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EL PRÍNCIPE FELIZ
Y OTROS CUENTOS

Oscar Wilde
Ilustraciones de Enrique Flores

© Grupo Anaya, S. A., Madrid, 2007


Tus Libros Selección
Trabajo realizado por Ana Pinar
Director editorial: Antonio Ventura

www.anayainfantilyjuvenil.com
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EL PRÍNCIPE FELIZ Y OTROS CUENTOS

sas tal y como son en realidad; siempre

1A RGUMENTO
considera que son distintas. Y dice frases
tan ocurrentes como esta: «Soy tan inte-
ligente que a veces no entiendo ni una
En el mismo volumen, El Príncipe Feliz y sola palabra de lo que digo».
otros cuentos recoge cinco relatos y el tí- El joven Rey, tras varios sueños visio-
tulo Una casa de granadas, los cuatro si- narios, comprende que su obligación,
guientes. como monarca, es ayudar a su pueblo.
El Príncipe Feliz, una estatua recubier- «El cumpleaños de la Infanta» nos tras-
ta de láminas de oro, con dos zafiros por lada a la corte de España, en la época del
ojos, un gran rubí en la empuñadura de esplendor de los Austrias, cuando el oro
su espada y corazón de plomo, es testigo de América cargaba los barcos. La joven
de toda la fealdad y miseria que rodea la Infanta cumple doce años con un corazón
ciudad, y está triste. Con la ayuda de la tan duro y frío como el rubio metal. Los
Golondrina, que hace de mensajera, se enanos tienen que entretenerla. ¿Cómo
va despojando de sus riquezas para ayu- soportará el dulce bufón enamorado ver
dar a quienes más lo necesitan. su propio reflejo en el espejo?
El Ruiseñor es otro abnegado pájaro, El joven Pescador se enamora de una
que quiere entender el misterio del amor bella sirena. ¿De qué somos capaces por
y, cantando a la luz de la luna, tiñe de amor? «El Pescador y su Alma» intenta
hermoso color rojo, con la sangre de su dar respuesta a esta pregunta. «Me des-
corazón, una rosa marchita por el invier- prenderé de mi alma», decide el Pesca-
no, para sosegar la aflicción del Estu- dor, «No puedo verla, no puedo tocarla.
diante, el verdadero enamorado. No la conozco».
«Mi jardín es mío», dice el Gigante, Los pequeñuelos abandonados suelen
que se niega a compartir el perfume de poblar los cuentos, como el Hijo de las
su jardín con los niños. Es un Gigante Estrellas, que logra sobrevivir gracias a
muy egoísta. ¿Cómo no iba a olvidar la los cuidados de un pobre leñador y a que
primavera su jardín? resulta ser el hijo de un rey, tras haber
El amigo fiel es capaz de dar su vida conocido lo mejor y lo peor de los hom-
por sus insensibles vecinos. Un pardillo bres. De grandes gozos y grandes amar-
cuenta la historia de un hombrecillo muy guras bien supo Wilde.
honrado. Una historia enternecedora con Nueve cuentos bellísimos, conmove-
el generoso y simpático Hans, un amigo dores y con moraleja. Estamos seguros
de verdad, como protagonista. de que los lectores disfrutarán con sus
Y el Cohete ilustre, que se cree muy lecturas y apreciarán la maestría y la in-
original porque nunca piensa en las co- tención del autor.

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2C OMENTARIO 3V ALORES
El Príncipe Feliz y otros cuentos fue el Uno de los personajes de los relatos sos-
primer volumen de relatos publicado por tiene que todo cuento con moraleja es
Oscar Wilde en los años más fructíferos aburrido. Se equivoca, no hay más que
de su carrera literaria. Sus páginas re- leer a Wilde, y es que él se aleja de la mo-
cuerdan a los cuentos de Hans Christian ralina al uso en muchos relatos de corte
Andersen y de E. T. A. Hoffmann, rela- tradicional, y hace crítica, en estas pági-
tos en los que el arte se pone al servicio nas, de la hipocresía, tan presente en el
de la moraleja. mundo por el que hubo de moverse.
Oscar Wilde, con su ingenio, nos invi- El autor dublinés mira con inmensa
ta a reflexionar sobre la cultura, la de la ternura a sus personajes más indefensos,
sociedad de su tiempo y la del nuestro, casi siempre olvidados por los podero-
por supuesto. Con su brillantez y su sos, que ni siquiera se dan cuenta de sus
mordacidad destapó la doble moral im- desdichas.
perante en la Gran Bretaña victoriana Nos hace ver la gloria de los pequeños
que le castigaría. sacrificios, aunque a veces resulten inúti-
Sus obras de teatro retratan la vida de les: la hermosura de la rosa es muestra
las clases altas, y cuestionan el sentido de más que suficiente del inmenso valor de
las convenciones, el significado de com- un ruiseñor. Quien no sabe verla, ¿no es
portarse moralmente o el fundamento de acaso digno de lástima?
las relaciones familiares, sin hacernos ol- La belleza, el arte, tan necesarios pre-
vidar el papel que el dinero juega en cisamente por ser tan inútiles. Wilde sus-
todo ello. cribiría que el arte ha de ser cultivado
Sus cuentos son muy variados. Algu- por el mismo arte, ello, unido a sus par-
nos podrían contarse a los niños antes de ticulares circunstancias vitales, le lleva a
irse a la cama, seguro que dormirían feli- adoptar un cierto tono decadente, próxi-
ces, por su delicadeza, por la ternura de mo a los renovadores de la poesía, como
sus personajes, por su sencillez. Otras Baudelaire.
historias están impregnadas de su espíri-
tu burlón. Todos son sagaces e inspira-
dores.

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regir bien. Si su alma está llena de egoís-

4P ERSONAJES
mo como la de la Infanta de España,
¿qué, sino males, podrá traer a sus súbdi-
tos? El Enano puede mostrar mucha más
Vamos a leer cuentos, con personajes trágica grandeza que la hija del más po-
propios de tal género: príncipes, anima- deroso soberano.
les, gigantes, ángeles... Y, sin embargo, la
imaginación de Wilde los hace únicos, ❑ Y el Pescador, enajenado por el amor,
especiales e inolvidables. nos hace pensar en las luchas que todos
mantenemos con nosotros mismos. Co-
❑ El Príncipe descrito por Wilde no es un mo decía Machado, se puede vivir en paz
hermoso joven, sino una estatua dispues- con los hombres y en guerra con las en-
ta a despojarse de su belleza para ayudar trañas.
a los demás.
Y es que los «humanos» no salimos muy
❑ La Golondrina, temerosa del frío, deja bien parados en estas historias. Solo los
de lado su cobardía y presta sus alas al niños, los jóvenes desdichados y los ino-
inmóvil Príncipe. centes son vistos con simpatía.

❑ El Ruiseñor está pendiente de las cui-


tas del enamorado que no aprecia su can-
to. De nuevo la muerte da sentido a la
vida.

❑ El Gigante no es terrible, solo egoísta,


pero aprende que el secreto de la belleza
de un jardín está en compartirlo.

❑ El amigo fiel, Hans, resulta un poco ton-


to. No importa, sus actos son hermosos.

❑ El Cohete, parece simbolizar nuestra


propia petulancia y, claro, todo queda en
ruido.

❑ El joven Rey primero ha de aproxi-


marse a la dureza del mundo para poder

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res que escribieron en otros idiomas y


ANTES que pudieron influir en nuestro autor.

SU ÉPOCA
DE LA LECTURA ¿Cómo era la Europa en la que escribió,
disfrutó y sufrió Wilde? Los alumnos
EL CUENTO elaborarán «murales periodísticos» en
Leeremos los títulos de los cuentos en el los que recojan las principales noticias
índice del libro. ¿Conocen alguno? Si es sobre: política, sociedad, descubrimien-
así, pediremos que lo narren en voz alta tos geográficos, descubrimientos científi-
ofreciendo todos los detalles que recuer- cos...
den. Dividiremos, por tanto, la clase en
Después, conversaremos sobre las cir- grupos. Cada grupo se ocupará de uno
cunstancias en que lo conocieron: de los aspectos indicados.
• ¿Lo leyeron ellos mismos o lo escu- Los carteles se expondrán en el aula y
charon? cada equipo, además, los explicará a sus
• ¿Quién se lo contó? compañeros.
• ¿Cómo les hizo sentir? Recordaremos que se centren en Irlan-
• ¿Lo han compartido con alguien: sus da e Inglaterra, dado que en este ámbito
hermanitos, primos o sobrinos? transcurrió la vida de Wilde, aunque
Podemos ampliar la actividad con también viajó a Nueva York, Italia... y
otros cuentos que conozcan, por ejem- acabó sus días en París.
plo, de Hans Christian Andersen, E. T.
A. Hoffmann, los hermanos Grimm... EL IMPERIO VICTORIANO
Wilde nació durante el período en el que
LETRAS EN MIL OCHOCIENTOS OCHENTA la reina Victoria dirigía el destino de un
Y... basto Imperio.
El Príncipe Feliz se publicó en 1888. Entre todos elaboraremos un mapa en
¿Cómo era el «mundillo literario» en el que quede constancia de la extensión
esos años? geográfica de Gran Bretaña en aquella
Dividiremos la clase en tres grupos. época y otro mapa que recoja el orden
Cada equipo elaborará una revista litera- geopolítico actual.
ria especializada en alguno de estos géne-
ros: poesía, teatro o narrativa. SECCIÓN NECROLÓGICA
Les pediremos que se centren en la li- Wilde murió en 1900, hace poco, pues,
teratura en inglés, idioma en el que escri- que se cumplió el centenario de su deso-
bió Wilde, aunque hayan de citar a auto- lado final. Pediremos que se pongan en

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el lugar del redactor de necrologías de un DANDISMO


periódico y que redacten la noticia co- Les animaremos a que busquen retratos
mentada del centenerio de su muerte. de Wilde. ¿Cómo va vestido? Era un
Para ello deberán documentarse sobre su hombre muy elegante. En la época, a ese
vida y su obra. estilo distinguido y de buen tono, se le
llamó dandismo. Propondremos que di-
EPIGRAMAS bujen un retrato del autor teniendo en
Wilde destilaba ingenio, sus obras están cuanta la elegancia que le caracterizaba.
llenas de frases chispeantes, ácidas, di-
vertidas e inteligentes. Por ello no hay
diccionario de citas en el que no se le in-
cluya.
DESPUÉS
Aquí tenemos un ejemplo: «El verda-
dero crítico debe ser parcial, insincero e DE LA LECTURA
irrazonable».
Propondremos que busquen otras citas
de Oscar Wilde y que, por parejas, escri- CONVERSACIONES FELICES
ban y representen breves diálogos en los ¿Qué le diría el Ruiseñor a la Golondri-
que incluyan las frases encontradas. na? ¿Y el buen Príncipe Feliz al pequeño
Cuando hayan acabado la lectura de Hans? ¿De qué hablarían el Gigante y la
este libro podrán ampliar la colección de rosa? ¿Y la Infanta de España y el joven
epigramas. Rey? ¿Y la Sirena y el Niño Estrella?
Pediremos a los alumnos que, por pa-
TEATRO Y CINE rejas, escriban diálogos entre los perso-
Las obras de teatro de Wilde han sido najes de los cuentos.
llevadas al cine y de vez en cuando se re-
presentan en nuestros escenarios. Tam- EN EL JARDÍN
bién, algunas de sus narraciones han sido ¿Cómo imaginan el jardín del Gigante
filmadas. cuando llega el esplendor de la prima-
Si es posible, proyectaremos en el aula vera?
alguna de estas adaptaciones al cine y or- Entre todos se elaborará un gran colla-
ganizaremos un cine-fórum. Así iremos ge en papel continuo con fotografías y
introduciéndonos en el universo del au- dibujos de flores de diferentes especies,
tor dublinés. que deberán ir acompañados de versos
Sugerimos algunos títulos: El retrato dedicados a estas hermosas «mariposas
de Dorian Gray, La importancia de lla- inmóviles». Recordar que se dice que In-
marse Ernesto y Un marido ideal. glaterra es un país de jardineros.

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TÉCNICA NARRATIVA MIGRACIONES


Dice uno de los personajes de estos rela- No solo las golondrinas se marchan bus-
tos que ahora todo narrador que se pre- cando el calor. ¿Qué pájaros pasan por
cie empieza a contar su historia por el fi- sus localidades en sus viajes estacionales?
nal, continúa por el principio y finaliza Les propondremos que lo investiguen
por el medio. y, a ser posible, que observen el compor-
¿Cómo serían estos cuentos relatados tamiento de dichas aves y tomen imáge-
«a la nueva manera»? nes de los mismos.
Cada alumno elegirá uno de los cuen- Con la información obtenida les pedi-
tos y lo reescribirá aplicando esta «de- remos que escriban relatos inspirados en
sordenada» técnica narrativa. los viajes migratorios. Pueden ilustrar
sus cuentos con las fotografías que ha-
ODA AL PRÍNCIPE Y A LA GOLONDRINA yan realizado.
El Príncipe y su fiel Golondrina ayudan a
un joven dramaturgo. ¿Qué poemas les LA ROSA
habría dedicado el escritor de haber co- Preguntaremos a los alumnos si se han
nocido a sus benefactores? fijado en la cantidad de variedades que
Pediremos a los lectores que escriban hay de rosa (símbolo de belleza y mues-
ellos mismos esos versos de agradeci- tra de la efímera felicidad).
miento y alabanza. Después, se declama- Entre todos elaboraremos un catálogo
rán y comentarán en clase. de rosas. Para ello podemos contar con
revistas de jardinería, paginas web espe-
VIAJE A EGIPTO cializadas y, por supuesto, los jardines de
La Golondrina le habla al Príncipe de su nuestra localidad.
cálido paraíso de invierno, Egipto. Le
describe el largo Nilo con sus flores de LOS PRERRAFAELISTAS
loto y los hipopótamos indolentes ante Las imágenes de los cuadros de los pinto-
grandiosos y abandonados monumentos. res prerrafaelistas podrían ilustrar muy
Evoca el color rojo de los ibis y el amari- bien los cuentos que se han leído.
llo del sol que dora la arena. Les sugeriremos que busquen repro-
Por grupos, planificarán viajes a Egip- ducciones de cuadros de esta tendencia,
to. Cada equipo elaborará un folleto tu- cuyo teórico principal fue John Ruskin y
rístico en el que se den detalles de la ruta como seguidores destacan: Dante Gabriel
propuesta. Se podrán incluir referencias Rossetti o Edward Burne-Jones. Que de-
a monumentos, historia, faraones, vege- coren el aula con esas imágenes. Podrán
tación, el Nilo, su fauna, los conflictos acompañarlas con textos escogidos del li-
políticos y religiosos, etc. bro.

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ODA A UN RUISEÑOR MORALEJAS SIN MORALINA


Si hay un pájaro poético ese es el ruise- A la rata de agua le aburren los cuentos
ñor. Les invitaremos a que busquen poe- con moraleja. Quizá tenga razón, o no.
mas en los que aparezca. Los recitare- Los lectores redactarán moralejas para
mos en el aula y se los dedicaremos al los cuentos que han leído, con la única
Ruiseñor, que generosamente tiñó con su condición de no aburrir al público.
sangre la más roja de las rosas. Posteriormente, comentaremos los di-
Sugeriremos que elijan músicas apro- ferentes consejos que hayan extraídos.
piadas para el recital. Se trata de que aprecien la riqueza de es-
tas narraciones.
¿QUIÉN NOS MIRA?
Un cohete, una candela, una bengala y POR LAS CALLES DE PARÍS
un petardo hablan de nuestras conduc- Como se ha comentado, Wilde acabó sus
tas, nuestros sentimientos y de nuestras días sumido en la pobreza y el olvido en
«tonterías», en unas pocas pero perspi- las calles de París. ¿Qué habría pensado
caces páginas. Y a los lectores, de paso, entonces de estos cuentos escritos hacía
nos hacen reflexionar. una docena de años si los hubiera releído?
¿Qué dirían de nosotros los bolígra- Propondremos que se pongan en si-
fos, los cuadernos, el borrador, las tizas, tuación y que redacten la página que
etc., que nos contemplan en el aula? pudo haber escrito el dublinés en su dia-
Por tríos, inventarán relatos inspira- rio tras esta supuesta relectura.
dos en el cuento de «El Cohete ilustre».

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