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LAS OBRAS DE

MISERICORDIA 20
A estas alturas ya debes tener claro que el amor es el centro de toda nuestra
vida: sin él no tiene sentido nada de lo que hacemos ni de lo que podamos hacer
con nuestros hermanos. Este amor supone entrega, sacrificio, comprensión,
delicadeza, es decir, darse a los demás.
La Iglesia, fiel a las enseñanzas de Jesús, nos dice que los medios necesarios
para concretar nuestro amor al prójimo, son las ‘OBRAS DE MISERICORDIA’.

¿QUÉ SON LAS OBRAS DE MISERICORDIA?


Las obras de misericordia son las acciones de caridad que los hombres practican para
socorrer al prójimo en sus necesidades. Son de dos clases: Corporales y Espirituales.

OBRAS CORPORALES
Son aquellas que nos permiten ayudar al prójimo en sus
necesidades físicas. Son siete:

1. Dar de comer al hambriento. Un cristiano no puede ser


indiferente ante el hambre de tanta gente. Por eso debe
compartir su alimento con aquel no lo tiene.

2. Dar de beber al sediento. No podemos negarle a ningún ser


humano el agua, símbolo de vida, ni cualquier otro bien que
calme su sed.

3. Vestir al desnudo. Es compartir con los que no tienen


aquello que necesitan para vestirse con decoro, o para
defenderse del frío.

4. Dar posada al peregrino. Cuando una persona llega a tu casa


de visita o para quedarse, acógela con cariño y haz que se
sienta alegre y bien recibida.

5. Visitar a los enfermos. La visita a un enfermo es signo de


preocupación, cariño y solidaridad, trata de hacerlo siempre
porque lo ayudarás a mejorar dándole momentos de alegría.

6. Enterrar a los muertos. Los cristianos sabemos que la


persona que muere resucitará. Pero hasta que llegue ese día
tenemos la obligación de darle cristiana sepultura y rezar por
ellos.

7. Visitar a los presos. Tal vez no te sea posible realizar esta obra porque eres menor de
edad, pero sí puedes por ahora rezar por los presos para que encuentren el camino de la
verdad.
OBRAS ESPIRITUALES
Son aquellas que nos permiten ayudar al prójimo en sus necesidades espirituales. También
son siete:

1. Enseñar al que no sabe. Es brindar el conocimiento


oportuno a quien lo necesite.

2. Corregir al que se equivoca. Es hacerle ver su error al


otro y darle la orientación adecuada. Jesús aconseja
hacerlo en privado (Mateo 18,15).

3. Consolar al triste. Si una persona sufre, acércate y


comunícales tu solidaridad y esperanza con palabras o
gestos que expresen cariño.

4. Dar buen consejo al que lo necesite. Cuando estés


seguro que alguien necesita un buen consejo, ofréceselo con
actitud de sencillez y bondad.

5. Sufrir con paciencia las molestias de nuestro prójimo.


Todos cometemos errores. Es una obra de misericordia
tolerar las molestias que nos puedan ocasionar los demás.
Pero esto no quiere decir que no corrijamos a las personas
que incurren en la falta.

6. Perdonar las injurias. Es tan importante para Jesús el


perdón que lo incluye en el ‘Padre Nuestro’ y nos exhorta a
hacerlo como condición para que podamos ser perdonados.

7. Rogar por los vivos y por los muertos. Todos los


cristianos debemos recordar con cariño a todas las personas vivas y rezar por sus intenciones.
Asimismo, tendremos presentes a quienes han muerto ofreciendo nuestras oraciones para
que gocen de la presencia de Dios.

LO QUE HACEMOS CON LOS DEMÁS, LO HACEMOS CON JESÚS

El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa
Rosa de Lima le contestó: ‘Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús.
No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús’.
Este ejemplo de la santa peruana es el que debe movernos a realizar las obras de
misericordia. Además, el Evangelio lo confirma.
►Revisemos juntos el texto de Mateo 25,31-40.

 TU TRABAJO DE LA SEMANA
1. ¿Es difícil para el mundo actual practicar las obras de misericordia? ¿Por qué?
2. ¿Cuáles has practicado tú hasta ahora?
3. Redacta un compromiso que tú quieres asumir a partir de este tema.

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