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Grupo no. 1
1. INTRODUCCIÓN....................................................................................................I
2. JUSTIFICACIÓN....................................................................................................2
3. MARCO METODOLÓGICO..................................................................................3
4. HIPÓTESIS.............................................................................................................4
5. MARCO TEÓRICO................................................................................................5
6. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN..............................................................39
A. OBJETIVO GENERAL................................................................................................39
B. OBJETIVOS ESPECÍFICO..........................................................................................39
7. SUPUESTOS DE LA INVESTIGACIÓN.............................................................40
9. MÉTODOS Y TÉCNICAS....................................................................................42
11. CONCLUSIONES.............................................................................................44
12. RECOMENDACIONES....................................................................................45
13. BIBLIOGRAFÍAS..............................................................................................46
14. E-GRAFÍAS.......................................................................................................46
15. LEGISLACIÓN..................................................................................................46
1. Introducción
Los centros penitenciarios están diseñados para alojar a personas que han
cometido delitos y han sido sentenciadas por un tribunal de justicia. Su función
principal es asegurar que las personas cumplan sus sentencias de manera justa y
efectiva, así como también proteger a la sociedad de la delincuencia.
En ese mismo orden de ideas también existe la posibilidad, en algunos casos, los
reos puedan sobornar a los guardias de las cárceles con el fin de obtener favores
o tratamientos preferenciales; o también existe la posibilidad que los mismos
elementos de seguridad exijan una cuota económica al prisionero para poder
subsistir dentro del centro penitenciario; de cualquiera de las dos maneras son
formas de corrupción que puede socavar la seguridad y la eficiencia del sistema
penitenciario, y puede llevar a situaciones injustas e incluso peligrosas para los
reos y el personal de la cárcel.
I
2. Justificación
Se dice que la “La Talacha” funciona por limites, siendo así que un privado de
libertad dependiendo del delito que cometió y fue condenado, pagara una cierta
cantidad que pueda ser “mínima” o pueda ser una cuota elevada; al igual que los
reclusos por diferentes conexiones averiguan la situación económica del recién
llegado; y en base a esos datos establecen la cuota que este debe de pagar.
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3. Marco Metodológico
Delimitación histórica
Ámbito geográfico
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4. Hipótesis
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5. Marco Teórico
Capítulo I
La Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) es creada por medio del
Acuerdo Gubernativo número 607-88, pero actualmente se rige por el 33-2006 del
Congreso de la República de Guatemala, Ley del Régimen Penitenciario, dicho
sistema se encuentra bajo la dependencia del Ministerio de Gobernación.
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en una filosofía de políticas públicas, orientada hacia un trato humano que procure
no incrementar la vulnerabilidad y, en la medida de lo, posible, reducir sus niveles.
Los orígenes históricos de la prisión como lugar de Castigo: «Lugares donde retener a
la persona acusada o culpable de haber cometido un delito han existido siempre». En
sus orígenes, la prisión solo cumplía la misión de «segregar socialmente, sin
preocuparse por la suerte del recluso». Simplemente se buscaba proporcionarle
sufrimiento, por lo que la idea de «corrección» era todavía muy lejana. La influencia
del correccionalismo surgirá a mediados del s. XIX como consecuencia de la aparición
de los diversos sistemas penitenciarios, con el afán de «corregir» a los penados, no
de hacerles sufrir inhumana y deliberadamente, cometido que a sus inicios sostenía la
prisión.
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penados, según el sexo, la edad y el delito que este hubiera cometido. Más
adelante se profundizará sobre ello.
Así pues, las cárceles surgieron como establecimientos para poder asegurar la
disponibilidad del reo hasta que se celebrase su juicio; por lo que en sus orígenes
no eran lugares en los que se cumpliera condena, como en las actuales prisiones.
En definitiva, anterior a estas Casas de Corrección y su sistema regimental y
laboral, el fin de la cárcel no era otro que retener y custodiar a los que allí se
encontraban internos, que eran personas que habían sido acusadas o eran
culpables de haber cometido un determinado delito, y por ello tenían que esperar a
ser sentenciadas. Esta es la idea de la «cárcel de custodia».
Sería, pues, un claro elemento distintivo entre las cárceles tradicionales y estos
nuevos Establecimientos de corrección, ya que pasarían de ser establecimientos
de simple custodia y retención a lugares de corrección de personas. Igualmente,
estos locales debían distinguirse de los hospitales, albergues o asilos, al igual que
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de las Casas de Corrección o «Workhouses» voluntarias, donde el trabajo de las
personas que allí residían no correspondía al cumplimiento de una pena. Por
último, es preciso aclarar que tanto en las Casas de Corrección holandesas como
en las inglesas, los internos cobraban por realizar su trabajo una suma de dinero
que les era confiscada para el pago de su propia manutención. Los excedentes de
lo exigido en la producción laboral para cada interno les suponía una pequeña
cantidad que podrían gastar en el propio Establecimiento.
El modelo inglés
Fue, en esencia, la primera prisión que surgió, pues en ella se intentaba corregir a
los internos por medio del trabajo, haciéndoles de esta forma cumplir su condena.
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adineradas, los cuales serían dirigidos a establecimientos separados de los demás
presos. En aquellas instituciones creadas específicamente para personas de bien
no se llevaba a cabo trabajo alguno, a diferencia de las casas de corrección en las
que se encontraban los pobres. La búsqueda de nuevos establecimientos para la
reclusión de este tipo peculiar de internos –de trato especial, conforme a su
economía–, venía dada por el peligro de contagio con la criminalidad de las
secciones privadas de las Workhouses, por el continuo incremento en la
aceptación de delincuentes en aquellos lugares y el consecuente contacto con la
esfera criminal de los que allí se encontraban recluidos. El nombre de esas nuevas
instituciones era «Beterhuis» o «Casas de Mejora», y su aspecto externo era muy
distinto del que ofrecían las «Rasphuis» o «Spinhuis». Estas prisiones especiales
estuvieron muy presentes en Francia y fueron administradas por órdenes
religiosas. En conclusión, con arreglo al estudio llevado a cabo por
SPIERENBURG de esta modalidad de «prisiones privadas» o «Beterhuizen», que
se diferenciaban del resto de prisiones y workhouses, se puede decir que las
características propias de éstas son las siguientes: frente a una reclusión criminal
de las últimas, en estos lugares particulares se trataba de medidas disciplinarias
privadas autorizadas por los magistrados; asimismo, en éstos prevalecía una
propiedad y administración privadas que se nutría del pago efectuado por las
familias de los recluidos; en la ausencia de un programa laboral para los internos;
en la vida de éstos en un régimen más liviano pero de total separación con el
mundo exterior, en el sentido de prohibir al público visitar y observar a este tipo de
internos. Igualmente, la diversa duración de las reclusiones entre ambos modos de
encierro y la posibilidad de su ampliación temporal a solicitud de la familia, referida
a las Beterhuis, suponen la última diferencia digna de reseñar.
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Luces con el componente ético y correccional que tanto caracteriza la tradición
española. En ese último tercio del «Siglo de las Luces», HOWARD ya mostraba
una adelantada tendencia a la corrección que inspiraba ideas humanitarias de
mejora penitenciaria, al mismo tiempo que BECCARIA emprendía la reforma del
Derecho penal, como se verá más adelante.
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tiempo a estos lugares de reclusión –y en especial a la Casa de Corrección de
San Fernando– sería el motivo por el que seguidamente surgirían protestas y, que
se fijara un tiempo determinado para todos los confinados, sin excepción alguna,
para evitar su exasperación y que aquella situación no se volviera a dar.
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vagabundos y prostitutas, al servicio de las medidas de “policía” y ornato de la
ciudad, bajo la convivencia de las autoridades municipales, gubernativas y
militares, admitiéndose [en ella, asimismo,] a menores [de edad] en condición de
“corrección paternal” cuando [sus] padres o tutores [así] lo hubieran solicitado a
las autoridades competentes»
Siempre se procuró separar a los penados por sexos, pero no se separaban por
edades. La pobreza de la época y la falta de material incidirían en la vida higiénica
y sanitaria de la Casa, por lo que en 1843, uno de sus alcaides, expuso a la
autoridad superior la conveniencia de dedicar la institución única y exclusivamente
a menores si se quería realmente que fuese «reeducadora».
Lo que no se llevó a cabo fue el aislamiento total, pues se pensaba que era
inadecuado para los jóvenes y suponía una gran dificultad para organizar las
actividades diurnas. Su régimen se caracterizaba por la separación de sexos,
división interna por clases y el establecimiento del «sistema de recompensas» -
apareció aquí un primer boceto del sistema progresivo-, el fomento del ahorro, la
enseñanza de un oficio y la organización de una sociedad tutelar («Patronato»).
Los reglamentos de la institución irían acompañados de un proyecto arquitectónico
radial y panóptico que no llegó a tener éxito debido a su elevado coste.
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5.1.2. Evolución de los Sistemas Penitenciarios
En el s. XVIII, el estado y las condiciones de las prisiones eran aún peores que
doscientos años antes. Ante esta situación, HOWARD determinaría ciertos medios
que deberían aplicarse en el ámbito penitenciario, los cuales llegarían a ser las
bases de su sistema reformador: [Mejorar la] higiene y [la] alimentación;
[establecer un] régimen distinto para detenidos y encarcelados; [ofrecer una]
educación moral y religiosa; [suprimir el] derecho de carretaje; [establecer] trabajo
e instrucción obligatorios; [separar a] los reos por sexos, edades y situación
procesal; [establecer un] sistema celular dulcificado; [acortar] las condenas y
[conceder] certificados de conducta a los detenidos a la salida de la prisión.
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promiscuidad. Conforme a las ideas de estos dos autores, se crearon en Inglaterra
las primeras «Penitenciary Houses».
Este sistema fue establecido en la prisión «Walnut Street Jail», construida en 1176
en Walnut y, asimismo, en «Western Pennsylvania Penitentiary», otra prisión que
se construyó en 1818, en Pittsburgh, ambas de Estados Unidos. El régimen de
vida que se seguía en ellas era el de aislamiento celular de los presos, tanto
nocturno como diurno –por ello se denomina también como «sistema celular»–. En
estas prisiones no se llevaba a cabo ningún tipo de trabajo, «pues se consideraba
que esto podía distraer a los reclusos de su recogimiento y arrepentimiento, que
era el objetivo fundamental de este sistema.
Por lo tanto, lo único que se les facilitaba era una Biblia». Más tarde se admitió el
trabajo en la misma celda, para acabar con la monotonía, pero este no resultaba
productivo ni educativo. Con este aislamiento también se intentaba evitar el
«contagio criminal» de unos a otros. Lo positivo de este modelo fue que se mejoró
la salud e higiene de las prisiones. Se extendió por Europa, donde se llegó a
aplicar en numerosos países, especialmente en los nórdicos durante el s. XIX. Sin
embargo, en España no llegó a implantarse.
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El reformatorio (1876)
El sistema progresivo:
Los orígenes del sistema penitenciario español Sirviendo de base los tres últimos
sistemas penitenciarios americanos y conforme a las características de cada uno
de ellos en sus distintas fases, surgirán durante la primera mitad del s. XIX los
sistemas progresivos europeos, caracterizados por dividir el tiempo de
cumplimiento de la condena en diferentes periodos o fases.
Es decir, en caso de que el reo superase estas fases o grados, antes obtendría la
libertad. Con estos nuevos sistemas, como dijo TÉLLEZ AGUILERA149 y ha
afirmado también LEGANÉS GÓMEZ, el penado dejará de ser un «sujeto pasivo
del sistema penitenciario para convertirse en un agente que dispone, a través de
su comportamiento y de su trabajo, de la posibilidad de conseguir» su
excarcelación de forma anticipada. Según el último autor mencionado, el penado
se convierte entonces en el gran protagonista en la ejecución de la pena, ya que
será él mismo quien influirá en la evolución de su condena: según actúe, será
libertado antes o no.
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dentro del presidio, pues adquirirían con el tiempo, el trabajo y la buena conducta
mayores derechos que permitirían su libertad anticipada. A continuación se
expondrá el caso del sistema progresivo español, centrando el estudio en los
sistemas de Abadía y Montesinos. El Derecho penitenciario español «proviene del
utilitarismo penal, de un diseño y puesta en práctica militar durante siglos. Los
fundamentos de la penalidad [...] se han mostrado históricamente cambiantes»,
evolucionando de «las penas de las legislaciones antiguas (v. gr., penas de
galeras, minas de Almadén, presidios africanos, navales e industriales)», hacia los
modos de ejecución actuales, que son de mayor eficacia y de carácter más
humanitario.
Un rasgo peculiar de los presidios, dominante hasta gran parte del s. XIX, será la
naturaleza castrense de los mismos. Hasta finales del primer tercio de este mismo
siglo, se tratará de un Derecho penitenciario militar, pues su dependencia y su
dirección también eran militares. La idea de reforma surgirá en España a finales
del s. XVIII, y Lardizábal será uno de los pioneros en este contexto reformista. En
1782 impulsó la creación de las Casas de Corrección para internar a los
delincuentes, con el fin de corregir a los mismos y criticar las penas que existían
hasta el momento.
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sistemática de la organización penitenciaria general. «Cádiz será el inicio de
todo».
5.2.1. Fines
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República, los tratados y convenios internacionales ratificados por Guatemala,
la presente Ley, y los reglamentos emitidos de conformidad con la misma y las
sentencias judiciales. Nadie podrá ingresar a un centro penal, en calidad de
detenido, sin orden de juez competente.
Igualdad. Por ningún motivo o factor se realizarán actos discriminatorios a las
personas reclusas. No se consideran discriminatorias las medidas que se
apliquen con arreglo a la ley y que tiendan a proteger exclusivamente los
derechos y la condición especial de la mujer, en particular de las mujeres
embarazadas y las madres lactantes, los enfermos y los que padezcan algún
impedimento físico.
Afectación Mínima. Todas las personas reclusas conservarán los derechos
establecidos en la Constitución Política de la República, convenios y tratados
internacionales y demás leyes y reglamentos, excepto aquellos que fueren
incompatibles con el objeto de su detención, los que la propia Constitución
Política de la República les restrinja en razón de su situación Jurídica y
aquellos que hubieren sido afectados por sentencia firme. Las medidas
disciplinarias no contendrán más restricciones que las necesarias para
conservar la segundad y el orden.
Control Judicial y Administrativo del Privado de Libertad . Toda pena se
ejecutará bajo el estricto control de Juez de ejecución, quien hará efectivas las
decisiones de la sentencia, así como el cumplimiento adecuado del régimen
penitenciario. En el caso de personas sujetas a prisión preventiva, estarán a
disposición de los Jueces respectivos, conforme al Código Procesal Penal. El
control de las condiciones generales de los centros de privación de libertad
estará bajo la responsabilidad del Director General del Sistema Penitenciario,
con la debida supervisión del juez competente.
Derecho de Comunicación. Es obligatorio garantizar el derecho de
comunicación en el propio idioma de las personas reclusas.
Principio de Humanidad. Toda persona reclusa será tratada con el respeto que
merece la dignidad inherente a todo ser humano. Queda terminantemente
prohibido infligirles a las personas reclusas torturas físicas, psíquicas o
morales, coacciones o trabajos incompatibles con su estado físico, acciones
denigrantes a su dignidad o hacerle víctima de exacciones, así como también
someterlo a experimentos científicos.
Participación Comunitaria. Para el cumplimiento de sus fines, los órganos de
dirección del Sistema Penitenciario deberán favorecer la colaboración y
participación activa de entidades legalmente reconocidas, que realicen
actividades sociales, deportivas, religiosas, educativas, que propicien el trabaja
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penitenciario y, en general, cualquier otra actividad que propicie la
rehabilitación, reeducación y readaptación de la persona reclusa durante la
prisión preventiva o la ejecución de la pena, siempre que no se interfiera en la
función administrativa del Sistema Penitenciario.
Para el cumplimiento de sus funciones contará, como mínimo con las siguientes
dependencias:
a) Subdirección General;
b) Subdirección Operativa;
c) Subdirección Técnico-Administrativa;
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Capítulo II
5.3.1. Definición
Talacha. (Del nahua tlalli, tierra, y del español hacha). f. Mx, Gu. En la cárcel,
limpieza de los excusados por un preso, como castigo. carc. (Diccionario de
Americanismos).
Es el término utilizado por los reos en los centros de detención, es el nombre que
se le da al cobro indebido o ilegal para los nuevos reos que ingresan al centro de
detención.
“Es un cobro ilegal que hacen entre los privados de libertad, pero muchas veces
también están involucradas parte de las autoridades que reciben parte de ese
cobro ilegal que se hace”. (Prensa Libre, 2 de febrero de 2021).
La talacha es una extorsión cobrada en los Centros Preventivos, donde los reos
deben pagar determinada cantidad a cambio de no ser golpeados o poder dormir
en una cama.
5.3.2. Causas
Las causas de los cobros indebidos o ilegales como la talacha es en primer lugar
la corrupción en el Sistema Penitenciario.
Existen estos cobros ilegales de la talacha por parte de las personas que ocupan
puestos de mayor rango en el sistema penitenciario, no se digamos por parte de
los guardias y mayor aun por parte de los reos, que están pagando algún tipo de
condena por cometer actos ilícitos.
“Ese caso es solo uno de tantos que a diario ocurren en las cárceles del Sistema
Penitenciario (SP), según representantes de organizaciones sociales, que lo ven
como el reflejo de la corrupción que está plagada en esa institución, la cual
alcanza tanto a internos como guardias.” (Prensa Libre, 2 de febrero de 2021).
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“Lorena Escobar, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales
(Asies), considera que las prisiones “tienen mucho tiempo de no tener orden” y
que las acciones de parte de las autoridades son momentáneas y de corto plazo y
que dan es una “tensa tranquilidad mientras se hace requisar, pero en realidad no
tienen efectos a largo plazo”.
Añadió que para evitar el cobro de talacha y otras irregularidades en las prisiones
es necesario hacer una restructuración general del SP, por medio de la cual se
establezca una carrera para los guardias penitenciarios y clasificar a los privados
de libertad, así como contar con más prisiones y establecer programas de
reincorporación a la sociedad para los internos.” (Prensa Libre, 2 de febrero de
2021).
Las cuotas varían tanto de acuerdo al delito que haya cometido el reo como
también de la capacidad económica que tenga la familia del privado de libertad.
Estas tarifas también varían de acuerdo al centro de prevención donde se
encuentre el reo.
En 2016, Prensa Libre constató ese cobro en cinco prisiones, en las cuales se
explicó que las “cuotas únicas” oscilan entre Q1 mil —ingreso por ebriedad—
hasta Q50 mil —por defraudación tributaria—. Por otros delitos como violación,
secuestro o asesinato los reclusos deben pagar entre Q5 mil y Q25 mil, según la
capacidad económica.
En la cárcel El Boquerón, Santa Rosa, los reclusos pagaban una cuota de ingreso
de Q2 mil, y cada semana les piden un monto para comprar tarjetas para
celulares, comida o lo deben entregar en efectivo.
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En la prisión de Retalhuleu, el pago inicial oscilaba entre Q1 mil y Q1 mil 500.
Tomemos en cuenta que este fue un estudio realizado por parte de Prensa Libre
en el año 2016, han pasado seis años desde entonces y la economía del país post
pandemia va en picada, los sueldos siguen siendo igual y el costo de las cosas se
han elevado, factor que considero que también influye en estos cobros ilegales
como es la denominada talacha.
22
Capítulo III
Los gobiernos que han pasado han olvidado por completo el tema de las prisiones
en el país, no se escucha dentro de los planes de gobierno la creación o la
ampliación de alguno de los centros carcelarios, es un tema tan importante como
la construcción de una escuela, para brindarles a los reclusos los derechos
inherentes que la constitución les ha otorgado.
Para ayudar a resolver ese problema, el Gobierno del ex presidente Álvaro Colom
-2008-2012- autorizó utilizar las cárceles de las instalaciones militares Cuartel
Matamoros y la Brigada Mariscal Zavala; donde actualmente se encuentran
detenidos 237 hombres y 30 mujeres. Son las prisiones de máxima seguridad, las
que albergan a funcionarios, magistrados y políticos señalados y procesados por
corrupción.
“Guatemala tiene una tasa de prisionalización de 141 reclusos por cada 100 mil
habitantes, la más baja de Latinoamérica, sin embargo, tiene la tasa de ocupación
carcelaria más alta en la región. Adicionalmente el sistema de la justicia criminal
no ha sido capaz de responder a los distintos casos presentados en los últimos
años. La cantidad de personas en prisión preventiva ha crecido a un ritmo superior
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con relación a la población reclusa total: en diez años la población reclusa total
creció 190% (de 8,400 a 24,400); las personas en prisión preventiva aumentaron
300% (de 2,900 a 11,600) y las personas cumpliendo condena 125% (de 5,700 a
12,800).
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5.4.1. Inseguridad jurídica de los internos en los centros de detención
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cárceles públicas, le son violadas estas garantías mínimas, tratados de formas
inhumanas, tanto, por las autoridades que custodian los centros, como también
por los mismos reclusos, que tienen cierto tipo de poder, dentro de los penales;
que si quieren tener un mínimo de garantías, deben de pagar por ello, lo cual,
implica que la corrupción este impregnada, dentro del Sistema Penitenciario, hasta
en los Derechos más mínimos de cada persona.
Si bien es cierto cada una de las anteriores características manifiesta ser una de
las inseguridades jurídicas de nuestro sistema penitenciario, también hay que
hablar sobre lo que afecta dentro de cada un centro de prisión, y mucho se habla
sobre el alto índice de criminalidad ha llegado a saturar centros de prisión.
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algunos de los cuales desembocan, como se ha indicado, en la facilitación de
fugas de presos por delitos muy graves. Erradicar la corrupción en el sistema
penitenciario es una prioridad que requiere de una continua vigilancia y control de
las altas autoridades del sistema, para evitar que se produzcan las exacciones
ilegales a los reclusos por parte de guardias y otros funcionarios menores.
27
Capítulo IV
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El incremento geométrico de la actividad criminal organizada con capacidad
económica fuerte, ejerciendo su poder a través de la violencia, así como la del
ejercicio de manipulación y corrupción en amplios sectores del sistema político y
Estatal, es hoy en día un fenómeno altamente productivo y cada vez más
sofisticado.
La situación en las cárceles guatemaltecas ha degenerado hasta tal grado que los
centros, lejos de cumplir con su misión de redimir al reo y devolverlo a la sociedad
convertido en un ciudadano útil, se han transformado en auténticas universidades
del crimen; tras cumplir su condena, convertidos en delincuentes de alta
peligrosidad.
A los pobres se les priva de lo más elemental, como colchones y mantas y son
obligados a realizar la limpieza de los pabellones. Quien se atreve a protestar, es
víctima de palizas y todo tipo de humillaciones.
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5.5.2. Corrupción
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fiscalización abiertos a la ciudadanía guatemalteca y a los distintos medios de
comunicación del país.
La situación en las cárceles guatemaltecas ha degenerado hasta tal grado que los
centros, lejos de cumplir con su misión de redimir al reo y devolverlo a la sociedad
convertirlo en un ciudadano útil, se han transformado en auténticas universidades
del crimen; tras cumplir su condena, convertidos en delincuentes de alta
peligrosidad.
En los distintos centros penitenciarios, es común que cuando ingresa una nueva
persona, tenga que pagar hasta por los servicios que deberían ser prestados por
la misma administración.
Por lo general, para poder tener derecho a utilizar una cama, los internos deben
pagar entre diez y ciento cincuenta quetzales según el centro penitenciario. Si no
quieren hacer la limpieza deben cancelar entre cinco y diez quetzales,
dependiendo del centro penitenciario. Si el interno quiere ir al patio a caminar
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tomar el sol o lavar su ropa, debe de cancelar un quetzal, lo cual varía
dependiendo del centro penitenciario.
Si quiere el interno hacer uso de los teléfonos públicos debe cancelar al guardia la
suma de dos quetzales. Además, también si quiere más comida, se le ofrecen
raciones extra a cambio de dinero.
Los alimentos y las medicinas son limitados. Además, los proveedores de dichos
alimentos y medicina, de primero van a las casas de los guardias y de los
funcionarios encargados del centro penitenciario en donde dejan la mayor parte de
la comida y medicinas y lo poco que queda es para la población interna en la
granja penal. El simple hecho de ser trasladado o de ingresar implica un pago de
cuatrocientos quetzales o más. La cama que utilizan y la limpieza también es
pagada.
Otra forma de corrupción existente, es aquella en la cual los familiares del interno
al solicitar información relativa al comportamiento del interno al llevar a cabo los
traslados; ya que si el interno no le paga al policía o al guardia; entonces no
obtiene ningún tipo de información.
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En la mayor parte de los centros penitenciarios, ocurre el abuso económico en
contra de los mismos internos, ya que, en dichos centros, las tiendas se encargan
de la venta de productos a precios totalmente exagerados. Ello, es sumamente
grave para los internos que no tienen visitas, y que su única posibilidad en la
adquisición de sus artículos básicos complementarios a los otorgados por la
administración de los centros penitenciarios, son las tiendas.
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Capitulo V
En esta Relatoría destacan “la importancia que tiene el debido proceso legal y
sus principios y garantías fundamentales en la efectiva protección de los
derechos de las personas privadas de libertad, dada su particular situación de
vulnerabilidad”; y hacen ver que el fin esencial de las penas privativas de libertad
son hacia la Reforma, readaptación social y rehabilitación personal de los
privados de libertad. La resocialización y reintegración familiar, así como la
protección de las víctimas y la sociedad.
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Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra las Personas con Discapacidad;
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre;
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos;
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
o Degradantes, y su Protocolo Opcional;
Convención sobre los Derechos del Niño;
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer;
Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra
las Desapariciones Forzadas;
Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos
los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares;
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
Racial; Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad;
Convención sobre el Estatuto de los Refugiados;
Convenio Número 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países
Independientes;
Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, y sus Protocolos
Adicionales de 1977;
Declaración Universal de Derechos Humanos;
Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder;
Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos;
Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas
sometidas a cualquier forma de Detención o Prisión;
Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y el mejoramiento
de la atención de la Salud Mental;
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos;
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la
Justicia de Menores (Reglas de Beijing);
Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores
Privados de Libertad;
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas
de Libertad (Reglas de Tokio);
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Y otros instrumentos internacionales sobre derechos humanos aplicables
en las Américas; (Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de
las Personas Privadas de libertad en las Américas).
Capítulo VI
Con respecto al tema del cobro de determinada cuota “para asegurarse una
plancha de concreto donde dormir, evitar que los golpeen, extorsiones y no hacer
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limpieza.” Según lo expresa las propias personas privadas de libertad en
diferentes centros de detención en Guatemala, existen diversidad de tipos de
cuotas que se les exige a los reos por distintos bienes o servicios propios del
sistema penitenciario, como lo son los casos siguientes:
La cuota por pagar para cualquier prisionero depende de su situación jurídica por
la que ha ingresado al centro penitenciario y según la capacidad económica:
“cuotas únicas oscilan entre Q1 mil —ingreso por ebriedad— hasta Q50 mil —por
defraudación tributaria—. Por otros delitos como violación, secuestro o asesinato
los reclusos deben pagar entre Q5 mil y Q25 mil, según la capacidad económica.”
En otros centros de detención las cuotas pueden variar como sucede en los
departamentos de Jalapa y Retalhuleu “En Jalapa, la talacha comienza en Q3 mil
y puede llegar a Q5 mil, según el delito señalado al reo y su capacidad de pago;
en la prisión de Retalhuleu, el pago inicial oscila entre Q1 mil y Q1 mil 500.” En
este último centro penitenciario la forma en que realizan el pago es la siguiente:
“Aceptan depósitos bancarios o pagos en efectivo a la hora de visita. El recluso
debe proporcionar el número de teléfono de algún familiar, a quien se le hará el
cobro de la talacha.”
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6. Objetivos de la investigación
a. Objetivo General
b. Objetivos Específico
1.Identificar si las personas que son las autoras de cobrar la comisión económica
están debidamente individualizada por parte del sistema penitenciario y si tienen
un tipo de sanción por sus acciones.
3. Detallar si existen políticas por parte del Estado y si estas son las más idóneas
para prevenir y erradicar que se realice el cobro de esta comisión económica
“talacha” de la misma manera si estas políticas efectivamente son ejecutadas
por las autoridades del departamento de Chiquimula.
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7. Supuestos de la investigación
2. Así mismo ese cobro o extorción llamado “talacha” a los reos no sólo es
aplicado por compañeros reos, sino están implicados en el proceso miembros de
la institución como guardias y autoridades del Sistema Penitenciario.
4. Las cuotas de este cobro varían también según al centro penitenciario al que
ingresen.
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8. Bosquejo Preliminar de temas
CAPITULO I
El sistema Penitenciario
o orígenes y evolución histórica
o evolución de los sistemas penitenciarios
Sistema Penitenciario Guatemalteco
o fines
o Principios
o Organización
CAPITULO II
La denominada colecta o talacha
o Definición
o Causas
o El Costo Económico De Las Extorsiones Dentro De Los Centros De
Detención
CAPITULO III
Principales Problemas Que Atraviesa El Sistema Penitenciario
Guatemalteco
o Inseguridad Jurídica De Los Internos En Los Centros De Detención
o Corrupción en el sistema penitenciario
CAPITULO IV
Formas No Reglamentadas De Gobierno Dentro De La Prisión
o Otorgamiento De Privilegios
o Corrupción
o Cobros Indebidos O Especulación Con Precios Y Servicios
CAPITULO V
Tratados y convenios internacionales sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad
CAPÍTULO VI
Talacha en el Centro de Detención Preventiva para Hombres y Mujeres Los
Jocotes
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9. Métodos y técnicas
a) Métodos
Mixto
o Método Cualitativo: Investigación Cualitativa
o Método Cuantitativo: Investigación Cuantitativa
b) Técnicas
Encuesta
o Cuestionario
Observación
o Vista
o Diario de campo
Investigación bibliográfica
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10. Cronograma de actividades
Semana
1 2 Actividades Tema
Justificación de la invest.
Marco metodológico
Formulación de la hipótesis
Objetivos de la investigación
Cobre ilegal de “Talacha”
a los privados de libertad
Supuestos de la investigación en los centros
penitenciarios de
Guatemala
Bosquejo preliminar de temas
Métodos y Técnicas de
investigación a utilizar
Cronograma de actividades
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11. Conclusiones
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12. Recomendaciones
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13. Bibliografías
14. E-grafías
https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/31992/TFM%20NATALIA
%20CHECA%20RIVERA.pdf?sequence=1&isAllowed=y
https://biblioteca.cejamericas.org/bitstream/handle/2015/1932/gua-sistema.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
https://www.expertostributarios.com/principio-de-legalidad-y-seguridad-juridica/
https://www.lexology.com/library/detail.aspx?g=f5f04a7a-0645-48d8-b204-
e4f4d9fa520d#:~:text=La%20seguridad%20jur%C3%ADdica%20se%20debe,de
%20incumplir%20con%20los%20mismos.-
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/04/04_7487.pdf
https://cien.org.gt/index.php/el-siempre-olvidado-sistema-penitenciario/
https://www.dialogos.org.gt/blog/carceles-en-guatemala-mas-de-lo-mismo-para-
2022#:~:text=9%20millones%2C%20del%20cual%2060.7,en%20este%20rubro
%20para%202021.
https://www.prensalibre.com/guatemala/justicia/cobro-de-talacha-es-la-norma-en-
carceles/
https://www.corteidh.or.cr/tablas/23682.pdf
15. Legislación
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