pie fijo en el
suelo, la flexión plantar activa del tobillo puede extender la Peso corporal Peso corporal
rodilla (Fig. 14.486).so El músculo sóleo está especialmente
adaptado para estabilizar la rodilla en extensión. Como FIGURA 14.48. Dos ejemplos del eÍl'Cto del tobillo sobre la posicion )' csta-
músculo predominantemente de contracción lenta, el sóleo hilidlld de la rodtlla cswndo de pie A. El músculo S<.\lco debilitado es mea·
puede producir fuerzas relativamente bajas sobre una duración paz de desacckmr la ílexión clors:1I (FO) del tobillo. Con el pie fiJ<' en el
bastante larga antes de fatigarse. La acusada espaslicidad del sucio, la ílex1011 dors.11del tobillo se trad uce en una rntado11 amcno1 de I~
músculo soleo ejerce una poderosa y crónica tendencia a la picrm sobre el astrágalo. La posición anterior ele h1 pierna dcspl.1za la
extensión de la rodilla y, con el tiempo, contribuye a producir Íul'l'za del peso cid cuerpo por detrás ele la rodilla, lo cual pnm1c:a su
deformidad por hiperextensión de la rodilla (genu recurvatum). •combadura• en ílexión. B, L-i íucrw normal del musculo sóleo han~ que
el tobillo adopte ílex1ón plantar (FP). Con el pie ÍiJO en el sucio. l.1 ílcxión
planrnr rota '" pierna en senudo posterior)' muc\'c la rodilla en extensión.
 Capitulo l ·l [/ 10/lil/o \' r/ Jll<' 525

1.200 gue de los dedos del pie, el músculo pasa a activación concén-
E
o trica para aportar el impulso necesario para el despegue.

-O> 1.000
..:.:
o 800
1 lcxión plantar activa usada para acelerar la llcxion

-
o
·;:: plantar del tobi llo. En las personas sanas el momento isomé-
' (I)
600 trico máximo ele la flexión plantar supera el momento máximo
E de tocios los otros movimientos combinados del tobillo y el pie
o
.!!? (Fig. 14.49).47 Se necesita la reserva de un gran momento de
-o
eQ)
E
400

200
o tar y escalar. El momento ele ílexión plantar es máximo con el
:E o tobillo en ílexión dorsal completa (es decir, con los músculos
FLEXIÓN FLEXIÓN
PLANTAR DORSAL
Acción del tobillo y el pie
FIGURA 14.49. La magnitud del momento isométrico ele csíuerzo
máximo se muesLra en cuatro acciones del tobillo y el pie. (N = 86
mujeres y hombres sanos.) (Dmos de Scpic SB, Murria MP. Mollingcr
LA, y oLros: Strength and range oí motion in the ankle in two agc
groups oí men and womcn. Am) Phys Mccl 65: 75-84. 1986.)
acciones adicionales en las articulaciones más distales del pie,
sobre todo las articulaciones metatarsofalángicas e interfalán-
gicas.
Flexión plantar acti va usada para desacelerar o contro-
lar la ílcxión dorsal del tobillo. Los músculos ílexores plan-
tares se muestran activos durante la mayor pane de la fase de
apoyo de la marcha, sobre todo entre los períodos en que el
pie está plano en el suelo y el despegue de los dedos del
pie (ver Fig. 15.29. músculos gastrocnemio y sóleo). Nor-
malmeme, estos músculos se activan justo después de que se
relajen los músculos ílexores dorsales. Desde el momento en
que el pie está plano hasta justo antes de que despegue el
talón, los ílexores plantares actúan excéntricamente para des-
acelerar la rotación anterior (ílexión dorsal) ele la pierna sobre
el astrágalo fijo. Emre las íases ele despegue del talón y despe-
flexión plantar para acelerar el cuerpo en su movimiento ascen-
dente>' hacia delante durante una marcha brusca, al correr, sal-
INVERSIÓN EVERSIÓN ílexorcs plantares elongaclos) y mínimo con el tobillo en íle-
xión plantar completa. 35 El tobillo en ílexión dorsal completa
suele asumirse cuando uno se prepara para un csprinL o un
salto. Es interesante que, cuando el tobillo ejerce una ílexión
plantar poderosa durante el «despegue» en un esprint o salto,
el gastrocnemio que se contrnc se elonga al mismo tiempo por
la acciói1 ele la rodilla que se extiende. Esta disposición
bianicular impide el acortamiento excesivo del gastrocnerrno,
lo cual pe1111ite ejercer mayores momentos durante una ampli-
tud mayor del movimiento del tobillo.11 Como el músculo
sóleo no cruza la rodilla, su relación de longitud-tensión no se
ve alectacla por la posición ele la rodilla. Por una pane, el sóleo.
de contracción lenta, es más adecuado para conLrolar los movi -
mientos posturales de cambio relativamente lemo de la piernn
sobre el astrágalo durante la bipedestación. Por otra parte, el
gastrocnemio, de contracción rápida, está aparentemente me-
jor preparado para generar el momento propulsor de llcxión
plantar en actividades que también comprenden la extensión
dinámica ele la rodilla, como el salto y el esprinl.
De todos los músculos ílexores plamares. el gastrocncmio y
el sóleo son con mucho los más potentes. teóricamente capa-
ces de producir en torno al 80% del momento toLal de ílexión
plantar del tobillo.32 El gran momento potencial del Lríceps
sural se debe en parte a la gran área de sección transversal de
los músculos y a un brazo de palanca relativamente largo
(Tabla 14.9). La tuberosidad sobresaliente del calcáneo aporta

,i. l~AB.~A~ 1.ry~mpªr~ció)),Act1.1)5~1j1c1~0: 1~.1!l~i.~n~>.· p_ot~!1cial :~le H~~iqi1, p!ary~ar,·.~c::tys 111~~$~'1?~-!L!~é~ticulacwn

· 11hwtars1ana·
• , · ..... ........... -
~ • • •__ ._.._
·~
..._!______•'º·- ------- ...... _ _ ----- ,- - - ---- - -- ~--
-.. -
-
Músculo Fuerza máxima potencial (kg) Brazo de palanca del momento interno (cm) Potencial de momento* (kg·cm)
Gastrocnemio 89,7 4,8 430,6
Sóleo 78,0 4,8 374,4
Tibia! posterior 22,6 2,3 52,0
Peroneo largo 16,8 2,6 43,7
Flexor largo del dedo gordo 17,6 2,3 40,5
Peroneo cono 14,8 2,6 38,5
Flexor largo de los dedos 10,9 2,3 25,1

Total 250,4 1004,8

Con1·ers1ón: 0,098 N m/kgcm.

•El potencial de momento se basa en el potencial ele fuerza máxíma de los músculos (~1ca de sccc1ó111ransvcrs.1t fisíotóg1ca) )' la IOll!(HUtl del br:1zo de palanca.
526 Sección /\' Ex1rcn11clcuk' 111fc1forc~

PU N T O O E 1 N ,T E R É S 14 . 8

Biomecánica de la acción de ponerse de punti llas

La fuerza funcional de los músculos flexores plantares suele
evaluarse pidiendo a una persona que se ponga repetidas veces de
puntillas. Corno se aprecia en la figura 14.50, elevar el cuerpo al
máximo requiere una interacción de dos momentos concurrentes,
uno en la articulación tibiotarsiana y otro en las articulaciones
rnetatarsofalángicas. Los músculos !!exores plantares,
representados por el gastrocnernio, ejercen flexión plantar de la
articulación tibiotarsiana girando el calcáneo y el astrágalo en la
mortaja del tobillo. Sin embargo, el momento primario usado para
elevar el cuerpo se produce por la extensión de las articulaciones
metatarsofalángicas. Al actuar sobre estos ejes, el gastrocnernio
tiene un brazo de palanca del momento interno que supera en
gran medida el brazo de momento externo del peso del cuerpo
(compárense By Cen la Fig. 14.50). Esta ventaja mecánica es
poco corriente en el sistema musculoesquelético. Al actuar como
una palanca de segundo género con el punto de pivote de las
articulaciones rnetatarsofalángicas, el gastrocnemio eleva el
cuerpo usando una mecánica parecida a la de las personas que
levantan cargas grandes con una carretilla. Si, por ejemplo, el
gastrocnernio actúa con una ventaja mecánica de 3:1 (relación de
brazo de palanca del momento interno, o B/C en la figura), el
músculo necesita producir una fuerza de elevación de sólo un
tercio, o del 33% del peso del cuerpo, para mantener la posición
de flexión plantar. Pocas veces en el cuerpo un músculo produce
una fuerza menor que la carga que soporta. Sin embargo, como
compensación mecánica, el gastrocnemio, en teoría, necesita
acortarse tres veces más que el desplazamiento vertical del centro
de masa del cuerpo (ver Cap. 1). La contracción máxima del
gastrocnemio produce un desplazamiento vertical del cuerpo de
sólo un tercio de la longitud de la contracción muscular. No FIGURA 14.50. Un modelo mecánico muestra la biomec<\nica de
obstante, la naturaleza de esta compensación permite ponerse de la acción de ponerse de puntillas. La fuerza de contracción del
puntillas con facilidad relativa. músculo gastrocnemio actúa con un brazo de palanca relativa ~
La figura 14.50 muestra la importancia de una gran amplitud de mente cono sobre la aniculación 1ibiotarsiana (A) y un brazo rll'
hiperextensión de las articulaciones metatarsofalángicas. No sólo palanca relativamente largo en las articulaciones metatarsofalán-
los músculos flexores plantares usan estas articulaciones para gicas (13). Una vez cte puntillas, la línea ele gravedad del peso del
aumentar el brazo de palanca del momento interno, sino que, cuerpo cae jusLO posLerior al eje de rotación ele las articulaciones
como se dijo antes, la hiperextensión de estas articulaciones ejerce meta1arsofalángicas. Como resultado, el peso del cuerpo ac1ua
tracción sobre la fascia plantar a través del efecto de cabestrante. con un brazo ele momento externo rcla1ivamc111c pcqueno (C) en
Esta acción ayuda a que los músculos intrínsecos sostengan el las articulaciones metatarsofalángicas.
arco longitudinal medial y mantengan el antepié rígido, lo cual
permite al pie aceptar la carga impuesta por el peso del cuerpo.

al tríceps sural un brazo de palanca de unos 4,8 cm desde la al eje de rotación de la articulación subastragalina, con lo cual
articulación tibiotarsiana, casi el doble que la med ia del brazo permiLe a este músculo tener un potencial para invertir el
de palanca de los otros músculos ílexores plantares. retropié.

Potencial de supinación de los músculos ílcxores plan-
tares. Los músculos tibia! posterior, ílexor largo del dedo
gordo y ílexor largo de los dedos son los supinadores prima-
rios del pie. Es probable que el músculo tibia) posterior pro-
duzca el máximo momento de supinación en la articulación
subastragalina. Las amplias inserciones distales del músculo,
sobre todo en el navicular, aportan una torsión eficaz de supi-
nación al mediopié (ver Fig. 14.240). Como se aprecia en la
figura 14.40, el músculo triceps sural pasa ligeramente medial
Función de los músculos tibia! posterior, ílexor largo
del dedo gordo y ílexor largo de los dedos. EsLos músculos
ayudan a la mecánica de flexión plantar del LObillo durante el
final de la fase de apoyo de la marcha. Los músculos ílexor
largo del dedo gordo y ílexor largo de los dedos son también
flexores de las an iculaciones distales de los dedos del pie.
Durante la parte media y sobre LOdo la parte final del apoyo,
la fuerza activa de estos músculos y de los lumbricales e inte-
róseos empuja la superficie plantar de los dedos en hiperex-
 Cap111do ¡..¡ rl tobillt> .v d /nt' 527

Deformidad fija Nombre clínico Parálisis muscular y Ejemplos de acortamiento

o postura anómala
Flexión plantar de la
articulación Libiotarsiana
Inversión (supinación) del pie
Flexión plantar de la
articulación Libiotarsi<ma
y supinación del pie
Flexión dorsal de la
articulación Libiotarsiana
Eversión (pronación) del pie
Flexión dorsal de la
aniculación tibiotarsiana y
eversión del pie
habitual neuropatla asociada muscular subsiguiente
Pie caldo o pie Parálisis de los músculos pretibiales por lesión Gastrocnemio. sóleo
equino del ramo profundo del nervio peroneo
Pie varo P<lrálisis de los musculas peroneos l<lrgo Tibia! posterior
}' cono por lesión del ramo superíicial
del nervio peroneo
Pie equmovaro Parálisis de los músculos ílexores dorsales y Gastrocnemio, sóleo y tibia!
peroneos por lesión del nervio peroneo posterior
común
Pie calcáneo Parálisis de los músculos ílexores plantares Músculos pretibiales
por lesión del nervio tibial
Pie valgo Parálisis de los músculos supinadorcs por Músculos peroneos
lesión del nervio Libial
Pie calcaneovalgo Parálisis de todos los músculos del Músculos pretibialcs y peroneos
compartimiento posterior de la pierna por
sección del nervio libial justo proximal a
la fosa poplítea

tensión con íi rmeza contra el suelo. Esta acción incrementa las
superíicies en carga de los dedos del pie, con lo cual se redu-
cen al mínimo las presiones por contacto.55
Los músculos Libia! posterior, flexor largo del dedo gordo y
flexor largo de los dedos también ejercen control de los movi-
mientos de pronación y supinación duranLe la marcha. El
músculo tibia! posterior se acLiva durante la fase de apoyo más
que cualquier otro músculo supinaclor, desde justo antes del
período del pie plano hasta la fase de despegue del talón.50
Mientras todo el pie entra en contacto con el suelo, el tibia!
posterior desacelera el retropié en pronación y, si fuera necesa-
rio, ayuda al control del descenso del arco longiLudinal medial.
Mediante esta acción excé1111ica, el tibia! posterior absorbe
parte de l impacto de la carga. Las personas que ejercen prona-
ción excesiva y/o rápida durante la fase de apoyo tal vez pro-
voquen unas demandas excesivas de fre nado sobre el músculo
tibia! posterior, lo cual posiblemente explique sus manifesta-
ciones de mialgia en la porción medial inferior de la pierna.53
Du rante el período medio a final de la fase de apoyo, los
músculos tibia! posterior, flexor largo del dedo gordo y flexor
largo de los dedos ayudan a guiar el retropié hacia la supina-
ción mientras la pierna rota externamente. Durante este
tiempo el tibia! posterior, en concreto, sigue sosteniendo el
arco longitud inal medial.
PARÁLISIS MUSCULAR POR LESIÓN DE LOS NERVIOS
PERONEO O TIBIAL
la lesión de la rama prufu11da del nervio peronco puede cau-
sar parálisis de todos los músculos flexorcs clorsnles (prctibia-
les) (ver Fig. J4.38). Con parálisis de los músculos ílcxores
dorsales, el pie realiza una flexión plamar rápida y descontro-
lada después del contacto con el suelo. Durame la fase de osci-
lación, la cadera )' la rodilla deben ílexionarse en exceso para
asegurarse de que los dedos del pie no rocen el suelo.
La parálisis de los músculos ílexores dorsales numenta
espectaculannentc la posibilidad de desarrollar una contrac-
tura en flexión plantar íija de la articulación tibtotarsiana. Esta
cleíormidad se llama pie caído o pie ec¡u ino. En un período sor-
prendentemente cono de tiempo, la postura ele flexión plan-
tar puede causar un acortamiento o tirnmez adaptativos del
tendón de Aqui les. La tracción implacable de la gravedad
suele comribuir a la postura de flexión plamar, lo cual n
menudo requiere un ortesis para mantener una ílexión dorsal
adecuada durante la marcha.
Una lesión de la rama supe1ficial del nervio peroneo tal vez
provoque parálisis del peroneo largo y del peroneo corto (ver
Fíg. 14.38). Con el tiempo, la parálisis puede provocar una
postura íija en supinación o inversión del pie, una afección Lla-
mada pie varo. Una lesión del nervio peroneo común tal vez
afecte a las ramas profunda y superficial del nervio. La paráli-
sis resultante ele los músculos ílexores dorsales y peroneos
predispone a una deformidad fija en flexión plantar de la arti-
culación Libiotarsiana combinadn con una supinación del pie,
una afección denominada pie equinovaro.

l esión del nervio peroneo común y de sus ramas
La rama comtln del nervio peroneo se localiza superficial mien-
lras rodea el cuello lateral del peroné, justo a nivel profundo
del peroneo largo Este nervio se lesiona con frecuencia por
desgarros o traumatismos que afectan a un peroné fracturado.
lesión del nervio libia/
La lesión del nervio Libial puede causar distintos niveles de
debilidad o parálisis de los músculos del compartimiento pos-
terior (ver Fig. 14.39). La parálisis del gastrocnemio y el sóleo
provoca una disminuctón importante del momento flexor
 Músculos intrínsecos del pie
1.9 capa 2.!! capa
Abductor
del quinto
dedo Cuadrado
plantar
A
Cara plantar
FIG URA 14.51 . Musculos intrínsecos de In carn plantar del pie organizados en cuairo capas.
plantar. Con el tiempo , tal vez se adopte una postura fija en
flexión dorsal ele la aniculación tibiotars1ana, una afección lla-
mada pie ccliccíneo. El nombre calcáneo reíleja la bolsa de grasa
prominente del Lalón que se forma como respuesta al contacto
repeti11vo del talón en ílexión dorsal.
La pan\lisis que afecta sobre tocio a los músculos supinado-
rcs tal vez derive en una deformidad del pie en pronación fija,
sobre todo resultado ele la tracción sm oposición del peronco
largo )' corto. El término pie valgo describe los componentes
de eversión )' abducción de la deformidad en pronación . La
parálisis que afecLa a Lodos los músculos del compartimiento
posterior aumenta la posibil idad de una deformidad fija lla-
mada pie rnlrnneovalgo.
Las deformidades fijas o posturas anomalas fijas del tobillo
y pie aparecen resumidas en la tabla 14.10.
MÚSCULOS INTRÍNSECOS
Consideraciones anatómicas y funcionales
Músculos intrínsecos son los que se originan y se insertan en
el pie. La exposición siguiente muestra las inserciones y accio-
nes primarias de los músculos intrínsecos. En el Apéndice IV,
parte e se ofrece material más clcLallaclo.
El dorso del pie tiene un músculo intrínseco, el extensor
cono de los dedos, que esLá inervado por la rama profunda del
nervio peroneo (ver Figs. 14.35 y 14.4 l ). El músculo extensor
corco de los dedos se origina en la superficie clorsolateral del cal-
cáneo, justo proximal a la articulación calcaneocuboiclea. El
vientre muscular emite cuatro tendones: uno en la superficie
dorsal del primer dedo del pie, a menudo llamado extensor
cono del dedo gordo, )' tres que se unen a los tendones del
extensor largo de los dedos ele los dedos segundo a cuarto.55
Peroneo corto
Peroneo largo
ligamento
plantar corto
El extensor corto de los dedos ayuda a los músculos extensor
largo del dedo gordo)' extensor largo de los dedos en la exten-
sión .
Los músculos intrínsecos restantes del pie se originan e
msenan en la cara plantar del pie. Anatómicamente, estos
músculos se organizan de modo parecido a los músculos
mtrinsecos de la mano. Una diferencia principal es que el pie
no tiene músculos que opongan los dedos primero y quinto.
Los músculos intrínsecos de la cara plantar del pie se organi-
zan en cuatro capas (Fig. 14.5 IA a C). La fascia plantar se
localiza justo superficial a la primera capa de músculos.
C.apa 1
Los músculos intrínsecos de la primera capa son el ílcxor
cono de los dedos, el abductor del dedo gordo )' el abductor
del quinto dedo (Fig. 14.51 A). En conjunto. se originan en las
apófisis lateral )' medial de la 1Uberos1dad del calcáneo }' los
tejidos conjuntivos cercanos. El flcxor corlo de los c/cclos se
inserta distalmente en ambos lados de las fa langes mediales de
los cualro dedos menores. Proximalmente a esta inserción dis-
tal, los tendones se dividen para permitir el paso ele los tendo-
nes del llexor largo ele los dedos. Nótese el parecido ele la rela-
ción con los ílexores superficial y profundo de los dedos de la
mano. El ílexor cono de los dedos ayuda al ílexor largo de los
dedos a la ílexión de los dedos del pie. El abduccor del dedo
gordo forma el borde medial del pie, aportando un paso
cubierto a los nervios plamares que entran en la cara plantar
del pie . El músculo abductor se inserta distalmente en el borde
medial ele la falange proximal del primer dedo, junto con la
cabeza medial del ílexor cono del dedo gordo (Fig. 14.51C).
El músculo abduccor e/el c1ui1110 dedo forma el borde lateral-plan- 1
1

uir del pie y se inserta distalmente en el borde lateral de la ba~e
de la falange proximal del quinto dedo. Estos músculos mue-
ven en abducción y flexión sus dedos respectivos.
Múscul os intrínsecos d el p ie, capa l
• Flexor con o de los dedos
• Abductor del dedo gordo
• Abductor del quinto dedo
C apa 2
Los músculos intrínsecos de la segunda capa son el cua-
drado plantar y los lumbricales (Fig. l 4.5 l 6). Ambos múscu-
los están funcionalmen te relacionados con los tendones del
ílexor largo de los dedos. El músculo rnadradv plantar (ílexor
accesorio de los dedos) se inserta med iame dos cabezas en la
cara plantar del calcáneo. Ambas cabezas se insenan disLal-
menle en el borde lateral del Lendón común del músculo íle-
xor largo de los dedos. El cuadrado plamar a)'uda a estabilizar
los tendones del ílexor largo de los dedos, previniendo asf que
migren medialmente cuando se tensan . Los cuatro músculos
lumbricales tienen su inserción proximal en los tendones del
músculo ílexor largo de los dedos. Estos pequeños músculos
carnosos pasan por el lado medial de los dedos menores del
pie para insertarse en la expansión de los músculos extensores
de los dedos. flexionan la articulación mcLatarsoíalángica y
extienden bs articulaciones inLerfalángicas.
Mtíscul os intrínsecos d el pie, capa 2
• Cuadrado plantar
• Lumbricales
Capa 3
Los múscL1los intrínsecos de la Lercera capa son el aductor del
dedo gordo, el ílexor cono del dedo gordo )'el ílexor del quinLo
dedo (Fig. 14.51C) En conjunLo, estos músculos cortos se ori-
ginan en la cara plantar del cuboides, los cuneiformes y las bases
de los me1atarsianos más centrales, )'de los tejidos conjuntivos
locales. Como en la mano, el aductor del dedo go1do surge de dos
cabezas: una oblicua )'otra transversa. Ambas cabezas se inser-
tan lateralmente en la base de la falange proximal del primer
dedo y el hueso sesamoideo lateral ad)'aceme. El músculo fle-
xiona )' mueve en aducción la articulación mctatarsofalángica
del primer dedo. El Jlcxor corto del dedo gordo Liene dos cabezas
que se insertan distalmente en los lados medial y lateral de la
base de la falange proximal del primer dedo. Los huesos sesa-
moideos mediales)' laterales se localizan en los dos tendones de
este músculo, aportando amortiguación a la cabeza del primer
metatarsiano. El músculo jlexor del quinto dedo se inserta en la
cara lateral de la base de la falange proximal de este dedo, junto
C.ap1111lo I I H tulnllv \' d pre 529
con el abductor del quinto dedo. 1\mbos musculos flexionan la
aruculación metatarsolalang1ca de sus dedos respectirns.
Músculos intrlnsecos del p ie, capa 3
• Aductor del dedo gordo
• Flexor cono de l dedo gordo
• Flexor del qu into dedo
Capa 4
La cuarta capa de músculos intrínsecos contiene tres
músculos interóscos plantares r cuatro interóseo~ dorsales.
Los 111/C/"ÓSCOS planlarcs aparecen en la figura ) 4 .51 e junto con
los músculos de la tercera capa. Los imeróseos dorsales apare-
cen en la figura 14.35. La distribución general de los interó-
seos es casi idéntica a la ele la mano, excepto porque el «dedo
de referencia» para 1<1 abducción/aducción de los dedos del pie
es el segundo )' no el tercero.
L
sculos intrínsecos del p ie, capa 4
lmeróseos planiares (3)
lnteróseos dorsales (4)
Los músculos i11 /crosm~ dorscrlcs son müsculos b1c1pltales
bipenniformes. El segundo dedo conLienc dos interóseos dor-
sales, mientras que el tercero )' cuano dedos contienen sólo
uno. Tocios los interóseos dors.1les se insertan en la base de las
fal<1nges proximales; los mteróseos 1 y 11 se insertan en el lado
medial )' lateral del segundo dedo (respectivamente), ) los 111 -
teróseos dorsales 111 y IV lo hacen en el lado lateral de los dedos
tercero)' cuano (ver Fig. l 4.4). Cada músculo interósco dorsal
mueve en abducción la ariiculación metatarsoíalángica corres-
pondiente. Los dedos te rcero <1 quirno disponen de un musrnlo
i11tcrósco plantar. Estos músculos se componen de una cabew )'
se insertan en el l<1do medial de la base ele la falange proximal
correspondiente (ver Fig. 14.5). Estos músculos mueven en
aducción sus articulaciones metarnrsofalángicas respectivas.
Las acciones asignadas a los músculos intrínsecos en d
apartado previo se basan en la presunción de que el p1e no
está en carga }' que los dedos tienen libertad para moverse.
Aunque estas acciones únic<1s permiten a los médicos probar
la fuerza )' destreza ele estos músculos, las acciones no son
mu)' relevantes desde el punto ele vista funcional. Los múscu-
los intrínsecos del pie se usan menos para la destreza man ual,
como en la mano, y más para el equilibrio )', lo más nowble,
para proporcionar rigidez al pie y estabilidad al arco longiLu-
dinal medial durante la fase ele despegue. Esta última función
explica por qué los músculos intrínsecos se activan al máximo
durante el período final de la fase de apoyo, justo mientras el
talón se levanta del suelo (ver Fig. l 5.29).
 CAPÍTULO 1 5

Cinesiología de la marcha
Guy G. S1MONEAU, PT, PHD, ATC

PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL ANÁLISIS DE
LA MARCHA, 533
DESCRIPTORES ESPACIALES Y TEMPORA·
LES , 536
Ciclo de la marcha, 536
Fases de apoyo y de oscilación, 538
DESPLAZAMIENTO Y CONTROL DEL CENTRO
DE MASA DEL CUERPO , 542
Desplazamiento del centro de masa, 542
Consideraciones sobre la energía cinética y
potencial, 544
ÍNDICE
CINEMÁTICA ARTICULAR, 545
Cinemática en el plano sagital, 546
Cinemática en el plano frontal, 549
Cinemática en el plano horizontal, 552
Cinemática de las extremidades superiores
y el tronco, 553
Estrategias cinemáticas para reducir el
gasto energético , 555
GASTO ENERGÉTICO, 557
ACTIVIDAD MUSCULAR, 558
Cadera , 558
Rodilla , 560
Tobillo y el pie, 561
Tronco, 562
DINÁMICA DE LA MARCHA, 562
Fuerzas de reacción contra el suelo, 562
Trayectoria del centro de presión, 564
Momentos y potencias articulares, 564
Fuerzas articulares y tendinosas, 571
DISFUNCIONES DE LA MARCHA, 571

INTRODUCCIÓN Este capitulo ofrece una descripción de las características

La marcha es una necesidad básica para desplazarse ele un
lugar a otro. Como tal. la marcha es una de las actividades más
corrientes que hace la gente a diario. Idealmente, la marcha se
realiza con eficacia, para reducir el cansancio, y con seguridad
para evitar caídas y lesiones asociadas. Ai'ios ele práctica con-
fieren a las personas sanas el control necesario para andar
mientras se mantiene una conversación, o se mira en distintas
direcciones, e incluso evitando obstáculos y otras íuerzas des-
estabilizadoras con un esfuerzo mínimo.
Aunque las personas sanas den a la marcha el aspecto ele
una tarea sin esfuerzo, el desafío de la marcha se reconoce
cuando miramos a personas en ambos extremos de la vida
(Fig. 15.1). Al comienzo de la vicia, los nifios pequeños nece-
sitan varios meses para aprender a estar de pie y caminar. De
hecho, sólo a los 7 años se completan LOdos los refinamientos
del patrón de marcha maduro.76 Al íinal de la vida, caminar se
hace cada vez más cliÍicil. Debido a la pérdida ele fuerza, la
reducción del equilibrio o a las enfermedades. los ancianos
pueden necesitar un bastón o un andador para moverse con
seguridad. Patla64 expresa con elocuencia la importancia de la
marcha en la vida: «Nada resume mejor el nivel de indepen-
dencia y nuestra percepción de la calidad de vida como la
capacidad para moverse con independencia por nuestro pro-
pio pie ele un lugar a otro. Celebramos el desarrollo ele esta
capacidad en los nii'ios y tratamos de fomentarla y mantenerla
ele por vida» .
532
cinesiológicas fundamentales ele la marcha (ver el recuadro). A
menos que se diga lo contrario, la información se refiere a per-
sonas con un patrón ele marcha normal y maduro (edad supe-
rior a 7 años), que cam inan por superficies niveladas con una
velocidad media y regular. El capíLulo también aporta sufi-
cientes detalles para leerse con independencia del resto del
libro. La lectura ele los capítulos 12, 13 y 14 faci litará un cono-
cimiento más profundo de la marcha.
Temas principales
• Descripwres espaciales y temporales
• Control del centro de masa del cuerpo
• Cinemática articular
• Estrategias para reducir el gasto energético
• Gasto energético
• Actividad muscular
• Cinética de la marcha
• Alteraciones de la marcha
La observación de la marcha, centro de este capilulo, aporta
información sobre el resultado de una serie compleja de interac-
ciones «ocultas» entre las funciones sensoriales y motoras. Para
que una persona camine, el sistema nervioso central debe gene-
rar acciones motoras apropiadas a partir de la integración ele las
referencias sensoriales visual, propioceptiva y vestibular. Aunque
este capitulo cubre el mundo complejo de las acciones muscula-
 533

Niila caminando Adultu cmninando Anciana caminando

FIGURA15.1. Marcha en clis1intos periodos de la \'1da.

res y de las extremidades durante la marcha, no aborda el con-
cepto del control motor. Para mejorar el conocimiento sobre la
complejidad del control motor de la marcha. se recomienda al
lector examinar otras fuentes sobre el tema, como Shumway-
Cook y Woollacoll, 1995,76 y Masdeu y otros. 1999.~9
de los métodos novedosos ele medición de Marer cnaelos son
los zapatos con cámaras de aire umdas a un grabador que
indicaba la fase ele oscilación y la rase de apoyo de la marcha
(Fig. 15.2).47,48 Otra idea ingeniosa fue el empleo ele tinta en
unos diminutos pulverizadores un idos a los zapatos }' exLre-

PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL ANÁLISIS b

DE LA MARCHA

Los hermanos Weber (Wilhem era físico/electricista y Eduard,

anatomista/fisiólogo)94 publicaron la primera obra científica
sobre la marcha en 1836. Usando instrumentos como un cro-
nómetro y un telescopio con una escala. describieron y midie-
ron elementos de la marcha. como la longitud de los pasos. la
cadencia, la distancia pie-suelo y la excursión vertical del
cuerpo. También definieron los elementos básicos del ciclo de
la marcha como la fase de oscilación, la fase de apoyo y los
períodos de apoyo bipoelal. Muchos de los términos que intro-
dujeron siguen en uso hoy en día. Los hermanos Weber esbo-
zaron la hipótesis de que el principio básico ele la marcha es
un esfuerzo muscular, un concepto que se acepta como verda-
dero todavía, aunque los métodos exactos por los que el
cuerpo reduce el gasto de energía todavia no se comprenden
del todo. Una exposición amplia ele su obra se publicó en
1894 }' más Larde en 1992 se tradujo.95.96
Durante el siglo XIX, otros investigadores como Marey y
Vierordt hicieron uso de una tecnología ingeniosa para FIGURA 15.2. Zapatos mstrumentados de ~larey usados para la
aumemar nuestro conocimiento sobre la marcha. La mayoría medición de la marcha. (De Mare)', 1873.)
534 St>tcw11 IV Extrr1111dadc~ m/CI iorcs

midades.1:17 La tinta manchaba el sucio }' la pared mientras la
persona caminaba y dejaba un registro permanente del movi-
miento.
Al mismo tiempo, los avances en el campo de la cinema-
tograífa crea ron un poderoso medio para est udiar )' registrar
los patrones cinemáticos de la marcha de los seres humanos
y los animales. Muybridge tal vez sea la persona más fa mosa
de su ~poca que usó la cinematograíía para documentar una
secuencia de movimientos. Muybridgc es famoso por resol-
ver una vieja discusión sobre el trote del caballo. En 1872,
mediante una secuencia fotográfica, demostró que los cua-
tro pies de un caballo al trote están simultáneamente sin
tocar el suelo durante períodos muy conos de tiempo.
Muybridge creó una colección impresionante de fotograrras
sobre la marcha de hombres y animales, que se publicó ini-
c1almcnte en 1887 }' se reunio }' reprodujo en 1979.<>11.M
lntcialmente. la descripción de la marcha se limiló a anah-
sts planares; el movimiento se registró upicamente en el plano
sagital y con menor írecucncia en el plano frontal. Se consi-
dera que Braune y Fisher''.7 íucron los primeros invesLigado-
rcs, de 1895 a 1904, en realizar un análisis Lridimensional
gene ral de la marcha. Med iante el empleo de cuaLro cámaras
(dos pares de cámaras regisLrnban el movimiento de cada lado
del cuerpo) y un número de tubos lumínicos prendidos a dis-
tintos segmemos corporales, registraron la cinemática articu-
lar en tres dimensiones. También fueron los primeros en apli-
car los principios de la mecánica a la medición de magnitudes
mecánicas como la aceleración segmemaria y las propiedades
inerciales de los segmentos y las cargas entre segmentos (p. ej.,
momentos y íuerzas articulares). Su análisis de los momc111os

- ~ , ,-~ l . - . '. ~ - l ~ • -~
- - l . ~ - . l.
~ ,..,-rtTrrrrr r --~' ~--- ~ _ f'~TTTn-m-n""níl(-.-nTi-; ,-r-· ,...,.
~~~"~~ • •••• • O•P•oo ~,..J
• • •tlt-•••c. •• ••o •o,, , ••• " • ~• •• •••••• •••• O•• •• o~oooo o• • •• , o•• • • •o•"•• ••• ~·.4 • •

FIGURA 15.3. Muestra ele la tecnologfa

usada por Murray para registrar la cincmá·
tica básica de la ma rcha. Un anciano (A) y
un nil)o (13) llevan marcas rcílectantes
mientras caminan por una habitación en
penumbra. Mediante una cámara con el
diafragma abierto, se emite luz 20 veces
por segundo para trazar la localización de
las marcas. Se usó un haz adicional de luz
más brillante para fotografiar al hombre y
al niño mientras andaban. Esta técnica ini-
cial permitió la visualización de todo el
ciclo de la marcha con una sola íotogrnfia.
Tambicn se empleó un espejo cenital para
observa r el movimiento en el plano hori-
zontal. (A, De Murray MP, Gore DR: Gait
oí patients with hip pain or loss of hip
joint motion. En Black J. Dumbleton JH
(eds): Cliniwl Biomechanics: A Case Histmy
Approacl1. Nueva York, Churchill Li-
vingstonc. l 981; B, De Stratham L,
Murray MP: Early walking pauerns of nor-
mal chilclren. Cli11 Ortlwp 79:8, l 971.)
- 535
El laboratorio de la marcha
Transmisor EMG ....._
Ordenador
(adquisición y sincronización de todas las setiales)
FIGURA 15.4. Instrumentación empleada en un labüratorio normal
para estudiar la marcha.
articulares, limitados a la fase de oscilación, suprimió el con-
ccplo anterior, sugerido por Weber )' Weber en 1836, de que
el movimiento ele las extremidades inferiores durame In fnse
ele oscilación se explicaba mediante la teoría de un péndulo
pasivo.
Durante el siglo XX, el conocimiemo ele la marcha aumentó
en gran medida debido a los muchos a\'ances cienLíÍícos. L1
instrumemación para documemar la cinemática evolucionó de
sencillas videoc~mnras, con películn que requería un cosLoso
análisis con una rcgh1 )' un protracLOr. a sistemas inírnrrojos
muy sofisticados. con elatos coordinados en tiempo real de los
segmentos de las extremidades. Investigadores notables que
contribuyeron a la descripción ele la cinemática de la marcha
mediante variedad de Lécnicas por la imagen fueron Eberhan
(1947).17 Murray (1967),5354 lnman (1981),H Winter
( .l 99 1)98 y Perry (1992).67 Vale In pena reparar en la obra de la
fisioLerapeuta e investigadora Murray, que publicó varios
ANTROPOMETRÍA
~DINÁMICA
~INVERSA
FUERZAS DE REACCIÓN
DEL SUELO
arLiculos en la década de 1960, 1970 )' 1980 descnb1endo la
cinemáLica ele muchos aspecLos ele la marcha normal y anormal
(Fig. J5.3). 52.55.56.39 Entre oLros logros, los datos de su investi-
gación sobre la cmcmática de la cleambulación de personas con
cliscapncidadcs mlluyeron en el cl1sc1'lo de articulaciones artifi-
ciales)' extremidades inferiores protésicas.
De forma pnrccida, un conocimiento más ampho de la cíné-
t ica de la marchn fue posible grncws al desarrollo de aparaLos
para medi r las fuerzas que se producían en la inLerfaz pie-
suelo. Amar ( l 9 l6),3 Elíman (l 938) 'tl )' Bresler )' Frankel
(1950)8 hicieron comribuciones imponames en esLe campo.
Con la capac1dnd de medir las fuerzas entre el suelo )' el pie
llegaron los métodos computanzados para calcular las fuerzas
)'momentos que se producían en las articulaciones durante la
marcha. M. 77. WO
Los clccLroclos ele supe rficie e intramusculares también se
usan para rcgistrar el paLrón de acLividad elécLrica de los
músculos duramc la marcha. Cunndo esLa información se
integra con la cinemática de la marcha, se describe el papel
que desempeña cada músculo durante la marcha. Muchos
investigadores como Sutherland. Pcrry, lnman )' WinLcr han
aportado contribuciones notables al estudio ele la electromio-
grafía (EMG) durante la marcha. l<nulson y Soderbcrg4t ofre-
cen un resumen de la aplicación de la EMG en el estudio de la
marcha.
Hoy en dia. el análisis de la marchn se practica rutmnria-
mente en lnboratorios biomecán1cos especializados (Fig.
15.4). Los dmos cinemáLicos tridimensionales se obtienen
mediante el uso de dos cámaras sincronizadas de alta veloci-
dad. Lns fuerzas de reacción del sucio se mielen usando plata-
formas ele fuerza hundidas en el suelo. Los patrones ele
acli,•idad muscular se registran mediante sistemas EMG mul-
ticanalcs. Finalmente, Jos momentos. las potencias )' las fuer-
zas arucularcs de las extrcm1dacles inferiores se calcuhm
a partir de la combinación ele datos cinemáticos. fuerzas de
reacción del sucio y caracterísLicas antropométricas del indivi-
duo (Fig. l5.5). EsLos datos se emplean a continuación para
describir In marcha normal y anormal.
Los pac1enLes con variedad de patologías se benefician ele
los análisis instrumemados de la marcha. Los beneficiarios
primarios de esta tecnología son los niños con parálisis cere-
bral. En el caso de esta poblnción, el análisis instrumentado de
la marcha suele usarse ames de recu rrir a la ci rugfa para cleLer-
minar la inLervención correCla. Se emplea de nuevo después
FIGURA 15.5. t.létodo habitual
para analizar el movimiento
humano. Las variables de los óva-
los sombreados pueden medirse
con precisión. Los métodos com-
putanzados. que aparecen en los
rcc1angulos, se emplean para
calcular las variables de los óvalos
sombreados.
536 St'cdó11 11' E\'m:mi<lt1cb 111/nicirt's

El ciclo de la marcha

0% 50% 100%

Contacto Contacto Contacto

del talón derecho del talón izquierdo del talón derecho

Zancada (ciclo de la marcha)

Paso izquierdo Paso derecho

FIGURA 15.6. El ciclo de la marcha desde el contacto del talón derecho hasta el subsiguiente contacto del talón derecho.

de la cirugía para evaluar objetivamente el resultado.27 las Ciclo de la marcha

descripciones globales de las herramientas y méLoclos empica-
dos para el análisis de la marcha se hallarán en otras obras,
como Vaughan y otros, l 992;8tl Wh iulc, 1996;97 Harris y
Smi th, 199633 y Allard y otros, 1997.2
La tecnología sofisticad a, como la descrila aquí, ofrece
información detallada que mejora la capacidad para describir
y conocer la marcha. Tal tecnología pocas veces se encuentra
en el marco clínico habitual. Los métodos deben depender
normalmente de la observación visual directa para evaluar las
características ele la marcha ele los pacientes. Este análisis
observacional requiere un profundo conocimiemo y compren-
sión de la marcha normal. Aprender sobre la marcha, como se
prescnla aquí, es una experiencia más di námica si la lectura y
el estudio de este capíLulo se combinan con la obsen·ación de
los patrones de la marcha de parientes, amigos y vecinos.
DESCRIPTORES ESPACIALES Y TEMPORALES
Este apartado describe las mediciones ele la distancia y el
tiempo en relación con la marcha.
Caminar es el resultado ele una se rie cíclica ele movimientos.
Como tal, puede caracterizarse convenientememe por una
descripción detallada ele su unidad más funclamental: un ciclo
de marcha (Fig. 15.6). El ciclo ele la marcha se inicia en cuanto
el pie entra en contacto con el sucio. Como el contacto del pie
suele producirse con el talón , el punto 0% del inicio del ciclo
ele la marcha se denomina contacto del talón. El punto 100% o
ténnmo del ciclo se produce cuando el mismo pie entra de
nuevo en contacto con el sucio. Una zancada (término sinó-
nimo ele un ciclo de la marcha) es la secuencia de aconteci-
mientos que se producen entre dos contactos sucesivos del
talón del mismo pie. En comparación, un paso es la secuencia
de acontecimientos que se produce en sucesivos conLactos del
talón ele pies opuestos, por ejemplo. entre el contacto del
talón derecho y el izquierdo. Por tanto, un ciclo de la marcha
tiene dos pasos: un paso izquierdo )' un paso derecho.
Los descriptores espaciales más básicos de la marcha son la
longitud de una zancada y la longitud ele un paso (Fig. 15. 7).
La longi1ucl ele la zancada es la distancia entre dos contactos
sucesivos del talón del mismo pie. La longitud del paso, en con-

Descri1>tores espaciales ele la marcha

Lon itud de zancada = 144 cm

Contacto Contacto 1 Contacto FIGURA 15.7. Descriptores
del talón del talón del talón espaciales de la marcha Y
derecho izquierdo derecho
sus valores normales para
Longitud del paso derecho =72 J el ciclo de la marcha del
~!
Longitud del paso izquierdo =72 cm T delAnchura
paso = 7-9 cm
pie derecho.

~~S:~:::J: Angulo del paso=7º

 537

A MARCHA NORMAL B MARCHACON COXALGIA

FIGURA 15.8. Influjo de la alteración y patología

L l- 1 s , •.- 1
\.
f-78c•.- f
..···· I l / l_
f- 41,.. -1 l-J1, •.-j
sobre la longitud del paso. A muestra la simetría
en la longitud del paso en una persona sana. B )'
C son ejemplos de asimetría en la longitud del
paso que suele apreciarse en personas con una
EXIREMIOAO EXTREM, EXTREM EXTREM, EXIR EXTR. EXTR EXTR
OEAECHA IZOUIEROA IZOVIERDA DERECHA SANA AFECTAOA AFECTADA SANA alteración o patología que aíectan a una sola
extremidad inferior. N61ese que la patología uni-
lateral en e provocó el acortamiento bilateral de
C MARCHA CON HEMIPARESIA OMARCHA CON ENFERMEDAD la longitud normal de los pasos. lo cual dem ues-
DE PARKINSON Lr<i la interdependencia de las exLrernidades iníe-
riores clurame la marcha. D muestra una reduc-
ción bila1eral relati\·arnenle siméLrica de la
longitud del paso secundaria a enfermedad de
Parkinson, una patologitt que suele aíectar a
ambas extremidades inferiores. (De Murra» ]VIP:
Gail as a tOLal paLtern oí mo,·emenl. Am) Phy$

/ l \ \_
Mee/ 46:290, 1967)

l-llu.-1
EXTR. EXTR. CON EXIR. CON EX!R. EXTREM EXTREM EXIREM. EXTREM
SANA PAAESIA PARESIA SANA DERECHA IZDUIERDA IZQUIERDA DERECHA

Lrasle, es la clisLancia emre contacLos sucesivos del talón de

distintos pies. Comparar la longitud de los pasos derecho e
izquierdo puede ayudar a evaluar la simetría de la marcha
entre las extremidades inferiores (t=ig. 15.8). La anchura del
paso es la distancia transversal entre los centros ele los talones
derecho e izquierdo en dos contactos podales sucesivos y
suele oscilar em re 7 y 9 cm (ver fig. 15. 7) El ángulo del paso,
el grado de «apertura del pie», es el ángulo entre la línea ele
progresión del cuerpo y el eje longitudinal del pie. Unos 7 gra-
dos se consideran lo normal.53
Descriptores espaciales de la marcha
• Longitud de la zancada
• Longitud del paso
• Anchura del paso
• Ángulo del paso
El descriplOr temporal más básico de la marcha es la caden-
cia, el número de pasos por minuto. Otros descriptores tempo-
rales son el tiempo de la zanwda (el tiempo de un ciclo de la mar-
cha compleLO) y el tiempo del paso (el tiempo de la concl usión ele
un paso derecho o izquierdo). Nótese que en la marcha simé-
trica normal el tiempo del paso se puede derivar ele la cadencia
(es decir, el tiempo de paso es recíproco de la cadencia).
Descriptores temporales de la marcha
• Cadencia
• Tiempo de la zancada
• Tiempo del paso
Descriptor espacial/temporal
• Velocidad de la marcha
La velocidad ele la marclw combina mediciones espaciales )'
temporales al oírecer información sobre la distancia cubierta
en un período dado ele tiempo. Las unidades de medición sue-
len ser metros por segundo (m/s) o kilómetros por hora
(km/h). La velocidad se calcula con la medición del tiempo
que cuesta cubrir una distancia dada , o la distancia cubierta en
un período dado de tiempo, o mediante la multiplicación de
la cadencia por la longiLUcl de paso. La velocidad de la marcha
varía considerablemente entre personas basándose en facLOres
como la edad y las características físicas, corno la altura y el
peso.1s De todas las mediciones espaciales y temporales, la
velocidad tal vez sea la medida mejor y más funcional de la
capacidad de marcha de las personas.
Entre adultos normales, un ciclo de marcha (dos pasos con-
secutivos) dura algo más ele 1 segundo y cubre aproximada-
meme 1,44 metros, lo cual representa una velocidad de 1,37
nvs. Los datos ele la tabla 15.1 muestran que , con una veloci-
dad ele marcha elegida libremente, las mujeres muestran
538

Drillis (1961) Molen (1973) Fin ley y Cocly (1970) Promedio entre
(Ciudad ele Nueva York) (Ámsterdam) (Filadelfia) sexo y ciudad
Velocidad de la marcha (mis) 1,46* 1,39 (hombres) 1,37 (hombres) 1,37
1,27 (mujeres) 1.24 (mujeres)
Cadencia (pasos/s) l,9* 1,79 (hombres) 1,84 (hombres) l,87
1,88 (mujeres) 1,94 (mt1Jeres)
Longitud del paso (m) 0,76* O, 77 (hombres) 0,74 (hombres) 0,72
0,67 (mujeres) O,ó3 (mujeres)
• Se obtun1 d prt>mcdm de h,1111brcs )' mu¡cl\'S 11ar,1 csttv,; d.11os.
Dat(•:' oh1e1udos lk 2.300 pc.111111cs que no 'up1cron <¡uc eran ob;.el\·ados 1111e111ras eaminnhnn

menor velocidad de la marcha, una longitud de paso más corta
y una mayor cadencia que los hombres. Es probable que estas
d iferencias refl ejen en panc las diferencias antropométricas
entre sexos. Resulta interesante que, incluso cuando se aj ustan
antropométricamenle a los hombres. las 1muercs muestran una
mayor cadencia y una longitud del paso más corta que los
hombres caminando a una velocidad estándar. 2 l ,5ó
ambas esLratcgins hasw llegar a la longillld máxima y cómoda
del paso. De este punto en acklantc, para aumemar la veloci-
clacl se depende sólo del aumento de la cadencia. Tocias las
mediciones ele la nrnrclw (cs¡wcictles, temporales, cinemcílicas y
cint!lirns) clcpcnclcn de la vdocidcul de la marclw. Para una mejor
referencia e imcrprctación, los informes sobre las caractcrísti-
rns ele la marcha deben incluir la velocidad ele la marcha a la
cual se registraron los datos.

Valores normales de la marcha Fases de apoyo y de oscilación

• Velocidad de la marcha: 1,37 m/s Para arudar a describtr los acontccimiemos que se producen
• Cadeneta: l ,87 pasos/s durante el c:iclo de la marcha, suele ser habitual subdividir el
• Longitud del paso: 72 cm
ciclo de O a 100%. Como se dijo antes, el contacto del talón o
del pie con el sucio se considera el inicio del ciclo de la mar-
Hay dos estrategias para aumentar la velocidad de la mar- cha {0%) )' el s1gu1ente contacto con el suelo con el mismo pie
cha: aumentar la zancada o la longitud del paso y aumentar la se considera el íinal del ciclo ( 100%). En este capítulo. la mar-
cadencia (Fig. 15.9). Por lo general, las personas combinan cha se describe usando la extremidad iníerior derecha como

MARCHA A VELOCIDAD LIBRE

64 HOMBRES NORMALES
Extremidad Izquierda 38 3
Extremidad derecha
,_____ ~º·'· - :
- -· VELOCIDAO LIBRE CTI CTO c¡1
1
- VELOCIDAD RÁPIDA
o .2 .4 .6 ·ª 1,0
DURACIÓN DEL CICLO DE lA MARCHA EN SEGUNDOS
1,2 1.4

• - FASE DE APOYO
0 - FASE DE OSCILACIÓN

MARCHA A VELOCIDAD RÁPIDA

1
64 HOMBRES NORMALES t
Extremidad izquierda • 423~
Extremidad derecha • ~ 423 , .• •J:fEEI
·~·
-50'Jl.----50'Jl. - i
1
Cll CTO CTI
1

o .2 ,4 .6 .a 1.0 1.2
A B DURACIÓN DEl CIClO DE lA MARCHA EN SEGUNDOS

FIGURA 15.9. Métodos para aumemar la velocidad de la marcha. A. Mues1ra la longitud mayor del paso usada para aumemar la \'elocidad de la
marcha; B, Muestra la cadencia de marcha a una velocidad de marcha rapida. La duración del ciclo ele la marcha se reduce ele l ,08 s a 0,91 s. B
muestra también que a una velocidad de marcha mayor. se inviene un menor porcentaje del ciclo de la marcha en apoyo bipodal (es decir, un 16%
a velocidad rápida en comparación con el 24% a velocidad libre de marcha). CTl = contacto de talón izquierdo; CTD = comacw de talón derecho.
(A de Murray MP, Kory RC, Clarkson BH. Sepic SB: Comparison oí free and fast spcecl walking paucrns oí normal men. Amj Phys Med 45:8, 1966;
B Modificado de Murray MP, Gore DR. Clarkson Bl-1: Walking panerns oí patients with unilmeral hip pain duc 10 osteoanhritis ancl avascular necro-
sis. J Bo11e )oint Swg 53A:259, 197 1.)

Mediciones cllnicas sencillas de la marcha
La instrumentación sofisticada como las pistas de marcha y los
sensores de presión sirve para hacer mediciones espaciales y
temporales de la posición de los pies durante la marcha.as Por
sus muchas aplicaciones clínicas, esta información puede
medirse con herramientas al alcance de la mano y un poco de
imaginación. La velocidad media de la marcha puede medirse
con un cronómetro y una distancia conocida. La longitud del
paso y la anchura del paso se puede medir usando marcas
tintadas hechas por el calzado o los pies sobre papel que cubre
el suelo. Esta técnica funciona especialmente bien para
documentar patrones anormales de la marcha, como la asimetría
en la longitud del paso.
Clínicamente, las mediciones sencillas de la velocidad y
distancia de la marcha ayudan a monitorizar el progreso
funcional o documentar las limitaciones funcionales. Los
resultados obtenidos en un paciente pueden compararse con
valores normales como los de la tabla 15.1, o con estándares
mínimos requeridos para realizar una tarea específica como
cruzar una calle en el tiempo permitido por un semáforo
cronómetro.22,23.45.11.90.91 A continuación ofrecemos dos
estándares mínimos propuestos basados en actividades
comunitarias: capacidad para caminar 300 m en menos de 11 ,5
minutos (velocidad de marcha de 0,45 m/s); capacidad para
caminar a una velocidad de 1,3 m/s durante 13 a 27 m con el fin
de cruzar una calle con seguridad.
1 1
10% 20% 40%
Contacto del Despegue de los
talón derecho dedos izquierdos
' 1
tase de apoyo derecha 60%
fase de oscilación izquierda 40%
apoyo ,
bipodal apoyo derecho
10% monopodal 40%
FIGURA15.10. Subdivisión del ciclo de la marcha que muestra las fases de apO)'O }' de oscilación de la pierna y los períodos de apO)'O mono-
podal )' bipodal.
referencia. Un ciclo completo ele marcha de la extremidad
in ferior derecha se divide en dos íases principales: de apoyo y
de oscilación (Fig. 15. 10). La fase de apoyo (desde el co111acto
del talón derecho con el suelo hasta el despegue de los dedos
del pie) se produce mie111ras el pie derecho está en el suelo
sosteniendo el peso del cuerpo. La fa se de oscilcición (desde el
despegue de los dedos hasta el siguiente contacto del talón
derecho) se produce mientras el pie derecho está en el aire. en
avance hacia delante para el siguiente comacto con el suelo. A
una velocidad normal, la fase ele apoyo constituye aproxima-
damente el 60% del ciclo de la marcha, y la fase de oscilación
el restante 40%.
Ciclo de la marcha
• Fase de ªPº >'º = 60% del ciclo
• Fase de oscilación =40% del ciclo
En un ciclo de la marcha, el cuerpo experimenta dos perío-
dos de apoyo bipodal (cuando ambos pies están en comacto
con el suelo al mismo tiempo) y dos períodos ele apoyo mo110-
rodal (cuando un solo pie está en el sucio) (ver r:ig. 15. 10).
Observamos el primer período ele apoyo monopodal entre O y
10% del ciclo de la marcha. Durante ese período ele tiempo, el
peso del cuerpo se transfiere de la extremidad inferior
izquierda a la derecha. La extremidad iníerior derecha queda
luego en apoyo monopodal hasLa el 50% del ciclo de la mar-
cha. Durame ese tiempo, la extremidad inferior izquierda está
en la fase de oscilación, avanzando hacia delante. El segundo
perío-do ele apoyo bipodal se produce entre el 50% y el 60%
1
1 1
50% 60% 70% 80% 90% 100%
1
Contacto del Despegue de los Contacto del
talón izquierdo dedos, derechos talón derecho
1
fase de oscilación derecha 40%
fase de apoyo izquierda 60%
apoyo ,
bipodal ' apoyo izquierdo
10% monopodal 40%
540 .Srccim1 IV F1;11cmiclcrclcs il1frríores

(
0% 8% 30% 40% 60% 75% 85% 100%

Contacto Pie Apoyo.medio Despegue

del talón
Despegue
de los,dedos Contacto
EVENTO del talón plano ' del talón
Oscilación Oscilación
PERÍODOS Pre-oscilación inicial media Oscilación final

FIGURA 15.11 . Subdivisiones traclicionnlcs cid delo de la marcha.

del ciclo de la marcha y sirve al fin de transferir el peso del
cuerpo de la extremidad derecha a la izquierda. Finalmente,
entre el 60 y el 100% del ciclo de la marcha el cuerpo se halla
de nuevo en apoyo monopodal, esta vez sobre la extremidad
inferior izquierda. Este período de apoyo monopodal corres-
ponde a la fase de oscilación de la extremidad inferior derecha.
A medida que aumenta la velocidad de la marcha, el por-
cemaje del ciclo pasado en apoyo bipodal se vuelve más cono
(ver Fig. l5.9). Los corredores de marcha atlética tratan de
caminar lo más rápidamente posible manteniendo siempre un
pie en contacto con el suelo. Para estos deportistas, se consi-
gue mayor velocidad aumentando la cadencia y la longitud de
zancada y reduciendo los perfodos de apoyo bipodal hasta el
punto en que los tiempos de la fase de apoyo y ele oscilación
son casi iguales. La velocidad deambulatoria durante la mar-
cha atlética puede superar 3,3 m/s.5!!.80
Al correr, los períodos ele apoyo bipodal desaparecen para
ser remplazados por perfoclos en los que ambos pies no tocan
el suelo al mismo tiempo. La transición entre caminar y correr
suele producirse con una cadencia de unos 180 pasos/minuto
o a una velocidad de unos 2 mis. Por encima de 2 mis resuha
mas eficaz correr que caminar.
Por el contrario, a una velocidad de marcha lenta, los perio-
dos de sopone en apoyo b1podal ocupan un porcentaje cada
vez mayor del ciclo de la marcha. Una cleambulación más
lema aporta mayor cstab1hdad porque ambos pies están en el
suelo al mismo tiempo durante un mayor porcentaje del ciclo.
De hecho, la reducción de la velocidad, la longiLud menor del
paso )' la cadencia más lenta apreciable por lo general en los
ancianos sirven para mejorar la estabilidad de la marcha y pre-
venir caídas.
Subdivisiones ele las fases ele apoyo y de oscilación:
Tradicionalmente, se dice que suceden cinco sucesos duranLc
la fase de apoyo: el comacto del talón el pie plano, el punto
medio, el despegue del talón y el despegue de los dedos del pie
(Fig. 15 l l )' Tabla 15.2). El conlacto del la fón se define como
el instante en que el talón entra en contacto con el suelo, en el
0% del ciclo de la marcha. El pie plano corresponde al instante

Fases EvenLos % del ciclo Eventos de la extremidad opuesta

Contacto del talón o
Pie plano 8
Apoyo 10 Despegue de los dedos del pie
Punto medio 30 Punto medio de la oscilación de la pierna (25-35%)
Despegue del talón 40
50 Contacto del talón con el suelo
Despegue de los dedos 60

Comienzo de la oscilación 60-75

Punto medio de la oscilación 75-85 Punto medio de la íase de apoyo (80%)
Oscilación rinal de la oscilación 85-100

1 Contacto del talón

90
100
Despegue del talón del suelo
 541

0% 10% 30% 50% 60% 73% 87% 100%

Contacto Despegue de los Elevación Contacto Despegue de Pies Tibia Siguiente

EVENTOS ini~ial dedos opuestos del talón inicial opuesto los dedos adyacentes vertical contacto inicial
+-~----''--~~----''--~~~~~~----''--~~~~~~--'~~~--'~~~~~..__~~~~---'-~~~~--'

Apoyo inicial Oscilación Oscilación

PERÍODOS (respuesta a la carga) Apoyo medio Apoyo final Pre-oscilación inicial Oscilación rnedia final
Aceptación
TAREAS del peso Apoyo monopodal Avance de la extremidad

FASES Fase de apoyo Fase de oscilación

CICLO Ciclo de la marcha de la pierna derecha

FIGURA 15.12. Terminología para describir los C\'entos del cido de la marcha El contacto i111cwl corresponde al comienzo de la íasr ele apoyo
cuando el pie entra por ,·ez primera en comac10 con el sucio en el 0% del ciclo de la marcha. El despegue ele lo' cli:clos del pre ccmfrn1io se
produce cuando el pie cont ralntcral se levama del suelo en el 10% del ciclo ele la marcha. La drvcrcitin dd talon rn rrespondc al lc,·amamiemo
del talón del sucio )' sucede np roximadmncmc en el 30% del ciclo de la marcha. 121ccmtacw inrcicrl cid pie opuesto rn rrcsponde al contacto poda!
de la otra cxtremielael, por lo general en el 50% del ciclo ele la marcha. El dcspcgm: ele: los dedos ocurre cuando el pie dcp el suelo en el 60~, del
ciclo ele la marcha. El periodo de pies ac~yaccntcs se produce cuando el pie de la pierna oscilamc está jumo al pie de la pierna en carga al
73% del ciclo ele la marcha. L1 tibia vrrurnl corresponde a la 11b1a ele la pierna oscilante oriemada en dirección n:rucal en el 87% del ciclo de
la marcha. El evelllo final es, un¡¡ 1·ez más, el comacto inicial, que de hecho es el comienzo del siguiente ciclo de la nrnrcha.
Estos ocho eventos dividen el ciclo de la marcha en siete periodos. La rrspucstcr e1 la cwga, cm re el conwcto inicial )' el despegue de los dedos
del pie opuesto, corresponde al período en que el peso es transíerido a la extremidad inferior, que ha iniciado el contacto con el sucio. El apoyo
medio \'a desde el despegue ele los dedos del pie opuesto hasta la cb·ación del talón ( 10% al 30% del ciclo de la marcha). El llpoyn final se ini-
cia cuando el talón se le,·ama, )' termina cuando la extremidad inferior comralatcral toca el sucio, cmre el 30% )' el 50% del ciclo de la mar-
cha. La prc-oscilacitin (o la fose pre,·ia a la oscilación)''ª desde el contacto del talón de la extremidad contralaternl hasta el despegue de los dedos
del pie ipsolatcral, momemo que corresponde al segundo periodo ele apO)'O b1podal del ciclo de la marcha (50-60% del ciclo de la marcha). La
oscilaci611 i11ici<1l va desde el despegue de los dedos hasta el insinme de pies acl)'accnLes, cuando c:I pie de la pierna oscilante está junto al pie de
la pierna en carga (60%-73% del ciclo de la marcha). La oscilación media va desde el instante de pies acl)•acemes hasta el momento en que la
tibia de la extremidad oscilante se sitúa \'ertical (73%-87% del ciclo ele la marcha). El periodo dr osdlc1ció11.fi11al ,·a desde la pos1m'n \'Crtical de
la tibia hasta justo ames del contacto del talón (87-100% del ciclo ele la marcha). El primer 10% del ciclo de la marcha se corresponde con una
tarea ele carga del peso, cuando el centro de masa se transfiere de una extremidad inferior a la otra. El apoyo monopodal, del 10% al 50% del
ciclo de la marcha, sirve 1x1ra el soporte del peso del cuerpo micmras la extrem rdad opuesta oscila hacia delamc. El último l0% de la fase de
apO)'O y toda la fose de osc:ilación sirven para adclamar la extn:111iclad hcKia una nueva ubicación.

en que toda la superficie plantar del pie entra en contacto con
el suelo. Este acontecimiento se produce aproximaclamcnLe en
el 8% del ciclo ele la marcha. El punto medio del apoyo suele
definirse como el punto en que el peso del cuerpo pasa direc-
tameme a la extremidad iníerior en carga. También se define
como el momento en que la extremidad inícrior oscilante pasa
a la extremidad iníerior en apoyo (es decir, un pie está junto al
otro). Una Lercera defi nición del punLo medio del apoyo es el
momento en que el trocánLer mayor del l'émur está vertical-
mente por encima del punto medio del pie en carga en el plano
sagital. En realidad, estas tres deíiniciones corresponden al
30% del ciclo de la marcha o al 50% de la íase de apoyo. El des-
pegue del talón, que se produce hacia el 40% del ciclo de la mar-
cha, es el insLame en que el Lalón se lcvama del sucio. El despe-
gue ele lvs dedos se produce al 60% del ciclo de la marcha. Se
dellne como el insLante en que los dedos del pie se levaman del
suelo.
Un período denominado despegue también se usa con íre-
cuencia. Este período abarca grosso modo el movimiento de íle-
xión plantar del tobillo enLre el 40 y el 60% del ciclo ele la
marcha.
Aunque hay un grado signiíicativo de variación en la des-
cripción de la fase de oscilación de la marcha, esta fase suele
dividirse en tres períodos: oscilación inicial, oscilación media
54 2 Saciti11 IV Ex1rr111ldaite~ 111/n io1e>
P U N f O O E 1 N T E'. R I~ S 1 5 . -2
Tómate tiempo para desarrollar tus destrezas de observación
Los eventos del ciclo de la marcha descritos en este apartado
pueden observarse mirando a personas caminando por
superficies normales (calles. centros comerciales. aeropuertos).
Como cualquier destreza crítica, el análisis por la observación de
la marcha mejora con la práctica. La observación repelida de
personas con un patrón normal de marcha agudiza la capacidad
para reconocer las variaciones en la marcha normal y para
identificar las desviaciones anormales en la marcha. Las
oportunidades para practicar esta destreza con una persona ya
diestra en el análisis por la observación de la marcha sirven para
agudizar estas destrezas.
y oscilación fina l (ver Fig. 15. 11). La oscilación inicial es el
periodo entre el momento de despegue de los dedos y la osci-
lación media (60-75% del ciclo de la marcha). La oscilación
media corresponde al punto medio de la fase de apoyo de la
extremidad inferior opuesta cuando el pie de la pierna osci-
lante pasa junto al pie de la pierna en carga (75-85% del ciclo
de la marcha). La oscilación final es el periodo entre la oscila-
ción media y el contaCLo del pie con el suelo (85-100% del
ciclo de la marcha).
Una terminología alternativa y relmivamentc más reciente,
propuesta por Perry,67 se compone de ocho eventos que divi-
den el ciclo de la marcha en siete periodos (Fig. 15.12). Los
eventos son contacto inicial, despegue de los dedos opuestos, ele-
vación del talón, contacto inicial opuesto, despegue de los dedos,
pies adyacentes, tibia verlical y contacto inicial de la siguiente
zancada. Los cuatro períodos de tiempo de la fase de apoyo
son respuesta a la carga, apoyo medio, apoyofinal y pre-oscilación
(o fase previa a la oscilación). La fase de oscilación tiene tres
periodos de tiempo: oscilación inicial, oscilación media y oscila-
ción fina l. Con unas pocas excepciones, esta termi nología es
un acuerdo general con la descripción más tradicional ele la
marcha.
La existencia de dos terminologías distintas puede confun-
dir, sobre todo cuando muchos términos se usan de fom1a
intercambiable. En este capítulo usamos sobre todo la termi-
nologla propuesta por Perry en 1992.67 Y para eliminar cual-
quier confusión, describimos la sincronía de los eventos de la
marcha como porcentaje del ciclo de la marcha.
DESPLAZAMIENTO Y CONTROL DEL CENTRO
DE MASA DEL CUERPO
Caminar puede definirse como una serie ele pérdidas y recu-
peraciones del equilibrio. La marcha se inicia al dejar que el
cuerpo se incline hacia delante. Para prevenir una caída, la
recuperación momentánea del equilibrio se consigue
moviendo uno de los pies hacia delante hasta una nueva ubi-
cación. Una vez iniciada la marcha, el momemo de progresión
del cuerpo desplaza el centro de masa del cuerpo más allá de
la nueva ubicación del pie, lo cual precisa un paso adelante
·; con el otro pie. La progresión hacia delante se consigue
medianLe reubicaciones sucesivas y alternantes de los pies. La
transición comrolada )' armónica entre la pérdida y recupera-
ción del equilibrio prosigue siempre y cuando se desee el des-
plazamiemo del cuerpo hacia delante. La marcha se detiene
cuando la ubicación de los pies interrumpe el momento ante-
rior del cuerpo, y el equilibrio se recupera sobre una base de
apO)'O estática. Aunque esta descripción ofrezca una explica-
ción útil y relativamente exacta de la marcha, debe apuntarse
que la marcha también requiere la participación activa de la
musculatura de las extremidades inferiores.
Desplazamiento del centro de masa
El centro de masa del cuerpo (CM) se localiza justo amerior a
la 11 vénebra sacra, pero la mejor visualización del movi-
miento del CM se realiza siguiendo el desplazamiento de la
cabeza o del torso. Está claro que el desplazamiento más nota-
ble del cuerpo durante La marcha es en dirección anterior (Fig.
15. 13). A este desplazamiento anterior se superponen dos
patrones sinusoidales de movimiento que corresponden al
movimiento del CM en direcciones vertical y medial-lateral.
En dirección vertical, el CM describe dos ondas sinusoida-
les completas por ciclo de la marcha (Fig. 15 l 3A). Este movi -
miento del CM se comprende mejor mirando a una persona
ele perfil. La altura mínima del CM se da en el punto medio de
ambos períodos de apoyo bipodt1I (5% y 55% del ciclo de la
marcha). La altura máxima del CM se produce en el punto
medio de ambos períodos de apoyo monopodal (30% y 80%
del ciclo ele la marcha). Un desplazamiento vertical total de
unos 5 cm se aprecia al anclar a velocidad media en un varón
=1
adulto.
Desplazamiento del centro de masa
• Desplazamiento vertical total: 5 cm
• Desplazamiento medial-lateral total: 4 cm
El movimiemo laterolateral (med ial-lateral) del CM tam-
bién se produce clurame la marcha, creando un patrón sinu-
soidal único en el plano horizontal. Este movimiento se
observa desde arriba pero suele observarse desde atrás o ade-
lante (Fig. 15.138). En este plano de movimiento, el CM se
desplaza alternativamente de la extremidad inferior derecha a
la izquierda. La posición máxima del CM a la derecha se pro-
duce en el punto medio de la fase de apoyo sobre la extremi-
dad inferior derecha (30% del ciclo ele la marcha) y la posi-
ción máxima del CM a la izquierda se produce en el punto
medio de la fase ele apoyo sobre la extremidad inferior
izquierda (80% del ciclo de la marcha). Un desplazamiento
medial-lateral total de unos 4 cm se produce durante la mar-
cha normal.:H El grado de desplazamiento aumenta cuando el
individuo presenta una base de apoyo más ancha durante la
marcha (es decir, al caminar con los pies separados) y se
reduce con una base de apoyo más estrecha (al caminar con
los pies más juntos).
 Cc1¡111ulo 15 C.111rsiok?g1e11k 111 me1rd1<1 543

¡\ Dcsplazamil•nto verlka l del CM

5
4
3
2
1-
0

0% 5% 10% 20% 30% 40% 50% 55% 60% 70% 80% 90% 100%

B Desplalamiento medial-iatcral del CM

FIGURA 15.13. Desplazamiento del cemro de masa (CM) clurance la marcha. Los desplazamientos venical y medial-lateral de CM se muestran
en A y B, respecti\·amente. EL CM está en la posición más baja)' central, en dirección medial-lateral, en la mitad de los apoyos bipodales ( 5%
y 55% del ciclo de la marcha), una posición de estabilidad relati\'a con ambos pies en el suelo. Por el contrario. el CM está en una posición más
alta y lateral en el pumo medio de las fases de apoyo (30% y 80% del ciclo de Ja marcha), una posictón de inestabilidad relativa. Durante el
apoyo monopodal, la trayectoria del CM nunca se sitúa directamente sobre la base de apoyo. Este factor se ejempliflca en B, con la proyección
vertical del CM siempre medial a las huellas plamares.

En resumen, consideremos el patrón total del movimiento
del CM durante un ciclo completo de la marcha (ver Fig.
15.13). Empezando poco después del contacto de talón dere-
cho, el CM se desplaza hacia delante, arriba y hacia el pie dere-
cho. Esta dirección general del movimiento prosigue durante el
primer 30% del ciclo de la marcha , cuando el cuerpo está esen-
cialmente «elevando y desplazando su masai> sobre la ext remi-
dad infe1ior en carga. Durante el punto medio de la fase de
apoyo de la pierna derecha, el CM alcanza la posición más alta
y lateral hacia la derecha. justo después ele este momento, el
CM sigue hacia delante pero comienza a moverse en dirección
descendente y hacia el lado izquierdo del cuerpo, cuando el
cuerpo está esencialmente «descendiendo y apartándose» de la
extremidad inferior en carga. Es un momento crítico del ciclo
de la marcha. Con la extremidad izquierda en fase de oscilación,
el cuerpo depende de la extremidad inferior izquierda para
hacer el contacto adecuado con el suelo para recibir la transfe-
rencia de peso e impedir una caída. Poco después del comacto
del talón izquierdo, durante la fase de apoyo bipodal. el CM se
localiza a medio camino entre los pies y alcanza su posición más
baja mientras prosigue el movuniento anterior y hacia la extre-
midad inferior izquierda. Desde el despegue de los dedos del
pie derecho hasta el punto medio de la fase de apoyo de la
extremidad inferior izquierda (80% del ciclo de la marcha), el
CM se mueve hacia delante, arriba y hacia la extremidad infe-
rior izquierda, que de nuevo sostiene el cuerpo. En el 80% del
ciclo de la marcha, el CM está ele nuevo en su punto más alto,
pero en su posición más lateral hacia la izquierda. Poco después
del punto medio de la fase de apoyo de la extremidad izquierda,
el movimiento del CM se desplaza hacia abajo y hacia el lado
derecho del cuerpo. El ciclo de la marcha se completa cuando
el talón derecho entra en contacto con el suelo.
El CM del cuerpo nunca cae directamente sobre la base de
apoyo del cuerpo durante el apoyo monopodal (ver Fig.
l 5.l 3B) Este hecho habla del desequilibrio relativo del
cuerpo durante la marcha. En el plano frontal, para evitar una
pérdida del equilibrio, el pie debe colocarse justo un poco
lateral a la trayectoria del CM del cuerpo con el fin de contro-
lar su movimiento laterolateral. La colocación correcta del pie
mediante el movimiento de la articulación de la cadera en el
plano frontal (es decir abducción/aducción de la cadera) es
crucial, en vista de la capacidad limitada de la musculatura de
544 Sección /\ ' Extrcmidaclc.\ infi:riorc:;

Transferencia de energía durante la marcha

Energía potencial

Nivel de energía
durante la marcha

0% 5% 10% 20% 30% 40% 50% 55% 60% 70% 80% 90% 100%

FIGURA 15.14. Transíerencia entre las ene rgias pmcncial )'cinética durante la 111¡ird1a. La energía potencial mínima se da
cuando el centro de masa (Gvl) está en sus pumos más bajos (5% )' 55% del ciclo de la m;ircha). La energía potencial
máxima se produce cunndo el Od está en sus puntos más altos (30% y 80% del ciclo de la marcha). Se produce lo con-
Lrario con la energía cinética. Por ejemplo, una bicicleta que numente de \'elociclad n 1esta abajo y pierda velocidad cuesLa
arriba muestra la transferencia entre la energía potencial y cinética.

la articulación subastragalina para generar un momenLo esta-
bilizador en el plano frontal.99
Consideraciones sobre la energía cinética
y potencial
Aunque la marcha parezca producirse a una velocidad regular,
el cuerpo en realidad acelera y desacelera un poco a cada paso.
Cuando la extremidad inferior en carga está delante del CM
del cuerpo, ésLe pierde velocidad. Por el contrario, cuando la
extremidad in ferior en carga está por detrás del CM del
cuerpo, ésLe se acelera. Por tanto, el cuerpo alcanza la veloci-
dad mín ima durante el apoyo medio, una vez que se ha «ale-
jado» ele la extrem idad inferior en carga y antes ele «ascenclen>
sobre la exLremiclacl contraria. Como la energía cinéLica del
cuerpo durante la marcha es una función directa ele su veloci-
dad (ecuación 15.1), se alcanza la energía cinética mínima
durante el punto medio de la fase de apoyo (30% y 80% del
ciclo de la marcha), )' la energía cinética máxima se alcanza
durante el apoyo bipoclal (5% y 55% del ciclo de la marcha)
(Fig. 15.14).
Energía cinética= l/2 rnvz (Ecuación 15.l)
Donde m es la masa del cuerpo )' v la velocidad del CM del
cuerpo.
La energía ci nética se complementa con la energía potencial
(ver Fig. 15. 14). La energía potencial es una función ele la
masa del cuerpo, el campo gravitacional que actúa sobre el
cuerpo)' la allltra del CM del cuerpo (ecuación 15.2). Durante
la marcha, la energía potencial máxima se logra cuando el CM
alcanza sus puntos más altos (30% y 80% del ciclo ele la mar-
cha). La energía potencial mínima del cuerpo se da durante el
apoyo bipodal (5% )' 55% del ciclo de la marcha), cuando el
CM del cuerpo está en sus puntos más bajos.
Energía potencial = mgh (Ecuación 15.2)
donde 111 es la masa del cuerpo, ges la aceleración del cuerpo
debido al campo gravitacional y h es la alwra del CM del
cuerpo.
En una representación gráfica de los cambios de la ene rgía
potencial y cinética durante la marcha, es fácil observar una
relación entre las curvas (ver Fig. 15.14). Los momenLos ele
máxima energía poLencial corresponden a los momentos de
mínima energía cinética y viceversa. A medida que se pierde
energía potencial desde el punto med io ele la fase ele apoyo
hasta el apoyo bipodal (el CM del cuerpo va ele su punto más
alto al más bajo), se gana energía cinética (el Clvl del cuerpo
va de su velocidad m[nima a máxima). Por el conLrario, a
medida que se pierde energía cinética entre el apoyo bipoclal
 545

y el punto medio de la fase de apoyo, se gana energla poten- CINEMÁTICA ARTICULAR

cial. Esta transferencia cíclica emre la energia cinética y poten-
cial reduce al mínimo el coste metabólico de la marcha.
A pesar de la capacidad del cuerpo para transferir con efi-
cacia y, por tanto, conservar la energía durante la marcha,
sigue produciéndose un coste neto de energía. Este coste es
proporcional al grado de desplazamiento medial-Lateral )' ver-
tical del CM .
Durante la marcha, el Ct-.1 del cuerpo se desplaza lincalme111e
debido a In suma de lns rotaciones nngulares ele las art iculacio-
nes de las extremidades inferiores, lo cual no se diferencia ele
un coche moviéndose hacia delante por la rotación de los neu-
mfü icos. Los 1110\'imientos de las artieubciones de las extremi-
dades in fe riores se descri ben en función ele la rotnción angu-

C inemát ica ele las e'lrcmidadcs inferiores ( pla no sagital)

o 10 20 30 40 50
.
60 70 80 90 100
A ,S.!!?_
e: > (/)
,g¡ Qj o 5
E c."g o
j1NCUNA~o,) ANTE~;;:~""°'
·;;:~ ... ·5
o Q) El
NCLINACION POSTERIOR~
:E "O ' i Inclinación posterior

B _ so
(/)
e: o 40
·O "O
,g ·¡:; ~ 30
e:~ El
Q) :J -
·-o (1J
20
E·- ...
·- t:: o 10 t
~<V E FLEXIÓN
:E~~ o EXTENSIÓN
Q) o
"O
o>< ·10 ~
º -20

FIGURA 15.1 5. Rol<lción angul:ir en el plano s.1gital de

e -70
(/) la peh-is (A}, cadera (B), rodilla (C) } tobillo (D)
e: o durante un c1do de la marcha.
·O "O 60
o·- <V
-
e: -~ ...
O>
50
Q) :J -
·-o (1J 40
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'> ~
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Q) l!!
"O Q) 10
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e: (i) 30
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Q) '3 ,910
·- o
E·- o
·- t::
~ (1J
=
:o o
:E~ ,g -10
~ Qi-20
"O
·30
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Porcentaje del ciclo de la marcha
546 Sección/\! Exrrcm1dadcs 111feriorcs

lar. Aunque la rotación angular articular se produzca sobre
wdo en el plano sagital, un movimiento importante aunque
de menor magnitud se produce en los planos frontal y hori-
zontal.
La cinemática de la marcha se describe en el
• Plano sagital
• Plano frontal
• Plano horizontal
Con frecuencia, se describe la rotación angular que se pro-
duce en la propia articulación (es decir, el movimiento relativo
de un hueso en comparación con olro). En algunos casos (p.
ej., para el movimiento en el plano sagital de la pelvis), se des-
cribe el movimienl o del hueso en el espacio sin tener en
cuenta los otros huesos que forman las articulaciones adya-
centes. El lector debe, por tanto, tener cuidado de reconocer
cuándo una exposición se refiere a la cinemática articular
y cuándo a la cinemática de los huesos.
Cinemática en el plano sagital
El movimiento en el plano sagital de la pelvis es pequeño }' se
describe aqu! como el movimiento de la estructura ósea en si.
Por el contrano, la cinemática en el plano sagital de la cadera
rodilla, tob1llo }' primera articulación metatarsofalángica es d~
mayor magnitud }' se describe como mo\•imiento anicular. En
este apartado, como en todo el capítulo, el ciclo de la marcha
se describe desde el contacto del talón derecho hasta el
siguiente contacto del talón derecho.
Pelvis. El movimiento de la pelvis en el plano sagital se
describe en términos de inclinación pélvica anterior y poste-
rior sobre un eje medial-laLeral (\'er Cap. 12). La posición neu-
lra de la pelvis se emplea como reíerencia. Esta posición
neulra (O grados) se define como Ja oriemación de la pelvis en
una postura ele bipedestación relajada. Como la pelvis es una
estructura relativamente rígida , se considera que ambas cres-
tas ilíacas se mueven juntas. Durante la marcha a velocidad
normal, el grado ele inclinación pélvica anterior)' posterior es
pequei'lo (es decir, un total de unos 2 a 4 grados). Aunque el
movimiento de la pelvis se describe como el de una estructura

Hombres
-normales Lado sano Lado fusionado

~~l ºj- - - '""'""' -------- to

· -- Hombres
~
15 ~ pélvica
15
1-
<:: 30 30
q:
(ij <::
;t:: 'O
en 45 45
(IJ ><
UJ
Cadera
UJ
o ii 30 30
e: <::
(IJ 15 Hombres 15
Q. '0 con cadera
Fusionada Sana Sana Fusionada Q) ~ o fusionada o
e: ~ 15 15
A Q)
~ Hombres
UJ normales
o
"O
...en
(IJ <:: 70 Rodilla 70
'O
FIGURA 15.16. Diagrama del cuerpo (A) y media e: ><
UJ
de los patrones cinemáticos en el plano sagital (B) ...
Q)
ii 40
40
de hombres con artrodesis unilateral de cadera ~ <::
::s '0
(lineas rojas) en comparación con hombres con un (,)

movimiento normal de cadera. La falta de movili- :e ~ 10

dad de una cadera afecta drásticamente al movi-
(IJ
~ 10
e:
miento de la pelvis, la rodilla ipsolateral y la cadera ·O
·e:; ~
contralateral. Efectos menos significati\·os se apre-
cian en la rodilla comralateral )' en ambos tobillos. -
(IJ

o Tobillo

~~ º~ ~ J\r~:,
Esta figura muestra cómo la alteración (reducción a: <::-J
de la movilidad de la cadera). que afecta a una sola '2~
articulación, afecta al movimiento de las otras arti- t'.1~ >< <::
t¿jq:1 5
culaciones. (f\lodificado de Gore DR. Murray MP, ¡tc::i ii~
Sepic SB, Gardner GM: Walking patterns of men
with unilateral surgical hip fusion.} Bonc )oint Swg Fase de Fase de
57A:759,1975.) Sana oscilación Fusionada oscilación
0% 100% 0% 100%
B Ciclo de la marcha Ciclo de la marcha

· P u Ñ ro D E I· Ñ T E Ii É 5•,.11 s .3
Movimiento pélvlco anorma l como Indicador
de patología de la cadera
Aunque es poco habitual que se den casos de fusión completa de
cadera, la amplitud limitada del movimiento de la cadera por
trastornos ortopédicos o neurológicos no es rara. la retracción
de los flexores de la cadera, que limita la extensión articular,
puede estar presente en ancianos con una contractura por flexión
de la cadera, así como en personas con parálisis cerebral y
espasticidad de los flexores de cadera. El movimiento limitado de
la cadera tal vez esté también presente en personas con
osteoartritis avanzada. Clínicamente, el movimiento pélvico se
evalúa durante el análisis de la marcha porque la inclinación
excesiva de la pelvis es una clave de una posible patología que
limite el movimiento de la cadera.
11desprendicla» independiente, este peql..1eño movimiento se
produce en ambas caderas (ílexión/extensión ele la pelvis
sobre el fémur) y en la articulación lumbosacra (flexión/exten-
sión de la pelvis sobre la columna lumbar).
El patrón de movimiento de la pelvis a lo largo del ciclo de
la marcha se parece a una onda de seno con dos ciclos com-
pletos (Fig. l 5.15A). Durante el contacto del talón derecho
con el suelo, la pelvis está casi neutra. Del O al 10% del ciclo
de la marcha. periodo de apoyo bipodal, se da un pequeño
grado de rotación (inclinación) péh-ica posterior. luego, la
pelvis comienza a inclinarse en sentido anterior durante el
periodo de apoyo monopodal, alcanzando una posición de
ligera inclinación pélvica anterior justo después del punto
medio de la fase ele apoyo (30% del ciclo de la marcha) En la
segunda mitad de la fase ele apoyo, la pelvis se inclina en sen-
tido anterior hasta justo después del despegue de los dedos
del pie. Durante la oscilación inicial y media (60 a 87% ele la
marcha), la pelvis de nuevo se inclina en sentido anterior antes
de empezar a rotar en dirección posterior durante la oscilación
terminal.
En general, el movimiento pélvico aumenta cuando la velo-
cidad ele la marcha también lo hace.34 Sin embargo, se ha
apreciado variabilidad en el grado, sincronía )'dirección de la
inclinación según la velocidad de la marcha. la mayor magni-
tud de la inclinación pélvica a una velocidad de marcha rápida
sirve para aumentar la longitud funcional de la pierna, lo cual
a su vez sirve para aumentar la longitud del paso.
la inclinación en el plano sagital de la pelvis durante la
marcha está causada por la suma de las fuerzas activas y pasi-
vas producidas por la cápsula de Ja articulación coxofemoral y
los músculos flexores y extensores de Ja cadera. En situaciones
patológicas, las personas con contracturas acusadas en flexión
de cadera muestran una inclinación anterior exagerada de la
pelvis en la segunda mitad de Ja fase de apoyo (es decir, entre
el 30% y el 60% del ciclo de la marcha). la gran tensión
pasiva de las estructuras anteriores acortadas de la pelvis crea
una poderosa tendencia a la inclinación anterior. a menudo
asociada con un aumento de la lordosis lumbar.
1
Cc1111t11/11 15 rt11cs10/og1a ele lt1 11wrc!111 547
Cadni.l . A una velocidad habitual de marcha, la cadera
; está flexionada unos 30 grados durante el contacto del talón
con el suelo (Fig. l 5. l 5B). Mientras el cuerpo se mueve hacia
delante sobre el pie fijo, la cadera se extiende. la extensión
máxima de la cadera de unos 10 grados se consigue antes del
despegue de los dedos del pie. La flexión de la cadera se ini-
cia durante la preoscilación y la cadera adopta unos O grados
de flexión/extensión hacia el despegue de los dedos del pie
(60% del ciclo). Durante la fase de oscilación, la cadera se fle-
xiona más para llevar la extremidad inferior hacia delante
para el siguiente contacto del pie. La fl exión máxima (un
poco más de JO grados) se consigue justo antes del contacto
del talón. Nótese que durante el contacto del talón la cadera
ya ha empezado a extenderse en preparación de la aceptación
del peso. En general, unos 30 grados de ílexión y 10 grados
de extensión, desde la posición anatómica neutra, se necesi-
tan en la cadera para una marcha normal. Como para tocias
las articulaciones ele las extremidades inferiores, la magnitud
del movimiento ele la articulación coxofemoral es proporcio-
nal a la velocidad de la marcha.
Puede parecer que las personas con movilidad limitada de
la cadera caminan sin desviaciones de la marcha. El movi-
miento de la pelvis y la columna lumbar. que compensan la
reducción del movimiento de la cadera, tal vez no se aprecie.
la extensión aparente de la cadera se consigue mediante una
inclinación pélvica anterior y el aumento asociado de la lordo-
sis lumbar. Por el contrario, una inclinación pélvica posterior
acompai'tada de aplanamiento de la columna lumbar se tra-
duce en una aparente flexión de cadera. Para andar, Las perso-
nas con una cadera fusionada (anquilosada) recurren a una
inclinación anterior y posterior exagerada para compensar la
ausencia de movilidad coxofemoral (Fig. 15.16). Como los
movimientos de la pelvis y la columna lumbar están mecáni-
camente vinwlados con la articulación sacroilíaca, la inclina-
ción pélvica exagerada puede incrementar la tensión de la
columna lumbar. Estas tensiones terminan a veces por irritar
las estructuras ele esta región, lo cual causa lumbalgia.
Rodilla. El patrón cinemático de la rodilla es un poco más
complejo que el de la cadera (Fig. 15.15C). En el contacto del
talón, la rodilla está a unos 5 grados de flexión y sigue flexio-
nándose otros 10 a 15 grados adicionales durante el L5% ini-
cial del ciclo de la marcha. Esta ligera flexión de rodilla, con-
trolada por la acción excéntrica del cuádriceps. sirve al
propósito de amortiguar los choques y aceptar el peso cuando
éste es transferido progresivamente a la extremidad inferior de
referencia. Después de la flexión inicial. la rodilla se extiende
hasta alcanzar casi la extensión completa en la fase de despe-
gue (40% del ciclo de Ja marcha). En este punto la rodilla
comienza a flexionarse hasta unos 35 grados de flexión en el
momento de despegue de los dedos del pie (60% de La mar-
cha). la flexión de rodilla máxima de unos 60 grados se adopta
al comienzo de la osci lación media (73% de la marcha). la fle-
xión de la rodilla durante la oscilación inicial sirve para acortar
la JongiLUd de la extremidad inferior, facilitando el levanta-
miento de los dedos del suelo. Durante la oscilación media y
548 Sat11111 11 · l:x11r1111cl<1<k, rn/<'11t11ó
terminal, la rodilla se extiende hasta casi la exlensión completa
como preparación para el contacto del talón con el suelo.
La función nonnal de la rodilla durante la marcha a nivel
sobre una superficie plana requiere una ampliLud del movi-
miento desde casi la extensión compleLa hasLa unos 60 grados
de flexión. La limiLación ele la extensión de la rodilla (es decir,
contractura en flexión ele la rodilla) supone una pierna funcio -
nalmeme más cona. que afecta a la cinemática de la pierna de
apoyo y la pierna oscilante. La piernf\ de apoyo, que no llega
a la extensión compleLa de rodilla, debe adoplar una posición
«agachada». que afecla a la cadera, la rodilla}' el LObillo, y la
pierna oscilante necesita mayor flexión de la rodilla }', posible-
mente de la cadera, para que los pies no rocen el suelo. La lon-
gitud funcio nal anómala de la pierna también implica un
movimienLo excesivo del CM y del tronco, lo cual aumenta las
demandas meLabólicas ele la marcha. Una poslllra flexion ada
de la rodilla durame la marcha también aumenla la demanda
muscular sobre los extensores de la rodilla, lo cual incrementa
el coste metabólico.
La falta de suficiente flexión de rodilla durame la fase de
oscilación de la marcha interfiere con el levanLamiemo de los
dedos del suelo mientras el pie se mueve hacia delante. Para
compensarlo, la cadera debe flexionarse en exceso. Si Ja rodi-
lla se inmoviliza en extensión completa con una onesis o un
yeso, se requieren compensaciones más e\·idenles, como ele-
vación y ci rcunclucción ele la cadera.
Tobillo. En el LObillo, el contacLo del talón con el sucio se
produce con la articulación tibiotarsiana en ligera flexión
plantar (entre O )' 5 grados) (Fig. 15. 150). Poco después del
contacto del talón (el primer 8% del ciclo de la marcha), el pie
se apora plano sobre el suelo mediante el mo\'lmiento de fle-
xión plantar controlado excéntricamente por los flexores dor-
sales del wbillo. Luego, se producen hasta lO grados de fle-
xión dorsal del LObillo mientras la tibia se mueve hacia delante
sobre el pie fijo en el suelo (del 8 al 45% del ciclo de la mar-
cha). Poco después del despegue del talón (40% del ciclo ele
la marcha), el tobillo in icia la ílexión plan1ar, llegando a un
máximo de 15 a 20 grados de fl exión plantar justo después del
despegue de los dedos. Durante la fase de oscilación, el tobi-
llo se mueve ele nuevo en flexión dorsal hasta una posición
neutra que permita separar los dedos del suelo.
L1 velocidad media de la marcha requiere unos 10 grados
de flexión dorsal y 20 grados de flexión planlar. Resulta ime.-
resame que se necesite mayor ílexión dorsal durante la fase de
apO}'O que durame la fase de oscilación de la pierna. De forma
parecida a la rodilla y la cadera . ll\ limitación del movimiento
del tobil lo deriva en un patrón anormal de la marcha. Por
ejemplo, la limitación de la ílexión plamar del LObillo puede
reducir el despegue, lo cul\I es posible que derive en una
menor longitud de paso.
Por el contrario, Ja falta de una flexión dorsal adecuada
durante Ja fase de apoyo, debido a la tensión del tendón de
Aquiles, por ejemplo, puede causar un despegue prematuro del
Lalón, lo cual deriva en una marcha tipo «reboLe» . La flexión
dorsal limitada tal vez derive en una longitud ele paso más cona
Resumen de la cinemática en el plano sagital
Varios principios gobiernan el movimiento en el plano sagital de
las articulaciones de las extremidades inferiores. En el contacto
del talón con el suelo, las articulaciones de la extremidad inferior
se alinean para «adelantarse» o elongar la extremidad inferior
con el fin de que el pie se pose en el suelo. Poco después del
contacto del talón, la flexión controlada de la rodilla y la flexión
plantar del tobillo amortiguan el choque para que el peso se
acoja con suavidad. Todas las articulaciones de la extremidad en
carga se extienden para sostener el peso del cuerpo a la altura
necesaria de modo que el pie de la pierna contralateral se separe
del suelo. Durante la fase de oscilación, todas las articulaciones
de esa pierna participan en el acortamiento de la extremidad
inferior para adelantar el pie sin tropezar con el suelo. Durante
la oscilación final, la extremidad inferior se vuelve a «adelantar»
para el siguiente contacto del talón con el suelo.
El nivel de control de las extremidades inferiores durante la
marcha es notable.9s Durante la oscilación, el pie suele
levantarse (la distancia mínima entre los dedos del pie y el
suelo) sólo 0,8 a 0,9 cm. Esta elevación mínima se produce
durante la oscilación media, cuando el pie ofrece la máxima
velocidad horizontal lineal (4,5 m/s). La transición de la fase de
oscilación a la fase de apoyo también se controla
asombrosamente bien. Para que el contacto con el suelo sea
suave, la velocidad vertical clel talón se reduce justo antes del
contacto a sólo 0,005 m/s. Este nivel de control es la base del
argumento contra el término «golpeo» del talón para describir el
contacto controlado del talón con el suelo. Otra prueba de este
control durante la marcha es la ligera separación entre el borde
de los escalones y el pie durante el descenso de las escaleras.7ª
porque el cuerpo «rebota» en exceso arriba y abajo en vez tic
moverse hacia delante. El patrón ele Ja marcha puede compen-
sar en parte la limitada ílexión dorsal del tobillo. Con la abduc-
ción excesiva del pie, el cuerpo }' la pierna pivotan sobre el
borde medial del pie en la segunda mitad de la fase de apoyo.
Aunque la abducción del pie (aumento del ángulo del paso)
reduce la necesidad de ílexión dorsal del LObillo, aumenta la
tensión sobre las estructuras mediales del pie)' el tobillo.
En los casos extremos donde se aprecia deformidad en pie
equmo (es decir, flexió n planLar fija del tobillo), se puede
caminar sobre los dedos hiperexLcnd idos )' el talón nunca
entra en comacto con el sucio. Esta afección se observa con
más frecuencia en las personl\S con parálisis cerebral.
La ílexión dorsal limitada del tobillo imerfiere también con la
elevación de los dedos del pie duramc la fase de oscilación. Para
compensarlo, tal vez haya que aumentar la ílexión de la rodilla
y/o cadera. La flexión dorsal limitada durante la oscilación puede
deberse a acortamiento de los ílexores plamares, espasticidad de
la pantorrilla, o debilidad de los flexores clorSc-tles del tobillo.
Primera articulación tar-.omc tatarsinna. Esta articul:i-
ción, CU)'a función se describe en el Capítulo 14, tiene un

ligero grado ele ílcxión plantar y ílexión dorsal que com ribuye
a la ílexibilidad general del arco longitudinal medial del pie
durante la marchn.211
Primera art icu lación nH:ta1arso fa langica. La aniculiición
metatarsofalángica (MTF) del dedo gordo es crucial para la
marcha normal. Durante el contacto del talón, la articulación
MTF se halla en ligera hiperextensión. Poco después del con-
tacto del talón y hasta el despegue del talón, la articulación
MTF está en una posición relativamente neutra. Entre el des-
pegue del talón hasta justo antes del despegue de los dedos. la
articulación MTF se hiperexticnde unos 45 a 55 grados. (Es el
ángulo medido entre el eje longitudinal del primer metatar-
siano )' la falange proximal del dedo gordo. 3~) Durante la parte
final de In fase de apoyo y la oscilación imcial, la aruculación
se ílexiona y vuelve a la posición neutra.
La hiperexLensión limitada de la articulación MTF debida a
una lesión de los tejidos blandos, como un esguince (dedo de
fútbol americano) o degeneración de la articulación (hallux
rigiclus), suele causar una exagerada marcha con abducción de
los pies. Una consecuencia de este patrón de marcha anormal
es un despegue menos eficaz. La abducción excesi\'a del pie
también crea un aumento de la tensión de las estructuras
mediales de la rod illa y el pie, incluido el dedo gordo, como
se dijo antes.
Cinemática en el plano frontal
Las rotaciones articulares en el plano fro111a l son de menor
FIGURA 15.17. Movimiento de la cadera>' la peh·is en
el plano íromal en todo el ciclo de la marcha 1mrní11-
A ·Altura de la cresta
dosc con el contacto del talón derecho. A. J\.luestra
que. durante la íiise de apoyo de l:i extremidnd dere-
cha, la cresta ilían1 izquierda suele descender antes ele
ascender progresh·ameme al final ele la fase ele apO)'O.
La cresta ilíaca 1zqu1erda rel:iuvamente más ah¡¡
duramc la fase de oscilación de la extremidad derecha
refleja el descenso de la cresLa ilraca derecha mando el
pie derecho est<i oscilando. 13, J\.luestrn el 1110\'im1cn10
de la aniculación coxofemoral en el plano frontal. que
B
corresponde al movimiento en el plano front:il de la
pelvis )' el Íén11.1r. (Dmos de Ounpuu S: Clinirnl gaiL
anal}'Sis. En Sp1\·ack BS (ed): El'Crlucllion cmd
1'vlcu1e1gcmc11t of Gciit Disordc1s. Nueva York, ~larcel
Dekker. 1995.)
l11¡111ulo 15 L111r-111/o,1.:1u ilr /11 111urcl111 ,.549
~\mr
amplitud en com paracil~ n con las de l plano sagital. Sin
embargo, estas rotaciones son imponames, sobre todo en las
aniculac1ones coxofemoral )' subastragalina.
Pelvis. 1::1 mo,·imicmo en el plano fronta l ele la pelvis
durante la marcha se obscn·a mejor por delante o detrás, fiján -
dose en Ja elevación y caida de las crestas ilíacas. L'l amplitud
total del movimiento de la pel\'is es de unos l O a 15 grados
como resultado de la abducción y aducción ele la peh-is sobre
el fémur (cadera) de la extremidad en carga. Durante la recep-
ción del peso sobre la extremidad inferior derecha (es decir,
los primeros l 5% a 20% del ciclo de la marcha). la pelvis del
lado oscilante (izquierdo) desciende debido a la aducción de
la pehris sobre el fémur de la cadera de aporo derecha (Fig.
15. 17A). Emre el 20% )' el 60% del ciclo de la mnrcha, la
cadera de apoyo derecha se mueve progresivamente en abduc-
ción, con lo cual se eleva la cresta ilraca izquierda (pierna en
fase de oscilación). Durante la mayor parte de la fase de osci-
lación derecha, la cresta ilíaca derecha desciende progresi\'a-
mcnte como consecuencia de la aducción de la pelvis sobre el
fémur izquierdo en apoyo.
Cadera. El patrón de elc\'ación )' descenso de las crestas
1llacas reílqa el movimiento en el plano frontal (Fig. 15. 1713).
Durante la fase de apoyo. el movimiento ele la <:adera en el
plano frontal es producto casi exclusi\'O del movimiento de la
peh-is sobre el fémur (\'er Cap. J 2, mO\imiemo de la pclns
sobre el fém ur). Duramc la fase de oscilación, el movimiento
Cinemática de la pe!Yis ) la cadera !plano frontal)
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
-g. -
1J l1lCI)
5
·-o o
:l ·- "O o
o~ l1l
: : •G> ....
.a o. C')
o - -5
o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Porcentaje del ciclo de la marcha
550 Sm.1011 IV Extre111iclcuks 111fc11wn

Causas posibles del movimiento excesivo de la pelvis el cuadrado lumbar de la pierna oscilante y posiblemente los
en el plano frontal abdominales y extensores de la espalda del lado de la pierna en
El movimiento excesivo en el plano frontal de la cadera ortostática fase de balanceo.
es bastante corriente, lo cual causa desplazamientos mediales- Una diferencia significativa en la longitud de la pierna también
laterales excesivos en el CM. Hay al menos tres razones que afecta al movimiento de la pelvis en el plano frontal. La
provocan el movimiento excesivo de la pelvis y la cadera en el discrepancia en la longitud de las piernas puede ser grave,
plano frontal: debilidad de los músculos abductores de la cadera, secundaria a una fractura del fémur o coxa valga unilateral, o
reducción o «acortamiento» de la pierna en fase de oscilación, y puede ser ligera (<0,5 cm) debido a una variabilidad natural.
discrepancia en la longitud de las piernas. Durante períodos de apoyo bipodal, la cresta ilíaca de la pierna más
El descenso de la cresta ilíaca contralateral (aducción de la larga se sitúa más alta que la cresta ilíaca de la pierna más corta.
cadera) durante el apoyo inicial suele controlarse por una Esta oblicuidad pélvica, que se produce en cada ciclo de la marcha,
activación excéntrica de los músculos abductores de la cadera de conlleva un aumento de la lateroflexión de la columna lumbar.
la pierna en carga. El momento inadecuado de abducción de estos
músculos suele derivar en un movimiento excesivo en el plano
frontal durante la fase de apoyo. En apoyo monopodal, una
persona con debilidad moderada de los abductores de la cadera
muestra un descenso excesivo de la pelvis del lado de la pierna
oscilante (Fig. 15.18). Esta acción se refiere como un signo de
Trendelenburg positivo. Por lo general, la debilidad de los
abductores de la cadera, sobre todo si es grave, se compensa con
la inclinación del tronco hacia el lado del músculo debilitado
durante cualquier actividad de apoyo monopodal, bien de pie o
caminando. Durante la marcha, se llama marcha de Trendelenburg
«compensada» o cojera del músculo glúteo medio. La inclinación
del tronco hacia el lado de la debilidad reduce las demandas del
momento externo, debido al peso del cuerpo. sobre los músculos
abductores de la pierna de apoyo.
Otra desviación que se observa al mirar el movimiento de la
pelvis en el plano frontal se llama elevación pélvica. Esta elevación
del lado de la pierna oscilante compensa la incapacidad de la
rodilla y/o el tobillo de la extremidad inferior para acortar lo
bastante la extremidad como para que se separe
el pie del suelo. El ejemplo clásico es andar con una ortesis de
rodilla, que mantiene la rodilla en extensión completa. La
elevación de la cadera se describe con mayor precisión como FIGURA 15.18. El descenso excesivo de la cresta ilíaca derecha e
la elevación excesiva de la cresta iliaca en el lado de la pierna inclinación del tronco hacia la pierna izquierda en apoyo son
oscilante. La elevación es producto de la abducción de la pelvis característicos de la debilidad del mllsculo glúteo medio izquierdo.
sobre el fémur en carga. Los músculos implicados en este (De Calve J, Gallarnd M, De Cagny R: Pathogenesis of the limp due
movimiento son los abductores primarios de la pierna en apoyo, to coxalgia: The amalgic gaiL.) Bo11e Joi111 Surg 2IA:12, 1939)

de la pelvis y el movimiemo libre del fémur comribuyen a que
la articulación coxofemoral vuelva a su posición neutra en el
plano fromal.
Rodilla. Dada la geometría anicular y los poderosos liga-
mentos colaLerales, la rodilla es estable en el plano frontal. Se
dan pequei'los grados de movimiemo angular pero son muy
difíciles de cuantificar. Los clavos insenos en la corteza del
fémur y la Libia muestran que a una velocidad de marcha de
1,2 m/seg, se aprecia una media de 1,2 grados de abducción
(valgo) de la rodilla en el momento de comacto del talón (Fig.
15.19).H Este alineamiento se mamiene sin cambio durame la
fase de apoyo. La rodilla suele moverse en abducción unos 5
grados adicionales durante la oscilación inicial. Esta abduc-
ción máxima se produce cuando la rodilla está en un ángulo
casi máximo de ílexión en el plano sagital. La rodilla vuelve a
una posición de ligera abducción antes del siguieme contacto
de talón. Las alteraciones osteoartríticas avanzadas y los aline-
amientos anormales de la extremidad inferior (p. ej., genu
valgo) pueden afectar al movimiento de la rodilla en el plano
fronLal.
Tobillo (articulación tibiotarsiana). El movimiento pri·
mario de la articulación LibioLarsiana es la ílexión dorsal/íle-
xión plantar. Aunque, como se describe en el Capítulo 14, el
tobillo se mueve en eversión y ligera abducción durame la fle-
xión dorsal, y se mueve en inversión y ligera aducción durante
la ílexión plamar, estos movimiemos secundarios en los pla-
nos fromal y horizontal son muy peque11os y aquí se pasarán
por alLo.
 Cc1p1wl1• 15 Cinrsíologw <Ir la 11wrd1ct 551

C inemática de la rodill<t ( phmo frontal)

\
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
e
·O
'ü
<V-
:;~ 10
t
~~
IV O> 5
ABDUCCIÓN (VALGO) ,

..!!! ';'
Q)
'C
=
=t;
.se º
~..!!! ADUCCIÓN (VARO)
·e Q) -5 ~
·- 'C
>
o
:E o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 6 = Ángulo de la articulación
Porcentaje del ciclo de la marcha subastragalina en el plano frontal
FIG URA 15.20. Método para medir el movimiemo del retropié (arti-
FIGURA 15.19. Movimiento angular de la rodilla en el plano fromal.
culación subastragalina) El ángulo ele inversión/eversión. establecido
La linea roja es el promedio de cuatro de las cinco personas. Las
con las lineas que biseccionan la pierna y el calcáneo, se miele como
líneas grises son Jos datos de esas personas. (Datos de Lafortune MA.
un indicador simplificado del grado de pronación/supinación del pie.
Ca,·anagh PR, Sommer 111 HJ , Kalenak A: Three-dimensional kine-
Esta medición puede hacerse usando un sistema de video.
matics of the human knee cluring walking.) fJiomech 25:347, 1992.)
(Modificado ele McClay 15: The use of ga1t analysis Lo enhance the
undcrstanding of running injuries. En Craik RL, Oatis CA (cds): Gc1it
Pid an iculación subastragalina. Los movimientos tripla- Analysis: Thi:ory t111CI Applirnlion. 51. Louis, Mosby, L995.)
nares de pronación y supinación se producen por la interac-
ción de las articulaciones subastragalina y transversa del tarso. marcha varía según las técnicas y preferencias en las medicio-
La pronación combina com ponentes de eversión, abducción y nes. Reischl y colaboradores.7º mediante un modelo tridimen-
ílexión dorsal; la supinación combi na inversión, aducción sional del pie, informaron ele un promedio máximo ele prona-
y flexión plantar. Este capítulo considera que los movimientos ción de 10,5 ± 3,4 grados, entre el 26,8 ± 8,7% del ciclo de la
en el plano frontal de eversión e inversión de Ja articulación marcha, en una muestra de 30 personas.
subastragalina representan los movimientos más globales de El movimiento de pronación/supinación del pie durante la
pronación y supinación del pie, respecLivamente. Los movi- marcha se acompaiia ele cambios en la altura del arco longitu-
mientos subastragalinos suelen medirse como el ángulo entre dinal medial del pie. Una revisión detallada de la ci nesiologfa
la cara posterior del calcáneo y la cara posterior de la pierna y función del pie, que incluye la elevación y depresión del
(Fig. 15.20). arco longitudinal medial durante la marcha, se ofrece en el
La articulación subastragalina está unos 2 a 3 grados de Capítulo 14.
inversión en el momento del contacto del Lalón (Fig. 15.21).
lnmediatamenLe después del contacto del talón, comienza la
rápida eversión del calcáneo y sigue hasta el punto medio de
la fase de apoyo (30% al 35% del ciclo de la marcha), donde
se llega a una posición de eversión máxima de unos 2 grados.
En ese momento, la articulación subastragalina invierte su Resumen de la cinemática en el plano frontal
dirección de movimiento e inicia la inversión. Por lo general, La mejor localización para observar la cinemática en el plano
se llega a una posición neutra relativa del calcáneo en torno al frontal de las articulaciones de las extremidades es por detrás.
40-45% del ciclo de la marcha, aproximadamente en la fase de El movimiento de la cadera desempeña un papel importante en
despegue del talón. Entre el despegue del talón y el de los la reducción del desplazamiento vertical del CM del cuerpo. La
dedos del pie, la inversión del calcáneo continúa hasta alcan- rápida pronación (eversión) del pie después del contacto del
talón ofrece una estructura flexible y adaptable para el contacto
zar un valor de unos 6 grados de inversión.14 Durante la fase con el suelo. Más adelante en la fase de apoyo, entre el despegue
de oscilación, el calcáneo vuelve a una posición de ligera del talón y de los dedos del pie, la inversión del calcáneo
inversión como preparación del siguieme contaclo del talón. asociada con la supinación del pie ofrece una estructura podal
Este patrón de movimiemo suele aceptarse en la lileratura; sin más rígida que ayuda a impulsar el cuerpo hacia delante.
embargo, el grado registrado de pronación del pie durante la
552 Scrcic}n I \' Ext rcmidadcs i11/crinrcs

C inemática de la arliculación subaslragalina (plano frontal) permitían a las cámaras de vídeo seguir el movimiento ele los
huesos. En algunos estudios se observó sólo el movimiento de
las estructuras óseas en el espacio; otros estudios describieron
el movimiento relativo que se produce en la misma anicula-
ción.35.H
En el apartado siguiente, la rotación ele la pelvis, el fémur y
la tibia describe el movimiento en el plano horizontal del
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 hueso en sí. Por el contrario. el movimiento ele b cadera y la
rodilla describe la rotación de estas articulaciones. La rnayorla
de los estudios que describen Ja cinemática en el plano hori-
zomal implican a un gran número de personas jóvenes y
sanas. En consecuencia, la generalización a una población más
+ amplia y a una población con desviaciones ele la marcha debe
INVERSIÓN
hacerse con cien o grado de reserva.

Pel" is. Durante la marcha, la pelvis gira en el plano hori-

EVERSIÓN
t siguiente de la rotación péh'ica se basa en una ,·isla craneal del
10 20 30 40 50 60 70
Porcent aje del ciclo de la marcha
FIGURA 15.21 . Inversión/eversión del calcáneo en el plano fron tal
como indicador del movimiento de la articulación subastragalina
durante la marcha. (Datos de Cornwall MW, McPoil TG: Three-
dimensional movement oí the foot during the stance phase oí wal-
king. j J\111 Podiatr Med Assoc 8956, l 999.)
Cinemática en el plano horizontal
La información acwalmeme disponible sobre la cinemática de
la extremidad inferior en el plano horizontal procede de un
número limitado ele eswclios. Para mejorar la precisión ele las
mediciones, los investigadores han fijado en ocasiones clavos
rígidos de metal en la pelvis, fémur y tibia ele los pacientes.
lnsertos en estos clavos de metal se pusieron marcadores que
zontal sobre un eje vertical ele rotación que atrnviesa la articu-
lación coxofemornl de la pierna en carga. La descripción
ciclo de la marcha de la extremidad derecha. En el contacto
80 90 100 del talón derecho, la espina ilíaca anterosuperior (E IAS) dere-
cha está adelantada en comparación con la Elr\S izquierda.
Durante el 15-20% inicial ele la marcha, se produce la rornción
sinistrórsum ele la pelvis (Fig. 15.22). Durante el resLO de la
fase de apoyo sobre la extremidad in íerior derecha. se produce
una rotación dextrórsum mientras la ElAS izquierda se ade-
lanta progresivamente junto con el pie avanzado de la pierna
izquierda oscilanle. Durallle Ja oscilación ele la extremidad
infe rior derecha, la ElAS derecha se adelama ele modo progre-
sivo. Durante el ciclo ele la marcha, la pelvis gira 3 a 4 grados
en ambas direcciones. Se produce un mayor grado de rotación
ele la pelvis al aumentar la velocidad de la marcha para incre-
mentar la longitud del paso.
Fémur. Después del contacto del talón, el Íérnur gira inter-
nameme durante el primer 15-20% del ciclo ele la marcha (ver
Fig. 15.22). En torno al 20% del ciclo de la marcha, invierte

4 Fase de apoyo _ __.

l+l
Pelvis Interna
Rotación
FIGURA 15.22 . PaLrón ele mo\'imícmo de la
interna

Fémur
r
Rotación
pelvis, íérnur >' tibia en el plano horizomal.
El patrón de movimiento es parecido para
las tres estructuras óseas, con una amplitud

Rota ción
externa
Tibia !
Externa
(- )
progresivamente mayor del movimiento
para las estructuras más distales. En el caso
de la extremidad iníerior derecha, el mo,·i-
miento en sentido horario corresponde a
la rotación externa. (De Mann RA: Bio-
mechanics oí the íoot. En American

! ! i,!,! ,i !
o 20 40 60 80
Porcen laje del ciclo de la marcha
100
Acaclemy of Onhopeclic Surgeons (cd):
Atlas of Or1/101ics: Biomechcmiwl Principies
and Application. St. Louis, Mosby, 1975.)
 Ú1f>ll11/c1 15 <.c11nwlc>,«W 1/« lo 111111..:lw 553

la dirección }' gira externamente hasta poco después del des- Ci nemática ele la rodill a ! pla n o ho ri zontal >
pegue ele los dedos del pie. La rotación interna del fémur se
produce durante la mayor parte ele la fase de oscilación. En
conjunto, el fémur gira unos 6 a 7 grados en cada dirección
durante la marcha.11

rib ia. El patrón ele movimiento de la Libia es muy parecido .......

.....
al movimiento descrito para el fémur (ver Fig. 15.22). La rnag- ::1 o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
niwd de la rotación es unos 8 a 9 grados en cada dirección. e: E
•O ·Q>
·¡:;=
ro ro
10

Cadera. El fémur y la peh-is gmm al mismo tiempo. En el :; o

-~ t) 5
contacto del talón derecho. la cadera derecha adopta una ligera t: Q)
ro a.-
rotación externa basada en la posición posterior relativa de la ro fil~
- ..... "C
EIAS contralateral (izquierda) (Fig. l 5.23). Se produce una a> rora 0
"C ·- .....
rotación interna neta ele la cadera derecha durante la mayor 0:9~
-1-
c: ._.. .5
pane de la fase ele apoyo de la extremidad in ferior derecha ROTACIÓN EXTERNA
-~..!!! t
miemras la EIAS comralmeral (izquierda) se desplaza hacia E=
delante. Se logra una posición de rotación imerna máxima en ·:;o -g. . . · 10
el 50% ele la marcha. La rotación externa de la cadera derecha ~~
se produce desde el 50% de la marcha hasta el punto medio ele Q) o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
"C
la fase ele oscilación, mientras la pierna derecha se leYanta }" Porcentaje del ciclo de la marcha
mueve hacia delante. Desde el punto medio de la fase de osci- FIGURA 15.24. l\lo,·imiemo angular de la rodilla en el plano honwn-
lación hasta el contacto del talón derecho se produce un ligero ial La línea roja es d promed1~) d.: las cmco personas. L1S !meas gn-
grado de rotación interna de la cadera derecha.1H scs son los datos indi\'1dualcs de cada persona. (Datos de Lal01 tune
1\lt\, Gwanagh PR, Sommer 11 1 l IJ, l<alcnak A: Three-dimens1onal
Rodilla. En el momemo del contacto del talón, la rodilla está kincmatics oí thc hum;in knce dunng \\'rllking . .J Bíomcch 25: 3'17,
1992.)
en una posición de 2 a 3 grados ele rotación externa relativa (es
decir, la tibia está en rotación externa respecto al fémur).
Durante la fase ele apoyo, la rodilla gira interna y progresiva-
mente en virtud de la ma}'Or rotación interna de la tibia en com-
paración con el fémur. Hacia el despegue de los dedos del pie, la
C inc1mllica ele la c:idera (plano horizonlal )
rodilla se aproxima a unos 5 grados de rotación interna relauva.
Una vez más, la libia se considera respecto al fémur. Durante la
fase de oscilación, la articulación gira externamente como prepa-
ración para la siguiente fase de contacto (Fig. 15.24).H
La inLerrupción de la sincronía del movimienLo entre la
tibia)' el fém ur (p. ej., como resultado de la pronación exce-
siva del pie) puede causar gonalgia clurame la marcha o en
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 cnrrera. La validez ele esLe concepto queda en entredicho por
e '
·O la dificultad para medir con precisión la rotación de la rodilla
·u - 10 en el plano horizontal durante la marcha.
ro"'
:; o t
u "C ROTACIÓN INTERNA
'f ~ 5 Tobillo}' pie. La rotación de la articulación tibiotarsiana en
ro Cl
ro::::::- el plano horizontal es ligera }' no se tiene en cuenta aqu1. El
- ro 1110\'imiemo primario ele la aniculación subast ragalina (inver-
~o o
o E sión y eversión) se produce en el plano fronLal y se descri bió
e~ .5 con anterioridad .
.!!!
Eo
s ROTACIÓN EXTERNA
·:; " -10 t
Cinemática de las extremidades
o superiores y el tronco
== o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 El papel del tronco}' las extremidades superiores en el mante-
Porcentaje del cíclo de la marcha n11niento del equilibrio }' la reducción del gasto energético
FIGURA 15.23. ~IO\·imien10 angular de la cadera en el plano horizon- durante la marcha debe tenerse en cuenta.
1al. (Datos de Sutherland OH, Kaufman KR. l\loitoza JR: Kinematics
of normal human walking. En Rose J. Gamble JG (eds): Hum<111 Tronco. Durante la marcha, la traslación del CM sigue el
Walhing, 2.• ed. Filadelfia, Williams & Wilkins, 1994.) patrón general de traslación del tronco (ver Fig. 15. 13).
554 Sección IV fatrcmidllCb il~(e1iorcs

~- - - --~- , - -- - -~-~---:1""--- - - -- -
p lJ NT o óF 1 r;('r:J~' R É s 15. i -

Resumen de la cinemática en el plano horizontal
La figura 15.25 resume la dirección de la rotación en el plano
horizontal de los huesos principales de la extremidad inferior y de
la articulación subastragalina durante la marcha, usando distintas
series de datos.14.30.46 La pelvis, el fémur y la tibia rotan
internamente hasta bastante después de la fase de contacto del
talón (es decir, en torno al 15-20% del ciclo de la marcha). Esta
rotación interna general se acompaña de la eversión de la
articulación subastragalina. Como se describe en el Capítulo 14, la
eversión de la articulación subastragalina tiende a aumentar la
flexibilidad de la región del mesopié, incluida la articulación
transversa del tarso. Un mesopié flexible sirve para amortiguar el
impacto en la extremidad en carga. Después del 15-20% del ciclo
de la marcha, la pelvis, el fémur y la tibia comienzan a rotar
externamente hasta la fase de despegue de los dedos del pie. Al
mismo tiempo, después de un ligero retardo, la articulación
subastragalina comienza a moverse en inversión, lo cual tiende a
aumentar la estabilidad del mesopié. Esta estabilidad permite al
mesopié servir de palanca rígida en las fases de apoyo final y pre-
oscilación, lo cual permite a los flexores plantares elevar el
calcáneo sin que se hunda el mesopié bajo el peso del cuerpo. Se
precisan otras investigaciones, como las de Reischl y
colaboradores,10 para elucidar con claridad la relación exacta entre
la magnitud y la secuenciación temporal de la pronación del pie y
la rotación del fémur y la tibia.

Cinemática de la extremidad inferior (plano horizontal)

¡/ ! /
'
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
•
ROTACIÓN 1 ROTACIÓN ROTACIÓN
Pelvis INTERNA EXTERNA INTERNA

ROTACIÓN ROTACIÓN ROTACIÓN

Fémur INTERNA EXTERNA INTERNA
1

ROTACIÓN ROTACIÓN ROTACIÓN

Tibia INTERNA
1
EXTERNA
..• INTERNA

Articulación
subastragalina
EVERSIÓN INVERSIÓN
.• EVERSIÓN

Mesopié AUMENTO
DE LA FLEXIBILIDAD
AUMENTO
DE LA ESTABILIDAD
..•' AUMENTO
DE LA FLEXIBILIDAD
1 1 1 1 1' 1 1 1
o 10 20 30 40 50 70 80 90 100
Fase ortostática Fase de balanceo
Porcentaje del ciclo de la marcha
FIGURA 15.25. Rotación en el plano horizontal de los huesos pnncipales de la extremidad inferior y de la articulación subastragalina durante
la marcha. La gráfica muestra la dirección de la rotación, que no es necesariamente la misma que la posición absoluta de la aniculación.

Además del movimiento de traslación, el tronco gira en el
plano horizontal, sobre un eje vertical. La cintura escapular
gira en la dirección contraria a la pelvis. La media de la excur-
sión rotacional total de la cintura escapular es aproximada-
mente 7 grados. 54 Se cree que este patrón de movimiento del
tronco es importante para la eficacia global de la marcha. La
restricción del movimiento del tronco aumenta hasta un 10%
el gasto de energía durante la marcha.68
1Iombro. En el plano sagital, el hombro muestra un patrón
sinusoidal de movimiemo desfasado respecto a la Oexión/exten-
sión de la cadera. Mientras la cadera (fémur) se mueve en
extensión, el hombro ipsolateral (húmero) se mueve en ílexión,
y viceversa. Durante el contacto del talón, el hombro se halla en
una posición de extensión máxima de unos 25 grados respecto
a la posición anatómica neutra. El hombro entonces rota pro-
gresivamente hacia delante hasta alcanzar un máximo de 10

•

grados de ílexión en el 50% del ciclo de la marcha. En la
segunda mitad del ciclo de Ja marcha, mientras la cadera ipso-
lateral se ílexiona. el hombro se extiende para volver a 25 gra-
dos de extensión en el siguiente contacto de talón con el suelo.
El patrón de movimiento del hombro es consistente de una
a otra persona, si bien varía much!simo la magnitud del movi-
miento. En general. la amplitud del movimiento del hombro
aumenta cuanto mayor sea la velocidad. La oscilación del
brazo es parcialmente activa, más que pasiva, sobre todo en el
movimiento de extensión que requiere la activación de la por-
ción posterior del músculo deltoides.93 La función principal
de la oscilación del brazo es equilibrar las fuerzas rotacionales
del 1ronco.19 No se ha demostrado que la restricción del movi-
miento de los brazos tenga un efecto signiílcalivo sobre el
coste energético de la marcha.68
Codo. El codo adopta unos 20 grados de ílexión durante el
contacto del talón. Mientras el hombro adopta ílexión durante
el primer 50% del ciclo de la marcha. el codo se flexiona hasta
un máximo de unos 45 grados. Durante la segunda mitad del
ciclo de la marcha, mientras se extiende el hombro, el codo se
extiende para volver a 20 grados de ílexión.5·1
Estrategias cinemáticas para reducir el gasto
energético
Durante la marcha, se emplean cmco estrategias cinemáticas
para reducir el desplazamienlo del CM. A su vez, optimizan la
eficiencia energética. El desplazamiento vertical del CM se
reduce con las acciones combinadas de las cuatro primeras
estrategias. La quinta est rategia sirve para reducir el desplaza-
miento medial-lateral del CM (Tabla 15.3). Las estrategias
detalladas en este capitulo se basan en los seis determinantes
de la marcha que describieron por vez primera Saunders y
colaboradores en 1953.73 Una descripción detallada de los
determinantes aparece en lnman y colaboradores.34.35
Para apreciar la utilidad de estas cinco estrategias, imagine-
mos la marcha sin estos mecanismos. Se puede ejemplificar
usando dos lápices conectados por sus extremos (Fig. 15.26A).
Al caminar, es fácil observar una gran oscilación vertical del
extremo superior de los lápices (el CM del cuerpo). El extremo
superior está más alto cuando los lápices están uno al lado del
otro en una posición de orientación vertical (es decir, en el
punto medio de la fase de apoyo). Por el contrario, el extremo
Dirección de la acción Nombre de la estrategia
Venical Rotación pélvica en el plano horizontal
Vertical Rotación del tobillo en el plano sagital
Vertical Flexión de la rodilla durante la fase de apoyo
Vertical Rotación pélvica en el plano frontal
Medial-lateral Rotación de la cadera (anchura del paso) en el plano frontal Reduce la excursión laterolateral del CM
Ca¡111u/11 15 Cí11t's1olag1a d~ ltt 11wrcha 555
superior está más bajo cuando los lápices adoptan un ángulo
máximo (es decir, durante el apoyo bipodal). Este patrón de la
marcha da como resultado un gran desplazamienLO del CM.
REDUCCIÓN DEL DESPLAZAMIENTO VERTICAL
DEL CENTRO DE MASA
La limitación del desplazamiento descendente del CM se con-
sigue mediante la rotación pélvica en el plano honzontal y la
rotación del tobillo en el plano sagital. La rotación en el plano
horizontal de la pelvis desplazn hacia delante toda la pierna en
fase de oscilación, con lo cual se reduce el grado de extensión
y flexión coxofemoral necesario para una longitud dada del
paso (compárese la Fig. 15.26A con la fig. 15.268). Como
consecuencia de que las extremidades inferiores se mantengan
cerca de una orientación vertical durante el ciclo de la marcha,
se elevan los puntos más bajos de la trayectoria del CM , lo
cual reduce el desplazamiento descendente del CM. La rota-
ción del tobillo en el plano sagital utiliza la configuración en
T invertida del complejo del tobillo/pie (Fig. 15.26C).
Durante la fase ele contacto del talón, el alineamiemo del tobi-
llo hace que el calcáneo sobresaliente entre en contacto con el
suelo, lo cual elonga funcionalmente la extremidad inferior.
Cerca del final de la fase de apoyo, mientras la cadera se
extiende y la rodilla comienza a ílexionarse, la extremidad
inferior se elonga mediante la ílexión plantar del LObillo (es
decir, elevación del tobillo). Esta elongación fu ncional de la
extremidad inferior en ambos extremos de la fase de apoyo
reduce aún más el desplazamiento vertical del CM (compárese
la Fig. 15.268 con la Fig. 15.26C),39
La limitación del desplazamiento ascendente del CM se
consigue parcialmente durante la ílexión de la rodilla en la
fase de apoyo, cuando la extremidad inferior está en su orien-
tación más vertical (Fig. l 5.26D). La rotación pélvica en el
plano frontal ayuda a reducir el desplazamiento ascendente
del CM (Fig. J5.26E). Durante la fase de apoyo, la cresta ilfa-
ca contralateral desciende mientras la cresta ilíaca ipsolateral
se eleva. Durante un ciclo completo de la marcha, las crestas
ilíacas se elevan y caen alternativamente como los extremos de
un balancín, si bien el punto anterior a 52 (es decir, el punto
que representa el CM del cuerpo) se mantiene relativamente
estacionario, como el pivote de un balancín. Esta acción de
balancín en el plano frontal de las crestas ilfacas reduce la osci-
lación vertical del CM del cuerpo.
Acción
Reduce el desplazamiento descendente del centro
de masa (CM)
Reduce el desplazamiento descendente del CM
Reduce el desplazamiento ascendente del CM
Reduce el desplazamiento ascendente del CM
 UI
UI

°'

V'o
~

~
rn
:::
~
~
A Deam bulación sin reducción B Añadiendo la rotación C Añadiendo la rotación D Añadiendo la flexión genicular E Añadiendo la rotación péh ica ~
del desplazam iento del e~ pélvica en el plano horizontal del tobillo en el plano sagital durante la fase de apoyo en el plano frontal
;e
- ~~~~~~~~~. ~
"·
... 80°..... ... 80° .....

~~' (,/'
t.....\..
J \-- -~) -- \t)\~(~
FIGURA 15.26. Esta serie muestra los efectos individuales y aditivos de cuatro estrategias cincmáLicas para reducir la excursión vertical del CM. A, Muestra la gran oscilación vertical
del CM durante la marcha sin dichas estrategias. B, Muestra que la rotación de la pelvis en el plano horizontal clonga íuncionalmente las extremidades inferiores y reduce la magnitud
del ángulo de flexión-extensión coxofemoral requerido para una longiwd de paso dada, con lo cual se reduce el desplazamiento descendente del CM. C, Muestra la maror reducción
del desplazamiento descendente del CM mediante la rotación del tobillo en el plano sagital. D, Muestra que el pequeño grado de ílex1ón de rodilla presente durante la fase de apoyo
reduce la longitud íuncional ele la extremidad iníerior y, por Lanto, el desplazamiento ascendente del CM. E, Muestra que el descenso pélvico contralateral durante b rase de apoyo
también reduce la elevación general neta del CM. Los valores angulares en A y B tienen propósito ilus1rauvo )'no representan los ángulos reales de la cadera durante la marcha.
 Ctrpílu/o 1'i Ci11t'~1t>/ogfct ele /11 111arcl1e1 557

A Marcha sin reduccicín B Marcha con reducción

del dcsplaw miento del CM del desplazamiento del CM
FRFAy RPPF
--- -Y
Á
------
A
RPPH y RTPS
RPPH y RTPS

FIGURA 15.27. Acción combinada de llls cuatro estrategias cinem{tticas para reducir la excursión vertical del Cf\I. Sin estas es1rategias, A,
Se producíría un gran desplazamiento vertical del CM del cue rpo durante la marcha. B, Muestra la acción combinada de la rotación pélvica
en el plano horizontal (RPPH) )' la rotación del tobillo en el plano sagital (RTPS) para reducir el desplazam1emo descendente del Cf\1 durante
el apoyo bipodal. También muestra la acción de Oexión de rodilla durante la fase de apoyo (FRFA) y la rot:ición pclv1ca en el plano frontal
(RPPF) con el fin de reducir el desplazamiento ascendente del CM en el punto medio de la fase de apoyo.

Como se aprecia en la ílgi.1rn 15.27, la combinación de las
cuatro estrategias reduce el desplazamiento venical neto del
CM. El desplazamiento descendente del CM se reduce por la
rotación pélvi.ca en el plano ho1izontal y la rotación del tobi -
llo en el plano sagital. El desplazamienlO ascendente del CM
se reduce con la ílexión de la rodilla durante el apoyo y la rota-
ción de la pelvis en el plano frontal.
REDUCCIÓN DEL DESPLAZAMIENTO MEDIAL-LATERAL
DEL CENTRO DE MASA
Mientras una persona anda, el CM se desplaza laLerolateralmente
y se mantiene en la base dinámica de apoyo que aportan los pies
(ver Fig. l 5.13). Las personas tratan de reducir la amplitud de
este desplazamiento laterolateral disminuyendo la anchura de
los pasos, que es1á en función del movnniento de la cadera en el
plano fromal (es decir, abducción/ad~1cción de la cadera).
Aunque la reducción de la anchura del paso minimice el
desplazamiento laterolateral )', por tanto, el gasto de energla,
también reduce el tamaño de la base dinámica de apoyo. La
anchura media de los pasos de 7 a 9 cm representa un compro-
miso mecánico de ser lo bastante estrecha como para reducir
los desplazamientos laterolaterales del CM, pero lo bastante
amplia para ofrecer una base adecuada de apoyo. Una mayor o
La velocidad de la marcha con una conservación óptima de
energía se produce a unos 1,33 mis, u 80 m/min.72 No es sor-
prendente que la velocidad a la que el cuerpo se muestra más
eficiente se corresponda grosso modo con la velocidad de mar-
cha libre adoptada por las personas que andan por la calle (ver
Tabla 15. l). Caminar más lento o más rápido que la velocidad
óptima aumenta el coste energético de la marcha (Fig. 15.28).
La velocidad de marcha es igual al producto de la longitud
del paso y la cadencia (ritmo de los pasos). La eílciencia ener-
gética máxima a la velocidad de marcha óptima se logra con la
capacidad innata del cuerpo para adoptar la combinación
definitiva de longitud y cadencia de paso. Es sorprendente que
esta capacidad se manifieste en todas las velocidades de la
marcha. Mientras el coste energético de la marcha cambia
según la velocidad, se mantiene un estándar )' una relación
óptima entre la longitud de paso y la cadencia de 0.0072
Gno;to energético durunte In marcha
-e...
C1l
E
1,6

menor anchura del paso se asocia con una compensación del g__ 1,4
gasto de energía o de la estabilidad. las personas con trastor-
nos del equilibrio, por ejemplo. pueden optar por una anchura
o E
(.)
·- O>
--
.Q) ~ 1,2
mayor de la base de apoyo, si bien deben pagar este beneficio ~~
C1l (.)
con el aumento asociado del coste de energfa de la marcha. c: -
(1) 1,0

GASTO ENERGÉTICO
-~
o
(,!) º·ª
El gasw de energia durante la marcha se mide por el grado de
energía usada en kilocalorías por metro recorrido por kilogramo o 20 40 60 80 100 120 140 160
ele peso corporal (kcal/m/kg). Por lo general, el gasto de energifl Velocidad de marcha (m/min)
se mide de modo indirecto cuantiíicando el consumo de oxi- FIGURA 15.28. Gasto energético en función de la velocidad de la
geno.72 Al caminar, el cuerpo trata de reducir el coste energé- marcha. El gas10 menor de energía por metro recorrido se produce a
tico. La conservación de la energía se consigue reduciendo la una velocidad aproximada de 1,33 mis (80 m/min). (Datos de
excursión del CM, controlando el momento del cuerpo y apro- Ralston HJ: Eífects of 1mmob1liza11on of various body segments on
vechando la transferencia de energla emre segmentos. energ)' cost of human locomotion. Ergo110111ics Suppl: 53. 1965.)
558
m/pasos/min para los hombres, )' 0,0064 m/pasos/min para
las rm1Jercs.102 A cualquier velocidad dada de marcha, la
imposición ele una longitud ele paso o cadencia clistimas
aumenta el gnsto de energía.
Con una marcha anormal, el coste energético de la marcha
se incrementa (Tabla 15.4). Como consecuencia del aumento
del coste energético, las personas con discapacidad Lienden a
caminar más lentamente para mamencr el rnmo de consumo
energético por minuto a un nivel aerobio cómodo. Adoptan
naturalmente una velocidad de marcha que es más eficaz )'
cómoda para ellas. Otras exposiciones sobre la energía de la
marcha en personas con patologías de la marcha pueden
hallarse en el manual de Perry67 )' las revisiones ele la literatura
de Gonzñlcz y Corcoran29, y Waters y Mul roy.92
ACTIVIDAD MUSCULAR
Durante un ciclo de la marcha, la mayoría de los músculos de
las extremidades inferiores presentan uno o dos trenes conos
ele actividad eléctrica que duran 100 a 400 mseg (lO a 40%
del ciclo ele la marcha). Como todos los otros elementos de la
marcha, la activación muscular fásica se repite a cada zancada.
El conocuniento ele cuándo los músculos están activos
durante el ciclo de la marcha aumenta el saber sobre su papel
específi co. Las desviaciones ele la marcha son más fáciles de
apreciar y tratar cuando el médico conoce a fondo la fu nción
de los músculos específicos durante la marcha.
Se ha estud iado ampliamenLe la actividad de la muscula-
tura ele la extremidad inferior con clectromiografía (EMG).
Con frecuencia, la actividad muscular se expresa sobre una
base temporal; el músculo se considera «ACTIVO» o «INAC-
TIVO». Se dice que el músculo está activo cuando el nivel de
acuviclacl EMG alcanza un valor predeterminado por encima
del nivel de reposo. De lo contrario, el músculo se considera
inactivo. Las barras rojas horizomalcs de la figura 15.29 mues-
tran cuándo los músculos seleccionados están activos durame
el ciclo de la marcha. Otro método de registrar la actividad
muscular (las áreas sombreadas en rojo de la Fig. 15.29) con-
siste en expresar la intensidad de la setial EMG durante la
marcha como un porcentaje del grado de EMG registrado
durante la contracción voluntaria máxima del mismo
músculo.<>8 Este tipo de análisis ofrece conocimientos sobre el
Aumento del coste
Afecciones
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-'='~~;...._;...._~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Inmovilización de un tobillo
Inmovilización de una rodilla en extensión completa
Inmovilización de una rodilla en 45 grados de ílexión
lnmovilízac1ón de una cadera, anrodes1s
Amputación translibial unilateral, caminar con prótesis
Amputación transfemoral unilateral, caminar con prótesis
Después de un accidente vascular cerebral, déficits
residuales moderados a graves
nivel relati\'O de acli\'ación del musculo (es decir, un ínchcc
del csfuerzo muscular) durallle el ciclo de la marcha.
Cadera
Tres grupos ele músculos en la cadera clescm pe1'ían un pnpel
crruco durame la marcha normal: los extensores de la cadera,
como el glúLeo mayor y los isquimibiales; los ílexores de la
cadera, corno el ilíaco y el psoas, y los abductores de la cadera,
como el glúteo medio y el glúteo menor. Menos documentado
está el papel de los aductores y rotadores de la cadera.
[xtcnsorcs de la cadera. La activación del glúteo mayor se
ínicm de forma excénLrica durante la oscilación final. Esta b·e
activación muscular sirve a dos propósitos: desacelerar la íle-
xión de la cadera y preparar la musculatura para aceptar el
peso al comienzo de la fase ele apoyo. Durante el contacto del
talón con el suelo, el glúteo ma}'OI' se activa con fuerza para
extende r la cadera y prevenir la ílexión incontrolada del
tronco sobre el fémur. Esta ílexión anormal del tronco se pro-
duce s1 el movimiemo pélvico se enlentece después del con-
tacto del talón miemras el tronco sigue su desplazamiento
anterior. El glúteo mayor se mantiene activo desde el contacto
del talón hasta el punto medio ele la fase de apoyo (es decir. el
primer 30% del ciclo de la marcha) para sostener el peso del
cuerpo )' prod ucir la extensión de la cadera. La activación
poderosa del glúLeo mayor cuando el pie está apoyado con fi r-
meza en el suelo también ayuda indirectamente a la exLensión
de la rodil la.
Los isquiotibiales ayudan al glúteo mayor durante el primer
l 0% del ciclo de la marcha. De forma parecida al glúteo
ma}'OI', los isquiotibiales sirven para producir extensión coxo-
femoral )' soportar el peso del cuerpo )' pre\'enir el colapso de
la extremidad inferior durallle el comienzo de la fase de
apoyo.
f; lcxorrs de la cadera. El ilíaco y el psoas se activan ames
del despegue de los dedos del pie para decelerar la extensión
de la cadera. A la activación excéntrica de los músculos le
sigue la activación concéntrica para que la cadera adopte íle-
xión justo antes del despegue de los dedos del pie y en la osci-
lación inicial de la pierna. A pesar de que el movimiento de
ílexión de la cadera colllinúe durallle el final de la oscilación,
energético(%)
Autores
3-6 Ralston, 1965; Waters y otros, 1988
23-33 Kerrigan y otros, 1995; Waters )'otros, 1982
37 Ralston, 1965
32 Waters y otros, 1988
20-38 Fisher y Gullickson, 1978
20-60 Fisher y Gullickson, 1978
55 Corcoran y otros, 1970
 559

Secuenciación tem por a l e intensidad EMG relativa dura n te la mar cha

o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
'
Glúteo mayor

Psoasilíaco*

Sartorio

Glúteo medio

Glúteo menor*

Tensor de la fascia lata

Aductor mayor
FIGURA 15.29. Sccucnciación
(barras ele color rojo oscuro) e Aductor largo
imcnsiclacl relativa de la acLi vación
muscular (sombreado en rojo Vastos medial y lateral
claro) durante la marcha. (Datos
ele la activación ele los músculos Recto femoral
de Kmuson and Soderberg, 1995;
mlcnsiclacl relativa de activación Bíceps femoral
muscular Win1er, 199 1; Bech1ol .*
1975; Carlsoo. t L972.) Semitendinoso y semimembranoso

Tibial anterior

Extensor largo de los dedos

Extensor largo del dedo gordo*

Sóleo

Gastrocnemio

Tlblal posterior*

Pero neos

Flexor largo de los dedos•

Intrínsecos del pie

(flexor cortQ del d_edo gordo)t
Erector de la columna (L3-L4)

Recto del abdoment

o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Porcentaje del ciclo de la marcha
560 Scai<ín IV Exti't'mic/<11/cs 111/<·lio1<'s
los ílexores de la cadera se consideran acuvos sólo durante el
primer 50% de la fase de oscilación. La ílexión de la cadera
durante la segunda mitad de la fase de oscilación es resultado
del momento anterior que el muslo adquiere en la oscilación
inicial. El músculo recto femoral también actúa de ílexor
coxoíemoral y, por tanto, ayuda en las acciones mencionadas.
Los papeles clave de los ílexores de la cadera son avanzar la
pierna hacia delante durante la fase de oscilación como prepa-
ración para el siguiente paso y para elevar la pierna y permilir
que los dedos se separen del suelo durante la oscilación. La
acción del músculo sartorio es parecida a la del ilíaco y el
psoas.
Abcluctorc~ de la cadern . Mientras los ílexores y extenso-
res de la cadera ejercen su papel principal en el plano sagital,
los abductores de la cadera -gh.'.lleo med io, ghiteo menor y
tensor de la fascia lata- esLabilizan la pelvis en el plano fron-
tal. El glúteo medio se muestra activo hacia el final de la fase
de oscilación como preparación para el contacto del Lalón. El
glúteo medio )' menor, los dos abductores primarios de la
cadera, son más activos durante el primer 40% del ciclo de
la marcha, sobre todo durante el apO)'O monopodal. La fun-
ción primaria de los abducLOres es controlar el ligero des-
censo de la pelvis hacia el lado de la pierna en oscilación (ver
Fig. 15.17). Después de esta activación excéntrica, estos mús-
culos actúan concéntricamente para iniciar la abducción rela-
tiva de la cadera que se produce al fi nal de la fase de apoyo.
Como se describió al comienzo ele este capitulo, el momento
adecuado en el plano fron tal gracias a los músculos abducto-
res de la cadera es crucial para la estabilidad en el plano fron-
tal durante la marcha (ver Fig. 15.18). El llevar un bastón en
la mano contralateral a los abductores de cadera débiles es
una forma eficaz de reducir las demandas impuestas sobre los
abductores debilitados, con lo cual se reduce la inestabilidad
de la pelvis en el plano frontal debida al peso del cuerpo (ver
Cap. 12).
Los abductores ele la cadera también controlan el alinea-
miento del fémur en el plano fronta l. La activación muscular
inadecuada puede provocar una aducción excesiva del
fémur, lo cual produce un momento excesivo en valgo de la
rodilla durante la fase de apoyo. Otras funciones accesorias
del glúteo medio son ayudar a la ílexión de la cadera y a la
rotación interna, usando las fibras anteriores, y ayudar a la
extensión y rotación externa ele la cadera usando las fibras
posteriores.
J\duclorc.s y rotadores de la cadera. Los aductores de la
cadera muest ran dos períodos de actividad durante la mar-
cha.98 El primero se produce durante el contacto del talón y el
segundo justo después del despegue de los dedos del pie. La
activación inicial sirve para estabilizar la cadera mediante la
coactivación de los músculos extensores )' abducLOres de la
cadera. También es probable que el músculo aductor mayor y
otros aductores ayuden a la extensión de la cadera en ese
momento. El segundo período de activación, después del des-
pegue de los dedos, ayuda a los ílexores de la cadera a iniciar
la ílexión coxofemoral. Como se aprecia en la figura 12.36, los
aductores tienen un brazo de palanca extensor de la cadera
cuando está ílexionada (es decir, la posición de la cadera
durante el contacto del talón) )' un brazo de palanca ílexor de
la cadera cuando está en extensión (es decir, la posición de la
c¡iclera durame el despegue de los dedos del pie).
Los rotadores internos de la cadera (tensor de la fasci¡i lata,
glúteo menor y fibras anteriores del glúteo medio) se mues-
tran activos durante gran pane de la fase de apoyo. Durante
este tiempo, estos rotadores internos mue\'en el lado contrala-
teral de la pelvis hacia delante, con lo cual ayudan a ª''anzar
la pierna oscilante (ver Fig. 12.39).
Los rotadores externos de la cadera. compuesLOs por seis
rotaclores externos conos, las fibrns posteriores del glúteo
medio )' el glúteo mayor, se muesLrnn muy activos durame el
inicio de la fase de apoyo. Estos músculos, junto con los reta-
dores internos de la cadera, controlan el al ineamiento ele la
cadera en el plano horizontal. En concreto, controlan la rota-
ción p~lvica mientras la extremidad mferior está fija en el suelo,
Consideremos la acción importante de estos rotadores en el
rápido cambio de dirección mientras caminamos o corremos.
la acuvación excéntrica de los rotadores externos puede ser
especialmente importante para el control de la rotación
interna de la extremidad inferior durante el comienzo <le la
fase de apoyo (ver Fig. 15.25). Una fue rza o control inadecua-
dos de los retadores externos puede causar una rotación
interna excesiva del fémur, sobre todo en personas con exce-
siva pronación del pie.
Rodilla
Dos grupos de músculos desempeñan un papel cnuco en
la rodilla durante la marcha: los exLensores y flexores de la
rodilla.
[-xtcnt.orcs de la rodilla. En conjunto, el cuádriceps se
muestra activo al final de la fase de oscilación como prepara-
ción para el contacto del talón con el suelo. La mayor activa-
ción se produce, sin embargo, poco después del contacto del
talón. La fu nción del cuádriceps en este momento es contro-
lar la ílexión de rodilla que se produce durante el primer 10%
del ciclo de la marcha. La activación excéntrica sir\'e para
amortiguar la velocidad de aceptación del peso del cuerpo
sobre la extremidad inferior (amortiguación de choques) y
prevenir la flexión excesiva de la rodilla. El cuádriceps actúa
entonces concéntricamente para extender la rodilla)' sostener
el peso del cuerpo durante el punto medio de la fase de apoyo.
Algunas personas muestran un aumento de la actividad del
músculo recto femoral inmediatameme después del despegue
de los dedos del pie. Esta acción reíleja el papel de este
músculo biarticular como ílexor de la cadera.
Flcxorcs de la rodilla. Los isquiotibiales se muestran mu)1
acLivos durante el período justo antes hasta jusLO después del
contacto del talón. Antes del contacto del talón, los isquioti-
biales frenan la extensión de la rodi lla como preparación para
la colocación del pie en el suelo. Durante el 10% inicial de la

fase de apO}'O, los isquiotib1ales están activos para ayudar a la
extensión de la cadera }' aportar estabilidad a la rodilla
mediante coacli\·ación. La cabeza corta del bíceps femoral
también puede ayudar a la flexión ele rodilla durante la fase de
oscilación. La mayor pane de la extensión ele lit rodilla durante
la fase de preoscilación y oscilación es producto de la din~­
mica intersegmental ele la extremidad y una pequeña activa-
ción del músculo gastrocnemio,75.98
Tobillo y pie
En el tobillo son varios los músculos que tienen un papel cru-
cial en la marcha normal: el tibia! anterior, extensor ele los
dedos, extensor largo del dedo gordo, gastrocnemio, sóleo,
ubial posterior y peroneos.
rib ial anterior. El tibial anterior tiene dos periodos ele
actividad. Durante el contacto del tnlón, se produce una fue rte
activación excéntrica para decelerar la flexión plantar pasiva
del tobillo causada por el peso del cuerpo sobre la sección más
posterior del calcáneo. Sin la oposición de la activación excén-
tnca del tibia! anterior y de otros flexores dorsales del tobillo,
este gran momento pasirn de flexión plantar provoca una des-
viación de la marcha denominada «Caída plantar». Este tér-
mino deriva del sonido caracterfstico que hace el pie al chocar
con el suelo justo después del contacto del talón. Desde la fase
de contacto del talón hasta la fase ele pie plano, el músculo
tibtal amerior puede ayudar a decelerar la pronación del pie,
también median te su activación muscular excéntrica. La
escasa ventaja mecánica del músculo para invenir el pie des-
pierta, sin embargo, ciertas eludas sobre la eficacia del tibia!
anterior en el control de la pronación del pie.
La segunda acción del tibia! anterior es la flexión dorsal del
tobillo durante la fase de ose1lación. El propósito de esta acción
muscular es levantar los dedos del pie del suelo. La debilidad
extrema del tibia! anterior y otros ílexores dorsales del tobillo se
expresa por la incapacidad para la ílexión dorsal del tobillo
durante la rase ele oscilación. Este problema, conocido como
«pie caído», hace que se flexionen en exceso la rodilla y cadera
durante la oscilación. Otras maniobras compensatorias, como la
elevación unilateral sobre el antepié, la circunducción y la ele-
vación ele la pelvis, pueden adoptarse también para evitar el
arrastre de los dedos del pie. El pie caído hace que el antepié
contacte primero con el suelo. Un remedio habitual para el pie
caído es una ortesis posterior para el tobillo y el pie que man-
tenga pasivamente la ílexión dorsal del tobillo durante la fase de
oscilación.
[ xtensor de los dedos y extensor largo del dedo gordo.
De forma parecida al tibial anterior, estos dos músculos dece-
leran la ílexión plantar del tobillo durante el contacto del
talón. Estos músculos carecen, sin embargo, de una línea de
fuerza para frenar la pronación del pie durante la respuesta a
la carga en el punto medio de la fase de apoyo. Durante la fase
de oscilación, los extensores de los dedos ayudan a la flexión
dorsal del tobillo y extienden los dedos para asegurar que éstos
se levantan del suelo. Durante la fase de despegue, la coactiva-
561
c1ón de los ílexorcs plantares del tobillo y del extensor largo de
los dedos }' del dedo gordo aporta estabilidad al tobillo
flcxores plantares del tobillo. El sóleo y el gastrocnemio
se muestran activos durante la mayor parte ele la fase ele apoyo.
Desde el 10% hast<1 el 40% del ciclo ele la marcha (desde el des-
pegue de los dedos del pie opuesto hasta la fase ele despegue
del talón), los flexores plantares del tobillo controlan excéntri-
camente el movimiento hacia delante de la tibia sobre el pie (es
decir, flexión dorsal del tobillo). El movimiento anterior exce-
sivo o descontrolado de la tibia provoca una flexión dorsal exa-
gerada del tobillo y posiblememe una flexión incontrolada de
la rodilla. La mayor actividad de los flexores plamares del tobi-
llo se produce cerca del despegue del talón )' disminuye rápi-
damente hasta ser c<1si cero en el momento de despegue ele los
dedos del pie. Durante este breve periodo, el acortamiento ele
los músculos genera un torque ele flexión plantar del tobillo
que participa en la propulsión amcrior del cuerpo. Esta acción
se denomina empuje.
El gastrocnemio también se contrae levemente durante la
oscilación inicial, presumiblemente para ayudar a la flexión
de rodilla. Nótese que corno el recto femoral tamb1cn se
muestra activo durante la oscilación inicial, se produce un
pequeño grado de coacuvación ele los flexores }' extensores de
la roelilla91l
Los otros flexo res plamares del tobillo (tibia] posterior, ílc-
xor largo del dedo gordo, flexor largo de los dedos y peroneos)
<l)'Uclan al grupo formado por el gastrocnem io-súleo en las
acciones descritas antes. Vale la pena reparar en algunas accio-
nes adicionales de estos músculos.
Tibia! posterior. El músculo tibia! posterior, un potente
supinador del pie, se activa entre el 5% y el 55% del ciclo de
la marcha. El tibia! posterior frena la pronación del pie entre
el 5% y el 35% del ciclo )'mueve el pie en supinación entre el
35% y el 55% (punto medio de la fase ele apoyo hasta el des-
pegue ele los dedos del pie) del ciclo.37
El libia! posterior recibe especial atención en el tratamiento
ele personas con parálisis cerebral. La frecuente hiperactividad
del tibia! posterior y del sóleo puede causar una deformidad
en equinovaro del pie y el tobillo, lo cual hace que esas perso-
nas caminen sobre el pie en flexión plantar y supinación.
Las personas activas con los pies planos y en pronación
desarrollan lo que se llama slndrome del compartimiemo
ubial. Este síndrome se debe a la sobrecarga y esfuerzo exce-
sivo subsiguiente de los músculos tibia! posterior y/o anterior
del tobillo. La sobrecarga es secundaria al aumento de las
demandas de trabajo impuestas a los músculos supinadores
que tratan ele comrolar la tendencia a la pronación excesiva
del pie durante el inicio de la fase ele apoyo.
Peroneos. Los músculos peroneos corto y largo se mues-
tran activos del 20% al 30% del ciclo de la marcha hasta JUSto
después del despegue del talón. Además de su función flexora
plantar, estos pronaclores (eversores) ayudan a contrarrestar la
inversión del pie causada por la activación del tibial anterior y
562 Sación IV Extwnidadcs iu/rrimn
los músculos posteriores de la pierna. Los peroneos ayudan al
alineamiento y estabilización ele la articulación subastragal ina.
El peroneo largo colabora en la cinemática general del pie al
colocar el primer radio rígidameme sobre el suelo, lo cual
ofrece una base firme ele sostén para la acción del pie como
palanca rígida durame el final de la fase de apoyo y la fase de
pre-oscilación ele la pierna.
Músculos intrínsecos del pie. Los músculos intrínsecos
del pie suelen mostrarse activos desde el pumo med io de la
fase de apoyo hasta el despegue de los dedos del pie (30% al
60% del ciclo de la marcha), sobre todo si el pie no se apoya
en un calzado bien ajustado. Estos músculos estabilizan el
antepié y elevan el arco longitud inal medial, con lo cual apor-
tan una palanca rígida para la ílexión plarnar del tobillo al
fina l de la fase de apoyo y en la pre-oscilación.
Tronco
Sólo hablaremos aquí ele las acciones ele los músculos erector
de la columna y recto del abdomen .
Erector de la columna. El erector de la columna a nivel de
la región lumbar media (l3-L4) muestra dos períodos de acti-
vidad. El primer periodo va desde un poco ames del contacto
del talón hasta el 20% del ciclo de la marcha. El segundo
período va del 45% al 70% del ciclo de la marcha, que corres-
ponde al contacto del talón del pie opuesto. Estos dos perío-
dos de actividad controlan el momento arnerior del Lronco
poco después del contacto del talón a cada paso.
Recto del abdomen. Este músculo muestra una acliviclad
muy baja durarne el ciclo de la marcha. No obstante, se produce
un aumento de la actividad en el 20% del ciclo y ele nuevo en
el 70% del ciclo ele la marcha. Esta actividad tal vez reíleje un
per[oclo de coactivación con el erector de la columna con el fin
ele estabilizar el tronco en el plano sagital. La actividad ele los
ílexores del tronco también coincide con el momento en que los
ílexores ele la cadera ílexionan activamente la articulación coxo-
femoral. El aumento de la actividad del recto del abdomen
puede usarse, por tamo, para estabilizar la pelvis y la columna
lumbar, y para aportar una fijación estable a los músculos ílexo-
res de la cadera, sobre todo el psoasilíaco y el recto femoral.
El papel ele los músculos del tronco durante la marcha
puede infravalorarse . Basándose en la evolución ele la columna
ele los vertebrados, Gracovetsky3t ,32 poslllló su teoría del
«motor vertebral» según la cual la marcha se consiguió en pri-
mer lugar mediante el movimiemo de la columna. La hipóte-
sis de que la columna lumbar desempe1i.e un papel importante
en el movimiento de la pelvis durante la marcha deberá
tenerse en cuenta en futuras investigaciones.
DINÁMICA DELA MARCHA
El conocimiemo de las fuerzas responsables del movimiento
durante la marcha desempeña un papel crítico en la compren-
sión del movimiento normal y patológico. Aunque el estudio
ele la dinámica (estud io ele las fuerzas) ele la marcha no sea
visualmente observable, es responsable de la cinemática
observada.
Fuerzas de reacción del suelo
Durante la marcha, se aplican fuerzas bajo la superficie del píe
siempre que se da un paso (Fig. l 5.30A y B). Las fuerzas apli-
cadas por el pie en el suelo se llaman fuerzas poda/es. Las fuer-
zas aplicadas por el suelo sobre el pie se llaman fuerzas de reac-
ción del suelo. Estas fue rzas tienen la misma magnitud pero
dirección opuesta. (La tercera ley de Newton - la ley de la
acción y reacción- establece que siempre hay fuerzas presen-
tes en pares que son de la misma magnitud y dirección
opuesta.) En este capítulo, las fuerzas de reacción contra el
suelo se nombran ele cominuo porque en la mayoría de los
casos el interés rad ica en las fuerzas aplicadas sobre el cuerpo,
en oposición a las aplicadas sobre el suelo.
La descripción ele las fuerzas de reacción del suelo sigue un
sistema de coordenadas cartesiano, con las íuerzas expresadas
en tres ejes onogonales: vertical, ameroposterior )' meclial-
lateral. La suma de vectores de las tres fuerzas da un único
vector ele fuerza resultante entre el pie y el suelo. Tal suma de
vectores aplicacla a los componemes vertical y ameroposterior
de las fuerzas de reacción del suelo lleva a la clásica represen-
tación en mariposa ele la fuerza para un solo paso (Fig. 15.3 1).
Fuerzas de reacción del suelo
• Verticales: valor máximo = 120% del peso corporal (PC)
• Ameroposteriores: valor máximo = 20% del PC
• Mediales-laterales: valor máximo = 5% del PC
Fuerzas verticales. Las fuerzas ,·erlicales son las que se
dirigen perpendiculares a la superfi cie de apoyo. En la direc-
ción vertical. la fuerza ele reacción del suelo presenta dos
picos máximos durante el ciclo de la marcha. La íuerz:.i es
ligeramenLe mayor que el peso del cuerpo en el momento de
respuesta a la carga y de nuevo al fina l ele la fase ele apoyo
(Fig. 15.30C). Durame el punto medio de la fase ele apoyo, la
fuerza ele reacción del suelo es ligeramente menor que el peso
corporal. Esta ligera fluctuación en la fuerza se debe a la ace-
leración vertical del CM del cuerpo. (La fuerza es una función
de la masa así como de la aceleración: F = ma.) En el
momelllo ele respuesta a la carga, el CM del cuerpo se mueve
hacia abajo (ver Fig. 15.13). Por tanto, se necesita una fuerza
vertical ele reacción del suelo mayor que el peso del cuerpo
para decelerar al principio el movimiento descendente del
cuerpo para luego acelerar el ascenso. Se parece a saltar sobre
la báscula del baño y hacer una lectura rápida del peso que es
superior al peso del cuerpo estático. En el punto medio ele la
fase ele apoyo, la fuerza vertical de reacción del suelo es infe-
rior al peso del cuerpo como resultado de una «disminución»
relativa del peso causada por el momento ascendente del
cuerpo durante el período inicial de la fase ele apoyo. La
mayor fuerza de reacción del suelo durante el final ele la fase
de apoyo refleja el empuje combinado ele los llexores planta-
 Ct1111111/o 15 Ci11esic1h>>:lc1 ele la marclw 563

Fuerzas de reacción del sudo dura nte la marcha

A o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
........ +
e ro...
o 120 ., ....... ,ASCENDENTE
, .... ... ,
-<V ...
c. ,r \ I \

.!:? o 100 1 '

t: (.) 1

' ,_,
FIGURA 15.30. Fuerzas de
Q) o 80 1

> (/) reacción del SLtclo (FRS) du-

en Q) 60 rante la marcha. A. l\lucstr:i la
a: c. \
u. Q) 40 Pie derecho Pie izquierdo \ fuerza \'ertical } anteroposte-
"C
~
20 1 rior (ílcchas negra >' blanca,
~ '
o respectivnmcntc) )' las fuerzas
FUERZAS o t poclalcs (ílecha rop llena)
PODA LES
ch-- Anterior durante el LO% del ciclo de la
o Q) ro 20 marchn. B. Muestra la fuerza
c. 'C ....
o o ~ c.
o 10
,,
, medinl-lateral en el 10% del
...
Q) ....... ...
-e (/)
<V
e¡¡ o
o <.>
o -10
o \ 1
,,
--- Posterior
ciclo de la marcha. C, D }' E,
:v1ucs1rnn las f'RS de un ciclo.
en ·-Gi "'Q) -20
a: Pie derecho
'' 1
r'
Pie izquierdo + Las líneas d1scontinuns son
u. ... c. valores durnnll' el apoyo del
pie izquierdo (Dntos de
B ........ Whittlc M: Calt Ancilysis: An
E -ro
<V ...
·-o l11troclut11011. 2:' cd. Oxford,
'C c.
Q) ...
Pie derecho Pie izquierdo
+ Bullerwonh-1-lcmemann Lld ..
Eo ~ Medial 1996.)
...!. (,)
<V o
._ VI
5
~
Lateral :, _ - -"" -.... ' --
.l!! Q)
-5 Medial : Lateral
.!!! c. ~
FUERZAS
DE REACC/Ó en Gi '
'
+
a:-c *60
DEL SUELO
u.~ o 10 20 30 40 50 70 80 90 100
~
FUERZAS Porcentaje del ciclo de la marcha
PODA LES
'La fase de despegue de los dedos del píe está en el 57%

res y la necesidad de invertir el movimiento descendente del
cuerpo que se produce al final de la fase de apoyo)' durante
la fase previa a la osci lación.
Fuerzas anteroposteriores. En di rección anteroposterior,
las fuerzas de cizallamiento se aplican paralelas a la superficie
de apoyo. Durante el contacto del talón, la fuerza de reacción
del suelo se di rige en sentido posterior (es decir, el pie aplica
una fuerza en dirección anterior sobre el suelo) (Fig. 15.300).
En ese momento, se requiere suficiente fricción entre el pie y
el suelo para impedir que aquél se deslice hacia delante (ima-
ginemos la típica imagen de los dibtlJOS animados en que una
persona cae después de pisar una piel de plátano). La magni-
tud de la fuerza de reacción del suelo aumenta cuanto más lar-
gos sean los pasos. Ésta es la razón por la que las personas dan
pasos más conos cuando caminan sobre hielo, pues reducen
así la demanda de fricción.
Al final de la fase de apoyo y durante la pre-oscilación, la
fuerza de reacción del suelo se dirige en sentido anterior, apli-
cando el pie una fuerza posterior sobre el suelo con el fin de
impulsar el cuerpo hacia delante. La magnitud de la fuerza
propulsora depende de la velocidad de la marcha y, sobre
todo, de los intentos de aceleración. Una fricción inadecuada
entre el pie )' el suelo en este momento suele causar el desli-
zamiento posterior del pie sin impulsión del cuerpo hacia
delante. Esto explica la dificultad cuando se acelera con rapi-
dez )' se camina por una superficie resbaladiza.
La fuerza máxima anteroposterior de reacción del suelo
suele corresponder al 20% del peso corporal. Estas fuerzas de
cizallamiento son en gran parte resultado de la posición poste-
rior (durante el contacto del talón) o anterior (al final de la fase
de apoyo )' durante la pre-oscilación) del CM del cuerpo res-
pecto al pie. Cuanto mayor sea la longitud de los pasos, mayo-
res serán las fuerzas de cizallam1ento debido al mayor ángulo
entre la extremidad inferior y el suelo. Las propiedades de
inercia del cuerpo, como el momento de inercia, contribuyen
también a las fuerzas anteroposteriores de reacción del suelo.
La fuerza de reacción del suelo en dirección posterior
durante el contacto del talón enlentece momentáneamente la
progresión anterior del cuerpo. Por el contrario, el cuerpo se
564 Scaitin l\I fat1"l'1111dacb rnft•i imcs
CONTACTO DESPEGUE DE LOS
DEL TALÓN DEDOS DEL PIE
FIGURA 15.31 . Clásica representación en •mariposa» de la fuerza de
reacción del suelo durante un paso. Cada linea representa Ja íuerza
resultante ele la suma ele los componentes vcrllcalcs y anteroposterio-
res a intervalos regulares de tiempo (es decir, cada 10 ms en este
caso). La progresión desde el contacto del talón hasta el despegue ele
los dedos del pie se produce de izquierda a derecha. (Datos de
Whiule M: Gait Analysis: An /11trod11ct1011, 2.ª ed. Oxford,
Buuerworth-Heinemann Lid., 1996.)
acelera momentáneamente hacia delante durante el despegue
de los dedos del pie como resultado del sentido anterior de la
fuerza de reacción del suelo. Nótese que la fuerza propulsora
de una extremidad se aplica al mismo tiempo que la fuerza de
frenado de la extremidad opuesta durante los momentos de
apoyo bipodal (ver Fig. 15 30D). Cuando se camina a veloci-
dad constame, la fuerza propulsora al final de la fase de apoyo
equilibra la fuerza de frenado que se produce al inicio de la
fase de apoyo. Como estas fuerzas son de magnitud relati-
vamente parecida pero de dirección opuesta, equilibran el
cuerpo cuando el peso se transfiere de una extremidad inferior
a la otra en el momento de apoyo bipodal. La deceleración
requiere una fuerza de frenado ma)1or que la fuerza propulsora
y Ja aceleración, lo contrario.
Fuerzas latcromcdialcs. La magnitud de la fuerza de reac-
ción del suelo en dirección medial-lateral es relativameme
pequeña (es decir, menos del 5% del peso corporal) y más varia-
ble entre personas (Fig. 15.30E). Como con la fuerza de cizalla-
miento anteroposterior, la magnitud )' dirección de esta fuerza
de cizallamiemo dependen sobre todo de la relación entre Ja
posición del CM del cuerpo y la localización del pie. Durante el
5% al 10% iniciales del ciclo de la marcha se produce una
pequeña fuerza de reacción del suelo en dirección lateral para
frenar la pequel'ia velocidad lar.eral a medial del pie que suele
estar presente en el momento de contacto del talón. Durante el
resto de la fase de apoyo, sin embargo, el CM del cuerpo se sitúa
medial al pie (ver Fig. 15.13) por lo que el pie genera una fuerza
en sentido lateral sobre el sucio, y la fucrza ele reacción del sucio
se di rige pues en sentido mccliiil. Esta íuerza ele reacción del
suelo de dirección medial durante la fase ele apoyo decelcra in i-
cialmeme el movimiemo lateral del CM. Entonces, la fuerza de
reacción del suelo acelera el CM mcdialmente hacia la extremi-
dad inferior contralateral. que está oscilando hacia delante, y
prepara para hacer el siguiente contacto del pie con el suelo
Aunque la acción de las fuerzas mediales-laterales de reac-
ción del suelo no se aprecie fácilmente durante la marcha nor-
mal. es fácil de \'er cuando caminamos dando grnndes pasos o
cuando damos saltos laterales. De hecho, los valores máximos
de las fuerzas mediales-laterales ele reacción del suelo suelen
apreciarse en personas con ma)1or anchura de paso. La necesi-
dad de fricción puede apreciarse de nuevo al observar a
alguien andando por el hielo. Las personas que caminan por
superficies heladas reducen la anchura de los pasos casi como
s1 caminaran por una cuerda íloja. Esta adaptación aprendida
trata ele mantener el CM del cuerpo directamente sobre los
pies para reducir las fuerzas lateromediales de reacción del
suelo )', por tanto, la necesidad de fricción. Los patinadores
sobre hielo hacen uso de estas fuerzas lateromecliales de reac-
ción del suelo µara impulsar el cuerpo hacia delante. Esto se
consigue usando una cuchilla que se hunde en el hielo ofre-
ciendo una resistencia adecuada para la propulsión.
Trayectoria del centro de presión
La trayectoria del centro de presión (CP) bajo el pie durante la
fase de apO)'O sigue un patrón relativamente reproducible
(Fig. 15.32). Durante la fase de contacto del talón, el CP se
localiza justo lateral al punto medio del talón. A cominuación
se mueve progresivamente a la región lateral del mesopié
durante el punto medio ele la fase de apoyo, y luego a Ja región
medial del antepié (bajo la cabeza del primer/segundo meta-
tarsianos) durante el despegue del talón hasta el despegue de
los dedos del pie. La localización del CP, que actúa como
punto de aplicación de la fuerza de reacción del suelo en el
contacto del talón, a)'llda a explicar la tendencia del tobillo y
el pie a Ja ílexión plantar y a la eversión. respecti\·amente (Fig.
15.33). Ambas tendencias se controlan parcialmente por la
activación excéntrica de los músculos del tobillo, a saber, los
ílexores dorsales del tobillo y el tibia( posterior.
Momentos y potencias articulares
Durante la marcha, la fuerza de reacción del suelo aplicada bajo
el pie genera un momento externo sobre las articulaciones de las
extremidades inferiores. Este hecho queda ilustrado en la figura
15.34. Durante la respuesta a la carga de la extremidad derecha,
la línea de acción de la fuerza de reacción del suelo se localiza
detrás del tobillo y la rodilla pero anterior a la cadera. Como con-
secuencia. la fuerza de reacción del suelo durante el contaclO del
talón produce ílexión plantar del tobillo, ílexión de rodilla )' fle-
xión de la cadera. Para prevenir el hundimiemo de la extremidad
inferior, a estos momentos externos se oponen los momentos
 Ca¡n111lo 15 Cllll''IPlc1,t:rt1 dr lcr mcrrd1<1 565

Trayectoria del cent ro de presión aruculares internos creados por los ílexores dorsales del tobillo,
c;obre la superficie 1>lantar del pie los extensores de la rodilla y los extensores de la cadera.
DESPEGUE DE LOS DEDOS El conocimiento de la íuerza de reacción del suelo y la lon-
~ gitud de los brazos de palanca del momento externo (ver Fig.
15.34) permite calcular los momentos impuestos sobre las arti-
culaciones de la extremidad inferior durante la fase ele apoyo.
Este anál isis simplificado asume una condición de equil ibrio
estático. El cálculo preciso de los mamemos art iculares durante
\ la marcha requiere el uso del método ele dinámica inversa, que
\ tiene en cuenta la naturaleza dinamica de la acción . ' Este
1
1 método requiere el conocimiento de las características ant ropo-

+ 1
mét ricas de las masas de los segmentos de la persona, la loca-
lización del centro de masa ele los segmentos y la matriz de
1'
inercia del centro de masa inercial de los segmentos, )' lns
1 mediciones precisas del movimiento del cuerpo (la vclociclacl
~ lineal y angular de cada segmento) y las fuerzas de reacción del
sucio durante el ciclo de la nrnrcha (ver Fig. 15.5).
En la descripción siguiente, los momentos aniculares imcr-
1 11os se rdiere11 á los creados por el cuerpo. Con frecuencia la

+ mayoría de estos momentos pueden relacionarse con la activi-

CONTACTO DEL TALÓN
FIGURA 15.32 . Trayectoria del cc111ro ele presión (CP) bajo el pil'
elcselc la Íase ele COntaCtOdel talón h:ista el despegue ele los dedos del
pie. El área sombreada represema la variabilidad individual de la tra-
yectoria del CP (Daws ele Kaioh Y, Chao EYS, Laughman RK, >'otros:
Biomcchanical anal)•sis of foot funcllon during gait and clinical appli-
callons. Clin 011l10p 177:23, 1983.)
Momentos generados por la fuerza de reacción
del sucio duran le el ('{)lltacto del ta lón
A FAS
B FAS
dad de la musculatura circundante. Los músculos generan la
ma)1oría de los momentos internos ncccsa1ios para mantener el
cuerpo erguido y moverlo hacia dcla111e. La descripción del
momento articular, por tanto, debe ajustarse a la descripción de
la activación muscular que se dio antes en este capítulo. En algu-
nos casos. sobre todo en afecciones pmológicas, los momentos
articulares pueden ser resultado de fuerzas pasivas generadas
por la deformación de los tejidos blandos, como la cápsuln )' los
ligamentos. Los momentos articulares pueden generarse, por
tanto, incluso en ausencia de actividad EMG de los músculos
circundantes. De hecho, muchos pacientes sin una función
muscular nonual aprenden a usar fuerzas pasivas para generar
los momentos articulares necesarios para la marcha.

MOMENTO
DE EVERSIÓN
'
,, ,o
,
Vista lateral Vista posterior
, ,,
FIGURA 15.33. Durante el contacto del talón, el pumo y la dirección
, ,,
de la <lplicación de las fuerzas de reacción del suelo sobre el calcáneo ,,
detrás del cemro de rotación del tobillo (círculo negro) crea un ',-Q
momento de ílexión plantar en el LObi llo (A). Este momento externo '' \
\
requiere la generación de un momemo interno opuesLO ele ílexión ' ' ,, \

dorsal por parte ele los músculos ílexores dorsales del tobillo. En B,
la localización lateral de la fuerza de reacción del suelo sobre el cal-
cáneo produce eversión de la aniculactón subastragalina y, por tanto,
pronación del pie. Esta tendencia está controlada por la acción del
músculo tibia] posterior. (De Adams JM, Perry J: Gait Analysis:
Clínica] applica1ion. En Rose J, Gamble JG: /-fuman Wall1i11g, 2ª ed.
Filadelfia, Williams & Wilkins, l994.)
FIGURA 15.34. Durame la respuesta a la carga. la línea ele acción de
la íuerza ele reacción del suelo (posterior al 1obillo, pos1enor a la
rodilla y alllerior a la cadera) favorece la nexión plantar del tobillo, la
ílexión de rodilla)' la ílexión de cadera. (De Whiule M: Gaít A11alysis:
An /11troduclio11 , 2. 2 ed. Oxford, Bu11erwonh-Heineman11 Lid., 1996.)
566 Sección IV Extremidades infe1iores

Dinámica de la cadera (plano sagital )

Momentos a rticula res
• Momentos articulares internos: p roducidos por el cuerpo
• Momentos articulares externos: aplicados sobre el cuerpo

El Lérmino momentos articulares netos refleja el hecho de que

el método usado en dinámica inversa para calcular los momen-
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Los articulares internos no tiene en cuenta la coaclivación de gru-

pos musculares agonistas-antagonistas. Repárese, además, en que
el momento neto producido por los músculos no reíleja necesa-
riamente la dirección del movimiento de esa articulación. Como
se aprecia en la figura 15.34. durante la respuesta a la carga,
existe un momento interno neto de ílexión dorsal miemras el
tobillo adopta flexión plantar. Esta combinación de momemo de
ílexión dorsal y movimiento de flexión plantar muestra una acti-
vación excéntrica de los flexores dorsales del tobillo.
El concepto de momento interno neto aporta un conoci-
miento valioso del papel de músculos cenemos en el control de
una articulación durante la marcha. El momento interno neto
no aporta, sin embargo, la respuesta sobre la velocidad de acti-
vación muscular. Saber el rilmo de trabajo realizado por los
músculos que controlan el movimiento requiere conocer la
potencia. La potencia articular es producto del momento articu-
lar neto y la velocidad angular articular. La polencia articular
refleja el ritmo neto de generación y absorción de energía por
parle de todos los músculos y otros tejidos conjuntivos que cru-
zan una articulación. Un valor positivo indica la generación de -1,5
potencia, lo que refleja una activación concéntrica de los 2,0
músculos. mientras que un valor negativo indica absorción de e
potencia, lo cual muestra una activación muscular excéntrica. El
concepto de generación y absorción de energía debe entenderse
con el ejemplo de un salto. Duranle el movimienlo inicial de
agacharse previo a un salto, la mayorta de los músculos de las
extremidades inferiores trabajan excéntricamente, absorbiendo
energia. Esta energía es liberada por una activación muscular
concéntrica clurame el movimiento ascendente del cuerpo. La
aplicación de este concepto en el campo del entrenamiento de
la fuerza se conoce como entrenamiento pliométrico.

La potencia articular es producto del momen to articular neto

y la velocidad angular articular
• La potencia se genera por la activación concéntrica
de los músculos.
• La potencia se absorbe por la activación excéntrica
de los músculos.
El análisis de los momentos y potencias articulares nos da
una imagen más completa de la biomecánica de la marcha.
Estas variables ayudan a establecer la contribución relativa de
las distintas articulaciones y grupos musculares en tareas
como la propulsión hacia delante, el soporte del peso del
cuerpo y el control del equilibrio durante la marcha. En los
adultos sanos, por ejemplo, se sugiere que los flexores planta-
res del tobillo son los que aceleran el cuerpo hacia delante.38
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Porcentaje del ciclo de la marcha
FIGURA 15.35. Movimiento de la cadera en el plano sagital (A).
momento interno neto (B). potencia (C) y actividad electromiográ-
fica (EMG) (D) en un ciclo ele marcha. Las curvas EMG representan
la intensidad relativa de activación muscular durante el ciclo de mar-
cha, con áreas sombreadas y rayadas que muestran la activación mus-
cular excéntrica y concéntrica, respectivamente. (Los datos sobre los
momentos y potencias normalizados respecto a la masa corporal pro·
ceden ele Winter y otros, 1996, y los datos EMG de Winter, 1991 , Y
Bechtol, 1975.)
 Capítulo 15 Cinesiologia de la me1rclw 567

Dinámica ele la cadera (plano frontal) El conocimiento y tratamiento de la marcha patológica se

beneficia de este tipo ele información.
Los apartados siguientes arrojan luz sobre los momentos y
potencias principales generados durante la marcha. Estos
apartados también muestran figuras que resumen la cinemá-
tica y la cinética de la cadera, rodilla y tobillo en el plano sagi-
1 1
20 80 90
tal y ele la cadera en el plano frontal. El estudio cuidadoso de
t estas figuras aumen tará el conocimiento ele las relaciones entre
A --.
1/) ABDUCCIÓN movimiento, momento y potencia articulares, y la activación
cO 5
·O "O muscular durame la marcha.
º ·- ...
-C-~
(,) 111
111 Cl
Q) ::J -
·- (,) 111
Cadera. Al comienzo ele la fase de apoyo, en el plano sagi-
E·- ... tal , los músculos ele la cadera generan un momemo de exten-
·- t: o
> 111 E
o 111 Q) sión coxofemoral que sirve para aceptar el peso del cuerpo,
:E - -
Q) o
"O >< -5
controlar el tronco y extender la cadera (Fig. 15.35A y B).
o(,) Durante la segunda mitad de la fase ele apoyo, se genera un
momento ele llexión para frenar la extensión ele la cadera.
Este momento llexor de la cadera es el resultado ele fuerzas
pasivas de la cápsula anterior y la actividad ele los llexores
coxofemorales. Durante la oscilación inicial, un pequeño
momento llexor de la cadera, que corresponde a la activación
concéntrica ele los llexores, inicia la llexión de la cadera.

Dinámica ele la cadera (plano horizontal )

-0,5
,.
ADUCCIÓN

0,75
e e¡
·O~ t
111
·o;:
111~
GENERACIÓN
·oe :;-
u~
DE ENERGÍA
Q)•- o o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
- t: E ABSORCIÓN
~ 111 Q)
DE ENERGÍA
111-
-Q) o>< A 0,25
+
"O 8-0,75

o ~o
E
~
111 o
-Q) o
><
"O (,)
(.!) e

j t o1 ----..-~-~--.~--..-~-~--.---.---.
:E :Q
w g
:; +
(,)
1 1 1 1 GENERACIÓN
t:
111
10 20 30 40 DEENERGÍA '
Porcentaje del ciclo de la marcha

FIGURA 15.36. Movimiento de la cadera en el plano frontal (A).

momento interno neto (B), potencia (C) y acti vidad electromiográ-
fica (EMG) (D) en un ciclo de la marcha. Las curvas EMG represen-
tan la intensidad relativa ele la activación muscular durante el ciclo ele
la marcha, con áreas sombreadas y rayadas que muestran la activa-
ción muscular excéntrica y concéntrica, respectivamente. (Los datos o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
sobre los momentos y potencias normalizados respecto a la masa cor- Porcentaje del ciclo de la marcha
poral proceden de Winter y otros, 1996, y los datos EMG de Winter, FIGURA15.37 . Momento interno neto de la cadera en el plano hori-
1991.) zontal (A) y potencia (B). (Datos normalizados respecto a la masa
corporal de Winter y otros, 1996.)
568 Scccion IV Exll'<'midacb í11jt'1 iorcs

Dimlinica de la rodilla (plano sagital ) Durante la oscilación terminal, se necesita un momento exten-
sor para clecelerar el movimiento de ílexión de la cadera.

\ , ~i! ! ~i
La rigura 15.35C muestra la curva ele potencia ele la cadera
en el pla110 sagital. La poLencia se genera para sostener el
cuerpo, elevar el CM, controlar el tronco e impulsar el cuerpo
hacia delante durante el primer 35% del ciclo ele la marcha. La
o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
potencia se absorbe a continuación hasta alcanzar el 50-55%
1 del ciclo de la marcha, lo cual reíleja la deceleración ele la exten-
A 70 sión coxofemoral secundaria a la resistencia ofrecida por la cáp-
Ui' sula anterior de la cadera y a la activación excémrica ele los íle-
e o 60
·O "O xores de la cadera. Durante las rases previas a la oscilación y
o ·- <U 50
- o ...
e ..!!! 0>
Q) ::J ~
oscilación nnal, la potencia se genera para ílexionar la cadera.
40
·e .~..!!! Para completar la descripción del movimiemo de la cadera
·-
> t::
ro 'U = 30 en el plano sagital durante la marcha, la íigura l 5.35D mues-
~.!!!E 20 tra la am plitud relativa de la acli,·iclacl ele dos músculos anta-
Q) ..!!!
"O Q)
10 gonistas primarios ele la cadera. Las áreas de la curva EMG que
"O
están sombreadas ind ican una activación muscular excémrica.
o Las áreas rayadas muestran una activación muscular concén-
EXTENSIÓN
B 0,75
~ trica. En general, la activación muscular se correlaciona con la
absorción y la generación de potencia.
En el plano frv1110 / se procl uce un gran momento de abduc-
ción durante la íase ele apoyo para sostener la masa del cuerpo
que se localiza medial a la articulación coxoíemoral (Fig.
l5.36A )' B). La absorción de potencia durame el descenso ini-
cial del lado contrario ele la pelvis (Fig. l 5.36C) reíleja la acti-
vación excémrica ele los abductores ele la cadera (Fig.
15.360). La generación de potencia se aprecia durante el 20%
al 60% del ciclo ele la marcha, mient ras se ele''ª la pelvis con-
tralateral (Fig. 15.36C).
t
GENERACIÓN En el p/0110 horízo11l(1/ se emplea un momento de rotación
DE ENERGÍA externa para decelerar la rotación interna del rémur durante el
primer 20% del ciclo ele la marcha (Fig. l 5.37A). A este
momento le sigue otro ele rotación interna qLte avanza el lado
contralateral de la pelvis hacia delante durante el resto de
la rase ele apoyo. Repárese en la pequeña magnitud ele estos
momentos. aproximaclameme el 15% de los de los planos
sagital y rrontal. L1 activación excéntrica de los rotadores
o externos ele la cadera en el 20% inicial del ciclo ele la marcha
e
·O explica la absorción ele potencia que se nota en ese momenw
·¡:;
..!!!
::J:
o ·-
<ll
_/ (Fig. 15.37B) .

(/) D
·-"O
t::
<ll ...
o Rodilla. En el plano sagital. durante el contacto del talón, un
--
<ll <ll
momento ílexor inicial muy breve (primer 4% del ciclo de la

w
Q)
"O "O
(.!)
~
Q)

~
o 1o 20 30
1
40 50
1
60 70 80
¿
90 100
marcha) asegura presumiblemente que la rodilla esté ílexio-
nacla para conseguir su alineam iento adecuado para amorti-
guar los choques (Fig. 15.38A y B). Un momento extensor
Porcentaje del ciclo de la marcha
mayor. necesario para la respuesta a la carga. sigue rápicla-
meme a esLe 1nomento de ílexión. Este momento extensor con-
FIGURA 15.38. Movimiento de la rodilla en el plano sagital (A).
tinúa hasta el 20% de la marcha, al principio para controlar
momemo imerno neLO (B), poLencia (C) y actividad electromiogní-
fica (EMG) (O) en un ciclo de la marcha. Las curvas EMG represcn-
excéntricamente la ílexión ele rodil la y luego para extender la
Lan la intensidad relmiva de la acti\'ación muscular durallle el ciclo de rodilla. Entre el 20% y el 50% del ciclo de la marcha hay un
la marcha, con áreas sombreadas y rayadas que muestran la acLiva- momemo ílexor neto mientras la rodilla se flexiona antes del
ción muscular excéntrica y concéntrica, respectivameme. {Los dmos despegue ele los dedos del pie. Como es escasa la actividad de
sobre los mamemos y potencias normalizados respecLO a la masa cor- los isquiolibiales en ese momento, es probable que el momento
poral proceden de Winter }' otros, 1996, y los daws EMG de Wimer, Oexor neLO sea producto de la tensión pasiva de la cápsula pos-
1991) terior de la rodilla. j usto antes del despegue de los dedos, se da
 C<1¡>iru/o 15 C111csi(l/ngrc1 ele la marclur 569

Oinámica de la rodilla (plano frontal) un pequerio momento extensor para controlar la ílexión de la
rodilla. Durante la oscilación íi nal , se genera un momento íle-

i'.~ , ~i! l ~'~

xor para frenar la extensión de la rodilla.
La cun·a de potencia en el plano sagital reíleja la acción ele
la musculatura circundame de la rodilla (Fig. l 5.38C y D). La
generación ele potencia de corta duración al comienzo de la
fase ele apoyo muestra que el momento ílexor neto de la rod i-
o 10 20 30 40 so 60
1
70 80 90 100
lla permite su ílexión. Luego, se produce momentáneamente
1,SO la absorción de potencia, lo cual refleja la acción excémrica del
A cuáclriceps. Le sigue otro momento breve del generación de
.5--
o·- Cl polencia, señal del inicio de la extensión de la rodilla. Justo
e<.>~
... ~E antes del despegue ele los dedos del pie, los exlensores de la
!~z rodi lla que comrolan su ílexión absorben la potencia. Durante
C·- ._...
·- t:: co
... ·-
o co=
e co -e
Q) - o t
la oscilación fi nal, los isquiotibiales absorben energía mientras
frenan la extensión de la rod illa ele la pierna oscilante.
E Q) ... ABDUCCIÓN
o "C ~ En el plano fronia l (Fig. 15.39A), un momento abd ucLOr
:E .s Q)
Q) "C o interno en la rodilla se opone al momento aductor (varo)
e externo creado por la íuerza de reacción del suelo resultante
que pasa medial a la rodilla en apoyo (Fig. 15.40). El momento
abclucLor inLerno se crea por una combinación ele estructuras
B
activas y pasivas, como la cintil la iliotibial , el tensor ele la fas-
0,20
e Oi t
·O~ 1
GENERACIÓN
.!l!M!co
(.) :::s
DE ENERGÍA
eQ)·-<.>=
·- o D inámica de la rodilla (plano hor izontal)
..., t:: "'O
o co o

\ ,~i! l i~
ABSORCIÓN
a. co ... DE ENERGÍA
- co
Q)-; f
"C "C -0,20

o 10 20 30 40 so 60 70 80 90 100
1
Porcentaje del ciclo de la marcha o 10 20 30 40 so 60
1
70 80 90 100
FIGURA 15.39. Momemo imerno neLo (A) y potencia (B) de la rodi- O, 15
lla en el plano fromal. (Los datos normalizados respecto a la masa A
corporal proceden de Wimer y otros. 1996.) o
(¡) e ci
C,o~ t
o·¡:; E ROTACIÓN
eco
'--~
z INTERNA
,g? ~ co
C.-: o
·- t:: ·-
.s co -g
e co ...
Q) - co
E Q) -
o "C Q)
:E "C

-0,S
0,07S t
8 c Oi GENERACIÓN
·o~ 1
DE ENERGÍA
.!l!M!co
(.) :::s
o
cu: ABSORCIÓN
Q)·- · -
DE ENERGÍA
o~
a.. ...
-g
-0,07S
~
~ co
Q)-;
'O-e -0,1SO

FIGURA 15.40 . La aplicación de peso sobre el pie durante la marcha o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

crea un momento en varo en la rodilla. La mayor carga del cóndilo
medial del fémur y la meseta Libial explica la mayor incidencia del
deterioro articular de la pan e medial ele la rodilla. Este momento en
varo tiende también a «abrir» la cara later<1l ele la rodilla. A esta ten-
dencia se oponen las esl ructu ras laterales ele la rodilla.
Porcentaje del ciclo de la marcha
FIGURA 15.41. Momento interno neto (A))' polencia (B) en el plano
horizontal ele la rodilla. (Los datos normalizados respecto a la masa
corporal proceden de Winter y otros, 1996.)
570 Sección IV Extremidades inferiores
--
Dinámica del tobi llo (plano sagital) cia lata y los ligamentos laterales de la rodilla. Los valores de
potencia en este plano son muy bajos por las bajas velocidades
angulares de la rodilla en el plano frontal (Fig. 15.39B).
En el plano horizontal que descri be el movimiento de la libia
sobre el fémur, los momentos articulares son parecidos a los de
la cadera, con un momento de rotación externa en la primera
·, mitad de la fase de apoyo y un momento de rotación interna en
o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
la segunda mitad (Fig. 15.4 l A). Estos momentos son generados
A 40 por los ligamentos de la rodilla en respuesta a los momentos acti-
e U) vos de la cadera en el plano horizontaJ.20 Durante la respuesta a
·O O 30
o·- "O
-e 111
(.) ...
111 20 la carga se absorbe un poco de energía mientras las estructuras
Q) 3 Cl capsulares y ligamentarías de la rodilla oponen resistencia al
·- o - 10
E·- o
·- t:: - movimiento de rotación interna de la tibia (Fig. 15.41B).
> 111= o
º111"8
:E--
CI>- -10 Tob illo y pie. En el plano sagital, se genera un pequeño
"O Q)
"O -20 momento de flexión dorsal en el tobillo inmediata mente des-
pués del contacto del talón (Fig. 15.42A y B). Este momento
B o.so t
sirve para controlar excéntricamente el movimiento de flex ión
plantar generado por la aplicación del peso del cuerpo sobre
-
o
G> e O>
C·O.:it.
o·- -..
e u E
o
FLEXIÓN
DORSAL

FLEXIÓN
el calcáneo (ver Fig. 15.33). Prevalece un momento de flexión
plantar durante el resto de la fase de apoyo, al principio para
a...l!!z PLANTAR el control excéntrico del avance de la tibia sobre el pie y luego
Q)
- u o
::s- t
e,_
·- t:: =
g 111 :e
e 111 o
Q)- -
E G> Qi
Dinámica del tobillo (pla no frontal)
o-O-o
:E
-2,00

e 5,0

c..-.
•O Cl
·-.:if.
o 1o 20
1
30 40 50
'
60
1
70 80
1
90 100
1 1
(.) -..
.!!! !!! ;::
u::s -
e u o
Q)·--
+
-t::= GENERACIÓN 0,15
o 111..C DE ENERGÍA
Q. !!! g
Q) Q¡
"O "O
o ; ,
ABSORCIÓN EVERSION
DE ENERGÍA
-1,5 t INVERSIÓN
D -0,06 t
g
:eg B 0,1 5

Q¡ '
"O . t '
GENERACIÓN
<!J DEENERG{A
:E
w o -1--+,1':-~~~.._~-++---:!;._...+
, ~~.~-!-
, ~
1 1 1 ABSORCIÓN '
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 DE ENERGÍA
Porcentaje del ciclo de la marcha ~

FIGURA 15.42. Movimiento del tobillo en el plano sagital (A), mo- -0,15
mento interno neto (B) , potencia (C) y actividad electromiográfica
(EMG) (O) en un ciclo de la marcha. Las curvas EMG representan la o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
intensidad relativa de la activación muscular durante el ciclo de la Porcentaje del ciclo de la marcha
marcha, con áreas sombreadas y rayadas que muestran la activación
FIGURA15.43 . Momento interno neto (A) y potencia (B) del tobillo
muscular excéntrica y concéntrica, respectivamente. (Los datos sobre
en el plano frontal. (Los datos normalizados respecto a la masa cor-
los momentos y potencias normalizados respecto a la masa corporal
poral proceden de Winter y otros, 1996.)
proceden de Winter y otros, 1996, y los datos EMG de Winter. 1991.)
 Capitulo 15 Cinesiologia de la marcha 571

Oinámica del tobillo (t,1<1110 horizonlaf ) Este momento de rotación externa debería de hecho llamarse
momento de abducción, basándose en la descripción del
movimiento del tobillo que aparece en el Capítulo 14.

Fuerzas articulares y tendinosas

Las superficies articulares, los ligamentos y tendones soportan
grandes íuerzas de cizallamiento, compresivas y de tracción
o 10 20 30 40
1
50 60
1
70 80
1 1
90 100
durante la marcha. El conocimiento de la magnitud de estas
1 1 t '
A 0,035
, ' ADUCCIÓN
íuerzas tiene interés sobre todo para los médicos, cirujanos
• (ROTACIÓN INTERNA) ortopédicos y bioingenieros. En concreto, el diseño de los
'
o-r~..--~~-.-~..--~....,..--~ ................-.-~ implantes articulares quirúrgicos requiere este tipo de datos.
1

, ' ABDUCCIÓN Las mediciones directas en hombres y mujeres no son obvia-

1 (ROTACIÓN EXTERNA)
1
' +1 1 i
-0,150
B durante la deambulación a 1,4 mis es igual a 6,4 veces el peso
0,025 ' + 1
GENERACIÓN
: DEENERGIA
: ABSORCIÓN
• DE ENERGÍA
·0,025 ' t ,
o 1o 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Porcentaje del ciclo de la marcha
FIGURA 15.44. Momento interno neto (A) y potencia (B) del tobillo
en el plano horizontal. (Los datos normalizados respecto a la masa
corporal proceden de Winter y otros, 1996.)
para la flexión plantar del tobillo durante la fase de despegue.
Hay presente un momento de flexión dorsal muy escaso
durante Ja fase de oscilación para mantener la flexión dorsal
del tobillo y levantar los dedos del pie del suelo.
En el plano sagital, se absorbe energfa antes de la fase ele
despegue (Fig. 15.42C), lo cual reíleja la naturaleza excéntrica
de la acción de los ílexores plantares (Fig. 15.420). Le sigue
una gran generación de energía por los ílexores plantares du-
rante el despegue. Esta generación de potencia es responsable
de una gran porción de las fuerzas propulsoras que impulsan
el cuerpo hacia delante durante la marcha.Ja
Los momentos y sobre todo los valores ele la potencia en Los
planos frontal y ho1izontal son muy pequeños y muestran gran-
des variaciones entre personas (Fig. 15.43 y 15.44). En el
plano frontal, la fase de apoyo se caracteriza por un pequeño
momento inicial de eversión (del 0% al 20% de la marcha)
seguido por un momento de inversión (del 20% al 45% de la
marcha) y un pequeño momento de eversión justo antes de la
fase de despegue.101 En el plano horizontal, hay presente un
momento de rotación externa durante la fase de apoyo.
mente fáciles de obtener; por tanto, estas fuerzas suelen calcu-
larse de modo indirecto mediante el análisis biomecánico que
incluye el modelado y optimización de las técnicas.
En la tabla 15.5 aparecen las fuerzas aplicadas a las distin-
tas estructuras de las extremidades iníeriores. Estas íuerzas
pueden ser sorprendentemente grandes. Pensemos, por ejem-
plo, que la fuerza de compresión entre huesos en la cadera
corporal.79
DISFUNCIONES DE LA MARCHA
La mayoría de nosotros damos por supuesto nuestra capaci-
dad para andar. El hecho es que, a menos que hayamos
sufrido una lesión o una alteración ffsica, no pensamos que
andar sea una tarea dificil. La información aportada hasta este
momento en el capítulo nos recuerda la complejidad de la
marcha. Muchas acciones deben darse simultáneamente en
cada momento del ciclo de la marcha para que se produzca la
marcha con eficacia máxima.
La marcha normal requiere suficiente amplitud del movi-
miento y fuerza de todas las articulaciones participantes.
Caminar también requiere el control sofisticado del movi-
miento por parte del sistema nervioso central. La complejidad
de la marcha ofrece muchas oportunidades para que el patrón
normal de la marcha se vea afectado por alteraciones. No obs-
tante, La adaptabilidad del sistema ofrece muchas oportunida-
des para modificar el patrón de La marcha con el fin de cami-
nar, a pesar incluso de alteraciones graves. En estos casos, se
sacrifica el patrón normal de la marcha para poder moverse de
un punto a otro con independencia. Todos hemos usado esta
capacidad para adaptar la marcha, incluso sólo por una ampo-
lla dolorosa en el pie o para caminar por arena ardiente en la
playa. En esencia, un patrón anormal o patológico de la mar-
cha reíleja un esfuerzo por preservar la cleambulación
mediame la adaptación. El coste de la desviación de la marcha
es el incremento del gasto energético y la aplicación de tensio-
nes anormales sobre el cuerpo.
Tres causas corrientes de patrones paLOlógicos ele la marcha
aparecen enumeradas en el recuadro. Cada una comprende
muchas patologlas especfficas y generales. Las desviaciones
observadas pueden ser la respuesta directa a una alteración
específica o puede ser, de hecho, una compensación. Las
características de la marcha patológica dependen de la natura-
572 Sccciti11 IV Ex1n·111iclfüb 11ifc1iores

leza ele la alteración y ele la capacidad de la persona para com-
pensar esa alteración.
Causas de los patro nes patológicos de la marcha
• Dolor
• Trastornos del sistema nerv ioso central
• Alleraciones del sistema musculoesquelético
El dolor puede causar un patrón anormal de la marcha que
suele denominarse marcha antálgica. El patrón en el
que se evita cargar el peso del cuerpo sobre la extremidad
dolorosa suele acompañarse de rasgos característicos. Los
signos principales son una longiLUd del paso más corta y
menos tiempo de apoyo sobre el lado doloroso, y menos
tiempo de osci lación sana. Si el dolor se relaciona con com-
presión de la articulación coxofernoral por la activación mus-
cular, se produce el desplazarniemo laLeral ele la cabeza y
tronco hacia la extremidad inferior dolorosa en carga (ver
Cap. 12). Si la fuente del dolor es otra que la cadera, el tronco
puede inclinarse ligeramente hacia la pierna osci lante en un
intento por aliviar la carga del peso sobre la pierna en apoyo
dañada.
'Muchos trastornos neurológicos, como accidentes vascula-
res cerebrales (AVC), enfermedad de Parkinson y par:'\lisis
cerebral, pueden provocar patrones anormales de la marcha.ll3
La espasticidad de los músculos, definid a por un aumento del
tono y la resistencia al est iram iento, suele alectar a los múscu-
los extensores de las personas con parálisis cerebral y AVC.
Como resultado, el patrón de la marcha muestra rigidez en la
pierna y suele acompaiiarse ele una tendencia a la ci rcunduc-
ción )' a arrastrar los pies. También se aprecia en ocasiones el
patrón de marcha en tijeras debido a la hiperactividad ele los
aductores de la cadera. La enfermedad de Parkinson suele
generar un patrón de marcha de pasos conos y apresurados,
también llamado marcha fest iname. La apraxia, definida como
un LrasLorno del movim iento volumario, se produce en algu-
nas en fermedades que afectan a los ancianos. La apraxia
puede provocar un patrón ele marcha que se caracteriza por
una base amplia ele apoyo, zancadíls cortas y arrastre de los
pies. Las personas con alteraciones de la función sensorial y el
equil ibrio pueden mostrar un patrón ele marcha inestable.76

cxtrcmidadés inferiores
Estructuras (tipos de fuerza) Velocidad Autores Magnitud (PC)
Tobillo
Articulación tibiotarsiana (compresión máxima) 1,4 m/s Simonsen y otros 0995) 4,2
Aniculación ti biotarsiana (compresión máxima) 114 p/min Collins (1995) 4,8
Aniculación tibiotarsiana (compresión máxima) 4,2 m/s (r) Scou y Winter (1990) 12,0
Articulación tibiotarsiana (cizallamiemo anterior máximo*) 116 p/min Stauffer y otros (1977) 0,6
An iculación tibiotarsiana (cizallamiento posterior máxi mo*) l 16 p/min Stauffer y otros (1977) 0 ,3
Tendón ele Aquiles (tensión máxima) 1,5 m/s Finni )' otros (1998) 2,0
Tendón de Aquiles (tensión máxima) 1,7 m/s Finni y otros (1999) 4,0
Tendón de Aquiles (tensión máxima) 4,2 m/s (r) Scolt y Winter (1990) 7,0
Flexores dorsales del tobillo (tensión máxima) 114 p/min Collins (l 995) 1,0
Fascia plantar (tensión máxima) 4 ,2 rn/s (r) Scott y Winter (1990) 2, 1
Rodilla
ArLiculación femorotibial (compresión máx ima) 1,4 mis Simonsen y otros (1995) 4 ,6
Articulación femorotibial (compresión máxima) 114 p/min Collins (l 995) 5,0
Articulación femororrotuliana (compresión máxima) 1,0 111/s Komistek y otros (1998) 0,3
Articulación femororrotuliana (co mpresión máxima) l ,5 mis Kuster y otros (1993) l,5
Articulación femororrotul iana (compresión máxima) 1,0 mis Taylor y otros (1998) 0 ,8
Articulación femororrotuliana (co mpresión máxima) 4 ,2 mis (r) Scou y Wimer (1990) 9,0
Ligamemo cruzado amerior (compresión máxima) 114 p/min Collins (1995) 1,5
Ligamento cruzado posterior (compresión máxima) 114 p/min Collins (1995) 0 ,4
Tendón rotuliano (tensión máxima) 1,7 mis Finni y oLros (1999) 3,0
Tendón rotuliano (tensión máxima) 4 ,2 mis (r) Scou y Winter (1990) 5,8
Músculos isq uioti biales (tensión máxima) 114 plmin Collins (1995) l ,1
Cadera
Cadera (compresión máxima) 1,4 mis Simonsen y otros (1995) 6,4
Cadera (compresión máxima) 0 ,9 mis Pedersen y otros (1997) 3,1
Cadera (compresión máxima) 114 plm Collins (1995) 3,8
Músculo aductor mayor (tensión máxima) 0,9 mis Pedersen y otros (1997) 0,3
Músculo glú teo medio (tensión máxima) 0 ,9 mis Pedersen y otros (1997) 0 ,5

PC. unidades en n(lmero de ' 'eces el peso corporal: p/mín, pasos por minmo: m/s, meuns por segundo; " clircceíón del cízallnmicn10 de In tibia ~obre el astr:ignlo; (r) velocidad en
carrera.

Dcsviac
Desviaciones de la marcha en
el tobillo/pie
«Caída plantan: la rápida flexión
plantar del tobillo se produce
después del contacto del talón.t
El nombre deriva del ruido
caracterlstico que hace el antepié
al golpear el suelo
Toda la cara plantar del pie toca el
suelo en el contacto inicial,'!'
seguido por Ja ílexíón do rsal
normal y pasiva del tobillo durame
el resto de la fase de apoyo
El contacto inicial con el suelo se
produce con el antepié seguido por
la región del talón. La flexión dorsal tobillo
normal y pasiva del tobillo se
produce durante la fase de apoyo
El contacto inicial con el suelo
corresponde al antepié seguido por Comractura en flexión
la región del talón. La flexión dorsal plantar (pie equino) o
normal y pasiva del tobillo se
produce durante la fase de apoyo
El contacto inicial se realiza con el
antepié, )' el talón toca el suelo
mediante un desplazamiento
postenor de la tibia (Fig. 15.45)
Elevación prematura del talón en
la fase de apoyo medio
El talón se mantiene en contacto
con el suelo en la fase de apoyo
final
Posición del pie en supinación y
carga del peso sobre el borde lateral
del pie durante la fase de apoyo
La pronación excesiva del pie
ocurre durante el apoyo con
incapacidad para la supinación
del pie durnnte la fase de apoyo
medio. Arco longitudinal medial
normal durame la fase de oscilación
Cc1¡n1u/<1 15 C111t'$10lc>gw c/1• la mcm:ho 573
Probable alteración Precursores patológicos Razón mecánica y/o compensaciones
seleccionados asociadas
Debilidad leve de los Parálisis del nervio Los nexores dorsales del tobillo tienen
flexores dorsales del peroneo común y bastante fuerza para la flexión dorsal del
tobillo ne uro palla periférica tobillo duran te la oscilación, pero no Jo
distal bastante para controlar la flexión plantar del
tobillo después del contacto del talón
Debilidad acusada de los Parálisis del nervio Fuerza suficiente de los flexores dorsales para
nexores dorsales del peroneo común y la ílexión dorsal parcial pero no completa
tobillo
neuropatla periÍérica del tobillo durante la fase de oscilación. La
distal flexión dorsal normal se produce durante la
fase ele apoyo siempre que el tobillo tenga
una amplitud nom1al del mov1m1en10
Debilidad grave de los Parálisis del nervio No es posible la flexión dorsal activa del tobillo
llexores do rsales del peroneo común y durante el balanceo de la pierna. La
neuropatla periférica flexión dorsal normal se produce durante la
distal fase de apoyo siempre que el tobillo tenga
una amplitud nom1al del movirmento
Dolor en el talón. Fractura de calcáneo, Estrategia intencionnda para evitar la carga
[ascitis plantar. del peso sobre el talón.
Lesión ele la motoneurona Para mamener el peso sobre el pie, la rodilla
espasticidad de los superior/parálisis y cadera se mantienen flexionadas durante la
flexorcs plantares del cerebral, accidente fase de apoyo en una marcha en semiflexión
tobillo vascular cerebral (AVC)
Contractura en flexión Lesión de la motoneuronas La hiperextensión de la rodilla se produce
plantar (pie equino) o superiores (parálisis durante la fase ele apoyo por la
espasticidad de los cerebral, AVC). incapacidad de la tibia para moverse hacia
ílexores plantares del Fusión del tobillo en una delante sobre el pie. La flexión coxofemoral
tobillo posición de flexión y la ameroflexión excesiva del tronco al final
plantar ele la fase de apoyo se produce para
desviar el peso del cuerpo sobre el pie
Falta ele flexión dorsal Retracción muscular Patrón de marcha característico con rebote
del tobillo congénita o adquirida
de los flexores plamares
del LObillo
Debilidad o parálisis Trastorno del sistema La flexión dorsal excesiva del tobillo provoca
fláccida de los flexorcs nervioso central o un contacto prolongado del talón, reduce la
plantares con o sin una periférico fase de despegue y acorta la longitud del
posición de flexión dorsal paso
fij a del tobillo (pie
calcáneo)
Deformidad en pie cavo Defonnídad estructural Arco longitudinal medial alto con reducción
congénita de la movilidad del mesop1é durante las
fases de oscilación y apoyo
Retropié varo y/o antepié Deformidad estructural La pronación excesiva del pie y el
varo congénita o adquirida aplanamiento asociado del arco longitudinal
medial pueden acompañarse de rotación
mterna general de la extremidad inferior
durante la fase de apoyo
Co11ti11cw
574 Secció11 IV Extremidades inferiores

Desviaciones de la marcha en
el tobillo/..._
p_ ie_ _ _ _ __ __
Pronación excesiva del pie en carga
sobre la porción medial del pie
durante la fase de apoyo. El arco
longitudinal medial se mantiene
ausente durante la fase de
oscilación
Inversión y ílexión plantar excesivas
del pie y el tobillo durante la fase
de oscilación y el contacto inicial
El tobillo se mantiene en ílexión
plantar durante la fase de
oscilación y puede asociarse con el
arrastre de los dedos del pie, lo cual
se llama pie caldo (Fig. 15.46)
Probable alteración Precursores patológicos Razón mecánica y/o compensaciones
- -- - - -seleccionados asociadas
Debilidad (parálisis) Lesión de las moto- Es posible que haya rotación interna general
de los inversores neu ronas superi ores excesiva de la extremidad inferior durante
del tobillo. la fase de apoyo
Deformidad en pie plano Deformidad estructural
congénita
Pie equinovaro por la Lesión de las moto- El contacto con el suelo se hace con el borde
espasticidad de los neu ronas superiores lateral del antepié. El peso en carga
ílexores e inversores (parálisis cerebral, AVC) descansa sobre el borde lateral del pie
plantares durante Ja fase de apoyo
Debilidad de los Parálisis del nervio Elevación de la pelvis, circunducción de la
ílexores dorsales y/o pie peroneo común cadera o ílexión excesiva de cadera y
equino rod illa de la pierna en fase de oscilación o
elevación unilaLeral de la pierna en carga
con el fin de levantar los dedos del pie del
suelo y prevenir su arrastre durame la fase
de oscilación de la pierna

• Una alteración ts una pérdida o anomalia de una es1ruc1ura o función ana1ómicas. lis1ológ1cas o ps1cológ1cas no rmaltS.
t Los 1t rmmos en negrila muestran el momen10 del ciclo de la marcha en que se expresa la desv1ac1ón.
f Suele usarse el 1trmino ·comacto inicial en vez de •comac10 del 1alón" para rcílc¡ar el hecho de q ue en muchas dtsviaciones <le la marcha el talón no es la sección del pie que ioca
primero el suelo.

Arrastre de los dedos duranle la

fase media de la oscilación

FIGURA 15.46. Pie caído durante la fase de osdlación, que reíleja la

FIGURA 15.45. Hiperextensión de la rodilla y anteroílexión del debilidad de los músculos ílexores dorsales. (De Shumway-Cook A:
tronco con una contractura en ílexión plantar del tobillo. (De Perry Motor CorHrol: Theory a11d Practica/ Applications. Baltimore, Williarns
J: Contractures: A historical perspective. Cli11 Orthop 219:8,
1987 .) & Wilkins, 1995.)

En los trastornos neurológicos, la causa primaria de la disfun-
ción de la marcha es la incapacidad para generar y controlar
un nivel apropiado de fuerza muscular. Al final, la debilidad
muscular y la contractura articular pueden constituir el déficit
neuromotor primario.
Los déficits del sistema musculoesquelético también gene-
ran varias desviaciones de la marc ha . Una amplitud del
movimiento articula r anormal (excesiva o limitada) y/o una
fuerza muscular limitada pueden causar desviaciones de la
marcha. La amplitud anormal de l movimiento artic ular
puede ser secundaria a lesiones, tirantez o contractura de los
tejidos conjuntivos y músculos, a una estructura artic ular
anormal, a inestabilidad articular o a laxitud congénita de los
tejidos conjuntivos. En la mayorla de los casos, la amplitud
anormal del movimiento de una articulación deriva en
alguna forma de compensación en otra u otras articulaciones
 Capítulo 15 Ci11esiolog1C1 ele la marcha 575

vecinas. La debilidad muscular puede deberse a atrofia modificación del patrón de marcha. Las tablas 15.6 a 15.11
por desuso después de una lesión o a estímulos neurales y las figuras 15.45 a 15.51 presentan algunas de las desvia-
limitados secundarios a una lesión nerviosa periférica. ciones más corrientes de la marcha observadas en la pobla-
Sea cual fuere la causa, la debilidad provoca finalmente la ción general.

Desviaciones de la marcha Probable alteración Razón m ecánica

en el tobillo/pie
Elevación unilateral sobre el an tepié:
mecanismo compensatorio que se aprecia en
la flexión plantar exagerada del tobillo durante flexión de rodilla o la flexión dorsal del
el apoyo medio; deriva en un movimiento
vertical excesivo del cuerpo (Fig. 15.47)
Ángulo del paso excesivo durante la fase
de apoyo que se denomina abducción
excesiva del pie
Reducción del ángulo del paso normal
durante la fase de apoyo por
aducción excesiva del pie
Cualquier alteración de la extremidad inferior
contralateral que reduzca la flexión coxal, la
iobillo durante la fase de oscilación
Retroversión de l cue llo del fémur o retracción
de los rotadores externos de la cadera
Anteversión femoral excesiva o espasticidad
de Jos aductores de la cadera y/o rotadores
internos de la cadera
Estrategia usada para que el pie de una
extremidad inferior contralateral
funcionalmente larga se levante del suelo
durante la fase de oscilación
Pie en abducción excesiva por la
rotación externa excesiva de la
extremidad inferior
Rotación interna general de la extremidad
inferior

Los términos en negrita indican el momento del ciclo de la marcha en que se produce la desviación

Anteroflexlón
i
! Normal
del tronco
'

FIGURA 15.47. Elevación unilateral sobre el antepié para compensar FIGURA 15.48. Debilidad del cuádriceps que deriva en anteroflexión
una limitación en el acortamiento funcional de la extremidad inferior del tronco (De Whittle M: GaiL Analysis: An lntroduccion. 2.ª ed.
oscilante. (De Whittle M: GaiL Analysis: A11 /11troduction, 2.• ed. Oxford, Butterworth-Heinemann Lld., l 996.)
Oxford, Butterwonh-Heinemann Ltd., 1996.)
576 Scccio11 IV
Desviaciones de la marcha
en la rodilla
Rápida extensión de la rodilla Espasticidad del cuádriceps Lesión ele la
justo después del contacto
inicial
La rodilla se mantiene
extendida duran te la
respuesta a la carga, pero
no hay empttje extensor
Genu recu rvatum
(hiperextensión) durante
la fase de apoyo
Tracción en varo durante
la fase ele apoyo
Posición ílexionada de la
rodilla durante la fase
ele apoyo y falta de
extensión de la rodilla
durante la oscilación
final (Fig. 15.49)
Reducción o ausencia de
ílexión de la rodilla durante extensores de la rodilla
la fase ele oscilación
Los tt'nmnos en ncgrua indican el momcmo del ciclo de la marcha en qui' ~ pn>ducc In cksnació11.
Extremidades inferiores
Probable alteración
motoneurona
superior
Debilidad del cuáclriceps
Gonalgia
Debilidad de los extensores
de la rodilla (ver las dos
desviaciones de la marcha
previas descritas en esta
tabla)
Laxitud ele las estructuras
ligamentarias posteriores
y laterales de la rodilla
Contractura en
ílexión ele rodilla >10º
(genu ílexum)
Hiperactividad de los
isquiotibiales
(espasticidad)
Gonalgia y derrame
Espasticidad de los
Contractura en extensión
de la rodilla
Precursores patológicos Razón mecánica y/o compensaciones
seleccionados asociadas
Según el estado de las estructu ras posteriores de
la rodilla, puede darse con o sin hipercxtensión
de rodilla
Parálisis del nervio La rodilla se mantiene en extensión completa
femoral, neuropatía por durante la fase de apoyo. La an teroílexión
compresión de L3-L4 asociada del tronco al comienzo del apoyo
desplaza la línea de la gravedad del
tronco por delante del eje de rotación de
la rodilla (Fig. 15.48). Esto mantiene la rodilla
extendida sin la acción de los exLensores de la
rodilla. Esta desviación de la marcha puede
derivar en un estiramiento excesivo de la
cápsula posterior de la rodilla y en Ja
hiperextensión final de ésta (genu recurvatum)
durante la fase de apoyo
Artritis La rodilla se mantiene en extensión para reducir
la necesidad de activación del cuádriceps )'
de las fuerzas compresoras asociadas. Puede
acompanarse de un paLrón ele marcha antálgica
que se caracteriza por la red ucción del tiempo
en carga y una longitud de paso más cona
Poliomielitis Secundaria al estiramiento progresivo de la
cápsula posterior de la rodilla
Lesión traumática Rápida desviación en varo de la rodilla durante
o laxitud progresiva el apoyo medio, por lo general acompar'iada
de hiperextensión de la rodilla
Lesión de la Aumento asociado de la ílexión coxofemoral
motoneurona y la ílexión dorsal del tobillo durante la fase
superior ele apoyo
Traumalismo o anritis La rodilla se mantiene ílexionacla por ser la
posición de menos presión intraanicular
Lesión de la motoneurona Podría apreciarse elevación de la
superior pelvis compensatoria y/o circunducción
Inmovilización (yeso,
onesis) o anrodesis
 577

Desviaciones de la marcha Probable alteración Razón mecánica

en la rodilla
La rodilla se mantiene ílexionada durante la Alteraciones del tobillo o la cadera,
fase de apoyo a pesar de que su amplitud como defonrndad en pie calcáneo,
del movimienlO fuera normal debilidad de los ílexores plantares,
en la exploración y comractura por ílexión
de la cadera
Htpcrextensión de la rodilla (genu recurvatum) Comractura por ílexión plamar del
desde el contacto inicial hasta la tobillo (pie equino) o espasticidad
pre-oscilación de los ílexores plantares del tobillo
Marcha antálgica Pierna en carga dolorosa
Flexión excesiva de la rodilla durante la fase falla de ílexión dorsal del t0billo
de oscilación de la pierna oscilante
o pierna en carga corta
La ílexión dorsal exagerada del tobillo o la
ílexión exagerada de la cadera durante la fase
de apoyo fuerza la rodilla a adoptar ílexión.
La pierna contralmcral en fase de oscilación
muestra ílexión exagerada de cadern y rodilla
para levantar los dedos del pie del suelo
debido a que la pierna en carga es más cona
funcionalmente
Lll rodilla debe es1:1r h1perextendida para
compensar la falta de desplazamiento anterior
ele la tibia en carga (ver Fig. 15.45)
Se caracteriza por una longitud del p::iso más
corta y menos tiempo ele apoyo en el lado de
Ja extremidad inferior dolorosa; p~1ede estar
acompañada de inclinación monolateral del
tronco, si hay dolor en la cadera, la inclinación
contralateral del tronco se produce con dolor
en la rodilla y el pie
La estrategia para ::iumentar el levantamiento
de los dedos del pie suele acompaiiarsc de un
aumento de la ílexión coxofemoral

l.~ 1en11inos en negma mdK,lll el m<•memo del cid<' J,· l.1 rnan:h.1 en <1ue se ¡mxlun· la des,1ac1on

~ 1

Ple
en apoyoº

FIGURA 15.49. Con1rncturn en flexión de la rodilh1 que causa marc:ha FIGURA 15.50. Circund ucción de la cadcni durante la fase de oscila-
en semiílexión de la pierna en carga. (De Pcrry j: Contractures: A h1s- ción. (De \Vhiule M: Gc1i1 Analysis: /\11 /111md11c1io11, 2! cd . Oxford,
torical perspec1ive. Clin Ortl1op 219:8. 1987.) Buuerwonh-1 leinemann Ltd .. 1996.)
578 Sección IV Extremidades inferiores

Desviaciones de la marcha en la Probable alteración Precursores patológicos Razón mecánica y/o compensaciones
cadera/pelvis/tronco seleccionados asociadas
Inclinación posterior del tronco Debilidad ele los extensores Parálisis o poliomielitis Esta acción desplaza la línea de la
durante la respues ta a la carga de la cadera gravedad del tronco por detrás de la
cadera y reduce la necesidad del
momento extensor coxofemoral
Lateroílexión del tronco hacia la Debilidad acusada de los S!ndrome de Guillain- El desplazamien to del tronco sobre la
pierna en carga; como este abductores de la cadera Barré o poliomielitis extremidad en carga reduce la demanda
movimiento compensa una debilidad, sobre la abductores de cadera.
suele llamarse Trendelenburg Coxalgia Artritis El desp lazamiento del tronco sobre la
«compensado» y se conoce como el extremidad inferior en carga reduce las
anclar "de pato" si es bilateral fuerzas articulares compresivas asociadas
con la acción de los abductores de la
cadera (ver Fig. 15.18)
Caída excesiva de la pelvis Debilidad leve del glúteo Síndrome de Guillain- Mientras el signo de Trendelenburg se
contralateral durante la fase medio de la pierna en Barré o poliomielitis aprecia en apoyo monopodal, suele
de apoyo (llamado signo de carga verse una marcha de Trendelenburg
Trendelenburg positivo si está compensada en los casos de debilidad
presente durante el apoyo monopodal) grave de los abductores de la cadera
Anteroflexión del tronco durante las Contractura en ílexión Osteoanritis de cadera La anteroílexión del tronco se emplea
fases de apoyo medio y final, de la cadera para compensar la falta de extensión
mientras la cadera se coxofemoral. Una adaptación alternativa
desplaza por encima de l pie podría ser lordosis lumbar excesiva
Coxalgia Osteoartritis de cadera Mantener la cadera en 30 grados de
flexión reduce la presión intraarticular
Lordosis lumbar excesiva en el Contractu ra en ílexión Anri!is La falta de extensión de la cadera al final
apoyo final de la cadera ele la fase de apoyo se compensa con el
aumento de la lordosis
El tronco se arquea hacia atrás y hacia Debilidad de los ílexores Compresión de las Se genera ele modo pasivo flexión de la
la pierna sana en carga desde el de la cadera ralees nerviosas Li-3 cadera mediante un movimiento hacia
despegue del talón hasta la fase atrás del tronco
de oscilación media
Inclinación posterior de la pelvis Debilidad de los flexores Compresión de las Se usan los abdominales durante la
durante la fase de oscilación inicial de la cadera ralees nerviosas Li-3 oscilación inicial para avanzar la pierna
oscilante
Circunducción coxofemoral: movimien- Debilidad de los flexores Compresión de las Se usan los abductores de la cadera como
tO semicircular de la cadera durante de la cadera ralees nerviosas Li-3 ílexores
la oscilación, que combina llexión
de la cadera y abducción y rotación
anterior de la pelvis (Fig. 15.50)

Los términos en negrita indican el momemo del ciclo de la marcha en que se produce la des,,iación.
 Capítulo 15 Cinesiología ele la marchCL 579

Desviaciones de la marcha Probable alteración Razón mecánica

en la cadera/pelvis/tronco
Anteroflexión del tronco durante Debilidad del cuádriceps Anteroflexión del uonco para desplazar la linea
la respues ta a la carga de gravedad por delante del eje de rotación de la
rodilla, lo cual reduce la necesidad de los extensores
de la rodilla (ver Fig. 15.48)
Antero!lexión del tronco durante Pie equino La fa lta de flexión dorsal del tobillo durante Ja fase
el apoyo medio y fin al ele apoyo deriva en hiperextensión de la rodi lla y
anteroflexión del tronco para desplazar el peso del
cuerpo sobre el pie en carga (ver Fig. 14. 45)
Flexión excesiva de la cadera y la A menudo se debe a la falta de flexión dorsal Se usa para levantar del suelo los dedos del pie de la
rodilla durante la fase de del tobillo de la pierna oscilante; pierna oscilante
oscilación (Fig. 15.51) también puede deberse a una pierna
contralateral en carga funcional o
anatómicamente corta
Circunducción de la cadera durante Falta de acortamiento de la pierna en fase Se usa para levantar el pie de la pierna en fase de
la fase de oscilación de balanceo secundaria a la reducción de oscilación y que los dedos del pie no toquen el suelo
(ver Fig. 15.50) la flexión coxal, la reducción de la flexión
genicular y/o falta de flexión dorsal del tobillo
Elevación de la cadera (elevación Falta de acortamiento de la pierna en fase Se usa para levantar el pie de la pierna oscilante en
de la pelvis monolate ral durante de balanceo secundaria a la reducción de balanceo y que los dedos del pie no toquen el suelo
la fase de oscilación) la flexión coxofemoral, la reducción de la flexión
de rodilla y/o falta de flexión dorsal del tobillo
Rotación horizontal posterior Debilidad de los llexores plantares del La debilidad de los flexores plantares del tobillo
excesiva de la pelvis en el lado tobillo deriva en un contacto prolongado del talón y en una
de la pierna en carga en falta de impulso de despegue. Se usa un aumento de
el apoyo final la rotación horizontal de la pelvis para alargar la
extremidad y mantener una longitud de paso
adecuada
Los Lt rminos en negma indican el momento del c:oclo de la man:ha en que se produce la desviación

FIGURA 15.51 . Flexión excesiva de la cadera y rodilla para compen-

sar el pie caído. (De Whittle M: GaiL Analysis: An fntroductio11, 2.ª ed.
Oxford, Butterworth-Heinemann Ltd., 1996.)
 APÉNDICE IV

Parte A: Inervación de los músculos de la extremidad inferior

Raíz nerviosa
Lumbar Sacra
,-
Músculo L1 l2 lJ LA l5 51 52 51
Psoas menor X X
Psoas mayor X X X X
lllaco (x) X X X
Pectlneo X X X
---
Sartorio X X (x)
Cuádriceps X X X
Aductor corto X X X

Aductor largo X X X
Grácil X X X
Obturador externo X X
Aductor mayor X X X X X
Glúteo medio X X X
Glúteo menor X X X
Tensor de la fascia lata X X X
Glúteo mayor X X X
Piramidal (x) X X
Gémino superior X X X
Obturador interno X X X
-+-
Gémino inferior X X X (x)
Cuadrado femoral
Blceps (cabeza larga)
X X
X
X
X
(x)
X
t- X
Semi tendinoso X X X X
- - -
Semi membranoso X X X
Blceps (cabeza corta)
Tibia[ anterior
Extensor largo del dedo gordo
Extensor largo de los dedos
4:
X
X
X
X
X
X
X
-t-
Peroneo tercero X X X
Extensor cono de los dedos X X X
Peroneo largo X X X
1-
Peroneo corto X X X
Plantar X X X (x)
Gastrocnemio X X
Popliteo X X X

Sóleo X X X

582
 Apéndice IV 583

Raíz. nerviosa
L mnbar Sacra
Músculo L1 L1 L3 L4 L, 51 52 53
Tibial posterior (x) X X
Flexor largo de los dedos X X (x)
Flexor largo del dedo gordo X X X
Flexor corto de los dedos X X X
AbducLor de l dedo gordo X X X
Flexor corto del dedo gordo X X X
Lumbrical 1 X X X
Abductor de l V dedo X X
Cuadrado plantar X X
Flexor del V dedo
AbducLor de l V dedo
Aductor del dedo gordo
- X
X
X
X
X
X
lnteróseos plantares X X
lnteróseos dorsales X X
Lumbricales 11, 111, IV (x) (x) X X

(x) mlnimo respaldo de la literatura; X, soporte moderado de la literatura: X, mucho soporte de la literatura.
Modificado de Kendall FP. McCreary AK. Provance PG· Muscles: Testing and Functíon. 4 • ed. Bahimorc, Wílliams & Wilkins. 1993 Datos basados en una
recop1lación de varias fuemes sobre literatura anatómica

Parte B: Músculos clave para probar la función Parte C: Inserciones e inervación de los músculos
de las raíces nerviosas ventrales (L2·S3) de la extremidad inferior
la Labia mueslra los músculos clave que suelen usarse para MUSCULATURA 0[ LA CADERA Y RODILLA
evaluar la función individual de las raíces nerviosas ventrales
del plexo lumbo-sacro (li-$3) en la clínica. La reducción de la Aductor corlo
fuerza de un músculo clave puede manifestar una lesión en la Inserción proximal: superficie anterior ele la rama inferior del
ralz del nervio asociado. pubis
Inserción distal: tercio proximal de la linea áspera del fémur
Inervación: nervio obturador
Raíces de
los nervios Muestra de los movimientos
Músculos clave ventrales de la_prueba Aductor largo
Inserción proximal: superficie anterior del cuerpo del pubis
Psoasilfaco Lz Flexión de la cadera
Inserción distal: tercio medio de la linea áspera del fémur
Aductor largo Lz Aducción de la cadera
Inervación: nervio obturador
Cuadrado femoral LJ Extensión de la rodilla
Tibia) anterior L4 Flexión dorsal del tobillo Aductor mayor
L, Extensión de los dedos
Anterior (cabeza aductora)
Extensor largo de
los dedos Inserción proximal: rama del isquion
Inserción distal: toda Ja línea áspera del fémur
Glúteo medio L5 Abducción de la cadera
Inervación: nervio obturador
Glúteo mayor St Extensión de la cadera con la
rodilla ílexionada Posterior (cabeza extensora)
Semitendinoso 51 Flexión de la rodilla y rotación Inserción proximal: tuberosidad isquiática
interna Inserción distal: tubérculo de los aductores (fémur)
Gastrocnemio/sóleo 5z Flexión plantar del tobillo Inervación: porción tibia! del nervio ciático
Flexor largo del 5z Flexión del dedo gordo
dedo gordo Múscu lo anku lar de la rodilla
lnteróseos dorsales 53 Abducción y aducción de Inserción proximal: superficie anterior de la porción distal de
y plantares los dedos la diáfisis del fémur
584
Inserción cliswl: porción proximal de la membrana sinovial
de la rodilla
lnervación: nervio femoral
Biccp~ lcmora l
Cabeza larga
Inserciones proximales: tendón común con el scmitendinoso;
se origi na en una impresión medial en la superficie pos-
Lerior de la Luberosidad isquiática y parte del ligamento
sacrotuberoso
Inserción distal: cabeza del peroné
l11ervación: porción 1ibial del nervio ciático
Cabeza corta
Inserción proximal: labio lateral de la línea áspera por debajo
de la tuberosidad glútea
Inserción distal: cabeza del peroné
Inervación: porción peronea común del nervio ciático
Gemino inferior
Inserción proximal: tuberosidad del isquion
Inserción disl<ll: se mezcla con el tendón del músculo obtu-
rador interno
Inervación: nervio del cuadrado femora l
Gémino '> Uperior
Inserción proximal: superficie dorsal de la espina ciática
Inserción distal: se mezcla con el tendón del músculo obLU-
raclor interno
inervación: nervio del obturador interno
Glúteo ma)'Or
Insercion es proximales: porción exte rna del ilion , línea glú-
tea posterior, aponeurosis de los músculos erector de la
columna y glúteo medio. cara posterior del sacro )' el
cóccix, y porción de los ligamentos sacrotuberoso y
sacroillaco posterior
Inserciones distales: tuberosidad glútea )' cintilla iliotibial
Inervación: nervio glúteo inferior
GlúLeo m edio
Inserción proximal: superficie externa del ilion, por encima
de la línea glútea anterior
l11serció11 distal : superficie lateral del trocánter mayor
Inervación: nervio glúteo superior
Ghuco menor
Inserción proximal: superficie externa del ilion entre las
líneas glúteas anterior e inferior, tan lejos hasta la escota-
dura ciática mayor
Inserción clistal: cara anterior del trocánter mayor
Inervación: nervio glúteo superior
Gráci l (l) recto inlerno)
Inserciones proximales: cara anterior de la porción inferior
del cuerpo del pubis )' la rama mferior del pubis
/11sació11 distal: superficie medial proximal ele la tibia jusLo
posterior al extremo superior de la inserción del mü~culo
sartorio
lnervcrció11: nervio obturador
Po:,oa~i 1iaco
Psoas mayor
ln scrciones proximales: apófisis transversas)' cara lateral de los
cuerpos vertebrales de Lodas las véncbras lumbares y la
ultima ''értebra dorsal, incluidos los discos intervenebrales
/11scrció11 distal: trocánter menor del fémur
Tlíaco
l11scrcio11es proximales: dos tercios superiores de la ÍO!>a 1lla-
rn. labio interno de la cresta ilíaca )' una peque1'1a región
del sacro en la aniculación sacroiliaca
l11sercicl11 distal : l rocámer menor del fémur a tr:wcs del
borde lateral del tendón del psoas mayor
fncr\'acidn: nervio femornl
Oh 1urndor externo
l11s~1ciones proximales: superficie externa de la membrana
obturatriz )' superficies externas circundantes ele la rama
inferior del pubis)' la rama del isquion
Inserción distal: superficie medial del 1rocámer mayor en la
fosa trocantérea
l11r1 vación: nervio obturador
Ob turad or int e rno
Inserciones proximales: lado interno de la membrana ob1ura-
triz }'superficies circundantes inmediatas de la rama infe-
rior del pubis y la rama del isquion; las inserciones oseas
se extienden en sentido superior dentro de la pelvis hasta
la escotadura ciática mayor
l11scrció11 distal: superficie medial del Lrocánter maror JUSto
n11Lerior y superior a la fosa trocantérea
Inervación: nervio del obturador imerno
Pcet1 11co
Inserción proximal: línea pectínea de la rama superior del
pubis
Inserción distal: linea pectínea (espiral) en la superficie pos-
terior del fémur
l11ervació11: nervio femora l y, en ocasiones, una rama del
ne rvio obturador
Pi rnm ida!
Inserción proximal: lado anterior del sacro entre los agujeros
del sacro; se mezcla parcialmeme con la cápsula de la
aniculación sacroilíaca
Inserción distal: vértice del trocánter maror
Inervación: nen·10 del piramidal
Popl íteo
inserción proximal: mediante un tendón intracapsular que se
inserta en la cara lateral del cóndilo lateral del fémur

Inserción distal: superficie posterior de la cara posterior de
la porción proximal de la 11b1a por encima de la linea del
sóleo
Inervación: nervio tibial
Psoas menor
Inserciones proximales: apófisis Lransversas y caras laterales
de los cuerpos de la última v~ncbra dorsal y la I vértebra
lumbar incluido el disco intervencbral
lnscrcion distal: el pubis cerca de la linea pectínea
Inervación: nervio femoral
C uadrado femoral
Inserción proximal: superficie lateral de la tuberosidad
isquiática justo anterior a lns inserciones del músculo
semi membranoso
Inserción distal: tubérculo cuadrado (en medio de la cresta
inLenrocantérea)
Inervación: nervio del cuacl raclo fcmornl
Recto femoral
Inserción proximal: tendón recto en la espina ilíaca anterom-
ferior, >' tendón reflejado en el surco en torno al borde
superior del acetábulo)' dentro de la cápsula de la cadera
Inserción distal: base de la rótula y, mediante el ligamento
roLul iano, la tuberosidad de la tibia
l11ervació11: nervio femoral
Sartorio
MUSCULATURA DEL TOBILLO Y FL PIE
Inserción proximal: espina ilíaca anterosuperior
Inserción distal: a lo largo de una línea sobre la superficie
L\.tensor largo de tu., dedos
Inserciones proximales: cóndilo lateral de la tibia, dos tercios
medial proximal de la tibia
Inervación: nervio femoral
Inserciones distales: cuatro tendones que se insertan en la
Semi membranoso
Inserción proximal: impresión lateral en la superíicie poste-
rior de la tuberosidad isquiática
Inervación: rama profunda del nervio peroneo
Inserciones distales: cara posterior del cónd ilo medial de la
tibia. Inserciones adicionales en el ligamento colateral
medial, el ligamento poplíleo oblicuo )' el músculo
poplíteo
Inervación: porción tibia! del nervio ciático
Scmitendinoso
l11serciones proximales: un lendón común con la cabeza larga
del blceps femoral que se origina de una impresión
medial en la superficie poslCrior de la luberosidacl isquiá-
lica )' parte del ligamento sacrotuberoso
Inserción distal: superficie medial proximal de la libia justo
posterior al extremo inferior de la inserción del músculo
sartorio
Inervación: porción tibia! del nervio ciático
Tcn~or de la fascia lata
Inserción proximal: superficie externa de la cresta ilíaca juslo
posterior a la espina ilíaca anterosuperior
lpmclrcr 11' 585
Inserción distal: tercio proximal de la cintilla ilio11b1al de la
fascia lata
l11crl'ació11: ner\'io glúteo superior
\'asto intermedio
Inserción proximal: regiones nnterolaierales de los dos ter-
cios superiores ele la diáfisis del fémur
Inserciones clislaks: capsula med ial. base de la rótula )'.
mediante el ligamento rotuliano, en la wberosidad ele la
tibia
Inervación: nervio femoral
Vasto lateral
Inserciones proximales: región superior de la lmea mtcnro-
canLérea, borde anterior e in ferior del trocánter mayor,
región lateral ele la wbcrosidad glútea, labio lateral de la
línea áspera
/11 scrció11 distal: cápsula lateral, base ele la rótula y, mediante
el ligamento rotuliano, en la LUberosiclad de la tibia
l11crvació11: nervio femora l
\asto medial
Inserciones proximales: rcgion mferior de la línea intcrtro-
cantérea, labio medial ele la línea áspera, linea supracon-
dilca medial proximal. fibras del músculo aductor maror
Inserción distal: cápsula 111ecl1al, base ele la rótula)", mediante
el ligamento rotul iano, en la tuberosidad ele la Libia
Inervación: nervio femoral
proximales de la superf1c1e medial del peroné > mem-
brana interósea ad)•acente
base proximal ele la su perfi cie dorsal ele las falanges
media y distal a través del aparato extensor de los dedos
[xlensor largo del dedo gordo
Inserciones proximales: porción media de la superficie
medial del peroné }' membrana interósea ad)'acenle
Inserciones distales: base dorsal de la falange distal del dedo
gordo
Inervación: rama profunda del nen'IO peroneo
rle-xor htrgo de los dedo.,
Inserciones proximales: superficie posterior del tercio medio
de la tibia justo medial a la inserción proximal del
músculo tibia! posterior
Inserciones distales: cuatro tendones diferenciados en la base
de la falange distal de los cuatro dedos menores
Inervación: nervio tibia!
rlc\.or largo del dedo go1 do
Inserción proximal: dos tercios distales de la mayor pane de
la superficie posterior del peroné
586 Apéndice IV
Inserción distal: superficie plantar de Ja base de la falange
distal del dedo gordo
Inervación: nervio Libial
Gastrocncmio
Inserciones proximales: por dos cabezas diferenciadas en la
cara posLerior de los cóndilos lateral y medial del fémur
Inserción distal: tuberosidad del calcáneo a través del Lendón
de Aquiles
lnervación: nervio Libial
Peroneo corto
Inserción proximal: dos tercios disLales de la superficie laLe-
ral del peroné
Inserción distal: apófisis esliloides del V meLaLarsiano
Inervación: rama superficial del nervio peroneo
Peroneo largo
Inserciones proximales: cóndilo lateral de la tibia, cabeza y
dos tercios proximales de la superficie lateral del peroné
Inserción distal: superficie laLeral del cuneiforme medial y
cara laLeral de la base del l metatarsiano
Inervación: rama superficial del nervio peroneo
Pcronco 1<· 1-rcm
Inserciones proximales: tercio distal de la superficie medial
del peroné y membrana imerósea adyacente
Inserción distal: superficie dorsal de la base del V metaLar-
siano
Inervación: rama profunda del nervio peroneo
Plantar
Inserciones proximales: porc1on más inferior de la línea
supracondflea laLeral del fémur y ligamento poplíteo
oblicuo de la rodilla
Inserción distal: se une a la cara medial del Lendón de
Aquiles para insertarse en la tuberosidad del calcáneo
Inervación: nervio Libia!
Sóleo
Inserciones proximales: superficie posterior de la cabeza del
peroné y tercio proximal de su diáfisis, y lado posterior
de la tibia cerca de la línea del sóleo
Inserción distal: tuberosidad del calcáneo a través del tendón
de Aquiles
Inervación: nervio Libia!
Tibial anterior
Inserciones proximales: cóndilo lateral y dos tercios proxima-
les de la superficie lateral de la tibia y la membrana inter-
ósea
Inserción distal: caras medial y plantar del cuneiforme
medial y la base del I meLaLarsiano
lnervación: rama profunda del nervio peroneo
íibial pos terior
Inserciones proximales: dos tercios proximales de la superfi-
cie posLerior de la tibia y el peroné y la membrana imer-
ósea adyacente
Inserciones distales: el Lendón se inserta en todos los huesos
del Larso excepLo en el astrágalo y en las bases del 11 al IV
meLatarsianos. La inserción principal se halla en la tube-
rosidad del navicular y en el hueso cuneiforme medial
Inervación: nervio Libia]
MÚSCULOS INTRÍNSECOS DEL PIE
Extensor corto de los dedos
Inserción proximal: cara lateral-distal del calcáneo justo pro-
ximal a la articulación calcaneocuboidea
Inserciones distales: mediante tres Lendones que se mezclan
con los Lendones del extensor largo de los dedos de los
dedos segundo a cuarto. Un cuarto Lendón se insena en
la base dorsal de la falange proximal del dedo gordo
Inervación: rama profunda del nervio peroneo
CAPA 1
Abductor del quinto dedo
Inserciones proximales: apófisis medial y laLeral de la tubero-
sidad del calcáneo, aponeurosis plantar y superficie plan-
Lar ele la base del V tneLatarsiano con el ílexor del quinto
dedo
Inserción distal: cara lateral de la falange proximal del quinLo
dedo, compartiendo su inserción con el músculo ílexor
del quinto dedo
Inervación: nervio plantar laLeral
AbclucLOr del dedo gordo
Inserciones proximales: retináculo de los músculos ílexores.
apófisis medial del calcáneo y la fascia plantar
Inserciones distales: lado medial de la base de la falange pro-
ximal del dedo gordo compartiendo su inserción con el
tendón medial del flexor corto del dedo gordo
Inervación: nervio plantar medial
Fk xor cono de los dedos
Inserciones proximales: apófisis medial de la tuberosidad del
calcáneo y la porción central de la fascia plamar
fnserción distal: cada uno de los cuatro tendones se inserta
en los lados ele la cara plamar de la base de la falange
media de los dedos menores
Inervación: nervio plantar medial
CAPA 2
Lumbricales
Inserciones proximales: en los cuatro tendones del músculo
ílexor largo de los dedos
Inserciones distales: cada músculo cruza el lado medial de las
articulaciones rneLatarsofalángicas para insertarse en el
aparato extensor de los dedos menores.
Inervación: para el segundo dedo: nervio plantar medial;
para los dedos tercero a quinto: nervio plantar laLeral

( uaclrado p lan ta 1
Inserciones proximales: por dos cabezas en la cara medial y
lateral de la superficie plantar del calcáneo, distales a la
LUberosidad del calcáneo
Inserción distal: borde lateral del tendón común del ílexor
largo de los dedos
Inervación: nervio plantar lateral
CAPA 4
CAPA 3
,\clucto1 del ded o gordo
Inserción proximal:
Cabeza oblicua: cara plantar de la base de los metatarsia-
nos 11 a IV y la vaina fibrosa del tendón del peroneo largo
Cabeza transversa: cara plantar de los ligamentos que sos-
tienen las articulaciones metatarsofalángicas de los dedos
tercero a qu into
Inserciones distales: ambas cabezas convergen para insertarse
en la base lateral de la falange proximal del dedo gordo
junto con el tendón lateral del músculo flexor cono del
dedo gordo
Inervación: nervio plantar lateral
rlcxor drl quinto ded o
Inserciones proximales: superficie plantar de la base del V
metatarsiano y vaina fibrosa que recubre el tendón del
músculo peroneo largo
Inserción distal: superficie lateral de la base de la falange
proximal del qu into dedo mezclándose con el tendón del
músculo abductor del quinto dedo
Inervación: nervio plantar lateral
1 lc-.:or corto del ded o gordo
Inserción proximal: superficie plantar del cuboides y del
cuneiforme lateral y en pane del tendón del músculo
tibia! posterior
Inserción dis tal: por dos tendones, el tendón lateral se
inserta en la base lateral de la falange proximal del dedo
Apendice IV 587
gordo con el músculo aductor del dedo gordo; el tendón
medial se insertan en la base medial de la falange proxi-
mal del dedo gordo con el músculo abductor del dedo
gordo. Un par de huesos sesamoideos se localiza en los
tendones de este músculo.
Inervación: nervio plantar medial
lntcróscos d orsalc.,
Inserciones proximales:
Primero: lados adyacentes del 1 y 11 metatarsianos
Segundo: lados adyacentes del ll y IlI metatarsianos
Tercero: lados adyacentes del IlI y IV metatarsianos
Cuano: lados adyacentes del IV y V metatarsianos
Inserciones distales*
Primero: lado medial de la base de la falange proximal del
segundo dedo
Segundo: cara lateral de la base de la falange proximal del
segundo dedo
Tercero: cara lateral de la base de la falange proximal del
tercer dedo
Cuarto: cara lateral de la base de la falange proximal del
cuarto dedo
Inervación: nervio plantar lateral
lnl ('roseos pla nta re'>
Inserciones proximales:
Primero: lado medial del lll metatarsiano
Segundo: lado medial del IV metatarsiano
Tercero: lado medial del V metatarsiano
Inserciones distales'"
Primero: lado medial de la falange proximal del tercer dedo
Segundo: lado medial de la falange proximal del cuarto
dedo
Tercero: lado medial de la falange proximal del quinto dedo
Inervación: nervio plantar lateral
• Se insena en el aparato extensor de los dedos.
 ,
INDICE ALFAB ÉT ICO

No1a: Los nümeros de página seguidos pM la lclm f hacen referencia a las figuras; los numcros seguidos
por la le1ra t se refieren a las tablas. y a lns que les acompaña la lc1ra b aluden .11 ma1c1 ial en m.:uadros.

A Agua. en b sustancia fu11da111c111al, 33. 33f 111C l \'<l~lÓl1, 158-160, 160L

Abducción Agujeru(s) ley ele la parsi111onia. 169, l 72b

ele la aruculactón glenohumeral. 1 12-113, cifüico maror. 394. 3961 A111ep1c
l l 3í- l 14f. l 16f. 1171 ciático menor. 39of. 397 acc111n, duranu.• la fase ortostauca <le la
elevación del brazo, 123-124. 124b. 125f intcrwnebrales 111arch:1. 51 S. 515f
en el plano frontal freme al plano escapular. cfecws ele la ílexit\n )' cxtcn~1011, 287b. 287[ cten111c1ón, 486
113, 1 l 4f, l l 6f, 1 L8f en la extensión lumb;ir, 301-302 AparatCl dors.,I. del mecamsmo cxu:nsor de los
en el sinclromc de compresión crómca. en la ílcx1ón lumbar, 300-301 dedo;, 224. 225f-226f, 2271
l 15b, 115f magno,257, 258[ Apoíis1s
1mcracción con los m1adorcs as,cndcn1es de sacro, 273. 275í c:igo111:!llca, del temporal. 361 r. 362.
la aniculación escapulo1or:\c1ca. 117. transversos, 266, 26óí comrnides. 97. <J7 í
t 18f-t 19f. 126-127. l26f. l27L 1291 Ahogo, función ele los músculo~ ahdon1 inalcs. coronmdcs. l 38, l 38b, l 39f- 1-IOI, 360, 360f
ril 1110 cscapulohumernl. 117, 11 Sf 384b espinosa, 271, 276f
de la articulación subaslmgalina, 498, 498í, alineam iento del acc1:ibulo )'. 40 1-402, C>llkl1dcs.
-l<J9t 403í. 405b del cub110, l 38-139, L39í-HO
de la arttculactón tibiotars1ana, 49<,)1 Amuomia, cldinic1ón. 3 del racho. 140. 139í-140f
de la art1culac1ón trans,·ers., cid 1arS<). 500 Anchura del p;iso, 5 36f. 5 37 del temporal. 360í. 362
503f AnÍiartrosis, clcfimctón )' fun~1t\n, 2.6 mamilarcs. de 1:1S wnebras lumb.ircs. 272.
de la cadera, 408. 408f, 409f. 410. 4 l lf Ángulo ele indmm:1on. del lcmur, 3<J8. -IOOf 273[
ele las articulaciones metacarpofolang1rns. Angulo de insen:tt\n, 1b ma~toidc~. 257. 257f. 2581
214f, 215 Ángulo de 1ors1ón. del lcmur, 398-399. -!Olí- odontotdc~. 268, 27 lí
de los dedos. 201, 205 r 402í en la rolacion aidal. 287
del pie >'el tobillo, definición. 490f, 491. 491 t Ángulo de Wibcrg. 401 OdOlllOtdCS, del ;lXIS, 268. 27 J f
del pulgar, 201. 205í, 208, 20<Jí. 2 IOt Ángulo del paso, 537 1c1111xl1;1 I, del hueso cigomático.
Abducción de los dedos del pie. 548 Angulo Q, -168. 4721. 510 llW1Sl'Cl'5a, 273, 276f
desviaciones de b marcha con. 5751 Angulo sacrohorizontal, éSpond1lolist~sis anterior un1:1furmc, 268, 268f. 270í
Acc:1dcntc vascu larcerebral. patrón anormal de la y. 298b :ofo1dcs. 258. 26 lf
marcha, 5 72. 5 74 Ángulo valgo. del codo. l 41 . ¡ .¡ 1f Apófisis :llticularcs. sacro, 273. l75í
Accleram)n. 60 Anlllo fibroso. 277-278. 278í-279í. 280b Aprax1a de la marcha, 572
Ateleróme1ro. 84 Amllo pélvtCo, 308. 308f Arco(s)
Ace1abulo. ah,10 de la 1ension. 31 1 c1gomi\11co, 359, 360í
ahneam1cmo dcfecmoso, en d1splas1a ele Amllo pulposo. n11gmc1ón coracoacromial, 1JOf. 111-112
cadera, 405b en e.xtens1ón lumbar. 301 -302 comprcs1<~n de la cabeza del humero, 1 13.

carac1erfs1icas os1eológ1cas, 397, 400b. 401.
403í
supe1f1c1e se milunar, 400b, 401 , -103f
Ace11 lcul1na, en la fatiga muscu lar, 53
Amna
de mioíilamemos. 46-47, 47f
en la generación ele fuerza ac1iva. 48
Ac11v1clacles ele la vida diaria
acuviclacl del antebrazo. 151 r. 152
función del codo}'. 143. 145[
Acluc:c1ón
de la aruculación gleoohumeml. 112-1 13.
ll 3í. l 14í. 1171
en ílexión lumbar, 300-301 11 Sb, llSf
Antagonismo productivo, en1re músculos de l atlas, amcnor )' posterior. 268. 270f
opuestos, Hb, HI longttuchnal medial
1\mcbrazo. lfrr 1<1111/11~11 Con1plcJO del codo)' el de pl111tillas. 521. 52 Jí
antebrazo. cid pie. 504-507, 504f-505f
amplitud del mov11111cn10. 151 r. 152 anorma l, sosr, 506f. 506-507
an iculac1ones. 1-18- l 55. \1~1 wmbic11 en la fase ele apoyo de la marcha. 507-
Aruculación rad1ocarpmna; An iculación 509. so8r
radiocubnal. fuerzas pasivas de sostén. 505b. 505-506.
cmemática, 152- 155 505f
en ac1iv1dades de la nda diaria, 151 r. 152 eíwo de cabest ramc )\ 515. 5 l 5í. 5 l 61
msercioncs e 111crrnc:1ón. 2-191-2501 longuudmal. ele la mano. 200-201 , 20-lf
membrana 111terosea. 1ransn11s1on ele fuerza. 1ran~,·erso

de la aniculac:ión subastragalina. 498. 498f. l-15-148, l 46f, H 7f de la mano, 200-201. 20-lí

499t
ele la aniculación 1ibiotarsiana, 499t
ele 1n aruculación 1ransversa de l inrso, 500.
503í
de 1n e<1clcra. 408, 408í. 409L 4 10. 4111
de las aruculaciones nmacarpofalá11g1cas, 2 13
ele los dedos, 205í
de los dedos del pie, des\'lanones ele la
marcha con, 5751
del hombro, músculos acth·os. 130- 131. 130b.
porción distal. hueso; y an1culaciones. l 76b,
176-177. 177f
pronación. 152- 1.55, 153f
como mo\'imicn to giratorio. IOf
inervación. l 58- 160, l 60t
músculos ac1h·os. l 72-173. l 721
le>' ele la parsimonia. l67b. 172.b
llnea de fuerza. l 68, l 69[. 173[
momento generado por. l 71 -173. 17 lb
supinación, 152-155. l 52í
del pie, 512, 5l2f
Anena ve11cbral, 266, 282, 283í
Articulación acromiodavicular, 98
c;1ractc risti cas generales, 103-105, L03f. l05f
c:1 11~111;\11ca, 104-105, L04b, 105f
en el 111ov1miemo de la aniculac1611
esc.1pulutorácica, 105-107
en el 111ov11111en10 del hombro durnme "1
abducción, 117. l L8í- l l9f
men·a~1ón scnsonal. 12.1

13Jf de la aruculac1on radiocubnal. 152-153. lux.1c1ón, lü-lb. 10-ir

del pie)' el tobillo, definición. -109f. -109-491 .
-!9Jf
del pulgar. 201, 205í 208, 209[, 2 IOt
L52f tCltd<l COnJUnll\'0, 103, 104. JOJf
con el peso en carga, 15-1-155. l 5'1f, Aruculac1ón as1ragalona\'icular. \h 1amlJ1n1
l 55t Arllculac1ó11 trnns,·crsa del 1arso.
rcs1ricción. 153, 153t estructura anicu lar y ligamenta ria. 500-502.
589
590 india e1lfabc11w
5oor. 503. 504
J\rt iculac1ón a1lantoocc1pital
amplitud del movimiento, 2821
anatomfa. 282, 282f-283f
ílexión lateral, 288, 290[
ílcxión y extensión, 284-285, 284í-285f
músculos. 339f, 346f
tejidos conjumi\'os, 282-282f
J\ruculac1ón calcaneocuboidea Ver 1amb1é11
Amculación del tarso, tr:ins\'ersa.
estructura articular y ligamcmaria, 500-502,
500í-503f
Art1culac1ón cuboicleonavicu lar. 50 1f. 51 lb, 51 1,
5 12[
Ar11culac1ón cuneona,•icular. 501. 51 lb. 511.
512(
J\niculación de Chopart, 500 Ver tcunbién
J\mculación trans\'ersa del tarso.
J\ruculación de la sínfisis del pubis. 395f. 397
Amculación escapuloton\cica, 98, 105- L07. 106(,
107f
mov1111 iento, 99b. 99f, 99-100, 105-107, l06í-
107í
músculos. 121 -12'1, 12 lí· l 23f
como depresores, 99, 99í, 122, 122(
como elevadores, 121 r. 122. 322b, 322f
como protractores, 123, 124(
como ret ractores, l 23, l 25f
como rotadores, 123
pnr~l isis de la porción superior del trapecio y.
12Jb
rotación ascendente. 1 17. 1 18(, l l 9í, 120t,
126-127. 126b, 126f, 1261
J\mculac1ón estemocla\'1Cular, 98, 258, 26lf
características generales, 1oor. 100-101
c111emática, lOlb, 101f-102f, 101-103
en el movimiento de la articulación
escapulotorácica, 105- 107
en el movimiento del hombro durami:> la
abducción, 117 -118, l 19f, 1201
es1ab1hdad. parálisis de la porción superior del
trapecio. 12lb
mervac1ón sensorial, 121
te¡ido conjunti\'O, 101
J\niculación esternocosrnl, 258, 261 f. 377, 377f
Aniculación femororrotuliana, 453
cinemática, 453-454, 455f
dolor, causas, 4 70b, 4 70f
fuerzas aplicadas, durame la marcha. 572 t
fuerzas de compresión sobre. '167. 467b. 469f
1rayectoría durame la ex1ens1ón ele la rodilla,
468-4 71 r. '1711. 4 72b
J\r11culac1ón femorotibial, 447, 449-452. Ver
tambi~n Rodilla.
como aniculación condiloidea, 28, 31 r
estructura anicular, 447. 449-452. 450f. 451
extensión de, 451-452, 453f, 455f
ílexión de, 453-454
fuerzas aplicadas, durante la marcha. 5 72t
osteocmemática, 449-451, 450f-452f
rotación imerna y ex1erna, '153
Articulación glenohumeral, 98-99. 107- 117
abclucción, 117- 118, 1171, l 19f
elevacíón del brazo. 123- 125, l 25 í, l 26L
en el plano frontal fremc al plano escapular,
113. lHf, ll6f, 118f
en el síndrome de compresión crónica del
hombro, l 15b, 1 l 5f
1meraccion con los rotadores ascendemes
escapulotorácicos, l 29f
ntmo escapulohumeral, 117. l 18f
ajuste laxo, 108b. l08f
anrocinemática, l l 7t
músculos del manguito ele los rotadores,
130, 130b
roda111ien10 y deslizamiemo, !Oí
características generales. 107-108, 107f
cinemálica. 112-117, l l 3f. l 16f, ll 7L
durame la abducción. 117-118. 118f. l 19f,
120t
estabilidad dinámica, mtlsculos del manguito
ele los ro1adores y. 130
estabilidad, 108-111. 109b, l09t, 109f, 11 lf
estática, 111, 11 lf
mecanismo de bloqueo, 11 lí
paralisis de la porción superior del trapecio
y. 121b
mervación sensorial, 121
luxación anterior espománea, l 29b
icjido conjuntivo pcrianicular, l 08- 11 1, 109f,
llOf
Aniculación humerocubital, 136. 137f, l 40
anrocinemática. 14'1-l '15. l 45f. l 46f
caracterlsticas generales. 140. l 42f
como trocleanrosis, 29, 29f
meí\•ac1ón sensorial, 158-160
luxación posterior. 148, l 48f
relaciones emre superflc1es articulares. 8í
Aniculación humerorrncfol, 136, 137f, 140
amocinemátiC<I, 145, l 46f
características generales, 140, l 42í
como articulación compartida por el codo y el
antebrazo. 153, l 54í
mervac1ón sensorial, 158- 160
transmisión de fuerza por la membrana
imerósea del antebrazo, 145-148. 146f,
147í
Aniculación intercnrpinna
como anrocl ia, 30, 30í
de la mu1ieca, 176, l 77f-178f, 18lb
Antculación imercoccfgea, 273
1\r11culación intercondral, 377f. 378
Aruculación imercunciforme, 50 1f, 5llb, 511,
5 12í
J\ruculación mtermetainrsiana, 512-513
Articulación manubrioestcrnal. 258, 26lf, 377,
377í
Articulación med iocarpiana, l 77f, 181, 18 tf
desviación cubital y radial, 187-188. 187(,
188b, 188f
ílexión y extensión, 185, l 85í, l 86í
;\r11culación radiocarpmna, l 77í, 181, 18lf
como articulación elipso1dea, 29. 29f
en la traslocación cubital del carpo, 190, 190[
movi mientos
desviación cubital y radial. 187-188, 187f,
188b. 188(
nexión y extensión, 185, 185f. 186f
Aruculac1ón radiocubual
artrologia. 149
caraCLerlsticas osteológicas, 136
composición. 136, 137[
distal, 136, 137f, 150. 15lf. 152-153. 152í.-
153f
estabilizadores, 150-151. 151 b
ineí\•ación sensonal, 158-160
pronación y supmación, 151f. 152-155.
l 52f-l 54f, 155t
estructura, 150-151, 151 f
inervación, 155, 158-160, 156í-159í. 160t,
H9t-2501
musculos
inserciones, 249t-250t
interacción con las articulaciones, 155-173
proximal. 136. 137í, 149. 149f, 152-153,
152f-l 53f
como aniculac1ón troco1dea, 28, 28f
mervación sensonal. 158-160
luxación, l 50b, 1sor
pronación y supmación, 15 lí, l 52-155,
152í-154f, 155t
subluxación dis1al de la cabeza del radio,
150b, l 50t
tejido conj umivo petianicular, 149, l49f
Articulación sacroccx."C1gea, 273
Aruculación sacroillaca, 308-313
anatomla, 308-310, 308f-310f
consideraciones íuncmnales. 311. 31 lf
estabilidad
refuerzo muscular. 3 l 2f, 312-313, 3131
momen to de nurnción, 112 , 312f
estrucrnra, 308-309. 308í-309í
movimiento, 310-311, 31 lb, 3llt
sopone ligamemano, 309-310, 310f
J\mculación subastragahna. Ver tambien Retrop1t
amplitud del mov11111ento, 497, 4991, 500b
cmemática, 498 -499. 499t, 500b
durame la marcha. 55 l, 551f-552f. 554b,
554t
al inicio de la fose de :1poyo, 507-510,
509b. 5091, 509t
punto medio a ílnal ele la fase de apO)'O,
s10-s11. sur
en la pronación y supmación del pie, 501,
502f, 507-51 l. 523
estructura , 489f, 497
eversión e inversión, 498b
ligamentos, 489f, 492 í-493 í, 492-494
mtísculos que cruzan, acción de los músculos
y, 518, 519í
neutra, 500b
posición de bloqueo y relapcla. 499b
relación respecto a la articulación lransvc rsa
del tarso, 499, 507
y la estabilidad del pie, 499b
Articulación tarsiana media, 500. Ver tambié11
Articulación trnnsversa del tarso.
Aructtlación tarsometatarsiana
anatomla y mecams111os cinemáticos, 512.
512f
primera, 512, 512í
durame la marcha, 539
Articulación tibiotarsiana, 487[
cinemática arucu lar. •194-497, 495f
ele puntillas, 526b, 526í
ílexión dorsal, 495, 495 í
durante la marcha
cmemática articular. 499t, 545f, 548
estabilización, durante la fase de apo)•O,
496f, 497
fuerzas aplicadas, 572t
fuerzas ele compresión, en la fase de apoyo,
496f, 497
estructura, 492-493, 492í
ílcxión plantar, 494 -497. 495f, 525
inervación sensonal, 517, 518f
ligamentos, 493-494, 493í, 494f
músculos que la cruzan, acción de los
músculos y, 518, 5 l 9í
osteocinemática. 494, 495f

Ar11culac1ón 11b1operonea
distal. 49 1-492, 492b, 492[
proximal, 442, 443[, 491-492. 492b
relación con la aniculación 11b1otarsiana,
497
Aruculación transversa del tarso, 500-S 11. 500í-
5 1lí
amplítud del movimiento, 504
cmemáuca, 502í-503í, 504
en la pronación y supinación del pie. 502í-
503í. 504
estructura articular y ligamentaria, 500-501.
SOií
movimiento de la amculación subastragalma y,
504-5 l l, 502í-503f
supinación, 523
Aniculac1ón xifoesternal, 260, 26lf
Aniculac1ón(es) metacarpoíalangica(s). 199,
20lí, 211-216, 21lí-215L Ver 1wnbie11
Dedo(s).
Articulaciones. Ver twnbien nombres de
articulaciones especificas.
ángulo de desplazamiento, ventaja mecá nica
ele los mosculos y. 22. 23f. 72-73. 73-
74f, 75b
anrodia. 30. 30í. 273
clasií1cación. 26-32
por analogfa mccámca, 28t. 28-30. 29-3 Jí
por la estructura y el potencial de
movimiento. 26-28. 27í, 27t
condilo1dea. 30, 3H
deílnición, 26
<l1anros1s
basada en la analog1a mec¡1111c¡1, 28t, 28-30,
29-31í
de las articulaciones sellares, 31, 3 1r
deíinición y función, 27-28, 27f
elementos asociados con. 27-28. 27[
erectos de los traumatismos. 39-40, 40[
efectos del envejecimiento sobre. 38-39
elipsoidea, 29. 29í
en las discopalfas. 269b, 269í
enartrosis, 30. 30í, 396
estn.IClura y función , 30
fuerzas aplicadas sobre. Ver Fuerza(s).
función, 30
inestabilidad , con traumatismo crónico, 40.
40f
luxación, por el sexo, 4 73t
posición, del bloqueo y flexión, 12
sellar, 30-3H
clasiílcación, 31, 3 lf
complejas. 202. 204, 207f
de la aniculación carpometacarp1ana del
pulgar. 206-207, 208í
superficies, 8, 8[
te¡idos conjuntivos en. Ver también Tejidos
conj untivos.
[unción biomccánica, l 2, Dí, l4, 1'l f
materiales biológicos que forman, 32-3'1,
33b
tipos, 34-38, 35L
trocleanrosis. 29. 29í
troco1dea. 29. 29f
uncovertebrales, 268. 268í. 269í
Articulac1ón(es) me1a1arsofaláng1ca(s)
de pie y de pumillas. 526b. 526í
efecto de cabestrante sobre, 515. 515[
en los casos de hallux rigidus y hallux valgus,
513-514, Sl4í
estructura y función , 51 J. 513í
mecanismo extensor. 513
primera
deformidades. 513-514. 514í
durante la marcha, 549
estructura)' función, 513, 5 IJí
Aniculación(es) sellar(es), 30. 3 1, 3 1f
complejas, 202, 204, 206. 207, 207f-208f
Aniculación(es) temporomandibular(es)
anaiomfa superficial regional de, 359, 3601
anrocinemática, 367. 367-369
complejo cónd1lo-d1sco
acción del pterigoidcs lateral. 374b. 374[
alteración mccamca 111terna. 368b. 368í
movimiento de traslación. 368
estructura ósea. 363
estructura y función, 36 lí-363í. 363
estructuras capsulares y ligamcntarias, 365
huesos. 363
111ervación, 369t. 369-370
múscu los. 369t. 370-372., 370f-372í. 3731
osteocinemática, 365-367, 366f-367f
trastornos, 374-375. 375b
tratamientos conservadores, 375h
y la posición ele la cabeza, 373b. 373f
Articulaciones carpometacarp1anas. 199. 201-
204, 205í-207í Ver 1amb1t11 Mano.
como articulación sellar, 31. 31f. 206-207
del pulgar, 204-211. 208í-2 1 Ir
aducción y abducción, 208. 209í
cápsula y ligamentos, 206. 206t. 207í
características generales. 20'1
en la deformidad en zigzag de l pulgar. N0-
24 l , 242[
estructura de la articulación sellar, 206
flexión y extensión, 208-209. 2 IOí, 2101
múscu los insertos en. 228t
oposición. 209-211, 211 r
mo,~miento y íunc1ón. 201. 204. 205f-207í
segunda a qu111ta
caractertsucas generales, 202
estructura y c111emá11ca, 202, 204, 207í
ligamentos. 202, 206f
Articulaciones cigapoíisanas
anrocinemácica, termmologla, 276t
cápsula articu lar. 264. 265f
resistencia a la ílexión lumbar extrema, 299-
300, 299í
de la articulación allantoaxial, 282í. 283
de la columna dorsal. flexión r excensión.
290-291. 2911. 292f-293f
de la columna lumbar. anatomla, 296-298.
297
de la unión mter\'ertebral. 273. 276f
estructura y función. 276-277, 277í
estructuras mtraart icularcs. 266b. 266f
int racervicales. 283
ílexión lateral, 288, 290[
ílexión y extensión, 284-286. 284í-286í
rotación axial. 286-287.289í
Articulaciones coslotransversas. 257. 289, 290b,
29lf. 378
Articulaciones costovertebrales, 257. 289, 290b,
29lf. 378
Aniculaciones de Luschka, 268
Articulaciones interíaláng1cas. 199, 20H, 216-
217
del pie. SOH, Sl3í. 514-515
movilidad del, 515
del pulgar
/11d1u; íl/fabeuco 591
,1bductor corto del pulgar como c>.1cnsor
a51SlClllC, 227[, 230
mOsculos msenos en, 228t
chs1ales. 216-217. 2 l 6í
pos1c1ón íunc1onal. 2 l 7b. 2 l 7í
prox11nales. 216. 2l 6í
Articulaciones imerrn rsianas. distales. 501 1. 5 11b.
511. 512r
Aniculnc1ones intervencbrales. consecuencrns de
los c¡crcicios para la lumbalgia. 306b
Articulaciones uncovcrtcbra\es. 268. 268í, 2701
en las cliscopauas. 269b, 269[
Artntis reumato1dc, 40
ddorn11dad en cuello de cisne. 242f, 243-244,
245f
dcío11111dad en Ojal. 242. 244-245. 245f
deíorn11dad en zigzag de los dedos. 243-245
deíonmdad en zigzag del pulgar. 240-241 ,
242í
clefonmclacles anicularcs debido a, 240-24'5,
242í-215f
desviación cubital en la articulación
mctacnrpoíalángica como. 242-243. 2441
luxación palmar ele la aniculaciOn
mcrnc;irpofolángic:a como, 24 l-242. 2421
Artrocincmáuca
<leí1mc1ón. 8
morfologla anicular lípica, 8, 8f
mov11111entos íundamemales emre superficies
arucularcs, 8t. 8-1 O. 9í, lO[
Anrodias, 277
Anrologia, clcfi111c1ón, 26
;\stn\galo, caractc rlsticas osteológicas. 4tl7h, 487-
488, 488f-489f
Atlas, 268, 270í
en la rotación axial. 286-287, 289f
ligamento transverso del, 283, 284f
Axis (vértebra C2), 268-269. 27 lí
en la rotación axial, 286-287. 289í
8
Banda(s)
de los m1oíllamcmos, 46-47, 47í
del mecanismo extensor de los dedos. 223·
22'1, 22Sf-226f, 227t
Bandas A, de los miofilamemos, 47, 47í
Bandas 1, ele mioíilamentos. 47, 47í
Bastón , uso correcto. 434í, 435-436
B1omecámca
deíinición. 3
princ1p1os. 58-88
problemas. pautas para resolwr. 80t
81pedestac1ón
erecto de la contractura de los nexores de l:i
cadera en. 42lb, 42 Jí
íucrzas de compresión en los pies durante.
505b
fuerzas normales de reacción an icl1lar en la
rodilla, 477, 478f
función de l arco longitudinal medial durante,
505í, 505-506
Boca
apertura, 372-373
control muscular, 372-373, 374(
fases, 367, 367[. 369. Ver tamb1é11 Mandlbula,
mov1m1emo.
oclusión, 369, 372
Bolsa ax1 lar
de la aruculación glenohumeral, 108, 1091
de l ligamento glenohume ral iníerior. 11O, 11Oí
592 l11diff cil{abéliw
Bolsa subacromial. l 12L, l l 2í
Bolsa subdeltoidea. 1121, l 12í
Bolsa. de la rodilla, 446, 449L
Bolsas de grnsa
de la rodilla, -146. H9L
de las d ianrosis. 27
Bolsas. del hombro. lJ l -112. 1l 2f
Brazo de momento
ck los músculos. )' 1:\ curva d el torque-ángulo
articular. -19-51. 50í. SOL
en la elevación de cargas pesadas. 326b. 350-
352, 35 lf-352f
interno )1 externo. l 6. l 6í
Brazo. elevación
músculos activos, 123-130. 12-lb
en la articulación gknolrnmeral. 124- 126.
l 25f, l 26t
múscu los del manguito de los rotadores. 128Í.
129. l 29b. l 30b
rotadorcs ascendentes ele la an iculacit~n
cscapulotorácíca, 126- 129, 126b, l 26f-
l 27 í
13unio. 514, 51 4f
e fijación interna para, 436, 436[
Cabeza. Ver también Región aancLicervical.
carac1eristicas osteológkas. 257. 2571
en la rmación axial de la colum na
craneocervicnl, 346-347. 348f
extensión de la, acción del músculo erector de
la columna en . 324í, 324-325
movim iento. 284-288
postura
an1erior cróni ca, desequilibrio muscular
con, 34 7b. 348f
músculos activos, 346-3-17. 348f
trastornos de la articulación
tcmporomand ibular y, 373b. 373f.
374-375
protracdún )' retracción, 286, 288í
Cabeza femornl
alineamiento deíectuoso acetabular y, 401-402,
406í
caracteristicas osteológit'as, 406, 406b. 403f
Cadena ci nemática. abierta o cerrada, 7-8
Cadencia de paso, 53 7
Cadera. 393-4 38
abducción. 408. 408í. 409f, 4 10. 4 1 lí. \fer
también Müsculo(s). cadera. abducwres.
ad uccióh, 408. 408f. 409í, 410. 41 lf
aheración
desviaciones de la marcha en la rodilla,
576t-577L
desviaciones de la marcha en el tobillo-pie.
573-575l
desviaciones de la marcha en la
cadera/peh•is/tronco. 578t. 579í. 579t
amplitud de l movimiemo. 407-413
anatomfa funcional, 393. 400 -402
artiíícial, reducción ele las fuerzas de los
abductores de la caclern sobre. 74- 75. 78f
artrocinemática, 412f-4 l 3
art rología, 400-406
defi nición, 393
displasia du rante el desarrollo de, alineamiento
ace1abular deíecmoso )', 405b
dolorosa. Ver también Coxanropatia.
desviaciones en la marcha con 575l, 577t,
578t, 579[, 579t
longitud de paso en la marcha con, 536f
clunimc la ma rcha
acción muscular. 558, 5591. 560
aducción , 559f. 560
anrodnemática, 545f. 546Í, 545-546
en el plano [rontal. 549-552, 5491, 551 r
en el plano horizontal. 552-553, 553f
en el plano sagital, 545f-546f. 546-5-19
íucrzas aplicadas a, 572t
limitacit>n del mo,·itniemo. 5-1 6. 5-ló f
momento )' potencias articu lares. 56-1-567.
565f
eje de rotación. longitudinal (l'ertical), 408
en la extensión del ironco. ri1 mos
lurnbopélvicos en, 303-304. 303í
en la Ocxión del t ronco. ri1111os lumbopélvícos
en. 302-303. 302í
rxiensión. -108, 408L 409f. 410. 'l 1lí
cnn exte nsión ele la rod illa. -IN. 476--177.
476l, 477í
<:on nexión de la rndil la, 476-477. -f77f
º·
ílexión , 408. 408í, -109f. 4 1 ..¡ 11 r
con extensión de la rodi lla,
con tlcxión ele la rodi lla. 4 76L
íraclllrn, -t33. 433L
músculos ele. Vff Müscu lo(s), 01clcrn.
inserciones e inervaciones, 582t-585t
osteo;1r1ri1 is. 433-435. 434b
causas. 4 34b
signos dínicos, 4 34b
osteocincmática. 407 -4 13
planos)' ejes de rotación. 408. 408í
rotación de la pelvis sobre el fému r, 410-
413, -109f. .¡ l lf
rotación clel fémur sobre la pch·1s. -11 O.
408f-409f
osteología, 394-400
posición de bloqueo. 406, -107f
presión int racapsular en , 407b. 407f
rotación , imerna )'externa. 408, -108f. 409í,
-110. 4 11r
Caída plantar, 573t
Caídas. fractura ele cadera después de, -133t
Calcáneo. carnctcristicas ostcológicas, 487b,
488f-489f. 489
Canal carpiano. l 79f. 180
Canal del tarso. 523. 524f
Capacidad pulmonar total. 376
Capacidad "i tal. 376
Capitulo del húmero. 137. 137f. 138í
Cápsula articular. 2 7. 2 7f
de la aniculación astragalonal'icular. 500-501
ele la an iculación carpometaca rpiana
del pu lgar, 206
segunda a qu inta. 202-206[
de la aniculación costotransvcrsa, 289
de la aniculación tibioas1ragalina. 493
de la cadera
anterior )' posterior. -103-406. 405f
presión int racapsu lar, 'f07b, 407f
de la rodil la, 4'15-446. 446f, 447t, H8í
anterior, 445í. 445-446. 446f. 4'17t, 448f
lateral, 445í. 446. H6f. 447t
medial. 446. 447t, 448[
posterior. 446. 4-171. 448í. 455. 456f, 457t
posterolaieral , 446. 447L. 448f
de las an iculaciones cigapofísarias, 264, 264[,
264t
al levantar cargas pesadas. 353L
resistencia a la ílexión extrema, 299f, 300
c.k las anicuh1e1ont's rad iornbitalcs, 149
de l cod<1, 14 1-IH. H2f. 142L. 143[
f'ibrosa, 32, 34. 34f
ele la aniculacion glcnohurneral. 107í. 108-
1 l l), l09f
de b aniculac1on tcmporomandibular. 365.
365f
de las mticuladoncs mcLatlll'S<•falángirns.
513
Cápsula fibrosa
de la aniculacion gknl'humcral. 108-1 10.
109í
de la aniculación temporomandibula1-. 365.
365f
de las anículaciones met:uarsofollmgicas. 5 13
Caras terminales 1·ertcbrales. 2 78, 278f
c~rga(s)
métodos para llevarlas. )56-3 57
con coxa nropa1ia. 434f. -135-436
presión de los discos intcrvcncbralts y.
279-280. 279f
músculos extensores lumbares acli1·0;: en,
326, 326f
Carilla articular rstcrnal. 94. 95[
Carilla(s)
articulares
de las véncbras lumbares, 272-273. 272f-
273f
del atlas, 268. 2 701
costales. 269, 271 r
ele la rótul a. H-1. 4-Hf, -147. -1-181
del amágalo, 488, -189f
del calcáneo, -198. 489f
del cóndi lo femoral. -142. ·H-11
Carpo, translocación rnbirnl , 190, L90f
Carrera
ílexión-extensión ele la e<idcra )' 1:1 rodilla. e11
la sinergia de los músculos, 474. -1771
intcmcción de los músculos ílexores-rotadores
de la rodilla. -172--173. 474f
1·elocidad de la marcha durante , 538, 538f
C1 nilago
articular, 27, 27f
composición )' función, 34-36, 35t. 36L
de la cabeza fem()ral. 400. 403f
ele la porción distal del rt mur, 442
de la rótula, 444
de l cónd ilo íemoral, surcos en. 442, 444f
hialino. 34-35, 36f
traumat ismo crónico, 38. 40í
Ca1·idad glcnoidea. 96. 96L Ver wmbibi
Articulación glenohumernl.
Cavidad sinovial. de la articulación
1e111poromandib,1lar. 365
Células. en los tejidos conju111i\'OS de las
articulaciones. 34
Centro ele gravedad. 59
Centro de masa. 5. 59. 60f
clcsplaza111icnto. dunmte la ma rcha. 542.
542b. 543L 54 3
m~todos para reducir. 544-545. 555-557,
555t. 556f-557f
Centro de presión. tl'a)'CtLOria durame la marcha,
564. 565f
Centro insta111áneo ele rotad6n. 32
ele la rodill a, 450, 452f
Ciclo de la marcha , 536-542, 536f, 539í-541 f
acontecim ientos y periodos,
apoyo bipodal y monopoclal , 539[, 540f, 539"
540

fases de apoyo r de balanceo de la pierna,
j39f-540f. j39-5'IO, 540L, j40-54 1
terminología, 540, 540l, 54 l
Cifosis. 260-26 l, 262f, 263í, 264f. 280í
de Scheucrmann, 293
dorsal, 262í. 292-294, 295í
fuerza de compresión sobre las sincondrosis
entre cuerpos venebrnles, 296b
Cinem~ítica. 3-1 1
defi nición, 3
unidades de medición, 5t
variables. 5
Ci nemawgraíia
en el análisis de la rn~rcha, 534
para la colección de dalos cine maticos, 84-85
Cinesiología, defintción, 3
Di námica, 12-23
cleíinición, 12
fue rzas muscu loesqudétic:1s, 12- 15. 12í- 15í
imeracción de múscu los y articulaciones. 17-
19, 18í- 19f
palancas nrnsculoesqueléticas, 20, 20f-2 I f. 22
principio de la fuerza en, 12
torqlles mu$éuloesquelt'tic,)s, l 6í, 16- 17
Cimilla ilioL ibial, anatomía y acción, 4 l 7f, 4 18
Cirugía, para la corrección de coxalgias, 436í.
436-437, 437[
Clavlcula
carntterlsticas osLcológicas. 94, 95f
movi micmo, en la fu nción del hombro, l0lí-
102f, 10 1-102, 118. l l í, 120t
Cóccix, vértebras. 267t, 273, 275f
Codo de ten ista, 193
acción de tenodesis, de los ílcxores de los
dedos. 222, 223f
en la tetraplejla. 224b, 224f
Codo
ac1ividades de la vida diaria, l 4 3, H 5f
ángulo en \•algo nornrnl, 141, l 4 l f
ariiculaciones del, 140-148. Va tamb1¿11
Art iculación humerorradial; Aniculacion
humerocubi tal.
amplit ud del mo1•imiento, 143, 145[
carac1eristicas generales, 140- l f 1
cinemática. 143-1'17, LHb, l451'- H7í
inestabilidad. 148, l 48í
imeracción musw lar, 155-173
movi rn icnlo. durame la marcha, 555
tejido conjunLivo pei'ianicular, 141 - 143
comracturn por ílexión del. H4b, 144f, 143
ejercicto isométrico. solución de proble mas
biomccánicos con. 80-8 l f
lesión, 148, l 48[
múscu los. Ver Músculo(s). codo y antebrazo.
presión de ai re ímracapsular, 143
Cojera cid glúteo medio, 430b, 438. 550b
Cola de caballo, 274b, 274f
Columna dorsal
ampliwd del moYimíento, 29 lt
anatomia, 267 t, 269, 271, 27H, 288-290.
290b, 29 l f
componemes, 288
deformidades estructu rales, 292-296, 295f·
296[
ílexión late ral. 291-292, 295f
ílexíón )' extensión, 290-291, 2911. 292f- 293f
movi mienLo, 290-292, 29lt, 292f-295f
rotación axial. 291. 294f
Columna lumbar. 296-307
esponclilolis1esis anterior. 298b, 298f
c.strncturns articu lares, 296-298. 297f
extensión de la, 293f, 30 1
consecuencias biomeulnicas, 306b. 306L
para la lumbalgia, 306b
riuno lumbopelvico, 302-304, 302[, 3031
ílcxión ele la, 292í, 299-301 , 299f
consecüencías biomccánicas. 306h, 306t
pa ra la lu111balgia, 306b
ritmo lumbopélvico, 302-304. 302f, 3031'
ílexión late ral. 295f
inclinación pelvica )'. 304-305, 304f
mov1 miemo, 298-307
amplitud del movimiento, 2991
en el plano frontal, 295í, 307
en el plano horizomal. 294. 307
en el plano sagirnl, 298-307, 299f, 299t,
3021-307í
rotación axia l, 294[
Colum na torm:olumbar, movimiemo, 290-292.
292í-295í 307
Columna ve rtebral. \ter 1w111Ji,'11 Anícu ladones
cigapofis,1rías, Sincondrosis entre cuerpos
vertebrales.
aniculaciones s:icroiliacas. 308-313. Ver
tam/Jirn Ankulación sac:roil iac;i.
carnctcristicas osLcológit:<\S, 260-261. 262í-
264L 266-273. 267t
c:crvirnles, 266. 266í. 268-269. 268í, 279[
de la región lumbar. 271-273, 272f. 273í
de la región torácica, 269-271 . 27 lf
de la ,·éncbra promincnlc (C1). 269
del allas, 268. 270f
del ax is, 268-269, 27 lf
del cócd:-:. 27 3, 275f
de l sacro, 273, 275í
curvaturas, normales, 260-26 1, 2621. 280f.
281
linea de gra1·cdad )'. 261-262, 263f
1110\'lllÜCtllO, 280[, 28 L, 28 lt, 308
acoplamiento venebral y, 277b
amplitud de l movim iento, 281, 2821. 29 lt
en la 1·cgión cervical, 284-288, 284í-289í
en la región lumbar. 298-307
en la región sacroillaca, 310-311, 3 l lb,
31H
en la región to1«kirn, 290-292. 291 f-295f
en la región toracolumbar. 290-292, 29.lf-
295f. 307
med iciones. 281b
te rmi nología, 275-276. 276t
nervios espinales. 317
región cervical, 2266, 266[, 267t, 268-269,
268f, 270f. Ver tambít'n Región
tTaneocen·kal; Cuello.
am pliLud del m01•imielllo, 282t
movimiento
en el plano fro111al, 288, 290[
en el plano horizo111al, 286-287, 290f
en el plano sagirnl, 284-286, 284f-285f
llcxión )'extensión, 284-286, 284[-285[
región coccigea, 267t, 273, 275f
región lumbar. 267l, 27 1-273, 272f-273f. Ver
tambi¿n Columna lumbar.
anatomla )'cinemática, 296-298
región sacra. 267t, 273, 275f
región torácica. 267t. 269-271 , 27 H. Va
twnbit'n Colum na torácica.
sopone ligamentario. 262-264, 264f, 265[,
264t-265L
tejidos conjumivos que limi1an d movimknto,
593
280l. 28 1
un ion imerwnebral y, 273. 275, 2 76í, 276L
Combadura. como Íllerza musculoesquelética,
l3f
Companim1emos
de hi artículacíón medíoc;1rp1ana. 181. 18lf
de los nwsrnlos. 516
Complejo cubi LlKarpiano, 150, 151 b, 1511, l82-
L83. 183f
Ct>mplcj,, de la ankulación :ubn1oaxial. 271 í
ampl itud del 11101•imien1<.>, 282t
anmomia. 283. 283f-285f
,,>1110 anirnlación trocoidea. 29
flexión )' cxtenstón. 284f-285f. 285-286
músculos. 347f
rotación axial, 286-287. 289[
tejidos conjun ti vos, 283, 283f-285f
Complejo de la aniculacit~n cuncoc:uboiclea.
5011, 51 1, 51 l b, 5 12í
Complejo del codo y el ;1mebrnw, 136- 173.
l 36b. Ver um1/Jit11 Articu lación
humerorrnd ial; Aniclllac1tm Humcrocubi1al.
Art iculación racliocubital.
Complejo del hombro. 93· l33. l'a l1rn1 W11
Cl:wícula; Humero; Cos1illa, Esc~pula;
Estemon.
Ct1111plejo íibrocarl!lago triangular, 150, 151 b,
15H, 178
Cóndílo(s)
de la mandibula. 360f, ~óO. 36H. 363
ª'cíón dd músculo ptcrígoideo lateral )'.
374b, 374f
en la aheración del complejo discn-cónchlo,
368b. 368f
nlOl'imiento de traslación de. 368-369, 367f
ele la porción dis1al cid fémur, 442, -143[-4441
Cóndilos del occipital. 257
Condrocitos, en el canílago anicular. 35-36. 361
Condromalacía roLuliana, HOb, 470f
Conducto auditi1•0 cxLerno, 359, J60f
Conducto sacro. 273, 375f
Conducto vertebral, 266f, 268
Conexiones interte ncl inos.1s, 223, 225f
Contacto del talón, 539, 539í, 540, 540[, 540t
fuerzas de reacción contra el sucio, 562. 5631
Comracción muscular, en la modulnción ele la
Íllc rw del müsrnlo. 54, 55í
Comrnctu ra de Dupuy1 ren. ligamento rctinacnlm,
238
Con trnct ura por ílcxión de la cadern
<lltmellltl ele la lorclosis lumbar. 305. 305f
en bípeclesiación. cfeclo de la, 42lb, ·1211
Con1rac1urn por llcxión
cadera
efec10 de la bipcdestación. 42 1b, .¡2lf
lordosis lumbar con. 305, 305[
codo, pérdida de la extensión an1erior del
brazo, H4b, [4.¡f. 143
Contrac1ura
de Dupuyt ren, 238
ílexor plantar, del wbíl lo. 525
por flexión
ele la cadera, 305-306. 305f. 421b. 42lí
del codo, 1-13, 14-lb, 14-tf
ConLrnmuación, 31 l . 31 lh, 31 H
Corona. ele los diemes, 362. 363f
Costillas
en la ven1ilación, 376. 376[
en las articulaciones cosiovenebrales. 269.
271í
594 l11dice alfabético
esLructura, 257-258
Coxa valga , 398, 400f
consecuencias biomecánicas, 438, 438í
Coxa vara. 398, 400í
con exceso de rodi lla valga, 479, '179í
consecuencias biomecánicas, 437-438. 438í
Coxartropatfa
causas. 433-434b
desviaciones de la marcha, 577t-579l, 577í,
579f
empleo de bastón, '134f, 4 35-436
intervención terapéuLica, '135-436
intervención quirúrgica, 436-437, 436í-
437í
métodos para llevar cargas, 435 í, 436
longitud d e paso en la marcha, -135-436
Cráneo. Ver también Cabeza.
Crepitación, en los tejidos, 15, l5f
Cresta del músculo supinador, cúbito, 138, l 39í,
140f
Cresta ilíaca, 395, 39Sí
elevación duran te la marcha, 549, 549í
Cresta imenrocantérea, 398, 399f
Cresta longiLUdinal. del cúbito, 138. l 39f. l 40f
Cresta supracondflea, 138
Crestas sacras medial y laternl, 273. l.7Sf
Cúbito
apófisis es1i loides, 138-139. 139f. l 40f
cabeza del. 138, l 39f. l<IOf
caracteristicas osteológicas, 138- 139, 138b,
139f, 140[
Cúbito valgo, de l codo, 14 1, J4 H
Cúbito va ro, del codo, 141, 141 f
Cuboides, 488[, 489f, 489-490
Cuello del fémur, ángu lo de inclinación. v,,.
Coxa valga; Coxa vara.
Cuello
en la rotación axial de la región craneocervical,
346, 348f
extensión, acción de l múscu lo erector de la
columna, 324, 324-325
vcnebras del , caracteris1ic.1s osteológicas. 266.
266[, 2671, 268-269, 268f, 271
Cuerda oblicua, de la membrana interósea del
antebrazo. 145- 146, l 46f, 14 7í
Curva de impulso-momento, 63b, 63f
Curva del momento-ángulo anicular
de los múscu los abductores de la cadera, 433,
433f
de los múscu los, 49. 51 ' 49 f, 50b' sor, 50l
impronta única, 50b
variables que afectan, SOL
Cúspide, de los dientes, 362, 363í
o Deformidad en zigzag, del pulgar, 240-24 l, 242f
Dalos antropométricos, 901
Deambulación . Ver lllmbién Marcha.
fuerzas de reacción normales en la rodilla,
477, 478f
velocidad, 537-S38, 538t, 538f
metodos para aumen tar, 538, 538í
normal, 538t
Dedo(s)
artritis, 240-245, 242f-245f
características generales, 211-212. 211 f
cinemática, 213-215, 213b, 213 í-214 í
de la mano, 198-199, 203f. Ver también
Aniculación(es) carpometacarpiana(s).
exte nsores, 222-228, 22Sf-227f, 227t
flexores, 218-222
segundo y tercero, como articulaciones
sellares complejas, 202, 207f
del pie, 488f-489f, 490. Ver 1ambié11
An iculación(es) 111e1a1arsofolángica(s).
del pulga r
anrocinemática, 215, 215[, 216f
músculos insertos en, 228t
desviación cubila!. 242-243, 24-lf
función d e los múscu los inte róseos )'. 232,
234t
función de los músculos lumbricales y, 232
ligamemos. 2 l J-2 12, 2J 2f
luxación palmar, 241 -242, 242f
movimiemos accesorios pasivos, 213, 2 l3f
posición de bloqueo, 215, 2l5b. 2J5f. 217
posición funci onal, 217. 2 l 7f
tejidos conjuntivos perian iculares. 212, 212 f
Dedos de la mano. Ver 1aml>ié11 Articulación(es)
carpometacarpiana(s); aniculación(es)
melacarpofalángica(s).
al cerrar el pu1io. 192-193, 19Jf. J94f
aniculaciones imerfalimgicas, 216-2 17
deformidad en garrn. 236, 236f
desviación cubital , en la a rt ritis reumatoicle,
242-243, 244f
flexión
papel de los múscuk>s estabilizadores
prox imales, 220-221, 223f
pasiva, mediame accion de 1cnoclesis de los
ílexores de los dedos, 222-223[
movimientos, 1erminologia, 201, 205(
músculos
extensores, 222-224, 22Sf-227f, 227t, 237f-
238
extrlnsecos e int rínsecos, interacción, 235·
238
ílexores, 218-222, 237 í, 238
posición íuncional, 217, 217[
Deformidad en arco ele flecha
del cuádriceps contra la rodilla, 468, 47lf
en la deformidad en zigzag de l pulgar, 240·
24 1, 242f
en la d esviación cubital ele la articulación
metacarpofalángica, 242-243, 244f
en la luxación palmar de la an iculación
nmacarpofalángica, 24 1-242, 242f
en la rotura de las poleas ílexoras, 222, 222f
fuerza, 70, 7 lf
Deformidad en cuello ele cisne, de los dedos,
242[, 243-244, 245f
Deformidad en ojal, ele los dedos, 242f. 244-2'15,
245 Í
Deformid ad en rotación externa, de la rodilla,
479, 481(
Desarrollo ele displasia, ele cadera, alineamienlo
ace1abular eleíectuoso. 405b
Despegue de los dedos del pie, 539-540, S39f·
540f, 5401
Despegue del talón, S39, 539í, 540t
anormal , 548
Deslizamiemo epifisario de la cabeza femoral,
438
Desviación cubital, de la muñeca, 184, 184f,
187-188, 187í- l88í, 188b, 195-1 96, 19St,
196f
Desviación cubital, de los dedos, 242-243, 242f
Desviación radíal, de la muñeca, 184, l84í, 187·
188, 187í-188í, 188b , 19S-l96, l95l, 196f
Diafragma
acción e mervad ón, 3 77t, 379-380, 3 79f, 379t
anomalias
en la neumopatfa obstructiva crónica, 382-
383
en lesiones medulares cervicales, 38 lb
en la inspiración, 379, 380f
mserciones, 379, 380f
panes, 379, 380f
posición variable, 380b
Diagrama del cuerpo libre. 65-67. 67f
marcos ele reíerencia, 67-69, 681
pasos para establecer, 66-67, 67b, 67f
Diamosis
clasificación
ele las aniculactones sellares, .3 1, 3 l r
por analogia mecánica, 28t, 28-30, 29- 31f
defin ición y función, 27-28, 27f
elememos asociados con, 27-28, 27f
Diemes, funciones)' características estructurales,
360f, 362, 363t, 363[
Dinamometría
para la colección de datos cinemáticos. 82,
85f, 86f, 88
para la medición de la curva del ángulo
anicular-momen to, 51
Disco articular
de la articulación acrom ioclavicul ar, 103
de la articulación esternoclavicular, lOOf, 1O1
de la articulación temporomand ibu lar, 36-1,
364b,364f
de las diart rosis, 27L 28, 28b
de l complejo cubilocarpiano, 150-151, 183-
l83f
del complejo d isco-conch lo mandibular, 36óf,
367-368
acción del müsculo pterigoideo ll\leral y,
374b, 374[
desplazado o luxado, 368b, 368f
Discos imervenebrales
herniados (desplazados), 269b, 269f, 300-
301 b, 300f, 300t
factores que favorecen, 30 lb
mecanismos, 300-30l b, 300f, 301b
lumbares
como amoniguaclores hidrostáticos. 278·
279, 279f
contenido hidrico, 280b
estrucLUra y runción, 277-278, 278f
traumatismos, 39-40
Discos íntraaniculares. de las d iartrosis, 27 f. 28.
28b
Diseño protésico, momento de masa de la inercia
y, 62b
Displasia, de cadera, desarrollo, 405b
Distensión, tejido conjuntivo, 12, 13f
Dolor
de la cadera, 537f, S78l-579t, 577f, 579í
de la rodilla, 470b, 470f
del talón, S62t
lumbalgia, 305-306
causas, 300b
con levantamiento de cargas, 349
ejercicios por, 306b
hernia de disco y, 300b
patrón de marcha anormal con, S72
Dolores de pano y alumbramiemo, movimientos
de la aniculación sacroilfaca durante, 31 1
E
Efecto ele cabestrante, del antepié al final de la

fase ortostática, 515, 515[
Eje de rotación, 5-6. 6f, 7í, 19, 19í
de la articulación subas1ragalina. 498, '198[
de la aniculación 1ibioLMsiana. 494-495, 495f
de la articulación 1ransvcrsa del Larso. 503f,
504
de la cadera, 408. 408f
de la inclinac ión pélvíca, 303
de la muñeca, 185, 185[
de la rodilla, 450, 452.f
del 1obillo y el pie, 490f. 491
media y cálculos, 32. 32f
Ejercicio de .nexión de bíceps•, 75b. 7Sf
Ejcrcicio(s)
en cadena cinética cerrada, 460b
ílexión y extensión, para el tratamiento de la
lumbalgia, 306b
ílcxiones de abdominales
acción de los músculos abdominales. 337-
339, 337f-338f
diagonales, 33 l r
músculos ílexores de la cadera. 338f, 339
1sométricos. codo, resolución de problemas
biomeci\nicos, 79-83, sir. 82.f
resistidos, dise1,o, 75b, 75f, 77b, 77f
momento externo, aplicación manual de. 76-
77, 79f
Electrogoniómetro, 84. 84f
Electromiogrnfla
normalización de la sef1al, 56-57
para eJ estudio de la actividad muscular en la
marcha, 558, 559í
i uido el~clnco aJeno, 56
usos y procesamiento di!, 55-57, 526
Elevación de la cadera, 549
Elevación de las piernas estiradas. acción de los
músculos abdominales, 4 l 9f
Eminencia hipotcnar, músculos de la, 229f, 230-
231
Eminencia amcular. del temporal. 36 l, 361 f
Eminencia imercondilea, de la tibia, 44'1-444f
Eminencia 1enar. Ver 1ambien Pulgar.
músculos de la, 22.8-2.29, 22.9f
Endomisio, en el músculo, '13. 44[
Energfa de deformación el:\stica. en ligamcmos.
13, !Jf
Energía
deformación elástica, en ligamentos, 13, 13f
durante la marcha
discapacidad y. 557-558, 558t
métodos cinemá1icos para reducir, 555,
5551, 556f-557f, 557
po1encial y cinética, 54'1-544, 544[
velocidad de marcha y. 557-558. 557f
Enfermedad de Kienbock, l 80b
Enfermedad de Parkinson, patrón de marcha
anormal, 537í, 572, 574
Enfermedad de Scheuermann, 293
Enfermedad pulmonar obs1ruc1iva crónica, 382-
383
Envejecimiemo, efectos sobre las aniculaciones.
38-39
Epicondiliiis, ln1eral, 193
EpicOndilo(s)
lateral
de la porción dis1al del fémur, 442, 443f-
444f
del húmero, 137-138, 137í
medial
de la porción distal del Íémur. 442., '14 3f-
Hf
del humero. 137, 137í
Epi misio, en el músculo. '13. 4'1f
Eqt1ilibrio rotatorio estático. 16. 16f
Equili brio. durnme la marcha. 542, 543í
papel del tronco>' las extremidades superiores.
553-555
Equilibrio. está1ico y din:lmico, en la Ley de
Newton de la inercia, 59-60
Equ1pam1emo deponwo, relación de 11npulso-
momen10 y. 62
Escafoides, 178-179, l78í-179f, 202f
en la desviación cubital y radial ele la muñeca.
187f. l88b
en la 111esrnb1hdad del carpo. 178, 189, 190f
en la oposición del pulgar, 2.09-2 l O
fractu ra, 178, 189, 190f
Escápula
alada, 127f, 128
características osteológ1cas, 9'1, 96b, 96f, 96-
97, 97f
Escoliosis. de la columna dorsal, 294, 296. 2.96Í
Esc01adurn acetabular, 394f, 401
Escotadura ciAtita
mayor, 39'1f, 395
menor, 394f, 397
Escotadura clavicular, 93. 94f, 2.58, 261f
Escotadura imercond!lea, de la pomón distal del
fémur, 442, 443f-444í
Escotadura mandibu lar, 360. 360f
Escotadura radial, del cúbito, 138. l'IOf
Esco1adura 1roclear
de la anic:ulación humerocubital. 145f
del cúbito, 138, 139f, 140f
Escotadura yugular. 258. 2.61 r
Escotaduras costales. 260. 26 lf
Esfenoides. 362, 362b. 362f
Espacio cubitocarpiano. 182, 183í
Espacio subacromial. 109f. 111
en el slndrome por compresión crómca del
hombro. l l 5b, 115f
en la aniculación glcnohumernl, 108b, 108f
Espalda. Ver 1<1mbié11 Columna lumbar; Músculos
de la columna vencbral. Ver MU5Culos.
espalda.
vénebras
anatomfa y cinemática, 296-298
carac1erfsticas osteológicas. 267t. 27 J -273.
272f-2.73f
Espina ciá1 ica, 394f, 397
Espina del pubis, 394f, 396
Espina ilfaca, 394f-396f. 394-395
Espiración
descenso de las costillas duran te, 378-379,
378f
íorzada, müsculos mtercostales, 383-385,
383f, 384t
pulmones, 376
Espolones óseos, cervicales, 269b, 269f
Espondilolistesis, anterior, de la columna lumbar.
2.98b, 298[
Esqueleto axial
caracterlsticas osteológicas, 2.57-273, 257b
componenies. 256í. 257-273
en cráneo, 257. 257f, 258f
en el esternón, 258, 260, 26lf
en la columna vertebral. 260-273. 262í-
264f. Ver también Columna vertebral
en las cos1i11as, 257 -258, 260f. 261 r
en las vénebras, 257, 258f, 259f. 2.591
/nd1u· al/a/lc'lirn 595
postura, ~)Slllra scdcme y, "IO'i 306, 307í
lCJldOS
111crvados por los ramos dorsales, 3191
ll'lcrvados por k)s rnmos vc111mles, 318f.
3 17-319
termmologta rekren1e, 2.56. 2571 276t
tras1ornos, 2.55-256
Esternón
abducción
mteracción de la aniculac1ón
acrom1oclavicular durante. 117-118,
l 19f, 120t
intcrncción ele la artimlac1ón
es1ernoclav1cular duramc, 117-l ltl,
119í, 1201
ri11110 escapulohumcral, 117, 11 Sf
rowción escapulo1onícica ascendente, 126-
129. 126b. 126í-12.7f
aducción y ex1ensión. 132-133
aniculaciones. inervación, 118, 120-121. l20f
anrologra, 98-1 17
carac1crls1icas os1eológicas. 93, 9'1b. 94f. 258,
258b. 260. 261f
dcOnlción, 93, 94f
elevación y depresión, durnn1e la ventih11:m11,
378-379,378[
en la posición anmómica. 95Í
111crvac1ón sensonal, 121
111ovimicn10, clum111c la marcha. 553-554
míisculos.
acción. 121
en la parálisis del 1ríccps. 168, 168f
inervación, J 18. 120-L21. 120f. 2481-2491
inserciones H8t-249t
ostcologfa, 93-98. 94f-99f
rotación interna y externa, 132- 133, 133(
s!ndromc de compresión cronica, l 15b, 1151.
130
momemo isome1rico. ílexores y abduc1ores.
1261
Eversión
de la nr11culació11 subas1 ragalinn, 11991, SOOb
de la aruculación 11b1otarsiana, 4991
de la aruculación transversa del u1rso, 503f,
504
definición. 490f, 491, 491L
Expansión digital dorsal, 518
Extensión
de la aniculac1ó11 glenohumernl. 112., l 13t,
11'1, 1171
de la cabeza, 325, 325t
de la cadera, 408, 408f. 409í, 'I 10. 'I l lf, 474.
476-'177, 4761, 477f
de la columna cra11eocervic.1I, 284f-285f, 2.85
286
de la columna dors.'ll, 2.9 ll. 290-292, 292í-
295f
de la columna lumbar, para la lumbalgia,
consecuencias, 306b
de la muñeca, 184, l8'1f, 185f- l86f, 185-187.
191-192., 192f
de la rodilla. Ver Rodilla. extensión de.
de las aniculacioncs me1acarpofo langicas. 213,
214[
de los dedos de la mano, 205í
del codo, 143-144. 164-168, 166í. 1661. 1671
del hombro, 130-131, l3 Jf, l 32b
de l pulgar, 205f, 208f. 208-209. 210f. 2 101
Extremidad inferior, 39 l. Ver también nombre de
ar1iculacioncs especificas. p. ej., Cadera.
596 indice alfabétíw
alteración
dcs\·iaciones de la marcha en el lobi llo-pic
con, 574t, 575t. 576t
desviaciones de la marcha en la
cadern/pelvis/tronco con, 578t, 579t
desviaciones de la marcha en la mdi lla rnn,
576t. 577t
músculos de la
inserciones e inervación, 582t-587t
raíces nerviosas de, 583t
raíces de los nervios ventrales de los músculos,
usados parn proba r la función, 583t
rotación medial prenatal. 402b. 402f
Extremidades superiores. 92. Ver tambien Brazo;
Codo; Complejo del hombro; aniculaciones
especificas, p. ej., Aniculación
glenohumeral.
músculos de.
inserciones e inervación, 248t-252 t
raíces nerviosas, 247t-248t
F Fibras de clastina, 33
Falanges. vh también an iculación(es)
metacal'pofalángicas: Articulación(cs)
metatarsoíalángicas.
de la mano
caracteristicas osteológicas, 200, 200b,
20lf-203f
moríologfa. 200-201, 203f-204f
de l pie. características osteológicas. 488f-489f,
490
Fascia
cervical, componentes, 340. 340[, 340t
plantar
del arco longitudinal medial, 505
efecto de cabestrante, 515, 5J5f
fuerzas aplicadas durante la marcha, 572t
toracolumbar, al levamar cargas pesadas, 353,
353l
Fascia lata del muslo, 418
Fascia plantar
del arco longiiudinal medial, 505
efecto de cabestrante sobre. 515. 5 l 5f
fue rzas apl icadas, durante la marcha, 5721
Fascia toracolumbar, 310, 311f
Fase de apoyo. Ver Marcha, fases.
Fase de despegue del pie, 539, 539f, 540t
Fatiga muscular, 55. 55í
central. 55. 55f
periférica. 55. 55f
Fémur, 395f-399f. 397-400
am plitud rotacional. en el movimiento coxal,
408, 409f. 4 1o
anatomía, 395f-399í, 397-398
ángulo de incli nación, 398, 400í. Ver tambi~11
Coxa valga; coxa vara
angulo de torsión, 398-400, 40lí-402í
anteversión
excesiva, 399, 40lf-402f
natural , 398, 40lf. 402b
contacto de la rótula con. 453-454, 455f
inserciones, 397f-399f
movimiento, durante la marcha, 552f, 552-
553, 554b
porción distal, caracteristicas osteológicas,
442, 442b, 443f·444f
porción proximal, 400
retroversión del, 399, 40 lf
Fibra(s)
colágenas
en el canllago artict1lar, 36-37. 36f
en el núcleo pulposo )' el anillo llbroso,
277, 280b
upos, 33, 33b
de la cápsula de la cadera, -104-406, •f06t
del ligamento colaternl medial del codo, l 4 1,
143[
del ligamento lateral de la articulación
temporomand ibular, 365, 365í
del mecanismo extensor de los dedos, 222-
224, 225f-227f, 227t
del ret ináculo de la rótula. 445, 4451'
elast ina, JJ
en los tejidos conjuntivos. 33. 33b. 35t
müsculo, 43. 43f
Fibrns colágenas
en el canilago articular, 36-37. 36[
en el nücleo pulposo y el anillo fibroso. 277·
280b
en los tej idos conjuntivos densos. 33, 34, 34[
tipos, 33, 33b, 34, 34f
Fibras muscu lares
ac1ivación, SJ.'.54, 53t
componentes, %t, 116·'+8, 47f
en la generación de fue rza acti\'a, 45-48, 48f
fatiga, 55, 55í
longitud ideal en reposo. 48
respuestas cont rácti les, 53, 54í
Fibrocartílago
en los tej idos conjunti vos. 35t
nutrición y riego sanguíneo, 37
organización y función, 36-37, 37í
rodete periférico, 27í, 28
triangular, J 50, l 5 lf
Fisiología, definición, 3
Flabella, 446
Flexión dorsal
de la articu lación tibiotarsiana, 495, 49Sf
ele la articu lación lransvers:i del tarso, 503f,
504
definición, 490[, 49 1, 49 1L
lesión de tobillo y, 'f97b
Flexión plantar
de la articu lación tibiotarsiana, 495, ·195f, 525
de la articulación trans\'ersa del tarso, 503f,
504
defi nición, 490[. 49 1. 49 l L
extensión de la rod illa con, 524b. 524f
ex1re111a, lesión ele wbi llo. 497b
tobillo, acele ración mediante ílcxión plantar
activa del pie, 525, 525f
usada para desacclernr la ncxión dorsal del
tobillo. 525
Flexión
de la articulación glenohumeral. 113[, 114.
l 16f. l l 7t
de la cadera, 408, 408[, 409f, 410. 4llf
de la columna craneocervical. 284f-285f. 285-
286
de la columna dorsal, 291 t , 290-291, 292f-
293í
de la columna lumbar, para la lumbalgia,
consecuencias, 306b
de la mul'leca, 184, 184f, 185f-186f. 185-187.
195- 196, l95t
de la rodill a. Ver Rodilla, ílexión de la.
de las articu laciones metacarpofalángicas, 213,
2 l 4f, 216f
de los dedos de la mano, 205f
del codo , l 60t, 160-16-1 , l61f- l64f, l62b,
162t
del pulgar. 205í, 208f. 208-209, 210í. 2101
lateral
ele la columna crnneocerl'ical, 288. 290f
en el acoplamiento con rotación axial , 345b
de la columna dMs.11, 291 -292, 29Sf
Formación ele callosidades, y el :treo longitudinal
med ial alto. 507
fosa ilíaca. 395. 395[
Fosa
aceta bular, 40 1, -103í
coronoiclea, 137. 137r
iliaca, 395, 395f
infrnespinosa. 96. 96'
intercondílea, 444
mandibula r, 36 1, 36lí, 362t. 363, 364f
su perficies articula res)' no articulares, 3621,
363, 364f
olecraniana, 138, 138f
rad ial, 137. 137[
supracspinosa, 96. 96[
temporal, 361-362, 36 lf, 362b
Lrocantérea, 398, 398[. 40'3[
Fosita
anicular del radio, 140, 1421
de la cabeza del fémur, 398, 3981', -IOJf
en la pronación del amebrazo, 153, 1531
Fotografia, para la colección de datos
cinemáticos. 84
Fractura por sobrecar·ga. )' el arco longi1ud111al
metlia l alto, 507b
Fractura
ele csc;ifoides, l 78
por sobrecarga, y el arco longitudinal medial
alto. 507b
Fuerza de compresión , 13[
en el arco longitudinal medial, 505b
en el disco inlervenebrnl. 278-279, 279í
en el pie, en bipcdesiación, 505b
en la aniculación femororrotul iana. 467, 467b.
469f
en la anitulación tibiotarsiana, durante la fase
de apoyo de la marcha, 496f, 497
en la rodill a, 77b, 771, 467, 469[
en la vénebra L2 levantamientos, 349-350,
J50b, 35H-352f
en las articulaciones cigapoíisarias, 276t
en las sincondrosis entre cuerpos vertebrales,
en la cifosis dorsal. 2961>
función de los meniscos y. 449
maniobra de Valsalva y, 352
Fuerza de distracción. en las articulaciones
cigapoíisarias, 276t
Fuerza de reacción anicular. 15. l 5f, 66. 66f
de la rodi lla, en bipeclestación. 477. 4781
durame la marcha, 431, 43 lí
mediciones, método dinámico inverso, 87b,
87f
pautas para resolver problemas biomecánicos.
SOL
Fuerza de reacción contra el suelo. 65, 65f
durante la marcha, 562b, 562-564, 563f
anteroposterior, 563[, 563-564
en el contacto del talón, 564[
linea de acción, torques aniculares y, 564,
565f
lateromediales. 563f, 564
vertical, 562-563, 563f
en la curva de fuerza-tiempo, 63b, 63f

ru~rz,1 en valgo. sobre el codo, H!l. H8f
Fuerza(s) \'rr ra111b1r11 !>.lomrmo.
an<\lis1s dmtlmico de, 83b. 83-88, l:H-86f
c:o111pn:s1ón V..·1 Fuerza de compresión
d1st1;icc16n, de las articulaciones c1gapohs.1rias.
276L
r n las leyes del movim iemo de Newton, 58
1so111t'tncas, desarrollo de la cur\'a del ;\n~u lo
<ll'licular-momento, 49-5 1
modulación
en la rclación de fuemHelocidad. 51 5.1.,
5 1f, 52f, 52b
fouga muscular}'. 55, 55f
mcch:mtc codificación del rumo, 54, 551
musculocsquclét1cas
en la d111ám1ca. 12-15, 13f, !Sf
internas }' ex1ernas, 15-16. l 5f
rn la protección articular, asp1!ClOS cl1111cos.
74-76, 78f
gcne radón }' trnnsmisión. 42-57
activas, 46t, 46-48. 47f. 48f
durnnte la marcha. 571, 572.t
en el movimiento del t'Squdeto. 5 1-55
en líl cs1:1bilización del esqueleto. •12-5 1.
·131
l11pótes1s de los filamentos deshz:uues.
47-48, 48t
pautas para rcsoh·cr problemas. 80t
rracción articular. Ver Fuerza de reacul1n
articular.
Fuerzas de c1zallan11ento, l 3f
ameroposterior
en las articulaciones dgapof1sanas, 2761
en las si nco11drosis entre los cuerpos de las
v<'nebras lumba res, 297-298, 297f
esponchl,1l1stcsis anterior)'. 298b
hp.:111tc111os cruzados y. 456
fuerzas de n:accion comm el sucio durante ,
-131 . 431í
fuerzas de rcaccion contm el suelo, 562-
56-1, 563f
Fuerzas podalcs. 65. 65f, 562. 563f
l u1K1ones trigonométricas, usadns rn r l m1<\hs1~
biomm\nico, 89-90, 89í, 901
G Hú mero
Gcnu rccurvm um. 479, 480b-48 lb, 4811
Gcnu valgum
exCCSll'O, 479, 480Í
factores que incrementan, 468
normal y excesivo, 445, 446f
Gcnu varum, 445, 446í
con osteo.1nn11s unicomp:H111nental, 477, 478í
en la deformidad en rotación externa, '180f
1raw111ento. 478
Glucosam1noglicanos
efectos del envcjecimiemo sobre, 38-19
en la sustancia fundamental, 33, 131
Goniomctrfa. 32
para la medición del modmiemo de la
articulación subastragahna, 500b
Grados de libertad, 6f, 7
Gravedad
acción de los músculos del esqueleto axial r.
321
centro de, 59
como ílexión coxal en la comractum de los
ílexores de la cadera. 421 b
como fuerza externa, 15
linea de. 16, 261-262. 263f
momento d.: cx1t:ns1on de la rochlla con. -Hí-
478
momento de nu1.ic1ón 1m.xluudo por, 312.
3l2f
)' la cur\'atura na1m.1I de la column,1 1·.:n.:hml.
260, 261 -262, 263f
H dman lc I¡¡ 111archn, 545-546, 5'16Í
Hal lux sbducto-valgus, 51'1
Hal lux rigidus. 5 l 3· 51'1
l·lallux l'algus, 513-5 14. 'i 14r
Hemiparesia, longnucl de los pasos con. 5371
l lto1des. 362
H1pcrextens1ón. crancoccr11cal
fom1ación de oslCl>filos >· 287b, 287(
lesión con (laugazo), 281. 285. H4b. 3+H
postura de inclinacion ;mtcnor cromca con,
347b, 348f
liipotesis de los filmnenws dcsl1zm11.:s,
gene ración ele fuerza acuva, 48
1lomólogo 111cn i sc~ I cubiincnrpiano, l 79í, l82
Hueso cigomático, 36 11, 362
Hueso ganchoso. l 79f, 180
Huesograndc. l79f, l80. 20'lf
Hueso coxal pasado, 39•1h, 39.¡í-3961, 3•H-J97,
396b, 397h
superficie externa 394
Hueso. Va 1a111b1en los nombres tic los huesos
específicos, p CJ., T1b1a
compacto, en la porc1on prl)X1mal del fémur,
400, 403í
esponjoso, en la porción pmximal del fémur.
400, 403f
o rganización}' estruct1trn, 37-18. 37f-38f
rcmodc lac1011. 39
tensiones sobre, 19-40
Muesos cuneiformes. 487h. ·188f-489f. 489
Huesos del carpo
en la des1•iación rachal }' cubual del
mov11mcn10 de mur)eca, 188b, 188f
ostcologia. l 76b, 176-180, 177f-179f
Huesos del tarso, carac1cr1s11cas ostcológicas,
487b. 489, 4881-489[
l-luesos sesamoideos. de la pnmcra articulación
metatarsofab11g1ca, 5 13, 5 131
ángulo ele inclinación y remwcrsión, 981
cabeza del, 97. 97í-9Af. Ver taml1i~11
articulacitín glcnohumcral
cen1ralizac1ón }' cstab1hzación por el
manguito de lt>S ro1:1dorcs. 1l 6f. 1 l 7b
compresión. 1 13. 1 l 5b. 1 l 5f
en el síndrome de compresión cromen del
hombro. l l 5b. 115(
en la cinemática de la articulac1on
glcnohumcrnl, 112- 11 7. l l3f- 116f
cuello del, 97í, 97-98
medio a distal. caractcrrsucas os1cológ1cas,
136- 138. l 37h, l 37í. 1 38f
proxi mal a medio. carnc1erfs11cas osteológicas,
97f-99L 97-98, 98b
lhon. caracterlSticas os1eológ1cas, 394b, 394-395.
394f-396f
Impulso, 62
Inclinación anterior del tronco
extensores de la cadcm que controlan , 425-
426, 427f
pmrón anormal de la marcha con, 574[
/111/in· crl/auctic o 597
lndmall\lll ~h1ca
accwn de los musculos extrnson:s lumb.ire,
325
'11llelllll
lu1mo11 de los íll'xores de la cadcrn, 4 18-
419, .¡ 18f
pm de runzn 111uscular. l 9í
con 111ov11111cnto limiwdo ele la cadcrn. 5461
546-5-17' 5-17b
cll't tci sohrr In columna lumbar. 30+- 307,
305í. 4221
c1e ck rotac1on, 304
en la l\)lac10ll ele la cadera, 410. 4 11 f, 412
poste rior
función de los extensores de la c<1dcra. 4 2-1
425, 426(
runrn'm de los ncxorcs de la cadrra. .¡ 18-
-119, 418f
lnesinhi lidad del cupo. 188-190, 189b, 1891-
1901
lnmtwihiacitln. cfcctLlS sobre el tt•j1clo conju11111·n.
39
lnspm1c1ón
de lo~ pul111oncs, 376, 376í
clel'artOn de las cosullas durante, 378. 3781
llltl!>elllos. acrn\11 e inervación, 379t, 3821
lns1ru111cmos. usados durante el anahs1s de la
march.1, 53-1-535, 534f-'i34f
hwcri.1ón
de la an1culncK'll subastragalina, 499t, 500h
de In ;m 1cubdon 1ibiotarsiana. 499t
ele líl llrticubció11 1r;111svc rsa del tarsL>, 5031 ,
5lH
dcfin1c1t111. 490f. -f9 1t, 49 1
lsqtnon. cnractcristic;1s osteológ1cas, 3941. 397,
397b
J
juanete. 5 14, 5 Hf
juncturac tcndmum. del mecantsmo extensor de
los dedos. 223. 225í
l
1aboratun<)S de blomccanica, usados en el
am\l1sb de la m ar~ha. 535. 535f
L;.hmna~. 111ctlial y lateral. de la apófisis
p1crigo1dcs, del csícnoiclcs. 362, 362f
Lámmas
de la;, 1•értchrns ccr1·icalcs. 268. 2 70f
retrod1scalcs. del disco anicular de la
aruculac1ón temporomandibul:ir, 364.
36-lf
lesión por laugazo, 281, 285, 344h. 144f
funnaciM de OStCÓÍllOS, 287b, 287í
poswra de anteroílexión crónica, 347b, 34Rí
Levant:t1111cnto agachándose con scn1ad1lla. 355,
355í
Levan tamiento con la espalda rnco1vada, 354 -
355, 355[
Leva111mrncntos. Ver también carga(s).
fuerz:t de los müsculos lumbares y. 3.¡9.35.¡
cálculo de la magnitud de las fuerzas. 326b.
326f, 349-350. 350b, 35H
íormas de reducir, 350-352, 35Zb. 35.lí
muscu los ac11vos, 349f
presión mtraabdommal durante, 352
técnicas. 354-355, 355f
factores de segundad, 3561. 356-357
temas b1omcc~nícos, 349-35 7
598 hu/ice a[(aliético
momemo de extensión usado, luemes
adicionales, 353, 353t
Ley de Boyle. 375f, 376, 376b
Ley de la acción-reacción. 64-65. 65f
durante la marcha, 562
Ley de la aceleración, 60b. 60-64, 61b, 62-64b.
64t
mediciones físicas asociadas con, 64t
Ley de la inercia, 59-60, 59-60b. 59t, 60f
Ley de la parsi rnonia
en la supinación y pronación del amebrazo.
169, 172b
en los extensores del codo, l 67b
Ley ele Wolff, 269b
Leyes de Newton
componemes lineales y rotacionales. 591
en la resolución de problemas en biomecánica,
79-83
primera (ley de la inercia) 59-60, 59-60b, 591,
60f
segunda (ley de la aceleración), 12, 60b, 60-
64, 61-64b, 64t
mediciones físicas asociadas con. 64t
terce ra (ley de la acción-reacción). 64-65, 65[,
562
Leyes del movimiento, 58-65, 59t. Ver también
Leyes de Newton.
Ligamemo amarillo, 262, 264f, 2641, 265f
Ligamemo astragalonavicular, dorsal, 493f. 500-
501
Ligamen to calcaneocuboideo, dorsa l, 493f. 501
Ligamenw coracoacromial, 111
Ligamemo escafosemilunar, en la inestabilidad
del carpo, 183, 189, 189f
Ligamemo esfenomandibular, de la articulación
lemporomandibular, 365, 365f
Ligamemo estilomandibular, de la aniculación
1emporo1nandibular. 365. 365f
Ligamemo interca piano, dorsal. de la mu1ieca,
184
Ligamento plantar. ele las anicu lacioncs
metarnrsofalángicas, 513, 513f
Ligamento redondo. ele la cabeza femoral, 400,
403f
Liga memo(s)
accesorios, de la articulación
lemporomandibular, 365, 36Sf
alares, 283, 283f, 284f
anular, 142t, 149, 149f
as1ragalonavicular dorsal, 493f, 500-501
bifurcado, 49Jí, 501
calcaneocuboicleo dorsal, 493f, 501
calcaneocuboideo plamar. 50lf. 502
calcaneonavicular plantar, 493f, 500, 501 f
calcaneoperoneo
en la anículación subastragalina,497
en la aniculacíón tibiotarsiana, 492í, 493.
494!
capsular coxal
en la posición ele bloqueo de la cadera, 406,
407f
movimiento limitado ele la cadera, 406t
capsulares, 264f
de la articu lación glenohumeral, 108-109,
109f- ll0f
de la aniculación radiocubital, 149-150,
149f, 15 l f
de la cadera, 4003-406, 405f, 406t
de la columna dorsal, 289-290
ele las diartrosis, 26í, 2 7
cervicales. en la articulación suhastraga lina,
493f. 498
colaterales
cubital, l 79f. l 82f, 183, 216
del complejo cubitocarpiano, 150-15 J. ,
183, 183f
de la articulación lemporomandibular. 365
de las articulaciones interíalángicas
proximales, 216
ele las articulaciones metaca rpofalángicas,
21 1-2 12, 2 12f
ele las articulaciones mctatarsofalángicas,
513,513[
lateral (del codo). H2, 142t, 142f. 1'13f.
15H, 179f, 18lf, 183
lateral (peroneo). 447í, 448f, 45l f, 454,
449t
función, 454-455, 456( 456t, 457t
función y mecanismos comunes de
lesión, 457t
lateral. de la aniculac16n, 493b, 493f, 493-
494
medial (de la rodilla), 448f. 45 lí, 454, 449!
función, 454-455, 456f, 456l, 4571
mecanismos comunes ele la lesión, 4571
medial (del codo), 141, 1421, 142f, 143f
lesión, 148, 148[
medial (clehoideo), de la articulación
tibioastragalina, 493, 494f. 493b. 494t
radial. 142. 142t. 142f. 143í, 179f. 182,
182f,216
coracoacromial, 111
corncoclavicular, 103b. l03f. 104. 104f
coracohumernl, J 109í, l IOt,110
coronario (ele la rodilla), 447, 450(
cortos (intrinsecos) ele la muñeca, 183
costoclavicu lar, 1oor. 1o1, JO l b
coslotransvcrso, 289
coswvenebral amerior, 377-378
de la columna dorsal, 289
cruzados, 450f, 456, 457f
anterior
anawm!a funcional, 4571', 458, 459f
fuerzas aplicadas, dunrnte la marcha,
572!
lesiones, 457t, 458
consecuencias. 458, 460b
prueba del cajón anterior, 458, 459f
reconstrucción, fonaleci miemo del
cuádriceps, 460b
posterior
anatomía funcional, 457f. 458, 459f
componentes accesorios, 458
fuerzas aplicadas, durante la marcha,
572t
lesión
mecanismos, 457t, 460, 460b
pmeba del cajón posterior. 458,
459f
reconstrucción, 460b
cuadrado, 149, l 49f
cubitocarpiano palmar. 183, 183í
ele la art iculación acrornioclavicular, J03f,
J03-104, 104f
de la articulación temporomandibular. 365,
365í
de la cápsula de la rodilla. 443f, 445. 446,
447t, 448f
de la columna vertebral, 262-264, 264f, 265f.
264t-265t
ele la muñeca, 181- 184, 18lf-183f, 182l
extrlnsecos, 182-183, 182f, 182t
imrlnsecos, 182t, 182f-183f. 183-184
de las anicu laciones carpometacarpianas, 206,
206f
del pulgar, 206, 206!, 207f
de las articu laciones sacroilíacas. 308-309,
309b, 310f
del LObillo, 492-494, 494t
dclloidco, 487f, 493,494f, 501
de la articulación subas! ragalina. 497
de la art iculación Libiotarsiana, 492f, 493.
494t
escafosemilunar, 183. 189. J89(
escaíotrapccial. 183
csfenomandibular, de la aniculación
temporomanclibular, 365, 36Sf
esrcrnoclavkular, lOOf, 101
estilomandibular, de la articulación
temporomandibular. 365, 3651'
estiramiento, 494, 494L
fibras colágenas, 33
fuerzas aplicadas, dunmtc la marcha, 571.
572n
glenohumeral capsular, 108-1 LO, 109f- I 101
inferior, 109!, 110. uor
medio, 109t, llO. ll0f
superior. 109t, 11 O. 11Of
iliofemoral. 404, 405í, 4061
en la paraplejia, 405, 406!
iliolumbar, en la columna lumbar. 298
intercarpiano dorsal, de la mutkca, 184
intercarpianos palmares, 183
imerclavicular, IOlb
imercondrales. 378
ime respinoso, 262, 264í, 2641
en el levan1amiemo ele cargas pesadas, .353,
35Jt
intermedios, de la 1m11ieca, 183
inleróseo (as1ragalocalcáneo), ele la
anicu lación subastragalina, 492f.-·193í,
497
imeróseo, 309. 310f, 492. 492f
de la aniculación tibioperonea distal. 492,
492f
estabilidad de la articulación sacroiliaca,
312, 312[
inter1ransversos, 262, 264f. 264t
intraanicula res, 378
isquioíemoral. 405f, 405-406
largo (intrínseco), de la nrnfleca, 183
lateral (temporomandibular). ele la articulación
temporomanclibular, 365, 365f
longitudinales
amerior, 263,264f, 2641
en la columna lumbar, 298
11os1erior, 2263, 264f, 265L
en el levantamiemo de ca rgas pesadas,
353, 353t
lunopiramiclal, de la rnurieca, 183, 183f
mcniscofemornl. posterior, 449, 450Í-'f5Jf
metacarpiano transverso profundo, de las
articulaciones metacarpofalángicas, 2J 1-
212. 212f
metatarsiano transverso profundo. de las
art iculaciones metalarsofalángicas, 513
organización fibrosa de. 34. 34[
palmar del carpo. 193b, 194
periodontal. ele los clienles, 363, 363[
peroneoastragalino

ameno1, en la aniculnc1ón tnrsinna, 493,
493í, 494l
posterior, en la aniculacíón rnrsiana. 492[.
491r. 494. -194t
plantar largo. 493í. 501-502. SOií
plantares cortos. soor. 501 r
popllteo arqueado. 446. 447 t, 448í
poplíteo oblicuo, 446. 447t. 448í. ·155. 456f.
poplileo
arqueado. 446. '14 7t. 448f
obhcuo. 446. 447l, 'H8í. -155, 456f
postenor, esmamiemo, tensión pas1''ª
generada por, 353t
puboíemoral, ~ 05, 405í
radio-h. grande, 182, 1831
radiocarpi;mo pal mar, 1176, 1781
radiocarp1anos, dorsal y palmar, 182, l82í,
183f
radiocscafoscm1lunar. 182. 183í
radiose1111lunar, 182. 183f
retinacularcs oblicuos, del mccnnismo extensor
de los dedos, 225, 227t, 237í. 238
•rienda., de las aniculac1ones intcrfalángirns
proxunalcs. 216
ro1uliano. 4'1-lf. '145-446, -147t, +17f. -168,
471f
sacroíllacos
anterior, 309, 31 0f
posterior, 309, 3 IOí
sacroespmoso, 3310, 310f, 395,396í
sacrotuberoso. 305, 305f, 391, 392í
es1ab1hdad de la anicu lac1ón sacroiliaca y.
3 12, 312f
sistema de la V doble, en la mu1)cca. en la
desv1a(1ón cubital y rodia!, 187-188.
188b, 187f-188f
supraespmoso. 2262, 264í, 264t
en el levamamiemo de cargas pesadas, 353,
353t
tibioperoneo
anterior, ·187í
d1s1:1I. de la articulac1ón tibíoperonea distal.
492.492b. 492f
que estabiliza la aniculac1ón tib1operont>'.1
proximal, 492b
transverso del acetábulo, 40 1
transverso del carpo, 179í. 180, 194, 195f
transversos
del atlas. 283. 284f
de la articulación ubiotars1ana. 492f
vinculo, en la extensión de los dedos. 237.
237í
Ligamemos alares, 283. 284f, 449b
en la rotación axial, 286-287
Ligamentos capsulares, 264f
de la amculac1ón radiocub1tal. 150, 15 lí
de la columna dorsal, 289
de las diartrosis. 27f, 28
Ligamemos
palmares, de las aniculacioncs
metacarpofolángicas, 2 12, 212f
plantares, de las aniculacíoncs
metatarsofalángicas. 513, 51 Jf
Linea áspera, 398. 398f
Linea de fue rza, 16, 17, 19f
debido al peso corporal , desarrollo de ciíos1s y,
293-294. 295f
Línea de gravedad, 16
en b1peclcstac1ón. y curvatura de la columna,
261-262. 263f
Linea 1menrorn111érea, 397f. 398
Lfnea nucal. superior e inferior, 257, 258f
Linea pectínca. 395f, 396, 398. 398f
Línea supracondllca. 398, 399f
Lmeas glúteas, 394, 394f
Liquido sino,1al. 27, 27f
Longitud de las piernas, diferencias en, )'el
movimient o pélvico durame la marcha, 550
Longitud ele paso. 536í, 536-537
aíectacla, 537í
normal. 538t
Longitud de zancada, 536. 536í
Lordosis. 260, 261, 262í
lumbar
espondilolistcsis anterior y, 298b
inclinación pélvica amerior y posterior.
304í. 305. 305í. 418í--l 19f
lumbalgia, 305
c:iusas, 300b-30lb
ce111ralizac1ón. 305
con le vantam iento de pesos. 3-19. lh r11m/11cn
Levam:unicntos: Carga(s).
ejercicios de flexión y extensión. 306b
hernias de dtSCl' >'· 300b-30lb
M posición
Ma lcolo
lateral. 487f
medial. 487f
y los tendones del ubial posterior )' nexor
largo de los dedos, 523
Mancllbub, 359-360, 360f, 361 1
caracLcnsuc:1s osteológicas, 360b
condilo. 360, 360f-36 lí, 363
en el complejo cl1sco-cónclilo
acción del músculo pterigo1cleo lateral y,
374b, 374(
alteración, 368b. 368f
mov11111cnto traslacional, 367. 367í
rnerpo y ramas. 360. 360f
gonión, 360, 360f
movimiento
en la depresión)' eJe,·ac1ón. 367, 367f. 369
en la excursión contrala1eral. 366. 366f
en la excursion la1eral, 3366, 366í, 369
en la prot msión y retrusión, 365.-366,
366f. 368-369
en la rotación, 367f, 367-368, 369
en la traslación. 367f. 367, 369
osteocmcmáuca, 365-367
y la posición de la cabeza. 373b, 373f
Mamobra ele nexión el e brazos. :Kción clel sc rmlo
anterior, l 2<1b
Maniobra de Valsalva, durante levamamicntos.
352
Mano, 198-245. Ver tambitn Arutulación(cs)
carpomctacarp1ana(s); Aniculac1ón(cs)
melacarpofalángica(s).
apertu ra, músc11los y articu laciones usadas,
236-238. 235f-237f
anatomla externa, 199. 20Jí
arcos, 200-201, 204f
aniculac1011es comunes de cada radio. l 99b
anrologia, 201-217
de la aniculación carpometacarpiana, 201 -
204, 205 r. 201r
de la articulación interfalángica. 216-217
ele la ar11culación metacarpoíalángica, 211 ·
216, 212f-215f
del pulgar, 204-211, 205í-2 l lf
Jml1u C1l/ctb..'11co 599
cierre de. 111usculos y aniculac1ones usadas en.
193f-194f, 193-194, 237í. 238
como órgano efector. 239, 240f-24 Ir
función, 239b
)' la corteza cerebral, 198, 200f
y los OJOS, 198, l 99f
huesos. 199-200. 202í-204f
tcrminologla. 198- 199' l 99b, 201 r
111movili zac16n, 2 1Sb, 215f
rnov1m1entos, 20 1-202, 204, 205f. 207í
terminologla. 201, 205f
músculos. 218, 218t
ext rinsecos, 218-228, 2 l 9í, 228f
inervación, l57í-l59í, 158-160. 2l 7·
2 18, 250t-25 lt
inserciones. 250t-25 ll
mLrfnsecos. 228-235, 229í. 231 f-2321
en la acción de prensión. 239 W1
tcrmbu•n Prensión.
inervación, 157f- 159f, 158- 160, 217·
2 18, 251l-252 t
inserciones. 25 l l·252t
palma
arcos, 2041
pliegues, 199. 201 r
cxt rínse~':l·plus, 23·11. 235
funcional, 217, 2 l 7í
mtrínseca-mmus, 236, 2J<il
intrínseca-plus. 2 34f. 235
durante la marcha, 561
Manubrio, 93, 9'1f, 94h, 258. 26 lf
Ma rcha. 523-568. V.·r wmbién Dca111bulac1ón.
~ dist intas edadc~. 532, 533f
<1ctiviclacl muscular. 558-562
alteración, 571-572. 5721-5791, 574, 574f.
575f. 577í. 579f
adaptación. 571
al ponerse de puntillas como signo de. 521 ,
52 lí
causas. 571, 572b
en la paráhsas cerebral. 422
lesión del ligamento cruzado anterior y,
460b
longitud de l paso, 536f-537f
con coxalg1a. 537f
con enfermedad de Parkinson, 537í
con hem1parcsia, 537f
secundaria a alteración del tob1llo/1>1e, 573t·
57411
:rnális1s, aspectos históricos, 533-536, 533f-
535f
muálgica, 572
c:idcncia, 537
cemro de masa del cuerpo. 542-544, 543f
cinemática :macular
en el plano fromal, 549-552, 549[, 551 f.
552f, 55 1b
en el plano horizontal . 552-553, 552f-553f,
554b. 554í
en el plano s.1gital, 545í.546f. 546-549,
548b.
para reducir el gasto de energla, 555t. 555,
556f-557f, 557
d in~mica. 562-571
energía us.1da, cinética)' potenci<1l. 5'f4Í, 5'14·
545, 557(, 557-558.557t
fases. 5538-542. 539f-54 lf, 540t
ele oscilación ele la pierna
acción de los músculos pmib1ales. 519-
598

n~ en la cola de caball•>. 27-lb, 27-11 sobre l.1s amcula"ones. durantt' la marcha

? 540í
~r. 540t. 542
.. del peroneo largo )
.v lll1, nor. 520-52 1, 523, 525
de apo)'O
acrn\n co111bmacla de las aniculac1om·s
subastrngahna r trans"e rsa del llll'Sll,
507-51 1
acción ele las aniculac1oncs del m11cpié
en, 515
acción ele las d1S11n1as regiones del pie
durante. 5161
acción de los músculos ele la ílcxion
plantar. 523-524
cleÍin1c1ón 539. 54 lí
es1ab1hz;icion de la aniculac1on
11bioiars1ana. 496í. -197
final , acción de las articulaciones. S 15.
5151. 5 L6t
inicial
accit\n de los müsculos prc1ibbll's.
518-519
p1onac1ón de la aniculación
suhas1ragalina. 507-509. 5091.
509t, 510h
mcdi.1 .1 final
;1cc1on del pcroneo largo }' rnrto.
521
sup111ac1ón de la articulación
subastragalina, 510. 51 l í
1cr111inologra. 539í. 5-101, 5-12
ícs1im1111c. 572
111cdicioncs dr111cas. 539b
lCrllli110IOgfa, 5536-542, 536[-5-11 Í
dcscrip1orcs espaciales. 536-537. 5361.
537b
descriptores temporales. 537. 537b
Trendclcnburg compcnsaclo. -130b
uso de k's .11xluctort's de la cadera. -129(. -1 29·
+10
uso ele los mllsrnlos ro1adort's internos de la
cadem. 422. +24í
valores normales. 538b, 538t
valores tcmpornlcs. 538. 5381
1·docidad dcombubtoria y. 537-538, 538í,
538l
~l are)'. en el análisis de la marcha, 5533í, 533·
534
:>.lasa
cen1ro, 5. 59
desplazamiento. durante la marcha. 5-12·
544. 5-12b. 543í. 555l, 556í-557í
frente al peso corporal. l 2b
~lastícación. 359-375
ahcrac1ón del complejo disco-cóndilo, 368b.
368í
mccha111 c h1 anicul;u:ión tcm1JOromanclibubr,
363
múscu los, 369t
acc1oncs, 373t
íunc1ón, 370-372. 370í-37lí, 373t
inserciones e 111er1·ac1ón. 389t
secundaria. 372. 372í. 373t
osteoc111cmáuca. 365-367. 366í. 367í
:>.laxilares, 360í. 361
i\lecanorrecep1ores. de los ligamentos del codo.
1-13
lvlédula espinal
acoplnmlcmo espinal. 277b
lesión. respiración paradojlla después de. 564·571. 56ób .
381b en el wb1llo) el pie. 570-571. 570í-571f
sccc1on iranswrsal. 2581 en la c¡¡dcra. 566í-567. 567-568
!lkmbrana intercostal. posterior. 3771 en la rtiel11i,1. 568-570. 568f-569
!lkmhrana i111erósea lnlel'llll, 16. 161
del an1ebrnzo, 15 1 detcrminarn\n, 73-74. 76-77b. 761
transmisión de íucrzns plll', l ·1';- L48, l ·161. en la cx1c11siün de la rodilla, -164. 'f66f. 467
l-17í muscu loesq u<'it1 ko. 16-17
clcl wbillo, lesión, -!97b pauias para resoh-cr los problemas
~lcmbrana obwrntriz. 39-1. 3951 b10111cc;1111cos. 80t
~lembrana sinol'ial. 27, 27í relaciones m.1x111ias de los extensores r
de la aniculactón glenohumcral. 107f. 108 ílexorcs. en la rodilla. -176b
de la aniculac1ón humcrocubnal, H5í 1·aro. durante la marcha, 477. +78f
dc la cápsula amcular del cO<kl l-11 , 1-11 r l\lomcmo de la lllll:Jc;1on. >11. 311 r
de la cápsula de ht c;1dcr.1. 403 l\lomcmo \'.Jrtl, en la rod1lla. durante la marcha.
de la rodilla, 446, 4491 569,569(
Mc111bmna lectoría. 283, 283[. 2841 l\lomemos an1cul:11cs. Vn l<1mli1e11 l\lo111e11io
Mc11 1 ~co(s) duran1 e la 111arch;1, 56-1-571, 566b
ele la nriiculación íemom11b1al \de h1 rodilla). en la cadc1a, 566'-567f, 567-568
447-449, -!50f ~n la md1lla, 568-570. 568f-569í
función. 449 netos, dcfin1rn\n, 'HH
111scrcion. 447, 4-19, -l'>lí 1110111cn1os )' pmencrns ar11cu lares, 5M 571
lesión. 39-40. -151b }.(01oneumn.1
ligamentos asociados con. Hl)h alfa. 53
111ed1al. lesion. -151 h dasilleacu\n, '>3. Hf
de !.IS diartrosis. 27L 28. 28b cod1Íicauón del 111d1cc. 54. 551
llr¡tamzac1ón del í1brocaml.1go. 36-37. 37í redu1am1cmo. ; }. 53t. 5'ií
!llcn1sco1clcs. 266b, 266í ~ lonm1cnll> C<l.\¡¡I de la pclns S()brc el Íc.'mur.
~ lcsop1é 408
,1cc:1ones dura111e la fase ele .1pO)'O tk la en b abducck\n d<· l:t cadera, +30
marcha, 5 l 61 cn la cxtcns1l\11 de ht l·aclcrn. 424-427, -12óf.
dcl'inición, -+86 ·1271
i\lciacarpmnos en la ro1ac1l\11 ele la rndc r.i. 408. +osr. .¡ 11r
11101fología, 199, 2021-2031 4 12-41 3
primero. 204í en la roiacu.)11 de la cadcm. rntadores
tercero. 203í cx1ernos de la melera, -132. -132í
!lle1aiarsianos. caracterisuc:as os1cok~ga.:as. 480f- l'n la rotamln de la cadera. en el plano
488í. 489í. .¡90 frontal. sobre la cadera en carga. .¡ l lí.
\lctawrsus primus 1·an1s. 51 4 -112
~k1odo d111ámico ml'erso, p.1ra m~d1r el en la rot.1caon ch.- la cadera. en el plano
momento interno ) la íucr~:i de re.1c:c1on s.1gual, 1nchnación pell'ica, -11ll,412
articular. 87b. 87( función de lo~ ílcxorcs de la cadera en el.
!11ioíibrillas. est ructura. -16--17. 47( 41 8í, .¡ 18-41 9
l\hoíllmnemos, estructura. -+6--17. -17í Movimicmo coxal del fémur sobre la peh·1s. 408
Momento de íuerza. 60 en la roinci<ln, 408, 408í. -109í, 410
Mo111c1110 de masa ele la inercia función de los ncxores ele la cadera en, -1 18-
dlcu lo. 59b, 61 f -119 . ..¡ IAí
d1scM prmésico y. 62b músculos extensores de la cadera acti1·os en.
en la ler de la inercia de Ncwwn, 59-60, 59b· -124-427, 426í
60b, 60( ~lovimiento ele l<t tibia sobre el íémur. írentc ,1
:O.lomento. 60 mo,•11111ento del femur sobre la tibia. 7f
1'.lomcnto. v..,. 1<1111b1é11 Fuerz.1(s). l\lo1·imicnto gemcular de la tibia sobre el Íémur.
análisis dinámico, 83, 83b sr.
-11 -152r
métodos. 83-88, 84í-87( contacto de la rótula. 454. 455(
aspectos clinicos. 7-1-78. 75í-78f en la extensión de la rodilla, 451-+52. 4531
determinación esgumce del ligamento cruzado an terior ).
1'11étudo dinámico inverso. 87b. 871' ·160b
métodos. 73-74. 76-77b, 76.77í interat·ciLin de los 111úsculos llcxorcs-rntadorl'S,
esíuerzo máximo -+71 -473
de los músculos de la cadcrn. H2t. 432· retardL' de la ac111·ac1611 de los extensores.
-133. -133r -168b
de los músculos ncxores-ro1aclores. -!7 2· momemo externo, 464, 465í
-173. 4 75f. -176í. Mo1•im1emo ge111cular del íemur sobre la 11b1a.
en el tronco. 333 451í. 452(
en la extensión de la nxhlla. -166í en la extensión de la rochlla, 451-452. 453f
externo. l6í. 17 momento externo en. 464, 465f
aplicación manual durame el CJCrcic10, 76- en la recons1rucc1ón del ligamento c:ruzaclo M
78, 79í antcnor. 460b
dete rminación, 74, 76b, 76í, 77b, 77í írcn1e ni lll<Willl1en10 de la tibia sobre el Íému1,

7(
1ntcr:1ccioncs de los músculos ílexores·
rotadores. f 71.4 73. 4 7f r
~fO\'lllllCntols)
acuvo y pas1\'o. 5
anñl1s1s
:11uropo111ctrfa, 65, 90t
<.:oncC¡>IOS, 65· 79
diagrama de cuerpos libres, const ruCL1l111,
65-69, 67b. 67f
d111:ímico. 83-88. 84f-86f
CSt:lllCO, 79-83. 79b
metodos cu:uunati\'!>S, 79-88
paut:is para resoh-er los problcm:is
b1omedmicos, 80t
cóm::ivo sobre com·cxo. 11, 11 b. 11 f
convexo sobre cóncavo, 11, 11 b, 11 r
de las art1culacioncs, 81. 8-10, 9f, lOf
clislal a proximal y proxnnal a distal, 7
l(')'CS, 58-65. Va wm/1ié11 Ley~s de Newton.
lineal o rotacional, en la ley de la incn:1a de
Newton, 59, 59t
planos, 5, 6f. 6t, 7
prmc1pios ílnrocinemálicos
upos, 3
1'.lovim1emos de rodamiento )' deshzan11cntl1
de la aniculación glcnohumeral, 113. 1131.
1Hf.115.117t
de la mu1)cca. 186-187. 186f-1871
de bs art1culac1ones. 8t. 8- LO. 91, 1Of
con ro1ac16n. 1O. 1Of
1llu1)eca. 176-196
articu laciones. 181, 18lb
inc rvacion. 190
inter:icción de Jos músculos con, 190-l 96
rnractcristicas osteológ1cas. 176- 177, l 77f·
178[
colapso rotacional, 189-190, l89b, 189[
columna central. mo\'llniento a tran!s. 185·
187, 185f-186f
dcs\'ladorcs de, 195-196. L95t. 196b, 1961
extensores, en la ílexión de los dedo:;, 23B
ncx1ón, 194-195, 193t
llcxorcs, en la extensión de los dedos. 23Sf.
237
huesos)' aniculacioncs. 170-180. 177f-l 7Q,
180- 190
incslabilicbd carpiana, 188-190. 189b, 1891-
190[
ligamemos, 181-184, 182t, 182í-183í
1110\'lllllClllO
artrocmcmática. 185-188
cmcmauca. 184-188
osteocinemática. 184-185, 184f
musculos. inserciones e mer\'ac1ón, 250t
pliegues, 199, 20lf
para la función, 184b, 217, 2 l 7í
)' la acción de tcnodesis de los nexores de
los dedos, 222, 223í
momento de ílexión, al cerrar d pui\o, 193.
193f
Murrar MP. en el análisis de la marcha. 53-lf. 535
1'lusculo abduc1or cono del pulgar. 228-229.
229f
como asistente extensor de la artlculac1ón
mtcrfalángica del pulgar. 227f. 230b
mscrcioncs e iner\'ación. 251 t
Müsculo abduc1or del dedo gordo
mmomfa )' función. 528. 5281
msercioncs e mervación, 586t
:'.lusculo abductor cid mc1)1c¡uc
mserc1ones e mcr,«K1011. 25 lt
:<.lúsculo alxluctor del \ dedll
anatomia )' fu1K1ón. 55213-52Q, 528[
inserciones e men'<llll'll, Stl61
~lusculo abductor 1.ir!\•' del pulgar, 227-228.
226f
dcs\'iación radial de b 1m11iw1, 195-196. l 9fil
en la abcluccll>n de l pul¡.tar. 209f
inserciones e mc r\'aci.m. 250t
Músculo adut·lor cono
anatomía )"acción,.¡ 17 . .¡ l 7f. ·120. -1231
inserciones e iner\'aC1611, 5831
t\lúsculo aductor cid pulg,11
cabezas. 229. 229f. n 1
en la acción de opos1c1on s11btenmno-lateral,
233b. 233f
írJccíon de tens1on. 2301>. 230t
lllusculo aduclor largo
anatomía y acción. •11 7, 420, '122f. 423í-f25í.
427f
dmante la m<ircha, 559f, 560
inserciones e merrn~1ón. 5831
Müsculo adunor 111nror
anatomfa r .1cci/\n. 417. -1171, 420, 422f, 4231.
423
durante la man:ha. 5591, 560, 5fi2t
inserciones e men·ación. 5831
Musculoanconco, 164. 165, 166f
inserciones e 111cr,·ac1l)ll. H9t
variables cstruc1un1lcs )' biomcranicas, 166t
lllüsrnlo anicular de la rodilla. -163
inserciones e inc n·acio11. 5831-5-18t
Musculo biceps braquial
cabeza larga. en la clc,·ación de l brazt> en la
aniculaC11'n glc11ohumcral, 123-l H.
124b, 12Sf
como müsculo sup1nador del antebrazo. 168-
l 70f, 11 1-1 12. 111 r
rn la rnmb111ac1on de ncx1ün del nxlo )'
extensión del hombro 164. 16-+f
función. 160-1ó1. 1611
111scrcioncs e 111cr\'ac1ón. 2491
linea de fuerza, 162. 169f
"ariables biomccá111c:as )' cstruclmales. l 60l
l\fúsculo bíceps fcmor.11
anatomía fundona l. H7í. +171. 469-470
calxza cona
acción e inc1vm:1l\n en la rodilla. 4611
dur:intc la marcha.
cabeza larga. ac"On e 111cn~1clón en la rodilla.
4611
mserciones e 111cn·ac1on. 58-11
:\lúsculo braquial
capacidad de trnba¡o. 160t. 161 f. l 62b
función. 161. 16 1f
inserciones e 111ervac1on, H9l, 2501
li ne<1 de fuerza. 162í
variables bio111cc:\n1cas y cs1 ruc1urnles. 1601
Músculo braqu1orradial
como músculo supmador secundario del
antebrazo, 169
función. 162
mscrciones e 111er\'ac1on. 2501
linea de fuerza. l 62f
\'ariables b1omecamcas y cstn1cturales, l 60t
1\.lúsculo coracobmqu1al
en la ele,<ición del brazo en la a11iculación
glenohumcral. 123-124. l Hb. l 25í
inserciones e inen·ac16n, 2481
l11d1Cc <1lj11bc1íco 60 1
\lú:;rnlo tu.1drado femoral
llW\,lUllll 41f.415f -l.20. 585t
11\S<'l"l IOnl'!>, 585t
\lusrnlo llladrado lumbar
.1crn1n. 3821
C11111l> cstab1l1zadorcs extrínsecos del tronto.
3361, 336-337, 337h
¡;11 d nuw1111ic11w del tronco. 33-1. 3.Hb. 3 Hf
335t
lllCl'l':\Ót>n, 382t. 3891
1ll>Cl\'IOni.'>. 389t
1'lusnilo cuadrado plantar
anmonua )' funcion, 582f. 529
111scn:1oncs e 111cr\'ac1on. 587t
Musculo cuadnccps
acuón e mcm1c16n, 461, 467t
a11ato111f,1, 462-463, 4621
cambios en los hgamcn1os cruzados )', 458,
459. 460b
deh1 lidad
pmron <le la marcha anormal en l,1 rod il la
con. S7Sf, 576t
1·c1ardo de la ac11vac1ón de los extensores.
468b
durante l.1 111arch,1, 559f, 560. 5751. 5 76t
l'Jerc1ci0> de fonalecnnicnto par.1. 46-0h. -16 3
465f-'166f
cn l.1 p.1tclccto111ia. 46-+b. -IMf
luc1z.1s ) b c111c11ca de la amrnlarnlll
fcmomrrotuhana. -+67. 469f. 4711
lunnón. 461-462
hnc;1s de lucrza, '162í. 468. '172í
1110111cnw 111aximo de la rod illa produc1tlo ¡w1
463í
potcnt'ial ele momento para
au111cnto ele la acción de pabnrn. 463. '1631
externo. 4463-46'1, 465f
mtcrno. 'H6-I. 466f. 467
Mu~ulo del pronador redondo
1'.lú5eulo clcho1clcs
mscrc1oncs e 111cn-ac16n. 2-+81
porc1t~n .1111crior
en la ele\'ac1ón del brazo en la aniculauon
glcnohumcral, 123-125, 1Hb, l 25f
c11 la rmnc1,ln 1111~rna del hombro, 112- 13),
1331
pnrcK\11 111cclia, en la eb·ación de l bmzo en la
m11culac1ón glc11ohu111cml, J 23- 125,
12-lb, 125f
porrn\n pos1erior
al·c1ones en la articulación glcnohumcral,
18. 19f. 129-130. 1291. 132b. 132[
co11111 smerg1s1:1 de los ílcxores del codo.
IM
en la rmncion externa del ho111bro. 133
par:ilis1s de la. 132b, 132[
lllusculo d1gns1nw. inserciones e 1nl·rvac1011.
389t
Musculo dors.11 ancho
acd1~n. 322, 323f, 3821
como rolador axial secundario. 333b
en In aducc1on )' exlensión del hombro, 1221.
130
en la depresión de la articulac1011
CSl-apulotoracica, 122. 122f
en la elcv;1c1ón de cargas pesadas. 354. 355[
en la rotación mtcrna del hombro. 132-133.
133f
1nel\"¡1CIÓl1, 2-19t. 322, 382t
insc 1Cll11\CS. 2491
602 Indice alfabetko
Musculo elevador de la escápula
arnón. ll2lf. 122. 322
111serc1ones e inervación. 249t
Musculo erector de la columna
acciones, 323-32'1. 323f. 324(
anatomía del área tr.insversal. 323f
como estabilizadores extrinsecos del 1ronco.
32 l. 336-337, 336f
de la capa profunda de la espald a. 323-325,
32Jf-325f, 323t-32'1t
durante la marcha, 559f, 562
111serc1ones e inervación. 387t
lumbar, durante el levantamiento de cargas
pesadas, 326, 326f, 35'1-355, 355f
tendón común, inserciones. 324 t
Músculo escaleno antenor, inserciones e
111ervación, 388t-389t
Músculo escaleno medio, inserciones e
111ervación, 388t-389t
Músculo escaleno posterior, inserciones e
inervación, 389t
Musculo espinoso del cuello, inserciones e
111ervación, 387t
Músculo espinoso torác1co, inserciones e
111ervación. 387t
Músculo espleni o de la cabeza.
anatomia y acción, 34 3, 345, 345h
111serciones e inervación, 389t
M~ísculo esplenio del cuello,
anmomla y acción. 3'13. 345, 345b
inserciones e 111ervac1ón. 389t
Musculo esternocleidomastoideo
acción. 3821
~m1tomía y acción. 340-34 1, 34 1f. 3•15b
en el tonícolis, 342b. 342f
mervación. 382t. 389t
111serc1ones, 389t
Musculo esternoh1oideo. mserciones e
mervación, 390t
Músculo esternotiro1dco. 111se1'Ciones e
111ervación, 390t
Músculo es1ilohio1deo. msercion~ e mcrvac1ón.
390t
Mt\sculo extensor común de los dedos. 19lí.
L92f
acción, 222, 227[
al abrir la mano, 236·237, 235f-237í
extensión de la mu1)eca, 192, l 92f
mserciones e inervación. 250t
M\\sculo extensor corto de los dedos
an:uomfa y función. 513f. 5191, 528
mervación, 5 16-5 17, 567f, 5861
inserciones. 5861
Músculo extensor cono del pulgar, 225. 225f.
226[
desviación radial de la muñeca, 195-196, 196f
inserciones e inervación, 251L
Músculo extensor cubital del carpo
desviación cubital, 196. 196[
en la ílexión de la muñeca, 195
función, l 9lf-l 92f. 191-193
inserciones e inervación. 250t
Músculo extensor del Indice. 223, 225f
inserciones e inervación, 25 lt
Músculo extensor del me1iique, 222-223, 225f
inserciones e inervación, 249t-250t
Músculo extensor largo de los dedos
anatomía y función, 518b, 519. 519f
durante la marcha, 559f, 561
mervación, 516, 517[, 5 l 9t
mscrciones e inerva"On. 585t
Musculo extensor largo del dedo gordo
anatomfa y función, 518b, 518-519. 5 19f
durante la marcha, 559f. 561
111ervac1ón, 516. 517f. 5191
111serc1ones, 585t
Músculo extensor raclial cono del carpu
desviación radial por. l 95- L96. J96[
fu ndón, 192- 193. 192f
pam cerrar el puM, 193
inserciones e mervac1ón. 250t
Músculo extensor radial largo del carpo
dcsv1ac1ón radial. 195- 196
función, 192, l 92f
inse rciones e inervación, 250t
Músculo llexor cono de los dedos. inserciones e
111ervación, 5861
Músculo ílexor cono del dedo gordo
anatomla y función, 528f. 529
Músculo ílexor cono del pulgar, 228-229, 229[
msc rciones e inervación, 252t
Músculo ílexor cubital del carpo
anatomla y función, 194. 194f
dCS\113CIÓl1 cubital. 196. 196f
111serc1ones e inen'l1c1ón. 250t
Músculo ílexor del me1i1que. 229f. 230
inse rciones e inervación. 251t
Músculo flexor del qui1110 dedo
anatomla y íuncíón, 52!l. 529
mserc1ones e inervación. 5!l7t
Musculo ílexor largo de los dedos
;matomla )' función, 5522-523. 523[. 526
inserciones e inervación, 585t
po1encial de su pinación, 526
po1cncíal de momento máx11no en el tobillo.
525, 525t
Músculo ílexor largo del dedo gordo
anatomla y función, 522-523, 523f, 526
mse rciones e mervac1ón, 585t-586t
potencial de supinación, 526
po1cncial de momento máximo en el 1ob1llo.
525, 5251
Musculo ílexor largo del pulgar. 219, 219í, 220[
desviación radial de la 111u1ieca, 195-196. l 96í
inserciones e inervación, 25 1t
Músculo ílcxor profundo de los dedos, 2 18.
2 19í-220f
en la ílexíón de la mtn,eca, 194-195
en la ílexión de los dedos. 237f, 238
mserciones e inervación. 25 lt
Ml)sculo ílexor radial del carpo
anatomla y función, 194. l 94í
desviación rad ial, 195-196. l95f. 196[
inserciones e inervación, 250t
M\\sculo ílexor superficial de los dedos. 194.
194f. 218. 219f-220f. 221, 223f
en la ílexión de la mt11,eca. 19'1
en la nexión de los dedos. 237f, 238
inserciones e inervación, 25 lt
Músculo gastrocnemio
anatomía y función. 521-522. 522f, 525
de la rodilla. 46 lt
de puntillas. 521. 521 r. 526b, 526[
durante la marcha, 559f. 561
111serc1ones e inervación. 586t
parál isis, 5527, 527t
potencial de momc1110 máximo en el tobillo,
5525. 525t
M\\sculo gémino mfenor
anatomia y acción, 428[, 431
mscrc1ones e inerv~c1on. 51Ht
Músrnlo gemino superior
anatomía y acción, 428f. 431
111scrc1ones e inervación. 584t
l\lüsculo geníhioídeo, m:.cn.:1ones e inem1rn'm.
390t
Musculo gluteo mayor
anmo1111:t )'acción, 422-423, 426f
durante la marcha, 558, 559f
en el levantamiemo de <.:argas pesadas, 35.¡.
355f
en la extensión de la c:idera )'la rodilla, .¡7.¡,
476t
en la inclinación antcrio1 del cuerpo, 426,
'126f-427f
en los mmos lumbopélv1cos durante la ílc\IOll
y extensión del tronco. 302-304. 3021
303f
1nscrc1ones e 111ervac1ón. 584t
Músculo glt\teo medio. 425f
anmomfa y acción, 426f. 428, 428f
durante la marcha, 559f. 560. 572t
dcb1hdad, 550b, 550f
111serc1one:s e iner\'ac1ón. 5841
Músculo glúteo menor, '1251
a11atomfa y acción. 426f, 428
duran1c la marclrn, 559f. 560
inserciones e ine rvación, 5!l'lt
Músculo 11faco
anato1111a )' acción, ·117. 4 171
durante la marcha. 558, 559f
en el 111ov1111iento del 11011.:0, 333, J34b
Cll la fosa ilíaca. 395, 39'if
111scrc1ones e mervac1011, '184t
Müsculo iliocostal cervical
acción, 3821
111ervac1ón, 382t, 3871
111serc1ones. 3871
Múscu lo iliocostal
ana1omfa y acciones. 323t, 323f-324f. 32'1 U5
como rotadores axiales secundarios, 33.3b
en el movimiento del tronco, 335t
l\lúsculo psoasilíaco
anatomia y acción. 417-418, 418[
durante la marcha, 558, 559[
en el movi1111ento del 1ronco, 333-334, 333h.
.334b
inserciones e inervación, 584t
Músculo infrahioideo
en la masticación. 372. 372f
mserciones e inervación, J90t
Músculo infraespinoso. 108. 109b, 1 1Of
en la aducción y ex1ensió11 del hombro, 130
131, 131f
en la ele\'ación del brazo. 128f. 129. 129í,
IJOb
en la estabilización ele la cabeza humeral.
11 6f. l 17b
en la rornción externa del hombro. 133
inserciones e inervación. 2481
Músculo largo de la cabeza
anatomla y acción, 342, 34 3f. 345b
mserc1ones e inen•ac1ón, 388t
lesión por latigazo y. 344b, J44f
Músculo largo del cuello
anatomla y acción. 3'12, 343f, 345b
inserciones e inervación. 388t
lesión por latigazo y. 344b, 344f
Músculo longísimo de la c:ibeza
en el movimiento del tronco, 3351
 /nc/ru: ul/t1bclin> 603

mscrcioncs e inervación, 3871 potencinl de 1nmnento m~ximo en el tl)bilk1, Músculo g1~\cil

Músculo longlsimo del cuello
en el movimien10 del tronco. 3351
inserciones e inervación. 3871
Mlisculo longísimo 1oracico
en el movimiento del tronco, 3351
inserciones e inervación, 3871
Musculo masetero
ana1omla y función, 370f, 370-371, 3731
en b oclusión de la boca, 374, 374f
inserciones e inervación, 389t
in1eracc1ón del musculo pterigo1clco medial.
370f. 372b
MU5culo milohio1deo, mscrciones e inervacion.
3901
Músculo oblicuo de la cabeza
inferior, 3461, 34 7f
superior, 3461. 34 7f
Músculo oblicuo externo del abdomen. 329,
3291, 330f, 33 1
como cstabili.zador ext rínseco del tronco. 336-
337, 336f, 337b
en el movimiento del 1ronco. 3351
inserciones e inervación, 3291, 3881
linea de fuerza, y acción muscubr, 320, 321 r
Músculo oblicuo imcmo del abdomen, 329,
3291, 330[, 33 1
como cslabilizador cx1rínseco del tronco. 336-
337. 336f, 337b
en el movimiemo del tronco, 335t
inserciones e inervacíón, 3291
Músculo ob1urador externo
anatomla y acción, 428f, 431
inervación, 413, 4 J'lf, 5841
inserciones, 584t
Musculo obtu rador interno
anatomia y acción. 428f, 431, 43H-432f
mervación, 4 J3, 4 l 4Í. 584t
inserciones. 584t
Músculo omohloideo. inserciones, 390t
Músculo oponeme del meñique, 220f, 230-23 l
inserciones e inervación, 252t
Músculo oponente del pulgar, 228-229
111serc1ones e inervación, 252t
Musculo palmar cono, 230, 220í
inserciones e inervación. 252t
Musculo palmar largo
anatomfa y función, 194, 195[
inserciones e inervación, 2501
Músculo pectineo
an;uomla y acción, '120, 423f
inserciones e inervación. 5841
Músculo pecwral mayor
acción, 382t
cabeza es1emocostal del. en la aducción y
extensión del hombro, 130-13 1, 1J 1f
en la rotación interna del hombro, 132- 133,
l33f
mervación, 249t. 382t
mscrc1ones. 249t
Mústulo pectoral menor
acción, 382t
en la depresión de la aniculación
escapulotorácica. 122, l 22f
mervación, 2491, 249t
inserciones. 249t
Músculo peroneo cono
a11a1omía y función, 520-521, 520f
durante la marcha, 559f, 561-562
mscrciones e inervación, 5861
523, 525t
Mlisculo pcroneo largo
acción. de puntillas, 521. 521 f
;matom!a y función, 520-521, 520f-52 l I
durante la marcha. 559f. 56 1-562
inserciones e inervación, 586t
parálisis. 52 l
potencial del momento m,\xnno en el 1ob1llo.
523, 5251
Músculo peroneo 1crccro
anatomla y función, 5191, 519
inervación, 516, 5l7í. 519t
inscrcionl's e inervación. 5861
Müsculo p1rnm1dal
ana1omla y acción, 417f, 426f, 431
inervación, '1 13-414, 584t
inserciones. 584t
Musculo plantar
acción e inervación en la rodilb. 461t
anmomla )' función, 522, 522f, 525
inervación, 46 lL, 5861
inserciones, 586t
Músculo poplitco
acción en la rodilla, 461 t
anatomfa fllncional, 447. '171, 473b
función de rotaclor interno. -!73b
inervación. 4611, 584t-5851
inserciones, 584t-585t
Músculo pronador cuadrado
frente al pronador redondo, 172-173
inserciones e inervación, 250t
Músculo pronaclor redondo
frente al pronador cuadrado. 172-173
mserciones e mervación. 2501
variables b1omecánicas y estructurales, 160t
Músculo psoas mayor
anatom!a y acción. 41 7. 4 l 7f
como estab1hzador extñnseco del 1ronco, 336-
337, 336í, 337b
duran1e la marcha, 558, 559f, 560
en el mov1mie11Lo del tronco, 333-334. 33'1b.
333f. 335t
inserciones e menoación, 584t
líneas de fuerza. 333, 333f
Músculo psoas menor
analOmfa y acción, 4 l 7f. 418
inserciones e inervación, 5851
Músculo recto ele la cabeza
anterior. 342-343, 343f. 3'15b, 347í
inserciones e inervación, 388t
laieral, 342-343, 343f, 345h, 347í
inserciones e inervación, 388t
pos1enor, 345b. 347f
inserciones e inervación. 3891
Músculo recto del abdomen. 329, 3291, 330í,
33 1
corno estabilizador extrlnseco del tronco, 336-
337, 336f, 337b
durante la marcha. 559f, 562
en el movimiento del tronco, 335t
inserciones e inervación, 3881
Músculo recto femoral. 462
anatomfa y acción, 4 l 7f, 418
durante la marcha, 559f, 560
en combi naciones de 111ov1m1en1os atipicos
ent re In cade ra y la rodilla, 476-•177, 477f
en la extensión de la cadern y la rodilla, 476,
476t
inserciones e mcn-ación, 585t
m1atonna y acc1011, 4171', 445f. 470
en la rodilla, 4611
111sen:iones e mervadón, 584t
Músculo redondo mayor
en la aducció11 y ex1ensión del hombro. 130-
131, 13 lf
en la rotación 1mcrna del hombro, 132-133.
133f
111serc1ones e inervación, 249t
Musnilo redondo n1cnor. 108, 109b. l lOí
en ln elevación del brazo, l 28f, 129, 129[.
l30b
en la rotación externa del hombro. 133
mscrciones e inervación, 2491
Milsculo romboides
acción, 12 H. J 22, 322, 322f
inserciones e incrvnc16n, 249t
Músculos rotadores
anatomía y acción, 323f. 323t, 328. 335t
111scrc1ones e inrrvación, 3871
Músculo sartorio
anatomía y acción, •117f. '118. 'l45í, 4611, '170
durante la marcha. 558, 559f
mserciones e inervación, 46lt, 585t
Músculo scmiespinoso de la cabeza, .3231, 325·
326, 327[
inserciones e 111el'\-ac1ón, 3871-3881
Musculo sem1cspinoso del cuello, J23t. 325-326,
327t
Músculo semimenibr:inoso
acción en la rodilla, 461 t
an:uom1a funcional. 448í, 469-470
mervación. '16 lt, 5851
mscrciones, 585l
Músculo semitendmoso
acción de la rod1 lla. 461 t
analomia funcional. '1'15f. '•69-470
en la extensión de la cadera y rodilla al correr,
471-472, 474, 474f, 476t
inervación, 46 1t, S85t
mscrciones. 5851
MUsculo serra10 anterior
ac:c16n, 249l, 322. .322f
en la maniobra de ílexión de brazos, l 24b
en la pro1rncció11 de la aniculación
escapulotor~ci ca, 123, 124f
en la rolación ascendente escapulmorácica.
126(. 126-127, l27f
1m1'l0nancia cincsiológica, 128
inervación, 249t, 3821
inserciones, 249t
pan:\lisis, l 27f, 128-129
Músculo serrato pos1erior
pos1eroinferior, 383f
acción e inervación, 322, 322f. 382t, 383f,
390t
mserciones, 390t
posterosuperior
acción e 111ervac1ón. 322, 322f. 382t. 383f.
390t
inserciones. 3901
Müsculo sóleo
anatomla y func1on, 521-522. 522f. 523f, 525
como estabilizador de la rochlla en extensión,
524b, 524[
durante la marcha, 559f, 561
inserciones e mervación, 586t
parálisis, 527, 52 71
potencial de momento má.ximo en el tobillo,
604 inrlirí' alfcrlietico
525. 525t
!vlüsculo subclavio, en la depresión de la
articulación cscapulotor;icica. 122. J22í
!vlüsculo subescapular, 108. 110, l lOf
en la elevación del brazo, 128r, l 29. l 29L
130b
en la rotación interna de l hombro, 132-133.
133f
estabi lización de la cabeza del húme ro y, 1161,
1l 7b
inserciones e incn•acíón, 249t
Müsculo supi naclor. como supinaclor de l
amebrazo. 168-169. 169f-l7H
Múscu lo suprahioideo
en la aperturn de la boca, 372-373. 374f
en la mast icación, 372, 372í, 373L
inserciones e inervación, 3891-390t
Múscu lo supraespinoso, 108, 110, 1 IOf
desgaste excesivo. 130b
en la anrocinemática de la anicnlación
glenohumeral. 130, l 30b
en la ci nemática de la articulación
glenohumeral, 113, l l 4f
en la elevación de l brazo en la anicu lación
glenohumernl, 124-125, 125[, 126L,
128í-129í
en la estabilidad estática ele la art iculación
glenoh umeral. 110-1 1l
inserciones e inervación, 249t
Múscu lo tempornl
anatomía)' función. 370f, 371. 373L
en la oclusión ele la boca, 374. 374f
inserciones e inervación, 389t
Músculo tensor de la f:lscia lata
anatomía )' acción. 4 l 7f. 4 18, 4251. 428
durame la marcha, 559[, 560
inscrciones e inervación, 585t
Músculo ti bial anterior
anatomla y función, 518, Sl 9f
debi lidad , durante la marcha, 56 1
durame la marcha, 559f, 56 1
inervación, 5l6, 5l 7f. 519t, 57-h
mserciones, 586t
Músculo tibh1I posterior
acción, de puntillas, 521, 52l f
anatomía)' función. 521, 522-523. 524í
durante la marcha, 559í, 56 L
inserciones e inervación, 586t
potencial de supinación, 521. 526
potencial de momento máx imo del 1obillo,
525t, 526
Múscu lo tirohioicleo, inserciones e ine rvación.
390L
Músculo transverso del abdome n, 329, 330f. 331
Músculo transverso del abdome n, como
estabilizador ex trínseco del tronco, 336-
337, 336[, 337b
en el 1110\'imiemo del tronco, 335l
m la elevación de cargas pesadas, 354, 355[
inserciones e inervación. 329t, 388t
Músculo transve rso de l tórax
en la espiración forzada , 383f. 383. 38'1t
inserciones e ine1vación, 390t
Músculo trapecio
¡1ccic\n, 322, 322[
en el movimiento del tronco, 335t
inserciones e inen•ación, 2-f9t
imeracción con el se rrmo amerior, en la
rotación ascendeme escapulotorácica.
126-127, 126f. 127[
parálisis, 12 l b. 127í. 127
porción inferior, en el mov1mierno ele b
articulación escapulotorácica, 122. 122[
pmción media, en el movimiento de la
art icubciun escapulotorácka. l 23, l 25f
porción superior, en el mo\'imiem(i de la
articulación eS<:a pulotnrácica, l 21 r. 122
Mús(·u lo tríceps braquial. 16+-165, J66f
cabeza larga, 130
cabezas lateral)' med ial, 164, 166f, 166t
inserciones e inerrndón, 250t
parálisis. sustitución de los músculos de l
hombro en. l 68h, l 68f
transícrencia quirúrgica. 23. 23f
va riables esLrnctu rales y biomecánicas del,
166L, 167- 168, 167[
Músculo Lriccps sural, al correr)' saltar. 525.
525t
Músculo vasto i111ennrdio. 463
inserciones e inervación, 5851
Músculo vasto lateral, 463
fibras oblicuas. 463í, 463
inserciones e inervación. 585t
i\lüsculo vasto medial. 463
inserdt1ncs e inervación. 585t
Músculo(s)
abdom inales. Ver Músculos abdomi nales.
acciones
en las articulaciones
análisis. 18-19, 19í
tipos, 17-18. 18[
par de fuerzas, 19, 19[
tcrm111ologia, 19
activación del sistema ne t"\'ioso. 53-54, 53t,
55f
activacit~n no isométrirn, in1e rpretadón
electromiográíica, 55-56
act ivación
concém rica, 52, 52f
excéntrica, 52, 52f
no isométrica, 55-56
por el sistema nervioso, 53-54, 53t, 55[
ángulo de la distribución penniíorme. nr. 44
área transversal. 4 3
arquitectura. 4 3-45. 45f
wclo y antebrazo
;mi\lisis electromiográfico. 15
clemad<ls ele momemo. 166- l67. 167[
nexores
acción inversa, 165b. 165[
biomecánica, 162t, 163-164, 162í-164í,
166L
función. 16 1-162, 161f- 162í, 162b, 162t
inervación, l 59-160, l 60t. 249t-250t
parálisis, corrección quirúrgica, 23, 23í
producción de momemo máxim(I. 162 t.
163- 164. 163[
función, 160-165, l6H- l62f, l 62L
ine rvación, 158-160, 160L, H9t-250t
inse rciones, 249t-250t
ley de la parsimonia. 167b, l 72b
parálisis, 23. l68b, 168f
supinadores
función. 168- 172, 169f. 170f
ley de la parsimonia, l 67b, l 72b
linea de fuerza. 169, 169f
momento generado por. 170f. l 7l. J 7 lb
como agonistas esqueléticos, 51-57
como estabili zadores esqueléticos. 42-51, 43t
componentes ele la fuerza. normal frente a
tangencial, 7 1t
de la cac.lern
abductores, 4 161. 428-430. 428[. 429f
rnrn1 de rnomemo-angulo, 433, 433[
debil idad, 430b
clurmue la marcha, 429[, 430, 430. 550b,
550í, 559f. 560
accion de palanca. )' b curva ele momemo-
ángulo art icular. 49-5 l. SOí, SOL
acción, prin1arios y secundarios, 416. 4 lfü
adtKtores. -l 16t. 420, -123f--124f
como rotadores internos de la cader.i.
420-421. 424[
durnme la marcha, 559[, 560
curva de longitud-tensión
acuva, 46t, 46-48, 47f. 48f
pasiva, 45-46, 46f
total, 48-49, 49f
curva de momcmo-ángulo máximo. 49-5 1.
49f. sob. sor. 50t
en la estabilización de l tronco. 336-337.
336f, 337b
en la generación )' transm isión de fuerzas,
42-57
extensores. 4 l 6t. 422-427. 426í-'1271
durnntc la m«rcha. 558. 559f
en el comrol de la anteroílexión. 425·
427, +27f
rn la inclinación pos1erior de la pch·is,
-124-425, -126f
en las ílexioncs ck abdominales, 338[,
339
función general. 424--f27
línea de ru~ rza, -1 161, 420, -f221
ílexores, -fl6, -1 16f. 4 16t, 4 17-420, -f l6f-
418f
comracturn, en bipeclestación, 42 lb, •12 lf
durante la marcha, 558. 559f. 560
función, 417-419, +J6f-4 J8f
inerrnción, 4 l3. -1 l4 f, -1 6 IL
inserciones e inervación, 583t-585t
lineas ele fuerza. 416f, 420, 422f
medición isoméLrica. 49f. '19-50. 50f
poste riore.s, 426f
que limiian el movimiento, 406t
rOLaclorcs externos. 416t. 430-432, 431f-
432[
conos, -105f, 426Í, 428f. 431
durante la marcha. 559[. 560
función. 432, 432[
primarios y secundarios. 430-4 31
rotadmes internos. 416t, 420-422, 424f-
'125f
durante la m.archa, 422, 425f
torque máximo producido por, 432-4 33,
432t, 433[
ele la espalda, 320t
capa profunda
anatomía)' acción, 323t, 323-329, 3231-
328f
inen•ación. 324
segmemales conos. 323t, 323, 327f. 328·
329.335-336, 336b. 336[
inse rciones e inervación. 388t
capas superficial e in1e r111edia. anmomía )'
acción, 322. 322f
extensores. íucrzas en el lcvamamiento ele
cargas pesadas. 326b. 326f. 350b,
350-352. 351f-352í
ele la extremidad inferior

msen:1oncs e mcrvacion. 583t-587t
mices ncl'\1osas. 582t-583t
'"cmraks, usadas para probar la funt1on,
583t
de la cxt rcm1dad superior
111scrc1ones e 111ervac1ón, 2-1 71-2521
1alccs ne rviosas, 2471-H 81
1·en1rales, usadas para probar la funt 1ón,
2481
de la masticación
en la mandibula. 360
función, 370-372, 370f-372í, 373t
mcrvac1ón, 369t, 3891
mscreiones, 389t
de la mu"cca. 190-196
:\rea trans,·ersal, 191. 19tr. 1911
extensores, 191-193, 192í, 193í
al cerrar el puño, 192-193, 1931-194f
nexorcs, 194- 195. 1941- 1951
111ervac1ón, 190, 2501
111serciones, 250t
interacción articular con, 190- 196
pmenc1;1I de acción }' momenlo. t90· 19 1,
19 lí. 192[
de la pierna
del companimiemo :mtcrior. 517-520.
518b. 519f
del compartimiento lateral. 520-521. 520b.
5201-52 lí
del compartimiento posterior, 521-522.
522b. 523. 522f-523f, 525-526
de la rodilla
alineamiento anonnal, 477. 4781
ana1omla, 4621, 462-463
cu~dnccps. Va twnbién M(1sculu cu~drkcps.
extensores. d urante la marcha, 5-19f, 550
ílexores- ro1adores, 468-4 77
acción en grupo, 47 1-472. 472f
anatomía funcional}", 444f-445f. -169--171
producción de momento maximo }'. -172-
473. -175[.476[
smergia con los músculos de la cadera y.
-173--174, -176, 4761. 477[
fu nción en la extensión de la rodilla. 463f,
463-464, -165í-466f
ÍLlnCión, 'i 6 l
111ervac1on, 461, 4611. 5831-585t
i11serc1ones e inervación, 5831-585t
que refuerza la cápsula de la rod illa. ·H 71
de In ventilación
en la espiración 379
forzada, 383[, 383, 384. 384t
en la mspíración, 379
forzada, 381-382, 3821
músculos accesorios, 382t
músculos primarios, 3791
tranquila, 379-380, 3801, 3791
inse rciones e inervación. 390l
1111erncciones entre, 379
de l hombro, inserciones e inervación. 2841-
2491
del 1ronco y la región crnneocervical. 320.
320t, 334-348
acción, 320-321, 32 H
acciones comparudas de los esqueletos axial
y apendicular. 322b. 322f
acnva en la es1abilización de las mserciones
de. 320-321. 344-345. 348[
activación unila1eral y bilateral de. 320-321
anterolaterales. 329t. 329-333. 330f-332f.
333b. 3-111. 3-10-34 3
inervac10n, 317-319, 3881
iníluenc1a de la gra1·edad }'. 321
inserciones. 388t
interacciones funcionales entre, 334-339.
334b, 341-347
lineas ele fuerza, 320, 32 1f
posterio res, 322-329, '322í-328f, 3231, 342-
347. 3'f3t
momen10 111te rno. 320-32 1. 32 1r
elasticidad, 46
espaslicos. 572
formar es1ructura. 4 3, 43f, -Hf
fracción de tens1on, 230b, 2301
fusiformes, 4 3f. 4 3
generación de íuerza. 4S-49 Ver wmbién
Fuerza(s), musculocsqueléticas.
longitud
en la relación de ruerzn-velocidad. 5 1r. 5 1-
52
y la curva de lnngillld-tcnsión. '\5-48. 46f.
49[, 501
y la curva de momcmo-;\ngulo an icular. 49-
S 1. sor, 50t
mano. 2 l8. 218t
extrinsecos
extensores de los dedos, 222-225, 22Sf,
226(. 227t
cx1ensores del pulgar. 225-228
nexores de lo. dedos, 218-222. 2191
220f
ílexores del pulgM, 2271
inserciones, 2501-25 11
ine1vación, 158- 16 1, 217-2 18
l111rinsecos. 228
de la emint nda hi po1enar, 220f, 203-23 1
de la eminencia Lenar, 220f. 228-230
de los lumbricales e mteróseos, 220f.
232-234. 2341, 232í-235í
inserciones. 251 t-2521
modulac16n de fuerza
fatiga muscular}'. 55. 55[
por la codiíicación del Indice. 54. 55[
papel en la rest m·c1ón del mov11111e1110
an icula r, 3~
par de fuerzas, 19. 19f
pcnnifor111es, 4 3[, 4 3-44
po1encial de fuerza de, 43-44
relaciones de fuerza-velocidad }' longi1ud-
1ensión, 52-52f
1ejido conjuntivo. 43. 44f, 45f, 45t. Ver
también TeJido(s) conjunuvo(s)
tobillo}' pie
ílexores dorsales. parálisis. 527. S271
ílexores dorsales prc11b1ales. 517-520. 518b.
S J9f
d urame la marcha. S59í. 561-S62
ex1 rinsecos
anaiomia y función. 517-527. 5 19í-524í
companimknto a111crior de la pierna.
5 17-520. 518b, 5 19[
comparumiento la teral de la pierna, 520-
521. s2ob. 52or-521 r
compamnuento posterior de la pierna,
521-522, 522b, 523, 522[-5231,
525-526
inel'\·ac1ón motora, 519t, 573t-5Ht
inserciones, 585t.-587t
mer\'aClón, 516-517, 5191
de pun11llas. 526b, 526[
/111/itt' (f//<tlit'(l(1I 605
lkxorcs plamarcs. 525
tn la cstab1hzacion de la rodilla en
cx1ens1ón, 524b. 52-11
1nc1,·ac1ón mo1ora. 5091. 586t-5871
1nscrc1ones, 586t-:5871
pa1;1hs1s. 52 7-528, 52 7t
pt>lencml de momento max imo en el
1obillo. 525-526, 525t
supinación, 526
1111rlnsccos
an:11omla )' fu ncil'\n, 528-529. 5281. 5591.
562
sup111ac11m
en la amculación subastragalina. 498.
-1981, -199b. 510. 51H
en la amculacion 1rans,·crsa del tarso.
500f. 502í-503L 504
traba.JO, 22
us;idos en el lcvan1a111iemo de cargas. 349[
cálc ulo de la 111agni1ud de las fuerzas, 349-
350. 350b. 3:5 lí
íormas para reduci r la fuerza usada en, 150·
352. 352b. 3:521
íuemcs achcionales de momento de
extensión usadas e11, 353, 351t
que aumentan la presión 1111raalxlom1m1l
durante, 352
U?cmcas. 354-355, 355f
factores de segundad, 1561, 15ó-357
\ISCOmJad, -16
al con1raswr lucrzas i111crnas lrcntl' a
externas. 70, 71 í-72í. 71 L
COmpos1ción l'CCIOrial, 70[-7 J Í, (>9-70, 70b
metodo del paralelogramo, 70, 7 11
méwdo de l poligono, 69-70, 70f
111c1odos anali11cos, 73-79
mé1odos gráficos, 69-7 3
resolución ,·ectorial, 70-7 J. 711-7-11. 711
re:>uhaclo del cambio del angulo amrnl.11.
72-73, 73f, Hf
l\ll!Sculos abdormnales
anmomia }'acción. 3201. 329t. 329-333. 3301
3321. 333b
como esiabilizadores extrínsecos del lrn11co.
316-337. 336í. 337b
ejen:icms de íonalecimiemo, 337f. 338. 3J8í
Ver también Ejercicio de abdo111111ales.
en la elevación ele las piernas ex1endidas. 4 191
en la espiración forzada. 383í. 383-384. 384t
en la mclinac1ón pélvica pos1erior, 4 24-4 26.
426f
funciones fis1ológ1cas }' cmesiológicas. 3291.
384h
msercioncs e mcl'\·ación. 3881
la1eralcs. inserciones )'acciones 111dl\·1duales
329t
panllisis en casos de lesiones medulares, 381b
1110111Cnt0 ílexor del 1ronco gene rado por.
33 11, 33 1-333
vmnas del musculo recio de l abdomen )' linea
alba, 329, J30í, 33 1
MuS<:ulos del 111angui10 de los rotadores, 1OA.
l09b, l 10, l lOf
en el sindrome de compresión crónica del
hombro, l l 5b, 1 l 5f
en la aduc:c1011 }'extensión del hombro, 130
131
en la cle\·ac16n del brazo, l28í. 129, l 29f,
\30b
en la cs1ab1lización de la an iculac1ón
606 lmlici: 11lf11be1íco
glenohumeral, 129-130. JJOb
en la estab11ízación de la cabeza del humero,
l 16f. l 17b
Músculos elevadores de las costillas
acción, 382t
Músculos escalenos, anatomla y acción. 34 1-342.
342f. 345b. 379t, 380
Muse ulos cspínosos
anatomía y acciones. 3231. 323f-324f. 324
en el movimiento del tronco, 335t
Múscl1los extensores de los dedos, en la ílex10n
de los dedos, 238
Músculos intercostales externos, 376f, 380
inserciones e inervación, 384t, 3901
Müsculos 1111e1costales internos, 376f. 380
mserc1ones e mcrvación, 384t, 390t
Músculos mtercostales !mimos, 380
mserciones e inervación, 384t, 390t
Músculos mtercostalcs
acción e inervación. 384t, 390t
anatomln, 376f. 380
en la espiración forzada , 383f, 383-384. 384t
función. 380
parálisis en lesiones medu lares cervicales,
38lb
Músculos interespmosos, 328
en el mov1m1emo del tronco, 3351
mserc1ones e mcrvac1ón, 388t
Músculos mtcróseos dorsales
de la mano, mserciones e inervación, 25 lt
del pie
anatomla y función, 529
mserciones e ine rvación, 587L
Müsculos imeróseos palmares, inserciones e
inervación, 252t
M(tsculos interóseos plantares, inserciones e
inervación. 587t
Músculos 1ntcróseos
dorsales
de la mano, 232-234, 232f
1tl5Crciones e inervación. 2511
del pie
anatomla y función, 529
mserciones e inervación , 587t
en la acción de oposición subtérmin o-latcrol,
233b,233f
en la apertura de la mano, 235f, 236-238
en la ílexión ele los dedos, 237f, 238
frocción ele tensión, 230b, 230t
írentc a los músculos lumbricales. 2341
palmares. inserciones e inervación, 252t
plantares
anatomía y función, 528f. 529
msercioncs e inervación , 587t
MCtsculos intcrtransversos, 328
en el movimiento del tronco, 335t
inserciones e inervación. 388l
Müsculos 1sq11iotibialcs
anatomla y acción, 422, 426f. 445f-446f. 469-
'170
cambios en los ligamemos cmzados y. 458.
459f, 460b
cluronte la marcha, 558, 559f
en combinaciones atípicas de movimientos
entre cadera y rodilla, 476, 477í
en la inchnación anterior del cuerpo, 426-427,
427í
en los rilmos lumbopélvicos en la ílexión y
extensión del tronco, 302-304, 302f-303f
fuerzas aplicadas, 572 t
posturo lumbopelvtca y. 418
momento de esfuerzo maxnno. en la rodilla,
472-473, 475f-476f
Musculos lumbricales
de la mano. 219f, 226í, 23 l. 232
anatomía y función, 226f. 23 lf. 232
en la apertura de la mano, 235f, 236-238
en la nexión de los dedos. 23 7f. 238
Creme a müsculos inlt'róseos, 234t
inserciones e inervación, 252t
del pie
anatomía y función, 528f, 529
inserciones e inervación. 586t
Músculos muhilidos
anatomía y acción. 32Sf. 325t. 326-327. 3271
como rotadores axiales secundanos. 333b
en el movimiemo del tronco. 335t
inervación, 387t
inserciones, 387t
en la región lumbosac:ra, 3271
Músculos oblicuos interno y cx1crr10 ele la
cabeza, inserciones e ínervación, 388t
Müsculos pterigoideos
inserciones e inervación, 3891
lmeral
anatomía y función, 371f, 373t, 371 -372
cabeza inferior, 371. 37H
cabeza superior, 371, 37 lí
medial
r.
anatomía y función. 37 1, 371 373t, 372b
interacción con el masetero, 370f. 372b
inserciones e inervacion. 389t
Músculos segmen1ales cort os
como estabili zadores intrlnsc~os del tronco,
335-336, 335b , 336f
de la capa profunda de la espalda, 323-329,
323t, 323-328f
inserciones, 388t
Müsculos suboccipitales, anmomia y acción. 343,
345f
Músculos transversoespmosos
anatornla transversal, 323f
anatomfa y acción, 323t, 325-328, 323í, 327í
características morfológicas, 325t
como estabilizadores intrlnsecos del tronco.
335-336,336b,336f
como rotadores axiales secundarios. 333b
en la elevación de cargas pesadas. 354-355,
355f
inserciones e inervación. 381 t
Ml)sculos vastos
en la extensión de la cadero y rodilla. al correr,
474, 476t, 477f
producción de momento. 476b
Muybridge. en el análisis de la marcha, 534
N ele los músculos ele la extremidad inferior
Navicular, l 78í, 178· l 79 Ver um1l1it11 Escafoides.
cm-acterfsticas osteológicas. 487b. 488f-489f.
489
Nervio accesorio u XI , parálisis de la porción
superior del trapecio y, 12 Jb
Nervio ciático
en el síndrome del piramidal, 431
músculos incrvados por. en la cadera, 4 l 4-
415. 415f
porción tibia!, 461, 461t
ramos, en los compannmentos de la pierna,
516-5 17
Nervio cubital
de la mano, 218, 22lí
de la nt lll)ern, 190
del codo y el antebrazo. 155, 159f
en la acdón de oposición subtérnúno-latc1al,
233b.23.3í
íunción ele los müsculos hipo1enares. 230-23 t
les1011
en la apertura ele In mano. 236. 236[
en la llcxíón de los dedos. 238
Nervio femoral
del cuádriceps. '16 l. 461t
musculos mervados por el, en la cadera, 41 1,
'114[
Nervio glúteo, infenor y supenor, 414. 4 l 5f
Nervio intercostal, tc¡1dos del esqueleto axial
mervados por, 318, 318f
Nervio intcróseo
anterior. 155
posterior, 155
Nervio mandibular. músculos de la masLlcación
inervados por. 3691
Nervio mediano
de la mano, 2 17-2 18, 22 1f
ele la muñeca, músculos inervr\dos por, 190
del codo y el antebrazo, 155, 158f
en la oposición del pulgar, 230
Nervio menlngeo. recurrente , tejidos del
esqueleto axial mervaclos por, 318f, 318-
319
Nervio musculocut:\neo, del codo y el an1ebrazo,
155, 156f
Nervio obturador, músculos ine rvados por, en la
cade1~1. 413.1 14[
Nervio peronco, común, 5 16-5 17, 5 17f
lesión, 527, 527f
ramos profundo y superficial. 5 16, 5 l 7f
Nervio plantar
lateral, 5 16, 5 17f
medial, 5l6, 517í
Nervio rochal
de la mano. 217
de la muñeca. músculos incrvados por. 190
del codo y el antebrazo. 155. l 57f
ramos profundo y superficial. 155, l 57f
Nervio tibial
lesión, 5271. 527·528
müsculos del pie y tobillo inervados por, 5 16,
5 l 7f
posterior, foscfculo ncurovascular, 523, 524f
Nervio(s) espinal(es), 317
mixtos, estructuro, 317, 317f
ra!ces de los nervios cervicales, 2'i8f
ramos dorsales, .317
distnbuc1ón cutáne;i, 319(
mervac1ó11 segmenta!, 318, 319, 3 19t
ramos ventrales, 317-319. 318f
usados para probar la función. 583t
de los músculos de la extremidad supe rior
us;idos para probar la función, 248t
nervios segmcmalcs, 3 17-319, 318 f
plexo. 318. 318f
Nervio(s). Ver wmbit11 no mbres de nervios
especllicos. p. ej., Nervio cubital.
de los músculos de la cadera
plexo lumbar, 413. 4 l 4f
plexo sacro. 413-416, 415f
sensonales, 'I 16
de los ml\sculos ele la masticación, 369t
de los musculos ele la rodilla, 46 1, 4611

de los mllsculos del complejo del codo y
amebrazo, 155, 156f- 159f, l60t
de los músculos del tronco y región
crancocervical, 317-3 19
ele los músculos del tobillo y el pie, 516-5 l 7,
5l7f, 519t
Neuropalia, patrón de marcha anormal. 571-572,
574.575
Normal, 537t
Núcleo pulposo, 277-278, 1.78f-279f. 280b
hernia, 300b-30l b, 300f. 3001
facto res q ue favorecen. 30 1b
ti pos. JOOf, JOOt
mediciones de la presión, 278-279. 279f
Nutación, 311. 31 l b.3 1 lf
o desviaciones en la marcha con. 573t
Occipilal, 257. 257f
Ojos. en la rotactón axial de la región
craneocervtcal. 346
Olécranon, 138. JJ9f. 140f
Oposición subtérm1no-l:ucral (asir una llave),
239, 240í-24lí
biomecánica muscular de. 233b, 233f
Oposición terminal pulgar-indice. 239, 240f-24 l f
Opcoclcctrónica. para la colección de dacos
cinemáticos. 85
Ortesis, pie. para el com rol de la pronación
excesiva, 51 Ob
Ostcoa rtritis. Ver tcm1bi1'11 Artntis reumaioldc.
daños del canllago anicu lar, 40
de la cadera, 433-435. 434b
artroplaslia total de cadera, 4J6f. 436-437
causas, 434b
coxa vara o coxa valga, 437-438, 438(
de la rodilla, 470b, 4701
manifestaciones. 40
unicompanimental, genu varo con. 477, 478f
Osteocinemática. 5-8. 6f. 6t, 8t
perspectivas. 7f, 7-8
Osteoclastos, en el hueso. 38
Osteóíito(s)
cervicales, 269b. 269f
en el hallux rig1dus. 504
hipcrcxtensión craneocervical, 287b. 287f
Osteoporosis, de la columna dorsal, cifosis. 293·
294. 295f
Osteotomia. coxa vam, 437, 438f
p 509b
Palancas, musculocsqucléucas
clases, 20, 20-21 f. 22
incr\'ación, 3821. 390t
inserciones. 390t
ventaja mecánica. 2 lf, 2 2, 2 2b
alteración qum'trgica, 23, 23f
Par de fuerzas. de los músculos, 19, l 9f
Parálisis cerebral
analisis de la marcha y. 572-573. 575-576
clisplasia de cadera y. 405b
patrón de la marcha en. 422, 561. 572-573
pie cavo y. 507
Paraplejla, fuerza del ligamento iliofemoral y,
405. 406f
Paso, 536í. 537
Pata de ganso, 446, 4471, 448f
anatomía funcional, 470-4 71
Patc\ectomia, 464b, 464í
Pcdlculo
de las vértebras cervicales. 268, 270í
sacro, 273, 275f
PelVIS. 393, 394f-396f
alteración. patrón anormal de la 111archa en la
cadera/pelvis/tronco con, 577f. 578l·
579t, 579f
movimiento, clumme la marcha. 54Sí-5<16í,
546-547, 548b
en el plano frontal. 549. 549f, 550b
en el plano honzontal, 552. 552f. 55'1b
Perimis10, en el músculo, 43, 44f
Peronc, 442. 442f-4'13f. 486-487, 487f
Pie caído.
anomalía ele la marcha, 574f
lesión de l 11ervio pe roneo común y. 527. 527t
patrón anormal ele marcha con, 5S9f. 561.
574f
Pie cavo. 506f, 507
Pie equino
desviaciones en la marcha con. 5731
lesión del nervio peroneo común y. 517, Sl 8t
Pie equinovaro
desviaciones en la marcha con, 574t
lesión del nervio pcroneo común y, 527, 527L
Pie plano, 505f. 506, 5'10, 540f, 504t
desviaciones en la marcha con, 574t
ílcxible. 507
red ucc1ón del efecto de cabest rant<' en, 515.
515f
r!gido. 505f, 507
Pie varo. lesión del 11ervio pe roneo y. 527, 52 7t
Pie(s). Ver 11tmbit11 Tobi llo.
articulaciones
alinea1111cnto defectuoso, deambulac1on y.
510
mtcrfalángu:as, 514-515. Ver 1<1mbit11
Aniculac1oncs interfolángicas.
intermetatarsianas. 512-5 1J
imcrtarsianas distales, 511 , 51 lb
metatarsofalánglcas. 513f, 513-514. Vci
fmnhftn Aniculación(cs)
meiatarsoíalángica(s).
movinnencos, durante la marcha, 545-5'16,
545f-546f
al l'inal ele la fase de apoyo, 515
anomalías. SO L. 573t-575t
en el plano horizontal, 553, 554bb, 554f
en la fase de apoyo. 5 16t
relación ci nemática con otras panes de l pie.
subastmgalma, 489f. 492f-'193f. 492-49'1.
499t. Vtr tambib1 Articulación
subastragahna.
tarsomctatarsiana, 512. Ver lambien
Articulación tarsometatarsiana.
transve rsa del tarso. Ver tambié11
Aniculación transversa del tarso.
acción combinada con la articulación
subastragnlina. 499. 507
estructura y función, 500-5 11 , 500f-5 l lf
caractertsucas osteológicas. 486-490
deíonnidadcs o posturas anormales, 527-528,
527t
desarrollo prenatal de, 402b, 402í
estructura y función, 486t, 487í, 497-515
inervación sensorial. 517. 517f
músculos. Vei müsculo(s). 1obi1lo y pte.
radios, 488f-489f, 490
tem1inologla, 490-491. 490f, 49 ll
de los mov11mentos y pos1c1011es, 490f, 490·
491, 49lt
l11clic1· aljC1bt'1iw 607
Pierna. colllparn1111entos, 517
antcnor. musculos de l, 517 -520. 5 l 9f
lateral. musculos del, 520-52 1, 520f-52 I f
poste rior. 111(1sculos del, 521-522. 522b. 523,
522f-523f, 525-526
Piernas arqueadas, 445. 446Í
Pilares del diafragma. 372
Piramidal, l 77f- l 79f, 179
Pisiíom1e. J 77f- l 79f, 179-180
Plano escapular, 97
Plano fronrn 1, 5. 6í. 6t
Plano honzomnl. 5, 6f. 6t
Plano sagital, 5. 6í. 61
Plataforma de co111rarresistencia. pam ln
coleccion de datos cinemáticos. 86f-88
Plexo braquial
en la mervación del hombro. 118. l 20f
raíces de los nervios ventrales del, músculos
usados para probar la función del. 248t
Plexo lumbar, que inerva los músculos ele la
cadera. 4 l 3, 414f. 413b
Plexo lumbosacro. rafees de los nervios ventrales,
músculos usados para probar la función.
5831
Plexo sacro, músculos incrvados de la cadera )'
extremidad míerior. 4lJ-'I16. 414b, -1l5f
Pliegue tenar, de la mano. 199. 201 f
Pliegues smoviales. del'inición y func:1l'ln, 27f
Pliegues, de la rodilla. 446. 449b
Polea flexom, 220, 220f
anatomla y función, 220
rota. biomcc:\nica, 222b. 222f
Poliomiehus. pie cavo y. 507
Pon:ion arucular. fractura. cspond1lohs1cs1s
anterior. 298b. 298f
Posición anatómica. 5, 6f
Posición de Trcndclcnburg. compensada. 430b
Postura sedente
efecto sobre el alineamiemo de las regmnes
lurnbar y craneocervical, 305-307, 3071
errónea. 305. 307f
herma de disco y. 300b-301b
Postura
anom1al
desarrollo de cifosis y. 292-293, 295í
en la columna dorsal , 292-294
tipos, 262f-263f
curvatura <le la columna vertebra l y. 260-261,
262f-263f
en la estab1hdad estática de la ar11culac1ón
glenohumeral, 111
sedente. Ver Postura sedente
Potencia angular. en la relación de trabaJO·
energfa, 62. M b
Potencia articular, definición, 566. 566b
Potencial de acción de las unidades 111otorns, 53,
56
Potencial de acción. 53, 56
Potencial de momento
de los músculos ílexores plantares del tobillo.
525-527, 525t
en el disc1io de ejercicios resistidos, 75b. 75í
Prensión
articu lación metacarpofalángica de l pulgar y.
21sr. 215.2 16
aniculac1oncs c.~rpometacarpianas, 205í
aniculaciones metacarpofaláng1cas. 213-214,
213í-214f
biomecánica muscular de, 233b. 233f
lesión del nervio cubital y. 236
608
mec<ínka muscular y 192-193, 193f-194f
tipos de, 239, 240f-2+H
Prensión de potencia, 239, 2401-2+ 11
Prensión de precisión, 239, 2401-24lí
Prensión en garfio. 239, 240f
Presió11 intraabdominal. durante levantamientos,
352-353
Principio del tama1'lo de Henneman. 53
Promomorio del sac ro. 273, 575f
Pronación
de la articu lación subastrngalina, +98f, 499,
499b,500b
de la aniculación transversa de l tarso, 500í.
502f-503f, 504
de las articulacíones radiocubitalcs, 153, 153f
en carga, 154-155, 154f, l S5t
restricción, 153, 153t
del antebrazo, l 48-149, 149[
como movi miento rotatorio, LOf
inervación, 155- 160, 160t
del pie )' el 1obillo, definición, 49 1, 49 lt
meomismos cinemáticos. al inicio de la fase de
apoyo, 507-;09. 509í, 509t. 509b
Proteoglucanos. en el núcleo pul poso. 2i7. 280b
Protuberancia del occipital. ex1e rna, 257. 258f
Prueba del e<tjón a111e rior. lesión de l ligame1110
cruzado a111e rior. 458. +s9r
Prueba del cajón posterior, lesión cid ligamcnlo
crnzado posterio1'. 458, 459[
Pubis, carncterís1icas osteológicas, 394-395[,
396b, 396-397
Puentes cruzados
de los miofilamentos, 4 7, , 48f
en la generación de fuerza acciva, +7-48
Pulgar, 199, 20\f
abducdón )' aducción, 201 , 205f, 208, 209f,
210t
acción de prensic\n en pinza
biomecánica muscular, 233b. 233í
en la oposición subtérmino -lateral (asir una
llave), 239. 240f-24 lf
anicu lación carpomeiacarpiana, 204-21 1
aducción )' abducción, 208. 209f
cápsula )' ligamentos. 206. 2061 , 207f
en la dcíormidacl en zigzag. 240-241, 242í
estructura de las articu laciones sellares. 206
ílexión y cxcensión. 208-209. 21o r. 210t
musculos, 228l
oposición. 2 10-21 l, 2 1lf
aniculación ime rfalángica, 216-2 17
abductor largo del pulgm· como extensor
asistemc, 225. 228[
músculos, 228t
an iculadón metacarpofal:\ngica, 215, 2 l 5f,
216f
músculos. 2281
artrit is de las an iculaciones basilares q ue
afectana, 206
deíor111idacl en zigzag, 240-241 , 242f
extensores, extrinsecos. 225-228, 226[, 227t
huesos, 203f-204f
metacarpianos, l 99-200, 20 l f-204f
movi miento, 205f, 207-21 L
terminología, 201, 205f
oposición
músculos de las eminencias tena r e
hipotena r. 228-231. 229í
nervio mediano. 230
terminología, 201. 2051'
posición de bloqueo. 21 1
posición funcional, 217, 2 l 7f
te rminoll.)gía, 198- 199
Pu l111ones. cliscensión excesiva, en la enfermedad
pulmonar obstruc1iva crl'mica, 382
Punto med io de l;1 fase de apo)'O
acción de los múscu los)' articu laciones, 510-
51 l ,5 1lí
defin ición, 540, 540f, 540t
Pu1io. mecánica mttsculai-, l 93í- l 94í, l 93-19+,
237f. 238
R pan1dójk<1. ckspues ck lesión medular, 381b
Racl iculopa1ia. 287b, 287f
Rad io
apófisis es1 iloides, l 40, 139f. HOf
cabeza. l 39f. l 40, 140f
indim1ción cubital , 177, l 78f
inclinación palmar, l 77. l 78f
osteologia, 139f, 140. 140b, 140f
porción d istal
osteologla, 176- 177, l 77f, l 78í
su perficie anicular, 176- 177
Rad iografía, para las mediciones del movi mie1110
de la columna venebral. 28Jb
Radios
de la mano, 199. 199b, 201 r
de los pies. 488í-489f. 490
Raíces nerviosas
de los músculos de la extre mid ad inferior,
582t-5831
ele los múscu los de la extremid:id superior.
247t-2481
de los nervios espinales. 317-3 18. 3 1Sf
ventrales
de los músculos de la extremidad inferior
us.1dos para probar la función, 583L
de los músculos de la extremidad su perior
us.1dos para probar la función, 248t
Rama del isquion, 395f, 397
Rama del pubis
inferior, 395L 397
su pe rior, 395f. 396
Ramo(s) vemral(cs), de los nervios espinales
ele los músculos de la extremidad inferior
empicados para probar la función, S83L
de los músculos de la extremidad superior
empleados para probar la función, 2481
ne rvios seg111enrnles, 317-3 19, 318f
plexo, 318. 3 l8í
Receso prees1 iloicleo, 179f, 183
Re flejo íarfngeo. función de los músculos
abdomi nales, 384b
Región craneocervical
anatomía )' cincmálica. 28 ll. 281-288
inervación, 317-3 19. 3881-389t
músculos, 320t, 340-347
acciones, 3461
en la estabilización, 344-346, 348f
en la rotación axial, 286-288, 289f, 346,
348f
a111e rola1erales, 320t, 340-342, 34 lt
inserciones. 3881-3891
interacciones funcionales ent re los, 343-347
posterior. 320t, 343, 343t
inserciones. 3891
procrncción, desequilibrio muscular con, 347b,
347f
Regla de la mano derecha. 69, 89
Relación de fuerza-aceleración, 60b. 60-64, 6 tb,
62b-64b, 64t
Relación ele íucrzn-veiL1cidacl. 50f, 50-51, 51b,
5lf
Re lación de impulso-momenlL•, 62, 62b
Relación de mo111enco-aceleración angular, 60
Re lación de momcmo-aceleración, 60b, 6064.
61 f-61b-6-lb-64t
Re lación ele trabajo-energía. Segunda le)' de
Newton y, 62-64. 63b
Res piración
movimienw ele las costill as durame, 378, 371\1
músculos 11saclos, 379t
pu lmones. 376, 376f
Rern rcl o el e la activación de los exte nsores. de la
rodill a. 468b
Retículo trabecular, en el f~mur. 400, ·f03f
Re1i náculo de los músculos extensores.
de la nn111eca, 192, l 92f
de l tobillo)' el pie, 518, 519f
Ret ropié v¡¡ro, 51 O
desviaciones de b marcha con, 573t
Ret ropié. Va rambíén Aniculación sub¡1stragali11a.
acciones durante la fase onostáticn de la
marcha, 5 l 6l
cleíi11ición. 486
Rigidez. en los ligamentos. 13. l3f
Ritmo lumbopelvico. 41 O. •fl 2. + 101
en la llexión )'extensión del 1mnt'o. 302-30-1,
302f-303f
en la inclinación prlvica anterio1 )' postcrio1.
4J0,410f.4 12
ipsod ireccional y rnmradireccional, .¡LO, -1 101,
412
Rodece gleno1deo, l lO. l IOf
Rodete, periférico, de fibrnr.:an ilagt>, 28
Rodilla valga, 445, 446 f
Rodilla. 442-444, 444[-445. \la um1lii1'11
Aniculación tibiofemoml.
abducción, límites, 45+. 45 7t
ali neamiento
anormal
en el plano frontal , 477-479. 478f-+791,
480f
en el plano sagital, 479, 480b-48lb, 48 1[
normal, 445, 446[
alteraci<)n
desviaciones en la marcha d e la
caclcra/pelvis/tronc:o con. 578t-579t
desviaciones en la marcha de la rod illa con,
S76t-577t
desviaciones en la marcha del tobillo-pie
con. 573t-575t
marcio de Ja <ICth·ación de los extensores }'•
468b
amplitud cid movim ielllo, 449
anclajes, en las fuerzas en varo )',·algo, 454 ,
457t
articulación 1ibiofemoral, 447, 449-452, 450f-
452f. Ver tcrmliié11Articulación
tibiofemoral.
artrología, 445-460
bolsas de grasa, 446, 4491
bolsas. 446, 449t
ejercicios de fo nalecimiento del cuádriceps.
463, 465[. 466f
en la marcha
ci nemá1ica anicu lar, 545-546. 546f
en el plano frontal. 550, 55 lf
en el plano horizontal. 553. ;;3f
en el plano sagital. 546[. 547-548

extension, 5'-17-5-18
ílexion, 547-548
fuerzas aplicadas. 572t
músculos extensores, 559f, 560
músculos ílexores. 559f, 560-561
pat rones anormales, 576t, 577L, 577f, 579f
momentos)' potencias articulares, 564-571,
565f-57H
estabilidad, 441--+42
extensión, 450, -f5lf, 452f, 451--+52, -+53f,
-155f
con ílexión plantar por el sóleo, 524b, 5241'
durante la marcha, 548
extensión o ílexión coxales con, 476-477,
477f
limites, 454, 456f. 467, 467t, 469f
rotación de bloqueo )'. 452-453. 453f--f54f
seguimiento de la an iculación
femororrotuli<ma durante, 468, 'f7 1f.
471t.472b
llex ión, 7 r. 450, 451f, 452f. 453
durante la marcha. 547-548
extensión o flexión coxales con, 476-·177.
477 í
funciones biomrcánicas. 441
l1iperexte nsión
en genu recun•mum, 479, 480b--+8l b, -18lí
lesión del liga mento cruzado anterior con,
-+58
patrón anormal ele la marcha, 574f
huesos y articulaciones, '141 -442, 442[
inen·ación sensorial, 46 1
interacción de músculos y articulaciones. 44 1-
442. ·161-481
ligamentos. 45-1-460, 456f-4571, 456t-457t
membrana si novial, 446, 449t
1110\'imientos ele b tibia sobre el fému1'. Ver
Movimiento genicular de la ti bia sobre el
fémur.
movimientos del fému r sobre la tibia. Ver
Movimiento genicular del fémur sobre b
tibia
müsculos. Ver Müscu lo(s).
normal, fuerzas de reacción articular. 477,
478[
osteoartri1is, condromalacia rotuliana, 470b.
470f
osteologla, 442-445
pliegues. 446. 4-19b
relaciones de momento 1m\ximo ele los
músculos extensores-flexores, 476b
retraso de la activación de los extensores)'.
468b
rotación de bloqueo. 452-453, 453f. 454f
rotación interna }' ex1erna, -150, 542f. -153
rotación, límites, 454, 457t
Rotación ;ixial
de la columna craneoce r\'ícal, 286-288. 289f
patrón de acoplamien to con ílexión la1eral.
34Sb
de la columna dors.11 , 291, 294f
del atlas. 286, 289f
del axis (vértebra Ci), 286. 289f
del tronco
acción ele los músculos abdominales. 332-
333, 333b
acción secundaria de los músculos, 333b
músculos activos. 346-347, 348f
superficies de las carillas de las an icu laciones
cigapofisarias y, 2 77, 2 77 f
Ro1ación de bloqueo. de la rodilla, 452--153,
453[, 454f
ligamentos de la rodilla en, -IS+, -156f
Rotación
de bloqueo. de la rod111a. -152-453, -153f, -l'i4Í
de la articulación acromioclavicular. 104, 1051
de la an iculación escapulotor<icica, ascenckme
)' descendente, 99. 99f. l 07, 107f, 126-
127, 126b, 126f, 126t
ck la articulación glenohumeral, J 12-117,
J13f- l l6f. 117t , L32-133, 133f
ele la cadera, imerna r ex1erna. 408, 408f.
409f. -1 10, 41 lf
ele la clavfcllla. 1O1f-102f. l02
del antebrazo. 148- 149. l'l9f
frente a traslación. ·1-5. sr. 5t
RtStul;1
carncteristicas osteológicas, 444, ·H4b, 444f
curso)' ürea de contacto con el fému r, 453-
45-l, 455f
palanca de extensión ele la rodi lla)'. -163. 463f
t ra)·ectoria cxcesi,•a, 468, -171 t, 4 72b
s íemo1·tllts. 442, -~44f
Sacro
a11atomia, 297-298, 2971
vértebras, caracterís1icas osteológkas, 267 t,
273, 275 Í
Sarcómera
cu rva de tensión-longitud activa, 46-48, 47f-
-+8f
longitud ideal en reposo. 48
patrón de las bandas. 46t. -1 7
Semilunar, l 78í, 179, l 79Í
en la inestabilidad del carpo, 189- L90, 189f
necrosis a\·ascular (enfermedad de l<ienbóck),
180b
Semad illa, moment o externo en la rodilla, 77b,
77f. 467, 469f
Signo de Trenclelenburg, 430b
posit ivo, 550b. 550f
Sinartrosis,
definición. 26
función. 26
Sincondrosis entre cuerpos ,·enebrales
de la unión ime rvertebral, 275, 276Í
estructura}' función, 273t, 275, 278f
fuerza de compresión sobre, en la cifosis
dorsal, 296b
lumbar, fuerzas de cizallamienw sobre. 297[,
298
Sinco ndrosis manubrioestemal, 93-94. 94f
Srnclrome de Cha rco1-Marie-Tooth, pie cavo y,
507
S!nelrome ele compresión crónica de1 hombro.
l 15b, 115[
Slndrome del canal carpiano. 221b. 22 H
Sinclrome del canal del tarso. 523
srndrome del piramidal, .¡3¡
srndromes del comparti miento tibia!, dur:lllte la
marcha. 56 1
Sinovitis. crónica. deformidades articu lares
debidas a. 241-245. 242f-245f
Sistema cartesiano de coordenadas. 68
Sistema de coordenadas, en el diagrama del
cuerpo libre. 67-69
Sistema de Havers. 38, 38f
Sistema de osteones, 38
Sistema de seguimiento electromagnético, parn b
colección de datos cinemáticos, 85
609
S1st,·111a 11er\'10sc1, como (Ontrolaclor de la fuerzn
muscular, 531. 53-5-f, 5-lf, 55Í
Sistemas basados en video, para la colección ele
elatos cinemáticos. 8-1-85, 85f
Sistemas com putarizados, para la medición del
111ovimie1110 de la columna ,·enebral. 28lh
Sistemas de medición
cinem:\tka, 84-87, S-+f-85í
unidades. 5t
pa ra el 1110\'imic nto ele la colLunna vertcbr~I.
28 l b
Subluxación distal de la cabeza cid rndio. 150b.
J50f
Superficies de las carillas. de las articulaciones
cigapofisarias. 277. 277f. 297. 297f
Supinación, de l antcbrnzo, 149, H 9f
SupinaclM, inse rdoncs t' inavación, 2501
Su rco íntrnubercular, del húmm>, 98
Surco
astragal ino, -187b, -188, -+89f
del calcáneo, 487b, 489, 489í
Surco(s)
lateral y mecha!. del canilago de los cóndilos
trockar, 137, l38f
de los cóndi los fenwrnks. -142, H-l f
estructuras que gu1a11 la rótula 1wr d, -168,
468b. -171 f
posición de la rtStula )~ -153--154, -t55f
Sustanci¡i fundamental , composición, 33. 331
Sustentácu lo del asll~igal o. -188f. 489
T
Tabaquera Matómicn, del pu lgar, 225, 228f
Tabiques ime rmusculares. -1 18
Técnicas por la imagen. para colección de datos
cinemáticos. 84, 85, 85f
Tej id o(s) conjunti vo(s)
en el arco longitudinal m~díal . 505
en el codo, 141 -1-13. 142f-l43í, l-12 t
en el cóndilo mandibular. 363
en el müsculo, 43, 4-lf, '-15. -15Í. 45t
en la anicubción acrom ioclavicular. 103. 103í,
l30b
rn la articulación esternoclavicular, 101 , IOl b
en la aniculac ión glenohumeral. 108- 110,
l 09f- ll Of. 109b
en la an iculación ten1 pmomandibular. 365b
en la an iculach)n ti bioperonea proxnna l. 4921>
en la cápsula de la rod il la. ·H7t
en la columna venebrnl
lim itación del mo\'ílllirmo por, 280t, 281-
282
región lumbar, 298, 299[
en las articulack)JWS mlamooccipital )'
mlan toaxial. 282-283. 282f-284f
en las articulaciones rad iocubitales, l ·19-150.
1-19. l Slf
~n las articulaciones
función biomecánica, 12, 13f. l-1. 14f
materiales biológicos que forman, 32-35.
33b
tipos. 34-38, 35t
en l<IS m inas del músculo recto del abdo111cn v
la linea alba, 329, 330f, 33 1 ·
cnvejecimiemo )'. 38-39
inmO\·ilización )'. 39
irregLtlar denso, 3-1, 35t
perianicular, ele las articulaciones
metacarpofalángicas, 212, 212f, 217. 218
6 10 lnclice e11J11bt'lirn
Tejados v1scoelásticos, 15, l5í
Temporales. 257, 257f, 36Jí. 36 1-362
Tendón de Aquiles, íucrzas aplicadas, dura111c la
marcha, 5721
Tendón(es)
de Aquiles, fuerzas aplicadas durante ha
marcha, 5721
de In mano, 220. 220f
de la rótul<1, fuerzas aplicadas durame In
marcha. 572t
de los erectores de la columna, 323i. 323.
324-325, 324í
de los ílexores de la muñeca, l94. l 9'1Í
de los ílexores plantares. 522
de los músculos extensores
de la muñeca. 192. 192f
del dedo Indice. 225f
del pulgar, 225-228, 227f
ddormtdad en arco de ílecha, con rotura de la
polea ílexora. 222b, 222f
de l cuádriceps. 468, '169f
del diafragma, 379-380. 380f
del exiensor largo de los dedos, 518, 519(
del exiensor largo del dedo gordo, 518-519,
519f
del ílexor largo de los dedos. 523, 523f-524f
del ílexor largo del dedo gordo. 492f. 523
de l psoasilíaco, 4 17
del mecanismo ex1ensor de los dedos. 223-
225, 225f-226f, 227t. 225-228
del peronco corto, 520, 520[
del peroneo largo, 520, 520[
del popllteo. 447f, 450f
que esiabiliza n la articulación iibioperonea
proximal, 492b
del tibia! anterior. 518. 519f
del ubial posierior, 523. 523f-524f
fibras colágenas, 33
fue rzas aplicadas, durante la marcha, 57 1,
572i
organización fibrosa, 34, 34f
propiedades mec:\111cas. 45, 45f
Tensión, tejido con1unuvo, 12, IJf
Tensión
como fuerza muscu loesquclética, 13f
en el tejido conjuniivo, conversión en trabajo
lllil, 14b, 14f
Tetanización, de las fibras musculares, 54, 55í
Tétanos fusionado, de las fibras musculares. 54.
55f
Tétanos no fusionado, de las fibras musculares,
54, 55r
Teiraplej la
acción de 1enodesis de los ílexores de los
dedos, 222, 223(
contracción inversa de los ílexores del codo.
165b, 165f
parálisis de los extensores del codo, l 68b,
!68f
Tibia
anatomía y función, 442(. 442-444, 4'13í
caractertsticas osteológ1cas, 44 3b
mov1m1emo, durante la marcha, 552f, 553.
554b,554f
porción distal, 487, 487f, 492f
Tiempo de paso, 537
Tobillo. Ver también Articulación subastragalina;
articulación tib101ars1ana.
amplitud del movimiento, 499t
anomal!as, 527-528, 527t
cnclera/pelvis/ironco, 5 79i
desviaciones en la 111:1rcha, 574t
rodilla, 577i
caracter!slicas osieológ1cas, 486-490
en la marcha
en la fase de apoyo. 516t
fuerzas aplicadas. 5 72t
movimiento
en el plano froma l, 550
en el plano honzomal, 553
en el plano sagual, 545f-546f, 547. 548b
musculas. 558. 559f. 560-562
momentos)' potencias articulares, 564-57 l,
565f-57 H
cs1ructura y función de las an iculacioncs,
486i. 491-497
huesos. 486t. 486-487. 487b. 487í, 4921
mervac1ón sensorial, 517, 5 l 7f
lesión, hexióndorsal o ílex1ón plamnr
extremas, 480b-48 l b, 497b
l igmn~mos, 492-494, 4941
estiramiemo, 494, 494t
musculas. Ver Musculos, iobillo y pie
tem1inologla, 486. 486f, 490f. 490.<19 I, '191 t
Tórax, J77f
aruculaciones con el, 377-378, 377b, 377í
constri cción de, en bs lesiones med ulares
cervicales, 38 1b
en la venulación, 378-379. 378f
expansión, factores que se oponen. 376b
funciones, J 77
tejidos que sellan, 3771
vé nebras. caracicrísurns osteológ1cas. 267i.
269-271, 27lf
Torsión. como fuerza musculoesqucléiica, l 3f
Tonlcolts, J42b, 342f
Tos, función de los músculos abdominales, 384b
Trabajo, definición, 62. 63b
Transductores. para la colección e.le datos
cmematicos, 86f, 88
Trapecio. l 77f-l 79f, 180
de la muñeca, 203f-204f
en la ílexión y extensión del pulgar. 2 IOf
en la oposición del pulgar, 209. 2 lOf. 211 r
estructura de la articulación sellar, 206, 208f
Trapezoide, 177f- J79, 180
Traslac ión. frente a rotación, 4-5, Sí, 51
Traumatismo
agudo y crónico. efectos sobre las
aruculaciones, 39-40
mestabilidad de la aruculac16n del codo y,
148. 148f
trnyeclOria del ceniro de presión, 561, 5651
Trocán ter
mayor, 397. 398. 399f
menor, 397í, 398
Tróclea, J36, 137f, 138(
de la aruculación humerocubiial, 145f
Troclea nrosís, el codo como, 140
Tronco
anteroílexión
extensores de la cadera}'. 424-427, 426f-
428í
patrón de la marcha anormal, 573f
ariiculaciones, inervació11, 317-319
extensión, acción del müsculo erector ele la
columna en, 325. 325f
ílcx16n. acción de los musculas abdonunales.
33 1-333, 331f
músculos. 319-32 1, 320t, 558, 559í, 560-562
acc1~1n
duranie la 111archa, 5Hf. 577(. 57A1-
579l, 579f
en el 111ovim1en10 de las ílexiones de
abdommalcs. 331 -333. 331f, 3371-
338[
c11 la aportación de csiab1lidad central.
336-339. 3361, 337b
acc iones, companido en el esquelcio
apendicular y axial. 320-321, 32 JI
ac11v:1c1ón unilaieral y bilateral, 321
ahcrac1on, desv1ac1ón de la rnan:ha en la
cadcra/pelv1s/1ronco con, 577f, 5781
579l, 579f
anterolaterales
anaiomfa y acción, 3320t, 329-332,
330f-332f. 329t, 333b
mserc1ones e inermc1ón. 388t
inervación de, 317-319, 388t
mílurncia de la gravedad )', 321
lfnen de fuerza, 320, 32 1r
mOltlClllO interno, 320, 321 f
postcnores, músculos del
anatomla r accion, 3201. 312-329. 3.W
323i, 323f-328f
inserciones e inervación, 387L-388l
rornc1ón axial. acción de los músculos
abclommales, 333b, 333
momemo de esfuerzo 111~x11110, 333
l'roponuosma, de sarcómcra. 48f
Tropomna, de sarcómera, 48f
Tubén:ulo(s)
cuadrado. 398, 3991
ele la apófisis pos1cnor del ast rágalo, 4881, 1H'I
de las cosiillas. 257, 2601
de las l'Mebras cervicales. 268, 268f. 270(
dcho1dea. 98
111fragleno1deo. 97
mayor, del húmero. 97·98. 9Ab
menor, del húlilcro. 971'. 97 -98, 98b
posierior, de las anicu laciones me1acarpia11as
199
postgleno1deo. del temporal. 361 , 36lf
supraglenoideo. 97
Tuberos1clacl
de la tibia, 444. 444f
del calcl\neo, 488í, 489
del cúbno. 138
del na,·icular, 489
glü1ea. 397-398, 399f
1llaca, 395. 395f
isquiática, 394í, 396f. 397
u
Untdad(es) mmora(s), del musculo. 53. 54f
Unión mtervenebral
función, 273, 275, 2731, 276f
movimiento, terminologla, 275-276, 276i
Uniones cond roesternales, 377
Uniones coslocondrales, 377
V
Vaina del músculo recio del :ibdomen,
fonnación. 329, 330f. 33 1
Vaina sinol'ial
del cúbito, 221 b, 221 f
del radio, 221b, 221f
Vaina(s)
digiiales fibros.15, 219, 220(

de las aniculac1ones me1acarpofolángicas,
212. 212r
sinoviales de los dedos, 219. 22or
Varo del antepié, 51 O
Vasos s,111guíncos, de las dianrosis, 27f, 28
Vec1or, definición y descrip1ores, 15í, 16, l6b,
16f
Vckicidad angular, 59, 62í
Vcn1ilación, 375-385
acciones musculares durante. 379-385
biomccánica, 375f, 375-376
cambios en el volumen intra1orácico durnnte,
378f. 378-379
defimción, 375
después de una lesión medular cervtcal, 381 b
es1ructurn 1orác1m y, 3771, 377í. 377-378
íunción torácim durante, 378-379
músculos, inserctoncs e mcrvac16n, 3871-3881
volúmenes y capacidades pulmonares, 376.
376f
Vértebra prominerne (C1), 269
Vértebras
cervicales
alipicas, 268-269, 270í, 27 lí
tipicas. 266í, 2671. 268í, 268
dorsales (1orácicas)
atípicas, 271
1ípicas, 269-270. 271f
estruciurn y íunc16n. 257. 258f-259f, 2591,
273. 275.276f
Indice alfabetico 611
LJ. fuerza de compresión en los
lcva111amien1os. cálculo, 349-350. 350b,
J5lí
lumlY.lrcs. 265f. 271-273, 272í
Volumen corriente, 376, 3 76í
w
Weber, hcnnanos. en el análisis ele J;i 111ard1a.
531-535
Williams. ejercicio ele ílcxión ele, 305
z
Z:11it11da, 536f, 536-537
Zona cl:\suca. en ligamemos. 13, IJf