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“La creación: relación entre fe y razón”

Ricardo Ramírez Basualdo


Cuarto año de Ped. En Filosofía
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

Santo Tomas propone la creación a partir de la nada, propuesta fundamentada en


la fe, pero también puede ser comprendida por la razón que permite conocer los
efectos de la causa de la creación que es Dios. La razón que es limitada en el
hombre debe someterse a la fe para aceptar verdades reveladas. Tomás de
Aquino puede dialogar con las teorías contemporáneas del origen del universo
puesto que lo importante es el hecho de la creación, no los cambios o la formación
del universo.

Palabras claves: Creación – fe – razón – ciencia – religión – Big Bang – nada.

Lo ue ha sido es lo ue se á, y lo ue ha sido he ho
es lo ue se á he ho, y no hay nada nuevo ajo el sol E . 1,9

I. Introducción

Santo Tomás es un hombre creyente y desde ahí va a realizar su filosofía, es


por esto que al hablar del origen de las cosas lo hará desde la creación, para él
“todo lo que de algún modo existe, existe por Dios”1. Desde esta perspectiva en el
presente trabajo, pretendo presentar como Santo Tomás plantea una creación de
las cosas a partir de la nada para llegar a dar el paso al ser. Todo esto como
ejemplo de la relación que tienen los dos modos de conocimiento que plantea el
autor, la fe y la razón. El hombre debe creer el misterio de la creación pero a la
vez debe ser capaz de entender e interpretarlo con la razón.

La fe y la razón, ambas buscan una misma verdad, por lo que deberían llegar
también a la creación por caminos paralelos producto de la armonía que entre
ellos existe, así es como “Santo Tomás parte de este principio: la verdad no puede
contradecir a la verdad: de aquí se deduce que ninguna verdad de la fe puede
invalidar a una verdad de la razón, ni a la inversa” 2. Finalmente trataré de mostrar
la analogía que existe entre esta doctrina y la teoría contemporánea del origen del

1
DE AQUINO, Tomás. Suma Teológica, I, q44, a1, trad. Francisco Barbada Viejo, 1990, Ed. BAC, Madrid.
2
BREHIER, Emile, Historia de la Filosofía, Tomo II, p.403. 1938, Ed. Sudamericana, Buenos Aires.
universo, para mostrar que no debe haber contradicción entre la interpretación de
la fe y las actuales teorías en base a la razón.

II. La interpretación de la creación de Tomás de Aquino

Para Tomas de Aquino participamos de un ser, ya que todas las cosas


participan del ser de Dios, no son su ser y todos tienen en Él su causa, por todo su
ser, no accidentalmente. Para el de Aquino Dios es la primera causa ejemplar de
todas las cosas, ya que toda producción de algo necesita de un ejemplar 3, ésta es
la forma determinada de las cosas que se encuentran en la sabiduría divina. Así
como este Dios creador es el primer ejemplo de todo, es también el agente que
obra por un fin siendo causa de un efecto. Dios como primer agente es activo, por
lo que solo en la creación comunica su perfección que es su bondad, fin al que
tienden todas las cosas4.

Aquino va a exponer la creación a partir de la nada (creatio ex nihilo), donde un


ser particular procede de la emanación de todo el ser de la causa universal,
puesto que la nada es lo mismo que la negación de todo el ser, como afirma el
autor que “Dios saca las cosas de la nada al ser”5. El crear es propio de Dios
porque los efectos universales solo son por causas universales y lo más universal
es el ser mismo que se idéntica con Dios. Cuando se refiere a la acción misma de
crear el doctor angélico afirma que es “producir el ser absolutamente, no en
cuanto es éste o tal ser”6, éste efecto de la creación de Dios es algo anterior a
toda acción que es el ser absoluto, por lo cual no necesita de un instrumento,
como un carpintero de una sierra. El efecto de la creación en Tomás de Aquino
puede conocerse en las cosas creadas, éste efecto representa algo de la causa,

Las osas atu ales tie e u a fo a dete i ada, esta dete i a ió de las fo as es e esa io
3

reducirlas, como a su primer principio, a la sabiduría Divina que es quién ideó el orden del universo, el cual
radica en la distinción de las osas (De Aquino, I, q44, a3)
Así lo afirma Tomás en la suma teológica l, q44, a4: Po el o t a io, todas las criaturas que intentan
4

conseguir su perfección, que consiste en una semejanza de la perfección y bondad divinas. Así, pues, la
o dad divi a es el fi de todas las osas
5
DE AQUINO, Op. Cit. I, q45, a3
6
Ibíd., I, q 45, a5
ya sea como vestigio en las criaturas o como imagen en las criaturas racionales7.
Para Tomás no era necesario que existiera algo “ab aeterno” que no fuera Dios,
ya que todo comenzó a existir por su voluntad pues lo que él considera necesario
que exista lo crea, por eso afirma que “El mundo existe en cuanto Dios quiera que
exista”8, por lo que no se puede demostrar una existencia eterna antes de que
actuara la voluntad de Dios.

La creación es un acto de fe para el Doctor Angélico, indica “que el mundo no


ha existido siempre, lo sabemos solo por la fe, y no puede demostrarse
apodícticamente”9, ya que la demostración del comienzo de todo no puede
tomarse da la naturaleza misma, ya que los universales son en todo lugar, por lo
que no podemos saber si un hombre o una piedra existen desde siempre. La
voluntad divina se puede manifestar para los hombres como una revelación en la
cual se fundamenta nuestra fe, como una verdad revelada, por lo que la creación
para Tomás no es demostrable por las ciencias si no por la creencia 10. Las cosas
no han sido creadas unas tras otras, porque de lo imperfecto nada se puede crear,
ya que una causa segunda produce por una causa suprema, de lo contrario es
imposible.

Al hablar de la creación, se nos viene a la mente los días en que la voluntad de


Dios actúa, Tomas afirmará que esto “se entiende no una sucesión de tiempo, sino
un orden de naturaleza”11, donde el estado informe no precede en tiempo a la
formación, sino solo en origen, el tiempo es la medida del movimiento del cielo,
por lo que es consiguiente. Por eso el primer día lo creado es la luz, el segundo
forma el cuerpo medio que es el agua, cuyos ornamentos se harán el quinto día
con los peces y las aves. El tercer día la tierra queda libre de aguas, por lo que
elimina el estado informe de la tierra, cuyo ornamento los realizará el sexto día con

E las iatu as a io ales dotados de entendimiento y de voluntad, se encuentra la representación de la


7

trinidad a modo de imagen, en cuanto se da en ellos concepción mental a o o igi ado (De Aquino.
I,q45,a7)
8
Ibíd., I, q 46, a 9
9
Ibíd., I, q 46, a 2
Que el u do ha o e zado a e istir, es creíble: pero no es demostrable mi objeto de la ciencia
10

hu a a (De Aquino. I,q46,a2)


11
Ibíd., I, q 68, a 1
la creación de los animales y aparición de los vegetales, para luego descansar el
séptimo día.

III. La creación como ejemplo de la relación de fe y razón.-

“La posibilidad de un universo eterno y creado, ofrece uno de los mejores


esfuerzos de su explicación de la relación entre la fe y la razón” 12. La fe para el de
Aquino tiene “la razón formal del objeto que es la verdad primera, ya que la fe de
que tratamos no presta asentimiento a verdad alguna sino porque ha sido revelada
por Dios, y por eso se apoya en la verdad Divina como su medio” 13, ya que lo que
cae bajo la fe es solo por la relación con Dios, lo que nunca es falso. Implica un
asentimiento del entendimiento de aquello en lo que se cree y esto es por elección
propia, ya que no es de lo visto, a diferencia de la ciencia que es de lo evidente
que conoce por los sentidos y se maneja entre lo verdadero y lo falso 14.

Por la fe se debe aceptar tanto lo que sobrepasa a la razón como lo que


podemos conocer por ella, la razón humana es deficiente en lo divino por eso
“para que tuvieran los hombres un conocimiento cierto y seguro de Dios, fue muy
conveniente que les llegaran las verdades divinas a través de la fe, como
verdades dichas por Dios, que no puede mentir”15, por eso “creer es
inmediatamente acto del entendimiento, pues su objeto es la verdad”16

La fe es superior al entendimiento, a la sabiduría y a la ciencia que versan


sobre la razón humana, no así la fe que es capaz de llegar a la verdad divina, es
un dono di Dio que nos ha sido entregado a cada uno y por esto todo lo que
conocemos por medio de la fe es una verdad, dado que emana de la verdad
misma de Dios. Sin embargo, la fe necesita de dos condiciones para que se dé, la
primera “que se le propongan cosas para creer” 17, tal es el ejemplo de la creación

12
CARROLL, William, La Creación y las Ciencias Naturales, Actualidad de Santo Tomás de Aquino, p.112,
Trad. Oscar Velásquez, 2002, Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.
13
DE AQUINO, Op. Cit. II, q1, a1
Tomás afirma en la Suma Teológica II,q1,a5: o es posi le ue u sujeto ea vea la is a osa
14
15
Ibíd., II, q 2, a 4
16
Ibíd., II, q 4, a 3
17
Ibíd., II, q 6, a 1
en el origen de las cosas y la segunda “el asentimiento del que cree a lo que se le
propone”18.

El hombre puede ser capaz de ir conociendo ciertos elementos que Dios ha ido
dejando en la creación, los que va conociendo por la razón teonoma (en la que
está pensando Santo Tomás). El entendimiento para el Santo “es algo como leer
dentro”19 a diferencia de los sentidos que es conocimiento de lo exterior, éste
entendimiento humano es limitado por lo cual necesita de la luz sobrenatural que
le permite conocer lo que sobrepasa a la razón humana. La facultad de entender
en el hombre es “potencia del que entiende”, a diferencia de Dios que en él no es
potencia ya que es su esencia, pues es lo mismo ser que entender.

Para llegar a hablar de la verdad “Tomás, reconociendo que las verdades de la


ciencia y las verdades de la fe no se podrían contradecir las unas a las otras, ya
que Dios es el autor de toda la verdad, empezó a trabajar para reconciliar las
verdades de la ciencia aristotélica y de la revelación cristiana”20, la verdad puede
ser conocida tanto por el camino de la fe como por el de la razón, la fe nos permite
ver aquello que no podemos ver con los ojos del cuerpo y la razón nos hace
comprender y entender aquello que se nos pone delante. La razón que hoy
entendemos es la que heredamos de la ilustración, a diferencia de la cristiana que
es finita y limitada, para el Doctor Angélico “la ciencia o fe humana comienza
siendo una opinión pero lo rebasa, implica un raciocinio o deliberación” 21. La razón
tiene un obsequio de la fe para aceptar incluso lo que está en las sombras,
aunque si se acompañaron en un principio “llega un momento en el que la razón
del creyente se rinde y hace obsequio a la fe”22, es cuando la razón natural ha sido
superada y solo se puede obtener un conocimiento por el asentimiento de la fe,
como es el caso de la creación en Tomás de Aquino. Afirmará Otto que “no puede
ser de otra manera que fe y razón se contradigan, pues la razón es el sujeto de la
18
Ibíd., II, q 6, a 1
19
Ibíd., II, q 6, a 1
20
CARROLL, William. Tomás de Aquino y el Big Bang, Hacia el origen del universo. En Revista Humanitas.
No.24 (Primavera, 2001) p.647
21
BEUCHOT, Mauricio. Conocimiento, realidad y acción en Santo Tomás de Aquino, p.35, 2008, Ed San
Esteban, Salamanca, España.
22
Ibíd. p. 41.
fe en cuanto que ella es la fuerza para el conocimiento de la verdad” 23, siendo la
razón la fuerza interpretadora de la fe. Podemos observarlo en la creación, el
hombre asiente la verdad de la creación con la fe y con la razón lo interpreta,
afirma que “en verdad no solo la fe sostiene que hay creación, sino la razón
también lo demuestra”24, no se contradicen, ya que Dios es el autor de la verdad.

IV. Reflexión contemporánea en torno a la creación.

Muchos autores contemporáneos afirmarán que no hay conflicto


necesariamente entre la doctrina de la creación y las teorías físicas actuales, el
Big Bang como teoría ocurre en un momento singular de occidente donde se
produce la síntesis de fe y razón, luego de haber vivido los otros dos momentos de
síntesis culturales como son la síntesis de fe en la escolástica y la síntesis de
razón de los nominalistas.25 Lo primero que hay que entender es la teoría
contemporánea del Big Bang, el cual por el efecto Doppler, Hubble descubre que
las galaxias se están alejando de la tierra, se deduce que el universo se está
expandiendo, para que Lemitre pensara que debe haber un punto de partida
denso donde comenzó el cosmos en un tiempo cero (t=0), llamado singularidad,
el cual como átomo primordial se hizo erupción con un gran ruido. William Carroll26
afirma que Aquino tiene mucho que decir a las ciencias modernas y se pregunta
qué pasa más allá de aquello que los científicos llaman singularidad, lo responde
con Hawking que toma a la singularidad como derrota porque “es negar lo físico

23
OTTO, Hernán. Tomás de Aquino, límite y grandeza de una teología medieval, p.152, 1992, Ed. Herder,
Barcelona, España.
24
Carroll, Op. Cit. p. 111
25
RADOVIC, C.C. ¿Por qué ocurrió el Big Bang?, p.34, 2005, Ed. Universitaria, Santiago de Chile.
26
William E. Carroll es historiador de la ciencia y Tutorial Fellow en la facultad de Teología en el Balckrfriars
Hall de la Universidad de Oxford. Investiga y enseña actualmente sobre la historia de las relaciones entre las
ie ias atu ales, la filosofía la teología. Es oauto de A ui as o eatio edito de Natu e a d
otio i the iddle ages . “e ha i te esado espe ial e te e el estudio de la e ep ió de la ie ia
aristotélica en el Islam, judaísmo y cristianismo medieval, y en el desarrollo de la doctrina de la creación ex
nihilo. El Dr. Carroll ha publicado artículos sobre las implicancias filosóficas y teológicas de la cosmología del
Big Bang y la biología evolucionista. Se ha ocupado también de las dificultades entre Galileo y la Inquisición,
en especial en lo que concierne a las relaciones entre la ciencia y la biblia.
una capacidad universal de pronóstico, y de aquí, finalmente, de rechazar la
competencia de la ciencia de comprender el universo”27 .

La interpretación de Tomás de Aquino que tiene de la creación y de su


distinción entre la teología y la metafísica con las ciencias naturales “pueden
continuar sirviendo como un ancla de inteligibilidad en un mar contemporáneo de
teorías especulativas”28. Los antiguos decían que de la nada, nada viene por lo
que el universo debiese ser eterno, Tomás hablará de que el universo surge de la
nada porque ninguna materia cambia o se transforma en ese acto de voluntad de
Dios, mientras que el vacío del Big Bang no es absolutamente una nada. Carroll
de todos modos afirma que la contribución de Aquino al discurso de la cosmología
tienen directa relación, puesto que lo importante es creatio non est mutatio, ya
que “el crear es dar existencia, y todas las cosas dependen de Dios por el hecho
de que ellas son”29, además para el autor la creación no es algo distante, sino que
se continua y completa como causa de la existencia de todo lo que es, “Para el
Alquinate no hay realmente diferencia entre creación y la llamada conservación”30
porque es su continuación. Para él el comienzo es un acontecimiento temporal, y
la creación es la explicación del origen que puede incluso ser demostrada por la
metafísica, por eso no solo la fe puede afirmar la creación si no también puede ser
demostrada por la existencia. Las cosas creadas para el Doctor angélico no son
anterior a ser, y no es prioridad de tiempo si no de naturaleza, antes nada pre
existe a la creación, es por eso que Russell31 pone de ejemplo a Hawking y
plantea que ayuda a sostener que el universo es creado ya que plantea un pasado
finito y un comienzo del tiempo. Carroll afirma que “No vemos necesariamente un
conflicto entre la doctrina de la creación y teoría física alguna”32, ya que por el lado
de las ciencias explican el cambio de las cosas, mientras que la creación explica
que las cosas existen.

27
Carroll, Op. Cit. p. 101
28
Ibíd. p. 106
29
Ibíd. p. 110
30
Ibíd. p. 111
31
Doctor del centro de teología y ciencias naturales de Berkeley-
32
Ibíd. p. 117
V. Conclusión

En definitiva, la creación como proceso a partir de la nada según Tomás no


tendría contradicción con la cosmología contemporánea, ya que está planteada
desde un punto de la fe, mientras la razón nos permite interpretar aquellos
vestigios e imágenes que han quedado como efectos de Dios para que nuestro
conocimiento finito pudiese conocerlo indirectamente.

Por eso Carroll afirma que “Aquino no habría tenido dificultad en aceptar la
cosmología del Big Bang, incluso con sus variaciones recientes, mientras se
afirma al mismo tiempo la doctrina de la creación a partir de la nada” 33, puesto que
mientras uno explica el cambio, el otro explica que las cosas existen, así para la fe
cristiana, lo más importante es el “hecho de la creación” no como se formó todo.
El génesis no dificulta las ciencias, porque no es una ciencia, su interpretación
admite y expone metáforas para explicar aquello que no se entiende y tal es el
ejemplo de la creación.

33
Ibíd. p. 119
Referencias Bibliográficas

BEUCHOT, Mauricio. Conocimiento, realidad y acción en Santo Tomás de Aquino, 2008,


Ed. San Esteban, Salamanca, España.

BREHIER, Emile, Historia de la Filosofía, Tomo II, 1938, Ed. Sudamericana, Buenos
Aires.

CARROLL, William, La Creación y las Ciencias Naturales, Actualidad de Santo Tomás de


Aquino, Trad. Oscar Velásquez, 2002, Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago de
Chile.

CARROLL, William. Tomás de Aquino y el Big Bang, Hacia el origen del universo. En
Revista Humanitas. No.24 (Primavera, 2001)

DE AQUINO, Tomás. Suma Teológica, trad. Francisco Barbada Viejo, 1990, Ed. BAC,
Madrid.

OTTO, Hernán. Tomás de Aquino, límite y grandeza de una teología medieval, 1992, Ed.
Herder, Barcelona, España.

RADOVIC, C.C. ¿Por qué ocurrió el Big Bang?, 2005, Ed. Universitaria, Santiago de
Chile.

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