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¿Que son las macromoléculas?

Una macromolécula es una molécula de gran tamaño creada comúnmente a través de


la polimerización de subunidades más pequeñas (monómeros). Por lo general se
componen de miles, o más átomos. Pueden ser tanto orgánicas como inorgánicas y las
más comunes en bioquímica son biopolímeros (ácidos
nucleicos, proteínas, carbohidratos y polifenoles) y grandes moléculas no poliméricas
(como lípidos y macrociclos).1 Ejemplo de macromoléculas sintéticas son
los plásticos comunes y las fibras sintéticas, así como algunos materiales experimentales,
como los nanotubos de carbono.

¿Organización de las macromoléculas?

Principio de organización de las macromoléculas. Lo conforman todas aquellas


regularidades que presentan las macromoléculas. Incluye su condición
de polímeros de monómeros o precursores sencillos, la unión estable de tipo
covalente entre ellos, las interacciones que se establecen entre grupos químicos
presentes en estos, lo que determina una conformación tridimensional específica y
está muy relacionada con la función que desempeña cada macromolécula, entre
otras.

Concepto: Conjunto de características comunes a


todas las macromoléculas que sirve de
base para su descripción y comparación
¿Qué son los polisacáridos?

Los polisacáridos, muchas veces denominados glicanos, son compuestos


químicos de alto peso molecular formados por más de 10 unidades de
azúcares individuales (monosacáridos). En otras palabras, son polímeros de
monosacáridos unidos entre sí a través de enlaces glicosídicos.

Se trata de moléculas muy comunes en la naturaleza, pues se encuentran en


todos los seres vivos, donde ejercen gran variedad de funciones, muchas de
las cuales todavía están siendo estudiadas. Son considerados la fuente más
grande de recursos naturales renovables sobre la tierra.

Características de los polisacáridos

– Son macromoléculas de muy alto peso molecular

– Están compuestas principalmente por átomos de carbono, hidrógeno y


oxígeno

– Son muy diversas estructural y funcionalmente hablando

– Existen prácticamente en todos los seres vivos sobre la tierra: plantas,


animales, bacterias, protozoarios y hongos

– Algunos polisacáridos son altamente solubles en agua y otros no, lo que


depende, usualmente, de la presencia de ramificaciones en su estructura

– Funcionan en el almacenamiento de energía, en la comunicación celular, en


el soporte estructural de células y tejidos, etc.

– Su hidrólisis generalmente resulta en la liberación de residuos individuales


(monosacáridos)

– Pueden encontrarse como parte de macromoléculas más complejas, como la


porción carbohidratada de muchas glicoproteínas, glicolípidos, etc.

Estructura de los polisacáridos

Los polisacáridos son polímeros de más de 10 residuos de azúcares o


monosacáridos, los cuales están unidos entre sí a través de enlaces
glucosídicos.
Aunque son moléculas sumamente diversas (hay una infinita variedad de tipos
estructurales posibles), los monosacáridos más comúnmente hallados en la
estructura de un polisacárido son azúcares pentosas y hexosas, es decir,
azúcares de 5 y 6 átomos de carbono, respectivamente.

Diversidad.
La diversidad de estas macromoléculas yace en el hecho de que, además de
los distintos azúcares que las pueden conformar, cada residuo de azúcar
puede estar en dos formas cíclicas diferentes: furanosa o piranosa (solo
aquellos azúcares de 5 y 6 átomos de carbono).

Además, los enlaces glicosídicos pueden estar en la configuración α- o β- y,


por si fuera poco, la formación de estos enlaces puede implicar la sustitución
de uno o varios grupos hidroxilo (-OH) en el residuo adyacente.

Pueden estar formados, igualmente, por azúcares con cadenas ramificadas,


por azúcares sin uno o más grupos hidroxilo (-OH) y por azúcares de más de 6
átomos de carbono, así como por distintos derivados de monosacáridos
(comunes o no).

Clasificación de los polisacáridos

La clasificación de los polisacáridos usualmente se basa en su ocurrencia


natural, sin embargo, cada vez es más común clasificarlos de acuerdo con su
estructura química.

Muchos autores consideran que la mejor forma de clasificar los polisacáridos


es en base al tipo de azúcares que los componen, según lo cual se han
definido dos grandes grupos: el de los homopolisacáridos y el de los
heteropolisacáridos.

1); Homopolisacáridos u homoglicanos

A este grupo pertenecen todos los polisacáridos que están formados por
unidades de azúcares o monosacáridos idénticos, es decir, que son
homopolímeros de un mismo tipo de azúcar.

Los homopolisacáridos más simples son los que tienen una conformación
lineal, en los que todos los residuos de azúcar están unidos a través del mismo
tipo de enlace químico. La celulosa es un buen ejemplo: es un polisacárido
compuesto por residuos de glucosa unidos por enlaces β (1→4).

Sin embargo, existen homopolisacáridos más complejos y son aquellos que


tienen más de un tipo de enlace en una cadena lineal e incluso pueden
presentar ramificaciones.
2): Heteropolisacáridos o heteroglicanos

Dentro de este grupo, en cambio, se clasifican todos aquellos polisacáridos que


están compuestos por dos o más tipos de azúcares diferentes, es decir, que
son heteropolímeros de azúcares distintos.

Los heteropolisacáridos más sencillos están formados por dos residuos de


azúcares disímiles (o derivados de azúcares), los cuales pueden (1) estar en la
misma cadena lineal o (2) estar uno formando una cadena lineal principal y el
otro constituyendo cadenas laterales.

Sin embargo, también pueden existir heteropolisacáridos formados por más de


2 tipos de residuos azucarados, altamente ramificados, o no.

Muchas de estas moléculas se asocian con proteínas o lípidos, formando las


glucoproteínas y los glucolípidos, muy abundantes en los tejidos animales.

Ejemplos muy comunes de heteropolisacáridos son los que forman parte de los
mucopolisacáridos como el ácido hialurónico, ampliamente distribuido entre los
animales y que está formado por residuos de ácido glucorónico unidos a
residuos de N-acetil-D-glucosamina.

Ejemplos de homopolisacáridos muy comunes en la naturaleza son la celulosa,


el glucógeno y el almidón, todos formados por unidades repetidas de glucosa;
en este grupo se incluye también la quitina, que consiste en unidades repetidas
de N-acetil-glucosamina, un derivado de la glucosa.

Glucógeno y almidón

Los polisacáridos, entre sus múltiples funciones, sirven como material de


reserva energética. En las plantas se produce almidón y en los animales se
produce glucógeno.

Ambos son homopolisacáridos compuestos por residuos de glucosa, los cuales


están unidos a través de distintos enlaces glucosídicos, presentando
numerosas ramificaciones en patrones bastante complejos. Con la ayuda de
algunas proteínas, los dos tipos de moléculas pueden formar gránulos más
compactos.

El almidón es un complejo formado por dos polímeros de glucosa diferentes: la


amilosa y la amilopectina. La amilosa es un polímero lineal de residuos de
glucosa unidos por enlaces α(1→4), mientras que la amilopectina es un
polímero ramificado que se une a la amilosa a través de enlaces α(1→6).
La celulosa.

La celulosa es un compuesto químico orgánico muy común en el reino


vegetal y en algunos seres del reino protista. En consecuencia,
constituye la biomolécula más abundante de nuestro planeta.

Se trata de un biopolímero, o sea, una cadena larga de hidratos de


carbono, compuesta exclusivamente por moléculas de glucosa (β-glucosa)
unidas entre sí por puentes de hidrógeno. Se describe con la fórmula
química C6H10O5.

La celulosa es sintetizada por las plantas y constituye uno de sus


compuestos fundamentales, pero los animales no poseen
las enzimas necesarias para digerirla (la celulasa). Los seres
humanos tampoco podemos alimentarnos de ella, aunque sí tenemos muchos
usos industriales para este compuesto.

¿Qué son las proteínas?

Significado de Proteínas

Qué son Proteínas:


Las proteínas son macromoléculas presentes en las células que coordinan
múltiples funciones vitales. También se conocen como polipéptidos.

Estas macromoléculas se encuentran en toda la materia viva. De hecho,


podemos nutrirnos con ellas a través del consumo de productos animales como
carnes, huevos y lácteos. Los granos, frutos secos y cereales también
contienen proteínas, aunque su valor nutricional es menor.

Las proteínas están formadas por cadenas de compuestos orgánicos llamados


aminoácidos. Por ende, contienen principalmente carbono, oxígeno, hidrógeno
y nitrógeno. Algunas veces pueden contener elementos como azufre,
magnesio, fósforo, hierro o cobre.

El proceso de formación de las proteínas se llama síntesis de proteínas, y se


lleva a cabo en los ribosomas del citoplasma celular. Es allí donde se
constituyen las cadenas de aminoácidos.
En cambio, se denomina desnaturalización de una proteína al proceso en la
cual la estructura de la proteína sufre una modificación que inhabilita sus
funciones. Por ejemplo, la albúmina de la clara de huevo, que se torna blanca
al cocinarse
Características de las proteínas

Las proteínas que caracterizan por los siguientes atributos:

 Función: son multifuncionales, pues controlan diversas actividades vitales, tales como


crear, regenerar y reparar tejidos (órganos, músculos, piel, uñas); oxigenar el
organismo; proteger al cuerpo de infecciones; etc.
 Tamaño: pueden contener desde siete aminoácidos hasta más de cien. Por ejemplo,
la insulina tiene 51 aminoácidos, y la albúmina tiene 585.
 Forma: sus formas son variadas. Por ejemplo, mientras el fibrinógeno y el colágeno
son lineales, las inmunoglobulinas tienen forma de Y.
 Extremos: las proteínas tienen dos extremos, un extremo básico o extremo terminal
N, y el otro ácido o extremo terminal C.
 Vida limitada: la célula tiene que ir reponiendo sus proteínas a medida que estas
dejen de funcionar.

Significado de Proteínas

Qué son Proteínas:


Las proteínas son macromoléculas presentes en las células que coordinan
múltiples funciones vitales. También se conocen como polipéptidos.

Estas macromoléculas se encuentran en toda la materia viva. De hecho,


podemos nutrirnos con ellas a través del consumo de productos animales como
carnes, huevos y lácteos. Los granos, frutos secos y cereales también
contienen proteínas, aunque su valor nutricional es menor.

Las proteínas están formadas por cadenas de compuestos orgánicos llamados


aminoácidos. Por ende, contienen principalmente carbono, oxígeno, hidrógeno
y nitrógeno. Algunas veces pueden contener elementos como azufre,
magnesio, fósforo, hierro o cobre.

El proceso de formación de las proteínas se llama síntesis de proteínas, y se


lleva a cabo en los ribosomas del citoplasma celular. Es allí donde se
constituyen las cadenas de aminoácidos.
En cambio, se denomina desnaturalización de una proteína al proceso en la
cual la estructura de la proteína sufre una modificación que inhabilita sus
funciones. Por ejemplo, la albúmina de la clara de huevo, que se torna blanca
al cocinarse.
Características de las proteínas
Las proteínas que caracterizan por los siguientes atributos:

 Función: son multifuncionales, pues controlan diversas actividades vitales, tales como


crear, regenerar y reparar tejidos (órganos, músculos, piel, uñas); oxigenar el
organismo; proteger al cuerpo de infecciones; etc.
 Tamaño: pueden contener desde siete aminoácidos hasta más de cien. Por ejemplo,
la insulina tiene 51 aminoácidos, y la albúmina tiene 585.
 Forma: sus formas son variadas. Por ejemplo, mientras el fibrinógeno y el colágeno
son lineales, las inmunoglobulinas tienen forma de Y.
 Extremos: las proteínas tienen dos extremos, un extremo básico o extremo terminal
N, y el otro ácido o extremo terminal C.
 Vida limitada: la célula tiene que ir reponiendo sus proteínas a medida que estas
dejen de funcionar.

Funciones de las proteínas.

Como existe gran diversidad de proteínas, cada una de ellas se ocupa de


aspectos específicos del organismo. A continuación, se enumeran algunas
funciones específicas de las proteínas.

 Función estructural. Las proteínas dan estructura a las células, transportan


sustancias y dan elasticidad y resistencia a los tejidos. Por ejemplo, el colágeno.
 Función hormonal reguladora. Las hormonas son proteínas y, como tales, regulan
diversas actividades del organismo. Por ejemplo, la insulina, regula los niveles de
azúcar en la sangre.
 Función defensiva. Ciertas proteínas defienden el organismo de infecciones,
bacterias y otros patógenos. Por ejemplo, los anticuerpos.
 Función enzimática. Consiste en catalizar las reacciones químicas que se producen
en el organismo. Por ejemplo, las proteínas degradan nutrientes durante la digestión.
 Función transportadora. Algunas proteínas transportan oxígeno, lípidos y electrones
por el organismo. Por ejemplo, la hemoglobina transporta el oxígeno desde los
pulmones hasta los tejidos.
 Función homeostática. Ayudan a mantener el pH del organismo.
 Función de contracción muscular. Las proteínas ayudan a contraer los músculos.
Es el caso de la miosina y la actina.

Clasificación de las proteínas.

Las proteínas se clasifican según su composición química en simples u


holoproteicas, y conjugadas o heteroproteicas.

1): Simples u holoproteicas. Son las proteínas que solo se forman con
cadenas de aminoácidos. Estas se dubdividen en:
 Proteínas globulares. Aquellas que están presentes en hormonas y
anticuerpos. Por ejemplo: albúminas, enzimas, gluteninas prolaminas y la
hormona tiritropina.
 Proteínas fibrosas. Aquellas que ayudan a dar resistencia y elasticidad a los
tejidos. Por ejemplo: queratina, elastina, colágeno y fibroina.

2): Conjugadas o heteroproteicas. Son las que se forman por una parte
proteica y otra no proteica. Esta parte se llama grupo prostético, y puede
contener lípidos, azúcares, ácido nucleico o un ión inorgánico. Por ejemplo, las
glicoproteinas son heteroproteicas porque tienen un azúcar adherido, es decir,
hay un enlace que une a la proteína con el azúcar.

Estructura de las proteínas.

Las proteínas se componen de cadenas lineales de aminoácidos. Los


aminoácidos se unen mediante los llamados enlace peptídico. Estos se
forman al unir un grupo amino (NH2) de un aminoácido y un grupo carboxilo
(COOH) del aminoácido siguiente.
Una cadena formada de enlaces peptídicos recibe el nombre de cadena
polipeptídica, y una o más cadenas de polipéptidos forman una proteína. Por
esta razón, a las proteínas también se les conoce como cadenas
polipeptídicas.

Se pueden distinguir cuatro niveles estructurales de las proteínas. A saber:

 Estructura primaria. Se establece por el número y el orden de los


aminoácidos presentes.
 Estructura secundaria. Se refiere al plegado que adquiere la cadena
polipeptídica, debido a fuerzas intramoleculares como los puentes de
hidrógeno. Por ejemplo, forma de hélice o de hoja plegada.
 Estructura terciaria. Se refiere a la tridimensionalidad que adquiere la cadena
polipeptídica. De esta tridimensionalidad dependen la función e interacción de
las proteínas con el organismo.
 Estructura cuaternaria. Se produce cuando se juntan varias cadenas
polipeptídicas entre sí, es decir, contienen al menos dos cadenas
polipeptídicas. Son características de proteínas más complejas.
¿Qué son los ácidos nucleicos?

Los ácidos nucleicos son macromoléculas o polímeros biológicos presentes en


las células de los seres vivos, es decir, largas cadenas moleculares
compuestas a partir de la repetición de piezas más chicas (monómeros). En
este caso, son polímeros de nucleótidos unidos mediante enlaces
fosfodiéster.

Existen dos tipos conocidos de ácido nucleico: ADN y ARN. Dependiendo


de su tipo, pueden ser más o menos vastos, más o menos complejos, y pueden
presentar diversas formas.

Estas macromoléculas están contenidas en todas las células (en el núcleo


celular en el caso de los eucariotas, o en el nucleoide en el caso de
las procariotas). Incluso agentes infecciosos tan simples como los virus poseen
estas macromoléculas estables, voluminosas y primordiales.

Los ácidos nucleicos fueron descubiertos a finales del siglo XIX por Johan
Friedrich Miescher (1844-1895). Este médico suizo aisló del núcleo de
distintas células una sustancia ácida que inicialmente llamó nucleína, pero que
resultó ser el primer ácido nucleico estudiado.

Gracias a eso, científicos posteriores pudieron estudiar y comprender la forma,


estructura y funcionamiento del ADN y el ARN, cambiando para siempre el
entendimiento científico sobre la transmisión de la vida.
Tipos de ácidos nucleicos

Los ácidos nucleicos pueden ser de dos tipos: Ácido Desoxirribonucleico (ADN)


y Ácido Ribonucleico (ARN). Se diferencian por:

 Sus funciones bioquímicas. Mientras uno sirve de “contenedor” de la información


genética, el otro sirve para transcribir sus instrucciones.
 Su composición química. Cada uno comprende una molécula de azúcar pentosa
(desoxirribosa para el ADN y ribosa para el ARN), y un conjunto de bases
nitrogenadas levemente distinto (adenina, guanina, citosina y timina en el ADN;
adenina, guanina, citosina y uracilo en el ARN).
 Su estructura. Mientras el ADN es una cadena doble en forma de hélice (doble
hélice), el ARN es monocatenario y lineal.

Función de los ácidos nucleicos

 Los ácidos nucleicos, a su manera respectiva y específica, sirven para


el almacenamiento, lectura y transcripción del material
genético contenido en la célula.
 En consecuencia, intervienen en los procesos de construcción
(síntesis) de proteínas en el interior de la célula. Este proceso ocurre
siempre que la célula fabrica enzimas, hormonas y otros péptidos
indispensables para el mantenimiento del cuerpo.
 Por otro lado, los ácidos nucleicos también participan en la replicación
celular, o sea,  la generación de nuevas células en el cuerpo, y en
la reproducción del individuo completo, ya que las células sexuales
poseen la mitad del genoma (ADN) completo de cada progenitor.
 El ADN codifica la totalidad de la información genética del
organismo a través de su secuencia de nucleótidos. En ese sentido,
podemos decir que el ADN opera como un molde de nucleótidos.
 En cambio, el ARN sirve como operador a partir de dicho código,
porque lo copia (lo transcribe) y lo lleva a los ribosomas celulares, donde
se procede al ensamblaje de las proteínas. Es un proceso complejo que
no podría darse sin estos compuestos fundamentales para la vida.

Estructura de los ácidos nucleicos

Cada molécula de ácido nucleico se compone de la repetición de un tipo de


nucleótidos, compuestos cada uno por:
 Una pentosa (azúcar). Es un monosacárido de cinco carbonos, que puede ser
desoxirribosa o ribosa.
 Una base nitrogenada. Deriva de ciertos compuestos heterocíclicos aromáticos
(purina y pirimidina). Puede ser adenina (A), guanina (G), timina (T), citosina (C) y
uracilo (U).
 Un grupo fosfato. Deriva del ácido fosfórico.

La composición estructural de cada molécula, además, se da en forma


helicoidal de cadena doble (ADN) o de cadena simple (ARN), aunque en el
caso de los organismos procariotas, es común hallar moléculas de ADN circular
llamadas plásmidos.

Importancia de los ácidos nucleicos

Los ácidos nucleicos son fundamentales para la vida tal como la conocemos,
ya que son imprescindibles para la síntesis de proteínas y para la
transmisión de la información genética de una generación a otra (herencia).
La comprensión de estos compuestos representó en su momento un enorme
salto adelante en la comprensión de los fundamentos químicos de la vida.

Por eso, la protección del ADN es fundamental para la vida del individuo y


de la especie. Agentes químicos tóxicos (como la radiación
ionizante, metales pesados o sustancias cancerígenas) pueden causar
alteraciones en los ácidos nucleicos, y ocasionar enfermedades que, en ciertos
casos, pueden ser transmisibles a las generaciones venideras.

Tipos de ARN.
Dependiendo de la estructura y función específica que realice cada
ARN nos encontraremos ante distintos tipos de ARN:

1. ARN mensajero (ARNm): estructura lineal con alguna horquilla. Se


sintetiza en el núcleo de la célula a partir del ADN. Es el resultado del
proceso de la transcripción. Su función es copiar fragmentos del ADN
para sacar dicha información del núcleo y llevarlo a los ribosomas donde
la información genética pasará a proteínas (traducción).
2. ARN transferente (ARNt): tienen una estructura peculiar con forma de
trébol. Su función es transportar aminoácidos específicos hasta los
ribosomas para conseguir completar ese proceso de traducción (de
ARNm a aminoácidos que se unen para formar proteínas) de que
hablábamos anteriormente.
3. ARN ribosómico (ARNr): es el más abundante y el ARNr unido a
proteínas forma los ribosomas, orgánulos encargados de la traducción.
4. ARN nucleolar (ARNn): se origina a partir de diferentes segmentos de
ADN denominados región organizadora nucleolar. Una vez formado el
ARNn se fragmenta y da lugar a los diferentes ARNr.

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