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Análisis Comparativo Del Art
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La pena es una sanción o castigo impuesto por el Estado a un individuo que ha cometido
un delito o infracción. La pena tiene como objetivo principal proteger la sociedad,
prevenir la comisión de futuros delitos, y a veces también busca reformar o rehabilitar al
delincuente. Las teorías de la pena varían en su enfoque y objetivos, pero incluyen teorías
retributivas, preventivas, restaurativas y transformativas.
Se puede decir de lo expresado que la pena puede tener un enfoque retribuyente por el
daño causado, pero también puede tener otros propósitos, como prevenir la comisión de
delitos o rehabilitar al infractor y reinsertarlo en la sociedad.
Por otro lado, el Artículo 201 de la Constitución establece que la función de la pena es
proteger la convivencia pacífica, la garantía de los derechos y la paz social. La pena se
aplicará con una finalidad preventiva, rehabilitadora y retributiva, y su objetivo principal
es la reinserción social del reo. De tal forma el artículo 52 del Código Orgánico Integral
Penal establece los objetivos de la pena como: prevención general contra la comisión de
delitos, mejora progresiva de los derechos y habilidades de la persona condenada, y
reparación del daño causado a la víctima. La pena no tiene como objetivo el aislamiento
y la neutralización social de la persona.
Esto se refleja en el artículo 1 del Código Orgánico Integral Penal, que establece que su
objetivo es normar el poder punitivo del Estado, tipificar las infracciones penales,
asegurar el debido proceso, promover la rehabilitación social de las personas sentenciadas
y la reparación integral de las víctimas. Sin embargo, no hay un desarrollo normativo más
amplio que refleje esta intención de rehabilitación y reintegración.
Las teorías del fundamento de la pena en derecho penal incluyen tres enfoques
principales, cada uno con su propio argumento y justificación. Las teorías absolutas ven
la pena como un fin en sí mismo, sin un propósito específico más allá de mantener el
orden social. Las teorías relativas, por otro lado, ven la pena como un medio para lograr
un fin adicional, como evitar futuros delitos tanto en la comunidad en general como en el
individuo en particular. Finalmente, las teorías mixtas o de unión ven la pena como tanto
retributiva como preventiva.
Cada estado establece y aplica la pena a través de un sistema normativo, con el objetivo
de lograr una finalidad específica. La Carta Magna del Ecuador, en su artículo 201,
establece que el sistema de rehabilitación social tiene como objetivo la rehabilitación
integral de las personas sentenciadas penalmente y su reinsertación en la sociedad, así
como la protección de los derechos de las personas privadas de libertad.
Por lo tanto, se puede decir que en Ecuador se aplica tanto la Teoría Absoluta como la
Relativa, llevando a una aplicación de la Teoría Mixta.
El Artículo 52 del COIP y el Artículo 201 de la Constitución trabajan juntos para asegurar
que el sistema penal en el Ecuador se aplique de manera justa y equitativa, mientras que
Conclusión:
Puedo decir que, en el sistema penal ecuatoriano, la Teoría Mixta o de la Unión está en
vigor. Esta teoría combina tanto la retribución como la resocialización como objetivos de
la aplicación de la pena. La pena es una consecuencia jurídica por el delito y busca
castigar al delincuente con una pena justa, pero su finalidad última es la educación social
y la prevención del cometimiento de futuros delitos. Además, la teoría también busca
rehabilitar y reinsertar al delincuente en la sociedad, ya que negarle su reinserción sería
aislarlo. Por lo tanto, el sistema jurídico ecuatoriano se enfoca tanto en la retribución
como en la prevención y la resocialización a través de la Teoría Mixta.
El artículo 52 del Código Orgánico Integral Penal y el artículo 201 de la Constitución del
Ecuador establecen la función y finalidad de la pena en el derecho penal ecuatoriano.
Mientras que el primero se enfoca en la prevención y retribución, el segundo se centra en
la rehabilitación y protección de los derechos humanos. Ambas normas son
complementarias y se complementan para garantizar un sistema penal justo y equilibrado
en el país.