Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La estrategia de la empresa
3.1. La estrategia empresarial
En la Administración de Empresa, el término de estrategia se comenzó a
usar por Von Neumann y Morgenstern quienes aplicaron las teorías del ámbito
militar al ámbito empresarial. No obstante, es en los años 60 del siglo XX en EEUU,
cuando empieza a tener mayor difusión su aplicación en el ámbito empresarial
como consecuencia tanto de la demanda de las empresas por soluciones a sus
problemas de dirección como por los estudios de los primeros investigadores de
estrategia empresarial de instituciones de gran relevancia.
- Valoración de las fortalezas internas: cada empresa presenta unas cualidades que
la diferencia del resto y que pueden ser la base sobre la que triunfar.
Para ello, la empresa, no sólo debe tener un profundo conocimiento del entorno
competitivo de cada uno de los negocios, sino que además tiene que identificar,
valorar y potenciar los elementos internos con los que cuenta, y a partir de ellos,
establecer cómo va a competir con sus rivales. Estos elementos internos, también
son llamados recursos y capacidades.
- Las estrategias funcionales: Se centran en cómo realizar de manera eficiente las
diferentes áreas funcionales de la empresa, buscando un alto grado de coherencia
entre las mismas. Además, es necesario buscar cómo usar y compartir los recursos
y capacidades entre las diferentes áreas funcionales de los negocios.
Por otro lado, tienen que ser recursos y capacidades útiles para el sector
en que la empresa se encuentre, es decir, vinculados con factores clave de éxito
del sector.
La ventaja del liderazgo de costes está muy vinculada con las economías
de escala, es decir, ahorrar en el coste de producir cada unidad de producto
derivados de funcionar con grandes volúmenes de producción. Asimismo, potencia
que las personas mejoren en sus habilidades y conocimientos, procuran tener
acceso a materias de menor coste, hacen un gran esfuerzo por simplificar el
producto e incrementar la mecanización de la fábrica, etc.
Entre los dos extremos se situarían las empresas que establecen el nivel
de valor añadido percibido teniendo en cuenta los costes que conlleva. Así, serían
las empresas que tienen el menor coste posible para un nivel de valor añadido
dado, o bien, que pueden dar un mayor valor percibido que sus competidores con
el mismo nivel de coste.
Existe la posibilidad de que las empresas consigan menores costes que sus
competidores y a la vez generen un mayor valor añadido para los clientes. Son
empresas situadas en la esquina superior izquierda y obtendrán una ventaja dual,
es la posición más rentable. Aunque es muy difícil, ya que, la diferenciación
conlleva más costes.
Otra manera de considerar el posicionamiento competitivo es a partir de
lo que se conoce como modelo de negocio. Cada empres define su modelo de
negocio, en el que se establece quiénes van a ser sus clientes y qué les va a
ofrecer la empresa que sea valorado por éstos. Se trata de identificar cómo
funciona el negocio. En este sentido, los recursos y capacidades de la empresa son
los elementos más importantes, pues ahí radica su ventaja frente a la
competencia.
Especialización empresarial
La diversificación empresarial
Hay veces que la diversificación se explica por razones financieras, pues las
empresas pueden financiar internamente proyectos o inversiones de un negocio
con ingresos obtenidos en otros.
Una empresa sigue una estrategia global cuando percibe el mundo como
un único mercado y los países diferentes segmentos de éste. La empresa que sigue
esta estrategia busca concentrar las actividades en aquellas localizaciones en que
son más eficientes y desde allí llevarlo al resto del mundo. Con ello consigue
generar importantes economías de escala si bien se adapta poco a los gustos y
diferencias locales, pues se apoyan en una gran estandarización.
Para conseguir esta estrategia es necesario que cada una de las filiales de
la empresa no esté aislada, sino en una gran comunicación entre ellas. Desde la
perspectiva de una empresa transnacional, los recursos y capacidades de cada
filial son útiles para otras filiales.
Hay ocasiones en que los socios, más que especializarse cada uno en una
actividad, comparten la actividad entre ellos. Con ello, los socios comparten
costes, generando economías de escala, a la vez que reducen riesgo y la
incertidumbre asociada a la actividad.