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La Conquista de Mexico Tenochtitlan.
La Conquista de Mexico Tenochtitlan.
S
EL CERCOEL SITIOLAS RAZONES
+
f
¿Qué fue lo de la parte norte, llamada Ariclamérica, se dedicaban
conquisto de México? a la cacería y a recoger plantas silvestres, o practica-
ban una agricultura menos intensiva, y no vÍvían en
I un lugar fijo ni tenían gobierno.
En I\4esoamérica vivían muchos pueblos indepen_
dientes. Uno de ellos, sin embargo, era el más podero_
Hablar cle "la conc¡utsta
so y había conquistado a muchos de los demás. Este
¿qgÉ_p! ule r94qui!!e? puebio eran los mexicas, también llamados aztecas,
de ],,[éxico" es tula
Por conquista gnr* * qr-" ,;
"Cuondo nueslro "" ".rti.r.d" ,-u
pueblo ataca militarmente a otro, lo vence y después
que tenían su capital en ]\4éxico-Tenochtitlan. sint p lific: a c:ir':n. Si n
Uq9y9$9rE9t!9"
Una vez que expulsaron a los musulmanes cle la pe_
La "reconquista"
nínsula ibérica, los reyes católicos buscaron nuevos
En el siglo vn, Ia península ibérica, donde se encuen
"Lo moyor coso horizontes para expandir su poder y su fe. pensaron
tran España y Portugal, fue invadida por pueblos mu_
en atacar a los musulmanes que vivÍan en el norte de
después de lo creoción sulmanes del norte de África. Du¡ante los siguientes
África, pero Cristóbal Colón, un navegante italiano, les En Arnét
del mundo, socondo lo siete siglos, los reinos católicos del norte de la penín_ i c:¿t, lo:: e:;¡t;tÍiole:s
propuso que 1o enviaran a buscar una ruta por mar
encornoción y muerle sula, fundamentalmente Castilla y Aragón, en lo que coDLtr)uat on la ern¡tes;it
hacia Asia. Encontraron así una oportunidad para com
del que lo creó, es el hoy es España, combatieron a 1os reinos musulmanes
petir con sus vecinos portugueses que exploraban Áfri_ qut: habiitt tnk:tarkt :;i9;¡lrt::
descubrimienlo de los del sur en una gruerra que liamaron ,,reconquista,,, pues
ca en busca de un camino a Asia y todas sus riquezas. ant.:s en su l)ropta ileLra..
lndios." Froncisco López decian que estaban recuperando el territorio que les
El 24 de agosto de 1492, Cotón partió rumbo a Ja_ coot¡ui:,:Lar it kts "t¡ilt¡le:;"
de Gómoro había sido a¡rebatado por los invasores musulmanes,
pón y China, atravesando el Océano Atlántico. Sirr
o moros. Esta lucha e¡a encabezada, según Ios cristia para ett:;c:tiarI t-:s la
embargo, el L2 de octubre del mismo año l1egó a las
nos, por el mismo apóstol Santiago, quien "verc!ac.lera" t rl ic1irtn
islas dei Caribe, frente a las costas de América.
recibió por eilo el nombre cle Santiago
I\4atamoros.
Una nueva reconquista
Poco a poco, los reinos dei norte clo-
Cuando tuvieron noticias de las tierras que había
minaron a los reinos islámicos, hasta que
ha.llado Colón, Ios españoles cleciclieron que los inclios
en1492 expulsaron ai último gobernan
de América eran "infieles" como los musuimanes y que
te musulmán de la península, el rey de
era su obligación y su derecho conquistarlos como
Granada. Descle entonces, el poder en
habian hcchi¡ con r:llos.
España perteneció únicamente a los
Así fite cillrlo ios anti ,
católicos. , I 1"..
",, nt (1.tisL l,lo,,,soe
la penínsu1a iLrr-irica se . -. .
CoIón presenl0 su ¡deo La fe y la corona
010 reino lsobel. convirtieron en los nuevos
Para los reinos de Castilla y Aragón la religión cató_
conquistadores de Amé-
lica revestÍa gran importancia, pues 1os distinguía de
rica y como los nietos de
ios reinos musulmanes y justificaba su larga guerra
los hombres que habían
contra ellos como una santa cruzada contra los enemi
expulsado a los moros de
gos de su fe.
España partieron a este
En 1469, Isabel, la futura reina de Castilla, se casó Los espoñoles
continente a combatir a
con Fernando, el futuro rey de Aragón, y pronto unifi_ se posesionon
nuevos infieles. del Nuevo Mundo
caron todaEspaña bajo un solo gobierno y se llamaron
W*
ante sus ojos una tentadora muestra de la riqueza de
ticia de dos españoles que la tierra.
habían nauf¡agado en esas
tierras en 1511. Cortés man-
El rclo elp"Eol
dó buscarlos y uno de ellos,
Después de recibir los regalos, Cortés organizó un
Jerónimo de Aguilar, se unió
aterrador espectáculo para 1os embajadores. En pri-
a su expedición como tra-
L0 visiónespoñolo mer lugar, los ató de los pies y el cuello y disparó un
ductor del maya al español.
del encuentro cañón. EI ruido y el olor de Ia pólvora hicieron tem-
El otro, Gonzalo Guerrero, se
blar de miedo a los mexicas. Después, hizo correr a
había casado con una mujer maya y prefirló quedarse
"[El un caballo encabritado para mostrarles el poder de
emboiodorl troÍo con sus nuevos parientes.
sus animales y los retó con las siguientes palabras:
consigo grondes llás adelante, en Potonchan, los conquistadores "Oídlo, he sabido que dizque aquellos mexicanos son L0 visión indÍgeno del encuentro.
pinlores, que los hoy españoles derrotaron a los mayas chontales en una
muy fuertes, que son muy gueueros,
toles en México, y grran ba[alla. En ella, según contaban algunos conquis,
que son muy t¡emendos. Pues ahora lri
mondó pintor ol nofurol tadores, los ayudó el propio Santiago lVlatamoros. Tras
rni cor azón quiere q uedar convenci-
lo coro y rostro y su derrota, el señr¡r de Potonchan regaló a los españo-
do: voy a ver yo, voy a experimentar ü
cuerpo y focciones de les varias mujeres esclavas, para que les prepararan la ffi
qué tan fuertes sois, ¡qué tan ma-
Corlés, y o doño comida y 1es hicieran compañía. Entre ellas estaba
chos | "
Morino, y lo llevó o su IVIalintzin, que llamó Ia atención de Cortés por su inte.
Finalmente, Cortés liberó a los ate
señor." Bernol Dioz ligencia y belleza. Como hablaba náhuatl y maya, los
rrados embajadores y les dio a be-
del Costillo. españoles encontraron una manera de poder hablar
ber vino para ayudarlos a reponer-
con los mexicas por medio de ella y de Aguilar.
se. Sólo enLonces los dejó ir.
Los enviados de lVloctezurria co-
Los embaiadores mexicas
rrieron a N4éxico para contar a l\4oc-
Cortés y sus hombres llegaron a Ia Isla de Sacrifi-
tezuma las terribles cosas que ha-
cios el día 21 de abril de 1519 y unos espías de
bían visto
W*
resto de los soldados usaba únicamente espadas. bres 1o librarÍan de su yugo y Io protegerían
E
de ellos.
Los españoles sabÍan perfectamente que tan pocos Para demostrar que su palabra era cierta mandó
dete_ 1
hombres y tan mal armaclos no poclrían vencer a los ner a dos cobrado¡es de tributos mexicas que llegaron
numerosos ejércitos indígenas. por ello, muchos pen_ a Cempoala.
sal:ran que los planes de conquista de Cortés eran pe_
"Cortes [se pusol muy Ng.r,g" eligqg"
olegre de hollor en
ligrosos e irrealizables y que lo prudente serÍa quedar_ __
se en la costa y esperar refuerzos. De esta manera, los es-
oquello tierro unos pañoles y los totonacos se
señores enemigos de La fundación de Veracruz convirtieron en aliados.
otros y con guerro, Cortés hizotr", Cada uno sabÍa lo que ob-
poro poder efectuor "o@
quienes se mostraban renuentes a acompañarlo en su [endría de este pacto: los
meior su propósito y aventura. conquistadores, el apoyo
pensomiento." En primer lugar, fundó una ciudad española, la Villa de los indígenas para en-
Froncisco López Rica de la Vera Cruz, en eI lugar cionde había desem frentar a los mexicas; el
de Gómoro. barcado la expedición. De esta manera se independizó "cacique gordo", librarse
de Diego Velázquez y repartió entre sí mismo y sus de la dominación de sus
aliados los cargos del cabildo de la nueva ciuclad. odiados señores.
Después, para intimidar a los amigos del gobernador El primer fruto de esta
de Cuba, mandó ejecutar a cuatro de ellos. Finalmente, alianza fue que los totona-
ordenó que se desarmaran los l¡arcos que habÍan ve- cos guiaron a los españo-
nido de Cuba, para que nadie pudiera pensar siquiera ies en su camino [ierra
en regresar a la isla. adentro, rumbo a l\4éxico,
y los condujeron hacia
Los totonacos 'flaxcala, donde vivían los
A1 poco tiempo de que partieron los embajadores principales enemlgos de
mexicas, otro grupo de indígenas se acercó a los es- los mexicas. Cortés se encuentro con el coc¡que gordo de Cempoolo.
pañoles. Como vestían de manera dife¡ente v habla_
W-:
La principal
"oirr"id"r-r"ffi
genas mesoamericanos y los españoles era que am Hombres y dioses
"Por lo que yo he visto bos utilizaban la guerra para determinar quién debía Otra coincidencia fundamental entre las cuituras
y comprendido ocerco mandar sobre quién. Así como lo españoles cristianos mesoamericana y española se encontraba en sus
de lo similitud que conquistaron a 1os reinos musulmanes de la penÍnsuia creencias religiosas. Los españoles hacían la guerra y
todo esto tierro tiene ibérica, Ios mexicas conquistaron a los pueblos de conquistallan a otros pueblos en noml¡re de su dios
o Espoño me poreció \4esoamérica. y de su santo patrono, Santiago I\4atamoros; Ios me_
que el mós convenienle Por ello, cuando los españoles hicieron gala del po- xicas, en nombre de su dios pahono, HuitzilopochllL,
nombre poro esto der de sus cañones y del brío de sus caballos, los mexi- y los tlaxcaltecas en nombre del suyo propio, Camaxtii.
dicho tierro ero lo cas entendieron perfectamente que 1os recién llega- Todos creían que cuando un pueblo conquistaba a
Nuevo Espoño." dos querían conquistarlos. Por lo mismo, los otros pue- otro sL1 victoria se debía no sólo a la valentía de sus
Hernón Cortés. l-rlos indígenas pensaron que los españoles podrían guerreros, sino al poder de su dios patrono. El pueblo
darles una oportunidad de librarse del dominio mexica más fuerte tenía el dios más poderoso y viceversa. por
ello, los españoles estaban convencidos de que su
4!e4!e!J !e!!ica destino era triunfar, pues el suyo era el único clios
Hernán Cortés sa]¡ía, sin embargo, verdadero. Por su parte, los mexicas confiaban en la
que la clave para conquistar a los mexi fuerza de Huitzilopochtli, probada en incontables
cas estaba en la política y no sólo en la victorias.
guerra. Para su fortuna, también en ese Desde un pnncipio, indígenas y españoles estuvie_
Lelreno había coircidencias ent,e ron muy atentos al poderío de sus respectivos dioses,
ambas culturas y el capitán español pues creían que de éste dependería quién sería el
ven_
pudo aplicar la fo¡ma de hacer política cedor.
de su paÍs en estas nuevas tjerras.
En 1492, los reyes católicos vencie
ron a1 gobernante musulmán de Grana-
Por ello, no se sometieron o los espoñoles sin onles inlenlor vencerlos entre los tlaxcaltecas. Los cuatro gobernantes pensa_
ron que unos hombres dispuestos a matar a gente in_
mililormente.
defensa serían capaces de destruir todo su reino. por
ello decidieron que era mejor hacerse sus aliados y
El dilema tlaxcalteca amigos.
Tlaxcala tenía cuatro ciudades capitales, cada una
"Y me rogó Xicoléncoll con su propio gobernante, y entre ellos cuatro deci- La nueva amistad
que yo los quisiese dían el destino de todo el reino. Cuando los gobernan- Poco después del ataque español, los gobernantes
odmitir o mi omistod, tes tlaxcaltecas supieron que los españoles venían tlaxcaltecas se presentaron ante Hernán Cortés y Ie
que yo hobÍon probodo hacia su territorio se enfrentaron al mismo dilema ofrecieron su amistad y su obediencia, a cambio de
todos sus fuerzos, poro que los mexicas: ¿debÍan combatir con los ¡ecién llega- que los españoles no hicieran más daño a su pueblo.
se excusor o ser dos o tratar de ganar su amistad con regalos y favores? Cortés aceptó gustoso y prometió todo tipo de ri-
súbditos ni sujetos o Para resolve¡ esta disyuntiva, los señores tlaxcal- quezas y ventajas a sus nuevos amigos si éstos
1o ayu-
nodie, porque en tecas optaron por una estrategia doble: por un lado or daban a enfientar a los mexicas, propuesta que los
ningún tiempo esto denaron a Llnos guerreros otomíes vasallos suyos que tlaxcaltecas aprobaron de inmecliato.
provincio lo hobío sido."
Hernón Cortés.
combatieran a los recién llegados con toda su fuerza;
por otro les enviaron embajadores con comicla y re-
galos. De esta manera, querian meclir ia fuerza militar
de 1os españoles sin cancelar la posibilidad de aliarse
Desde entonces, tlaxcaltecas y españoles fueron fie-
Ies aliados. Aquéllos ayudaron a éstos en ias buenas
las malas, y a cambio recibieron muchos beneficios
y W*m
de ellos. Po¡ eso, se puede afirmar que sin los tlax_
con ellos. cahecas los españoles no hubieran podido conquistar
lVléxico.
El triunfo español Cuando los mexicas supieron de esta alianza, sin_
Los otomís atacaron a los españoles tieron aún más miedo ante los españoles, pues cono_
con tanta fuerza que les hicieron mu- cían bien la fuerza y valentía de sus enemioos tlax_
chos heridos y muertos. Sin embalgo, caltecas.
cada tarde, al terminar los combates, los
enviados tlaxcaltecas llevaban alimen
Los tos y regalos a los recién llegados.
lloxcoltecos Los señores
TYas una semana de combates, los es de Tloxcolo
se somelen
o Corlés.
pañoles remieron que podían ser venci se boutizon.
{}o{ollí.
cuando ios cholultecas los trataron con distancia y
frialdad.
La gran
Cholula
ciudad _
rr.u ri"u y pJlu.lu
1os choluitecas en su propia plaza, frente al tempio
su dios Ouetzalcóatl, corrió rápidamente por
W
porecÍo, que por lvloctezuma, que eran para él muestras de los aúlr El desfile militar
delonte eslobo lo gron Los españoies
mayores tesoros que lo esperaban ahí. Lo impulsaba, "rrtr*offi
toso desfile militar. Hasta adelante venían los caballos
ciudod de México." finalmente, el deseo de conocer ai tlatoani y tratar cie
Bernol Díoz del Costillo y los perros de presa, animales que provocaban
plegarlo a su voluntad. terror
entre los indios. Detrás venÍan los soldados de pie
con
sus espadas, y después los soldaclos con ballestas y
Regalos y brujerías
a¡cabuces, que disparaban sus armas al aire. Al final
X4octezuma, por su parte, no pudo hacer nada para
entró Cortés, acompañado por l\{alintzin y rocieado
detener a Cortés y sus hombres. Desde que 1os espa_ de
ñoles estaban en Veracruz, había acloptado una doble
su guardia personal. Ttas los españoles entraron los
tlaxcaltecas y sus demás aliados inclígenas.
estrategia para librarse de esos peligrosos visitan_
tes. Por un lado, les enviaba espléndidos regalos, con
Ia vana esperanza de que así satisfaría sus ambi
ciones y los convencería de regresar a sus lejanas
tierras de origen. Por otro, envió brujos para hechizar
y provocar enfermedades a los invasores, y al mismo
Moctezumo recibe tiempo ordenó a sus generales preparar varias em-
o los espoñoles.
boscadas para atacarlos militarmente.
Para desgracia de los mexicas, los lujosos regalos
sóio iograron aumentar la codicia de los recién llega_ Los espoñoles enlron o México.
dos, y las hechicerías y emboscaclas sólo fortalecieron
su determinación de llegar a la capital de los mexicas.
ff*
ra del tlatoani mexica lo favorecía. por derribó las imágenes de los dioses Huitzilopochtli y
ello, a la primera oportuniclacl, Io tomó Tláloc y colocó en su lugar una imagen de la cruz cris_
preso y 1o forzó a vivir con ios españoles Ljana y de ta Virgen A4aría.
en el palacio de Axayácati, para así po- Los mexicas reaccionaron con furia ante esta profa_
Moctezumo de¡ controlarlo y usarlo como rehén con el fin de evÍtar nación de su templo principal, por io que lVloctezuma
es hecho
que ios mexicas atacaran a su gente. logró persuadir a Cortés cle que se detuviera para evi
prisionero.
Al ser hecho p¡isionero, IVloctezuma se convirtió en tar un conflic[o mayor.
un títere de los españoles. Impotente y humillado, el Sjn embargo. unos dÍas después, Jos saeerdoles in-
tlatoani hacía todo lo que Cortés le pedía: le entregó formaron al pueblo que sus clioses principales,
"En eslo gron ciudod las riquezas y tesoros de su ciuclad, le mostró en sus Huitzilopochtli y Tezcatlipoca, les habían dicho que
estuve proveyendo mapas dónde estaban la provincias más ricas de su se sentían indignados por las acciones de Cortés y
los cosos que porecÍo les
imperio y castigó con la muerte a quienes se oponían habían ordenado que atacaran a los españoles o si no
que convenÍo ol a los españoles, incluso a su sobrino Cacama, tlatoani los abandonarían para siempre.
servicio de vueslro de Tetzcoco. Fiel a sus convicciones, el gobernan-
socro mojestod te mexica hizo todo eso para evitar la galerra en su
y todo con voluntod ciudad.
y contenlomiento En su relato de la conquista, Cortés afirma incluso
de Mocfezumo." que lVloctezuma se sometió formalmente a é1 como
Hernón Cortés vasallo y servidor de los españoles, y que ordenó a to- Cortés derrumbo
los ídolos.
dos sus nobles que hicieran Io mismo. Sin embargo,
las hisLo"as escritas oor los propios nexicas no con-
firman esta noticia.
Aünque no podemos resolver tal incógnita, sabemos
que, en Ios hechos, Cortés logró obtener la obediencia
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ANTECE EN TE S! NC UE NT RO S
EL CERCOEL SITIOLAS RAZONES m
' +
ru
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Lo motonzo del de Tóxca¿l, en honor de Tezcatlipoca, pues en ella
Templo Moyor participarÍan los jóvenes guerreros de la ciudad y
podrían mostrar su número y gallarclía.
N4octezuma pidió permiso a Alvarado de realizar la
fiesta y éste 1o concedió. Sin embargo, cuando los es_
pañoles vieron los preparativos que hacÍan los jóvenes
guerreros de toda la ciudad, temieron que estuvieran
La expedición de Narváez planeando un ataque en su contra. por ello, como en
Enmayo de 1520, tt"gO@ Cholula. decid ieron atacat plimero.
"Copitones mexiconos, española proveniente de Cuba. Venía encabezada
venid ocó. ¡Que todos por Pánfilo de Narváez y había sido enviada por Diego La emboscada y la matanza
qrmodos vengon: que Velázqtez para atrapar y castigar a Cortés. Cuando Lanochea"uri"@
troigon sus insignios, éste supo de su ltegada, partió inmediatamente a la se reunieron los jóvenes guerreros mexicas en la pla_
ffw;,
escudos, dordos! costa con la mayoría de sus hombres. En Veracruz, za principal del Templo N4ayor a danzar el baile cie la
¡Venid ocó de priso, Cortés informó a los miembros cle la expedición que culebra fiente a 1a imagen de Tezcatlipoca. En esa clan_
corred: muertos son los había encontrado grandes riquezas y que había so- za se agarraban unos a otros y corrían dando vueltas
copitones, muertos son metido a los mexicas sin necesidad de combatir. Al sin soltarse. Estaban l¡ailando desarmados cuando lle
los guerreros!" Froy oír estas buenas nuevas, los hombres de Narváez se garon los españoles y cerraron todas las salidas de la
Bernordino de pasaron al bando de Cortés y asÍ és[e pudo vencer y plaza. Entonces iniciaron Ia masacre: primero descuar
Sohogún capturar al enviado de Diego Velázquez. tizaron a 1os músicos que tocaban los tambores y trom_
petas y luego atacaron a los clanzantes. Sorprendi_
Alvarado y sus duros dos, los guerreros mexicas no pudieron hace¡ nacia para
En l\4éxico, Cortés dejó como capitán de los espa- defenderse. Los españoles Ios clerribaron uno tras otro
ñoles a Pedro de Alvarado, un hombre de tempera- y únicamente pudieron escapar los que estaban más
mento violento y con poca paciencia para las ma lejos. Cuando no quedaba ningún joven mexica cle pie,
niobras diplomáticas. Alvarado y sus seguidores los españoles remataron a los heridos hasta crue no
querían saquear la ciudad para apoderarse de una vez dejaron uno solo vivo.
por todas de las riquezas y tesoros de los mexicas. por
eso, en cuanto quedaron solos, empezaron a hostigar
a losmexicas para que les dieran todo su oro y joyas.
La insolencia de Alvarado y sus amigos encendió
aún más los ánimos de los pobladores de la ciudad y
los convenció de que había que hacer algo contra los
recién 11egados.
W-
posobo por los cosos
osí, o muy necio, que Los enemigos en la ciudad
no los sentio". La llegada de Cortés La intención de los mexicas era sitiar a los españo
Los hombres de Pedro de Alvarado continuaban si- Ies en el palacio de Axayácatl, hasta matarlos de
tiados en el palacio de Axayácatl cuando Hernán hambre y de sed. Sin embargo, pronto descubrierorr
Cortés regresó de Veracruz, acompañado por los 800 que algu.nos habitantes de la ciudacl les llevahan ali-
hombres que ha&4jdo con Pánlilo de Narváez. menlos y agua. Estos amigos de los españoles eran la
Los mexicas lo fraron entrar pacíficamente a la ciudacl gente más humilde de la ciuclacl, los cargadores, que
para así poder mffiñLo con los de.nás espanoles. no etan mexicas y tenían un gran resentimiento contra
Una vez enterado de lo que había sucedido, Cortés éstos, por1o que querían ayudar a sus enemigos.
Moclezum0 repudiodo
ordenó a sus homl¡res salir del palacio para a[acar a Los mexicas mataron a esr¡s colaboradores de los
por su pueblo.
los mexicas y conseguir agua y alimentos. En estas españoles y luego establecieron un
incursiones mataron a muchos indígenas e incendia- verdadero estado de sitio contra toda
ron el Templo N4ayor, pero no vencieron la determina- la población de la ciudad, como
ción de sus enemigos. expbca Sahagún: Co¡ha si mismos
se lanzaron los tenochcas: sin razón
La muerte de Moctezuma alguna aprisionaban a los carqa-
Entonces, los españoles pidieron al tlatoani X4oc- dores, decían '¡Éste esl' y luego lo
.;,,ffiiir_
tezuma gue hatara de calmar a su pueblo. El gober- mataban. De este modo estaban fis_
1
,.: - nante, temeroso por su propia vicla, subió a la azotea calizando a las personas, andaban
., iii ¡':,i. \i del palacio y desde ahí se dirigió a los mexicas. "Pues cuidadosos de todo: no más exami_
no somos competen[es para igualar a los españo naban su cara, su oficio: no más es
El funerol de A orlezum0. les, que no luchen los mexicas. Oue se deje en paz e1 [aban vigilando a 1as personas,,.
El estandarte
Los mexicas no dejaron de perseguir a sus enemi-
La huida española gos y los españoles continuaron su huida ese mismo
Después de varias semanas de combates, Cortés dÍa rumbo a Tlaxcala. En un ilano cerca de Otumba, al
"Los espoñoles se decidió que la única manera de salvar la vida de sus oriente del Valle de l\4éxico, finalmente tuvieron que
llenoron los bolsos, hombres era escapar de \,{éxico-Tenochtitlan. Para enfrentar a sus perseguidores. Los mexicas, embrave-
hosto lo boco lqs ello, los españoles construyeron puentes portátiles de cidos por sus victorias, estaban a punto de derrotar a
llenoron de oro y plolo. madera que les permitirÍan atravesar los canales que los debilitados españoles cuando Cortés, en un golpe
Y se olegroron mucho dividían las calzadas que llevaban a tierra firme. Eldía de genio, capturó su bandera. En ese instante, los me-
w*
pueslo que se irÍon, se anterior a Ia huida, Cortés hizo repartÍ a cada hombre xicas se retiraron, pues segun su t¡adición un ejército
perderion en lo noche, su parte del oro y Ia plata que habían tomado de los que perdÍa su bandera había sido derrotado aunque
y se contentobon y se mexicas, pues sabía que sería imposible cargar todo en realidad estuviera ganando la batalla. Gracias a ello.
olegrobon." Cristóbol ei tesoro junto. los españoles pudieron escapar a Tlaxcala, donde los
del Costillo. A la medianoche del 30 de junio de 1520, los espa mexicas no podían perseguirlos más.
ñoles salieron en secreto del palacio de Axayácatl y
empezaron a recorrer sigilosamente la calzada que EI tesoro
llevaba Tacuba. Todo iba bien hasta que, para su des-
a En la calzada de Tacuba, los mexicas recogieron los
gracia, Ios vio una mujer que había salido a tomar agua cadáveres de los españoles y de muchos tlaxcaltecas,
de un canal e inmediatamenle avisó que estaban es- y les quitaron todo 1o que tenían. Cada quién se quedó
W*
se extendió lo N4oclezuma y había querido atacar a los españoles L" lqq"¡pglgglÉ. !g los mexicas
enfermedod: grqn desde un principio.
destruidoro de gente.
Después de sufrir -utuffi
Cuitláhuac se consagró inmediatamente a la tarea des, muchos mexicas fueron presas del clesamparo y
Algunos bien los topó, de reconstruir el imperio mexica, debilitado por las el desconcierto. Los ancianos y Ios sabios recordaban
por lodos porles se alianzas que muchos pueblos habían es[ab]ecido con ias antiguas profecÍas según las cuaies ia gloria y el
extendió. En lo coro, en los españoles. Para volver a atraer a estos pueblos a poder de su pueblo sobre la tierra durarían sólo poco
lo cobezo, en el pecho." su dominio, el gobernante mexica ofreció reduci¡ el tiempo y algún día llegaría otro grupo más fuerte que
Froy Bernordino tributo que pagaban, así como sus obligaciones mili- 1os vencería y conquistaría, tal como ellos
habían con-
de Sohogún. tares. quistado a pueblos antiguamenbe poderosos. A/Iuchos
Sin embargo, esta pro- de ellos se preguntaban, seguramente, si el vilipen_
puesta, Iejos de conven diado lVloctezuma no tenclria razón al afirmar que los
cer a los otros pueblos de españoles eran precisamente ese pueblo y que lo me_
que les convenía pactar la jor que podían hacer los mexicas era reconocer que
paz con los mexicas, los había llegado ei fin de su poderío sobre la tierra y so-
persuadió de que éstos se Treterse a eJJos por Ja paz. ElAlliplono Cenlrol
hallaban debilitados y te-
merosos de los españoles
y que 1o mejor era seguir 'J
it¡ci't'r, 'I"ljrxc¡lla
apoyando a los recién 11e-
Lo epidemio
de viruelo.
gados. Los mexicas habían perdido el aura de fuerza y
...,
de invencibilidad que era uno de 1os principales fun (1em1:oüf
] r'i¡c;rrlr
damentos de su poder.
r .'" ''
-.-'" ,,
El trrcro
=rrt4igo
Para colmo, unos meses después de la huida de 1os
españo1es, los mexicas fueron atacados por un nuevo :!
W-
que moslror o los que tenian. Los gobernantes tlaxcaltecas, al saber clel no sólo por sus riquezas, sino porque era el camino
noluroles poco ónimo, descalabro de Cortés y sus hombres, debatieron in- que comunicaba el Valle de lr4éxico con la costa del
en especiol o nueslros tensamente si les convenÍa recibirlos o entregarlos Golfo y con Oaxaca y Chiapas, regiones de gran im_
omigos ero couso a los mexicas, como proponía Xicoténcatl el joven. Fi- portancia de1 imperio mexica. por ello, al clominar
el
de mós oÍno deiornos nalmente, decidieron mantener la alianza con los es- Valle de Puebla, Cortés redujo de un golpe el dominio
y ser conlro nosotros, pañoles, pues consideraron que sus peores enemigos de sus enemigos al Valle de N{éxico y Toluca.
ocordéme que siempre seguían siendo los mexicas. AsÍ, los españoles fueron
o los osodos oyudo recibidos en Tlaxcala y pudieron recuperar sus fuer- El nuevo poder en la tierra
lo fortuno." zas. Al enterarse de la propuesta de Xicoténcatl el jo. Con sus aLdques.n V*
Hernón Cortés. ven, Cortés lo mandó ejecutar. "l
lle de Puebla, los españoles
I\4uchos miembros demostraron que seguían te-
cle la expedición pen- niendo la capaciclad militar
saban que tras una para vencer a los mexicas y
derrota tan terrible lo que por eso convenía a los
prudente serÍa reple- demás indígenas aliarse con
garseaVeracruzyes- ellos. A estas alturas, parece
perar la llegada de re- poco probable que alguien
fuerzos antes de volver pensara todavÍa que estos
a atacar a los mexicas. seres, capaces de masacrar,
Corlés mondó Sin embargo, Cortés sabía perfectamente que si daba violat y robar, pero
saquea.r.
conslruir borcos Los espoñoles olocon.
muestras de debilidad perdería a todos sus aliados in Lambjén capaces de ser de
poro otocor México
dígenas y después le sería mucho más difícil conquis rrotados y muertos, fueran
tar lVléxico. Por ello, se negó a retirarse de Tlaxcala y, dioses, pero nadie dudaba de
en cuanto sus hombres se repusieron, empezó a ata- que e.ran hombres [emibles,
car las guarniciones mexicas en los alrededores, para apoyados por un dios muy
mostrar a todos los indÍgenas que los españoles no poderoso, por io que era me-
estaban derrotados. jor estar de su lado.
tamaño y la
Wssw
,l¡ 'i;,
pitán españor erUó en negociaciones fuerza de su ejército. El miedo que antes inspiraban
*t$::-# con el príncipe tetzcocano Ixtlilxóchitl, entre 1os pueblos de l\4esr¡américa, y que era el funda_
, .ili ',: a quien ofreció coronar a cambio de su
,.,il,
1,
mento de su poder, se había evaporado. Cuauhtémoc,
n' apoyo. Para obtener el trono de su ciu- el nuevo tlatoani mexica, era un valiente general que
dad, este señor indígena traicionó a su hacía todo por defender su ciuclad, pero era muy poco
Lo c¡udodde A éxico hermano Coanacochtzin, el tlatoani de Tetzcoco, que
lo que podía lograr.
quedó rodeodo
favo¡ecía a los mexicas. Gracias a ello, los españoles
Por ello, cada vez más mexicas proponian que
entraron en paz aTeÍzcoco el 31 de diciembre de 1b2O lo
mejor era rendirse ante los nuevos conquistadores y
y Coanacochtzin y los otros señores tetzcocanos lea
evitar asÍ la destrucción de su ciudad y sus poblaclores.
les a los mexicas huyeron a l\léxico-Tenochtitlan.
Sin embargo, Ios que propusieron la rendición
"Enfonces fue cuondo fuerorr
En enero de 1521,Ios españoles establecieron una
ejecutados, pues Cuauhtémoc y los clemás militares
comenzoron o motorse alianza con los chalcas, el pueblo más poderoso del pensaban que la única salida honrosa para
unos con otros los de los mexicas
sur del Vaile de ]t4éxico. Cuando los mexicas atacaron
era coml¡atir hasta el final, aun si lo perdían toclo.
Tenochtitlon, porque a los chalcas en castigo por ese pacto, Cortés acuclió
A
las calamidades externas que padecÍan, los mexicas
olgunos movion poro inmediatamente a defende¡ a sus nuevos aliados, para
añadieron la división y el odio internos.
que se iuntoro moíz demostrar que los españoles estaban siempre dispues
blonco, gollinos, tos a proteger a sus amigos y a confirmar gue eran
huevos, poro que capaces de evitar que 1os mexicas 1os castigaran.
dieron tributo o los Una vez que venció a los mexicas en Chalco, Co¡tés
espoñoles.",4 nales de realizó una expedición a lo que hoy es el estado de
Tlolelolco N4orelos y conquistó Cuernavaca, Tepoztlán y otros Combotes enlre mexicos
y espoñoles.
pueblos. De ahí regresó al Valle de l\léxico y sometió
Xochimilco y otras ciudades de la región, alrededor
del lago de Tetzcoco.
W**
Alvo txtlilxóchitl. Hernán Cortés y sus hombres procedieron a atacar Ia las allla¡radas.
Esta forma de guerra era agotaclora para
ciudad por agua y por tierra. ambos barr
dos, pero los españoles y sus aliacios llevaban
las de
ganar, pues tenían alimentos f¡escos,
La guerra por agua agua y refuer
zos. Los mexicas, en cambio, debían
Desde Tetzcoco, Cortés organizó el a[aque naval combatir cle día
y reconstrut sus albarradas de noche
contra IVIéxico con una docena de bergantines que sin tener casl
nada qué comer ni aliados que los ayudaran. por
había mandado fab¡icar en Tlaxcala. Estas pequeñas eso,
con el paso de los días, fueron retrocediendo
naves de vela eran ideales para maniobrar con gran más y
más hasta que los españoles tomaron las
rapidez en el lago de Tetzcoco y podían llevar cañones calzadas.
y arcabuceros.
Un día de principios de junio, los mexicas se en_
fuentaron a estos bergantines con un ejército de ca_
noas y guerreros a¡mados de flechas y lanzadardos.
Para su desgracia, las naves españolas eran mucho
más fuertes y el viento sopló en favor de eilas, de modo
que hundieron muchas canoas, mientras los cañones
y los arcabuces masac¡aban a los guerreros mexicas.
Así, en una sola mañana, los españoles clestruyeron
los espoñoles la flota mexica y establecieron su dominio absoluto
bornbordeon México.
sobre las aguas del lago de Tetzcoco. Ahora podían L0 guerro en los colzodos.
+
J¡
J
Lo destrucción de destruir toda la ciuclad de Aléxico_Tenochtitlan
de México-Tenochtitlon piedra por piedra.
Ws¡
se apoderaron de las calzadas gue llevaban a 1\4éxi- ba¡día ahora no poclían combatir debidamente
"Y decidÍ a los
que como co-Tenochtitlan, atacaron 1a ciudad con toda su fuer- españoles, pues tenían que compartir sus escasos
fuésemos gonondo por za. Pron[o llegaron hasta la plaza del Templo l\,{ayor y alimentos y agua con ios refugiados. po¡ ello
no gue-
los colles de lo ciudqd, dispararon con sus cañones contra sus vistosos y co- rían ayudar a los asijados tenochcas ni darles hos_
que fuesen derrocondo loridos edificios; además, un.os soldados sul¡ieron a pedaje en sus casas.
todos los cosos de ellos la punta del templo de Huitzilopochtli y ahí masa-
de un cobo y del olro, craron a los sacerdotes que cuidaban al dios. E!!t!!1ry deqqatqlro españor
por monero que no Este a[aque demostró que los mexicas ya no po- EnvalenEonados por el Lriunlo español en
la plaza
fuésemos un poso dían defender \4éxico 'Ienochtitlan. Por ello, Cuauh. principal de México-Tenochtitlan, pedro
de Alvarado
odelonte sin lo deior témoc y sus generales decidieron abandonar la ciudad y sus hombres decidieron atacar la plaza
del mercadc¡
lodo osolodo." y ordenaron que todos los [enochcas se refugiaran de Tlatelolco. Una mañana entraron hasta
el corazón de
Hernón Cortés. en l\4éxico Tlatelolco, al norte, donde poclrían defen- ia ciudad enemiga, dispuestos a masacrar a quienes
derse mejor. se cruzaran con ellos. Sin embargo, los mexicas
les
habían tendido una trampa y los rodearon en plaza
la
La demolición de Tenochtitlan de Tlatelolco, donde tomaron prisioneros a casi
S0
Desde que inició el sitio de l\4éxico, Cortés envió españoles.
repetidos mensajes a Cuauhtémoc para pedirle que Esa misma noche, los vencedores sacrifica¡on
a sus
se rindiera y que evitara la destrucción de su pueblo y cautivos en el templo de Tlatejolco. Descle sus
campa_
su ciudad. El capitán español hacía este ofrecimiento mentos, los demás españoles vieron cómo subÍan
al
no só1o por caridad, sino porque creía que el tlatoani templo sus compañeros desnuclos y
mexica tenía aún en sus manos el tesoro que los inva- luego cómo rodaban escajeras abajo sus
sores habían perdido en la Noche Ttiste y que desea- cuerpos sin vida. Ésta fue la última
ba recuperar rápidamente, y también porque querÍa victoria de los mexicas.
fundar la nueva capital hispana en l{éxrco, y por ello
no quería que la ciudad fuera clestruida.
Sin embargo, Cuauhtémoc y sus generales se nega
ron a rendirse, pues [enían todavía Ja esperanza de
Lo destrucción de los lemplos que su dios Huitzilopochtli les diera fuerza para derro-
Los esp0ñoles s0crificorJos.
tar a sus enemigos. Entonces, Cortés tomó la decisió¡t
tr
Lodesesperoción Tros dos meses de sitio, lo guerro, a sus enemigos con las piedras de
w
sus propios edificios
y los ormos mógicos el hombre y lo enfermedod derruidos.
Una mañana, los españoles colocaron la
diezmobon o los mexicos, pero los espoñoles no podÍon hocer nodo catapulta
en la plaza del mercado cle Tlatelolco, que
ya habían
poro vencerlos o poro persuod¡rlos de rendirse. conquistado, y la cargaron con una inmensa
piedra.
A4ientras tanto, sus aliados indígenas gritaban
a los
mexicas que esa prodigiosa arma los mataría
a todos El fr¿tr:¿tsct rlc l:¡s a¡nas
El canibalismo y éstos contemplaban silenciosos el nuevo
"Diiéronme que pues
invento ntila¡1
Cuando forzaron a los tenochcas a refugiarse en español. r r:tsa s r.l r: t:s1ttn1 olcs
ellos me teníon por hiio Tlatelolco, los españoles y sus aliados establecieron Cuando los españoles dispararon la catapuita, y tDcxtat¿ts denlosLró
la
del sol, que porqué yo sus campamentos sobre las ruinas de lMéxico-Te- piedra sobrevoló Tlatelolco y cayó
en las aguas del lago. t¡tr: ninc¡ttno rle tr^>- ¿Jos
osi brevemente no los nochtitlan, a unos cuantos pasos de ellos. En las Cortés se enfureció con jos artilleros que
habían l¡¡t nrl ex Leni a il1a) n erA
ocobobo de motor, noches, los enemigos se podían ver y oír, por lo que se construido la máquina, pero por más piedras gue
porque yo ellos fenion gritaban toda clase de insultos y desafíos. Una de las arrojaron ninguna dio en el blanco. dc: tc:¡ nln¿n t pn l¿t tet rtJtle
deseos de morir amenazas más fiecuentes que intercambiaban 1os guerrai qLLa a:;c¡laba ¡t
e irse ol cielo con su mexicas y los indígenas aliados de los españoles era La espada de los mexicas l\.[éxk:o.
Huitzilopochtli." que se comerían unos a otros. Aiospocosai"r, Cffi
Hernón Corlés. Esta amenaza no era gratuita. durante el sitio, tanto sesperado como Cortés, deciclió usar su propia
arma
los mexicas como sus rivales se alimentaron con la milagrosa. Ordenó que uno de los guerreros
mexicas
carne de sus enemigos capturados. Para los indígenas más valientes se vistiera con un hermoso
traje de gue-
esto era algo perfectamente normal, pues ta,l era su rrero búho que había pertenecido a su
al¡uelo, el
costumbre. Los españoles, pese a que condenaban el tlatoani Axayácatl, y le dio una espada
de turquesa,
canibalismo por razones religiosas, Io encontraron muy que era el arma sagrada con que
el dios Huitziiopoch_
conveniente entonces y no 1o prohibie¡on a sus alia- tli derrotaba a sus enemigos. Los guerreros mex¡cos
enfrenlon o los espoñoles
Los mexicos se comen
dos, pues así no tenían que preocuparse por alimen- Cuando e) guerrero estuvo ataviado, un gobernante
o los espoñoles. tarlos. mexica pronunció el siguiente cliscurso: ,,Se
dice que
en esta insignia está colocada la voluntad
de Huitzi-
La catapulta de los españoles lopochtli. Tenéis que lanzarla por contra
nuestros
Pese aI avance de su ejército, enemigos. Y si acaso a uno o a dos hiere,
aún tenemos
Cortés se sentía desesperado por cuenta de vida, aún un poco de tiempo tendremos
terminar rápidamen[e la guerra. Por escapatoria. Ahora, ¡como sea la voluntad
de nuestro
ello, decidió construir un arma tan señor! "
temible que lograra alerrorizar a los Para desgracia de los mexicas, el arma
milagrosa
mexicas y convencerlos de rendirse. de Huitzilopochtli no tuvo nÍngún efecto
sobre los es-
Como los españoles se habÍan que pañoles. El dios, estaba vencido.
Jado sin oolvora para sus canoncs,
mandó fabricar una gigantesca ca-
tapulta de madera para bombardear
ffs*;
juslicia y generosidad. compromiso que
no cumplio.
cepción, pasaron hambres; ¿odos tuvie¡on que beber
eI agua sucia de los canales; muchos cayeron enfer-
La huida de los mexicas
"Y después que mos y murieron; los tenochcas fueron obligaclos a vi-
se hubo preso vir en las calles y azoteas de Tlatelolco, a merced de
Con la captura 4".rffi
rl ia guerra y se dieron por vencidos. Ahora lo único que
Cuouhtémoc, las abundantes lluvias de la temporada y entre ios ca_
quedaba a los pocos sobrevivientes del atroz
quedomos ton sordos dáveres insepultos de sus vecinos y parientes; los sitio era
escapar de las ruinas de la ciudad, de los cadáveres,
todos los soldodos guerreros fueron masacrados en los continuos com_
del hambre y de la enfermeclad, y refugiarse en tierra
como si de onfes bates con los españoles y sus aliados.
firme.
loñesen muchos Por ello, Ia mayorÍa de los mexicas deben de haber
Sin embargo, los españoles y
componos, y en oquel deseado que llegara el fin de una guerra que sabían
sus aliados no los dejaron huir
inslqnte cesosen perdida. Su desesperación aumentó cuando vieron
tan fácilmente, pues querían re
de toñerlos." una bola de fuego surcar el cielo nocturno, lo que con
cuperar el tesoro que habían
Bernol Dioz del Costillo sideraron un agüero de su pronta derrota. perdido en la Noche Triste y
para elio revisaban cuidadosa_
La huida de Huitzilopochtli
mente a todo el que intentaba
Cuenta el hisroriador C.*tOn"l ¿"ft*t,fñ"J"" salir de la ciudad, arrebatándo-
día el dios Huitzilopochtli ies clijo a sus sacerdotes
le cualquier cosa de valor que
que quería irse de su ciudad. Les ordenó que tomaran
trajera; además, querían hacer
el bulto en que habÍa vivido descle los lejanos tiempos
esclavos a los vencidos y por ello
en que los mexicas partieron de Aztlan y que lo arroja-
seleccionaban a los hombres y
ran al sumidero de pantitlan, en medio clel lago de
mujeres más fuertes o atractivos
Tetzcoco, donde los españoles jamás podrian encon
y les marcaban el rostro con un
trarlo y hacerle daño.
hierro candente; a los clemás, los
maltrataban, violaban y humi-
La huida de Cuauhtémoc
llaban.
Por su parte,
"l
tlrtour-rffi
dió hujr de la ciudad el dÍa 13 de agosto de 1521, qtiizá
Cuouhiémoc es hecho prisionero.
TE
m
AN T E} ENTESEN f U E N T R O SIJ AT ANZA S Lr)
EL CERCOEL SITIO
+
ru
,tvJ rjl
Lo reconslrucción
los pueblos que habían ayudado a los españoles a con-
de México y lo quistar a ios mexicas estarÍan dispuestos ahora a
"conquisto espirituol" adoptar su religión. Por ello, esa docena de francisca-
l
nos, y muchos otros frailes que vinieron después de
ellos, se dedicaron a evangelizar con un gran fervor y
éxito.
Para enseñar el catolicismo a Ios indígenas, Ios frai
les tuvieron que aprender sus lenguas y familiarizarse
La nueva vieja capital
con su cultura. De hecho, es gracias a los libros escri_
Desde un principio, Hernán Cortés tuvo claro gue la
"Los hobilontes de lo tos por evangelizadores como Bernardino de Sahagún
manera más fácil de dominar \4éxico sería sustituir a
y Diego Durán como podemos hoy dÍa conocer la cul-
ciudod de N\éxico los mexicas y quedarse con su imperio. De es[a mane-
tura de los mexicas.
W**
decion o nueslros ra 1os españoles podrían cobrar, sin demasiadas clifi-
omigos que no hiciesen cul'lades, 1os mismos tributos que ya cobraban los
La conversión de los indÍgenas
sino quemorlo mexicas y disfrutar de las riquezas que gozaban ellos.
y deslruirlo, que ellos
Los indígenas -""orrr-r*i"u*" *"r"h*
Por eso hizo grandes esfuerzos para evitar la cles-
interés la prédica de los frailes y aceptaron con entu_
se los horÍon tornor o trucción de lr'Iéxico y, tras la derota de los mexicas,
siasmo al dios y los santos cristianos, a los que consi_
hocer de nuevo si eron ordenó a los propios vencidos, y a sus aliacl:s indíge-
deraban también dioses.
vencedores, y si no, nas, que reconstruyeran la urbe para ios españoles.
Su aceptación se debió a que según elios la fuerza
que lo hobion de Sin embargo, Ia nueva ciudad cle l\4éxico, como la
de la divinidad de los españoles se había clemostradcr
hocer poro nosolros." llamaron los españoles, no era igual a ia antiqua l\4éxi-
claramente con su triunfo sobre los mexicas y
Hernón Cortés. co-Tenochtitlan, pues en su centro se levantaban aho-
Huitzilopochtli, y en consecuencia juzgaban pruden
ra iglesias católicas y las casas de los con
te y conveniente l¡uscar su protección. Aj hacerlo
quistadores, mientras que los antiguos pobla-
con[inuaban una venerab]e tradición
dores indÍgenas tuvieron que establecerse en
mesoamericana. adoptar el dios de los
las afueras de la ciudad, en barrios mucho más
vencedores para protegerse contra
humildes. Asi quedó perfectamente claro
ellos.
quiénes eran los nuevos amos de la tierra.
Sin embargo, para decepción de los
frailes, los indígenas no abandonalon a
Los conquistadores religiosos
sus antiguos dioses, sino que acepta-
En 1524)legó a A/Iéxico un nuevo grupo cie
ron al dios y los santos cristianos como
conquistadores: doce frailes franciscanos que
otras deidades más a las cuales habÍa
venían con la misión de convertir al catolicis-
que rendir culto.
mo a jos pobladores de esta tierra. Anjmaclos
A opo de lo ciudod por una profunda convÍcción reiigiosa, estos evan-
de A4éxico. Los froiles bouliz0n
gelizadores querían salvar las almas cle los inclígenas,
o los indios.
que creían condenadas a terminar en el infierno por
su "falsa" religión. Confiaban también en que todos
Ww*
guerra contra los mexicas fue una bataila hubieran
religiosa en estado equivocados, pues ya sabían de
debe poner entre los la que Dios venció al demonio que adoraban ella, ni impli
historios del mundo, osÍ
los indí- caba que la cultura indígena fue¡a sólo demoniaca,
genas.
porque fue bien hecho, pues habían tenido noticias del cristianismo
Además, los españoles atribuían su triunfo a ja desde
su_ antes.
como porque fue muy perioridad de su cultura sobre la mesoamericana.
Ellos Según otra explicación, elaborada por indígenas
gronde." Froncisco eran gente de más "razón,, que los indígenas, que
tenían no eran mexicas, este pueblo fue dest¡uido
López de Gómorq. más conocimientos y mejores costumbres y por en justo
eso castigo por su violencia y su arrogancla.
los habían vencido y merecían manclar En sus explicaciones, los indígenas bus_
sob¡e ellos. caban, de una manera u oüa, reducir el
Desde entonces, los histo¡iadores oc- impacto de la conquista española y demos_
cidentales han conservado esta perspec_ trar la continuidad cle su cultura por enci-
tiva. Ahora ya no se dice que los espa_ ma de ella.
ñoles triunfaron g,racias a Dios, pero sí
gracias a su mejor tecnología, o al ma_ Otras explicaciones
yor desarrollo de su sociedad. Todas
es_ Es comprensible que tanto los españoles
tas explicaciones comparten la misma como los indígenas explicaran la Con
premisa y la misma conclusión: los es- quista de una manera que ies resultara
pañoles triunfaron porque eran superio- [uvoral¡le. No es lo mismo si noso[ros nos
res a ios mexicas y por ello la Conquista contentamos con sus razones. por ello. en
Corlés, fue algo inevitable.
los siguientes capÍtulos buscaremos
el conquislodor otras interpreta_ Lo imogen de
De esa manera, aunque lamenten las atrocidades
1r¡unfonte. ciones, menos parciales y más complejas. Corlés, según
de ese acontecimiento histórico, tales explicaciones
Estas explicaciones son necesa¡ias si queremos Diego Rivero.
terminan justificándola como un paso necesario
en ia comprender qué fue lo que paso en esos
evolución de nuest¡o país y del mundo. sangrientos v
ler ibles anos v qué es lo que ello nos dice
¡65ps6¡. .
nuestro país y nuestta cultura.
Dicho populor to de 1521 , los únicos vencidos fueron los tenochcas y La primera respuesta es que los pueblos mesc ki o¡tor L.untttatl c)e
los tlatelolcas. americanos habían sido conquistados por invasores c¿ttnbt¿¡r :;tL tnLt Llclo
extranjeros muchas veces anteriormente. Los mismos
El secreto del éxito de Cortés mexicas, y an.tes de ellos ios tepanecas cle Azca_
Si tenemos esto en cue¡.ta, comprenderemos que eL po[zalco y ios toltecas, habían veniclo de lejos para
Los I oxcollecos conquisl0rl [rrunfo de los españoles no se clebió únicamente a su subyugar a los habitantes del centro cle l\léxico. por
o olros indígenos. mejor l-ecnología militar o a su dios, sino a la capaci- ello, podemos decir que 1os españoles no fueron más
dad que tuvo Hernán Cor- que los últimos en una larga fila de invasores pode_
;\$t i1{{;\}1 lés de establecer alianzas rosos.
con Ios puebios indígenas La segunda respuesta es que, a diferencia de los
rivales de los mexicas. El españoles, los pueblos de estas tierras no creían ser
genio político de este ca los dueños de la única verclad y que todos los clemás
pitán español consistió en hombres estaban por necesidacl equivocados. por ello,
reconocer esta oportuni- no veían lo nuevo y 1o extraño, representado por los
dad y saber aprovecharla españoles, como algo malo o peligroso, sino como algo
al máximo. interesante y positivo. Por esta razón estuvieron dis_
Por esa razón, Ias prin- I puestos a aceptar el liderazgo de estos recién llegaclos
cipales causas de la con- y aprender de su verdad.
, ,]i qursta de I\,4éxico deben Desde entonces, los indígenas de este país han es-
buscarse dentro de la pro- tado dispuestos a aprender de los occidentales mu
pia lVlesoamérica. Los cho más de Io que éstos han querido aprencler de ellos.
W
xxl, lo renovoción de lo metieron crueldades y algunas de las peores estuvieron de nuestro país han logrado sobrevivir como culturas
vieio, del mundo a cargo de los mexicas y los aliados indígenas de 1os siempre vivas y dinámicas, pese a la discriminación y
conocido, o trovés del españoles, que se vengaban así de ofensas pasadas. la explotación a Ia que han sido sometidos, no só1o por
meslizoie. México llevo Tampoco es ciefio que con ]a Conquista hayan em los españoles sino también por los demás mexicanos.
o su conclusión pezado los sufrimientos de los indÍgenas. N{esoamérica
biológico lo ideo del era una sociedad injusta y violenta antes de 1519 y la Lo bueno y lo malo
mundo redondo." vida de ciertos grllpos de indígenas meioró balo e1 Desde hace miles de años, en lVléxico viven muchos
Richord RodrÍguez. dominio españo1. los nuevos gobernantes repartieron grupos humanos con culturas, lenguas y valores dife-
tierras a muchos que no las tenían anteriormente y rentes. lVIuchas veces hemos convivido en paz y apren-
terminaron con las guerras constantes que provoca- dido los unos de los otros; otras muchas, por desgra
El mestizoie
ban tantas muertes y desttucciones. Por ello, la mayo- cia, nos hemos enfientado violentamente e incluso
(José Clemente Orozco) ría de Ios habilantes indígenas del centro de N{éxico hemos llegado a exterminarnos.
aceptaron el régimen español y no se La conquista de los mexicas entre 1519 y 1-521 fiie
rebelaron nunca contra é1, como sí lo una muestra de lo mejor y 1o peor de nuestro pais. Lo
hicieron contra los mexicas. mejor fue que los indígenas demostraron ser capaces
de aprender y adaptarse a 1o nuevo, que 1os españoles
El gran aprendizaje supieron honrar sus alíanzas y que juntos, en menos
Los indígenas que apoyaron a los de dos años, iniciaron la construcción de un mundo
conquistadores no podían saber que nuevo. Lo peor fue Ia intolerancia, la guerra y la des-
tras ellos vendrían muchos hombres trucción.
nuevos, muchos animales descono La desigualdad y 1a violencia no fueton traídas a
cidos y muchas ideas diferentes que \4éxico por los conquistadores españoles. Si hoy si-
terminarían por cambiar radicalmen guen existiendo, es responsabilidad de todos nosotros.
te su mundo. Tampoco podÍan saber Por ello, en vez de lamentar las injusticias de nuestro
que las epidemias venidas de Euro- pasado, serÍa mejor que intentáramos remediar las de
nuestl o presente.