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Capítulo I: Marco Histórico.

Antecedentes del Trastorno de Bipolaridad.

“Lo que hay delante de nosotros y


lo que hay detrás de nosotros
importa tan poco, comparado con
lo que hay dentro de nosotros”

-Ralph Waldo Emerson

La bipolaridad es un término que se constituyó gracias a la constante


investigación de médicos, estudiosos y filósofos, que desde la antigüedad y a lo
largo de la historia han descubierto una serie de conceptos o pequeñas piezas
para construir lo que conocemos hoy en día como el trastorno de bipolaridad.
Ya que conceptos como la manía y la depresión (antes melancolía), existen
desde las antiguas civilizaciones.

La manía (del griego antiguo μανία maníā ‘locura, demencia, estado de furor’)


es un trastorno mental consistente en una elevación anómala del estado
anímico. Es más difícil de identificar en obras antiguas, porque el término se
utilizó ampliamente, más o menos equivalente a la utilización actual de las
palabras dementes o psicóticas. 

La depresión o melancolía también aparece en los escritos de textos médicos


de las antiguas civilizaciones griega y romana, como Hipócrates y Galeno. La
palabra melancolía se deriva de la palabra μἐλας, (melas), "negra", y χολή,
(jolé), "bilis" indicando los orígenes del término en las teorías de los cambios de
humor de Hipócrates.

En ese período de tiempo aún no se comprendía lo que


era el trastorno de bipolaridad, la combinación de dos
síntomas la depresión y manía en la misma persona.
Durante casi un milenio después de la caída del imperio
romano, la Hipótesis humoral del Griego Hipócrates
prevaleció como la teoría de la causa de la depresión y
la manía. La hipótesis humoral afirmaba que
'melancolía' (depresión) fue causada por un fluido
corporal conocida como la bilis negra, mientras que
"manía" (locura) fue causada por otro líquido llamado
bilis amarilla.

Durante el siglo II A. D. Soranus de Ephedrus (98-


177 A. D.) describía a la manía y a la melancolía como
distintas enfermedades con etiologías separadas,
debido a que, él reconocía que “muchos otros consideran a la melancolía una
forma o un síntoma de la enfermedad llamada
manía”.

Los primeros escritos que describen la relación entre


manía y melancolía se atribuyen a Areteo de
Capadocia. Areteo fue un médico y
filósofo ecléctico, que vivió en Alejandría durante la
edad clásica entre los años 30 y 150 A. D. Areteo es reconocido como el autor
de los antiguos textos sobrevivientes donde se da un concepto unificado de la
enfermedad maníaco-depresiva, viendo ambos, melancolía y manía como si
tuvieran un origen común en la “bilis negra”. Según Areteo, la manía es un
aumento del ánimo y debe entenderse como el polo opuesto a la melancolía.
Su concepto del continuum del ánimo bipolar es aún más amplio que el actual,
englobando incluso los trastornos esquizo-afectivos y la psicosis.

En los siglos XVII y XVIII fueron fundamentalmente el anatomista


de Oxford Thomas Willis, Giovanni Battista Morgagni, de Padua, y Anne
Charles Lorry, de París quienes descubrieron los episodios repetitivos de
manía y depresión a largo plazo.

La conceptualización psiquiátrica contemporánea de la enfermedad maníaco-


depresiva es usualmente fechada cerca de 1850. El 31 de enero de 1854, Jules
Baillarger describió a la Academia de Medicina del Imperio Francés una
enfermedad mental de dos fases que causa oscilaciones entre la manía y la
depresión. Dos semanas después, el14 de febrero, Jean-Pierre Falret presentó
una descripción a la Academia de lo que era esencialmente el mismo trastorno.
Esta enfermedad fue designada como folie circulaire(locura circular) por Falret,
y como folie à double forme (locura de forma dual) por Baillarger (Sedler 1983).
A finales del siglo 19, múltiples descripciones y estudios de casos de la
enfermedad mental bipolar se publicaban en toda Europa y, además, el patrón
clínico de la depresión maníaca había sido descrito
en los libros de texto de medicina.

Emil Kraepelin (1856-1926), un psiquiatra alemán,


considerado por muchos como el padre de la
conceptualización moderna de trastorno bipolar, fue
quien categorizó y estudió el curso natural de
pacientes bipolares que no estaban siendo
tratados, tiempo antes de que se descubrieran los
estabilizadores del humor. Al describir a estos
pacientes (en 1902), él acuñó el término "psicosis
maníaco-depresiva". Notó que sus pacientes bajo observación tenían unos
intervalos de enfermedad, maníaca o depresiva, y generalmente después
venían intervalos libres de síntomas en los que el paciente podía funcionar
normalmente.

Emil Kraeplin proporcionó una descripción clínica definitiva para el trastorno


bipolar. Él escribe, "la locura maníaco-depresiva... incluye, por un lado todo el
dominio de la llamada locura periódica y circular, como manía y la mayor parte
de los estados mórbidos los denomina melancolía" (RASHMI NEMADE, 2009).

A mediados del siglo 20, las revistas médicas estaban publicando informes
acerca de los orígenes de la enfermedad bipolar, en concreto, que describe la
probabilidad de que este trastorno se transmitiese entre las familias. 

Después de la segunda guerra mundial, el psiquiatra


Dr. John Cade, en el Hospital Bundoora ubicado
en Melbourne, Australia, estaba investigando los distintos
compuestos que utilizaban los pacientes veteranos que
tienen la enfermedad. En 1948, el Dr. Cade descubrió que
el carbonato de litio podía ser usado como un tratamiento
eficiente para las personas que padecen la enfermedad.
Éste fue el primer compuesto o droga que demostró ser eficiente en el
tratamiento de cualquier condición psiquiátrica. El descubrimiento fue quizás el
inicio de los tratamientos farmacológicos ocupados en la psiquiatría. Este
descubrimiento precedió al de los tratamientos con fenotiazinas para
la esquizofrenia, y el descubrimiento del tratamiento con benzodiazepina para
los estados de ansiedad, por cuatro años.
En 1952, El Diario de los trastornos nerviosos y mentales publicó un artículo
sobre el análisis de la heredabilidad del trastorno. Este estudio, que ofrece un
análisis estadístico de los datos de la familia generacional, mostró una
incidencia aumentada de síntomas del trastorno bipolar entre los familiares
biológicos, proporcionando evidencia biológica y, más concretamente genética
de transmisión de esta enfermedad.

El término "enfermedad maniaco-depresiva" apareció por primera vez en 1958.


La actual nosología, trastorno bipolar, se volvió popular sólo recientemente, y
algunos individuos prefieren la terminología antigua debido a que provee de
una mejor descripción de una enfermedad multidimensional que continuamente
cambia.
Los cambios bruscos de estado de ánimo, conocidos clínicamente
como trastorno bipolar, no es un padecimiento del que escapen los mexicanos.
Al respecto, un reporte del laboratorio Landsteiner Scientific informó que cerca
de tres millones de mexicanos sufren de bipolaridad, pero más del 40% de ellos
no recibe ningún tipo de tratamiento.

A nivel global, este trastorno del comportamiento, que tiende a despertarse en


la franja de los 15 a los 30 años de edad, afecta a un promedio de 222 millones
de adultos, es decir, a un 3.4% de la población mundial. Sin embargo, el
diagnostico todavía no es tema sencillo, dado que algunas personas pasan
varios años antes de que los especialistas identifiquen bipolaridad.

Noemí Santos, director médico de la firma, explica que esta enfermedad


también recibe el nombre de trastorno maniaco depresivo, debido a que puede
hacer variar el estado de ánimo de las personas entre polos como la manía o la
depresión. El especialista añade que ante la presencia de esta enfermedad es
importante eliminar el consumo de alcohol, drogas y café.

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