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1. LA ECONOMÍA COMO CIENCIA SOCIAL
“Tras cualquier acción de un político se puede encontrar algo dicho por un intelectual quince años atrás”.
John Maynard Keynes
En este primer tema trataremos de presentar qué es la Economía, que tipos de asuntos aborda
y los enfoques de los economistas según las diferentes escuelas de pensamiento económico.
1.1. El concepto de economía
No todos los economistas coinciden a la hora de considerar qué es la economía, hay una gran
diversidad de corrientes o formas de abordar el estudio de las cuestiones económicas.
La economía quiere conocer las leyes y regularidades que gobiernan las relaciones humanas
que tienen que ver con la satisfacción de las necesidades. No basta con conocer fenómenos
aislados, intenta descubrir las regularidades y las leyes de comportamiento para poder obtener
conclusiones que faciliten la generalización y permitan aplicar la acción social.
Las relaciones económicas existentes y de las cuales se ocupa la economía son:
‐ Relaciones de propiedad: indican quiénes son y quiénes no son los propietarios de los recursos
productivos. Configuran el sistema de derechos de apropiación.
‐ Relaciones de producción: reflejan cómo se utilizan los recursos para producir aquello que
satisface nuestras necesidades. Indican una relación de tipo técnico entre los productos y los
medios utilizados para la producción.
‐ Relaciones de distribución: indican la relación entre los productores y los resultados del trabajo
antes de que éstos sean consumidos. Es decir, determinan quién dispone de los resultados de la
producción (salarios y beneficios).
‐ Relaciones de consumo: reflejan los vínculos entre los agentes y los resultados del trabajo en
cuanto qué objetos son susceptibles de satisfacer necesidades.
Las relaciones de producción y consumo son relaciones de transformación material,
que indican las relaciones entre el hombre y la naturaleza.
Las relaciones de propiedad y distribución son relaciones de organización social, que
indican las condiciones de acceso a los medios que hacen posible la satisfacción de las
necesidades sociales.
Por lo tanto, la economía trata los problemas económicos situándolos en su contexto social y
político. Dado el carácter jurídico de las relaciones de propiedad, en este curso se analizan sólo
el resto de las relaciones.
La pretensión última del conocimiento humano es actuar sobre el entorno para modificar sus
condiciones de vida. Es por eso, que la economía se ocupa también de la transformación de las
condiciones económicas en que se lleva a cabo nuestra vida social. La economía es, por lo tanto,
un tipo de conocimiento y también una práctica social. Veremos más adelante, en otras
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lecciones que los problemas económicos tienen mucho que ver con otras cuestiones sociales:
los grupos de poder y los intereses sociales de todo tipo. Para poner esto de manifiesto, a los
orígenes de los estudios económicos se empezó a hablar de Economía Política.
1.2. Necesidades humanas: bienes económicos, valores y precios
Necesidad es todo aquello que se desea. En economía, se considera que estamos ante una
necesidad siempre y cuando para su satisfacción se requiera un determinado esfuerzo, es decir,
que no se pueda satisfacer de manera gratuita. Es indiferente que se trate de necesidades
materiales o inmateriales.
De la necesidad surge el concepto de bien económico. Un bien económico es cualquier elemento
disponible que juzgamos como útil para satisfacer necesidades y que no se encuentra a nuestra
disposición de manera libre y gratuita, es decir, su adquisición requiere una asignación específica
de esfuerzo o recursos, en detrimento de lo que se pueda hacer para obtener otros. Un bien
puede ser económico o no dependiendo de las circunstancias geográficas, históricas y sociales
(ej. agua).
Cuando los bienes se intercambian, ya no sólo tienen utilidad, sino que, además, tienen un valor
de cambio, entendiéndose como la relación cuantitativa que tiene un bien con el resto a la hora
del intercambio: nos indica qué cantidad del bien X hay que dar para obtener una unidad del
bien Y.
De esta manera, los bienes y servicios tienen:
un valor de uso (la capacidad intrínseca de un bien para satisfacer necesidades)
y un valor de cambio (que surge del intercambio).
Por ejemplo: una obra de arte tiene un valor de uso diferente a su valor de cambio.
El valor de un bien procede del trabajo que incorpora, y su expresión monetaria es el precio.
En economías capitalistas, el precio incorpora, además, las ganancias por los propietarios de los
medios de producción.
Según Adam Smith (al final del tema conoceremos más a fondo a este economista), el precio de
mercado, en un momento determinado, puede ser más grande o más pequeño que el precio
natural (que es el precio deseable puesto que incorpora el valor del trabajo y un beneficio justo).
Pero, en un mercado que funcione libremente, de libre competencia, a largo plazo el precio de
mercado equivale al precio natural. El mercado se regula automáticamente. Es como si hubiera
una “mano invisible” que lleva a un equilibrio económico donde la producción ofrece aquello
que piden los consumidores y las mercancías se venden al precio más bajo posible, es decir, al
que representa que realmente cuesta la mercancía (precio natural). Todo el mundo sigue sus
intereses personales, pero de hecho todo el mundo está controlado por una ley impersonal: la
mano invisible. Por lo tanto, Smith defiende un mercado libre, sin intervenciones del gobierno
en la economía.
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Aun así, John K. Galbraith señala que los precios no tienen por qué seguir el mecanismo de
mercado descrito por Smith, sino que las grandes corporaciones (que dominan la mayor parte
de mercados) fijan los precios, y la demanda (consumidores) se ajusta a los mismos (Ver tema
6).
Cómo indica Galbraith, la descripción de Smith requiere del entorno económico que el autor
conoce (siglo XVIII, con pequeños productores que no inciden sobre el mercado, que es
dominado por los consumidores), mientras que en la realidad actual, las corporaciones dominan
los mercados.
Los bienes económicos se pueden clasificar de diferentes maneras:
‐ De consumo (si el destino es la satisfacción inmediata) o de inversión (contribuyen a la
obtención de otros bienes).
‐ De primera necesidad, normales o de lujo.
‐ Materiales (bienes) e inmateriales (servicios).
En nuestra sociedad (capitalista) se reconoce a los propietarios de los recursos productivos, la
capacidad de apropiarse de los beneficios resultantes de aplicar los recursos a la producción.
Así, muchas veces, el objeto de la actividad productiva es la obtención de beneficios, y no
satisfacer las necesidades sociales. No se produce lo que necesitan los seres humanos, sino
aquello que genera beneficios. Por eso, en nuestra sociedad predominan los deseos inducidos
por la oferta, necesidades no imprescindibles para nuestra vida pero que, al ser satisfechas
mediante el consumo, generan beneficios importantes, mientras que otras necesidades no son
satisfechas por buena parte de la población (vivienda, salud, educación, etc.).
1.3. El proceso de producción
Mediante el proceso de producción los individuos obtienen los bienes y servicios que necesitan
para satisfacer sus necesidades.
El proceso de producción es un proceso de trabajo en el que se utilizan y se transforman
recursos materiales.
Este proceso de producción utiliza, además de trabajo, capital y tecnología (en forma de
instalaciones productivas y maquinaria, que incorpora la tecnología del momento), así como, a
veces, materias primas. Son los denominados factores de producción. Si bien no son
determinantes, sí condicionan el proceso de producción.
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Si suponemos una sociedad cualquiera, en un periodo cualquiera, el proceso de producción se
puede describir de la siguiente manera:
Consumo improductivo
Proceso productivo OUTPUT
INPUTS Producto acabado: Excedente
bienes y servicios
Inputs: materias
primas Consumo
Trabajo productivo
Capital (tecnología)
El producto bruto (output) es el valor de todo aquello producido en el proceso de
producción.
El producto neto es el valor del producto bruto menos el de los productos necesarios
para la actividad, es decir, los medios de producción utilizados o productos intermedios
(materias primas y capital). También se le conoce como Valor Añadido.
P. NETO = P. BRUTO– Medios de Producción (capital y materias primas) = VALOR AÑADIDO
El producto neto se dedicará a la reproducción del factor trabajo (salarios). En caso de que se
produjera por encima de lo necesario para reproducirse, diremos que hay un excedente.
En cada contexto social, político e histórico, se decide qué es necesario para el factor trabajo y,
por lo tanto, qué uso se tiene que dar al excedente. En una economía capitalista, el reparto del
valor añadido depende de la negociación entre los trabajadores (normalmente mediante
sindicatos) y los propietarios (o la dirección) sobre el reparto del valor añadido (o producto
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neto), entre salarios (para los trabajadores) y beneficios (propietarios y dirección). Ahora bien,
en entornos donde los trabajadores se encuentran con poca fuerza, es la dirección quien
prácticamente establece, sin negociación, la distribución del producto neto. Así, el proceso de
producción es a la vez un proceso de distribución.
El excedente se puede dedicar a consumo improductivo y a consumo productivo. Con el
primero, se sacan recursos del sistema productivo y éste no mejora. Con el segundo, el
excedente se destina además a recursos para el factor trabajo o a medios de producción
(acumulación).
La acumulación del excedente puede transformar el círculo de la reproducción en una espiral
creciente, puesto que con la acumulación pueden aumentar los medios de producción y se
puede incrementar la producción.
La acumulación (o inversión) puede ser:
En stocks en almacenes (materias primas, productos semielaborados, bienes de
consumo no consumidos), que constituye el capital circulante.
En bienes de equipo (herramientas, máquinas, edificios, instalaciones), que es el capital
fijo.
Los bienes de capital circulante se destruyen a medida que se utilizan en el proceso de
producción; en cambio, los bienes de capital fijo sólo sufren desgaste (por envejecimiento
técnico o por desgaste físico natural). Este desgaste se denomina depreciación o
amortización
Con la acumulación se pueden generar medios de producción mejores (progreso tecnológico)
que incrementen la productividad del trabajo y, en consecuencia, la producción aumente.
El producto neto se puede definir desde tres perspectivas (es lo que, en terminología de
macromagnitudes, veremos en la lección 5, denominamos producto interior bruto):
‐ Producción: valor del producto final o bruto − valor de los productos intermedios
‐ Renta: salario + beneficios
‐ Gasto: consumo + inversión.
1.4. Procesos de intercambio y mercados
Fruto de la división del trabajo, los individuos y las organizaciones intercambian productos
(bienes y servicios) de acuerdo con un sistema de precios relativos. Este intercambio se produce
porque unos piden una serie de bienes que necesitan y otros los producen.
El intercambio tiene lugar en el mercado, donde se distribuyen los productos.
Ahora bien, el intercambio de bienes y servicios no es el único mercado, puesto que también se
intercambian recursos financieros y trabajo; además, en los intercambios interviene el sector
público y existe un mercado internacional.
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El mercado de bienes y servicios expresa el conjunto de interrelaciones entre los
agentes (empresas o productores individuales), que intentan vender su producción y
forman la oferta del mercado, y los consumidores (o compradores) del producto que se
ofrece, que forman la demanda. Los intercambios que se realizan son voluntarios. Si
bien, en muchos mercados, los ofertantes suelen tener lo que se denomina poder de
mercado (ej. monopolio, oligopolio, etc.) – ver lección 7.
El mercado de factores es aquel en que los individuos ofrecen a las empresas su
capacidad de trabajo a cambio de un salario. Los individuos constituyen la oferta
laboral y las empresas la demanda.
El sistema descrito requiere que haya un mercado financiero que aporte los recursos
necesarios a los que los necesitan (en general, las empresas), y obtenga estos recursos
de los que no los necesitan (en general, las familias). Los primeros tendrán que pagar un
interés por el capital recibido a los intermediarios financieros, y los segundos cobrarán
un interés por el capital proporcionado. El sistema financiero es fundamental para la
actividad económica, puesto que el dinero es el bien que permite la realización de las
diversas actividades económicas. Así, el mercado financiero trata del intercambio de
activos financieros (dinero y otros activos), que realizan los individuos y las empresas
mediante los intermediarios financieros. Estas entidades financieras permiten las
inversiones de las empresas y los individuos, que son el motor de la actividad
económica, y lo hacen a partir de los recursos sobrantes de otros agentes:
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Mercado financiero
Familias Empresas
Intermediarios:
‐ Bancos
‐ Cajas
‐ Bolsa
‐ Aseguradoras
El dinero se prestará a cambio de un interés.
Los agentes privados también se relacionan con el sector público. Los intercambios
entre estos agentes son los siguientes:
‐ A las familias, el sector público le proporciona bienes, servicios y transferencias
monetarias a cambio de unos impuestos. Además, el sector público puede contratar
trabajadores a cambio de un salario.
‐ A las empresas, el sector público le proporciona bienes y servicios y subvenciones
monetarias a cambio de unos impuestos y la compra de otros bienes y servicios.
‐ A las entidades financieras les pide recursos financieros (pagando un interés), aunque
también presta recursos (Banco Central); además, le proporciona bienes y servicios a
cambio de unos impuestos.
Finalmente, podemos ampliar todas estas relaciones e incluir el sector exterior.
Por lo tanto, en total existen
4 agentes (empresas, familias, instituciones financieras y sector público)
y 3 mercados (bienes y servicios, factores y financiero), además de un mercado exterior
que incluye los agentes y mercados mencionados con anterioridad a nivel internacional.
Es necesario decir, que, en los mercados mencionados, el dinero tiene una gran importancia
porque facilita los intercambios, puesto que sirve como:
‐ Medio de pago. Es decir, es un intermediario efectivo en las transacciones. Sin dinero,
¿cómo se ponen de acuerdo los agentes económicos en las transacciones?
‐ Unidad de cuenta. Es un patrón de medida del valor de las diferentes mercancías.
Conocemos la importancia por la experiencia al cambiar de pesetas a euros.
‐ Depósito de valor. Permite conservar un determinado poder adquisitivo a lo largo del
tiempo (si no existen crisis monetarias fuertes).
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1.5 Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (RSC)
El desarrollo de la actividad económica, tanto de empresas grandes, como medianas o
pequeñas, produce un impacto sobre el medioambiente y sobre los seres vivos que no siempre
es positivo. Como hemos visto, la cadena de producción necesita entre otros factores, los
elementos de la naturaleza, materias primas y energía, además de capital humano, el cual,
necesitará a cambio unas condiciones dignas para el desarrollo de su actividad y una
recompensa por su esfuerzo.
Pero nos preguntamos: ¿La actividad económica se desarrolla siempre en el respeto por el
entorno? Lamentablemente la respuesta es no, pero cada vez más esta sensibilidad hacia los
bienes naturales y los seres vivos está aumentando.
De aquí nace el concepto de sostenibilidad y responsabilidad social: desarrollar las actividades
económicas de la manera más respetuosa para el medio ambiente y para todos los seres vivos.
En ciertos países existe ya una normativa a la que seguir, pero lamentablemente, en otros países,
sobre todo en los que todavía están en vía de desarrollo y que concentran la mayoría de la
producción industrial, esta sostenibilidad recae exclusivamente en un compromiso de actuar de
manera respetuosa, ética y sostenible por parte de las corporaciones que desarrollan su
actividad allí y todavía con poco control legal por parte de las autoridades locales.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es una forma de dirigir las empresas basado en la
gestión de los impactos que su actividad genera sobre los denominados grupos de interés, como
pueden ser los empleados, clientes, accionistas, comunidades locales, medioambiente o la
sociedad en general.
Cada vez más multinacionales crean su propio RSC que viene a ser un código ético que engloba
tanto normas y hojas de ruta a favor del mantenimiento del medioambiente y en respeto a los
trabajadores.
Es cierto que muchas de las empresas que ya tienen una RSC puede que tengan el fin de tener
una mejor imagen corporativa, tanto hacia sus clientes (animándoles a sentirse éticamente
mejor si compran sus productos) como a nivel de empleados (sintiéndose más valorados y por
tanto más productivos) o a nivel de costes (mejorando la eficiencia) pero si el resultado es,
además, mejorar el impacto de la actividad económica sobre el medioambiente y sobre la
humanidad, podemos afirmar que la consecuencia sería un éxito.
Cabe mencionar que no solo las empresas (autónomos, pymes, multinacionales etc.) tienen una
responsabilidad social, sino que este concepto y actitud tiende a englobar otras entidades sin
ánimo empresarial como pueden ser universidades, entidades gubernamentales, entidades sin
ánimo de lucro etc.
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