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Acciones principales
Son los principales instrumentos de protección de los derechos reales, donde es el titular del
derecho, el sujeto normativo autorizado para servirse de ellas. En las principales encontramos
dos tipos: las acciones posesorias y las acciones reivindicatorias.
1. Acciones posesorias
Son las acciones que tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de los bienes raíces
(art. 972 C.C.), frente a actuaciones que suponen la voluntad del perturbador de apoderarse
del bien, y para la recuperación de la posesión que ha sido despojada generalmente mediante
actos violentos, protegiendo únicamente el derecho provisional de posesión.
Características:
- Sólo proceden respecto de inmuebles.
- El bien debe ser susceptible de usucapión.
Mediante esta acción, el actor puede pedir que no se modifique o despoje de su posesión, que
se le indemnice el perjuicio que ha recibido, y que se le dé seguridad contra el que
fundadamente teme (art. 977 C.C.).
Ejemplos de perturbación:
Mediante esta acción, el actor pretende recuperar la posesión del bien que le fue despojado y,
además de exigir la restitución de la posesión, puede pedir la indemnización de perjuicios
causados.
- Puede dirigirse contra el despojador o contra cualquier tercero cuya posesión se derive
de la de este, tiene que haber una relación causante-causahabiente.
*Los terceros de mala fe serán los únicos obligados a la indemnización de perjuicios, además
del despojador.
2. Acción reivindicatoria
Son las acciones que tienen por objeto perseguir la cosa que no se encuentra en manos del
titular del derecho, para que sea recuperada, y así, ejercer el derecho real sobre él, de igual
manera, demandando a quien lo haya tenido en posesión.
Para la reivindicación, se necesita la prueba de titularidad del derecho real por parte del
demandante, de manera que, tratándose de inmuebles, se necesita, el título contenido en la
escritura pública y la inscripción en el Registro de Instrumentos Públicos.
- Los bienes consumidos por un acreedor de buena fe, frutos emanados de la cosa
explotada por un poseedor de buena fe, bienes entregados en virtud de un pacto de
retroventa, una venta con cláusula reserva de dominio, pacto de retracto y la
simulación.
Elementos de la reivindicación:
1. Materia de la reivindicación:
a. El bien reivindicado debe ser una cosa singular: Se reclama la cosa sobre la cual recae
el derecho real; esta cosa debe ser determinada.
2. Persona demandante:
a. Reivindicación del titular del derecho real: La reivindicación se ofrece a los titulares
del derecho real sobre el bien, este debe contar con el título y el modo.
3. Sujeto demandado:
Las prestaciones mutuas son aquellas prestaciones recíprocas que deben liquidarse después
de la sentencia de reivindicación del poseedor vencido y del reivindicador. Lo que se busca es
que la persona que sufrió un empobrecimiento en su patrimonio, consiga la restitución del
correlativo enriquecimiento sin justa causa que obtuvo la otra persona.
De manera que, hay dos tipos de prestaciones impuestas: hacia el poseedor vencido y a cargo
del reivindicador. Así como existe un derecho de retención del poseedor.
1. Prestaciones impuestas al poseedor vencido
El poseedor vencido deberá restituir la cosa objeto de reivindicación y todos sus accesorios
en el plazo fijado por el juez (mediante sentencia judicial) o por la ley (en caso de no ser
fijado en la sentencia, se regula por el artículo 334 del Código de Procedimiento Civil).
- El pago del cuerpo cierto se hará en el lugar en que dicho cuerpo cierto existía al
tiempo de constituirse la obligación.
En principio, mientras que el poseedor de buena fe tiene tal calidad (antes de que se le
notifique la demanda), no es responsable de los deterioros de la cosa. Sin embargo, es
responsable de los deterioros que le han reportado provecho.
En principio, el poseedor de buena fe puede hacer suyos los frutos percibidos hasta el
momento de la notificación de la demanda, mientras que, el poseedor de mala fe, está
obligado a restituir no solamente los frutos naturales y civiles percibidos, sino también todos
los que la cosa ha debido producir, con una mediana inteligencia y actividad, durante el
tiempo en que se estuvo en su poder.
*En algunos poseedores irregulares, cuyo dolo es manifiesto, podrían verse expuestos a
sanciones penales.
Son todos aquellos gastos requeridos para la conservación de la cosa, indispensables para
evitar la ruina y destrucción del bien. Los cuales deben ser siempre abonados por lo que
valgan en el momento de la devolución de la cosa, no en la época que se realizaron, sin que
importe la mala o buena fe del poseedor.
2.2. Mejoras útiles.
Son todas aquellas acciones que hayan aumentado el valor venal de la cosa. Se trata de obras,
que sin ser indispensables para la conservación del bien, aumentan su rendimiento
económico.
Por un lado, el poseedor de buena fe vencido tiene derecho a que el reivindicador triunfante
le pague el justo precio de las mejoras útiles, que se hayan realizado antes de la notificación
de la demanda. Su costo, será acorde a la opción que elija el demandante, bien el costo de lo
que dichas mejoras valían en el tiempo de la restitución o lo correspondiente al incremento
del valor del objeto.
Por el otro lado, el poseedor de mala fe no tiene derecho a que se le paguen las mejoras útiles.
Sin embargo, podrá retirar los materiales, siempre que se puedan separar sin detrimento de la
cosa. Igualmente, el reivindicador podrá conservar las mejoras si reconoce al poseedor
vencido el precio que estos tendrían después de separados.
Son todas mejoras que sólo consisten en objetos de lujo y recreo, aquellas que no aumentan el
valor valor venal de la cosa, en el mercado general, o sólo lo aumentan en una proporción
insignificante.
En estas mejoras, el reivindicador no está obligado a pagar las mejoras a ningún tipo de
poseedor, sin embargo, el poseedor vencido podrá retirarlas siempre y cuando el bien no sufra
detrimento alguno. Igualmente, el dueño tiene la potestad de conservar las mejoras si la
reconoce al poseedor vencido el precio de los materiales.
Aquel donde el ordenamiento faculta al poseedor vencido a retener la cosa mientras que este
tenga un saldo que reclamar en razón de expensas y mejoras. Tiene vigencia hasta que se
cumpla la totalidad del pago, por lo que no puede proceder ninguna acción reivindicatoria.