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PSICOLOGÍA DE LA DISCAPACIDAD

SEGUNDO PARCIAL

Nombre: Fiorella Sirio

L.U: 40141442-0

Correo electrónico: fioresirio7@hotmail.com


1) ¿A qué se debe la dificultad de presentar proyectos propios por parte de las
personas con DI? ¿Qué consecuencias psíquicas posee que no se valide su lugar de
adulto? Relacione estos aspectos con ejemplos de la escena Gabrielle
https://www.youtube.com/watch?v=-holKg-5ttk

Frente al nacimiento de un hijo con discapacidad, los padres deben atravesar un trabajo de
duelo por aquel hijo esperado y no nacido para poder inscribir en sus respectivos deseos al
hijo con discapacidad. Un proceso de duelo favorable va a permitir que se renuncie al hijo
soñado para dar reconocimiento a las posibilidades y limitaciones del hijo nacido. Sin
embargo, este proceso de duelo no se cierra para siempre, sino que hay episodios en el
transcurso de la vida que reactualizan el trauma inicial, recreando el proceso. Esto suele
ubicarse en todos aquellos momentos donde se deba producir una integración social
dando lugar a la escenificación de las “diferencias” y “limitaciones”. Por ejemplo, esta
reactualización de duelo puede presentarse cuando se comienza la escolaridad, en la
adolescencia y/o adultez.
Sumado a lo planteado, suele ocurrir que a partir del conocimiento del diagnóstico se
marque el destino del sujeto con discapacidad. Este destino lo lleva a ocupar el lugar de
“objeto protector” de la madre o de quien ocupe esta función, es decir, les es sustraída la
posibilidad de una posición subjetiva. Son madres en las que se identifica una
hiperactividad en torno a los tratamientos y cuidados de su hijo, no quedando espacio
posible para la emergencia de lo propio y, en consecuencia, tampoco para el despliegue
subjetivo de este niño. Cualquier movimiento hacia la autonomía resulta insoportable tanto
para el niño como para su madre. Esto desemboca en angustias y dependencias mutuas, y
en niños, adolescentes y jóvenes con pobreza psíquica, alienados y debilitados en su
palabra. Otra consecuencia de definir el destino de la persona con discapacidad (PCD) es
que no se tengan en cuenta sus deseos y proyectos. Esto ocurre debido a que se tiende
compulsivamente a la rehabilitación o “normalización” y, además esta es una forma de
negar el avance del tiempo introduciendo a las personas con discapacidad en la categoría
de “niños eternos”. Lo planteado conlleva a que se refuerce el periodo de latencia
dificultando el acceso a los roles adultos. Dentro de estos roles se puede ubicar la
actividad sexual. Esta es vista como traumática, indeseada, introduce el desorden y pasa a
ser un tema público para toda la familia, en vez de ser algo íntimo. Esto se ve reflejado en
el video de Gabrielle, cuando la madre de él ve que ellos se encuentran con poca ropa. Se
puede observar la incomodidad de ella, aunque haga referencia a que “no es grave”, sin
embargo, no se atreve a preguntarle a su hijo si había ocurrido algo, lo hace mediante un
tercero. En estas acciones se ve como para ella, la sexualidad es algo que la asusta,
pertenece al orden de lo traumático y de lo que no se habla.
Para presentar proyectos propios se necesita que el sujeto sea poseedor de una posición
subjetiva ya que implica la posibilidad de ubicarse discursivamente como poseedor de una
palabra, por lo que, si el sujeto con discapacidad queda alienado a aquella posición de
objeto señalada anteriormente, esta tarea se ve entorpecida. En consecuencia, se
desarrollan adultos con una posición subjetiva debilitada y careciente de deseos, entonces,
se dificulta la posibilidad de desplegar sus potencialidades en el armado de lazos
exogámicos, quedando atrapados en una latencia permanente, en el lugar de “eternos
niños”. Sin embargo, este lugar no es consecuencia de la discapacidad, sino de las
llamadas “patologías emocionales agregadas” que pertenecen al orden de lo subjetivo y
generan efectos limitantes, como ser que la PCD quede fijada en aquel posicionamiento de
niño dificultando el desempeño de roles que serían “normales” en función de la edad y
sexo. Además, se dificulta que caduque la omnisapiencia parental, teniendo por resultado
el impedimento de verlos tal como son para lograr tener más confianza en sí mismo.
También, se sofoca toda posibilidad de autonomía, constituyéndose una dependencia
respecto de la mirada de los padres ante cualquier desplazamiento.

2) Según el texto Arnau Ripolles.M.S. (2018) ¿Por qué el cambio del concepto de
discapacidad a diversidad funcional supone una transformación ética y política?
¿Cuál es la génesis de este cambio de conceptos?
En el texto se plantea que “discapacidad” es un término clásico biomédico- clínico y
capacitista. Al considerarlo de esta forma, se profundiza la idea de la eliminación y
reducción de la diferencia, de manera que las personas con discapacidad sean capaces de
adaptarse al entorno. De aquí surge la idea de utilizar el término diversidad funcional, con
el cual se refleja mejor la noción de que son personas que realizan las mismas tareas o
funciones de manera diferente, dejando de lado el concepto de discapacidad, es decir,
“falta de capacidad”.
La autora plantea que la sexualidad es una forma humana de comunicarse y expresarse
con otros. Sin embargo, cuando se trata de personas con diversidad funcional no se las
considera sexuadas, sino todo lo contrario, asexuadas. Esto se refleja en todas las etapas
vitales, desde la niñez hasta la adultez. A modo de ejemplo, en el caso de Juan Manuel se
puede observar como la madre le quita valor a la idea de que él tenga novia, dando lugar a
una infantilización del joven diciendo “son cosas de chicos”. Aquel desinterés por la
sexualidad desemboca en una falta de políticas públicas ya que las sexualidades de estos
sectores poblacionales apenas son tenidas en cuenta. La sexualidad tiene su propio
discurso hegemónico, hetero patriarcal, dominante, falocéntrico y genitalizante, por esto, la
mirada dominante de este discurso es biomédica, patriarcal y capacitista. Sin embargo, se
debe tener en cuenta que a lo largo de la historia, la sexualidad de las mujeres, con o sin
diversidad funcional, fue relegada y dejada de lado; por lo que la sexualidad masculina era
la única que importaba.
Si se tiene como faro al capacitismo se genera una asimetría de poder entre las personas
con y sin discapacidad, haciendo que inevitablemente esto influya sobre la sexualidad ya
que, aquél percibe a las maneras diferentes de funcionar como problemas y anomalías.
Entonces, el viraje desde el concepto discapacidad hacia el de diversidad funcional supone
una transformación ética y política porque, en primer lugar, se abandona el pensamiento
de que a las personas con discapacidad “les falta algo” para comenzar a hablar de una
forma distinta de hacer las cosas sin connotación negativa. Además, es un cambio que
surge del propio colectivo a partir de la búsqueda de una vida independiente, de igualdad
de condiciones y oportunidades. En relación a esto, buscan que se produzcan cambios
políticos, comenzando por el reconocimiento de los derechos sexuales, las figuras
laborales (asistente personal y asistente sexual) y el derrumbamiento de los mitos y
creencias que la sociedad tiene con respecto a este colectivo de personas con diversidad
funcional.

3) ¿Cómo pensar la integración, en términos laborales, con efectos terapéuticos?


¿Qué características deben estar presentes en la actividad laboral para ser
considerados en tal sentido?
El trabajo es inherente a la actividad humana y es considerado un derecho para todo
sujeto. Además, es uno de los indicadores más importantes de independencia, es la base
para la autoestima personal y una forma de contribución a la sociedad.
Existen los llamados “talleres protegidos” que consisten en la producción de bienes y/o
servicios realizados por personas con discapacidad (PCD). Sin embargo, debido a la falta
de políticas públicas para la organización y planificación de estos talleres por parte de
profesionales, son los mismos padres quienes los coordinan. Esto trae aparejado diversas
cuestiones, en principio perpetúa el lugar de dependencia y la posición de eternos niños,
sosteniendo la creencia de que necesitan la ayuda de otros para subsistir. Además, se
complejiza lograr la exogamia produciendo un escaso o nulo establecimiento de lazos
sociales genuinos entre los participantes y el mundo exterior. Asimismo, se podría pensar
que da lugar a un retroceso hacia una concepción paternalista y de marginación. Para
ejemplificar lo planteado, se puede abordar el caso de Michelle quien posee en su casa un
salón de té. Aunque a ella se la ve satisfecha con su proyecto, se podría pensar que, al ser
un salón que se encuentra en la casa familiar, esto limita la posibilidad de la vinculación
con otros, perpetuando la endogamia. Además, se observa una modalidad proteccionista
ya que ella está controlada continuamente por sus familiares, lo que constituye una forma
muy distante de un ambiente laboral.
También existen los llamados empleos con apoyo que son una modalidad de inserción
laboral para personas con discapacidad y constituyen un elemento clave para llevar a cabo
una adecuada transición de la escuela al mundo laboral. A diferencia de los talleres
protegidos, en este tipo de empleo, la PCD percibe un salario y una serie de beneficios en
relación directa con el trabajo llevado a cabo y se brinda una formación luego de conseguir
el trabajo. Además, la gravedad de la discapacidad no es criterio de selección y se les
brinda un apoyo flexible. Estos apoyos están a cargo de un preparador laboral, un técnico
de inclusión o un mediador. Esto no ocurre en los talleres ya que generalmente están
organizados y dirigidos por las familias de las personas con discapacidad. Asimismo, aquel
tipo de empleo se caracteriza por ser un proceso que incluya a un individuo y a su futuro
en el mundo, explora las experiencias personales, sus creencias internas, capacidades,
facilita la escucha y valora las aspiraciones futuras. Para ejemplificar lo planteado se puede
abordar el video de Alejandro quien cuenta que trabaja en un comedor, realizando tareas
que le gustan y percibiendo un salario. Alejandro cuenta que a partir de este empleo su
vida cambió porque ya no se aburre en su casa y gracias al sueldo puede comprarle cosas
a su novia y salir con ella. Se podría decir que este trabajo tuvo efectos terapéuticos ya
que le permitió romper con la endogamia favoreciendo los con terceridades y, en cierto
punto, dando lugar a su sexualidad ya que puede salir con su novia sin tener que depender
del apoyo económico de otros.
Un empleo con aquellas características explicitadas tendría efectos terapéuticos sobre la
persona con discapacidad ya que, promueve una habilitación subjetiva de quienes
tomando la palabra, construyen un futuro posible y deseante. También se desarrolla una
posición subjetiva que habilita una construcción del ser trabajador. Además, promueven la
exogamia, otorgan una identidad y los posicionan frente al mundo.

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