"2022 - Año de la memoria en homenaje a trabajadores y trabajadoras esenciales y a fallecidos en contexto de la pandemia COVID-19"

3° Jornada del Programa

de Formación Docente,
Institucional, Situada y en
Servicio “Nuestra Escuela”

Agosto 2022
BIBLIOTECAS

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CONFORMACIÓN CLUBES DE LECTURA

COMO ESTRATEGIA DE PROMOCIÓN DE LA LECTURA

Las investigaciones educativas y estadísticas dejan muy claro que el

aprendizaje de los niños no depende solo de lo que ocurre en el aula, sino
también de lo que ocurre en el hogar, en la calle y en otros ámbitos. El
aprendizaje depende de todas las interacciones. La concepción de lectura
dialógica reúne las teorías y prácticas que orientan la mejora de todas estas
interacciones, las que tiene el alumno con los docentes, sus familiares y
otros agentes de su entorno.
Diversos autores se han referido a la naturaleza dialógica del lenguaje y de
la condición humana (Bakhtin, 1981; Mead, 1990; Vygotsky, 1986) así como
del diálogo como un requisito indispensable para la convivencia entre
personas (Habermas, 1987; Freire, 1997). La perspectiva dialógica en el
aprendizaje se puede definir a través de la interacción social entre
personas mediada por el lenguaje. A través del diálogo las personas
intercambian ideas, aprenden conjuntamente y producen conocimiento,
encontrando y creando nuevos significados que transforman el lenguaje y
el contenido de sus vidas.
La lectura dialógica es el proceso intersubjetivo de leer y comprender un
texto sobre el que las personas profundizan en sus interpretaciones,
reflexionan críticamente sobre el mismo y el contexto, e intensifican su
comprensión lectora a través de la interacción con otros, abriendo así
posibilidades de transformación como lector y como individuo. De esta
forma, la lectura dialógica implica desplazar el centro del acto de
significado de una interacción subjetiva entre persona y texto a nivel
individual, hacia una interacción intersubjetiva entre niños, adolescentes
y/o personas adultas en relación con el texto.

Por un lado, se han estudiado interacciones docente-alumno y

cooperación entre iguales en situaciones de aprendizaje en el aula y, por
otro, interacciones de personas adultas con hijos de edades preescolares
en el hogar, en situaciones de comunicación verbal y de lectura
compartida (Wells, 1981; Snow y Ninio, 1996; Teale y Sulzby, 1986). Sin
embargo, recientemente se está demostrando la necesidad de unir estos
espacios e incluir el estudio de las interacciones en múltiples situaciones
de aprendizaje con «todas las personas del entorno» de los niños,
incluyendo, además de docentes e iguales, a padres, madres, abuelos,
hermanos mayores, exalumnos, vecinos del barrio, monitores y otras

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personas profesionales (Purcell-Gates 1995; Purcell-Gates y otros, 2001). Lo
que un niño pueda llegar a leer, comprender e interpretar con otras
personas del entorno define su zona de desarrollo próximo en el ámbito de
la lectura. La lectura dialógica estudia la lectura desde este punto de vista,
desde la necesidad de coordinar todos los espacios y momentos
intersubjetivos con actividades de lectura y escritura.

En la perspectiva actual de la lectura dialógica recogemos importantes

aportes. El término «dialogicidad» de Bakhtin se deriva del simple acto de
diálogo, del intercambio lingüístico «dar-recibir» entre dos personas
llevado a la lectura de un texto.

Leer implica compartir espacios, construir pensamientos y aumentar los

aprendizajes y motivaciones educativas, y esto no es un proceso individual
sino colectivo (Soler, 2003, p. 47).
Si leer es un proceso dialógico, hacerlo de manera colectiva amplía los
espacios de diálogo. Uno de los ámbitos fundamentales del aprendizaje es
el aula, pero, además, es importante organizar espacios que fomenten las
interacciones para el aprendizaje de la lectoescritura. Una posibilidad son
los grupos interactivos.

Si el aprendizaje depende fundamentalmente de las interacciones, es

necesario potenciar los espacios existentes, que pueden servir para
aumentar las relaciones entre el alumnado y otras personas para el
aprendizaje de la lectura. La lectura dialógica, basada en esta nueva
concepción del aprendizaje, ya amplía la mirada: la lectura dialógica no se
reduce al espacio del aula, sino que abarca más espacios: incluye la
variedad de prácticas de lectura que pueden realizarse en la biblioteca, en
otras actividades extraescolares, en el hogar, en centros culturales y otros
espacios comunitarios (Soler, 2003, p. 49). En toda esta gama de
posibilidades cabe prestar una especial atención al aprovechamiento de
espacios con los que cuentan las instituciones educativas: es el caso de las
bibliotecas, en las cuales, el servicio no debe sólo limitarse a su apertura a
la comunidad, sino también, a la organización de estos espacios de manera
que se acrecienten las interacciones entre los alumnos, para contribuir a
incrementar el aprendizaje.

Los clubes de lectura se proponen como una de las actividades

enmarcadas dentro de los procesos de animación lectora y además como
un espacio de interacción. En estos clubes de lectura, conformados por un

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grupo de personas que leen al mismo tiempo, de forma individual o
colectiva un texto literario, seleccionado de una serie de lecturas
propuestas por ellos mismos o por un coordinador, las prácticas de lectura,
se enmarcan en el paradigma de la lectura dialógica, dando relevancia no
solo a la lectura sino también a la interacción entre lectores.
A través de los Clubes se contribuye a generar procesos institucionales de
cambio planificado para el acercamiento y la promoción de la lectura
literaria.
Algunas características fundamentales de un Club de Lectura son:
a) Las personas que se inscriben a uno de estos grupos lo hacen en
libertad, pudiendo incorporarse o abandonarlo cuando así lo
decidan.
b) En ningún caso se rechaza o discrimina a una persona que desea
participar.
c) La lectura es central, así como el diálogo igualitario y democrático
entre los miembros del grupo.

El proceso de lectura dialógica que se realiza en el club, contribuye a

mejorar la competencia lingüística (lectora y expresiva) y literaria en los
participantes. Cuando se lee atentamente y se argumentan opiniones al
respecto sobre el contenido o la forma de la obra, se está dando un impulso
a la mejora del lenguaje del sujeto (Hall, 2009). En este sentido, también se
ha visto que un club de lectura puede estimular el aprendizaje y la lectura
crítica, contribuyendo a desarrollar hábitos lectores (Womey, 2007; Hall,
2009).
En determinados campos, en concreto en el educativo, se ha comprobado
que un club de lectura es una estrategia muy efectiva para provocar la
innovación y la mejora en materia lectora, al promover una lectura más
democrática y deliberativa logra implicar más a los estudiantes y generar
una mejor comprensión lectora (Pollock, 2010; Burbank, Kauchak y Bates,
2010; Álvarez y Pascual, 2013; Gardiner, Cumming-Potvin y Hesterman,
2013).

El proceso de compartir las lecturas amplía el deseo por leer y compartir y

puede provocar transformaciones en los participantes (Pollock, 2010)
además, puede contribuir a adquirir el comportamiento lector en quienes
no lo tuviesen. En este sentido, puede afirmarse que la metodología propia
de un club de lectura permite el encuentro y la convergencia entre
posicionamientos dispares a través de la interacción respetuosa entre las
personas.

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La Dirección de Servicio Bibliotecario conjuntamente con el Plan Provincial

de Lectura han impulsado la conformación de los Clubes de Lectura en las
Bibliotecas del Subsistema de la provincia en articulación con las distintas
instituciones educativas. En estas jornadas las Bibliotecas elevarán, a
través de las Supervisiones correspondientes o Referente pedagógico a
cargo de bibliotecas, los Proyectos institucionales de los Clubes de
Lecturas y un informe de las actividades llevadas adelante hasta el
momento, teniendo en cuenta los avances y ajustes necesarios, que
surgirán en la jornada luego del análisis colectivo.
El acompañamiento desde la Dirección de Servicio Bibliotecario y Plan
Provincial de Lectura se concreta a través de las visitas a las regionales
educativas, la realización de encuentros de formación específica para
quienes son los responsables de la coordinación de los clubes, y
proporcionando documentos de apoyo y recursos bibliográficos. Se
adjunta al presente documento un link de acceso a un drive donde
encontrarán bibliografía sugerida, los documentos anteriores ya
trabajados y los links de acceso a las distintas propuestas realizadas en el
marco de la conformación y coordinación del trabajo en los Clubes:

https://drive.google.com/drive/folders/1KSWfQ3q6Dxjc-
uYV1Bk0P0zdEkA19hL5?usp=sharing

ACTIVIDADES:
-Participar de la Jornada con el Nivel para el cual brindamos el servicio.
-Leer el Documento específico del Nivel y aportar de qué forma se realizará
el acompañamiento curricular desde distintas estrategias propuestas para
acompañar el desarrollo de las planificaciones de la enseñanza.
-Leer el Documento para Bibliotecas y revisar la forma en que se está
llevando adelante la propuesta del Club de lectura, para luego realizar el
informe solicitado, que será enviado junto al Proyecto Institucional.
Preguntas guías para el análisis:
- ¿La biblioteca ofrece a la comunidad la posibilidad de participar en
un club de lectura? Si no lo hiciere, fundamente por qué.
- ¿De qué forma se organiza la propuesta? ¿Cómo se desarrollan los
encuentros?
- ¿Cómo se seleccionan los textos y cómo se realiza la lectura de los
mismos?

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- ¿Cómo se elaboran los itinerarios y cómo registran los recorridos
lectores?
- Luego de la lectura ¿cómo abordamos el diálogo o conversación
literaria?
- ¿Qué otras estrategias se implementan, dentro del abordaje de
promoción literaria, dentro del Club?
- ¿Qué observaciones importantes podemos hacer en cuanto a los
participantes? (motivación, atención, participación, vocabulario, etc.)

Bibliografía:
- CHAMBERS, A. (2007). El ambiente de la lectura. Fondo de Cultura
Económica.
- YANISELLI, O. (2020). Fundamentos de la Pedagogía de la Lectura para
leer y dar de leer. Fundación Mempo Giardinelli.
- Ministerio de Educación. (2015). La lectura como derecho.