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sino también el análisis y difusión.

Si la labor de
la crítica consiste en la formulación y reformu-
lación del canon, también debe detenerse en los
sucesos extraliterarios que han confundido a al-
gunos lectores. En el presente artículo se analiza
el estigma que se cierne sobre Miguel Gutiérrez
y su producción literaria, se recoge las decla-
raciones de Iván Thays y otros escritores, y se
propone dejar atrás la agresividad que circunda
nuestras letras.

Miguel Gutiérrez: la violencia, el tiempo, los


cambios
Existe un grupo de escritores que se ha dedicado
a silenciar la obra de Miguel Gutiérrez. Le seña-
lan una y otra vez el vínculo que tuvo con causas
nefastas de nuestro pasado político reciente. El
problema está en que han ignorado los cambios
de Gutiérrez y han fomentando así el malenten-
dido.
En nuestra opinión Gutiérrez cometió un error
al elogiar a Abimael Guzmán en su ensayo La
generación del 50: un mundo dividido.1 Sin
embargo, no podemos negar que, con el tiem-
po, Gutiérrez ha optado por revisar su mirada
política y estética, aunque sin abandonar “su
ley social”.2 En el prólogo a la segunda edición
de su ensayo declara que este es, “sin duda, un
libro controversial, de escritura vehemente, al-
gunos de cuyos planteamientos de tipo político
han sido desmentidos de manera implacable por
la realidad”.3 Además, acusa a Guzmán de ha-
ber desarrollado “una política autoritaria, hostil
¿Entre Miguel Gutié- (casi de desprecio) a los intelectuales, línea política
que se resumía en una cita de Engels, sacada por lo
rrez e Iván Thays? demás fuera de contexto, según la cual “los intelec-
tuales conformaban un montón colosal de basura””.4

(Al respecto de ciertos Y añade también:

“Hay, por supuesto, muchas otras críticas


prejuicios en la escena que se deberían hacer, pero yo terminaré
refiriéndome a la caída de Abimael Guz-
literaria peruana) mán, pues era una figura que por el papel
que desempeñó dentro y fuera del Partido
ya no se pertenecía a sí mismo sino a la
causa popular que, creo entender, debe
Por Julio Meza Díaz* estar por encima de jefes y líderes. Sé que
se han dado diversas razones para explicar
En los últimos años la escena literaria y justificar la forma en que cayó el líder
de SL, entre éstas la que más trascendió
peruana pareciera atravesada por nu- al público general sostiene que Guzmán
merosos prejuicios que, luego de caer sobre decidió preservar su vida para evitar la
un autor, han impedido no solo el disfrute de su obra, descomposición o desaparición del Parti-

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do, pero este razonamiento se basa, como En el terreno político, entonces, carece de
dije líneas arriba, en una concepción erra- exactitud imputarle a Miguel Gutiérrez, de forma ve-
da, ya que implica una suerte de consubs- lada o explícita, vínculos con Abimael Guzmán. No
tanciación casi mística entre Guzmán y el se debe olvidar que la realidad siempre es más com-
Partido. Recuerdo que mientras veía por pleja que las etiquetas reduccionistas, las cuales tam-
la televisión las incidencias de la caída bién pueden recaer sobre una producción literaria.
del “Presidente Gonzalo”, acudieron en A mediados de la década del 90 Gutiérrez
tropel a mi mente sucesos, escenas e imá- publicó Celebración de la novela,8 libro que circula
genes sobre el altísimo costo que significó entre el ensayo, la autobiografía, la ficción y el elo-
para el pueblo peruano y los propios com- gio. Gutiérrez reflexiona sobre los clásicos del XIX,
batientes el desarrollo de la guerra. En- el Ulises de Joyce y la obra de Beckett, cuenta sus
tonces recordé la primera visita que hice experiencias durante la escritura de La violencia del
a un familiar en El Frontón. A la entrada tiempo9 y se somete a una auto-entrevista. La pasión
del pabellón de los prisioneros de guerra por la novela es la línea que cohesiona al texto.
había un enorme cartel, en el que se leía En Celebración de la novela Gutiérrez va
esta cita de Mao: “Quien se atreva a ser más allá de los esquemas aplicados en La generación
cortado en mil pedazos podrá desmontar del 50: un mundo dividido. Exhibe desconfianza en
al emperador”, y como lo fui sabiendo, no el realismo socialista, pues concluye que este tipo de
se trataba de una frase retórica o demagó- ficción “no era realismo sino idealismo, en la medida
gica, pues no pocos militantes murieron en que presenta a los sujetos, los acontecimientos y
de esa manera, literalmente, pero ahora el las cosas no como son sino como debieran ser. Se tra-
“Presidente Gonzalo”, según veo por tele- ta, pues, de una estética del “deber ser” y supeditada
visión las incidencias de su apresamiento, a criterios morales y de utilidad revolucionaria de la
ha olvidado la vieja sentencia maoísta”.5 obra artística”.10 A esto Gutiérrez le suma una apuesta
por la novela como ámbito de libertad:
No compartimos la perspectiva a partir de la
cual Miguel Gutiérrez observa la realidad. Pero en una “La novela no sólo es incompatible con
democracia lo peligroso es que todos piensen del mis- el socialismo, sino que surgió como opo-
mo modo. La generación del 50: un mundo dividido sición y resistencia a los valores degra-
fue escrito desde una visión parcial6 (lo que es válido dados del capitalismo. En realidad, la
para cualquier texto) y su autor ha enriquecido con novela (y ahora más que nunca) surgió
el tiempo las herramientas que emplea para su análi- como defensa del yo, del individuo, de
sis, tal como se puede apreciar en las citas anteriores. la autonomía de la persona contra todos
En este sentido subscribimos las palabras del crítico los poderes que quisieron o aún quieren
Javier Ágreda al respecto de las partes más cuestio- someterlo o aniquilarlo. No es lo mismo
nadas del ensayo de Gutiérrez: “Hoy cuesta entender individuo que individualismo. Julián So-
sus fuertes cuestionamientos a Quijano y su entusias- rel, por ejemplo, quiere afirmarse como
mo ante la inteligencia, voluntad y “coherencia” de individuo mediante el amor dentro de una
Guzmán. A pesar de los problemas que estas páginas sociedad regida por leyes que se lo impi-
le han originado, Gutiérrez ha preferido mantenerlas den. Esta lucha por afirmarse le costará la
en esta nueva edición (salvo un par de adjetivos, nos vida”.11
dice en el prólogo), lo que es una muestra de su ho-
nestidad intelectual y respeto a un texto que represen- Y concluye:
ta, más que nada, un testimonio del tipo de debates y
posturas de nuestros intelectuales frente a una de las “Por eso creo, como dije en otra ocasión,
peores crisis vividas en la historia del Perú”.7 cada vez más que la novela debe “conver-
tirse en reducto, en un espacio de resisten-
cia a la crueldad, la locura y la estupidez
* Lima, 1981. Escritor y bachiller de Derecho. Ha humana”, sea cual sea el sistema social
publicado el libro de cuentos Tres giros mortales y en que se manifiesten. Si se es fiel a estos
la novela Solo un punto. Usando un heterónimo ha principios, a este espíritu, la novela puede
publicado también los poemarios Lugares comunes y tener muchas posibilidades de desarrollo,
Matemáticas sentimental. Ganó el premio de poesía tanto con la invención de historias, como
Universidad Cayetano Heredia, 2010.
con las búsquedas de estilos sustentadas “Letrifundio”
en la ligazón con la vida, como también Este neologismo, que resulta de la unión de las pala-
mediante la exploración y descubrimiento bras “letras” y “latifundio”, es empleado en el libro
de territorios de la realidad, de la mente Poesía en rock15 para describir cómo algunos escri-
y de las formas, ya que, específicamente, tores se vinculaban con el ambiente literario de Lima
y esto también ya lo he dicho, en el caso hasta hace pocos años.
de la novela peruana considero que hay Escrito a cuatro manos, por Yrigoyen y Carlos
temas y variedades novelísticas aún insu- Torres Rotondo, Poesía en rock narra la historia de los
ficientemente explorados”.12 grupos poéticos peruanos que aparecieron entre 1966
y 1991. Como una suerte de larga entrevista, se les
Así, como sucede con su enfoque político, no cede la voz a algunos miembros de Estación reunida,
es exacto calificar de maniquea la poética de Gutié- Hora Zero, La sagrada familia y Kloaka. Yrigoyen y
rrez. Hacerlo implica no haber leído su obra con el Torres Rotondo limitan su presencia a los pies de pá-
debido cuidado. Aunque sus preocupaciones sociales gina y escriben los textos de prólogo y colofón. En el
siguen intactas, en el ejercicio de la escritura nove- primero señalan que el encuentro entre Martín Adán y
lística ha tomado el camino de la desideologización, Ginsberg significó una inflexión en la poesía de nues-
optando por la variedad temática y formal, cosa que tro país, la cual dejaría atrás sus referentes españoles
se puede apreciar en sus libros posteriores a La vio- y peruanos de la primera mitad del siglo XX para pro-
lencia del tiempo, como en Babel, el paraíso,13 en el fundizar en la oralidad de los anglosajones. En la nota
que no existen referentes geográficos o en Poderes final hacen un recuento de lo sucedido desde inicios
secretos,14 que linda entre el ensayo y la ficción. de los 90 hasta las postrimerías del 2000. Estas son las
páginas que dan cuenta de aquellos escritores para los

53
cuales, durante más de una década, “el espacio litera- El año 2001, el Fondo de Cultura Económica
rio era su chacra, o mejor aún, su letrifundio”.16 publicó El mundo sin Xóchilt18 de Miguel Gutiérrez.
En sus casi 600 páginas, esta novela narra la historia
“Durante el fujimorato un círculo de es- de amor de los hermanos gemelos Wenceslao y Xó-
critores, vinculados a las multinacionales, chilt. En El Dominical la reseñaron.
con amplios poderes mediáticos y unidos En una columna de no más de 300 palabras,
por cierta visión conservadora de la socie- Víctor Coral, luego de una descripción, señaló: “Un
dad, ejerció un dominio público incontes- detalle. Fastidia la presencia en la novela de algunos
table, opacando a los demás bandos por errores gramaticales concernientes a la coordinación
medio de una de tiempos verbales.
selectiva segre- Los casos más flagran-
gación basada en tes son los que consig-
el más descara- nan los segundos párra-
do amiguismo y fos de las páginas 166 y
en la extracción 184”.19
de clase. La iz- Dos semanas después
quierda maoísta, Miguel Gutiérrez res-
representada por ponde con una carta
los viejos escri- dirigida al director de
tores del grupo El Dominical, Alonso
Narración, re- Cueto: “Amigo Cueto:
gresó con obras En la página 3 de la edi-
mayores pero ción del 14 de octubre
fue incapaz de de El Dominical se pu-
cualquier inter- blica una reseña sobre
nacionalización. Esta situación dio como mi novela El Mundo sin Xóchitl con el título “La des-
resultado que se formara un bando de iz- trucción o el amor””.20 Gutiérrez se refiere al detalle
quierda alternativa, no partidarizada y de indicado por Coral y agrega: “Dado el tono general
discurso más bien progresista, cuyo poder de la nota y por el prestigio de que goza El Comercio,
se basa en sólidas y eficientes conexiones estas temerarias aseveraciones prevalecerán en la me-
al medio académico americano. El inevi- moria del lector cada vez que se aluda a mi novela”.21
table enfrentamiento entre la derecha me- Luego explica las razones por las cuales no existen
diática y la izquierda académica ocurriría los errores que ha acusado Coral, y sostiene: “La per-
a mediados de la presente década a tra- fidia y la fatuidad de que hacen gala ciertos críticos y
vés de diversas escaramuzas en la pren- reseñadores antes que irritarme me divierte, mas si a
sa escrita, en las cuales el macartismo, el esto se suma la perniciosa ignorancia que tanto puede
clasismo y hasta el racismo se hicieron afectar al lector, entonces ya no puedo permanecer in-
presentes, explícita y solapadamente; la diferente. Por eso me he visto obligado a emprender
literatura peruana ofreció de esta manera la desagradable tarea de escribir esta carta”.22
uno de los espectáculos más repugnan- Alonso Cueto guarda silencio y Coral termina
tes que podamos encontrar en sus regis- el intercambio con un descargo: “Tanto el señalar los
tros”.17 errores como el elogiar la novela en su conjunto, fue-
ron hechos con la sinceridad y el respeto que faltan en
Mientras se revisa los ejemplares de la revista su carta al referirse a una supuesta perfidia, fatuidad
Somos y el suplemento El Dominical, ambos del dia- e ignorancia. La crítica habla de problemas de coor-
rio El Comercio, se comprueba que la literatura pe- dinación de tiempos verbales, no de problemas con el
ruana viva parecía estar encarnada en menos de diez número (singular y plural)”.23
narradores y poetas, los cuales, de cuando en cuando, No es inadecuado indicar las erratas de un li-
sometían a sus otros colegas a la invisibilización y, bro. Sin embargo, en lo tocante a la novela de Gutié-
en algunas circunstancias, el agravio implícito. Estos rrez, confluyen tres elementos que tornan el comenta-
escritores se ensañaron principalmente contra Miguel rio de Coral en significativo.
Gutiérrez. 1. En una novela de casi 600 páginas como El
Aquí un ejemplo. mundo sin Xóchilt es comprensible que haya algunas
erratas, porque muchas veces, pese a la voluntad del Vanidad de vanidades
autor, estas se filtran y terminan en la impresión final. Iván Thays es un escritor que ha acumulado, como
Se puede poner como ejemplo el mismo texto que se pocos, una enorme cantidad de declaraciones y artí-
ha citado de Víctor Coral. Es una columna de solo culos que dan seña del derrotero que ha seguido su
300 palabras; sin embargo, cuando trata de resumir la visión de la literatura, su proyecto estético y la estima
novela de Gutiérrez, Coral escribe: “El contrapun0to que guarda hacia su propia obra. Thays forma parte
entre el gran fresco sobre la sociedad piurana de la de los escritores del “letrifundio” y es quien más jui-
época y la historia secreta, en cierto modo esotérica, cios ha emitido sobre Miguel Gutiérrez.
del amor entre dos hermanos púberes, es llevado con En su artículo de fines del 90, La edad de la
pericia y naturalidad inocencia: acerca de
a lo largo de toda la la narrativa peruana
obra”.24 Según la Real última,29 Thays recla-
Academia Española ma para sí ser leído
(RAE), “contrapun- “ateniéndose en pri-
0to” es una palabra que mer término a lo litera-
no existe. Al parecer rio y estético”,30 pues
Víctor Coral quiso es- sostiene:
cribir “contrapunto” y
no “contrapun0to”. “Cuando el ta-
2. Si bien Mar- lento literario
co Aurelio Denegri es disminuye, em-
un crítico que, desde pieza a hablar-
hace décadas, ha veni- se del talento
do realizando comen- filosófico o de
tarios pormenorizados ideas. Cuando
a la corrección de la también éste
gramática y el léxico de los libros de ficción; en El escasea, empieza a hablarse del talento
Dominical no ha habido esta costumbre entre lo re- sociológico: es la escalera de descenso
señadores que publicaban a inicios del 2000. Men- en literatura. Nadie se atrevería a hablar
cionaremos dos ejemplos, ambos escritos por Diego de las ideas o la filosofía que hay detrás
Otero. En la edición del 27 de mayo de 2001 Otero de Stendhal, Flaubert, Tolstoi, Faulkner,
comenta la primera novela de Gustavo Rodríguez, La Joyce, Nabokov, García Márquez, Onetti.
furia de Aquiles.25 Dice sobre ella: “Una prosa lige- En ellos sólo interesa la literatura, el rela-
ra e hipnotizante, que asimila las lecciones de con- to, la historia, los personajes, la latencia
cisión y rusticidad de Carver y compañía, pero que, de la prosa. En cambio, se habla de lo fi-
al mismo tiempo, y quizás paradójicamente, no deja losófico, de la inteligencia, de las grandes
de alimentarse de la efímera voluptuosidad de nues- ideas representadas en las obras de Eco,
tras calles: el chiste instantáneo, el juego de palabras, Kundera, Sartre. Escritores menores, sin
el doble sentido. Un libro recomendable: verdadera duda. Para terminar, cuando ni las ideas
y sencilla diversión”.26 Dejando a un lado el hecho salvan al autor, empieza a hablarse de los
de si se está de acuerdo o no con la apreciación de aspectos sociológicos”.31
Otero, lo que sorprende es que, en ningún momento,
se hace mención a las erratas de la obra de Rodríguez. La de Thays es una postura a favor de lo litera-
Otro caso es el de la novela Shiki Nagaoka: una nariz rio. Es decir, de la literatura como un mundo interior
de ficción,27 de Mario Bellatin. La novela no pasa de independiente de cualquier contexto sociocultural.
100 páginas; sin embargo, en el texto final, que no Empero, en el mismo artículo en el que expone esta
pertenece a Bellatin, sino a Rynosuke Akutagawa, las idea, califica a otros autores bajo criterios extralitera-
erratas son abundantes. Quizás esto no se le pueda rios (por ejemplo, por su potencial mercantil, su per-
responsabilizar a Bellatin, sino más bien a la editorial. tenencia social o su convicción ideológica). Cuando
No obstante, Otero no lo menciona.28 se refiere a la que para muchos fue la mejor novela
3. En El dominical de inicios de la década del peruana de los 90,32 País de Jauja,33 de Edgardo Rive-
2000, Víctor Coral no volvió a hacer un comentario ra Martínez, señala: “la atención puesta a Rivera Mar-
semejante al dedicado a El mundo sin Xóchilt. tínez merece que su obra pruebe su talento en terrenos

55
menos dóciles, como el mercado internacional del li- te el mundo narrativo del propio Miguel Gutiérrez”.39
bro”.34 Cuando menciona a Grecia Cáceres, escribe Al parecer Thays no se ha detenido en el pró-
que en su novela, La espera posible,35 “demuestra un logo a la segunda edición de La generación del 50: un
gran aliento para contar una historia provinciana casi mundo dividido. Como se ha subrayado líneas arriba,
espectral, que ocurre en Huaraz”.36 Y cuando se dedi- en dicho prólogo Gutiérrez no solo critica a Abimael
ca a Miguel Gutiérrez, subraya su postura política: Guzmán, sino también declara que su ensayo es, “sin
duda, un libro controversial, de escritura vehemente,
“También tenemos a Miguel Gutiérrez. algunos de cuyos planteamientos de tipo político han
Después de haber sostenido, con frases sido desmentidos de manera implacable por la reali-
sociologizantes y politiqueras en un des- dad”.40 Es decir, tanto en términos políticos como lite-
afortunado libro de ensayos La genera- rarios, el Miguel Gutiérrez de 1988 es muy diferente
ción del `50: un mundo dividido, que sólo al de 2008. Sin embargo, Thays le pide coherencia:
los escritores que estaban a favor de un
cambio radical y mostraban coherencia “Si es cierto que “el ser determina la con-
entre el “ser” y el “pensar” podían ser ciencia”, como dicta el marxismo, abru-
bien considerados literariamente (e inclu- ma ver hoy a Miguel Gutiérrez, el otrora
so de destacar a Abimael Guzmán como luchador contra el “antiguo orden”, figu-
una inteligencia superior dentro de esa rando en la página de sociales de El Co-
generación, además de paradigma de esa mercio, acariciado por los críticos que él
coherencia buscada), se dedicó a cumplir llamó “carlistas”, alabado en todas las pá-
con su saldo literario.” ginas culturales que él calificó de “mafio-
sas”, y hasta publicado con gran felicidad
Quizás este sea el fragmento más analizable. suya por una editorial transnacional que
Thays quiere ser leído solo de forma literaria y evita él calificó siempre de “enemigas de cla-
las lecturas desde otras ópticas. Sin embargo, para ca- se” e imperialista; abruma en particular
lificar a Gutiérrez y su obra, echa mano de elementos el contenido ideológico o las alabanzas
sociológicos y políticos. Esta fórmula la ha repetido a un grupo de asesinos que se escudaron
a lo largo de los años, al parecer sin percatase de la bajo una supuesta “guerra popular” y que
fractura lógica. hacen de este libro un artefacto literario
En el artículo Un artefacto literario anacróni- anacrónico”.41
co, dedicado a Gutiérrez, con motivo de la segunda
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edición de La generación del 50: un mundo dividido, Que Thays declare “abrumarse” porque Gu-
Thays apunta: “Estos ensayos, que se inscriben en la tiérrez publica en la editorial Alfaguara o porque su
doctrina marxista, están escritos, según propia confe- obra es objeto de diversos estudios académicos, es se-
sión, por alguien que piensa que el mundo está divi- mejante a “abrumarse” porque Mario Vargas Llosa en
dido entre aquellos que defienden un viejo régimen la década del 60 colaboró con el Frente de Liberación
burgués y aquellos que ven en “la lucha popular” (en Nacional de Argelia (FLN), apoyó abiertamente a la
el libro varias veces se alude a Sendero Luminoso y a Revolución Cubana y firmó un manifiesto de respaldo
Abimael Guzmán como paradigmas de esa lucha) la a la lucha armada en el Perú del Movimiento de Iz-
posibilidad de establecer un nuevo orden”.38 Podría quierda Revolucionaria (MIR).
pensarse que Thays emplea una conjugación verbal Para nosotros ninguna de las circunstancias
en presente histórico. Sin embargo no es así y Thays anteriores debería sesgar la lectura y el disfrute de la
juzga de nuevo a Gutiérrez por su pasado político (o obra de Mario Vargas Llosa y Miguel Gutiérrez. De-
lo subraya como una idea fuerza). Se debe recordar finitivamente no compartimos sus opiniones (pasadas
que este artículo fue publicado el 2008; es decir, doce o actuales) sobre diversos temas, pero esto no nos em-
años después de que Gutiérrez sacara a la luz Cele- puja a relegarlos en términos literarios.
bración de la novela, libro en el cual, como ya se ha Ahora bien, es un hecho singular pedir co-
descrito, el mismo Gutiérrez amplía su visión de la herencia cuando uno mismo no puede demostrarla.
literatura, desideologizándola. Thays lo pasa por alto Thays transcurrió las décadas del 90 y 2000 reafir-
y menciona sobre la obra de Gutiérrez: “No todas las mando una postura literaria únicamente estética, la
novelas son parte de un “mundo dividido” entre bue- cual estaba basada en lo que, a su criterio, era la “au-
nos y malos, o habría que decir específicamente entre tenticidad” del individuo:
el Bien y el Mal, como está dividido eclesiásticamen-
“La literatura de cualquiera no es sino el contra la corrupción, la inmoralidad?
producto individual, personal e intransfe- Porque cada uno tiene su opción. No es
rible de ese autor. Más allá de compartir que yo haya dicho “déjenselos a otros”.
rasgos de edad, país, sexo, religión, cul- Me parece bien que ellos lo hagan y tam-
tura, etc. con otros autores, lo importante bién me parece bien si no lo hicieron.
es qué hay en ese individuo de interesan- Para mí la palabra clave es individuo. El
te. La literatura peruana es una suma de individuo decide con su conciencia qué
individualidades que si es importante es es lo que tiene que hacer. Y yo decidí no
sólo porque algunos autores lo son… Di- participar”.45
cho de otro modo, la literatura auténtica
no es apátrida ni cosmopolita sino indi- Solo un año antes, para el mismo medio,
vidual, un mapamundi reconstruido por Thays había explicado su formación académica:
nuestros gustos, nuestras ideas, nuestras
afinidades, nuestras almas gemelas, nues- “Yo no soy un intelectual. No investigo ni
tros maestros que son como un sello de estudio antes de escribir. Se me paran los
agua, un archivo de huellas digitales, algo pelos ante este asunto. Un escritor debe
personal que nos hace siempre diferentes tener una gran dosis de sabiduría para ha-
a los demás, diferencia que es la única ra- llar en la metáfora una verdad y, de paso,
zón por la cual vale la pena escribir”.42 contar con una gran cuota de ignorancia.
Por eso, jamás me verán diciendo frases
Es curiosa la creencia de Thays, sobre todo como las que pronuncia mi admirado Var-
porque deja de lado la esencia dialógica de la litera- gas Llosa”.46
tura y, como señalara el filósofo Charles Taylor, de la
vida misma. “Nos convertimos en agentes humanos Estas declaraciones han cumplido más de una
plenos, capaces de comprendernos a nosotros mismos década, y Thays ahora, en los últimos meses, se ha
y por ello de definir una identidad, por medio de nues- tornado en un escritor que, si bien no tiene una filia-
tra adquisición de ricos lenguajes de expresión huma- ción política partidaria, ha empezado a preocuparse
na”,43 dice Taylor. “Se espera que desarrollemos en por cuestiones sociales. En su blog del diario El País,
una medida considerable nuestra propias opiniones, de España, ha criticado uno de las tantos textos eco-
puntos de vista y actitudes hacia las cosas mediante la nomicistas del abogado Alfredo Bullard, quien es la
reflexión solitaria. Pero no es así como funcionan las cabeza visible del Análisis Económico del Derecho
cosas en el caso de las cuestiones importantes, como en nuestro país;47 ha defendido a César Vallejo del
la definición de nuestra identidad. Ésta queda definida ataque acometido por un neoliberal como Diego de
siempre en diálogo y a veces en lucha, con las identi- la Torre y ha cargado contra del pragmatismo de la
dades que nuestros otros significativos quieren reco- Marca Perú;48 y, según sus propias palabras, ha sido
nocer en nosotros”.44 capaz de poner “patas arriba el discurso hegemónico
Thays complementó su idea de “autenticidad” en torno a la cocina”,49 entre otros temas.
distanciándose de todo aquellos que fuera un acto co- Thays ha explicitado su cambio en una entre-
lectivo o implicara una reflexión social. Así, en una vista reciente para el diario Perú 21.
entrevista del año 2001, para la Revista Domingo del
diario La República, ante la pregunta sobre cómo vio “Cuando escribí La disciplina de la vani-
las movilizaciones de los jóvenes contra Fujimori y dad tenía 30 años y me encantaba la me-
Montesinos, Thays responde: Estuvieron bien. taliteratura, estaba obsesionado con los
temas sobre escritores, pero luego la vida
“No eran tu opción. me mostró que lo metaliterario no era lo
No. Ni hablar ni escribir artículos sobre que yo había venido a escribir a este mun-
eso. do. Estuvo bien cuando era joven, pero
¿Por qué? luego tuve ganas de escribir algo que por-
Porque como ciudadano no tengo mucho tara un mensaje o que dijera algo sobre
que decir. Mi opción es votar y expresar las cosas que pasan, pero no con un com-
así lo que pienso. Y enojarme con lo que promiso ideológico”.50
pasa, no sé.
¿Pero por qué dejarles a otros la pelea No cabe la menor duda de que otras son en la

57
actualidad las preocupaciones de Iván Thays, a quien un día, con la mejor disposición y buena
no se le debe juzgar por su cambio de perspectiva (ni voluntad del mundo, por cierto, que apro-
por los contenidos de sus últimos textos). Reclamarle vechara que aún era joven, que olvidara
coherencia sería tan inapropiado como reclamarle a que ese libro existía y que “cambiara de
Miguel Gutiérrez, por ejemplo, el hecho de haber sido estética”.55
publicado por el Congreso del Perú o en la editorial
Punto de Lectura. Y este reclamo sería doblemente in- El grupo literario Narración tuvo entre sus integran-
apropiado si analizamos nuestro contexto. En el Perú tes más significativos a los escritores Oswaldo Rey-
son poquísimas las verdaderas editoriales, publicar noso y, coincidentemente, Miguel Gutiérrez.
mediante una “editorial independiente” es costoso51 y
el libro digital aún no goza de popularidad; de modo A modo de conclusión
que Miguel Gutiérrez tomaría una decisión desafortu- Los sucesos enumerados no deben fijar nuestra re-
nada si dejara pasar oportunidades tan escasas. flexión en un único individuo, sino dilatarla hasta
La atención de Thays hacia Gutiérrez, sin em- abarcar la integridad del contexto. El proceder de
bargo, tiene al parecer otros matices. En la entrevista Iván Thays con Gutiérrez ha sido el de cada uno de
para el diario Perú 21 Thays declara: “Yo soy total- los miembros del “letrifundio”, quienes, dejando a un
mente honesto, si Un lugar llamado Oreja de Perro lado lo meramente literario, han agredido a diversos
no hubiera sido escrito por mí sino por Miguel Gu- autores ajenos a su círculo. Varias son las causas de
tiérrez, ahorita la gente estaría diciendo que esa es la este hecho. Entre otras, la que sigue: durante las déca-
gran novela del siglo XX”.52 No se explica el porqué das del 70 y 80, el grupo Narración también juzgaba
de la alusión a Gutiérrez, pues el periodista en nin- con modos semejantes a los que hemos detallado en
gún momento se refiere a él. Empero, Thays lo vuel- este artículo. En cierta medida, el accionar del “letri-
ve a mencionar: “Yo no soy un escritor vitalista, que fundio” ha sido una revancha contra lo realizado por
escribe sobre microbuseros. Mis mujeres son seres Narración, y los de estos por lo que hicieron sus pre-
imposibles, hay un lirismo en sus vidas que no puede decesores, y así podríamos recorrer buena parte del
haber en las novelas de un escritor como Miguel Gu- devenir de la literatura peruana.
tiérrez”.53 Y continúa: “Lo que creo es que el escritor De otro lado, los dislates no son propiedad ex-
no puede hacer marketing de sí mismo, o sea, eso me clusiva de unos cuantos. Cualquier prosista o poeta
parece desagradable, incómodo, que un escritor se puede resbalar en ellos. En una entrevista para el su-
marquetee a sí mismo y hable de sí mismo”. plemento Variedades del diario El peruano Ricardo
¿A qué se debe esta actitud? Al parecer Thays Sumalavia declara que ha leído a “muchos autores de
le reclama a Gutiérrez bienes simbólicos. Cree que otros países de América Latina antes que las noveda-
Gutiérrez está ocupando su lugar, que le ha quitado des peruanas”.56 Sin embargo, luego no solo compara
el entusiasmo de los críticos y la atención de las edi- nuestra literatura última con la de otros espacios (“la
toriales peruanas. Quizás para Thays lo mejor no se- prosa y también la historia, claro, de un joven mexica-
ría que Gutiérrez muriera, sino que desapareciera del no o argentino, por lo general, son más osadas que la
todo, como si él y su obra nunca hubieran existido. de un peruano),57 sino incluso la juzga (“en conjunto
Otra explicación para esta actitud, que puede veo poco interés por explorar las posibilidades de la
complementarse con la anterior, quizás se encuentra lengua y cómo éstas podrían aportar mucho más a sus
en el prólogo a la segunda edición del libro de relatos universos narrativos”).58 ¿Cómo se puede realizar la
de Thays, Las fotografías de Frances Farmer.54 comparación y la crítica de algo que no se conoce?
Ricardo Sumalavia tendría que explicarnos su méto-
“Cuando en 1992 salió publicado el libro do de análisis.
en la editorial Pedernal, muchos vieron Más atendibles son las palabras de Elton Ho-
en él sólo unos relatos de “lenguaje”, sin nores o Mario Bellatin. Honores pide una apertura del
argumento, unidos a experiencias tan es- mundo académico peruano, porque “si bien es impor-
trambóticas para mí, y pasadas de moda tante y significativo que se mantengan los estudios
en el mundo intelectual, como las del Tel- sobre la narrativa andina… sería necesario ampliar el
Qel o las del nouveau roman de Natha- espectro de ficciones, registros y representaciones e
lie Sarraute… Para muchas personas, yo imaginarios sobre nuestra realidad. En ese espectro
“escribía” bien, aunque no tenía la menor caben tanto las ficciones andinas como las fantásticas,
idea de lo que era un cuento, y hasta al- el género policial, la ciencia ficción, o incluso, el ho-
gún miembro de Narración me aconsejó rror”.59 Bellatin, a su vez, declara: “esperaba que, con
la llegada de una nueva generación, las cosas cam-
biaran. Pero no. Se mantienen los mismos contenidos
literarios y lo que hay alrededor de la literatura: la for-
ma de hacer los libros y los odios espantosos gracias a
blogs con un increíble grado de violencia”.60
En Honores y Bellatin podemos encontrar,
desde la crítica y la creación, el modo adecuado de
problematizar y superar lo trazado por el canon ofi-
cial. No confunden sus pasiones personales con el
aprecio estético hacia lo producido por los otros. Pos-
tulan sus opciones literarias sin confundir el diálogo
con la agresión. Mientras no aprendamos de sus ejem-
plos, seguiremos creyendo que la literatura peruana
es tal como la describió Iván Thays a fines de los 90;

.
es decir, una literatura “más dada a la envidia, los ren-
cores y las mezquindades cuando no al mandarinazgo
o a la dictadura ética, social o política de algunos au-
tores”.61

Notas:

1. GUTIÉRREZ, Miguel. La generación del 50:


un mundo dividido. Lima: Arteida, 2008, 335 p. Prime-
ra edición: 1988.
2. Revista Domingo del Diario La República,
Lima, enero, 2000, Nº 85, pp. 29 y 30.
3. GUTIÉRREZ, Miguel. Op. Cit. p. 24.
4. Ibídem. p. 21.
5. Ibídem. pp. 22 y 23.
6. Ver la entrevista realizada por Lucho
Zúñiga a Gutiérrez: http://www.youtube.com/
watch?v=BdL5o4SA-xE
7. En: http://agreda.blogspot.com/2008/07/la-ge-
neracin-del-50-un-mundo-dividido.html
8. GUTIÉRREZ, Miguel. Celebración de la nove-
la. Lima: Peisa, 1996. 258 p.
9. GUTIÉRREZ, Miguel. La violencia del tiempo.
Lima: Punto de lectura, 2010, 1044 p. Primera edición:
1991.
10. Op. Cit. p. 14.
11. Ibídem. p. 231.
12. Ibídem. p. 232.
13. GUTIÉRREZ, Miguel. Lima: Jaime Campodó-
nico, 1995, 93 p.
14. GUTIÉRREZ, Miguel. Lima: Colmillo Blanco,
1993, 224 p.
15. YRIGOYEN, José Carlos y TORRES ROTON-
DO, Carlos. Poesía en rock. Una historia oral. Perú
1966-1991. Lima: Ediciones Altazor, 2010, 326 p.
16. Ibídem. p. 250.
17. Ibídem, pp. 248 y 249.

59
18. GUTIÉRREZ, Miguel. El mundo sin Xóchilt. 26.
Lima: Fondo de cultura económica, 2001, 585 p. 47. Ver: http://blogs.elpais.com/vano-ofi-
19. CORAL, Víctor. La destrucción o el amor. En: cio/2012/04/en-anti-capitalista.html
El Dominical de El comercio, 14 de Octubre, 2001, p. 48. Ver: http://blogs.elpais.com/vano-ofi-
3. cio/2012/03/vallejo-cumple-120.html
20. GUTIÉRREZ, Miguel. Carta de Miguel Gutié- 49. Ver: http://blogs.elpais.com/vano-ofi-
rrez. En: El Dominical de El comercio, 28 de Octubre, cio/2012/02/apostillas-a-un-post-.html
2001. p. 3 50. CABRERA JUNCO, Jaime. Iván Thays: “No
21. Ibídem. soy un escritor vitalista que escribe sobre microbuse-
22. Ibídem. ros”. En: http://blogs.peru21.pe/leeporgusto/2012/01/
23. Ibídem. ivan-thays-no-soy-un-escritor.html
24. CORAL, Víctor. Op. Cit. 51. Ver nuestro texto: ¿Entre acostarme con Bayly
25. RODRÍGUEZ, Gustavo. La furia de Aquiles. o matar a mi vieja? En: http://quizaestoyequivocado.
Lima: Alfaguara, 2001. 335 p. blogspot.com/2011/08/por-julio-meza-diaz-no-se-si-
26. OTERO, Diego. Retrato de un don nadie ado- lo-que.html
lescente. En: El Dominical de El comercio, 27 de mayo, 52. Op. Cit.
2001, p. 3. 53. Ibídem.
27. BELLATIN, Mario. Shiki Nagaoka: una nariz 54. THAYS, Iván. Las fotografías de Frances Far-
de ficción. Lima: Fondo Editorial PUCP, 2002, 92 p. mer. Lima: Adobe editores, 2000, 127 p. En el mismo
28. OTERO, Diego. Documento de irrealidad. En: libro se indica que el prólogo fue escrito en marzo de
El Dominical de El comercio, 24 de noviembre, 2002, 1997 y para la segunda edición.
p. 7. 55. Ibídem. pp. 16 y 17.
29. THAYS, Iván. La edad de la inocencia: acer- 56. DONAYRE, José. “Mi lengua literaria es el es-
ca de la narrativa peruana última. En: Vórtice. Lima, pañol”. Ricardo Sumalavia en la dimensión de la me-
1999, Nº 5, pp. 43-54. moria y la recreación. En: Revista Variedades del diario
30. Ibídem. p. 50. oficial El Peruano, 23 de abril de 2012, p. 6.
31. Ibídem. p. 51. 57. Ibídem.
32. Los diez libros de narrativa peruana de la dé- 58. Ibídem.
cada 1990-99. En: Debate. Lima. Vol. XXI. N° 105. 59. HONORES, Elton. Ortodoxos y heterodoxos:
Marzo-Abril 1999. hacia un panorama de la narrativa fantástica peruana
33. RIVERA MARTÍNEZ, Edgardo. Lima: La voz, contemporánea (1980-2010) desde el sistema literario.
1993, 515 p. En: Lo fantástico en Hispanoamérica. Elton Honores
34. Op. Cit. p.46. (Coordinador). Lima: Cuerpo de la metáfora editores,
35. CÁCERES, Grecia. Lima: El santo oficio, 1998, 2011, pp. 28 y 29.
210 p. 60. PLANAS, Enrique. Las advertencias del poeta
36. THAYS, Iván. Op. Cit. p. 50. ciego. Entrevista a Mario Bellatin. En: Luces de El co-
37. THAYS, Iván. Un artefacto literario anacróni- mercio, 22 de junio de 2012.
co. En: El Dominical de El Comercio, 3 de agosto de 61. THAYS, Iván. La edad de la inocencia: acer-
2008, pp. 4 y 5. ca de la narrativa peruana última. En: Vórtice. Lima,
38. Ibídem. p. 4. 1999, Nº 5, p. 43.
39. Ibídem. p. 5.
40. GUTIÉRREZ, Miguel. La generación del 50: Fuentes de las imágenes:
un mundo dividido. Lima: Arteida, 2008, p. 24. 1. http://letras.s5.com/gro1904101.jpg
41. Op. Cit. p. 5. 2. http://lavidaenmarte.lamula.pe/wp-content/
42. THAYS, Iván. La edad de la inocencia: acer- blogs.dir/784/files/2010/11/39569_170941109588741
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46. GONZÁLEZ, Rosa. Secretos de autor. En: Re- guel-gutierrez-en-todas-mis-novelas.html
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