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EL EMPRESARIO AGRARIO (modalidades y asociaciones)

(Aproximaciones)

Elemento subjetivo de la empresa. El empresario. La imputación de la


actividad de la empresa.

Para contar, aunque sea en forma elemental, con una noción jurídica de
“empresario”, es decir del elemento subjetivo, puede partirse de la fórmula
pacífica y en principio aceptable, que ve al mismo en “quien ejercita la
actividad de empresa”. Sin embargo, se observa a la vez que no es necesario
que la actividad sea desarrollada personalmente por el empresario, siendo en
cambio suficiente que la misma sea misma se desarrolle en su nombre; y en
efecto, normalmente se lo identifica utilizando el criterio formal de
considerar empresario al “sujeto en el nombre del cual la empresa es
ejercitada”. Por ello completando la fórmula mencionada, y como primera
aproximación al concepto de empresario en sentido jurídico, es más correcto
buscarlo en “aquel que desarrolla la actividad de empresa o en nombre del
cual tal actividad es desarrollada”.

Pero, profundizando un poco más el concepto, podría también decirse


que “empresario”, es el sujeto a quien se le imputa la actividad de la
empresa, ya que, en efecto la identificación del empresario a partir del
criterio formal aludido, desemboca en la cuestión de la llamada “imputación
de la actividad de empresa”, o sea, en la determinación del sujeto a quien se
le atribuyen las situaciones favorables o desfavorables emergentes de tal
actividad”. Dicha imputación jurídica por su parte, y a partir de que la
empresa – como afirma Ferrara- vale tanto por sus ventajas como por sus
desventajas, encierra la atribución del riesgo de la empresa. Elemento este
de indudable trascendencia en la figura jurídica del empresario –muy
importante, es bueno subrayarlo, en la calificación de los contratos agrarios y
en la relativa situación de las partes de los mismos-, que siguiendo una
opinión que nos parece acertada, se traduce jurídicamente en la
responsabilidad por las deudas u obligaciones surgidas en el ejercicio de la
empresa, frente a los proveedores, entidades crediticias, trabajadores, etc….
Entonces, agregando estos últimos elementos a la primera fórmula
aproximativa, podemos utilizar como noción de empresario la propuesta por
Casanova, que ve al mismo en el sujeto jurídico “sobre el cuyo patrimonio
incide, en modo inmediato y directo, la responsabilidad (con la cual
coincidirá, al menos generalmente, el riesgo económico) hacia los terceros,
por las obligaciones derivadas de las operaciones en las cuales se
descompone la actividad empresaria y al cual corresponde la titularidad de
las relaciones jurídicas inherentes a la empresa”.

A ello todavía es necesario añadir un relieve de gran trascendencia en


especial en materia laboral, y que hace a la posición del empresario en el
orden interno de la empresa: desde este punto de vista, el empresario es
quien ocupa la cúspide de la escala jerárquica. “El empresario –dice el art.
2086 del Código Italiano, aún cuando debe leerse teniendo en cuenta las
mutaciones ocurridas desde su promulgación hasta la fecha- es el jefe de la
empresa y de él dependen jerárquicamente sus colaboradores”. Como
puede verse, en esta consagración de la posición del empresario en el orden
interno de la empresa, coincide con la ley italiana el art. 5to. De nuestra Ley
de Contrato de Trabajo al establecer que con él “se relacionan
jerárquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participación que las
leyes asignan a estos en la gestión y dirección de la empresa”,

CLASES DE EMPRESARIOS

Titular de una empresa agraria puede ser una persona física o una sociedad.
Aunque puede encuadrarse en alguna de estas dos situaciones, la empresa
familiar presenta caracteres peculiares que llevan a diferenciarla; muchas
legislaciones la regulan especialmente. A la vez los empresarios –persona
física o jurídica- se vinculan con ciertos cometidos concretos en la realización
de su actividad empresaria particular: conforman los genéricamente
denominados “consorcios”.
1- El empresario individual: denominamos “empresario agrario
individual” a la persona física titular de empresa agraria. Se adquiere tal
condición con el ejercicio de la actividad agraria que reúna las características
de la empresa en sentido jurídico (organización, profesionalidad, finalidad
económica). Como regla no requiere exclusividad ni cualidades técnicas
especiales o trabajo directo y personal. Sin embargo, en ciertos casos las
leyes dan a algunas de estas situaciones una relevancia jurídica especial, y
conforman así figuras especiales de empresarios agrarios individuales. En
general, esto sucede en las leyes de colonización, promoción o
programación.

1.1- Una figura especial, frecuente en la legislación agraria, resulta de la


exigencia del trabajo personal y directo, por parte del titular o de su familia,
con exclusión de mano de obra ajena salvo necesidades estacionales. La
organización del trabajo requerida implica, a la vez, limitaciones cuantitativas
de la explotación, sean de extensión o de capital. Esta figura suele
denominarse “cultivador directo” o simplemente “pequeño agricultor”.
A esa condición se vinculan determinadas previsiones, por lo que configura
una figura especial. Por un lado, normas previsionales que en general
privilegian el carácter de trabajador manual y lo asimilan a los trabajadores
dependientes. Por otra parte las que facilitan el acceso a la propiedad (en
forma de adjudicación preferente, créditos, etc…) o imponen condiciones
especiales en los contratos agrarios (plazos, precios, preferencia adquisitiva
en caso de venta del predio, etc…).
En nuestro derecho, ejemplo de esta figura se tenía en la ley de colonización,
cuando exigía el trabajo personal del predio por parte del adjudicatario. En
general todas las leyes de colonización o reforma agraria que prevén
adjudicaciones individuales introducen la figura.
Actualmente existen en nuestro país proyectos de orden previsional y fiscal
para “productores agropecuarios de baja capacidad contributiva”, que deben
desempeñar la actividad “personalmente o con el auxilio de mano de obra
familiar”, y, asimismo, para “pequeños contribuyentes agropecuarios”
enmarcado en el régimen tributario simplificado en estudio.
1.2- En algunos supuestos, se tiene también en cuenta la capacidad técnica
y dedicación a la actividad del empresario, unida o no a su carácter de
trabajador personal explicitada precedentemente. Esta figura suele
denominarse “agricultor profesional”. La ley española de “modernización de
explotaciones agrarias” lo define más bien en función del tiempo dedicado a
la explotación y del origen de sus ingresos (v. art. 1,5). Nuestra ley de
colonización 14.392 (actualmente derogada) establecía entre los requisitos
de adjudicación el de ser “productor agropecuario de profesión”,
considerando tales a “los que acrediten haber actuado en trabajos similares a
la explotación proyectada, durante un periodo no menor de 5 años, y los
técnicos agrícolas egresados de las universidades nacionales, de las escuelas
de ganadería y agricultura de la nación, o de otros establecimientos de
orientación agraria, que capaciten para el trabajo rural” (art. 29 inc. A).

1.3- En cuanto a la dedicación, en la actualidad la CEE ha introducido la


figura del “empresario agrario a titulo principal”. En el caso de España, está
definido como “agricultor a título principal” en el art. 1,6 de la ley de
modernización.

2- El empresario colectivo o societario: titular de la empresa agraria


también puede ser una sociedad en cualquiera de sus tipos o incluso una
sociedad de hecho.

2.1- La sociedad civil de hecho o irregular.

El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación ha reformado la ley 19550;


entre las modificaciones, está la del régimen de las sociedades actualmente
denominadas de hecho e irregulares, las que han desaparecido como tales,
siendo incluidas en la sección cuarta de la ley citada.
Estas determinan que las sociedades son personas jurídicas: los artículos 141
y siguientes del Código Civil y Comercial establecen las características de
estos entes, entre las que se destacan: que su existencia comienza desde su
constitución, que poseen una personalidad distinta de la de sus miembros y
que éstos no responden por obligaciones de la persona jurídica, salvo lo que
expresamente se disponga de una ley especial; en el caso de las sociedades,
ésta es la ley 19550 que, en el artículo 2 del texto modificado por el Código,
dispone que la sociedad es un sujeto de derecho con el alcance pactado en la
misma.

2.2- La asociación civil (regulada en el CCCN)

ARTICULO 168.- Objeto. La asociación civil debe tener un objeto que no sea
contrario al interés general o al bien común. El interés general se interpreta
dentro del respeto a las diversas identidades, creencias y tradiciones, sean
culturales, religiosas, artísticas, literarias, sociales, políticas o étnicas que no
vulneren los valores constitucionales.

No puede perseguir el lucro como fin principal, ni puede tener por fin el lucro
para sus miembros o terceros.

2.3- Sociedades comerciales. Nada impide que se adopte uno de los tipos
de sociedades comerciales establecidos por la ley 19.550 para desarrollar una
actividad agraria. Los tipos en ellas incluidos son: la sociedad colectiva, en
comandita simple, de capital e industria, de responsabilidad limitada,
sociedad anónima y sociedad en comandita por acciones.

2.4- Sociedades cooperativas. Las cooperativas están reguladas por la ley


20.337. En particular la cooperativa de trabajo, con un número mínimo de 6
integrantes de acuerdo a la resolución del INAC n. 324/94, puede ser un
instrumento apto para asociar pequeños productores agrarios, cuyo principal
aporte sea la propia mano de obra.
2.5- Sociedades agrarias especiales. En muchos casos se ha optado por crear
tipos sociales específicos para la actividad agraria, pues se ha considerado
que la sociedad civil o las diversas sociedades comerciales no se adaptan a las
modalidades o a los requerimientos propios de aquellas. Francia, por
ejemplo, ha generado varios tipos especiales; entre ellos, uno de los mas
recientes, la “sociedad agraria de responsabilidad limitada”. Otro ejemplo,
que también se agrega es el de la “sociedad agraria” de Bélgica.

3- La empresa familiar. En la empresa familiar a la relación parental se


agrega la organización del trabajo de sus miembros. Ello da lugar a relaciones
y situaciones particulares que muchas veces ha sido contemplado
especialmente en el derecho. Desde el punto de vista de la titularidad de la
empresa, en general se trata de una titularidad individual; el “jefe” de
familia, normalmente el padre y marido, resulta a la vez ser único titular de la
empresa. Sin embargo, los miembros “colaboradores” tienen reconocidos
derechos, sea en la compensación del trabajo (muchas veces “diferida” al
momento de la sucesión o división), sea en la toma de decisiones
trascendentes, o bien como derechos de adjudicación preferentemente de la
explotación en la sucesión frente a los no colaboradores.

En nuestro país puede indicarse la posibilidad que el art. 2332 de CCyC otorga
al cónyuge supérstite que “hubiese adquirido o formado en todo o en parte”
un establecimiento agrícola o ganadero, a oponerse a la división del bien por
un termino de diez años. También da relevancia a la participación en la
actividad de la empresa en el art. 7 de la ley 13.246 de arrendamientos y
aparcerías rurales en su texto actual, cuando da la opción a ciertos parientes
de continuar el contrato a la muerte del arrendatario, a condición de “que
hayan participado directamente en la explotación”.
AGRICULTURA FAMILIAR. LA LEY N° 27.118 “LEY DE REPARACIÓN HISTÓRICA DE LA
AGRICULTURA FAMILIAR PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA RURALIDAD EN LA
ARGENTINA”
Consagra legalmente como categoría jurídica merecedora de un tratamiento
especial.
En su artículo 5° define como agricultor y agricultura familiar a “aquel que
lleva adelante actividades productivas agrícolas, pecuarias, forestal,
pesquera y acuícola en el medio rural y reúne los siguientes requisitos:
 a) La gestión del emprendimiento productivo es ejercida
directamente por el productor y/o algún miembro de su familia;
 b) Es propietario de la totalidad o de parte de los medios de
producción;
 c) Los requerimientos del trabajo son cubiertos principalmente por
la mano de obra familiar y/o con aportes complementarios de
asalariados;
 d) La familia del agricultor y agricultora reside en el campo o en la
localidad más próxima a él;
 e) Tener como ingreso económico principal de su familia la
actividad agropecuaria de su establecimiento;
 f) Los pequeños productores, minifundistas, campesinos,
chacareros, colonos, medieros, pescadores artesanales, productor
familiar y, también los campesinos y productores rurales sin tierra,
los productores periurbanos y las comunidades de pueblos
originarios comprendidos en los incisos a), b), c), d) y e).

4. CONTRATOS ASOCIATIVOS EN EL CCyC.


Disposiciones generales
ARTICULO 1442.- Normas aplicables. Las disposiciones de este Capítulo se
aplican a todo contrato de colaboración, de organización o participativo, con
comunidad de fin, que no sea sociedad.

A estos contratos no se les aplican las normas sobre la sociedad, no son, ni


por medio de ellos se constituyen, personas jurídicas, sociedades ni sujetos
de derecho.
4.1 NEGOCIO DE PARTICIPACIÓN.
ARTICULO 1448.- Definición. El negocio en participación tiene por objeto la
realización de una o más operaciones determinadas a cumplirse mediante
aportaciones comunes y a nombre personal del gestor. No tiene
denominación, no está sometido a requisitos de forma, ni se inscribe en
el Registro Público.

ARTICULO 1449.- Gestor. Actuación y responsabilidad. Los terceros


adquieren derechos y asumen obligaciones sólo respecto del gestor. La
responsabilidad de éste es ilimitada. Si actúa más de un gestor son
solidariamente responsables
4.2- AGRUPACIONES DE COLABORACIÓN.
ARTICULO 1453.- Definición. Hay contrato de agrupación de colaboración
cuando las partes establecen una organización común con la finalidad de
facilitar o desarrollar determinadas fases de la actividad de sus miembros
o de perfeccionar o incrementar el resultado de tales actividades.

ARTICULO 1454.- Ausencia de finalidad lucrativa. La agrupación, en


cuanto tal, no puede perseguir fines de lucro. Las ventajas económicas
que genere su actividad deben recaer directamente en el patrimonio de
las partes agrupadas o consorciadas.
La agrupación no puede ejercer funciones de dirección sobre la actividad
de sus miembros.

4.3- UNIONES TRANSITORIAS.


ARTICULO 1463.- Definición. Hay contrato de unión transitoria cuando las
partes se reúnen para el desarrollo o ejecución de obras, servicios o
suministros concretos, dentro o fuera de la República. Pueden desarrollar o
ejecutar las obras y servicios complementarios y accesorios al objeto
principal.

4.4- CONSORCIOS DE COOPERACIÓN.


ARTICULO 1470.- Definición. Hay contrato de consorcio de cooperación
cuando las partes establecen una organización común para facilitar,
desarrollar, incrementar o concretar operaciones relacionadas con la
actividad económica de sus miembros a fin de mejorar o acrecentar sus
resultados.

ARTICULO 1471.- Exclusión de función de dirección o control. El


consorcio de cooperación no puede ejercer funciones de dirección o
control sobre la actividad de sus miembros.

ARTICULO 1472.- Participación en los resultados. Los resultados que


genera la actividad desarrollada por el consorcio de cooperación se
distribuyen entre sus miembros en la proporción que fija el contrato y, en
su defecto, por partes iguales.

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