Está en la página 1de 19

PSICOLOGIA DE LA ATENCION

SINDROME DE HEMINEGLIGENCIA ESPACIAL

ELABORADO POR:

MARIA CAMILA GALLEGO GARZÓN 20181164639

JENIFER KATHERINE BONILLA CAMPO 20181165220

PAULA ALEJANDRA ROA HERNANDEZ 20181166587

KAREN LICETH RIVERA HERNANDEZ 20181169498

LAURA LIZETH RAMIREZ RIVERA 20181167631

FERNANDA

EVELYN

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

SEDE LA PLATA

PSICOLOGIA

2021
1. NEUROANATOMÍA DEL S.H.E Y TIPOS DE S.H.E

Se sabe que el síndrome de heminegligencia espacial o neglect puede asociarse a lesiones en el


hemisferio izquierdo o derecho, aunque los síntomas son más graves tras el daño en el derecho
(ríos-lago,periañes y Rodríguez, Sánchez, 2008) . El síndrome en la actualidad se relaciona con
las teorías que lo relacionan con una disfunción atencional, se le ha considerado una de las
alteraciones más frecuentes tras una lesión cerebral, a consecuencia de una dificultad en la
orientación de la atención al hemiespacio contralesional. Es decir, un déficit en la habilidad para
responder a estimulas presentados en el lado contrario a la lesión especialmente cuando se
muestran de formas simultaneas otros objetos en el mismo lado.

La red dorso lateral, denominada vía del donde, proyecta desde el lóbulo parietal. Nos permite
conocer la situación espacial de los objetos del entorno, así como su movimiento respecto a
nuestro cuerpo, orientarnos, saber dónde nos encontramos y estimar as distancias entre nuestros
cuerpos y los objetos. La red ventral conocida como vía del que, proyecta desde el lóbulo
occipital hasta el temporal. Esta vía será la responsable de reconocer, nombrar y responder
adecuadamente a tales estímulos ambientales. Estos sistemas se integran en el sistema de
asociación polisensorial constituido por la corteza parietal inferior (circunvoluciones
supramarginal y angular), la corteza prefrontal y la corteza cingulada.

La corteza parietal derecha se activa cuando el estímulo está localizado tanto en el campo visual
izquierdo como en el derecho, con dos focos de activación distintos, uno para cada campo
visual, sin embargo, la corteza parietal izquierda solo se activa cuando el estímulo se localiza en
el campo visual derecho. Así como se indica que el hemisferio izquierdo se relaciona con la
focalización de la atención hacia los objetos situados en el campo visual derecho, mientras que
el hemisferio derecho se relacionaría con la atención orientada hacia los objetos de los campos
visuales izquierdo y derecho. Este síndrome también se puede presentar después de una lesión
en estructuras subcorticales.

El síndrome de heminegligencia está relacionado en especial con la afectación del hemisferio


derecho, la lesión en el lóbulo parietal inferior ha sido ampliamente demostrada, aunque
también se ha encontrado asociado a daño en las circunvulaciones temporal superior y frontal
inferior, en la ínsula, en la circunvulacion frontal media y en estructuras subcorticales como el
núcleo pulvinar del tálamo o los ganglios de la base, preferentemente, el caudano y el putamen.
(kaenath et al.,2002)

Tipos:

 Heminegligencia espacial: la cual afecta las pruebas manipulativas y de procesamiento


visual y menos a las pruebas auditivas.
 Hemianopsia homónima contralateral, es decir falta de visión en la mitad contralesional
(izquierda) de ambos ojos.
 Heminegligencia sensorial: es la falta de conciencia de los estímulos sensoriales
presentados en el hemicampo contralesional. Se puede clasificar en función de la
modalidad sensorial afectada, en visual, auditiva o somato sensorial (táctil)
 Heminegligencia motora: es un déficit en generar movimiento en respuesta a un
estímulo situado a en el espacio contralateral, aun siendo la persona consciente de dicho
estimulo.
 Heminegligencia representacional o imaginaria: la omisión de la mita contralesional
durante la descripción de una representación mental.
 Heminegligencia personal: déficit en la exploración y en toma de conciencia del lado
corporal contralesional.
 Heminegligencia espacial:
Heminegligencia peri personal: centrada en el estímulo, la persona se puede orientar en
el espacio, pero su déficit se centra en la atención de la parte contralesional del estímulo
que está observando.
Heminegligencia centrada en la persona: déficit en la orientación al estímulo presente
en el hemicampo contralesional
Heminegligencia extra personal: fuera del plano personal, como el no ser consciente de
los obstáculos presentes en su hemicampo negligente y chocar con ellos

Negligencia atencional o sensorial: este tipo de negligencia hace referencia a un déficit de


consciencia de los estímulos situados en el lado contrario de la ubicación de la lesión que causa
el déficit. Esta falta de atención puede producirse con distintas modalidades de estímulos:
visuales, auditivos, táctiles; estén localizados en el espacio o sobre el cuerpo del paciente.
También puede depender de si el estímulo está en el campo visual o de su posición con
referencia al cuerpo del paciente.

Negligencia espacial: los pacientes que sufren de este tipo de negligencia “olvidan” completar la
parte correspondiente de una tarea relacionada con el lado opuesto a donde se produjo la lesión.
Por ejemplo, un paciente afectado con este tipo de negligencia solo comería la mitad de un plato
de comida.

Negligencia personal: el paciente no reconoce que sus extremidades, ubicadas en el lado


opuesto a la lesión, le pertenezcan.

Negligencia intencional o motora: el paciente no responde a estímulos, aunque es consciente de


ellos y que no tiene problemas motores en la parte del cuerpo afectada.

2. MODELOS ATENCIONALES

Modelo de Posner y Peterson (1990)

El modelo de Posner y Petersen (1990) es uno de los modelos sobre el funcionamiento de la


atención más estudiado. Basado en la experimentación con sujetos normales, define tres redes
neuronales atencionales diferentes que se encargan de las diferentes fuentes y origen de la
atención. Esta concepción da a la atención la habilidad para influir en todas las áreas del
cerebro. A pesar de que los efectos de la atención se pueden expresar en multitud áreas del
cerebro, la fuente o el origen de estas influencias está limitado a una serie de pequeñas áreas
entrelazadas en una red (Fernández-Duque y Posner, 2001).

Las bases neuroanatómicas de la atención pueden dividirse en tres sistemas anatómicos y


funcionales independientes y diferenciados: red de orientación, red de alerta y red de control
ejecutivo, que a su vez implican varios procesos. Las tres redes son independientes y su
efectividad no correlaciona entre sí, son constructores ortogonales. Muestran, sin embargo,
algunas interacciones.
La red de alerta se encarga de alcanzar y mantener un estado de alerta.

Es la habilidad para mantener la atención consciente o vigilancia durante largos períodos de


tiempo. Si este sistema sufre alteraciones, el paciente será incapaz de mantener su atención en
una tarea durante períodos de tiempo relativamente prolongados. Las áreas implicadas en este
componente son el locus coeruleus (debido a las conexiones de norepinefrina con la corteza) y
se piensa también en el papel importante que puede desempeñar el hemisferio derecho para
cambios físicos en el nivel de alerta (Rueckert y Grafman, 1996). El sistema de alerta se asocia
también a áreas frontales y parietales del hemisferio derecho. Es importante apuntar que esta red
de vigilancia influye tanto en la red anterior como en la posterior, de forma que se incrementa la
actividad en una o en otra de forma alternativa. Así, a más activación de una red, menos de la
otra.

Red funcional de orientación o sistema atencional posterior.

Se encarga de la selección y localización de la información del input sensorial en el espacio,


orientar hacia el estímulo y generar la conciencia de que se ha percibido algo. Se corresponde
con los reflejos involuntarios de orientación y con el procesamiento automático de la
información. Representa la actividad de la red atencional posterior, que incluye los lóbulos
parietales posteriores, encargados del desenganche de la atención, los núcleos pulvinares del
tálamo, que controlan el enfoque de la atención y los núcleos reticulares del tálamo junto con
los colículos superiores mesencefálicos, que se encargan del desplazamiento de la atención de
una zona a otra del campo visual. Es importante señalar que, en un trabajo desarrollado por
Fernández-Duque y Posner (1997) se concluye que la orientación y la alerta son procesos
separados con diferentes efectos. El control de las áreas posteriores se supervisa por un sistema
anatómico diferente: el sistema atencional anterior.

Red de control o sistema atencionales anterior.

Conlleva un componente más ejecutivo que lleva a cabo la resolución de los conflictos en las
respuestas. Ésta implicada en el reclutamiento y control de las áreas cerebrales que llevan a
cabo tareas cognitivas complejas.

Selecciona los objetivos de la atención, tanto sensoriales como de la memoria. Representa un


sistema de control ejecutivo general capaz de examinar el sistema posterior, al que está muy
ligado a pesar de que sistemas independientes. Es un sistema flexible y voluntario y que, a
diferencia del sistema funcional de orientación (sistema posterior), se puede considerar como un
sistema anterior, ya que se relaciona con las áreas mediales frontales de la corteza, el área
cingulada anterior, el área motora suplementaria y los ganglios basales (Bush, Luu y Posner,
2000; Posner y Petersen, 1990).
Modelo de Control Atencional de Corbetta yShulman (2002)

Puede considerarse heredero de algunos de los conceptos de los modelos anteriores (Posner y
Peterson y Mesulam). Proponen la existencia de dos redes cerebrales parcialmente
independientes que desempeñan dos tipos de funciones diferentes y complementarias a la vez,
en el control de la atención.

1. Uno formado por partes de la corteza intraparietal y del surco frontal: este sistema los
integraría para la selección de estímulos y respuestas en virtud de las metas o de manera
voluntaria. Es decir, este sistema sería responsable del control voluntario de la atención.

2. Y el córtex témporo-parietal y la corteza frontal inferior, lateralizado en el hemisferio


derecho: para la detección de estímulos relevantes, salientes, inesperados o novedosos. Este
sistema ventral pronto-parietal interactuaría con la trama dorsal fronto-parietales a modo de
cortocircuito, redirigiendo la atención a los eventos novedosos. Este sistema sería el responsable
de la atención automática que se dispara ante determinados estímulos.

La extensa red fronto-parietal dorsal, sería el responsable del establecimiento de conexiones


entre la información sensorial relevante y las representaciones motoras adecuadas El sistema
fronto-parietal ventral, tendría la función de detectar estímulos conductualmente relevantes y
funcionaría como un mecanismo de alerta o como un mecanismo de cortocircuito del primer
sistema, cuando dichos estímulos son detectados fuera del foco de procesamiento. Sin embargo,
y como ya se ha comentado, de todos estos modelos esta propuesta del programa de
intervención en la atención se estará basando en el modelo de Sohlberg y Mateer, ya que este
modelo ofrece una visión funcional de la atención inspirada, en una buena medida por la
observación directa de déficit en personas y de las quejas subjetivas de estos. El modelo más
adecuado desde el enfoque para la rehabilitación y fortalecimiento de la atención es este, puesto
que debido a su propuesta de un desarrollo atencional escalonado, es decir, los distintos tipos de
atención se van desarrollando desde los niveles más bajos hasta los niveles más elevados,
permite la organización de una intervención efectiva, sirviendo como marco teórico para el
desarrollo de distintos materiales y programas diseñados para rehabilitación y fortalecimiento de
la atención.

Este modelo ha mostrado una utilidad heurística y describe con claridad aspectos
fenomenológicos de los procesos atencionales. Este modelo es jerárquico y asume que cada
nivel atencional requiere el correcto funcionamiento del nivel anterior. A su vez la
nociónjerárquica implica la asunción de que cada componente es más complejo que el que lo
precede (Muñoz et al., 2009).

3. SÍNDROMES QUE SUELEN APARECER JUNTO A AL HEMINEGLIGENCIA

La anosognosia (del griego: a, prefijo privativo + nosos, enfermedad + gnosis, conocimiento:


«desconocimiento de la enfermedad») es la situación patológica referida a los pacientes con
problemas neurológicos (cognitivos) que no tienen percepción de sus déficits funcionales
neurológicos. En un gran número de casos, el paciente que presenta heminegligencia
visuoespacial no es consciente de que su percepción y exploración del espacio contralesional es
defectuosa. En 1914, Joseph Babinski introduce el término ‘anosognosia’ (del griego, α, sin;
νόσος, enfermedad; γνώσις, conocimiento) para describir la falta de conciencia del hemicuerpo
parético que presentan algunos pacientes con lesiones hemisféricas derechas de origen vascular
[6]. Años más tarde, Prigatano [7] y Heilman et al [8] emplean el concepto anosognosia para
hacer alusión a los déficits de tipo cognitivo. Describen la anosognosia como un fenómeno
clínico donde el paciente neurológico no tiene conciencia de las dificultades cognitivas, éstas
son evidentes tanto para el equipo médico como para las personas de su entorno, y no puede
explicarse por un deterioro cognitivo generalizado. La anosognosia tiene mayor prevalencia en
las personas que han sufrido un ictus en el hemisferio derecho (10-60%), mientras que se sitúa
en el 6-24% cuando las lesiones se localizan en el hemisferio izquierdo [9]. Puede coexistir con
afectaciones neurológicas motoras (por ejemplo, hemiplejía), ceguera cortical, hemianopsia,
déficits de memoria, procesos neurodegenerativos y determinadas afasias [8]. Clínicamente,
estos pacientes presentan falta de conocimiento acerca de sí mismos, perplejidad e indiferencia
cuando se les proporciona retroalimentación sobre su conducta o sus limitaciones funcionales.

El síndrome de Anton-Babinski: Es una enfermedad rara, producto de una complicación de


la ceguera cortical bilateral (pérdida de visión en ambos ojos). Esta afectación se caracteriza
por cumplir los siguientes criterios clínicos (Garro y Sáenz, 2018):

1. Pérdida de todo reconocimiento de luz (percepción de luz y oscuridad)


2. Pérdida de reflejo de protección
3. Preservación de los reflejos de acomodación pupilares
4. Fondo de ojo normal
5. Preservación de movimientos oculares
6. No presencia de demencia o compromiso severo de la memoria mostrándose dañadas
las áreas visuales asociativas

Así mismo, este síndrome cursa con anosognosia (pérdida de consciencia de la enfermedad)


y confabulación visual (donde se sustituye aquello que no se percibe por recuerdos visuales).
Siendo esta última una consecuencia de la primera y no la causa.

Confabulaciones: Moscovitch (1989) y Burgess y Shallice (1996) consideran como


características principales: 1) Las confabulaciones son falsas memorias dentro del contexto de
recuperación/recuerdo que a menudo contienen detalles falsos en su propio contexto, por lo que
pueden ser recuerdos reales mal situados dentro de un tiempo, mientras que otros parecen
carecer de toda base real. 2) No hay consciencia de que se está confabulando o de la existencia
de un déficit de memoria, por lo que no se producen intencionadamente y pueden ser incluso
resultado de mecanismos compensatorios. 3) Los pacientes pueden actuar en consecuencia con
sus confabulaciones. 4) No necesitan ser coherentes o consistentes internamente y 5) Son más
evidentes ante un recuerdo autobiográfico; sin embargo, también pueden incorporar eventos
históricos y cuentos de hadas o bien otros aspectos de memoria semántica.

Síndrome de Capgras : Una persona del entorno familiar o allegado ha sido sustituido o
reemplazado por otra persona, que es físicamente idéntica, asumen los roles de las personas a
las que sustituyen y se comportan del mismo modo. Es lo que se conoce como un trastorno
delirante de identificación errónea. Se trata de una enfermedad especular de
la prosopagnosia en la que los pacientes no reconocen los rostros de las personas, muchas
veces ni siquiera el suyo propio, pero sí que se detecta un reconocimiento inconsciente al
realizar ciertas exploraciones. En ocasiones la idea delirante de sustitución no recae sobre
personas sino sobre animales domésticos o incluso objetos. Síntomas

Las personas que desarrollan este síndrome pueden experimentar, de un día para otros, los
siguientes síntomas:

 Reconocer perfectamente el rostro de una persona, pero detectar «algo extraño» que no
les cuadra en la persona.
 Sensación de angustia al sentir que la persona que conocían perfectamente parece haber
sido sustituida por otra.
 Ideación paranoica por saber qué está ocurriendo.
 En algunas ocasiones paramnesia duplicativa, que es otro trastorno delirante que
consiste en creer que un lugar habitual de la vida del paciente ha sido duplicado y que
existen dos versiones del mismo lugar. Esta patología se ha visto relacionada con
lesiones a nivel del lóbulo frontal.

Los síndromes de falsa identificación, grupo de patologías neuropsiquiátricas, con las


delusiones de falso reconocimiento como denominador común, incluyen, entre otros, al
Síndrome de Capgras, caracterizado por la firme creencia, por parte del paciente, de que una
persona cercana a él/ella, generalmente un familiar, ha sido sustituida por un "doble exacto" o
"impostor", describiendo la similitud física entre ambos.

Síndrome de frégoli

Síndrome de Frégoli- Una o varias personas desconocidas para el paciente es en realidad una
persona conocida que se disfraza para evitar ser reconocidas y que por lo general son
perseguidores. El síndrome de Frégoli es un delirio consistente en la creencia de que una o
varias personas conocidas están siendo suplantadas por alguien que utiliza un disfraz o cambia
de apariencia de otro modo.

Frecuentemente se asocia con un componente paranoide, ya que las personas con síndrome de
Frégoli suelen pensar que el suplantador las persigue para hacerles daño o al menos
perjudicarles.

Se trata de un delirio monotemático clasificado dentro de la categoría de los que conocemos


como “delirios de falsa identificación”. Se relaciona con trastornos como la psicosis, la
demencia y las lesiones cerebrales.

Como otros delirios similares, el síndrome de Frégoli está asociado con un déficit en el
reconocimiento de caras: la percepción de rostros desconocidos dispararía la identificación
errónea de estos con otros más familiares, habitualmente seres queridos o celebridades.
También puede estar influido por otros sentidos, como la audición y el olfato.

Paramnesia reduplicativa: Hace referencia al trastorno por el cual surge en la mente de una
persona el falso convencimiento de que un lugar que le resulta familiar al paciente existe en más
de una localización física. Por ejemplo, el paciente puede insistir en que el hospital en que se
encuentra ingresado ha sido duplicado y cambiado de ubicación, y que ambos coexisten al
mismo tiempo, con el mismo nombre, idénticos, y con las mismas personas. Esto crea una
especie de sensación de "mundos paralelos".

El primer caso fue descubierto en 1903 por el neurólogo Arnold Pick. Los científicos han
comprobado que suele ocurrir varios meses después de una lesión cerebral.

La paramnesia reduplicativa es la creencia delirante de que un lugar o escenario ha sido


duplicado, existiendo en dos o más espacios simultáneamente, o bien de que ha sido "reubicado"
en otro lugar.

4. INTRODUCCIÓN

Las primeras descripciones sobre el síndrome de heminegligencia espacial se remontan a los


inicios del siglo XX. En 1918, Holmes informó de casos de pacientes con trastornos de la
visión producidos por una lesión en la corteza visual tras una herida de bala. En sus informes
relató también el caso de un paciente con impacto de bala penetrante en el lóbulo parietal, cuya
exploración clínica mostró que, si bien no tenía problemas para diferenciar formas o colores en
ninguno de sus campos visuales, cuando se le presentaban dos estímulos al mismo tiempo (las
manos del examinador en reposo o en movimiento, trozos de papel blanco de distinto tamaño),
sólo apreciaba el que se encontraban en su campo derecho visual, con independencia del tamaño
o movimiento de los estímulos. Riddoch, en 1917, describió un caso parecido. La lesión de
ambos pacientes era bilateral, llegando Holmes a considerar que «se puede suponer que las
lesiones bilaterales son necesarias para su aparición », pues no había observado síntomas
parecidos en las unilaterales. Unos años más tarde, en 1935, Riddoch describió 2 pacientes con
lesión parietal unilateral derecha, sin problemas centrales de visión, pero con dificultades de
orientación visual en el lado contralesional. En 1941, Brain informó de 3 casos similares,
preguntándose si esta afectación era consecuencia sólo de lesiones en el hemisferio derecho,
pues no se han descrito casos tras daños en el hemisferio izquierdo. Actualmente, se sabe que el
síndrome de heminegligencia espacial o negligencia puede asociarse a lesiones en el hemisferio
izquierdo o derecho, aunque los síntomas son más graves tras el daño en este último (Ríos-
Lago, Periáñez y Rodríguez- Sánchez, 2008) . En este capítulo se describe el caso de Álvaro,
un paciente con el síndrome de heminegligencia espacial tras un ictus cerebral. Ha sido
seleccionado- do por la diversidad de la clínica presentada, que pudo adentrarse en la
complejidad del mal denominado “hemisferio menor” el hemisferio derecho.

5. PLANTEAMIENTO GENERAL DEL CASO. UN INSTANTE PARA CAMBIAR LA


MANERA DE MIRAR LA VIDA

Primera mirada al mundo.

La lesión:

Como todas las mañanas, Álvaro, de 45 años, salió a correr antes de irse a trabajar. Pero esa fría
mañana del invierno de 2007 no iba a ser como las demás; iba a marcar el inicio de su nueva
vida. Tras saltar un pequeño obstáculo, notó que su pierna izquierda no respondía como
debería. Cayó al suelo. Se intentó levantar, pero su cuerpo no obedecía. Fue trasladado al
Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, donde
ingresó tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). Llegó consciente y orientado, pero
durante su estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI) su evolución se fue complicando,
con deterioro progresivo del nivel de conciencia. En la tomografía computarizada (TC) inicial
se aplica un hematoma talámico y parahipocámpico derecho abierto al sistema ventricular que
provocó signos expansivos hemisféricos derechos y moderada hidrocefalia hipertensiva.
Permaneció 1 mes en la UCI, donde se le realizaron varias TC de control evolutivo (Fig. 8-1) en
las que se mantenían los hallazgos previos. Tras el alta en la UCI, estuvo ingresado en el
servicio de neurología del mismo hospital durante 2 meses y, con posterioridad, fue trasladado
al servicio de rehabilitación para continuar el tratamiento de sus secuelas neuromotoras:
hemiplejía izquierda. Finalmente, cuando el cuadro se estabilizó, fue derivado al Hospital
Universitario San Rafael para continuar el tratamiento rehabilitador motor y cognitivo. En este
centro fue remitido al servicio de neuropsicología para una valoración, y fue ahí donde comenzó
nuestra andadura con Álvaro y su familia.

LA HEMINEGLIGENCIA VISUO-ESPACIAL (HVE) SE define clínicamente como la


incapacidad para detectar, orientarse o responder a estímulos novedosos o significativos
procedentes de regiones espaciales contralaterales debido a una lesión cerebral, no pudiéndose
atribuir su origen a una alteración sensorial o motora (Heilman 1979). Estos déficits se
manifiestan a nivel comportamental de múltiples formas: ignorar parte de los alimentos del
plato, no encontrar los cubiertos situados en el lado contralesional, afeitarse o maquillarse la
mitad de la cara, golpearse con puertas o muebles, leer sólo parte de las páginas de un libro o
revista, entre otras (Adair y Barret, 2008).

Su prevalencia varía entre el 15 y el 75% en lesiones vasculares que afectan al hemisferio


derecho y entre el 2 y el 12% tras lesiones hemisféricas izquierdas (Arai, Ohi, Sasaki, Nobuto, y
Tanaka, 1997). Hillis (2006) atribuye la existencia de esta disparidad hemisférica a la ubicación,
en la mayoría de las personas diestras, del procesamiento lingüístico en el hemisferio izquierdo;
mientras que el hemisferio derecho es el principal responsable de las funciones visoespaciales
no verbales. Esta diferencia hemisférica no se detecta en primates u otros animales.
6. EVALUACIÓN NEUROPSICOLOGICA

Álvaro, de formación universitaria, lector y deportista, ingresa al hospital para recuperar


después de un ACV. En la primera consulta lo acompañan su madre y su esposa, que tienen la
teoría de que Álvaro quedo inmóvil y ciego después del accidente; él iba en silla de ruedas, sin
control sobre su cuerpo, con el cuerpo inclinado hacia la izquierda, con el brazo izquierdo
reposado sobre una almohada y su cabeza girada hacia la derecha. No podía establecer contacto
visual a pesar de que decía que ya lo estaba haciendo ni su cabeza ni sus ojos se movían, Su
brazo izquierdo se descolgó y alcanzo a tocar el suelo, al acomodarlo dijo que ese no era su
brazo, que él lo había perdido y que ese brazo era similar al de su hermano.

Estaba ubicado personal y temporalmente, pero no de forma espacial. Sabía que había cambiado
de hospital, pero seguía con una ubicación espacial incorrecta. Álvaro era consiente solo de las
secuelas motoras de la lesión, pero su madre y esposa referían problemas de visión a lo que él se
negaba.

La evaluación neuropsicológica inicial se dirigió a explorar las dificultades observadas,


confirmándose el Síndrome de Heminegligencia Espacial y una Hemianopsia Homónima
Izquierda, lo que dificultó la aplicación de un protocolo de evaluación completo.
7. MIRAR Y NO VER

LA HEMINEGLIGENCIA ESPACIAL DESDE LA NEUROCIENCIA COGNITIVA

es una alteración de la atención, que ocurre tras un daño cerebral sobrevenido y que impide a
las personas orientarse y responder a los estímulos u objetos que quedan dentro de una de las
mitades del espacio (concretamente la mitad contraria al hemisferio cerebral que ha se ha
lesionado) pudiendo atender a los estímulos que quedan en la otra mitad. Una persona con
heminegligencia espacial por lesión derecha no mira ni gira la cabeza a la izquierda, ni atiende a
estímulos visuales, auditivos o táctiles que queden a su izquierda y así, es frecuente que coman
únicamente del lado derecho del plato, dibujen sólo la mitad derecha de los objetos cuando los
copian, o lean la mitad de las frases o de las palabras sin que padezcan ningún déficit sensorial
que lo explique En un estudio que ejemplifica la naturaleza de este trastorno se mostraba a los
pacientes un dibujo de dos casas dispuestas una encima de la otra, que sólo se diferenciaban en
que por la ventana izquierda de la de casa de abajo salían llamas y humo. Al preguntar a los
pacientes si las casas eran iguales o diferentes contestaban que eran iguales; pero cuando se les
preguntaba en cuál de ellas preferiría vivir elegían la casa que no ardía, sin poder dar ninguna
razón en particular.

Cuando un estimulo es captado por los receptores sensoriales, la información es transmitida


hasta las áreas primarias y de estas hasta las áreas de procesamiento secundario y terciario. Ante
un estímulo visual la información de la corteza visual primaria se transmite por dos vías de
proyección, la vía del que es la encargada de proyectar desde el lóbulo occipital hasta el
temporal, es la responsable de reconocer, nombrar y responder a tales estímulos ambientales y
la vía del donde, esta última proyecta desde el lóbulo occipital al parietal y nos permite conocer
la situación espacial de los objetos del entorno así como su movimiento respecto a nuestro
cuerpo, orientarnos, saber dónde nos encontramos y estimar distancias. Ambos sistemas
integran el sistema de Asociación poli sensorial

Teorías e hipótesis

Kinsbourne, postula que las lesiones hemisféricas unilaterales ocasionan la pérdida de este
equilibrio interhemisférico, produciéndose así una hiperactivación del hemisferio no afectado
debido a que el hemisferio afectado no contribuye al equilibrio. Esta teoría ha sido apoyada por
las mejoras observadas tras aplicar estimulación magnética transcraneal en pacientes con HVE.

Otra teoría es la propuesta por Posner (1980), este autor argumenta que las lesiones parietales
derechas provocan una imantación atencional al lado ipsi lesional. La alteración estructural de
esta área neuroanatómica comporta que el paciente tenga dificultades para «desenganchar» su
atención del objeto y moverla hacia otra dirección. Para fundamentar su hipótesis, Posner llevó
a cabo experimentos en pacientes con HVE, en los que estudió tres componentes de la atención
visual: (a) la capacidad de mantener la atención visual sobre un objetivo; (b) la capacidad para
desplazar la atención de dicho objetivo; (c) la capacidad para dirigir la atención a un nuevo
objetivo. Observó que los pacientes con HVE eran capaces de orientar su atención tanto hacia el
lado derecho como hacia el lado izquierdo, pero si se les presentaba una clave en el lado ipsi
lesional y el objetivo estaba en el contralesional mostraban tiempos de reacción anormalmente
largos, manifestando dificultades para desplazar su foco atencional del campo visual derecho al
izquierdo.
Otra teoría muy extendida y popular es la propuesta por Heilman y Van Den Abell (1980). Estos
autores postulan que el hemisferio derecho dirige la atención a ambos hemicampos visuales,
mientras que el hemisferio izquierdo sólo hacia el campo visual derecho. Las lesiones
hemisféricas derechas comportarían una alteración de la red atencional en los dos hemicampos,
mientras que las lesiones en el hemisferio izquierdo serían asintomáticas debido al efecto
compensador asociado al hemisferio derecho, siendo éste capaz de atender a todo el campo
visual.

Pero el síndrome de heminegligencia espacial no es un fenómeno de “todo o nada”, es decir, no


es un síndrome unitario. Una persona puede presentar una o varias de sus manifestaciones y
cada una con cierto grado de gravedad variable.
8. PERFIL NEUROPSICOLÓGICO DE ÁLVARO

Como primer punto de partida debemos conocer que es un perfil neuropsicológico, que consiste
en ser un instrumento que posibilita la descripción de aquellos aspectos conservados o afectados
en las distintas áreas de funcionamiento cognitivo de una persona. Esta descripción detallada y
ordenada que recibe el nombre de perfil representa un necesario punto de partida, previo al
diseño de tratamientos e intervenciones neuropsicológicas. El hecho de que exista algo oculto
entre algunos cuadros, plantea desafíos al trabajo clínico.

Debemos conocer los aspectos que se llegan a evaluar en un perfil neuropsicológico como
pueden ser:

1. La capacidad intelectual general


2. El aprendizaje y la memoria
3. Las habilidades visoespaciales
4. El temperamento y la personalidad
5. El lenguaje
6. La atención y la concentración
7. Las destrezas de ejecución de alto nivel o funciones ejecutivas (por ej.,
secuenciación, razonamiento, resolución de problemas)

Álvaro estuvo condicionado por la heminegligencia espacial, que afecto las pruebas del
procesamiento visual pero no a las pruebas auditivas.

MODELOS ATENCIONALES PROPUESTOS POR LA NEUROCIENCIA COGNITIVA

MODELO REDES ATENCIONALES MODELO DE RED


ATENCIONAL DE CONTROL FRONTOPARIETAL
POSNER *Red de control ejecutivo: ATENCIONAL DORSAL
ejercer un control voluntario
Ha tenido mayor impacto sobre el procesamiento de Corbetta y Petersen, Encargada de seleccionar
en la actualidad, porque situaciones que requieren algún proponen dos redes algún tipo de estímulos, el
se ha venido apoyando en tipo de planificación. cerebrales con funciones movimiento de los ojos y
algunos estudios de *Red de alerta o vigilancia: diferentes y parcialmente las respuestas voluntarias.
neuroimagen y de mantener un estado de alta independientes.
pacientes afectados por sensibilidad hacia algún tipo de
déficit atencionales. estimulación.
*Red de orientación:
orientación hacia los
fenómenos atencionales.

Álvaro no capto los movimientos de la mano izquierda, solo los movimientos de la mano
derecha, esto fue fundamental para saber que tenía hemianopsia homónima contralateral, lo que
significa una falta de visión. La modalidad auditiva se encontraba muy bien, no tuvo problemas
para captar estos estímulos.
Heminegligencia peripersonal: es una de las más comunes ya que solo se presta atención a las
cosas que se encuentran al lado derecho, ignorando las del lado izquierdo.
La utilidad que tiene un perfil neuropsicológico es especialmente útil para identificar la
presencia y naturaleza de trastornos cognitivos precoces o leves. Tiene una gran
sensibilidad para detectar problemas leves de memoria que de otra manera podrían no
ser obvios. Muchas veces, cuando los problemas son muy sutiles, es la única
herramienta que permite detectarlos.

Cuando se diagnostica una demencia, el perfil neurocognitivo permitirá tipificar si se


trata de una Enfermedad de Alzheimer, una Demencia Fronto-Temporal, una Demencia
Vascular, etc.

La evaluación puede ser útil también para identificar problemas asociados con
enfermedades médicas que pueden afectar la memoria y la atención, como la diabetes,
las enfermedades metabólicas o infecciosas, o el alcoholismo.

Los resultados de las pruebas también pueden servir para ayudar a distinguir entre
diversas enfermedades, lo cual es importante porque el tratamiento apropiado depende
de un diagnóstico preciso. Diferentes enfermedades darán como resultado diferentes
patrones de puntos fuertes y débiles en las pruebas. Por lo tanto, los resultados pueden
ser útiles para determinar cuáles áreas del cerebro podrían estar involucradas y de qué
enfermedades podría tratarse. Por ejemplo, las pruebas pueden ayudar a diferenciar
entre un accidente cerebro vascular y la depresión.
9. INTERVENCION:
 APRENIDENDO A ORIENTARSE EN UN MUNDO QUE NO MIRA

Álvaro se quejaba de que no encontraba las cosas teniéndolas al lado, por ejemplo, una la taza
de café peleaba que por qué no se la daban sabiendo que al lado la tenía estaba, pero él no las
podía mirar.

En todo el proceso de intervención la familia jugo un papel muy importante ya que es la raíz de
todo para que él se sienta con el apoyo total de la gente que lo rodea, también se trabaja en esta
intervención con la orientación espacial y con la conciencia de su propio cuerpo.

En las primeras orientaciones:


 Se le comenta o se les explica la atención y el apoyo de todos hacia Álvaro, en esta se le
explica las conductas que deben tener con él.
 Se les sugirió que si le iban a pasar algo lo hicieran por el lado izquierdo igualmente si le
iban hablar, esto mismo se les dijo a las enfermeras del centro para que el tuviera que
observar para ese lado.

En la sección de rehabilitación motora, Álvaro se mostró muy colaborador con todos los
ejercicios, pero a la hora de dejarlo solo tenía un cierto equilibrio ya que se olvidaba de su parte
inferior es decir su pierna izquierda entonces se desplomaba. Álvaro siguió con su tratamiento
neuropsicológico y su fisioterapeuta en un centro privado, y su vida diaria después de 6 meses
mejoro un 70%, ya que a veces se golpeaba con la puerta al salir de su habitación y a veces
decía que se le seguía perdiendo el pan, aunque estaba a su izquierda, pero ya no era tan
cotidiano. Aunque su vida social redujo a lo máximo y su reincorporación al trabajo es algo
imposible por lo que se dijo anteriormente.

LUCHANDO CONTRA SU REALIDAD

La intervención Neuropsicológica fue programada partiendo del modelo de Posner y sus


colaboradores (1990-1994).

Orientación espacial:

 Señales externas relevantes


 Ruidos que identifiquen cosas
 Mensajes verbales que favorecen su orientación
 Pegatinas llamativas en el lado contra lesional
 Estimulación somato sensorial

Sin embargo, después de esto no se obtuvo un resultado acertado, no se observó una mejoría en
su orientación. El uso de componentes endógenos ayudo al paciente a orientarse y hacer más
consiente de todo el mundo desde un marco de referencia egocéntrico. En la actualidad sigue
cortando algunas palabras a la hora de leer sobre todo las más largas, aun así, mejoro
enormemente, para ello se debía tomar conciencia de la incoherencia del texto que leía y
obligarlo a que volteara la cabeza para subsanar los efectos de la heminegligencia y de la
hemianopsia. Los avances tecnológicos han sido de mucha ayuda, ya que se han puesto al
servicio de la rehabilitación de la heminegligencia, y se está utilizando la realidad virtual para
simular escenas cotidianas.

También podría gustarte