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El misterio del Dios de Jesucristo

Veritas. Revista de Filosofía y Teología


2. El rostro de Dios en el Nuevo Testamento EL rostro de Dios
1. La imagen de Dios en el Antiguo Testamento
es Jesucristo su hijo encarnado. Jesús lo revela como Abbá padre.
Dios se revela en la historia y a través de El Padre celestial (su Padre) es bueno con todos. En el Hijo nos
acontecimientos históricos. Y en una historia muy hacemos hijos de Dios, nuestro Padre. Espíritu que se nos ha dado
concreta, la de Israel, el pueblo escogido, el pueblo de el amor de Dios (el Padre)
la Alianza, el pueblo de las promesas de Yahveh.

Es un Dios (Creador) misericordioso, lento a la cólera y


rico en piedad, que no está recordando siempre
nuestros pecados, Yahveh siente ternura por sus fieles
Dios justo y misericordioso.

3. El misterio del Dios Uno


y Trino en la fe de la Iglesia
4. La experiencia de Dios y la búsqueda de su
La revelación del misterio comprensión
de Dios, uno y trino, a partir
del Nuevo Testamento. La experiencia de Dios, y el deseo de querer
entenderla, es experiencia, en definitiva, de la fe
Tertuliano († c.220) dio con que busca entender aquello que cree. Si bien es
la fórmula latina: «el Hijo cierto que esta búsqueda es emprendida por un
del Padre manda que sean hombre (creatura), sabemos que la iniciativa
bautizados en el Padre y el primera (llamada) y la gracia son de Dios.
Hijo y el Espíritu
Centraremos ahora nuestra atención, a modo
La fe trinitaria encuentra en de ejemplo, en algunas experiencias de Dios:
la liturgia de la primitiva Gregorio de Nacianzo, Agustín, Anselmo y Karl
comunidad un vasto campo Rahner. Podremos apreciar en ellas cómo se van
de expresión, sobre todo conjugando, armónicamente, la vida de fe (vida
en la iniciación cristiana espiritual si se quiere) con el trabajo de la razón.
por medio del bautismo
(cfr. Mt 28,19s.)

Padres capadocios (s. IV)


llamaron a las personas en
la Trinidad
5.3. ¿CómouJpovstasi"
podemos hablar sobre el misterio de Dios? Lenguaje humano para
expresarlo.

La experiencia de Dios es experiencia de encuentro con el misterio enorme y


fascinante (tensión entre inmanencia y trascendencia).

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