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¿Cuál es la mejor técnica para aprender cualquier cosa?

Si no puedes explicar algo en términos simples, no lo has entendido.


Richard Feynman
Hay muchas técnicas muy útiles, pero mi favorita es la “Técnica Feynman”, y antes de
entrar en detalle, quiero introducirte -en caso que no hayas oído o leído de él- al
creador: Richard Feynman (1918–1988),

Richard Feynman entre otras cosas es considerado uno de los físicos más importantes de
todos los tiempos. Pionero de la Electrodinámica Cuántica. Sus trabajos hoy en día son
la base de campos de investigación e industrias emergentes enteras, como la
computación cuántica y la nano-tecnología. Compartió el premio nobel de física en
1965 por sus aportes en la comprensión de las interacciones de la luz y la materia.

Además de ser uno de los más destacados intelectuales del siglo XX, Feynman fue un
destacado pensador y profesor, reconocido por explicar conceptos complejos de una
manera sintetizada y fácil de digerir. Sus cátedras son leyenda, Albert Einstein asistió a
su primer seminario. Bill Gates, quien de hecho compró los derechos de sus cátedras
grabadas y las distribuyó libremente como parte de un proyecto llamado Tuva, lo llamó
“el más grande profesor que nunca tuve”. Así que además de la técnica que veremos a
continuación, vale la pena echarle un vistazo a su trabajo.

La técnica Feynman

La técnica de Feynman se divide en 4 pasos. Ésta sería mi versión simplificada:

1. Escoge un tema que quieras entender y comienza a


estudiarlo. Escribe todo lo que sepas acerca del tema en la hoja
de un cuaderno, y agrega contenido cada vez que aprendas algo
nuevo sobre el tema en cuestión.
2. Pretende que vas a enseñar ese tema a una clase; o a otra
persona; o mejor aún, a un niño. Asegúrate de ser capaz de
explicar el tema en términos simples, pero que a la vez no se
pierda la esencia del tema.
3. Revisa tu explicación cada vez que sientas que no eres capaz
de explicarlo lo suficientemente bien. Vuelve a los libros, o a tus
fuentes de investigación sobre el tema si sientes que todavía
existen carencias en tu conocimiento que te impiden explicarlo -y
comprenderlo- de una manera más obvia. Repite el paso 2 y 3
hasta que sientas que lo entiendes y lo puedes explicar con toda
propiedad.
4. Organiza, simplifica y usa analogías. Repite el proceso y en cada
iteración simplifica tu lenguaje y conecta los hechos por medio de
analogías que sirvan para fortalecer tu entendimiento. Asegúrate
que tu explicación pueda ser entendida por cualquier audiencia,
aún sin tener conocimientos previos que crees deberían tener.
5.

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