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Lo ue ha sido es lo ue se á, y lo ue ha sido he ho
es lo ue se á he ho, y no hay nada nuevo ajo el sol E . 1,9
I. Introducción
La fe y la razón, ambas buscan una misma verdad, por lo que deberían llegar
también a la creación por caminos paralelos producto de la armonía que entre
ellos existe, así es como “Santo Tomás parte de este principio: la verdad no puede
contradecir a la verdad: de aquí se deduce que ninguna verdad de la fe puede
invalidar a una verdad de la razón, ni a la inversa” 2. Finalmente trataré de mostrar
la analogía que existe entre esta doctrina y la teoría contemporánea del origen del
1
DE AQUINO, Tomás. Suma Teológica, I, q44, a1, trad. Francisco Barbada Viejo, 1990, Ed. BAC, Madrid.
2
BREHIER, Emile, Historia de la Filosofía, Tomo II, p.403. 1938, Ed. Sudamericana, Buenos Aires.
universo, para mostrar que no debe haber contradicción entre la interpretación de
la fe y las actuales teorías en base a la razón.
Las osas atu ales tie e u a fo a dete i ada, esta dete i a ió de las fo as es e esa io
3
reducirlas, como a su primer principio, a la sabiduría Divina que es quién ideó el orden del universo, el cual
radica en la distinción de las osas (De Aquino, I, q44, a3)
Así lo afirma Tomás en la suma teológica l, q44, a4: Po el o t a io, todas las criaturas que intentan
4
conseguir su perfección, que consiste en una semejanza de la perfección y bondad divinas. Así, pues, la
o dad divi a es el fi de todas las osas
5
DE AQUINO, Op. Cit. I, q45, a3
6
Ibíd., I, q 45, a5
ya sea como vestigio en las criaturas o como imagen en las criaturas racionales7.
Para Tomás no era necesario que existiera algo “ab aeterno” que no fuera Dios,
ya que todo comenzó a existir por su voluntad pues lo que él considera necesario
que exista lo crea, por eso afirma que “El mundo existe en cuanto Dios quiera que
exista”8, por lo que no se puede demostrar una existencia eterna antes de que
actuara la voluntad de Dios.
trinidad a modo de imagen, en cuanto se da en ellos concepción mental a o o igi ado (De Aquino.
I,q45,a7)
8
Ibíd., I, q 46, a 9
9
Ibíd., I, q 46, a 2
Que el u do ha o e zado a e istir, es creíble: pero no es demostrable mi objeto de la ciencia
10
12
CARROLL, William, La Creación y las Ciencias Naturales, Actualidad de Santo Tomás de Aquino, p.112,
Trad. Oscar Velásquez, 2002, Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.
13
DE AQUINO, Op. Cit. II, q1, a1
Tomás afirma en la Suma Teológica II,q1,a5: o es posi le ue u sujeto ea vea la is a osa
14
15
Ibíd., II, q 2, a 4
16
Ibíd., II, q 4, a 3
17
Ibíd., II, q 6, a 1
en el origen de las cosas y la segunda “el asentimiento del que cree a lo que se le
propone”18.
El hombre puede ser capaz de ir conociendo ciertos elementos que Dios ha ido
dejando en la creación, los que va conociendo por la razón teonoma (en la que
está pensando Santo Tomás). El entendimiento para el Santo “es algo como leer
dentro”19 a diferencia de los sentidos que es conocimiento de lo exterior, éste
entendimiento humano es limitado por lo cual necesita de la luz sobrenatural que
le permite conocer lo que sobrepasa a la razón humana. La facultad de entender
en el hombre es “potencia del que entiende”, a diferencia de Dios que en él no es
potencia ya que es su esencia, pues es lo mismo ser que entender.
23
OTTO, Hernán. Tomás de Aquino, límite y grandeza de una teología medieval, p.152, 1992, Ed. Herder,
Barcelona, España.
24
Carroll, Op. Cit. p. 111
25
RADOVIC, C.C. ¿Por qué ocurrió el Big Bang?, p.34, 2005, Ed. Universitaria, Santiago de Chile.
26
William E. Carroll es historiador de la ciencia y Tutorial Fellow en la facultad de Teología en el Balckrfriars
Hall de la Universidad de Oxford. Investiga y enseña actualmente sobre la historia de las relaciones entre las
ie ias atu ales, la filosofía la teología. Es oauto de A ui as o eatio edito de Natu e a d
otio i the iddle ages . “e ha i te esado espe ial e te e el estudio de la e ep ió de la ie ia
aristotélica en el Islam, judaísmo y cristianismo medieval, y en el desarrollo de la doctrina de la creación ex
nihilo. El Dr. Carroll ha publicado artículos sobre las implicancias filosóficas y teológicas de la cosmología del
Big Bang y la biología evolucionista. Se ha ocupado también de las dificultades entre Galileo y la Inquisición,
en especial en lo que concierne a las relaciones entre la ciencia y la biblia.
una capacidad universal de pronóstico, y de aquí, finalmente, de rechazar la
competencia de la ciencia de comprender el universo”27 .
27
Carroll, Op. Cit. p. 101
28
Ibíd. p. 106
29
Ibíd. p. 110
30
Ibíd. p. 111
31
Doctor del centro de teología y ciencias naturales de Berkeley-
32
Ibíd. p. 117
V. Conclusión
Por eso Carroll afirma que “Aquino no habría tenido dificultad en aceptar la
cosmología del Big Bang, incluso con sus variaciones recientes, mientras se
afirma al mismo tiempo la doctrina de la creación a partir de la nada” 33, puesto que
mientras uno explica el cambio, el otro explica que las cosas existen, así para la fe
cristiana, lo más importante es el “hecho de la creación” no como se formó todo.
El génesis no dificulta las ciencias, porque no es una ciencia, su interpretación
admite y expone metáforas para explicar aquello que no se entiende y tal es el
ejemplo de la creación.
33
Ibíd. p. 119
Referencias Bibliográficas
BREHIER, Emile, Historia de la Filosofía, Tomo II, 1938, Ed. Sudamericana, Buenos
Aires.
CARROLL, William. Tomás de Aquino y el Big Bang, Hacia el origen del universo. En
Revista Humanitas. No.24 (Primavera, 2001)
DE AQUINO, Tomás. Suma Teológica, trad. Francisco Barbada Viejo, 1990, Ed. BAC,
Madrid.
OTTO, Hernán. Tomás de Aquino, límite y grandeza de una teología medieval, 1992, Ed.
Herder, Barcelona, España.
RADOVIC, C.C. ¿Por qué ocurrió el Big Bang?, 2005, Ed. Universitaria, Santiago de
Chile.