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Las aventuras del Dr.

Mises

Fechner fue un científico sobresaliente, pero tenía un lado que no era satisfecho por la ciencia. Además
del científico materialista, estaba el Fechner satírico, filósofo y espiritualista, y el Fechner místico. Habría
sido un suicidio profesional que un científico joven expresara tantos puntos de vista, en especial, porque
tantos de ellos eran incompatibles con la ciencia. Así, Fechner inventó a una persona que hablara en
nombre de su otra mitad, y así nació el “Dr. Mises”. El seudónimo de Dr. Mises apareció la primera vez
ando Fechner era estudiante de medicina. Bajo él, escribió Proof That the Moon is Made of (Prueba de
que la Luna está hecha de yodo) (1821), sátira sobre la tendencia de la profesión médica a considerar el
yodo como una panacea. En 1825, el Dr. Mises publicó The comparative Anatomy of Angels (Anatomía
comparada de los ángeles), en el cual razonaba, Una suma ironía, por qué los ángeles no pueden tener
piernas.

Publicó después The Little Book of Life After Death (El pequeño libro de la vida después de la muerte)
(1836), Nanna, or Concerning the Mental Life of Plants (Nana o sobre la vida mental de las plantas)
(1848) y Zend-Avesta or Concerning Matters of Heaven and the Hereafter (Zend-Avesta o sobre algunas
cuestiones del cielo y el más allá) (1851). En total, el Dr. Mises habló 14 veces entre 1821 y 1879.
Fechner siempre lo usó para expresar la visión diurna, o la visión de que el universo está vivo y
consciente. Detrás de la sátira o el humor de Fechner siempre estaba el mensaje de que la visión diurna se
debía tomar en serio.

En The Little Book of Life After Death (El pequeño libro de la vida después de la muerte) (Fechner,
1836/1992), escrito para consolar a un amigo que acababa de perder a un ser querido, el Dr. Mises
describía la existencia humana que pasa por tres etapas. Uno pasa solo la primera etapa, continuamente
dormido en la oscuridad del claustro materno. Pasa la segunda etapa después del nacimiento, alternando
entre el sueño y la vigilia y en compañía de otras personas. En esta segunda etapa las personas muchas
veces tienen destellos de la tercera etapa. Estos destellos incluyen momentos de intensa fe o de
intuiciones que uno no puede explicar con base en sus experiencias de vida. El Dr. Mises nos señala que
cuando morimos entramos en la tercera etapa: “El paso de la primera etapa a la segunda se llama
nacimiento; la transición de la segunda a la tercera se llama muerte” (Fechner, 1836/1992, p. 7). Tal como
los nonatos no pueden prever las experiencias que les esperan en la etapa dos, las personas no pueden
prever las experiencias que les esperan en la etapa tres. En esta etapa, el alma de uno se funde con otras
almas y pasa a formar parte del “Espíritu Supremo”. No es sino hasta esta etapa cuando se puede discernir
la esencia última de la realidad.

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