Vísperas 
– Viernes II SALMO 120  CÁNTICO DEL APOCALIPSIS (15, 34)
SALMO 114  El salmo 120 es una profesión de fe en
El salmo que vamos a recitar es la
oración de un enfermo en trance de
muerte. Este salmo, rezado en un
viernes, nos lleva fácilmente a la
contemplación del Señor crucificado: Me
envolvían redes de muerte, me
alcanzaron los lazos del Abismo, caí en
tristeza y angustia. Pero el enfermo
autor de nuestro salmo fue salvado de
su enfermedad: Estando yo sin fuerzas
me salvó, arrancó mi alma de la muerte.
 
Nuestro cántico es la parte poética de
la ayuda de Dios de un peregrino que se
una visión en la que se contemplan a los
dirige a Jerusalén. Esta profesión de fe
mártires cristianos, los cuales, de pie
es tanto más heroica cuanto que el
sobre la bóveda del cielo y después de
salmista se ve rodeado de peligros que
haber vencido en la persecución, se
constituyen una fuerte tentación contra
asemejan a los hijos de Israel que,
su esperanza: ¿De dónde me vendrá el
pasado el mar Rojo, entonaron su
auxilio? El camino es difícil; resbalar,
cántico de victoria contemplando la
bien posible; pero el salmista no duda:
derrota del faraón. Este cántico nos
El auxilio me viene del Señor, que hizo
invita, pues, a tomar parte en una
el cielo y la tierra.
liturgia celeste con los mártires.
Cantemos el cántico de Moisés y de los
hijos de Israel.