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ESCUELA DE ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL

MASTER EN GESTIÓN DE INFRAESTRUCTURAS


Y SERVICIOS AMBIENTALES

CREACIÓN DE HABITATS PARA AVES

Juan J. Oñate Rubalcaba

Dpto. de Ecología
Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
Madrid, 14 de julio, 2003
PROBLEMÁTICA DE LA DESAPARICIÓN DE HUMEDALES

La degradación y desaparición de humedales naturales constituye un proceso de


alcance global, por el que los habitantes de sus entornos, bien han desarrollado una
explotación más o menos sostenible de las láminas de agua, bien los han desecado
para obtener superficies con destino a otros usos.

En España, en el primer caso se incluyen aprovechamientos como las salinas, tanto


costeras como interiores, los arrozales, y la explotación de plantas barrilleras
(Quenopodiáceas de los géneros Suaeda ySalsola).

En el segundo, la destrucción completa de los humedales ha estado ligada


generalmente a la expansión de las tierras arables y secundariamente a la eliminación
de enclaves insalubres. Son hitos en este sentido, la desecación de la laguna de
Villena (Alicante) a finales del siglo XXVIII y la ley de Cambó de 1918, subvencionando
la desecación de lagunas, marismas y terrenos pantanosos. Los avances técnicos y
las políticas desarrollistas de las décadas de los 1950, 60 y 70, se alían para
determinar la época más negra de los humedales ibéricos.

Se calcula que en los últimos 200 años, se ha perdido al menos un 60% de la


superficie original de humedales ibéricos (de 280.000 a 114.000 ha). Los más
afectados han sido los humedales costeros (de 240.000 a 98.000 ha), seguidos de los
humedales ligados a llanuras de inundación ( de 15.700 a 3.200 ha), los cuerpos de
aguas dulces del interior (de 14.800 a 4.800 ha), y en menor medida los humedales
salinos, menos aptos para su transformación en cultivos (de 6.700 a 5.200 ha).Los
sistemas de montaña y los de origen kárstico han sido comparativamente los menos
afectados (Fig. 1).

300000 18000

250000 16000
Superficie en hectáreas

14000
200000
Superficie en hectáreas

12000
150000
10000
100000
8000

50000 6000

0 4000
Montaña Kársticos Interiores Interiores Llanuras Costeros 2000
dulces salinos de
inundación 0
Montaña Kársticos Interiores Interiores Llanuras de
Superficie actual Superficie original dulces salinos inundación

Figura 1. Evolución de la superficie de lagos y humedales de España peninsular según


grandes tipos. (A partir de Casado y Montes, 1995)

Las iniciativas para la protección de los humedales comienzan con la creación en 1954
del Buró Internacional para el Estudio de las Aves Acuáticas y los Humedales. En
1962 se promueve en Francia el proyecto MAR, para elaborar un listado de zonas
húmedas europeas y norteafricanas para la conservación de las aves acuáticas. La
consolidación mundial de estos esfuerzos cristaliza en 1971 en la Conferencia sobre la
Conservación de las Zonas Húmedas y de las Aves Acuáticas, de la que surgió el
Convenio Ramsar. Hoy día, numerosos convenios, directivas y legislación, incluida la
de EIA, obliga a la consideración de estos enclaves.

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FUNCIONES Y VALORES DE LOS HUMEDALES

Entre las funciones de los humedales cabe hablar de funciones hidrológicas,


geoquímicas, biológicas y ecológicas. Los principales procesos y valores implicados
en las mismas son:

Funciones físicas.

Constituyen un compartimento del ciclo hidrológico, importante para la carga y


descarga de acuíferos, por lo que tienen valor como indicador de la salud de los
sistemas hidrológicos. Esta función de los humedales sufre impactos derivados de su
desecación y de la alteración de su régimen hidrológico, así como de la sobre-
explotación, la reducción de su recarga y su contaminación.

Papel en la regulación de los módulos de crecida de los ríos y en la retención de


sedimentos, importantes funciones en el control de daños de avenidas sobre bienes
privados y públicos. La destrucción de los bosques de galería y la alteración de las
cubetas son típicos impactos negativos sobre esta función.

Funciones geoquímicas.

Son importantes como reservorio de minerales y de procesos geoquímicos,


constituyendo fuentes de minerales y sales así como lugar para baños medicinales, y
resultando negativamente impactados por la alteración de sus cubetas y regímenes
hidrológicos.

Funciones biológicas.

Juegan un importante papel en la retención de nutrientes y contaminantes, mejorando


la calidad de las aguas.

Funciones ecológicas.

Son el hábitat de poblaciones y comunidades singulares de organismos y eslabones


básicos de rutas migratorias de aves acuáticas, constituyendo, por tanto, un reservorio
genético de importancia para el mantenimiento de la diversidad biológica. Estas
funciones pueden ponerse en riesgo simplemente por una alteración de su
hidroperiodo.

Fuente de materiales y alimentos derivados de producción primaria o secundaria.

Hábitat de asentamientos humanos y enclaves con restos arqueológicos, constitutivos


de patrimonio cultural.

Enclaves de materia orgánica y formaciones turbosas que constituyen registros


paleobiológicos y paleoclimáticos de importancia.

Funciones y valores paisajísticos, recreativos, educativos, etc.

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CREACIÓN DE HÁBITATS O RESTAURACIÓN ECOLÓGICA.

El término “restauración ecológica”, que goza en países anglosajones de una amplia


utilización desde hace décadas (véase la revista científica Restoration Ecology),
parece reflejar mejor la intención última de la actuación.

Las diferencias exceden las puramente terminológicas y entran en el terreno de lo


semántico y lo práctico.

CREACIÓN RESTAURACION
Acto de generar algo rápidamente Proceso que parte de condiciones
a partir de la nada existentes y alcanza un cierto equilibrio
dinámico

Sin objetivos implícitos Sujeto implícitamente a un objetivo final


determinado por los condicionantes previos

No sugiere consideraciones Reconoce procesos ecológicos en la


ecológicas dinámica

No implica a priori gestión y Precisa necesariamente medidas de


seguimiento gestión y seguimiento

El término “habitat” también merece una reflexión. Técnicamente se refiere al lugar o


sitio físico donde vive un organismo. Se centra en el organismo y su forma de vida; por
ello las clasificaciones de hábitats son complejas ya que dependen de un punto de
referencia, que es una cuestión de conveniencia.

Como los diferentes hábitats se superponen ampliamente sin que existan distinciones
absolutas entre ellos, tienden a subrayarse las condiciones a las que se exponen los
organismos que los habitan. Así se relaciona con la noción de nicho y sistema
ecológico.

Por último, la elección del grupo de las aves como destinatario final e individual de la
actuación, probablemente tenga que ver con cuestiones como la alta detectabilidad y
atractivo de los componentes de este grupo así como con su demostrado valor como
indicador ecológico. No obstante, no hay que perder de vista el carácter holístico y
sistémico que debe enmarcar toda actuación en el medio natural, con consideración
de los distintos grupos ecológicos, y su papel y relaciones en la pirámide trófica.

ALGUNOS PRINCIPIOS ECOLÓGICOS A TENER EN CUENTA.

Aunque en la práctica se usa muy poca teoría en la gestión de hábitats, basándose


ésta más en la experiencia, el conocimiento básico de unos conceptos ecológicos es
siempre invalorable.

Comunidades.

La gestión del hábitat es mezcla de gestión para especies específicas y para mantener
comunidades. Aunque debería ser posible gestionar para especies individuales, es
frecuente que haya falta de información acerca de las mismas y que su autoecología
sea muy compleja.

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Ejemplo: la orquídea Cephalantera rubra es polinizada por los machos solitarios de un
cerambícido cuyas hembras obtienen néctar de una Campanula. Los machos visitan
flores buscando hembras. La orquídea no tiene néctar pero en el espectro visual del
cerambícido es prácticamente igual que las campanillas y esta mimicria asegura que
son polinizadas por los machos. Los cerambícidos además dependen para sus
puestas de los agujeros hechos por insectos perforadores de la madera. Y además
como todas las orquídeas, éstas dependen de micorrizas para germinar y sobrevivir. El
manejo de conservación de las orquídeas debe asegurar toda la comunidad.

Sucesión y perturbación.

Sucesión es la progresión de un área desde un estado en el que está desprovista de


vida a otro con una comunidad climácica presente. Las primeras especies que llegan
van modificando el hábitat haciéndolo más apropiado para aquellas que siguen.

La perturbación puede alterar la diversidad de especies de una comunidad por medio


de un doble papel: retardando la aparición de los competidores dominantes y
generando claros apropiados para la regeneración. El pastoreo como perturbación.

Hipótesis de la perturbación intermedia: Con perturbación baja la comunidad está


dominada por pocas especies. Con perturbación alta solo unas pocas especies
pueden persistir. Los niveles intermedios son los que proporcionan una máxima
diversidad.

Competencia.

Muchas especies no se ven restringidas a ciertos hábitats porque allí crezcan mejor
sino porque es donde mejor escapan a la competencia. Las condiciones que se
recreen en la actuación serán ocupadas por distintas especies en función de sus
capacidades competidoras.

Fertilidad.

Previamente restringida a las llanuras aluviales donde predominarían especies con


rápido crecimiento clonal, ocupando rápido los lugares vacíos y excluyendo por
sombra a los competidores (baja diversidad). La fertilización artificial expande este tipo
de comunidades.

En hábitats acuáticos poco fértiles y diversos se puede incrementar la diversidad con


fertilización artificial (nutrientes de la agricultura) pero hay gran riesgo de eutrofización
excesiva.

Dispersión.

Muy variable según especies. Distancias cortas en perennes con bulbos rizomas y
estolones. Más larga en especies con banco de semillas, y en vertebrados.

Estructura de hábitat.

Los aspectos estructurales son tan importantes como la selección de especies


concretas. La diversidad de aves relacionada con la diversidad estructural de la
vegetación.

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REQUERIMIENTOS DE HÁBITAT

Aves nadadoras y buceadoras: Zampullín, somormujos, partos, porrones y


cormorán.

Grupo caracterizado por necesitar aguas abiertas como zona de alimentación y


sesteadero. La profundidad ha de ser superior a 2,5 m para los porrones y el
cormorán, e inferior a 1 m para el resto de especies y, si se pretende que sea rica en
alimento, debe tener abundantes plantas sumergidas, para lo que son óptimos los
fondos limosos. Las aguas deben estar tranquilas, al abrigo del viento. Es favorable la
presencia de islas de extensión variable, en especial con vegetación palustre (enea y
carrizo), entre la que puedan cobijarse y, en el caso del ánade silbón, la existencia de
praderas encharcadas (p.e. de grama) donde alimentarse. El cormorán grande
aceptará como posadero árboles caídos, preferiblemente en la zona de aguas libres.

Límícolas y rálidos: de rascón a andarríos chico.

Es el primer grupo en colonizar áreas en explotación o recientemente abandonadas, a


condición de que existan extensas zonas encharcadas de poca profundidad y áreas
llanas con escasa vegetación donde conseguir alimento. Rascón, polluela y gallineta
de agua necesitan además una buena masa de helófitos donde cobijarse y anidar. Las
zonas cubiertas de grava son escogidas por chorlitejos y cigüeñuelas para criar,
mientras que las orillas arcillosas son preferidas por archibebes, agachadizas y
andarríos chico, y las praderas por avefrías y agujas colinegras.

Ardeidas (martinete, avetorillo y garzas) y aguilucho lagunero

Como sustrato para la nidificación necesitan una densa arboleda (garza real,
martinete) o importantes masas de vegetación helófita (garza imperial, avetorillo,
aguilucho lagunero), pudiendo usarse estas mismas zonas como dormideros para
aves en paso o invernantes. Las ardeidas requieren aguas someras desprovistas de
vegetación sumergida, así como áreas marismeñas donde poder alimentarse de peces
e invertebrados acuáticos. Las islas, en especial de vegetación densa, proveen a este
grupo de un lugar de reposo nocturno alejado de molestias y depredadores.

Láridos y fumareles: gaviota cabecinegra, fumareles común y cariblanco.

Las masas de agua extensa serán usadas como dormidero por la gaviota y como área
de alimentación por los fumareles. Estos últimos nidifican sobre vegetación flotante
que, si no existe, puede ser sustituida por balsas.

Aves trogloditas: abejaruco, martín pescador y avión zapador.

Este grupo de aves encuentra en los taludes verticales, propios de meandros fluviales
encajados y de las graveras abandonadas, un sustrato adecuado para excavar sus
nidos. Deben ser preferiblemente arenosos y carecer de vegetación que pudiera
obstaculizar el acceso a los nidos. El martín pescador requiere además aguas
someras y tranquilas (al abrigo del viento) donde pueda capturar a sus presas
(alevines de peces fundamentalmente), por lo que escoge también las orillas
sombreadas con vegetación leñosa que le sirva de posadero.

Pequeñas aves palustres: de lavanderas a pájaro moscón.

Estas aves nidifican en la vegetación leñosa (ruiseñor bastardo, pájaro moscón) o


vegetación helófita de la orilla, en especial sobre carrizo (carriceros y carricerines), o

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bien en praderas y juncales (lavanderas, buitrón). Los carrizales proporcionan alimento
a la mayor parte de estas especies y, para aquellas que pasan el invierno en la zona,
pueden actuar como áreas de dormidero.

RECUPERACIÓN ORNITOLÓGICA DE GRAVERAS.

Las explotaciones de extracción de gravas suelen ser candidatas idóneas para


actuaciones de recuperación debido a:

- Titularidad pública del suelo.


- Frecuente presencia de láminas de agua.

Condicionantes para la recuperación.

1. Estado actual de la explotación.

Gran parte del coste posterior de la recuperación (hasta un 60%), llega a ser
dedicado a movimientos de tierra. Si en la fase de abandono de la explotación se
incorporan unos mínimos criterios en cuanto a limpieza y adecuación topográfica,
otras prioridades del diseño pueden verse beneficiadas con el ahorro.

El tiempo transcurrido desde el abandono de la explotación determina el grado de


recuperación espontánea que pueda haberse producido, con colonización vegetal
natural y presencia de comunidades animales en las láminas de agua.

2. Objetivos del diseño.

Los objetivos deben estipularse muy claramente en cada caso para intentar
maximizar los beneficios de la actuación mediante el diseño más adecuado:

- Faunísticos.
- Recreativos.
- Paisajísticos.
- Otros.

3. Marco general de las zonas aledañas.

Las características de las zonas aledañas a la de actuación pueden ser


determinantes en la definición de objetivos así como en aspectos del diseño.

- Proximidad de núcleos habitados.


- Accesibilidad a las personas.
- Comunidades vegetales y hábitats.
- Estado de conservación.

4. Condicionantes biológicos.

Será fundamental la consideración de los principios ecológicos antes mencionados


en el proceso de diseño de la actuación y la selección de especies. Además, es
importante la consideración del grado de aislamiento del emplazamiento de la
actuación respecto a la posible colonización espontánea de especies procedentes
de zonas aledañas.

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5. Condicionantes sociales y económicos.

Las necesidades de espacios recreativos en la naturaleza y la accesibilidad


pueden ser determinantes a la hora de decidir los objetivos y el diseño.

Evidentemente los condicionantes económicos son absolutos pero pueden


priorizarse las inversiones con una adecuada planificación de la actuación.

Diseños de restauración

Se comentan sucintamente las directrices de los distintos diseños que se ilustran en


dibujos, encaminados a una recuperación natural del espacio afectado por la actividad
extractiva.

1. Restauración de orillas. Se pretende una naturalización de las orillas mediante una


reestructuración física de las mismas, procediendo posteriormente a una
revegetación. Supone:

- Aumento de la longitud de las orillas.


- Corrección de las pendientes de las orillas.
- Plantación de alisos y sauces.
- Plantación de espadañas y carrizos.

Estas actuaciones permiten:

a) Formar orillas con una gran variedad de ambientes, favoreciendo el aumento


de la superficie del ecotono tierra-agua, de gran importancia para la
alimentación de muchas aves.

b) La orla de sauces y alisos funciona como pantalla cortavientos y de ocultación


visual en beneficio de las aves. Además la sombra que proyectan previene el
excesivo calentamiento del agua. La descomposición de las hojas caídas
favorece la aparición de una comunidad de descomponedores, importante
eslabón en la red trófica de los sistemas acuáticos.

c) Las espadañas y carrizos protegen eficazmente las orillas, reteniendo


sedimentos, aportando materia orgánica, sirviendo como refugio de alevines y
renacuajos y ofreciendo un hábitat de nidificación para muchas aves palustres.

2. Creación de pantallas vegetales y mixtas. Se pretende formar pantallas visuales y


cortavientos para ocultar la restauración desde carreteras, áreas de explotación,
etc.

Sauces, alisos, fresnos, subarbustos y matas, serán las especies elegidas para ser
plantadas, preferentemente, en grupos o agregados, evitando las regularidades.
En el caso de que existan caballones, éstos pueden ser pueden ser integrados en
la pantalla, incrementándose así los efectos de la misma.

3. Creación de islas. Se pueden crear retirando selectivamente el material de diques


y malecones o mediante el vertido de estériles, siempre en graveras de tamaño
medio o grande.

Suponen áreas libres de molestias y relativamente a salvo de predadores


terrestres. Incluye como actuación la instalación de una cobertera de grava en las

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orillas que dificulte la invasión de las mismas por vegetación helófita, lo que
redundará en beneficio de la presencia y nidificación de los limícolas.

4. Unión de vasos. Consiste en la comunicación de vasos contiguos mediante la


retirada de material, fusionándose las cubetas adyacentes.

La extensión de la superficie de aguas abiertas que se consigue favorece


especialmente a gaviotas y fumareles y, en general, a las aves invernantes y en
paso.

5. Creación de playas. Son zonas tendidas y libres de vegetación al estar recubiertas


de grava. Se favorecen así a las especies de rálidos y limícolas que gustan de
criar en este tipo de zonas.

6. Protección de taludes. Se trata de controlar la erosión de los taludes como


consecuencia bien del embate de las olas bien de la escorrentía superficial.

La erosión causada por las olas puede socavar la base del talud provocando su
desplome, lo cual puede minimizarse por medio de la plantación de vegetación en
la base del talud.

La escorrentía superficial puede corregirse mediante la construcción de canales de


guarda en la coronación de los taludes y de bajantes que conduzcan la escorrentía
hasta las lagunas.

Los taludes constituyen un sustrato adecuado para la nidificación de especies


trogloditas tales como los abejarucos, el martín pescador o los aviones zapadores.

7. Creación de praderas-juncales. La actuación concreta es la creación de áreas


encharcable recubierta de juncos y especies herbáceas, en las que el nivel freático
está siempre próximo a la superficie.

Estos lugares son adecuados para el desove de anfibios y el desarrollo de insectos


que constituyen una parte importante de la dieta de las aves acuáticas, tales como
los rálidos, los limícolas, las ardeidas, etc.

MODELO GENÉRICO DE PLAN DE GESTIÓN (Royal Society for the Protection of


Birds, UK).

0. Resumen.

Sumario del contenido y las características más importantes del plan y por tanto de
los objetivos, qué necesita especial atención, qué escalas de tiempo se requieren para
diferentes comunidades y qué tipo de seguimiento es necesario. Toda la información
necesaria para que alguien ajeno al sitio tenga una impresión general de los objetivos
y la importancia. Valioso para gestores, directores de organización, medios y público, y
entidades financiadoras.

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1. Información general.

Mucha se refiere a mapas localizados en apéndices. Información descriptiva que,


salvo los límites, permanecerá inalterada por varios años.

- Localización.
- Estatus del lugar.
- Propiedad.
- Definición y límites.
- Restricciones y permisos legales u oficiales.

2. Información ambiental.

2.1. Física.

a) Clima.
b) Hidrología.
c) Geología.
d) Suelos.

Información descriptiva con vocación de permanencia a medio plazo, salvo quizás


hidrología.

2.2. Biológica.

e) Hábitats.
f) Flora.
g) Fauna.

Estos datos precisan de actualización regular. Para flora y fauna es recomendable


utilizar descripciones y clasificaciones estandarizadas.

2.3. Cultural.

h) Uso comercial.
i) Uso recreativo.
j) Investigación, inventario, seguimiento.
k) Gestión de conservación previa.

El plan debe integrar el acceso de visitantes, las tareas de información y su control.


Los derechos de acceso deben respetarse pero puede ser necesario controlarlos para
evitar perturbaciones en sitios y/o épocas sensibles. Es preferible pensar en términos
de cómo acomodar las necesidades de los visitantes antes que en cómo justificar su
limitación. La educación ambiental es parte de la promoción de la conservación de la
naturaleza.

3. Evaluación.

Descripción de los atributos del sitio en relación con una serie de criterios
estandarizados comunes. Indicación del estatus de cada elemento en ámbitos de
referencia internacionales, nacionales, regionales y locales, con mención de la
autoridad de referencia en cada caso. Pueden servir como criterios:

- Tamaño.
- Diversidad.

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- Naturalidad.
- Rareza.
- Fragilidad.
- Valor potencial para futuros desarrollos (conservación, educativos,
demostración, de mercado..).
- Actuaciones susceptibles de impactar los valores del sitio.
- Factores que pueden influenciar la gestión.
- Otros ámbitos interesantes en las proximidades.

4. Política de gestión.

Es la parte de “intenciones” del plan. Mejor partir de una reunión con las partes
interesadas (personal del sitio, gestores, financiadores, agencias de conservación,
expertos locales).

a) Alcance de gestión y bases.


b) Objetivos para:
- Hábitats y especies.
- Servicios para visitantes, interpretación y educación.
- Infraestructura.
- Relaciones públicas y administración.
- Investigación, inventario y seguimiento.

5. Prescripciones y operaciones de gestión.

Esta es la parte de “acción” del plan. ¿Qué es necesario hacer en lo próximos cinco
años? Es interesante priorizar en función de la importancia de cada aspecto en
relación con el tiempo que requiere cada uno y los recursos de que se dispone y/o se
requiere.

5.1. Gestión de hábitats y especies. Incluirá prescripciones para pastoreo,


henificación quemas, canalizaciones, consideraciones hidrológicas,
plantaciones, instalación de comederos, cajas de nidificación, control de presas
y predadores, control de plagas, no-intervención.

5.2. Servicios para visitantes, interpretación y educación.

Comprenderá prescripciones para recorridos, paseos, áreas de disuasión,


áreas recreativas, folletos de divulgación, programas de educación ambiental.

5.3. Infraestructura.

Detalla la ubicación de hides, estaciones de trabajo, edificaciones anejas,


vallas y cercados, puertas, calles, tractores y equipos agrícolas y forestales,
barcas.

5.4. Relaciones públicas y administración.

Contempla prescripciones para reuniones formales con propietarios y


autoridades locales, acciones para prevenir desarrollos adversos en las
proximidades, voluntarios y sus tareas, requerimientos de personal.

10
5.5. Investigación, inventario y seguimiento.

5.5.1. Investigación. Interesante para determinar el modo de gestión óptimo y más


efectivo para las especies y comunidades más importantes. Para mejorar las
técnicas de gestión y exportar las experiencias. Carácter científico con
experimentación en áreas control y testigo.

5.5.2. Seguimiento.

A. Especies de aves en libros rojos. Datos medios y censos, tamaño


poblacional reproductor y productividad.

Para evaluar la efectividad del sitio, para evaluar la efectividad de las


medidas frente a otras potenciales, Para contribuir a otros censos
nacionales o regionales, para permitir comparaciones con otros lugares.

B. Otras especies. Datos medios y censos.

Para detectar efectos de la gestión para aves en otras especies


catalogadas, para determinar la gestión más efectiva en estas especies,
para demostrar los beneficios amplios de conservación del sitio.

C. Vegetación.
Para asegurar que la gestión orientada a aves no daña a comunidades
vegetales importantes, para ayudar a entender la respuesta a la gestión de
comunidades y especies clave, para refinar las técnicas.

D. Efectos sobre el medio físico.


Para cuantificar y evaluar los efectos de la gestión en parámetros como
nivel de agua subterránea, calidad del agua, nutrientes edáficos…, para
proporcionar evidencias de influencias externas al sitio.

E. Visitantes.
Para optimizar la localización de los visitantes en el tiempo y en el espacio,
para priorizar, desarrollar y justificar inversiones, para identificar
oportunidades de mercado.

5.5.3. Inventario

A. Lista de especies.
Para determinar qué especies están presentes y cuáles pueden ser
sensibles a la gestión orientada a aves o merecen gestión por ellas mismas,
para detectar tendencias ecológicas a largo plazo que precisen atención

B. Hábitats y vegetación.
Para registrar los efectos a largo plazo de la gestión y otras influencias
externas, para controlar el cumplimiento de objetivos en relación con los
hábitats y las comunidades vegetales, para situar el valor de la
conservación de hábitats y las comunidades vegetales del sitio en un
contexto nacional.

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6. Programa de trabajo a seis años.

Detalle de todos los trabajos a desarrollar a lo largo del periodo de aplicación del plan.

7. Apéndices.

1. Referencias.
2. Mapas y planos.

REFERENCIAS

Ayala, F.J. 1989. Manual de restauración de terrenos y evaluación de impactos


ambientales en minería. ITGE. Madrid.

Casado, S. y Montes, C. 1995. Guía de los lagos y humedales de España. J.M. Reyero
Editor. Madrid.

Martí, R. y del Moral, J.C. 2003. Atlas de las aves reproductoras de España. Ministerio
de Medio Ambiente-SEO. Madrid.

Sutherland, W.J. & Hill, D.A. 1995. Managing habitats for conservation. Cambridge
University Press. Cambridge.

VV.AA. 1987. Bases científicas para la protección de los humedales en España. Real
Academia de Ciencias Físicas, Exactas y Naturales. Madrid.

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Evolución de la superficie de lagos y humedales de España peninsular
según grandes tipos. (A partir de Casado y Montes, 1995)

300000

250000
Superficie en hectáreas

200000

150000

100000

50000

0
Montaña Kársticos Interiores Interiores Llanuras Costeros
dulces salinos de
inundación

Superficie actual Superficie original


18000

16000

14000
Superficie en hectáreas

12000

10000

8000

6000

4000

2000

0
Montaña Kársticos Interiores Interiores Llanuras de
dulces salinos inundación

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REQUERIMIENTOS DE HÁBITAT

Aves nadadoras y buceadoras: Zampullín, somormujos, partos,


porrones y cormorán.
 Aguas abiertas como zona de alimentación y sesteadero.
 Profundidad superior a 2,5 m para los porrones y el cormorán, e
inferior a 1 m para el resto de especies
 Abundantes plantas sumergidas, con fondos limosos.
 Aguas tranquilas, al abrigo del viento.
 Islas de extensión variable, con vegetación palustre y praderas
encharcadas
 Posaderos de árboles caídos

Límícolas y rálidos: de rascón a andarríos chico.


 Extensas zonas encharcadas de poca profundidad y áreas llanas
con escasa vegetación
 Rascón, polluela y gallineta de agua necesitan masas de
helófitos
 Zonas cubiertas de grava para chorlitejos y cigüeñuelas
 Orillas arcillosas para archibebes, agachadizas y andarríos chico
 Praderas para avefrías y agujas colinegras.

Ardeidas (martinete, avetorillo y garzas) y aguilucho lagunero


 Arboledas densas (garza real, martinete) o masas de vegetación
helófita (garza imperial, avetorillo, aguilucho lagunero)
 Aguas someras desprovistas de vegetación sumergida, y áreas
marismeñas.
 Islas de vegetación densa.

Láridos y fumareles: gaviota cabecinegra, fumareles común y


cariblanco.
 Masas de agua extensa
 Vegetación flotante o balsas para los fumareles.

Aves trogloditas: abejaruco, martín pescador y avión zapador.


 Taludes verticales preferiblemente arenosos y sin vegetación
 Aguas someras y tranquilas para el martín pescador.

Pequeñas aves palustres: de lavanderas a pájaro moscón.


 Vegetación leñosa (ruiseñor bastardo, pájaro moscón) o
vegetación helófita de la orilla, en especial sobre carrizo
(carriceros y carricerines), o bien en praderas y juncales
(lavanderas, buitrón).

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Condicionantes para la recuperación.

6. Estado actual de la explotación.

7. Objetivos del diseño.

- Faunísticos.
- Recreativos.
- Paisajísticos.
- Otros.

8. Marco general de las zonas aledañas.

- Proximidad de núcleos habitados.


- Accesibilidad a las personas.
- Comunidades vegetales y hábitats.
- Estado de conservación.

9. Condicionantes biológicos.

10. Condicionantes sociales y económicos.

Diseños de restauración

8. Restauración de orillas:

- Aumento de la longitud de las orillas.


- Corrección de las pendientes de las orillas.
- Plantación de alisos y sauces.
- Plantación de espadañas y carrizos.

9. Creación de pantallas vegetales y mixtas.

10. Creación de islas.

11. Unión de vasos.

12. Creación de playas.

13. Protección de taludes.

14. Creación de praderas-juncales.

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