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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Oriente


Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales
Abogado y Notario

M.Sc. Ubén de Jesús Lémus Cordón

Seminario de Leyes Penales Especiales

Cobro ilegal de “talacha” a los privados de libertad


en los centro penitenciarios de Guatemala

Grupo no. 1

Nombre No. Carnét


Mónica Gabriela Rossal Castañeda 201940306
Freddy Edgardo Lorenzo Mateo 201940626
Ulda Melisa Calderón Morales 201746526
María Fernanda Cerón Zabaleta 201942320
Mildred Anabella Franco Aldana 201943076
Josué Roberto Martínez Ramírez 201942972
Luis Rodolfo Guillén Crisóstomo 201940728

Chiquimula, 16 de diciembre de 2022


Índice

1. INTRODUCCIÓN....................................................................................................I

2. JUSTIFICACIÓN....................................................................................................2

3. MARCO METODOLÓGICO..................................................................................3

4. HIPÓTESIS.............................................................................................................4

5. MARCO TEÓRICO................................................................................................5

5.1. EL SISTEMA PENITENCIARIO...................................................................................5


5.1.1. Orígenes y Evolución Histórica del Sistema Penitenciario..............6
5.1.2. Evolución de los Sistemas Penitenciarios..........................................13
5.2. EL SISTEMA PENITENCIARIO DE GUATEMALA....................................................17
5.2.1. Fines..............................................................................................................17
5.2.2. Principios Generales.................................................................................17
5.2.3. Organización del sistema penitenciario guatemalteco...................19
5.3. LA DENOMINADA COLECTA O TALACHA..............................................................20
5.3.1. Definición.....................................................................................................20
5.3.2. Causas..........................................................................................................20
5.3.3. El costo económico de las extorsiones dentro de los centros de
detención....................................................................................................................21
5.4. PRINCIPALES PROBLEMAS QUE ATRAVIESA EL SISTEMA PENITENCIARIO
GUATEMALTECO.............................................................................................................. 23

5.4.1. Inseguridad jurídica de los internos en los centros de detención


25
5.4.2. Corrupción en el sistema penitenciario...............................................26
5.5. FORMAS NO REGLAMENTARIAS DE GOBIERNO DENTRO DE LA PRISIÓN..........28
5.5.1. Otorgamiento de privilegios...................................................................28
5.5.2. Corrupción...................................................................................................30
5.5.3. Cobros indebidos o especulación con precios y servicios...........31
5.6. TRATADOS Y CONVENIOS INTERNACIONALES SOBRE LA PROTECCIÓN DE LAS
PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD...............................................................................34

5.7. TALACHA EN EL CENTRO DE DETENCIÓN PREVENTIVA PARA HOMBRES Y


MUJERES DE LOS JOCOTES...........................................................................................37

6. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN..............................................................39

A. OBJETIVO GENERAL................................................................................................39
B. OBJETIVOS ESPECÍFICO..........................................................................................39
7. SUPUESTOS DE LA INVESTIGACIÓN.............................................................40

8. BOSQUEJO PRELIMINAR DE TEMAS.............................................................41

9. MÉTODOS Y TÉCNICAS....................................................................................42

10. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES...............................................................43

11. CONCLUSIONES.............................................................................................44

12. RECOMENDACIONES....................................................................................45

13. BIBLIOGRAFÍAS..............................................................................................46

14. E-GRAFÍAS.......................................................................................................46

15. LEGISLACIÓN..................................................................................................46
1. Introducción

Los centros penitenciarios están diseñados para alojar a personas que han
cometido delitos y han sido sentenciadas por un tribunal de justicia. Su función
principal es asegurar que las personas cumplan sus sentencias de manera justa y
efectiva, así como también proteger a la sociedad de la delincuencia.

Los centros penitenciarios también proporcionan programas educativos y


terapéuticos a los presos con el objetivo de ayudarlos a rehabilitarse y volver a la
sociedad de una manera responsable y productiva una vez que hayan cumplido
sus sentencias.

En ese mismo orden de ideas también existe la posibilidad, en algunos casos, los
reos puedan sobornar a los guardias de las cárceles con el fin de obtener favores
o tratamientos preferenciales; o también existe la posibilidad que los mismos
elementos de seguridad exijan una cuota económica al prisionero para poder
subsistir dentro del centro penitenciario; de cualquiera de las dos maneras son
formas de corrupción que puede socavar la seguridad y la eficiencia del sistema
penitenciario, y puede llevar a situaciones injustas e incluso peligrosas para los
reos y el personal de la cárcel.

La corrupción en las cárceles es un grave problema que afecta a muchos sistemas


penitenciarios en todo el mundo. La corrupción en las cárceles puede tomar
muchas formas, como el soborno a los guardias por parte de los presos o sus
visitantes, la introducción ilegal de drogas o armas en la cárcel, o la discriminación
y abuso de poder por parte de los empleados de la cárcel.

La corrupción en los centros penitenciarios son un peligro eminente para toda


persona que se encuentra dentro del sistema tanto como un reo o un elemento de
seguridad por ello es importante que se tomen medidas efectivas para combatir la
corrupción en las cárceles y garantizar un sistema penitenciario justo y eficaz.

I
2. Justificación

La talacha es un cobro ilegal que se da entre los privados de libertad, y que se ha


dado a conocer en diferentes medios de prensa que han evidenciado diversos
procesos penales en los que encargados administrativos o agentes de seguridad
del sistema penitenciario colaboran y permiten este cobro ilegal, ya que en
ocasiones son ellos los que hacen el contacto con el familiar de la persona que
acaba de ingresar a dicha cárcel.

Se dice que la “La Talacha” funciona por limites, siendo así que un privado de
libertad dependiendo del delito que cometió y fue condenado, pagara una cierta
cantidad que pueda ser “mínima” o pueda ser una cuota elevada; al igual que los
reclusos por diferentes conexiones averiguan la situación económica del recién
llegado; y en base a esos datos establecen la cuota que este debe de pagar.

El fin de la presente investigación es determinar los factores que inciden en el


cobro de la famosa “talacha” como es conocida coloquialmente en nuestro
entorno. Los más sobresalientes o principales serían la corrupción ya que muchos
agentes que integran el sistema penitenciario permiten que dicho acto se cometa
porque ellos se verían beneficiados en el proceso, debido a que se les asigna un
porcentaje de la cantidad que se recolecta de cada pago realizado por el nuevo
privado de libertad; asimismo, la falta de políticas y las deficientes medidas que
se aplican en los diferentes centros penitenciarios colaboran para que este cobro
se realice, ya que no existe un adecuado control y vigilancia interno en cada uno
de los centros que conforman el sistema penitenciario en Guatemala.

2
3. Marco Metodológico

La metodología a implementarse en este estudio se realizara en un enfoque mixto


de manera que se utilizará el método cuantitativo y el método cualitativo, se
recurrirá al método histórico para realizar una comparativa a través de trabajos y
reportajes realizado en diferentes épocas, de los cuales se podrá extraer
información para comprender este problema que afecta a los privados de libertad y
su familia en los cobros que se realizan. Se utilizará datos recogidos de
periódicos,

a. Definición del problema

¿Qué factor es el que origina o permite el cobro ilegal de la “talacha” a las


personas que son privadas de su libertad e ingresan a un centro penitenciario en
Guatemala?

En Guatemala la talacha, se refiere a un cobro ilegal que se realiza dentro de las


cárceles del sistema penitenciario el cual lo cobran los presos viejos a los nuevos
para que gocen de algunos beneficios; entre ellos podemos mencionar: tener
derecho a “una cama”, derecho a comida, al agua potable, y en el principal que
sería evitar ser agredidos físicamente por los reclusos antiguos.

b. Delimitación del Problema


 Unidad de análisis
 Reos victimas de cobros indebidos (talacha) en los centros de privación
de libertad.
 Factores que inciden y provocan los cobros de la talacha.
 Factor económico
 Ley del Régimen del Sistema Penitenciario (Decreto 33-2006)

 Delimitación histórica

Cobros ilegales (talacha), comprendidos en los años 2021 y 2022.

 Ámbito geográfico

Cobros ilegales (talacha) en el Centro de Detención Preventiva para Hombres y


Mujeres de Los Jocotes, de la Aldea Los Jocotes del municipio y departamento de
Zacapa.

3
4. Hipótesis

La “Talacha” es el reflejo más claro de la corrupción desmedida que se vive dentro


del Sistema Penitenciario (SP) en Guatemala, ya que consiste en un cobro ilícito
que los reclusos antiguos e incluso miembros del mismo Sistema Penitenciario,
cobran a los nuevos reclusos para que puedan recibir cierto grado de protección y
no recibir malos tratos y vejámenes dentro de las cárceles, contribuyendo con ello
al sistema de corrupción que se vive hace muchos años en nuestro país.

De igual manera, la casi nula implementación de políticas y medidas dirigidas a


controlar y erradicar de una vez por todas ese cobro ilegal, ya que perjudica de
gran forma las garantías que se encuentran establecidas en la ley y que se violan
cada vez que dicho cobro es realizado.

4
5. Marco Teórico

Capítulo I

5.1. El Sistema Penitenciario

Los términos instituciones penitenciarias y sistema penitenciario designan a las


instituciones o al sistema establecido para el cumplimiento de las penas previstas
en las sentencias judiciales; especialmente las penas de reclusión, cuyo propósito,
en el derecho penal contemporáneo y el derecho penitenciario, es la reinserción
social del condenado. Otro tipo de penas, como la pena de muerte, el trabajo
social, la libertad vigilada, etc., tienen una relación más o menos indirecta con las
instituciones penitenciarias, aunque también forman parte del sistema penal.
Menos relación tienen otras penas, como las denominadas penas pecuniarias
(multas) o la pena de privación de ciertos derechos (especialmente el derecho de
sufragio).

Habitualmente la institución penitenciaria es la cárcel o prisión, pero la


denominación puede ser diferente, así como su organización administrativa y sus
métodos y características: centros penitenciarios abiertos o cerrados, de mínima
seguridad o máxima seguridad, hospitales o centros psiquiátricos penitenciarios
(hospital penitenciario, hospital psiquiátrico penitenciario), etc.

El Sistema Penitenciario en Guatemala, es el sistema carcelario estatal que debe


tender a la readaptación social y a la reeducación de las personas privadas de
libertad y cumplir con las normas que le asigna la Constitución Política de la
República, los convenios y tratados internacionales en materia de derechos
humanos de los que Guatemala sea parte así como lo dispuesto en las demás
leyes ordinarias.

La Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) es creada por medio del
Acuerdo Gubernativo número 607-88, pero actualmente se rige por el 33-2006 del
Congreso de la República de Guatemala, Ley del Régimen Penitenciario, dicho
sistema se encuentra bajo la dependencia del Ministerio de Gobernación.

El sistema penitenciario es el último eslabón del sistema de justicia penal, sin


embargo socialmente y estatalmente se tiene la percepción que son centros de
castigo en donde no importa las condiciones, y entre menos molestias provoquen,
será mejor. Además, la realidad del sistema penitenciario ha puesto en evidencia
la crisis de la cárcel, no resocializa, y reproduce las conductas criminales. Pero
con el fenómeno de la sobrevivencia de la cárcel, debe pensarse en la formulación

5
en una filosofía de políticas públicas, orientada hacia un trato humano que procure
no incrementar la vulnerabilidad y, en la medida de lo, posible, reducir sus niveles.

5.1.1. Orígenes y Evolución Histórica del Sistema Penitenciario

Los orígenes históricos de la prisión como lugar de Castigo: «Lugares donde retener a
la persona acusada o culpable de haber cometido un delito han existido siempre». En
sus orígenes, la prisión solo cumplía la misión de «segregar socialmente, sin
preocuparse por la suerte del recluso». Simplemente se buscaba proporcionarle
sufrimiento, por lo que la idea de «corrección» era todavía muy lejana. La influencia
del correccionalismo surgirá a mediados del s. XIX como consecuencia de la aparición
de los diversos sistemas penitenciarios, con el afán de «corregir» a los penados, no
de hacerles sufrir inhumana y deliberadamente, cometido que a sus inicios sostenía la
prisión.

 La idea de corrección (del siglo XVI hasta el XIX)

Con la idea de corregir a las personas y convertirles en útiles ciudadanos


aparecieron las primeras «Casas de Corrección» en los siglos XVI y XVII. Estos
nuevos Establecimientos fueron lugares destinados a la reclusión de hombres y
mujeres, de manera que fue entonces cuando se empezó a observar una
clasificación según el sexo de los/as reclusos/as. Estas Casas suponen el origen
histórico de los centros penitenciarios que hoy en día tenemos, siendo las
primeras en aparecer las de Inglaterra, Holanda, Alemania y Suiza. Podría
señalarse como la más antigua e influyente de todas ellas la denominada «House
of Correction», ubicada en Bridewell (Londres), inaugurada en 1552. Ésta era
pensada para la corrección de aquellos pobres que, siendo aptos para trabajar, se
resistieran a ello.

Años después son especialmente reseñables los ejemplos de Ámsterdam –en


1596–, como primer Establecimiento correccional en suelo continental. Como
expone Von HENTIG, le «siguen otras ciudades.

 Las primeras Casas de Corrección: Bridewell (1555) y Ámsterdam (1595)

Las llamadas «Casas de Corrección» y «Workhouses», surgidas en Inglaterra y en


los Países bajos en el siglo XVI, fueron creadas, en un principio, como
establecimientos destinados a la corrección de vagabundos, mendigos, vagos,
prostitutas y pequeños delincuentes. Estas primeras Casas de Corrección inglesas
influirán en gran medida en la justicia penal occidental, pues significarán el origen
y la creación de las primeras prisiones en las que se empleará, por primera vez, el
trabajo y en las que se establecerá, más adelante, una clasificación de los

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penados, según el sexo, la edad y el delito que este hubiera cometido. Más
adelante se profundizará sobre ello.

Como hemos señalado, estas «Workhouses» se fueron extendiendo por toda


Europa a partir de establecerse y consolidarse por primera vez en Inglaterra y
después en los Países Bajos. Como apunta Pieter SPIERENBURG, el cometido
específicamente punitivo de las prisiones viene a prevalecer, por primera vez, en
aquellas instituciones establecidas desde finales del siglo XVI: las conocidas
«Bridewells» o «Houses of Correction», en Inglaterra, y «Tuchthuizen», en los
Países Bajos. Hasta entonces, la reclusión había tenido un uso distinto, pues no
perseguía una finalidad penal, sino más bien asegurativa y procesal. Su principal
objeto y su razón de existencia era servir como medida cautelar, más que tratarse
de un lugar donde se tomase una decisión punitiva respecto a la libertad del
interno.

Así pues, las cárceles surgieron como establecimientos para poder asegurar la
disponibilidad del reo hasta que se celebrase su juicio; por lo que en sus orígenes
no eran lugares en los que se cumpliera condena, como en las actuales prisiones.
En definitiva, anterior a estas Casas de Corrección y su sistema regimental y
laboral, el fin de la cárcel no era otro que retener y custodiar a los que allí se
encontraban internos, que eran personas que habían sido acusadas o eran
culpables de haber cometido un determinado delito, y por ello tenían que esperar a
ser sentenciadas. Esta es la idea de la «cárcel de custodia».

Excepciones a este constante internamiento procesal de personas, serían


situaciones en que, «careciendo de un local fijo y establecido al efecto, el príncipe
o el señor feudal encerraba entre sus posesiones a su enemigo político».
Asimismo, la llamada «cárcel eclesiástica» también era una excepción al uso
generalizado de la cárcel como instrumento de custodia.

Respecto al régimen que se seguía en estas Casas de Corrección, se puede


advertir que el trabajo apareció como un elemento necesario y obligatorio en la
institución. El trabajo forzado realizado por el recluso en el mismo Establecimiento
servirá «como amenaza, como terapia rehabilitadora y como fuente de sustento»
del propio corrigendo. Por tanto, su fin principal era el de corregir y enseñar un
oficio al interno.

Sería, pues, un claro elemento distintivo entre las cárceles tradicionales y estos
nuevos Establecimientos de corrección, ya que pasarían de ser establecimientos
de simple custodia y retención a lugares de corrección de personas. Igualmente,
estos locales debían distinguirse de los hospitales, albergues o asilos, al igual que

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de las Casas de Corrección o «Workhouses» voluntarias, donde el trabajo de las
personas que allí residían no correspondía al cumplimiento de una pena. Por
último, es preciso aclarar que tanto en las Casas de Corrección holandesas como
en las inglesas, los internos cobraban por realizar su trabajo una suma de dinero
que les era confiscada para el pago de su propia manutención. Los excedentes de
lo exigido en la producción laboral para cada interno les suponía una pequeña
cantidad que podrían gastar en el propio Establecimiento.

La gestión de estas primeras prisiones fue también una de las principales


diferencias de estos Establecimientos respecto a los modos de reclusión que
había anteriormente.

 El modelo inglés

La Prisión y Hospital de Bridewell fueron ubicados en un antiguo palacio real en el


año 1553. Con su creación se buscaría conseguir principalmente dos objetivos: el
primero sería castigar a aquellos pobres indisciplinados que alterasen el orden
público, y el segundo sería servir como casa de acogida para niños huérfanos en
la ciudad de Londres. Localizada en la orilla del río Támesis, fue la primera Casa
de Corrección del país, así como una gran institución de caridad, reflejando así la
moderna definición que se tiene hoy de «hospital». Sus registros sirven como
prueba de la evidente situación de delincuencia que padecía el siglo XVIII;
justificación de que en dicho establecimiento residían tanto personas que habían
cometido crímenes menores, como pobres mendigos que no tenían hogar.
Bridewell ha llegado a considerarse como una de las instituciones pioneras en el
campo del tratamiento de los penados, ya que fue la primera casa de corrección
que utilizaría el trabajo forzado como medio para corregir a los penados.

Fue, en esencia, la primera prisión que surgió, pues en ella se intentaba corregir a
los internos por medio del trabajo, haciéndoles de esta forma cumplir su condena.

El fundamento ideológico último para la instauración de tales casas sería que la


persona fuera ociosa y, pudiendo trabajar, no lo hiciera, lo que se veía entonces
como un grave pecado que debía ser corregido por medio del trabajo. Se creaban,
entonces, estos Establecimientos que originariamente, como ya se ha expuesto,
iban a servir para el internamiento de vagabundos desempleados, delincuentes
condenados por delitos de propiedad, y personas procedentes de algunas familias
que solicitasen su encierro, previa autorización judicial, para ser confinadas, por
haber tenido comportamientos considerados intolerables por la moral familiar y
ciudadana. Ya en los primeros años de funcionamiento de las Casas de
Ámsterdam se habilitaron secciones para estos reclusos provenientes de familias

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adineradas, los cuales serían dirigidos a establecimientos separados de los demás
presos. En aquellas instituciones creadas específicamente para personas de bien
no se llevaba a cabo trabajo alguno, a diferencia de las casas de corrección en las
que se encontraban los pobres. La búsqueda de nuevos establecimientos para la
reclusión de este tipo peculiar de internos –de trato especial, conforme a su
economía–, venía dada por el peligro de contagio con la criminalidad de las
secciones privadas de las Workhouses, por el continuo incremento en la
aceptación de delincuentes en aquellos lugares y el consecuente contacto con la
esfera criminal de los que allí se encontraban recluidos. El nombre de esas nuevas
instituciones era «Beterhuis» o «Casas de Mejora», y su aspecto externo era muy
distinto del que ofrecían las «Rasphuis» o «Spinhuis». Estas prisiones especiales
estuvieron muy presentes en Francia y fueron administradas por órdenes
religiosas. En conclusión, con arreglo al estudio llevado a cabo por
SPIERENBURG de esta modalidad de «prisiones privadas» o «Beterhuizen», que
se diferenciaban del resto de prisiones y workhouses, se puede decir que las
características propias de éstas son las siguientes: frente a una reclusión criminal
de las últimas, en estos lugares particulares se trataba de medidas disciplinarias
privadas autorizadas por los magistrados; asimismo, en éstos prevalecía una
propiedad y administración privadas que se nutría del pago efectuado por las
familias de los recluidos; en la ausencia de un programa laboral para los internos;
en la vida de éstos en un régimen más liviano pero de total separación con el
mundo exterior, en el sentido de prohibir al público visitar y observar a este tipo de
internos. Igualmente, la diversa duración de las reclusiones entre ambos modos de
encierro y la posibilidad de su ampliación temporal a solicitud de la familia, referida
a las Beterhuis, suponen la última diferencia digna de reseñar.

 Las Casas de Corrección en España (siglos XVIII-XIX)

a) La Casa de Corrección de San Fernando del Jarama (s. XVIII)

En el complejo camino de las ideas correccionales aplicables a un espacio cerrado


de custodia, dos fueron las tendencias que dieron sentido a la llamada «cárcel»:
por un lado, existía una tendencia jurídica, de carácter vengativo, que utilizaba la
pena para hacer sufrir al delincuente un daño igual o similar al que este había
ocasionado a la víctima, lo cual tenía consecuencias aflictivas para el penado; y,
por otro lado, una tendencia paternal, cuyo fin era corregir al penado, no
castigarlo. Es entonces cuando surge la idea de corrección y el pensamiento que
influirá, en un futuro, en nuestro ámbito penitenciario, gracias a los informes,
enseñanzas y orientaciones de LARDIZÁBAL, quien, desde el cristianismo
ilustrado, trató de unificar el racionalismo utilitarista propio de la Filosofía de las

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Luces con el componente ético y correccional que tanto caracteriza la tradición
española. En ese último tercio del «Siglo de las Luces», HOWARD ya mostraba
una adelantada tendencia a la corrección que inspiraba ideas humanitarias de
mejora penitenciaria, al mismo tiempo que BECCARIA emprendía la reforma del
Derecho penal, como se verá más adelante.

Tal y como ha señalado GARCÍA VALDÉS, «la casa de corrección constituye un


verdadero antecedente y origen directo de la “idea tardía” de la reacción carcelaria
moderna» Tales establecimientos surgieron en Europa en el s. XVI, donde
aparecerían, por primera vez, en Inglaterra y en los Países Bajos las conocidas
«Workhouses» y Casas de Corrección, como ya se ha visto con anterioridad29,
cuya naturaleza y régimen se extenderán «por los países de la liga hanseática y,
desde entonces, por gran parte de la geografía europea. Empero aquel influjo
práctico tardaría en atravesar los Pirineos. El espíritu que informaba aquellos
locales de encierro hundía sus raíces en una ideología protestante y
específicamente calvinista»

La posible corrección de los penados, y de ahí la individualización de éstos como


fin humanitario, llevaba aparejado, con ciertos límites, el requisito de la
indeterminación de la pena. De esta forma, «la condena sin tiempo [...] como
objeto de reforma para el entorno presidial, se usaba asimismo en los Hospicios y
se mantenía aún su uso judicial tras la Pragmática de 1771». La indeterminación
de la pena, en palabras de SALILLAS, no significaba que la condena fuera
perpetua o más larga de lo que dictaba la sentencia, sino que se trataba de «la
fijación del tiempo en virtud del sometimiento a régimen penitenciario, pudiendo
resultar condenas brevísimas o sin agotamiento: naturalmente en un régimen
humano de sanatorio, no en el de reclusión.

A estos Hospicios y Casas de Corrección españolas, como ya sucedía en las


inglesas y holandesas, se destinaban mendigos, vagos, maleantes, delincuentes y
prostitutas «para su educación y sin tiempo» determinado, tal y como decretaba la
Orden de 1776; y, según la Ley de 1 de abril de 1783, se les instruiría «en las
buenas costumbres y pudiendo aprender oficios y manufacturas, dándoles
ocupación y trabajo proporcionado a sus fuerzas o que se les apliquen al que ya
supieran, á fin de que dando pruebas de su aplicación y enmienda, puedan con el
tiempo restituirse a su Patria, o donde les convenga fijar su domicilio, para hacerse
vecinos útiles y contribuyentes».

La condena indeterminada seguiría vigente aproximadamente una década,


siguiendo la intención real que subyacía a la reclusión. Sin embargo, el destino sin

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tiempo a estos lugares de reclusión –y en especial a la Casa de Corrección de
San Fernando– sería el motivo por el que seguidamente surgirían protestas y, que
se fijara un tiempo determinado para todos los confinados, sin excepción alguna,
para evitar su exasperación y que aquella situación no se volviera a dar.

La idea de corrección surgió con fuerza y se acentuó a finales del s. XVIII,


extendiéndose en los primeros años del s. XIX. Esta medida debía ser controlada
frente a los abusos que se pudieran producir, pero articulaba una concepción de la
pena diferente y muy distante de la anterior, que era mucho más pragmática y
dura.

 La Casa de Corrección de Madrid o «Cárcel de jóvenes» (1840-1849)

En 1839 se creó provisionalmente en Madrid una «Sociedad para la mejora del


sistema carcelario, penal y correccional de España», organizándose la misma en
varias secciones: visitas de cárceles, protección de los liberados, defensa de la
galera, etc. Pero su constitución oficial sería el 2 de enero de 1840, instalándose
en uno de los salones de la casa consistorial. Un mes más tarde, se abriría en ella
una «cárcel correccional» o Casa de Corrección para los jóvenes que se
encontraban recluidos en la cárcel de la Villa. El ayuntamiento les cedió unas
casas contiguas a la cárcel y, tras reformarlas, construyeron escuelas, amplios
talleres, celdas dormitorio y otras dependencias necesarias para los reclusos. En
las celdas tendrían todo tipo de comodidades: hamacas de tela suspendidas, ropa
de cama, útiles para asearse y un uniforme. Eran espaciosas y su limpieza se
realizaba durante el día.

 La Casa de Corrección de Barcelona (1836-1884)

El primer periodo (1836-1853)

La Casa de Corrección que se creó en Barcelona nació en un ambiente de


conflictividad política y problemática social debido a las agitaciones
antiabsolutistas de 1835 y a la inseguridad y el descontrol que padecía el territorio
catalán debido a la primera guerra carlista. Esto provocó que la población marginal
aumentase, y con ello las desviaciones sociales. Fue entonces cuando apareció
esta Casa de Corrección, creándose como una institución que proporcionaría
seguridad pública y control social, con un estilo autoritario e intimidador,
convirtiéndose en un depósito general que englobaría «tanto a mendigos, como a
desocupados, niños callejeros, pequeños delincuentes y prostitutas»

Este primer periodo de vida de la institución correctora de Barcelona se


caracterizaría precisamente por ser un «depósito de recogida y encierro de

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vagabundos y prostitutas, al servicio de las medidas de “policía” y ornato de la
ciudad, bajo la convivencia de las autoridades municipales, gubernativas y
militares, admitiéndose [en ella, asimismo,] a menores [de edad] en condición de
“corrección paternal” cuando [sus] padres o tutores [así] lo hubieran solicitado a
las autoridades competentes»

El orden interno y reeducador de esta Casa se centraba en el trabajo, pues este


era un «elemento moralizador» gracias al cual desarrollaban hábitos y aprendían
un oficio, además de recibir pequeños ingresos con los que podrían ahorrar o
cubrir algunos gastos. Por ello, era considerado como un medio esencial para
autofinanciar la institución. El trabajo que realizaban consistía en despepitar
algodón –tarea común– y las mujeres, además, hacían calceta y medias.
Trabajaban unas once horas diarias y los niños tenían una hora libre para ir a la
escuela de la propia Casa.

Siempre se procuró separar a los penados por sexos, pero no se separaban por
edades. La pobreza de la época y la falta de material incidirían en la vida higiénica
y sanitaria de la Casa, por lo que en 1843, uno de sus alcaides, expuso a la
autoridad superior la conveniencia de dedicar la institución única y exclusivamente
a menores si se quería realmente que fuese «reeducadora».

El segundo periodo (1856-1880)

En 1854 reaparecería la idea de crear de nuevo una casa de Corrección que se


destinaría exclusivamente a niños y jóvenes que tuvieran una conducta irregular y
necesitasen reformarse. En 1856 se instaló en el monasterio de Junqueras,
siguiendo el régimen interno que tenía la famosa Casa de Corrección de París:
«aislamiento celular nocturno, vida diurna (escuela, trabajo y recreos), y la
aplicación del principio del silencio absoluto, excepto en los recreos».

Lo que no se llevó a cabo fue el aislamiento total, pues se pensaba que era
inadecuado para los jóvenes y suponía una gran dificultad para organizar las
actividades diurnas. Su régimen se caracterizaba por la separación de sexos,
división interna por clases y el establecimiento del «sistema de recompensas» -
apareció aquí un primer boceto del sistema progresivo-, el fomento del ahorro, la
enseñanza de un oficio y la organización de una sociedad tutelar («Patronato»).
Los reglamentos de la institución irían acompañados de un proyecto arquitectónico
radial y panóptico que no llegó a tener éxito debido a su elevado coste.

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5.1.2. Evolución de los Sistemas Penitenciarios

La idea de la «cárcel de custodia» fue superada, aunque muy lentamente, a lo


largo de los siglos XVI-XIX, desde la creación de las Casas de Corrección, hasta
la aparición del sistema filadélfico, gracias a la llegada de los sistemas
penitenciarios americanos. Frente a la permanente situación de abandono e
inhumanidad aparecieron ideas de reformar las prisiones. Así pues, John
HOWARD fue uno de los primeros que suscitó esta reforma penitenciaria en su
obra «The state of the Prisons in England and Wales» (Londres, 1777), a la vez
que Beccaria denunciará una reforma referida al sistema de los delitos y de las
penas en 1764.

En el s. XVIII, el estado y las condiciones de las prisiones eran aún peores que
doscientos años antes. Ante esta situación, HOWARD determinaría ciertos medios
que deberían aplicarse en el ámbito penitenciario, los cuales llegarían a ser las
bases de su sistema reformador: [Mejorar la] higiene y [la] alimentación;
[establecer un] régimen distinto para detenidos y encarcelados; [ofrecer una]
educación moral y religiosa; [suprimir el] derecho de carretaje; [establecer] trabajo
e instrucción obligatorios; [separar a] los reos por sexos, edades y situación
procesal; [establecer un] sistema celular dulcificado; [acortar] las condenas y
[conceder] certificados de conducta a los detenidos a la salida de la prisión.

Debido al interés de este último por el penitenciarismo y su afán por transformar


los Establecimientos penitenciarios, aumentará la preocupación de las personas
en aquella época, lo que causará que esta idea de reforma penitenciaria crezca en
importante medida. De esta manera, a finales del s. XVIII surgirán los primeros
movimientos tendentes a humanizar la ejecución penal. Asimismo, se debe
destacar la figura de Jeremy BENTHAM, quien, en 1802, publicó su obra «Tratado
de legislación civil y penal», en la que describiría el «sistema Panóptico» como un
modelo ideal arquitectónico de prisión basado en las ideas de seguridad,
economía y reforma moral. Pensó que era necesaria una reforma en estructura de
las prisiones, y por ello ideó el Panóptico, mediante el cual se podría vigilar con
una gran eficacia toda la prisión desde un mismo punto de vigilancia.

No obstante, ello conllevaría vulnerar la esfera más íntima de los penados,


además de tener un elevado coste de construcción, por lo que no se llevó apenas
a la práctica. Pero sus ideas sirvieron de precedentes a las llamadas «prisiones
radiales», como cárceles modelo españolas de principios del s. XX (Madrid,
Barcelona, Valencia, etc.). Este autor propuso la separación de los penados según
el sexo de los mismos, y su distribución por pabellones, para evitar la

13
promiscuidad. Conforme a las ideas de estos dos autores, se crearon en Inglaterra
las primeras «Penitenciary Houses».

 El sistema filadélfico o pensilvánico celular (1829):

Este sistema fue establecido en la prisión «Walnut Street Jail», construida en 1176
en Walnut y, asimismo, en «Western Pennsylvania Penitentiary», otra prisión que
se construyó en 1818, en Pittsburgh, ambas de Estados Unidos. El régimen de
vida que se seguía en ellas era el de aislamiento celular de los presos, tanto
nocturno como diurno –por ello se denomina también como «sistema celular»–. En
estas prisiones no se llevaba a cabo ningún tipo de trabajo, «pues se consideraba
que esto podía distraer a los reclusos de su recogimiento y arrepentimiento, que
era el objetivo fundamental de este sistema.

Por lo tanto, lo único que se les facilitaba era una Biblia». Más tarde se admitió el
trabajo en la misma celda, para acabar con la monotonía, pero este no resultaba
productivo ni educativo. Con este aislamiento también se intentaba evitar el
«contagio criminal» de unos a otros. Lo positivo de este modelo fue que se mejoró
la salud e higiene de las prisiones. Se extendió por Europa, donde se llegó a
aplicar en numerosos países, especialmente en los nórdicos durante el s. XIX. Sin
embargo, en España no llegó a implantarse.

 El sistema auburniano o del silencio (1821)

Como consecuencia del fracaso del sistema pensilvánico –debido al


enajenamiento de los penados por el aislamiento absoluto en las celdas–, se creó
el sistema auburniano, o sistema de Auburn, en Nueva York, implantado por el
capitán Elam Linyns en 1823. Este modelo, como ya se ha dicho anteriormente,
permitía la vida en común de los condenados durante el día, siempre y cuando
respetaran la regla del silencio. Se caracterizaba por el aislamiento nocturno y
todo aquel que no cumpliera las órdenes sería castigado rigurosamente.

Este sistema se aplicó de forma generalizada en Estados Unidos. CADALSO


criticaría estos dos modelos americanos, pues creyó que resultaban contrarios a la
naturaleza humana e incluso contraproducentes para los reclusos, tanto el
aislamiento absoluto que se llevaba a cabo en el sistema pensilvánico, como la
regla de absoluto silencio del auburniano.

Eran ideas que no se concebían en Europa, y por ello, precisamente, no se


llegaron a implantar en ningún territorio del continente.

14
 El reformatorio (1876)

Posteriormente, apareció el sistema reformatorio especializado para jóvenes


delincuentes. Consecuencia de las tendencias del «positivismo criminológico» en
1876, se constituyó el reformatorio de Elmira –de ahí que este modelo también
sea denominado como sistema de Elmira–. El régimen de este sistema se basaba
fundamentalmente en el ejercicio físico, la instrucción, la progresión de grados y la
sentencia indeterminada del penado hasta que este hubiera conseguido
reformarse.

El interno podría progresar o regresar de grado, conforme a la conducta que el


mismo tuviera dentro de la prisión. Como se puede apreciar, este sistema viene a
ser un claro precedente de lo que posteriormente será el sistema de clasificación
penitenciaria dividido en grados –clasificación científica de los penados– que
actualmente se aplica en España, «cosa que no ocurre en otros países de Europa
donde predominan los planes individualizados de ejecución de penas sin asignar
grados vinculados a un determinado régimen penitenciario»

 El sistema progresivo:

Los orígenes del sistema penitenciario español Sirviendo de base los tres últimos
sistemas penitenciarios americanos y conforme a las características de cada uno
de ellos en sus distintas fases, surgirán durante la primera mitad del s. XIX los
sistemas progresivos europeos, caracterizados por dividir el tiempo de
cumplimiento de la condena en diferentes periodos o fases.

Es decir, en caso de que el reo superase estas fases o grados, antes obtendría la
libertad. Con estos nuevos sistemas, como dijo TÉLLEZ AGUILERA149 y ha
afirmado también LEGANÉS GÓMEZ, el penado dejará de ser un «sujeto pasivo
del sistema penitenciario para convertirse en un agente que dispone, a través de
su comportamiento y de su trabajo, de la posibilidad de conseguir» su
excarcelación de forma anticipada. Según el último autor mencionado, el penado
se convierte entonces en el gran protagonista en la ejecución de la pena, ya que
será él mismo quien influirá en la evolución de su condena: según actúe, será
libertado antes o no.

Dentro de estos sistemas es preciso citar el sistema inglés de Maconochie, el


alemán de Obermayer, el irlandés de Walter Crofton y, como precedente de todos
ellos, el sistema español, ideado por Abadía y continuado y mejorado por el
Coronel Montesinos. Todos ellos establecían diversos periodos o grados
penitenciarios, cuya superación permitiría al penado mejorar la calidad de vida

15
dentro del presidio, pues adquirirían con el tiempo, el trabajo y la buena conducta
mayores derechos que permitirían su libertad anticipada. A continuación se
expondrá el caso del sistema progresivo español, centrando el estudio en los
sistemas de Abadía y Montesinos. El Derecho penitenciario español «proviene del
utilitarismo penal, de un diseño y puesta en práctica militar durante siglos. Los
fundamentos de la penalidad [...] se han mostrado históricamente cambiantes»,
evolucionando de «las penas de las legislaciones antiguas (v. gr., penas de
galeras, minas de Almadén, presidios africanos, navales e industriales)», hacia los
modos de ejecución actuales, que son de mayor eficacia y de carácter más
humanitario.

Un rasgo peculiar de los presidios, dominante hasta gran parte del s. XIX, será la
naturaleza castrense de los mismos. Hasta finales del primer tercio de este mismo
siglo, se tratará de un Derecho penitenciario militar, pues su dependencia y su
dirección también eran militares. La idea de reforma surgirá en España a finales
del s. XVIII, y Lardizábal será uno de los pioneros en este contexto reformista. En
1782 impulsó la creación de las Casas de Corrección para internar a los
delincuentes, con el fin de corregir a los mismos y criticar las penas que existían
hasta el momento.

En 1803, gracias al sistema de Abadía, terminarán por desaparecer penas tan


rigurosas como las Galeras. Será entonces cuando el sistema penitenciario
español reflejará ideas más humanas e intentará un acercamiento a la persona y a
su dignidad, con la idea de protegerla de los efectos nocivos de la pena, así como
aparecerán iniciativas tendentes a la individualización penitenciaria y las bases del
carácter correccional de la pena y del penitenciarismo futuro.

Abadía dejará su huella aperturista en las normativas de mayor relevancia del s.


XIX; Montesinos conseguirá que las reincidencias sean prácticamente nulas en el
presidio de Valencia, siguiendo un sistema personalizador, «paternal» y
progresivo; Cadalso se esforzará por implantar un sistema progresivo moderno; y,
finalmente, las realizaciones a finales del s. XIX y principios del XX de Salillas,
cuyo enfoque individualizador y de tutela servirán de vínculo en un futuro.

El sistema del Teniente General Francisco Xavier Abadía La transformación y


nueva orientación hacia una nueva forma de ejecución penal en los presidios
surgirá en Cádiz, donde el Teniente General Francisco Xavier Abadía llevará a
cabo varias iniciativas: organizará el trabajo industrial en la cárcel de Cádiz,
formará el Presidio correccional y, por último, llevará a cabo una formación

16
sistemática de la organización penitenciaria general. «Cádiz será el inicio de
todo».

 El sistema del Coronel Manuel Montesinos y Molina

Perfeccionar al hombre es hacerlo más sociable: todo lo que tienda á destruir ó


entorpecer su sociabilidad, impedirá su mejoramiento. Por esto las penas, lejos de
atacar, deben favorecer este principio, fomentando su acrecentamiento.

5.2. El Sistema Penitenciario de Guatemala.

El Sistema Penitenciario de la República de Guatemala (SP) es el sistema


carcelario estatal que debe tender a la readaptación social y a la reeducación de
las personas privadas de libertad y cumplir con las normas que le asigna la
Constitución Política de la República, los convenios y tratados internacionales en
materia de derechos humanos de los que Guatemala sea parte así como lo
dispuesto en las demás leyes ordinarias. La Dirección General del Sistema
Penitenciario (DGSP) es creada por medio del Acuerdo Gubernativo número 607-
88, pero actualmente se rige por el 33-2006 del Congreso de la República de
Guatemala, Ley del Régimen Penitenciario, dicho sistema se encuentra bajo la
dependencia del Ministerio de Gobernación.

5.2.1. Fines

El Sistema Penitenciario de la República de Guatemala, según el artículo 3 de la


Ley del Régimen Penitenciario, tiene como fines:

a) Mantener la custodia y seguridad de las personas reclusas en resguardo de la


sociedad; y,

b) Proporcionar a las personas reclusas las condiciones favorables para su


educación y readaptación a la sociedad, que les permita alcanzar un desarrollo
personal durante el cumplimiento de la pena y posteriormente reintegrarse a la
sociedad.

5.2.2. Principios Generales

Los principios generales que rigen al Sistema Penitenciario están establecidos en


la Ley del Régimen Penitenciario, los cuales son:

 Recluso o Reclusa. toda persona que se encuentra privada de libertad por


aplicación de la detención preventiva o del cumplimiento de condena.
 Legalidad. Toda política y actividad penitenciaria se desarrollará con las
garantías y dentro de los límites establecidos por la Constitución Política de la

17
República, los tratados y convenios internacionales ratificados por Guatemala,
la presente Ley, y los reglamentos emitidos de conformidad con la misma y las
sentencias judiciales. Nadie podrá ingresar a un centro penal, en calidad de
detenido, sin orden de juez competente.
 Igualdad. Por ningún motivo o factor se realizarán actos discriminatorios a las
personas reclusas. No se consideran discriminatorias las medidas que se
apliquen con arreglo a la ley y que tiendan a proteger exclusivamente los
derechos y la condición especial de la mujer, en particular de las mujeres
embarazadas y las madres lactantes, los enfermos y los que padezcan algún
impedimento físico.
 Afectación Mínima. Todas las personas reclusas conservarán los derechos
establecidos en la Constitución Política de la República, convenios y tratados
internacionales y demás leyes y reglamentos, excepto aquellos que fueren
incompatibles con el objeto de su detención, los que la propia Constitución
Política de la República les restrinja en razón de su situación Jurídica y
aquellos que hubieren sido afectados por sentencia firme. Las medidas
disciplinarias no contendrán más restricciones que las necesarias para
conservar la segundad y el orden.
 Control Judicial y Administrativo del Privado de Libertad . Toda pena se
ejecutará bajo el estricto control de Juez de ejecución, quien hará efectivas las
decisiones de la sentencia, así como el cumplimiento adecuado del régimen
penitenciario. En el caso de personas sujetas a prisión preventiva, estarán a
disposición de los Jueces respectivos, conforme al Código Procesal Penal. El
control de las condiciones generales de los centros de privación de libertad
estará bajo la responsabilidad del Director General del Sistema Penitenciario,
con la debida supervisión del juez competente.
 Derecho de Comunicación. Es obligatorio garantizar el derecho de
comunicación en el propio idioma de las personas reclusas.
 Principio de Humanidad. Toda persona reclusa será tratada con el respeto que
merece la dignidad inherente a todo ser humano. Queda terminantemente
prohibido infligirles a las personas reclusas torturas físicas, psíquicas o
morales, coacciones o trabajos incompatibles con su estado físico, acciones
denigrantes a su dignidad o hacerle víctima de exacciones, así como también
someterlo a experimentos científicos.
 Participación Comunitaria. Para el cumplimiento de sus fines, los órganos de
dirección del Sistema Penitenciario deberán favorecer la colaboración y
participación activa de entidades legalmente reconocidas, que realicen
actividades sociales, deportivas, religiosas, educativas, que propicien el trabaja

18
penitenciario y, en general, cualquier otra actividad que propicie la
rehabilitación, reeducación y readaptación de la persona reclusa durante la
prisión preventiva o la ejecución de la pena, siempre que no se interfiera en la
función administrativa del Sistema Penitenciario.

5.2.3. Organización del sistema penitenciario guatemalteco.

La organización y estructura del sistema penitenciario la podemos encontrar en el


artículo 34 de la ley del Régimen penitenciario, siendo esta la siguiente:

Son órganos del Sistema Penitenciario:

a) La Dirección General del Sistema Penitenciario;

b) La Comisión Nacional del Sistema Penitenciario;

c) La Escuela de Estudios Penitenciarios; y,

d) La Comisión Nacional de Salud, Educación y Trabajo.

La Dirección General del Sistema Penitenciario es el órgano responsable de la


planificación, organización y ejecución de las políticas penitenciarias y depende
directamente del Ministerio de Gobernación, estando a cargo de un Director
General.

Para el cumplimiento de sus funciones contará, como mínimo con las siguientes
dependencias:

a) Subdirección General;

b) Subdirección Operativa;

c) Subdirección Técnico-Administrativa;

d) Subdirección de Rehabilitación Social;

e) Inspectoría General del Régimen Penitenciario; y,

f) Direcciones y Subdirecciones de Centros de Detención.

19
Capítulo II

5.3. La denominada colecta o talacha

5.3.1. Definición

Talacha. (Del nahua tlalli, tierra, y del español hacha). f. Mx, Gu. En la cárcel,
limpieza de los excusados por un preso, como castigo. carc. (Diccionario de
Americanismos).

Es el término utilizado por los reos en los centros de detención, es el nombre que
se le da al cobro indebido o ilegal para los nuevos reos que ingresan al centro de
detención.

“Es un cobro ilegal que hacen entre los privados de libertad, pero muchas veces
también están involucradas parte de las autoridades que reciben parte de ese
cobro ilegal que se hace”. (Prensa Libre, 2 de febrero de 2021).

La talacha es una extorsión cobrada en los Centros Preventivos, donde los reos
deben pagar determinada cantidad a cambio de no ser golpeados o poder dormir
en una cama.

5.3.2. Causas

Las causas de los cobros indebidos o ilegales como la talacha es en primer lugar
la corrupción en el Sistema Penitenciario.

“Macario Ernesto Escobar Ramos, de 52 años, subdirector del Centro de


Detención Preventiva de Santa Cruz del Quiché, fue capturado el lunes último,
señalado de exigir Q30 mil a los parientes de un reo como parte del “cobro de la
talacha””. (Prensa Libre, 2 de febrero de 2021).

Existen estos cobros ilegales de la talacha por parte de las personas que ocupan
puestos de mayor rango en el sistema penitenciario, no se digamos por parte de
los guardias y mayor aun por parte de los reos, que están pagando algún tipo de
condena por cometer actos ilícitos.

“Ese caso es solo uno de tantos que a diario ocurren en las cárceles del Sistema
Penitenciario (SP), según representantes de organizaciones sociales, que lo ven
como el reflejo de la corrupción que está plagada en esa institución, la cual
alcanza tanto a internos como guardias.” (Prensa Libre, 2 de febrero de 2021).

Otra de las causas es la falta de orden en el sistema penitenciario.

20
“Lorena Escobar, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales
(Asies), considera que las prisiones “tienen mucho tiempo de no tener orden” y
que las acciones de parte de las autoridades son momentáneas y de corto plazo y
que dan es una “tensa tranquilidad mientras se hace requisar, pero en realidad no
tienen efectos a largo plazo”.

Añadió que para evitar el cobro de talacha y otras irregularidades en las prisiones
es necesario hacer una restructuración general del SP, por medio de la cual se
establezca una carrera para los guardias penitenciarios y clasificar a los privados
de libertad, así como contar con más prisiones y establecer programas de
reincorporación a la sociedad para los internos.” (Prensa Libre, 2 de febrero de
2021).

Lorena Escobar, la analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales


(Asies) termina diciendo que: “para evitar el cobro de talacha y otras
irregularidades en las prisiones es necesario hacer una restructuración general del
SP, por medio de la cual se establezca una carrera para los guardias
penitenciarios y clasificar a los privados de libertad, así como contar con más
prisiones y establecer programas de reincorporación a la sociedad para los
internos”.

5.3.3. El costo económico de las extorsiones dentro de los centros de


detención

Las cuotas varían tanto de acuerdo al delito que haya cometido el reo como
también de la capacidad económica que tenga la familia del privado de libertad.
Estas tarifas también varían de acuerdo al centro de prevención donde se
encuentre el reo.

En 2016, Prensa Libre constató ese cobro en cinco prisiones, en las cuales se
explicó que las “cuotas únicas” oscilan entre Q1 mil —ingreso por ebriedad—
hasta Q50 mil —por defraudación tributaria—. Por otros delitos como violación,
secuestro o asesinato los reclusos deben pagar entre Q5 mil y Q25 mil, según la
capacidad económica.

En la cárcel El Boquerón, Santa Rosa, los reclusos pagaban una cuota de ingreso
de Q2 mil, y cada semana les piden un monto para comprar tarjetas para
celulares, comida o lo deben entregar en efectivo.

En Jalapa, la talacha comenzaba en Q3 mil y podía llegar a Q5 mil, según el delito


señalado al reo y su capacidad de pago.

21
En la prisión de Retalhuleu, el pago inicial oscilaba entre Q1 mil y Q1 mil 500.

Tomemos en cuenta que este fue un estudio realizado por parte de Prensa Libre
en el año 2016, han pasado seis años desde entonces y la economía del país post
pandemia va en picada, los sueldos siguen siendo igual y el costo de las cosas se
han elevado, factor que considero que también influye en estos cobros ilegales
como es la denominada talacha.

22
Capítulo III

5.4. Principales problemas que atraviesa el sistema penitenciario


guatemalteco

“Las cárceles de Guatemala están fuera de control.

Las prisiones de Guatemala están en una situación crítica. Las deplorables


condiciones infrahumanas de los internos, los asesinatos y los motines son
continuos. Pero las recientes investigaciones revelan además la falta de control de
las autoridades. En el interior impera la ley del más fuerte.

El hacinamiento es uno de los problemas más grave que enfrentan las


autoridades. Según el viceministro de Gobernación Ricardo Guzmán, las 22
cárceles del país tienen capacidad para seis mil 800 presos, pero albergan a 22
mil 665, el 300 % de su capacidad, y la mitad de ellos están en prisión preventiva.”

Los gobiernos que han pasado han olvidado por completo el tema de las prisiones
en el país, no se escucha dentro de los planes de gobierno la creación o la
ampliación de alguno de los centros carcelarios, es un tema tan importante como
la construcción de una escuela, para brindarles a los reclusos los derechos
inherentes que la constitución les ha otorgado.

Para ayudar a resolver ese problema, el Gobierno del ex presidente Álvaro Colom
-2008-2012- autorizó utilizar las cárceles de las instalaciones militares Cuartel
Matamoros y la Brigada Mariscal Zavala; donde actualmente se encuentran
detenidos 237 hombres y 30 mujeres. Son las prisiones de máxima seguridad, las
que albergan a funcionarios, magistrados y políticos señalados y procesados por
corrupción.

Los problemas se vienen a enfrentar por la falta de estructura designada para el


sistema penitenciario, según reportajes, lo que más ha hecho falta son clínicas
medicas dentro de los centros carcelarios. Es entonces que al momento de un
recluso de necesitar asistencia médica es necesario sacarlo y trasladarlo a un
hospital apto para que atienda la emergencia y muchos casos de estos sirven
incluso para escapar de dichos centros.

“Guatemala tiene una tasa de prisionalización de 141 reclusos por cada 100 mil
habitantes, la más baja de Latinoamérica, sin embargo, tiene la tasa de ocupación
carcelaria más alta en la región. Adicionalmente el sistema de la justicia criminal
no ha sido capaz de responder a los distintos casos presentados en los últimos
años. La cantidad de personas en prisión preventiva ha crecido a un ritmo superior

23
con relación a la población reclusa total: en diez años la población reclusa total
creció 190% (de 8,400 a 24,400); las personas en prisión preventiva aumentaron
300% (de 2,900 a 11,600) y las personas cumpliendo condena 125% (de 5,700 a
12,800).

El CIEN considera que la sobrepoblación carcelaria es el problema medular, ya


que de éste se desprenden otras deficiencias que no permiten un adecuado
funcionamiento de la institución. Es indispensable abordar este tema en dos
aspectos: 1) fortalecer el uso de las medidas alternas al encarcelamiento, y 2)
ampliar y modernizar la infraestructura existente. Con únicamente la
implementación de medidas alternas, no se lograría deshacinar las cárceles ya
que solo pueden ser aplicadas para cierta categoría de privados de libertad
(alrededor de 1,500). Lo más urgente es la planificación de la infraestructura
penitenciaria a mediano y largo plazo. Se estima un déficit de aproximadamente
14 mil espacios carcelarios, para prisión preventiva 5,200 y 8,800 para
cumplimiento de condena. Debe priorizarse la construcción para cumplimiento de
condena. Actualmente hay 21 cárceles, pero solo 5 son de cumplimiento de
condena. También se sugiere considerar la construcción y puesta en marcha de
prisiones de máxima seguridad.” El siempre olvidado Sistema Penitenciario,
Escrito por María del Carmen Aceña, Guatemala 13 de mayo de 2019.

“Antes de analizar qué espera realizar el Sistema Penitenciario en 2022, resulta


oportuno conocer qué ha hecho recientemente. Para ello, se revisaron y
contrastaron el Programa Operativo Anual y la Memoria de Labores de 2020. El
primero contiene una propuesta de trabajo en la que se puede apreciar que, del
presupuesto total (Q504.6 millones), dos terceras partes estuvieron destinadas al
pago de recurso humano, el cual, como es de suponer, es vital para el
funcionamiento de la institución. Sin embargo, para la formación del personal que
trabaja en ella, se destinaron solo Q2.1 millones. Por su parte, en atención a la
población privada de libertad, se destinaron Q79.8 millones para gastos de
alimentación; Q22 millones para el cumplimiento de condenas en la finca Canadá;
Q1.8 millones para la contratación de 27 psicólogos; una cifra igual para la
contratación de orientadores vocaciones; Q2 millones para la contratación de
odontólogos; y Q1.1 millones para educación extraescolar. De esto se puede
concluir que, aparte del recurso humano, la principal erogación del Sistema
Penitenciario ha sido en la alimentación de las personas privadas de libertad y, en
una muy mínima proporción, en actividades que puedan garantizar su
rehabilitación y reinserción a la sociedad.” Cárceles en Guatemala: ¿más de los
mismo para 2022?, Enrique Maldonado, Guatemala 11 de julio de 2021

24
5.4.1. Inseguridad jurídica de los internos en los centros de detención

Si hablamos de una inseguridad jurídica deberemos primero comprender que es la


seguridad jurídica, para ello consideraremos la siguiente definición:

Guillermo Cabanellas seguridad jurídica debe entenderse como la “Garantía de la


aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada
momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones sin que el capricho, la
torpeza o la mala voluntad de los gobernantes pueda causarles perjuicio.”, de este
concepto jurídico entendemos que limita y determina las facultades y poderes del
Estado para gobernar.

El principio de seguridad jurídica debe tener claramente establecido la certeza de


lo que va a ocurrir y la previsibilidad de los efectos a ocurrir, de lo contrario
estaríamos frente a una situación de incertidumbre.

En otras palabras y resumido se debe comprender la seguridad jurídica como


aquel principio del derecho de reconocimiento universal a través del cual, el
individuo conoce y comprende sus derechos y obligaciones.

Al hablar sobre la inseguridad jurídica que atraviesa un recluso no hablaremos


sobre aquellos derechos que se les prohíben realizar, como es sabido al ser
condenados perderán sus derechos políticos, en este contexto de inseguridad
jurídica iremos a la desinformación sobre los derechos que se les provee y
obligaciones que cumplirán en paralelo a el cumplimiento de su condena, también
a los derechos que la propia constitución política de la república de Guatemala le
proporciona a cada ciudadano, así mismo en el orden jurídico el decreto 33-2006
del congreso de la república de Guatemala establece un listado de derechos,
obligaciones y prohibiciones a los reclusos, derechos que en algunos casos no
cumplen satisfacen la necesidad de cada recluso.

El problema como tal en cumplir ciertos derechos fundamentales, como el de


higiene, asistencia médica, educación, entre otros se ven limitados al no contar
con unas instalaciones adecuadas para un sistema penitenciario de las cuales
algunos centros presentan un cuadro de abandono por parte del estado, ante la
omisión de brindarles un mantenimiento constante, se puede comentar que
algunos centros preventivos no se ha hecho ninguna mejoría desde que fueron
construidas.

En la realidad actual, vemos que el precepto constitucional regulado en el artículo


2, es uno de los más violados por las autoridades del Sistema Penitenciario; en
virtud de que, a la mayoría de reclusos que se encuentra en cualquiera de las

25
cárceles públicas, le son violadas estas garantías mínimas, tratados de formas
inhumanas, tanto, por las autoridades que custodian los centros, como también
por los mismos reclusos, que tienen cierto tipo de poder, dentro de los penales;
que si quieren tener un mínimo de garantías, deben de pagar por ello, lo cual,
implica que la corrupción este impregnada, dentro del Sistema Penitenciario, hasta
en los Derechos más mínimos de cada persona.

Si bien es cierto cada una de las anteriores características manifiesta ser una de
las inseguridades jurídicas de nuestro sistema penitenciario, también hay que
hablar sobre lo que afecta dentro de cada un centro de prisión, y mucho se habla
sobre el alto índice de criminalidad ha llegado a saturar centros de prisión.

Al existir un alto índice de criminalidad, se ha logrado congestionar el sistema de


justicia penal, siendo así que una de las garantías procesales más violadas sea el
debido proceso, ya que los plazos establecidos dentro de nuestro ordenamiento
jurídico se ha visto “violentados”, ya que en muchas ocasiones los plazos de una
medida de coerción o al ser beneficiado con un medida sustitutiva, ese plazo se
expande más de lo estipulado en nuestro ordenamiento y por ende se sobre carga
a cada centro de prisión.

5.4.2. Corrupción en el sistema penitenciario

La reciente fuga masiva de 77 reos vino a destapar actos de corrupción en la


administración penitenciaria. Según informes periodísticos, personal del sistema
penitenciario facilitó la fuga por dinero dado por los reclusos. Facilita los actos de
corrupción los magros salarios de los guardias penitenciarios y de otros
funcionarios. La corrupción es un problema principal de la administración
penitenciaria. La corrupción en las cárceles es un mal que no ha podido ser
erradicado. Las principales formas de corrupción se dan en los Centros de Prisión
Preventiva, en donde los Jefes de los mismos negocian el sector a que serán
trasladados las personas, “alquilan” los colchones de las camas, las sabanas y
todas las demás condiciones de estadía en la cárcel. Es común que los guardias
se queden con los bienes de las personas detenidas (dinero en efectivo, relojes,
ropa, etc). La corrupción de los funcionarios de centros penitenciarios también
facilita la entrada de droga ilegal, el negocio de la prostitución, y el trasiego de
otros artículos de uso prohibido en la cárcel. Igualmente, los privilegios de visitas a
ciertos reclusos son en algunos casos negociados. Las propias extorsiones que
provienen de los Comités de orden y disciplina son compartidas por el Jefe de
seguridad de las cárceles. Existe por lo tanto complicidad en las autoridades del
sistema penitenciario en los negocios ilícitos que se desarrollan en las cárceles,

26
algunos de los cuales desembocan, como se ha indicado, en la facilitación de
fugas de presos por delitos muy graves. Erradicar la corrupción en el sistema
penitenciario es una prioridad que requiere de una continua vigilancia y control de
las altas autoridades del sistema, para evitar que se produzcan las exacciones
ilegales a los reclusos por parte de guardias y otros funcionarios menores.

27
Capítulo IV

5.5. Formas no Reglamentarias de Gobierno dentro de la Prisión


5.5.1. Otorgamiento de privilegios

En los últimos años, en Guatemala se ha conocido la descomposición que afecta


el ejercicio del poder público. La manifestación más visible es el cúmulo de delitos
cometidos durante varios gobiernos y que representan un hurto masivo al erario; y
aunque se ha discutido sobre ellos a través de los medios de comunicación, hasta
ahora se ha fracasado rotundamente en su esclarecimiento y sanción penal.

Las prácticas amorales y deshonestas tienen raíces profundas y abarcan una


amplia gama de actividades sociales, políticas y económicas, todas conectadas al
engranaje institucional que hace funcionar al Estado. De ahí que resulte casi
imposible combatirla en los distintos frentes en que se manifiesta; y por esa razón
también tiene impactos insospechados o que no son apreciados cuando el análisis
es superficial o incompleto.

El fenómeno criminal ha venido cambiando en la medida en que el mundo ha


venido evolucionando. De igual manera, la criminología como campo del
conocimiento ha mostrado los diferentes aspectos de su evolución en la
explicación y comprensión de la criminalidad.

Desde las concepciones antropológicas y fisonomistas, pasando por las


sociológicas, ecológicas, el delito ha sido considerado como un fenómeno
inevitable, parte integrante de la sociedad, e incluso como lo señala Durkheim, el
delito es normal, ya que una sociedad exenta de delitos es del todo imposible, y es
parte integrante de toda sociedad sana.

Los hechos criminales son vistos de una manera diferente a la concepción


tradicional del delincuente como un sujeto enfermo y anormal; para la criminología
actual, el delincuente no es ahora un parásito ni un ser extraño en el seno de la
sociedad, sino que es ante todo un regulador de la vida social, e incluso fuente de
crecimiento tecnológico, científico y renovador de los sentimientos sociales. Es por
esto, que, frente a las actividades criminales clásicas llevadas a cabo de manera
individual, en la actualidad se observa una evolución hacia una forma de
criminalidad como empresa.

Los grupos delincuenciales se caracterizan por encontrarse en condiciones de


actuar, tanto en la vertiente legal como en la ilegal de la actividad política y
económica.

28
El incremento geométrico de la actividad criminal organizada con capacidad
económica fuerte, ejerciendo su poder a través de la violencia, así como la del
ejercicio de manipulación y corrupción en amplios sectores del sistema político y
Estatal, es hoy en día un fenómeno altamente productivo y cada vez más
sofisticado.

La instauración del mercado global y la aldealización del mundo a través de la


libertad de comercio, han sido factores decisivos en la conformación de grupos
criminales organizados.

El crimen organizado tiene una estructura de organización permanente diseñada


para perdurar más allá de cualquiera de los individuos involucrados. La
organización generalmente no se desbanda si un miembro se va, no importa cuál
sea su rango. Para asegurar su efectividad, el crimen organizado ha instituido
medidas para protegerse y continuar funcionando. Para lograr esta continuidad, la
organización recurre a la violencia y la corrupción.

Las organizaciones criminales típicamente:

o No tienen un interés político propio


o Tienen una jerarquía organizada
o Tienen continuidad en el tiempo
o Utilizan la fuerza o la amenaza de fuerza
o Son restrictivos en la selección de sus miembros
o Obtienen beneficios de actividades ilegales
o Proveen mercadería y servicios ilegales deseados por la población general.

La situación en las cárceles guatemaltecas ha degenerado hasta tal grado que los
centros, lejos de cumplir con su misión de redimir al reo y devolverlo a la sociedad
convertido en un ciudadano útil, se han transformado en auténticas universidades
del crimen; tras cumplir su condena, convertidos en delincuentes de alta
peligrosidad.

Quien va a parar a las cárceles de Guatemala por cualquier falta o delito es


víctima de las extorsiones de las mafias internas. Si tiene capacidad económica,
puede acceder a comodidades como casa propia dentro del recinto, licores,
drogas y hasta prostitutas.

A los pobres se les priva de lo más elemental, como colchones y mantas y son
obligados a realizar la limpieza de los pabellones. Quien se atreve a protestar, es
víctima de palizas y todo tipo de humillaciones.

29
5.5.2. Corrupción

En principio debe dejarse sentado que el sistema penitenciario en Guatemala no


es transparente, lo que hace que los niveles de corrupción sean muy altos en el
interior de los centros. Como ejemplo se puede mencionar que una persona al ser
ingresada a dichos centros tiene que pagar cuota por acceder a una cama, salir a
tomar el sol al patio, lavar su ropa, usar el teléfono público si lo hay, ejercicio de la
prostitución, abuso en los precios de artículos de consumo diario.

La corrupción pervierte el comportamiento institucional, obstruye el desarrollo y


deniega equidad.

La corrupción se entiende como: “El uso indebido de ámbitos oficiales para la


obtención de resultados no oficiales, por lo general ventajas personales”.

La corrupción cuenta con efectos que son completamente negativos sobre la


ciudadanía guatemalteca, ya que desvía los recursos, por lo que en el ámbito
carcelario los efectos de la corrupción son agravados por la falta de oportunidades
que en un sistema carcelario existen para los privados de libertad.

Las prácticas amorales y deshonestas tienen raíces profundas y abarcan una


amplia gama de actividades sociales, políticas y económicas, todas conectadas al
engranaje institucional que hace funcionar al Estado. De ahí que resulte casi
imposible combatirla en los distintos frentes en que se manifiesta; y por esa razón
también tiene impactos insospechados o que no son apreciados cuando el análisis
es superficial o incompleto.

Cuando los fondos destinados para medicamentos por la administración; no llega


a los centros penitenciarios, al privado de libertad que no cuenta con visitas no le
queda otra alternativa a esperar que la afección le pase o, a convivir
permanentemente con la enfermedad que padece.

Dicha corrupción también es generadora de problemas económicos y de efectos


políticos negativos, además de que deslegitima de sobremanera la pena que le ha
sido impuesta a las personas detenidas a quienes se les ha hecho ver la forma de
operar del sistema penitenciario guatemalteco; excluyéndose por supuesto a
aquellos que intentan alcanzar una determinada cuota de poder o un estado con
una menor vulnerabilidad social.

Por todo ello, es indispensable un sistema de gestión transparente, para garantizar


adecuada y prontamente todos los derechos fundamentales de las personas
privadas de libertad. Dicho sistema debe contar con mecanismos de control y

30
fiscalización abiertos a la ciudadanía guatemalteca y a los distintos medios de
comunicación del país.

La situación en las cárceles guatemaltecas ha degenerado hasta tal grado que los
centros, lejos de cumplir con su misión de redimir al reo y devolverlo a la sociedad
convertirlo en un ciudadano útil, se han transformado en auténticas universidades
del crimen; tras cumplir su condena, convertidos en delincuentes de alta
peligrosidad.

Quien va a parar a las cárceles de Guatemala por cualquier falta o delito es


víctima de las extorsiones de las mafias internas. Si tiene capacidad económica,
puede acceder a comodidades como casa propia dentro del recinto, licores,
drogas y hasta prostitutas.

Las asociaciones criminales se caracterizan por su elevada complejidad a nivel


organizativo, que adoptan modelos y estructuras de tecnología de punta, lo que ha
llevado a algunos investigadores como Kaiser, Solans, Arlacchi, a calificar el
hecho como "industria del crimen", "empresas criminales" o "multinacionales del
crimen". Si bien es cierto, que la organización criminal es considerada como tal,
por la ejecución de actos delictivos, esta no se fundamenta en el ejercicio de
cometer el delito, su función principal como lo dice Blanco, es la rentabilidad
económica, y el delito constituye solamente un instrumento para la consecución en
primera línea de fines materiales, para cuya extensión el grupo se puede servir
también, y de hecho se sirve, de medios ilegales.

El accionar criminal es un medio para alcanzar el fin principal, es decir, el máximo


de ganancias económicas. Pero si tan fin se puede alcanzar recurriendo a medios
legales, entonces estos relevaran a los medios criminales. En otras palabras, la
organización delincuencial realiza negocios tanto legales como ilegales según su
conveniencia.

5.5.3. Cobros indebidos o especulación con precios y servicios

En los distintos centros penitenciarios, es común que cuando ingresa una nueva
persona, tenga que pagar hasta por los servicios que deberían ser prestados por
la misma administración.

Por lo general, para poder tener derecho a utilizar una cama, los internos deben
pagar entre diez y ciento cincuenta quetzales según el centro penitenciario. Si no
quieren hacer la limpieza deben cancelar entre cinco y diez quetzales,
dependiendo del centro penitenciario. Si el interno quiere ir al patio a caminar

31
tomar el sol o lavar su ropa, debe de cancelar un quetzal, lo cual varía
dependiendo del centro penitenciario.

Si quiere el interno hacer uso de los teléfonos públicos debe cancelar al guardia la
suma de dos quetzales. Además, también si quiere más comida, se le ofrecen
raciones extra a cambio de dinero.

También, pueden realizarse llamadas telefónicas o recibirlas desde las oficinas


que tienen los directores a cambio de favores o de una determinada cantidad de
dinero. Pagándole al guardia, si el día de visita existen muchas personas en la fila,
se puede pasar primero; por lo que muchos familiares y amigos de los internos
prefieren pagar, para así evitarse las colas.

Los alimentos y las medicinas son limitados. Además, los proveedores de dichos
alimentos y medicina, de primero van a las casas de los guardias y de los
funcionarios encargados del centro penitenciario en donde dejan la mayor parte de
la comida y medicinas y lo poco que queda es para la población interna en la
granja penal. El simple hecho de ser trasladado o de ingresar implica un pago de
cuatrocientos quetzales o más. La cama que utilizan y la limpieza también es
pagada.

También ocurre, que los funcionarios encargados de los centros penitenciarios


tienen preferencias por determinados internos, a quienes les asignan labores, o
también les ayudan a vender los productos que los mismos hayan producido.

Otra forma de corrupción existente, es aquella en la cual los familiares del interno
al solicitar información relativa al comportamiento del interno al llevar a cabo los
traslados; ya que si el interno no le paga al policía o al guardia; entonces no
obtiene ningún tipo de información.

Existen bastantes quejas en donde se cobra a cambio de permitir salidas a los


hospitales, a pesar de que el médico ya había dado su autorización o la
intervención del paciente.

En algunos centros de detención varias internas llevan a cabo la prostitución con


los guardias de seguridad y con los miembros de la administración. También, otra
forma de prostitución es la que ocurre con los homosexuales tanto en el Centro de
detención preventiva como en las Granjas Penales de Rehabilitación.

Muy constantemente, los guardias de seguridad de los centros penitenciarios


ingresan prostitutas a dichos centros, para lo cual cobran un porcentaje de dinero
del total obtenido.

32
En la mayor parte de los centros penitenciarios, ocurre el abuso económico en
contra de los mismos internos, ya que, en dichos centros, las tiendas se encargan
de la venta de productos a precios totalmente exagerados. Ello, es sumamente
grave para los internos que no tienen visitas, y que su única posibilidad en la
adquisición de sus artículos básicos complementarios a los otorgados por la
administración de los centros penitenciarios, son las tiendas.

Es necesario, otorgar a las víctimas y a todas aquellas personas que lleguen a


observar o experimentar, algo, sin ninguna limitación, la posibilidad de denunciar
confidencialmente lo sucedido, ante un otorgamiento de control confiable e
idóneo”.

Solamente con la participación de las propias víctimas es posible quebrar


estructuras corruptas; ya que experiencias de este tipo, más el verdadero
compromiso de la autoridad, son un medio eficaz para reducir el problema.

Al respecto, el Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la


República en su Artículo 298, nos indica que:

“Deben denunciar el conocimiento que tienen sobre un delito de acción


pública, con excepción de los que requieren instancia, denuncia o
autorización para su persecución, y sin demora alguna: Los funcionarios y
empleados públicos que conozcan el hecho en ejercicio de sus funciones,
salvo el caso de que pese sobre ellos el deber de guardar secreto. Quienes
ejerzan el arte de curar y conozcan el hecho en ejercicio de su profesión u
oficio, cuando se trate de delitos contra la vida o la integridad corporal de
las personas, con la excepción especificada en el inciso anterior; y Quienes
por disposición de la ley, de la autoridad o por un acto jurídico tuvieren a su
cargo el manejo, la administración, el cuidado o control de bienes o
intereses de una institución, entidad o persona, respecto de delitos
cometidos en su perjuicio, o en perjuicio de la misma o patrimonio puesto
bajo su cargo o control, siempre que conozcan el hecho con motivo del
ejercicio de sus funciones. En todos estos casos la denuncia no será
obligatoria si razonablemente arriesgare la persecución penal propia, del
cónyuge, o de ascendientes, descendientes o hermanos o del conviviente
de hecho.”

33
Capitulo V

5.6. Tratados y Convenios Internacionales sobre la Protección de las


personas privadas de libertad.

Se cuenta con una serie de disposiciones en torno al tema de “Protección de las


personas privadas de libertad” emitidas por diferentes instancias de carácter
internacional, que deben ser acatadas por los sistemas correspondientes en cada
uno de los países intervinientes. A continuación, se comparte información
relevante, por lo menos de algunas de ellas.

“Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de


Libertad en las Américas” emitidos por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, incluye en su Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas
de Libertad una serie de principios y prácticas sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad en las Américas. Se basan en el valor de la dignidad
humana y en los derechos y libertades fundamentales, reconocidos por el sistema
interamericano y por los demás sistemas de protección internacional de los
derechos humanos; reconocen el derecho fundamental que tienen todas las
personas privadas de libertad a ser tratadas humanamente, y a que se respete y
garantice su dignidad, su vida y su integridad física, psicológica y moral.

En esta Relatoría destacan “la importancia que tiene el debido proceso legal y
sus principios y garantías fundamentales en la efectiva protección de los
derechos de las personas privadas de libertad, dada su particular situación de
vulnerabilidad”; y hacen ver que el fin esencial de las penas privativas de libertad
son hacia la Reforma, readaptación social y rehabilitación personal de los
privados de libertad. La resocialización y reintegración familiar, así como la
protección de las víctimas y la sociedad.

Para estas determinaciones, tomaron en cuenta los principios y disposiciones en


emitidas en distintos instrumentos internacionales, como son:

 Convención Americana sobre Derechos Humanos;


 Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos
en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
 Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura;
 Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas;
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer;

34
 Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra las Personas con Discapacidad;
 Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre;
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
 Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
o Degradantes, y su Protocolo Opcional;
 Convención sobre los Derechos del Niño;
 Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer;
 Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra
las Desapariciones Forzadas;
 Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos
los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares;
 Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
Racial; Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad;
 Convención sobre el Estatuto de los Refugiados;
 Convenio Número 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países
Independientes;
 Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, y sus Protocolos
Adicionales de 1977;
 Declaración Universal de Derechos Humanos;
 Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder;
 Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos;
 Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas
sometidas a cualquier forma de Detención o Prisión;
 Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y el mejoramiento
de la atención de la Salud Mental;
 Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos;
 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la
Justicia de Menores (Reglas de Beijing);
 Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores
Privados de Libertad;
 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas
de Libertad (Reglas de Tokio);

35
 Y otros instrumentos internacionales sobre derechos humanos aplicables
en las Américas; (Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de
las Personas Privadas de libertad en las Américas).

En aras de reafirmar las decisiones y jurisprudencia del Sistema Interamericano


de Derechos Humanos; y la Declaración Interamericana sobre los derechos,
deberes y la atención de las personas sometidas a cualquier forma de detención
y reclusión por el Consejo Permanente, postulas los “Principios y Buenas
Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de libertad en las
Américas” entre los que se incluye y desarrolla los siguientes principios
adoptados por la Comisión en marzo de 2008.

Principios Generales: acá se incluye siete principios en relación a: I: sobre el


Trato humano, II: Igualdad y no-discriminación, III: Libertad personal, IV:
Principio de legalidad, V: Debido proceso legal, VI: Control judicial y ejecución
de la pena, y VII: Petición y respuesta.

Principios relativos a las condiciones de privación de Libertad: entre ellos se


encuentra: VIII: Derechos y restricciones, IX: Ingreso, registro, examen médico y
traslados; X:Salud, XI: Alimentación y agua potable, XII: Albergue, condiciones
de higiene y vestido; XIII: Educación y actividades culturales, XIV: Trabajo; XV:
Libertad de conciencia y religión; XVI: Libertad de expresión, asociación y
reunión; XVII: Medidas contra el hacinamiento; XVIII: Contacto con el mundo
exterior; Principio XIX: Separación de categorías.

Principios relativos a los sistemas de privación de libertad: lo tratado en estos


principios se relaciona con; Principio XX: Personal de los lugares de privación de
libertad; Principio XXI: Registros corporales, inspección de instalaciones y otras
medidas; XXII: Régimen disciplinario, XXIII: Medidas para combatir la violencia y
las situaciones de emergencia; XXIV: Inspecciones institucionales y Principio
XXV: Interpretación.

Capítulo VI

5.7. Talacha En El Centro De Detención Preventiva Para Hombres Y


Mujeres de Los Jocotes

Con respecto al tema del cobro de determinada cuota “para asegurarse una
plancha de concreto donde dormir, evitar que los golpeen, extorsiones y no hacer

36
limpieza.” Según lo expresa las propias personas privadas de libertad en
diferentes centros de detención en Guatemala, existen diversidad de tipos de
cuotas que se les exige a los reos por distintos bienes o servicios propios del
sistema penitenciario, como lo son los casos siguientes:

Del centro de detención preventiva para hombres y mujeres ubicado en los


jocotes, no se posee mayor información pero si es conocido que existen casos de
personas privadas de libertad que sufren las mismas situaciones, para tener una
idea en otros centros de detención del país se tiene el conocimiento de los
siguientes casos: “En la cárcel El Boquerón, Santa Rosa, los reclusos pagan una
cuota de ingreso de Q2 mil, y cada semana les piden un monto para comprar
tarjetas para celulares, comida o lo deben entregar en efectivo.” No conformes
únicamente con mencionada cuota también son exigidas otras adicionales para
pagar servicios básicos como lo es el agua o bien sus tiempos de comida al día:
“Además del primer pago, en el reclusorio Preventivo para Hombres de Quiché se
cobran Q50 por acceso a agua y Q200 semanales por el derecho a tres tiempos
de comida al día.”

La cuota por pagar para cualquier prisionero depende de su situación jurídica por
la que ha ingresado al centro penitenciario y según la capacidad económica:
“cuotas únicas oscilan entre Q1 mil —ingreso por ebriedad— hasta Q50 mil —por
defraudación tributaria—. Por otros delitos como violación, secuestro o asesinato
los reclusos deben pagar entre Q5 mil y Q25 mil, según la capacidad económica.”
En otros centros de detención las cuotas pueden variar como sucede en los
departamentos de Jalapa y Retalhuleu “En Jalapa, la talacha comienza en Q3 mil
y puede llegar a Q5 mil, según el delito señalado al reo y su capacidad de pago;
en la prisión de Retalhuleu, el pago inicial oscila entre Q1 mil y Q1 mil 500.” En
este último centro penitenciario la forma en que realizan el pago es la siguiente:
“Aceptan depósitos bancarios o pagos en efectivo a la hora de visita. El recluso
debe proporcionar el número de teléfono de algún familiar, a quien se le hará el
cobro de la talacha.”

En los casos que estas cuotas no sean cubiertas en su totalidad su pagado


existen castigos contra la persona deudora o bien contra sus propios familiares:
“Algunos sí cancelan la talacha, pero otros no tenemos nada. Pero nuestros
familiares corren riesgo de ser golpeados o asesinados porque los presos dicen
que no cumplen con las reglas de la cárcel o las que ellos imponen.”

37
6. Objetivos de la investigación

a. Objetivo General

Analizar los principales factores que provocan el cobro de una comisión


económica conocida coloquialmente como “talacha” a las personas que son
privada de su libertad en un centro penitenciario de Guatemala, así como de qué
manera las autoridades auxilian a las personas afectadas y si son efectivas las
políticas implementadas para prevenir estas situaciones.

b. Objetivos Específico

1.Identificar si las personas que son las autoras de cobrar la comisión económica
están debidamente individualizada por parte del sistema penitenciario y si tienen
un tipo de sanción por sus acciones.

2. Obtener información científica actualizada, integral y comparable sobre la


frecuencia en que se realiza el cobro de esta comisión económica “talacha”.

3. Detallar si existen políticas por parte del Estado y si estas son las más idóneas
para prevenir y erradicar que se realice el cobro de esta comisión económica
“talacha” de la misma manera si estas políticas efectivamente son ejecutadas
por las autoridades del departamento de Chiquimula.

38
7. Supuestos de la investigación

1. La talacha es un cobro que se exige en los centros penitenciarios en


Guatemala a los privados de libertad que ingresan a los mismos, como resultado
de los altos grados de corrupción en el Sistema Penitenciario y la deficiencia en
las políticas de seguridad que son implementados en diferentes centros
carcelarios que corresponden a dicha institución.

2. Así mismo ese cobro o extorción llamado “talacha” a los reos no sólo es
aplicado por compañeros reos, sino están implicados en el proceso miembros de
la institución como guardias y autoridades del Sistema Penitenciario.

3. La forma de extorción o cobro “Talacha” se exige por diversas “Razones” entre


ellas se encuentra: el delito cometido que dio lugar a su ingreso, asegurar tiempos
de comida, evitar ser objeto de golpes, evadir el compromiso de realización de
tareas de limpieza, asegurar espacio para dormir, tener acceso a ingreso de
objetos prohibidos, u otros.

4. Las cuotas de este cobro varían también según al centro penitenciario al que
ingresen.

39
8. Bosquejo Preliminar de temas

CAPITULO I
 El sistema Penitenciario
o orígenes y evolución histórica
o evolución de los sistemas penitenciarios
 Sistema Penitenciario Guatemalteco
o fines
o Principios
o Organización
CAPITULO II
 La denominada colecta o talacha
o Definición
o Causas
o El Costo Económico De Las Extorsiones Dentro De Los Centros De
Detención

CAPITULO III
 Principales Problemas Que Atraviesa El Sistema Penitenciario
Guatemalteco
o Inseguridad Jurídica De Los Internos En Los Centros De Detención
o Corrupción en el sistema penitenciario

CAPITULO IV
 Formas No Reglamentadas De Gobierno Dentro De La Prisión
o Otorgamiento De Privilegios
o Corrupción
o Cobros Indebidos O Especulación Con Precios Y Servicios

CAPITULO V
 Tratados y convenios internacionales sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad

CAPÍTULO VI
 Talacha en el Centro de Detención Preventiva para Hombres y Mujeres Los
Jocotes

40
9. Métodos y técnicas

a) Métodos

Mixto
o Método Cualitativo: Investigación Cualitativa
o Método Cuantitativo: Investigación Cuantitativa

b) Técnicas

Encuesta

o Cuestionario

Observación

o Vista
o Diario de campo

Investigación bibliográfica

41
10. Cronograma de actividades

Semana
1 2 Actividades Tema
Justificación de la invest.
Marco metodológico

Planteamiento del problema

Definición del problema


Delimitación del problema

Formulación de la hipótesis

Determinación del marco


teórico de la investigación

Objetivos de la investigación
Cobre ilegal de “Talacha”
a los privados de libertad
Supuestos de la investigación en los centros
penitenciarios de
Guatemala
Bosquejo preliminar de temas

Métodos y Técnicas de
investigación a utilizar

Cronograma de actividades

Revisión del proyecto de


investigación
Corrección de errores del
proyecto de investigación
Entrega Final del Proyecto de
Investigación

42
11. Conclusiones

A. El cobro ilegal o indebido conocido generalmente como talacha, se debe a


la corrupción por parte del Sistema Penitenciario y la falta de orden en el
mismo, por lo que a los reos se les da demasiada libertad en un lugar que
no es precisamente para eso, aprovechando ellos para hacer este tipo de
cobros a los nuevos reclusos, a cambio de un espacio donde dormir y no
ser molestados.

B. Existen muchos tratados en materia de Derechos Humanos, que


Guatemala h ratificado y la propia Constitución política de la república de
Guatemala y la ley del régimen penitenciario han establecido derechos y
obligaciones que los reclusos dentro del sistema penitenciario deberán
gozar y cumplir, el cobro ilegal de un remuneración económica por gozar de
aquellos derechos que en texto han quedado plasmados se ha visto
vulnerado por los propios reclusos, agentes y/o personal administrativo que
labora dentro de dichos centros para que aquellos derechos que son
inherentes a la persona humana sean cumplidos a través de un cobro ilegal
que nunca se establecer como una obligación a cumplir por parte de un
recluso.

C. El sistema penitenciario es el ente encargado de custodiar y vigilar a


aquellas personas que enfrentan problemas penales en nuestro
ordenamiento jurídico, aquella institución que debe brindar ciertos
estándares de salubridad, de orientación y de readaptación a la sociedad,
siendo cada aspecto fundamental para el cumplimiento de la condena de
cada recluso, sin embargo, en el sistema penitenciario de Guatemala se ha
quedado a años luz la implementación de programas de salud, de higiene
dentro de los centros de detención, de programas de readaptación social.

43
12. Recomendaciones

A. Es necesario que el Sistema Penitenciario de Guatemala mejore el


orden y restrinja de una forma correcta la libertad de los reclusos dentro
del centro de detención, evitando así los cobros ilegales que se realizan
dentro de los cuales proporcionan beneficios de acomodamientos y
salidas, si en la propia Constitución Política de la República de
Guatemala y en la Ley del Régimen Penitenciario se establecen que
todas las personas, inclusive los reclusos son iguales en derechos y por
ende en obligaciones, sin beneficiar ilegalmente a ninguno de ellos.

B. Es muy importante que por parte de las autoridades correspondientes se


vele por el estricto cumplimiento de los Derechos Humanos primordiales
que les asisten a los reclusos, evitando con ello, a toda costa las
arbitrariedades que se suelen cometer por autoridades, custodios,
guardias e incluso los mismos reclusos que por ser antiguos creen tener
jerarquía sobre los reclusos nuevos.

C. Mejorar las condiciones de rehabilitación que tienen los reclusos en los


centros carcelarios del país, para que puedan tener un mejor estilo de
vida sin muchas carencias, como actualmente se sabe que viven,
mejorando la asistencia médica en ellos con profesionales de la
medicina que puedan tratarlos dentro de los mismos centros,
fortaleciendo nutricionalmente también la alimentación que ellos reciben
e incentivar más programas de readaptación con los cuales se tendrá
asegurado una mejor reinserción del recluso en la sociedad cuando
cumpla la condena establecida.

44
13. Bibliografías

Castillo. M. (7 de octubre del 2016). “Cobro de talacha es la norma en cárceles”.


Prensa Libre.

14. E-grafías

https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/31992/TFM%20NATALIA
%20CHECA%20RIVERA.pdf?sequence=1&isAllowed=y

https://biblioteca.cejamericas.org/bitstream/handle/2015/1932/gua-sistema.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

https://www.expertostributarios.com/principio-de-legalidad-y-seguridad-juridica/

https://www.lexology.com/library/detail.aspx?g=f5f04a7a-0645-48d8-b204-
e4f4d9fa520d#:~:text=La%20seguridad%20jur%C3%ADdica%20se%20debe,de
%20incumplir%20con%20los%20mismos.-

http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_7487.pdf

https://cien.org.gt/index.php/el-siempre-olvidado-sistema-penitenciario/

https://www.dialogos.org.gt/blog/carceles-en-guatemala-mas-de-lo-mismo-para-
2022#:~:text=9%20millones%2C%20del%20cual%2060.7,en%20este%20rubro
%20para%202021.

https://www.prensalibre.com/guatemala/justicia/cobro-de-talacha-es-la-norma-en-
carceles/

https://www.oas.org › mandato › Basicos › PrincipiosPPL

https://www.corteidh.or.cr/tablas/23682.pdf

15. Legislación

Ley de Régimen Penitenciario. Decreto Número 33-2006 del Congreso de la


República de Guatemala.

Constitución Política de la República de Guatemala. Asamblea Nacional


Constituyente, 1986.

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