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Bloque 10. La Segunda República. La Guerra Civil en un contexto de Crisis Internacional (1931-1939) IES Parquesol.

Curso 2018/2019

BLOQUE 10. LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS


INTERNACIONAL (1931-1939)

Estándares de aprendizaje evaluables:


1.Explica las causas que llevaron a la proclamación de la Segunda República y relaciona sus dificultades con la crisis económica
mundial de los años 30.
2.Diferencia las fuerzas de apoyo y oposición a la República en sus comienzos, y describe sus razones y principales actuaciones.
3.Resume las reformas impulsadas durante el bienio reformista de la República.
4.Especifica las características esenciales de la Constitución de 1931.
5.Describe las causas, desarrollo y consecuencias de la Revolución de Asturias de 1934.
6.Explica las causas de la formación del Frente Popular y las actuaciones tras su triunfo electoral, hasta el comienzo de la guerra.
7.Representa una línea del tiempo desde 1931 hasta 1939, situando en ella los principales acontecimientos históricos
8.Relaciona la Guerra Civil española con el contexto internacional.
9.Compara la evolución política y la situación económica de los dos bandos durante la guerra.
10. Especifica los costes humanos y las consecuencias económicas y sociales de la guerra.
11. Sintetiza en un esquema las grandes fases de la guerra, desde el punto de vista militar.
Conceptos:
Manuel Azaña, Sanjurjada, Lerroux, CEDA, José Antonio Primo de Rivera, Ley de Reforma Agraria, Frente Popular, Misiones
Pedagógicas, Bombardeo de Guernica, Batalla del Ebro, Decreto de Unificación, Comité de No Intervención, Brigadas
Internacionales.

1. Explica las causas que llevaron a la proclamación de la Segunda República y relaciona sus
dificultades con la crisis económica mundial de los años 30

Tras la caída de Primo de Rivera Alfonso XIII encargó la formación del Gobierno al general
Berenguer. Su objetivo era la vuelta al régimen constitucional. Pero la lentitud tanto en el
establecimiento de las libertades como en la vuelta al régimen parlamentario (el “error Berenguer”)
fue minando el escaso prestigio del gobierno, al que la prensa calificó de “Dictablanda”.

Durante 1930 la oposición al rey fue creciendo y los republicanos experimentaban un impulso
espectacular. Los representantes de los principales partidos republicanos llegaron a un acuerdo, el
Pacto de San Sebastián, con el objetivo de poner fin a la monarquía de Alfonso XIII. Se decidió
organizar un Comité Revolucionario, encabezado por Alcalá Zamora, encargado de contactar con
militares republicanos y con los líderes obreros. Tras muchas vacilaciones, el PSOE decidió sumarse al
pacto. El Pacto de San Sebastián es el primer paso hacia la Segunda República y el Comité
Revolucionario fue el germen del Gobierno Provisional de la República en 1931.

En diciembre de 1930 los capitanes Fermín Galán y García Hernández se pronunciaron en Jaca en
nombre de la República. Fueron detenidos, juzgados y ejecutados. Los sindicatos desataron una
oleada de movilizaciones mientras los intelectuales escribían un manifiesto a favor de la República.
Berenguer presentó su dimisión y el rey encargó formar nuevo gobierno al almirante Aznar.
Pretendía volver a la normalidad constitucional en diversas etapas. La primera consistió en convocar
elecciones municipales para el 12 de abril de 1931.

Nadie esperaba que en dichas elecciones se produjera un cambio radical pero sus resultados fueron
mucho más favorables a la opción republicana de lo que se esperaba, desencadenando en pocas horas
la abdicación del rey y la proclamación de la Segunda República (14 abril 1931).

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La Segunda República llega en plena crisis económica mundial. Los efectos de la crisis de los años
30, cuya primera manifestación fue el crack de la Bolsa de Nueva York en 1929, fueron menores en
España por su aislamiento respecto al sistema económico internacional. De hecho, la depresión tardó
más tiempo en afectar a España (1933 fue el año más crítico). Sin embargo, como la economía
española en muchos aspectos era dependiente de los países desarrollados, la crisis internacional tuvo
varias consecuencias:

- Contracción del comercio exterior. Las exportaciones disminuyeron en volumen (medidas


proteccionistas de otros países), y en valor, por el hundimiento de los precios.

- Colapso de las inversiones extranjeras, agravada por la complicada situación del país.

- La emigración a Francia y, sobre todo, a América se interrumpió; además aumentaron los


retornos, lo que supuso un incremento del desempleo.

Sin embargo, aunque la economía de la Segunda República se desenvolvió en un escenario de crisis


internacional, sus principales problemas no vinieron tanto de la situación exterior, como del
comportamiento de los agentes internos.

2. Diferencia las fuerzas de apoyo y oposición a la República en sus comienzos, y describe


sus razones y principales actuaciones

Proclamada la República, el Comité Revolucionario formado en el Pacto de San Sebastián se convirtió


en Gobierno Provisional, presidido por Alcalá Zamora y formado por hombres de clase media,
partidarios de modernizar el país por la vía democrática.

En este gobierno estaban representadas las principales fuerzas de apoyo a la República:

- La derecha republicana, con el presidente Alcalá Zamora.

- El centro, Partido Radical, con Alejandro Lerroux.

- La izquierda republicana de Manuel Azaña.

- El PSOE, con Indalecio Prieto y Largo Caballero.

Principales actuaciones del gobierno provisional: amnistía general y convocatoria de Cortes


Constituyentes. Planteó diversas reformas: el campo (jornada de ocho horas), la educación (creación
de escuelas), ejército (jubilación con sueldo íntegro reduciendo así el número excesivo de mandos y
dando una salida a aquellos militares reticentes a la República; clausura de la Academia Militar de
Zaragoza). Convocó elecciones a Cortes, que se celebraron en junio de 1931.

La República tuvo que enfrentarse a la oposición de una serie de fuerzas políticas y sociales:

- Los anarquistas terminaron por declarar a la República, como a cualquier otra forma de Estado,
enemiga de la clase obrera, aunque no se movilizaron en su contra cuando se proclamó. Ante lo
que consideraban lentitud de las reformas, se produjeron agitaciones anarquistas en el campo y
en las fábricas.

- La república catalana. El 14 de abril Francesc Maciá proclamó el Estado catalán: república


catalana que se uniría a los estados de España en una Confederación Ibérica. El gobierno negoció
con los catalanes accediendo estos a esperar la aprobación del Estatuto de Autonomía. Mientras
se constituía un gobierno provisional, (la Generalitat), presidido por Maciá.

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- La jerarquía eclesiástica. Los sectores más reaccionarios del clero, encabezados por el cardenal
Segura, hostigaron al gobierno por su política laicista en materia de enseñanza y de abandono de
la financiación de la Iglesia. En mayo se desencadenaron los sucesos que han pasado a la historia
como la quema de conventos: el gobierno no pudo impedir (aunque decretó el estado de guerra)
la destrucción de un centenar de edificios. La imagen de la República quedó seriamente dañada.

- La derecha monárquica y antirrepublicana, que pretendía acabar con la República mediante la


conspiración militar. Estaba representada por el Partido Carlista y por Renovación Española.

- En el Ejército había gran división entre partidarios y enemigos de la República. La cuestión


autonómica preocupaba a muchos militares que consideraban que rompía la unidad de la patria.

4. Especifica las características esenciales de la Constitución de 1931

Proclamada la República, el Comité Revolucionario formado en el Pacto de San Sebastián se


convirtió en Gobierno Provisional, presidido por Alcalá Zamora.

El Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes (se celebraron el 28 de junio).


Los resultados confirmaron el cambio en la vida pública española y supusieron la victoria para la
conjunción republicano-socialista, y un respaldo para la acción del Gobierno.

Se constituyeron las Cortes y se formó una Comisión que elaboró un proyecto de Constitución. Fue
aprobado en diciembre de 1931 con 368 votos a favor, 89 ausencias y ningún voto en contra. El
elevado número de ausencias fue debido a la inclusión del artículo 26 (relaciones Iglesia-Estado).

Las principales características de la Constitución de 1931 son:

- La definición del Estado como una “República democrática de trabajadores de toda clase”,
subrayando el carácter popular de la soberanía.

- Extensa declaración de derechos y libertades. Entre los aspectos más novedosos destaca el
sufragio universal para mayores de 23 años, y por primera vez en la Historia de España,
también femenino, un tema que fue objeto de intenso debate, al temer una parte de la
izquierda que el voto femenino pudiera inclinar el electorado hacia la derecha. Se establece el
matrimonio civil y el divorcio.

- Las Cortes son la representación principal del pueblo. Elegidas cada cuatro años, constan de
una sola cámara, y tienen en exclusiva el poder legislativo; su predominio sobre las demás
instituciones, determina un Estado en el que la acción política tiene lugar en el Congreso.

- El presidente de la República es elegido cada 6 años por los diputados. El presidente nombra al
Jefe de Gobierno (cada 4 años) y, a propuesta de éste, a los ministros.

- Se establece un poder judicial independiente, con un tribunal de garantías constitucionales


cuyos miembros son elegidos por las Cortes, como máximo organismo jurisdiccional del Estado.

- Se prevé la posibilidad de que un conjunto de provincias se constituya como región


autónoma. El debate sobre los Estatutos de Autonomía fue de los más duros de la discusión
constitucional, y obligó a una redacción moderada y restrictiva.

- El debate estrella fue el de los artículos 26 y 27, en los que se abordaba la cuestión religiosa.
Durante la discusión de estos artículos predominaron las posturas más extremistas. Se admite la
separación Iglesia-Estado, libertad de religión, desaparece el presupuesto de culto y clero, se
reconoce el matrimonio civil y el divorcio. Se estableció la disolución de las Congregaciones

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religiosas de “obediencia a autoridad distinta a la legítima del Estado” (en el fondo se trataba de
expulsar a la Compañía de Jesús, cuya obediencia era directa al Papa). Se prohíbe a las
congregaciones religiosas el ejercicio de la enseñanza, la industria y el comercio. La cuestión
religiosa se convirtió en un asunto de trascendental importancia para la vida pública.

La unanimidad con que inicialmente el país acogió al régimen republicano se fue disolviendo a causa
del tema religioso. La Constitución era claramente progresista, y se inspiraba en las más avanzadas
de la época. Sin embargo, fue atacada por la Iglesia y por los partidos de la derecha, que
convirtieron la cuestión de la religión católica en la principal causa de su rechazo.

3. Resume las reformas impulsadas durante el bienio reformista de la República

Al período comprendido entre diciembre de 1931 y noviembre de 1933 se le denomina bienio


azañista o bienio reformista.

Aprobada la Constitución, Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República. Se formó el


primer gobierno constitucional, presidido por Manuel Azaña, de Acción Republicana; lo componían
principalmente republicanos de izquierdas y socialistas. Este gobierno se propuso la tarea de
realizar una profunda reforma de la realidad española. Principales reformas:

- Reforma Agraria. La República tuvo que enfrentarse a un problema que se arrastraba desde
varios siglos, la injusta distribución de la tierra, sobre todo en regiones como Andalucía y
Extremadura, donde unos pocos latifundistas acaparaban la mayoría de la tierra cultivable.

Mediante la Ley de Reforma Agraria se trataba de asentar campesinos en tierras que, por no
estar cultivadas o por ser abusivamente grandes, se consideraban causa principal de la miseria
campesina y debían ser expropiadas para entregárselas a estos. La ley era muy tímida respecto a
lo que exigían los sindicatos y partidos obreros, sin embargo, significaba una revolución en el
campo español, y fue rechazada por los partidos de derecha. Su aplicación fue un fracaso a causa
de la enorme lentitud con que se fue cumpliendo. La resistencia de los propietarios dificultó su
aplicación y la lentitud irritó aún más a un campesinado decepcionado del gobierno de
izquierdas, en paro y cada vez más radicalizado. La agitación anarquista desembocó en
acontecimientos sangrientos en Casas Viejas1 (Cádiz, 1933).

- Reformas laborales. Desde el Ministerio de Trabajo, presidido por el socialista Largo Caballero,
se aprobaron medidas encaminadas a la mejora de las condiciones de trabajo de los obreros: Ley
del Contrato Laboral (extensión de la ley de accidentes de trabajo al campo, seguro de
maternidad), Ley de Términos Municipales (obligaba a los patronos a contratar obreros de la
localidad). Implantación de la jornada de 8 horas…

- Reforma educativa. La educación era un derecho de toda la población que debía ser
garantizado por el Estado. Modelo: escuela pública, obligatoria, gratuita y mixta. Se elaboró
un programa de construcción de escuelas y creación de plazas de maestro. Se aumentó el
presupuesto en educación y subieron los sueldos de los maestros. Se eliminó la religión católica
como asignatura y se prohibió a las congregaciones religiosas el ejercicio de la enseñanza. Todo
ello provocó el rechazo de la derecha y la Iglesia. Hubo problemas de financiación.

1
Sucesos de Casas Viejas. En medio de la oleada de levantamientos campesinos organizada por la CNT, en el
pueblo gaditano de Casas Viejas la Guardia Civil realizó una auténtica masacre (si bien los anarquistas habían
asaltado el cuartel y herido a dos guardias), provocando 6 muertos en el incendio de una Casa del pueblo y 12
vecinos ejecutados después por el mismo grupo de guardias. Azaña dimitió.

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Se pusieron en marcha las Misiones Pedagógicas2.

- Reforma militar. Las primeras medidas consistieron en darle al ejército una dimensión más
proporcionada, reduciendo el número de oficiales. Se aprobó la Ley de Retiro de la Oficialidad,
permitiendo el abandono del servicio con el sueldo íntegro. La reforma continuó con medidas
que sometían al Ejército al poder civil, para terminar con la etapa en la que el poder civil
aceptaba las imposiciones del militar. Se buscó la mejora en la formación militar con estudios
universitarios. Estas reformas, junto con la supresión de la Academia Militar de Zaragoza
(dirigida por Franco, que aceptó la decisión con disgusto) enfrentaron a Azaña con una parte de
la oficialidad, provocando una división en el ejército y su inconformidad con la situación política.

- Articulación territorial. El 90% de los ciudadanos catalanes votaron a favor del Estatuto de
Autonomía “Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado Español”, con un
presidente (Maciá), un Parlamento y un poder ejecutivo. Se reconocían como lenguas oficiales
el castellano y el catalán. Se eliminó cualquier referencia a la autodeterminación y satisfizo a la
mayoría de los catalanes salvo a los más radicales que pretendían una total separación de
España. Algunos militares arremetían contra el Estatuto considerándolo separatista. Los vascos
empezaron a negociar un estatuto parecido.

- Política religiosa. Se aplicaron, entre otras, las siguientes medidas: extinción en el plazo de dos
años del “presupuesto de clero y culto”, disolución de la Compañía de Jesús, prohibición a las
órdenes religiosas de ejercer la enseñanza…
(Final del estándar nº 3)

El proceso de reformas se vivió en un clima de permanente tensión política provocado desde la


izquierda y desde la derecha, incluida la Iglesia y el ejército:

- Un sector del ejército, descontento con las reformas empezó a conspirar contra la República. En
1932 se produjo la Sanjurjada, un fallido golpe de Estado liderado por el general Sanjurjo. El
golpe comenzó en Sevilla y solo lo apoyó una pequeña parte del ejército, lo que supuso su
fracaso prácticamente desde el comienzo. Fue el primer levantamiento de las Fuerzas Armadas
contra la República y su fracaso convenció erróneamente a muchos políticos y militares
republicanos de que el peligro del intervencionismo militar había pasado y que la aceptación de
la República era definitiva. El general fue juzgado y condenado a muerte, aunque su pena fue
conmutada por la de cadena perpetua. Posteriormente fue indultado y se exilió a Portugal, desde
donde continuaría conspirando contra la República, implicándose en el golpe de Estado de 1936.

2
Misiones Pedagógicas. Fue una iniciativa destinada a la alfabetización y a la mejora del nivel
educativo y cultural de los sectores más atrasados de la población española, fundamentalmente, los
campesinos, obreros, niños y pobladores de lugares de difícil acceso. Se nutren de escuelas de
pensamiento avanzado como el regeneracionismo y de entidades como la Institución Libre de
Enseñanza. En las Misiones colaboraban de manera altruista intelectuales, poetas o artistas como
Federico García Lorca, Miguel Hernández, Rafael Alberti… además de estudiantes, maestros,
bibliotecarios y personas de cualquier oficio o sin él, que colaboraban en la organización de
exposiciones, recitales de poesía, representaciones teatrales y en general actividades culturales de
todo tipo para el deleite, pero, sobre todo, la instrucción de las gentes. Los tres años de la Guerra
Civil y la posterior dictadura franquista acabó con esta experiencia cultural única en la historia de
España.

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- En cuanto a la izquierda, la lentitud de las reformas emprendidas y las esperanzas insatisfechas


de campesinos y obreros dieron lugar a continuas manifestaciones por parte de la población
agitada por la CNT y por el PCE, muy influyentes en el campo andaluz y extremeño y en
Asturias y Cataluña. El gobierno, utilizó las fuerzas de orden público para reprimir las huelgas,
produciéndose sucesos como el de Casas Viejas (1933).

- Las derechas reaccionaron mediante el boicot, la resistencia a las reformas y la provocación al


gobierno. Encontraron un aglutinante en la CEDA, (Confederación Española de Derechas
Autónomas), una coalición de partidos católicos y de derechas formada en 1932 y cuyo líder
era José María Gil Robles. Contó con el respaldo de la Iglesia y la oligarquía. La CEDA no
ocultaba su admiración por el nazismo alemán; utilizaba una simbología similar en sus
manifestaciones y se declaraba antidemócrata. Celebró mítines de estilo fascista, durante los
cuales a Gil Robles se le llamaba jefe, el equivalente del Duce. La CEDA acabó convirtiéndose en
el gran partido de masas de la derecha española durante la Segunda República, pero su fracaso
electoral le llevó a abandonar su relativa moderación. Apoyó el golpe militar de 1936.

Por otra parte, el fascismo italiano atrajo a algunos jóvenes, como Ramiro Ledesma, Onésimo
Redondo, que se fusionaron en las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista),
proclamándose antiliberales, antimarxistas y antisemitas. En 1933 José Antonio Primo de
Rivera, hijo del dictador, funda Falange Española (FE), organización de claro matiz fascista,
partidaria del estado totalitario y centralista, antiliberal, antimarxista, antirrepublicana, y
defensora de un firme nacionalismo español (unidad de España), compatible con la dialéctica de
los “puños y las pistolas”. El 4 de marzo de 1934 (Valladolid, teatro Calderón), ya con la derecha
en el poder, se unirá a las JONS de Ledesma, formando la Falange Española y de las JONS (FE de
las JONS), que se convirtió en el grupo más activo de la ultraderecha, usando la violencia como
método para la conquista del Estado. En 1936, Primo de Rivera fue acusado de conspiración y
rebelión militar; condenado a muerte, fue fusilado el 20 de noviembre de 1936.

5. Describe las causas, desarrollo y consecuencias de la Revolución de Asturias de 1934

Tras los sucesos de Casas Viejas Azaña dimitió y en 1933 se celebraron nuevas elecciones
(noviembre de 1933). El resultado fue un claro triunfo del centro-derecha, que se debió a
múltiples causas: el desgaste del gobierno, la conflictividad social, la unidad del centro-derecha que
presentó candidaturas únicas, la división en la izquierda; el voto femenino que pasó por ser
mayoritariamente de derechas (las mujeres votan por primera vez en España), y la abstención de
la CNT. A este período (denominado por la oposición de izquierdas “bienio negro”) se le conoce
como Bienio Radical-Cedista (1934-1935). Se suele dividir en dos etapas:

1ªetapa: Lerroux3 forma gobierno con el Partido Radical. La CEDA le apoyó en el Parlamento con
la condición de que eliminara las reformas del gobierno anterior. Se paralizó la reforma agraria,
la secularización de la enseñanza, se firmó un Concordato con la Iglesia dotando al clero para su
subsistencia. Se paralizó el Estatuto de Autonomía vasco. Se paralizó la reforma militar y se
puso en puestos clave a militares claramente antirrepublicanos (Franco, Mola…). Se concedió la
amnistía a Sanjurjo y sus colaboradores. A ello hay que añadir el clima de radicalización que vivían

3
Alejandro Lerroux fundó en 1908 el Partido Republicano Radical, durante el reinado de Alfonso XIII. Este partido,
de corte centrista ejerció gran influencia en el proletariado barcelonés de origen inmigrante, utilizando un discurso
anticatalanista y anticlerical. Se extendió por el resto de España con posiciones más moderadas. Durante la
Segunda República se convirtió en una de las principales formaciones políticas, presidiendo Lerroux el Consejo de
Ministros en varias ocasiones. Dimitió tras

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las masas sociales debido a la paralización de la reforma agraria y expulsión de jornaleros que
habían ocupado tierras. En este contexto se produjo la revolución de octubre de 1934.

2ª etapa: entrada de la CEDA en el Gobierno de Lerroux. La Revolución de Asturias de 1934

Causas. El día 5 de octubre de 1934 la II República sufrió la crisis más grave acontecida hasta
entonces. El detonante fue la formación, el 4 de octubre de 1934, de un nuevo gobierno más de
derechas aún que los anteriores, ya que se incorporaban a él por primera vez tres ministros de la
CEDA. La entrada de la Ceda en el gobierno de Lerroux fue identificada desde la izquierda como
el triunfo del fascismo;

Los socialistas llamaron a la huelga general en todo el país. El gobierno declaró el “estado de
guerra” y el movimiento fracasó porque el ejército sofocó con facilidad los focos huelguistas. En
Barcelona se proclamó el Estado Catalán, pero el ejército dominó la situación y suspendió el gobierno
autonómico, acusado de rebeldía.

Desarrollo. El único lugar en el que triunfó la insurrección fue en Asturias, donde se había firmado
un pacto entre socialistas, comunistas y anarquistas, con el fin de socializar los medios de
producción, en un movimiento revolucionario conjunto. Los obreros asturianos se levantaron en
armas, organizaron los suministros, mantuvieron la producción y cubrieron los servicios
sanitarios. Controlaron toda la provincia, destituyeron a las autoridades, conquistaron la capital en
duros combates contra el Ejército y proclamaron la Revolución Socialista.

Para combatir la revolución asturiana, el Gobierno entregó plenos poderes militares al general
Franco, que hizo traer las tropas de la Legión. La resistencia asturiana fue feroz, pero la Legión
entró en Asturias a sangre y fuego. El día 19 de octubre se pactó una rendición y en los días
posteriores la Guardia Civil se encargó de la represión.

Consecuencias. El balance fue durísimo: murieron entre 1.000 y 2.000 insurrectos, según
diferentes historiadores; unos 300 miembros de las fuerzas de seguridad y del ejército; más de
30 sacerdotes y religiosos. Además, hubo miles de heridos, fusilamientos sin juicio en los primeros
momentos, torturas y atrocidades, 30.000 detenidos, incluidos Companys y Azaña (que no había
participado en la revolución) y los principales dirigentes socialistas.

La autonomía de Cataluña quedó suspendida temporalmente. Su restablecimiento fue gradual, pero


ya no recuperó parte de sus competencias.

La Revolución de Asturias de 1934 provocó una fuerte polarización política y una radicalización de
posiciones:

- La izquierda, tras la represión que siguió a la revolución, impulsó una concentración de fuerzas
que desembocó en la creación del Frente Popular. También contribuyó a ello el avance del
fascismo en Europa y la recomendación de la Internacional Comunista de frenarlo mediante
frentes antifascistas.

- En cuanto a la derecha, Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional (1934), con el que pretendía
ofrecer una alternativa a la República, consistente en una monarquía tradicional basada en una
autoridad fuerte. Para ello aspiraba a contar con la participación activa del ejército. Y dentro de
este se creaba poco después la Unión Militar Española, -integrada por destacados jefes, como el
general Sanjurjo-, que se proponía también acabar con la República.

A finales de 1935 estalló el escándalo del estraperlo (autorización hecha por algunos altos cargos del
gobierno radical a cambio de sobornos para introducir en casinos españoles una máquina de juego).
El escándalo provocó el hundimiento de Lerroux y la convocatoria de nuevas elecciones.
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6. Explica las causas de la formación del Frente Popular y las actuaciones tras su triunfo
electoral, hasta el comienzo de la guerra

En las elecciones de 1936 los dos grandes bloques electorales se perfilaron, las izquierdas y las
derechas, enfrentados y sin posibilidad de entendimiento.

- Las izquierdas firmaron el pacto del Frente Popular: un acuerdo para presentarse juntas a las
elecciones, con un programa que trataba de volver a poner en marcha la legislación del primer
bienio. Al pacto se unieron Izquierda Republicana, Unión Republicana, el PSOE, el PCE y el
Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).

- La otra gran coalición se formó entre el Bloque Nacional, de predominio monárquico, y la CEDA.
La coalición no fue capaz de hacer un programa sólido y coherente; fundamentó su alianza en
el rechazo al marxismo y la amenaza que para el país significaría la victoria del Frente Popular.
Todo ello le restó muchos apoyos de centro. José Antonio Primo de Rivera criticó la falta de
programa y mantuvo a Falange fuera de la coalición.

El Frente Popular4 obtuvo en las elecciones 263 escaños por los 210 diputados de la coalición
de centroderecha. De nuevo la unidad de unos y la desunión de otros es clave para explicar los
resultados.

Azaña formó gobierno con los republicanos de izquierda (sin el PSOE), y vuelve a poner en marcha
la legislación reformista del primer bienio: amnistía, restablecimiento de la Generalitat de
Cataluña, tramitación de los estatutos de autonomía gallego y vasco, reforma agraria… Envió a los
generales sospechosos de conspiración lejos de Madrid: Franco a Canarias, Goded a Baleares y
Mola a Pamplona. Estas medidas causaron un profundo malestar entre las clases privilegiadas.

Se produjo una radicalización de la vida política y social que dejó al gobierno entre dos fuegos:
una derecha que pasó abiertamente a la conspiración, la provocación y el enfrentamiento, y una
izquierda obrera que, en vez de apoyar al Gobierno, se radicalizó (ocupación de fincas por los
jornaleros) respondiendo a las provocaciones. El gobierno, incapaz de controlar el orden público,
perdió el control de las calles: grupos obreros extremistas y organizaciones de derecha pasaron a la
lucha callejera, en una dinámica de acción-represión que ocasionó una escalada de violencia con
asesinatos, atentados fallidos, bombas y ajustes de cuentas.

En mayo de 1936 Alcalá Zamora fue sustituido por Manuel Azaña como presidente de la República y
Casares Quiroga ocupó el cargo de jefe de gobierno. Para entonces la conspiración militar estaba
en marcha: líderes políticos de la derecha, representantes de la oligarquía económica y generales
antirrepublicanos iniciaron contactos para preparar el golpe. Ya desde la revolución de octubre
habían llegado a la conclusión de que sólo un golpe militar podía evitar una revolución socialista.
Hubo un primer intento en abril que no se produjo por descoordinación entre los golpistas. Fue
entonces cuando Mola toma el mando de la conspiración y prepara minuciosamente del golpe militar.

El golpe militar se precipitará a raíz del asesinato del teniente de la guardia de asalto José del
Castillo, cometido por falangistas, respondido por sus compañeros con el asesinato del líder del
Bloque Nacional, José Calvo Sotelo. Al parecer este hecho acabó por decidir a Franco, hasta
entonces dubitativo, a participar en la sublevación. En medio de los rumores de golpe, el jefe del
Gobierno, Casares Quiroga se mantuvo inactivo. El día 17 de julio por la tarde se produjo la rebelión
en Marruecos y el Gobierno permaneció inoperante, creyendo durante muchas horas que se trataba
de un intento limitado y condenado al fracaso. Dos días después, la guerra civil era un hecho.

4
La derecha organizaría un golpe de Estado militar contra él, que se ejecutó en julio de 1936 y, después de tres años
de guerra civil, terminó con el gobierno del Frente Popular y con la democracia republicana.
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LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: 1936-1939

11. Sintetiza en un esquema las grandes fases de la guerra, desde el punto de vista militar

1. El inicio de la sublevación militar

- La sublevación militar comenzó en Melilla el 17 de julio de 1936. Al día siguiente el


coronel Yagüe había sometido el protectorado de Marruecos.

- El general Franco llega a Marruecos para ponerse al frente del ejército de África,
después de haber asegurado el éxito de la sublevación en Canarias. Sanjurjo muere en
accidente aéreo.

- España había quedado dividida en dos zonas: la republicana y la controlada por los
sublevados (se autodenominaron nacionales). Dos Españas enfrentadas con principios
opuestos e irreconciliables: para los sublevados, una cruzada contra el comunismo; para
los leales a la República, una lucha contra el fascismo. Permanecieron leales a la
República Asturias (excepto Oviedo), Cantabria, Cataluña, Levante, parte de Andalucía
oriental, Vizcaya y Guipúzcoa. Además de Madrid y Barcelona.

2. Desde julio de 1936 a la primavera de 1937

2.1. La guerra de columnas (18 de julio-7 noviembre de 1936)

- Primer objetivo de los militares sublevados: conquistar Madrid.

- Las columnas de Mola son frenadas en la sierra madrileña (Somosierra, Guadarrama…).

- Las operaciones de Franco: el “puente aéreo”. Cruce del estrecho de Gibraltar por las
tropas de África con ayuda de la aviación alemana e italiana (se inicia el 5 de agosto).

- Avance del Ejército de África, que toma Extremadura (durísima represión en Badajoz).
Unión de las dos zonas sublevadas. Se entra en Toledo y es liberado el Alcázar.

- Mola, desde Navarra, dirige la conquista de Guipúzcoa: caída de Irún y San Sebastián.

- Franco es elegido único jefe de la zona nacional: “Jefe del Gobierno del Estado español”
y “Generalísimo” de los Ejércitos.

- Aproximación a Madrid a principios de noviembre.

2.2. La batalla por Madrid (7 de noviembre de 1936-marzo de 1937)

- Acciones militares durante cinco meses. Madrid resiste y Franco fracasa en su objetivo.

- Ayuda extranjera en los dos bandos. La Brigadas Internacionales defienden Madrid.

- El gobierno deja la capital y se crea la Junta de Defensa de Madrid (general Miaja). La


propaganda: “¡no pasarán!” y “Madrid, tumba del fascismo”.

- Batalla de la Ciudad Universitaria (noviembre de 1936). Batallas del Jarama. Batalla de


Guadalajara (1937), gran revés para los italianos).

- En el sur, las tropas de Franco toman Málaga (febrero de 1937).

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3. La etapa central y decisiva de la guerra (abril-mayo de 1937 a noviembre de 1938)


Al iniciarse la etapa hay un equilibrio de fuerzas, que fue deshaciéndose progresivamente a favor de
los nacionales. Franco renuncia a la conquista de Madrid y se lanza a la conquista del Norte.

3.1. La campaña del Norte (abril-octubre de 1937)

- A finales de marzo se inicia el ataque a Vizcaya y se produce el bombardeo de Guernica.


Fue un ataque aéreo realizado sobre esta villa vizcaína el 26 de abril de 1937 por parte de
la aviación alemana de la Legión Cóndor y la aviación italiana. Guernica fue destruida y
murieron unos 126 civiles. Esta operación le sirvió a la aviación alemana para probar sus
tácticas de guerra. El escándalo mundial fue mayúsculo, pues no era un objetivo de valor
militar. Aunque los mandos franquistas negaron su responsabilidad, parece claro que la
decisión alemana de hacer bombardeos incendiarios contó con el respaldo de Mola y al
menos con el conocimiento de Franco. Poco más tarde el bando sublevado tomaría Bilbao.

- Para rebajar la presión en el Norte, la República organiza dos ofensivas sin éxito: en
Brunete, al oeste de Madrid y en Belchite (Aragón).
-

3.2. La campaña del Este

- Para evitar una nueva ofensiva de Franco sobre Madrid, ataque republicano sobre Teruel:
conquista (enero de 1938) y reconquista franquista (febrero de 1938).

- Nuevo plan franquista: penetración por el valle del Ebro, alcanzar el Mediterráneo y
dividir en dos el territorio republicano: Vinaroz, Castellón y avance hacia Valencia. La
zona republicana queda dividida en dos partes. Respuesta republicana: batalla del Ebro.

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3.3. La batalla del Ebro (julio-noviembre de 1938)

- Fue la última gran batalla de la guerra civil, la más dura y sangrienta de toda la guerra
(unos 16.000 muertos y más de 60.000 heridos).

En un desesperado intento (la zona republicana había sido dividida en dos partes por las
tropas franquistas, aislando Cataluña), las tropas republicanas atravesaron el río Ebro y
tomaron un extenso territorio hacia el sur. El éxito inicial republicano y la contraofensiva
franquista derivaron en una larguísima guerra de desgaste. Finalmente, los republicanos
tuvieron que retirarse al otro lado del río con enormes pérdidas por ambos bandos. La
derrota republicana tendrá como consecuencia inmediata la toma de Cataluña, el
hundimiento definitivo de la República y el final de la Guerra Civil.

4. El final de la guerra
- Ofensiva final sobre Cataluña: cae Tarragona, Barcelona y Gerona. Miles de exiliados
cruzan la frontera (también Azaña y Negrín). Negrín regresa (“¡Resistir es vencer!”).

- El Estado republicano se hunde: el coronel Casado contra el gobierno de Negrín, que


abandona España. Franco no negocia, exige la rendición incondicional. Caída de Madrid
(28 de marzo) y todo el Sureste. El 1 de abril Franco firma el último parte de guerra; la
contienda ha terminado.

9. Compara la evolución política y la situación económica de los dos bandos durante la


guerra

Evolución política
Las primeras semanas después del golpe fueron de una violencia inusitada en ambos bandos:
ajustes de cuentas, paseos, juicios sumarísimos, ejecuciones y asesinatos sin juicio proliferaron
por doquier. Imposible calcular los miles de personas ajusticiadas de forma irregular aquellos días.

La zona republicana
El rasgo dominante fue la falta de unidad entre los distintos grupos que lo integraban:

- Los comunistas (PCE), socialistas moderados y republicanos eran partidarios de vencer a los
sublevados como objetivo primordial y dejar la revolución para más adelante, desarrollando
una política que no asustara a las clases medias.

- Anarquistas (CNT, FAI), trotskistas (POUM) y socialistas radicales, propugnaban la realización


inmediata de una revolución social a la vez que se hacía la guerra.

Todo ello dio lugar a tensiones internas que debilitaron a la República. Esta es una de las razones
que llevaron a la República a la derrota: mientras en la España nacional se hacía la guerra, en la
zona republicana se hacía la guerra y la revolución.

Desde el comienzo se observa que el gobierno, presidido por José Giral, no tenía capacidad
ejecutiva: el poder real estaba en manos de los partidos y sindicatos en los que se impusieron los
líderes obreros que comenzaron a dirigir las operaciones y a dictar las medidas de guerra. Ello hizo
que se formara un nuevo gobierno presidido por Largo Caballero y formado por todos los grupos
del Frente Popular, comunistas incluidos, y el apoyo de la CNT. En este gobierno se incorporaron
anarquistas, entre ellos Federica Montseny, la primera mujer que fue ministra en la historia de
España. El gobierno hubo de trasladarse a Valencia con motivo del asedio de Madrid.
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Desde finales de 1936 fue creciendo el papel de los comunistas debido a la ayuda militar de la
Unión Soviética y a la eficacia de sus militantes en la guerra. Entre ellos destaca la figura de
Dolores Ibárruri, Pasionaria, dirigente comunista convertida en un mito por su defensa de la
resistencia contra el fascismo con su consigna “¡no pasarán¡” en la defensa de Madrid.

El enfrentamiento entre comunistas (PCE) por un lado y anarquistas y POUM por otro desembocó
en un conflicto violento en Barcelona que ocasionó 200 muertos. Esta crisis daría lugar a la
dimisión de Largo Caballero, formándose un nuevo gobierno presidido por Juan Negrín con
mayoría socialista. El gobierno de Negrín se trasladó a Barcelona y consiguió reforzar su autoridad
poniendo fin a las disputas internas, pero para esas fechas, los acontecimientos militares eran ya
favorables a los nacionales. Una parte de las fuerzas del Frente Popular planteó la posibilidad de
una negociación a lo que Negrín, apoyado por el PCE, se negó rotundamente. Su tesis era que
una guerra en Europa cambiaría el rumbo de los acontecimientos a favor de la República, pero la
firma del Pacto de Múnich y la derrota del Ebro acabó con la última esperanza de victoria militar.

La zona ocupada por los sublevados


En los sublevados, también hubo una ausencia de poder organizado en los primeros momentos. El
territorio sublevado quedó en manos de un puñado de generales, sin clara jefatura entre ellos.
Un accidente fortuito costó la vida al general Sanjurjo que venía desde Lisboa a hacerse con la
dirección del alzamiento. Inmediatamente se tomaron decisiones en tres direcciones:

- Desmontar las medidas de carácter social, económico y educativo adoptadas por el gobierno
de la República, proteger los intereses de los poderosos y establecer un régimen autoritario,
militarizado, restrictivo con las libertades: prohibición del derecho de reunión, disolución de los
partidos y sindicatos del Frente Popular y confiscación de sus bienes.

- El ejército era el instrumento básico para la guerra y en el eje en torno al cual giraba toda la
vida política. Se constituyó una Junta de Defensa Nacional, pero pronto se vio la necesidad de
concentrar el poder con el fin de robustecerle y hacerle más eficaz. El 1 de octubre de 1936,
Franco, cuyo prestigio no había dejado de crecer, fue nombrado en Burgos jefe del Gobierno
del Estado Español y Generalísimo de los ejércitos. Poco después de nombrarle, aparece como
Caudillo. Al acumular todo el poder en su figura, Franco se convierte en un dictador.

- Mediante el Decreto de Unificación, promulgado por Franco (Salamanca, abril de 1937), se


fusionaban, bajo su mando, Falange Española de las JONS (FE de las JONS) con la Comunión
Tradicionalista Carlista, creándose Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Se creaba así,
un partido único, (FET y de las JONS), con el objetivo de configurar el nuevo Estado definido
como Movimiento Nacional. Aunque se opusieron a la unificación una minoría de dirigentes
falangistas y carlistas, pronto fueron neutralizados, dando tranquilidad a la zona sublevada, lo
que permitió concentrar el esfuerzo en la guerra. Los restantes partidos políticos en la zona
sublevada fueron suprimidos.

El papel de la Iglesia. En la justificación del golpe y del nuevo Estado tuvo un papel
primordial la Iglesia: la mayor parte de la jerarquía apoyó la conspiración y presentó la lucha
como una cruzada para salvar a España del ateísmo. Las imágenes y actos religiosos
acompañaron a las ceremonias políticas y militares. La identificación entre el nuevo Estado y la
Iglesia dará lugar a un nuevo término, el nacionalcatolicismo.

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Situación económica
La zona republicana
Cuando comenzó la guerra, la República controlaba todas las zonas industriales (Cataluña, País
Vasco y Asturias) y las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia). En cambio, las
zonas agrícolas eran insuficientes para alimentar a su población.

El desconcierto inicial, que supuso la pérdida del control político, tuvo su correspondencia en terreno
económico: la República también perdió el control sobre la economía, que pasó a depender de las
organizaciones obreras. Las colectivizaciones de empresas privadas fue una práctica habitual en
Cataluña y Levante. En la agricultura se aceleró la reforma agraria, sin embargo, la mala
organización de los anarquistas provocó graves problemas de abastecimiento a las ciudades.

Para financiar los costes de la guerra, la República se vio obligada a recurrir a dos soluciones: la
emisión de deuda pública (solo fue posible mientras se confió en la victoria; después nadie estaba
dispuesto a prestar su dinero a un régimen que parecía tener los días contados) y el depósito en
Moscú del oro del Banco de España, que sirvieron para pagar el material de guerra a la URSS.

La zona ocupada por los sublevados


Si al comienzo de la guerra a industria estaba bajo control republicano, los sublevados, en cambio,
disponían de la mayor parte de las tierras de cultivo, el ganado de la Meseta y de Galicia, por lo
que no tenían problemas importantes de abastecimiento. Sus carencias industriales explican el
interés por conquistar la franja norte de la Península.

En contraste con la zona republicana, el control de la producción fue estricto, para lo cual contaron
con la colaboración de los propietarios rurales, la banca y los grandes financieros. Respecto a la
financiación de la guerra, el bando sublevado no disponía de reservas metálicas, pero recibió la
ayuda de los regímenes fascistas de Italia y Alemania.

8. Relaciona la Guerra Civil española con el contexto internacional

La guerra civil española acaparó la atención internacional, porque desde el principio ambos
contendientes demandaron y obtuvieron ayuda de importantes potencias extranjeras. Un factor
importante en la victoria franquista fue el diferente apoyo exterior recibido. La ayuda al bando
franquista fue desde el principio, continuada y con un coste menor que la ayuda que recibieron
los republicanos, tardía y con costes superiores.

Franco y Mola acudieron a Italia y Alemania para solicitar fondos, armas y barcos: la clave del
inicio de la guerra pasaba por desembarcar en la Península las tropas africanas. Franco consiguió
muy pronto el envío de barcos mercantes de la Alemania de Hitler. La ayuda comenzaba a llegar.

El Gobierno republicano tuvo menos fortuna. El gobierno del Frente Popular francés fue partidario
de entregar armas a la República, pero Gran Bretaña no quería provocar un conflicto mundial y
promovió la creación del Comité de No Intervención, también conocido como el Comité de Londres,
en agosto de 1936. En él que se integraron 27 países, entre ellos Gran Bretaña, Francia, Alemania e
Italia, y llegó al acuerdo de permanecer neutrales y evitar el suministro de armas y recursos a los
contendientes. Se buscaba evitar la intervención extranjera en la Guerra Civil Española y la
internacionalización del conflicto en un momento de máxima tensión entre democracias y
dictaduras en Europa. Mientras Francia y Gran Bretaña lo cumplían, la Alemania nazi y la Italia

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fascista continuaron enviando material, armas y dinero al bando sublevado. La URSS de Stalin
comenzó a ayudar a la República española a partir de octubre de 1936.

La guerra civil puede considerarse un precedente de la Segunda Guerra Mundial, que estalló pocos
meses más tarde (1 septiembre de 1939) de concluir la contienda hispana. La guerra civil española
sirvió también para el ensayo de armas y tácticas nuevas (bombardeo de Guernica).

En los gobiernos occidentales primaba más el anticomunismo y el miedo a la revolución que el


respaldo a la democracia. Fue sintomática la actitud estadounidense: el gobierno de Washington se
declaraba neutral, pero permitía a la compañía Texaco suministrar combustible al bando sublevado.
El contexto internacional favoreció siempre a los sublevados. Ni el Reino Unido ni Francia
estuvieron dispuestas a arriesgar una nueva guerra europea por España y, no sólo transigieron con
las continuas violaciones italianas y alemanas del Acuerdo de No Intervención, sino que cedieron ante
la anexión alemana de la región de los Sudetes. Esta cesión, el llamado Pacto de Múnich, significó el
abandono definitivo de la República española, por cuanto las democracias europeas seguían cediendo
ante Hitler para evitar una guerra internacional (que finalmente se produciría).

La ayuda a Franco. Alemania e Italia mantuvieron su ayuda militar y económica constante.

- La ayuda de Alemania fue determinante. A Hitler le interesa la victoria de Franco para cerrar
la amistad con España de cara a un posible conflicto entre Alemania y Francia. Facilitó el
traslado del ejército de África, vendió armas y envió la Legión Cóndor, responsable del
bombardeo de Guernica. Participaron unos 19.000 soldados, oficiales, técnicos, además de la
ayuda económica.

- Mussolini envió unos 70.000 soldados y material de guerra. Destacó el papel de la armada.

Menor, pero importante por su situación fue la ayuda de Portugal (apoyo diplomático y envío de
unos 10.000 voluntarios). El papa Pío XI reconoció oficialmente el régimen franquista en 1938.

La ayuda a la España republicana. La República, como régimen democrático y legítimo, debería


haber recibido la ayuda de las democracias occidentales. Pero el temor a una nueva guerra europea
inclinó a los países democráticos a inhibirse en el conflicto español. Los únicos países que apoyaron
con decisión a la República en el terreno militar fueron la URSS y México.

- La Unión Soviética aceptó vender armamento y enviar asesores ante el temor de una expansión
fascista en el Mediterráneo. El Gobierno decidió utilizar las reservas de oro del Banco de España
para pagar las compras, y los primeros carros y aviones comenzaron a llegar. En ocasiones la
ayuda soviética llegó con dificultad, mientras el gobierno franquista recibía asiduamente los
suministros alemanes e italianos.

- México, presidido por Lázaro Cárdenas, proporcionó desde el primer momento armas, alimentos
y apoyo diplomático.

- La República recibió en 1936 la ayuda de las Brigadas Internacionales, unidades militares


compuestas por voluntarios extranjeros que participaron, junto al ejército de la Segunda
República, en la guerra civil española, impulsados por el espíritu antifascista de la izquierda
mundial. Fueron convocados a propuesta del Partido Comunista francés y de la URSS. Llegaron
más de 35.000 brigadistas, de más de cincuenta nacionalidades. Su base se encontraba en
Albacete. La nacionalidad más numerosa fue la francesa. Su ayuda fue importante en la defensa
de Madrid y participaron, entre otras, en las batallas del Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite
y el Ebro. Murieron en la guerra unos 10.000 brigadistas. A finales de 1938 fueron retirados ante
las presiones del Comité de No Intervención.

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10. Especifica los costes humanos y las consecuencias económicas y sociales de la guerra

 Los costes humanos. Es difícil hacer un cálculo pues las cifras varían de unos autores a otros. El
número total de víctimas mortales durante la guerra pudo haber superado las 500.000, entre las
víctimas de los frentes y las de la represión en las retaguardias.

- La represión en la zona republicana fue la respuesta al golpe militar, llevada cabo por
grupos de radicales incontrolados por sus propias organizaciones. Las víctimas fueron
miembros del clero, dirigentes de partidos de derecha, empresarios y terratenientes. En las
primeras semanas fueron juzgados y ejecutados varios generales. También fue ejecutado
José Antonio Primo de Rivera, preso en la cárcel de Alicante. Tras los primeros meses, la
represión se atenuó y las autoridades pasaron a controlar más la situación.

- La represión en la España nacional. Los fusilamientos fueron la respuesta habitual a la


resistencia al golpe. Entre los ejecutados destacan varios generales. También fruto de esa
violencia moría ejecutado el poeta Federico García Lorca, en su Granada natal. La represión
fue bastante más organizada y dirigida por el poder en el bando sublevado que en
republicano. Además, se prolongó durante toda la guerra, y aún después, ya que la Ley de
Responsabilidades Políticas de 1939 consideró “rebeldes” a todos cuantos se hubieran opuesto
al Movimiento y apoyado por acción u omisión a la “subversión roja”.

A todo ello habría que añadir las pérdidas por sobremortalidad (enfermedades, desnutrición...), y
los no nacidos durante el conflicto. Además, salieron de España exiliadas unas 350.000 personas,
muchas de las cuales sufrirían las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, tras la ocupación
nazi de Francia. La mayor parte de la población española sufrió privaciones, racionamiento, etc.

 Consecuencias económicas. La destrucción material fue muy elevada: viviendas, carreteras,


ferrocarriles y todo tipo de bienes. A todo ello habría que añadir la caída de la producción y la
destrucción del aparato productivo. La economía entró en una larga fase de regresión de la que
no se empezó a salir hasta los años cincuenta. España inició veinte años de aislamiento político y
quedó fuera del impulso de progreso que se inició en Europa después de 1945 (Plan Marshall).

 Consecuencias sociales. la guerra dejó marcadas varias generaciones por el trauma del
sufrimiento de los años del conflicto y de la represión posterior. Un clima de revancha, de
persecución y de imposición de una escala de valores, la de los vencedores, se impuso
prolongando durante muchos años la división y el enfrentamiento entre los españoles. El bando
vencedor se mostró implacable con el vencido.

La guerra civil puso fin a la más importante experiencia democrática y modernizadora que
había tenido la España contemporánea, iniciándose un larguísimo periodo de represión (más
de 250.000 personas ingresadas en prisiones o en campos de trabajo forzado, exiliados, etc.), de
falta de libertad política y de supresión de los derechos fundamentales de las personas. La
consecuencia más importante de la guerra fue la instauración de un sistema de gobierno
autoritario al servicio de las clases sociales tradicionalmente dominantes en la vida española.

Las consecuencias en la cultura fueron importantísimas: quedó destruido todo el esfuerzo


cultural y educativo de la llamada Edad de Plata española. Fueron ejecutados o destituidos más
del 60 % de los maestros. La totalidad de los intelectuales de la generación del 27 y los más
notables científicos o artistas murieron o fueron al exilio: García Lorca, Buñuel, Antonio
Machado, Picasso…, retrocediendo a los tiempos del oscurantismo clerical, la represión y la
censura. Además, se produjeron importantes pérdidas del patrimonio cultural.
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