“si tratas a una persona como te gustaría ser tratado, pocos valores más serían necesarios”
Buenas tardes jurado calificador ,director, maestros y maestras,
alumnos y alumnas y todos los que nos acompañan con su presencia, es grato para mi dirigirme ante ustedes para exponer uno de los temas más tratados en la vida del ser humano y sin embargo en la actualidad no se les practica como es debido y esos son “los valores humanos”.
Vivimos en una sociedad donde los valores escasean, están de baja.
Se oye decir mucho: “ Qué más da!... ¡ todo da igual! .. Me parece que tiene una causa: falta de valores. De entrada digamos que no todo da igual.
No es lo mismo ser solidario, que no serlo.
No es lo mismo la fidelidad, que la infidelidad. No es lo mismo la bondad ,que la falta de bondad. No es lo mismo vivir en un hogar de violencia, que vivir todos en armonía. No es lo mismo ser justo. que injusto No es lo mismo la codicia, que ser prósperos No es lo mismo faltarles a respeto a tus padres, que honrarlos. No es lo mismo hijos a precios de placer, que amados. No es lo mismo odiar, que amar. No es lo mismo levantar calumnia a tu prójimo, que bendecirlo. No es lo mismo la violencia de género, raza, credo, que amar a tu prójimo como a ti mismo. No es lo mismo la guerra, que la paz. ¡No!, ¡no es lo mismo…! ¡Valor es aquello que hace buenas a las cosas, aquello por lo que las apreciamos, por lo que son dignas de nuestra atención y deseo!.
Los valores dignifican y acompañan la existencia de cualquier ser
humano. Estos reflejan la personalidad de los individuos y son la expresión del tono moral, cultural, afectivo y social marcado por la familia, la escuela, las instituciones y la sociedad en que nos ha tocado vivir.
¡Todos influimos en los valores, pero el que se educa ,es uno mismo.!
Mucho se habla de una cultura de valores, pero poco se comprende su
verdadero sentido.
El primer paso, es la búsqueda en nuestras conciencias; la tranquilad,
la del corazón…la del alma, Solo esta puede producir las demás.
Jesus dijo: “ Amarás a tu prójimo como a ti mismo. ”.
En los últimos días escuchamos sobre las actividades que pueden calificarse de delincuencia organizada, entre ellas el tráfico de drogas, el tráfico ilícito de migrantes, la trata de personas, el blanqueo de capitales, el tráfico de armas de fuego, productos adulterados, flora y fauna silvestres destruidas y bienes culturales robados, e incluso algunos aspectos de la delincuencia cibernética. Ese flagelo plantea una amenaza para la paz y la seguridad humana, da lugar a la violación de los derechos humanos y socava el desarrollo económico, social, cultural, político y civil de las sociedades de todo el mundo, e inclusive las noticias están plagadas de desgracias, ya sean asaltos, robos, asesinatos, secuestros, casos de violencia entre pareja. Estos han aumentado considerablemente, y aparentemente, seguirán aumentado si no hacemos nada para que esta situación mejore.
Reflexionando acerca de esto, podemos decir que estamos viviendo un
momento de la historia en que necesitamos reconsiderar y, si es necesario, cambiar nuestra forma de pensar, actuar y vivir, con el fin de lograr una verdadera cultura de valores. Para empezar a hablar de una cultura de valores debemos saber qué es exactamente. Una cultura de valores es aquella que representa un conjunto de creencias, lenguas, costumbres, tradiciones y relaciones que identifican a una sociedad o grupo de personas. Asimismo, la cultura de valores posibilitan establecer la identidad cultural de las personas, sus hábitos, actitudes y características sociales. Cuando las personas fomentan estos valores en los demás integrantes de una sociedad, están abriendo las puertas al entendimiento y aceptación de las diferencias con respecto a otras personas.
La tolerancia, el respeto, la igualdad, la libertad de culto, entre otros,
son algunos ejemplos de cultura de valores que se practican teniendo en cuenta el respeto hacia los derechos humanos.
Por lo tanto, como algunas soluciones ante la problemática actual, se
puede plantear lo siguiente:
- Fomentar una educación en valores, que fortalezcan el respeto hacia
los demás, y la resolución pacífica de los problemas. - Garantizar la existencia de controles para prevenir la violencia a través de los medios de comunicación. - Crear normas reguladoras sobre la eliminación de video de juegos sexistas y violentos, así como imágenes sexistas y pornográficas, distribuidas a través de las nuevas tecnologías, y ofrecer una visión más rica y espiritual . Sin embargo, el cambio no es sólo del Estado. Por el contrario, “el cambio debe empezar por cada uno de nosotros” como individuos, futuros ciudadanos del país, porque a pesar de no ser mayores de edad, podemos hacer muchísimos cambios, empezando por nosotros, para luego continuar en lo más cercano que tenemos, que es nuestro hogar, nuestra familia y la escuela. Y, ¿cómo podemos contribuir para lograr una cultura de valores? Pues es muy simple, y son cosas que podemos aplicar en nuestro día a día.
- Promover la participación democrática a la hora de discutir un tema
en nuestras casas o en clase, en la escuela. - Defender la libertad de expresión, es decir, respetar la opinión de los demás. - Entrenar resolviendo pequeños conflictos que podamos tener de manera pacífica, sin usar la violencia de por medio, para así estar preparados a manejar situaciones de mayor intensidad en el futuro. - Aceptar a todos tal cual son, y respetarlos sea cual sea su condición económica, su raza, su cultura, etc., pues a los ojos de Dios todos somos iguales.
Es decir, debemos optar por conductas y actitudes que practiquen los
valores que más necesita la sociedad hoy en día, como el respeto, la humildad, la justicia, pero que sobre todo, apueste por un ambiente seguro y una cultura de valores. Con todos estos cambios que pueden parecer pequeños, al ir sumándose más y más personas, se puede lograr resultados inimaginables. “El cambio debe empezar por cada uno de nosotros”, no esperar que el mundo cambie, sino más bien nosotros tomar la iniciativa para cambiar el mundo.
En si concluyo diciendo que los valores son el alma del ser humano, quien no tiene valores no sabe lo que es vivir ya que el valor de una persona se lo mira en su actitud. Se perseverante en tu forma de mejorar el trato a las personas solo así alcanzaras la cúspide de tus más grandes sueños.
Y termino diciendo estas palabras celebres del Presidente Benito
Juárez. “Encaminemos ahora todos nuestros esfuerzos a obtener y a consolidar los beneficios de la paz. Bajo sus auspicios, será eficaz la protección de las leyes y de las autoridades para los derechos de todos los habitantes de las naciones. Que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos. "Entre Los Individuos, Como Entre Las Naciones, El Respeto Al Derecho Ajeno Es La Paz”.