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José Martí y LA MASONERÍA


La masonería no es más que una forma activa del pensamiento liberal
JOSÉ MARTÍ

GUADALUPE ÁLVAREZ LLOVERAS*

L a vida del apóstol de Cuba, José Julián Martí Pérez, es bastante


conocida en casi todo el continente americano, pues además de
haber vivido en México en varios períodos de su no tan larga
vida, recorrió varios países del continente, dejando siempre su huella,
ya sea en prosa como en verso, declarando siempre la intensidad de su
pensamiento continental al llamarlo nuestra América.

Para la mayor parte de los cubanos, nunca fue El Dr. Torres Cuevas y otros investigadores
un secreto la filiación de Martí a la masonería, cubanos ya habían encontrado información sobre
existe toda una historiografía al respecto donde el tema de Martí y la masonería. En abril de 1869,
personas que lo conocieron afirmaron y refrenda- con sólo 16 años, Martí es juzgado por el delito de
ron que era masón. Por otro lado, existía una po- infidencia y fue sentenciado a seis años de traba-
lémica, pues otro sector de investigadores negaba jos forzados y enviado a la Isla de Pinos. Es hasta
dicha militancia. enero de 1871, gracias a gestiones realizadas por
Desde hace un año la polémica terminó, ya sus padres, que fue deportado a España. Es en
que en forma casual, y sin ser éste el motivo cen- España donde realiza sus estudios de bachillerato
tral de la investigación de un candidato a doctor y universitarios (Torres Cuevas, 2005: 301).
en historia, Samuel Sánchez Gálvez, encontró la En Madrid se realizó la iniciación en la maso-
prueba documental, tan necesaria para los histo- nería de Martí. Los datos que se conocían hasta
riadores, que acreditaba su filiación masónica, 2005 eran que fue en la logia masónica Armonía
avalado por su nombre y firma. Este triunfo de donde se inició; junto con sus amigos Francisco
la investigación histórica quedó plasmado en el Solano Ramos, Fermín Valdés Domínguez y otros
libro Martí ciñó el mandil, de Samuel Sánchez cubanos jóvenes que vivían en esa ciudad, que se-
Gálvez. manalmente asistían a dicha logia (Torres Cue-
vas, 2005: 308).
Los investigaciones anteriores habían definido
* Licenciada en Historia, Maestría en Metodología de la Cien-
cia, profesora tiempo completo en el CECYT “Ricardo Flores Magón”, que la edad que tenía Martí cuando se inició eran
IPN. 18 años, sin embargo, en la mayor parte de las lo-

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También definió lo que es la esencia de la ma-


sonería:

Obrar irrevocablemente, perfeccionar el ejercicio


de la libertad, preparar a los ciudadanos a la vida
pública, ayudar al logro de toda noble idea, estos
son, sin uno más, sin nada de incógnito, sin nada
oculto, son los misterios de la orden masónica (To-
rres Cuevas, 2005: 314).

Hace apenas un año, en enero de 2007, Sa-


muel Sánchez Gálvez, que estaba siendo tutorado
en su tesis de doctorado en ciencias históricas, El
pensamiento masónico en Cienfuegos entre los años
1878 y 1902, por el Doctor Torres Cuevas, le pre-
sentó a éste un expediente que pertenecía a la lo-
gia Fernandina de Jagua, y le solicitó revisara las
firmas de los diplomas encerrados en el mismo.
Ambos documentos contenían la firma y el nom-
bre simbólico de José Martí. El hallazgo no fue ac-
cidental, Sánchez Gálvez llevaba indagando tres
años con una investigación científica, rigurosa-
gias masónicas, la edad mínima era de 21 años. mente planificada, ajustándose a una metodolo-
Afirma Torres Cuevas que en España admitían a gía para la investigación, en este caso, sobre la
menores de 21 en las logias, con la condición masonería y su relación e influencia en el conjun-
que el iniciado fuera “estudiante universitario”, to de la sociedad cubana.1
requisito que cumplía Martí (Torres Cuevas, Según cuenta el Dr. Torres Cuevas, Sánchez
2005: 311). Gálvez estaba estudiando específicamente las lo-
Durante toda su vida Martí conservó una es- gias de una localidad significativa para la nación
trecha relación con la masonería. Existió en cubana, como es la ciudad de Cienfuegos. De
aquella época una discusión en las logias masóni- acuerdo a la estructura de la investigación crea-
cas de muchos lugares del mundo sobre el “secre- da, el paso siguiente fue la localización, estudio y
to masónico”. Hubo campañas en contra de las clasificación de la información obtenida. Entre
logias, las cuales fueron tachadas de “satánicas”. los objetivos estaba precisar el tiempo histórico,
Muchos masones distinguidos, como fue el caso la segunda mitad del siglo XIX cienfueguero, y
de Martí, combatieron esta idea, a la que antepu- determinar quiénes fueron los masones, sus profe-
sieron el que la institución era discreta, pero no siones, sus tendencias políticas y su posición so-
secreta. Sobre el tema escribió Martí en 1876, en cial, entre otros aspectos.
México: Dentro de las personalidades vinculadas al in-
dependentismo, a Sánchez Gálvez le interesó la
La masonería no puede ser una sociedad secreta en figura de Amelio de Luis Vela de los Reyes. Di-
los países libres, porque su obra es del adelanto ge- cho personaje tuvo influencia en la historia cultu-
neral; y para los que piensan cuerda y ampliamen- ral y educacional cienfueguera. La pista la dio el
te, el misterio de forma en que se envuelve, no es famoso trabajo de Fermín Valdés Domínguez,
más que una garantía de lealtad entre sus miem-
Ofrenda de hermano, en el cual se mencionaba,
bros, y una señal de respeto a las costumbres de los
tiempos pasados. Son sus viejas formas a la maso- entre las personas que él y Martí conocieron en
nería, como las reliquias de los ascendientes a sus Madrid, al propio Amelio de Luis.
hijos y nietos cariñosos; a ser de otro modo, una ra- Samuel Sánchez Gálvez buscó en el expedien-
zón bien templada no comprendería ni defendería te de Vela de los Reyes si existía alguna prueba de
en una tierra libre, americana, mexicana, una ma- su relación con Martí. La sorpresa fue que allí es-
sonería secreta (Torres Cuevas, 2005: 312). taban las firmas de Martí, además de la prueba de

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Han surgido muchas más interrogantes


dentro del contexto histórico de Martí y la
masonería, y no dudamos que muy pronto
sean aclarados estos vacíos históricos, en
lo que se ha llamado “la página en blanco
en la biografía de Martí”.

que en 1871 ya declaraba el grado de Maestro cubrió el nombre de la logia, Caballeros Cruzados
Masón, era activo en una logia y ocupaba un car- N° 62, en la que participaba a los dos meses de su
go importante en la misma. estancia en España, en 1871. Otro hallazgo fue el
¿Por qué se encontraba ese diploma allí, en seudónimo o nombre simbólico que utilizaba,
Cienfuegos, lugar que no fue visitado por Martí? Anáhuac, mismo que usó posteriormente para fir-
Cuando por alguna razón un masón solicita la mar trabajos periodísticos en México y Cuba.
baja de una logia, ésta tiene la obligación de en- Finalmente, como en la mayoría de las investi-
tregarle un certificado donde consta su carácter gaciones históricas, se cierra una etapa y se abre
de miembro de la institución, fecha de ingreso y otra. Han surgido muchas más interrogantes den-
grado que ha alcanzado. Ese documento lo avala tro del contexto histórico de Martí y la masone-
para solicitar su ingreso en otra logia de cualquier ría, y no dudamos que muy pronto sean aclarados
parte del mundo. Cuando por alguna razón el estos vacíos históricos, en lo que se ha llamado
masón no cuenta con ese certificado, presenta su “la página en blanco en la biografía de Martí”. <
diploma del más alto grado que posee.
Después de concluida la Guerra de los Diez
Años, 1868-1878, Vela de los Reyes regresó a
Cuba y se estableció en Cienfuegos, donde murió.
Notas
Para continuar su vida masónica solicitó la afilia-
1 Eduardo Torres Cuevas, “Presentación”, en Sánchez Gálvez,
ción en Fernandina de Jagua, y para eso presentó Samuel, Martí ciñó el mandil, La Habana, 2007.
su diploma de maestro masón (Vázquez, 2007).
Como narra Torres Cuevas, Samuel Sánchez Bibliografía
Gálvez se dedicó a la comprobación de cada uno González Rojas, Antonio Enrique, Martí, la masonería y Cienfuegos,
de los datos y detalles de los documentos encon- entrevista con el Dr. Eduardo Torres Cuevas,
trados. En corto tiempo se habían reunido ya to- http://www.rcm.cu/noticias/ferialibro2007/trabajos/entrevis-
tacuevas.htm.
dos los elementos para poder definir la autentici- Sánchez Gálvez, Samuel, Martí ciñó el mandil, La Habana, 2007,
dad de los mismos, así como la legitimidad de la Ediciones Bachiller.
Torres Cuevas, Eduardo, Historia de la Masonería Cubana, seis en-
firma de José Martí y los datos relativos a la logia sayos, La Habana, 2005, Ediciones Imagen Contemporánea,
en que militó. Casa de Altos Estudios, Don Fernando Ortiz.
Gracias a este hallazgo, cambió la apreciación Vázquez Pérez, Eduardo, “La página en blanco de la biografía de
Martí: La Masonería”, El Caimán Barbudo Digital, n. 340, Se-
sobre una serie de problemas y temas en torno a mana I-IV, http://www.caimanbarbudo.cu/html_total/simpre-
la militancia masónica de Martí. También se des- sas/articulos/340/index_articulo_04.htm.

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