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Art. 889 CC. “La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela.”
No es la única acción que ampara el dominio. De los diversos contratos nacen acciones
personales para obtener la restitución de la cosa, las cuales tiene menos dificultades de prueba
que la reivindicatoria.
Calidad: Puede ser mueble o inmueble, según lo sea la cosa que se persigue. Esto tiene
importancia para determinar la competencia del tribunal. El juicio de reivindicación es un juicio
ordinario.
Art. 893 CC. “La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la
propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.”
Art. 892 CC. “Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa
singular.” Es decir, el comunero puede reivindicar su cuota.
Art. 894 CC. “Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha
perdido la posesión regular de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por
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Apunte preparado por los alumnos ayudantes de la cátedra de Derecho Civil I año 2010. Por ser un material
meramente pedagógico se han omitido las referencias bibliográficas.
prescripción. Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho.”
Muchas veces es muy difícil probar el dominio, pero fácil probar la posesión. De acuerdo
al Art. 700 inc. 2º CC, se presume dueño al poseedor.
- El plazo no se ha cumplido.
A) Un sector doctrinario postula que sólo puede intentarla el poseedor regular que haya
cumplido el plazo: el Art. 894 CC no se refiere a los poseedores que no han cumplido el plazo,
pues en su caso, si otro se apodera de la cosa, se interrumpe naturalmente la prescripción, y el
poseedor ya no está en situación de adquirir la cosa por prescripción.
B) Otra postura refiere que la acción publiciana está establecida justamente en favor del
poseedor regular que está en vías de ganar la cosa por prescripción cuando el plazo no se ha
cumplido. El que ha enterado el plazo no es poseedor, es dueño, y entabla la acción
reivindicatoria, no la publiciana. La sentencia que declara la prescripción es declarativa.
Quien reivindica debe probar el dominio, pues al entablar la acción, reconoce la posesión
de la contraparte, amparada por la presunción del Art. 700 inc. 2º CC. Excepción: el Fisco no
debe probar su derecho de dominio, porque tendría que probar un hecho negativo
indeterminado: que no tiene otro dueño.
Art. 890 CC. “Pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles. Exceptúanse
las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda, almacén, u otro
establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase. Justificada esta
circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le reembolsa lo que
haya dado por ella y lo que haya gastado en repararla y mejorarla.”
Art. 891 inc. 1º CC. “Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio;
excepto el derecho de herencia.
Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el Libro III.”
1) El derecho de herencia, pues recae sobre una universalidad jurídica. El heredero está
amparado por la acción de petición de herencia, que emana del dominio que tiene sobre la
misma. En dicha acción no se discute el dominio, sino la calidad de heredero. Pero de todos
modos puede entablar la acción reivindicatoria para reclamar las cosas singulares de la
universalidad.
3) Las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda, almacén u
otro establecimiento industrial en que vendan cosas de la misma clase (Art. 890 inc. 2º CC).
1) Generalidades.
Art. 895 CC. “La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor.”
Art. 896 CC. “El mero tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a declarar el
nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la tiene.”
Art. 897 CC. “Si alguien, de mala fe, se da por poseedor de la cosa que se reivindica sin
serlo, será condenado a la indemnización de todo perjuicio que de este engaño haya resultado
al actor.”
Art. 899 CC. “La acción de dominio no se dirige contra un heredero sino por la parte que
posea en la cosa; pero las prestaciones a que estaba obligado el poseedor por razón de los
frutos o de los deterioros que le eran imputables, pasan a los herederos de éste a prorrata de
sus cuotas hereditarias.”
Esto se debe a que existen dos obligaciones de diferente clase: una divisible (las
indemnizaciones) y una indivisible (la restitución de la cosa).
En contra aquel que ha dejado de poseer la cosa, cuando se hace difícil o imposible la
persecución de ella.
Art. 898 CC. “La acción de dominio tendrá también lugar contra el que enajenó la cosa,
para la restitución de lo que haya recibido por ella, siempre que por haberla enajenado se haya
hecho imposible o difícil su persecución; y si la enajenó a sabiendas de que era ajena, para la
indemnización de todo perjuicio.
El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la cosa, confirma
por el mismo hecho la enajenación.” (Confirma un acto que le era inoponible).
En este caso, no se persigue la cosa, sino el precio recibido por la misma (se produce
subrogación real). No obsta a la buena fe el saber que la cosa era ajena, pues para calificar la
buena fe se atiende al momento en que empieza la posesión.
El poseedor está de mala fe2:
Art. 900 CC. “Contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa suya ha dejado de
poseer, podrá intentarse la acción de dominio, como si actualmente poseyese.
Art. 915 CC. “Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre
ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor.”
V.- Prescripción.
Art. 2517 CC. “Toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue por la
prescripción adquisitiva del mismo derecho.”
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Saneamiento: obligación que tiene el vendedor con respecto al comprador de la cosa y que consiste en indemnizarlo cuando el
comprador es privado en todo o parte de la cosa por sentencia judicial (evicción). De acuerdo al Art. 900 inc. final CC, esta
obligación no pesa sobre el reivindicante, sino sobre el poseedor de mala fe que dejó de poseer; pero respecto del poseedor de
buena fe, el Art. 898 CC. nada dice, por lo que el reivindicante responde del saneamiento.
ACCIONES POSESORIAS
I.- Concepto
Las acciones posesorias se encuentran reguladas en los arts. 916 y ss del Código Civil. De
conformidad a este precepto pueden definirse como aquellas que tienen por objeto conservar o
recuperar la posesión de bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos.
II.- Fundamento.
No obstante lo anterior, el poseedor regular en los casos del art. 894 es titular de la acción
publiciana y además de la querella de restablecimiento o despojo violento, que se funda
precisamente en el despojo violento y no en la posesión.
III.- Utilidad.
Como puede desprenderse del art. 916 del CC. las acciones posesorias tienen una doble
utilidad:
1) Conservar la posesión de bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Así
ocurre tratándose de la Querella de Amparo.
3) Evitan que se interrumpa naturalmente la prescripción, como se colige de los arts. 2502
nº 2 y 731. En efecto, el art. 2502 nº 2 señala que cuando se ha perdido la posesión por haber
entrado en ella otra persona, esta especie de interrupción natural hará perder todo el tiempo
de posesión anterior, a menos que se haya recobrado legalmente la posesión conforme al título
de las acciones posesorias, pues en tal caso no se entiende haber habido interrupción para el
desposeído.
Por su parte, el art. 731 relativo a las acciones posesorias, prescribe que el que recupera
legalmente la posesión perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo intermedio.
IV.- Características.
1) La doctrina ha sostenido que las acciones posesorias son de carácter inmueble: toda vez
que tienen por objeto conservar o recuperar la posesión sobre un bien inmueble (Art. 916 en
relación con el art. 580), aún cuando desde un enfoque estrictamente civil de la acción esto no
sería posible, porque las acciones emanan de derechos y la posesión es un hecho.
Los bienes muebles, en cambio, no estarían protegidos por acciones posesorias, pero si por
acciones penales en la medida que éstas fueran procedentes.
2) Son acciones reales: no porque la posesión sea un derecho real, sino porque tienen
eficacia erga omnes, esto es, se pueden hacer valer contra cualquier persona que perturbe o
prive de la posesión. Así lo confirma el Art. 927 que prescribe que la acción para la restitución
puede dirigirse no sólo contra el usurpador, sino contra toda persona, cuya posesión se derive
de la del usurpador por cualquier título.
3) Sobre las cosas que no pueden ganarse por prescripción no cabe acción posesoria
alguna: porque el C.C. entiende que éstas cosas no se pueden poseer (Art. 917).
4) El titular de la acción posesoria puede ser un poseedor regular o irregular: Sin embargo,
como ya se ha indicado en varias oportunidades, el poseedor regular del art. 894 también es
titular de la acción publiciana y existe al menos un caso en que el mero tenedor puede ejercer
una acción posesoria, cual es la querella de reestablecimiento o despojo violento (Art. 928).
1) El que intente la posesión debe ser poseedor, sea regular o irregular y cumplir con los
requisitos que establece el art. 918, a saber:
c) Posesión por un año completo, admitiendo la agregación de posesiones cuando ella sea
procedente (Art. 920 inc. final y 717).
Cabe destacar que tratándose de coposeedores nada impide que éstos interpongan acciones
posesorias contra un tercero que ha perturbado o esté perturbando la posesión, pero la doctrina
mayoritaria y la jurisprudencia han sostenido que no procede la acción posesoria entre
comuneros, por las mismas razones que ha no ha admitido la prescripción entre comuneros
(Véase prescripción entre comuneros).
2) Que se trate de inmuebles o derechos reales constituidos sobre ellos;
Por consiguiente, quedan excluidos los bienes muebles y los derechos reales constituidos
sobre ellos.
Cuando se alude a los inmuebles debe entenderse por tales los inmuebles por naturaleza y
por adherencia, aún cuando la jurisprudencia ha incorporado los inmuebles por destinación.
Queda excluido el derecho real de servidumbre, dado que según el art. 917 sobre las cosas
que no pueden ganarse por prescripción, (como las servidumbres continuas inaparentes y
discontinuas de toda clase) no procede la acción posesoria.
VI.- Clasificación
De acuerdo al art. 594 C.P.C. las acciones posesorias pueden clasificarse en:
1) Querella de amparo
2) Querella de restitución
Es aquella que tiene por objeto conservar la posesión de bienes raíces y derechos reales
constituidos en ellos cuando se ha tratado de turbar o molestar al poseedor en su posesión, o
en el hecho ha sido turbado o molestado (Arts. 916 y 921 del CC. y 549 nº 1 y 551 del CPC.)
Se entiende por turbación, embarazo o molestia todo acto que de buena o mala fe, sin
despojar de la posesión, la disputa o la cuestiona.
La querella de amparo en la práctica tiene lugar en todos los casos en que un poseedor se
oponga a que se inscriba el título de un bien que él posee, estando facultado además para
solicitar la indemnización de perjuicios pertinente y que se adopten las medidas para evitar que
continúe la perturbación en los términos del art. 921 del CC.
Por su parte, el art. 927 dispone que la acción de restitución puede dirigirse no sólo contra el
usurpador sino contra toda persona cuyo título derive del usurpador.
Es aquella que tiene por objeto obtener que las cosas vuelvan al estado en que se
encontraban, cuando el poseedor o el mero tenedor han sido víctimas de un despojo violento.
Estas acciones se encuentran reguladas en el Título 14 del Libro II del C.C. desde el art.
930 al 950.
Es aquella que tiene por objeto impedir toda obra nueva que se trate de construir en el
suelo de que se está en posesión o que embarace el goce de un derecho constituido en él. (Art.
930 inc. 1, 931 inc. 1 del CC. y 549 nº 4 del CPC.).
El art. 931 señala cuáles son las obras denunciables y el art. 930 inciso 2 cuáles obras no
pueden denunciarse.
Esta acción tiene por objeto la demolición o reparación de u edificio o de cualquier otra
construcción que amenace ruina o de árboles mal arraigados o expuestos a ser derribados por
hechos de ordinaria ocurrencia (Arts. 933 y 934 del CC. y 549 nº 5 del CPC).
c) Interdictos especiales.
Se encuentran regulados en los artículos 941, 942, 943, 948, 949 del CC. y art. 549 n º 6
del CPC.
Algunos de estos son acciones populares, esto es, pueden entablarse por cualquier
persona. Es el caso del los arts. 948 y 949.