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Diplomatura:

Seguridad en la industria
del gas
Módulo 1:

Estudio de los gases


Unidad 1:

Características y clasificación de los gases.


Presentación

En esta primera unidad y para comenzar el curso, vamos a conocer las generalidades acerca de los
gases en la industria, qué son, cuáles son sus características y las leyes que son aplicables.

Estudiaremos las definiciones fundamentales.

Conoceremos, además, cuáles son las principales causas que dan origen a las explosiones y cómo
podemos identificarlas.

Finalmente, aprenderemos a clasificar las explosiones por su origen analizando algunos casos.
Objetivos
Que los participantes logren…

• Identifiquen cada tipo de gases urbanos e industriales

• Conozcan sus características

• Identifiquen las instalaciones

• Sepan cómo actuar ante las diferentes emergencias

• Conozcan los riesgos específicos en cada instalación

• Conozcan los elementos contra incendios y los productos extintores

• Conozcan las nuevas tecnologías disponibles.


Bloques temáticos
1) Leyes fundamentales
2) Propiedades de los gases
3) Gases ideales y reales
4) Tipos de gases
U1/T1. Leyes fundamentales
Con el término gas nos referimos a uno de los tres principales estados de agregación de la
materia (junto a los líquidos y los sólidos). Se caracteriza por la dispersión, fluidez y poca
atracción entre sus partículas constitutivas.

Los gases son la forma más volátil de la materia en la naturaleza y son sumamente comunes en
la vida cotidiana.

Cuando una sustancia se encuentra en estado gaseoso solemos llamarla gas o vapor y sabemos que
sus propiedades físicas han cambiado. Sin embargo, no cambian las propiedades químicas: la
sustancia sigue estando compuesta por los mismos átomos.

Para que cambien las propiedades químicas es necesario que se trate de una mezcla, ya que forzar
a uno de sus ingredientes a volverse un gas es una forma útil de separarlo de los otros.

Los gases se encuentran en todas partes: desde la masa heterogénea de gases que
llamamos atmósfera y que respiramos como aire, hasta los gases que se generan dentro del
intestino, producto de la digestión y descomposición, hasta los gases inflamables con que
alimentamos nuestras cocinas y hornos.

Historia de los gases

La palabra gas fue inventada en el siglo XVII por el científico flamenco Jan Baptista van Helmont,
a partir del término latino chaos (“caos”).

Eligió el nombre por el aparente grado de desorden que exhiben las moléculas de un gas.

También se le conocía en la fecha como “estado aeriforme”, término que entró en desuso.
Las primeras leyes sobre el comportamiento de los gases fueron consecuencia de su estudio
intensivo a finales del mismo siglo, en especial de sus relaciones entre presión, temperatura y
volumen.

Esto condujo a Émile Clapeyron a formular la ley ideal para todos los gases (“Ley de los gases
ideales”) en 1834.

El comportamiento de los gases es descripto por la Ley de los gases ideales, que a su vez puede
comprenderse como la unión de otras leyes:

 Ley de Boyle. “El volumen de un gas varía de forma inversamente proporcional a la presión
si la temperatura permanece constante.” Se expresa según la fórmula:
P1xV1 = P2xV2.

 Ley de Gay-Lussac. Explica que la presión de una masa de gas cuyo volumen se mantiene
constante es directamente proporcional a la temperatura que posea. Esto se formula de la
siguiente manera:

P1/T1 = P2/T2.
 Ley de Charles. Expresa la relación constante entre la temperatura y el volumen de un gas,
cuando la presión es constante. Su fórmula es:

V1 / T1 = V2 /T2.

 Ley de Avogadro. “En iguales condiciones de presión y temperatura, las densidades


relativas de los cuerpos gaseosos son proporcionales a sus números atómicos”.
U1/T2. Propiedades de los gases
Los gases presentan las siguientes propiedades:

 Intangibles, incoloros, insípidos. La mayoría de los gases son transparentes, imposibles de


tocar, y además carecen de color y sabor. Esto último varía enormemente, sin embargo, y
muchos gases poseen un olor característico e incluso un color típico observable.

 Carecen de volumen propio. Por el contrario, ocupan el volumen del contenedor en el que
se encuentren.

 No poseen forma propia. También asumen la de su contenedor.

 Pueden dilatarse y contraerse. Tal y como los sólidos y los líquidos, en presencia de calor
o de frío.

 Son fluidos. Mucho más que los líquidos, los gases carecen prácticamente de fuerzas de
unión entre sus partículas, pudiendo perder su forma y desplazarse de un recipiente a otro
ocupando todo el espacio disponible.
 Tienen alta difusión. Los gases pueden mezclarse fácilmente entre sí debido al espacio
entre partículas que poseen.

 Son solubles. Así como los sólidos, los gases pueden disolverse en agua u otros líquidos.

 Son muy compresibles. Puede obligarse a un gas a ocupar un volumen más pequeño,
forzando las moléculas a estrecharse entre sí. Así es como se obtiene el gas licuado
(líquido).

Sublimación de gases

La sublimación es un proceso físico de cambio de fase, que permite convertir un sólido en un gas
directamente, sin pasar primero por una etapa líquida.

Este proceso es menos común y suele involucrar condiciones puntuales de presión y de


temperatura, pero podemos observarlo en el hielo seco (o hielo de CO 2) a temperatura ambiente:
el bloque sólido desprende un leve vapor que no es otra cosa que la sustancia recuperando su estado
gaseoso original.

Evaporación de los gases

La evaporación es un proceso de cambio de fase sumamente común, que conduce a un líquido a


convertirse en gas, mediante la añadidura de energía (calor).

La ponemos en práctica a diario en la cocina, cada vez que hervimos agua, por ejemplo, o en la
ducha cuando el agua muy caliente se convierte en vapor observable como una nube blanquecina.

Condensación de los gases

La condensación es el proceso opuesto a la evaporación, esto es, un proceso de cambio de fase que
conduce del estado gaseoso al líquido, debido a la pérdida de energía calórica.
Esta energía perdida hace que las partículas del gas vibren más despacio, permitiéndoles
aproximarse y enlazarse más estrechamente, como ocurre sobre un vidrio frío en día lluvioso, o
sobre las plantas y otras superficies con el rocío.

Sublimación inversa de los gases

La sublimación inversa, como su nombre lo indica, es el camino opuesto de la sublimación, o sea,


el paso del estado gaseoso al estado sólido sin pasar primero por un momento de liquidez.

Este proceso requiere de condiciones de presión y temperatura muy específicas.

Cuando las sustancias puras en estado gaseoso se solidifican en forma de cristales, se denomina
cristalización.

Es el caso de los cristales de hielo que caen durante las nevadas.

U1/T3. Gases ideales y reales

¿Qué son los gases ideales?

Se denomina gases ideales a un gas hipotético o teórico, es decir, imaginario, que estaría
compuesto por partículas desplazándose aleatoriamente y sin interactuar entre sí.
Se trata de un concepto útil para la utilización de la mecánica estadística, a través de una ecuación
de estado simplificada que se conoce como Ley de gases ideales.
Muchos de los gases reales conocidos en la química se comportan a temperatura y presión
ambientales como un gas ideal, al menos desde una perspectiva cuantitativa. Esto permite que sean
estudiados como gases ideales dentro de ciertos parámetros razonables.

Sin embargo, el modelo de los gases ideales tiende a fallar en cuanto varían las condiciones
de temperatura y presión, pues en esas condiciones la interacción y el tamaño intermoleculares son
importantes.

De todas formas, este modelo no es apropiado para gases pesados.

Características de los gases ideales

Tipos de gases ideales

Existen tres tipos básicos de gases ideales, de acuerdo al tipo de enfoque físico elegido para su
planteamiento:

­ Gas ideal de Maxwell-Boltzmann. Se clasifica a su vez en gas ideal termodinámico


clásico, y gas ideal cuántico, dependiendo del enfoque físico aplicado en su estudio.

­ Gas ideal cuántico de Bose, compuesto por bosones.

­ Gas ideal cuántico de Fermi, compuesto por fermiones.

¿Cómo se define?

Un gas ideal, como hemos dicho, es una sustancia en estado gaseoso cuyas partículas se mantienen
en un número estable, sin efectos electromagnéticos.
Su energía cinética es directamente proporcional a la temperatura. Las colisiones entre las
moléculas que lo componen (entre sí y con el recipiente o contenedor) son de tipo elástico,
conservando el momento y la energía cinética.

Los gases reales se aproximan a este comportamiento ideal sólo a temperatura y presión ambiente,
cuando se trata de gases monoatómicos.

Propiedades

Las principales propiedades de los gases ideales son cuatro:

 Poseen siempre un mismo número de moléculas

 No existen fuerzas de atracción o repulsión entre sus moléculas.

 No existe colapso entre las moléculas ni cambios en su naturaleza física (cambios de fase).

 Las moléculas del gas ideal ocupan siempre el mismo volumen a las mismas condiciones
de presión y temperatura.

Ley de los gases ideales

El estado de una cantidad de materia gaseosa se formula en base a cuatro variables distintas:
presión, volumen, temperatura y número de moles de gas.
La relación matemática ideal entre dichos factores es, justamente, la Ley de los gases ideales, que
predice el comportamiento de la mayoría de los gases reales a temperatura y presión ambiente.

Esta ley permite calcular alguna de las cuatro variables a partir del conocimiento de las otras tres.
Si un gas cumple con esta ley, puede tratarse como si fuera ideal. Esta ley es, además, la
combinación de las leyes de Boyle, Gay-Lussac, Charles y Avogadro.
¿Para qué sirven?

La noción de gas ideal surge debido a la necesidad de comprender el funcionamiento de estos


fluidos, ampliamente utilizados en la industria.

En lugar de crear un modelo para cada tipo de gas, se recurre a una formulación ideal de los
mismos, es decir, un modelo hacia el cual dirigir los esfuerzos.

Gases ideales y no ideales o reales

Los gases no ideales son los gases reales, es decir, los que existen en la vida real y cuyo
comportamiento no siempre se ciñe a lo que predice la Ley de los gases ideales.

Esto se hace más evidente en el caso de los gases pesados, como el vapor de agua o el CO 2, que
suelen comportarse de acuerdo a patrones propios. En cambio, gases monoatómicos livianos como
el hidrógeno, suelen ser más próximos a un gas ideal en condiciones normales.
¿Qué son los Gases nobles?

Se conoce como gases nobles o gases inertes al conjunto de elementos químicos que constituyen
el grupo 18 (VIIIA) de la Tabla Periódica de los elementos y que presentan una serie de
características en común, siendo la más importante su bajísimo grado de reactividad, es decir, su
poca capacidad para formar compuestos y estructurar moléculas complejas. Existen apenas
algunos compuestos con estos elementos, que se sepa.

Los gases nobles, en condiciones de temperatura y presión normales, son sustancias gaseosas
monoatómicas desprovistas de color, olor y sabor, que se hallan presentes en diversa proporción
en el aire de la atmósfera y en otras situaciones de la naturaleza.

A pesar de su baja reactividad, o precisamente a consecuencia de ella, los gases nobles poseen
diversas aplicaciones en las industrias humanas y son producidos masivamente.

Historia de los gases nobles

Lord Rayleigh postuló la existencia de los gases nobles a finales del siglo XIX.

La mayoría de estos elementos químicos fueron descubiertos alrededor del siglo XIX, cuando
Pierre Janssen y Joseph Norman Lockyer, examinando el sol, descubrieron al helio, cuyo nombre
proviene de la palabra griega para el astro rey.

Posteriormente fueron descubiertos el kriptón, neón y argón a partir del estudio químico del aire y,
hacia finales del siglo XIX, Lord Rayleigh y William Ramsay postularon la existencia de los gases
nobles, lo cual los hizo merecedores del Premio Nobel de Física y Química.
Hubo que esperar hasta el siglo XX para que su producción industrial comenzara a darse a gran
escala, a medida que se descubrieran más de sus particularidades y usos.

Ejemplos de gases nobles

A pesar de ser un gas noble, se sabe que el Kriptón reacciona con el flúor.
Los gases nobles son siete:

 Helio (He). El segundo elemento más abundante en el universo, producido por reacciones
nucleares en el corazón de las estrellas mediante la fusión del hidrógeno. Es muy popular
porque altera la voz humana al ser inhalado y porque es mucho más liviano que el aire, por
lo que tiende siempre a subir.

 Neón (Ne). Muy abundante en el universo, es lo que da el tono rojo a la luz de lámparas
fluorescentes. Se usa en la iluminación por tubos (de neón) y en la tecnología de la TV.

 Argón (Ar). Común en el aire de la atmósfera, es un elemento sumamente empleado como


aislante en la industria y en la obtención de láseres distintos.

 Kriptón (Kr). A pesar de ser un gas noble, se sabe que reacciona con el flúor y otras pocas
sustancias que poseen fuerte electronegatividad. Tiene seis isótopos (versiones) estables y
diecisiete radiactivos.

 Xenón (Xe). Un gas muy pesado, presente en la superficie terrestre apenas en trazas. Fue
el primer gas noble sintetizado.

 Radón (Rn). Surge de la desintegración de elementos radiactivos como el radio o el actinio


(entonces se le llama actinón), por lo que es un gas noble pero radiactivo, cuyo isótopo más
estable lleva una vida media de 3,8 días y luego deviene en Polonio.
 Oganesón (Og). Llamado también eka-radón, Ununoctio (Uuo) o elemento 118, es
altamente radiactivo, sintético, descubierto en 2002.

¿Por qué se llaman gases nobles?

Hugo Erdmann bautizó a los gases nobles con ese nombre en 1898.

Inicialmente, al ser descubiertos, a estos elementos se los llamó gases inertes o gases raros, pues
se pensaba que eran pasivos químicamente y raros en el universo.

Ambas cosas resultaron ser falsas, por lo que se prefiere el uso de “gases nobles”, traducción del
término alemán con que Hugo Erdmann los bautizó en 1898: Edelgas.
Este nombre proviene en préstamo de los “metales nobles” como el oro, cuyo comportamiento
químico muestra también una tendencia hacia la poca reactividad, es decir, a mantenerse puro.
¿Gases nobles o gases inertes?

Por lo general se usa el término gases inertes como sinónimo de los gases nobles, aunque se
prefiere este último término.

Esto es debido a que existen otros gases que, en ciertas circunstancias, pueden comportarse de
manera inerte, sin formar parte de los gases nobles: tal es el caso del nitrógeno, cuya reactividad
se incrementa sólo a temperaturas altas, por ejemplo.

Configuración electrónica de los gases nobles

La razón por la cual los gases nobles son poco reactivos se puede explicar mediante su
configuración electrónica, pues su capa más exterior o capa de valencia está siempre completa, sin
necesidad de tomar en préstamo electrones.

Esto es, su capa exterior del campo electromagnético es tan estable, que el elemento tiende a no
reaccionar con otros excepto en casos muy puntuales.

Comportamiento de los gases nobles

Hasta la fecha no se ha encontrado ningún compuesto de neón.

Como hemos dicho, los gases nobles son poco reactivos, es decir, poco dados a las uniones entre
átomos. Esto significa que no reaccionan mucho con otras sustancias, ni siquiera reaccionan
entre átomos del mismo gas, como sí ocurre con gases diatómicos como el oxígeno (O 2) o el
hidrógeno (H2), que forman moléculas. El helio y el neón resultan particularmente inertes y les
siguen el argón, kriptón, xenón y radón.
Las excepciones a esta regla son pocas, e involucran por lo general a los gases nobles más pesados,
como el xenón o el radón, capaces de formar compuestos con el flúor y el oxígeno, como el
hexafluoruro de kriptón (KrF6) o el ácido xénico (H2XeO4).

Bajo condiciones particulares de temperatura (-60 y -90 °C respectivamente) el kriptón puede


enlazarse con el nitrógeno y el oxígeno de manera estable. Ningún compuesto de neón se ha
identificado en el universo hasta la fecha.

Usos de los gases nobles

El helio se usa como componente respirable para hacer buceo.

Los gases nobles poseen numerosas utilizaciones para el ser humano y la principal es la de hacer
las veces de aislante, ya que su baja reactividad se los permite.

Además, se suelen usar como refrigerantes o criogenizantes mediante procesos de licuado, vitales
para maquinarias delicadas como imanes superconductores o resonancias magnéticas nucleares.

Por otro lado, el helio se emplea en mezcla con otros gases como componente respirable, para
astronautas y buzos, reduciendo el efecto narcótico del “mal de profundidad”, que puede matar a
un buzo si asciende de las profundidades marinas muy velozmente.

Otro uso del helio es como gas para globos inflables o dirigibles, en reemplazo del hidrógeno que
es sumamente inflamable.

Un uso muy común del neón, xenón y kriptón es en la iluminación, ya que se rellena con ellos las
bombillas incandescentes y producen colores específicos de luz, además de extender la duración
de la lámpara.
También se usan para la obtención de luz láser que se emplea en cirugías o procedimientos
industriales.

Propiedades físicas de los gases nobles

Los gases nobles son casi siempre gases, aunque se puedan licuar y luego solidificar, en
condiciones puntuales de presión y temperatura. Dado que cuentan con fuerzas intermoleculares
muy débiles, tienen bajos puntos de fusión y ebullición, todos más o menos en el mismo rango.

El helio es particular en esos asuntos: es el elemento con el menor punto de fusión y ebullición
conocido y el único elemento que presenta superfluidez. Además, el helio no puede ser solidificado
a través de bajas temperaturas, sino en condiciones peculiares de presión.

Por otro lado, todos los gases nobles tienen isótopos estables excepto el radón, que es radiactivo y
tras 3,8 días deviene en polonio.

Abundancia de los gases nobles

Neón, argón y kriptón están en el aire mismo que respiramos.

Los gases nobles son más abundantes en el universo a medida que disminuye su número atómico.
Mientras más livianos son, como el helio, más abundantes; de hecho la cantidad de helio en el
universo aumenta a medida que la fusión atómica de las estrellas tiene lugar.

Neón, argón y kriptón están en el aire mismo que respiramos, de donde se puede obtener por
licuefacción; mientras que el radón, más escaso, aparece durante las secuencias de desintegración
del radio y otros materiales radiactivos.
Peligrosidad de los gases nobles

Los gases nobles no son tóxicos ni peligrosos en sí mismos pero entrañan para los seres
vivientes un peligro mecánico: son potenciales gases asfixiantes, ya que desplazan al oxígeno en
el aire que respiramos.

Así, un individuo encerrado en una habitación en la que se inyectan gases nobles puede desmayarse
y luego morir de asfixia por falta de oxígeno en el aire.

Esto, claro, por no mencionar los peligros intrínsecos a los gases nobles radiactivos, como radón,
oganesón y algunos isótopos del kriptón, los cuales son altamente cancerígenos.

T4. Tipos de gases

Los gases pueden clasificarse según su naturaleza química en:

Combustibles o inflamables. Aquellos que pueden arder, esto es, generar reacciones explosivas o
exotérmicas en presencia del oxígeno u otros oxidantes.
Corrosivos. Aquellos que al entrar en contacto con otras sustancias las someten a procesos de
reducción u oxidación intensos, generando daños en su superficie o heridas en caso de ser materia
orgánica.

Ejemplo de gases corrosivos:

­ Ácido clorhídrico. De fórmula HCl, y conocido también como ácido


muriático o aguafuerte, es común extraerlo de la sal marina, o subproducirlo durante la
quema de ciertos plásticos. Es sumamente corrosivo y de pH inferior a 1, por lo que se
emplea como solvente, como disolvente industrial o como catalizador en la obtención de
otras sustancias químicas.

­ Ácido nítrico. De fórmula HNO3, es un líquido viscoso de uso común como reactivo en el
laboratorio, pues forma parte de los elementos que componen el Trinitrotolueno (TNT) o
diversos fertilizantes como el nitrato de amonio. También se lo puede encontrar disuelto
en la lluvia ácida, un conocido fenómeno medioambiental consecuencia de la polución del
agua.

­ Ácido sulfúrico. Su fórmula es H2SO4 y es uno de los productos más elaborados del mundo
entero, ya que se emplea a menudo en la obtención de fertilizantes, o para sintetizar ácidos,
sulfatos o incluso en la industria petroquímica. También es útil en la industria de los aceros
y en la fabricación de todo tipo de baterías.

­ Ácido fórmico. Conocido como ácido metanoico y de fórmula CH2O2, es el más simple de
los ácidos orgánicos, segregado a menudo por insectos como la hormiga roja (Formica
rufa) o las abejas como mecanismo tóxico de defensa. También es producido por las
ortigas, o en la lluvia ácida por polución atmosférica. En pequeñas cantidades puede
ocasionar irritaciones menores, pero a pesar de ser de origen natural es un ácido fuerte.
­ Ácido acético concentrado. De nombre ácido metilcarboxilo o ácido etanoico y fórmula
química C2H4O2, es el ácido del vinagre, que le confiere su sabor y olor agrios
característicos. Es también un ácido orgánico, como el fórmico, pero es sumamente débil
por lo que sus aplicaciones son variadas y no riesgosas. Aun así, en concentraciones muy
altas podría resultar peligroso para la salud.

Comburentes. Aquellos que permiten mantener viva una llama o una reacción inflamable, ya que
inducen la combustión en otras sustancias.

Las sustancias comburentes (O) son sustancias oxidantes que, en condiciones específicas de
temperatura y presión, puede mezclarse con un combustible y producir, justamente,
una combustión.

En dicho proceso el comburente reduce al combustible y este último es oxidado por el primero.

Los comburentes son agentes oxidantes, propensos a reacciones de tipo reducción-oxidación


altamente exotérmicas (producen calor), por lo que muchas de este tipo de sustancias se consideran
entre las peligrosas o de manejo cuidadoso, pues pueden causar quemaduras graves.

También se denomina comburente, por extensión, a cualquier medio en que la combustión sea
posible.

Los comburentes, en tanto oxidantes, producen reacciones “redox”, es decir, de reducción y


oxidación simultánea. En este tipo de reacciones ocurre un intercambio de electrones en la medida
en que el oxidante gana electrones (se reduce) y el reductor pierde electrones (se oxida).

Todos los componentes involucrados, además, ganan un estado de oxidación.

Ejemplos de este tipo de reacciones son los casos de explosión, síntesis química o corrosión.
Ejemplos de comburentes

1. Oxígeno (O2). El comburente por excelencia, involucrado en casi todas las reacciones
inflamables o explosivas. De hecho, el fuego ordinario no puede darse en su ausencia. Por
lo general las reacciones redox a partir de oxígeno producen, además de energía, cantidades
de CO2 y de agua.

2. Ozono (O3). Una molécula gaseosa poco frecuente ambientalmente, aunque abundante en
las capas superiores de la atmósfera, es usada a menudo en la purificación de aguas y otros
procesos que aprovechan su fuerte capacidad oxidante.

3. Hipocloritos (ClO-). Estos iones están contenidos en numerosos compuestos como las
lejías líquidas (hipoclorito de sodio) o en polvo (hipoclorito de calcio), los cuales son
altamente inestables y tienden a descomponerse en presencia de luz solar, calor y otros
procesos. Reaccionan muy exotérmicamente ante la materia orgánica, pudiendo causar
combustiones, y ante el manganeso formando permanganatos.

4. Halógenos. Algunos elementos del grupo VII de la tabla periódica, conocidos como
halógenos, tienden a crear iones mononegativos debido a su necesidad de electrones para
completar su último nivel energético, formando así sales conocidas como haluros que son
altamente oxidantes.
Tóxicos.

Aquellos que representan un peligro para la salud por las reacciones que introducen en el cuerpo de
los seres vivos, como los gases radiactivos.

Algunos ejemplos:

a) Compuestos de Azufre: Cada vez que quemamos Carbón o Petróleo, se liberan gases
de Azufre. Irritan los Ojos y los hacen lagrimear. Si entran en los Pulmones, se combinan
con las partículas y agravan las enfermedades respiratorias, especialmente de niños y
ancianos.

b) Monóxido de Carbono: Se produce al quemar combustibles de cualquier tipo en un


ambiente de poco Oxígeno. No lo vemos, no tiene color, y no se huele. Reemplaza al
oxígeno en la sangre, causando dolores de cabeza cuando está en pequeñas cantidades, y
la muerte en casos extremos.

c) Hidrocarburos: Llegan al aire por la quema incompleta de combustibles, por la evaporación


de la bencina, solventes y pintura y lavados en secos de las tintorerías. Se combinan con
las partículas y entre sí, formando compuestos diferentes a los originales y causando
cáncer.

d) Óxido de Nitrógeno: Se producen al quemar combustible a alta temperatura. Entonces


también se queman parte del abundante Nitrógeno del aire, y se producen estos
compuestos. Esto sucede en el motor de los autos y de los aviones. Irritan los pulmones y
bajan las defensas del cuerpo frente a infecciones como la gripe.

e) Ozono: No es producido directamente por el ser humano, pero hemos agregado tal mezcla
de productos químicos al aire, que se combina entre ellos y producen compuestos
totalmente diferentes, como el ozono. Este irrita todo el sistema respiratorio causando
problema a los pulmones, tos y ahogo. También ocasionan alteraciones en la Sangre y
alergias.

Inertes o nobles.

Aquellos que presentan poca o nula reactividad, excepto en situaciones y condiciones


determinadas.

Los gases inertes son sustancias o elementos que se muestran poco o nada reactivos químicamente
bajo determinadas condiciones de presión y temperatura. Son a menudo empleados en la industria
como aislantes o inhibidores, ideales para contener reacciones que se desea controlar y evitar su
propagación o reacción en cadena.

Los más conocidos de los gases inertes son los llamados gases nobles, compuestos monoatómicos
de baja o nula reactividad. Si bien los términos se emplean indistintamente, no son exactamente
sinónimos, pues todo gas noble es inerte, pero no todo gas inerte es noble: otros compuestos poseen
una baja reactividad que les permite jugar más o menos el mismo papel.

Ejemplos de gases inertes:

1) Helio (He). El segundo elemento más abundante en el universo, fabricado en las reacciones
nucleares de las estrellas a partir de la fusión del hidrógeno. Es muy conocido por sus
propiedades de alteración de la voz humana al ser inhalado, ya que el sonido se propaga
mucho más velozmente a través del helio que del aire. Es mucho más liviano que el aire,
por lo que tiende siempre a subir, y a menudo se emplea como relleno de globos
decorativos.

2) Nitrógeno (N). Es un gas muy poco reactivo y muy presente en la atmósfera, inflamable
sólo a altísimas temperaturas y muy empleado en la fabricación industrial de atmósferas
protectoras o como gas criónico (congelante). Es un gas económico y simple que ocupa el
3% de la constitución del cuerpo humano en diversos compuestos.

3) Dióxido de carbono (CO2). Empleado como material inerte en soldaduras y en extintores


de incendio, este gas tan vital para la vida y abundante en el planeta Tierra, pues es producto
de la respiración. Es un gas muy poco reactivo, empleado también como gas presurizado
en armas de aire comprimido y, en su forma sólida, como hielo seco.

4) Hidrógeno (H). Uno de los ladrillos fundamentales de la vida ya la existencia, es un gas


relativamente inerte en condiciones normales y el elemento más común del universo. Sin
embargo, una mínima carga energética lo convierte en un elemento altamente reactivo.

5) Argón (Ar). Muy empleado en la industria para manejar sustancias muy reactivas,

operando como aislante o inhibidor. Al igual que el neón y el helio, se emplea para la

obtención de ciertos tipos de láser y en la industria de los semiconductores.

6) Neón (Ne). También muy abundante en el universo conocido, es el elemento que confiere
el tono rojizo a la luz de las lámparas fluorescentes. Se empleó en la iluminación por tubos
de neón y por eso le confirió su nombre (a pesar de que para otros colores se empleen gases
distintos).

7) Kriptón (Kr). A pesar de ser un gas inerte, se le conocen reacciones con el flúor y otras
sustancias, ya que posee un cierto valor de electronegatividad. Es uno de los elementos
producidos durante la fisión del átomo de uranio, así que tiene seis isótopos estables y
diecisiete radiactivos.

8) Xenón (Xe). Un gas muy pesado, empleado en la fabricación de lámparas y artefactos


lumínicos (como en el cine o los faros de los automóviles), así como de ciertos láseres y
como anestésico general, al igual que el kriptón.

9) Radón (Rn). Producto de la desintegración de elementos como el Radio o el Actinio


(Actinón), es un gas inerte pero radiactivo, cuya versión más estable tiene una vida media
de 3,8 días antes de devenir en Polonio. Es un elemento peligroso y su utilización industrial
es limitada al ser altamente cancerígeno.

10) Oganesón (Og). Conocido también como eka-radón, ununoctio (Uuo) o elemento 118:
nombres temporales para un elemento tranactínido recientemente denominado Oganesón.
Este elemento es altamente radiactivo, por lo que su estudio reciente se ha visto obligado
a la especulación teórica, a partir de la cual se duda de que sea un gas inerte.

Ideales.

No son realmente gases sino un concepto ideal y de trabajo respecto a cómo tendrían que
comportarse los gases.

Gas oxidante: Aquel capaz de soportar la Combustión con un oxipotencial superior al del aire.

Gas criogénico: Aquel cuya temperatura de Ebullición a la Presión atmosférica, es inferior a


40 oC. Los líquidos criogénicos, son gases enfriados intensamente, y son gases con punto de
ebullición por debajo de 222K (-49ºC)

Por ejemplo:
A las anteriores definiciones hay que añadir otras que hacen referencia a la utilización propiamente
dicha de los gases, y que, según el anterior reglamento de aparatos a presión, son las siguientes:

Gas industrial:

Los principales gases producidos y comercializados por la industria.

Mezclas de gases industriales: Aquellas mezclas de gases que, por su volumen de comercialización
y su aplicación, tienen el mismo tratamiento que los gases industriales.

Mezclas de calibración: Mezcla de gases, generalmente de precisión, utilizados para la calibración


de analizadores, para trabajos específicos de investigación u otras aplicaciones concretas, que
requieren cuidado en la fabricación y utilización.

Gas comprimido: Gas o mezcla de gases cuya temperatura crítica es menor o igual a - 10 o C.

Gas licuado: Gas o mezcla de gases cuya temperatura crítica es mayor o igual a - 10o C.

Mezclas de gases

Entre los estados bajo los cuales puede aparecer la materia, los gases son probablemente el estado
que admite con mayor facilidad la mezcla entre diferentes sustancias.

Prácticamente se pueden combinar todos los gases ilimitadamente, claro que condicionado por
algunos aspectos químicos, físicos y fundamentalmente relacionados con la seguridad del usuario
que los manipula. Al igual que los diferentes tipos de mezclas que se establecen entre las
sustancias, las mezclas de gases también cuentan con propiedades que le son únicas.
El estudio de las mezclas gaseosas suele ser tan útil como el de los gases en su estado puro: el
mismo conocimiento sobre el aire que está presente en la atmósfera sería imposible si no fuera por
el conocimiento sobre proporciones y comportamientos de gases unidos.

De esta manera, es imprescindible conocer algunas características de las mezclas de los


gases como es la propiedad de la presión parcial (aquella que ejerce cada uno de los gases dentro
de la mezcla) y la de la fracción molar (relación entre el número de moles del componente con el
del total de la mezcla). Los moles expresan la proporción y la cantidad de gas que hay en la
sustancia.

La Ley de Dalton es la que afirma que la presión total de una mezcla de gases es igual a la suma
de los gases individuales que participan en ella: esto está sujeto, claro, a que los gases no
reaccionen entre sí. Es de recordar que la presión parcial se entiende aquí como la que ejercería
cada uno de los gases si se encontrase solo en el mismo recipiente y bajo las mismas condiciones
de temperatura.

El corolario de ambas ecuaciones es que conociendo la proporción entre la presión parcial y la


total (la fracción molar del gas) se puede determinar la presión parcial, un dato habitualmente
difícil de encontrar, pero muy útil.

Uno de los elementos centrales en las mezclas es el de la concentración, que puede expresarse en
diferentes unidades. En este sentido, es lo más habitual utilizar la cantidad de sustancia en ppm
(partes por millón), ya que esta unidad es independiente de presión y temperatura. En caso
contrario, suelen utilizarse las condiciones normales de presión y temperatura (CNPT), que dan
por estado normal a los 0 grados Celsius de temperatura, y los 1013 hectopascales de presión.

En algunos casos, la utilización de las combinaciones de gases exige un nivel pretendido de


concentración, pero observa que fácticamente se produce otro real: en este orden de cosas, pasa a
ser muy importante el nivel de tolerancia que hay respecto de la concentración teórica pretendida.
Habitualmente oscila el 5%, pero cambia según el contenido, tipo y número de componentes.
Ejemplos de mezclas de gases

La siguiente lista contiene mezclas de gases, explicitando los elementos que aparecen en la mezcla:

1. Aire (mezcla de 21% de oxígeno y 79% de nitrógeno, más otros gases en pequeñas
proporciones)

2. Cronigón (mezcla de 99% argón y 1% oxígeno)

3. Trimix (mezcla de oxígeno y helio, con una proporción de un 1/5)

4. Desodorante en aerosol

5. Mezcla de neón, argón y xenón

6. Mezcla de 85% metano, 9% etano, 4% propona y 2% butano.

7. Hexafluoruro de azufre y aire

8. Insecticida en aerosol

9. Aire y helio

10. Nitrox (mezcla de aire, enriquecido en oxígeno)


Bibliografía utilizada y sugerida

TERMODINÁMICA sexta edición – GENGEL, Yunus A. - University of Nevada, Reno BOLES


Michael A. - North Carolina State University - 2009 respecto a la sexta edición en español por
McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V.

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