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AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA

SOBERANIA NACIONAL”

UDH UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO- Sede Tingo

María

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO Y


CIENCIAS POLÍTICAS

TEMA:
PRISION PREVENTIVA
Y SUS PRESUPUESTOS

ASIGNATURA: DERECHO procesal


penal II

CATEDRÁTICO: GABRIELA
MERCEDES RIOS INGA

INTEGRANTE:

• GLENNY KARIETH
GUTIERREZ ORIZANO
• QUIÑONES AYALA JANAI
BETZAIDA
• RUSS WILSON ALVAREZ
ARTETA
DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo a


nuestros padres por
acompañarnos
moralmente en el
transcurso de la vida y de
nuestra carrera profesional
y por brindarnos aliento
para el logro de cada meta
propuesta y de las
expectativas futuras que
desarrollemos
AGRADECIMIENTO

En principio agradezco a Dios por


brindarnos paz y salud,
aportándonos conocimiento y
entendimiento para la realización
de este tema, guiando siempre
nuestro camino.

A nuestros padres por brindarnos


siempre su apoyo.

A la doctora Gabriela
mercedes ríos inga ,por
impartirnos conocimientos
nuevos en los temas tratados.
INDICE

Tabla de contenido
DEDICATORIA ........................................................................................................................... 2
AGRADECIMIENTO .................................................................................................................. 3
INDICE ......................................................................................................................................... 4
INTRODUCCION ........................................................................................................................ 5
PRISION PREVENTIVA ............................................................................................................ 6
1. Los presupuestos de la prisión preventiva: ............................................................. 6
Artículo 268.- PRESUPUESTOS MATERIALES............................................................. 6
1.2. COMENTARIOS:........................................................................................................ 6
1.3. CONCEPTO: ............................................................................................................... 7
1.4. JURISPRUDENCIA ................................................................................................... 8
1.5. Corte Superior ........................................................................................................... 9
2. PELIGRO DE FUGA ............................................................................................................. 9
2.1. NORMATIVA ................................................................................................................... 9
2.2. DOCTRINA .................................................................................................................... 10
2.3. ELEMENTOS A CONSIDERAR EN LA DETERMINACIÓN DEL PELIGRO DE
FUGA ..................................................................................................................................... 11
2.4. ELEMENTOS A CONSIDERAR ............................................................................ 12
2.5. CONSIDERACIONES NECESARIAS PARA LA CONFIGURACIÓN DEL
PELIGRO DE FUGA ........................................................................................................ 14
3. PELIGRO DE OBSTACULIZACION............................................................................. 14
3.1. CONCEPTO: ................................................................................................................. 14
3.2. Corte Suprema .................................................................................................... 15
3.3. Tribunal constitucional ......................................................................................... 15
3.4. LA OBSTACULIZACION EN LA ACTIVIDADA PROVATORIA ..................... 16
3.4.1. JURISPURDENCIAS DE LA OBSTACULIZACION .................................. 17
CONCLUSION .......................................................................................................................... 19
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................................ 20
INTRODUCCION

El Código Procesal Penal (CPP) del año 2004 establece determinadas medidas
coercitivas de naturaleza personal como la prisión preventiva (artículo 268)
siendo en ese sentido la prisión preventiva la más grave, ya que esta medida
tiene como finalidad que la persona afectada ingrese al establecimiento
penitenciario luego de haberse demostrado la existencia de ciertos requisitos
que fundamenten tal decisión (artículo 268).

Dicha figura coercitiva o cautelar ha sido muy comentada y discutida, en la


doctrina cuanto en la jurisprudencia, por considerarse que con su aplicación se
afectaría el derecho constitucional de presunción de inocencia. Se afirma que la
finalidad de las medidas cautelares de naturaleza personal, en especial la prisión
preventiva, es garantizar la presencia del imputado durante el proceso y, en su
caso, asegurar la presencia del presunto autor y/o partícipe del hecho ante el
órgano jurisdiccional, sea para garantizar su declaración ante el juez, o para
evitar su inasistencia y la consecuente frustración de la celebración del juicio
oral.

El presente informe de investigación contiene información sobre el Peligro de


Fuga como Presupuesto de las Medidas en Materia Penal, para lo cual son
incorporados los extractos normativos, doctrinarios y jurisprudenciales atinentes
a la materia. En este sentido la normativa por medio de los artículos 239 y 240
del Código Procesal Penal establece los presupuestos para la procedencia de la
prisión preventiva, dentro de los cuales se incluye el peligro de fuga y los
elementos que lo conforman; temáticas que son analizadas y desarrolladas por
la doctrina. También se ha especificado a cerca de su segundo presupuesto, la
obstaculización ,un concepto breve como clave para su introducción
jurisprudencial y doctrinal, de igual manera, algunas consideraciones necesarias
para su configuración, ya que es base para determinar ello.
PRISION PREVENTIVA

1. Los presupuestos de la prisión preventiva:

Artículo 268.- PRESUPUESTOS MATERIALES

El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión


preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar la
concurrencia de los siguientes presupuestos:

a) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar


razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo.
b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa
de libertad; y
c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del
caso particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la
acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la
verdad (peligro de obstaculización).

1.2. COMENTARIOS:

El mandato de prisión preventiva es una medida coercitiva personal excepcional.


Su objeto es privar de libertad a un procesado, por un plazo determinado, y su
finalidad es evitar que eluda u obstaculice la acción de la justicia

Por otro lado, se distingue el concepto de “elementos de convicción” del


concepto de “fundados y graves”. Los elementos de convicción no son sino
información, sea esta directa o indirecta; son datos producidos en el mundo de
la realidad con aptitud para generar convicción según sea su cantidad y calidad.
El término “fundados y graves” corresponde al estándar o medida de la
información que se requiere como primer presupuesto para dictar prisión
preventiva. Este estándar objetivo ha sido comprendido como “fuerte” o
“vehemente” en la idea de reforzar su exigencia.
Pero no existe identidad entre este presupuesto y “la gravedad de la pena que
se espera como resultado del procedimiento”, este último como criterio para
evaluar el peligro de fuga (art. 269. 2 del CPP); en efecto, el primero es una valla
normativa, en tanto que el segundo atiende al efecto que produce afrontar un
proceso del que se espera una pena grave de cadena perpetua, de 35, 25, 15
años de pena privativa de libertad. En ese orden, si bien 8 años supera la valla
normativa, no obstante, la misma no es grave y puede disponerse otro tipo de
medidas alternativas, como los grilletes electrónicos, etc.

1.3. CONCEPTO:

La prisión preventiva es la medida de coerción de carácter es personal de mayor


de magnitud reconocida por la legislación peruana, la cual consiste en la
privación de la libertad del imputado mediante el ingreso a un centro penitenciario
por un lapso determinado, demo de asegurar su presencia en el proceso, y así
evitar que lo obstaculice.

Al respecto, el profesor Víctor cubas Villanueva señala que es una medida


coercitiva de carácter personal, provisional y excepcional que dicta el Juez de
Investigación Preparatoria en contra de un imputado, mediante la cual se
restringe la libertad individual ambulatoria para asegurar los fines del proceso
penal, aunque siempre limitada a los supuestos que la ley prevé. Por su parte,
los juristas chilenos María Inés Horvitz Lennon y Juan López Masle señalan que
la prisión preventiva consiste en la privación temporal de la libertad ambulatoria
de una persona, mediante su ingreso a un centro penitenciario durante la
sustentación de un proceso penal con el objeto de asegurar los fines del
procedimiento.

En ese sentido, son tres los objetivos que se pretenden lograr con la imposición
de esta medida: (i) asegurar la presencia del inculpado durante el desarrollo del
proceso penal; (ii) garantizar una exitosa investigación de los hechos atribuidos
al imputado; y, (iii) garantizar la futura ejecución de la pena.

Ahora bien, existe un sector de la doctrina que cuestiona la aplicación de esta


medida coercitiva de carácter personal, por considerar que vulnera de manera
manifiesta el derecho constitucional a la presunción de inocencia que ostenta
todo imputado. Así, el profesor Luigi Ferrajoli considera que la aplicación de la
medida coercitiva de prisión preventiva es ilegítima e inadmisible, ya que vulnera
el derecho a la presunción de inocencia asociado a la regla de tratamiento al
imputado al excluir o restringir al mínimo su libertad personal. En ese sentido, el
referido autor defiende un proceso penal en el que se excluya la aplicación de
dicha medida coercitiva, aun cuando exista la posibilidad que el imputado altere
las pruebas, y ya que, según su posición, ningún principio puede satisfacer sin
costos que el sistema penal debe estar dispuesto a pagar si quiere salvaguardar
su razón de ser.

1.4. JURISPRUDENCIA

Corte Suprema

1-Prisión preventiva: presupuesto sospecha grave y fundada y requisitos


(doctrina legal).

2- La Suprema agrega dos requisitos para imponer la prisión preventiva: la


proporcionalidad de la medida y la duración para imponer prisión preventiva
(doctrina jurisprudencial vinculante).

3- La apariencia del delito sustantiva y procesal como presupuesto de la prisión


preventiva (doctrina jurisprudencial vinculante).

4- Criterios para sustentar el “peligro procesal”.

5- Ser investigado como integrante de una organización criminal no acredita


peligro procesal.

6- Imputación necesaria: si los cargos no son concretos, no se configura el fumus


delicti primer presupuesto de la prisión preventiva.

7- El Fiscal no solo puede solicitar prisión preventiva durante la etapa intermedia


sino también a lo largo de todo el proceso.

8- Voto singular: peligro de obstaculización en procesos comunes-complejos


puede ser igual o más intenso que el peligro de fuga (caso Keiko Fujimori).

9- En ciertos casos la gravedad de la pena y la pertenencia a una organización


criminal son suficientes para determinar un peligro procesal.
10- Prueba sospechosa: la declaración de colaborador eficaz o del aspirante por
sí sola no es suficiente para dictar prisión preventiva (caso Los Wachiturros).

11- La exigencia del fumus delicti comissi no persigue que se desbarate la


presunción de inocencia.

1.5. Corte Superior

1.La sola pertenencia a una organización criminal y gravedad de la pena no son


suficientes para acreditar un peligro procesal

2.Concurso real: para imponer prisión preventiva, la sumatoria de pena debe ser
de cuatro años a más (caso Gregorio Santos)

3.El número de investigaciones es un dato cuantitativo que no puede sustentar


un peligrosismo procesal (caso Nadine Heredia)

4.La condición de «no habido» del investigado denota ánimo de no someterse al


proceso

2. PELIGRO DE FUGA

Hace referencia a la probabilidad de que el imputado en caso de permanecer en


libertad, vaya a sustraerse a la acción de la justicia, evitando ser juzgado. La
función procesal en ésta hipótesis, refiere directamente a evitar que el imputado
se sustraiga a la acción de la justicia y se vincula insoslayablemente con la
gravedad de la pena asignada al delito, en consecuencia se requiere de
elementos mínimos de convicción, que sean suficientes para justificar una
probabilidad razonablemente, para la procedencia de la medida cautelar en la
modalidad de riesgo de fuga.

2.1. NORMATIVA

Artículo 268.- Presupuestos materiales

El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión


preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar la
concurrencia de los siguientes presupuestos:
a) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar
razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o
partícipe del mismo.

b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de


libertad; y

c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso


particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la
justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de
obstaculización).

Artículo 269.- Peligro de fuga

Para calificar el peligro de fuga, el juez tendrá en cuenta:

1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia


habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para
abandonar definitivamente el país o permanecer oculto;

2. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento;

3. La magnitud del daño causado y la ausencia de una actitud voluntaria del


imputado para repararlo;

4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro


procedimiento anterior, en la medida que indique su voluntad de someterse a la
persecución penal; y

5. La pertenencia del imputado a una organización criminal o su reintegración a


las mismas.

2.2. DOCTRINA
CHACON ROJAS: Impedir que el imputado se sustraiga a la acción de la
Justicia es, sin duda, la finalidad que justificó el nacimiento de la prisión
provisional y también aquélla que, en la práctica, se utiliza en la mayoría de los
autos de prisión, la reforma a la Ley de Enjuiciamiento Criminal exige que el juez
formule un juicio de inferencia racional del riesgo de fuga. A tal fin, lo que hace
la Ley es ofrecerle al juzgador un catálogo de datos o de extremos en los que
puede buscar indicios de ese peligro de fuga y así, de paso, le obliga a valorar
de forma conjunta al menos los siguientes elementos: La naturaleza del hecho.
La gravedad de la pena que pudiera imponerse al imputado. La situación familiar,
laboral y económica del imputado. La inminencia de la celebración del juicio oral,
especialmente cuando procediera incoar el procedimiento especial de
enjuiciamiento rápido. El precepto obliga al órgano judicial a expresar en el auto
de prisión la valoración de los mencionados elementos y, aunque entre ellos
aparece la gravedad de la pena porque objetivamente es un dato del que se
puede deducir un riesgo de fuga, ya no es el único, ni tiene por qué ser el
primordial.

2.3. ELEMENTOS A CONSIDERAR EN LA DETERMINACIÓN DEL PELIGRO


DE FUGA

El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia


habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para
abandonar definitivamente el país o permanecer oculto;

a) La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento;

b) La magnitud del daño causado y la ausencia de una actitud voluntaria del


imputado para repararlo;

c) El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro


procedimiento anterior, en la medida que indique su voluntad de
someterse a la persecución penal; y

d) La pertenencia del imputado a una organización criminal o su


reintegración a las mismas.
2.4. ELEMENTOS A CONSIDERAR

1. Peligro de fuga: El peligro de fuga se refiere a la posibilidad de que el


imputado se sustraiga del proceso penal, procurando evadir la justicia -
sea huyendo del país u ocultándose donde no pueda ser habido para
recibir la citación que corresponda. Esta causal responde claramente a la
naturaleza y los fines del proceso, razones por las cuales de existir peligro
de fuga la privación preventiva de libertad se encuentra ajustada a
derecho (siempre que sean cumplidos al mismo tiempo requisitos de
forma y fundamentación de la resolución).

2. Arraigo en el país: Este parámetro es regulado en el inciso a) y se refiere


al ligamen que presenta el imputado para permanecer en nuestro país. Es
determinado por las siguientes circunstancias:

3. Por la existencia o inexistencia de domicilio en territorio nacional: El


imputado debe aportar su domicilio desde el momento en que se recaba
su declaración, donde se le informa que cualquier cambio debe reportarlo
inmediatamente bajo pena de ser declarado rebelde y ordenar su captura.
Generalmente se confía en la información que brinde el imputado, sin
embargo en algunas ocasiones se realiza una llamada a los familiares o
personas que habitan con el imputado a fin de corroborar la veracidad del
domicilio brindado. Existen personas sometidas a un proceso penal que
por razones de insuficiencia de medios económicos o adicción a las
drogas no cuentan con un domicilio estable (viven en “las calles”, debajo
de puentes u otros lugares); en estas situaciones la carencia de un
domicilio cierto y seguro no debe servir como fundamento por sí mismo
para el dictado de la prisión preventiva, puesto que de ser así se estaría
brindando un trato discriminatorio en razón de sus medios económicos, lo
que corresponde es analizar ese contexto junto a las demás
circunstancias que aplican en el caso concreto.

4. Por la residencia habitual en el país: Hace referencia al lugar donde


habita la persona, a pesar de que su domicilio sea en otro lugar. Según
esta pauta no 6 se hace indispensable que la persona se domicilie en
Costa Rica, pero sí que resida habitualmente en el país.

Por otro lado se encuentra el asiento laboral o de negocios en el país,


remitiendo a la existencia de un empleo fijo en territorio nacional. No
puede el órgano juzgador realizar una discriminación con respecto al
empleo de cada persona, sin embargo existen ocasiones donde el juez
considera que por el tipo de trabajo el arraigo no es suficiente, esta
situación se presente principalmente en empleos donde no se cuenta con
un patrono, sino que la persona trabaja por cuenta propia, tal es el caso
de labores de construcción, mecánica, entre otras.

5. Pena a imponer: Remite a la pena que puede ser impuesta en caso de


que se decrete una sentencia condenatoria, pues se presume que entre
más alta sea la pena a imponer el imputado se verá tentado a evadir el
proceso penal, para evitar soportar cualquier sanción que le pueda ser
impuesta.

6. Magnitud del daño causado: Establecido en el tercer inciso, y se


encuentra relacionado con la dimensión del quebranto causado al bien
jurídico tutelado por el delito achacado al imputado. El daño puede ser
patrimonial, moral, a la integridad física de otra persona, entre otros.

7. Comportamiento del imputado: Se refiere al comportamiento que


desempeñe el imputado tanto en ese como en anteriores procesos
penales, debe tomarse en cuenta si la persona ha sido declarada rebelde,
si ha asistido o se ha ausentado a las citaciones, si ha estado anuente a
colaborar con las autoridades, en caso de que anteriormente haya sido
condenado si se sometió voluntariamente a la ejecución de la sentencia,
si ha realizado tácticas para ocultarse de las autoridades, si ha
comunicado el cambio de domicilio, si ha brindado datos de identificación
falsos, si se ha fugado en algún momento de algún centro de atención
institucional, entre otros aspectos.
La causal de peligro de fuga perdura durante todo el proceso, de aquí que
en caso de una condena –aunque el imputado se encontraba en libertad-
puede decretarse la prisión preventiva cuando se sospeche
fundadamente que intentará evadir la ejecución de la pena que le fue
impuesta.

2.5. CONSIDERACIONES NECESARIAS PARA LA CONFIGURACIÓN DEL


PELIGRO DE FUGA

El juicio de peligrosísimo debe ser afirmación de un riesgo concreto al caso


específico. No puede afirmarse de acuerdo con criterios abstractos o
especulaciones. No debe considerarse de forma aislada ninguno de estos
aspectos o circunstancias, sino debe hacerse en relación con los otros. El riesgo
ha de ser grave, evidente. Ha de optarse, a final de cuentas, desde el caso
concreto, que el estándar para la convicción judicial en este punto, no es la
sospecha grave o fundada exigible para la determinación del fumus comissi
delicti, sino justificar la existencia de medios suficientes, a disposición del
imputado, para perpetrar la fuga.

3. PELIGRO DE OBSTACULIZACION

3.1. CONCEPTO:

El concepto de peligro de obstaculizacion lo vamos a dividir en dos, primero que


es lo que entendemos por peligro, entendemos por que ello que significa es una
situación que produce un nivel de amenaza a la vida, la salud, la propiedad o el
medio ambiente. Se caracteriza por la viabilidad de ocurrencia de un incidente
potencialmente dañino, es decir, un suceso apto para crear daño sobre bienes
jurídicos protegidos.

Ahora el concepto de obstaculización, por ello se entiende que es impedir o


dificultar la consecuencia de un propósito, si unimos las dos palabras que seria
peligro de obstaculización, tenemos el concepto que debe ser entendido como
el accionar del imputado o de terceros vinculados a su persona, que tiene por fin
entorpecer, alterar o cuando menos hacer mucho más difícil la búsqueda de las
fuentes de prueba o la incorporación de los medios de prueba al proceso penal.

° Podemos ver el ámbito de peligro de obstaculización en la jurisprudencia


dentro de la corte suprema y el tribunal constitucional

3.2. Corte Suprema

1. Que el imputado oculte información al declarar no constituye


obstaculización a la actividad probatoria, entendemos por ello que
Es claro, por lo demás, que, primero, el hecho de que exista un
testigo protegido no necesariamente se proyecta, con datos
específicos, de resultado de peligro, que tal situación cercana se
produciría o, en algún momento se produjo; y, segundo, el que un
imputado pueda haber ocultado información al declarar no puede
ser motivo para considerar una obstaculización a la actividad
probatoria, pues en todo caso se trataría de su ejercicio
constitucional de defensa, por lo que no puede exigírsele que
confiese o que aporte información que contribuya a su condena; se
requiere una conducta positiva de destrucción, modificación,
ocultación, supresión o falsificación de elementos de prueba, así
como influencia indebida sobre un órgano de prueba

2. Inasistir a citaciones policiales o fiscales no configura un peligro de


obstaculización el no asistir a citaciones policiales o fiscales no
configura el peligro de obstaculización a efectos de aprobar el
requerimiento de prisión preventiva, pero si puede ser valorada
como indicativo del peligro de fuga

3. Voto singular: peligro de obstaculización en procesos comunes-


complejos puede ser igual o más intenso

3.3. Tribunal constitucional


1. Las versiones contradictorias o incoherentes del imputado no
constituyen peligro de obstaculización
2. No se requiere probar conductas de obstaculización, salvo que
solo exista un riesgo razonable

3.4. LA OBSTACULIZACION EN LA ACTIVIDADA PROVATORIA

En lo concerniente a la obstaculización de la actividad probatoria, debemos


precisar que ha sido generalmente considerada como una finalidad justificadora
de la prisión preventiva compatible con el respeto del principio de presunción de
inocencia. Si se acepta que uno de los fines del procedimiento es el correcto
establecimiento de la verdad, parece evidente que una conducta activa del
imputado tendiente a la alteración de las pruebas entorpece el cumplimiento de
dicha finalidad en grado tal que justificaría la naturaleza cautelar de la medida
Hay que enfatizar la excepcionalidad del alcance de ésta causal de peligrosísimo
procesal, vinculando claramente su utilización con el peligro de actos concretos
y dolosos del imputado destinados a atentar contra el desarrollo de la actividad
investigativa o probatoria. El solo desarrollo de la investigación no puede
autorizar a restringir o privar de libertad al imputado para facilitar esta labor, sino
que para hacerlo se requieren antecedentes específicos que hagan sospechar
su intención de intentar impedir el normal desenvolvimiento del proceso.
Tampoco, como hemos indicado, es posible decretar medidas cautelares para
proteger la investigación cuando los actos que se sospecha pudiera desarrollar
el imputado puedan quedar abarcados dentro de su derecho a la defensa; razón
por la cual se podría decir que el alcance de este criterio resulta problemático en
cuanto a su exacta delimitación. El principio general es que el imputado es un
sujeto autónomo, que no está obligado a colaborar en la persecución, salvo las
cargas que de modo preciso le impone la ley, y sólo tiene un deber de lealtad en
la litigación equivalente al de cualquier otro actor en un proceso. Las medidas
cautelares, entonces, se vinculan con este deber que lo obliga a no atentar contra
la posibilidad de que se desarrolle un proceso honesto, pero no pueden afectar
sus facultades defensivas que suponen su derecho a guardar silencio, a diseñar
su estrategia de defensa y a comportarse conforme a ella y, sobre todo, a exigir
que la carga de la persecución y la prueba recaigan sobre el fiscal.
La doctrina señala que para fundamentar el peligro de obstaculización las
conductas requieren que el peligro sea concreto y no abstracto (por ejemplo, no
basta con decir que tal persona tiene tal o cual cargo para considerarlo peligroso)
lo que supone que el riesgo ha de derivar de la realización por parte del imputado
de conductas determinadas que revelen su intención de suprimir la prueba. Al
igual que en el peligro de fuga, para determinar el peligro de obstaculización se
deben verificar datos objetivos ciertos relacionados con el imputado, pero con su
futura manera de proceder. Ello debe ser valorado en función a su
comportamiento dentro del proceso, el cual puede ser tanto físico (como por
ejemplo, acciones destinadas a amedrentar a testigos, peritos, coimputados o
conductas destinadas a lograr comunicación con el exterior, a fin de que otras
personas oculten, supriman, alteren o desaparezcan las pruebas que de alguna
u otra forma lo comprometen) como procesal (en el sentido de presentar
constantes recursos destinados al fracaso del procedimiento, como por ejemplo,
interposición de libertades sin fundamento fáctico o dogmático, nulidades
procesales, tachas, o de la constante negativa a cumplir con lo ordenado por el
órgano jurisdiccional, como el no concurrir a las declaraciones instructivas y sus
respectivas ampliaciones, el no acudir a las diligencias procesales de
confrontaciones, y a cuanta diligencia sea ordenada por el magistrado
correspondiente).

3.4.1. JURISPURDENCIAS DE LA OBSTACULIZACION

I. Gravedad de la pena., no es un elemento de proporcionalidad, sino un


dato objetivo que se basa en una máxima de la experiencia, como es que
ante un peligro de aplicación de grave pena, el imputado puede temer
condena en ese sentido y fugar.
II. Sobre el comportamiento procesal del imputado. este es uno de los más
importantes, pues permite hacer una efectiva prognosis de la probabilidad
de fuga del imputado sobre la base de la real conducta que ha
manifestado a lo largo de la investigación u otras etapas que están ligadas
a la huida o intento de fuga, como son la asistencia a diligencias, el
cumplimiento de reglas establecidas por una medida cautelar alternativa,
la voluntad dilatoria del imputado, declaraciones de contumacia, falta de
pago de la caución (cuando está válidamente constituida), etc.
III. La pertenencia o integración de un imputado a una organización delictiva
o banda es un criterio clave en la experiencia criminológica para atender
a la existencia de un serio peligro procesal, tanto en el ámbito de la fuga
como en el de la obstaculización probatoria.
IV. No es necesario el pronóstico de una pena superior a los cuatro años para
dictar una comparecencia con restricciones, pues basta que preexistan
tanto los fundados y graves elementos de convicción como peligro de fuga
u obstaculización.
V. No se puede exigir lógicas de arraigo laboral basadas en la exigencia de
un trabajo dependiente, formal o permanente. el que se tenga dos
viviendas a su nombre no es prueba de falta de certeza de su dirección
domiciliaria. registrar viajes al extranjero no constituye per se riesgo
alguno de fuga. arraigo familiar de “mediana intensidad.
VI. El no asistir a citaciones policiales o fiscales no configura el peligro de
obstaculización a efectos de aprobar el requerimiento de prisión
preventiva, pero si puede ser valorada como indicativo del peligro de fuga.
VII. Una organización criminal puede operar a través de un partido político, sin
que esto signifique que la totalidad del partido político conforme una
organización criminal. pertenecer a una organización criminal aumenta el
de obstaculización
VIII. Para justificar el peligro de obstaculización, no se requiere probar que
estas conductas efectivamente se han dado, sino solo el “riesgo
razonable” de que puedan darse.
CONCLUSION

En el presente trabajo ,se ha llegado a la conclusión que la prisión preventiva,


denominada también detención preventiva o prisión provisional, se encuentra
regulada en los artículos 268 a 285 del CPP. Viene a ser una medida cautelar o
coercitiva dictada por el órgano jurisdiccional, la cual tiene por finalidad limitar
temporalmente la libertad del imputado de la forma más grave, a efectos de
obtener la efectiva aplicación de la ley penal. Respecto a ello, son tres los
objetivos que se pretenden lograr con la imposición de esta medida: la primera
es, asegurar la presencia del inculpado durante el desarrollo del proceso penal;
garantizar una exitosa investigación de los hechos atribuidos al imputado; y,
garantizar la futura ejecución de la pena.

Respecto a su presupuesto, peligro de fuga, la función procesal en ésta


hipótesis, refiere directamente a evitar que el imputado se sustraiga a la acción
de la justicia y se vincula insoslayablemente con la gravedad de la pena asignada
al delito, en consecuencia se requiere de elementos mínimos de convicción, que
sean suficientes para justificar una probabilidad razonablemente, para la
procedencia de la medida cautelar en la modalidad de riesgo de fuga.

Ahora el concepto de obstaculización, se entiende que es impedir o dificultar la


consecuencia de un propósito, si unimos las dos palabras que sería peligro de
obstaculización, tenemos el concepto que debe ser entendido como el accionar
del imputado o de terceros vinculados a su persona, que tiene por fin entorpecer,
alterar o cuando menos hacer mucho más difícil la búsqueda de las fuentes de
prueba o la incorporación de los medios de prueba al proceso penal.
BIBLIOGRAFIA

1. DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. La prisión preventiva en el nuevo Código


Procesal Penal. ARA, Lima, 2008, p. 43.

2. CODIGOPROCESAL PENAL PERUANO(2004) (Art.268-270)

3. REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. En busca de la prisión preventiva. Jurista


Editores, Lima, 2006, p. 84.

4. Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y


Sociales, Eliasta, Buenos Aires: Eliasta, 2010, pp. 797-798.

5. CHACÓN ROJAS, Oswaldo y NATARÉN NANDAYAPA, Carlos Faustino.


(s.f.). Las Medidas Cautelares en el Procedimiento Penal Acusatorio.
México D.F., Estados Unidos Mexicanos.

6. BARONA VILAR, Silvia. Prisión provisional y medidas alternativas. Bosch,


Barcelona,1988, p. 26.

7. LLOBET RODRIGUEZ, Javier. Proceso penal comentado. Jurídica


Continental, San José, 1998, p. 541.

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