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A posteriori

Equipo: 34

Nombres y matriculas: 2388802 Jorge Zapata Zuñiga

Nombre del módulo: A posteriori

Nombre del asesor: Ramiro

Fecha de elaboración: 6/01/2021


Índice.
Contenido Pág.
Portada 1
Índice 2
A posteriori 3
Conclusiones 6
A posteriori

A posteriori es una expresión latina que se puede traducir como “de lo posterior”.
Se trata de una locución adverbial que alude a lo que se conoce tras analizar o
revisar un asunto o que hace referencia a una demostración que se lleva a cabo
pasando del efecto hacia la causa.

Lo habitual es que la idea de a posteriori aparezca vinculada a su opuesto: a priori.


Un conocimiento a posteriori está relacionado con la experiencia ya que se genera
o se obtiene después de acceder a algo. El conocimiento a priori, en cambio,
mantiene una cierta independencia de la experiencia debido a que se asocia a lo
universal.

Todo juicio realizado a posteriori es empírico y puede verificarse mediante una


experiencia. Por ejemplo: “Hay personas que son pelirrojas”. Este es un saber a
posteriori, que surge tras observar a un individuo que tiene el cabello de color
rojizo. Lo mismo puede decirse de expresiones como “No todos los automóviles
son verdes” y “Existen perros que tienen el pelo largo”.
A diferencia del conocimiento a posteriori, el saber a priori no necesita una
investigación para demostrar su veracidad. “Todos los padres tienen o tuvieron al
menos un hijo” es un conocimiento a priori: el hecho de ser padre implica que, en
algún momento, la persona haya tenido un hijo, ya sea biológico o adoptivo.

El uso de estas y otras locuciones latinas genera respuestas diversas en la gente,


ya que por un lado se encuentran quienes disfrutan mucho de incluir términos de
origen extranjero en su discurso, y del extremo opuesto están aquéllos que
prefieren una comunicación más limpia, basada enteramente en la propia lengua.

Dado que en el fondo se trata de una cuestión de gustos y de opinión, no resulta


conveniente alimentar aún más el fuego que divide a estos dos grupos diciendo
que uno de ellos está equivocado. Sin embargo, cuando el afán de combinar
términos y expresiones de diferentes idiomas conduce a un uso incorrecto o poco
preciso de las palabras, se vuelve difícil alentar esta costumbre, ya que atenta
contra la comunicación.
A posterioriEn otras palabras, es adecuado preguntarnos cuál es la razón de usar a
posteriori y a priori, si podemos optar por sus equivalentes en castellano. ¿Cuál es
el beneficio que nos ofrece esta fusión lingüística, peligrosa si las hay, basada en la
inclusión forzosa de expresiones extranjeras que suele acarrear errores de
pronunciación y de ortografía, así como deformaciones propias de la falta de
conocimientos?

Es sabido que mucha gente dice a grosso modo, modus operandis, modus
vivendis, de ipso facto y de motu propio, en lugar de grosso modo, modus
operandi, modus vivendi, ipso facto y motu proprio, respectivamente. En esta lista
podemos apreciar diversos errores, como ser la deformación de ciertos términos
por semejanza a otros de nuestra lengua (cuando cambiamos proprio por propio),
la inclusión incorrecta de preposiciones (como a y de) y la colocación de una ‘s’ de
más al final del segundo término (como en operandis y vivendis).

Esto nos demuestra que aventurarse a incluir términos extranjeros en el habla no


es fácil, ya que requiere conocimientos muy específicos para hacerlo con
precisión. Por lo tanto, se recomienda recurrir a las expresiones castellanas para
evitar cualquier error innecesario. Veamos dos ejemplos en los que se prescinde
de a posteriori: «No se apresuren a sacar conclusiones; es preferible hacerlo al
final«, «Más tarde, Arturo descubrió finalmente toda la verdad».
Conclusiones
Lo que pienso de este tema “A posteriori”, por último, es el título de un álbum que
Enigma lanzó en 2006. El disco, que consiguió una nominación para los Premios
Grammy, incluye doce canciones cuyo compositor fue el rumano-alemán Michael
Cretu.

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