Doble grado en Derecho y Ciencias Políticas

Introducción a las Relaciones Internacionales

LAS
RELACIONES
BILATERALES
ENTRE
FRANCIA Y
ESPAÑA

Trabajo realizado por Cristina Ruiz Bengoa

 Resumen

Uno de los actores principales de este trabajo es el Reino de España. Se situa en su mayor parte en
la Península Ibérica, en el extremo sudoccidental de Europa, siendo su capital Madrid. Su sistema
político es el de una democracia parlamentaria y una monarquía constitucional con un Jefe de
Estado, que será el monarca, y un Jefe de Gobierno, que le corresponde al Presidente del Gobierno.

Por otro lado, el otro actor determinante es la República francesa. Se situa en Europa occidental ,
siendo fronterizo con el norte de España, con capital en París. El sistema político que sigue este
país es el de la república semipresidencialista con un Jefe de Estado y un Jefe de Gobierno,
designado por éste último.

Los contactos políticos entre la República francesa y el Reinado de España son muy frecuentes a
todos los niveles, expresando el máximo nivel de sus relaciones mediante cumbres bilaterales que
se celebran alternativamente en Francia y en España y tienen lugar entre el Presidente del Gobierno
español, actualmente Pedro Sánchez y el Jefe de Estado de la. República francesa, que es
Emmanuel Macron. Además, suelen asistir algunos de los Ministros de ambos Gobiernos.

Ambos países mantienen una estrecha relación diplomática, tanto por su vecindad geográfica como
por la común pertenencia a numerosos organismos internacionales de gran importancia. En temas
como la economía y la cooperación en la lucha contra el terrorismo, entre otros, estas relaciones son
particularmente próximas.

Palabras clave

Francia, España, relaciones bilaterales, política, vínculos.

 Breve contexto histórico de las relaciones bilaterales (Trouvé, 2019)

Las relaciones bilaterales entre España y Francia han sido intensas y dinámicas, debido a su
situación geográfica. Dichas relaciones se remontan siglos atrás, pero como no podemos abarcar en
este trabajo todo este largo periodo, nos limitaremos a abordar el contexto histórico desde que las
dos naciones forman parte de la Unión Europea, es decir, desde 1986, que fue la entrada de España,
veintiocho años después de nuestra vecina, Francia.

Lo cierto es que entre España y Francia hubo ciertas controversias a la hora de que la nación
hispana entrase en la Comunidad Económica Europea, llamada de aquí en adelante la CEE (hoy
llamada Unión Europea). Después de obstaculizar la entrada a la Comunidad en las negociaciones
en Bruselas entre 1979 y 1982, el Gobierno francés, que en ese momento presidía la Comunidad
Europea durante el primer semestre de 1984, apoya y acelera el proceso de ampliación de la CEE,
principal misión del Ministro francés de Relaciones de la Comunidad, Roland Dumas. Tras resolver
los problemas de contribución británica a la CEE tras la cumbre europea de Fontainebleau en 1984,
el propio Presidente de la República, por aquel entonces François Mitterand, efectuó un viaje a
Madrid para anunciar al Presidente del Gobierno, en ese momento Felipe González, el desbloqueo
de los problemas comunitarios que planteaba la entrada de España a la CEE, y su entrada a finales
de año.
Sin embargo, la firma del tratado de adhesión se realizará de manera tardía, y no tendrá lugar hasta
junio de 1985 (Trouvé, 2008), y no surtirá efectos hasta enero de 1986, que será cuando tanto
Francia como España formarán parte de la misma entidad comunitaria.

La primera etapa de acercamiento diplomático entre las dos naciones será a través de los seminarios
ministeriales franco-españoles que, siguiendo el modelo de las cumbres bilaterales franco-alemanas,
fueron establecidos para resolver los problemas bilaterales y crear un ambiente de distensión
favorable para ambos países por el constante contacto entre ministros y administraciones. Para el
Ministro de Asuntos Exteriores español del momento, Fernando Morán, esta decisión fue crucial
para desbloquear la posición francesa sobre el tema de entrada de España en la CEE, pero también
de los problemas políticos, comerciales, en lo relativos a los refugiados y también al terrorismo.

Además, es de relativa importancia el seminario ministerial de 1983 en La Granja, donde los

distintos Ministros de Asuntos Exteriores, de Economía, Agricultura, Industria, Cultura, Comercio y
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 Relaciones para Europa se reunieron, dando lugar a

un desbloqueo psicológico entre Francia y España.
No obstante, a partir de 1985, los seminarios
ministeriales se celebran de forma anual y se han
especializado en temáticas concretas. Han habido un
total de veintidós seminarios entre 1983 y 2004,
fecha en la que se dejaron de celebrar.

Los dos países conocen una institucionalización de

su acercamiento debido a las cumbres celebradas a
nivel del Jefe de Estado y de Gobierno, que vienen a
completar los seminarios ministeriales. Se empiezan
a celebrar en 1987 conforme al artículo primero del
acuerdo de cooperación firmado entre los países
vecinos, en julio de 1985.

Cabe la interpretación de la “ritualización” de las

relaciones bilaterales franco-españolas, tanto por su
organización protocolaria como por las tres etapas
imprescindibles de dicho ritual, que son:
1. Conversación privada entre los dos Jefes de
Estado y de Gobierno.
2. Reunión amplia entre Ministros.
3.Conferencia de prensa común.

Estas nuevas relaciones bilaterales y su fortalecimiento, han desembocado en la intensificación de

las relaciones comerciales y culturales, donde se ve una crecimiento exponencial de éstas,
convirtiéndose el espacio económico bilateral en uno de los más importantes para ambos países.
Además, a nivel cultural, es a partir de la década de los ’80, cuando España y Francia empiezan a
desarrollar este tipo de relaciones por los eventos deportivos, cooperaciones científicas o eventos
culturales.
El terrorismo sigue siendo un punto de especial interés en el diálogo hispano-francés entre 1980 y la
década de los 2000, teniendo como elemento central el grupo terrorista Euskadi Ta Askatasuna,
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denominada de aquí en adelante ETA. La lucha contra esta banda terrorista se intensificó a partir de
1992, y en 1995 la colaboración policial fue reforzada tras la IX cumbre bilateral, estableciendo seis
comisarías comunes de policías en la frontera franco-española. Además, tras la cumbre de
Perpignan, se creó un espacio judicial común y un equipo común de investigación antiterrorista, lo
que muestra una serie de progresos transcendentales en materia de lucha contra el terrorismo.

Respecto a la política europea y mediterránea, las relaciones franco-españolas tuvieron un impacto

muy positivo respecto a las relaciones multilaterales en el marco de la integración europea, pues
fueron la comisión europea y los países más europeístas de los años 1986 a 1996 (Francia,
Alemania y España) los que impulsaron los grandes debates europeos del momento; por ejemplo la
construcción de un mercado común, la union económica monetaria, la promoción de una Europa de
los ciudadanos o la política extranjera de seguridad común.
Francia apoya la participación de España en las negociaciones del espacio Schengen y las políticas
del fondo de cohesión, particularmente favorables para España, por lo que ambos países tienen una
gran convergencia en esta época.

Sin embargo, la llegada de José María Aznar al poder desata una política más nacionalista e
independiente con relación a Francia, priorizando la relación con los Estados Unidos de América.
Además, con su reelección en 2000, Aznar tuvo más peso para hacer oír la voz de España en Europa
pues, tras las negociaciones para reformar las instituciones europeas y tras el tratado de Niza,
España obtiene en 2004 ocho voces en el Consejo de la Unión Europea y en noviembre de 2004,
veintisiete voces junto a Polonia.

No obstante, la relación franco-española es buena y a día de hoy están bastante compenetradas a

todos los niveles, tanto políticos como culturales y económicos.

 Las actuales relaciones políticas entre Francia y España

En la actualidad, España forma parte del grupo de países considerados con un nivel de desarrollo
más avanzados, siendo partícipe de los principales foros y organizaciones internacionales como la
ONU, la OTAN, la OCDE y el G-20, entre otros. Además, es Estado miembro de la Unión Europea
desde el 1 de enero de 1986, uno de los principales bloques económicos del mundo.

Sin embargo, Francia también es uno de los países que forma parte de los que se consideran más
avanzados y participan en grandes foros y organizaciones internacionales, siendo miembro
permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, perteneciente también a la OTAN, la OMC, la
OCDE, el G-8 y el G-20, entre otros. También es Estado miembro de la Unión Europea, pero, a
diferencia de España, desde el 1 de enero de 1958, siendo uno de los seis miembros fundadores de
la CECA en 1951 y de la CEE en 1957.

Entre ambos países, se han firmado más de 370 acuerdos, tratados o convenios bilaterales como, por
ejemplo, la firma del Tratado de los Pirineos por Luis XIV y Felipe IV en 1659 en la isla de los
Faisanes, en la frontera hispano-francesa. Esto convierte a España en el país con el que Francia ha
firmado un mayor número de acuerdos bilaterales.

Las relaciones políticas son particularmente densas, tanto por su larga trayectoria histórica como
por las condiciones geográficas de ambos países. La colaboración que existe entre ellos se debe a
los proyectos de cooperación relativos a las interconexiones energéticas y de transportes. Pero no
solo se basa en estos, puesto que, a nivel político, ambos países luchan contra el terrorismo, el
crimen organizado y la inmigración ilegal con especial interés y ambos han mantenido relación en
materia de seguridad interior.
Además, dicha cooperación también se basa en la voluntad de reforzar la concertación del futuro de
la Unión Europea, compartiendo varios puntos de vista en los asuntos europeos.

En materia de seguridad interior, España es el primer socio de Francia, demostrándose con una
extensa red de doce policías y gendarmes franceses incorporados en las administraciones españolas
y una magistrada de enlace que trabaja en el Ministerio español de Justicia.

Sobre cooperación policial, y, en especial, la lucha contra el terrorismo, tanto Francia como España
se centran históricamente en la lucha contra la banda ETA, y, en la actualidad, se dedican
ampliamente a la lucha contra el terrorismo islamista.
En lo relativo al grupo terrorista ETA, por una cuestión historiográfica y de memoria histórica, en
2017, se firmó en Madrid un acuerdo para que se traspasara material que fue incautado durante
procedimientos judiciales, y fue en octubre de 2018 cuando se transfirió a Madrid el material
incautado en el marco de los procedimientos incoados en Francia contra dicho grupo a las
autoridades españolas. Dicho traspaso se hizo en presencia del primer ministro francés, Edouard
Philippe, y del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

En el ámbito de la defensa, la relación bilateral es esencial y estratégica. Podemos destacar la

operación francesa Barkhane en el Sahel, que es un claro ejemplo de cooperación y apoyo mutuo
entre los dos países, ya que España y sus fuerzas armadas, prestaron apoyo logístico sobre el terreno
a las fuerzas armadas francesas.
Además, también cooperan en las misiones del Golfo de Guinea, en aquellas llevadas a cabo en el
océano Índico y el las misiones que despliegan tanto la OTAN como la Unión Europea, siendo
ambos los primeros contingentes en términos de personal.
Por lo tanto, la cooperación franco-española y la fraternidad de sus cuerpos militares se pone de
manifiesto y se le rinde homenajes a menudo.

En materia de cooperación transfronteriza, las interconexiones son un desafío político y económico

de primer orden para ambos países, entre los que podemos destacar las infraestructuras ferroviarias
(a destacar la Línea de Alta Velocidad (LAV) que conecta Perpignan con Barcelona), las
interconexiones energéticas y las interconexiones de gas. De hecho, en la cumbre de Lisboa de
2018, ambos países afirmaron de nuevo su compromiso con la Unión de la Energía y subrayaron el
papel estratégico de estas conexiones transfronterizas, para mejorar el funcionamiento del mercado
interior y contribuir con la descarbonización de ambas economías.
En cuanto a materia de interconexiones energéticas se refiere, podemos destacar la línea entre
Baixas y Santa Llogaia, con la que se duplicó en 2015 la capacidad eléctrica. Dicho proyecto de
línea submarina en el Mar Cantábrico, ha sido uno de los que más ayuda financiera europea ha
recibido, con un valor de 578 millones de euros.
Ya en 1993 se puso en marcha el gaseoducto Larrau-Calahorra, que supuso la primera conexión
con la red europea de gaseoductos, y, posteriormente en 2013, la filial Enagás Transporte S.A.U.
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 adquirió el 90% de Naturgas Energía Transporte, uniendo así las infraestructuras de la conexión
internacional de Irún, conectando el Pais Vasco con Francia.
Por otro lado, las interconexiones de gas también son clave en las relaciones de los países, ya que,
gracias a la puesta en marcha del gasoducto Artère de l’Adour al oeste de los Pirineos en 2015,
podemos alcanzar los 225 GWh al día, lo que equivale al 20 % del consumo francés o al 27 % del
consumo español.
Otro ejemplo de cooperación transfronteriza es el Hospital de Puigcerda, primer hospital
transfronterizo de Europa, que fue creado y gestionado por Francia en España. Esta institución se
creó en 2010 y ofrece servicios a los ciudadanos de ambos países de forma indistinta.

Por otro lado, todos los servicios de la Embajada, así como los Consulados Generales de Francia en
España y los cónsules honorarios, son los promotores de la cooperación a nivel local. Entre sus
competencias, se encargan de plantear y llevar a buen término proyectos de cooperación y ayudar a
que Francia esté presente en toda España, y a la inversa.
En relación con esto último, se calcula que la comunidad española en Francia asciende a 190 000
personas aproximadamente y se encuentran alrededor de 128 000 franceses en España.

En 2021, tuvo lugar la Cumbre franco-española en Montauban, donde se celebraba la intensidad de

sus relaciones bilaterales, la firma del Convenio de dobles nacionalidades y el compromiso de
iniciar trabajos sobre estrategia global transfronteriza, lo que se presenta como una oportunidad para
profundizar e intensificar las cooperaciones de ambos países.

En materia relativa al conflicto actual de la guerra entre Rusia y Ucrania, los dos países tienen la
misma posición respecto a apoyar al país invadido por el Kremlin.
Sin embargo, dentro de la UE, cada Estado Miembro tiene unas necesidades, coyunturas y
preocupaciones propias, por lo que el conflicto en Ucrania ha afectado de manera distinta a cada
uno de ellos.

En el caso de España, la dependencia del gas ruso es es del 6%, por lo que España no sufriría tanto
la escasez del suministro ruso, además de que España tiene 6 plantas de regasificación de gas
licuado.

 Pero eso no hace que España sea inmune a la escalada del precio del petróleo y el gas, pues no hace
falta un corte de suministro para que la situación se complique. De hecho, la inflación podría
dispararse al 6,5% en 2022, dos puntos por encima de su anterior previsión.

Francia, al igual que España, no depende tanto de Rusia para su suministro de gas, ya que solo
importó el 17% de sus necesidades de gas de Rusia en 2020. Pero el aumento de los costes
energéticos, de la gasolina y la electricidad, ha impulsado la inflación y el aumento del coste de
vida.
Junto a varias medidas para ayudar a los hogares, el gobierno francés ha mantenido su "blindaje
tarifario" para limitar la subida de la factura de la luz al 4% y congelar los precios del gas en su
nivel de octubre de 2021. Por último, el Gobierno francés renacionalizará la mayor compañía
eléctrica del país, con el objetivo de proteger la independencia energética de Francia, perjudicada
por la guerra.

Actuales relaciones económicas entre los países

Por su condición de vecinos, Francia y España mantienen una relación fructífera desde un punto de
vista económico desde hace décadas, debido a la importante atractividad que existe entre ellos, tanto
de forma bilateral como en el marco europeo.

Entre Francia y España, el volumen comercial creció a partir de 1986. Este crecimiento es latente
puesto que en 2004, Francia era el primer cliente de España y el primer proveedor, mientras que
España era el tercer cliente del país galo y el quinto proveedor, a diferencia del año 1993, donde
España era el quinto cliente y el sexto abastecedor de su país vecino.
Dicho espacio económico bilateral se basa en el comercio industrial, que presenta un tercio del
comercio total, seguido de los bienes intermediarios.

Por la buena relación económica entre ambos, es lógico que cuenten con grandes flujos comerciales
y muy diversificados. Dichos flujos, según las aduanas españolas, asciende hasta los 70 000
millones de euros entre los países vecinos, además de recibir el 16,1% de las exportaciones que
España realiza y suministra un 10,4% de las importaciones españolas. De este modo, Francia se
convierte en el primer socio comercial de España.

En cambio, las aduanas francesas afirman que España dispone de una cuota de mercado en alza en
el año 2020 en el país francés, en torno al 7,1%, por lo que España sigue siendo su cuarto cliente y
su cuarto proveedor.

En cuanto a las exportaciones de Francia a España, los intercambios ascienden hasta los setenta mil
millones de euros como se ha mencionado anteriormente, y las exportaciones francesas se destinan
a sectores como los productos industriales (representando el 12,8% de las exportaciones), materiales
de transporte (6,8%), equipamientos mecánicos, material eléctrico, electrónico e informático (4,8%)
y en productos agroalimentarios (2,9%).
Dichos sectores se han visto afectados de manera negativa, disminuyendo considerablemente, en
2020 por la crisis mundial de la pandemia del Coronavirus pero, al ser los ámbitos de exportación
más destacados de Francia respecto de España, se espera un incremento de nuevo tras la crisis.
Por otro lado, España exporta a Francia en sectores como productos industriales (12,3%), material
de transporte (9,9%), productos de las industrias agroalimentarias (4,7%) y en equipamiento
mecánicos, material eléctrico, electrónico e informático, representando solo un 3,3%.

Sin embargo, las relaciones económicas no se reducen a los intercambios comerciales, sino que
también hay mucha presencia empresarial, tanto española como francesa, en el país vecino.
En Francia, son más de 900 las entidades empresariales españolas que se encuentran en el territorio
galo, generando un total de 61 500 empleos directos. A la inversa, el territorio español acoge un
total de 2 800 filiales francesas que generan más de 350 000 puestos de trabajo. Estas filiales se
ubican principalmente en la capital del país y en Cataluña, siendo las más conocidas Renault,
Peugeot, Citroën, Carrefour, Orange, Michelin o Leroy Merlín. En base a estos datos, Francia se
convierte en el segundo país inversor en España.

Esta relación bilateral, a nivel económico, es de gran importancia y presumen un gran futuro entre
los dos países, pues ambos están poniendo de su parte respecto a planes de recuperación post
COVID-19 para afrontarlo con la mayor rapidez y eficacia posible.

El atractivo de la relación bilateral se hizo latente tras el primer foro económico bilateral en octubre
de 2020 en Paris, además del aumento de intercambios de las organizaciones patronales de los dos
países, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el Mouvement des
Entreprises de France (MEDEF), tras la visita de la parte francesa a Madrid en 2019.
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 Este impulso en las relaciones institucionales franco-españolas, tras la declaración económica de la

cumbre bilateral XXVI del 15 de marzo de 2021, contribuye a que la comunidad creada por ambos
países de negocios sea mucho más dinámica, además de esperar un impacto positivo a nivel de
inversiones y de empleo, tanto en Francia como en España.

Otro tipo de vínculos entre Francia y España

La cooperación entre ambos países da lugar a intercambios diarios de gran envergadura en los
ámbitos deportivo, educativo, lingüístico, cultural, científico, técnico y turístico.
En la década de los ’80 aumentan estos tipos de intercambios entre Francia y España. Los productos
culturales españoles disfrutaron de un gran éxito en el país galo, a destacar el cine del director
español Pedro Almodóvar, los eventos culturales como la Expo de Sevilla de 1992 o los Juegos
Olímpicos de Barcelona. Además, la cooperación científica y universitaria se intensifica con la
presencia de la Casa de Velázquez en Madrid, la reanudación de la Ciudad universitaria española
reinagurada por el Rey de España en París y el desarrollo en Francia de los Institutos Cervantes.

A nivel deportivo, grandes tenistas españoles destacan en Roland Garros o el ciclista español
Miguel Induráin, que se convierte en el ganador de la competición del Tour de Francia durante
cinco años.

En materia educativa, la red escolar francesa en España sigue siendo la red más importante en
Europa, contando con 22 centros educativos, y la tercera más importante en el mundo, detrás de la
del Líbano y Marruecos. El francés es el segundo idioma extranjero que más se imparte en España,
con 1,4 millones de alumnos en el territorio vecino, cosa que es bastante significativa puesto que en
España no es obligatorio cursar un idioma extranjero en todas las Comunidades Autónomas.
Además, es bastante significativo que la red educativa de liceos franceses es la más importante d
Europa y la tercera a nivel mundial.España es la primera red mundial de centros
LabelFrancEducation, contando con 87 en total, siendo un sello concedido a los centros de
enseñanza en el extranjero que participan en la difusión de la lengua y la cultura francesas, en el
marco de su enseñanza nacional. Este sello reconoce y valoriza los centros educativos que brindan a
sus alumnos una enseñanza reforzada en francés e imparte asignaturas en este idioma.

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 Sin embargo, en Francia hay 3,25 millones de alumnos de secundaria que aprenden español. Esto
es, entre otros, por la instauración del Instituto Cervantes en 4 grandes ciudades Francesas; Lion,
Burdeos, Paris y Toulouse.
El Bachibac es el currículo que posibilita la obtención del baccalauréat y el título de Bachiller al
mismo tiempo, modalidad que al que se puede optar en el territorio español.
En el ámbito universitario, Francia es el tercer país que más estudiantes españoles de movilidad
recibe, ascendiendo a la cifra de unos 6000 alumnos. Esto se debe a que, en febrero de 2017, se
firmó un acuerdo sobre redes universitarias, enmarcando la movilidad en una cooperación
universitaria dinámica, con más de doscientos veinte dobles titulaciones y diecisiete acuerdos de
universidades europeas que incluyen a socios franceses y españoles.

En materia cultural, en marzo de 2015 se inauguró una sucursal del Centre Pompidou en Málaga.
La red de cooperación y acción cultural francesa es densa en España y está formada, entre otros, por
6 Instituts français de España y sus distintas sedes en Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia
y Zaragoza, y 20 Alianzas Francesas.
En el área de las ciencias humanas y sociales, la Casa de Velázquez, el centro de investigación sobre
el espacio mediterráneo y latinoamericano y, al mismo tiempo, de creación artística, forman parte
de la red de escuelas francesas en el extranjero.

En el ámbito científico y técnico, la cooperación se basa en acuerdos de cooperación entre los

grandes centros de investigación y desarrollo franceses como el CNRS, el INSERM, el INRA y el
IFREMER y sus homólogos españoles. Así, Francia se convierte en el tercer socio científico de
España.

En el ámbito industrial, la industria armamentista es destacables pues ambos países son propulsores
de programado de armas en el marco de cooperación europea. España, junto con Alemania, son los
dos socios más importantes de Francia para el proyecto del Futuro Sistema Aéreo de Combate,
proyecto que debe promover en los años siguientes la estructuración del a industria aeronáutica de
defensa europea.

En materia de turismo, casi seis millones de turistas franceses visitaron España en 2021, suponiendo
un incremento de casi el 50% con respecto al año anterior. Además, en 2021 Francia fue el primer

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 mercado emisor internacional para España, por delante de Alemania y Reino Unido, con una cuota
del 18,7%, al igual que en 2020.
Por otro lado, según Comité de Turismo de la Región de París en su balance provisional de 2021,
España ha sido el tercer mercado para la región de la capital francesa, considerando que sólo la
capital francesa recibe el 50% de los turistas internacionales que visitan Francia al año.

Conclusiones

Tras lo anteriormente analizado sobre las relaciones bilaterales entre Francia y España, podemos
concluir que dichas relaciones son relevantes por su estatus de privilegios en el ámbito de la
educación, de la universidad, de la cultura y en lo económico que se han ido instaurando a lo largo
de los años e interiorizando por una relación de amistad, de acercamiento o incluso de alianza. Esta
relación privilegiada es ante todo inesperada tras las largas décadas de enfrentamientos y
discrepancias históricas que han vivido. Sin duda alguna, la integración de España a la CEE ha sido
clave para el desarrollo de la relación bilateral franco-española, puesto que el calificativo de socios
es más que latente e innegable.

La importancia de las relaciones bilaterales entre Francia y España residen en los objetivos
concretos que tienen ambas naciones. Por lo tanto, hay que matizar la visión idealista que se a
creado en torno a la política de cooperación hispano-francesa, pues no es solo la intención de
fortalecer una amistad, sino que siguen intereses propios, económicos y comerciales que benefician
a ambos.
Es por estos intereses particulares por los que se siguen estudiando ciertos aspectos de la relación
bilateral, como pueden ser la cooperación en materia de conexión transpirenaica y el tren de alta
velocidad. Además, hay que añadir la presión que ejercen los lobbies agrícolas, en especial los
franceses, para defender sus intereses y crean un clima contencioso aunque son apaciguados por
ambos Gobiernos.
Además, ambos países, al ser miembros de la UE, se enfrentan a nuevos retos comunes, como la
definición del nuevo marco financiero plurianual, el desafío climático y la neutralidad de las
emisiones de carbono en 2050, la futura relación con Gran Bretaña, la consolidación de la
democracia europea y la gestión del conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
No obstante, no hay que perder de vista que la alianza hispano-francesa también se basa en sus
respectivas posiciones en el interior del marco europeo. Con esto quiero decir que, con la paulatina
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incorporación de Estados Miembros de la UE y la ampliación de la Unión, países como España y

Francia, en menor medida, sufren un riesgo de periferización puesto que cada vez más el centro de
la UE se está moviendo al este de Europa. Como consecuencia de esta situación, España necesita
de aliados para situarse en una posición de influencia con respecto a los demás Estados Miembros y
Francia necesita también más aliados a parte de Alemania, por lo que ambos países son perfectos
candidatos para apoyarse el uno en el otro.

Sin embargo, existen algunos problemas y tensiones entre los países vecinos, ya que no se han
considerado siempre aliados.
En el marco de colaboración europea, la relación entre Francia, Alemania y España no ha sido
nunca equilibrada, puesto que el eje franco-alemán ha estado muy unido, aunque en diferentes
grados por el impulso de iniciativas europeas, así como las desigualdades latentes del Gobierno
español con ambos países.
Un claro ejemplo es el de a partir de los años 2001 y 2002, relativo al incidente de las islas Perejil
entre España y Marruecos, el acercamiento de Madrid y Washington durante la guerra de Irak en
2003 y el latente apoyo de España a Estados Unidos, motivos por los cuales entre Francia y España
se crearon algunas tensiones.
No obstante, no hubo consecuencias más allá por la sencilla razón de que la cooperación bilateral
establecidas en la década de 1986 a 1996 son muy solidas y las cumbres internacionales, al margen
de marcar el ritmo de sus relaciones bilaterales, apaciguan las posibles tensiones que se pueden
crear. A lo último expuesto hay que añadir que hay un cambio en el Presidente del Ejecutivo
español, Jose Luis Rodríguez Zapatero que, rompiendo con la política nacionalista de Aznar, se
acerca de nuevo a Francia y al núcleo “Paris-Bonn”.

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 Bibliografía

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