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1.

EZQUIZOIDE
El trastorno esquizoide de la personalidad es una afección poco frecuente en la
que las personas evitan las actividades sociales y continuamente evitan las
interacciones con terceros. También tienen un rango de expresión emocional
limitado.
En el trastorno esquizoide de la personalidad, la capacidad para relacionarse
con los demás de manera significativa es limitada.
Etiología
Tener cuidadores que eran emocionalmente fríos, negligentes, y desprendidos
durante la infancia puede contribuir al desarrollo del trastorno de personalidad
esquizoide, alimentando el sentimiento del niño de que las relaciones
interpersonales no son satisfactorias.
Signos y síntomas
Los pacientes con trastorno esquizoide de la personalidad parecen no tener
ningún deseo de relaciones estrechas con otras personas, incluso familiares.
No tienen amigos cercanos o confidentes, excepto a veces un familiar de
primer grado. Rara vez tienen citas y, a menudo no se casan. Prefieren estar
solos y eligen las actividades y aficiones que no requieren interacción con otros
(p. ej., juegos de ordenador). La actividad sexual con otros les genera escaso o
ningún interés. También parecen experimentar menos disfrute de las
experiencias sensoriales y corporales (p. ej., caminar en la playa).
Estos pacientes no parecen molestarse por lo que otros piensan de ellos, ya
sea bueno o malo. Debido a que no advierten las pistas normales de
interacción social, puede parecer socialmente ineptos, distantes o introvertidos.
Rara vez reaccionan (p. ej., sonriendo o asintiendo) o muestran emociones en
situaciones sociales. Tienen dificultades para expresar la ira, incluso cuando
son provocadas. No reaccionan apropiadamente a los eventos importantes de
la vida y pueden parecer pasivos en respuesta a cambios en las circunstancias.
Como resultado, podría parecer que su vida no tiee rumbo.
En raras ocasiones, cuando estos pacientes se sienten cómodos revelándose a
sí mismos, admiten que sienten dolor, especialmente en las interacciones
sociales.
Los síntomas del trastorno esquizoide de la personalidad tienden a permanecer
estables en el tiempo, más que los de otros trastornos de la personalidad.
Diagnóstico
Criterios clínicos (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, quinta
edición [DSM-5])
Para diagnosticar un trastorno de personalidad esquizoide, los pacientes deben
tener un patrón persistente de
Desapego y desinterés general en las relaciones sociales
Expresión limitada de las emociones en las interacciones interpersonales
Este patrón se manifiesta con la presencia de ≥ 4 de los siguientes elementos:
Falta de deseo de disfrutar con las relaciones cercanas, incluso los miembros
de la familia
Fuerte preferencia por actividades solitarias
Poco o ningún el interés en la actividad sexual con otra persona
Disfrute de pocas o ninguna actividad
Falta de amigos cercanos o confidentes, excepto posiblemente por los
parientes de primer grado
Indiferencia aparente para el elogio o la crítica de los demás
Frialdad emocional, desapego, o afecto achatado
Además, los síntomas deben haber comenzado en la edad adulta temprana.
Tratamiento
Entrenamiento en habilidades sociales
El tratamiento general del trastorno de la personalidad esquizoide es el misma
que para todos los trastornos de la personalidad.
No se publicaron estudios controlados sobre las psicoterapias o las terapia con
medicamentos para el trastorno esquizoide de la personalidad.
En general, los esfuerzos para compartir el interés por los temas no
impersonales (p. ej., las posesiones, colecciones, aficiones) que atraen a las
personas que prefieren actividades solitarias pueden ayudar a establecer una
relación con un paciente y tal vez facilitar una interacción terapéutica.
Los abordajes cognitivo-conductuales que se centran en la adquisición de
habilidades sociales también puede ayudar a los pacientes a cambiar. Dado
que los pacientes con trastorno esquizoide de la personalidad carecen de
interés en otras personas, no pueden ser motivados al cambio.
Trastorno de Personalidad Evitativo y Esquizoide: neurosis del carácter y
organización

El Trastorno de Personalidad por evitación caracteriza a una persona con un


tipo de aislamiento social distinto al del paciente con Trastorno de Personalidad
Esquizoide. Mientras el paciente esquizoide no quiere y no disfruta con las
relaciones sociales, el paciente evitativo desea tener relaciones cercanas
aunque éstas le asustan. Su deseo de relación no se manifiesta debido a su
forma de presentarse como tímido y evitativo. Reich y Noyes (1986) han
sugerido que la personalidad esquizoide podría ser en realidad una variante del
trastorno de la personalidad por evitación. Desde esta perspectiva, el miedo a
la humillación, al rechazo, así como el sentimiento de vergüenza
caracterizarían una organización de personalidad más madura en el trastorno
evitativo (neurosis del carácter) en comparación con el trastorno esquizoide,
con una organización más primitiva (Akhtar 1986; Kernberg 1975; Meissner,
1988).
2. ESQUIZOTIPICO
El trastorno esquizotípico de la personalidad (TEP) es un padecimiento mental
por el cual una persona tiene dificultad con las relaciones interpersonales y
alteraciones en los patrones de pensamiento, apariencia y comportamiento.
Causas
Se desconoce las causa exacta del TEP. Pueden estar involucrados muchos
factores:

Genético: el TEP parece ser más común entre parientes. Estudios han revelado
que con mayor frecuencia se encuentran algunos genes defectuosos en
personas con TEP.
Psicológicos: la personalidad, la habilidad de lidiar con el estrés y de manejar
las relaciones con otros de una persona puede contribuir al TEP.
Ambiental: sufrir un trauma emocional cuando niño y el estrés crónico también
pueden jugar un papel en el desarrollo del TEP.
Se suele caracterizar a las personas con trastorno esquizotípico de la
personalidad como extrañas o excéntricas y por lo general tienen pocas o
ninguna relación cercana. Generalmente no entienden cómo se forman las
relaciones o el impacto de su conducta en los demás. También pueden
malinterpretar las motivaciones y conductas de los demás y desarrollar una
desconfianza significativa hacia otras personas.
Estos problemas pueden generar ansiedad severa y una tendencia a evitar
situaciones sociales, ya que la persona con trastorno esquizotípico de la
personalidad tiende a tener creencias peculiares y puede tener dificultad para
responder apropiadamente a las señales sociales.
El trastorno esquizotípico de la personalidad se diagnostica generalmente en la
edad adulta temprana y es probable que dure toda la vida, aunque el
tratamiento, como los medicamentos y la terapia, pueden mejorar los síntomas.
Síntomas
El trastorno esquizotípico de la personalidad comúnmente incluye cinco o más
de estos signos y síntomas:
Ser un solitario y carecer de amigos cercanos fuera de la familia inmediata
Emociones planas o respuestas emocionales limitadas o inapropiadas
Ansiedad social persistente y excesiva
Interpretación incorrecta de los acontecimientos, como la sensación de que
algo que es realmente inocuo o inofensivo tiene un significado personal directo
Pensamientos, creencias o gestos extraños, excéntricos o inusuales
Pensamientos sospechosos o paranoicos y dudas constantes sobre la lealtad
de los demás
Creencia en poderes especiales, como telepatía mental o supersticiones
Percepciones inusuales, como sentir la presencia de una persona ausente o
tener ilusiones
Vestirse de maneras peculiares, como parecer desaliñado o usar ropa que
combine de manera extraña
Forma de hablar peculiar, como patrones de habla vagos o inusuales, o
divagaciones extrañas durante las conversaciones
Causas
La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas
que te hacen único. Es la forma en que ves y entiendes el mundo exterior, y te
relacionas con él, y la forma en que te ves a ti mismo. La personalidad se forma
durante la infancia, a través de una interacción de tendencias hereditarias y
factores ambientales.
En el desarrollo normal, los niños aprenden con el tiempo a interactuar de
manera apropiada con los demás, a interpretar las señales sociales y a
responder a las situaciones sociales de forma adecuada y con flexibilidad. No
se sabe con certeza qué es lo que le sucede exactamente a una persona con
trastorno esquizoide de la personalidad, pero es probable que los cambios en
la forma en que funciona el cerebro, la genética, las influencias ambientales y
las conductas aprendidas puedan desempeñar un papel.
Factores de riesgo
El riesgo de padecer trastorno esquizotípico de la personalidad puede ser
mayor si tienes un pariente que tiene esquizofrenia u otro tipo de trastorno
psicótico.
Complicaciones
Las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad tienen un mayor
riesgo de padecer lo siguiente:
 Depresión
 Ansiedad
 Otros trastornos de la personalidad
 Esquizofrenia
 Episodios psicóticos temporales, generalmente en respuesta al estrés
 Problemas con el alcohol o las drogas
 Intentos de suicidio
 Problemas en el trabajo, la escuela, de relaciones y sociales

3. EZQUIZOFRENIA
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el cual las personas
interpretan la realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar
una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el
pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y puede
ser incapacitante.
Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante
toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas
antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el
pronóstico a largo plazo.
Síntomas

La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición),


comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero
generalmente implican fantasías, alucinaciones o habla desorganizada, y
reflejan una capacidad deficiente de vivir normalmente. Entre los síntomas se
pueden incluir los siguientes:

 Fantasías. Son creencias falsas que no tienen base en la realidad. Por


ejemplo, crees que estás siendo perjudicado o acosado; ciertos gestos o
comentarios se dirigen a ti; tienes una habilidad o fama excepcionales;
otra persona está enamorada de ti; o está a punto de ocurrir una
catástrofe importante. Las fantasías se producen en la mayoría de las
personas que tienen esquizofrenia.

 Alucinaciones. Por lo general implican ver o escuchar cosas que no


existen. Sin embargo, para la persona con esquizofrenia, tienen toda la
fuerza y la repercursión de una experiencia normal. Las alucinaciones
pueden implicar cualquiera de los sentidos, pero escuchar voces es la
alucinación más común.

 Pensamiento desorganizado (discurso). El pensamiento desorganizado


se infiere a partir del habla desorganizada. La comunicación eficaz se
puede ver afectada y las respuestas a preguntas pueden no relacionarse
con estas de manera parcial o completa. En raras ocasiones, el habla
puede incluir el agrupamiento de palabras sin sentido que no se puedan
entender, lo cual suele conocerse como ensalada de palabras.
 Comportamiento motor extremadamente desorganizado o
anormal. Esto puede mostrarse de varias maneras, desde la tontería
infantil hasta la agitación impredecible. El comportamiento no está
enfocado en un objetivo, así que es difícil hacer las tareas. El
comportamiento puede incluir resistencia a seguir instrucciones, postura
inadecuada o extraña, una completa falta de respuesta o movimiento inútil
o excesivo.

 Síntomas negativos. Esto se refiere a la capacidad limitada para vivir de


manera normal, o a la falta de ella. Por ejemplo, la persona puede
descuidar su higiene personal o parecer que carece de emociones (no
hace contacto visual, no cambia las expresiones faciales o habla en un
tono monótono). Además, la persona puede perder interés en las
actividades cotidianas, retraerse socialmente o carecer de la capacidad de
experimentar placer.

 Con el paso del tiempo, los síntomas pueden variar con respecto al tipo y
la gravedad, con periodos de empeoramiento y remisión de los síntomas.
Algunos síntomas pueden estar siempre presentes.

 En los hombres, los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar entre


principios y mediados de los 20 años. En las mujeres, los síntomas suelen
comenzar a finales de los 20 años. Es poco común que a los niños se les
diagnostique esquizofrenia y poco común para los mayores de 45 años.

 SÍNTOMAS EN ADOLESCENTES

 Los síntomas de la esquizofrenia en los adolescentes son similares a los


que se presentan en los adultos, pero la afección puede ser más difícil
identificar. Esto puede deberse en parte a que algunos de los síntomas
tempranos de la esquizofrenia en los adolescentes son comunes en el
desarrollo típico de la adolescencia, como estos:

 Distanciamiento de los amigos y los familiares

 Menor desempeño en la escuela

 Trastornos del sueño

 Humor irritable o depresivo

 Falta de motivación

 Además, el uso de sustancias recreativas, como la marihuana, las


metanfetaminas o el LSD, a veces puede causar signos y síntomas
similares.En comparación con los síntomas de la esquizofrenia en adultos,
los adolescentes pueden tener lo siguiente:

 Menos probabilidad de tener ideas delirantes

 Mayor probabilidad de tener alucinaciones visuales

Causas

 No se conocen las causas de la esquizofrenia, pero los investigadores


piensan que la combinación de la genética, la química del cerebro y el
ambiente contribuye al desarrollo de este trastorno.

 Los problemas con ciertos químicos del cerebro que se producen


naturalmente, como los neurotransmisores llamados dopamina y
glutamato, pueden contribuir a la esquizofrenia. Los estudios de imágenes
cerebrales muestran las diferencias en la estructura del cerebro y el
sistema nervioso central de las personas con esquizofrenia. Si bien los
investigadores no están seguros de la importancia de estos cambios,
estos indican que la esquizofrenia es una enfermedad mental.

 Factores de riesgo

 A pesar de que se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia, ciertos


factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenarla,
entre ellos los siguientes:

 Antecedentes familiares de esquizofrenia

 Algunas complicaciones durante el embarazo y el nacimiento, como


malnutrición o exposición a toxinas o virus que pueden afectar el
desarrollo del cerebro

 Consumo de drogas que alteran la mente (psicoactivas o psicotrópicas)


durante la adolescencia y la juventud

 Complicaciones

 Si no se trata, la esquizofrenia puede dar lugar a graves problemas que


afectan a todos los ámbitos de la vida. Las complicaciones que la
esquizofrenia puede causar o con las que esta puede estar asociada
incluyen las siguientes:

 Suicidio, intentos de suicidio y pensamientos de suicidio

 Trastornos de ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

 Depresión
 Abuso de alcohol o de otras drogas, incluida la nicotina

 Incapacidad para trabajar o asistir a la escuela

 Problemas financieros y falta de vivienda

 Aislamiento social

 Problemas de salud y médicos

 Victimizarse

 Comportamiento agresivo, aunque es poco común

 Prevención

 No hay una manera segura de prevenir la esquizofrenia; sin embargo,


seguir el plan de tratamiento puede ayudar a prevenir las recaídas o el
empeoramiento de los síntomas. Además, los investigadores esperan que,
al obtener mayor información sobre los factores de riesgo de la
esquizofrenia, se puedan generar un diagnóstico y un tratamiento más
rápidos.

TIPOS

A la hora de clasificar la esquizofrenia hay que ser cuidadosos ya que aunque


se distinguen claramente cinco tipos de trastorno, en muchas ocasiones
aparecen síntomas mixtos en un mismo cuadro. Además una clasificación
sobre los tipos de esquizofrenia es una simplificación que fácilmente nos puede
hacer pasar por alto muchas cosas. Por ello es necesario observar siempre y
de forma individual las particularidades de un paciente para realizar el
diagnóstico adecuado.

ESQUIZOFRENIA PARANOIDE:

Este tipo de esquizofrenia es la más frecuente, se caracteriza por tener ideas


delirantes y alucinaciones auditivas.

ESQUIZOFRENIA CATATÓNICA:

Externamente se caracteriza por una falta de movimiento y expresión. El


paciente puede permanecer inmóvil (estupor catatónico) o con movimientos
repetitivos (automatismos) durante días y semanas en los casos más graves.
Internamente el paciente padece una tormenta de ideas que en ese momento
le “desconectan” prácticamente del mundo exterior ya que es muy común que
en estado catatónico el paciente no muestre respuesta ante estímulos externos
intensos.

ESQUIZOFRENIA HEBEFRÉNICA O DESORGANIZADA:

El comportamiento desinhibido del paciente no es adecuado al contexto,


puede reírse ante malas noticias, hablar a destiempo, llorar sin causa
aparente. El lenguaje es incoherente y desorganizado siendo en ocasiones
muy difícil entenderles. Suele tener un comienzo temprano y no muy buen
pronóstico.

ESQUIZOFRENIA INDEFERENCIADA:

No existe ningún síntoma característico de este tipo de esquizofrenia sino que


pueden aparecer cualquier síntoma de todas las anteriores.

ESQUIZOFRENIA RESIDUAL:

Este tipo de esquizofrenia como su nombre indica se caracteriza por los


síntomas que deja un episodio anterior de esquizofrenia o incluso los síntomas
resistentes al tratamiento que aún están presentes. Predominan los síntomas
negativos que tienen difícil tratamiento.

4. AUTISMO
El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo
del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con
otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la
comunicación. El trastorno también comprende patrones de conducta
restringidos y repetitivos. El término «espectro» en el trastorno del espectro
autista se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad.

El trastorno del espectro autista comprende afecciones que anteriormente se


consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el
trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno
generalizado del desarrollo. Algunas personas aún utilizan el término
«síndrome de Asperger» que generalmente se considera que está en el
período final leve del trastorno del espectro autista.
El trastorno del espectro autista comienza en los primeros años de la infancia y,
a la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por ejemplo,
en situaciones sociales, en la escuela y el trabajo. Los niños suelen presentar
síntomas de autismo en el primer año. Un número reducido de niños parecen
desarrollarse de forma normal en el primer año y luego pasan por un período
de regresión entre los 18 y los 24 meses de edad, cuando aparecen los
síntomas de autismo.
Si bien no existe una cura para los trastornos del espectro autista, un
tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de
muchos niños.
SÍNTOMAS

Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera
infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por
su nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros
niños pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años
de vida, pero luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o
pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido. En general, los signos
se observan a los 2 años.

Es probable que los trastornos del espectro autista tengan un patrón de


comportamiento y un nivel de gravedad únicos en cada niño, desde un
funcionamiento bajo hasta uno alto.

Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de


aprendizaje y algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal.
Otros niños con este trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta,
aprenden rápido, aunque tienen problemas para comunicarse, aplicar lo que
saben en la vida diaria y adaptarse a situaciones sociales.

Debido a la combinación única de síntomas que presenta cada niño, a veces,


puede ser difícil determinar la gravedad. En general, se basa en el nivel de
deterioro y en cómo afecta la capacidad de desenvolverse.

A continuación, se presentan algunos signos frecuentes que tienen las


personas con trastornos del espectro autista.

Comunicación e interacción social


Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener problemas
con la interacción social y las habilidades de comunicación, incluso presentar
cualquiera de los siguientes signos:

 No responde a su nombre o, en ocasiones, parece no escucharte

 Se resiste a los abrazos y las caricias; además, parece que prefiere jugar
solo y se abstrae en su propio mundo

 No suele hacer contacto visual y carece de expresión facial

 No habla o tiene un desarrollo tardío del habla, o bien pierde la capacidad


que tenía para decir palabras u oraciones

 No puede mantener ni iniciar una conversación o, tal vez, inicia una


solamente para pedir algo o nombrar elementos

 Habla con tono o ritmo anormal y es posible que utilice una voz cantarina
o que hable como un robot

 Repite palabras o frases textuales, pero no comprende cómo usarlas

 No parece entender preguntas o indicaciones simples

 No expresa emociones ni sentimientos y parece no ser consciente de los


sentimientos de los demás

 No señala ni trae objetos para compartir sus intereses

 Aborda interacciones sociales de forma inadecuada comportándose de


manera pasiva, agresiva o perturbadora

 Tiene dificultad para reconocer señales no verbales, como la


interpretación de las expresiones faciales de otras personas, las posturas
corporales o el tono de voz
Patrones de comportamiento

Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener intereses,
actividades o patrones de comportamiento repetitivos y limitados, e incluso
presentar cualquiera de los siguientes signos:

 Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o aletear con las


manos

 Realiza actividades que podrían causarle daño, como morderse o


golpearse la cabeza
 Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera con el mínimo cambio

 Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones de movimientos


extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra un
lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado

 Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las ruedas que giran en
un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o el
funcionamiento del objeto

 Es más sensible que lo habitual a la luz, el sonido o el contacto físico,


pero puede ser indiferente al dolor o la temperatura

 No participa en juegos de imitación o de simulación

 Se obsesiona con un objeto o una actividad con una intensidad o


concentración anormales

 Tiene preferencias específicas con respecto a los alimentos, como comer


solamente unos pocos alimentos o no comer alimentos con una
determinada textura

A medida que maduran, algunos niños con trastornos del espectro autista
socializan más con otras personas y muestran menos alteraciones del
comportamiento. Algunos, generalmente los que tienen problemas menos
graves, con el tiempo pueden llevar una vida normal o casi normal. Sin
embargo, otros siguen teniendo dificultades con el lenguaje o las habilidades
sociales y, en los años de la adolescencia, sus problemas de comportamiento y
emocionales pueden empeorar.

CAUSAS

Los trastornos del espectro autista no tienen una única causa conocida.
Considerando la complejidad del trastorno y el hecho de que los síntomas y la
gravedad varían, probablemente haya muchas causas. La genética y el medio
ambiente pueden influir.

 Genética. Varios genes diferentes parecen estar relacionados con los


trastornos del espectro autista. Para algunos niños, los trastornos del
espectro autista pueden estar asociados con un trastorno genético, como
el síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Para otros, los
cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el riesgo de padecer
trastorno del espectro autista. Más aún, otros genes pueden afectar el
desarrollo del cerebro o el modo en que se comunican las neuronas
cerebrales, o pueden determinar la gravedad de los síntomas. Algunas
mutaciones genéticas parecen ser hereditarias, mientras que otras
suceden de manera espontánea.

 Factores ambientales. Actualmente, los investigadores estudian si


factores, como las infecciones virales, los medicamentos, las
complicaciones durante el embarazo o los contaminantes del aire,
desempeñan un papel en el desencadenamiento del trastorno del
espectro autista.

PREVENCIÓN

No hay manera de prevenir el trastorno del espectro autista, pero hay opciones
de tratamiento. El diagnóstico e intervención tempranos son lo más útil, y
pueden mejorar el desarrollo del lenguaje, las habilidades y la conducta. Sin
embargo, la intervención es útil a cualquier edad. Si bien, en general, los niños
no dejan de tener los síntomas del trastorno del espectro autista cuando
crecen, pueden aprender a desempeñarse adecuadamente.

Autismo

Es un trastorno que habitualmente comienza durante los 3 primeros años de


vida, siendo los padres los primeros que comienzan a identificar en su hijo
comportamientos diferentes a los niños de su edad. Algunos de estos síntomas
extraños son: nula o muy escasa comunicación verbal, el niño es muy poco
sociable y solitario o no mostrar interés en identificar objetos o llamar la
atención de los padres.

Síndrome de Rett

La característica diferencial de este tipo de autismo es que se presenta casi


con exclusividad en niñas y tiene carácter regresivo. Las personas afectadas
comienzan a sufrir un proceso degenerativo y progresivo del sistema nervioso
que se manifiesta en forma de alteraciones en la comunicación, la cognición y
la motricidad (tanto fina como gruesa) alrededor de los 2 años. Estas niñas
tienen un desarrollo psicomotor normal, al menos en apariencia, hasta
entonces. De cualquier modo, diversos estudios demuestran que, incluso en el
periodo asintómático, se produce una reducción del tono muscular (hipotonia).

Síndrome de Asperger
Es el tipo de autismo más difícil y, en ocasiones, tardío de diagnosticar porque
las personas afectadas no tienen ningún tipo de discapacidad intelectual ni
rasgo físico que lo identifique. El déficit se encuentra por lo tanto en el campo
de las habilidades sociales y el comportamiento, siendo lo suficientemente
importante como para comprometer seriamente su desarrollo e integración
social y laboral. Problemas de interacción social, falta de empatía, poca
coordinación psicomotriz, no entender las ironías ni el doble sentido del
lenguaje y la obsesión con ciertos temas, son algunas de las características
más habituales en el Asperger.

Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller

Suele aparecer sobre los 2 años, aunque en ocasiones no se hace evidente


hasta pasados los 10. Coincide con los otros tipos de autismo en afectar a las
mismas áreas (lenguaje, función social y motricidad), pero se diferencia en su
carácter regresivo y repentino, hasta el punto de que en ocasiones el mismo
niño se da cuenta del problema, mostrando su preocupación a los padres.

Trastorno generalizado del desarrollo no especificado

Es una etiqueta diagnóstica que se utiliza en aquellos casos en que los


síntomas clínicos son demasiado heterogéneos como para ser incluidos en
alguno de los otros tipos. También se presentan trastornos de reciprocidad
social, problemas severos de comunicación y la existencia de intereses y
actividades peculiares, restringidas y estereotipadas.

5. TOC, TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO TOC

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de


pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan
comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones
interfieren en las actividades diarias y causan un gran sufrimiento emocional.

Puedes intentar ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta tu
sufrimiento emocional y ansiedad. Finalmente, sientes la necesidad de realizar
actos compulsivos para tratar de aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos por
ignorar o deshacerte de los pensamientos o impulsos que te molestan, estos
vuelven una y otra vez. Esto conduce a más comportamientos ritualistas, el
círculo vicioso del trastorno obsesivo compulsivo.

El trastorno obsesivo compulsivo a menudo se centra en ciertos temas, por


ejemplo, un miedo excesivo a contaminarse con gérmenes. Para aliviar los
temores de contaminación, puedes lavarte compulsivamente las manos hasta
que estén irritadas y agrietadas.

Si tienes un trastorno obsesivo compulsivo, puedes sentirte avergonzado y


apenado por la afección, pero el tratamiento puede ser eficaz.

Síntomas

El trastorno obsesivo compulsivo suele incluir tanto obsesiones como


compulsiones. Pero también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo
síntomas de compulsión. Puedes o no darte cuenta de que tus obsesiones y
compulsiones son excesivas o irrazonables, pero ocupan mucho tiempo e
interfieren en tu rutina diaria y en tu funcionamiento social, escolar o laboral.

Síntomas de obsesión

Las obsesiones del trastorno obsesivo compulsivo son pensamientos, impulsos


o imágenes repetidos, persistentes y no deseados que son intrusivos y causan
aflicción o ansiedad. Podrías tratar de ignorarlos o deshacerte de ellos
realizando un comportamiento o ritual compulsivo. Estas obsesiones suelen
entrometerse cuando intentas pensar o hacer otras cosas.

 Las obsesiones a menudo tienen temáticas, tales como las siguientes:


 Miedo a la contaminación o a la suciedad
 Dudar y tener dificultades para tolerar la incertidumbre
 Necesidad de tener las cosas ordenadas y simétricas
 Pensamientos agresivos u horribles sobre la pérdida de control y el daño
a sí mismo o a otros
 Pensamientos no deseados, incluida la agresión, o temas sexuales o
religiosos
 Algunos ejemplos de los signos y síntomas de la obsesión incluyen lo
siguiente:
 Miedo a ser contaminado por tocar objetos que otros han tocado
 Dudas de que hayas cerrado la puerta o apagado la estufa
 Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados o posicionados de
cierta manera
 Imágenes de conducir tu automóvil entre una multitud de gente
 Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar inapropiadamente en
público
 Imágenes sexuales desagradables
 Evitar las situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como el
apretón de manos

Síntomas de la compulsión

Las compulsiones del trastorno obsesivo compulsivo son comportamientos


repetitivos que te sientes impulsado a realizar. Estos comportamientos
repetitivos o actos mentales tienen como objetivo reducir la ansiedad
relacionada con las obsesiones o evitar que algo malo suceda. Sin embargo,
dejarse llevar por las compulsiones no trae ningún placer y puede ofrecer solo
un alivio temporal de la ansiedad.

Puedes inventar reglas o rituales que te ayuden a controlar la ansiedad cuando


tengas pensamientos obsesivos. Estas compulsiones son excesivas y a
menudo no están relacionadas de manera realista con el problema que
pretenden solucionar.

Al igual que las obsesiones, las compulsiones suelen tener temas como:

 Lavado y limpieza
 Comprobación
 Recuento
 Orden
 Seguir una rutina estricta
 Exigir tranquilidad

Algunos ejemplos de signos y síntomas de compulsión incluyen los siguientes:

 Lavarse las manos hasta que la piel se vuelve áspera


 Comprobar las puertas repetidamente para asegurarnos de que están
cerradas
 Revisar la cocina repetidamente para asegurarnos de que está apagada
 Contar en ciertos patrones
 Repetir en silencio una oración, palabra o frase
 Arreglar las conservas para que tengan el mismo frente
 La gravedad varía

El trastorno obsesivo compulsivo suele comenzar en la adolescencia o en la


edad adulta joven, pero puede comenzar en la infancia. Los síntomas suelen
comenzar progresivamente y tienden a variar en su gravedad a lo largo de la
vida. Los tipos de obsesiones y compulsiones que experimentas también
pueden cambiar con el tiempo. Los síntomas suelen empeorar cuando se
experimenta un mayor estrés. El trastorno obsesivo compulsivo, que suele
considerarse un trastorno de por vida, puede tener síntomas de leves a
moderados o ser tan grave y prolongado que se vuelve incapacitante.

Cuándo debes consultar a un médico

Hay una diferencia entre ser un perfeccionista (por ejemplo, alguien que busca
resultados perfectos o un rendimiento impecable) y tener un trastorno obsesivo
compulsivo. Los pensamientos de una persona con trastorno obsesivo
compulsivo no son simplemente preocupaciones excesivas por problemas
reales en sus vidas o el placer de tener las cosas limpias u ordenadas de una
manera específica.

Si tus obsesiones y compulsiones están afectando tu calidad de vida, consulta


al médico o a un profesional de la salud mental.

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar o


desencadenar el trastorno obsesivo compulsivo se incluyen los siguientes:

 Antecedentes familiares. El hecho de tener padres u otros miembros de


la familia con el trastorno puede aumentar el riesgo de
desarrollar trastorno obsesivo compulsivo.

 Acontecimientos estresantes en la vida. Si has experimentado eventos


traumáticos o estresantes, tu riesgo puede aumentar. Esta reacción
puede, por alguna razón, desencadenar los pensamientos intrusivos, los
rituales y el sufrimiento emocional característicos del trastorno obsesivo
compulsivo.

 Otros trastornos de salud mental. El trastorno obsesivo


compulsivo puede estar relacionado con otros trastornos de salud mental,
como los trastornos de ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias o
los trastornos de tic.
Complicaciones

Los problemas derivados del trastorno obsesivo compulsivo pueden incluir los
siguientes, entre otros:

 El tiempo excesivo dedicado a los comportamientos rituales

 Cuestiones de salud, como la dermatitis de contacto por el lavado


frecuente de manos

 Dificultad para asistir al trabajo, la escuela o las actividades sociales

 Relaciones problemáticas

 Mala calidad de vida en general

 Pensamientos y comportamiento suicidas


Prevención

No hay una forma segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo. Sin


embargo, recibir tratamiento lo antes posible puede ayudar a evitar que
el trastorno obsesivo compulsivo empeore y altere las actividades y la rutina
diaria.

TIPOS

 Contaminación. Se trata de un tipo que puede hacer referencia a la


obsesión por la limpieza o por la higiene personal. En estos casos, las
personas que lo padecen piensan que ellas o su entorno está
contaminado (obsesión) y se limpian o limpian constantemente
(compulsión) para eliminar la suciedad.
 Repetición. Piensan que si no hacen determinado número de cosas algo
malo pasará. Por ejemplo, piensan que si no dicen 3 veces la palabra
“cielo” le pasará algo malo a un familiar cercano (obsesión), por lo tanto,
repiten la palabra (compulsión) para que algo malo no ocurra.
 Acumulación. Guardan muchos objetos como periódicos, envases, etc.
porque tienen miedo de tirar algo que les puede servir o es importante.
Por ejemplo, una persona tiene miedo de tirar algo importante (obsesión)
y, por lo tanto, guarda todos los periódicos (compulsión). Es importante
diferenciar este trastorno (trastorno por acumulación) del síndrome de
Diógenes. En este último se acumula basura mientras que en el
trastorno por acumulación lo que se acumula no es necesariamente
basura.
 Verificación. Estas personas tienen que comprobar todo el rato que han
hecho las cosas bien porque sino piensan que algo malo pasará. Por
ejemplo, piensan que si no cierran la llave del gas habrá una explosión
(obsesión) por lo tanto, comprueban constantemente que han cerrado la
llave del gas (compulsión).
 Orden. Utilizan reglas y pautas para ordenar todo lo que tienen porque
sino piensan que pasará algo malo. Por ejemplo, una persona piensa
que si los lápices no están ordenados de mayor a menor le pasará algo
malo (obsesión), por lo tanto, los ordena (compulsión).
 Fobia de impulso. Miedo a hacerse daño o a hacer daño a alguien. 

6. DEPRESIÓN

La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un


bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del
comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.

Supone una de las patologías más frecuentes en Atención Primaria y es la


primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de
problemas mentales.

Aparece con más frecuencia en mujeres y en personas menores de 45 años.

El tratamiento con psicofármacos y/o psicoterapia, consiguen, en la mayoría


de los casos, aliviar parcialmente o en su totalidad los síntomas. Una vez se
han superado los síntomas de la depresión, convendrá seguir bajo
tratamiento antidepresivo el tiempo necesario para evitar posibles recaídas.
En algunos casos, el tratamiento deberá prolongarse de por vida

Tipos de depresión

Las depresiones pueden clasificarse de una manera sencilla en 3 tipos.

La depresión mayor tiene un origen más biológico o endógeno, con un mayor


componente genético y menor influencia de factores externos. Puede
aparecer de manera recurrente y, en algunos casos, guarda una cierta
relación con la estación del año.
En contraposición, existe la depresión reactiva, causada por una mala
adaptación a circunstancias ambientales estresantes.

La distimia, antiguamente conocida como neurosis depresiva, que se


caracteriza por un cuadro depresivo de intensidad menor a los anteriores, de
evolución crónica (más de dos años), sin periodos asintomáticos y con
sentimientos de incapacidad y somatizaciones. Este último tipo de depresión
parece guardar una relación más estrecha con la forma de ser y con el estrés
prolongado.

Por último, existe un tipo de depresión denominada enmascarada, que en vez


de manifestarse con los síntomas ya referidos, aparece como molestias
orgánicas -somatizaciones- o cambios en la conducta.

¿Cuáles son las causas de la depresión?

Salvo algunos casos de depresión asociada a enfermedades orgánicas


(enfermedad de Parkinson, tuberculosis, etc.), la depresión se produce
generalmente por la interacción de unos determinados factores biológicos
(cambios hormonales, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales
como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, componentes genéticos,
etc.), con factores psicosociales (circunstancias estresantes en la vida
afectiva, laboral o de relación) y de personalidad (especialmente, sus
mecanismos de defensa psicológicos).

¿Cómo se trata la depresión?

Tratamiento de la depresión

El tratamiento ideal de la depresión dependerá de las características


específicas del subtipo de depresión y será, como siempre, personalizado,
por lo que es fundamental una adecuada relación médico-paciente.
Básicamente, el tratamiento se compone de psicoterapia y farmacoterapia.

Con la psicoterapia, se ofrece seguridad, confianza, comprensión y apoyo


emocional; se intentan corregir los pensamientos distorsionados; se explica el
carácter temporal y se desdramatiza la situación; se consigue la participación
del paciente en el proceso curativo y, por último, se enseña a prever las
posibles recaídas.
Como tratamiento farmacológico se utilizan antidepresivos, ansiolíticos y
otros fármacos coadyuvantes, como las hormonas tiroideas, el carbonato de
litio o psicoestimulantes.

Por último, el tratamiento electroconvulsivo, que se realiza en algunas


circunstancias (depresión mayor grave del adulto, depresión resistente), bajo
control anestésico y miorrelajación. Es una técnica segura y sus efectos
secundarios sobre la memoria son habitualmente leves y transitorios. Por
razones operativas, económicas y socio-culturales se reserva a indicaciones
muy concretas

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