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Acción comunitaria y participación ciudadana con equidad para la salud

Incluye:
2.1:CGL,
2.1.1: Liderazgo femenino,
2.1.2: Género, nutrición y fortalecimiento de organizaciones rurales, UPML
2.1.3: Trabajo con niños y jóvenes (pendiente de entregar por Zaida).

Los Comités de Gestión Local para el desarrollo cantonal

El PDES depositó en los Comités de Gestión Local (CGL) la misión de ser espacios de concertación para la
gestión del Proyecto y se convirtieron, en algunos casos más que en otros, en lugares de discusión acerca del
desarrollo local.

La meta del PDES era que los Comités aportaran en la construcción de una red intersectorial de instituciones,
autoridades y comunidad, y que juntos llegaran a consensos, de tal forma que se los visualizó como el eje de
la participación ciudadana en la planificación y ejecución de actividades de desarrollo local.

Hacia fines de 1998 los Comités creados en los cinco cantones del PDES mostraban la falta de una
reglamentación interna y que se percibía como necesaria desde los propios Comités, así como se dieron
dificultades para la celebración de reuniones y el propio funcionamiento sin la presencia de la coordinadora
cantonal del PDES.

Ya por ese entonces se pensó que hacia el futuro la mayor amenaza para la sostenibilidad de los Comités era
que a su interior no se pudiera generar el suficiente compromiso entre sus integrantes. En ese caso había dos
posibilidades alternas: que se desintegren a corto plazo o que se conformen otro tipo de agrupaciones
ciudadanas por parte de las mismas u otras personas.

Se partía también del supuesto de que las organizaciones de base confiaban en la propuesta del Proyecto y de
que se habían identificado líderes claves para trabajar de una forma comprometida dinámica y eficiente.

Un reto evidente fue buscar una mayor integración de los alcaldes de los cantones dentro de la dinámica del
Proyecto para que participaran y direccionaran a los Comités como parte de los mismos y no como un ente
desde afuera.

Hacia mediados de 1999 se identificaron varias debilidades de los Comités, que se pretendió enfrentarse
mediante la capacitación técnica y política para el desarrollo.

En primer lugar, se evidenció una gran heterogeneidad en cuanto a las visiones del desarrollo local y de los
objetivos y alcances del propio PDES. Se vio que era necesario hablar un "lenguaje común" sobre el discurso
del desarrollo, sus procesos y sus actores, dada la heterogeneidad de situaciones y de actores involucrados en
los CGL.

En segundo lugar, otro problema evidenciado se refería al "posicionamiento" de los CGL en el contexto
coyuntural de la descentralización, lo que implicaba considerar las oportunidades y amenazas que este
proceso podía conllevar a nivel local..

En referencia a la planificación del desarrollo local, no existía mayor aproximación onceptual y metodológica
a los procesos de desarrollo local. En relación con el contexto externo, los CGL trabajaban desde un marcado
desconocimiento de las particularidades del proceso de descentralización en el país, tanto en sus ámbitos legal
y administrativo, como en el político. Lo anterior generó diferentes concepciones y hasta conflictos alrededor
de lo que se entendía sobre lo que es "desarrollo", "participación", "sostenibilidad", "auto-gestión", "relación
local/nacional", "descentralización", entre los miembros de los CGL.
Otra falencia tenía que ver con las capacidades para manejar conflictos a través de la negociación, tanto a
nivel de la estructura interna de los CGL, así como a nivel cantonal, lo cual implicó considerar una serie de
aspectos más propiamente políticos, que aparecen en el día a día de la gestión del desarrollo local.

Por otra parte, desde el arranque del Proyecto se decidió priorizar el trabajo a nivel comunitario con las Juntas
Administradoras de Agua (JAAPs), porque se consideró que desde el punto de vista legal y organizativo las
Juntas Parroquiales no eran representativas de la dinámica local.

Con las elecciones de mayo de 1999, que incluyó el reconocimiento político formal, aunque no el
protagonismo administrativo de las Juntas Parroquiales en el desarrollo local, esta situación cambió
radicalmente y fue necesario empezar a tomarlas en cuenta en las actividades futuras.

Las debilidades de los Comités de Gestión Local fueron evidentes y se mantuvieron presentes casi a lo largo
de todo el proyecto

Entre ellas podemos citar, el desconocimiento de su misión, que fue marcado en la medida en que alcanzaron
cierta presencia y legitimidad en los cantones, lo cual significó la exigencia de contar con mayor claridad
sobre su rol y la posibilidad de establecer mecanismos formales para su legalidad.

Igualmente hubo necesidad de elevar el nivel de motivación personal y grupal, desde la clarificación de la
misión/visión de los CGL y el consenso logrado a partir del reconocimiento de las posiciones, intereses y
objetivos de los distintos actores de los procesos de desarrollo local. Poco a poco se fue rompiendo la idea de
que los CGL eran instancias para la simple canalización de financiamiento para el desarrollo local.

Otro problema tenía que ver con la representatividad política de los mismos. Lo anterior se expresó tanto en lo
que se refiere a la poca participación del área rural como a la participación de carácter personal y no
representativo-institucional de la mayoría de los miembros de los CGL.

Prácticamente en todos los cantones existía la conciencia a nivel de la mayoría de miembros de los CGL de
que era insuficiente la participación de la actores de la sociedad civil. Por ello, es posible pensar que la causa
de fondo que provocó esa escasa participación radique principalmente en la débil capacidad organizativa y de
representación a nivel de las ONG’s y de los municipios en la región.

Tampoco se pudo solucionar definitivamente el problema de la falta de formalidad en el funcionamiento de


los CGL, lo que se reflejaba constantemente en la ausencia de reglamentos, la carencia de responsabilidades
de los miembros del CGL, por áreas, la discoordinación de los directivos para el cumplimiento de los roles
asignados, la dependencia decisional de los CGL hacia las Alcaldías, y la dependencia en lo administrativo-
operativo hacia las coordinaciones cantonales del Proyecto Espacios Saludables.

Además, había una gran dificultad para establecer la relación y las diferencias entre el CGL y los grupos de
apoyo (o equipos técnicos), tanto desde las ONG’s como de las instituciones estatales locales y provinciales.
La disputa por el poder a lo interno de los CGL afectó notablemente su gestión tanto a lo interno como a lo
externo.

En relación a la perspectiva de género y de participación de las mujeres en los procesos de desarrollo, poco se
avanzó en los CGL. Los procesos son marcadamente diferentes en los cinco cantones y van desde Macará en
donde hay un alcalde que es el único que explícita la equidad como un quehacer del CGL, hasta el malestar en
Puyango en donde la imagen que queda es la utilización de las mujeres para un Encuentro de Mujeres.

La dinámica político-electoral y sus repercusiones en los CGL

Las elecciones de nuevos alcaldes municipales y concejales en el año 2000 marcaron profundos cambios en
las dinámicas cantonales y tuvieron repercusión al interior de los CGL.

A lo anterior se sumó el hecho de que la cultura política del país hizo que las relaciones relativamente
armónicas entre los miembros del CGL se deterioraran en la época electoral, si sus afiliaciones o simpatías
políticas no eran las de un mismo partido. Los CGL no lograron convertirse en espacios para discusión de
intereses desde una perspectiva colectiva y prevalecieron actitudes de marcada defensa de intereses
individuales o grupales y no de una agenda común.

La coyuntura electoral repercutió internamente, por ejemplo, se dieron casos en que algunas organizaciones
poblacionales se separaron temporalmente de la dinámica del CGL por no legitimar la candidatura del alcalde
que buscaba una reelección. Por la misma razón, algunos miembros del CGL fueron solicitados por su partido
de no involucrarse más en el CGL. Por otro lado, buena parte de los miembros del CGL participaron como
candidatos en listas diferentes y en algunos casos antagónicas.

Como respuestas emergentes ante la delicada situación, se solicitó, comenzando desde el alcalde, que las
personas que participarían como candidatos fueran reemplazadas temporalmente de sus funciones en los
CGL. Este mecanismo, si bien no impidió que las discrepancias de los miembros salientes afectaran a los
CGL, si ayudó para que, salvo en uno de los cinco cantones, el grado de hostilidad y descalificación
disminuya en intensidad respecto a la imagen de los CGL.

Se estableció como mecanismo idóneo el apoyo a los CGL para que asumieran un rol protagónico en la
convocatoria a los candidatos para discutir con mayor profundidad la problemática de desarrollo del cantón y
al mismo tiempo asegurar que se incluyeran en la agenda de cada uno de ellos los temas significativos para el
desarrollo de municipios saludables.

El afán de los miembros del CGL fue tratar de elevar el nivel de debate político para situar en el discurso de
los candidatos los temas relevantes del desarrollo local, y entre ellos, obviamente, las problemáticas de salud.
Por otro lado, el liderar estas actividades podía ayudar para legitimar el liderazgo de los CGL al situarlos en
un espacio suprapartidista.

El balance de estas actividades no fue positivo. En tres de los cinco cantones no se realizaron los debates
previstos. En dos de ellos se debió a la falta de presentación de los candidatos, en uno se hizo una actividad
con el único candidato presente y en dos se realizaron satisfactoriamente las mesas de trabajo. A pesar de
estos resultados, la percepción global es que se pudo preservar el espacio del CGL del sectarismo político.

En lo que se refiere al aspecto normativo de los CGL, uno de los problemas era la falta de formalidad
(legalidad) de los CGL. Para ello, en cuatro de los cinco cantones se estableció la Ordenanza Municipal que
formaliza los CGL en su relación con el Municipio.

La aprobación de los reglamentos fue diferida puesto que los miembros de los CGL consideraron oportuno
incorporar en esta discusión a las Juntas Parroquiales (JP), cuya participación en los CGL se concibe
prioritaria.

La diversidad de experiencias a nivel cantonal

En Calvas se logró la incorporación de la alcaldía luego de altibajos y el involucramiento de las autoridades


municipales en la agenda de trabajo del proyecto.

“La primera alcaldía al principio asumió el proyecto con mucha fuerza y entusiasmo, pero después con el
cambio de alcalde se vino a debilitar las relaciones entre ES y la alcaldía, pero por esa coyuntura se fueron a
la lucha ideológica”.

Antes de asumir las funciones en la alcaldía, el 10 de agosto de 2000, se había tenido una reunión por parte de
PDES. Pero en esa reunión hubo poca gente representativa y algunos percibieron que el proyecto no tenía una
visión clara acerca de los CGL.

"Con los concejales hicimos algunas observaciones del caso y buscamos que seamos más claros en los
objetivos que queremos conseguir y queremos llegar. Pasó esa reunión, que fue la única que tuvimos, y
definitivamente cuando asumimos las funciones las cosas fueron cambiando cuando teníamos una visión
clara de lo que queríamos hacer por la ciudad y el cantón, porque nuestra campaña electoral tuvo un slogan
de formar el Comité del Pueblo a base de los comités barriales que nos apoyaron por propia voluntad e
iniciativa. Se convocó a una reunión global al Comité del Pueblo y se logró que mediante el Comité de
Gestión se haga uno solo y me pareció bien la idea de ES de apoyarnos en este campo, porqUe ahí se logró
que el nombre se cambie y que sea el Comité de Desarrollo Cantonal”.

Se percibió desde el comienzo de que la particpación en los CGL implicaban un programa de capacitación y
de que había que entenderlo de esa manera.

"Yo creo que yo entendí bien, quienes no entendían bien eran algunos que querían que tal vez el proyecto dé
demasiados frutos o por decir que es bueno porque estaba haciendo obra material y si no está haciendo obra
material no sirve. Pienso que había que dimensionar bien el concepto de ES, porque lo importante es que
sepamos manejar los cambios en las personas, en la sociedad, en la gente, porque hay cosas que sí podemos
sin necesidad de que haya la obra física, por ejemplo teniendo conciencia de no desperdiciar el agua y una
actitud un poco más comprensiva, porque aquí en Cariamanga somos muy críticos.”

En el cantón Zapotillo inicialmente, el CGL se formó para apoyar la gestión local en la implementación de
acciones del PDES, enfatizándose en la promoción de la salud y no en el tema de infraestructura. Otro
objetivo fue la consolidación de las organizaciones de las comunidades de Zapotillo, Limones, Tronco
Quemado y se constituyeron las asociaciones campesinas de Limones, Zapotillo, Ceiba Chica, Catamaillo, y
Lalamor – Miraflores. Posteriormente, estas organizaciones se sumaron, aunque con distinta suerte, a
participar activamente en el CGL, estimulando temporalmente su dinámica.

Uno de los eventos más importantes fue una asamblea cantonal en donde asistieron todos los miembros del
CGL, con la finalidad de integrar a los miembros de las juntas parroquiales y organizaciones que se han
conformado con el proceso de fortalecimiento ciudadano, en donde se contó con la presencia de directivos de
las ONG's de la localidad como son SNV, CARE, Proyecto Espacios Saludables.

"Queremos que las decisiones del directorio sean más ágiles, más dinámicas y más efectivas, no podemos
tener un directorio de 10 o 15 personas de 20 sectores y esto nos genera un egreso económico que no lo tiene
el CGL y el que haya mayor apertura por parte de las instituciones. Si bien es cierto que aquí todos son
representantes de las instituciones públicas, lamentablemente en las instituciones públicas no hay un
seguimiento de lo que hacen los subalternos, entonces eso significa que envían hoy un delegado y mañana
otro y no saben, ni hacen ni dejan hacer. Entonces se pierde un poco la presencia en sí del CGL.

Consideramos que hoy de lo que se trata es de ir desconcentrando a este CGL, descentralizarlo en sus
funciones, y por otro lado, establecer programas de acción a corto, mediano y largo plazo, y hacer
seguimiento. Reconocemos que el alcalde es la primera autoridad local y que el comité debe tener el apoyo
político, en cierto grado, y del propio municipio.”

Varios representantes de los sectores que integran el CGL percibieron un continuo decaimiento de la
participación ciudadana y tropiezos con el apoyo económico venido del PDES. Otro aspecto que está
deteniendo el avance es el estrecho vínculo con lo que es el municipio e influye el factor político.

"Hay falta de interés de los organismos y se debió trabajar más en las áreas rurales, directamente en las
parroquias, en los sectores rurales, para que sean ellos directamente los que se enteren de lo que es el CGL,
puesto que aquí se ha hablado mucho de que no se replica lo que acá se habla y la capacitación que se recibe
no se la replica a las bases y entonces ellos desconocen y quizás por eso hay falta de interés”.

Al principio hubo confusión sobre los objetivos generales y específicos del PES. En Paletillas hicimos la
conformación del Comité de Gestión Parroquial, que se perdió porque los roles que debía cumplir no se
definieron. Al inicio había un poco de coordinación con el comité cantonal y luego se frustraron las
aspiraciones que tenía la gente.

"Se capacitó a un poco de gente, pero como viene otra línea partidaria le sacaron del municipio y se perdió
recursos. Considero que la mayoría de la gente no sabe lo que es un CGL. Unos creen que es una
organización más, otros creen que es una instancia que tiene que conseguir obras y la correcta es que es un
comité de gestión, de que hay que llegar a ellos. Ese fue el error en que caímos en julio de este año de no
haber llegado por la instancia concreta del CGL para llegar al municipio. Si estamos fuera nos vamos a
quedar sin poder hacer desarrollo colectivo en el cantón y tenemos que ganar ese espacio”.

En Puyango, el CGL pasó por cambios importantes como fue la incorporación de los miembros de las Juntas
Parroquiales y la definición de responsabilidades de las organizaciones de base, del Municipio y de otras
instituciones miembros del CGl.

El liderazgo del CGl fue asumido por el Municipio, que mostró su interés en participar en el CGl con todos
sus concejales para priorizar y planificar sus comisiones en función de las necesidades del cantón.

Se politizó el comité, ya no había esa amplitud para desenvolvernos como representantes de la ciudadanía a
la que estábamos llamados a defender, ya íbamos quedándonos rezagados. Había situaciones que ya no eran
de conocimiento de todo el comité, había ciertas cosas que se guardaban debajo de la carpeta”
.
“Yo creo que el Comité continua, pero a los integrantes del comité se les tiene que despojar el interés
personal, se les debe meter el interés comunitario y que no sean personas delegadas, sino que la persona
representante va a ser la que más visión comunitaria tenga”.
Macará: Inicialmente se denominó Comité de Gestión Local, pero esta denominación (que fue cambianada a
la de Comité de Desarrollo Cantonal) generó expectativas de manejo de recursos económicos e
implementación/ejecución de proyectos de desarrollo, lo que dio como resultado una confusión de la
ciudadanía acerca del rol del Comité, la percepción de una duplicación de roles y funciones con el
Municipio y la atribución al Comité de un rol exclusivamente urbano, circunscrito a acciones en la cabecera
Cantonal".

Se logró actualizar la estructura interna hacia un modelo dinámico y participativo, y los cambios
fundamentales pueden resumirse en la creación de la Departamento Integral de Manejo Ambiental y Salud
(DIMAS) que integra las Areas de: Ambiente, Saneamiento Básico, Salud Pública y Seguridad Alimentaria.

A mediados de la etapa de ejecución del proyecto, se perfilaba más como un proyecto de gestión local que
como un proyecto de promoción de la salud, sin contar con personal formado en el tema de gestión local.

"Cuando me desempeñé como alcalde no tuve el gusto de representarlo y más bien fue un educador, un rector
del colegio marista, que era de origen español, se lo puso ahí por la mesura, por la neutralidad que tenía. Yo
como alcalde no era partidario de abarcar tantas instituciones o de presidir tantas instituciones, por lo que
más bien siempre cedía el paso para que fueran otras personas, porque cuando un alcalde asume tantas
funciones no queda bien en ninguna parte. Se dio la politización, porque yo tuve un problema de orden
político. Mi amigo, el Dr. Milton Jiménez, quien reclamaba que se politizó, era mi amigo personal y colega
profesional, él estaba a cargo del CGL, en vista de que era mi amigo y porque era de mi partido de la noche
a la mañana se inventaron un reglamento que lo dejaron a un lado de la presidencia del CGL. Luego se
aprovecharon, se hicieron cargo del CGL y como que lo politizaron y como que se adueñaban de las obras y
como que querían hacer campaña de lo que hacía PDES, pero solamente esa vez."

Luego se elige un nuevo alcalde (Vicente Román) y nuevamente retoma el CGL y que está el CGL empieza
otra vez a funcionar mejor, aunque dentro de un clima político sumamente enrarecido

En Espíndola, a diferencia de los otros cuatro cantones de influencia del Proyecto, donde los alcaldes
presidieron el CGL, en Espíndola el alcalde muy rara vez asistió a eventos de coordinación intersectorial, lo
cual debilitó el CGL y en algunos casos varios actores se desmotivaron o retiraron frente a la falta de
reconocimiento o legitimización por parte de la autoridad municipal.

La existencia del CGL es uno de los primeros retos que enfrenta el municipio, puesto que no había existido
con anterioridad ninguna organización de esa naturaleza.
Dentro de este contexto mayoritariamente adverso, el CGL de Espíndola generó su propia transformación
interna sobre la base de discusiones periódicas entre los sectores involucrados, además de que se generó una
importante participación de la mujer al lograrse una mayor presencia en eventos intersectoriales, así como
cualitativamente a través de la expresión de sus puntos de vista y decidida actitud en la toma de decisiones.

Los principales conflictos generados en el cantón entre el Alcalde y la comunidad se asociaron con el discurso
demagógico, el abordaje paternalista en la gestión del desarrollo y la falta de recursos económicos.

El debate político en las últimas elecciones a alcalde, al cual acudieron todos los candidatos para presentar
sus planes de trabajo, fue liderado por el CGL, lo cual permitió por primera vez un ejercicio de derechos del
pueblo frente a los políticos.

Se decidió dejar de insistir en la negociación en el nivel Municipal y más bien fortalecer a las comisiones y
establecer mejores mecanismos de coordinación para aprovechar la fortaleza de cada una de las instituciones
y organizaciones.

“En el caso de las organizaciones cantonales estaban ahí, pero no se logró consolidar un trabajo. También
como estaban las autoridades que son transitorias -comisarios y jefes políticos- que eran miembros del
Comité, pero eran cambios continuos y hacía que se pierda y nuevamente había que retomar cuando
entraban nuevos miembros. Como el alcalde no estaba involucrado y algunos de los otros representantes
tenían parentesco con el alcalde, más bien se adentraron en esa dinámica y no tenían mayor interés en el
Comité. Incluso había cosas que no se podía hablar abiertamente por temor a que le cuenten al señor
alcalde”.

Otro testimonio contradice esas aformaciones:

"Personalmente para mí la organización del CGL lo veo muy importante y valedero, aunque en Espíndola no
ha funcionado muy bien, porque no ha habido la apertura del municipio, no sé las razones. Se han hecho
análisis a nivel del cantón e inclusive tenemos un plan de desarrollo cantonal y parroquial, pero hay esa
cierta deficiencia de que no hay la participación decidida. No puedo calificar cuál sea el peso o la intención
de la cerrazón del poder político, pero de la trascendencia que muestra yo analizo que de alguna manera ese
Comité va a estar pendiente, y de hecho está, de las cosas que pasen, de qué se hace y de qué no se hace, y de
alguna manera eso va a impedir hacer las cosas tras los telones. Por otro lado, con la participación de la
gente se daña la captación de las elecciones como han venido captando, me refiero a que cuando mucha de
la gente no entiende se la absorve más fácilmente”.

Liderazgo femenino para la salud

Frente al fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y del liderazgo femenino, el proyecto debía
propiciar un "equilibrio", entre las necesidades funcionales del proyecto y las necesidades específicas y
autónomas de las mujeres.

Entre las líneas de acción enunciadas desde el enfoque de género en el proyecto constó el fomento de
mecanismos y acciones para promover y fortalecer el liderazgo de las mujeres, vistas como actoras
multiplicadoras en la comunidad en aras de alcanzar una mayor cobertura de acción, así como garantizar que
las mujeres ocuparan puestos de dirección y se exigiera la presencia de mujeres en un 50% en los comités de
salud.
De otro lado, la capacitación a los equipos de comunicación tuvo como objetivo promover la participación de
las mujeres en el Concurso Mujeres, Imágenes y Testimonio, como parte de una estrategia de
empoderamiento femenino.

Aunque no fue una situación generalizada, el desempeño de funciones públicas o políticas de mujeres en
algunos cantones se convirtió en un factor importante de representatividad y de apoyo para llevar adelante
diversas tareas relacionadas con los Comités de Gestión Local o los Comités de Usuarias.
“Teníamos una oficina en el municipio y ese espacio se constituyó en una trinchera no solamente para
receptar denuncias, sino que al mismo tiempo nos capacitábamos y se nos daba la oportunidad de poder
llegar a la comunidad y hacer presencia de que las mujeres estábamos organizadas. Lamentablemente, como
en los municipios son elegidos por los partidos políticos entonces se tornó la cosa política y perdimos ese
espacio.”

“A nivel de los CGL, se destacó el rol protagónico de las lideresas, especialmente del sector campesino, que
en tres años de participación levantaron su voz a la opinión pública, manifestaron lo que pensaban y lo que
sentían. Al inicio, únicamente hacían presencia física en los CGL, les era muy difícil hablar, a causa de la
falta de costumbre de ser tomadas en cuenta y por sentirse incómodas al estar en una mesa de trabajo
conjuntamente con mùltiples autoridades.”

“Como estoy a cargo de la Comisaría nacional funcionamos ahí. Tenemos una computadora que nos dio la
Corporación de Mujer a Mujer en coordinación con ES, se nos ha dado mucha capacitación y de acuerdo a
una propuesta que presentamos con el aval del CGL en base a eso se nos dio la computadora y nos
comprometimos a la capacitación a escuelas, profesores y colegios. Como profesional la capacitación me ha
servido muchísimo, porque he sido la persona que ha dado prioridad en la comisaría a la violencia
intrafamiliar, donde ahora las mujeres tienen mucha conciencia, antes no se daba importancia y los
comisarios siempre relegaban a las mujeres.”

“Hay ese choque político. Ya lo hemos discutido y ahí es donde la alcaldía sale ganando porque tiene
recursos de todo tipo, económicos, de vehículos, que lamentablemente ahora no tiene, pero antes tenía. Tienen
los medios de comunicación, el fax, el teléfono, hasta la computadora para poder hacer la convocatoria, Cosa
que el CGL no tiene nada, no tiene muebles, ni oficina. En mi caso como secretaria es un trabajo voluntario y
desde ese punto de vista el municipio es quien nos puede ayudar. Analizando todo eso en cambio es factible y
es aceptable que el alcalde sea el presidente del CGL.”

Género, nutrición y fortalecimiento de organizaciones rurales, UPML

La línea basal cualitativa con visión de género, fue un punto de partida importante y se destacaron elementos
específicos de cómo abordar la perspectiva de género.

Se establecieron líneas de acción para propiciar un "equilibrio" entre las necesidades funcionales del proyecto
y las necesidades específicas y autónomas de las mujeres. La UPML fue vista desde el inicio como una de las
contrapartes importantes, sin descuidar otras formas de organización propias de las localidades.

De otro lado, se apuntó a revalorizar el trabajo de la mujer y sus múltiples roles productivo, reproductivo y
comunitario, a fortalecer el cuidado de salud en la familia, a visibilizar, desnaturalizar y valorar el cuidado de
la mujer en la salud familiar, y a revalorizar el trabajo doméstico.

En cuanto a la mortalidad materna se profundizó en los riesgos epidemiológicos desde el enfoque de género
( postergación, violencia intrafamiliar, triple rol y jornadas intensas), se trabajó en el marco de la ley de
maternidad gratuita, se profundizó en el conocimiento de los problemas específicos de salud que atañen a
hombres y mujeres, de tal forma que los profesionales de salud pudieran reconocer riesgos epidemiológicos
que devienen de una relación de género inequitativa.

Las prioridades apuntaron a deconstruir el espacio de la salud, y la responsabilidad del mismo, como un
problema de hombres y mujeres, a establecer acciones para que los hombres acudan a los servicios en casos
de violencia intrafamiliar y enfermedades de transmisión sexual dentro de un proceso en el que, en primera
instancia, el personal de salud interiorizara la problemática, a generar nuevas formas de comunicación y
educación que involucraran al hombre en el cuidado de su propia salud y de la familia, incluso desde los
procesos reproductivos y la maternidad.
El contexto local se caracterizaba por la falta de acceso que afrontaba la población por índoles geográfica,
económica y de género y la falta de autoestima de los diversos prestatarios de servicios, lo cual impedía que
brindaran una calidad de atención acorde a las necesidades de las personas por sexo y edad y garantía en la
competencia técnica.

La incorporación del enfoque de género, como eje transversal del proyecto se inició con actividades de
sensibilización, capacitación y asesoramiento al personal técnico y a los actores del proyecto. Los
lineamientos estratégicos se enfocaron a la construcción de una línea de base que permitiera ver la realidad de
los cantones de manera diferenciada, sensibilización del equipo técnico del proyecto y la inclusión de la
visión de género en la planificación de cada uno de los componentes.

La línea basal de género permitió priorizar acciones con vistas a la formación de recursos humanos en género
al interior del equipo y con algunas contrapartes provinciales y locales, la promoción de los derechos
humanos de las mujeres y la generación y coordinación de relaciones interinstitucionales para propiciar
acciones en beneficio de la mujer.

Entre los signos positivos detectados constaron la sensibilización de diversos actores con la situación de vida
y de salud de la mujer; se puso en el tapete de la discusión temas como la necesidad de la participación
política de las mujeres, el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y la movilización de las mujeres
por sus derechos. El equipo del PDES-L trabajó en el principio de la equidad y aportó a un desarrollo integral,
aún con dificultades metodológicas.

Sin embargo, una de las mayores limitaciones fue que el género no logró trascender de componente a un eje
transversal que garantizara que el enfoque esté presente en cada una de las acciones de cada uno de los/as
participantes del equipo del PDES.

“Por la dinámica del proyecto, la encargada de género se incorporó mas a la participación social y asumió
una especie de dirección técnica, mientras la gerencia asumía la política. Esta sobrecarga en Lucía fue
mirada en las evaluaciones y en los documentos internos, sin embargo nunca se tomo una decisión al
respecto. De otra parte, Lucía en algunas ocasiones pretendió dinamizar elementos de género en cada uno de
los componentes, sin embargo ello ya no pasaba por decisiones suyas. Recuerdo que siempre en el PDESL, se
determinó trabajar con parteras y aunque múltiples veces se me planteó como consultoría, nunca se concretó,
pues al parecer eso tenía que ver con una definición gerencial y del componente de atención. También, se
pueden ver en los archivos el hecho de que muchas iniciativas no tuvieron seguimiento y quedaron colgadas,
se perdieron.”

Al inicio, hubo dificultad para incorporar la perspectiva de género en una gran parte del equipo,
especialmente desde los componentes provinciales con excepción del responsable de educación. La
percepción que se tenía era que género ha sido la incorporación del femenino en el lenguaje.

“Esto se veía estigmatizado, y los comentarios del equipo para evaluar lo que ha sido género, refería que
mas allá de los-as, no sabían para que sirve, también se hablaba de que había mucha teoría al respecto, pero
poca capacidad para incorporar en la pràctica el enfoque y finalmente se dijo que se había centrado en
autoestima y muy desarrollado con los y las coordinadores cantonales”.

La experiencia de trabajo con la UPML mostró que el discurso de la dirigencia de la UPML no mostraba
metodologías prácticas para incorporar la visión y una práctica supeditada a la dinámica del proyecto que no
permitía ver roles de cada una.

“Se observaba que la UPML había tenido múltiples contratos con OPS, para hacer cosas que la dinámica del
proyecto podría hacerlo tranquilamente en una coordinación intersectorial local. Y que esa movilización de
recursos financieros a la UPML no le había dado autonomía suficiente, la calidad técnica garantizaba el
proyecto y las movilizaciones y capacitaciones en género que hacía la UPML movilizaba y demandaba
bastante espacio de los coordinadores cantonales”.

Aparentemente, las consultorías no aportaron a la UPML elementos para mostrar metodologías en los
cantones y en las parroquias, mientras la dinámica política mostraba una organización demagógica en el
sentido de que la teoría no mostraba intervenciones consecuentes, una organización que no coordinaba con las
otras organizaciones de segundo grado y se esperaba por la iniciativa y de recursos del proyecto para actuar.

“El peso del trabajo de equipo recayó en las mujeres de la MASAPU y del proyecto, lo cual marcó un estilo
de trabajo inicial y definió actitudes de trabajo futuras. Se empezó a percibir la importancia de la
participación social que asumió el proyecto, en desmedro de la perspectiva de género como eje transversal.
Posteriormente el género que se juntó a participación social para potenciar el liderazgo de las mujeres, dejó
de lado los componentes y se transformó en si mismo en un componente que no se relacionaba con los otros
sino en términos de participación social”.

Hubo una percepción de inequidad en el PDESL, mientras algunas integrantes trabajaban y eran las activistas
del proceso, especialmente las coordinadoras cantonales, otros especialmente de los componentes provinciales
imprimían modalidades verticales y dinámicas mas lentas y lejanas. El coordinador no aparecía como la
figura importante del cantón, sino que mas bien cumplía ordenes. Entre los coordinadores se
autodenominaban “los koshkos”.1

La inequidad en términos de privilegios laborales, se unía a una inequidad de género, muy de la mano de una
cultura machista cotidiana.

“Siempre me sorprendió que el coordinador cantonal representará automáticamente a todas las coordinadoras,
siempre hablaba “nosotros los coordinadores”, a pesar de que a lo interno de ellos se notaba diferencias y
conflictos marcados”.
Los principales problemas estuvieron en la falta de integralidad del trabajo porque los componentes no se
relacionaban entre si, el eje de género se había vuelto otro componente y cada uno trabajaba a nivel local, de
manera independiente, Las reponsabilidades de los coordinadores mas que técnicas, eran políticas y
administrativas.

También, el eje de participación de salud, no tenía un responsable directo y con el que mas se relacionó fue
con el eje de género, muchos actores no se posicionaron como sujetos de salud.

“Creo que este es un punto que hay que trabajar, porque en mi opinión, un proyecto rico, lo único que puede
hacer es crear una legitimidad del proyecto, porque ha dado recursos y esto puede ser muy negativo para
lograr procesos sostenidos, que movilicen los recursos locales”.

La llegada del representante actual de la OPS dejó una visión clara sobre la metodología del proyecto acerca
del “enfoque de la salud como eje de desarrollo”.

“A veces siento que en género lo que se hizo es concretar estructuras que aparecían en los informes pero
que en la realidad no existían, por ejemplo los comités de usuarias y la red de violencia. Y en otros aspectos
mas que género lo que se trabajo es la promoción de la salud.”

Los resultados de la línea basal evidenciaron que, aunque se hizo un gran esfuerzo desde el planteamiento de
incorporación del enfoque de género, en la redacción de la versión final del documento se perdieron muchos
elementos valiosos para visualizar la situación por cantones respecto a las necesidades diferenciadas de salud,
saneamiento ambiental y educación/comunicación.

Como logro se señaló que el equipo técnico del proyecto estaba preparado para asumir la incorporación del
enfoque de género en cada uno de los componentes como una responsabilidad compartida, que hasta ese
momento había sido asumida por la coordinadora del eje.

Se obtuvieron resultados parciales en lograr equidad en la participación de hombres y mujeres, al mismo

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Es un término que alude a los conscriptos en el ejército, quienes están en la línea más baja de las jerarquías
de poder militar,.
tiempo se fue gestando una comunidad informada, crítica y en proceso de demandar sus derechos en salud y
participación social.

Un aspecto positivo que se resaltó fue la realización de actividades masivas de información y comunicación
en todos los cantones para promocionar los derechos humanos de las mujeres. Esas actividades que fueron
realizadas en fechas claves comenzaron a formar una masa crítica a favor de una sociedad más equitativa y
más justa.

Las actividades de coordinación promovidas por el proyecto entre instituciones del estado, organismos de
desarrollo y la sociedad civil a nivel cantonal, movilizaron recursos económicos y humanos. Esto fortaleció
las relaciones interinstitucionales, creando una base de sustentabilidad de las acciones tendientes a promover
políticas en beneficio de la mujer.

“Una de las dificultades iniciales que debí confrontar es el hecho de mostrar fàcilmente de que género no era
trabajar solamente autoestima y que había el desarrollo de instrumentos específicos para trabajar en salud,
en comunicación, en educación y en medio ambiente. Este último fue mas díficil de plasmar, pues existía un
resultado esperado en el PDESL por el cual no se había hecho, y era imposible hacer en el último año del
proyecto, cuando no se habían trabajado otras cosas”.

La perspectiva de género en los demás componentes del proyecto

En cuanto a los servicios de salud la expectativa fue ampliar la cobertura e implementación de un modelo de
atención integral de los servicios que respondiera a las necesidades diferenciadas de hombres, mujeres, niños
y niñas, en el marco de una política de promoción de espacios saludables a nivel cantonal. Se priorizaron
como líneas de acción sistemas de información diferenciados por sexo (Carpeta familiar), salud sexual y
reproductiva (DOC y Mortalidad Materna) y violencia intrafamiliar.

Respecto al saneamiento ambiental, lograr el mejoramiento de la capacidad municipal, con participación


comunitaria, particularmente de las mujeres, en la gestión de los sistemas de saneamiento básico que
conserven el entorno. Se priorizó la discriminación positiva para la participación de las mujeres en las JAAP y
la igualdad de oportunidades en la capacitación técnica y acceso a la tecnología.

“El objetivo fue propiciar equidad en la participación en las juntas de agua y el responsable del componente
no tenía elementos sobre el número de juntas y la participación al interior de hombres y mujeres. Este intento
quedó por cansancio y lo que se hizo es tratar de incorporar algunas juntas a los procesos de capacitación
de género, que al menos articuló la VIF al medio ambiente”.

No se pudo hacer seguimiento de la consultoría contratada en medio ambiente para garantizar la


incorporación de género. Se planteó dejar género en este componente y dejar de escribir el resultado esperado,
pues no se estaba haciendo nada al respecto.

Respecto a Educación y Comunicación: se apuntó a la promoción permanente de la salud, desde una


perspectiva de género, en las instituciones de educación formal, los medios de comunicación y los espacios
comunitarios de educación popular, como parte de un proceso de generación de políticas saludables en el
nivel cantonal, se apreció un aporte importante en la elaboración de materiales escolares, donde se incluyeron
elementos de equidad en la promoción de la salud.

No obstante, el equipo provincial de capacitación (EPC) no dispuso del necesario conocimiento del enfoque
de género para ejercer adecuadamente las prácticas de aprendizaje escolar sobre ese tema.

Como aporte importante se evidenció la formación de las comisiones de comunicación en los cantones y la
elaboración de periódicos comunitarios y material de difusión en los que se abordaron temas relacionados con
la salud de las mujeres y particularmente la violencia intrafamiliar.

“Siempre nos poníamos a ensayar con los chicos y fue algo bonito porque todas participamos, las señoras
bien entusiasmadas, felices, riéndonos y a veces hasta contando cachos. Todos los niños estaban bien
motivados y se aprendían los mensajes que se daban, y los niños con los títeres expresaban el mensaje”.

Género y Nutrición:

La seguridad alimentaria y nutricional fue la denominación inicial que se dio al tema en el proyecto, pero no
fue desarrolado posteriormente. En esa oportunidad se plantearon objetivos como el desarrollo de actividades
educativas, comunicacionales y la atención integral desde los servicios de salud en aspectos de nutrición, así
como la coordinación de actividades productivas para aportar al establecimiento de políticas de seguridad
alimentaria.

También se abordaba el mejoramiento de los patrones alimentarios, con énfasis en grupos de riesgo, y de la
capacidad del personal de salud para una atención adecuada del problema nutricional y se pretendía lograr la
coordinación entre instituciones y organizaciones vinculadas al agro ecológico y pecuario, de producción y
comercialización, y mejorar las prácticas de manipulación de alimentos.

En las acciones de seguridad alimentaria, el proyecto se planteó considerar la discriminación de las niñas y
mujeres en la alimentación, para profundizar en su entendimiento y proponer alternativas de solución al
respecto, asi como relacionar la alimentación como uno de los elementos vitales para la salud.

En enero de 1999, el PDES apoyó la propuesta para la formación de un núcleo de facilitador@s populares en
salud y Género con la participación de las organizaciones Unión Popular de Mujeres de Loja (UPML) y la
Asociación de Trabajadores Agrícolas de la Frontera Sur Oriental (ATAFSO), en el Cantón Puyango. El
proceso de capacitación en Salud y Género abordó las problemáticas de nutrición, mortalidad materna y
violencia intrafamiliar.

La problemática alimentario - nutricional con enfoque de género partió de elementos ya identificados por el
PDES en la línea de base para la zona, como las inequidades y preferencias de género en la distribución
intrafamiliar de alimentos.

Una primera aproximación a la alimentación y nutrición se dió a través del trabajo con grupos focales de
mujeres de Puyango que permitió identificar aspectos como los cambios en los patrones alimenticios en la
zona, el rol diferenciado de género en cuanto a la alimentación, la desnutrición en niñ@s y adult@s y los
principales problemas de alimentación en la zona.

Además, se identificaron problemas en la utilización excesiva de plaguicidas, casos de intoxicación,


envenenamiento e incluso muerte de agricultores; la disminución de la producción de alimentos en general,
debido al fenómeno de El Niño y a la disminución de la variedad de alimentos que hoy se produce
(comparado con lo que anteriormente se producían para el consumo familiar); la emigración del campo en
busca de mejores oportunidades por falta de incentivos para la agricultura local; la monotonía en la
preparación de comestibles para la alimentación debido a que la producción local de alimentos es menos
variada; la falta de conocimientos de las personas sobre la nutrición y cómo combinar mejor los alimentos; la
falta de hábitos higiénicos y la consecuente presencia de enfermedades comunes como el parasitismo; la falta
de controles en el manejo higiénico de los alimentos y la desnutrición de l@s niñ@s.

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