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UNIDAD 1: DEL MITO AL LOGOS

1. EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA: DEL MITO AL LOGOS

Desde un punto de vista etimológico, la palabra filosofía procede de dos vocablos griegos:
filía (amistad») y sofía («sabiduría»). La filosofía es aquella disciplina que nace del amor a la
sabiduría. Claro que, bien mirado, lo mismo se puede afirmar de todas las disciplinas
científicas que conocemos: también la biología, la física... comparten el amor por la sabiduría
y, sin embargo, no son filosofía. ¿Por qué? Porque la sabiduría a la que aspiran es científica y
no filosófica.

¿Cuándo empieza el hombre a formularse preguntas filosóficas? Suele afirmarse que la


filosofía se inicia en el siglo VI a. C., en Grecia, justamente con lo que se ha llamado el «paso
del mito al logos», el paso de respuestas imaginativas y arbitrarias a respuestas que obedecen
a una necesidad lógica. Pero, si bien es cierto que los griegos protagonizaron esta revolución
intelectual, también lo es que tenemos, con anterioridad a ellos, testimonios de un
pensamiento filosófico arcaico.

¿Cuáles eran las preguntas que se formulaban los primeros filósofos? Eran las mismas que los
antiguos mitos griegos intentaban responder, lo que resulta verdaderamente novedoso no son
las preguntas sino la forma de responderlas, radicalmente diferente de los relatos mitológicos.

El nacimiento de la filosofía griega se produjo cuando empezó a cobrar forma en las mentes de
los hombres la convicción de que, tras el caos aparente de los acontecimientos tiene que
haber un orden subyacente, y que este orden es el producto de fuerzas impersonales.

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Concepciones mítico-religiosas, típicas del politeísmo, dominaron la mentalidad
primitiva en Grecia y podemos estudiarlas con detalle en los poemas de Homero (la Ilíada y la
Odisea) o Hesíodo (Teogonía). En ellos, todo tiene una explicación personal, no sólo los
fenómenos externos y físicos, como la lluvia y la tempestad, el trueno y la luz del sol, la
enfermedad y la muerte, sino también los impulsos psicológicos a los que el ser humano
puede verse sometido.
Las explicaciones mítico-religiosas habían bastado para dar una explicación no sólo de
los acontecimientos cotidianos del mundo en que vivían sino también de sus orígenes
remotos.
El nacimiento en Europa de la filosofía consistió en el abandono de soluciones
mitológicas para los problemas que atañen al origen y a la naturaleza del universo y a los
procesos que continúan desarrollándose en él. La fe religiosa fue sustituida por la fe en que el
mundo visible esconde un orden racional e inteligible, en que las causas del mundo natural
tienen que buscarse dentro de sus propios límites y en que la razón humana es nuestro único y
suficiente instrumento para la investigación.
Antes de empezar a hablar de los comienzos de la filosofía, vamos a ver en qué
consistían los mitos, los cuales, a partir del siglo VI a. C serán progresivamente sustituidos por
el logos, por el pensamiento racional, para explicar al ser humano y la realidad que le rodea.

1.1. El mito

El mito es un relato de hechos prodigiosos cuyos


protagonistas son personajes sobrenaturales (dioses) o
extraordinarios (héroes). Trata siempre de acciones de gran
interés para la comunidad porque explica aspectos importantes
de la vida social mediante la narración de cómo se produjeron
por primera determinados hechos.Los mitos tratan del
comienzo, de los orígenes de la vida humana y de la sociedad.
Desde la aparición misma del hombre como resultado de las
actividades de los dioses hasta la aparición de los rasgos
característicos de las comunidades humanas o los distintos
inventos técnicos que hacen posible la vida de estas comunidades.
Un mito es, pues una forma de explicar los sucesos o acontecimientos que más
importan a los seres humanos. Por ejemplo, por qué hay enfermedades, por qué existe el
sufrimiento, qué pasa después de la muerte, por qué las plantas brotan y se marchitan, como
surgió el universo, etc.
Tal es el caso, por ejemplo, del mito de
Prometeo, que expone el origen de tres
acontecimientos fundamentales para la cultura
humana: el sacrificio, la posesión del fuego y la
introducción de la mujer como compañera del
hombre (ver imágenes).
Los mitos son relatos que sugieren una
interpretación del cosmos y establecen el puesto
del ser humano en el mismo. El cosmos mitológico está poblado por una serie de personajes
dotados de poderes sobrenaturales (dioses o héroes). Las historias narradas en el mito, tienen

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lugar en un tiempo indeterminado, es decir, que no se corresponde con ningún período del
tiempo real. Los mitos expresan un saber que presenta las siguientes características:

❑ Es, en primer lugar, infundado, ya que se limita a hacer afirmaciones, pero sin
demostrarlas de manera alguna. Lo que afirma puede ser verdad o no serlo, pero no
hay forma de demostrar ni su verdad ni su falsedad. En los mitos griegos, por
ejemplo, se afirmaba que los rayos que caían sobre la tierra tenían su origen en la
cólera de Zeus, pero no se podía demostrar ni que esto fuera así ni que no lo fuera.

❑ Es, también acrítico, ya que no da razones de sí mismo; ni explicita ni analiza su propia


metodología. No se plantea si el camino que sigue para llegar a realizar sus propias
afirmaciones es un camino adecuado o no. Los mitos griegos nunca se plantearon
investigar cómo se había llegado a afirmar que Zeus era el origen de los rayos.

❑ Al estar a salvo de la crítica, el mito nos ofrece un saber ahistórico, válido para los
miembros de la comunidad en todo tiempo y lugar.

❑ Es, además, un saber de carácter antropomórfico, ya que, para explicar el mundo, los
hombres primitivos proyectan sobre él las motivaciones y vivencias propias del ser
humano. Como consecuencia de ello, el mundo y todo lo que ocurre en él se convierte
en el resultado de la acción de unos seres, los dioses, que son como los hombres, pero
que poseen mucho más poder que ellos.
Zeus, el padre de todos los dioses, poseía un poder casi ilimitado, pero su forma de
comportarse era como la de los humanos, y como ellos, tenía afectos y se enamoraba,
y como ellos, tenía celos y se enfadaba.

❑ Es normativo, pues del relato mítico se desprenden un conjunto de normas y valores


por los que se debe regir la comunidad.

❑ Es, por último, un saber anónimo, fruto de la memoria colectiva cristalizada a lo largo
del tiempo. De ahí que el mito disfrute de la autoridad que le confiere su origen en un
tiempo legendario.

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Texto 1
«El pensamiento racional tiene una ficha civil; se conoce su fecha y lugar de nacimiento. Es en el siglo VI
antes de nuestra era, en las ciudades griegas de Asia Menor, donde surge una nueva forma de reflexión,
totalmente positiva, sobre la naturaleza. Burnet menciona la opinión corriente cuando señala a este respecto:
'Los filósofos jonios han franqueado la vía de la ciencia, a partir de este momento, no han tenido más que
seguir".
El nacimiento de la filosofía en Grecia determinaría, en consecuencia, los inicios del pensamiento científico;
se podría decir: del pensamiento sin más. En la escuela de Mileto, por primera vez, el logos se habría
liberado del mito de igual modo que las escamas se desprenden de los ojos del ciego. Más que de un cambio
de actitud intelectual, de una mutación mental, se trataría de una revelación decisiva y definitiva: el
descubrimiento de la razón.»
J. P. VERNANT: Mito y pensamiento en la Grecia antigua

Texto 2
«El mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha tenido lugar en el tiempo primordial, el
tiempo fabuloso de los "comienzos'. Dicho de otro modo: el mito cuenta cómo, gracias a las hazañas de los
Seres Sobrenaturales, una realidad ha venido a la existencia. Es, pues, siempre un relato de una 'creación': se
narra cómo algo ha sido producido, ha comenzado a ser. El mito no habla de lo que ha sucedido realmente,
de lo que se ha manifestado plenamente.
Los personajes de los mitos son Seres Sobrenaturales. Se les conoce sobre todo por lo que han hecho en el
tiempo prestigioso de los 'comienzos'. Los mitos revelan, pues, la actividad creadora y desvelan la sacralidad
(o simplemente la 'sobre-naturalidad') de sus obras. »
M. ELIADE: Mito y realidad

Texto 3
«La cuna de la filosofía occidental se encuentra en las colonias griegas a orillas del Mediterráneo, en el Asia
Menor jónica y en el sur de Italia. El intenso comercio entre todo el mundo conocido por aquel entonces,
predominante en las ciudades-colonias griegas, les aporta no sólo la riqueza, sino también los conocimientos
de otros pueblos.
La confrontación con culturas foráneas desafía y amplía los horizontes mentales. Las características de esta
época son una incipiente transición de la oligarquía a otras formas políticas (tiranía, democracia) y los
fenómenos de crisis en política interior que ello conlleva. En estos tiempos de una nueva orientación mental
se produce el cambio que se ha denominado con el tópico "del mito al logos". En lugar de explicaciones por
medio de dioses antropomórficos, a partir de ahora se buscan principios naturales y racionales que puedan
interpretar el orden del mundo y la posición del hombre. »
Atlas de filosofía

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