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Su
principal composición son moléculas no unidas, expandidas y con poca fuerza de atracción, haciendo que
no tengan volumen y forma definida, provocando que este se expanda para ocupar todo el volumen del
recipiente que la contiene, con respecto a los gases las fuerzas gravitatorias y de atracción entre particulas
resultan insignificantes. Es considerado en algunos diccionarios como sinónimo de vapor, aunque no hay
que confundir sus conceptos, ya que el termino de vapor se refiere estrictamente para aquel gas que se
puede condensar por presurización a temperatura constante. Los gases se expanden libremente hasta
llenar el recipiente que los contiene, y su densidad es mucho menor que la de los líquidos y sólidos.
Dependiendo de sus contenidos de energía o de las fuerzas que actúan, la materia puede estar en un
estado o en otro diferente: se ha hablado durente la historia, de un gas ideal o de un sólido cristalino
perfecto, pero ambos son modelos límites ideales y, por tanto, no tienen existencia real.
En los gases reales no existe un desorden total y absoluto, aunque sí un desorden más o menos grande. En
un gas, las moléculas están en estado de caos y muestran poca respuesta a la gravedad. Se mueven tan
rápidamente que se liberan unas de otras. Ocupan entonces un volumen mucho mayor que en los otros
estados porque dejan espacios libres intermedios y están enormemente separadas unas de otras. Por eso es
tan fácil comprimir un gas, lo que significa, en este caso, disminuir la distancia entre moléculas. El gas
carece de forma y de volumen, porque se comprende que donde tenga espacio libre allí irán sus moléculas
errantes y el gas se expandirá hasta llenar por completo cualquier recipiente.
Las moléculas de un gas se encuentran prácticamente libres, de modo que son capaces de
distribuirse por todo el espacio en el cual son contenidos. Las fuerzas gravitatorias y de atracción
entre las moléculas son despreciables, en comparación con la velocidad a que se mueven las
moléculas.
Los gases ocupan completamente el volumen del recipiente que los contiene.
Los gases no tienen forma definida, adoptando la de los recipientes que las contiene.
Pueden comprimirse fácilmente, debido a que existen enormes espacios vacíos entre unas
moléculas y otras.
El estado de vapor es el estado en el que se encuentra un gas (estado de la materia en el que las moléculas
que la forman no reaccionan entre sí formando enlaces moleculares, sino que tienden a repelerse
mutuamente, adoptando la forma y el volumen del recipiente que las contiene y tendiendo a separarse,
esto es, expandirse, todo lo posible) cuando se encuentra por debajo de su temperatura crítica. En la
gráfica, el vapor es la llamada fase gaseosa, encerrada, por la línea vertical que representa la Temperatura
crítica y las curvas azul (curva de vaporización) y roja curva de sublimación, que representan los modos
en que una materia líquida o sólida se convierte en vapor. El vapor sobrecalentado es el gas que se
encuentra por encima de su temperatura crítica pero por debajo de su presión crítica.
No hay que confundirlo con el concepto de gas, aunque se suela utilizar ambos indistintamente. El
término vapor se refiere estrictamente a aquel gas que se puede condensar por presurización a
temperatura constante o por enfriamiento a presión constante.
Normalmente la palabra vapor suele referirse al vapor de agua, gas que se produce por ebullición cuando
el agua se calienta a 100 °C y una atmósfera de presión, o fuera de esa temperatura de cambio de estado,
cuando el agua se encuentra, a cualquier temperatura por debajo de la crítica, a una presión por debajo de
su presión de vapor a esa temperatura (ese es el fenómeno de la evaporación).
El modelo de gas ideal tiende a fallar a temperaturas menores o a presiones elevadas, cuando las
fuerzas intermoleculares y el tamaño intermolecular es importante. También por lo general, el
modelo de gas ideal no es apropiado para la mayoría de los gases pesados, tales como vapor de
agua o muchos fluidos refrigerantes.1 A ciertas temperaturas bajas y a alta presión, los gases
reales sufren una transición de fase, tales como a un líquido o a un sólido. El modelo de un gas
ideal, sin embargo, no describe o permite las transiciones de fase. Estos fenómenos deben ser
modelados por ecuaciones de estado más complejas.
El modelo de gas ideal ha sido investigado tanto en el ámbito de la dinámica newtoniana (como
por ejemplo en "teoría cinética") y en mecánica cuántica (como en el "gas in a box"). El modelo
de gas ideal también ha sido utilizado para modelar el comportamiento de electrones dentro de
un metal (en el Modelo de Drude y en el modelo de electrón libre), y es uno de los modelos más
importantes utilizados en la mecánica estadística.
El gas ideal clásico puede ser clasificado en dos tipos: el gas ideal termodinámico clásico y el
gas ideal cuántico de Boltzmann. Ambos son esencialmente el mismo, excepto que el gas ideal
termodinámico está basado en la mecánica estadística clásica, y ciertos parámetros
termodinámicos tales como la entropía son especificados a menos de una constante aditiva. El
gas ideal cuántico de Boltzmann salva esta limitación al tomar el límite del gas cuántico de Bose
gas y el gas cuántico de Fermi gas a altas temperaturas para especificar las constantes aditivas. El
comportamiento de un gas cuántico de Boltzmann es el mismo que el de un gas ideal clásico
excepto en cuanto a la especificación de estas constantes. Los resultados del gas cuántico de
Boltzmann son utilizados en varios casos incluidos la ecuación de Sackur-Tetrode de la entropía
de un gas ideal y la ecuación de ionización de Saha para un plasma ionizado debil.
La ecuación de estado de un gas ideal clásico que es la ley de los gases ideales
y la energía interna a volumen constante de un gas ideal que queda determinada por la expresión:
donde
P es la presión
V es el volumen
n es la cantidad de sustancia de un gas (en moles)
R es la constante de los gases (8.314 J·K−1mol-1)
T es la temperatura absoluta
U is the energía interna
La distribución de probabilidad de las partículas por velocidad o energía queda determinada por
la distribución de Boltzmann.
Calor específico
El calor específico a volumen constante de nR = 1 J·K−1 de todo gas, inclusive el gas ideal es:
Este es un calor específico adimensional a volumen constante, el cual por lo general depende de
la temperatura. Para temperaturas moderadas, la constante para un gas monoatómico es
mientras que para un gas diatómico es . Las mediciones macroscópicas
del calor específico permiten obtener información sobre la estructura microscópicade las
moléculas.
La ley de los gases ideales es la ecuación de estado del gas ideal, un gas hipotético formado por
partículas puntuales, sin atracción ni repulsión entre ellas y cuyos choques son perfectamente
elásticos (conservación de momento y energía cinética). Los gases reales que más se aproximan
al comportamiento del gas ideal son los gases monoatómicos en condiciones de baja presión y
alta temperatura.
La ecuación de estado
La ecuación que describe normalmente la relación entre la presión, el volumen, la temperatura y
la cantidad (en moles) de un gas ideal es:
Donde:
= Presión absoluta
= Volumen
= Moles de Gas
= Constante universal de los gases ideales
= Temperatura absoluta
Esta teoría fue desarrollada por Ludwig Boltzmann y Maxwell. Nos indica las propiedades de un
gas ideal a nivel molecular.
Todo gas ideal está formado por N pequeñas partículas puntuales (átomos o moléculas).
Las moléculas gaseosas se mueven a altas velocidades, en forma recta y desordenada.
Un gas ideal ejerce una presión continua sobre las paredes del recipiente que lo contiene,
debido a los choques de las partículas con las paredes de este.
Los choques moleculares son perfectamente elásticos. No hay pérdida de energía
cinética.
No se tienen en cuenta las interacciones de atracción y repulsión molecular.
La energía cinética media de la translación de una molécula es directamente proporcional
a la temperatura absoluta del gas.
La Presión de un gas sobre las paredes del recipiente que lo contiene, el Volumen que ocupa, la
Temperatura a la que se encuentra y la cantidad de sustancia que contiene (número de moles)
están relacionadas. A partir de las leyes de Boyle-Mariotte, Charles- Gay Lussac y Avogadro se
puede determinar la ecuación que relaciona estas variables conocida como Ecuación de Estado
de los Gases Ideales: PV=nRT. El valor de R (constante de los gases ideales) puede
determinarse experimentalmente y tiene un valor de 0,082 (atm.L/K.mol ).No se puede modificar
una de estas variables sin que cambien las otras.
EXPERIENCIA
Ley de Boyle-Mariotte
“A temperatura constante, los volúmenes de una masa gaseosa son inversamente proporcionales
a las presiones que soporta”
[2.17]
o bien
Ley de Avogadro
“Volúmenes iguales de distintas sustancias gaseosas, medidos en las mismas condiciones de
presión y temperatura, contienen el mismo número de partículas"
La cantidad de material se describe en función del número de moles. Esta unidad de materia se
corresponde a un número de partículas dado por la constante de Avogadro
V ∝ n [2.20]
De acuerdo con la Ley de Avogadro, el volumen ocupado por un mol de cualquier gas es el
mismo a una temperatura y presión fijas. Cuando T = 0°C y P = 1 atm, este volumen es de 22.4
L. Las condiciones antes mencionadas, T = 0°C y P = 1 atm, se denominan condiciones estándar,
y se representa como PTE (presión y temperatura estándar).
El volumen de 1 mol de gas se representa como el volumen molar (Vm). Por lo tanto, la Ley de
Avogadro se representa por la siguiente igualdad:
Si denominamos n al número de moles de un cierto gas, entonces el volumen ocupado por esta
cantidad será:
V = n.Vm [2.22]
Al igual que con las otras leyes, la Ley de Avogadro sólo se cumple para un gas poco denso.
Conclusión
Las observaciones anteriores generalizan un comportamiento para los gases poco densos. Estos
gases poco densos y que cumplen con las leyes de Boyle, Charles y Avogadro se denominan
gases perfectos.
PV ∝ nT [2.23]
Para poner esta expresión como una igualdad, es necesario definir una constante de
proporcionalidad, que llamaremos constante molar del gas perfecto o, como se la conoce
usualmente, constante de los gases, simbolizada por R. El valor de R es independiente de la
naturaleza del gas, y vale 0.082 L atm mol-1 K-1.
Con esta definición, llegamos a una ecuación que describe el comportamiento del gas perfecto:
PV = nRT [2.24]
Los gases reales no se expanden infinitamente, sino que llegaría un momento en el que no ocuparían más
volumen. Esto se debe a que entre sus partículas, ya sean átomos como en los gases nobles o moléculas
como en el (O2) y la mayoría de los gases, se establecen unas fuerzas bastante pequeñas, debido a los
cambios aleatorios de sus cargas electrostáticas, a las que se llama fuerzas de Van der Waals.
El comportamiento de un gas suele concordar más con el comportamiento ideal cuanto más sencilla sea
su fórmula química y cuanto menor sea su reactividad ( tendencia a formar enlaces). Así, por ejemplo, los
gases nobles al ser moléculas monoatómicas y tener muy baja reactividad, sobre todo el helio, tendrán un
comportamiento bastante cercano al ideal. Les seguirán los gases diatómicos, en particular el más liviano
hidrógeno. Menos ideales serán los triatómicos, como el dióxido de carbono; el caso del vapor de agua
aún es peor, ya que la molécula al ser polar tiende a establecer puentes de hidrógeno, lo que aún reduce
más la idealidad. Dentro de los gases orgánicos, el que tendrá un comportamiento más ideal será el
metano perdiendo idealidad a medida que se engrosa la cadena de carbono. Así, el butano es de esperar
que tenga un comportamiento ya bastante alejado de la idealidad. Esto es porque cuanto más grande es la
partícula constituyente del gas, mayor es la probabilidad de colisión e interacción entre ellas, factor que
hace disminuir la idealidad. Algunos de estos gases se pueden aproximar bastante bien mediante las
ecuaciones ideales, mientras que en otros casos hará falta recurrir a ecuaciones reales muchas veces
deducidas empíricamente a partir del ajuste de parámetros.
También se pierde la idealidad en condiciones extremas, como altas presiones o bajas temperaturas. Por
otra parte, la concordancia con la idealidad puede aumentar si trabajamos a bajas presiones o altas
temperaturas. También por su estabilidad química.
Un gas puede ser considerado como real, a elevadas presiones y bajas temperaturas, es decir, con valores
de densidad bastante grandes. Bajo la teoría cinética de los gases, el comportamiento de un gas ideal se
debe básicamente a dos hipótesis:
Se considera a un gas encerrado en un cilindro con un embolo móvil. Si el gas se considera ideal, se
mantiene la temperatura constante, obteniendo en el plano de Clapeyron líneas isotermas, es decir, líneas
hiperbólicas que siguen la ecuación:
p.V= cte.
Si en cambio, consideramos a un gas como real, veremos que solamente con la temperatura bastante alta
y la presión bastante baja, las isotermas se acercan a las hipérbolas, siguiendo la ecuación de estado de los
gases perfectos.
Siguiendo una observación experimental, vemos una importante diferencia entre el comportamiento de
los gases reales e ideales. La distinción primordial es el hecho de que a un gas real no se le puede
comprimir indefinidamente, no siguiendo así la hipótesis del gas ideal. Las moléculas ocupan un
volumen, pero los gases reales son, a bajas presiones más comprimibles que un gas ideal en las mismas
circunstancias, en cambio, son menos comprimibles cuando tienen valores de presión más elevadas. Este
comportamiento depende mucho de la temperatura y del tipo de gas que sea.
El comportamiento de estos gases, puede ser explicado debido a la presencia de fuerzas intermoleculares,
que cuando tienen valores de temperatura pequeños, son fuertemente repulsivas, y en cambio, a
temperaturas altas, son débilmente atrayentes.
La ley física de los gases reales, también conocida como ley de Van der Waals, describe el
comportamiento de los gases reales, tratándose de una extensión de la ley de los gases ideales, mejorando
la descripción del estado gaseoso para presiones altas y próximas al punto de ebullición.
La ley de los gases reales, toma el nombre del físico holandés Van der Waals, el cual propone su trabajo
de los gases en 1873, ganando un premio Nobel en 1910 por la formulación de ésta ley.
La ley de Van der Waals es una ecuación de estado a partir de la ley de los gases ideales :
p.V = n.R.T
El físico holandés, introduce dos valores, asignándoles las letras a y b, conocidas como constantes de
Van der Waals, que depende de la sustancia que se esté estudiando en cada caso.
Los valores de las costantes de Van der Waals para los gases mñas comunes, están recogidos en tablas.
Si comparamos la ley de Van der Waals con la ley de los gases ideales, cuando la presión de un gas no es
demasiado alta, el modelo de Van der Waals puede decirse que su modelo y el de los gases ideales no
difieren mucho.
La ley de Van der Waals también permite entender bien los procesos de condensación de los gases,
existiendo para casa gas una temperatura, Tc, conocida como temperatura critica, la cual representa la
frontera del paso a la condensación:
El vapor saturado tiene varias propiedades que lo hacen una gran fuente de calor, particularmente
a temperaturas de 100 °C (212°F) y mas elevadas. Algunas de estas son:
Propiedad Ventaja
Vapor Sobrecalentado
El vapor sobrecalentado se crea por el sobrecalentamiento del vapor saturado o húmedo para alcanzar un
punto mayor al de saturación. Esto quiere decir que es un vapor que contiene mayor temperatura y menor
densidad que el vapor saturado en una misma presión. El vapor sobrecalentado es usado principalmente
para el movimiento-impulso de aplicaciones como lo son las turbinas, y normalmente no es usado para las
aplicaciones de transferencia de calor.
Agua Supercrítica
El agua supercrítica es agua en estado que excede su punto critico: 22.1MPa, 374 °C (3208 psia, 705°F).
En el punto critico, el calor latente del vapor es cero, y su volumen especifico es exactamente igual ya sea
que se considere como gas o liquido. En otras palabras, el agua que se encuentra a una presión y
temperatura mayor que la de su punto critico es un estado indistinguible en el cual no es liquido o gas.
El agua supercritica es utilizada para impulsar turbinas en plantas de energia que demandan mayor
eficiencia. Investigaciones sobre agua supercritica se realizan con un enfasis hacia su uso como fluido que
tiene propiedades tanto de liquido y gas, y en particular que es adecuado para su uso como solvente para
reacciones quimicas.
Los gases industriales en la industria petroquímica y química
Aplicación de gases
Entre las aplicaciones de gases más comúnmente utilizadas en la industria química, podemos destacar las
siguientes, que pasaremos más adelante a desarrollar: inertizado y “blanketing”; purgas; recuperación de
compuestos orgánicos volátiles; regulación de temperatura y reacciones a muy baja temperatura;
tratamiento de aguas y limpieza de superficies.
Inertizado y “blanketing”
Es una técnica de protección que, por lo común, no tiene relación directa con los procesos de fabricación,
sino más bien con la seguridad de las instalaciones y la calidad de los productos. Estos productos pueden
estar en estado sólido (bloques, granos), líquido (gases licuados o productos líquidos o en fusión) o
gaseoso (gases o disolventes vaporizados).
Purgas
Igual que en el caso anterior, el trabajar con productos sensibles hace necesario en muchos momentos del
proceso realizar purgas que permitan garantizar las condiciones esenciales del producto: seguridad,
economía y calidad.
Se distinguen principalmente, según las características de los recipientes a purgar, tres formas diferentes
de realizar la purga:
Purga por desplazamiento. El caso más simple es el barrido de una canalización. Se inyecta el
nitrógeno por un extremo, produciéndose un frente móvil de inertización.
Purga por dilución. Se realiza en recintos intermedios con puntos de entrada y salida del gas
alejados entre sí. El volumen de gas a utilizar se corresponde con el volumen del recinto,
dependiendo de los niveles iniciales y finales deseados del gas a purgar.
Recuperación de COV´s
Cada vez son más las operaciones en las que se requiere diluir un producto en un disolvente (pinturas,
tintas, resinas, etc.). Además de las exigencias medioambientales, que regulan la emisión de estos
compuestos, con restricciones cada vez mayores debido a la carestía y precio de esos disolventes, cada
vez resulta más interesante recuperarlos de las emisiones a la atmósfera mediante algún proceso simple y
fiable.
La recuperación por vía criogénica, utilizando el poder frigorífico del nitrógeno líquido, permite el
licuado y recuperación posterior del disolvente en atmósferas inertes, sin posibilidad de que se formen
mezclas explosivas. Así se puede llegar al nivel requerido, emitiendo a la atmósfera el resto sin problemas
de contaminación medioambiental.
En la fase de recuperación aprovechamos el poder del nitrógeno líquido, que nos proporciona:
El calor latente de vaporización y el calor sensible del nitrógeno gas para condensar y separar el
disolvente.
La inercia química del nitrógeno vaporizado durante el secado del producto, que elimina los
problemas inherentes a los límites de inflamabilidad de los vapores del disolvente.
Con esta técnica se producen economías sobre el volumen de gas de tratamiento, ya que la presencia de
nitrógeno permite trabajar con mayores contenidos de disolvente, disminuyendo las inversiones en el
circuito de secado
Para inyectar las frigorías del nitrógeno líquido y regular la temperatura en una reacción Air Liquide
desarrolla sus propios equipos de inyección, regulación y control. Podemos destacar tres formas
principales de realizar el proceso: inyección directa, refrigeración mediante un cambiador dentro del
reactor y refrigeración mediante un fluido frigoportante.
El cálculo y desarrollo de la solución adaptada a cada caso depende de las características de los ciclos de
refrigeración (y calentamiento en el caso de que lo haya) del proceso, a estudiar por los servicios de
ingeniería y técnicas avanzadas de Air Liquide.
En algunos casos, la utilización de oxígeno ha permitido aumentar a más del doble la capacidad de
depuración de una E.D.A.R., sin realización de obra civil y sin modificación de la balsa biológica
propiamente dicha. En otros casos, el diseño de sistemas de depuración biológica que trabajen con
oxígeno puro (en vez de con sistemas de aireación) permite reducir la inversión necesaria a realizar
cuando se estudia la instalación de una estación de depuración de aguas. El tratamiento del agua en la
planta con oxígeno permite además reducir las concentraciones de hierro y manganeso en el agua, por
reacciones de oxidación y precipitación, así como favorecer la oxidación de sulfuros. La reducción de las
incrustaciones que se producen en las tuberías de recirculación del agua, por depósitos de carbonatos u
otros productos, así como la agresividad del agua se pueden reducir o eliminar por el equilibrado
calcocarbónico de las aguas de proceso, por adición de sosa y CO 2. Un perfecto control sobre este agua
permite un menor mantenimiento de las tuberías.
La utilización en cualquier proceso de ácidos minerales (como el sulfúrico, nítrico, etc.) comporta riesgos
en la seguridad. En muchos casos la sustitución de estos ácidos para reacciones de neutralización por CO 2
–bien en aguas residuales como en aguas o productos de proceso– permite realizar estas operaciones sin
riesgos (sin sobreacidificaciones, ni riesgos de seguridad a los operarios por posibles fugas) y a un precio
totalmente competitivo con los costes actuales.
Conclusiones
La utilización de gases industriales en la industria química y petroquímica se realiza cada vez más para
aumentar la productividad de los procesos, bien basándose en un mejor control de los mismos (control de
temperatura, parámetros operacionales) o en un aumento de los niveles de seguridad implicados en dichos
procesos.
Así, el cohete se desplazará hacia arriba por reacción a la presión ejercida por los gases en
combustión en la cámara de combustión del motor. Por esto, este tipo de motor es llamado de
propulsión a reacción.
Como en el espacio exterior no hay oxígeno para quemar el combustible, el cohete debe llevar
almacenado en tanques no sólo el combustible (carburante), sino también el oxidante
(comburente).
La magnitud del empuje producido (expresión que designa la fuerza producida por el motor de
cohete) depende de la masa y de la velocidad de los gases expelidos por la abertura. Luego,
cuanto mayor sea la temperatura de los gases expelidos, mayor será el empuje. Así, surge el
problema de proteger la cámara de combustión y la abertura de las altas temperaturas producidas
por la combustión. Una manera ingeniosa de hacer esto es cubrir las paredes del motor con un
fino chorro del propio propelente usado por el cohete para formar un aislante térmico y refrigerar
el motor.