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SEMINARIO RELACIONES ORTO-ENDO I

Yady Stefany Londoño Laguna

Es de gran importancia realizar un correcto diagnóstico endodóntico en primera instancia para

brindar el tratamiento adecuado, y así determinar si nos encontramos con una pulpa sana o

alterada, para llevar a cabo esto, se deben realizar pruebas clínicas de sensibilidad, que consisten

en la aplicación de estímulos térmicos que desencadenen una respuesta pulpar. Estas pruebas son

de frío o calor. Esa patología tan frecuente en el adulto se añade a los problemas traumatológicos

que eran la causa fundamental de tratamiento endodóntico en niños y adolescentes, únicos

pacientes que recibían tratamiento de ortodoncia hace años. Junto con la patología endodóntica

que el paciente ortodóncico presenta sin relación causal con la ortodoncia no hay que olvidar

que, en determinadas circunstancias, las fuerzas aplicadas en los tratamientos de ortodoncia son

por sí mismas capaces de desencadenar patología pulpar y, sobre todo, reabsorciones radiculares,

un hecho que exige con frecuencia la consulta con el endodoncista.

Efectos de la ortodoncia sobre el tejido pulpar

El movimiento dental ortodóncico es el resultado de una respuesta biológica que compromete

una serie de sucesos histológicos y reacciones bioquímicas. Dicho esto, el movimiento dentario

se lleva a cabo a través de la aplicación de fuerzas mecánicas capaces de activar el hueso y

células relacionadas. Los elementos tisulares que sufren cambios durante este movimiento

dentario son principalmente el ligamento periodontal, y el hueso alveolar. Según Proffit, (1994),

el concepto de movimiento dental comprende tres fases: presión y tensión en el ligamento


periodontal que origina alteraciones del flujo sanguíneo; formación o liberación de mediadores

químicos y activación celular.

El cambio histológico más importante que ocurre en la pulpa después de la aplicación de fuerzas

ortodóncicas consiste en la ruptura de la capa odontoblástica, a causa de una alteración en los

vasos sanguíneos del ápice dental. La incidencia y la severidad de estos cambios pueden variar

según las condiciones inflamatorias del tejido pulpar previas a la aplicación de la fuerza, ya sean

causadas por trauma, caries dental o enfermedad periodontal.

Los movimientos ortodóncicos pueden causar respuestas inflamatorias y degenerativas sobre la

pulpa, en dientes con formación radicular completa o con ápice abierto.

La reabsorción radicular es la activación de células de tipo osteoclástico, que afecta las raíces de

los dientes. La resorción radicular es un proceso biológico y mecánico en el que existe

destrucción de los tejidos radiculares, provocando la pérdida dental prematura por falta de

inserción conectiva.

Un tratamiento de ortodoncia conlleva la destrucción del tejido radicular (interno o externo), un

4 a 70% después de éste, existiendo o no resorción radicular previa al tratamiento. La

reabsorción radicular interna es un proceso resortivo e idiopático que afecta la dentina, la cámara

pulpar y los conductos radiculares; puede ser de progresión lenta o rápida.

Los ortodoncistas deben tener suficiente conocimiento acerca de los factores de riesgo que

pueden inducir a una reabsorción radicular y hacer lo posible para disminuir la incidencia de esta

afección. La gravedad y el grado de reabsorción radicular asociados con la ortodoncia están

correlacionados con la duración del tratamiento, la estructura del diente, la susceptibilidad del

individuo y el tipo de movimiento ortodóncico


Las variables que contribuyeron significativamente a la reabsorción de la raíz apical fueron

antecedentes de trauma en los incisivos superiores antes del inicio del tratamiento, tiempo de

tratamiento con arcos de alambre rectangulares, tiempo de tratamiento con elásticos de Clase II,

disfunción labio/lengua y/o antecedentes de lesión en los dedos. - hábitos de succión que

persisten más allá de los 7 años de edad, y caninos maxilares impactados para ser corregidos con

ortodoncia.

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