El Libro Negro de Los Veterinarios Jutta Ziegler Es Traduccion Google

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por parte del editor en cuanto a su eficacia y seguridad en caso de uso.
Todos están obligados a evaluar con sentido común y sabiduría el camino psicológico, curativo y nutricional
más adecuado. Se requiere que todos adquieran toda la información necesaria, comparando los riesgos y
beneficios de las diversas terapias y regímenes dietéticos disponibles.
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Título original: Los perros vivirían más si…
Dr. Med. Vet. Jutta Ziegler © 2011
publicado en el idioma original por mvg Verlag, Muenchner Verlagsgruppe GmbH,
Munich, Alemania. www.mvg-verlag.de Reservados todos los derechos. La edición
italiana se realizó en colaboración con Giuliana Bernardi, Agente Literaria.
coordinación editorial ......Sara Broccoli

traducción..................................Cinzia Minnone
reseña..................................Claudia Benatti, Stefano Cattinelli
edición............ . .....................Danila Ganzerla, portada de Valentina

Pieri...................... . ........Matteo Venturi I edición eßook Abril 2015
isbn 9788878694422
Collar "Aquí la pata"

© 2015 Macro Edizioni
una marca registrada de Macro Publishing
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PREFACIO a
la edición italiana
q uando Macro Edizioni me pidió que editara la edición italiana de

este libro, inmediatamente noté el fuerte impacto del título: El Libro Negro de los
Veterinarios. Definitivamente había algo cercano a mí, pensé.
El editor me envió una copia del libro alemán. Después de leer detenidamente, le pedí al
editor que tradujera una parte del texto que consideré importante.
Una vez que esto fue aprobado, comenzó toda la traducción.
En la traducción completa pude así apreciar mejor el trabajo de mi colega Jutta Ziegler.
Ya en el prefacio Jutta deja las cosas claras: «Ataco a aquellos compañeros que explotan
sin escrúpulos el amor que los clientes tienen por sus animales, que les inculcan los peores
miedos para luego hacer todo lo posible con los animales, aunque sea mal o inútil. ".
No es que Jutta entre en controversia con respecto a los errores humanos diagnósticos
y terapéuticos.
“Más bien, quiero descubrir las fallas que ocurren todos los días, mil veces al día, en las
prácticas veterinarias debido a la ignorancia, la incompetencia y el fraude intencional”.
Va directo al corazón de la responsabilidad profesional: la ética.

Este libro, por lo tanto, pretende revelar los mecanismos ocultos, lo que no funciona en
la relación entre el profesional y el cliente: descubre las disfunciones dentro de la relación.
Recuerdo que de niño me gustaba desmontar aparatos eléctricos viejos (radios, pequeños
electrodomésticos, relojes, etc.) para ver cómo eran por dentro. Como siempre eran
electrodomésticos averiados, buscaba el motivo de su mal funcionamiento. Rara vez
entendía nada de eso porque no tenía la experiencia adecuada y carecía de los datos
cognitivos para entender exactamente lo que estaba haciendo. Por lo tanto, apenas pude
volver a ponerlos. Lo que quedó del dispositivo siempre fueron tornillos, cables y pedazos
de plástico esparcidos por la habitación.
En el legendario Meccano y Lego pude entonces reconciliar esta parte destructiva de mí

con esa parte de mí que quería crear lo nuevo a partir de
caos.
Y encontré mi propia predisposición en Jutta, entonces entendí que este texto no me
concierne de cerca solo como veterinario sino más aún en la actitud de tratar continuamente
de entender, en primer lugar, cómo funcionan mal los mecanismos y solo luego intentar ,
cuando puedas, para arreglarlos. Es una actitud común en nuestra profesión hacer siempre
las mismas preguntas frente a cada rueda del engranaje: ¿cómo se hace? ¿Para qué sirve?
¿Por qué se rompió? Como lo arreglas?
Lo que más me gusta de este libro es que es el resultado de una investigación.

Treinta años de minuciosas observaciones, de elecciones, de correcciones, de
ajustes, dudas, más opciones y más observaciones.
A mi correo electrónico había llegado un anuncio de una conferencia donde se le daba
gran protagonismo a un colega extranjero que había inventado una nueva técnica quirúrgica.
Pensé: «Mira, este tipo me está mostrando esta nueva técnica quirúrgica suya para curar
mejor a los animales que tienen estos problemas. ¡Hermoso! Es un tipo inteligente ya que
es cirujano desde hace treinta años y esta técnica me parece que beneficia mucho a los
animales enfermos».
Podemos hacer el mismo razonamiento con Jutta.

Nuestra actitud es la misma, la de investigar qué puede hacer sentir bien a nuestros
animales. La diferencia radica únicamente en la dirección de la investigación y ésta es
exclusivamente individual.
Un colega se pasa todo el tiempo explorando el ojo, otro el oído, otro la reproducción, otro
la piel. Jutta se ha dedicado por completo a buscar el bienestar de los animales a largo plazo.
Entonces es una investigación que tiene un valor aún mayor porque no solo resuelve un
pequeño o gran problema que el animal puede manifestar en algún momento de su vida;
Jutta piensa en el bienestar del animal a lo largo del tiempo.
¿Cómo puedes hacer que los animales se sientan bien y durante el mayor tiempo posible?
Este es el tema de la investigación y, por supuesto, también del libro (que con su
dots deja el futuro perfectamente pendiente: Hunde würden länger leben, wenn… Los perros
vivirían más si…).
Los resultados de esta investigación son claros.
Deje de administrar alimentos industriales, vacune lo menos posible, use lo menos posible
medicamentos químicos como antibióticos, esteroides, vermífugos y psicofármacos que
suprimen los síntomas, y trate de usar remedios homeopáticos y naturales tanto como sea
posible.
¡Qué puedo decir… una pequeña gran revolución!
El Dr. Ziegler es consciente de que la publicación de esta investigación creará cierto revuelo
entre sus colegas. De hecho, este lío realmente quiere crear! Porque, como afirma en las
últimas páginas, “el sentido y propósito de este libro es desenmascarar lo que está mal y
proteger a nuestros animales de diagnósticos, intervenciones y tratamientos nocivos
innecesarios”.
Hace muchos años, cuando hacía tiempo que comenzaba a cuestionar la práctica de las
vacunas, tuve una conversación con un colega fuera de su clínica.
Mientras esperaba que terminara la última visita, casualmente escuché la conversación entre
ella y su cliente sobre la necesidad de vacunar al gato de la mujer; la señora le dijo que el gato
nunca salía de la casa y su colega le ilustró las posibles enfermedades que los zapatos de la
mujer podrían haberle contagiado a su gato.
Cuando la compañera salió y estábamos solos, en mi ingenuidad, le pregunté por qué

vacunaba a los gatos que nunca salían de casa y ella, con toda franqueza, respondió: «¡Pero
yo tengo tres hijos!».
Para mí fue muy importante saber qué pensaba ese colega sobre las vacunas porque me
ayudó a entender la diversidad de enfoques que existen dentro de nuestra categoría.
Entonces empezó a madurar en mí la idea de que sí, éramos una sola categoría, pero
que esta categoría también estaba compuesta por miles de enfoques e ideas diferentes.
En las ciencias naturales y sociales, como en la estadística, para explicar la complejidad de
fenómenos como la diversidad de opiniones y experiencias dentro de una categoría como la
de los veterinarios, o cualquier otra categoría existente (plomeros, panaderos, médicos), un
modelo simple se utiliza la llamada campana de Gauss, que define la distribución normal
caracterizada por la función de densidad de probabilidad.
En otras palabras, debajo de esta campana podemos colocar cualquier categoría; en

el centro, en la parte más ancha de la campana, encontraremos un porcentaje muy
elevado de personas que piensan de forma más o menos parecida, y en los dos
extremos de la campana, en los bordes, dos categorías que piensan de forma manera
diametralmente opuesta. Si representamos la campana de Gauss con un dibujo, la
imagen nos parece plana, más bien parecida a una campana de bronce cortada por la
mitad de arriba a abajo.
Por poner un ejemplo sencillo y práctico, incluso entre los movimientos políticos
podemos encontrar esta distribución: hay un centro, formado por un centroderecha y un
centroizquierda; estos movimientos de pensamiento son estadísticamente los más
numerosos. Cuanto más nos acerquemos a los bordes de la campana, más claras
quedan las posiciones y por tanto tendremos la derecha y la izquierda.
En los extremos están la extrema derecha y la extrema izquierda, que estadísticamente
son una minoría.
Jutta, analizando las elecciones y comportamientos de sus colegas (algunos de los
cuales se citan textualmente), dividió a los veterinarios en tres categorías: los que están
en el centro debajo de la campana, los que están en un extremo y los que están en el
extremo opuesto.
Los puntos de partida y finalización del análisis contenido en esta investigación son,
y siguen siendo, el bienestar y la salud de nuestros animales. ¡No olvidemos eso!
En la relación con el cliente, el profesional es consciente de que lleva la delantera.

Como profesional, tiene el poder de decir o no decir algo, de afirmar una verdad o de
callarla. Para dirigir al cliente hacia una parte en lugar de otra.
La campana de Gauss, con sus tres grupos, muestra que un profesional, en función
de lo que dice o deja de decir, de lo que propone o no propone, modifica el nivel de
bienestar del animal.
Muy interesante. Para todo el mundo. Veterinarios y no, porque el libro, al fin y al
cabo, va dirigido sobre todo a las personas que conviven con un animal. Dado que toda
persona que convive con un animal debe, tarde o temprano, acudir al veterinario, es
más importante que nunca reconocer los mecanismos que vinculan al profesional con el
cliente y viceversa.
Pero volvamos a nuestros grupos.
Debajo de la campana, en el centro, se encuentra el grupo mayor que Jutta define
como el grupo "que se limita a comportarse como aprendió en su tiempo o
como hacen los demás".

Estando en el centro de la campana, sin duda está formado por la mayoría de los
integrantes de la categoría, según la cual: uno siempre vacuna porque esta práctica
representa una parte importante de los ingresos de un veterinario; vacunar incluso si
el animal es anciano, si el gato vive en casa, si el riesgo de enfermedad es mínimo o
si se sabe que la estimulación de anticuerpos dura muchos años, e incluso si ese
animal específico ha reaccionado mal a la vacunación.
Yo también, como mi colega Ziegler, soy testigo muy a menudo de la vacunación o

de la obstinación terapéutica más allá de cualquier comprensión personal.
El veterinario experto en homeopatía representa la vía de escape natural para toda
persona que no ha sido feliz con la medicina convencional; en consecuencia, los
homeópatas somos forzosamente observadores privilegiados del mal funcionamiento
de la medicina veterinaria.
Luego está el otro grupo, en un extremo de la campana, el cínico y corrupto que es
perfectamente consciente del papel de poder que confiere la bata blanca y que en el
ejercicio de su poder ha sustituido la ética por "dinero", para Usa las palabras de
Ziegler.
Recuerdo que al principio de mi carrera, un colega contó cómo logró secuenciar
radiografías, ultrasonidos, anestesia, análisis de sangre, electrocardiogramas y terapia
con antibióticos para un gato con un absceso simple en la base de la cola. Con costos
de servicio relacionados
noche.
¿Quién podría haberle dicho que estaba equivocado? Siempre es mejor hacer todo
lo posible por cada animal...
Pero "todo lo posible" bordea (ya menudo bordea) la hospitalización extrema y la
obstinación terapéutica.
Cuanto mayor sea la estructura veterinaria (ambulatorios, clínicas y hospitales
asociados) mayor será el riesgo de rebasar este límite cada vez con mayor frecuencia
y de convertirlo en un hábito para amortizar los elevados costes de inversión.
Este riesgo es evidentemente intrínseco a la profesión libre: quedar enganchado al

mecanismo torbellino que se ha creado al perder de vista el sentido más profundo de
la profesión.
La atención del profesional, y por lo tanto su pensamiento, son así captados por
cuestiones relativas a costos, ganancias, gastos e ingresos.
Estadísticamente, se reducen, por lo tanto, pensamientos y acciones sobre

opciones diagnósticas y terapéuticas que no están conectadas con el componente
económico. Es objetivamente una cuestión de porcentaje. La campana de Gauss
es un modelo matemático que indica con precisión la función de probabilidad de
que esto suceda.
Les recuerdo que en el medio, la parte estadísticamente mayoritaria es la que no

se hace demasiadas preguntas y que desliza un hábito terapéutico sustentado en
aciertos y desaciertos.
Por tanto, si de un lado de la campana Jutta pone a los veterinarios que suelen
insistir en terapias y alimentos industriales, también vendidos directamente, en el
otro lado están aquellos veterinarios que hacen exactamente lo contrario, es decir,
eligiendo alimentos naturales, como poco. posible y utilizando la homeopatía, la
acupuntura y los remedios naturales.
Estadísticamente, incluso en Italia la imagen corresponde.
Esta distribución, que es sólo aparentemente estática, hoy también tiene que
lidiar con las diversas presiones que inevitablemente vienen del exterior y que
tienden, por su naturaleza, a perturbar este modelo.
La primera fuerza perturbadora está representada precisamente por aquellas
personas que leen este libro y que no son veterinarios. Ese cada vez mayor número
de personas que toman conciencia de otra forma de hacer medicina veterinaria y
que, por el bien de su mascota, eligen el camino terapéutico que más les convence.
Las personas que ya han tomado decisiones terapéuticas y dietéticas para ellos
y sus familias en su vida a menudo se acercan a un enfoque alternativo: padres
que no han vacunado a sus hijos e hijos, ahora adultos, que nunca han sido
vacunados; personas que suelen tratarse con homeopatía y medicinas naturales,
personas conscientes de la salud en general, personas que abandonan el consumo
de carne y sus derivados por amor a los animales, activistas por los derechos de
los animales, ecologistas; personas que eligen productos orgánicos y biodinámicos
(que son un mercado en crecimiento en Italia); personas con cierto impulso espiritual.
Un movimiento que inevitablemente comienza a tomar cada vez más consistencia

y fuerza, creando redes de conexión e intercambio impensables hace diez años.
Parece que el ejercicio de la elección consciente, analizada y
dejado de instalarse en el sentimiento, se está convirtiendo en una verdadera forma de ser

para las personas.
La segunda fuerza está representada por la inestabilidad económica que estamos viviendo,
ya que inevitablemente afecta la elección que la persona hace respecto, por ejemplo, a
costosas investigaciones diagnósticas o quirúrgicas.
La tercera fuerza perturbadora está representada por la necesidad, por parte de la persona,
de encontrar al otro lado del escritorio o de la mesa de visitas un profesional capaz de acoger
con empatía las vicisitudes animales y humanas, en el espacio adecuado y en el momento
adecuado.
La exigencia de una cierta ética profesional asociada a las elecciones económicas
personales de necesidad y la urgencia de un contacto humano sincero con el profesional son
fuerzas reales que tienen el poder de influir en la disposición estadística de los veterinarios
dentro de la campana.
Entre otras cosas, estas variables representan la fuente objetiva de sustento de todos los
profesionales y, en consecuencia, están vinculadas a nuestra supervivencia.
No es casualidad que el libro termine con un capítulo en el que se describen situaciones

objetivas (desde la presentación de la sala de espera hasta la forma de trabajar del
veterinario) que permiten al cliente comprender mejor a qué grupo pertenece el veterinario
con el que está tratando. .
Para concluir este prólogo quiero subrayar brevemente dos cosas más: la primera es que
este libro fue escrito por una mujer y el hecho de presentarlo me hace muy feliz.
Lo segundo es que este texto es el testimonio de una nueva forma de hacer medicina
veterinaria que se está volviendo cada vez más popular también en Italia.
Cada vez más compañeros, en su vida profesional diaria, se orientan hacia la nutrición
natural, el uso de remedios homeopáticos y naturales y hacia la reducción de vacunas.
Me imagino, por ejemplo, a jóvenes veterinarios, aún no completamente involucrados en

los mecanismos económicos que se manifiestan en el ejercicio de la libre profesión, que se
hacen la siguiente pregunta: "¿Qué tipo de medicina veterinaria me gustaría crear?".
Aquí, este prefacio está dedicado a ellos.
Disfruta de la lectura.
STEFANO CATTINELLI, veterinario

Responsable del camino Dinámicas Emocionales Hombre-Animal-Hombre
www.stefanocattinelli.it www.impronteconlanima.it
INTRODUCCIÓN
«La medicina humana y veterinaria está muy bien desarrollada por nosotros,
pero ¿cómo se debe tratar realmente la indolencia?».
GERHARD KOCHER (1939), svizzero, economo nel settore sanitario, porque
¡cuidado, medicina! 1555 aforismos y alimento para el pensamiento
q Este libro de la Dra. Jutta Ziegler, una veterinaria que ha sido reconocida por muchos
años dirige un estudio en Hallein, cerca de Salzburgo, habla un lenguaje muy claro
que a algunas personas probablemente no les gustará
compañeros o compañeras y ni siquiera a determinados dueños de mascotas. En las siguientes
páginas, de hecho, no encontrará los principios habituales de causa y efecto de las enfermedades
de nuestros amigos de cuatro patas y las terapias relacionadas, como suele ocurrir en muchos
manuales sobre animales, pero nos enfrentamos a tesis que pueden parecer poco convencional.
Al leer este libro, sin embargo, se debe tener en cuenta que estas tesis no son en modo alguno
poco convencionales, sino que contradicen total o parcialmente los pilares de la enseñanza de
la medicina veterinaria. En medicina veterinaria, así como en medicina humana, los métodos de
tratamiento e indicaciones (por ejemplo, en desparasitación o vacunación) siguen los principios
dictados por los miembros más fuertes de la corporación, ya sean productores de medicamentos
específicos o eminentes profesores, lumbreras de la ciencia que ciertamente no consiguió su
cátedra yendo a contracorriente o investigando de forma independiente.
Habiendo tenido muchos animales (perros y gatos) durante muchos años, mi familia y yo
hemos conocido muchas prácticas veterinarias en Alemania, Francia, Bélgica, España y Austria.
Sabemos bien, por tanto, y seguramente es vuestro caso también, queridos lectores, que el
“semidiós de bata blanca” no existe.
Como en cualquier otro sector laboral, también en la medicina y por lo tanto también en la
veterinaria se encuentran los más diversos personajes: personas serviciales, las que se inspiran
en su misión, las personas que tienen muchas habilidades y las que piensan por sí mismas, pero
incluso las personas que se han desgastado en los largos años de actividad y se han vuelto
fríos, orientados hacia un interés económico o simplemente eligen el camino más cómodo.
Seguro que tú también has tenido alguna de mis experiencias.
¿Un buen ejemplo? Es fin de semana, tienes en casa un animal herido

o gravemente enfermo de repente y estás intentando ponerte en contacto
con un médico veterinario de guardia o una clínica veterinaria que esté de
guardia. Y mira esto: ¡lo logras! De hecho, te las arreglas para ponerte en
contacto con la guardia médica veterinaria. Sin embargo, incluso antes de
que usted, probablemente agitado y presa del pánico, logre al menos
decir el motivo de su llamada, se le informa de inmediato que, debido al
recargo previsto para los servicios nocturnos o las solicitudes de fin de
semana, le costará una cierta cantidad que le rogamos que pague en efectivo.
De lo contrario, nadie viene. Y finalmente, lamentablemente no aceptamos
tarjetas de débito o crédito.
Otro ejemplo: en febrero de 2005, cuando lamentablemente aún no
conocía al Dr. Ziegler, algunos de nuestros gatos tuvieron un ataque de
leucosis, el virus de la leucemia felina (FeLV, leucosis felina). De hecho,
es una enfermedad que a menudo tiene consecuencias fatales, pero eso
no significa que siempre deba conducir a la muerte. Así que llamé por
teléfono a un veterinario que conocía, uno con una serie interminable de
títulos académicos antes de su nombre, y le rogué que me ayudara y me
aconsejara. El consejo llegó seco y brusco: "Vamos, no te hagas tan largo,
que sacrifiquen al animal". No seguí su consejo y todos los gatos que
tenían la enfermedad en ese momento todavía están vivos hoy (¡2011!).
Si ese es el caso, solo podemos agradecer al Dr. Ziegler.
Finalmente, otro evento que nunca olvidaré mientras viva: en 2001,
durante una visita a Frankfurt am Main, mi pequeño perro Tiny, un perro
de montaña bernés de 7 años, de repente ya no podía caminar y le
aullaba. cada movimiento El diagnóstico era obvio: síndrome de cauda
equina (CES). Un golpe de bruja, entonces. En consecuencia, fui
inmediatamente a la oficina veterinaria más cercana donde un amable y
competente veterinario calmó los dolores agudos de Tiny con inyecciones.
Pagué y salí del estudio por la sala de espera. Allí estaba un señor mayor
sentado desplomado en su silla, quien, con lágrimas en los ojos, acariciaba
a su gato en el transportín.
Por supuesto que le pregunté qué estaba pasando. Me explicó que su
gato sufría de insuficiencia renal (enfermedad o, mejor dicho,
predisposición a la enfermedad por desgracia muy extendida en los gatos, que sin
embargo se puede evitar en gran medida leyendo el libro de la Dra. Jutta Ziegler).
Eso en sí mismo ya era bastante malo, porque realmente no tomó mucho tiempo
darse cuenta del cariño que el caballero sentía por el animal. Peor, sin embargo,
fue el motivo que le hizo llorar: el amable y competente veterinario, que había
tratado a mi perro Tiny poco antes, lo había acompañado hasta la puerta con las
siguientes palabras: «Si no puedes pagar el medicamentos en efectivo, no
Desafortunadamente, puedo ayudarte.' Por supuesto que ayudé económicamente
a ese hombre desesperado, pero no sé cómo resultó con su gato.
Lógicamente todo veterinario, así como todo médico, naturópata o terapeuta

debe trabajar y ganar dinero. Lo mismo es cierto para usted.
Todos tenemos que pagar las facturas y muchos de nosotros ya nos estamos
esforzando al máximo para hacerlo. Algunos de ustedes también escuchan cosas
sin pensar, como: «Bueno, entonces ya no puedes permitirte mantener a tu perro
o gato». Pero este es otro tema que iría más allá de esta premisa.
Sin embargo, en 2007 tuve la suerte de llevar literalmente a mis perros y gatos
al Dr. Ziegler's. Según mis conocimientos, se puede decir que ella practica en
animales lo que para los hombres se llama medicina antroposófica expandida.
Esto quiere decir que en primera instancia prefiere los procesos y tratamientos
naturales y, por así decirlo, de la medicina complementaria, ya que sus efectos y
consecuencias sobre los organismos animales son decididamente menores que
la administración de medicamentos alopáticos. Además, a menudo se pueden
evitar intervenciones invasivas como la cirugía. Desde un punto de vista económico,
esto no representa una ventaja para la medicina veterinaria: con operaciones y
terapias medicinales a largo plazo naturalmente se gana mucho dinero y con
vacunas continuas, pero científicamente injustificadas, lo mismo. Pero, ¿todo esto
ayuda a nuestros animales? La mayoría de las veces no; por ello el Dr. Ziegler
recurre a la medicina clásica, que sin embargo también tiene su fundamento, sólo
en los casos en que es verdaderamente necesario.
Sus ideas sobre diagnóstico, tratamiento médico y terapia son ciertamente

importantes, pero igualmente importante es el hecho de que la Dra. Ziegler es, en
efecto, veterinaria. Es cierto que no tuvo que hacer el juramento hipocrático como
en el caso de los médicos que curan seres.
humanos (a veces, sin embargo, los médicos rompen este juramento o se

dejan sobornar por el sistema imperante), pero siguen acatando este código,
incluso si no está sellado oficialmente. Y esto es tanto más cierto cuanto
que nunca se cansa de aprender, investigar y descubrir. Todo esto sucede
independientemente del conocimiento cómodo y en parte de décadas de
antigüedad que todavía se enseña en las universidades.
Basándose en sus muchos años de experiencia, la Dra. Ziegler ha llegado
a la conclusión de que la causa de numerosas enfermedades es una
alimentación incorrecta basada en piensos industriales de mala calidad pero
que se hacen pasar por alimentos excepcionales. El número cada vez mayor
de enfermedades cancerosas en perros y gatos va de la mano con el
suministro cada vez mayor de alimentos de mala calidad que se pueden
encontrar en los supermercados, las llamadas tiendas especializadas o se
pueden comprar en línea. La Dra. Ziegler sacude la cabeza y se asombra al
ver cómo colegas y colegas que saben o, mejor, que deberían saber, se
dejan involucrar por los gigantes de la industria y proponen estos feeds en
sus estudios.
Pero entonces no solo te sorprende. Para poder ofrecer al menos a sus
pacientes y a sus amigos de cuatro patas comida sana para perros y gatos,
colabora desde hace años con uno de los mejores fabricantes de alimentación
animal de Alemania, que produce exclusivamente alimentos para
horneando.
Durante 20111 se espera lanzar al mercado una línea especial de alimento

para gatos. Numerosos productos naturales (complementos alimenticios,
antiparasitarios orgánicos, hierbas, plata coloidal y mucho más) completan
la oferta.
Con este libro, la Dra. Jutta Ziegler también quiere llegar a aquellos dueños
de perros y gatos que se sienten responsables de sus animales y que no
forman parte de la clientela de su consulta veterinaria.
Quiero ofrecerles el conocimiento y la información gracias a los cuales
muchos de mis animales han escapado de la muerte o pueden disfrutar de
una vida cualitativamente mejor.
Quizás usted también encuentre un Dr. Ziegler en su ciudad o sus
alrededores, ya que, por supuesto, hay otros representantes de la profesión
veterinaria que trabajan de acuerdo con principios similares. De lo contrario allí
Recomiendo darle este libro a su veterinario. Quizás, enfurecido, lo arroja

a un rincón. Quizás, sin embargo, tenga la mente lo suficientemente
abierta como para confrontar nuevos conocimientos (o conocimientos que
simplemente se han perdido en la rutina diaria) y se inspirará en ellos.
KATJA C.
SCHMIDT, Adnet (Salzburgo), enero de 2011
1. El volumen se publicó en Alemania ese año. Entonces, la línea de alimentación se colocó

efectivamente en el mercado [Nota del editor].
PREFACIO a
la edición alemana
¿Por qué escribí este libro? ¿Por qué no dejo las cosas como están?
PAGS Los veterinarios ganamos mucho dinero con nuestros pacientes y rara
vez sus dueños se dan cuenta del círculo vicioso en el que han entrado
al ingresar a nuestras prácticas veterinarias. Muchos dueños de perros y
gatos incluso agradecen supuestos esfuerzos que rayan en el sacrificio por
parte de sus veterinarios.
No tengo absolutamente ningún deseo de atacar a los idealistas que todavía
existen (sí, realmente los hay) entre los veterinarios. En cambio, ataco a
aquellos compañeros que explotan sin escrúpulos el amor que sus clientes
sienten por sus animales, que les inculcan los peores miedos para poder
hacer todo lo posible por los animales, aunque sea incorrecto o inútil. Aquí no
queremos condenar los errores en el diagnóstico y la terapia (incluso los
veterinarios son solo seres humanos). Más bien, mi objetivo es descubrir las
fallas que ocurren diariamente, mil veces al día, en las prácticas veterinarias
debido a la ignorancia, la incompetencia y el fraude intencional.
Como ocurre en la medicina humana, incluso en el caso de los animales se
especula sobre el miedo, la ignorancia y los remordimientos de conciencia de
los dueños ("Si no haces esto y aquello, puede pasar esto y aquello" o "¿Por
qué no hiciste esto?" ¿o eso?"). En última instancia, estos argumentos casi
amenazantes sirven para imponer tratamientos, vacunas y medicamentos
innecesarios. A través de esta forma de proceder, muchas mascotas se
convierten sistemáticamente en pacientes, el cuadro clínico se amplía o se
tergiversa durante tanto tiempo que, al final, un perro o un gato, en realidad
sanos, se convierten en animales enfermos o al menos necesitados de
cuidados. Y el dueño, temeroso e inseguro, naturalmente cree todo lo que
proclama el semidiós de bata blanca.
En general, los veterinarios se pueden dividir en tres grupos.
El primer grupo es cínico y corrupto y sabe exactamente cómo sacar dinero
de los bolsillos de los clientes. Estos sujetos son muy conscientes de la
dudosa moralidad de su comportamiento. Impulsado por restricciones o limitaciones
económico, o incluso por pura codicia, se comportan sin importar el bienestar

de sus pacientes animales pensando solo en el dinero y no en la ética en
absoluto.
El segundo grupo de veterinarios no se preocupa mucho por la ética
profesional, simplemente se comportan como aprendieron en su tiempo o
como lo hacen los demás. Estos sujetos no hacen más que volver a proponer
acríticamente lo que se sabe desde hace tiempo, se dejan llevar por la
corriente, simplemente nadan con anteojeras junto a la masa. Este segundo
grupo es el que más acepta, sin pensar demasiado y sin hacer demasiadas
preguntas, los consejos de las industrias farmacéutica y de alimentación
animal. Dichos veterinarios no son conscientes de su comportamiento
contradictorio. Por un lado, realmente actúan de buena fe y quieren ayudar
a sus pacientes. Por otro lado, no investigan las causas de las enfermedades
crónicas que surgen cada vez con más frecuencia. Asisten asiduamente a
cursos de actualización, lo que en sí mismo es correcto, pero la visión
general y el sentido común quedan completamente en un segundo plano.
¿Y qué veterinario, por ejemplo, se atreve a decirle al dueño de una mascota
que su perro está sano como un pez y puede irse a casa?
El temor de perder un cliente por tales declaraciones, aunque correspondan
a la verdad, empujándolo así a los brazos de un colega, es grande. Luego
se exageran las nimiedades y se maltrata a los cuadrúpedos con visitas y
terapias inútiles. Sin embargo, la prevención de enfermedades se descuida
por completo. Independientemente de la frecuencia con la que aparezcan,
las enfermedades se consideran voluntad divina y, por lo general, se tratan
de tal manera que surgen otras enfermedades como consecuencia lógica.
Los ejemplos en este sentido son el hilo conductor que anima este libro.
El tercer grupo, desafortunadamente, es todavía muy pequeño, aunque
está creciendo significativamente. Como es el caso de los médicos, cada
vez hay más veterinarios que la industria no compra fácilmente, que
realmente están pensando en lo que es realmente mejor para sus pacientes,
y que no anteponen sus intereses financieros al bienestar y la salud de sus
pacientes. sus pacientes, amigos de cuatro patas que les han sido confiados.
Estos veterinarios trabajan independientemente de las industrias farmacéutica
y de piensos y sienten una obligación solo con su conciencia.
Desde un punto de vista económico, se podría pensar que los
pertenecientes al primer grupo son los que mejor ganan. Típicamente esto es
ciertamente cierto, pero hay un número creciente de prácticas veterinarias que

trabajan de manera holística y ética a favor de los animales y aún así ganan un buen
dinero. Por supuesto que los veterinarios, al igual que los médicos, vivimos (debemos
vivir) de nuestro trabajo. Por lo tanto, como en cualquier otra profesión, es correcto
que los médicos hábiles y capaces ganen más, pero, por favor, no a costa de los
animales que los clientes nos confían. El aspecto positivo es que cada vez más
dueños de perros y gatos critican y tienen algunos conocimientos básicos a través
de Internet. Gracias a este creciente número de clientes, la cantidad de prácticas
veterinarias que funcionarán de manera integral también aumentará en el futuro.
Estimados lectores, el propósito de este libro es ayudarlos a conocer más sobre

dietas y medicamentos prescritos, así como sobre métodos de diagnóstico y terapia,
para así poder reconocer a tiempo cuál de los tres grupos antes mencionados
pertenece al médico veterinario. has consultado.
Pero volvamos a las preguntas que hice al principio: ¿por qué escribí este libro?
Desde hace más de treinta años dirijo una práctica veterinaria completamente
autónoma exclusivamente para pequeños animales.
Últimamente me he dado cuenta cada vez más de cómo nosotros, los veterinarios,
empujamos a nuestros pacientes hacia las enfermedades crónicas.
Esto sucede a través de la información falsa que damos, que en su mayoría se
refieren a la alimentación de nuestros perros y gatos, el uso excesivo de vacunas, el
uso excesivo de antibióticos y medicamentos químicos en general. El aumento de
diabetes, epilepsia, pancreatitis, enfermedades hepáticas y renales, alergias y más
es causado por nosotros, los veterinarios. Naturalmente, la selección excesiva de
ciertas razas de perros y gatos también juega un papel importante. Esto provoca
dolencias crónicas y favorece la aparición de enfermedades que hasta hace treinta
años aparecían sólo en casos excepcionales.
Esto también debería hacernos pensar. A los críticos que ahora gritan en voz alta
que es gracias a tratamientos cada vez más nuevos y costosos y alimentos dietéticos
adecuados para todo tipo de enfermedades que nuestros perros y gatos pueden vivir
más tiempo, quiero responderles que no es así. Es cierto que todavía hay algunos
perros grandes que viven hasta los 15 años y quizás incluso más, pero hay que decir
que llegan a esta edad cada vez con menos frecuencia y, si lo hacen, sólo como
enfermos crónicos. Cuando una vez, hace veinte, treinta años, nuestros perros y
gatos enfermaron, ya habían llegado a la vejez y por lo tanto murieron rápidamente.
Hoy vienen nuestros animales
Se administran muchos medicamentos, muchas veces inútiles, para llegar a una edad
de 12 años o más. Y no es posible cuantificar el número de esos pobres perros y gatos
que, tratados con terapias de larga duración, se apagan lentamente.
Existen sorprendentes similitudes entre nuestras mascotas y los humanos. Nosotros
también envejecemos cada vez más, las estadísticas lo demuestran, pero esto sucede
en detrimento de la calidad de vida y cada vez más a menudo terminamos
enfermándonos crónicamente. Al igual que les sucede a nuestros animales (¿y cómo
no podría ser de otra manera?) van en aumento las enfermedades crónicas causadas
por alimentos de baja calidad y manipulados industrialmente, por un estilo de vida
incorrecto, por intoxicaciones causadas por medicamentos y por la contaminación. Es
cierto que cada vez hay más gente protestando e intentando cambiar estas
circunstancias, pero nuestro sistema de salud está a punto de colapsar porque nadie
puede ni quiere asumir los sobrecostes que aumentan constantemente. En materia de
información y prevención se está haciendo muy poco, y mientras haya médicos que
sigan trabajando como hasta ahora no se imaginan cambios significativos. Si no hay
lugar para la prevención, no puede haber una evolución positiva.
Lo mismo les sucede a los veterinarios y sus pacientes de cuatro patas.

Hasta que no haya un cambio radical en la conciencia y en los paradigmas utilizados,
todo seguirá como siempre. Así que tendremos que seguir cuidando a niños y adultos
cada vez más obesos y enfermos, así como a perros y gatos cada vez más obesos y
enfermos.
Los veterinarios no tenemos el respaldo del sistema nacional de salud. Por un lado
esto es positivo, pero por otro lado, si tuviéramos esta cobertura, ciertamente no nos
pagarían por un alto número de visitas, recetas y tratamientos innecesarios, así como
por la alimentación dietética. ¿Y quién debería decidir entonces qué es necesario y qué
no? La veterinaria es una profesión libre y debe seguir siéndolo. Te daré algunos datos:
alrededor del 80-85% de los perros que viven actualmente en Alemania sufren de
manera más o menos crónica obesidad, problemas hepáticos, enfermedades
metabólicas, problemas en el tracto gastrointestinal, sistema inmunológico debilitado,
alergias, tumores y los más dispares. afecciones del sistema esquelético. A la cabeza
de las estadísticas de las causas de mortalidad se encuentran precisamente las
enfermedades cancerosas.
Por tanto, los veterinarios debemos aprovechar nuestra preciosa libertad terapéutica
y dedicarnos al contacto directo y abierto con los propietarios de
nuestros pacientes De esta forma podríamos actuar de forma inmediata con

información y prevención evitando así en gran medida la aparición de todas
estas enfermedades. Lamentablemente, el día a día de los veterinarios suele
ser muy diferente. Por incompetencia e ignorancia, pero sobre todo por
intereses económicos, torturamos y acosamos a los animales con medidas
insensatas de todo tipo que les hacen deslizarse inexorablemente hacia
enfermedades crónicas.
Queridos lectores y queridas lectoras, este libro quiere estremecerlos. Este
libro está dirigido por igual a colegas y propietarios de animales y quiere abrirles
los ojos a los muchos errores y malentendidos que ocurren en las prácticas
veterinarias.
Soy muy consciente de que la mayoría de los que hacen mi trabajo no están
de acuerdo con mis conclusiones y creencias y esto también por miedo a ver
desaparecer su preciosa prebenda. Me acusan de incompetencia, de escupir
en mi plato y más. Pero el constante número de perros y gatos con
enfermedades crónicas va de la mano con la creciente cantidad de antibióticos
administrados, desparasitantes, etc.; esto confirma que tengo razón cuando
digo que hay algo mal en nuestro sistema. No se puede argumentar lo contrario.
Estos son los hechos.
Me queda igualmente claro que no podré influir ni convencer al primer grupo,
el de los veterinarios cínicos y corruptos. Sin embargo, el segundo grupo, el de
los que siguen la corriente, ciertamente todavía está abierto a algunos aspectos
críticos y de reflexión. El tercer grupo ya piensa y trabaja como yo.
Estos colegas encontrarán en el libro lo que quizás sospechaban o temían
hasta ahora y tendrán la confirmación de lo que ya sabían de todos modos.
Finalmente, quiero contarles lo que me pasó a mí, un ejemplo insuperable de

cinismo por parte de un colega. Hace aproximadamente un año conocí a un
colega del Tirol, uno de los mayores defensores de los alimentos dietéticos
más diversos para animales, que por supuesto estaba comercializando a gran
escala. Cuando le pregunté si era consciente de lo que les provocaba a sus
pacientes al prescribir ese producto, obtuve la siguiente respuesta: «Sí, claro
que lo sé, pero así cada vez consigo más pacientes. ¡Así lo estoy haciendo y
muy bien también!». ¿Qué se puede replicar?
Lamentablemente, soy consciente de que estos "colegas" no tienen ningún
interés en cambiar su forma de pensar. Aquí debe hacer
presione al grupo que tiene más poder en medicina veterinaria:

¡ustedes, queridos dueños de perros y gatos! Infórmese, investigue
qué es lo mejor para su mascota y, si corresponde, dígale a su veterinario: ¡NO!
Cuando el dueño de una mascota me dice que su perro no se ha
enfermado desde que lo sigo en mi práctica, este es para mí el mejor
cumplido que me puede hacer como veterinario. Por eso espero que
tú también encuentres un veterinario en tu zona que trabaje con
métodos holísticos a favor de la salud de tu mascota y que no lo
enferme con alimentos y tratamientos inadecuados.
Por lo tanto, mi libro puede y debe ayudarlo, porque brinda
explicaciones, le muestra las alternativas disponibles y cómo es posible
abordar los alimentos, las desparasitaciones y las vacunas de una
manera más consciente.
Tuya JUTTA ZIEGLER,

Hallein, Salzburgo, enero de 2011
CAPÍTULO 1
Felix el gato ya no puede orinar

Las consecuencias de la alimentación con piensos listos para el consumo
producidos industrialmente
Félix el gato tiene solo cinco años pero está muy enfermo. Lleva horas en
yo su caja e intenta en vano orinar. Sólo logró sacar un
esfuerzo y con gran sufrimiento un par de gotas de sangre. Al hacerlo,
maúlla tan fuerte que su dueña, Johanna P., presa del pánico, inmediatamente
lo acompaña a la clínica veterinaria más cercana.
Aquí se examina a Félix y se descubre que tiene cálculos en la vejiga, más
precisamente cálculos de estruvita (fosfato de magnesio y amonio).
Bajo anestesia, se introdujo un catéter en la vejiga de Félix. Le inyectan un
antibiótico y un analgésico, luego Johanna P. puede llevárselo de nuevo a casa,
junto con 10 pastillas de antibiótico, una pasta acidificante de orina y 48
paquetes de 100 gramos de comida húmeda dietética contra los cálculos
vesicales (48 euros).
En realidad, al día siguiente Félix está mucho mejor, pero rechaza la comida
dietética. Después de dos días de huelga de hambre, Johanna P. llama a la
clínica veterinaria y pregunta si hay otra forma de alimentar al gato. En la clínica
son muy amables, le dan consejos pero le advierten de un gran peligro: su gata
podría volver a enfermar pronto si sigue rechazando el alimento dietético. A lo
sumo, la comida húmeda dietética podría reemplazarse con croquetas dietéticas.
Entonces, Johanna P. vuelve a ir a la clínica para reemplazar las bolsas de
comida húmeda con croquetas.
Sin embargo, esto no es posible porque la señora, lógicamente, ha abierto el
paquete. Es cierto que 44 de los 48 sobres no se han tocado, pero si el embalaje
no está intacto la clínica obviamente no puede vender estos 44 sobres. Qué
vergüenza. Por 32 euros, la señora se va a casa con una bolsa de 3,5 kilos de
croqueta dietética, específica para trastornos de la vejiga.
Pero Félix las rechaza incluso y escupe la pasta que le dieron para acidificar la
orina. Johanna P. se las arregla para darle a su gato tabletas antibióticas con la
ayuda de paté de hígado para untar, mucha astucia y
paciencia. Pero cuando le da paté de hígado, se siente culpable, porque según la

clínica veterinaria, su gato solo debe comer el alimento dietético.
Después de dos días más, durante los cuales Félix se niega categóricamente a
tocar la comida, Johanna P. llama a otro veterinario y pide ayuda.
Después de escuchar la historia del paciente, el veterinario invita a Johanna P. a
que vaya a su oficina de inmediato. La Sra. P. toma al gato, que ya se ha vuelto
más liviano, lo pone en una jaula y lo lleva al veterinario. Incluso en la sala de
espera, sus ojos se posan en los numerosos paquetes de prueba y anuncios de
alimentos dietéticos. Una vez que ingresa al estudio, lamentablemente no descubre
nada nuevo. Cuando pide explicaciones sobre las posibles causas de los cálculos
de estruvita, aquí también, como había ocurrido en la clínica veterinaria, no recibe
una respuesta satisfactoria: «Muchos gatos los padecen. Pasa a menudo», explica
el veterinario. ¡Ay! “¿Y ahora tengo que darle comida dietética para siempre, que
es cara, aunque no le guste nada?”, pregunta la Sra. P. “Sí, claro, de lo contrario
se enfermará de nuevo”, advierte la veterinario, quien le dice que él también da
consejos: "Hay un alimento dietético diferente para los cálculos de estruvita, es de
otra compañía, le gustará seguro".
Tras una inyección, el gato Félix se lleva a casa otras doce cajas de comida
dietética contra cálculos de estruvita por 32,40 euros. Para variar, también hay
croquetas adecuadas: tres kilos por 29,90 euros. Llena de esperanza, la Sra. P.
regresa a casa con su protegida. Sin embargo, Felix no está nada entusiasmado
con el nuevo feed. Prueba un par de crocantes y se aleja disgustado. También
coma muy poca comida enlatada. La Sra. P. está desesperada, se pregunta qué
hizo mal. Tanto el anuncio como el veterinario siguen afirmando que la comida
enlatada es lo mejor para los gatos y que les gusta. Si solo les dieras latas de
calidad, nunca te equivocarías.
¿Por qué entonces el gato Félix tiene piedras de estruvita? Sin embargo, Johanna
P. hizo todo bien y siempre le dio a su gato solo alimentos enlatados saludables
adaptados a las necesidades de los gatos.
Esta pregunta la hacen innumerables propietarios de estos animales a diario sin
recibir una respuesta satisfactoria por parte de los veterinarios.
Después de todo, las preguntas sobre qué alimento es adecuado para mantener a
los gatos saludables o qué enfermedades pueden resultar de una nutrición
incorrecta están mal vistas. En lugar de dar respuestas, los veterinarios van primero
recomendar Whiskas y similares, luego se vende comida dietética muy cara a

los dueños de gatos que se han enfermado por una alimentación inadecuada.
Esta comida especial no solo tiene un precio elevado sino que también es de
mala calidad, lo que, al parecer, no solo nadie señala, sino que ni siquiera
molesta a nadie. Al contrario: básicamente, cuanto más a menudo se enferman
los gatos, más a menudo sus dueños tienen que llevarlos al veterinario.
Aparentemente, muchos veterinarios confían en las afirmaciones de la
industria de alimentos para mascotas. No es de extrañar, porque
lamentablemente es cierto que en la formación veterinaria no hay cabida para
una alimentación específica adecuada a la raza felina. Es cierto que estos
profesionales sin experiencia aprenden a calcular horarios de alimentación en
base a tablas de necesidades específicas, pero estas tablas se basan
únicamente en las indicaciones de la industria de piensos. En el curso de su
formación, los estudiantes de veterinaria2 son introducidos a varios alimentos
enlatados producidos industrialmente, en base a la información sobre la cual
(contenidos y aditivos) tienen que calcular, por ejemplo, el requerimiento diario
de un gato. Desde el principio, por lo tanto, la industria de piensos se integró
sin críticas en el plan de estudios. Muy practico.
Después de todo, ¿por qué un estudiante, que ya durante sus estudios no
sabía nada más que alimentos industriales para mascotas, debería comenzar
en cierto punto a hacerse preguntas críticas? Consideremos entonces el hecho
de que se les presenta inmediatamente el aspecto lucrativo que conlleva la
venta de alimentos envasados. Incluso durante los períodos de aprendizaje,
que completará después de sus estudios y en clínicas veterinarias, un estudiante
no conoce ninguna alternativa a la comida preparada industrialmente. Además,
en los cursos de actualización sobre el tema de nutrición felina y canina, los
patrocinadores de la industria de alimentos dictan los temas y contenidos.
Por lo tanto, en general, los veterinarios solo conocen alimentos para
mascotas preparados comercialmente desde el principio y persisten en esta
actitud. Y si los jóvenes profesionales abren su propio estudio, inmediatamente
reciben generosos obsequios de la industria de alimentos. Además, se están
enviando a la nueva práctica cajas de alimentos y croquetas dietéticas, así
como cajas llenas de paquetes de prueba para dueños de mascotas. Todo esto
gratis, eso es. De esta forma, el médico que está iniciando su nuevo negocio
tiene inmediatamente la
alimentos adecuados para cada enfermedad: ¡así de simple! Y la rueda sigue girando.
Para una dieta saludable de "cachorros" y "perros y gatos" el veterinario recomienda
desde un principio darles únicamente comida envasada, ya que al final contiene todo
lo que necesitan en la fase de crecimiento. Este cuento de hadas se cuenta a miles
de dueños de perros y gatos todos los días.
Sin embargo, la misma frase contiene todo lo que su perro o gato necesita es la
falsedad más fatal que la industria de los piensos quiere que creamos. Según la
opinión oficial de las grandes industrias de alimentos para mascotas y de la mayoría
de los veterinarios, las necesidades de nuestras mascotas se limitan a un cierto
porcentaje de proteínas, grasas, materias primas y un cierto número de Unidades
Internacionales de vitaminas y minerales producidos artificialmente. Al mezclar todo
químicamente en el laboratorio, se deriva un producto industrial y artificial. Y para que
nuestros pobres amigos de cuatro patas coman este brebaje adulterado, también se
le agregan potenciadores del sabor en abundancia. Todo se completa con conservantes
para que no se deteriore. Para cada edad, para cada raza y para cada predisposición
existe una variante especial aunque (aunque con mínimas variaciones en la
composición) sean en principio todas iguales.
Pero volvamos ahora a nuestro gato Félix y sus piedras de estruvita: a lo largo de
su vida Félix, tal y como se describe, solo ha comido Whiskas, Kitekat y similares en
forma de croquetas, tal y como le aconsejó el veterinario. «Tómatelo con calma para
probar todo tipo de comida del supermercado, lo que le gusta a él también le hace
bien», le había dicho el veterinario a Johanna P., y ella, como buena dueña de un
gato, hizo lo que le decían. Desde un punto de vista veterinario, el hecho de que Félix
ahora esté enfermo naturalmente no tiene nada que ver con su nutrición. De hecho,
se sabe que las enfermedades, aparentemente, surgen por casualidad, y luego, por
supuesto, un animal enfermo aporta mucho más dinero a las arcas de la práctica
veterinaria.
Entonces, ¿por qué nuestro gato Félix tiene cálculos de estruvita? Las croquetas
están hechas principalmente de cereales (hasta un 80%). El resto está compuesto por
proteínas de mala calidad “potenciadas” por aditivos. Sin embargo, los gatos son
auténticos carnívoros y su dieta debe consistir en al menos un 93% de proteínas
nobles de origen animal. Los cereales nada tienen que ver con un pienso adecuado
para la raza felina. A lo mejor solo eso
relativamente poco que queda en el estómago de un ratón y que los afortunados

gatos que viven en el campo pueden ingerir junto con el ratón.
Los intestinos de los gatos están estructurados de tal forma que no son en
absoluto aptos para digerir cereales. Es muy corto y no puede descomponer y
procesar adecuadamente los carbohidratos (cereales). Así, ningún tipo de
croqueta es capaz de satisfacer la necesidad de proteínas nobles que tienen los
gatos. Las consecuencias: demasiados cereales en la comida para gatos
provocan cambios en el valor del pH de la orina, lo que allana el camino para la
formación de cálculos en la vejiga. Independientemente, entonces, de que si el
gato come su "alimento natural", es decir, ratones o carne cruda, tiene un
suministro natural de líquidos (lo que no ocurre con las croquetas). Si un gato se
alimenta exclusivamente de croquetas, para ingerir suficientes líquidos debe
beber al menos tres veces la cantidad de croquetas ingeridas. Pero el gato no lo
hace, porque es un animal del desierto y por eso bebe poco. Para compensar la
pérdida de líquidos provocada por la ingesta de croquetas, el organismo felino
concentra más la orina y la vejiga se vacía con menos frecuencia. El resultado de
la concentración de la orina y el cambio del valor del pH al rango alcalino, dado
por una cantidad excesiva de granos en la croqueta, eventualmente conduce a la
formación de cálculos de estruvita.
¿Y Félix? Mientras tanto, Johanna P. está harta de la comida dietética que es

cara, apenas se come y la mayoría se tira a la basura. Vuelva a darle a Félix la
comida que siempre ha comido y le gusta. Lo mezcla con una pasta para acidificar
la orina. Esto funciona muy bien. A veces incluso consigue que se trague un par
de croquetas dietéticas. Como Félix ha sufrido mucho de hambre mientras tanto,
también se come las croquetas, aunque no quiera.
Pasan unos meses en los que Félix está bien. Entonces, un día está de vuelta
en su caja y tratando de liberar orina. Se las arregla para hacer unas gotas y
luego maúlla desesperadamente. "Otra vez", piensa Johanna P.; toma su Félix y
regresa a la clínica veterinaria. El mismo procedimiento que antes: anestesia,
catéter, inyecciones y pastillas. El diagnóstico esta vez es: cálculos de oxalato,
es decir, cálculos renales. "¿Cómo es eso posible?", le pregunta Johanna P. al
veterinario de turno y le cuenta los problemas de Félix y su negativa a comer
alimentos dietéticos, pero también le dice que regularmente le daba pasta para
acidificar su orina. El veterinario
reacciona con irritabilidad y responsabiliza a Johanna P. de la aparición de cálculos

de oxalato. Probablemente puso demasiada pasta para acidificar la orina en el
pienso. Ahora la orina es demasiado ácida y de ahí han surgido los cálculos. Esta
vez Félix tarda un poco en recuperarse. Necesita más tiempo para sanar, bebe
más pero come cada vez menos. Su nuevo alimento de dieta, esta vez contra los
cálculos de oxalato, no le gusta, mejor pasa hambre.
Pasan más meses, Félix está muy demacrado y se ve muy desgastado. No

queda mucho de lo que una vez fue un gato guapo y orgulloso. Johanna P. vuelve
a ponerse en contacto con la clínica veterinaria y cuenta la mala salud de su gato.
El veterinario la llama para una visita: hay que sacar a Félix lo antes posible.
Cuando intentan ponerlo en la mesa del veterinario, Félix empieza a morder y
arañar. El gato, por lo general tan apacible, se ha vuelto realmente agresivo. Solo
dándole otra anestesia se le puede sacar sangre. Los resultados de las pruebas
no son buenos: muestran valores altos de urea y creatinina y también la cantidad
de fósforo es demasiado alta. Félix tiene una enfermedad renal.
El gato recibe gotas intravenosas y algunas inyecciones. Como antes, Johanna

P. regresa a casa con 48 sobres de comida húmeda y cuatro kilos de croquetas,
esta vez todas específicas para los riñones, luego tabletas y un polvo que Félix
debe ingerir una vez al día para bajar el nivel de fósforo en la sangre. El veterinario,
al ver la cara de desesperación de la Sra. P. al ver la nueva comida envasada, que
también es cara, le dice que Félix debe comer absolutamente eso porque, debido
a su enfermedad renal, solo puede comer alimentos con un contenido reducido.
contenido de proteína
Cuando Johanna P. pregunta sobre las posibles causas de la enfermedad renal,
le responde que los riñones suelen ser el punto débil de muchos gatos y que,
teniendo en cuenta el historial médico de Félix, era de esperar que tuviera una
enfermedad renal. Después de los cálculos en la vejiga, casi siempre sigue la
insuficiencia renal, a veces esto sucede después de años, pero a menudo después
de unos pocos meses.
Pero la enfermedad renal también es consecuencia de una nutrición inadecuada.
Da igual que sean croquetas normales o dietéticas: en ambas el porcentaje de
cereales es demasiado elevado. Estos no pueden ser procesados por los riñones
y conducen a su sobrecarga continua. ¿Y por qué entonces el gato Félix?
¿debería consumir pienso con un contenido reducido de proteínas? Es como si una vaca ya no
pudiera comer heno o pasto, aunque estos son su fuente natural de alimento.
Recientes estudios estadounidenses han demostrado que la enfermedad renal no se puede

abordar con un alimento con un contenido reducido de proteínas. Por el contrario, sin embargo,
lo más importante, tanto para un gato sano como para un gato con enfermedad renal, es
ofrecerle proteínas nobles. Estos solo se encuentran en forma óptima en la carne cruda.
Independientemente de que su contenido en proteínas sea demasiado bajo, los alimentos
precocinados habituales, incluidos todos los alimentos dietéticos, no se producen con carne
fresca sino con desechos de carnicería.
Además, también se utilizan proteínas vegetales que los gatos no pueden reprocesar en
absoluto o solo con dificultad. El contenido de proteína indicado en las cajas y empaques no
dice nada sobre la calidad de la proteína. Y a esto también se le suman los cereales que tensan
los riñones. Un verdadero cóctel de veneno para gatos que son carnívoros por naturaleza y por
lo tanto se ponen realmente enfermos. En conclusión, esto puede explicar el hecho de que en
los últimos años la frecuencia de enfermedades renales y vesicales haya aumentado
significativamente en los gatos. Cuanto más se utilizan alimentos listos para el consumo o
dietéticos, más frecuentemente aparecen estos. Por el contrario, los gatos que comen poco o
nada de alimento listo para comer y comen carne fresca casi nunca tienen problemas de vejiga
o riñón.
Sin embargo, aún no se ha demostrado que la reducción de un alto nivel de fósforo

desempeñe un papel importante en la enfermedad renal de los gatos. La reducción farmacológica
del nivel de fósforo aparentemente debería prevenir los depósitos dañinos de calcio en los
riñones. Sin embargo, esta reducción química artificial del nivel de fósforo también afecta el
nivel de calcio. Aquí la interacción sensible de los dos minerales se estropea por completo. El
caso es que la principal causa de los cálculos en la vejiga es la alteración del valor del pH en la
orina, así como su concentración anormal. Así, los cálculos vesicales suelen ir seguidos de
cálculos renales, aunque ambos cuadros clínicos pueden presentarse de forma independiente.
¡Cuántas veces sucede en mi trabajo diario que los gatos aún jóvenes (cinco años o incluso
menos) tienen que ser sacrificados debido a una insuficiencia renal severa! Y el número
aumentará significativamente.
Sin embargo, los gatos enfermos, para los que desde el punto de vista de la nutrición es posible
todavía hacer algo, es decir, los gatos que no están del todo desacostumbrados a su
alimentación natural, como la carne cruda o los ratones, podrían seguir viviendo durante
mucho tiempo y sobre todo de forma vital. En los alimentos naturales, las proteínas y el
fósforo están presentes en su forma biológicamente asimilable. Como resultado, no se
forman cálculos en la vejiga, estruvita u oxalato, ya que el valor de pH de la orina está
dentro del rango normal y no está sujeto a fluctuaciones constantes.
Entre otras cosas, como ya se mencionó, puede ser difícil adaptarse a una dieta
natural para gatos que están acostumbrados a los alimentos listos para comer o ahora
son adictos a ellos debido a la presencia de potenciadores del sabor o sustancias que
los hacen más apetecibles. Sin embargo, la desintoxicación gradual es posible mezclando
carne cruda con alimentos listos para comer y reduciendo gradualmente la cantidad de
alimentos procesados. Sin embargo, tiene consecuencias fatales para el dueño del gato
volver a la alimentación con fórmula después de la recuperación del animal. En este
caso, ya se puede anticipar un regreso de las enfermedades. Sin embargo, después de
muchas recaídas, la mayoría de los dueños de gatos vuelven en sí y se adhieren a la
prohibición de los alimentos procesados.
Los dueños de gatos son en realidad más inteligentes que la mayoría de los
veterinarios. Estos siguen prescribiendo estoicamente una dieta con un índice reducido
de fósforo y proteínas en el caso de enfermedades renales, mientras que en el caso de
cálculos en la vejiga prescriben una dieta que baja o sube el valor del pH. Este es
simplemente el estándar, y ¿cómo no podría ser de otra manera si llevamos años y años
aprendiendo así en las universidades?
Como ejemplo, el siguiente es un intercambio de correo electrónico que tuve el 5 de
noviembre de 2009 con el Director de Medicina Veterinaria de la Universidad de Viena:
Estimado colega,
tengo una duda sobre la fuente de alimentación. ¿Qué recomiendas para gatos
con enfermedad renal? En comparación con las materias primas, los aditivos,
etc., ¿qué alimentos dietéticos son los más digeribles y, en consecuencia, los
más efectivos?
Gracias de antemano, un saludo.
Dra. Jutta Ziegler
La respuesta:
Estimado Dr. Ziegler, en

cuanto a la dieta para gatos con problemas renales, Hill's k/ d es el alimento
que tiene los valores de proteína y fósforo más bajos y también se
recomienda para mascotas con insuficiencia renal que va desde mgr a hgr3 .
El pienso dietético de Royal Canin tiene valores más altos pero
se recomienda para casos menos graves o cuando los gatos no comen los
productos de Hill's y también se recomienda como alimentación diaria, en
cualquier caso siempre mejor que la comida normal que se encuentra en
tiendas especializadas u otros Dietas para contrarrestar los problemas
renales.
En otras palabras: en casos severos Hill's por 6-8 semanas; cuando el
fósforo en la orina y la sangre se haya estabilizado, primero mezcle Royal
Canin y Hill's y luego, según el estado de salud, Royal Canin.
Sinceramente.
Abajo: el nombre del director.
Aquí hay una persona que lo entiende. ¿A qué se refiere la Dra. X cuando habla
de "comida regular"? Whiskas, Sheba y similares? Todo esto demuestra lo estrecho
que es el vínculo entre las universidades y la industria de piensos. Lógicamente,
los veterinarios solo continúan con lo que escucharon y aprendieron en la
universidad. En última instancia, esto también es una ventaja para ellos.
Ni una mención por parte del estimado colega universitario de las materias
primas que se utilizan en el alimento más vendido. Ninguna mención a las proteínas
de baja calidad ni a la excesiva cantidad de cereales que contienen estos alimentos
precocinados y que afecta a los riñones, ninguna información sobre la composición
de las proteínas ni sobre los conservantes nocivos para la salud y, por último,
todavía nada sobre la posibilidad de dar como alternativa a un gato con problemas
renales proteínas nobles en forma de comida preparada en casa.
Desafortunadamente, lo que importa aquí es solo la dependencia de la industria
de alimentos y no el sentido común.
Sin embargo, es muy fácil alimentar a un gato apropiadamente para su especie
(ver el Capítulo 10 sobre este tema). Todo lo que necesitas es el sentido común
antes mencionado y un poco de fe en tus propias acciones. Todo esto, sin
embargo, parece haberse perdido por completo en nuestro mundo industrializado.
Dueños de gatos que alimentan a sus mascotas con
carne cruda hablan de ella a regañadientes y casi en secreto. A menudo, los

otros dueños de gatos los tratan como criminales sin corazón, les ponen las
manos en el pelo: «¿Pero cómo puedes hacer algo así? ¡Tu mascota pronto
sufrirá deficiencias y tú eres responsable de eso!" Esto definitivamente no va a
suceder, confía en mí. Ocurrirá exactamente lo contrario.
¿Y cómo es el gato Félix? Pierde cada vez más peso, come su comida dietética
muy raramente y muy de mala gana. Es apático y ahora es solo una sombra de
sí mismo. Cuando está muy enfermo, Johanna P. lo lleva a la clínica veterinaria,
donde le dan infusiones. Por supuesto, la señora P. también pidió opinión a otros
veterinarios, pero siempre le dieron las mismas respuestas. En un momento se
da por vencido.
Cuando Félix empieza a sentirse realmente mal, bebe sólo agua y lleva días
sin comer, el dueño decide a regañadientes liberarlo de tanto sufrimiento. Ella lo
lleva a la clínica veterinaria y hace que lo sacrifiquen. La factura final esta vez la
recibes por correo. Que delicia.
Félix no llegó a los siete años.
Una historia triste y enojada. Y lamentablemente el emblemático caso de Félix
no es aislado, estadísticamente hablando es solo uno de tantos. Realmente
muchos.
2. El autor se refiere a lo que está pasando en Austria [NdT].

3. Así en el texto original. No se encontraron referencias que pudieran especificar mejor el rango
citado por Hill's; el producto, sin embargo, no es muy agradable para los gatos [NdC].
CAPÍTULO 2
Labrador Paule se rasca hasta sangrar

Porque las dietas para la alergia sirven de poco o nada
Ya de cachorro el Labrador Paule comía croquetas (especial para

GRAMO cachorros). Silvia H. lo adoptó cuando tenía ocho semanas y para que
todo saliera bien, inmediatamente le dio la croqueta recomendada por
el criador. «Ya está acostumbrado», dice éste, «las tolera muy bien y contienen
todo lo que necesita». En las semanas siguientes, sin embargo, el pequeño
Paule siempre tiene diarrea. Sin embargo, las tabletas de carbón específicas
para mascotas ayudan a mantener la situación bajo control.
A veces hay que prescribir antibióticos a Paule porque la diarrea es muy mala,
el perrito está muy enfermo. Paule hace todas las vacunas, está desparasitado
y peinado, el programa completo según el libro de texto.
Unas semanas más tarde empieza a rascarse furiosamente. No tiene descanso,
especialmente por la noche, cambia constantemente de lugar, se rasca y se
muerde constantemente. El veterinario le da medicina antipulgas y le pone una
inyección para la picazón. Durante un tiempo, la picazón mejora, pero después
de unos días vuelve, incluso peor que antes. Las orejas también están inflamadas
y rojas, del color de los camarones. Paule tiene un dolor terrible.
Silvia H. lo lleva nuevamente al veterinario, quien le da gotas para los oídos,
ordena baños antialérgicos y le receta tabletas antibióticas durante diez días. Y,
por supuesto, tiene que volver a ponerse una inyección.
El diagnóstico del veterinario: el cachorro sufre una alergia. Para esto, debe
comenzar a comer inmediatamente los llamados alimentos hipoalergénicos, que
se tomarán nuevamente en forma de croquetas especiales. Bañarlo, ponerle
gotas en los oídos, darle pastillas, Silvia H. realmente tiene mucho que hacer.
Lo hace con gusto, porque Paule tiene que curarse finalmente. Pero a Paule no
le gusta nada la comida para las alergias. Silvia H. sin embargo se mantiene
firme en su intento y no le da nada más. Paule luego se lo come con gran
heroísmo. En sus seis meses de vida se convirtió en un paciente habitual del
veterinario. Después de diez días de tratamiento con antibióticos, está mucho
mejor. Sin embargo, hay un problema: las almohadillas sí afectan
estómago e intestinos y vuelve la diarrea. Silvia H. ahora está muy familiarizada con los
muchos problemas de Paule y le da las tabletas de carbón. Una vez más demuestran
ser una ayuda válida.
Al cabo de unas semanas el cachorro vuelve a rascarse como un loco por todo el
cuerpo, las orejas vuelven a estar muy inflamadas y tiene fuertes dolores. Impulsada por
la desesperación, Silvia H. cambia de veterinario. El nuevo veterinario prescribe una
prueba de alergia y le pone al animal un collar isabelino para que ya no se rasque.
Mientras espera los resultados de la prueba de alergia, le pone inyecciones de cortisona
por precaución, mientras que para el tratamiento en casa tiene que tomarlo en pastillas.
La prueba da el siguiente resultado: Paule es alérgica a los ácaros del polvo, los ácaros
de los alimentos, el maíz, la carne de res y el cordero.
Dado que el alimento para la alergia que Paule ha estado comiendo hasta ahora
contiene maíz, se le ofrece otro alimento específico, esta vez a base de soja. El
veterinario también le encomienda a Silvia H. la tarea de limpiar constantemente todos
los tejidos con los que Paule entra en contacto y comprar una aspiradora con filtro contra
los ácaros. Además, antes de darle las croquetas debe congelarlas para destruir los
ácaros de la comida.
Silvia H. sigue órdenes. En el fondo quiere hacer todo lo posible para ayudar a Paule.
Lamenta mucho que el perro se rasque constantemente y sufra mucho por la infección
del oído.
Desde hace un tiempo las cosas marchan de forma aceptable. Pero entonces Paule
empieza a rascarse de nuevo. Silvia H. inmediatamente le pone el collar isabelino, para
que ya no pueda rascarse. Una vez, sin embargo, tiene un ataque de picazón
particularmente fuerte, tanto que se arranca el cuello y literalmente lo rompe en pedazos.
Luego se muerde y se rasca hasta sangrar. Como resultado de sus mordiscos y
arañazos, la piel de Paule, especialmente en su vientre, muestra manchas marcadamente
transformadas: la piel aparece negra y engrosada. Y los pedazos de piel mordidos más
recientemente, esta vez en la espalda, se vuelven rojos y supurantes. Silvia H. está
realmente desesperada.
Mientras tanto, Paule tiene casi un año y nunca ha estado realmente bien. Siempre
está cansado, los paseos no le atraen especialmente y no tiene el aspecto de un perro
sano y feliz. Su pelaje es opaco y erizado y ya ni siquiera puede quedarse en la
habitación, desprende un olor bastante fuerte y además sufre de malas flatulencias. El
perro y su dueño no están muy contentos con la situación. La diarrea también regresa a
intervalos regulares. los
Las tabletas de carbón para animales ya no sirven para nada. Silvia H. ha

tenido suficiente; recoge a Paule y lo lleva a una clínica veterinaria lejana,
recomendada por un conocido. Aquí debe ejercer un veterinario especialista
en enfermedades dermatológicas.
En esta clínica especializada, Paule recibe una muestra de sangre y una
prueba de heces. También se realiza una nueva prueba de alergia, así
como ecografías y radiografías. Silvia H. espera con inquietud los
resultados, que sin embargo no prometen nada bueno: los valores
hepáticos son altos, las amilasas pancreáticas son anormales, hay muy
poca elastasa en las heces y el cuadro hematológico no es bueno. La
prueba muestra que Paule es alérgica a los ácaros, a los ácaros de los
alimentos, al trigo, al maíz, a la ternera, al cordero y ahora también a la
soja. Recetan IV con protectores hepáticos, pastillas para el hígado y
enzimas digestivas. Por supuesto que tiene que volver a cambiar la comida
contra las alergias. Ahora es el momento de algo verdaderamente exótico:
venado con tapioca. Silvia H. no está contenta porque los costos de visitas,
tratamientos, medicinas y alimentos están llegando a cifras que amenazan
con volarle la billetera. Una sola bolsa de diferentes alimentos cuesta entre
56 y 85 euros (12 kilogramos). Y Paule no se cura, al contrario, se enferma
cada vez más. Incluso el tercer cambio de comida produjo una breve
mejoría, pero luego todas las terapias realizadas no dieron resultado y
Paule está visiblemente peor. En este punto Silvia H. se atreve a hacer un
último intento y en la primavera de 2008 lleva a Paule a mi estudio. Como
veterinario especialista en homeopatía me enfrento continuamente a casos
como estos que, después de haber sido sometidos a todas las terapias posibles, parece
¿Qué sucedió? Empecemos por el principio: Paule, al igual que su madre
por cierto, ha comido exclusivamente crujiente desde su nacimiento. De
esta manera, se sentaron las bases para las enfermedades posteriores.
De hecho, al consumir croquetas, el cuerpo de Paule no pudo desarrollar
una flora bacteriana intestinal normal y saludable para un carnívoro. Desde
el nacimiento, pero también más tarde, las madres normalmente transmiten
importantes bacterias y enzimas digestivas a sus cachorros. Esto ya
sucede en el canal de parto, luego a través de la limpieza regular y el
lamido de la madre, etc. Debido a la nutrición incorrecta de su madre,
Paule no pudo recibir estas sustancias y posteriormente a su nutrición.
exclusivamente a base de croquetas, ni siquiera ha sido capaz de desarrollar

una flora bacteriana intestinal saludable.
¿Porque? En la fase de preparación, cada alimento seco se calienta a altas
temperaturas y se muele hasta que se vuelve irreconocible. Así podrás
trabajarlo mejor. Al hacerlo, sin embargo, las enzimas valiosas para la
digestión se destruyen, las proteínas se desnaturalizan y las bacterias
importantes y valiosas para la digestión no tienen posibilidad de sobrevivir.
¡Lo único que permanece vivo en el pienso seco son los ácaros de la comida!
Pero volveremos a ello más tarde.
Primero, ¿qué podemos hacer en el caso de Paule? Necesitamos volver a
entrenar a Paule en nutrición vital. Naturalmente en este caso no significa que
tendremos que darles de comer pollos vivos, sino alimentos en los que los
ingredientes siguen estando presentes en su forma original y natural y no
completamente descompuestos en sus elementos fundamentales y luego
remezclados en otra forma, como sucede. en cambio en la producción de alimento seco.
Hay una gran diferencia entre tener una sustancia en su forma original o tener
solo la suma de sus componentes químicos. La "forma original" solo puede
obtenerse presentando el alimento en su forma natural. Es decir: carnes y
deshechos crudos de carnicería a los que añadiremos verduras, hierbas
aromáticas y especias.
A partir de ahora, Silvia H. está dispuesta a preparar ella misma la comida
para su perro. Primero, Paule tiene que desarrollar una flora intestinal sana.
Esto, por supuesto, no puede suceder de la noche a la mañana; debido a sus
múltiples alergias, la elección de las carnes no es tan fácil.
El uso de "alimentos secos estériles" no solo inhibe el desarrollo de una
flora bacteriana intestinal saludable, sino que la cantidad excesiva de cereales
que contienen los alimentos secos sobrecarga constantemente el páncreas,
lo que también aumenta significativamente el riesgo de diabetes. Sin embargo,
puramente para ahorrar costos, se hace que los carnívoros se conviertan en
comedores de granos. De hecho, los cereales son mucho más convenientes
que la carne, aunque la carne se digiere mucho más rápidamente, en un
período que oscila entre las seis y las ocho horas. Los alimentos para
mascotas cuya composición no se adapta a la raza específica en cuestión
tensan constantemente el tracto digestivo, lo que finalmente conduce a una
deficiencia enzimática y una fermentación incorrecta en el intestino. La primera
reacción es la diarrea, que le pasó a Paule muy pronto. A través de esta fermentación incor
se liberan sustancias que hacen que las paredes intestinales sean permeables
y, por lo tanto, capaces de pasar moléculas más grandes. Por lo tanto, estas
moléculas más grandes pasan directamente a la sangre. El sistema inmunitario
reacciona y forma cada vez más anticuerpos, que a su vez representan la
primera etapa en la aparición de las alergias. Si estas sustancias se siguen
introduciendo en el organismo, pueden metabolizarse (naturalmente, a éstas se
añaden todos los aditivos artificiales presentes en los piensos). En este punto,
el sistema inmunológico se descontrola y siempre desarrolla nuevas reacciones
de defensa.
Esto también se aplica a los ingredientes que normalmente nunca
desencadenarían una alergia, como la carne de res, que suele ser un alimento
natural y saludable para perros. Estas reacciones inmunológicas siguen
repitiéndose, dando como resultado una hipersensibilidad tras otra.
Esto también puede explicar por qué están tan definidos. Las desensibilizaciones
ayudan solo por un corto tiempo y no lo suficiente. En este caso, se produce
una vacuna contra un antígeno preciso (es decir, contra la sustancia capaz de
producir manifestaciones alérgicas) que se administra en forma de inyecciones;
el tratamiento puede durar años. El primer paso en los tratamientos habituales
se limita en su mayoría a los análisis de sangre para poder determinar los
alérgenos desencadenantes. Con base en los resultados obtenidos, se cambian
los tipos de alimentos, los cuales deben ser aptos para las respectivas alergias.
Sin embargo, estos tipos se diferencian únicamente en la fuente de proteína, la
única que cambia; el resto de los ingredientes permanecen sin cambios.
Además, no solo se destruyen todas las sustancias vitales durante la fase de
producción, sino que también se agregan aditivos artificiales. Esto también se
aplica a los conservantes y potenciadores del sabor que probablemente sean
las causas de la aparición de alergias. Los alimentos dietéticos específicos,
lógicamente, solo pueden funcionar durante un tiempo limitado o pueden no funcionar en abso
Primero, por lo tanto, con Paule tenemos que empezar a actuar en pasos
realmente pequeños. En primer lugar, es necesaria la desintoxicación del
intestino sobrecargado, luego es necesario garantizar que se desarrolle una
flora bacteriana intestinal funcional. Luego tienes que seguir una dieta de
eliminación para averiguar qué alimentos tolera Paule y cuáles no.
El animal observa inicialmente dos días de ayuno. Toma sólo agua y una
cucharada de yogur natural. Más tarde puede comer pollo hervido (al principio
solo hervido, luego crudo) con zanahorias y yogur todos los días.
naturales, algas y arcillas curativas. Una vez a la semana practica, a modo

de intervalo, un día de ayuno. Paule tolera bien este horario. Entonces el
pollo funciona. Después de cuatro semanas, la carne de res y las verduras
están integradas. Ahora la carne se cocina cada vez menos. Después de
cuatro semanas, la digestión de Paule se ha estabilizado y ahora puede
comer carne cruda. El animal ahora digiere muy bien, le gusta la carne cruda
y su ración diaria de verduras. Además siempre hay arcilla curativa, algas
así como diversas hierbas aromáticas y especias como perejil, albahaca,
orégano, cebollino y diente de león.
El hecho de que ahora tolere bien la carne de vacuno, que dio positivo en la
prueba de alergia anterior, demuestra que su flora intestinal se ha
desarrollado de forma natural.
Las alergias a ciertos tipos de carne, como la alergia a la carne de res de
Paule, a menudo solo afectan a los productos procesados. Las diversas
carnes en su forma natural, es decir, crudas, se toleran en su mayoría sin
problemas. La dieta de eliminación muestra que Paule tolera casi todo tipo
de carne, pero no las preparadas industrialmente. Lo que realmente no
tolera es la carne de cordero. Cuando lo come, sus orejas inmediatamente
se ponen rojas. Entonces excluimos completamente el cordero de la dieta.
Ahora Paule ya no tiene diarrea, el picor ha mejorado notablemente, solo las
orejas dejan mucho que desear.
Continúa teniendo periódicamente procesos inflamatorios justo en los oídos.
Sus alergias no han desaparecido, pero gracias a la flora intestinal natural
que se ha desarrollado, Paule ahora tiene una buena digestión y la diarrea
es cosa del pasado. Las sustancias extrañas ya no pasan al torrente
sanguíneo a través de las paredes intestinales y el sistema inmunológico
puede funcionar normalmente.
Naturalmente, la alergia a los ácaros del polvo sigue estando presente,
aunque en una forma significativamente reducida. Para ello, Paule tiene que
pasar más tiempo al aire libre, al aire libre. Esto es fácil para Silvia H.: tiene
un jardín donde el perro puede moverse libremente gracias a una cerca
nueva. La alergia a los ácaros de la comida ya no es un problema porque la
comida seca está absolutamente prohibida para él. Entre otras cosas, carece
de sentido el consejo del primer veterinario de Paule, según el cual Silvia H.
debería haber congelado el alimento seco para eliminar los ácaros de la
comida. Es cierto que mediante la congelación es posible exterminar estos parásitos,
sin embargo, la alergia es causada principalmente por sus excrementos. Paule

no puede comer nada que provenga de la mesa de los seres humanos
(embutidos, carnes condimentadas, etc.) porque los aditivos en los alimentos
(así como en los piensos) pueden ser peligrosos para él. Silvia H. está feliz,
ahora puede abordar un problema complejo con medios relativamente simples.
Incluso disfruta preparando comida para Paule, especialmente viendo que le
gusta. Con el tiempo, la inflamación en las orejas también disminuyó, el pelaje
ahora está brillante y brillante y, en general, Paule está mucho mejor. Es vivaz,
juega y disfruta de los paseos. Ya no huele y ni siquiera sufre de flatulencia.
Ahora puede quedarse en la misma habitación con su familia sin molestar a
todos. Se ha convertido en un perro completamente diferente.
Desafortunadamente, casos similares a menudo llegan a mi oficina. No

todos terminan tan bien como en el caso de Paule, pero al menos mejoran
notablemente. Algunos perros son bombardeados con medicamentos
adicionales que dañan aún más la flora intestinal e irritan el sistema
inmunológico. En estos casos, a veces se puede olvidar una recuperación
completa.
¿Qué terapias se aplican normalmente en la mayoría de las prácticas
veterinarias? Después de las pruebas de alergia y posibles desensibilizaciones
(costosas, duraderas y efectivas solo por un corto período de tiempo), se suele
utilizar cortisona. Este es el medio estándar que utilizan los veterinarios
indefensos cuando se enfrentan a alergias. Se utiliza sobre todo en terapias a
largo plazo ya cambio de una mejoría temporal se aceptan graves
consecuencias y enfermedades posteriores, como el síndrome de Cushing y
el colapso del sistema inmunitario.
En realidad, un veterinario debe reflexionar sobre por qué los alimentos para
la alergia solo ayudan durante un período de tiempo limitado y por qué se
deben buscar ingredientes cada vez más exóticos para combatir la aparición
de nuevas y nuevas alergias. Al recomendar continuamente nuevos alimentos
antialérgicos, los veterinarios preparan el escenario para otras alergias.
Algunos de estos alimentos contienen, como cualquier otro alimento listo para
comer, demasiados componentes diferentes debido a los cuales no se pueden
seleccionar ciertos alérgenos. A menudo, junto a una o varias proteínas de
origen animal, también se encuentran las de origen vegetal. Una dieta de eliminación hecha
correctamente contiene sólo una fuente de proteína y un tipo de verdura o un

tipo de carbohidrato. Nada mas. Y esto nunca en forma de pienso listo para comer.
En serio: tienes que darte cuenta de esto. Tarde o temprano, cuando ya no
habrá nada nuevo, después de toda la carne de avestruz, caballo y búfalo,
después de la tapioca y la achicoria, quizás lleguen las trufas como último recurso
en la alimentación industrial. Por lo tanto, una terapia a largo plazo basada en
cortisona se convierte en la solución final, con todos los problemas relacionados
con ella. Esto, por desgracia, es normal en los estudios veterinarios clásicos, y
siempre se procede según el mismo esquema. Las alergias en perros y gatos
aumentan constantemente y esto es solo desde que comenzamos a alimentarlos
con basura industrial. Y las cosas solo pueden salir mal si sigues tratando de
combatir las alergias con alimentos igualmente fabricados, siempre iguales o
ligeramente modificados.
Extrañamente, solo muy pocas personas lo notan, ni siquiera los veterinarios
que son responsables de ello, ya que están intensamente ocupados vendiendo
sus costosos alimentos antialérgicos y estabilizando a sus clientes con
medicamentos que los enferman a largo plazo.
No quiero acusar a todos los colegas de hacer esto intencionalmente. Algunos,
sin embargo, lo saben muy bien y actúan por puro interés.
Hace algún tiempo me encontré por casualidad con un colega mío, que es el jefe
de una de las clínicas veterinarias más rentables, y hablamos sobre la venta de
alimentos para mascotas en Austria. A mi pregunta de si él era consciente de los
daños a largo plazo que causan los alimentos industriales en nuestros perros y
gatos, respondió que sí lo era, pero que los ingresos derivados de la venta de
estos productos son tan gigantescos que no se puede, ni quiere, piensa
remotamente en darse por vencido. Precisamente los compañeros mayores son
conscientes de estos problemas o al menos empiezan a entender que quizás sea
la alimentación la que juegue un papel considerable en el aumento constante no
solo de alergias sino también de enfermedades que antes no aparecían con tan
altas incidencias.
En presencia de alergias severas, algunos colegas con mucho sentido común
eliminan primero los alimentos precocinados y luego siguen una dieta de
eliminación con comida casera; pero luego, inexplicablemente, regresan a los
alimentos precocinados nuevamente cuando el paciente finalmente comienza a
mejorar. Aparentemente, la confianza en los alimentos precocinados no parece
ser tan grande, pero el comercialismo y la pereza tienen el
mejor. Y la experiencia demuestra que la salud de los pacientes vuelve a llegar a

un callejón sin salida. Hasta que no se erradique la raíz de la enfermedad (la
enfermedad, en este y en muchos otros casos, deriva de comer exclusivamente
alimentos listos para el consumo) el problema de la alergia seguirá
descontrolándose. Y todo el mundo gana dinero con ello. Veterinarios, industria
farmacéutica y de piensos. Nuestros pobres perros y gatos están pagando las consecuencias.
¿Y los alimentos crudos naturales válidos para todas las razas? Con estos, los
únicos que pueden ganar algo son el carnicero o el agricultor ecológico, y ni
mucho menos ya que, quizás ocupándose personalmente de la matanza, también
tienen que pagar mucho por la eliminación de los desechos del carnicero. Sin
embargo, este sector casi no tiene apoyo, ni de los veterinarios, ni de la industria
farmacéutica, y mucho menos de la industria de alimentos. ¡Porque, por supuesto,
no habría ingresos, especialmente de alimentos dietéticos caros!
Después de más de treinta años de experiencia y después de haber recorrido

todos los caminos equivocados o tortuosos que puede tomar un veterinario (yo
también he vendido antes alimentos dietéticos y estaba convencido de que eran
necesarios y que tenían sentido), he llegado a la simple conclusión que una
alimentación natural basada en alimentos crudos, válida para todas las razas, es
lo mejor para nuestros perros y gatos. Y los éxitos finalmente me dan la razón.
Desafortunadamente, aún no se realizan experimentos con pruebas que comparen
alimentos dietéticos y alimentos naturales. Sólo existen investigaciones
comparativas entre diferentes alimentos procesados. ¿Y quién debería entonces
financiar estos experimentos? Los fabricantes ciertamente no tienen ningún
interés en obtener un resultado que vaya en contra de su negocio. Por cierto, las
cosas también funcionan de manera similar en la medicina humana. En todo
caso, solo se prueban productos de diferentes compañías farmacéuticas. Los
buenos productos que a menudo son más simples, más saludables y más baratos,
pero que no son patentables, ni siquiera se consideran para los ensayos.
He visto muchos perros que solo por haber cambiado su alimentación, en poco
tiempo mostraban cambios evidentes en su pelaje, tenían un olor diferente y
mostraban una nueva vitalidad. Especialmente en perros de pelo largo, los
descarrilamientos metabólicos en las modificaciones del pelaje y la piel se pueden
observar de inmediato. Un perro alimentado con carne cruda tiene un aspecto
diferente y un olor diferente. Si miras a tu alrededor con
cuidado, llamará la atención de cualquier observador atento.

Desafortunadamente, hay muy pocos dueños de perros que alimentan a sus
mascotas de una manera apropiada para su raza; la mayoría de los perros
parecen peludos y aburridos, por lo que casi no hay forma de saber cuáles lo
están haciendo bien. Pregúntele al dueño de un perro cuya mascota tiene un
pelaje opaco y mal olor qué darle de comer. ¡Comida lista! Eso sí, pruébalo y
anda preguntando.
Recuerdo bien cuando los alimentos Chappi o Pedigree-Pal salieron al
mercado en la década de 1970 . En su momento fueron las primeras y más
famosas conservas para perros. Las consecuencias fueron extremas. Los
perros que se los comieron olían fatal, se veían sucios y depositaban en la
calle enormes cantidades de heces de color rojo. Excretaron casi tanto como
ingirieron. Estas marcas de alimentos enlatados se acercan a ser los productos
más pobres del mercado. Es evidente que solo los perros más resistentes son
capaces de tolerar semejante inmundicia sin enfermarse. Es cierto que,
mientras tanto, han llegado al mercado muchos productos con mejores
materias primas, pero incluso estos son y siguen siendo solo productos listos
para usar, con todas sus desventajas.
Aquí hay extractos de las preguntas que los dueños de perros alérgicos les
hacen desesperadamente a los veterinarios, que se plantearon en un foro de
Internet dedicado a los perros:
• Susi, West Highland White Terrier blanco, cinco años, hembra,

esterilizado.
Llevamos dos años tratando sin éxito una alergia de nuestro West
Highland White Terrier. Después de numerosos intentos de tratamiento
(alimentación dietética, autohemoterapia, baños medicados casi a diario,
antibióticos, etc.) incluso a nuestro veterinario ya no se le ocurre nada.
Las molestias son: pústulas húmedas y parcialmente purulentas en todo
el cuerpo, costras parcheadas oscuras, piel muy enrojecida. Nuestro
perro ya no puede prescindir de la administración de cortisona.
El equipo veterinario responde:
A partir de su pregunta no es posible comprender cómo se llegó al
diagnóstico de alergia y qué análisis se realizaron. Es posible
establecer claramente una alergia alimentaria solo después de seguir

de manera constante y exclusiva una dieta de eliminación. Para
detectar la presencia de un alérgeno recibido a través de las vías
respiratorias, que en el contexto de las llamadas atopias (alergias sin
causa reconocible) da lugar a una reacción alérgica, se puede realizar
un análisis de sangre o, mejor aún, un examen intracutáneo. En caso
de que se pueda detectar un alérgeno desencadenante, si no es
posible evitar el alérgeno (por ejemplo, los ácaros del polvo), existe
la posibilidad de hiposensibilización. Con este tratamiento, al perro
se le inyecta debajo de la piel cantidades crecientes del alérgeno
desencadenante para que el cuerpo se acostumbre.
A menudo, en Westies, se agrega una especie de hongo (malassezia)
a la piel ya dañada, lo que conduce al deterioro, que a su vez requiere
una terapia especial. La observación microscópica de una biopsia de
piel también puede conducir a una mayor aclaración de la causa de
la enfermedad. Si no se puede llegar a un diagnóstico claro, no se
puede implementar una terapia dirigida y solo es posible el tratamiento
sintomático.
• Wotan, pastor alemán, macho, cuatro meses, alérgico a los ácaros

del polvo ya los ácaros de la comida. Alimentación: Royal Canin
Junior para Pastor Alemán. La cortisona como tratamiento terapéutico.
Hola, a través de un análisis de sangre a nuestro cachorro se le
diagnosticó alergia a los ácaros del polvo y los ácaros de los alimentos.
Para quitarle el picor tenemos que darle pastillas de cortisona, que
claro (siendo un cachorro) no es bueno! Desafortunadamente, no
hemos encontrado ninguna otra solución hasta ahora. El pienso seco
se remoja en agua y una vez al día le damos aceite de cardo. Por lo
demás, es un tipo pequeño y animado. ¿Qué podría darse de otra
manera contra el picor?
La respuesta del equipo veterinario en esencia no ha variado
respecto a la dada en el primer caso, salvo el consejo de aspirar
frecuentemente con filtros especiales y realizar hiposensibilización
como recomiendan los especialistas en enfermedades de la piel.
• Toby, Golden Retriever, macho, siete años, castrado. Enfermedades previas:

Trastornos de la próstata. Alimentación: Bosch Active.
Inmediatamente después de comer, nuestro perro empieza a rascarse, rodando

sobre su colchoneta, rascándose la mandíbula, las patas y todo el cuerpo. Es
activo y pasa tres o cuatro horas al día al aire libre.
El equipo veterinario recomienda probar varios tipos de alimentos precocinados

antialérgicos recomendados (todos los alimentos secos).
• Sr. Spock, perro mestizo, macho, seis años. Alimentación: Royal Canin,
antialérgico.
Durante unos seis meses, Spocky se ha sometido a un tratamiento médico casi

semanal. La prueba de alergia es positiva para carne de res, cordero, pollo, pavo,
soja, cebada, arroz, maíz, leche de vaca (todo riesgo grado 5). El perro tiene
picores muy fuertes, pústulas secas por todo el cuerpo, manchas rojas del tamaño
de dos monedas de euro en la cara interna del muslo y esparcidas aquí y allá en
el abdomen, se descama mucho, pierde el pelo, tiene mal olor Es muy inquieto y
ya de cachorro se rascaba claramente y gateaba de espaldas sobre la alfombra…
Después de los resultados de la prueba de alergia, inmediatamente le di la comida

recomendada por el veterinario. No le dimos nada más que esta comida. Durante
tres meses ha estado comiendo sólo esto. Sin el menor resultado. Spocky también
se baña con un champú especial. También estaba tomando pastillas de Atopica
(principio activo: ciclosporina) que luego suspendimos de acuerdo con el
veterinario porque estaba peor que nunca. Ahora vuelve a tomar Cefazid 600 mg
(nombre comercial del fármaco. El principio activo análogo es: cefacloro
monohidrato de la clase de las cefalosporinas). Se realizó un nuevo análisis de
sangre para alergia a la hierba, pero resultó negativo. El veterinario afirma que el
último intento sería una transfusión autóloga y, aunque esto no conduzca a nada,
cortisona. ¿La terapia con cortisona es realmente siempre útil? ¿Y cuáles son las
consecuencias? Como no se necesita comida antialérgica, ¿debo cambiarme a
Nova Foods (pescado y papas) o es mejor si preparo la comida en casa? ¿Qué
tengo que hacer para hacerlo todo?
más llevadero para Spocky? Hasta ahora he hecho de todo pero sin
resultados y es realmente muy agotador.
La respuesta del equipo veterinario:

Seguro que puedes empezar a preparar la comida en casa, la clásica
dieta hipoalergénica compuesta por carne de caballo y patatas. Después
de unos días ya debería haber una mejoría. Pero si no solo quiere
cocinar, puede cambiar más adelante, o incluso de inmediato, a Nova
Foods, por ejemplo.
Mi comentario sobre esto es: ¿qué significa? Primero se recomienda preparar

la comida en casa, lo que de por sí es correcto, pero al mismo tiempo se
sugiere una comida preparada: esto solo demuestra la impotencia del equipo
veterinario. Aparentemente, simplemente no saben qué tipo de tontería inaudita
es esta. Si un perro reacciona con alergias a un alimento listo para comer, no
puedo simplemente cambiar de marca. La cortisona es entonces el último
recurso. En este caso, Spocky tomó medicamentos inmunosupresores (Atopica
se usa en trasplantes de órganos, para evitar reacciones de rechazo) y luego
antibióticos (Cefazid). El hecho de que el sistema inmunológico de Spocky, ya
sobrecargado durante años, ahora se derrumbe, es solo la consecuencia lógica.
Lo que no entiendo por completo es el hecho de que algunos veterinarios

recomiendan preparar la comida en casa (probablemente en este caso la
confianza en los diversos alimentos antialérgicos no es tan grande) y luego
volver, una vez exitoso, al ya experimentado con seco alimentos Entre otras
cosas, la preparación casera de los alimentos está motivada por la indicación
de que de esta forma se utiliza una sola fuente de proteínas, para luego ir
descubriendo gradualmente qué alergias están presentes y cuáles no. Esto
también es correcto. Pero olvidamos, por ejemplo, que la alergia a la carne de
vacuno se produce únicamente en la carne de vacuno procesada industrialmente
y no en los alimentos recién preparados. Si luego me aseguro de que volvamos
a la alimentación industrial, en la que la carne de vacuno se prepara
industrialmente, vuelvo al origen del sufrimiento. De esta forma nunca podré
superar esas alergias que aparecen por los múltiples aditivos presentes en los
alimentos listos para el consumo.
¿Y qué hace ahora nuestro Paule? Le queda hipersensibilidad de por vida.

Donde un perro sano puede tolerar una porción de comida preparada de vez en cuando,
por ejemplo, cuando los dueños están de vacaciones o no hay carne, el sensible Paule
inmediatamente tiene una reacción alérgica. Silvia H. lo sabe muy bien y cuida mucho
que su perro no coma nada en lo que haya algo procesado industrialmente de alguna
manera; por ejemplo, por lo tanto, nada de embutidos. Dado que se ha seguido
estrictamente la nutrición natural, Paule está muy bien.
Precisamente ante la presencia de cuadros clínicos tan complejos, los veterinarios

deben tratar de trabajar de manera holística, explicando e informando a los propietarios
y no combatiendo cada síntoma que aparece con preparados químicos siempre nuevos.
Los medicamentos en constante cambio y los tipos de alimentos cada vez más extraños
definitivamente no son una solución.
Y por favor: nada de alimentos dietéticos.
A continuación se presenta un informe de la Sra. P. sobre la historia patológica de su

perra Luna, una pastora alemana:
Hace tres años y medio, nuestra cachorra de pastor alemán, Luna, se unió a
nuestra familia y se ha convertido en un miembro de la familia muy activo y
querido. Cuando tenía dos años y medio, a Luna se le había formado una mancha
húmeda e inflamada en la pata trasera. El veterinario que la siguió afirmó que
podría ser una alergia. Tuve que cambiar la alfombra de la caseta del perro y
tratar la parte afectada con un ungüento. Sin embargo, no hubo mejoras, al
contrario. Luna había comenzado a rascarse constantemente la barriga y estaba
empezando a perder el cabello. Luego descubrí que en la parte inferior de su
abdomen había perdido completamente el cabello y que allí la piel se había vuelto
toda negra.
También tenía parches de piel inflamada en las patas delanteras y traseras. El
veterinario entonces me explicó que era una alergia fuerte.
Cuando le pregunté cuáles podrían ser las causas, respondió que podría haber
muchas razones. Siempre habría problemas, lo único que podría haber sido un
remedio hubiera sido un tratamiento con cortisona. Y
así que le dimos inyecciones y pastillas a Luna. Las inflamaciones

luego disminuyeron y la piel del vientre también mejoró. A causa
de la cortisona, Luna tenía mucha hambre y bebía mucho. Había
ganado un peso considerable.
Después de aproximadamente cuatro semanas, comenzó a
rascarse nuevamente y tenía una llaga grave en el cuerpo en dos
lugares diferentes. El pelaje se había vuelto erizado y la piel muy
escamosa. Luego, mi veterinario me explicó que Luna también
había desarrollado una infección bacteriana, que a menudo puede
ocurrir cuando la piel es muy vulnerable. Sin embargo, había
guardado silencio sobre el hecho de que la cortisona también
hace que la piel se agriete y se vuelva vulnerable. Luna había
comenzado a tomar un antibiótico fuerte mientras continuaba
tomando tabletas de cortisona. Luego le pedí al veterinario que
pensara en otra solución, pero no obtuve ninguna respuesta
satisfactoria. En los días siguientes, la condición de Luna no había
mejorado mucho. Debido a su piel seca, se rascaba mucho y se
le caía mucho pelo. No podía seguir así, con las medicinas mi
perro se enfermó aún más. Llamé al criador, quien me aconsejó
que fuera al Dr. Ziegler. El mismo día la llamé por teléfono y le
expliqué el cuadro clínico de Luna. Me preguntó cuál era la comida
de Luna. «Comida preparada, siempre lo mismo», respondí. El
Dr. Ziegler me explicó que más del 80% de los casos de alergia
son causados por la dieta. Muchos perros tienen una reacción
alérgica a los alimentos comunes para mascotas. Antes que nada
era necesario desintoxicar el intestino y cambiar la dieta.
Durante tres días, Luna consumió solo yogur con lactobacilos
vivos. Luego la llevé al Dr. Ziegler. Explicó que también se debía
a la cortisona que la piel se había vuelto muy seca. Tuve que
empezar a alimentar a Luna con alimentos crudos naturales. Esto
era completamente nuevo para mí, ya que escuchamos todo el
tiempo que la carne cruda hace que los perros sean agresivos.
Sin embargo, la Dra. Ziegler logró convencerme con su entusiasmo
y experiencia sobre la validez de esta dieta y me preparó un
programa: verduras picadas o al vapor, carne cruda, callos,
huesos y yogur. Busqué un carnicero cerca y me dio sobras de

carnicero, callos, vísceras y huesos. Así que comencé de inmediato
con la nutrición adecuada.
A primera hora de la mañana en ayunas le di un pequeño cuenco de
yogur en el que mezclé un poco de arcilla curativa, hierbas aromáticas
secas, mousse de escaramujo y dos cucharadas de aceite de pescado.
Por la noche le di un hueso carnoso, callos o garganta.
Luna aceptó inmediatamente este alimento, mordisqueó los huesos,
devoró los callos, la garganta y todos los órganos. Ya después de
cuatro días se rascaba mucho menos. Después de un tiempo, su pelaje
había adquirido un mejor aspecto y, lentamente, el vello de su vientre
había comenzado a crecer. Estaba muy contento con el progreso y
también me gustó comprar buena carne para mi perro y ver con cuánta
alegría y constancia Luna se dedicaba a descuartizar un hueso grande.
Después de unas cinco semanas Luna tuvo una recaída, volvió a
rascarse mucho, nuevamente tenía partes inflamadas y perdió el
cabello. El Dr. Ziegler me explicó que tales recaídas no son eventos
excepcionales. En ese momento tuve que empezar con una dieta de
eliminación. Lo que significaba: cada seis semanas un tipo diferente de
carne para establecer cuál se toleraba bien y cuál no. Así que comencé
a darle solo carne de res durante seis semanas, luego cambié a aves
de corral. La picazón había comenzado a disminuir y la capa también
se estaba volviendo más y más hermosa. Luego le di carne de cerdo y
ya después de dos días comenzó a rascarse furiosamente. Paré de
inmediato, le di solo yogur durante tres días y luego comencé con aves
de corral nuevamente. Ahora Luna come carne de res que le gusta
mucho y tolera bien.
Al cabo de unos seis meses le ha crecido el pelo de la barriga y han
desaparecido las manchas oscuras de la parte inferior, las partes de
piel inflamadas y, sobre todo, ya casi no se rasca. Luna también digiere
sin problemas (antes solía tener diarrea) y su pelaje es brillante como
la manteca. Por supuesto, también ha recuperado su figura deportiva.
Gracias a una dieta basada en carnes crudas, grasas,
frutas y verduras Ahora tengo de nuevo un perro completamente

sano, equilibrado y ágil. Y todo esto sin drogas.
Con este informe quiero agradecer mucho a la Dra. Ziegler por el
cariño con el que cuidó de Luna y sobre todo por ayudarme a
superar mi incertidumbre inicial respecto al cambio de dieta.
CAPÍTULO 3
La interminable historia del pastor alemán

Pomuc y sus articulaciones frágiles como el cristal
Las drásticas consecuencias de la sobreselección y la sobrealimentación
fe de erratas
El pastor alemán macho Pomuc es un pequeño y lindo cachorro cuando la

yo familia P. se lo lleva del criador. Antes de elegir al perro, el Sr. P. se informó
muy bien sobre los pastores alemanes y eligió un criadero de renombre donde
comprar Pomuc. Tienes que tener cuidado, lees y escuchas mucho sobre agricultores
corruptos. Dado que Pomuc pertenece a los llamados perros de razas grandes, se
le da (¡por supuesto!) una comida seca para razas grandes desde el principio.
El criador le dijo a la familia P. que de esta manera estarían en el lado seguro: «Se
lo damos a todos nuestros perros en la perrera. ¡Hace años ya!».
Ninguno de los padres de Pomuc tiene displasia de cadera (la temida malformación
de la cabeza femoral, especialmente presente en perros grandes), la familia P. ha
estado atenta a ello. Quieren tener un perro sano, en el que los problemas articulares
no aparezcan a una edad temprana, o incluso más tarde de forma natural. Equipado
con una gran bolsa de comida para cachorros "perro grande" que le dio el criador,
comienza su vida canina.
En los primeros meses Pomuc crece muy bien. Solo toma el alimento recomendado
por el ganadero, lo que de por sí es práctico porque el veterinario que lo atiende
también lo tiene a la venta en su surtido. La familia P. cumple con todas las
indicaciones, en el primer año de vida no se debe exigir demasiado al perro joven y
sobre todo hay que llevarlo en brazos al subir y bajar escaleras. Todas las vacunas,
desparasitaciones y tratamientos antipulgas se realizan según orden del veterinario.
Pomuc es un cachorro robusto y regordete. Todos están encantados de que sea tan
suave y tierno, un cachorro solo para abrazar.
Cuando Pomuc tiene nueve meses, comienza a cojear de las patas delanteras,
una vez de la derecha y otra de la izquierda. La familia P. lo lleva de
veterinario. Aquí reciben un diagnóstico impactante: osteocondritis disecante

en ambas articulaciones escapulohumerales. La osteocondritis disecante es
un trastorno del desarrollo musculoesquelético de la articulación del hombro
en el que los cartílagos de las articulaciones se vuelven quebradizos. La
enfermedad se puede reconocer en las radiografías, que muestran claramente
los cambios en el cartílago.
¿Qué se puede hacer? El veterinario, un famoso cirujano (y se sabe que los
cirujanos operan voluntariamente), recomienda operar de inmediato. Ambas
articulaciones escapulohumerales deben terminar bajo el bisturí al mismo
tiempo. La familia P. no pierde el tiempo, están dispuestos a hacer todo por la
salud de Pomuc. Incluso el consejo del veterinario ("Si no intervienes de
inmediato, existe el riesgo de una artrosis grave"), los convence para tomar
una decisión rápida.
Pomuc fue intervenido quirúrgicamente de ambos lados y soportó con
mucha paciencia los tratamientos postoperatorios, junto a su familia. El perro
joven se recuperó bien y después de algunas semanas pudo apoyarse
completamente en sus patas operadas. Naturalmente, la fuente de alimentación
permanece sin cambios. "Esto no tiene nada que ver con la nutrición", dice el
veterinario. Se trataría de un problema hereditario que ahora aparece cada
vez con más frecuencia.
La familia P. acepta la explicación y continúa dándole al perro la comida
seca habitual. Ni el veterinario que lo atiende ni el criador, que considera la
enfermedad como querida por el destino y rechaza cualquier responsabilidad,
toman en consideración que el alimento en sí podría ser el causante de la
enfermedad. Después de todo, está comprobado que ninguno de los padres
sufre de displasia de la articulación (es un trastorno en el desarrollo de la
propia articulación) o de osteocondritis disecante. Con cada paso, Pomuc gira
los hombros hacia afuera y la parte trasera se balancea de lado a lado. Nadie
se da cuenta de que algo anda mal. Por el contrario: "golpear" se ridiculiza
como una característica divertida del perro.
Cuando Pomuc tiene un año, se debe revisar radiológicamente para detectar
displasia de cadera, lo que normalmente se hace en los pastores alemanes y
en casi todos los perros de raza grande. Fue diagnosticado con displasia
mínima. El veterinario dice que no es nada grave, con esta condición un pastor
alemán puede vivir muchos años. No recomienda ninguna terapia. En cualquier
caso, Pomuc no puede ser utilizado para la reproducción, ya que debido a la
se excluye su osteocondritis disecante. Para realizar una radiografía de la

articulación femoral, el perro debe recibir anestesia general. "Ya que estamos
en eso, vamos a castrarlo", aconseja el veterinario. Eso lo haría todo de una
vez, ya que está bajo anestesia. De esta forma se eliminarían los peligros tanto
del cáncer testicular como de las enfermedades de la próstata. Luego, después
de la castración, con solo un año y medio, por orden del veterinario, Pomuc
tiene que comer una comida llamada light porque incluso antes de la cirugía
había mostrado una tendencia a la obesidad. Y los animales castrados ya
tienden a engordar por sí solos.
Pero a pesar de comer lo suficiente, Pomuc siempre tiene hambre. La comida
ligera , que por supuesto se puede comprar cómodamente al veterinario, no
puede saciarle. Unos meses después, cuando tenía casi dos años, ocurrió un
accidente: mientras paseaba, de repente gimió fuerte, levantó la pata trasera y
ya no pudo bajarla. El Sr. P. y su hijo logran llevarlo a casa con dificultad e
inmediatamente acuden al veterinario.
Aquí se hace el diagnóstico: rotura del ligamento cruzado de la rodilla.
La única terapia posible: operación inmediata. «Las desgracias nunca vienen
solas», piensa el Sr. P., y si es necesario, el
caña.
Esta vez el curso postoperatorio es más agotador. Con un peso cercano a

los 40 kilos a pesar de estar a dieta , caminar sobre tres piernas es realmente
difícil. La familia P. se encuentra en estado de emergencia, pero también se
las arregla para hacer frente a esta onerosa tarea. Después de algunas
semanas, Pomuc puede volver a caminar, pero definitivamente su balanceo ha empeorado.
Seguir con las comidas ligeras recomendadas por el veterinario y como
complemento alimenticio tomar extracto de mejillón de labios verdes para la
regeneración de articulaciones y cartílagos. Cuando ya no puede caminar, hay
analgésicos. Es cierto que estos dañan el estómago, pero ayudan con los
dolores.
Después de unos meses, Pomuc se ha recuperado casi por completo,
mientras tanto tiene dos años y medio y sus 45 kilos son demasiado. También
parece más viejo de lo que realmente es. Sin embargo, a pesar de sus graves
enfermedades, su disposición sigue siendo muy suave. Es un perro muy bueno
y su familia está loca por él.
Durante una caminata en las montañas ocurre la siguiente desgracia:
nuevamente un aullido y Pomuc ya no puede caminar con la otra pata
trasera, la que no había sido operada. Los problemas vuelven a empezar,

llevan al perro en tres patas hacia el coche, van al veterinario y reciben el
diagnóstico: rotura del ligamento cruzado, esta vez en la otra pata. El Sr. P.
tiene un mal presentimiento. Pomuc tiene que ser operado nuevamente, el
animal nuevamente tiene que soportar torturas durante semanas y cojear hasta
que se recupere por completo. Y por si fuera poco, los propietarios, en tan
pocos años, ya han afrontado enormes costes con tolerancia. Desesperado, el
Sr. P. calcula que mientras tanto su familia podría haberse comprado medio
auto con ese dinero.
Sin embargo, no se atreve a decírselo a los demás, sabiendo muy bien cuánto
quieren a Pomuc y no queriendo pasar por un avaro que por viles motivos
económicos no quiere ayudar a su perro. Luego vuelve a poner la mano en la
cartera y hace operar a Pomuc por tercera vez. "Pero este es el último", piensa
para sí mismo. Y aquí es donde se equivoca, porque lamentablemente ese no
será el final de la historia clínica de Pomuc. Ahora el perro toma regularmente
medicamentos para la regeneración de articulaciones y cartílagos. Sigue
tomando sus analgésicos mezclados con los sabores que le gustan, ya ha
tomado cantidades enormes y tiene que hacerlo casi constantemente para
poder caminar más o menos sin dolor.
Existen innumerables casos como éste o similares. Y los veterinarios las
aceptan sin problemas. Después de todo, estos casos atraen a muchos
pacientes y, como resultado, realmente generan mucho dinero. Por un lado,
gana con la venta de alimentos listos para el consumo, y aquí sobre todo se
trata de alimentos dietéticos dudosos, que los perros deben consumir a lo largo
de su vida; por otro, se gana gracias a operaciones sobre articulaciones rotas,
que son luego consecuencia de esta alimentación incorrecta. Una vez que
entran en este círculo, los perros y sus dueños van de una desgracia a otra.
Los veterinarios no tienen ningún interés, y menos aún la industria de piensos,
en averiguar por qué el número de enfermedades articulares aumenta cada
vez más y cómo se pueden detener ya en el momento de su aparición.
Pomuc es un ejemplo de libro de texto del curso de los problemas articulares

causados por malos hábitos.
Pero empecemos por el principio: las patologías articulares, como la displasia
de cadera, la displasia de codo y la osteocondritis disecante son trastornos en
el desarrollo de la formación de grandes articulaciones que,
según asociaciones de veterinarios y criadores, deberían ser casi exclusivamente

hereditarios. Los perros grandes como pastores alemanes, rottweilers, boyeros
de Berna, perros, etc., son sin duda más propensos a las enfermedades antes
mencionadas debido a su altura y gran peso. ¿Cómo explica, sin embargo, que
todos los intentos que los agricultores han estado haciendo durante décadas
para eliminar el problema parecen no llegar a nada? En Alemania, la Asociación
de Pastores Alemanes fue una de las primeras instituciones en hacer obligatorios
los controles de displasia de cadera en perros de granja. Sin embargo, esta
asociación también fue la primera en recomendar una dieta basada en alimentos
secos. ¿El resultado? A pesar de los estrictos estándares en la cría, hoy en día
tenemos muchos más problemas en las articulaciones (especialmente la temida
displasia de cadera) que hace treinta o cuarenta años.
Singular es también el hecho de que en los países donde se realizan controles

de displasia de cadera, esta patología no conduce a la exclusión de los procesos
reproductivos (por ejemplo Inglaterra y Estados Unidos): aquí el número de
perros afectados por estas patologías sin embargo, es al igual que en Alemania
y Austria, donde existen criterios de selección muy estrictos. Solo en unos pocos
países el diagnóstico de displasia de cadera conduce a la exclusión de la
reproducción. Estos incluyen Alemania, Austria, Suiza, Suecia y los Países
Bajos. En Inglaterra, Francia y también en Estados Unidos se critica la cuestión
y se realizan investigaciones sobre herencias. Sin embargo en este caso, según
la opinión de los especialistas, no son sólo los factores hereditarios los que
juegan un papel importante en la aparición de esta patología. Si tenemos en
cuenta lo diferentes y múltiples que son las formas de displasia de cadera,
también es lógico que existan diferentes causas responsables de su aparición.
Entre otras cosas, recientemente se ha podido aislar un gen que debería ser
el responsable de esta patología; también puede ser cierto, pero tal vez sea
cierto solo para algunas formas. Definitivamente no es posible reducir todos los
diferentes daños en cartílagos y articulaciones que caen bajo el concepto de
"displasia de cadera" a un solo gen.
Uno podría eliminar este gen de la reproducción y ver qué sucede, pero no es
tan simple, porque se desconoce qué otras características están vinculadas a
este nuevo gen recientemente estudiado.
Bien podría ser que haya menos casos de displasia de cadera, pero la raza
canina afectada pierde otra característica
importante y, en consecuencia, nace sin pelo o con la cola amputada.

Desafortunadamente, la confusión en la crianza no tiene límites. Si ya ha llegado
al punto de permitir que su pastor alemán se mueva más como una rana que
como un perro, también debe esperar que automáticamente aparezcan daños
en la columna vertebral y las articulaciones de la cadera debido a esta postura
poco fisiológica.
Entre otras cosas, es relativamente reciente que los exámenes para verificar
la presencia de displasia de codo y osteocondritis disecante se han convertido
en prácticas obligatorias fundamentales en la verificación de la idoneidad para la
reproducción. Llegados a este punto cabe preguntarse por qué estas patologías
siguen aumentando en lugar de disminuir, ya que hoy en día los perros se
alimentan con alimentos listos para el consumo adecuados a todas sus
necesidades. Y aquí volvemos a la afirmación ya citada anteriormente: Contiene
todo lo que el perro necesita. Si es así, ¿por qué tenemos más y no menos
perros con problemas en las articulaciones?
¿Por qué la esperanza de vida de los perros grandes se ha reducido
actualmente a ocho o diez años? Hasta hace más de cincuenta años, por
ejemplo, ¿los pastores alemanes no vivían al menos hasta los trece o catorce
años? Recuerdo muy bien algunos perros de mi infancia que envejecieron mucho
sin terapias a largo plazo (analgésicos) ni operaciones complicadas. Todo ser
humano capaz de pensar lógicamente y mirar más allá de sus propios horizontes
debería en este punto hacer la siguiente reflexión: ¿no está acaso la razón en el
camino recorrido por tantos "expertos", que obviamente conduce en la dirección
equivocada? ¿Y por qué los dueños de mascotas no están involucrados hablando
aún más?
Hoy en día existen alimentos específicos para perros obesos, para perros con
problemas articulares, con enfermedades hepáticas y renales, para perros con
estómago e intestinos sensibles, para perros con alergias y para perros con
quién sabe qué otras enfermedades. En general, ahora es posible comprar un
alimento específico para cada raza de perro: para teckel, para westies, para chihuahuas.
Incluso para perros castrados o no castrados, existe el alimento adecuado para
cada necesidad, todos con una composición específica. Espero con curiosidad
el pienso para perros que levantan la pata derecha cuando orinan y el de perros
que levantan la pata izquierda.
Imagina entrar en un supermercado y encontrarte frente a un producto en el
que está escrito: "Solo para menores de cincuenta años".
O: “Solo para personas mayores de un metro setenta”. O también: "Comida solo para
rubios", "Solo para escandinavos de piel clara" o "Solo para negros africanos". En este
caso, la imaginación no conoce límites. Sin duda, se sentiría engañado, pero esta parece
ser absolutamente la tendencia actual y prevaleciente en la industria de alimentos
balanceados.
Estos "alimentos especiales" elaborados especialmente para las "necesidades
especiales" de las diferentes razas son una pura invención de la industria de los piensos
y, en consecuencia, una clara indicación de que ninguno de estos alimentos es realmente
óptimo. Pomuc, por ejemplo, ya de cachorro come pienso listo para comer, es decir, el de
"tallas grandes". En este pienso, el contenido de proteínas y grasas, así como el equilibrio
entre los diferentes minerales como el calcio y el fósforo, el contenido de vitamina A y
otros factores importantes para el crecimiento, aparentemente deberían estudiarse
especialmente para perros de razas grandes…
Comencemos con el calcio y el fósforo.
Los valores de requerimiento encontrados en la literatura no difieren mucho entre sí. Ya

en 1997, la profesora Ellen Kienzle de la Universidad de Munich admitía en las
publicaciones del «Waltham Center for Pet Nutrition»:
“La publicación de diferentes valores de demanda complica aún más la situación.

Las divergencias entre las fuentes se remontan principalmente a las diferentes
evaluaciones de la disponibilidad de los preparados de calcio y fósforo administrados.
Dado que el contenido de calcio y fósforo fluctúa mucho en los diversos alimentos
para perros grandes (valores de 1,0 calcio y 0,9 fósforo a 0,6 calcio y 0,68 fósforo),
es realmente pura suerte si la ingesta de calcio y fósforo y su relación recíproca
demuestran ser ser adecuado para las necesidades de un perro en crecimiento».
Hay una gran cantidad de preparados de calcio y fósforo en el mercado.

La gama va desde las sales de calcio orgánicas, bien toleradas y de fácil absorción en
diferentes concentraciones, hasta las sales de calcio inorgánicas cuya biodisponibilidad
(es decir, la forma en que el organismo consigue utilizarlas) se sitúa únicamente entre el
20% y el 70%. Sin embargo, si los indicios de los niveles de necesidad fluctúan de forma
ya tan evidente y si la biodisponibilidad de
Las preparaciones individuales añadidas al pienso son tan diferentes, ¿cómo puede haber
un aporte equilibrado de calcio y fósforo adecuado a la raza en estos productos artificiales
llamados "alimentos preparados"?.
El siguiente punto se refiere a la vitamina D, que regula el metabolismo del calcio y el
fósforo y es responsable de la absorción de calcio y fósforo en el intestino (el término
absorción significa un proceso en el que el cuerpo o sustancias extrañas son absorbidas a
través de células y tejidos vivos). El NRC (Consejo Nacional de Investigación), por ejemplo,
recomienda 404 UI por kilogramo de alimento, mientras que Meyer y Zentek recomiendan
entre 350 y 1000. Sin embargo, se añaden hasta 1550 UI por kilogramo de alimento a los
alimentos listos para el consumo para perros grandes.
Puede parecer una precaución para evitar deficiencias, pero en realidad, demasiada
vitamina D provoca hipercalcemia (demasiado calcio en la sangre). El cuerpo reacciona
produciendo calcitonina en exceso, una hormona que impide los procesos normales de
eliminación y transformación de las sustancias óseas. Esto afecta la capacidad del
esqueleto para reaccionar a las demandas cambiantes a medida que crece. Las
consecuencias son deformaciones en las articulaciones; de esta forma se puede iniciar en
nuestro Pomuc el desarrollo tanto de osteocondritis disecante como de displasia de cadera.
Además, un contenido demasiado alto de vitamina A en los alimentos listos para el

consumo (los valores indicados oscilan entre 9.500 UI y 15.000 UI por kilogramo de
alimento) puede provocar una reducción de la formación de cartílago en las articulaciones
y puede impedir la correcta formación de los huesos. También pueden ocurrir alteraciones
en el desarrollo de los vasos sanguíneos, lo que resulta en problemas en los huesos y
articulaciones afectados.
Los niveles de requerimiento de los diversos minerales y vitaminas siguen derivando
mayoritariamente de la cría de ganado en hordas o rebaños (cerdos y terneros) y, por lo
tanto, se ajustan a la velocidad y vida limitada de los animales de engorde. Un perro, sin
embargo, no debe ser engordado en seis meses y luego comido, sino que debe poder
disfrutar de sus articulaciones sanas durante muchos años...
Volvamos a nuestro Pomuc, un pastor alemán macho. Ya de cachorro se revela glotón,

con mucho apetito y tendencia a ganar kilos de más. Ahora es indiscutible que un contenido
energético demasiado alto en los alimentos conduce a un crecimiento demasiado rápido,
excesiva y en consecuencia a una sobrecarga del esqueleto cartilaginoso.

Esto, combinado con una ingesta excesiva de vitaminas sintéticas (A) y minerales (calcio y
fósforo), representa un factor que favorece la aparición de osteocondrosis y displasia de la
articulación de la cadera.
El hecho de que hace mucho tiempo, antes de la introducción de los alimentos precocinados,
los cachorros pudieran comer hasta saciarse sin desarrollar defectos óseos muestra hasta
qué punto los alimentos precocinados son directamente responsables de estas enfermedades.
En una dieta natural, y aquí me refiero a un alimento de producción no industrial, no se puede
tener una sobredosis de minerales y vitaminas.
Incluso el sobrepeso no es un problema en los perros alimentados de forma natural. Volveré
a este punto más adelante.
En el caso de Pomuc, el factor determinante de su patología es sin duda el aporte energético
excesivo a través de los alimentos preparados cuando era un cachorro. Desafortunadamente,
ya no se puede verificar hasta qué punto los contenidos incorrectos de calcio y fósforo y una
sobredosis de vitaminas fueron un factor adicional. El veterinario a cargo, sin embargo, debió
reconocer la situación alimentaria y señalarlo a la familia: el pobre Pomuc se habría ahorrado
mucho sufrimiento con una reducción de calorías oportuna y constante. Incluso el alimento
ligero preparado industrialmente que se le recetó fue completamente inadecuado.
Sin embargo, mientras los veterinarios ganen mucho dinero vendiendo alimentos
precocinados, nunca los reconocerán como la causa de una enfermedad. De hecho, ¿quién
quiere arruinarse? Simplemente no entiendo la cantidad de veterinarios que sienten algo pero
entierran la cabeza en la arena siguiendo el lema: si todos lo hacen, ¿puede ser tan malo?
En septiembre de 2008, durante una conferencia de la VÖK (Asociación Austriaca de

Veterinarios de Pequeños Animales) celebrada en Salzburgo, me impresionó la conferencia
sobre la aparición de displasia de codo, displasia de cadera y osteocondritis disecante
impartida por un especialista suizo, muy reconocido y reconocido en La industria. Brevemente
y en voz baja mencionó que el llamado “comer de pobre” podría ayudar a muchos perros con
patologías óseas y articulares en etapa temprana y que de esta manera se podrían evitar
muchos calvarios dolorosos. Sin embargo, no se atrevió a decirlo en voz alta, ya que
"representantes de la industria de piensos están presentes". Por supuesto que no solo estos
estuvieron presentes, pero también fueron los principales patrocinadores de toda la conferencia.
En casos como estos, los comentarios críticos están bastante fuera de lugar.
Incluso hoy en día, los expertos debaten si la displasia de cadera tiene un componente
hereditario o no. La mayoría de los veterinarios, sin embargo, no reconocen otra causa que la
herencia, ya que este es el argumento con el que se puede ganar más dinero. Sin embargo,
está bien establecido que la displasia de cadera, así como la displasia de codo y la osteocondritis
disecante, pueden ser causadas por la dieta y que el número de enfermedades se correlaciona
con el consumo de alimentos listos para el consumo. En otras palabras, esto significa: está
estadísticamente comprobado que el número de enfermedades óseas y articulares aumenta
significativamente con el consumo de alimentos precocinados.
Nuestro Pomuc reaccionó al consumo excesivo de energía con una alteración en el desarrollo
del cartílago del hombro (osteocondritis disecante) y de la cadera (displasia de cadera). Sin
embargo, su displasia solo fue diagnosticada al año de edad, aunque su andar de pato y
balanceo ya era un signo temprano. El deterioro de la marcha provocó una carga incorrecta en
las articulaciones de la rodilla y, poco después, la rotura del ligamento cruzado. Es cierto que se
realizó la operación, pero el problema no se correlacionó con el defecto de la cadera. ¡Le puso
una tapa a una olla que estaba hirviendo!
Ya en el momento de las primeras vacunas, cuando Pomuc vio al veterinario por primera vez,
debería haber intervenido corrigiendo la dieta: alimentos frescos en lugar de comidas preparadas,
este debería haber sido el consejo sensato. Y sobre todo debería haber recomendado evitar
todo lo que aporte demasiada energía, especialmente los hidratos de carbono en forma de
cereales. Es un hecho que cualquier alimento elaborado industrialmente contiene un porcentaje
demasiado elevado de cereales (la mayoría de las veces más del 50%, si no del 70%, incluso
del 80%).
Como ya se mencionó, estos cuestan menos que la carne y proporcionan energía utilizable en
poco tiempo, lo que, sin embargo, puede resultar fatal precisamente en la fase de crecimiento.
Así, un animal como el perro, que apenas necesita cereales en su dieta, engorda rápidamente
y lógicamente también crece rápidamente. Todo esto actúa drásticamente sobre las articulaciones
y en general tiene consecuencias dramáticas sobre todo el sistema musculoesquelético. Sin
embargo los veterinarios ignoran estos hechos ya que los reconocen
ciertamente beneficiaría la salud de sus protegidos pero a expensas de sus

ingresos por la venta de alimentos listos para el consumo. ¡Este mal
comportamiento es perjudicial para la salud de nuestros perros y gatos!
Muchos dueños de perros y gatos se dejan encantar por la leyenda de la
"comida sana lista para comer", alimentan a sus animales hasta que enferman
y, cuando están enfermos, les dan los alimentos dietéticos adecuados, que sin
embargo puede causar la próxima enfermedad. Por supuesto, no se identifica
una relación causal con la dieta para estas enfermedades posteriores. Es casi
increíble, ya que son los veterinarios quienes deberían saber más.
Incluso la llamada comida ligera es completamente inadecuada, es una

redacción engañosa. Si nos fijamos en la composición de uno de los alimentos
más famosos de este tipo, recomendado y vendido por muchos veterinarios,
los ingredientes que contiene ya delatan lo pobre que es. Las proteínas
especialmente procesadas, que son de mala calidad y baratas, son
completamente inadecuadas, especialmente para perros con sobrepeso. Sólo
el perro obeso necesita proteínas nobles para su dañado metabolismo y no
simplemente un alto contenido en fibras dietéticas que se suelen añadir a los
alimentos ligeros. Los perros y gatos alimentados naturalmente no aumentan
de peso. ¿O tal vez has visto un lobo con sobrepeso o un gato montés gordo?
Ahora veamos con más detalle el contenido de estos alimentos light: el

ingrediente principal (siempre está en primer lugar en la lista de ingredientes
de la etiqueta, los siguientes ingredientes se enumeran en orden descendente)
está compuesto por proteínas de ave deshidratadas . Pero solo la harina de
carne de pollo contiene proteínas valiosas; La harina de pollo deshidratada,
por otro lado, es solo un conglomerado de desechos secos y consiste en
productos secundarios como plumas, patas, uñas, picos, etc. Las materias
primas pobres ya no son reconocibles cuando se transforman en harina. Por
ejemplo, hay una harina de plumas (!) producida por una de las empresas de
alimentos para animales más famosas; de esta sustancia es evidente que ya
no es posible reconocer la naturaleza. Por lo tanto, la calidad de la proteína es
realmente mala o, en última instancia, casi completamente inexistente.
Otro elemento es la celulosa leñosa: es celulosa contaminada con restos
de lignina (la lignina es una materia orgánica que
se almacena en las paredes celulares de las plantas y sirve para la lignificación)

y por lo tanto consiste en madera, yute o bambú. Continúa con:
• pulpa de remolacha azucarera seca; un subproducto que proviene de la

extracción del azúcar de la remolacha (un verdadero producto de desecho).
• gluten de maíz; residuo pegajoso del procesamiento industrial que contiene

muchas proteínas vegetales que, sin embargo, un carnívoro (nunca me
cansaré de repetirlo) es casi incapaz de asimilar. El gluten de maíz previene la
diarrea y, por lo tanto, retiene sustancias inutilizables en forma de toxinas en
el cuerpo, lo que provoca una tensión considerable en el hígado y los riñones.
• grasa animal; a menos que se especifique lo contrario, este es un descarte
final. Estas grasas primero deben deshidratarse antes de que puedan
mezclarse en los alimentos para perros. Además, la consecuencia de este
procesamiento es que en el procesamiento estas grasas se vuelven rancias
rápidamente. Un estudio estadounidense ha revelado que la ingesta de estas
grasas conduce a un alto riesgo de cáncer y a un aumento de las enfermedades
del corazón. Además, se aprovechan otros productos de desecho, como el
aceite de cocina usado. La imaginación y el interés económico de la industria
de alimentos para animales realmente no tienen límites.
El escándalo de las dioxinas en Bélgica, por ejemplo, fue causado por la

adición de una de estas grasas al alimento. En 1999 la empresa Fogra había
recogido grasas y aceites reciclados para la empresa Verkest; al hacerlo, los
contenedores de aceite para freír no se habían separado bien de los contenedores
de aceite de motor agotados. Por lo tanto, estas grasas contaminadas terminaron
en el alimento, lo que provocó una alta mortalidad y síntomas de enfermedades
en las aves. Al analizar la alimentación, se identificó como causa una alta
concentración de dioxina. Investigaciones posteriores encontraron dioxina no
solo en los alimentos para pollos sino también en alimentos destinados a otras
especies animales. La dioxina es un veneno que se absorbe en los intestinos y
se almacena en la grasa corporal. Esto no solo da como resultado un trastorno
digestivo y enzimático funcional, sino que la dioxina también puede causar
cáncer. También habrá una razón si en la mayoría de las empresas que se
ocupan de la eliminación de cadáveres de animales en
Bélgica, Holanda y Alemania también hay un departamento donde se producen

grasas…
Una investigación realizada en Suiza ha demostrado que la mitad de la grasa en los
alimentos para mascotas está contaminada con aceites minerales. ¡Y son precisamente
estas grasas pobres las que utilizan sobre todo los grandes productores de la industria
de piensos, cuyo nombre no quiero mencionar aquí, para producir alimentos para
perros y gatos!
La fuente de luz también contiene:
• psilio; se trata de la paja de ispágula, que puede aumentar su volumen hasta 50

veces y por lo tanto simplemente dar una sensación de saciedad aparente. •
hidrolizado; extracto de mariscos y cartílagos (glucosamina y condroitina para el
fortalecimiento de las articulaciones). La producción recuerda más bien a la
reutilización de subproductos. La glucosamina se extrae de camarones, langostinos
y caparazones de cangrejo. La condroitina se obtiene esencialmente del cartílago
de tiburón, pero también de los pulmones de los bovinos y de las orejas y el hocico
de los cerdos. Queda por aclarar si la condroitina y la glucosamina son realmente
efectivas a nivel de la fisiología de los alimentos.
• carnitina; esta sustancia tipo vitamina debería ayudar a quemar grasa (lo que no ha
sido demostrado), función que en realidad también sería necesaria dada la cantidad
de azúcares y carbohidratos que contienen los alimentos light.
• trifosfato de sodio; es un estabilizador, emulsionante y regulador de ácido producido

sintéticamente. La gran cantidad de vitaminas, minerales y aminoácidos sintéticos
añadidos hace que necesitemos ayudarnos de estas sustancias, pero sólo para
obtener, en el mejor de los casos, un producto pobre.
Finalmente, en los llamados alimentos light también hay una parte muy importante
(8,2%) de fibras brutas. Una cantidad alta de estas fibras aumenta el volumen de las
heces e indica el uso de preparaciones a base de hierbas de mala calidad. Incluso si
la gran cantidad de ceniza cruda (8,2 %) es garantía de heces firmes, esto conduce
simultáneamente a una enorme sobrecarga renal (especialmente si se usan vitaminas
sintéticas al mismo tiempo). Ahí
Por lo tanto, la cantidad de ceniza bruta no debe exceder el 5 %. Y, sin embargo,

parece que casi ningún veterinario piensa en investigar los ingredientes de los
piensos. Solo se presta atención al contenido de proteína cruda y grasa. Muchos
veterinarios probablemente no saben que una suela de zapato usada contiene,
por ejemplo, un 24 % de proteína cruda y que con aceite de motor usado el
contenido de grasa puede llegar al 10 %. ¡Sin embargo, se han realizado
pruebas de laboratorio que han demostrado el uso de estas "sustancias básicas"!
En perros con enfermedades articulares, los veterinarios suelen utilizar

también " alimentos de movilidad". Analizando los ingredientes se puede ver
que estos alimentos son tan pobres como los alimentos light considerados
antes. En este caso, la adición de extracto de mejillón verde se considera
particularmente indicada en el tratamiento de articulaciones enfermas.
El Ministerio Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos (BfR), sección
especializada "alimentos dietéticos, nutrición y alergias", bajo la dirección del
Dr. Rolf Großklaus, condenó y detuvo las afirmaciones publicitarias poco
confiables relacionadas con enfermedades y las fuertes promesas hechas por
las empresas de complementos alimenticios; entre otras cosas, prohibía declarar
el extracto de mejillón de labios verdes como efectivo en problemas articulares.
Esta 'tarjeta roja' se aplica, por supuesto, a los humanos, pero ciertamente
también se aplica a los animales. La mayoría de los consumidores no saben
que los suplementos no están sujetos a ningún requisito de autorización4 y que
no se realizan controles sobre su eficacia y
la seguridad. Los estudios realizados por las empresas farmacéuticas están
financiados por las propias empresas y, por lo tanto, no son fiables. No existen
estudios independientes al respecto.
De esta manera, la industria de los piensos literalmente engaña a los
consumidores y, en este caso específico, a los dueños de mascotas. Para
reevaluar los alimentos listos para el consumo, que en sí mismos son malos,
simplemente se agregan ciertos complementos alimenticios, en nuestro ejemplo
extracto de mejillón de labios verdes, y se simula su eficacia en problemas
articulares. Eso sí, el precio de estos alimentos, incluidos los complementos
alimenticios, vendidos exclusivamente en los consultorios veterinarios, es
gigantesco; de hecho, dependiendo de la marca, un saco de 15 kilos de
contenido inferior cuesta incluso más de 90 euros. ¡Que fiesta!
Los complementos alimenticios no son necesarios en una dieta natural.

Volvamos una vez más al extracto de mejillón verde y, por tanto, a la
glucosamina y la condroitina. Estas sustancias están presentes de manera
suficiente en los cartílagos y huesos y el perro puede tomarlas con alimentos
frescos y naturales. Si el cartílago y los huesos son parte de la dieta canina,
no se necesitan suplementos dietéticos. Incluso la consideración según la
cual «no ayuda, pero tampoco hace daño» puede acabar siendo un error.
De hecho, los sulfatos de glucosamina pueden reducir la eficacia de algunos
antibióticos (penicilina, cloranfenicol) y aumentar la de otros (tetraciclina).
La glucosamina es también un azúcar que se dice que se incluye en la
dieta de los diabéticos. Aquí, por lo tanto, se crea una necesidad cuando
en realidad no hay necesidad. De manera similar a lo que sucede en los
humanos, primero los medios nos hacen creer que hay una emergencia y
luego inmediatamente después afirmamos que hemos encontrado el
remedio adecuado y lo ponemos en el mercado.
Especialmente en el sector de los complementos alimenticios hay
innumerables ejemplos de esto. Este mercado también prospera para los
animales y es difícil de navegar. En general, los complementos alimenticios
para animales deben usarse con precaución, especialmente aquellos con
vitaminas sintéticas, que se usan en cantidades cada vez mayores para las
mascotas. La ingesta descontrolada puede provocar daños graves. Para
nuestros animales lamentablemente no existen estudios independientes al respecto.
Para los humanos, hay un estudio muy famoso sobre este tema, el llamado
"Estudio de Finlandia", en el que se administraron preparados de vitaminas
sintéticas a fumadores. El betacaroteno bloquea los radicales libres que,
como es sabido, se forman en mayor medida en los fumadores. Como el
número de fumadores con cáncer de pulmón aumentó después de tomar
betacaroteno, se detuvo el estudio.
Por lo tanto, demasiadas vitaminas sintéticas pueden causar daño. Los
suplementos en los alimentos para mascotas son absolutamente absurdos
e innecesarios. Sobre todo, el hecho de que estos alimentos " solo se
puedan encontrar en los veterinarios" es una auténtica broma para un
propietario: tiene que pagar grandes sumas por algo que su mascota no
solo no necesita, sino que, en el peor de los casos, incluso podría dañar. Y
para ello también cuenta con receta veterinaria . Los complementos
alimenticios, en este caso especialmente los que contienen vitaminas y minerales, son en
medicamentos con los que los médicos (concienzudos) tienen que lidiar y
solo deben usarse de manera específica.
¿Y qué pasó con Pomuc? Solo llegó a la edad de siete años y finalmente,
debido a sus articulaciones enfermas, tuvo que ser sacrificado.
4. En realidad, la situación en Italia es más compleja. Todas las referencias legales aquí: http://
www.salute.gov.it/portale/temi/p2_6.jsp?
id=1267&area=Particular%20foods%20and%20supplements&menu=supplements [Nota del editor].
CAPÍTULO 4
Por así decirlo, vacunado hasta la muerte. Porque

la gata Benita tenia que morir
Sobre el sentido y sinsentido de las vacunas anuales
q uando nació Benita, era una hermosa gata negra, de pelo largo, patas blancas
y una mancha blanca en la frente. A las siete semanas llega a su familia que la
recibe con cariño. Los tres niños están particularmente felices con esta
encantadora gatita y siempre juegan con ella. Benita no puede salir, es una verdadera gata
de apartamento. Pero eso no importa porque sus días familiares son lo suficientemente
completos y apasionantes. Naturalmente Benita está desparasitada y hace nueve semanas
todas las vacunas de rutina: como inmunización primaria el veterinario de cabecera vacuna
al gato con un preparado combinado contra panleucopenia, calicivirus y clamidia y también
con una vacuna contra la leucemia. Además, se realiza la primera inmunización contra la
rabia. Para la vacunación frente a la FIP (peritonitis infecciosa del gato, una infección que
afecta únicamente a este animal) conviene esperar un tiempo.
Cuando Doña G., la "madre" de Benita, pregunta preocupada si todas esas vacunas son
necesarias para un gato que se queda siempre en casa y está sano, recibe la respuesta
concisa: si el dueño realmente quiere proteger a su gato de todas las posibles enfermedades,
estos son de vital importancia. Además, hoy en día las vacunas son bien toleradas y no
causan daño. Entonces, en caso de que el gato saliera, ya se habrían atendido todas las
posibles enfermedades. Esto se aplica, por ejemplo, a la rabia, especialmente porque
también es peligrosa para los humanos. Entonces, mejor ve a lo seguro y vacunala contra
"todas las enfermedades posibles", nunca se sabe.
La Sra. G. se deja convencer y Benita hace todas las vacunas recomendadas. La mujer
luego regresa puntualmente con el gatito para administrarle todas las dosis posteriores y a
los dos meses comienza la inmunización contra la FIP, a realizar en dos tiempos. mientras
tanto benita
es desparasitada nuevamente, tres veces en total. El veterinario le informa a

la Sra. G. que las vacunas en los gatos solo duran doce meses y que, por lo
tanto, debe volver todos los años para recibir un refuerzo. La señora es muy
escrupulosa y cumple con todas las citas cuidadosamente. No quiere cometer
errores. Benita crece muy bien, a los seis meses la esterilizan y en los años
siguientes le hace todos los refuerzos prescritos. Todo es maravilloso y la
familia está muy feliz con la bella, cariñosa y cariñosa Benita.
Sin embargo, cuando Benita tiene seis años, la Sra. G. descubre, algunas
semanas después de una de las vacunas anuales repetidas, una hinchazón
en la parte posterior del cuello, donde se administró la inyección. Ella está
muy preocupada y le muestra al veterinario este cambio en su gato. Él la
tranquiliza diciendo que es una reacción local normal a la vacuna, un llamado
granuloma, puede ocurrir. A las pocas semanas la hinchazón se ha convertido
en un nódulo duro, del tamaño de una avellana y la señora G., por consejo
del veterinario que ya no habla de un granuloma inofensivo por vacunación,
se hace tomar una muestra de tejido para análisis de laboratorio. El
diagnóstico es sombrío: Benita tiene un sarcoma maligno, es decir, cáncer.
El veterinario aconseja extirpar quirúrgicamente el sarcoma de inmediato,
lo que la Sra. G. accede a hacer; ¡después de todo, Benita tiene solo seis
años y siempre ha sido una gata muy saludable! Los hijos de la señora G.
también están a favor de la operación, ya que, según el veterinario, esta
sería la única esperanza de supervivencia de Benita. Después de la operación
Benita no se encuentra muy bien, cada movimiento le causa dolor y por eso
se queda todo el día en un rincón y no se mueve. Ni siquiera tiene hambre y
pierde mucho peso. Ni los mejores bocados pueden hacer que se mueva de
su rincón.
Sin embargo, después de un tiempo, comienza a sentirse mejor nuevamente.
Benita se recupera visiblemente, vuelve a comer y ronronea satisfecha
cuando la acaricias. La familia G. vuelve a tener esperanzas, al parecer han
logrado vencer al cáncer. Pero no; unos días después la Sra. G. descubrió
otro bulto en Benita. Esta vez es unos centímetros más profundo que la
primera vez. El tumor se ha reformado. ¿Lo que se debe hacer?
El veterinario recomienda una nueva operación. Pero la señora G., gracias

a Dios una ciudadana emancipada y no una persona paralizada frente al
"semidiós de blanco", no está convencida. En su lugar, empieza a investigar
en Internet, en libros y con amigos. Al hacerlo, algunas cosas quedan claras

de inmediato: Benita fue vacunada varias veces con una vacuna contra la
rabia y una vacuna contra la leucosis, ambas con adyuvantes.
Además de los adyuvantes (soluciones, emulsiones o mezclas físico-químicas
que deben intensificar el efecto de la vacuna), estas vacunas también
contienen tiomersal, un compuesto organomercurial muy tóxico, como
conservantes.
El fibrosarcoma felino resulta de la inflamación crónica en el sitio de la
inyección; esta inflamación es intencional y se ve reforzada masivamente por
los adyuvantes utilizados.
En las llamadas "vacunas muertas" (o inactivadas) este es precisamente el
efecto expresamente deseado para aumentar la respuesta inmune. Las
vacunas vivas no necesitan este "potenciador". La inflamación crónica en el
sitio donde se inyectó la vacuna generalmente se reabsorbe, pero también se
puede desarrollar un fibrosarcoma, una masa tumoral. Las células del tejido
conjuntivo se convierten así en células cancerosas.
Lamentablemente, no existen vacunas antirrábicas sin adyuvantes. La
prevención real contra el fibrosarcoma felino, causado por la vacuna
antirrábica, solo se puede lograr si los gatos se vacunan lo menos posible, o
mejor dicho, no se vacunan en absoluto, especialmente aquellos que solo
están en casa. Ahora existen productos sin adyuvantes (por ejemplo, Purevax)
para vacunas contra la leucosis, la panleucopenia felina y el herpesvirus felino.
Sin embargo, estas vacunas son más caras que las que contienen adyuvantes.
Todavía hay muchos veterinarios que afirman que los fibrosarcomas son el
resultado de inyecciones incorrectas (no subcutáneas sino intradérmicas) o
de contaminación durante la inyección. Si es así, entonces el peligro de un
sarcoma debe ser con cualquier inyección de drogas. Pero no es así.
A través de su investigación, la Sra. G. también descubre cuán maligno es
normalmente el sarcoma. Precisamente por el difícil acceso a la zona del
cuello, existe un gran riesgo de que el cirujano no pueda eliminar toda la masa
tumoral. De esta forma aumenta la recurrencia, es decir, el tumor se reforma
más rápidamente. Debido a la frecuencia cada vez mayor con la que aparecen
los sarcomas, actualmente se recomienda inyectar vacunas con adyuvantes
en la pata, ya que ésta, en caso de formación de un sarcoma, podría ser amputada.
Esto no es una mala broma, ¡sino la amarga realidad!
La Sra. G. no hace operar a Benita por segunda vez. La familia espera unas
semanas más y deja de molestar al gato. En poco tiempo, el tumor crece al
tamaño de una naranja y la piel se estira tanto que comienza a agrietarse.
Cuando comienza a salir líquido de la herida abierta, la familia G. decide a
regañadientes hacer que deje de sufrir.
Hasta el final, el veterinario que lo atendió no se dignó reconocer que este
sarcoma fue causado por las vacunas. Siguiendo regularmente el programa,
persiste en vacunar incluso a los gatos de apartamento contra la rabia y la
leucosis todos los años. Asimismo, insiste en el refuerzo anual de la vacuna
compleja contra la panleucopenia y el herpesvirus. Sin embargo, ahora se sabe
incluso entre los veterinarios lo peligrosas que pueden ser las vacunas que
contienen adyuvantes para nuestras mascotas. Está científicamente comprobado
que provocan sarcomas, en este punto ya no cabe ninguna duda. Sin embargo,
en lugar de reaccionar a partir de esta conciencia y utilizar vacunas sin
adyuvantes, en la mayoría de las consultas veterinarias seguimos vacunando
con gusto con los productos habituales. También seguimos con un plan de
vacunación totalmente desfasado, es decir, proponiendo refuerzos anuales.
Desgraciadamente tengo que reconocer que yo mismo, hasta hace unos

años, administraba los refuerzos anuales de vacunas. Durante años, yo también
me he basado en información incorrecta proveniente de la industria farmacéutica,
no puedo ni quiero excluirme del número. Hoy, sin embargo, me reprocho no
haberme informado antes recurriendo a fuentes independientes. Sin embargo,
lo que puedo decir en mi defensa es que yo, y ciertamente puedo demostrarlo,
nunca he vacunado contra la rabia y la leucosis a los gatos que viven
exclusivamente en apartamentos.
La familia G. quedó natural y debidamente conmocionada al darse cuenta de
que su Benita había sido víctima sumisa de la supuesta ignorancia del veterinario.
Desde una perspectiva veterinaria, ¿qué salió mal en el caso de Benita? ¿Y

qué se podría haber evitado? Vacunar a un gato que vive solo en casa contra
la rabia es realmente un absurdo, una auténtica estafa. ¿Existe la posibilidad de
que un zorro con rabia entre en su apartamento? Además, por ejemplo, hace
años que no se registran casos de rabia (rabia en zorros) en Alemania y Austria.
La vacuna antirrábica es obligatoria solo para perros y gatos que van al
extranjero y en este caso hay una vacuna que tiene una vigencia de tres años
(reglamento comunitario 998/2003). En realidad, la protección que da la

vacuna dura mucho más de tres años. Además, en el caso de la rabia, solo se
requiere una vacunación para la inmunización primaria y no dos, como se hizo
con Benita y como lamentablemente se hace comúnmente en las prácticas
veterinarias.
Un gato que vive exclusivamente en un piso ni siquiera necesita la vacuna
contra la leucosis. El virus de la leucemia felina se transmite solo de animal a
animal y no baja del cielo, ni un pájaro que se apoya en el balcón o barandilla
de la terraza lo trae. El virus de la leucemia no se puede introducir en casa ni
con las suelas de los zapatos, como puede ocurrir con los virus vinculados a
epidemias.
Consideremos ahora las enfermedades individuales contra las cuales se fabrican vacunas de manera
rutinaria.
Leucosis (FeLV): virus de la leucemia felina

La patología de la leucosis se manifiesta en las diferentes formas de leucemia.
Son enfermedades tumorales de los tejidos linfáticos que inicialmente se
manifiestan con una alta predisposición a infecciones. La vacuna contra la
leucosis solo debe administrarse a gatitos menores de un año que vivan al
aire libre, e incluso así solo después de un análisis de sangre. Es decir: solo
se deben vacunar los gatos en los que evidentemente el virus no está presente.
La leucosis es especialmente peligrosa para los animales jóvenes: cuanto más
adultos son los animales, más capaces son de resistir la enfermedad.
Según el profesor Ronald Schultz, uno de los inmunólogos veterinarios más
famosos y eminentes del mundo (Universidad de Wisconsin, EE. UU.), el 90
% de todos los gatitos menores de tres semanas se infectan. A la edad de un
año, el porcentaje de infección efectiva cae por debajo del 15%. La inmunidad
adaptativa es mucho más eficaz que la inmunidad inducida por vacunación.
Además, los gatos vacunados también pueden enfermarse porque incluso una
vacunación regular no ofrece ninguna protección contra el contacto continuo
con los agentes etiológicos de la propia enfermedad.
No hay investigaciones científicas sobre la duración de la inmunidad inducida por
vacuna. Las sugerencias de la industria farmacéutica son, por lo tanto,
completamente arbitrarias y sin base científica. Se puede suponer que la
cobertura que ofrece una vacuna dura mucho más de un año. Si piensas en cuánto es
alta defensa contra el virus de la leucemia felina en gatos mayores de un año, el

sentido de un refuerzo anual es realmente cuestionable. En este caso el riesgo de
un fibrosarcoma es mucho mayor que el de una infección. En el caso de Benita,
entonces, el sistema inmunológico se vio debilitado aún más por los inútiles
refuerzos anuales con vacunas complejas contra la panleucopenia y el herpesvirus.
Panleucopenia felina
La panleucopenia felina es una enfermedad vírica que se acompaña de una
reducción radical de los glóbulos blancos. El tracto digestivo de los gatos se ve
afectado principalmente. Cuando se presenta la enfermedad, se presentan
violentos ataques de vómitos y diarrea. En los gatitos puede provocar la muerte en poco tiempo.
Esta vacuna debe administrarse a todos los gatos, porque los humanos llevan
patógenos al hogar.
La cobertura inducida por la inmunización es buena, vale mucho más de un año.
Los investigadores Scott y Geisinger demostraron en su estudio sobre la duración
de la inmunidad (DOI = Duración de la inmunidad) que los gatos, después de ser
vacunados dos veces, están protegidos durante al menos 7,5 años, esta fue la
duración de la 'observación'. Según la opinión de otros eminentes expertos
estadounidenses, la inmunidad inducida por la vacuna duraría incluso toda la vida.
Por lo tanto, no es necesario un retiro anual. Las vacunas innecesarias contra la
panleucopenia solo exponen a los gatos al riesgo de efectos secundarios, sin
aumentar la duración de la protección. La medición de los títulos de anticuerpos
es inútil porque su aumento no proporciona información sobre la cobertura vacunal.
Incluso títulos muy bajos pueden proporcionar suficiente protección. Las empresas
fabricantes de vacunas han motivado los refuerzos frecuentes, en su mayoría
anuales, recomendados por ellos con la medición de los títulos de anticuerpos.
Además, fijaron los niveles de anticuerpos de referencia de forma completamente

arbitraria, tanto que prácticamente siempre se recomienda la vacunación. Según
un estudio realizado por Michael R. Lappin (profesor de medicina veterinaria de
animales pequeños, Universidad de Colorado, 2002), el valor del título medido no
es significativo en términos de asegurar la inmunidad de la vacuna. Después de
estudios ad hoc , se encontró que incluso los gatos con un título apenas medible
estaban protegidos. Aquí son decisivos los llamados
células de memoria, que incluso después de muchos años logran recordar los
virus y, en caso de una posible infección, pueden activarse. Estas células de
memoria se forman durante la vacunación exactamente como los anticuerpos,
pero no es posible demostrarlo con técnicas de laboratorio.
Esto se aplica, entre otras cosas, a todas las vacunas. La medición de los títulos
de anticuerpos solo tiene sentido si desea saber si los anticuerpos maternos
todavía están presentes en cachorros o gatos. En este caso es posible establecer
con precisión el momento ideal para vacunar a los cachorros.
Recientemente, las comisiones institucionales permanentes que se ocupan de
las vacunas han propuesto realizar el refuerzo cada 3 años, lo cual es
absolutamente arbitrario como los refuerzos anuales. Según los estudios DOI
realizados por Scott y otros investigadores, no sería necesario repetir la
administración incluso después de 3 años. Una inmunización primaria hecha
dos veces es absolutamente suficiente.
Herpesvirus felino
El complejo patógeno del herpesvirus felino consta de muchos componentes:
herpesvirus, calicivirus, bordetella y clamidia. Las vacunas contra los herpesvirus
no muestran una eficacia particular, especialmente contra los calicivirus en
constante mutación. En caso de que sea absolutamente necesaria una
vacunación (en refugios para animales callejeros), es suficiente una inmunización
primaria realizada en dos tiempos. En cuanto al calicivirus, los investigadores
especulan que las vacunas favorecen a las cepas más agresivas, lo que
explicaría la repentina aparición de la enfermedad en una forma exageradamente
virulenta en la década de 1990. La higiene, una buena ventilación y el menor
número posible de invitados siguen siendo la mejor protección contra el
herpesvirus felino en los refugios para animales callejeros. Por cierto, los gatos
vacunados también pueden contraer esta infección. Esto se debe al hecho de
que los virus están mutando constantemente, como es el caso de la vacuna
contra la gripe en humanos.
PIF (peritonitis infecciosa felina)

La peritonitis infecciosa felina es una peritonitis contagiosa causada por
coronavirus mutados. Los gatos enfermos tienen fiebre, delgado y abdomen.
se hincha mucho. La enfermedad casi siempre conduce a la muerte. El

responsable, de hecho, es un coronavirus, del que casi todos los gatos son
portadores, que sin embargo se vuelve peligroso solo después de una mutación
genética. La mayoría de las veces, la madre infecta a los gatitos cuando tienen
entre cuatro y seis semanas de edad. En la mayoría de los casos la infección
tiene un curso inofensivo, pero en ocasiones el virus muta, como se mencionó.
En este caso, la enfermedad casi siempre tiene consecuencias fatales. No se
recomienda la vacuna porque no hay evidencia de su eficacia e incluso se
sospecha que puede favorecer la aparición de la enfermedad. Dado que casi
todos los gatos (el porcentaje varía del 50 al 100% dependiendo de cómo se
los cuide) se infectan poco después del nacimiento, la vacunación es
innecesaria. Sin embargo, su eficacia es dudosa incluso en gatos que no están
infectados, como han demostrado estudios realizados en refugios para animales
callejeros. Un estudio encontró que doce de veinte gatos vacunados contra FIP
se enfermaron. De veinte gatos que no habían sido vacunados, diez se enfermaron.
Resumiendo, ¡llegamos así a la conclusión de que nuestra Benita fue
literalmente vacunada de muerte! Recientemente, pregunté a mis colegas con
mucha frecuencia si habían cambiado sus hábitos de vacunación desde que
se hicieron públicos los problemas relacionados con el fibrosarcoma y la
duración prolongada de la protección de la vacuna. Es casi increíble pero casi
todos los compañeros a los que he preguntado siguen vacunando como antes.
Solo unos pocos han cambiado a vacunas sin adyuvantes. Los colegas
continúan apelando a la información del prospecto proporcionado por los
fabricantes, según el cual no hay recomendaciones con respecto a la duración
de varios años de la inmunidad. Sin embargo, esto no es cierto porque, por
ejemplo, la cobertura que ofrece Purevax, una vacuna felina sin adyuvante
contra la panleucopenia y el herpesvirus, está garantizada durante tres años
en toda Europa. Estos números también son arbitrarios, pero siempre son un
poco mejores que la vacuna o mejor que el refuerzo anual que se recomendó antes.
¿Cómo llega a estas múltiples opiniones sobre la duración de la eficacia de
las diferentes vacunas? Cada vacunación induce la formación de títulos de
anticuerpos. Las compañías farmacéuticas han decidido de forma independiente
qué tan alto debe ser el título para ofrecer una protección adecuada. El hecho
de que el nivel de un título de anticuerpos no dice nada o casi nada sobre las
defensas inmunitarias del animal individual, sino que solo da información sobre
el estado de vacunación, ni siquiera es tomado en consideración por las industrias.
empresas farmacéuticas, orientadas exclusivamente a la obtención de

beneficios. Con la vacunación también se forman las llamadas células de
memoria, cuya función no se puede demostrar pero que están implicadas
fundamentalmente en la defensa inmunitaria. Las células de memoria son
capaces de recordar y activarse incluso después de años. Pensemos en las
vacunas en humanos: basta con tenerlas una o dos veces para que duren toda la vida.
¿Por qué funcionaría de manera diferente en perros y gatos?
Con base en estos hechos, es comprensible entender por qué hay
opiniones tan diferentes. Pero volvamos a los colegas. Ya he visto de todo:
desde el más completo desconocimiento y alejamiento hasta comportamientos
agresivos ante cualquier crítica (¡entre compañeros!). Como se comportan
entonces estos veterinarios con los dueños de los animales, en cuanto al
tema de vacunación, me lo imagino muy bien y hasta los que cambian de
veterinario y encuentran la manera de venir a mi consultorio me lo dicen.
¿Porque es así? Como suele suceder, incluso en este caso el aspecto
económico juega un papel importante: "Si me vacuno cada tres años o solo
hago la inmunización primaria, puedo cerrar mi práctica", escuché
recientemente de un colega ya un poco mayor.
«Básicamente campo con vacunas». Al respecto solo puedo decir:
“Estimado colega, debe haber hecho más que algo mal en su práctica
veterinaria si su principal fuente de ingresos son las vacunas anuales”.
Pero, ¿realmente los veterinarios tenemos derecho, incluso dejando de

lado la moral y la ética, de realizar vacunaciones sabiendo muy bien cuáles
son los riesgos, sobre todo si estos pueden llegar a provocar la muerte
(como ocurre con las vacunas que contienen adyuvantes)? Aparentemente
por razones económicas aceptamos conscientemente causar daño a
nuestros pacientes. Y para justificar las llamadas de refuerzo anuales,
ninguno de mis compañeros puede venir a decirme que siguen el plan de
vacunación habitual recomendado por la industria farmacéutica solo por el
bien de los animales. Es fácil convencer a los dueños de cuán grande es
el peligro para sus mascotas si no se vacunan regularmente. Más o menos
así: «Si tu perro/gato enferma, la responsabilidad será tuya». Esto es
simplemente injusto, tanto para los propietarios como para los animales.
¡Los verdaderos negocios se hacen con miedo y escrúpulos de conciencia!
En el caso de la gata Benita, está demostrada la relación entre las vacunas y

el cáncer. Desafortunadamente, casos como este no son infrecuentes.
Según las evaluaciones del Dr. Martin Kessler, oncólogo especialista en
pequeños animales, el fibrosarcoma en animales a partir de los 8 años de edad
después de la vacunación se forma con una frecuencia de 1 en 1000.
Sin embargo, todavía hay innumerables otros efectos secundarios provocados
por las vacunas que a menudo no están relacionados con ellos. Aquí hay
extractos de un popular foro de animales en Internet donde los veterinarios dan
consejos a los dueños de mascotas que buscan ayuda. • Marianne pregunta
por su gata Mikki:
Una semana después de la vacunación (panleucopenia, virus del herpes
y leucosis) Mikki tuvo fiebre alta (40,5°). Ahora tengo miedo del retiro
programado para fin de mes. ¿Tengo que volver a vacunarlo aunque sea
un gato de piso? Me temo que es alérgico a la vacuna.
Los veterinarios
responden: si la fiebre apareció solo una semana después de la
vacunación, ciertamente no hay una correlación directa (…). ¡Solo un
refuerzo y una posterior vacunación regular protegen a los animales de
manera efectiva, incluso a los gatos de apartamento!...
• Cuando el dueño de cuatro gatos pregunta por qué la misma vacuna

cuesta 21 euros a un veterinario y 69 euros a otro, aquí está la respuesta:
No puedo recomendar un veterinario más barato, pero según la lista de

precios, las variaciones en el precio son posibles dentro de ciertos límites
(…). Si estas sumas de una sola inyección al año e incluso las curas
antiparasitarias te parecen demasiado caras, entonces ¿qué haces si tu
gato sin vacunar se enferma?…
• Susanna hace preguntas sobre las vacunas de sus mascotas ya un poco

a lo largo de los años:
En noviembre mis señores deben vacunarse todos; Entonces Jamy
tendrá 1 año y tres meses y el gato Balu diez años, sin duda necesitan
vacunarse, eso está claro. De los otros dos, sin embargo, no quisiera que
se esperara demasiado de ellos. En el fondo Jacky ya tiene
quince y Krümel dieciséis, ambos se han vacunado todos los años.

Todavía están en perfecto estado y los análisis de sangre no han revelado
ninguna enfermedad.
Respuesta de los
veterinarios: Por supuesto, su pregunta está justificada, pero
nuevamente, no hay una respuesta generalmente válida. Es crucial
comprobar si, entre otras cosas, el perro anciano vive por ejemplo en la
ciudad y también sale a pasear por aquí, donde se juntan multitud de
perros desconocidos, o si vive en el campo junto a un limitado y conocido
comunidad canina. Si renunciases a las vacunas en el primer caso, el
riesgo de contagio sería demasiado grande, sobre todo tratándose de un
perro anciano (…). Las "revueltas" de la vacunación, por lo tanto, se
sobreestiman en su mayoría y, si es necesario, un refuerzo "fuerte"
también se puede dividir en dos inyecciones.
Continuar vacunando a un perro anciano que ya ha sido hipervacunado con

refuerzos anuales no tiene ningún sentido.
El argumento de que los perros de ciudad corren más riesgo que los perros
que viven en el campo es pura especulación sobre el miedo. Si hay protección
de vacunas, entonces es completamente irrelevante dónde vive el perro.
Además, los perros de ciudad todavía necesitan ser vacunados varias veces.
Aconsejar vacunar inútilmente a dos perros ancianos, que en cualquier caso
nunca vivirían un número de años igual a la duración de la inmunidad dada por
la vacuna, es en este caso sólo una información profesional incorrecta.
¿Por qué son superfluas las vacunas anuales? ¿No es cierto que los perros
y gatos se vacunan anualmente desde hace décadas? ¿Por qué esto debería
estar mal de repente?
Ahora llegamos al tema realmente explosivo: ¿cuánto tiempo protege
realmente una vacuna? el molesto monstruo de los retiros anuales de todas las
enfermedades caninas y felinas vacunables se ha colado a raíz de la
obligatoriedad de la vacuna antirrábica al cruzar la frontera (por lo tanto para
viajar al extranjero). Pero ahora echemos un vistazo a las enfermedades
caninas individuales para las que normalmente se hace una vacuna anual.
Arruga
El moquillo es una infección viral que puede manifestarse de diferentes formas.

Los síntomas típicos son: catarro nasal, secreción ocular, neumonía y diarrea.
Las vacunas contra el moquillo cubren un tiempo muy largo. Los virus del
moquillo están relacionados con el virus del sarampión humano. Se establece
que después de una inmunización primaria repetida dos veces los seres
humanos quedan vacunados de por vida. Nadie pensaría en la necesidad de
un refuerzo anual. ¿O pensaría en vacunarse anualmente contra el sarampión?
En Inglaterra se pudo comprobar la protección a largo plazo que proporciona
la vacuna contra el moquillo a partir de un seguimiento. Siete años después de
recibir su primera inmunización contra el moquillo cuando eran cachorros, los
perros aún estaban protegidos. Esto no quiere decir que la protección dure
solo siete años, aún no se han realizado estudios sobre periodos más largos.
En consecuencia, es probable que la cobertura vacunal, tal como ocurre en los
seres humanos, dure toda la vida. El profesor Ronald Schultz recomienda
vacunar a los perros contra el moquillo a las doce semanas de edad o más
tarde. A continuación, se comprueban los títulos de anticuerpos. Si los
anticuerpos están presentes, no hay necesidad de un refuerzo y esto de por
vida.
Parvovirus canina
El parvovirus canino también se denomina panleucopenia canina, porque un

virus similar al de la panleucopenia felina es el responsable de la enfermedad.
Es una enfermedad que ocurre con bastante frecuencia y es particularmente
peligrosa para cachorros y animales jóvenes. El contagio en perros se produce
principalmente a través de las heces de animales infectados. Los principales
síntomas son básicamente diarrea sanguinolenta y vómitos.
Las vacunas contra el parvovirus abarcan un tiempo muy largo, como es el
caso del moquillo. La inmunización primaria es fundamental, los refuerzos
anuales, o cada tres años, no tienen sentido porque no aumentan la cobertura
que da la vacuna. El seguimiento realizado al respecto ha mostrado una
cobertura de al menos siete años. Incluso en este caso, sin embargo, aún no
se han llevado a cabo estudios durante un período más largo.
Hepatitis
Esta inflamación hepática contagiosa se transmite a través de adenovirus.

Los síntomas de la enfermedad son fiebre, vómitos, diarrea, sangrado y, a
veces, trastornos neurológicos. Está indicada la inmunización primaria, como
en el caso del moquillo y el parvovirus. Según estudios estadounidenses, los
anticuerpos generados por la vacuna duran al menos nueve años.
leptospirosis
Los agentes causales son bacterias que se transmiten principalmente a
través de la orina infectada de roedores. Esta enfermedad generalmente es
inofensiva, pero en el peor de los casos puede provocar dolor abdominal,
vómitos, fiebre, daño hepático y renal. La vacunación contra la leptospirosis
es muy debatida. En primer lugar porque provoca numerosos efectos
secundarios, luego porque cada vez son más los perros que enferman de
leptospirosis en los que la vacuna no ha ofrecido cobertura. La vacuna contra
la leptospirosis se obtiene de bacterias completamente muertas, que causan
muchos efectos secundarios; por eso estas vacunas se llaman vacunas
sucias . Algunas de las bacterias muertas pueden desencadenar una fuerte
hiperreacción del sistema inmunitario, que se manifiesta sobre todo en
reacciones alérgicas que, entre otras cosas, pueden provocar daños
cerebrales. En Estados Unidos solo se vacuna contra la leptospirosis a los
perros expuestos a un alto riesgo de infección porque, por ejemplo, tienen
contacto con animales salvajes. El profesor Ronald Schultz no vacuna a sus
perros contra la leptospirosis y motiva su elección diciendo que los daños son mucho mayo
Traqueobronquitis infecciosa
La traqueobronquitis infecciosa (tos de las perreras) es causada por varios

patógenos que son de naturaleza viral y bacteriana. Contra el patógeno
"adenovirus tipo 2" sirve la vacuna contra la hepatitis; el patógeno "adenovirus
tipo 1" está contenido en muchas vacunas combinadas y contra el patógeno
de la tos bordetella bronchiseptica existe una vacuna que se vierte gota a
gota en las fosas nasales de los perros de riesgo. La traqueobronquitis
infecciosa es principalmente un problema en las perreras, donde los animales
viven en espacios reducidos. Estos virus infectan tanto a los animales sanos
como a los enfermos. La vacuna a menudo no previene la infección, solo puede
debilitarlo. En general, la tos de las perreras no es mortal y, por este motivo, no es

necesaria una vacuna para los perros criados en condiciones normales.
Herpesvirus
Los herpesvirus pueden provocar abortos espontáneos, la muerte del feto o de los
cachorros. La vacunación solo tiene sentido si una perra, que puede estar o va a
estar embarazada, no tiene los anticuerpos. En este caso, se debe vacunar dos
veces, es decir, de siete a diez días después del semental y luego una semana
antes de la fecha prevista para el parto.
borrelliosis
La conveniencia de esta vacunación es muy discutida sobre todo porque la vacuna
es eficaz para un solo tipo de borrelia (Borrelia burgdorferi sensu strictu) que
aparece muy raramente en Italia. En nuestras latitudes, son especialmente
importantes Borrelia burgodorferi garinii y afzelii, de las cuales, sin embargo, la
vacuna no protege. Menos del 5% de los perros infectados con garrapatas se
enferman. En consecuencia, la utilidad de una vacuna contra la borreliosis es
completamente irrelevante. Además, también existe la sospecha de que la vacuna
desencadena artritis crónica en animales que tienen una predisposición genética.
La mayoría de los veterinarios, sin embargo, recomiendan con confianza esta
vacuna. Esto significa aceptar los consejos de las compañías farmacéuticas sin
criticarlos y dar una idea distorsionada, exagerada en exceso, del riesgo real de
contraer la enfermedad.
En resumen, podemos establecer que la cobertura que ofrece la vacuna para

enfermedades virales como parvovirus, moquillo o hepatitis dura mucho más de
un año. La profesora Marian C. Horzinek de la Universidad de Utrecht, una
renombrada viróloga de animales pequeños, apunta a la inmunidad de por vida,
especialmente en el caso del moquillo canino, si los animales fueron vacunados
cuando eran cachorros. Por otro lado, sin embargo, la duración de la cobertura en
enfermedades de origen bacteriano, como la leptospirosis y la traqueobronquitis
infecciosa, parece ser inferior a un año. Estas enfermedades se pueden tratar
bien, mientras que todavía es muy controvertido si las vacunas son efectivas. En
este caso, el riesgo de daño duradero al sistema inmunológico es mayor que una
vacuna dudosa. El profesor
Ronald Schultz recomienda vacunar a los cachorros una o dos veces y luego
detenerse. Para las vacunas contra la rabia, se debe hacer un refuerzo cada tres
años, pero solo si se planea viajar al extranjero con el animal.
Aquí hay algunas citas sobre el tema de las vacunas de profesores famosos.
Profesora Alice Wolf, Texas A&M University, Austin, «Veterinary

Proceedings», 1998: Niños y adultos no se vacunan todos los años ni se
miden los títulos de anticuerpos para ver si la cobertura sigue siendo
suficiente. La experiencia lo demuestra. Las vacunas para humanos no
son diferentes a las vacunas para animales, y los sistemas inmunológicos
de perros y gatos no son diferentes a los de los humanos.
TR Phillips/RD Schultz, «Terapia veterinaria actual de Kirk», 1992:
Una práctica que implementé hace muchos años, y que carece de toda
justificación y validez científica, está representada por los retiros anuales.
Prácticamente nunca hay necesidad inmunológica de revacunación. La
inmunidad contra los virus dura años o incluso toda la vida del animal. Una
vacunación eficaz contra la mayoría de los patógenos de origen bacteriano
provoca una memoria inmunitaria que dura años y que permite al animal
desarrollar una respuesta anamnésica protectora si se expone a agentes
infecciosos.
El profesor Roland Friedrich, virólogo de la Universidad de Gießen,

comentó ante una comisión de expertos: Las vacunas anuales son
superfluas.
Profesor Uwe Truyen, entrevista en «El perro»:

Debe evitarse la vacunación contra la leptospirosis (…). También encuentro
inútil la vacunación contra la traqueobronquitis infecciosa.
Decisivo para esta última enfermedad no es la vacunación, sino la

forma en que se mantienen los perros.
Y, sin embargo, aparentemente, casi nadie tiene interés en verificar

científicamente la práctica común de los retiros anuales: por desgracia, ni
los veterinarios, que no quieren renunciar a su principal fuente de ingresos,
ni la industria farmacéutica, que no tiene impulsos críticos, ciertamente
pueden esperarse. Las facultades de veterinaria no tienen motivos para
cuestionar el actual plan de vacunación: realizar estudios al respecto es
demasiado costoso y laborioso y los medios económicos para tales
investigaciones son casi inexistentes.
¿Con qué argumentos, sin embargo, los veterinarios contrarrestan a los
dueños de mascotas que critican las vacunas anuales aparentemente
necesarias? La lista es larga y demasiado extraña, y va desde el miedo
antes mencionado a una protección insuficiente contra infecciones hasta
epidemias que presumiblemente ya han ocurrido. La desconfianza hacia los
estudios originarios de los EE. UU. sigue siendo una excusa para muchos
colegas, aunque ya no es necesario referirse exclusivamente a los estudios
estadounidenses en este sentido. De hecho, mientras tanto también las
universidades alemanas (entre otras Gießen) comparten las posiciones americanas.
Incluso la tesis según la cual las vacunas anuales habrían ayudado a
frenar enfermedades graves, como el parvovirus y el moquillo, no es del
todo correcta. No fue el refuerzo anual lo que redujo estas enfermedades,
sino la inmunización primaria. El refuerzo anual no prolonga ni intensifica la
protección de la vacuna. Es un verdadero truco de la industria farmacéutica.
Igualmente incorrecta desde el punto de vista científico es la mala costumbre
que tienen muchos compañeros de repetir la primovacunación en perros y
gatos que han superado el intervalo de tiempo anual en el refuerzo. Nos
comportamos como si la cobertura vacunal fuera a desaparecer al cabo de
exactamente un año y aplicamos descaradamente esta normativa especial,
que sólo se aplica a la rabia, incluso a los perros y gatos que tienen que
viajar. Las carteras de los veterinarios y accionistas de la industria
farmacéutica están felices.
Para perros y gatos, la mejor protección contra enfermedades graves es
ante todo un sistema inmunitario estable y esto se puede lograr sobre todo con
inmunizaciones primarias sensibles, a través de mejores condiciones de vida y

nutrición apropiada para la especie. En última instancia, las vacunas funcionan
como medicamentos. En este caso, es cierto lo que también se aplica a la
medicina: no hay medicamentos sin efectos secundarios.
¿Cuáles son los peores efectos secundarios de las vacunas?

Aquí hay que destacar sobre todo las reacciones del sistema inmunitario, como
el shock anafiláctico. El shock anafiláctico es la forma más grave de una reacción
alérgica. En este tipo de reacciones se afectan órganos vitales y, según las
circunstancias, tras un colapso circulatorio puede tener consecuencias letales.
Además, también pueden surgir edemas, enfermedades dermatológicas,

picores y enfermedades autoinmunes (también de la glándula tiroides), así como
diarreas y vómitos, enfermedades del sistema nervioso o inflamación y parálisis
nerviosa y por supuesto el ya mencionado fibrosarcoma.
Si los fibrosarcomas siempre se forman en el punto donde se realizó la
vacunación y son fácilmente identificables, como por otro lado es su causa,
tratándose de otras enfermedades, en la mayoría de los casos no es tan fácil
encontrar una relación directa con una vacuna exitosa. vacunación. A la luz de
lo que me han dicho algunos propietarios, puedo decir que la enfermedad
apareció en sus perros o gatos poco después de la vacunación o que cada año
después de la vacuna el animal mostró cambios definidos.
No había tomado esta información muy en serio antes, pero hoy soy muy
consciente del hecho de que, a través de vacunas inadecuadas, los perros y
gatos pueden desarrollar síntomas de enfermedades y especialmente alergias.
Los veterinarios también deberíamos investigar sobre los muchos trastornos

hormonales que se dan cada vez con más frecuencia en la actualidad, en este
caso especialmente sobre las enfermedades de la tiroides pero también sobre
otras disfunciones. Por ejemplo, deberíamos centrarnos más en la prevención,
es decir, tener una actitud más responsable frente a las vacunas, en lugar de
recetar siempre nuevos y aparentemente mejores medicamentos.
En resumen, me gustaría recomendar el siguiente plan de vacunación a

quienes se sientan responsables de sus mascotas.
gatos
• GATOS DE APARTAMENTO
¡ Vacunarlos solo contra la panleucopenia!

Inmunización primaria (vacuna sin adyuvante, por ejemplo Eurifel P), es decir, una
vacunación a realizar dos veces cuando son cachorros. Si el gato tiene más de 16
semanas en el momento de la primera vacunación, basta con una sola vacunación. La
inmunidad dura de por vida.
• GATOS QUE VIVEN AL AIRE LIBRE
Vacúnalos contra la panleucopenia, como se describe.

Herpesvirus felino: la vacunación no protege contra la infección pero mitiga los síntomas
de la enfermedad. También en este caso la vacunación hecha dos veces por cachorros
dura mucho tiempo pero no para toda la vida. Los refuerzos no aumentan la protección de
la vacuna. Las llamadas son probablemente inútiles en los refugios de animales callejeros.
Es más importante la higiene y
una vida libre de estrés.
Leucosis: solo tiene sentido en cachorros y animales jóvenes. Nuevamente, solo una
inmunización primaria (dos veces). La protección dura de por vida. Los gatos mayores
deben vacunarse dos veces incluso con la primera vacunación. En colonias de gatos más
grandes, los recién llegados deben ser evaluados. Si los gatos viven en contacto cercano
constante con otros gatos infectados con leucosis, incluso la vacuna ya no ofrece ninguna
protección.
Rabia: vacunar sólo si es estrictamente necesario (estancias en el extranjero).

Sin embargo, se debe utilizar una vacuna de cuatro años (Rhabdomun y Enduracell T). No
existen vacunas sin adyuvantes contra la rabia.
• VACUNAS QUE SE UTILIZAN PARA POCO O NADA EN GATOS
PIF (peritonitis infecciosa felina): con la vacuna se corre mayor riesgo de aparición de la
enfermedad.
Clamidia: Parte de muchas vacunas combinadas para gatos. La eficacia de la protección

no es buena y también existe un grave riesgo de efectos secundarios.
Micosis cutánea: existe una nueva vacuna en el mercado que debería acelerar el proceso
de curación en las infecciones por levaduras de los gatos. El producto, sin embargo,
aparece particularmente a menudo en los informes de
efectos secundarios. Los factores de riesgo para una infección por hongos son
principalmente el estrés y el hecho de que muchos gatos se ven obligados a
vivir en un espacio confinado. Sin embargo, las condiciones higiénicas suficientes
son más efectivas que una vacunación dudosa. Las experiencias que han tenido
los dueños de gatos con esta vacuna son en su mayoría negativas.
Perros
Para los perros, solo tienen sentido las vacunas contra el moquillo, la hepatitis, el
parvovirus y, si es necesario, la rabia. Contra estas patologías, aunque aparezcan
raramente, los perros deben tener una inmunización primaria; no debemos
renunciar a estas vacunas, que deben hacerse sobre todo para proteger al perro
de cachorros infectados de granjas intensivas sin escrúpulos y que tal vez venden
los animales en las carreteras.
Una inmunización primaria realizada dos veces por cachorros es suficiente para
una protección de por vida. Los veterinarios, sin embargo, solo tienen vacunas
combinadas disponibles. Por lo general, no se recomiendan las vacunas contra
siete u ocho enfermedades. También para el moquillo, la hepatitis y la leptospirosis
existe una preparación combinada. En este caso, sin embargo, la leptospirosis se
puede separar y reemplazar con agua destilada.
• UN DATO SOBRE LA VACUNACIÓN CONTRA LA RABIA

El riesgo de infección es muy bajo, pero aquellos que viajan al extranjero deben
vacunar a su perro. En este caso existe una vacuna (Madivac) que da tres años
de protección. La vacuna antirrábica nunca debe administrarse junto con otras
vacunas y los cachorros no deben recibirla antes de los seis meses de edad
(después de que hayan cambiado los dientes).
• VACUNAS QUE DE POCO O NADA SIRVEN

Leptospirosis: estas vacunas protegen contra, en todo caso, solo dos tipos de
leptospirosis. El peligro de efectos secundarios también es muy alto.
Borreliosis: la vacuna es prácticamente inútil porque solo se usa contra tipos
de borrelia que aparecen muy raramente en Italia. También en este caso se
administra una vacuna que trae muchos efectos secundarios.
Traqueobronquitis infecciosa: es causada por diversos agentes etiológicos,
por lo que la utilidad de la vacunación es limitada.
Coronavirus: Recientemente se ha introducido la vacunación contra los

coronavirus, que se supone que protege contra la diarrea. Sin embargo, la
infección tiene un curso muy lento y los expertos también cuestionan la
eficacia de la protección que brinda la vacuna.
¿Qué puedes hacer si tu veterinario insiste en las vacunas anuales?

Lo mejor, por supuesto, es cambiarlo. Pero, ¿y si todos los veterinarios a los
que consulta piensan así? Al respecto solo puedo decir una cosa: no estás
obligado a vacunar a tu mascota. Solo tú tienes derecho a decidir qué darle
de comer a tu perro o gato. No se deje intimidar por ciertos argumentos poco
convincentes.
En su lugar, pregúntele a su veterinario si se vacuna anualmente contra el
sarampión, las paperas y la rubéola.
Para terminar este capítulo, me gustaría contarles un episodio más que
sucedió en mi oficina.
La señora A. era propietaria de una perra labrador hembra de dieciséis años.
La perra Dora ya estaba bastante debilitada por la edad, tenía artritis en las
articulaciones y estaba enferma de los riñones. Si Dora se movió, fue lento,
como un caracol. En 2009, la Sra. A. de repente tuvo que ir a Italia, llevándose
a Dora con ella. No estaba disponible, así que se apresuró a buscar a un
colega cercano para que le hicieran la vacuna contra la rabia necesaria para
Italia. Dora ya había sido "vacunada" anualmente y periódicamente con una
vacuna octavalente. En su vida esto había sucedido un total de dieciséis
veces. El colega miró el pasaporte del perro y dijo: «Entonces, hagamos las
cosas bien y vacunemos por completo. En cualquier caso, todos los retiros
han caducado». La vieja y decrépita Dora, cuya esperanza de vida ya era muy
baja de todos modos, fue revuelta y tuvo que recibir una vacuna octavalente.
Una semana después tuve que sacrificar a Dora debido a una insuficiencia
renal.
La Sra. A. estaba tan sorprendida que no tenía ganas de quejarse con su
colega. Naturalmente tal cosa genera gran amargura.
Basándome en un ejemplo de la medicina veterinaria, quisiera, por último,
queridos lectores, señalarles cómo las vacunas, que se supone que eliminan
las epidemias, en realidad las aumentan.
La ineficacia y al mismo tiempo la peligrosidad de las llamadas "vacunas"
profilácticas se ve más claramente en la
desarrollo de la epidemia de fiebre aftosa. Esta enfermedad, junto con la EEB (la
llamada enfermedad de las vacas locas), es considerada la más peligrosa y la
más contagiosa para los rumiantes. Se manifiesta con úlceras en el hocico y
pezuñas y hasta 1992 existía una vacuna obligatoria. Todos los bovinos mayores
de cuatro meses debían ser vacunados anualmente contra la fiebre aftosa. Una
comparación de la tendencia epidémica en países con vacunas obligatorias y
aquellos en países donde las vacunas no eran obligatorias mostró claramente
que la epidemia se propagó significativamente más rápido en países con
vacunación obligatoria que en aquellos sin vacunación obligatoria. Desde 1991
en Alemania y Austria ya no es posible vacunar contra la fiebre aftosa. También
está prohibida la importación de animales vacunados. ¿El resultado? ¡No hemos
tenido ningún brote desde entonces!
Las vacunas masivas contra la difteria y el sarampión en humanos, por ejemplo,

también han evitado que las enfermedades desaparezcan.
La aparición de la difteria en Rusia (con una población completamente vacunada)
y también la aparición de la poliomielitis en trece países que antes siempre se
consideraban "especialmente bien vacunados" se derivan del mismo principio
establecido con los animales: las vacunas protegen solo mientras las infecciones
no son posibles Sin embargo, si estalla una epidemia, tanto los vacunados como
los no vacunados enferman.
Esto se debe a que son precisamente las vacunas las que impiden la eliminación
de enfermedades. Véase también Buchwald, G., Vaccinations: the business of
fear (Civis, 2000), un libro muy recomendable; sobre todo da que pensar la parte
sobre el daño que las vacunas causan a los niños.
La siguiente cita (prefacio del Dr. Jürgen Birmanns) está tomada de la edición
alemana5 del libro mencionado anteriormente:
No es de extrañar que los pediatras apoyen la vacunación obligatoria. Fue

abolido en Alemania en 1983. Los conceptos de inocuidad vacunal y baja
cobertura vacunal son armas psicológicas para intimidar a los padres
críticos con esta práctica y hacerlos quedar mal.
Se debe respetar que una persona mayor de edad y capaz de pensar

libremente decida en contra de una intervención médica riesgosa.
Cualquiera que investiga objetivamente sabe que las enfermedades

tienen causas. Las enfermedades son causadas por la dieta, el estilo de
vida o el medio ambiente. Con este conocimiento a sus espaldas, parece
paradójico que los investigadores estén desarrollando actualmente
vacunas contra el cáncer de cuello uterino, la hipertensión arterial, la
obesidad y la adicción a la nicotina (…). La cobertura de vacunación
masiva en personas sanas es muy preocupante. Más bien, los médicos
deberían involucrarse mucho más en las medidas de prevención primaria.
Seguramente la medicina veterinaria no tendrá que esperar mucho antes de

que comience la discusión sobre si se deben desarrollar vacunas contra
enfermedades como, por ejemplo, la obesidad...
5. La edición alemana (Emu, 2009) llevaba el prefacio de Jürgen Birmanns que no está presente
en la traducción italiana citada aquí [nota del editor].
CAPÍTULO 5
Por qué Doberman Sandrina destruye

la decoración del hogar
Happy pills y psicofármacos para perros y gatos
andrina es una hembra Doberman y proviene de una crianza de perros de
S pedigrí muy famosa y exitosa. La familia B., de la cual fue adoptada

Sandrina, siempre ha tenido perros y tiene experiencia en el mantenimiento
y educación de ejemplares grandes. Los que anteriormente nunca habían mostrado
problemas de conducta ni habían tenido ninguna actitud en particular.
Con Sandrina todo es diferente.

Ya como cachorro, Sandrina es particularmente vivaz e impetuosa. Apenas
puedes contenerlo y nunca se cansa. Los hijos de la familia B se turnan para
mantenerla ocupada y controlar más o menos su exceso de energía. A los seis
meses, Sandrina sigue sin asearse, cuando sale está tan ocupada consigo misma
y con el entorno que la rodea que se distrae y se olvida de hacer sus necesidades.
Después de casi interminables paseos, cuando llega a casa se deja llevar por el
centro de la alfombra del salón, ¡esto por supuesto es fantástico! Regañarla,
agarrarla por el cuello y sacudirla, como haría una madre con un cachorro
descarriado, o castigarla con un desprecio temporal (como se describe en cualquier
libro serio sobre educación) no ayuda. Además, Sandrina demuestra ser
particularmente incapaz en las relaciones: no parece capaz de establecer contacto
directo con los miembros de la familia. Cuando, excepcionalmente, no está
arremetiendo, parece extrañamente indiferente y ausente. A Sandrina ni siquiera
le gustan los mimos con el amo, la ama y los niños. Simplemente parecen
molestarla. Ni siquiera puede estar sola. Salta sobre las mesas y sillas y deja
señales evidentes de destrucción. En la casa de la familia B ya dañó algunos
muebles. Por lo tanto, los propietarios han eliminado todas las alfombras, Sandrina
ya ha previsto la eliminación de las cortinas y la destrucción de los cojines del

sofá.
En la escuela de adiestramiento canino, literalmente, la prohíben de inmediato.
Causa estragos tanto en las personas como en otros perros. Es imposible
acostumbrarla a la correa. Cuando lo hacen, ella salta y se inquieta, ladra
continuamente y aterroriza a todos los que la rodean. Finalmente, la familia le
encuentra un entrenador privado porque no puede someterse y con su actitud
desenfrenada pone nervioso a todo el grupo de animales. La Sra. B. encuentra
caras las lecciones privadas recomendadas por la asociación de perros y luego
son inútiles. El comportamiento de Sandrina no mejora. ¡No había más que
gastos!
Lo que más le duele a la dueña, que ha criado unos perros con los que convive
desde hace años, es el aparente desinterés absoluto de Sandrina por su
persona. Sin embargo, todos los perros habían reaccionado previamente al tono
de su voz y sabían muy bien si les hablaba o si habían hecho algo y había una
tormenta en el aire.
Sandrina, en cambio, no reacciona ante nada, en su caso falta por completo la
delicada interacción entre perro y dueño, tan importante para educar al menos
de forma pasable a un compañero de cuatro patas. A Sandrina no le importa en
absoluto quién está a su alrededor, lo principal es actuar, moverse.
La Sra. B. y su familia están muy descontentos. Si los niños se peleaban
literalmente con los perros anteriores para decidir quién los podía sacar a pasear,
ahora ya nadie se ofrece voluntario para salir con Sandrina. Cada paseo es
como pasar bajo la horca: Sandrina se sacude y tira de la correa, ladra en cada
oportunidad, salta aquí y allá, se agita y no reacciona a las órdenes. Privarla de
la correa es imposible, ya que no responde a ningún tipo de orden y muchas
veces se escapa de forma totalmente temeraria. La Sra. B. ya ha tenido que
recogerla unas cuantas veces en el albergue porque, aparentemente
desorientada, se había escapado y unas personas la habían encontrado y
llevado a las instalaciones.
Tal vez el perro esté enfermo, piensa la Sra. B., y hace que el veterinario
examine a Sandrina. Para la dueña, el perro y el veterinario, esta visita resulta
ser una pesadilla. Sandrina actúa como una loca, ladra todo el tiempo y salta a
la oficina del veterinario como si estuviera en el patio de recreo. Un examen
completo y una muestra de sangre solo son posibles bajo anestesia. Ahí
La señora B. también ha traído ya una muestra de heces, porque Sandrina suele

tener diarrea y flatulencias de vez en cuando.
Según el veterinario, los análisis de heces y sangre no revelan nada y, por lo
demás, Sandrina está tan sana como un pez. Tal vez esté un poco histérica y
ansiosa, dice el veterinario, pero con la edad y la "educación adecuada" el
problema debería resolverse por sí solo. Consejo: la familia B. solo tiene que
buscar una escuela de formación "adecuada".
Contra los problemas digestivos que ocasionalmente aparecen en forma de
diarrea, flatulencias y frecuentes eructos y también contra el apetito
excepcionalmente grande que Sandrina tiene constantemente (come tierra y
excrementos de perro, incluso los suyos), el veterinario prescribe una semana
de antibióticos y para para evitar que coma sus propias heces, le receta una
mezcla de tabletas de minerales y vitaminas. Muchos animales tienen estos
problemas, explica el veterinario, serían un síntoma de carencias y no tienen
nada que ver con el comportamiento problemático de Sandrina. Según él, los
problemas de comportamiento derivan exclusivamente de los errores educativos
de la familia B. Insegura por esto, la Sra. B. indaga en otros centros de formación
y siempre obtiene la misma respuesta: ¡educación incorrecta!
El veterinario no hace preguntas sobre la alimentación. desde cachorro

Sandrina come exclusivamente comida industrial.
La Sra. B. se siente culpable y se responsabiliza a sí misma y a su familia.
Pero, ¿qué hizo realmente mal? No educó a Sandrina de manera diferente a los
otros perros que tuvo anteriormente. El perro ya tiene casi un año y se está
portando cada vez peor. Nadie es más feliz que ella, que de hecho representa
una enorme carga para toda la familia.
Todavía no ha aprendido a salir de casa. Parece que no puede distinguir la
diferencia entre el interior y el exterior. La familia B. decide conseguirle un
instructor experto para que la siga individualmente. El instructor toma a Sandrina
bajo su protección y comienza un entrenamiento intenso. Toda la familia debe
participar en los ejercicios, se debe seguir una estrategia coherente.
Según el entrenador, todo andaba mal con Sandrina. "Un perro tan enérgico
debería haber sido entrenado de manera diferente", dice. En este caso lo más
importante son los horarios diarios regulares y estrictos.
Al cabo de unas semanas Sandrina está más o menos limpia, su hiperactividad
y su desinterés por la persona de contacto, su incapacidad
concentrarse en algo y su furia destructiva permanecen sin cambios. Al final, el

entrenamiento que duró semanas fue inútil y al final incluso el instructor quedó
perplejo: con paciencia, constancia, consejos prácticos y pequeñas sesiones de
entrenamiento hechas paso a paso, él también había logrado integrar a muchos
perros en la vida diaria de sus respectivas familias. Funciona según el sistema
de adiestramiento de Martin Rütter, denominado DOGS (Dog Orientated Guiding
System, es decir, sistema de conducta orientado hacia el perro), y en la mayoría
de los casos funciona. ¿Por qué no con Sandrina?
Desesperada, la familia B. piensa en regalar a la perra, pero primero quieren

preguntarle a otro veterinario y que la vuelvan a examinar en detalle. Sandrina
demuestra estar llena de salud nuevamente. Sin embargo, el veterinario todavía
tiene otra idea: existiría un alimento listo para comer con aditivos con efecto
calmante creado especialmente para perros hiperactivos y nerviosos. El alimento
se llama Calm-Stressmanagement para perros y también para gatos.
La descripción dice: «Calm es el primer pienso del mundo enriquecido con alfa-
casozepina y triptófano, reguladores naturales del estrés… En la composición
científicamente desarrollada de Calm , estos reguladores ayudan a compensar
eficazmente el estrés en perros y gatos. Al mismo tiempo, el producto también
contrarresta otros problemas relacionados con el estrés como la falta de apetito,
los trastornos digestivos y las enfermedades de la piel o el pelaje gracias a los
nutrientes seleccionados… En comparación con la administración oral de
preparados calmantes, se elimina la complicada administración de medicamentos,
pero el El efecto deseado se logra a través de la nutrición diaria». Por lo tanto,
la familia compra este producto. Por supuesto, solo se puede comprar al
veterinario y, por lo tanto, es costoso.
“Ahora probemos”, dice el veterinario, “y si no funciona, habría una droga

llamada Reconcile, un tranquilizante para perros: funciona como Ritalin en niños
hiperactivos”. La familia B. se pega a todo, compra pienso y también se lleva un
paquete de Reconciliar. Esta preparación está disponible en forma de tabletas
masticables con sabor a carne de res. "Solo como precaución", piensa la Sra.
B., en caso de que la alimentación no ayude.
La alfa-casozepina y el L-triptófano están contenidos en el "Pienso listo para

comer Calm ". Alfa-casozepina fortalece la actividad de un neurotransmisor
(ácido gamma-aminobutírico, conocido por las siglas GABA) que actúa inhibiendo
el estrés y el miedo. La alfa-casozepina, por otro lado, es un decapéptido hecho
de leche. Es una de las pocas sustancias naturales capaces de influir en el
equilibrio del cortisol y combatir el miedo. La alfa casozepina está contenida en
una sustancia dopante permitida (Vapronol T6), deportistas profesionales y
aficionados aseguran que es capaz de minimizar el estrés de las competiciones y
el inducido por un entrenamiento excesivo; también acorta las fases de
recuperación tras el esfuerzo. El triptófano es una proteína animal y precursor de
la serotonina, una hormona neurológica que asegura el equilibrio y la tranquilidad.
Sin serotonina, el cerebro no funciona en absoluto; se la conoce comúnmente
como la "hormona de la felicidad". De una insuficiencia de serotonina, por tanto,
se derivan conductas negativas, como escaso autocontrol, falta de concentración
y una elevada predisposición al estrés.
El triptófano producido artificialmente (por lo tanto, el precursor de la serotonina)

se usa en Alemania con receta médica para el tratamiento de enfermedades
depresivas; los medicamentos que lo contienen se venden sin receta como
sedantes o somníferos suaves. En Austria y Suiza, siempre es obligatoria una
receta médica para el triptófano.
Los efectos secundarios describen cansancio diurno, mareos (mareo) y dolor de
cabeza. El triptófano todavía está prohibido en los Estados Unidos porque puede
causar una enfermedad de la sangre que puede ser fatal: el síndrome de
eosinofilia-mialgia (EMS). Después de 1.500 casos, que resultaron en la muerte
de 38 pacientes, el triptófano fue retirado del mercado. En Alemania se reintrodujo
en 1996 como medicamento: la industria farmacéutica luchó mucho por la nueva
autorización alegando que los casos de enfermedad solo habían aparecido
después de tomar triptófano de un fabricante japonés y probablemente eran
atribuibles a la contaminación en la producción local. Más tarde se descubrió que
también han aparecido casos de EMS6 con productos de otras compañías.
La siguiente cita proviene de «Der Arzneimittelbrief», número 10/03, ONU

hoja de información independiente:
El triptófano es un excelente ejemplo de cómo un componente alimentario

esencial puede convertirse potencialmente en un medicamento
letal en la producción industrial y en la mezcla con productos de reacción

química no naturales cuando se usa en dosis altas.
Otra cuestión que aún no se ha aclarado es cómo reacciona el organismo ante

una ingesta prolongada de triptófano artificial. El triptófano se obtiene
biosintéticamente a partir de una bacteria mutante de tipo salvaje (E. coli). En este
caso, los medicamentos que solo requieren receta médica para humanos se venden
a los dueños de mascotas como si fueran sustancias completamente naturales en
forma de aditivos en los alimentos. Creo que muy pocos veterinarios y dueños de
mascotas conocen lo que realmente se mezcla en los alimentos industriales,
alimentos que, para inducir una percepción positiva y tranquilizadora, se definen
como un "complemento alimenticio".
Obviamente, el triptófano también está presente en la alimentación humana, pero

de forma natural y esencialmente en la carne. Como aminoácido esencial, debe
obtenerse a través de los alimentos, no puede ser producido por el cuerpo. En una
dieta baja en proteínas animales, como es el caso de una dieta basada
exclusivamente en galletas crujientes, se puede llegar rápidamente a la falta de
triptófano.
¿Porque? El porcentaje de proteína indicado en el envase en los crunchies se
consigue principalmente mediante una alta proporción de proteínas vegetales y no
mediante la adición de carne (proteínas animales). La deficiencia puede manifestarse
aún más rápidamente en presencia de un alto porcentaje de maíz, particularmente
pobre en triptófano. Es importante señalar que el "alimento calmante" mencionado
anteriormente contiene primero arroz, luego harina de ave deshidratada y maíz.
En primer lugar, la harina de pollo deshidratada no es carne, sino un subproducto
de la industria avícola (de lo contrario, se llamaría harina de carne de pollo
deshidratada), luego aquí tenemos a los cereales en primer y tercer lugar. Son
demasiados. Aparte de que, al hacerlo, haces que los perros sean vegetarianos, en
este caso, al añadir un complemento alimenticio, das la impresión de mejorar, por
así decirlo, un producto pobre. Y por supuesto el precio también “mejora”. Pero
volveremos a esto más tarde.
Tanto la alfa-casozepina como el triptófano son comparables en su efecto al

Valium (diazepam). Entonces, los alimentos calmantes simplemente contienen
medicamentos psiquiátricos para perros. ¿Realmente nos hemos vuelto todos tan acríticos y
influenciado desde el exterior (sobre todo por la publicidad) para no advertir la

perversión de esta receta? Incluso parecemos entusiasmados con el hecho de
que la industria de los piensos ahora puede ofrecernos el pienso adecuado para
los animales que sufren trastornos del comportamiento.
Primero alimentamos a nuestros animales con productos de mala calidad hasta
que enferman, luego la aparente solución pasa por los complementos
alimenticios, que a su vez generan nuevos problemas. Por lo tanto, la industria
de piensos utiliza suplementos para tratar los déficits siempre nuevos que ha
causado. Ahora vivimos en una sociedad en la que ya no son solo los humanos
estresados los que recurren a las drogas psiquiátricas.
Miles de niños toman Ritalin (una sustancia psicotrópica) contra la hiperactividad
y ahora incluso nuestras mascotas tienen comportamientos cada vez más
perturbados y, en consecuencia, necesitan terapias específicas. Y los
veterinarios siguen el juego.
Los trastornos del comportamiento en los perros están aumentando. La
profesión de entrenador o educador de perros se está expandiendo y se ofrecen
programas especiales en muchos lugares. En perros de mal comportamiento,
generalmente es suficiente un adiestramiento adecuado y rígido para educarlos
de tal manera que puedan adaptarse a los ritmos diarios del dueño y no acosar
a toda la familia.
¿Por qué, entonces, cada vez hay más perros como Sandrina que se están
convirtiendo en verdaderos casos problemáticos? Sin embargo, su dueña tiene
experiencia en cómo se educa a estos animales y, en su opinión, ha hecho todo
lo posible para educar bien al perro. De hecho, él también lo hizo, solo que no
consideró una cosa: en medicina veterinaria, la hiperactividad en perros aún no
se considera como un síntoma de una enfermedad, sino como resultado de un
entrenamiento incorrecto. Sin embargo, cada vez son más los perros que,
siguiendo un comportamiento exagerado, destruyen el mobiliario de la casa y
atormentan a sus dueños hasta el límite de su resistencia. Como resultado, el
uso de medicamentos psiquiátricos en perros aumenta significativamente.
¿Acaso encuentras cierta similitud con los crecientes problemas en la
educación de los niños? ¿No hay cada vez más niños perturbados que, con sus
ataques de agresividad descontrolada, enfurecen a sus padres ya quienes les
rodean? ¿Que son incapaces de concentrarse y actúan como autistas y parecen
tener poca o ninguna conciencia de su entorno? En niños ya ha sido
demostraron que existe una relación causal entre la nutrición y el comportamiento.

Ciertos aditivos alimentarios pueden tener el mismo efecto que los medicamentos.
Por ejemplo, enfermedades como el autismo pueden mitigarse en la vehemencia
de sus manifestaciones evitando ciertas sustancias alimenticias.
Mediante una alimentación diferente también se pueden conseguir mejoras
notables en niños hiperactivos. ¿Como funciona?
Imaginemos, por ejemplo, lo rápido que el alcohol llega a nuestro cerebro y
actúa sobre nuestro sistema nervioso. Por las mismas vías que el alcohol, a través
del sistema circulatorio, otros componentes de la dieta también logran superar la
barrera hematoencefálica llegando directamente al cerebro. Por supuesto, esto no
le sucede a todos los seres humanos. En la mayoría de las personas, la barrera
hematointestinal es tan estrecha que las sustancias peligrosas no pueden
atravesarla. En algunos otros, sin embargo, el intestino no es completamente
impermeable: esta condición se llama Leaky Gut Syndrome, síndrome de
permeabilidad intestinal. En este caso, las sustancias pasan libremente dentro del
cuerpo y, por lo tanto, también van al cerebro. Se sospecha que los colorantes
alimentarios sintéticos como el amarillo tartrazina (E102) son una causa que
contribuye al TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) en los
niños. Ya en 1996 estudios australianos observaron que a mayor dosis de
tartrazina, más evidentes los síntomas. Incluso los edulcorantes como el aspartamo
(presente, por ejemplo, en Cola light) pueden atacar el metabolismo cerebral. El
aspartamo, así como el glutamato modificado químicamente que se toma en
ciertas dosis, puede dañar las células cerebrales y causar síntomas como dolores
de cabeza, escalofríos y más. Todo el mundo conoce el síndrome del restaurante
chino causado por el glutamato: este aditivo alimentario muy utilizado en los
alimentos precocinados puede desencadenar estados desagradables como
hormigueo en el cuello, dolor de cabeza, náuseas, cansancio, etc.
Vemos así que los componentes de los alimentos, en este caso especialmente
los aditivos alimentarios sintéticos, pueden tener un efecto neurotóxico y, por lo
tanto, influir en nuestro comportamiento. Si los neurotransmisores no funcionan
perfectamente en el cerebro, también podemos imaginar cómo se producen los
trastornos de conducta. El comportamiento de Sandrina se compara bien con el
TDAH en los niños. De manera similar a lo que les sucede a estos niños, a menudo
Sandrina
no puede calmarse, no es accesible y no puede concentrarse en una tarea

asignada.
Mientras tanto, la relación entre la nutrición humana y las enfermedades del
sistema nervioso se ha infiltrado en la conciencia de muchas personas.
Desafortunadamente, sin embargo, casi nunca se considera la relación entre
los alimentos industriales de nuestros perros y sus trastornos de
comportamiento. Simplemente se ignora el hecho de que la nutrición es un
factor importante en la aparición de un trastorno mental. A través de productos
industriales, los perros sensibles pueden tener una reacción del sistema
inmunológico (alergia) que puede desplegar su acción atacando las funciones del metabolis
Las alergias las conocemos principalmente por sus efectos sobre la piel
(erupciones cutáneas), los órganos respiratorios (asma) y los intestinos
(diarrea), pero las que acompañan a los trastornos alimentarios nos son en
gran parte desconocidas. Como es sabido, las alergias son reacciones de
hipersensibilidad que tiene el sistema inmunitario hacia determinadas
sustancias. En individuos sanos no causan ningún daño, pero pueden causar
daños a la salud en humanos y animales sensibles. Con cada ingesta de
alimentos y con cada contacto con el medio ambiente, el cuerpo tiene la tarea
de transformar sustancias extrañas en sustancias similares al cuerpo. Si
surgen obstáculos en el curso de este proceso de transformación, esto
conduce a las llamadas enfermedades inmunes, alergias. En la mayoría de
los casos, ciertas proteínas presentes en los alimentos industriales los
desencadenan. Los alérgenos alimentarios se descomponen, en su mayoría
durante el proceso digestivo, de manera insuficiente, atraviesan la barrera
hematoencefálica y llegan directamente al cerebro, donde pueden influir en
los neurotransmisores (sustancias que transportan información entre las
células que componen el sistema nervioso) y como resultado causar cambios
en el comportamiento (por ejemplo, hiperactividad). Pero los aditivos, como la
mencionada tartrazina, también pueden tener el mismo efecto.
Volvamos ahora a nuestra paciente Sandrina. Fue criado únicamente a base
de alimentos industriales. Siguió comiendo los productos indicados por el
criador, para no acostumbrarse a otros alimentos. En realidad debieron llamar
la atención las constantes flatulencias, los ataques de diarrea que a veces
aparecían, así como el apetito anormal y la coprofagia. Es cierto que la Sra.
B. describió estos síntomas a su veterinario, pero éste no encontró ninguna
relación causal
entre los problemas digestivos y el comportamiento de Sandrina. Sin embargo,

estos síntomas son los primeros signos de un mal funcionamiento del intestino.
Solo la coprofagia es sintomática de una flora bacteriana intestinal no intacta.
Desafortunadamente, los veterinarios interpretan este síntoma como una
deficiencia y lo tratan con compuestos minerales y vitamínicos. Sin embargo, no
conozco ningún caso en el que la coprofagia haya disminuido después de tomar
mezclas minerales. ¿Y cómo entonces? Sin embargo, los alimentos procesados
ya contienen más vitaminas y minerales (artificiales) de lo que realmente es necesario.
Pero esta desinformación es difícil de erradicar, porque los veterinarios se la
transmiten unos a otros.
En el caso de Sandrina, desde que era una cachorrita ya estaba claro que
algo no andaba bien. Desde el principio estuvo agitada e incapaz de controlarse.
Simplemente había algo que no podía tolerar.
Solo cuando Sandrina cambió a una dieta natural apropiada para su especie, se
hizo evidente que la causa de los problemas de comportamiento era la
alimentación artificial. En pocas semanas los síntomas han mejorado hasta tal
punto que Sandrina sigue viva hoy, pero ya no es una perra histérica. Hoy es
capaz de dar paseos con su familia incluso sin correa. Reacciona a los comandos
de los propietarios, por lo tanto, puede comunicarse normalmente. Ya no se
escapa y sabe llevar la correa.
Pero procedamos en orden: después de administrar el alimento calmante
durante tres semanas, la familia B. casi no había visto mejoría.
En casa, Sandrina ciertamente estaba más tranquila, pero cuando estaba fuera,
su comportamiento no era diferente al de antes. Estaba histérica y saltaba como
una cabra con una correa. Como no se notó una mejora significativa, la perra
volvió a comer su comida habitual con la adición diaria de sus píldoras
tranquilizantes Reconcile. Con la ingesta de esta pastilla el perro queda
aletargado durante todo el día. "Como si viniera de otro planeta", piensa la Sra.
B.
Vi por primera vez a Sandrina mientras estaba en este estado. Es una hermosa
perrita. Lo que más me impresionó fue su absoluta falta de interacción. Ya sea
que le gritaras o intentaras alguna otra forma de llamar su atención, ella
permaneció completamente indiferente.
No reaccionó en absoluto. En este caso, la comparación se puede hacer con un
niño autista que es incapaz de percibir el entorno que le rodea.
Cuando me trajeron a Sandrina, ella había estado tomando Reconcile durante aproximadamente un año.
mes. Este medicamento, que tiene un nombre tan bonito (contiene el mismo principio
activo que el Prozac utilizado para los humanos, conocido en Europa con el nombre de
Fluctin), afecta al metabolismo cerebral y consigue que la concentración del
neurotransmisor serotonina se mantenga alta en la sinapsis. . Especialmente adaptado
para perros y apetecible con sabor a ternera, este medicamento de la farmacéutica Eli
Lilly ha obtenido la autorización de la Administración de Drogas y Alimentos de los
Estados Unidos (FDA).
Las opiniones de los veterinarios sobre el uso de Prozac/ Reconcile son contradictorias.
Por un lado tenemos la opinión de algunos que opinan que los psicofármacos para perros
solo se deben administrar en caso de emergencia, un poco como los fuegos artificiales
en Nochevieja o en otras situaciones especialmente pesadas. Por otro lado, existe la
propensión a administrarlo independientemente, especialmente por veterinarios que se
han especializado en trastornos del comportamiento. En apoyo a esto explican cómo en
la terapia conductual es posible, gracias al Reconcile, reducir la manía de destrucción, el
síndrome de abandono y los continuos aullidos.
El diario económico "The Economist" ha estimado que en Estados Unidos el mercado

de sustancias psicotrópicas para animales alcanza los mil millones de dólares de
facturación anual. Mientras tanto, el 10-20% de todos los perros estadounidenses toman
medicamentos psiquiátricos porque, cuando se los deja solos, destruyen los muebles de
la casa, liberan orina y heces y ladran continuamente. Al parecer , Reconcile logra paliar
de manera efectiva estos síntomas. Inmediatamente, la farmacéutica creó un
departamento de medicamentos destinados a las mascotas, adaptándoles en realidad
medicamentos que habían sido diseñados para humanos. Antes no había mercado para
medicamentos de este tipo. Ahora, sin embargo, cada vez más personas están dispuestas
a invertir grandes sumas en medicamentos psiquiátricos. Las industrias farmacéuticas
entendieron esto de inmediato.
También existe un quemagrasas para perros, Slentrol, de la empresa Pfizer.

Slentrol se creó originalmente para humanos, pero debido a sus graves efectos
secundarios no fue aprobado. Al fin y al cabo, para las mascotas se utilizan
mayoritariamente principios activos que ya existen pero que simplemente se preparan en
otra composición, o, como en el caso de Slentrol, fármacos que en su composición
original no habían pasado las pruebas en humanos y que se reportan a nuevos
vida. El negocio de mascotas de Eli Lilly pretende explorar en el futuro su amplia gama de
principios activos para “curar” la obesidad en particular, pero también otras enfermedades. Así,
los ingredientes activos pueden tener un "uso secundario" muy rentable. Primero, sin embargo,
el mercado debe ser naturalmente creado. Seguramente esto no es un problema, ya que incluso
en la medicina humana a menudo se tiene primero el fármaco y luego se crea el mercado
adecuado. Véase, por ejemplo, la disminución de los parámetros normales del llamado colesterol
"malo" o los parámetros extremadamente elásticos de la densidad ósea o la presión arterial. En
estos casos se crean nuevas gamas, todo ello de forma totalmente arbitraria, casi siempre en
base a "estudios" de las industrias farmacéuticas manufactureras. De esta forma, cada vez más
personas ya no entran en los parámetros de salud y necesitan terapias, es decir, necesitan
medicamentos adecuados. ¡Fantástico!
Por lo tanto, nuevos mercados están en constante desarrollo.

Prozac, el ISRS original (inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina), cambió la
imagen pública de la depresión. En una década (desde finales de los 80 hasta principios de los
90) se había creado un mercado mundial de 19 mil millones de dólares para los ISRS. Los
antidepresivos cumplen con el espíritu de la época y son vistos positivamente en la sociedad,
ya que funcionan en los trastornos alimentarios, las condiciones relacionadas con la ansiedad
y la sexualidad, la depresión y los casos de estrés postraumático. El espectro de acción de
Prozac se amplió entonces visiblemente para incluir trastornos de sensibilidad leves, como
apatía y falta de impulso o autoestima. Los adolescentes lo tomaron contra los problemas
cardíacos, los gerentes contra el agotamiento, las amas de casa desatendidas contra la
frustración. Los medios lo elogiaron mucho y obtuvo el reconocimiento social como una "píldora
de la felicidad". A mediados de los noventa, sin embargo, se entendió que aparecían cambios
de personalidad evidentes al tomar Prozac y se identificó una relación entre la droga y el
aumento de suicidios. A Eric Harris, de dieciocho años, quien en Estados Unidos en 1999 llevó
a cabo una masacre en la Escuela Secundaria Columbine en la que murieron doce estudiantes
y un maestro, se le recetó un ISRS.
"Cada vez que alguien dispara en una escuela, resulta que estas drogas juegan un papel", dice
Ann Blake, autora de Prozac: ¿Panacea o Pandora?, en una entrevista con el "Daily Express".
Aparentemente no se ha aprendido nada al detener Valium y los llamados
"benzodiazepinas". Los efectos secundarios graves fueron debilidad,

agotamiento, náuseas, aumento de la presión arterial, mareos y nerviosismo.
Después de suspender el medicamento, los pacientes sufrieron agitación,
confusión, miedo y ataques repentinos de pánico.
Después de numerosos juicios y mucha presión mediática (un gran
número de heridos se pronunció en público), la farmacéutica Eli Lilly retiró
el Prozac del mercado. ¡Luego reapareció en forma de tabletas
tranquilizantes para nuestros perros y se prescribe con celo y sin críticas!
Pregúntele al veterinario que quiere recetarle Reconcile a su perro si
conoce Prozac. O mejor dicho, no le preguntes porque probablemente no
lo conozca (o no quiera conocerlo).
Volvamos a Sandrina y su recuperación: cuando la familia B. me trajo la

perra, la idea desesperada de regalarla o incluso sacrificarla estaba en el
aire. Las esperanzas de mejora ahora eran escasas y a la familia no le
gustaba en absoluto el hecho de que su perro tuviera que tomar
constantemente "psicofármacos".
¡Y, sin embargo, la historia de Sandrina es tan complicada como simple
la solución! Comenzamos alimentando a Sandrina con la dieta BARF
(alimento orgánico según la naturaleza para perros y gatos). La familia B.
se dio inmediatamente a la tarea de evitar cualquier tipo de alimentación industrial.
Así que nada de bocadillos, galletas ni fiambres; ninguno de ellos que
pueda contener ningún tipo de aditivos. A Sandrina le dieron huesos con
mucha carne para mantenerla ocupada, ya que un perro tarda horas en
roerlos y comerlos. Y he aquí que cambiar a carne y vegetales crudos ha
mejorado su apariencia física. Después de reconstituir los intestinos y la
flora bacteriana, desaparecieron tanto la diarrea como la flatulencia. El
hábito poco apetecible de comer las propias heces ha mejorado pero no
ha desaparecido por completo.
Para ser honesto, al principio yo mismo tenía muchas dudas sobre si
todavía podría ayudar a Sandrina. Después de tres meses y numerosas
llamadas telefónicas, vi a Sandrina por segunda vez. Como ya se ha
descrito, se adaptó a su familia. Hoy sigue siendo un perro vivo y
exuberante, pero logra establecer contacto con la persona de referencia y
comunicarse. La familia ahora está feliz con ella y ya no piensa en regalarla
o sacrificarla. ¡Un final feliz de última hora!
Desafortunadamente, no todos los casos como este o similares a este se

pueden resolver tan fácilmente. Sin embargo, esto depende la mayor parte del
tiempo de la terquedad y la pereza mental de los dueños de los perros. Muchos
de ellos aún no son conscientes de la importancia de la nutrición y no se dan
cuenta de que una parte significativa de los trastornos del comportamiento se
remonta a errores en la dieta. Y cómo podrían entonces, dado que incluso los
veterinarios no quieren o no pueden incluir estos hechos y conocimientos en su
repertorio…
Además de una nutrición incorrecta y una educación incorrecta, existen
muchos otros factores que pueden influir en los trastornos del comportamiento.
Un número no pequeño de perros (especialmente en las ciudades), a pesar de
una alimentación incorrecta, no se mantienen como deberían. Si un perro se
queda solo durante horas en un piso pequeño, si el paseo se limita a pisar el
asfalto durante unos minutos y se dan paseos más largos, si se dan, sólo los
fines de semana, entonces no es de extrañar que el comportamiento trastornos
en los perros están en constante aumento. Hoy en día, entonces, a los perros
ya no se les asigna ninguna tarea. Antes se usaban para la caza, para seguir
huellas, para cuidar los rebaños, etc.; hoy carecen, sobre todo en las grandes
ciudades, de cualquier tipo de ocupación. Sin embargo, los perros viven en
manadas, no son aptos para estar solos por mucho tiempo. Tienen un sentido
del olfato muy sensible y un oído muy desarrollado. Intentemos imaginarnos
qué impacto pueden tener en el olfato y los oídos de estos sensibles animales
todos los olores y ruidos a los que estamos expuestos a diario, por no hablar
del hecho de que en el mundo artificial de las grandes ciudades se ven
literalmente obligados a vegetar. de forma antinatural y se encuentran privados de libertad.
Estos factores ciertamente contribuyen a causar trastornos de comportamiento
en nuestros animales. Los alimentos con tranquilizantes añadidos y
medicamentos psiquiátricos ciertamente no son la solución. En lugar de
prescribir siempre nuevos medicamentos, la tarea de nosotros, los veterinarios,
debería ser más bien llevar a cabo investigaciones específicas ya en el
momento de la aparición de estos trastornos del comportamiento y dedicarnos
más a la profilaxis y dar consejos correctos tanto sobre nutrición como sobre
cómo mantener a nuestros perros.
6. El inicio de EMS aún no está claro en gran medida.

CAPÍTULO 6
Casi envenenado por el veterinario. El calvario

de un gatito
El uso descontrolado de antibióticos y cortisona,
el bombardeo con antiparasitarios y más
Imagínate: tienes un gatito de tres meses, sano y vivaz, y un día le

PAGS encuentras una herida de unos 1,5 centímetros en la cabeza. En
realidad parece una cosa trivial, como una hiel. Sin embargo, no
estás seguro y quieres saber con seguridad qué es. Así que ve a un
veterinario. Revisa la herida y recomienda tomar una muestra de material
biológico y enviarla al laboratorio. El veterinario primero sospecha una
infección en la piel, alergia o infección por hongos. Hasta que se conozcan
los resultados, el gatito debe tomar pastillas antibióticas profilácticas
(Baytril) contra cualquier infección de la piel; para la prevención también
hay pastillas antifúngicas (griseofulvina) y una pomada a base de
cortisona, nunca se sabe, por si resulta que es una alergia. También hay
un champú medicinal para bañarlo. "Así que hemos hecho todo", dice el
veterinario, "y puede esperar el resultado de la prueba con tranquilidad".
Pagas 130 euros, sin los gastos de laboratorio.
En casa, baña al gatito con champú. Esto ya es una hazaña casi

imposible. El pequeño se defiende con todas sus fuerzas, rasguños y
mordiscos y tú también recibes algunos rasguños profundos. Por su
naturaleza, los gatos no se emocionan cuando se mojan por completo.
Ahora también puedes confirmarlo. Ahora hay que darle las dos pastillas
diarias. Una tableta entera de antibiótico y una cuarta parte de una tableta
antifúngica. No es tan fácil hacer que un gato trague pastillas. Sin
embargo, después de algunos fallos (el gato lo escupe todo), logras
engañarlo con la ayuda de paté de hígado para untar. Las pastillas están
dentro. Después de unos días estás realmente capacitado para dárselos.
Siempre se te ocurren nuevos trucos.
Sin embargo, tras cinco días de tratamiento, tu gatito no te convence.

Tiene una apariencia peluda. Y ya casi no quiere comer. Lo poco que come, lo
vomita inmediatamente después. Además, tiene diarrea muy maloliente. El
gatito no solo lo hace en la caja con la arena, sino en todas partes del
apartamento. Por supuesto que no puedes culparlo, obviamente no puede
llegar a la caja antes de que llegue la diarrea. Casi no parece el animalito vivaz
que solía ser hace algún tiempo. Se ha debilitado mucho. Un montón de
infelicidad. Por supuesto que lo llevas al veterinario de nuevo. Le dan unos
goteros y una inyección para recuperar el apetito. Mientras tanto, los resultados
han llegado: no hay nada que sugiera un episodio alérgico. Incluso si no se ha
detectado micosis en este momento, le informarán de inmediato si algo se
desarrolla en el cultivo fúngico. Algunas infecciones por hongos tardan más en
crecer. En otras palabras, las píldoras deben continuar tomándose
absolutamente. Contra la diarrea hay una inyección. Si al día siguiente el gato
no está mejor, hay que volver. Pagado, esta vez con pruebas de laboratorio,
130 euros.
Bueno, al día siguiente tu gatito no está mejor, está peor.

Con el pequeño gravemente enfermo, completamente despeinado y apático
vas a otro veterinario. Esta vez tienes más suerte a la hora de elegir. El nuevo
veterinario te dice claramente que al darle todos esos medicamentos lo estás
envenenando lentamente. Para poder sobrevivir, tu gato debe recibir vía
intravenosa con hepatoprotectores porque los valores hepáticos en sangre
están alterados y el animal ya está muy deshidratado. Después del goteo
puedes llevar a tu gatito a casa con órdenes de obligarlo a comer y eliminar
todos los medicamentos administrados hasta el momento.
El veterinario explica que el ingrediente activo griseofulvina, contenido en el
antifúngico Griseofulvina, puede causar daños graves en el hígado y los riñones.
Lea el prospecto, que advierte que no se administre griseofulvina a los gatitos,
ya que solo pueden desecharla más tarde y, por lo tanto, es más probable que
desarrollen efectos secundarios. Entre otras cosas, los efectos secundarios
incluyen náuseas, vómitos, diarrea y daño hepático. Algunos síntomas los
reconoces.
Unos días y muchas vías intravenosas después, tu gatito vuelve a estar
mejor. Incluso la flora bacteriana destruida de forma tan masiva por las drogas
(especialmente por los antibióticos) se ha reconstituido de nuevo y la diarrea es
desaparecido Por supuesto, el veterinario no puede decirle de antemano si habrá algún

daño más adelante. Mientras tanto, el parche de calvicie por el que en realidad fuiste al
veterinario casi ha desaparecido. Las pruebas cuyos resultados se esperaban, las ordenadas
por el primer veterinario en cualquier micosis posterior, no llevan a ninguna parte. Por lo
tanto, se debe excluir una micosis.
Ahora, queridos lectores, dirán que este ejemplo es muy extremo. En cambio, no lo es;
este caso realmente sucedió como se describe y es paradigmático de cómo se suelen
prescribir los medicamentos en las prácticas veterinarias. Ya sea por miedo o incertidumbre,
o para cubrir todas las eventualidades y no pasar nada por alto (esto ocurre mayormente en
los colegas más jóvenes), o si se hace por puro interés económico al convertir al paciente
en un caso del que sacar provecho, es siempre se produce a expensas de la salud de los
animales y también es manifiestamente injusto desde el punto de vista profesional.
Los veterinarios, sin embargo, estamos en buena compañía. Incluso en humanos, la

medicina prescribe antibióticos que muchas veces son inútiles de manera descontrolada. A
continuación se muestra un extracto de «AOK Clarimedis» (una hoja informativa de la
compañía de seguros de salud AOK Renania-Palatinado).
El recurso inmediato a los antibióticos a menudo es innecesario. La mayoría de las

infecciones comunes son provocadas por virus, contra los cuales los antibióticos son
inútiles. Sin embargo, muchos pacientes con gripe y tos esperan que el médico les
recete algo. En un estudio de 2007, investigadores de la Universidad de Düsseldorf
encontraron que el 40 % de todas las recetas de antibióticos para infecciones del
tracto respiratorio son superfluas, ya que estas infecciones se pueden combatir con
el sistema inmunitario. La administración descontrolada de antibióticos, por otro lado,
aumenta la resistencia y altera la flora bacteriana, lo que lleva a la colitis asociada a
los antibióticos7
.
Observemos ahora con más detalle el caso emblemático de nuestro gatito: en lugar de
esperar y ver cómo evoluciona la calvicie, que en nuestro caso era completamente
inofensiva, el pobre animal es bombardeado con productos químicos. Sobre todo, uno se
pregunta con qué propósito se prescribió el antibiótico. Los antibióticos se utilizan con
bacterias patógenas. los
Las infecciones bacterianas, sin embargo, suelen presentarse acompañadas

de fiebre, inflamación, enrojecimiento y posiblemente (dependiendo de la parte
del cuerpo afectada) de fuertes dolores y un empeoramiento general del
estado de salud. Aquí, en nuestro caso, no se había producido ninguno de los
síntomas indicados.
Los veterinarios prescriben antibióticos, que tienen tantos efectos secundarios,
como si fueran caramelos para la tos. Por cada rasguño o alteración de la piel,
por cada mínimo problema, uno salta y dispara, por así decirlo, un gorrión con
un cañón. En estos casos se especula claramente sobre los miedos que los
dueños tienen por sus animales: se da a entender que la culpa es del dueño
si un perro o gato no toma tal o cual medicamento, si el animal no mejora, si
empeora o incluso si muere. Evidentemente no hay alternativas. Aparentemente,
a nadie le importa el hecho de que los antibióticos son caros, que pueden
generar resistencia y, lo que es más importante, no están exentos de efectos
secundarios. Conozco muchas prácticas veterinarias, a través de las relaciones
de colegas más jóvenes pero también por mi experiencia personal como
asistente, en las que realmente operan de la manera descrita aquí. A la hora
de conocer a un paciente, lo primero es recurrir a los antibióticos y la cortisona.
En la mayoría de los casos, las tabletas de antibióticos también se dan para
llevar a casa. Las consecuencias de esta administración se manifiestan sobre
todo con daños en la flora bacteriana intestinal. Los ataques de diarrea que
ocurren después de la terapia en la mayoría de los casos no están relacionados
con la toma de medicamentos, sino que se consideran como un nuevo cuadro
clínico a tratar también con terapia farmacológica.
También son muy pocos los veterinarios que, tras haber prescrito un
tratamiento a base de antibióticos (necesarios o no), se les ocurra reconstituir
la flora bacteriana tomando fermentos adecuados.
Como se mencionó, los medicamentos, y en este caso específico los
antibióticos, son muy costosos. Si un perro de unos treinta kilos tiene que
someterse a una cura de diez días, el coste de la cantidad necesaria de
comprimidos asciende a 30 euros si el veterinario los compra, si en cambio los
vende, a los dueños del animal les cuestan casi el doble. Los representantes
farmacéuticos se jactan del hecho de que la necesidad de antibióticos y otros
medicamentos aumenta rápidamente y que, como resultado, las ventas y las
ganancias, por supuesto también para los veterinarios, aumentan constantemente. los veteri
se enorgullecen de recetar cada vez más medicamentos; pero ¿por qué

entonces lo hacen? ¿Para ayudarse a sí mismos ya la industria farmacéutica a
ganar cada vez más dinero o porque la necesidad de tales medicamentos
realmente ha aumentado?
Dudo que haya aumentado la necesidad real, lo que realmente ha aumentado
es la frecuencia de prescripciones de los veterinarios, que dan a casi todos los
pacientes un antibiótico primero, lo necesiten o no. Los críticos argumentarán
ahora que antes los propietarios no hacían tratar a sus amigos de cuatro patas
con la misma frecuencia y constancia que hoy y, por lo tanto, esto explicaría el
aumento en el uso de medicamentos. Cierto es que hoy en día acudimos al
veterinario con más frecuencia, solo que, digamos en los últimos diez años, el
comportamiento de los propietarios con respecto a la asistencia de sus mascotas
ciertamente no ha cambiado de forma tan significativa. El uso, o más bien el
abuso, de medicamentos, en cambio, sí.
A continuación puede leer un extracto de «Kongress-Spiegel», el número del
3 de 2006, la intervención del Dr. Martin Schneidereit8 , director de la
Bundesverband für Tiergesundheit (Asociación Federal de Salud Veterinaria).
El volumen de negocio gracias a los plaguicidas ha aumentado

considerablemente, basta pensar que el mercado de los medicamentos
veterinarios sigue la estela del éxito de 2005 con un incremento del 6%.
Resultado satisfactorio también para productos de hobby para mascotas
y para el segmento de antibióticos. Después de un año muy débil, el
mercado de vacunas también se recuperó un poco con un aumento del
2%. Sin embargo, estos aumentos se deben a solo unas pocas vacunas innovadoras.
¡Estos aumentos porcentuales son el resultado "positivo" de estrategias de ventas

dirigidas! En otros sectores de la economía esto puede ser deseable, pero cuando se
trata de la salud de nuestras mascotas, este resultado resulta espantoso.
Yo mismo en mi práctica casi no prescribo antibióticos. En los raros casos en que

es realmente necesario tomarlos, les doy una inyección a mis pacientes, que funciona
perfectamente. Sin embargo, la industria farmacéutica y, por supuesto, los veterinarios,
ganan mucho dinero con las píldoras, ya que los antibióticos en particular son un
negocio lucrativo. Un paciente que recibe incluso diez pastillas antibióticas como
tratamiento gana más dinero que alguien que "sólo" se pone una inyección. Mientras
tanto, la mentalidad de los dueños de mascotas se ha adaptado a la de la medicina
humana hasta el punto de que también se requiere una receta de los veterinarios, es
decir, para muchos pacientes, dejar la consulta veterinaria sin medicamentos en la
bolsa es casi equivalente a
un descuido
Incluso los episodios más triviales requieren tratamiento médico. Los pacientes no
quieren que los envíen a casa a esperar. Las pastillas se exigen, porque las pastillas
ayudan contra todo…
A continuación se muestra una solicitud de ayuda ejemplar tomada de un foro sobre

Internet dedicado a los animales.
Mi perro (eurasier, 10 años) sufre colitis (inflamación del intestino

grueso) desde hace dos años. Tomó demasiados antibióticos (debido
a la infestación de parásitos). Ahora estoy en mi séptimo veterinario.
Ya he probado varios alimentos dietéticos. Actualmente estoy en el
centro de salud veterinaria en B. Mi perro ha estado con cortisona
durante tres semanas. Sin embargo, su estado de salud no ha
cambiado. Durante un día o dos, las heces son normales y luego
vuelve a tener sangre oculta en las heces o incluso gotas de sangre.
Estoy desesperada y ya no se que hacer.
En la red es posible leer infinidad de solicitudes de ayuda como esta,

incluso en mi oficina cada vez hay más casos similares a este. Realmente
no puedo entender por qué, desafortunadamente, todavía hay tan pocos
colegas que se preguntan por qué tenemos que ver un aumento tan grande
en este tipo de enfermedades. No se considera en absoluto la posibilidad de
que los veterinarios seamos los causantes de tantas enfermedades evitables.
El argumento de que nuestros perros y gatos envejecen gracias a una
"buena" atención médica no es cierto. Al igual que ocurre con los humanos,
el aumento de la esperanza de vida se debe en primer lugar a unas
condiciones higiénicas significativamente mejoradas y sólo en segundo lugar
a los nuevos avances en el campo de la medicina. Aparte de algunas áreas
individuales, como la cirugía de urgencias y traumatología, desde la década
de 1970 no se han producido cambios decisivos en la medicina humana en
lo que respecta al tratamiento de enfermedades crónicas (cáncer, reumatismo,
artrosis… por citar algunas). Lo mismo sucede en medicina veterinaria. De
hecho, todo el tiempo aparecen en el mercado medicamentos nuevos y
aparentemente revolucionarios, pero en realidad se diferencian poco o nada
de los que ya existen. Es cierto que (según las estadísticas más recientes)
nuestros perros y gatos viven más tiempo de media, pero se enferman antes
y se quedan enfermos más tiempo.
Desde mi infancia mi familia siempre ha tenido gatos y perros, pero no

recuerdo que ni siquiera uno de estos animales padeciera una enfermedad
crónica. Sobre todo los perros, en su momento vivieron más de quince años
y sin enfermedades. Los gatos (teníamos un tío que tenía una granja grande)
murieron muy temprano en un accidente o sucumbieron a
epidemias que se repetían periódicamente o se hacían muy antiguas. Casi

no había enfermedades metabólicas, como diabetes, enfermedad de
Cushing e incluso enfermedades articulares crónicas. Es aterrador ver
cuánto han aumentado estas enfermedades crónicas en los últimos
veinte años. Los críticos ahora volverán a objetar: antes casi no existían
métodos y pruebas para detectar la existencia de ciertas enfermedades.
Eso es cierto, por supuesto, solo que antes no eran necesarios.
Sólo después del enorme aumento de casos de enfermedad se refinaron
las pruebas, porque antes no había necesidad de métodos de investigación
cada vez más complejos. Ahora hemos llegado al punto de que ciertas
patologías simplemente se inventan para luego poder vender los
medicamentos adecuados. Cuando, recientemente, me topé con una
revista especializada para veterinarios ("Vet-Journal", la revista para
veterinarios austriacos, número 5 de 2010), no podía creer lo que veía:
"disfunción cognitiva", así se llama una nueva enfermedad. “Disfunción
cognitiva” simplemente significa que nuestras mascotas están envejeciendo
y por lo tanto física y mentalmente ya no son tan ágiles y lúcidas como
cuando eran jóvenes o adultas. Ahora, incluso para nuestros perros y
gatos, el envejecimiento se ha convertido en una enfermedad que debe tomarse en ser
Esta grave enfermedad fue descubierta, y como no podía ser de otra
manera, por una de las empresas más famosas de la industria de los
piensos, ¡Nestlé Purina! La compañía afirma que ha descubierto en las
pruebas que es beneficioso agregar "ácidos grasos de cadena media" a la
comida de un perro a lo largo de los años. Esto detendría el proceso de
envejecimiento del cerebro. A partir del séptimo año de vida los perros
deben tomar este aditivo alimentario. Por supuesto, la empresa también
ya suministra el pienso adecuado. Se llama Antiedad.
Cita del artículo.
En numerosas pruebas cognitivas (es decir, pruebas de orientación,

pruebas de autopresencia en relación con el espacio y pruebas de
curiosidad) realizadas por Nestlé Purina, se ha demostrado que los
perros alimentados con MCFA (ácidos grasos de cadena media)
tienen una mejora notable de los siguientes parámetros: 1. Memoria
y grado en interacción; 2. Capacidad de adaptación y superación de nuevos
situaciones; 3. Duración de la concentración y vivacidad. Si bien esto aún

debe ser confirmado por estudios adicionales, definitivamente es posible
que una dieta que contenga MCFA también tenga efectos positivos en
perros con deterioro cognitivo leve a moderado. Una dieta con Anti-Age ha
demostrado ser una posibilidad eficaz de retrasar la aparición de los efectos
cognitivos debidos al proceso de envejecimiento y de influir por completo
en la calidad de vida, no solo de los perros, sino también de sus dueños.
Pro Plan Senior 7 y Original con Anti-Age representan la solución nutricional
para todos sus pacientes a lo largo de los años.
¿Hay realmente compañeros que creen en ello? Aparentemente sí. De lo

contrario no existiría ni este artículo ni el producto. Para muchas personas , el
antienvejecimiento es un concepto muy conocido, entonces, ¿por qué no
aprovecharlo al máximo con los productos adecuados, incluso en el caso de las
mascotas? Lo que más me impresionó es el hecho de que los veterinarios se
dejan engañar con esa idiotez y luego se convierten verdaderamente en los
títeres de las grandes industrias. Las ganancias en este caso parecen ser
realmente el primer pensamiento. Por favor, sin embargo, los veterinarios estamos
en las trincheras y somos nosotros los que debemos evitar seguir promoviendo
semejante tontería. Y debemos, en consecuencia, informar adecuadamente a los
pacientes propietarios, haciéndoles conscientes a los consumidores sobre el
bienestar y las enfermedades de sus mascotas.
Así como sucede en la medicina humana, donde las pruebas y estudios
farmacológicos son realizados por las propias compañías farmacéuticas y por lo
tanto, por regla general, pueden ser (y son) manipulados según las necesidades,
también las pruebas de las industrias de piensos, que naturalmente pretenden
vender sus alimentos, deben tomarse con las debidas precauciones. Nestlé
Purina, que introdujo en el mercado el producto Anti-Aging, descubrió entre otras
cosas, tras investigaciones aparentemente complicadas, que «gracias a
intervenciones en la nutrición, como la limitación de calorías, es posible alargar la
vida de los perros uno o dos años". ¿Se necesitan ahora pruebas para explicar
una vez más “científicamente” hechos que ya son evidentes? Aparentemente, el
sano sentido común se ha perdido por completo aquí, o más bien se ha ignorado.
completamente la existencia de consumidores conscientes y veterinarios que

tienen una actitud crítica.
¿Somos los veterinarios (y el artículo citado anteriormente fue publicado en una
revista seria de medicina veterinaria de todos modos) realmente tan fáciles de
manipular y tomamos esas tonterías como reales y necesarias para ponernos los
pelos de punta? Evidentemente sí, porque donde no existe la necesidad, tampoco
existe el producto. Independientemente de que el tan elogiado pienso Nestlé
Purina no sea adecuado para estos animales, quieren convencernos a los
veterinarios de que es necesario que un perro envejecido obtenga aún más
aditivos como estos ácidos grasos de cadena media. De esta manera, se le
asigna un valor a un producto superfluo.
Probablemente los propios fabricantes sean conscientes de la mala calidad de
sus productos, de lo contrario no tendrían que crear constantemente nuevos
aditivos para mejorarlos.
Volvamos a las enfermedades crónicas que muchas veces se hacen en casa: a
cambio de una mejora temporal de los síntomas de la enfermedad, aceptamos a
sabiendas daños colaterales duraderos. Los antibióticos y la cortisona a menudo
ayudan rápidamente, sin duda. Sobre todo en el caso de los picores, la eficacia
de la cortisona ya se demuestra al día siguiente de tomarla. En administraciones
a largo plazo, sin embargo, el efecto se debilita o desaparece por completo. Los
efectos secundarios de los antibióticos, además de la destrucción de una flora
intestinal natural, no son tan graves como en el caso de otros medicamentos,
pero incluso en este caso pueden surgir alergias. La urticaria (donde el cabello se
eriza como las cerdas de un cepillo) es probablemente la reacción alérgica más
común. Sin embargo, también pueden ocurrir asma, hinchazón dolorosa en la
cabeza y shock anafiláctico fatal. En el caso de los antibióticos también es
importante mencionar el desarrollo de resistencia que aparece precisamente con
el uso descontrolado, es decir, los agentes etiológicos ya no se matan porque se
han acostumbrado a la droga. La resistencia se está extendiendo cada vez más y
se necesitan más y más antibióticos para lograr el efecto deseado. Este problema
también es de los caseros, porque sólo con un uso continuado y absolutamente
exagerado de antibióticos se pueden desarrollar resistencias tan rápidamente.
Llegamos a la cortisona: todo el mundo ha oído hablar de ella, nadie la quiere

realmente y, sin embargo, es una de las drogas más queridas y prescritas por
veterinarios Como ya se mencionó anteriormente, se suele usar junto con un

antibiótico para cada animal enfermo. Últimamente se reemplaza voluntariamente
por un analgésico (los llamados AINE, medicamentos antiinflamatorios no
esteroideos); sin embargo, ellos también tienen efectos secundarios. La cortisona
tiene, con razón, la mala reputación de causar numerosos efectos secundarios no
deseados: sin embargo, los preparados de cortisona con los principios activos
dexametasona, prednisolona y cortisol son obviamente fármacos que actúan muy
rápidamente y, si se usan bien y sobre todo durante poco tiempo, se toleran muy bien.
El cortisol es una hormona muy importante en el cuerpo y es producida por las
glándulas suprarrenales. Sin cortisol, ni nosotros ni nuestros perros y gatos
podríamos vivir. Actúa sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y
proteínas y ayuda al organismo a combatir el estrés. La función de las glándulas
suprarrenales está regulada por la glándula pituitaria, una glándula endocrina ubicada
en la base del cráneo. Si no hay suficiente cortisol en la sangre, la hipófisis produce
sustancias que estimulan las glándulas suprarrenales para que produzcan más
cortisol. Si, por el contrario, hay demasiado cortisol en la sangre, se instruye a las
glándulas suprarrenales para que reduzcan o reprogramen su producción. Si esta
interacción se ve perturbada, por ejemplo por un tumor que produce cortisol en las
propias glándulas suprarrenales, por un tumor en la hipófisis o por una ingesta
excesiva de cortisol externo (dado o prescrito por el veterinario), surgen otras
patologías.
Este delicado equilibrio de actividades bioquímicas debe ser respaldado y no
destruido ni desincronizado con un martillo. Sin embargo, solo en casos muy raros
se usa la cortisona sabiamente. Por el contrario, cada vez con más frecuencia se
elige inmediatamente como primer y único medio ante la aparición de picor, ante la
menor alteración de la piel o ante la menor molestia.
Debido a que, esta es la creencia aparente de los veterinarios, tiene que funcionar
rápidamente, el propietario puede sentirse descontento si el éxito no es inmediato.
Todos los pacientes alérgicos que he conocido, y que a menudo tienen un calvario
de varios años detrás de ellos, han sido tratados durante largos períodos con
cortisona. Cuando consideramos cómo y qué se enseña a los estudiantes de
veterinaria, esto no es sorprendente. Incluso en los libros de texto escolares de
medicina, las terapias en caso de alergias se limitan esencialmente a la administración
de antibióticos y cortisona.
Los efectos secundarios no deseados se aceptan conscientemente y sin

críticas. Estos aparecen especialmente si los medicamentos se toman durante
un largo período de tiempo (durante varias semanas). La cortisona funciona
como un inmunosupresor, es decir, puede promover infecciones. Una vez que
ha aparecido el aumento de peso, la pérdida de pelaje o el tono muscular, si el
perro no puede mantenerse alejado del tazón de agua y bebe grandes
cantidades durante el día, si ahora solo está acostado y jadeando, entonces es
demasiado tarde. En este punto solo pueden ayudar los fármacos de por vida,
para ofrecerle al perro una supervivencia más o menos llevadera, pero todo esto
ya no tiene mucho que ver con la calidad de vida de un perro o gato sano.
La hembra dachshund Ireen es un caso muy triste. Esterilizada temprano,
debido a sus constantes erupciones en la piel y picazón, debería haber
permanecido en terapia con prednisolona para siempre. Ireen parecía un cerdo
rosado, gordo y bien alimentado. Su barriga colgaba casi hasta el suelo, sus
escasos pelos se podían contar casi uno a uno y su piel era tan fina como un
pañuelo de papel, bebía como un camello y siempre estaba aletargada. Su
cuadro clínico era lapidario: síndrome de Cushing iatrogénico. En otras palabras:
un trastorno hormonal que surgió como resultado de errores médicos. La
enfermedad de Cushing es una enfermedad que resulta de una disfunción de la
glándula pituitaria. El resultado es una sobreproducción de ACTH (hormona del estrés).
La enfermedad de Cushing obviamente también puede surgir por enfermedades
como los tumores, pero es posible demostrar, a raíz de su aparición, cuántas
patologías tienen un origen iatrogénico; sin embargo, no le conviene al médico
que los hizo admitir un error en este caso. Y así los dueños de animales ya tan
probados nunca sabrán la verdad y deberán tratar de ofrecer a sus protegidos,
privados de una calidad de vida ni remotamente normal, una existencia más o
menos aceptable. La verdad es que cada enfermedad inducida artificialmente
es una enfermedad de más.
Mediante terapias de cortisona con una dosis demasiado alta o de una

duración demasiado prolongada, nuestros perros y gatos también pueden
volverse diabéticos (ver Capítulo 7 al respecto).
Con similar ingenio procedemos en la prescripción de analgésicos. Después
de una cirugía o un dolor agudo, es legítimo recurrir a los medicamentos
adecuados, pero ahora casi para todas las molestias recurrimos a los llamados
AINE, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. La industria
la farmacéutica demuestra en este caso tener una enorme inventiva, pues

recomienda su uso para cada "nada". Esto se aplica, por ejemplo, a la pasividad,
el cansancio, si los gatos están de mal humor o no se mantienen limpios, incluso
en estos casos, entre los diversos medicamentos, se elige primero un analgésico
común. Naturalmente, no se menciona el hecho de que estos AINE, si se toman
durante períodos prolongados, pueden causar efectos secundarios graves
(riñones, tracto gastrointestinal, etc.). Después de todo, de esta manera
producimos nuevos animales que necesitan medicamentos y, en consecuencia,
dueños que los paguen.
Y si el paciente "ahora está aquí en nuestra oficina", obviamente también se le
pueden recetar muchos otros medicamentos "necesarios", como desparasitantes
o antipulgas, por ejemplo.
Y así también llegamos al siguiente tema: los tratamientos profilácticos.
De acuerdo con los consejos de la industria farmacéutica (por ejemplo , Welpan
de Bayer ), la desparasitación de los cachorros debe comenzar a las dos semanas
de edad y debe repetirse cada catorce días. Los perros jóvenes (a partir de los
tres meses de edad aproximadamente) deben desparasitarse cada dos o tres
meses y los perros adultos tres o cuatro veces al año (p. ej., con Flubenol de
Janssen) a partir del año de edad. Para los gatitos, el consejo no cambia salvo
que los gatos que pueden salir a la calle deben ser desparasitados aún con más
frecuencia. Si sigues las instrucciones del prospecto, un perro adulto, si llega a
los quince años, llega a ser desparasitado unas 66 veces. No podemos ni
queremos imaginar la cantidad de productos químicos que bombeamos a nuestros
perros y gatos de esta manera durante su vida.
¿Qué significa la desparasitación química para un animal individual? Dado que

los gusanos en el intestino son envenenados y eliminados por un fármaco
antiparasitario convencional, el veneno (una neurotoxina) también es reabsorbido
por el perro o el gato y sobrecarga gravemente el hígado y los riñones, órganos
responsables de la desintoxicación. Esta sobrecarga continua no solo daña los
propios órganos sino que también aumenta la susceptibilidad a las alergias. En el
consultorio de mi médico he visto numerosos casos en los que estas constantes
"bombas de gusanos" han inducido alergias. Literalmente, presiono a los dueños
de perros y gatos alérgicos para que mantengan a sus mascotas alejadas de
cualquier veneno, sin importar la forma que adopte.
De hecho, entre las consecuencias de la desparasitación continua se

encuentran la destrucción de la flora bacteriana intestinal natural y la diarrea
crónica. Como resultado de estos problemas, los intestinos son cada vez más
propensos a nuevas infestaciones de gusanos. Si la flora bacteriana intestinal
está sana, las lombrices tienen pocas posibilidades de convertirse en un
problema grave para el animal infestado, esto quiere decir que una flora
bacteriana intestinal sana es capaz de contrarrestar por sí sola una pequeña
infestación de lombrices y estas son incapaces de reproducirse. sin control En
la naturaleza, los lobos y los gatos salvajes buscan instintivamente ciertos
tubérculos, hierbas y extractos de plantas que limpian los intestinos de gusanos
y así eliminarlos de forma natural. Nuestras mascotas obviamente no pueden
hacer eso. Sin embargo, puede comprar estas preparaciones a base de hierbas
que simplemente puede mezclar con la comida o meterse en la boca: a diferencia
de las píldoras, es mucho más fácil de lo que piensa. Estos tratamientos deben
realizarse de forma periódica, dos o tres veces al año, y pueden ser una
alternativa natural y muy eficaz a la desparasitación farmacológica.
Si alimentas a tu perro o gato de forma natural, es decir, si posibilitas que
consuma carne de forma habitual, seguirá teniendo muchos menos problemas
de lombrices que un animal alimentado exclusivamente con comida industrial.
Las bacterias de la flora intestinal de un animal alimentado con carne cruda son
mucho más agresivas que las de un perro o gato alimentado con platos
preparados. En este caso, los gusanos tienen a priori pocas posibilidades de
"volverse sedentarios". Y los propietarios que quieren asegurarse de que sus
mascotas estén libres de gusanos pueden estar aún más tranquilos al realizar
un control de heces simple y económico de manera regular y económica. Así se
pueden ahorrar muchos fármacos y los animales no tienen que sufrir grandes
esfuerzos. Me atrevo a dudar, sin embargo, que esto corresponda a los deseos
de muchos veterinarios, considerando que ganan tanto dinero con la venta de
medicamentos antiparasitarios. Al fin y al cabo, una pastilla antiparasitaria para
un perro de unos diez kilos se vende por 6,50 euros. Calculando unas 50-60
desparasitaciones a lo largo de la vida de un perro, esto da como resultado
357,50 euros y solo por las pastillas antiparasitarias, que tanto cansan el
organismo. Si el perro pesa más de diez kilos, obviamente todo costará más.
Con el fin de vender tantos antiparasitarios como sea posible, la industria

farmacéutica tuvo una idea brillante para garantizar que
administrados a perros y gatos fácilmente y sin problemas: ¡antiparasitarios

con adición de aromas! De esta manera, ya no tendrá que luchar mucho
para que sus perros y gatos tomen pesticidas. Y recurrimos de buena gana
a lo que es fácil de suponer.
Del mismo modo, las personas son irresponsables con los medicamentos
contra pulgas y garrapatas. Ahora consideremos una preparación común:
Frontline Spot-on. El medicamento se aplica a la piel y actúa sistémicamente,
es decir, pasa a través del cuerpo. El agente terapéutico activo es fipronil
268 miligramos y como excipientes se encuentran E320 y E321. E321 y
E320 (BHT y BHA) son antioxidantes artificiales, químicamente relacionados
con el fenol, desinfectante y protector de la madera. En animales y en
experimentos de probeta se ha observado que el E320, tomado en grandes
cantidades, altera la herencia genética, especialmente en las células del
tracto gastrointestinal. Los estudios en animales a largo plazo han demostrado
que el E320 y el E321 son cancerígenos cuando se ingieren en grandes
cantidades y causan tumores de estómago e hígado en ratones. Por cierto,
Royal Canin también utiliza estos conservantes en la alimentación animal. El
fipronil es una neurotoxina que actúa sobre el sistema nervioso central de
los insectos y provoca su muerte. Evidentemente estas toxinas van no sólo
a la sangre de los insectos a eliminar, sino también a la de las mascotas
tratadas.
En el prospecto bajo efectos secundarios leemos: "Después del uso, muy
raramente se han producido casos sospechosos de intolerancias como
reacciones cutáneas en el punto de aplicación (decoloración de la piel,
pérdida de cabello local, picor, enrojecimiento) y picor y pérdida de cabello
generalizada. . Excepcionalmente se han observado salivación, fenómenos
nerviosos reversibles, como hipersensibilidad, depresión, síntomas nerviosos,
vómitos y problemas respiratorios. Al igual que con todos los medicamentos
no utilizados, también se deben tomar precauciones especiales al desechar
el fipronil porque si termina en el agua puede dañar los organismos vivos.
Por este motivo, los estanques, aguas y arroyos no pueden contaminarse ni
con el producto ni con sus envases vacíos.
¿No es suficiente esta información? No te preocupes, continúa: «Este
fármaco puede causar irritación en las mucosas y los ojos. Por esta razón,
se debe evitar todo contacto con la boca y los ojos. Los animales tratados
recientemente no deben dormir en estrecho contacto con sus dueños, p.
especialmente con los niños. Durante la aplicación no fume, beba ni coma».

¿Quién exige tanto de su mascota o de sí mismo?
Ciertamente se debe combatir una infestación de pulgas, pero existen excelentes
medios biológicos para hacerlo. Sólo en casos realmente excepcionales, es decir,
cuando la plaga de pulgas es tan invasiva que el propietario ya no puede
controlarla, se deben utilizar fármacos tan tóxicos y agresivos. En casos normales,
las pulverizaciones con aceites esenciales son suficientes. También en este caso
se aplica lo mismo que para las lombrices: en un animal alimentado de forma
sana, incluso una infestación de pulgas no adquiere dimensiones preocupantes
como sucede en perros y gatos alimentados con alimentos industriales. En los
animales alimentados de forma natural, el sistema inmunológico simplemente está
más intacto y puede defenderse mejor, especialmente contra las picaduras de pulgas.
Sin embargo, en la mayoría de las prácticas veterinarias , Frontline y similares
obviamente se ven afectados. Sin advertencia ni consejo sobre alternativas, estos
medicamentos altamente tóxicos se venden caros a los crédulos propietarios de
pacientes. Los posibles efectos secundarios que podrían derivarse de su uso no
se mencionan ni en las prácticas veterinarias ni en las farmacias, que no podrían
simplemente vender estos medicamentos para los que existe la obligación de
tener receta médica. Sin embargo, los efectos secundarios aparecen con más
frecuencia de lo imaginado. Además, para el tratamiento y prevención se
recomienda aplicar el preparado mensualmente. Por lo tanto, la cantidad de
toxinas que nuestros pacientes se encuentran teniendo que volver a trabajar sin
poder resistir es, en consecuencia, grande.
Realmente no somos capaces de evaluar qué consecuencias tiene este uso
prolongado en la salud de nuestros pacientes. En la mayoría de los casos, una
sola aplicación en el peor período de garrapatas permanece sin consecuencias.
Sin embargo, si las toxinas se administran constantemente, se acumulan con el
tiempo y provocan daños permanentes, que ningún veterinario querrá o podrá
relacionar con los medicamentos que se toman.
Bastantes casos de aparición repentina de epilepsia, así como picazón constante

e inexplicable, son atribuibles al uso de estos medicamentos.
Numerosos casos similares han llegado a mi oficina. En este sentido, recuerdo
especialmente el cuadro clínico del gato Jimmy, ya que nació de una camada de
mi gata. Jimmy tenía dos años y estaba constantemente infestado de pulgas. Por
esto fue tratado regularmente con preparaciones
específico. De repente tuvo ataques epilépticos: comenzó con salivación

excesiva, luego estuvo temblando y finalmente tuvo calambres en todo el
cuerpo. Jimmy fue llevado al veterinario y le recetaron medicamentos
anticonvulsivos. Tanto el dueño como Jimmy estaban contentos con esta
solución, solo que el dueño no accedió a darle a su gato drogas de por vida que
lo volvían indiferente y apático. El Sr. B., el dueño de Jimmy, quiso saber más
y fue a un neurólogo. Los neurólogos, por supuesto, aprecian mucho a estos
pacientes, pueden venderles resonancias magnéticas costosas o tomografías
computarizadas igualmente costosas. Ante la sospecha de un tumor, el gato
fue anestesiado y preparado para una resonancia magnética. Por supuesto, no
se encontraron tumores en un gato de dos años y no se pudo encontrar la
causa de los ataques. Incluso después de esta prueba costosa y aparentemente
inútil, la única opción eran los medicamentos para la epilepsia. Se aconsejó al
Sr. B. que siguiera tomando las pastillas. Y sabía tanto al respecto como antes.
Solo después de unas semanas me enteré de esta historia, cuando el Sr. B.,
desesperado, simplemente me llamó por teléfono para contarme todo.
Le pregunté qué medicinas, desparasitantes y repelentes de insectos le

habían dado antes de los ataques y me confesó que le aplicaba a su gato un
antiparasitario específico en ampollas todos los meses.
Suspendimos todo inmediatamente: fuera la desparasitación, fuera los pesticidas
y hemos excluido los antiepilépticos. Jimmy no ha tenido convulsiones desde
entonces, incluso sin las pastillas para la epilepsia.
¡Al evitar esas drogas tóxicas, podemos eliminar mucho sufrimiento en poco
tiempo! Solo que nadie piensa en ello. La epilepsia, una enfermedad cada vez
más diagnosticada en perros y gatos, es el resultado de absurdas bombas
químicas.
Si pensamos en la cantidad de neurotoxinas a las que exponemos a nuestras
mascotas al administrarles medicamentos antiparasitarios mensuales y
someterlas a continuas desparasitaciones, no debería sorprendernos que
enfermedades como las alergias, la epilepsia y el daño cerebral aumenten cada vez más.
A continuación se muestra el informe del dueño de un perro que conoce el
problema.
«Tengo un bichón macho pequeño a la poil frisé que ahora tiene una
fuerte alergia a Frontline (pero también a Exspot). El primer año
cuando usamos Frontline, el día de la aplicación y también los dos
días siguientes noté inmediatamente que el perro estaba cansado y
los ojos se veían vidriosos (como si tuviera fiebre). También hemos
observado siempre los mismos síntomas después de la vacunación
anual. El segundo año pasé a Exspot. Como resultado, teníamos los
mismos síntomas. El tercer año compré Frontline una vez y Exspot
una vez . Aproximadamente dos semanas después de aplicar la
tercera o cuarta dosis de la temporada actual, mi amorcito se cayó
(similar a la epilepsia). El "buen" veterinario al que fuimos en ese
momento diagnosticó un agrandamiento del corazón y mi perro ha
estado tomando medicamentos para el corazón y pastillas diuréticas
durante más de un año. Los ataques se mantuvieron y se hicieron
aún más fuertes (pero también continué usando el medicamento
contra las garrapatas). El nuevo veterinario al que acudí entonces no
encontró anomalías en el corazón y nos envió a un especialista: nos
hizo un ecocardiograma y realizó el programa de chequeo completo…
Resultado: el corazón estaba muy sano.
Antes de acudir a este especialista, había empezado a llevar un
diario, para identificar los desencadenantes de los ataques y poder
comparar los datos. Al hacerlo, me di cuenta de que todos los ataques,
sin excepción, siempre se habían producido junto con la aplicación de
la medicación antigarrapatas (el inicio siempre se producía una o dos
semanas después). Al día siguiente de la siguiente dosis, mi perro
volvió a tener convulsiones. Así que fui al veterinario, le comenté mis
sospechas, le inyectó un antídoto, nunca más volví a usar este
medicamento y mi perro no ha tenido un solo ataque desde entonces
(2 años y medio). Para mí, esta es la mejor prueba de que las
neurotoxinas no deben usarse en perros.
La terrible experiencia de muchos perros y gatos y sus dueños es terrible

y llenaría muchos libros. A veces, estas dolorosas historias se prolongan a
lo largo de la vida de un animal. Muchos de ellos nunca se recuperan y
quedan como pacientes crónicos, cuya supervivencia está garantizada de forma
artificial. Los veterinarios y las industrias farmacéuticas están muy contentos,

por supuesto.
Por último, quiero mencionar las llamadas "inyecciones tónicas" utilizadas
por muchos veterinarios. En su mayoría, se hacen "solo para hacer algo",
cuando no se les ocurre nada más. Y el dueño siempre está bien dispuesto,
se le pintan como una intervención positiva. Después de todo, el dueño de un
perro o un gato puede estar convencido de todo cuando está preocupado por
su protegido. Detrás de estas inyecciones de tónicos se esconden preparados
vitamínicos, cortisona u otras sustancias que se supone que ponen en marcha
el sistema inmunitario, casi siempre causalmente injustificadas. Es evidente
que cada fármaco, si se toma para la patología específica, tiene su propia motivación.
Pero si no tienes ninguna enfermedad, si no tienes una deficiencia vitamínica
muy rara (!), entonces estos medicamentos son inútiles e incluso pueden ser
dañinos. Sobre todo, con vitaminas sintéticas es posible influir negativa y
masivamente en los procesos metabólicos. Las vitaminas sintéticas se
producen, como su propio nombre lo dice, de forma sintética, es decir, artificial,
y esto por medio de bacterias manipuladas genéticamente. En ningún caso
son capaces de sustituir a las vitaminas naturales.
Por lo tanto, las vitaminas tomadas a la ligera no son tan inofensivas como
generalmente se cree. Así que la opinión generalizada de que "las vitaminas
son inútiles, no ayudan pero tampoco hacen daño" es errónea; en realidad
causas más daño del que crees.
Luego están los cuadros clínicos específicos que hoy vuelven a ser el centro
de atención. Así que ahora se dice que casi uno de cada cuatro gatos mayores
de trece años sufre de hiperfunción tiroidea. La hiperfunción tiroidea es, por
tanto, una patología que se diagnostica cada vez con mayor frecuencia en
gatos mayores. Con sus hormonas, la tiroides regula muchos procesos
metabólicos. En el caso de una hiperfunción, en su mayoría causada por un
tumor, esto conduce a un aumento de estos procesos metabólicos. El gato
afectado está inquieto, muestra pérdida de peso a pesar de un aumento del
apetito, a veces acompañado de diarrea y vómitos, así como diversos cambios
en la piel.
Debido a la aparición aparentemente cada vez más frecuente de esta
patología, se ha llevado a cabo una amplia investigación. Resultó que en los
gatos alimentados con comida enlatada, el riesgo de enfermarse era tres veces mayor.
Se consideraron como agentes etiológicos los fitoestrógenos vegetales contenidos

en los aditivos a base de soja, el mercurio y otras contaminaciones orgánicas, y
finalmente las concentraciones variables de yodo, medidas en las formaciones de
bisfenol A utilizadas para los recubrimientos de las latas.
Este es un aspecto relevante desde el punto de vista de la salud, ya que si bien es
cierto que los productos finales poliméricos son biológicamente inertes, en
determinadas circunstancias, sin embargo, el reactivo BPA puede desprenderse de
ellos y por tanto pueden producirse daños a la salud («Vet Journal», número 5 de
2010, Dr. Florian Zeugswetter).
El bisfenol A es un material similar al estrógeno y se utiliza en la industria química
para producir materiales sintéticos especiales bajo el nombre de pinturas a base de
policarbonato o resina epoxi. El policarbonato es un tipo de plástico muy versátil y
fácil de trabajar, presente en muchos productos de nuestra vida diaria. El bisfenol A,
por ejemplo, se encuentra en envoltorios de plástico para alimentos, pero también en
biberones o cubiertos de plástico. Además, también se encuentra en latas de
alimentos en conserva como un revestimiento interno de resina epoxi.
Ha habido mucha discusión últimamente. Según la BUND (Asociación Alemana

para la Protección del Medio Ambiente y la Naturaleza), el bisfenol A puede dañar el
cerebro en desarrollo de fetos, bebés y niños pequeños. Los estudios más recientes
atestiguan una relación en adultos entre niveles elevados de esta sustancia en
sangre y daño hepático, diabetes y cardiopatías. El año pasado la industria química
produjo alrededor de 410 millones de toneladas de bisfenol A. Este es un mercado
de alrededor de tres mil millones de euros a pesar de los efectos nocivos conocidos.
Sin embargo, el punto discutible es: ¿a partir de qué dosis se pueden producir daños
para la salud y sobre la base de qué parámetros se deben establecer los valores
límite? ¿Apostamos a que los valores límite se fijan según criterios mucho más
polifacéticos que los de la salud humana y animal?
Sin embargo, incluso si se reducen estos valores, todavía no hay garantía de que
no se produzcan daños. En última instancia, se sabe muy poco sobre los efectos
acumulativos de esta y otras sustancias tóxicas. Todavía no está claro hasta qué
punto logran acumularse en el cuerpo cuando se toman cantidades constantes,
aunque mínimas. Sin embargo, ya se sabe que el bisfenol A puede actuar en el
cuerpo humano como una hormona y sobre todo i
los bebés y los niños pequeños corren un gran peligro al tomar este
sustancia.
Debe reflejarse en el hecho de que, según las estimaciones, uno de cada cuatro
gatos mayores de trece años está enfermo de la glándula tiroides. En este caso
seguramente no será sólo el bisfenol A el causante; de hecho, no se deben olvidar
otros elementos, como los aditivos a base de soja que contienen estrógenos y otros
productos químicos, que se pueden encontrar por ejemplo en los insecticidas.
Solo el organismo de los gatos reacciona de manera extremadamente sensible a
las sustancias tóxicas. Con base en lo anterior, uno puede fácilmente imaginar cómo
una ingesta continua de sustancias que contienen hormonas durante años puede ser
desastrosa para la salud de nuestros amigos de cuatro patas. El enorme aumento de
casos de hiperfunción tiroidea debería hacernos pensar.
De mi experiencia puedo concluir: ¡hacer menos a menudo produce más!
7. Infección del intestino grueso causada por antibióticos.

8. El Dr. Martin Schneidereit falleció en septiembre de 2013, luego de la publicación de la edición
alemana de este libro [Nota del editor].
CAPÍTULO 7
Mira, un barril
a cuatro patas
Cuestionables dietas hipocalóricas y alimentos
para la diabetes
enta, una mestiza, tiene seis años cuando la veo por primera vez en
S mi estudio. Es el ejemplo perfecto de lo que se entiende por perro

obeso. Pesa casi 60 libras y es tan alta como un cocker spaniel.
Con sus patas relativamente cortas y su cabeza pequeña y puntiaguda,
recuerda más a un barril que a un perro. Camina como un pato y cada paso
le causa dolor. Barre todo lo que encuentra como una aspiradora. Además
de su comida seca "habitual", también come los llamados snacks para
perros , bombas calóricas con una enorme cantidad de azúcar para potenciar
el sabor. En una familia numerosa, y este es el caso de la familia D., todos
cuidan al perro y se aseguran de que no pase hambre.
Senta se mueve muy poco. Al crecer en un departamento en una gran
ciudad sin jardín, para sus paseos al baño solo es posible con una correa,
por lo tanto, no tiene posibilidad de moverse libremente, lo que contribuye a
su sobrepeso. La familia D. acudió a mí porque Senta se niega a tomar,
además de la comida dietética cara, también las píldoras dietéticas que el
veterinario le ha recetado como "esenciales". Estas pastillas para adelgazar,
que se llaman Slentrol, por un lado se supone que aumentan la sensación
natural de saciedad y por otro lado reducen la absorción de grasas
contenidas en los alimentos. Desde la edad de 1 año, el veterinario le dio
regularmente medicamentos Senta para bloquear el estro, a la edad de
cinco años era diabética y desde entonces ha estado tomando insulina todos
los días. La familia D. ahora se avergüenza de ir por la calle con Senta. Los
transeúntes continuamente se dirigen a ellos de manera despectiva debido
a la obesidad del animal. Dado que las caminatas largas ya no son posibles
de todos modos, ahora la salida del perro se limita a un par de minutos de
aire fresco en la oscuridad de la tarde o temprano en la mañana. Senta pasa el resto del d
roncando en el sofá o en su caseta de perro. Para un perro de seis años, no

tan viejo entonces, no es realmente una vida deseable.
Senta sufre de diabetes secundaria, llamada así porque es solo un síntoma
de otra enfermedad subyacente. En el caso de esta perra, el principal motivo
es sin duda el sobrepeso, pero las inyecciones periódicas contra el celo
también tienen efecto. Estos contienen progesterona y pueden causar diabetes.
La familia D. maneja bien la diabetes de Senta y no es un problema para ellos
ponerle la inyección todos los días. Sin embargo, todos los miembros de la
familia coinciden en que el perro no lleva una buena vida, sino una vida sana.
Evidentemente se intentó hacerla adelgazar con alimentos dietéticos caros,
incluso bajo control veterinario. El éxito, sin embargo, es siempre muy limitado,
porque con esos alimentos el perro desarrolla un apetito aún mayor que con
su comida industrial "normal". No es de extrañar; si uno examina críticamente
los alimentos dietéticos de esa gran industria, inmediatamente se da cuenta
de que la "celulosa de madera" ocupa el primer lugar entre los ingredientes.
De Wikipedia: «La celulosa leñosa (del latín lignum, madera/árbol) forma las
paredes celulares de las plantas leñosas y les sirve, durante el proceso de
lignificación, como soporte de la estructura en la que se almacena
posteriormente la lignina». La celulosa de madera, por lo tanto, no es más que
un concentrado de fibras de madera en bruto que consiguen hincharse
enormemente, modificando así el volumen del alimento y provocando así una
rápida saciedad mecánicamente determinada. Por supuesto, un cierto
contenido de fibra cruda en los alimentos es importante; sin embargo, el hecho
de que estén en primer lugar nos hace reflexionar. Porque la madera no nos
da de comer y en consecuencia al perro le da hambre de lobo.
En segundo lugar se encuentran las ya mencionadas proteínas avícolas.
La diferencia entre la proteína de ave y la proteína de carne de pollo, que en
realidad contiene carne, es que la primera contiene prácticamente todos los
desechos de ave. Las proteínas de aves de corral, por ejemplo, también se
pueden hacer solo con plumas y, en consecuencia, contienen solo proteínas
muy pobres. Un perro con sobrepeso necesita proteínas nobles, si faltan, se
desarrollan más enfermedades. Mediante la alimentación con estos peligrosos
productos ligeros provocamos patologías secundarias como problemas
hepáticos y renales.
¿Y qué contienen todavía los alimentos dietéticos industriales? En tercer

lugar en la lista de ingredientes se lee: gluten de trigo. Es un subproducto de
los almidones de trigo y el gluten. El gluten constituye aproximadamente el
80% de las proteínas contenidas en el trigo. El salvado de trigo, por su parte,
está formado por los tegumentos externos de las semillas de cereales y en la
dieta integral del ser humano se utiliza por su aporte de fibras integrales
(muesli, crackers, etc.). «El gluten se utiliza en todas partes en la cría de
cerdos. El producto complementa perfectamente las raciones alimenticias de
lechones y cerdos de matadero o reproductores. De esta manera comen una
ración con una gran concentración de energía. El producto es apetecible y
abarata los costes de alimentación»9 .
El gluten, por tanto, aporta proteínas vegetales. Sin embargo, los perros y,
en mayor medida, los gatos, solo pueden utilizar proteínas vegetales de forma
limitada. Con estos alimentos perros y gatos se transforman en herbívoros. De
esta manera, las complicaciones patológicas se programan con demasiada
perfección. En la lista de ingredientes aparece a continuación la "tapioca", un
almidón de sabor neutro (extraído de la raíz de la yuca) que aporta hidratos de
carbono y que, con su gelatinización durante la elaboración, evita que las
partes se descompongan de nuevo tras el enfriamiento.Nuevo en sus
elementos esenciales . También en este caso, por lo tanto, no hay rastros de
proteína animal. Para encontrarlos, debe ir directamente al final de la lista de
ingredientes, sin especificar qué proteínas son.
Dado que los ingredientes deben indicarse en la etiqueta en orden descendente
en función de su cantidad, ¡uno puede imaginar cuántas proteínas animales
nobles contienen estos alimentos! Los tipos de alimentos ligeros, por lo tanto,
contienen esencialmente "rellenos" pobres.
A pesar de la comida dietética, Senta está aumentando de peso cada vez
más. Trata de calmar su hambre saqueando lo que encuentra: ningún cubo de
basura, ningún montón de basura está a salvo con ella, también roba todo lo
que encuentra en la mesa. También ha desarrollado habilidades insospechadas:
en la casa de la familia D. sucede a menudo que el asado o la torta de los
domingos simplemente desaparece, aunque esté colocado en lo alto del
aparador. Durante sus caminatas, ahora cada vez más raras, encuentra todo
lo que de alguna manera es comestible. El veterinario que lo atiende reduce
cada vez más la cantidad de comida lista para comer, pero no ayuda mucho. Algunas veces
Senta pierde un par de onzas de peso, pero la pérdida de peso no dura.

De hecho, los ataques de hambre surgen por la falta de nutrientes, que
Senta logra apaciguar hábilmente. Si solo se dispone de "rellenos" bajos
en nutrientes, la sensación de hambre permanece, independientemente
de la cantidad de alimentos ingeridos, y aumenta cuanto más tiempo
permanece el cuerpo privado de las sustancias necesarias. Por esta
razón, muchos perros alimentados con una dieta basada en dieta siempre
tienen hambre. Además, el alto contenido de cenizas crudas de estos
alimentos difíciles de digerir sobrecarga los órganos metabólicos y, si se
toman de forma prolongada, pueden provocar una disfunción crónica.
Estos ingredientes pesados para digerir también representan una
sobrecarga para todo el sistema digestivo. Aparecen vómitos, diarrea,
estreñimiento, etc. y un debilitamiento general del sistema inmunológico.
Esta es también la razón por la que muchos perros, tras seguir una dieta
con alimentos ligeros, desarrollan una importante alergia con síntomas
evidentes en la piel o los intestinos.
Este es también el caso de Senta. Su pelaje se vuelve cada vez más
erizado y se rasca constantemente. Todos los meses recibe inyecciones
de cortisona contra la picazón, que solo pueden calmar temporalmente
los ataques. Cuando el veterinario le diagnostica diabetes, su nivel de
azúcar en sangre es de 310 mg/dl (lo normal en perros es de unos 100
mg/dl). La diabetes se produce en los perros debido a la falta de insulina.
Como resultado de esto, el azúcar ya no se elimina, o al menos se elimina
de manera insuficiente y surge una hiperglucemia. Si la hiperglucemia no
se contrarresta con dosis de insulina, se producirán graves lesiones
orgánicas y, en el peor de los casos, ceguera. Según el diagnóstico,
Senta tiene que tomar alimentos para diabéticos, que no difieren mucho
de los contra la obesidad, excepto por el uso de carragenina (E407) como
agente saciante. En la industria alimentaria se utiliza como gelificante de
mermeladas, helados, nata, etc. y como relleno en productos dietéticos
porque aporta más volumen sin aporte calórico adicional. La carragenina
se extrae de las algas rojas, se sospecha que es responsable de tumores
del tracto gastrointestinal y parece favorecer la formación de tumores de
intestino y mama. Tiene un peso molecular bajo, es indigesto, es
absorbido por las células de las paredes intestinales pero no se desecha.
Puede resultar en muerte celular, resultando en la destrucción de las paredes intestina
de células tumorales. La investigadora estadounidense Joanne Tobacman

correlaciona el aumento de los casos de cáncer de mama y del aparato digestivo con
un aumento del consumo de este gelificante. También en este caso la cantidad es
decisiva. No es un consumo episódico sino constante, por lo tanto el efecto
acumulativo, lo que puede desencadenar la enfermedad. No puedo entender qué
tiene que ver un agente gelificante con la comida para perros.
La diabetes es ahora la segunda disfunción hormonal más frecuente en los perros.
En el 80% de los casos son perras castradas. Sucede que en una determinada fase
del ciclo (mestruum) se libera la hormona progesterona que estimula la formación de
hormonas de crecimiento que funcionan como contraparte de la insulina. Obviamente,
en retrospectiva, ya no se puede establecer si en el caso de Senta la diabetes surgió
debido a las inyecciones de hormonas que contenían progesterona hechas para
posponer el estro, las inyecciones de cortisona (también una posible causa de
diabetes) administradas mensualmente, la obesidad o si la causa son los tres
combinados.
Sin embargo, al cambiar algunos factores, es posible disminuir la cantidad de insulina
costosa.
En el caso de Senta, uno de los primeros objetivos a alcanzar es obviamente una
reducción de peso duradera y la eliminación de nuevas inyecciones de hormonas y
cortisona. Con una correcta dieta de adelgazamiento se debe perder mensualmente
un máximo del 1 o 2% del peso corporal. Lo más importante en este caso es la
ingesta de proteínas nobles.
Entonces llegaron días mejores para Senta. El 75% de su ración diaria de alimentos
consiste ahora en carne fresca, cartílagos y huesos, con la adición de verduras y
hierbas. Los carbohidratos se han mantenido al mínimo. También los hay bajos en
grasas y en forma de aceites de alto valor nutritivo. Nuestro primer objetivo era hacer
que Senta perdiera cuatro kilos en un año. La familia D. cumplió con todas las
indicaciones y el perro cambió rápidamente. Está ocupada durante horas royendo
huesos, le encanta y finalmente puede ser simplemente un perro. Aunque solo estaba
acostumbrada a los crunchies y la comida enlatada desde que era una cachorra,
logró acostumbrarse rápidamente y sin problemas a la dieta BARF (alimento orgánico
según la naturaleza para perros y gatos). Incluso los ataques de hambre se han
vuelto mucho menos frecuentes y Senta está tan ocupada con los huesos que incluso
se olvida de hurgar en la basura.
Después de un año, el resultado fue una pérdida de peso de cuatro kilos y medio,
llegando a "solo" 22,5 kilogramos. Hoy también está interesada en volver a caminar
y en la calle ya no se burlan de ella por su apariencia.
Sí, sigue demasiado gorda, pero ahora, dos años después, sigue pesando 21 kilos y
se las arregla para mantenerse gracias a la introducción de una dieta diferente. El Sr.
D. ha encargado a su numerosa familia que se ocupe de que Senta tenga suficiente
movimiento. Cada día un miembro diferente de la familia tiene la tarea de pasar al
menos una hora al aire libre con el perro, haciendo jogging o simplemente paseando
a paso ligero. Funciona de maravilla.
Entre otras cosas, también logramos reducir a la mitad las dosis de insulina y
después de unas semanas las inyecciones de cortisona también se volvieron
superfluas ya que la picazón desapareció por completo. Naturalmente, siguió presente
la idea de esterilizar a la perra, para evitar las inyecciones de hormonas y el aumento
natural de la progesterona. Como la familia D. se negó a operar a la perra y yo, por
el contrario, no podía garantizar que después de la operación el problema de la
diabetes se solucionara por completo, dejamos que Senta entrara en celo de forma
natural dos veces al año. Todo esto funciona sin problemas, la familia D. se inyecta
todos los días su dosis de insulina, ya reducida drásticamente, y Senta disfruta de su
vida como un perro.
La diabetes en perros es casi siempre irreversible, es decir, incurable. Sin embargo,

es posible reducir al mínimo los síntomas y así reducir también las dosis de insulina.
Por supuesto, realmente no debería ir tan lejos. Si pensamos que alrededor del 40%
de nuestros perros y gatos domésticos tienen sobrepeso y alrededor del 10% son
literalmente obesos, obviamente se abre un mercado gigantesco, no solo para los
productores de piensos ligeros, sino también para los medicamentos adelgazantes,
como el Slentrol mencionado anteriormente. . Según el fabricante Pfizer, Slentrol se
probó en 600 perros que perdieron entre el 8 y el 20 % de su peso en seis meses.
Los estudios, que como sabemos ahora son realizados por Pfizer y otras industrias
manufactureras, deben tomarse con las debidas precauciones y rara vez son objetivos.
De hecho, los sujetos que no tienen la reacción deseada son excluidos de los
estudios y, seamos claros, falsean y mienten hasta demostrar los éxitos deseados.
Como siempre, los intereses económicos están en primer plano. De hecho, ¿quién
estaría dispuesto a financiar estudios costosos
si nada surge de estos o si hay incluso resultados negativos? Independientemente de las

dudas sobre los éxitos, los efectos secundarios, como en el caso de Slentrol, pueden ser
muy graves. En el prospecto se recomienda suspender el fármaco inmediatamente si
surgen patologías hepáticas, reducir las dosis al 25% o interrumpir el tratamiento en caso
de vómitos o diarreas recurrentes. Slentrol (ingrediente activo dirlotapida) es una
preparación que se diseñó originalmente y también se probó como un agente adelgazante
para humanos con sobrepeso. Sin embargo, debido a efectos secundarios severos como
dolor de cabeza, meteorismo severo, cólicos, disentería y flatulencia, el medicamento no
ha obtenido autorización para su uso en humanos.
Interesante, ¿verdad?
En su composición, la dirlotapida es una sustancia que inhibe la descomposición
enzimática y la absorción de lípidos a través de las paredes intestinales. En el sistema
nervioso central, también debería conducir a una inhibición del apetito a través de la
liberación de ciertas hormonas de la saciedad. Los gatos no deben tomar este
medicamento contra la obesidad bajo ninguna circunstancia, ya que pueden ocurrir
enfermedades hepáticas graves debido al metabolismo alterado.
A continuación se muestra un extracto de la revista comercial veterinaria número 1 +

«Editorial Medicina de Pequeños Animales»10, 2, 2007, sobre la introducción de la
Slentrol en prácticas veterinarias:
Estimados compañeros, la
corpulencia de los perros (y de sus dueños) es un mal muy extendido en nuestra
sociedad del bienestar. Los expertos estiman que el 40% tiene sobrepeso y el
10% clínicamente gordo. Si partimos del principio de que una cura adelgazante
dura meses, reconocemos el potencial de los medicamentos contra la obesidad.
¿Podemos darnos el lujo de rechazar un medicamento como la dirlotapida
(Slentrol)? ¿O no es más útil aprovechar una nueva oportunidad y hacer hueco en
nuestras prácticas a este nuevo sector del mercado de la reducción de peso
abandonando los alimentos hipocalóricos de dudosa eficacia? Tenemos la
experiencia. Slentrol requiere receta médica . En la información del producto está
escrito que su uso debe realizarse siguiendo las instrucciones del veterinario y
bajo supervisión clínica. los
objetivos son la eliminación de los riesgos asociados a la obesidad y la

recuperación de la agilidad y la salud. Sí, ¿qué más quieres? El proceso
de introducción en el mercado europeo aún llevará un par de meses. No
es algo malo, de hecho, es mejor así. Porque mientras tanto tienes la
oportunidad de vender tus enormes existencias de alimentos dietéticos de
forma discreta. ¿Quién todavía quiere tener este alimento dietético insípido,
a menudo despreciado y costoso si, gracias a la dirlotapida, el apetitoso
alimento puede volver a pasar por la aduana y uno puede estar feliz de
que al perro no solo le guste lo que come, sino también con este pequeño
aditivo líquido? él puede sólo para perder peso?
Atentamente, Dieter Müller

(Dr. DIETER MÜLLER, veterinario de pequeños animales, Heinsberg).
En consecuencia, ustedes saben muy bien, queridos colegas, cómo son las
cosas con alimentos bajos en calorías de dudosa eficacia. Sin embargo, casi
todo el mundo los vende. Sacudiendo la cabeza solo puedo decir: dinero en
lugar de ética.
9. Fuente: ficha informativa www.raiffeisen.com.

10 Editorial Medicina Veterinaria de Pequeños Animales .
CAPÍTULO 8
La triste historia de Max, un labrador

macho de cinco años
Perros y gatos víctimas de dispositivos médicos utilizados incorrectamente
En medio de la noche la Sra. R. va a la clínica veterinaria con el Labrador Max, está
norte débil y apático y el dueño no quiere esperar hasta la mañana siguiente. Max es muy
malo. Una vez que llega a la clínica, el veterinario de turno le hace una radiografía
de abdomen, una ecografía y le toma sangre. Max está hospitalizado y tiene que recibir algunas
intravenosas. La Sra. R. se va a casa exhausta pero tranquila porque sabe que su perro está
en buenas manos. Al día siguiente, temprano en la mañana, regresa a la clínica. El médico
jefe está aquí ahora, haciéndole a Max otro ultrasonido. Los resultados de los análisis de
sangre se vuelven a evaluar y el médico jefe expresa sospechas de que Max puede tener un
tumor en el bazo que probablemente se haya perforado.
Hasta ahora todo ESTÁ CLARO. Después de las gotas, Max está un poco mejor y puede
irse a casa con su amante. "Vamos a esperar", dice el médico jefe, y la Sra. R. tiene que
ponerse en contacto si Max empeora. Sin embargo, ya en el viaje de regreso a casa, Max tiene
un colapso. Ya ni siquiera puede moverse o levantar la cabeza.
Después de esto, la Sra. R. viene inmediatamente a mi oficina. Solo al tomarle el pulso

queda claro de inmediato que Max está a punto de morir desangrado. A pesar de una operación
de emergencia en la que se extirpa el bazo y se perfora el tumor, Max muere dos horas
después por una pérdida excesiva de sangre.
Ya al abrir el abdomen, la sangre se desborda literalmente, y sigue saliendo sangre del
tumor perforado en el bazo. Si lo hubieran operado un par de horas antes, podría haberse
salvado, ¡porque incluso sin bazo, los perros pueden vivir algunos años!
Completamente incrédulo, le pregunté al médico jefe de la clínica, a quien conozco bien

personalmente, por qué no había operado inmediatamente al perro al menos a la mañana
siguiente (el diagnóstico de "tumor perforado en el bazo"
al menos era correcta) y la respuesta fue que estadísticamente un cierto

porcentaje de estos tumores dejan de sangrar espontáneamente y que en
cualquier caso los perros operados no viven mucho. Cuando pregunté por qué
habían enviado un perro a casa en esas condiciones, solo obtuve una respuesta
vaga, nada satisfactoria.
Obviamente, los gastos incurridos no fueron reembolsados a la familia del
Labrador Max. Al final, no se cometieron errores, ya que cuando Max salió de
la clínica, su estado había mejorado. Este, al menos, fue el argumento de las
primarias.
Incluso si se trata de errores graves, tal vez aún podrían entenderse si fueran
cometidos por asistentes jóvenes, que pueden mejorar con la práctica intensiva.
Para un médico de atención primaria que ha estado trabajando en su propia
práctica veterinaria durante treinta años (!), esta es una demostración de
ineptitud, especialmente de carácter. Los cuidadores jóvenes suelen sentirse
inseguros a la hora de hacer un diagnóstico. Esto es humano y se puede
entender, justo en las clínicas ya tienen muchas (demasiadas) responsabilidades.
A menudo se carece de maestría en la realización de los exámenes médicos
más elementales, durante los cuales es necesaria la sensibilidad, la comprensión
y un poco de sano sentido común. Por temor a descuidar algo, se utiliza
cualquier dispositivo médico para poder confiar a los instrumentos la evaluación
de los resultados, sin importar si estos coinciden o no con lo surgido en la visita.
Todavía hoy no me queda claro por qué enviaron a Max a casa, cuando en
realidad es precisamente en las clínicas veterinarias donde hay una mayor
tendencia a acosar a los pacientes que a descuidarlos. Cada vez más, el
paciente no es visto como tal, sino como un cliente que tiene que pagar por
equipos costosos, mobiliario exagerado y personal costoso. En este caso, por
supuesto, la atención a la buena medicina pasa a un segundo plano frente a las
necesidades económicas. Si un paciente es tratado como un cliente, entonces
sucede como en una economía de libre mercado: uno debe o debe tratar de
"vender" tanto como sea posible, no importa si el cliente puede ser útil o no. La
moral y la ética de los médicos están absolutamente en un segundo plano. En
medicina, sin embargo, y no sólo se aplica a la medicina veterinaria, estamos
ante seres vivos que sufren y que no van al médico por broma, sino porque
quieren curarse.
Sin embargo, pueden olvidar la categoría ética si en su camino se encuentran
con el creciente número de médicos que ven en sus pacientes sólo una clientela.
pagador al que cargar el mayor número posible de visitas, terapias y medicamentos.

Aquí uno puede olvidarse de cualquier moral. Ahora todo se trata de ganancias.
Al dueño que solo quiere lo mejor para su mascota se le puede hacer creer casi
cualquier cosa. Cuanto más grande y más costosa es la práctica veterinaria, más
tienes que trabajar con las finanzas en mente. Pues en este caso las cosas se
complican más y juegas con los miedos e inquietudes de los dueños. Los equipos
costosos, como un escáner de resonancia magnética y tomógrafos computarizados,
cuyo precio a menudo supera los 150,000 euros, obviamente tienen que ser
depreciados, por lo que difícilmente se puede tener en cuenta a los dueños de
mascotas obstinados y reacios.
En este sentido, un caso de Bavaria es significativo: el Sr. P. quería que su perro

se sometiera a una resonancia magnética porque el veterinario que lo atendía se lo
había recomendado. Tras obtener los resultados del examen, el propietario, debido
a la avanzada edad del perro, rechazó la operación recomendada. Como resultado,
hubo que preguntarle cómo podía pensar en rechazar una operación después de
haber utilizado una técnica de diagnóstico tan costosa. ¿Cómo puede el operador
cubrir los costos trabajando? El Sr. P. salió de la clínica aliviado de más de 600
euros y se juró a sí mismo no volver jamás. Su perro vivió unos meses más aún sin
operarse ya los 14 años dejó de sufrir.
Por supuesto, alguien objetará que debe haber veterinarios que hagan estos
controles. No hay discusión sobre esto. Pero ya no es moralmente justificable si
tales controles y operaciones se realizan únicamente con fines de lucro y no por
necesidad médica y si esto es a expensas de los pacientes y sus dueños. Solo en
casos muy raros el propietario de un animal puede evaluar qué es realmente
necesario o qué se debe hacer para cubrir los costos del equipo o aumentar los
ingresos. De esta manera, por supuesto, los "vendedores", como quiero definir a
estos veterinarios, tienen vía libre. Puede reemplazar muchos controles médicos
realizados con la ayuda de tecnologías complicadas con visitas médicas simples y
precisas.
Además, a menudo es culpa de los propios propietarios que no están satisfechos
con métodos simples y exigen literalmente controles innecesarios. Por otro lado no
es de extrañar, la experiencia en medicina humana les ha acostumbrado a pasar
por cualquier equipo antes de tener
un diagnóstico definitivo. La medicina humana y veterinaria parece ser

inútil sin la basura técnica. Desafortunadamente, a menudo ya nadie
quiere sensibilidad, buen sentido común y un ojo clínico entrenado. Si
un animal realmente necesita una tomografía computarizada, lo que rara
vez ocurre, entonces se le puede decir al dueño de la mascota en
cuestión que vaya y se haga examinar en una universidad independiente.
Es cierto que las clínicas universitarias también tienen que funcionar con
ciertos criterios económicos, pero lógicamente están más libres de
codicia personal que las clínicas y las prácticas privadas.
En este sentido, quiero compartir el relato de la dueña de un labrador

sobre su experiencia con un neurólogo veterinario.
Nuestra estancia en la clínica veterinaria de P., Bavaria.

Todo empezó aquella triste mañana de lunes cuando nos enviaron
a nosotros ya nuestro Quipu, un labrador macho de 2 años, a un
neurólogo veterinario en P. por sospecha de infarto medular o
hernia discal. Mientras todos desayunamos juntos notamos que
había algo diferente, el perro no estaba. Aunque lo habíamos
llamado varias veces, no llegó a la mesa nuestro Quipu, él que
siempre iba primero por su apetito. Fuimos a buscar: lo encontramos
en el pasillo y vimos que Quipu apenas podía caminar. Por
supuesto, decidimos ir al veterinario de inmediato. Este hecho
(ojalá único) ocurrió justo en el momento en que nuestra veterinaria
se encontraba en su merecida semana de vacaciones. Un
veterinario que parecía bastante indefenso visitó a Quipu, le puso
una inyección de cortisona y nos envió a la clínica veterinaria
neurológica donde se suponía que un especialista, un llamado
neurólogo veterinario, examinaría a nuestro perro.
Cuando llegamos allí con Quipu, que casi no podía caminar,

primero nos dieron una gran cantidad de formularios para llenar.
Mi esposo miró a su alrededor y escuchó la llamada de la
enfermera, decía que para ese día no habría sido posible hacer
una tomografía porque había habido tres emergencias… El cartel
detrás de ella, en el que estaba escrito que un La tomografía computarizada cuest
euro, puso un poco nervioso a mi esposo, ya que a nuestra llegada

nos saludaron con las palabras: "Ah, sí, ustedes son la emergencia".
Después de rellenar escrupulosamente todos los formularios
posibles, nos dejaron sentarnos en el quirófano. Allí conocimos al
neurólogo por primera vez. ¡Que show! Los genios tienen fama de
no prestar mucha atención a su apariencia exterior… pero esta
melena estaba más allá de la imaginación o más bien confirmaba el
cliché del profesor loco. Esperábamos ver todos los tipos posibles
de equipos de alta tecnología, pero la decoración del estudio era la
de una oficina normal. El neurólogo quería que describiéramos
exactamente el ritmo diario. Intentamos limitarnos a lo que
pensábamos que era lo esencial. Esto, sin embargo, no correspondía
en lo más mínimo a las expectativas de nuestro interlocutor. Los
cambios en la marcha fueron discutidos en detalle y, para colmo,
presentados de manera plástica. En otras palabras: este neurólogo
veterinario largo, largo y con la cabeza llena de pelo encrespado
imitó el supuesto caminar del perro. Se ha prestado mucha atención
a muchos detalles, como el ángulo de las patas traseras, la curvatura
de la espalda y la expresión del hocico del perro, y de esto se han
extraído importantes conclusiones.
Mientras tanto nuestro perro, tras la inyección de cortisona y tras

una voluminosa evacuación realizada incluso antes de acudir a la
consulta del neurólogo, se había recuperado un poco y durante la
visita soltó un pedo increíble. Este proceso llamó la atención del
neurólogo, quien claramente tuvo en cuenta todos los elementos
para el diagnóstico. Teniendo en cuenta que el perro ya podía
ponerse de pie, mi marido se estaba recuperando lentamente de la
amenaza de los 600 euros. Después de más flatulencias y un loco
examen neurológico realizado profesionalmente, en el que el
neurólogo literalmente se puso al nivel de nuestro perro (se acostó
debajo de él), se tomó una muestra de sangre en Quipu que luego
se analizó en el laboratorio de la clínica veterinaria. .
Después de una inyección de vitamina B, nos enviaron a un café
cercano y mantuvieron al perro en observación. mi marido era
Todavía estaba ocupado digiriendo lo que acababa de experimentar y

durante este desayuno tardío no me dijo ni una palabra.
Media hora después volvimos a la clínica y estábamos muy contentos
porque ya desde la entrada podíamos escuchar ladrar a nuestro perro.
Cuando se abrió la puerta, nuestro Quipu vino hacia nosotros meneando la
cola y no había señal de incomodidad. Salimos de la clínica, entre otras
cosas sin un diagnóstico claro, con 400 euros menos y la seguridad de
vernos pronto y seguro que enriquecidos por una experiencia que no
olvidaríamos con prisas.
Cuando nuestro veterinario regresó de vacaciones, le llevamos al perro para
que le hiciera otro chequeo. Basándose en nuestra descripción, llegó a la
conclusión de que el animal simplemente tenía una indigestión, razón por la
cual tenía fuertes dolores abdominales y no podía levantarse. Las
gigantescas deposiciones y la increíble flatulencia también eran síntomas
de un problema digestivo agudo. Por lo tanto, la visita al neurólogo y los
controles realizados no habrían sido necesarios y si hubiéramos ido al teatro
ciertamente habríamos tenido que pagar menos por un espectáculo de
pantomima, por muy fascinante y hábilmente representado que fuera.
Evidentemente la de veterinario es una profesión libre (gracias a Dios) y todo

profesional debe ser capaz de dotarse de todas las herramientas y equipos que
cree que puede necesitar. Sin embargo, critico fuertemente el comportamiento de
los compañeros ante los cuales muchos perros y gatos, así como sus dueños, no
pueden defenderse y quedan impotentes a su merced.
Estos últimos son en realidad los que pagan las consecuencias de un medicamento
sujeto a intereses económicos. En el lado positivo, cabe señalar que el número de
dueños de mascotas que critican esta tendencia está aumentando, aunque todavía
es un número pequeño.
En el caso descrito anteriormente, donde lamentablemente muere el macho

Labrador Max, varios factores juegan un papel. Por un lado tenemos naturalmente
la inseguridad del primer veterinario tratante, que se encargaba de hacer la mayor
cantidad de pruebas aclaratorias posible y luego la obligación material de ganar lo
máximo posible.
por el paciente Nadie se habría quejado de las operaciones inútiles si Max

hubiera sido operado de inmediato. En este caso, sin embargo, en que se
culpa al propietario de la muerte del paciente, el procedimiento pesa
doblemente.
El número de especialistas va en aumento. Lo que en sí mismo no es
malo, ya que de esta forma un veterinario puede profundizar en sectores
más especializados de lo que le sería posible a un “profesional general”. Sin
embargo, si los pacientes se descomponen en piezas individuales, para ser
considerados por separado y luego reparados, entonces uno se olvida de
evaluar el organismo como un todo y este es ciertamente el camino equivocado.
Al igual que en la medicina humana, a menudo solo se tratan los síntomas.
El oftalmólogo solo trata los ojos sin considerar que la causa desencadenante
puede no afectar a los ojos; el dermatólogo se enfoca en los cambios de la
piel y no reconoce correlaciones importantes; el cirujano siempre opera,
aunque haya métodos menos invasivos, etc…
Desafortunadamente, esta tendencia ahora también está presente en la
medicina veterinaria. Quien tiene como objetivo curar al paciente, es decir,
quien lo considera como una entidad y como tal lo visita, es un caso raro y
los idiotas especializados desaprenden los controles médicos generales. Ya
no son necesarios, ya que los pacientes son derivados allí por colegas que
ya hicieron una preselección. Me atrevo a dudar de que este sea el camino correcto.
Al criticar el tratamiento exclusivo de los síntomas, como es ahora la norma
en medicina, quiero cuestionar gran parte de la medicina escolar, pero tratar
eso estaría más allá del alcance de este libro. Me dedicaré a este tema en
detalle más adelante.
A la mayoría de los colegas no les gusta admitir errores. Después de
treinta años de experiencia he tratado con bastantes ejemplos y por lo tanto,
para terminar, me gustaría traerles uno particularmente significativo.
Del colega M. llega Mac, un pastor alemán macho. Cojea con la pata
delantera izquierda. Se hacen radiografías. No se encuentra nada anormal
en la radiografía y el paciente es enviado a casa con analgésicos.
Después de una semana, Mac todavía cojea. Vas a otro veterinario y te
vuelven a hacer una radiografía. Diagnóstico: fractura clara de húmero.
Cuando se le pregunta tímidamente al colega M. si por casualidad la pata
equivocada no había sido radiografiada la vez anterior, después de todo en
el calor puede pasar, llega la explicación: el dueño del perro una semana antes
ella le traería un perro diferente que fue radiografiado.

Pero Mac es el único pastor alemán de su dueño, que se siente objeto de
burlas intencionadas. Telefonea a M. y pregunta amablemente si es
posible recibir el reembolso de al menos una parte de los gastos. El
veterinario se niega y también en esta ocasión no admite el error. El dueño
de Mac no tiene esperanza de un reembolso y su confianza en los
veterinarios se ha visto profundamente socavada desde entonces.
CAPÍTULO 9
Los peores y más insistentes rumores sobre la

alimentación ecológica según la naturaleza
Al igual que los veterinarios, intencionalmente o no, difunden información falsa para
mejorar y vender alimentos preparados.
Estimado lector, en este capítulo no es mi intención abrumarlo con tablas
C nutricionales o datos sobre requerimientos alimentarios. Todo esto es específico

de los libros de nutrición y no debe tratarse aquí. En su lugar, quiero mostrarles
lo simple que es en realidad alimentar a los perros y gatos de una manera que sea
apropiada para su naturaleza.
Comencemos con
los gatos Los gatos son animales del desierto y por lo tanto debido a sus características
evolutivas no están acostumbrados a beber mucho. Obtienen los líquidos necesarios
principalmente a través de los alimentos. En la naturaleza, lo hacen cazando, matando y
comiendo ratones (alrededor de seis a doce al día), serpientes u otros animales pequeños.
Por lindos y tiernos que sean, no hay que olvidar que los tigres de nuestra sala de estar
eran originalmente verdaderos depredadores.
Estos son hechos sobre los que no se puede discutir. Ni siquiera los llamados "expertos
en alimentos", pagados y designados por las industrias de piensos para crear alimentos
aptos para perros y gatos, los cuestionan. A pesar de ello, en la práctica no se tienen en
cuenta en absoluto. Por ejemplo, en la página de inicio del sitio web de uno de los mayores
fabricantes de alimentos para mascotas, que entre otras cosas también vende alimentos
dietéticos que solo se pueden comprar en veterinarios, leemos: "Dado que los gatos son
carnívoros, las materias primas nobles se utilizan principalmente de origen animal". Si
observa exactamente los productos individuales, verá que este no es el caso. Luego
volvemos a leer: «Estas materias primas se combinan con hidratos de carbono (arroz y
maíz) y valiosas fibras vegetales (remolacha y fibras de maíz)».
Ah aquí. ¿Y por qué razón? Si los gatos son exclusivamente carnívoros, ¿por
qué necesitamos hidratos de carbono en la alimentación y además en una
cantidad muy superior a las proteínas? Llegados a este punto sería excesivo
analizar en detalle lo que se afirma en las declaraciones individuales de muchos
de los llamados alimentos veterinarios, a pesar de que, en parte, ya lo he
tratado en el capítulo anterior.
La verdad es que todo siempre funciona con el mismo patrón defectuoso. Las
indicaciones descriptivas generales de la dieta de los carnívoros (los carnívoros
verdaderos como los gatos necesitan un 93% de proteínas en la alimentación)
y omnívoros (como los perros, que comen de todo) son correctas. Las
composiciones de los alimentos producidos industrialmente, por otro lado, se
desvían considerablemente, si no del todo, de estas indicaciones. Honestamente,
no entiendo por qué solo unos pocos notan esto, y aquí me refiero tanto a
colegas como a dueños de mascotas bien informados. Es más que evidente
que las necesidades de los organismos de perros y gatos y el alimento que se
les ofrece están tan distantes entre sí como el sol y la luna. ¡Y los veterinarios
deberíamos notarlo!
A continuación se muestra un extracto de una página web que elogia un
"alimento noble" especial disponible exclusivamente en veterinarios: «Los
riesgos de una nutrición incorrecta aumentan: cuanto más estrecha es la
convivencia entre humanos y perros, más estos últimos están expuestos al
peligro de ser tratados como seres humanos. Hasta ahora, todo bien, pero
luego continúa así: "Esto a menudo conduce a problemas relacionados con la
nutrición, como pelaje desgreñado, piel seca, picazón o dolor en las
articulaciones, a pesar de una dieta completa y noble".
¿Lo entiendes? Con la alimentación ecológica según la naturaleza (dieta
BARF) no tenemos estos problemas, como bien sabe todo propietario que
alimenta a su perro o gato con carne fresca. ¿Por qué entonces mencionar
inmediatamente posibles problemas relacionados con una dieta basada en
alimentos industriales? Aparentemente, la confianza en su producto no parece
ser tan grande. ¿O tal vez se hacen ciertas declaraciones para invitar al
comprador a probar diferentes tipos de alimentos? En caso de intolerancias o
incluso enfermedades, ¿quizás fue la comida equivocada? Ya en la primera
frase de la descripción de sus muchos productos específicos, que además
parece un anuncio, una conocida veterinaria en Austria, especializada en
nutrición y dietética, señala que «los vómitos y las diarreas, así como
el estreñimiento y el estreñimiento se encuentran entre las causas más frecuentes por

las que los perros y gatos son llevados al veterinario". Aquí se presentan como
patologías comunes y casi normales para las que evidentemente existe inmediatamente
el alimento dietético adecuado: por así decirlo, la enfermedad como condición
permanente y normal.
Los gatos son verdaderos carnívoros (recuerde nuevamente: ¡93% de proteína!) y
necesitan una cantidad mínima de fibra. En la naturaleza, los gatos los ingieren con el
pelaje o la piel de sus presas. Los gatos alimentados de esta manera no tienen
problemas de riñón o de vejiga, como les sucede a nuestros tigres de apartamento
alimentados, casi diría "abusados", con alimentos listos para comer.
Hoy en día nuestros gatos viven mayoritariamente en casas sin posibilidad de salir y
se alimentan casi exclusivamente con comida industrial. Sin embargo, ningún alimento
industrial, por "preciado" que sea, puede reemplazar las propiedades de la carne
cruda. No podemos alimentar a un gato de apartamento con ratones, pero con una
dieta de carne cruda no solo le aportamos suficientes proteínas nobles, sustancias
vitales y vitaminas naturales, sino que también apoyamos la tendencia a jugar y los
propios instintos del gato. Un gato de apartamento también puede satisfacer su instinto
de juego depredador comiendo carne entera, como alitas de pollo. Si observas cuánto
placer consume un tigre de apartamento con estas golosinas, solo podemos sentir
lástima por aquellos gatos que solo comen alimentos enlatados o crocantes.
Ahora, por supuesto, surgen los siguientes temores: ¿Mi gato está comiendo
suficiente carne cruda? ¿No le faltará taurina? ¿No echará de menos esto o aquello?
¿No tendrá carencias? Absolutamente no. Pero estas preguntas ciertamente no
pueden ser respondidas en una sola oración.
Si le das a tu gato distintos tipos de carne, músculo, vísceras, también corazón e
hígado, huesos, cartílagos, así como ocasionalmente salvado de trigo a modo de fibra
o diversas hierbas aromáticas espolvoreadas sobre la carne y con la adición de unas
gotas de aceite noble , entonces tendremos todo lo que el gato necesita. Las cosas se
ponen más difíciles para los gatos que están acostumbrados a los alimentos
procesados y que no consideran comestible la carne fresca simplemente porque no lo
saben. Estos gatos están tan acostumbrados a los aditivos potenciadores del sabor
que ya no tocan la comida si estos sabores no están presentes.
En este caso debemos intentar ofrecerle a la mascota, conocida por ser

testaruda, algo que aún pueda comerse crudo.
Comenzamos con la carne al vapor con un poco de aceite, mezclamos la carne
así preparada con la comida a la que está acostumbrado el gato hasta que
poco a poco la sustituimos por completo por carne cruda.
Esto puede ser una hazaña bastante difícil, ya que los gatos son, como
seguramente sabrás por experiencia personal, extraordinariamente testarudos;
son capaces de rechazar constantemente y durante días el alimento que no
están acostumbrados a tratar de hacer que sus dueños se retiren con maullidos
largos e insoportables hasta que obtienen lo que quieren. Y por lo general el
gato gana.
Por esta razón, es mejor darle carne cruda (corazón y estómago de pollo,
carne de res en rodajas finas) ya durante la lactancia, cuando comienza a
comer solo. Si los animales se acostumbran enseguida, no habrá problemas
después. A los gatos también les gustan mucho los huevos crudos, el requesón,
el kéfir y el requesón (productos lácteos sin lactosa) también pueden estar en
el menú.
Para los gatos, la taurina (un aminoácido esencial) debe introducirse a través
de la dieta. Tu gato asimila la taurina comiendo corazón (de aves, cerdo y
ternera) y mariscos.
Solo ante una negativa categórica se deben utilizar pastillas. Sin embargo, a
la mayoría de los gatos les gusta mucho el corazón, por lo que puedes
prescindir de forma segura de los suplementos. En la naturaleza, los gatos
comen a sus presas con huesos, lo cual es importante para su suministro de
calcio y fósforo. Pueden ser bien reemplazados por patas de gallo, alas y
cuello. En caso de que los gatos rechacen los huesos, puedes introducir polvo
de cáscara de huevo. Incluso el pescado (en este caso se prefiere el pescado
de mar por su alto contenido en ácidos grasos omega 3 y omega 6) son
alimentos nobles para los gatos.
A estas alturas existe una infinidad de libros sobre nutrición orgánica según
la naturaleza para perros y gatos, en base a los cuales puedes informarte
abundantemente. Es cierto, sin embargo, que en estos libros muchas veces
hay descripciones complicadas, uno calcula y pesa mucho. Esto ciertamente
es exagerado ya que su gato no necesita una dosis precisa de vitaminas y
minerales diariamente . Si te atienes a las pocas y sencillas indicaciones
descritas anteriormente, no puedes equivocarte. Dado que los gatos (así como yo
perros) son capaces de almacenar vitaminas y minerales durante un tiempo

suficientemente largo y luego liberarlos cuando es necesario, las sustancias necesarias
no tienen que tomarse diariamente en dosis exactamente calculadas. Después de todo,
ni siquiera sucede en la naturaleza.
Lo mismo es cierto para los perros.
Tampoco necesitan una cantidad determinada de sustancias, vitaminas, etc. todos los
días. Ellos (al igual que los gatos y, entre otras cosas, los humanos) necesitan mucho
más una dieta variada, que no solo satisfaga las necesidades de su cuerpo sino que
también satisfaga el gusto: al fin y al cabo, tú tampoco comes todos los días espaguetis.
con salsa de tomate, Chateaubriand y pastel de cerezas.
Para un perro adulto se aplica la regla general: la dosis diaria de comida preparada
debe corresponder aproximadamente al 2-3% del peso corporal. Por ejemplo: si tu
perro, sin ser demasiado gordo ni demasiado flaco, pesa veinte kilogramos, su ración
de comida debe ser de 500 gramos de media. Este debe consistir en un 70% de carne
cruda o hueso carnoso y un 30% de verduras, frutas y hierbas. En perros mayores con
sobrepeso, la cantidad de carne debe reducirse a favor de huesos carnosos.
Al igual que los gatos, los perros tampoco comen cereales. Y los cereales no son
adecuados para perros ya demasiado gordos, poco activos o en fase de crecimiento.
Los cereales están compuestos por hidratos de carbono que proporcionan energía
rápida. Sin embargo, si esto no se quema inmediatamente, se almacena en el cuerpo
para períodos de "emergencia" en forma de células grasas. Sin embargo, los perros
sanos, delgados y activos también pueden consumir cereales de vez en cuando.
Cuanto más variado sea el menú, mejor para el perro: elige todo tipo de carnes y
huesos carnosos de entre todos los animales de matanza que puedas encontrar: del
supermercado, al bazar, a la carnicería o, si tienes suerte , incluso de un agricultor cerca
de usted. Una comida al día debe consistir únicamente en carne, pescado y huesos con
pulpa, la segunda en verduras al vapor o licuadas (el intestino del perro no las puede
separar si se comen crudas), hierbas aromáticas o frutas (maduras o ya pasadas). Las
frutas y verduras deben tomarse siempre junto con aceites nobles (salmón, linaza,
cardo, etc.) o con requesón, para que las vitaminas
liposolubles se pueden absorber mejor. Puede encontrar una lista de los

tipos de frutas y verduras, así como de hierbas aromáticas, más adecuados
para su uso en muchos foros de BARF, en Internet o en numerosos libros
especializados. Aquí también encontrará una lista de verduras y frutas que
no son adecuadas o solo parcialmente adecuadas para perros, como
cebollas, ajo, pimientos verdes, etc.
¡Tu imaginación no tendrá límites cuando prepares comidas para tu perro,
al igual que en tu cocina para otros miembros de la familia! Y es muy divertido
preparar comidas de esta manera, como me han confesado con entusiasmo
muchos dueños cuyos perros "barfeggiano". Porque de esta manera el perro
puede ser realmente un perro. Está ocupado durante horas con su hueso o
puede masticar sus callos crudos durante mucho tiempo y con placer. De
esta forma, automáticamente tenemos menos problemas de comportamiento
con perros aburridos, que en treinta segundos devoran su caja o sus
golosinas y luego buscan inmediatamente "víctimas" a las que puedan
intimidar para descargar el exceso de energía (ver Capítulo 5).
Ahora, querido lector, algunos de ustedes dirán con razón: sí, ¿y qué?
tengo trabajo, hijos, tengo mil cosas que atender; Ciertamente no puedo
preparar comidas extra para mi perro o gato. Lo siento mucho: simplemente
no es posible.
Créeme, lo entiendo muy bien. Yo también soy madre y como, gracias a
este libro, ya sabes, estoy completamente (y con mucho gusto) absorta en
mi negocio, ofrezco consejos nutricionales para dueños de mascotas y
(considerando el hecho de que las finas hierbas y aceites para quienes
siguen el BARF y no vivo en la ciudad no siempre están fácilmente
disponibles) También preparo yo mismo los suplementos necesarios. Así
que definitivamente estoy empleado a tiempo completo, sin embargo, mi
perra Pauline y mis cinco gatos se alimentan esencialmente de acuerdo con
los criterios anteriores. Obviamente no siempre lo consigo, pero en este caso
siempre busco la mejor alternativa.
Para muchos dueños de perros y gatos, no es posible por motivos de
trabajo ir todos los días a la compra y conseguir carne cruda. Congelar y
descongelar también es trabajo, y hay vegetarianos que se niegan
rotundamente a tocar la carne cruda. En estos casos puede y debe
encontrarse un compromiso. Al menos dos o tres veces por semana tu perro
o gato debe comer carne fresca. Los otros días puede
consumir un alimento listo para comer que tenga un alto contenido de carne y no
contenga aditivos.
No quiero condenar aquí todos los alimentos listos para comer en su conjunto,
porque, si no existe la posibilidad de dar carne cruda, ciertamente hay marcas
individuales que se pueden usar sin problemas. Sin embargo, estos alimentos no
se pueden encontrar en el veterinario, ni en los supermercados, ni en las tiendas
de mascotas y menos en las “cadenas de supermercados para animales” que están
en auge desde hace algunos años. Hay algunas empresas, en su mayoría pequeñas
e innovadoras, que realmente utilizan materias primas seleccionadas y abastecen
a sus clientes directamente sin pasos intermedios.
Estas empresas más pequeñas deben caracterizarse por su calidad, de lo
contrario no podrían sobrevivir a la gran competencia.
Piénselo: todas las grandes industrias obviamente producen bienes en cantidades
industriales e invierten grandes cantidades de dinero en publicidad y marketing, por
lo que no queda mucho para comprar materias primas de calidad. En la práctica,
por ejemplo, los criadores reciben gratuitamente toneladas de bolsas de comida,
por lo que ya pueden orientar a quienes compran un cachorro hacia un determinado
alimento. Obviamente, los que dan mucho llevan a más compradores. Los
veterinarios se aprovechan de márgenes de beneficio que crecen en proporción a
las ventas y que ahora son casi inmorales. Si regalas tanto e inviertes tanto en
publicidad, lógicamente ahorras dinero en el producto en sí. Las pequeñas
empresas innovadoras no pueden regalar nada. Invierten en productos de calidad.
Tampoco tienen acceso a materias primas de categoría 3 (ver más abajo).
Dependen de proveedores que sean capaces de garantizar incluso pequeñas
cantidades. Y estos solo están disponibles en mayor calidad.
A estas alturas ya existen en el mercado alimentos enlatados para perros y gatos

que desde el punto de vista de la materia prima son de excelente calidad. En estos
casos, en realidad se utiliza carne que luego se calienta suavemente en la lata.
Naturalmente, de ahí se deriva una conserva que no debe ser la dieta exclusiva de
un perro o un gato. No quiero hacer publicidad aquí porque si no, no sería mucho
mejor, aunque sea a otro nivel, que los "mercachifles de la industria de los piensos",
pero una cosa puedo decirles: los piensos enlatados de calidad se pueden encontrar
casi exclusivamente en el Internet o se puede encontrar directamente de los
fabricantes individuales.
Por favor piense: ninguna de las grandes industrias ofrece buena calidad.
Aquí, sólo se utilizan materias primas de "categoría 3", que son baratas y cuya
adquisición es casi ilimitada. Entre otras cosas, las industrias no niegan el uso
de estas materias primas de mala calidad. Después de todo, están permitidos
por la ley y solo se espera que el consumidor sea lo suficientemente tonto
como para no darse cuenta.
¿Qué son las materias primas de categoría 3 (Reglamento CE número
1774/2002)? Les advierto de antemano que las siguientes líneas no son para
personas que se impresionan fácilmente.
Por un lado, hay partes de canales de matadero que son realmente
comestibles pero que, por razones comerciales, no están destinadas al
consumo humano. Incluye huesos, cortezas, grasas y más, así como partes
no aceptadas como comestibles aunque no esté comprobado que puedan
transmitir enfermedades. Finalmente, las pieles, los cuernos, las pezuñas, el
pelo, las pieles, las cerdas de cerdo, las plumas y las cáscaras de huevo
también entran en esta categoría. Para completar: las sustancias pertenecientes
a la categoría 1 son canales de cobayas de laboratorio y animales sospechosos
de tener una enfermedad infecciosa. Las partes de la categoría 2 son, por
ejemplo, aguas residuales, contenido gástrico e intestinal, así como desechos
de matadero con restos medicinales.
Por último, las grandes industrias producen alimentos para nuestras
mascotas a partir de bienes de categoría 3: por ley , el material debe ser
recogido inmediatamente y quemado o utilizado como materia prima en una
industria de piensos autorizada. Si después de esta información sobre la
clasificación y consecuencias en cuanto al contenido de los "alimentos
premium" en los supermercados no se te ha caído la lata o bolsa de pienso de
las manos, entonces cierra este libro inmediatamente porque ya no te queda
nada ¡puede que te sorprendas!
Incluso tiene que pagar por la recuperación y el uso de este material y,
naturalmente, es muy conveniente para las grandes industrias de piensos.
En sí mismo, no hay nada de malo en usar desechos de carnicería como
alimento. Sin embargo, si esto sucede de manera industrial, entonces
generalmente estos desechos ya comienzan a pudrirse durante el largo
transporte en contenedores no refrigerados. En las empresas que se ocupan
del procesamiento, estas "materias primas" deben luego ser calentadas a
altas temperaturas, trituradas y esterilizadas para ser utilizadas al menos como "harina anim
alimento. Las grandes industrias de piensos compran estas harinas animales y las
procesan como "extruidos" o alimentos enlatados.
Los alimentos extruidos son, con la excepción de los alimentos prensados en frío (ver
más abajo), básicamente todos los tipos de croquetas disponibles en el mercado.
El proceso para la producción de productos extruidos se parece remotamente al de una
picadora de carne en términos de procedimiento y técnica. La mezcla de materiales
consiste en la mencionada “harina animal” y cereales, durante este proceso se aprovecha
la característica del almidón, ya que la mezcla se gelatiniza. Con la ayuda de diversos
aditivos y con la adición de humedad, todo se prensa en una matriz (una placa de metal
perforada) "a alta presión (hasta 60 bar) y a alta temperatura (hasta 180 grados)",
obteniendo así la llamado "extruido". Durante este proceso se destruyen casi todos los
nutrientes, proteínas, enzimas y vitaminas que aún podrían encontrarse en las "materias
primas". Para compensar estos déficits, se añaden posteriormente aditivos sintéticos.
Finalmente, estas piezas terminadas se rocían con aceites y grasas animales para
intensificar el sabor, de modo que las narices de perros o gatos se sientan tentadas a
comer este popurrí barato. Entre otras cosas, los extruidos se hinchan mucho en el
estómago y son la causa principal de la temida torsión de estómago que muchas veces
acaba con la muerte.
Por las razones enumeradas anteriormente, los alimentos secos extruidos deben
evitarse incluso como una comida ocasional. El único compromiso aceptable es el
alimento seco prensado en frío que, si es de buena calidad, se calienta pero nunca
alcanza las temperaturas de extrusión. De esta forma, las proteínas, las enzimas y las
vitaminas permanecen prácticamente inalteradas en su forma original y no es necesario
proceder a integraciones posteriores. Debido a este proceso de producción particularmente
cuidadoso, el alimento prensado en frío solo se puede almacenar durante seis meses en
un lugar fresco. En este caso no hay conservantes químicos que no tengan nada que ver
con la comida sana para perros. Los aceites naturales como el aceite de cardo se utilizan
como antioxidantes.
En la lista de ingredientes de un buen alimento seco prensado en frío, nota que faltan
por completo los aditivos. Algunos fabricantes ahora se han adaptado a las necesidades
de la gran industria y cumplen con los requisitos legales para "alimentos únicos para
perros" agregando aditivos sintéticos. La composición de los alimentos secos prensados
en frío por su naturaleza cambiante es variada y de tal manera
manera no cumple con los requisitos legales de un solo alimento para perros que
debe contener cantidades exactas de minerales y vitaminas. En Europa existe la
necesidad de "regular" siempre todo, piensa en manzanas, plátanos o pepinos
que te compras en el supermercado. Es una lástima, porque en las pruebas de
los consumidores (por ejemplo, por el «Stiftung Warentest» o el Ökotest, que no
prueban o no deberían probar la calidad real del alimento de acuerdo con los
criterios relevantes) estos alimentos realmente buenos funcionan peor que los 'extruidos'.
De esta forma, los consumidores reciben información completamente errónea
sobre la calidad de un alimento seco. En estas pruebas, el alimento que siempre
contiene la misma cantidad de la mayoría de los aditivos siempre ocupa el primer
lugar. En resumen, quien produce un cóctel químico que siempre permanece
inalterado es el ganador, en estas pruebas no es relevante si se utilizan materias
primas valiosas o solo productos de desecho. Por cierto, por el momento,
lamentablemente, todavía no hay croquetas secas prensadas en frío.
La carne hervida tampoco es adecuada para alimentos enlatados, porque las
valiosas proteínas, nutrientes y vitaminas se destruyen al hervirla. En última
instancia, una reserva proviene de nuevo. Esta vez sin químicos, pero una
conserva es una conserva, ¡no hay nada que hacer! En los capítulos anteriores
individuales he ilustrado cómo una dieta monótona basada en alimentos
industriales provoca numerosas enfermedades en nuestras mascotas que, hasta
hace unos años, eran en su mayoría desconocidas.
A continuación me gustaría ilustrar con qué escasos argumentos, y subiendo
pajitas, los veterinarios, la industria de la alimentación y otras instituciones
(criadores, asociaciones o protectoras de animales), de alguna manera muy
“vinculadas” a los productores industriales de alimentos, se oponen al consumo
de carne cruda.
Tema número 1: «Los

perros y gatos pueden contraer gusanos de la carne cruda».
¡FALSO!
Su gato contrae gusanos principalmente de los ratones, su perro del contacto

con sus congéneres humanos. La carne que normalmente se compra en los
supermercados oa los agricultores ecológicos está sujeta a las más estrictas
inspecciones y por tanto es un alimento muy controlado. En este caso no se escapa
nada, ni siquiera una infestación de cisticercos. Además, el intestino de un

animal alimentado con carne cruda es mucho más resistente a la infestación por
lombrices, ya que su flora intestinal es mucho más agresiva y permite en menor
medida el establecimiento y multiplicación de parásitos. Este no es el caso de
los animales alimentados con alimentos procesados.
Argumento número 2:
"La carne cruda contiene bacterias, especialmente salmonela
(carne de ave), con las que se pueden infectar perros y gatos". ¡FALSO!
Los perros y gatos son insensibles a la salmonela y otras bacterias porque sus
intestinos son muy cortos, por lo que la comida puede pasar rápidamente.
También en este caso es válido el principio según el cual un animal alimentado
con carne cruda tiene una flora bacteriana intestinal mucho más agresiva, contra
la cual las bacterias nada pueden hacer. Además, incluso las presas en la
naturaleza no están exentas de bacterias, al contrario. En comparación con los
ratones y otras presas, la carne del supermercado es casi estéril.
Por supuesto, existe un riesgo teórico mínimo de contagio con Salmonella, pero
«Solo en presencia de enfermedades que reducen la resistencia (por ejemplo,
infestaciones parasitarias, infecciones virales, intervenciones quirúrgicas) las
cepas virulentas pueden multiplicarse y después de un período de incubación de
dos a siete grupos. pueden desarrollar sus características patogénicas, es decir,
aquellas que conducen a enfermarse» (de Las enfermedades de los gatos,
ediciones de Vera Schmidt y M.Ch. Horzinek).
Por lo tanto, este peligro es despreciable. En mis treinta años de experiencia
nunca he visto un gato en el que hubiera la más mínima sospecha de
salmonelosis. Yo mismo alimento a mis gatos con carne cruda de ave, ternera y
cerdo, sin que nunca enfermen de salmonelosis.
Para quien todavía tenga dudas, siempre está la opción de congelar la carne.
De esta manera, las bacterias Salmonella se destruyen con certeza. El peligro
de infectarse con el llamado virus Aujesky a través del consumo de carne de
cerdo también es mínimo, pues este virus no se presenta en nuestro país desde
hace al menos treinta años.
No tengo conocimiento de ningún gato que se haya infectado con el virus.
Aujesky tras la ingesta de carne de cerdo. Sin embargo, cualquiera que tema
que la carne comprada en el supermercado no provenga de los países de la
Unión Europea puede simplemente obtener la carne de un agricultor orgánico.
Para hacer que los dueños de mascotas se sientan inseguros y presentar los
alimentos industriales como más "atractivos", incluso los peligros potenciales
más pequeños se magnifican. Sin embargo, la probabilidad de que nuestros
animales se enfermen gravemente por consumir alimentos procesados es
mucho mayor que la de hipotéticas bacterias o gusanos en la carne cruda. Yo
defino esto como puro alarmismo, para hacer que los alimentos industriales
sean más atractivos y parezcan más saludables que los alimentos crudos naturales.
Durante mi experiencia he tratado a una infinidad de pacientes que han
enfermado gravemente precisamente a causa de los alimentos industriales.
«En los alimentos industriales hay todo lo que necesitan los
perros y gatos». ¡FALSO!
¡ En la alimentación industrial no hay todo lo que necesitan los perros y gatos!
Para cubrir el sabor de las materias primas de mala calidad utilizadas (residuos
de carnicería de categoría 3), se añaden sobre todo potenciadores de sabor
sintéticos. De hecho, nuestros perros y gatos no son estúpidos y no comerían,
o más bien, ni siquiera probarían estos desechos si no se les corrigiera el sabor.
En consecuencia, hay que engañar a los nervios gustativos.
Entre los potenciadores del sabor, el azúcar ocupa un lugar destacado, oculto
en los piensos industriales bajo la definición de "caramelo". El azúcar, sin
embargo, no es absolutamente bueno para perros y gatos y su ingesta continua
puede ser el principal desencadenante de diabetes y problemas en las
articulaciones y también puede atacar el esmalte dental. Aparte del hecho de
que ahora existe un alimento especial para cada tamaño, edad, raza y sexo,
incluso para animales castrados o no castrados, lo que en sí mismo indica la
insuficiencia de los productos individuales, se utilizan como aditivos vitaminas,
minerales y aminoácidos sintéticos. . Estos son necesarios en la medida en que
casi todos los contenidos se destruyen o desnaturalizan en el procesamiento
industrial. Sin embargo, estas vitaminas sintéticas añadidas más tarde no se derivan de los ce
frutas y verduras, pero precisamente se producen artificialmente. Es más fácil y más

barato. Las vitaminas sintéticas, sin embargo, no son equivalentes a las naturales,
carecen de las sustancias acompañantes naturales que se encuentran en las frutas y
verduras. Además, la producción sintética permite solo una selección limitada de
vitaminas, ya que, por ejemplo, se estima que la gama natural de carotenoides (una
etapa inicial de la vitamina A) tiene más de 270 variantes. La producción artificial, de
hecho, siempre logra reproducir un solo tipo, que es el betacaroteno. Como resultado,
hay una reducción continua de la variedad natural de la vitamina que tiene
consecuencias negativas sobre el metabolismo del organismo animal.
El hecho es que, dado que faltan las sustancias acompañantes naturales, las
vitaminas sintéticas se reabsorben a la fuerza en los intestinos y terminan
imperturbables en la sangre y de allí a los órganos internos. Tarde o temprano el
metabolismo al que se le ha exigido demasiado (sobre todo el hepático y el renal)
expresa reacciones inmunológicas, incluso a veces con degeneración tumoral. Una
ingesta excesiva por un lado conduce a deficiencias por el otro.
La ingesta de vitaminas es un sistema muy complicado y aún no completamente
explicado. Sobre todo, la investigación sobre la interacción y las sinergias internas
entre vitaminas individuales, oligoelementos y minerales aún está en pañales. Si
todavía queda mucho por aclarar, ¿cómo pueden los expertos en nutrición explicar
qué se entiende por nutrición equilibrada? La realidad es que casi todos los alimentos
industriales son una mezcla química obtenida artificialmente en el laboratorio. Por
supuesto que no quiero agrupar toda la hierba; entre las industrias de piensos también
hay algunas excepciones que no utilizan vitaminas sintéticas, que prescinden por
completo de potenciadores del sabor y en cuyos productos las estructuras naturales
de las materias primas permanecen inalteradas.
Los veterinarios generalmente no saben mucho acerca de las "vitaminas sintéticas".

Desde hace un tiempo ya no se extraen de materias primas como antes (la producción
oscila entre 150.000 y 200.000 toneladas al año). Es mucho más barato para la
industria producir vitaminas a partir de bacterias o plantas modificadas genéticamente.
Así puede ocurrir, por ejemplo, que una planta insignificante como "la cresta común"
alcance una fama inesperada.
Mediante la manipulación genética de esta planta es posible producir
grandes cantidades de vitamina E en poco tiempo. A nadie parece

importarle que, en realidad, solo se pueda reproducir en el laboratorio una
variante de la vitamina E. Se utilizan bacterias modificadas genéticamente
en lugar de cadáveres.
En todos los alimentos industriales comunes vendidos por veterinarios

solo se utilizan vitaminas sintéticas. Intenta preguntarle a tu veterinario si
conoce la diferencia entre vitaminas naturales y sintéticas y cómo se
relaciona con la producción y falta de variedad de estas últimas;
probablemente no podrá responderte. Las empresas de piensos son muy
creativas y se adaptan a las necesidades del mercado. Recientemente,
se han utilizado en la publicidad lemas como "sin conservantes sintéticos"
o "con antioxidantes naturales". En el primer caso, no se menciona el
hecho de que las grasas utilizadas que se adquieren suelen ser
conservadas químicamente, no es obligatorio mencionarlas en la etiqueta
en la lista de ingredientes. En el segundo caso, el de los "antioxidantes
naturales", se trata, por ejemplo, de la vitamina E que, sin embargo, se
produce de forma sintética y, por tanto, es cualquier cosa menos natural.
De esta manera, los consumidores son sistemáticamente engañados.
También se anuncia utilizando el término "bio", ahora demasiado
revuelto. Sin embargo, una lata con el eslogan publicitario "cordero
orgánico" no contiene más del 3 o 4% como máximo de "cordero orgánico"
y, además, ¡estas materias primas consisten en desechos, no en carne!
Solo en muy pocos casos los dueños de mascotas son conscientes de
cuánto y con qué desfachatez los engañan y se burlan de ellos.
Muchos alimentos últimamente contienen ingredientes exóticos extraídos
por ejemplo de plantas como la yuca, el aloe o la alfalfa. Todos estos
ingredientes tienen sus méritos en el tratamiento de ciertas patologías,
pero sus efectos a largo plazo se consideran tóxicos para los gatos y,
además, no es posible estimar cuál es el efecto duradero con una ingesta
diaria. No puedo entender por qué la industria de los piensos utiliza estos
ingredientes, quizás para distinguirse de la competencia o quizás
simplemente para poder demostrar una vez más algo nuevo y particular.
En este caso, los dueños de mascotas son fáciles de manipular.
"Demasiada proteína sobrecarga los riñones (especialmente en gatos) y es uno
de los desencadenantes de alergias (especialmente en perros)".
¡FALSO!
Comencemos primero con la sobrecarga renal causada por una ingesta

aparentemente excesiva de proteínas en los gatos (ver también el Capítulo 1
sobre este tema).
Esta es una afirmación de la industria de piensos para justificar los aditivos
de calidad inferior. Son precisamente los gatos los que necesitan proteínas
nobles y los cereales que se encuentran en un alto porcentaje sobre todo en
las croquetas no se pueden metabolizar. Así que no es demasiada proteína
lo que es malo, sino muy poca.
En las consultas de alergia canina, se suele citar el consumo excesivo de
proteínas como uno de los desencadenantes, y se prescriben alimentos con
bajo contenido proteico o incluso alimentos vegetarianos para perros. No
puede ser bueno y no es bueno. Nuevamente: la proteína mala puede
desencadenar alergias. Esto no sucede si toma proteínas nobles (a menos
que haya otros desencadenantes).
Una dieta exclusivamente vegetariana, que en ocasiones recomiendan los
veterinarios, es realmente peligrosa para el perro. Incluso hay alimentos de
dieta vegetariana que se pueden comprar directamente en las clínicas. Esta
dieta sumamente monótona produce deficiencias de proteínas y fósforo. Un
perro alimentado de esta manera durante mucho tiempo sufre de atrofia
muscular y eccema. La flora bacteriana intestinal
de los perros no están diseñados para digerir la comida vegetariana y
convertirla en masa muscular, que es necesaria para ellos. Solo pueden
hacerlo los herbívoros, cuyo intestino es mucho más largo que el de los
carnívoros y que además poseen un rumen capaz de digerir correctamente
las fibras vegetales. Los carnívoros, por otro lado, tienen un intestino corto y
una flora bacteriana intestinal adecuada para la digestión de proteínas
animales. No puedes convertir a un perro en una vaca, así como una vaca
no es carnívora. Piense en el escándalo de la enfermedad de las vacas locas
(BSE): en este caso, los rumiantes fueron alimentados con harina animal. Las consecuenci
todos sabemos. ¡Por eso un perro sigue siendo un perro y una vaca sigue siendo
una vaca!
Argumento número 5: «Los

gatos y los perros necesitan carbohidratos como fuente de energía».
¡FALSO!
La realidad es que los granos son mucho más baratos que las materias primas de
origen animal. Por eso nos quieren convencer de que nuestras mascotas necesitan
absolutamente carbohidratos como el arroz, la pasta, el maíz, etc. Los carbohidratos
se usan solo para la industria de alimentos, no para animales. Los gatos pueden
obtener todas sus necesidades energéticas de la proteína animal y los perros
tampoco necesitan carbohidratos. Los perros alimentados exclusivamente con
pienso seco desarrollan una flora bacteriana intestinal que con el tiempo se adapta,
o más bien debe adaptarse, a los hidratos de carbono de fácil digestión. Esta flora
bacteriana es un entorno favorable para levaduras y bacterias, que no deberían
encontrarse en el intestino "normal" de un perro. Esto provoca trastornos digestivos
en forma de diarrea o una alta susceptibilidad a ciertas enfermedades. Tarde o
temprano el intestino, que actúa como barrera entre las sustancias tóxicas y el
organismo, ya no es capaz de realizar sus funciones. El sistema se pone patas
arriba y llega la enfermedad. En una dieta basada en carbohidratos, las toxinas y
las bacterias toman el control y liberan sustancias nocivas y adictivas. Estos, a su
vez, pueden desencadenar antojos de carbohidratos. Para mantener la flora
bacteriana intestinal y, por lo tanto, el propio perro saludable, ¡debe renunciar casi
por completo a los carbohidratos!
Tema número 6: "Con el

tiempo, los perros y gatos se han ido acostumbrando a los alimentos precocinados". ¡FALSO!
Solo a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970 comenzamos a

producir y utilizar alimentos listos para el consumo a gran escala. Solo piense en el
hecho de que la evolución necesitó un largo período, estamos hablando aquí de
miles de años, antes de que pudieran ocurrir transformaciones profundas como la
adaptación de la digestión y el metabolismo en los gatos.
a presas pequeñas; por lo tanto, es casi imposible que en unos cincuenta años,
es decir, desde que apareció el alimento industrial en el mercado, ya hayamos
llegado a una transformación orgánica, ¡o más bien del intestino! Obviamente,
también pueden influir las modificaciones realizadas en la crianza. Sin embargo,
estos solo se refieren a características físicas como el tamaño, el color del
pelaje o la estatura. El intestino, y en consecuencia la digestión de perros y
gatos, es idéntica respectivamente a la de lobos y gatos salvajes y no se ha
adaptado a nada nuevo en lo más mínimo. Es sorprendente qué argumentos
oscuros se utilizan para influir en los consumidores.
Tema número 7:
«Los crujientes previenen la formación de sarro y limpian los
dientes». ¡FALSO!
El perro es un "devorador", se traga su comida que se encuentra en pocos
segundos sin masticarla. Solo se mastican grandes trozos de carne y, por
supuesto, huesos y carne seca. Lo mismo ocurre con los gatos, que tragan
croquetas y comida húmeda sin masticarla demasiado. Sin embargo, la causa
del sarro en nuestras mascotas es una mala alimentación.
La aparición del sarro se ve favorecida por una masticación deficiente,
alimentos demasiado blandos (que solo se pueden tragar) y una composición
incorrecta de los alimentos (demasiado azúcar, demasiados hidratos de
carbono). Pero incluso en este caso el mercado ya tiene preparada la solución
adecuada: a estas alturas existen en el mercado croquetas especiales para la
limpieza de los dientes, dentífricos específicos para perros y gatos que
contienen enzimas, sustancias abrasivas o antimicrobianas y que, además de
la limpieza mecánica, ofrecen limpieza. Cualquiera que haya tratado de limpiar
los dientes de su gato puede estar contento de haber sobrevivido a la experiencia sin lesione
En la actualidad, alrededor del 60 % de los gatos domésticos y el 80 % de
todos los perros sufren problemas dentales a partir de los tres años.
Evidentemente también hay perros y gatos que por herencia están más sujetos
a este tipo de patologías, cuyo aumento, sin embargo, es consecuencia, como
ya se ha dicho, de una alimentación incorrecta. En lugar de dar a los perros o
gatos trozos de carne más grandes, se sugiere a los dueños de mascotas que limpien el i
dientes todos los días y/o darle croquetas que también pueden limpiar sus
dientes.
Estos bocados, presentados con una función de "higiene bucal", suelen
estar basados en la particular consistencia y forma del propio alimento. Las
llamadas "croquetas", piezas sueltas de pienso seco, tienen un tamaño y
forma tal que los gatos o perros se ven obligados a morderlas antes de
tragarlas. Pero no sirven, porque están tan secos que se rompen hasta al
morderlos. Estos alimentos especiales se mezclan con aditivos especiales
que se supone que intensifican la limpieza de los dientes.
Para garantizar un efecto abrasivo, a veces se añaden microcristales de
polifosfato. No está claro cómo funciona esto, ya que los perros y los gatos
siempre tragan las croquetas casi enteras, como máximo, tal vez solo un
bocado. Además, a estos alimentos se les añaden sustancias antibacterianas
o antiinflamatorias: ¡así que imagínate qué cócteles químicos!
En una revista especializada en perros, un compañero anuncia "barritas"

para limpiar los dientes, los llamados Dentastix para perros. Cito: «Dentastix
es un método simple y efectivo para mantener los dientes de los perros
limpios y saludables. Estos bocadillos no solo saben bien, sino que también
brindan un placer de masticación prolongado. Además, su eficacia está
clínicamente probada. Si se usa a diario, Dentastix puede reducir la pátina y
el sarro dental hasta en un 80%».
Naturalmente no se sabe quién realizó exactamente estos estudios
"clínicos" que, casualmente, siempre son positivos para el producto, ya que
son financiados por las propias empresas fabricantes. Y, lógicamente, los
veteranos, los llamados "lobbistas" contratados, cobran generosamente por
ello. Además, las tiras y palitos masticables que anuncian y recomiendan las
empresas contienen sólo un 4% de carne, el resto consiste en residuos del
procesamiento de cereales y grasas de mala calidad; no solo eso, también
contienen azúcar que, como sabes, es muy bueno para los dientes.
El veterinario "contratado" sigue entonces con su consejo: "No le des

huesos a tus perros, porque pueden causarles problemas de salud, como un
estreñimiento severo". Esta es la cita exacta. ¿El colega realmente lo cree?
Simplemente no puedo imaginarlo. Pero si reviso los muchos
declaraciones de colegas sobre comer huesos, entonces ya nada me sorprende.
Tema número 8: “No

alimentar con huesos, se astillan y pueden causar
estreñimiento”. ¡FALSO!
Los huesos crudos no se astillan en absoluto, ya que son elásticos; son
relativamente suaves e inofensivos. Es con la ebullición que pueden volverse
peligrosos para perros y gatos porque se agrietan y pueden astillarse. Es
cierto, sin embargo, que al alimentar al perro con una cantidad exagerada, las
heces pueden resultar duras. Este inconveniente se puede evitar dejando un
poco de carne adherida al hueso o dando un trozo de carne cruda o vísceras
cada vez que se come un hueso. En mis treinta años de experiencia no he
visto ni una sola vez obstrucciones intestinales causadas por huesos crudos.
En cambio, a lo largo de los años ha habido muchos pacientes que,
consumiendo huesos hervidos, han tenido oclusiones, aunque solo en unos
pocos casos ha sido necesario recurrir a la cirugía.
Por lo tanto, ¡por favor no alimente a los perros con huesos hervidos!
Crudos, por otro lado, no son dañinos. ¡En la naturaleza, ni siquiera las presas
se hierven o se cuecen al vapor, y mucho menos las aves, que los perros, y
sobre todo los gatos, comen notoriamente de buena gana y enteras! Debe
haber una alarma constante, ya que se dice que los huesos de las aves se
astillan y, por lo tanto, son peligrosos. Este es uno de los prejuicios más difíciles de erradicar
Los veterinarios también están felices de difundir esta tontería, como el colega
publicitario mencionado anteriormente. Solo los huesos y también los cartílagos
son particularmente importantes en la nutrición de perros y gatos. En este
caso es difícil llegar a un desequilibrio entre el calcio y el fósforo ya que ambos
minerales se relacionan fisiológicamente de forma natural. A diferencia de lo
que ocurre en los compuestos minerales producidos artificialmente en el
mercado o en los alimentos preparados químicamente en el laboratorio, en el
caso de una dieta natural no puede haber sobredosis, ya que se elimina todo
lo que sobra.
Unas tres veces por semana debes ofrecerle a tu perro un hueso pulposo.
Los huesos para gatos se pueden "picar" (pasar por una picadora de carne).
De esta forma ya no tendrá que preocuparse por la ingesta de calcio y fósforo
de sus animales. Los perros alimentados con mucha carne y huesos crudos
no tienen casi ninguno de los temidos problemas articulares como displasia
de cadera, displasia de codo, etc.
Argumento número
9: "La comida casera requiere conocimientos de expertos y es
demasiado complicada para los inexpertos". ¡FALSO!
¡Esta tontería la difunde la industria de piensos! Antes de la “advenimiento”
de los alimentos precocinados, nuestros perros eran alimentados con sobras
de carnicería y sobras de comida. Casi todas las patologías que ahora se
están imponiendo eran raras o no existían. Es costumbre agrupar estas
enfermedades bajo el nombre de “enfermedades de la civilización” y tanto
los veterinarios como los dueños de mascotas las aceptan con resignación.
A veces casi me parece que algunos dueños de mascotas incluso se
enorgullecen de encontrar en su perro la misma enfermedad que ellos
mismos padecen (por ejemplo, diabetes), como si dijeran: el dolor común es
mitad alegría. Sin embargo, en última instancia, se trata de la salud de las
criaturas que se nos confían: lamentablemente, no tienen poder, no pueden
defenderse y están a merced de los veterinarios y la industria de alimentos.
CAPÍTULO 10
Cómo puedes proteger a tu perro o gato de

intervenciones innecesarias y tratamientos ineficaces
Soluciones para el bienestar de tus animales
No es fácil para mí escribir este último capítulo, porque está dirigido a

norte resaltar ciertos comportamientos de colegas específicos. Sin embargo,
el significado y el propósito de este libro es desenmascarar lo que está
mal y proteger a nuestros animales de procedimientos de diagnóstico, intervenciones
y tratamientos dañinos innecesarios.
Hay una colega en Alemania a la que admiro mucho por su valentía y constancia
y en este libro también me gustaría mencionar su nombre: me refiero aquí a Vera
Biber, que ha escrito unos libros muy interesantes sobre nutrición según la
naturaleza para nuestros perros. Vera Biber se dio cuenta mucho antes que yo de
lo que realmente sucede en las prácticas veterinarias comunes, cómo la
alimentación artificial produce pacientes en masa y puso en primer lugar la
importancia de la prevención y la información para los dueños de mascotas. Tuvo
el coraje de cerrar su propia clínica veterinaria y dedicarse a la prevención con sus
conferencias y su trabajo como autora de libros sobre nutrición. Chapeau!
Aquí también, mi tarea principal es informar a los dueños de mascotas. Quizás

también pueda hacer que tal o cual colega reflexione sobre las actividades
realizadas hasta el momento o al menos que haga preguntas sobre algunas cosas
y las cambie.
Pero empecemos desde el principio. Imagina entrar en una oficina veterinaria y
detenerte inicialmente en la recepción o en la sala de espera. Si los carteles
publicitarios con folletos y envases de alimentos de empresas conocidas te llaman
la atención de inmediato y tu mascota sufre una enfermedad crónica, debes irte de
inmediato. Porque es precisamente en el área de la nutrición, que es una de las
principales causantes de patologías crónicas, que estos consultorios veterinarios,
por su oferta de alimentos industriales, simplemente se muestran incompetentes y
se autodescalifican.
Incluso los carteles con la invitación a la vacunación anual y las indicaciones

sobre desparasitantes y pesticidas indican que los dueños de las clínicas
veterinarias están más interesados en la venta de los productos que en la salud de sus pacientes.
Solo debes acudir a estas clínicas en casos de emergencia, por ejemplo, si tu
mascota necesita tratamiento inmediato después de un accidente. Estas clínicas ni
siquiera son adecuadas para el tratamiento de diversas patologías metabólicas, ya
que generalmente quieren dar de inmediato al dueño de la mascota el alimento
dietético específico para cada enfermedad. Acudir a estas personas no servirá de
nada, excepto para tener altos costos de alimentación que es mala, inadecuada y
que realmente no respeta la naturaleza de los animales.
Ahora puede estar reflexionando sobre cómo están las cosas en la oficina de su
veterinario actual. Probablemente hayas llegado a la conclusión de que, tanto por
tu veterinario como por otras personas que conoces, este es exactamente el caso.
Ya en el hall de entrada o sala de espera domina la publicidad de comida para
perros y uno se inunda con publicidad de diversos medicamentos.
Personalmente, evito estos médicos, es decir, los consultorios médicos para
humanos, porque a menudo se parecen. La publicidad farmacéutica es omnipresente.
No se puede confiar en un médico que anuncia un producto con su propio nombre,
porque nunca será independiente en la prescripción de medicamentos. Con los
veterinarios las cosas funcionan de la misma manera. Las industrias farmacéuticas,
las que ofrecen los mayores descuentos, las que también financian congresos para
veterinarios y mucho más (!) (se sabe que en medicina humana la situación es aún
peor), naturalmente llevan la delantera en el negocio más lucrativo. Si el precio y el
descuento son correctos, la calidad de los medicamentos no importa. Las industrias
farmacéuticas, tanto de medicamentos veterinarios como destinados a los seres
humanos, también tienen la mala costumbre de promocionar fuertemente los
medicamentos de más reciente lanzamiento, que casi siempre son más caros, si
bien estos difieren solo en algunas características insignificantes de los que se
comercializan. ya se encuentran en el mercado, aparte del precio claro.
Los veterinarios también prefieren usar los medicamentos más caros, porque, en
comparación con los genéricos equivalentes y mucho más baratos, los medicamentos
de marca permiten mayores ganancias. Los genéricos son medicamentos que
contienen exactamente los mismos principios activos que los medicamentos
originales, pero sus patentes han caducado y no se pueden renovar. Un buen ejemplo
en este sentido es un fármaco cardíaco para perros que en terapias continuas,

y este es el caso más común, resulta muy costoso para los pacientes
propietarios. El envase original (catorce comprimidos) de este fármaco (Fortekor
5 mg, con el principio activo benazepril, un inhibidor de la ECA) cuesta 18,50
euros. Para un perro pequeño que necesita una pastilla al día, los costes
mensuales son de casi 40 euros. Sin embargo, si el dueño de la mascota logra
acceder a un genérico (¡sin diferencia en la eficacia!), paga solo 10 euros por
98 comprimidos, también de 5 mg con benazepril. El gasto mensual ronda por
tanto los 3 euros y eso significa que tiene que pagar menos de una décima
parte. ¡En este caso el veterinario gana considerablemente menos y esto no le
conviene!
Yo mismo apenas conozco prácticas veterinarias en las que no haya

publicidad de ciertos productos ya en el vestíbulo. Una vez tuve el placer de
visitar casi cien consultorios veterinarios en Internet. A estas alturas, casi todos
los estudios tienen su propia página de inicio donde, a través de una visita
virtual, se presentan las diferentes salas. En mi investigación encontré solo
unos pocos veterinarios cuyas salas de espera o vestíbulos no tenían alimentos
procesados. Al contrario, en el caso de algunos compañeros parece estar en
una tienda de la cadena Fressnapf11! También es difícil encontrar un veterinario
que no venda alimentos dietéticos en su oficina, o al menos yo no los he encontrado.
Las pocas salas de espera verdaderamente neutrales, que no “martillan con
publicidad”, son sólo las de los estudios en los que se aplica también o
exclusivamente la medicina alternativa. No me gustaría entender aquí por
"alternativa" algo opuesto a la medicina alopática; gracias a Dios, también hay
veterinarios que se preguntan si, además del tratamiento únicamente
sintomático, no existen también otros métodos mínimamente invasivos para
ayudar a los pacientes de cuatro patas. Aquí no pretendo cuestionar en absoluto
la medicina alopática: en la medicina de emergencia y también en el caso de
muchas patologías, no se puede prescindir de ella. Pero también tiene grandes
desventajas. Desafortunadamente, la medicina alopática no ofrece soluciones
adecuadas para muchas patologías crónicas. Aquí se practica exclusivamente
un tratamiento sintomático, que en la mayoría de los casos va de la mano de
efectos secundarios graves.
Inmediatamente queda claro que en las salas de espera de aquellas

consultas veterinarias que utilizan como métodos de tratamiento la acupuntura,
la homeopatía, la dieta según la naturaleza, etc., no hay publicidad alguna de
alimentos industriales para animales o medicamentos. Y los compañeros que
se perfeccionan en las medicinas "alternativas" son mucho más críticos en
este sentido e investigan mucho más a fondo las causas de las enfermedades
que los veterinarios que siguen exclusivamente la medicina alopática. Y
quienes investigan a fondo también logran, tarde o temprano, averiguar cómo
funciona el sistema y cómo los veterinarios actúan como lacayos de la
industria. Esto se aplica no solo a la publicidad de alimentos precocinados,
sino también a la venta acrítica de suplementos nutricionales, desparasitantes,
medicamentos contra pulgas y garrapatas y mucho más. Estos veterinarios se
prestan a transformarse en puntos de venta condescendientes donde los
representantes científicos y los representantes de la industria alimentaria pasan el testigo.
Me refiero a que inmediatamente se necesita innovación por parte de los
veterinarios y deben trabajar por el bienestar del paciente y no por el de la
billetera. Debe evitar este tipo de cirugías veterinarias si su mascota enferma
sufre de alergias, trastornos metabólicos o enfermedades de las articulaciones.
Allí no estás bien asesorado y generalmente comienza una odisea de meses
o años en clínicas que funcionan todas de la misma manera. Especialmente
los pacientes alérgicos suelen ser casos largos y complicados y si el veterinario
no tiene nada que ofrecer más allá de pruebas de alergia, cortisona,
inyecciones de antibióticos y alimentos antialérgicos preparados industrialmente,
entonces es mejor dejar la práctica. Ahorrarás dinero y sufrimiento.
Desafortunadamente, puede suceder que necesite mucha paciencia al
buscar un estudio adecuado. Pero afortunadamente, los veterinarios que se
comportan de manera diferente ahora están en aumento, ya que los dueños
de mascotas también solicitan cada vez más métodos de curación alternativos.
Estos estudios veterinarios discuten críticamente los temas de nutrición según
la naturaleza y el uso de medicamentos.
Vayamos un paso más allá: ahora ha llegado a la consulta real y coloca a su
mascota sobre la mesa. Aquí puedes recoger otras impresiones. ¿El veterinario
hace preguntas específicas? ¿Preguntas sobre terapias anteriores? ¿Sobre la
toma previa de medicamentos?
¿Sobre nutrición? ¿O no hace muchas preguntas y simplemente actúa?
En este punto, por supuesto, es difícil para usted determinar si los diagnósticos y
tratamientos adicionales sugeridos por su veterinario representan los mejores posibles o
si son realmente necesarios para su mascota. A los veterinarios también se les debe dar
libertad individual, pero hay algunas reglas básicas que puedes cumplir. Mantente alejado:
• Al veterinario que inmediatamente quiere ver el carné de vacunación y te hace sentir

culpable porque tu perro, que ahora tiene 10 años, no ha tenido la última vacuna
anual…
• Del veterinario que no te escucha y que te hace saber que tú no

no entiendes nada...
• Del veterinario que quiere convencerte de la necesidad de administrar

con tratamientos regulares de desparasitación y antipulgas…
• Del veterinario que, al menor problema, quiere darle antibióticos a tu mascota durante
diez días sin hablar de alternativas…
• Del veterinario que quiere convencerte de la necesidad de una vacuna contra la
borreliosis…
• Del veterinario que te hace sentir culpable si no haces lo que dice, sin él
poder ofrecerle alternativas…
• Al veterinario que, en el caso de patologías articulares, no conoce otras opciones de

tratamiento que los analgésicos, que tienen muchos efectos secundarios…
• Del veterinario que absolutamente quiere venderte suplementos aparentemente

indispensables, sin poder darte información sobre una correcta nutrición…
• Del veterinario que quiere venderte el alimento adecuado para cada posible tipo de
patología…
• Del veterinario que constantemente te interrumpe y no te deja hablar…
Definitivamente deberías evitar estos veterinarios. Los peores con los que te puedes
encontrar son los llamados "cabilderos contratados". Esta claque está patrocinada por la
industria, tanto farmacéutica como de piensos; en este caso sigue siendo negocio! Y los
veterinarios lo hacen abiertamente.
Los anunciantes de productos son cabilderos contratados, porque se les paga

por lo que dicen. Estos son casi los peores representantes de su categoría,
porque no respetan la regla básica de los veterinarios, que debería ser: ¡el
bienestar de nuestros pacientes es lo primero!
Hay compañeros que apenas entran en estudio los dueños de las mascotas,
evalúan qué tipo de medicamentos, diagnósticos y terapias les pueden dar y,
por así decirlo, ya ven brillar el euro; Creo que tienen el trabajo equivocado y
deberían buscar otro. Te sorprendería saber cuántos son en realidad estos
veterinarios. Entre ellos también están aquellos que sinceramente reconocen
y admiten su propio comportamiento.
Puedo confirmar esto porque conozco la categoría.
Obviamente, no quiero demonizar a todos mis colegas aquí, aunque lo
parezca. Hay muchas excepciones; estos son colegas que aún se ganan la
vida con su trabajo, obtienen ganancias de la venta de la mayor cantidad
posible de medicamentos y alimentos, pero recurren a tratamientos
innovadores y procedimientos individuales. De ahí deriva un campo de acción
muy rentable, porque los dueños de mascotas son realmente capaces de
reconocer cuando se les trata de manera justa y honesta. A la larga, esto
también compensa económicamente. Y no hay nada más satisfactorio que
poder mirarse en el espejo por la noche y decir: "Tengo la conciencia tranquila
sobre todo lo que hice hoy". Y no: "Hoy logré dar a fulano cosas que en
realidad no necesitan, pero logré ganar un dineral". Pero esto es una cuestión
de carácter. Y créanme: un veterinario también puede ganar honestamente,
no solo puede, sino que debe.
11. Fressnapf/Maxi Zoo es el nombre de una cadena de tiendas (1200 puntos de venta en doce países europeos)
donde se pueden comprar alimentos y accesorios para animales [Nota del editor].
Bibliografía
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sobre el uso de antibióticos y la propagación de la resistencia a los antibióticos
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Buchwald, Gerhard, Vaccinazioni: il business della paura, Civis, 2000
Grimm, Hans-Ulrich, realmente artificial. El Manual de aditivos alimentarios del Dr.
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Peichl, Monika, vacunando a las mascotas con razón, edizioni Norbert Höpfinger,
2009.
Schmidt, Vera, Horzinek, M.CH., Enfermedades del gato - volumen 1, edizioni
Gustav Fischer, Jena-Stuttgart, 1992.
Innocence, Paul U., ¿El médico como un extraño en la medicina?, edizioni
Zuckschwerdt, junio de 2005.
Zeugswetter, Florian, “Paciente frecuente en la práctica de pequeños animales: la
gato hipertiroideo”, “Vet Journal”, 5/2010.
El autor
utta Ziegler, nacida en Darmstadt en 1955, vive en Hallein, cerca de
j Salzburgo. Después de estudiar medicina veterinaria en Viena (1975-1981),

abrió una clínica veterinaria en Kuchl. Desde 1999 dirige una clínica
veterinaria para pequeños animales con una tienda anexa de productos naturales,
cuya preparación se ocupa principalmente él mismo. Además, es veterinario
especialista en homeopatía.
Durante años se ha involucrado intensamente en los métodos de curación

alternativos, aunque su atención se centra especialmente en los alimentos crudos
orgánicos según la naturaleza para perros y gatos (BARF). Ofrece consultoría y
realiza conferencias y seminarios sobre estos temas. Es madre de dos hijos adultos.
Soluciones para el bienestar de tus animales
www.armonieanimali.com
es el sitio que apoya a la Nuova Veterinaria:
a. alimentación saludable
b. personalización de vacunas c. productos

éticos y orgánicos d. conocimiento, información
y difusión e. caminos de crecimiento personal con
tu mascota
Cuatro
Muy a menudo los animales se enferman precisamente por los tratamientos
a los que se someten durante sus visitas al veterinario, es decir, por vacunas,
METRO
medicamentos y mala alimentación.
El autor divide a los veterinarios en tres categorías:
• veterinarios "cínicos", es decir, aquellos que son conscientes del daño que causan
a los animales, pero que a pesar de ello siguen trabajando como siempre lo han hecho;
• un segundo grupo de veterinarios "desconocedores" que no reflexionan

particularmente sobre lo que hacen, sino que actúan como aprendieron durante sus
estudios y como aprenden en los diversos cursos de actualización;
• un tercer grupo de veterinarios "conscientes", que entendieron el alcance de sus

acciones y tomaron otros caminos. El libro tiene como objetivo ayudar a los veterinarios
"inconscientes" a volverse "conscientes".
El autor destaca cómo los datos muestran que en las últimas décadas enfermedades
como la diabetes, la epilepsia, las enfermedades hepáticas y renales, las alergias, etc.,
están al alza entre perros y gatos, a menudo de enfermos crónicos y …para ellos, al igual
que para los hombres, el envejecimiento. mientras permanecer saludable es cada vez
más difícil y raro.
Este libro electrónico contiene datos elocuentes que finalmente trae

discutir el sistema tal como está ahora.
RESUMEN
CAPÍTULO 1 25
EL GATO FÉLIX NO PUEDE ORINAR MÁS 25
CAPÍTULO 2 36
EL LABRADOR PAULE SE RASCA HASTA HACERLE SANGRE 37
CAPÍTULO 3 56
LA HISTORIA INTERMINABLE DEL PASTOR ALEMÁN POMUC Y SUS ARTICULACIONES
FRÁGIL COMO EL VIDRIO 57

CAPÍTULO 4 74
POR DECIR, VACUNADOS A MUERTE. POR QUÉ GATO BENITA TUVO QUE MORIR ÿÿ
CAPÍTULO 5 101
POR QUE LA DOBERMANN SANDRINA DESTRUYE LOS MUEBLES DE CASA 101

CAPÍTULO 6 117
CASI ENVENENADA POR EL VETERINARIO. LA PRUEBA DE UN GATITO 117

CAPÍTULO 7 140
ESCUCHA, UN BARRIL 141
CUATRO PATAS 141

CAPÍTULO 8 151
LA TRISTE HISTORIA DE MAX, UN LABRADOR MACHO DE CINCO AÑOS 151

CAPÍTULO 9 160
LOS PEORES Y MÁS INSISTENTES RUMORES SOBRE LA ALIMENTACIÓN ORGÁNICA SEGÚN
NATURALEZA 161
CAPÍTULO 10 184
¿CÓMO PUEDE PROTEGER A SU PERRO O GATO DE
INTERVENCIONES INÚTILES Y TRATAMIENTOS INEFICACES 185

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coordinación editorial ......Sara Broccoli

reseña..................................Claudia Benatti, Stefano Cattinelli

edición............ . .....................Danila Ganzerla, portada de Valentina

Collar "Aquí la pata"

q uando Macro Edizioni me pidió que editara la edición italiana de

Va directo al corazón de la responsabilidad profesional: la ética.

En el legendario Meccano y Lego pude entonces reconciliar esta parte destructiva de mí

Lo que más me gusta de este libro es que es el resultado de una investigación.

Podemos hacer el mismo razonamiento con Jutta.

Cuando la compañera salió y estábamos solos, en mi ingenuidad, le pregunté por qué

En otras palabras, debajo de esta campana podemos colocar cualquier categoría; en

En la relación con el cliente, el profesional es consciente de que lleva la delantera.

como hacen los demás".

Yo también, como mi colega Ziegler, soy testigo muy a menudo de la vacunación o

Este riesgo es evidentemente intrínseco a la profesión libre: quedar enganchado al

Estadísticamente, se reducen, por lo tanto, pensamientos y acciones sobre

Les recuerdo que en el medio, la parte estadísticamente mayoritaria es la que no

Un movimiento que inevitablemente comienza a tomar cada vez más consistencia

dejado de instalarse en el sentimiento, se está convirtiendo en una verdadera forma de ser

No es casualidad que el libro termine con un capítulo en el que se describen situaciones

Me imagino, por ejemplo, a jóvenes veterinarios, aún no completamente involucrados en

Aquí, este prefacio está dedicado a ellos.

STEFANO CATTINELLI, veterinario

Seguro que tú también has tenido alguna de mis experiencias.

¿Un buen ejemplo? Es fin de semana, tienes en casa un animal herido

Lógicamente todo veterinario, así como todo médico, naturópata o terapeuta

Sus ideas sobre diagnóstico, tratamiento médico y terapia son ciertamente

humanos (a veces, sin embargo, los médicos rompen este juramento o se

Durante 20111 se espera lanzar al mercado una línea especial de alimento

Recomiendo darle este libro a su veterinario. Quizás, enfurecido, lo arroja

1. El volumen se publicó en Alemania ese año. Entonces, la línea de alimentación se colocó

económico, o incluso por pura codicia, se comportan sin importar el bienestar

ciertamente cierto, pero hay un número creciente de prácticas veterinarias que

Estimados lectores, el propósito de este libro es ayudarlos a conocer más sobre

Lo mismo les sucede a los veterinarios y sus pacientes de cuatro patas.

nuestros pacientes De esta forma podríamos actuar de forma inmediata con

Finalmente, quiero contarles lo que me pasó a mí, un ejemplo insuperable de

presione al grupo que tiene más poder en medicina veterinaria:

Tuya JUTTA ZIEGLER,

Felix el gato ya no puede orinar

paciencia. Pero cuando le da paté de hígado, se siente culpable, porque según la

recomendar Whiskas y similares, luego se vende comida dietética muy cara a

relativamente poco que queda en el estómago de un ratón y que los afortunados

¿Y Félix? Mientras tanto, Johanna P. está harta de la comida dietética que es

reacciona con irritabilidad y responsabiliza a Johanna P. de la aparición de cálculos

Pasan más meses, Félix está muy demacrado y se ve muy desgastado. No

El gato recibe gotas intravenosas y algunas inyecciones. Como antes, Johanna

Recientes estudios estadounidenses han demostrado que la enfermedad renal no se puede

Sin embargo, aún no se ha demostrado que la reducción de un alto nivel de fósforo

Estimado Dr. Ziegler, en

carne cruda hablan de ella a regañadientes y casi en secreto. A menudo, los

2. El autor se refiere a lo que está pasando en Austria [NdT].

Labrador Paule se rasca hasta sangrar

Ya de cachorro el Labrador Paule comía croquetas (especial para

Las tabletas de carbón para animales ya no sirven para nada. Silvia H. ha

exclusivamente a base de croquetas, ni siquiera ha sido capaz de desarrollar

naturales, algas y arcillas curativas. Una vez a la semana practica, a modo

sin embargo, la alergia es causada principalmente por sus excrementos. Paule

Desafortunadamente, casos similares a menudo llegan a mi oficina. No

correctamente contiene sólo una fuente de proteína y un tipo de verdura o un

mejor. Y la experiencia demuestra que la salud de los pacientes vuelve a llegar a

Después de más de treinta años de experiencia y después de haber recorrido