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LA ORACIÓN NOS SOSTIENE 19

"Recen por mí", siempre suele repetir el papa Francisco en sus audiencias
públicas o viajes oficiales. El pontífice reveló que siempre lo pide porque
necesita que lo sostenga la oración del pueblo.

"Lo necesito. Yo necesito que me sostenga


la oración del pueblo.
Es una necesidad interior, tengo que estar sostenido
por la oración del pueblo".
¿Crees también tú que la oración nos sostiene, nos fortalece, nos
anima?...

¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
La oración es nuestra línea directa con el cielo. ¡La oración es un proceso de comunicación
que nos permite hablar con Dios! Él quiere que nosotros nos comuniquemos con Él, como una
llamada telefónica de persona a persona. La diferencia está en que no necesitamos ningún
aparato tecnológico para hacerlo. Solo basta el corazón.
Para algunos, la oración parece ser demasiado complicada, pero es simplemente hablar con
Dios, como lo haces con tu mejor amigo.
Santa Teresita del Niño Jesús decía:

"Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo,
un grito de reconocimiento y de amor tanto desde la prueba como desde dentro de la alegría".
Y Santa Teresa de Ávila:

"A mi parecer la oración no es otra cosa sino tratar de amistad,


estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama"
DIÁLOGO SENCILLO
Sabiendo que orar es hablar con Dios, y que para hablar con El no hay que pedirle hora o
una cita especial - esto es, que lo podemos hacer en cualquier instante y donde estemos -,
hagamos siempre de este diálogo algo sencillo. Muchas veces, no sabemos qué o cómo orar,
porque no nos damos cuenta que hablar con Dios es como hablar con nuestro papá, del mismo
modo como lo puede hacer cualquier hijo. Entonces orar es darle a conocer a Dios nuestras
preocupaciones, contarle las cosa buenas que hemos decidido hacer y pedirle todo lo que sea
necesario para caminar hacia la santidad. Por todas esas cosas, también orar es alabar al
Señor, agradeciendo todo lo bueno que es con nosotros.
Algunas veces queremos rezar y nos ponemos a pensar qué le digo al Señor. Y buscamos
palabras bonitas. Sin embargo, orar no es solamente pensar cosas buenas respecto a Dios, de
Cristo o de la Santísima Virgen; orar es mucho más que sentimientos de caridad, va mas allá
de sentirse piadoso; tampoco es decir muchas palabras lindas.
Orar es darse cuenta de la presencia de
Dios en nosotros, por tanto es entregarnos a El,
abrirnos a El, sentir en el corazón que le
pertenecemos, es darse cuenta que El nos
quiere solo para El.
Por eso, al rezar, no solo debemos dejar que
actúe nuestra mente, también debemos
permitirnos orar con el corazón, porque la
oración es sentimiento. La oración también es
vivencia de Dios, de contacto con El y
permanencia en El.

JESÚS ES EL PRIMER EJEMPLO


Los evangelistas presentan a Jesús de Nazaret como un gran orante, que pasaba noches
enteras en oración. Especialmente, cuando tenía que tomar una decisión grave. Así, lo
encontranmos orando:
 En los cuarenta días de preparación en el desierto,
 En vísperas de elegir a los doce apóstoles;
 Cuando la multitud pretendía convertirle en rey, después de la multiplicación de los panes
y los peces;
 Antes de anunciar a los discípulos el drama de su detención y de su muerte, que veía
acercarse;
 Ante el miedo a la cruz, en Getsemaní, que le hizo sudar sangre.

¿Y LAS ORACIONES YA HECHAS?


Lo que hacemos muchas veces es recurrir a las oraciones que nos son conocidas, las que
están en nuestros devocionarios, libros, estampas y Libros Sagrados, y esto también es válido.
En efecto, aquellos hombres inspirados por el espíritu santo, santas y buenos hijos de Dios
que fueron capaces de escribir bellas oraciones, lo hicieron con la fuerza que les vino de Dios
y les llegó por tanto amor que sentían por EL. Por tanto, son oraciones donde la fuerza de la
oración esta implícita. Para que tengan sentido usarlas, debemos hacerlas nuestras, orar con
toda nuestra alma, con todo nuestro espíritu y con todas nuestras fuerzas, comprendiendo
muy bien los que decimos.

Podemos hablar con Dios como si habláramos


con el mejor de los amigos.
Él siempre está dispuesto a escucharnos.

 TU TRABAJO DE LA SEMANA
1. ¿La oración es importante en tu vida? ¿Cuándo y cómo oras?
2. ¿Qué enseñanza se desprende de Mateo 6,5-8?
3. Escribirle una carta a Jesús es también una forma de orar. Busca un lugar donde nada ni
nadie te distraiga y escríbele al Señor una carta de al menos una página.

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