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ACCIÓN REIVINDICATORIA 1

I.- Concepto y Generalidades.

Art. 889 CC. “La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa
singular, de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela.”

No es la única acción que ampara el dominio. De los diversos contratos nacen acciones
personales para obtener la restitución de la cosa, las cuales tiene menos dificultades de prueba
que la reivindicatoria.

Naturaleza: La acción reivindicatoria es una acción real, porque deriva de un derecho


real.

Calidad: Puede ser mueble o inmueble, según lo sea la cosa que se persigue. Esto tiene
importancia para determinar la competencia del tribunal. El juicio de reivindicación es un juicio
ordinario.

II.- Condiciones para ejercer la acción reivindicatoria.

Para ejercer la acción de dominio es necesario:

1) Ser dueño de la cosa.

2) Encontrarse privado de la posesión de la cosa. Y

3) Que la cosa sea susceptible de ser reivindicada.

1) Es necesario ser dueño de la cosa.

Art. 893 CC. “La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la
propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.”

Art. 892 CC. “Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa
singular.” Es decir, el comunero puede reivindicar su cuota.

Excepcionalmente, el poseedor puede reivindicar la cosa, aunque no se pruebe el


dominio: acción publiciana.

Art. 894 CC. “Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha
perdido la posesión regular de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por

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Apunte preparado por los alumnos ayudantes de la cátedra de Derecho Civil I año 2010. Por ser un material
meramente pedagógico se han omitido las referencias bibliográficas.
prescripción. Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho.”

Muchas veces es muy difícil probar el dominio, pero fácil probar la posesión. De acuerdo
al Art. 700 inc. 2º CC, se presume dueño al poseedor.

El poseedor regular puede encontrarse en 3 situaciones:

- El plazo se ha cumplido y ello ha sido declarado judicialmente.

- El plazo se ha cumplido, pero no se ha declarado judicialmente.

- El plazo no se ha cumplido.

Problema: ¿puede el poseedor regular que no ha cumplido el plazo de prescripción


entablar la acción publiciana? Existen al respecto dos posturas:

A) Un sector doctrinario postula que sólo puede intentarla el poseedor regular que haya
cumplido el plazo: el Art. 894 CC no se refiere a los poseedores que no han cumplido el plazo,
pues en su caso, si otro se apodera de la cosa, se interrumpe naturalmente la prescripción, y el
poseedor ya no está en situación de adquirir la cosa por prescripción.

B) Otra postura refiere que la acción publiciana está establecida justamente en favor del
poseedor regular que está en vías de ganar la cosa por prescripción cuando el plazo no se ha
cumplido. El que ha enterado el plazo no es poseedor, es dueño, y entabla la acción
reivindicatoria, no la publiciana. La sentencia que declara la prescripción es declarativa.

2) El dueño debe haber sido privado de la posesión de la cosa.

Los litigantes son el propietario no poseedor contra el poseedor no dueño. El objeto de la


litis es la posesión; la causa de pedir, el dominio.

Quien reivindica debe probar el dominio, pues al entablar la acción, reconoce la posesión
de la contraparte, amparada por la presunción del Art. 700 inc. 2º CC. Excepción: el Fisco no
debe probar su derecho de dominio, porque tendría que probar un hecho negativo
indeterminado: que no tiene otro dueño.

Para probar el dominio se aplican las reglas generales de la prueba. Si el modo de


adquirir el dominio es originario, sólo se debe probar el dominio propio; si es derivativo, debe
probarse el dominio de los antecesores.

Si el poseedor inscrito es privado materialmente de un inmueble, no entabla la


reivindicatoria, pues no ha sido privado de la posesión. Debe entablar la acción de precario, o la
acción posesoria de restablecimiento. Sin embargo, hay quienes sostienen que a la inscripción
debe acompañar la tenencia con ánimo de señor y dueño para constituir posesión. Por tanto, el
dueño del inmueble cuya tenencia material ha perdido, puede entablar la reivindicatoria.

3) Que la cosa sea susceptible de reivindicarse.


De acuerdo al Art. 889 CC, la cosa debe ser singular.

Art. 890 CC. “Pueden reivindicarse las cosas corporales, raíces y muebles. Exceptúanse
las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda, almacén, u otro
establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma clase. Justificada esta
circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le reembolsa lo que
haya dado por ella y lo que haya gastado en repararla y mejorarla.”

Art. 891 inc. 1º CC. “Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio;
excepto el derecho de herencia.

Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el Libro III.”

El derecho de herencia no puede reivindicarse porque recae sobre una universalidad


jurídica.

También se puede reivindicar una cuota (Art. 892 CC).

Problema: ¿Se puede reivindicar una cuota de una universalidad jurídica? La


jurisprudencia, siguiendo la doctrina romana (que da a cada comunero una cuota sobre cada
una de las cosas que compone la comunidad), ha señalado que sí se puede reivindicar.

III.- No pueden reivindicarse.

1) El derecho de herencia, pues recae sobre una universalidad jurídica. El heredero está
amparado por la acción de petición de herencia, que emana del dominio que tiene sobre la
misma. En dicha acción no se discute el dominio, sino la calidad de heredero. Pero de todos
modos puede entablar la acción reivindicatoria para reclamar las cosas singulares de la
universalidad.

2) Los derechos personales, sin perjuicio de la reivindicación del documento en que


constan.

3) Las cosas muebles cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda, almacén u
otro establecimiento industrial en que vendan cosas de la misma clase (Art. 890 inc. 2º CC).

4) Caso relativo al pago de lo no debido: el supuesto acreedor enajena la cosa pagada,


¿puede el que pagó reivindicar en contra del tercero?

Si el título es oneroso y el poseedor está de buena fe: no puede.

Si el título es gratuito: sí puede, si la cosa es reivindicable. (Art. 2303 CC).

5) Las cosas adquiridas por prescripción por un tercero.

6) Caso de la resolución del contrato: no se puede reivindicar contra terceros poseedores


de buena fe (Arts. 1490 y 1491 CC).
IV.- Contra quién se puede reivindicar.

1) Generalidades.

Art. 895 CC. “La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor.”

Es relevante saber quién es poseedor pues es el legítimo contradictor, y las sentencias


tienen efectos relativos. Por ello, se toman medidas de resguardo en favor del reivindicante:

Art. 896 CC. “El mero tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a declarar el
nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la tiene.”

Art. 897 CC. “Si alguien, de mala fe, se da por poseedor de la cosa que se reivindica sin
serlo, será condenado a la indemnización de todo perjuicio que de este engaño haya resultado
al actor.”

2) Acción de dominio contra herederos.

Art. 899 CC. “La acción de dominio no se dirige contra un heredero sino por la parte que
posea en la cosa; pero las prestaciones a que estaba obligado el poseedor por razón de los
frutos o de los deterioros que le eran imputables, pasan a los herederos de éste a prorrata de
sus cuotas hereditarias.”

Esto se debe a que existen dos obligaciones de diferente clase: una divisible (las
indemnizaciones) y una indivisible (la restitución de la cosa).

3) Casos en que la acción reivindicatoria no se dirige contra el actual poseedor.

En contra aquel que ha dejado de poseer la cosa, cuando se hace difícil o imposible la
persecución de ella.

En contra el mero tenedor.

a) Se puede dirigir en contra del que dejó de poseer la cosa.

El poseedor está de buena fe:

Art. 898 CC. “La acción de dominio tendrá también lugar contra el que enajenó la cosa,
para la restitución de lo que haya recibido por ella, siempre que por haberla enajenado se haya
hecho imposible o difícil su persecución; y si la enajenó a sabiendas de que era ajena, para la
indemnización de todo perjuicio.

El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la cosa, confirma
por el mismo hecho la enajenación.” (Confirma un acto que le era inoponible).

En este caso, no se persigue la cosa, sino el precio recibido por la misma (se produce
subrogación real). No obsta a la buena fe el saber que la cosa era ajena, pues para calificar la
buena fe se atiende al momento en que empieza la posesión.
El poseedor está de mala fe2:

Art. 900 CC. “Contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa suya ha dejado de
poseer, podrá intentarse la acción de dominio, como si actualmente poseyese.

De cualquier modo que haya dejado de poseer y aunque el reivindicador prefiera


dirigirse contra el actual poseedor, respecto del tiempo que ha estado la cosa en su poder
tendrá las obligaciones y derechos que según este título corresponden a los poseedores de mala
fe en razón de frutos, deterioros y expensas.

Si paga el valor de la cosa y el reivindicador lo acepta, sucederá en los derechos del


reivindicador sobre ella.” (se entiende que ratifica la venta).

b) La acción reivindicatoria se puede dirigir en contra del mero tenedor.

Art. 915 CC. “Las reglas de este título se aplicarán contra el que poseyendo a nombre
ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque lo haga sin ánimo de señor.”

V.- Prescripción.

Se extingue por la prescripción adquisitiva. No basta la inacción del propietario; es


necesario que otra persona adquiera la posesión.

Art. 2517 CC. “Toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue por la
prescripción adquisitiva del mismo derecho.”

Como se extingue cuando se pierde el dominio, no tiene plazo fijo de prescripción.

2
Saneamiento: obligación que tiene el vendedor con respecto al comprador de la cosa y que consiste en indemnizarlo cuando el
comprador es privado en todo o parte de la cosa por sentencia judicial (evicción). De acuerdo al Art. 900 inc. final CC, esta
obligación no pesa sobre el reivindicante, sino sobre el poseedor de mala fe que dejó de poseer; pero respecto del poseedor de
buena fe, el Art. 898 CC. nada dice, por lo que el reivindicante responde del saneamiento.
ACCIONES POSESORIAS

I.- Concepto

Las acciones posesorias se encuentran reguladas en los arts. 916 y ss del Código Civil. De
conformidad a este precepto pueden definirse como aquellas que tienen por objeto conservar o
recuperar la posesión de bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos.

II.- Fundamento.

Las acciones posesorias presentan la particularidad que no tutelan directamente un derecho,


sino que su fundamento se encuentra en un hecho que el legislador estima digno de tutela, tal
hecho es la posesión. El fundamento de las acciones posesorias es la posesión, esto es, un
hecho y no un derecho.

No obstante lo anterior, el poseedor regular en los casos del art. 894 es titular de la acción
publiciana y además de la querella de restablecimiento o despojo violento, que se funda
precisamente en el despojo violento y no en la posesión.

Estas acciones existen y encuentran su justificación en la necesidad de mantener la paz


social, sumado al hecho de que éstas envuelven una apariencia de dominio respecto de los
bienes inmuebles y los derechos reales constituidos sobre ellos.

III.- Utilidad.

Como puede desprenderse del art. 916 del CC. las acciones posesorias tienen una doble
utilidad:

1) Conservar la posesión de bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Así
ocurre tratándose de la Querella de Amparo.

2) Recuperar la posesión de bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Es el


caso de la Querella de Restitución y Reestablecimiento.

Estas acciones además:

3) Evitan que se interrumpa naturalmente la prescripción, como se colige de los arts. 2502
nº 2 y 731. En efecto, el art. 2502 nº 2 señala que cuando se ha perdido la posesión por haber
entrado en ella otra persona, esta especie de interrupción natural hará perder todo el tiempo
de posesión anterior, a menos que se haya recobrado legalmente la posesión conforme al título
de las acciones posesorias, pues en tal caso no se entiende haber habido interrupción para el
desposeído.

Por su parte, el art. 731 relativo a las acciones posesorias, prescribe que el que recupera
legalmente la posesión perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo intermedio.

Cabe destacar que la finalidad de las acciones posesorias es conservar y recuperar la


posesión de los bienes raíces y de los derechos reales constituidos sobre inmuebles y no discutir
el dominio, sin perjuicio de reservar esta discusión para un momento posterior. Así se deduce
por lo demás del art. 923 que establece expresamente que en los juicios posesorios no se
tomará en cuenta el dominio que una u otra parte alegue.

IV.- Características.

Las acciones posesorias presentan las siguientes características:

1) La doctrina ha sostenido que las acciones posesorias son de carácter inmueble: toda vez
que tienen por objeto conservar o recuperar la posesión sobre un bien inmueble (Art. 916 en
relación con el art. 580), aún cuando desde un enfoque estrictamente civil de la acción esto no
sería posible, porque las acciones emanan de derechos y la posesión es un hecho.

Los bienes muebles, en cambio, no estarían protegidos por acciones posesorias, pero si por
acciones penales en la medida que éstas fueran procedentes.

2) Son acciones reales: no porque la posesión sea un derecho real, sino porque tienen
eficacia erga omnes, esto es, se pueden hacer valer contra cualquier persona que perturbe o
prive de la posesión. Así lo confirma el Art. 927 que prescribe que la acción para la restitución
puede dirigirse no sólo contra el usurpador, sino contra toda persona, cuya posesión se derive
de la del usurpador por cualquier título.

3) Sobre las cosas que no pueden ganarse por prescripción no cabe acción posesoria
alguna: porque el C.C. entiende que éstas cosas no se pueden poseer (Art. 917).

4) El titular de la acción posesoria puede ser un poseedor regular o irregular: Sin embargo,
como ya se ha indicado en varias oportunidades, el poseedor regular del art. 894 también es
titular de la acción publiciana y existe al menos un caso en que el mero tenedor puede ejercer
una acción posesoria, cual es la querella de reestablecimiento o despojo violento (Art. 928).

V.- Requisitos para ejercer la acción posesoria.

1) El que intente la posesión debe ser poseedor, sea regular o irregular y cumplir con los
requisitos que establece el art. 918, a saber:

a) Posesión tranquila, esto es, no viciosa.

b) Posesión no interrumpida ni civil ni naturalmente

c) Posesión por un año completo, admitiendo la agregación de posesiones cuando ella sea
procedente (Art. 920 inc. final y 717).

Excepcionalmente la querella de reestablecimiento no requiere del plazo de un año, sino de


6 meses (Art. 928).

Cabe destacar que tratándose de coposeedores nada impide que éstos interpongan acciones
posesorias contra un tercero que ha perturbado o esté perturbando la posesión, pero la doctrina
mayoritaria y la jurisprudencia han sostenido que no procede la acción posesoria entre
comuneros, por las mismas razones que ha no ha admitido la prescripción entre comuneros
(Véase prescripción entre comuneros).
2) Que se trate de inmuebles o derechos reales constituidos sobre ellos;

Por consiguiente, quedan excluidos los bienes muebles y los derechos reales constituidos
sobre ellos.

Cuando se alude a los inmuebles debe entenderse por tales los inmuebles por naturaleza y
por adherencia, aún cuando la jurisprudencia ha incorporado los inmuebles por destinación.

Queda excluido el derecho real de servidumbre, dado que según el art. 917 sobre las cosas
que no pueden ganarse por prescripción, (como las servidumbres continuas inaparentes y
discontinuas de toda clase) no procede la acción posesoria.

3) Debe interponerse la acción en tiempo oportuno (Art. 920).

VI.- Clasificación

De acuerdo al art. 594 C.P.C. las acciones posesorias pueden clasificarse en:

1) Querella de amparo

2) Querella de restitución

3) Querella de reestablecimiento o despojo violento

4) Acciones o interdictos posesorios especiales.

Estas acciones posesorias especiales son:

a) Denuncia de Obra Nueva

b) Denuncia de Obra Ruinosa

c) Acciones posesorias especiales

1.- Querella de amparo.

Es aquella que tiene por objeto conservar la posesión de bienes raíces y derechos reales
constituidos en ellos cuando se ha tratado de turbar o molestar al poseedor en su posesión, o
en el hecho ha sido turbado o molestado (Arts. 916 y 921 del CC. y 549 nº 1 y 551 del CPC.)

Se entiende por turbación, embarazo o molestia todo acto que de buena o mala fe, sin
despojar de la posesión, la disputa o la cuestiona.

La querella de amparo en la práctica tiene lugar en todos los casos en que un poseedor se
oponga a que se inscriba el título de un bien que él posee, estando facultado además para
solicitar la indemnización de perjuicios pertinente y que se adopten las medidas para evitar que
continúe la perturbación en los términos del art. 921 del CC.

2.- Querella de restitución


Esta querella tiene por objeto obtener la restitución de la posesión de la que se ha sido
injustamente privado, con indemnización de perjuicios. (Arts. 916 en relación con el 926 del CC.
y 549 nº 2 del CPC.)

Por su parte, el art. 927 dispone que la acción de restitución puede dirigirse no sólo contra el
usurpador sino contra toda persona cuyo título derive del usurpador.

3.- Querella de restablecimiento o despojo violento.

Es aquella que tiene por objeto obtener que las cosas vuelvan al estado en que se
encontraban, cuando el poseedor o el mero tenedor han sido víctimas de un despojo violento.

Por consiguiente, no se trata propiamente de una acción posesoria, porque se funda en el


sólo hecho del despojo violento y no en la posesión. Por esta razón, también puede ejercerla el
mero tenedor. Se trata más bien de una acción personal, delictual civil, tendiente a mantener la
paz social (Art. 928)

4.- Acciones posesorias especiales.

Estas acciones se encuentran reguladas en el Título 14 del Libro II del C.C. desde el art.
930 al 950.

La doctrina y jurisprudencia han sostenido que para entablarlas no se necesita tiempo de


posesión en los términos del art. 918, porque este artículo sería especial para la acciones
posesorias de que trata el título 13, y no se aplicaría a estas acciones posesorias ubicadas en el
título 14. Bastaría, por consiguiente, probar solamente la posesión.

Estas acciones posesorias especiales son las siguientes:

a) Denuncia de obra nueva (Art. 930 y 931)

b) Denuncia de obra ruinosa (Art. 932)

c) Interdictos especiales (Art. 941 y ss.)

a) Denuncia de obra nueva.

Es aquella que tiene por objeto impedir toda obra nueva que se trate de construir en el
suelo de que se está en posesión o que embarace el goce de un derecho constituido en él. (Art.
930 inc. 1, 931 inc. 1 del CC. y 549 nº 4 del CPC.).

El art. 931 señala cuáles son las obras denunciables y el art. 930 inciso 2 cuáles obras no
pueden denunciarse.

b) Denuncia de obra ruinosa.

Esta acción tiene por objeto la demolición o reparación de u edificio o de cualquier otra
construcción que amenace ruina o de árboles mal arraigados o expuestos a ser derribados por
hechos de ordinaria ocurrencia (Arts. 933 y 934 del CC. y 549 nº 5 del CPC).
c) Interdictos especiales.

Se encuentran regulados en los artículos 941, 942, 943, 948, 949 del CC. y art. 549 n º 6
del CPC.

Algunos de estos son acciones populares, esto es, pueden entablarse por cualquier
persona. Es el caso del los arts. 948 y 949.

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