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Ciclo : "Estado de cosas" del CEAC

1) ¿Qué, cómo, y por qué se enseña aquello que enseñamos en los cursos de Historia y
Teoría en la EAEU?

2) ¿Cuál es el rol de la Historia en la formación de arquitectos en la actualidad?

3) ¿Qué marcos teóricos e hipótesis de trabajo son utilizados en nuestros cursos?

4) ¿Cómo son seleccionados las obras y los casos de estudio, y qué roles cumplen en los
programas?

“...el rol del estudio de la historia y la teoría en la formación de arquitectos en la


actualidad sus roles en la disciplina en su totalidad, y su capacidad para producir
cambios e innovación en el campo arquitectónico”.

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LECTURA
CICLO “ESTADO DE COSAS”

PARA QUÉ ESTUDIAR LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA

“Habiendo de escribir de los lineamientos de los edificios colegiremos las mejores y


más elegantes cosas que hubieren sido escritas por nuestros antecesores, y de éstos
escogeremos los más ejercitados, y las que hubiéremos advertido que fueron
guardadas, en el hacer las mismas obras las traspasaremos a nuestra obra, y a estas
cosas añadiremos si algo hubiéremos hallado con nuestro ingenio, cuidado y trabajo
de investigar.”
De re aedificatoria
Leone Batista Alberti, Libro I, Capítulo I.

Deformación.
Si nos atenemos al fragmento de Alberti, el estudio de los edificios del pasado podría
suministrar todos los elementos y las herramientas para proceder a construir una obra
nueva, sumando a las viejas certezas, nuevos hallazgos. Fue necesario asimilar la
arquitectura de los edificios antiguos a lo verdadero para conservar sus procedimientos
conceptuales. Pero también es indudable que lo moderno –y por eso es tal- resultaría
todavía más apto y más verdadero. La tensión entre un modo basado en la acumulación
de experiencia sobre la cual se ha producido conocimiento técnico, teórico, crítico y un
salto técnico brusco y cualitativo hacia arriba y hacia adelante, es el asunto mismo de la
Historia. La tensión entre el pasado y el presente, entre el clásico modo y lo moderno
en sí mismo, resulta el objeto primordial de la Historia. La Historia de la Arquitectura es
una Historia de cambios entendidos como respuestas o representaciones a intensas
transiciones, manifestadas todas en el devenir del tiempo que no está exenta de un
punto de vista. Es, al fin y al cabo, una mirada, la más fundamentada posible sobre las
evidencias que tenemos de los hechos. (Foto 1)

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El insumo histórico no es una constante. Está claro que tal actitud está históricamente
signada. Suponer que el análisis de los edificios ya construidos 2000, 200 o 20 años
atrás encierra la clave de un punto de partida, denota una mirada plasmada
históricamente: acaso cuando la Antigüedad fuera la razón hallada en la Historia, como
ha escrito Rosario Asunto para referirse a la Ilustración, acaso cuando CIAM se
resquebrajaba, acaso en los setentas. Mirar el pasado, o mirar “lo otro” como un
pasado en espera que está vivo, puede designar una actitud de rechazo de la cultura
persistente en el equívoco, pienso en Le Corbusier describiendo las kaçbas turcas en
lugar de admirar la Magdalena de París. Que tal actitud perdure podrá signar incluso
sólo a los años que vivimos, pero nada de lo antedicho es una constante. (Foto 2)
El rol de la formación histórica de un estudiante de arquitectura puede espabilarlo
respecto de esta realidad, aunque no tiene por qué conocerla. Si se plantease la
construcción de la ciudad como un contínuo, en el que del mejor o del peor modo
arquitectura, medio y ciudadanos han hecho las paces, la Historia echaría luz sobre el
juego de poderes en su resultado material. El estudio de la Historia y el conocimiento
que de ella proviene, debería promover en un arquitecto in construction el
razonamiento de los sucesos construidos como agenciamiento e interacciones de
individuos, intereses y causas. Mientras la ciudad es una voluntad colectiva, que
finalmente agradaría hasta al mismo Ruskin, la mirada esterilizada sobre la ley formal
implícita en tal o cual edificio ya construido, contiene agazapado el riesgo de una
monumentalidad obsoleta, supra o infrahistórica. Por el contrario, la construcción
histórica de la ciudad aún en la continuidad y discontinuidad de ciertos procesos de
rabioso rechazo permite establecer dos hechos contundentes. Primero, no nos será
posible entender ningún sitio de la matriz metropolitana como nuevo, vacante o vacío.
Segundo, la tensión entre lo nuevo y lo existente dinamiza permanentemente la matriz
crítica para juzgar las posibilidades de lo que habremos de encarar. Este conocimiento
permite y puede fundar el ejercicio flexible e inteligente correspondiendo con sus
vectores e intereses diversos. (Foto 3)

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Manual de Uso: la historia de autor.
No hay Historia sino historias. E historiografías. El relato épico de Hobsbawm es el
marco historiográfico fundamental para situar las periodizaciones propuestas por el
curso cada año. Algunos modelos de estudios culturales como el de Berman o el de
Renato Ortiz (aclaro ese nombre, aunque no debería dejar de mencionarse el aporte de
Federico) alientan la manera de abordar los casos. En la propuesta crítica histórica de
Tafuri, este curso encuentra un caso de análisis cultural y material junto con la
conceptualización de las ideas y mecanismos que dan marco al pensamiento de los
arquitectos. El balance entre periodización y problematización que propone Frampton
junto a la noción de “condición de partida” es decir la continuidad del proceso de la
modernidad desde la mitad del XVIII, resulta harto didáctico, del mismo modo que la
propuesta de historia firmada por Benévolo. Algunas historias de menos de treinta
años (Cohen, Curtis) intensifican o derivan tal esquema o cual modelo. (Foto 4)
El curso fomenta la lectura de textos críticos y lo ha hecho con propuestas diferentes:
voces de los arquitectos plasmadas en textos teóricos o críticos o voces de arquitectos
en la crítica de obras de otros arquitectos: Rossi ocupándose de Loos; Collins de Gideon
y casos análogos, proponen un juego de espejos con el que puede reconocerse la obra,
su participación en determinado canon, la justificación y presencia en determinadas
Historias. A su vez los textos aportan un caso modelo de descripción y riesgo de
hipótesis como lo hizo Vincent Scully Jr. en plena crisis de Modernidad encontrando en
Wright un modelo de construcción de una cultura arquitectónica analógica basada en el
reconocimiento inconciente en la arquitectura decimonónica de Chicago de lo que -casi
contemporáneamente- Rossi habría mencionado como el “genius loci”. Para el curso
en partícular, este tipo de lecturas aportan ejemplo de la diversidad de interpretación
histórica y de la propia historicidad de esa interpretación. El contenido es por lo menos
doble: el impacto teórico en las ideas del arquitecto pero también el impacto teórico
en la mirada puesta sobre su vida por el historiador. (Foto 5)

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La casuística, la regla y el modelo
El estudio de la serie de casos de un curso compone un canon, y no se puede ser
ingenuo respecto de esto. La pertinencia de cada uno de esos casos a la serie, es a su
vez canónica. La oportunidad del estudio de obras canónicas propone un ejercicio que
es el de la lectura paralela de la critica diversa y profusa producida en torno de ellas, y
un gran caso es el de Juan Pablo Bonta con “El surgimiento de una interpretación
canónica” en Sistemas de significación en arquitectura de 1977, en el que básicamente
expone la variedad de miradas de tenor distinto que genera en diferentes tiempos y
espacios el paradigma del Pabellón Alemán (Español) de la Expo de 1929. (Foto 6)
Sin embargo, existe otra chance que es la de merodear el meollo de las obras canónicas
o de los arquitectos a quienes se las ha atribuido, a partir de la investigación de casos
que no han capturado inicialmente la atención de los críticos e historiadores. En la
dificultad de partida que podría ser la “falta de información escolar/bibliográfica o
documental” para estos casos radica el interés de estas piezas proponiendo al
estudiante la construcción de una hipótesis de estudio fundamentada en las biografías,
críticas y obras más centrales del autor, o de cualquiera de sus obras, del país, del
colectivo que la produce, del sistema pedagógico que la sostiene, del período histórico
en el que tiene lugar y así sucesivamente. La hipótesis de estudio, que en el curso
llamamos informalmente “clave” o “estructura” de análisis, es una propuesta
concientemente parcial de explicación del objeto plasmada analógicamente,
fundamentada en el registro histórico de las preocupaciones, la “agenda” del
ambiente, las coyunturas y circunstancias que le dieron lugar. Corriendo ese riesgo
hemos propuesto casos cada vez más fronterizos respecto del canon y hemos
producido material descriptivo interesante respecto de obras de Terragni, Loos pero
también Luckhardt, Melnikov y tantos. (Foto 7)
No aspiramos a una descripción exhaustiva de un caso sino a manifestar la manera en
que la arquitectura plasma la coordenada de posibilidad que representa. En este

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sentido resulta relevante una forma o una técnica, la normativa particular de un sitio, la
logística, la durabilidad prevista o las aspiraciones individuales y colectivas en torno de
la concreción de un edificio. En la medida que estás condiciones atravesaron el
pensamiento del arquitecto en la elaboración del proyecto, el análisis de un caso puede
reflejar ideas y respuestas. No se especula ni se proyecta sobre las posibilidades
meramente formales implícitas en un caso. Se construye un texto con material
bibilográfico gráfico y crítico componiendo una mirada que es a la vez fundamentada y
original. Se desprende que la arquitectura de determinada datación no es
sobreentendida pasivamente como insumo para el proyecto. Y ese estado de situación
es el que este curso considera su sedimento crucial. (Foto 8)

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