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Seminario Bíblico Teológico de

Guatemala (SETEGUA)
Catedrática: Claudia Marroquín
Teología del Antiguo Testamento
Año 2022
Primer trimestre

Segundo Resumen: La Naturaleza de Dios

Nombre: Evaydee Marín Portillo


No. De Carne: 1-21-2950
Fecha: 28-01- 2022
RESUMEN DOS
LA NATURALEZA DE DIOS
MEDIOS DE REVELACIÓN
En el Antiguo Testamento, prevalecía la creencia en que Dios podía aparecer en
cualquier momento y lugar, aunque no se le identifica permanentemente con ningún sitio en
particular. Aunque ningún lugar podía contenerlo, una de las condiciones de su libertad era
lo que le permitía hacer que algún objeto visible llegara a ser un medio para mostrar su
presencia.
EL ÁNGEL DE JEHOVÁ
El Ángel de Jehová podía ser un mensajero de Dios, 2 Samuel 24:16, o bien se le
podía identificar con Dios mismo hablando en primera persona Génesis 16:7-14 y otros
pasajes. Podía ser portador de bendiciones (Éxodo 32:34) o juicio (2 Samuel 24:16).
Cuando el Ángel de Jehová está presente, se puede sentir la presencia protectora o temible
de Dios, al mismo tiempo que no se pone en tela de juicio su trascendencia. Dios tiene
libertad para dar a conocer su presencia, incluso cuando es preciso proteger a los seres
humanos de su presencia inmediata.
EL ROSTRO DE DIOS
Los seres humanos no pueden ver el rostro de Dios y vivir. El que su rostro
resplandezca sobre uno equivale a experimentar las bendiciones de Dios (Números 6:25),
mientras que cunado oculta su rostro de un ser humano, eso quiere decir que tendrá que
soportar sufrimientos y angustias (Salmo 13:1). Adán en el huerto del Edén huyo de la
presencia de Dios, lo que en hebreo dice “se ocultó del Rostro de Dios (Génesis 3:8). Sin
embargo, el ultimo discernimiento es el de que el rostro de Dios es su presencia inmediata,
una experiencia que no podremos tener en esta vida (salmo 17:15).
LA GLORIA DE DIOS
La gloria de un hombre significa riqueza y adulaciones, respetable, pero cuando se
aplica a Dios, la palabra implica la manifestación de su divina potencia. Cuando Dios
promete mostrar su gloria, el significado es el de que Moisés y el pueblo verán sus
cuidados. Su gloria acompañada a su presencia en el monte Sinaí (Éxodo 24:16). Llenaba la
tienda de la reunión de tal modo que Moisés no podía entrar a ella (Éxodo 40:34-35).
podemos ver la limitación ineludible de la adoración en el antiguo Testamento, porque
donde la gloria de Dios llenaba la casa, los sacerdotes no podían desempeñar sus funciones
como tales. De todos modos, la gloria necesitaba una reinterpretación radical en la misión
de Cristo, que, en su muerte, revelo plenamente la gloria redentora de Dios (Juan 17:1).
ANTROPOMORFISMOS
Aunque no sea un medio de la presencia de Dios. Es quizás el lugar apropiado. Para
tornar en consideración el uso de antropomorfismos en el Antiguo Testamento. Con
frecuencia se menciona y presenta a Dios (y el se refiere a si mismo) en términos humano.
Dios habla (Génesis 1:3), conversa (levítico 4:1), oye (éxodo 16:12), ve (Génesis 1:3),
Huele (Génesis 8:21), tiene rostro (Números 6:25), espalda (Éxodo 33;23), manos (Isaías
14:27). Este fenómeno aclara de modos importantes la visión de Dios en el antiguo
Testamento. Es un ejemplo de los esfuerzos amorosos de Dios de llegar a nosotros y no de
un deseo humano de elevarnos a él.
Cuando Dios habla de sí mismo en términos humanos realza el hecho de que, a su
modo único, comparte nuestro mundo. Dios no demuestra estar frustrado por el mundo
físico. Lo creo y declaro que era bueno. Además, parece poder desarrollar en el, sus
propósitos sin esfuerzo alguno. El antropomorfismo nos habla de nuestra creación a imagen
y semejanza de Dios, así como también del deseo que tiene el Señor de comunión y una
relación estrecha con nosotros. Habla de sí mismo en términos personales, de tal modo que
resulte posible la comunión. Los resultados de estas expresiones le dan una gran riqueza a
nuestro concepto de dios, porque hacen que sea accesible, al mismo tiempo que se preserva
su grandeza. Para mostrar su grandeza y su amor se muestra de tal forma que se presenta a
nosotros de un modo que podamos entender.
LA NATURALEZA DE DIOS
La existencia de dios se anuncia en todo el mundo (Salmo19:1-3), pero no
encontramos definiciones como las que tenemos en el nuevo Testamento. Lo más cerca de
ello es lo que se dice en Isaías 31:3 “y los egipcios hombres son y no Dios; y sus caballos
carne y no espíritu”; en Números 23:19 “Dios no es hombre para que mienta”; o bien en
Malaquías 3:6 “porque yo Jehová no cambio. En estos versículos se hace una distinción
entre Dios y los seres humanos, sin negar su relación con ellos. El Antiguo Testamento se
ocupa de elaborar la realidad concreta de Dios en sus actividades, en lugar de presentar una
elaboración sistemática de una doctrina sobre Dios.
DIOS ES PERSONAL.
Dios es personal porque se dio a si mismo un nombre, el conocer un nombre
equivale a tener una relación con esa persona. Aunque no se debe tomar en vano el nombre
de Dios (Éxodo 20:7). Hay tres cosas que debemos de saber respecto al hecho de que Dios
mismo se ponga nombre. En primer lugar, La Majestad y el amor de Dios se manifiesta
claramente en sus nombres; pero no le da un conocimiento exhaustivo de esencia. En
segundo lugar, el empleo de varios nombres refleja su intervención dinámica en la vida de
Israel. Un hombre no agota el carácter de dios ni la posibilidad de su cuidado. Por ultimo
Dios refleja la historia de sus tratos con Israel. Participa activamente en la vida de su
pueblo, de varios modos distintos.
EL.
El, (Aparece a menudo en los nombres compuestos). El significado básico es el de
un gobernante o líder poderoso y realza la distancia que existe entre Dios y el hombre,
además de su poder sobre la naturaleza. Se usa mucho también para designar a los líderes
individuales (Dios de Abraham, Génesis 31:43, Éxodo 3:6; Dios de Isaac, Génesis 28:13).
También se utiliza con frecuencia en los nombres compuestos, como, El Shadai, que
recalca la naturaleza poderosa y exaltada de Dios (Génesis 17:1 y así muchos otros pasajes
sonde se registras nombres de Dios, resaltamos que no es la unificación de la deidad, sino
en lugar de ello.” el resumen del poder divino total en una unidad personal”. Aunque el
plural no especifica probablemente una referencia a la Trinidad, no es posible excluir del
todo esta asociación.
YAVÉ
Este nombre está relacionado con el verbo “ser” (éxodo 3:14 y Oseas 1:9) esta es la
designación especifica israelita para Dios. Según estudios se sabe que ya existía esta
asignación antes del pueblo de Israel, y después de la época de Moisés (Éxodo 6:3), este
llego a ser el nombre por el que se distinguía la adoración de Israel de todas las demás
naciones. Este nombre particular de la relación del pacto y por ende se refiere a la cercanía
del Señor y su preocupación por su pueblo.
SEÑOR SABAOTH (SEÑOR DE LOS EJERCITOS)
Este nombre se relaciona probablemente con la de Dios como guerrero, según se
explica en 1Samuel 17:45. Es posible que el no se asociara originalmente con Dios como
líder y libertador en batalla. Sin embargo, más adelante dejo atrás esa asociación y se
convirtió en simplemente en una designación de la grandeza y omnipotencia de Dios.
Melek (Rey)
Éxodo 15:18 nos dice que el Señor reinara eternamente. Veremos en este estudio,
que la majestad de Dios se encuentra implícita en la forma del pacto de los primeros libros
del Antiguo Testamento. Los profetas del siglo ocho no lo usaron, con excepción de Isaías
y fue quizá debido al falso culto de adoración al melek en la Jerusalén de los siglos séptimo
y octavo.
DIOS ES ESPIRITU
Esta definición llega a ser tan importante en el Nuevo Testamento. ¿porque fue así?
Ya hemos observado que la revelación característica de Dios se presta a antropomorfismos
y se enfoca en el hecho de dar su nombre. El significado de espíritu es respira ración. De
modo muy simple, espíritu en el Antiguo Testamento no era adecuado para expresar lo
inmediato de la religión y la comunión del Antiguo Testamento. A pesar de todo, destaca
en la visión de Dios en el Antiguo Testamento, la misma intimidad y cercanía que se
expresaría mas tarde por medio de la idea de la espiritualidad. El Señor es la fuente de vida,
no duerme, el es que escudriña los corazones,1 de Samuel 16:7 y no puede haber
expresiones materialistas y limitadoras que se le puedan aplicar Éxodo 20:4, es Supremo,
por encima de todas las criaturas (Isaías 31:3 y muy distinto del hombre (Oseas 11:9).
DIOS ES UNO: MONOTEISMO
Al principio de la historia no se había una compresión clara del monoteísmo.
“Históricamente, esta verdad la revelo Dios solo de modo progresivo y el hombre caído la
fue captando en forma gradual”, obviamente los patriarcas adoraban solo a Jehová, esto
técnicamente es mono latría, o sea, la adoración a un solo dios sin negar la existencia de
otros dioses. La singularidad de Dios se reconoció ya en los tiempos de Moisés, quien le
dijo al pueblo que había visto que Jehová es Dios y no hay otro (Deuteronomio 4:35). La
grandeza de Dos es tan enorme que excluye simplemente a los competidores- derroco a
todas las deidades rivales por su poder y su sabiduría Salmo 66:6,7).
La fe en el monoteísmo sufrió una decadencia durante el periodo de los jueces, pero
adquiere una expresión única en Elías y adoptaron los profetas mayores. En 1 de Reyes 18
Elías no teme poner a dios a prueba cono los “dioses” de los falsos profetas. Su desafío a
los falsos profetas implica un monoteísmo evidente: “si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal,
id en pos de él” (versículo 21).
La defensa clásica del monoteísmo se encuentra en Isaías 44-46- en ese punto, se
compara todos los ídolos con el Señor que hizo los cielos y la tierra: “yo soy Jehová, y no
hay otro” (Isaías 45:18). Los dioses de las naciones constituían un Olimpo caprichoso y
confuso. Sin embargo, como prueba del vigor de la fe de Israel, se consideraba que ninguno
de ellos era siquiera capaz de ofrecer la más ligera competencia con Jehová, el Dios de
Israel, ante quien todos los supuestos dioses se consideraban como fetiches vacíos.
EL CARÁCTER Y LA ACTIVIDAD DE DIOS
Resulta claro que la naturaleza de Dios se vio primeramente en su autor revelación y
luego se ilustró por sus hechos concretos en la vida del pueblo. Podemos llegar a discernir
su carácter a partir de sus obras. No se nos deja en la oscuridad-no tenemos que
preguntarnos como es Dios, sino que podemos verlo con claridad y es así como hemos
aprendido a hablar de los atributos de Dios. Sin embargo, al hacerlo, debemos recordar que
no se trata de ideas separables, sino de “indicaciones simbólicas y que se yuxtaponen
parcialmente”, hay distintos modos de mirar a la realidad viva y única que es Dios.
EL PODER DE DIOS
Todas las obras de Dios son manifestaciones de su poder; pero no se trata de un
poder desnudo ni arbitrario. Las expresiones concretas de Israel podían conducir al
Salmista a testificar: “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho”” Salmo
115:3). Además de creer en su señoría en la historia, lo hacían también en su cuidado
íntimo de la naturaleza (salmo 89:9 y 104). A su poder se asocia la idea del Dios terrible. El
poder del Señor se experimentaba en los castigos, así como también en las bendiciones.
Esto quiere decir que el poder de Dios se expresa siempre dentro de un contexto moral.
Después de su encuentro nocturno con el Señor. Jacob dijo que aquel lugar era terrible.
Porque Jehová estaba en el (Génesis 28:17). En la misma forma en que es poderoso en su
fidelidad hacia los que le aman (Salmo 89:8), su ira es terrible contra los que se han vuelto
en su contra (Salmo 59:13 y Deuteronomio 29:28).
El concepto del celo de Dios es otra idea estrechamente relacionada (Éxodo 20:5 y
34:14). El celo de Jehová es un concepto necesario para él. Esto se debe a la fuerza única de
su carácter que no puede compartir con ninguna criatura (Isaías 42:8). esto tiene poca
relación con el “orgullo” de Dios, tal y como entendemos el orgullo. Se trata simplemente
de un reflejo necesario del estado real de los asuntos. Es por eso que su celo se ve
provocado por la idolatría: es ilusión pura (Deuteronomio 32:16). El celo de Dios puede
referirse a la seguridad de la protección de su pueblo por Dios (2 Reyes 19:31 y Isaías
26:11).
LA SANTIDAD DE DIOS
La idea dela santidad de Jehová se asocia estrechamente a la de su poder. Esta es
quizás la característica central de Dios. Con mucha frecuencia, la idea de santidad iba
ligada al maná o las fuerzas elementales de la naturaleza que se creía que residían en
personas u objetos particulares, a los que era preciso propiciar por medio de ritos llevados a
cabo de modo muy cuidadoso y fiel. El temor y el asombro son los sentimientos comunes
que se asocian a ese concepto.
En la revelación de la santidad del Antiguo Testamento se pone de manifiesto un
concepto muy diferente de la santidad. En primer lugar, la santidad se asocia
primordialmente con Dios mismo y solo en forma secundaria con objetos y lugares (éxodo
15:11 y Isaías 40:25). Se complace a la bondad y verdad (Jeremías 9:24) y aborrece lo que
es malo, que se dice que profana su santo nombre (levítico 20:3). Dios marca lugares y
objetos designándolos como santos, no porque sean sitios de temor, sino porque El mismo
se encuentra presente en ello o sea ha identificado con ellos. De modo significativo, la
conciencia de la santidad, lo que consideramos con asombro respetuoso, apareció más
tarde.
Desde muy temprano la idea de la santidad se asociaba a la pureza moral.
Constituye una equivocación al considerar que esta conexión se estableció mucho más
tarde. El sistema de adoración iba a ser un símbolo de la propiedad única de su pueblo por
Dios, una gran lección objetiva para ilustrar su pureza, además de ser un medio para
mantene4 la relación establecida en el pacto. Tal y como iba a expresarlo Pablo más
adelante, la ley era como un maestro de escuela que conducía a las personas a Cristo
(Gálatas 3:24).
Por extensión, la santidad del Señor se relacionaba con las personas a las que había
llamado para que estuvieran con el: el pacto es una expresión única de la santidad de
Jehová. Israel iba a ser un pueblo santo para el Señor (Éxodo 22:21). Porque el es santo,
todos deberán ser santos (levitico11:44). Dios es el Santo e Israel no es santo por sí mismo,
sino porque está consagrado a Dios.
La santidad, en todo el Antiguo Testamento, mantiene un sentido subyacente de
plenitud de poder y vida, que se ejerce en un contexto moral y personal. Aunque solo Dios
es singularmente santo, la santidad brota de él y se extiende sobre la tierra (Éxodo 15:11),
tratando de mostrarse hasta que sea cierto, como lo implican los profetas, que toda la tierra
sepa que está llena de la gloria de Dios (Isaías 6:1-3).la naturaleza del mundo como obra de
Dios es de índole tal, que el carácter de Jehová se puede reflejar en esta tierra, en un modo
terrenal distinto.

LA JUSTICIA DE DIOS.
La justicia está estrechamente relacionada con la santidad. La raíz hebrea se ha
perdido; pero su uso denota conducta correcta o una disposición apropiada. Este
calificativo, aplicado a Dios se usa, primeramente, en el canto de Moisés, en Deuteronomio
32;4; “es justo y recto,” En Jueces se llama “actos de justicia (Jueces 5:11), las liberaciones
de su pueblo por Dios. Para esas citas es básica la idea de, que las obras de Dios expresan
su soberanía en el reino moral. La justicia es santidad en acción, el hacer que suceda,
creándola a partir de la nada. No hay ninguna norma abstracta de justicia a la que Dios deba
someterse. En lugar de ello, su voluntad y su carácter son morales en sí mismos y sus
actividades expresan con seguridad su naturaleza moral. Este atributo se encuentra en la
base de la metáfora del alfarero y el barro (Isaías 45:9-12 y Jeremías 18: 1-12).
Quien moldea la historia y los destinos de la humanidad, sobre todo de su pueblo es
Dios. Además, podemos añadir que, puesto que Dios es justo, lo será en todos sus actos. El
juicio de Dios eta digno de confianza, justo y poderoso (salmos 119: 137) mientras que los
otros dioses eran caprichosos. Todo lo que hizo Dios se convirtió necesariamente en una
manifestación de su justicia (Salmo 50:6 y Isaías 5:16).
A comienzos del Antiguo Testamento se muestra la justicia de Dios de un modo
especial, en su intervención a favor de su pueblo y en el mantenimiento de los derechos del
pueblo (Exodo32:10 y Números 14:12). La única relación entre Dios y su pueblo es el
contexto para la revelación de justicia de Dios. Los actos de la liberación de Dios, reciben
ellos mismos en nombre de justicia (1 Samuel12:7 y Miqueas 6:5). Esto quiere decir que la
justicia es un concepto de relación, que implica responsabilidades derivadas de las
reivindicaciones de esa relación. El factor de control es el carácter de Dios; pero la lealtad y
la justicia se deben manifestar en los intercambios concretos de la comunidad. Es una
justicia del hogar y el mercado. Conduce por el camino de la rectitud, haciendo obras de
justicia en lugar de limitarse solo a ser justos. La tarea de la justicia consiste en mostrar las
cualidades que exige cada relación en particular, sin embargo, la norma de todo ello es el
carácter justo de Dios, sobre todo tal y como se revelo en la ley y se entendió en el
movimiento de la sabiduría- el fundamento de todo es el acto de justicia de Dios al situar al
pueblo dentro del pacto.
Para la época de los profetas clásicos, la idea de la justicia de Dios queda ligada de
modo más explícito, a un reino visible de justicia que, según Isaías 9:7, se deberá establecer
“con justicia para siempre”. Este objetivo lo vio Juan en Patmos, donde el lienzo que bestia
a la esposa de Cristo para la cena de matrimonio del cordero, son los actos de justicia de los
santos (apocalipsis 19:8). La justicia de Dios, tal y como se revela progresivamente busca
encarnación y reflejo en el pueblo de Dios, para que sean como él (Isaías 51:6), en este caso
“liberación” es la palabra hebrea que significa justicia). La justicia de Dios en el curso del
Antiguo Testamento se ha extendido, desde su contexto angosto en el pacto, para expresar
la voluntad de Dios para todo el orden de lo creado. En la visión de Isaías, Dios derrama
justicia (Isaías 45:8), que llega en la forma de condenación (Isaías 54:17).
Una vez más, la revelación que hace Dios de si mismo es redentora en su finalidad y
conduce a una encarnación final y universal de su gloria.
El juicio de Dios en el Antiguo Testamento es mucho más amplio que nuestra idea
actual de un veredicto. El juez no solo dicta sentencia, sino que, además, reúne pruebas y
obra de modo creativo para aplicar sus juicios, como regidor, Dios es también juez que hará
con seguridad lo correcto y cuya voluntad es la base de todo juicio. Según normas mínimas
de justicia, el pueblo de Dios era culpable (Jeremías 2 y Oseas 6): pero Dios no podía
olvidarse de su pueblo. Por consiguiente, sus juicios se hicieron redentores; el juicio tenía
una parte de misericordia y gracia (Isaías 30:18).
Otro concepto es la ira de Dios, la ira de Dios no es un proceso inevitable ni un sentimiento
espontaneo, sino la respuesta personal al mal que es apropiada por su naturaleza santa.
Hasta la ira de Dios esta suavizada con misericordia, lo que es otro buen ejemplo de lo
inseparables que son los atributos de Dios (Oseas 11:8,9 y Jeremías 18:20). Una y otra vez,
en las escrituras, Dios toma el rechazo mismo de los hombres y las mujeres y lo utiliza en
su plan de redención. La gente se aparta del Señor y Dios una esa misma separación para
ánimos y salvación, y todo ello sin violar su libertad. La crueldad de los hermanos de José
se utiliza como medio para sacar de la hambrun al pueblo de Dios y preservarlo (Génesis
45:5); la dureza del corazón del faraón se convirtió en un medio para la manifestación de la
salvación de Dos en el Éxodo (Éxodo 6:1). Israel quería, por razones incorrectas, que se
instituyen a la monarquía (1 Samuel 8:5-7); sin embargo, el Señor lo utilizo como señal y
medio para su propio reino futuro (2 Samuel 7:12). Finalmente, en el Nuevo Testamento se
encuentra el rechazo mismo de Cristo que provoco su muerte y que Dios utilizo para llevar
a cabo nuestra salvación.
LA MISERICORDIA Y EL AMOR DE DIOS
Ya observamos que las ideas del poder y de la santidad de Dios apuntaban hacia la
misericordia. Israel experimento a Dios no solo como altísimo y excelso, sino también
terrible en santidad y como quien se vuelve hacia ellos con bondad y amor. La idea
fundamental de la palabra “misericordia” es la fuerza (preservada en el Salmo 144:2, donde
“mi misericordia” se une a “mi fortaleza”, o bien, en otras versiones “mi roca y mi
fortaleza”). Esta premisa resulta especialmente pertinente, en vista de la tendencia moderna
a asociar la misericordia con la debilidad. Cuando se usa con relación a Dios, implica
gracia, favor sin tomar en cuenta los méritos. Cuando se aplica a los hombres o las mujeres,
significa piedad o devoción.
En realidad, la misericordia es lo anterior al pacto, el hecho de que Dios y su pueblo
estén juntos, unidos. O sea que fue debido a que Dios escogió a Israel para que le
perteneciera, por lo que estableció un pacto con ellos. En el contexto del pacto, la
misericordia se convirtió en “la responsabilidad mutua de los que son familiares, amigos,
amo y esclavo, e que están unidos por cualesquiera otros lazos, como solidaridad o la
responsabilidad conjunta”. Por extensión, esa palabra implica a menudo lealtad o fidelidad,
una unión firme e indisoluble para Israel son también expresiones claras de su misericordia
(lamentaciones 3:22-23).
El amor que demuestra Dios al escoger a Israel, es un sentido deliberado de la
voluntad y la disposición por actuar. En el antiguo Testamento se relaciona estrechamente
con la idea de la elección: la elección que hizo Dios de su pueblo. Al principio, la causa de
la elección del Señor no está clara: pero ya en tiempos de Moisés se expresaba como amor
de Dios (Deuteronomio 4:37; 7:7). Una vez más, la revelación del carácter de Dios se
encuentra en la base del pacto que estableció con Israel. Por ende, el pacto no se ve
limitado por ninguna de sus instituciones, sino, a fin de cuentas, solo por la voluntad y la
naturaleza de Dios mismo. El punto hasta el que la relación así producida fue sobria y
distinta se pone de manifiesto con toda claridad en el marcado contraste de la religión de
Israel con el erotismo flagrante de las religiones cananeas.
En los profetas, sobre todo en Oseas, la expresión del amor alcanza su punto
culminante. Allí se muestra que es la elección suprarracional la que está en la base y
sostiene el pacto de Israel con Dios (Oseas 11:1- 4). En Isaías 49:15, se le compara al amor
de una madre; en Isaías 43:3 y 49:26, al de un redentor. El amor de Dios es eterno
(Jeremías 31:3 y resulta siempre educativo (Jeremías 12:7-13 y Oseas 11:7-9)
La revelación de la generosidad redentora de Dios en el Antiguo Testamento (Salmo
86:5), constituye mucho a hacer que se vislumbre el concepto neo testamentario asombroso
del amor (ágape) que se revela plenamente en Jesucristo (1 Juan 4: 9-10).
COMENTARIO PERSONAL
En el Antiguo Testamento encontramos, que desde el inicio Dios siempre a
mostrado su amor en la debilidad del ser humano. A pesar de las fallas de este, Dios
muestra su amor y su misericordia. Encontramos en los atributos y carácter de Dios, la
bondad que a pesar que odia el pecado y la desobediencia trata de buscar siempre medios
para mostrar generosidad para con el ser viviente. Como vemos en el Antiguo Testamento
su pueblo peco y era culpable, pero Dios no se olvida de su pacto que hizo con su pueblo. Y
muestra su amor en su justicia, es justo y todo lo hace perfecto, y siempre tiene un
propósito y él es justo en todos sus propósitos. Y él se revela en distintas formas y distintos
lugares a los cuales se les llamo santos, pero no eran los lugares sino el, ´por qué él es santo
y reclama santidad y obediencia para su pueblo. Es una bendición para nosotros los
cristianos conocer el amor de Dios y que él nos haya dejado su palabra donde nos muestra
su amor desde el principio y que no cuestionamos sus propósitos sino le glorificamos por
sus grandes maravillas y su infinito amor que nos muestra en su Palabra gloria a Dios por
ello.

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