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I. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 3
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PERU 17
El que presta dinero quiere obtener una rentabilidad en forma de intereses y una garantía
que cubra los perjuicios que se derivan de su impago.
La acepción de usura, desde muy antiguo, es la de precio del uso de una cosa; equivale,
por consiguiente, al interés del capital en un préstamo, la costumbre ha llevado a que
se aplique, más bien, al interés del dinero y de las cosas fungibles.
una vez admitida la legitimidad de los intereses, se llamó usura a lo que excedía la tasa
legal; hoy se califica de ese modo a la tasa de interés que tiene un carácter abusivo o peca
por exceso sobre el precio corriente del capital.
II. DELITO DE USURA
El Código Penal Peruano tipifica la Usura en su art. 214 "El que, con el fin de obtener una
ventaja patrimonial, para sí o para otro, en la concesión de un crédito o en su otorgamiento,
renovación, descuento o prórroga del plazo de pago, obliga o hace prometer pagar un interés
superior al límite fijado por la ley, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de tres años y con veinte a treinta días-multa”
1. CONCEPTO DE USURA
Usura es un término jurídico para denominar el cobro de un interés excesivo sobre
un préstamo. La determinación del interés excesivo puede determinarse por leyes y también
como resultado de resoluciones judiciales. En España existe un vivo debate sobre el plazo
de prescripción para poder reclamar las cantidades de un contrato declarado como usurario
por un juzgado; algunos juzgados aplican la regla de los cinco años y otros la
imprescriptibilidad.
Aunque está relacionado con los tipos de interés en préstamos de dinero, puede considerarse
usura toda contraprestación desmesurada recibida en favor de una persona que ha fiado
dinero. Por tanto, no sólo corresponde a dinero líquido. Pensemos, por ejemplo, que tenemos
que dar nuestro coche, casa o algún otro bien de alto valor en contraprestación a un dinero
prestado.
Durante la Edad Media fue durante perseguida, ya que se asociaba (aún hoy) a los judíos, y
cobrar interés por prestar dinero se consideraba ilegal, ya que era una forma de dominación
sobre otra persona. Un ejemplo, se encuentra hacia 1492. Momento en que los Reyes
Católicos ordenan la expulsión de los judíos, entre otras muchas razones, ya que consideraron
que ofrecían préstamos usureros.
Con la llegada del liberalismo la práctica de cobrar se expandió, pero se consideraba delito
cobrar por encima de lo racionalmente lógico, pasando a ser una acción ilegal y socialmente
reprochable.
En el Perú comenzaremos esta reseña histórica con la Ley No.2760 (1918), conocida como
Ley de Agio y Usura. Dicha norma estableció un sistema de tasas máximas de intereses,
sancionando con nulidad aquellos contratos que estipularan un interés superior al permitido.
Después, apareció el Decreto Ley No. ll078 del 5 de agosto de 1949, en cuyo artículo 1 se
calificaba como delito perseguible de oficio el Agio y la Usura. Seguidamente nos
encontramos con el Decreto Ley No.18779 (1971) en el que se facultó al Banco Central de
Reserva del Perú a establecer tasas máximas de interés para las operaciones realizadas dentro
y fuera del sistema financiero. Posteriormente, el artículo 2 del Decreto Ley No.21504
(1976), estableció que sería el Banco Central de Reserva del Perú quien normaría los topes
máximos de interés por préstamos dinerarios, ya sea a nivel bancario o de personas naturales,
con lo cual, el límite para la calificación del préstamo usurario dependía de la tasa que fije el
Banco Central de Reserva, pero con la limitación de que dichas tasas no excedieran las que,
como máximo, establecería el Poder Ejecutivo. En 1980, mediante Ley No.23232, se facultó
al Directorio del Banco Central de Reserva del Perú a establecer las tasas máximas de interés
para las operaciones dentro y fuera del sistema financiero, sin ninguna limitación a la decisión
del Poder Ejecutivo. Tras la entrada en vigor del actual Código Civil (Decreto Legislativo
No.295, del 14 de noviembre de 1984), quedó establecido, en su artículo 1243, que las tasas
máximas de interés convencional compensatorio y moratorio serían fijadas por el Banco
Central de Reserva del Perú.
El mercado crediticio presenta una serie de aristas o mejor dicho de normas, de reglas, que
en principio se rigen por la ley de la oferta y la demanda, el Estado sólo ha de intervenir
cuando se producen graves distorsiones en su funcionamiento, en defensa de los
consumidores y de la libre competencia de los competidores. De modo tal que, en el delito
de usura, el Estado sale en defensa de aquellos que se encuentran en una posición de
desventaja (accesitarios al crédito) frente a los prestamistas que han de estar en una posición
de dominio. De ahí, que debe de considerarse comportamientos delictivos de usura sólo
aquellos en los que existiendo un interés excesivo en relación con el normal precio del dinero,
se abusa de una situación específica en el sujeto pasivo
A nuestro parecer, si bien el bien jurídico descansa bajo una orientación en si patrimonialista,
no es menos cierto que la lege lata no siempre se condice con el orden sistemático que ha de
caracterizar todo cuerpo de normas y, en este caso, siguiendo con rigor el principio de
lesividad, hemos de concluir que la redacción normativa del tipo penal de Usura no
corresponde de forma real con lo que legalmente aspira a protegerse, puesto que son objeto
de intervención punitiva comportamientos que revelan un ambiente de plena libertad por
parte de los contratantes, por tanto deberían ser ajenos al radio de acción de las normas
jurídico-penales, por ende al descenderse a un nivel que debe reservarse a otras ramas del
orden jurídico, la tutela de los más débiles del mercado crediticio, el Derecho penal está
asumiendo unas funciones que no le corresponde, si con ello se pretende desconocer el
contenido ético-social que se encubre de forma inútil con esta incriminación.
¿Cómo hemos de entender a la conducta usurera? como aquel mutuo dinerario que por una
parte suscribe el denominado prestamista, como titular del dinero que entrega al deudor, a
cambio de que éste último no solo le pague el importe del capital, según los cuotas convenidas
consensualmente, sino también un margen porcentual de interés que ha de fijarse por encima
de los límites legales, es decir, un monto en realidad excesivo del promedio del mercado,
destinado a la obtención de una ventaja patrimonial.
Como se dijo antes, de acorde a las disposiciones del C.C., préstamo usurario sería aquel que
pacta intereses por encima al interés legal fijado por el Banco Central de Reserva del Perú y,
a partir de aquí identificar los elementos objetivos que se contienen en el marco de la tipicidad
penal pues de no ser así estaríamos construyendo una usura estrictamente objetiva.
4. TIPICIDAD OBJETIVA:
Se analiza primero con la acción de la persona que comete el delito de Usura o que se
dedica a esto. Para una tipicidad objetiva de delito de Usura entendemos obviamente que se
da desde la acción y que este mismo este tipificado y prohibida su acción en el C. P.
El delito de usura está previsto en el artículo 214 del Código Penal peruano, del modo
siguiente:
El elemento típico clave para determinar la conducta prohibida por la norma del artículo
214 del Código Penal, es la frase «interés fijado por ley» contenida en él, dicho término
obliga a recurrir a otra norma a fin de completar el injusto a penalizar. La técnica legislativa
mediante la cual se posibilita el «auxilio» de otras normas de diferente o igual rango (algunos
incluyen actos administrativos) para determinar el alcance de la prohibición se denomina
remisión
Entendido el tipo de usura como ley penal en blanco por contener un término jurídico
penal incompleto, con las implicancias en el principio de legalidad que dicha técnica
legislativa produce, y planteadas las críticas al mismo debido a la modalidad que se ha
adoptado para la determinación de la materia de prohibición
Generalmente será la persona del prestamista, quien de forma habitual se dedica a esta
actividad, pero ello no debe ser siempre así, cualquier particular en un hecho singular puede
incurrir en esta modalidad típica sin ningún problema.
¿Podrá admitirse una autoría inmediata? De que una persona de atrás, quien tiene el
dominio de la voluntad, instrumentalice al hombre de adelante, el sujeto de adelante quien
formalmente ejecuta la conducta típica, en este caso, de que en la concesión de un crédito,
fije en su devolución el pago de intereses por encima del límite permitido por la ley.
Sujeto pasivo:
Puede ser cualquier persona, pero de todos modos para ser víctima de esta infracción
delictiva, se requiere que esta haya asumido un crédito, un préstamo en la calidad de deudor,
por el cual se obligue a pagar no solo el capital prestado, sino también por añadidura el pago
de intereses por encima del límite fijado por la Ley.
¿Qué sucede cuando estos varían de tiempo en tiempo?, el agente fija el interés conforme
a los índices anteriores, cuestión que habría que estimar un error de tipo vencible, en tanto si
este hubiese sido más previsor pudo haberse enterado de la tasa de interés actual.
Como ya sabemos que este delito que, accionado con completo dolo, ya que se usa de un
deseo de beneficiarse del patrimonio del deudor. Es este caso podríamos poner un ejemplo:
Juan necesita 10,000 nuevos soles para poder pagar su departamento en el centro de la
ciudad de Juliaca, por tal motivo Pedro le presta el dinero con un interés muy alto, este a su
vez ya sabía de la necesidad de Juan, al mismo que actúa con dolo y poder beneficiarse de su
patrimonio poniéndole interés mensual muy altos.
6. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
Cuando haya de advertirse la suscripción de
un negocio crediticio, en el marco de una
voluntad libre y responsable, según los
principios inspiradores de la ius puniendi.
En suma, todos aquellos que por variados motivos, no tienen la potestad de exteriorizar
una voluntad que haya de ser considerada “valida” por el ordenamiento jurídico.
En cualquier caso, con el paso de los años la legislación ha avanzado. Sobre todo, en los
intereses por moratoria. Así pues, si bien es cierto que no existe un límite claramente definido
en un acuerdo de préstamo entre dos partes, sí existe en los límites de interés por moratorio.
Esto es, cuando nos retrasamos en nuestros pagos y nos cobran un interés adicional.
En algunos países está definido por ley que el interés moratorio no podrá exceder en
ningún caso 2,5 veces el interés legal del dinero. De otro lado, por ahondar un poco más, en
el caso de los préstamos hipotecarios, el marco legal español, prohíbe que el interés moratorio
exceda 3 veces el interés legal del dinero.
Por tanto, aunque a veces los tribunales toman decisiones teniendo en cuenta el concepto
de usura, no queda claramente delimitado qué se considera usura y qué no en casos más
amplios.
“La usura, así como cualquier otra forma de explotación del hombre por el hombre, debe
ser prohibida por la Ley”.
Desde una perspectiva jurídica, y sin referirnos a las muy estimables consideraciones de
orden ético y moral, puede afirmarse entonces que la usura constituye una violación de los
derechos fundamentales del ser humano, un atentado a la dignidad, una desorbitada e
irracional manera de someter al hombre en estado de necesidad.
9. USURA Y ECONOMIA
Mientras hubo conciencia colectiva colectiva de la plaga social que es la usura, y de la
infamia que su práctica implica, se buscó por muchos medios disfrazarlas con formas
honestas. Cuando esa conciencia desaparece, deja de ser necesario ese encubrimiento, y
empieza aceptarse como una operación económica normal. Lo grave es que, al mismo tiempo
que la ciencia se relaja, se pierde también el interés por estudiar y analizar, desde un punto
de vista moral, lo propio de las múltiples operaciones económicas.
Otra corriente de pensamiento considera que tiene que haber un precio justo y razonable a la
hora de fijar el tipo de interés y, por lo tanto, no pueden ser determinados exclusivamente en
función de la oferta y la demanda. Sobre esta teoría los gobiernos de algunos países han
establecido un límite máximo que se conoce con el nombre de «tasa de usura». Dentro de
esta corriente de pensamiento encontramos la definición que da, en España, la vigente Ley
de la Represión de la Usura, del 23 de junio de 1908, popularmente conocida (aún hoy)
como ley Azcárate, que declara nulo «todo contrato de préstamo en que se estipule un interés
desproporcionado con las circunstancias del caso», interpretación confirmada por el Tribunal
Supremo en dos sentencias.
El Congreso peruano ratificó, por insistencia, su decisión de fijar topes a las tasas de
interés que cobran las instituciones financieras en el país, como parte de una polémica ley
que denominó "contra la usura financiera".
Teniendo en cuenta que la usura es una práctica ilegal en Perú, no existe una tasa de interés
máxima específica. Se estima que las entidades financieras usureras del país cobran más del
20% en intereses de este tipo.
Ayer revisaba en casa algunos libros sobre jurisprudencia nacional de los tribunales en
materia penal en los últimos años con el sano propósito de alcanzar a ustedes – si lo
encontrara -, algo de jurisprudencia sobre este aspecto. Revisé en primer término una obra
publicada en 1958 que pretendía recoger la jurisprudencia hasta entonces. En esta obra del
autor Don Américo Tello Lezama no encontré absolutamente ninguna referencia al delito de
usura, como si hasta el año 1958, tal vez, no me atrevo a señalarlo con absoluta convicción,
no se hubiera resuelto ningún caso sobre la materia. Por lo menos, no encontré ninguna
jurisprudencia hasta entonces. Me preocupó además lo siguiente: revisando un libro de
producción bastante reciente y que es muy buscado y muy consultado sobre los delitos
económicos, me refiero al libro Derecho Penal Económico publicado por el jurista Luis
Lamas Puccio, dos ediciones, la segunda en el año 1996, no encontré tampoco ninguna
referencia al delito de usura.
Después de comentar diversos artículos, entre ellos el 213 y el 212 del Código Penal, pasa
a la norma del 214 y el autor sigue con los siguientes como si ésta no mereciera tal vez
mayor análisis. Y no creo que sea así. No pretendo en modo alguno creer, simplemente hago
notar, que no se encuentran demasiadas referencias sobre este tema.
Esto me lleva a corroborar una impresión simplemente personal. Creo que en nuestro medio
no se está persiguiendo con la suficiente acuciosidad este delito. Soy de la opinión que los
agentes infractores, en algunos casos prestamistas profesionales, saben rodearse de toda
suerte de formalidades que dan a sus préstamos visos posibles de legalidad, tal vez
escondiendo la desproporción existente.
En el sentido de lo antes expuesto, la práctica habitual de prestar dinero, sin que exista un
proceso simultáneo de captación abierta hacia al público quedaría fuera de los alcances de la
Ley de Bancos y de la competencia de la Superintendencia de Banca y Seguros
En efecto y más específicamente, los artículos 1648 al 1665 del Código Civil, al regular
el contrato de Mutuo, distinguen lo correspondiente al mutuo de dinero estableciendo, en lo
que tiene pertinencia para los fines de este Informe, que el mutuatario debe abonar intereses
al mutuante, salvo pacto distinto, y que, si en el mutuo se declara recibida mayor cantidad
que la verdaderamente entregada, el contrato se entiende celebrado por esta última, quedando
sin efecto en cuanto al exceso.
El propio Código Civil regula asimismo en los artículos 1249 y 1250 lo correspondiente
a la capitalización de intereses, permitiéndola siempre que medie no menos de un año de
atraso en el pago de los mismos.
Entendido el tipo de usura como ley penal en blanco [por contener un término jurídico
penal incompleto], con las implicancias en el principio de legalidad que dicha técnica
legislativa produce, y planteadas las críticas al mismo debido a la modalidad que se ha
adoptado para la determinación de la
materia de prohibición (remisión en
cadena) [el tipo penal de usura]
No hay que dejar de lado que conforme a la Encuesta del INEI, el 74% de los que
acudieron a una Notaría señala que fueron atendidos por un empleado de la Notaría y no por
el propio Notario.
Sería conveniente estipular por ello, como requisito de admisibilidad de la demanda que
puedan interponer los prestamistas habituales, el que se acredite el pago de los impuestos
correspondientes. Esta medida puede también constituir un medio para que el Juez Civil
aprecie los montos declarados por el prestamista como ingreso y acaso, observando que no
son justificados, promover una investigación al respecto.
No hay que olvidar que el dinero que se coloca por los prestamistas informales puede tener
un origen ilícito, acaso ser parte del lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
III. CONCLUSIÓN
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. R.N. No 2360_2010
LAMBAYEQUE
fechos tres y trece de mozo de dos mil ocho, que condenó o ysoc
orlondo Correo lzquierdo y Jocqueline Jonet Corhuochín pujoico, como
outores del delito contro lo confio nza y Bueno Fe en los negocios _
usuro- en ogrovio de José Romiro cordozo ponogo y Monuel
costro
Somomé o dos oños de peno privotivo de libertod suspendido en su
ejecución por iguol periodo, con lo demós que contiene, y
reformóndolos los obsolvieron o tos encousodos del citodo delito,
con lo
demós que contiene sobre el porticuror; y los devorvieron.-
ss.
VIttA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
NEYRA FLORES
CALDERON CASTILLO
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