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TEMA: APENDICITIS
El dolor abdominal es uno de los motivos de consulta más reportados en la práctica clínica
y puede ser responsable hasta de 40% de las consultas ambulatorias. Representa de 5 a
25% de las visitas a los departamentos de urgencias, y de éstas, del 35 al 43% son
diagnosticadas como dolor abdominal en estudio.
El diagnóstico clínico es bien conocido tanto por los clínicos como por los cirujanos, y para
complementar esta evaluación clínica se han desarrollado escalas diagnósticas, siendo la
más conocida la de Alvarado (8) en donde se valoran tres síntomas, tres signos clínicos y
dos valores del hemograma. Asimismo se ha desarrollado un algoritmo y ambos pueden
dar mejores resultados en la eficacia diagnóstica de la apendicitis
JUSTIFICACION
Para reducir la mortalidad por apendicitis, es necesario conocer e interpretar bien sus
primeros síntomas y signos. La mayoría de los cirujanos tienen la opinión de que toda
apendicitis aguda tiene que ser operada dentro de las primeras 24 horas. Las causas que
se intervenga quirúrgicamente más tarde son dos: que el paciente crea que los síntomas
son bastante serios para necesitar consejo médico o que el médico piense que no son
síntomas típicos de apendicitis. Es evidente que para la primera causa no disponemos de
correctivos eficientes, sino la educación del público. En lo que respecta a la segunda, se
debe alertar en la sospecha de toda molestia abdominal y comprometerse en realizar un
correcto diagnóstico diferencial en las siguientes veinticuatro horas
OBJETIVO GENERAL
Realizar una pronta detección, para evitar la tasa de mortalidad por esta
patología, así como sus complicaciones por una detección tardía, las cuales
requieren un mayor tratamiento, cuidado e intervenciones, llevando a una
recuperación más lenta.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Dar a conocer los signos y síntomas específicos de esta patología para que
sea detectada en una etapa pronta, y oportuna.
DEFINICION
La apendicitis se define como una inflamación aguda del apéndice cecal desencadenada
generalmente por
una obliteración del lumen, el cual es siempre de manejo quirúrgico y de diagnóstico
clínico.
CLASIFICACION
EPIDEMIOLOGIA
ETIOLOGIA
FISIOPATOLOGIA
Los vómitos pueden ocurrir o no y ocurren después del dolor debido a una estimulación
vagal. Puede o no haber fiebre, pero es de poca cuantía.
DIAGNÓSTICO
Por otra parte, cuando el dolor se inicia en la fosa ilíaca derecha y más sobre todo es de
inicio brusco, es menos probable que se trate de una apendicitis aguda.
2. Dolor focal: es en la fosa ilíaca derecha con mayor o menos intensidad. En los
pacientes añosos el dolor puede ser más vago, pero menos intenso. Al comienzo el dolor
es de tipo cólico, pero se hace constante en la mayoría de los casos.
Generalmente el paciente con una apendicitis aguda tiende a quedarse quieto ya que
observa que, con los movimientos, ejercicios o la tos, el dolor se exacerba.
Existen otros síntomas como la anorexia, nauseas o vómitos que acompañan el cuadro de
apendicitis aguda en más de la mitad de los casos, sin embargo, hay que tomar en cuenta
que estos síntomas también se observan en otros cuadros abdominales (pancreatitis,
cólico biliar, etc.).
El vómito cuando está presente es posterior al dolor. Cuando el vómito precede al dolor
abdominal se debe dudar del diagnóstico de apendicitis aguda. El cambio del hábito
intestinal, ya sea estitiquez o diarrea no es un elemento clínico a favor o en contra del
diagnóstico de apendicitis aguda.
SIGNOS
Desde muy antiguo en los tratados de cirugía se han descrito gran gama de signos que
fueron considerados patognomónicos para apendicitis aguda, incluso muchos signos llevan
nombres propios (Rowsinng, etc.).
Estos pueden ser detectados con frecuencia en esta patología, pero no aportan
mayormente al diagnóstico.
1. Sensibilidad dolorosa del abdomen: este signo ubicado en el cuadrante inferior derecho
del abdomen es casi inequívoco de una apendicitis aguda simple o perforada.
2. Dolor y defensa muscular: estos dos signos se hayan presentes en prácticamente en
todos los pacientes con apendicitis aguda. El hecho que al presionar el abdomen y soltar
la mano (signo de rebote) provoque dolor, significa que estamos frente a una irritación
peritoneal.
El tacto rectal puede demostrar dolor localizado a la derecha del recto, en un porcentaje
que no va más allá del 20%. Sin embargo, no hay que olvidar que la gran mayoría de los
pacientes son jóvenes, y que ya el tacto rectal es una verdadera agresión de parte del
médico y el paciente se defiende de esta maniobra. Es por ello que el rendimiento de este
examen es bajo.
En un gran número de pacientes estos signos señalados anteriormente son poco claros y
es por ello que frente a la duda del diagnóstico de apendicitis aguda es preferible
hospitalizar el paciente para su observación clínica y evolución. Siendo aconsejable no
utilizar analgésicos a fin de no enmascarar el cuadro clínico.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El diagnóstico diferencial de la apendicitis aguda con otros padecimientos que originan
patología abdominal aguda, en ocasiones es difícil, ya que las manifestaciones clínicas no
son específicas para una determinada enfermedad.
Adenitis mesentérica: Con frecuencia se confunde con apendicitis en los niños y jóvenes.
Por lo general, existe el antecedente reciente de una infección respiratoria alta. Conviene
observar al paciente para esclarecer el diagnostico si se sospecha adenitis mesentérica,
dado que es un cuadro autolimitado, pero, si la diferencia es dudosa, la operación
inmediata es el tratamiento a seguir.
EXAMENES DE LABORATORIO
2. Ecografía abdominal: sólo se debe recurrir a este examen en los casos de duda
diagnóstica es una ayuda más que el cirujano puede tener. Pero no hay que olvidar que la
toma de decisiones es fundamentalmente clínica. A la ecografía se le ha atribuido una alta
sensibilidad y especificidad, pero al revisar estas series la gran mayoría de los pacientes
tenían apendicitis perforada y flegmonosa.
3. Sedimento urinario: éste tiene importancia en el diagnóstico diferencial con el cólico
nefrítico y/o infección urinaria. Para interpretar los hallazgos del sedimento urinario no hay
que olvidar la anamnesis y el examen físico.
ESTUDIOS DE GABINETE
TRATAMIENTO
Apendicetomía abierta
Se realizan diversas incisiones para abordar la cavidad abdominal entre ellas están
– Incisión oblicua o de Mc Burney
– Incisión transversal o de Rocky-Davis.
– Incisión infraumbilical en la línea media.
– Incision paramedial derecha
– Incision Umbilical
El muñón apendicular puede manejarse con una ligadura simple o con ligadura más
inversión de la jareta o puntes en Z.
Siempre que la viabilidad del muñón sea evidente y la base del ciego no este afectada por
el proceso inflamatorio, es seguro ligar el muñón con una sutura absorbible.
La cavidad peritoneal se irriga y se cierra la herida por planos, Si se encentra perforación o
gangrena apendicular, la piel y el tejido celular subcutáneo permanecen abiertos y se
permite que cicatricen por segunda intención o se cierran cuatro o cinco días después con
cierre primario tardío.
Si no se encuentra apendicitis debe realizarse una búsqueda metódica para establecer un
diagnostico alternativo. Primero se inspecciona el ciego y el mesenterio. En seguida el
intestino Delgado en forma retrograda a partir de la válvula ileocecal. En las mujeres, es
necesario prestar atención especial a órganos periféricos.
2. Extensión de la disección
Con el propósito de tener mayor control en el procedimiento, inicialmente exageramos la
disección periapendicular, pero pronto aprendimos que esta práctica tiene el riesgo de
llevar la infección al retroperitoneo; si se limita la disección lo más posible, se obtiene un
mejor resultado. La disección deberá terminar en cuanto se identifique la base apendicular
y el mesoapéndice.
3. Características de la base apendicular y del ciego.
Es esencial identificar plenamente la base apendicular y la pared del ciego en el área de su
implantación.
Precisamente en este lugar se facilita la disección del mesoapéndice sin riesgo de lesionar
la arteria apendicular. Para la apendicectomía se utilizó el nudo Gea con polipropileno 0,
colocando una sutura en la arteria apendicular y una o dos en la base del apéndice.
La colocación correcta de la sutura en la base apendicular garantiza que no se presenten
fugas del ciego o recidivas apendiculares por muñón remanente. Cuando existe necrosis
en este nivel es preferible realizar plastía de ciego invaginando el muñón necrosado o
hemicolectomía derecha si la pared del ciego está también afectada.
4. Peritonitis generalizada.
El apéndice se extrajo por uno de los puertos de 10 mm, dejando un extremo del material
de ligadura con suficiente longitud para que fuera exteriorizado y se sacara la pieza. En los
apéndices complicados se utilizó una bolsa de látex para su extracción.
COMPLICACIONES
Absceso Debido a la perforación/ formación de una bolsa infectada llena de pus (absceso)