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Ecología

Ernst Haeckel, creador del término ecología y considerado el fundador de su estudio.


El término ökologie fue acuñado en 18691 por el naturalista y filósofo alemán Ernst
Haeckel a partir de las palabras griegas oikos (casa, vivienda,
hogar) y logos (estudio o tratado); por ello ecología significa «el estudio del
hogar».2
En un principio, Haeckel entendía por ecología la ciencia que estudia las relaciones de
los seres vivos con su ambiente, pero más tarde amplió esta definición al estudio de las
características del medio, que también incluye el transporte de materia y energía, y su
transformación por las comunidades biológicas.
La ecología es la rama de la biología que estudia las relaciones de los diferentes seres
vivos entre sí y con su entorno: «la biología de los ecosistemas» (Margalef, 1998, p. 2). Estudia cómo estas interacciones
entre los organismos y su ambiente afectan a propiedades como la distribución o la abundancia. En el ambiente se
incluyen las propiedades físicas y químicas que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como
el clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos). Los ecosistemas están
compuestos de partes que interactúan dinámicamente entre ellas junto con los organismos, las comunidades que
integran, y también los componentes no vivos de su entorno. Los procesos del ecosistema, como la producción primaria,
la pedogénesis, el ciclo de nutrientes, y las diversas actividades de construcción del hábitat, regulan el flujo de energía y
materia a través de un entorno. Estos procesos se sustentan en los organismos con rasgos específicos históricos de la
vida, y la variedad de organismos que se denominan biodiversidad. La visión integradora de la ecología plantea el
estudio científico de los procesos que influyen en la distribución y abundancia de los organismos, así como las
interacciones entre los organismos y la transformación de los flujos de energía. La ecología es un campo interdisciplinario
que incluye a la biología y las ciencias de la Tierra.
La ecología evolucionó a partir de la historia natural de los antiguos filósofos griegos,
como Hipócrates, Aristóteles y Teofrasto, sentando las bases de la ecología en sus estudios sobre la historia natural. Las
bases posteriores para la ecología moderna se establecieron en los primeros trabajos de los fisiólogos de plantas y
animales. Los conceptos evolutivos sobre la adaptación y la selección natural se convirtieron en piedras angulares de la
teoría ecológica moderna transformándola en una ciencia más rigurosa en el siglo XIX. Está estrechamente relacionada
con la biología evolutiva, la genética y la etología. La comprensión de cómo la biodiversidad afecta a la función ecológica
es un área importante enfocada en los estudios ecológicos. Los ecólogos tratan de explicar:

 Los procesos de la vida, interacciones y adaptaciones


 El movimiento de materiales y energía a través de las comunidades vivas
 El desarrollo sucesional de los ecosistemas
 La abundancia y la distribución de los organismos y de la biodiversidad en el contexto del medio ambiente.
Hay muchas aplicaciones prácticas de la ecología en biología de la conservación, manejo de los humedales, manejo de
recursos naturales (la agroecología, la agricultura, la silvicultura, la agroforestería, la pesca), la planificación de la ciudad
(ecología urbana), la salud comunitaria, la economía, la ciencia básica aplicada, y la interacción social humana (ecología
humana). Los organismos (incluidos los seres humanos) y los recursos componen los ecosistemas que, a su vez,
mantienen los mecanismos de retroalimentación biofísicos son componentes del planeta que moderan los procesos que
actúan sobre la vida (bióticos) y no vivos (abióticos). Los ecosistemas sostienen funciones que sustentan la vida y
producen el capital natural como la producción de biomasa (alimentos, combustibles, fibras y medicamentos), los ciclos
biogeoquímicos globales, filtración de agua, la formación del suelo, control de la erosión, la protección contra
inundaciones y muchos otros elementos naturales de interés científico, histórico o económico.

Historia de la ecología
La ecología en la antigüedad
Esta rama se practica desde la antigüedad. Muchas de las personas que se dedicaban al cuidado de sus tierras
y animales aprendían, casi de forma involuntaria y obligatoria, acerca de las interacciones de sus animales con el
entorno, así es precisamente como nace el estudio del que hoy hablamos.
En años posteriores, con el inicio de la investigación de ciencias como la biología, la ecología empezó a tener aún más
importancia, sobre todo como una rama de la ciencia anterior, dedicada a estudiar específicamente a los seres vivos. Sin
embargo, con el paso del tiempo, surge la necesidad de estudiar, además, el comportamiento de dichos seres en su
entorno, motivo por el que la ecología toma mayor importancia.
Aristóteles e Hipócrates
Estos personajes de la Antigua Grecia dejaron numerosos escritos en los que plasman sus ideas acerca de lo que hoy se
conoce como las bases de la ecología. De hecho, gracias a Aristóteles e Hipócrates la historia de la ecología empezó a
relacionarse incluso con la genética y la evolución natural.
¿Quién y cuándo se inventó el término?

Ernst Haeckel
En el año 1869, Ernst Haeckel, naturalista de origen alemán, acuñó el término “ecología” para explicar esta rama, la
cual, de acuerdo a sus palabras, “estudia las relaciones de los seres vivos y su ambiente”. A pesar de ello, originalmente
Haeckel acuñó el término ökologie, una palabra creada a partir de la combinación de otras dos de origen
griego: oikos (cuyo significado es hogar) y logos (que significa estudio). Por ende, para Haeckel la ecología es “el estudio
del hogar”.
En los antecedentes de la ecología se hace referencia a la palabra “hogar” ya que, para esta rama, lo más importante es
el comportamiento de los seres vivos y su interacción en sus hábitats. Debemos recordar que la naturaleza está
compuesta por diversos ecosistemas donde hacen vida animales, plantas y otras especies, es por ello que la biología se
enfoca únicamente al estudio de los seres (y sus características), mientras que la ecología lo hace en cuanto a la
interacción de dichos seres con su entorno.
Más personajes destacables de la historia de la ecología
Si hablamos de personajes destacables en la historia de la ecología es necesario mencionar a algunos científicos cuya
participación en esta rama biológica dejó grandes estudios y nos permiten entender a la ecología como un término a día
de hoy. Entre ellos destacan:
René Antoine Ferchault de Réaumur
De origen francés, René Antoine Ferchault de Réaumur enfocó sus estudios en la física y la botánica, siendo en esta
rama de la biología en la que tuvo especial participación con los seres vivos, especialmente con los insectos. Ferchault
realizó numerosas obras, sin embargo, la más influyente fue resultado de su observación a las características físicas y
comportamiento de diferentes tipos de insectos.
Anton van Leeuwenhoek

Anton van Leeuwenhoek


Oriundo de los Países Bajos, este personaje es incluido en los antecedentes históricos de la ecología debido a su papel
en la ciencia principal de la ecología: la biología. Comenzó como comerciante y, durante su juventud, tuvo acceso a su
primer microscopio, una herramienta que cambió su vida.
Anton van Leeuwenhoek se encargó de perfeccionar el funcionamiento del microscopio y, así, inició sus primeras
observaciones, las cuales lo convirtieron hoy en día en el “padre de la microbiología”. Además, es un personaje
histórico en lo que a biología celular y experimental se refiere.
Louis Receveur
El próximo personaje de la historia de la ecología también tuvo un papel fundamental en la iglesia. ¡Sí! Así como lo lees.
Receveur forma parte de los clérigos que también fueron científicos y, por si fuera poco, tuvo participación en la
botánica, meteorología, astronomía y más. Tanta fue su influencia que hoy en día es conocido como “lo más cercano a
ser ecólogo en el siglo XVIII”.
Georges Louis Leclerc

Georges Louis Leclerc


Este naturalista, biólogo y botánico francés no solo estudió a ciertas especies, sino también tuvo un papel fundamental
en el estudio de la actividad volcánica, así que tiene una destacable participación en la geología. Sus tesis ayudaron a
rechazar hipótesis de científicos anteriores y, debido a sus investigaciones, incluso fue ampliamente criticado.
Alexander von Humboldt
Llegado a un punto de la historia, los científicos se dieron cuenta que no era suficiente estudiar las especies y
ecosistemas de las zonas en las que vivían (mayormente lo que hoy se conoce como Europa). Por este motivo, ciertos
hombres de gran influencia para la ciencia emprendieron viajes a “tierras desconocidas”, para poder realizar estudios
de observación en campo.
Alexander von Humboldt, o Alejandro de Humboldt, es ejemplo de ello. Este naturalista, geógrafo y explorador se
encargó de viajar desde Europa hasta América e incluso sus exploraciones llegaron hasta Asia, lugares en los que
analizó recursos naturales, flora, fauna, clima y más.
Este personaje, nacido en el Reino de Prusia, planeó originalmente viajar a África, sin embargo, no pudo lograr su
objetivo y desvió su viaje a América, específicamente a Centroamérica y América del Sur. Venezuela, Cuba, Colombia,
Perú y México son solo algunos de los países que este científico recorrió en su viaje de más de diez mil kilómetros.
Los resultados de sus exploraciones fueron recopilados en una obra de 30 volúmenes, trabajo que le tomó más de 20
años en preparar y publicar.
Nacimiento de nuevas disciplinas

Estos son solo algunos de los personajes que marcaron la historia de la ecología y que, por ello, hoy forman parte de los
antecedentes históricos de esta ciencia. Gracias a sus investigaciones, exploraciones y numerosos estudios, poco a
poco se fueron creando nuevas disciplinas relacionadas no solo a la biología, sino enfocadas específicamente a
nuestro objeto de estudio: la ecología. Entre las “nuevas ciencias” que estas investigaciones dieron pie encontramos:
 La ecología humana, tal como su nombre lo indica, se encarga de conocer y estudiar la relación de los
seres humanos con sus entornos (sean naturales, sociales o construidos).
 La ecología urbana, pensada en las interacciones de los habitantes de zonas urbanas.
 La ecología industrial, más que una disciplina este término hace referencia a una propuesta ecológica que
planea el aprovechamiento de los residuos industriales para crear materia prima destinada a otras
actividades del sector o, en su defecto, la reutilización de dichas materias para su posterior degradación y
devolución a los ecosistemas.
 La ecología del paisaje, enfocada tanto a la biología como a la geografía, esta disciplina estudia los
paisajes naturales y aquellos creados por el hombre.
 La ecología de poblaciones, también denominada ecología demográfica, se encarga de estudiar a los
organismos que pertenezcan a una misma familia o especie.
En definitiva, la ecología es una rama de la biología cuyo estudio ha generado nuevas disciplinas que han permitido
entender el desarrollo no solo de la naturaleza, sino también de las sociedades. Gracias a los científicos
anteriormente mencionados, y el continuo estudio de esta ciencia, hoy podemos hablar de la ecología como una rama de
gran impacto en lo que a medio ambiente y seres vivos se refiere.

Bibliografía

 Dobzhansky, Theodosius (1973), «Nothing in Biology Makes Sense Except in the Light of Evolution», The


American Biology Teacher (en inglés) 35 (3): 125-129, ISSN 0002-7685, archivado desde el original el 5 de
noviembre de 2015, resumen divulgativo
 Margalef, Ramón (1998). «1». Ecología (9.ª edición). Barcelona: Omega. ISBN 8428204055.
 Molles, Manuel C. Jr. (2006). Ecología: Conceptos y aplicaciones. (3.ª edición). Madrid: McGraw-
Hill. ISBN 844814595X.
 Malacalza, Leonardo, ed. (2014). Ecología y ambiente. Asociación de Universidades Grupo Montevideo -
Universidad Nacional de La Plata. p. 303. ISSN 2314-1743. Consultado el 11 de agosto de 2014.
 Santana, Adalberto Coord. (2011). Energía, medio ambiente y política en América Latina. México:
UNAM. ISBN 978-607-02-2814-8

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