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UNIVERSIDAD FEDERICO HENRIQUEZ Y CARBAJAL

UFHEC

MATERIA: DERECHO PROCESAL PENAL II

ESTUDIANTE: DANIA MERCEDES

MATRICULA: LR-14-10363

MAESTRO: RAFAEL ANTONIO MORLA PUELLO

TEMA: LA CONCILIACION, LA SUPENCION CONDICIONAL DEL


PROCEDIMIENTO, EL CRITERIO DE OPORTUNIDAD, Y EL JUICIO
ABREVIADO PLENO
INTRODUCCION

Una aportación del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio a la ciudadanía es


agilizar la solución de los conflictos, y para ello, ofrece varias posibilidades para que los
involucrados puedan llegar a acuerdos antes de enfrentarse en el Juicio Oral.
En la nueva justicia penal no todo es cárcel. Existen una serie de delitos, que en lo
común conocemos como no graves, que pueden resolverse asegurando la reparación
del daño y mediante otro tipo de sanciones. En delitos como violación y homicidio no
aplican las salidas alternas a un conflicto. Las opciones alternas pueden efectuarse
siempre y cuando la ley lo permita y no se afecten los derechos de la víctima.
A continuación, presentaremos las alternativas para agilizar la solución a los conflictos:
El criterio de oportunidad, la conciliación, suspensión condicional del proceso y juicio
abreviado previo, la cual ayudan a descongestionar los tribunales.
EL CRITERIO DE OPORTUNIDAD
Ejercer un Criterio de Oportunidad significa reconocer que la Justicia, como tal, tiene la
imposibilidad material de “atender” de igual forma todos los casos que entran al
sistema, debiendo discriminar entre casos complejos y simples delitos comunes, lo cual
contribuiría con una mayor celeridad procesal y un mayor acceso de aquellos casos
que verdaderamente deben ser atendidos.
La Oportunidad de la Acción Pública, consagrada en los artículos 34-36 del Código
Procesal Penal (CPP) dominicano, tiene precisamente como fin primordial sustituir el
mecanismo de la prisión por otros métodos alternativos menos violentos. En ese
sentido, el Principio de Mínima Intervención, o última ratio, afianza la legitimidad de la
intervención estatal sólo en aquellos casos en los cuales se han agotado todas las otras
posibilidades de resolución de conflictos no violentas.
Es así como al monopolio estatal de perseguir y castigar las acciones más reprochables,
se le contraponen otros mecanismos de resolución pacífica de conflictos amparados
bajo el mencionado Principio de Mínima Intervención, tal cual establece el artículo 34
del CPP: “El Ministerio Público puede, mediante dictamen motivado, prescindir de la
acción pública respecto de uno o varios de los hechos atribuidos, respecto de uno o de
algunos de los imputados o limitarse a una o algunas de las calificaciones jurídicas
posibles, cuando:
1. Se trate de un hecho que no afecte significativamente el bien jurídico protegido o
no comprometa gravemente el interés público. Este criterio no se aplica cuando el
máximo de la pena imponible sea superior a dos años de privación de libertad o
cuando lo haya cometido un funcionario público en el ejercicio del cargo o en ocasión
de éste;
2. El imputado haya sufrido, como consecuencia directa del hecho, un daño físico o
psíquico grave, que torne desproporcionada la aplicación de una pena o cuando en
ocasión de una infracción culposa haya sufrido un daño moral de difícil superación; y,
3. La pena que corresponde por el hecho o calificación jurídica de cuya persecución se
prescinde carece de importancia en consideración a una pena ya impuesta, a la que
corresponde por los restantes hechos o calificaciones pendientes, o a la que se le
impondría en un procedimiento tramitado en el extranjero.
Como puede observarse, se trata de una cuestión de economía procesal, en el sentido
de que se procura la simplificación y acortamiento del proceso a través de la supresión
de los trámites, haciendo innecesario el juicio oral.
Relevancia de la aplicación de un Criterio de Oportunidad:
a. Descongestionan considerablemente los tribunales, contribuyendo a una mayor
eficiencia en la tarea de impartir justicia
b. Disminuyen en gran medida la cantidad de presos preventivos, agilizando los
procesos
c. Fomentan una mayor participación de la sociedad en las actividades relacionadas a
la rehabilitación del delincuente

CONCILIACION

La conciliación es un mecanismo alternativo de solución de conflictos a través del cual,


dos o más personas, naturales o jurídicas, de carácter privado o público, nacional o
extranjera), gestionan por sí mismas la solución de sus diferencias, con la ayuda de un
tercero neutral y calificado, denominado conciliador.
La conciliación, soluciona conflictos en materias civil, comercial y familia. Entre las
principales controversias se encuentran: incumplimientos de contratos de
compraventa, de arrendamiento de vivienda urbana o comercial, pago de sumas de
dinero adeudadas, conflictos con proveedores, pago de facturas, negociación de
cartera, de contratos de distribución, almacenamiento, de franquicia, restitución de
bien inmueble arrendado, declaración de unión marital de hecho, disolución y
liquidación de sociedad conyugal o patrimonial, separación de bienes y de cuerpos,
conflictos entre socios, reconocimiento e indemnización de perjuicios.
Una vez solucionado el asunto objeto de diferencia, las partes plasman su acuerdo en
un acta de conciliación, la cual, asimila sus efectos a una sentencia judicial como son
presta merito ejecutivo y hace tránsito a cosa juzgada. El primero permite que si
llegado el caso se incumple lo acordado se pueda exigir su cumplimiento por la vía
judicial. El segundo, establece que el lo diferencias objeto de conflicto, una vez
solucionadas no podrán ser discutidas en otra instancia.
Es un proceso especial de cognición cuya finalidad es eliminar la incoación de un
proceso principal, también de cognición, mediante la tentativa de lograr una avenencia
entre los futuros litigantes. Se habla también de conciliación preventiva o conciliación
previa para destacar el carácter de proceso de eliminación de un litigio. Se trata de un
auténtico proceso en el que el demandante reclama la intervención del juez para
intentar el arreglo pacífico con el demandado. Ha dejado de ser presupuesto de
admisibilidad de las demandas en los juicios declarativos de mayor y de menor cuantía,
siendo ahora una actuación facultativa. No obstante, no puede promoverse
conciliación en los juicios donde estén interesados las Administraciones Públicas, los
menores e incapacitados, los jueces y magistrados como demandados por
responsabilidad civil y, en general, los juicios promovidos sobre materias no
susceptibles de transacción ni compromiso.
La conciliación puede procurarse y producirse una vez iniciado el proceso y ya
constituida la litis, mientras no se dictado sentencia.
¿Cuáles son los tipos de conciliación?
Existen dos tipos de conciliación: la conciliación prejudicial y la conciliación judicial. La
conciliación prejudicial es un medio alternativo al proceso judicial, es decir, mediante
ésta las partes resuelven sus problemas sin tener que acudir a un juicio. La judicial es
un mecanismo alternativo de solución de conflictos que permite que las personas que
tienen algún problema de pensión de alimentos, tenencia de hijos, régimen de visitas,
pago de deudas, indemnizaciones, desalojos, entre otros, puedan solucionarlos sin
necesidad de ir a juicio.

SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO


Es una institución procesal que permite que el proceso penal, aún sin sentencia, sea
suspendido, bajo condición de que el procesado sea sujeto a un término de prueba, en
el que se le someterá a determinadas reglas de conducta, que, cumplidas a cabalidad,
extinguen la acción penal. En los casos en que se trate de un hecho punible que tenga
prevista una pena inferior a cuatro años de prisión mayor o una sanción no privativa de
libertad, el ministerio público, de oficio o a petición de parte, puede solicitar al juez la
suspensión condicional del procedimiento en cualquier momento previo a que se
ordene la apertura del juicio.
El juez puede disponer la suspensión condicional del procedimiento cuando el
imputado ha declarado su conformidad con la suspensión, ha admitido los hechos que
se le atribuyen y ha reparado los daños causados en ocasión de la infracción, firmado
un acuerdo con la víctima o prestada garantía suficiente para cumplir con esa
obligación.
Si no se cumplen las condiciones establecidas en este Artículo, el juez rechaza la
solicitud, pero la admisión de los hechos por parte del imputado carece de valor
probatorio y no puede hacerse mención de esta circunstancia en ningún momento
posterior.
La suspensión condicional del procedimiento, por ejemplo, está sometida a un
conjunto de reglas que el imputado debe acatar, a saber:
1. Residir en un lugar determinado o someterse a la vigilancia que señale el juez.
2. Abstenerse de visitar ciertos lugares o personas.
3. Abstenerse de viajar al extranjero.
4. Abstenerse del abuso de bebidas alcohólicas.
5. Aprender una profesión u oficio o seguir cursos de capacitación o formación
indicados en la decisión.
6. Prestar trabajo de utilidad pública o interés comunitario en una institución estatal u
organización sin fines de lucro, fuera de sus horarios habituales de trabajo
remunerado.
7. Abstenerse del porte o tenencia de armas.
8. Abstenerse de conducir vehículos de motor fuera de su responsabilidad laboral, en
los casos en que el hecho que se atribuye se relacione con una violación a las reglas
relativas al tránsito de vehículos;
9. Someterse a un tratamiento en un centro de reeducación conductual. Para fijar las
reglas, el juez puede disponer que el imputado sea sometido a una evaluación previa.
En ningún caso el juez puede imponer medidas más gravosas que las solicitadas por el
ministerio público.
Como puede verse, estos criterios tienen mucho mayores posibilidades de conseguir
una mejor y más rápida adaptación del individuo a la vida en sociedad, muy por
encima de la prisión, y muestra de ello es que la tendencia actual se ha inspirado en un
humanitario impulso que se deriva, en buena medida, de una conciencia cada vez más
acentuada, con propicio respaldo en los inconvenientes que exhibe la reclusión
tradicional, y en la aparición de teorías y enfoques de tratamiento distintos para
suplantar lo que se ha llamado la “prisionización” del individuo . La decisión sobre la
suspensión del procedimiento es pronunciada en audiencia, en presencia del
imputado, con expresa advertencia sobre las reglas de conducta y las consecuencias de
su inobservancia. La decisión de suspensión del procedimiento no es apelable, salvo
que el imputado considere que las reglas fijadas son inconstitucionales, resulten
manifiestamente excesivas o el juez haya excedido sus facultades.

JUICIO ABREVIADO PREVIO


El Procedimiento Penal Abreviado es especial y por tanto se recurre a él en
circunstancias excepcionales que especifica el Código Procesal Penal. El procedimiento
penal abreviado está contemplado en los artículos 363 y 368 del Código Procesal
Penal. En el procedimiento abreviado se unifica la audiencia ordinaria y el juicio, y el
desarrollo de este último se simplifica. La principal consecuencia y diferencia del
procedimiento abreviado respecto del ordinario es la prescindencia de la celebración
del juicio oral y público, a cambio de la posibilidad para el imputado de recibir sanción
penal más favorable.
En el procedimiento abreviado se da cabal cumplimiento de las garantías del debido
proceso y derecho de defensa, máxime cuando para su aplicación se requiere contar
con el consentimiento del imputado y se requiere que también el ministerio público y
la víctima estén de acuerdo con su aplicación. Se trata de una de las novedades de la
nueva normativa procesal pues el mismo no estaba organizado en el derogado Código
de Procedimiento Criminal.
El Procedimiento Penal Abreviado, es uno de los procedimientos especiales y
alternativo al procedimiento ordinario, recurriéndose a él en circunstancias
excepcionales que especifica el Código Procesal Penal.
Con este procedimiento se busca contribuir a una más eficiente administración de la
justicia penal, al simplificar el procedimiento penal, a propósito de infracciones en las
cuales las partes pueden alcanzar acuerdos importantes sobre los hechos y
circunstancias de su comisión, con lo cual se hace más expedito el trámite procesal.
En el procedimiento abreviado se unifica la audiencia ordinaria y el juicio, y el
desarrollo de este último se simplifica. Realmente, lo que se busca con este
procedimiento es agilizar el procedimiento penal en aquellos casos en que las partes, y
especialmente el acusado, no tienen interés en discutir los hechos y el tipo de sanción
aplicable. El Código lo que ha hecho es abrir esa ventana a sabiendas de que solo en un
caso muy limitado y específico se utilizará. Lo importante es que esta posibilidad exista
aún para ese limitado número de casos. No se pierde nada con ello, todo lo contrario.
Los supuestos en que se puede conocer una infracción conforme al procedimiento
penal abreviado son muy precisos: si, tratándose de uno de los que permite,
adicionalmente, libre y voluntariamente, las partes admiten su aplicación.
En el Código Procesal Penal se distingue: a) el juicio abreviado en base a un acuerdo
pleno, esto es que las partes alcanzaron un acuerdo sobre el hecho punible y sobre la
pena aplicable; y b) el juicio abreviado en base a un acuerdo parcial, en que las partes
alcanzan un acuerdo sobre el hecho punible pero no sobre la pena aplicable.
Para el acuerdo pleno, tiene que tratarse de un hecho punible sancionable con una
pena no privativa de libertad, y en todo caso, que la pena sea igual o menor de 5 años;
el imputado libremente debe admitir la comisión del hecho punible y la aplicación de
este procedimiento; las partes levantar un acuerdo escrito en que se especifique el
monto, el tipo de pena aplicable y sobre los intereses civiles. Para mayor garantía de la
preservación de los derechos del imputado, el defensor debe acreditar con su firma,
que ha consentido de forma inteligente y voluntaria sobre todos los puntos de
acuerdo.
El desenvolvimiento del procedimiento es el siguiente: El Ministerio Público, antes de
la apertura a juicio, solicita al juez la aplicación del juicio penal abreviado, que de
admitirlo convoca a las partes a una audiencia, en la que éstas deben fundamentar sus
pretensiones, y luego dictara su decisión. Si el juez no admite conocer el caso por el
procedimiento abreviado, el requerimiento del Ministerio Público sobre la pena y la
aceptación de los hechos por el imputado no vincula a este último en el juicio.
En el juicio abreviado, en base a un acuerdo parcial sobre los hechos, las partes
solicitan al juez o tribunal un juicio sobre la pena aplicable. Este juicio se lleva a efecto
conforme las reglas de la división del juicio establecidas en los artículos 367 y
siguiente.
CONCLUSION

El proceso penal no es un instrumento para la persecución, sino una garantía frente a ella; un
instrumento dispuesto en beneficio del ciudadano y no en contra de él; no es para castigar sino
para saber si se debe o no se debe castigar. Su objeto es determinar si el hecho enjuiciado
tiene encaje o se encuentra bajo los dominios de código penal y, por lo tanto, la función del
juez penal es verificar si, a la vista de una conducta dada, el hecho forma parte de alguna de las
infracciones que vienen tipificadas en la ley penal.

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