Podemos encontrarnos interruptores automáticos, que no requieren la intervención del conductor.

Veamos
ejemplos de interruptores típicos en el automóvil.

- Interruptor de encendido o llave de contacto: Accionamiento manual más importante del vehículo. Alimenta
al resto de circuitos y al interruptor multifunción a través del borne 15. Alimenta asimismo al relé del motor
de arranque a través del borne 50 para poner en marcha el vehículo. (Vuelve a la posición de reposo tras
arrancar).

- Interruptor manual multifunción: Este interruptor se encuentra en el volante o la columna de dirección.

Sirve para conectar las luces de posición y cruce y, en ocasiones, las de antiniebla.

- Conmutador manual de alumbrado: A veces integrado en el mismo interruptor multifunción, sirve para
cambiar de las luces de cruce a las de carretera (puede darse que no conmute las luces, sino que añada las
de carretera sin quitar las de cruce).

- Interruptores de servicio: También pueden ser pulsadores, permiten conectar y desconectar diversos
dispositivos en el vehículo: limpiaparabrisas, luneta térmica, aire acondicionado, etc. La tendencia es a
integrar todo este tipo de interruptores en el volante.

- Actuadores eléctricos:
Los receptores de la corriente eléctrica en un circuito se denominan actuadores. Estos reciben la energía eléctrica
y la transforman según el tipo de actuador en otra forma de energía: luminosa, calorífica, mecánica, etc.
Los actuadores más comúnmente empleados en los automóviles son los siguientes:

- Motores eléctricos:
Los motores transforman la corriente que reciben en energía mecánica en forma de movimiento de giro en
su eje. Se emplean para mover piezas del vehículo y realizar funciones específicas, tales como los elevalunas,
limpiaparabrisas, etc. Podemos encontrarnos con motores de cc y giro continuo, motores de cc y giro paso
a paso (de giro muy preciso: movimiento de faros o situación de espejos retrovisores, por ejemplo) o
motores de ca trifásica (vehículos híbridos y eléctricos).

- Lámparas y testigos:
Las lámparas y lámparas testigo reciben la corriente y la transforman en energía luminosa mediante un
filamento resistente que emite luz al ponerse incandescente a temperaturas muy altas. Se clasifican según
el tipo de casquillo (W, R, C, P, H, D), la tensión nominal y la potencia de consumo.

- Resistencias y bobinados:
Las resistencias transforman la corriente en calor debido al efecto Joule y se emplean en calentadores de
bujías, calefactado de asientos, etc. Los bobinados se emplean en diferentes componentes eléctricos, como
los transformadores o las bobinas de encendido. Cuando estos bobinados se montan sobre núcleos de
hierro dulce (no acerado) crean campos magnéticos (energía electromagnética) que generan electroimanes
en electroválvulas, relés, etc.